Relaciones Del Derecho Agrario Con El Derecho Del Trabajo

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Relaciones del Derecho Agrario con el Derecho del Trabajo .

El Derecho Agrario tiene relaciones de convergencia con el Derecho


del Trabajo, pues, como destacaremos adelante nuestra disciplina
tiene marcado acento tutelar. Las relaciones del Derecho Agrario con
el Derecho del Trabajo, se refieren bsicamente a la estructura de la
empresa Agraria; pero tiene adems singular importancia por mandato
del Art. 7 de la L.R.A DEROGADA. Que obliga al Estado a crear. Las
bases para la dignificacin del trabajo agrcola asalariado. Es
importante tambin destacar la convergencia en los contratos agrarios
de estructura laboral (Art. 140 letra C de la L.R.A. DEROGADA);
pues como se ha advertido ll no hay la menor duda de que el Derecho
Agrario regula una serie de instituciones, considerando aspectos
laborales. El caso ms notorio en el Derecho Venezolano es el trabajo
familiar inherente a la propiedad dotatoria (Art. 67 L.R.A.
DEROGADA) cuyo rgimen parecera aconsejar el sistema francs de
salario diferido. Con todo conviene insistir en que el Derecho Agrario
se ocupa del trabajador para determinar su posicin dentro de la
Explotacin empresarial o pre-empresarial, "considerando su acceso a
la propiedad sustitutiva. Por eso el 0rden de prelacin que opera (Art.
68 L.R.A. DEROGADA) conforme al principio de conversin en mejor
tenencia. El Derecho de Trabajo por. El contrario proyecta al
trabajador disciplinando el contrato laboral propiamente dicho y
organizando los sistemas preventivos y correctivos contra la
disparidad de intereses. De ah que se afirme que 13 toda poltica de
la tierra. Debe orientarse hacia la proteccin amplia del trabajador, fea
o no propietario, actuando o no en forma subordinada, siempre que la
Tierra no sea utilizada como bien de renta sino como factor de trabajo.
AL JOS V ENTURINI V.

Si bien se afirma con sobrada razn que la situacin de las personas


que trabajan y explotan la tierra es objeto de proteccin tanto por parte
del Derecho Agrario, en lo referente al trabajador

no dependiente, como por parte del Derecho del Trabajo en lo que


atae al trabajador subordinado; sin embargo, debe tenerse en cuenta
que la misma naturaleza de los trabajos del campo as como la
arraigada costumbre en el medio rural, hacen que se produzca con
bastante frecuencia una situacin muy especial como es que el
trabajador rural que presta sus servicios a un patrono, conserva al
mismo tiempo su propia iniciativa y realiza siembras y cultivos a su
propio riesgo, en tierras que pueden ser o no propiedad del patrono, o
posedas por este ltimo.
Cuando el trabajador mantiene esos cultivos en tierras propiedad del
patrono o posedas por l, coexisten dos tipos de relaciones jurdicas:
una laboral y otra agraria. De ello nos habla el Doctor Duque
Corredor cuando expresa:
ocurre que en muchas fincas, los obreros rurales disfrutan adems
de su salario en dinero, de otras prestaciones como el permitirles el
uso de una parcela o aprovechar los productos vegetales o animales
del predio; todo ello a cambio de la prestacin de sus servicios en las
labores agrcolas o pecuarias del fundo o hacienda de que se trate...
De manera que un trabajador rural puede realizar labores bajo
subordinacin directa del patrono-dueo de la finca, a cambio de un
salario, y por otro lado, desarrollar zonas o mejorar lotes del predio o
incrementar el nmero de animales de la misma finca, mediante su
trabajo independiente o familiar, bajo su propia direccin y
orientacin...
Hablamos, pues, de los casos de trabajadores rurales con cultivos
propios sobre terrenos del patrono, en que se da la doble relacin
jurdica ya sealada: por un lado tenemos la relacin de trabajo que se
deriva de la prestacin de servicios subordinada, en tanto que por el
otro, tenemos un contrato agrcola que es materia del Derecho Agrario.
En tales casos, existen dos intereses a tutelar:
(i)
(ii)

la proteccin del trabajo asalariado, y


la garanta a la posesin de la tierra; cada uno de ellos con un
valor social de igual jerarqua.

Por ello quizs, afirma Duque Corredor que no ser posible


independizar las relaciones del Derecho Agrario y el Derecho
del Trabajo de manera excluyente, pues en definitiva, su
identidad deriva de un mismo origen: el trabajo humano, por
lo que se pronuncia a favor de crear un rgimen jurdico
unitario para el trabajo rural. Pero mientras ello no ocurra, la
orientacin de alguna jurisprudencia parece ser la de
considerar que en el caso de coexistir dos relaciones, una
laboral y otra cualquiera, se apliquen las disposiciones de la
legislacin laboral por lo que respecta a la relacin de trabajo,
e igualmente las que rigen la otra relacin contractual en lo
que concierne a esta ltima.3 No obstante lo dicho, existen
muchos casos en los que no coexisten el contrato agrario y el
laboral. A este respecto, en el derecho comparado apunta
Hctor Jaime que el Cdigo del Trabajo de Chile es
sumamente claro al excluir de la aplicacin de las normas
laborales a los contratos de arriendo, medianera, aparcera y
otros en virtud de los cuales las personas.

El contrato de trabajo rural y su deslinde de los contratos


agrarios.
Definicin del contrato de trabajo rural. El contrato de trabajo en
general es definido en el artculo 67 de la Ley Orgnica del Trabajo
(en lo sucesivo: la LOT) 13 como aquel mediante el cual una
persona se obliga a prestar servicios a otra bajo su dependencia y
mediante una remuneracin. Tambin la LOT, en el Ttulo V
(Regmenes Especiales), Captulo VI (De los Trabajadores
Rurales), define en el artculo 315, lo que se entiende por trabajador
rural, y al respecto expresa que es el que presta servicio en un fundo
agrcola o pecuario en actividades que slo pueden cumplirse en el
medio rural, aclarando adems que No se considerar trabajador
rural al que realice labores de naturaleza industrial o comercial o de

oficina, aun cuando las ejecute en un fundo agrcola o pecuario. De


tal forma que no es el sitio donde se ejecute la labor o el mbito
geogrfico donde se prestan los servicios, lo que determina el carcter
rural de un trabajador, sino el tipo de labor de que se trate, pues la
LOT adopta un criterio funcional que slo toma en consideracin la
naturaleza de la labor desempeada.14 Por su parte, la Ley de Tierras
se refiere en su artculo 16 a los trabajadores y trabajadoras
agrcolas, y los considera protegidos por las normas de la legislacin
laboral.

Los trabajadores rurales que ostentan la condicin de trabajadores


dependientes bajo las previsiones de la LOT, son aquellos que:
a) ejecutan las labores agrcolas o pecuarias que les son
encomendadas en la tierra o en el ganado que otro le coloca a su
cargo, y al cual se encuentran subordinados;
b) reciben una remuneracin diaria, semanal, quincenal o mensual (y
las dems retribuciones ordenadas por la LOT), a cambio de sus
servicios, sin importar el resultado del cultivo o de la cra;
c) en principio no comparten los riesgos con su patrono, pues ellos
son absorbidos por ste ltimo; y
d) ejecutan su labor con los implementos y herramientas que le
suministra el dueo del fundo o patrono, por lo tanto no tienen la
condicin de explotadores de la tierra.
De all que no deban confundirse estos trabajadores con aquellas
personas que por s mismas y/o con sus familias, con su dinero, y con
sus propios implementos, constituyen por ejemplo arrendamientos de
tierra o aparceras, 15 y que son sujetos protegidos por el Derecho
Agrario. La distinta intensidad con que se combinan capital y trabajo
en el rea rural, genera diferentes formas de participacin de quien
aporta la tierra, en las vicisitudes de la explotacin, esto es, en los
riegos de la empresa agraria, generndose as a decir del Dr., Roberto

H. Brebbia, dos tipos de contratos agrarios: de cambio unos, y


asociativos otros. En los primeros el titular de la tierra queda al margen
de todo riesgo, al igual que de la direccin de la explotacin, mientras
que en los segundos ambas partes del contrato participan de un
inters comn en el resultado de la explotacin, y la direccin de sta
puede estar a cargo exclusivo del concesionario o ser compartida con
el concedente de la tierra.

CLASES DE TRABAJADORES RURALES.


Los trabajadores rurales puede ser, segn dispone el artculo 316 de
la LOT, permanente, temporal y ocasional.
Trabajadores permanentes. Conforme al artculo 316 literal a) de
la LOT, son aquellos que en virtud de su contrato expreso o tcito, o
por la naturaleza de la labor que deban realizar, estn obligados a
prestar sus servicios en el fundo por un periodo continuo no menor de
seis (6) meses cada ao, sea cual fuere el nmero de das que en la
semana presten sus servicios y siempre que lo hagan para un solo
patrono. A pesar de que el artculo 113 de la LOT ya define qu se
entiende por trabajadores permanentes, esto es, los que prestan
servicios en forma regular e ininterrumpida (y por un perodo de tiempo
superior al de una temporada o eventualidad), sin embargo, el artculo
316 eiusdem, tomando en cuenta las peculiaridades del trabajo rural,
fija un perodo de tiempo de servicios de al menos seis meses en el
ao, para que el trabajador pueda ser calificado como permanente,
siempre y cuando haya trabajado con exclusividad para un solo
empleador. Obviamente se ubican aqu tambin todos aquellos
trabajadores fijos vinculados con un empleador mediante contrato a
tiempo indeterminado, y que por lo tanto presten sus servicios durante
todo el ao. Se suelen citar como ejemplos de labores continuas y
permanentes durante todo el ao, que exigen la presencia de esta
clase de trabajadores permanentes, la explotacin ganadera intensiva

(como sucede con la produccin de leche), o la agricultura intensiva de


riego. Slo en tales casos puede mantenerse en Venezuela una planta
de trabajadores fijos.
Trabajadores temporeros. Al igual que los trabajadores permanentes,
los trabajadores temporeros en general son tambin definidos en la
LOT, especficamente por el artculo 114, norma sta segn la cual se
trata de aquellos trabajadores que prestan servicios en determinadas
pocas del ao y en jornadas continuas e ininterrumpidas, por lapsos
que demarcan la labor que deben realizar. El artculo 316, literal b),
eiusdem, referido al trabajo rural, seala igualmente que los
trabajadores temporeros son los que prestan sus servicios por lapsos
que demarcan la labor que deben realizar, pero los particulariza
indicando aquellas actividades propias del campo. Soto, Oscar David:
El Sindicalismo Agrario y la Contratacin Colectiva, en:
Juslaboralismo en Iberoamrica - Libro Homenaje al Dr. Vctor M.
Alvarez. Academia de Ciencias Polticas y Sociales, Caracas, 1990,
p.787. 10 que demarcan tales labores, como sucede con la cosecha,
la limpia del fundo, u otra actividad semejante. Como quiera que en
nuestro pas la agricultura se planifica generalmente por los ciclos de
invierno (poca de lluvia) y verano (poca de sequa), por ciclos
productivos cortos y semi-permanentes, se suele utilizar la mano de
obra al inicio y final de la cosecha, dando origen al empleo de esta
clase de trabajadores temporeros. El doctor Hctor Jaime refiere
tambin dentro de estas labores de temporadas, la siembra y el
trabajo de llano, entendindose por este ltimo la separacin del
ganado y su herraje.
Trabajadores ocasionales. Segn el artculo 316 de la LOT, literal
c), son aquellos que slo prestan sus servicios accidentalmente en
el fundo en determinadas pocas del ao y no estn comprendidos en
ninguna de las anteriores categoras. En forma similar a lo dicho
respecto de los trabajadores permanentes y temporeros, el artculo
115 de la LOT tambin define a los trabajadores ocasionales o
eventuales en general como aquellos que realizan labores en forma
irregular y no continua, y cuya relacin de trabajo termina al concluir la

labor encomendada. La doctrina seala que esta categora de


trabajadores es utilizada en el sector rural en labores como las de
reparar una cerca o alambrada, cortar unos estantillos de madera,
construir o reparar un pozo o bebedero para los animales, hacer
cortafuegos y otras labores que se requieren por razones accidentales
o de emergencia. As mismo, en el rengln pecuario se manifiesta una
actividad caracterizada por la cra y la ceba que utiliza igualmente una
mano de obra a destajo y eventual, para pocas de entrada y salida de
invierno.
Cabanellas seala que en el trabajo agrcola o rural se produce, por
regla general y casi inevitablemente, la discontinuidad, por razn del
clima (lluvias o nieves; calor o fro intenso), por causa de los cultivos
(pues siembra y cosecha son cortas y espaciadas), o por los
elementos que emanan de la propia naturaleza. De all que no cabe
fijar con exactitud matemtica una norma legal a la cual hayan de
ajustarse las labores, porque stas han de realizarse cuando la
naturaleza lo impone o lo permite y de acuerdo a circunstancias que
son muchas veces ajenas al hombre.
BENEFICIOS Y PRESTACIONES
TRABAJADORES RURALES.

LABORALES

DE

LOS

Cabanellas afirma que si bien desde un prisma jurdico se considera


al obrero agrcola como trabajador subordinado, cual sujeto de un
contrato de trabajo, sin embargo, desde un punto de vista realista no
resulta conveniente establecer una misma reglamentacin para el
trabajo industrial y comercial y para el agrcola, ya que en la prctica,
fuera de las grandes explotaciones agrcolas y ganaderas, el obrero
del campo muestra en sus relaciones con los propietarios una
independencia que no se da en los trabajadores industriales y
comerciales.
Explica adems Cabanellas, que la contratacin por da, adecuada a
lo espordico de muchas labores rurales, y la irregular duracin de las
cosechas influyen asimismo en que los descansos semanales, las
vacaciones y el rgimen del despido no cuenten en estas tareas o

resulte de aplicacin complicada. La resultante aconseja un rgimen


jurdico acorde con las modalidades de cada prestacin de servicios.
Teniendo en cuenta lo dicho, y lo dispuesto por el artculo 16 de la
recin promulgada Ley de Tierras, que dispone que los trabajadores
agrcolas gozarn de todos los beneficios previstos en la LOT, a
continuacin analizaremos brevemente los distintos beneficios,
prestaciones y dems condiciones laborales de las que disfruta el
trabajador rural, bajo las cuales debe prestar sus servicios, o cuyo
pago resulta procedente durante la ejecucin de su contrato de trabajo
a al trmino de ste.
Jornada.
El artculo 325 de la LOT autoriza una jornada de ocho (8) horas por
da y cuarenta y ocho (48) horas por semana para los trabajos en la
agricultura y en la cra, a diferencia de la jornada de trabajo diurna del
rgimen general que la propia LOT fija en 44 horas semanales
(Art.195). Dadas las especiales condiciones en que se desarrolla la
actividad agrcola, creemos con Hctor Jaime en la justificacin de
una jornada flexible, pues muchas actividades no se realizan en forma
continuada sino a determinadas horas o durante ciertos lapsos, como
el caso del ordeo, que se lleva a cabo en dos oportunidades: en la
madrugada y por la tarde. Por tales razones, el mismo artculo 325 de
la LOT prev la posibilidad de prolongar la duracin de la jornada
hasta un mximo de 60 horas a la semana, cuando la naturaleza de
la labor as lo exija, lo que justifica el profesor Jaime con las
siguientes palabras:
...el trabajo rural depende mucho de las circunstancias atmosfricas y
del ciclo natural de las culturas (rectius: los cultivos), por lo que
durante das enteros, o largos perodos en el da, el trabajador no tiene
oportunidad de desarrollar actividad alguna, por lo que podra verse,
en la prolongacin de la jornada, una cierta compensacin por el
tiempo que permanece inactivo el trabajador...

En sentido similar se pronuncia el doctor Villasmil Briceo, quien


considera que no poda el legislador adoptar una posicin
absolutamente rgida con respecto a la jornada del trabajador rural,
pues la labor en la agricultura y en la cra es frecuentemente
discontinua e intermitente, siendo en ocasiones de intensa actividad
durante una parte de la jornada, y de simple vigilancia o de mera
expectativa durante el resto.

El artculo 326 de la LOT modifica para el medio rural el horario


dentro del cual la jornada se considera nocturna, estableciendo que
ser la comprendida entre las seis de la tarde (6:00 p.m.) y las cuatro
de la madrugada (4:00 a.m.), a diferencia de lo que seala la norma
general prevista en el artculo 195 de la LOT, que considera como
jornada nocturna la que se cumple entre las siete de la noche (7:00
p.m.) y las cinco de la madrugada (5:00 a.m.). La razn de ello quizs
se deba a que en el campo comienzan a realizarse ciertas labores
desde muy temprano, como ocurre por ejemplo segn comenta
Hctor Jaime con el ordeo y el pastoreo de ganados.

Vacaciones.
El artculo 323 de la LOT consagra el derecho a disfrutar de
vacaciones anuales remuneradas para los trabajadores rurales
permanentes, no as para los trabajadores temporeros y ocasionales,
dada la corta duracin de las labores que estos ltimos ejecutan, lo
que impedira completar el tiempo necesario para tener derecho a
dicho beneficio. El nmero de das de disfrute de vacaciones y de
bono vacacional que corresponda a los trabajadores rurales
(permanentes) se rige por lo que dispone la LOT en el artculo 219 y
siguientes, esto es, el derecho a:
(i)

disfrutar quince (15) das hbiles de vacaciones anuales


remuneradas, ms un (1) da hbil adicional por cada ao

(ii)

adicional al primer ao de servicios hasta un mximo de quince


(15) das hbiles adicionales de disfrute; y
recibir, en el momento del disfrute de la vacacin, el pago de
una bonificacin equivalente a siete (7) das de salario por el
primer ao de servicios ininterrumpidos, ms un (1) da de
salario adicional por cada ao subsiguiente, hasta un mximo
de catorce (14) das de salario adicionales. Pero para tener
derecho a ello, no se exige un ao de servicios ininterrumpidos
(como lo establecen las disposiciones generales de la LOT),
sino haber prestado servicios durante al menos las dos terceras
partes de los das hbiles del ao. As, asumiendo que en un
ao hay alrededor de 300 das hbiles (excluyendo 52 domingos
y un da feriado por mes en promedio), bastara con que el
trabajador rural haya trabajado para el mismo patrono durante
por lo menos 200 de esos das, para hacerse beneficiario de las
vacaciones.
Hctor Jaime aclara que para este cmputo la LOT se refiere a
un lapso de 365 das, y no a un ao civil (esto es, el que
comienza el 1 de enero y termina el 31 de diciembre de cada
ao).30 Si el contrato de trabajo termina por cualquier causa
distinta al despido justificado, a tenor de lo previsto por el
artculo 225 de la LOT, a los trabajadores rurales (permanentes)
se les debe reconocer y pagar tanto la vacacin fraccionada
como el bono vacacional fraccionado, en proporcin a los
meses completos de servicios que hubieren prestado.

Prestaciones sociales (prestacin de antigedad). A este respecto se


aplica el rgimen general previsto en el artculo 108 de la LOT en
cuanto al pago de la correspondiente prestacin de antigedad,
despus del tercer mes de prestacin de servicios. As, si la
antigedad no supera dicho lmite no tendra el trabajador rural
derecho a su pago, pero al cumplir el cuarto mes, y durante los

sucesivos meses, dicho trabajador tendra derecho al abono o


depsito de la prestacin de antigedad en forma mensual.
Indemnizaciones por terminacin de la relacin de trabajo por causas
imputables al patrono. Aqu se aplica tambin el rgimen de
indemnizaciones por despido contemplado por el artculo 125 de la
LOT, tanto para el caso de despido injustificado como de retiro
justificado, ya que en ambos casos es una causa imputable al
empleador el motivo de la extincin del contrato, y as se contempla
expresamente en el artculo 100, pargrafo nico, de la LOT, que
equipara los efectos patrimoniales de ambas formas de terminacin.

file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis
%20documentos/Downloads/Trabajadores+Rurales_MarlonMeza
%20(2).pdf

La diversidad de sistemas de trabajos agrcolas obliga a diferenciar


un buen nmero de contratos donde, si bien hay prestaciones de
trabajo, no existe la reciprocidad del salario, sino una compensacin
consistente, por lo general, en la participacin en los beneficios de la
produccin. No son, en realidad, contratos de trabajo, aunque se
considere que el rea del Derecho Laboral se extiende a algunas
situaciones jurdicas sin relacin directa con el trabajo subordinado

SALA CONSTITUCIONAL
Magistrada Ponente: LUISA ESTELLA MORALES LAMUO
Expediente N 09-0924
Mediante Oficio N 452-2.009 del 23 de Julio de 2009, el
Juzgado Superior Primero Agrario del rea Metropolitana de Caracas,
remiti a esta Sala expediente signada con el N 2.009-5211
contentivo de la sentencia dictada el 29 de Junio de 2009, en la que el
referido juzgado desaplic por control difuso de la constitucionalidad el
artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil, en el marco del proceso
de
Ejecucin
de
Hipoteca,
incoado
por
la
Compaa LAAD AMRICAS
N.V,
contra
la
Sociedad
Mercantil AGROPECUARIA RAW3, C.A, relativo a la potestad de las
partes de fijar el domicilio especial en materia de contratos agrarios
por cuanto dicha norma colide con las garantas constitucionales
previstas en los artculos 2, 26, 49 y 259 de la Constitucin de la
Repblica Bolivariana de Venezuela, lo que a su vez se traduce en
violacin del orden pblico procesal agrario, y de los principios
rectores en materia agraria, concretamente el principio de inmediacin
y de la resolucin N 00013 de la Sala Plena del Tribunal Supremo de
Justicia de fecha 22 de febrero de 2.006, referida al cese inmediato de
toda actividad de los tribunales ejecutores de medidas del pas,

relacionada con la ejecucin de decisiones proferidas por los


tribunales con competencia agraria.
El 4 de agosto de 2009, se dio cuenta en Sala y se design
como ponente a la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuo quien,
con tal carcter, suscribe el presente fallo.

En virtud de la reconstitucin de la Sala y del nombramiento de


sus nuevos integrantes en sesin de la Asamblea Nacional del 7 de
diciembre de 2010, publicada en la Gaceta Oficial de la Repblica
Bolivariana de Venezuela N 39.569 del 8 de diciembre de 2010,
qued reconstituida la Sala de la siguiente forma: Presidenta
Magistrada Luisa Estella Morales Lamuo, Vicepresidente Magistrado
Francisco Antonio Carrasquero Lpez, y los Magistrados y
Magistradas Marcos Tulio Dugarte Padrn, Carmen Zuleta de
Merchn, Arcadio Delgado Rosales, Juan Jos Mendoza Jover y
Gladys Mara Gutirrez Alvarado.
Realizado el estudio individual de las actas que conforman el
presente expediente, esta Sala Constitucional pasa a decidir previas
las siguientes consideraciones.

I
DE LA SENTENCIA CONSULTADA

El pronunciamiento jurisdiccional sometido a la consulta de


esta Sala lo constituye la sentencia N 2.009-5211 dictada por el
Juzgado Superior Primero Agrario de la Circunscripcin Judicial del
rea Metropolitana de Caracas el 29 de junio de 2009, la cual decidi
lo siguiente:

PRIMERO: Sin Lugar la apelacin interpuesta por el ciudadano


abogado LEONARDO ENRIQUE MOGOLLON CARRASCO,
apoderado judicial de las compaas AGROPECUARIA RAW3,

C.A., y AGROPECUARIA LA PREVENCIN IXL, C.A., contra la


sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia Agraria
de la Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de Caracas
de fecha cuatro de (4) de Diciembre de 2.008. SEGUNDO: Se
confirma en los trminos de esta Alzada la sentencia dictada por
el Juzgado de Primera Instancia Agraria de la Circunscripcin
Judicial del rea Metropolitana de Caracas, de fecha cuatro de
(4) de Diciembre de 2.008. En consecuencia se declara
IMPROCEDENTE la cuestin previa contenida en el ordinal 11
del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil, opuesta por
el ciudadano abogado LEONARDO ENRIQUE MOGOLLON
CARRASCO, en su carcter de apoderado judicial de la
compaa AGROPECUARIA RAW3,C.A. Asimismo se declara
EXTEMPORNEO el escrito de oposicin a la ejecucin de
hipoteca opuesto por ciudadano abogado LEONARDO
ENRIQUE MOGOLLON CARRASCO, en su carcter de
apoderado judicial de la compaa AGROPECUARIA LA
PREVENCIN IXL C.A. TERCERO: Se declara firme el Decreto
Intimatorio dictado por el Juzgado de Primera Instancia Agraria
de la Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de
Caracas, de fecha tres (03) de julio de 2.008, y en consecuencia
firme la orden de las intimadas AGROPECUARIA RAW3, C.A. y
AGROPECUARIA LA PREVENCIN IXL, C.A. de pagar a la
parte ejecutante LAAD AMERICAS, N.V. las cantidades
dinerarias siguientes A) SEISCIENTOS CINCUENTA MIL
DLARES AMERICANOS (US$ 650.000), que a los fines
exigidos por el Banco Central de Venezuela equivale al cambio
oficial a UN MILLN TRESCIENTOS NOVENTA Y SIETE MIL
QUINIENTOS BOLVARES FUERTES (BS.F.1.397.500) por
concepto de capital adeudado derivado del prstamo que le fue
otorgado a la compaa AGROPECUARIA RAW3., C.A., segn
contrato de fecha 11 de julio de 2.001; B) La cantidad de
CIENTO CUARENTA MILLONES DE BOLVARES (BS.
140.000.000) equivalentes a la cantidad de CIENTO
CUARENTA MIL BOLVARES FUERTES (BS.F. 140.000) por
concepto de costas y costos incluidos los honorarios de los
abogados estipulado por las partes en el documento constitutivo
de la hipoteca de fecha 12 de septiembre de 2.001.CUARTO:
De conformidad con lo previsto en el artculo 334 de la
Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, se

desaplica por el control difuso de la constitucionalidad y para el


caso en concreto, el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento
Civil, y las Clusulas Primera y Dcima Primera del documento
hipotecario, relativo a la potestad de las partes de fijar el
domicilio especial en materia de contratos agrarios por cuanto
dicha norma colida con las garantas constitucionales previstas
en los artculos 2, 26, 49 y 259 de la Constitucin de la
Repblica Bolivariana de Venezuela, que a su vez se traducen
en la violacin al orden pblico procesal agrario, a los principios
rectores de la materia agraria, concretamente el Principio de
Inmediacin, y a la Resolucin N 00013 de la Sala Plena de
nuestro mximo tribunal de fecha 22 de febrero de 2006,
referida al cese inmediato de toda actividad de los tribunales
ejecutores de medidas del pas relacionada con la ejecucin de
decisiones proferidas por tribunales con competencia agraria.
As se decide. QUINTO: Como consecuencia del particular
anterior y en atencin a que el inmueble objeto de garanta
hipotecaria en la presente causa, se encuentra ubicado en la
Circunscripcin Judicial del estado Zulia, especficamente en el
Municipio Coln del Estado Zulia, Parroquia Urribarri, se declara
competente al JUZGADO AGRARIO PRIMERO DE PRIMERA
INSTANCIA DE LA CIRCUNSCRIPCIN JUDICIAL DEL
ESTADO ZULIA CON SEDE EN LA CIUDAD DE MARACAIBO
a los fines de que continu (sic) con la ejecucin de la sentencia
de conformidad con lo establecido en el artculo 662, con
arreglo a lo dispuesto en el ttulo IV Libro Segundo del Cdigo
de Procedimiento Civil. Todo ello en virtud a que el JUZGADO
AGRARIO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA DE LA
CIRCUNSCRIPCIN JUDICIAL DEL ESTDAO (sic) ZULIA,
tribunal competente por el territorio segn resolucin N. 2.0070048 de fecha 28 de noviembre de 2.007, no ha iniciado
actividad judicial. Motivo por el cual est impedido de llevar a
cabo dicha ejecucin. SEXTO: Se hace del conocimiento de las
partes intervinientes en la presente causa, que la presente
sentencia se public dentro del trmino legal establecido para
ello, de conformidad con lo establecido en el artculo 240 de la
ley de Tierras y Desarrollo Agrario.
Ahora bien, el referido Juzgado Superior Agrario procedi en un
captulo aparte denominado DE LA COMPETENCIA EN MATERIA DE

CONTRATOS
HIPOTECARIOS
AGRARIOS,
Y
DE
DESAPLICACIN
POR
CONTROL
DIFUSO
DE
CONSTITUCIONALIDAD DEL ARTCULO 47 DEL CDIGO
PROCEDIMIENTO CIVIL. A desarrollar sobre la base de
siguientes razonamientos:

