Aguaita Nº21
Aguaita Nº21
Aguaita Nº21
DICIEMBRE 2009
D I R E C T O R ACADMI C O
D I R E C T O R A E J E C U T I VA (E)
EDITOR
C A RTA G E N A D E I N D I A S
CONSEJO EDITORIAL
CONSEJO ASESOR
ENTIDADES DE APOYO
DISEO GFICO
DIAGRAMACIN
COLABORADORES DE ESTE NMERO
FOTOGRAFAS
I LUSTRACIONES
I M PRESIN
C A N J E , S U S C R I P C I O N E S Y C O R R E S PONDENCIA
TELFONOS
CORREO ELECTRNICO
WEBSITE
Eduardo Polanco
Adriana Prieto
Ernesto Bassi Arvalo
Alberto Abello Vives
Joaqun Viloria de la Hoz
Antonio Hernndez Gamarra
Luis Armando Galvis
Adolfo Meisel
Jairo Parada Corrales
Graciela Maglia
Jos Luis Diaz-Granados
Esteban Bendeck Olivella
Alberto Salcedo Ramos
Ciro Quiroz
Abel Medina Sierra
Julio Oate Martnez
Vctor Bravo Mendoza
Rafael Oate Rivero
Emilio Snchez Alsina
Santander Durn Escalona
Beto Murgas
Cristo Hoyos
lvaro Miranda
Eduardo Mrceles
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Luis Alcal del Olmo
Alberto Abello Vives
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El Observatorio del Caribe Colombiano es el centro de estudios regionales del Sistema Universitario Estatal (SUE) del Caribe
y realiza programas concertados con el Ministerio de Cultura de Colombia.
El material de esta publicacin puede ser reproducido parcial o totalmente citando la fuente y el autor. Las opiniones expresadas
en los artculos firmados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no comprometen al Observatorio del Caribe Colombiano.
Impreso en Colombia, Printed in Colombia, Cartagena, diciembre de 2009
ISSN0124-0722
EDITORIAL
OPININ
La importancia de ser Caribe: reflexiones en torno a un mal chiste
Ernesto Bassi Arvalo
11
Modesto el balance de la AEC en sus 15 aos. Entrevista a Norman Girvan, ex secretario de AEC
Alberto Abello Vives
25
H I S T O R I A
Hait: la tragedia contina, la refundacin apenas empieza
29
C I U D A D Y R E G I N
Una propuesta de dilogo que cumple 90 aos
Antonio Hernndez Gamarra
44
E C O N O M A Y S O C I E D A D
Fondo de Compensacin Regional: Igualdad de oportunidades para la periferia colombiana
50
El Fondo de Compensacin Regional: un primer paso
Jairo Parada Corrales
72
E C O N O M A Y S O C I E D A D
Compromiso Caribe: de La Liga Costea al Fondo de Compensacin Regional
76
C U L T U R A
De la machina imperial a la vereda tropical: poesa, identidad y nacin en el Caribe afrohispnico
Graciela Maglia
83
D O S S I E R
Rafael Escalona en el recuerdo
Jos Luis Daz-Granados
88
P O E S I A
LVARO MIRANDA
135
L A A L E G R A D E L E E R
Visin totalizadora arriesgada, pero necesaria
lvaro Medina
137
Historia cuantitativa e institucional
Adolfo Meisel Roca
139
La ms ambiciosa crnica de la parbola vital y literaria de nuestro Nobel
Gustavo Ramrez Ariza
142
NOTICIAS
145
R E S M E N E S
1 5 1
A U T O R E S
1 5 3
L
A
I
R
El Sistema de Indicadores es una plataforma virtual que tiene como propsito hacerle
seguimiento a temas estratgicos para el desarrollo regional. Actualmente la plataforma
contiene informacin histrica de indicadores relacionados con tres temas: el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio, la medicin de la competitividad de las
ciudades del Caribe Colombiano y el cumplimiento del Compromiso Caribe, los cuales,
a corto plazo, incluirn indicadores de desempeo fiscal y financiero de los departamentos, capitales y municipios de la regin y, de manera especial, en un mediano plazo
los de seguridad alimentaria y nutricional.
Estos desarrollos tecnolgicos facilitarn a nuestros lectores el seguimiento a la
realidad de la regin, y de manera especial la consulta sobre los resultados logrados en el
cumplimiento del Compromiso Caribe. Precisamente, sobre este tema, publicamos dos
artculos en la presente edicin de Aguaita, que son resultados del esfuerzo acadmico
de investigadores del Caribe, y han sido presentados en seminarios que han congregado
al sector pblico y privado con el objetivo de estudiar las acciones requeridas para
alcanzar el bienestar de los habitantes de la regin.
Siguiendo con el Compromiso Caribe, un segundo tema que queremos destacar es
la dinamizacin de los avances en la medicin de los indicadores del Compromiso
Caribe con las tecnologas y prcticas Web 2.0. Nos proponemos crear en formato
digital informes que visualicen y compartan el conocimiento que subyace a las iniciativas del Compromiso y, al tiempo, se d acceso a fuentes de informacin relevantes que
permitan su actualizacin en forma colaborativa e integrada.
estaremos abiertos a recibir sus sugerencias sobre temas, tratamientos y enfoques que
enriquezcan a nuestros lectores y a la Corporacin misma en el cumplimiento de su
misin.
La revista tendr dos formas de publicar artculos o trabajos. Se podrn recibir artculos inditos, bien sea por iniciativa de los autores o por invitacin de la revista. La
recepcin de artculos, sugerencias y comentarios se har de acuerdo con las normas que
se pueden consultar en nuestro portal. Los artculos se publicarn en la revista impresa
o en una seccin especial de nuestra pgina web destinada a la publicacin digital de las
colaboraciones seleccionadas por el consejo editorial.
Es, pues, nuestro mayor inters que disfruten de la lectura de la presente edicin en
la que rendimos un homenaje al maestro Rafael Escalona, uno de los hijos ms destacados de la regin, creador a travs de su msica, de lazos de unin con el resto del pas
y el mundo.
Reiteramos la invitacin a colaborar con la tarea del compromiso Caribe y con nuestra
revista Aguaita y esperamos con estas iniciativas dinamizar la agenda de los investigadores, y colaboradores que comparten la pasin por el Caribe.
O P I N I N
11
etc., ubicado en coordenadas geogrficas claramente definidas), sino tambin como un universo,
12
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14
15
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Si bien Sheller (2000: 6,8) se aleja de las definiciones netamente geogrficas, su planteamiento no
abandona completamente la idea de que el Caribe
tiene una ubicacin especfica. El Caribe, afirma,
es a la vez real e imaginario, y es a la vez real e
imaginario como objeto de estudio, producido
en los centros acadmicos del norte y como objeto
de deseo en las culturas de consumo populares.
17
enfrent a Cartagena, el principal puerto del virreinato de la Nueva Granada, y a Santa Fe, la capital
del mismo. Esta rivalidad se expres de manera
explcita durante la primera etapa de las guerras de
independencia, cuando Santa Fe se mostr partidaria de un rgimen centralista y Cartagena opt
por el federalismo. Las guerras de independencia,
uno de cuyos resultados fue la destruccin y ruina
de Cartagena, definieron adems el triunfo del
interior sobre la costa y marcaron el inicio de un
largo proceso de deterioro para Cartagena y sus
alrededores. (Bell Lemus 1991: 105-130) y (Meisel
y Calvo 2005). Desde las dcadas inmediatamente
posteriores a las guerras de independencia, el deterioro de Cartagena y las provincias vecinas fue
explicado con base en argumentos desarrollados
a partir de teoras de determinismo climtico, que
presentaban la decadencia de la costa como consecuencia natural de las condiciones climticas de
la regin. Asimismo, probablemente con miras a
presentar la nueva nacin como capaz de desarrollarse, se inici un proceso de descaribeizacin
que se hizo evidente en la asignacin del trmino
Costa Atlntica a la regin comprendida por las
18
provincias del norte de Colombia. El giro lingstico de Costa Atlntica a Costa Caribe, iniciado
tmidamente a finales de la dcada de 1970, slo
tom fuerza a partir de la aprobacin de la Constitucin de 1991. (Bell 2006: 123-143). La transicin
de costeo a caribeo, por su parte, an est por
producirse.
