Filosofia Personalizante
Filosofia Personalizante
Filosofia Personalizante
PERSONALIZANTE Y HUMANIZADORA
- Segunda Edicin -
A GRADECIMIENTOS
PRESENTACIN
Francesco Bellina Bencivinni (Padre Guillermo de Castellana), Fundador
de la Obra Mara Goretti, en San Juan de Pasto, Colombia, de la Orden de
Hermanos Menores Capuchinos.
De origen Italiano. Naci en Castellana, Scula, el 25 de abril de 1912 en
el hogar cristiano formado por Don Juan Bellina y Doa Calgera Bencivinni.
Realiz sus estudios primarios en la Escuela Pblica de Castellana. Siendo
adolescente ingres a la Orden de Frailes Menores Capuchinos en el Seminario
San Miguel de Caltanicceta. Ms tarde recibi el ttulo en Teologa, Filosofa y
Derecho Cannico en el Colegio Intemazionale per le Missioni all'Estero de
Palermo. En 1937, el 29 de junio, recibi la Ordenacin Sacerdotal. Inquieto
por capacitarse se doctor en Filosofa y Ciencias Sociolgicas en la Universidad
Internacional Gregoriana de Roma. Particip en tres Congresos Internacionales
de Filosofa, as: en Roma Italia 1944; Mendoza Argentina 1947 y en Barcelona
- Espaa 1949.
Como un verdadero Profeta, Sacerdote, Apstol, Peregrino del Mundo y
Mendigo del Amor, desempe el cargo de Director de Estudios de Filosofa y
Sociologa en Salemi y en Palermo; en Salemi organiz un oratorio para educar
a muchas nias, en Palermo continu su obra en el Barrio Danisini con nias de
escasos recursos. En 1951, haciendo honor a sus votos de obediencia, sali de
Italia a Colombia. Los Superiores le asignaron como sitio de Evangelizacin la
ciudad de Pasto, all inicia la colosal obra de la Asociacin Escolar Mara Goretti
(de la cual fue su Fundador y Director General), en donde ofrece el servicio de
la educacin desde Preescolar, Primaria, Secundaria, Media Tcnica, Media
Acadmica (hoy I.E.M. Mara Goretti), el "Instituto San Francisco de Ass",
hasta el Centro de Estudios Superiores Mara Goretti (hoy I.U. CESMAG), con
la colaboracin de los Hermanos Menores Capuchinos, la Comunidad Educativa,
el Gobierno local, nacional e internacional. Adems se desempe como profesor
de Sociologa en el Colegio Champagnat de Pasto y en el Centro de Estudios de
la Orden Franciscana de Pasto. Fue Viceprovincial de la Orden Capuchina de
Colombia, Rector del Seminario Serfico de Manizales y Superior del Convento
de Padres Capuchinos de Pasto.
En su afn de llevar el mensaje del Evangelio y fundamentar en la Filosofa
y en la Pedagoga su labor, escribi: "Angelicalmente Pura", "Una Flor
ensangrentada", "Las ms Bellas Leyendas Cristianas", "Un Desconocido en el
Club"; dirigi la coleccin "Lucha y Conquista", "Las Bienaventuranzas de la
Mujer", "Normas para una Nia bien Educada", "Receta para Ser Feliz",
"Novena a Santa Mara Goretti", "Catecismo de Cultura Franciscana", "La Vida
del Cristiano es una Vida de Espera", Mensajes a la Comunidad Educativa y
"Filosofa Personalizante y Humanizadora", escrita desde mediados del siglo
veinte, que el Padre Guillermo de Castellana, leg a Colombia, dedicada a la
educacin de la niez y la juventud, desde el nivel Preescolar hasta el nivel
Postuniversitario, con inspiracin en el Evangelio de Nuestro Seor Jesucristo,
la rica espiritualidad Franciscano - Capuchina y el carisma de Santa Mara Goretti.
Sus grandes mritos lo hicieron acreedor a varias distinciones y
condecoraciones: Primer Premio Alejandro ngel Escobar, Medalla de Oro
Camilo Torres (La ms alta distincin otorgada por el Gobierno nacional),
Medalla al Mrito Ciudad de Pasto, Orden de la Gran Cruz, Medalla Sebastin
de Belalcazar, Condecoracin como el "Ejecutivo del ao en 1982",
Reconocimiento de la Santa Sede con la insignia "Pro Ecclesia et Pontfice",
Trofeo al Impulsador Social, Medalla de Gratitud por las Juntas de Padres de
Familia, Reconocimiento de la Unidad de Educacin Fsica, Reconocimiento
de la Sociedad Colombiana de Topgrafos como "Miembro Honorario",
Reconocimiento de la Secretara de Educacin en sus "Bodas de Oro de Vida
Religiosa", Medalla once aos Unidad de Topografa, Reconocimiento y
Exaltacin por el Gobernador Carlos Albornoz R. y de manera pstuma, el
Gobierno Italiano le concede el ttulo de la ms alta distincin como: "Caballero
Italiano".
Asociacin Escolar Mara Goretti
P. Guillermo de Castellana
Amigo:
La educacin se ha convertido, desde hace algunos aos, en
un tema cotidiano, prioritario y casi obsesivo.
En la mayor parte de los pases, con mucha atencin y
solicitud, se han revisado, no una vez, sino muchas veces, los
programas y los mtodos y se hace un esfuerzo para su transformacin
y adecuacin a los tiempos modernos.
Pero parece que el problema, antes que resolverse, se complica
siempre ms, porque la solucin no est propiamente en ensayar
siempre cosas nuevas, sino en crear hombres nuevos para tiempos
nuevos.
Desgraciadamente se perfeccionan quiz los mtodos, pero nos
damos cuenta que se deterioran siempre ms los agentes principales
de la educacin, que son los maestros; al mismo tiempo que se van
infiltrando, en la mentalidad y en el ambiente, principios e ideas
que deforman y destruyen la personalidad de profesores y alumnos;
y los profesores y padres de familia antes que reaccionar eficazmente,
se dejan convencer bajo pretexto de hacerse ms modernos, mientras
que de verdad no hacen sino cohonestar la pereza, la ley del menor
esfuerzo, el egosmo o egocentrismo que convierte a los dems y a
los mismos alumnos en instrumentos de sus propios intereses y
satisfacciones.
La educacin se ha transformado de vocacin en
burocratizacin de la enseanza.
Si no nos reformamos a nosotros mismos, de nada valdrn
los cambios de programas y de mtodos, y cada vez ms iremos de
fracaso en fracaso.
Este es un mundo que valora ms el dinero que el espritu.
La juventud se contrapone a los mayores, causando conflictos
y desadaptacin en la familia en la sociedad y en los centros de
educacin.
Ojal sirvan estas pocas pginas para hacer reflexionar y
cambiar.
P. Guillermo de Castellana
CONTENIDO
Pa&
INTRODUCCIN ..................................................................................... 17
19
CAPTULO
DOS
RASGOS
DEL
21
JOVEN
27
SEGUNDA
PARTE
FILOSOFA
Y
EDUCACIN
PERSONALIZANTE ............................................................................. 61
CAPTULO CINCO - LA FILOSOFA DE LA PERSONA;
SUS FUENTES, SUS COMPONENTES Y SUS
CONSECUENCIAS - QUIN ES EL HOMBRE?
Estructura existencial: Fisiolgica Psicolgica Espiritual La Personalidad es indefinible El Yo y el T: naturaleza social
del Hombre El amor: "Cogito existencial" Personalidad:
intimidad, dignidad Trascendencia Remedio para una
sociedad deshumanizada, Educacin integral Fuentes de la
sana Filosofa de la persona Ncleo de la doctrina segn los
Estatutos del Centro........................................................................................... 63
CAPTULO SEIS - LA PERSONA HUMANA Y LOS
VALORES: Qu son? Escala ascendente Criterio de
catalogacin: Valores vitales, lgicos, ticos, estticos, religiosos
- Jerarqua: del hombre econmico al trascendente El valor de
los valores ............................................................................................................ 75
CAPTULO
SIETE
PERSONALIZANTE EN
LA
EDUCACIN
EL CAMPO DEL
CAPTULO
TRECE
EDUCACIN
DE
LA
CONCIENCIA: Conciencia psicolgica y moral - Consenso
universal sobre la conciencia - Pruebas experimentales y
filosficas- Origen trascendente de la conciencia: voz de Dios
Educacin de la conciencia en la verdad y en la sindresis
El recto orden y el progreso en la formacin de la conciencia Desviaciones de la conciencia- La Psicologa del yo total........................ 163
CAPTULO CATORCE - CONSECUENCIAS
PSICOSOMTICAS
DE
LA
EDUCACIN
PERSONALIZANTE: nter-accin entre alma y cuerpo Platn y el Cristianismo - El "Yo" centro de la persona Debe
cuidar de la salud - Exigencia de la sobriedad y del dominio moral
- La buena educacin cvica elemento indispensable de la
convivencia humana - Mximas de Juddu Krishnamurti.
........................................................................................................... 183
CAPTULO
QUINCE
EL
CARCTER:
Qu
es?Temperamento y carcter - Elementos: responsabilidad y
estabilidad en el bien obrar - necesidad de un ideal - Ideal y
esfuerzo - Lucha y conquista- perfeccionarse siempre - Exigencia
del buen carcter - Meta y premio - El "Qu dirn", grave escollo
para los cobardes........................................................................................ 193
CAPTULO DIECISEIS - INTEGRACIN ENTRE
FAMILIA, ESCUELA Y ESTADO: La familia raz de la vida
y la educacin - Familia Romana y autoridad absoluta del PaterFamilias - Cristianismo e igualdad de derechos - Humanismo
cristiano - La familia Centro de Vida Afectiva y Espiritual Relajamiento actual: hedonismo e inversin de valores, marxismo
y materialismo de la vida - Matrimonio civil y divorcio:
destruccin del hogar - Reeducar la vida del hogar para salvar
la familia y la educacin de los hijos - La Escuela: subsidiaria de
la familia - Urdimbre y trama - Educar es darse a s mismo
Enseanza especializada y fragmentarismo Necesidad de
educacin integral - Ideales ticos y religiosos El Estado:
educacin para todos - La ms eficiente posible - Sin
manipulacin de partido o ideologas totalitarias. Impulso a la
16
18
INTRODUCCIN
Ninguna Filosofa es vlida ni posible si no tiene apoyo y confianza en los
principios racionales y como fin supremo la verdad, cuya plenitud es Dios, verdad
que El ha escondido en las profundas entraas de las cosas.
Mucho ms la accin y la conducta del hombre necesitan principios
reguladores que interpreten lo mejor de la naturaleza humana y sus profundas
motivaciones ticas.
Estas convicciones han suscitado, en todos los tiempos y en todas las
latitudes, hombres eminentes que han trabajado para su propio
perfeccionamiento, han practicado el herosmo y an la entrega de su vida para
causas nobles y para el bien comn. Igualmente la Religin y la Filosofa
Teocntrica, rectamente entendidas, han impulsado al hombre hacia la cumbre
de la perfeccin y la Filosofa Antropocntrica lo ha llevado, no rara vez, al
despotismo, a la idolatra de s mismo y por esto a la degradacin.
La misma Filosofa de la Historia seala grandes pocas en que la vida
sobria y morigerada llev al engrandecimiento de los pueblos y pocas de
decadencia moral que los llevaron a la ruina.
La Filosofa Moderna se ha independizado siempre ms de Dios y con eso
se ha abierto el camino a todas las aberraciones y a tantas teoras sin fundamento
cientfico, slo inspiradas por un sensismo grotesco, un materialismo ciego o un
utilitarismo egosta.
P. Guillermo de Castellana
PRIMERA PARTE
DA GNSTICO DE LA
REALIDAD LATINOAMERICANA
Toda contradiccin
entre especulacin y vida
es falta de carcter,
mentira e hipocresa
y por esto, falsa Filosofa.
Sren Kierkegaard
CAPITULO UNO
PANORAMA DESCONCERTANTE
Vivimos en un mundo de
egosmos y de injusticias,
donde flotan ms: los ms
cnicos, los ms zorros, los
ms taimados.
Caminad de frente, siempre adelante,...
en medio de tantos granujas,
tendris el honor de ser honrados.
Garca Salve
Hamlet - Shakespeare
P. Guillermo de Castellana
28
CAPITULO DOS
RASGOS DEL JOVEN LA TINOAMERICANO
Antonio Hualde
RASGOS GENERALES
Actitudes, valores y antivalores de la juventud actual. Hemos dicho
anteriormente que la juventud tiene una fuerza interior que determina su manera
especial de ver las cosas y de valorarlas.
Esto constituye las actitudes con que los jvenes, llevados por la educacin
recibida, por su misma experiencia y por las situaciones ambientales, se sienten
impulsados, muchas veces, a tomar decisiones o posiciones imprevisibles e
inesperadas. Dichas actitudes, a su vez, se basan en las caractersticas de la
personalidad que son ms estables y ms determinadas, como: ser conformista
o rebelde, tmido o petulante, expansivo o retrado, dominante o servil,
apasionado o flemtico, y estas influyen en el campo de la accin a seleccionar
y adoptar una escala de valores personales o socio-morales, como: la segundad
y la paz frente al peligro, al miedo y a la guerra; la vida frente a la muerte en
todas sus formas: miseria, enfermedad, sufrimiento; la libertad frente a la
esclavitud; la justicia frente a la explotacin; la solidaridad humana frente al
egocentrismo.
por el hecho de que los padres estn demasiado preocupados por las exigencias
sociales: el trabajo, la angustia de la subsistencia, el tren de vida que se han
impuesto, especialmente por el malentendido pundonor social y las obligaciones
profesionales; entonces llegan al hogar cansados y slo en busca de reposo.
Ahora bien, esta actitud no es la ms apta para ser los amigos y confidentes de
sus hijos; antes bien, no es raro que frente a su bullicio y exigencias, exploten en
actitudes de intolerancia y represin. El padre es quien ordena y resuelve las
situaciones imponiendo silencio y la madre es quien oye, ve y calla.
Por esto, cuando alguno de los hijos osa expresarse libremente y tal como
piensa, los padres lo tachan de irrespetuoso e insolente. Se tiene miedo a la
libertad y se impide que el muchacho se exprese. Es la seal inequvoca de la
impotencia para la comunicacin y el dilogo.
Entonces, los hijos buscan afuera aquella comprensin que no logran
adentro: contraen malas amistades, se entregan al vicio, a las experiencias sexuales
y se hacen una vida independiente y antojadiza, si no libertina.
El peso de la tradicin. Se empeoran las relaciones cuando los padres,
por motivos tradicionales o de autoridad, inculcan costumbres y preceptos que
no saben justificar o no cumplen o se presentan ante los hijos con la lacra
hipcrita de la doble personalidad; la consecuencia fatal es el descrdito de la
autoridad y el mpetu en los hijos de decir y hacer todo lo contrario de lo que los
padres mandan.
No es que la juventud sea por s misma inmoral o irreligiosa, pero, por
falta de maduro discernimiento y por rebelda, el precepto inmotivado lleva a
rechazar tambin el objeto y el contenido. El padre vicioso pero moralizante
vuelve a sus hijos rebeldes, aunque sea aparentemente y un padre tradicional o
formalmente religioso hace a los hijos irreligiosos.
La liberacin. Cul ha sido la praxis religiosa en la familia? Insistir
abusivamente en un Dios polica, slo atento a escudriar el pecado y castigarlo,
slo preocupado de sus mandamientos y exigiendo su observancia, una fe
concentrada en el culto, frecuentemente slo exterior, un Dios que guarda un
silencio sospechoso sobre el ms ac y se desinteresa de las grandes tareas de la
historia y de las angustias de los hombres para mejorar las presentes condiciones
de vida que, en el fondo son y deben ser tambin el Reino de Dios, que parece
33
34
herejas o idolatras que desvirtan nuestras relaciones con Dios y que, tarde o
temprano, desembocan en desengaos, discrepancias y posiciones negativas.
De aqu que muchos hayan perdido la fe, an siendo profesionales y autnticos
maestros en otras ramas del saber, esto es, han progresado mucho en las ciencias
y han quedado nios en el estudio de la religin. Por esto, los que conservan la
prctica exterior de la Religin lo hacen con desgano, indiferencia y miedo a un
Dios que aparece en la prctica, como un fetiche. El culto verdadero de Dios se
transforma en supersticin.
No puede negarse que el perodo de la juventud es el punto crucial de la
prctica religiosa y an de la permanencia en la fe.
b) La religin, como hemos dicho, no es slo razonamiento abstracto, sino
que implica la prctica y la observancia de la Ley de Dios.
Ahora bien, en esa edad es cuando en el joven las pasiones llegan hasta el
paroxismo y transforman, muchas veces, su vida en un mar tempestuoso: esto
ofusca el recto uso de la tazn y la prctica religiosa se vuelve dura y difcil,
recalcando lo de Horacio: veo las cosas buenas y las apruebo, pero sigo lo
peor.
En esta lucha slo se salvan los que tienen anclada su fe en slidos
principios morales y en la roca inconmovible de la trascendencia. Los otros se
transformarn en nufragos y se ahogarn en la indiferencia y quiz en el atesmo:
atesmo no terico sino ciertamente prctico, que no cree porque no le conviene.
Porque el atesmo no es fruto de la razn, sino de la pasin.
Conciencia y dictamen moral. Es cierto que no puede darse una moral
verdaderamente vlida sin religin, porque la moral supone un orden jerrquico
y por esto la responsabilidad implica responder ante otro.
La escala de valores, pues, en Amrica Latina est claramente determinada
por la fe. La una y la otra para que sean eficaces exigen una maduracin
psicolgica y un gran discernimiento crtico.
Pero, actualmente, en muchos centros educativos y en la mayora de las
universidades, la valoracin moral, si la hay, se realiza en una esfera secularizada,
sin orden jerrquico y en pleno politicismo o subjetivismo. Las mismas normas
37
P. Guillermo de Castellana
42
CAPITULO TRES
CRISIS DE LA PERSONALIDAD
P. Guillermo de Castellana
El sistema educativo,
tanto a nivel secundario
como universitario,
es todava demasiado bancario,
alienante, despersonalizante,
incongruo.
P. Guillermo de Castellana
SUANCES MARCOS, Manuel A. Max Scheler : Principios de una tica Personalista. Barcelona : Herder, 1976. p.
83. (Biblioteca de Filosofa ; N. 6).
46
como las ama Dios... y vivir con evidencia... entre el acto divino y el acto
humano. No es sta la causa, como hemos afirmado arriba, de que hoy estamos
en la bancarrota de todos los valores?
Adems, frente al cambio brusco de los valores humanos, la familia y la
escuela carecen de esquemas tericos adecuados a la realidad presente y muchos
otros, an sin motivo, caen en desuso por la poca importancia que se les concede.
As el joven de hoy carece de orientaciones bsicas para enfrentarse a la vida.
Igualmente, el dilogo con los mayores es cada vez ms difcil y los centros
educacionales, o no tienen una Filosofa Educativa propia y cientficamente
vlida, o estn minados por teoras aberrantes y, por esto, poco seguras e
incapaces de orientar al joven en los difciles problemas que le presenta el
macrocosmos y el microcosmos de su mundo interior.
Es fcil, pues, que por su espritu innovador, lo invada la rebelda hacia
los valores tradicionales que se le presentan como obsoletos y determina
entonces un estado de conciencia crtico que desconcierta la personalidad,
fenmeno frecuente y agravado por la inestabilidad emocional y por la inseguridad
en los principios caractersticos de una personalidad joven.
