Pacto de San Jose
Pacto de San Jose
Pacto de San Jose
APLICACIN DEL
PACTO DE SAN JOS DE COSTA RICA
POR RGANOS JURISDICCIONALES DE
LA
REPBLICA DEL PARAGUAY
Palacio de Justicia
9-12 de Mayo de 2005
NDICE GENERAL
Introduccin.................................................................................................................. 7
CONVENCIN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS O PACTO
DE SAN JOS DE COSTA RICA Y PROTOCOLOS ADICIONALES
.................... ll
Ley N l/89 Que aprueba y ratifica la Convencin Americana sobre Derechos
Humanos o Pacto de San Jos de Costa Rica................................................................. l3
Ley N l.040/97 Que aprueba el Protocolo de San Salvador (Protocolo
Adicional a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos en materia de
derechos econmicos, sociales y culturales)................................................................ 39
Ley N l.557/2000 Que aprueba el Protocolo de la Convencin Americana
sobre Derechos Humanos relativo a la abolicin de la pena de muerte.....................52
JURISPRUDENCIA NACIONAL.............................................................................. 55
Jurisprudencia constitucional: (Fallos de la Corte Suprema de Justicia).....................57
Acuerdo y Sentencia N 356/95................................................................................... 57
Acuerdo y Sentencia N 562/96 ..................................................................................... 7l
Acuerdo y Sentencia N 706/97................................................................................... 76
Acuerdo y Sentencia N 383/2000............................................................................... 85
Acuerdo y Sentencia N 53/200l................................................................................. 97
Acuerdo y Sentencia N 367/200l ............................................................................... l02
Acuerdo y Sentencia N 979/2002 ............................................................................... l05
Acuerdo y Sentencia N 847/2003 ............................................................................... l22
Acuerdo y Sentencia N 908/2004 ............................................................................... l32
Acuerdo y Sentencia N l.069/2004 ............................................................................ l4l
Acuerdo y Sentencia N l.598/2004 ............................................................................ l45
Jurisprudencia Civil y Comercial ................................................................................. l5l
Acuerdo y Sentencia N l57/2002 (Tribunal de Apelacin de la Niez y la
Adolescencia)................................................................................................................ l5l
Acuerdo y Sentencia N 80/2003 (Tribunal de Apelacin de la Niez y la
Adolescencia)................................................................................................................ l59
Acuerdo y Sentencia N 890/2004 (Corte Suprema de Justicia) ................................. l90
Jurisprudencia Penal (Fallos de la Corte Suprema de Justicia) ................................... l97
Acuerdo y Sentencia N 293/99 ................................................................................... l97
Acuerdo y Sentencia N l79/200l ............................................................................... l99
Acuerdo y Sentencia N 340/200l............................................................................. 207
Auto Interlocutorio N 204/2002.................................................................................. 2l2
Acuerdo y Sentencia N 83/2002 ................................................................................. 2l4
Acuerdo y Sentencia N 87/2002............................................................................... 220
Acuerdo y Sentencia N l56/2002............................................................................. 223
Acuerdo y Sentencia N 262/2002............................................................................. 230
5
NDICE GENERAL
INTRODUCCIN
El XXVI Perodo Extraordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos a realizarse en Asuncin del 9 al l2 de mayo de 2005, ha
inspirado la edicin de la presente obra.
En noviembre del ao l969, en el marco de la Conferencia Especializada
Interamericana sobre Derechos Humanos, celebrada en San Jos de Costa Rica, los
delegados de los estados miembros de la Organizacin de los Estados Americanos
(OEA), suscriben la Convencin Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San
Jos de Costa Rica, que entr en vigor el l8 de julio de l978, al haber sido depositado
l
el undcimo instrumento de ratificacin .
A travs de la Convencin se instituye un sistema de proteccin basado en dos
rganos: la Comisin y la Corte de Derechos Humanos, los cuales operan en ejercicio
de sus atribuciones convencionales originales, emergentes del cumplimiento de los
compromisos contrados por los Estados Parte (art. 33). El 3 de septiembre de l979 se
instala en San Jos de Costa Rica, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con
competencia contenciosa obligatoria, la cual tiene competencia para emitir opiniones
consultivas, adoptar medidas provisionales de proteccin para casos de extrema
gravedad y urgencia y dictar sentencias. El sistema est organizado para responder a
solicitudes de proteccin internacional dirigidas a sus rganos, tanto en virtud de
mecanismos de peticin individual como en los casos de violaciones masivas de
derechos humanos, especialmente en Amrica Latina, lo cual ha posibilitado una de
las mayores conquistas en el acceso a la justicia a nivel internacional, circunstancia
destacada por el prestigioso integrante del tribunal internacional, el Dr. Antonio
Augusto Canado Trindade, como una verdadera emancipacin del ser humano de
todas las formas de dominacin o poder arbitrario.
Resulta significativo que, inmediatamente despus de la cada de la dictadura
en el Paraguay, en febrero de l989, el primer acto del Congreso constituido
democrticamente, fue la sancin de la Ley N l/89 Que aprueba y ratifica la
Convencin Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San Jos de Costa Rica,
cuya incorporacin efectiva a nuestro ordenamiento jurdico haba sido postergada
veinte aos desde la suscripcin en l969. Con posterioridad, se celebra por primera
vez en Asuncin, la sesin N XX de la Asamblea General de la OEA, en junio de
l990, en la cual se debati y aprob el Protocolo a la Convencin Americana de
Derechos Humanos relativo a la abolicin de la Pena de Muerte. El 8 de enero de
l993, por Decreto N l6.078, el gobierno paraguayo reconoce la competencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos para la interpretacin y aplicacin de la
Convencin Americana sobre Derechos Humanos, sin perjuicio de la competencia
originaria de los rganos jurisdiccionales nacionales.
l
INTRODUCCIN
www.csj.gov.py/par970l7/jurisprudencia/iniciosr.html
Los analistas de jurisprudencia han modificado el material orginal a los efectos de dar
cumplimiento a las disposiciones legales que prohben dar a difusin los datos susceptibles de
identificar al nio o adolescente, vctima o supuesto autor de hechos punibles, o que se hallare
involucrado en asuntos judiciales en general. El vaciado de datos se ha efectuado en forma
manual.
3
LEY N 01/89
QUE APRUEBA Y RATIFICA LA CONVENCIN AMERICANA SOBRE
DERECHOS HUMANOS O PACTO DE SAN JOS DE COSTA RICA
EL CONGRESO DE LA NACIN PARAGUAYA SANCIONA CON
FUERZA DE
Ley
Art. 1
l3
3.
4.
5.
6.
l7
tratamiento .
6.Las penas privativas de libertad tendrn como finalidad esencial la reforma y la
l8
readaptacin social de los condenados .
Artculo 6
Prohibicin de la Esclavitud y Servidumbre
l. Nadie puede ser sometido a esclavitud o servidumbre, y tanto stas , como la trata
l9
de esclavos y la trata de mujeres estn prohibidas en todas sus formas .
2. Nadie debe ser constreido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio. En los
pases donde ciertos delitos tengan sealada pena privativa de la libertad
acompaada de trabajos forzosos, esta disposicin no podr ser interpretada en
el sentido que prohibe el cumplimiento de dicha pena impuesta por juez o tribunal
competente. El trabajo forzoso no debe afectar a la dignidad ni a la capacidad
20
fsica del recluido .
2l
3. No constituyen trabajo forzosos u obligatorio para los efectos de este artculo :
a) Los trabajos o servicios que se exigen normalmente de una persona recluida
en cumplimiento de sentencia o resolucin formal dictada por la autoridad
judicial competente. Tales trabajos o servicios debern realizarse bajo
vigilancia y control de las autoridades pblicas, y los individuos que los
efecten no sern puestos a disposicin de particulares, compaas, o
personas jurdicas de carcter privado;
b) El servicio militar y, en los pases donde se admite exencin por razones de
22
conciencia, el servicio nacional que la ley establezca en lugar de aqul ;
c) El servicio impuesto en casos de peligro o calamidad que amenace la
23
existencia o el bienestar de la comunidad , y
d) El trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones cvicas normales.
Artculo 7
Derecho a la Libertad Personal
24
l7
IX num. l pr. l; Convencin sobre los Derechos del Nio, art. 37 b); Cdigo Procesal Penal,
art. l.
2. Nadie puede ser privado de su libertad fsica, salvo por las causas y en las
condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Polticas de los Estados
25
Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas .
26
3. Nadie puede ser sometido a detencin o encarcelamiento arbitrarios .
4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detencin
27
y notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella .
5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendr derecho
a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio
de que contine el proceso. Su libertad podr estar condicionada a garantas que
28
aseguren su comparecencia en el juicio .
6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal
competente, a fin de que ste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o
detencin y ordene su libertad si el arresto o detencin fueran ilegales. En los
Estados Partes cuyas leyes prevn que toda persona que se viera amenazada de ser
privada de su libertad tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin
de que ste decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser
29
restringido ni abolido. Los recursos podrn interponerse por s o por otra persona .
7. Nadie ser detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad
30
judicial competente dictados por incumplimientos de deberes alimentarios .
Artculo 8
Garantas Judiciales
l. Toda persona tiene derecho a ser oda, con las debidas garantas y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciacin de cualquier acusacin
penal formulada contra ella, o para la determinacin de sus derechos y
3l
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carcter .
25
Constitucin, art. ll; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos,
art. IX pr. 3; Cdigo Penal, art. l; Cdigo Penal, art. 37 num. l; Cdigo Procesal Penal,
arts. 234 y sgtes, 239 y sgtes.
26
Constitucin, art. l2; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, art.
IX pr. 2; Cdigo Procesal Penal, arts. 234 y sgtes., 240 y sgtes.
27
Constitucin, art. l2 num. l; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Polticos, art. IX num. 2; Cdigo Procesal Penal, arts. 85, l36, l38, 236, 239 pr. 3, 240 pr.
2, 242 y sgtes., 290, 296.
28
Constitucin, arts. l2 num. 5, l9; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Polticos, art. IX num. 3; Cdigo Procesal Penal, arts. 2, l36 y sgtes., 234 y sgtes., 245.
29
Constitucin, art. l33; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos,
art. IX num. 4; Cdigo Procesal Penal, art. 240, 242 y sgtes.; Ley N l.500/99 Que
reglamenta la garanta constitucional del Hbeas Corpus.
30
Constitucin, art. l3; Cdigo Penal, art. 225.
3l
Constitucin, arts. l7 num. 2 y 3, 47 num. l; Ley N 5/92 Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Polticos, art. XIV num. l pr. 2; Cdigo Procesal Penal, arts. l, 2, 3,
9, l36.
32
Artculo 9
Principio de Legalidad y de Retroactividad
Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de
cometerse no fueran delictivos segn el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer
pena ms grave que la aplicable en el momento de la comisin del delito. Si con
posterioridad a la comisin del delito la ley dispone la imposicin de una pena ms
44
leve, el delincuente se beneficiar de ello .
Artculo 10
Derecho a Indemnizacin
Toda persona tiene derecho a ser indemnizada conforme a la ley en caso de haber
45
sido condenada en sentencia firme por error judicial .
Artculo 11
Proteccin de la Honra y de la Dignidad
l. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su
46
dignidad .
2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en
la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a
47
su honra o reputacin .
3.Toda persona tiene derecho a la proteccin de la ley contra esas injerencias o esos
48
ataques .
Artculo 12
Libertad de Conciencia y de Religin
l. Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religin. Este derecho
implica la libertad de conservar su religin o sus creencias, o de cambiar de
religin o de creencias, as como la libertad de profesar y divulgar su religin o sus
49
creencias, individual y colectivamente, tanto en publico como en privado .
2. Nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan menoscabar la libertad
50
de conservar su religin o sus creencias o de cambiar de religin o de creencias .
44
Constitucin, arts. l7 num. 3, 40; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Polticos, art. XV pr. l; Cdigo Penal, arts. l, 2, 5; Cdigo Procesal Penal, arts. l,
ll, 500.
45
Constitucin, arts. ll, l2, l6,l7 num. ll, 22, 39; Ley N 5/92 Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Polticos, arts. 9 num. 5, l4, l5; Convencin sobre los Derechos
del
Nio, art. 40.
46
Constitucin, art. 4.
47
Constitucin, arts. 33 pr. l, 36; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Polticos, art. XVII num. l.
48
Constitucin, art. 33 pr. 2; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Polticos, art. XVII num. 2.
49
Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, art. l8 num. l.
50
Constitucin, art. 24; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, art.
XVIII num. 2.
5l
2
0
Constitucin, art. 32; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, art.
XXI.
6l
Constitucin, art. 42; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, art.
XXII.
62
Constitucin, art. 49 y sgtes; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Polticos, art. XXIII; Cdigo de la Niez y la Adolescencia, art. 8.
2l
Ley 45/l99l Que establece el Divorcio Vincular del Matrimonio; Ley l/l992 De
Reforma Parcial del Cdigo Civil.
64
Cdigo Civil, art. 259l.
65
Constitucin, art. 54; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Polticos, art. XXIV num. l; Convencin sobre los Derechos del Nio, arts. l8, l9; Cdigo
de la Niez y la Adolescencia, art. l8.
66
Constitucin, art. 54 y sgtes.; Protocolo Adicional a la Convencin Americana sobre
Derechos Humanos,a rt. l6.
67
Constitucin, art. l46 y sgtes.; Ley N 5/92 Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Polticos, art. XXIV num. 3.
2
2
68
68
73
Artculo 27
75
Suspensin de Garantas
l. En caso de guerra, de peligro pblico o de otra emergencia que amenace la
independencia o seguridad del Estado Parte, ste podr adoptar disposiciones que,
en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la
situacin, suspendan las obligaciones contradas en virtud de esta Convencin,
siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las dems obligaciones
que les impone el derecho internacional y no entraen discriminacin alguna
76
fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religin u origen social .
2. La disposicin precedente no autoriza la suspensin de los derechos determinados
en los siguientes artculos: 3(Derecho al Reconocimiento de la Personalidad
Jurdica); 4(derecho a la Vida); 5(derecho a la Integridad Personal); 6(prohibicin
de la Esclavitud y servidumbre); 9(Principio de Legalidad y Retroactividad);
l2(Libertad de Conciencia y de Religin); l7(Proteccin a la Familia); l8(Derecho
al Nombre); l9(Derechos del Nio); 20(Derecho a la Nacionalidad), y 23
(Derechos Polticos), ni de las garantas judiciales indispensables para la
proteccin de tales derechos.
3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensin deber informar
inmediatamente a los dems Estados Partes en la presente Convencin, por
conducto del secretario General de la Organizacin de los Estados americanos, de
las disposiciones cuya aplicacin haya suspendido, de los motivos que hayan
suscitado la suspensin y de la fecha en que haya dado por terminada tal
suspensin;
Artculo 28
Clusula Federal
l. Cuando se trate de un Estado Parte constituido como Estado Federal, el gobierno
nacional de dicho Estado Parte Cumplir todas las disposiciones de la presente
convencin relacionadas con las materias sobre las que ejerce jurisdiccin
legislativa y judicial.
2. Con respecto a las disposiciones relativas a las materias que corresponden a la
jurisdiccin de las entidades componentes de la Federacin, el gobierno nacional
debe tomar de inmediato las medidas pertinentes, conforme a sus constitucin y
sus leyes, a fin de que las autoridades competentes de dichas entidades puedan
adoptar las disposiciones del caso para l cumplimiento de esta Convencin.
3. Cuando dos o ms Estados Partes acuerden integrar entre s una federacin u otra
clase de asociacin, cuidarn de que el pacto comunitario correspondiente
contenga las disposiciones necesarias para que continen hacindose efectivas en
el nuevo Estado as organizado, las normas de la presente Convencin.
Artculo 29
Normas de Interpretacin
75
Artculo 40
Los servicios de secretara de la Comisin deben ser desempeados por la unidad
funcional especializada que forma parte de la Secretara General de la Organizacin y
debe disponer de los recursos necesarios para cumplir las tareas que le sean
encomendadas por la Comisin.
Seccin 2. FUNCIONES
Artculo 41
La Comisin tiene la funcin principal de promover la observancia y la defensa de
los derechos humanos, y en ejercicio de su mandato tiene las siguientes
funciones y atribuciones:
a) Estimular la conciencia de los derechos humanos en los pueblos de Amrica;
b) Formular recomendaciones, cuando lo estime conveniente, a los gobiernos
de los Estados Miembros para que adopten medidas progresivas a favor de
los derechos humanos dentro del marco de sus leyes internas y sus preceptos
constitucionales, al igual que disposiciones apropiadas para fomentar el
debido respeto a esos derechos;
c) Preparar los estudios o informes que considere convenientes para el
desempeo de sus funciones;
d) Solicitar de los gobiernos de los Estados Miembros que le proporcionen
informes sobre las medidas que adopten en materia de derechos humanos;
e) Atender las consultas que, por medio de la Secretara General de la
Organizacin de los Estados Americanos, le formulen los Estados Miembros
en cuestiones relacionadas con los derechos h7umanos y, dentro de sus
posibilidades, les prestar el asesoramiento que stos le soliciten;
f) Actuar respecto de las peticiones y otras comunicaciones en ejercicio de su
autoridad de conformidad con lo dispuesto en los artculos 44 al 5l de esta
Convencin, y
g) Rendir un informe anual a la Asamblea General de la Organizacin de los
Estados Americanos.
Artculo 42
Los Estados Partes deben remitir a la Comisin copia de los informes y estudios que
en sus respectivos campos someten anualmente a las Comisiones Ejecutivas del
Consejo Interamericano Econmico y Social y del Consejo Interamericano para la
Educacin, la Ciencia y la Cultura, a fin que ella vele porque se promuevan los
derechos derivados de las normas econmicas, sociales y sobre educacin, ciencia y
Cultura, a fin de que aquella vele por que se promuevan los derechos derivados de las
normas econmicas, sociales y sobre educacin, ciencia y cultura, contenidas en la
Carta de la Organizacin de los Estados Americanos, reformada por el Protocolo de
Buenos Aires.
Artculo 43
Los Estados Partes se obligan a proporcionar a la Comisin las informaciones que
sta les solicite sobre la manera en que su derecho interno asegura la aplicacin
efectiva de cualesquiera disposiciones de esta Convencin.
Seccin 3. COMPETENCIA
Artculo 44
Cualquier persona o grupo de personas, o entidad no gubernamental legalmente
reconocida en uno o ms Estados Miembros de la Organizacin, puede presentar a la
Comisin peticiones que contengan denuncias o quejas de violacin de esta
Convencin por un Estado Parte.
Artculo 45
l. Todo Estado Parte puede, en el momento del depsito de su instrumento de
ratificacin o adhesin de esta Convencin, o en cualquier momento posterior,
declarar que reconoce la competencia de la Comisin para recibir y examinar las
comunicaciones en que un Estado Parte alegue que otro Estado Parte ha incurrido
en violaciones de los derechos humanos establecidos en esta Convencin.
2. Las Comunicaciones hechas en virtud del presente artculo solo se pueden admitir
y examinar si son presentadas por un Estado Parte que haya hecho una
declaracin por la cual reconozca la referida competencia de la Comisin. La
Comisin no admitir ninguna comunicacin contra un Estado Parte que no
haya hecho tal declaracin.
3.Las declaraciones sobre reconocimiento de competencia pueden hacerse para que
sta rija por tiempo indefinido, por un perodo determinado o para casos
especficos.
4.Las declaraciones se depositarn en la Secretara Genera de la Organizacin de los
Estados americanos, la que transmitir copia de las mismas a los Estados
Miembros de dicha Organizacin.
Artculo 46
l. Para que una peticin o comunicacin presentada conforme a los artculos 44 o
45 sea admitida por la Comisin, se requerir :
a) Que se hayan interpuesto y agotado los recursos de jurisdiccin interna, conforme
a los principios del Derecho Internacional generalmente reconocidos;
b) Que sea presentada dentro del plazo de seis meses, a partir de la fecha en que el
presunto lesionado en sus derechos haya sido notificado de la decisin definitiva;
c) Que la materia de la peticin o comunicacin no est pendiente de otro
procedimiento de arreglo internacional, y
d) Que en el caos del artculo 44 la peticin contenga el nombre, la nacionalidad, la
profesin, el domicilio y la firma de la persona o personas o del representante
legal de la entidad que somete la peticin.
2. Las disposiciones de los incisos l.a) y l.b) del presente artculo no se aplicarn
cuando:
violacin, tan slo con la presentacin de una peticin comunicacin que rena
todos los requisitos formales de admisibilidad.
Artculo 49
Si se ha llegado a una solucin amistosa con arreglo a las disposiciones del inciso l.f)
del Artculo 48 la Comisin redactar un informe que sers transmitido al peticionario
y a los Estados Partes en esta Convencin y comunicado despus, para su publicacin,
al Secretario General de la Organizacin de los Estados americanos. Este informe
contendr una breve exposicin de los hechos y de la solucin lograda. Si cualquiera
de las partes en el caso lo solicitan, se les suministrar la ms amplia informacin
posible.
Artculo 50
l. De no llegarse a una solucin, y dentro del plazo que fije el Estatuto de la
Comisin, sta redactar un informe en el que expondr los hechos y sus
conclusiones. Si el informe no representa, en todo o en parte, la opinin unnime
de los miembros de la Comisin, cualquiera de ellos podr agregar a dicho informe
su opinin por separado. Tambin se agregarn al informe las exposiciones
verbales o escritas que hayan hecho los interesados en virtud del inciso l.e) del
artculo 48.
2.El informe ser transmitido a los Estados interesados, quienes ni estarn facultados
para publicarlo.
3. Al transmitir el informe, la Comisin puede formular las proposiciones y
recomendaciones que juzgue adecuadas.
Artculo 51
l. Si en el plazo de tres meses, a partir de la remisin a los Estados interesados del
informe de la Comisin, el asunto no ha sido solucionado o sometido a la decisin
de la Corte por la Comisin o por el Estado interesado, aceptando su competencia,
la Comisin podr emitir, por mayora absoluta de votos de sus miembros, su
opinin y conclusiones sobre la cuestin sometida a su consideracin.
2.La Comisin har las recomendaciones pertinentes y fijar un plazo dentro del cual
el Estado debe tomar las medidas que le competan para remediar la situacin
examinada.
3. Transcurrido el perodo fijado, la Comisin decidir, por la mayora absoluta de
votos de sus miembros, si el Estado ha tomado o no medidas adecuadas o si
publica o no su informe.
CAPTULO VIII- LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS
HUMANOS
Seccin l. ORGANIZACIN
3l
Artculo 52
l. La Corte se compondr de siete jueces, nacionales de los Estados Miembros de la
Organizacin, elegidos a ttulo personal entre juristas de la ms alta autoridad
moral, de reconocida competencia en materia de derechos humanos, que renan las
condiciones requeridas para el ejercicio de las ms elevadas funciones judiciales
conforme a la ley del pas del cual sean nacionales o del Estado que los proponga
como candidatos.
2. No debe haber dos jueces de la misma nacionalidad.
Artculo 53
l. Los jueces de la Corte sern elegidos, en votacin secreta y por mayora absoluta de
votos de los Estados Partes en la Convencin, en la Asamblea General de la
Organizacin, de una lista de candidatos propuestos por esos mismo Estados.
2. Cada uno de los Estados Partes puede proponer hasta tres candidatos, nacionales
del Estado que los propone o de cualquier otro Estado Miembro de la
Organizacin de los Estados americanos. Cuando se proponga una terna, por lo
menos uno de los candidatos deber ser nacional de un Estado distinto del
proponente.
Artculo 54
l. Los jueces de la Corte sern elegidos para un perodo de seis aos y slo podrn ser
reelegidos una vez. El mandato de tres de los jueces designados en la primera
eleccin, expirar al cabo de tres aos. Inmediatamente despus de dicha eleccin,
se determinarn por sorteo en la asamblea General los nombres de estos tres
jueces.
2. El juez elegido reemplazar a otro cuyo mandato no ha expirado, completar el
perodo de ste.
3. Los jueces permanecern en funciones hasta el trmino de su mandato. Sin
embargo, seguirn conociendo de los casos a que ya se hubieran abocado y que se
encuentren en estado de sentencia, a cuyos efectos no sern sustituidos por los
nuevos jueces elegidos.
Artculo 55
l. El juez que sea nacional de alguno de los Estados Partes en el caso sometido a la
Corte, conservar su derecho a conocer del mismo.
2.Si uno de los jueces llamados a conocer del caso fuere de la nacionalidad de uno de
los Estados Partes, otro Estado Parte en el caso podr designar a una persona de su
eleccin para que integre la Corte en calidad de juez ad hoc.
3.Si entre los jueces llamados a conocer del caso ninguno fuere de la nacionalidad de
los Estados Partes, cada uno de stos podr designar un juez ad hoc.
4. El juez ad hoc debe reunir las calidades sealadas en el artculo 52.
5.Si varios Estados Partes en la Convencin tuvieren un mismo inters en el caso, se
considerarn como una sola parte para los fines de las disposiciones precedentes.
En caso de duda, la Corte decidir.
Artculo 56
El qurum para las deliberaciones de la Corte es de cinco jueces.
Artculo 57
La Comisin comparecer en todos los casos en la Corte.
Artculo 58
l. La Corte tendr su sede en el lugar que determinen, en la Asamblea General de la
Organizacin, los Estados Partes en la Convencin, pero podr celebrar reuniones
en el territorio de cualquier Estado Miembro de la Organizacin de los Estados
Americanos en que lo considere conveniente por mayora de sus miembros y
previa aquiescencia del Estado respectivo. Los Estados Partes en la Convencin
pueden, en la Asamblea General por dos tercios de sus votos, cambiar la sede de la
Corte.
2. La Corte designar a su secretario.
3. El Secretario residir en la sede de la Corte y deber asistir a las reuniones que
ella celebre fuera de la misma.
Artculo 59
La Secretara de la Corte ser establecida por sta y funcionar bajo la direccin del
Secretario de la Corte, de acuerdo con las normas administrativas de la Secretara
General de la Organizacin en todo lo que no sea incompatible con la independencia
de la Corte. Sus funcionarios sern nombrados por el Secretario General de la
Organizacin, en consulta con el Secretario de la Corte.
Artculo 60
La Corte preparar su Estatuto y lo someter a la aprobacin de la Asamblea General,
y dictar su Reglamento.
Seccin 2. COMPETENCIA Y FUNCIONES
Artculo 61
l. Slo los Estados Partes y la Comisin tienen derecho a someter un caso a la
decisin de la Corte.
2. Para que la Corte pueda conocer de cualquier caso, es necesario que sean agotados
los procedimientos revistos en los artculos 48 a 50.
Artculo 62
l. Todo Estado Parte puede, en el momento del depsito de su instrumento de
ratificacin o adhesin de esta Convencin, o en cualquier momento posterior,
declarar que reconoce como obligatoria de pleno derecho y sin convencin
especial, la competencia de la Corte sobre todos los casos relativos a la
interpretacin o aplicacin de esta Convencin.
3
3
Artculo 77
l. De acuerdo con la facultad establecida en el artculo 3l, cualquier Estado Parte y la
Comisin podrn someter a la consideracin de los Estados Partes reunidos con
ocasin de la asamblea General, proyectos de protocolos adicionales a esta
Convencin, con la finalidad de incluir progresivamente en el rgimen de
proteccin de la misma otros derechos y libertades.
2. Cada protocolo debe fijar las modalidades de su entrada en vigor, y se aplicar slo
entre los Estados Partes en el mismo.
Artculo 78
l. Los Estados Partes podrn denunciar esta Convencin despus de la expiracin de
un plazo de cinco aos a partir de la fecha de entrada en vigor de la misma y
mediante un preaviso de un ao, notificando al Secretario General de la
Organizacin, quien debe informar a las otras Partes.
2. Dicha denuncia no tendr por efecto desligar al Estado Parte interesado de las
obligaciones contenidas en esta Convencin en lo que concierne a todo hecho que,
pudiendo constituir una violacin de esas obligaciones, haya sido cumplido por l
anteriormente a la fecha en la cual la denuncia produce efecto.
Captulo XI. DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Seccin 1. COMISIN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Artculo 79
Al entrar en vigor esta Convencin, el Secretario General pedir por escrito a cada
Estado Miembro de la Organizacin que presente, dentro de un plazo de noventa das,
sus candidatos para miembros de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos.
El secretario General preparar una lista por orden alfabtico de los candidatos
presentados y la comunicar a los Estados Miembros de la Organizacin al menos
treinta das antes de la prxima Asamblea General.
Artculo 80
La eleccin de miembros de la Comisin se har de entre los candidatos que figuren
en la lista a que se refiere el artculo 79, por votacin secreta de la Asamblea General
y se declararn elegidos los candidatos que obtengan mayor nmero de votos y la
mayora absoluta de los votos de los representantes de los Estados Miembros. Si para
elegir a todos los miembros de la Comisin resultare necesario efectuar varias
votaciones, se eliminarn sucesivamente, en la forma que determine la Asamblea
General, a los candidatos que reciban menor nmero de votos.
Seccin 2. CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Artculo 81
Al entrar en vigor esta Convencin, el Secretario General pedir por escrito a cada
Estado Parte que presente, dentro de un plazo de noventa das, sus candidatos para
jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El Secretario General
preparar una lista por orden alfabtico de los candidatos presentados y la comunicar
a los Estados Partes por lo menos treinta das antes de la prxima Asamblea General.
Artculo 82
La eleccin de jueces de la Corte se har de entre los candidatos que figuren en la
lista a que se refiere el artculo 8l, por votacin secreta de los Estados Partes en la
Asamblea General y se declararn elegidos los candidatos que obtengan mayor
nmero de votos y la mayora absoluta de los votos de los representantes de los
Estados Partes. Si para elegir a todos los jueces de la Corte resultare necesario
efectuar varias votaciones, se eliminar sucesivamente, en la forma que determinen
los Estados Partes, a los candidatos que reciban menor nmero de votos.
Art. 2 Comunquese al Poder Ejecutivo.
Aprobada por la Cmara de Senadores el trece de junio del ao un mil novecientos
ochenta y nueve y por la Cmara de Diputados, sancionndose la Ley, el catorce de
julio del ao un mil novecientos ochenta y nueve.
El Presidente de la Cmara de
Senadores
Alberto Nogus
Evelio Fernndez
Arvalos
Secretario Parlamentario
LEY N 1040/97
QUE APRUEBA EL PROTOCOLO DE SAN SALVADOR
EL CONGRESO DE LA NACIN PARAGUAYA SANCIONA CON FUERZA
DE
LEY
Artculo 1.- Aprubase el Protocolo Adicional a La Convencin Americana sobre
Derechos Humanos en Materia de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales
(Protocolo de San Salvador), suscrito en San Salvador, el Salvador , el l7 de
noviembre de l988, durante el Dcimo Octavo Periodo de Sesiones de la Asamblea
General de la OEA, cuyo texto es como sigue:
PROTOCOLO ADICIONAL A LA
CONVENCIN AMERICANA SOBRE DERECHOS
HUMANOS
EN MATERIA DE
DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES Y CULTURALES
"PROTOCOLO DE SAN SALVADOR"
Prembulo
Los Estados partes en la Convencin Americana sobre Derechos Humanos
"Pacto de San Jos de Costa Rica",
Reafirmando su propsito de consolidar en este Continente, dentro del cuadro
de las instituciones democrticas, un rgimen de libertad personal y de justicia social,
fundado en el respeto de los derechos humanos esenciales del hombre;
Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de
ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos
de la persona humana, razn por la cual justifican una proteccin internacional, de
naturaleza convencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho
interno de los Estados americanos;
Considerando la estrecha relacin que existe entre la vigencia de los derechos
econmicos, sociales y culturales y la de los derechos civiles y polticos, por cuanto
las diferentes categoras de derechos constituyen un todo indisoluble que encuentra su
base en el reconocimiento de la dignidad de la persona humana, por lo cual exigen
una tutela y promocin permanente con el objeto de lograr su vigencia plena, sin
que jams pueda justificarse la violacin de unos en aras de la realizacin de otros;
Reconociendo los beneficios que derivan del fomento y desarrollo de la
cooperacin entre los Estados y de las relaciones internacionales;
Recordando que, con arreglo a la Declaracin Universal de los Derechos
Humanos y a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, slo puede
realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean
condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos econmicos, sociales
y culturales, tanto como de sus derechos civiles y polticos;
Teniendo presente que si bien los derechos econmicos, sociales y culturales
fundamentales han sido reconocidos en anteriores instrumentos internacionales, tanto
de mbito universal como regional, resulta de gran importancia que stos sean
reafirmados, desarrollados, perfeccionados y protegidos en funcin de consolidar en
Amrica, sobre la base del respeto integral a los derechos de la persona, el rgimen
democrtico representativo de gobierno, as como el derecho de sus pueblos al
desarrollo, a la libre determinacin y a disponer libremente de sus riquezas y recursos
naturales, y considerando que la Convencin Americana sobre Derechos Humanos
establece que pueden someterse a la consideracin de los Estados partes reunidos con
ocasin de la Asamblea General de la Organizacin de los Estados Americanos
proyectos de protocolos adicionales a esa Convencin con la finalidad de incluir
progresivamente en el rgimen de proteccin de la misma otros derechos y libertades,
Han convenido en el siguiente Protocolo Adicional a la Convencin Americana
sobre Derechos Humanos "Protocolo de San Salvador":
Artculo 1
Obligacin de Adoptar Medidas
Los Estados partes en el presente Protocolo Adicional a la Convencin Americana
sobre Derechos Humanos se comprometen a adoptar las medidas necesarias tanto de
orden interno como mediante la cooperacin entre los Estados, especialmente
econmica y tcnica, hasta el mximo de los recursos disponibles y tomando en
cuenta su grado de desarrollo, a fin de lograr progresivamente, y de conformidad con
la legislacin interna, la plena efectividad de los derechos que se reconocen en el
presente Protocolo.
Artculo 2
Obligacin de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno
Si el ejercicio de los derechos establecidos en el presente Protocolo no estuviera ya
garantizado por disposiciones legislativas o de otro carcter, los Estados partes se
comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las
disposiciones de este Protocolo las medidas legislativas o de otro carcter que fueren
necesarias para hacer efectivos tales derechos.
Artculo 3
Obligacin de no
Discriminacin
Los Estados partes en el presente Protocolo se comprometen a garantizar el ejercicio
de los derechos que en l se enuncian, sin discriminacin alguna por motivos de raza,
color, sexo, idioma, religin, opiniones polticas o de cualquier otra ndole, origen
77
nacional o social, posicin econmica, nacimiento o cualquier otra condicin social .
Artculo 4
No Admisin de Restricciones
No podr restringirse o menoscabarse ninguno de los derechos reconocidos o vigentes
en un Estado en virtud de su legislacin interna o de convenciones internacionales, a
77
78
4l
85
Constitucin, art. 87; Cdigo del Trabajo, art. l0; Cdigo de la Niez y la Adolescencia, arts.
52 y sgtes., 58 y sgtes., 63 y sgtes.
86
Constitucin, art. 87.
87
Constitucin, art. 94; Cdigo del Trabajo, arts. 9l, 94-l02.
88
Constitucin, arts. 95, 99; Cdigo del Trabajo, arts. 272-282.
89
Constitucin, art. 90; Cdigo del Trabajo, art. l2l y sgtes.
90
Constitucin, art. 92.
4
2
9l
4
3
b. el derecho a la huelga .
2. El ejercicio de los derechos enunciados precedentemente slo puede estar sujeto a las
limitaciones y restricciones previstas por la ley, siempre que stos sean propios a una
sociedad democrtica, necesarios para salvaguardar el orden pblico, para proteger la
salud o la moral pblicas, as como los derechos y las libertades de los dems.
Los miembros de las fuerzas armadas y de polica, al igual que los de otros
servicios pblicos esenciales, estarn sujetos a las limitaciones y restricciones que
94
imponga la ley .
3. Nadie podr ser obligado a pertenecer a un sindicato.
Artculo 9
95
Derecho a la Seguridad Social
l. Toda persona tiene derecho a la seguridad social que la proteja contra las
consecuencias de la vejez y de la incapacidad que la imposibilite fsica o mentalmente
para obtener los medios para llevar una vida digna y decorosa. En caso de muerte del
beneficiario, las prestaciones de seguridad social sern aplicadas a sus dependientes.
2. Cuando se trate de personas que se encuentran trabajando, el derecho a la seguridad
social cubrir al menos la atencin mdica y el subsidio o jubilacin en casos de
accidentes de trabajo o de enfermedad profesional y, cuando se trate de mujeres,
96
licencia retribuida por maternidad antes y despus del parto .
Artculo 10
97
Derecho a la Salud
l. Toda persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del ms alto nivel
98
de bienestar fsico, mental y socia l.
2. Con el fin de hacer efectivo el derecho a la salud los Estados partes se
comprometen a reconocer la salud como un bien pblico y particularmente a adoptar
99
las siguientes medidas para garantizar este derecho :
92
l00
Constitucin, arts. 7, 8.
Constitucin, art. 7.
l02
Constitucin, art. 8.
l03
Cdigo de la Niez y la Adolescencia, art. 7l.
l04
Constitucin, art. 54.
l05
Constitucin, arts. 73-85.
l0l
l06
l06
4
6
l09
ll0
Constitucin, art.
74.
45
Artculo 14
Derecho a los Beneficios de la Cultura
l. Los Estados partes en el presente Protocolo reconocen el derecho de toda persona a:
a. participar en la vida cultural y artstica de la comunidad;
b. gozar de los beneficios del progreso cientfico y tecnolgico;
c. beneficiarse de la proteccin de los intereses morales y materiales que le
correspondan por razn de las producciones cientficas, literarias o artsticas de que
sea autora.
2. Entre las medidas que los Estados partes en el presente Protocolo debern adoptar
para asegurar el pleno ejercicio de este derecho figurarn las necesarias para
lll
la conservacin, el desarrollo y la difusin de la ciencia, la cultura y el arte .
3. Los Estados partes en el presente Protocolo se comprometen a respetar la
indispensable libertad para la investigacin cientfica y para la actividad creadora.
4. Los Estados partes en el presente Protocolo reconocen los beneficios que se derivan
del fomento y desarrollo de la cooperacin y de las relaciones internacionales en
cuestiones cientficas, artsticas y culturales, y en este sentido se comprometen a
propiciar una mayor cooperacin internacional sobre la materia.
Artculo 15
112
Derecho a la Constitucin y Proteccin de la Familia
l. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida
por el Estado quien deber velar por el mejoramiento de su situacin moral y
ll3
material .
