El Hecho de Pedro (La Hija de Pedro) W
El Hecho de Pedro (La Hija de Pedro) W
El Hecho de Pedro (La Hija de Pedro) W
Entonces se alegraron aun ms y alabaron a Dios. Pedro dijo as a su hija: 131 Vuelve a tu sitio,
sintate y quede de nuevo contigo tu enfermedad, pues esto es til para ti y para m.
La joven se volvi, se sent en su lugar y qued como antes. Toda la muchedumbre se puso a llorar y
suplic a Pedro que la (volviera) a curar. Les dijo Pedro: Por la vida del Seor, que esto es til para
ella y para m! Pues en el da en el que naci tuve una visin en la que l me deca: Pedro, hoy ha
nacido para ti una gran 132 tentacin. Tu hija causar dao a muchas almas si su cuerpo permanece
sano. Mas yo pensaba que la visin se mofaba de m. Cuando la muchacha tuvo diez aos, muchos
sufrieron escndalo por su causa. Un gran hacendado, Ptolomeo de nombre, que la haba visto baarse
a la muchacha y a su madre, envi por ella con la intencin de hacerla su esposa. Pero su madre no
quiso. Ptolomeo insisti y no pudo esperar [...]
(Laguna de un folio; pp. 133-134)
135 [...] (los siervos) de Ptolomeo trajeron a la muchacha, la dejaron delante de la puerta de la casa y
se fueron. Cuando camos en cuenta, su madre y yo bajamos, descubrimos a la muchacha y que todo un
costado de su cuerpo, desde los pies a la cabeza, se haba quedado paralizado y enjuto. La recogimos y
alabamos al Seor que haba librado a su sierva de esa mancha, de la vergenza y de [...]. ste es el
motivo por el que la muchacha (ha quedado) as hasta el da de hoy.
Ahora es conveniente para vosotros que conozcis el final de Ptolomeo. 136 Se encerr en s mismo y
se lamentaba da y noche por lo que haba ocurrido, y a causa de las muchas lgrimas que derram
qued ciego. Tom la decisin de levantarse y ahorcarse, mas he aqu que a la hora nona de aquel da,
cuando se encontraba solo en su dormitorio, vio una gran luz que iluminaba toda la casa y oy una voz
que le deca: 137 Ptolomeo: los vasos de Dios no han sido dados para la ruina y la corrupcin. Era
necesario que t, que has credo en m, no profanaras a mi doncella, en la que deberas ver una
hermana, pues yo soy para vosotros dos un solo Espritu. Levntate, sin embargo, y vete deprisa a casa
de Pedro, el apstol. All vers mi gloria, y l te aclarar este asunto.
Ptolomeo no se descuid un momento, y orden a sus hombres que le 138 mostraran el camino y que
lo llevaran hasta m. Cuando estuvo en mi presencia cont lo que le haba ocurrido por el poder de
Jesucristo, nuestro Seor. Entonces comenz a ver con los ojos de su cuerpo y de su alma, y muchos
pusieron su esperanza en Cristo. l les caus un bien procurndoles graciosamente el don de Dios.
Luego muri Ptolomeo; abandon la vida y se fue hacia su Seor. 139 Y cuando dispuso su
testamento, inscribi en l un lote de tierra a nombre de mi hija, ya que por su medio haba credo en
Dios y obtenido la curacin. Yo, a quien haba confiado la administracin, ejecut todo diligentemente.
Vend el campo [...] y Dios slo sabe que yo ni mi hija [...]. Vend el campo, y del producto no me he
quedado con nada, sino que todo lo he repartido entre los pobres.
Sbete, pues, oh servidor de Jesucristo!, que Dios 140 gobierna a los suyos y prepara a cada uno lo
que le es bueno, aunque pensemos que se ha olvidado de nosotros. Ahora, pues, hermanos, hagamos
penitencia, vigilemos y oremos, y la bondad de Dios dirigir sus ojos sobre nosotros, mientras por
nuestra parte ponemos en ella nuestra esperanza.
Pedro pronunci estas palabras, y alabando el nombre 141 del Seor Cristo, distribuy a todos el pan.
Cuando lo hubo repartido, se levant y entr en su casa.
Hecho de Pedro.