19
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7- http://ocaribe.org/observatorio/observatorio.php
Conclusin
No existe un acuerdo general en torno a cmo
definir el Caribe. Dos tendencias principales
caracterizan la literatura sobre el tema: una definicin restrictiva que slo entiende al Caribe como
la cadena de islas conformada por las Antillas
Menores y Mayores y una interpretacin amplia
que incluye a todos los pases con costas en el
Mar Caribe. Adems, existe una tendencia, mucho
ms reciente, que intenta liberarse de la geografa
para definir al Caribe como un ente imaginado sin
fronteras fsicas determinadas. Pese a la falta de
consenso en cuanto al significado del Caribe, es
importante reconocer la importancia que algunos
pueblos (por ejemplos, algunos habitantes del
Caribe colombiano) asignan al reconocimiento
como caribeos. La explicacin de esa necesidad
de ser caribe tiene fuertes races histricas, cuya
comprensin hace posible entender (pero no celebrar) el chiste sobre la no pertenencia de Cartagena al Caribe.
Sin embargo, todava queda mucho por hacer
para apreciar el grado de caribeizacin de la identidad costea. Si bien la rivalidad que divida y
sigue dividiendo al interior y la costa es innegable,
es necesario plantear algunas dudas con respecto
al grado de aceptacin que el gentilicio caribeo ha
alcanzado entre los habitantes del Caribe colombiano. La gente de la regin definitivamente se
8- Para informacin sobre el Parque Cultural del Caribe
23
Bibliografa
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Wade, Peter (1993), Blackness and Race Mixture: The Dynamics of Racial Identity in Colombia, The Johns Hopkins University
Press, Baltimore
24
O P I N I N
25
tucional y a las diferencias regionales internas alrededor de la economa y agentes externos, lo cual
exige que este organismo, para el cumplimiento de
su misin, sea pensado nuevamente.
Para un grancaribeista como usted, cules fueron
las lecciones aprendidas en su paso por la Asociacin
de Estados del Caribe (AEC)?
La importancia de sobrepasar la ignorancia
mutua, las diferencias de percepciones que existen
entre diferentes culturas de origen metropolitano,
entre las distintas membresas de la AEC.
Las esferas ms grandes y ms importantes
eran los pases hispanoparlantes integrados por el
Grupo de los Tres (G3: Mxico, Colombia y Venezuela); Cuba y Repblica Dominicana, con poblacin relativamente ms grande; y, por otro lado, un
gran nmero de islas pequeas que son, a la vez, un
gran nmero demiembros, ms de una decena.
La ignorancia mutua de la historia, las culturas,
las percepciones es impresionante. La gran barrera
es el idioma, en la medida que el idioma es el
portador de la cultura, la historia, las referencias
populares, indispensables para facilitar el entendimiento.
En el Caribe cada pas tiene sus propias referencias particulares que son desconocidas para
26
27
Colombia y la AEC
28
Frente al ALBA
H I S T O R I A
29
Introduccin
La historia trgica de Hait empez mucho
antes del 12 de enero de 2010, da en que un
fuerte terremoto de categora 7 en la escala de
Richter destruy gran parte de la isla. La tragedia
se remonta cinco siglos atrs, cuando espaoles
y franceses aniquilaron a la poblacin nativa,
remplazada por esclavos africanos. Esta isla, habitada originalmente por indgenas tanos y llamada
por ellos Quisqueya, fue descubierta por Coln en
su primer viaje y rebautizada como La Espaola.
Desde la dcada de 1620 bucaneros franceses se
empezaron a establecer en la parte occidental de
la isla, lo que gener enfrentamientos con Espaa,
quien finalmente cedi este territorio a Francia en
1697 (Briceo, 1989; Bidegin, 1984).
En 1767, la colonia francesa de Saint-Domingue
export ms de 50 millones de libras de azcar
refinada, un milln de libras de ail y dos millones
de libras de algodn. En estos aos, produjo cerca
del 40% del azcar y el 60% del caf que consuma
Europa (El Tiempo, 2010). No cabe duda que Santo
Domingo fue la joya de la corona del imperio
31
32
33
34
35
36
de dlares y algunas
ONGs estiman que
puede llegar a 900
millones (El Pas,
2010; Comit para
la Anulacin de la
Deuda del Tercer
Mundo CADTM,
2009). De esa gran
fortuna, en Suiza
slo se pudieron
localizar 5,7 millones
de dlares, suma que
fue denunciada por
el gobierno haitiano
por considerarla mal
habida. El febrero de
2009, el Ministerio
de Justicia decidi
que esos fondos
deban ser devueltos
al pueblo haitiano,
decisin confirmada por el Tribunal Penal Federal.
Pero en agosto del 2009, los abogados de la familia
Duvalier presentaron un recurso ante el Tribunal,
con el argumento de que los crmenes que estn
relacionados con la fortuna familiar haban prescrito. El Tribunal acept el recurso, por lo que el
proceso sigue estancado. Para el gobierno suizo
y para el Ministerio de Justicia, Suiza parte del
principio de que los fondos en disputa no pertenecen a los Duvalier (El Pas, 2010). En medio de
la devastacin de Hait por el terremoto del 12 de
enero de 2010, sera de buen recibo un concepto
positivo del gobierno y de la justicia suiza a favor
del pueblo haitiano.
Vale la pena sealar algunas diferencias entre
Hait, Repblica Dominicana y Jamaica: entre
1980 y 2003, el PIB de Hait a precios constantes
decreci a una tasa de - 0,82% promedio anual,
mientras el PIB per cpita cay de 632 a 332 dlares.
Por su parte, este ltimo indicador creci el 17%
en Jamaica y 57% en Repblica Dominicana, lo
que demuestra la dinmica econmica de estos
dos ltimos pases, en contraste con Hait (Verner,
2008). En el 2008, el PIB per cpita de Hait fue de
391 dlares constantes, frente a 3.714 de Jamaica
37
38
39
40
Reflexiones finales
La refundacin de Hait, 206 aos despus de
su Independencia, va a necesitar del esfuerzo
conjunto y continuado de la comunidad internacional, al menos por una dcada. En este sentido,
el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton,
enviado especial de la ONU para Hait, invit a
empresarios y polticos del mundo a invertir en
este pas del Caribe, con el fin de reconstruirlo
diferente a como era antes del terremoto Hait
tiene la oportunidad de escapar de su pasado, y
construir un futuro mejor (EFE, Yahoo News, 28
de enero de 2010).
Ojal la reconstruccin de Hait tenga menos
protagonismo histrinico de Estados Unidos y
Francia, para dar paso a la participacin de naciones
ms humanitarias como Suiza, Canad, Finlandia,
Chile, Suecia, Corea del Sur, Brasil o Sudfrica,
41
Bibliografa
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42
43
C I U D A D
R E G I N
Necesaria reminiscencia
Desde aqu, desde este mar Caribe, azul y plata,
signados por un sueo de justicia, le proponemos
hoy, nuevamente, un dilogo por la equidad a la
nacin colombiana. Invitacin que hicimos por
primera vez hace 90 aos y que se ha desarrollado en mltiples escenarios, unas veces en tono
de escarceo y, las ms de ellas, como fruto de una
actividad intelectual profundamente reflexiva.
Propuesta inspirada, hoy como ayer, en el fortalecimiento de la unidad nacional, pues siempre fue
su propsito la bsqueda de un trato ms equitativo para nuestra regin, y no el cultivo estril de
un regionalismo hirsuto o el rechazo altisonante a
la autoridad del gobierno central.
Desde 1919 cuando la Liga Costea forj un
acuerdo regional donde se identificaron polticas
comunes y se superaron tradicionales rencillas
44
45
46
sus habitantes seremos conscientes de las complejidades culturales y de las particulares condiciones
de supervivencia de las minoras tnicas.
47
Lo que se necesita es una relacin complementaria entre el sector pblico y el sector privado y
una sociedad civil que construya puentes entre
ellos en defensa de lo colectivo.
48
pero tambin sabemos cun injustas son las generalizaciones sobre nuestra incapacidad y sobre
nuestra falta de probidad y la nica manera eficaz
de responder a esos prejuicios es con hechos. Afortunadamente algunos de nuestros logros son de
tan clara contundencia que han merecido pblico
reconocimiento de tirios, troyanos y cachacos.
Para solamente singularizar un caso, la tarea que
se impusieron quienes idearon el Museo del Caribe,
y el trabajo de quienes hicieron posible su puesta
en funcionamiento, nos debe llenar de orgullo.
Esta es una institucin que, al decir de Marcelo
Dantas, el musegrafo brasileo que lo dise,
est llamada a producir un cambio real sobre la
manera como nos vemos nosotros mismos y sobre
cmo somos percibidos por el resto del mundo.
