Memorial de Charcas

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Ciencia y Cultura

ISSN: 2077-3323
[email protected]
Universidad Catlica Boliviana San Pablo
Bolivia

Claros Arispe, Edwin


El Memorial de Charcas (1582)
Ciencia y Cultura, nm. 27, noviembre, 2011, pp. 25-62
Universidad Catlica Boliviana San Pablo
La Paz, Bolivia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=425839840002

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Ciencia y Cultura N 27

Diciembre 2011

25 - 62

El Memorial de Charcas
(1582)

Resumen:
La colonizacin espaola, en especial la organizacin toledana, provoc una
radical reestructuracin de la sociedad indgena. Este documento del siglo
XVI demuestra, con el ejemplo de un curaca, cmo muchos grupos de la elite
originaria pelearon por recuperar sus privilegios y derechos.
Palabras clave: Grupos tnicos, curaca, Francisco de Toledo, Charcas.

Abstract:
Spanish colonization, mainly Toledos dispositions, caused a radical reorganization of indigenous society. This document shows, through the example
of a curaca, that many groups that formed part of the original elite fought to
recover their rights and privileges.

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Key words: Curaca, ethnic groups, Francisco de Toledo, native American elites, Charcas.

Waldemar Espinoza Soriano localiz en el Archivo General de Indias (AGI),


en la Seccin Audiencia de Charcas, un legajo1 muy importante que nos per1

Legajo 45, Seccin Audiencia de Charcas. AGI.

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Noticia previa

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mite conocer una interesante parte de la interpretacin que tenan los curacas
de su estatus social, y de cmo la reorganizacin (reduccin) de la poblacin
indgena en pueblos, ordenada por el Virrey Francisco de Toledo, afect seriamente a la estructura del poder poltico originario. En muchas oportunidades,
los curacas reiterarn que Francisco de Toledo (conocido como el supremo organizador del Per), les ha agraviado. Por esta razn, piden al Rey concederles
bien, merced y justicia y ponga remedio a la situacin de desorganizacin
del mundo de los naturales.
Por la cantidad y calidad de datos de tipo etnogrfico e histrico, Espinoza Soriano denomina al manuscrito encontrado como la Crnica indita de 1582.
Este documento contiene:
1.

Un memorial de 53 captulos (sin fecha). Rubrican 24 curacas de cuatro


grandes nacionalidades.

2.

Un memorial de 16 captulos (sin fecha). Rubrica el curaca Fernando de


Ayavire y Velasco.

3.

Una memoria de don Fernando Ayavire y Velasco (con fechas 6 y 20 de


diciembre de 1582). Firma del curaca Fernando de Ayavire; Juan Dvila,
corregidor y justicia mayor de Potos; y Pedro Venegas, escribano pblico.

4.

Una solicitud del apoderado de don Fernando Ayavire y Velasco (sin firma). Se colige que se trata del Dr. Barros.

El tercer memorial es importante por dos razones: por la fecha (1582) y porque se acompaa con dos escritos de relevancia que iluminan el contexto de
temas concomitantes con los curacas, como los lamentos dolorosos y las quejas
de las autoridades originarias, quienes tuvieron que aceptar el nuevo orden
colonial2. En esta memoria, Fernando Ayavire y Velasco incluye una peticin
de 1575 que haba sido dirigida al Virrey Francisco de Toledo y un decreto de
1575, firmado por Navamuel, secretario del Virrey Toledo.

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La peticin de 1575 comienza con una argumentacin genealgico-biolgica


y con una argumentacin de una genealoga de ejercicio de poder en el repartimiento de Sacaca, antes y despus de los incas. Con la implementacin
del sistema de la encomienda y de encomenderos, el repartimiento de Sacaca
haba quedado bajo el cacique Alonso Ayavire, padre de Fernando Ayavire, por
lo cual el sucesor en el cacicazgo deba ser su hijo. Sin embargo, el rgimen
colonial no actu en consecuencia. De tres caciques, dos caciques (y no de
los principales) reciben como tasa de sustentamiento trescientos y doscientos
pesos, respectivamente; en cambio, don Fernando recibe solamente 80 pesos.
Don Fernando sospecha que hubo una falsa o siniestra relacin en la visita
ordenada por Toledo, cuyo autor sera el visitador Diego Nez Bazn. Yo re2

Para esta fecha, Toledo ya no era el Virrey del Per. Su virreinato fue del 26 de noviembre de 1569 al 23 de septiembre
de 1581.

ciuo notable agrauio porque la dicha tasa es muy poca para que yo me pueda sustentar
a la calidad de mi persona e hijo e nieto y descendiente de quien soy. Adems,
Fernando Ayavire haba aceptado la conquista espaola y haba aprendido la
lengua y costumbres de la cultura extraa.
Fernando pide, por ser cacique principal del repartimiento de Sacaca y parcialidades, se le haga merced de:
-

Declaracin de ser cacique principal


Suficiente tasa y salario
Sembrar tres fanegas de maz
Sembrar quince fanegas de papas
Quince indios de servicio
24 carneros de castilla (ovejas)
24 carneros de la tierra (llamas)

El 25 de abril de 1575 se firma un decreto a favor de Fernando Ayavire de


Velasco:
-

Ttulo de cacique principal


Salario de acuerdo a la nueva tasa establecida
20 carneros de castilla
20 carneros de la tierra (del ganado de la comunidad)

Por lo visto, el decreto de 1575 no haba satisfecho todos los puntos exigidos
por el cacique de Sacaca.
Aos despus, en 1582, no solamente don Fernando Ayavire retoma el tema
de las peticiones ante el Rey de Espaa, sino tambin otros 24 caciques de la
provincia Charcas. El grupo de los 24 elabora el Memorial de 53 captulos, y
don Fernando el Memorial de los 16 captulos.

Otros temas de tipo histrico, etnogrfico, guerras, prctica de justicia, salud,


hospitales, incluso evangelizacin, estn mencionados en los memoriales. Con-

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En ambos memoriales est claramente expresado por los caciques indgenas


que el virrey Francisco de Toledo les ha agraviado y que el sistema colonial
impuesto los trata como esclavos. Los curacas expresan su nostalgia de los
privilegios de que gozaran en poca prehispnica y haban perdido con la implantacin de la encomienda. La nacin Charca fue dividida en 25 encomiendas o repartimientos; existen quejas explcitas contra los espaoles, de las que
se salvan los jesuitas y el Dr. Barros. Desde la visin de los indgenas, se plantea
un enjuiciamiento al virrey Francisco de Toledo, por haber montado una maquinaria poltica, econmica y social que beneficia a extraos y va en contra de
los naturales.

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sidero de mucha importancia el anlisis y las discusiones temticas propuestas


por Waldemar Espinoza Soriano, a propsito del Memorial de Charcas.
En esta ocasin se publica la transcripcin realizada por Waldemar Espinoza
que apareci en la revista peruana Cantuta, en 1969. Este documento fue nuevamente publicado el ao 2003, en el libro Temas de etnohistoria boliviana.
Referencias
1.

Espinoza Soriano, Waldemar. "El Memorial de Charcas. Crnica indita de 1582. En: Revista Cantuta, N 4, Universidad Nacional de Educacin, Chosica, Per, 1969,117-152".

2.

Espinoza Soriano, Waldemar. El Memorial de Charcas. Crnica indita de 1582 (edicin corregida). En: Temas de etnohistoria boliviana. La Paz, Producciones CIMA, 2003: 287- 331.

3.

Universidad Mayor de San Simn. Repartimiento de tierras por el Inca Huayna Capac. /testimonio
de un documento de 1556. Cochabamba, UMSS, Departamento de Arqueologa, Museo Arqueolgico, 1977.

4.

Wachtel, Nathan. Los mitimas del valle de Cochabamba. La poltica de colonizacin de Wayna
Capac. En: Historia Boliviana I/1, Cochabamba, 1981: 21-57.

Dr. Edwin Claros Arispe

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El Memorial de Charcas

I
SACRA CESREA CATLICA REAL MAJESTAD
EL MEMORIAL DE CAPTULOS DE LOS CACIQUES
PRINCIPALES Y [DE] LOS DEMS INDIOS DE LA PROUINCIA
DE LOS CHARCAS [QUE] PRESENTAN ANTE VUESTRA
MAJESTAD, PARA QUE SE PROUEAN Y EN ELLOS VUESTRA
MAJESTAD LES HAGA MERCED Y PONGA REMEDIO, SON LOS
SIGUIENTES:

1.- [Nueva retasa]


Lo primero que suplican a Vuestra Majestad por los dichos caciques
principales y los dems indios de la prouincia de Los Charcas es que
se retasen a los indios y se remedie el grande agrauio que reciben y han
reciuido en habrseles echado por don Francisco de Toledo, visorrey que
fue destos Reinos, siete pesos de plata ensayada a cada indio porque no
tienen de donde sacarlos y por lo que han pagado en estos siete aos
pasados han quedado tan pobres que sus haciendas de principal de cada
un tributario no vale cuatro pesos y es imposible poder de aqu adelante
pagarla.

2.- [Nueva visita]

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Yten. Piden Vuestra Majestad sea seruido de mandarles visitar de nuevo,


porque en la visita pasada por haberse fecho con gran rigor esta prouincia fue agrauiada ans en el poner el nmero de los indios tributarios por
no haberse visto los ausentes ni sauer si su edad ni dispusicin y en las
reducciones y en madar pagar los dichos siete pesos no pudiendo pagar
a cuatro pesos como fueron el parecer de los dems visitadores de las
prouincias y de las Audiencias contra el cual nos ech la dicha tasa y
que la que Vuestra Majestad mandare pagar sea segn el pusible de los
dichos indios sea en las cosas que en sus pueblos y chacras cogen por el
muncho dao e inconveniente que de salir a buscar la tasa fuera de sus
tierras se les sigue.

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3.- [Despoblacin y doctrina]


Porque con la muncha tasa todos los naturales desta prouincia se han
devidido a diversas partes no pudiendo sufrir tan gran carga como han
tenido y se van consumiendo porque de seis o siete aos a esta parte se
han ido en demenucin y no en aumento y se han muerto en diversas
partes munchos indios sin confisin y sin conocer a su Criador ques slo
Dios. Y adems desto en la Uilla de Potos se han muerto muy gran nmero de los naturales y otros en las minas del Cerro de Potos y otros de
azogados y otros de mil enfermedades, cosa muy lastimosa, en lo cual
reciuimos notorio dao y agrauio en lo cual si Vuestra Majestad no lo
remedia con tiempo perder Dios Nuestro Seor sus criaturas y Vuestra
Majestad sus vasallos en los repartimientos desta prouincia, hauiendo
tanta tasa ni pueden estar congregados y enseados en las cosas de nuestra Santa Fe Catlica, porque tan solamente residen en los pueblos un
mes en cada un ao y en ninguna manera puede hauer dotrina cristiana
y ley evanglica.