Ahora bien, este Juzgado Superior Primero Agrario, en su


sagrada misin de asegurar la materializacin de los
presupuestos supremos contenidos en los artculos 2, 26, 49 y
259 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de
Venezuela, pasa de seguidas a determinar lo referente a la
competencia territorial en materia de contratos agrarios,
especficamente cuando el bien afecto a la actividad agraria y
dado en garanta hipotecaria, se encuentra fuera de los lmites
territoriales de los juzgados agrarios de primera instancia, en
virtud de lo establecido en el artculo 47 del Cdigo de
Procedimiento Civil, que establece la facultad que tienen las
partes de convenir el domicilio especial para este tipo de causas
en el documento de crdito. En se (sic) sentido quien decide
observa lo siguiente: Entiende la doctrina generalmente
aceptada, que la jurisdiccin es l (sic) todo y la competencia es
la parte de ese todo; adems de ser considerada como la
medida de la jurisdiccin, la cual contiene tres (3) aspectos:
siendo el primero de ellos, el buen funcionamiento del Poder
Judicial, y la prctica de los principios jurdicos tales como la
equidad y la justicia, la inmediatez, la celeridad del proceso;
segundo, la divisin del trabajo en la actividad jurisdiccional, y
como ltimo y tercer aspecto la funcin de cumplir un rol
secundario; porque puede haber juez con jurisdiccin pero sin
competencia, aunque dicha circunstancia no se da con mucha
frecuencia, pero existe, el juez con competencia pero sin
jurisdiccin. De sta (sic) conceptualizacin, se puede concluir
que la finalidad ltima de la competencia se traduce en la
fragmentacin especializada de la administracin de justicia:
civil, penal, laboral, agraria, etc. ya que, muchos autores definen
a la competencia como la capacidad para administrar justicia en
una determinada rea judicial; siendo considerada desde el
punto de vista objetivo como la medida de la funcin pblica que
desempea cada rgano, es decir, la rbita jurdica, dentro del

LA
LA
DE
los

cual se ejerce el poder pblico del rgano correspondiente; y


desde el punto de vista subjetivo, es el conjunto de atribuciones
otorgado a cada rgano jurisdiccional para que ejerza sus
facultades. En relacin a la competencia, diferentes autores
definen la naturaleza jurdica de la competencia de la siguiente
forma: Eduardo J. Couture define a la competencia como la
medida de la Jurisdiccin asignada a un rgano del poder
judicial, a efecto de la determinacin genrica de los asuntos en
que es llamado a conocer por razn de la materia, de la
cantidad y del lugar. Hugo Alsina la define como la aptitud del
juez para ejercer su Jurisdiccin en un caso determinado.
Francisco Carnelutti: Es el poder propio del oficial de justicia
para ejercer la Jurisdiccin del caso. Por lo tanto, la
competencia obedece a criterios procesales, por lo que se
modifica conforme a las necesidades coyunturales de una
sociedad, es por eso que las tradicionales competencias son la
civil, penal, agraria, laboral, entre otras. En Europa desde la
Edad Media aparece la competencia comercial, porque Europa
ha sido el centro promotor para el surgimiento del Capitalismo.
Posteriormente, por necesidad de un buen funcionamiento
administrativo y por la divisin del trabajo surge la competencia
laboral, agraria, de familia etc.; y as sucesivamente por la
ampliacin del universo jurdico van surgiendo nuevas
competencias. Por lo tanto, la competencia obedece a una
cuestin de poltica procesal, vale decir, es absolutamente
dinmica. En nuestro pas, la competencia se reputa como de
orden pblico, porque emana de la ley, y la ley siempre tiene
esta naturaleza de ser pblica, porque est ligada a un
cumplimiento obligatorio; es decir, es un mandato obligatorio y
general, que todos tienen que cumplirlo, siendo clasificado de la
siguiente manera: A- Por el territorio: La cual se encuentra
demarcada dentro un lmite territorial-espacial. B- Por la
materia: La cual presupone que se debe determinar la
naturaleza de la situacin discutida, pudiendo ser civil, penal,
laboral, contencioso administrativo, agrario, bancario, martimo,
mercantil, entre otras.C- Por la cuanta: Depende del valor de la
demanda y se determinan segn las disposiciones establecidas
en la Ley. D- La Funcionarial o funcional: Aquella que presupone
el orden de la jerarqua, donde se encuentran los tribunales de
primera instancia, de segunda instancia, y finalmente de

casacin o nulidad; donde se encuentra una competencia


absoluta y relativa. En el caso que nos ocupa, concretamente
en relacin a la competencia por el territorio, cuando el bien
afecto a la actividad agrcola y dado en garanta hipotecaria se
encuentra fuera de los limites (sic) territoriales y por ende
competenciales de los juzgados agrarios de primera instancia,
en virtud a lo establecido en las clusulas especiales contenidas
en los documentos de crdito redactadas en uso de la facultad
prevista en el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil, la
cual como se precis en su oportunidad, se reputa como la
demarcada dentro un lmite territorial-espacial sobre el cual
recaer el mbito de aplicacin del poder decisorio del juez;
quien decide observa, lo contenido en el contrato de crdito que
dio origen a la presente juicio de Ejecucin de Hipoteca, y en
ese sentido, observa especficamente lo establecido en sus
Clusulas Primera y Dcima Primera, a saber: PRIMERA:
Segn consta de documento de prstamo celebrado en fecha
09 de julio de 2.001 (en lo adelante el contrato de prstamo),
LAAD AMERICAS N.V, entidad financiera constituida de
conformidad con las Leyes de Curazao, Antillas Neerlandesas y
con domicilio en Kaya F.G. (Jombi) Mensig 14 Cucacao Antillas
Neerlandesas (en lo sucesivo denominada LAAD) convino en
otorgar al Prestatario un prstamo por la cantidad de
Seiscientos Cincuenta Mil Dlares de los Estado Unidos de
Amrica (US$ 650.000) (en lo adelante denominado el
Prstamo) cantidad esta que solo a los fines de dar
cumplimiento a lo dispuesto en el artculo 95 de la Ley del
Banco Central de Venezuela se estiman equivalentes a la
cantidad de Cuatrocientos Sesenta y Siete Millones de
Bolvares (Bs. 467.350.000,00). Se acompaa para ser
agregados al cuaderno de comprobantes un ejemplar del
contrato de prstamo. El prstamo devengar intereses a razn
del catorce por ciento (14) anual. Si el prestatario dejare de
pagar cualquiera obligaciones adeudada en favor de LAAD en la
fecha de su vencimiento, las mismas devengar intereses de
mora a partir de entonces a razn de dos por ciento (2%) anual,
en adicin a la taza de inters antes mencionada. El prstamo
estar evidenciado adicionalmente por uno o ms instrumentos
pagars que se emitan al efecto (los Pagares) Los intereses
sobre el Prstamo sern calculados en base a un ao de 360

das y das efectivamente trascurridos y las determinaciones de


la taza de inters aplicable a las cantidades devengadas por tal
concepto que realice LAAD harn plena prueba frente al
Prestatario del Prstamo, los intereses, los gastos y costos
incurridos que son reembolsables por el prestatario y los pagos
recibidos por cuenta de ste. Todas las cantidades bajo o en
relacin con el prstamo o el Contrato de Prstamo son
pagaderas nica y exclusivamente en dlares de los Estados
Unidos de Amrica en fondos inmediatamente disponibles,
libres y netos sin deduccin, retensin, compensacin o
descuento alguno, incluyendo deducciones por impuesto, tasa y
costos u otros conceptos. El contrato de prstamo se rige e
interpreta de conformidad con el derecho venezolano y el
Prestatario convenido bajo el mismo a someterse a la
jurisdiccin de los tribunales competente de la ciudad de
Caracas, respecto de cualquier controversia relacionada con el
Prstamo, el Contrato de Prstamo o cualquier documento
emitido en relacin con los mismos. DCIMA PRIMERA: Se
elige como domicilio especial a los efectos de este documento
la ciudad de Caracas, a la jurisdiccin de cuyos tribunales el
Prestatario acuerda someterse. Para efecto de notificaciones y
requerimientos que se hicieren al prestatario, se fija como
domicilio la siguiente direccin: Av: 10, N 10-49, Barrio La
inmaculada, el Viga, Estado Mrida. Repblica Bolivariana de
Venezuela. As pues, la parte intimante, tomando en
consideracin las clusulas antes trascritas, aplicando lo
establecido por el Legislador en el artculo 47 del Cdigo de
Procedimiento Civil, consign su escrito de solicitud de
Ejecucin de Hipoteca, por ante el hoy extinto, Juzgado de
Primera Instancia Agraria de la Circunscripcin Judicial del rea
Metropolitana de Caracas, el cual fue suprimido por la Sala
Plena del Tribunal Supremo de Justicia, mediante Resolucin N
2009-0007, dictada en fecha 18 de marzo de 2009,
atribuyndole la competencia a los juzgados agrarios del estado
Miranda. Asimismo, este sentenciador observ que, en el
cuaderno de medidas que se le diera apertura en fecha 03 de
julio de 2008, consta medida de prohibicin de enajenar y
gravar decretada por el mismo tribunal de origen en esa fecha,
la cual recay sobre el bien inmueble hipotecado, es decir,
sobre la finca agrcola denominada San Camilo, la cual tal y

como se desprende de autos, se encuentra ubicada en el sector


denominado el Chivo, Parroquia Urribarri, Jurisdiccin del
Municipio Coln del Estado Zulia. En ese sentido, en el caso
sometido a la consideracin de este rgano jurisdiccional, se
determina con meridiana precisin que el domicilio especial fue
expresamente convenido por las partes en el contrato
hipotecario adjunto a la presente solicitud, signado con la letra F
en uso de la facultad prevista en el artculo 47 eiusdem, lo que
en principio en materia civil no puede ser relajado por el
Jurisdicente, no siendo as en materia especial agraria en virtud
de que la ejecucin material de la posible sentencia de mrito,
debe realizarse en la ubicacin fsica del inmueble dado en
garanta hipotecaria a cargo de un tribunal agrario competente
por el territorio, que no siempre resulta ser el competente para
el conocimiento del mrito de la controversia, ante la facultad
que tienen las partes de elegir un domicilio especial para dirimir
los conflictos derivados de los contratos de crditos con
garanta real hipotecaria sobre bienes afectos a la actividad
agrcola, lo que puede colocar en riesgo los Principios de
Seguridad Alimentaria y Soberana Nacional, y por ende el
espritu y propsito de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. As
las cosas, observa este Tribunal como las partes intervinientes
en el referido contrato de crdito, convinieron en sus Clusulas
Primera y Dcima Primera, antes transcritas, celebrado en
fecha 11 de julio de 2.001, y autenticado por ante la Notaria
Pblica Quinta del Municipio Chacao del Distrito Capital,
protocolizado ante la Oficina Subalterna de Registro de los
Municipios Coln, Catatumbo, Jess Mara Semprm y
Francisco Javier Pulgar del Estado Zulia. San Carlos del Zulia,
(folios 152 al folio 164 del presente expediente), como domicilio
especial a la ciudad de Caracas, y solicitando en su escrito
libelar la ejecucin de la medida sobre un bien inmueble
ubicado en el estado Zulia, lo cual deja entrever una colisin
con el Orden Constitucional vigente, y con los principios
rectores de la materia agraria.Tambin observ esta
Superioridad, que el juzgado que conoci en primera instancia
la presente causa decret medida de prohibicin de enajenar y
gravar sobre el bien inmueble dado en garanta hipotecaria,
denominada finca San Camilo, sin competencia territorial en el
estado Zulia para decretar y ejecutar dicha medida, participando

la referida medida, al Registrador Pblico de los Municipios


Coln, Catatumbo, Jess Mara Semprm y Francisco Javier
Pulgar del Estado Zulia, mediante oficio N 2008-288, de fecha
03 de julio de 2008, vulnerando la naturaleza jurdica del
Principio de Inmediacin del Juez Agrario, al decretar una
medida sobre un lote de terreno sobre el cual, el alcance de su
jurisdiccin se encontraba limitada por la competencia territorial.
Precisado lo anterior, en relacin a la competencia territorial,
tanto la doctrina como la jurisprudencia, han establecido
reiteradamente que la competencia de los rganos
Jurisdiccionales en razn del territorio, se encuentra
fundamentalmente dirigida a facilitar el acceso de las partes al
rgano jurisdiccional, donde la competencia territorial est
determinada por la vinculacin personal del demandado con la
respectiva circunscripcin, expresada a su vez en la expresin:
actor sequitur forum rei, segn la cual el actor debe seguir el
fuero del demandado, el cual no es otro que el domicilio del
demandado y su fundamento es proporcionar a ste la mayor
comodidad para su defensa, moderando un poco las ciertas
facilidades que se le dan al actor para elegir, en algunos casos,
el fuero ante el cual puede intentar su demanda. En este mismo
orden de ideas, dispone la doctrina civilista ampliamente
aceptada, doctrina esta, considerada superada en lo que al
derecho especial agrario social y humanista se refiere; que la
materia relacionada con la competencia se encuentra
consagrada en la ley adjetiva civil; vale decir, el Cdigo
Procedimiento Civil, especficamente en sus artculos 40 y
siguientes, y especficamente es de destacar la facultad de las
partes para elegir un domicilio especial a que se contrae el
artculo 47 eiusdem, el cual consagra lo siguiente: Artculo 47.La competencia por el territorio puede derogarse por convenio
de las partes, caso en el cual la demanda podr proponerse
ante la autoridad judicial del lugar que se haya elegido como
domicilio. La derogacin no podr efectuarse cuando se trate de
causas en las que debe intervenir el Ministerio Pblico, ni en
cualquier otro en que la ley expresamente lo determine.
Establece dicha norma, que las partes pueden elegir un fuero
especial territorial ante el cual se diriman las controversias. Esta
eleccin nace de un convenio destinado a prorrogar la
competencia territorial; dicha norma permite la derogatoria de la

competencia por el territorio, de lo cual se colige que dicha


competencia es de estricto orden privado y civil; en
consecuencia, las partes pueden, al momento de celebrar el
contrato establecer un domicilio especifico ante el cual dilucidar
sus pretensiones derivadas de dicho contrato. En este sentido,
el autor Ricardo Henrquez La Roche, cuando interpreta el
citado artculo 47, expresa que el pacto que deroga el fuero
territorial asignado por la Ley, implica la escogencia de un Juez
competente para el conocimiento del asunto y agrega que dicha
competencia no es exclusiva ni excluyente, correspondindole
al Juez del domicilio, ya que la norma utiliza la locucin verbal,
podr proponerse, lo cual significa que es potestativo de la parte
interesada proponer la demanda en el domicilio convenido o en
el domicilio del demandado a su eleccin, deduccin que se
hace por aplicacin de la lgica del artculo 23 del Cdigo de
Procedimiento Civil, que otorga una potestad o arbitrio al Juez
cuando la Ley lo faculta mediante la inflexin verbal: el Juez
puede o podr. Sin embargo, el criterio anteriormente expuesto
no era plenamente compartido en los diferentes foros del pas, y
las partes continuaban indicando que la clusula mediante la
cual se escoga el domicilio con fundamento en el artculo 47,
constitua una derogatoria de todos los dems fueros
competentes a lo cual se opona otro sector de la doctrina y
concretamente el Dr. Carlos Delgado Ocando, en el trabajo
denominado De los efectos de la eleccin del domicilio en el
Cdigo de Procedimiento Civil venezolano publicada en la
revista de Derecho N 09, del Tribunal Supremo de Justicia,
mediante la cual expres: La interpretacin del artculo 47 del
Cdigo de Procedimiento Civil vigente debe ser realizada dentro
del sistema de normas procesales que determinan las
modificaciones a los lmites territoriales de competencia,
configuradores de fueros especiales concurrentes junto con el
fuero general del domicilio del demandado. En efecto, si se
limita a una simple interpretacin de la norma antes indicada, se
pondra de manifiesto que el legislador, lejos de facultar a las
partes a una derogatoria de los limites de competencia territorial
que conlleva la anulacin del fuero general del domicilio y de los
fueros especiales contemplados en los artculos precedentes, lo
que realmente permite a las partes mediante acuerdo preventivo
es la posibilidad de prorrogar la competencia territorial al Juez

que no la tiene, mediante la eleccin de un domicilio especial en


la forma prevista en el artculo 32 del Cdigo Civil, para aadir a
los fueros de competencia previstos en la Ley, un nuevo fuero
concurrente a la eleccin del demandante. Asimismo, el texto de
la comentada norma del artculo 47 sobre la eleccin del
domicilio, aun cuando resulte equvoco por el uso inadecuado
que hace del verbo derogar, aparece, sin embargo, es clara, en
cuanto al efecto procesal que el legislador quiso darle a un
acuerdo de esa naturaleza, cuya intencin no fue otra, que
conceder a las partes la posibilidad de proponer su demanda
ante un fuero especial, concurrente y electivo con el fuero
general del domicilio y con los otros fueros especiales
determinados por la Ley, como se deduce de su texto al
disponer: omissis caso en el cual la demanda podr proponerse
ante la autoridad judicial del lugar que se haya elegido como
domicilio. En donde el legislador utiliza la locucin adverbial
caso en el cual, para referirse precisamente a la naturaleza de
la derogatoria permitida en la oracin precedente, que no fue
otro que facultar a las partes (ms no obligarlas) para proponer
la demanda ante el tribunal del domicilio elegido de mutuo
acuerdo por las mismas y que el mismo fuese competente en
cuanta, materia, territorio y funcional, a los fines que el fallo que
pudiese dictar dicho Juzgado de instancia, pueda ser ejecutado
en la oportunidad legal correspondiente, pues no es otro el
sentido del verbo poder, que significa tener expedita la facultad
de hacer algo, en su sentido potencial de aquello que est en
calidad de posible. Como lo seala el autor Chiovenda, en
relacin a la competencia territorial que puede ser relajada por
las partes en un contrato, donde expresa que una cosa es que
el demandante tenga la opcin de escoger entre diferentes
fueros (llamados, por eso, fueros concurrentes electivos que es
la hiptesis consagrada en el artculo 47 en comento), en cuyo
caso se trata de un derecho que la Ley expresa con el
facultativo la accin podr ser propuesta; y otra cosa es que el
fuero sea exclusivo, exclusividad que la ley expresa con el
imperativo la accin se propone, se debe proponer, etc.
(Giuseppe Chiovenda. Instituciones de Derecho Procesal Civil.
pag. 299 y 300); y es tambin claro que las partes no pueden,
en base al citado artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil,
cuya interpretacin debe ser restrictiva por ser una excepcin al

artculo 5 eiusdem, dejar sin efecto el fuero concurrente


electivo all previsto, por un fuero exclusivo o necesario. Por otra
parte, la discusin doctrinaria que hasta la fecha se haba
generado en torno al carcter que tena la clusula de eleccin
del domicilio, fue establecida en origen, por la decisin de la
Sala de Casacin Civil del Tribunal Supremo de Justicia, de
fecha 16 de Diciembre de 2.003, caso Electrificaciones Joreica
C.A., Exp. N: 1981-000006, en la cual con fundamento a los
criterios doctrinales, y en interpretacin de la normativa legal
venezolana, declar que en el caso de eleccin de domicilio con
fundamento en el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil,
el demandante tiene la posibilidad de intentar la demanda tanto
en el domicilio del demandado como en el domicilio elegido por
las partes en el contrato. Siguiendo con la competencia
territorial en materia agraria, se debe tomar como pice a los
fines de una justa decisin el Derecho Agrario, al ser un
derecho en constante evolucin y desarrollado en distintos
fenmenos econmicos, polticos, sociales y ambientales,
donde se ha creado un nuevo derecho agrario ms social,
orientado fundamentalmente hacia la bsqueda de la paz social
en el campo a travs del establecimiento y perfeccionamiento
de instituciones que le son propias, tales como la propiedad,
posesin, contratos, empresas, entre otras, que en mltiples
ocasiones se confunden con las instituciones del Derecho Civil
o comn al momento de ser sometidas a conocimiento del
rgano
jurisdiccional.
Asimismo, vale hacer referencia al principio de la perpetuatio
fori o perpetuacin del fuero (que constituye una derivacin del
principio de la perpetuatio jurisdictionis) el cual se traduce en
que la competencia del rgano jurisdiccional, cuando la ley no
disponga expresamente lo contrario, se determina por la
situacin fctica y normativa existente para el momento de la
presentacin de la demanda, sin que pueda modificarse la
competencia, salvo supuestos excepcionales.En relacin a las
excepciones en materia agraria, es importante destacar, que
existen a juicio de quien aqu decide, dos (2) excepciones,
donde no es relajable por las partes la competencia territorial en
materia contractual especial agraria de carcter patrimonial; es
decir, que las partes no pueden convenir el domicilio especial
aplicando el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil, las

cuales son las siguientes: PRIMERA EXCEPCIN: En los


artculos 167 y 168 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario el
Legislador estableci lo siguiente: omissis Artculo 167. Son
competentes para conocer de los recursos que se intenten
contra cualquiera de los actos administrativos agrarios:
1. Los Tribunales Superiores Regionales Agrarios competentes
por la ubicacin del inmueble, como Tribunales de Primera
Instancia.2. La Sala Especial Agraria de la Sala de Casacin
Social del Tribunal Supremo de Justicia, como Tribunal de
Segunda Instancia. Artculo 168. Las competencias atribuidas
de conformidad con el artculo anterior comprenden el
conocimiento de todas las acciones que por cualquier causa,
sean intentadas con ocasin a la actividad u omisin de los
rganos administrativos en materia agraria, incluyendo el
rgimen de los contratos administrativos, el rgimen de las
expropiaciones, las demandas patrimoniales y dems acciones
con arreglo al derecho comn que sean interpuestas contra
cualesquiera de los rganos o los entes agrarios. Omissis. De
las normas ut-supra citadas, se desprende que los Juzgados
Superiores Regionales Agrarios son competentes para conocer
como Tribunales de Primera Instancia de los recursos que se
intenten contra cualquier Ente Estatal Agrario, tomando como
base para el conocimiento de dichas acciones la ubicacin del
inmueble, y que la competencia atribuida en el artculo 167
ejusdem, comprende el conocimiento de todas las acciones que
sean incoadas con ocasin a la actividad u omisin de los Entes
Estatales Administrativos en materia agraria; siendo ste el
primer supuesto excepcional, ya que, para el conocimiento las
demandas contra dichos Entes Estatales Descentralizados
Agrarios, la competencia se encuentra atribuida a los Juzgados
Superiores Regionales Agrarios, por la ubicacin del inmueble,
de lo cual se desprende, que la competencia territorial en este
caso no es relajable en materia del rgimen de los contratos
agrarios (es decir, en materia contractual), de las
expropiaciones, las demandas patrimoniales y dems acciones
contra dichos entes u rganos agrarios. As pues, confirmando
lo antes sealado por la Ley especial agraria, la Sala de
Casacin Social, del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia
de fecha 23 de abril de 2009, con ponencia del Magistrado Juan
Rafael Perdomo, se realiz una breve y concisa interpretacin

de la competencia territorial otorgada a los Juzgados Superiores


Regionales Agrarios como Tribunales de Primera Instancia,
establecindose lo siguiente: omissis Por su parte, los
artculos 167 y 168 de la Ley referida establecen lo siguiente:
Artculo 167: Son competentes para conocer de los recursos
que se intenten por razones de ilegalidad contra cualquiera de
los
actos
administrativos
agrarios:
1. Los Tribunales Superiores Regionales Agrarios competentes
por la ubicacin del inmueble, como Tribunales de Primera
Instancia.2. La Sala Especial Agraria de la Sala de Casacin
Social del Tribunal Supremo de Justicia, como Tribunal de
Segunda Instancia. Artculo 168: Las competencias atribuidas
de conformidad con el artculo anterior comprenden el
conocimiento de todas las acciones que por cualquier causa,
sean intentadas con ocasin a la actividad u omisin de los
rganos administrativos en materia agraria, incluyendo el
rgimen de los contratos administrativos, el rgimen de las
expropiaciones, las demandas patrimoniales y dems acciones
con arreglo al derecho comn que sean interpuestas contra
cualesquiera de los rganos o los entes agrarios. De los
artculos anteriormente descritos, emana la competencia de la
jurisdiccin agraria para conocer el Procedimiento Contencioso
Administrativo Agrario cuando las demandas sean contra los
Entes Estatales Agrarios; igualmente se desprende de los
mismos, la atribucin de competencia de esta jurisdiccin al
conocimiento de todas las acciones que por cualquier motivo
sean intentadas con ocasin a la actividad u omisin de los
rganos administrativos en materia agraria; e igualmente que
los Tribunales Superiores Regionales Agrarios por la ubicacin
del inmueble son competentes para conocer de las demandas
contra los entes agrarios como Tribunales de Primera Instancia.
Por su parte, la jurisprudencia de esta Sala en cuanto a este
punto, en fecha 09-05-2006, expediente N 05-1416, con
ponencia de la Magistrada Carmen Elvigia Porras de Roa
estableci: De la norma transcrita, esta Sala infiere que la
competencia atribuida en el primer grado de jurisdiccin a los
tribunales superiores regionales agrarios, es para el
conocimiento de los recursos que se intenten contra cualquiera
de los actos administrativos agrarios emanados de un ente
agrario. Ahora bien, el caso sub examine versa sobre un juicio

de reivindicacin, en el cual un particular demanda a otros


particulares, a varias empresas y al Instituto Nacional de Tierras
(entre otros), donde la parte demandante refiere en su libelo de
demanda en el punto 26 exactamente que: 26) AL INSTITUTO
NACIONAL DE TIERRAS (INTI) () por tener bajo su dominio
la cantidad de QUINCE MIL HECTAREAS (15.000.00 Has) en
las sabanas de Agua Linda y Carrao, objeto fundamental de la
presente accin, en efecto el Instituto Agrario Nacional afect
mediante procedimiento de adquisicin amigable una extensin
de Quince Mil Hectreas (15.000 Has)(sic) aproximadamente
ubicadas en el sector conocido como Barrancones, que form
parte de una mayor extensin del Hato Agua Linda (). La
referida negociacin la hace el Instituto con la Sociedad
Mercantil Hato Agua Linda C.A. en fecha 20 de junio de 1982
(). Es decir que las tierras adquiridas por el extinto Instituto
Agrario Nacional (IAN), vendidas por la Sociedad Mercantil Hato
Agua C.A., son las mismas tierras ocupadas por Agropecuaria
Barinas C.A. y Agropecuarias Padrote Negro C.A. y las tierras
que vienen siendo usufructuadas por las cuatro (4) empresas
que conforman Hato Romero y Cao de Jess. Como se
desprende de la trascripcin anterior, las tierras objeto del
presente juicio de reivindicacin, no son propiedad (hoy en da)
del Instituto Nacional de Tierras (INTI), aun ms, el
conocimiento por parte de los Juzgados Superiores Agrarios de
las demandas contra algn ente administrativo agrario est
referido a que se desprenda del mismo un acto administrativo
que lo haya emitido el mismo Ente Estadal Agrario. En
consecuencia, luego de haber hecho un anlisis de lo pautado
en la Ley de Tierras referido a cundo se aplica el
procedimiento ordinario agrario y cundo se aplica el
procedimiento contencioso administrativo agrario, esta Sala
manifiesta que este caso especfico no cumple con lo pautado
en la Ley para que esta demanda de reivindicacin sea
conocida por un Tribunal Superior; puesto que se desprende del
mismo que es una relacin entre particulares, la cual debe
regirse por el procedimiento ordinario pautado en los artculos
197 y siguientes de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. As
se establece. Ahora bien, establecida la competencia por la
materia, esta Sala al referirse a la competencia por el territorio,
manifiesta que las tierras correspondientes a este caso estn

ubicadas dentro de las sabanas inmemorables de Agua Linda y


Carrao, Municipios Pedraza y Ezequiel Zamora del Estado
Barinas, por lo tanto, el Tribunal competente por la materia y por
el territorio, es el Juzgado de Primera Instancia del Trnsito y
Agrario de la Circunscripcin Judicial del Estado Barinas. As se
decide. En aplicacin de lo establecido anteriormente, esta Sala
concluye que corresponde seguir conociendo del presente
asunto al el Juzgado de Primera Instancia del Trnsito y Agrario
de la Circunscripcin Judicial del Estado Barinas, por tener
atribuida la competencia territorial en los Municipios Pedraza y
Ezequiel Zamora del Estado Barinas, donde se encuentran
ubicadas las tierras en cuestin. De la Jurisprudencia antes
descrita, se desprende que la competencia territorial en materia
agraria no es relajable por las partes cuando se trata de
demandas patrimoniales incoadas contra Entes Estatales
Agrarios, en el rgimen de contratos administrativos, rgimen de
las expropiaciones, de las demandas patrimoniales, dems
acciones interpuestas contra cualquier rgano o ente agrario;
siendo incluida dentro de las acciones patrimoniales los
contratos agrarios. SEGUNDA EXCEPCIN: En relacin a la
segunda excepcin, quien decide considera, que igual
restriccin debe aplicarse en lo referente a la materia
contractual de carcter patrimonial ejercida entre particulares,
especficamente, la derivada de los contratos de naturaleza
eminentemente agraria, donde resulta evidente, que no se
puede aplicar la normativa prevista en el artculo 47 del Cdigo
Procedimiento Civil, por cuanto tiende a colidar con normas
constitucionales, referidas especficamente a normas de orden
pblico procedimentales. Asimismo, se debe tomar en cuenta,
igualmente como en el primer supuesto, la ubicacin del
inmueble, ya que, relajar la competencia territorial de un
Tribunal el cual es competente de forma material, en cuanta,
funcional y por el territorio, implicara, en lo que a la jurisdiccin
especial agraria se refiere, interponer demandas cuya ejecucin
resultara imposible o ilusoria, ello en virtud de considerar quien
decide, que incoar una solicitud de ejecucin de hipoteca
agrarias por ante un Juzgado especial agrario, el cual, en
principio resulta competente de forma material y territorial segn
el relajamiento de dicha competencia a tenor de los dispuesto
en el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil, y al mismo