2. Toda persona tiene derecho a constituir familia, el que ejercer de acuerdo con las
ll4
disposiciones de la correspondiente legislacin interna .
3. Los Estados partes mediante el presente Protocolo se comprometen a brindar
adecuada proteccin al grupo familiar y en especial a:
a. conceder atencin y ayuda especiales a la madre antes y durante un lapso razonable
ll5
despus del parto ;
lll
ll6
47
Artculo 18
Proteccin de los
120
Minusvlidos
Toda persona afectada por una disminucin de sus capacidades fsicas o mentales
tiene derecho a recibir una atencin especial con el fin de alcanzar el mximo
desarrollo de su personalidad. Con tal fin, los Estados partes se comprometen a
adoptar las medidas que sean necesarias para ese propsito y en especial a:
a. ejecutar programas especficos destinados a proporcionar a los minusvlidos los
recursos y el ambiente necesario para alcanzar ese objetivo, incluidos programas
laborales adecuados a sus posibilidades y que debern ser libremente aceptados por
ellos o por sus representantes legales, en su caso;
b. proporcionar formacin especial a los familiares de los minusvlidos a fin de
ayudarlos a resolver los problemas de convivencia y convertirlos en agentes activos
del desarrollo fsico, mental y emocional de stos;
c. incluir de manera prioritaria en sus planes de desarrollo urbano la consideracin de
soluciones a los requerimientos especficos generados por las necesidades de este
grupo;
d. estimular la formacin de organizaciones sociales en las que los minusvlidos
puedan desarrollar una vida plena.
Artculo 19
Medios de Proteccin
l. Los Estados partes en el presente Protocolo se comprometen a presentar, de
conformidad con lo dispuesto por este artculo y por las correspondientes normas que
al efecto deber elaborar la Asamblea General de la Organizacin de los Estados
Americanos, informes peridicos respecto de las medidas progresivas que hayan
adoptado para asegurar el debido respeto de los derechos consagrados en el mismo
Protocolo.
2. Todos los informes sern presentados al Secretario General de la Organizacin de los
Estados Americanos quien los transmitir al Consejo Interamericano Econmico y
Social y al Consejo Interamericano para la Educacin, la Ciencia y la Cultura, a fin de
que los examinen conforme a lo dispuesto en el presente artculo. El Secretario
General enviar copia de tales informes a la Comisin Interamericana de Derechos
Humanos.
3. El Secretario General de la Organizacin de los Estados Americanos transmitir
tambin a los organismos especializados del sistema interamericano, de los cuales
sean miembros los Estados partes en el presente Protocolo, copias de los informes
l20
Constitucin, art. 58; Ley N 780/79 Que crea el Instituto Nacional de Proteccin a
personas excepcionales (INPRO); Ley N l22/90 Que establece derechos y privilegios para
los impedidos; Cdigo de la Niez y la Adolescencia, art. 22.
enviados o de las partes pertinentes de stos, en la medida en que tengan relacin con
materias que sean de la competencia de dichos organismos, conforme a sus
instrumentos constitutivos.
4. Los organismos especializados del sistema interamericano podrn presentar al
Consejo Interamericano Econmico y Social y al Consejo Interamericano para la
Educacin, la Ciencia y la Cultura informes relativos al cumplimiento de las
disposiciones del presente Protocolo, en el campo de sus actividades.
5. Los informes anuales que presenten a la Asamblea General el Consejo Interamericano
Econmico y Social y el Consejo Interamericano para la Educacin, la Ciencia y la
Cultura contendrn un resumen de la informacin recibida de los Estados partes en el
presente Protocolo y de los organismos especializados acerca de las medidas
progresivas adoptadas a fin de asegurar el respeto de los derechos reconocidos en el
propio Protocolo y las recomendaciones de carcter general que al respecto se estimen
pertinentes.
6. En el caso de que los derechos establecidos en el prrafo a) del artculo 8 y en el
artculo l3 fuesen violados por una accin imputable directamente a un Estado parte
del presente Protocolo, tal situacin podra dar lugar, mediante la participacin de la
Comisin Interamericana de Derechos Humanos, y cuando proceda de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, a la aplicacin del sistema de peticiones
individuales regulado por los artculos 44 a 5l y 6l a 69 de la Convencin Americana
sobre Derechos Humanos.
7. Sin perjuicio de lo dispuesto en el prrafo anterior, la Comisin Interamericana de
Derechos Humanos podr formular las observaciones y recomendaciones que
considere pertinentes sobre la situacin de los derechos econmicos, sociales y
culturales establecidos en el presente Protocolo en todos o en algunos de los Estados
partes, las que podr incluir en el Informe Anual a la Asamblea General o en un
Informe Especial, segn lo considere ms apropiado.
8. Los Consejos y la Comisin Interamericana de Derechos Humanos en ejercicio de las
funciones que se les confieren en el presente artculo tendrn en cuenta la naturaleza
progresiva de la vigencia de los derechos objeto de proteccin por este Protocolo.
Artculo 20
Reservas
Los Estados partes podrn formular reservas sobre una o ms disposiciones
especficas del presente Protocolo al momento de aprobarlo, firmarlo, ratificarlo o
adherir a l, siempre que no sean incompatibles con el objeto y el fin del Protocolo.
Artculo 21
Firma, Ratificacin o Adhesin
Entrada en Vigor
49
5l
LEY N 1.557/2000
QUE APRUEBA EL PROTOCOLO DE LA CONVENCIN AMERICANA
SOBRE DERECHOS HUMANOS RELATIVO A LA ABOLICIN DE LA
PENA DE MUERTE
EL CONGRESO DE LA NACIN PARAGUAYA
SANCIONA CON FUERZA DE
LEY
Art. 1 Aprebase el Protocolo de la Convencin Americana sobre Derechos
Humanos relativo a la Abolicin de la Pena de Muerte, adoptado en Asuncin,
el 8 de junio de l999, cuyo texto es como sigue:
PROTOCOLO A LA CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS
HUMANOS RELATIVO A LA ABOLICION DE LA PENA DE MUERTE
PREMBULO
LOS ESTADOS PARTE EN EL PRESENTE PROTOCOLO;
CONSIDERANDO:
Que el artculo 4 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos
reconoce el derecho a la vida y restringe la aplicacin de la pena de muerte;
Que toda persona tiene el derecho inalienable a que se le respete su vida sin
que este derecho pueda ser suspendido por ninguna causa;
Que la tendencia en los Estados Americanos es favorable a la abolicin de la
pena de muerte;
Que la aplicacin de la pena de muerte produce consecuencias irreparables
que impiden subsanar el error judicial y eliminar toda posibilidad de enmienda y
rehabilitacin del procesado;
Que la abolicin de la pena de muerte contribuye a asegurar una proteccin
ms efectiva del derecho a la vida;
Que es necesario alcanzar un acuerdo internacional que signifique un
desarrollo progresivo de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos; y
Que Estados Parte en la Convencin Americana de Derechos Humanos han
expresado su propsito de comprometerse mediante un acuerdo internacional, con el
fin de consolidar la prctica de la no aplicacin de la pena de muerte dentro del
l2l
continente americano .
l2l
Las penas tienen como primer efecto el de compensar el desorden introducido por la falta .
Cuando la pena es aceptada voluntariamente por el culpable, tiene un valor de expiacin. La
pena tiene como efecto, adems, preservar el orden pblico y la seguridad de las personas.
Finalmente tiene tambin un valor medicinal, puesto que debe, en la medida de lo posible,
contribuir a la enmienda del culpable.
La enseanza tradicional de la iglesia no excluye, supuesta la plena comprobacin de la
identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte, si sta fuera el
nico camino posible para defender eficazmente del agresor injusto, las vidas humanas.
Pero si los medios incruentos bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las
personas la autoridad se limitar a estos medios, porque ellos corresponden mejor a las
condiciones concretas del bien comn y son ms conformes con la dignidad de la persona
humana (Catecismo de la Iglesia Catlica. Con las ltimas correcciones hechas por la Santa
Sde de Roma, pg. 663).
l22
Hilda Mayeregger
Secretaria Parlamentaria
Asuncin, 6 de junio de 2000
JURISPRUDENCIA NACIONAL
y que por universal consenso, se estiman los fundamentos mismos requeridos para la
vigencia de los derechos humanos, es decir, aquellas prerrogativas fundamentales de
toda persona, sin los cuales su dignidad se encuentra pretenda o amenazada.
Esta postura inicial asentada en nuestra carta fundamental, es la que inspira el
desarrollo posterior de toda la nominacin positiva de la misma, en necesaria
coherencia y correspondencia. En efecto, nuestra Constitucin siguiendo el
precedente sentado por la Declaracin Universal de los Derechos Humanos de las
Naciones Unidas, en su primera parte, no enuncia taxativamente, ni mucho menos, los
derechos humanos que hacen a esa dignidad de las personas. Simplemente consigna
aquellos que considera fundamentales a los fines arriba mencionados, con la clara
advertencia (art.45) de que tal enunciacin "no debe entenderse como negacin de
otros que, siendo inherentes a la personalidad humana, no figuren expresamente en
ella", y por el contrario estableciendo, tambin, que cualquier modificacin de tal
enunciacin solo puede darse por medio de la reforma y no la enmienda de la
Constitucin (art.290).
Esta enunciacin de estos derechos fundamentales y la particin del texto en
dos partes, la primera que contiene tal enunciacin y concretas garantas para su
vigencia, y una segunda, claramente diferenciada que organiza el Estado, brinda
tambin idea cabal de que estos derechos existen con independencia del propio Estado
que, por el contrario, resultan de imperativa observancia por este. En otras palabras, el
Estado se organiza para darles vigencia y validez y no para limitarlos o coartarlos.
Las referencias que quedan puntualizadas, se formulan a los efectos de
explicitar los fundamentos que determinan y habilitan una consideracin en
profundidad del tema trado a discusin. Fundado en consideraciones similares dice el
tratadista Bidart Campos: "Los concebimos los derechos polticos con la mayor
amplitud posible .Seguramente, valoramos que en su mdula se ubica el derecho
electoral activo y pasivo, o sea, el derecho a elegir y ser elegido. Pero, por qu y para
qu? En la pregunta reside la clave para comprender y valorar todo el espectro
plrimo de la libertad poltica. No seria ocioso contestar los interrogantes sugeridos
con la misma respuesta con que damos razn de los derechos civiles clsicos, y de los
derechos sociales que vinieron a acoplrseles como derechos de la segunda
generacin. La respuesta bsica es sta: porque el hombre es una persona. Y de
inmediato: porque como persona se hace parte de la comunidad poltica y se integra a
ella, con toda la carga gravitante de su dignidad y de su libertad" agregando ms
adelante: "Cuando en la convivencia poltica y en la organizacin jurdica en que la
persona est inmersa se juegan su libertad y sus derechos, no es aventurado insistir en
que los hombres tienen inters ms que suficiente para participar e intervenir
libremente en orden a: quien ha de gobernarlos, cmo ha de gobernarlos, y para qu
ha de gobernarlos, lo que nos retrotrae a la trinidad ya apuntada: la nominacin de
los gobernantes en la etapa de formacin del elenco de poder; la intervencin en el
proceso de ejercicio del poder; el acceso a la distribucin del beneficio que es
resultado del ejercicio del poder" (Constitucin y Derechos Humanos, Ed.Ediar,
B.Aires, l99l ps.205,209).
En otras palabras, y esto es cuanto me interesaba resaltar, el derecho del
sufragio, dentro del cual se halla inserta la cuestin en estudio, es un derecho humano
fundamental. Desde luego asi se halla establecido en la Declaracin Universal
(art.2l), Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos (art.2l) y Pacto de San
Jos de Costa Rica (art.23) entre otros.
6l
Es evidente, por tanto, que la seguridad jurdica, es una exigencia del Derecho
en general, que se incorpora necesariamente en nuestro orden constitucional como una
exigencia que emerge de la propia conceptuacin del Estado como un "Estado de
Derecho" desplegndose la aplicacin del mencionado valor, en diversas
disposiciones del propio texto constitucional, algunas de las cuales las hemos
sealado. Quiere decir, entonces, que el respeto a la seguridad jurdica que dimana de
la permanencia y estabilidad de las leyes, constituye una exigencia de nuestro orden
constitucional.
4) Si el Estado que estatuye la Constitucin es un Estado de derecho, como medio de
concrecin de ese orden jurdico, la misma preve que el gobierno ser democrtico
LA REPUBLICA DEL PARAGUAY adopta para su gobierno la democracia
representativa, participativa y pluralista art. l , 2 parte . y el art 2 enfticamente seala
que la soberana reside en el pueblo, que la ejerce, conforme con lo dispuesto en esta
Constitucin.
A qu aludimos cuando hablamos de democracia?. De entre las numerosas
conceptuaciones existentes, una de las ltimas, en la teora poltica, es la de Giovanni
Sartori a la que apelamos, al solo efecto de explicitar tericamente la cuestin. Dice
este autor: "Puesto que para contar con una democracia debemos tener, hasta cierto
punto, un gobierno del pueblo, preguntmonos inmediatamente: Cuando
encontramos un "pueblo gobernantes, el demos en acto o funcin de gobierno?. La
respuesta es: en las elecciones. No se trata de una minimizacin, puesto que el
proceso democrtico est encapsulado en las elecciones y en el hecho de elegir. De
un lado, y en primer lugar, las elecciones constatan el consenso y eliminan el
consenso presunto o fraudulento" (Teora de la democracia, Ed. Rep. argentina,
B.Aires,l990, p.ll6). Notemos que, jurdicamente, el autor que seguimos alude al
consenso autntico; es decir, nada puede fundarse, jurdicamente, sin este hecho
jurigeno. As dice: "la caracterstica definitorio general del consensus-aceptacin es
un "compartir" que de alguna manera vincula (obliga). Pero un compartir qu?
Respecto de la teora de la democracia hay que distinguir claramente al menos tres
posibles objetos compatibles:
a) valores fundamentales (tales como la libertad y la igualdad) que estructuran el
sistema de creencias; b) reglas del juego, o procedimientos; c) gobiernos y polticas
gubernamentales especficas. Estos objetos de consenso y de disenso pueden
convertirse respectivamente siguiendo a Easton, en tres niveles de consenso: a)
consenso a nivel de comunidad, o consenso bsico; b) consenso a nivel de rgimen, o
consenso procedimental; c) consenso a nivel de accin poltica, o "consenso poltico"
(p. l22). En relacin con el consenso en materia procedimental agrega: "En una
democracia, esta regla es la regla de la mayora. Lo que quiere decir que a menos y
hasta que la regla de juego" o el principio de la mayora se aceptado por la
generalidad, una democracia carece de norma para procesar los conflictos internos, y
apenas puede empezar a funcionar como una democracia. Resulta claro, por tanto,
que el consenso procedimental, y concretamente el consenso sobre la regla de
solucin de los conflictos, es la condicin sine qua non de la democracia. En
consecuencia, es adecuado hablar del consenso procedimental como consenso
relacionado con el rgimen. Si no se acepta el principio de mayora, o al menos se le
presta conformidad, lo que no se acepta es la democracia como rgimen" (p. l24).
No pueden existir dudas respecto de que en nuestro pas existe un consenso
bsico, fundamental en relacin con la afirmacin de los valores de libertad, igualdad
y justicia plasmados en un orden que asigna al Estado el deber de organizar la
6
3
convivencia fundada en el Derecho. Tampoco cabe discutir que este Estado para
operar establece un gobierno que necesariamente debe ser democrtico. Ahora bien,
6
4
individual) (art. 3) el art. ll7 que otorga el derecho del sufragio a los ciudadanos
(individuales, por supuesto) y el l20 que establece quienes son los electores (siempre
individuos). No est clara la legitimacin activa de una Partido para representar a sus
afiliados como -electores individuales. Fue justamente este problema el que llev a la
doctrina y la jurisprudencia a crear la doctrina de los intereses difusos, pues la Corte
Suprema norteamericana rechaz importantes demandas relativas al medio ambientes,
porque los peticionantes no haban demostrado el dao concreto que individual y
actualmente los afectaba. Pero, repito, los derechos electorales no son colectivos ni
difusos y no pueden compararse con los casos citados en el art. 38 de la Constitucin
Nacional. ("Toda persona tiene derecho, individual o colectivamente, a reclamar a las
autoridades pblicas, medidas para la defensa del ambiente, de la integridad del
hbitat, de la salubridad pblica, del acervo cultural nacional, de los intereses del
consumidor y de otros que, por su naturaleza jurdica, pertenezcan a la comunidad y
hagan relacin con la calidad de vida y con el patrimonio colectivo").
Como consecuencia de este enfoque, en mi concepto errneo, en ningun
prrafo de la demanda se individualiza cules son los daos que la Renovacin del
Padrn Permanente produjo a la A.N.R., en especial o a sus votantes en particular ni
se especifica quienes son esos votantes. En realidad los nombres de los presuntos
votantes de un partido solo surgen de su padrn interno y no del Padrn Permanente
que se cuestiona. Esto mismo vicio se advierte en cuanto a la cita de artculos de la
Constitucin Nacional supuestamente violados por los actos normativos impugnados,
se citan artculos y principios extremadamente generales pero no se cita principio ni
nonna alguna violados por la creacin de un Registro Permanente totalmente nuevo.
Tampoco se alega claramente y mucho menos se prueba cul es la lesin concreta
producida por la norma impugnada a los electores afiliados al partido accionante. (El
Art. l2 de la Ley 609/95, autoriza incluso el rechazo in limine si no se alega dicha
lesin concreta).
Los asertos que anteceden me parecen suficientes para rechazar la accin de
inconstitucionalidad incoada y no creo necesario agregar y desarrollar otro tipo de
argumentaciones, que tambin existen, como las que se relacionan con el hecho de
que la actora particip con sus representantes en toda la confeccin del nuevo
Padrn, alent a sus afiliados a inscribirse y luego de concluida la factura del
mismo, realiz actos funcionales dentro del periodo de tachas y reclamos. No se
puede dejar de considerar la conducta de la actora anterior y posterior a la iniciacin
de la demanda. Sobre la anterior, valdra recordar la doctrina del "acatamiento
voluntario a un determinado rgimen jurdico" (Alberto B. Bianchi, Control de
Constitucionalidad, pg. l82) y sobre la conducta posterior, la del "desistimiento
tcito" (como cuando el deudor que inicia una accin de inconstitucionalidad
presenta una liquidacin para pagar la deuda). Las doctrinas de las "renuncia de
derechos" o la de los "actos propios" son suficientes para fundamentar la incidencia
de la conducta de las partes en una accin de inconstitucionalidad.
Por todos estos motivos voto por el rechazo de la accin planteada A su
turno el Doctor LEZCANO CLAUDE dijo: "I) La presente accin de
inconstitucionalidad debi haber sido rechazada "in limine" debido a su
extemporaneidad.-Indudablemente se trata de materia electoral", por lo que la accin
de inconstitucionalidad promovida ante la Corte Suprema de Justicia se rige por las
disposiciones del Capitulo Vlll, "Normas procesales", de la Ley No 635/953 y
especficamente por las de la Seccin V De la inconstitucionalidad". Slo en forma
supletorio se deben aplicar las disposiciones de la Ley que organiza la Corte Suprema
de Justicia y las del Cdigo Procesal Civil (Cfr. articulo 70, de la Ley No 635/95).
Por tanto, de conformidad con el articulo 7l de la ley citada, el plazo para
deducir la accin ser de cinco Daz, a partir del conocimiento del instrumento
normativo o resolucin judicial impugnado". Por ello, la interposicin de la presente
accin deviene completamente extemporneo, y este nico motivo ya resulta
suficiente para su rechazo.
La imprescriptibilidad de la accin de inconstitucionalidad contra actos
normativos de carcter general, consagrada por el articulo 55l del Cdigo Procesal
Civil, no rige cuando se trata de "materia electoral", como en el presente caso, segn,
lo establece el articulo 70 de la Ley No 635/95. En efecto, dicho precepto relega las
disposiciones del citado cuerpo legal al nivel de normas supletorias, es decir, slo
aplicables en tanto y en cuanto las prescripciones pertinentes de la ley especial fueren
insuficientes.
Esto es as, pues, como establece el articulo 7 del Cdigo Civil, "las
disposiciones especiales no derogan a las generales, ni estas a aqullas, salvo que se
refieran a la misma materia para dejarla sin efecto, explicita o implcitamente".
El articulo 5 de Ley N 635/95 dispone que contra las resoluciones del
Tribunal Superior de Justicia Electoral "slo cabe la accin de inconstitucionalidad".
Ms adelante, en el capitulo y la seccin sealados precedentemente, se
establecen normas que regulan en forma especial la accin de inconstitucionalidad en
materia electoral. Por ello, entendemos el articulo 7l debe ser tomado como una de
estas normas especiales, aplicable a cualquier caso que pueda ser considerado materia
electoral, y no exclusivamente como una reglamentacin del articulo 275, ltimo
prrafo, de la Constitucin.
Las expresiones "instrumento nonnativo" y "resolucin judicial", aluden a las
dos especies de actos que pueden ser objeto de una accin de inconstitucionalidad. El
articulo 260 de la Constitucin se refiere a la "inconstitucionalidad de las leyes y de
otros instrumentos normativos", y a "la inconstitucionalidad de las sentencias
definitivas o interlocutorias". El articulo l32 habla de "la inconstitucionalidad de las
normas jurdicas y de las resoluciones judiciales".
Es Cierto que el Tribunal Superior de Justicia Electoral puede emitir no solo
resoluciones judiciales sino tambin instrumentos normativos" (v.gr. art. 6', inc. v),
pero de esto no se puede deducir que el articulo 7l de la Ley N' 635/95 deba ser
considerado nicamente como reglamentario del articulo 275, ltimo prrafo, de la
Constitucin. Indudablemente comprende este supuesto, pero no agota su contenido
en el mismo.
En todo lo dems me adhiero al voto del ministro Dr. Sapena Brugada.
Con lo que se dio por terminado el acto firmando su SS.EE., todo por ante mi,
de que certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatame
SENTENCIA NUMERO: 356
Asuncin, 26 de Agosto de l996
VISTO: LOS mritos del Acuerdo que antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
Sala Constitucional
RESUELVE:
RECHAZAR la accin de inconstitucionalidad planteada.
ANOTAR; registrar y notificar .
Ministros: scar Paciello, Ral Sapena Brugada, Luis Lezcano Claude.
REPBLICA
DEL
PARAGUAY:
Derechos
no cuenta con una regulacin legal en materia procesal. No obstante ello, cabe sealar
que, por tratarse de una garanta constitucional arbitrada precisamente para la defensa
de los derechos humanos de las personas, es exigible de inmediato (Art. 45 C.N.).--3.- Que el Habeas Corpus, originalmente es una institucin que tuvo su origen
en Gran Bretaa, y por virtud del mismo, cualquier persona que se considere
indebidamente privada de su libertad de locomocin puede solicitar de la autoridad
judicial la cesacin de las restricciones. Literalmente la expresin se traduce como
Ten tu cuerpo. Nuestra Constitucin ha caracterizado esta situacin como apropiada
para ser considerada en el denominado Habeas Corpus Reparador. A esta figura, sin
embargo, y siempre bajo el rubro del Habeas Corpus, ha agregado otras dos
caracterizaciones: el Habeas Corpus preventivo, para impedir la restriccin
injustificada de la libertad, y el Habeas Corpus Genrico, fundamentalmente para
corregir las condiciones de detencin o amenazas a la seguridad personal.
Es que, entre los valores fundamentales de nuestro ordenamiento, la libertad
constituye, luego del derecho a la vida, el soporte sobre el cual descansan todos los
otros bienes tutelados por el Derecho, de manera que el constituyente, coherente con
su postura filosfica de que los derechos que hacen a la dignidad de las personas, son
los que justifican la creacin del Estado, al que anteceden lgica y ontolgicamente,
ha buscado revestirlos de las mximas garantas de efectiva vigencia.
4.- Desafortunadamente, y an cuando tales derechos no requieran para su vigencia o
restablecimiento de ninguna regulacin, no podemos menos que concordar en que,
sobre la materia, a falta de leyes, nadie podra aventurar, con apresuramiento, cul es
el procedimiento apropiado. Aqu se debe proceder a cuanto, tcnicamente, se conoce
como integracin de la ley; es decir, con observancia de los principios generales del
derecho encontrar las regulaciones procesales que hagan posible el acceso a la
garanta constitucional.
Especficamente, en el caso del Habeas Corpus Genrico, la situacin se torna
particularmente difcil, por el hecho de que la regulacin contenida en el cdigo
procesal penal, aparte de haber quedado notoriamente superada por las nuevas
disposiciones constitucionales, no guarda relacin con la situacin planteada por esta
nueva figura.
Se dan, sin embargo, algunas indicaciones en la Constitucin. As:
a) En este procedimiento no hay partes en el concepto tcnico procesal del vocablo,
tanto ms que, segn la propia Constitucin, el procedimiento puede ser iniciado de
oficio; b) El procedimiento deber ser breve, sumario y gratuito, por consiguiente
no se dan los presupuesto requeridos para su substanciacin conforme a cualquier
modelo existente;
c) Desde que no existe tal indicacin en la Constitucin, estimo que la cuestin se
reduce a su propia literalidad, es decir, atendiendo a la tlesis de la norma que, no es
otra que la averiguacin de si las condiciones de reclusin ponen en peligro la
seguridad personal, existe violencia fsica, squica o moral de la persona privada de su
libertad.
En concreto, en sede judicial, cuanto debe realizarse es una constatacin a fin de
hacer cesar las circunstancias que general tales situaciones de peligro, si las hubieren.
No es menester ningn procedimiento especial, como desde luego el Cdigo Procesal
Penal no lo establece, por ejemplo, para el caso del Habeas Corpus reparador, en el
que simplemente se constata si la privacin de libertad obedece o no a determinacin
judicial.
Sala Constitucional
RESUELVE:
RECHAZAR la accin de inconstitucionalidad intentada, por improcedente.
ANOTAR, registrar y notificar.
Ministros: scar Paciello, Ral Sapena Brugada, Luis Lezcano Claude
Ante m: Fabin Escobar, Secretario Judicial
ACUERDO Y SENTENCIA N 706/1997
PROCESO PENAL MILITAR: Jurisdiccin militar
La orden particular del Comando en Jefe que ordena un arresto disciplinario
por treinta das de un militar es un acto administrativo.
PODER EJECUTIVO: Contralora General de la Repblica
El Procurador General de la Repblica no ostenta ninguna representacin
promiscua de los intereses del Estado, sino exclusivamente patrimoniales que
constituyen una pesadsima responsabilidad. En este sentido no es exacto que la
representacin procesal para actuar en juicio del Presidente de la Repblica o
del Comandante en Jefe se deba confiar al Procurador General de la Repblica.
CONSTITUCIN DE LA REPBLICA DEL PARAGUAY:
Conforme con normas explcitas de la Constitucin, la falta de ley
reglamentaria no puede ser invocada para negar o menoscabar algn derecho o
garanta, y las mismas son de aplicabilidad inmediata.
HBEAS CORPUS: Hbeas corpus preventivo
El hbeas corpus preventivo es un simple acto de instancia unilateral. La
Constitucin de l992 confiri competencia en esta materia a todos los
magistrados, organizados segn rango y jerarqua, lo cual admite la posibilidad
de la revisin de sus decisiones por la va del recurso.
RECURSOS:
No puede sustentarse vlidamente la tesis de irrecurribilidad de las decisiones
judiciales, pues incluso las decisiones arbitradas in audita pars, son siempre
recurribles.
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Admisibilidad y procedencia
Cuando la decisin impugnada ocasiona diversas lesiones al buen orden
constitucional la accin de inconstitucionalidad debe ser acogida.
HBEAS CORPUS:
HBEAS CORPUS:
El hbeas corpus reparador es el que se da cuando el que lo peticiona se halla
ilegalmente privado de su libertad, lo cual no se da cuando la persona se halla
oculta y no privada de libertad (Voto por su propio fundamento del Ministro
Ral Sapena Brugada).
HBEAS CORPUS:
El auto de hbeas corpus dictado por un juez inferior es susceptible de
apelacin (Voto por su propio fundamento del Ministro Ral Sapena Brugada).
HBEAS CORPUS:
La posibilidad de apelacin de una resolucin en un caso de hbeas corpus no
excluye la competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia, que la
Constitucin de l992 mantuvo sin perjuicio de la competencia de otros jueces o
tribunales (Voto por su propio fundamento del Ministro Ral Sapena Brugada).
AVOCAMIENTO:
La posibilidad de avocamiento de la Corte Suprema de Justicia en un caso de
hbeas corpus encuentra su fundamento en la propia Constitucin, sin
requerirse para el efecto una ley reglamentaria (Voto por su propio fundamento
del Ministro Ral Sapena Brugada).
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD EN
EL JUICIO: GRAL. DE DIVISIN (S.R.) LINO
CSAR OVIEDO SILVA S/ HBEAS CORPUS
PREVENTIVO Y REPARADOR.
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO SETECIENTOS SEIS
En Asuncin del Paraguay, a los once das del mes de diciembre del ao mil
novecientos noventa y siete, estando en la Sala de Acuerdos de la Corte Suprema de
Justicia, los Excmos. Seores Ministros de la Sala Constitucional, Doctor LUIS
LEZCANO CLAUDE, Presidente y Ministros, Doctores: OSCAR PACIELLO
CANDIA y RAUL SAPENA BRUGADA, ante m, el Secretario Autorizante, se trajo
al acuerdo el expediente caratulado: ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD EN
EL JUICIO: GRAL. DE DIVISION (S.R.) LINO CESAR OVIEDO SILVA S/
HABEAS CORPUS, a fin de resolver la accin de inconstitucionalidad promovida
por el Abogado Julio Csar Vasconsellos.-- Previo estudio de los antecedentes del
caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Constitucional, resolvi plantear y votar la
siguiente:
CUESTION:
Es procedente la accin de inconstitucionalidad deducida?.
A la cuestin planteada el Doctor PACIELLO CANDIA dijo: l.- El seor
Presidente de la Repblica, en su condicin de Comandante en Jefe de las Fuerzas
de la Nacin, promueve accin de inconstitucionalidad contra el A.I.N 269 de
fecha 2l
de octubre de l997 dictado por el Tribunal del Menor de la Capital en los autos
caratulados Gral. de Divisin S.R. Lino Csar Oviedo Silva s/ Habeas Corpus
preventivo y reparador.
De los antecedentes traidos a la vista resulta que el Comandante en Jefe del
Ejrcito sancion la Orden Particular N 59 de fecha 3 de octubre de l997, por virtud
de la cual aduciendo haber sido vctima de expresiones agraviantes difundidas a travs
de los medios de comunicacin social, expresiones que considera impropias del
personal militar, orden el arresto disciplinario por treinta das del citado Gral.
Oviedo.
Ante la existencia de esta orden, el afectado ocurri ante la Jueza en lo
Correccional del Menor planteando el procedimiento de Habeas Corpus preventivo y
reparador que fue acogido de inmediato y en circunstancias que no podran
calificarse normales, precisamente, por parte de la mencionada magistrada.
Notificada por oficio tal decisin, el Comandante de las Fuerzas Armadas
interpuso los recursos de apelacin y nulidad, que luego de no pocas excusaciones de
varios magistrados, finalmente fue concedido en ambos efectos.
El Tribunal de Apelacin del Menor, en base a diversas consideraciones de
las que ms adelante nos ocupamos, decidi finalmente que los recursos haban sido
mal concedidos y dispuso la restitucin de los autos al Juzgado de origen. Es
esta la decisin que ha motivado la promocin de esta accin de inconstitucionalidad.
2.- La primera cuestin que considero necesario aclarar, visto que fue
objetada, an de manera incidental por la parte accionada, es la relativa a la
legitimacin sustancial y la legitimacin procesal para la promocin de esta accin.
No tengo dudas respecto de que la Orden Particular del Comando en Jefe que
motivara la promocin del procedimiento de habeas corpus, es un acto administrativo.
Ms adelante volveremos sobre el particular. Entretanto, cabe resaltar que todo acto
administrativo, en s mismo, conlleva la presuncin de legitimidad y, sobre todo, la
ejecutoriedad, es decir, la potestad de la administracin de hacer cumplir la decisin
contenida en l (Merienhoff, Tratado de Derecho Administrativo, t. II. P. 368 y ss.).
No queda, por consiguiente, otra conclusin que la de reconocer la
legitimacin activa del Comandante en Jefe para la promocin de esta accin en
relacin con el cumplimiento de una decisin emanada del mismo. El inters jurdico
es evidente.
Y por lo que se refiere a la legitimacin procesal, la conclusin deviene
igualmente positiva. Aqu se ha expresado, por cierto que sin mayor fundamento, que
la representacin procesal, ya fuere del Presidente de la Repblica o del Comandante
en Jefe, se debe confiar al Procurador General de la Repblica.
En mi concepto tal afirmacin no es exacta. Bajo el rgimen de la
Constitucin de l967 por cierto que tal representacin estaba confiada al Fiscal
General del Estado. Por la Constitucin de l992, el Fiscal General del Estado
representa a la sociedad y no al Estado, y para la atencin de los intereses
patrimoniales de la Repblica al Procurador General.
De donde surgen dos consecuencias, la primera, que el Procurador General de
la Repblica no ostenta ninguna representacin promiscua de los intereses del Estado,
sino exclusivamente los patrimoniales que, de hecho constituyen una pesadsima
responsabilidad. Baste con pensar en lo que ocurrira sin ste rgano en coordinacin
con la Contralora General de la Repblica accionara contra la evasin fiscal.
Y la segunda consecuencia es la de que todo rgano administrativo, en la
obligacin de hacer cumplir sus decisiones, debe valerse de los medios jurdicos que
8l
reglamentacin que tenemos es la del Cdigo Procesal Penal dictado cuando SOLO
LA CORTE poda resolver un Habeas Corpus en cuyo caso, por supuesto, no poda
existir apelacin alguna.
El tema de la apelabilidad (ante la instancia de alzada) sigue siendo un tema
discutible, pero lo que es evidente es que la Constitucin de l992 no quit a la Corte
esta competencia originaria en materia de Habeas Corpus sino que la mantuvo sin
perjuicio de la competencia de otros jueces o tribunales. En esas condiciones nos
parece claro que la Corte puede recuperar esa competencia como lo hace la Corte
Suprema de los Estados Unidos. En efecto, el art. III, Seccin 2 de la Constitucin de
ese pas, establece en su segundo prrafo En todos los casos que afecten a
Embajadores, otros ministros pblicos y cnsules y aquellos en los que el Estado ( de
los Estados Unidos) sea parte, la Corte tendr Jurisdiccin originaria. En todos los
otros casos tendr jurisdiccin apelada.... Nos cuenta Fernando Barrancos y Vedia (
Recurso Extraordinario y Gravedad Institucional. ABELEDO PERROT), que hacia
fines del siglo pasado gran nmero de sentencias de tribunales inferiores podan
apelarse ante la Corte Suprema sin que esta pudiera dejar de entender en ellos motivo
por el cual la Corte Suprema de ese pas cre una instancia federal intermedia llamada
Circuit Courts of Appeals. Una ley de l.89l estableci que en los casos que no
proceda la apelacin ante dichas cortes, la Corte Suprema poda entender
discrecionalmente el caso mediante la emisin de un writ of certiorari. En la
Repblica Argentina, la Corte Suprema de ese pas (como lo hicimos nosotros)
estableci pretorianamente el derecho a entender per saltum en casos de
particular gravedad institucional. Posteriormente la ley reglament este derecho.
Nuestra Constitucin no poda hacer distinciones entre temas del Gobierno
central porque el nuestro no es un Estado Federal, pero, al tratar del Habeas Corpus,
que fue siempre (tradicionalmente) jurisdiccin de la Corte Suprema, mantuvo esta
competencia (sin perjuicio de la de jueces y Tribunales). Esta Corte, pues, al
establecer la posibilidad del avocamiento en el caso del Habeas Corpus y con
fundamentos que estn en la propia Constitucin, no tena necesidad de esperar una
ley reglamentaria, la cual, sin embargo, como es fcil comprobarlo, es, por ms de un
motivo, urgente y necesaria.
Resulta intil repetir los fundamentos del Ministro Paciello pues son
sumamente claros y demuestran cabalmente que el A.I. N 9 de fecha 3 de octubre de
l.997 de la Jueza Blanca Florentn est plagado de graves errores y corresponde su
revocacin por razones de forma y de fondo.
Es mi voto.
A su turno el Doctor LEZCANO CLAUDE manifiesta que se adhiere al voto
de los Ministros preopinantes, Doctores PACIELLO CANDIA Y SAPENA
BRUGADA por los mismos fundamentos.
Con lo que se di por terminado el acto firmado su SS.EE., todo por ante m,
de que certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatemente sigue:
SENTENCIA NMERO: 706
Asuncin, ll de diciembre de l997
VISTO: Los mritos del Acuerdo que
antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
Sala Constitucional
RESUELVE:
DE INCONSTITUCIONALIDAD:
Admisibilidad y
procedencia. Resolucin judicial en la accin de inconstitucionalidad
Se hallan conculcadas las normas constitucionales del art. 47 que garantiza "la
igualdad para el acceso a la justicia" al soslayarse el estudio de piezas
procesales relevantes en detrimento de uno y en beneficio de otro; del art. 256
que establece que "Toda sentencia judicial debe ser fundada en la Constitucin
y en la ley" porque las resoluciones dictadas en las condiciones expresadas no
constituyen el reflejo de las constancias en proceso, por lo cual corresponde
hacer lugar a la accin de inconstitucionalidad. (Voto en disidencia del Ministro
Irala Burgos).
PROCESO: Debido proceso
Se conculca la forma del debido proceso cuando se dicta una resolucin sin
haberse trado a la vista los tomos requeridos por la querella y al darse
intervencin de un magistrado en forma irregular, contra el texto claro y
expreso de lo dispuesto en el art. 58 CPP de cuya intervencin no fueron
notificadas las partes intervinientes, por la correspondiente providencia de
"hgase saber el juez" (Voto en disidencia del Ministro Irala Burgos).
PROCESO: Debido proceso
El concepto de "debido proceso" en su fase adjetiva impone algunos requisitos
que podemos calificarlos de bsicos, como que las partes reciban una adecuada
notificacin dentro del proceso; que tengan oportunidad de defenderse; de
ofrecer y producir pruebas, etc. pero las exigencias van ms all, existe algo
adicional para que se pueda otorgar el calificativo de "debido proceso", puesto
que bien puede tratarse de un decisin judicial que no vulnera los requisitos
enunciados, pero que en s misma, encierra una arbitrariedad, por lo que,
justamente, se le otorga esa denominacin descalificadora como resolucin
vlida.