4.- [Tasa y despoblacin]

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Lo mismo con tanta tasa no han podido entender los naturales en su


reduccin y poblacin, porque todo el tiempo se les va en buscar la tasa
y con todo esto con adquerir para ello no lo pueden alcanzar por cuanto
tienen sus mujeres e hijos a quien sustentar y a su persona. Y por otra
parte, [por buscar] la tasa desta manera no pueden entender en las reducciones y en hacer sus cosas y pueblos, porque todo el tiempo estn
ocupados en buscar la tasa como es pblico y notorio. Y si no se remedia
con tiempo de retasar a los naturales desta prouincia, en les vesitar, se
perdern totalmente y en toda la vida habr reduccin y congregacin,
porque que en efecto no la hay el da de hoy.

5.- [Tasa, despoblacin y yanaconaje]


Lo otro. Con la muncha tasa que les ha echado don Francisco de Toledo
visorrey que fue destos Reinos todos los naturales desta prouincia se

han ausentado a mil partes y no hemos sido poderosos los seores y


caciques de esta prouincia para traellos a donde son naturales y deuen
muncha tasa. Y los espaoles chacareros y de otras calidades los coechan
y atraen as de tal suerte que los hacen quedar en sus chacaras y seruicios,
y nosotros y nuestros naturales la pagamos y lo suplimos por estos tales
indios hasta enterar toda la gruesa de toda la tasa por el temor de los
corregidores que nos lo apremian de tal suerte que sin faltar un grano
lo enteramos por los temores dellos. Suplicamos a Vuestra Majestad nos
provea de remedio.

6.- [Repoblacin y privilegios de curacas]


Iten. Suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar que los corregidores y particulares que tenemos tengan gran cuenta y cuidado de
recoger los indios ans huidos y ausentados como cimarrones y de los /
que, se han entrado en las chacaras de los espaoles siendo visitados y
empadronados y que enven sus mandamientos requisitorios a los dems
corregidores de cada Partido donde estuvieron los dichos indios y que
lo mismo les encargue Vuestra Majestad a los tales corregidores y a los
dems justicias de Vuestra Majestad que tengan cuenta con los principales de los naturales de vasallos que antes de los ingas y despus dellos
fuimos, porque el da de hoy no nos tratan conforme a la calidad de
nuestras personas especialmente a los seores naturales de vasallos de a
diez mil indios y a los dems caciques y seores referidos en estos nuestros Capitulos, y que seamos concedidos todos los privilegios, gracias,
franquezas y libertades que a los hijosdalgo se le deuen concedidas por
los catlicos reyes de Espaa. Suplican a Vuestra Majestad que despache
su real prouisin y se les concedan todas las libertades que se les deuen
conceder como hijosdalgo en todas las cosas ceviles y criminales que se
ofrezcan. Y piden Justicia.

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7.- [Suspensin al curaca que no entera la tasa]

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Lo otro. Si en estos siete aos algunos repartimientos hemos pagado


y enterado las tasas que estamos obligados cada repartimiento ha sido
por los temores de don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos
Reinos, porque en todas sus Ordenanzas manda que si el cacique de tal
repartimiento no cumpliere la tasa por tan entero que sea privado del
Cacicazgo y puestos otros en su lugar. Se han quedado los naturales tan
pobres y adeudados y empeados no tan solamente los indios particulares pero por la mayor parte los seores y caciques de cada repartimiento
por los temores ya dichos y por la de los corregidores que es cosa muy

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lastimosa y que ya no tienen los indios a dnde acudir porque han vendido y gastado la plata y bienes antiguos que tenan sin quedarles cosa
para adelante.

8.- [Destierro al curaca que no entera la tasa]


Lo otro. Aunque hemos dado peticiones y clamores ante don Francisco
de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, por la mucha tasa y por
los muchos agrauios que nos hizo a esta prouincia en general y de las
vejaciones que nos ha hecho, nunca hemos sido odos como vasallos de
Vuestra Majestad. Antes con amenazas y reguridades [rigurosidades]
nos lo han fecho pagar diciendo que si le contradecamos en la tasa y en
otras munchas cosas que l tena ordenado y mandado en sus Ordenanzas que nos desterraran de nuestras tierras hacia Mxico y Panam. Y
con este temor nunca hemos alzado la cabeza hasta que Vuestra Majestad nos favorezca como a sus hijos y vasallos.

9.- [Psima evangelizacin]


Lo otro. Para que a Vuestra Majestad le conste de la muncha tasa y de
las vejaciones y agrauios que don Francisco de Toledo nos ha hecho en
esta prouincia de Los Charcas, conuiene que se tomen los dichos de los
sacerdotes de cada repartimiento y de cmo no puede hauer doctrina
con la muncha tasa porque la pretensin de Vuestra Majestad es tan
solamente la conuersin de los naturales a la ley evanglica y poleca
cristiana y hauiendo tanta tasa no la puede hauer como Vuestra Majestad lo pretende como prncipe tan cristiansimo que es.

10.- [Reorganizacin de los tributos]

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Vuestra Majestad sea seruido de mandar que algunos repartimientos


donde se ech a los indios de ellos a seis pesos y medio ensayados y
tantas fanegas de maz y trigo para sembrar al encomendero que se
suspenda hasta que haya visita general y todos paguemos a tres pesos
ensayados hasta que se acabe la visita general, porque lo dems ser
imposible cumplirse.

11.- [Reducciones]
Que Vuestra Majestad sea seruido que por cuanto algunas reducciones
estn fechas en dao de los naturales, en parte donde no hay pastos ni
charcas con que se poder sustentar y pastar sus ganados y estando pobla-

dos en munchos pueblos los han reducido a uno o dos, que puedan estar
en algunos ms pueblos a donde los sacerdotes los puedan ir a doctrinar
por conuenir a la conseruacin y aumento de los naturales.

12.- [Retomo de los indgenas huidos]


Que Vuestra Majestad sea seruido de mandar expresamente por sus
reales prouiciones que a todos los indios ausentados, empadronados y
visitados que estn en poder de los espaoles, que los podamos recoger
y sacar de poder de cualesquier persona sin embargo de cualesquier recaudos que tengan, constndoles estar visitados y padronados, porque
de esta manera vendrn en aumento los naturales y de l[o] contrario en
gran diminucin como es pblico y notorio.

13.- [Las mejores tierras para los espaoles]


Que Vuestra Majestad sea seruido de mandar expresamente enuiando
sus reales prouiciones a la Real Audiencia de La Plata y a los Cabildos
de la prouincia de Los Charcas, que de aqu adelante no hagan mercedes
a ninguna persona de las tierras de los naturales, porque casi todas las
mejores que tenamos las han dado y repartido a espaoles de lo cual hemos reciuido notorio agrauio y vejacin y no han tenido consideracin
que los naturales de esta prouincia mediante Dios y despus de Vuestra
Majestad han de ir en aumento y no en disminucin y los nuestros hijos
no han de ser desarraigados de las dichas tierras y nos las han quitado
de tal suerte que no nos quedan sino muy pocas y de las ruines que hay
y nos quieren desterrar de nuestra patria, nacin y tierras, pues con ellas
fueron visitadas y echada la tasa. Suplicamos a Vuestra Majestad nos
provea de remedio, pues nos importa muncho.

Que Vuestra Majestad sea seruido que los naturales puedan pedir su
justicia ante quien quisieren y tomar el letrado y procurador que les

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14.- [No ms jueces privativos]

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estuviere bien y no que nos compelan a que acudamos a solo uno por los
inconvenientes que hay para ello.

15.- [Construccin y adornos de las iglesias]


Que Vuestra Majestad sea seruido de ayudar a los naturales en los edificios en las Iglesias que nuevamente mandan hacer, pagando la mitad
de lo que costaren pues es para el seruicio de Dios y del culto diuino, y
juntamente sea seruido Vuestra Majestad de aderezarlas de ornamentos y de todo lo necesario para que cumplidamente estn adornadas,
a causa de que los naturales no lo pueden cumplir ni comprar por las
obligaciones que tienen a la muncha tasa, y lo mesmo hagan los vecinos
y encomenderos.

16.- [Hospitales para indgenas]


Que Vuestra Majestad sea seruido que de los tributos pertenecientes a
Vuestra Majestad y a los encomenderos prouean de lo necesario a los
enfermos y hospitales de los repartimientos por la muncha necesidad
que hay y el poco refrigerio que tienen y se descuente de la tasa para ello.

17.- [El tributo de los 6 granos]

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Que Vuestra Majestad sea seruido de hacernos merced de mandar


quitar los granos que nos ha mandado pagar don Francisco de Toledo
alliende de la muncha tasa que nos ha echado y es ans que a los indios
que residen en la Villa Imperial de Potos y en el asiento de Porco les
ha mandado pagar cada semana seis granos, que es medio tomn, que es
otra carga tan pesada que no podemos valernos. Suplicamos a Vuestra
Majestad sea seruido de mandarlo suspender porque en ello recibiremos
bien y merced.

18.- [Tributos y hospital]


Lo mismo ha mandado don Francisco de Toledo que paguen los indios que residen en la Uilla de Potos cuatro tomines ensayados para
el hospital de la dicha Uilla en realce cada indios dems de la tasa que
nos ha echado, y esto se entiende en cada un ao. Y con los siete pesos
ensayados de tasa y los granos cada indio sube ms de nueve pesos; y no
sabemos qu nos hacer y los nuestros porque somos muy pobres y no
tenemos de dnde pagar. Dems de esto, en el hospital de la Uilla de
Potos nosotros los naturales de esta prouincia de Los Charcas no tenemos en ella indios enfermos si no son los espaoles, mestizos, mulatos,
negros, yanaconas y seruicio de los espaoles y lo mesmo los collasuyos,
y si tenemos enfermos sarn muy pocos. Suplicamos a Vuestra Majestad
sea seruido de mandar quitar los dichos cuatro tomines ensayados que
paga cada un indio en cada un ao, pues que en ello recibiremos bien y
merced, porque nosotros los de esta prouincia nos trocamos cada ao y
a esta causa no hay munchos enfermos.

19.- [Privilegios de los curacas principales]


Lo otro. Que Vuestra Majestad sea seruido de remediar el agravio que
los hijos y nietos de los seores naturales de esta prouincia de Los Charcas hemos recibido y recibimos y nos hizo don Francisco de Toledo, porque siendo nosotros como somos seores principales de vasallos unos de
a diez / mil indios y otros de ocho mil indios y otros de seis mil indios
y otros de a mil indios, como en Espaa los duques y condes y marqueses antes de los ingas y despus de ellos, nos han quitado totalmente
el seoro que tenamos [sobre] nuestros sbditos y vasallos, de lo cual
recibimos notorio agravio. Suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido
de mandarlo remediar hacindonos mercedes como a seores y caciques principales, en franquezas y liuertades y acrecentndonos salarios
conforme a la calidad y grauedad de nuestras personas y hacindonos
mercedes como a los caballeros e hijosdalgo, como se hacen en Espaa.