Crisis de identidad. Gran parte de la juventud actual, por ignorancia,
por desinters, por abulia, por el nivel ambiental en que le toca vivir y
principalmente por la crisis de valores, de que hemos hablado, se ha hecho un
concepto superficial de la vida y de sus altsimas finalidades, rehuye todo esfuerzo
y sacrificio y se deja dominar por un egosmo exagerado que no le permite
ahondar y evaluar debidamente sus deberes y obligaciones y, por el contrario,
desconoce o viola abiertamente los derechos ajenos con impresionante facilidad.
El materialismo imperante, si no terico, ciertamente prctico, la lleva a buscar
los solos bienes de la tierra, desconociendo o despreciando los valores del espritu:
hay una ignorancia casi absoluta de Dios, el Ser Creador y benfico, que cre al
hombre por amor y que dirige, con sabia providencia, los destinos de la
humanidad hacia metas trascendentes y a la suprema felicidad del hombre. De
all el hedonismo exagerado que la inclina a mirar la vida bajo el ngulo visual
del placer.
Por esto escoge de ordinario las profesiones, no por vocacin o por
tendencia natural, sino con base al rendimiento econmico o al doitrnio de
47
49
de la buena causa, reciben los mejores sueldos. Con las mltiples subvenciones
que reciben, organizan guerrillas, motines y suscitan disturbios de toda clase,
an los ms perjudiciales al bien comn, para aparecer hroes al servicio de la
ideologa revolucionaria. Es la perversin de la vida juvenil.
Crisis de rebelda. La otra parte de la juventud, que es la mayora, rechaza
de plano la manera de ser de la sociedad actual que considera injusta e inadecuada,
por esto se revela y protesta. La rebelin es la forma ms reciente de oposicin
deliberada; ser diversa, segn las distintas naciones o ambientes, segn sean
superdesarrolladas o en va de desarrollo, pero su multiplicidad y extensin
muestra una profunda inquietud que nace de los grandes males que acosan la
vida moderna y que los jvenes sufren tremendamente, sintindose incapaces
de superar.
Los jvenes, an los que pertenecen a las potencias econmicas, no
soportan las injusticias sociales, el subdesarrollo de otros pases, la opresin de
los ms humildes por los ms fuertes, el autoritarismo sin opcin de dilogo, las
guerras fratricidas, la falta de asistencia pblica, especialmente en el campo de
la salud y la educacin para los campesinos y marginados. Por esto se vuelven
intolerantes de las estructuras sociales, an las ms tecnificadas, pero que no
resuelven los vitales problemas del hombre.
La rebelda se vuelve frecuentemente agresiva, particularmente cuando
los jvenes se constituyen en grupo y toman conciencia de su fuerza social,
como son los estudiantes y sobre todo cuando las situaciones se vuelven
particularmente injustas y opresivas.
Los adultos tildan esta actitud de atrevimiento, pero el fenmeno
generalizado, revela un mal profundo y preocupante, que motiva estudios de
psiclogos, socilogos, estadistas bien intencionados, estudiosos de la moral y
la Religin y economistas del mundo entero.
No ser este inconformismo una inyeccin de sangre joven para nuestras
decadentes estructuras sociales?
Los socilogos llaman a este fenmeno fuerza de presin de la juventud
actual y es debida, adems de los motivos dichos, a que los jvenes son la
mayora de la poblacin de Amrica Latina, a su rpido ascenso en la cultura,
SI
para divertir a los de la ciudad y a las lites sociales, pero poco se hace para
estimular la especializacin tcnica y las pequeas industrias campesinas, as
como acueductos y alcantarillados de las pequeas poblaciones y pavimentacin
de calles y caminos de penetracin. Hay aldeas que quedan todava a dos y tres
das a caballo. Y buenas razones tendrn los polticos que, aprovechando sus
influencias, abren planteles de bachillerato acadmico en pueblos y villorrios
eminentemente agrcolas, en lugar de abrir escuelas de tcnica agrcola para
detener la fuga de los jvenes hacia la ciudad.
La gente que se escapa del campo es fcilmente vctima de la delincuencia.
54
CAPITULO CUATRO LA
JUVENTUD HO Y
Los jvenes estn hartos de
guerra, porque toda la historia de la
humanidad no es sino un relato de guerras.
Y, en esa historia, siempre tuvieron
razn los que vencieron y a los
dspotas, que pasaron aplastando,
se los llama grandes.
El pecado de nuestros jvenes
es ver demasiado claro,
sentir demasiado hondo.
Ellos comprueban cada da el
contraste abismal entre las reglas
sociales y la realidad que se vive y
no soportan la hipocresa.
Ellos perciben que es preciso
renovar el mundo desde sus cimientos.
Garca Salve
Decimos la juventud de hoy, por cuanto no hay juventud que sea mejor o
peor que en otros tiempos; en determinadas pocas prevalecen aspectos buenos
o malos y otra clase de actitudes y comportamientos.
La juventud tiene una fuerza interior que determina la manera especial de
ver los acontecimientos y de valorarlos.
Quin puede negar que nuestra juventud actual tiene maravillosas
cualidades que enaltecen y que, bien comprendidas, encausadas y favorecidas
pueden llevar a la sociedad por rumbos de paz y de justicia?
Su autenticidad sin fingimiento, su sinceridad sin hipocresas, su deseo de
superacin, su anhelo de igualdad, basada en los valores de la persona, ms que
en los bienes econmicos, en el linaje, en la posicin social, en los buenos puestos,
debidos, en gran parte, a la intriga, a la poltica, al proteccionismo de mala
clase; el derecho de auto-decisin, ms que ser manejada con la violencia, la
vigorosa tenacidad en defender su autonoma y sus valores.
Ella, rompiendo las ataduras del pasado, manifiesta una actitud generosa
e impresionante para el cambio y es capaz de amoldarse a las nuevas experiencias;
buscando transformar las estructuras polticas y sociales, la Economa, la Tcnica
y el concepto esttico y formal de la Religin. Sin la fuerza de la juventud, el
cambio radical de las instituciones y la superacin de los moldes tradicionales,
seran vanas palabras.
La cultura joven los une y por esto buscan nuevos medios de expresin,
nuevas actividades libremente escogidas u organizadas por ellos.
Al observar que los progresos tcnicos y cientficos, sin precedentes en la
historia, no corren parejos con la consecucin de la paz, la justicia y el bienestar
de todos, explotan en violentas protestas contra la guerra, los despilfarros
burocrticos, las discriminaciones raciales y los gastos para armamentos: porque
estn aburridos de odios y de matanzas. La mxima juvenil es: mejor cantar
juntos que matarse mutuamente y organizan las competencias internacionales
y los juegos sin fronteras.
Odian las marcadas divisiones sociales y estrechan vnculos de solidaridad
con los ms pobres y marginados, adoptando su forma de vestir, su vida errante,
59
equilibrio interior y la alegra de vivir? Ella que est como herida, exaltada,
trastornada hasta el paroxismo Qu la impele con frecuencia, a ciertas actitudes
explosivas e incontroladas y hacerle amar de nuevo la vida, aunque con todas
sus limitaciones y desviaciones y convencerla que siempre vale la pena vivir si
podremos dejar un mundo mejor del que hemos encontrado? Slo su equilibrio
interior!
El hombre equilibrado es aquel que da a cada cosa su justo valor, sin
excederse viciosamente: esto no significa inercia, sino desarrollo armnico de
la personalidad o, como dice la ciberntica, la ciencia de los organismos finalizados
o que pueden finalizarse con algunos cuantos fines fundamentales entre una
variedad, casi infinita, de circunstancias y de medios (Ashley).
Para conseguir este bien tan grande, son necesarias dos cosas: conciencia
recta y principios firmes; principios firmes que slo una sana y bien fundada
Filosofa puede dar.
Es cierto que no todos los hombres obran por principios vlidos, ni todas
las filosofas son verdaderas y aceptables; como lo demuestra un simple estudio
del pensamiento contemporneo, la experiencia de la vida y el recto uso de
nuestras facultades racionales. Muchos se equivocan por falta de madurez y
porque las pasiones, muy vivas en ellos, desconciertan la tazn o la acomodan
utilitariamente. Una juventud que no tiene nimo de luchar, o que no ancla su
vida a principios rectos y firmes no podr conservarse honesta, ni alcanzar ideal
alguno. Ayudarla en esta difcil tarea es el fin de la educacin a todos los niveles.
Ciertamente estas cosas no se realizan a ciegas, porque entonces sera
subsistir una opresin con otra opresin. La juventud tiene el derecho y el deber
de educarse, de iluminarse y de estudiar ponderadamente los males y los remedios
para superarlos: de madurar sus criterios a la luz de la Ciencia, de la Tcnica, la
ley Moral y los valores trascendentales de la vida; esto es, decidirse con
conocimiento de causa y con la mirada fija en las metas que queremos alcanzar.
En una palabra, a la juventud se la debe educar para pensar, para desear lo recto
y lo justo, con principios firmes y dinmicos, con un dilogo constante, con un
amor sin lmites y con aquella necesaria disciplina, que hace fecunda la enseanza
y marca las pautas de su camino ascensional, que cuesta sacrificio y renuncia,
pero que dignifica al hombre y le proporciona las satisfacciones y las alegras
ms genuinas y profundas.
61
62
P. Guillermo de Castellana
CAPITULO CINCO
LA FILOSOFA DE LA PERSONA, SUS FUENTES, SUS
COMPONENTES Y SUS CONSECUENCIAS
P. Guillermo de Castellana
QUINES EL HOMBRE?
La Ciencia y la Filosofa ensean que el Hombre es una estructura
fisiolgica, psicolgica y espiritual; que estos tres planos se interaccionan
constante y profundamente y que todos tres forman la persona humana.
Segn la Psicologa Experimental el Hombre es:
Un ser material, con elementos extrados del mundo inorgnico, pero
que introducidos en la corriente de la vida, se transforman en actividades
biolgicas y fisiolgicas.
Un ser psicolgico, en cuanto tiene elementos vitales, de la misma
manera que los animales.
Un ser espiritual, en cuanto tiene inteligencia, voluntad, libertad, que,
aunque pueden y son condicionadas por la materia y los sentidos, tienen su
actividad propia que las vuelve capaces de concebir ideas y objetos
completamente espirituales, intuir, experimentar y formular, a travs de la
abstraccin, leyes universales y alcanzar las ms altas especulaciones. As mismo
entregarse consciente y libremente a aquel amor que trasciende la esfera de lo
sensible y sentimental y se presenta en una luz completamente espiritual como
es Dios, la bondad, la hermosura de la virtud y de la verdad y los ideales que
implican la negacin de s mismo, si es preciso, hasta la muerte, como la Religin,
la Moral, la defensa de su propia dignidad.
Pero si la persona humana implica estos tres elementos, el principal y que
la hace propiamente persona, son sus caractersticas racionales y espirituales,
que la distinguen esencialmente de los otros seres inferiores y la proyectan hacia
destinos trascendentes e inmortales.
De aqu brotan algunas consecuencias muy dignas de tenerse en cuenta:
Que el hombre es definible, no as la persona, porque se la conoce slo
desde adentro y porque, presente por doquier en nuestro ser, no se la halla en
parte alguna, es una realidad que se la capta y se la conoce en sus actos, como
movimiento de personalizacin.
67
69
70
73
74
Dios, pues, nos puso en este mundo, no slo para disfrutar de los bienes
de la tierra, en los pocos das de esta vida, sino que nos llama a una felicidad
inconmensurable y para llegar a ella nos traza el camino por medio de los valores
humanos y de las trascendentes exigencias del alma. Las leyes morales, en verdad
de verdad, no son un peso que aplasta, sino alas para conquistar las alturas del
espritu y remontarnos hacia Dios.
Las leyes divinas y las humanas, justas y razonables, hay que observarlas
en el Centro, con entusiasmo, fiel cumplimiento y alegra, como salvaguarda de
la dignidad y camino seguro hacia lo eterno, en donde nos encontraremos con
Dios, nuestro Creador, Padre amantsimo y nuestro fin supremo y feliz
bienaventuranza. Todas estas cosas, en forma lgica y gradual, nos las recuerdan
los estatutos, en el mismo artculo 5o, literal c), en donde, hablando de los
objetivos, reza as: Infundir en los estudiantes un alto sentido de respeto a la
verdad cientfica, histrica, a los postulados de la igualdad de derechos y de
servicio a la comunidad, teniendo en cuenta una escala de valores, desde los
materiales y econmicos, a los culturales, cientficos, morales y espirituales,
hasta las finalidades trascendentes del hombre con las cuales se encuentran con
Dios, su Creador y Fin Supremo.
Nos parece acertado haber puesto en las instituciones educativas y
asistenciales de la Obra Mara Goretti bases perfectamente racionales y
profundamente humanizadoras, que sern desarrolladas en las presentes pginas.
76
CAPITULO SEIS
LA PERSONA HUMANA Y LOS VALORES
Johannes Hessen
- HESSEN, Johannes. Tratado de Filosofa : Teora de los Valores. Traduccin de Juan Adolfo Vzquez. Buenos
Aires : Editorial Sudamericana, 1959. v. 2, p. 25.
80
JERARQUA DE VALORES
Los valores, como hemos visto, difieren uno de otro; pero admiten tambin
un orden jerrquico, que podr cambiar en la apreciacin subjetiva; pero que,
82
un juego de fantasa, del que goza intuitivamente y que, con frecuencia, expresa
reproducciones originales.
El hombre terico, que solamente percibe y aprecia los valores lgicos o el
conocimiento. Su afn es la adquisicin del saber. Se encuentra en fra actitud
contemplativa ante todas las cosas, satisfecho de penetrar las esencias y enunciar
sus leyes.
El hombre tico, que vive sumiso a la ley moral, concebida como coeficiente
necesario de su dignidad. Podemos dividirlo en dos tipos: El hombre tico, que
pudiramos llamar kantiano, esto es, que observa la ley por la ley, el deber por el
deber. Y el hombre tico racional, que observa las leyes y los deberes, movido
por el conocimiento y el amor y para alcanzar la perfeccin de la vida humana.
No hay duda que estas tres formas ticas, tomadas aisladamente, malogran
el sentido de la vida, porque el mero saber no permite satisfacer plenamente las
necesidades ms profundas del alma humana, ni significa el enriquecimiento
total del hombre interior. La vida esttica no le da al hombre ninguna fortaleza,
particularmente cuando hay que dominar los tremendos embates de la vida con
una actitud heroica y en las luchas, no rara vez, que se combaten en el interior
del hombre para someter las tendencias inferiores. Igualmente, el hombre
puramente tico no alcanza la profunda paz ni la profunda alegra, a las cuales
el hombre se siente llamado.
Por esto, estos ltimos valores ticos, se enlazan necesariamente con los
valores religiosos, en cuanto expresin vivencial de nuestro amor a Dios,
infinitamente amante e infinitamente amable, y modelo de los valores espirituales.
A este propsito, dice justamente Aloys Rienl, al final de su libro sobre
Nietzsche:
Siempre creer el hombre en el sobrehumano, llmelo lo divino o lo
ideal. Sin un ideal por encima de s mismo el hombre no puede
marchar derecho en el sentido espiritual de la palabra. Ese
sobrehumano, que tiene carcter de modelo, es el mundo de los
valores espirituales. An el ms grande de los hombres tiene a ese
mundo por encima de s, como tambin dentro de s mismo. Pero
estos valores que guan la conducta humana y animan su pecho, no
84
85
86
CAPTULO SIETE
LA EDUCACIN PERSONALIZANTE
EN EL CAMPO DEL CONOCIMIENTO
La persona humana "no es... una simple acumulacin de
clulas, sensaciones, impresiones y pensamientos;" ni la
componen "slo estructuras fsicas y biolgicas, ni siquiera
las capas ms profundas de su vida psquica... sino en su
esencia espiritual y en el entronque de la persona, por la
gracia con lo Eterno"7.
Melchor Escriv Pellicer
Hay que aprender y ensear a conocer, a pensar, a formar
convicciones y abarcar, por cuanto es posible, en amplitud
y profundidad el universo, hay que ascender a la esencia
espiritual del hombre y de all a Dios.
La lucha y la superacin es un ingrediente esencial en el
hacer y quehacer de la personalidad. Queremos ensear a
la juventud a superarse, a vencer las dificultades de su vida
intelectual y moral, a estructurar su vida cultural y
cientfica, y a promover y forjar su propia personalidad.
P. Guillermo de Castellana
7
QU ES?
La personalidad, dice M. Prince: "es el conjunto de todas las disposiciones,
impulsos, tendencias, apetencias e instintos biolgicos innatos del individuo,
unido a las disposiciones y tendencias adquiridas por experiencia"8, que hacen
a cada hombre lo que es, diferente y nico en el mundo, an entre los seres que
hayan existido y podrn existir.
Esta definicin analtica y pragmatista, en realidad, no es completa, pues,
falta lo ms importante que es la luz y la fuerza superior e impulsora del espritu.
Pero nos dice claramente que la personalidad de cada uno es nica y sola y por
esto irrepetible. Por esto, dice Allport, "La personalidad, es ms difcil de estudiar
que los astros o las plantas"9. "Cada una de las personas, aade Buber, que
vienen al mundo constituyen algo nuevo... Cada hombre tiene el deber de saber
que no ha habido nadie igual a l en el mundo"10.
Cada persona, aunque fuere un nio, en esta tarea educadora, nos debe
hacer temblar, puesto que la podemos enaltecer y perfeccionar, llevndola a su
desarrollo total y agente de su felicidad, o malograrla definitivamente.
La educacin personalizante es y debe ser el camino por el cual el hombre
le encuentre un sentido a la vida, o como dice Vctor Garca Hoz*, el intento de
estimular al educando para que perfeccione la capacidad de hacer efectiva su
libertad personal, insertndose, con sus caractersticas peculiares, en la vida de
la comunidad.
No es una nueva ciencia, ni una culturizacin ni un don ya hecho, sino la
concepcin pedaggica que, a travs del aprendizaje, la investigacin y el ejercicio
de responsabilidad, anota Faure* *, reacciona contra una enseanza que insiste
' PRINCE, M., citado por JARAMILLO NGEL, Jos Carlos. S.J. La Educacin Personalizada en el Pensamiento
de Pierre Faure. 2 ed. Bogot : Indo-American Press Service, 1976. p. 37. (Coleccin Experiencias ; no. 14).
9
ALLPORT.Gordon W La Personalidad, su Configuracin y Desarrollo, citado por JARAMILLO NGEL,
Ibid., p. 38.
10
BUBER M.,Hasidism and modern man, citado por JARAMILLO NGEL. Ibid.
* Tomado de GARCA HOZ, Vctor. Educacin Personalizada. En la misma obra de JARAMILLO NGEL
citada anteriormente, p. 19.
** Tomado de FAURE, Pierre. Ideas y Mtodos de la Educacin. En la misma obra de JARAMILLO NGEL
citada anteriormente, p. 37.
11
CHICO GONZLEZ, Pedro. Estilo Personalizado en la Educacin, citado por JARAMILLO NGEL, Ibid.,
p.14.
90
el estudiante es una isla que casi no tiene tiempo de comunicarse con los dems
y que necesita continuamente condiciones especiales.
El principio de la formacin personal del estudiante debe ser atendido y
respetado por encima de todo y de ninguna manera podr considerarse a un
grupo o a una clase como conglomerado de individuos uniformes, que se educan
con patrones generales, en una produccin en see. Educar = educere, significa
sacar de la masa informe de la naturaleza y de las inclinaciones egostas la obra
maestra de la personalidad, de inefable belleza moral y espiritual.
Vamos a ver ahora algunos rasgos que configuran la nueva escuela.
Tomado de LEROY, Gilbert El Dilogo en la Educacin. En la misma obra de JARAMILLO NGEL citada
anteriormente, p. 24.
92
FAURE, Pierre. Ideas y Mtodos de la Educacin, citado por JARAMILLO NGEL, Ibid., p. 43.