SENTENCIA ARBITRARIA:
Una sentencia es arbitraria cuando omite considerar cuestiones propuestas, o
resuelve sobre algo no propuesto; prescinde de la ley en el juzgamiento; aplican
leyes derogadas o an no vigentes; se prescinden de pruebas decisivas o se
invocan algunas inexistentes; hacen afirmaciones dogmticas que solo son
fundamentos aparentes.
PRUEBA: Apreciacin de la prueba
La cuestin probatoria en su esfera de determinacin, ofrecimiento, produccin
e incluso valoracin, corresponde en general al Juez de Primera Instancia, en el
caso no se han cuestionado puntualmente ninguna de estas cuestiones sino la
valoracin, especficamente el haberse prescindido su valoracin, por lo cual
no hay agravio a los arts. l6 y l7 inc. 8 y9 de la Constitucin Nacional
como tampoco del art. 47.
SENTENCIA ARBITRARIA:
El hecho de que el recurrente discrepe en la apreciacin de los hechos y la
interpretacin de la prueba hecha por los juzgadores, aunque ello pueda ser
calificada de errnea, no puede determinar la calificacin de arbitraria.
PRUEBA: Apreciacin de la prueba
La resolucin de los litigios involucra el ejercicio por el juzgador de cierto
margen de discrecionalidad en la apreciacin de los hechos, sobre esa base, se
requiere para la inconstitucionalidad, que la apreciacin fctica o valorativa de
hechos y pruebas, sean erradas en forma grave, inexcusable y no, cuando el
de segunda instancia tambin dictada sin haberse trado a la vista los tomos
requeridos, debe agregarse la intervencin de un magistrado en forma irregular, contra
9
2
el texto claro y expreso de lo que dispone el Art. 58 del CPP, de cuya intervencin no
fueron notificadas las partes intervinientes, por la correspondiente providencia de
hgase saber el con Juez, conculcndose las formas del debido proceso.
En mrito a lo afirmado, estimo que en las resoluciones impugnadas, el A.I.
N l245 de fecha 25 de agosto de l995 dictado por el Juez de Primera Instancia en lo
Criminal del Undcimo Turno, y el A.I. N 58 de fecha 26 de abril de l996, dictado
por el Tribunal de Apelacin en lo Criminal, Segunda Sala, de esta Capital, se han
quebrantado las garantas de orden constitucional consagradas en el Art. 256 en punto
a que las resoluciones judiciales deben fundarse en la Constitucin y la Ley y en la
valoracin de las pruebas obrantes en autos, a tenor de lo dispuesto por los incisos 8
y 9 del Art. l7 y el Art. 47 de la Constitucin Nacional; y corresponde hacer lugar
a esta accin y declarar la nulidad por inconstitucionalidad de las resoluciones
impugnadas dictadas por el Juez de Primera Instancia en lo Criminal del Undcimo
Turno y el Tribunal de Apelacin. Las costas, a la parte perdidosa. As voto.
A su turno el Doctor FERNANDO BARRIOCANAL dijo: Se promueve la
accin de inconstitucionalidad contra dos resoluciones dictadas, una, por el Juez de
Primera Instancia en lo Criminal del ll Turno, A.I. N l245 de fecha 25 de agosto de
l995, y la otra, por el Tribunal de Apelacin en lo Criminal, Segunda Sala, A.I. N 58
del 26 de abril de l996, mediante los cuales se otorgaba el sobreseimiento libre a
Horacio Manuel Cartes Jara.
Se funda la accin en la arbitrariedad de las resoluciones al violarse normas
del debido proceso, inspiradas en el capricho, y voluntad de los juzgadores, sin haber
examinado los tomos que forman el proceso principal.
Seala adems que, antes, ya Horacio Cartes haba solicitado su
sobreseimiento, el cual fue rechazado por los A.I. N l0l2 del 8 de julio de l99l y
A.I. N 376 del 24 de diciembre de l99l, dictados por el Juez de Primera Instancia y
la Cmara de Apelaciones respectivamente, y, con posterioridad a ello, sin haberse
practicado diligencia alguna subsiguiente a la denegatoria, se dictan las cuestionadas y
calificadas de arbitrarias.
El concepto de debido proceso en su fase adjetiva impone algunos
requisitos que podemos calificarlos de bsicos, como que las partes reciban una
adecuada notificacin dentro del proceso; que tengan oportunidad de defenderse; de
ofrecer y producir pruebas etc., pero las exigencias van ms all, existe algo adicional
para que se pueda otorgar el calificativo de debido proceso, puesto que bien puede
tratarse de una decisin judicial que no vulnera los requisitos enunciados, pero que en
s misma, encierra una arbitrariedad, por lo que, justamente, se le otorga esa
denominacin descalificadora como resolucin vlida.
Muchos son los casos en los que la jurisprudencia y la doctrina han afirmado
hacen que una sentencia sea arbitraria, como aquella que omite considerar cuestiones
propuestas, o resuelve sobre algo no propuesto; prescinde de la ley en el juzgamiento;
aplican leyes derogadas o an no vigentes; se prescinden de pruebas decisivas o se
invocan algunas inexistentes; hacen afirmaciones dogmticas que solo son
fundamentos aparentes, y, en fn, como se podr notar, son variadas y mltiples los
casos que construyen una sentencia arbitraria.
Del extenso escrito de fundamentacin de la presente accin de
inconstitucionalidad, ya hemos dicho que bsicamente los argumentos que podran,
de existir, dar a las resoluciones impugnadas el rtulo de arbitrarias, son a) el haber
prescindido de las pruebas incriminatorias de los expedientes del proceso principal al
no habrselos trado a la vista para resolver el sobreseimiento; y b) que se haya
resuelto este pedido de sobreseimiento sin que se hayan producido diligencias con
posterioridad del rechazo de un pedido similar anterior.
En referencia al segundo punto, es posible verificar que el rechazo al primer
pedido de sobreseimiento fue hecho en el ao l99l, y desde entonces, hasta el ao
l995, en que se solicit el segundo, se han cumplido varias actuaciones y se han
incorporado otros elementos de juicio, que, sin entrar a valorarlos ahora, pudieron dar
sustento al juzgado para concluir como lo hizo. Es de notar que en el caso se
encuentran involucradas muchas personas, por lo que, la vinculacin entre ellas, las
circunstancias que las unen o las benefician o perjudican, a una, bien puede perjudicar
o beneficiar a otras.
Por dicha circunstancia, lo que realmente puede ser trascendente para la
declaracin de inconstitucionalidad es el referido a las pruebas, y ni siquiera el hecho
de que uno de los que integran es el Tribunal de Apelacin haya intervenido de una
manera irregular, puede dar andamiaje, por la misma constitucin del rgano, a una
inconstitucionalidad.
En principio, la cuestin probatoria, en su esfera de determinacin,
ofrecimiento, produccin e incluso valoracin, corresponde por lo general al Juez de
Primera Instancia. No se han cuestionado puntualmente ninguna de estas cuestiones
sino la valoracin, o mejor, el haberse prescindido de valoradas. De manera que no
podemos visualizar agravios ntidos a los Arts. l6 y l7 inc. 8 y 9 de la C.N., como
tampoco al Art. 47 por cuanto no se ha articulado un rompimiento de la bilateralidad
procesal.
Al resolver los sentenciantes han hecho referencia en sus resoluciones a
hechos y pruebas del proceso principal, as, han sostenido que con las
instrumentales tenidas a la vista se acredita que el citado Cartes Jara, no es socio
de Humait S.R.L., a travs de cuyas cuentas corrientes mantenidas en el
extranjero, fueron negociados fondos obtenidos a raz de los hechos investigados
en la causa (sic.). Aunque los juzgadores no hayan hecho valoracin puntual de
cada una de las pruebas se refieren a las actuaciones del proceso principal, se
infiere que los expedientes se encontraban, primeramente ante el Juez de Primera
Instancia, atendiendo a que es el lugar natural de ellos y no existe constancia de lo
contrario. En segunda instancia, consta al folio l95l, Tomo XII, que el da l5 de
abril de l996, los autos fueron llevados al Tribunal.- Desde esta perspectiva, no se podra afirmar que se dictaron las resoluciones
impugnadas sin tener a la vista las pruebas, que se hayan prescindido de ellas, an
cuando se pueda hacer un cuestionamiento, una crtica a la valoracin de ellas.
Pero, por s solo, ese cuestionamiento, de discrepar el recurrente con la
apreciacin de los hechos y la interpretacin de la prueba hecha por los juzgadores,
aunque ello pueda ser calificada de errnea, no puede determinar la calificacin de
arbitraria.
Por lo general, la resolucin de los litigios involucra el ejercicio por el
juzgador de cierto margen de discrecionalidad en la apreciacin de los hechos, sobre
esa base, se requiere para la inconstitucionalidad, que la apreciacin fctica o
valorativa de hechos y pruebas, sean erradas en forma grave, inexcusable y no, cuando
el juzgador ha escogido una de las opciones interpretativas posibles dentro de las
posibilidades que existan.
Los jueces no estn obligados a ponderar una por una y en forma exhaustiva
todas las pruebas arrimadas, es de su absoluta y exclusiva incumbencia, seleccionar
las pruebas que considere conducente y bastante para resolver la cuestin, y en este
9
3
caso, como se dijera, aunque no hayan explicitado la valoracin de cada una de las
pruebas
9
4
justicia. El propio Cdigo Procesal Penal en su art. l36, dispone el plazo de tres aos
como tiempo mximo de duracin de un proceso.
Finalmente, no se evidencian en el proceso no en los fallos impugnados que se
hayan violado normas constitucionales o cuestiones que afecten el debido proceso, ni
se haya vulnerado el ejercicio de la defensa, el control de las partes o hayan sido
aplicadas normas derogadas. Tampoco se observa que el comportamiento de los
juzgadores haya sido caprichoso o arbitrario. La arbitrariedad, para que sea declarada
causal de la inconstitucionalidad, como ya se dijo, debe ser manifiesta y notoria. Las
cuestiones opinables no tienen ese carcter.
Por lo expresado y las circunstancias sealadas precedentemente, no
encuentro razn suficiente como para declarar la ineficacia jurisdiccional por
inconstitucionales; atendiendo a la inadvertencia de mrito suficiente para acoger
favorablemente la accin instaurada. Por los fundamentos apuntados, voto pues, por
su rechazo.
A su turno el Doctor GILL PALEARI dijo: Los fundamentos expuestos por el
Prof. Dr. Jernimo Irala Burgos, y que le llevan a decidir que la inconstitucionalidad
debe prosperar, los encuentro convincentes y sobre todo irrebatibles, a la luz de la
verdad legal y real que surgen de los propios autos.
Por ello, adhiero a su voto.
A su turno el Doctor PAREDES dijo: Horacio Cartes Jara permaneci
prfugo durante cuatro aos, mientras se investigaban los hechos relativos a la
evasin de divisas. Luego, se present y obtuvo revocatoria del auto de prisin, en
Mayo de l989. Dos aos ms tarde se le deneg sobreseimiento libre en Primera y
Segunda Instancias. Entre los argumentos utilizados por los respectivos Autos
Interlocutorios (Nos. l0l2/8/07/9l y 376/24/l2/9l) resalta que no se puede poner en
duda la existencia de los hechos ilcitos, siendo innecesaria la enumeracin de las
pruebas y diligencias. Es decir, los delitos de falsificacin de instrumento pblico y
privados, falsedad ideolgica en operaciones de importacin y estafa se consideraron
probados, y referente a la co-participacin del imputado en los referidos hechos
afirma que un total de l.592.800 Dlares Americanos de tipo preferencial, obtenidos
fraudulentamente del Banco Central del Paraguay bajo el rgimen de supuestas
importaciones de mercaderas que nunca ingresaron en el Paraguay, fue remesado a
pedido de los falsos importadores a la Cuenta N l7-0025l-5 del Central National
Bank Of New York. Y consta en autos que la citada cuenta denominada ANDUTI
perteneca a HORACIO CARTES JARA, TOMAS SUBELDIA, ADOLFO CHAVARRA
Y EDUARDO SCHAERER todos ellos domiciliados en Estrella y l4 de Mayo, en el
mismo lugar donde tenan sus oficinas Humait Cambios, denominada ms adelante
Humait Turismo. Estn citadas ms Cuentas, con sus denominaciones y nmeros,
manejadas por otras personas, que realizaban las mismas actividades. En conjunto
llevaron a la citada firma ms de l5.000.000 Dlares de tipo preferencial obtenidos
del Banco Central.
El fallo igualmente sostiene que Cartes no era simple empleado, basado en un
informe de INTERPOL. Aparece como titular de Cuentas abiertas en distintos Bancos
del Paraguay, y la conclusin de la justicia dice que tena a su cargo el manejo de las
mismas, y de la mencionada Firma Comercial, especialmente su movimiento bancario
y financiero. Sostiene la vinculacin del encausado Cartes, mediante informes
bancarios, con otros ya condenados por los mismos hechos. Y concluye que no
aparece de un modo indudable exento de responsabilidad, como lo exige el Art. 3
del Art. 4l9 del Cdigo de Procedimientos Penales, aplicables en la poca.
Valenzuela, por derecho propio y bajo patrocinio del Abog. Oscar Rodrguez
Kennedy.
Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia,
Sala Constitucional, resolvi plantear y votar la siguiente:
CUESTIN:
Es procedente la accin de inconstitucionalidad deducida?.
A la cuestin planteada el Doctor LEZCANO CLAUDE dijo: l. El seor
Nimber Obdulio Villalba Valenzuela, por derecho propio y bajo patrocinio de
abogado, promueve accin de inconstitucionalidad contra la resolucin No 348, de
fecha 23 de noviembre de l999, dictada por la Cmara de Diputados.
En virtud de la misma dicho rgano resolvi destituir al gobernador del
Departamento Cordillera, Seor Nimber Obdulio Villalba, de conformidad a lo
dispuesto por el Artculo l65 inciso 3) y ltimo prrafo de la Constitucin Nacional y
el Artculo 9 de la Ley No 3l7 del 4 de abril de l994 (Art. l.).
2. El accionante alega la violacin de los artculos l6 (de la defensa en juicio), l7 (de los
derechos procesales) y l65 (intervencin de gobiernos departamentales y
municipales), quinto prrafo, de la Constitucin.
En la ampliacin de la demanda afirma que igualmente han sido conculcados
el Art. 46 (igualdad de las personas) y el Art. 47 (garantas de la igualdad) de la
constitucin y el Art. 8 (garantas judiciales) de la Convencin Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San Jos de Costa Rica). Asimismo sostiene que se ha
transgredido el Art. 7 de la Ley No 3l7, Que reglamenta la intervencin de los
Gobiernos Departamentales y/o a los Gobiernos Municipales2, del 4 de abril de l994,
que dice: Las autoridades afectadas por la intervencin podrn nombrar hasta 3 (tres)
representantes con facultades para conocer el proceso de intervencin y tener acceso a
las actuaciones correspondientes.
3. Como antecedentes del caso podemos mencionar los siguientes hechos.
En fecha 9 de abril de l999, por Resolucin No 83/99, la Junta Departamental
del Departamento de Cordillera, solicit la intervencin de la gobernacin de dicho
departamento.
El Poder Ejecutivo solicit a la Cmara de Diputados el acuerdo
constitucional para disponer la intervencin.
En sesin ordinaria del l3 de mayo de l999, la Cmara de Diputados trat
dicho pedido y en virtud de la Resolucin No 203, de esa misma fecha, prest el
acuerdo constitucional para disponer la intervencin de la gobernacin del
Departamento de Cordillera.
El Poder Ejecutivo dict el Decreto No 3085, del l8 de mayo de l999, Por el
cual se declara intervenida la Gobernacin del Departamento de Cordillera.
La intervencin se bas en lo dispuesto en las normas que se transcriben a
continuacin:
Art. l65, inc. l, Cn.: Los Departamentos...podrn ser intervenidos por el
Poder Ejecutivo, previo acuerdo de la Cmara de Diputados, en los siguientes casos:
l) a solicitud de la junta departamental..., por decisin de la mayora absoluta...
Art. 2, numeral l, inc. b), de la Ley No 3l7/94: Las intervenciones podrn
realizarse en los siguientes casos:
a) A solicitud de la Junta Departamental por decisin de la mayora absoluta de
sus miembros:
b) Por mal desempeo de sus funciones o graves indicios de delitos cometidos en
el ejercicio de sus cargos por parte de los Gobernadores..
a)
b)
c)
d)
l2
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD EN
EL JUICIO: BENJAMN MARECOS Y OTROS
C/ ART. 102 Y OTROS DEL ESTATUTO DE LA
U.C.A. Y C/ RES. DEL 29XII94. AO: 1995 N
479.
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO: TRESCIENTOS SESENTA Y
SIETE
En la Ciudad de Asuncin, Capital de la Repblica del Paraguay, a los doce
das del mes de julio del ao dos mil uno, estando reunidos en la Sala de Acuerdos de
la Corte Suprema de Justicia, los Excmos. Seores Ministros de la
Sala
Constitucional, Doctor: RAL SAPENA BRUGADA, Presidente y Ministros,
Doctores CARLOS FERNNDEZ GADEA Y LUS LEZCANO CLAUDE, por ante
m, el Secretario autorizante, se trajo al acuerdo el expediente caratulado: ACCIN
DE INCONSTITUCIONALIDAD EN EL JUICIO: BENJAMN MARECOS Y
OTROS C/ ART. l02 Y OTROS DEL ESTATUTO DE LA U.C.A. Y C/ RES. DEL
29XII94, a fin de resolver la accin de inconstitucionalidad promovida por los Sres.
Benjamn Marecos, Hugo Csar Figari Appleyard, Reinaldo Alderete Arias, Nicasio
Flores Marecos, Ramn Guerrero, Isaac Aguilar Oviedo y Juan Carlos Ramrez
Montalbetti, y la Sra. Esmilda Carreras.
Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala
Constitucional, resolvi plantear y votar la siguiente:
CUESTIN:
Es procedente la accin de inconstitucionalidad promovida?.
A la cuestin planteada el Doctor LEZCANO CLAUDE dijo: l. Los seores
Benjamn Marecos, Hugo Csar Figari Appleyard, Reinaldo Alderete Arias, Nicasio
Flores Marecos, Ramn Guerrero, Isaac Aguilar Oviedo y Juan Carlos Ramrez
Montalbetti, y la seora Esmilda Carreras promueven accin de inconstitucionalidad
contra el Art. l02 de los Estatutos de la Universidad Catlica y contra las resoluciones
que emergen a raz del sumario formado en fecha 29 de diciembre de l994.
2. El Art. l02 de los Estatutos de la Universidad Catlica dispone lo siguiente: De
conformidad con este Estatuto, las Asociaciones y Federaciones y sus respectivos
miembros, no podrn recurrir a los Tribunales de la Justicia ordinaria en litigios de
orden estudiantil y/o acadmicos con la Universidad Catlica o miembros de
Facultades y se comprometen a someter tales litigios, cuando no fuesen de la
jurisdiccin y competencia de los rganos previstos en el Estatuto de la Universidad
Catlica, a un Tribunal Arbitral nombrado de comn acuerdo, cuyo fallo ser
inapelable. El no acatamiento de esta conducta universitaria, ser pasible de sanciones
por las autoridades universitarias.
En virtud de las Resoluciones Nos 97/95, 98/95, l02/95, l05/95, l07/95, de
fecha l2 de julio de l995, dictadas por el Rector de la Universidad Catlica, fueron
suspendidos por un ao en sus funciones en la mencionada Universidad, el Econ.
Isaac Ramiro Aguilar Oviedo, el Abog. Nicasio Flores Marecos, la Abog. Esmilda
Carreras Duarte, el Abog. Reinaldo Alderete Arias y el Lic. Ramn Artemio Guerrero.
Igualmente por la Resolucin N 89/95, fue suspendido por dos aos el Abog. Hugo
Csar Figari; por la Resolucin N 95/95 fue suspendido por tres aos el Abog. Juan
Carlos Ramrez Montalbetti y por la Resolucin N 90/95 se separ al Agrim.
Benjamn Marecos Cabral de todas sus funciones en la Universidad Catlica.
SALA CONSTITUCIONAL
RESUELVE:
HACER LUGAR, a la presente accin de inconstitucionalidad, y en
consecuencia declarar la inconstitucionalidad y consiguiente inaplicabilidad del
artculo l02 de los Estatutos de la Universidad Catlica y de las Resoluciones Nos
89/95, 90/95, 95/95, 97/95, 98/95, l02/95, l05/95, l07/95, de fecha l2 de julio de
l995, dictadas por el Rector de la Universidad Catlica, en relacin con los
accionantes.
IMPONER las costas a la parte vencida.
ANOTAR, REGISTRAR Y NOTIFICAR.
Ministros: Ral Sapena Brugada, Lus Lezcano Claude, Carlos Fernndez Gadea.
Ante m: Hctor Fabin Escobar Daz, Secretario Judicial
.
ACUERDO Y SENTENCIA N 979/2002
CONSTITUCIN DE LA REPBLICA DEL PARAGUAY:
La tutela judicial efectiva, contemplada por la Constitucin, consiste en la
proteccin que, el Estado, a travs de su rgano jurisdiccional, otorga a todas
las personas que habitan en su territorio, tanto a aquellas contra las que se
sustancia alguna acusacin de la ndole que fuere, como a las que accionan particulares o vctimas de los ilcitos que dan lugar a tales acusaciones o toda la
sociedad representada por el Ministerio Pblico- requirindose la actividad del
rgano jurisdiccional (Voto del Dr. Sosa Elizeche).
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Admisibilidad y procedencia
Corresponde declarar la procedencia de la accin de inconstitucionalidad
interpuesta contra el art. 5 de la Ley N l444/99, debido a que, a pesar que la
fijacin de un lmite temporal para la terminacin de los procesos penales, no
puede considerarse, per se, inconstitucional, la extensin del plazo establecido
por el art. 5, no es razonable y lesiona el derecho a la tutela judicial efectiva
(Voto del Dr. Sosa Elizeche).
PROCESO PENAL: Duracin
En virtud de lo dispuesto por la Ley N l444/99, el Estado no tiene la
obligacin de establecer un plazo fijo, de carcter general, independiente de las
circunstancias de cada caso, para la terminacin de los procesos penales,
debido a que la razonabilidad del mismo, debe realizarse en atencin a cada
situacin en concreto, analizando los distintos factores que hacen a la cuestin
(Voto del Dr. Sosa Elizeche).
PLAZOS PROCESALES:
La doctrina es conteste en sostener que el plazo procesal razonable no es el
plazo ptimo, sino que es el que est en un punto entre este plazo y el plazo
excesivo, teniendo en cuenta, no el promedio de duracin de los procesos
comunes o normales, ms simples, sino el tiempo de duracin de las causas
ms
la
ll2
el plazo mximo del 28 de febrero de 2003 para la conclusin por medio de sentencias
firmes y ejecutoriadas, en caso contrario, se producira la extincin de la ACCIN y
como consecuencia sobrevendra el sobreseimiento de la causa.
En primer trmino se debe analizar la duracin de todo proceso que debe
concluir en un plazo razonable, lo cual, el pronunciamiento del Estado debe
sobrevenir dentro del trmino establecido por la ley y de acuerdo a la naturaleza y la
complejidad del juicio, por lo que la doctrina y la jurisprudencia dominante en esta
materia, considera al deber de pronunciamiento de los rganos jurisdiccionales dentro
de dicho plazo, pero excluyendo las dilaciones provocadas por las partes en litigio por
medio de incidentes, interposicin de obstculos procesales que impidan la
prosecucin normal del proceso, recusaciones, o utilizacin de recursos ordinarios o
extraordinarios con finalidad esencialmente dilatoria, as se puede comprobar en el
Manual Amnista Internacional correspondiente al ao 2002, pgina l05, donde se
afirma: Juicios que se han prolongado hasta diez aos se han considerado
razonables, mientras que el plazo de otros con una duracin menor de un ao ha
constituido dilacin indebida.
Por otro lado, se debe analizar si una ley de transicin como derecho
transitorio, cuya materia es en esencia la conexin entre dos sistemas, cuenta con la
suficiente idoneidad para declarar el perecimiento de las acciones nacidas y ejercidas
durante la vigencia de la ley anterior, no se trata de una prescripcin, no se trata de
una amnista, no se trata de una caducidad de instancia o de un indulto que son las
formas tradicionales concebidas por nuestro sistema para la culminacin de juicios o
el perdn por los delitos, pues, constituye una extincin extraordinaria de un derecho
en pleno ejercicio, de un derecho en plena actividad, es decir, de un derecho
solidamente adquirido por la sociedad bajo la vigencia de la antigua ley. Un criterio
cientficamente riguroso no permite concluir como facultad legislativa la de amputar
traumticamente sinnmeros de derechos (acciones) nacidos y ejercidos durante un
tiempo bajo la vigencia de una antigua ley, el derecho transitorio o intertemporal es un
derecho de conexin, no constituye un derecho sustantivo o material para regular la
descalificacin de delitos concebidos por la antigua ley, s claro est dicha materia
corresponde a la nueva ley y no a la ley transitoria, pues la finalidad de la misma es
causar los menores trastornos en la vida jurdica del pas. Este Derecho debe adaptar
las situaciones anteriores a las modificaciones introducidas, pero, debe respetar los
actos anteriores aunque sus efectos se produzcan luego de promulgada la nueva ley, en
este caso se encuentran las acciones como parte del derecho al acceso a la justicia y
las Acciones en plena marcha como parte del derecho a la jurisdiccin.
Igualmente, es menester recordar que el derecho a la jurisdiccin de los
ciudadanos, es el poder jurdico que faculta para acudir a los rganos de la
jurisdiccin, reconocido como derecho fundamental, el maestro Couture, Eduardo, al
estudiar los fundamentos de todo proceso sealaba: La ACCIN como Derecho a la
Jurisdiccin. La ACCIN como poder jurdico de acudir a la jurisdiccin, existe
siempre. No cabe duda que la ACCIN funciona en el orden actual de cosas, merced
a la presencia del Estado, a su ingerencia directa y a su propsito de asegurar la paz
y la tranquilidad sociales mediante el imperio del derecho. La ACCIN no procura
solamente la satisfaccin de un inters particular, sino la satisfaccin de un inters de
carcter pblico.. el ciudadano que ejerce la ACCIN desempea una funcin
pblica, en cuanto procura la vigencia efectiva del derecho en su integridad.. ob.
Cit. Pags. 67,68. En el proceso penal la titularidad del derecho a la jurisdiccin ejerce
el Ministerio Pblico, como representante de la sociedad, excepcionalmente slo el
particular ofendido en los delitos de ACCIN penal privada, en la actualidad
l20
la
El derecho a la igualdad, consagrado por la Constitucin, y su vinculante garanta de igualdad de acceso a la justicia- son pautas elementales previstas
para posibilitar la convivencia democrtica que repele tratamientos desiguales
y, por ende, repudian cualquier discriminacin fundada en motivos como el
sexo, la raza, las creencias o cualquier otra calidad externa que presentan los
seres humanos a quienes se considera libres e iguales por su sola condicin de
tales (Voto del Dr. Sapena Brugada).
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Admisibilidad y procedencia
La accin de inconstitucionalidad deducida deviene improcedente porque los
artculos 25, l36 y l37 del Cdigo Procesal Penal, atacados, no son
irrazonables y, por ende, se ajustan a los que se entiende por test de
razonabilidad, ya que los mismos, se cien a lo que prevn los principios
republicanos de gobierno que se inspiran en los requisitos esenciales de la
responsabilidad de los funcionarios pblicos y de la limitacin temporal de los
actos de gobierno (Voto del Dr. Sapena Brugada).
PROCESO PENAL: Duracin razonable
La funcin judicial no escapa a la esfera de los principios republicanos de
responsabilidad en el ejercicio por parte de sus encargados y la limitacin
temporal de los procesos, por lo que se subentiende que una prolongacin
irracional de aquellos, constituira un claro menoscabo del principio
republicano en el que se inspira la Constitucin Nacional (Voto del Dr. Sapena
Brugada).
CONSTITUCIN DE LA REPBLICA DEL PARAGUAY: Garantas procesales
La sola mencin de una limitacin temporal del proceso que se eleva a la
categora de garanta procesal, es sumamente revelador, ya que evidencia que
los constituyentes, en ocasin de estudiar la Constitucin Nacional, pergearon
una voluntad irrefutable: el cumplimiento de las pautas de un debido proceso
penal dentro de un lapso predeterminado por la Ley (Voto del Dr. Sapena
Brugada).
CONSTITUCIN DE LA REPBLICA DEL PARAGUAY: Garantas procesales
La posicin de los constituyentes, en ocasin del estudio de la Constitucin
Nacional, no era otra que la fijacin de un lmite en el tiempo de duracin de
todo proceso penal, conforme con la regulacin que adopte la Ley procesal, con
la finalidad de combatir el retardo injustificado de la administracin de justicia,
l23
aspectos fcticos para determinar lo prudencial de tal adopcin (Voto del Dr.
Sapena Brugada).
PROCESO PENAL: Duracin razonable
Habiendo determinado la legislacin, un plazo de duracin razonable de los
procesos penales, la Corte Suprema no puede introducirse en una decisin que
compete al rgano legislativo porque se producira una transferencia de poder a
los Jueces (Voto del Dr. Sapena Brugada).
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Admisibilidad y procedencia
La accin de inconstitucionalidad interpuesta deviene improcedente porque, en
relacin con la duracin razonable de los procesos penales, la discusin sobre
el establecimiento de un lmite fijo y preestablecido por Ley, es tarea
legislativa, ajena al mbito judicial (Voto del Dr. Sapena Brugada).
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Admisibilidad y procedencia
La posibilidad de la Corte Suprema, de pronunciarse sobre la
constitucionalidad o no de actos normativos ostensible, evidente y
groseramente inconstitucionales, surge de la calidad de custodia de la
Constitucin, consagrada positiva y parlamentariamente en la norma
fundamental y, al no darse en autos, dicha circunstancia, la accin de
inconstitucionalidad interpuesta es inadmisible (Voto por sus propios
fundamentos del Dr. Ros valos).
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Admisibilidad y procedencia
Existiendo resoluciones judiciales referidas a la duracin de los plazos
procesales en relacin con la complejidad del asunto y la conducta procesal de
las partes, si son atacadas por va de recursos ordinarios, la Corte Suprema, no
puede subrogarse facultades que corresponden a los rganos de juzgamiento
ordinario, mediante la admisibilidad de una accin de inconstitucionalidad
(Voto por sus propios fundamentos del Dr. Ros valos).
PROCESO PENAL: Duracin razonable
El plazo procesal razonable depende de la complejidad del caso, y ste, del tipo
de delito y del nmero de presuntos infractores y los atrasos pueden ser
imputables a la conducta del procesado, a los funcionarios judiciales, a la
organizacin judicial, al nmero de jueces, a las leyes vigentes, considerndose
razonable el plazo cuando depende de las circunstancias de cada caso en
particular (Voto por sus propios fundamentos del Dr. Paredes).
PROCESO PENAL: Duracin razonable
Se acepta, generalmente, que los delitos econmicos o relacionados con
estupefacientes en los que estn implicados varios encausados, los procesos
con
El artculo l36 del CPP dice: "DURACIN MXIMA. Toda persona tendr
derecho a una resolucin judicial definitiva en un plazo razonable. Por lo tanto, todo
procedimiento tendr una duracin mxima de tres aos, contados desde el primer
acto del procedimiento. Este plazo slo se podr extender por seis meses ms cuando
exista una sentencia condenatoria, afn de permitir la tramitacin de los recursos. La
fuga o rebelda del imputado interrumpir el plazo de duracin del procedimiento.
Cuando comparezca o sea capturado, se re iniciar el plazo" .
El artculo l37 del CPP dice: "EFECTOS. Vencido el plazo previsto en el
artculo anterior el juez o tribunal, de oficio o a peticin de parte, declarar
extinguida la accin penal, conforme lo previsto por este cdigo. Cuando se declare
la extincin de la accin penal por morosidad judicial, la vctima deber ser
indemnizada por los funcionarios responsables y por el Estado. Se presumir la
negligencia de los funcionarios actuantes, salvo prueba en contrario. En caso de
insolvencia del funcionario, responder directamente el Estado, sin perjuicio de su
derecho a repetir".
El artculo 25 del CPP dice: "MOTIVOS DE EXTINCIN. La accin penal se
extinguir: 1)...; 2)...; 3) por el vencimiento del plazo previsto en el artculo 136 de
este Cdigo... ".
Las normas sealadas no parecen irrazonables y, por ende, se ajustan a lo que
entiende como test de razonabilidad, ya que las mismas se cien a lo que prevn los
principios republicanos de gobierno que se inspiran en dos requisitos esenciales, a
saber: a) la responsabilidad de los funcionarios pblicos, y b) la limitacin temporal
de los actos de gobierno.
La funcin judicial no escapa a la esfera de los principios republicanos de
responsabilidad en el ejercicio por parte de sus encargados y la limitacin temporal de
los procesos, por lo que se subentiende que una prolongacin irracional de aquellos
constituira un claro menoscabo del principio republicano en el que se inspira nuestra
Ley Fundamental.
Conforme a lo acotado, lo que cabe preguntarse aqu, es lo siguiente: La
duracin mxima del proceso penal es una decisin apartada de lo normado en la
Constitucin, o, cuanto menos, es una prolongacin innecesaria de las denominadas
garantas procesales enunciadas en forma catalogada en el artculo l7 de la misma?.
Analizando el alcance de las garantas nominadas del debido proceso penal en
el artculo l7 de la Constitucin Nacional, se puede leer cuanto sigue: "...10) el
acceso, por s o por intermedio de su defensor, a las actuaciones procesales, las
cuales en ningn caso podrn ser secretas para ellos. EL SUMARIO NO SE
PROLONGAR MS ALL DEL PLAZO ESTABLECIDO POR LA LEY". La sola
mencin de una limitacin temporal del proceso que se eleva a la categora de
garanta procesal, es sumamente revelador ya que evidencia que los constituyentes
pergearon una voluntad irrefutable: el cumplimiento de las pautas de un debido
proceso penal dentro de un lapso predeterminado por la ley, en este caso, el
Cdigo de Procedimientos Penales de l890; podra mitigarse dicha exigencia
hipotticamente, sosteniendo que se habla del sumario y no del proceso integral,
aunque ocioso sera recordar que esta es una locucin fuera del contexto actual
del esquema procesal vigente desde el ao l999, ya que en ocasin de sancionarse
la Constitucin del ao l992, rega el Cdigo de Procedimientos Penales de l890, de
corte inquisitivo, y que reconoca a la etapa de investigacin como el SUMARIO,
erigindose sta en la principal causa de la eternizacin de los procesos penales con
las graves distorsiones
duracin de los procesos, que en los casos de gran complejidad los tres aos seran
insuficientes con lo cual vulneraran el principio de igualdad, por lo que ameritara la
declaracin de inconstitucionalidad de las citadas normas en salvaguarda del inters
de la sociedad y de la facultad punitoria del Estado, concebida en la doctrina de
la supremaca constitucional consagrada en el art. l37.
Si bien el razonamiento expuesto por el seor Fiscal General del Estado
resulta atendible, al poner de relieve la necesidad de ajustar a un plazo razonable
todos los procesos atendiendo a la complejidad de los mismos y la conducta procesal
de las partes la consideracin respecto al comienzo del plazo, el descuento en el
mismo, si existiera motivo jurdico para ello. No cabe la menor duda que estas
circunstancias deben ser tratadas por las legislaciones y por los rganos de
juzgamiento en el momento de emitir un fallo, sin embargo, esos puntos constituyen
materia de pronunciamiento de los rganos jurisdiccionales que entienden
originariamente la causa, como los juzgados penales y tribunales de apelaciones. Por
otro lado, al existir resoluciones en algunos casos y siendo atacadas dichas
decisiones por va de los recursos ordinarios, la Corte por esta accin no podra
subrogarse facultades que corresponden a los rganos de juzgamiento ordinario.
En cuanto a la posibilidad de que la Corte se pronuncie sobre la
constitucionalidad o no de actos normativos ostensible, evidente y groseramente
inconstitucional, ella surge de la calidad de custodio de la Constitucin consagrada
positiva y palmariamente en la norma fundamental. Empero, en el subjdice no se da
dicha circunstancia, por lo que conforme a las razones expuestas ut supra, voto por el
rechazo de la accin instaurada.
A su turno el Dr. PAREDES dijo: Me adhiero a la propuesta de rechazo de la
accin, con los siguientes agregados:
Entre los motivos de la extincin de la accin penal el Art. 25 del Cdigo
Procesal incluye (en el numeral 3) "por el vencimiento del plazo previsto en el Art.
136 de este Cdigo". La ltima norma desarrolla el concepto de la duracin mxima
del proceso fijado en tres aos, como equivalente a plazo razonable, contado desde el
primer acto del procedimiento.
El preopinante cita la doctrinaria que seala: "si por razones de poltica
legislativa se decide establecer in absractum un plazo general determinado, el
legislador debe tomar en consideracin, para fijarlo, todas las contingencias y las
vicisitudes por las que atraviesa un proceso complejo. La propia Corte Suprema de
Justicia en base a la experiencia haba considerado inicialmente que el plazo
razonable era de cinco aos, y la reduccin a menos en otra esfera, est alejado de los
hechos y las estadsticas. El plazo idealizado y plasmado como norma es una
suposicin irreal.
El tiempo razonable depende de la complejidad del caso, y ste del tipo de
delito y del nmero de presuntos infractores. Los atrasos pueden ser imputables a la
conducta del acusado (por ejemplo si ste se niega a cooperar con las autoridades), a
los funcionarios judiciales, a la organizacin judicial, el nmero de jueces, la Ley
vigente. El plazo que se considera razonable depende de las circunstancias del caso
particular.Se acepta generalmente que los delitos econmicos o relacionados con
estupefacientes en los que estn implicados varios encausados, los procesos con
ramificaciones internacionales, las causas por asesinato mltiple y las relacionadas
con organizaciones terroristas resultan ms difciles y complejos que los procesos
criminales ordinarios, por lo que se considera razonable que entraen mayores
dilaciones.
