Amuchástegui Taboada
Amuchástegui Taboada
Amuchástegui Taboada
entre
Mxico y Argentina.
Martha Amuchstegui
Instituto de Investigaciones Gino Germani.
Fac. de Ciencias Sociales/UBA- Argentina
Eva Taboada
Departamento de Investigaciones
Educativas del CINVESTAV, Mxico.
Introduccin.
En los ltimos siglos la construccin de los imaginarios sociales se ha intentado
fraguar de manera insistente a partir de esquemas seculares y en espacios diversificados,
algunos menos visibles que otros. Este trabajo compara las prcticas escolares asociadas a
la conmemoracin de acontecimientos histricos que se llevan cabo en las escuelas pblicas
de Argentina y Mxico. La comparacin tiene como base diversos estudios realizados en
Argentina, por Martha Amuchstegui, y en Mxico por Eva Taboada. Los de Amuchstegui,
tienen el carcter de investigacin histrica documental, aunque tambin analizan, a partir
de la observacin directa, las caractersticas que presentan en la actualidad los rituales de
saludo a la bandera. Mientras los trabajos de Taboada se abordan desde una perspectiva
etnogrfica y por tanto se basan en la observacin de las prcticas y en entrevistas a los
participantes, no obstante, tambin exploran los procesos de su construccin histrica de
estas practicas rituales1.
Hasta hace poco tiempo, tanto en Mxico como en Argentina las conmemoraciones
cvicas realizadas en la escuela primaria eran un tema casi ausente, pues los investigadores
centraron su inters en las propuestas para la enseanza y el aprendizaje de la historia
contenidas en los libros de texto y los programas de estudio 2. De este modo se ignor o
1
subestim el estudio de las prcticas de enseanza, y en particular, aquellas que tienen lugar
fuera del aula, como es el caso de los rituales cvicos, quiz, por desconocimiento de la
cantidad de contenidos histricos que se transmiten en los eventos escolares vinculados con
el ceremonial. En este sentido los estudios a que aludimos lneas arriba, son pioneros sobre
el tema en ambos pases y han puesto de manifiesto que las formas que asume la enseanza
de la historia en el contexto ceremonial son distintas a las que predominan en el aula, pues
dentro de las ceremonias cvicas se multiplican los modos de expresin; as, el discurso
patritico y la narracin histrica se combinan con modalidades de expresin artstica,
como la declamacin potica, el discurso en imgenes y la puesta en escena de dramas y
cuadros vivos de mitos y hroes. Asimismo, el acto de lectura se carga de intenciones
especficas, en donde el apelar a la emocin adquiere prioridad sobre el razonamiento
crtico, sin que este ltimo est ausente como muestran los discursos docentes
contestatarios o aquellos que manifiestan inquietudes pedaggicas concretas. De igual
forma, los estudios sobre las prcticas extraalicas que nos ocupan muestran la existencia
de una diversidad de libros, revistas y grficos que son fuente especfica para el desarrollo
de estas prcticas y por medio de las cuales los alumnos interactan con contenidos
histricos a lo largo de su escolaridad bsica. 3 A eso debemos agregar el contenido de los
textos de las dramatizaciones, el comportamiento normado y la repeticin, como algunos de
los aspectos a considerar en estas complejas prcticas escolares que se encuentran
naturalizadas. Cabe destacar que sin este conocimiento difcilmente se podr innovar, desde
el punto de vista de la didctica y la historiografa, estas prcticas de la enseanza de la
historia que tienen lugar en el mbito escolar o extramuros, pero cuya organizacin es
responsabilidad directa o indirecta de la escuela.