93
EL TRABAJO EN EQUIPO***
Adems de los planes de trabajo y de las guas por parte de los estudiantes,
es necesario considerar otros aspectos del aprendizaje y de la investigacin que
ha tomado incremento en estos ltimos aos por la trascendencia formativa y
psicosocial que encierran: es el estudio y el aprendizaje a travs del equipo o
grupos.
* Tomado de GARCA HOZ, Vctor. Educacin Personalizada. En la misma obra de JARAMILLO NGEL
citada anteriormente, p. 26.
** Pensamiento de Krishnamurti, tomado de la publicacin La Urgencia de una Nueva Educacin. Universidad de
Nario. 25,2.
*** Esta idea tambin es desarrollada por JARAMILLO NGEL, Jos Carlos S.J. La Educacin Personalizada en el
Pensamiento de Pierre Faure, citada anteriormente, p. 63-67.
95
97
CAPITULO OCHO
LA INVESTIGACIN
Necesidad y provecho
El universo est regido por leyes sorprendentes y precisas,
desde el movimiento de las galaxias y de los muchos sistemas
solares, hasta el metabolismo y reproduccin de los insectos
y de los infusorios.
Ahora bien, si los hombres se ufanan con slo descubrirlas y
los llamamos sabios: cunta ms alabanza se debe al Ser
Supremo, que las ide y las fij como ruta al camino y al
desarrollo del macrocosmos!
"Lo que el hombre sabe en comparacin
de lo ignorado, es como una gota de agua
en comparacin con el Ocano"13.
Isaac Newton
13
103
15
104
"' CF.l'EDA UJ.I.OA, Femando. I.a Educacin en el Gran libro de Colombia. Bogot. 1981. p. 49 y sgts.
105
106
11
Ibid. p. 56.
107
CAPITULO NUEVE
LA EDUCACIN PERSONALIZANTE EN EL CAMPO TICO
Educacin integral en el amor
El fin esencial de la vida humana es: la conservacin,
el desarrollo y el perfeccionamiento de la persona,
ayudndola, a travs del amor, a cumplir rectamente
las normas y a realizar los valores asignados por el
Creador a cada hombre y a toda la humanidad.
Pi XII
"Pensaba en el amor como una cosa sagrada, y en la
mujer como en un proemio misterioso"19.
Giovanni Papini
"Es grande en extensin el ocano, pero es ms hondo
el corazn humano"20.
Campoamor
19
20
LA EDUCACIN EN EL AMOR
De la importancia de este tpico, dice Suances: "El que ha penetrado en
la direccin del amor de un hombre, ve ante s, por detrs de toda la diversidad
y complicacin emprica, las sencillas lneas fundamentales de su nimo, que,
con ms razn que el entendimiento y la voluntad, merecen llamarse: ncleo
del hombre como ser espiritual" 21.
"Dentro mismo del hombre, la direccin de su amor es el prisma desde el
que todo lo mira... Quiere decir que el amor forma al hombre ms que el
conocimiento ya que la esencia moral del hombre deriva de la direccin del
amor, igualmente derivan de l nuestro destino y la misma visin del mundo"22.
Cmo podr educarse al hombre, si no se lo educa en el amor?
Profundicemos, un poquito ms, en este tema.
21
22
113
114
que, aunque sentimos el valor positivo de las cosas o personas amadas, como:
la bondad, la belleza, esto mismo se puede sentir sin ningn amor por ellas.
No es tampoco el descubrimiento que hace el alma de valores superiores
en la persona amada. No lleva, pues, a descubrir continuamente realidades arcanas
ni a hacer grandes esfuerzos para encontrar lo valioso en ella.
Qu es entonces? Es una postura vital y un movimiento de atraccin
sensible o espiritual que nos hace descubrir lo valioso, por lo menos segn nuestra
apreciacin subjetiva, en la persona amada y nos impulsa a la admiracin, a la
unin y a la imitacin. Por esto deca K. Jaspers: no hay valores que sean
descubiertos en el amor, sino que en el amor se hace todo ms valioso, an las
cosas ms pequeas, indiferentes, adversas, reconfortantes con que nos
encontramos.
El amor asimila lo positivo sin divinizarlo, permanece siempre abierto y
ansioso, tolera todo lo que no puede ser alabado ni admirado y an bendice,
serenamente, lo que hay que padecer por la cosa o la persona amada.
El amor es algo dinmico y de por s no tiene lmites... Va hacia el infinito
y por esto el amor, an mientras goza del amado, no queda nunca satisfecho.
De la misma manera que es esencial a ciertas operaciones mentales
matemticas el no tener lmites en su aplicacin, as tambin, y mucho ms es
propio del amor el progresar de valor en valor, de una altura a otra superior y
cuanto ms alto y ms perfecto es su objeto, tanto ms es estable y beatificante.
El meramente voluptuoso disminuye rpidamente en su intensidad y se ve
impulsado continuamente de un objeto a otro.
El amor psquico se satisface y se resuelve en sentimentalismos que con
el tiempo se vuelven rutinarios, disminuyen en intensidad, se disuelven con la
mente y se transforman en sola vaca nostalgia.
El amor espiritual es el que se profundiza siempre ms y se perpeta
hasta volverse imperecedero y hace que el movimiento amoroso explore siempre
ms all de lo dado, se hincha de nuevas promesas e impulsa a la persona en
dileccin a lo infinito.
116
23
118
120
121
CAPITULO DIEZ
EDUCACIN PARA LA VERDAD
Pablo VI
24
SPIAZZI, P.R. II Cristianesimo Perfezione deU'uomo. Alba. Ed. Paoline, 1949. p.87.
125
25
Ibid., p. 87.
126
NEGACIN DE LA VERDAD
Desgraciadamente, para la mayora de los hombres de hoy, estas palabras
son pura teora, porque estamos en un mundo de farsa y de mentira.
Cuntas mentiras en la propaganda, en el comercio, en el hogar, en la
escuela? y cuntas en nuestras relaciones sociales? Desde nios nos ensearon
a mentir de mil maneras, y ahora, ya grandes, hemos perdido el gusto de la
verdad y no podemos vivir sin mentir.
En la escuela, por cualquier falta, tenemos mil excusas y lo peor es que
128
nos creen y no faltan maestros que cierran ambos ojos, siendo que la falta de
sinceridad es entre las ms perjudiciales en la formacin de la personalidad.
Gran parte de lo que se discute en los comicios y se palmotea en las
plazas no es sino mentira. La Biblia ya nos prevena: "Habla el rico, y todos se
callan, y exaltan su palabra hasta las nubes. Habla el pobre y dicen: quin es
este? Y si se equivoca, se le echa por tierra" (Eclo. 13, 23).
Llegan los polticos y todo el mundo corre y aplaude, quin por miedo de
perder el puesto y quin para conquistarlo.
Si queremos palpar la necedad de nuestro mundo actual, basta asistir a un
congreso. Junto a algunos hombres sinceros y bien preparados, hay una plyade
de fantoches, enfermos de verborrea, que viven de la palabra modulada. Se
hicieron un renombre con base de autobombo y ahora escalan las tribunas para
decirnos: bla, bla, bla y las aulas retumban de vtores.
Cuntos maestros, en las universidades ventilan nuevas teoras con razones
vanas y paralogismos? solamente porque siguen la corriente de los jvenes
revoltosos, porque buscan librar a los estudiantes del peso del deber o porque
acarician las pasiones, todos los llevan en hombros.
Hay gente que tiene una infinita capacidad de cinismo, que ataca hasta lo
ms sagrado, como la honra del prjimo y el buen nombre de sus rivales, con la
blasfemia y la calumnia, hasta consumirlo.
Y si alguien, heroicamente atrevido, levanta la voz para desenmascararlos
o echar al suelo esa plataforma levantada con la adulacin y la propaganda
pagada, los venales secuaces que lo sostienen, saltan sobre el testigo fiel,
sangrante por la verdad y como aves de rapia le sacan los ojos y araan el
pecho descubierto y gritan: Hemos triunfado y festejan la muerte del hroe con
comilonas grasientas y bebidas costosas.
a ser hipcritas de cara y sello... pero saben jugar de funambulismo y sus palabras
dicen y no dicen... si... no... Estn con todos y no estn con nadie. No hay
peor mentira que la verdad a medias. Y la media verdad de muchos consiste en
mostrar siempre, fuertemente iluminadas, sus pocas virtudes y ocultar
sistemticamente la media cara de sus vicios, para poder decir con el fariseo del
Evangelio: "no soy como los dems" (Le. 18, 11). Son los orgullosos! Estos
estn en continuo eclipse parcial.
Otros no admiten la verdad de las virtudes ajenas, porque no les gusta
que hayan otros ms ricos, ms virtuosos o ms inteligentes y por esto les gusta
ocultar sus virtudes y mostrar la cara de sus vicios... Son los envidiosos!
Muchos preguntan como Pilatos: "Qu es la verdad?" (Jn. 18, 38), pero
antes de escuchar la respuesta de la conciencia, se levantan y huyen... Son los
que temen perder el puesto y se lavan las manos en las aguas sucias de sus
intereses e intrigas!
Otros quisieran inundar su alma con la luz de la verdad y vivir una vida
de elevacin espiritual, pero tienen miedo de empearse en la lucha y de lanzarse
en la refriega contra las pasiones y por esto cierran la ventana al sol... Son los
cobardes!
Otros se percatan que en la calle se lucha enconadamente en defensa de
la justicia, de los oprimidos, de la moral, la honestidad. Sienten que la verdad
los llama, pero no se sienten capaces de dejar sus comodidades... Son los egostas!
Otros sienten que la verdad va penetrando en sus inteligencias y en sus
vidas, como el sol de la maana y los llama a cambiar de conducta... pero nono conviene... y esconden la faz luminosa de la verdad, echndole encima el
velo de la indiferencia y del desprecio... Es la turba inmensa de los mediocres!
Otros, en la bsqueda de la verdad, finalmente la encontraron y con ella
una esperanza de paz, pero enseguida se les present la sombra del qu dirn...
y cerraron la ventana... Son los que quieren conservar las apariencias!
Deca Pascal: La verdad es tan obscurecida en estos tiempos y la mentira
tan arraigada que, si no amsemos la verdad, acabaramos por no reconocerla.
130
Por esto son tan pocos los buenos filsofos, porque la buena Filosofa es
el amor de la verdad y su bsqueda afanosa... pero abundan ms los que a la
Sabidura prefieren los placeres... Son los lujuriosos!
Tena razn Sertilanges al afirmar: cuando se busca la verdad, lo terrible
es que, alguna vez se la encuentra. Por esto, muchos huyen de ella.
Las grandes tragedias en los hogares, con frecuencia no son sino fruto de
verdades a medias. Nos pareci haber visto... haber odo... y no eran sino
apariencias!
Con las medias verdades ocurre lo de muchos venenos. No supimos resistir
la dulzura del vicio y el vicio nos mat. Pocos son los hombres verdaderos,
porque pocos son los fuertes y los coherentes. A cuntos han engaado las
apariencias!: por esto, en juzgar al prjimo, si no es posible defender su honor y
sus derechos, porque su accin fue abiertamente mala, no juzguemos, por lo
menos su corazn. Escriv deca: "Si no podemos salvar la bondad del objeto,
salvemos la bondad del sujeto"26. Puede darse que se nos ocultan sus victorias,
y slo aparece el fracaso. La elegancia espiritual nos impele a creer en la verdad
oculta.
El culto de la verdad no puede ser simplista... sera estrechez de miras...
pero tambin es, deca Carrel, indispensable, (incgnita del hombre), que
nuestros pensamientos abarquen todos los aspectos de la realidad.
Y, por ltimo, hay dos cosas difciles en la vida: una decir la verdad, la
otra saber escucharla. Difcil, muy difcil, saber decir siempre la verdad; difcil,
mucho ms difcil saber escucharla.
Es un mrito decir la verdad y ms mrito escucharla. Decir la verdad,
alguna vez, necesita fortaleza, pero saber escucharla necesita humildad. La una
y la otra son muy raras. Pero, algunas veces, la humildad vale ms que la fortaleza,
porque, quiz, es ms fcil morir, que ser despreciado.
26
131
LA PARODIA DE LA VERDAD
Hay muchos a quienes les gusta pasar por buenos, justos y benficos;
pero, en verdad, no tiene la fuerza de serlo y entonces se cubren con el oropel de
la verdad, la bondad y la justicia... Son los hipcritas. Ms que hacer la verdad,
la ostentan y ponderan.
El hipcrita es el hombre ruin... quiere aparentar, pero rehuye de todo
esfuerzo. Ms bien, no tiene ninguna conviccin seria y sincera y por esto est a
la merced del ambiente, con los buenos se precia de ser bueno y con los malos
se jacta de ser peor que ellos.
Es el hombre cuya vida est toda en un espejo, en donde no se mira a s
mismo, sino a los dems, para imitarlos y satisfacerlos en lo que parece les
agrada.
Es el verdadero bufn de la vida y, lo que es peor, es tan necio y estulto
que casi nunca se percata que la gente sensata se burla y lo desprecia.
Hubo un asno, cuenta Esopo, que encontr una piel de len, se cubri
con ella y lleno de vanidad y prosopopeya entr triunfante en la asamblea de los
animales, para recibir, como el rey de ellos, pleitesa y reverencia. Pero, cuando
quiso agradecer, no le salieron sino rebuznos y, entonces, a palos lo sacaron de
la asamblea. Este es el hipcrita, len por fuera y asno por dentro, hasta que lo
descubren y le dan su merecido. Aparecer!... es la lacra de nuestro tiempo, casi
todos quieren hacer ver lo que no son, o ms de lo que son, ostentando riqueza,
ciencia, virtud y quiz modestia, si sirve para engaar a los ingenuos. Cuntos
en las instituciones y universidades, por el deseo de pasar por sabios, o por
modernos, ventilan teoras falsas o insustanciales.
Durante la conquista muchos comerciantes traan barcos cargados de
frusleras y bagatelas y con ellos robaban a los indgenas los objetos preciosos
de oro y plata.
As hace el hipcrita. Por la bagatela de aparecer ante los hombres pierde
el mrito de la virtud ante Dios.
132
Pero no siempre los hipcritas son los ms culpables, porque los pobres,
al fin, no son sino mentecatos.
La culpa mayor es de los que nos decimos buenos y, sin embargo, los
excusamos, alabamos y defendemos antes que desenmascararlos.
Somos hipcritas, pero al revs. Ms que serlo, lo
aparentan*
IOS.
27
133
LA VIDA EN LA VERDAD
El mejor modo de mostrar, defender y promocionar la verdad es la vida.
Llevar la antorcha de la verdad siempre encendida en nuestro interior, sin
obscurecerla ni apagarla nunca, ni en la mente, ni en el corazn, ni con las
obras.
No es fcil y, ms bien, cuesta muchos esfuerzos y sacrificios, porque con
frecuencia hay que negarse a s mismo y quiz perder la amistad y el favor de los
grandes. Ms sta es la grandeza del hombre, su dignidad, su ms ntima
satisfaccin y lo que le granjea pocos, pero verdaderos amigos.
Y aunque la natural imperfeccin de nuestra inteligencia nos hace alguna
vez vacilar o la debilidad humana nos ech de bruces y nos hizo prevaricar,
levantmonos inmediatamente y prendamos de nuevo la antorcha de la verdad
ante compaeros y estudiantes y recobremos el coraje de la autenticidad.
Vivir la verdad!... No admitamos nunca la doblez y el disimulo, no quepa
en nosotros la lacra de la doble personalidad, que nuestra sinceridad, nuestra fe
y nuestro Evangelio, la palabra de la verdad, sea siempre la ms luminosa
realidad de nuestra vida.
Hombres que han comprendido la relatividad de la existencia humana y
quieren anclarla al escollo inconmovible del Absoluto y el Eterno... caminando
siempre adelante, con cabeza alta y rostro alegre; hombres que no tienen miedo
ni a ricos ni a poderosos y que no admiten sombras ni desvos en su camino,
porque llevan su luz por dentro.
Memorables son estas palabras de Garca Salve:
La verdad no se la impone de otra manera, sino con la misma fuerza de la
verdad... que penetra suave y profundamente en la mente y en el corazn;
basta sembrarla y nacer sola.
Cuando la verdad no se manifiesta no es porque no brille, sino porque la
bruma de la ignorancia y las pasiones la ocultan.
134
LA DOCENCIA EN LA VERDAD
La docencia fue creada para transmitir y dar testimonio de la verdad.
Somos profesionales de la verdad: no cerremos, pues, la ventana del
alma para no dejarla entrar, ni la puerta de la boca para no dejarla salir.
Este mundo de falsedades en que vivimos no tiene, sino un solo remedio:
Amar y hacer amar la verdad, buscarla y hacerla buscar, seguirla y mostrarla a
los dems.
Los maestros no podemos semejarnos a canes mudos ni a centinelas
dormilones, es preciso gritar. Cuanto ms alto est un hombre, cuanto ms goza
29
135
de autoridad por el cargo que ocupa o por la Ciencia que posee, tanto ms est
obligado a defender y a proclamar la verdad. El silencio, en este caso, sera ms
culpable.
La verdad es un manantial inagotable, pero si no se la agita y no se la pasa
a otros, como las olas del mar, se estanca y se pudre. Cuntas cisternas
putrefactas! ...
La verdad es fuego que quema y cura como un cauterio. Cristo, que es la
verdad, quiso renovar la Iglesia con el Concilio Vaticano II y por l quiere
renovar la vida de los hombres.
La Iglesia vive actualmente una era trascendental, por esto ha fijado sus
posturas frente al mundo moderno, en unos documentos claros y explcitos.
Sera una culpa desconocerlos o echarlos al olvido, un pecado contra la verdad.
Sin embargo, muchos gritan: tierra encima, como si la verdad fuera un cadver
insepulto. La verdad, pues, hay que sembrarla a voleo, sin miedo de lanzar nuestra
semilla, pronto o tarde encontrar su surco y brotarn las flores de la belleza
espiritual y madurarn los frutos de vida y de inmortalidad.
Nunca se ha hablado tanto de libertad y muchos se transmutan al libertinaje,
pero para todos los tiempos es vlida la palabra de Cristo: "Y conoceris la
verdad y la verdad os har libres" (Jn. 8, 32).
136
CAPITULO ONCE
LA EDUCACIN EN Y PARA LA LIBERTAD
Angelo Zacchi
El hombre consciente de su sagrado derecho
e indomable en su anhelo de libertad
se levanta y ruge como fiera,
cada vez que olfatea la amenaza de
la servidumbre y prefiere perder la vida,
antes que perder su dignidad.
Emmanuel Mounnier
Angelo Zaccbi
QUII.ES. I. S,|. U Persona Humana, citado por RSCRIV PELUCKR, Op. Gt.. p. 26.
139
un sujeto que posea la verdad y que la viva con independencia, lo hemos llamado
hombre de personalidad"1'.
Cul ser la verdad sobre el hombre? Aparece claro de estas simples
reflexiones: "el hombre no es un Dios, es un ser contingente; es decir, no tiene
en s la razn de existir. Puede existir o no existir. Es un ser al que todos ven
nacer y al que todos ven morir. Tiene por lo tanto un principio, tiene una causa
que le dio la existencia... tiene necesidad de que le conserven el ser, so pena de
dejar de existir"32. Su finitud exige un creador. El hombre, al ser creado, recibe
una personalidad ontolgica, pero debe crearse su personalidad moral. De ah
que la personalidad es un continuo realizarse, un incesante desarrollo de un
programa de vida. Esta personalidad puede quedar frustrada o detenida en su
crecimiento o puede llegar a su madurez. En este realizarse de su personalidad,
hay grados, que vienen determinados en virtud del esfuerzo propio y el don del
Creador.