El Museo es producto de la constancia, del
trabajo y de la investigacin rigurosa que, como
bien lo seal Mauricio Reina, le entrega a nuestra
gente sus races, pues recoge las fibras esenciales
de nuestra cultura para adornar con gozo el alma
caribea y en un ejercicio pedaggico demuestra
que cualquier proceso de aprendizaje puede ser
una autntica fiesta, y de esa manera pone una
carga de profundidad en la base del anacrnico,
punitivo y autoritario sistema educativo colombiano (Reina, 2009).
Bibliografa
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Reina, Mauricio. Orgullo Caribe. Portafolio, 8 de mayo de 2009. Portafolio.com.co
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E C O N O M A
S O C I E D A D
50
51
Variable
Constante
Dummy 100km de
la costa
Coeficientes
del modelo
MCO
Coeficientes
del modelo de
rezago espacial
41,94 [0,68]
9,15 [1,069]
14,67 [1,4]
3,06 [1,005]
Diagnsticos
dependencia
espacial
LM Lag
1.079,85
(0,000)
LM Error
1.059,62
(0,000)
20,23 (0,000)
0,003 (0,955)
52
0,78 [0,022]
53
54
Estrategia de
desarrollo
Nueva
de lo pblico
55
La estrategia de desarrollo productivo est encaminada a lograr mayores niveles de bienestar para
la poblacin, reconociendo que no puede haber una
dicotoma entre los objetivos de mayor crecimiento
econmico y los de reduccin de las disparidades,
pues estos objetivos se complementan. La nueva
tica de lo pblico, a su vez, refuerza el anterior
pilar en el sentido de que si bien las polticas para
alcanzar mayores niveles de equidad son indispensables, es de vital importancia que se d prioridad a
la defensa de lo colectivo, y se vigile el buen uso de
los recursos, condenando social y jurdicamente la
corrupcin y el despilfarro de los bienes pblicos.
En este componente es crucial el papel de la vigilancia ciudadana, para que haga el seguimiento y
acompaamiento al ejercicio de los organismos de
control del Estado para que se d un control fiscal
participativo. En ese control fiscal participativo lo
moralmente vlido, lo culturalmente aceptado y lo
legalmente permitido deben converger.4
Es importante resaltar que el principio que
orienta la poltica del FCR es el de brindar igualdad
de oportunidades para todas las regiones de
Colombia, as como incentivar el despegue econmico de la periferia.
En el Grfico 4 (vase en la siguiente pgina)(panel
A), se muestra que, para el caso de Colombia, es
evidente el carcter regresivo de la distribucin
de los ingresos fiscales entre las regiones. En el
Grfico 4 (panel B), se muestra la misma relacin,
pero sin incluir el sector minero. En este ltimo
grfico se ubica a Bogot como la ciudad de mayor
PIB per cpita promedio y, adems, como la que
ms transferencias por pobre recibi, en promedio,
durante el perodo 2005-2007.
En un escenario donde la asignacin fuera
progresiva, la asociacin encontrada en los dos
anteriores grficos sera negativa, en vez de la positiva que se observa. Llama la atencin la posicin
que ocupan la gran mayora de los departamentos
de la periferia, los cuales, a pesar de tener un PIB
per cpita bajo, reciben transferencias por pobre
que estn por debajo del promedio nacional.
56
1.2.1 Continuidad
1.2.2 Integralidad
1973
1985
1993
1985
0,89
1,00
1993
0,74
0,82
1,00
2005
0,70
0,76
0,85
57
58
59
Poblacin
(2008)
Como %
del total
nacional
Tasa
analfabetismo
(2005)
Poblacin
regional
con NBI
(2005)
Como %
del total
nacional
375
33,5
14.708.067
33,1
8,62
6.434.333
52,7
Orinoqua/
Amazona
122
10,9
2.454.921
5,5
5,46
980.043
8,0
Total
periferia
497
44,4
17.162.988
38,6
6,81
7.414.376
60,8
43,18
Andina central
623
55,6
27.279.836
61,4
4,26
4.788.231
39,2
17,55
TOTAL
1.120
100
44.442.824
100
5,64
12.202.607
100
27,45
Regin
Corredor
Costero +
Norte de
Santander
Municipios
% poblacin
con NBI
43,72
39,92
Fuente: Clculos de los autores con base en DANE, DNP y Superintendencia Bancaria. Tasa de analfabetismo calculada con la
poblacin de 15 aos y ms que no sabe leer sobre la poblacin total.
Tabla 4. Principales variables econmicas de las regiones central y perifrica.
Regin
Como
% del
promedio
Nacional
Como
% del
total
Nacional
Como
% del
promedio
Nacional
Captaciones
bancarias a
Diciembre de
2008
(millones de
pesos de 2008)
Como %
del total
Nacional
aptaciones
bancarias a
Diciembre de
2008
(pesos de
2008)
Como %
del
promedio
Nacional
Corredor
Costero +
Norte de
Santader
3.871.410
62.1
7.596.467
17.7
544.823
55.8
12.823.469
8.5
871.425,8
25.8
Orinoqua /
Amazona
6.770.120
108.6
743.756
1.7
308.032
31.5
4.157.090
2.8
1.693.370,2
50.1
Total
Periferia
8.340.223
19.4
509.870
52.2
16.980.599
11.3
988.942,3
29.3
34.578.860 80.6
1.254.289
128.4
144.5
42.919.083
977.076,2
4.299.290
69.0
Andina
Central
7.377.423
118.4
TOTAL
6.231.163
100.0
133.241.198
88.7
4.884.237,5
150.221.757
100.0
3.379.547,3
60
2002
2003
2004
2005
9.222
12.814
18.740
17.305
Nario
15.131
17.628
14.154
13.875
Putumayo
13.725
7.559
4.386
8.963
Guaviare
27.381
16.163
9.769
8.658
Vichada
4.910
3.818
4.692
7.826
Antioquia
3.030
4.273
5.168
6.414
Caquet
8.412
7.230
6.500
4.988
Bolvar
2.735
4.470
3.402
3.670
385
838
1.536
3.136
Cauca
2.120
1.443
1.266
2.705
Arauca
2.214
539
1.552
1.883
Choc
453
323
1.025
Santander
463
632
1.124
981
Amazonas
784
625
783
897
Norte de
Santander
8.041
4.471
3.055
844
Crdoba
Guaina
749
726
721
752
Vaups
1.485
1.157
1.084
671
Boyac
118
594
359
342
Guajira
354
275
556
329
Magdalena
644
484
706
213
54
358
189
Cundinamarca
Caldas
57
57
71
56
111
37
45
28
102.071
86.340
80.350
85.750
98.292
80.693
73.225
77.740
96,30
93,46
91,13
90,66
Total
Nacional
Total de la
periferia
Participacin
periferia (%)
61
Departamentos
NORTE
Municipios
de la periferia
234
Atlntico
23
Bolvar
45
Cesar
25
Crdoba
28
La Guajira
15
Magdalena
30
Sucre
26
S. Andrs y Prov.
Norte de
Santander
40
ANTIOQUIA
Antioquia
PACIFICO
137
Cauca
42
Choc
30
Nario
64
AMAZONIA
60
Amazonas
11
Caquet
17
Guaviare
Guaina
Putumayo
13
Vaups
ORINOQUIA
62
Arauca
Casanare
19
Meta
29
Vichada
TOTAL
7
497
Poblacin
objetivo
10.754.883
2.255.164
1.937.316
941.207
1.534.854
763.439
1.180.051
794.904
72.167
1.275.781
239.894
239.894
3.713.290
1.297.594
467.099
1.599.646
348.951
1.004.135
70.332
436.443
100.237
37.084
319.390
40.649
1.450.786
241.446
313.433
835.461
60.446
17.162.988
Municipios
beneficiados
188
22
39
20
21
10
27
20
0
29
3
3
107
39
20
47
1
25
2
13
2
0
7
1
24
4
3
15
2
347
62
Poblacin
beneficiada
6.667.425
1.083.984
857.015
847.553
1.161.766
555.158
1.057.061
475.266
629.622
107.501
107.501
3.046.625
1.253.458
393.549
1.050.667
348.951
672.299
46.293
274.562
77.440
244.614
29.390
477.436
119.817
46.664
265.869
45.086
10.971.286
Departamentos
NORTE
Recursos a
transferir
(Millones $)
Participacin porcentual
Poblacin
beneficiada
Recursos
per cpita ($)
