Entrevista Rinesi - Filo-Depto de Letras
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Ex: Cmo concebir las instituciones estatales que generan pensamiento educativo al interior del Estado en relacin con la destruccin y vaciamiento que se
produjo a partir de la dictadura?
ER: Ah tenemos un problema. Entre la dictadura y los 90 hubo un proceso de destruccin
muy grande de las capacidades del Estado y de sus mismas instituciones. En el caso educativo eso es particularmente serio, porque la gran definicin ideolgica y prctica de los
aos menemistas fue la descentralizacin del sistema educativo. En efecto, se produce una
catastrfica prdida en la capacidad de las polticas del Estado Nacional de incidir sobre las
instituciones educativas de todo el pas. Eso, por supuesto, dificulta mucho las posibilidades
de una accin positiva, que todo el tiempo se intentan desde el Ministerio de Educacin
de la Nacin, en relacin con el mejoramiento del sistema educativo, o exige formas de
articulacin mucho ms complejas a travs, sobre todo, del Consejo Federal de Educacin,
que rene a los Ministros de Educacin de todas las provincias y que preside el Ministro de
Educacin de la Nacin, que es el modo que tienen las polticas consensuadas por todos los
ministros de llegar, en efecto, a las instituciones educativas en la base del sistema. El ministro Sileoni siempre dice que todas las escuelas son escuelas de la Nacin. Esta frase, que a
m me gusta compartir, no deja, sin embargo y como es obvio, de tener una cierta cuota de
voluntarismo. De hecho, por mucho que est haciendo efectivamente el gobierno nacional
para poder incidir sobre cada una de las instituciones a travs de sus polticas de mejoramiento de la educacin, de transferencia de recursos, de establecimiento de lineamientos,
etc., esas instituciones no dependen de la Nacin, sino de las jurisdicciones provinciales
(cada una de las cuales tiene sus problemas presupuestarios, sus definiciones ideolgicas y
polticas, etc.). En este sentido, la capacidad de alcanzar consensos que ha mostrado en el
ltimo tiempo el Consejo Federal de Educacin es muy importante. Por ejemplo, a fin del
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Ex: No es imprescindible reformular crticamente las leyes que rigen la jurisdiccin provincial de la educacin?
ER: No s si eso forma parte de la agenda de lo que hoy se discute en educacin. Ms bien,
creo que hoy existen intentos de alcanzar, a travs de distintos instrumentos de poltica, los
lugares concretos de enseanza (las escuelas, las instituciones singulares). En un contexto
de descentralizacin como ste, eso se vuelve, claro, muy difcil. All, algo interesante que
est pasando es una fuerte convocatoria del Ministerio de Educacin de la Nacin al sistema
universitario en su conjunto, y a algunas universidades en particular, para asistirlo en la
realizacin de estudios, diagnsticos, tareas especficas de implementacin o de evaluacin
de algunas lneas de poltica. Nuestra universidad [UNGS], que tiene un rea de educacin
considerable y de las ms desarrolladas, ha sido reiteradamente convocada en los ltimos
aos para colaborar con estudios en relacin con el impacto de la AUH y del programa Conectar igualdad, o aun con la construccin de un instrumento de evaluacin del conjunto
de las escuelas secundarias del pas, y lo mismo les ha ocurrido a muchas otras universidades del sistema.
Este gobierno reivindica mucho esto, y el ministro Sileoni lo hace cada vez que puede. Suele
citar una frase de Nstor Kirchner: Nuestras principales consultoras son las universidades
pblicas, y, en efecto, sobre los ms diversos temas las universidades estn siendo consultadas
todo el tiempo. Eso es muy bueno: hay confianza en los expertos de las universidades y hay
un inters fuerte del Estado en contribuir con el desarrollo de equipos de expertos en las universidades, financiando investigaciones muchas veces muy ambiciosas. Un ejemplo interesantsimo es el desarrollo, con financiamiento del Ministerio de Ciencia y Tcnica de la Nacin,
de un enorme programa que se llama PISAC (Programa de Investigacin sobre la Sociedad
Argentina Contempornea), que es el esfuerzo de conjunto ms importante que hayan hecho
todas las universidades pblicas del pas con carreras de ciencias sociales para hacer, como
sugiere el nombre, un gran estudio sobre las ms diversas dimensiones de la vida social argentina actual. Va a ser un flor de trabajo, que ya se ha iniciado, con un financiamiento estatal
muy generoso, y que va a involucrar a cientos y cientos de investigadores de todo el pas. Ese
tipo de iniciativas tambin son un estmulo para la universidad, para hacer crecer sus equipos.