En otros campos de estudio, diversos autores coinciden en sealar el vaco de
conocimiento que representa hacer de lado las prcticas escolares. Roger Chartier (1999)
reconoce la insuficiencia de ocuparse slo de la historia de los manuales, pues considera
indispensable atender a las prcticas en que estos son utilizados; de igual forma, Dominique
Julia (1995), en su propuesta de incluir la cultura escolar como objeto de estudio de la
3
Libros y materiales con interpretaciones de la historia distintas a las de los Libros de Texto Gratuitos, que en
Mxico se distribuyen de manera gratuita a todos los nios que cursan la educacin primaria.
historia de la educacin, resalta la necesidad de ir ms all del anlisis de las normas para
adentrarse en la reconstruccin de las prcticas, vaco constante en la historia de la
educacin.4 Las orientaciones tericas mencionadas implican un debate con la visin
convencional de cultura escolar, contenida de manera implcita en el discurso educativo
y, por ende, en la mayor parte de los estudios sobre la enseanza de la historia. En este
debate, las investigaciones en las que se sustenta el presente trabajo construyen por medio
de la descripcin etnogrfica un presente histrico, en el cual se pueden reconocer no
slo huellas sino tambin contradicciones generadas en los procesos de construccin
histrica. El inters por el estudio de las prcticas tradicionales de las escuelas, desde
perspectivas histricas y etnogrficas incorpora adems una valoracin de las estrategias y
tcticas que hacen posible el desarrollo de diversas actividades en el espacio escolar, como
tambin la necesidad de conocer lo especfico de los saberes que los docentes ponen en
juego para el desarrollo de prcticas que se recrean diariamente entre esas paredes y patios,
todp lo cual conforma la cultura escolar.
En este sentido, otros autores como Andr Chervel, Antonio Vino Frago, Agustn
Escolano Benito, tambin dan cuenta de importantes aspectos poco explorados sobre el
funcionamiento interno de las escuelas5, y revalorizan prcticas rutinarias o ritualizadas y
las peculiaridades de esas experiencias y saberes. Otros autores, como Larry Cuban y David
Tyack, participan de este debate poniendo el foco de inters sobre la permanencia de
algunos rasgos macro-estructurales que acompaan la vida escolar, a los que consideran
parte de una gramtica propia que caracteriza y da marco a la vida escolar.
En Mxico puede hacerse extensiva esta reflexin al campo de la enseanza de la historia, pues al revisar la
produccin relativa a sta y a su aprendizaje en Mxico durante los ltimos veinte aos y elaborar los estados
del conocimiento por dcadas (Taboada, E. y G. Valenti, 1995; Taboada, et al, 2003), se evidenci que el
investigador privilegia la indagacin de contenidos en libros de texto y programas, mientras deja al margen el
uso que maestros y alumnos hacen de estos recursos. Slo algunos trabajos precursores, de carcter
exploratorio, se adentraron en las prcticas de enseanza.
5
Antonio Viao, destaca la importancia otorgada por algunos estudiosos al anlisis genealgico e histrico de
las disciplinas escolares. Considera tambin que la escuela puede ser analizada desde la sociologa de las
organizaciones as como desde la antropologa de las prcticas cotidianas; desde el uso del espacio como
desde el uso del tiempo; en su lenguaje interior y en los discursos sobre ella, entre otros aspectos. Ver:
Antonio Viao Frago, en Historia de la educacin e historia cultural. ANPED, Revista Brasileira de
Educacao. Set-Dez 1995- No 0.
Entre los estudiosos del ritual citamos en particular a: Da Matta, 1980; Turner: 1974, 1979a, 1979b, 1980,
1982,1988; Mac Laren, 1996, entre otros.
de la bandera, y desde 1909, los alumnos de uno de los grados prometen lealtad a la
bandera nacional, y que en todas las escuelas pblicas de los distintos puntos del pas se
realizan peridicamente, de acuerdo a un calendario preestablecido, celebraciones de fechas
histricas (las efemrides). Todas esas ceremonias comparten (el ncleo ritual) la
presencia de la bandera de ceremonia (portada por abanderado y con escolta) el canto
grupal del himno (aspectos que constituyen el ncleo de estos rituales), el discurso de un
docente o directivo alusivo a la fecha. En su mayora incluyen tambin alguna
representacin o actividad festiva relacionada con la fecha; todo esto se realiza en el marco
de una normativa para el comportamiento de los participantes del acto.