tiempo, entender que dicho juzgado cuya competencia territorial


se le ha dado por acto inter partes, resulta incompetente para
dictar medidas cautelares innominadas o no, ejecutar
sentencias y garantizar la continuacin de la actividad
agroproductiva, actividad sta sobre la cual recae la accin, y la
tutela de los principios rectores del derecho agrario,
especficamente el principio de inmediacin; resultara a todas
luces improcedente en derecho, ya que ello constituira sin lugar
a dudas, la admisin de acciones que no podran de forma
alguna, concluir con sus respectivas ejecuciones y tutelas,
situacin esta, contraria al espritu, propsito y razn del novel
derecho procesal agrario social y humanista que nos ocupa.
Ahora bien, en el caso bajo estudio, la parte intimante interpone
la presente solicitud de ejecucin de hipoteca por ante un
Juzgado que si bien es cierto es competente por la materia,
cuanta y, funcional derivada del artculo 47 in comento, no es
menos cierto, que no lo era por el territorio al momento de
decretar la medida de prohibicin de Enajenar y Gravar, ni para
ejecutar, en el caso de ser procedente su futuro fallo, por cuanto
su competencia territorial se encontraba limitada por la
ubicacin del inmueble dado en garanta, ya que su
competencia territorial, slo poda ejercerla, especficamente en
el rea Metropolitana de Caracas y Miranda, por ende, su
competencia no era extensible al Estado Zulia; siendo
competente el JUZGADO AGRARIO PRIMERO DE PRIMERA
INSTANCIA DE LA CIRCUNSCRIPCIN JUDICIAL DEL
ESTADO ZULIA. En este sentido, el artculo 23 de la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario prev lo siguiente: Los jueces
competentes de la jurisdiccin agraria, el Instituto Nacional de
Tierras, la Corporacin Venezolana Agraria, el Instituto Nacional
de Desarrollo Rural y cualquiera de los rganos agrarios,
podrn desconocer la constitucin de sociedades, la celebracin
de contratos y, en general, la adopcin de formas y
procedimientos jurdicos, cuando sean realizados con el
propsito de efectuar fraude a las normas contenidas en la
presente Ley. De la normativa antes indicada, se desprende la
posibilidad que tienen los jueces de la jurisdiccin agraria de
desconocer la constitucin de sociedades, as como la
celebracin de contratos y en general la adopcin de formas o
procedimientos jurdicos, siempre y cuando hayan sido

realizados para efectuar fraude procesal a las normas prevista


en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. Es importante sealar,
que el contenido y alcance del artculo precedente, fue
declarado constitucional por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en fecha 20 de noviembre de 2002, con
ponencia del Magistrado Antonio J. Garca Garca (artculo 25
del Decreto Ley). Asimismo, el Tribunal Supremo de Justicia,
mediante resolucin N 2006-0013, de fecha 22 de febrero de
2006, estableci que conforme al contenido del artculo 197 de
la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, las controversias que se
susciten entre los particulares con motivo de las actividades
agrarias, deben ser sustanciadas y decididas por los Juzgados
agrarios por el procedimiento ordinario agrario, con aplicacin
de los principios previstos en el artculo 198 ejusdem. Asimismo,
se dispuso en dicha resolucin lo siguiente: Que la referida ley
especial no prev dentro de estructura de la jurisdiccin agraria
competencia alguna a cargo de los tribunales ejecutores de
medidas, sino en todo caso un mandato expreso para que los
juzgados de primera instancia agraria ejecuten las sentencias
definitivamente firmes o cualquier otro acto equivalente que
tenga fuerza de cosa Juzgada (artculo 241 eiusdem) o dicten
oficiosamente medidas cautelares orientadas a proteger el
inters colectivo, siendo el aspecto competencial por la materia
de orden pblico. RESUELVE Artculo 1: Ordenar el cese
inmediato de toda actividad de los tribunales ejecutores de
medidas del pas relacionada con la ejecucin de decisiones
proferidas por tribunales con competencia agraria, cuya
ejecucin de conformidad con el ordenamiento jurdico aplicable
corresponde a los tribunales agrarios. Artculo 2: Los tribunales
ejecutores de medidas debern devolver de inmediato a los
tribunales agrarios, los expedientes de causas agrarias que
hayan recibido. La resolucin N. 2.006-0013 antes transcrita,
dispone que virtud, que el aspecto competencial agrario es de
orden pblico, y la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario no prev
los tribunales ejecutores de medidas agrarios, los Juzgados de
Primera Instancia Agraria deben ejecutar las sentencias
definitivamente firme, y cualquier otro acto que tenga fuerza de
cosa juzgada, as como el dictamen de medidas cautelares de
carcter oficioso, las cuales siempre deben ir orientadas a
proteger la continuidad de la produccin, y el inters colectivo,

vale decir la funcin social; motivo por el cual, y con fundamento


en dicha resolucin, los Juzgados ejecutores de medidas de
todo el pas debern abstenerse de ejecutar cualquier decisin
o medida emitida por los Juzgados Agrarios, por cuanto su
ejecucin o decreto corresponde slo y exclusivamente a dichos
Tribunales en materia agraria; y remitir de forma inmediata a los
Juzgados Agrarios, las causas agrarias que se encuentren bajo
su conocimiento. Por lo tanto, no poda el Juzgado A-quo,
materializar sentencias a travs de tribunales ejecutores de
medidas ubicados en el Estado Zulia. En este sentido, se debe
mencionar que con la modificacin de la estructura de la
competencia agraria de la Circunscripcin Judicial del rea
Metropolitana de Caracas y del estado Miranda, mediante
Resolucin N. 2009-0007, de fecha 18 de marzo de 2009,
dictada por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia y
especficamente la supresin del Juzgado de su Primera
Instancia Agraria de la Circunscripcin, hace perentoria la
necesidad de establecer la competencia por el territorio para
aquellos contratos de crditos agrarios donde las partes
eligieron como domicilio especial a la ciudad de Caracas, y
donde se haya presentado alguna controversia que deba ser
dirimida ante el rgano jurisdiccional. En virtud de lo
precedentemente expuesto, es importante destacar, que la
novel jurisdiccin especial agraria, resulta la mxima garante de
salvaguardar los principios constitucionales previstos en los
artculos 2, 26, 49, 259, 305 y 307 y que el legislador concentr
en el artculo 1 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, como
la consolidacin de los mismos dentro de un estado
democrtico, social de derecho y de justicia, en la bsqueda de
la profundizacin de los valores constitucionales de desarrollo
sustentable, inherentes a la justa disponibilidad suficiente de
alimentos de calidad, distribucin de la riqueza y planificacin
estratgica, democrtica y participativa que toda actividad
agraria persigue. Por ello, los procedimientos aplicables para
resolver controversias agrarias, garantizando con sus
procedimientos la continuidad de la actividad agroproductiva del
sector urbano, industrial o rural, en consonancia con el
ambiente y la biodiversidad, deben aplicarse en absoluta
consonancia con las garantas constitucionales y los principios
establecidos en los artculos 163 y 166 de la Ley de Tierras y

Desarrollo Agrario, donde el primer artculo de los mencionados,


prev que el Juez Agrario debe velar por la continuidad de la
produccin agroalimentaria, la continuidad en el entorno agrario
de los servicios pblicos, la conservacin de los recursos
naturales y el medio ambiente, el mantenimiento de la
biodiversidad, la conservacin de la infraestructura productiva
del Estado, la cesacin de actos y hechos que puedan
perjudicar el inters social y colectivo, as como el
establecimiento de condiciones favorables al entorno social e
inters colectivo, y en el segundo artculo se establece que los
procedimientos previsto en la Jurisdiccin Especial Agraria, se
debern regir por los principios de inmediacin, concentracin,
brevedad, oralidad, publicidad y de carcter social del proceso
agrario. Es as, como la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario,
especficamente, en el artculo 166 y en l segundo aparte del
artculo 198, establece los principios predominantes del nuevo
procedimiento agrario venezolano y como frmula para la
bsqueda de la verdad dentro del proceso, razn por la que, el
principio de inmediacin, concatenado con el resto de los
principios rectores del procedimiento agrario, no es ms que
una parte esencial del desarrollo de los valores supremos
contenidos en el artculo 257 de la Constitucin de la Repblica
Bolivariana de Venezuela, ajustados a los requerimientos de los
procesos judiciales agrarios. Siendo importante destacar que el
principio de inmediacin implica un contacto estrecho entre el
juez y las partes en conflicto en la mayora de las fases del
proceso, motivo por el cual la inmediacin le acredita y faculta al
juez agrario una serie de potestades que van desde dirigir los
actos procesales, exhortar a las partes a una posible
conciliacin u otro mecanismo de auto-composicin procesal,
hasta el pronunciamiento de la sentencia de mrito, y su
competencia para resolver los casos, va ms all de lo que le
otorga la Ley. Considerando lo antes esgrimido, el artculo 197
de la misma Ley especial dispone que las controversias que se
susciten entre particulares con motivo de las actividades
agrarias, deben ser sustanciadas y decididas por los tribunales
de la jurisdiccin agraria, conforme al procedimiento ordinario
agrario, el cual se debe tramitar oralmente, a menos que en
otras leyes se establezcan procedimientos especiales; y en
consecuencia, el Juez como director del proceso debe decidir

de acuerdo a la equidad y fundar su decisin en los


conocimientos de hecho y de derecho que consten en autos. De
modo que, tomando en consideracin el anlisis doctrinal y
normativo, este Juzgador considera, que si una demanda
relativa a derechos personales y reales, se rige por lo dispuesto
en los artculos 40 y 41 del Cdigo de Procedimiento Civil, los
cuales contienen la medida de la potestad general de la
jurisdiccin y de la competencia en el rea civil, y que sin
embargo, en materia agraria, especficamente en materia
contractual especial agraria de carcter patrimonial, la demanda
tiene que ser propuesta en el lugar donde el Juzgado de
instancia pueda decretar las medidas que considere pertinentes
sobre el bien inmueble objeto de la accin, y donde se deba
ejecutar la futura sentencia, sin que quede ilusoria la ejecucin
del fallo, o donde se encuentre la cosa mueble o inmueble
objeto de la demanda; resultando necesario indicar adems,
que en el primer y ltimo caso, es decir, el lugar donde se ha
contrado la obligacin o donde se encuentre la cosa mueble o
inmueble, deben dichas acepciones ser concurrentes con el
domicilio del demandado, por lo que queda fuera de tal
determinacin de competencia territorial concurrente, y slo el
segundo de los casos, es decir, DONDE DEBA EJECUTARSE
LA OBLIGACIN, tomndose en cuenta la competencia
territorial del Juzgado donde se interpone la demanda. As pues,
nuestro sistema de control jurisdiccional de la constitucionalidad
y legalidad, est orientado a preservar la supremaca y estricta
observancia de las disposiciones constitucionales respecto de
las legales que pudieran amenazar el texto constitucional; en tal
sentido, conforme a dicho mecanismo de control, todos los
jueces de la Repblica, cualquiera sea su competencia, estn
investidos, en el mbito de sus funciones, del deber de velar por
la integridad de nuestra Carta Magna. As, dicho sistema de
control, puede ser ejercido de dos maneras a tenor de lo
previsto en el artculo 334 de la Constitucin de la Repblica
Bolivariana de Venezuela, bien a travs del denominado control
concentrado o por medio del llamado control difuso, este ltimo
tambin previsto en el artculo 20 del Cdigo de Procedimiento
Civil; disposiciones normativas stas que resultan del siguiente
tenor: Artculo 334: Todos los jueces o juezas de la Repblica,
en el mbito de sus competencias y conforme a lo previsto en

esta Constitucin y en la ley, estn en la obligacin de asegurar


la integridad de esta Constitucin. En caso de incompatibilidad
entre esta Constitucin y una ley u otra norma jurdica, se
aplicarn las disposiciones constitucionales, correspondiendo a
los tribunales en cualquier causa, an de oficio, decidir lo
conducente.
Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia como jurisdiccin constitucional,
declarar la nulidad de las leyes y dems actos de los rganos
que ejercen el Poder Pblico dictados en ejecucin directa e
inmediata de la Constitucin o que tengan rango de ley, cuando
colidan con aquella. Artculo 20.- Cuando la ley vigente, cuya
aplicacin se pida, colidiere con alguna disposicin
constitucional, los jueces aplicaran sta con preferencia. El
denominado control difuso, radica en la posibilidad que tiene
todo juez de causa en los asuntos sometidos a su
consideracin, de sealar que una norma jurdica de cualquier
categora, bien legal o sub legal, es incompatible con el texto
constitucional, procediendo dicho juzgador, bien de oficio o a
instancia de parte, a desaplicar y dejar sin efecto legal la
sealada norma en el caso concreto, tutelando as la
disposicin constitucional que resultaba vulnerada. De igual
forma, debe destacarse que esta desaplicacin ocurre respecto
a la causa en particular o caso concreto que est conociendo el
sentenciador, mas no as con efectos generales, por cuanto ello
entraara otro tipo de pronunciamiento que escapara del
mbito competencial de dicho juzgador. Por el contrario, el
control concentrado o control por va de accin ejercido a travs
de la mxima jurisdiccin constitucional (conformada por Sala
Constitucional, en algunos casos por la Sala Poltico
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia y por los dems
Tribunales de la Jurisdiccin Contencioso Administrativa),
supone la declaratoria de inconstitucionalidad de una ley o
disposicin de rango sub legal, vista su colisin con el texto
fundamental, con efectos generales, es decir, erga omnes,
distinta de la situacin que se configura al desaplicar una
normativa en una controversia determinada a travs del control
difuso, caso en el cual, como se seal supra, la norma slo
deja de tener aplicacin para el caso en concreto por colidir con
la Constitucin.En este mismo orden de ideas, la Sala

Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en su sentencia


N 833 del 25 de mayo de 2001 (criterio confirmado en
sentencia de fecha 28 de noviembre de 2008, con ponencia de
la Magistrada CARMEN ZULETA DE MERCHN) al analizar el
artculo 334 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de
Venezuela, estableci lo siguiente: Consecuencia de dicha
norma es que corresponde a todos los jueces (incluso los de la
jurisdiccin alternativa) asegurar la integridad de la Constitucin,
lo cual adelantan mediante el llamado control difuso.
Dicho control se ejerce cuando en una causa de cualquier clase
que est conociendo el juez, ste reconoce que una norma
jurdica de cualquier categora (legal, sublegal), que es
incompatible con la Constitucin. Caso en que el juez del
proceso, actuando a instancia de parte o de oficio, la desaplica
(la suspende) para el caso concreto que est conociendo,
dejando sin efecto la norma en dicha causa (y slo en relacin a
ella), haciendo prevalecer la norma constitucional que la
contrara. Por lo tanto, el juez que ejerce el control difuso, no
anula la norma inconstitucional, haciendo una declaratoria de
carcter general o particular en ese sentido, sino que se limita a
desaplicarla en el caso concreto en el que consider que los
artculos de la ley invocada, o hasta la propia ley, coliden con la
Constitucin. La declaratoria general de inconstitucionalidad de
una o un conjunto de normas jurdicas (leyes), corresponde con
exclusividad a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, quien, ante la colisin, declara, con carcter erga
omnes, la nulidad de la ley o de la norma inconstitucional. Dicha
declaratoria es diferente a la desaplicacin de la norma,
tratndose de una decisin de nulidad que surte efectos
generales (no para un proceso determinado) y contra todo el
mundo. Mientras que los Tribunales de la Repblica, incluyendo
las Salas del Tribunal Supremo de Justicia diferentes a la
Constitucional, pueden ejercer slo el control difuso. Las Salas
Constitucional y Poltico Administrativa pueden ejercer el control
difuso en una causa concreta que ante ella se ventile, y el
control concentrado mediante el juicio de nulidad por
inconstitucionalidad, cuyo conocimiento a ellas corresponde. La
mxima jurisdiccin constitucional se refiere al control
concentrado, el cual es un control por va de accin, que lo
ejerce la Sala Constitucional, conforme al artculo 336

constitucional y, en ciertos casos, la Sala Poltico


Administrativa.Conforme al artculo 334 aludido, el control difuso
slo lo efecta el juez sobre normas (lo que a juicio de esta Sala
incluye las contractuales) y no sobre actos de los rganos que
ejercen el poder pblico, as ellos se dicten en ejecucin directa
e inmediata de la Constitucin. No debe confundirse el control
difuso, destinado a desaplicar normas jurdicas, con el poder
que tiene cualquier juez como garante de la integridad de la
Constitucin, de anular los actos procesales que atenten contra
ella o sus principios, ya que en estos casos, el juzgador cumple
con la obligacin de aplicar la ley, cuya base es la Constitucin.
Distinta es la situacin del juez que desaplica una norma porque
ella colide con la Constitucin, caso en que la confrontacin
entre ambos dispositivos (el constitucional y el legal) debe ser
clara y precisa. De la sentencia antes indicada, dictada por la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia se infiere,
que el control difuso o desaplicacin de una norma por
prevalencia de la norma constitucional, consiste en una facultad
del juez o jueza en el desempeo de su labor jurisdiccional; y
cuyo ejercicio est dirigido a facilitar la obtencin de una tutela
judicial efectiva; sin embargo, su uso no puede ser
indiscriminado, por lo que es indispensable que la confrontacin
de la norma desaplicada con el texto constitucional sea clara,
precisa y motivada. Ahora bien, asumiendo el criterio
jurisprudencial reiterado por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, as como de la normativa constitucional
supra citada, observa este Juzgador, que circunscribindonos al
caso de autos, el Juzgado de Primera Instancia Agraria de la
Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de Caracas, no
realiz inspeccin judicial sobre el fundo objeto de la presente
accin, a los fines de constatar la produccin agraria existente
en el bien inmueble objeto de la presente accin, por cuanto no
tena competencia territorial para practicar la misma, en virtud
que en la Clusulas Primera y Dcima Primera del contrato de
crdito de fecha 11 de julio de 2001, autenticado por ante la
Notaria Pblica Quinta del Municipio Chacao, igualmente
protocolizado ante la Oficina Subalterna de Registro de los
Municipios Coln, Catatumbo, Jess Mara Semprm y
Francisco Javier Pulgar del Estado Zulia. San Carlos del Zulia.
(Folio 152 al folio 164 de la primera pieza del presente

expediente), al elegir en dichas clusulas como domicilio


especial la ciudad de Caracas; relajando de esta forma la
competencia territorial de los Juzgados de instancias del estado
Zulia, por cuanto hicieron uso de la norma establecida en el
Cdigo de Procedimiento Civil, especficamente, el artculo 47
del Cdigo de Procedimiento Civil, al establecer como domicilio
especial la ciudad de Caracas, e interponer la presente accin
por ante el extinto Juzgado de Primera Instancia Agraria de la
Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de Caracas,
Juzgado que en principio no tenia para ese momento
competencia territorial para admitir la presente solicitud, ms sin
embargo, es importante resaltar que todas las actuaciones
procesales existentes en el expediente N.08-3844, de la
nomenclatura llevada por el mismo Juzgado A-quo, se tienen
como vlidas, ya que, no se evidencia que el Juzgado de
Primera Instancia Agraria de la Circunscripcin Judicial del rea
Metropolitana de Caracas, a pesar de su incompetencia
sobrevenida haya violado el orden pblico procesal de las
partes intervinientes en el presente juicio; motivo por el cual,
este Juzgado Superior Primero Agrario tiene como vlida dichas
actuaciones procesales por no existir en las mismas, errores
que afectaran o menoscabaran el derecho de las partes, y
ninguna infraccin de las normas legales establecidas por el
Legislador, evitndose de esta forma, una reposicin intil,
garantizndole a ambas partes intervinientes en la presente
causa, el principio de la tutela judicial efectiva, el principio de la
celeridad y economa procesal, as como el principio del
derecho a la defensa previsto en el artculo 49 de nuestra Carta
Magna.
Igualmente, se debe sealar que el Juzgado Primera Instancia
Agraria de la Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de
Caracas, constri el principio de inmediacin, al decretar
medida de prohibicin de enajenar y gravar sobre el bien
inmueble objeto de la presente accin, el cual se encuentra
localizado en el sector denominado El Chivo, Parroquia
Urribarri, Jurisdiccin del Municipio Coln del Estado Zulia; ya
que tal juzgado no tena competencia territorial para decretar
dicha medida, ni para enviar oficio informando al registro
respectivo sobre el decreto de dicha medida, y la parte intimante
interpuso la presente solicitud de ejecucin de hipoteca por ante

el mencionado Tribunal de instancia, estando en conocimiento


de que al relajarse la competencia territorial de conformidad con
el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil, se violaba el
principio de inmediacin, uno de los principios fundamentales de
los Jueces agrarios para administrar justicia, y preservar la
continuidad de la produccin agraria, as como la funcin social,
al momento de tomar una decisin ajustada a derecho; adems
que la decisin que se tomara en relacin al mismo, seria
ilusoria su ejecucin, por cuanto la misma no poda ser
ejecutada, siendo que el Juzgado de instancia antes referido no
tena competencia territorial para ejecutar el fallo que dictara en
relacin a la presente causa. Todo ello se evidencia de la
diligencia de fecha trece (13) de noviembre de 2.008, y que riela
al folio trescientos cuarenta (340) de la primera pieza del
presente expediente, presentada por el ciudadano abogado
HENRY PEREIRA GORRN, apoderado judicial de la compaa
LAAD AMERICAS, N.V, parte intimante en la presente solicitud
de ejecucin de hipoteca, mediante la cual solicit
respetuosamente al Juzgado de Primera Instancia Agraria de la
Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de Caracas, que
de conformidad con lo establecido con el artculo 662 del
Cdigo de Procedimiento Civil, decretare la medida de embargo
ejecutivo, o cuyo efecto solicit se comisionare a un Juez
competente territorialmente segn la ubicacin de dicho
inmueble.Como consecuencia, de lo precedentemente expuesto
ste Juzgado Superior Primero Agrario, se ve en el deber de
desaplicar por control difuso de la constitucionalidad, el artculo
47 del Cdigo de Procedimiento Civil, relacionado a la facultad
otorgada a las partes de convenir el domicilio especial en el
contrato celebrado, as como las clusula primera y dcima
primera del contrato de crdito objeto de la presente accin,
solo en cuanto al establecimiento del domicilio procesal en la
ciudad de Caracas, por cuanto colidan con las garantas
constitucionales previstas en los artculos 2, 26, 49 y 259 de la
Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, cada
vez que la misma obre en desmedro de las garantas supremas
del Estado Social, debido proceso y derecho a la defensa, del
juez natural; y por ende la aplicacin de los principios rectores
de la materia agraria, especialmente el principio de inmediacin,
celeridad, economa procesal, de la tutela judicial efectiva y el

debido proceso.Ya que en materia agraria, especficamente en


los contratos de crditos, las partes intervinientes en el contrato,
deben tomar en cuento a la ubicacin del bien inmueble
hipotecado o sobre el cual se solicita la suma lquida y exigible,
como lo es el caso, de las (solicitudes de ejecucin de
hipoteca), y los Juzgados de instancias evitar admitir demandas
donde no puedan materialmente decretar medidas o ejecutar su
fallo, declinando as su competencia al juzgado agrario
competente, si el bien inmueble se encuentre ubicado en otro
territorio y su competencia territorial no se encuentre limitada a
la hora de decretar las medidas respectivas y ejecutar su fallo,
evitando as que dicha sentencia o decisin quede ilusoria y no
se pueda satisfacer la tutela judicial efectiva a la parte
solicitante, segn sea el caso; garantizndose as el principio de
la economa procesal, el principio de inmediacin, la tutela
judicial efectiva (establecida en el artculo 26 de la Constitucin
de la Repblica Bolivariana de Venezuela), el derecho a la
defensa; el debido proceso, siempre salvaguardando los
principios agrarios contenidos en el artculo 163 de la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario. Por lo que, se insta a los Juzgados
de Primera Instancia agraria, a los fines que en futuras
ocasiones, al momento de admitir una demanda de contratos de
crditos, ya sea por una solicitud de ejecucin de hipoteca,
deben desaplicar la norma prevista en el artculo 47 del Cdigo
de Procedimiento Civil, y cualquier clusula contractual, en
relacin al domicilio especial convenido por las partes en los
mismo, cuando se limite su competencia territorial a la hora de
decretar cualquier medida sobre un bien mueble o inmueble que
se encuentre fuera de su competencia territorial y quede ilusoria
la ejecucin del futuro fallo; tomando en consideracin el lugar
del inmueble, y declinar la competencia al Juzgado agrario
competente donde se encuentre el bien inmueble con
produccin agraria, a los fines de no violentar los principios
agrarios ni la funcin social; y en el caso donde exista
universalidad de bienes inmuebles, se deber tomar en cuenta
o se considerara el inmueble donde exista produccin agraria, a
los fines de no violentar los principios agrarios; y en los
contratos de crditos donde se establezca como domicilio
especial la ciudad de Caracas, y los inmuebles sobre los cuales
se soliciten las medidas pertinentes se encuentren ubicados

igualmente en la ciudad de Caracas, el Tribunal competente


ser el JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA
AGRARIA DE LA CIRCUNSCRIPCIN JUDICIAL DEL ESTADO
MIRANDA, con sede en la poblacin de Los Teques; segn el
artculo 3, de la Resolucin N.2009-0007, dictada por la Sala
Plena del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 18 de marzo
de 2009; y en consecuencia, este Juzgado Superior Primero
Agrario, ordena remitir la presente causa al JUZGADO
AGRARIO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA DE LA
CIRCUNSCRIPCIN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, en la
oportunidad procesal correspondiente, a los fines que continu
con la ejecucin. Y as se decide.Y como consecuencia, de la
declaratoria de improcedencia de las cuestin previa opuesta
por el ciudadano LEONARDO ENRIQUE MOGOLLON
CARRASCO, en su carcter de apoderado judicial de la
empresa co-intimada AGROPECUARIA RAW3 C.A., en su
escrito de fecha 23 de octubre de 2.008. Igualmente como
consecuencia de la declaratoria de extemporaneidad del escrito
de oposicin presentado por el ciudadano LEONARDO
ENRIQUE MOGOLLON CARRASCO, en su carcter de
apoderado judicial de la empresa AGROPECUARIA LA
PREVENCIN IXL. C.A., su escrito de fecha 30 de octubre de
2008, se debe continuar con la ejecucin del decreto intimatorio
tal como lo dispone el artculo 662 del Cdigo de Procedimiento
Civil, con arreglo a lo dispuesto en el ttulo IV libro Segundo del
Cdigo de Procedimiento Civil. As se decide.

II
DE LA COMPETENCIA

De acuerdo con el artculo 336 numeral 10 de la Constitucin de la


Repblica Bolivariana de Venezuela, corresponde a la Sala Constituc
ional del Tribunal Supremo de Justicia realizar el examen de las
sentencias de control de la constitucionalidad que dicten los tribunales
de la Repblica, en los siguientes trminos:

Artculo 336. Son atribuciones de la Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia:
omissis..10. Revisar las sentencias definitivamente firmes de
amparo constitucional y de control de constitucionalidad de leyes
o normas jurdicas dictadas por los Tribunales de la Repblica, en
los trminos establecidos por la ley orgnica respectiva.
Al respecto, esta Sala en fallo N 1.400 del 8 de agosto de 2001,
determin lo siguiente:
() el juez constitucional debe hacer saber al Tribunal Supremo
de Justicia sobre la decisin adoptada, a los efectos del ejercicio
de la revisin discrecional atribuida a la Sala Constitucional
conforme lo disponen los artculos 335 y 336.10 de la Constitucin
de la Repblica Bolivariana de Venezuela.
Por su parte, el numeral 12 del artculo 25 de la Ley Orgnica del
Tribunal Supremo de Justicia, ratifica la competencia de esta Sala para
conocer de las sentencias definitivamente firmes en las cuales se haya
aplicado el control difuso de la constitucionalidad, en los siguientes
trminos:

Artculo 25 Son competencias de la Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia:
()
12. Revisar las sentencias definitivamente firmes en las que se
haya ejercicio el control difuso de la constitucionalidad de las
leyes u otras normas jurdicas, dictadas por las dems Salas del
Tribunal Supremo de Justicia y dems tribunales de la
Repblica.

