Metodos Didácticos Aplicados A FP

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5.

2 Métodos didácticos aplicados a la formación profesional


(Definida la didáctica como reflexión sobre la práctica educativa)

Delimitación de términos: Método. Técnica. Medio

• Método. El término viene del griego y significa «camino hacia una meta», el
camino que recorremos para obtener resultados o metas. Lo recorremos con
técnicas, procedimientos, tácticas y con medios adecuados al camino que transi-
tamos.

Los métodos y metodologías, se utilizan en investigación, fabricación, comercia-


lización, para hacer estudios de mercado, de opinión, etc.; en cualquier actividad
que al fin requiera seguir un procedimiento razonado y sistemático para el logro
de resultados.

En formación profesional la metodología se refiere igualmente a los modos, cami-


nos, reglas que utilizamos para obtener un cambio en el comportamiento del
alumno: que potencie, mejore, etc., su nivel de calificación para desempeñar una
actividad productiva.

Ahora bien, para recorrer el camino, para utilizar con eficacia un método didác-
tico, aplicamos técnicas concretas y medios didácticos adecuados a ese método.

• Las técnicas didácticas son las prácticas, estrategias, o «pasos» que damos
para recorrer el camino. Por ejemplo, si utilizamos una metodología activa pode-
mos aplicar una o varias técnicas didácticas, entre otras por ejemplo: un brain-
storming (torbellino de ideas); simulaciones; desmontamos un motor de inyec-
ción, o representamos una entrevista de ventas.

• Medios didácticos son los recursos que nos pueden servir para aplicar una
técnica concreta en el ámbito de un método de aprendizaje determinado. Son
los instrumentos o soportes que utilizamos: impresos, audiovisuales, tecnológi-
cos, etc. Los podemos utilizar: combinados entre sí, en sistema multimedios y
por separado; todo depende del objetivo de aprendizaje y del método que aplica-
mos. Estos nos van a permitir seleccionar los recursos o medios didácticos más
apropiados, en función de las posibilidades físicas que tenemos, para sacarles
mayor rendimiento, tanto por parte del alumno como del docente.

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RECORDAR

Método Ö es el camino, sistema o procedimiento que recorremos para llegar


a una meta, fin u objetivo.

Técnica Ö son los «pasos» conscientes, razonados, experimentados que da-


mos para recorrer el camino.

Medios Ö son los soportes, recursos o instrumentos que utilizamos (alumnos


y docente) durante el tiempo de aprendizaje.

Selección de métodos didácticos


Todos los métodos son eficaces, pero no cuando los aplicamos indiscrimi-
nadamente, sin preguntarnos a dónde nos conducen.

Cuando programamos la acción formativa o curso, decidimos, en función de los


objetivos, qué métodos didácticos íbamos a aplicar en ese curso. Al elaborar el
guión de la unidad de aprendizaje, hemos sido más «realistas» pues ya hemos
identificado el método, técnicas y medios concretos que íbamos a utilizar en esa
determinada unidad de aprendizaje.

Para seleccionar con eficacia el o los métodos que vamos a aplicar en una unidad
de aprendizaje, tenemos que reflexionar para decidir con eficacia, sobre:

• Los objetivos de aprendizaje que nos indican la operación o actividad a


dominar por el alumno y el ámbito de conocimiento actitudinal o destreza a
que va dirigido.

• Los alumnos que van a participar en el proceso de aprendizaje (nivel de


partida en general).

• Los conocimientos y habilidades de uno mismo, (el docente), para aplicar -


con efectividad- un método concreto.

• La situación de formación: entorno, lugar, espacio. Recursos disponibles


para utilizar el método: técnicas y medios didácticos.

• Duración de la unidad de aprendizaje y de ésta en la globalidad del curso.

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Sabemos que aplicar un método activo, utilizando la técnica del debate dirigido
por ejemplo, lleva más tiempo que exponer -por parte del docente- los resultados
a que se pretende llegar con el debate.

También sabemos que es posible, en este último caso, que algún alumno pierda
interés o no participe activamente en el razonamiento y aprendizaje que supone
la técnica del debate dirigido.

Corresponde entonces:

• Analizar el método que vamos a aplicar cuando programamos la unidad de


aprendizaje (sus bondades, posibilidades, limitaciones).

• Actuar con flexibilidad, en función: de la información que nos van dando


los alumnos sobre el ritmo, avances y logros de objetivos; de la unidad de
aprendizaje y de ésta en el conjunto del programa o módulo del curso; de
todo el grupo de formación y de cada uno de los miembros del grupo en
particular.

• Estar atentos, observar a cada alumno, conocer nuestras limitaciones y las de


la situación de formación.

• Adaptar los métodos al programa en función de los objetivos logrados (fun-


damentalmente los cognoscitivos y afectivos).

RECORDAR

La selección del método, técnica y medios que vamos a aplicar debemos decidirla:

• en orden al logro de los objetivos;


• de acuerdo con la situación de formación;
• según el tipo/nivel de alumnos;
• los recursos disponibles;
• el programa/tiempo;
• las habilidades del profesor.

Para conseguir una enseñanza:

• concreta/activa/progresiva;
• variada/estimulante;
• individualizada/en grupos.

105
Principios sobre métodos didácticos
En nuestra práctica docente hemos experimentado, a veces demasiado tarde, las
ventajas e inconvenientes de unos métodos u otros.

En ocasiones nos hemos dejado llevar por el entorno: la premura, el miedo a no


dominar una técnica determinada que nos permitía aplicar un método específico;
el temor a ceder el protagonismo del aprendizaje al alumno, artífice de su propio
crecimiento.

La reflexión sobre la propia actividad docente nos puede ayudar a valorar una
serie de principios que informan sobre la «selección de métodos didácticos».(OIT)

Especificidad: Un método es útil y conviene a algunos objetivos pero no


significa que se pueda aplicar por ejemplo en todos los
niveles del ámbito cognoscitivo (no es lo mismo conocer
que resumir).

Interdependencia: Un método conviene según la situación, entorno, la po-


blación o grupo de alumnos con quienes trabajamos. Exis-
te una interrelación entre métodos que favorece o no su
bondad y utilidad.

Complementariedad: Deben combinarse entre sí, y con las técnicas, medios y


recursos didácticos que disponemos y dominamos. Por
ejemplo, el método expositivo puede complementar muy
bien al método activo: primero, el docente da una infor-
mación y a continuación pide que los alumnos realicen
un caso práctico para aplicar los conocimientos supues-
tamente adquiridos.

Un método puede complementar a otro en función de los


objetivos: el grupo de alumnos, la situación, los recursos,
etc.

Relatividad: Finalmente, la eficacia de un método sobre otro está en


relación con la adecuada utilización que se haga de él.
Es éste un principio fundamental que además se refiere a
la competencia y actitud docente, como es fácil suponer.