Ministros: Ral Sapena Brugada, Bonifacio Ros valos, Felipe Santiago Paredes,
Antonio Fretes, Vctor Manuel Nez Rodrguez, Luis Lezcano Claude, Carlos
Fernndez Gadea, Wildo Rienzi Galeano, Jernimo Irala Burgos.
Ante m: Hctor Fabin Escobar Daz, Secretario Judicial
ACUERDO Y SENTENCIA N 908/2004
EXCEPCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Admisibilidad y procedencia
El artculo 6 de la Acordada N 274/03 y aclarada por la Acordada N 275/03,
no entra en colisin con las normativas legales vigentes sobre la materia
(inhibiciones y recusaciones) ni lesiona derechos y garantas de rango
constitucionales, por lo que corresponde el rechazo de la excepcin de
inconstitucionalidad.
MAGISTRADO: Competencia
Corresponde el rechazo de la excepcin de inconstitucionalidad por no existir
violaciones de garantas o preceptos constitucionales, pues el artculo 42 del
Cdigo Procesal Penal, que dispone la competencia de los jueces penales, tanto
para actuar como jueces de garanta, como de etapa intermedia, en tal razn la
Acordada N 274/03 en su artculo 6, aclarada por la Acordada N 275/03,
establece la prohibicin de la recusacin de los jueces de la etapa intermedia
por el hecho de haber tenido participacin en etapas anteriores a la misma.
RECUSACIN:
La recusacin es un derecho reconocido a las partes intervinientes en un
proceso para asegurar la imparcialidad del Juez que entienda en la causa y
lograr un resultado justo, y no debe ser utilizado como recurso para dilatar los
procesos en perjuicio de la sociedad, que espera se haga justicia, y en
detrimento de los principios procesales de celeridad y economa procesal.
EXCEPCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Admisibilidad y procedencia
No procede hacer lugar a la excepcin de inconstitucionalidad, pues al tiempo
de la oposicin de la presente excepcin (l6 de junio de 2003) la Acordada N
274/03 ya no tena vigencia legal pues haba sido aclarada y modificada por la
Acordada N 275/03 en el mes de abril, por lo que el agravio manifestado no
existe y, el supuesto desconocimiento de los accionantes, puede considerarse
como una galimata mesquina destinada a entorpecer y dilatar el proceso
buscando, tal vez en el futuro, una falta de justicia por la extincin de la causa.
EXCEPCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD
EN LA CAUSA CARATULADA: VCTOR
CHAMORRO ABADIE Y OTROS S/ LESIN
DE CONFIANZA
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO: NOVECIENTOS OCHO
2. ANOTAR y NOTIFICAR.
Ministros: Vctor Nez, Jos Altamirano, Antonio Fretes.
Ante m: Hcto Fabin Escobar Daz, Secretario Judicial.
ACUERDO Y SENTENCIA N 1069/2004
IMPUTADO: Rebelda del imputado
No lesiona el derecho a la defensa del encausado, el hecho de que los jueces le
hayan declarado en rebelda, disponiendo su captura y reclusin en la
Penitenciaria Nacional, si tal circunstancia se debi al buen estado de salud del
mismo, segn informe del Director del Hospital, y se dispuso el reinicio del
juicio, disponiendo de los medios necesarios para su traslado, pues lo que
pretendieron los juzgadores era someter al enjuiciado a cumplir los mandatos
de la justicia, en el marco del debido proceso a travs del juicio oral y pblico
que fue frustrado por la conducta caprichosa de aquel, teniendo en cuenta que
fue dado de alta segn informe mdico.
ARBITRARIEDAD: Resolucin judicial arbitraria
La accin de inconstitucionalidad es improcedente, pues analizado el fallo que
decreta la prisin preventiva, y confirmada en segunda instancia, los mismos
no revelan conculcacin de derecho, principios o garantas de rango
constitucional, ni vicios que amerite una declaracin de nulidad por
arbitrariedad.
PRISIN PREVENTIVA:
La prisin preventiva decretada, de ningn modo puede considerarse como
violacin del derecho a la libertad del acusado, cuando la misma fue impuesta
como medida cautelar a fin de que el mismo sea sometido a los mandatos de la
justicia, y por ende el ejercicio de su derecho a la defensa en el marco del
debido proceso, donde no fue ignorado su estado de salud, por el contrario
dndosele la atencin debida a fin de que pueda acudir a la audiencia de juicio
oral.
JUICIO ORAL Y PBLICO: Incomparecencia al juicio oral y pblico
La evolucin favorable de la salud del acusado fue constatada por una junta
mdica, hecho que fue considerado por el Tribunal de Sentencia para declarar
el estado de rebelda del acusado, atendiendo a que la internacin del mismo no
justificaba su incomparecencia a la audiencia de juicio oral y pblico, por lo
que el juicio en estudio ha sido llevado a cabo en el marco del debido proceso,
de la defensa en juicio y con la observancia de garantas constitucionales. (Voto
del Ministro Jos V. Altamirano, que se adhiere al de preopinante con sus
propios fundamentos).
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Tercera instancia
Junta Mdica integrada por los Dres. Jos Nicols Mornigo, Marilene Cabaas e Ivn
Rafael Sosa Villalba, quienes confirmaron la enfermedad del mismo y constataron la
evolucin favorable de su salud. Este hecho fue considerado por el Tribunal de
Sentencia para declarar el estado de rebelda del encausado, atendiendo a que la
internacin del mismo no justificaba su incomparecencia a la audiencia de juicio oral
y pblico.
El juicio en estudio ha sido llevado a cabo en el marco del debido proceso, de
la defensa en juicio y con la observancia de garantas constitucionales. Los
Magistrados intervinientes han fundado sus decisiones de acuerdo con las constancias
de autos y han interpretado razonadamente las leyes vigentes en la materia. Por otro
lado, no corresponde que esta Sala Constitucional se someta a una nueva revisin del
proceso, actuando en este sentido, importara equiparar la accin de
inconstitucionalidad a un recurso ordinario de tercera instancia, cuando que por su
finalidad especifica sta resulta procedente en casos en que existan violaciones de
derechos o garantas constitucionales, circunstancias que no se observan en el presente
juicio. En consecuencia, corresponde rechazar la presente accin de
inconstitucionalidad por improcedente. Es mi voto.
A su turno, el Doctor FRETES manifest que se adhiere a los votos de los
Ministros, doctores NEZ RODRGUEZ y ALTAMIRANO AQUINO, por los
mismos fundamentos.
De este modo, se dio por terminado el acto, firmando los Seores Ministros,
todo por ante m, que lo certifico, quedando acordada la sentencia que sigue a
continuacin:
SENTENCIA NMERO: l069
Asuncin, 03 de julio de 2004.
VISTO: Los mritos del Acuerdo que antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA CONSTITUCIONAL
RESUELVE:
RECHAZAR la accin de inconstitucionalidad Promovida por el Abogado
Jos Lima Torres, por la defensa del seor Luis Gilberto Arzamendia,. Contras el A.I.
N 29 de fecha l3 de octubre de 2003, y el A.I. N 3l de fecha 23 de octubre de 2003,
dictados por EL Tribunal de Sentencia y contra el A.I. N 347 de fecha 3l de octubre
de 2003, dictado por el Tribunal de Apelacin en lo Penal, Tercera Sala, por
improcedente.
ANOTAR, REGISTRAR y NOTIFICAR.
Ministros: Vctor Nez Rodrguez, Antonio Fretes y Jos V. Altamirano
Ante m: Hctor Fabin Escobar Daz, Secretario Judicial.
ACUERDO Y SENTENCIA N 1598/2004
EXCEPCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD: Admisibilidad y procedencia.
oportunidad
Habindo planteado la defensa tcnica del encausado la excepcin de
inconstitucionalidad contra el art. 303 del Cdigo Procesal Penal el Tribunal de
alzada tena la obligacin de expedirse sobre el fondo de la cuestin, resultando
improcedente y extempornea la sustancin de dicha excepcin debido a que el
estado procesal oportuno era ante el Tribunal de mrito.
TRIBUNALES DE SENTENCIA:
Habindo planteado la defensa una excepcin de inconstitucionalidad ante el
tribunal de mrito, el tribunal de apelacin en lo criminal debe declarar la
nulidad de la sentencia apelada ordenando la realizacin de un nuevo juicio
oral y pblico a cargo de otro Tribunal de Sentencia, quien debe sustanciar la
excepcin planteada que fue objeto y fundamento de la apelacin especial.
ACCIN DE INCONSTITUCIONALIDAD EN
EL JUICIO: EMIGDIO RAMN DUR Y
MARIO CSAR ORU S/ LESIN DE
CONFIANZA. N 3423. AO 2004.
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO: MIL QUINIENTOS NOVENTA Y
OCHO
En la ciudad de Asuncin, Capital de la Repblica del Paraguay, a los quince
das del mes de noviembre del ao dos mil cuatro, estando reunidos en la Sala de
Acuerdos de la Corte Suprema de Justicia, los Seores Ministros de la Sala
Constitucional, Doctores VCTOR MANUEL NEZ RODRGUEZ, Presidente,
ANTONIO FRETES y WILDO RIENZI GALEANO, quien integra la Sala
Constitucional por inhibicin del Ministro JOS ALTAMIRANO, Miembros, ante m,
el Secretario autorizante, se trajo al acuerdo el expediente caratulado: ACCIN DE
INCONSTITUCIONALIDAD EN EL JUICIO: EMIGDIO RAMN DUR Y
MARIO CSAR ORU S/ LESIN DE CONFIANZA, a fin de resolver la accin de
inconstitucionalidad planteada.
Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia,
resolvi plantear y votar la siguiente
CUESTIN:
Es procedente la accin de inconstitucionalidad deducida?
A la cuestin planteada, el Doctor NUEZ dijo: Se presenta ante esta
Excma. Corte Suprema de Justicia el condenado Mario Csar Oru, por derecho
propio y bajo patrocinio de los Abogados Alfredo Enrique Kronawetter y Jorge
Arturo Daniel Sabe y, promueve accin de inconstitucionalidad contra las
siguientes resoluciones judiciales: a) sentencia definitiva N 32 de fecha 22 de
marzo de 2.004; b) sentencia definitiva N 35, de fecha 3l de marzo de 2.004,
ambas dictadas por el Tribunal de Sentencia colegiado integrado por los jueces
Arnaldo Fleitas, Carlos Ortiz y Lourdes Cardozo; c) acuerdo y sentencia N 6l,
de fecha 27 de agosto de 2.004, d) auto interlocutorio N 337, de fecha l3 de
septiembre de 2004 y e) acuerdo y sentencia N 72, de fecha 5 de octubre de
2.004, todos ellos, dictados por el Tribunal de Apelaciones en lo Criminal de
la Cuarta Sala. Alega el accionante que dichas resoluciones son
manifestaciones todos ellos, dictado por el Tribunal de Apelaciones en lo
Criminal de la Cuarta Sala. Alega el accionante que dichas resoluciones son
manifestaciones ilegales y, consecuentemente, arbitrarias, por violentar los artculos 9,
l6, l7.l, l7.2, l7.3, l7.4, 47, l3l, l32, l37, l4l, 256, 259.5 y 260 de la
Constitucin Nacional, e igualmente los artculos l, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, l0, l2,
l27, 452, 456, 466, 473, 474 y dems concordantes del Cdigo Procesal Penal;
879/8l Cdigo de Organizacin Judicial y los artculos 7 y 8.l, 8.2 incisos b)
y h) del Pacto de San Jos de Costa Rica.
excepcin -el punto fue objeto y fundamento de la apelacin especial (fs. 694/748)- y
no lo hizo, por el contrario, confirmo ntegramente el fallo apelado.
En estas condiciones, llega la causa a estudio de la Sala Constitucional de la
Corte Suprema de Justicia, quien no puede ni debe avalar las transgresiones al debido
proceso cometidas en la causa de referencia. Al respecto, Gregorio Badeni, en su obra
Instituciones de Derecho Constitucional, Editorial Ad-Hoc, Buenos
Aires,
Repblica Argentina, nos recuerda que: ...El debido proceso legal consiste en una
categora genrica que abarca diversas garantas procesales especficas destinadas a
suministrar a los individuos el amparo necesario para la salvaguarda de sus
derechos con motivo del ejercicio del poder jurisdiccional del Estado. Cumpliendo
con una de sus funciones fundamentales, el Estado tiene el deber ineludible de
administrar justicia conforme a los lineamientos establecidos por la Constitucin,
y de ofrecer a los individuos los procedimientos idneos para requerir y concretar
la defensa de sus derechos en el marco de un proceso judicial. Es la garanta
que impone al Estado la obligacin de organizar y aplicar su poder jurisdiccional,
para que los individuos puedan hacer efectivos sus derechos recurriendo a las
tcnicas y procedimientos establecidos por la ley (Sic.).
Las sentencias dictadas, tanto por el Tribunal de Apelacin en lo Criminal de
la Cuarta Sala, como por el Tribunal de Sentencia integrado para juzgar la causa de
referencia, violentan igualmente el mandato imperativo que nos da la Ley Suprema,
cuando en su artculo 256 dispone que ...Toda sentencia judicial debe estar fundada
en esta Constitucin y en la ley, tornndose dichos fallos igualmente arbitrarios,
pues prescindieron de la aplicacin de normas de rango constitucional y legal, que
pudieron haber resultado determinantes para el caso. Precisamente, Nstor Pedro
Sagus, en la obra intitulada Recurso Extraordinario Derecho Procesal
Constitucional, Editorial Astrea, Buenos Aires, Argentina, nos dice que en el
concepto de Bartolom A. Fiorini, ...la arbitrariedad no proviene de la sentencia
misma, sino del rgano que la dicta; la arbitrariedad, entonces, se revela como la
manifestacin irregular de las funciones del rgano judicial, vulnerando los
principios de un correcto juicio; en igual sentido, Genaro Carri nos dice: ...una
sentencia arbitraria no satisface los requisitos del debido proceso adjetivo porque no
es en verdad una sentencia en los trminos de la Constitucin (Sic).
Corresponde, por tanto, hacer lugar a la presente accin de
inconstitucionalidad promovida por Mario Csar Oru, bajo patrocinio de los
Abogados Alfredo Enrique Kronawetter y Jorge Arturo Daniel Sabe, en consecuencia,
declarar la nulidad de las siguientes resoluciones judiciales: a) sentencia definitiva N
32 de fecha 22 de marzo de 2004; b) sentencia definitiva N 35, de fecha 3 de marzo
de 2004, ambas dictadas por el Tribunal de Sentencia colegiado integrado por los
jueces Arnaldo Fleitas, Carlos Ortiz y Lourdes Cardozo; c) acuerdo y sentencia N 6l,
de fecha 27 de agosto de 2004; d) auto interlocutorio N 337, de fecha l3 de setiembre
de 2004 y e) acuerdo y sentencia N 72, de fecha 5b de octubre de 2004, todos ellos
dictados por el Tribunal de Apelaciones en lo Criminal de la Cuarta Sala. ES MI
VOTO.
A su turno, los doctores FRETES y RIENZI manifestaron que se adhieren al
voto del Ministro preopinante, Doctor NEZ, por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante m,
que lo certifico, quedando acordada la sentencia que sigue a continuacin:
SENTENCIA NMERO: l598
Asuncin, l5 de noviembre de 2004.
l50
econmico del alimentante, puesto que si bien se debe tener en cuenta el estatus
social y econmico del alimentante, tampoco esto implica que el mismo tenga
que realizar un adelanto de herencia.
ALIMENTOS: Cuota de alimentos
La madre del menor. debe coadyuvar en la asistencia alimentaria de su hija,
puesto que los deberes alimentarios deben ser compartidos por ambos
progenitores, ya que sobre ambos pesa la asistencia alimentaria.
ALIMENTOS: Proceso
La Juzgadora de Primera Instancia ha analizado las pruebas relevantes para las
resultas de autos en la fijacin de alimentos; as, aquella no est obligada para
dictar sentencia a analizar todas las pruebas sino solo las determinadas para las
resultas del caso.
ALIMENTOS: Cuota de alimentos. Proceso
En la fijacin de la cuota alimenticia, y en el caso en particular, solo se tiene en
cuenta el estatus social econmico del alimentante, no as de los consanguneos
en lnea recta ascendente ni tampoco el de los consanguneos laterales, en
atencin a que el primer obligado con respecto el hijo es su progenitor.
ALIMENTOS: Cuota de alimentos. Proceso
Respecto a las gastos que denuncia la madre, actora en el juicios de fijacin de
cuota alimenticia, en el periodo procesal pertinente solo fue arrimado como
prueba el recibo de cuota del colegio, recibo de cuota de ingles y carnet de
Seguro Mdico, y considerando que las necesidades del menor debieron ser
aportadas por la solicitante, es a ella a quien corresponde cargar con dicha
negligencia.
COSTAS: Costas en el orden causado
Las costas en segunda instancia, en atencin a que la sentencia fue recurrida
por ambas partes y no se hizo lugar a las pretensiones de ambas partes, deben
ser impuestas en el orden causado.
JUICIO: X.F. S/ OFRECIMIENTO DE ASISTENCIA
ALIMENTARIA
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO: CIENTO CINCUENTA
Y SIETE
En la ciudad de Asuncin, Capital de la Repblica del Paraguay, a los
veinticinco das del mes de octubre del ao dos mil dos, estando reunidos en la Sala
de Acuerdos del Tribunal de Apelacin de la Niez y la Adolescencia, los Seores
Miembros, Doctores SILVIO RODRGUEZ, ARNALDO SAMUEL AGUIRRE
l53
inmuebles en Punta del Este Uruguay o ser propietario de una Camioneta Toyota y
que tampoco es propietario de la firma -----------------Asimismo el apelante se agravia contra la sentencia recurrida atendiendo a
que la responsabilidad de los alimentos debe ser compartida por ambos progenitores.
Respecto a su nivel de vida el apelante sostiene que lleva una vida normal de acuerdo
a su ingreso de G. 4.000.000 y que son sus padres quienes le facilitan llevar una vida
holgada y normal, y que ha aclarado en autos que solo paga una cuota mensual la cual
no es mucha como socio del Club Centenario, ya que no pag suma alguna para su
ingreso como hijo de socio. Sealando que los hijos mientras viven con los padres
disfrutan de las facilidades que estos le otorgan.
Termina agregando que en la sentencia no se tuvo en cuenta el caudal
econmico que percibe, las necesidades de la nia arriba citada, la situacin
econmica difcil por la que atraviesa el pas. Concluye solicitando se modifique la
sentencia recurrida en la suma de G. 700.000 en concepto de ofrecimiento de
alimentos.
Opino que la sentencia apelada debe ser confirmada por las razones que se
pasan a fundamentar.
El Seor C.R.D.V., progenitor de X.F., a travs su representante
CONVENCINal, sostiene que a su criterio de acuerdo a las necesidades de la nia
arriba citada, a su capacidad econmica y a la situacin econmica que atraviesa el
pas, corresponde fijar la suma de G. 700.000 que es la ofrecida en el escrito obrante a
fs. l4 de autos en el tomo I. Aleg sentirse agraviado porque la progenitora de su hija
no denunci cuales eran las necesidades de la misma y en cuanto a su capacidad
econmica que la suma que l percibe es de G. 4.000.000. De conformidad a los
artculos 70, 7l y 97 del C.N.A. se infiere que no existe discriminacin respecto a los
derechos emergentes del ejercicio de la patria potestad sean hijos matrimoniales o
extramatrimoniales, por ende, como lgica consecuencia, la obligacin principal de
los progenitores es la de alimentar y educar a los hijos y, dentro del concepto de
obligacin alimentaria, esta comprende que se debe proveer a los hijos lo necesario
para la subsistencia, habitacin y vestido en condiciones no inferiores a los que
disfrutan los obligados. A mayor abundamiento conviene precisar que el C.N.A.
dentro del concepto de alimentos hace nfasis en lo relativo al sostenimiento y
educacin, y a velar por el desarrollo integral de los hijos (inciso a) y b) del artculo
7l del cdigo arriba citado); reforzndose igualmente en cuanto a la obligacin de
proporcionar asistencia alimenticia lo relativo al sustento, habitacin, vestido,
educacin, asistencia mdica y recreacin del nio o adolescente.
De las disposiciones legales arriba transcriptas en cuanto al primer elemento a
tener en cuenta para fijar los alimentos de acuerdo a la EQUIDAD (artculo 599 del
C.P.C.), se debe tener en cuenta las necesidades del hijo o la hija de acuerdo a su edad
y sexo. En el caso especfico de autos X.F. cuenta a la fecha con l2 aos de edad.
Obsrvese que desde fs. 34 a 39 se encuentran agregadas las documentales respecto a
los gastos de educacin, idioma y seguro mdico de la nia citada y que dichas
documentales son las que informara la Actuaria a fs. 544 de autos; a lo cual se debe
sumar lo atinente a vestimenta, alojamiento, y sobre todo la alimentacin que sirve
propiamente para nutrir el cuerpo, atendiendo a la edad de pre adolescente de la
alimentada, a lo cual tambin debemos agregar el rubro de recreacin. Con la
aclaracin de que todos estos rubros deben ser coherentes con lo que exige el artculo
7l del C.N.A.; es decir, no inferiores a lo que disfrutan los obligados.
l60
La Convencin sobre los Derechos del Nio establece claramente que los
Estados Partes velarn que el nio no sea separado de sus padres excepto
cuando, a reserva judicial, las autoridades competentes determinen de acuerdo
con la ley y el procedimiento que la separacin sea necesaria en el inters
superior del nio. De acuerdo con este mandato de la Convencin lo que debe
priorizarse es el mantenimiento del nio dentro de su familia nuclear o la
ampliada.
ADOPCIN: Inters superior del nio. Mantenimiento del vnculo familiar
De adoptarse una determinacin contraria al principio de priorizar el
mantenimiento del nio dentro de su familia nuclear o ampliada, se le debe dar
un contenido que d legitimidad al principio de igual rango segn el cual
cualquier medida que se tome respecto al nio, la consideracin primordial
debe ser proteger el inters superior del mismo (art. 3 de la Convencin). Se
trata, pues, de un razonamiento que necesariamente implica una lnea de
argumentaciones encaminadas a elegir en cada caso concreto la preeminencia
de un principio sobre otro, todo esto dentro del contexto del principio
constitucional segn el cual en caso de conflicto, los derechos del nio tiene
carcter prevaleciente (art. 54 in fine del C.N.).
PATRIA POTESTAD: Prdida
No sera ocioso mencionar que la prdida de la patria potestad conlleva su
ejercicio un derecho y un deber de los padres en cuanto a los hijos, en beneficio
de stos, naturalmente. Al menos, esto es lo que se deduce de las disposiciones
concordantes de los artculos 68 y 7l del C.M.
PRUEBA: Carga de la prueba
Deviene pertinente aclarar que el onus probandi, cuando se trata de refutar los
hechos alegados por la parte demandante con otros hechos, la misma carga
procesal la tiene la parte demandada.
PRUEBA DE TESTIGOS: Apreciacin de la prueba testimonial
El artculo 3l5 del C.P.C. establece claramente las personas que no pueden ser
ofrecidas como testigos, de suerte que, aparte de estas exclusiones, el Juzgador
se encuentra en libertad de valorar la declaracin de cualquier testigo que no
est contemplado en la preceptiva ms arriba citada y de conformidad a la regla
enunciada en el artculo 342 del citado cuerpo legal.
PATRIA POTESTAD: Prdida
Resulta obvio que su padre biolgico no acepto nunca al nio, circunstancia
que incide negativamente en la psiquis del feto que vivencia a travs de la
madre las demostraciones de afecto o de un sentimiento contrario o
indiferencia. Felizmente para el nio, encontr desde beb un ncleo familiar
que le permiti desarrollarse dentro de un clima propicio y que en gran medida
l63
sacratiza la Convencin de las Naciones Unidas sobre los derechos del nio
(ratificada por nuestro pas por Ley N 57/90) (Voto de la mayora).
MENORES: Proteccin de menores
Existe una total coincidencia en cuanto a que la familia es el ambiente ms
adecuado para el normal desarrollo del ser humano, es por ello que casi todas
las Convenciones contienen una norma que declara la
obligacin estatal de velar por el fomento social de la familia a efectos de
asegurar su permanencia e integridad. (Voto de la mayora).
NIO:
Las disposiciones contenidas en la Convencin de las Naciones Unidas sobre
los derechos del nio, se infiere que la familia es el mbito natural en el cual
todo nio debe crecer, fundado en la conviccin del valor del grupo familiar,
basado esencialmente en el derecho a su identidad biolgica, es decir que no
pierda su vnculo de parentesco con su familia de sangre o de origen. (Voto de
la mayora).
NIO:
La familia es en principio insustituible, y como lo expresa la Convencin
(artculo 9) el nio tiene derecho a no ser separado de sus padres salvo en su
casos excepcionalmente, por ejemplo, en caso de ausencia fsica de los padres,
o de su total o grave incapacidad para el cumplimiento de los deberes a su
calidad de tales, o sea objeto de maltrato o descuido grave por parte de sus
padres. (Voto de la mayora).
PRUEBA DE CONFESIN: Efectos
En cuanto a la prueba confesoria, tratndose de una confesin ficta no hace
plena prueba a diferencia de la espontnea. (Voto de la mayora).
NIO:
En virtud de los artculos 53, 54, 55 de la C.N. en el que se privilegia el
ejercicio de la patria potestad por parte de los progenitores, con lo cual se esta
protegiendo el derecho de la madre; y al principio del inters superior del nio,
que posee raigambre constitucional, en el caso particular de autos, se basa en el
respeto al vnculo familiar del nio a su familia nuclear o ampliada, directrices
que los encontramos en los art. 8, 9 y concordantes de la Convencin de las
Naciones Unidas sobre los Derechos del Nio, y los artculos l7,l8 y l9 del
Pacto de San Jos de Costa Rica, por tanto corresponde confirmar la sentencia
apelada rechazando la perdida de la patria potestad de la madre biolgica con
respecto a su hijo. (Voto de la mayora).
PATRIA POTESTAD: Prdida
JUICIO: A.M.P.
POTESTAD
S/
PRDIDA
DE
PATRIA
la Recoleta el ll/0898 (fs. 3), la seora A.J.P. entreg a su hijo al matrimonio antes
mencionado quedando bajo responsabilidad de dichos consortes el cuidado y la
atencin del nio e, inclusive, autorizando a los cuidadores de su hijo a que inicien los
trmites correspondientes encaminados a la adopcin plena de A.M.P.
De acuerdo con estos datos, lo que qued en claro es que la guarda fue
concedida en forma conjunta a la seora A.J.P. y al matrimonio constituido por los
seores A.D y W.D., situacin que en cierto modo resulta comprensible teniendo en
cuenta la edad que en ese entonces tena la seora A.J.M. (l7 aos) y que a la sazn
resida en el domicilio de la seora A.D.
Por otra parte, como la guarda fue resuelta de la manera ya vista, es de
suponer y as qued manifestado en la audiencia de referencia, que la medida iba
a tener un carcter temporal. En otros trminos, la autorizacin para gestionar
la adopcin plena del nio A. hecha ante un Juzgado de Paz, solamente tiene que
ser tomada como una intencin de la madre ya que, si la manifestacin se hubiera
hecho ante el Juzgado competente necesariamente se le deba haber impreso al
juicio los trmites que corresponden al Juicio de Estado de Adopcin previsto en
el artculo 2l de la Ley N ll36/97, ley ya vigente en ese tiempo.
Quiere decir, pues, que la prdida de la patria potestad peticionada en base a
la disposicin contenida en el artculo, l05 inc. b del C. M. se hallaba
plenamente justificada en razn de que, en este caso, lo que constituye el
componente bsico del inters superior del nio es la definicin de su situacin
jurdica (art. 3 de la Convencin sobre los Derechos del Nio). Efectivamente,
resultara inadmisible una guarda otorgada sine die crendose vnculos de afectividad
entre el nio y sus guardadores quedando en suspenso pero con efecto contrario el
ejercicio de la patria potestad por parte de la madre. De modo que, desde este
punto de vista y en mi opinin, es manifiesto e indudable que se halla
configurado el requisito del inters legtimo al cual hace alusin la norma del C.M.
de los guardadores en haber iniciado este juicio. Si bien es cierto que este aspecto no
se puso en discusin, a mi entender era imprescindible dejarlo dilucidado pues tiene
que ver con la legitimacin activa que les corresponde a los seores A.D. y W.D.
para estar en este proceso en calidad de actores.
Aclarado convenientemente este punto y entrando ya en materia, la parte
resolutiva de la sentencia recurrida contiene tres apartados que ameritan ser
estudiados en particular a fin de un pronunciamiento sobre cada uno de ellos desde la
ptica de la nulidad. El primer apartado dispone cuanto sigue: HACER LUGAR a la
tacha de los testigos G.B.C.N., M.T.L., E.F.G y el seor E.R.D. deducida por la parte
demandada en virtud de los fundamentos esgrimidos en el exordio de la presente
resolucin.
Respecto al incidente de tacha de los testigos antes mencionados la
fundamentacin del Juzgado ha consistido en las siguientes expresiones: Que
asimismo el Juzgado puede notar que los testigos seores E.R.D. y A.Y. de C., cuyas
declaraciones han sido ofrecidas tanto en el juicio de tenencia como en el de prdida
de patria potestad, claramente al dar lectura a las actas agregadas en autos de
ambos procesos, se puede percibir la direccin totalmente opuestas de sus
manifestaciones, contradictorias en un proceso y otro, en referencia a la seora J.
Que igualmente la misma seora A.Y. de C. fue la testigo en el acto de entrega ante
el Juzgado de Paz de la Recoleta de su hijo A.P.M.
Conviene advertir de entrada, que el incidente de tacha de testigos implica
una terminologa y alcances empleados en el Cdigo de Enjuiciamiento Civil ya
l70
derogado (art. 206) y las tachas se hallan divididas en absolutas y relativas (art.
205 y 207).
l7l
Tachar a un testigo, una vez admitida por el Juzgado, significa o es sinnimo de restar
eficacia probatoria a su declaracin. En cambio, segn el C.P.C., actualmente en
vigencia, en su artculo 342 dispone que: Dentro del plazo de prueba, las partes
podrn alegar y probar, por va de incidente, acerca de la idoneidad de los testigos.
El Juez apreciar, segn las reglas de la sana crtica, y en oportunidad de dictar
sentencia definitiva las circunstancias y motivos que corroboren, disminuyan o
invaliden la fuerza de sus declaraciones.
Quiere decir, pues, que la tacha de testigos resuelta por el Juzgado no se
compadecen en absoluto con la regla contenida en la preceptiva transcripta y, en su
caso, lo que debi haber hecho es simplemente explicitar las razones como en parte
lo hizo por las cuales la declaracin de aquellos fueron estimadas invalidadas como
medio probatorio y no decidir conforme ya perimido en la parte resolutiva de la
sentencia. En puridad, la A-quo no tuvo en cuenta ninguna de las declaraciones
testificales ofrecidas por la parte actora por diversos motivos, limitndose a la tacha
de cuatro personas fuera de los cnones que el ritual contiene ya que el incidente de
tacha de testigos ni siquiera fue sustanciado conforme a la regla enunciada en el
artculo l83 del C.P.C. No obstante, como en definitiva se trata de la valoracin
de pruebas testificales lo que se ha objetado por la va del recurso de nulidad, en mi
opinin, es un tema que debe enfocarse al estudiar el fondo de la cuestin, es
decir, a travs del recurso de apelacin tambin interpuesto. Por consiguiente, por lo
menos respecto a este apartado soy de parecer que resultan inviables los argumentos
del nulidicente para una declaracin en tal sentido.
El segundo apartado de la sentencia en revisin dispone cuanto sigue:
HACER EFECTIVO el apercibimiento decretado por providencia del 2l de mayo de
200l, en el sentido por tener por confeso a A.J.M.C., a tenor del pliego presentado a
fs. l65 de autos, excluyendo las posiciones quinta, sptima y dcimo segunda posicin
por considerarla el Juzgado improcedente. Este apartado s es evidentemente nulo
por las siguientes razones.
En la audiencia en que se absuelve posiciones, stas, algunas e incluso todas,
pueden ser desechadas de oficio por el Juez o a pedido de parte (Art. 285 del C.P.C.).
Por otro lado, las posiciones pueden ser ampliadas por el ponente y tambin por el
Juez (art. 289 del C.P.C) y en cualquiera de estos casos, tanto la decisin del Juez
desestimando posiciones, admitiendo otras nuevas o la oposicin a algunas debe ser
materia de resolucin en el momento de la audiencia en la inteligencia de que cada
una de estas decisiones del Juzgado pueden ser apelables por la parte que se considera
afectada a fin de que en la Instancia Superior se pueda confirmarlas o revocarlas. En
el caso de autos, al no presentarse la absolvente en la audiencia sealada para el
diligenciamiento de la prueba confesoria, mal podra el Juzgado posteriormente
desestimar posiciones por considerarlas improcedentes ya que de esta forma se estara
conculcando el principio constitucional de la defensa en juicio de las personas (art. l6
de la C.N.). Por otra parte, la forma en que el Juzgado resolvi dejar de lado las
posiciones enumeradas en el apartado cuestionado, contradice sin duda los principios
de bilateralidad y contradiccin que caracterizada a este medio probatorio.
En sntesis, el Juzgado debi hacer lugar al apercibimiento decretado lisa y
llanamente a tenor de lo dispuesto en el artculo 282 del C.P.C. y, en todo caso,
determinar en la sentencia el valor de las diferentes posiciones de conformidad con las
prescripciones del artculo 302 del C.P.C., pero no excluirlas sin haber dado a las
partes la posibilidad de cuestionar dichas exclusiones en el momento procesal
conjuntamente con las dems pruebas y de acuerdo con los principios de la sana crtica
dicha prueba (ver A.I.N 25l del 29/08/0l fs. l83, dictado por este Tribunal).
APARTADO 4 DE LA S.D.N 326 DEL 22/l0/02
Me adhiero a los argumentos del colega preopinante respecto a que habiendo
la Juzgadora dispuesto en este apartado la suspensin de la patria potestad ejercida por
el Seor E.D.M. sobre su hijo A.M.P., se ha conculcado el principio de congruencia
expresamente previsto en los incisos c) y e) del artculo l59 del C.P.C.. Ntese que la
parte demandante peticion en el escrito inicial de demanda la prdida de patria
potestad contra el Seor E.D.M., sin embargo la Juzgadora no adecu su decisin a
dicha pretensin.
Declarada la nulidad del cuarto apartado corresponde resolver en lo
concerniente a la prdida de la patria potestad en relacin al accionado E.D.M. y
precisar si se han probado las causales invocadas contra este por la parte demandante
(artculo l05 incisos b y c del C.M.). Comparto al igual que mi colega preopinante
que el Seor E.D.M. demostr un total desinters e indolencia a la resultas del
presente proceso ya que ha pesar de haber sido notificado debida y legalmente como
se constata con las cdulas de notificacin obrantes a fs. l7, l00, l64 vlto. de autos, de
las etapas procesales como la de traslado de la demanda y apertura de la causa a
prueba, y a todo lo largo del procedimiento, adopt una actitud contumaz e indolente a
lo cual se debe agregar que la madre del nio A.M.P. manifest a fs. 54, 63 que
incluso ya durante el embarazo el mismo no se preocupo de asistir a la misma en los
gastos propios que demanda la atencin prenatal y una vez nacido no asisti al nio en
cuestin desentendindose personal y econmicamente del mismo rehusando as el
cumplimiento que como progenitor posee de asistir alimentaria y espiritualmente o
afectivamente al hijo, debiendo la Seora A.J.P. ocuparse solitariamente en forma
exclusiva durante el tiempo de embarazo de solventar sus propias necesidades de
madre en gestacin y luego del nacimiento del nio. Por lo antedicho corresponde
declarar la prdida de la patria potestad del nio A.M.P. contra su progenitor E.D.M.
de conformidad al inciso b) del artculo l05 del C.M.
S.D.N 364 DEL ll DE NOVIEMBRE DEL 2002
Estimo que corresponde a mi criterio declarar nula esta resolucin pero no por
las razones declarada por mi apreciado colega de Sala Dr. Silvio Rodrguez sino
porque existiendo una sentencia de tenencia a favor de la demandada de su hijo A. por
la S.D.N l028 de fecha 22 de setiembre de l999, corresponde ejecutar dicha
sentencia por ser una consecuencia natural de la misma que involucra el ejercicio de la
patria potestad por parte de la progenitora cuyo efecto personal de la patria potestad es
que el hijo viva con su madre.
A su turno la Doctora ESTIGARRIBIA DE CARVALLO dijo:
Que se adhiere al voto de los colegas que anteceden por sus mismos
fundamentos.
A la segunda cuestin planteada, el preopinante Doctor RODRGUEZ dijo:
S.D.N 326 del 22/l0/02
Declarada la nulidad del cuarto apartado de la sentencia en revisin, lo
primero que debe resolverse es lo concerniente a la prdida de la patria potestad en
relacin al accionado E.D.M.. Precisar si a su respecto se halla probada las causales
de prdida de la patria potestad prevista en el artculo l05 incs. b y c del C.M. tal
como se ha planteado en esta demanda.
En este sentido, la propia codemandada es la que, a travs de diferentes
manifestaciones da una respuesta positiva a la cuestin. Entre ellas, podran
stos viven separados y debe adoptarse una decisin acerca del lugar de residencia del
nio (art. 9). De acuerdo con este mandato de la Convencin lo que debe priorizarse
es el mantenimiento del nio dentro de su familia nuclear o la ampliada, concepto
incorporado en los artculos 2l y 22 de la Ley de Adopciones. Por otro lado, de
adoptarse una determinacin contraria a este principio, se le debe dar un contenido
que d legitimidad al principio de igual rango segn el cual cualquier medida que se
tome respecto al nio la consideracin primordial debe ser proteger el inters
superior del mismo (art. 3 de la Convencin). Se trata, pues, de un razonamiento
que necesariamente implica una lnea de argumentaciones encaminadas a elegir en
cada caso concreto la preeminencia de un principio sobre otro, todo esto dentro del
contexto del principio constitucional segn el cual en caso de conflicto, los derechos
del nio tiene carcter prevaleciente (art. 54 in fine del C.N.). Si est, por ende,
dentro del plano axiolgico del razonamiento judicial para tomar una resolucin en
el caso de autos, cosa no muy fcil por cierto.