Conforme a lo anterior, visto que en el presente caso la


sentencia contenida en el expediente N 2.009-5211 dictada por el
Juzgado Superior Primero Agrario de la Circunscripcin Judicial de
rea Metropolitana de Caracas el 29 de junio de 2009, desaplic el
artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil, como resultado de la
confrontacin objetiva del domicilio especial de los contratos en
materia agraria, especficamente en los casos de ejecuciones de
hipoteca, esta Sala Constitucional resulta competente para realizar el
examen sobre el ejercicio del control difuso efectuado. As se declara.

III
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

A los fines de resolver el asunto planteado, esta Sala advierte


como punto previo, que el presente caso, se trata de una sentencia
dictada por el Juzgado Superior Primero Agrario de la Circunscripcin
Judicial del rea Metropolitana de Caracas, signada con el N 20095211 de fecha 29 de junio de 2009, mediante la cual se desaplic por
control difuso el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil,
especficamente en los juicios de ejecucin de hipoteca en materia
agraria.

En tal sentido, la revisin de las sentencias definitivamente


firmes en las cuales se haya ejercido el control difuso de la
constitucionalidad, conlleva a una mayor proteccin de la Constitucin
e impide la aplicacin generalizada de normas inconstitucionales, o
bien, la desaplicacin de normas no ajustadas al Texto Fundamental,
en perjuicio de la seguridad jurdica y del orden pblico constitucional
(Cfr. Sentencia de esta Sala N 701 del 18 de abril de 2005,
caso: Wendy Coromoto Galvis Ramos).

De all que se plantea para esta Sala dilucidar, si la desaplicacin


realizada por el Juzgado Superior Primero Agrario de la
Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de Caracas, fue

ajustada a derecho, tomando en consideracin que en lo que a dicho


control de la constitucionalidad se refiere, esta Sala reitera que esta
modalidad es inherente al sistema de justicia constitucional y se
ejerce cuando en una causa de cualquier clase que est conociendo el
juez, ste reconoce que una norma jurdica (), es incompatible con
la Constitucin. Caso en que el juez del proceso, actuando a instancia
de parte o de oficio, la desaplica (la suspende) para el caso concreto
que est conociendo, dejando sin efecto la norma en dicha causa (y
slo en relacin a ella), haciendo prevalecer la norma constitucional
que la contrara. No debe confundirse el control difuso, destinado a
desaplicar normas jurdicas, con el poder que tiene cualquier juez
como garante de la integridad de la Constitucin, de anular los actos
procesales que atenten contra ella o sus principios, ya que en estos
casos, el juzgador cumple con la obligacin de aplicar la ley, cuya
base es la Constitucin (). Distinta es la situacin del juez que
desaplica una norma porque ella colide con la Constitucin, caso en
que la confrontacin entre ambos dispositivos (el constitucional y el
legal) debe ser clara y precisa. Esto ltimo, conlleva a la pregunta si
en ejercicio del control difuso un juez puede interpretar los principios
constitucionales, y en base a ellos, suspender la aplicacin de una
norma? (). Fuera de la Sala Constitucional, debido a las facultades
que le otorga el artculo 335 de la Constitucin vigente, con su
carcter de mximo y ltima intrprete de la Constitucin y unificador
de su interpretacin y aplicacin, no pueden los jueces desaplicar o
inaplicar normas, fundndose en principios constitucionales o
interpretaciones motu proprio que de ellas hagan, ya que el artculo
334 comentado no expresa que segn los principios constitucionales,
se adelante tal control difuso. Esta es funcin de los jueces que
ejercen el control concentrado, con una modalidad para el derecho
venezolano, cual es que slo la interpretacin constitucional que
jurisdiccionalmente haga esta Sala, es vinculante para cualquier juez,
as est autorizado para realizar control concentrado (Cfr. Sentencia
de esta Sala N 1.851/08).

En este sentido, el control difuso es un medio que conlleva en s


un juicio de inconstitucionalidad de la norma entendida en los efectos
lesivos al caso concreto, que necesariamente requieren de un anlisis
de ponderacin entre el cumplimiento de la consecuencia jurdica

establecida en la disposicin a desaplicar y su aproximacin con el


posible perjuicio y desnaturalizacin de un derecho o principio
constitucional; ameritando un examen en relacin a la validez de la
norma (Cfr. Sentencia de esta Sala N 701/09).

Siendo ello as, su alcance viene determinado precisamente por


el texto constitucional que da origen a su fundamentacin como medio
de proteccin, delimitando la naturaleza de las normas que se
encuentran dentro de su mbito de regulacin, de conformidad con el
primer aparte del artculo 334 de la Constitucin En caso de
incompatibilidad entre esta Constitucin y una ley u otra norma
jurdica,
se
aplicarn
las
disposiciones
constitucionales,
correspondiendo a los tribunales en cualquier causa, an de oficio,
decidir lo conducente y, el artculo 20 del Cdigo de Procedimiento
Civil, que establece Cuando la ley vigente, cuya aplicacin se pida,
colidiere con alguna disposicin constitucional, los jueces aplicarn
sta con preferencia.

De ello resulta pues, que uno de los presupuestos para la


procedencia del control difuso de la constitucionalidad, sea la
existencia de un proceso en el cual la inconstitucionalidad de la norma
no sea el objeto principal del mismo, como carcter propio del control
posterior en abstracto regulado en el artculo 25.12 de la Ley Orgnica
del Tribunal Supremo de Justicia. As, se ha destacado que la revisin
sobre el pronunciamiento del control difuso que ejerce cualquier
tribunal de la Repblica, por parte de esta Sala (ex artculo 336.10
constitucional), que se articula con la competencia exclusiva de la Sala
para que juzgue la constitucionalidad de las leyes y dems actos
estatales que se dicten en ejecucin directa e inmediata de la
Constitucin, va control concentrado, la que permite la afirmacin de
que nuestro sistema de Justicia Constitucional es mixto o integrado
pues, por una parte, figura el control difuso y, por la otra, el control
concentrado, pero cada uno de estos medios de control de la
constitucionalidad no actan anrquicamente, sino, por el contrario,
encuentran espacio comn en la Sala Constitucional, la cual, tendr a
su cargo el mantenimiento de la uniformidad de las interpretaciones de

los principios y derechos constitucionales (Cfr. Sentencia de esta Sala


N 19/09).

Igualmente, la Sala ha aclarado que la supremaca


constitucional en materia de normas, jurisdiccionalmente se ejerce
mediante el control difuso y el control concentrado; mientras que las
infracciones normativas, o provenientes de actos, hechos u omisiones
que afecten o amenacen afectar de manera irreparable la situacin
jurdica de una persona, se controlan mediante el amparo (Cfr.
Sentencia de esta Sala N 1.267/01) y, en ese contexto, el juez que
conoce de la apelacin puede pronunciarse acerca del contenido o
aplicacin de las normas constitucionales que desarrollan los derechos
fundamentales, revisar la interpretacin o aplicacin que de stas ha
realizado la administracin pblica o los rganos de la administracin
de justicia, o establecer si los hechos de los que se deducen las
violaciones constitucionales, constituyen una violacin directa de la
Constitucin.
Precisado lo anterior, esta Sala considera necesario reiterar
respecto a la competencia agraria, que la Constitucin de la Repblica
Bolivariana de Venezuela, concibi una reforma del marco institucional
del Estado, que traza una redefinicin estructural del arquetipo para el
desarrollo del mismo y, particularmente de las competencias del
Estado -los rganos del Poder Pblico- (Vid. Sentencia de esta Sala
N 1.444/08), la legislacin vigente y la sociedad, en orden a
armonizarlo con los fines que le han sido constitucionalmente
encomendados.

Tenemos entonces, en criterio del juez proponente, en el marco


de un juicio por ejecucin de hipoteca, a su criterio resultaba plausible
la desaplicacin el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil, y las
clusulas primera y dcima primera del documento hipotecario,
relativo a la potestad de las partes de fijar el domicilio especial en
materia de contratos agrarios, por cuanto dicha norma colide con las
garantas constitucionales previstas en los artculos 2, 26, 49 y 257 de

la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, () que a


su vez se traducan en la violacin al orden pblico procesal agrario, a
los principios rectores de la materia agraria concretamente el Principio
de Inmediacin, y a la Resolucin N 00013 de la Sala Plena de fecha
22 de febrero de 2006, referida al cese inmediato de toda actividad de
los tribunales ejecutores de medidas del pas relacionada con la
ejecucin de decisiones proferidas por tribunales con competencia
agraria.

En ese sentido, y a los fines de resolver el asunto planteado, se


aprecia de manera preliminar de un anlisis realizado a la exposicin
de motivos de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, -ley que rige a un
importante sector estratgico del pas en trminos de seguridad y
soberana alimentaria-, que fue instituido todo un Ttulo en el que se
desarrolla lo relativo a la jurisdiccin agraria, tanto en lo referente a la
jurisdiccin ordinaria agraria, como a la jurisdiccin contencioso
administrativa en materia agraria, sustituyndose de esta manera a la
Ley Orgnica de Tribunales y Procedimientos Agrarios, e
implementndose as los principios de inmediacin, concentracin,
brevedad, oralidad, publicidad y carcter social del proceso agrario,
como una de sus principales innovaciones que vinieron refrendar las
garantas supremas del derecho a la defensa a favor de los
justiciables.

Efectivamente, la jurisdiccin especial agraria est llamada a


amparar los principios constitucionales previstos en los artculos 2, 26,
49, 305, 306 y 307, y que el legislador concentr en el artculo 2 de la
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, como la consolidacin de los
mismos dentro de un Estado democrtico, social de derecho y de
justicia, en la bsqueda de la profundizacin de los valores
constitucionales de desarrollo sustentable, inherentes a la seguridad
agroalimentaria y a la justa disponibilidad suficiente de alimentos de
calidad, distribucin de la riqueza y planificacin estratgica,
democrtica y participativa; as como la mejora de la calidad de vida
de la poblacin campesina, y el logro de un desarrollo armnico y

viable en el contexto de la justicia social que toda actividad agraria


persigue.

Esta visin integral y por ende sistmica del derecho agrario, se


encuentra desarrollada en un rgimen estatutario de derecho pblico
que ha sido objeto de tutela por parte del legislador, no slo mediante
una serie de medidas relacionadas directamente con el rgimen
sustantivo de los derechos -vgr. La afectacin de uso y redistribucin
de las tierras-, sino mediante la creacin de una jurisdiccin especial,
regulada por un derecho adjetivo tambin especial, que permita a los
particulares un acceso directo a rganos jurisdiccionales
especializados; que estn en capacidad de atender con criterios
tcnicos, sus necesidades frente a las actividades u omisiones de la
Administracin, tomando en consideracin el inters general de
asentar las bases del desarrollo rural integral y sustentable,
asegurando la vigencia efectiva de los derechos de proteccin
ambiental y agroalimentario de la presente y futuras generaciones.

Con el referido criterio, se evidencia que el legislador viene a


reforzar la proteccin jurdico-constitucional de los particulares a
travs de normas garantistas de los derechos amparados por la
Constitucin, favoreciendo la tutela judicial efectiva y protegiendo para
el presente caso, la vigencia y efectividad del derecho a la seguridad
agroalimentaria en pro del inters general de asentar las bases del
desarrollo rural integral y sustentable, asegurando la vigencia efectiva
de los derechos de proteccin ambiental y agroalimentario de la
presente y futuras generaciones. Todo en el contexto de la actuacin
eficaz del Poder Pblico, donde los rganos y entes del Estado
gestionan efectivamente sus competencias, fomentando la
consolidacin del principio de paz social, el bien comn y la
convivencia, en un medio ambiente armnico (Cfr. Sentencia de esta
Sala N 962/06).

Conforme a lo anteriormente expresado, considera esta Sala


Constitucional, que en cuanto al procedimiento ordinario agrario se

refiere, -procedimiento aplicable a las causas surgidas entre


particulares con ocasin a la actividad agraria-, as como aquellos
procedimientos especiales establecidos en la ley adjetiva civil Cdigo
de Procedimiento Civil- utilizados para dirimir asuntos de naturaleza
agraria, indudablemente constituyen un instrumento fundamental para
la realizacin de la Justicia en el campo, de manera tal que no se
encuentran exentos de la labor tuitiva de proteccin de la integridad de
la Constitucin encargada a los jueces y juezas de la Repblica.

Ahora bien el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil bajo


anlisis, establece la potestad de las partes de elegir un fuero especial
ante el cual pueden dirimir sus controversias. Esta eleccin nace de un
convenio destinado a prorrogar la competencia territorial, por lo que
dicha norma permite la derogatoria de la competencia por el
territorio, de lo cual se deduce que dicha competencia en principio
resulta de estricto orden privado y en consecuencia las partes pueden,
al momento de celebrar el contrato, establecer un domicilio especfico
ante el cual dilucidar sus pretensiones derivadas de dicho contrato.

Las anteriores consideraciones permiten sostener que la


competencia de los rganos jurisdiccionales en razn del territorio, se
encuentra dirigida a facilitar el acceso a los tribunales de los
justiciables, la regla general atributiva de competencia territorial est
determinada por la vinculacin personal del demandado con la
respectiva circunscripcin, expresada a su vez en la expresin: actor
sequitur forum rei segn la cual el actor debe seguir el fuero del
demandado, el cual no es otro que el domicilio del demandado y su
fundamento es proporcionar a ste la mayor comodidad para su
defensa, moderando un poco las ciertas facilidades que se le dan al
actor para elegir, en algunos casos, el fuero ante el cual puede intentar
su demanda.

Es as como el domicilio especial concertado por las partes de


manera preventiva no necesariamente se corresponder con el lugar
de ubicacin de los bienes propiedad del demandado, lo cual resulta
plausible en el fuero civil-mercantil, en tanto que mediante exhortos o
comisiones pueden materializarle ante otras circunscripciones
judiciales del pas distintas a la sede natural del juicio, las medidas
preventivas y ejecutivas dictadas a los fines de que no resulte ilusoria
la ejecucin del fallo.

No obstante lo anterior, observa esta Sala, que en el caso


resuelto por el Juzgado Superior Primero Agrario de la Circunscripcin
Judicial del rea Metropolitana de Caracas las partes eligieron como
domicilio especial a los tribunales agrarios de Caracas, en uso de la
atribucin que les confera la clusula dcima primera del contrato de
crdito suscrito por estas, como una potestad derivada del artculo 47
de la ley adjetiva civil, -norma que fuera objeto de desaplicacin por el
juez de instancia-. Siendo que la unidad de produccin agrcola
otorgada en garanta hipotecaria y sobre el cual recay la ejecucin de
la sentencia de mrito, denominada Finca San Camilo, se encuentra
ubicada en el sector El Chivo, parroquia Urribarr, en la jurisdiccin del
municipio Coln del estado Zulia, y por ende fuera de los lmites
competenciales de los tribunales agrarios de Caracas.

En tal sentido, apunta la Sala, que uno de los fines del Derecho
es la justicia, cuyo principio se encuentra expresamente consagrado
en el artculo 257 constitucional, que establece: el proceso constituye
un instrumento fundamental de la justicia. Las leyes procesales
establecern la simplificacin, uniformidad y eficacia de los trmites
(). No se sacrificar la justicia por la omisin de formalidades no
esenciales.

Por ello, los esquemas tradicionales de la justicia, esencialmente


formales, a la luz de la Constitucin vigente, desaparecieron cuando
sta enunci un amplio espectro de los derechos protegidos y recogi
principios generales que rigen la convivencia social. Por ello, si la
interpretacin de las normas legales choca con la posibilidad de
precisar, en forma concreta, el sentido general del Derecho, sta debe
hacerse con el auxilio del texto constitucional.

De all, que no pueden las leyes procesales contrariar la


Constitucin y, por tanto, los derechos y garantas constitucionales
deben ser el norte que gue la interpretacin. La interpretacin de la
normativa procesal especialmente el artculo 47 del Cdigo de
Procedimiento Civil -norma preconstitucional-, debe garantizar el
ejercicio de los derechos en el proceso y, ante diversas
interpretaciones debe elegirse la que mejor mantenga el equilibrio
entre las partes y el objeto del litigio, desechando las que a pesar de
atenerse al texto legal, puedan menoscabar el derecho a la defensa
consagrado en la Constitucin.

En ese sentido, esta Sala Constitucional en atencin a la


desaplicacin propuesta, no concibe a existencia de un derecho
agrario sin la necesaria y directa vinculacin del juez con el principal
bien de produccin como lo es la tierra en las diversas etapas del
proceso y en la bsqueda de la materializacin plena de la justicia,
que le permita desde la fase cognicin y sin inconvenientes, constatar
el correcto desenvolvimiento de los ciclos agrcolas, el uso adecuado
de la semilla, el manejo y uso racional de las aguas entre otros
aspectos fcticos. As como el contacto inmediato con la comunidad
campesina, para promover los mtodos alternativos del resolucin de
conflictos, evacuar pruebas in-situ, exhortar a los terceros ocupantes a
participar en el juicio, y ejecutar directamente de ser el caso la
sentencia, garantizando en todo momento el derecho a la defensa,
debido proceso y acceso a una tutela judicial efectiva, lo cual resultara
de imposible cumplimiento si no se detenta la competencia territorial.

Las anteriores consideraciones, nos permiten sostener que el


derecho agrario venezolano, social y humanista, resulta de creciente
importancia, no slo porque se trata de la disciplina jurdica propia de
la agricultura, sino, porque se asienta en autnticos fundamentos
constitucionales, tcnicos-cientficos, econmicos, sociales y
ambientales, y porque adems, constituye el instrumento jurdico
insustituible y de extraordinaria importancia para el desarrollo socioeconmico de la Nacin.

Se trata entonces de un derecho que ostenta en su contenido


una pluralidad de mbitos como la flora, fauna, suelos, bosques,
humedales, aguas, semillas, tierras, etc., e institutos jurdicos propios,
como la empresa agraria, derechos reales agrarios, obligaciones
agrarias, contratos agrarios y crdito agrario ste ltimo que diera
origen a la presente juicio-, y una riqusima y sistemtica normativa
especial, etc., siempre desarrollada con extraordinaria relevancia
cientfica y jurdica desde el siglo pasado en que resaltaron y resaltan
los nombres de los profesores Bolla, Carrozza, Massart, German,
Bassanelli, Galloni, Costato, Figallo, Sanz Jarque y muchos otros
agraristas de primera lnea y de reconocido prestigio mundial.
Sobre la base de las anteriores consideraciones, esta Sala
Constitucional establece que en el presente caso la desaplicacin por
control difuso se gener en el marco de un juicio ejecutivo, que verific
una contradiccin entre la Constitucin y una ley u otra norma
jurdica -conforme a las consideraciones antes expuestas-, que
obligaba al ejercicio de la competencia contenida del artculo 334 de la
Constitucin por parte del Juzgado Superior Primero Agrario, con lo
cual se procur garantizar una efectiva tutela del principio de
inmediacin (ya sealado), lo cual se vincula directamente con la
garanta suprema del derecho a la defensa y al debido proceso,
tutelado por el orden constitucional (Cfr. Sentencia de esta Sala N
1205 del 16 de junio de 2006).

As las cosas, resulta fundamental resaltar que en el


ordenamiento jurdico venezolano, se encuentra establecido en el
artculo 7 Constitucional, el cual es del tenor siguiente:

La Constitucin es la norma suprema y el fundamento del


ordenamiento jurdico. Todas las personas y los rganos que
ejercer en Poder Pblico estn sujetos a esta Constitucin.

Con el objeto de hacer efectivo el principio de supremaca


Constitucional, el propio Texto Fundamental ha previsto diversos
mecanismos de control de la constitucionalidad, entre los cuales se
encuentran el control difuso y el control concentrado. Siendo, que en lo
que atae al control difuso, el cual acogi el artculo 334 de la
Constitucin, ste impone a todos los jueces la obligacin de aplicar
con preferencia las normas Constitucionales cuando exista una
incompatibilidad entre stas y una ley u otra norma jurdica. El
Catedrtico Espaol Manuel Aragn Reyes, en alusin a los modelos
de control concentrado y difuso de la constitucionalidad, opina lo
siguiente:

A diferencia del modelo norteamericano, de carcter difuso,


porque el control de constitucionalidad est all atribuido a
todos los rganos judiciales, y de efectos limitados a la
contienda judicial concreta, ya que, si se aprecia la
inconstitucionalidad de una norma, sta slo resulta
inaplicable al caso controvertido (...), el modelo europeo (...)
se articula mediante un tribunal especial (Tribunal
Constitucional) distinto de los rganos que ejercen la
jurisdiccin ordinaria; Tribunal al que se le atribuye el
monopolio (jurisdiccin concentrada) de la declaracin de
inconstitucionalidad de la ley, dotndose, adems, a esa
declaracin de efectos generales (erga omnes), de tal
manera que, en lugar de la inaplicacin al caso, la
apreciacin de la inconstitucionalidad de la norma supone su

anulacin. (Temas Bsicos de Derecho Constitucional,


Civitas, Madrid, 2001, Tomo III, pg. 26).

En este mismo orden de ideas, mediante sentencia del 25 de


mayo de 2001 (Caso Instituto Autnomo Polica Municipal de Chacao
vs. la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo), esta Sala
expres lo siguiente:

...el juez que ejerce el control difuso, no anula la norma


inconstitucional, haciendo una declaratoria de carcter
general o particular en ese sentido, sino que se limita a
desaplicarla en el caso concreto en el que consider que los
artculos de la ley invocada, o hasta la propia ley, coliden con
la
Constitucin.
La declaratoria general de inconstitucionalidad de una o un
conjunto de normas jurdicas (leyes), corresponde con
exclusividad a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, quien, ante la colisin, declara, con carcter erga
omnes, la nulidad de la ley o de la norma inconstitucional.
Dicha declaratoria es diferente a la desaplicacin de la
norma, tratndose de una decisin de nulidad que surte
efectos generales (no para un proceso determinado) y contra
todo el mundo. Mientras que los Tribunales de la Repblica,
incluyendo las Salas del Tribunal Supremo de Justicia
diferentes a la Constitucional, pueden ejercer slo el control
difuso.

Como se desprende de la doctrina y de la sentencia que fue


citada, cuando se ejerce el control difuso de la constitucionalidad, el
juez, en un caso concreto, resta eficacia a una norma jurdica por
considerar que es contraria al Texto Fundamental. A diferencia de lo
que ocurre en el control difuso, cuando el rgano competente realiza el
control concentrado de la constitucionalidad, los efectos de sus
decisiones tienen un carcter general, en el entendido de que la
declaratoria de nulidad de una norma que es contraria a la

Constitucin, expulsa a aqulla del mundo jurdico y, esa decisin,


surte efectos erga omnes. Siendo lo importante resaltar que, a travs
del control difuso de la constitucionalidad, el criterio que lleva al juez a
considerar como inconstitucional determinada norma jurdica
nicamente produce efectos en el caso concreto, por lo cual, esa
consideracin no ocasiona consecuencias inmediatas ms all de la
contienda en la que el control difuso se produce, habida consideracin
de que el juez no se estara pronunciando sobre la validez de la norma
en cuestin con carcter erga omnes.

Es as que a criterio de esta Sala Constitucional, efectivamente


en el caso de los denominados juicios ejecutivos o monitorios -de
eminente naturaleza civil-mercantil- entre los que destaca el juicio por
ejecucin de hipoteca, en el cual las partes hayan convenido en fijar
un domicilio especial a los fines de verificarse cualquier controversia
derivada del contrato distinto al lugar donde se encuentren los bienes
afectos a la actividad agraria otorgados en garanta, indudablemente
va en desmedro del conjunto de garantas sustanciales y procesales
especialmente diseadas por el legislador en desarrollo de los
artculos 2, 26, 49 y 257 de la Constitucin y por ende la legalidad,
regularidad y eficacia de la actividad jurisdiccional agraria, en trminos
de derecho a la defensa, debido proceso y al acceso a la tutela judicial
efectiva. De manera que ha criterio de esta Sala, deber resultar en
todo momento competente el tribunal agrario del lugar donde se
implement o pretendi desarrollar el plan de inversin de crdito con
fines agrarios; o bien, el del sitio donde se localice el bien dado en
garanta, siempre y cuando ste resulte afecto a la actividad agraria.

As las cosas, esta Sala Constitucional declara que el Juzgado


Superior Primero Agrario de la Circunscripci n Judicial del rea
Metropolitana de Caracas, actu conforme al ordenamiento jurdico
Constitucional y legal vigente, al desaplicar para el caso en concreto,
el artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil y dems clusulas
contractuales,

amparando los principios constitucionales previstos en los artculos 2,


26, 49, 305, 306 y 307, en detrimento de los pactos y convenios
privados realizados por las partes, derivados de dicho artculo, que se
antepongan a la aplicacin de tal principio en los procesos agrarios.

En tal virtud, se declara conforme a derecho la desaplicacin del


artculo 47 del Cdigo de Procedimiento Civil y dems clusulas de
rango
contractual, efectuada
por la
sentencia
dictada
por
el mencionado Juzgado Superior Primero Agrario de la Circunscripcin
Judicial del rea Metropolitana de Caracas, el 29 de junio de 2009, en
el juicio de Ejecucin de Hipoteca, incoado por la Compaa LAAD
AMRICAS N.V, contra la Sociedad Mercantil AGROPECUARIA
RAW3, C.A., En ese sentido, se insta a los jueces y juezas que
conforman dicha jurisdiccin especial a preservar en todas las etapas
del proceso los principios constitucionales previstos en los artculos 2,
26, 49, 305, 306 y 307, y especialmente el principio agrario de la
inmediacin del juez, por lo que resultar en todo momento
competente el tribunal agrario del lugar donde se implement o
pretendi desarrollar el plan de inversin de crdito con fines agrarios;
o bien, el del sitio donde se localice el bien dado en garanta, siempre
y cuando ste resulte afecto a la actividad agraria. As se establece.IV
DECISIN

Por las razones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia,


en Sala Constitucional, administrando justicia en nombre de la
Repblica Bolivariana de Venezuela por autoridad de la ley,
declara CONFORME A DERECHOla desaplicacin efectuada en la
sentencia N 2.009-5211 dictada por el Juzgado Superior Primero
Agrario de la Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de
Caracas, el 29 de junio de 2009, mediante la cual desaplic el artculo
47 del Cdigo de Procedimiento Civil.

Se ORDENA la publicacin ntegra del presente fallo en la


Gaceta Judicial y la Gaceta Oficial de la Repblica Bolivariana de
Venezuela, en cuyo sumario deber indicarse lo siguiente: Sentencia
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de carcter
vinculante para todos los tribunales de la Repblica, incluso para las
dems Salas del Tribunal Supremo de Justicia, mediante la cual se
insta a los jueces y juezas que conforman la Jurisdiccin Especial
Agraria a preservar en todas las etapas del proceso los principios
constitucionales previstos en los artculos 2, 26, 49, 305, 306 y 307, y
especialmente el principio agrario de la inmediacin del juez, por lo
que resultar en todo momento competente el tribunal agrario del
lugar donde se implement o pretendi desarrollar el plan de inversin
de crdito con fines agrarios; o bien, el del sitio donde se localice el
bien dado en garanta, siempre y cuando ste resulte afecto a la
actividad agraria, an cuando las partes hayan establecido de mutuo
acuerdo un domicilio especial distinto .

Publquese y regstrese. Remtase copia certificada de la


presente decisin al Tribunal Superior Primero Agrario de la
Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de Caracas.
Cmplase con lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Saln de Despacho de la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 25
das del mes de abril de dos mil doce (2012). Aos: 202 de la
Independencia y 153 de la Federacin.

La Presidenta de la Sala,

LUISA ESTELLA MORALES LAMUO


Ponente

El Vicepresidente,

FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LPEZ

Los Magistrados,

MARCOS TULIO DUGARTE PADRN

CARMEN ZULETA DE MERCHN

ARCADIO DE JESS DELGADO ROSALES

JUAN JOS MENDOZA JOVER

GLADYS MARA GUTIRREZ ALVARADO

El Secretario,

JOS LEONARDO REQUENA CABELLO


Exp. N 09-0924
LEML/

historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/.../444-25412-2012-09-0924.HTM
ANTECEDENTES
Nez Alcntara (2003), compara la Casacin Agraria con la
casacin Laboral, considerando a sta ltima mucho ms afn con el
sentido que la materia casacin tiene en el Derecho Social.
Sugiere adems, la creacin de una norma para la legislacin agraria,
similar a la prevista en el art. 10 de LOPT, que establezca un sistema
de valoracin de todos los medios probatorios a travs de la sana
crtica y no que algunos de ellos (documentos, confesin) se valoren
por la va tarifaria.