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Propuesta de clasificación: Métodos pedagógicos en
formación profesional para desempeñar una ocupación
Desde un punto de vista global podemos clasificar los métodos didácticos en tres
niveles: lógicos, de enseñanza individualizada y psicopedagógicos.

Los lógicos están relacionados con el tipo de razonamiento: inductivo o deducti-


vo, que «se pide» al alumno ejercite durante el proceso de aprendizaje. Al resolver
un problema o al sintetizar el resultado de un trabajo realizado en pequeño grupo.

Los métodos de enseñanza individualizada. El proceso educativo se centra en el


alumno, el docente trabaja de manera personalizada; facilita el aprendizaje por-
que orienta, informa, recomienda tecnologías, aplica actividades y técnicas de
evaluación adecuadas para cada alumno.

A modo de ejemplo podemos indicar, dentro de la enseñanza individualizada, a la


enseñanza asistida por computadora (EAC): es eficaz cuando los objetivos de apren-
dizaje son de nivel elevado y «queremos asegurar el dominio de una destreza com-
pleja». Por ejemplo, explorar una situación, solucionar problemas. «Permite parti-
cularizar las situaciones que serán presentadas al alumno». Pero no es una garantía
de aprendizaje para una intervención pedagógica. La computadora es una herra-
mienta, su eficacia depende de la calidad del programa y su documentación, del
conjunto de apoyos pedagógicos e informáticos necesarios para presentar el curso.

Los métodos psicopedagógicos facilitan la implicación personal del alumno en el


proceso de aprendizaje, a través de la interacción con el grupo de formación y
con el docente.

En el presente estudio vamos a analizar los métodos psico-pedagógicos más co-


nocidos y utilizados cuando impartimos un curso de formación a un grupo de
alumnos adultos. Entre otros, proponemos los siguientes:

• Expositivo
• Demostrativo Ö Basados en la reacción del alumno

• Activo-Participativo:
De descubrimiento Ö Basados en la acción del alumno
Interrogativo. Interactivo

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Método expositivo, lección magistral

Características

• Se basa en la selección de información o conocimientos por el formador:


qué va a comunicar
• El formador representa los conocimientos; los estructura para "exponerlos" a
los alumnos.
• El formador actúa «con poder», el que da el tener la información, el manejo
de espacios, tiempos, rol. La calidad del docente es particularmente necesa-
ria en este tipo de método.

• El alumno acepta la «autoridad» del profesor, su dominio y adopta una acti-


tud de escucha. Lo importante es detectar si la escucha es activa.

Objetivos

• Comunicar información y contenidos teóricos; procurar que esta informa-


ción sea comprendida por el alumno.

Técnicas y medios

• Exposición oral o demostrativa.

• Medios personales (lenguaje oral, gestos, movimientos).

• Medios audiovisuales, (carteles, pizarra, proyectores, registro sonoro, video).


Material impreso (apuntes, lecturas recomendadas, esquemas, gráficos).

Aplicaciones pedagógicas

El método es útil para las situaciones siguientes y cuando:

• se necesita, didácticamente hablando, comunicar experiencias vividas por


el docente;

• los alumnos no poseen conocimientos previos necesarios sobre la unidad


objeto de aprendizaje;

• no tenemos demasiado tiempo para elaborar, con la participación de todo el


grupo, conceptos o relaciones que han de conocerse por todos los alumnos.

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Pasos a seguir para aplicar el método expositivo con eficacia

• Presentar el objetivo de forma clara y precisa.


• Sistematizar los contenidos e información de forma lógica y secuencial para
facilitar la comprensión del mensaje.
• Relacionar con la anterior y siguiente secuencia de aprendizaje.
• Recapitular.
• Intercalar momentos activos y hacer que los alumnos reflexionen.
• Mantener una actitud abierta para el diálogo, la comprensión y la escucha
activa.
• Asegurarse el feedback (retroalimentación), haciendo preguntas.
• Hacer esquemas con la síntesis de los elementos clave que se han abordado
en la exposición. Repartirlos y asegurarse que se utilizan para anotar, hacer
reflexiones o apuntes personales, etc.
• Atenerse a la estructura o guión personalizado: información inicial (objetivo
y motivación); desarrollo del contenido (razonando con el auditorio); sínte-
sis o recapitulación final.

Método demostrativo T.W.I (training within industry)

Características

• El trabajador es formado en la empresa misma por su supervisor o jefe inme-


diato.
• El supervisor es capacitado para impartir «los conocimientos, destrezas y
hábitos básicos» para formar rápidamente a operarios y empleados.

• Preparación de mandos o profesores según programas de: instrucciones para


el trabajo; relaciones en el trabajo; y mejora en los métodos de trabajo.

Objetivos

• Formar al jefe o supervisor para que forme a operarios y empleados.

• El jefe-formador enseña: qué hay que hacer, cómo hay que hacerlo, cuándo
hay que hacerlo, y dónde.

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Técnicas y medios

• El método implica, como punto de partida, el estudio del trabajo.

• Se utilizan programas preparados con material pedagógico especial, vincu-


lado al proceso productivo.

• Reuniones, discusión en grupo, debate dirigido.

• Imitación de modelos y comportamientos que condicionan calidad y rendi-


miento en el trabajo.

Aplicaciones pedagógicas

• Formación acelerada de mandos y niveles intermedios.

• Formación práctica: aprendizaje en el puesto de trabajo.

• Aprendizaje en contexto productivo con monitores o tutores.

• Se desarrolla en el ambiente profesional (se aprenden tareas, conductas, cul-


tura del trabajo, etc.).

• Aprendizaje de procesos cognoscitivos, psicomotores y afectivos.

Pasos a seguir para aplicar el método demostrativo con eficacia

I. Preparar al alumno:

- Informarle sobre el objetivo, la metodología y los medios a utilizar.


- Comprobar qué sabe sobre la materia objeto de aprendizaje; qué domina
por otras fuentes.
- Despertar su interés, curiosidad y deseo de aprender.
- Animarlo, confiar en su capacidad para el logro del objetivo.

II. Mostrar el trabajo:

- Marcar cada fase (punto clave). Reiterar si es preciso.


- Resaltar lo importante. Si vemos que no hay feed-back insistir con:
- Explicaciones claras, concretas, sencillas.
- Conceptos que vayan de lo fácil a lo difícil.
- Graduando paso a paso el nivel de dificultad.

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II. Hacer prácticas, a través de las cuales podamos:

- Corregir errores que van apareciendo.


- Dar lugar a que reflexione: propiciar momentos para que piense en lo que
hace.
- Lograr que explique por qué lo está haciendo y por qué lo hace de ese modo.
- Hacer y que haga preguntas.
- Asegurar que lo saben hacer.

