Mecánica Libro 1 Fermin Viniegra UNAM
Mecánica Libro 1 Fermin Viniegra UNAM
Mecánica Libro 1 Fermin Viniegra UNAM
Mecnica
Libro 1
Mecnica
Libro 1
Fermn Alberto Viniegra Heberlein
Mcanica. Libro 1
1 edicin, 2007
D.R. Universidad Nacional Autnoma de Mxico
Facultad de Ciencias
Circuito exterior s/n
Ciudad Universitaria, Mxico 04510, D.F.
[email protected]
ISBN obra completa: 978-970-32-4498-0
ISBN 1er. libro:
978-970-32-4499-7
Diseo de portada: Laura Uribe
Tipografa y guras: Mauricio Vargas Daz
Impreso y hecho en Mxico
A la memoria de mi madre
Anna Helene Heberlein Lang
(1910-1967)
CONTENIDO
Prlogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Introduccin
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1. Antecedentes de la mecnica . . . . .
1.1. El orto de la mecnica . . . . . . .
1.2. El sistema ptolemaico . . . . . . .
1.3. Nicols Coprnico . . . . . . . .
1.4. Johannes Kepler y Tycho Brahe . . .
1.5. Descartes, Stevin de Brujas y Grassmann
1.6. Galileo Galilei . . . . . . . . . .
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2. Newton y su mecnica . . . . . . . . . . . . . . .
2.1. Newton y sus leyes . . . . . . . . . . . . . . .
2.2. La cinemtica: marcos inerciales y la primera ley de la mecnica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.3. Las fuerzas: segunda ley . . . . . . . . . . . . .
2.4. Torcas y momento angular . . . . . . . . . . . .
2.5. Tercera ley de la mecnica y la esttica . . . . . . . .
2.6. Sistemas de partculas . . . . . . . . . . . . . .
2.6.1. Despegue, vuelo e inyeccin en rbita de un cohete
2.7. Problemas del captulo . . . . . . . . . . . . . .
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Contenido
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. 233
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PRLOGO
Hace ya un buen tiempo que estoy pensando en ti. Trato de imaginar cmo
eres: tu edad, tu profesin, tus gustos cientcos. Se trata de una cuestin
muy importante para m, porque si ya estoy decidido a escribir este libro,
debo formar en mi mente una imagen tan clara como sea posible de tu persona, para que lo que yo escriba te sea til e interesante. As, el objetivo
fundamental de este libro se alcanzar cabalmente: t aprenders este hermoso tema de la Mecnica; sus fundamentos, la historia de su desarrollo, sus
tcnicas de ataque y resolucin de los problemas y sus aplicaciones. Quiz
consiga apasionarte por este tpico tanto como yo lo estoy y tal vez logre
convencerte de que se trata de una parcela del pensamiento cientco y de la
investigacin terica que vale la pena explorar, pues, en contra de lo que algunos piensan, se trata de un tema que a ms de cuatrocientos aos de haber
visto la luz, aun guarda secretos y reserva sorpresas esplndidas.
Djame intentarlo: t eres un joven estudiante de alguna de las carreras
del rea de las fsico-matemticas, como dicen por all. Tal vez ests prximo a obtener un grado de maestra en ciencias, en ingeniera o en qumica,
as que tu edad debe ser entre los veintitrs y treinta aos. Tu ambicin es
obtener un puesto en una universidad, o bien llegar a dirigir alguna lnea
de produccin, o tal vez una planta, dentro del mbito industrial de tu pas.
Eres inteligente, estudioso y, sobre todo, desde pequeo has tenido una enorme curiosidad; has buscado siempre hallar explicacin a la pregunta de
por qu funcionan las cosas en nuestro universo y tal vez te has planteado
esa otra de cmo podran funcionar mejor. Me atrevo a pensar que t has
sido uno de esos nios que destripan juguetes, inundan sus habitaciones y
se han quemado los dedos manejando sustancias peligrosas. Muy probablemente cuando muy joven, pusiste en serios aprietos a tus atribulados
padres por las preguntas que les hacas acerca de temas que en algunas
ocasiones ni siquiera haban reparado. Te gusta leer, dominas la computado-
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Prlogo
ra sin haber tenido que llevar curso alguno sobre su manejo y tienes buen
humor. Sientes la alegra del conocimiento nuevo como el gozo de llegar
a la cima de un cerro, noms por haber llegado all y por la oportunidad
de ver todo el paisaje desde las alturas.
Pero tambin puede ser que t seas una persona mayor. Si, creo que vislumbro a alguien que es de mi profesin. Un profesor, un docente que busca material para su ctedra. Alguien que siente el placer de ensear, de presentar el conocimiento de forma novedosa y variada; que trata de agarrar
la atencin de sus estudiantes y no soltarla ms en el curso. Inducir en
sus pupilos la misma pasin por el conocimiento que ensea, que la que
l mismo siente y darles una formacin slida y duradera que les permita
en adelante, cuando egresen de las aulas, atacar y resolver los problemas
que enfrenten, incluso el de formar a su vez a otros estudiantes.
No s si mi visin haya sido correcta. No s si t, quien ahora lees estos
renglones, realmente sientas que lo que acabo de escribir te describe aunque
slo sea un poco. Espero sinceramente que s. Ojal haya acertado al dibujar con letras el perl de quien ha decidido gastar un poco de su tiempo
para buscar aqu respuestas a sus inquietudes cientcas y aprender (o recordar) ese bellsimo modelo de la fsica que se conoce como la mecnica.
Por otra parte, qu te puedo ofrecer yo con este libro que no lo encuentres en otros? Pensndolo con cuidado, hay cientos de libros que han
aparecido desde nales del siglo XVII sobre este mismo tema. Algunos de
ellos han resultado ser obras maestras por su lucidez o por la profundidad
de los conocimientos que ofrecen. Autores de la talla de A. Sommerfeld o
de L. D. Landau y E. M. Lifshitz, sin contar con el propio I. Newton, representan monumentos cientcos y literarios muy difciles de superar.
Lo que yo intento con este libro es simplicar el aprendizaje de la mecnica, optimizar el material que debe aprenderse y hacer ameno el proceso de aprendizaje. Como seguramente ya te habrs enterado, la mecnica
puede enfocarse desde muy variadas perspectivas. Las hay que buscan,
por ejemplo, tocar el fondo de las cosas. Los autores de esta lnea nos llevan verdaderamente a las profundidades abisales; a los terrenos de la topologa diferencial, de los espacios brados y los grupos extraos. Hay gustos para todo en este mundo y la mecnica fundamental es un tema con un
atractivo muy especial para algunos. Hay otros que, por el contrario, les gustan solamente las aplicaciones y de ellas, esas que se pueden encontrar ya
resueltas en tablas o en paquetes computacionales. Para estas personas, las
Prlogo
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Prlogo
cion al principio y debo imaginar que t, siendo un ingeniero o un cientco, debes estar ansioso de dar respuesta a varios problemas que te han
planteado o te han estado dando vueltas en la cabeza, desde hace algn
tiempo, sobre esos rubros que aqu estudiars. Bueno, tal vez con los ejercicios, los ejemplos y los comentarios puedas alcanzar tus metas.
Finalmente, la cuarta vertiente de este libro ser la de hilvanar a la mecnica con otros grandes temas de la ciencia. Deseo que me permitas, al nal de
ciertas unidades, mencionar la forma cmo ese tpico dio lugar a ideas dentro de otras reas de la ciencia, o bien, cmo fue posible comprender ciertos
fenmenos que estn fuera de la mecnica, pero que a partir de las ideas de
la mecnica pudieron esclarecerse. Entindeme bien, no se va a tratar de que
me ponga yo a escribir ahora sobre electromagnetismo o sobre relatividad o
termodinmica. Sera tanto como salirme del tema y en cierto modo traicionar a la idea original. No, lo que deseo hacer es indicarte aqu y all, a
manera de pequeas disgresiones, las ramicaciones que han brotado de
la mecnica y que nalmente han dado lugar al desarrollo de nuevos temas
de la ciencia, pero sin entrar en ellos propiamente.
Espero haber acertado al imaginarte. Ojal el material que aqu te presento sea de utilidad y ayude a darte los conocimientos, las destrezas cientcas y la habilidad para afrontar los problemas de la ciencia o la tcnica
que se presentarn en tu vida profesional.
La escritura de este libro ha sido para m la realizacin de un anhelo
largamente acariciado y muchas veces pospuesto. La mecnica fue un legado que me dej mi viejo profesor Juan B. de Oyarzabal cuando un da
sinti que haba llegado el momento de pasar la estafeta a un joven docente, despus que l mismo la haba recibido muchos aos antes de su
mentor y la haba expuesto ante sus estudiantes en las aulas. Ese da me llam a su cubculo de la universidad y sin ms me invit a tomar su ctedra
e impartir la materia en los siguientes perodos lectivos. Me sent abrumado por aquel inesperado honor, mxime que en el claustro docente haba
en aquellos momentos una buena cantidad de profesores; muchos estupendos y de excelentes calicaciones.
Desde entonces, cada vez que tengo oportunidad, imparto mi curso.
Han pasado ya treinta aos y sigo hacindolo con el mismo entusiasmo y
emocin con que lo hice desde el inicio.
Siempre he querido materializar en la forma de un libro el conocimiento que trato de meter en las cabezas de mis estudiantes y al mismo
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Prlogo
tiempo dejar una obra tangible que pueda ser utilizada por otros que
tambin sern mis estudiantes aunque no necesariamente lleguemos a
conocernos personalmente. Ahora lo he logrado, despus de casi dos
aos de escritura.
Por las maanas, muy temprano, antes del inicio de mis actividades
en la UNAM, en mi casa, me propuse la tarea de escribir este libro.
Y si t vas a poder abrir las pginas y estudiar esta obra quiero que
tomes en cuenta que, ante todo, es a aquel viejo profesor mo a quien en
ltima instancia le debemos, tanto t como yo la posibilidad de tenerlo
en las manos. T, porque el conocimiento, el entusiasmo y la pasin por ensear el tema me fue transmitida por l; esos fueron dos ingredientes
indispensables que hicieron posible este libro. Por mi parte, sin ellos nunca hubiera tenido ese impulso para sentarme a escribirlo; me hubiera perdido el placer que su escritura me caus.
Pero para ser justo tengo que decirte que este libro tampoco hubiera
podido llegar a ver la luz del da si no hubiera yo contado con la ayuda
de otras personas. Muy particularmente debo expresar aqu mi sincero y
profundo agradecimiento a la M. en C. Barbarela Dvila, quien actualmente se encuentra desarrollando su tesis doctoral bajo mi direccin, y
que en una forma absolutamente desinteresada, se ech a cuestas la fatigosa tarea de transcribir mi manuscrito a una vieja y achacosa computadora; de importar las guras que yo dibuj y de dibujar otras muchas. Una
tarea, digo, que solamente por el entusiasmo por la lectura del tema y por
el gusto por el trabajo, realiz a lo largo de estos meses. No puedo menos
que expresar aqu mi agradecimiento y reconocer la invalorable ayuda
que me prest. Sin ella, esta obra, como deca, nunca hubiera podido llegar a ser.
Fermn A. Viniegra Heberlein
Mxico, 2002
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se debe acumular. Todo ese material debe ser estudiado cuidadosamente para
hacer una primera clasificacin y evaluacin de su contenido. Hay que
descartar lo que no sea relevante y hay que conservar lo importante. Aqu
comienza el conocimiento, cuando de pronto, en toda aquella maraa de
libros, artculos, fotos, grcas, comienzan a notarse ciertos rasgos; ciertas
tendencias sistemticas. Esta es la fase de la sntesis del conocimiento.
Con toda esa informacin clasicada y analizada; con todos esos detalles y rasgos importantes sintetizados, el cientco est en condiciones de
dar el segundo gran paso en su trabajo: establecer ciertos asertos generales,
a partir de la experiencia acumulada. Esta es la fase de la induccin. Esta es,
quiz, la etapa ms difcil y azarosa de todo el proceso, pues inducir; esto
es, armar (o negar) cuestiones generales a partir de datos particulares; ir
de lo particular a lo general, es algo que al humano le cuesta mucho trabajo y con frecuencia se equivoca. Hay una buena cantidad de dolorosos
ejemplos de equivocaciones conocidas en distintas partes del mbito cientco, como aquella que se dio recientemente, cuando se descubri que las
piedras fundamentales para la vida no necesariamente son aquellas que
se haban establecido en la primera mitad del siglo XX y que se referan
al bixido de carbono, en particular, que junto con el agua y el amoniaco
deben conducir a la formacin de amino cidos y estas molculas, a su vez,
enlazarse e imbricarse con otros compuestos para dar lugar a las macromolculas que adquieren la facultad de auto repetirse. Estas ideas, desarrolladas a partir de las inducciones de un bioqumico ruso: A. I. Oparin
(1894-1980) fueron, por ejemplo, las que llevaron a los exploradores del
planeta Marte a armar que en ese mundo no hay vida, all por los 70s
del siglo pasado. Hoy en da, con la evidencia acumulada aqu mismo,
en el planeta Tierra, en las profundas chimeneas volcnicas del fondo del
mar, se ha podido comprobar que no slo de bixido de carbono, sino
tambin de xidos de azufre se puede dar el fenmeno de la vida. Estos
descubrimientos echaron abajo toda aquella teora y dieron nuevos bros
a la bsqueda de vida extraterrestre. Aquella induccin, fundamentada en
evidencias ciertas, pero insucientes, condujeron a errores que obligaron
a regresar al punto de partida, buscar ms informacin, hacer una nueva
clasicacin de ella y realizar una sntesis de mayor alcance; ms potente,
por decirlo de alguna manera. Entonces, la induccin permiti dar un
concepto de los fundamentos de la vida ms amplio. Hoy en da, a la luz
de estas investigaciones, se sabe que la vida, en formas diversas, surge con
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Introduccin
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Introduccin
del Sol y no, como se crea hasta entonces, que la Tierra es el centro del
sistema y a su alrededor, tanto el Sol, como la Luna y el resto de los planetas conocidos, giran describiendo sus trayectorias. As fue como naci el
sistema heliocntrico que hoy por hoy se da como un hecho elemental.
El mismo procedimiento general sigui Johanes Kepler cincuenta aos
despus, cuando paciente, tozudamente convirti los datos astronmicos de
su colega, Tycho Brahe, en puntos sobre un papel y demostr que las rbitas
de los planetas, en su trnsito alrededor del Sol no son crculos, como Coprnico haba propuesto, sino elipses, en uno de cuyos focos se encuentra
esta estrella. Luego, haciendo una y otra vez los mismos clculos a partir de
relaciones geomtricas sintetizadas de aquellas guras, pudo proponer como
postulados colosales, sus otras dos leyes: que los planetas al recorrer esas rbitas oblongas alrededor del Sol barren reas iguales en tiempos iguales y que
al hacerlo, el cuadrado de sus periodos de orbitacin son proporcionales al
cubo de las distancias medias que los separa del centro de atraccin. As, esa
empinada escalera que se asciende, pisando los peldaos de la recopilacin
de la informacin pertinente, seguido por la seleccin y ordenacin de la
misma, para despus hacer el anlisis y la sntesis del conocimiento y culminar con el establecimiento de asertos generales, como resultado de una induccin, fueron cumplidos meticulosamente por aquel gigante alemn.
A partir de sus tres formidables leyes sobre el movimiento planetario se pudo
entonces descender, como en un tobogn, por la llana supercie de la deduccin. Decenas, si no es que cientos de resultados se siguieron de ellas, con los
cuales fue posible dar precisin al calendario, construir efemrides y predecir
eclipses, entre muchas otras cosas. El mtodo cientco empez en aquella
poca a producir cantidad de resultados ciertos, precisos y conables, con los
cuales la agricultura, la ingeniera y otras ramas del conocimiento se enriquecieron e hicieron posible importantes avances en la civilizacin.
De Polonia y Alemania, el mtodo cientco viaj al sur de Europa y
se hizo presente en Pisa y Venecia; dos hermosas ciudades de Italia. All,
en distintas pocas de su vida, un pelirrojo algo chaparro y fortachn, pendenciero y malediciente, jugando con esferas y otros objetos de piedra o de
madera que dejaba resbalar cuesta abajo por planos inclinados que l mismo haba construido, provoc un salto gigantesco en el conocimiento
cientfico al establecer los principios de eso que hoy en da se conoce
como la cinemtica; aquella parte de la mecnica que estudia el movimiento de los cuerpos materiales.
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Galileo Galilei, usando nuevamente esa formidable herramienta intelectual que Coprnico y Kepler utilizaron con tanto xito, lleg al concepto de aceleracin como el cambio de la velocidad de los objetos y ech
las bases de las leyes de la mecnica que otro genio habra de usar para
estructurar su propio modelo terico. Isaac Newton tom, en efecto, esos
estupendos resultados que haban sido hallados por Coprnico, por Kepler,
por Galileo y otros gigantes de la misma talla que stos, y en un acto impresionante de potencia intelectual construy la estructura que hoy, y desde
hace cerca de trescientos cincuenta aos, se conoce como la mecnica
clsica. Este es el tema del primer libro.
En 1668, Newton sintetiz su teora en un conjunto de axiomas fundamentales que conciernen a la estructura del espacio fsico; el escenario de
los acontecimientos naturales, como un espacio euclideo de tres dimensiones, donde los observadores pueden realizar sus medidas sin interferir
con los objetos y los fenmenos que observan. Esta es la base para denir
el concepto de marco de referencia, que es esencial en la teora. As mismo,
Isaac Newton postul al tiempo como un ente que transcurre en forma
montona y absoluta para todos los observadores del universo, de tal suerte que en cualquier punto de l y en todo instante, un lapso sea exactamente
igual para todos los dems, sin importar sus ubicaciones, ni sus condiciones cinemticas.
Y el objeto nico sobre el cul se maniestan todos los agentes fsicos que
existen en el mundo es la masa. Todo cuerpo material posee masa y sta
la deni el genio britnico como aquella reticencia que exhiben los cuerpos a cambiar sus respectivos estados de movimiento. Tanto mayor ser sta,
cuanto ms masivo sea el cuerpo y mutatis mutandi.
Al espacio, al tiempo y a la masa, Newton adicion un cuarto elemento, un cuarto axioma: la fuerza. Para l, la fuerza es la causante prstina
de todos los fenmenos naturales. Los cuerpos materiales que en el universo se mira cmo ejecutan toda suerte de virajes, aceleraciones, piruetas
y machincuepas, lo hacen por una y solamente una razn; sta es que se
encuentran actuados por alguna o algunas fuerzas. Las fuerzas estn all,
en todo el mbito del universo; sus orgenes pueden ser varios, pero todas
ellas se maniestan sobre los cuerpos materiales de una sola forma: cambiando el estado de su movimiento.
Las fuerzas, tal como las postul Newton, son entes con existencia
fsica denida, independientemente de quin, o desde qu marco de refe-
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Introduccin
rencia las observe. Por eso se dice que, dentro del marco conceptual de
la mecnica, las fuerzas tienen realidad objetiva, aludiendo al concepto
cartesiano.
Finalmente, las fuerzas son, desde el punto de vista matemtico, vectores; esto es, que poseen, adems de magnitud, direccin y sentido de
aplicacin. Como tales, las fuerzas deben entonces manipularse; descomponindose en sus componentes independientes, sumndose, restndose
o multiplicndose de acuerdo con las reglas para los vectores.
As, con esta tetraloga de elementos esenciales: el espacio euclideo tridimensional, el tiempo absoluto, la masa y las fuerzas vectoriales, Newton
construy su mecnica.
En este libro se muestra en detalle la gnesis, la construccin y las aplicaciones ms importantes del modelo newtoniano.
Uno de los objetivos que persigue el autor con este nuevo texto de
mecnica, en efecto, consiste en mostrar al lector interesado en el tema,
la forma como se construy; las ideas prstinas que dieron lugar a l y
luego, los problemas que atac y con los cuales fue posible contemplar la escena del mundo desde una nueva y brillante perspectiva. Siguiendo la
historia, se muestra en forma prolija la teora de la gravitacin newtoniana
y se llega al encuentro de las tres leyes de Kepler. Aquellos asertos, que con
tanto trabajo y sufrimiento fueron propuestos por el astrnomo alemn
en los albores del siglo XVII, aparecen como teoremas en el formidable
juego matemtico de Newton. Encontrarlos, demostrar que en efecto, se
trata de teoremas a los que se llega como resultado de un proceso intelectual de deduccin de las leyes de la mecnica, fue vital para el genio britnico. Por una parte, fue la confirmacin a posteriori de la validez de su
modelo. Sin esos resultados toda la teora hubiera sido totalmente intil,
excepto por su bellsima estructura, as que muy bien pudo haber quedado como una pieza del museo de la mente humana (que es muy posible
que por ningn lugar del planeta se pueda hallar).
Las leyes de Kepler, una vez demostradas, fueron, en efecto, la prueba
fehaciente de que la mecnica clsica funciona. Pero no nada ms probaron eso, que en s ya haba constituido un esplndido logro del talento
cientfico. Probaron, as mismo, que aquel mtodo que Newton haba
ensayado por primera vez en su totalidad; desde sus primeros pasos en la
bsqueda de la informacin, hasta el establecimiento de las leyes en forma inductiva y luego seguir la pendiente del proceso deductivo; esos
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cada velo que disipa aparece un obstculo aun mayor que el que acaba de
ser sorteado; un velo todava ms oscuro y espeso que impide el siguiente
avance y el nuevo conocimiento. Cuando pareca que las fuerzas se conocan y sus frmulas haban sido establecidas. Una clase nueva de estos
agentes fsicos apareci en escena y se neg durante cerca de cuarenta
aos a todo intento de caracterizarlas.
Las fuerzas de reaccin, esas que fueron predichas por el propio Isaac
Newton en su tercera ley de la mecnica, resistieron todo intento de descripcin mediante alguna frmula general. Una y otra vez, testarudamente, uno de los grandes de la mecnica: DAlembert, intent someter
esta clase de fuerzas al imperio de la teora a travs de alguna frmula
general que las sintetizara a todas. Una y otra vez fracas. Las fuerzas de
reaccin se negaron en forma an ms tozuda a ser descritas. Al nal fueron esas las que ganaron la batalla. DAlembert tuvo que desistir del
intento y hubo de aceptar la evidencia: las fuerzas muertas (como l las
llam), no permiten formulacin generalizada alguna.
Pero da la circunstancia que las fuerzas de reaccin aparecen en todas
partes. Siempre que un agente fsico acta sobre un cuerpo, ste reacciona instantneamente oponiendo su fuerza de reaccin contra aquella,
tratando de nulificarla. As es en el caso de un pndulo o de una leva o
de cualquier mecanismo. Entonces, la falta de una frmula general para
tratar estas fuerzas que, en vez de propiciar el movimiento de los cuerpos, lo obstruyen, apareca, de nueva cuenta, como un colosal obstculo
al desarrollo del tema y a la obtencin de aplicaciones prcticas. Pareca el
fin de la mecnica.
Pero he aqu que fue el propio DAlembert quien sac a la teora del
atolladero. Agudo en sus observaciones y deducciones, propuso un principio con el cual fue posible remontar el problema; aquel que pareca insalvable y permitir que la teora pudiera continuar adelante con sus logros. El
principio del trabajo nulo de las fuerzas de reaccin es, hoy por hoy, una de
las herramientas ms tiles para la resolucin de una amplsima variedad
de problemas de la mecnica. En este contexto se trata el principio de
DAlembert.
Pero este principio no nada ms sirvi para resolver una dilatada
variedad de problemas de la mecnica. Fue el medio del que se valieron
Lagrange y Euler, dos gigantes de la ciencia del siglo XVIII, para marcar
un nuevo hito en la historia de este tema. Con el principio de DAlembert
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fue posible generalizar las ecuaciones de la mecnica para cualquier sistema de coordenadas.
As, la llamada mecnica analtica surgi como una nueva descripcin; un nuevo esquema terico, con el cual se pudieron plantear en forma
mucho ms simple y elegante los problemas que tratan sobre el movimiento de los cuerpos materiales.
Con la mecnica analtica de Lagrange y Euler las fuerzas de reaccin,
o de constriccin, en un sentido ms general; lejos de ser los ms temidos
ncubos de la dinmica, ante cuya presencia los cientficos e ingenieros
se santiguaban y corran despavoridos, se convirtieron, por el contrario,
en dciles mascotas, que causaron la alegra y el regocijo, pues su presencia
signica un trabajo matemtico menor; una carga menos, con lo cual se
hace ligera la marcha para ellos. Las fuerzas de constriccin disminuyen
los grados de libertad y por ende, el nmero de ecuaciones diferenciales
que es necesario resolver.
Pero no nada ms esa ventaja se tiene de la formulacin de la mecnica
analtica. La descripcin en trminos de coordenadas generalizadas de un
espacio homogneo de configuracin, permite atacar cada problema de
mecnica en sus propias variables; en sus particulares simetras. Y si se da el
caso de que ciertas variables son ignorables esto es que debido a esas simetras peculiares del sistema que se trata, las coordenadas generalizadas correspondientes no aparecen explcitamente en la funcin del estado dinmico
del sistema entonces de inmediato se obtiene una ley de conservacin.
As, las leyes de conservacin vienen a ser, dentro del formalismo de Lagrange, las expresiones objetivas de las simetras del sistema dinmico. Por cada
una de stas, una ley de conservacin se sigue.
Emmy Nther, matemtica de la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, propuso el clebre teorema que lleva su nombre, en el cual
describe explcitamente esa relacin inextricable entre las simetras de un
sistema dinmico y las leyes de conservacin. Ese teorema ha resultado
esencial para la fsica de las partculas elementales, ya que debido a su
nfima pequeez resulta imposible observarlas y solamente sus leyes de
conservacin pueden registrarse. La energa, la carga, la paridad y otras caractersticas invariantes de ellas pueden detectarse cuando, a la salida de
los gigantescos aceleradores, se realizan esas catastrcas colisiones entre
corpsculos nucleares y sus detritos se registran en cmaras fotogrficas
inmersas en campos electromagnticos controlados a n de conocer sus
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blecimiento de las ecuaciones constitutivas; esto es, de las frmulas para los
esfuerzos que operan sobre los fluidos, hasta las que ofrece toda teora
lagrangiana-hamiltoniana, como son los mtodos de clculo e integracin
de las ecuaciones diferenciales con algoritmos iterativos, muy propios para
el clculo numrico electrnico.
La mecnica analtica de los uidos forma parte de este libro y se expone al lector interesado en dos captulos: el octavo y el dcimo primero.
La primera parte (captulo 8), se presenta como una secuencia didctica
lgicamente hilvanada con los captulos inmediatamente precedentes, en los
que se desarroll el formalismo de Lagrange de la mecnica de partculas y cuerpos rgidos. El captulo 11, en cambio, muestra el tema desde la
perspectiva del formalismo de Hamilton. Viene a ser, igualmente, una
aplicacin natural de las ideas contenidas en los captulos noveno y dcimo,
en los cuales se ve esta parte de la mecnica, atribuida a Hamilton.
William Rowan Hamilton es otro de los gigantes del pensamiento
cientco. Su formulacin de la mecnica es un tema obligado en todos
los textos sobre la materia, desde su publicacin en la alborada del siglo XIX
y hasta hoy en da. Hoy por hoy se considera a sta como la estructura
terica ms avanzada de la mecnica; con ella, en cierto sentido, el viaje a
travs de las distintas formulaciones lleva de vuelta al punto de partida,
cerrando esa tautologa de inefable belleza.
Sin embargo, a pesar de que en todos los textos sobre el tema se menciona, en ninguno de ellos se alcanza a vislumbrar la dimensin de este
cientco formidable. En primer lugar fue l quien propuso un principio
que, con el paso del tiempo, ha venido mostrando ms y ms su potencia, hasta convertirse hoy en da en el rector de casi todos los procesos
naturales. No importa si se habla de fsica, o de biologa, o bien se est
dentro del mbito de las ciencias econmicas, o incluso de la muy discutible ciencia de la guerra; en todas partes parece conrmarse la validez
de este principio que arma, en pocas palabras, que la naturaleza invierte tan pocos esfuerzos en sus procesos, como sea posible, de modo que
cuando ocurren, lo hacen optimizando; esto es, reduciendo al mnimo
su propio desgaste. As, la evolucin de cualquier enfermedad, por citar
un ejemplo dramtico del principio de Hamilton, seguir un curso tal
que al nal, con o sin medicamentos, el paciente se habr recuperado, o
bien habr sucumbido al mal, de manera que la accin sobre su organismo
fue extremal.
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Igual ocurre con los sistemas materiales sobre los cuales actan fuerzas.
Como respuesta a ellas, estos cuerpos cambian sus estados de movimiento
y evolucionan por el espacio. Pues bien, esos movimientos, por ms que
parezcan azarosos y desordenados, se llevan a cabo siguiendo obedientemente el principio de accin extrema de Hamilton.
A partir de este simple pero poderoso principio, es posible deducir las
ecuaciones que Lagrange, Euler y DAlembert, con tantos sudores y fatigas, haban encontrado. Lo nico que se necesita para hallarlas es postular este aserto y luego, con la ayuda del clculo, en forma por dems
directa, se encuentran.
Pero no se vaya a creer que el trabajo de ese genio se redujo a establecer
su postulado. Nada de eso! A partir del principio de Hamilton se abre
todo un universo. De l se sigue en forma directa, un juego de ecuaciones
diferenciales ordinarias, de primer orden, que son una nueva opcin para
la resolucin de problemas de movimiento de cuerpos materiales.
Pero lo realmente novedoso es que las ecuaciones de Hamilton, como se
llama a este sistema de ecuaciones diferenciales, se expresan en forma
natural en un espacio llamado de las fases, por el propio autor de ellas y
ese parece ser el escenario en el cual ocurren los fenmenos dinmicos
que conciernen a los cuerpos materiales. Es un espacio dentro del cual,
embebido, se halla un campo fsico: el campo de la funcin hamiltoniana.
Este campo escalar posee informacin, as que todo cuerpo en presencia
de l, recibe esa informacin y acta consecuentemente, cambiando su estado de movimiento.
En aquellos tiempos, en los albores del siglo XIX, la idea de un campo fsico era totalmente desconocida. Pensar que en el ms absoluto
vaco del espacio hubiera cierta propiedad fsica que paradjicamente lo
llena y se encuentra embebida hasta el ltimo resquicio en l, era impensable. Ms an, esa propiedad: el campo fsico, posee informacin
dinmica y es capaz de transmitirla a los cuerpos materiales, constituyendo ste el mecanismo mediante el cual cambian sus estados de movimiento. Esto era realmente ajeno a todas las maneras de pensar de aquellos
tiempos.
Hamilton fue un precursor en muchos aspectos de la ciencia. l propuso una matemtica nueva y poderosa, a la que llam cuaterniones y se
adelant a otras mentes brillantes por casi un siglo al introducir en la fsica
terica el concepto de campo fsico (aunque l no lo nombr de esta ma-
xxix
Introduccin
nera). Ese mismo que hoy por hoy es la base de todas las teoras acerca
de las interacciones entre los cuerpos.
Con estas bases, otro cientco llamado Sophus Lie, propuso la teora
de los grupos continuos de transformaciones del espacio de las fases en
l mismo, a las cuales se les nombr inicialmente las transformaciones de
contacto y en la actualidad se les conoce como las transformaciones
cannicas. Con estas bases fsico-tericas se pudo dar un nuevo paso en
el conocimiento del movimiento, al verlo desde el punto de vista de
transformaciones que mapean puntos en puntos, dentro del propio espacio de las fases del sistema. Mapeos generados por una particular funcin
generadora que, a posteriori, result ser ni ms ni menos, la accin, aquella que fue postulada aos atrs por Hamilton, para encontrar las ecuaciones diferenciales del movimiento. As, el viaje de la mecnica lleg
despus de tantos estudios, despus de tantas formulaciones, al punto de
partida: a la accin y el principio de Hamilton.
De todas las transformaciones cannicas que puedan plantearse a
priori y que mapean puntos en puntos, dentro del espacio de las fases de
un sistema dinmico, la accin es la que lo hace en forma ms simple y
genera la trayectoria que en verdad sigue ese sistema.
Para encontrar la forma explcita que debe exhibir esa funcin generadora: la accin, es necesario resolver una ecuacin diferencial. Se le conoce como la ecuacin de Hamilton-Jacobi y es una expresin en trminos
de las primeras derivadas parciales de la funcin principal de Hamilton
(la accin). Resolverla no es asunto fcil en general; sin embargo, en algunos problemas de dinmica, es la nica opcin que queda cuando otras
formulaciones han sido impotentes para conducir a una solucin.
La gran virtud de la ecuacin de Hamilton-Jacobi es que casi siempre
se puede tratar con mtodos como el de separacin de variables, con el
cual, al menos algunas de las soluciones pueden ser halladas.