Zambrano (2005), compar la situacin que pudiera originarse por la


ausencia delas partes, en el desarrollo de la audiencia probatoria en el
oral agrario; con el efecto que produce la misma situacin en materia
laboral (art. 151 LOPT). A su vez, extiende la comparacin a los arts.
506del CPC concatenadamente con el 1354del C.C.V; estableciendo
que en la jurisdiccin agraria, se producen similares efectos que en la
jurisdiccin laboral.
El Magistrado Levis Ignacio Zerpa (2002), explica el propsito del
Argumento de la Coherencia del Ordenamiento Jurdico con la
analoga que suponen las jurisdicciones agraria y laboral, a favor dela
justicia social.
Supongamos que se est comparando soluciones de un determinado
problema en el rea del Derecho Agrario y luego se comparan esas
soluciones con soluciones expresa (sic) en el rea del Derecho
Laboral, llegando a la conclusin que las soluciones son diversas o
que ellas son contradictorias, que una parece ms justa que la otra;
obsrvese que no se trata de contradicciones de norma a norma para
el caso concreto, se trata ms bien de falta de coherencia en las
soluciones del ordenamiento en su totalidad. No parece razonable que
situaciones que guardan gran analoga(subrayado nuestro), tengan
solucin expresa de manera distinta, porque rompen la regla de oro de
la justicia, que es la nocin de tratar iguales a los que son iguales o
tratar muy semejante a los que parecen ser muy semejantes. Esta es
otra manera de entender el argumento a coherentia, pero con una
elevacin mucho mayor de la que se est considerando aqu. (p. 240)

Importancia de la sala de Casacin Social para el fortalecimiento


del Procesal Social Venezolano

Ponente Omar Mora Exp. R.C.N-AA60-s-2002-00305 del 10-04-03.


Respecto a la consideracin sobre el carcter especialsimo de la Sala
Social en razn delas materias que conoce y la desaplicacin del art.
324 del C.P.C, en los casos que le compete:
vista la importancia que tiene para la sociedad en general y en
consecuencia para el Estado, la materia laboral, agraria y de menores,
en virtud de la funcin social que ejercen, resultara contradictorio ante
el texto constitucional, el limitar el acceso a la justicia, exigiendo el
cumplimiento de formalidades, a aquellos sujetos que intervienen en
procesos de esta naturaleza, lo que en definitiva impedira la
bsqueda de la justicia social, la cual forma parte de los principales

objetivos de todo Estado Democrtico y Social de derecho y de


justicia, fin ste, al que como Mximo representante del poder judicial,
estamos obligados a garantizar.(Sent. N241 p.2).

http://es.scribd.com/doc/63339980/Procedimiento-Ordinario-Agrario-yDel-Trabajo-2007#scribd

REPBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


EN SU NOMBRE
JUZGADO SUPERIOR PRIMERO AGRARIO

EXPEDIENTE: 2.011-5377
ASUNTO: RESOLUCIN DE CONTRATO DE ARRENDAMIENTO
VISTOS CON SUS ANTECEDENTES.
DE LAS PARTES Y SUS APODERADOS
-IDe conformidad con lo establecido en el ordinal segundo (2) del
artculo 243 del Cdigo de Procedimiento Civil, pasa este Tribunal a
sealar las partes y sus apoderados, a cuyo efecto establece:

PARTE DEMANDANTE: Constituida por el ciudadano ROGELIO


ESTEBAN NUEZ, de nacionalidad espaola, mayor de edad, titular
de la cdula de identidad Nro. E-533.098, (hoy fallecido), y que
posteriormente al fallecimiento del ciudadano antes mencionado,
pasaron a formar parte en el presente juicio en calidad de herederos
universales los ciudadanos EDUVINA MILAGROS RIVERO (viuda),
JOS FRANCISCO NUEZ RIVERO, ROGELIO ANTONIO NUEZ
RIVERO y CARMEN YAKELINE NUEZ RIVERO, la primera nombrada
de nacionalidad espaola y el resto de los nombrados de nacionalidad

venezolana, titulares de las cdulas de identidad nmeros E-933.002,


V-6.879.048, V-10.281.764 y V-11.821.252, respectivamente.

DE SUS APODERADOS JUDICIALES: Constituido por el ciudadano


ARVALO LVAREZ MARN, venezolano, mayor de edad, titular de la
cdula de identidad N V-1.878.241, abogado en ejercicio, inscrito en
el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo el N 14.378.
PARTE DEMANDADA: Constituida por el ciudadano MANUEL GIL
MENEZES, de nacionalidad portuguesa, mayor de edad, titular de la
cdula de identidad Nro. E-1.032.046.

SU APODERADO JUDICIAL: Constituido por los ciudadanos


abogados EMILIA DE LEN ALONSO DE ANDREA y GILBERTO
ANTONIO ANDREA GONZLEZ, venezolanos, mayores de edad,
titulares de las cdulas de identidad nmeros V-6.198.448 y V6.873.628, respectivamente, e inscritos en el Instituto de Previsin del
Abogado bajos los nmeros 35.336 y 37.063, en su orden.

-IIDETERMINACIN PRELIMINAR DE LA CAUSA

Conoce la presente causa ste Juzgado Superior Primero Agrario, en


virtud del recurso ordinario de apelacin interpuesto por la ciudadana
abogada Corina Lozada, en su carcter de apoderada judicial de la
parte actora, en fecha 28 de enero de 2.002, contra la sentencia
proferida por el Juzgado Primero del Municipio Guiacaipuro del Estado
Miranda, de fecha 30 de noviembre de 2.001, en el presente juicio de
resolucin de contrato de arrendamiento, incoado por el ciudadano
Rogelio Esteban Nuez Alonso contra el ciudadano Manuel Gil
Menezes, mediante el cual declar lo siguiente:

Sic. .Omissis declara SIN LUGAR la demanda que por


RESOLUCIN DE CONTRATO, sigue el ciudadano ROGELIO
ESTEBAN NUEZ, contra el ciudadano MANUEL GIL MENEZEZ,
celebrado en fecha cinco (05) de mayo de 1995, y el cual versa sobre
un inmueble constituido por un lote de terreno ubicado en: La Fragua,
entre Club de Campo y la parte alta de las Minas, en jurisdiccin del
Municipio Los Salias del Estado Miranda. El terreno fue debidamente
identificado por la parte actora con los sealamientos siguientes:
ubicado en la parte alta de la Maquinita, Zona Industrial Las Minas
(exactamente entre Club de Campo, La Fragua y la parte alta de las
Minas) Municipio Los Salias San Antonio de los Altos Estado Miranda,
y cuyos linderos son NORTE: Con terrenos que son o fueron de la
Sucesin del Seor Marcelino Rodrguez, quebrada de la Maquinita
por el medio. SUR: Con terrenos que son o fueron sucesivamente de
Jess Mara Velsquez, Antonio Gonzlez Gracia y Antonio Ribero,
hoy de mi propiedad.
Por cuanto la parte demandante result vencida en el presente juicio,
se condena en costas, de conformidad con el artculo 274 del Cdigo
de Procedimiento Civil....Omissis

-IIISNTESIS DE LA CONTROVERSIA

En el presente caso, la controversia se centra en determinar si se


encuentra ajustada o no a derecho la decisin dictada por el Juzgado
Primero del Municipio Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del
Estado Miranda, de fecha 30 de noviembre de 2.001.

Al efecto, la abogada Corina Lozada, en su carcter de apoderada


judicial de la parte actora en su libelo de la demanda, argument entre
otras consideraciones lo siguiente:

1. Que en fecha 5 de mayo de 1.995, su representado celebr un


contrato de arrendamiento por un perodo de un (1) ao, el cual fue
autenticado por ante la Notaria Pblica Segunda de los Teques,
Estado Miranda bajo el nmero 85, Tomo 24, constituido sobre un lote
de terreno ubicado en la parte alta de La Maquinita, Zona Industrial
Las Minas (La Fragua Club de Campo), en jurisdiccin del Municipio
Los Salias, Estado Miranda.

2. Adujo el incumplimiento de la clusula quinta del referido contrato,


en el cual se estableci que el terreno arrendado solo era para la
siembra y nada ms.

3. Que el Seor. Manuel Gil Meneses, tena un criadero de conejos


dentro del terreno, as como vacas y cochinos, siendo que por orden
del entonces Ministerio del Ambiente, hoy Ministerio del Poder Popular
para el Ambiente, tuvo que dejar de criar los cochinos, lo que
constituy una violacin de la clusula quinta del contrato sobre el cual
versa el presente juicio.

4. Que se le notific al ciudadano Manuel Gil Menezes, que deba


desocupar el inmueble, haciendo caso omiso a la referida solicitud.

5. Que por tales circunstancias es que acude ante el rgano


jurisdiccional, a los para demandar al ciudadano Manuel Gil Menezes,
o en su defecto para que convenga en la demanda y sea condenado
en costas y costos en la definitiva.

6. Asimismo, solicit la entrega material del inmueble libre de personas


y bienes.

7. Fundament su pretensin de conformidad con lo dispuesto en los


artculos 1592 al 1594 del Cdigo Civil, en concordancia con el artculo
881 del Cdigo de Procedimiento Civil.

8. Por ltimo, estim la presente demanda en la cantidad de un milln


cuatrocientos noventa y nueve mil bolvares (Bs. 1.499.000,00), hoy
mil cuatrocientos noventa y nueve bolvares (Bs. F. 1.499,00).

Por su parte, en fecha 27 de julio de 2.000, los ciudadanos abogados


Emilia de Len Alonso Andrea y Gilberto Antonio Andrea Gonzlez, en
sus caracteres de co-apoderados judiciales del ciudadano Manuel Gil
Menezes, presentaron ante el tribunal de la causa, escrito de
contestacin de la demanda (folios 49 al 57 segunda pieza del
presente expediente), mediante el cual entre otras consideraciones
expusieron lo siguiente:

1. Que con la accin de la presente demanda lo nico que pretenda la


parte actora es la entrega material del inmueble.

2. Que su representado se encontraba amparado por la Ley de


Reforma Agraria (hoy Ley de Tierras y Desarrollo Agrario).

3. Negaron, rechazaron y contradijeron tanto en hechos como el


derecho todos los alegatos planteados por el ciudadano Rogelio
Esteban Nuez.

4. As mismo, negaron que el contrato de arrendamiento se encontrara


vencido.

5. Alegaron que sus representados son beneficiarios de un Certificado


de Amparo Agrario, otorgado por la extinta Procuradura Agraria
Nacional (hoy Defensa especial en Materia Agraria), demostrando as
el desarrollo de la actividad agraria sobre el predio y que el mismo
constituye su nica fuente de ingresos econmicos.

6. Adujeron que el contrato suscrito por su representado, versaba


sobre un contrato de arrendamiento en la modalidad de tiempo
indeterminado, de acuerdo a lo estipulado en la clusula segunda del
referido contrato de arrendamiento.

7. Que al establecer el uso para la siembra en el contrato de


arrendamiento, el mismo es de ndole especial, y debe ser protegido
por normas especiales tal y como se desprenda del artculo 142 de la
extinta Ley de Reforma Agraria.

8. Que el contrato objeto de la presente controversia corresponde a la


jurisdiccin especial agraria.

9. Que la Procuradura Agraria Nacional, realiz una inspeccin in situ,


determinando que el lugar se encontraba en buenas condiciones
fitosanitarias, por lo que mal podra constituir una violacin al contrato,
el hecho de realizar la actividad de cra de la animales y
posteriormente le otorg un Amparo Agrario.

10. Negaron rechazaron y contradijeron que su representado le haya


dado al fundo un uso distinto establecido en el contrato, por cuanto
durante ocho (8) aos el mismo fue destinado para la siembra.

11. Que su representado es un sujeto protegido por la Ley Orgnica de


Tribunales y Procedimientos Agrarios, hoy Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario, adems por tratarse de un contrato agrario este deba ser
tramitado por ante la jurisdiccin agraria.

Siendo en fecha 30 de noviembre de 2.001, la oportunidad legal para


dictar sentencia de mrito, el Juzgado Primero del Municipio
Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del Estado Miranda,
estableci entre otras cosas declarar Sin lugar, la demanda que por
Resolucin de Contrato interpuso el ciudadano Rogelio Esteban Nuez,
contra el ciudadano Manuel Gil Menezes.

Contra el fallo proferido, la apoderada judicial de la parte actora,


ciudadana abogada Corina Lozada, antes identificada, mediante
diligencia de fecha 28 de enero de 2.002 ejerci recurso ordinario de
apelacin, pura y simplemente (ver folio 298 de la segunda pieza del
presente expediente).

Visto el recurso ejercido, en fecha 21 de mayo de 2.002, el Juzgado


Segundo de Municipio del Municipio Guaicaipuro de la Circunscripcin
Judicial del Estado Miranda, oy la apelacin en ambos efectos, y
orden la remisin del expediente al Juzgado Distribuidor de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la Circunscripcin Judicial
del Estado Miranda, segn oficio Nro.5.300-238.

En fecha 03 de febrero de 2.011, el Juzgado Segundo de Primera


Instancia en lo Civil, Mercantil y de Trnsito de la Circunscripcin
Judicial del Estado Miranda al dictar su sentencia, se declar
incompetente en razn de la materia para seguir conociendo de la

causa, por considerar que la pretensin aqu dilucidada es de


naturaleza agraria, declinando la competencia en este Juzgado
Superior Primero Agrario de la Circunscripcin Judicial de los estados
Distrito Capital, Miranda y Vargas.

En fecha 08 de agosto de 2.011, este Juzgado Superior Primero


Agrario se declar competente en razn de la materia para conocer de
la presente causa.

En estos trminos qued planteada la presente controversia.

-IV-

BREVE RESEA DE LAS ACTAS PROCESALES


PRIMERA PIEZA

En fecha 12 de mayo de 1999, el ciudadano Rogelio Esteban Nuez,


debidamente asistido por la ciudadana Corina Lozada, present libelo
de demanda de resolucin de contrato con sus anexos. (Folios 01 al
43)

En fecha 07 de junio de 1.999, el Juzgado del Municipio Guaicaipuro


de la Circunscripcin Judicial del estado Miranda, admiti la demanda
y orden emplazar al ciudadano Manuel Gil Meneses. (Folio 79)

En fecha 22 de septiembre de 1.999, los ciudadanos Emilia de Len


De Andrea y Gilberto Antonio Andrea Gonzlez, en sus caracteres de
apoderados judiciales de la parte demandada, consignaron escrito de
promocin de cuestiones previas fundamentadas en el ordinal 1 y 11
del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil. (Folios 120 al 125)

Por su parte, en fecha 27 de septiembre de 1.999, la ciudadana


abogada Corina Lozada, apoderada de la parte actora consign
escrito de oposicin y contradiccin de las cuestiones previas
planteada por la parte demandada. (Folio 286) .

En fecha 16 de marzo del ao 2.000, el Juzgado Primero del Municipio


Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del estado Miranda, declar
sin lugar las cuestiones previas promovidas por la parte demandada.
(Folios 339 al 341).

SEGUNDA PIEZA

En fecha 27 de julio de 2.000, la representacin judicial de la parte


demandada, procedi a dar contestacin de la demanda por ante el
Juzgado Primero del Municipio Guaicaipuro de la Circunscripcin
Judicial del Estado Miranda. (Folios 49 al 57).

En fecha 04 de agosto de 2.000, la representacin judicial de la parte


actora present por ante el Juzgado Primero del Municipio

Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del Estado Miranda, escrito


de promocin de pruebas. (Folios 64 al 67).

En fecha 09 de agosto de 2.000, la representacin judicial de la parte


demandada present por ante el Juzgado Primero del Municipio
Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del Estado Miranda, escrito
de promocin de pruebas. (Folios 64 al 112).

En Fecha 09 de agosto de 2.000, la representacin judicial de la parte


demandada, consign escrito mediante el cual solicit al tribunal la
reposicin de la causa al estado de negar la admisin. As mismo,
solicit que efectuara la citacin del Procurador Agrario Nacional.
(Folio 113 al 117).

En fecha 10 de agosto de de 2.000, el tribunal de la causa, evacu el


acto de las testimoniales promovidas por la parte actora en el escrito
de fecha 04 de agosto de 2.000. (Folio 118 al 120).

En fecha 10 de agosto de 2.000, la representacin judicial de la parte


demandante, consign por ante el juzgado a-quo, complemento de
escrito de promocin de pruebas con sus anexos. (Folios 121 al 229).

En fecha 30 de noviembre de 2.001, el Juzgado Primero del Municipio


Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del estado Miranda, dict
sentencia definitiva en la causa, mediante el cual declar sin lugar la
resolucin de contrato, as mismo orden la notificacin de las partes
de conformidad con el artculo 251 del Cdigo de Procedimiento Civil.
(Folios 283 al 289).

En fecha 18 de enero de 2.002, la representacin judicial de la parte


actora, ejerci recurso ordinario de apelacin pura y simplemente,
contra la decisin proferida por el Juzgado Primero de Municipio del
Municipio Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del Estado
Miranda, en fecha 30 de noviembre de 2.001 (Folio 298)
En fecha 20 de marzo de 2.002, la Juez Provisorio del Juzgado del
Municipio Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del estado
Miranda, Abg. Trina Mijares Guedez, present escrito de inhibicin de
la causa. (Folio 304).

En fecha 02 de abril de 2.002, el Juzgado Primero de Primera


Instancia del Municipio Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del
estado Miranda, orden librar oficio al Juzgado Distribuidor de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y de Trnsito, de la Circunscripcin
Judicial del estado Miranda a los fines que conociera de la inhibicin,
mediante oficio N 224. (Folios 305 al 306).

TERCERA PIEZA

En fecha 06 de junio de 2.003, la representacin judicial de la parte


actora present escrito de recusacin, y posteriormente en fecha 11
del mismo mes y ao el Juz Titular, ciudadano Vctor Jos Gonzlez,
juez del tribunal Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
de Trnsito de la Circunscripcin Judicial del estado Miranda, levant
acta de recusacin, donde solicit al tribunal superior la declaratoria
sin lugar de la misma (Folios 38 al 40).

En fecha 16 de junio de 2.003, se libr oficio al Juzgado Primero de


Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la
Circunscripcin Judicial del estado Miranda, remitiendo el expediente
con motivo de la recusacin interpuesta por la parte actora. (Folio 42)

En fecha 27 de abril de 2.004, Juzgado Primero de Primera Instancia


en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del
estado Miranda, dict auto acordando la remisin del expediente al
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Trnsito de la Circunscripcin Judicial del estado Miranda, segn oficio
Nro. 0740-684. (Folios 69 al 70).

En fecha 27 de agosto de 2.004, la ciudadana abogada Corina Lozada


consign diligencia por ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia
en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del
estado Miranda, y solicit se dicte sentencia del presente caso. (Folio
75).
En fecha 06 de marzo de 2.006, compareci por ante el Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la
Circunscripcin Judicial del estado Miranda, la representacin judicial
de la parte actora, ciudadano abogado Arvalo lvarez Marn, inscrito
en el Inpreabogado bajo el N 33.120, en su carcter de autos,
consign original del certificado de nicos y Universales Herederos
(Folios 118 al 146).

En fecha 03 de febrero de 2.011, el Juzgado Segundo de Primera


Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la Circunscripcin Judicial
del Estado Miranda, dict sentencia, mediante el cual se declar
incompetente para conocer de la presente causa en razn de la
materia, declinando la competencia a este Juzgado Superior Primero
Agrario y por auto separado acord la remisin del presente
expediente a este Juzgado Superior Primero Agrario, seguidamente se
libr oficio N 0855-0464. (Folios 155 al 160 y 168 al 169).

En 14 de julio de 2.011, este Juzgado Superior Primero Agrario le dio


recibo al presente expediente (Folio 170 vto).

En fecha 19 de julio de 2.011, este Juzgado Superior Primero Agrario,


le dio entrada al presente expediente, de conformidad con lo
establecido en el artculo 73 del Cdigo de Procedimiento Civil,
signndolo con el nmero 2.011-5377, de la nomenclatura particular de
este juzgado (Folio 171).

En fecha 8 de agosto de 2.011, este Juzgado Superior Primero


Agrario, se declar competente en razn de la materia para conocer
del presente recurso ordinario de apelacin interpuesto por la Abogada
Corina Lozada, ante el Juzgado del Municipio Guaicaipuro de la
Circunscripcin Judicial del Estado Miranda, de fecha 28 de enero de
2002. (Folios 172 al 179).

En fecha 20 de septiembre de 2.011, este Juzgado Superior Primero


Agrario, dict auto de conformidad con lo establecido en el artculo 229
de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, fijando ocho (8) das de
despacho para promover y evacuar las pruebas permitidas en
segunda instancia, de acuerdo a lo establecido en el artculo 520 del
Cdigo de Procedimiento Civil, vencido dicho lapso se fijar una
audiencia oral, la cual se verificar al tercer (3) da de despacho
siguiente, incluyndose el de su fijacin, en la cual se oir los informes
de las partes, verificada la audiencia se dictar sentencia en audiencia
oral dentro de los tres (3) das de despacho siguiente a la preclusin
de la misma, publicndose dicho fallo en el presente expediente,
dentro de los diez (10) das continuos siguientes al pronunciamiento.
(Folio 180)

En fecha 03 de octubre de 2.011, esta alzada dict auto mediante el


cual acord practicar una inspeccin judicial oficiosa, para el da (13)
de octubre de 2.011, a las 9:00, sobre el lote de terreno objeto de la
presente controversia, a objeto de dejar constancia del estado actual
en que se encuentra el lote de terreno en cuestin, de la existencia de
persona y bienes que se encuentran en el mismo y a los fines de

determinar la existencia o no de la actividad agro productiva sobre el


lote de terreno, a tales efectos se design como experto al ingeniero
Jess Delgado Villafae, ordenndosele libar la respectiva boleta de
notificacin. (Folios 181 al 182)

En fecha 10 de octubre de 2.011, se acord diferir la inspeccin judicial


oficiosa acordada por auto de fecha 03 de octubre de 2.011, en los
mismos trminos del referido auto para el da 04 de noviembre de
2.011, y una vez conste en actas las resultas de la pre-nombrada
inspeccin, se fijar por auto separado la oportunidad en la cual se
llevar a cabo la audiencia oral de informes. (Folio 188)

En fecha 01 de noviembre de 2.011, el ciudadano Jess Delgado V.,


venezolano, mayor de edad, titular de la cdula de identidad N V5.890.691 compareci al tribunal, dndose por notificado de su
designacin como perito experto, prestando el respectivo juramento de
Ley. (Folio 189).

En fecha 04 de noviembre de 2.011, se llev a acabo la inspeccin


acordada por auto de fecha 10 de octubre de 2.011, sobre el lote de
terreno objeto de la presente controversia y se dej constancia que se
trata de un lote denominado La Maquinita, ubicado en el Municipio Los
Salias del estado Miranda, que se encuentran presentes den dicho
fundo los ciudadanos Manuel Gil Menezes, Susana Menezes
Rodrguez, Jos Menezes Rodrguez, Conceicao Rodrguez de
Menezes, quienes ejercen la actividad agrcola desde el ao 1.990. As
mismo, se dej constancia de la existencia de un arado de vertedero,
surcadora, rotucultor, pala niveladora, zorra de carga, grauda y otros,
entre otros utensilios de uso agrcola. Por otra parte, se evidenciaron
cultivos de ciclo corto con siembras diferidas, entre los cuales se
encuentran el brcoli, apio espaa, celery y lechuga, as como cultivos
de de cambur, durazno, auyama y tomate de agua. (Folios 190 al 192)

En fecha 10 de noviembre de 2.011, siendo oportunidad fijada para


que se llevara a cabo la audiencia de oral de informes, acordada por
auto de fecha 07 de noviembre de 2.011, se dej constancia de la no
comparecencia de ninguna de las partes intervinientes en el presente
juicio, ni por si ni por medio de apoderado judicial. (Folio 193).

En fecha 16 de noviembre de 2.011, se dict el dispositivo del fallo en


audiencia oral (Folios 195 al 196).

-VDE LA COMPETENCIA

En lo que respecta a la competencia, este Juzgado Superior Primero


Agrario, observa que en fecha 08 de agosto de 2.011, se declar
competente en razn de la materia para conocer de la presente
apelacin, la cual da por reproducida en la presente apelacin.

Asimismo, se observa que de las actas procesales que conforman el


presente expediente, se puede colegir que el lote de terreno objeto de
la presente litis se encuentra ubicado en la parte alta de la Maquinita,
Zona Industrial Las Minas (exactamente entre Club de Campo, La
Fragua y la parte alta de las Minas), en jurisdiccin del Municipio Los
Salias, Estado Miranda, por lo que esta superioridad, declara su
competencia territorial para el conocimiento del recurso en referencia,
resultando como consecuencia su competencia tanto por la materia
como por el territorio, de conformidad con lo previsto en el artculo 162
de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. As se decide.

En tal sentido, esta Alzada a los efectos de determinar la procedencia


de la demanda por Resolucin de Contrato, pasa este a examinar las

pruebas aportadas por las partes en el proceso y al respecto en el


siguiente captulo observa:

-VI-

ANALISIS Y VALORACIN DEL LEGAJO PROBATORIO APORTADO


POR LAS PARTES ANTE LA PRIMERA INSTANCIA

PRUEBAS DE LA PARTE DEMANDANTE

1.-DOCUMENTALES

La parte actora junto con el libelo de la demanda consign las


siguientes documentales:

a) Copia certificada de solicitud de desocupacin, emitida por la


Sindicatura Municipal de la Alcalda del Municipio Los Salias del
estado Miranda, (Folio 3, primera pieza).

En cuanto a la prueba documental antes reseada, este Sentenciador


para decidir observa que dicha probanza, versa fundamentalmente
sobre una solicitud de desocupacin realizada por el apoderado
judicial del ciudadano Rogelio Esteban Nuez, contra el ciudadano
Manuel Gil Menezes, por ante el Concejo Municipal del Municipio Los

Salias, Estado Miranda, en fecha 30 de abril de 1.997, en la cual


denunci que el inquilino destin el lote de terreno arrendado a la
explotacin comercial del mismo, igualmente aleg en su solicitud, que
los hijos del propietario carecan de de vivienda.

En lo que respecta a la probanza antes reseada, ste sentenciador


determina que la misma constituye a una prueba que la doctrina ha
catalogado, como documentos administrativos, en virtud que la prueba
es emanada de un funcionario pblico quien acta dentro de su mbito
de competencia funcional, el cual merece plena fe; sin embargo, tal
probanza no arroja a los autos elementos de conviccin suficientes
para resolver la presente controversia, por lo que esta alzada le otorga
valor probatorio, nica y exclusivamente a los fines de dejar
constancia de su consignacin en autos. Y as se establece.

b) Copia fotosttica de documento de propiedad relacionada con lote


de terreno sobre el cual versa la presente controversia, protocolizado
por ante la Oficina Subalterna de Registro del Municipio Guiacaipuro
del Estado Miranda (Folios 10 al 17, primera pieza).

Con respecto a la prueba documental arriba sealada sta


Superioridad, observa que la misma versa fundamentalmente sobre un
copia simple del documento compra-venta suscrito entre los
ciudadanos Domingo Deniz y el ciudadano Rogelio Esteban Nuez,
ambos de nacionalidad espaola, titulares de las cdulas de identidad
Nros. 682.562 y 533.098, respectivamente, sobre un lote de terreno de
nueve mil metros cuadrados (9.000 m2) aproximadamente, ubicado en
jurisdiccin del municipio Carrizal, Distrito Guaicaipuro, del estado
Miranda, comprendido dentro de los siguientes linderos: Norte: con
terrenos que son o fueron de la Sucesin del Seor Marcelino
Rodrguez, quebrada La Mquina en medio; Sur: con terrenos que son
o fueron de la Compaa Urbanizacin Las Minas de San Antonio S.A.;
Este: con terrenos de la citada compaa, fila de por medio en una
extensin aproximada de 100 metros y Oeste: con terrenos que fueron
sucesivamente de Jess Mara Velsquez, Antonio Gonzlez Garca y

Antonio Rivero Rivero, hoy propiedad del comprador, quedando


registrado bajo el N 54, Protocolo Primero, tomo 1, tercer Trimestre
de 1.969, por ante la Oficina Subalterna del Registro del Municipio
Guaicaipuro del Estado Miranda.

Con relacin a esta prueba documental, este Sentenciador observa,


que las mismas a pesar de haber sido consignadas en copias simples,
no fueron desconocidas, ni tachadas o negadas de forma alguna por la
contraparte durante el iter procesal, con lo cual esta Superioridad la
aprecia y le otorga el valor probatorio previsto en el artculo 429 del
Cdigo de Procedimiento Civil. Y as se establece.

c) Certificado de Solvencia, expedido por la Alcalda del Municipio Los


Salias (Folio 18 de la primera pieza)

De la prueba documental antes sealada, se observa que la misma se


refiere a un Certificado de Solvencia expedido por la Direccin de
Catastro adscrito a la Alcalda del Municipio Los Salias del estado
Miranda, segn Boletn de Catastro Nro. CM-7529, de fecha 30 de
abril de 1.997, sobre un lote de terreno ubicado en la Urbanizacin
Club de Campo, lote S/N, Sector La Maquinita.