IV. Supervisar la práctica:

- Que trabaje independiente, ir retirando ayuda gradualmente.


- Asesorarle y controlar los avances.
- Aclarar dudas.
- Primero la calidad, la rapidez más tarde: reforzar la calidad.
- Disminuir ayuda: reforzar calidad y rendimiento.

Métodos activos - participativos

En realidad se trata de los métodos que aplicamos en el aula a través de la agrupa-


ción de los alumnos en subgrupos o grupos pequeños para resolver actividades,
prácticas, casos simulados, etc., mediante la participación de todos los miembros
que integran el curso.

«El carácter de juego y simulación común a todos los ejercicios que se plantean
en pequeño grupo, les confiere un valor específico de diversión y de reto en la
solución del problema planteado que, estimula la creatividad e introduce interés
y dinamismo en los grupos» (Klaus Antons) que participan en el curso.

 ¡ATENCION! Recomendamos al lector tenga en cuenta la unidad 5.1


(El grupo en formación) para profundizar en las estrate-
gias y habilidades que debe poner en práctica cuando va
a aplicar este método.

Características

• El alumno participa directamente en el proceso de aprendizaje a través de la


investigación personal, el contacto directo con el problema planteado y las
experiencias de los miembros del pequeño grupo de trabajo al que pertenece.

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• Se estimula la capacidad creadora, innovación, iniciativa, disciplina y res-
ponsabilidad del alumno.

• Favorecen la evaluación formativa, el control de resultados por el propio


alumno y por el docente.

• Requieren gran capacidad y habilidad docente para obtener resultados sig-


nificativos.

Objetivos

• Aprovechar las posibilidades cognoscitivas y afectivas de los componentes


de los grupos.

• Aprender todos de todos: se expresa más libremente el potencial que cada


alumno aporta a la situación de formación.

• Interactuar alumno-alumno; alumnos-docente; docente-alumno: el alumno


interviene directamente; su participación puede «modificar» el procedimiento
de enseñanza-aprendizaje.

• Impulsar al alumno a observarse a sí mismo en el trabajo en grupo, aprender


de los modos de comportamiento de los miembros que conforman el peque-
ño grupo.

• Provocar cambios en el modo de obrar del alumno a través de la asimilación


cognoscitiva y la cooperación con los demás miembros para dar solución a
un problema u oportunidad común.

Técnicas y medios

Antes de avanzar sobre las técnicas que podemos utilizar para aplicar una me-
todología activa y participativa, vamos a identificar dos métodos activos: de des-
cubrimiento e interrogativo.

Aplicaciones pedagógicas

• Estimular la resolución de problemas.

• Superar estancamientos del aprendizaje a través de la acción directa al po-


der aplicar los contenidos teóricos.

• Facilitar la detección y corrección de errores.

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• Es útil con grupos de alumnos trabajadores, acostumbrados a la actividad,
para quienes resulta difícil aprender estudiando o «aguantar» mucho tiempo
sentados en el aula.

Pasos a seguir para aplicar el método activo-participativo con eficacia

Debido a la importancia que tienen las técnicas que podemos aplicar para
dinamizar grupos de formación, a través del método activo, hemos desarrollado
el apartado «Técnicas de grupo» en la página 118.

Método de descubrimiento

Características

• Se basa en el «descubrimiento» que hace el alumno por sí mismo de conoci-


mientos y aptitudes determinadas, guiado por la acción del profesor.

• El alumno adopta una actitud creadora, descubridora, innovadora.

• No se precisan conocimientos determinados anteriores.

• Las situaciones complejas se descomponen en simples.

Objetivos

• Desarrollar un «saber hacer» concreto y transferible por parte de los alum-


nos.

• Conseguir conocimientos de tipo práctico y aptitudes de trabajo (compren-


der el funcionamiento de máquinas, valorar la utilización de procedimientos
para construir situaciones). Analizar y resolver problemas.

Técnicas y medios

• El alumno descubre por sí mismo aquello que debe aprender: raciocinio


innovador.

• Previamente se ha preparado el material adecuado.

• Se hacen reuniones de grupo con el docente para aclarar y mejorar las ideas
aprendidas.

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• El material, medios y útiles necesarios están seleccionados en función de los
objetivos que se persiguen.

• Uso de medios audiovisuales. Maquetas. Nuevas tecnologías.

• Formulación de preguntas: aplicación de la técnica interrogativa.

Aplicaciones pedagógicas

• El método de descubrimiento es útil para aprender a aprender. Ayuda al


alumno a aprender a razonar durante el proceso de adquisición de conoci-
mientos.

• Ayuda a aprender a conocer el cómo y el por qué de relaciones, procesos,


etc.: aplicación y finalidad de los objetivos. Aprender a pensar y reflexionar.

• Fomenta la motivación: una persona se interesa más cuando participa acti-


vamente en el propio proceso de aprendizaje y pone en juego su capacidad
de iniciativa e innovación.

• Para facilitar la transferencia de los conocimientos aprendidos; lo que uno


hace por propia experiencia se retiene más y mejor, se puede trascender a
otras situaciones.

• Es útil para el aprendizaje de ocupaciones con alto peso de objetivos a nivel


psicomotor (uso de nuevas tecnologías, máquinas, etc.).

• Facilita la adquisición de conocimientos y del método científico que permite


descubrirlos.

Pasos a seguir para aplicar el método de descubrimiento con eficacia

Hay que tener en cuenta, al aplicar este método, que no todos los alumnos apren-
den al mismo ritmo y que no descubren, con la misma profundidad de juicio,
experiencias significativas.

Debemos considerar que los errores en el aprendizaje se consolidan con la mis-


ma facilidad que los aciertos y la extinción de lo asimilado es difícil de erradicar.

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Método interrogativo o interactivo

Características

• La comunicación alumno/s-docente se realiza a través de sucesivas pregun-


tas sobre el contenido teórico y las prácticas realizadas en el aula.

• Las preguntas son elaboradas previamente o sobre la marcha lo que supone


una gran concentración y observación del docente en los procesos de desarrollo
de la actividad y participación de los alumnos.

Objetivos

• Estimular la participación del alumno.

• Favorecer la interacción del grupo.

• Estimular la reflexión, el razonamiento y las potencialidades «ocultas» del


alumno.

• Obtener retroalimentación sobre el logro de los objetivos; asegurarse de la


comprensión y consolidación de lo aprendido.

Técnicas y medios

Consideraciones generales sobre la técnica interrogativa

CLASES DE PREGUNTAS FINALIDAD

¿Qué causas pueden Recoger puntos de vista,


influir en el problema? fomentar aportaciones, estimular
(Abierta) la atención. Desarrollar iniciativas.