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20.- [Seoro de los curacas]


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Que Vuestra Majestad sea seruido que los hijos y nietos y hermanos de
los caciques principales y seores que fueron antes de los ingas y despus de ellos, sean reseruados de la tasa y de los pechos a causa de que
no lo han tenido por costumbre sino antes han sido reseruados de otros
como caualleros e hijosdalgo y han sido siempre libres y seores en sus
repartimientos de sus naturales a ellos subjetos, y como a tales seo-

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res en sus seruan y obedecan. Y en esta costumbre vivieron segn ley


natural desde mucho tiempo antes que los ingas gouernasen la tierra y
entonces los naturales no conocieron otros seores sino a sus caciques, y
en esta orden los gouernaron los ingas dejando a cada seor con la gente
que tena de su seruicio y ayllus y parcialidades; y en esta costumbre los
hallaron los espaoles y Vuestra Majestad hasta el da de hoy. Por lo
cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido mandar se nos guarde la
libertad que hasta aqu hemos tenido como tenemos dicho.

21.- [Criados de los curacas de Urin, de Anan y de nacin]


Lo otro. Que antes del inga y despus de los ingas los hijos de los seores tenamos munchos yanaconas y seruicios conforme a la calidad de
nuestras personas. Y como seores naturales en sus naciones y repartimientos a ellos subjetos tenan cincuenta yanaconas reseruados de todos
los seruicios y lo mesmo los caciques de a cinco mil indios y de a mil
indios y los curacas de a quinientos y de ciento indios de Anansaya y
Horinsaya a cada uno conforme a su persona. Y el da de hoy se nos han
quitado todos los yanaconas que tenamos mandando ser indios tributarios. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido mandar se
nos guarde la orden que tenamos en esto, pues somos seores naturales
de nuestros sbditos, para podernos sustentar como tales seores y para
poder sustentar los provea de nuestros repartimientos y parcialidades a
quien tenemos por costumbre dar siempre de comer porque el salario y
seruicio que don Francisco de Toledo nos mand sealar a los caciques
es muy poco y lo mesmo las semillas que nos mand sembrar ans/ de
maz y papas y otras legumbres.

22.- [El status de los curacas de ayllu]

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Que Vuestra Majestad, sea seruido que los principales de los ayllus sean
cuatro principales y sean reseruados de tasa y les den salarios y sementeras, porque ellos tambin son seores de sus ayllus y en el tiempo de
los ingas y antes dellos fueron libres y si stos tales tuviesen tributo en
ninguna manera juntaran la tasa, y conviene que sean reservados de
tasa porque sin ellos no se podra hacer ninguna cosa ans en lo tocante
a la tasa como para la dotrina cristiana y tambin para acudir con todo
el recaudo de indios a la Uilla de Potos y asiento de Porco y asiento de
Beringuela y Cochabamba, a donde somos obligados a dar indios, y ellos
conocen a la gente de su[s] ayllus.

23.- [Tasa de los oficiales de la doctrina y del Cabildo]


Que Vuestra Majestad sea seruido de reservar de la tasa a los indios
alguaciles que se ocupan en la doctrina y en ir a traer y juntar la gente
para ella y a los muchachos y pingollos, sacristanes, campaneros, fiscal
y escriuano del Cabildo y a los alcaldes y regidores y alguacil mayor y
mayordomo y mesiguero, pues no tenemos Comunidad para pagar por
ellos y ellos se ocupan en el seruicio de Dios y de la Iglesia y que los
cantores sean de [a] ocho arriba para que haya bastante seruicio para el
buen ejemplo de los naturales y devocin y al maestro que tuviremos
en cada repartimiento sean obligados ans. Vuestra Majestad como los
encomenderos a pagar la mitad, pues es negocio que conviene al seruicio
de Dios Nuestro Seor.

24.- [Otros sirvientes de los curacas]


Que los visitadores nos hicieron un notable agrauio que los yanaconas
que tenamos desde nuestros padres y antecesores pusieron por indios
tributarios y a los extranjeros que tenamos por yanaconas y seruicios
como los dems espaoles nos los han quitado y puesto por indios tributarios. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de hacernos merced de mandar que se nos vueluan los dichos yanaconas y no nos
haga Vuestra Majestad menos merced que a los espaoles y caualleros
sino antes ms pues desde a beneficio [sic] somos seores y caualleros y
vasallos de Vuestra Majestad.

25.- [Seoros y curacazgos]

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Lo otro. En nuestra prouincia de Los Charcas, antes de los ingas y despus de ellos sola hauer seores naturales mayores de a diez mil vasallos
y otros de a ocho mil indios y otros de a seis mil indios y vasallos otros
dichos seores y caualleros eran superiores de los dems caciques y seores que haua en cada nacin. Y ans el uno fue de Los Charcas y el
otro de Los Caracaras y el otro de Los Soras y el otro de Los Quillacas y
el otro de Los Carangas y el otro de Los Chuis y el otro de Los Chichas,
cada uno diferentes en la nacin, hbitos y traje. Y ans cada uno de estos
seores solan tener ocho segundas personas y diez tambin de a mil
indios y cuatro principales de cada ayllu de a quinientos y de cient indios
y cuatro mandones en cada ayllu cada/ uno en su nacin de hanansaya
y Hurinsaya. Y en esta orden gouernaron los ingas. Y cada uno fuimos seores de nuestros sbditos y naturales y fueron bien gouernados
los nuestros naturales. Y en esta costumbre los hallaron los espaoles y

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Vuestra Majestad. Y agora en esta visita general que se ha fecho por orden de don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, nos ha
quitado todo el mando y seoro que tenamos sobre nuestros sbditos
y vasallos como si no fusemos seores naturales ans como los duques
y condes y marqueses que son en Espaa, de lo cual recibimos notorio
agrauio y dao. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido
de hacernos merced de mandarnos desagraviar, pues en ello recibiremos
bien y merced, mandando dar sus reales prouiciones y priuilegios concedidos por los catlicos reyes de Espaa a los caualleros e hijosdalgo en
los Reinos de Espaa.

26.- [Acrecentamiento del salario de los curacas]


Iten. Que en los salarios que don Francisco de Toledo seal a los caciques principales y segundas personas no tienen en ello qu comer
ni para vestirse ellos ni sus hijos y mujeres y criados y por la falta de
seruicio de yanaconas que les quitaron que se les acreciente el salario y
seruicio para que cmodamente los se puedan sustentar conforme a la
calidad de sus personas y principalmente los seores naturales referidos
en el captulo 25 de arriua. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad
sea seruido de mandar poner remedio en ello, pues tenemos tan buen
prncipe e rey cristiansimo.

27.- [Discriminacin social]

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Lo otro. Que los seores principales y nuestros hermanos y hijos y parientes y las segundas personas y los dems hijos de seores priuiligiados
y conocidos como los caualleros de Espaa porque en esta tierra los
jueces y las justicias de Vuestra Majestad y los alcaldes y alguaciles mayores y menores no miran ni tienen consideracin si somos caualleros y
seores de naturales de esta tierra e hijosdalgo, antes nos dan y castigan
corporalmente por cosas liuianas con palos y nos azotan en las picotas
y rollos y afrentndonos cada da y dndonos de bofetones y echndonos en las crceles peor que s furamos sus esclauos. Y ans, andamos
arrastrados y molestados como si no furamos seores naturales desde
abenicio de esta tierra ni cristianos. Por lo cual suplicamos a Vuestra
Majestad sea seruido de inuiarnos sus reales prouisiones y priuilegios y
que gocemos de nuestra libertad como los caualleros de Espaa, mandando a las justicias de este Reino que nos tengan y guarden nuestros
priuilegios como se deuen guardar, pues tenemos tan buen prncipe y rey
cristiansimo, ans en todas las cosas ceviles y criminales que se ofrezcan,
pues somos sus vasallos no menos que los de Espaa.

28.- [Injusticia en agravio del indgena]


Lo otro. Como es pblico y notorio en todo el Reino y prouincia de Los
Charcas todas las injusticias de Vuestra Majestad, ans seglares como
eclesisticas / no tienen cuidado de favorecer a los naturales. Antes van
contra las prouisiones de Vuestra Majestad, porque en todas ellas nos
encarga el buen tratamiento en ampararnos y defendernos porque los
espaoles no obstante el trauajo que pasamos en seruillos nos tratan
como a esclauos. Solamente los religiosos de la Compaa del nombre
de Jess y otros sacerdotes reprendiendo en sus sermones nos favorecen
y nos ayudan en nuestros trauajos y adversidades, condolindose de nosotros. Y lo mismo nos ha favorecido muncho el doctor Barrs, oidor
que fue de la Real Audiencia de La Plata; y por haurnoslo quitado al
dicho doctor no tenemos quin nos favorezca y haga merced y bien en
nombre de Vuestra Majestad. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad
sea seruido de inviarnos sus reales prouisiones para que todas las justicias de Vuestra Majestad ans seglares como eclesisticas nos favorezcan
y amparen como a vasallos de Vuestra Majestad. Y que las tales prouisiones se apregonen pblicamente, porque todas las cdulas que vienen
a esta prouincia en fauor de los naturales las ocultan por no cumplielas
como lo han hecho siempre. Y pedimos justicia.

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29.- [Otros criados de los curacas]

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Que Vuestra Majestad sea seruido que los seores y caualleros de esta
prouincia de Los Charcas podamos tener yanaconas extranjeros como
los dems espaoles y seruicios que tenemos para nuestras chacaras y
guarda de ganados y otros seruicios que tenemos para nuestra sustentacin. Y que ninguna justicia de Vuestra Majestad los puedan quitar los
dichos nuestros yanaconas pagando el pecho a Vuestra Majestad como
los dems espaoles. Y suplicamos a Vuestra Majestad nos lo conceda
como a sus vasallos.

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30.- [Discriminacin en el reparto de mitas mineras]


Lo otro. Que cuando descubriremos algunas vetas de plata o de oro que
podamos tener minas conforme a las Ordenanzas de Vuestra Majestad,
y lo mismo podamos entrar en las estacas como los dems espaoles,
porque el da de hoy no nos dejan entrar en las estacas las justicias de
Vuestra Majestad. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandarnos enuiar sus reales prouiciones para ello.

31.- [Tributos y reducciones]


Que Vuestra Majestad sea seruido, pues que don Francisco Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, nos mand enterar y pagar todas las tercias
partes de la tasa de cada repartimiento por razn de la ocupacin en las
reducciones. Sea seruido de mandarnos voluer todo lo que ans hemos
pagado, pues Vuestra Majestad tiene mandado en una su real provisin
que en todo el tiempo que nos ocupsemos en la reduccin y tardsemos
quitase de la tasa la dicha tercia parte del dicho tiempo, pues es [en]
seruicio de Dios Nuestro Seor y limosna a los nturales de esta prouicia.