Como punto de partida, no sera ocioso mencionar que la prdida de la patria
potestad conlleva su ejercicio un derecho y un deber de los padres en cuanto a los
hijos, en beneficio de stos, naturalmente. Al menos, esto es lo que se deduce de las
disposiciones concordantes de los artculos 68 y 7l del C.M. Obviamente, el acento
en el derecho debe imponerse ante la posible injerencia de terceros y, asimismo,
acentuarse el deber cuando su incumplimiento en todos los aspectos se pone en tela de
juicio. El deber lleva implcito, bsicamente, la de criar, educar y alimentar a los
hijos, tal como claramente lo disponen los artculos 7l del C.M. y el 53 de la C.N.
Dentro de este entorno legal, constitucional y doctrinal, se tiene a mano los
elementos de juicio necesarios para definir si el tercer apartado de la sentencia
recurrida en el que se desestima la accin incoada por los seores A.R. de D y W.D.
contra la seora A.J.P., accin en la que se pretende la prdida de la patria potestad de
la demandada en relacin a su hijo A.M.P. y, de paso, valorar adecuadamente la
prueba confesoria respetando el criterio de la sana crtica, cuestin decidida en el
segundo apartado declarado nulo.
Al plantearse la demanda por parte de los seores A.R. de D. y W.D. contra la
seora A.J.P.C., fundamentaron la pretensin de la prdida de la patria potestad, en
base a los siguientes argumentos. a) Que la seora A.J. nunca se preocup por la
atencin de sus hijos alegando en este aspecto que accionada vivi en casa de los
mismos desde el mes de setiembre/98 hasta el mes de marzo/99, mes en que se retir
y fue a vivir en Ciudad del Este, posteriormente, entre los meses de mayo y junio
la demandada volvi a su domicilio de los demandantes para pedir ayuda
econmica habilitndole un copetn para que pueda administrarlo y pueda
mantenerse, negocio que no lleg a producir lo necesario ya que la seora A.J. se
sentaba a beber bebidas alcohlicas con sus amigos en el mismo copetn hasta altas
horas de la madrugada volviendo en el domicilio de la familia D. para dormir todo el
da. b) Que esta actitud de la accionante en el manejo de su vida privada constitua
un mal ejemplo para su hijo y, por tanto, ante la imposibilidad de que la accionada
adopte una posicin de responsabilidad respecto a la atencin de su hijo, se vieron en
la necesidad de promover dicha accin (fs. l0/l3).
En su escrito de contestacin, la seora A.J.P. solicit el rechazo de la
demanda en base a los argumentos que siguen. l) Que solamente por problemas
econmicos que tuvo en su oportunidad dej a su hijo A. al cuidado de los
accionantes, situacin de la cual ahora se aprovechan para promover la demanda sobre
prdida de la patria potestad sin fundamento alguno. 2) que fue por consejo y
se especfica hasta cuando al servicio de la familia G., pero, si a partir del mes de
julio/00 la accionada hizo las paces con su madre y estar en condiciones de mantener
a su hijo con la ayuda de la abuela, es de suponer que estuvo en Hernandarias hasta
el mes de junio o julio/00. La pregunta que en este caso ameritan respuestas claras
es saber por qu dej de laborar en la casa de la familia G. y, asimismo, a que
actividad se dedic desde entonces y hasta el presente, teniendo en cuenta que lo que
se pretende es la restitucin de su hijo.
En cuanto a la primera interrogante, la respuesta la da el testigo E.F.G., testigo
tachado por el Juzgado sin fundamento alguno, y quien en su declaracin manifest
que la seora A.J.P. mostraba un comportamiento de manipulacin e impropia
haciendo alusin a que la misma, en ms de una ocasin volvi a su casa en estado
etlico hasta que se vio en la necesidad de decirle que ya no lo quera encontrar en su
casa por constituir un mal ejemplo para sus hijos adolescentes (fs. l36). Es ms,
cuando fue preguntado por el abogado Csar Bez Samaniego si durante el tiempo en
que la accionada sirvi en su casa estudiaba o no en una institucin de enseanza, el
testigo fue terminante al responder que fue aquella la que se sirvi de su casa. No hay
motivos para descalificar a este testigo y si decidi tal como lo hizo, fue para
preservar la moral de sus hijos, y su declaracin coincide con otras declaraciones
tal como se ver posteriormente.
En cuanto a la segunda interrogante, segn lo informa la Asistente Social
Hilda Houdin Aguirre (fs. l59), al constituirse en la casa de la madre de la seora
A.J.P. el 30 de mayo de 200l, aquella dijo que no saba en que colegio estudiaba su
hija y que trabaja en limpieza pero no saba con quien o para quien. Extraa respuesta
para una madre reconciliada con la hija. Al parecer, la indiferencia de la seora D.C.
no era solamente para con su nieto A., sino tambin con respecto a su A.J. puesto que
se trataba de actividades que para una madre normal necesariamente deban ser
conocidas. Ciertamente, ms adelante se pudo entrevistar a la accionada y sta
manifest que estaba cursando el 5to. curso en el Instituto Privado SYME y que
durante la maana trabajaba en limpieza percibiendo una remuneracin de G. l0.000
por limpieza en casas de familia. Es loable el ansia de superacin de la demandada,
pero, desde julio/00 hizo las paces con su madre y con recursos para mantener a su
hijo dentro de una casa confortable, lo que llama la atencin es que ya en ese tiempo
no plante judicialmente la restitucin de su hijo.
Estas elucubraciones nos conducen a otro episodio en la vida de la accionada
introducida en el proceso y en el cual nuevamente aparece afirmaciones contrapuestas.
En el escrito de demanda se sostiene que entre los meses de mayo o junio/00 la seora
A.J.P. se present nuevamente en la casa de los accionantes porque no tena donde
vivir y ante esta situacin, aquellos le proporcionaron la posibilidad de explotar por su
cuenta un copetn para su propia subsistencia (fs. l2). En cambio, en el escrito de
contestacin, la accionante manifest que ya estando en condiciones de hacer frente a
la responsabilidad de hacerse cargo de su hijo tal como se aclar en el prrafo
anterior y presentarse a reclamar el retiro de su hijo, la familia D. le ofreci trabajar
en el Copetn ...................., donde trabaj durante una semana con la promesa de una
remuneracin de G. 600.000 mensual que se redujo despus a G. 90.000. Por este
motivo la accionada consider que se trataba de una maniobra de los demandantes
para no entregarle a su hijo (fs. 8l). En esta contraposicin de afirmaciones,
independientemente de cuanto tiempo trabaj en el copetn y an admitiendo que haya
sido por una semana, de nuevo surge la interrogante dejada en suspenso con
anterioridad. Por qu la accionada, si consideraba este ofrecimiento de los D. como
decretado de conformidad con los trminos del artculo 282 del C.P.C., en
concordancia con el
l8l
302 lra. parte del mismo cuerpo legal, es decir, tenerla por confesa relacionando este
medio de prueba con las otras producidas en el juicio.
As, en la 6ta. posicin se afirm que la accionada, con posterioridad a la
entrega de su hijo mediante el acta labrada ante el Juzgado de Paz de la Recoleta no
cambi ni se arrepinti de su decisin. La posicin era clara en cuanto a su
significado y tiene relacin directa con la cuestin debatida. Por tanto, como est en
concordancia con las conclusiones antes mencionadas, solamente resta tenerla por
confesa respecto a esta Posicin.
En la 7ma. posicin se afirm que la demandada no solicit judicialmente la
anulacin de su decisin o la restitucin de su hijo. Tambin en cuanto a esta Posicin
se la tiene que tener por confesa ya que est en armona con las consideraciones
vertidas con anterioridad sobre el mismo punto.
En la Posicin l0ma. 5ta. Se afirm que el seor E.G., le ech de su casa por
mala conducta. La confesin respecto a esta posicin debe ser admitida porque
coincide con la declaracin testifical del seor E. G. sobre el particular.
En general, estas son posiciones claves que tienen relacin directa con los
hechos articulados en la demanda: El desinters manifiesto de la seora A.J. en ejercer
su rol de madre y la conducta errtica de la misma en lo que se refiere a los trabajos
que tuvo y en los cuales nunca se mantuvo mucho tiempo incluyendo su permanencia
frente al Copetn ................ En sntesis, que la inestabilidad de la accionada en cuanto
a sus fuentes de trabajo como, la Librera ........................, empleada de la familia G.,
sus tareas de limpieza dejada para hacerse cargo del Copetn ..............., aunque por
breve tiempo, y actualmente sin ocupacin demostrada, ha quedado comprobado
fehacientemente como un hecho indudable dentro del proceso y est en ntima
conexin con los estudios psicolgicos ya vistos.
En conexin con la prueba confesoria adquiere relevancia la declaracin
testifical de la seora G.B.C.N., hermana de la seora A.J.P. (fs. l2l/l22). De
acuerdo con la versin de esta testigo, tambin tachada por la A-quo porque la misma
estuvo presente en el acta de entrega ante el Juzgado de la Recoleta que en lo que a
m respecta no es razn suficiente para invalidar su declaracin -, la accionada no se
preocupaba por la atencin del nio A. Por el contrario, el cuidado del chico quedaba
en sus manos o de su cuada C.Q. ya que la madre nunca se encontraba en la casa. La
relacin entre las hermanas se resquebraj cuando la declarante se enter que A.J.P.
trat de vender a su hijo. Asimismo, manifest que no opuso ningn problema para
entregar en guarda al nio a la familia D. ya que constitua una solucin al problema
de manejar su vida a su entera libertad. En sntesis, que la criatura era ms bien un
obstculo para su vida privada.
En este contexto, la testigo M.T.L. manifest que la accionada se levantaba a
medioda y tomaba sol medio desnuda en la casa de la familia D (fs. l25). Quizs esta
declaracin no tenga tanta relevancia, pero si la propia demandada dijo que su esposo
le tomaba fotos desnudas, tal actitud denota que tales tomas fotogrficas contaba con
su anuencia, lo cual demuestra con certeza que tena sesgos de una exhibicionista. Por
otra parte, la testigo C.I.Q. (fs. l28/l29), manifest que la seora A.J.P. se preocupaba
ms del cuidado de su cuerpo y no de su hijo a quien lo dejaba slo llorando
dejndolo encerrado en una pieza oscura. Inclusive, esta testigo afirm que la
accionada trat de vender a su hijo. Asimismo, la testigo C.O. de M. (fs. l94), hizo
hincapi en que la accionada volva a las 5.00 o 6.00 de la maana a la casa de
los D. en estado de ebriedad y con los zapatos en la mano y que en el Copetn
............... se pasaba bebiendo con sus amigos. finalmente, el testigo L.A. (fs.
200), su declaracin
seora G.B.P.C., incluso le autoriza a que se traslade con el mismo al Brasil. Pero
luego esta ltima por motivos de trabajo no pudo hacerse cargo ms del nio, razn
por la cual A.J.C., en ese entonces con l6 aos hace entrega de su hijo A.M.P. a los
demandantes, conviviendo tambin aquella (A.J.C) con su hijo y los actores en el
mismo domicilio, pero que esta estada por parte de la madre biolgica del nio ya
individualizado fue de corta duracin, ya que la misma acostumbraba a ausentarse por
varias semanas de la casa de los demandantes, sin indicar el motivo, ni el lugar donde
se encontrara.
Sostienen igualmente los demandantes que A.J.P.C. permaneci con ellos en
su casa luego de que fuera abandonada por su esposo aproximadamente desde el mes
de setiembre de l998 hasta el mes de marzo de l999, en que se retir y fue a vivir a
Ciudad del Este. Luego entre los meses de mayo y junio del 2000 vuelve al domicilio
de los actores a solicitar ayuda econmica, razn por la cual los seores A.R. de D. y
W.D. le alquilan un saln a la vuelta de su domicilio para administrar un copetn y
mantenerse con lo producido. Pero que la demandada no solo no administro
correctamente el negocio sino que a la noche se sentaba a beber bebidas alcohlicas
con sus amigos en el copetn hasta altas horas de la madrugada donde terminaba el da
en total estado de ebriedad y se diriga al domicilio de la familia D. a dormir todo el
da. Al corto tiempo ya debido al mal manejo del copetn y a su ebriedad
consuetudinaria, la misma abandon el negocio. Por ltimo los demandantes alegaron
que la seora A.J.P. nunca se preocup de su hijo, pues nunca acompa a la seora
D. a las consultas mdicas an cuando el hijo se encontraba delicado de salud.
Opino que en autos no quedo constatado el abandono por parte de la seora
A.J.P.C. respecto a su hijo biolgico A.M.P., atento a las razones que se pasan a
fundamentar.
El Cdigo del Menor no conceptualiza o define el abandono, solo enumera en
forma cerrada los casos en que se considera en estado de abandono material o moral a
los menores en el artculo 22l del citado cdigo: a) cuando no tengan hogar, carezcan
de vigilancia, vivan en la mendicidad o de la caridad pblica, b) cuando se hallen al
cuidado de padres o guardadores bajo cualquier ttulo, que sean ebrios
consuetudinarios, drogadictos, mentalmente incapaces o de conducta inmoral o que
los indujeren a la mendicidad u otra forma de vida reida con la moral y las
buenas costumbres o a atentar contra el orden pblico, c) cuando no reciban o se les
implica recibir educacin escolar correspondiente a su edad o ellos mismos
voluntariamente faltaren a la asistencia a los deberes escolares y d) las menores que
hallndose grvidas estn privadas de la atencin adecuada. Ntese que el nio
A.M.P. no se encuentra en las casusticas arriba mencionadas.
Respecto a los hechos que aducen los demandantes contra la actora, como
situaciones de abandono, conviene precisar que el hecho de que la demandada por
acta ante el Juzgado de Paz de la Recoleta en fecha 6/08//98 decidi entregar en
guarda a su hijo A.M.P. en guarda provisioria a su hermana y ta del nio la seora
G.B.C.N.; el citado hecho no configura abandono en atencin a que justamente el
cuidado de una ta no implica abandono dado los lazos de parentesco, que excluyen la
posibilidad de desamparo, de lo cual se infiere que el nio sera bien atendido y
vivir dentro de su familia ampliada. Por otra parte esta medida fue eminentemente
transitorio y breve, pues desde la fecha antedicha solo transcurrieron cinco das
(ver acta labrada en el Juzgado de Paz de la Recoleta en fecha ll/08/98) para que el
citado nio sea entregado a los actores pero quedando la seora A.J.P.C. a residir con
su pequeo hijo
C.O. de M. (fs. l94): en la razn de sus dichos no aclar da, mes ni ao razn
por la cual no puede ser considerada dicha declaracin como de peso para las resultas
de autos.
N.A.R. de B. (fs. l97): de la declaracin de la misma al igual que las dos
testigos arriba individualizadas, no especifico da, mes ni ao, lo que le resta
credibilidad a sus afirmaciones.
L.A. (fs. 200): atento a la lectura de las declaraciones del citado no se advierte
haber precisado que los anteriores testigos da, mes y ao a los efectos de dar sustento
serio para corroborar lo afirmado por la parte demandante.
M.G.F.A. (fs. 2ll): esta declaracin no se encuentra corroborada por otra
prueba de peso a los efectos de demostrar ineptitud, inhabilidad o falta de idoneidad
grave de la demandada que amerite la declaracin de prdida de patria potestad.
E.R.D. (fs. 2l4): este testigo al igual que la testigo arriba citada Y.C. de A. en
el expte. de tenencia argument que la demandada tena un buen comportamiento y
que trabajaba a la maana y a la tarde, sin embargo en el expte. de prdida de patria
potestad declara en contra de la demandada. Esta situacin de contradiccin resta
seriedad a las afirmaciones del mismo.
PRUEBA DE ESTUDIOS PSICOLGICOS
El apelante se queja porque la A-quo no tom en cuenta el perfil psicolgico
de la demandada obrante a fs. l56 de autos. Sobre el punto conviene precisar que la
Juzgadora tiene facultad por la ley para apartarse de un dictamen pericial y apoyarse
en otro dictamen de la misma naturaleza. As, a fs. 273 se encuentra el estudio
psicolgico de otro perito en el cual no se trasluce que la demandada tenga causa
grave de inhabilidad e ineptitud psicolgica que haga temer por la seguridad fsica o
psquica de su hijo.
Por las razones antedichas considero que atento a los estudios psicolgicos no
existe una razn de peso que haga viable el despojo de un hijo de la madre, ms an
como en el caso de autos como la demandada no expuso a su hijo a abandono material
y tampoco lo institucionaliz. En el caso de autos, considerando que la demandada
tuvo un embarazo precoz antes que separarle del hijo hay que tratar de darle apoyo
emocional para que el vnculo materno filial se robustezca a los efectos priorizar la
permanencia del nio en su mbito natural que es su familia nuclear y en defecto de
esta la ampliada. As lo sacratiza la Convencin de las Naciones Unidas sobre los
derechos del nio (ratificada por nuestro pas por Ley N 57/90) ...La insercin del
nio en su familia es un elemento clave de la temtica de los derechos del nio, y
varios artculos de la Convencin lo abordan, desde ngulos distintos. El artculo 7 (l)
reconoce el derecho del nio desde su nacimiento... a conocer a sus padres y a ser
cuidados por ellos. En el mismo, sentido el artculo 8 consagra el derecho de nio a
preservar las relaciones familiares como elemento de su derecho a la identidad.
(Daniel ODonnel La Convencin sobre los Derechos del Nio: Estructura y
Contenido).
... Existe una total coincidencia en cuanto a que la familia es el ambiente ms
adecuado para el normal desarrollo del ser humano. Es por ello que casi todas las
convenciones contienen una norma que declara la obligacin estatal de velar por el
fomento social de la familia a efectos de asegurar su permanencia e integridad (Adela
Reta La atencin estatal del menor desprotegido: nuevas tendencias).
En definitiva de las disposiciones contenidas en la Convencin de las
Naciones Unidas sobre los derechos del nio, se infiere que la familia es el mbito
natural en el cual todo nio debe crecer, fundado en la conviccin del valor del grupo
de restitucin contra los hoy demandantes, agregados por cuerdas separadas a estos
autos, demuestra la actitud sistemtica demostrada por la demandada para no ser
separada de su hijo A., a pesar de su falta de recursos econmicos como se comprueba
al estar representada por la defensora de pobres tanto en el expediente de tenencia
como en el de restitucin. Cabe acotar igualmente que la falta de recursos econmicos
no es condicin determinante para que un nio sea sustrado de su familia de sangre.
A lo cual se agrega que atento al certificado de nacimiento de A., la demandada
procedi al reconocimiento de inscripcin de su hijo pudiendo hacerlo el seor
E.D.M. La conclusin corresponde confirmar el punto tercero de la S.D.N 326
del 22 de octubre del 2002.
S.D.N 364 del ll de noviembre de 2002
Que a mi criterio habindose dictado como ltima resolucin respecto a la
situacin jurdica del nio A., en cuanto a que en virtud de la S.D.N l028 del 22 de
setiembre de l999, se lo otorg la tenencia del citado nio a su progenitora A.J.P.C.,
ejerciendo como lgica consecuencia el ejercicio de la patria potestad, corresponde la
restitucin del nio individualizado a la demandada, pues uno de los efectos
personales derivados de la patria potestad se encuentra el que el nio A. debe vivir con
su progenitora arriba nombrada.
A su turno, la Doctora ESTIGARRIBIA DE CARVALLO, dijo:
En cuanto al recurso de apelacin interpuesto, luego de un minucioso anlisis
como lo requiere el expediente en estudio, por las consecuencias definitivas e
irreversibles de la prdida de la patria potestad, he llegado a la conclusin que en
autos no se probado abandono alegado por la parte autora sino por el contrario,
pese a su corta edad y al escaso recurso econmico con que contaba la madre del nio
A.M.P., se ha ocupado del bienestar de su hijo como consta a fs. 2 y 3 de autos
respectivamente. No ahondar en el examen de las pruebas para no caer en una
repeticin innecesaria ya que la Doctora PUCHETA DE CORREA ha hecho en su
momento por lo que mi voto es en el mismo sentido y por los mismos argumentos, es
decir, estoy por la confirmatoria del tercer apartado de la S.D.N 326 del 22 de octubre
de 2002. Asimismo, comparto el criterio de los Doctores RODRGUEZ y PUCHETA
DE CORREA en lo que respecta a la cuestin de fondo del cuarto apartado de la
misma sentencia y hago mo sus fundamentos. En cuanto a la S.D.N 364 del ll de
noviembre de 2002, me adhiero al voto de la Doctora PUCHETA DE CORREA por
sus mismos fundamentos. Es mi voto.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando los seores miembros, todo
por ante m, que certifico, quedando acordada la sentencia que sigue:
SENTENCIA NMERO: 80
Asuncin, l8 de agosto de 2003
VISTO: Lo que resulta de la votacin que incluye el acuerdo precedente y sus
fundamentos,
EL TRIBUNAL DE APELACIN DE LA NIEZ Y LA ADOLESCENCIA
RESUELVE:
l) NO HACER LUGAR al recurso de nulidad interpuesto contra el primer
apartado de la S.D.N 326 del 22 de octubre del 2002.
2) DECLARAR NULOS el Segundo y Cuarto apartados de la S.D.N 326 del 22 de
octubre del 2002.
3) DECLARAR NULA la S.D.N 364 del ll de noviembre del 2002.
4) CONFIRMAR el tercer apartado de la S.D.N 326 del 22 de octubre de 2002.
5) HACER LUGAR a la prdida de la patria potestad peticionada por los seores A.R.
de D. y W.D. contra el seor E.D.M. en relacin al nio A.M.P.
6) HACER LUGAR a la restitucin solicitada por la seora A.J.P. contra los seores
A.R. de D y W.D. en relacin al nio A.M.P.
7) ANOTAR, REGISTRAR y REMITIR copia al Excma. Corte Suprema de Justicia.
Miembros: Silvio Rodrguez, Alicia Beatriz Pucheta de Correa, Clara Estigarribia de
Carvallo.
Ante m: Mara E. Galeano O., Actuaria Judicial
ACUERDO Y SENTENCIA N 890/2004 (CORTE SUPREMA DE JUSTICIA)
AUTONOMA DE LA VOLUNTAD:
Las normas relativas al nombre de las personas, son de orden pblico, por lo
que la autonoma de la voluntad, en este caso se encuentra limitada.
NOMBRE: Adicin de nombre
El Cdigo Civil dispone que toda persona tiene derecho a un nombre y apellido
que deben ser inscriptos en el Registro Civil y todo cambio o adicin debe ser
autorizado por el juez, mediando justa causa (Art. 42). As mismo el Art. 9
establece que los actos jurdicos no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya
observancia estn interesados el orden pblico o las buenas costumbres.
NOMBRE:
El Pacto de San Jos de Costa Rica (Ley N l/89), en su Art. l8 establece que
toda persona tiene derecho a un nombre propio y a los apellidos de sus padres o
al de uno de ellos. La Ley reglamentar la forma de asegurar este derecho para
todos, mediante nombres supuestos, si fuere necesario.
NIO:
La Convencin sobre los Derechos del Nio, ratificada por nuestro pas por
Ley N 57/90, establece que el nio ser inscripto inmediatamente despus
de su nacimiento y tendr derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una
nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser
cuidados por ellos (Art. 7). As mismo los Estados Partes se comprometen a
respetar el derecho del nio a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad,
el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley sin injerencias
ilcitas (Art. 8).
NOMBRE:
La naturaleza jurdica que la mayor parte de la doctrina atribuye al nombre, es
la de ser un atributo de la personalidad y a la vez una institucin de polica
civil, esto es, un derecho-deber de identidad ya que tiende tanto a proteger
derechos individuales cuanto los que la sociedad tiene en orden a la
l90
Las costas deben imponerse en el orden causado, por tratarse de una cuestin
que ha requerido interpretacin jurisprudencial.
JUICIO: E.T.B. Y OTRO C/ MINISTERIO PBLICO
S/ CAMBIO DE APELLIDO (CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA)
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO: OCHOCIENTOS NOVENTA
En la ciudad de Asuncin, capital de la Repblica del Paraguay, a los cuatro
das del mes de junio del ao dos mil cuatro, estando reunidos en la Sala de Acuerdos
de la Corte Suprema de Justicia, los Seores Ministros de la Sala Civil y Comercial,
Doctores JOS RAL TORRES KIRMER, Presidente, MIGUEL OSCAR BAJAC
ALBERTINI y CSAR ANTONIO GARAY, ante m, el Secretario autorizante, se
trajo al acuerdo el expediente caratulado: JUICIO: E.T.B. Y OTRO C/ MINISTERIO
PBLICO S/ CAMBIO DE APELLIDO, a fin de resolver los recursos de apelacin
y nulidad interpuestos por la Agente Fiscal de la Niez y la Adolescencia del Segundo
Turno, Abog. Mercedes Gmez Fleitas y la Agente Fiscal en lo Civil y Comercial del
Noveno Turno, Abog. Aurora Ibieta Cruz, contra el Acuerdo y Sentencia N 20 de
fecha 28 de marzo de 200l, dictado por el Tribunal de Apelacin en lo Civil y
Comercial, Primera Sala.
Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia,
Sala Civil y Comercial, resolvi plantear y votar las siguientes
CUESTIONES:
Es nula la sentencia apelada?
En su defecto, se halla ella ajustada a derecho?
Practicado el sorteo se Ley para determinar el orden de votacin, dio el
siguiente resultado: TORRES KIRMSER, BAJAC ALBERTINI y GARAY.
A la primera cuestin planteada, el Doctor TORRES KIRMSER dijo: La
Agente Fiscal en lo Tutelar y Correccional del Menor del Segundo Turno, desisti
expresamente del recurso de nulidad interpuesto. La Agente Fiscal en lo Civil y
Comercial del Noveno Turno, no fundament el recurso de nulidad. Adems no se
advierten en la sentencia en revisin defectos o vicios que justifiquen la declaracin
de nulidad, de oficio, en los trminos que autorizan los artculos ll3 y 404 del
Cdigo Procesal Civil. En consecuencia, debe tenerse por desistido el recurso de
nulidad interpuesto por la Agente Fiscal Abog. Mercedes Gmez Fleitas y por la
Agente Fiscal Abog. Aurora Ibieta Cruz.
A su turno los Doctores BAJAC ALBERTINI y GARAY, manifiestan que se
adhieren al voto que antecede por los mismos fundamentos.
A la segunda cuestin planteada, el Doctor TORRES KIRMSER, dijo: El
presente juicio fue promovido por los Sres. W.R.R.A. y E.T.B., contra el Ministerio
Pblico, por cambio de apellido del menor hijo ambos W.J.R.B., nacido en esta ciudad
en fecha 25 de mayo de l98l, alegando que luego de un distanciamiento voluntario de
los mismos, la Sra. E.T.B. en compaa de su hijo, emigr a Alemania, donde conoci
al Sr. O.R. y con quien se trasladaron posteriormente a la ciudad de JohannesburgRepblica de Sudfrica. En dicha ciudad el Sr. O.R., con consentimiento de la madre,
inscribi al joven como W.J.R.B., habiendo otorgado testamento abierto a favor de
ste en fecha 28 de octubre de l997.
l93
que los actos jurdicos no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia estn
interesados el orden pblico o las buenas costumbres.
El Pacto de San Jos de Costa Rica (Ley N l/89), en su Art. l8 establece:
Toda persona tiene derecho a un nombre propio y a los apellidos de sus padres o al
de uno de ellos. La Ley reglamentar la forma de asegurar este derecho para todos,
mediante nombres supuestos, si fuere necesario.
En el mismo sentido la Convencin sobre los Derechos del Nio, ratificada
por nuestro pas por Ley N 57/90, establece: El nio ser inscripto inmediatamente
despus de su nacimiento y tendr derecho desde que nace a un nombre, a adquirir
una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidados
por ellos (Art. 7). Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del
nio a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones
familiares de conformidad con la ley sin injerencias ilcitas (Art. 8).
La misma ley da posibilidad del cambio de nombre cuando medien justos
motivos. Sobre el tema Belluscio-Zannoni, en su obra Cdigo Civil y Leyes
complementarias, Comentado, Anotado y Concordado, Tomo I, pg 386, afirma: La
naturaleza jurdica que la mayor parte de la doctrina atribuye al nombre, es la de ser
un atributo de la personalidad y a la vez una institucin de polica civil, esto es, un
derecho-deber de identidad ya que tiende tanto a proteger derechos individuales
cuanto los que la sociedad tiene en orden a la identificacin de las personas. Por ello,
uno de sus caracteres principales es el de la inmutabilidad, que tiende a resguardarlo
de cambios no justificados. Sin embargo, el principio o carcter de la inmutabilidad
del nombre no es absoluto, pues se admiten casos en los cuales puede ser soslayado,
en especial cuando en manera alguna resultan afectados los principios de orden y
seguridad que tiende a afirmar o existen razones que inciden en menoscabo de quin
lo lleva.
En igual sentido Jorge Joaqun Llambas, en su obra Tratado Derecho CivilParte General pg. 305, refiere con relacin a la inmutabilidad: El nombre es un
derecho-deber de identidad, de sonde se sigue el carcter inmutable que le
corresponde. Siendo un atributo de la persona, no se concibe que el nombre de sta
que ha de identificarla en la sociedad pueda experimentar variaciones susceptibles de
introducir equvocos en el mbito social, lo que importa desvirtuar la funcin
identificadora del nombre. Alega que el principio no es absoluto, pero debe existir
causa grave que justifique la alteracin, se cumpla un procedimiento regular para
introducir el cambio y que se lleve al conocimiento del pblico a fin de eludir en lo
posible los inconvenientes propios en toda variante en el elemento esencial de la
identificacin de las personas.
Entonces, si bien se reconoce la inmutabilidad del nombre, es decir, que nadie
puede cambiarlo por propia voluntad, se admite la existencia de justas causas que
justifican su mutabilidad, como ser un nombre ridculo u ofensivo a la dignidad moral
de las personal, o de aquellos que lo someten a la burla, dejando ello a la apreciacin
judicial.
En el caso en estudio, podra considerarse como motivo suficiente o justa
causa, la alegacin de beneficios patrimoniales como ser el acceso a una herencia?.
La respuesta es negativa. El slo beneficio patrimonial y eventualmente cultural, no
puede primar sobre normas de orden pblico. slo sera procedente por razones que
incidan en el menoscabo moral o espiritual de quien los lleve.
La justa causa deviene ...en circunstancias excepcionales en los que el
cambio de nombre es necesario, ya sea porque ste va en desmedro de algn inters
social o porque atenta contra la dignidad de la persona que lo lleva (Derecho Civil,
Parte General Personas Moreno Ruffinelli, Jos A. pg. 320).
La causal invocada por los peticionantes resultan insuficientes e ineficaces
para el logro de la pretensin deducida, por cuanto que el menor ya tiene un nombre y
un apellido, una identidad y una nacionalidad que no pueden ser modificados si no
concurren la justa causa prevista por la ley. En el caso de autos, la inscripcin
realizada por los Sres. W.R.R.A. y E.T.B. conserva todos sus efectos legales, ya que la
misma no fue impugnada de nulidad, o dejada sin efecto jurdico por decisin judicial;
tampoco existi un procedimiento de adopcin.
Por las consideraciones expuestas, soy de opinin que el Acuerdo y Sentencia
N 20 de fecha 28 de marzo de 200l, dictado por el Tribunal de Apelacin en lo Civil
y Comercial, Primera Sala, debe ser revocada e imponerse las costas en el orden
causado, por tratarse de una cuestin que ha requerido interpretacin jurisprudencial.
A su turno los Doctores BAJAC ALBERTINI y GARAY, manifiestan que se
adhieren al voto que antecede por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante m,
que certifico, quedando acordada la sentencia que sigue:
SENTENCIA NMERO: 890
Asuncin, 04 de junio de
2004 VISTO: Los mritos del Acuerdo que antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA CIVIL Y COMERCIAL
RESUELVE:
TENER por desistido el Recurso de Nulidad interpuesto por la Agente Fiscal de la
Niez y de la Adolescencia Abog. Mercedes Gmez Fleitas.
DECLARAR desierto el Recurso de Nulidad interpuesto por la Agente Fiscal en lo
Civil y Comercial del Noveno Turno, Abog. Aurora Ibieta Cruz de Cramer.
REVOCAR el Acuerdo y Sentencia N 20 de fecha 28 de marzo del 200l, dictado por
el Tribunal de Apelacin en lo Civil y Comercial, Primera Sala.
IMPONER las costas en el orden causado.
ANOTAR, REGISTRAR y NOTIFICAR.
Ministros: Jos Ral Torres Kirmser, Miguel Oscar Bajac Albertini, Csar Antonio
Garay.
Ante m: Alfredo Bentez Fantilli, Secretario Judicial.
posible por motivos jurdicos o fcticos, como por ejemplo por prescripcin ausencia
o muerte (Roxin. Op. Cit. Pg. 493).
Pese a que no existe sentencia firme (requisito para que proceda la accin
segn el Art. 48l del Cdigo Procesal Penal) debido a que la sentencia fue apelada por
la querella, considero que la prescripcin de la accin puede declararse de oficio por
el Tribunal, de conformidad con el Art. l37 del Cdigo Procesal Penal, y la Sala
Penal puede anular la sentencia o pronunciar directamente la sentencia, cuando
resulte la extincin de la accin o la pena, por lo que sera ocioso un nuevo juicio.
Segn el art. l38 del Cdigo Procesal Penal, la duracin del procedimiento
no puede superar el plazo previsto para la prescripcin de la accin penal, cuando
ste sea inferior al mximo establecido en este captulo. Estas disposiciones
forman parte de una Ley ms favorable al encausado y por lo tanto deben ser
aplicadas por el Tribunal. El Art. 5 del Cdigo Procesal Penal dispone que en caso
de duda los jueces decidirn siempre lo que sea ms favorable para el imputado.
Este es considerado como tal hasta que una sentencia firme declare su punibilidad
(Art. 4 Cdigo Procesal Penal). Adems el art. ll del Cdigo Procesal Penal,
precisa que las normas procesales tendrn efecto retroactivo cuando sean ms
favorables para el imputado o
condenado.
El Art. l3 del Cdigo Procesal Penal dispone que los principios y garantas
previstos por est Cdigo sern observados en todo procedimiento a consecuencia el
cual pueda resultar una sancin penal o cualquier resolucin restrictiva de libertad.
En el Cdigo Penal anterior (Art. ll5, la prescripcin de la accin operaba
por el transcurso del tiempo fijado para cada delito (difamacin a los seis meses, Art.
384), y deba ser declarado de oficio por el Juez. El Art. l2l del Cdigo Penal
establece que la prescripcin de la accin quedar interrumpida desde que se inicie el
procedimiento directo contra el culpable, volviendo a correr de nuevo desde que, por
cualquier causa o circunstancia, se paralice la prosecucin del proceso.
El proceso se inici el 29 de octubre de l992, y hasta la fecha no existe
sentencia definitiva. El Cdigo Procesal en su Art. l36 exige que toda persona
tenga derecho a una resolucin judicial definitiva en una plazo razonable, y
que todo procedimiento tendr una duracin mxima de tres aos, contados desde
el primer acto del procedimiento. Este plazo slo puede extenderse por seis meses
ms, cuando exista una sentencia condenatoria, a fin de permitir la tramitacin de
los recursos.
La Constitucin de la Repblica e instrumentos internacionales ratificados,
mencionan tambin la necesidad del plazo razonable. El Art. l7 de la ley fundamental
dispone que el sumario no se prolongar ms all del plazo establecido por la ley. El
Art. 8 del Pacto de San Jos de Costa Rica (Ley N l/89), expresa: Toda persona
tiene derecho a ser oda, con las debidas garantas y dentro de un plazo razonable, por
un juez o tribunal competente... El Art. l4 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Polticos, en el numeral 3 dispone: Durante el proceso, toda persona
acusada de un delito tendr derecho. En plena igualdad, a las siguientes garantas
mnimas: c) a ser juzgada sin dilaciones indebidas....
En la exposicin de motivos del Anteproyecto del Cdigo Procesal Penal,
Fundamentos de la Parte General, VIII, Actos Procesales, punto ll3, se ratifica que el
proceso penal debe tener un lmite preciso de duracin mxima, siguiendo la clusula
establecida en el Pacto de San Jos, plazo razonable. En el punto ll5, se menciona:
En definitiva, la eficiencia en la administracin de los plazos, reculados
Procesal Penal, aspectos que considera suficientes para la viabilidad del presente
recurso a tenor de lo que prescribe el Artculo 478 del citado Cdigo Procesal Penal.
En otras palabras, las inobservancias se resumen en la confusin conceptual de las
denominadas medidas alternativas y sustitutivas a la prisin preventiva, la
expedicin del Tribunal de Apelacin ultrapetita y la violacin del principio general
en materia de recursos (prohibicin de la reforma en perjuicio), respectivamente.
La Fiscala de Delitos Econmicos cumpliendo con el traslado que le corriera
esta Sala Penal, se expide a travs de su Dictamen N 57 de fecha 27 de abril de 200l
y en su parte esencial solicita el rechazo de la materia recursiva atendiendo a su
improcedencia, ya que el recurso extraordinario de casacin est vedado para
resoluciones que no pongan fin al procedimiento, como lo dispone el Artculo 477 del
Cdigo Procesal Penal, indicando que podra haber optado por la accin de
inconstitucionalidad, materia que no fuera planteada en estas circunstancias.
Atendiendo a un examen extrnseco y de forma del recurso extraordinario de
casacin, esta Sala Penal puede sostener con firme conviccin fundada en los
elementos que obran en los antecedentes trados a su inmediato conocimiento, que: A)
El recurso fue interpuesto en el PLAZO LEGAL que prev el artculo 468 del Cdigo
Procesal Penal; B) Dicho recurso se encuentra debidamente FUNDADO en la
supuesta INOBSERVANCIA O ERRNEA APLICACIN DE UNA NORMA
O
GARANTA CONSTITUCIONAL, y; C) Tratndose de un auto interlocutorio dictado
en un procedimiento relativo a la apelacin general de MEDIDAS CAUTELARES, el
punto central de discusin en este tpico, consiste en analizar si este tipo de
resoluciones es susceptible de ser impugnado por la via del recurso extraordinario de
casacin.
El Artculo 477 del Cdigo Procesal Penal considera el OBJETO del presente
recurso a las sentencias o resoluciones emanadas del Tribunal de Apelacin que, en
lneas generales, pongan fin al procedimiento y contina con otras hiptesis sealando
como modos concretos de terminacin de los procesos a la extincin de la accin o de
la pena, denieguen la extincin, conmutacin o suspensin de la pena. Es decir
nomina los casos concretos de terminacin de los procesos penales y en el inicio del
mismo prrafo introduce la expresin que pongan fin al procedimiento, sin referir a
las maneras del proceso penal, sino del procedimiento.