Estas ceremonias acompaaron la historia escolar Argentina desde fines del siglo
XIX, cuando el Consejo Nacional de Educacin (CNE) reglament la forma en que deban
celebrarse algunas fechas como el 25 de mayo y el 9 de Julio expresando que de ese modo
se contribua a formar en los nios, el espritu patritico. Las celebraciones eran la parte
culminante de la enseanza de la historia que para los acontecimientos de esas fechas deba
dedicarse una semana7.
Asimismo, Amuchstegui analiza los distintos matices con que se incorporan los rituales
cvicos a la escuela pblica desde fines del XIX y a la vida poltica argentina, as como las
transformaciones de los mismos en relacin con los cambios polticos. En su investigacin
sobre la genealoga de los rituales escolares de culto a la bandera en la Argentina (2002)
rastrea las huellas del proceso que dio lugar a la construccin de mitos y rituales presentes
en las ceremonias escolares y el papel jugado por stas como parte del dispositivo
nacionalizador iniciado en la dcada de 1880. Amuchstegui se pregunta cmo y cundo se
incorpora el relato sobre la nacin en los actos escolares. De igual forma, observa estas
prcticas para identificar cmo fueron incorporados en la enseanza escolar los sentidos
asociados con el comportamiento militar con el que se rinde culto a los prceres y
emblemas y cmo se mantuvieron los rasgos religiosos (el tratamiento sacralizado de los
hroes y de la bandera) que vinculan a la escuela nueva con las del periodo colonial y de la
7
Vase: Consejo Nacional de Educacin. Acuerdo del Consejo Nacional de Educacin sobre las fiestas
Mayas. En: El Monitor de la educacin Comn No 193. Buenos Aires. Julio de 1888, p. 819.
etapa previa a la formacin del Estado moderno. En tal sentido, observa que en Argentina,
el ritual de culto diario a la bandera se introduce como prctica que sustituye el rezo diario
que se realizaba de manera grupal antes de comenzar la jornada, y que dej de realizarse
cuando fue suprimida de los programas la enseanza de la regligin; a mediados de la
dcada de 1880.8
Por su parte, las investigaciones realizadas por Eva Taboada, se abordan desde una
perspectiva etnogrfica, en consecuencia, describen analticamente las ceremonias cvicas
que se realizan de manera cotidiana en la escuela primaria mexicana, asi como los
peridicos murales de carcter histrico, en trminos de prcticas escolares constitutivas de
la cultura escolar ( y de la cultura local). 9 Exploran, asimismo, la construccin histrica de
estos rituales.
Estos estudios dan cuenta de que en Mxico, desde el nivel preescolar hasta la
secundaria, se lleven a cabo ceremonias cvicas una vez a la semana a lo largo del ao
escolar, y que dentro de ellas predominen las conmemoraciones histricas.
As la descripcin analtica de estos rituales de la escuela primaria nos dejan ver la
manera en que los grupos de la escuela se forman, uno al lado de otro, alrededor del patio,
dejando al centro un espacio rectangular, por el cual desfilar la escolta. El micrfono y la
maestra de ceremonias se colocan frente a la entrada de la direccin de la escuela, y de ah
sale la directora a entregar la bandera a la escolta. La primera parte del ritual centra la
atencin en uno de los smbolos de la nacin, la bandera, exhibida por la escolta a travs de
un recorrido frente al conjunto de grupos formados alrededor del patio de la escuela
(llamado tambin la plaza pblica), hasta colocarla en un lugar central para que todos los
8
Amuchstegui, Martha (2002). Los actos escolares con bandera: genealoga de un ritual. Tesis de
Maestra, con la direccin de la Dra. Ins Dussel. Universidad de San Andres. Buenos Aires.
-----------(1996). Los rituales patriticos en la escuela pblica. En Puiggrs, A.(dir.) Historia de la
Educacin en Argentina, Tomo VI, Ed. Galerna, Buenos Aires.
9
Taboada, Eva ( 2005), Rituales de identidad, cultura escolar y nacin, Tesis de doctorado del Departamento
de Investigaciones Educativas del CINVESTAV, Mxico.