32.- [Visita y tasa de yanaconas y de huidos]

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40

Que por cuanto los visitadores hicieron el padrn y numeracin de los


indios con los indios huidos de los repartimientos y otros que estaban
en poder de los espaoles fechos yanaconas que Vuestra Majestad sea
seruido mandar dar sus reales prouisiones para que donde quieran que
estuvieren los podamos recoger para que paguen su tasa conforme a
como estn tasados aunque sean yanaconas o que nos quiten de la tasa
lo que montaren los tales indios ausentes y cimarrones y los que estn en
poder de los espaoles porque por no pagar ellos la hacen pagar a los que
residen en los repartimientos porque como los visitadores nos amonestaron y con munchas notificaciones y amenazas fueron causa para que
los declarsemos a todos los indios ausentes y cimarrones y yanaconas
porque sino lo declarauamos todos que nos desterraran a Panam y a
Chile. Y a todos estos dichos indios, los mand empadronar y numerar
con los dems indios que se hallaron presentes en las dichas visitas, en
lo cual reciuimos notorio agrauio.

33.- (Discriminacin en la tasa)


Lo otro. Los visitadores que visitaron toda esta prouincia de Los Charcas vieron por vista de ojos todas las tierras que tenamos ans quebradas

y barrancos y cuestas arriua y cuestas abajo y todas las tierras peascos


estriles y de poco prouecho en toda esta prouincia de Los Charcas. Y
ans los dichos visitadores en contra de la verdad y todos por congraciarse y dar gusto a don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, dieron sus pareceres y con harta siniestra relacin que retasose a los
naturales de esta prouincia en ms de lo justo aunque no fue tan pesado
su parecer como la tasa que se [ha] hecho hauiendo dar sus pareceres
para que se retrasara a tres pesos tan solamente de lo cual hemos reciuido notorio agrauio y dao notable toda la prouincia de Los Charcas. Y
pedimos justicia a Vuestra Majestad como a prncipe tan cristiansimo
nos mande hacer justicia y desagrauiar. Y en ello recibiremos bien y
merced.

34.- [Devolucin de tierras]


Que Vuestra Majestad sea seruido de mandarnos despachar sus reales
prouisiones para que todas las tierras nuestras de que han fecho mercedes los Cabildos a espaoles que nos la vueluan de las mercedes que
han fecho de las dichas tierras de ocho aos a esta parte, porque con
aquellas tierras fueron visitadas y retasados cada repartimiento. Y en ello
reciuiremos bien y merced, porque si no lo remedia con tiempo nos lo
quitaran hasta dentro de nuestras casas y chacaras.

35.- [Suyos y Urcos de las cuatro naciones]

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Lo otro. El inga Topa Inga Yupangui y su hijo Guayna Caba nos repartieron tierras en el Valle de Cochabamba a todas las naciones de la/
prouincia de Los Charcas llamadas Charcas, Caracaras, Soras, Quillacas
[y) Carangas para que en ellas sembrsemos y cultivsemos e sealando
y amojonando a cada nacin por si suso referido en este captulo de 35.
Y es ans que los Soras, Quillacas y Carangas las Justicias de Vuestra
Majestad los han metido en posesin real a dichas sus tierras y suyos y
urcos a cada uno lo que le perteneca desde el tiempo de los ingas, acepto a nosotros los charcas y caracaras de lo cual hemos reciuido notorio
agrauio y dao. Y suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido mandar
que se nos d posesin de las dichas nuestras tierras del Valle de Cochabamba que son cuatro suyos y urcos cada uno con sus zanjas de la nacin
de Los Charcas y otros cuatro suyos y urcos de la nacin de Los Caracaras como es pblico y notorio. Y en ello reciuiremos bien y merced mandndonos enviar Vuestra Majestad para ello sus reales prouisiones para
que las justicias de Vuestra Majestad hagan informacin acerca de ello

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y constndoles ser ans nos mande meter en la posesin de las dichas


nuestras tierras como a las dems naciones que las poseen el da y hoy.

36.- [Aumento del jornal de los mitayos]


Que Vuestra Majestad sea seruido acrecentar los jornales de los dichos
nuestros naturales que residen en la Uilla de Potos y asiento de Porco
porque con lo que se les pagan el da de hoy no se pueden sustentar a
su mujer e hijos y pagar la tasa, porque pasan grandsimo trauajo en la
lauor de las minas del Cerro de Potos, que hay minas que tienen a doscientos y cincuenta estados y a doscientos y a ciento y cincuenta. Por lo
cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar acrecentar
los jornales de los que tiene mandado don Francisco de Toledo por sus
Ordenanzas, porque conuiene muy muncho que el que tiene el da de
hoy no es bastante para la mitad de su sustento por la gran caresta de la
tierra y esterilidad que en ocho ni diez leguas hay lea ni paja para los
indios y todo lo compran de su jornal sin poder ser ayudados de sus hijos
ni mujeres por el muncho trauajo en que ellos se ocupan a que todos
acuden y la esterilidad grande de la tierra.

37.- [ Jornales de mitayos y de mingados]

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42

Que Vuestra Majestad sea seruido de mandar que no se nos aadan ms


indios de los que estn mandados dar por don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reynos, porque el da de hoy se nos han muerto
munchos indios, dems de stos las dos partes de indios de huelga que
hay en esta Uilla es la riqueza de esta prouincia, porque ellos se alquilan
con espaoles y se les pagan a los que trauajan en las minas a cinco reales
y a los que trauajan en el pueblo a cuatro reales como es pblico y notorio. Y por amor de estos indios mingalunas tiene salida cualquier cosa
ans la comida, maz y chuo, carbn, lea, paja e yerba y otras munchas
menudencias con que pagan los indios su tasa y sustentan a sus mujeres
e hijos y otros van por comida, carbn, lea y paja y yerba y magueyes y
maderos. Por todo lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de
concedernos esta merced como esperamos de tan cristiansimo prncipe
que es.

38.- [Naciones liberadas y obligadas de mita]


Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos,
reparti y seal tan solamente indios para el beneficio y lauor de las
minas e ingenios en la Uilla de Potos a la nacin de Los Charcas, Caracaras, Soras, Quillacas y Carangas, reservando como reserv sola [a]
la nacin de Los Chichas y a la nacin de Los Chuis y Amparaes y los
mitimaes de Pacona y sus anejos y subditos, en lo cual hemos reciuido
notorio agrauio y dao. Suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de
mandar que entre todos se repartan el trauajo igualmente los indios
para el beneficio y lauor de las minas e ingenios de la Uilla de Potos,
pues es en acrecentamiento de los quintos reales de Vuestra Majestad y
todos sus vasallos le hemos de seruir como [a] nuestro rey e seor natural como somos obligados. Y que adems y aliende de que seruimos y
damos indios para la Uilla de Potos nosotros las cinco naciones charcas
y Caracaras, Soras, Quillacas y Carangas damos indios y seruimos en
el asiento de Porco y Uilla de Oropesa y asiento y minas de Ueringuela
y en las minas del asiento de Oruro. Y ellos siruen tan solamente en la
ciudad de la Plata y en la Uilla de Tarija y en la Uilla de Tomina que
son las fronteras de los chiriguanaes. Y para ello Vuestra Majestad nos
mande despachar sus reales prouisiones de manera que entre todos se
reparta el trauajo. Y en ello reciuiremos bien y merced.

39.- [Otros jornales de los indgenas]


Lo otro. Suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar acrecentar los jornales de indios que residen en la ciudad de La Plata como en el
asiento y minas de Veringuela y en la Uilla de Oropesa y en los tambos,
porque tan solamente les pagan de cada da a un indio de jornal un real.
Lo cual es en grandsimo dao y perjuicio de los naturales porque no se
pueden sustentar con l ni a su casa traen a su mujer e hijos cosa alguna
y pagar la tasa. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido
de mandar acrecentar los dichos jornales de cada da a tres reales, y en el
asiento y minas de Veringuela a tres reales y medio. Y para ello nos haga
Vuestra Majestad merced de mandarnos enviar sus reales prouisiones.

Que Vuestra Majestad sea seruido de hacernos mercedes a nosotros los


naturales de esta prouincia de Los Charcas que somos los Charcas y los
Caracaras, pues en nuestras tierras se ha descubierto una riqueza tan
grande para su real seruicio en el cerro rico de Potos, de a donde se saca

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40.- [Privilegios para los charcas y los caracaras]

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y se ha sacado tanta riqueza en su real seruicio y aumento de la Real


Hacienda, de concedernos lo que suplicamos y pedimos y que nos hagan
mercedes, gracias y franquezas y libertades y que seamos las dichas dos
naciones ms preuelijados [sic] que otras naciones de esta prouincia y de
todo el Reino del Pir.

41.- [Expedicin contra los chriguanaes]


Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reynos,
nos mand hacer gente de guerra para la entrada de los chiriguanaes y
es ans que nos mand juntar para la carga de los espaoles y gente de
guerra ms de mil indios de esta prouincia de Los Charcas y ms de dos
mil carneros de la tierra para la carga y hato de los espaoles. Y nosotros
los caciques y seores de esta prouincia de Los Charcas lo hecimos con
tan buena voluntad considerando que era en seruicio de nuestro rey y
seor natural. Y ans todos fuimos a la dicha Jornada de los chiriguanaes, siruiendo a Vuestra Majestad con don Francisco de Toledo con
nuestras armas y personas y haciendas. Y ans casi la mitad de los indios
se murieron en la dicha Jornada y todo el ganado de los dichos dos mil
y tantos carneros de todo ello el dicho don Francisco de Toledo no nos
mand satisfacer cosa alguna ni quitar la tasa de los indios muertos ni
pagar los dichos dos mil carneros, en lo cual hemos sido agrauiados.
Suplicamos a Vuestra Majestad nos haga justicia en que se nos satisfaga
el dao y prdida de los muertos en quitar de ellos la tasa y que se nos
paguen los carneros y descuenten de la dicha tasa.

42.- [Sobre lo mismo]

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44

Ans mesmo don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos,
nos mand quitar mil carneros de la tierra para la Entrada de los chiriguanes tan solamente de la nacin de Los Charcas, que fueron del repartimiento de Sacaca y del repartimiento de Chayanta por persuacin
de un clrigo llamado Juan Luis de Padilla, que por congraciarse con
don Francisco de Toledo le inform con siniestra/relacin diciendo que
aquel ganado era de las guacas y siendo tan al contrario porque el dicho
ganado era de los proues [sc] y de la Comunidad de los repartimientos
de Sacaca y Chayanta como es pblico y notorio. Los cuales dichos carneros se murieron todos y de todo ello el dicho don Francisco de Toledo
no nos mand satisfacer cosa alguna ni nos mand pagar los dichos
mil carneros, en lo cual hemos sido agrauiados. Suplicamos a Vuestra
Majestad se nos haga justicia en que se nos satisfaga el dao y prdida
de los dichos mil carneros de la tierra o que el dicho padre Juan Luis de

Padilla nos lo pague, pues l fue causa de este tan grande dao que hemos reciuido y por causa de l han ido en disminucin las comunidades
de los dichos repartimientos, porque aun parte de ellas fueron hembras.
Y en ello Vuestra Majestad nos har tan crecida merced de mandarlo
remediar con justicia. Lo cual pedimos.