En este libro se ha hecho una presentacin suscinta de la formulacin de
Hamilton-Jacobi y se ofrecen al estudioso del tema mtodos de solucin
de ella, como son las teoras de las perturbaciones, tanto dependientes del
tiempo, como independientes de l.
A grandes rasgos, estos son los temas que habrn de encontrarse en
esta obra.
xxx
CAPTULO 1
ANTECEDENTES DE LA MECNICA
Antecedentes de la mecnica
Formulacin
general
Ecuaciones
constitutivas
Ecuaciones
diferenciales
Condiciones
iniciales
Ecuaciones
de movimiento
de estos conceptos ms adelante). Es necesario proveer a la maquinaria matemtica fundamental de frmulas para las fuerzas y las torcas que urgen a
los cuerpos. Frmulas matemticas con las cuales se plantee el problema
a tratar y que se vaya a resolver para hallar el movimiento correspondiente.
A esas frmulas se les llama genricamente ecuaciones constitutivas.
Las ecuaciones constitutivas son, como se ha afirmado en el prrafo
anterior, frmulas matemticas que representan a las fuerzas y a las torcas que actan sobre los cuerpos materiales y que son las causantes de su
movimiento; o mejor dicho, de los cambios en los estados de movimiento
de ellos. Se trata de frmulas empricas; esto es, que no surgen de teora
alguna; ni siquiera de la propia mecnica, sino que han sido sintetizadas a
partir de observaciones y medidas cuidadosas y prolijas en una gran cantidad de experimentos.
As pues, las ecuaciones constitutivas sirven para alimentar a las frmulas generales. Al hacerlo, se obtienen ecuaciones diferenciales; las llamadas
ecuaciones diferenciales de movimiento. stas forman generalmente un
sistema que es necesario integrar. Una vez concluido el proceso de inte-
El otro de la mecnica
Antecedentes de la mecnica
Verdaderamente la mecnica se ha venido constituyendo y estructurando desde hace buen tiempo. No debe pensarse que naci de pronto,
como en un destello luminoso instantneo en la mente genial de Newton
y que l se aplic frenticamente a la tarea de escribir toda la materia y
publicarla.
La mecnica comenz su largo camino desde hace muchos aos. No
se sabe con certeza cuando ocurri aquel evento que puede ser llamado el
orto de la mecnica. Tal vez pudiera armarse que la mecnica naci cuando algn homnido us una rama seca y dura de un rbol como palanca
para mover un cuerpo pesado, o bien cuando algn antepasado del hombre
invent el arco y la echa; o tambin pudo ser aquel portentoso instante
en el que el ser humano levant su mirada al cielo y empez a estudiar el
movimiento de los astros a travs de la bveda celeste, tratando de comprenderlo y luego asociarlo a las estaciones, a los climas y a la vida en la
Tierra.
Desde el siglo III a.C. Aristteles (384-322 a.C.) comenz a estudiar
un tema que hoy se sabe que forma parte de la mecnica: la teora del
sonido. Aristarco de Samos ( 270 a.C.) propuso un sistema heliocntrico en su trabajo Sobre el tamao y las distancias del Sol y de la Luna.
Posteriormente en Siracusa, Arqumedes (287-212 a.C.) hizo exhaustivos estudios sobre palancas, levas, poleas y polipastos, as como sobre
elasticidad y fluidos, sentando las bases de lo que hoy es la ingeniera
mecnica y sus aplicaciones a la agricultura y la industria.
Por la misma poca, Eratstenes de Alejandra (276-194 a.C.) calcul
por primera vez la circunferencia de la Tierra, observando la sombra proyectada por el Sol a medio da en el solsticio de verano, en dos sitios distantes (Siena y Alejandra). Para hacer su clculo, Eratstenes tuvo que
proponer alguna hiptesis de trabajo, tal como se hace hoy en da, con el
objetivo de simplificar el tratamiento. As, supuso que los rayos solares
llegan a los dos puntos de observacin (Siena y Alejandra) paralelamente.
Adems, propuso que ambas ciudades estn sobre un mismo meridiano y,
finalmente, que la Tierra es una esfera perfecta.
As, aceptando las hiptesis anteriores, se puede deducir de inmediato y con la ayuda de la gura 1.1.2, la expresin para el radio terrestre R,
conociendo la distancia l medida entre los dos puntos y el ngulo de
los rayos de luz solar incidentes, que proyectan una sombra en Alejandra.
El otro de la mecnica
Alejandra
Siena
Figura 1.1.2. Al medio da del solsticio de verano dos estacas, una clavada en
Alejandra y otra en Siena (800 Km al sur) proyectan diferentes sombras.
R l .
De consideraciones as de sencillas, Eratstenes fue capaz de deducir el
tamao de la Tierra. Su resultado, traducido a las unidades actuales fue muy
cercano al correcto (segn las medidas de Eratstenes, la distancia entre
Alejandra y Siena es de 5 000 estadios y el ngulo proyectado por la estaca de Alejandra a las doce del da del 21 de junio fue de un cincuentavo
de una circunferencia completa. Si se toma como 163 m la equivalencia
de un estadio en el SI se obtiene que el radio terrestre es de 6 485.6 Km y
su circunferencia es de 4 0750 Km).
La mecnica tuvo que esperar, despus de Arqumedes y Eratstenes
cerca de mil quinientos aos. La razn es fcil de comprender si se considera que en la poca de aquellos genios an no haba nacido el lgebra.
Esta formidable herramienta fue desarrollada por rabes a partir del siglo
III d.C. en el norte de frica, en el cercano oriente y en Persia. Fue hasta el
siglo X que su uso comenz a extenderse lentamente por Europa.
Antecedentes de la mecnica
El sistema ptolemaico
epiciclo
La Tierra
deferente
Figura 1.2.1. Epiciclo y deferente de un planeta que orbita a la Tierra en el sistema geocntrico de Ptolomeo.
Antecedentes de la mecnica
El sistema ptolemaico
ese destino si se percata a tiempo de lo que le espera. Esta propiedad de vaticinar el futuro que tienen los astrlogos leyendo las posiciones de los
astros es totalmente ajena a aquellos estudios de Ptolomeo, de modo que
los actuales seguidores del Almagesto (el libro de astrologa de Ptolomeo),
no slo han equivocado aquellas de por s discutibles enseanzas, sino
que las han convertido en un cmulo de tonteras. Lo realmente trgico
de todo esto es que con sus charlataneras han hecho que una respetabilsima figura como la de Ptolomeo, el ltimo gran cientfico de la edad
antigua, haya cado en el desprecio de la actualidad.
Antecedentes de la mecnica
reconoce que las matemticas son el lenguaje en el que se expresa propiamente la ciencia, as que sin ese precioso ingrediente no hubiera podido
dar sus siguientes pasos.
Las matemticas, la qumica y en general la ciencia, entraron a Europa
desde Espaa. Lentamente, este conocimiento comenz a propagarse no
sin oposicin. La iglesia catlica opuso feroz resistencia al conocimiento
cientfico. Decenas de personas fueron enviadas a la hoguera, lapidadas
o encarceladas de por vida por sus herejas cientcas. No obstante, la ciencia continu su expansin.
En un pequeo pueblo de Europa oriental llamado Torun, en lo que
hoy en da es Polonia, naci el 14 de febrero de 1473 quien ms adelante
sera conocido como Nicols Coprnico. Estudi leyes y medicina, obteniendo su doctorado en la Universidad de Padua en Italia, despus de
haberse ordenado sacerdote. Despus de graduarse regres a Polonia para
encargarse del curato de Frauenburg. All vivi siempre, hasta su muerte
en 1543, a la edad de 70 aos.
Coprnico fue siempre un estudioso del cielo. Estando en Frauenburg
recibi una invitacin del Papa en Roma para integrarse a un equipo
cientco del ms alto nivel que se encargara de corregir el viejo calendario
establecido por Julio Csar desde el principio de la era cristiana y que aceptaba la duracin del ao, de 365.25 das. Despus de mil quinientos aos,
pequeos errores se haban acumulado, haciendo que las fiestas sacras
tuvieran lugar en fechas totalmente distintas a aquellas que marcaban las
Sagradas Escrituras.
Para corregir esos errores haba que establecer un nuevo calendario, ms
preciso. Pero ste slo poda calcularse con base en observaciones de los
planetas que tambin fuesen mucho ms exactas.
Coprnico declin con gran cortesa la invitacin del Papa, pero de inmediato se aboc a la tarea de observar y registrar el movimiento de los
planetas. Mand construir una tabla ranurada, recta y plana y la dot con
una plomada y un sistema de compases, para conocer la ascensin recta y
la declinacin de los objetos que observara. Todas las noches, durante los
siguientes treinta aos, observ el cielo y anot sus resultados.
Para su sorpresa, sus datos presentaban discrepancias enormes con respecto a las predicciones que se hacan con el modelo de Ptolomeo vigente.
Algo realmente malo estaba pasando. Se trataba de errores de fondo, de esencia con el modelo ptolemaico.
10
Nicols Coprnico
Nota sobre la duracin del ao: segn los clculos de aquella poca, el ao tiene una duracin de 365 das, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos, o sean: 31556926 segundos. Por lo
tanto, cada cuatro aos es bisiesto, cada cien aos no es bisiesto, excepto si el ao es mltiplo de 400. Cada 4 000, febrero tiene slo 27 das y cada 20 000 aos febrero tiene 26 das.
As en 20000 aos se tienen 631138521600 segundos, que son 1600 segundos ms de
la cuenta exacta. Pero tomando en cuenta que la Tierra se retrasa aproximadamente 1 600
segundos cada 20 000 aos, la cuenta se compensa. En resumen: son bisiestos los aos
11
Antecedentes de la mecnica
12
13
Antecedentes de la mecnica
Figura 1.4.2. Sistema planetario semi heliocntrico de Tycho Brahe (15461601). La Tierra es el centro del sistema, pero el Sol, girando en torno a sta, es a
su vez el centro alrededor del cual giran Mercurio, Venus, Marte, Jpiter y Saturno.
gar, porque se saba que ste haba acumulado a lo largo de muchos aos
de intensa labor observacional, una impresionante lista de datos muy
precisos y conables sobre las posiciones de los planetas. Datos que l precisaba con desesperacin para probar sus propias ideas sobre la relacin
que guardan las rbitas con las dimensiones de los slidos perfectos y que
podran servir de explicacin al profundo misterio acerca de por qu
los radios de las rbitas guardan ciertas proporciones entre s (casi dos siglos
despus, en 1766, otro astrnomo alemn llamado Johann Elert Bode
(1747-1826) propuso una regla emprica para dar las distancias relativas
entre los planetas, conocida como Regla de Bode. Ms adelante, en este
contexto se tratar nuevamente esta cuestin). Esos datos que necesitaba
Kepler, jams podra haberlos obtenido l mismo, pues requeran de instrumentos de observacin muy precisos y costosos, y l era una persona
sin recursos econmicos para adquirirlos y, por otra parte, aunque hubiera
podido hacerlo, el alemn era miope como topo; no poda distinguir a un
gato de un conejo a cuatro metros de distancia. Por otra parte, la paga que
14
le ofreci Tycho Brahe representaba la solucin a todos sus apremios econmicos presentes y futuros, as que ante esta oportunidad Johannes
Kepler no lo pens dos veces y se puso de inmediato a las rdenes del
dans. En la primera entrevista, pedantemente ofreci a su nuevo patrn
que resolvera el problema de Marte en una semana. La verdad es que
pudo resolverlo en tres aos.
En todo caso, ya para cuando Kepler pudo contar con clculos confiables sobre las posiciones del llamado planeta rojo, Tycho Brahe haba
muerto, as que el modelo semi heliocntrico nunca vio la luz (en realidad
s fue publicado, pero a nombre de otra persona: un plagiario de los documentos de Brahe).
Curiosamente, aquellos datos que Kepler necesitaba tanto para resolver su problema con las rbitas planetarias, jams se los dio Tycho Brahe,
porque ste tena su propio modelo del mundo y no poda permitir que
otro se sirviera de ellos para robarle sus ideas. El hecho es que Brahe muri sin haber mostrado ni uno solo de esos resultados de sus desvelos. Kepler,
en un acto temerario y desesperado, penetr por la fuerza al observatorio
de quien haba sido su jefe mientras sus restos eran velados en otra parte
y sustrajo los volmenes conteniendo la preciosa informacin planetaria.
Su hazaa tuvo xito y slo de ese modo pudo este personaje proseguir
con su propia teora.
La verdad es que Kepler nunca pudo ajustar las distancias planetarias
relativas a las proporciones entre las aristas de los slidos regulares. Hasta el
fin de sus das estuvo intentndolo sin xito. Pero en el intento fue sintetizando una a una las tres leyes fundamentales del movimiento planetario.
Posteriormente se regresar al tema de las leyes de Kepler, cuando la mecnica deba ser comprobada a la luz de la gravitacin.
Kepler muri el 15 de noviembre de 1630 en Ratisbona, Alemania.
15
Antecedentes de la mecnica
m3
2 .
s
16
Planeta
Sol
Figura 1.5.1. Los planetas describen elipses. El Sol est en un foco. Los planetas
barren reas iguales en tiempos iguales.
Ha sido un avance muy importante el asociar a operaciones con segmentos de lneas rectas las operaciones aritmticas de suma, resta, multiplicacin y divisin. En la siguiente figura se muestran estas operaciones
geomtricas.
Por cierto, Descartes fue quien us letras para simbolizar las distancias, tal como se muestra en la gura 1.5.2.
Pero seguramente la contribucin ms espectacular de Ren Descartes a
la ciencia fue la invencin de la geometra analtica.
2
Los siguientes prrafos fueron tomados de: Hestenes, David: New Foundations for
Classical Mechanics, Kluwer Academic Press (1990), pp. 5-12.
17
Antecedentes de la mecnica
ab
ab
Figura 1.5.2. Suma y resta geomtrica de segmentos de recta tal como los propone Ren Descartes.
En su encierro en Neuberg, cuando se sumi en las meditaciones, escribi frenticamente, como si ello fuese un asunto de vida o muerte.
Al salir de aquel enclaustramiento, todas las ideas sobre geometra haban
sido puestas en orden. As, la idea de proponer la llamada recta numrica;
esa recta que contiene a todos los nmeros reales, se propuso por primera vez. Tambin estableci el llamado sistema de coordenadas cartesiano,
constituido por dos rectas numricas trazadas perpendicularmente una a
la otra, donde un punto cualquiera puede ser ubicado mediante sus
coordenadas; su abscisa y su ordenada y su cota, si se trata de un sistema de tres ejes coordenados mutuamente perpendiculares.
Con los sistemas coordenados cartesianos fue posible hacer representaciones geomtricas precisas de lneas, planos, volmenes y otras figuras
que ocurren o se imaginan en el espacio real de dos o tres dimensiones,
adscribindoles valores numricos a sus lados. El movimiento mismo se
pudo representar como lneas; las llamadas trayectorias, en sistemas
coordenados cartesianos. Sin lugar a equivocaciones se puede armar que
sin la geometra analtica de Ren Descartes, la mecnica no habra podido
estructurarse.
Despus de Descartes, el uso de la geometra analtica se expandi con
una pasmosa rapidez por el mundo. Sin embargo an faltaban elementos
esenciales por incorporar a aquella esplndida estructura para hacerla ms
apta para su uso en la ciencia y particularmente en la fsica. La generalizacin
del nmero para incorporar la nocin geomtrica de direccin tuvo que
esperar aun un buen tiempo. Descartes muri el 11 de febrero de 1649.
En realidad, el concepto de vector, como un ente geomtrico, algebraico naci casi contemporneo con la geometra analtica de Descartes y
18
B
D
muy cerca de ste. En Brujas, una bella ciudad de Blgica, naci en 1548
(casi medio siglo antes que Descartes) Simn Stevin o Stevinius de Brujas,
como tambin se le conoce. Fue burcrata y lleg a ser director de la ocina de caminos y canales de Blgica. Pero se distingui como militar. En el
ejrcito propuso mtodos para inundar los campos mediante sistemas de
represas y esclusas, que se usaban con el fin de entorpecer y detener el
avance del enemigo cuando intentaba invadir el pas, anegando extensiones de tierra.
Pero la importancia de Stevinius de Brujas para este contexto radica en
el hecho de que l fue quien introdujo por primera vez el concepto de vector y las reglas para la suma y resta de estos entes. l propuso, en efecto,
que un vector es un segmento de lnea recta dotada de un tamao y un
sentido. Se dice que la idea le vino a este individuo cuando se enfrent
al problema de jalar un cuerpo muy pesado, como un can de artillera
por un terreno difcil. Se percat que para tirar de l haba que ejercer
fuerzas en varias direcciones especcas, con el objeto de hacer la tarea ms
eficiente. Adems, se dio cuenta que la intensidad y el sentido de cada
una de esas fuerzas se podan componer, de acuerdo con una regla de adi-
19
Antecedentes de la mecnica
90
Figura 1.5.4. Dados dos segmentos con longitudes a y b se construye un crculo de dimetro a b. La semicuerda x tiene longitud ab
. As se extraen races
geomtricamente.
20
2a
2a
a ; escalar
Figura 1.5.5. Vectores con la misma direccin pero con diferentes magnitudes o
sentidos. Se denotan por letras minsculas con una echa encima.
(1.1)
21
Antecedentes de la mecnica
b
a
a
r
Figura 1.5.6. Adicin de dos vectores. Las echas a y b se pueden sumar geomtricamente, bien sea, uniendo la punta del primero con la cola del segundo y
luego trazando el vector resultante r, o bien, siguiendo la regla del paralelogramo
de Stevinius, como se muestra a la derecha. Como la resultante es la misma, se ve
que los vectores son deslizantes.
La suma de dos vectores a y b da como resultado un vector r que geomtricamente se encuentra de acuerdo con la gura 1.5.6. Algebraicamente
esta operacin se escribe como:
r r r
a b r
(1.2)
se ve de lo anterior que la suma es conmutativa; esto es:
r r r r
a b b a
(1.3)
Tambin se ve que el vector 0 (as, sin echa encima), es tal que al sumarlo a otro vector a cualquiera, lo deja igual
r
r r
a 0 0 a a
(1.5)
22
Figura 1.5.7. El producto escalar de dos vectores es igual a la proyeccin de la magnitud de uno de ellos sobre el otro, multiplicada por la magnitud de este otro.
23
Antecedentes de la mecnica
b
B
r r
a b
y da como resultado un nuevo vector c que es ortogonal a los dos vectores
originales. La magnitud del vector resultante |c| es numricamente igual
al rea del paralelogramo generado por los vectores originales, tal como
se muestra en la figura 1.5.8. El sentido del vector c queda establecido
por la llamada regla de la mano derecha: poniendo los dedos pulgar, ndice y medio de la mano derecha rgidos, de modo que apunten en tres
direcciones mutuamente perpendiculares y suponiendo que el dedo ndice
coincide con la direccin del vector a, en tanto que el dedo medio lo
hace con la direccin del vector b, entonces el vector producto vectorial
c apuntar en la direccin del pulgar.
De acuerdo con la gura 1.5.8, si el rea del paralelogramo generado
por los vectores a y b es B, entonces
r
c B.
Y puesto que c es normal a a y b, entonces se debe cumplir que
24
(1.9)
r r r r
a c b c 0 .
(1.10)
25
Antecedentes de la mecnica
26
Galileo Galilei
tintas pocas del ao, as que la ms importante objecin al sistema heliocntrico se derrumb. Todas sus observaciones las public en un libro titulado El mensajero sideral. Se puede decir que este libro fue el que marc el
inicio de las desgracias para el italiano Galileo, pues escrito en tono de burla contra la Iglesia y de desprecio hacia la religin catlica, desagrad sobremanera a los jerarcas eclesisticos, quienes empezaron a mover los hilos sutiles de las intrigas y los chismes contra l.
Pero la gota que derram el vaso fue el segundo libro de Galileo: Dilogos
sobre los dos principales sistemas del mundo, publicado en 1632. En esta
obra, Galileo expone sus puntos de vista sobre el movimiento de los cuerpos materiales; eso que hoy en da se conoce como cinemtica. Lo hace
en forma clara, usando un lenguaje simple y preciso, con lo cual cualquier persona es capaz de leerlo y entenderlo. El punto que caus toda la
tragedia fue que para desarrollar sus argumentos, Galileo cre tres personajes que sostienen una discusin sobre la fsica. Uno, Salvati, es un individuo
sensato, analtico e inteligente; es el que encarna al propio autor: Galileo.
El otro personaje es Sagredo, quien representa un papel neutral, sin tomar
partido a favor o en contra de los otros dos y juega el rol de moderador
en las discusiones. Pero el tercer personaje, Simplicio, es un aristotlico
que sostiene tozudamente puntos de vista retrgrados y que denotan
profunda ignorancia sobre las ideas del mundo aceptadas en los medios
cientcos de aquella poca. Este personaje caricaturiza al Papa.
Ante esos sarcasmos, la Iglesia reaccion ferozmente. Fue acusado de
hereje ante el Santo Ocio, que en 1633 le instruy juicio:
Por cuanto a ti, Galileo Galilei, hijo de Vincento Galilei, de setenta aos de
edad, fuiste demandado a este Santo Ocio por sostener como verdadera una
falsa doctrina, a saber, que la Tierra se mueve y posee tambin movimiento
diurno (de rotacin alrededor de su eje norte-sur); as como por tener discpulos a quienes instruyes en las mismas ideas; as como por mantener correspondencia sobre el mismo tema con matemticos alemanes (Johannes Kepler);
as como por publicar ciertas cartas sobre las manchas del Sol;; as como
por responder a las objeciones que se suscitan continuamente, acerca de las
Sagradas Escrituras, en el sentido que (1) el Sol es el centro del mundo y est
inmvil en su sitio; lo cual es filosficamente falso y formalmente hertico.
Y (2) por cuanto a que despus de haber aparecido un libro tuyo, publicado en
Florencia, a saber, Los dilogos de Galileo Galilei sobre los dos sistemas principales
del mundo, el de Ptolomeo y el de Coprnico; y por cuanto a que la Sagrada Con-
27
Antecedentes de la mecnica
gregacin ha odo que va ganando terreno diariamente la opinin falsa del
movimiento de la Tierra y la estabilidad del Sol, se ha examinado cuidadosamente el mencionado libro y se ha hallado en l una violacin maniesta (de
las ideas verdaderas). Por ello pronunciamos nuestra final sentencia: que el
libro Dilogos de Galileo Galilei sea prohibido y sea inscrito en el Index
expurgatorius (que es el mismo lugar donde aos atrs se haba inscrito el
libro Sobre las revoluciones de las esferas celestes de Nicols Coprnico) y a ti te
condenamos a prisin formal (y perpetua).
En atencin a su avanzada edad y a su ceguera, as como a su pobre estado de salud, el Santo Ocio conmut la sentencia de prisin en la crcel,
por un arresto domiciliario de por vida.
Galileo tuvo que dictar su abjuracin:
Yo, Galileo Galilei, de setenta aos de edad, hijo de Vincento Galilei, arrodillado ante vos, los eminentes y reverendos cardenales de este Santo Ocio;
inquisidores generales de la Repblica Universal Cristiana, contra la depravacin hertica, teniendo ante m los Sagrados Evangelios que toco con mis
propias manos, juro que siempre he credo (en) todos los artculos que la
Sagrada Iglesia Catlica Apostlica Romana sostiene, ensea y predica y
abjuro, maldigo y detesto los errores y las herejas en los que he incurrido y
juro abandonar para siempre la opinin falsa de que el Sol es el centro inmvil
y que la Tierra no es el centro inmvil, y en testimonio de ello, con mi propia
mano, he suscrito este presente escrito de mi abjuracin, en Roma, en el Convento de Minerva, en el 22 de junio de 1633
28
CAPTULO 2
NEWTON Y SU MECNICA
29
Newton y su mecnica
desapareci. En ese lapso Newton se dedic a crear. Metido en una buhardilla que haba acondicionado como su estudio, all en la casa de su madre
adoptiva pens, dedujo, realiz algunos experimentos caseros y tom nota
de sus hallazgos y deducciones. En ese lapso de poco ms de dos aos
Newton realiz una obra monumental, como nunca antes se haba hecho;
como nunca despus ser humano habra de conseguir: propuso una teora
sobre la luz y los colores, estableci, estructur y construy la mecnica
clsica; invent el clculo diferencial y sent las bases para una teora de
la gravitacin universal, entre otras cosas. Este trabajo de dos aos, hoy en
da hubiera dado cinco o ms premios Nobel a otros tantos cientcos; no
obstante, Newton no public su obra sino veintin aos despus.
De hecho, quin se tom todo el trabajo de compilar y redactar la obra
de Newton fue su amigo Edmond Halley. l mismo llev los manuscritos
a la imprenta y supervis la impresin. En 1687 se public Philosophiae
naturalis principia mathematica, a los cuarenta y cinco aos del autor.
Las razones de ese enorme retraso son de dos tipos: por una parte, el carcter retrado y hurao de Newton, as como su enorme desagrado por
la crtica, hicieron que se resistiera a dar a conocer su trabajo. Ante la
insistencia de su amigo Halley se neg una y otra vez, aduciendo a que
la gente an no estaba preparada para recibir ese conocimiento y que se
corra el riesgo de que sus hallazgos pudieran ser utilizados para hacer el
mal. Por otra parte, la obra aun adoleca de ciertos puntos dbiles: el clculo
diferencial e integral an no haba sido desarrollado totalmente; en particular, el problema de integrar volmenes. As mismo, en su teora de la
gravitacin todava quedaba por demostrar que la fuerza gravitacional
que ejerce un cuerpo masivo, esfrico, uniforme, sobre una pequea partcula exploradora lejana es idntica a la fuerza ejercida por un punto material que tenga la misma masa que aquella.
Por su parte, a Halley le interesaba sobremanera que Newton echara a la
luz pblica su trabajo, pues l mismo sera el primer beneciado. Desde
haca algn tiempo haba estudiado los arribos de ciertos cometas a la
Tierra; particularmente haba uno de ellos que apareca con gran regularidad cada setenta y seis aos. Halley quera demostrar que se trataba, en efecto, de un mismo cuerpo y deseaba calcular su rbita para predecir futuros
arribos; el ms prximo sera en 1759. Fue por esta razn que urgi a su
amigo para que publicara su obra y fue por lo mismo que l se encarg de
todo el trabajo, una vez que Newton nalmente accedi a hacerlo.
30
31
Newton y su mecnica
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33
Newton y su mecnica
34
cias relativas y ocurre que enormes regiones estn desconectadas del cmulo local donde est el Sol y su sistema planetario, as que de nueva cuenta,
el proceso de promediacin se complica. Finalmente, nadie puede armar
ahora que el universo sea acotado, con lo cual cabe la posibilidad de que
tal clculo ni siquiera sea posible llevarse a cabo en esencia.
En todo caso, si fuese posible plantar en alguna parte del universo ese
marco de referencia inercial primario; el ms absolutamente inercial de
todos los marcos de referencia, se tendra un patrn: un sistema de coordenadas euclideo patrn y un observador patrn que servira para realizar
observaciones y medidas sin importar qu tan grandes o qu tan pequeas
fuesen las distancias o los lapsos, o las masas que se observen desde l.
Adems, y esto es quiz lo ms importante, cuando se tiene un patrn,
se pueden hacer copias eles de l, as que en el caso del marco de referencia inercial primario, se puede, igualmente, construir otro igual a l aqu,
sobre la supercie de la Tierra, o muchos, uno para cada pequeo lapso y
para distancias moderadamente grandes, desde los cuales se pueda eliminar
cualquier inuencia extraa, porque son copias del marco inercial primario. Hacer esto: copiar un marco de referencia, es relativamente simple; todo
es cosa de hacer transformaciones de coordenadas. Transformaciones de
coordenadas que, segn se ver ms adelante, son lineales, es decir, fciles
de llevar a cabo.
Desde un marco de referencia inercial, copia exacta de aquel primario
en el centro del universo, se tiene ahora forma de observar acontecimientos sin influir en lo observado y sin verse influido por impurezas
intrnsecas del marco de referencia; aquellas que en uno no inercial inevitablemente estn presentes por el hecho de que el observador est sujeto
a interacciones. Desde un marco de referencia inercial se puede, ahora,
establecer lo que ser el movimiento patrn; aquel que servir para clasicar otros movimientos de los cuerpos.
El movimiento que servir de patrn para estudiar todos los dems y
compararlos contra ste es el movimiento rectilneo uniforme.
Es el movimiento rectilneo uniforme el ms simple de todos; se trata
de aquel con el cual un cuerpo recorre distancias iguales en tiempos iguales, sobre una trayectoria rectilnea, observado desde un marco de referencia inercial. En otras palabras, el movimiento rectilneo uniforme es
aquel que est caracterizado porque el cuerpo lleva impresa una velocidad constante.
35
Newton y su mecnica
[ ]
Por otra parte, el vector velocidad parte del cuerpo y apunta en cada
momento en la direccin y sentido en que se mueve; su magnitud cambia
conforme el cuerpo se desplaza con mayor (o menor) rapidez. El vector
velocidad, pues, es un vector tangente a la trayectoria que sigue el cuerpo
en el espacio. Se acostumbra denotar al vector velocidad como
[ s ].
r
v (t ) m
36
0
x
Por todo lo anterior, se puede ahora establecer en forma matemtica precisa, la expresin para el movimiento rectilneo uniforme. Simplemente, este
movimiento es tal, que el vector velocidad del cuerpo es constante:
r
v (t ) const.
(2.2)
(2.3)
37
Newton y su mecnica
p
r
0
Figura 2.2.2. Trayectoria que sigue un cuerpo con movimiento rectilneo uniforme.
38
(2.5)
(2.6 a)
i j i k j k 0 ,
(2.6 b)
i j k;
j k i;
k i j .
(2.6 c)
(2.7)
39
(2.8)
Newton y su mecnica
z
A3
k
i
A2
y
A1
x
FIGURA 2.2.3. Componentes de un vector A y vectores unitarios.
donde v1(t), v2(t) y v3(t) son las componentes instantneas del vector,
tales que
vi (t )
dxi (t )
dt
; i 1,2 ,3 ;
(2.9)
esto es, que cada componente de la velocidad es la derivada de la correspondiente componente del vector de posicin, con respecto al tiempo.
Existe en la mecnica otra entidad vectorial que es sumamente importante para la teora. Esta es la aceleracin. Se dene como la primera derivada temporal del vector velocidad, o bien, como la segunda derivada temporal del vector de posicin; esto es:
r
d v (t )
r
a (t )
,
dt
40
(2.10 a)
r
d 2 r (t )
r
a (t )
.
dt 2
(2.10 b)
a i (t )
d v i (t )
dt
, i 1, 2 , 3 ,
d 2 x i (t )
dt 2
, i 1, 2 , 3 ,
r
a (t ) i a1(t ) j a2 (t ) k a3 (t )
[m s ].
(2.11 a)
(2.11 b)
(2.12)
La expresin (2.12) exhibe el carcter vectorial de la aceleracin, referida a un marco de referencia inercial. Este comentario es pertinente porque
en verdad la aceleracin no es un autntico vector. Solamente cuando se expresa desde un marco de referencia inercial la aceleracin es un autntico
vector. Referida a otro tipo de marcos pierde su calidad de vector. Este hecho
se ver ms adelante en este libro.
Volviendo una vez ms al movimiento rectilneo uniforme, que se introdujo pginas atrs, es posible dar una descripcin matemtica completa
del mismo, en trminos de los vectores de aceleracin, de velocidad y de
posicin:
Movimiento rectilneo uniforme
Vectorial
Componentes
a1 a2 a3 0
v1 const.
v2 const.
v3 const.
x b1t x0
y b2t y0
z b3t z0
a 0
v const.
r (t) bt r0
b const.
r0 const.
41
Newton y su mecnica
42
establece, por decirlo de alguna manera, las reglas del juego: Al caso ms
simple desde el punto de vista de interacciones, que es el caso llamado de
partcula libre, se le hace corresponder el movimiento rectilneo uniforme;
o dicho de otra manera: un cuerpo al que nada le ocurre, se le observa con
la ms simple de todas las trayectorias: el reposo, o el movimiento rectilneo
uniforme, pero todo esto, desde un marco de referencia inercial. De hecho, lo que propone Newton con esta ley es una forma prctica de hallar un
lugar en el espacio y construir all un marco de referencia inercial. Slo es
cosa de observar un cuerpo que se mueva libremente, sin interacciones.
Un marco inercial ser aquel desde el cual ese cuerpo se observe con movimiento rectilneo uniforme.
Por otra parte, un cuerpo que desde un marco de referencia inercial se
observa con un movimiento distinto al rectilneo uniforme, no es un cuerpo libre de interacciones. Un cuerpo as esta acelerado.