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Benemrita Universidad Autnoma de Puebla e Instituto Georg Eckert, Mxico.
asistentes le rindan culto; es decir, le manifiesten por medio de gestos y cantos su respeto
y veneracin. En posicin de firmes, debe saludarse con la mano en el pecho, al mismo
tiempo que se recita colectivamente un juramento de lealtad. Acto seguido, se canta el
himno nacional, con lo cual se lleva a cabo la realizacin fsica de la comunidad en forma
de eco (Anderson, 1993:204). La distribucin de los grupos en el espacio es tambin una
representacin simblica de la comunin, mientras que la bandera y el himno simbolizan
los lazos de unin de la nacionalidad.
Para Taboada (2005), el ritual implica la construccin de un contexto particular
favorable para el logro de los fines de representacin de la nacin y de reconocimiento de
los elementos simblicos de unin entre sus miembros. En este sentido coincide con lo
planteado por Bronislaw Baczko (1979:) en
imaginarios, quien afirma que es por medio de este tipo de prcticas sociales como una
colectividad designa su identidad, al elaborar una representacin de s misma, la cual
incluye la distribucin de las funciones y posiciones sociales dentro de la misma. El ritual
unifica, pero al mismo tiempo establece diferencias entre los participantes (Auge, 1996,
109).
Otro de los aspectos destacados dentro de la investigacin de Eva Taboada es el
sealamiento de que estas actividades representan un espacio en el que se producen
situaciones de enseanza de la historia que la Secretara de Educacin Pblica pretende que
tengan un efecto formativo para los alumnos (Circular 001: 1996), y que constituyen un
currculum paralelo al que se desarrolla en el aula.10 Asimismo, nos deja ver la importancia
de las imgenes y textos de los peridicos murales alusivos a conmemoraciones histricas,
los cuales permiten dar continuidad y permanencia a la informacin transmitida durante el
ritual escolar. En este sentido dichos peridicos, constituyen otro vehculo de transmisin
en el cual la representacin iconogrfica es un elemento fundamental de los contenidos: los
retratos de hroes, las representaciones de batallas u otros acontecimientos, son recursos
con los que se construye una retrica de la evocacin que ayuda a conformar una
10
Este tema est desarrollado en: Taboada, Eva (2005) Rituales de identidad. Cultura escolar y nacin, tesis
de doctorado del Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV-IPN.
11
Se trata de hecho de un currculum paralelo al que se pone en prctica en el aula, pues contiene una gran la
cantidad de temas histricos, lo anterior es claro, por ejemplo en el Calendario escolar y cvico del ciclo
escolar 1988 1989, distribuido por la SEP en todas las escuelas del Distrito Federal, el donde se consigna un
total de 176 festivales, celebraciones y efemrides a conmemorar, de los cuales el 92% son acontecimientos
histricos, es decir, 153. Lo anterior significa que por lo menos en un noventa por ciento de las ceremonias
cvicas del ao escolar el contenido es histrico.
12
El reglamento seala: Cada semana, antes de entrar a clase, por la maana, se formar toda la escuela para
rendir homenaje a la Bandera. El acto principiar por izar solemnemente la del edificio, que ondear todo el
da, para ser arriada tambin con los honores debidos, a las dieciocho horas. En seguida, la escolta nombrada
traer a la direccin, la de los desfiles, y ante ella se desarrollar un sencillo festival, exaltando algn hecho
heroico de nuestra historia y cantndose el Himno Nacional. Los maestros acostumbraran a los alumnos a
guardar el respeto y compostura debidos ante el smbolo de la patria (citado por Basurto, 1997:128).
La obligatoriedad del juramento de lealtad a la bandera para los alumnos de las escuelas fue reglamentada
en 1909. Vase: Circular No 48, 1o de Mayo de 1909. Digesto Escolar. Buenos Aires, 1920 , p. 524. Por
otra parte, el uso en las distintas ceremonias escolares, tanto de la bandera como de otros smbolos
nacionales tambin est minucuiosamente reglamentado. Vase: Ministerio de Educacin y Justicia de la
Nacin. Resolucin No 1635. 3 de nov. de 1978.