1.017.367
63,2
6.667.425
152.588
Atlntico
269.833
16,8
1.083.984
248.927
Bolvar
149.735
9,3
857.015
174.717
Cesar
73.061
4,5
847.553
86.203
Crdoba
120.628
7,5
1.161.766
103.831
La Guajira
104.680
6,5
555.158
188.558
Magdalena
125.704
7,8
1.057.061
118.918
52.093
3,2
475.266
109.608
Sucre
S. Andrs y Prov.
Norte de Santander
ANTIOQUIA
Antioquia
PACIFICO
121.633
18.431
18.431
0,0
7,6
1,1
1,1
629.622
107.501
107.501
193.185
171.451
171.451
410.190
25,5
3.046.625
134.638
201.640
12,5
1.253.458
160.867
Choc
63.735
4,0
393.549
161.950
Nario
143.625
8,9
1.050.667
136.699
1.190
0,1
348.951
89.104
5,5
672.299
132.536
5.169
0,3
46.293
111.660
45.455
2,8
274.562
165.553
7.994
0,5
77.440
103.222
0,0
Cauca
28.020
1,7
244.614
2.466
0,2
29.390
74.931
4,7
477.436
3.410
114.550
83.920
156.945
23.561
1,5
119.817
4.621
0,3
46.664
99.029
42.452
2,6
265.869
159.672
4.298
0,3
45.086
95.321
1,610,023
100
10.971.286
196.638
146.748.8
63
64
Departamento
NORTE
Preescolar
Primaria
Secundaria
Superior
313.553
163.151
398.228
179.349
Atlntico
44.816
24.185
63.816
31.111
Bolvar
45.250
22.731
66.979
26.167
Cesar
33.685
17.861
41.469
18.137
Crdoba
47.094
19.684
56.316
28.504
La Guajira
35.078
36.225
40.577
11.914
Magdalena
38.498
18.910
46.068
24.210
Sucre
20.904
7.423
26.164
14.035
906
239
1.179
660
S. Andrs y
Prov.
Norte de
Santander
ANTIOQUIA
47.322
15.893
55.660
24.611
13.313
5.283
13.113
5.831
Antioquia
13.313
5.283
13.113
5.831
PACIFICO
132.158
73.785
193.667
75.417
26.728
Cauca
43.920
20.074
67.679
Choc
18.275
20.541
25.608
6.488
Nario
Valle del
Cauca
AMAZONIA
60.034
27.859
87.373
37.360
9.929
5.311
13.007
4.841
32.072
17.909
40.960
16.858
2.018
1.029
2.115
1.146
15.142
7.737
19.316
7.389
Amazonas
Caquet
Guaina
877
645
851
221
Guaviare
2.390
1.430
3.086
1.160
Putumayo
10.697
6.625
14.769
6.709
948
443
823
233
44.691
16.623
48.712
24.478
Vaups
ORINOQUIA
Arauca
5.255
1.556
6.477
3.416
Casanare
11.487
4.408
12.695
6.177
Meta
24.888
8.438
26.387
13.696
3.061
2.221
3.153
1.189
535.787
276.751
694.680
301.933
Vichada
TOTAL
65
las brechas en la dotacin de los rubros anteriormente mencionados. Para el caso de la educacin,
por ejemplo, si se tiene en cuenta el objetivo de
alcanzar la universalizacin de la educacin
primaria y secundaria, y que se duplique la actual
cobertura en la educacin universitaria, se requiere
garantizar cupos para 1.809.151 alumnos, segn
se muestra en la Tabla 8. Teniendo en cuenta los
costos estimados para cada uno de estos niveles
(vase Corpoeducacin, 2001), se calcula que para
cubrir los faltantes existentes en el sector educativo se requiere invertir cerca de $3,1 billones en
dicho sector. La desagregacin de dicho monto
por niveles educativos se muestra en la Tabla 9.
En Bogot, para la vigencia del 2009, se presupuesta un total de 1,9 billones para educacin, 1,6
billones para el sector salud y 1,5 para infraestructura de movilidad. Se podra pensar que un coeficiente de 0,8 de los requerimientos en educacin
se asigna para salud y, con respecto a infraestructura, ese coeficiente es de 0,78. En Cali, a partir del
Plan Operativo Anual de Inversiones, POAI, se
calcula un coeficiente de 0,68 en la relacin salud a
educacin y de 0,71 en la relacin infraestructura a
educacin y en Medelln, dichas cifras son respectivamente 0,53 y 0,43.11
Tabla 9. Inversiones requeridas para cubrir los dficits
educativos por nivel.
Departamento
Costos (Millones de $)
Preescolar
Primaria
Secundaria
Superior
NORTE
302.512
157.406
296.792
1.117.032
Atlntico
43.238
23.333
47.561
193.768
Bolvar
43.657
21.931
49.918
162.962
Cesar
32.499
17.232
30.906
112.969
Crdoba
45.436
18.991
41.971
177.526
La Guajira
33.843
34.949
30.241
74.202
Magdalena
37.142
18.244
34.334
150.803
Sucre
20.168
7.162
19.500
87.401
874
231
879
4.108
Norte de
Santander
45.656
15.333
41.482
153.292
ANTIOQUIA
12.844
5.097
9.773
36.321
S. Andrs y
Prov.
66
Antioquia
PACIFICO
Cauca
12.844
5.097
9.773
36.321
127.504
42.373
71.187
19.367
144.337
50.440
469.753
166.489
Choc
17.631
19.818
19.085
40.418
Nario
57.920
26.878
65.118
232.696
9.579
5.124
9.694
30.151
30.943
17.278
30.527
105.009
1.947
993
1.576
7.138
14.609
7.465
14.396
46.031
1.375
Valle del
Cauca
AMAZONIA
Amazonas
Caquet
846
622
634
Guaviare
Guaina
2.306
1.380
2.300
7.224
Putumayo
10.320
6.392
11.007
41.794
Vaups
ORINOQUIA
Arauca
Casanare
Meta
Vichada
TOTAL
915
427
613
1.447
43.117
16.038
36.304
152.480
5.070
1.501
4.827
21.275
11.083
4.253
9.461
38.483
24.012
8.141
19.666
85.315
2.953
516.921
2.143
267.006
2.350
517.733
7.407
1.880.595
Tomando la media de los coeficientes calculados en el prrafo anterior se puede estimar que,
en promedio, los sectores de salud y de infraestructura requieren de 2,1 billones y 2 billones,
respectivamente, para mantener un equilibrio con
los requerimientos en educacin. En total, solo en
estos tres sectores, que son de vital importancia
para reducir el rezago de la periferia del pas, los
requerimientos alcanzan 7,2 billones. Ello implica
que en un perodo de gobierno de cuatro aos se
podra avanzar mucho en el cierre de la brecha.
1.4.3 Posibles fuentes de financiacin
Tal como se seal, el FCR debe estar conformado por dos componentes. El primero de ellos
tiene como objetivo la nivelacin de los recursos
municipales, para que en la periferia los municipios tengan recursos similares al centro. Este
componente puede ser financiado con recursos
provenientes del impuesto sobre la renta. En este
escenario, se propondra una estrategia similar a
la seguida por Brasil, que cre el Fondo Constitucional de Financiamiento del Nordeste, financiado
con impuestos federales. Considerando que para
el ao 2008 el cierre fiscal report unos ingresos
67
68
1. Consejo Directivo
2. Director
3. Secretara Tcnica
4. Unidad de evaluacin y seguimiento
Para la Secretara Tcnica se sugieren tres
asesores, con formacin mnima de maestra en
economa, con experiencia mnima profesional
Conclusiones
La investigacin de las disparidades econmicas
regionales en Colombia ha sealado profundas
diferencias en las condiciones de vida y, en general,
de acceso a las oportunidades. En este sentido,
es importante el estudio de esas disparidades,
pero ms all de continuar con su diagnstico,
es necesario empezar a proponer medidas que
ayuden a cerrar la brecha en educacin, salud e
infraestructura, para que las regiones ubicadas en
la periferia se integren a la economa nacional e
internacional.
En este documento, se presentaron los lineamientos por seguir en la formulacin e implementacin de un Fondo de Compensacin Regional,
FCR. Los resultados de los clculos reportan que
la zona Norte, que comprende la regin Caribe y
Norte de Santander, es la que requiere el mayor
monto de recursos para reducir las brechas en
los recursos disponibles y atender las necesidades
de sus ciudadanos. Este resultado no es sorprendente, pues hay amplia evidencia de que por varias
dcadas esta regin ha presentado los ndices ms
crticos de pobreza, solo superada por el departamento del Choc. El desempeo de esta zona del
69
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71
E C O N O M A
S O C I E D A D
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Justificacin y Fines
El desarrollo desigual de las
regiones del pas indudablemente se debe entender como un
resultado histrico, que combina
geografa e instituciones, pero
tambin ejercicios del poder
sobre el territorio. No es, por
tanto, un resultado de razas y
geografa, sino un producto
social y humano, ligado a un
tipo especfico de capitalismo
que combina premodernidad,
autoritarismo y concentracin
de ejercicio del poder desde las alturas geogrficas
del pas. Hemos llegado a esto por el patrn de
acumulacin seguido, por la forma como se han
construido nuestras instituciones y por la manera
cmo se ha ejercido el poder poltico.