43.- [Curacazgos y capitanas de mita]


Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, nos
dej tan agrauiados a los naturales de esta prouincia de los Charcas, a
la nacin de los Charcas y Caracaras, dos naciones, hauiendo dejado
tan solamente dos capitanes de los naturales por siniestra relacin de
ellos: uno de los Quillaca y otro de Los Soras, que son naciones por s y
gente extranjera, siendo como somos nosotros las dos naciones charcas
y Caracaras indios naturales de esta prouincia de los Charcas de a diez
mil vasallos cada uno antes de los ingas y despus de ellos y capitanes
generales de los dichos ingas y por nosotros se llam esta prouincia
prouincia de Los Charcas. Y lo mismo nosotros fuimos de los primeros
que vinieron a la obediencia de Vuestra Majestad y nos viene de derecho
los dichos capitanazgos. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea
seruido de hacernos merced, gracias, franquezas [y] liuertades como a
sus vasallos envindonos sus reales prouisiones para que haya otros dos
capitanes, ms de los naturales, uno de los Charcas y otro de los Caracaras, hacindonos merced del capitanazgo principal de esta prouincia de
Los Charcas a una de las dos naciones y con salario bastante fuera de los
que requieren hauer en cada nacin. Pues es justicia. Lo cual pedimos
y nos ofrecemos a prouar con los espaoles antiguos y conquistadores y
con los ingas.

44.- [Tributo de los uros. Ejrcito del Inca]

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Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos,


siendo informado con falsa relacin por los caciques de Los Carangas
y Quillacas alegando de ser tierras estriles y punas y proues siendo al
contrario, porque aunque ellos son de tierras punas y fras y son gentes
de ganado y ricos y alliende de esto poseen munchas tierras y chacras
calientes y estancias de buenos temples en munchas partes. Y ans el
dicho don Francisco de Toledo por respecto de su siniestra relacin de
los dichos caciques les ech de tasa tan solamente a 6 pesos ensayados y
a sus Urus a tres pesos corrientes y a nosotros Los Charcas y Caracaras
y Soras a siete pesos ensayados y a los Uros de Los Soras de Paria a 3
pesos corrientes, hauindose de echar a nosotros Los Charcas y Caraca-

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ras a 4 pesos solamente por ser gente proue y siempre soldados del inga
que estuvieron en munchas fronteras comiendo y bebiendo a costa del
inga como es pblico y notorio. En todo lo cual hemos reciuido notable
agrauio y dao las dichas tres naciones. Suplicamos a Vuestra Majestad
sea seruido de mandar y poner remedio en ello, quitndonos la mitad
de la tasa o que se reparta el trauajo entre todos igualmente. Y en ello
reciuiremos bien y merced con justicia.

45.- [Las cuatro naciones que fueron soldados de los ingas]


Primeramente las cuatro naciones somos Los Charcas y Caracaras y
Chuis y Los Chichas, deferenciados en los trajes y huitos, hemos sido
soldados desde el tiempo de los ingas llamados Inga Yupangue y Topa
Inga Yupangue y Guaynacana y Guascar Inga y cuando les espaoles
entraron en esta tierra los hallaron en esta posesin. Y es ans que estas
dichas cuatro naciones como es pblico y notorio fuimos hemos sido
soldados desde el tiempo de los ingas referidos arriua, reseruados de
pechos y alcaualas y de todas las dems tasas y seruicios personales que
se entiende de guarda de ganados y de ser ovejeros y de hacer la mita
en la corte de la gran ciudad del Cuzco y de ser canteros, tejedores de
la ropa de cumbe y de abasca y de ser chacareros, albailes y canteros
gente que tena por costumbre trasponer un ceno a otra parte a puras
manos y labranzas como se haca en el tiempo de los ingas [por] otras
generaciones como es pblico y notorio y otras cosa[s] m[s] que no
ramos gente bailadores ni truhanes que estos tales tenan de costumbre
de cantar canciones delante de los dichos ingas por las victorias cuando nosotros las dichas cuatro naciones vencamos y tenamos victoria
contra los Chachapoyas, cayambis, caares, quitos y quillaycincas, que
son los de Guayaquil y Popayn. Y si acaso nosotros las dichas cuatro
naciones hacamos algunas plumeras, ropas, y algunas armas y otras
cosas fue para nosotros tan solamente dedicado y concedido por los
dichos seores ingas. Y este preuilegio tenamos para que fuese toda la
gente muy lucida en las guerras y en los alardes que se hacan [por] estas
cuatro naciones cuando iban a la conquista de los dichos tiranos de los
chachapoyas y de los dems referidos arriua y lo mesmo cuando estauan
en las fronteras y guarniciones en las fortalezas contra los chiriguanaes.
Y por este respecto fueron todos reseuados las dichas cuatro naciones
de todos los pechos y alcaualas y tasas por los seores ingas como es
pblico y notorio.

46.- [Ttulos honrosos de los militares]


Ans mismo como estas dichas cuatro naciones como fueron gentes tan
valerosas y belicosas que para los dichos ingas los hauan conquistado
y ganado munchas tierras desde la gran ciudad del Cuzco hasta Guayaquil y Popayn e ms adelante, fueron muy estimados por los dichos
seores ingas estas dichas cuatro naciones llamadas Charcas, Caracaras,
Chuis y Chichas; y por honrar y en lugar de dar recompensas por sus
seruicios como a hidalgos y caualleros les llamaron sus hijos primognitos y mayorazgo de su Reino, como es pblico y notorio.

47.- [Movilizacin del ejrcito]

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Lo otro. Los seores ingas teniendo siempre como los tenan en aquella
reputacin como gente belicosa [y] y valerosa y que por estas dichas
cuatro naciones iban sus Reinos y seoros en aumento fueron/ los capitanes generales de estas dichas cuatro naciones muy estimados y (a)
llegados a los ingas y lo mismo sus soldados y caualleros suyos. Y ans
cuando hacan gente de guerra en nuestros pueblos los seores ingas,
los caracaras y los chichas se juntaban en el pueblo de Macha, que es
cauecera de los indios caracaras, y lo mismo la nacin de los Charcas
y los Chuis se juntauan en el pueblo de Sacaca, que es cauecera de los
indios Charcas. Y ans partiendo de estos dichos dos pueblos los dichos
capitanes y soldados de las dichas cuatro naciones se solan juntarse [sic]
en el pueblo y tambo de Paria que es Los Soras hacia el camino del
Cuzco. Y ans iban proseguiendo su viaje los dichos capitanes y soldados
de pueblo en pueblo y tambos hasta llegar a la gran ciudad del Cuzco. Y
ans en cada pueblo y tambo les hacan mita y camarico como a soldados
de los ingas, ans en dar comidas y la bebida y charques y ojotas, uestidos
y muncha harina de quinua y ganado y mujeres y los dems auiamientos
y peltrechos como a soldados de los ingas. Y este preuilegio les concedi
y otorg y les hizo merced los dichos seores ingas a las dichas cuatro
naciones para que todas las dems naciones les hiciesen honra y acatamiento. Y lo mesmo desde la gran ciudad del Cuzco hasta Tomebamba
y Quito y las dems naciones, porque ninguna nacin fueron [sic] tan

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estimadas por los seores ingas en todo el Reino del Pir como estas
dichas cuatro naciones, como es pblico y notorio aunque tuvo el inga
despus otros soldados modernos llamados Chachapoyas y Caares y
Cayambis, a los cuales las dichas cuatro naciones los conquistaron para
los seores ingas como es pblico y notorio. Y cuando / la ganaron a esta
tierra los espaoles, habr doce aos solamente que seruian lealmente a
los dichos ingas los dichos chachapoyas, caares y cayambis, que todos
ellos se llaman chinchaysoyos.

48.- [Conquista espaola de Charcas y otras naciones]


Lo otro. Cuando envi el marqus don Francisco Pizarro a su hermano
el comandante Hernando Pizarro y a Gonzalo Pizarro y a los dems
capitanes y soldados hacia esta prouincia de Los Charcas, todos los naturales de esta prouincia de los Charcas, ans la nacin de Los Charcas
y Caracaras, Chichas, Chuis, Quillacas, Carangas y Los Soras, stas dichas siete naciones por mandato de Inga Mango Capa y de su hermano
Inga Paullo fue mandado por ellos que se resistiesen y les hicisemos
guerra y batalla a los capitanes de Vuestra Majestad que con ellos vena
el Inga Paullo. Y ans todas estas dichas siete naciones les dieron guerra
y batalla en el Valle de Cochabamba a los dichos capitanes y soldados de
Vuestra Majestad y despus fueron desbaratados y vencidos y muertos
por los dichos capitanes de Vuestra Majestad las dichas siete naciones.
Cada una fueron a diuersas partes. Solo un cacique y seor principal
de todos Los Charcas, llamado Coysara viendo su ceguera claramente
fue uno de los primeros que vino a la obediencia de Vuestra Majestad a
Hernando Pizarro y a los dems capitanes con toda su gente y vasallos
en el pueblo de Auquemarca, pueblo de Los Charcas. Y por respecto
del dicho seor principal de todos los charcas toda la prouincia vino a la
obediencia de Vuestra Majestad, especialmente un cacique principal de
todos Los Caracaras vino a la obediencia de Vuestra Majestad, llamado
Moroco, y toda su gente. De manera que qued toda la tierra muy sosogada y pacfica hasta el da de hoy, especialmente toda esta prouincia
de Los Charcas, en seruicio de Vuestra Majestad, como es pblico y
notorio.