¿Quién es el autor Evaluar la comprensión,


del libro Rayuela? consolidar algún concepto.
(Cerradas)

¿Quizá sea debido a...? Hacer reflexionar, encauzar


¿Podría ser...? aprendizaje.
(Orientativas)

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¿Cómo podríamos Conocer diferencias individuales,
hacerlo? conocimientos, interés, motivación
(Sondeo) del alumno y el grupo.

¿Qué?, Dónde?, Razonar, pensar, concretar.


¿Cuándo?, ¿Cómo?
(De hechos)

Se debe a tal cosa... Controlar la comprensión,


o bien a tal otra...? dominio de la materia.
(De doble alternativa) Asegurar conceptos con el grupo.
Invita a pensar.

Aplicaciones pedagógicas

Utilizamos la pregunta del siguiente modo:


• Individual. Para recibir información sobre conocimientos, comprensión, aten-
ción, opinión de un alumno concreto y razonar con él.
• Grupal. Para razonar con los alumnos, «pulsar» en breves momentos la
implicación del grupo respecto a la situación de aprendizaje y el clima en
que se desarrolla.
• En general. Para reforzar la participación, creatividad y razonamiento lógi-
co. Movilizar a la acción, despertar interés y atención.

Pasos a seguir para aplicar el método interrogativo-interactivo

• Preparación de las preguntas


Para elaborar una pregunta eficaz se debe:
- Atender el objetivo de la unidad.
- Atender el proceso de aprendizaje dosificando las. preguntas de acuerdo
con el avance global del grupo.
- Prever las respuestas equivocadas y los silencios.
- Someterla a una sincera autocrítica.

• Modo de plantear las preguntas


En sí mismas:
- Correctas, gramaticalmente exactas.
- Claras, de fácil comprensión.
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- Precisas y simples, debiendo admitir las preguntas cerradas una sola respues-
ta buena.
- Breves y concisas.
- Adecuadas al grado de competencias que se desea evaluar.
En su conjunto:
- Deben sucederse con orden y concatenación.
- Las preguntas libres o no previstas deben incorporarse al contexto de la uni-
dad de aprendizaje, deben estimular el razonamiento del alumno.
- Es didáctico aprovechar todo el conocimiento que encierra una respuesta
equivocada.

• Modo de presentar las preguntas


- En voz firme y con suficiente cadencia.
- Dirigidas al grupo: Una vez formulada una pregunta hay que dejar tiempo
suficiente para la reflexión (según la dificultad de la pregunta).
- Después: dejar que alguien conteste libremente, con orden, o bien el do-
cente designará la persona, que ha sido poco preguntada, no responde es-
pontáneamente, va más retrasada o está poco motivada.

Los métodos didácticos deben ser dinámicos, activos y


RECORDAR facilitadores de aprender a razonar, pensar y ser agente
del propio aprendizaje.

En tal sentido, hemos de recordar que:

La charla magistral: el escuchar y «pensar» (pero no sabemos qué


piensa el alumno).
F
Si la acompañamos con A
el mirar y «pensar» (pero no sabemos en qué
ayudas audiovisuales: está pensando el alumno).
V
El método demostrativo: O el diálogo con el trabajo y el razonamiento
interno.
R
El aprendizaje por E la búsqueda interna de modos conocidos o
descubrimiento: nuevos para hacer un trabajo, innovar y crear.
C
El método activo y la E la interacción, cooperación y el aprender de
participación en general: uno mismo y de todos los miembros que par-
ticipan.

117
Técnicas de grupo
Las técnicas didácticas o técnicas de grupo son ejercicios, prácticas, actividades
y, al fin, «instrumentos» o «herramientas» que utilizamos para aplicar una meto-
dología activa y participativa.

Ayudan a desarrollar la dinámica de aprendizaje porque buscan liberar el poten-


cial, la capacidad creativa del alumno para dar solución a los problemas plantea-
dos y a nuevas oportunidades.

Los ejercicios deben referirse a situaciones estructuradas que se resuelven en grupo.

La mayoría de las técnicas proceden de métodos de ensayo experimentales de la


psicología social, la teoría del juego, las ciencias de organización, etc.

No operan por sí mismas; su eficacia depende en gran medida de la aplicación


adecuada, oportuna y de la habilidad del docente para estructurarla, plantearla,
movilizarla y dar paso al desarrollo intelectual y actitudinal del alumno.

En consecuencia, para elegir una técnica adecuada debemos hacerlo en función


de:

• Los objetivos
• La madurez y formación de los integrantes del grupo
• El tamaño del grupo y ambiente físico en que se desarrolla la acción
• Nuestro conocimiento y habilidad para aplicar la técnica con eficacia: no
para hacer un despliegue de «juegos de magia» que pueden divertir pero no
capacitar al alumno en formación.

Cada técnica tiene sus propias normas de aplicación. Sin embargo, hay una serie
de reglas generales que son válidas para cualquiera de ellas y para obtener resul-
tados. Veamos algunas:

• Antes de utilizar una técnica de grupos debe conocerse suficientemente su


estructura, su dinámica, sus posibilidades y riesgos.

• Debe seguirse en todo lo posible el procedimiento indicado en cada caso.


Cuando el docente tenga cierta experiencia podrá intentar adaptaciones o
cambios justificados por las circunstancias.

• Las técnicas de grupo requieren una atmósfera cordial, un clima distendido


que facilite la acción.

118
• Son más eficaces cuanto mayor es la participación activa de los miembros y
la actitud de cooperación.
• Los miembros son conscientes de que éste existe en y por ellos mismos, y
sienten que están trabajando en «su» grupo.
• Debemos dinamizar el trabajo en grupo e individualizar la atención del alum-
no a través de sus realizaciones y actitudes.
• Hemos de tener paciencia para facilitar el aprender a aprender, es decir, dar
ocasión para que el alumno descubra por sí mismo y con el pequeño grupo,
la aplicación y finalidad del proceso mental que está realizando para descu-
brir la solución al ejercicio planteado.
• Todas las técnicas de grupo se basan en el trabajo voluntario, la buena inten-
ción y el «juego limpio».

A continuación se indican algunas técnicas de grupo útiles en formación profe-


sional. Todas ellas para pequeños grupos:

• Brainstorming (torbellino de ideas)


Participantes: + - 6

Objeto: Generar ideas

Método: • Cada persona expone una idea, una vez,


por turno riguroso.
• No hay ideas malas. Generar ideas
• No hay autocensura, crítica, ni autocrítica.
• Se van anotando todas las ideas,
según se expresan.

• Analizar las ideas emitidas. Analizar ideas


• Seleccionar las mejores.

• Decidir la/s mejor/es y viable/s. Decidir y


• Aplicarla/s. aplicar

Beneficio: • Aprender de uno mismo; con libertad e iniciativa.


• Aprendizaje por asociación.
• Aprender a analizar y decidir.
• Aprender a resolver problemas.
• Desarrollar la creatividad.