Ex: La pregunta sobre la articulacin terico-epistemolgica entre las Humanidades y las Ciencias Sociales quiere llamar precisamente la atencin acerca de
los intereses corporativos que las mantienen como compartimentos cerrados
ER: All me permito ser levemente escptico. En general, hay un conjunto muy fuerte de
incentivos sistmicos para profundizar, en lugar de suavizar, esas distinciones disciplinares.
Por ejemplo, hay quichicientas divisiones internas dentro de campos que, cuando se ven de
afuera, se imaginan ms homogneos de lo que lo son. Qu s yo: hay lingistas que pueden
no hacerse ningn problema por no haber ledo la ltima novela del escritor ms importante
de su pas, y estudiosos de la historia de la literatura que pueden ignorar (y hasta preciarse de
ignorar, porque esa ignorancia es lo que los salva de la temida acusacin de generalistas)
los ltimos aportes de la lingstica. Lo mismo vale para las disciplinas ms cercanas a lo
que yo hago. Todas se estn hiper-especializando y, en general, la lgica empobrecedora de
los organismos de financiamiento y la propia lgica universitaria tienden a profundizar eso.
Ex: A eso podramos sumar las tensiones que actualmente se presentan entre la
figura del intelectual crtico y la figura del funcionario.
ER: Est muy bueno tomar esa discusin en estos espacios. Integr muchos aos, como les
deca, el CodeSoc, que viene promoviendo desde hace tiempo muchas de estas discusiones,
bajo el estmulo y gracias a la inteligencia de colegas como Ana Mara Barletta (ex decana
de La Plata), Federico Schuster (de la UBA) Sandra Arito (de la UNER), Alejandro Grimson
(de la UNSAM); toda esta gente no tiene una mirada estrecha ni corporativa. El ao pasado
hubo un encuentro de dos das en la Biblioteca Nacional, en la Sala Borges, que estuvieron brbaros. Las discusiones fueron exactamente sobre estos problemas: la historia de las
ciencias sociales y sus contaminaciones y cruces con otros campos del saber. Es un espacio
donde se pueden pensar estas cuestiones con mucha libertad. Ahora, cuando esos mismos
individuos van a presentar sus proyectos a tal o cual agencia de financiamiento, o a tal o cual
ventanilla de su propia Universidad, ah sonaron: tienen que ver si son evaluados por la comisin de Ciencias Sociales y Jurdicas, o por la de Demografa, o por la de no s qu cosa...
Ex: Pero qu tendra que saber un profesor de escuela secundaria para ensear
por ejemplo literatura argentina? La pregunta es: cmo regular contenidos de un
conjunto vastsimo y con metodologas variables de abordaje y construccin?
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Ex: No es difcil pensar una institucin pblica que pueda formularse a partir
de un diseo horizontal y por fuera de estructuras jerrquicas?
ER: Estoy de acuerdo, sobre todo en el caso de una institucin fuertemente meritocrtica
como la universidad. Es obvio que all hay un principio de jerarqua casi constitutivo. Sin
embargo, si est bien entendido no es algo necesariamente malo. El desafo es que esos poderes que necesariamente tienen una estructura ms o menos vertical encuentren formas de
legitimacin a partir de la deliberacin democrtica. La universidad argentina tiene a travs
de sus rganos de gobierno, que s vienen desde antiguo y que se han ido democratizando
en los gobiernos de muchas universidades (el de la nuestra, por ejemplo, y el de varias otras
tambin, no es tripartito sino cuatripartito), una intervencin activa de todos los claustros,
con los estudiantes con una vida poltica muy intensa. Pero al mismo tiempo esa democratizacin de la universidad puede ser el resultado de una interaccin ms intensa de la universidad con el territorio en el que est inserta y en el que desarrolla su tarea. Nosotros estamos
dando un paso, ahora, que es la creacin de un Consejo Social Asesor en la Universidad. Se
trata de un Consejo integrado por los representantes de las organizaciones sociales, polticas y culturales del territorio, al que vamos a someter un conjunto de temas de discusin.
Acadmica, desde ya: no slo los temas del extensionismo ms convencional. Queremos
que las organizaciones del territorio nos digan qu les parecen nuestros programas de investigacin, nuestras polticas de formacin y nuestros posgrados. No necesariamente para
hacer un seguidismo de lo que esas organizaciones nos digan, porque parte de la riqueza de
la relacin entre la universidad y el territorio es la inevitable tensin que hay en esa relacin,
pero s para escuchar tambin esa voz. Uno usa mucho la expresin universidad de puertas abiertas, pero esa expresin suele llevarnos a pensar apenas en una universidad con las
puertas abiertas hacia afuera: para salir de s y donarse filantrpicamente al mundo. Nosotros estamos tratando de asumir el desafo de una universidad que abra las puertas hacia
adentro: para dejar entrar al mundo a la propia universidad. Eso quiere decir: trabajar con
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