En consecuencia, por aplicacin del Artculo l0 del Cdigo Procesal Penal,
fundamentalmente por la restriccin de los alcances de las medidas cautelares de
orden personal y real, esta Sala Penal considera admisible la discusin por va de un
RECURSO EXTRAORDINARIO acerca de los alcances constitucionales y legales de
las MEDIDAS CAUTELARES EN GENERAL, todo ello, porque en su interpretacin
correcta para la CASACIN no se observan impedimentos insalvables, ya que
justamente la jurisprudencia es la que debe pulir acabadamente los alcances de este
novedoso instituto.
Por tanto, esta Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, sobre la base de
los puntos sostenidos precedentemente, entiende que los requisitos extrnsecos del
recurso interpuesto tornan admisible el planteamiento y corresponde, en consecuencia,
el anlisis de las argumentaciones sostenidas.
La casacin es un recurso novedoso de naturaleza constitucional y como tal,
est previsto para enmendar situaciones conflictivas con el principio de seguridad y
unidad de actuacin que deben presidir todos los rganos que componen la funcin
jurisdiccional del Estado. En otras palabras, la materia pretende evitar el caos
jurdico que se podra verificar a la luz de sentencias o resoluciones contradictorias
2ll
ante la existencia del dictamiento previo de un auto de prisin preventiva, sta ltima
puede ser reemplazada, siempre que se den las condiciones, por una medida
sustitutiva.
Es de un formalismo indeseado en la nueva estructura del procedimiento
penal paraguayo lo sealado, por mayora, por el Tribunal de Apelacin, Primera Sala,
de que para sustituir o alternar la prisin preventiva, hay que previamente dictarla, lo
cual es notoriamente innecesario y procedimientalmente incorrecto.
Por lo que corresponde ADMITIR y DECLARAR PROCEDENTE el recurso
extraordinario de casacin interpuesto y, en consecuencia, anular el A.I. N 55 de
fecha l4 de marzo de 200l, dictado por el Tribunal de Apelacin en lo Criminal,
Primera Sala, y confirmar el A.I. N 822 de fecha 28 de diciembre de 2000, dictado
por el Juzgado Penal de Garantas N 5, en el sentido de imponer al imputado
CARLOS ALBERTO GONZLEZ DECOUD las medidas alternativas a la prisin
preventiva decretadas por el Juez Penal de Garantas N5, debiendo el mismo adoptar
las medidas pertinentes para su aplicacin y cumplimiento. ES MI VOTO.
A su turno, los Doctores IRALA BURGOS y PAREDES, manifiestan que se
adhieren al voto del Ministro preopinante, Doctor RIENZI GALEANO, por los
mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante m,
que lo certifico quedando acordada la sentencia que sigue:
SENTENCIA NMERO 340
Asuncin, 2l de junio de 200l.
VISTO: Los mritos del acuerdo que antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL
RESUELVE:
ADMITIR el recurso extraordinario de casacin planteado por la defensa
tcnica del imputado CARLOS ALBERTO GONZLEZ DECOUD por los
argumentos expuestos en el exordio de la presente resolucin.
DECLARAR procedente el recurso extraordinario de casacin interpuesto
sobre la base de los argumentos expuestos en el exordio de la presente resolucin, y
en consecuencia, ANULAR EL A.I. N 55 DE FECHA l4 DE MARZO DE 200l,
DICTADO POR EL TRIBUNAL DE APELACIN EN LO CRIMINAL, PRIMERA
SALA.
CONFIRMAR el A.I. N 822 de fecha 28 de diciembre de 2000, dictado por
el Juez Penal de Garantas N 5, sobre la base de los fundamentos y alcances
sealados en el exordio de la presente resolucin.
ANOTAR Y NOTIFICAR.
Ministros: Wildo Rienzi Galeano, Felipe Santiago Paredes, Jernimo Irala
Burgos Ante m: Alfredo Bentez Fantilli, Secretario Judicial.
A.I.N 204/2002
RECURSO DE CASACIN: Objeto
El objeto del recurso de casacin es de delimitacin restringida y, por regla, se
concede slo cuando la ley expresamente lo establece (arts. 477, 478 del
Cdigo Procesal Penal); con esto se consagra el principio de taxatividad, segn
el cual la impugnacin procede slo en los casos especficamente previstos.
2l2
encentra regulado en el Artculo 477 del Cdigo Procesal Penal..., sigue agregando
...la resolucin cuestionada fue dictada en el marco de u procedimiento propio del
sistema de Ejecucin de Sentencia previsto en el Cdigo Procesal Penal y la Acordada
N 223 de fecha 05 de julio del 200l..., solicitando no hacer lugar al Recurso
Extraordinario de Casacin por notoria improcedencia.
Corresponde examinar cuales son los requisitos que deben concurrir para la
procedencia o admisin del recurso de Casacin solicitado.
En primer lugar es necesario que la Ley otorgue la posibilidad de recurrir en
casacin una resolucin determinada (impugnabilidad objetiva). El Artculo 477 del
Cdigo Procesal Penal menciona las resoluciones que pueden ser recurridas.
Aplicando a la causa que nos ocupa, la ultima parte del artculo mencionado, se
descubre que no deniega la extincin, conmutacin o suspensin de la pena
aspectos sobre los que no se pronuncia la Ejecucin de la pena.
En cuanto al impugnabilidad subjetiva, la resolucin debe tener un contenido
desfavorable para el impugnante, a los efectos del ordenamiento jurdico
concretamente, y no una apreciacin subjetiva. Mencionamos en este punto lo
sostenido por Juan Carlos Hitters (Tcnica de los Recursos Extraordinarios y de
Casacin, pg. l22) ...una de las caractersticas propias de la casacin, que la
diferencia de la apelacin, es que aquella solo tiene viabilidad en el caso de que exista
un motivo legal (causa); por ende no es suficiente el simple inters el agravio- sino
que se precise el defecto o error que se imputa al decisorio recurrido, expresamente
tipificado objetivado- por la ley.... El objeto del Recurso de Casacin es de
delimitacin restringida y por regla, el recurso se concede slo cuando la ley
expresamente lo establece (Art. 477/478 C.P.P.). Con esto se consagra el principio de
taxatividad, segn el cual la impugnacin procede slo en los casos especficamente
previstos. En el caso no se han violado las garantas ya sean constitucionales, como
tampoco las mencionadas por la recurrente, relacin a ste tema Alberto Binder seala
(Introduccin al D.P.P. Ad-hoc, pg. 265-266), ...que en el espritu del Pacto de San
Jos que disea las garantas bsicas de un Proceso Penal, se halla el criterio de que
todas las resoluciones judiciales que producen algn agravio deben poder ser
recurridas por todas las personas que intervienen en ese proceso penal; de esto no se
debe inferir que cualquier resolucin puede ser recurrida inmediatamente, ni que
cualquier sujeto pueda hacerlo. Doy mi voto por el rechazo del Recurso de Casacin,
por improcedente.
POR TANTO, la;
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL
R E S U E L V E:
RECHAZAR el Recurso Extraordinario de Casacin interpuesto en los autos
mencionados, por improcedente.
ANTESE regstrese y notifquese.
Ministros: Wildo Rienzi Galeano, Felipe Santiago Paredes, Jernimo Irala Burgos.
ACUERDO Y SENTENCIA N 83/2002
RECURSO DE CASACIN: Admisibilidad y procedencia
Tutelar y Correccional del Menor, Primera Sala, Circunscripcin Judicial Alto Paran
y Canindey, respectivamente.
Previo el estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia,
Sala Penal, resolvi plantear la siguiente
CUESTIN:
Es procedente el recurso de casacin planteado?.
Practicado el sorteo de ley para determinar el orden de votacin dio el
siguiente resultado: PAREDES, RIENZI GALEANO E IRALA BURGOS.
A la cuestin planteada el Doctor PAREDES, dijo: El recurso extraordinario
de casacin fue planteado por la Defensora Pblica Abogado Hypatia Camarasa
Vzquez, en representacin del imputado Carlos R. Alderete Bentez contra el
Acuerdo y Sentencia N 59 de fecha 09 de Agosto del 200l, dictado por el Tribunal de
Apelacin en lo Civil, Comercial, Criminal, Laboral, Tutelar y Correccional del
Menor, Primera Sala, Circunscripcin Judicial Alto Paran y Canindey, por la cual
resolviera declarar inadmisible el recurso interpuesto contra la Sentencia Definitiva
N ll del 02 de Mayo del 200l.
La misma fundamenta el Recurso de Casacin a fs. ll3/l40; primeramente,
en lo preceptuado en el Art. 403 incs. 3, 4 y 7 Cdigo Procesal Penal Vicios de la
Sentencia. Los defectos de la Sentencia que habilitan la apelacin y la casacin,
sern los siguientes: l) ..., 2) ..., 3) que se base en medios o elementos
probatorios no incorporados legalmente al Juicio o incorporados por su lectura en
violacin a las normas de este Ttulo; 4) que carezca, sea insuficiente o
contradictoria la fundamentacin de la mayora del Tribunal. Se entender que la
fundamentacin es insuficiente cuando se utilicen formularios, afirmaciones
dogmticas, frases rutinarias o se utilice, como fundamentacin, el simple relato de
los hechos o cualquier otra forma de reemplazarla por relatos insustanciales. Se
entender que es contradictoria la fundamentacin cuando no se han observado en
el fallo las reglas de la sana crtica, con respecto a medios o elementos probatorios
de valor decisivo; 5) ..., 6) ...., 7) la inobservancia de las reglas previstas para la
deliberacin y redaccin de la Sentencia; y 8) ... Los dems defectos sern
saneados de oficio por el Tribunal o a peticin del interesado; prosigue asimismo
que el Tribunal de Primera Instancia incorpor pruebas de la Etapa Preparatoria,
viol las reglas de la sana crtica establecido en el Art. l75 de la Ley l286, valor
el reconocimiento de persona sin que reuniera los requisitos legales, viol la
garanta del juicio previo porque no existe acta del juicio oral y pblico. La
mencionada recurrente se agravia en cuanto a los motivos en base a lo establecido
en el Art. 478 incs. l y 3 del Cdigo Procesal Penal; como tambin hace
referencia al Art. l6 Constitucin Nacional, al Art. 8 del Pacto de San Jos de
Costa Rica y los Arts. l y 4 Cdigo Procesal Penal.
Que por providencia de fecha l3 de Setiembre del 200l, se corri vista al
representante del Ministerio Pblico, y el Seor Fiscal General del Estado
contest en su escrito presentado en fecha 28 de Setiembre del 200l, a fs. l45/l5l;
solicitando no hacer lugar al Recurso Extraordinario de Casacin, por improcedente.
Ahora bien, entrando en materia, luego de la atenta lectura de los argumentos
presentados por la Defensa Pblica se desprende, con total claridad, que los
fundamentos invocados por la recurrente en cuanto a los puntos sealados ms arriba
son improcedentes. En primer lugar, el Recurso de Casacin es una institucin
establecida con el fin de garantizar la correccin sustancial y la legalidad formal del
juicio previo exigido por la Constitucin para asegurar el respeto a los derechos
individuales y a las garantas de igualdad ante la Ley e inviolabilidad de la defensa en
juicio, as como tambin el mantenimiento del orden jurdico penal por una ms
uniforme aplicacin de la ley sustantiva. (Fernando De la Ra. La Casacin Penal,
pg. 22). El recurso se refiere nicamente a las cuestiones de derecho, lo cual implica
la exclusin de las cuestiones de hecho y, por lo mismo de todo problema atinente a la
valoracin de las pruebas.
En cuanto a los vicios de la Sentencia que la apelante menciona a fs. l34
segn el Art. 403 incs. 3, 4 y 7 Cdigo Procesal Penal, haciendo un anlisis del mismo
sealamos que la motivacin consiste en la exposicin del conjunto de razonamientos
que llevaron al Juez a tener por acreditados determinados hechos y a aplicar una
norma jurdica. Es difcil concebir una sentencia que carezca totalmente de
argumentaciones fcticas y jurdicas sobre el porqu del fallo. (Javier Llobet
Rodrguez. Proceso Penal Comentado Costa Rica, pg. 734). Es por eso, que la
fundamentacin debe ser expresa, clara, completa, concordante, no contradictoria y
lgica.
El proceso penal especialmente, al menos tal como debe entenderse en nuestro
pas, excluye la libre conviccin del Juzgador, el cual tiene, por el contrario, la
potestad y obligacin de valorar la prueba recibida conforme a las reglas de la sana
crtica racional, que reconocen su discrecionalidad pero la someten a criterios
objetivos. Desde luego, la arbitrariedad o el error pueden darse, tanto al rechazar
indebidamente elementos o posibilidades de conviccin pertinentes, como al atribuir a
las pruebas recibidas un contenido inexacto o al desdear el verdadero errores de
hecho como finalmente, al otorgarles un valor probatorio del que razonablemente
carecen o negarles el que razonablemente tienen. En sntesis, no deben violarse los
principios de la sana crtica conducentes a una correcta determinacin de la verdad de
los hechos relevantes del caso. El reclamo va casacin de la violacin de las reglas de
la sana crtica tiene menor importancia que el de falta de fundamentacin. Crticas
como las de Couture han llevado a la doctrina a hablar de tres sistemas de valoracin
de la prueba a) conforme a la prueba tasada, b) de acuerdo con la ntima conviccin y
c) en concordancia con la libre conviccin o sana crtica. El sistema de ntima
conviccin de la prueba concordante con la sana crtica se basan en la libertad en la
valoracin de la prueba. Pues bien, el mbito dentro del cual puede hacerse el reclamo
de violacin de las reglas de la sana crtica debe reconocerse que es relativamente
estrecho, no pudindose pretender una nueva valoracin de la prueba, sino se trata de
alegar solamente el no respeto en la sentencia de las reglas de la lgica; debe
reconocerse que a veces en la prctica es muy difcil determinar cundo se rebasa el
control del respeto de las reglas de la sana crtica y se realiza ms bien una
revaloracin de la prueba.
Al alegarse inobservancia o errnea aplicacin de la Ley sustantiva, segn el
inc. 7 Art. 403 Cdigo Procesal Penal, no es permitido alterar los hechos tenidos por
ciertos en la sentencia, no pudindose as agregar, modificar o suprimir hechos.
Prosigue la recurrente agravindose en cuanto a la inadmisibilidad del
Recurso de Apelacin Especial a fs. l34/l35, en donde fundamenta que el Tribunal de
Segunda Instancia ha violado el derecho a recurrir por rechazo del recurso,
argumentando vicios formales y violando el Art. 8 del Pacto de San Jos de Costa
Rica y el Art. l6 Constitucin Nacional. La inadmisibilidad tiene por desenlace
inevitable la eliminacin del acto. Es la sancin procesal por el cual se impide un acto
por no reunir las formas necesarias para su ingreso en el proceso, por ser
inoportuno o por ser incompatible con una conducta procesal anterior. La
inadmisibilidad est siempre
La errnea aplicacin quiere decir que la norma que se aplic tiene significacin
diferente a la dada, o bien la norma aplicada no es la que se debi haber aplicado. Es
por eso, que al alegarse inobservancia o errnea aplicacin de la Ley sustantiva no es
permitido alterar los hechos tenidos por ciertos en la sentencia, no pudindose as
agregar, modificar o suprimir hechos. En el inciso 3, del mismo artculo arriba citado
el Tribunal de Apelacin, ha manifestado claramente a fs. ll0/ll de autos, los
fundamentos por el cual ha resuelto declarar inadmisible el recurso interpuesto por la
apelante, de manera que no ha sido infundado como lo reclama la misma. Es
indudable que del anlisis de los fundamentos del pedido de casacin y de la
contestacin; la posicin adoptada por el Fiscal General del Estado es la verdadera,
por lo que hago ma los fundamentos expuesto por ste para desestimar el Recurso
Extraordinario de Casacin.
Con respecto, a la ausencia del Acta del Juicio Oral y Pblico, admitimos la
gravedad del mismo. El Art. 404 del Cdigo Procesal Penal, enumera taxativamente lo
que debe contener dicha Acta y es funcin del Secretario que actu en ese juicio
labrarlo para su posterior lectura y notificacin a las partes; as mismo el Art. 406 del
mismo cuerpo legal, reza sobre el Valor del Acta. El Acta demostrar, en principio, el
modo como se desarroll el juicio, la observancia de las formalidades previstas para
l, las personas que han intervenido y los actos que se llevaron a cabo. La falta o
insuficiencia de las enunciaciones previstas, no producir, por si misma, un motivo de
impugnacin de la sentencia. Sin embargo, se podr probar un enunciado faltante o su
falsedad, cuando sea necesario para demostrar el vicio que invalida la decisin. En
ste caso, se indicar la omisin o la falsedad al interponer el recurso de apelacin o
casacin.
A la razn del hecho denunciado por la Defensora Pblica, Abogado Hypatia
Camarasa, considero imperiosa la intervencin del Superintendente General de la
Corte Suprema de Justicia, y en consecuencia sern remitidos los antecedentes. Es mi
Voto.
A su turno, los Doctores RIENZI GALEANO E IRALA BURGOS
manifestaron que se adhieren al voto del Ministro preopinante, Doctor PAREDES,
por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante m,
que lo certifico, quedando acordada la sentencia que sigue:
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO: 83
Asuncin, 8 de marzo de 2.002.
VISTOS: Los mritos del Acuerdo que antecede, la;
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL
RESUELVE:
DESESTIMAR el recurso extraordinario de casacin presentada por la
representante de la Defensa Pblica Abogada Hypatia Camarasa a favor del
condenado Carlos Ramn Alderete Bentez.
REMITIR los antecedentes a la Superintendencia de la Corte Suprema de
Justicia, a fin de instruir sumario, en cuanto al Actuario Judicial del Juicio Oral y
Pblico (Daro Irala), por incumplimiento del Art. 404 del Cdigo Procesal Penal.
ANOTAR Y NOTIFICAR.
Ministros: Felipe Santiago Paredes, Wildo Rienzi Galeano, Jernimo Irala Burgos.
Ante m: Alfredo Bentez Fantilli, Secretario Judicial.
escopeta calibre l2, expresando que su padrino un tal Rey Paredes, les iba ayudar,
distrayendo a las autoridades policiales de la zona.
Inmediatamente, a las l8:40 horas, irrumpieron Soler Cuellar y Sanabria
ostensiblemente armados en el negocio de Carlos Larrea, manifestando que se trataba
de un asalto, encontrndose en el sitio la seora Mara Osorio, razn por la cual pudo
identificar en ese momento a su vecino Soler Cuellar y, posteriormente a Sanabria.
nterin, en las proximidades aguardaba Toledo Marn detrs de un rbol, pero con
pleno conocimiento de lo que estaba sucediendo. Al percatarse Carlos Larrea lo que
all ocurra, volvi sobre sus pasos, escudndose detrs de un rbol, para desviar de s,
las rfagas de balines, y en su afn desesperado de ingresar nuevamente en la casa de
su madre, situada al lado, recibi dos impactos de balas en la cabeza, quedando
gravemente herido, cuando finalmente pudo refugiarse en la misma. Por lo que, Soler
Cuellar y Sanabria, comenzaron a efectuar disparos contra dicha vivienda,
originndose una fuerte balacera, entre estos y los Larrea, arrojando como saldo, las
heridas a Marcela Agero de Larrea y su marido Emiliano Larrea, quienes
posteriormente fallecieron. Y una vez, perpetrados los hechos punibles, raudamente se
alejaron del lugar, desapareciendo en la oscuridad de la noche. Fueron recogidos por
Marcial Ayala y Sonia Florentn, quien se encontraba casual y circunstancialmente
viajando con el mismo. Finalmente, fueron todos aprehendidos.
Sealado cuanto precede y siguiendo con el examen exhaustivo y detallado
del proceso, surgen dos hechos incontrovertibles: a) la muerte de Marcela Agero de
Larrea y Emiliano Larrea, y la lesin, indudablemente grave, de Carlos Larrea; y b) la
calidad de autores materiales de Oscar Soler Cuellar (prfugo de la justicia) y Eusebio
Sanabria, y cmplices de Modesto Toledo Marn y Marcial Ayala Caballero.
En estos autos, se halla fehacientemente acreditado el cuerpo del delito con el
Parte Policial (fs. l y 2 y 20/2), certificados de defuncin (fs. 48/9) y certificados
mdicos (fs. 23/4). Ya no se discute la responsabilidad penal del prfugo Soler
Cuellar, Sanabria, Toledo Marn y Ayala Caballero, porque resulta clara sus
implicancias en los hechos punibles.
De este modo, encontrndose fuera de toda discusin la existencia de los hechos
ilcitos (el doble homicidio y la lesin grave) e individualizando plenamente a los
autores y cmplices de los mismos, corroborado por sus propias manifestaciones y de
las probanzas de autos; y recordando que la defensa de (Soler Cuellar, Toledo Marn y
Ayala Caballero, no as de Sanabria), slo recurri de la Sentencia de Primera
Instancia y no de la del Tribunal de Apelacin, y tampoco el Fiscal cuestion la
Sentencia de Segunda Instancia, la calidad de condenado de los mismos, ya no es
tema de anlisis, quedando slo como objetada, la calificacin del delito.
Queda por determinar si la calificacin del delito es la correcta. Resaltando
que a la fecha se encuentra prfugo el encausado Reinaldo Paredes, pesando sobre l
orden de captura, conforme se dispuso en el A.I. N l69 de fecha 3 de setiembre de
l996 (fs. l76), encontrndose en plena etapa sumarial y, por ende, abierta la causa en
relacin al mismo. Como as tambin, Oscar Soler Cuellar, quien con posterioridad se
fug de la Penitenciara de Emboscada, al tiempo de ser hallado culpable, en
Primera Instancia (25 aos), en calidad de autor material, suspendindose los trmites
del expediente con respecto a Eusebio Sanabria, Modesto Toledo Marn y Marcial
Ayala Caballero, a la fecha los tres nicos recluidos de los cinco presuntos
responsables.
En cuanto a Eusebio Sanabria, en su indagatoria (fs. 80/l), relata
acontecimientos y circunstancias concomitantes con los que rodearon al hecho, as
arts. l68, ltima parte, l70, l83 y concordantes del Cdigo de Procedimientos
Penales de l890, vuelve incontrovertible la presuncin grave, sin prueba en
contra, de que la desaparicin fsica de la vctima se produjo en la dependencia
policial (Voto de la mayora).
DESAPARICIN FORZOSA:
Las pruebas documentales y declaraciones tanto testificales como indagatoria
acreditan la preexistencia de la vctima hasta una fecha determinada y su
reclusin en dependencias del Departamento de Investigaciones de la Polica,
segn el testimonio conteste y uniforme de los testigos, quien fue visto por
ltima vez en esa reparticin de la Polica hasta la fecha en que se produjo su
desaparicin (Voto en disidencia del Ministro Paredes).
ENCUBRIMIENTO:
Las diligencias probatorias del proceso, representadas por las circunstancias
anteriores y concomitantes al hecho, constituyen indicios y presunciones (art.
326 del Cdigo de Procedimientos Penales de l890) que llevan a concluir con
certeza que el procesado ha tenido conocimiento de la desaparicin de la
vctima, de los actos ejecutados para llevarlo a cabo, o de su muerte, habiendo
intervenido con posterioridad a la consumacin del delito, callando su
perpetracin, protegiendo la identidad de sus autores, por lo que su conducta se
adecua a lo a la figura del encubridor establecido en el art. 44 inc. l, 2 y 3 del
Cdigo Penal de l9l4 (Voto en disidencia del Ministro Paredes).
ENCUBRIMIENTO:
De la declaracin indagatoria del procesado, las pruebas rendidas en autos,
indicios y presunciones surge con claridad que el mismo encubri la
desaparicin de la vctima, dado que sin lugar a dudas, intervino con
posterioridad a su ejecucin conforme lo previsto en el art. 44 num. l, 2 y 3 del
Cdigo Penal de l9l4 (Voto en disidencia del Ministro Paredes).
ENCUBRIMIENTO:
El encubrimiento del hecho punible que se imputa al procesado se halla
justificado con las circunstancias anteriores y concomitantes a la desaparicin
de la vctima entre ellas: el procesado fue guardaespaldas del Jefe de
Investigaciones, uno de los principales autores de los hechos punibles probados
en autos, particip en la detencin ilegal, su autora en los hechos de tortura de
la vctima se halla probada sin lugar a dudas, fue una de las personas que se
encarg de sacar del calabozo a la vctima, esposarla y conducirla a la
camioneta, ltima vez que fue visto con vida, etc. (Voto en disidencia del
Ministro Paredes).
HECHO PUNIBLE: Participacin dolosa
Sentencia
EXPEDIENTE:
SABINO
AUGUSTO
MONTANARO, LUCILO BENTEZ, ALCIDES
BRTEZ BORGES, PASTOR M. CORONEL, UN
TAL ORTEIZA Y AGUSTN BELOTTO S/
ABUSO DE AUTORIDAD,
SECUESTRO,
PRIVACIN DE LIBERTAD, TORTURAS,
HOMICIDIO EN CAPITAL.
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO: DOSCIENTOS SESENTA Y DOS
En la ciudad de Asuncin, Capital de la Repblica del Paraguay, a los quince
das del mes de abril del ao dos mil dos, estando reunidos en la Sala de Acuerdos de
la Corte Suprema de Justicia los Seores Ministros de la Sala Penal, Doctores
JERNIMO IRALA BURGOS, FELIPE SANTIAGO PAREDES Y WILDO RIENZI
GALEANO, ante m, el Secretario Autorizante, se trajo al acuerdo el expediente
caratulado: Sabino Augusto Montanaro, Lucilo Bentez, Alcides Brtez Borges,
Pastor M. Coronel, un tal Orteiza y AGUSTN Belotto s/ Abuso de autoridad,
secuestro, privacin de libertad, torturas, homicidio en Capital, a fin de resolver los
recursos de apelacin y nulidad, interpuestos contra el Acuerdo y Sentencia N3 de
fecha 26 de marzo de l996, dictado por el Tribunal de Apelacin en lo Criminal,
Tercera Sala.
Previo el estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia,
Sala Penal, resolvi plantear las siguientes
CUESTIN:
Es nula la sentencia apelada?.
En caso contrario, se halla ella ajustada a derecho?.
Practicado el sorteo de ley para determinar el orden de votacin dio el
siguiente resultado: RIENZI GALEANO, PAREDES e IRALA BURGOS.
A la primera cuestin planteada, el Doctor RIENZI GALEANO dijo: El
recurso de nulidad fue expresamente desistido por el defensor de LUCILO BENITEZ
SANTACRUZ (fs. 584), el nico recurrente que fundament el recurso de apelacin
que interpuso a fs. 574, tal como puede constatarse de fs. 584 al 586. La parte
querellante, que tambin recurri del Acuerdo y Sentencia N 3, de fecha 26 de marzo
de l996, dictado por el Tribunal de Apelacin en lo Criminal, Tercera Sala si bien no
desisti expresamente de los recursos que interpuso a fs. 578, lo hizo tcitamente al
contestar los fundamentos de la apelacin del defensor en mencin, al expresar su
conformidad con la condena de veinticinco aos de penitenciara impuesta a los
encausados PASTOR MILCIADES CORONEL y LUCILO BENTEZ ... (y) su
conformidad con la condena de DOCE AOS ms SEIS MESES impuesta al
encausado AGUSTIN BELOTTO VOUGA... (fs. 657). No obstante cuanto precede,
del examen de los autos y, particularmente, de Acuerdo y Sentencia en cuestin, no
surgen vicios, defectos o violaciones constitucionales ni legales que hagan viable la
aplicacin, de oficio, del Art. 499 del Cdigo de Procedimientos de l890, por lo que
opino que debe desestimarse el recurso de nulidad. Es mi voto.
A su turno los Doctores PAREDES e IRALA BURGOS, manifiestan que se
adhieren al voto que antecede por los mismos fundamentos.
A la segunda cuestin planteada, el Doctor RIENZI GALEANO prosigui
diciendo: Del proceso criminal en estudio en esta Sala Penal de la Corte Suprema de
Justicia, caratulado Sabino Augusto Montanaro, y otros s/ Abuso de autoridad y otros
en esta Capital, se desprende que los hechos punibles investigados en l son los de
supuesto ABUSO DE AUTORIDAD, SECUESTRO, PRIVACIN DE LIBERTAD,
TORTURAS Y HOMICIDIO, de los que result vctima un joven estudiante
universitario de nombre AMILCAR MARIA OVIEDO DUARTE.
Fueron sindicados como presuntos responsables de los hechos punibles
referidos los seores SABINO AUGUSTO MONTANARO, ex Ministro del
Interior; ALCIBADES BRITEZ BORGES, ex Jefe de la Polica de la Capital;
Pastor Milciades Coronel, ex Jefe de Investigaciones de la Polica de la Capital;
Lucio Bentez Santacruz, ex Oficial de la Polica de la Capital, un ciudadano de
nacionalidad chilena de apellido ORTEIZA (fs. 6) y AGUSTN BELOTTO
VOUGA, tambin ex oficial de la Polica de la Capital (fs. l48). De todos ellos,
se encuentran prfugos SABINO AUGUSTO MONTANARO y el tal ORTEIZA,
para quienes qued abierto este proceso, segn A.I. N 874 del l5 de junio de
l992 (fs. 204).
Asimismo, durante el transcurso del juicio fallecieron los procesados
ALCIBADES BRITEZ BORGES (fs. 492 vlto.) y PASTOR MILCIADES
CORONEL (fs. 642/3) y, por otro lado, como la defensa de AGUSTN BELOTTO
VOUGA no recurri de la condena de Doce aos y Seis meses de penitenciara, que le
fuera impuesta en el Acuerdo y Sentencia impugnado por el defensor de Bentez
SANTACRUZ, dicha resolucin qued firme y ejecutoriada a su respecto (fs. 573
vlto.). En consecuencia y de acuerdo a lo indicado, el caso en estudio en esta Sala
Penal debe limitarse, exclusivamente, al recurso interpuesto por la defensa de
LUCILO BENTEZ SANTACRUZ.
Siendo esa la situacin que surge de los autos con respecto a cada uno de
los procesados, no puedo sino estar de acuerdo con lo resuelto por el Juzgado de
Primera Instancia, en cuanto dej abierto el proceso con relacin a los
procesados SABINO AUGUSTO MONTANARO Y UN TAL ORTEIZA (fs.
204, por hallarse prfugos y con su determinacin de no expedirse ni formular
mayores consideraciones sobre los hechos objetos de investigacin atinentes al
procesado ALCIBADES BRITEZ BORGES, por haber fallecido ste antes de
dictarse la sentencia de Primera Instancia (fs. 492 vlto.), evidentemente, en
cumplimiento de lo que dispone el Art. l09 inciso 2 del Cdigo Penal del l8 de
junio de l9l4. Este es tambin el caso de PASTOR MILCIADES CORONEL,
fallecido el l9 de setiembre de 2000 (fs. 643), por lo que a su respecto ya slo
cabe la aplicacin del Art. lll del mismo cuerpo legal, que dice: La muerte del
procesado no extingue la multa, que se har efectiva en sus bienes yacentes
despus de pagados sus acreedores. Tampoco extingue la responsabilidad civil
que ser pagada por sus herederos, hasta donde alcanzaren los bienes del
culpable.
Determinado y patentizado as lo que la Sala Penal debe analizar para
resolver la cuestin planteada, corresponde establecer, en primer trmino, la existencia
o no del cuerpo del delito, especialmente, la muerte violenta de la presunta vctima
AMILCAR MARIA OVIEDO DUARTE, sin excluir los otros supuestos hechos
punibles investigados en autos.
Para aclarar ello, es esencial, primordial, bsico determinar con claridad lo
expresado en su indagatoria por el procesado LUCILO BENTEZ SANTACRUZ y
compararlo con las otras diligencias realizadas en el proceso. Este, en su primera
declaracin, manifest desconocer los hechos que se les atribua y, lgicamente, la
menor participacin en los mismos (fs. 2l/23). Sin embargo, en su declaracin
Con todo esto, el cuerpo del delito, base del procedimiento en materia
criminal, de acuerdo a lo estatuido en los Arts. l55, l57 y concordantes del Cdigo de
Procedimientos Penales aplicable, se encuentra probado de forma indudable.
Consecuentemente, el anlisis que corresponde hacer de las constancias de autos, debe
restringirse a establecer la responsabilidad o n del procesado LUCILO BENITEZ
SANTACRUZ en lo hechos punibles perpetrados y, en su caso, el grado de esa
responsabilidad.
Ya entrando en materia, vemos, en la sentencia de Primera Instancia, que
previa calificacin de los hechos dentro de las disposiciones del Art. 275 inc. 5 del
Cdigo Penal en concordancia con los Arts. l74, 279, 337 inc. 2 y 3, 47 y l00,
LUCILO BENITEZ SANTACRUZ fue condenado a sufrir la pena de CINCO AOS
Y SIETE MESES DE PENITENCIARA (fs. 479 vlto.).
Sin embargo, el Tribunal de Apelacin, modificando la calificacin e
incursndola en lo previsto por los Arts. 275, inc 5, l74, 279, 337 inc. 2 y 3 y 47
del Cdigo Penal, lo conden a la pena de VEINTICINCO AOS DE
PENITENCIARA (fs. 573 vlto.), sentencia recurrida por su defensor.
Este, al fundamentar el recurso de apelacin interpuesto (fs. 584/586)
manifest, en resumen, cuanto sigue: que el Tribunal de Apelacin, slo por haber
pertenecido (su defendido) al plantel de Oficiales de Polica asignados al servicio del
Departamento de Investigaciones... (y sin que) se arrimaran a los autos otras pruebas
que pudieran justificarla, lo ha condenado por HOMICIDIO EN PRIMER GRADO
COMETIDO CON ALEVOSA Y ENSAAMIENTO... que los procedimientos
policiales practicados por NICOLAS LUCILO BENITEZ, en su carcter de Oficial de
Polica, cae exclusivamente dentro del mbito de la obediencia debida... (y) revisada
que fuera el expediente completo, no encontrarn prueba alguna que demuestre la
participacin dolosa de NICOLAS LUCILO BENITEZ, en la supuesta muerte de
AMILCAR MARIA OVIEDO DUARTE, y que; por ende, la conclusin del Tribunal
de Apelacin CONTRADICE DE MANERA EXPRESA LA NORMA GENERAL
BSICA DE LA DUDA A FAVOR DEL ENCAUSADO, finalizando su
presentacin con el pedido de absolucin de culpa y pena de su defendido.
La querellante contest los fundamentos de la apelacin de la defensa desde
fs. 656 al 670, sin aportar nada que ya no haya sealado en las instancias inferiores,
pidiendo al trmino de su presentacin que se confirme el Acuerdo y Sentencia N 3,
de fecha 26 de marzo de l996, dictado por el Tribunal de Apelacin.
La representante del Ministerio Pblico, por su lado, al contestar los
fundamentos de la defensa aleg, entro otras cosas, que en el proceso se han probado
fehacientemente: la detencin ilegal... de AMILCAR OVIEDO, en la va pblica; las
sesiones de interrogatorios y/o torturas, a las que fue sometido durante su estada en
el Departamento de Investigaciones; los signos y rastros de los brutales
interrogatorios y/o torturas, en todo el cuerpo; y la ejecucin del mismo en fecha 2l
de setiembre de l976 (fs. 673). Expres, asimismo, que numerosas personas
recluidas en el mismo lugar y al mismo tiempo que Amilcar Oviedo, declararon
haber visto los rastros de los apremios fsicos, a los cuales era sometido y que uno
de los participantes... era NICOLAS LUCILO BENITEZ. Que de las declaraciones
de ste surgen que el mismo se encontraba cumpliendo funciones en el Departamento
de Investigaciones de la Polica de la Capital, en la poca que la vctima se
encontraba detenido, y que en su ltima deposicin asegur haber visto a
AMILCAR OVIEDO cuando estaba detenido; circunstancias que no permiten
generar el mnimo de dudas a su favor (fs. 674). Culmin su exposicin con la
documentos agregados por la Fiscala General del Estado (fojas 384/9l), donde consta
que AMLCAR MARA OVIEDO DUARTE estuvo recluido en el Departamento de
investigaciones y la nota de la supuesta fuga de ste; e) S.D. N 230, de fecha 26 d
Mayo de l992, por la cual se resuelve declarar el fallecimiento de AMLCAR MARA
OVIEDO DUARTE, ocurrido presuntamente el 2l de Setiembre de l976, en esta
Capital (fojas l99/200); f) declaracin indagatoria ampliatoria de NICOLS LUCILO
BENTEZ SANTACRUZ (fojas 374/8).
Las pruebas detalladas en el prrafo que antecede, consistentes en
documentales, y declaraciones, tanto testificales como indagatoria, acreditan por un
lado, la preexistencia de quien en vida fuera AMLCAR MARA OVIEDO DUARTE,
nacido en fecha l5 de Octubre de l953, hijo de Esteban Oviedo y Esperanza Josefa
Dejess Duarte, quien fue visto por ltima vez el da 2l de Setiembre de l976,
habiendo estado recluido en las dependencias del Departamento de Investigaciones de
la Polica, segn el testimonio conteste y uniforme de los testigos citados
precedentemente, desde el da 23 de Noviembre de l974, hasta la fecha citada
anteriormente en que se produjo su desaparicin. Sobre su paradero, no existe noticia
alguna, sea por los medios de prensa, sea por noticias recibidas a travs de allegados,
o de cualquier ndole.
Uno de los testigos (LUIS ALBERTO WAGNER) fue compaero de celda
de AMLCAR MARA OVIEDO DUARTE, por un tiempo determinado. Los testigos,
en forma coincidente, explicaron al Juzgado todo cuanto percibieron, el modo en que
lo conocieron, y en ese orden de ideas relataron pormenorizadamente el estado
degradante de la vctima como consecuencia de los tratos crueles e inhumanos a los
que fue sometido en el contexto de su encarcelamiento; como asimismo, en forma
conteste refirieron que uno de los torturadores era NICOLS LUCILO BENTEZ
SANTACRUZ. Cabe sealar, que los testigos ratificaron nuevamente de todo cuanto
declararon con anterioridad.