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• Debate dirigido

Objeto: Participación, expresión de conocimientos, buscar solución a un


tema teórico.

Método: Discusión informal.


El docente modera y coordina.

Beneficio: • Aprender a expresar conceptos.


• Aprender a escuchar.
• Aprender de los otros.

• Estudio de casos (El docente presenta un caso real, estructurado)

Objeto: Resolución de problemas.

Método: Análisis del caso.


Búsqueda de la solución mejor.

Beneficio: Aprender a razonar un problema.

• Role playing

Objeto: Representar un papel, simular una situación.

Método: Un alumno o varios representan una situación de la vida real.


Asumen el papel que se les asigna.
Los demás observan y analizan.
Evaluación global de la simulación.
Desarrollo de iniciativa, creatividad.

Beneficio: Analizar - en situación simulada - competencias que exige una si-


tuación o profesión.
Aprende el que actúa de sus aciertos y errores.
Aprende el grupo con el análisis de la representación, con la actua-
ción del que actúa.

Se recomienda al lector interesado se remita a la referencia bibliográfica para


abundar sobre otras técnicas que pueda aplicar en su actividad docente.

120
RECORDAR Para aplicar con eficacia un método determinado o técni-
ca pedagógica hemos de valorar previamente los factores
que condicionan el rendimiento del grupo.

EL RENDIMIENTO DEL GRUPO

DEPENDE

LA COHESION DEL GRUPO

DEPENDE

el sentimiento
la interacción la organización
individual de
fluida entre y el clima de
pertenencia
docente-grupo trabajo
al grupo

Para
• Satisfacer necesidades persona-
les y sociales
• Lograr desafíos y resultados
comunes

121
5.3 Medios didácticos
En nuestro hacer docente, utilizamos recursos instrumentales que nos ayudan a
enseñar y facilitan al alumno el logro de los objetivos de aprendizaje.

Aplicamos los medios que conocemos: documentos, pizarra, retroproyector, equipo


e instrumental específico de la especialidad que enseñamos, etc. Al fin, impre-
sos, audiovisuales y en escasas ocasiones, sistemas multimedia.

Pero tenemos que hacernos dos preguntas:

• ¿Empleamos bien los medios que conocemos?


• ¿Estamos abiertos a incorporar a la práctica docente las ayudas que nos pro-
porcionan los avances de la tecnología en materia de medios didácticos?

El objetivo de esta reflexión es profundizar en los criterios de selección de los


medios y ayudas didácticas, útiles en la actividad formativa.

Criterios de selección
Sabemos que una imagen vale más que mil palabras. Debemos seleccionar y
utilizar medios que faciliten la síntesis del contenido, la comprensión y asimila-
ción del mensaje. Que propicien la actividad del alumno:

¡ olvidamos lo que oímos


retenemos lo que vemos
sabemos lo que hacemos !
En consecuencia, cuando programamos los medios o recursos didácticos que
vamos a utilizar durante y en la acción formativa tenemos que basarnos en:

• Nuestro conocimiento y dominio técnico-didáctico del medio que vamos a


utilizar. Todos conocemos la pizarra, pero ¿la utilizamos con criterio didác-
tico?, ¿escribimos con letra clara?, ¿centramos la atención de los alumnos
escribiendo sólo lo que corresponde a la unidad que estamos trabajando
con ellos?
• El medio que utilizamos debe ayudar a conseguir el objetivo de aprendizaje:
una película didáctica debe exhibirse en el momento oportuno para sacarle
su mayor beneficio pedagógico.

122
• Los medios deben adecuarse al espacio de formación. Todos los alumnos
tienen que tener acceso a la «información» que el medio proporciona, de lo
contrario se producirá una distorsión de la comunicación en el grupo; unos
a otros se preguntarán por ejemplo: «¿qué pone en esa transparencia?», «¿te
puedes mover un poco para que pueda ver la imagen del vídeo?»; «ahora me
toca a mí trabajar con la computadora».
• Los medios deben ser accesibles a todos los alumnos.
• Cuando el docente comunica, es un «medio». Debe situarse en el lugar en
que todos le puedan OIR y VER.
• Cuando utilizamos la pizarra, el rotafolio (o papelógrafo), el proyector de
transparencias, una película didáctica, informamos con texto, gráficos, imá-
genes, etc. Luego, todos los alumnos tienen que OIR y VER la misma infor-
mación.
• Cuando utilizamos instrumentos para que los alumnos apliquen sus conoci-
mientos: cámaras de grabación, computadora, videodisco, aparatos y equi-
pos técnicos de la especialidad sobre la que versa el curso, etc., todos los alum-
nos tienen que utilizarlos para HACER lo que marca el objetivo de aprendizaje.

En síntesis, debemos seleccionar los medios didácticos en función de:


• su adecuación al objetivo de aprendizaje;
• su adecuación al método de aprendizaje;
• el dominio del medio por parte del docente;
• el espacio físico y posibilidades técnicas del lugar de formación; su «bon-
dad» para captar la atención del alumno;
• dar a todos la misma información;
• su facilidad para utilizarlos, transportarlos, rentabilizarlos.

Los tipos de ayudas que podemos utilizar son, entre otros:


• Impresos, gráficos, esquemas.
• Pizarra.
• Rotafolios. Papelógrafo.
• Transparencias. Retroproyector.
• Diapositivas. Proyector.
• Vídeo. Películas didácticas. Equipo de grabación.
• Computadora.
• Vídeo interactivo.
• Sistemas multimedia.
• Tecnologías de la formación.

123
Los criterios pedagógicos que debemos considerar para elaborar y utilizar medios
didácticos podemos sintetizarlos en:

• Visibilidad, desde el lugar del alumno.

• Claridad, en la comprensión

• Sencillez, en la aplicación.

• Control (que sirvan para efectuar control del aprendizaje).

Las ventajas que ofrecen los medios audiovisuales son:

• proyectar a luz ambiental (a excepción del proyector de diapositivas);

• operar y hablar mirando a la audiencia; no le damos la espalda al alumno;

• señalizar directamente, para dirigir el nivel de atención;

• confeccionar, durante la actividad, transparencias, por ejemplo;

• presentar un esquema elaborado previamente;

• fomentar la participación e interacción entre los alumnos;

• incidir en puntos clave para convocar la atención e interés.

El criterio para elaborar transparencias, según el contenido, es que cada una de


ellas debe ser: aplicable, clara, de interés, precisa, comprensible; según la pre-
sentación: debe tener calidad técnica y ser estética.