De este esfuerzo propio, deca Petrarca: "Cuando pueda hallar un hombre
de tal manera gobernado por la razn, que toda su conducta est por ella regulada
y sus apetitos slo a ella sometidos, entonces l puede llevar en s alguna
verdadera y fructuosa definicin del hombre"33.
La Filosofa Perenne exalta al hombre y lo pone en su verdadero trono,
mientras no faltan quienes lo quieren poner en el trono de Dios o por el contrario,
quieren destronarle por completo. Hablando de estos ltimos, Sheen afirma
oportunamente:
La revolucin copernicana se interpret como destinada a
recordar al hombre su escasa importancia, pues, ya la Tierra
no era el centro del universo. Esta intimidacin csmica
aument hasta tal punto que Harry Elmer Barnes lleg a
declarar que el hombre no tena ms importancia que una
cucaracha. El golpe astronmico contra la dignidad humana
31
140
QU ES LA LIBERTAD?
Existe la libertad? La Biologa nos ensea que los animales obran
determinsticamente, porque dentro de cada especie, existe una uniformidad
constante: su vida se mueve entre los estrechos e infranqueables lmites de sus
instintos, de los hbitos heredados o adquiridos mecnicamente.
El hombre, por el contrario, acta de mil maneras diversas, caracterizado
por una ilimitada variedad en su manera de obrar personal y socialmente; as
como no tiene lmites en sus aspiraciones, sino que puede elevarse siempre
ms, no slo en la escala de valores, sino tambin en la intensidad o manera de
ejercerlos.
141
Slo l, en este mundo, ennoblece la vida con el uso del lenguaje articulado,
siempre ms neo y capaz de expresar todos los matices de sus sentimientos y de
su pensamiento, de crear y extasiarse frente a las bellezas del arte, de elevarse a
la ms alta perfeccin tica, recrearse y sublimarse en las ascensiones religiosas
hasta lo infinito y ejercer su ilimitada accin creadora y conquistadora, porque
como el objeto de la razn es la verdad y toda la verdad, as el objeto propio de
la voluntad es el bien, todo el bien, el Sumo Bien y esto lo hace recrearse en las
expansiones del amor en todas sus gamas y matices.
Es cierto que la razn influye decididamente en las deliberaciones de la
voluntad, porque, como aparece claro de nuestra experiencia, el pensamiento
ilumina el obrar del hombre. Pero es cierto que la misma razn, como se siente
plenamente determinada en su tendencia al fin ltimo, que es la felicidad, as
comprende que para alcanzar ese fin hay una infinidad de caminos y por esto
deja a la voluntad libre de determinarse en la seleccin de los medios.
La voluntad, pues, es la facultad del alma que nos permite tener la
autodeterminacin de nuestros actos y de tender libremente a los bienes, tanto
de vida material, como de los bienes superiores y espirituales.
Hace mucho ms, levanta a su propia altura las mismas cosas materiales,
que quedan as transfiguradas: colores, sonidos, el mrmol, el bronce, el hierro,
la madera y los medios de comunicacin creados por el hombre, se transforman
radicalmente, dejan de ser elementos puramente materiales y se vuelven idea,
creacin, amor y gozo y a travs del pensamiento y de los valores que encarnan,
tambin ellos se vuelven instrumentos de bien o de mal, de amor o de odio, de
ruina o de salvacin, de vida o de muerte, a la par que conquistan un valor que
va ms all del tiempo y del espacio, un valor universal y eterno.
Y an los mismos actos contrarios a las tendencias e inclinaciones
sensibles, como: la renuncia al placer, el sacrificio del tiempo, de las diversiones,
de los legtimos afectos y de la misma salud y de la vida, cuando son inspirados
por motivos morales, sociales o religiosos de amor a Dios y al bien del prjimo,
se revisten de tal belleza y atractivos y de tal precio, que los colocan al primer
puesto en la escala de los valores humanos y todo eso es fruto de la libertad
bien entendida y ejercida.
Ahora, qu es la libertad?, comnmente la libertad se la define como: la
142
145
"Todas las ciencias han dicho una palabra ms o menos exacta sobre el
hombre y ha sido una palabra inmensa y misteriosa que ha logrado asombrar al
hombre mismo, ante la paradoja y la contradiccin de su mismo ser. Cuando el
hombre de Dostoievsky se estudia, confiesa que se halla partido en dos y que
ello le causa verdadero miedo... Es el miedo y el asombro que se experimenta"36,
frente a los grandes misterios de la vida y del ms all.
En efecto, no se puede comprender la personalidad sin la tercera dimensin:
La trascendencia. Escribe Quiles, I. S.J.: "La persona humana sin Dios es
incomprensible... la causa consiste en que la persona humana est
esencialmente vinculada a Dios. En esta vinculacin radica a su vez su dignidad
y su autonoma ante todos los seres del cosmos y la explicacin suprema de su
esencia psicolgica, metafsica y moral"37.
37
150
CAPITULO DOCE LA
EDUCACIN PARA LA JUSTICIA
Cuntas injusticias!...
hierve la sangre...
y brota la rebelda,
el odio la violencia.
Es la desesperanza, la desercin,
El refugiarse en las drogas.
Es el ritmo trepidante de la vida,
porque el hombre trata de librarse,
de escapar de esta vivencia angustiosa.
P. Guillermo de Castellana
Hay que seguir luchando para reformar las
estructuras. Pero no se trata de demoler
con tractores, de avanzar como un
huracn; sino de irlas reformando paso a paso.
P. Guillermo de Castellana
"Somos responsables incluso de
nuestra evasin frente a la
responsabilidad"38.
Frite Knkel
31
esto es: el concepto integral de persona y otra fuerza explosiva del cristianismo,
que es EL AMOR.
Entonces el derecho ampli enormemente su radio de accin, puesto que
no mide slo el intercambio de los bienes, sino que aparecen los valores
espirituales del yo, el yo que se abre tambin al t y ofrece las preciosas
fuentes del amor hacia los dems. Slo en forma secundaria ofrece la fra justicia
entre el yo y el t, entre el yo y el nosotros, que es la comunidad, para
establecer el justo orden entre los bienes del individuo y los de la comunidad.
La justicia, as concebida, se levanta a ser la primera y la mxima de las
virtudes morales y de esta posicin de la voluntad, entregada totalmente a las
exigencias del valor de la persona, brotan la prudencia, la fortaleza y la templanza.
Como actitud de la voluntad, la justicia viene primero que la prudencia,
por cuanto para realizar el juicio, debe preceder el juicio de la prudencia, de la
conciencia y el dominio de las pasiones.
La templanza y la fortaleza son virtudes en la medida que reciben su
objetivo moral de la justicia y del amor.
La justicia, pues, en sentido evanglico, que vive del amor gratuito de
Dios, mide todo con el amor y da ms de lo que debe en sentido estricto.
Cuntos horizontes infinitos se abrieron en las relaciones humanas! y
floreci junto al estricto derecho la maravillosa virtud de la caridad, no en el
sentido vulgar del comn de las gentes, sino como entrega total del amor.
Cuntos herosmos, cuntos sacrificios, an de la vida por el amor al
prjimo, ha visto nacer el cristianismo! Debemos volver a colocar como base de
la educacin, no slo la ley del dar y recibir segn justicia, ni esta justicia movida
por el odio y la venganza como en el marxismo, sino inspirada en el don divino
del amor.
Slo esta concepcin cristiana de la vida y de las relaciones sociales podr
superar las luchas actuales entre capital y trabajo y arrancar a los detentores de
la riqueza, la libre voluntad de compartir sus bienes con los trabajadores y con
los pobres y cambiar las tristes condiciones en que se debate Amrica Latina. Y
156
pudientes, sin esperar ninguna ley que socorran a los necesitados con lo que les
sobra y, no solamente por caridad como limosna, sino por justicia y hace hincapi,
ms que las otras formas de justicia, sobre la obligacin que brota
inmediatamente de la naturaleza social del hombre, como de la finalidad o funcin
social de los bienes terrenos.
Esta nueva modalidad de la justicia, promovida por los documentos de la
Iglesia, demuestra siempre ms su maternal solicitud, que se deriva de la altsima
y amorossima paternidad de Dios, que da en abundancia a unos para subvenir
a los necesitados extremos de los otros hermanos de la misma familia humana.
Es la ley del amor en continua accin y transformada en derecho y justicia.
Pero tambin aqu no hay que esperar nuevas leyes de justicia legal o
distributiva, puesto que de por s entra en el mbito de la ley natural, sino
promover la concientizacin de la juventud por medio de la educacin. Debemos
estar convencidos que nadie, ni ninguna ley, puede hacer tanto, como la educacin
basada en principios firmes de solidaridad humana y en la formacin slidamente
cristiana de la conciencia social.
EN EL REINO DE LA INJUSTICIA
No ser difcil que, a pesar que estas doctrinas sean tan claras, equitativas
y racionales, haya quien nos acuse de comunismo; con lo que demostrarn de
no conocer nada de lo que es comunismo y lo que es justicia social.
Estas voces vendrn ciertamente de los que han puesto el egosmo y sus
propios y mezquinos intereses como ley suprema de la vida.
En realidad, jams el gnero humano ha tenido a su disposicin tantas
riquezas y tanto poder econmico y, sin embargo, nunca la humanidad ha sufrido
como en nuestros das*:
158
CONCILIO VATICANO II. Constitucin Pastoral Gaudium t. Spes: Sobre la Iglesia en el Mundo de hoy. En :
Concilio Vaticano II. (4 : 1965 : Roma). Documentos Completos. 9 ed. Santaf de Bogot : Taller San Pablo, 2000.
N.4.
755
160
163
CAPTULO TRECE
EDUCACIN DE LA CONCIENCIA
Sneca
Melchor Escriv
41
168
45
171
LA EDUCACIN EN LA VERDAD
No puede haber perfeccionamiento intelectual, ni conciencia recta, sino
en la VERDAD, que es el ancla firme e inmutable de la vida humana. Cunto
ms crece el conocimiento y la motivacin cientfica de la VERDAD, tanto
' CONCILIO VATICANO II. Constitucin Pastoral, Gaudium et Spes . Op. Cit, N*. 16.
172
DE LA CONCIENCIA
La conciencia es el testigo ntimo de todas nuestras acciones internas y
externas, es la gua que nos muestra el camino de la rectitud y el juez que da su
veredicto sobre el bien y el mal que realizamos.
Pero, por desgracia, ella misma puede desviarse o, por lo menos enmudecer,
no ciertamente por su culpa, sino poique haciendo parte de la estructura espiritual
del hombre, y por esto sometida al imperio de la voluntad, que es en nosotros la
facultad libre y ta que ordena el bien y el mal, puede llegar sta incluso a acallar
la conciencia, an contra la recta inclinacin de ella.
De qu no abusa el hombre?, qu sucede entonces?
He aqu una comparacin fcil de entender. Sucede lo mismo que entre
dos amigos. Un hombre vicioso tiene un buen amigo. Este ciertamente no estar
de acuerdo con sus vicios y le llamar la atencin una, dos o ms veces; pero
cundo se dar cuenta que el amigo no lo escucha y an se enfada por sus
amonestaciones y llega hasta el punto de burlarse de l, que har? o no lo
amonestar ms o romper la amistad con l.
Es el caso de la conciencia. Este amigo ntimo de todos nuestros secretos,
an de los bochornosos, nos recuerda lo recto, nos reprocha y nos amonesta...
Ahora bien, si no obstante eso, la voluntad contina cometiendo el mal, hasta
volverse empedernida, la conciencia, esta voz de Dios en nosotros, poco a poco
no hablar ms.
Es el momento en que al hombre pecador le parecer haber conquistado
el mximo de su libertad, libre de todo prejuicio de religin y de moral, como l
dice, porque no siente ni remordimiento; pero, en trminos exactos, es Dios
quien indignado lo abandona a su terrible destino. As se explica la existencia
del infierno y la razn humana, aunque no quisiera, no podr no justificarlo.
A qu se debe esta desviacin fatal?
177
179
el vicio empedernido
El que peca y reza, empata.
Cree firmemente y peca fuertemente.
Dios es misericordioso, con un golpe de pecho se arregla todo. (Lutero).
Para cohonestar la irreligiosidad:
El infierno es un invento de los curas.
A todo cura orle la misa y correrse.
Los bobos no entran en el cielo.
Calumnia, calumnia, que algo queda. (Voltaire).
Todo picaro es feliz.
Tambin aqu hay que recalcar la necesidad de educar la conciencia de la
juventud. La buena educacin puede despertar, enaltecer y llevar al hombre
hasta el herosmo, al igual que una educacin con principios falsos o con medias
verdades, propicia al relajamiento moral y puede llegar a oscurecerla y ahogarla.
Al pi de un monumento, levantado a algunos hroes, estaba escrito pro aris et
focis (por el altar y el hogar). Es todo un poema en honor de los que murieron en
defensa de la Religin y de sus familias.
La buena conciencia, nos proporciona los mejores bienes, la salud y la
paz. La salud, porque gran parte de las neurosis se deben a los gritos tormentosos
180
de la propia conciencia; la paz del alma que sobrepuja a todas las cosas: al
dinero, al poder, a los honores...
El rey de Persia pretendi sobornar a Epaminondas, el caudillo de los
Tebanos, ste responde: "Si traicionar la patria fuera un bien, lo hara gratis; si
no es un bien, sepa que no habr oro o plata suficientes para hacerme
prevaricar"45. Es la historia de los grandes hombres.
4S
181
CAPITULO CATORCE
CONSECUENCIAS PSICOSOMTICAS DE LA EDUCACIN
A. Zaccbi
La perfeccin moral consiste en
levantarse por encima de las
debilidades humanas y hacer al
alma duea del cuerpo.
Platn
P. Guillermo de Castellana
El Cristianismo es un hierro
candente que derrama chispas.
Lo hemos sumergido en el agua
fra de la indiferencia y la cobarda;
el fuego y la chispa
han desaparecido y no ha quedado
sino el humo acre y una delgada
capa de gris sucio.
Por esto los jvenes se rebelan.
P. Guillermo de Castellana
(una mente saludable o los buenos pensamientos producen primero la salud del
alma y despus del cuerpo). Esto nos debe cuestionar fuertemente, porque segn
estos sabios paganos, no podemos abusar ni del cuerpo ni del alma si queremos
conservar ambos en perfecta eficiencia y funcionamiento.
Sobre la natural jerarqua de los valores fsicos y racionales la Biblia nos
advierte: "Ms vale sabidura que fuerza; pero la sabidura del pobre se desprecia
y sus palabras no se escuchan. Mejor se oyen las palabras sosegadas de los
sabios que los gritos del soberano de los necios. Ms vale sabidura que armas
de combate, pero un solo yerro echa a perder mucho bueno" (Ecl. 9, 16-18).
Hemos hablado con alguna amplitud de cmo el hombre debe reprimir y
regular los placeres exagerados de la conservacin del individuo y de la especie;
esto es, los placeres de la comida y de la reproduccin, que pueden acarrear
grandes males a s mismo y a los dems, a su vida temporal y eterna.
Ahora queremos insistir un poco sobre la necesidad de moderar los otros
apetitos inferiores para desarrollar mejor la vida del espritu.
Hay, pues, que saber moderar los placeres de los sentidos como: la vista,
el odo, el tacto, etc. y los excesivos placeres de la comida y la lujuria, con todo
lo que puede exasperarlos y llevarlos al desorden de los pensamientos, deseos,
188
afectos v obras.
As mismo, como armas de combate y para fortalecer a fuerza de la
voluntad, hay que reprimir el capricho, las exageradas comodidades, las
curiosidades malsanas, las fantasas procaces, la locuacidad imprudente, los
juicios injustos y al mismo tiempo practicar la virtud de la sobriedad y la
abstinencia, como precaucin indispensable contra los peligros de los vicios y
acostumbrar el cuerpo a la lucha contra las asechanzas de la vida sensual.
Con todo esto no queremos de ninguna manera perjudicar al hombre en
sus legtimas satisfacciones, sino recordarle que, como deca Horacio: en medio
est la virtud y ms ac o ms all no hay sino el vicio y por esto debe evitarse
toda demasa.
La base de la mortificacin es muy cientfica y pedaggica. En efecto, se
fundamenta en la prepotencia de nuestros apetitos inferiores para rebelarse y
sobreponerse a los superiores y en un conocimiento experimental de la debilidad
de nuestra voluntad.
Slo a costa de grandes esfuerzos, dice Escriv*, por vencer las
contradicciones originadas de la compleja estructura humana podr el hombre
vivir -abundantemente- la sntesis humana, hallndose a s mismo en la ms
luminosa plenitud.
No hay duda, y la experiencia de todos los das lo confirma plenamente,
que muchas necesidades y acciones de nuestro cuerpo resultan particularmente
desagradables y quiz repugnantes a los dems.
Por esto se ha elaborado, a lo largo de los siglos, un conjunto de normas
que deben regular nuestras relaciones sociales. En tiempos pasados era el cdigo
indispensable de toda persona educada y an mediocremente civilizada.
Hoy quiz, y en algunos casos, hemos conquistado mayor libertad e
independencia en nuestras relaciones mutuas y bajo cierto aspecto puede ser un
1S9
bien. Pero no podemos negar que todos nos sentimos molestos cuando estas
libertades se tiasforman en abusos. Manifestaciones de un egosmo exagerado,
que muchas veces, atenan contra nuestra dignidad y hospitalidad.
En la formacin de la persona debe reinar la ms perfecta educacin y
finura. La educacin es para elevar y no para rebajar nuestras relaciones humanas.
Y por ltimo, diremos que la persona se conoce por su espritu de
responsabilidad, esto es, que est llamada a responder de sus actos. Pero delante
de quin? no de nosotros mismos, lo que no tendra significado, puesto que si
nosotros hacemos las leyes nosotros las podremos revocar; no, a otros hombres,
puesto que en su ntima naturaleza humana son perfectamente iguales a nosotros
y con los mismo derechos y deberes.
Y entonces ante quin? la vida, y principalmente la vida espiritual que
est en ntima relacin con el trascendente y este trascendente es Dios.
Ni el materialismo ni el evolucionismo han demostrado cientficamente
el origen de la vida, ni mucho menos el origen del alma humana.
Es un axioma reconocido por todos que todo lo que es espiritual es
inmortal, porque slo lo que es material se corrompe o se transforma y si es
inmortal, no puede morir; la muerte, para el hombre, no es entonces ms que
una disgregacin, la materia vuelve a la tierra, el espritu contina viviendo y
realizndose. Una mera interpretacin antropolgica del hombre es inaceptable,
debe llegarse a la concepcin teolgica del ser y de la historia.
El mismo Hornero deca, omnes homines adDeum suspiran! (todos los hombres
suspiran hacia la divinidad). Por esto el hombre tiene una sed insaciable de
infinito y del ms all, viene de Dios y tiende a Dios. El se siente peregrino y en
esta peregrinacin, vive en continua tensin de esperanza, incluso entre la mayor
desesperanza que es la muerte.
La personalidad se tonifica porque sabe que un da llegar la distensin
con la posesin del Bien Infinito y ste es el ms vlido sostn para la vida
moral. Una personalidad sin la inmortalidad no tiene sentido y se vuelve una
contradiccin. Y este sentido tiene una fiesta: la Resurreccin.
190
SOBRE EL AMOR
Amar es entregarse con esplendidez y con gozo, como la flor difunde su
perfume.
El amor no es un privilegio de algunos, ni el instrumento poltico para
crear adhesiones; el amor no puede emplearse como instrumento para un fin. l
es fin de s mismo.
El amor, como el Sol, es de la Tierra toda y no de un campo o de un
bosque en particular; si es demasiado particular o demasiado sentimental se
destruye y se vuelve pasin en accin.
La modestia y la cortesa son como innatas en quien ama de verdad,
porque el amor es un refinamiento que se expresa siempre con respeto y buen
gusto.