49.- [Alianza hispano-charca. Nombre de esta regin]


Y luego desde el dicho pueblo de Auquimarca fue el dicho Hernando
Pizarro y los dems capitanes y soldados de Vuestra Majestad, juntamente con el Inga Paullo, hacia Chuquisaca, a donde es agora la ciudad
de La Plata. Y ans el dicho Consara, seor/ de todos Los Charcas fue

juntamente con el dicho Hernando Pizarro y los dems capitanes de


Vuestra Majestad siruindoles y hacindoles camaricos de todo lo necesario hasta el pueblo de Chuquisaca como leales vasallos de Vuestra
Majestad, y lo mesmo Moroco, seor de Los Caracaras, sirui l y su
gente desde la mitad del camino llamado Guaynacoma, a donde vino
despus a la obediencia de Vuestra Majestad. Y ans el dicho Consara,
como seor ms principal de toda esta prouincia de Los Charcas, en el
pueblo de Chuquisaca le inform y declar y le descubri al dicho Hernando Pizarro todas las cosas que tena el inga en esta prouincia de Los
Charcas: unas minas de plata que tena en el asiento de Porco y lo mesmo las minas de oro que fue en el ro de Chiutamarca y de las minas de
cobre que fue en Aytacara y de las minas de estao que fue en Chayanta
y de las dems cosas. Y ans entonces el dicho comendador Hernando
Pizarro y Gonzalo Pizarro lo honr y agradeci muy muncho por todo
ello al dicho Conssara y le dio un vestido, una manta de damasco verde
con su camiseta de terciopelo verde con sus flocaduras de oro y unos
borsegues de razo y un sombrero colorado que a la sazn se usaua y un
estuche grande de caja de cuchillos. Y ans mismo les honr a los dems
caciques de toda esta prouincia de Los Charcas por ser los primeros
que hauan venido a la obediencia de Vuestra Majestad los naturales
de Los Charcas. Y ans llamaron entonces la prouincia de Los Charcas,
que si los Quillacas y Carangas y Soras vinieran primero a la obediencia que Los Charcas y Caracaras, llamrase esta prouincia prouincia de
Los Carangas, de Los Quillacas e prouincia de Los Soras, como es pblico
y notorio. Y ans el dicho comendador Hernando Pizarro y Gonzalo
Pizarro y los dems capitanes de Vuestra Majestad les honrasen y tuvo
muncha cuenta con el seor principal de Los Charcas llamado Conssara
y Moroco, seor de Los Caracaras, ans por la obediencia que vino de
los primeros a Vuestra Majestad como porque los descubri lo que tena
el inga encubierto entonces el dicho Conssara, seor principal de todos
Los Charcas, en seruicio de Vuestra Majestad y en acrecentamiento de
la Real Corona. Piden y suplican sus descendientes que Vuestra Majestad les haga mercedes como tan cristiansimo prncipe que es, pues sus
pasados fueron de los primeros que vinieron a la obediencia de Vuestra
Majestad como leales vasallos suyos como es pblico y notorio.

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50.- [Un privilegio seorial para charcas y caracaras]


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Lo otro. Teniendo consideracin y atencin las justicias de Vuestra Majestad de esta prouincia de Los Charcas, dems de treinta y cuatro aos
poco ms o menos a esta parte, especialmente en la Uilla de Potos y
en otras partes las justicias de Vuestra Majestad y los dems espaoles
los han honrado y fauorecido a los naturales de esta prouincia de Los

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Charcas, a los que somos Charcas y Caracaras. Pues ellos hauian venido
y vinieron a la obediencia de Vuestra Majestad de los primeros y fueron
partes como seores principales para que las dems naciones hiciesen lo
mismo, pues no hobo otro seor ni capitn general de toda la prouincia
de Los Charcas sino uno llamado Conssara como es pblico y notorio.
Y ans todas las justicias de Vuestra Majestad y los dems espaoles
baquianos conquistadores nos han honrado e fauorecido de tal suerte
que en las fiestas principales de todo el ao, especialmente el da de
Corpus Cristi, nos han concedido y fauorecido que fusemos en la procesin delante del Santsimo Sacramento, juntamente con los espaoles,
y mandado y mandado [sic] expresamente que ninguna nacin fusenos
a dos a entrar en la procesin delante del Santsimo Sacramento muy
allegados/ como nosotros. Y esta honra nos hicieron teniendo consideracin que nosotros ramos naturales de esta prouincia de Los Charcas
y que fuimos de los primeros que vinieron a la obediencia de Vuestra
Majestad como es pblico y notorio.

51.- [Caballos y mulos para los curacas]


Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, de
un ao a esta parte nos ha mandado por sus Ordenanzas que todos los
seores y caualleros de este Reino y los dems indios particulares no
anden a cauallo con sillas y frenos y los dems pertrechos, en lo cual
reciuimos nosotros notorio agrauio y dao, porque desde que entraron
y ganaron los espaoles a esta tierra nunca hemos sido en cosa alguna
contra el seruicio de Vuestra Majestad como es pblico y notorio. Por lo
cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar suspender y
reuocar lo ordenado y mandado por don Francisco de Toledo acerca de
este artculo o que no se entienda con los seores principales y caciques
de esta prouincia ni sus hijos y parientes, y que podamos andar y caminar a cauallo y a mula con sillas extradiotas y jinetas y freno y espuelas
y lo dems necesario a la buena polica como por Vuestra Majestad est
mandado.

50
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52.- [Universidad para indgenas nobles)


Lo otro. Que Vuestra Majestad sea seruido de mandar que el Colegio
y Estudio que est y reside en la ciudad de Los Reyes se pase a la ciudad del Cuzco, respecto de que es en parte acomodada para que todos
los hijos de los naturales y caciques principales vayan al dicho Estudio
y Colegio a estudiar, porque estando y residiendo el dicho Colegio y
Estudio en la dicha ciudad de Los Reyes no pueden ir los hijos de los

dichos naturales y caciques principales al dicho Estudio por estar lejos,


y adems de sto por ser tierra enferma la dicha ciudad de Los Reyes
para los naturales serranos que somos criados en tierra fra./ Y estando
el dicho Colegio en la ciudad del Cuzco es en parte cmoda ans del
temple como para que los estudiantes de Quito y Lima puedan ir a el
dicho Colegio como los de esta prouincia de Los Charcas. Y en ello reciuiremos bien y merced y para que los naturales de esta prouincia y de
las dems tengamos polica como criados y vasallos de Vuestra Majestad
que somos no menos que los de Espaa.

53.- [Recompensas para los charcas y caracaras]


Por todo lo cual suplicamos a Vuestra Majestad como a rey y seor y
padre piadoso de sus vasallos y criados todos los seores y caciques de
esta prouincia de Los Charcas sea seruido de hacernos merced como
prncipe tan cristiansimo que es de admitirnos y hacernos merced como
a sus vasallos, teniendo atencin que pues en tiempo de los ingas y antes de ellos ramos seores naturales y soldados de los dichos ingas y
reseruados de todos los pechos y tasas. Que tambin
n
n agora tengan consideracin Vuestra Majestad de mandarnos retasar agora nueuamente
moderando la tasa y no igualndonos con las dems naciones que eran
pecheros y pagauan la tasa en el tiempo de los ingas. Y en ello reciuiremos bien y merced y ms
ss que Vuestra Majestad sea seruido de mandar que se nos concedan todos los preuilegios, liuertades [y] franquezas
como a sus vasallos, pues lo somos e que seamos ms preuiligiados que
todas las naciones del Pir por lo arruiua, dicho. Y pedimos justicia
mediante. .

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Don Fernando Ayauire y Velasco.- Don Pedro Soto.- Don Alonso Chuquivilca.- Don Hernando Soto.- Don Hernando Hachacata.- Don Pedro
Cunaca,- Don Francisco Ayra.- Don Francisco Chambi.- Don Alfonso de
Montemayor.- Don Domingo Soto.- Don Hernando Guarayo.- Don Alonso Lonquima.- Don Andrs Pampaconi.- Don Miguel Yana.- Don Diego
de Zrate.- Don Francisco Chambi.- Don Jernimo Coyo.- Don Martn
Cara.- Don Gregorio Achiquiza.- Don Juan Zunga.- Don Andrs Canachiri.- Don Felipe Vilca.- Don Cristbal Cuyo.- Don Martn de Chaqui.

51

Universidad Catlica Boliviana

52

II
MEMORIA DE LA MERCED QUE MANDE HACER EL MUY
ILUSTRE SEOR DOCTOR BARROS, MI SEOR, EN ESPAA
CON SU MAJESTAD Y SU REAL CONSEJO DE LAS INDIAS POR
SU HIJO DON FERNANDO AYAUIRE Y VELASCO, CACIQUE
PRINCIPAL DE LA NACIN DE LOS CHARCAS Y DEL REPARTIMIENTO DE SACACA. ES LO SIGUIENTE:

1.- [Reunificacin del curacazgo de los Charcas]


Primeramente digo que yo soy uno de los caualleros ms principales e
hidalgos que hay en esta prouincia de Los Charcas porque mis pasados
y antecesores fueron seores naturales de la nacin de Los Charcas de
diez mil indios vasallos antes de los ingas y despus de ellos, que son
del repartimiento de Sacaca y del repartimiento de Chayanta y de los
repartimientos de Cochabamba, de Santiago del Paso y San Miguel de
Tiquipaya y siempre lo han sido y son subjetos como es pblico y notorio. Y con la diuisin de encomenderos que hubo cuando entraron los
espaoles a esta tierra en nombre de Su Majestad qued tan solamente
seor del repartimiento de Sacaca mi padre don Alonso Ayauire. E yo
como sucesor del dicho mi padre, pido y suplico a Vuestra Majestad sea
seruido de mandarme dar ttulo de seor principal de toda la nacin de
Los Charcas y de los repartimientos contenidos arriba, y que me obedezcan y acaten como a seor y cacique principal mandndome confirmar el decreto y ttulo, de cacique principal que me otorg don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, perpetuo hasta toda mi
generacin y descendencia. Y que en reconocimiento del vasallaje que
yo tengo sobre ellos me haga merced Su Majestad de mandarme acudir
a los indios de Chayanta y Cochabambas [sic] con algunas sementeras
e yanaconas reseruando de la tasa para me sustentar mi persona y casa
y hijos y mujer y familia como hijo y nieto de quien soy conforme a la
calidad y grauedad de mi persona y con la polica que Su Majestad lo
manda y en ello reciuir bien y merced.

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2. [Privilegios para la nobleza indgena]


Lo otro. Dems de doscientos aos a esta parte mis pasados y antecesores fueron seores antes de los ingas y despus de ellos, porque soy
hijo de Don Alonso Ayauire y nieto de Coysara y bisnieto de Cooco y
tataranieto de Copacatiaraca y chusma [sic] de Haracha y otros muchos
seores naturales que fueron de la nacin/ de Los Charcas y de toda esta
prouincia de Los Charcas de lnea recta de varn como es pblico y no-

torio y me ofrezco a prouarlo. Pido y suplico a Su Majestad sea seruido


de hacerme bien y merced como a su vasallo menor de mandarme dar
los priuilegios que a los caualleros de Espaa [estn] concedidos por los
catlicos reyes de Espaa mandando que seamos caualleros y hijosdalgo yo y mis hijos reseruados de pechos y alcaualas y lo mismo mis tres
hermanos llamados don Diego de Ziga y don Pedro de Ziga y don
Martn de Ziga con sus hijos y mis primos hermanos y sus hijos y
toda mi descendencia, pues desde el tiempo inmemoriable y advenescio somos caualleros e hijosdalgo como los duques condes y marqueses
de Espaa y en toda nuestra uida hemos sabido qu cosa era trauajar
porque siempre ramos seruidos de estos nuestros sbditos y vasallos
referidos arriba.