SÍNTESIS

Los principios que operan sobre las ventajas de utilización de medios didácticos
tienen su fundamentación en dos premisas:

124
• Cómo recepcionamos

83 %

11 %

3,5 %

1,5 %

1%

• Cómo retenemos

90% Cuando actuamos, hacemos

50% Cuando vemos y escuchamos

10% A través de la lectura

5.4 La comunicación didáctica


«Comunicar con eficacia es darnos cuenta de que todos tene-
mos un modo diferente de percibir la realidad» (A. Robbins)

El proceso de comunicación permite interactuar entre las personas; si la comuni-


cación es eficaz, hay acción en común, de lo contrario, no estamos facilitando
(como docentes) la comprensión del mensaje que trasmitimos.

125
Como ya vimos en el módulo 3, el formador tiene un modo particular de compor-
tarse: personalidad, características individuales, un estilo propio de relación. El
modo en que nos comuniquemos con los alumnos, va a condicionar la participa-
ción de éstos en el proceso de aprendizaje.

No vamos a analizar en este documento los estilos clásicos de comunicación:


autocrático, democrático, laissez-faire (dejar hacer). Pensamos que el estilo me-
jor de comunicación es aquel que efectivamente «hace hacer» al alumno.

Queremos decir con esto que la propia actitud, una vez más, va a determinar
nuestra acción como facilitadores del aprendizaje; independientemente de nues-
tro estilo personal. Lo que prima en la comunicación docente, es crear el clima
propicio para que se produzca la comprensión de la información que damos a los
alumnos.

Elementos del proceso de comunicación

EL FORMADOR MENSAJE (CONTENIDO)


EL ALUMNO
Ø CANAL (MEDIOS) Ø
EMISOR RECEPTOR
FEED-BACK
MENSAJE / CANAL

¡Comunicar con eficacia es emitir un mensaje, a través de un canal (vista, oído,


tacto, etc.) con una finalidad! Si no existe información de retorno (feed-back), a
través de un acto, no sabremos nunca si el mensaje fue recibido.

Ejemplo: cuando enviamos un fax, hasta que no obtenemos acción o información


de llegada a su destino, no sabemos si efectivamente llegó y por tanto no pode-
mos seguir actuando en la dirección que contemplaba el fax que emitimos.

En el siguiente gráfico, podemos analizar los elementos de la comunicación y los


factores que inciden en cada elemento del proceso.

126
ELEMENTOS DE LA COMUNICACION

En anteriores unidades ya hemos visto cómo el alumno y el formador acudían a la


situación de formación con sus características, perfil y antecedentes o historia
personal, en un contexto determinado.

También hemos insistido, en el módulo 4, en la necesidad de estructurar los con-


tenidos del aprendizaje para favorecer la comprensión de los mismos, facilitar la
asimilación mental por parte del alumno y su disposición a actuar (cambiar de
comportamiento o aprender).

El canal que utilizamos para hacer llegar el mensaje es un elemento que favorece
o no su recepción: tono de voz, medios visuales que utilizamos, actitud de escu-
cha activa (estar en línea) por parte del emisor y receptor, influyen en el proceso.

Pero, lo importante en didáctica es que, independientemente de las «fallas» en la


trasmisión, si el mensaje no llega el docente debe hacer que llegue, asegurándose
en todo momento el feed-back, la información de retorno o ratificación de lo
comprendido.

127
¿Por qué fracasa la comunicación?
Porque alguno de los elementos que intervienen en el proceso ha sufrido un
«accidente»:

No se prepara, no valora las dificultades del auditorio y no es-


El emisor tructura el mensaje o prepara los canales de emisión conve-
nientemente.

No está preparado, no valora al emisor (acaso porque no le


El receptor entiende) y no descodifica el mensaje (acaso porque no está
bien codificado).

¿Qué hace el docente para comunicarse con eficacia?


• Prepara el mensaje: lo estructura, sistematiza, y resume lo importante.

• Utiliza canales eficaces: adecuados al alumno, la situación de formación,


los medios. Habla «el mismo lenguaje del alumno».

• Su actitud mental es positiva: se dispone para hacerse entender. Explica


con claridad. Efectúa control de la comprensión.

• Crea un clima que facilita el diálogo: es participativo, tiene en cuenta a las


personas y valora y privilegia el logro común de resultados.

• Programa la acción didáctica de modo que implique acción por parte de los
alumnos, porque sabe que sólo «viendo» lo que hacen, sabrá si han com-
prendido lo que les dijo que tenían que hacer.

• Escucha los mensajes (verbales y no verbales) que envían los alumnos: ellos
«dicen» si tienen interés y si nos han comprendido.

¿Qué es el feed-back o retroalimentación en la comunicación?


El feed-back es la información dada por el receptor y que permite al emisor saber
si su mensaje ha sido correctamente interpretado. No siempre la imagen mental
que piensa transmitir el emisor es correctamente captada por el receptor. Es el
proceso que nos permite saber cuál es la interpretación y, por lo tanto, la imagen
que el receptor se ha formado de nuestro mensaje.

128
Para obtenerlo existen dos caminos: i) facilitarlo; ii) buscarlo o provocarlo.

Facilitarlo significa que el receptor vea en nosotros una actitud receptiva frente a
sus problemas o dudas. Después de emitir un mensaje, debemos actuar del modo
siguiente:
- Saber escuchar y responder adecuadamente a las preguntas que nos formulan.
- Ser pacientes, no enojarnos, no impacientarnos frente a preguntas que parecen
absurdas, puesto que muchas veces son consecuencia de la falta de informa-
ción dada por nosotros.
- Respetar al receptor y respetar sus opiniones, razonando con él, sin
imponer - con superioridad - nuestros puntos de vista, lo cual llevaría al recep-
tor a cerrarse y no ofrecer feed-back.
- Desarrollar la comunicación empática que significa «entender lo que el recep-
tor quiere decir»; entender más allá de las palabras, entender los sentimientos y
actitudes que van unidos a todo mensaje, que permiten una comprensión no
sólo de lo que el otro dice sino de por qué lo dice.
- Provocar un clima de sinceridad que permita un diálogo abierto y evite las
desconfianzas y suspicacias.

Buscarlo o provocarlo. Animando a preguntar las dudas, haciendo preguntas


que nos permitan cerciorarnos de que su interpretación ha sido correcta.

El hecho de preguntar: ¿lo has entendido?, mejor dicho "¿me he explicado?", y


que el receptor diga «sí» no nos garantiza la correcta comprensión del mensaje;
debemos conseguir una cierta explicación de la imagen mental que el receptor se
ha formado para ver si coincide con la que deseábamos trasmitir, puesto que ésta
es la función de buscar la retroalimentación.

Si ponemos más atención en el proceso comunicativo e intentamos presentarnos


a los demás con una actitud de igualdad, orientándonos más a la resolución de
problemas que a la búsqueda de culpables, podemos mejorar nuestra comunica-
ción y de esta manera conseguir entendernos mejor en un clima de trabajo más
agradable y eficaz.