Villoro, hace notar al respecto cmo la historia ha cumplido desde la antigedad una funcin social, ya
que, al explicar el origen de las normas y propsitos que unen a los miembros de una comunidad, favorece el
que los individuos comprendan cules son los lazos que lo vinculan a dicha comunidad. De esta forma, la
historia, al dar cuenta de cmo se ha llegado a los propsitos comunes y a las reglas que permiten la
convivencia, los refuerza y los justifica, con ello sin proponrselo, contribuye a su consolidacin (1982:44).
10
escuchada, vista, leda. En los trminos de Quantz, (1999), se trata de un texto dramtico
que compromete cuerpos y gestualidades, los cuales saturan al acto con un significado que
rebasa la racionalidad del smbolo para conferirle un sentido de impregnacin, el cual
mantiene la efectividad persuasiva de este recurso escnico.
No obstante, ni la eficacia del ritual, ni la fuerza del discurso logran anular las
insumisiones y diversas maneras de resistencia. En Mxico y en Argentina, encontramos en
las ceremonias observadas, algunos discursos preparados por los maestros que ponen en
evidencia disidencias, rechazos y deslindes de las versiones oficiales. Dichas expresiones
de resistencia se entretejen con la estructura ritual y los recursos y modos habituales de
realizar estos eventos. Los maestros encuentran formas para manifestar sus diferencias, sus
propias concepciones, las cuales no implican necesariamente una ruptura tajante con la
visin oficial o con algunos componentes de la ideologa posrevolucionaria, pues stos
pueden ser compartidos parcialmente, en especial el nacionalismo.
En cuanto al origen y finalidad de stas prcticas escolares.
De acuerdo con nuestros estudios podemos afirmar que la conmemoracin histrica
dentro de un ritual escolar es promovida a partir de la creacin de los estados nacionales, y
que estos rituales contribuyen a legitimar el orden establecido. En este sentido se trata de
construcciones sociales e histricas en las cuales existe una importante relacin entre la
enseanza de la historia y el propsito de formar una identidad nacional homognea.
La prctica de saludo a la bandera dentro de la escuela (o realizada por sta
extramuros), as como la conmemoracin de algunas fechas del pasado (en particular
ligadas al proceso de independencia de Espaa) representan un recurso ms dentro de la
serie de acciones que, de manera conjugada, ponen en marcha los estados nacionales con
fines de cohesin y de legitimacin. Junto al proceso de formacin de los estados
nacionales se promueven las conmemoraciones histricas escolares o extraescolares en las
que se rinde culto a la nacin y en ellas tambin se venera a los hroes por diversos medios
de expresin plstica. A travs de estas conmemoraciones y smbolos cobra existencia el
11
nacionalismo y las culturas nacionales15, y es por medio de estos rituales que se intenta
inculcar nuevas concepciones y comportamientos acordes al proyecto social y de nacin
que se impulsa en cada uno de los dos pases. Estas prcticas de la cultura escolar forman
parte de lo que los historiadores Eric Hobsbawn y Terence Ranger (1988) han denominado
tradiciones inventadas; es decir, la serie de contenidos y prcticas regidas por normas
abiertas o tcitamente aceptadas, que conforman un ritual de naturaleza simblica cuyo
propsito es inculcar, por repeticin, valores y normas de conducta que, de manera
automtica implican continuidad con el pasado. Porque todas las tradiciones inventadas
hasta donde sea posible, usan la historia como legitimadora de acciones y consolidadota de
la cohesin de grupo [1988:1]
En Argentina, el relato histrico sobre la nacin y la patria que se incorpor en la
enseanza hacia fines del siglo XIX contiene una visin sobre los orgenes de la sociedad
(en el que se asigna un lugar preponderante a la llegada de los espaoles al territorio), y
como finalidad la organizacin del estado moderno, detenindose en los sucesos
independentistas, con descripcin de batallas, hazaas y biografas de algunos hroes o
prceres, y referencias a los emblemas. Cuando decimos que se trata de un relato, estamos
haciendo referencia a que los acontecimientos se presentan como narrados por un testigo
presencial que cancela cualquier duda, tanto sobre la veracidad como sobre su valor
explicativo del suceso. Tanto por su contenido como por la forma, ese relato dista de ser el
resultado de una invencin popular, o la escritura de una leyenda sino que forma parte de la
intervencin del gobierno sobre las escuelas (y la sociedad en su conjunto) a partir de una
version histrica disponible en esa etapa y en el marco del proceso de formacin y
legitimacin del nuevo orden social y poltico. Con base en ese relato se crearon a fines del
XIX los monumentos y espacios pblicos alegricos y, pocos aos despus, para los
festejos del primer centenario se desarroll tambin la iconografa que ilustra algunas
escenas destacadas en ese relato, como son las imgenes del Cabildo y de la Plaza de Mayo
en 1810, la casa donde se firm la Independencia en 1816 o la ilustracin de las Invasiones
Inglesas ocurridas en 1806. Si bien la enseanza de estos acontecimientos tuvo desde el
15
Vase: Anderson: 1993; Hobsbawm y Ranger: 1988; Lewis: 1984; Weiman, 1973.