Las manifestaciones de los testigos, adquieren an ms relevancia probatoria,
al valorarlas en relacin a lo expresado por NICOLS LUCILO BENTEZ
SANTACRUZ, en su declaracin indagatoria ampliatoria de fojas 374/8. En efecto, en
dicha ocasin el referido procesado, manifest cuanto sigue: ... Ahora que los
detenidos fueron apremiados fsicamente si voy a admitir y admito porque es real y en
estos casos se usaba las cachiporras, referente a la pileta en varias oportunidades ya he
dicho que lastimosamente el edificio de vigilancias y delitos en aquel entonces que
estaba en Nuestra Seora de la Asuncin y Pdte. Franco haba desaparecido... Los
primeros tiempos estuvieron esposados, se les rap la cabeza estaban en una
habitacin de dos y medio o tres por dos metros, con cama de cemento, luego se les
liber las esposas y quedaron sueltos adentro, reciban ropas y comidas que llevaban
los parientes a travs del oficial de guardia de la seccin poltica.
En sntesis, del material probatorio obrante en estos autos, surge
indudablemente que NICOLS LUCILO BENTEZ SANTACRUZ someti a la
vctima a torturas, aplicndole deliberadamente todo tipo de tratos crueles e
inhumanos. Por consiguiente, se concluye, que la conducta de NICOLS LUCILO
BENTEZ SANTACRUZ, se adecua perfectamente al tipo penal descrito en los
artculos l74 (Abuso de Autoridad) y 280 (Coaccin) del Cdigo Penal de l9l0.
Por otro lado, tambin claramente se halla probada la autora material del
referido procesado en la privacin ilegtima de libertad de AMLCAR MARA
OVIEDO DUARTE, conforme surge de las siguientes constancias: a) Documento
remitido por la Fiscala General del Estado (fojas 384/39l), donde consta que la
24
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LUCILO BENTEZ SANTACRUZ la pena de SIETE (7) aos y seis (6) meses de
Penitenciara, que a la fecha la tiene en exceso compurgada. Es mi Voto.
A su turno el Doctor IRALA BURGOS, manifiesta que se adhieren al voto
del Doctor RIENZI GALEANO por los mismos fundamentos.
A su turno, los Doctores SAPENA BRUGADA Y FERNNDEZ GADEA
manifestaron que se adhieren al voto del Ministro preopinante, Doctor LEZCANO
CLAUDE, por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante m,
que lo certifico, quedando acordada la sentencia que sigue:
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO: 262
Asuncin, l5 de abril de 2002.
VISTOS: Los mritos del acuerdo que antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL
RESUELVE:
DESESTIMAR el recurso de nulidad.
CONFIRMAR el Acuerdo y Sentencia N 3 de fecha 26 de marzo de l996,
dictado por el Tribunal de Apelacin en lo Criminal, Tercera Sala.
ANOTAR Y NOTIFICAR.
Ministros: Wildo Rienzi Galeano, Felipe Santiago Paredes, Jernimo Irala
Burgos. Ante m: Alfredo Bentez Fantilli, Secretario Judicial.
ACUERDO Y SENTENCIA N 668/2002
CAJA DE JUBILACIONES Y PENSIONES: Caja de Jubilaciones y Pensiones de
empleados bancarios
La Caja de Jubilaciones y Pensiones de Empleados Bancarios no puede
pretender aplicar una multa mediante la nota impugnada en concepto de pago
de intereses al Banco demandante, porque actuando de esa manera caera en el
absurdo de que las disposiciones contenidas en las decisiones administrativas
deban ser aplicadas a raja tabla, con total independencia de la impugnacin de
ese acto administrativo en sede contencioso administrativo, lo cual implicara
una violacin de las garantas constitucionales establecidas en los artculos 9,
l5 al l7, que son normas de carcter operativo, procede la confirmacin de la
resolucin recurrida que hace lugar a la demanda.
PLAZOS PROCESALES: Suspensin de plazo
De la interpretacin armnica de las disposiciones del Cdigo Procesal Civil
(Art. l72 y l73) y las Acordadas dictadas por la Corte (Acordadas N l90/2000
y l9l/2000), surge que los plazos suspendidos no deben excluirse del cmputo
para la caducidad, habida cuenta que el artculo l73 del C.P.C., determina que
la caducidad corre durante los das inhbiles.
PLAZOS PROCESALES: Suspensin de plazo
mismo Tribunal se haba expedido en casos similares sobre el mismo tema debatido,
citando como antecedente los Acuerdos y Sentencias Nros. 46/99 y l33/99, en las
cuales el Ad-quem ya haba sentado posicin sobre la improcedencia de la aplicacin
de multas a los Bancos que recurren a la instancia jurisdiccional en contra de
Resoluciones de la Caja Bancaria. Por lo tanto, manifiesta el apelante que no
existiendo mrito para exonerar de costas a la vencida, debe primar la teora del
vencimiento puro y simple, la teora objetiva de la condenacin en costas,
compensando de esta manera a su parte los gastos que le ocasion la improcedente y
arbitraria medida de la Caja Bancaria.
Entrando a auscultar el fondo del caso sub-exmine, observo que el Ad-quem
se bas en dos argumentos para hacer lugar a la presente demanda. En primer lugar
que la Nota de fecha l6 de junio de l999, ofrece carencia de motivacin, y en segundo
lugar que como consecuencia de la interposicin de la demanda para impugnar la
legalidad del reclamo del capital, el plazo de 30 das qued suspendido en el tiempo
hasta orse sentencia definitiva, por lo que la pretensin de la demandada de cobrar la
multa pretendida resulta improcedente. Al respecto debo sealar que si bien la Nota de
fecha l6 de junio de l999, dirigida al Liquidador del Banco Unin por parte del
entonces Presidente de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Empleados Bancarios el
Sr. Vctor Insfrn Dietrich no mencionada la disposicin legal, ni los antecedentes
administrativos en que se bas dicha Institucin para pretender el cobro de la multa
determinada en esa misiva, no es menos cierto que de su contenido surge claramente
que la multa tena como antecedente los supuestos atrasos en que haba incurrido la
citada Entidad Bancaria en el pago del cargo correspondiente a las jubilaciones por
exoneracin concedidas a los funcionarios debidamente individualizados que
prestaron servicio en esa Entidad, prueba de ello es que la demandante recurri
directamente al mbito contencioso administrativo, sin pedir aclaracin alguna a la
requirente. En cualquier caso, esta insuficiente motivacin a mi parecer no es causal
de anulabilidad de la nota en cuestin, pues no puede exigirse que la motivacin
conste por escrito, si la ley que regula el funcionamiento de la Caja de Jubilaciones y
Pensiones de Empleados Bancarios no lo exige as, lo cual no le exime de
culpabilidad a la demandada por haber obviado parcialmente ese requisito
inexcusable, solamente que no coincido con las consecuencias que le pretende atribuir
el Tribunal Inferior al cumplimiento fragmentario de ese recaudo, ya que como he
sealado antecedentemente, la motivacin aunque insuficiente se desprende del
texto de la mencionada nota. Consecuentemente, en mi opinin la falta de motivacin
debe desestimarse como argumento para hacer lugar a la presente demanda.
En lo que atae al segundo tema en discusin, el problema gira en torno al
pago de intereses por parte del Banco Unin S.A., por una multa que le fuera aplicada
por parte de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Empleados Bancarios mediante la
nota impugnada en estos autos. La demandada como ya se ha visto sostiene que los
intereses de la multa han de computarse durante el plazo que transcurri luego de los
treinta das en que se produjo la resolucin administrativa emitida por esa Entidad, sin
que al discurrir de ese trmino le afecte el hecho de que esa resolucin se hallaba
impugnada en el mbito contencioso administrativo. Sin embargo, pese a que la
demanda entablada por el Banco Unin S.A. en la esfera contenciosa administrativa
en contra de la resolucin administrativa dictada por la Caja fue finalmente
desestimada, quedando firme el acto administrativo impugnado que sirve de
basamento al cobro de multa pretendida, los recursos y mecanismos utilizados por la
accionante hicieron que la resolucin emitida por la Caja no haya pasado a la
categora de cosa juzgada. Mal
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Costa Rica que habla de "plazo razonable", lo cual recoge el Cdigo Procesal
Penal.
PRISIN PREVENTIVA: Duracin. Lmites
El Cdigo Procesal Penal restringe la duracin de la prisin preventiva a un
plazo mximo que se establece con carcter general, lo cual no permite una
revocacin automtica, dado que en ese caso se estara cercenando la
competencia legtima del juez natural, que al analizar las circunstancias del
caso concreto ejerce su papel de contralor.
PRISIN PREVENTIVA: Duracin. Lmites
Una interpretacin que exprese que la prisin preventiva no puede durar ms de
dos aos cuando el marco de la pena mnima que hubiere correspondido es
superior, constituye una grave violacin del derecho positivo vigente.
EXPEDIENTE: JORGE LUIS DUARTE S/
HOMICIDIO Y VIOLACIN Y CAPITAL
A.I. N 504/2002
Asuncin, 25 de abril de 2002
VISTO: El A.I. N 762 del 8 de noviembre de 2000, dictado por el Tribunal de
Apelacin en lo Criminal, Segunda Sala, y:
CONSIDERANDO:
Voto del Ministro PAREDES: En los autos mencionados la defensora
Carolina de Gorostiaga dedujo Incidente de Revocatoria de la prisin preventiva que
pesa sobre Jorge Luis Duarte, procesado por los supuestos delitos de homicidio y
violacin de conformidad al Art. 3 de la Ley N l444/99, que pone en vigencia plena
para los procesos iniciados conforme al Cdigo de l890, el art. 252 inc. 3 de la Ley
N l286/98.
Que, la Corte Suprema de Justicia recibi a los fines previstos en el art. l8 del
Cdigo Procesal Civil, el mencionado incidente, para responder a la consulta
efectuada, avocndose en esta ocasin al anlisis pertinente.
Efectivamente, las normas consagradas en los arts. l9 de la Carta Magna, 252
inc. 3 de la Ley N l286/98 (Cdigo Procesal Penal), l y 3 - segunda parte de la
Ley N l444/99 de Transicin al Nuevo Sistema Procesal Penal, as como el art. 236
del Cdigo de forma, permiten que se d curso a este pedido del Tribunal de
Apelacin en lo Penal, Segunda Sala.
Analizadas las citadas disposiciones legales, la falta de claridad y aparentes
contradicciones permiten fundar diversas interpretaciones, debiendo darse prioridad
sin duda, a lo dispuesto en el Art. l9 de la Constitucin Nacional que dice: La prisin
preventiva slo ser dictada cuando fuese indispensable en las diligencias del juicio.
En ningn caso la misma se prolongar por un tiempo mayor al de LA PENA
MNIMA ESTABLECIDA PARA IGUAL DELITO, de acuerdo con la
CALIFICACIN DEL HECHO efectuada en el auto respectivo. Esto supone la
calificacin provisoria del hecho, para determinar el monto de la pena en expectativa,
cuya mnima est relacionada con la duracin de la medida cautelar llamada prisin
preventiva.
En principio, si la medida fuese indispensable, sta no debe sobrepasar dos
aos, pero si de la calificacin provisoria resulta una pena en expectativa acorde con
la importancia y gravedad del ilcito, cuya mnima supera ese tiempo de dos aos,
en ningn caso podr exceder el plazo de duracin del proceso penal. La
interpretacin conjuga el principio de inocencia, con los principios de temporalidad y
proporcionalidad, y mantiene en salvaguarda la competencia de los jueces para aplicar
las medidas sustitutivas.
Sin embargo, nuestro sistema procesal penal actual,
eminentemente
acusatorio, al restringir el uso de esta medida de carcter preventivo, asigna plazos
temporales especficos. En primer lugar, la Constitucin Nacional de l992 (Arts. l4 y
l9) debemos entenderla conjugando adems con el Pacto de San Jos de Costa Rica
(del cual nuestro pas es signatario). ste ltimo habla del plazo razonable. Luego,
el Art. 236 del Cdigo Procesal Penal actual debe ser aplicado. Del mismo surge que
habindose decretado la prisin preventiva la misma debe ser revocada cuando: l) ha
transcurrido el plazo de la pena mnima inferior a 2 aos, correspondiente al hecho
punible; 2) ha transcurrido el plazo mximo de duracin del proceso penal (3 aos).
En el caso han transcurrido dos aos desde su dictamiento.
Es ostensible que de acuerdo a la letra del Cdigo Procesal Penal de l998, el
ordenamiento jurdico penal sancionado por los legisladores asumi un sistema
consistente en la adscripcin de la figura de la prisin preventiva a un plazo mximo
que se establece con carcter general. Ello, sin embargo, no implica la posibilidad de
una vigencia automtica de su revocacin, pues en ese caso se estara cercenando la
competencia legtima del Juez Natural, que al analizar las circunstancias del caso
concreto ejerce su papel de contralor, conforme lo consagra la legislacin procesal
penal.
Una interpretacin favorable que exprese que la prisin preventiva puede
durar ms de dos aos, cuando el marco de la pena mnima que hubiere correspondido
es superior, constituye una grave violacin del derecho positivo vigente. No podemos
enmarcarnos en el anlisis subjetivo de supuestos no jurdicos sobre si la conclusin
adoptada podra articularse como un abuso de los mecanismos procesales, sin permitir
que la justicia evale los mritos para conceder la libertad. El Poder Judicial estara
arriesgando que el Paraguay sea sancionado por violacin de los derechos humanos.
Si bien puede discutirse la prudencia de haber establecido como plazo
mximo para la duracin de la prisin preventiva el de dos aos, la jurisdiccin
no puede construir una poltica judicial contraria a los mandatos de la Ley, pues ello
subvertira el orden constitucional de la Repblica.
Por tanto, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL
RESUELVE:
REMITIR estos autos al Tribunal de Apelacin en lo Criminal, Segunda Sala, de
conformidad a lo expresado en el presente exordio.
ANOTAR y NOTIFICAR..
Ministros: Felipe Santiago Paredes, Wildo Rienzi Galeano, Jernimo Irala Burgos.
Ante m: Alfredo Bentez Fantilli, Secretario Judicial.
D.E.M.
HBEAS
En cuanto al segundo punto, que se refiere al Art. 236 del Cdigo Procesal
Penal comn (fs. 2); esta Sala Penal ya haba expresado sobre l, en el Acuerdo y
de 2000 en el Primer Cuerpo de Ejercito (fs. l); lo que permite asegurar que no
puede existir la menor incertidumbre,
26l
26
3
Jurisdiccin Militar, por los hechos calificados y castigados por el Cdigo Penal
Militar y cometidos por militares en actividad, es ejercida nicamente por los
Tribunales Militares (Art. l C.P.P.M. y l74 C.N.).
Adems, segn el Art. 3 del Cdigo Procesal Militar, Los Tribunales
Militares no podrn aplicar otras disposiciones legales que las de la Constitucin
Nacional, las de ste Cdigo (se refiere al C.P.P.M.), LAS Leyes Militares vigentes
(C.PM., L.O.T.M., Estat. Militar, etc.), los Reglamentos y Ordenanzas militares y,
segn el Art. 4 del mismo Cdigo, Nadie puede ser enjuiciado militarmente sino por
los hechos calificados y penados por el Cdigo Penal Militar, ni castigados por faltas
militares, sino conforme a las leyes militares vigentes.
En consecuencia, la nica autoridad que puede ejercer la jurisdiccin
Militar, por delitos (hechos punibles) castigados por el Cdigo Penal Militar y
perpetrados por militares en actividad, son los Tribunales Militares. Por otra parte,
en los procesos iniciados por esos hechos punibles (o delitos como la denomina
el Cdigo Penal Militar) son aplicables, en su tramitacin y conclusin,
exclusivamente las disposiciones pertinentes de la Constitucin Nacional, las del
Cdigo Procesal Penal Militar, las leyes, Reglamentos y Ordenanzas militares.
Es ms, los principios y garantas que se individualizan de lao Arts. l al l2 del
Cdigo Procesal Penal comn, se hallan igualmente previstos en loa Arts. l0, 5,
2, ll, 72, 9 y otros del Cdigo Procesal Penal Militar; por lo que pretender
emplear el Art. l3 del Cdigo Procesal comn en juicios penales del Fuero
Militar, aparte de inconstitucional e ilegal, constituira una simple repeticin de
las garantas ya existentes en el Procedimiento Penal Militar. En conclusin, no
puede utilizarse disposiciones del Cdigo Procesal Penal comn en procesos
penales militares, salvo disposicin expresa del Cdigo Procesal Penal Militar, tal
como ocurre en la Ley N l286/98 cuando se remite, por ejemplo, a disposiciones
del Cdigo Procesal Penal.
Aclarando cuanto antecede, y a fin de resolver lo que corresponda a caso en
estudio, es menester determinar la calificacin provisional del o de los delitos
atribuidos a los procesados, peticionantes del Hbeas Corpus Reparador. Esta
calificacin nos d, en principio, el auto de Instruccin Sumarial y, luego, las diversas
diligencias y resoluciones obrantes en los autos caratulados Sumario Instruido a
varios Seores Oficiales y Suboficiales de las Fuerzas Armadas de la Nacin por los
supuestos delitos Contra la Seguridad del Estado y Contra el Orden y la Seguridad de
las Fuerzas Armadas de la Nacin, que establecen la posible causa por la que se
inicia y se prosigue un proceso penal. Esta causa es la prevista en el Art. 88 del
Cdigo Penal Militar, es decir, un presunto delito Contra El Orden y la Seguridad de
las Fuerzas Armadas de la Nacin, alzndose a Mano Armada contra los Poderes del
Estado, hecho punible castigado por el Art. 89 del mismo Cdigo con pena de cinco
a diez aos de prisin militar. Consecuentemente, la pena mnima aplicable al caso
de autos, en el supuesto de una condena, evidente es el de CINCO AOS de prisin
militar.
En estas condiciones, habiendo ocurrido el supuesto hecho delictuoso e l8
de mayo del ao 2000, es innegable que a la fecha an no se halla cumplido ni
siguiera DOS AOS Y SEIS MESES del suceso y, por ende, ni la mitad de la pena
mnima sealada en el referido Art. 89 del Cdigo Penal Militar vigente. Mal,
entonces, podra utilizarse las previsiones del Art. l9 de la Constitucin Nacional para
otorgar la libertad de los procesados, por haber cumplido stos, en prisin
preventiva, la pena mnima que podra corresponderle en caso de condena que,
favorable al imputado, a tenor del Art. l4 de la Constitucin del pas. La Sala Penal no
debe suplir la omisin para mantener la restriccin de libertad, contrariando los
principios que presiden la materia.
En sntesis. La prisin preventiva no cesa automticamente al transcurrir dos
aos de su dictamiento, porque puede estar influenciado por el plazo de duracin del
proceso, (y este a su vez por el plazo de prescripcin de la accin o una declaracin de
extincin de la accin), o por una calificacin provisional del Juez natural competente
que establece la pena mnima correspondiente (menor o mayor al plazo de dos aos).
Pero ausente aquella procede tener en cuenta la prohibicin del Art. 236 ltimo
prrafo del C.P.P., por ser la solucin ms favorable para disponer la libertad (no
puede durar ms de dos aos / Art. l4 C.N.). Voto: Hacer lugar al Hbeas Corpus
Reparador.
A su turno, el Doctor IRALA BURGOS manifiesta que se adhiere al voto del
Ministro, Doctor PAREDES, por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante m,
que certifico, quedando acordada la sentencia que sigue:
SENTENCIA NMERO: 969
Asuncin, l7 de setiembre de 2002
VISTO: Los mritos del Acuerdo que antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL
RESUELVE:
HACER LUGAR al Hbeas Corpus Reparador planteado a favor de los
Mayores OSCAR ALEJANDRINO BENITEZ, PEDRO REGALADO PAREDES y
FORTUNATO CABALLERO, y en consecuencia ordenar la inmediata liberacin de
los mismos.
LIBERAR oficio al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nacin
ANOTAR y REGISTRAR.
Ministros: Wildo Rienzi Galeano, Felipe Santiago Paredes, Jernimo Irala
Burgos. Ante m: Alfredo Bentez Fantilli, Secretario Judicial.
ACUERDO Y SENTENCIA N 1362/2002
DIFAMACIN:
Cuando las afirmaciones del procesado, causa de un juicio de difamacin, son
hechas en el contexto de una lucha poltica, para el acceso a la Primera
Magistratura de la Repblica, en que tanto el procesado como el afectado son
contrincantes y candidatos por sus respectivos partidos polticos, debe
aplicarse el art. l5l inc. 4 del Cdigo Penal.
DIFAMACIN:
Nadie puede ser condenado por difamacin por las afirmaciones relacionadas
con temas de inters pblico, que involucren a funcionarios o personas
pblicas, como un candidato a la Primera Magistratura de la Repblica, aunque
dichas afirmaciones pudieran afectar el honor o la reputacin de estos, salvo
cuando las afirmaciones sean enteramente falsas.
PRUEBA: Carga
La carga de la prueba incumbe siempre al actor y en un delito de accin penal
privada (difamacin) al querellante autnomo y nunca al autor de la
afirmacin, dado que si se admitiera la solucin del inciso 5to. del art. l5l
del Cdigo Penal se estara violando el art. l3 de la Convencin Americana de
los Derechos Humanos.
PRUEBA: Carga
El art. l5l inc. 5 del Cdigo Penal invierte el onus probandi contra el
imputado, lo cual a todas luces colisiona contra el sistema acusatorio de
enjuiciamiento penal consagrado por la propia Constitucin y el nuevo Cdigo
Procesal Penal, que no debe confundirse con la prueba de la verdad, dispuesta
por el art. 23 de la Constitucin que permite tal prueba siempre y cuando se den
los presupuestos constitucionales.
PRUEBA: Carga
Fuera de los casos establecidos por el art. 23 de la Constitucin, incumbe
siempre al actor penal - en el caso al querellante autnomo -la carga de la
prueba.
RECURSO DE REVISIN: Admisibilidad y procedencia
Se hace lugar al recurso de revisin (art. 48l inc. 4 del Cdigo Procesal
Penal) y se absuelve de culpa y pena al procesado cuando existe: una norma
penal ms favorable, una causa de exencin de la responsabilidad penal
(casos de inters pblico) y debe aplicarse la disposicin del art. l3 de la
Convencin Americana de los Derechos Humanos en contra de lo dispuesto
por el art. l52 inc. 5 del Cdigo Penal.
RECURSO DE REVISIN: Admisibilidad y procedencia
El recurso de revisin puede prosperar contra toda sentencia penal firme y
ejecutoriada, provenga sta de un Juzgado de Paz o de la propia Sala Penal de
la Corte Suprema de Justicia, sin embargo, cuando una causa ha sido tratada
anteriormente y su rechazo se fund en motivos distintos a los propuestos en un
nuevo planteamiento, no es necesario pronunciarse sobre la nulidad eventual de
las sentencias anteriores.
EXPEDIENTE:
RECURSO
DE
REVISIN A FAVOR DEL ING.
RICARDO
CANESE
EN
EL
EXPEDIENTE: RICARDO CANESE S/
DIFAMACIN E INJURIA CAPITAL.
Derechos Humanos (CADH), ratificada por nuestra Repblica por Ley No.: l/98.
Otros derechos y garantas expresados como incumplidos son las Garantas Judiciales
(Art. 8, CADH), el Principio de Legalidad y Retroactividad (Art. 9, CADH), y el
Derecho de Libertad de Circulacin y Residencia (Art. 22, CADH).
De la lectura de las resoluciones individualizadas como S.D. No.; l7, de fecha
22 de Marzo de l994, dictado por el Juzgado de Primera Instancia en lo Criminal del
Primer Turno de la Capital y el Acuerdo y Sentencia No.: l8 de fecha 4 de Noviembre
de l997, dictado por el Tribunal del Crimen 3ra. Sala Capital, se puede inferir que
el marco normativo sustantivo sobre el cual ha sido construida la condena y su
confirmatoria parcial fue el viejo Cdigo Penal paraguayo de 1910, que segn la
fecha de ocurrencia del hecho condenado como de la redaccin de las respectivas
resoluciones era el cuerpo de derecho penal sustancial positivo. Los tipos penales de
Difamacin (Art. 370 CPl9l0) y el de Injuria (Art. 372 CPl9l0) se constituyeron en
el marco de referencia legal positiva para los rganos jurisdiccionales sentenciantes.
Nuestra Repblica cuenta con un nuevo Cdigo Penal, promulgado en fecha
26 de Noviembre de l997, y que segn su Art. 325, entr en vigor el da 27 de
Noviembre de l998. Ms all del tremendo cambi legislativo que ha significado este
nuevo ordenamiento penal sustantivo, puesto que el nuevo Cdigo Penal reconoce los
Principios y las Garantas que emanan de nuestra nueva Constitucin de l992.
Igualmente, la norma penal vigente transform radicalmente los tipos penales de
Difamacin (Art. l5l) e Injura (Art. l52), hacindolas ms respetuosas del Art. l3 de
la Convencin Americana de Derechos Humanos.
Conforme a la resolucin del Tribunal de Apelacin en lo Criminal
impugnado, los hechos acreditados han sido las palabras del Ing. Canese, apreciadas
posteriormente en dos medios de prensa escrita el da 27 de Agosto de l992. En
concreto, entre otros dichos, conforme al Diario ABC Color, se expresaba: ...en la
prctica, el Ing. Wasmosy fue el prestanombre de la familia Stroessner en Conempa,
Empresa que pasaba dividendos importantes al dictador. Mientras que el diario
Noticias de la misma fecha, se lea: ...gracias al apoyo que le brind la familia del
dictador le permiti ser Presidente de Conempa, el consorcio que goz el monopolio
por parte paraguaya, de las obras civiles principales de Itaip. Estas afirmaciones
fueron hechas en el contexto de una lucha poltica por acceder a la Primera
Magistratura de la Repblica, puesto que tanto el Ing. Canese, como el Ing. Wasmosy
eran contrincantes polticos y candidatos por sus respectivos Partidos polticos. Otra
cuestin a ser observada es que el Ing. Juan Carlos Wasmosy, aludido directamente
por las palabras del Ing. Canese nunca accion judicialmente contra el mismo, sino
que fueron directivos de la empresa aludida.
Atentos a lo resuelto por el Tribunal del Crimen 3ra. Sala Capital, en
la que se absolvi al Ing. Ricardo Canese del delito de Injurias, slo debe ser
analizado el tipo penal de Difamacin. Debemos necesariamente partir de la
norma constitucional, la cual a travs de su Art. 26 consagra la Libertad de
Expresin. Esta norma constitucional, conforme a los Arts. l37 y l4l de su mismo
cuerpo, convierte al Art. l3 de la Convencin Americana de los Derechos
Humanos en una norma prevalente al Cdigo Penal paraguayo vigente. En la
parte sustancial esta norma expresa: Artculo 13.- Libertad de Pensamiento y de
Expresin. 1. Toda Persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de
expresin. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir
informaciones e ideas de dota ndole, sin consideracin de fronteras, ya sea
oralmente, por escrito o en forma impresa o artstica, o por cualquier otro
procedimiento de su eleccin. 2. El ejercicio del
27
0
derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura, sino
a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la Ley y
ser necesarias para asegurar: a) El respeto a los derechos o a la reputacin de los
dems, o b) La proteccin de la seguridad nacional, el orden pblico o a la salud o la
moral pblica. 3. No se puede restringir el derecho de expresin por vas o medios
indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para
peridicos, de frecuencias radioelctricas o de enseres y aparatos usados en la
difusin de informacin o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la
comunciacin y la circulacin de ideas y opiniones.
Adems tenemos la norma del Art. l5l del Cdigo Penal que tipifica el delito
de Difamacin, que segn puede apreciarse de su inciso primero, cualquier
informacin falsa o an verdadera puede dar lugar a la reprochabilidad del agente, en
tanto y e cuanto, aqulla informacin sea capaz de lesionar el honor de un tercero.
Por otra parte, el inciso cuarto del mismo artculo, expresa: La afirmacin o la
divulgacin no ser penada cuando, sopesando los intereses y el deber de
averiguacin que incumba al autor de acuerdo con las circunstancias, se tratara de
un medio proporcional para la defensa de los intereses pblicos o privados.
Las afirmaciones del Ing. Canese, - en el marco poltico de una campaa
electoral a la primera magistratura , necesariamente importan en una sociedad
Democrtica, encaminada a una construccin participativa y pluralista del Poder, una
cuestin de inters pblico. Nada ms importante y pblico que una discusin y
posterior eleccin popular del Primer Magistrado de la Repblica.
Tambin reflexionar sobre el inciso quinto del citado artculo, por el cual se
posibilita la prueba de la verdad de la afirmacin o de la divulgacin cuando ella se
trate entre otros casos de un medio proporcional para la defensa de intereses
pblicos. Del texto de la ley penal se debe entender que ella invierte el onus
probandi contra el imputado, lo cual a todas luces colisiona contra el Sistema
Acusatorio de enjuiciamiento penal consagrado por la propia Constitucin y el nuevo
Cdigo Procesal Penal. Esto no debe confundirnos con respecto a la Prueba de la
Verdad, dispuesta por el Art. 23 de la Constitucin; en este artculo constitucional se
permite tal prueba siempre y cuando se den los presupuestos constitucionales que en
este caso concreto no se renen. Por lo que, fuera de los casos establecidos por el Art.
23 de la Constitucin, siempre al actor penal en este caso, al querellante autnomo
incumbe la Carga de la Prueba.
De lo expuesto podemos afirmar que: De conformidad al nuevo ordenamiento
positivo nadie puede ser condenado penalmente por afirmaciones de esta naturaleza,
en temas de inters pblico, que involucren a funcionarios o personas pblicas el
caso de un candidato a la Primera Magistratura de la Repblica aunque dichas
afirmaciones pudieran afectar el honor o la reputacin de estos. Es posible, en cambio,
condenar al autor cuando las afirmaciones son enteramente falsas. Sin embargo, la
carga de la prueba siempre incumbir a actor al ser el hecho punible de Difamacin
un delito de accin penal privada, corresponder al querellante autnomo y nunca al
autor de la afirmacin. Si se admitiera la solucin del inciso 5to. Del Art. l5l del
Cdigo Penal se estara violentando gravemente el citado Art. l3 de la Convencin
Americana de los Derechos Humanos.
En este caso concreto, soy de parecer que debe prosperar el Recurso de
Revisin incoado, puesto que en primer lugar, la causal legtima de revisin (Art. 48l,
inc. 4to. Del Cdigo Procesal Penal), consistente en que: cuando despus de la
sentencia sobrevengan hechos nuevos ... hagan evidente que ... el hecho cometido no
Ministros: Ral Sapena Brugada, Jernimo Irala Burgos, Bonifacio Ros valos.
Ante m: Alfredo Bentez Fantilli, Secretario Judicial.
ACUERDO Y SENTENCIA N 47/2003
HBEAS CORPUS: Hbeas corpus reparador
No corresponde hacer lugar al hbeas corpus reparador planteado, en razn de
que el procesado se halla privado de su libertad en virtud de orden escrita de
autoridad judicial, en el marco de un proceso instruido en averiguacin de un
supuesto hecho de robo.
HBEAS CORPUS:
Uno de los requisitos que hacen procedente la garanta constitucional del
hbeas corpus es la ilegalidad en la restriccin de la libertad, la cual se
caracteriza porque no se ajusta a lo que las normas legales positivas ordenan o
prohben, cualquiera sea la jerarqua de esa norma: Constitucin, Tratados y
Convenios Internacionales, y las leyes dictadas en su consecuencia.
HBEAS CORPUS: Hbeas corpus genrico
Corresponde hacer lugar al hbeas corpus genrico, no obstante la
improcedencia del hbeas corpus reparador planteado, en razn de que un
anlisis de la situacin procesal del accionante revela que en el caso se han
vulnerado derechos y garantas fundamentales: el tiempo de su detencin
preventiva ha sido excesivo, no existe calificacin de su conducta delictiva, no
obstante que obra en el expediente un dictamen del Ministerio Pblico que
recomienda su libertad por compurgamiento de la pena mnima. De estas
circunstancias resulta que la restriccin de la libertad del procesado es
manifiestamente ilegtima, por lo que corresponde otorgar la garanta de hbeas
corpus genrico.
EXPEDIENTE: BLS NELSON ZRATE
GARCETE S/ HBEAS CORPUS.
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO: CUARENTA Y SIETE
En la ciudad de Asuncin, Capital de la Repblica del Paraguay a los siete
das del mes de febrero del ao dos mil tres, estando reunidos en la Sala de Acuerdos
de la Corte Suprema de Justicia los Seores Ministros de la Sala Penal, doctores
JERNIMO IRALA BURGOS, FELIPE SANTIAGO PAREDES y WILDO RIENZI
GALEANO, ante m, el Secretario autorizante, se trajo al acuerdo el expediente
caratulado: BLS NELSON ZRATE GARCETE S/ HBEAS CORPUS, a fin de
resolver la Garanta Constitucional de Hbeas Corpus Reparador planteado, de
conformidad con el artculo l33 de la Constitucin Nacional, y a las disposiciones de
la Ley l500/99.
Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia,
Sala Penal, resolvi plantear y votar la siguiente
27
3
CUESTIN:
Es procedente la Garanta Constitucional solicitada?
Practicado el sorteo de ley para determinar el orden de votacin dio el
siguiente resultado: PAREDES, IRALA BURGOS y RIENZI GALEANO.
A la cuestin planteada, el Doctor PAREDES dijo: El abogado Ral
Guillermo Ramrez Bogado, por la defensa de Bls Nelson Zrate Garcete, plantea
Hbeas Corpus Reparador, amparado en el artculo l33 de la Constitucin Nacional
(fojas l6/9).
El recurrente manifiesta que su defendido se encuentra recluido desde hace
siete meses en la Penitenciara Nacional de Tacumb, a raz de la detencin de que
fuera objeto por parte de la Polica Nacional, en fecha 9 de mayo de 2002, en virtud
de una orden de detencin emanada del Juez de Liquidacin y Sentencia, Dr. Carlos
Ortiz Barrios. Alega el abogado defensor del recurrente, que el procesado Bls
Nelson Zrate Garcete nunca prest declaracin indagatoria y tampoco su detencin
preventiva fue convertida en prisin, conforme lo dispone el Cdigo de
Procedimientos Penales de l890. Finaliza su presentacin peticionando se otorgue el
Hbeas corpus Reparador y, en consecuencia, se disponga la inmediata libertad de su
defendido.
A la garanta constitucional interpuesta se le imprimi el trmite de Ley,
conforme a la providencia de fecha 20 de diciembre de 2002, obrante a fojas 20 de
autos.
Examinadas las constancias de autos, se advierte que a fojas 38, obra el
Informe del actuario Jos Agustn Delms que seala: Informo a V.S. con relacin a
la nota 112 remitida al Juzgado por la Excelentsima corte Suprema de Justicia, que
solo obra el A.I. N 6 de fecha 3 de marzo de 2000, donde se instruy sumario y se
decreta la detencin preventiva del imputado Blas Zrate Garcete, no habiendo auto
de prisin en su contra ni constancia del cumplimiento de su detencin en autos. A fs.
103, obra que el citado se encuentra guardando reclusin en la Penitenciara
Nacional desde fecha 9 de mayo de 2002. Es mi informe. As. 31.12.2002.
As mismo, a fojas 25 de autos, obra el Informe elevado por el Director de la
Penitenciara Nacional, Abog. Teodosio Silva, en el cual seala: con relacin al
Oficio S.J. II N 105, de fecha 20 de diciembre de 2002, referente a la competencia
del Barrios Scria. encausado Bls Nelson Zrate Garcete, a fin de presentarle
a la citada persona con el siguiente informe: Guarda Reclusin en una institucin
penitenciaria desde el 9 de mayo de 2002, en los autos caratulados: Bls Zrate
Garcete, Daro Zrate, Digenes Martnez, Jos Daro Garcete y un tal Tinti sobre
Supuestos Hechos Punibles contra los Bienes de las Personas (Robo), Capital, y
remitido a esta por el Juzgado Penal de Liquidacin y Sentencia Nmero Cuatro a
cargo del Juez Carlos Ortiz Javier Gonzlez Cruz.
Del examen de los citados informes y de la causa principal trada a la vista,
surge que Blas Nelson Zrate Garcete, se halla privado de su libertad, en carcter de
detencin preventiva en la Penitenciara Nacional, desde el 9 de mayo de 2002, lo que
a la fecha implica una reclusin por ms de ocho meses.
Constatada efectivamente la reclusin procesal del peticionante de la garanta
constitucional, corresponde en consecuencia, examinar si el Hbeas Corpus Reparador
planteado deviene procedente.
En tal sentido, el artculo 26 de la Ley l500/99, Captulo II- Del Hbeas
Corpus reparador establece: Si el informe expresara que la persona se halla
privada de su libertad en virtud de orden escrita de autoridad judicial,
individualizando a sta
procedencia.
S/
Y
del Art. 8 de la Ley N l500/99, (en cuanto no admite las recusaciones en el Hbeas
Corpus Fs. 8) y por otro, los Hbeas Corpus Preventivo y Genrico, previstos en los
incisos. l) y 3) respectivamente del Art. l33 de la Constitucin de la Repblica. As
mismo solicita la excusacin de los Ministros Ral Sapena Brugada, Jernimo Irala
Burgos, Luis Lezcano Claude y Wildo Rienzi Galeano aduciendo las causales
previstas en los incisos b), i) y f) del artculo 20 del C.P.C.
La excusacin, de acuerdo al al artculo 2l del C.P.C., constituye una facultad
privativa del juez que no puede ser invocada por las partes con el fin de apartar al
magistrado de la causa. En consecuencia, el pedido de excusacin deviene
manifiestamente improcedente.
La presentacin mencionada se halla escrita, evidentemente, con el deliberado
propsito de confundir, puesto que el recurrente no puede desconocer que la Accin
de Inconstitucionalidad, no solo tiene un procedimiento desigual, distinto al Hbeas
Corpus (mientras este se rige por la Ley l500/99 y anteriormente por los Art. 649 al
689 del CPP de l890 aquella se halla reglamentada por el C.P.C. desde el Art. 550
hasta el Art. 564) sino deben ser presentados en dos Salas diferentes de esta Corte. La
inconstitucionalidad, en la Sala Constitucional, y el Hbeas Corpus en la Sala Penal.
Creo conveniente referirme a cada uno de ellos en particular, a fin de tratar de ordenar
la presentacin y resolverla conforme a derecho.