5.5 La habilidad docente


Los conocimientos, destrezas y actitud del formador adquiere virtualidad durante
el desarrollo de la sesión de formación: con el grupo en formación y en la interac-
ción con el grupo. ¡Cuando habla con el grupo y no para el grupo!

129
El docente es el integrante más dinámico y creativo de cualquier sistema de ense-
ñanza. Pero en verdad, debido a las limitaciones con que a veces se encuentra,
«no tiene tiempo u oportunidad» para centrar el aprendizaje en el alumno, moti-
varlo, fomentar su iniciativa y desarrollar su creatividad.

Es bien sabido que un docente, experto y competente, que domina su especiali-


dad, en ocasiones no logra sino aburrir, cansar y obtener altos índices de deser-
ción de alumnos de la acción formativa: no convence al alumno.

Por el contrario un experto «menos competente técnicamente» puede obtener


altas cotas de participación del grupo de aprendizaje, facilitar el descubrimiento
del proceso de aprender por parte del alumno, hacerle hacer con «alegría» y
favorecer una actitud positiva hacia la materia de trabajo, por árida que ésta sea.

¿En qué consiste el concepto habilidad docente?


El docente diestro, «despliega» y aplica sus conocimientos técnicos y competen-
cias pedagógicas para conseguir que el alumno logre los objetivos del aprendiza-
je: adquirir conocimientos, dominar destrezas, y desarrollar actitudes.

Ser hábil didácticamente significa que es capaz de dar información y comunicar


contenidos teóricos y técnicos con claridad y precisión. Con entusiasmo y cerca-
nía emocional, animar, motivar a la acción y la práctica.

La habilidad del docente está estrechamente ligada a una actitud mental positiva
hacia la formación, actitud que le conduce a ocuparse de:

• Conocer las necesidades de sus alumnos; por qué están en la formación: de


dónde vienen, qué quieren y para qué.

• Prepararse y preparar, técnica y didácticamente, la materia sobre la que versa


el curso. En un principio, globalmente; luego, a partir de la idea general,
desagregando el objetivo, lo que el alumno ha de conseguir durante las dis-
tintas sesiones.

• Pensar en las «estrategias» que necesita «poner en juego» para que el alum-
no participe

• Idear cómo le va a «movilizar», con qué medios y cómo va a saber si los


alumnos «se enteran» o hacen que comprenden todo.

130
• Analizar los tiempos que necesita para poner en práctica las actividades que
realizarán los alumnos.

• Pensar qué contenidos dejaría fuera del programa (en una sesión, por ejem-
plo) en el supuesto de que no le diera tiempo a trabajar toda la materia
programada, porque los alumnos acaso se podrían interesar por una práctica
o materia importante, para el dominio global de los objetivos del curso.

¿Cómo se manifiesta la habilidad en la práctica?


El docente facilita el aprendizaje cuando trata de hablar en el lenguaje del alum-
no, con dedicación y entusiasmo.

• Conoce lo que los alumnos saben de cada situación planteada.


• Da tiempo para que los alumnos se demuestren a sí mismos lo que saben.
• Hace que el alumno haga y obtenga resultados que pueda ver porque sabe
que ello refuerza y motiva.

Articula los objetivos de aprendizaje en torno a un eje central u objetivo global,


que señala la razón para la que se ha programado el curso: enseñar contenidos y
hacer que los alumnos realicen actividades individuales y en grupo; piense y
reflexione; proponga iniciativas y coopere en la solución de las situaciones que
se presentan; disfrute aprendiendo.

Adapta los contenidos y actividades de aprendizaje derivadas de los objetivos al


lenguaje de la realidad, a lo que el medio va a exigir a los alumnos. Si responden
a la realidad, reforzarán y ayudarán a pensar, decidir y actuar con creatividad y no
de forma «encorsetada», rígida u obsoleta.

Aplica destrezas, que ya conoce y aprende otras nuevas (que le irá indicando y
enseñando la práctica). Todo ello , con la finalidad de «movilizar»:

• las «neuronas» del alumno para ayudarle a razonar y adquirir competencias


en el ámbito del conocimiento;
• el «corazón» del alumno para ayudarle a desarrollar la actitud positiva hacia
el aprendizaje, crecimiento personal y la cooperación solidaria;
• su propio saber, ya que a través de las habilidades y destrezas que aplica en
la práctica con los alumnos, aprende a enseñar: el formador aprende ense-
ñando, de sí mismo y de los alumnos.

131
Pero no basta con la idea de que saber una materia o tener mucha experiencia
significa que uno ya es un eficaz pedagogo; no es suficiente. Debemos darnos
ocasión a ponernos en situación de evaluación, con compañeros docentes, en
cursos de perfeccionamiento, etc.: a través de prácticas docentes, simuladas, para
seguir modelándonos en contacto con las peticiones de la realidad (distintos co-
lectivos).

Modelo de habilidades a desarrollar en la sesión de formación


Recordemos que concluíamos la unidad 5.1 diciendo que el docente realiza dos
funciones básicas en el grupo en formación:

Función tarea: con la finalidad de satisfacer las necesidades de tipo intelectual


del alumno.

Función relación: con el propósito de satisfacer las necesidades de tipo afectivo u


afiliación.

Ambas funciones siguen realizándose cuando nos dirigimos a un auditorio para


comunicar un mensaje, informar sobre un tema, exponer una charla, etc. Y tam-
bién cuando dirigimos un equipo de trabajo, tenemos reuniones con el equipo,
etc.

Al hablar de la fórmula del rendimiento decíamos que una persona que posee
conocimientos y está motivada tiene una predisposición hacia la tarea o trabajo
más proactiva, dinámica y eficiente: obtiene mayor producción.

Las personas nos movemos en función de unas necesidades que nos impulsan a
satisfacerlas mediante una acción determinada.

En formación profesional nos encontramos con alumnos que (forzados o volunta-


riamente) asisten al aula a satisfacer unas carencias.

Básicamente sus necesidades son mejora profesional y social, es decir desarrollo


personal. Por tanto nuestra tarea es ayudar a dar respuesta a dichas carencias
mediante una actitud que facilite dirigirnos al nivel mental y al nivel emocional
del alumno.

132
Focalización de habilidades:

A nivel mental o cognoscitivo A nivel emocional o


(Nos dirigimos a la cabeza afectivo
del alumno) (Nos dirigimos al corazón
CON del alumno)
Transparencia, claridad CON
didáctica y precisión en Cercanía emocional y
la información proximidad afectiva

Planificamos la sesión de Planificamos el aprender


formación o unidad de a descubrir lo que se sabe
aprendizaje: o se necesita saber:

• Analizamos los contenidos • Indagamos lo que los


del trabajo a satisfacer con alumnos saben y quieren.
esa unidad.