12
comienzo (fines de 1880) un sentido cvico moralizador, una vez que se institucionaliz su
trasmisin y perduracin forman parte de los diversos modos de creacin colectiva que
resignifica los sentidos originales en mltiples direcciones. Porque, como afirma J. C.
Garavaglia: Lo propio de un smbolo fuerte es la apertura a una serie de cadenas
semnticas asociativas an cuando sean aparentemente contradictorias.16 En el mismo
sentido G. Mosse sostiene que los smbolos mticos no remitan a sentidos verificables
racionalmente sino a una multiplicidad de significados y sensaciones que aparecen
desligados de las condiciones histricas en las que emergieron.17
Tambin es importante destacar el singnificado innovador de estas prcticas y
contenidos recordando que hasta entonces en las escuelas no se enseaba historia, como
disciplina, y que la religin ocupaba el lugar de las enseanzas de moral, incluso cvica. El
proceso de organizacin del Estado y el control de las nuevas instituciones, como la escuela
pblica, est en la base de la separacin de poderes en el que la Iglesia catlica pierde el
lugar que haba mantenido desde la colonia, y en ese contexto se produce la supresin de la
enseanza religiosa y se incorporan los programas de historia argentina y las nuevas
celebraciones cvicas. Si bien algunos aspectos de esa transformacin favorecen la creacin
de una nueva mstica, cvica y sagrada, que sustituye el culto escolar de raigambre colonial
que haba sido tradicional hasta entonces, donde las verdades de la historia, como las del
catecismo religioso se presentan para ser memorizadas, o recordadas, manteniendo un
significado inequvoco al que se deba obediencia. Sin embargo, la enseanza de la historia
tambin puede ser entendida como uno de los rasgos modernizantes del nuevo sistema
escolar, y esta disciplina como una fuente de nuevos contenidos para un nuevo orden
republicano y la formacin cvica de los ciudadanos. Con respecto a la exaltacin y la
confianza en la obediencia y organizacin militar que trasuntan las formas rituales, el
anlisis nos permite sugerir que la valoracin de las formas militarizadas guarda relacin
con la cultura poltica que se fue arraigando desde los primeros aos de ruptura con el
rgimen colonial, y tambin con la voluntad de forjar un ideal de obediencia fundado en el
16
Garavaglia, J.C.. Del corpus a los toros: fiesta, ritual y sociedad en el Ro de la Plata colonial, en
Anuario del IEHS N 16, Universidad nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, 2001, p. 417
17
G. Mosse. The Nationalization of the Masses, op. cit.
13
orden jerrquico propio de esas instituciones. En nombre del progreso de la Nacin y con el
propsito de extender la educacin pblica hasta los confines del pas, el sistema escolar
refleja una organizacin centralizada y jerrquica que no promueve la participacin sino
que distribuye el poder por rangos jerrquicos dejando pocos espacios sin control y es esa
forma de organizacin y control la que se expresa en los distintos rituales cvicos.