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El tema de la continuidad de la poltica del FCR
me parece merece una mayor profundidad en el
anlisis. La idea de que sea por un perodo especfico, es vlida, pues las compensaciones son
ayudas y resultan odiosas por mucho tiempo. Pero
el perodo propuesto, simplemente por un clculo
aritmtico, resulta verdaderamente un ejercicio
tmido y demasiado optimista. Si uno recuerda las
tesis institucionales de dependencia en el sendero,
el atraso regional no se va a poder corregir tan
rpido. Es una ilusin tecnocrtica.
La experiencia del Brasil y Espaa, por ejemplo,
indica que perodos tal vez de dos o tres dcadas
van a ser necesarios. Algo que nos viene afectando
desde la mitad del siglo pasado, no se va a corregir
en doce aos. Vamos a necesitar recursos no slo
para lo social y la infraestructura, sino tambin para
apuntalar los cambios institucionales. La inercia de
las sociedades es muy pesada en estos terrenos.
En cuanto a la integralidad de las polticas, es
vlida la propuesta de destinar los recursos a dos
objetivos: el crecimiento econmico y la reduccin
de la pobreza, apoyando la inversin en infraestructura educativa, salud, desarrollo urbano y agropecuario. Las inversiones deben apuntar a elevar
nuestro capital humano, pero a la vez generar
propuestas que impulsen el desarrollo productivo.
Sin embargo, aqu deseo hacer una digresin. Es
frecuente escuchar en la regin que el desarrollo
nos llegar por la va de la cobertura de las NBI.
Nadie se puede oponer a tan loable propsito, pero
hay que decir que es insuficiente.
No basta con que tengamos buenas coberturas
en educacin y salud, y que elevemos la calidad del
capital humano: es necesario que en la regin se
generen las sinergias empresariales y productivas
para que estos recursos ya preparados encuentren
empleo. Por ello, el uso de los recursos del FCR
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Candidatos presidenciales en Santa Marta. De izquierda a derecha: Rafael Pardo, Germn Vargas Lleras, Sergio
Fajardo, Vctor Herrera (moderador) y Noem Sann.
AGUAITA VENTIUNO / DICIEMBRE 2009
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Intervencin
presidenciales
de
los
candidatos
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C U L T U R A
Graciela Maglia
Amiga, te digo que all en la loma, viven raizales que
no saben cmo pedir un vaso de agua en espaol!. Mi
primer viaje a San Andrs islas en 1991 transcurri tranquilamente, como era previsible para una visitante extranjera, aclimatada previamente en el trpico sui generis de la
capital andina. Tras una hora y media de vuelo, encontr
calor, maravillosas playas, coco loco, pia colada, reggae
music y el Creole English de los nativos, cuyo sincopado
ritmo discursivo y apcope gramatical, lo convierten en
argot inaccesible para cualquier hablante de otra comunidad lingstica. Frente al mar de siete colores, la precaria
infraestructura hotelera no restaba encanto a la zona turstica, surcada por toda suerte de vendedores
ambulantes quienes, descalzos
sobre la arena, correteaban atosi-
caribeo.2
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nacionales diseadas desde la comunidad imaginada de nacin, frente a las identidades culturales
reales, plurilinges y pluritnicas, invisibilizadas,
blanqueadas o eufemizadas por el discurso dominante, y examinar as la literatura en su funcin
antropolgica y etnogrfica, en la labor de como
Bibliografa
Avella Esquivel, Francisco (2000), San Andrs. Ciudad Insular, en .Abello Vives, Alberto y Giaimo Chves, Silvana
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University Press, Detroit.
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D O S S I E R
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alcanzan las naciones a fundar su verdadera positiva literatura, tal lo comprueba el conocimiento
de la historia.
Ojal, pues, que de hoy ms, trabajen sobre este
propsito en la medida y el modo conducente a un
pueblo civilizado, los jvenes amantes del progreso
del pas, y de esta suerte pronto se clamar el furor
de imitacin, tan triste, que tanto ha retrasado el
ensanche de las letras hispano-americanas.(Obeso,
1950: 12-13)1
La suya es, pues, una poesa inmersa en la tradicin ancestral de los cantores errantes, voces
annimas de vaqueros y campesinos, ignorantes
de la mtrica, desconocedores de la escritura,
que supieron expresar la visin del mundo de su
comunidad. No obstante, Escalona, a partir de
una experiencia autntica de la vida del campo -que le permite identificar al ave que canta en la
selva y no se ve o al viento fro de la Nevada o al
indio por el pelo y a los padres por la barba y a
los cucaracheros por su cambiadera de nido y a las
fiebres malas por su presencia en todas partes y su
permanencia en ninguna y las maas del gaviln
cebado y las lenguas carniceras de San Juan y la
huella del novillo cimarrn en el barro y los rateros
honrados de las iglesias y la ruta de las nubes que
se llevan los vientos y sus letreros blancos y la
envidia de las estrellas y la cabecita gacha del jerre
jerre al caminar y los mensajes de las mariposas y el
lenguaje del rey de los turpiales --, supo ir ms all
del modelo de los pioneros del vallenato Pacho
Rada, Abel Antonio Villa, Lorenzo Morales,
Emiliano Zuleta, Juan Muoz, Chico Bolao- al
incorporar sus nociones de retrica adquiridas en
1- Candelario Obeso (1950), Cantos populares de mi tierra,
Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, Bogot.
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D O S S I E R
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Daz y Mara Eugenia Rojas, y un montn de polticos del momento. Al fondo de la sala, sentado,
solitario, tmido y pensativo, descubr de pronto al
maestro Rafael Escalona. Era la primera vez que
lo vea en persona. Mi emocin fue indescriptible.
Sin dudarlo un instante, y desafiando mi propia
timidez, le entregu una plaquette ma titulada
Poemas, en la cual apareca este epigrama escrito el
ao anterior:
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Escalona, califa vallenato,
decile a tu acorden
que me regale una fotografa...
El maestro, entre sorprendido y jubiloso, me dio
las gracias y guard en su bolsillo en cuadernillo.
Luego me dijo:
-- Cuando vayas a Valledupar, vas a mi casa. Te
hablas con Too Murgas y armamos una parranda
con Colacho y todos mis amigos...
Abrumado y agradecido con la vida, me dediqu
el resto de la noche a disfrutar con el corazn en
la mano de la parranda que se extendi hasta el
amanecer con Escalona, Colacho Mendoza y el
resto de sus acompaantes.
Al da siguiente, en el famoso pent house de Lpez
Michelsen, se llevara a cabo una reunin similar (a
la cual fui invitado por la Nia Ceci), pero con otro
motivo: el maestro Rafael necesitaba un prstamo
de la Caja de Crdito Agrario y entonces Lpez
convoc a un grupo de amigos entre los cuales se
encontraba el doctor Jos Elas del Hierro, gerente
de la entidad, ante quien se cant el paseo de Escalona a La Caja Agraria:
Seor gerente le vengo a pedir
que me d un prstamo p`al algodn
porque el gusano se comi el arroz
y ahora no tengo con qu responder.
Y el gerente me contest:
No te preocupes, Rafael,
la Caja te lo arregla bien.
para eso soy gerente yo...
En los aos siguientes, el prestigio de Escalona
fue creciendo de manera vertiginosa. Alcanz las
ms altas cimas de la fama y el afecto de las gentes.
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La custodia de Badillo
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Se la llevaron, se la llevaron,
se la llevaron, ya se perdi
Lo que pasa es que la tiene un ratero honrado
lo que ocurre es que un honrado se la rob
Mi compadre Cols Guerra cuando tenga fiesta
debe de abr bien los ojos para vigilar
con una cuarentaicinco en la puerta e la Iglesia
y a ninguno con sotana lo dejen pasar
Y al terminar la misa que se pongan
del cura paabajo a requisar
Anlisis histrico
He aqu la historia.
Todos los aos, para la fiesta de San Antonio,
Gregorio, al llegar el cura para celebrar la misa, le
haca entrega de los vasos sagrados que durante todo
el ao guardaba en un bal de esos que utilizaban
los piratas y que cerraba con un candado de dos
libras y media y argollas hechas de alambre de pa.