Pueden darse muchos casos de cuerpos acelerados: puede ser, por ejemplo, que se mueva con movimiento rectilneo, pero no uniforme, en cuyo
caso se dice que el movimiento es rectilneo acelerado (o decelerado, en
el caso en que tienda al reposo). Tambin puede ser que se mueva ejecutando una trayectoria circular uniformemente; en este caso, recorre distancias iguales en tiempos iguales sobre una circunferencia, sin embargo se
halla acelerado. A este tipo de movimiento se le llama circular uniforme y
la aceleracin es centrpeta (esto es hacia el centro de la trayectoria).
Obviamente hay una innidad de movimientos posibles. Todos ellos
pueden ser estudiados desde un marco de referencia inercial.
Al estudio del movimiento de cuerpos materiales macroscpicos en el
espacio euclideo de tres dimensiones, sin atender a las causas o a los agentes fsicos que los obligan a ejecutar tales movimientos, se le llama la cinemtica.
Por ejemplo, un cuerpo que se desplaza por el espacio, con un movimiento uniformemente acelerado y en lnea recta, su trayectoria est descrita
mediante la simple expresin vectorial:
r
a const.
(2.13)
43
Newton y su mecnica
r
r
r
r
r
v (t ) v0 adt v0 a (t t 0 ) ,
(2.14)
t0
(2.15)
(2.16)
(2.17)
que es la bien conocida frmula para describir las posiciones instantneas de un cuerpo que se mueve en el espacio con una aceleracin constante.
Se debe apreciar de (2.15) que la velocidad del cuerpo aumenta (si a
es positiva) en una forma uniforme en el transcurso del tiempo.
Considrese ahora que ese objeto cuyo movimiento se estudia, se mueve
con una aceleracin constante sobre un plano; por ejemplo, el plano cartesiano xOy, e imagnese que parti con velocidad igual a cero en el instante
44
(2.18 a)
y (t ) y 0 12 a y t 2 ,
(2.18 b)
donde x(t) y y(t) son las componentes del vector de posicin en dos dimensiones y ax y ay son las correspondientes componentes de la aceleracin.
Despejando el tiempo de la segunda frmula se consigue:
t
1
ay
2a y ( y y 0 )
ax
( y y0 )
ay
(2.19)
que es una expresin lineal. As, se puede raticar que el movimiento uniformemente acelerado es rectilneo. Si bien aqu se ha demostrado para
dos dimensiones y con una velocidad inicial nula, es posible demostrar que,
en general, el movimiento es rectilneo. Se deja como ejercicio demostrar este
resultado.
Otro movimiento interesante es el llamado circular uniforme.
Un cuerpo que gira con movimiento circular uniforme, describe, en
efecto, trayectorias circulares alrededor de un punto jo que es el centro de
movimiento. Adems, recorre la circunferencia barriendo ngulos iguales
en tiempos iguales, tal como se muestra en seguida, en la gura 2.2.4.
Es relativamente directo percatarse que ste es un movimiento acelerado, pensando que, al contrario de lo que prescribe la primera ley de la mecnica, el movimiento que aqu se estudia no es libre, puesto que cambia
de direccin instantneamente; por consiguiente su aceleracin no puede
ser nula, como en el movimiento rectilneo uniforme. En otras palabras: si
bien la magnitud del vector velocidad es constante, su direccin cambia
45
Newton y su mecnica
dado por el segmento de recta AB, en ese mismo lapso t, se ver que,
en efecto, el cuerpo ha cado hacia el centro del movimiento. La cada
est dada por . Ahora, en la misma gura 2.2.5, y usando el teorema de
Pitgoras, se entiende que:
46
C
r
(r )2 r 2 v 2 t 2 .
Despejando se consigue:
r r 1
v2
r2
t 2 r
v2 2
t ,
2r
(2.20)
Si bien el resultado (2.20) ha surgido como una aproximacin al desarrollar el radical y tomar solamente los primeros dos trminos de la serie, al
47
Newton y su mecnica
v2
r
(2.21)
(2.22)
48
(1)
v(1)
v(2)
0
(2)
v(2)
Figura 2.2.6. Un cuerpo se mueve con movimiento circular uniforme. Comparando (restando) los vectores velocidad se encuentra v. Este vector va en la direccin radial y apunta al centro del movimiento.
49
Newton y su mecnica
50
[kg m s ].
r
r
p mv
(2.23)
(2.24)
51
Newton y su mecnica
este vector con respecto al tiempo se obtiene cero, pero, debido a su denicin3 (2.23):
r
1
dv r d
ln (m) 0,
v
(2.25)
d t
dt
Un movimiento as, es acelerado y en consecuencia el cuerpo no es
libre en el sentido de la primera ley de la mecnica.
Por lo tanto, la expresin (2.24) es equivalente a la primera ley slo
en el caso de que el cuerpo que se estudia tenga masa constante.
Finalmente, al enunciar la segunda ley aparece el concepto de fuerza.
Para Newton la fuerza es la nica causa de que los cuerpos cambien sus
estados de movimiento. No importa si se trata del contacto fsico de
cuerpos en colisin, o de la accin a distancia que un cuerpo ejerce sobre
otro, o de la interaccin que un campo fsico genera sobre un cuerpo;
todo se reduce a un mismo concepto: la fuerza.
La fuerza es la intensidad con que un agente fsico (colisin, accin a
distancia, campo fsico, etc.) acta sobre un cuerpo.
Se trata de una entidad fsica que tiene realidad objetiva; esto es, existe,
independientemente de quien o cmo lo observen.
La fuerza es un vector, as que tiene magnitud y est caracterizada por
una direccin de aplicacin y un sentido denidos.
La fuerza, independientemente de su origen, tiene un solo efecto general sobre los cuerpos: cambiar su estado de movimiento.
Finalmente, dependiendo de su procedencia, la fuerza puede describirse matemticamente mediante alguna frmula vectorial emprica que
describe su efecto particular en los cuerpos; en sus parmetros constitutivos.
Estas frmulas vectoriales empricas son las llamadas ecuaciones constitutivas. De ellas se tratar con detalle ms adelante. Baste por el momento
agregar que las ecuaciones constitutivas no se deducen de la mecnica,
sino que son independientes de ella; se obtienen de la experimentacin, de
3
as que en el caso de un cuerpo que pierde masa (m0m), se ve que la velocidad aumenta con el transcurso del tiempo.
52
la observacin, o bien, recientemente, de las llamadas teoras fundamentales, y se incorporan a la mecnica para la resolucin de los problemas.
Se acostumbra denotar por F a las fuerzas. La fuerza F es, pues, un vector,
cuya unidad en el sistema internacional de unidades (si) es el Newton.
1 N 1 Kg
m
s2
esto es, un Newton es aquella unidad que equivale a la fuerza que es necesario aplicar a una masa de un kilogramo, para imprimirle una aceleracin
de un metro por segundo, en cada segundo. As que la segunda ley de
Newton se establece en forma matemtica como:
r d pr
(2.26)
F
;
dt
es decir, que en efecto, la fuerza causa en cada cuerpo un cambio en su
estado de movimiento.
En particular, si sobre un cuerpo no acta fuerza alguna, entonces, de
acuerdo con (2.23) y (2.26) se obtiene que:
r
F 0,
(2.27)
y si adicionalmente su masa es constante, entonces se mueve en lnea recta y con velocidad constante (movimiento rectilneo uniforme). Este resultado ha confundido a muchas personas, incluso a celebridades del mundo de la fsica, quienes han llegado a afirmar que (2.27) demuestra el
hecho de que la primera ley de la mecnica no es ley en sentido estricto,
sino solamente un corolario, un caso particular de la segunda ya que surge
de sta cuando se considera una fuerza nula.
Tal armacin es incorrecta por varias razones: en primer lugar hay que
percatarse de que la primera ley es la que establece las reglas bsicas del
juego de la mecnica. La existencia de un marco de referencia inercial
primario y su posibilidad de fabricar rplicas instantneas de l en todo
punto del universo y en cada instante, son slo una parte de los axiomas
que se requiere aceptar para establecerla. En segundo lugar, la primera
ley postula el movimiento patrn: rectilneo uniforme y lo adscribe al
53
Newton y su mecnica
estado fsico patrn: el cuerpo libre, no urgido por agente alguno. Por
ltimo, el hecho de que para un cuerpo con masa constante, sin interaccin, se obtenga que su movimiento es el que est dado por (2.27), o sea
movimiento rectilneo uniforme, signica que la segunda ley es compatible con la primera desde un marco de referencia inercial.
Newton se pas veintin aos repasando cada punto de su teora,
cavilando sobre todas las posibles implicaciones que traera hasta el mnimo
detalle, cuidando que en ningn asunto, por nimio que fuera, pudiera
haber el ms pequeo indicio de error o contradiccin. As era este hombre.
Tena verdadero terror a la crtica y no poda, por lo tanto, tomar nada a la
ligera.
No es, por lo tanto, un asunto de capricho o de dejadez que la ley ms
importante de la mecnica la que sirve para atacar prcticamente todos
los problemas de los cuerpos en movimiento sujetos a fuerzas, la ley que se
enunci anteriormente y que se expresa matemticamente con la frmula
(2.26) haya sido propuesta por el genio britnico como la segunda. No
la primera! Lo que ocurre es que, pensndolo detenidamente, se llega a la
conclusin de que esta ley: la segunda, carecera de pleno signicado si no
se hubiera propuesto antes la ley de la inercia; la primera ley.
Muchos de los problemas de la mecnica tienen que ver con cuerpos
cuyas masas no varan a lo largo del tiempo. En tales casos, la expresin
(2.26) se puede rescribir en una forma ms simple y que es muy conocida:
r
r
F ma ,
(2.28)
siendo a la aceleracin del cuerpo y m su masa.
En la prctica, todos los problemas de mecnica que se plantean,
comienzan por (2.26) o (2.28). Estas son las expresiones fundamentales para el proceso de resolucin. Como se dijo desde el principio de
este captulo, para plantear un problema hay que proponer una frmula para la fuerza; esto es, las ecuaciones constitutivas de las que ya se ha
escrito. All en donde se ha puesto la letra F para la fuerza, all es que
hay que sustituir la ecuacin constitutiva particular, que corresponde
al cuerpo y a la interaccin de que se trata. En ese momento, (2.26) o
(2.28), segn sea el caso, se convierte en una ecuacin diferencial. Esta
ecuacin, al integrarse, proporciona toda la informacin pertinente del
problema.
54
(2.30)
siendo G una constante universal que, en el sistema internacional de unidades (si) tiene el siguiente valor:
2
G 6.668 1011 N m
Kg 2
En realidad ambas frmulas son equivalentes en cierto mbito. Si se considera a aquellos cuerpos que se encuentran muy cercanos a la supercie terrestre; esto es, que la magnitud del vector r sea del orden del radio terrestre,
r 6.3782 106 m ,
y se toma a la masa terrestre con el valor:
55
Newton y su mecnica
Figura 2.3.1. Un cuerpo masivo, con masa M, atrae a otro de masa m. El radio
vector r va del centro del primero al centro del segundo.
M 5.976 1024
Kg ,
r 2
(2.31)
1 qQ r
r
4 0 r 3
56
(2.32)
e2
N m2
N m2
C2
57
Newton y su mecnica
describir el fenmeno gravitacional, en tanto que la de Coulomb, no obstante haber sido sometida a escrutinio muy severo, ha pasado hasta hoy
todas las pruebas. Es quiz la frmula ms exacta que hay para medir una
interaccin.
Por su parte, la frmula de Newton (2.30) para la interaccin gravitacional, presenta una falla leve al aplicarse a la atraccin entre masas muy
grandes, como la del Sol, actuando sobre los planetas.
Desde la mitad del siglo XIX se pudo observar que el ms cercano de
los planetas al Sol: Mercurio, no parece obedecer la ley de la atraccin
gravitacional (2.30) en una forma satisfactoria. Su rbita alrededor del
Sol no es exactamente la que se predice con base en los clculos a partir
de (2.30) sino que precede lentamente, con una precesin del perihelio de
aproximadamente 42 segundos de arco, por cada 100 aos terrestres. Este
efecto, aunado a otros, como la observada deflexin de los rayos de luz
que pasan cerca del Sol provenientes de estrellas lejanas y el corrimiento
de las rayas espectrales de las estrellas masivas hacia la zona del rojo, son
muestras de que la clebre frmula newtoniana (2.30) no es tan precisa
como parece. Estos efectos, si bien son extraordinariamente pequeos,
llamaron la atencin de los cientficos del siglo XIX. En los primeros
aos del siglo XX Albert Einstein (1879-1955) pudo dar explicacin a
todos ellos al proponer una teora alternativa a la de Newton: la llamada
teora de la relatividad generalizada.
Aos despus de Coulomb, otro investigador, el fsico holands
Hendrik Antoon Lorentz (1853-1928), ganador del premio Nobel en
1902, propuso otra ecuacin constitutiva. La frmula que propuso
sirve para describir la fuerza que experimenta un cuerpo con una carga elctrica q, que se mueve por el espacio a una velocidad instantnea v y que lo hace en presencia de un campo de induccin magntica, con una intensidad dada por el vector B. Esa frmula se escribe
as:
r q r r
F v B,
c
(2.33)
58
c 2.99793 108 m .
s
Robert Hooke (1635-1703), contemporneo de Newton descubri la
elasticidad de los cuerpos slidos y propuso su clebre ley
Ud tensio sic vis (a tal tensin, tal fuerza)
que transcrita a una frmula matemtica se puede escribir as:
r
F k xi
(2.34)
59
Newton y su mecnica
60
que se aplica a l y la respuesta a esa fuerza que, segn lo arma Newton, sin
importar el origen de aquella, siempre se traducir en un cambio del estado
de movimiento del cuerpo.
Claro que la igualdad debe ser correcta aritmticamente y tambin
deben ser equivalentes ambos miembros de ella desde el punto de vista
de sus dimensiones. Por ello es que la fuerza es un vector con unidades
iguales al del producto de masa por aceleracin; es decir, Newtons (N ):
1 N 1Kg m
s2
La segunda ley en su forma matemtica, pone en correspondencia entidades esencialmente diferentes. A esa correspondencia se le da el nombre
de dinmica. As pues, la dinmica es aquella parte de la mecnica que se
ocupa de estudiar, predecir y vaticinar las conductas de los cuerpos materiales sujetos a la accin de agentes fsicos.
Un ltimo comentario es pertinente en este punto, acerca de la segunda ley: como se mencion, las frmulas (2.26) y (2.28) son meramente
recetas para resolver los problemas de describir movimientos de cuerpos
materiales. En s mismas, sin embargo, estas frmulas, estas recetas, de
nada sirven si no se ponen en accin mediante las ecuaciones constitutivas.
As por ejemplo:
r
r
F m a
de ninguna utilidad ser para hallar el movimiento de un cuerpo con
masa m que se ve urgido por un resorte al que est sujeto, si no se propone
previamente cul es la fuerza que ese cuerpo experimenta al elongarse y
comprimirse, sucesivamente, el resorte mismo. Estableciendo que
r
F kxi,
(2.34)
esta es la ley de Hooke y sustituyendo esta ecuacin constitutiva en
la frmula general de la segunda ley, se pone en marcha, ahora s, la maquinaria terica de la mecnica. Ahora se tiene que
r
kxi ma
61
Newton y su mecnica
y, recordando que la aceleracin es igual a la primera derivada de la velocidad, o bien, la segunda derivada de la posicin, se tiene que
d 2x
dt2
20 x 0
(2.35)
para la componente vectorial a lo largo del eje de las abscisas (las otras
dos componentes dan resultados triviales), siendo
0 la llamada frecuencia
angular fundamental del cuerpo, denida como
20 k
[ s ].
2
(2.36)
(2.37)
62
63
Newton y su mecnica
p
p
y
x
res (que estn dibujadas sobre una supercie 2D plana), los vectores tangente p, la generan; esto es, al ir transcurriendo el tiempo son ellos los que van
dibujando la trayectoria en el espacio. Sin embargo, puede ocurrir y de
hecho ocurre con cierta frecuencia, que una trayectoria sea no-planar; o
sea, que la supercie sobre la cual se dibuja no sea plana, sino curvada, como
la que se muestra en la gura 2.4.2. En este caso, la familia de vectores tangentes a la trayectoria; los vectores de momento lineal, ya no son sucientes
para dar una descripcin completa de la trayectoria por s solos.
En este caso, segn se sabe de la geometra, es necesario dar, punto a
punto de la trayectoria, dos vectores: el vector tangente y el llamado vector
normal o perpendicular. En este sentido, la ecuacin diferencial (2.26)
no posee toda la informacin necesaria para conocer completamente una
trayectoria cualquiera. Slo en el caso de trayectorias planares es suciente
con integrar (2.26).
En este punto Newton tuvo que detenerse. Se percat de que algo an
faltaba en su modelo de la mecnica; una pieza importante sin la cual la
64
y
x
solucin general al problema de la mecnica, esto es, el estudio del movimiento de los cuerpos materiales atendiendo a sus causas, no podra tener
una solucin completa.
Si las fuerzas son la causa de que el vector de cantidad de movimiento
cambie y ste es el vector que va generando las curvas en el espacio, entonces pens debe haber otra expresin diferencial ms; debe ser
aquella que describa de alguna manera los planos de las trayectorias y sus
cambios, sus curvaturas, como resultado de algn nuevo tipo de agente
fsico; algn ente que an no ha sido denido. Bueno, si las fuerzas fuerzan
al vector tangente, defnanse a esos nuevos entes como las torcas. Las torcas
sern, por lo tanto, la manifestacin de ciertos entes fsicos que tuercen
los planos de las trayectorias.
Ms an, si h representa a la familia de vectores normales al plano de
trayectoria, en cada punto de la misma, entonces se puede muy bien proponer una expresin diferencial parecida en su estructura a aquella que se
estableci para describir matemticamente a la segunda ley (2.26), y que
tendra la siguiente forma:
65
Newton y su mecnica
z
h
h
0
Figura 2.4.3. Una trayectoria se dibuja sobre una superficie curva. Este es el
plano (curvo) de la trayectoria. Los vectores h son normales al plano.
r
r dh
N
dt
m2
Kg 2 ,
s
(2.38)
66
67
Newton y su mecnica
68
0
y
Figura 2.4.4. El plano instantneo de movimiento generado por r y p. El vector de momento angular es perpendicular a ste.
69
Newton y su mecnica
70
La tercera ley es una proposicin que concierne a las fuerzas nicamente, sin atender a sus efectos cinemticos. Como todo mundo lo sabe, la tercera ley se enuncia de la siguiente forma:
Tercera ley de la mecnica: a toda accin, corresponde una reaccin
igual y de sentido contrario.
As la estableci Newton en sus Principia y as se ha venido escribiendo,
de libro en libro desde la segunda mitad del siglo XVII, haciendo traducciones literales de su postulado.
Lo que la tercera ley arma es que siempre que una fuerza se aplica sobre algn cuerpo, ste reacciona en forma instantnea a ella, oponiendo
una resistencia al cambio de su estado de movimiento original. Esa resistencia es, a su vez, una fuerza que se aplica sobre aquello que caus la fuerza
primera y que vectorialmente es de la misma magnitud y de la misma
direccin que ella, pero con un sentido opuesto. Matemticamente
hablando, si se escribe como
r
F12
a la fuerza con que un cuerpo 1 acta sobre un cuerpo 2, sin importar de
qu tipo de interaccin se trata, entonces el cuerpo 2 reaccionar instantneamente con una fuerza
r
F 21
sobre el primero, siendo sta, una fuerza igual a aquella en magnitud y direccin pero con sentido opuesto; esto es:
r
r
F12 F 21 .
(2.43)
Hay por all, en el mundo ciertas personas, ciertos caracteres, espritus
hechos para crear dificultades, para hallar el pero, el detalle en todas las
cosas; sobre todo cuando stas no surgieron de su propia inteligencia y
creatividad. En la ciencia parece ser que estos individuos se han dado cita.
Basta con que un nuevo teorema, un nuevo esquema lgico haya aparecido por ah, que venga a representar un paso ms que da el intelecto hu-
71
Newton y su mecnica
mano en el camino del conocimiento, para que espontneamente aparezcan sus detractores; cientcos de diversas partes del mundo que opinan
acerca de ese teorema, de esa teora, aduciendo las ms variadas fallas al
logro aquel: que si el teorema esta mal planteado, que si viola tal o cual otro
resultado archicomprobado, etc. Todo podra estar bien. La ciencia es
afortunadamente una lucha que trata de derribar logros pasados y obtener
nuevos, ms ambiciosos, de mayor alcance; ms precisos. As son las cosas;
no bien una frmula aparece para calcular tal o cual hecho experimental,
cuando otro investigador publica un artculo exhibiendo otra frmula
an mejor que la anterior.
Todo estara muy bien si la lucha se limitara a una competencia por
hallar la verdad y ensanchar el universo del conocimiento, por ms feroz
que sta fuera. Lo malo es que se incurra en la insidia o en la mentira y
sobre todo, se mezclen los asuntos personales con el trabajo cientco.
La razn de todo esto y sobre todo, por la aparente impertinencia del
comentario, cuando se ha estado viendo el desarrollo de las leyes de
Newton, es precisamente porque a la hora de sacar a la luz su pensamiento cientco en los Principia, se le vino el mundo encima al pobre genio
britnico. Desde la burla de la chusma por su forma de vestir y su lenguaje engolado y afectado, hasta acusaciones de plagio de ideas le llovieron de todas partes hasta la fecha, a ms de doscientos cincuenta aos
de su muerte.
Aqu y all han aparecido libros, algunos de importantes cientficos,
que tratan de lanzar tierra sobre el pensamiento y la obra de Newton. De
toda esa crtica malsana y estril, la ms socorrida, la que ms se ha difundido en el mundo cientco es la que gira en torno a la paternidad de las
leyes de la mecnica. Gente conspicua en el mbito de la ciencia ha osado
publicar armaciones verdaderamente inverosmiles acerca de ellas. Eddington, el genio britnico de la fsica contempornea, alguna vez expres que
la primera ley de la mecnica, ni es ley, ni es de Newton.
No es ley, dice Eddington, porque es en realidad un teorema que se deduce de la segunda ley para el caso de la fuerza nula. En un tono jocoso,
se puede parafrasear la primera ley diciendo que todo cuerpo conservar
su estado de reposo o de movimiento rectilneo uniforme, a menos que
deje de hacerlo. Con esta expresin, ha rebajado la primera ley y todo su
contenido; todo aquello que signica, a la categora de una vulgar perogrullada.
72
73
Newton y su mecnica
74
F12
F21
Figura 2.5.1. Dos cuerpos interactan entre s con fuerzas F12 y F21, respectivamente.
75
Newton y su mecnica
F12
2
1
F21
Figura 2.5.2. Los mismos cuerpos de la gura anterior, con las fuerzas de interaccin tales como marca la tercera ley.
r
d p1
dt
r
d p2
dt
76
77
Newton y su mecnica
i
2
Fji
3
1
Fij
j
78
Fij 0
(2.45)
i, j 1
(i j )
puesto que, de acuerdo con la tercera ley, se van a cancelar por parejas; la
fuerza F12 con la F21, la F13 con la F31, etc.
As, el resultado (2.45) lleva a la conclusin de que en un cmulo de N
cuerpos materiales, donde N puede ser cualquier nmero natural, las
interacciones mutuas entre parejas de cuerpos, de acuerdo con la tercera
ley, se cancelan por pares, de manera que la fuerza neta total interna en
el cmulo es siempre cero.
r
F TOT 0.
(2.46)
En todo lo anterior, de una manera casi imperceptible, se han venido
utilizando un par de axiomas fundamentales para la estructuracin de la
mecnica: uno es el llamado principio de superposicin de estados, el otro
es aquel que da a los vectores su carcter deslizante.
En efecto, para dar sentido pleno a la expresin (2.45) es necesario aceptar
que las fuerzas, as como el resto de las entidades vectoriales que se manejan
en este modelo terico se pueden sumar o restar de acuerdo con aquellas
viejas recetas de Stevin de Brujas que se discutieron en (1.1) a (1.4). Pero lo
novedoso no es tanto que las fuerzas que actan sobre un mismo cuerpo se
sumen para dar una resultante; lo realmente nuevo es que se pueda hablar
de una resultante de un conjunto de fuerzas que actan sobre varios cuerpos. Es claro que para sumarlas ser necesario invocar a las reglas del paralelogramo o del polgono de Stevinius; esto es un principio de superposicin
de estados, pero lo que subyace a toda esta argumentacin es que los vectores deben poderse desplazar paralelamente a s mismos para poder realizar
esta suma. Este es el principio sobre el carcter deslizante de los vectores.
As pues, en el caso de N cuerpos se puede hablar de una fuerza resultante; la FTOT. El punto que an est por resolverse es acerca de dnde
se aplica la fuerza resultante. Este asunto se tratar en la siguiente seccin
de este captulo.
Por otra parte, volviendo al caso de un solo cuerpo sobre el cual actan
varias fuerzas, haciendo uso de la regla de suma vectorial, es posible, como
se mencion arriba, obtener una resultante. Esta es, a su vez un vector fuerza que es igual a la suma vectorial de aquellos.
79
Newton y su mecnica
siendo F1, F2,, Fn, las fuerzas que actan sobre un mismo cuerpo Y
qu se puede decir de las torcas, en el mismo sentido que se han estudiado las fuerzas? Para comenzar, considrese nuevamente el caso de dos
cuerpos masivos que forman un sistema aislado en el espacio; esto es,
exento de interacciones externas. Llamando de nuevo por F12 a la fuerza
con que el cuerpo 1 (ver gura 2.5.3) urge al 2 y F21 la inversa; esto es, la
fuerza con la cual el cuerpo 2 acta sobre el 1, se tiene que la torca total
es, de acuerdo con el principio de superposicin vectorial estudiado anteriormente:
r
r
r
N TOT N 21 N 12 ,
(2.48)
o bien, recordando la denicin de la torca vista en (2.42):
r
r
r
r
r
N TOT r1 F21 r2 F12 ,
(2.49)
siendo r1 y r2 los radios vectores que van desde el origen de coordenadas del
marco de referencia inercial desde el cual se observa al sistema, hasta cada
uno de los cuerpos, respectivamente. Ahora, de acuerdo con la tercera ley,
expresada matemticamente en (2.43), se puede escribir la torca total (2.49)
como:
r
r
r r
N TOT r2 r1 F12 .
(2.50)
80
r 12
r 1
r 2
Figura 2.5.4. El vector relativo entre dos cuerpos r12 es aquel que va del cuerpo
1 al 2.
r
r r
r12 r2 r1 .
(2.51)
81
Newton y su mecnica
r
r
r
N TOT r21 F 21
(2.53)
82
b
a
a
b
r
N TOT 0,
(2.56)
83
Newton y su mecnica
N i 0.
(2.57 b)
ji mi
j 1
( j i)
84
r
d 2ri (t )
dt 2
(2.58)
Sistemas de partculas
donde Fi(a) es el vector que representa a la fuerza neta resultante de todas las
fuerzas externas que se aplican instantneamente sobre la partcula i-sima
del cmulo. A este vector se le llamar la fuerza aplicada. Por su parte, los
vectores ij representan la fuerza interna con la cual la partcula j-sima
del cmulo acta sobre la i-sima. La sumatoria se extiende, pues, sobre
todas las partculas del cmulo, excepto, por supuesto, la i-sima, pues,
como ya se mencion antes, hay que descartar las autointeracciones.
Por cierto, de aqu en adelante y por sencillez se adoptar una taquigrafa para denotar las derivadas temporales, que se usa casi en todos los textos
sobre este tema y que resulta de gran utilidad. Las derivadas temporales se
describirn mediante un punto encima del smbolo de la variable:
r
r d r
r
,
(2.59 a)
dt
r
r d 2r
ri 2 ,
dt
(2.59 b)
(2.58)
j 1
( j i)
Si las frmulas para la fuerza aplicada, as como para las fuerzas de interaccin interna ij se conocen, entonces (2.58) representa un sistema de N
ecuaciones diferenciales vectoriales de segundo orden, acopladas. Una vez
resuelto este sistema, e impuestas las condiciones iniciales sobre cada una
de las partculas del cmulo, se hallarn las soluciones. stas tendrn la
forma general siguiente:
r r
ri ri (t ) i 1, 2, 3, K , N .
(2.60)
85
Newton y su mecnica
sigue en el espacio, como resultado de todos los agentes fsicos que la urgen,
al travs del tiempo.
En la generalidad de los casos es imposible resolver el sistema de ecuaciones diferenciales (2.58) para un sistema de ms de dos cuerpos en el
espacio y tres cuerpos en el plano, con ciertas restricciones. Las fuerzas
de interaccin complican enormemente su tratamiento. El caso ms trivial,
desde luego, es aquel en el que no hay fuerzas de interaccin internas ij;
este es el llamado sistema incoherente de partculas. Cada una se mueve,
en este caso, como si las dems no existieran , sujeta nicamente a la fuerza externa que acta sobre ella. En esta circunstancia, todas las ecuaciones
(2.58) estn desacopladas, pudindose tratar a cada una por separado
para integrarla y hallar la solucin. Tal vez el ejemplo fsico que ms se
asemeja al caso incoherente es el de ciertos polvos, como esos que se usan
para apagar fuegos; las pequeas partculas de polvo uyen casi libremente en chorros que no presentan una interaccin interna apreciable.
Por otra parte, si el nmero de partculas es muy, muy grande y stas
son tan pequeas como las molculas, entonces es posible sustituir a las
fuerzas de interaccin en (2.58) por un trmino que surge de un tratamiento estadstico y que macroscpicamente se interpreta como el gradiente de la presin. Este tratamiento y estos resultados dan lugar a la
famosa ecuacin de Euler para los uidos perfectos.4
En general se pueden obtener resultados interesantes para un sistema
de N partculas si se lleva a cabo cierto proceso estadstico de promediacin. Por ejemplo, se define el llamado centro de masa de un cmulo de
partculas, como el lugar del espacio donde parece concentrarse la masa
de todo ese sistema. Matemticamente se dene el centro de masa como
un radio vector R dado por la siguiente frmula:
r
mr
r ii
i
R
.
mi
(2.61)
86
Sistemas de partculas
m1
m3
m2
r 3
r 1 r 2
C.M.
mi
r i
y
Figura 2.6.1. Un cmulo de N partculas con masas m1, m2,, mi,, mN. Se muestran los radios vectores y el vector R al centro de masa del cmulo.
mi
(2.62)
i 1
miri .
(2.63)
i 1
87
Newton y su mecnica
r
MR
miri .
(2.64)
Esto viene a representar dos cosas: por una parte, se trata nuevamente
de un promedio; es el promedio de las velocidades de las partculas, ponderado sobre sus respectivas masas; por otra parte, comparando el miembro
de la izquierda de (2.64) con la denicin (2.23) se ve que es el momento lineal. En efecto, este producto representa el momento lineal o cantidad
de movimiento neto total del sistema de N cuerpos. Uniendo estos dos
conceptos, se puede apreciar que este producto al que se viene aludiendo
en este prrafo es un vector que se puede dibujar a partir del centro de masa
(C.M.) del cmulo; es pues, el momento del centro de masa.
Derivando nuevamente con respecto al tiempo, se obtiene ahora:
r
MR
miri
(2.65)
Fi( a ) ji MR .
i
j i
(2.66)
j i
88
Sistemas de partculas
Fi( a ) MR .
(2.68)
Esto signica que lo nico que contribuye al movimiento de un cmulo de partculas es la resultante de las fuerzas aplicadas y esta resultante es
un vector que se aplica sobre el centro de masa (C.M.), provocando su
cambio de estado de movimiento.
Son notables varias caractersticas de este resultado (2.68). En primer
lugar, debe llamar la atencin que se ha vuelto a la estructura original de
la segunda ley, donde la fuerza se hace igual, matemticamente al producto de la masa por la aceleracin. Solamente que ahora se trata de la
fuerza neta aplicada y de la masa total del sistema, multiplicada por la aceleracin del centro de masa. En segundo lugar, es importante hacer notar
que la nica fuerza que provoca el movimiento del sistema como un todo,
es la fuerza neta aplicada. Las fuerzas de interaccin internas no son capaces de cambiar el estado de movimiento de ese cmulo.
Pero debe tenerse cuidado de no mal interpretar el resultado. Una cosa
es que las fuerzas internas no cambien el estado de movimiento del cmulo como un todo y otra cosa muy diferente es que no provoquen movimiento alguno.