Como en otros trabajos, reiteramos que esa versin del pasado (forjada a fines del
siglo XIX) y de las formas de comportamiento cvico que se manifiestan en estos rituales
se mantienen desde entonces, a pesar de los cambios polticos e institucionales, de los
aportes historiogrficos desarrollados en las ltimas dcadas, y de las diversas
transformaciones curriculares incorporados en la enseanza.
Por su parte, los estudios de Taboada, nos dejan ver que Mxico tambin participa del
fenmeno de creacin de tradiciones y de smbolos como la bandera y el himno nacionales,
y de conmemoraciones histricas, cuya creacin, al igual que en otras latitudes tiene un
nexo importante con el proceso de construccin del Estado y el desarrollo de la identidad
nacional. A lo largo de ese proceso de constitucin del Estado y la nacin mexicanos, se
pueden distinguir dos grandes periodos de notables esfuerzos por transformar a la sociedad
proveniente de la colonia en una sociedad secular. El primero de ellos, llevado a cabo por
los liberales durante el siglo XIX, a la par de la construccin del Estado moderno mexicano
y de su sustentacin legal; el segundo, tendr lugar al trmino de la Revolucin de 1910,
que se corresponde con un proceso de reestructuracin y ampliacin del Estado, con
importante acento en el desarrollo de la sociedad civil, sin dejar de lado la consolidacin de
la sociedad poltica. Ambos se corresponden con dos grandes momentos de impulso a la
universalizacin de la educacin bsica. El primero, decisivo, durante el siglo XIX, obtiene
sus principales logros en las reas urbanas, pero aspira a su extensin en todo el pas,
mientras que en el periodo posrevolucionario, los esfuerzos parecen concentrarse en las
zonas rurales, a las cuales se les haba prestado menor atencin durante el siglo XIX y
permanecan bajo el dominio ideolgico de la Iglesia, debido en parte al escaso desarrollo
14
XIX,
identidad nacional y la introduccin de una cultura secular, junto con la creacin de rituales
civiles, implantados a partir de la Independencia y la creacin de smbolos, como la
bandera y el himno nacionales que se incorporaron en distintos momentos del proceso de
construccin del estado nacional. Por esos medios se pretenda formar ciudadanos con una
visin secular, leales a la nueva nacin y a sus instituciones.
Tanto en Mxico como en la Argentina hace ya ms de un siglo que en las escuelas
y, en el caso de Mxico, tambin en las principales ciudades del pas se realizan ceremonias
cvicas cuyos principios de repeticin y sincrona contribuyen a reafirmar los esquemas de
pertenencia nacional. Esa simultaneidad, como recuerda Claudio Lomnitz [1993:345] ha
sido aplicada como medio para imaginar identidades comunes, por ejemplo, en Francia a
partir de su Revolucin, con la creacin de festivales que se realizan en todo el territorio, en
un mismo da y en los cuales se bailan las mismas danzas, se interpretan cantos a los que se
les asigna un carcter nacional y se realizan ritos polticos homogneos18. En Mxico, si
biern no toda la poblacin asiste a la escuela, sta se ha convertido en instrumento del
Estado para promover y organizar situaciones para que la mayor parte de los habitantes del
pas participen de la experiencia comn de la nacionalidad, como son las ceremonias
cvicas extramuros, cuya realizacin dispone de una estructura ritual que constituye un
18
A su vez, Lomnitz hace notar cmo, en el modelo francs, la educacin pblica adopt la forma de un
instrumento de la nacionalidad, no slo por impartir conocimientos patrios sino por representar de manera
significativa y sutil, una experiencia comn para todos los franceses. [1993:345].
15
16
En ambos pases, asimismo, estos rituales son ejemplo del papel que desempea la
conmemoracin histrica para la construccin de la idea de compartir un historia comn,
que se convierte en un lazo de unin, y contribuye al desarrollo de una conciencia e
identidad nacionales.
Tanto en Mxico como en Argentina, los rituales cvicos, junto con los saberes que
los docentes han desarrollado para la realizacin de estas prcticas conforman una parte
importante de la cultura escolar.
17
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