El refinamiento de la conducta no es adaptacin auto-impuesta, ni el
191
192
LA AFECTIVIDAD
Se hace ms fcil aprender en un ambiente de mutua confianza y dilogo
permanente.
Cultivar las buenas relaciones de amistad con los estudiantes, porque esto
granjea respeto y estima, y ayuda poderosamente la apertura a la franqueza
emocional, que es el medio ms apropiado de formacin.
Evitar cultivar en los estudiantes, consciente o inconscientemente, el
sentimiento de dependencia, que fomenta fcilmente el temor y el servilismo y
evitar las afirmaciones demasiado autoritarias y dogmticas sobre lo que debe
hacer o ser.
La enseanza demasiado autoritaria obliga al estudiante a conformarse y
aceptar lo propuesto sin reflexin. Mejor crecer en compaa de los alumnos.
Lograr que el alumno, desde el primer da, se sienta bien acogido y en un
ambiente de familia. Esto crea relaciones de mutua confianza y ayudar a
promover una comunicacin natural.
Cuando el alumno se siente seguro, su conducta no necesitar ser impuesta,
sino que ser una necesidad ntima y har parte del proceso de aprendkaje.
El educador, para quien el desarrollo total del ser humano es de primordial
importancia, sabe comprender las implicaciones del sexo y hablar de este tpico
con tal altura y naturalidad que no despierte nunca pasiones, ni deseos morbosos.
El amor sano limpia la mente del mal y evita el inters morboso y la
lujuria experimental.
Un eficaz correctivo de la pasin sexual es el trabajo manual, como:
jardinera, pintura, artesanas y la contemplacin de la naturaleza: los rboles,
las montaas, las flores u oyendo msica, canciones de mensaje o los pjaros,
etc.
No debemos preocuparnos slo del cultivo de la mente, sino del desarrollo
193
INVESTIGACIN
Estimular la curiosidad natural y el vivo deseo de aprender, propio del
nio, procurando que se mantenga vital y sin distorsin y llevarlo gradualmente
al aprendizaje de las diversas materias.
Estimular, en todas las formas, el deseo de investigar, porque slo as el
estudiante es capaz de aprender y comprender al mximo.
La clase es mejor darla por aporemas que dogmticamente.
El conocimiento previo de la solucin suprime el inters de la investigacin
y se resuelve en pura memorizacin o a repetir lo aprendido sin experimentarlo.
Ensear no es solamente impartir conocimientos, sino cultivar una mente
inquieta e inducidora; entonces la ciencia se transformar en conquista y
conviccin indestructible.
Con la investigacin la claridad de los conceptos y de las convicciones se
vuelven carcter, la falta de carcter es el estado de autocontradiccin.
La investigacin crea, poco a poco, el hbito de la reflexin c
interiorizacin, que ayuda a la mente a ver con claridad y a abstraerse de la vida
artificial v mundana.
194
CAPITULO QUINCE
EL CARCTER
"El carcter no es un premio gordo que se puede sacar sin mrito.
El carcter no es un apellido de alta alcurnia que se hereda sin
trabajo alguno. El carcter es el resultado de la lucha ardua, de la
autoeducacin, de la abnegacin, de la batalla en la vida espiritual
sostenida como lo hacen los valientes y esta batalla ha de librarla
cada uno por s mismo, hasta que venza"46.
Thot Tihamer
Siembra un acto y cosechars un hbito,
siembra un hbito y cosechars el carcter.
Sbakeaspeare - Hamlet
Todo educador debe ser modelo acabado de lo que quiere inculcar
en los estudiantes.
El carcter es la iniciativa del espritu sobre el mundo exterior; la
liberacin de la voluntad sobre el fardo de los sentidos; la victoria
del alma sobre la dictadura del capricho.
F.W.Forter
> TIHAMER, Thot, citado por ESCRIV PELLICER, Ibid, p. 201.
M. Escriv Pellicer
P. Guillermo de Castellana
QUEESEL CARCTER?
En sentido etimolgico la palabra griega significa: marca, impresin.
Es la caracterstica que la actividad psquica reviste en cada sujeto; o ms
brevemente, la marca moral del individuo, con la cual se conoce a la persona
como firme y coherente en sus principios y en su prctica, o como persona
antojadiza y voluble.
Con frecuencia se confunden temperamento y carcter, pero son dos cosas
diferentes.
El temperamento es la resultante de las funciones psicofisiolgicas que
tiene por sustrato las caractersticas hereditarias, morfolgicas y funcionales de
la vida vegetativa y sensitiva.
El carcter es el conjunto de las disposiciones psicolgicas que pueden y
deben ser modificadas por la educacin y la lucha de cada da contra las
deformaciones que pueden venir del temperamento y de los hbitos contrados
consciente o inconscientemente, particularmente en la infancia y que se consolida
con la repeticin de los actos. El carcter, pues, no es innato; de all el por qu
hemos dado cabida en esta exposicin de principios sobre la formacin juvenil.
Por cuanto, en efecto, casi se supone que un estudiante de carreras
tecnolgicas o profesionales tenga ya una personalidad formada; en realidad
197
47
AYAJ.A. S,|. formacin de Selectos, atado por 1:.SCRJV PELLICER. Ibid., p. 191.
LLANDE, Andrc. Vocabulaire de la Philosofic. Pars : l.ibrai;c Fclix Alcn. 1938. p. 16.
19S
199
CAMINAR
En la consecucin de los ideales, la consigna es: caminar..., avanzar
decididamente...
El slo desanimarse es una derrota. La lucha contra las dificultades es la
escuela en donde se fragua la personalidad.
Las dificultades, entonces, no deben oscurecer nuestros horizontes, ni
poner sombra en nuestra alegra, ni acobardar nuestra valenta porque detrs de
las dificultades, como detrs de las nubes, est el sol.
Y esto, que es exacto bajo un punto de vista comn, es mucho ms vlido
en los ideales de la ciencia, porque es ella que nos pone a disposicin todos los
secretos de la Tierra y del firmamento; es ella que hace adelantar la tcnica, ella
que transforma todos los elementos para que sirvan al hombre.
Y ms que todo vale para los ideales ticos y cristianos que se deslizan
por un camino de luchas sangrientas y de sacrificios sin cuento, para no sucumbir
al pecado. Por esto afirma Cristo, nadie va al cielo sin pasar por el calvario y
nadie sube al calvario sin ensangrentarse los pies. Por esto, Cristo nos previene
y estimula: En el mundo tendris dificultades, pero nos alienta con la promesa
de la victoria: No temis, yo he vencido al mundo.
Las dificultades, en materia de ideales, no se miden slo por su valor
objetivo, sino y mucho ms por el ardor de la conquista. Para los cobardes los
molinos de viento son ejrcitos invencibles y los cueros de vino truhanes
dispuestos a matar. Hay que tener confianza en nosotros mismos, porque la
Biblia nos asegura que Dios, por ser fiel, nunca permite que seamos tentados
por encuna de nuestras fuerzas.
Por fin, es muy oportuno tener en cuenta que el premio se da, no a la
victoria, que muchas veces no depende de nosotros, sino al herosmo con que
luchamos. No debe preocuparnos demasiado la consecucin del objetivo, sino
el trabajar para conseguirlo. Y si el ideal es demasiado alto y en medio del camino
nos coge la muerte, recibiremos el premio de los vencedores.
200
QOV jja
CAPTULO DIECISEIS
INTEGRACIN ENTRE FAMILIA, ESCUELA Y ESTADO
Los nios, los jvenes y los adultos
reaccionan en forma muy diversa
ante las distintas manifestaciones
de la vida, como: la fe, el amor,
la amistad, las relaciones sociales,
el concepto del deber y de la autoridad.
Y esto tanto en plan psicolgico
como sociolgico. La buena Pedagoga
lo debe tener muy en cuenta!...
muchos adultos poco piensan o recuerdan
las apremiantes exigencias de su niez y
adolescencia. Por esto su enseanza es descarnada
y su labor educativa nconcluyente.
Antonio Hualde
En todos los casos, la autoridad
no se impone, se la gana, siendo
cordial y racional. La autenticidad
y la confianza son los pilares de la
sana autoridad.
P. Guillermo de Castellana
P. Guillermo de Castellana
Los mismos bienes en lugar de ser propiedad indivisa del grupo, caan
exclusivamente bajo la dependencia de la autoridad soberana del pater familias y
la misma mujer y los hijos no eran sino propiedad del mismo, con derecho de
vida y muerte sobre ellos: patria potestas.
Posteriormente, por la eficaz y benfica influencia del cristianismo, la
familia se constituy en una unidad indisoluble en la cual: padre, madre e hijos
son en todo y perfectamente iguales como personas y con los deberes
primordiales, por parte de los padres, a la procreacin, asistencia y educacin
de los hijos, considerados, no ya como propiedad nica y exclusiva del pater
208
familias, sino como un depsito sagrado de ambos cnyuges, del cual los padres
deben responder ante su conciencia y ante el Ser Supremo y Creador y el mismo
matrimonio se volvi nico e indisoluble y como sacramento, bajo la tutela de
la divinidad y consagrado a Dios.
Al puesto de los lares se constituye el hogar. Son incalculables los
beneficios que esta nueva concepcin aport a la familia.
Al puesto de la omnmoda autoridad paterna, con concepto casi esclavista
sobre la mujer y los hijos, se sustituyen los cnyuges, porque el cristianismo
introdujo la igualdad de derechos entre hombre y mujer y as mismo la comunidad
de los bienes y de los hijos, porque ambos son corresponsables en la unidad del
amor y de los ideales ticos y religiosos.
El feminismo, en la concepcin cristiana de la mujer, poco tiene que
reivindicar, puesto que no podra llevarla ms all de donde la reconoce su
enseanza, habiendo llegado a ser Madre de Dios, porque el mismo Dios la
eligi; pero al feminismo exagerado que quiere igualar los sexos en todo y por
todo, le recuerda, como es obvio por la misma constitucin psicofsica: igualdad
de derechos, pero no igualdad de funciones.
Sin duda, afirma el mismo Durkheim: "puede establecerse apriori que las
ideas de humanidad que el cristianismo trajo consigo, debieron repercutir en el
interior de la familia... produjeron tambin el efecto de dulcificar y humanizar
las relaciones domsticas"49.
En efecto, dice, en ninguna Religin y en ninguna Filosofa, la mujer ha
sido respetada y honrada como en el cristianismo, en el cual una mujer fue
elevada a la excelsa dignidad de Madre de Dios y la doctrina cristiana predica
sin ambages que el hombre y la mujer son iguales en la dignidad y en los valores.
(Gal. 3,28)
' DURKHEIM, mile. De la Divisin du Travail Social, citado por DE AZEVEDO, Femando. Sociologa de la
Educacin: Introduccin al Estudio de los Fenmenos Pedaggicos y de sus relaciones con los dems fenmenos
sociales. Bogot : Fondo de Cultura Econmica, 1942. p.127.
209
"DEAZEVEDQIbid
210
11
211
Aparece claro, pues, que siendo la funcin de ensear una funcin social
y no poltica, esa misin de suplir a la familia, mediante la escvela, corresponde
primordialmente a la sociedad y slo secundariamente al Estado, el cual,
entonces, deber acomodarse en el cumplimiento de su mandato a los fines de
la familia y de la Iglesia.
A nuestra manera podemos aplicar a la educacin la magnfica
comparacin que De Azevedo* aplica a las sociedades primitivas. La educacin
puede compararse a un pao fabricado en el telar y cuya urdimbre se inicia por
una serie de hilos paralelos que corren en un sentido ascencional de la civilizacin
y del progreso humano, dado primordialmente por la familia. Mientras la
lanzadera se cruza con ellos e introduce, en un resistente tramado, otra serie de
largas hebras que sera obra de la educacin escolar.
La educacin recibida en la familia prende en el alma del nio las primeras
luces de su vida moral y espiritual, trazando las lneas bsicas de la vida: la
urdimbre, mediante los ritos, las tradiciones, las creencias, los modos de vivir,
los sentimientos, las formas de pensar, las prcticas que caracterizan la vida en
comn, en su espritu y en sus funciones esenciales.
La trama que dibuja una mejor imagen de la vida, que la embellece, que
forja los ideales, que madura el carcter, que fortalece la voluntad, que abre los
horizontes de la cultura, que asiste al nio y al adolescente en las terribles batallas
de la pubertad, que prepara para la sociedad al hombre perfecto para todas las
funciones que la sociedad necesita es obra de los educadores.
Ahora bien, crear la atmsfera ideal sin la cual la sociedad no podra respirar,
los lazos espirituales sin los cuales no sera una, los tesoros de la vida
verdaderamente humana y los bienes espirituales de la formacin moral sin los
cuales la sociedad no pudiera subsistir es obra de los educadores, cuya funcin
consiste en la comunicacin de la herencia social y el desarrollo armnico de la
cultura y de la civilizacin; pero ellos no pueden ni deben trabajar, sino teniendo
como base la urdimbre, que son los sanos principios transmitidos por la educacin
familiar.
214
Van Ginneken insiste sobre otro punto bsico en la vida del educador:
"El saber acumulado debe convertirse en nuestro ser, integrarse en nuestra
persona y en nuestra vida, antes de trasmitirse y para que pueda trasmitirse
eficazmente"54. Por esto, el poder de atraccin y de persuasin que un hombre
ejerce sobre otro depende de la manera como se da a s mismo. Muchos profesores
han convertido la enseanza en una mercanca, la dan o la venden, pero no se
dan a s mismos; por esto su enseanza no penetra en el alma de los estudiantes,
no se graba, no produce fruto y, frecuentemente, se vuelve aburridora y
contraproducente.
Dilthey observa: "El estado del alma del pedagogo genial es tan difcil de
estudiar y de examinar como el de un gran poeta. No es la inteligencia (o por lo
menos no es la sola), sino el sentimiento y la intuicin los que predominan en el
pedagogo genial"55. Por esto hay muchos pedagogos natos, muchos hechos por
el arte y la buena voluntad y muchos que quedan borradores mal hechos, toda la
vida, porque les falta el alma.
Y cuando una gran alma, se aade a una gran inteligencia, surge una
personalidad genial que ejerce una profunda e imperecedera influencia en el
alumno, como: Scrates, Platn, Aristteles, Pestalozzi, Don Bosco y Montessori.
Por esto han dejado imborrables huellas en la historia.
Y aade Newman: "Ningn libro podra dar el carcter propio de un
dominio cientfico con esa certeza y esa rapidez que por esa simpata de un
espritu hacia otro se trasmiten a travs de los ojos, de la fisonoma, de la voz y
de los gestos, mediante las expresiones ocasionales y las palabras imprevistas
de un dilogo"56.
Desafortunadamente, hoy la mltiple y siempre ms necesaria
especializacin impide una visin panormica de todas las ciencias, lo que
constituira la sabidura y, por esto, las distintas materias que quedan en la mente
de los alumnos, demasiado fragmentarias, aceleran el fenmeno de la
54
215
217
* Tomado de la alocucin del Papa PI XII a la Pontificia Academia de Ciencias, el 21 de Febrero de 1943.
218
EL ESTADO EN LA EDUCACIN
La ley natural comprueba claramente que el hombre est inclinado a la
sociedad y que, prcticamente, los hombres viven en sociedad para ayudarse
unos a otros a conseguir aquellos bienes que con dificultad pudieran alcanzar
singularmente o como familia.
Uno de esos grandes bienes que la familia sola no puede alcanzar en forma
adecuada es la educacin de los hijos; especialmente en nuestros tiempos en
que la cultura es tan vasta, la especializacin tan necesaria e impelente y los
recursos que exige tan desproporcionados a las capacidades econmicas de la
familia.
Es indispensable, pues, la intervencin del Estado. Claro est que la
legtima autoridad debe proporcionar esos bienes:
Universalmente a todos, sin distincin de: sexo, raza, Religin, Poltica o
econmica.
En la forma ms eficiente posible, para no defraudar las expectativas de
los padres de familia, que pagan impuestos con el fin de tener un buen servicio;
especialmente en cosa de tanta responsabilidad como es la educacin y tambin
porque la sociedad hoy as la necesita para proveer convenientemente a todas
sus necesidades.
Sin manipularla por espritu de partido, porque eso ofendera la justicia
distributiva.
Con todas las especializaciones que exige hoy una sociedad tan
diversificada y tan necesitada de nuevas tcnicas.
219
220
221
P. GUILLERMO DE CASTELLANA
con los benefactores de la Embajada de Holanda: Colaboradores
construccin edificio Holanda I.U. CESMAG -1980
CAPTULO DIECISIETE
LAS CARRERAS TECNOLGICAS
Nombre - Historia - Legislacin
227
57
22S
229
* Tomado de Diccionario del Saber Moderno. T. Filosofa. Bilbao : Mensajero, p.527 y sgts.
231
INTRODUCCIN
Afirma la ntima conexin que debe existir entre la escuela y el medio
tcnico profesional, por estar estrechamente vinculados entre s.
Por el hecho de que la UNESCO y la O.I.T. se unen para complementar
las dos organizaciones en la materia y aunar esfuerzos, resalta que toda la
educacin, particularmente intermedia y superior, debe estar enderezada al
trabajo, en todos los niveles.
232
ALCANCE Y DEFINICIONES
Se distinguen los siguientes niveles en la preparacin profesional:
Trabajador calificado, el que ha cursado una enseanza y recibido
formacin general para el ejercicio de una profesin.
Tcnico profesional, el que tiene una preparacin cientfica y
tecnolgica intermedia.
La formacin de Cuadros superiores, se aplica la categora de estudios
superiores.
ORGANIZACIN DE LA ENSEANZA
En las escuelas primarias debe preverse algn medio de infundir en los
nios el gusto y el respeto al trabajo manual, acostumbrndolos a la observacin
y al esfuerzo creador, despertando en ellos una visin inteligente de los problemas
prcticos del hogar y de la comunidad, para complementar la instruccin adquirida
y relacionar lo que aprenden, en la escuela, con la vida.
En la enseanza secundaria hay que incluir en el pensum general ciertas
materias tcnicas y hacia el final de los estudios, ofrecer informacin suficiente
para la eleccin de las carreras profesionales.
En todo sistema de enseanza tcnica y profesional debe mantenerse un
alto grado de flexibilidad y proporcionar:
Diversidad de especializaciones.
Adaptabilidad.
Posibilidad de hallar una solucin adecuada a los problemas de la enseanza
tcnica.
Posibilidad para el estudiante de continuar los estudios, puesto que la
necesidad del desarrollo as lo exige; y para alentar a los jvenes a seguir las
carreras tcnicas, hacer lo posible para que resulten atrayentes, eficaces y
verdaderamente instructivas.
Los pases en va de desarrollo debern examinar la oportunidad de
establecer servicios conjuntos para la enseanza tcnica y profesional, sobre
todo a nivel superior.
La enseanza especializada deber basarse en una amplia educacin
cientfica y tcnica, que permita a los especialistas mantenerse al corriente de la
235
PLANES DE ESTUDIO
Que en lo posible los cursos tcnicos se organicen segn los modelos
propuestos.
Las carreras tecnolgicas deben proporcionar programas terminales y
236
PERSONAL DOCENTE
Al seleccionar el personal docente y al capacitarlo deben tenerse en
cuenta los requisitos de la doble funcin que debern ejercer: las obligaciones
pedaggicas y el trabajo de la investigacin en su respectiva rea.
Mantener el justo equilibrio entre las reas pedaggicas y el trabajo de
investigacin, para conseguir resultados efectivos y elevar el nivel de la
enseanza. Las condiciones de trabajo y el horario deberan permitir
actividades de esta ndole.