Una nube es un magnco ejemplo de un cmulo de N partculas (las
molculas de agua o las pequeas gotas de este lquido que se hallan en
suspensin). Pues bien, la nube como un todo se mueve y cambia de
direccin debido a la fuerza (aplicada) del viento. Las miradas de partculas que componen este sistema, ejercen entre s fuerzas de atraccin o de
repulsin elctrica; estas son las fuerzas de interaccin internas del tipo
ij. Pueden ser extraordinariamente intensas y violentas, sobre todo en las
tempestades. No obstante, estos agentes fsicos, de acuerdo con (2.67),
no pueden provocar el cambio del movimiento de la nube como un todo
debido a que en todo instante se cancelan por pares, segn lo establece la
tercera ley. Pero es claro tambin que a escala local, las fuerzas de interaccin si actan. Todos los vrtices y torbellinos; las rachas y las descargas
internas son el resultado de las fuerzas de interaccin. As, aunque el mo-
89
Newton y su mecnica
vimiento de la nube, como un todo, es nicamente la respuesta a las fuerzas externas aplicadas, sus cambios de forma y sus movimientos internos
son el resultado de las fuerzas de interaccin interna.
Finalmente, cabe recalcar que la fuerza neta total, FTOT se aplica sobre el
centro de masa del sistema, segn se puede observar en (2.68). Este punto, como se vio, es el lugar en el que la masa de todo el sistema se concentra aparentemente, y puede ser un sitio que est ocupado por alguna
partcula del cmulo, pero tambin puede ocurrir que sea un sitio vaco.
Por ejemplo, un proyectil que se dispara desde un can de artillera,
est dotado de un sensor baromtrico que lo hace estallar en cientos de
pedazos cuando a su cada, alcanza cierta altura. Esto se hace, desgraciadamente para causar mayor dao. El ejemplo sirve, sin embargo, para
mostrar objetivamente el resultado que se menciona anteriormente.
Mientras va en vuelo el proyectil es un cuerpo slido que tiene su centro
de masa en algn punto de su interior, donde hay materia. Sin embargo,
en todo momento, desde que fue disparado, hasta que sus pedazos tocaron tierra, el movimiento de este cuerpo ha sido determinado por la fuerza
de gravedad y la fuerza de resistencia del aire (que son fuerzas aplicadas),
aplicadas sobre su centro de masa. Al estallar el proyectil se liberaron
gigantescas fuerzas de interaccin, pero ellas no tuvieron papel alguno en
el movimiento del cmulo como un todo. Cierto es que los fragmentos
volaron y se desperdigaron por todas partes con enormes velocidades,
pero el sistema de N partculas que result de esta explosin continu su
movimiento y su centro de masa sigui en el mismo curso que llevaba
originalmente el proyectil cuando estaba completo, como si nada hubiera
pasado, pues las fuerzas internas son intiles para modicar el estado de
movimiento del sistema.
En cuanto a las torcas, se puede abordar el problema para N partculas
de una manera enteramente semejante a lo que se hizo para las fuerzas.
As, si sobre un sistema de N corpsculos actan fuerzas internas y fuerzas aplicadas, de acuerdo con la frmula (2.58), se obtiene, multiplicando
vectorialmente por cada radio vector ri que:
r r
ri Fi( a )
ri ji ri miri .
j 1
( j i)
90
(2.69)
Sistemas de partculas
ri ji hi .
(2.72)
j 1
( j i)
i 1
r
h
hi
(2.74)
i 1
se obtiene ahora:
r a)
N (TOT
r
(r ) h .
i
j, i 1
(i j )
ji
(2.75)
Observado ahora con mayor cuidado las torcas internas, es posible ver
que si se desarrollan las dos sumatorias y se agrupan de acuerdo con la
tercera ley, por parejas de accin y reaccin, se obtiene lo siguiente:
91
Newton y su mecnica
r r
ri ji
i , j 1
(i j )
rji ji ,
(2.76)
j <i
(2.77)
92
Sistemas de partculas
104
Figura 2.6.2. Molcula de agua. Los enlaces de los tomos de hidrgeno con
el tomo central de oxgeno forman un ngulo de 104. Este hecho hace que la
molcula de agua tenga momento dipolar.
Por supuesto, si las fuerzas de interaccin interna son centrales, entonces los vectores relativos y aquellas sern siempre paralelas, en cuyo caso las
torcas debidas a este tipo de interaccin son cero, esto es, si
r
r
r r
rij / / ij
rij ij 0 ;
j <i
(2.78)
que es la misma frmula que (2.38) para un solo cuerpo. En este caso, la
torca neta total debida a las fuerzas aplicadas es la nica responsable por
el cambio del momento angular del sistema. Pero an no es posible saber
93
Newton y su mecnica
dnde se aplica esta torca neta total y dnde debe dibujarse el vector de
momento angular del sistema de N partculas. Para hacerlo considrese
ahora la siguiente transformacin de coordenadas:
r r r
ri ri R .
(2.79)
Lo que significa (2.79) es que se toma al centro de masa (C.M.) del
sistema como el punto desde el cual se tiran vectores ri hasta cada una
de las partculas. Es como hacer una traslacin del marco de referencia a
un nuevo marco anclado en el centro de masa.
Multiplicando miembro a miembro de (2.79) por la masa correspondiente mi, se obtiene ahora
r
r
r
miri mi R miri ,
(2.80)
sumando sobre todas las masas, se encuentra el siguiente resultado:
r
miri 0,
(2.81)
o bien, desarrollando:
r r
r r
r
r
r r
r
hi ri mi ri ri mi R R mi ri R mi R
94
(2.82)
Sistemas de partculas
z
mi
r i
C.M.
r i
y
x
Figura 2.6.3. Desde el centro de masa (C.M.) de un cmulo de N partculas se dibuja el vector ri hasta la i-sima del sistema.
sumando sobre todos los valores del ndice i se obtiene ahora lo siguiente:
r r
r
h h h CM ,
(2.83)
donde
r
h
(2.84)
es el vector de momento angular total del sistema de N cuerpos, con respecto al centro de masa del mismo.
Igualmente, se dene
r
r
r
h CM R MR
95
(2.85)
Newton y su mecnica
96
2
1
Figura 2.6.4. Esquema de un motor cohete del tipo Walther, con propelantes
lquidos, 1) tanque de oxidante, 2) tanque de combustin, 3) tanque de alta presin de gas inerte de acarreo, 4) cmara de combustin y 5) tobera convergente-divergente de De Laval.
97
Newton y su mecnica
M1
M >1
M<1
Impulso
98
tanques que almacenan estas sustancias se van vaciando con gran celeridad. Este hecho, como se ver en seguida, contribuye en forma muy
importante al impulso que permite al cohete elevarse por el espacio.
Considrese pues, un cohete que asciende verticalmente desde la supercie de la Tierra, debido al impulso que recibe como reaccin de los gases
acelerados que salen por la boca de la tobera y con la contribucin adicional que le da su prdida de masa, tal como se muestra en la gura 2.6.6.
Supngase que los gases que emergen de sus toberas, salen a una velocidad u constante, en direccin opuesta al ascenso del cohete, con respecto a
un observador situado en alguna parte del vehculo.
De acuerdo con la mecnica, si en algn instante t de su vuelo, la magnitud de la cantidad de movimiento del cohete es
p(t ) m(t )v (t )
99
(2.86)
Newton y su mecnica
)(
p(t ) p m(t ) m v (t ) v
m v (t ) v u ,
(2.87)
(2.88)
siendo g la constante de la m
aceleracin de la gravedad, que al nivel del mar
tiene el valor de 9.80665 s2. Integrando la ecuacin diferencial (2.87) se
obtiene:
m
v (t ) v0 gt uln ,
m0
(2.89)
100
(2.90)
entonces
m(t ) m0 kt ,
(2.91)
donde k es una constante que puede ser evaluada. Si se conoce la masa del
cohete al instante inicial, m0, cuando sus tanques con los propelantes se
encontraban repletos y se sabe cul es la masa del cohete me, cuando el
oxidante y el combustible se han agotado completamente al tiempo T despus del encendido inicial, entonces
k
m0 me
.
T
(2.92)
1
1
me
1 t .
T
m0
(2.93)
me
.
m0
(2.94)
As, si se considera que la velocidad con la que salen los gases por la
boca de la tobera es de unos 3500 m/s con respecto al cohete, si el tiempo
que lleva para que el oxidante y el combustible se agoten es de 3.5 minutos
y si la masa del cohete vaco es un 10% de la que tena cuando sus tanques estaban llenos al inicio del vuelo, entonces
v (T ) 6000 m
101
Newton y su mecnica
y (t ) 12 gt 2
um0
kt
kt
1 1 1 ln1 . (2.95)
k
m0
m0
(2.96)
m0
gT0 ;
me
(2.97)
(2.98)
102
(ver el problema 2 al nal del captulo). Con estos datos la altura alcanzada se calcula de inmediato:
y (T0 ) 1, 950.05 Km .
Por supuesto, este clculo es aproximado. Para realizarlo se ha hecho
uso de varias suposiciones que en la realidad no son tan ciertas, con el
objeto de volver sencillo el clculo. Por ejemplo, se ha considerado que
la aceleracin de la gravedad es constante a lo largo de todo el trayecto.
Esto no es correcto. A 1 950 Km por encima del nivel medio del mar, la
gravedad es casi la mitad de lo que es su valor aceptado. A esa altura g
vale aproximadamente 5.73 m/s2. As, el haber supuesto a g como una
constante lleva a un resultado que no es el correcto. Por otra parte, se ha
ignorado un efecto que en la realidad juega un papel muy importante en
los lanzamientos reales: la resistencia del aire. Esta es una fuerza que se
opone al movimiento; es una fuerza disipadora que, segn se sabe, es
proporcional al cuadrado de la velocidad del cuerpo y la geometra del
cohete tiene mucho que ver en ella. Finalmente est el efecto de la rotacin terrestre.
103
[ ]
m
s2
Newton y su mecnica
encontrar las componentes del vector velocidad de la partcula desde el marco inercial que est girado, respecto al primero, alrededor
del eje OZ con un ngulo de 30 en sentido directo.
12.5. Encontrar la ecuacin de la trayectoria para una partcula que se
mueve con la velocidad descrita en el problema 1.4. Hacer un dibujo en 2D de esta trayectoria.
12.6. Un cuerpo se desplaza siguiendo una trayectoria en el espacio, sujeto a una aceleracin
r
a 0i 0 j 9.81k
[ ].
m
s2
[m s ],
encontrar la ecuacin de la trayectoria y hacer un dibujo mostrando este movimiento. Qu ejemplo de la vida real podra ser similar
a este problema?
12.7. Un cuerpo gira uniformemente describiendo un crculo de radio 10
m, realizando una vuelta completa cada 2 minutos sobre un mismo
plano. Describir en coordenadas cartesianas su velocidad. Cul es
su vector de aceleracin?
12.8. Demostrar que en el caso anterior se cumple que la aceleracin
centrpeta de ese cuerpo est dada por la frmula
ac
v2
.
r
104
(2.99)
105
Newton y su mecnica
X
m1
m1g
m2
m2g
Figura 2.7.1. La mquina de Atwood: dos masas estn unidas mediante una
cuerda de longitud l que pasa sobre una polea.
N,
siendo N la magnitud de la fuerza de reaccin, normal al plano y
el llamado coeciente de friccin. Demostrar que hay un ngulo r
lmite para que el tabique comience a deslizarse, tal que
tan r .
2.15. Calcular la fuerza de atraccin gravitacional entre un electrn y un
protn, cuando se hallan a una distancia de 0.5 (1108 cm)
entre s. Comparar esta fuerza de atraccin con la fuerza electrosttica que ejercen debida a sus cargas, a la misma distancia. Los valores de las constantes que se requieren son:
G 6.6726 1011
106
m3
s2
N
f
C.M.
mg
Figura 2.7.2. Un cuerpo resbala con friccin por un plano inclinado. Se muestran
las fuerzas que actan sobre l.
me 9.1093897 1031 Kg
m p 1837 me
e 1.6022 1019 C
0 8.8542 1012
107
Newton y su mecnica
3.75m
F35N
20
F42N
F25N
2.35m
60
0
x
F18N
Figura 2.7.3. Un cuerpo plano uniforme es actuado por cuatro fuerzas aplicadas.
r
v 7.5 103 i 0 j 0k
108
Kg ,
109
CAPTULO 3
LAS ECUACIONES DE MOVIMIENTO
3.1. Trabajo y energa cintica
La estrategia general para resolver problemas de mecnica se estableci
desde el principio del Captulo 1. Es una regla general que es necesario seguir para alcanzar el objetivo nal que consiste en obtener las expresiones
matemticas para las llamadas ecuaciones de movimiento. Y si bien esa
estrategia es absolutamente simple y directa, muchas veces resulta enormemente compleja, si no imposible de llevarla a cabo, por no mencionar que
las frmulas para la fuerza son escasas.
Tratando de hallar nuevos mtodos, tcticas ms ecaces, ms profundas y de alcance mayor, los fsicos y los matemticos, los ingenieros y los
qumicos, literalmente se han devanado los sesos en los ltimos trescientos
aos. As, han aparecido reglas, deniciones, teoremas y hasta teoras completas; obras maestras del genio y del talento humanos, con los cuales la
mecnica se ha visto enriquecida a escalas difciles de comprender; al menos para la gran mayora de la gente.
De los primeros atajos, caminos cortos que se ensayaron para intentar
arribar a soluciones a partir de las ecuaciones diferenciales originales, trata ste que ahora se explora.
Considrese el caso de un solo cuerpo, con una masa constante, que
se ve urgido por una fuerza F conocida. De acuerdo con (2.28), las ecuaciones diferenciales que se plantean son las siguientes:
r
r
d 2r
F m 2 .
(3.1)
dt
Se trata, en efecto, de tres ecuaciones diferenciales ordinarias, de segundo orden, en general acopladas (en (3.1) se muestra una sola frmula,
111
pero hay que recordar que es vectorial y por lo tanto contienen en general
tres componentes).
Un camino que se puede tomar ahora consiste en convertir el sistema
de ecuaciones diferenciales (3.1) en una sola ecuacin escalar, mediante
el
(3.2)
(3.3)
Por su parte, T(1) o T(2) se denen como la energa cintica del cuerpo,
evaluada en 1 o en 2:
r2
T 12 m v .
(3.4)
112
113
T 12 m x 2 y 2 z 2 ,
(3.5)
r2
p
2m
114
(3.6)
esto es, como el cuadrado de la norma de ese vector, por unidad de masa,
dividido por dos. Con esta denicin se desea hacer ver que T mide la intensidad del momento lineal, o al menos algo proporcional a ella. A esa intensidad se le dio el nombre de energa cintica. En particular el segundo nombre
de cintico tiene que ver con movimiento. En los textos se acostumbra
explicar que (3.5) o (3.6) representa la energa debida al movimiento.
Las unidades para la energa son el Joule;
1 J 1Kg
m2
s2
1N m .
115
(3.10)
en tal caso, no importa cul sea la trayectoria que sigue el cuerpo en el espacio, pues el trabajo resulta ser igual slo a la diferencia de la funcin escalar U, evaluada en los puntos inicial y nal de su recorrido.
El punto importante ahora es proponer la estructura que debe tener
ese escalar U para cumplir con su propsito. Para ello considrese una
funcin V, la cual se supondr continua y con derivadas continuas de
sus argumentos, que ser llamada la energa potencial generalizada y
que, por hiptesis, se har depender de la posicin y de la velocidad del
cuerpo;
116
Sistemas conservadores
r r
V r , r .
( )
i 1
x i
dx i
d x i
x
V
(3.11)
donde las x i son las coordenadas del vector de posicin; esto es, se ha
hecho la identicacin de x1 por x, x2 por y y x3 por z, para poder manejarlas en forma compacta. Los superndices NO indican potenciacin.
Ahora se puede manipular el segundo trmino de la derecha en la
expresin (3.11) para poder reducirla:
V i d V i
d x i d
x
dx
x i dt x i
x i
V
con lo cual (3.11) se puede reescribir en una forma diferente pero sugestiva:
3
3 V
d V V i
i V
d
x
i dx .
i
i
i 1 dt x x
i 1 x
(3.12)
V i
dU d
x V
i
i 1 x
117
(3.13)
d V V
; i 1, 2, 3
dt x i x i
(3.14)
se tiene en (3.12) una relacin que coincide con aquella. En estas circunstancias, la funcin trabajo, denida en (3.3), se puede integrar con slo
imponer los extremos del movimiento. Hacindolo y recordando el teorema de trabajo y energa cintica de Leibniz, se obtiene nalmente que:
3
3
V i
V i
x
T
V
x .
T V
i
i
x
x
2
1
i 1
i 1
x i x i E
(3.15)
i 1
(3.16)
118
Sistemas conservadores
119
(3.18)
siendo Q(1,2) toda la disipacin que ocurri entre esos dos puntos. Se acostumbra denir a esta cantidad como el calor disipado entre los puntos 1) y 2)
debido a las fuerzas no-conservadoras (debe entenderse claramente que Q no
es en el sentido matemtico estricto una integral de q ya que, como se mencion, la parte disipadora depende del camino de integracin).
Rescribiendo (3.18) se obtiene, equivalentemente, que:
U Q W .
(3.19)
(3.20)
120
Sistemas conservadores
(3.21)
121
(3.22 a)
(3.22 b)
(3.22 c)
r
div E 4
(3.22 d)
en donde se ha hecho uso de la propiedad conmutativa de la derivada parcial con respecto al tiempo, con las derivadas parciales con respecto a las coordenadas. La expresin anterior sugiere de inmediato que una posible
solucin consiste en suponer que la suma de las funciones que estn encerradas dentro del parntesis puede identicarse con el gradiente de algn
campo escalar (r,t), al que se conoce como el potencial electrosttico
escalar; o bien:
r r
r r
1 A(r, t )
r
.
E (r, t ) grad (r, t )
c t
122
(3.24)
Sistemas conservadores
r r
r
r r r
grad r A r grad A r rot A .
( )
(3.26)
F r, r, t grad e r A
.
c dt
c
(3.27)
En donde la derivada total del vector potencial magntico se ha construido, de acuerdo con el clculo diferencial como:
r
r
r
d A A r
r grad A .
t
dt
(3.28)
Sea ahora el operador gradiente de velocidad, denido para las componentes cartesianas de la velocidad como:
123
grad vr i
j k .
x
y
z
(3.29)
e r r
grad vr e r A A ,
(3.30)
c
c
por lo tanto, las ecuaciones constitutivas para la fuerza de Lorentz, en trminos de los potenciales electromagnticos se pueden escribir en la siguiente forma:
r d
F ( grad vrV ) gradV,
(3.31)
dt
donde V es la energa potencial generalizada denida anteriormente. En el
caso estacionario; esto es, cuando el campo electromagntico externo es
independiente del tiempo el escalar V esta dado por:
er r
rr
V r,r e r A .
c
( )
(3.32)
Debe reconocerse que (3.31) escrita, componente a componente, tiene la misma forma que (3.14), as que se trata de las ecuaciones (vectoriales) para una fuerza conservadora en el sentido generalizado, que se
discuti anteriormente. As mismo, de acuerdo con toda esta argumentacin, existe una funcin escalar U; la energa potencial, denida como en
(3.14) y (3.15):
rr
rr r
rr
U r, r V r, r r grad vrV r, r
(3.33)
( ) ( )
( )
tal que el teorema de conservacin de la energa (3.15) se satisface idnticamente con esta energa potencial. En este caso, recordando el resultado
(3.30) y de acuerdo con (3.32) se obtiene que
124
Sistemas conservadores
r
r
U (r ) e (r )
(3.34)
(3.35)
ji mi ri ;
j 1
125
i 1, 2, K, N .
(3.36)
r r
ji ri mi ri ri
; i 1, 2, K, N .
(3.37)
j 1
W ji (1, 2) Ti ;
i 1, 2, K, N
(3.38)
j i
Wi( a )
i 1, 2, K, N .
(3.39)
i 1, 2, K, N .
(3.40)
Finalmente, en el miembro de la derecha de (3.38) aparece el incremento de la energa cintica de la i-sima partcula
Ti Ti (2) Ti (1)
donde Ti es, por denicin:
126
(3.41)
Sistemas conservadores
r2
Ti 12 mi r
i 1, 2, K, N .
(3.42)
Sumando sobre todos los valores de i se alcanza finalmente la expresin para el teorema del trabajo y la energa cintica, para un sistema de N
partculas
W ( a ) w T
siendo W(a) el trabajo total desarrollado por todas las fuerzas aplicadas sobre las N partculas; w es el trabajo debido a las fuerzas de interaccin y
T es la energa cintica total del sistema. sta es igual a la suma de las energas cinticas de cada una de las partculas, respectivamente:
W (a)
Wi( a )
(3.43)
i 1
w ji
(3.44)
j <i
Ti
i 1
r2
12 mi r
i 1
(3.45)
Ahora se puede seguir un razonamiento parecido al que sirvi para encontrar la ecuacin de conservacin de la energa total en el caso de sistemas conservadores. As, las fuerzas aplicadas pueden ser derivables de un
escalar de energa potencial de cada partcula
r
Fi( a ) grad iVi
i 1, 2, K, N
(3.46)
siendo Vi esa funcin escalar que depende de la posicin instantnea del
i-simo cuerpo; i.e.:
Vi Vi ( x i y i z i )
i 1, 2, K, N
127
(3.47)
y el smbolo del gradiente con el ndice i signica que la energa de la i-sima partcula debe derivarse con respecto a las coordenadas de ella misma;
esto es, que
grad i i
j
k
.
xi
yi
z i
(3.48)
En el caso que ahora se ha considerado, de fuerzas aplicadas conservadoras, las funciones de trabajo correspondientes son integrables, de manera
que; de acuerdo con (3.43) se tiene que:
(a)
r
r
Fi( a ) d ri Vi .
i 1
i 1 1
1
N 2
(3.49)
r r
v ji v ji r j ri
(3.50)
para garantizar que en todo momento y para cualquiera que sea el par de
cuerpos que se considere, se satisfaga la tercera ley de Newton. Estas funciones escalares de energa potencial de interaccin mutua entre las partculas
deben ser tales que
r
r
ji grad ivij grad j vij ij .
(3.51)
Por consiguiente, el trabajo neto total desarrollado por las fuerzas de
interaccin mutua entre las partculas es, de acuerdo con (3.40) y (3.43)
2
w
r
grad ivij d ri
j<i 1
128
vij
j <i
1
(3.52)
Vi vij
i 1
(3.53)
j <i
(3.54)
129
r
r
r
m1v10 m2v 20 p (const.)
(3.55)
siendo v10 y v20 los vectores velocidad de las partculas antes de la colisin.
Por otra parte, puesto que ninguna fuerza acta sobre las partculas,
entonces, de acuerdo con la expresin (3.54) para la conservacin de la energa total del sistema, la energa cintica es constante; esto es:
1 m vr 2
2 1 10
r r
12 m2v 220 T
(const.)
(3.56)
m1
v1
v2
m2
m1
v2
v1
m2
130
que se pueden expresar de la siguiente forma, considerando un movimiento planar; esto es, en 2-D:
r
r
r
r
m1v10 m2v 20 m1v1 m2v 2 ,
1 m v2
2 1 10
(3.57)
(3.58)
)(
)(
)(
(3.59)
(3.60)
131
r
v2
m m1 r
2m1 r
v1 2
v2
m1 m2 0 m1 m2 0
(3.61)
que expresa, as mismo, la velocidad que tendr la partcula m2 como funcin de las masas y las velocidades iniciales. Las frmulas (3.60) y (3.61) son
generales y se aplican siempre que se trate de un choque elstico.
Dos casos particulares se pueden mencionar aqu: el primero es el de dos
cuerpos con masas iguales que chocan elsticamente. En este caso, por
hiptesis
m1 m2 ,
as que, a partir de (3.60) y (3.61) se obtiene que
r r
v1 v 20
r
r
v 2 v10 ,
(3.62)
esto es que, despus del choque las partculas han intercambiado sus velocidades: la primera posee ahora la misma velocidad que llevaba la segunda y viceversa.
El otro caso particular de inters es aquel donde una de las partculas
posee una masa mucho mayor que la otra; por ejemplo
m1 >> m2 .
En estas condiciones es muy fcil ver de (3.60) y (3.61) que se obtienen
los siguientes resultados aproximados:
2m r
2m r
r
v1 1 2 v10 2 v 20
m1
m1
(3.63 a)
2m r
m r
r
v 2 21 2 v10 1 2 v 20
m1
m1
(3.63 b)
132
m2
v2
m1m2
v
v1
m1
133
r
m2v 20 ,
(3.64)
(3.65)
(3.66)
lo cual indica que la velocidad a la salida, despus de la colisin, prcticamente es igual a la velocidad que llevaba el cuerpo masivo antes de ella.
As, para cambiar la velocidad de un cuerpo masivo como la Tierra, despus
del impacto de un cuerpo que llegara desde el espacio exterior, como se ha
especulado ltimamente, se requerira que la relacin de las masas fuese
apreciable. Si por ejemplo, se supone que
m2
103 ,
m1
esto es, que el asteroide fuese una esfera enorme, con un radio de la dcima
parte del radio terrestre (suponiendo que tiene la misma densidad que
la Tierra) y que chocara contra el planeta, perpendicularmente a l con una
rapidez igual a la que lleva a lo largo de su rbita, causara una desviacin
de menos de una milsima en su trayectoria original. Si bien esto llevara a
134
C.M.
r 1
R
r 2
0
Figura 3.3.3. Dos cuerpos masivos, sus radio vectores y sus vectores complementarios: el radio vector al centro de masa, R y el vector relativo r12.
(3.67)
Por otra parte, el vector al centro de masa de ese sistema de dos cuerpos
se dene, de acuerdo con (2.61) como:
135
r m rr m rr
22
R 11
.
m1 m2
(3.68)
Ahora bien, puede entenderse que las dos frmulas anteriores son las
expresiones para una transformacin; un cambio de descripcin del sistema de dos cuerpos. As, originalmente los dos vectores de posicin r1
y r2 fueron usados para localizar a cada uno de ellos, pero, igualmente es
posible estudiar el movimiento del sistema mediante la nueva pareja r12
y R.
La inversa de la transformacin dada por (3.67) y (3.68) se puede obtener de estas frmulas mediante un simple proceso algebraico, obtenindose lo siguiente:
m2 r
r r
(3.69 a)
r1 R
r1 2
m1 m2
r r
r1 R
m1 r
r1 2 .
m1 m2
(3.69 b)
(3.70)
(3.71)
,
m1 m2
136
(3.72)
Campo central
(3.73)
Lo que expresa (3.73) es que en este caso de dos cuerpos masivos que
se mueven por el espacio, siempre es posible descomponer la descripcin de
la energa cintica total en dos trminos: el primero da la energa cintica
del centro de masa, como si fuera un punto material con la masa total del
sistema y el otro es la energa cintica de uno de los cuerpos, como se
calcula desde el otro, teniendo la masa reducida .
3.4. Campo central
De todos los casos de fuerzas conservadoras, el ms interesante y el ms famoso es el llamado campo central. Se trata de una fuerza que no depende
de la velocidad del cuerpo. Tampoco depende explcitamente del tiempo.
El campo central corresponde a una fuerza de tipo claramente atractiva o
repulsiva que acta a distancia sobre los cuerpos y cuya intensidad depende nicamente de lo cercano o lo alejado que se encuentra del cuerpo
del origen de la fuerza. As, si se sita el orto de la fuerza en el origen del
sistema coordenado, por razones de sencillez, la fuerza se puede expresar
como
r r
r
F (r ) gradV (r )
(3.74)
de acuerdo con (3.31).
En este caso, la expresin para la conservacin de la energa total es, siguiendo (3.16):
1m
2
r2
r
r V (r ) E .
(3.75)
137
(E V ( x , y , z )) .
2
m
(E V ( x )) .
(3.76)
Ahora s es posible llevar a (3.76) hasta una cuadratura; es decir una integral:
138
Campo central
x
t t 0
x0
dx
2
m
(E V ( x ))
(3.77)
(3.78)
139
denadas polares, en el cual una de las coordenadas sea precisamente la distancia radial que separa al cuerpo del origen, se debe tener que la fuerza es
del tipo
r r
r
F (r ) F (r )r
(3.80)
siendo r un vector unitario en la direccin radial, denido como
r
r
r r
r
(3.81)
140
Campo central
r
x
141
(3.84 a)
0
Figura 3.4.2. Un punto P sobre el plano cartesiano se localiza mediante coordenadas polares r,.
y
arc tan .
x
(3.84 b)
x r cos
(3.85 a)
y r sen .
(3.85 b)
Inversa:
142
(3.86 a)
Campo central
y
(t t)
r
(t)
Figura 3.4.3. Dos radios vectores apuntan a las posiciones sucesivas de una partcula sobre una trayectoria.
y r sen r cos
(3.86 b)
( x y ) m(r r )
2
1
2
2 2
(3.87)
143
(3.88)
e r
e r r
r
as que dividiendo miembro a miembro de la igualdad anterior, entre el lapso t que transcurri para que la partcula ocupara las dos posiciones sucesivas sobre la lnea de su trayectoria y haciendo tender este lapso a cero, se
obtiene, de acuerdo con la denicin de derivada del clculo diferencial,
lo siguiente:
r
r
r
r lm
er r e r .
(3.89)
t 0 t
sta es la expresin para el vector velocidad en coordenadas polares.
Los vectores er y e son unitarios y apuntan, uno en la direccin radial y
el otro en la direccin perpendicular a aquella, en el sentido del movi
miento del cuerpo. En la frmula (3.89) se debe reconocer que r representa la rapidez con que el cuerpo se acerca o se aleja del origen de las coor
denadas; esta es la llamada velocidad radial; en tanto que representa la
rapidez con la cual el cuerpo barre el ngulo a partir del origen. A este ob-
144
Campo central
(3.90)
mr mr 0
(3.91)
siendo k el vector unitario normal a la supercie del movimiento. Entonces, desarrollando el determinante (3.91) se obtiene lo siguiente:
r
2 .
h kmr
(3.92)
Este resultado muestra varias cosas interesantes. En primer lugar, el
momento angular aparece como un vector que apunta en la direccin
de la lnea normal al plano de la trayectoria. Se trata, como ya se demostr, de un vector constante, cuya magnitud h es tambin una constante a lo largo del movimiento, de modo que, de (3.92) se puede obtener que:
h
2 .
mr
(3.93)
145
(t ) 0
h
dt
2
m r (t )
t
(3.94)
con la cual, una vez integrada, se hallar al ngulo como funcin del tiempo. Con este acto, el problema quedar resuelto.
Finalmente, se puede decir que la frmula (3.93) exhibe el hecho de
que la coordenada angular no es independiente sino que, por el contrario, depende del radio r. En estas circunstancias es posible regresar a
(3.75) y expresar la ley de conservacin de la energa como:
1 m r2
2
h2
V (r ) E .
m 2r 2
(3.95)
t t 0
r0
dr
2
2 E V r h
(
)
m 2r 2
(3.96)
As, realizando la integracin (3.96) para la funcin energa potencial V(r) particular, se obtiene a la coordenada radial r como funcin
del tiempo, de los parmetros dinmicos y de las condiciones iniciales
del problema. Esta informacin, sustituida en (3.94) permite obtener
a como funcin del tiempo y, tal como se mencion, el problema
analtico ha quedado resuelto. Nuevamente, la tabulacin y graficacin
de los resultados y la comparacin con los datos experimentales, permitir decidir si el problema estuvo bien planteado, bien desarrollado
y bien resuelto. En caso de hallarse discrepancias habr de comenzar de
nuevo.
De hecho, es posible simplificar an ms el procedimiento y en vez
de plantear dos cuadraturas: la (3.94) y la (3.96), establecer una sola.
Para ello hay que recordar que de acuerdo con los resultados anteriores, r y
tienen una relacin funcional entre s, de manera que es posible manipular la derivada de una de ellas, en trminos de la otra; esto es:
146
Campo central
r
dr
,
d
h d 1
.
m d r
(3.97)
As que, sustituyendo (3.97) en (3.95) se obtiene una ecuacin diferencial para r y , que ya no exhibe explcitamente al tiempo:
2
1
h 2 d 1
2 E V (r ) .
2m d r
r
(3.98)
0
u0
du
2m
h2
(E V (u)) u
(3.99)
2
1
r
(3.100)
(3.101)
conocida como la ecuacin de las rbitas. En la teora newtoniana de la gravitacin que se desarrollar extensamente en la seccin siguiente se har uso
de la ecuacin de rbitas para el potencial newtoniano y se podrn obtener
147
(3.102)
148
Campo central
r r
r
r
0
r
Figura 3.4.5. El producto vectorial de r y r genera un rea que es el doble de
A. Esta es el rea barrida por el cuerpo en el lapso t.
149
A la muerte de Tycho Brahe, el 24 de octubre de 1601, Kepler, que haba trabajado con l los ltimos dieciocho meses, se hizo de las bitcoras
donde el dans haba anotado las posiciones de los planetas a lo largo de
treinta aos. Brahe nunca accedi a darle esa informacin a Kepler por
miedo a que ste se le adelantara y publicara su propio sistema del mundo.