En lo que respecta a la probanza antes reseada, ste sentenciador


determina que la misma constituye a una prueba que la doctrina ha
clasificado como documentos administrativos, en virtud que la prueba
emana de un funcionario pblico quien acta dentro de su mbito de
competencia funcional, el cual merece plena fe; sin embargo, dicha
prueba fue consignada por la parte actora en copia simple, de la cual
solo se desprenden obligaciones de carcter fiscal ante el Municipio,
sobre el lote de terreno objeto del litigio, ms no aporta a los autos
elementos de conviccin suficientes para dilucidar la presente litis, por
lo que esta alzada le otorga valor probatorio, nica y exclusivamente a
los fines de dejar constancia de su consignacin en autos, de

conformidad con lo previsto en el artculo 520 del Cdigo de


Procedimiento Civil. Y as se establece.

d) Copia simple del plano elaborado por el Ingeniero Civil Luis Rubio,
relacionado con un lote de terreno ubicado en el Municipio Carrizal del
estado Miranda (Folios 19 al 20 primera pieza).

En cuanto a la prueba documental anteriormente indicada, sta


Alzada, observa que la misma trata de una copia simple del plano
elaborado por el Ingeniero Civil Luis Rubio, relacionado con un lote de
terreno ubicado en el Municipio Carrizal del estado Miranda,
protocolizado por ante el Registro Subalterno del Municipio
Guaicaipuro, bajo el N 98, folio 107 del primer trimestre de 1.961,
evidencindose de tal probanza no guarda relacin con el inmueble
objeto de la litis, ya que la nota marginal contenida en dicha copia
expresa lo siguiente: Omissis este plano corresponde al documento
Nro.24 Protocolo Primero, Tomo 2, primer trimestre (sic) encurso, y
en el documento de propiedad se observa que el mismo fue
protocolizado bajo el Nro.74, Protocolo Primero, Tomo 1, del Tercer
Trimestre de 1.969; quedando demostrado de esta forma, que el
mencionado plano evidentemente no corresponde su nota marginal al
documento de propiedad del lote de terreno objeto del presente juicio;
motivo por el cual, se desecha en su totalidad sin otorgarle valor
probatorio alguno. Y as se establece.

e) Copia certificada de un acto administrativo, dictado por el Sndico


Procurador Municipal, adscrito a la Sindicatura Municipal del Municipio
Los Salias del estado Miranda, de fecha 06 de mayo de 1997. (Folios
23 al 24 primera pieza).

En relacin a las copias certificadas antes indicada, ste Juzgador


observa que, tal probanza se refiere a un acto administrativo de fecha
06 de mayo de 1997, dictado por un Sndico Procurador Municipal,

adscrito a la Sindicatura Municipal del Municipio Los Salias del estado


Miranda, mediante la cual se estableci no admitir la solicitud de
desalojo formulada por la parte demandante, vale decir, por el
ciudadano Rogelio Esteban Nuez, presentada en fecha 30 de abril de
1.997, siendo considerado que el objeto del contrato de arrendamiento
recay sobre un lote de terreno que no se encuentraba sometido a la
Ley especial de arrendamiento, sino que por el contrario, se rega por
el Cdigo Civil, en virtud del principio de la autonoma de la voluntad
de las partes.

Ahora bien, esta Alzada determina que dicho dictamen, tiene el


carcter de documento administrativo, sin embargo, se evidencia de
autos que el mismo no aporta suficientes elementos de conviccin
para resolver la presente controversia, por tratarse de una solicitud de
desalojo, y visto que el presente juicio se trata de la resolucin de un
contrato de arrendamiento, es por lo que esta superioridad lo desecha,
por cuanto no guarda relacin con el tema decidendum, de
conformidad con lo previsto en el artculo 509 del Cdigo de
Procedimiento Civil. Y as se establece.

f) Copia simple del oficio Nro. 000876, emanado del Ministerio del
Ambiente de los Recursos Naturales Renovables, de fecha 11 de
diciembre de 1997, dirigido a la ciudadana Abg. Corina Lozada,
mediante el cual remite orden de proceder N 13052970042, de fecha
17 de septiembre de 1.997, contentivo de notificacin de apertura de
procedimiento administrativo por parte del Ministerio del Ambiente,
dirigida al ciudadano Manuel Gil Menezes (Folios 30 al 33 primera
pieza.)

En cuanto a la prueba documental antes reseada, este Sentenciador


para decidir observa que, la misma versa fundamentalmente sobre
una comunicacin emanada del entonces Ministerio del Ambiente de
los Recursos Naturales, hoy Ministerio del Poder Popular para el
Ambiente, dirigida a la ciudadana Abg. Corina Lozada, en su carcter
de representante legal de la parte demandante, ciudadano Rogelio E.

Nuez, remitindole el texto de la notificacin que realizara dicho


Ministerio al ciudadano Manuel Gil Menezes, sobre la apertura de un
procedimiento administrativo en su contra, por presunta infraccin de
algunos artculos contenidos en la Ley Orgnica del Ambiente.

Ahora bien, respecto a esta prueba la alzada observa que la misma es


una probanza de carcter administrativo, la cual es apreciada y
valorada por este sentenciador, como un indicio, a los fines de dejar
constancia de la existencia de los hechos y situaciones en ellas
expresados, especialmente el hecho fundamental de la existencia de
un corral de cerdos y de gallinas, lo cual pudiera ser indicador de la
cra de animales dentro del lote de terreno objeto de la presente
controversia y que las mismas adminiculadas con otras probanzas
pudieran dar indicios no solo a la efectiva explotacin de la tierra,
como lo es la siembra, sino que tambin de la presunta explotacin
pecuaria en sus distintas clasificaciones; de conformidad con el
artculo 510 del Cdigo de Procedimiento Civil. Y As se establece.

g) Copias simples del contrato de arrendamiento, de fecha 02 de mayo


de 1.995, suscrito entre los ciudadanos Rogelio Esteban Nuez y
Manuel Gil Menezes, de nacionalidad espaola y portuguesa,
respectivamente, titulares de las cdulas de identidad Nros. E-533.098
y E-1032046, en su orden, autenticado por ante la Notara Pblica
Segunda de Los Teques, Estado Miranda, bajo el Nro. 43.580, segn
planilla Nro. 35.689, de fecha 02-05-95, cursante a los folios 34 al 36,
el cual se transcribe a continuacin:

SicomissisEntre ROGELIO ESTEBAN NUEZ ALONSO, mayor de


edad, de este domicilio, casado, extranjero y titular de la cdula de
identidad No. E-533098, quien en adelante y para efecto de este
contrato se denominar EL ARERRENDADOR, por una parte y por la
otra, el ciudadano MANUEL GIL MENEZES, mayor de edad de este
domicilio, extranjero y titular de la cdula de identidad No. E-1032046,
y quien en lo adelante y para efecto de este contrato se denominar
EL ARRENDATARIO, se ha convenido en celebrar, como en efecto se

celebra, el presente contrato de arrendamiento el cual se regir por las


clusulas que a continuacin se especifican:
PRIMERA: EL ARRENDADOR, d en arrendamiento a EL
ARRENDATARIO, un inmueble, quien lo toma en tal concepto,
constituido por un lote de terreno de su exclusiva propiedad con todas
las bienhechurias y mejoras, situado en Jurisdiccin del Municipio
Carrizal, Distrito Carrizal del Estado Miranda, alinderado as: NORTE:
Con terrenos que son fueron de la Sucesin del Seor MARCELINO
RODRGUEZ, quebrada de la Maquinita por el medio: SUR: Con
terrenos que son o fueron de la Compaa Urbanizacin Minas de San
Antonio, S.A.; ESTE: Con terrenos que son o fueron de la citada
empresa, filada por medio en una extensin aproximada de cien
metros (100 Mts.); y OESTE: Con terrenos que son o fueron
sucesivamente de JESS MARA VELSQUEZ, ANTONIO
GONZLEZ GARCA y ANTONIO RIVERO RIVERO, hoy propiedad de
EL ARRENDADOR. Queda expresamente exceptuado de este
arrendamiento la parte alta o elevada del referido trreno, en la zona
que comprende la VIVIENDA de EL ARRENDADOR hasta el tanque
de agua all existente, lo cual lo acepta totalmente EL
ARRENDATARIO. SEGUNDA: La duracin del presente contrato de
arrendamiento ser de un (1) AO PRORROGABLE POR PERIODOS
IGUALES DE UN (1) AO. A no que una de las partes comunique a
otra con sesenta (60) das de antelacin al vencimiento de dicho
contrato o de alguna de sus posibles prrrogas si fuera el caso; de NO
PRORROGAR el contrato de arrendamiento. Quedando expresamente
entendido entre las partes aqu firmantes que el presente contrato de
arrendamiento empezar a regir a partir del da dos (2) de mayo de
1.995.
TERCERA: EL cnon de arrendamiento ser de la cantidad de
VEINTICINCO MIL BOLVARES (25.000,00) mensuales pagaderos por
mensualidades vencidas.
CUARTA: EL ARRENDATARIO no podr ceder, traspasar ni
subarrendar total ni parcialmente el inmueble dado en arrendamiento,
sin previa autorizacin del EL ARRENDADOR dado por escrito.
QUINTA: EL ARRENDATARIO se obliga a usar el inmueble arrendado
nicamente para la (sic) SIEMBREA y nada ms.

SEXTA: EL ARRENDATARIO recibe el inmueble objeto de este


contrato en buen estado de conservacin y mantenimiento, por lo tanto
se obliga a devolverlo en las mismas condiciones en que lo recibe.
SEPTIMA: EL ARENDATARIO declara que toda bienhechura
efectuada en el inmueble arrendado, quedar en beneficio de EL
ARRENDADOR, sin tener ste que indemnizar a EL ARRENDATARIO
costo alguno, por tal concepto. En todo caso EL ARRENDADOR,
podr demoler las bienhechuras o mejoras agregadas a costa de EL
ARRENDATARIO.
OCTAVA: Todos los gastos que ocasione este contrato de
arrendamiento corrern por cuenta de EL ARRENDATARIO inclusive
los honorarios de abogados que pudieren ocasionarse por la
desocupacin judicial del inmueble, as como las costas y costos del
Tribunal si fuere el caso, sin perjuicio de otras indemnizaciones a que
hubiere lugar.
NOVENA: EL ARRENDATARIO corre con todos y cada uno de los
gastos de los siguientes servicios pblicos: luz, agua y aseo.
DCIMA: EL ARRENDATARIO se obliga a pagar al ARRENDADOR, la
cantidad de UN MIL BOLVARES (Bs. 1.000,00) diarios por cada da
de retardo en la entrega del inmueble, una vez cumplido el plazo
convenido o de alguna de sus prrrogas para la entrega del mismo
como Clusula Penal.
DCIMA PRIMERA. La falta de pago de dos (2) mensualidades
correspondientes al canon de arrendamiento, dar lugar a que el
ARRENDADOR pueda exigir la resolucin o ejecucin del presente
contrato.
DCIMA SEGUNDA: Cualquier trasgresin a las obligaciones que
impone este acuerdo, establecidas en el presente contrato de
arrendamiento por parte de EL ARRENDATARIO, dar derecho a EL
ARRENDADOR a solicitar la resolucin del presente contrato de
arrendamiento.
DECIMA TERCERA: Las partes aqu firmantes eligen como domicilio
nico y especial a la ciudad de los Teques a cuyos Tribunales juran las
partes someterse. Este contrato de arrendamiento sustituye a

cualquier otro contrato de arrendamiento firmado con anterioridad en


todas y cada una de sus partes. San Antonio de los Altos a la fecha
cierta de su presentacin.omissis

En este sentido la Alzada determina, que del estudio de tal probanza


se desprende que, en fecha 02 de mayo de 1.995, se suscribi un
contrato de arrendamiento entre los ciudadanos Rogelio Esteban Nuez
y Manuel Gil Menezes, antes identificados, sobre un lote de terreno
ubicado en Jurisdiccin del Municipio Carrizal, Distrito Carrizal del
Estado Miranda, derivndose del mismo las correspondientes
obligaciones all establecidas, lo cual demuestra que las partes de
mutuo acuerdo convinieron en la celebracin del mismo, y visto que
las copias simples del referido contrato de arrendamiento no fueron
impugnadas, ni tachadas por la contraparte durante el iter procesal, en
consecuencia, se le tiene como fidedigno su contenido, y se le otorga
todo el valor probatorio, previsto en el artculo 429 del Cdigo de
Procedimiento Civil. Y as se establece.

h) Copias Simples de los actos administrativos emanados de la


Procuradura Agraria del estado Miranda, de fecha 09 de septiembre
de 1.997 y de la Procuradura Agraria del Estado Nacional de fecha 26
de abril de 1.999, folio 93 al 107, primera pieza.

Las anteriores probanzas versan sobre un Certificado de Amparo


Agrario Administrativo otorgado por la extinta Procuradura Agraria del
Estado Miranda y conformado por la extinta Procuradura Agraria
Nacional a favor del ciudadano Manuel Gil Menezes, de fechas 09 de
septiembre de 1.997 y 26 de abril de 1.999, respectivamente, dicho
Amparo Agrario contemplaba una proteccin especial sobre el lote de
terreno ocupado por el ciudadano Manuel Menezes, contra un posible
desalojo por parte del ciudadano Rogelio E. Nuez o cualquier otro
particular sin la debida autorizacin del entonces Instituto Agrario
Nacional. As mismo, en dichos actos administrativos se dej

constancia de la existencia de la actividad agrcola realizada en el lote


de terreno que hoy nos ocupa.

En este sentido, an y cuando dichas probanzas fueron consignadas


en copias simples, esta Alzada la aprecia en su totalidad en virtud que
las mismas no fueron desconocidas, ni tachadas o negadas de forma
alguna por la contraparte durante el iter procesal, con lo cual esta
Superioridad la aprecia y le otorga el valor probatorio previsto en el
artculo 429 del Cdigo de Procedimiento Civil. Y as se establece.

As mismo, la representacin judicial de la parte demandante, en fecha


10 de agosto de 2.000, consign por ante el Juzgado de la Instancia
escrito mediante el cual ratific, promovi y dio por reproducidos los
instrumentos consignados con el libelo de la demanda.

Por otra parte, en fecha 10 de agosto de 2.000, la parte demandante


consign con su escrito de promocin de pruebas lo siguiente:

a) Copia simple de Gaceta Municipal extraordinaria de fecha 05 de


abril de 1989.
b) Copia simple de Gaceta Oficial Nro. 33.868, de fecha 16 de
diciembre de 1.987.

c) Present en copias fotostticas las siguientes Leyes: Ley Orgnica


de Ordenacin Urbanstica, Ley de Reforma Agraria (Artculo 12),
Artculo 1593 del Cdigo de Procedimiento Civil; Nuevas Cuantas de
Tribunales Casacin y Juicios Breves (Artculos 3 y 4, Ao 1.996).

d) Copia Simple de los artculos 7 al 27 de la Ley Orgnica de


Ordenacin Urbanstica; copia simple de los artculos 3 y 4 de las
Nuevas Cuantas de Tribunales, casacin y juicios breves.

e) Copia de la pgina 91 del libro Compendio de Bienes y Derechos


Reales. (Folios 257 al 267 primera pieza).

Del contenido de las probanzas sealadas en los literales a, b c, d y e,


se desprende que las mismas versan sobre el contenido de la Gaceta
Oficial de la Repblica Bolivariana de Venezuela Nro. 33.868, de fecha
16 de diciembre de 1.987 Gaceta Municipal Extraordinaria, de fecha 5
de abril de 1.989; de la copia simple de Gaceta Oficial Nro. 33.868; de
la copia simple de Ley Orgnica de Ordenacin Urbanstica, Ley de
Reforma Agraria (Artculo 12); de la copia simple del Artculo 1593 del
Cdigo de Procedimiento Civil; Nuevas Cuantas de Tribunales
Casacin y Juicios Breves, Artculos 3 y 4, Ao 1.996; de la copia
simple de los artculos 7 al 27 de la Ley Orgnica de Ordenacin
Urbanstica, de la copia simple de los artculos 3 y 4 de las Nuevas
Cuantas de Tribunales, casacin y juicios breves y copia de la pgina
91 del libro Compendio de Bienes y Derechos Reales.

En cuanto a tales probanzas quien decide determina, que las mismas


versan sobre instrumentos pblicos, las primeras cuatro de las
nombradas, con lo cual se reputan como ciertas, vale decir, investidas
de fe pblica, por lo que se entienden como verdaderas en su
contenido y forma, mas sin embargo, las mismas, individual o
conjuntamente consideradas, no arrojan a los autos elemento alguno
que conlleve a este sentenciador, a determinar la veracidad o no de
las alegaciones formuladas por la promovente en su escrito libelado,
pues como es bien sabido, la actividad agraria puede generarse y/o
ejercerse aun en terrenos catalogados como dentro de la poligonal
urbana, solo que en estos casos, dicha actividad se ejercer sin la
obligatoriedad que presupone el uso de las tierras con vacacin
agroproductiva; y en cuanto a la probanza relativa a la publicacin all
expuesta, la misma solo sirve para ilustrar a este tribunal, en cuanto a

una posicin doctrinal en especfico, lo cual no puede entenderse


nunca como vinculante parta este sentenciador.

En consecuencia, y en torno a lo precedentemente expuesto, este


sentenciador aprecia las mismas, pero nicamente a los fines de
colorear el fallo aqu propuesto, pues como se indic ut supra, de tal
legajo probatorio, por su naturaleza intrnseca, no se desprenden
elementos que determinen el incumplimiento de la convencin hoy
denunciada por la promovente. Y as se establece.

b) Copias fotostticas de oficio PDU-072-98, emanado de la Direccin


de Ingienera de la Alcalda del Municipio Los Salias (Folios 241 al 242
primera pieza)

De la prueba anteriormente sealada se desprende que la misma


versa sobre un oficio Nro. PDU-072/98, de fecha 12 de febrero de
1.998, relacionado sobre la zonificacin del lote de terreno ubicado en
el Sector La Maquinita, sin embargo, se observa que el referido oficio
se encuentra incompleto, por lo que este sentenciador desecha dicha
probanza en virtud de desconocer el contenido restante del referido
oficio, pues en virtud a tal situacin, resulta material y jurdicamente
imposible para este sentenciador, determinar con meridiana precisin
el alcance total de la prueba judicial sometida a su examen contralor,
por lo que la misma es desechada en todas y cada una de sus partes
y as se decide. Y as se establece.

As mismo, promovi las siguientes inspecciones extra litem:

a) Copia fotosttica de informe de inspeccin suscrito por el Director


de Planificacin y Desarrollo Urbano adscrito a la Alcalda del
Municipio Los Salias, Estado Miranda. (Folio 29 primera pieza).

b) Copia simple del de Inspeccin extra-litem efectuada por el Juzgado


del Municipio Los Salias del Estado Miranda en fecha 15 de abril de
1.999 (folios 44 al 64 primera pieza).

De la probanza reseada con la letra a, se desprende que la misma


data de un informe de inspeccin, de fecha 16 de septiembre de
1.997, realizado sobre un lote de terreno ubicado entre el sector La
Fragua, la Urbanizacin Club de Campo y el sector industrial en San
Antonio de los Altos, Municipio Los Salias, estado Miranda, suscrito
por el Director de Planificacin y Desarrollo Urbano, adscrito a la
Direccin de Ingienera de la Alcalda del Municipio Los Salias, a
travs del cual se dej constancia entre otras consideraciones que el
ciudadano Manuel Menezes ejerca la actividad agrcola.

Por otra parte, de la prueba identificada con la letra b, se observa


que la misma contiene una inspeccin judicial extra-litem, llevada a
cabo por el entonces Juzgado de Municipio Los Salias de la
Circunscripcin Judicial del Estado Miranda, en fecha 13 de abril de
1.999, sobre un lote de terreno ubicado en jurisdiccin del Municipio
Los Salias, estado Miranda, entre la urbanizacin industrial las Minas,
La Fragua y Club de Campo, parcela sin nmero, en la cual se dej
constancia entre otras la existencia de dos (2) bueyes dentro del lote
de terreno inspeccionado.

Ahora bien, de las probanzas antes reseadas, se deriva que las


mismas fueron practicadas antes del juicio, y no fueron ratificadas por
su promovente durante el lapso probatorio mediante la solicitud de la
prctica de nuevas inspecciones judiciales, por lo que esta alzada a
los fines de preservar el principio de contradiccin, desecha las
mismas, en virtud que las pruebas que se pretenden oponer, vale decir
las inspecciones antes indicadas, no tendrn oportunidad procesal
para conocerlas, ni discutirlas, menos an para contraprobar contra
ellas.

En consecuencia y en torno a lo antes expuesto, este sentenciador


desecha en su totalidad tales probanzas, ello en virtud de considerar
que las mismas no fueron ratificadas en juicio por su promovente. Y
as se declara

2. TESTIMONIALES

Promovi esta parte, la prueba testimonial de la ciudadana ROSA


ALBA GONZLEZ DE BLANCO, venezolana, mayor de edad, titular de
la cdula de identidad Nro. V-7.893.522, quien rindi declaracin por
ante el tribunal de la causa, en fecha 10 de agosto de 2.000, siendo la
oportunidad procesal para ello, cursante a los folios 118 al 120,
segunda pieza del presente expediente. Ahora bien, quien decide
observa que dicho testigo result claro y conteste en todas y cada una
de sus deposiciones, no encontrndose incurso en ninguna de las
inhabilidades tanto relativas como absolutas previstas y sancionadas
en los artculos 477 y 478 del Cdigo de Procedimiento Civil. As
mismo, se observ que dicho deponente fue repreguntado por la
representacin judicial de la parte demandada.

En este sentido, esta alzada observa, que si bien la testigo bajo


anlisis fue clara y conteste en las deposiciones sobre las que vers
su declaracin, del anlisis del interrogatorio practicado, no se
desprenden elementos que conlleven a determinar la violacin
contractual alegada por la promovente, pues esta solo se limita a
interrogar a la testigo presentada sobre aspectos de los cuales
denomina siembra familiar vs. Siembra comercial, nociones stas que
este sentenciador entiende, como actividad agroprodructiva para
autoconsumo o actividad productiva para uso de excedentes,
definiciones stas, que por su naturaleza de actividad agraria tutelada
por el derecho especial agrario, no puede ser nunca entendida como
violatoria de convencin alguna.

En consecuencia, esta superioridad aprecia las declaraciones de la


testigo in comento, como demostrativa de su ocurrencia e
incorporacin al acerbo probatorio perteneciente al presente
expediente, no otorgndole otro valor probatorio. Y as se establece.

PRUEBAS PROMOVIDAS POR LA PARTE DEMANDADA

La representacin judicial de la parte demandada, en fecha 09 de


agosto de 2.000, consign por ante el Juzgado de la Instancia escrito
mediante el cual promovi las siguientes:

1.-DOCUMENTALES:

a) El contrato de arrendamiento de fecha 02 de mayo de 1.995,


suscrito entre los ciudadanos Rogelio Esteban Nuez y Manuel Gil
Menezes, de nacionalidad espaola y portuguesa, respectivamente,
titulares de las cdulas de identidad Nros. E-533.098 y E-1032046 y
autenticado por ante la Notara Pblica Segunda de Los Teques,
Estado Miranda, bajo el Nro. 43.580, segn planilla Nro. 35.689, de
fecha 02-05-95.

De la prueba antes sealada, se desprende que la misma no fue


consignada en autos por la parte demandada, sin embargo, esta
alzada al enunciar, valorar y apreciar las pruebas promovidas por la
parte actora, observ que la misma consign a los autos y promovi el
contrato in comento durante el lapso probatorio correspondiente, en

consecuencia, esta alzada considera innecesario pronunciarse sobre


dicha probanza. Y as se establece.

b) Copia simple de Certificado de Amparo Agrario Administrativo


otorgado al ciudadano Manuel Manuel Gil Menezes, por la extinta
Procuradura Agraria Regional del estado Miranda en fecha 26 de abril
de 1.999 y conformado por la Procuradura Agraria Nacional en fecha
09 de agosto de 1.999.(Folios 68 al 82).

En este sentido este Juzgado Superior Primero observa, que las


pruebas documentales antes sealadas, rielan a los folios 68 al 80,
segunda pieza del presente expediente, y la misma versa, sobre un
Certificado de Amparo Agrario Administrativo, que le concediera la
extinta Procuradura Agraria del Estado Miranda, de fecha 26 de abril
de 1.999, confirmado posteriormente por la Procuradura Agraria
Nacional, en fecha 09 de agosto de 1.999, sobre un lote de terreno
ubicado en el fundo La Maquinita, jurisdiccin del Municipio Los Salias,
estado Miranda.

Cabe destacar, que la figura del Amparo Agrario Administrativo, se


encontraba regida por la entonces Ley de Reforma Agraria, siendo el
mismo una proteccin que consista en que sus beneficiarios no
podan ser desalojados sin la autorizacin previa del entonces Instituto
Agrario Nacional. En este sentido, en el referido acto administrativo
dej constancia que el inmueble arrendado estaba destinado a la
siembra.

En este orden de ideas, esta alzada observa que la prueba antes


reseada versa sobre una providencia administrativa, la cual es
apreciada y valorada por este sentenciador, a objeto de dejar
constancia de las razones en que se fundamentaron para otorgar el
beneficio del Certificado de Amparo Agrario Administrativo, as como el
aspecto imprescindible para su otorgamiento como lo fue la existencia

del trabajo efectivo de la tierra, es decir el trabajo agrcola como nica


fuente de ingresos econmicos; lo cual conjuntamente considerado
con otras pruebas podran dar indicios que efectivamente el uso del
lote de terreno arrendado tena el uso destinado, vale decir la siembra,
todo ello de conformidad con el artculo 510 del Cdigo de
Procedimiento Civil. Y As se establece.

c) Copia simple de oficio N 00028, de fecha 06 de abril de 1998,


emanado del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales
Renovables, hoy Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, folio
84 al 86 segunda pieza.

De la probanza anteriormente sealada se desprende que la misma se


refiere a la providencia administrativa Nro. 13052970042, emanada del
Ministerio del Ambiente, a travs de la cual notificaron al ciudadano
Manuel Gil Menesez sobre el cierre de la averiguacin administrativa
iniciada en su contra por la presunta contaminacin ambiental sobre el
lote de terreno objeto del presente litigio. As mismo, observa esta
alzada que dicha probanza versa sobre un documento pblico
administrativo, emanado de un ente pblico, y por cuanto el mismo no
fue impugnado ni tachado de falso en forma alguna por las parte
actora, esta superioridad la aprecia en su totalidad, como demostrativa
de los hechos y situaciones en ellas expresados, especialmente en el
uso del lote de terreno arrendado.

En consecuencia, esta Superioridad, aprecia en su totalidad tal


probanza de conformidad con lo establecido en los artculos 1.357 y
1359 del Cdigo Civil. Y as se establece.

d) Copia simple de oficio Nro. PDU-352-98, emanado de la Direccin


de Ingeniera adscrita a la Alcalda del Municipio, Los Salias, adscrita a
la Alcalda del Municipio Los Salias, folios 87 al 88, segunda pieza.

De la prueba anteriormente sealada, se desprende que la misma


versa sobre un oficio suscrito por la Directora de Planificacin y
Desarrollo, adscrita a la Direccin de Ingeniera de la Alcalda del
Municipio Los Salias, dirigida a la Comisin de Contralora de la
Cmara Municipal de los Salias, en la cual se propuso asignar un uso
agrcola a las zonas que efectivamente estn realizando dicha
actividad, entre stos la zona de San Vicente y aledaos a Club de
Campo, entre otros.
En este sentido, la Alzada la aprecia en su totalidad todo de
conformidad con lo establecido en el artculo 1.359 del Cdigo Civil,
por versar los mismos en su totalidad sobre documentos pblicos, vale
decir, investidos de fe pblica por emanar de funcionarios pblicos
actuando dentro del mbito de su competencia. Y as se establece.

e) Ttulo Supletorio a favor del ciudadano Manuel Gil Menezes,


otorgado por el Juzgado de Primera Instancia Agraria de la
Circunscripcin Judicial del Distrito Federal y el Estado Miranda, folios
89 al 100, segunda pieza.

De la prueba antes reseada se desprende, que la misma se refiere a


un Ttulo Supletorio otorgado por el Juzgado de Primera Instancia
Agraria de la Circunscripcin Judicial del Distrito Federal y Estado
Miranda, en fecha 14 de diciembre de 1.999, bajo expediente nmero
99-696, de la nomenclatura particular de ese despacho, sobre las
construcciones y bienhechuras fomentadas por el ciudadano Manuel
Gil Menezes en un lote de terreno ubicado en Las Minas, sector La
Maquinita, en jurisdiccin del Municipio Los Salias, Estado Miranda.

En este sentido, esta superioridad observa que dicha probanza versa


sobre un instrumento pblico, vale decir, investido de fe pblica por
emanar de funcionario pblico actuando dentro del mbito de su
competencia, por lo que esta alzada la aprecia en su totalidad todo de

conformidad con lo establecido en el artculo 1.359 del Cdigo Civil.