237
238
MTODOS DE LA ENSEANZA
En la enseanza tcnica y profesional debern utilizarse los mtodos
experimentales, los mtodos de la escuela activa, responder sobre los ltimos
adelantos cientficos y tcnicos y prepararlos para que por s mismos puedan
adaptarse a los cambios.
Los trabajos prcticos y la investigacin deben ensear a los estudiantes a
resolver los problemas que se plantean en cada rea y comprender ejercicios
escalonados de dificultades crecientes realizados bajo vigilancia, as mismo las
ciencias exactas y naturales deben hacerse con aplicaciones prcticas y con
mtodo experimental.
Las materias generales deben ser escogidas cuidadosamente segn el tipo
de escuela, igual que los textos y el material audiovisual y buscar mtodos nuevos
de enseanza.
EVALUACIN DE LA ENSEANZA
Las autoridades competentes deben tomar todas las medidas necesarias
para controlar la enseanza de los maestros, as como los conocimientos
asimilados por los estudiantes. Pueden utilizarse estos principios generales:
Un sistema de evaluacin completo debe dar la idea no slo de los
conocimientos adquiridos y las prcticas, sino tambin del nivel educativo,
cultural, social y de clase.
Al seleccionar y aplicar las tcnicas de evaluacin tener en cuenta no slo
el uso inmediato, sino el empleo a largo plazo de los datos.
Adaptarse a las caractersticas y exigencia de la escuela.
239
Hay que tener en cuenta tambin la evaluacin que los mismos estudiantes
hacen de sus propios mritos, para que ellos mismos tengan una conciencia
clara de sus progresos.
Explicar a maestros, padres y estudiantes los supuestos bsicos, propsitos
y objetivos inmediatos de los mtodos de evaluacin.
Mtodos de corrientes de evaluacin: exmenes, notas de clase,
calificacin de trabajos y prcticas, pruebas de capacidad general, observaciones,
cuestionarios, entrevistas y examen mdico. Los datos obtenidos en el examen
de ingreso podran servir como apreciacin inicial de las actitudes del estudiante.
Tomar medidas oportunas para una evaluacin continua.
INVESTIGACIN
Estimular la investigacin a todos los niveles, pero principalmente:
Investigacin cientfica y tcnica en los mismos establecimientos.
Investigacin aplicada a la evaluacin y orientacin de planes de estudio
de enseanza tcnica para una regin o un pas.
Investigacin pedaggica aplicada a la enseanza tcnica profesional, a
sus mtodos, medios de accin, uso de equipos, etc.
Para que los problemas de la enseanza tcnica sean estudiados en un
nivel ms elevado y favorecer el estudio de los mismos a nivel internacional, los
Estados Miembros deben crear, en su territorio o en varios de ellos, una ctedra
de enseanza tcnica y profesional especializada.
COOPERACIN INTERNACIONAL
Los Estados Miembros deben cooperar en la esfera de la enseanza tcnica
y profesional, an con la ayuda de organizaciones internacionales. Esta
240
243
CAPITULO DIECIOCHO
LA ENSEANZA POLITCNICA EN COLOMBIA
por sus propios medios, muchas cosas tiles a su vida de estudiantes y al hogar.
En una palabra, la enseanza tecnolgica en la escuela colombiana est todava
en un nivel instruccional, pero no es fuente de inquietudes, ni de experiencias
personales, ni mucho menos mueve a investigar y perfeccionar el conocimiento,
relacionndose con el mundo del trabajo y de la vida.
Un paso importante son los bachilleratos tcnicos que han diversificado
la educacin, al lado de los bachilleratos acadmicos que se han constituido en
un verdadero tab y que han alejado de la vida y del ambiente social a los
jvenes, encerrndolos en un mundo platnico y deformando as sus mejores
capacidades de trabajo. Y esto hasta el punto que, mientras en los congresos y
conferencias internacionales se insiste tanto sobre la necesidad de la enseanza
tcnica en la misma primaria y en el bachillerato, aqu, entre nosotros, en los
colegios se han quitado completamente los oficios manuales y las artes femeninas,
bajo el pretexto que no hay tiempo.
Estos bachilleratos tcnicos deben multiplicarse, diferencindolos siempre
ms y adaptndolos a las regiones y al nivel de desarrollo de cada departamento,
pero es indispensable hacer aterrizar la enseanza y llenarla de contenido prctico
y orientarla hacia el trabajo.
A esto ha contribuido decididamente la Obra Mara Goretti con sus
especializaciones a todos los niveles y ha alcanzado, segn la opinin de los
supervisores de educacin, a institucin piloto y pionera de educacin
diversificada.
El Gobierno lo ha reconocido, obligando ltimamente a que cada plantel
educativo tenga por lo menos dos especializaciones de Educacin Media
Diversificada
La Obra Mara Goretti tiene: (1981)
Una primaria para nias que va desde kinder a quinto de primaria y en
donde se ensea metdicamente, adems de las disciplinas exigidas por el
pensum, con maestros especializados: artes femeninas, deportes y msica.
Hay tambin una escuela especializada para artes femeninas donde se ve
desde corte y confeccin, juguetera, floristera, bordado, tejido, hasta pintura
248
diversas, tienen que interrumpir ios estudios universitarios o para los que no
pudieron entrar en ellos.
Hay que romper la rigidez del sistema, que ha creado el falso presagio de
las carreras profesionales largas y ha dado tambin una falsa imagen del hombre,
haciendo pensar que los nicos que valen son los doctores, los que pasan todo
el da en las oficinas leyendo el peridico, los burcratas o los parlamentarios.
En todo el mundo se habla de la poblacin econmicamente activa, que son
los que producen la riqueza, los adelantos y la aplicacin de la tcnica, los que
hacen producir mejor la tierra, los recursos naturales y las industrias en
comparacin de los que la consumen y son econmicamente pasivos, que pueden
ser justificados, bajo un cierto punto de vista, a condicin que no se transforme
en clases burcratas. Hay que proceder con mucha prudencia.
Es preciso estudiar seriamente y superar las deficiencias de la
especializacin tcnica, la falta de orientacin adecuada en el proceso educativo,
acrecentar el nmero de las carreras profesionales tcnicas en todos los niveles,
adaptarlas a los recursos de cada regin y a la eficiente explotacin de sus
riquezas.
Resolver el terrible desequilibrio del mercado del trabajo, la falta de
diagnstico sobre necesidades y demandas reales y potenciales de la capacitacin
tcnica, la imprecisin y vaguedad de los datos disponibles sobre poltica
ocupacional y sobre los recursos todava no explotados o explotados
primitivamente, para preparar tcnicos adecuados, reformar la legislacin sobre
la propiedad del subsuelo y la manera eficaz de explotarlo.
Determinar siempre ms y mejor las reas de competencia, las normas
para el ejercicio de la profesin y una pirmide de educacin tcnica muy variada
y bien definida. Pero, en lo posible, todos los jvenes deberan tener un mnimo
de educacin tcnica, apropiada a sus condiciones y aspiraciones; se debera
cerrar, si es necesario, una buena parte de los bachilleratos acadmicos y
transformarlos en bachilleratos tcnicos.
Crear los mecanismos administrativos apropiados para la ubicacin
adecuada de los egresados de las carreras cortas, tanto a nivel tcnico, intermedio
y tecnolgico.
250
Hl CESMAG, en su* inicios, era la nica Institucin que ofreca carreras Tcnica Profesionales y Tecnolgicas.
251
ICFES. La Educacin Tecnolgica en Colombia. Bogot : Procesos Editoriales del ICFES, 1978. p. 11.
Ibid.
" UNESCO. Enseanza y formacin, N. 29.
60
252
62
253
254
LA FORMACIN HUMANSTICA
Las escuelas tcnicas y tecnolgicas tienen el fin principal de proporcionar
255
257
Ibid, N. 1025.
" Ibid., N. 1051.
72
Ibid., N. 1052.
7J
Ibid., N 1059.
74
CONCILIO VATICANO II. Declaracin Gravissimum Educationis : Sobre la Educacin Cristiana de la juventud.
En : Concilio Vaticano II. (14 : 1965 : Roma). Documentos completos. 9 ed. Santaf de Bogot : Taller San Pablo,
2000. no. 10.
75
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelizarn en el Presente y en el Futuro de Amrica
Latina. Op. Cit., no. 1060.
76
Ibid., N. 1061.
258
CAPITULO DIECINUEVE
LA UNIVERSIDAD A DISTANCIA
P. Guillermo de Castellano
Es algo muy interesante, tiene su razn de ser, sus causas suficientes, sus
fines racionales, sociales y por esto una cierta Filosofa.
En realidad no se trata slo de estudios Universitarios o Licenciaturas,
sino tambin de ttulos tcnicos, estudios intermedios v otros.
SU RAZN DE SER
En un pas en donde todava no todos pueden frecuentar una escuela, y
mucho menos estudios secundarios y en donde es casi imposible participar
activamente en cursos reglamentarios a nivel universitario por las distancias,
por la escasez de instituciones, por la carencia de medios econmicos, por los
cupos restringidos, porque se ven obligados a dedicarse al trabajo o la
imposibilidad de trasladarse a la ciudad y por muchos otros motivos personales
o familiares, es indispensable llevar la cultura a los hogares y dar posibilidad a
todos los que quieren y tienen anhelo de superacin y fuerza de carcter para
someterse a un rgimen de vida que exige gran inters, mucha aplicacin y
constancia.
Pero de qu no es capaz el hombre, cuando se propone grandes ideales y
quiere mejorar sus condiciones de vida?
En Colombia y en otros pases. De esta clase de ayudas est llena la
historia de estos ltimos tiempos, especialmente despus del invento de la radio
y la televisin y desde cuando esos medios fundamentales de comunicacin han
entrado, an en los hogares ms pobres, llevando informacin y noticias de
toda clase y despertando siempre ms inters por los acontecimientos y adelantos
regionales, nacionales e internacionales y creando exigencias de elevacin
cultural y la adquisicin de destreza tcnica en todos los campos.
Ejemplos de esta clase de instruccin y formacin hay en Espaa, Mxico,
Francia y Costa Rica y, en Colombia en varios campos: Sutatenza a nivel primario;
Sena a nivel tcnico, el Ministerio de educacin y la Radio difusora nacional a
nivel secundario y varias universidades, como: la Javeriana, Santo Toms, San
Buenaventura, la Sabana, entre otras, para programas de extensin cultural en
carreras que ms se adaptan a las necesidades de las zonas rurales, semirurales,
263
ciudades medianas y en las mismas ciudades para personas que no pueden acudir
a los centros de educacin superior.
As mismo, son muy variados los cursos y las especializaciones que se
imparten, como: capacitacin para maestros, psicologa educativa, lingstica y
literatura, bellas artes, administracin y supervisin educativa.
No se trata, entonces, sino de institucionalizarla en beneficio
particularmente de las gentes de escasos recursos y de grandes aspiraciones,
que son las mejores.
Fines y modalidades. El objetivo fundamental, dice Constanza Pachn
de Serna*, es suplir las deficiencias de un sistema social, en el cual la gran
mayora de las personas no pueden llegar a estudios superiores dentro de los
sistemas convencionales, ni es la intencin de los que la patrocinan reemplazar
la universidad como tal, ni lograr el mismo nivel acadmico, sino ofrecer a los
que quieren progresar y adecuarse a los tiempos una forma de continuar y
perfeccionar su proceso educativo, aprendiendo ms cultura, ms ciencias y
tcnicas que les permita mejorar la calidad de su trabajo y su nivel de vida.
La universidad a distancia no funciona con los mtodos acadmicos de
los centros educacionales, ni con tiempos y horarios fijos, ni con los materiales
didcticos que de ordinario se usan en los cursos normales, ni se circunscriben
a un espacio fsico construido de propsito, ni tiene divisiones de cronogramas,
ni la forma tradicional de obtener calificaciones y evaluaciones, ni de tener
maestros, para decirlo as, de cabecera.
Es ms bien una educacin no formal dirigida ordinariamente a adultos y
abarca las edades entre 18 y 60 aos.
Los centros de difusin mejor organizados tienen monitores o asesores
regionales que permiten una comunicacin constante entre la institucin
universitaria y los estudiantes, el intercambio de ideas y experiencias, la solucin
de inquietudes y la adecuacin necesaria a los programas.
264
sobre nivel cientfico y cultural de los bachilleratos son desastrosas; acabar con
la clase por la clase, que es la muerte de toda sana y vlida educacin y crear
estmulos para el estudio personal y la investigacin y que siempre conserve
estrecha relacin con la vida, vinculacin con el trabajo productivo, fomentando
particularmente la enseanza tcnica y tecnolgica para que suscite nuevas
posibilidades de trabajo y haciendo efectivo el principio: aprender trabajando y
trabajar aprendiendo.
CAPTULO VEINTE
VISIN UNITARIA DE LA FILOSOFA HUMANIZADORA
Lo que nos hace cobardes y mezquinos, son
ciertos puntos y ciertos peros:
"Quiero amar, pero hasta un cierto punto;
quiero justicia,
pero slo hasta un cierto punto; quiero
el bien,... pero mi bien; quiero la
verdad,... pero mi verdad; quiero el
perdn,... pero sin perdonar; quiero
confesar las culpas,... pero de los dems;
quiero comprensin,... pero slo para m;
quiero tener razn,... pero nunca la doy;
quiero hacer la voluntad de Dios,... pero a
condicin de que l haga la ma; quiero la
conversin-pero de los dems".
A. Pronzato 78
71
A. Pronzato 79
Nos parece oportuno resumir las pautas que hemos seguido a lo largo de
nuestra exposicin para tener un panorama sinttico y ms lgico en la educacin
de la juventud.
Claro que esto no puede suplir el estudio detallado de las partes, ni
reemplazar el examen analtico y las razones suficientes de cada aspecto de la
personalidad, para construirla paulatinamente, como hemos visto a lo largo de
estas pginas.
Pero nos puede servir de plan reconstructivo, para aclarar conceptos y
organizados en forma piramidal, para apreciar mejor el maravilloso edificio
intelectual, moral, espiritual y social que podremos levantar con nuestra esmerada
labor educacional, para con los jvenes y para enlazar en ellos el mundo inferior,
del cual el hombre es un compendio, con el mundo superior que nos atrae con el
imn del amor y de la felicidad, que es el fin supremo de la vida humana.
CONCLUSIONES Y ENSEANZAS
La introduccin nos propone el lema del Centro: hombres nuevos para
tiempos nuevos.
Para obrar esto, racionalmente, debemos percatarnos del estado actual
del mundo latinoamericano en que vive la juventud. Nos ayudar una imagen
sacada de la medicina.
Ningn mdico, mediocremente responsable, podr formular una receta
si no sabe el mal que padece el enfermo y, diagnosticado el mal, es fcil curarlo,
porque drogas hay para toda enfermedad y de ordinario los malos mdicos no
yerran sino el diagnstico.
Ese diagnstico, como sucede en la teraputica, comenz con un examen
general de la situacin actual, que forma el ambiente donde la juventud vive y
se mueve y en donde absorbe lo bueno y lo malo con su ansia de vivir.
Si este ambiente, como hemos visto, est viciado, el joven respira un aire
moralmente infecto, que lo afecta consciente o inconscientemente. Ninguna
269
a todo lo que representa la autoridad y que se agrava, con el xodo del campo
hacia la ciudad, en busca de mejores condiciones de vida, pero con las ineludibles
consecuencias de la desadaptacin, el desempleo, la miseria y la corrupcin.
Hay que renovar la sociedad y la juventud hoy lo siente y reclama, porque
lleva grabado en el alma el sentido de la justicia y el anhelo de sinceridad y por
esto vuelve a reexaminar las cuestiones fundamentales de la existencia y sus
finalidades, el por qu este mundo que le han legado los mayores se ha vuelto
tan poderoso y tan desconcertante, tan progresado en los campos cientficos y
en los medios de muerte, que lo vuelve tan amenazador y esclavizante.
El remedio consiste en dar nuevamente al hombre su equilibrio interior y
slo podr hacerlo una sana Filosofa Personalizante y Humanizadora junto a
un enfoque cristiano de la vida hacia la trascendencia.
La Filosofa de la Persona. Ya sabemos que la persona es un compuesto
de vida vegetativa, sensitiva y racional, en una unidad inescindible, esto es la
unidad metafsica de la persona, en donde sobresalen necesariamente las
caractersticas morales y espirituales y por esto la inmortalidad y la trascendencia
del hombre.
Este hombre, que al mismo tiempo que siente una unidad inescindible en
s mismo, est impelido naturalmente hacia el otro, a travs del amor, que
llambamos el cogito exisencial, porque se descubre y se afirma como ser sociable
y en donde el yo sin el t no podra ni existir y lo descubre por la exigencia
del amor. Amor que lo hace salir de s mismo, pero que lo levanta hacia el yo
trascendente, en una especie de trinidad humano-divina: yo-t-Dios, todo esto
constituye la persona inteligente y libre y sin lo cual no podra ser persona, ni
tener la causa suficiente de su existencia.
La educacin, pues, no puede prescindir de todas estas realidades
metafsicas: educacin que debe hacernos madurar en todos los niveles y en
todos los campos de la actividad, conforme lo sugiere el humanismo cristiano
y el rico mensaje franciscano y que importa la igualdad de derechos a la vida,
a la educacin, al trabajo y a la realizacin de las justas aspiraciones de cada
uno. Igualdad de derechos y comunicacin de los bienes que debe llevarnos a
contribuir al bien comn, por esto el Humanismo Cristiano y el mensaje
Franciscano nos impelen al amor y el amor es: seor con generosidad. He
271
de los quehaceres humanos es, pues, la vida cultural y cientfica, para abarcar,
por cuanto es posible, en amplitud y profundidad, todo el universo y ascender al
descubrimiento de nuestra esencia espiritual y de all a Dios.
Educar es, primeramente, suscitar en los estudiantes el inters por el
descubrimiento, de manera que ellos mismos sean artfices de sus conocimientos
en el proceso de buscar la verdad, en todos los niveles y en todos los campos y
en una interaccin continua: maestro-estudiante, interaccin que no aplaste la
innata curiosidad del estudiante, sino que la desarrolle siempre ms hasta hacer
de cada joven un descubridor y un creador. Esta es la enseanza personalizante,
fundada en el principio que ninguna cosa es tan ntimamente nuestra como la
que hemos descubierto nosotros mismos, probando y comprobando.
El buen maestro, entonces, no es el que entrega conocimientos como
pildoras, sino el que los suscita, el que hace descubrir la interrelacin de todas
las materias en un plan armnico y todo esto enderezado a la vida y al trabajo.
Pero lo que ms necesita la educacin actual es dedicarse a la investigacin. Es
la exigencia del mundo actual y la condicin indispensable para madurar y crear
convicciones slidas y motivadas.
Para hacer progresar al hombre no basta ponerlo a recordar, sino capacitarlo
para avanzar y abrir camino, para encararse con las continuas transformaciones
del mundo moderno.
Las necesidades de la humanidad aumentan vertiginosamente: qu hacer?
Hay que buscar soluciones, no dejar que lo hagan siempre los dems, esperando
siempre quien venga a salvarnos. Nuestros jvenes pueden y deben hacerlo, por
esto hay que educarlos en la bsqueda, entrenarlos en la investigacin.
La juventud est en nuestro poder en nmero siempre creciente. De
nosotros depende que se quede inerte y perezosa, que se desve y se pierda sin
remedio o que se conserve sana, sienta la alegra de vivir, de hacerse til a los
dems y que se tecnifique siempre ms, para producir ms y con menor esfuerzo.
Si no suscitamos en los jvenes deseos de superacin, nos quedaremos
definitivamente estancados.
El perfeccionamiento Humano en el Amor, en la Verdad, en la Libertad,
en la Conciencia, en la Justicia y en la Formacin del Carcter.