3. [Armas y negros para los curacas]


Lo otro. Suplicamos a Su Majestad sea seruido de hacerme merced como
nuestro rey y seor natural de que yo y mis hijos podamos traer armas
ofensivas y defensivas as espadas, dagas, rodelas, cotas y arcabucez y
lanzas y partezanas para defensa de nuestras personas y que podamos
traer cauallos y muas con jaeces como los dems caualleros de Espaa,
y que podamos traer y tener negros y negras para nuestro seruicio y casa,
atento que somos caualleros y hijosdalgo como es pblico y notorio.

4. [Otros privilegios seoriales]

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Lo otro. Que podamos entrar en los regocijos y juegos de caas con los
dems caualleros e hijosdalgo de la nacin espaola y que lo mesmo nos
den lugar en las iglesias y monasterios asientos en don[de] nos podamos
asentar con los dems caualleros, especialmente a los que somos caualleros conforme a la calidad de nuestras personas y hijos y nietos de quien
somos; porque el da de hoy no nos guardan nuestros priuilegios las
justicias de Su Majestad como a hijosdalgo y cauallero, pues los somos,
antes nos menosprecian y nos maltratan con palabras feas. Suplicamos a
Su Majestad sea seruido de hacernos merced como nuestro rey y seor
natural que es mandndonos enviar sus reales prouisiones para ello y encargndonos mucho a sus virreyes, gouernadores y Audiencias Reales y
las dems justicias de Su Majestad para que nos hagan mercedes, liuertades, franquezas, guardando la costumbre de los caualleros de Espaa,
pues no somos menos.

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5. [Encarcelamiento de los curacas]


Lo otro. Que Su Majestad sea seruido de hacernos merced y justicia que
a los caualleros e hijosdalgo de los Reinos de Espaa, que las justicias de
Su Majestad de este Reino no nos manden hechar en la crcel pblica
as de Cabildo como de criminal sino en las casas del Cabildo como se
hacen a los dems caualleros de Espaa. Y en ello reciuiremos bien y
merced y justicia.

6. [Atuendos para los curacas]


Lo otro. Que Su Majestad sea seruido de que todos mis hijos y nietos y
descendientes puedan traer seda y oro y plata y hbitos de espaol y las
armas y los dems pertrechos necesarios como los dems caualleros de
Su Majestad concedidos por los catlicos reyes de Espaa y que todos
sean priviligiados de todos los pechos y alcaualas perpetuamente. Y en
ello reciuiremos bien y merced.

7. [Conquista espaola de los Charcas]

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Lo otro. Mi abuelo llamado Coysara, seor natural que fue de la nacin


de Los Charcas, de diez mil vasallos, fue uno de los ms principales capitanes que los ingas tuvi[eron] en esta tierra y prouincia de Los Charcas como es pblico y notorio. Y cuando los espaoles entraron en esta
tierra fue uno de los primeros que vino a la obediencia de Su Majestad y
en su real nombre al comendador Hernando Pizarro y les descubri las
minas de plata que el inga tena, que era en el asiento de Porco, donde
se labra hasta el da de hoy, y lo mismo las minas de cobre y estao y
otras cosas. Y as fue parte de dicho mi agelo, como seor ms principal
de toda esta prouincia de Los Charcas y como capitn general del inga
que todos viniesen a la obediencia de Su Majestad como despus lo
hicieron ans y vinieron todos los de esta prouincia a la obediencia de Su
Majestad en breves das. Y as el dicho Hernando Pizarro y los dems
capitanes de Su Majestad les honr mucho al dicho mi agelo y en seal
de amor le dio un vestido de seda, una camiseta de terciopelo verde con
una manta de damasco verde guarnecidos con unas flocaduras de oro y
seda verde y unos borcegues de lazo y un sombrero colorado con flocaduras de seda colorada y un estuche grande de caja fe cuchillos como es
pblico y notorio, y hasta el da de hoy [lo] tenemos guardado para en
guarda de nuestro derecho y justicia.

8. [Alianza hispano-charca]
Lo otro. El dicho mi agelo llamado Consara, juntamente/ con mi padre
don Alonso Ayavire, su hijo, como leales vasallos de Su Majestad fueron a la Jornada de Chile en seruicio de Su Majestad con los capitanes
don Diego de Almagro y Pedro de Valdiuia y con los dems capitanes
y soldados de Su Majestad a la dicha conquista de Chile. Y estuvo dos
aos en la dicha Jornada en el seruicio de Su Majestad como es pblico
y notorio y lo mismo en todas las alteraciones y motines que los tiranos
han intentado hacer en esta tierra en deseruicio de Su Majestad, siempre mi padre don Alonso Ayauire como leal vasallo de Su Majestad ha
seruido l y sus indios y parcialidades a Su Majestad y a sus capitanes en
su real nombre. Y siempre hemos sido muy leales vasallos en el seruicio
de Su Majestad. Y lo mismo cuando el seor don Francisco de Toledo,
visorrey que fue de estos Reinos, hizo Jornada para los chiriguanaes lo
mismo he seruido yo con Fernando Ayauire y Velasco con mi persona
y lo mismo mis indios y sbditos de la nacin de Los Charcas y del
repartimiento de Sacaca como leales vasallos de Su Majestad, como es
pblico y notorio.

9. [Tierras y mitayos para el curaca]

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Pido y suplico a Su Majestad sea seruido como mi rey y seor natural de


hacerme mercedes como a su menor vasallo de que mis indios del dicho
repartimiento de Sacaca me siembren con ocho hanegas de maz y dos
hanegas de trigo y cuarenta hanegas de papas y que me den veinte indios
mitayos y que sean reseruados de tasa, para que me las guarden mi ganado y chacaras para sustentarme conforme a la calidad y gravedad de mi
persona y con aquella polica como Su Majestad lo manda, pues soy tan
inclinado al ser y nacin espaola y celoso de la honra de Dios Nuestro
Seor como es pblico y notorio. Y en ello recibir bien y merced.

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10. [Tierra para el curaca]


Lo otro. Que Su Majestad sea seruido de hacerme merced como a su
vasallo de unas tierras llamadas Sarcori, que eran chacaras y estancias
de mi agelo llamado Coysara, para que yo las pueda sembrar y cultiuar para m y para mis descendientes, con sus altos y advertientes, y lo
mismo otro pedazo de tierra llamadas Cotanipampa y Periquina, para
sembrar trigo para m y para mis hijos con sus altos y advertientes, que
tenga una legua de tierras y circuito. Y en ello reciuir bien y merced.

11. [Pastos para el ganado del curaca]


Lo otro. Pido y suplico a Su Majestad se me haga merced de mandarme
dar y confirmar unas tierras y estancias de mis/ agelos y padres llamadas Guanacooma, Cepita y Coyparchulpa, Challauinqui, Hachaoma y
Caripuyo para pastar mi ganado as ovejono, guacuno, yeguas, puercas,
cabras y ganado de la tierra. Y aunque las poseo el da de hoy las dichas
tierras como heredero que soy, quiero que Su Majestad me haga merced de mandarme dar ttulo confirmado y haciendo merced. Y en ello
reciuir bien y merced.

12. [Alguaciles y cabildos de indgenas]


Pido y suplico a Su Majestad sea seruido de hacerme merced de que uno
de mis hijos pueda ser alguacil mayor de todo el destrito y Corregimiento del Partido de mis pueblos Charcas y Caracaras, y que sea perpetuo
y que pueda entrar en todos los Cabildos de los pueblos de los indios
del dicho Partido y Corregimiento de los naturales y que pueda votar y
tener votos en los tales Cabildos de los indios. Y en ello recibir bien y
merced.

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13. [El salario y el gobernador indgena]


Lo otro. Suplico y pido a Su Majestad sea seruido de hacerme merced
de enuiarme ttulo de gobernador de los naturales de esta prouincia de
Los Charcas desde el pueblo de Caracollo, que son trminos y jurisdiccin de la ciudad de La Plata, y que me mande sealar salario suficiente
de la Caja de Su Majestad, conforme a la calidad de mi persona, pues
mis pasados fueron seores naturales de la nacin de Los Charcas y
capitanes generales de los ingas. Y lo otro fue mi agelo de los primeros
que vinieron a la obediencia de Majestad y en su real nombre al comen-

dador Hernando Pizarro. Y en ello me har bien y merced como a su


menor vasallo.

14.- [La capital de la nacin de los Charcas]


Lo otro. El seor don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos
Reinos, me hizo agrauio cuando nombraron corregidores de los naturales en mi Partido de Los Charcas, haciendo cabecera del dicho Corregimiento de Los Charcas al pueblo de Chayanta y dejando de nombrar
por cabecera como lo dej al pueblo de San Luis de Sacaca que en el
tiempo de los ingas y antes de ellos fue uno de los ms principales pueblos que haua en esta prouincia de Los Charcas y Su Partido y cabecera
a donde se juntauan todos los caciques y principales de la nacin y
hbito y traje de Los Charcas y lo mismo de otras naciones, pues fueron
seores mis pasados y agelos de este dicho pueblo de San Luis de Sacaca naturales. Y ans suplicamos a Su Majestad sea seruido de mandar
que el dicho mi pueblo [de] San Luis de Sacaca sea cabecera de todo el
distrito del dicho Corregimiento de Los Charcas y que/ el tal corregidor de los naturales asista ms tiempo en el dicho pueblo de San Luis
de Sacaca, pues lo ha sido pueblo y cabecera de toda la nacin de Los
Charcas como es pblico y notorio. Y en ello recibiremos bien y merced.

15.- [Privilegios especiales para el curaca de Charcas]


Lo otro. Suplicamos a Su Majestad sea seruido de enuiarnos sus reales prouisiones para que todas las justicias de Su Majestad nos hagan
mercedes, liuertades, franquezas e que tengan cuenta con nosotros en
tratarnos bien como a caualleros e hijosdalgo, pues lo somos, especialmente a todo mi linaje. Y que el nuestro corregidor que es o fuere de
nuestro Partido tenga cuenta en hacernos merced particularmente a m
y a mis hijos y hermanos y parientes de la descendencia de mis pasados
y agelos y en ello reciuiremos bien y merced.