• Formulamos los objetivos • Formulamos objetivos


cognoscitivos que nos permiten afectivos.
satisfacer las demandas del
trabajo.

• Estructuramos secuencial • Informamos secuencial-


y gradualmente (por orden de mente al alumno e inter-
de dificultad) los contenidos actuamos con él y con el
teóricos y las prácticas. grupo.

• Seleccionamos y aplicamos • Provocamos la cooperación


métodos, técnicas y ayudas del grupo para resolver los
para comunicar contenidos problemas comunes: decimos,
y hacer que los alumnos demostramos y dejamos des-
realicen las prácticas. cubrir soluciones.

• Comprobamos que los • Vamos comprobando si los


alumnos realizan las prácticas alumnos están motivados para
con éxito. hacer las prácticas con éxito.

133
En consecuencia, el docente realiza su tarea, con habilidad: cuando reflexiona
sobre la sesión de formación; la programa y la realiza interactuando en un clima
relajado y animado.

Esta forma de trabajar deviene de una actitud de diálogo interno con la situación
de formación y de la necesidad que tiene de ejercer con profesionalidad la didác-
tica (autoestima, autorrealización); porque se centra en dar respuesta al alumno,
para que domine competencias y para que se sienta bien y se sienta tenido en
consideración como persona.

Hacer que el alumno haga y haga bien (con calidad) es complejo; es más fácil
contar, decir, exponer. Pero eso no es formar: es informar. Luego, necesitamos de
una serie de habilidades que nos ayuden, que nos hagan creer en el proceso de
descubrimiento y cambio que supone la formación.

En el aula, cuando desarrollamos la sesión que hemos preparado, entramos en


contacto con los alumnos a través de nuestros conocimientos técnicos y de nues-
tra capacidad para comunicarlos de forma pedagógica. Ponemos en juego nues-
tras habilidades para facilitar el rendimiento del alumno.

Propuesta de un modelo de habilidades docentes


Presentamos en esta unidad un resumen de las habilidades docentes estudiadas
para impartir una clase por Allen D. y Ryan K.

• Variación de los estímulos:

- Movimientos del docente por el aula.


- Gestos, expresividad y dinamismo.
- Focalizaciones sobre un concepto, un alumno.
- Interacciones entre los alumnos y el docente.
- Pausas o silencios.
- Cambios de canales sensoriales (oral, visual, etc.).

• Sensibilización introductoria para lograr la atención del alumno:

- Presentar de forma clara y precisa los objetivos a conseguir.


- Recapitulación o resumen de lo tratado anteriormente.
- Presentar anécdotas, problemas o experiencias motivadoras, relacionadas
con la materia de aprendizaje.

134
• Integración de conocimientos:

- Enlazar los conceptos de forma secuencial.


- Destacar los puntos claves, lo importante.
- Dar posibilidad al alumno de que compruebe lo que ha asimilado; dónde
se «encuentra» en relación con el logro de los objetivos.
- Hacer recapitulaciones o resúmenes parciales.

• Silencio e indicaciones no verbales:

- Silencios que den oportunidad a la reflexión, para atraer la atención.


- Indicaciones no verbales: faciales, corporales (cabeza, manos) pueden ayu-
dar, en ocasiones más que las palabras, a participar, interactuar, reflexio-
nar, etc.

• Refuerzo de la motivación y participación del alumno:

Comentarios y gestos positivos o negativos del profesor; en función de la


adecuación de la respuesta del alumno al objetivo de aprendizaje.

• Secuencialidad en la comunicación de conceptos, evitar saltos atrás y saltos


paralelos de modo que facilitemos al alumno la asimilación y comprensión
de conceptos.

• Control de la comprensión o retroalimentación continua:

- Haciendo preguntas colectivas o individuales


- A través de ejercicios o problemas, para ver cómo son resueltos
- Pidiendo que piensen cómo transferir los conceptos aprendidos a la vida
real, a su trabajo, etc.

Consideramos de gran eficacia para nuestro propio crecimiento docente, intentar


agrupar las habilidades relacionadas según la finalidad para la que las aprende-
mos y ponemos en práctica. Es decir, sabiendo que la persona actúa de forma
integrada, no obstante tratar de identificar la primera intencionalidad que nos
lleva a actuar, sea para:

• movilizar acción y afectos en el aula (transferencia emotiva);

• comunicar los contenidos de aprendizaje con claridad y precisión (transpa-


rencia didáctica).

135
Por ejemplo, para despertar la sensibilidad hacia una materia árida y favorecer
que los alumnos se sientan capaces de dominarla, nos dirigimos a su «lado afec-
tivo» a través de anécdotas que les resulten gratas y familiares y sobre todo están
relacionadas con el tema.

También, nos dirigimos «al lado mental» del alumno, cuando con claridad y pre-
cisión hacemos una recapitulación o resumen parcial de los contenidos que han
sido expuestos hasta ese momento, con la finalidad de que retengan mentalmente
lo importante, lo que les va a ser útil para seguir avanzando en la asimilación y
consolidación de conocimientos.

A continuación, presentamos un ejercicio para reseñar las habilidades descritas a


fin de facilitar cuáles de ellas ha de utilizar cuando pretenda dirigirse a la afecti-
vidad (corazón) o cognoscitividad (cabeza) de los alumnos.

EJERCICIO

Se pide al lector que haga el esfuerzo de clasificar las habilidades


en las dos columnas siguientes:

TRANSFERENCIA EMOTIVA TRANSPARENCIA DIDACTICA


(Por ejemplo):

• Anécdotas o experiencias • Recapitulación parcial.


motivadoras

• .................... • ...................

• .................... • ...................

¡Deseamos que el esfuerzo haya supuesto una autorreflexión produc-


tiva y una tarea positiva!

136
SÍNTESIS

Para comunicarnos didácticamente, hemos de cuidar tanto los factores que ayu-
dan a estructurar y clarificar los contenidos de aprendizaje teóricos y técnicos,
como los elementos emocionales que favorecen esa predisposición positiva del
alumno para participar con alegría, humor y afecto, en su propio desarrollo y
crecimiento personal.

El docente pone en práctica sus habilidades para facilitar el aprendizaje cuando


busca los métodos, medios, expresión verbal y forma de relacionarse con el alumno.
¡Cuando es capaz de hacerse comprender! Es decir,

• se ciñe al mensaje, y señala las ideas clave;


• huye de la verborrea: es concreto y preciso;
• comunica el contenido con claridad porque sabe que lo enigmático, oscuro
y confuso no prestigia, es una pedantería que no ayuda al alumno;
• actúa con sencillez, naturalidad, elegancia y respeto al relacionarse con el
alumno;
• es secuencial;
• se atiene al objetivo de aprendizaje y lo relaciona con experiencias de la
vida real.

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