273
A los jvenes poco se les habla del amor, parece una cosa innata que se
confunde con el instinto sexual. Pero esto no es amor, sino egosmo y no hay
cosa que aplaste tanto como el egosmo. Si queremos salvar la juventud hay que
educarla en el amor.
El amor es de mil facetas y cuando ms se eleva, tanto ms se da cuenta
que el amor sensual es, quiz, el ms bajo y el ms abyecto.
Del amor, dice Scheler, depende nuestro destino y la misma salvacin del
mundo.
Hay que superar el estrecho naturalismo y la mezquina filantropa, para
deleitarse en los grandes ideales, en el amor de lo noble y lo bello, los ideales
cientficos, ticos y el servicio a los dems en una variedad indefinida y con una
potencia tan fascinadora que nos impulsar, an al sacrificio de la vida. Y cuando
hayamos amado hasta el herosmo, entonces comprenderemos que por su infinito
amor hacia nosotros. Dios nos habla, nos busca y nos atrae hacia l, porque el
amor va hacia el infinito.
Por esto el amor es la esencia misma del cristianismo y por esto es un
impulso espiritual y sobrenatural que rompe todas las leyes de la vida natural y
nos lleva a valorar en el hombre, no lo que tiene, sino lo que es, entonces, se
vuelve universal e indefectible; por esto, la civilizacin del amor condena las
divisiones y las murallas psicolgicas que separan violentamente a los hombres,
a las instituciones y a las comunidades y defiende con ardor la tesis de la
integracin de Amrica Latina.
La civilizacin del amor repele al mismo tiempo la sujecin y la
dependencia perjudicial a la dignidad de Amrica Latina:
No aceptamos la condicin de satlite de ningn pas del
mundo, ni tampoco de sus propias ideologas. Queremos vivir
fraternalmente todos con todos, pero es tiempo que Amrica
Latina advierta a los pases desarrollados que no nos
inmovilicen, que no obstaculicen nuestro propio progreso, no
nos exploten y ms bien que nos ayuden a vencer las barreras
del subdesarrollo, respetando nuestra cultura, nuestros
principios, nuestra soberana, nuestra identidad, nuestros
274
275
83
276
En efecto, sabemos, y lo deca profundamente San Pablo, que hay una ley
en nuestro cuerpo que contradice la ley del espritu y que pretende esclavizarlo
con los placeres de la gula y de la lujuria; por ello, continuaba diciendo, el cuerpo
lucha contra el espritu y el espritu contra la parte inferior de nosotros mismos,
que no busca sino el placer y alguna vez gritaba: "pobre de m! Quin me
librar de este cuerpo de muerte?" (Rom. 7, 24).
Era lo que, en otros trminos, deca Horacio, el poeta romano, arrastrado
por las pasiones y sin fuerza para dominarlas: veo las cosas mejores y las apruebo,
pero sigo siempre las peores. Y una vez, en un mpetu de sinceridad, exclam:
"me siento un cerdo del rebao de Epicuro"85. Por esto mismo, tanto la razn
como la ley cristiana, aconsejan y muchas veces exigen la necesidad de la
mortificacin y los buenos filsofos, tanto paganos como cristianos, la encuentran
cientficamente demostrada y saludable. Mortificar los sentidos, la pereza, la
locuacidad exagerada, la facilidad de juzgar mal y an dominar los muchos bros
de la juventud con el sano ejercicio de la gimnasia y los deportes. Todo esto
ayuda a amansar el cuerpo y a someterlo a las exigencias de la virtud y del
espritu.
No podemos negar que una forma continua y maravillosa de dominar el
cuerpo eran las reglas de la buena educacin que desde nios nos inculcaban y
que ahora van cayendo en desuso, hasta el punto de hacernos la vida y las
relaciones humanas pesadas y desagradables. No estara mal que en buena parte
se volvieran a restaurar.
S!
278
279
280
En fin, hay que luchar para restablecer la justicia, pero es bueno recordar
a los pobres la dignidad del trabajo, la honestidad en los contratos, la sana
administracin de lo que tienen y evitar el despilfarro en los vicios, en las fiestas
y en los gastos suntuarios.
Otra fuente de bienestar fsico y moral de la persona, en la vida social, es
la 'familia integrada por la escuela y el Estado", especialmente en la familia cristiana,
282
285
286
JUSTICIA Y CUESTINSOCIAL
La justicia social, aplicada al campo de la economa y a la desequilibrada
distribucin de la riqueza, toma el nombre de cuestin social, caracterizada
especialmente en los ltimos tiempos por el trastorno entre el progreso econmico
y la violacin de los principios tico sociales, que dan origen a un conflicto de
intereses en gran escala, en cuanto todos se sienten perjudicados y cada uno
busca aliviar su situacin cargando sus revanchas econmicas sobre otros.
El obrero, exigiendo al industrial ms alza de salarios, el industrial
levantando los precios a los comerciantes, stos cargando inmisericordemente
la mano sobre los consumidores, el capitalista cobrando ms al empresario y los
bancos aumentando arbitrariamente sus tasas de inters.
Estos conflictos en favor de sus propios provechos, sin ningn respeto al
derecho natural y al bien comn, dan lugar a una verdadera lucha de clases,
teorizada por Marx en lo que se refiere a los antagonismos entre proletariado y
capitalismo o como l dice entre la propiedad de los medios de produccin
y la explotacin del trabajo, nica fuente de ganancia o el plus-valor que afecta
91
Ibid, na 543.
Ibid., na 544.
"Ibid.
93
287
principalmente a las clases obreras por los bajos salarios, la falta de trabajo, el
desmedido aumento en el costo de la canasta familiar, las condiciones inhumanas
en que no rara vez les toca trabajar, la duracin de la jornada de trabajo y la
violacin del descanso festivo.
Hay que anotar que la divisin de clases y, en gran parte, la misma cuestin
social es inherente a la naturaleza humana, concretamente considerada y como
instinto innato a buscar sus propios intereses. Esto produce la diversificacin
del trabajo, debido tambin a las mltiples exigencias de la sociedad histrica y
polticamente organizada y a las diversas inclinaciones y capacidades naturales
de cada uno, as como al esfuerzo para progresar y mejorar su rendimiento y
otros miles de factores particulares y circunstanciales que afectan la compleja
actividad humana. As que la divisin de clases es inevitable y por muchos
motivos, providencial, porque trae la connatural diferenciacin del trabajo y el
desarrollo armnico de la sociedad.
Muy grave de verdad y preludio de autnticas catstrofes, sera si los
hombres tuvieran todos las mismas inclinaciones, los mismos gustos y
capacidades - El progreso y la civilizacin y la misma vida social quedaran
estancadas - Menenio Agripa, con el slo sentido comn, resolvi
admirablemente los primeros conflictos sociales de su tiempo y volvi la paz al
incipiente Pueblo Romano.
290
Previsin social
Emancipacin de la mujer y paternidad responsable
Educacin obligatoria
Crculos de estudio y tecnificacin del trabajo
Crditos populares
Facilidades para conseguir vivienda
Restauracin de la vida corporativa a travs de los sindicatos
La reduccin de las horas de trabajo
Triple jornal festivo
Jubilacin y asistencia mdica y an, pensin para la mujer y los hijos
Salario familiar
Funcin social de la propiedad
Salario mnimo
El empleo de las mquinas, an en las pequeas industrias
Quin puede negar, que stos han sido pasos agigantados hacia una mejor
convivencia de la sociedad y la elevacin de las clases obreras?
Pero, desafortunadamente, lo nico que no se ha mejorado es el hombre y
si no se toman los remedios oportunos y eficaces, se multiplicarn los males en
la actual sociedad y en la futura y ser la causa de innumerables catstrofes en la
vida privada y pblica, nacional e internacional.
En efecto, quin est satisfecho con la sociedad en que vivimos? La vida
social se ha deteriorado siempre ms y la atmsfera est altamente viciada.
Sin embargo, la sociedad somos nosotros y colectivamente somos vctimas
de los mismos males que creamos o toleramos.
En este brevsimo bosquejo, que constituye la parte negativa de la
cuestin social, no nos gusta hablar en nombre propio, que podra parecer
atrevimiento, sino en nombre de autoridades indiscutibles.
Torres Calvo dice que:
La violencia de las revoluciones ha dividido a los pueblos en
dos grandes clases de ciudadanos, poniendo entre ellos una
distancia inmensa. Una, poderossima, atrae a s y a su propia
291
9J
293
y deberes, y por eso, tambin sus acciones han de ser reguladas por la verdad, la
justicia, la solidaridad generosa y la libertad. Porque la misma ley moral que
regula las relaciones entre los seres humanos es necesario que regule las relaciones
entre las respectivas comunidades polticas"98.
MARXISMO Y CRISTIANISMO
La violencia revolucionaria y el amor cristiano
El marxismo y el cristianismo estn empeados en la restauracin de la
justicia social y ms propiamente en la justa y equitativa solucin de la cuestin
social.
Es que, de verdad, estn en juego valores de fondo. Se trata de la conquista
de una tierra nueva, prometida tanto por Cristo como por Marx, aunque con
metas y por caminos totalmente diversos. Es algo, pues, que no puede dejar a
nadie indiferente, porque implica la valoracin de la sociedad presente y el ideal
de la humanidad futura.
El problema se ha agudizado en estos ltimos aos, entre creyentes y no
creyentes, y parte del choque frontal entre dos ideologas y entre dos mtodos
de alcance universal. Por una parte la violencia, por otra parte el amor. Esto es
debido principalmente a tres factores, en parte indicados.
El proceso de unificacin de la humanidad, tpico de nuestra poca,
que da lugar a un nuevo tipo de conciencia sensible a las dimensiones mundiales
de los problemas y de las responsabilidades. Ha nacido ya no el hombre de
grupo o de una nacin, sino el nuevo tipo de hombre ciudadano del mundo que participa de una misma historia y de una nica esperanza.
Esto es particularmente evidente en la conciencia de los jvenes, hasta el
punto que de los hroes contemporneos como: Kennedy, Martin Luther King,
295
el Che Guevara o Camilo Torres, no les interesa donde han nacido, sino el por
qu han vivido y han muerto.
La contestacin juvenil no se aplica ya a un sector particular de la
convivencia humana, sino que se extiende a todos los niveles de la sociedad.
Ahora bien, una contestacin global slo es posible en una alternativa global.
Se dice con frecuencia que los jvenes contestatarios no saben lo que quieren;
sin embargo, puede deducirse fcilmente lo que no quieren.
No es mera casualidad que el anhelo de la tierra nueva surja en gran escala
en el momento mismo en que el hombre adquiere conciencia de su poder
engrandecedor en la transformacin del mundo y de la vida social, y es tambin
porque el hombre ha descubierto que est en sus manos, no slo construir el
mundo, sino tambin el destruirlo. El peligro de suicidio csmico no es una
pesadilla de ciencia ficcin, sino un peligro histrico y casi inminente que
confiere a la unificacin del mundo un carcter particularmente dramtico: o
nos salvamos juntos o perecemos juntos.
Por esto, la construccin de una tierra nueva, dice Girardi*, se presenta a
la conciencia de muchos como un imperativo categrico, como un proyecto
que no admite dilaciones o alternativas.
Es interesante anotar que el ideal de la tierra nueva ha surgido
modernamente en el mbito de los sectores no cristianos y promovido, de un
modo masivo, por los movimientos ateos o irreligiosos y, por tanto, casi en
confrontacin polmica con los valores religiosos y con una visin de la vida y
del mundo completamente opuesta. Uno de ellos, y por cierto el ms importante
y de mayor influencia, fue Marx.
El marxismo promete, despus del infierno destructor de la violencia
revolucionaria, una tierra nueva, en donde habr igualdad, justicia y bienestar
para todos, una especie de paraso terrenal* *.
Esto se conseguir principalmente con la lucha de clases, que es:
Tomado de GIRARDI, Jules. Amor Cristiano y Lucha de Clase. Salamanca : Ediciones Sigeme.
Tomado de LABRIOLA. Antonio. Della Liberta Morale. Napoli : Ferrante, p. 21.
296
Tomado de MARX, Karl. Zurkritik des Politischen Oekonomie. Cr. H. Ciccotti Mongini, p.156..
LABRIOLA, Antonio. Del Materialismo storico. Bari : Laterza, p.238.
** Tomado de SOREL, G. Prface Essais sur la Conception Materialiste de Phistotre. Pars : Giard et brirre,
P .3.
99
297
100
LABRIOLA, Antonia In Memoria del Manifiesto dei Comunisti. Bar : Larteza, p.21.
298
101
302
nacionales a expensas de los pases del Tercer Mundo, a pesar de los tan
decantados postulados de libertad, igualdad y fraternidad.
Por esto Pablo VI, con sentido de justicia cristiana, denuncia esta grave
situacin universal: "Los pueblos hambrientos interpelan hoy con acento
dramtico a los pueblos opulentos. La Iglesia sufre ante esta crisis de angustia
y llama a todos, para que respondan con amor al llamamiento de sus
hermanos"102 porque la cuestin social ya tiene dimensiones universales.
Igualmente el Consejo de Iglesias y la comisin catlica de Justicia y
Paz, a instancia del grupo ecumnico: "Accin de la Iglesia para el desarrollo
del mundo"103, presentaron un proyecto a la ONU, para que se destinara por lo
menos el 1% de los ingresos brutos de las naciones miembros, para ayudar a
aliviar el hambre en el mundo. Algunas naciones aceptaron, otras a pesar de la
promesa todava no han cubierto la cuota y otras la han reducido a un prstamo
de capitales a intereses, que en realidad no se resuelve sino en beneficio propio
y en un gravamen ms para los pases pobres.
Algunas consideraciones al interior de los pases del Tercer Mundo para
ver las anomalas que agravan la situacin de pobreza.
El primer mal de los pases pobres, como lo anota el clebre historiador
africano Joseph Ki-Zubo, es "que las grandes riquezas que vienen de afuera y
las que llegan de los impuestos internos, se concentran slo en las grandes
ciudades en donde se fomenta el lujo, en las grandes construcciones y en las
inversiones suntuarias, dejando en el ms crudo abandono a la gente del campo
y las regiones apartadas. No sucede lo mismo en Colombia? Cules son las
ciudades que continuamente recorren en la reparticin de los fondos pblicos?
Bogot, Medelln, Barranquilla, Cali, Cartagena, Bucaramanga, y alguna otra, el
resto es pobreza y miseria"104. Cundo los gobiernos remediarn, por lo menos
en parte, esta catastrfica situacin?
102
304
305
CONCILIO VATICANO II. Constitucin Pastoral Gaudium et Spes : sobre la Iglesia en el Mundo de Hoy. Op.
Gt-.No.71.
"Tomado deJUAN XXIII, Carta Encclica Mater et Magistra. En: SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL
SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales. Bogot : Secretariado Nacional de Pastoral
Social, 1988. p. 79-128. na 30.
104
PABLO VI, Carta Encclica Populorum Progressio. En : SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL
SOCIAL DE COLOMBIA. Op. Cit., Na. 23.
"" Ibid., Na 47.
306
' Tomado de Carta Encclica Populorum Progressio, en documento mencionado anteriormente, No. 53.
307
""JUAN XXIII, Carta Encclica Pacem in Terris. En: SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL DE
COLOMBIA. Op. Cit., No. 123.
109
CONFEDERACIN INTERAMERICANA DE EDUCACIN CATLICA. Metodologa de una Educacin
en y para la Justicia. Documento final del XIII Congreso Interamericano de la CIEC. No. 44. Bogot, 1980. p. 101.
* Tomado de JUAN PABLO II, Carta Encclica Laborem Exercens. En : SECRETARIADO NACIONAL DE
PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales. Bogot : Secretariado Nacional de
Pastoral Social, 1988. Pg. 361-407. No. 8.
308
que para Dios todos somos iguales: "todos vosotros sois hermanos" (Mt. 29, 8).
La diferencia de clases, delante de Dios, no es sino un hecho puramente
superficial, tal como el perfil de la cara o el color del vestido. Por esto, Dios nos
ama profundamente a todos, prescindiendo del color, de la raza y de la posicin
social. Y si hay preferencias, las hay para aquellos que se elevan siempre ms en
la escala de los valores humanos y divinos, esto es, que se vuelven siempre ms
dignos hijos de Dios.
Estamos en esta vida como en un drama: uno hace la parte de rey, con
esplndidas vestiduras y corona en la cabeza, otro de magistrado con toga y
birrete, otro de mdico con blusa y mascarilla, otro de mecnico sucio de grasa
y de mugre, una mujer hace de princesa y otra de lavandera. Pero, a los pocos
momentos, qu es la vida? todos desaparecen del escenario de este mundo y
las felicitaciones de Dios no sern ni para el rey ni para la lavandera, sino para
quien haya representado mejor su parte. No ostentemos en el carnaval de este
mundo demasiados ttulos, medallas, zarandajas y hojarascas de apariencias y
de lujos. Nuestro gran ttulo es ser hombres honestos y honrados, cristianos
coherentes con los principios que profesamos, lo dems es caricatura, falta de
realismo y quiz ocasin de injusticia, porque toda discriminacin social es ofensa
a la dignidad del hombre.
El hombre vale mucho a los ojos de Dios, por l vino al mundo y por l se
entreg a la muerte, pero ciertamente no por sus riquezas, ni por su poder, ni
por su posicin social. "Los hombres se dejan llevar por las apariencias, pero
Dios escudria el corazn" (1 Sam. 16, 7).
peligro nuestra salvacin eterna, por esto afirmaba perentoriamente: "no podis
servir a Dios y al dinero" (Mt. 6, 24).
Los bienes sensibles son apenas un medio para subsistir y estos mismos
tienen sus justos lmites en el mbito de la vida personal: "que vuestro corazn
no quede oprimido... por la crpula" (Mt. 25, 40) y su necesario desemboque en
el campo social: "todo cuanto tienes vndelo y reprtelo entre los pobres" (Le.
18, 22).
Por esto en la doctrina evanglica los bienes de este mundo son un don de
Dios (Le. 16, 11) y los ricos son considerados como administradores de los
bienes de Dios, que deben compartir con los pobres y de esto les tomar estricta
cuenta, como en la parbola del mayordomo infiel (Le. 16, 1-8); a los viadores
infieles les quit el arriendo, a los ms desalmados los hizo degollar (Mt. 21, 3346). Al siervo abusivo y cruel lo condena con los infieles e hipcritas" (Mt. 24,
45-51).
Por el contrario, a los buenos administradores los recompensa ampliamente,
como en la parbola de los talentos (Mt. 25, 14) y de las minas (Le. 19, 11)
hacindolos prncipes y gobernadores de pueblos. Es claro que la base son los
bienes de la tierra, pero su sentido y su recompensa es alegrica.
A los ricos no los odia, como hace el marxismo, ms bien los exhorta al
desprendimiento y a la generosidad y a cuantos escuchan sus consejos los trata
como a sus mejores amigos, tales son: Lzaro, Mateo, Zaqueo, Marta y Mara.
Y para estimular nuestra generosidad declara que considera como hecho
a l mismo lo que se da a los necesitados en su nombre y por su amor. Por esto,
la generosidad cristiana est muy distante de la pura filantropa: "en verdad os
digo que lo que hiciste a uno de estos pequeos a m me lo hicisteis" (Mt. 25,
40).
Oportunamente considera, en consonancia con sus planteamientos, que
no puede pertenecer al nmero de sus evangelizadores del Reino quien no se
despoja de todo para consagrarse totalmente al bien espiritual de los hombres.
Al joven rico, entusiasmado de su perfeccionamiento, dice: "si quieres ser
perfecto, vete, vende lo que tienes y dadlo a los pobres... y ven y sigeme" (Mt.
19, 21) y porque no sinti la valenta de hacerlo, exclam con tristeza: "qu
312
difcil es para los ricos entrar en el Reino de Dios!" (Le. 18, 24).