As que al morir Brahe, se le present la oportunidad a Kepler; mientras
los parientes se desgaitaban y araaban pelendose la pinge herencia
del astrnomo, el teutn se introdujo, por la noche y sin ser visto, al estudio que ocup Tycho en el observatorio de Benatek, en Checoslovaquia y
sustrajo aquellos preciosos documentos.
Ya a salvo y en su estudio, Kepler se dio a la tarea de ubicar en un gran
pliego de papel las posiciones sucesivas de cada uno de los planetas con
referencia al Sol, al que coloc en el centro. As, con paciencia y esmero
fueron apareciendo, una tras otra, las rbitas planetarias.
Para su asombro, las trayectorias de los cuerpos celestes alrededor del
Sol no resultaron ser crculos. Segn sus propias palabras, se trataba de
rbitas oblongas (cabe apuntar que Kepler desconoca las elipses en
aquel entonces. Poco despus, un antiguo profesor que haba tenido en la
universidad le aclar el concepto). No se trataba de un error de observacin.
Tycho Brahe haba observado una y otra vez a lo largo de muchos aos,
con sus instrumentos, los ms precisos de la poca y con su privilegiada
vista, sus datos eran tan exactos como ningunos otros en el mundo. Por su
parte, Kepler dibuj veinte veces cada trayectoria y sin excepcin, aparecieron en sus pliegos de papel esas extraas rbitas oblongas. Para colmo,
el Sol nunca apareci exactamente en el centro de esos crculos achatados, sino que siempre qued situado a un lado, sobre la lnea de los psides
(la lnea de los semi ejes mayores).
Muy a su pesar y en contra de todos los argumentos teolgicos que
aseguraban que las rbitas deban ser crculos, ya que stos son las guras
perfectas y como Dios cre, entre otras cosas, a los planetas y les imprimi
sus movimientos, entonces necesariamente debi haberlos puesto en rbitas circulares, Kepler tuvo que rendirse ante la evidencia observacional:
las rbitas que trazan los planetas en el espacio, en su trnsito alrededor del
Sol, son elipses. El Sol, se encuentra en uno de los focos de esas elipses; sta fue
su primera ley.
Pero no se crea que ste fue el nico resultado de su trabajo: los puntos
que traz en aquellas hojas de papel mostraron tambin otras caractersti-
150
A
t
Figura 3.4.6. Los planetas describen rbitas elpticas, en uno de cuyos focos est
el Sol. En su trnsito, barren reas iguales ( A) en tiempos iguales (t).
cas notables; una de ellas fue que al pasar cerca del Sol, los planetas apresuran el paso, as que los puntos aparecen ms prximos entre s, en tanto
que al alejarse del Sol, caminan ms y ms lentamente, hasta llegar al punto ms distante (el afelio). A partir de all, nuevamente aceleran el paso y
as sucesivamente. Pero esa eterna rutina de aceleraciones y desaceleraciones guarda una armona, un ritmo preciso; Kepler pudo comprobar,
haciendo medidas cuidadosas sobre el papel, que siempre, el planeta,
cualquiera sea ste, barre reas iguales en tiempos iguales. sta es su famosa
segunda ley.
Tambin de sus observaciones surgi la tercera ley; aquella que tiene
que ver con los perodos de trnsito alrededor del Sol y su vnculo con
los radios medios. Ms adelante, al abordar el problema de la gravitacin,
se regresar a estudiar estos resultados con detalle y amplitud.
151
mente establecida como una lista de leyes naturales, no iba a ser suciente
para convencer a los remisos ni a cambiar las conciencias de los cientcos de su poca que tenan sus pensamientos plagados de supersticiones y
miedos religiosos. Por otra parte, resolver problemas simples de mecnica
tal vez gustase a los acadmicos, pero no senta que fuera suciente. Tena
que demostrar que su modelo poda ayudar a resolver en forma espectacular un problema importante. Qu mejor que aquel viejo problema del
sistema del mundo?
Coprnico, Tycho Brahe, Galileo y Kepler fueron gigantes que se haban asomado por primera vez al espacio exterior y con actitudes desaantes se haban hecho por primera vez la pregunta de por qu el mundo es as
y por qu funciona de la manera como lo hace, sin temor a sufrir las llamas
del infierno por su osada. Independientemente de si Dios es o no y sin
tomar en cuenta lo que puede hacer o deshacer, estos cuatro gigantes quisieron saber por qu. Por qu los planetas estn donde estn; por qu se
desplazan en forma tan armoniosa, tan estable alrededor del Sol; por qu
se encuentran a esas distancias unos de los otros; por qu, por qu.
Newton decidi montarse sobre los hombros de esos gigantes y caminar con ellos, viendo ms lejos, ms alto que ningn otro. Lleg a la conclusin de que los fenmenos celestes estaban al alcance de su mano.
Para comenzar, propuso que la fuerza que mantiene a los planetas girando alrededor del Sol es la misma que tiene a todas las cosas atadas
sobre la Tierra, adheridas a su supercie; sta es la misma que hace que la
Luna orbite a este planeta. La fuerza es la gravitacin. Es una interaccin que
ocurre entre los cuerpos con masa y que ocurre a distancia, sin necesidad de
un contacto fsico entre ellos y an, en el ms absoluto vaco csmico, se
deja sentir.
La fuerza de gravitacin es, pues, una interaccin universal entre cuerpos
masivos. Dados dos cuerpos en el espacio, instantneamente se establece
entre ellos una atraccin que trata de unirlos. La fuerza de atraccin gravitacional depende de las masas de los cuerpos, as que se puede escribir
algo como
F ~ Mm
es decir, que depende del producto de las masas M y m. Tambin hay que
percatarse que la gravitacin depende en forma inversa de alguna potencia
152
de la distancia que separa a esos cuerpos; mientras ms alejados se encuentren entre s, ms dbil es la interaccin y viceversa. Estudiando las
trayectorias; aquellas que Kepler haba trazado sobre sus pliegos de papel
de estrasa, Newton dedujo, con esa genialidad nunca igualada ni antes,
ni despus de l, que la relacin deba ser de inversos del cuadrado de las
distancias relativas entre los cuerpos. As, situando a uno de ellos en el
origen del sistema de coordenadas y colocando al otro en un punto cualquiera sobre el plano cartesiano, a una distancia r del primero, la fuerza de
atraccin gravitacional debe ser del tipo
F~
1
r2
(3.103)
Aqu se tiene una ecuacin constitutiva; esto es, una frmula empricamente deducida a partir de observaciones, con la cual se representa
la interaccin gravitacional entre dos cuerpos masivos, con masas M y
m, respectivamente, situados a una distancia r entre sus centros de masa.
Es una frmula tpicamente central y atractiva; siendo este rasgo distintivo de la gravitacin el que se representa en (3.103) mediante el signo
menos.
La constante G es universal. Se trata de una cantidad que siempre tiene
el mismo valor numrico y cuyas unidades son aquellas que dan consistencia dimensional a ambos miembros de la frmula. Medidas precisas
realizadas recientemente, dan como valor de esta constante de gravitacin
universal el siguiente:
G 6.6726 1011
153
N m2
(Kg )2
(3.104)
0
x
154
(3.105)
As que, recordando aquella clebre ancdota del orentino Galileo Galilei cuando, segn alguno de sus bigrafos, subi a lo alto del campanille
de la torre inclinada de Pisa, dejando caer a continuacin objetos de diferentes materiales, tamaos y consistencias, que fueron a dar con estrpito a los
pies de algunos azorados transentes, para raticar su aserto que, sin importar su masa, todo cuerpo cae con la misma celeridad, en contra de lo que la
lgica aristotlica arma,5 se puede observar que (3.105) contiene, en efecto dicho resultado.
Finalmente, si se toma en cuenta que la masa de la Tierra es de
M 5.9764 1024 Kg
(3.106)
R 6.3782 106 m
(3.107)
y su radio ecuatorial
entonces resulta que la aceleracin que este planeta imprime a todo objeto
que se encuentra cerca de su supercie es
g
GM
2
9.7985
m
s2
(3.108)
GM
r
(3.109)
5
En verdad, este experimento nunca se llev a cabo. La ancdota fue inventada
aos despus por algn bigrafo exaltado.
m
6
El valor que se toma por convencin para esta constante es de 9.81 s2. Este corres6
ponde a un radio medio terrestre de R6,37510 m.
155
tal que
r
F grad V
(3.110)
1
r
se tiene que
V (u ) GMu .
Para calcular las rbitas de cuerpos masivos sujetos a la accin de la
fuerza de gravitacin (3.103), simplemente se debe sustituir la expresin de
esta ecuacin constitutiva en la frmula general que se dedujo en (3.99).
Hacindolo se tiene lo siguiente:
u
0
u0
du
2m
h2
(E GMmu) u
(3.111)
0
2 Em
h2
G 2 M 2m 4
u0
h4
du
GMm 2
u
h2
1
2
2 4
2 EM G M m
h 2
h4
156
dx
1 x 2
que da como resultado una funcin del tipo genrico de arco seno o arco
coseno, segn el signo que se elija. Escogiendo el signo menos se obtiene
entonces:
GMm 2
u
h2
0 arg cos
2 2 4
2 Em G M m
h2
h4
u
0
(3.112)
El signo del integrando en (3.111) tiene que ver con el sentido del
movimiento del cuerpo alrededor del centro de la fuerza y el hecho de que
aparezca uno positivo y otro negativo signica que hay dos posibles soluciones (como debe ser, ya que se parti de una ecuacin diferencial de segundo grado). Por lo tanto, escoger uno o el otro signo, en este nivel de
desarrollo de la solucin es irrelevante.
Por otra parte, el valor 0 para el ngulo inicial, a partir del cual se lleva
cuenta del movimiento del cuerpo, se puede escoger convenientemente
como aquel para el cual u0 (el inverso de la distancia inicial) anula a la
funcin arg cos; i.e.:
GMm 2
u0
h2
arg cos
2 2 4
2 Em G M m
2
h
h4
0
1
r
1
2 Eh 2
G 2 M 2m3
1 cos ( 0 )
h2
GMm 2
157
(3.113)
(3.114)
2 Eh 2
1 .
G 2 M 2m3
(3.115)
h2
GMm 2
(3.116)
158
Observando con cuidado (3.113) se ver que dentro del radical aparece
una expresin donde todas las literales son positivas, a excepcin de la energa total E que si bien puede ser positiva, pero tambin puede adquirir
valores negativos, o incluso puede tener el valor cero, dependiendo de la clase
de movimiento de que se trate. Se puede ver, adicionalmente que:
i) La rbita seguida por un cuerpo urgido por la fuerza gravitacional de
Newton (3.103) ser circular si:
0 E 0
G 2 M 2m3
2h 2
(3.117)
G 2 M 2m3
2h 2
< E1 < 0 ,
(3.118)
esto signica que, nuevamente, la energa total de la partcula es negativa y est acotada entre los valores que se exhiben en (3.117).
iii) En el caso especialsimo, cuando
1 E 2 0
(3.119)
159
(3.120)
Elipses e hiprbolas son las trayectorias que suelen observarse con frecuencia en la astronoma. Crculos y parbolas no.
Curiosamente, aquellas rbitas perfectas: los crculos, que durante cerca
de dos mil aos se supuso que eran los senderos destinados por el Altsimo
para los planetas; aquellas trayectorias que suscitaron discusiones y enconos
y que llevaron a algunos infelices a la hoguera, o al menos a prisin, resulta
ahora, a la luz de la gravitacin de Newton que son totalmente improbables.
Que alegra debi haber sentido aquel genio ingls cuando al resolver
sus ecuaciones result que las rbitas de los planetas, tal como la descubri
Kepler casi sesenta aos antes, son elipses, en uno de cuyos focos se encuentra el Sol y que barren reas iguales en tiempos iguales.
En particular, las rbitas elpticas tienen un conjunto de caractersticas
muy interesantes. As, de la gura 3.5.2 se puede distinguir:
i) El radio desde el foco (ocupado por el Sol) hasta el planeta es la variable r de (3.113). Este radio es, instantneamente, la distancia desde el centro del Sol al centro del planeta.
ii) La elipse contiene siempre dos focos; uno est ocupado y el otro
est vacante.
iii) La distancia desde el foco ocupado, hasta el punto ms cercano de
la rbita al Sol es el perihelio. En el caso de que se estudie la rbita
elptica de un satlite de la Tierra, entonces el punto de mayor acercamiento a ella es el perigeo y en un caso general, un cuerpo que
orbita a otro, cuando est en ese punto; el ms cercano al centro de
la fuerza, se dice que se encuentra en el periapsis.
iv) Por el contrario, el punto de mayor alejamiento es, en el caso del
sistema planetario, el afelio; en el caso de la Tierra es el apogeo y en
el caso general es el apoapsis.
160
r
0
v) En general, los puntos extremos de la elipse son los psides y la distancia entre ambos es el eje mayor 2a.
La mitad de esta longitud; esto es, la distancia del centro de la
elipse a un pside es el semi eje mayor a. As, si Rp es la distancia del
foco ocupado al perihelio y RA es la distancia del foco ocupado al
afelio, entonces
a
1
Rp RA .
2
(3.121)
vi) El eje menor es la distancia perpendicular al eje mayor que pasa por
el centro de la elipse; se denota por b.
vii) La distancia entre los focos es 2c y se puede ver fcilmente que
2c R A R p
(3.121 a)
161
2 Eh 2
1 1 2 2 3
G M m
RA
h2
GMm 2
1
(3.122)
2 Eh 2
1 1 2 2 3
G M m
Rp
h2
GMm 2
1
(3.123)
2c
.
2a
(3.124)
162
l 1
l
1
a 12 R A R p
2 1 1 1 2
as que, despejando:
l a 1 2 .
Por otra parte, puesto que la interaccin gravitacional newtoniana es
central, entonces cumple con la segunda ley de Kepler enunciada y demostrada en (3.102). Por lo tanto, si se integra a toda la duracin de
un periodo de traslacin completa sobre su rbita, la expresin (3.102)
da como resultado
dA
dt dt A 2m
0
2 ab
m
.
h
(3.125)
163
(3.126)
F
a
2C
Figura 3.5.3. Para construir una elipse se usa el hecho de que todos sus puntos
es una distancia constante.
son el lugar geomtrico tal que el segmento 2FP
2 a 2 1 2
m
h
(3.127)
ahora, de acuerdo con (3.113) y (3.122) se puede ver con gran facilidad
que:
a
GMm
2E
(3.128)
y por lo tanto:
1 2
h
1
m aGM
(3.129)
164
2
4 2 3
a
(3.130)
siendo
GM 3.98506 1014 m
s2
(3.131)
m
;
r
(3.132)
(3.133)
en donde se ha hecho uso de la conservacin del momento angular. El segundo sumando a la izquierda de la igualdad en (3.133) se conoce como la
barrera centrfuga.
En trminos generales se puede considerar a la expresin (3.133) como
la ley de conservacin de la energa total del cuerpo, compuesta por su
165
energa cintica radial y una energa potencial efectiva Vef que a su vez est
constituida por la suma de la energa potencial gravitacional (3.132) y el
trmino de barrera centrfuga; es decir
Ve f (r )
h2
2mr
m
r
(3.134)
V e f 0
(3.135)
esto es, que la energa cintica radial debe ser siempre positiva (o nula).
Puesto que Vef es negativa en esta regin, entonces se ve de (3.135)
que E debe ser, a su vez, negativa, de tal manera que el caso de r0 sea
la cota inferior de esa desigualdad. En este caso lmite, la energa total y
166
Vef
h 2/ 2mr2
m/r
167
Vef
ro
r
Eo
Figura 3.5.5. El nivel de energa E0 corresponde al mnimo de la energa potencial efectiva Vef .
168
Vef
E3
rp
ra
E2
r
0
E1
Figura 3.5.6. Niveles de energa para las cuatro clases de movimiento de cuerpos
bajo la accin de la fuerza gravitacional newtoniana.
rp r ra
estos son los radios apsidales; el radio del perihelio y del afelio, respectivamente, para el caso del Sistema Solar, tal como se describi anteriormente.
r0
169
rp
ra
Figura 3.5.8. Al nivel de energa E1 le corresponde una rbita elptica con radios apsidales ra y rp.
Este hecho se muestra en la gura 3.5.8. Se trata, en efecto de una rbita elptica.
Considerando ahora un nivel de energa E2, con valor cero como el que
se muestra en la gura 3.5.6, se ve que el movimiento del cuerpo nuevamente se halla acotado por la izquierda. Todos los puntos que sean ms
cercanos al centro de la fuerza, que el punto de interseccin de la curva de
energa potencial efectiva con la lnea que representa el nivel de energa
E20, son prohibidos para el movimiento, porque implican un valor no
fsico de la velocidad radial. Por el lado de la derecha ambos, el nivel E2 y
la curva se intersecan en el innito.
Como ya se mencion, estos movimientos corresponden a cuerpos
que llegan al Sistema Solar de allende sus fronteras, tal vez del llamado
cinturn de Kuiper, donde se encuentran grandes concentraciones de
hielo y polvo csmico aglutinados, o de ms lejos y que por alguna colisin con otro cuerpo, inician de pronto su viaje hacia el Sol. Lentamente
al principio pero cada vez ms velozmente se acercan al astro rey hasta
que pasan rasantes a l a velocidades enormes. Dan la vuelta debido a la
atraccin gravitacional y se alejan entonces de regreso al infinito. Tambin se hizo la anotacin de que en particular, rbitas parablicas son
extraordinariamente improbables, ya que una energa total E2 que sea
exactamente igual a cero parece que nunca se dar en verdad. Pero otras
170
ra
rp
Figura 3.5.9. Cuando el cuerpo tiene el nivel de energa E1, el movimiento est
acotado entre dos crculos con radios apsidales ra y rp.
rbitas s son posibles. Un cuerpo con una energa E4 positiva s se puede dar. Nuevamente, son cuerpos que provienen del espacio exterior al
Sistema Solar y que de pronto entran al campo de atraccin del Sol. Se
acercan hasta casi rozar su supercie para salir despedidos con fuerza, de vuel-
rp
ra
171
(3.136)
(rr2 rr1 )
r r
r2 r1
172
z
m1
C.M.
r12
r1
m2
R
r2
0
m1m2
.
r12
(3.138)
As que invocando a la expresin de la energa total del sistema y tomando la descripcin para el sistema de dos cuerpos en trminos de los
173
(3.139)
(3.141)
174
m1m2 M
; M m1 m2
(3.142)
1
r12
1
2E *h 2
G 2 M 23
1 cos( 0 )
h2
(3.143)
GM 2
Por supuesto, si la masa de uno de los cuerpos es muy grande, en comparacin con la otra, entonces los resultados (3.113) y (3.143) son idnticos.
175
Figura 3.6.1. Un haz de partculas alfa, de alta energa incide sobre una delgada
placa de oro desde la izquierda. Las partculas salen por la derecha del blanco,
dispersas. Este es el experimento de Rutherford.
atmicos del material, que tambin estn dotados de una carga elctrica
positiva. Debido a este hecho, ocurre una repulsin elctrica que desva a
las partculas alfa o a los protones y los obliga a ejecutar una trayectoria
hiperblica, alejndose del ncleo atmico, tal como se ve en las guras
3.6.1. y 3.6.2.
Para tratar este problema, considrese una partcula puntual de carga q
y masa m que incide desde la izquierda a alta velocidad y que pasa cerca
de otra partcula puntual (el ncleo de un tomo) que se encuentra ja y
cuya carga elctrica es q. De acuerdo con la frmula de Coulomb, la partcula incidente sufre una repulsin (si ambas cargas son del mismo signo)
dada por la magnitud:
F
qq
r2
176
rmin
o
a
0
d 2u
d
u
qq
mh 2
(3.144)
1
r
1 1
2mh 2 E
q 2q2
cos( 0 )
.
mh
qq
(3.145)
2mh 2 E
(qq)2
177
>1
(3.146)
Vef
E 0
rmin
Figura 3.6.3. Interaccin entre una partcula con energa total positiva y un pozo
de potencial. La rbita es abierta.
de modo que se trata de una hiprbola. Esto se puede ver del hecho de que
la energa de esta interaccin es siempre positiva (en el caso de repulsiones la energa es positiva). Si se dibuja un esquema de potencial efectivo
Uef contra distancia r se obtiene un pozo de potencial como el de la gura
3.6.3., y un nivel de energa E que es la lnea recta horizontal, por encima
del eje de las abscicas (E 0). Este esquema muestra cmo la partcula se
acerca desde el innito hasta una distancia mnima del centro de la fuerza,
rmin, y luego se aleja nuevamente hasta el innito. Esto corresponde precisamente al fenmeno de dispersin que se ha ilustrado en la figura
3.6.1 y en la figura 3.6.2. La partcula incidente se aproxima desde una
asntota y luego se aleja siguiendo la otra rama de esta misma gura geomtrica. En la gura 3.6.2 se ha dibujado la primera asntota de modo tal
que la partcula viene desde r con un ngulo 0. El valor mnimo de
la distancia al centro de la fuerza rmin ocurre cuando cos(0)1; esto
es, cuando 0. Y puesto que r en 0, entonces, de la frmula B
se ve que la distancia tambin se vuelve innita para 20. Por lo tanto, el ngulo entre las dos asntotas es 20 y el ngulo por el cual ocurre la
dispersin de la partcula es , dado por
20
178
(3.147)
cos 0 1
entonces se demuestra de inmediato que
tan 0
2mh 2 E
2
q q
cot
.
2
(3.148)
La frmula anterior puede usarse para contrastar la teora con el experimento. El ngulo puede ser medido si, por ejemplo, a la salida del haz se
coloca una pantalla luminiscente, que emite destellos luminosos cada vez
que una partcula cargada, dispersa, choca contra ella. La carga de los proyectiles as como su energa y su masa tambin pueden ser conocidas a
priori, as que en la frmula (3.148), la carga de los ncleos atmicos, q puede inferirse despejndola de ella. La nica dicultad es evaluar la magnitud del momento angular de las partculas incidentes, h, pero, como se ver
en seguida, esta dicultad puede remontarse si se hacen ciertas consideraciones adicionales. Como se sabe, en ausencia de torcas, el momento angular de las partculas es una constante; as pues, la magnitud de esta cantidad es
r
r
h r m const.
a lo largo del movimiento, antes y despus de la dispersin (aun en presencia
del ncleo, el momento angular es constante puesto que se trata de un campo de fuerza central). Si se calcula el momento angular cuando el proyectil
est muy lejos del blanco y se acerca a l con una alta velocidad
0 entonces
h pm 0
siendo p el llamado parmetro de impacto, igual a la distancia perpendicular desde el origen (que es el centro de la dispersin, donde se encuentra
el ncleo atmico) hasta la lnea de movimiento original de la partcula, que
no es otra cosa que la asntota izquierda de la hiprbola en la gura 3.6.2.
179
(3.149)
m 2 02
p.
2 q 2q2
(3.150)
d
.
1 cos
Para situar en una rbita preestablecida a un cuerpo, es necesario calcular cuidadosamente los parmetros iniciales con los cuales se har el disparo desde un lugar determinado de la Tierra.
180
181
r0
0
rp
182
0
0
0
r0
F
rp
Figura 3.7.3. Condiciones iniciales para la inyeccin en rbita de un objeto lanzado desde la Tierra; en el foco ocupado, F.
Velocidad inicial de insercin en la rbita:
0
ngulo inicial de vuelo: 0.
Vector de posicin para la inyeccin en rbita: r0
Anomala verdadera inicial: 0.
Radio vector al perigeo: r0.
183
184
v
0
r0
0
F
rp
Figura 3.7.4. Un objeto se inyecta en una rbita elptica. Se lanza desde la base
espacial en la isla de Clipperton, Mxico (aprox. 10N, 105W), donde est el
foco F.
los cuerpos que habrn de servir al ser humano en el espacio, tal como se
menciona al principio de este relato.
Para establecer estas cuestiones con precisin, habr que situar a priori
el punto del espacio donde se dar el perigeo de la rbita; esto es, el punto
de mayor acercamiento del cuerpo a la Tierra, una vez que se encuentre
en su rbita. Hacia esa direccin habr que tender el radio vector; al perigeo rp como el que se ha dibujado en las guras (3.7.2), (3.7.3) y (3.7.4).
Con respecto a este vector, una vez establecido, se tender otro; el radio
vector al punto de inyeccin del cohete en su rbita r0 y se determinar
con gran cuidado y precisin el ngulo que estos dos vectores: rp y r0, forman entre s. Este es el ngulo 0 que se muestra en las figuras. Adicionalmente y para completar las condiciones iniciales para la inyeccin a
rbita, es necesario establecer el ngulo de vuelo inicial. Este parmetro
es el ngulo que formar el vector de velocidad inicial del cuerpo en rbita,
185
(3.151)
2 Eh 2
G 2 M 2m
(3.152)
h2
GM
(3.153)
(3.154)
as que regresando a la expresin general para las cnicas, escrita anteriormente, se puede rescribir como:
1 1 cos
.
r
rp (1 )
(3.155)
186
h
v0 cos 0 r00
r0
(3.156)
ya que se trata de la componente tangencial de la velocidad. La otra componente de la velocidad inicial tambin se puede encontrar de inmediato:
d 1
MG sen0
v0 sen 0 r0 h
(3.157)
r0v0 cos 0
d r
0
en donde se ha hecho uso de las dos frmulas anteriores. Regresando a la
penltima frmula anterior, es posible despejar al momento angular h;
as que, con la ayuda de la ecuacin de rbita, se obtiene en forma directa,
la siguiente relacin:
r0v02
cos 2 0 1 cos 0 .
MG
(3.158)
tan 0
r0v02
MG sen 0 cos 0
r0v02
2
MG cos 0 1
(3.159)
r v2 r v2
1 2 0 0 0 0 1 cos 2 0 .
MG MG
187
(3.160)
Finalmente, comparando esta expresin, con la que se obtuvo en general para la excentricidad, se ve que:
Er0
r v2
0 0 1,
MG 2 MG
(3.161)
que da una frmula para la energa total E, por unidad de masa del cuerpo,
en funcin de los parmetros de inyeccin al concluir la combustin.
En particular, si 00, entonces,
0 0 ,
r0v02
1.
MG
(3.159 a)
(3.160 a)
(3.161 a)
r0v02
<2
MG
(3.162)
y ser una hiprbola que escape de la Tierra para valores mayores que dos
de r0v02/MG. La velocidad de escape es precisamente cuando este cociente
es igual a 2.
En cualquier caso, basta con la velocidad y la posicin del cohete, en
el punto en el que termina la combustin, para tener la excentricidad y
la energa total que debe tener el cuerpo en la rbita. De hecho las cosas
son al revs, pues lo primero que se hace normalmente es establecer la
rbita y a partir de los valores de y E se obtienen la posicin y la velocidad al trmino de la combustin. Con estos valores se procede a disear
el portador; esto es, el cohete que, con la carga deseada, cumpla con estas especicaciones.
188
2
e
2
r
189
(3.163)
donde
es la magnitud de la velocidad instantnea del cuerpo en rbita.
La letra griega se emplea muchas veces para denotar el producto de la
constante gravitacional G por la masa de la Tierra M
m3
m3
GM 2 3.986005 1014 2
s
s
(3.164)
(3.166)
ya que en este punto los vectores de posicin (rp ) y de velocidad (vp ) son
perpendiculares. La velocidad del cuerpo en el perigeo se puede despejar
entonces, en trminos de rp ; as que
v 2p
h2
rp2
(3.167)
e .
(3.168)
2
2rp rp
190
(3.169)
siendo, como de costumbre, a la longitud del semi eje mayor. Este resultado se halla simplemente, recordando que el semi eje mayor de una elipse es
la medida de las distancias apsidales; esto es:
a 12 ra rp ,
(3.170)
l a 1 2 ,
(3.171)
(3.172)
h2
,
(3.173)
as que comparando las dos expresiones que se tienen para este mismo
parmetro, se consigue ahora que:
h 2 a 1 2 .
191
(3.174)
a 1 2
2rp
) e
rp
(3.175)
o lo que es equivalente:
1 2
)
2a (1 )
e .
a (1 )
(3.176)
.
2a
(3.177)
192
h
1
(3.178)
193
z
h
i
perigeo
0
x
apogeo
pl
o
ano
rbi
tal
Figura 3.7.5. El plano orbital del satlite tiene cierta orientacin relativa al plano
ecuatorial terrestre. Si h es el eje de las cotas perpendicular al plano orbital, la inclinacin es el ngulo i que hay entre ste y el plano ecuatorial terrestre.
194
plano
ecuatorial
Figura 3.7.6. El punto vernal equinoccial () est en la direccin de la constelacin de Aries () y se observa en el cenit, la media noche del 21 de marzo. Esta
es la direccin que se ha adoptado para el eje de las abscisas del sistema coordenado geocntrico.
195
l.n.
apogeo
ecuatorial terrestre hasta aquel segmento de la lnea de nodos que interseca al plano de la rbita del satlite, cuando ste emerge rumbo haca su
perigeo. Esta aclaracin es pertinente ya que por el otro lado, cuando el
satlite ha pasado por su perigeo y se encamina hacia el apogeo de su rbita, la lnea de nodos forma un ngulo que es 180 mayor que el anterior.
Este sera el ngulo llamado longitud del nodo descendente; este parmetro no se usa.
As pues, la longitud del nodo ascendente es el cuarto elemento
orbital clsico de los seis requeridos para especicar totalmente la rbita
de un cuerpo alrededor de la Tierra.
Si se denota por n al vector que apunta desde el centro de la Tierra
hacia el espacio, a lo largo de la lnea de nodos (l.n.), en el sentido ascendente del satlite, entonces
196
r
i n
cos1 r
n
(3.179)
siendo i el vector unitario del eje de las abscisas del sistema geocntrico.
Si las condiciones iniciales de lanzamiento del cohete portador fueron
tales que la inyeccin de la rbita es en el perigeo de la trayectoria; esto es
que 00 y 00, como se plante en (3.159 a), (3.160 a) y (3.161 a),
entonces el vector de posicin inicial r0 es perpendicular al vector de la
lnea de nodos n, y como h (el momento angular especco) tambin es
normal a n, entonces se puede definir este vector en trminos de aquellos como
r r r r
r
n r0 h r0 (r0v0 ) r02v0
(3.180)
con lo cual el ngulo en (3.172) queda perfectamente definido para
este caso:
[ ( )
( )]
r
r
cos1 cos i, r0 sen i, r0 ;
(3.181)
197
perigeo
l.n.
l.n.
apogeo
Figura 3.7.8. El argumento del perigeo es el ngulo que forman la lnea de nodos y el eje apsidal, desde el nodo ascendente al perigeo.
(3.182)
Multiplicando miembro a miembro de esta ecuacin diferencial, vectorialmente por el momento angular especco h, se tiene que:
r r r r
r h
h r
r3
(3.183)
198
d r r
r r
r h 3 h r .
dt
r
(3.184)
(3.185)
as que
r r
r 2 r r r
h r 3 rr
r (r r ) ,
3
r
r
pero hay que percatarse que el miembro de la derecha no es otra cosa que
la derivada total:
r
d r r 2 r r r
(3.186)
3 rr
r (r r ) .
dt r r
Con esto, ha sido posible demostrar que ambos trminos de (3.182) son
expresiones de derivadas temporales totales, as que es posible integrarlas de
inmediato, despus de haber hecho la multiplicacin vectorial por h:
r
r r
r r
r h b ,
r
(3.187)
199
pero usando la propiedad del triple producto escalar, que consiste en intercambiar la multiplicacin escalar por la vectorial sin alterar el resultado,
se observa que el miembro de la izquierda del resultado anterior es el cuadrado del momento angular;
r r
h 2 r b r ,
despejando a la distancia radial r, se llega nalmente a la siguiente frmula:
1
r
1 b cos
h2
(3.188)
que no es otra cosa que la expresin general para las cnicas en el plano; la
misma frmula que se haba obtenido anteriormente siguiendo un procedimiento ligeramente diferente.
Del procedimiento seguido aqu para deducir esta clebre ecuacin de
las cnicas, es posible inferir otros resultados interesantes. As por ejemplo,
se puede denir ahora el vector de excentricidad
r r
b
(3.189)
o bien, escribiendo explcitamente el vector de momento angular y desarrollando el triple producto vectorial en el miembro de la derecha de la expresin anterior:
200
r
r 1 r2 r r r r
r r r (r r )
r
( )
(3.190)
(3.191)
El vector de excentricidad
siempre apunta desde el centro de la Tierra
hacia el perigeo, sin importar en qu punto de la rbita se calcule.
Ya para concluir con este punto del desarrollo, slo hay que tomar el
producto escalar del vector de excentricidad con el vector de la lnea de
nodos n que se deni previamente. De la denicin del producto escalar
se tiene que
r r
n n cos w
(3.192)
donde
es al ngulo que forman estos vectores. Pues bien, este ngulo
es el elemento orbital clsico que hace falta: el argumento del perigeo
r r
1 n
cos
.
n
201
(3.193)
.