Sin embargo, la misma no aporta a los autos elementos de conviccin
que conlleven a este sentenciador a esclarecer los hechos
denunciados en el presente juicio. Y as se establece.

f) Copia certificada de acta levantada por ante la Coordinacin de


Educacin Ambiental, Direccin de Desarrollo Social, adscrita a la
Alcalda del Municipio Los Salias, de fecha 25 de julio 2.000, folios 101
al 102, segunda pieza.

De la probanza antes indicada se desprende, que la misma versa


sobre un acta levantada por ante la Oficina de Coordinacin
Ambiental, en fecha 25 de julio de 2.000, en la cual se dej constancia
de la denuncia efectuada por el ciudadano Rogelio Esteban Nuez
contra el ciudadano Manuel Gil Menezes, por presuntos daos
ambientales que efectuaba ste ltimo en el lote de terreno objeto de
la presente controversia. De la probanza antes sealada, esta
superioridad observa que la misma versa sobre un documento pblico
administrativo, el cual est investido de fe pblica, por cuanto fue
suscrito por un funcionario pblico en el ejercicio de sus funciones. Sin
embargo la misma no aporta al presente juicio elementos de
conviccin que determinen el incumplimiento de las obligaciones
contractuales por parte del ciudadano Manuel Menezes. Y as se
establece.

g) Copia fotosttica de documento de propiedad del lote de terreno


sobre el cual versa la presente controversia, protocolizado por ante la
Oficina Subalterna de Registro del Municipio Guiacaipuro del Estado
Miranda (Folios 103 al 110, segunda pieza).

Con respecto a la prueba documental arriba sealada sta


Superioridad, observa que la misma versa fundamentalmente sobre un
copia simple del documento compra-venta, suscrito entre los

ciudadanos Domingo Deniz y el ciudadano Rogelio Esteban Nuez,


ambos de nacionalidad espaola, titulares de las cdulas de identidad
Nros. 682.562 y 533.098, respectivamente, sobre un lote de terreno de
nueve mil metros cuadrados (9.000 m2) aproximadamente, ubicado en
jurisdiccin del municipio Carrizal, Distrito Guaicaipuro, del estado
Miranda, comprendido dentro de los siguientes linderos: Norte: con
terrenos que son o fueron de la Sucesin del Seor Marcelino
Rodrguez, quebrada La Mquina en medio; Sur: con terrenos que son
o fueron de la Compaa Urbanizacin Las Minas de San Antonio S.A.;
Este: con terrenos de la citada compaa, fila de por medio en una
extensin aproximada de 100 metros y Oeste: con terrenos que fueron
sucesivamente de Jess Mara Velsquez, Antonio Gonzlez Garca y
Antonio Rivero Rivero, hoy propiedad del comprador, quedando
registrado bajo el N 54, Protocolo Primero, tomo 1, tercer Trimestre
de 1.969, por ante la Oficina Subalterna del Registro del Municipio
Guaicaipuro del Estado Miranda.

En este sentido, este Sentenciador observa que las mismas a pesar


de haber sido consignadas en copias simples, no fueron
desconocidas, ni tachadas o negadas de forma alguna por la
contraparte durante el iter procesal, con lo cual esta Superioridad la
aprecia y le otorga el valor probatorio previsto en el artculo 429 del
Cdigo de Procedimiento Civil. Y as se establece.

-VIMOTIVOS DE HECHO Y DE DERECHO PARA DECIDIR

De conformidad con lo establecido en el ordinal cuarto (4to) del


artculo 243 del Cdigo de Procedimiento Civil, pasa sta Alzada a
establecer los motivos de hecho y de derecho, en los que
fundamentar la presente decisin a saber:

De las actas cursantes en autos, este Juzgador observa las


alegaciones realizadas por la ciudadana Corina Lozada, actuando en
su carcter de apoderada judicial del ciudadano Rogelio Esteban
Nuez, parte demandante en el presente juicio, en su escrito libelar de
fecha 12 de mayo de 1.999, en el cual denunci el incumplimiento de
lo establecido en la clusula quinta del contrato objeto de la presente
juicio, en la que se convino el uso del lote de terreno arrendado para la
siembra, en virtud que el ciudadano demandado, vale decir, Manuel Gil
Menezes, al realizar la actividad de la cra de animales sobre el lote de
terreno arrendado dio un uso distinto al convenido.
Por su parte, la representacin judicial de la parte demandada, en
fecha 27 de julio de 2000, en su escrito de contestacin de la
demanda, neg haberle dado un uso distinto al predio objeto de la litis,
como se estableci entre las partes en el contrato celebrado en fecha
02 de mayo de 1.995, autenticado por ante la Notara Pblica Segunda
de Los Teques, Estado Miranda, bajo el Nro. 43.580, segn planilla
Nro. 35.689.

As mismo, este Juzgado Superior Primero Agrario, observ que en la


sentencia dictada por la juzgadora del a-quo, de fecha 30 de
noviembre de 2.001, se declar sin lugar la demanda de resolucin de
contrato, por considerar que en el predio objeto de la litis, el
demandado adems explotar la siembra, realizaba la cra de animales,
y que dicha actividad no perjudicaba los derechos del arrendador y
mucho menos violaba las normas establecidas en el contrato de
arrendamiento, fundamentando en derecho su fallo, de acuerdo al
contenido del artculo 1160 del Cdigo Civil.

De igual manera este sentenciador observa que en fecha 28 de enero


de 2.002, la parte actora ejerci recurso ordinario de apelacin pura y
simplemente contra el fallo proferido por el juzgado de instancia de
fecha 30 de noviembre de 2.001.

Ahora bien, precisadas como han sido los argumento antes expuestos,
este sentenciador observa que el presente juicio versa sobre una
demanda de resolucin de contrato, en la cual entre otras
consideraciones el actor denuncia el incumplimiento de la clusula
quinta del contrato de arrendamiento, relacionado al uso del predio
arrendado.

En este sentido, esta alzada antes de decidir el mrito de fondo


considera necesario realizar un breve anlisis doctrinario y legal, a los
fines de fundamentar la misma.

Se dice que existe un contrato cuando dos o ms personas se ponen


de acuerdo sobre una voluntad comn, destinadas a reglar sus
derechos, as define la doctrina el trmino de contrato como una
especie de convencin, en la cual se involucra el arreglo de
voluntades que constituye una de las principales fuentes de
obligaciones, en virtud que d el mismo se derivan derechos y
deberes, de comportamientos y conductas.

As mismo, seala la importancia que reviste el contrato como


instrumento por excelencia para que el hombre pueda satisfacer sus
necesidades, en virtud que constituye el acto jurdico de mayor
aplicacin para cualquier sujeto de derecho.

En este sentido, observa este tribunal el contenido del artculo 1133,


del Cdigo Civil Venezolano, que define el contrato de la siguiente
manera:

Sic El contrato es una convencin entre dos o ms personas para


constituir, sealar, reglar, transmitir modificar o extinguir entre ellas un
vnculo jurdico.

Del artculo precedentemente transcrito, se desprende que el


legislador estableci que el contrato es una especie de convencin
entre dos o ms personas, en la que intervienen la autonoma de la
voluntad de las partes, en la cual las mismas pueden establecer,
reglamentar, negociar o terminar una relacin jurdica.

En este sentido, es importante sealar que en cuanto al mbito agrario


se refiere, desde mediados del siglo pasado, las relaciones
contractuales de carcter agrario, como la de marras, se regulaban por
la Ley de Reforma Agraria en materia sustantiva, y ms adelante por la
Ley Orgnica de Tribunales y Procedimientos Agrarios en materia
procesal. Con la entrada en vigencia de la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario, bajo la gida del nuevo paradigma constitucional, las acciones
derivadas de los contratos agrarios no fueron la excepcin en cuanto a
ser atribuida dicha competencia a los Juzgados de Primera Instancia
Agraria, para conocer las demandas entre particulares que fueran
promovidas con ocasin de la actividad agraria, siendo posible intentar
acciones resolutorias de aquellos contratos agrarios en los cuales se
haya suscitado algn tipo de alteracin o desequilibrio en la relacin
jurdica contractual.

En este orden de ideas, es importante destacar la definicin de accin


resolutoria, siendo esta la facultad que tiene una de las partes en un
contrato bilateral, de solicitar la terminacin del mismo, y en
consecuencia ser libertada de su obligacin.

En este sentido, es importante destacar el contenido del artculo 1167


del Cdigo Civil, el cual establece textualmente lo siguiente:

En el contrato bilateral, si una de las partes no ejecuta su obligacin,


la otra puede a su eleccin reclamar judicialmente la ejecucin del

contrato o la resolucin del mismo, con los daos y perjuicios en


ambos casos si hubiere lugar a ello.

De la norma precedentemente transcrita se puede inferir que si una de


las partes intervinientes en una relacin contractual bilateral no cumple
con las obligaciones contradas en el mismo, puede solicitar ante los
rganos jurisdiccionales su terminacin, quedando sujeto a indemnizar
al inocente por daos y perjuicios si hubiere lugar a ello.

En relacin con lo anterior es preciso apuntalar, la disposicin


contenida en el artculo Artculo 506 del Cdigo de Procedimiento Civil
que establece lo siguiente:

Las partes tienen la carga de probar sus respectivas afirmaciones de


hecho. Quien pida la ejecucin de una obligacin debe probarla, y
quien pretenda que ha sido libertada de ella, debe por su parte probar
el pago o derecho extintivo de la obligacin.

En ese sentido quien decide observa, que conforme al principio latino


actori incubit probatio, o lo que es igual al actor corresponde la
carga de probar sus alegaciones, correspondera en principio a la
demandante probar todas y cada una de sus alegaciones libelares,
que en principio corresponde al actor probar los hechos y situaciones
en los que fundament su peticin. As mismo, aquel que considere
que ha cumplido con las obligaciones impuestas, debe este ltimo
probar los pagos o derechos con poder de cesacin de las
obligaciones.

Ahora bien, de las actas procesales que conforman el presente


expediente se desprende, que las partes celebraron un contrato sobre
el cual versa la presente litis en fecha 02 de mayo de 1.995, cuyo
objeto fundamental era el arrendamiento de un lote para la siembra y
nada ms, segn el contenido de la clusula quinta del referido
contrato, en el cual especificaron los linderos, descripcin y ubicacin
del inmueble, del cual se desprende que el mismo es un contrato
bilateral, en el que se establecieron una serie de clusulas a los
efectos de reglar las condiciones de la relacin arrendaticia, siendo el
caso que nos ocupa una demanda de resolucin por el presunto
incumplimiento de una de las partes, por lo que esta alzada
indefectiblemente determina que la naturaleza del presente contrato es
agraria. As mismo, se desprende de autos, que el ciudadano
demandado ha venido realizando actividades agrarias, tal y como
qued demostrado en todo lo largo del iter procesal.

De igual modo, adminiculadas como han sido cada una de las


probanzas consignadas por las partes, se concluye que el actor, nico
interesado en probar sus alegaciones en la que fundament la
resolucin del contrato incoada, se limit nica y exclusivamente a
realizar alegaciones infundadas sobre la violacin del contrato de
arrendamiento, relacionada a la clusula quinta del contrato en
cuestin, no probado fehacientemente sus alegaciones en derecho,
por lo que a juicio de quien decide el mismo no logr satisfacer la
procedencia de la accin incoada.

Por otra parte, este sentenciador, en virtud del tiempo transcurrido


desde la fecha de interposicin de la demanda hasta la fecha de
conocimiento de la presente apelacin y en aras de preservar el
principio de economa procesal, as como los principios de
inmediacin, concentracin, brevedad y el carcter social del proceso
agrario, contenidos en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, consider
pertinente realizar una inspeccin judicial oficiosa sobre el lote de
terreno objeto de la presente controversia, a los fines de determinar el
estado actual del lote de terreno en cuestin, de la existencia de
personas y bienes dentro del referido lote de terreno y de la existencia

de explotacin agrcola, por lo que acord mediante auto de fecha 10


de octubre de 2.011 la prctica de la misma, llevndose a cabo en
fecha 04 de noviembre de 2.011.

En efecto, siendo la oportunidad para la prctica de la inspeccin in


comento, esta alzada se traslad y se constituy sobre el lote de
terreno objeto del litigio acompaado de experto, previamente
juramentado para tales fines, y se dej constancia entre otros
aspectos de lo siguiente:

.Omissis Primero: Asistido del experto designado al efecto deja


constancia, es un lote denominado La Maquinita con vocacin y uso
agrcola que se encuentra ubicado geogrficamente en el Municipio
Los Salias del estado Miranda en un punto referencial de coordenadas
geogrficas bajo un sistema U.T.M. regven, cuyos valores son
setecientos veinte mil cuarenta y cinco (720.045) este y un milln
ciento cuarenta y siete mil novecientos cuarenta y cinco (1.147.945)
Norte el estado actual del lote se encuentra en actividad agrcola ()
Segundo: en cuanto al particular segundo en cuanto a las personas se
encuentran presentes el ciudadano Manuel Gil Menezes, titular de la
cdula de identidad N E-1.032.046, ciudadana Susana Menezes
Rodrguez, ciudadano Jos Menezes Rodrguez, titulares de las
cdulas de identidad N 16.411.269 y 13.536.225, respectivamente, y
la ciudadana Conceicao Rodrguez de Menezes quienes vienen
ejerciendo la actividad agrcola desde el ao 1.990. En cuanto a los
bienes hay arado de vertedero, surcadora, rotucultor, pala niveladora,
zorra de carga, grauda y otros pequeos, en equipos hay un
pulverizador, bomba para riego de 10 HP, manguera de dos y cuatro
pulgadas de dimetro, asperjadores entre otros enseres de uso
agrcola. En cuanto al tercer particular, la actividad la ejercen los
familiares antes identificados con ayuda de los jornaleros atestados
eventualmente, hay un franco predominio de la actividad agrcola en
cultivos de ciclo corto con siembras diferidas, que dan la razn de una
actividad en los rubros de brcoli, apio espaa o celery y lechuga, con
cultivos de auto consumo de cambur, durazno, auyama y tomate de
agua Omissis. (Folios 190 al 192)

De la inspeccin parcialmente transcrita, se desprende que la misma


fue realizada sobre un lote de terreno ubicado en la parte alta La
Maquinita, Zona Industrial Las Minas, en jurisdiccin del Municipio Los
Salias, estado Miranda. As mismo, se pudo constatar la existencia de
una unidad agroproductiva en plena explotacin, observndose dentro
de dicho predio la siembra de cultivos de ciclo corto como el brcoli,
celery, apio espaa y lechuga, siendo la misma fomentada por los
ciudadanos Manuel Gil Menezes (demandado), Conceicao Rodrguez
de Menezes (esposa), Susana Menezes Rodrguez y Jos Menezes
Rodrguez (hijos). De igual manera, se pudo constatar la existencia de
distintos tipos de enseres aptos para el trabajo de la tierra.
As mismo, de la referida inspeccin judicial no se pudo determinar la
existencia de la cra animales tales como conejos, vacas y cochinos,
hecho este alegado y no probado por el actor en el presente juicio, lo
cual a juicio de este sentenciador en absoluta consonancia con el
criterio sostenido por la juzgadora de Primera Instancia de Municipio
Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del Estado Miranda, en su
fallo recurrido, de fecha 30 de noviembre de 2.001, considera que no
hubo violacin del contenido de la clusula quinta del contrato de
arrendamiento suscrito entre los ciudadanos Manuel Gil Menezes y
Rogelio Esteban Nuez, en fecha 02 de mayo de 1.995 y autenticado
en fecha 05 de mayo de 1995, segn planilla 35.689, razn por la cual
no puede prosperar en derecho la resolucin de contrato incoado
mediante libelo de demanda de fecha 12 de mayo de 1.999, como
efectivamente lo apreci el juzgado A-quo y por ende debe
forzosamente este sentenciador declarar SIN LUGAR, la accin que
por resolucin de contrato sigue los ciudadanos EDUVINA MILAGROS
RIVERO (viuda), JOS FRANCISCO NUEZ RIVERO, ROGELIO
ANTONIO NUEZ RIVERO y CARMEN YAKELINE NUEZ RIVERO, en
sus caracteres de herederos ciudadano Rogelio Esteban Nuez, tal y
como se har en la parte dispositiva del presente fallo. Y as se decide.

VII
DISPOSITIVO

En consideracin a todo lo antes expuesto, ste Juzgado Superior


Primero Agrario de la Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana
de Caracas y de los Estado Miranda y Vargas, actuando como tribunal
de Alzada, administrando justicia en nombre de la Repblica
Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, decide:

PRIMERO: Sin lugar el recurso ordinario de apelacin interpuesto por


la ciudadana MARA CORINA LOZADA, en su carcter de apoderada
judicial de la parte actora, quien para el momento de interposicin de
la demanda se encontraba constituida por el ciudadano ROGELIO
ESTEBAN NUEZ, (hoy fallecido), y que posteriormente a su deceso
pasaron a formar como parte actora en el presente juicio, los
ciudadanos EDUVINA MILAGROS RIVERO, JOS FRANCISCO
NUEZ RIVERO, ROGELIO ANTONIO NUEZ RIVERO y CARMEN
YAKELINE NUEZ RIVERO, en sus caracteres de herederos
universales, contra la decisin proferida por el Juzgado Primero del
Municipio Guaicaipuro de la Circunscripcin Judicial del Estado
Miranda, de fecha 30 de noviembre de 2.001.Y as se decide.

SEGUNDO: Se confirma en los trminos de esta alzada la decisin


dictada por el Juzgado Primero del Municipio Guaicacipuro de la
Circunscripcin Judicial del Estado Miranda, de fecha 30 de noviembre
de 2.001. Y as se decide.

TERCERO: Se condena en costas a la parte demandante apelante por


resultar totalmente vencida en el presente juicio, de conformidad con
lo establecido en el artculo 274 del Cdigo de Procedimiento Civil. Y
as se decide.

CUARTO: De conformidad con lo establecido en el artculo 229 de la


Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, la presente sentencia se dict en
audiencia oral y pblica dentro del lapso legal establecido para ello.

-VIPUBLQUESE Y REGSTRESE

Dada Sellada y firmada en la Sala de Despacho de este Juzgado


Superior Primero Agrario de la Circunscripcin Judicial del Distrito
Metropolitano de Caracas y Estados Miranda y Vargas, con
competencia como Juzgado de Primera Instancia en materia de
Contencioso Administrativo Especial Agrario y como Juzgado de
Primera Instancia en materia de Expropiacin Agraria de conformidad
con lo dispuesto en los artculos 77, 156 y 157 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario, con sede en el Distrito Metropolitano de Caracas,
Municipio Chacao, a los veinticuatro (24) das del mes de noviembre
de dos mil once (2.011). Aos 201 de la Independencia y 152 de la
Federacin.
EL JUEZ,

ABG. HARRY GUTIRREZ BENAVIDES


LA SECRETARIA
ABG. CARM J BELLO MEDINA.

En la misma fecha, siendo las tres y veinticinco minutos de la tarde


(3:25 p.m), se public y registr la anterior decisin.
LA SECRETARIA.

ABG. CARMI J. BELLO MEDINA.

BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
JUZGADO SUPERIOR AGRARIO DE LA CIRCUNSCRIPCION
JUDICIAL DE LOS ESTADOS ARAGUA Y CARABOBO
Maracay, dieciocho (18) de enero del Ao 2013
(202 y 153)
EXPEDIENTE N 2013-0246
PARTE DEMANDANTE: ROBERT ARNALDO ESTANGA
FERNANDEZ y ARNALDO HANER ESTANGA FERNANDEZ,
venezolanos, mayores de edad, titulares de las cdulas de identidad
N V-14.238.917 y N V-14.527.445, respectivamente.
APODERADO JUDICIAL: HECTOR ENRIQUE MANZANILLA BALZA,
inscrito en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo el N
54.486.
PARTE DEMANDADA: INDIRA OTILIA ESTANGA OCHOA y ANDREA
VINICIA ESTANGA OCHOA, venezolanas, mayores de edad, titulares
de las cdulas de identidad N V-18.264.821 y N V-18.264.823,
respectivamente.
APODERADOS JUDICIALES: MANUEL ALFONSO LAYA HIDALGO,
VERONY LAYA GARBOZA y RENATA LAYA GARBOZA, inscritos en el
Instituto de Previsin Social del Abogado bajo los N (s) 14.292,
78.653 y 113.285, respectivamente.
ASUNTO: REGULACION DE COMPETENCIA (PARTICIN Y

LIQUIDACIN DE LA COMUNIDAD HEREDITARIA)


-IBREVE RESEA DE LOS ANTECEDENTES PROCESALES
PERTINENTES A ESTA DECISIN
El catorce (14) de enero de este ao, fue recibida en la secretara de
este Juzgado Superior Agrario la Regulacin de Competencia Oficiosa
o Conflicto Negativo de Conocer planteado por el Juzgado Primero de
Primera Instancia Agraria de la Circunscripcin Judicial del estado
Aragua, por considerar que el Juzgado competente para conocer la
accin por Particin y Liquidacin de la Comunidad Hereditaria
intentada por los ciudadanos ROBERT ARNALDO ESTANGA
FERNANDEZ y ARNALDO HANER ESTANGA FERNANDEZ,
venezolanos, mayores de edad, titulares de las cdulas de identidad
N V-14.238.917 y N V-14.527.445, respectivamente, contra las
ciudadanas INDIRA OTILIA ESTANGA OCHOA y ANDREA VINICIA
ESTANGA OCHOA, venezolanas, mayores de edad, titulares de las
cdulas de identidad N V-18.264.821 y N V-18.264.823,
respectivamente, era uno con competencia en Proteccin del Nio,
Nia y del Adolescente, dada la existencia de un nio de cuatro aos
de edad (cuya identificacin se omite de conformidad con lo
establecido en el artculo 65 de la Ley Orgnica para la Proteccin del
Nio, Nia y Adolescente).
Ahora bien, estando dentro del lapso para regular la competencia de
conformidad con lo establecido en el artculo 74 del Cdigo de
Procedimiento Civil supletoriamente aplicado, pasa este Juzgado
Superior a establecer los motivos de hecho y de derecho bajo los
cuales se fundamenta la misma.
-IIDE LA COMPETENCIA
Previo al pronunciamiento de fondo corresponde a esta Tribunal,
determinar su competencia y as dilucidar la regulacin de la misma

planteada en la presente causa. En efecto el artculo 70 del Cdigo de


Procedimiento Civil, consagra la forma para plantear una Regulacin
Oficiosa de la Competencia por parte del Jueza o Jueza que haya de
suplirle ante otro que se haya declarado igualmente incompetente o
Conflicto Negativo de Conocer, como tambin se conoce desde el
punto de vista doctrinario y jurisprudencial, y de esta forma establece
lo siguiente:
Artculo 70.- Cuando la sentencia declare la incompetencia del Juez
que previno, por razn de la materia o por el territorio en los casos
indicados en el artculo 47, si el Juez o Tribunal que haya de suplirle
se considerare a su vez incompetente, solicitar de oficio la regulacin
de la competencia.
De igual forma, el artculo 71 eiusdem establece el rgano competente
para declarar lo siguiente:
Artculo 71.- La solicitud de regulacin de la competencia se
propondr ante el Juez que se haya pronunciado sobre la
competencia, aun en los casos de los artculos 51 y 61, expresndose
las razones o fundamentos que se alegan. El Juez remitir
inmediatamente copia de la solicitud al Tribunal Superior de la
Circunscripcin para que decida la regulacin. En los casos del
artculo 70, dicha copia se remitir a la Corte Suprema de Justicia si
no hubiere un Tribunal Superior comn a ambos jueces en la
Circunscripcin. De la misma manera proceder cuando la
incompetencia sea declarada por un Tribunal Superior.
Salvo lo dispuesto en la ltima parte del artculo 68, o que fuese
solicitada como medio de impugnacin de la decisin a que se refriere
el mencionado artculo 349, la solicitud de regulacin de la
competencia no suspender el curso del proceso y el Juez podr
ordenar la realizacin de cualesquiera actos de sustanciacin y
medidas preventivas, pero se abstendr del decidir el fondo de la
causa mientras no se dicte la sentencia que regule la competencia.

Ahora bien, en el presente caso, al estar involucrados dos Juzgados


de Primera Instancia con competencia en materia agraria, y al existir
un Juzgado Superior comn a ambos tanto por la materia como por el
territorio, corresponde al Juzgado Superior Agrario, resolver el
conflicto negativo de competencia planteado, especficamente entre el
Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario
de la Circunscripcin Judicial del estado Aragua y el Juzgado Agrario
Primero de Primera Instancia Agraria de la Circunscripcin Judicial del
estado Aragua, razn por la que este Juzgado Superior Agrario de las
Circunscripciones Judiciales de los estados Aragua y Carabobo, se
declara competente para dilucidar el conflicto negativo de
competencia y pasa a decidir el fondo del presente asunto. As se
decide.
-IIICONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Determinada la competencia para conocer del conflicto negativo de
competencia, este Juzgado Superior Agrario pasa a resolverlo de la
siguiente manera:
Se observa que el Juzgado Primero de Primera Instancia Agraria de la
Circunscripcin Judicial del estado Aragua, fundament su decisin en
los siguientes trminos:
(Omissis) DE LA COMPETENCIA
Con la promulgacin de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de
Venezuela en el ao 1.999, la normativa agraria trasciende al rango
constitucional, al establecer en la exposicin de motivos la obligacin
que tiene el Estado Venezolano de impulsar tanto la sustentabilidad,
como la equidad al sector econmico, mediante el desarrollo de la
actividad agropecuaria (Seguridad Agroalimentaria), siendo los
artculos constitucionales 305, 306 y 307 los que establecen los
principios sobre los cuales surge el Derecho Agrario de forma
autnoma en nuestro pas, disponiendo adems, que la Ley Especial
regulara lo conducente. Es as, como nace la Competencia Especial