A muchos que, como gran parte de los ricos de hoy, se preocupaban ms
de aparecer que de ser honestos, los increp duramente: "ay de vosotros ricos,
que limpiis lo exterior y en vuestro interior sois llenos de rapia y de avaricia!"
(Mt. 23, 25) o porque abusaban de la plata para cometer maldades (Mt. 28, 12)
o porque la codicia los impulsaba al delito: parbola de los viadores (Mt. 21,
33-46); o porque eran causa de eterna condenacin: el rico Epuln (Le. 16, 1931) y para detenerlos de tamaa ruina tronaba, alguna vez, terriblemente: "ay
de vosotros ricos que tenis aqu vuestra alegra!" (Mt. 6, 2.5.16), esto es, que
habis hecho de este mundo vuestro paraso.
Y como sabe que los hombres, como pobres ilusos por el deseo de poseer,
cometen frecuentemente abusos, extorsiones y fraudes, cuyo contenido no
pueden despus devolver a sus legtimos dueos, exhorta a que pasen las riquezas
mal adquiridas a los pobres: "haceos amigos an con la inicua riqueza" (Le. 16,
9) pero no le permite que la disfrute con egosmo.
Muy claro es el pensamiento de Cristo con relacin a las riquezas, a su
uso, a los lmites impuestos, a las obligaciones y a la voluntad de servicio y de
solidaridad que ellas imponen.
Deca Danielou: "La pobreza, junto con la caridad, son los rasgos esenciales
del espritu evanglico"110.
313
este mundo que lo dispone todo para la buena marcha de la sociedad. Hay los
que estn arriba, en la escala social y los que estn abajo. Pero no hay injusticia,
porque cuando ms abajo estn en la escala social, ms merecen la predileccin
de Dios; por esto, una demostracin apodctica de su mesianidad es el anuncio
de la Buena Nueva a los pobres (Mt. 11, 5).
Si aceptan con resignacin su estado de pobreza, sin culpa propia, o se
despojan voluntariamente de sus riquezas por el Reino de Dios, los llama felices
y dichosos, no ciertamente por lo que dejan, sino por lo que merecen y por lo
que encontrarn, esto es el Reino de los Cielos: "bienaventurados los pobres
de espritu porque de ellos es el Reino de los Cielos" (Le. 6, 20).
Que recompensa propiamente divina!, que debera movernos, si furamos
verdaderamente inteligentes a despojarnos de todo para seguir a Cristo y ayudar
a los pobres.
Por esto se atrevi a decir San Pedro: "Seor, he aqu que nosotros lo
hemos dejado todo (en realidad era muy poco) para seguirte, qu habr para
nosotros?" (Mt. 19, 27) y la respuesta no se hizo esperar y fue solemne y
magnfica: "Os doy mi palabra: vosotros que me habis seguido, en la
regeneracin, cuando el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria os
sentaris tambin vosotros en doce tronos" (Mt. 19, 28).
Qu recompensa tan sobreabundante!, casi da envidia. Cristo lo prev y
refuerza su promesa y ampla sus beneficios: "En verdad os digo que todo aquel
que dejare casa, hermanos, padres, hijos o campos por mi nombre, recibir cien
veces ms y heredar la vida eterna" (Mt. 19, 29).
Es realidad que, segn la doctrina evanglica, despojarse de todo para
hacer el bien y para seguir a Cristo es mucho ms ventajoso que poner la plata
en un banco, y as lo piensa Cristo, por esto aade sin ambages: "No os amontonis
tesoros en la tierra donde hay polilla y herrumbre que corroen y ladrones que
socavan y roban; amontonaos, ms bien, tesoros en el cielo" (Mt. 6, 19-20).
Por esto, lgicamente, no le gusta que nos afanemos demasiado para
conseguir riquezas, ni tampoco para procurarnos lo necesario, si debe hacerse,
con preocupacin y con inquietud y con menoscabo de nuestra vida espiritual:
"Mirad las aves del cielo... no siembran, ni siegan y vuestro Padre Celestial las
314
hace". "Mirad las flores del campo, no hilan ni tejen... y Dios las viste mejor que
Salomn" (Le. 12, 27). Y reprochndonos amorosamente, nos recuerda: "No
sois vosotros ms que ellas?" (Le. 12, 28).
316
317
CAPITULO VEINTIDS
EL EDUCADOR CA TLICO
Importancia Identidad Rasgos - Testigo de la Fe
EDUCADOR!....
Piensa en tu profesin con lealtad, habla
de ella con orgullo, acta como guardin
de su buen nombre. Basa tus anhelos de
recompensa sobre una slida funcin de
servicio.
TUESTAS LLAMADO A:
Prender la ley de la verdad en las mentes, disipar
las dudas con tus convicciones poderosas, sostener
a los dbiles con la fuerza de tu carcter, llevar
optimismo a las conciencias juveniles acobardadas
por las luchas y las derrotas de la vida; suavizar las
fricciones con tu amable personalidad.
LA EDUCACIONES EVANGEUZACIN:
La evangelizacin es liberacin, la
liberacin es redencin, la
redencin es salvacin, la
salvacin es bienaventuranza.
LA EDUCACINEVANGEUZADORA:
Debe llevar la educacin a todo hombre,
prepararlo a la Buena Nueva, propiciar el
crecimiento en la fe, abrir el dilogo entre
fe y cultura.
HARING, Bernhard. La Ley de Cristo. Tomo I. Barcelona : Editorial Herder, 1973. p. 258.
323
una parte lo que se pretende construir con la otra, porque toda ciencia y enseanza
es complementaria de la personalidad.
Ensear directa y expresamente los derechos humanos es particular deber
y empeo de los directivos y de los que ensean Filosofa, Psicologa, Teodicea,
Etica y adems el Derecho, la Moral y la Religin.
Pero estos derechos y deberes no hay que ensearlos al estudiante
solamente en abstracto, sino que debe exigirse la prctica en todas las formas,
en todas las horas, en toda circunstancia y con todas las actividades de la persona:
pensamientos, palabras, obras y actitudes.
Si no se forma la conciencia, no puede haber verdadera prctica racional
y motivada y si se exige la prctica, sin formar la conciencia, se traduce fcilmente
en un comportamiento hipcrita, que es la lacra de la educacin actual, esto es
una prctica que se hace efectiva slo mientras uno se siente observado y expiado.
Igualmente hay que ayudar al estudiante a saber compenetrar los derechos y
deberes en la realizacin personal con los derechos y deberes interpersonales e
nter - sociales y no slo mirando al presente, sino tambin al porvenir. Porque,
por un lado, la escuela debe repercutirse en las mismas estructuras de la vida
familiar y social actual y, por otro, debe proyectarse hacia los tiempos nuevos y
adecuarse al futuro. Dice justamente Olegario Gonzles: "Quien tiene la juventud
tiene el futuro; pero quien no mira el futuro no tiene nada que decir a la
juventud"112.
Pero, concluye el doctor Vasak: La Filosofa Cristiana nos ensea, con
ms acierto y equilibrio que cualquiera otra, los verdaderos valores de la persona
y los mejores mtodos para educarla, porque tiene sus races no slo en el recto
uso de la razn humana, sino tambin en el Evangelio, que es la revelacin de la
Sabidura increada.
Efectivamente, en el Evangelio la naturaleza humana se enaltece hasta
divinizarse y las relaciones humanas encuentran los justos causes en la verdad,
la justicia y la libertad en el servicio, hasta la entrega suprema en el amor.
111
LLANO RUZ, Alvaro. Umec 82, citado por Revista "Cultura", ao XVI, 95, p. 2.
324
325
* Tomado de CONCILIO VATICANO II. Constitucin Pastoral Gaudium et Spes citada anteriormente, no. 72.
** Tomado de CONCILIO VATICANO II. Decreto Apostolicam Actuositatem, citado anteriormente, No. 3. 115
CONCILIO VATICANO II. Decreto Apostolicam Actuositatem : Sobre el Apostolado de los Seglares. En :
Concilio Vaticano II. (13 : 1965 : Roma). Documentos completos. 9 ed. Santaf de Bogot : Taller San Pablo, 2000.
Nal.
326
EL APOSTOLADO DE LA EDUCACIN
Igualmente el Concilio se preocup de la educacin y de los educadores
en la declaracin sobre la educacin cristiana de la juventud, Gramssimum
Educationis, en donde reafirma:
327
"' CONCILIO VATICANO II. Declaracin Gravissimum Educationis : Sobre la Educacin Cristiana de la
Juventud. Op. Cit, Na 1.
328
"' CONACED. La Escuela Catlica. Bogot : Ediciones Paulinas, 1978. No. 4. 120
Ibid.,No.7.
Tomado de CONACED. Documento citado anteriormente, No. 10.
* Tomado de CONACED, el mismo documento anterior, No. 12.
Ibid., Na 15.
** Tomado del mismo documento anterior, No. 19.
Tomado del mismo documento anterior, No. 20.
* Tomado del mismo documento anterior, No. 21.
"Tomado del mismo documento anterior, No. 22.
329
330
123
124
125
126
331
127
333
Como educador
Aunque los padres de familia son los primeros y obligados educadores de
sus hijos con un derecho deber que es originario y prioritario, la escuela tiene
un valor y una importancia bsica entre todos los medios de educacin. Por esto
es misin especfica de ella: "cultivar con asiduo cuidado las facultades
intelectuales, creativas y estticas del hombre, desarrollar rectamente la capacidad
de juicio, la voluntad y la afectividad, promover el sentido de los valores,
favorecer las actitudes justas y los comportamientos adecuados, preparar para
334
Ibid.,No.l2.
* Tomado de Sagrada Congregacin para la Educacin Catlica, en documento mencionado anteriormente,
No. 14.
** Tomado del mismo documento anterior, No. 15.
335
336
337
Rasgos comunes
Realismo esperanzado. La identidad del educador laico catlico es un
IDEAL que presenta no pocos obstculos, como: las circunstancias personales,
las deficiencias de la escuela y de la sociedad, la crisis de fe en las estructuras
sociales, el contagio de la progresiva secularizacin del mundo, la prdida del
sentido de autoridad y del buen uso de la libertad. Estas son algunas de las
dificultades que presenta la juventud de nuestro tiempo, junto con la crisis de la
familia y del mundo del trabajo. Dificultades que el educador catlico debe
afrontar con sano optimismo y denodado esfuerzo para superarlos, como lo
reclama la esperanza cristiana y la participacin en el Ministerio de la Cruz,
siguiendo las enseanzas de la Iglesia y procurando adquirir la necesaria fortaleza
en la personal identificacin con Cristo* *.
Tomado de Sagrada Congregacin para la Educacin Catlica, en documento mencionado anteriormente,
Na 24.
'" Ibid.No. 25.
** Tomado de Sagrada Congregacin para la Educacin Catlica, en documento mencionado anteriormente.
Na 26.
338
339
340
Proyeccin a la sociedad
Para la completa formacin de la personalidad del estudiante el educador
catlico debe guiar hacia la apertura, no slo con los dems miembros de la
comunidad educativa, sino tambin con las otras comunidades y con la entera
comunidad humana. La misma comunidad educativa pide al educador catlico
una amplia comunicacin llena de espritu cristiano, con sus propios compaeros,
con los otros estamentos de dicha comunidad y la disponibilidad necesaria para
colaborar en las diversas reas del centro escolar.
Siendo la familia la primera y fundamental escuela de sociabilidad, el
educador catlico debe enlazar los necesarios contactos con los padres de familia,
para integrarlos a la tarea educativa de la escuela y comprometerlos a fondo en
el grave deber de la educacin de los hijos, con una relacin cordial y afectiva y
con el fin de ayudar a muchas familias en las mltiples necesidades que importa
la conveniencia de sus hijos *.
Al mismo tiempo necesita prestar atencin al entorno SOCIO
CULTURAL, econmico y poltico de la escuela, tanto del barrio o de la zona,
como del contexto regional, nacional y an internacional, que, a travs de los
medios de comunicacin social, ejercen tan decisiva influencia en la vida de los
jvenes. Slo as los preparar para el mundo futuro en que les tocar actuar y
que la educacin debe preparar* *.
341
342
343
344
345
346
347
Apoyo comunitario
La tarea educativa es ardua y de inmensa trascendencia requiere calma,
paz interior, ausencia de sobrecarga de trabajo y continuo enriquecimiento
cultural y religioso: Debera ser conocida con ms profundidad por el Pueblo de
Dios y abordada con ms insistencia por las autoridades competentes como
uno de los grandes campos de la misin salvadora de la Iglesia* .
348
349
CONCLUSIN
No pueden ni deben dudar todos los que trabajan en la Escuela Catlica:
directivos, maestros, administrativos y auxiliares, que representan para la Iglesia
una inmensa esperanza; en ellos confa para configurar las realidades temporales
con el Evangelio y para la educacin integral del hombre y en particular de la
juventud, de quien depende que el mundo futuro este ms cerca o ms lejos de
350
la salvacin***.
Por lo tanto, la Iglesia: "ruega encarecidamente en el Seor a todo los
educadores que respondan con gozo, con generosidad y prontitud de corazn a
la voz de Cristo que, en esta hora, los invita con ms insistencia... a cumplir su
tarea con todo entusiasmo y magnanimidad y como cosa propia, asocindose
as a su misin salvadora"139.
Amigo educador: la Iglesia es nuestra Madre y Maestra, ella nos habla en
nombre de Jesucristo, nuestro Creador, Padre y Redentor, Hombre Dios.
Su doctrina, pues, refleja la ms pura, la ms moderna y avanzada
Pedagoga, porque est fundada en la verdad y en el amor, los dos resortes que
la impulsan siempre adelante y la adecan a todos los tiempos y a todas las
latitudes.
Quin puede negar que este documento recoge lo mejor de lo dicho hasta
ahora y que da los remedios apropiados para salir de la decadencia pedaggica
en que vivimos y que ha desviado a la juventud?
El principio bsico de la educacin actual es el lema del liberalismo
econmico: laisser faire, laisser passer (dejar hacer, dejar pasar) pero esto, en la
educacin, lleva a la inercia o siempre hacia lo bajo.
Hay que prender el motor y lanzarse a las alturas: y el motor de la clase es
el Maestro.
Si todos los das empezamos con nuevo entusiasmo, con anhelo de
superacin, con una entrega total a nuestra difcil, pero meritoria tarea, veremos
brotar los milagros del amor y de la trasformacin en el alma de nuestras
juventudes, las cuales no esperan sino el impulso y el ejemplo para lanzarse a la
conquista.
El mundo ser maana, lo que son los educadores de hoy; es nuestra
responsabilidad y nuestra gloria!...
*** Tomado del mismo documento anterior, no. 81. 139
Ibid., no. 82.
351
352
CONCLUSIN
Nos parece haber demostrado, por lo menos en parte, la imprescindible
necesidad de transformar y mejorar la educacin. Nos damos cuenta que la
atmsfera social, tanto nacional como internacional, est cargada de elementos
amenazadores de destruccin y de muerte.
Slo la educacin podr despejarla y preparar un mejor porvenir, porque
la educacin mira esencialmente al futuro y el maana ser lo que es hoy la
niez y la juventud. Esto debe realizarse, como acabamos de ver a lo largo de
esta exposicin, principalmente en dos campos:
La formacin de una personalidad recta y recia en maestros y
estudiantes. Primero en los maestros que son los agentes decisivos de la
educacin y despus en los estudiantes que la necesitan con extrema urgencia,
para que puedan resistir al impacto de la corrupcin que los embiste por todas
partes, en todos los campos y en todos los niveles.
Hay que tener en cuenta que las slidas convicciones y la constancia en
el bien obrar, cual es la verdadera y autntica personalidad, es una de aquellas
cosas que nadie puede dar si no las posee en grado eminente. Tambin vale
aqu el axioma filosfico: nadie da lo que no tiene.
Los superficiales o poco responsables, no se dan cuenta del gran mal que
hacen a los estudiantes:
En el campo intelectivo con sus clases rutinarias, desganadas, sin espritu
quien quiere evadirse del campo o de los pueblos, adems de una que otra
profesin lucrativa, no queda otra alternativa: o la enseanza, la burocracia o la
desocupacin.
Pero no puede ni debe ser siempre as, hay que crear nuevos frentes de
trabajo y por esto, hay que preparar nuevos tcnicos, porque los recursos del
suelo, del subsuelo, las exigencias humanas y los mil secretos de este universo,
que Dios ha puesto a nuestra disposicin, son casi indefinidos.
Lo que falta son hombres emprendedores para descubrirlos, para utilizarlos
y transformarlos e inventiva para hacerlos fructificar al mximo.
Ahora, todo eso lo da la especializacin tcnica. Me parece que todos
tenemos un poquito de las manadas, a donde va uno, van todos. Nos falta espritu
crtico, ojo avizor para mirar por dnde podemos ir, conservando nuestra
originalidad, realizndonos segn nuestras especficas dotes innatas o educadas
y avanzando decididamente por las rutas nuevas, que dan mayor satisfaccin y
gozo, que no los caminos trillados y polvorientos, por donde pasan todos y
donde se aprietan, se envidian, se quitan el puesto y el trabajo los unos a los
otros.
En las naciones ms desarrolladas, hay puestos para todos los gustos y
capacidades para todos los niveles y as progresan, producen y exportan.
Ellos se enriquecen y los otros se empobrecen siempre ms.
Como en la agricultura que hay que diversificar, as debe suceder en los
empleos, en los trabajos, en las tcnicas, en las producciones y el ms satisfecho
ser quien descubre su manera de trabajar til y novedosa.
El Centro de Educacin Media Diversificada y de Estudios Superiores
Mara Goretti, ha abierto camino; se necesitan otros que sigan la huella,
diversifiquen siempre ms y los propaguen, aplicndolos a todos los campos de
la actividad humana.
Ojal estas pginas sirvan para toda la Familia Goretiana y los gestores
de la educacin!... Maestros y estudiantes... manos a la obra!...
355
'* BLANCO, Damiano. Slogans del alma, Milano : Ed. Paoline. p.41 y sgtes.
356
BIBLIOGRAFA
AGRAMONTE, Roberto. Sociologa Latinoamericana. Ro Piedras :
Universitaria, 1963*.
ALLPORT,Gordon W. La Personalidad, su Configuracin y Desarrollo*.
AYALA. SJ. Formacin de Selectos*.
BAQUERIZO MORENO, Alfredo. Tierra Adentro, Quito*.
BECKMANN, J. Anleitung Zur Techologie. 1780*.
BELAUNDE, Vctor Andrs. El Per Antiguo y los Modernos Socilogos.
Lima*.
BEN DAVID y ZLACZOWER. La Universidad en Transformacin. Barcelona:
Seux Bavial*.
BERGSON, Enrique. Las Dos Fuentes de la Moral y la Religin*.
BETANCOURTH, Belisario. Colombia Cara a Cara. 3a Ed. Bogot : Tercer
Mundo, 1966*.
BIBLIA DE JERUSALEN. Nueva Edicin Totalmente Revisada y Aumentada.
Bbao : Grafo S.A., 1975. 1836 p.
SCHELER, Max. Etica II. p.135. BEHN, Siegfred. Filosofa de los Valores.
Munich, 1930*.
SHEEN,Fulton J. Filosofa de la Religin.
SPIAZZI, P.R. II Cristianesimo Perfezione dell'uomo. Alba. Ed. Paoline, 1949.
SOREL, G. Prface Essais sur la Conception Matrialiste de L'histoire. Pars :
Giard et brirre*.
SUANCES MARCOS, Manuel A. Max Scheler : Principios de una Etica
Personalista. Barcelona : Herder, 1976. (Biblioteca de Filosofa ; no. 6)
TORRES CALVO, DTSP.
UNESCO, OIT. Pars, 1964.
_________ . Enseanza y Formacin.
363