2a
frmula: i cos
r
k h
h
0i .
2eh 2
crculo: 0
elipse:
0 < < 1
parbola: 1
hiprbola: > 1
4. Orientacin de la rbita respecto al sistema geocntrico:
202
Astrodinmica
n
1 i
0 2
1 n
frmula: cos
;
n
0 2
0 2
203
M dm
(3.194)
o bien, dividiendo y multiplicando el integrando en (3.194) por el elemento diferencial de volumen dV:
M
dm
dV dV dV ,
(3.195)
204
Astrodinmica
dm
(3.196)
205
dm
r
rr
r
y
Figura 3.8.2. Un cuerpo masivo, amorfo, de masa M interacta gravitacionalmente con una partcula puntual de masa m.
be. Entonces, integrando (3.196) sobre todos los elementos de masa que
constituyen al gran cuerpo, se obtiene la fuerza gravitacional neta total
que genera el campo. De hecho, haciendo nuevamente el truco de dividir
y multiplicar al elemento de masa por su correspondiente elemento de
volumen, se obtiene la frmula denitiva para la fuerza gravitacional
r r
F (r ) Gm
(rr rr)(rr)dV .
r r3
r r
(3.197)
206
Astrodinmica
(3.199)
donde el gradiente debe operarse sobre la funcin U(r) con respecto a las
componentes del vector de posicin r.
Ms cmoda resulta para su manipulacin matemtica, la funcin definida a partir de (3.199) y que se llama el potencial gravitacional de la
distribucin de materia
r
(r )dV
r
(r ) G
r r
r r
(3.199 a)
207
P
r
dm
r
R
Ahora bien, con el objeto de aprender cmo calcular el potencial gravitacional (3.199) para una distribucin particular de materia, supngase el
caso de una esfera uniforme de radio R y con densidad de masa (constante), que se halla en reposo con su centro de masa en el origen del sistema de coordenadas, tal como se aprecia en la gura 3.8.3.
Utilizando para este caso coordenadas esfricas polares, se tiene que
el elemento diferencial de volumen es:
dV r 2 sen dr d d
(3.200)
siendo r, , las coordenadas para puntos del cuerpo, como ya se
mencion.
Por otra parte, el valor absoluto de la diferencia de los radios vectores
que aparece en el denominador del integrando en (3.199), expresado en
coordenadas esfricas es:
r r
r r r 2 r 2 2rr sen sen cos ( ) cos cos
(3.201)
208
Astrodinmica
0
as que la frmula (3.201) se convierte en:
r r
r r r 2 r 2 2rr cos .
(3.202)
El potencial gravitacional (3.199) se puede calcular ahora con las consideraciones hechas; en primer lugar, la integracin que es necesario realizar es:
r
(r ) 2 G
r 2 sen dr d
r r 2rr cos
2
00
(3.203)
La integracin sobre la coordenada cenital se puede efectuar de inmediato si se observa que manteniendo r y r constantes:
d r 2 r 2 2rr cos
rr sen d
r 2 r 2 2rr cos
G 2
4GR 3
r
(r ) 4
r dr
.
r
3r
Finalmente, si el cuerpo tiene masa uniforme, su densidad es una constante cuyo valor es, simplemente, la razn de la masa M al volumen:
209
M
4 R 3
3
GM
.
r
(3.204)
Que es el mismo que tena para una masa puntual! Con este resultado
en la mano Newton pudo, ahora s, publicar su teora. Toda la construccin
haba quedado consistente.
Pero suponiendo que el cuerpo es amorfo, con una distribucin de
masa no uniforme qu se puede hacer? Para resolver el problema hubo
de pasar mucho tiempo. Tuvo que esperar hasta el desarrollo de las llamadas funciones especiales, en el siglo XIX.
Para proseguir en forma ordenada y didctica, considrese ahora un
cuerpo macroscpico con masa M, que presenta simetra axil; esto es que
si se gira alrededor del eje OZ del sistema de coordenadas donde se
encuentra su centro de masa, el cuerpo ejerce exactamente la misma
atraccin gravitacional local sobre una partcula exploradora que se site
en su proximidad.
As mismo, supngase por facilidad, que el punto de observacin P se
sita sobre el eje OZ, fuera del cuerpo, tal como se observa en la figura
3.8.4. Entonces, de acuerdo con la frmula general (3.199) para el potencial gravitacional y recordando los resultados (3.200) y (3.202) se ve
que para este caso:
r
(r ) G
(r , )dV
2
2
(3.205)
r r 2rr cos
Ahora el denominador en (3.205) se puede desarrollar como una serie de potencias en r y . Para hacerlo hay que proceder de la siguiente forma:
210
Astrodinmica
z
P
dm
r
0
y
Figura 3.8.4.: Una distribucin de masa con simetra axil alrededor de OZ genera un campo gravitacional.
r 2
1
1
2r
1
cos 2
r
r
r 2 r 2 2rr cos r
1
2
1
2
r 2 3 r 2 2r
1 r
cos
1 cos 2 2
r
r
r
8 r
2r
5 r 2 2r
cos K
2
r
6 r
211
r 2
1 r
1 cos 2 3 cos 2 1
r
2r
r 2 r 2 2rr cos r
(3.206)
3
r
3 5 cos3 3 cos K .
2r
Ahora, sustituyendo el resultado (3.206) en la frmula (3.205) se obtiene el potencial gravitacional de la distribucin de materia considerada.
Como se ve, el resultado ser una serie innita de trminos con potencias
cada vez mayores de 1r . El primero de ellos debe reconocerse como el trmino newtoniano para el potencial gravitacional de un punto material puesto que, de acuerdo con (3.195), la integral volumtrica de la densidad de
masa es, simplemente, la masa total del cuerpo. Por lo tanto:
GM G
r
(r )
2 (r , )r cos dV
r
r V
2
2
(r, )r 3 cos 1 dV K
2r 3 V
(3.207)
(3.208)
G
r
1(r ) 2 r (r , ) cos dV
r V
(3.209)
G
r
2 (r ) 3 r 2 (r , ) 3 cos 2 1 dV
2r V
212
(3.210)
Astrodinmica
G
r
3 (r ) 4 r 3 (r , ) 5 cos3 3 cos 1 dV
2r V
(3.211)
(r, )r
00
(r, sen
0
)(
d sen 2 0 .
Por lo tanto, en general, para cualquier distribucin axilmente simtrica de materia, el potencial gravitacional desarrollado en una serie multipolar como (3.207) exhibe el trmino newtoniano, luego el cuadripolar, el
octupolar, etc., pero no posee trmino dipolar.
Se puede entender este desarrollo multipolar del potencial gravitacional como un proceso de gradual renamiento en la medida de la masa de
un cuerpo. As, si a un objeto masivo se le considera a gran distancia, con
toda tosquedad se afirma que tan solo posee una masa M, sin entrar en
mayores detalles acerca de cmo est distribuida en su volumen. De hecho, si el cuerpo se halla muy distante, se ve como un mero punto masa
en el espacio. Sin embargo, a medida que se mira ms y ms de cerca, el
cuerpo comienza a exhibir su estructura. Por ejemplo, podr aparecer
ante los ojos del observador que no es esfrico, sino que es ms achatado
de un lado que del otro. Tambin comenzar a hacerse evidente que es
ms denso en ciertas regiones y ms bofo en otras. As pasa con la Tierra,
que a distancia parece esfrica, pero que al acercarse a ella se ve que est
achatada de los polos, pero es ms ancha del ecuador; como un elipsoide
de revolucin; tiene lo que se llama oblatez. Pero si se observa con mayor
cuidado, resulta que en realidad tiene la forma de una pera, que es ms
213
dn
2n n! dx n
( x 1)
2
con
n 0, 1, 2, 3,K
As, para
214
(3.212)
Astrodinmica
n 0:
P0 ( x ) 1
n 1:
P1( x ) x
n 2:
P2 ( x )
n 3:
n 4:
n 5:
1
2
1
P3 ( x )
2
1
P4 ( x )
8
1
P5 ( x )
8
(3.213)
(3x 1)
(5x 3x )
(35x 30x 3)
(63x 70x 15x ),
2
etctera.
Si se sustituye en lo anterior cos por la variable x, se obtiene precisamente la familia de trminos cenitales en los cuales se descompone la
funcin en (3.206).
Estas funciones (los polinomios de Legendre) poseen, adems, una cierta cantidad de propiedades que las hacen muy interesantes para tratar, en
general, problemas que involucran simetra axil de cuerpos y se usan lo
mismo en la mecnica, que en el electromagnetismo y otras ramas de la fsica matemtica. Sin entrar en mayores detalles que desviaran demasiado la
atencin de lo que aqu se trata, a continuacin se exhiben, sin demostracin, algunas de esas propiedades de los polinomios de Legendre. Los lectores interesados en profundizar en este tpico pueden acudir a alguno de los
muchos textos que han sido publicados sobre el tema general de las funciones especiales.
As por ejemplo, se puede demostrar que toda funcin continua y con
derivadas continuas de cualquier orden se puede expresar en trminos de
los polinomios de Legendre, pues estos forman un conjunto completo.
Por lo tanto, dada una funcin (x), se puede escribir como:
( x )
an Pn ( x )
n 0
215
(3.214)
Pn ( x )Pm ( x )dx 2n 1 nm
2
(3.215)
1
an Pn ( x )Pm ( x )
n 0
ahora, integrando miembro a miembro entre 1 y 1 y aplicando la propiedad de ortogonalidad (3.215) de los polinomios de Legendre, se obtiene
1
1
( x )Pm ( x )dx
an Pn ( x )Pm ( x )dx .
n 01
1
( x )Pm ( x ) dx
2a
2a
2n n 1 nm 2m m 1
n 0
216
Astrodinmica
( x ) Pm ( x )dx .
(3.216)
1
Con el conocimiento adquirido ahora acerca de los polinomios de Legendre y algunas de sus ms importantes propiedades, es posible regresar al
estudio del potencial gravitacional y su expansin multipolar. Claramente,
de (3.206) se puede ver, por ejemplo que:
1
r r 2 2rr cos
1
r
Pn (cos )
r n 0 r
(3.217)
1 R
GM 2
r
r
(r )
Pn (cos )dr d (cos ) .
(r , )
1
r
r
M n 0
1 0
(3.218)
En el caso de la Tierra, su interior parece estar constituido por materiales metlicos incandescentes; nquel, erro, aluminio y otros como el slice,
formando lo que se conoce como el ncleo y el manto. Hasta el momento
no se conocen con precisin mayor los detalles de su estructura na. Sin embargo, es posible aceptar que est formada por capas poco diferenciadas
en continuo ujo convectivo. Sobre su supercie y hasta una profundidad
de ms o menos treinta kilmetros se encuentra la corteza; una capa slida
y el agua que forma los ocanos y los mares.
La densidad promedio de la Tierra es de
5.579
217
gr
cm3
(3.219)
(r , ) k (r ) Pk (cos )
(3.220)
k 0
de tal suerte que su dependencia en la distancia radial r y en la coordenada cenital pueda separarse en dos clases de funciones. En particular, las
que se expresan en (3.220) como k(r) se conocen como funciones radiales
de distribucin de masa.
Entonces, si en la frmula para el potencial gravitacional
R
2G
r
(r )
r n 0
r
(r, ) r Pn (cos )r2 sen drd
00
2G
r
(r )
r n 0k 0
00
r
(r ) r 2dr Pk (cos )Pn (cos ) sen d .
r
2G
2
r
r
(r )
(r ) r 2dr
r
r n 0 2n 1
(3.221)
en donde se ve que el potencial gravitacional, medido en algn punto externo al cuerpo que lo genera, situado sobre el eje de las cotas del sistema
coordenado, es nicamente funcin de la distancia r, multiplicado por
218
Astrodinmica
Jn
4
r
n (r ) r 2dr
R
M (2n 1)
(3.222)
R
Jn
r
n 0
(3.223)
R
J n Pn (cos ) .
r
n 0
219
(3.224)
(3.225)
(3.226)
lo cual implica que (de acuerdo con la denicin dada en (3.136) ), el correspondiente trmino de la distribucin radial debe ser siempre nulo;
i.e.:
1(r) 0 .
(3.227)
Los dems armnicos gravitacionales se obtienen a partir de observaciones sobre la gravedad local de los cuerpos, realizadas por satlites articiales puestos en rbitas bajas, o bien, mediante otros mtodos, uno de
los cuales se discutir aqu posteriormente. En el caso de la Tierra, a la fecha,
se han podido medir ms de trescientos armnicos. En seguida se muestran
algunos, los primeros del desarrollo (3.224) que son, por cierto, los ms
importantes:
J 2 1.083 103
J 3 2.5 106
J 4 1.6 106
J 5 0.2 106 .
Todos ellos, despus de J2, son del mismo orden y todos son positivos,
aunque su valor principal va disminuyendo, de manera que son menos y
menos signicativos para el clculo del potencial gravitacional. El armnico J2 est muy fuertemente vinculado a la oblatez (el achatamiento polar)
de la Tierra. As, desarrollando el potencial gravitacional (3.224) hasta su
trmino cuadripolar se tiene:
220
Astrodinmica
GM
(r , )
r
1 R
2
1 J 2 3 cos 1 ,
2 r
(3.228)
que exhibe, adems del trmino newtoniano, dos ms, asociados a J2; uno
radial y el otro angular. Claramente, este ltimo es el responsable de que
el cuerpo de masa m experimente adems de la fuerza de atraccin central,
una fuerza tangencial y con ella una torca.
En (3.228) los trminos radiales no contribuyen a la torca, el nico que
s lo hace es el trmino angular, as que se puede calcular esta cantidad
considerando nicamente este sumando:
er
r
N r
0
0
e
3MGm
3MGm
r4
r4
J 2 R sen cos
2
J 2 R 2 sen cos k.
0
(3.229)
221
( R, ) const.
Entonces, la ecuacin que describe el lugar geomtrico de los puntos
sobre la supercie terrestre es la siguiente:
222
Astrodinmica
1
GM
R
1
J n Pn (cos ) 2r 2 1 cos 2 k ,
r n 0 r
2
GM
J2 1 2 2
1 a k .
a
2 2
(A)
GM
c
J 2a 2
1
k.
c2
(B)
12 (3 J 2 )
siendo la razn del potencial centrfugo al potencial gravitacional newtoniano en el ecuador. As, tomando como valores terrestres
M 5.9764 1024 Kg
a 6.37822 106 m
0.0007272s1
se consigue un valor para el achatamiento de
1
298.25
223
La astrodinmica es, sin lugar a dudas, la corona de oro que cie la testa
de la mecnica. Con el estudio y la comprensin de los movimientos de
la Tierra y el resto de los planetas del Sistema Solar, el ser humano dio un
paso gigantesco en su conocimiento acerca del universo y su propio papel
dentro de l. As, se pudo liberar de supersticiones y leyendas falsas,
como aquella de que las rbitas de los cuerpos celestes deban ser circulares
porque Dios las estableci y, como todo lo que l hace, es perfecto, entonces por eso deban ser as, ya que el crculo es la figura perfecta. O tambin aquella que deca que si los planetas ejecutan rbitas oblongas esto
se debe a que los ngeles los empujan fuera de sus trayectorias perfectas,
pues se sabe que son juguetones.
La mecnica celeste, que antes era la mecnica celestial, mgica, divina
y por ende, un tanto prohibida para el entendimiento y la comprensin humana, de pronto, por virtud de la matemtica vectorial y las leyes de Newton, qued al alcance de la mano para cualquier persona. Todos los movimientos de los cuerpos celestes son el resultado de la ley de atraccin
gravitacional propuesta por l mismo.
Otro de los resultados interesantes de la teora, tiene que ver con la
explicacin de las mareas. Se observa a diario que la marea sube, sobre todo
durante las noches y baja en el da. En algunos sitios de la Tierra, la diferencia de alturas entre la pleamar (marea alta) y la bajamar (marea baja) puede
ser de un par de metros, as que es un fenmeno muy notable. Desde tiempos de los fenicios se conoce y se atribuye a la Luna, pero solamente con
ayuda de la mecnica newtoniana se puede dar una explicacin de l, no slo
cualitativa, sino cuantitativa.
En la gura 3.8.5 se ha dibujado esquemticamente y sin atenerse a escala alguna, un crculo que representa a la Tierra y otro ms pequeo, que
representa a la Luna. El radio vector del centro de la Tierra al centro de la
Luna es r y es en la direccin de la fuerza de atraccin gravitacional entre
los dos cuerpos.
Considrese un pequeo elemento de masa sobre la supercie de la
Tierra; por facilidad supngase que este cuerpo tiene una masa unitaria (un
kilogramo). La Luna ejerce sobre el elemento unitario de masa una fuerza
dirigida hacia su centro, al mismo tiempo que la Tierra lo fuerza hacia su
propio centro de masa, as que el cuerpo se halla sujeto a varias fuerzas que
se superponen vectorialmente. Si M es la masa de la Tierra y m es la de la
Luna, entonces, de acuerdo con la segunda ley de la mecnica:
224
Astrodinmica
M
f
Figura 3.8.5. La Luna ejerce una atraccin sobre la supercie terrestre. Es una
fuerza causante de las mareas.
r
GM r
a 3 R GM
R
r r
mM r
r R
G 3 r ,
r
3
r
r
r R
(3.230)
225
(3.231)
226
Astrodinmica
227
nal de la Luna sobre las mareas terrestres se volver a sentir y cada vez ms
intensamente, hasta que de nueva cuenta la disipacin viscosa sirva de
freno al proceso. Tal vez esto ocurra cuando Tierra y Luna estn tan prximas entre s que la altura que alcance la marea terrestre permita el paso
de agua al satlite. Aqu, un ciclo completo de alejamiento-acercamiento
se iniciar nuevamente entre los dos cuerpos.
La posibilidad de que la Luna se haya acercado a la Tierra en el pasado
y que lo haya hecho de tal manera que el transporte de agua de los mares
terrestres pudiera haber llegado hasta aquella, ha sido la razn por la cual
en los viajes que se hicieron al satlite terrestre en la dcada de los setentas
del siglo XX, se busc de una manera tan insistente el lquido. No se tuvo
xito entonces; sin embargo, observaciones gravimtricas realizadas en
los noventas parecen indicar, con poco margen de error, que en el subsuelo
lunar, aqu y all hay agua solidicada.
Tal vez aquella parte del agua que no se percol al subsuelo lunar, sino
que qued sobre su supercie cuando se di aquel probable ujo del lquido al satlite, con el paso del tiempo se perdi. No hay que olvidar que la
gravedad lunar es tan solo una sexta parte de la terrestre, as que las molculas de agua, por sus movimientos al azar, tuvieron suciente energa cintica como para salir despedidas de la Luna gradualmente, hasta que el
cuerpo perdi completamente su contenido supercial de agua, quedando
solamente aquella que se hundi en las profundidades.
Otra pregunta interesante es cuntas veces ha ocurrido este ciclo de
alejamiento-acercamiento entre la Luna y la Tierra? Haciendo cuentas
alegres, si la tasa de desaceleramiento del da terrestre ha sido constante
desde que la Tierra sufri aquel colosal choque que casi la licu y con
la materia expelida se form eventualmente la Luna, iniciando el ciclo
el cambio de sentido de rotacin terrestre ha ocurrido unas 230 ocasiones en los ltimos 4600 millones de aos. De ellas, unas ciento cincuenta
pudieron dar lugar a intercambio de agua; no hay que olvidar que los mares terrestres se formaron hace unos 3 800 millones de aos. Por lo tanto,
de ser cierta la hiptesis de los ciclos de alejamiento-acercamiento, debe
hallarse agua en el subsuelo lunar cuya antigedad se remonta a aquel
primer encuentro. Por supuesto, todas estas no son ms que eso: cuentas
alegres, ya que el proceso completo nunca ha sido uniforme. Comienza en
forma extraordinariamente lenta, se acelera y luego vuelve a ser casi imperceptible.
228
(k const.),
siendo r el radio vector desde el centro de la radiocircunferencia hasta el punto ocupado instantneamente por el cuerpo. Calcular el
trabajo desarrollado por esta fuerza para llevar a ese objeto a lo largo
de una rbita completa. Explique.
3.2. Las fuerzas disipadoras de Reyleigh se denen mediante la frmula
general:
r
r nr
F k r r ,
229
r
k r
F 6 r ,
r
donde k es una constante.
3.5. Una pequesima gota de agua esfrica cae bajo la accin de la gravedad. Si a lo largo de su cada, la gota captura agua del vapor que
hay a su alrededor y va aumentando uniformemente su volumen a
medida que cae, pero conservando siempre una forma esfrica,
demuestre que su aceleracin es de un sptimo de la gravedad.
3.6. El valor del parmetro gravitacional del Sol es:
GM 3.98506 1014 m3 s 2 ;
si el ao sideral de la Tierra es de 365 das, cinco horas, 48 minutos y
46 segundos, calcular el semieje mayor de su rbita, haciendo uso
de la tercera ley de Kepler. Con este dato, calcule la energa total de
la Tierra, sabiendo que su masa es
m 5.9764 1024 Kg.
Calcule as mismo la excentricidad de la rbita.
3.7. Calcular la distancia a la cual est el centro de masa del centro geomtrico del Sol en el sistema Tierra-Sol.
3.8. Supngase que la densidad de masa de la Tierra est dada por la siguiente funcin de distribucin:
r2
(r ) 0 exp 2 ,
2 R
siendo 0 y R constantes. Calcular el potencial gravitacional hasta
el cuadripolo. Explique sus resultados.
3.9. Desarrollando en una serie de potencias la frmula para la distribucin de masa dada en el problema anterior, se tiene, hasta los primeros trminos del desarrollo que:
230
r2
r4
r6
(r ) 0 1 2 4
K
.
8R
48R 6
2 R
Usar este desarrollo para calcular los primeros tres armnicos gravitacionales de la Tierra, J2, J3 y J4. Sustituyendo los valores de 0 y R:
0 5.5794 103 Kg m 3
R 6.3782 106 m
calcular los valores numricos de estos coeficientes. Comparar los
resultados con los valores dados en el contexto. Use estos valores
para calcular los primeros trminos del potencial gravitacional dado
por la frmula (3.137):
n
R
(r ) J n .
r n 0 r
3.10. Podra calcularse aproximadamente la altura mxima que tiene la
marea terrestre, cuando la Luna est directamente en el cenit, a partir
de la frmula (3.145)?
3.11. Calcular los parmetros de lanzamiento e inyeccin en rbita para
un vehculo que deber moverse en una rbita geoestacionaria que
est en el cenit de la Ciudad de Mxico. Supngase que se hizo el lanzamiento desde la isla de Clipperton (1019N, 10913W). La Ciudad de Mxico tiene por coordenadas (1915N, 9910W).
231
CAPTULO 4
EL CUERPO RGIDO
(4.1)
No importa la forma como se desplace el cuerpo por el espacio, esos puntos (todos) se movern de manera tal que sus distancias relativas permanecern inalterables. La expresin (4.1) es vlida para todos los puntos de
ese cuerpo; esto es para
i , j 1, 2, K, N ,
siendo N el nmero total de partculas materiales que integran ese cuerpo
rgido.
La denicin anterior sirve para distinguir a los cuerpos rgidos de su
contraparte, los llamados cuerpos deformables, para los cuales, al contrario
233
El cuerpo rgido
rjri
ri
rj
y
de aquellos, las distancias entre sus puntos materiales constitutivos no permanecen jas, sino que cambian a lo largo del tiempo.
Pero antes de proseguir ms con el desarrollo de la formulacin matemtica de la mecnica de los cuerpos rgidos, es muy importante establecer
ciertos conceptos, ciertas deniciones, con las cuales ser posible avanzar
en tal desarrollo.
Lo primero que es necesario puntualizar es el hecho, ya descrito, de que
un cuerpo rgido es un sistema de partculas. Esto signica que, cuando se
ve urgido por fuerzas aplicadas, su estado de movimiento cambiar, tal
como se demostr en el captulo anterior, como si todas las fuerzas aplicadas se concentraran en su centro de masa y todas las partculas que lo
integran siguieran a ese centro de masa.
Ahora, puesto que este sistema de partculas es muy peculiar y todas
ellas se hallan a distancias invariantes entre s (por la denicin misma de
cuerpo rgido), conocer el cambio de estado de movimiento del centro
de masa es indicativo del cambio de movimiento de todo el sistema. En
otras palabras, el cuerpo se desplaza por el espacio siguiendo la trayectoria
de su centro de masa.
De hecho, si la trayectoria del centro de masa es conocida, entonces
cualquier otro punto material del cuerpo rgido, el que sea, se mover
234
Antecedentes
Figura 4.1.2. Un cuerpo rgido se desplaza al travs del espacio y pivotea (cambia
su orientacin).
235
El cuerpo rgido
236
Antecedentes
Figura 4.1.3. Un cuerpo rgido de forma caprichosa gira alrededor del eje instantneo de giro. Parte del eje est fuera del cuerpo y parte dentro de l.
237
El cuerpo rgido
r0
r
Figura 4.1.4. Un cuerpo rgido pivotea alrededor del eje de giro. El pivote est
en O. Un punto material se localiza mediante el radio vector r0. Un instante despus esta en r.
As mismo, todos los puntos del cuerpo por los que pasa el eje instantneo de giro, estn momentneamente en reposo; tan pronto como el
eje cambia, ellos vuelven a moverse.
Ahora, supngase que se observa algn punto material de un cuerpo
rgido en rotacin, desde el origen de un sistema coordenado que coincide con el pivote (recurdese que las traslaciones del cuerpo se han ignorado y que se considera al cuerpo girando sobre un punto jo), tal como se
ve en la gura 4.1.4. El cuerpo gira alrededor de un eje instantneo y con
l giran todos sus puntos materiales, a excepcin de aquellos que yacen
sobre ese eje.
As que si se observa un punto material del cuerpo, en un instante t0 se
encuentra en la posicin marcada por el radio vector r0. Al girar, va ocupando diferentes posiciones sucesivas en el espacio. En un instante posterior t,
se hallar en la posicin marcada por el nuevo radio vector r. Ambos vectores; el inicial r0 y el nal, r, tienen el mismo origen y apuntan al mismo
punto material del cuerpo rgido, pero al girar, y ocupar distintas posiciones en el espacio, el punto material es sealado por vectores distintos.
Se puede asociar el cambio de posicin del punto material del cuerpo,
238
Antecedentes
con una transformacin del radio vector, con el cual se le ubica desde el
origen O. Una transformacin que mapea el vector r0 a tt0, con el vector r en un instante posterior se representa en general as:
r
r
T : r0 r (t ) .
Pero es mucho ms conveniente invocar a la representacin de matrices
para expresar matemticamente esta operacin que consiste en girar un
radio vector alrededor de un eje y sobre un punto jo. Esta transformacin, llamada una rotacin se escribe como sigue:
r
r
r (t ) R (t ) r0
(4.2)
en donde R(t) representa una matriz de 33, funcin del tiempo, que al
operar sobre r0 lo transforma en r(t). A tal matriz se le llama matriz de
rotacin y posee una coleccin de propiedades que la hacen sumamente
interesante.
En primer lugar hay que destacar que para un mismo punto material
hay todo un conjunto de matrices de rotacin que al operar sobre alguna
de sus posiciones instantneas lo mapea; lo desplaza a una nueva ubicacin en el espacio euclideo tridimensional. El conjunto de matrices de
rotacin es innito,
{R1 , R2 , R3 ,K }
(4.3)
ya que el nmero de posiciones sucesivas de un punto material es equivalente a una matriz de rotacin. Si no, pinsese que una rotacin se puede
descomponer en dos etapas; en dos rotaciones sucesivas que llevan al punto desde una posicin inicial, a otra intermedia, y luego a una posicin nal
en el espacio; o sea que para cualesquiera dos matrices de rotacin R1 y R2
del conjunto se tiene que
R1 o R2 R3 .
(4.4)
239
El cuerpo rgido
1 0 1 0
0 0 1
(4.5)
1 R R 1 R.
(4.6)
Finalmente, dada una matriz R del conjunto , que representa la rotacin de un punto material de un cuerpo rgido, tal como se mencion
anteriormente, la matriz R1 es aquella que representa una rotacin en
sentido contrario a la anterior pero que es de igual tamao; as que, aplicando R y a continuacin R1 es como llevar a un punto material en un sentido y luego hacerlo seguir el mismo camino en sentido contrario hasta
llegar al punto de partida. Matemticamente esta situacin se representa
as: dada una matriz R de , existe otra R1 del mismo conjunto, llamada
inversa de R, tal que
R R1 R1 R 1 .
(4.7)
Estas propiedades; esto es, que el conjunto est formado por elementos (matrices) que satisfacen la cerradura (4.4), la existencia del elemento
(matricial) neutro ante la operacin de composicin de los elementos de
ese conjunto (multiplicacin matricial), denido en (4.5) y (4.6) y la existencia del elemento inverso para cada una de las matrices de , dado por
(4.7), constituyen una estructura algebraica muy conocida de las matemticas y muy importante en la fsica llamado grupo.
En el caso que aqu se estudia, se trata del grupo de rotaciones en tres
dimensiones. As que los pivoteos de un cuerpo rgido se describen con
este grupo. En adelante, el grupo de rotaciones de un cuerpo rgido en el espacio euclideo tridimensional se representar como
240
Antecedentes
(3)
(4.8)
as que, tomando el cuadrado del valor absoluto de esta diferencia de vectores se debe tener, de acuerdo con (4.1) que:
r r2
r
r
r j ri r j 0 ri 0
r
r
r
r
RT R r j 0 ri 0 r j 0 ri 0
(4.9)
(a B )T BT AT .
(4.10)
Regresando a (4.9), se puede observar que para que se satisfaga el requisito que el cuadrado de la norma de la diferencia de los vectores sea invariante ante una rotacin se debe satisfacer que
241
El cuerpo rgido
RT R 1 .
(4.11)
En palabras, lo que signica (4.11) es que las matrices R del grupo (3)
son, en efecto auto ortogonales; esto es que su producto interno da la identidad. Pero la propiedad de ortogonalidad (4.11) implica a su vez dos
resultados muy interesantes: en primer lugar, comparando (4.11) con
(4.7) se ve que
RT R1
(4.12)
) (
det RT R det RT
) (det R) (det R) 1
2
(4.13)
(4.14)
El grupo ortogonal tiene dos piezas: la pieza propia, que est constituida por todas las matrices de rotacin que tienen determinante igual a
(1) y la pieza impropia, que consta de todas las matrices de rotacin con
determinante igual a (1). Se dice que estas dos piezas,
(3) y (3)
242
Antecedentes
z
x
R_
0
0
y
x
z
estn topolgicamente desconectadas entre s, pues no es posible, por una sucesin de rotaciones propias, obtener una rotacin impropia, ni viceversa.
Ms an: la pieza propia, en s misma, forma un subgrupo de (3); el
llamado grupo propio (3), puesto que la sucesin de dos rotaciones propias es, a su vez, una rotacin propia, la transpuesta de una rotacin propia
es a su vez propia y la matriz unidad es propia (det11). Por el contrario,
la pieza impropia no forma grupo ya que carece del elemento neutro.
Un ejemplo de una transformacin R que pertenece a la pieza impropia de (3) es una inversin total, como la que se muestra en la gura
4.1.5. Una inversin total ocurre cuando los ejes coordenados de un sistema cartesiano se transforman en su negativo; esto es:
x x x
y y y
z z z .
En este caso, la matriz que opera la transformacin es, evidentemente
243
El cuerpo rgido
1 0
0
R 0 1 0 ,
0
0 1
(4.15)
0
cos
sen
(4.16)
como se puede comprobar a partir de simples consideraciones de trigonometra. Tambin resulta inmediato demostrar que la matriz R en (4.16)
tiene un determinante igual a uno; que deja al eje de las abscisas invariante y que su inversa es precisamente igual a su transpuesta:
T
R
1
0
0
0 sen cos
0 cos sen
(4.17)
ya que al multiplicar (4.16) por (4.17) o viceversa, se obtiene como resultado la matriz unidad, que es el elemento neutro multiplicativo del grupo.
244
Antecedentes
z
R
0
y
0
x
x
245
El cuerpo rgido
R 1
(4.18)
como la suma de la matriz identidad, ms otra que representa la parte infinitesimal del pivoteo. Ahora, de acuerdo con la propiedad de ortogonalidad de las matrices de rotacin que se exhibi en (4.11), se debe satisfacer
para estas transformaciones que:
(1 ) (1 ) 1 ;
T
(4.19)
o bien, desarrollando este producto, cancelando la matriz idntica a ambos miembros y conservando solamente aquellos de primer grado en la
parte innitesimal se obtiene que:
T .