Elementos probatorios
Pasemos a ver cules son los elementos probatorios existentes en La custodia de Badillo.
Tenemos, en primer lugar, los indicios: la original,
es decir, lo que fue objeto de sustraccin, tena
unas calidades especficas: era linda, muy grande
y pesada y, ahora, la quieren cambiar por otra
liviana. Ntese de paso que aqu est el dolo o su
elemento volitivo: la quieren cambiar; tenemos
el aspecto subjetivo del pueblo de Badillo que
present sus pruebas.
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1El tiempo
Rafael Escalona es, sin ninguna duda, el cronista
mayor de la msica vallenata. No solamente se
vale de la narracin y la interpretacin, dos requisitos consustanciales del gnero crnica, sino que,
adems, plantea en muchos de sus cantos tramas
que se resuelven a travs del tiempo. No hay que
olvidar que la palabra crnica deriva de la voz
griega Cronos, que significa, precisamente,
tiempo.
Varias de sus canciones comienzan, discurren y
acaban de manera redonda, perfecta. Principian y
terminan un ciclo. Desarrollan un argumento que
se agota en s mismo, porque contiene la gnesis y
la conclusin. En El Almirante Padilla, Escalona
comienza hablando de la Guajira arriba, donde
nace el contrabando, y termina ofreciendo una
fiesta para celebrar el da en que a ese barco pirata
bandido un submarino lo voltee en Corea. No es
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sus canales convergen y todos sus seres se entrecruzan. El creador burln de los primeros aos, el
que compar al pobre Sabitas con un armadillo, es
despus un hombre cauteloso que se relaciona con
polticos importantes y ocupa cargos oficiales. Ya
no siembra algodn en el campo, sino que lleva
una vida citadina. Ahora el combustible de sus
cantos no es tanto la irona como la nostalgia: echa
de menos a sus amigos, canta algunas prdidas
dolorosas como la del dirigente Pedro Castro y la
del pintor Jaime Molina. Sigue cortejando a cuanta
mujer le pasa por el frente, cmo no, pero ya no es
el galn impetuoso que amenaza con tirrsele a un
ro crecido, sino el enamorado otoal que, desde
el estudio de su apartamento en una ciudad fra
y distante de su entorno, le dice a su compaera
que como me iba pa mi tierra/ casi me mata a
besitos. Y a besitos muere y cierra el ciclo.
2 El universo
En su calidad de compositor, Rafael Escalona
utiliza los versos como medio de comunicacin
con sus interlocutores. En versos cuenta y en versos
canta. En versos concibe la historia, en versos la
pasa al papel. No es esclavo de la rima consonante,
aunque la usa la mayora de las veces. Y lo hace,
por cierto, con un tino tan impecable como el que
caracteriza su mtrica. Pero esos cantos forjados a
travs de la estructura caracterstica de la poesa,
conforman en el fondo un universo narrativo
slido, sin fisuras, en el que cada elemento est
directa o indirectamente relacionado con los
otros. Vistas individualmente, las canciones de
Escalona son piezas autosuficientes, dotadas de
sentido completo. Vistas en conjunto, una detrs
de la otra, se transforman en captulos sucesivos
de la gran novela musical del Magdalena Grande.
La nica novela colombiana que se puede cantar
desde la primera hasta la ltima lnea. Una novela
en la que hay asombros, mofas, lamentos, contemplacin, memoria. Una novela por la que desfila
toda nuestra fauna social, desde los hroes de las
guerras civiles hasta los magistrados en trance de
reposo, pasando por los contrabandistas delirantes,
las chismosas impenitentes, los donjuanes que
asedian a sus musas, los polticos interioranos que
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enamorado que anda desterrado del barrio Loperena, es el mismo personaje que despus, al morir,
inspira una elega desgarradora. Escalona totalizador, integral no deja cabo suelto. En el colmo
del virtuosismo narrativo, se da el lujo de explorar
dos veces, de ida y vuelta, el mismo camino: en la
cancin El testamento lo recorre en un sentido
y en la cancin El hambre del Liceo lo recorre
en sentido contrario. Es como decir que tiene una
mirada lo suficientemente penetrante para captar
la realidad y su revs.
Cuntos compositores de cualquier gnero, en
cualquier poca podran decir a boca llena que
su obra musical es un universo monoltico cuyas
piezas, autosuficientes y al mismo tiempo conectadas entre s, conforman una gran novela?
3 La fantasa
Los cantos de Escalona tienen otra cualidad
nica: son producto de la realidad comn y
corriente pero, al mismo tiempo, parecen forjados
por una imaginacin desbordada.
Tal fenmeno podra explicarse con el siguiente
comentario de Daniel Samper Pizano (2002: 80):
la actitud de Escalona es la del cronista que oye
unas historias aqu y las cuenta all. No es necesariamente testigo de ellas, aunque podra serlo. Por
eso, antes de proceder a su relato, notifica al audi-
101
Bibliografa
Imzcoz, Teresa (1999), Manual para cuentistas, Pennsula, Barcelona.
Samper Pizano, Daniel y Pilar Tafur (2002), Rafael Escalona: vida y cantos del maestro vallenato, MTM, Bogot.
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As como Molina sola pintar las cosas, Escalona las cantaba o a la inversa. Por eso no tard
un pacto y consisti en que el da que uno de
los dos muriera, el otro deba recordarlo con
lo que saba hacer. As lo registrara Escalona,
cuando parti su amigo:
Recuerdo que Jaime Molina
cuando estaba borracho
pona esta condicin:
que s yo mora primero,
l me hacia un retrato;
que s l se mora primero,
le sacara un son.
Ahora prefiero de esa condicin,
que l me hiciera el retrato
y no sacarle un son.
Famosas fueron sus parrandas
que a ningn amigo dejaba dormir:
cuando estaba borracho, siempre me insultaba,
con frases de cario, que l saba decir.
La frase de cario era el madrazo cordial para
quien le hiciera de las suyas. No era para menos; el
pacto deba cumplirse. Mucho antes, Molina, en
alusin a Escalona, haba dicho:
Ya no son las notas acordes, del acorden de mi
compadre Garlitos Noriega en la Paz ni la tan
ofrecida visita de Escalona a la vieja Sara ni las
luces de El Plan, que miraba el compadre Simn,
en una noche oscura desde la Serrana, ni siquiera
la congoja del trovador herido al despedir la
brasilea que jams volvi. No est tampoco el
recuerdo triste del playonero que miraba plasmado
en la arena el corazn de su amada gracias a la
pezua de un novillo, ni es tampoco el agua
cristalina y fresca que viera bajo el puente Tobas
Enrique Pumarejo cuando dijo cllate corazn
lo que me saca de esta aureola invulnerable de
pensamientos profundos.
Era un extraordinario pintor, un narrador oral de
gran talento y astucia, quien haba nacido en Patillal
el 7 de marzo de 1926 y, sin salir jams de Valledupar,
muri all el 15 de agosto de 1978.
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En el plano de la mtrica Escalona tambin representa un hito: tom la redondilla de versos de arte
menor y con pocas preguntas y respuestas y la
convirti en un verso de arte mayor, una estrofa de
mayor complejidad y riqueza musical. Lo anterior
es lo que nuestro paisano e investigador Emmanuel Pichn Mora denomina la indisciplina retrica de Escalona que constituye una verdadera
ruptura con las formas de componer versos de
sus antecesores. Rafael Calixto tambin instaura
en la msica vallenata el cdigo del donjuanismo,
tan asumido por compositores posteriores como
Rafael Manjarrez o Roberto Caldern. Escalona
fue el gran gaviln, cre un romancero musical
con sus motivos sentimentales: La Maye (Marina
Arzuaga), la Molinera, la Mona del Caaguate, La
monita de ojos verdes, Dina Luz, Mara Tere, la
Antioqueita y La brasilera son apenas algunas
de las protagonistas de numerososo episodios
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Y si no puedo volver
Porque en La Guajira muero
Solo quedar el recuerdo
De aquel amigo que se fue
La Guajira fue un territorio frtil para que
Escalona sembrara su propio jardn sentimental.