57

16.- [Cargueros del curaca de Charcas]

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Por todo lo cual pido y suplico a Su Real Majestad sea seruido de hacerme mercedes, como prncipe tan cristiansimo y padre piadoso que es,
de condecerme y hacerme mercedes como a su vasallo menor que soy,
teniendo atencin que pues en el tiempo de los ingas y antes de ellos
eran mis padres y agelos seores de literas y que les lleuauan cien indios en los hombros de la nacin de Los Charcas de a diez mil vasallos
como los duques y condes y marqueses en Espaa, hacindome merced

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de mandarme dar preuilegios, liuertades, franquezas como a los dems


sus vasallos, pues los somos, y que seamos ms preuiligiados que todas
las naciones del Pir por lo arriua dicho y alegado. Y pido justicia mediante.- Don Fernando Ayauire y Velasco [una rbrica].
III
MEMORIA DE DON FERNANDO AYAUIRE Y VELASCO DE LA
MERCED QUE ME HA DE HACER ANTE SU MAJESTAD Y SU
REAL CONSEJO DE INDIAS EL MUY ILUSTRE SEOR DOCTOR BARROS, MI SEOR.
En la Villa Imperial de Potos, de la prouincia de Los Charcas, a seis
das del mes de diciembre de mil e quinientos e ochenta e dos aos,
ante el ilustre seor don Juan Dvila, corregidor y justicia mayor de esta
villa y prouincia de Los Charcas, por Su Majestad, del nmero de ella,
pareci don Francisco Ayavire y Velasco y present esta peticin y juntamente con ella un escripto de peticin, presentada ante el seor don
Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, cuyo tenor uno en
pos de otro es como se sigue:

[Peticin]
Ilustre seor: Don Fernando de Ayavire y Velasco, cacique principal del
repartimiento de Sacaca, capitn en esta prouincia de Los Charcas, de
los naturales, presento ante Vuestra Merced este decrepto fecho por el
seor don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, a mi
peticin. Y suplico a Vuestra Merced se mande dar un traslado autorizado en manera que haga fe con autoridad de Vuestra Merced para
lo presentar ante Su Majestad y su Real Consejo de Las Indias o ante
quien me convenga.
A Vuestra Merced suplico se haga segn pido y se me d el original para
en guarda de mi derecho.

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Otro s. Suplico a Vuestra Merced sea seruido al pie del dicho testimonio dar su parecer con juramento de la calidad de mi persona y de mi
habilidad y diligencia e cuidado/ en lo que toca al seruicio de Su Majestad y el hbito y pulica que, tengo siguiendo virtud y como soy uno de
los caualleros principales de esta prouincia de Los Charcas, de la nacin
y traje de Los Charcas.
Don Fernando Ayavire y Velasco.

[Una peticin de 1575]


Excelentsimo Seor. Don Fernando Ayavire, cacique principal del
repartimiento de Sacaca, beso los pies de Vuestra Excelencia y digo que
yo soy cacique principal del dicho repartimiento de [sde el] tiempo de
los ingas y antes, porque soy hijo de don Alonso Ayavire y nieto de Consara y bisnieto de Cooco y tataranieto de Copatiaraca y descendiente
por lnea recta de varn de todos los que han sido seores naturales del
dicho repartimiento. Los cuales ans mesmo eran caciques y seores e
capitanes en tiempo de todos los ingas e antes de ellos del repartimiento de Chayanta y del repartimiento de Cochabamba. Y por diuisin
que hubo de encomenderos despus de venidos los espaoles de esta
tierra, mi padre qued solo seor del dicho repartimiento de Sacaca
donde yo soy y parece que deue hauer hauido alguna falsa o siniestra
relacin en la visita que Diego Nez Bazn ha hecho por mandado de
Vuestra Excelencia porque se sealan caciques de tres parcialidades del
dicho repartimiento y se le sealan salarios de caciques principales /
no hauiendo otro cacique principal sino yo slo de ms de cinco aos
a esta parte, de cuya causa Vuestra Excelencia no ha sido seruido sealarme ms de ochenta pesos de tasa para mi sustentamiento e cierto
seruicio, hauindose sealado a otros caciques no ms principales que yo
a trescientos e a doscientos pesos, en lo cual yo reciuo notable agrauio
porque la dicha tasa es muy poca para que yo me pueda sustentar conforme a la calidad de mi persona e hijo e nieto y descendiente de quien
soy e como cacique principal del dicho repartimiento y en especial para
viuir en pulica como Su Majestad lo manda, y ms yo soy tan inclinado
al ser y nacin espaola que con este deseo he procurado tratar e comunicar con ellos hasta aprender la lengua y costumbre como a Vuestra
Majestad le es notorio.

Don Fernando Ayavire [y Velasco]

59
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Pido y suplico a Vuestra Excelencia humildsimamente me haga merced


de mandarme dar suficiente tasa y salario y que me siembren con tres
fanegas de maz y quince de papas y quince indios de seruicio e veinte e
cuatro carneros de Castilla y otros veinte e cuatro carneros de la tierra,
pues hay de la Comunidad para que yo me pueda sustentar conforme a
quien soy declarndome por cacique principal del dicho / repartimiento
de Sacaca y de las parcialidades que en l hay, mandando que todos ellos
y los indios e caciques del dicho repartimiento me obedezcan e acaten
como a tal cacique principal, pues lo soy, ans lo del uno como lo del otro,
de lo cual estoy presto de dar informacin siendo Vuestra Excelencia
seruido. En lo cual todo reciuir bien y merced.

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Decreto [de 1575]


En Caracollo, a veinte e cinco de abril de mil quinientos y sesenta y
cinco aos, provey su Excelencia lo siguiente:
Que se guarde lo prouedo en la nueua tasa y que se le d ttulo de
cacique principal de todo el dicho repartimiento por la relacin e informacin que Su Excelencia tiene que lo es y dems del salario que le
est sealado por la nueua tasa se le d ms veinte carneros de Castilla
y veinte de la tierra de ganado de la Comunidad por las obligaciones y
cargas de cacique principal y que a de estar a su cargo e dar cuenta del
dicho ganado. Ante m, Navamuel.

Parecer del seor corregidor


El dicho seor corregidor dijo que se haga como lo pide el dicho don
Fernando por su bien, puesto que Su Merced dar en ello su parecer que
pide ante m Pedro Venegas, escriuano pblico.

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60

En la Villa de Potos a veinte das del mes de diciembre de mil e quinientos e ochenta e dos aos, el ilustre seor don Juan de Avila [sic],
corregidor y justicia / mayor de esta prouincia, hauiendo visto la peticin de esta otra parte y el otro s de ella e informando a Su Majestad
y seores de su Real Consejo de Las Indias de lo en ella contenido,
dijo que su Merced conoce al dicho don Fernando Ayavire y Velasco
habr tiempo y espacio de diez aos. Y saue Su Merced que es cacique
principal de la prouincia de Sacaca y hijo y descendiente de seores de
aquella prouincia desde el tiempo del inga. Lo cual Su Merced saue por
hauerse fecho sobre ello averiguacin por mandado del Excelentsimo
seor don Francisco de Toledo, Visorrey que fue de estos Reinos, siendo
Su Merced otra vez corregidor de esta prouincia. Y saue que el dicho
don Francisco Ayavire es hombre virtuoso, de vergenza, y hombre de
verdad porque le ha prouado en munchas cosas en las cuales le ha hallado ser hombre de honra y como tal es capitn, uno de los que hay en esta
Villa, y el de ms razn de los capitanes y hombre que no se emborracha
contra l ha hallado ni odo decir ni tal ha sido pblico y notorio de ms
de siete aos y persona que favorece muncho la doctrina y tiene muy
particular cuidado que se junten a ella sus sbditos
bditos e de corregirlos y reprehenderlos y le tiene Su Merced y todos le tienen por buen cristiano/
y hombre virtuoso. Y saue que su persona es muy necesaria en esta Villa
para el gouierno y pulica de los naturales e que no solamente los indios
de su capitana le respetan pero todos los dems como a seor que sauen
que es y como a hombre virtuoso y de entendimiento. E ansimesmo Su

Merced saue que anda en huito de espaol e cuanto ha que Su Merced


le conoce le ve tratarse como hombre honrado y saue que come con pulica de espaol, comiendo en mesa con sus manteles e aderezos como
los dems espaoles, y tiene mula, y finalmente se trata como hombre
honrado y principal y por tal le tiene. Y en tal opinin es tenido entre
todos los espaoles y muy aficionado al servicio de Su Majestad. E ans
lo ha entendido Su Merced del dicho don Fernando en todas las cosas
que se han ofrecido a su real seruicio. Y saue muy bien leer y escribir,
y tiene muncha cuenta e razn en todo lo que se ofrece. Y, ans siendo
Su Majestad seruido merece se le haga merced que hobiere lugar e que
pretende el dicho don Fernando porque caue en l cualquier merced que
se le hiciere.
Y esto dijo y lo firm de su nombre, y es la uerdad so cargo del juramento que hizo. Y esto es su parecer. Y es ans y lo dice por descargo
de su conciencia. Don Juan/ Dvila. Ante m, Pedro Venegas, escriuano
pblico.

[Fe del traslado]


Yo el dicho Pedro Venegas, escriuano de Su Majestad, pblico [y] del
nmero de esta Villa Imperial de Potos, fui presente y lo fice recibir y
sign de mi signo por mandato del dicho seor corregidor. En testimonio de verdad. Pedro Venegas, escriuano pblico. Diego Lpez [testigo].

[Fe y testimonio general]

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Los escriuanos de Su Majestad y pblicos del nmeros de la Villa Imperial de Potos que aqu signamos y firmamos, certificamos y damos fe
que hoy da de la fecha de sta, don Juan Dvila, contenidos en los autos
de arriua es corregidor y justicia mayor de esta dicha Villa y prouincia
de Los Charcas por Su Majestad. Y como de tal sus mandamientos se
cumplen y guardan. Y ansimesmo damos fe que Pedro Venegas, de cuya
mano va signado y firmado los dichos autos es el escriuano de Su Majestad e pblico de esta Villa y ans las escripturas y autos que ante l han
pasado y pasan se ha dado y da entera fe e crdito en juicio e fuera de l.
E para que ello conste damos el presente en la dicha Villa de Potos en
veinte de diciembre de mil e quinientos e ochenta e dos aos. Francisco
de Bonilla, escriuano de Su Majestad. Fernando de Medina, escriuano
de Su Majestad.

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IV
[QUE SE ENVAN] LOS RECAUDOS DE DON FERNANDO AYAVIRE Y VELASCO PARA EL SEOR DOCTOR BARROS Y PARA
PRESENTAR ANTE SU MAJESTAD Y SU REAL CONSEJO DE
[LAS] INDIAS
Muy Poderoso seor: En nombre de don Fernando Ayauire y Velasco, cacique
principal del repartimiento de Sacaca, que es de Vuestra Real Corona, en la
prouincia de Los Charcas del Per, digo:
Que a su pedimento y suplicacin, don Francisco de Toledo, vuestro visorrey
que fue de las dichas prouincias, en la visita general que por su persona hizo,
mand averiguar y sauer la persona que era tal cacique y le perteneca de derecho, y se hall serlo el dicho mi parte y muy hbil y suficiente para sto y para
otros negocios de importancia, y se le dio ttulo y decreto de ello, que saue con
autoridad de Vuestra Real Justicia es este que presento y quiere Vuestra Alteza
sea seruido se le confirme el dicho nombramiento y proueimiento, deuiendo
gozar l y sus hijos y herederos y linaje de las gracias y mercedes que Vuestra
Alteza fuere seruido.
A Vuestra Alteza suplico se prouea lo que pido, pues es justicia. Lo cual pido,
y para ello, etc.

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62

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