(4.20)
El resultado (4.20) demuestra que la parte infinitesimal de la transformacin (4.18) es, en s mismo, una matriz antisimtrica. Por lo tanto, se trata de un arreglo en cuya diagonal principal se hallan ceros y
los tres elementos fuera de la diagonal principal y por arriba de ella son
iguales numricamente, pero de signos opuestos a los tres elementos
que se encuentran abajo de la diagonal principal; algo de la forma
siguiente:
0
1
1
0
2 3
2
3 .
0
(4.21)
246
Antecedentes
de giro), es r0, entonces, al realizar el primer pivoteo pequeo, el punto material ocupa una nueva posicin r(1) dada por
r
r
r (1) 1 r0
(4.22)
r
r ( 2) 1 r (1)
(4.23)
muy prxima a la anterior. Pero recordando el resultado (4.22), sustituyendo en (4.23) se tiene que:
r
r ( 2 ) 1 1 r0 ;
N
N
(4.24)
r
1 1 K 1 r0
N
N
N
N
r
r lm 1
N
N
247
r
r0 .
(4.25)
El cuerpo rgido
r(n)
r
r0
r(1)
r(2)
Pero la frmula (4.25) se puede rescribir en una forma compacta recordando la clebre expresin debida a Weierstrass [Karl, Theodor Wilhelm
von Weierstrass (1815-1897) ]:
x
lm 1
N
N
ex ;
(4.26)
(4.27)
Ahora, recordando (4.2), que es la frmula donde se estableci matemticamente por primera vez la expresin para un pivoteo de un punto material de un cuerpo rgido y comparndola con (4.27) que dice exactamente lo mismo que aquella, pero desglosada en trminos de la parte
innitesimal de un pivoteo, se puede ver que, en general:
248
Antecedentes
R exp( ) .
(4.28)
N
1
1
1
) 1 2 3 K,
(
N!
2!
3!
N 0
(4.29)
(4.30)
es la multiplicacin matricial de por s misma N veces. El resultado es nuevamente una matriz de rotacin.
Por otra parte, el hecho de que 1) el grupo se pueda integrar completamente a partir de sus elementos innitesimales y 2), que los elementos
mismos estn compuestos de no ms de tres parmetros reales (1, 2 y
3), significa que, en general, para describir cualquier pivoteo de un
cuerpo rgido, es necesario hacerlo en trminos de no ms que tres parmetros. Hay diferentes criterios para denir los tres parmetros independientes que se requieren para describir completamente un pivoteo de un
cuerpo rgido. Se puede armar que para cada estudio que se emprenda
sobre este tema hay una terna de parmetros idneos.
Por ejemplo, si se desea describir el movimiento de un brazo manipulador robtico; de esos que se utilizan cada vez con mayor frecuencia en la
industria manufacturera, es necesario determinar primero, cuntos eslabones lo componen (puede ser un brazo con un solo eslabn, con dos, tres,
o ms) y para cada uno de ellos, considerado como un cuerpo rgido, proponer el juego de parmetros que mejor se adaptan para describirlo. En la
figura 4.1.8. se muestra el esquema de uno de estos manipuladores. So-
249
El cuerpo rgido
z
0
y
Figura 4.1.8. Un brazo manipulador robtico, con un solo eslabn tiene dos
grados de libertad: un giro horizontal y otro vertical.
250
tudiar y comprender los movimientos de un cuerpo rgido cuando se le supone libre de traslaciones. A continuacin se ver con detalle la descomposicin de los pivoteos por los ngulos de Euler.
Para alcanzar este objetivo es necesario hacer ciertas consideraciones
preliminares: en primer lugar se supondr que el cuerpo rgido no se traslada; nicamente pivotea alrededor de un punto jo en el espacio. La razn
por la cual pivotea no viene aqu a cuento; esto es parte de la dinmica que
se estudiar ms adelante. En segundo trmino, supngase la existencia
de un marco de referencia inercial, dotado de un sistema coordenado cartesiano tridimensional, desde el cual se observa el movimiento del cuerpo
rgido. El origen del sistema coordenado se ubica precisamente en el punto jo; en el pivote, alrededor del cual gira el cuerpo. A este sistema se le
llamar el marco de referencia jo en el espacio.
Un segundo marco de referencia es necesario. Se trata de un observador
fijo en el pivote del cuerpo rgido y dotado de un sistema coordenado cartesiano, tridimensional que se mueve con el cuerpo rgido. Este es el llamado marco de referencia jo al cuerpo. El sistema de coordenadas del marco de
referencia jo al cuerpo no es inercial en general, pues al seguir al cuerpo
rgido en sus pivoteos est sujeto, igual que ste, a aceleraciones.
En la gura 4.1.9 se exhibe un cuerpo rgido de forma arbitraria que
pivotea alrededor de un punto jo O. En este punto se han asentado dos
sistemas de coordenadas: el del marco de referencia jo en el espacio, cuyos ejes se han etiquetado con letras minsculas Ox, Oy, Oz; y el marco
de referencia jo al cuerpo cuyos ejes son OX, OY, OZ. Para construir el
marco de referencia jo al espacio, se ha tomado como eje de las cotas a
la lnea vertical; es decir, la que emerge del origen y apunta en sentido
opuesto al centro de la Tierra (suponiendo que el cuerpo rgido se estudia
sobre la supercie terrestre. Claramente esta idea se puede trasladar a cualquier otro lugar del universo). Los otros dos ejes coordenados se escogen
de manera que sean perpendiculares al eje de las cotas y ortogonales entre s,
pero fuera de esta restriccin, hay completa libertad acerca de su direccin
especca.
Por su parte, el sistema coordenado del marco de referencia fijo al
cuerpo se construye tomando como eje de las cotas al eje de giro del cuerpo
y que parte igualmente del pivote, donde est el origen.
Los sistemas cartesianos, jo en el espacio (inercial) y jo al cuerpo (no
inercial), jugarn un papel muy importante para la cinemtica y la dinmi-
251
El cuerpo rgido
X
y
0
x
Y
Figura 4.1.9. Un cuerpo rgido pivotea alrededor de un punto jo O. Se muestran, el marco de referencia jo al cuerpo (X, Y, Z) y el marco de referencia jo
al espacio (x, y, z).
252
que el caso ms simple de todos los movimientos que se observan desde este
marco: el movimiento rectilneo uniforme, corresponde al caso ms simple
de todas las fuerzas, que es la ausencia de ella. As, si se sabe que un cuerpo
est libre de fuerzas y se le ve con un movimiento rectilneo uniforme, entonces, sin lugar a dudas, el observador que lo registra es inercial; y viceversa: si se est ciertamente en un marco de referencia inercial, entonces
al observar un cuerpo que se mueve en forma rectilnea y uniforme, se dice
sin lugar a dudas que ese cuerpo est libre de fuerzas. El razonamiento no
podra ser ms claro y directo. Sin embargo tiene un pero: en la prctica
no existen los marcos de referencia inerciales. No, no ha sido posible hasta
ahora hallar un lugar del universo donde un marco de referencia establecido sea autntica y denitivamente inercial.
En forma local e instantnea un observador parado en algn lugar
sobre la Tierra puede considerarse inercial. Si las medidas de distancias
que desea hacer no exceden de unos cuantos centmetros y los lapsos que
registra no son superiores a algunos segundos, puede, en efecto, decirse
inercial cuando compara su propio estado de movimiento (reposo) con
respecto a las estrellas lejanas. Pasados unos segundos, los efectos debidos a la rotacin de la Tierra se harn presentes y el encanto de la inercialidad desaparecer. Cuerpos libres se observarn como si estuvieran
acelerados; las propias estrellas lejanas comenzarn a dar vueltas alrededor del observador y, por supuesto, los fenmenos que se trata de
observar y medir se vern contaminados por la no-inercialidad del marco de referencia.
Una posible estrategia podra ser la de instalar un marco de referencia
en el centro mismo de la Tierra. De hecho, en forma terica al menos,
los marcos de referencia geocntricos se usan frecuentemente en la astrodinmica de los satlites articiales, estaciones orbitales y viajes espaciales desde este planeta. En un marco as, el efecto de la rotacin terrestre
alrededor de su eje de giro se elimina automticamente, as que, al menos
esa no-inercialidad desaparece. Distancias mucho mayores, del orden de
cientos o quiz miles de metros y lapsos de varios minutos pueden ser las
cotas al movimiento rectilneo uniforme o su caso particular, el reposo.
No obstante, pasados estos lmites, de nueva cuenta las aceleraciones aparentes de las estrellas lejanas volvern a hacerse importantes, debido a que
la Tierra misma se encuentra sujeta a la aceleracin centrpeta hacia el
Sol, en su viaje orbital alrededor del centro del Sistema Solar.
253
El cuerpo rgido
254
del sistema inercial primario, desde all donde se encuentra, en el centro del
universo, hasta un punto movedizo sobre la Tierra. Un pivoteo rgido que
oriente continuamente los ejes coordenados del marco terrestre para
que apunten en las direcciones de aquellos que estn en el confn del
espacio, inmutables y enhiestos. El resultado de esta transformacin es,
como se dijo, hacer copias de aquel marco de referencia inercial primario
en puntos sobre la Tierra. De hecho, con esta tecnologa algebraica es posible, al menos en teora, cubrir literalmente el universo de marcos inerciales que sean, todos y cada uno de ellos, copias fieles de aquel; as que la
Tierra y su gente, en su trnsito a travs del cosmos, puede estar segura de
que en cada punto que pase hallar un marco de referencia inercial del cual
se pueda servir para hacer mecnica.
Bueno, la verdad sea dicha, todo lo anterior suena bien en teora, pero
es claro que es absolutamente impracticable. Para comenzar, ese punto del
universo donde las cosas han dejado de ocurrir, quin sabe donde estar.
Muy probablemente ni siquiera exista, pues para que pudiera darse, tendra
que haber, en efecto, un promedio de interacciones nulo. Pero para poder
realizar tal promedio sobre cuerpos, campos y espacio se requiere vaya la
perogrullada! que el promedio se pueda realmente hacer; esto es, que el
universo sea nito y cerrado. De otra manera carece de sentido esta operacin y el sitio del marco de referencia inercial primario ni siquiera existe.
Gaspard Gustave de Coriolis, un ingeniero y cientco francs que naci en Pars el 21 de mayo de 1792 y que tuvo una vida difcil, acosado
por enfermedades y nalmente una temprana muerte en 1843, fue quien
se plante este problema de la mecnica; aquel que tiene que ver con que,
para su funcionamiento requiere de marcos de referencia inerciales, pero
stos no existen en forma general, sino localmente.
El trabajo de Coriolis consisti en traducir la mecnica clsica de Newton a marcos de referencia no-inerciales; marcos acelerados traslacional y
rotacionalmente. Para hacerlo, Coriolis parte del establecimiento de la
mecnica, tal como lo hizo Newton originalmente, reriendo sus leyes a
observadores inerciales y en seguida transforma esas expresiones a sistemas de coordenadas que se desplazan o que giran.
Aqu se seguir un procedimiento muy parecido al original para realizar tales transformaciones.
Supngase para iniciar, que se tienen dos sistemas de coordenadas;
uno de ellos es inercial y se encuentra en reposo, en tanto que el otro se
255
El cuerpo rgido
y
y
vt
x
0
0
Figura 4.2.0. Un sistema de coordenadas se mueve con una aceleracin constante a hacia la derecha de otro que es inercial y est en reposo.
mueve con una aceleracin constante, en lnea recta y hacia la derecha del
primero, tal como se muestra en la gura 4.2.0. Por facilidad se han dibujado dos sistemas de coordenadas bidimensionales y se propone que el
marco acelerado se mueva a lo largo de la direccin mutua de abscisas;
sin embargo, como se apreciar, estas consideraciones se pueden generalizar de inmediato.
Imagnese que en algn instante inicial tomado arbitrariamente como t0
igual a cero, el marco no inercial se encontraba a la derecha del inercial,
de manera que su origen O tuviera las coordenadas inerciales (x0, 0) y
que se viajara en ese mismo sentido con una velocidad horizontal v0 y una
aceleracin a0. En cualquier instante posterior, el origen O tendra por
coordenadas inerciales
1
x x x0 0t a 0t 2 ,
2
(4.31 a)
y y .
(4.31 b)
256
d 2 x
dt 2
ax a 0 ,
ay a y .
(4.33 a)
(4.33 b)
257
El cuerpo rgido
r
ma 0 ,
(4.36)
(4.37 a)
y y .
(4.37 b)
258
259
El cuerpo rgido
(4.38)
siendo r el radio vector al punto del espacio que se observa desde el marco inercial, y r el radio vector a ese mismo punto del espacio, pero desde
el marco en rotacin. La expresin (4.38) es la frmula de transformacin
de coordenadas del marco inercial al no inercial y claramente, la transformacin inversa, si existe, debe ser la siguiente:
r r
r r R1 .
(4.39)
Derivando con respecto al tiempo la expresin (4.38) a ambos miembros, se obtiene la transformacin de velocidades:
r
r
r
r R r R r ,
(4.40)
en donde un punto encima de la literal signica la derivada total con respecto al tiempo. En (4.40) no nada ms se ha derivado al radio vector r;
tambin ha sido necesario tomar la derivada de los elementos de la matriz
de transformacin, puesto que, por hiptesis, el marco de referencia no
inercial se encuentra pivoteando con respecto al inercial, as que la regla de
correspondencia entre ambos cambia de un instante a otro, en general.
Ahora, si la matriz de transformacin R posee inversa, tal que
RR1 R1R 1 ,
(4.41)
r
r
r
r R r R1R r .
(4.42)
El producto de la matriz inversa por R tiene una propiedad interesante; para aclararla, considrese la expresin (4.41) y tmese a ambos miembros de la derivada con respecto al tiempo; lo que se obtiene es:
260
R1R R 1R 0 ,
o bien que
R1R R 1R .
R1R R1R
(4.43)
Lo que expresa el resultado (4.43) es que el producto de esas dos matrices da como resultado una matriz antisimtrica. As, llamando
R T R ,
(4.44)
(4.45)
(4.46)
en donde los elementos se han colocado en sus posiciones y con sus signos,
con toda mala fe, para que el resultado nal sea el que se espera. La verdad
de las cosas es que hasta este momento nada se ha expresado sobre el signicado de la matriz denida en (4.44), as que conocer cul es la secuencia de sus elementos y cules son sus signos, es totalmente irrelevante. Lo
261
El cuerpo rgido
(3.47)
siendo
el vector cuyos elementos son aquellos que aparecen en la matriz de (4.46). Este vector, por sus dimensiones y por su estructura, se
identica en la mecnica del cuerpo rgido como la velocidad angular.
Lo que expresa la frmula (4.47) es que, para describir el vector velocidad de un cuerpo cualquiera desde
un marco de referencia que pivotea
respecto de otro jo en el espacio (r), es necesario adicionar a la observacin de la velocidad, realizada desde el marco inercial, un trmino
r r
r
llamado velocidad tangencial de la partcula y que aparece precisamente por
el carcter no-inercial del observador. En otras palabras: un observador que
gira, ve a un cuerpo con una velocidad que es igual a la velocidad real
(aquella que se observa desde un marco inercial), ms otra, que es la llamada velocidad tangencial y que aparece debido a la no-inercialidad de l.
Si ahora se regresa a la frmula (4.47) para la transformacin del vector
velocidad y se deriva miembro a miembro de ella con respecto al tiempo,
se obtiene la expresin para la transformacin de la aceleracin, entre un
marco de referencia inercial y otro que pivotea respecto de aquel:
r
r r r r r
r r r
r R r r r R r r .
Pero haciendo el mismo truco algebraico que se hizo para la transformacin de la velocidad, que es multiplicar al segundo trmino a la derecha
262
en la expresin anterior, por la matriz unidad, entendida como el producto de la matriz R por su transpuesta, se obtiene ahora (de acuerdo con la
denicin (4.44) para la matriz :
r
r r r r r
r r r
r R r r r r r .
))
Pero recordando una vez ms la estructura que se le dio a la matriz antisimtrica, se puede demostrar muy rpidamente que la aplicacin de esta
matriz al trmino entre parntesis, al extremo derecho de la expresin
anterior es equivalente al producto vectorial del vector de velocidad angular
por ese mismo factor; esto es:
r r r r r
r r
r
r
r R r 2 r r ( r ) .
(4.48)
Nuevamente ha resultado que al realizar una transformacin de coordenadas desde un marco de referencia inercial a otro no-inercial, que se
encuentra en rotacin respecto al primero, con una velocidad angular
,
aparecen trminos nuevos que es necesario adicionar al vector inercial
para hacerlo equivaleral correspondiente vector no-inercial. En este caso,
al vector aceleracin r, medido desde el marco jo al espacio, hay que sumarle tres trminos no-inerciales para hacer la transformacin a un marco pivoteando. O sea que un observador
desde un marco de referencia
263
El cuerpo rgido
(4.49)
r r
r
(4.50)
r
r r
( r )
(4.51)
2) La aceleracin transversa:
3) La aceleracin centrfuga:
Para comprender cabalmente cada una de estas aceleraciones es necesario primero tener perfectamente claro el concepto de velocidad angular.
Tal como se ha introducido aqu, se trata de un vector formado por los
trminos fuera de la diagonal principal de una matriz antisimtrica que a
su vez provino del producto expresado en la frmula (4.44). Pero resulta
que tiene una interpretacin fsica precisa. Se trata de un vector que da
cuenta del nmero de vueltas que realiza un cuerpo alrededor de su eje
de giro en la unidad de tiempo; de hecho sus unidades son radianes entre
segundo.
El carcter vectorial de la velocidad angular se debe a que, adems de
su magnitud, especifica una direccin y un sentido. La direccin viene
dada por el eje de rotacin y el sentido es directo o inverso, segn que la
rotacin sea en sentido opuesto a las manecillas del reloj o en el mismo
sentido que se mueven ellas, respectivamente. Por ejemplo, la Tierra gira
alrededor del eje que une a los polos sur y norte, en sentido directo, con
una velocidad angular cuya magnitud es
r
7.27220 105 rad ,
s
264
de manera que el vector velocidad r forme cierto ngulo con el eje de giro
del planeta. Por especicar an ms el ejemplo, imagnese que el proyec-
265
El cuerpo rgido
2 r
Figura 4.2.2. La aceleracin de Coriolis aparece cuando se observa una partcula con velocidad r desde un marco que se halla en estado de rotacin.
velocidad r son paralelos (en un disparo hacia el norte). Los artilleros navales deben conocer muy bien este fenmeno para corregir la desviacin y
hacer certeros sus disparos.
De hecho, Gaspard Gustave de Coriolis se hizo famoso por sus estudios
sobre el efecto de desviacin de los proyectiles en la artillera naval.
Pero esta aceleracin permite tambin comprender otras cosas muy importantes para la humanidad: la formacin de los ciclones.
266
s2
267
El cuerpo rgido
268
( r )
Figura 4.2.4. Un auto toma una curva cerrada hacia la izquierda, a gran velocidad. El pasajero siente la aceleracin centrfuga. En la gura sale perpendicularmente de la hoja de papel.
269
El cuerpo rgido
dra despedido del vehculo radialmente hacia afuera de ste, sino que seguira una trayectoria rectilnea tangente al auto en ese punto. As que, a
pesar de que la aceleracin centrfuga apunta radialmente, como se mostr
en la gura 4.2.4., tan pronto como el observador se ve libre, deja de sentir
esa aceleracin y su vuelo es, simplemente rectilneo y uniforme (excepto por la resistencia del aire y la gravedad terrestre).
Lo que realmente le ocurre al pasajero al tomar el auto una curva cerrada,
es que l mismo, en todo instante, tiende a ser un observador inercial, pero
el auto viene a su encuentro, la portezuela lo fuerza a cambiar su estado
de movimiento, impidindole seguir una trayectoria rectilnea. El marco de
referencia no inercial (el auto) crea la sensacin sobre el pasajero de que
l est urgido por una aceleracin centrfuga, cuando en realidad es todo lo
contrario: el auto lo constrie, mediante su aceleracin centrpeta, a permanecer en el interior y tomar la curva. Es por ello que se dice que las anteriores son aceleraciones cticias.
270
Recordando la ley de transformacin (4.2) que establece la correspondencia entre el radio vector r de un punto desde el sistema jo al espacio
y el correspondiente r del mismo punto desde el sistema jo al cuerpo,
derivando respecto del tiempo a ambos miembros, se obtiene:
r
r r r
r R r r ;
(4.47)
(4.52)
(4.53)
271
El cuerpo rgido
r
r
r
r1 1 r1
(4.54 a)
r
r
r
r2 2 r2 .
(4.54 b)
) (
) (
(rr2 rr1) dtd (rr2 rr1) [(r 2 r1) rr1] (rr2 rr1) ,
(4.56)
en donde el primer trmino de la derecha en (4.55) ha desaparecido debido a la propiedad bsica del triple producto escalar, que permite intercambiar el punto por la cruz y el hecho de que el producto vectorial de
un vector por s mismo es siempre igual a cero.
Haciendo uso de la misma propiedad fundamental del triple producto
escalar, as como del hecho de que dos puntos materiales cualesquiera de un
cuerpo rgido, por denicin, permanecen siempre a la misma distancia mutua, se obtiene de (4.56) que:
1
2
r
r
d r r 2
r r
r2 r1 ( 2 1 ) r2 r1 0
dt
(4.57)
si los dos puntos que se consideran son arbitrarios y no necesariamente colineales con el origen, para que el resultado (4.57) sea vlido siempre, es
necesario que
272
r
r
1 2 .
(4.58)
En palabras, el resultado (4.58) muestra que, en efecto, los puntos materiales de un cuerpo rgido que pivotea alrededor de un punto jo giran
con la misma velocidad angular
.
Regresando a (4.53), existe otra circunstancia que es necesario traer a
cuento aqu en relacin con la descripcin de los vectores asociados con el
movimiento de un cuerpo rgido. Hay que percatarse primero que cualquier
entidad autnticamente vectorial; cualquier vector A que exprese alguna
propiedad del cuerpo rgido, al igual que el radio vector r, al describirse desde el marco de referencia (no inercial) jo al cuerpo, tiene una relacin con
el marco jo en el espacio (inercial) que esencialmente es la misma siempre;
esto es:
r
r
A R A ,
(4.59)
siendo, como ya es costumbre, A el vector desde el marco jo en el espacio;
R la matriz que describe el pivoteo y A el correspondiente objeto vectorial
descrito desde el marco jo en el espacio. Ahora bien, si se calcula la derivada temporal a ambos miembros de (4.59) se tiene que, por las propiedades de la transformacin:
r
r r r
A R A A ,
(4.60)
esto es, que nuevamente aparece la velocidad angular multiplicando vectorialmente al vector original A. Esto es as siempre.
Por otra parte, si en efecto A es el vector observado desde el marco jo
al cuerpo, entonces por denicin, A debe ser nulo as que
r r r
A A .
(4.61)
Este resultado conduce a una conclusin interesante y que ser en adelante de gran utilidad para el desarrollo ulterior de la mecnica del cuerpo
rgido, a saber, que la derivada temporal de cualquier ente vectorial que se
use para describir propiedades fsicas del cuerpo rgido, es equivalente a
273
El cuerpo rgido
multiplicar ese vector, vectorialmente por la velocidad angular. O expresado de otro modo: la derivada temporal es equivalente a multiplicar vectorialmente por
:
r
d
.
dt
(4.62)
Por el momento este resultado quedar aqu listo para ser utilizado posteriormente en la dinmica del cuerpo rgido. Para continuar con el tema es
necesario ahora hacer otras consideraciones importantes.
A estas alturas se est en posibilidad de iniciar el estudio de los parmetros que caracterizan los pivoteos de los cuerpos rgidos. Como ya se vio
anteriormente, deben ser, a lo ms, tres y las llamadas rotaciones simples
aquellas que toman como eje de giro a uno de los ejes coordenados
solamente requieren de un parmetro para describirse. Este parmetro es un
ngulo; por lo tanto cabe pensar que un pivoteo general puede ser descompuesto en una sucesin de tres rotaciones simples para su estudio. Esto es
precisamente lo que propuso Leonhard Euler a principios del siglo XVIII.
La forma como Euler propuso las rotaciones simples con los ngulos
que llevan su nombre es la siguiente: Considrese un cuerpo rgido cualquiera que pivotea en el espacio, con un punto jo.
Un sistema coordenado cartesiano jo en el espacio (inercial) tiene su eje
en el pivote del cuerpo rgido; es decir, en el punto que permanece fijo
durante el movimiento y apunta en cierta direccin ja en el espacio; por
ejemplo, en la direccin de la estrella polar, u otro cuerpo celeste lejano.
El sistema coordenado cartesiano jo al cuerpo (no-inercial) se construye, como ya se haba explicado, tomando como eje de las cotas (OZ) al
eje de giro del cuerpo y una vez escogida esta direccin, los otros dos ejes
del sistema se trazan simplemente perpendiculares a ese eje de las cotas y
perpendiculares entre s. El origen del sistema jo en el cuerpo es el pivote,
de manera que ambos sistemas coordenados coinciden en ese punto.
La inclinacin del eje de las cotas OZ del sistema jo en el cuerpo, con
respecto al eje Oz del sistema fijo en el espacio, se denotar en adelante
por y este ngulo ser llamado ngulo de nutacin.
Ahora bien, el eje OZ jo al cuerpo, por construccin es normal al plano XOY de este mismo sistema, del mismo modo que el eje Oz del sistema
jo al espacio es perpendicular al plano xOy, as que al inclinarse el cuerpo
274
z
Z
plano XOY
plano x Oy
l.n.
Figura 4.3.1. El eje OZ del cuerpo y el eje Oz del sistema jo en el espacio forman
un ngulo . Es el mismo que se forma entre el plano XOY del sistema jo al cuerpo y xOy del fijo en el espacio. La lnea comn de ambos planos es la lnea de
nodos (l.n.).
rgido, con l se inclina su eje OZ y simultneamente, su plano XOY con respecto al plano xOy del espacio; as que ambos planos tambin forman un
ngulo entre s, tal como se muestra en la gura 4.3.1. En esta gura y
en las siguientes se omitir al cuerpo y slo se dibujarn los ejes y planos
relevantes para no obscurecer la interpretacin.
Dos planos que se intersectan, lo hacen en una lnea. En este caso, los
planos xOy y XOY se intersectan en la llamada lnea de nodos. Esta lnea
debe recordarse en lo sucesivo, es comn a ambos planos en todo momento y no es ja, sino que gira u oscila alrededor del origen comn O,
conforme el cuerpo rgido pivotea. La lnea de nodos no necesariamente
corresponde al eje de las abscisas, ni del sistema jo en el espacio, ni del
sistema jo al cuerpo. En algn breve instante puede ocurrir que ambas;
la lnea de nodos y el eje de las abscisas de alguno de los dos sistemas
coordenados coincidan, pero, siendo mvil, un momento despus apuntar en otra direccin.
275
El cuerpo rgido
z
Z
0
x
l.n.
nutacin
precesin
rotacin
Lo interesante de estos parmetros es que 1) sirven para describir completamente los pivoteos del cuerpo rgido y 2) se pueden denir en forma
276
Plano XOY
0
Plano
xOy
l.n.
277
El cuerpo rgido
278
sen 0
cos 0
0
1 .
(4.63)
(4.64)
279
0
sen
cos .
(4.65)
El cuerpo rgido
(4.66)
(4.67)
Cada una de las matrices consideradas hasta ahora cumple con las propiedades para las matrices de rotacin, como se puede comprobar directamente de su denicin. Tanto la matriz D como la C satisfacen que:
det D det C 1
(4.68)
DDT CC T 1
(4.69)
(C D )T (C D ) DT C T C D 1
(4.70)
(4.71)
280
0
sen
cos .
(4.72)
sen
cos
0
0
0
1 .
(4.73)
Con esta rotacin, el radio vector r al punto del cuerpo rgido (un punto cualquiera) sufre una ltima transformacin:
r
r
R B r .
(4.74)
Pero haciendo uso nuevamente de la propiedad transitiva de las rotaciones; de acuerdo con (4.67) y (4.74) se obtiene que:
r
r
R B C D r ,
(4.75)
o bien, deniendo
R B C D
(4.76)
r
r
R R r
(4.77)
se consigue la expresin
que liga al radio vector r a un punto material del cuerpo rgido desde el
sistema coordenado jo en el espacio, con el radio vector R a ese mismo
punto material, desde el sistema coordenado jo al cuerpo. As, el objetivo
se ha cumplido: transformar del sistema jo al espacio, al sistema jo al
cuerpo mediante una sucesin de tres rotaciones simples. Un pivoteo
281
El cuerpo rgido
(4.78)
RT DT C T BT .
(4.79)
donde
Hay un aspecto de los ngulos de Euler que es especialmente interesante para el estudio ulterior de la mecnica del cuerpo rgido: a primera vista
parecera que Euler eligi los parmetros y las rotaciones simples asociadas a ellos de manera un tanto caprichosa y que tal vez se hubieran podido
escoger estas cosas siguiendo otro criterio. La verdad es que, si se piensa un
poco sobre ello, se ver que nada hay de caprichoso o arbitrario en la secuencia de rotaciones simples que propuso el genio suizo para hacer la sntesis de los pivoteos de un cuerpo rgido. Cuando un cuerpo as ejecuta
sus movimientos alrededor de un punto fijo, se puede observar que, en
efecto, adems de girar alrededor de un eje de rotacin instantneo, precede y nuta. La composicin de estos tres movimientos da como resultado el
pivoteo. En la gura 4.3.4, se muestran esos tres movimientos y los ejes alrededor de los cuales se realizan: nutacin alrededor de la lnea de nodos,
precesin, alrededor de la vertical (el eje de las cotas del marco inercial) y
la rotacin alrededor del eje instantneo de giro del cuerpo.
Para describir vectorialmente las velocidades angulares de nutacin, de
precesin y de rotacin, se puede tomar cada uno de los ejes alrededor
de los cuales
se han denido estas cantidades; por ejemplo, la velocidad de
282
z
Z
l.n.
0
0 .
(4.80)
283
El cuerpo rgido
0
0
(4.81)
(4.82)
.
El vector velocidad angular
del cuerpo rgido; ese que describe la
rapidez con que el cuerpo pivotea, as como la direccin y el sentido del
pivoteo, debe estar descrita desde un solo marco de referencia; bien sea el jo
en el espacio o el que est fijo al cuerpo. No sirve tener tres expresiones
para las velocidades angulares, como las (4.80), (4.81) y (4.82), si stas se
reeren a sistemas diferentes. Entonces hay que buscar la forma de expresarlas a todas ellas en un mismo marco de referencia, mediante la aplicacin
de las transformaciones adecuadas.
Por ejemplo, si se desea describir los pivoteos desde el sistema de coordenadas fijo en el espacio; el sistema inercial, entonces es de observarse lo
siguiente:
Supngase que el vector velocidad angular
se escribe como la suma
de uno que sea el vector de precesin
PRE ms el vector de nutacin
NUT,
ms el vector de rotacin
ROT; esto es:
r r
r
r
PRE NUT ROT .
(4.83)
El primer trmino de la derecha en (4.83) debe reconocerse de inmediato como el vector (4.82):
284
0
r
PRE 0
(4.84)
r
NUT DT
0
0
(4.85)
NUT
cos sen 0
sen cos 0
0
0
1
0
0 ,
esto es:
cos
NUT sen
0
.
285
(4.86)
El cuerpo rgido
0
0
(4.87)
.
Lo anterior es equivalente, si se recuerda (4.63), (4.65) y (4.73), as
como la regla de transposicin de un producto de matrices a lo siguiente:
cos sen 0
r
ROT sen cos 0
0
0
1
1
0
0
0 cos sen
0 sen cos
0
0
(4.88)
sen sen
r
ROT sen cos
(4.89)
cos
que son las componentes del vector de rotacin, descritas desde el sistema
de coordenadas fijo en el espacio. Ahora, regresando a (4.83), se puede
dar la descripcin completa del vector de velocidad angular del cuerpo
rgido que pivotea alrededor de un punto fijo, desde el sistema coordenado jo en el espacio. En efecto, sumando las tres contribuciones al vector velocidad angular (4.84), (4.86) y (4.89) se obtiene que:
286
(4.90)
Si lo que se desea es expresar al vector de velocidad angular desde el sistema jo al cuerpo, se puede proceder con la misma estrategia que se sigui
anteriormente, pero ahora partiendo del hecho que la velocidad de rotacin,
tal como aparece en (4.81) es el punto de partida; esto es que esa velocidad
no va a sufrir transformacin alguna y se expresa tal como est:
0
r
ROT 0
.
Ahora hay que transformar las dems expresiones inteligentemente, a n
de dejarlas correctamente formuladas en el mismo sistema de coordenadas.