Convivi con Dina Luz Cuadrado (hermana de
Egidio Cuadrado, acordeonero de Carlos Vives) a
quien le compuso Dina Luz y Mala suerte, entre otras
canciones. Su trasiego apasionado por La Guajira se
teje desde Eduvilia Lpez a quien compuso Mariposa urumitera, pero nunca conquist, pues result
siendo novia de su amigo Caviche Aponte, como
tampoco lograra fructificar un romance con Elsa
Armenta, La Molinera que lo haca suspirar apenas
avistaba el ramal de El Molino. A la China Ario,
la donairosa muchacha de Los Pondores que le
inspir El cazador, la misma relacin que desat
chismes y rumores en San Juan del Cesar y que l
respondi con Las lengua sanjuaneras. En el mismo
San Juan del Cesar cultiv una de sus grandes
pasiones, La monita de los ojos verdes, la nica
relacin en la que ste gaviln siempre ocult la
identidad de su paloma, el amor que le inspir
El medalln, El regalito, El Mejoral y Honda herida,
ponderada por Consuelo Arajo Noguera como
la ms alta expresin del cancionero vallenato. En
el mismo pueblo le compone a Francia Mara El
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En la ceiba e Villanueva
Canta un gaviln bajito
Y es diciendo que se lleva
A una hija de Ovallito
Fue sembrando amistades por toda la zona, anfitriones de amplia gratuidad, compadres pletricos
de atenciones, parranderos dispuestos, alcahuetas
solcitos. Sus cantos exaltan el ritual de la amistad
cosechada con aprecio despojado de inters. Le
cant al msico de bandas Reyes Torres, padre
de una gran estela de bajistas famosos a quien le
deba un bautizo con El villanuevero:
De Reyes Torres ya yo he recibido
Muchas razones y un poco reca o
Y ahora me dicen que est resentido
Porque no le he bautizado el pelao
Le ofrend un canto como regalo de bodas a
su acordeonero e intrprete de confianza Colacho
Mendoza, en ese merengue titulado El matrimonio
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renglones adelante, promete hablar de Rafael Escalona y de las ventajas que ha obtenido frente a sus cofrades
por la significativa circunstancia de ser bachiller del Liceo
Celedn de Santa Marta, motivo por el cual lo considera el intelectual del vallenato y advierte que sus
colegas de alpargatas y sombrero aln como el Compae
Chipuco estn satisfechos de que as sea. (Garca
Mrquez 1981: 212)
El 24 mes de marzo de 1950, Garca
Mrquez escribe:
Escalona lo haba dicho ya es el intelectual
de nuestros aires populares, el que se impuso un
proceso de maduracin hasta alcanzar ese estado
de gracia en que su msica respira ya el aire de
la pura poesa. Es un hombre joven, discreto, de
pocas palabras. Casi puede decirse que slo abre
la boca para decir la letra y la meloda de sus
119
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D O S S I E R
Yo sal,
yo sal de los playones, yo sal de los playones
que hay a orillas del ro Cesar (bis)
Yo soy el que s enlazar, hombre a los novillos
hombre, a los novillos cimarrones
Que salen de la montaa, a dormir a los playones
y se van de madrugada, porque el tigre se los come
Me llaman,
me llaman el vallenato, me llaman el vallenato
y en Codazzi tengo renombre
Yo soy Urbanito Castro, hombe el caporal,
hombe el caporal de los playones
porque cuando tiro el lazo
ningn toro se me esconde
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ESCALONA SE MUERE
Emilio Snchez Alsina
No fue fcil hablar con el maestroRafael Escalona das antes de su muerte. En ms de una
ocasin, se debi aplazar la que sera su ltima
entrevista, pues su precaria salud lo mantena, de
manera casi permanente, en la clnica, en una dura
y vana lucha contra una enfermedad imbatible.
Tras haber persistido durante meses ante su
esposa quien, pese a su decidida colaboracin, se
vea impedida para fijarme una fecha, tem que, en
tales circunstancias, resultara imposible sentarme a
conversar con el maestro de maestros de la msica
colombiana. Considerando impertinente de mi
parte invadir su privacidad en momentos tan difciles, tanto para l como para su familia, olvid el
asunto y me resign al silencio.
Pero un da cualquiera, sobre las once de la
maana, cuando el sol de verano de Bogot atacaba
inmisericorde y el firmamento pareca ms azul
que de costumbre, recib una llamada que me dej
fro. Era su mujer quien, sin prembulos, me dijo:
Vngase ya, que el maestro lo espera.
En mi afn por llegar a la cita, part sin ms
elementos que mi agenda de notas y elestilgrafo
que siempre me acompaan. En un instante estuve
por primera vez en la puerta de su casa al norte
de Bogot. Era asimismo la primera vez queiba a
hablar con l.
Sobriamente adornada con pinturas y esculturas de artistas mundialmente reconocidos, la
casa denotaba elegancia. Al lado de una poltrona
de cuero negro, sobre una pequea mesa redonda
de madera, reposaba en libro. Eran las memorias
de su vida. Observaba el entorno, durante esos
instantes eternos que anteceden a un encuentro
largamente esperado, cuando, calzando unas
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1- Palabras del cantautor Santander Durn Escalona, en representacin de la familia Escalona, para agradecer el respeto,
reconocimiento y cario brindado por el pueblo colombiano a
Rafael Escalona y a su inconmensurable obra musical.
Plaza Mayor de Valledupar. Colombia. Mayo 15 de 2009.
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Maestro Escalona
Alberto Murgas
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A R T E S
P L S T I C A S
Expresiones y lenguajes que podran considerarse para tiempos pasados, en la medida que no
poseen la demanda, la liviandad y la escasa profundidad que imperan en el grueso de las realizaciones
artsticas del momento, siguen siendo imprescindibles como sustento y contexto de creaciones en
el campo de la msica, la literatura, las artes plsticas y visuales de la actualidad. Continuar con una
expresin plstica, a partir de la figura humana o
del mbito arquitectnico creado por el hombre,
son ejecutorias y temticas demasiado clsicas y
formales o conceptos, para nada vigentes, segn
consideraciones y apreciaciones de quienes de
manera estrecha y vanidosa se creen los intrpretes
del espritu y las tendencias que debe regir en la
actualidad.
As mismo, una actividad artstica apoyada en
los
soportes
clsicos (lienzos,
maderas, bastidores,
escombros),
con
pigmentos (lpiz,
leo,
acrlico)
que se consideran
salidos
de
circulacin
en el quehacer
plstico y vistos
con recelo por
la contemporaneidad digital, en
tanto que manuales y domsticos, no han impedido en ningn momento a los reconocidos artistas
cartageneros Alfredo Guerrero y Cecilia Delgado
que persistan en su diario e ntimo proyecto de
vida: pintar.
Alfredo Guerrero (1936) inicia su formacin
acadmica con el entusiasmo que le despertara la
creacin de la Escuela de Bellas Artes de Cartagena, consolidada en 1959, y, en los aos siguientes,
junto a Cecilia Delgado (1941), integr el conocido
Grupo de los 15, colectivo cuyo mentor e impulsor
principal fue Pierre Daguet, y del cual formaban
parte tambin Daro Morales, Heriberto Cogollo,
Blasco Caballero, Augusto Martnez, Hamlet
Porto, Libe de Zulategui, las hermanas Gloria y
Escilda Daz, Blanca de la Espriella, Jasir Farja,
Bruni Gmez, Marcel Lombana y Yadira Vsquez,
entre otros. Cecilia Delgado, al igual que Alfredo
Guerrero, complementa su formacin en reconocidas instituciones como la Academia de San
Marcos de Florencia y las Escuelas de Bellas Artes
de Paris, de Madrid y de la Universidad Nacional
en Bogot.
AGUAITA VENTIUNO / DICIEMBRE 2009
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Alfredo, discreto, austero, prudente, con rigurosa disciplina y Cecilia, abierta, sociable, expresiva y flexible, abordan sus temas y los procesos
creativos y las tcnicas del oficio plstico de una
manera casi opuesta. Sin embargo, para ambos fue
definitivo el acceso al laboratorio y estudio fotogrfico de Don Enrique Delgado, padre de Cecilia.
Los tubos de leos alemanes que se utilizaban para
colorear las fotografas en blanco y negro, deslumbraron a Cecilia desde sus comienzos y es precisamente en esa tcnica de la iluminacin donde
podemos encontrar el elemento ms importante
y reiterativo de toda su obra: la luz. As mismo
ocurre con la obra de Alfredo, quien, al decir
del crtico lvaro Medina, es esencialmente un
dibujante. Si hacemos un seguimiento cuidadoso
a todos sus perodos, identificaremos cmo el
dibujo, soporte estructural de toda su produccin,
surge de las primeras representaciones fotogrficas
y de las fotografas dibujadas que el artista revive
en la dcada del setenta, a partir de los rostros y
personajes annimos, desconocidos, olvidados,
encontrados por l en los archivos de la muy reconocida Foto Delgado.