En cuanto a la Accin de la Inconstitucionalidad: Si bien el Hbeas Corpus
puede iniciarse de oficio, por el propio afectado o por cualquier Persona segn lo
dispone el Art. 6 de la Ley N l500/99, no ocurre lo mismo con la Accin de
Inconstitucionalidad, la que puede y debe ser deducida directamente por el interesado
pero con patrocinio de Abogado, o por un abogado que la promueva en nombre y
representacin del interesado, en cuyo caso deber acompaar con su primer escrito
los documentos que acredite el carcter que inviste conforme lo exigen los Arts. 57
del C.P.C. y 87 y 88 de la Ley N 879/80 (C.O.J.), esto significa que el abogado que
deduce la accin de inconstitucionalidad, debe presentar obligatoriamente, con el
primer escrito, el poder que lo habilita para ese efecto, porque solamente los casos
excepcionales establecidos en leyes especiales, como sucede con el Hbeas Corpus
(Ley N l500/99) y el Juicio de Amparo (Art. 567 C.P.C.) pueden ser planteados en la
forma indicada, es decir, de oficio, por el propio afectado o por cualquier persona a
la que deben sumarse las situaciones previstas en el Art. 58 del C.P.C. que
textualmente expresa: No ser necesario el patrocinio de Letrado cuando se actuare
para la recepcin de rdenes de pago y para solicitar la Declaratoria de Pobreza.
Fuera de estos casos, el interesado o los abogados que se presentan por
terceros ante los Tribunales de la Repblica, necesaria e imperativamente debern
acreditar su personera con el pertinente poder habilitante. Si no es as, no existe otra
alternativa sino el rechazo de la presentacin.
Pues bien, en el caso de autos es indiscutible que tanto en Abogado
Vasconcellos, como los dems que lo patrocinan, no han acreditado o justificado que
el Sr. Lino Csar Oviedo Silva les haya solicitado o autorizado a promover la accin
de inconstitucionalidad deducida, pues, ste no firm el escrito en cuestin, ni otorg
poder para ello.
En consecuencia, no cabe, ninguna duda que la Accin de
Inconstitucionalidad promovida, debe ser rechazada in limine litis conforme a lo
precedentemente sealado
En cuanto al Hbeas Corpus: En este punto es menester aclarar previamente,
que el Sr. Lino Csar Oviedo Silva fue condenado a diez aos de Prisin por S.D. N l
del 9 de marzo de l998 dictada no por un Tribunal Militar Extraordinario para tiempo
de Guerra (arts. 278 al 289 del C.P.P.M.), sino por un Tribunal Militar Extraordinario
para juzgar a generales (Arts. 290/295) como desde luego corresponda.
Esta resolucin fue recurrida por los defensores del Sr. Oviedo Silva ante el
Poder Judicial, especficamente ante la Corte Suprema de Justicia que, por Acuerdo y
Sentencia N 84 del l7 de abril de l998, confirm la condena impuesta al mismo,
judicialmente as la causa a pedido de la defensa.
Esta Sentencia de la Corte Suprema, a su vez, motiv una denuncia contra
el Estado Paraguayo, por parte del condenado, ante la Comisin Interamericana de
los Derechos Humanos de la O.E.A. por la supuesta violacin en su perjuicio De
las Garantas Judiciales, a la participacin Poltica, a la Igualdad ante la Ley y la
Honra y Dignidad, consagrados en los Arts. 8, 23, 24 y 4l respectivamente de la
Convencin Americana sobre Derechos Humanos, denuncia rechazada el 27 de
setiembre de l998, fecha en que la referida Comisin Interamericana decidi: l.
Declarar Inadmisible la Denuncia presentada por el Sr. Oviedo Silva en razn
de la inexistencia de la violacin de los derechos consagrados en la convencin
citada, por parte del Estado Paraguayo, ratificndose de este modo en el campo
Internacional inclusive, la pena de diez aos de prisin impuesta al citado
peticionario.
Pero an hay ms, ante una desatinada e irracional Sentencia Definitiva, la N
2 del 2 de agosto de l998 dictada por un segundo Tribunal Militar Extraordinario para
juzgar a Generales se pretendi sin decirlo, anular nada menos que una Sentencia de
la Corte Suprema de Justicia, avalada hasta por la Comisin Interamericana de
Derechos Humanos, obligando a esta Corte a dictar la Resolucin N 47l de fecha 23
de setiembre de l998 que dej a salvo la autoridad de cosa juzgada del Acuerdo y
Sentencia N 84 del l7 de abril de l998, por el que se confirm la condena de diez
aos de prisin, impuesta al Sr. Lino Csar Oviedo Silva por el Tribunal Militar
citado.
Con todos estos antecedentes y en consideracin adems a lo dispuesto por el
Art. 564 del C.P.C. y por el Art. l7 de la Ley N 609/95 que resuelven, disponen y
establecen la irrecurribilidad de las sentencias emanadas de la Corte Suprema de
Justicia, no puede ya discutirse ni plantearse cuestin alguna con referencia a lo
decidido en las resoluciones individualizada precedentemente, circunstancias a la que
deben sumarse la condicin de prfugo del condenado en mencin, declarado por ello
rebelde y contumaz a los mandatos de la justicia.
Bien as, el Hbeas Corpus Genrico contemplado en el inciso l) del Art. l33
de la Constitucin Nacional, que favorece nicamente a la persona En trance
inminente de ser privada ilegtimamente de su libertad fsica, no es ni pude ser
aplicado al caso en cuestin, en virtud de que jams podra ser considerada privacin
ilegal de la libertad, la aprehensin o detencin de un condenado prfugo,
fundamentos que tambin cimientan el rechazo del Hbeas Corpus Genrico
presentado conjuntamente con el Preventivo.
A su turno, los Doctores IRALA BURGOS y SAPENA BRUGADA
manifestaron que se adhieren al voto del Ministro preopinante, Doctor RIENZI
GALEANO, por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante m,
que certifico, quedando acordada la sentencia que sigue:
SENTENCIA NMERO: 56
Asuncin, l8 de febrero de 2003.
VISTO: Los mritos del Acuerdo que antecede, la
28
0
num. 5, del Cdigo Procesal vigente (nueva ley ms benigna). Ahora bien, la sentencia
est firme y ejecutoriada.
Y constatada la edad de C.R.D.V. (l4 aos) y D.F.D.V. (l7 aos) en fecha
de comisin del hecho, corresponde aplicar la Constitucin, el Cdigo de la Niez
y la Adolescencia (Ley l680/0l "Cdigo de la Niez y la Adolescencia", la
o
Ley N l702/0l, la Ley l/89 Que aprueba y ratifica la Convencin Americana
sobre Derechos Humanos o Pacto de San Jos de Costa Rica y el art. l35 del
Cdigo Penal vigente, para disminuir la pena de cada condenado a (3) tres aos de
Privacin de libertad. Es mi voto.
A su turno, los Doctores IRALA BURGOS Y RIENZI GALEANO
manifestaron que se adhieren al voto del Ministro preopinante, Doctor PAREDES,
por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante m,
que lo certifico, quedando acordada la sentencia que sigue:
SENTENCIA NMERO: 2650
Asuncin, 24 de octubre de 2003
VISTO: Los mritos del Acuerdo que antecede, la
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL
RESUELVE:
HACE LUGAR a la revisin planteada por la Abog. Hypatia Camarasa,
o
Defensora Pblica del 2do. Turno de la Cordillera, contra la Sentencia Definitiva N
l50 de fecha ll de octubre de 200l y en consecuencia, REDUCIR la medida privativa
de libertad de los condenados C.R.D.V y D.F.D.V. a 3 (tres) aos de Penitenciara.
OFICIAR al Director del Centro Educativo de
Itauga. ANOTAR Y NOTIFICAR.
Ministros: Felipe Santiago Paredes, Jernimo Irala Burgos, Wildo Rienzi Galeano.
Ante m: Alfredo Bentez Fantilli, Secretario Judicial.
ACUERDO Y SENTENCIA N 953/2004
LEY PENAL: Leyes penales especiales. Parte General
Tanto el Cdigo Penal como la Ley N l340/88 regulan materias penales. La
primera, por el art. 4, remite expresamente la aplicacin de su Parte General a
la segunda, por lo tanto, cualquier disposicin legal de la ltima, contraria o
incompatible a las prescripciones de la parte remitida, quedan sin efecto
implcitamente.
LEY PENAL: Leyes penales especiales
Aunque se hubiera omitido la remisin de la aplicacin de la Parte General
prevista en el art. 4 del Cdigo Penal, la Ley l340/88 hubiera sido inaplicable,
pues al incorporarse a la ley de fondo anterior en virtud de su art. 82, tambin
se serva de su Parte General. Sin embargo, ste que lo complementaba, ha sido
derogado por el art. 323 del nuevo Cdigo Penal.
LEY PENAL: Leyes penales especiales
En la medida en que una ley especial (Ley l340/88) no sea afectada por la Parte
General del Cdigo Penal sus normativas se hallan plenamente vigentes.
LEY PENAL: Leyes penales especiales
Ninguna ley penal por especial que sea, puede prescindir de la Parte General
del Cdigo Penal en la que se estipulan los principios bsicos y fundamentales
del derecho punitivo.
LEY PENAL: Leyes penales especiales
Cuando el tribunal para imponer acumulativamente dos penas principales,
escoge la parte de la norma penal subordinada -Ley l340- desechando la
subordinante que es la aplicable -Ley ll60-; y para determinar la autora del
condenado (art. 29 del C.P.), reconoce la vigencia de esta ltima recurriendo a
su parte general, ello implica la integracin e interpretacin fragmentaria de la
nueva ley penal, soslayando la observancia del art. 37 inc. l del Cdigo Penal
de Fondo.
NON BIS IN IDEM:
La imposicin de una pena de multa junto con la pena privativa de libertad,
implica una doble condena debido a su carcter de pena principal, que pone en
entredicho a otro elemental e indiscutible principio del derecho penal
denominado non bis in idem -dada la triple identidad de sujeto, objeto y causacuya consagracin constitucional se halla patentizada en el art. l7 num. 4) de la
Carta Suprema, sin perder de vista la conculcacin del principio de legalidad
establecido en el art. l) del Cdigo Penal, que ha sido avasallada por la
desnaturalizacin del principio penal bsico.
RECURSO DE REVISIN: Principios generales
El recurso de revisin constituye una excepcin al principio de cosa juzgada.
EXPEDIENTE:
RECURSO
DE
REVISIN INTERPUESTO POR EL
DEFENSOR PUBLICO ABOG. CARLOS
FLORES CARTES EN LOS AUTOS
CARATULADOS: MELANIO SANCHES
NEGRETE
S/
TRFICO
DE
ESTUPEFACIENTES.
ACUERDO Y SENTENCIA NMERO NOVECIENTOS CINCUENTA Y TRES
En la Ciudad de Asuncin, Capital de la Republica del Paraguay, a los treinta
das del mes de junio del ao dos mil cuatro, estando reunidos en la Sala de Acuerdos
los Excmos. Seores Ministros de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, Doctores
SINDULFO BLANCO, WILDO RIENZI GALEANO Y ALICIA PUCHETA DE
CORREA, por ante mi el Secretario autorizante, se trajo el expediente caratulado:
HABEAS
CORPUS
PREVENTIVO
PRESENTADO POR EL
ABOG.
LEONARDO F. GARFALO A FAVOR
DE JUAN PABLO GUAPI BENTEZ.
EXPEDIENTE:
M.A.L.P.
S/ SUPUESTO
HECHO DE VIOLACIN EN VILLA ELISA
ACUERDO Y SENTENCIA N 6
En la ciudad de Asuncin, capital de la Repblica del Paraguay, a los 30 das
del mes de mayo del ao dos mil tres, se renen en la Sala de Acuerdos del Tribunal
Penal de la Adolescencia las Excmas Sras. Magistradas MIRTHA GONZLEZ DE
CABALLERO, IRMA ALFONSO DE BOGARN Y CLARA ESTIGARRIBIA DE
CARVALLO, bajo la presidencia de la primera de las nombradas por ante m, la
secretaria autorizante; para conocer los recursos de apelacin y nulidad interpuestos en
el Expediente M.A.L.P. s/ supuesto hecho de violacin en Villa Elisa; contra la S.D
N l4 de fecha 27 de setiembre de 2000, dictada por el Juzgado a cargo del Dr: Luis
Mara Yaryes.
Previo al estudio de los antecedentes del caso el Tribunal resolvi plantear y
votar las siguientes:
CUESTIONES:
Es nula la Sentencia recurrida?
En su caso, se ajusta a derecho?
Del sorteo efectuado, a fin de establecer el orden de las opiniones se tiene el
siguiente resultado: Dras. CLARA M. ESTIGARRIBIA DE CARVALLO, IRMA
ALFONSO DE BOGARN y MIRTHA GONZLEZ DE CABALLERO.
A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA, la preopinante CLARA
ESTIGARRIBIA DE CARVALLO dijo: El defensor del incoado M.A.L.P. a fs. 85
de autos, interpuso recurso de nulidad en contra de la S.D.N l4 de fecha 27 de
setiembre de 2000, dictada por el juez de Liquidacin y Sentencia de Lambar,
Luis Mara Yaryes. Las argumentaciones vertidas por la defensa en sustento de
este recurso, se centra en la errnea aplicacin de la ley, atendiendo a que el
hecho en cuestin (supuesta violacin) aconteci en fecha 04 de junio de l998 a
las l6:30 hs; poca en que estaba en vigencia el Cdigo Penal del ao l9l4;
entrando recin en vigencia la ley ll60/97 (nuevo Cdigo Pernal), en fecha 27 de
noviembre de l998: Seala el recurrente que, el Art.l4 de la Carta magna establece
que Ninguna ley tendr efecto retroactivo, salvo que sea ms favorable al
encausado o al condenado, en el caso en estudio, al aplicar la ley, no se tuvo en
cuenta dicha circunstancia, teniendo en cuenta que el Art. l28, de la ley ll60/97 en
su ltima parte establece: cuando la vctima del coito haya sido un menor, la pena
privativa de libertad ser de tres a quince aos, en lugar de aplicar el art.3l5 del
anterior Cdigo donde dice: que la violacin ser castigada con penitenciara de
ocho a l2 aos si se verificara en un menor de once aos... Alega por ltimo que
el Juez Penal de Liquidacin y Sentencia de Lambar sin entrar a examinar
debidamente el parte policial de denuncia, como as tambin las leyes de fondo,
aplic en forma retroactiva, una ley no vigente en el momento de la comisin del
supuesto hecho y, para colmo la referida ley era mucho ms gravosa para su
defendido (ver fs l denuncia y fs.80/84 S.D.N l4), la ley penal vigente en ese
momento estableca como mximo de pena para este tipo de delito (hecho
punible), doce aos y la sentencia lo condena a quince, extremo que hace nula
de nulidad absoluta a la sentencia atacada.
Al correr traslado al Fiscal de la fundamentacin del recurso de nulidad, este la
contesta en los trminos de su escrito obrante a fs. 95/96 de autos, manifestando entre
otras cosas que dicha representacin Fiscal sostiene, que se debe mantener la
Con la entrada en vigencia de la ley l680/ 9l, que prev medidas socio
educativas en lugar de pena, aplicando la medida privativa de libertad como ltima
ratio, en consonancia con la Convencin Internacional de los Derechos del Nio.
El Art. 207 del Cdigo de la Niez y la Adolescencia prev una medida
mxima de ocho aos en caso de crmenes y habindosele aplicado al menor M.A.L.P.
una pena privativa de libertad de quince aos, corresponde reducir dicha pena en virtud
de la precitada ley que resulta mucho ms benigna. Ahora bien, ante la ausencia de los
informes que se requiere para una correcta medicin, corresponde recurrir a los
elementos que obran en autos y que pueden tomarse en consideracin, como son: l) El
informe mdico psiquitrico del examen practicado al menor M.A.L.P. obrante a fs.64
de autos, en el que entre otras cosas consta: que el mismo se orienta bien en el
espacio y que su percepcin alopsiquitrica, autosquica, y somatosquica, es correcta
lo cual significa que percibe con claridad lo que ocurre en su entorno, dentro de s y en
el permetro de su cuerpo ; es decir saba lo que haca. 2) La circunstancia particular
en que se cometi el hecho punible como son el engao, la fuerza empleada con
relacin a la inferioridad fsica de la vctima ya que solo contaba con siete aos y su
agresor le doblaba en edad con lo que se tiene que la vctima no tuvo posibilidad de
defenderse. 3) La condicin de analfabeto del victimario quien no firma conforme se
desprende de fs. l4 (indagatoria), y corroborada a fs. 39 (cdula de identidad), donde
consta que no firma. 4) La falta de antecedentes del menor. Con estos elementos
y en virtud del Art.l4 de la Constitucin Nacional que autoriza la aplicacin
retroactiva de la ley, cuando esta sea ms favorable al encausado o condenado. As
como tambin los Arts. 206, 207, y 249 del Cdigo de la Niez y la Adolescencia,
corresponde modificar parcialmente la SD N l4 de fecha 27 de setiembre de 2000
referente a la medida privativa de libertad y en consecuencia reducirlo a siete aos.
VOTO DE LA DOCTORA IRMA ALFONSO DE BOGARN
Con relacin al recurso de apelacin debo expresar que dicha va recursiva
resulta viable, por cuanto su implementacin permite abrir jurisdiccin en esta sede a
los efectos de un nuevo estudio de la cuestin objeto del mismo.
Analizada las constancias de autos, tambin arribo a la misma conclusin de la
preopinante en que la participacin del incoado en el hecho punible de coaccin sexual
en grado de actor, se halla debidamente probado, lo que desde ya hace improcedente la
absolucin pretendida por la defensa.
En cuanto a la calificacin legal establecida ningn reparo, objecin o
correccin tiene que hacer Sala en atencin al cuadro fctico fijado en la Sentencia.
La violacin consiste en obligar a otro a sufrir la cpula carnal en contra de su
voluntad, por medio de la violencia o amenazas, siendo el bien jurdico protegido, la
libertad sexual, es decir, la voluntad de decidir por acto y cuenta propia la realizacin
del acto sexual con cpula o coito, sta decisin libre y soberana debe partir de ambas
partes, bastando la oposicin de uno para que el acto sexual no se lleve a cabo, y si a
pesar de su oposicin, utilizando la fuerza o amenazas el otro consuma el coito o
ayuntamiento carnal, se ha cometido una violacin.
Para que exista violacin, debe estar probada la violencia que el sujeto activo
ejerci sobre la vctima o sujeto pasivo y que adems debe ser ilegtima; en segundo
trmino, la violencia ejercida contra la vctima debe estar claramente dirigida a lograr
el coito o unin carnal forzosa, es decir, contra la voluntad de aquella; basta la
introduccin del pene en el ano para que el delito quede consumado, porque ste es el
momento en que, tanto el objetivo propuesto por el sujeto activo como la violencia
ejercida sobre la vctima se conjugan para lograr el mismo fin.
3l2
procesos en trmite, con base en hechos regulados como delito o crimen, contra
adolescentes que al momento de la comisin del hecho, su edad estuviere
LESIN
ACUERDO Y SENTENCIA N 9
En la ciudad de Asuncin, capital de la Repblica del Paraguay, a los diez y
siete das del mes de junio del ao dos mil tres, se renen en la Sala de Acuerdos del
Tribunal Penal de la Adolescencia las Excmas Sras. Miembras MIRTHA GONZLEZ
DE CABALLERO, IRMA ALFONSO DE BOGARN Y CLARA ESTIGARRIBIA
DE CARVALLO, bajo la presidencia de la primera de las nombradas por ante m, la
secretaria autorizante; para conocer el recurso de apelacin interpuesto en el
Expediente I. M. A. s/ robo con lesin grave, contra la S.D. N 03 de fecha 08 de
octubre de 200l dictada por el Juzgado Penal de Liquidacin de causas de Menores N
2 a cargo de la Dra. Griselda Caballero de Sanabria.
Previo al estudio de los antecedentes del caso el Tribunal resolvi plantear y
votar la siguiente:
C U E S T I N:
Es justa la sentencia apelada?
Del sorteo efectuado, a fin de establecer el orden de las opiniones se tiene el
siguiente resultado: CLARA ESTIGARRIBIA DE CARVALLO, IRMA ALFONSO DE
BOGARN Y MIRTHA GONZALEZ DE CABALLERO.
A LA UNICA CUESTION PLANTEADA: La Abogada CLARA
ESTIGARRIBIA DE CARVALLO dijo: Por S. D. N 03 de fecha 08 de octubre de
200l, dictada por la seora Jueza Penal de Liquidacin de causas de Menores N2
Abogada Griselda Caballero de Sanabria, se ha resuelto calificar el hecho investigado,
dentro de las disposiciones del Art. l69 del Cdigo Penal en concordancia con el Art.
l66 inc l y 29 inc l del Cdigo Penal y conden al menor a sufrir la pena de siete (7)
aos de penitenciara, que la tendr compurgada el l8 de febrero del 2006, que deber
cumplir en el Centro Educativo de Itagu.
Contra lo as resuelto se alza la recurrente expresando agravios en su escrito de
fs.l68 de autos en el que entre otras cosas aduce: que su parte se alza contra la referida
resolucin por considerar que, la condicin de adolescente de I. M. A. (al tiempo del
de
en
en
de
seguridad. Con los informes que anteceden podemos concluir que se hallan reunidos
los requisitos para la aplicacin de la medida privativa de libertad.
A los efectos de la dosificacin de la medida se tiene en cuenta el tipo de
delito que se trata (coaccin sexual y robo) el estado de indefensin de las vctimas, la
forma de comisin del hecho como tambin tomamos en cuenta la personalidad y
edad del adolescente, su falta de antecedentes penales y la especial forma de
comisin del hecho.
El Art. l96 del Cdigo de la Niez y la Adolescencia Ley l680/0l seala
que la medida privativa de libertad debe imponerse solo cuando la aplicacin de las
medidas socioeducativas no sean suficientes.
La Convencin Internacional sobre los Derechos del Nio en el Art. 37 inc b,
estipula que la medida privativa de libertad debe imponerse como ltimo recurso y
durante el tiempo mas breve a fin de asumir una funcin constructiva en la sociedad
(Art. 40).
Por lo expresado precedentemente y en atencin a la condicin de adolescente
de l7 aos de H.A.B. al momento de cometer el hecho punible (coaccin sexual y
robo) y de conformidad a lo dispuesto en el Art. 37 inc b y 40 inc l de la Convencin
Internacional sobre los Derechos del Nio en concordancia con los artculos l96, 206,
207, 249 ltimo prrafo del Cdigo de la Niez y la Adolescencia Ley l680/0l, y el
Art. l4 de la Constitucin Nacional, la sancin de l0 aos de medida privativa de
libertad que le fuera aplicada, debe ser reducida en esta instancia a 8 aos de medida
privativa de libertad. Es mi voto.
A sus turnos IRMA ALFONSO DE BOGARN Y MIRTHA GONZLEZ DE
CABALLERO manifestaron adherirse al voto precedente por los mismos
fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto firmando las integrantes del tribunal
de apelacin penal de la adolescencia, por ante m la secretaria autorizante que
certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue:
ACUERDO Y SENTENCIA N 23
Asuncin, l de diciembre de 2003
VISTO: Los mritos que ofrece el Acuerdo y Sentencia y sus fundamentos, el
Tribunal de Apelacin Penal de la Adolescencia,
R E S U E L V E:
DECLARAR competente a este Tribunal de Apelacin Penal de la
Adolescencia para entender en el recurso interpuesto con relacin al adolescente
H.A.B..
DECLARAR la inadmisibilidad del recurso de apelacin especial interpuesto
por la defensa de H.A.B. contra la S.D Nl33 de fecha 3 de setiembre de 200l,
obrante a fs l67 y sgts. dictado por el Tribunal de Sentencia colegiado integrado
por Luis Maria Yaryes, Lourdes Cardozo y Feliciano Brizuela.
MODIFICAR parcialmente la S.D Nl33 de fecha 3 de setiembre de 200l
referente a la condena y en consecuencia reducirla a ocho aos de medida privativa de
libertad que la tendr compurgada en fecha 2l de setiembre de 2008.
ANOTAR, registrar, notificar y remitir copia a la Excelentsima Corte Suprema de
Justicia.
Miembros: Clara Estigarribia de Carvallo, Mirtha Gonzlez de Caballero, Irma
Alfonso De Bogarn
Ante m: Catalina Fernndez de Paredes (Secretario Judicial).
L. V., dentro de lo previsto en el art. 2l7 inciso 2, ll3 y l57 inciso l del Cdigo
Penal vigente, en concordancia con el art. 322 y 29 inciso l del citado cuerpo
legal. CONDENAR a L. L. V. P., paraguayo, l8 aos de edad (en la poca de su
declaracin indagatoria), soltero, estudiante, domiciliado en ......................................,
hijo de L. W.
V. G. y M. G. P. A., con C.I. N .................. a UNA PENA DE SESENTA DIAS
MULTA, equivaliendo cada da multa a DOS (02) jornales mnimos diarios para
actividades diversas no especificadas de la Capital, lo que hace un total de
GUARANES TRES MILLONES SEISCIENTOS MIL (GS. 3.600.000), la que
deber ser depositada en la Cuenta N 2l3(Recursos propios de la Corte Suprema de
Justicia, Poder Judicial) abierta en el Banco Central del Paraguay, correspondiendo el
cincuenta por ciento al Ministerio Publico, dentro de DIEZ DIAS siguientes de
ejecutoriada la presente sentencia, debiendo acreditarse ante este juzgado el
cumplimiento de la misma. DECLARAR A L. V. P., civilmente responsable del hecho
juzgado en la presente causa. ORDENAR la prohibicin de conducir de todo tipo de
vehculo automotor al procesado L. V., por el plazo de seis meses, OFICIAR para su
cumplimiento. COSTAS a la perdidosa. LIBRAR, oficios a la Seccin
Antecedentes Penales, y a la Polica Nacional, una vez ejecutoriada la presente, a los
efectos de su anotacin pertinente.
Contra la citada resolucin, la querella interpone recurso de apelacin,
conforme escrito obrante a fs. l26/l29 y manifiesta: Que coincide plenamente en la
calificacin del delito y por ende la conducta procesal del seor L. V. P. adoptada por
el Inferior, pero no en la graduacin y aplicacin de la condena impuesta al mismo.
Solicitando la modificacin de la sentencia, y la imposicin de MAXIMAS PENAS,
por aplicacin de los arts. ll3 (dao) l57 exposicin a peligro del transito terrestre,
2l7 y dems concordantes del Cdigo Penal.
La Defensa, por su parte, rebate el cuestionamiento de la querella, por un lado
y por otro, formula los agravios correspondientes respecto al fallo, expresando entre
otras cosas: Que reconoce y admite la calificacin del delito atribuido al encausado
que lo incursa dentro del inc. 2 del art. 2l7 de la norma sustantiva. No as, respecto a
la tipificacin para lo cual solicita se lo atribuya dentro de lo estipulado en los arts.
ll3 y l57 inc.l, declarndosele exento de responsabilidad para resarcir los daos,
basndose fundamentalmente en el cmulo de probanzas arrimadas en autos. Pero,
posteriormente cae en contradicciones ya que finalmente requiere en su petitorio la
modificacin del fallo apelado en el sentido de CONDENAR al encausado a cumplir
la pena de dos meses de penitenciaria.
El Ministerio Pblico, al evacuar el traslado que se lee a fs.l40/l4l, expres
cuanto sigue: ..es criterio final de la Fiscala General del Estado que la sentencia
condenatoria dictada en contra del procesado L. V. P., en la especificacin del art. 2l7
inc.2 del C.P. se ajusta estrictamente a derecho. Existe suficiente fundamento en las
consideraciones del Juzgado Penal y la imposicin de sesenta das multa (dos meses
calendario) aparece como suficiente y racional a los fines penales. Concluye
solicitando la confirmatoria de la sentencia definitiva, con relacin a la pena fijada e
impuesta al procesado.
Que en este estado de cosas corresponde a este Tribunal, valorar las pruebas
existentes en el presente proceso, a los efectos de determinar la procedencia o no del
recurso de apelacin interpuesto en contra de la resolucin que establece la
calificacin y la pena impuesta por el Juzgado al encausado L. V.
Que el presente juicio se inicio a raz de los hechos contenidos en la querella
criminal obrante a fs.23/25 y los recaudos acompaados con la misma que rolan a fs.
l/22, promovida por Miguel Arnaldo Canale Frescura, en nombre y representacin del
Sr. Manuel Romero Lezcano, en contra de L.V., por la supuesta comisin del hecho
punible de lesin culposa, dao y exposicin a peligro terrestre. Segn refiere la
querella, en fecha l de julio del ao en curso a las 00:40 hs, aproximadamente, el
querellante se diriga a su domicilio por la Avda. Colon en direccin sur carril derecho
a 40 Km/h, cuando a la altura de la calle Humait avist una camioneta conducida por
el hoy querellado L. V., que se movilizaba a alta velocidad y sin tomar la debida
precaucin en la interseccin con la Avda. Colon, que es preferencial cruzo sin parar
envistiendo violentamente contra Manuel Romero Lezcano, quien trato de evitar el
accidente desviando en forma violenta su camioneta, sufriendo diversas heridas cuyos
diagnsticos rolan a fs.9/l0, adems de los daos materiales estimados en
aproximadamente Gs. 40.000.000. El Juzgado procedi a la instruccin del sumario
(A.I. N 796, de fecha 3l de Agosto de l999) en averiguacin y comprobacin del
ilcito denunciado. Admiti la querella criminal promovida Miguel Arnaldo Canale
Frescura en nombre y representacin del seor Manuel Romero Lezcano en contra de
L. V., por la supuesta comisin de la conducta punible de lesin culposa, dao y
exposicin a peligro del transito terrestre.
Las probanzas arrimadas en autos, como ser: el parte policial (fs.6), en el
que consta que el imputado L. V. de l7 aos de edad, no contaba con registro
de conducir en el momento de la intervencin policial en el lugar del hecho
investigado; las testificales (fs.46/47-50/5l-56/6l) que tomadas en su conjunto
corroboran los extremos denunciados; la declaracin indagatoria, (fs. 34/35)
en la que el propio indagado manifiesta tener conocimiento y haber participado
de los hechos, afirma el hecho de no poseer registro de conducir, y que sabe
que conducir sin licencia constituye falta grave, resultan suficientes para
acreditar la participacin de L. V. en el hecho punible investigado, y la
comprobacin de la autora de tres ilcitos: Dao, lesin culposa y exposicin a
peligro en el trnsito terrestre.
Cabe destacar que la querella no objet, la tipificacin, pero cuestiona la
calificacin del art. ll3 (dao) y l57 (exposicin al peligro), no asi el art. 2l7 inc. 2 .
La defensa por su parte, tampoco rechaz categricamente la calificacin, vale decir,
lo que si fue cuestionada es la pena aplicada, solicitando por un lado la misma sea ms
severa (querella) y por otro (defensa) la modificacin de la pena pecuniaria por la
privativa de libertad.
En estado de cosas, y de un acabado estudio de todo el proceso desarrollado
en la presente causa, se colige que hallndose acreditado la comisin del delito y la
autora por parte L. V., la calificacin instituida en el fallo recurrido, se ajusta a
derecho, en virtud a los arts. l57, inc.l (Dao); ll3 (lesin culposa) y 2l7, inc.2
(Exposicin a peligro del trnsito terrestre), del Cdigo Penal, pues se adecuan
perfectamente a los hechos y a las circunstancias que lo rodearon.
El Juez de grado que juzgo la conducta del adolescente, consider prudente
imponer una sancin pecuniaria, 60 das multa, que equivalen a la suma de Gs.
3.600.000 en vez de la privativa de libertad, facultad opcional que le confera en ese
entonces el mismo C.P., ya que contemplaba cada una de las figuras jurdicas dentro
de los cuales fue determinada la pena.
Ahora bien, a fin de adentrarnos al anlisis de la cuestin objetada, la pena
fijada por el Juzgador, resulta oportuno aclarar que, el imputado al momento de la
comisin del hecho punible contaba con l7 aos de edad, y que en fecha l de
diciembre del 200l, entr en vigencia, el Cdigo de la Niez y la Adolescencia, ley N
l680/0l, consecuentemente debern tenerse en cuenta las disposiciones contenidas en
33
0
para ser una persona responsable, apta para la norma convivencia y su reinsercin
social ( Carlos Tiffer, Justicia Penal Juvenil, pg. 93).
En la sentencia impugnada se ha condenado a L. V., a la pena de multa, y
tomando en consideracin lo expuesto lneas precedentes, la misma al no hallarse
contemplada en este fuero, debe ser modificada por la privativa de libertad. Respecto
a la prohibicin de conducir, este Tribunal concepta acertada la determinacin del
Juzgador, por cuanto que la misma se adecua a lo previsto en el Art. l98, inc.3 del
C.N. y A.
As las cosas, el Art. 208, en su apartado segundo, establece cuanto sigue:
.., el Juez podr suspender la ejecucin de una medida privativa de libertad, cuya
duracin no exceda de dos aos, cuando la ejecucin con miras al desarrollo del
adolescente no sea necesaria. A su vez el Art. 209, prev la aplicacin de reglas de
conducta y de imposiciones, por parte del Juzgado.
De acuerdo a lo anteriormente trascripto, este Tribunal considera que en el
caso en cuestin, es procedente la suspensin de la ejecucin de la medida privativa
de libertad y la consiguiente aplicacin de la obligacin de prestar servicio
comunitario a la sociedad, ya sea en un centro hospitalario o asilo de ancianos, por
el termino de l ao, todos los sbados de l4:00 hs a l8:hs., bajo el control y
supervisin de la CODENI, del domicilio del condenado.
En conclusin, de acuerdo a lo apuntado precedentemente, corresponde
modificar la sentencia apelada, por as corresponder en derecho.
A su turno las Dras. IRMA ALFONSO DE BOGARN Y CLARA
ESTIGARRIBIA DE CARVALLO, manifiestan que se adhieren al voto que antecede,
por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto firmando las Excmas. Miembras del
Tribunal de Apelacin Penal de la Adolescencia, por ante m que certifico, quedando
acordada la sentencia que inmediatamente sigue:
ACUERDO Y SENTENCIA N 3
Asuncin, 24 de marzo 2004.VISTO: Los mritos que ofrece el acuerdo precedente y sus fundamentos el
Tribunal de Apelacin Penal de la Adolescencia;
R E S U E L V E:
RECHAZAR, el recurso de nulidad.
MODIFICAR, parcialmente la Sentencia Definitiva N l37 de fecha 29 de
noviembre del 200l, referente a la sustitucin de la pena de multa, por la privativa
de libertad de l ao.
ORDENAR, la suspensin de la ejecucin de la sancin e IMPONER, al
condenado L. V., por el periodo de l ao, todos los sbados de l4:00 a l8:00 hs, la
obligacin de prestar servicios a la comunidad, ya sea en un Centro Hospitalario o
Asilo de Ancianos, cuyo control estar a cargo de la CODENI de su comunidad (Art.
50 inc, F del Cdigo de la Niez y la Adolescencia), debiendo para su implementacin
remitirse estos autos al Juzgado de Ejecucin, una vez firme y ejecutoriado este fallo.
CONFIRMAR, los dems puntos de la Sentencia recurrida por los
fundamentos expuestos en el exordio de la presente resolucin.
ANOTAR, registrar, notificar y remitir copia a la Excelentsima Corte
Suprema de Justicia.
Firma: Irma Alfonso de Bogarn, Clara Estigarribia de Carvallo y Mirtha Gonzlez de
Caballero
Ante m: Catalina Fernndez de Paredes,(Actuaria Judicial.)
ANEXO I
DATOS SOBRE LA CONVENCIN AMERICANA SOBRE DERECHOS
HUMANOS (PACTO DE SAN JOS DE COSTA RICA) Y SUS PROTOCOLOS
124
ADICIONALES
l. Convencin Americana sobre Derechos Humanos
San Jos, 22/NOV/l969
FIRMADO POR PARAGUAY: 22/NOV/l969
LEY 0l DEL 08/AGO/l989
DEPOSITO: 24/AGO/l989 (Ratificacin)
ENTRADA EN VIGOR DE LA CONVENCION: l8/JUL/l978 (ART. 74.2)
ENTRADA EN VIGOR PARA EL PARAGUAY: 24/AGO/l989 (ART. 74.2)
Paraguay aprob por Decreto N l6.078 del 8/ENE/l993 el Reconocimiento de la
Competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y Deposit el
Instrumento de Declaracin ante la Secretara General de la OEA el 26/MAR/l993
2. Protocolo Adicional a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos en
Materia de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales (Protocolo de San
Salvador) San Salvador, l7/NOV/l988
FIRMADO POR PARAGUAY: 26/AGO/l996
LEY l040 DEL l6/ABR/l997
DEPOSITO: 3/JUN/l997 (Ratificacin)
ENTRADA EN VIGOR DEL PROTOCOLO: l6/NOV/l999 (ART. 2l.3)
ENTRADA EN VIGOR PARA EL PARAGUAY: l6/NOV/l999
3. Protocolo a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos Relativo a la
Abolicin de la Pena de Muerte
Asuncin, 8/JUN/l990
FIRMADO POR PARAGUAY: 8/JUN/l999
LEY l557 DEL 6/JUN/2000
DEPOSITO: 7/DIC/2000 (Ratificacin)
ENTRADA EN VIGOR DEL PROTOCOLO: (EN VIGOR PAR LOS ESTADOS
QUE RATIFIQUEN) (Art.4)
ENTRADA EN VIGOR PARA EL PARAGUAY: 7/DIC/2000 (ART. 4)
l24
Fuente: Pgina web del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Rca. del Paraguay:
www.mre.gov.py; Pgina web de la Organizacin de Estados Americanos: www.oea.org
ANEXO II
SITUACIN DEL PARAGUAY EN RELACIN CON LA CONVENCIN
AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS (PACTO DE SAN JOS
125
DE COSTA RICA)
DATOS DE RATIFICACIN Y CASOS PLANTEADOS
Paraguay
CONVENCIN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS
(PACTO DE SAN JOS DE COSTA RICA)
Fecha de Depsito del Instrumento de Ratificacin 24/agosto/1989 RA*
o Adhesin
Fecha de Aceptacin de Competencia de la Corte
Casos
Contenciosos
Centro
de
Reeducacin
del menor
Medidas Provisionales
No hay Informacin Disponible
26/marzo/1993
Opiniones Consultivas
Serie C No
112
(Sentencia)
Ricardo
Canese
Serie C No
111
(Sentencia)
Comunidad
Yakye Axa
Caso en trmite ante
la Corte IDH. No hay
informacin
disponible.
* RA Ratificacin
l25
www.corteidh.org.cr/.
33
9
Impreso