Al nal, lo que va a resultar es lo siguiente:
287
El cuerpo rgido
z
sen
cos
cos
cos
sen sen
sen
X
sen cos
cos
l.n.
r
r
R
(4.92)
288
(4.93 a)
(4.93 b)
z cos
(4.93 c)
289
El cuerpo rgido
290
291
El cuerpo rgido
z
dm
dm
h
rr
(4.94)
esto es, el producto vectorial del radio vector por su cantidad de movimiento. Entonces, si se desea saber cul es el vector de momento angular de todo
el cuerpo, hay que integrar;
r
h
(r r ) dm .
(4.95)
Realizar esta integracin sobre la masa del cuerpo es, en general, imposible, ya que para hacerlo se debe conocer
la dependencia que tienen el radio
292
siempre es dividir y multiplicar el integrando en (4.95) por el elemento diferencial de volumen del cuerpo; de este modo, una integral sobre la masa M
se convierte en una, ms fcil en general, sobre el volumen del cuerpo:
r
h
(r r ) dV
(4.96)
donde es la llamada densidad de masa del cuerpo, denida como la razn de su masa a su volumen; i.e.:
dm
.
dV
(4.97)
[r ( r )]dV .
(4.98)
r
r
r
rr
1 r r dV .
(4.99)
293
El cuerpo rgido
(4.101)
(4.102)
con
i , j 1, 2, 3.
O bien, matricialmente y usando coordenadas cartesianas:
( y
xydV
V
xzdV
V
xydV
z 2 dV
V
2
( x
xzdV
V
yzdV
V
V
2
( x
294
yzdV
z 2 dV
y 2 dV .
(4.103)
No hay por qu alarmarse de ver una cosa con una apariencia tan feroz como esta que se muestra en (4.103). Se trata de una simple matriz.
Es una matriz cuyos elementos deben calcularse. Son estos, en efecto, las
integrales sobre el volumen del cuerpo rgido y que toman en cuenta,
adems, cul es la distribucin de masa del mismo, a lo largo y ancho de
su propia geometra. A esta matriz se le conoce como el tensor de inercia
del cuerpo.
Los elementos del tensor de inercia (4.103) tienen las unidades de masa,
multiplicadas por el rea y si se observa con detenimiento, estn agrupados
en una forma singular dentro de la matriz. En efecto, a lo largo de la diagonal principal de (4.103) aparecen los trminos
(4.104 a)
(4.104 b)
(4.104 c)
I xx y 2 z 2 dV ,
V
I yy x 2 z 2 dV ,
V
I zz x 2 y 2 dV ,
V
a los cuales se les denomina momento de inercia alrededor del eje Ox, momento de inercia alrededor del eje Oy y momento de inercia alrededor del eje
Oz, respectivamente.
Por su parte, los trminos fuera de la diagonal principal en la frmula
(4.103) se repiten por pares; son tres y tienen la forma:
(4.105 a)
(4.105 b)
Pxy xy dV Pyx ,
V
Pxz xz dV Pzx ,
V
295
El cuerpo rgido
Pyz yz dV Pzy ,
(4.105 c)
I xx
Pxy
Pxz
Pxy
I yy
Pyz
Pxz
Pyz
I zz .
(4.106)
Otro aspecto del tensor de inercia de un cuerpo rgido, que es necesario observar, es que durante su pivoteo, los valores de las coordenadas de los
puntos materiales del cuerpo cambian si se observan desde el marco de referencia jo en el espacio. En efecto, un observador inercial, parado justo
en el origen de su sistema de coordenadas, ver cmo el cuerpo, con todos
sus puntos materiales, le pasan enfrente una y otra vez mientras el cuerpo
nuta, precede y gira, as que el clculo de los momentos y los productos de
inercia, an que se trate de un cuerpo con densidad uniforme, se convierte en un problema complejsimo, ya que las coordenadas materiales son
variables en el tiempo. Por lo tanto, independientemente de que los elementos del tensor de inercia puedan ser calculados, todos ellos son variables
pues desde el marco fijo en el espacio cambiarn sus valores de un instante al siguiente.
Por su parte, si ahora se imagina al observador cuyo sistema de coordenadas pivotea con el cuerpo, las cosas son muy distintas; para l las coordenadas de los puntos materiales parecen estar quietas, jas y por lo tanto,
para este observador, los momentos de inercia y los productos de inercia
resultan ser constantes. Este es el resultado que ser aprovechado para la
descripcin del movimiento de los cuerpos rgidos de inmediato, pues, si
se escribe el vector de momento angular h desde el marco jo al cuerpo,
siguiendo la frmula general (4.100):
r
r
h I ,
(4.107)
296
donde todas las literales llevan una prima en la parte superior derecha, indicando que son evaluadas desde el marco jo en el cuerpo.
Cabe recordar que la ley de transformacin que permite expresar a las
componentes de un vector desde este marco, a partir del marco jo en el espacio, es aquella que se describi en general en (4.59), que si se aplica al
vector de momento angular da como resultado lo siguiente:
r
r
h R h ,
(4.108)
siendo R la matriz de rotacin. Pero la expresin anterior se puede rescribir como:
r
r
h R I RT R ,
(4.109)
que muestra claramente las propiedades de transformacin:
I R I RT
(4.110 a)
r
r
R .
(4.110 b)
Ahora se pueden usar las frmulas (4.108), (4.109) y (4.110) para calcular la derivada temporal del vector de momento angular:
r
r
r d
r
h R I RT R R I RT R
R I RT R ; (4.111)
dt
(4.112)
297
El cuerpo rgido
r r
N h .
(4.113)
(4.114)
Estas son las clebres ecuaciones de Euler que permiten estudiar los pivoteos de cualquier cuerpo rgido alrededor de un punto jo en el espacio.
Las ecuaciones de Euler (4.114) son tpicas de la mecnica clsica. Se
trata de expresiones que vinculan las causas (las torcas) con los efectos que
ellas provocan en los cuerpos que se encuentran en cierto estado inicial
de rotacin. Estos efectos son siempre del mismo tipo general; esto es:
cambian su estado de pivoteo (su momento angular).
Se les llama ecuaciones (4.114) porque no hay que olvidar que son vectoriales, as que se trata de tres componentes que es necesario plantear en
general, para hallar el cambio de la conducta de rotacin de un cuerpo
rgido. Casi siempre, a excepcin de ciertos casos extraordinariamente
simples, simtricos e ideales, las ecuaciones diferenciales de Euler son muy
complicadas. Tanto as, que a la fecha solamente unos cuantos problemas
tpicos han podido resolverse en forma analtica, cerrada.
En principio, las frmulas que se tienen para describir las torcas son
escasas. A excepcin de aquellas que provienen de las bien conocidas
fuerzas conservadoras y que se discutieron en secciones anteriores, torcas ms
complicadas dan lugar a ecuaciones diferenciales sumamente complejas.
Supngase que, en efecto, cierta torca N se aplica sobre un cuerpo
rgido. Para hacer posible una primera integral del movimiento imagnese
que esa torca proviene de una fuerza conservadora F . Si se describe el
sistema desde el sistema de coordenadas jo en el cuerpo, se tiene que cumplir que:
r
r
N I .
(4.115)
Se ha escogido como marco de referencia al sistema jo en el cuerpo para
simplicar un poco las ecuaciones diferenciales, pues, como se recordar
de la discusin previa, desde este sistema de coordenadas, los momentos de
inercia y los productos de inercia del cuerpo son todos, constantes.
298
r
r
1
I
2
).
(4.116)
(4.117)
(4.118)
en otras palabras, la energa cintica rotacional es un invariante (no constante sino invariante) ante transformaciones de coordenadas, como puede demostrarse muy fcilmente si se aplica la transformacin R a cada
uno de sus elementos, de acuerdo con (4.110).
Por su parte, el trmino de la izquierda en (4.116) tambin puede reducirse en el caso de fuerzas conservadoras, pues:
r
r r
r r
r r r r r
N r F ( r ) F r F
(4.119)
siendo U la energa potencial correspondiente a la fuerza F . Entonces, sustituyendo el resultado (4.119) en (4.116) y haciendo uso de la denicin
(4.117), se llega a la siguiente frmula:
299
El cuerpo rgido
TR U E R
(4.120)
que no es otra cosa que la frmula para la conservacin de la energa rotacional total ER, como la suma de la energa cintica rotacional y la energa
potencial que genera la torca. En todo caso, se trata de una primera integral
de las ecuaciones de movimiento de Euler (4.114).
El n ltimo que se persigue al plantearse matemticamente un problema sobre el movimiento de un cuerpo rgido que pivotea alrededor de un
punto fijo, es la determinacin de sus parmetros como funciones del
tiempo. En este caso sera, pues, llegar a saber qu funciones del tiempo son
los ngulos de Euler.
Aqu se trata de aplicar nuevamente la rutina general, aquella estrategia que se estableci muy al principio de este libro para resolver los problemas de la mecnica: comenzando con las ecuaciones diferenciales de
Euler (que son las que se deben utilizar siempre que se de un problema
de esta naturaleza), se deben proponer las ecuaciones constitutivas; esto es,
las frmulas empricas correspondientes al caso particular que se estudia.
Aqu, hablar de ecuaciones constitutivas signica proponer las frmulas
para la torca vectorial. Una vez establecidas las ecuaciones diferenciales,
se procede a integrarlas. Dado que se trata de ecuaciones diferenciales
de segundo orden, es necesario realizar dos integraciones por cada una de
ellas.
Que las ecuaciones de Euler son, en efecto, de segundo orden se ve de
inmediato si se observa que en el miembro de la izquierda de (4.114)
aparece la primera derivada temporal de la velocidad angular y sta, a su vez,
contiene las primeras derivadas de los ngulos de Euler, como se aprecia en
(4.91) o (4.92).
Una vez realizada la doble integracin e impuestas las condiciones iniciales correspondientes, se debe llegar a la meta deseada: expresar a los ngulos
de Euler (o los parmetros que se hayan usado para describir el movimiento), en funcin del tiempo; esto es:
(t )
(t )
(t ) .
300
r
I E R U ( , , ) .
(4.121)
301
El cuerpo rgido
Figura 4.4.2. El vector velocidad angular precede alrededor del vector de momento angular.
302
(4.124)
As, si R representa al vector cuyos elementos son cada uno de los tres
vectores de la base del sistema de ejes principales, entonces, por su propia
definicin, al proyectarse el tensor de inercia I, sobre sus respectivas direcciones, dan como resultado a la matriz unidad 1 multiplicada por un
factor que es la dilatacin de los ejes. Pasando el miembro de la derecha de
(4.124) a la izquierda y factorizando, se obtiene lo siguiente:
r
(4.125)
(I 1 ) R 0.
La expresin anterior se puede contemplar ahora como un sistema de
tres ecuaciones algebraicas lineales de primer grado, simultneas, que son
homogneas. Para hallar los coeficientes que las resuelven, es necesario
plantearse el hecho de que su determinante debe ser nulo, puesto que las
componentes de R son linealmente independientes. Entonces:
det(I 1 ) 0 ,
(4.126)
o equivalentemente:
I xx
0 Pxy
Pxz
Pxy
I yy
Pyz
303
Pxz
Pyz
I zz .
(4.127)
El cuerpo rgido
3 A2 B C 0
(4.128)
llamada la ecuacin caracterstica, cuyos coecientes A, B y C son los invariantes principales, denidos respectivamente como:
A Tr (I )
(4.129 a)
menores (I )
(4.129 b)
C det(I ) .
(4.129 c)
Hace ya muchos aos que se sabe cmo resolver una ecuacin cbica
como la que se presenta en (4.128). De hecho, un joven nacido en 1499
en Bresia, una pequea ciudad al noreste de Italia, cuyo nombre original
era Nccolo Fontana, fue el primero en proponer un mtodo para resolverla. En 1512, durante el saqueo que hizo el ejrcito francs que invadi Italia, el jovencito Nccolo qued en medio de una estampida de los
caballos montados por los franceses, que recorran las lodosas y encharcadas calles de la ciudad, destruyendo todo lo que a su paso encontraban.
Uno de los soldados, enloquecido por la lujuria del saqueo, asest al nio
varios sablazos en la cabeza, as noms, sin saber ni quin era, ni por qu y
sigui su loco galope hiriendo a otros desdichados que, al igual que Nccolo,
haban tenido la psima suerte de cruzarse en su camino. El pobre muchacho cay al suelo en cuanto recibi los golpes. Otros caballos pasaron
por encima de aquel bulto enlodado y ensangrentado y con sus cascos le
provocaron varias fracturas; en el brazo, en el trax y en el maxilar, que
ya de por s haba sido cortado con uno de aquellos tajos. Cuando ya
todo haba pasado y la calma regres al lugar, los aterrorizados habitantes
de Bresia salieron poco a poco de sus escondites para tomar cabal conciencia de las prdidas y los daos que aquellos brbaros les haban inigido. La madre de Nccolo, despus de buscarlo en varias partes lo hall
medio muerto. Estaba casi irreconocible por el lodo y por la sangre y as
304
305
El cuerpo rgido
306
307
El cuerpo rgido
( I1 ) ( I 2 ) ( I 3 ) 0 ,
(4.130)
donde I1, I2 e I3 son tales races, a las cuales en adelante se les nombrar los
momentos principales de inercia del cuerpo rgido.
La forma factorizada (4.130) se puede entender como la resolucin del
determinante original (4.126) para el caso en que la matriz I sea diagonal;
esto es
I1
I 0
0
0
I2
0
0
0
I3 .
(4.131)
308
I1 x ( I 3 I 2 ) y z N x ,
(4.132 a)
I 2 y ( I1 I 3 ) x z N y ,
(4.132 b)
I 3 z ( I 2 I1 ) x y N z .
(4.132 c)
(I
2
2
2
1 x I 2 y I 3 z
) U ( , , ) E
(4.134)
en el caso que la torca provenga de una fuerza que a su vez se pueda expresar como el gradiente de la energa potencial U, tal como se demostr
anteriormente.
Ahora s, con todo el herramental desarrollado hasta este punto, es
posible comenzar a atacar algunos problemas de la mecnica del cuerpo
rgido.
De todos, el ms simple, es el caso de un cuerpo rgido que gira sobre un
punto jo, pero que ninguna torca acta sobre l. Claramente, si la torca
es nula, entonces, de acuerdo con la ley para las torcas y el cambio de momento angular, ste ltimo debe permanecer constante. As, si h es constante, entonces se puede tomar al vector como referencia. Este vector
determina as una direccin invariante en el espacio, tal como se muestra
en la gura 4.4.3.
Igualmente, recordando el resultado (4.122) que es aplicable en este
caso, se observa que
r r
h const.,
309
El cuerpo rgido
poloda
Figura 4.4.3. El vector velocidad angular genera un plano invariante con sus
proyecciones sobre la direccin invariante h.
es decir que
tiene una proyeccin constante sobre la direccin invariante dada por h. Entonces
puede preceder alrededor de h, tal como
se muestra en la figura 4.4.3, generando as un plano que tambin es
invariante. La lnea que traza
sobre el plano invariante se conoce como
la poloda.
Pero en la descripcin de los ejes principales, el vector de momento angular es como se dio en (4.133), as que el producto escalar de este vector,
por el de la velocidad angular da como resultado:
I1 x2 I 2 2y I 3 z2 2TR (const.),
(4.135)
o bien, dividiendo por la constante, miembro a miembro de (4.135), se obtiene la sugestiva expresin siguiente:
310
x2
2TR
I
2
2y
2TR
I
2
z2
2TR
I
1,
(4.136)
que es la frmula para un elipsoide cuyos semi ejes estn dados por los
denominadores
a
2TR
,
I1
(4.137 a)
2TR
,
I2
(4.137 b)
2TR
.
I3
(4.137 c)
As, se puede imaginar que el movimiento del vector de momento angular sobre el plano invariante de la figura 4.4.3, que va trazando sobre la
poloda, corresponde a la sucesin de puntos de contacto del elipsoide
descrito en (4.136) con el plano invariante, tal como se muestra en la gura 4.4.4.
Si bien el elipsoide se despliega en un espacio no fsico, donde los ejes
coordenados son
x,
y y
z, permtase hacer la superposicin de ambas
guras: el plano invariante y el propio elipsoide, con la nalidad de interpretar mejor los resultados.
De acuerdo con la gura 4.4.4, el origen O donde parten los vectores
h y
en el espacio, se puede usar igualmente como el centro del elipsoide.
El punto de contacto del elipsoide con el plano invariante es la punta del
vector de velocidad angular
r
i x j y k z
311
El cuerpo rgido
plano invariante
poloda
Figura 4.4.4. El elipsoide de Poinsot tiene un punto de contacto con el plano invariante. Ese punto traza la poloda mientras el elipsoide rueda sin resbalar sobre el
plano.
generado por el elipsoide y al rodar ste, sin resbalar sobre el plano invariante, traza la poloda.
Lo realmente importante de estas deducciones es que, conocido el momento angular h, se obtiene para este caso una direccin invariante en el
espacio. Con las proyecciones del vector de velocidad angular sobre h se
genera un plano, el plano invariante, sobre el cual el vector de velocidad
angular traza la poloda. Y para poder resolver el vector de velocidad angular en sus tres componentes
x,
y y
z (que por cierto es la nalidad de
este estudio), se usa el hecho que ese punto que emigra sobre el plano
invariante corresponde al rodamiento de un elipsoide que se construye
con centro en el origen comn de h y
y cuyos semiejes estn en las
direcciones de
x,
y y
z, respectivamente. As, el problema del cuerpo
rgido sin torcas puede tener una solucin geomtrica.
312
Por cierto, al elipsoide, en muchos textos, se le da el nombre de elipsoide de Poinsot, en honor de quien lo propuso por primera vez como un
mtodo de solucin.
Por otra parte, al rodar sin resbalar en el plano invariante, el elipsoide de
inercia va trazando sobre su propia supercie otra curva; es la curva que sigue el punto de contacto (la punta del vector de velocidad angular
) con
el plano. Esta curva recibe el nombre de herpoloda.
Adems, si se acude ahora a la frmula (4.133) para el vector de momento angular, tomando el cuadrado de la magnitud del vector se obtiene:
I12 x2 I 22 2y I 32 z2 h 2 (const.) ;
(4.138)
x2
h
I1
2
2y
h
I2
2
z2
h
I
3
1.
(4.139)
h
,
I1
(4.140 a)
b*
h
,
I2
(4.140 b)
c*
h
.
I3
(4.140 c)
Se trata de un nuevo elipsoide, con semi ejes diferentes a los del elipsoide
de Poinsot. Este elipsoide tiene sus semi ejes orientados en las mismas di-
313
El cuerpo rgido
Figura 4.4.5. Los dos elipsoides del cuerpo rgido se intersecan en la herpoloda.
314
Satlites artificiales
zk
x y
Figura 4.5.1. Un cilindro con masa uniforme gira con velocidad angular
, libre
de torcas externas. El vector
xy es la proyeccin de
sobre el plano principal x0y
del cuerpo.
(4.141)
por su parte, el tercer momento principal de inercia, se supondr diferente a los anteriores; sea:
315
El cuerpo rgido
I3 I .
(4.142)
Las ecuaciones de Euler para este caso son, por consiguiente, las siguientes:
I 0 x ( I I 0 ) y z 0 ,
(4.143 a)
I 0 y ( I I 0 ) x z 0 ,
(4.143 b)
I z 0 .
(4.143 c)
z k (const.) .
(4.144)
(4.145)
las ecuaciones diferenciales (4.143 a) y (4.143 b) se pueden rescribir de manera sencilla como:
x J y ,
(4.146 a)
y J x .
(4.146 b)
Sea ahora
2
xy
x2 2y
316
(4.147)
Satlites artificiales
xy const.,
(4.148)
(4.149)
x J 2 x .
(4.150)
x (t ) x 0 cos( Jt ) 1J x 0 sen ( Jt ) ,
(4.151)
y (t ) y 0 sen ( Jt ) 1J y 0 cos ( Jt ).
317
(4.152)
El cuerpo rgido
x2
2TR
I
2
2y
2TR
I
2
k2
2TR
I
1;
o bien, simplicando:
x2 2y
2TR k 2 I
.
I0
(4.153)
Lo que se ha obtenido no es un elipsoide, sino la ecuacin de una circunferencia, centrada en el origen Oy con un radio
r
2TR k 2
.
I0
x2 2y
h 2 k 2I 2
I 02
(4.154)
2 I 0 TR 12 Ik 2 h 2 I 2k 2 ,
318
Satlites artificiales
Ik
h
0
I0
x y
x2 2y
h 2 k 2I 2
I 02
(4.155)
De los resultados anteriores se desprenden algunas consideraciones interesantes. As, desde el sistema de coordenadas de ejes principales, jo al
cuerpo, el momento angular es un vector constante en magnitud, con una
proyeccin constante sobre el eje principal de cotas y que siempre apunta
en alguna direccin sobre el plano formado por las componentes
xy y k ,
que gira con rapidez angular constante J. En la gura 4.5.2 se muestra este
resultado.
Pero por otra parte, si se observa al cuerpo desde el sistema de coordenadas jo en el espacio, las cosas se ven un poco diferentes: Como no
319
El cuerpo rgido
Figura 4.5.3. Desde el sistema de coordenadas jo en el espacio el vector precede alrededor del vector constante h.
320
Satlites artificiales
sobre un punto jo en el espacio, se puede hacer la sustitucin de las componentes de la velocidad angular dadas en las frmulas (4.91) en trminos
de los ngulos de Euler para el sistema coordenado fijo en el cuerpo.
Haciendo esto se obtiene para la tercera de las componentes de
, tal
como lo implica (4.143 c):
cos k (const.).
(4.156)
(4.157 a)
sen
cos ( I I ) k 0 .
I 0
0
Multiplicando ahora miembro a miembro de la expresin anterior
por sen , se obtiene, despus de arreglar los trminos de ella convenientemente,
321
El cuerpo rgido
d
I 0 sen 2 Ik cos 0 .
dt
Esta ecuacin puede ser integrada de inmediato, dando como resultado lo
siguiente:
I 0 sen 2 Ik cos Ia ,
(4.158)
de precesin :
I (a k cos )
.
I 0 sen 2
(4.159)
As, ha sido posible despejar completamente las variables. Tal como aparece la expresin (4.159) se puede proceder a integrar siempre que se conozca qu funcin del tiempo es el ngulo .
Para despejar an ms las variables y estar en condiciones de integrarlas, es necesario buscar otra informacin que pueda ser de utilidad. Este
objetivo se puede cumplir con la frmula (4.134) para la conservacin
de la energa total rotacional. Para este caso en el que no hay torcas externas y que el cuerpo tiene simetra axil, la expresin es particularmente
simple:
1I
2 0
2
2
x y
)
1 I 2 E .
z
R
2
(4.160)
Sustituyendo en la frmula anterior las expresiones (4.93) para las componentes de la velocidad angular descritas en trminos de los ngulos de
Euler y sus derivadas, para el sistema de coordenadas de ejes principales,
jo al cuerpo, se obtiene de (4.160) lo siguiente:
1I
2 0
2 sen 2 12 I cos
322
ER .
(4.161)
Satlites artificiales
(4.162)
; u 1, 1
(4.163)
I
2
2E *
1 u 2 (a ku ) ,
I0
I
0
(4.164)
(4.165)
(4.166)
I
2
2E *
f (u )
1 u 2 (a ku ) .
I0
I0
323
(4.167)
El cuerpo rgido
Esta funcin posee algunos rasgos que la hacen interesante. Por ejemplo,
se puede ver que cuando u adquiere los valores 1 o 1, que son las cotas superior e inferior para esta variable, la funcin es negativa; esto es:
f (1) < 0 .
Pero si se calcula su primera derivada se puede observar que posee, as
mismo, un extremo en
2
ue
I
2k a
I0
2
I
4E *
2 k2 ,
I0
I0
2E * I 2
a ,
I0
I0
324
(4.168 a)
Satlites artificiales
f(u)
1
1
u1
u2
Figura 4.5.4. Diagrama u vs f (u) de la funcin f (u) en (4.311). La regin sombreada es la nica donde pueden darse soluciones reales al problema.
(4.168 b)
I
B 2 ka ,
I0
2
2E * I 2
C
k
I0
I0
(4.168 c)
tales constantes. Con este arreglo de los coecientes de la funcin, se puede ahora establecer la cuadratura a partir de (4.166) y (4.168):
u
t t 0
u0
du
A Bu Cu 2
325
(4.169)
El cuerpo rgido
B
2C
4 AC
1 1 2 cos
B
( Ct ) .
(4.170)
B
4 AC
1
,
2C
B 2
( Ct ).
(4.171)
Esta frmula muestra que el cuerpo nuta peridicamente, con un perodo que es inversamente proporcional a la raz de C (vase gura 4.5.5).
T
2
C
(4.172)
4 AC
B2
1
I2
k2 a2 .
2E * I 0
326
(4.173)
Satlites artificiales
1
2
Figura 4.5.5. El eje OZ del sistema coordenado fijo al cuerpo precede y nuta
alrededor del eje Oz, describiendo una gura como la que se muestra, sobre una esfera de radio unidad centrada en el origen comn.
Por otra parte, el coeciente a que apareci por primera vez en (4.158)
es una constante an sin determinar. Entonces se puede escoger en este momento, convenientemente, tal que
a2 k2
2E * I 0
I2
(4.174)
B k
2C a
327
(4.175)
El cuerpo rgido
(4.176)
que hace ver que el cuerpo precede alrededor del eje vertical del sistema jo
en el espacio con una velocidad angular constante.
Finalmente, con los resultados (4.175) y (4.176) es posible ahora
regresar a la frmula (4.156) y despejar la velocidad angular de rotacin:
(
I 0 I )k
I0
(4.177)
Nuevamente ha aparecido que la velocidad de rotacin del cuerpo alrededor de su eje de simetra es constante.
El problema ha quedado resuelto. Bajo la perspectiva del plano invariante y el elipsoide de Poinsot y luego, haciendo uso de los ngulos de
Euler, se ha podido concluir que un cuerpo con simetra axil que pivotea
alrededor de un punto fijo en el espacio, libre de torcas externas, ejecutar un movimiento consistente en una rotacin alrededor de su eje de
simetra y una precesin alrededor de una direccin ja en el espacio, sin
nutacin.
Un satlite articial que est en una rbita alrededor de la Tierra puede servir como un ejemplo de un cuerpo rgido como el que se ha estudiado aqu. Si se fija el sistema de coordenadas al cuerpo, los resultados
obtenidos anteriormente son perfectamente aplicables a ese objeto. De
hecho, lo que se observa es precisamente el movimiento de rotacin y de precesin que se obtuvieron en los resultados (4.176) y (4.177). Normalmente, la precesin se trata de eliminar mediante condiciones iniciales adecuadas. As, si se le da suciente energa cintica rotacional inicial alrededor
del eje de simetra, se puede ver que en (4.165), la energa corregida E*
puede hacerse pequea; esto es, si
328
Satlites artificiales
1 Ik 2
2
ER ,
entonces
E * 0.
En estas circunstancias, de (4.174) se inere que ambas constantes de
integracin: a y k son cercanamente iguales en sus valores numricos. Por lo
tanto, observando (4.175) se ve que
cos 1.
En este caso, efectivamente, el cuerpo casi no precede y slo exhibe una
rotacin rpida alrededor de su eje de simetra.
Queda an la pregunta de si este pivoteo: rotacin ms precesin, sin nutacin, es un movimiento estable del cuerpo rgido. En seguida se atender
este asunto:
Nuevamente, considrese un cuerpo rgido que pivotea sobre un punto
fijo del espacio, libre de torcas. Como ya se vio, las ecuaciones de Euler para
este caso son:
I1 x ( I 3 I 2 ) y z 0 ,
(4.178 a)
I 2 y ( I1 I 3 ) x z 0 ,
(4.178 b)
I 3 z ( I 2 I1 ) x y 0 .
(4.178 c)
329
El cuerpo rgido
y de (3.178 c ): z 0 solo s x y 0.
Por ejemplo, en el primer caso; esto es, el de un cuerpo que pivotea con
su componente x de la velocidad angular constante;
x 0 (const.)
(4.179)
x 0 ,
(4.180)
las otras componentes del vector velocidad angular ya no tienen por qu ser
nulas, as que las ecuaciones de Euler para este nuevo estado de pivoteo del
cuerpo son:
0,
I1
(4.181 a)
I 2 y ( I 3 I1 ) 0 z ,
(4.181 b)
I 3 z ( I1 I 2 ) 0 y ,
(4.181 c)
(
y
I 3 I1 ) ( I1 I 2 )
I 2I 3
330
0 y ,
(4.182 a)
Satlites artificiales
(
z
I 3 I1 ) ( I1 I 2 )
I 2I 3
0 z .
(4.182 b)
( I1 I 2 ) ( I 3 I 2 ) < 0 .
(4.183)
x 0 const.;
(4.184)
331
El cuerpo rgido
( I I 0 )k y ,
I0
(4.185 a)
I 0 y ( I I 0 )k y .
(4.185 b)
I I0 2
y
k y,
I0
(4.186)
as que, haciendo uso de los resultados (4.182) se puede armar que el movimiento de un cuerpo como este, es estable siempre y que cualquier perturbacin que se introduzca en alguna de sus componentes de la velocidad
angular; bien sea
x u
y, tendern a apagarse espontneamente.
La dinmica del cuerpo rgido es de enorme utilidad para la ciencia y
para la ingeniera mecnica. Muchos aparatos requieren para su diseo de
las herramientas y los conceptos de esta disciplina. Ms adelante, cuando se vea la llamada mecnica analtica, habr de regresar al tema del
cuerpo rgido con el enfoque nuevo que este formalismo permite.
En el caso de los satlites articiales que son lanzados al espacio para colocarlos en rbitas circunterrestres bajas, muchas veces se requiere que al
girar en torno a la Tierra, su eje de simetra vaya girando tambin, de manera que el cuerpo presente siempre una misma cara hacia la supercie terrestre. Esto se hace en el caso de satlites de percepcin remota que deben
tomar fotografas de la supercie del planeta para nes meteorolgicos o de
prospeccin. El caso es que al satlite se le obliga a nutar a lo largo de su trayectoria orbital, con una velocidad de nutacin constante (o casi constante), de modo que realice su objetivo. Adicionalmente, cualquier precesin
del satlite alrededor del eje Oz es indeseable, as que desde el momento
mismo en que se libera el satlite desde la bodega del transbordador que lo
llev al espacio, se le da una velocidad de rotacin alrededor de su eje de
simetra y se le libera con cuidado a n de evitar en lo posible esa precesin.
En la gura 4.5.6 se muestra esquemticamente a un satlite articial
con simetra axil que orbita la tierra en una rbita circular y que ofrece
siempre la misma cara hacia la supercie del planeta.
332
Satlites artificiales
z
Z
l.n.
0 .
(4.187)
As que, imponiendo esta condicin sobre las frmulas para las componentes de la velocidad angular en trminos de los ngulos de Euler y sus
derivadas, dadas en (4.91) y (4.92) para el sistema jo al cuerpo, se tiene
para este caso:
x 0 cos ,
(4.188 a)
y 0 sen
(4.188 b)
z k (const.).
(4.188 c)
333
El cuerpo rgido
x 0 ,
(4.189 a)
y 0,
(4.189 b)
z k (const.).
(4.189 c)
(4.190 a)
y 0,
(4.190 b)
z k .
(4.190 c)
334
(4.191 a)
Satlites artificiales
(I I 0 )k (0 ) N y ,
(4.191 b)
Ahora, despejando a de (4.191), as como a de (4.191 b), se obtienen las siguientes relaciones:
Nx
,
I0
Ny
(I 0 I )k
(4.192 a)
0 .
(4.192 b)
(I 0 I )k N
I0
x.
(4.193)
(4.194)
335
El cuerpo rgido
M
y
Figura 4.5.7. Una masa M se pone a girar para provocar una torca N en el cuerpo.
k
l cos
Ml 2sen
(4.195)
336
Satlites artificiales
(I I 0 )k 2 sen ,
d 2
cos
dt
I0
(4.196)
0 ,
y por lo tanto
I I0
k.
I0
(4.197)
As que basta con poner a girar esa masa con una velocidad angular
constante, para conseguir una torca. Y para que esa torca sea la adecuada
para provocar la perturbacin que saque al satlite de su estado de movimiento original, es necesario adecuar los parmetros de giro, de modo que
la ecuacin (4.195) se satisfaga; esto es, que:
2
I I0 2 2
2
Nx M
k l sen sen ,
I0
(4.198 a)
I I0 2 2
2
Ny M
k l sen cos ,
I0
337
(4.198 b)
El cuerpo rgido
N z 0,
(4.198 c)
I I0
I 02
kl 2 sen 2 cos 0 .
(4.199)
2
,
T
(4.200)
1
1
,
k
o bien
I Mr 2 Ml 2 sen 2
2I 02
T ( I 0 I )k
(4.201)
338
339
El cuerpo rgido
340
sen 2 12 I 0 cos
E.
2
2E 0
I
1 u 2 0 (a ku) ,
I
I
E 0 E 12 I 0k 2 .
341
El cuerpo rgido
342