Alfredo Guerrero se consagra al perfeccionamiento de su ya extraordinario dibujo, que le exige
intensas jornadas de contacto, casi ntimo y sin
interrupciones, con las obras en proceso y con
la figura femenina, protagnica de los retratos y
autorretratos, las escenas de fondo, conformadas
con muebles, sillas, telas, yesos, frascos, molduras,
retratos, documentos y una infinita utilera seleccionada con cuidadoso gusto, crea las atmsferas
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P O E S I A
LVARO MIRANDA
Los parientes
Un cedro fulgura entre el mercado
donde los vivos se han de convertir en muertos.
Un cedro? Un atad de marca?
Acaso eso yace escondido entre los estantes, entre
la alhucema, los frijoles, la librea y la estopa que est
en venta.
Acaso la tersura de un cedro ante la ripia que se vende,
acaso incendio sin tiempo ante el ruido de la oferta y
la demanda.
Vetas del ms ac que el tiempo pinta,
Vetas del ms all que un perro
remueva en crculos con su cola.
Hagan quietud en los abismos los que venden!
En medio del mercado donde se oferta un bagre
o un ramo de jacinto, el tiempo borra todo conocido.
Dnde rodar tu nombre, dnde el mo?
Quin llamar a quin,
quin nombrar ese apodo cuando vaguen
sus letras sin sentido?
El mensajero viene del puesto donde se ofrece butifarra,
la mujer de donde un ngel escamado como pez
espera que paguen una libra de lebranche.
Laguna del hacer, trabajo y errancia de los que da a da
hacen vida
para caer al mar. El mercado es vida y en l
el cuerpo sin vida dar su grito a los silencios.
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L A
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D E
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lvaro Medina
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D E
L E E R
Historia cuantitativa e
institucional
Salomn Kalmanovitz
Nueva Historia Econmica de Colombia
Taurus, 2010
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de la evolucin de la poblacin,
la produccin de oro a travs del
tiempo y las cuentas fiscales.
Llama la atencin que en el
captulo 2 del libro no se haya
desarrollado acerca de la conformacin de la estructura agraria
en el periodo colonial, el rgimen
de propiedad de la tierra y las
relaciones laborales. Esto resulta
muy llamativo ya que en trabajos
previos Kalmanovitz ha estudiado estos temas en gran detalle.
Adems, el nfasis en la importancia de las instituciones como
determinantes de largo plazo del
crecimiento econmico es uno
de los aspectos centrales en la
argumentacin de este libro. Por
esa razn, resulta sorprendente
el menor nfasis que se le otorga
al desarrollo de las instituciones
agrarias en ese captulo.
Tal como lo hemos sealado
el grueso del libro se concentra
en la independencia y el periodo
republicano. Tambin aqu hay
un sesgo, pues slo tres captulos
se refieren al siglo XIX y 12 al
siglo XX.
Los captulos del siglo XIX
tienen varias contribuciones
importantes, pero en particular
resaltar los que trae el nmero
3, titulado La Independencia
y la economa en el siglo XIX.
All los autores presentan
clculos, un tanto a mano
alzada, del producto interno
bruto colombiano desde 1800
hasta 1905. Este es un primer
intento de caracterizar la evolucin global de la produccin,
para lo que se hicieron clculos
ms o menos desagregados para
algunos aos, como 1800, y en
la mayora se hacen extrapola-
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L A
A L E G R A
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L E E R
La ms ambiciosa crnica de la
parbola vital y literaria de nuestro
Nobel
Gerald Martin
Gabriel Garca Mrquez Una vida.
Tr. del ingls de Eugenia Vsquez Nacarino.
Random House Mondadori, Bogot, 2009.
762 pp.
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N O T I C I A S
NOTICIAS AGUAITA
El Observatorio renueva su portal Web!
El Portal del Observatorio es visitado diariamente por mas de 1.000 personas provenientes de
diversos continentes ampliando as nuestra cober-
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las ciudades capitales y de una muestra representativa de municipios de la regin. Estos indicadores
podrn ser consultados en el Sistema de Indicadores de Desarrollo de la Regin Caribe Colombiana el prximo mes de septiembre.
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Proyectos Ganadores
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1.
REGION CARIBE: LEY DE ORDENAMIENTO TERRITOIAL
Participantes:
Dr. Jaime Castro Castro
Dr. Amilkar Acosta
Dr. Eduardo Verano De La Rosa
Moderador: Dr. Edgardo Maya Villazon
Lugar; Saln De Greiff, Corferias, Bogot
Fecha: Jueves 19 de Agosto, 2010
Hora: 11:00 13:00 horas
2. PROPUESTA FONDO COMPENSACION
REGIONAL
Conferencista:
Dr Adolfo Meisel Roca
Panelistas:
Dr. Luis Armando Galvis
Dra. Mara Del Rosario Guerra
Dr. Juan Carlos Ramrez
Dr. Mauricio Olivera
Moderador: Dr. Antonio Hernndez Gamarra
Lugar; Saln Porfirio Barba Jacob, Corferias, Bogot
Fecha: Viernes 20 de Agosto, 2010
Hora: 11:00 13:00 horas
3. LAS MUJERES EN LA NARRATIVA DEL
CARIBE COLOMBIANO.
Conferencista:
Roberto Montes Mathieu
Comentarios:
Albio Martnez.
Lugar: Auditorio Pabelln Bicentenario, Corferias,
Bogot
Fecha: Domingo 15 de Agosto, 2010
Hora: 16:00 16:45 horas
4. POTICAS VISUALES EN EL CARIBE
COLOMBIANO.
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Conferencista:
Alvaro Medina
Lugar: Auditorio Pabelln Bicentenario, Corferias,
Bogot
Fecha: Martes 17 de Agosto, 2010
Hora: 16:00 16:45 horas
R E S U M E N E S
Abstract
Palabras clave
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pobres, encontrndose que la periferia colombiana est constituida por el corredor costero
(Caribe y Norte de Santander ms Pacfico) y la
zona Oriental (Orinoquia y Amazonia). El objetivo principal del FCR es reducir las disparidades
regionales de la periferia frente al resto del pas. En
cuanto a las fuentes de financiacin se propone que
el primer componente podra ser financiado con
recursos provenientes del impuesto sobre la renta.
El segundo componente estara financiado con
las regalas indirectas. Finalmente, es importante
advertir que, ms que una propuesta inflexible, lo
que aqu se presenta es una primera aproximacin,
para que sirva como punto de partida de una amplia
discusin y reflexin colectiva. De ese debate debe
surgir una propuesta formalizada en un proyecto
de ley que permita poner en prctica el FCR.
Palabras clave:
Economa regional, Fondo de Compensacin,
centro-periferia, distribucin del ingreso.
Abstract
This document proposes the creation of a
Regional Compensation Fund (RCF) to improve
the development prospects of Colombias periphery, which concentrates a more than 44% of
the total population. At least 60% of the inhabitants of the periphery can be classified as poor,
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A U T O R E S
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Graciela Maglia
VctorBravo Mendoza
[email protected]
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El Paso, Cesar, 1942. Bachiller del Colegio Franciscano San Luis Beltrn de Santa Marta. Doctor
en Derecho, Ciencias Sociales y Polticas, en la
Universidad Nacional de Colombia, en la que
regenta la ctedra de Derecho Penal. Reconocido
abogado litigante, en sus comienzos se desempe
como juez de la Repblica y contribuy a fundar y
consolidar a Asonal judicial. Ha sido miembro de
la Junta Directiva de la Facultad de Derecho, Ciencias Polticas y Sociales y Presidente de la Asociacin de Abogados y Vicepresidente del Colegio de
Abogados de la Universidad Nacional y Orador
de la Gran Logia de Colombia. Crnicas suyas
figuran en la Antologa de las grandes crnicas
colombianas 1529-1948, Aguilar, 2003, compilada
por Daniel Samper Pizano. Medalla al mrito por
la Respetable Logia Estrella del
Alberto Beto Murgas
colombiana. Colaborador en Lecturas Dominicales
de El Tiempo, Revista Colombiana de Folclor y Carta
Universitaria. Autor de Vallenato, hombre y canto (1983)
y La Universidad Nacional en sus pasillos (2002).
Beto Murgas
Ocaa, 1955. Abogado. Adelanta una investigacin sobre la vida y la obra de Gabriel Garca
Mrquez. Fue entrevistado por Gerald Martin
para su biografa.
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Cristo Hoyos
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Rojas Herazo del Observatorio del Caribe Colombiano y el Ministerio de Cultura en 2001.
lvaro Miranda
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