Agraria con la entrada en vigencia de la Ley de Tierras y Desarrollo


Agrario, creando Tribunales Especializados en la resolucin de los
conflictos en los cuales est en discusin la continuidad de los
procesos productivos a travs del resguardo de la Seguridad y
Soberana Agroalimentaria de la Nacin, Juzgados stos, a quienes se
le atribuy el conocimiento por el fuero atrayente agrario (ver
Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
N 5.047, del 15/12/2005, Exp. N 05-1946, (caso: Humberto Lobo
Carrizo), Ponencia de la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuo y
Sentencia de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia N 24,
del 16/04/2008, Exp. N 06-0241, (caso: Francisca del Carmen
Maldonado de Materano), Ponencia del Magistrado Francisco Antonio
Carrasqueo Lpez).
En este sentido dispone el artculo 151 de la Ley de Reforma Parcial
de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, que:
La jurisdiccin agraria estar integrada por la Sala de Casacin Social
del Tribunal Supremo de Justicia y los dems tribunales sealados por
la ley (...). (Cursivas de esta Instancia Agraria).
De igual forma el artculo 197 de la Ley de Reforma Parcial de la Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario, establece lo siguiente:
Los juzgados de primera instancia agraria conocern de las
demandas entre particulares que se promuevan con ocasin de la
actividad agraria (...). (Cursivas y subrayado de esta Instancia
Agraria).
Del contenido normativo de las citadas disposiciones legales, se
verifica una competencia especfica, que comprende el conocimiento
por parte de los Juzgados Agrarios de Primera Instancia, de todas las
acciones que se intenten con ocasin de la actividad agraria, cuando
los sujetos de la relacin procesal controvertida son personas
particulares.
Sin perjuicio de lo antes expuesto y visto, que del extenso anlisis de
las actas que conforman el presente asunto se evidencia, que antes
del pronunciamiento realizado por el Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil, Bancario y Trnsito de la Circunscripcin Judicial del estado
Aragua, el 27/06/2012 (Folios 30 al 41- Pieza 2 ), mediante el cual se

resuelve la solicitud de regulacin de competencia realizada por la


parte demandada, en la que se declara competente para conocer del
juicio al Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
Agrario de la Circunscripcin Judicial del Estado Aragua, por existir
dos (02) empresas mercantiles cuyos objetos son la explotacin de
actividades agrcolas, y cuyas acciones forman parte de los bienes a
partir, se observa igualmente, que mediante escrito del 08/03/2012,
presentado ante el Tribunal Tercero de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y Agrario de la Circunscripcin Judicial del Estado Aragua, la
ciudadana Mely Yovanna Garcia Rivas, actuando en representacin
de su hijo DANIEL ALBERTO ESTANCA GARCA de cuatro (04) aos
de edad, solicita de forma expresa se decline la competencia a los
Tribunales de Proteccin del Nio, Nia y del adolescente de ste
Estado, en razn, de que su hijo tiene inters en las resultas del juicio
por ser presuntamente heredero del causante y tener derecho a los
bienes de la herencia, lo cual hace inferir a quien decide, que
posteriormente a la resolucin de la Solicitud de Regulacin de
Competencia surge en el presente caso una causa de Incompetencia
Sobrevenida, razn por la cual, esta instancia considera verificar lo
establecido por la Sala Social del Tribunal Supremo de Justicia en
sentencia N 764, del 15/07/2004, en el Exp. N 04-0433, (caso: Iraida
del Carmen Jaimes Jaimes), con Ponencia del Magistrado Alfonso
Valbuena Cordero, al interpretar el artculo 177 de la derogada Ley
Orgnica para la Proteccin del Nio y del Adolescente, en la cual
estableci lo siguiente:
()A los fines de regular el conflicto negativo de competencia
planteado en el caso bajo anlisis, esta Sala observa: La Ley
Orgnica para la Proteccin del Nio y del Adolescente, en su artculo
177, consagra la competencia de la Sala de Juicio de los Tribunales
de Proteccin del Nio y del Adolescente para conocer los asuntos
patrimoniales y del trabajo, concretamente en aquellos casos en los
cuales la demanda sea incoada contra nios o adolescentes () c)
Demandas contra nios y adolescentes () Ahora, bien, la Sala de
Casacin Social, mediante fallo de fecha 17 de mayo del ao 2001,
estableci con respecto al principio del inters superior del nio,

criterio conforme al cual, ste no debe interpretarse en el sentido de


que en todo proceso en el cual se encuentren involucrados intereses
de un nio o adolescente deban conocer, forzosamente, las Salas de
Juicio -por ser los tribunales especializados-, en virtud de que tal
situacin podra provocar el colapso de stas en detrimento de los
sujetos a quienes deben proteccin. As pues, se pronunci en los
siguientes trminos: (...) 10. La atribucin de competencia a rganos
especializados para conocer asuntos en que est comprometido el
inters superior de nios y adolescentes, se funda en la presuncin de
que dichos rganos estn en capacidad de apreciar, entre otras
circunstancias, la necesidad de equilibrio entre los derechos y
garantas de los nios y adolescentes y sus deberes; la necesidad de
equilibrio entre las exigencias del bien comn y los derechos y
garantas del nio o adolescente; la necesidad de equilibrio entre los
derechos de las dems personas y los derechos y garantas de los
nios y adolescentes; as como que, cuando exista conflicto entre los
derechos e intereses de los nios y adolescentes frente a otros
derechos e intereses igualmente legtimos, prevalecern los primeros,
(artculo 8 de la LOPNA). 11. Tal amplitud de proteccin judicial de
nios y adolescentes no puede ser interpretada en el sentido de que
en todo proceso en que tenga inters un nio o un adolescente deba
conocer la Sala de Juicio () As, en el caso de asuntos patrimoniales
(civiles, mercantiles, agrarios, tributarios, de trnsito, etc.), la Ley
(pargrafo segundo, letra c) artculo 177 LOPNA), asigna su
conocimiento a la Sala de Juicio cuando se trate de demandas contra
nios o adolescentes. La situacin de demandado, como sujeto
procesal protegido, es expresa cuando la pretensin est dirigida
contra uno o varios nios o contra uno o varios adolescentes o contra
uno u otros conjuntamente con adultos; o implcita cuando sta
condicin de sujeto pasivo o con inters en la relacin procesal
aparezca indirectamente de los autos (). (Cursivas de esta
Instancia Agraria).
De la interpretacin de la anterior decisin del mximo Tribunal, se
deduce que con la derogada Ley Orgnica para la Proteccin del Nio
y del Adolescente (L.O.P.N.A.) se entenda que la Competencia de los

Tribunales en materia de Nios y Adolescentes, estaba determinada


por la aplicacin del Inters Superior del dbil Jurdico, es decir, el
sujeto menor de edad, sin embargo, destaca la Sala en esa
oportunidad, que tal conocimiento de competencia no sera aplicado a
todos los supuestos en los cuales intervinieran Nios o Adolescentes,
ya que, se podra haber generado un colapso de los rganos
Jurisdiccionales en detrimento incluso de las personas a quienes
tutelan, por tanto seala expresamente la Sala en el citado fallo del
ao 2004, que deban conocer de las acciones patrimoniales los
Juzgados de Proteccin de Nios y Adolescentes cuando se trataba
de demandas contra stos. Esta concepcin competencial cambia el
10/12/2007 con la entrada en vigencia de la nueva Ley Orgnica para
la Proteccin del Nio, Nias y Adolescente (L.O.P.N.N.A.), al
establecer en su artculo 177 textualmente lo siguiente:
() El Tribunal de Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes es
competente en las siguientes materias: Pargrafo Primero. Asuntos de
familia de naturaleza contenciosa: () k) Divorcio, nulidad de
matrimonio, separacin de cuerpos, liquidacin y particin de la
comunidad conyugal o de uniones estables de hecho cuando uno o
ambos cnyuges sean adolescentes. l) Liquidacin y particin de la
comunidad conyugal o de uniones estables de hecho, cuando haya
nios, nias y adolescentes comunes o bajo Responsabilidad de
Crianza y/o Patria Potestad de alguno o alguna de los solicitantes. m)
Cualquier otro afn de naturaleza contenciosa que deba resolverse
judicialmente en el cual los nios, nias y adolescentes sean
legitimados activos o pasivos en el proceso. () Pargrafo Cuarto.
Asuntos patrimoniales, del trabajo y otros asuntos: a) Demandas
patrimoniales en las cuales los nios, nias y adolescentes sean
legitimados activos o pasivos en el procedimiento (). (Cursivas,
negritas y subrayado de esta Instancia Agraria).
De la interpretacin del anterior precepto legal, claramente se infiere,
la ampliacin que hace el legislador de los supuestos que atribuyen la
competencia de los Juzgados especializados en materia de nios,
nias y adolescentes, con la cual, ya no conocern de forma exclusiva
estos Juzgados cuando se traten de demandas incoadas en contra de

los menores de edad (en el caso de las demandas patrimoniales), sino


que por el contrario, se incluyen las acciones patrimoniales (Civiles,
mercantiles, trnsito, etc.) en las cuales stos son sujetos activos,
motivo por el cual, considera este Juzgado Agrario que dada la
intervencin que en el presente asunto hiciera el 08/03/2012, la
ciudadana Mely Yovanna Garcia Rivas, en la cual manifiesta que su
hijo DANIEL ALBERTO ESTANGA GARCA, de cuatro (04) aos de
edad (a quien representa), tiene inters directo en las resultas del
juicio por ser presuntamente heredero del causante tal y como consta
en copia simple de partida de nacimiento y dems anexos (folios 453
al 461) y tener segn sus dichos derecho a los bienes de la herencia,
genera una incompetencia sobrevenida en el presente asunto, la cual
debi plantear el Tribunal Tercero de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y Agrario de este Estado en su debida oportunidad,
declinando la competencia a los Juzgados de Proteccin del Nio,
Nia y Adolescentes de la Circunscripcin Judicial del estado Aragua y
no declinar la competencia a este Juzgado Agrario, en razn del
territorio; en consecuencia, este Juzgado Agrario Primero de Primera
Instancia de la Circunscripcin Judicial del estado Aragua se declara
incompetente por la materia para conocer de la presente accin de
particin de comunidad hereditaria, presentndose entonces, un
conflicto negativo de no conocer, hacindose necesaria La Regulacin
de la Competencia, a los fines de garantizar que la causa sea resuelta
por el Juez natural, vale decir, por un Juez competente. As se
declara.
En otro orden de ideas y en consonancia con lo expuesto, estima este
Juzgador aclarar, que si bien es cierto, en el presente asunto se
evidencia que el Tribunal Tercero de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y Agrario del estado Aragua, declara su incompetencia
territorial, argumentando que () de la revisin de los documentos
anexados de cada uno de los bienes objetos de la particin, () logr
constatar que dos (02) de ellos tienen como finalidad la actividad
agraria, los cuales son los descritos con el N 4 (ver folio 58) y el N 7
(ver folio 95) y que los mismos se encuentran ubicados, en el
Municipio Girardot de Maracay Estado Aragua, municipio en el cual

por el territorio no somos competentes () no es menos cierto, que


los bienes a que se refiere el Tribunal declarado incompetente, lo
constituyen son los derechos y acciones que posea el de cujus
YUNES ESTANGA MARTINEZ, sobre las empresas mercantiles
AGROPECUARIA LA VERGATARIA C.A. y AGROPECUARIA LA
MORENA C.A., ambas domiciliadas en Maracay Municipio Girardot
estado Aragua, bienes stos, que si bien estn constituidos sobre
empresas mercantiles cuyo objeto es la explotacin agrcola, no se
encuentran en riesgo o menoscabo en sus actividades productivas
con la sustanciacin del presente juicio de particin de comunidad
hereditaria, que busca liquidar un acervo hereditario, no afectando ni
directa ni indirectamente los intereses colectivos, ni tampoco la
Seguridad y Soberana Agroalimentaria propia de la materia agraria
(Ver Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia N 1265, del 09/12/2010, en el Exp. N 10-0885, (caso:
Procesadora y Empacadora de Frutas Nirgua C.A.), con Ponencia de
la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuo), y que permite a esta
Instancia Agraria hacer una ponderacin en el presente caso con
respecto del Inters Superior del nio DANIEL ALBERTO ESTANGA
GARCA, de cuatro (04) aos de edad, el cual implica que su
derechos deben ser tutelados por su Juez Natural, vale decir, por un
Juez de Proteccin del Nio, Nia y Adolescente de la Circunscripcin
Judicial del estado Aragua, que generan como consecuencia, la
incompetencia sobrevenida que debe ser declarada y a su vez
ocasiona un conflicto negativo de no conocer, hacindose necesaria
La Regulacin de la Competencia, a los fines de garantizar que la
causa sea resuelta por el Juez natural, vale decir, por un Juez
competente, correspondindole al Juzgado Agrario Superior de las
Circunscripciones Judiciales de los estados Aragua y Carabobo, con
sede en la ciudad de Maracay conocer como Instancia Superior
Comn entre los dos Juzgados declarados incompetentes, de la
presente Regulacin de Competencia, a los fines legales
consiguientes, y es por ello, que este Juzgado Agrario Primero de
Primera Instancia de la Circunscripcin Judicial del Estado Aragua, lo
solicita de Oficio, de conformidad con lo dispuesto en el artculo 70 del

Cdigo de Procedimiento Civil. En consecuencia, se ordena remitir


copias certificadas de los folios 440 al 441 (recepcin del expediente
por el Tribunal Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
Agrario del estado Aragua); folios 448 al 461 (escrito de intervencin
del 08/03/2012, suscrito por Mely Yovanna Garcia Rivas, actuando en
representacin de su hijo DANIEL ALBERTO ESTANGA GARCA, de
cuatro (04) aos de edad); folio 4 Segunda Pieza (auto del Tribunal
Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario del estado
Aragua recibiendo resultas de la solicitud de regulacin de
competencia); Folios 30 al 42 Segunda Pieza (Sentencia del Juzgado
Superior en lo Civil, Mercantil, Bancario y del Trnsito de la
Circunscripcin Judicial del estado Aragua), de los folios 47 al 51
Segunda Pieza (Sentencia de Incompetencia del Tribunal Tercero de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario del estado Aragua); y
de los folios 56 al 73 Segunda Pieza (sentencia de este Juzgado
Agrario) todo con oficio, al Juzgado Agrario Superior de las
Circunscripciones Judiciales de los estados Aragua y Carabobo, con
sede en la ciudad de Maracay(Omissis)
Analizando el contenido de la decisin mediante la cual se plantea el
conflicto negativo de conocer, es importante aclarar que desde ningn
punto de vista este Juzgado Superior Agrario pretende revisar el
pronunciamiento realizado por el Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil, Bancario y Trnsito de la Circunscripcin Judicial del estado
Aragua el 27/06/2012 en el Expediente N 17.281-12 (nomenclatura
interna de ese Juzgado), mediante la cual resolvi la solicitud de
regulacin de competencia realizada por la parte demandada, en la
que declar competente para conocer del proceso al Juzgado Tercero
de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la
Circunscripcin Judicial del Estado Aragua, por existir dos (02)
empresas mercantiles cuyos objetos son la explotacin de actividades
agrcolas, y cuyas acciones forman parte de los bienes a partir, toda
vez que en la mencionada decisin no haba sido evidenciada la
existencia de un nio de cuatro aos de edad (cuya identificacin se
omite de conformidad con lo establecido en el artculo 65 de la Ley

Orgnica para la Proteccin del Nio, Nia y Adolescente) como parte


integrante de uno de los litisconsorcios o que deba integrarlos dada la
naturaleza de la pretensin, siendo sta una de las razones por las
que este Juzgado Superior Agrario entiende que el planteamiento del
Juzgado A quo se hace sobrevenidamente y no como inconformidad
con lo decidido por el Juzgado Superior Civil, circunstancia que
impretermitiblemente obliga a la constatacin de estos nuevos hechos
procesales y a una nueva determinacin de la competencia material
entre dos Juzgados actuando en sede Agraria.
En ese orden de ideas, habindose aclarado lo anterior, es pertinente
recordar que en el ordenamiento jurdico venezolano encontramos una
serie de normas contenidas en Cdigos, Leyes Orgnicas y Leyes
Especiales que de alguna u otra forma vienen a generar el llamado
fuero atrayente a las diversas materias que conocen los distintos
rganos jurisdiccionales que integran el Poder Judicial. Las que tienen
un predominio en su importancia social, en la cantidad o volumen de
asuntos son bsicamente las referidas a Proteccin del Nio, Nia y
Adolescente, Laboral, Contencioso Administrativo y la Agraria, aunque
lgicamente no son las nicas reas especializadas. Cuando
analizamos cada uno de estos textos normativos que vienen a
desarrollar disposiciones constitucionales de vital importancia, salta a
la vista como cada una de ellas establece una aplicacin preferente o
fuero atrayente donde pueden confluir diversas materias al mismo
tiempo.
Como ejemplos de lo antes afirmado, se puede observar como en el
caso de Proteccin del Nio, Nia y Adolescente, la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia de
reciente data 10/07/2012 con ponencia de la Magistrada Carmen
Zuleta de Merchan en el Expediente N 12-0443, estableci en cuanto
al fuero atrayente lo siguiente:
(Omissis)Determinada como fue la competencia y de conformidad
con lo dispuesto en el artculo 7 de la Ley Orgnica de Amparo sobre
Derechos y Garantas Constitucionales, esta Sala procede a dirimir el
conflicto negativo de competencia planteado entre la Corte de

Apelaciones de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal de


la Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de Caracas con
competencia en Materia de Reenvo en lo Penal y el Juzgado Primero
en Funciones de Juicio del Circuito Judicial de Proteccin de Nios,
Nias y Adolescentes de la Circunscripcin Judicial del rea
Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopcin Internacional, en los
siguientes trminos:
Que la presente accin de amparo constitucional fue interpuesta por el
ciudadano Rolando Antonio Jaimes Becerra, asistido por la abogada
Klellys Yaravi Chacoa, actuando como representante de su menor hija
cuyo nombre se omite por mandato del artculo 65 de la Ley Orgnica
de Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes, en proteccin al
[d]erecho a una vivienda digna, derecha a la salud fsica, psicolgica y
moral, derecho a un buen trato, derecho a la educacin, derecho a la
integridad fsica, derecho a vivir libre de violencia fsicas y psicolgicas
(sic); alegando entre otras cosas que:
[p]or problema (sic) graves problemas de conducta de la ciudadana
Yasmin Tern quien despus de muchas humillaciones soportadas,
hasta el punto de ofender mi hombra e irrespetar a nuestra hija se dio
a la tarea de aparecer en pginas (sic) de correo electrnico con otros
hombres y me hiso (sic) llegar sus propias fotos con hombres, los
cuales meta a mi propia casa y en mi propia cama decido
separarme en sana paz, pero luego esta Ciudadana comienza a
maltratar fsica y psicolgicamente a mi hija, le da serias palizas a la
nia lo que origina que el Consejo Municipal de Proteccin de Nios,
Nias y adolescentes (sic) del Municipio Libertados (sic) me otorgue la
guarda de mi menor hija declarndome responsable de la Proteccin
Integral de la nia desde la fecha 27 de Octubre de 2011 expona a
mi hija a grandes es (sic) trasnochos, bebiendo y emborrachndose en
la va pblica, en la entrada del edificio, en el inmueble con la nia
adentro, sin importar dar sus ms (sic) grandes espectculos, siempre
fue bebedora de licor pero lo haca (sic) a escondida (sic) de m,
desde que yo me fui su conducta fue ms (sic) descarada pero sobre
todo irrespeto (sic) y violento (sic) fsica y psicolgicamente a mi hija,
quien le tiene un temor enorme que tiembla cuando la vez (sic)

despus que me otorga (sic) la custodia de la nia comienzan mis


conversaciones con Yasmin Tern para que abandonara
voluntariamente el espacio que me fue otorgado a mi persona por
Decreto Presidencial No.1.666, ya que yo solo podan vivir en
cualquier lado pero con mi hija ameritaba darle la tranquilidad de su
casa y de sus cosas, de su espacio, si ella me haba irrespetado a m
y de esta forma me haba obligado a irme de la casa y luego
violentado de la manera que lo haca (sic) tambin la nia obligndola
de igual forma a salir de la casa, no podamos quedarnos sin techo ya
que la vivienda era ma, por tal razn se le dio un plazo prudencial
mientras yo viva con mi hija en rato en casa de mis padres, otro en
casa de mi hermano, otro en casa de mi cuada y as por mas (sic) de
5 mese (sic), fecha en la cual despus de mltiples conversaciones
con ella decid entrar a mi casa con mi hija para darle la tranquilidad y
estabilidad que se merece.
Cabe destacar que el Juzgado Primero en Funciones de Juicio del
Circuito Judicial de Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes de la
Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de Caracas y Nacional
de Adopcin Internacional declar su incompetencia para conocer de
la accin de amparo constitucional interpuesta al considerar que la
pretensin [] versa sobre una supuesta vulneracin de Derechos
Constitucionales de su hija que va a realizar el Tribunal Segundo (2)
de Control de Violencia contra la Mujer, al decretar una ejecucin
forzosa que traera como consecuencia sea desalojado del inmueble
el cual habita junto con su hija, siendo as las cosas NO LE
CORRESPONDE CONOCER a este Tribunal de 1 Primera Instancia
de Juicio del Circuito Judicial de Proteccin de Nios, Nias y
Adolescentes de la Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana de
Caracas y Nacional de Adopcin Internacional, pues no es el Tribunal
Superior jerrquico del juzgado presuntamente agraviante, aunado a
que no es la materia a fin que le corresponde a este Tribunal de 1 de
Primera Instancia de Juicio que indudablemente la competencia
corresponde al Tribunal Superior Penal y no de ste Tribunal de
Proteccin, que es materia Civil especial.

Por su parte, la Corte de Apelaciones de Violencia contra la Mujer del


Circuito Judicial Penal de la Circunscripcin Judicial del rea
Metropolitana de Caracas con competencia en Materia de Reenvo en
lo Penal no acept la declinatoria de competencia que le fue efectuada
en virtud de que [] lo planteado, vale decir, de cumplirse la
amenaza de desalojo del domicilio donde habita la nia bajo la
responsabilidad y proteccin de su padre, a juicio del quejoso
desestabilizara la vida de sta, sus estudios, sus pequeos progresos
obtenidos a travs de los mltiples programas familiares y psicolgicos
de los cuales ha sido parte, generando una situacin de violencia
contra ella, lo cual, a juicio de esta Corte de Violencia Contra la Mujer,
provocara una perturbacin que transciende el inters privado de la
nia y se convierte en una lesin a la sociedad y necesariamente
obliga la intervencin del Estado, que tiene como funcin ineludible
velar por la tutela de los principios de proteccin de los nios, nias y
adolescentes, por ser tal un deber constitucional y porque es un
compromiso asumido por la Repblica en la Convencin sobre los
Derechos de los Derechos del Nios que prevalece al haber sido
aprobada en todas sus partes.
Establecidos los lmites de la controversia, la Sala, conforme al
artculo 7 de la Ley Orgnica sobre Derechos y Garantas
Constitucionales, segn el cual Artculo 7.- Son competentes para
conocer de la accin de amparo, los Tribunales de Primera Instancia
que lo sean en la materia afn con la naturaleza del derecho o de la
garanta constitucionales violados o amenazados de violacin, en la
jurisdiccin correspondiente al lugar donde ocurrieren el hecho, acto u
omisin que motivaren la solicitud de amparo, procede a analizar la
naturaleza de los derechos o de las garantas constitucionales
violados o amenazados de violacin, con el fin de determinar cul es
el rgano jurisdiccional competente para conocer la causa principal,
considerando que la competencia por el territorio y por el grado de la
jurisdiccin no es controvertida.
A tales efectos, resulta necesario sealar que la Constitucin de la
Repblica Bolivariana de Venezuela en su artculo 46 seala:
Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad fsica,

psquica y moral, en consecuencia:


1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes. Toda vctima de tortura o trato
cruel, inhumano o degradante practicado o tolerado por parte de
agentes del Estado, tiene derecho a la rehabilitacin.
2. Toda persona privada de libertad ser tratada con el respeto debido
a la dignidad inherente al ser humano.
3. Ninguna persona ser sometida sin su libre consentimiento a
experimentos cientficos, o a exmenes mdicos o de laboratorio,
excepto cuando se encontrare en peligro su vida o por otras
circunstancias que determine la ley.
4. Todo funcionario pblico o funcionaria pblica que, en razn de su
cargo, infiera maltratos o sufrimientos fsicos o mentales a cualquier
persona, o que instigue o tolere este tipo de tratos, ser sancionado o
sancionada de acuerdo con la ley.
Asimismo, el artculo 60 eiusdem establece que:
Toda persona tiene derecho a la proteccin de su honor, vida privada,
intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputacin.
La ley limitar el uso de la informtica para garantizar el honor y la
intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el
pleno ejercicio de sus derechos.
De otra parte, el artculo 65 de la Ley Orgnica para la Proteccin de
Nios, Nias y Adolescentes contempla tales derechos para los nios,
nias y adolescentes, los cuales se encuentran igualmente previstos
en la Convencin sobre los Derechos del Nio, en sus artculos 16 y
19, instrumento normativo ste suscrito y ratificado por la Repblica,
por tanto, de conformidad con lo dispuesto en el artculo 23 de la
Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, posee
jerarqua constitucional y prevalecen en el orden interno, que a la letra
prevn lo siguiente:
Artculo 16. Ningn nio ser objeto de injerencias arbitrarias o
ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia ni de ataques ilegales a su honra y a su reputacin.
El nio tiene derecho a la proteccin de la ley contra esas injerencias

o ataques.
Artculo 19. Los Estados Partes adoptarn todas las medidas
legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para
proteger al nio contra toda forma de perjuicio o abuso fsico o mental,
descuido o trato negligente, malos tratos o explotacin, incluido el
abuso sexual, mientras el nio se encuentre bajo la custodia de los
padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo
tenga a su cargo.
Esas medidas de proteccin deberan comprender, segn
corresponda, procedimientos eficaces para el establecimiento de
programas sociales con objeto de proporcionar la asistencia necesaria
al nio y a quienes cuidan de l, as como para otras formas de
prevencin y para la identificacin, notificacin, remisin a una
institucin, investigacin, tratamiento y observacin ulterior de los
casos antes descritos de malos tratos al nio y, segn corresponda, la
intervencin judicial.
De tal manera que es indudable el reconocimiento para los nios,
nias y adolescente en nuestro ordenamiento jurdico de tales
derechos y garantas, razn por la cual merecen su tutela por los
rganos del Estado, y es as como, de conformidad con lo establecido
en el artculo 4 eiusdem, el mismo est llamado a travs de sus
distintos rganos jurisdiccionales a garantizar la proteccin de tales,
ms en el caso concreto de los nios, nias y adolescentes, toda vez
que deben tomarse en cuenta sus condiciones intrnsecas, propias de
su edad, que los hacen ms vulnerables y susceptibles de sufrir daos
morales, incluso irreversibles y capaces de perjudicar su libre
desarrollo, como producto de la divulgacin de informacin que los
involucre en situaciones que puedan afectarlos psicolgicamente. (Vid.
Fallo de Sala Plena N 163 del 10 de diciembre de 2008. Caso:
Yolimar del Carmen Rodrguez).
Ahora bien, el ciudadano Rolando Antonio Jaime, ha esgrimido a
travs de su escrito libelar que en el caso especfico de su hija que

[][p]or problema (sic) graves problemas de conducta de la


ciudadana Yasmin Tern quien despus de muchas humillaciones
soportadas, hasta el punto de ofender mi hombra e irrespetar a
nuestra hija se dio a la tarea de aparecer en pginas (sic) de correo
electrnico con otros hombres y me hiso (sic) llegar sus propias fotos
con hombres, los cuales meta a mi propia casa y en mi propia
cama decido separarme en sana paz, pero luego esta Ciudadana
comienza a maltratar fsica y psicolgicamente a mi hija, le da serias
palizas a la nia lo que origina que el Consejo Municipal de Proteccin
de Nios, Nias y adolescentes (sic) del Municipio Libertados (sic) me
otorgue la guarda de mi menor hija declarndome responsable de la
Proteccin Integral de la nia desde la fecha 27 de Octubre de 2011
expona a mi hija a grandes es (sic) trasnochos, bebiendo y
emborrachndose en la va pblica, en la entrada del edificio, en el
inmueble con la nia adentro, sin importar dar sus ms (sic) grandes
espectculos, siempre fue bebedora de licor pero lo haca (sic) a
escondida (sic) de m, desde que yo me fui su conducta fue ms (sic)
descarada pero sobre todo irrespeto (sic) y violento (sic) fsica y
psicolgicamente a mi hija, quien le tiene un temor enorme que
tiembla cuando la vez (sic) despus que me otorga (sic) la custodia
de la nia comienzan mis conversaciones con Yasmin Tern para que
abandonara voluntariamente el espacio que me fue otorgado a mi
persona por Decreto Presidencial No.1.666, ya que yo solo podan
vivir en cualquier lado pero con mi hija ameritaba darle la tranquilidad
de su casa y de sus cosas, de su espacio, si ella me haba irrespetado
a m y de esta forma me haba obligado a irme de la casa y luego
violentado de la manera que lo haca (sic) tambin la nia obligndola
de igual forma a salir de la casa, no podamos quedarnos sin techo ya
que la vivienda era ma, por tal razn se le dio un plazo prudencial
mientras yo viva con mi hija en rato en casa de mis padres, otro en
casa de mi hermano, otro en casa de mi cuada y as por mas (sic) de
5 mese (sic), fecha en la cual despus de mltiples conversaciones
con ella decid entrar a mi casa con mi hija para darle la tranquilidad y
estabilidad que se merece.
De manera que para esta Sala el accionante mediante al amparo

invoca la proteccin y defensa de su hija ante las constantes


agresiones de la madre y as obtener la tutela de los derechos y
garantas que le asisten a los nios, nias y adolescentes;
persiguiendo asimismo y por va de consecuencia repeler las lesiones
constitucionales a una vivienda digna, a la salud fsica, psicolgica y
moral, a un buen trato, a la educacin, a la integridad fsica, a la
educacin y a vivir libre de violencia fsica y psicolgica de su menor
hija, entendiendo que la familia como asociacin natural de la
sociedad es el espacio fundamental para el desarrollo integral de los
hijos, razn por la cual si uno de los integrantes de este espacio
-vase padre- se ve afectado -en algunos casos- tambin puede verse
perturbado este entorno familiar, mayormente cuando estamos ante
derechos que al ser trasgredidos no slo afectan directamente al
involucrado sino a su familia; afectando por tanto indirectamente la
esfera social y de desenvolvimiento cotidiano de su hija, con la
correspondiente violacin a sus propios derechos al honor y a su
reputacin.
Debe tomarse en consideracin adems que la parte accionante
acompa a su escrito libelar (folios 9 al 11), copia de la medida de
proteccin dictada por el Consejo Municipal de Proteccin de Nios,
Nias y Adolescentes del Municipio Libertador, adscrito a la Alcalda
de Caracas, el 27 de octubre de 2011, en el expediente CPNNAL1523-014-2011, el cual de conformidad con los artculos 162, 294, 295
y 296 de la Ley Orgnica para la Proteccin de Nios, Nias y
Adolescentes dict Medida de Proteccin en la Modalidad de
Declaracin de Responsabilidad a favor de la nia, declarando []
RESPONSABLE PROVISIONALMENTE DE LA PROTECCIN
INTEGRAL de la nia (), su Padre ROLANDO ANTONIO JAIMES
BECERRA () quien velar por la Integridad Fsica y Psicolgica de la
prenombrado nio (sic). En virtud que los padres tienen
responsabilidades y deberes compartidos, iguales e irrenunciables de
criar, formar, educar, custodiar, vigilar, mantener y asistir material,
moral y afectivamente a sus hijos.
Por lo expuesto, esta Sala difiere de la argumentacin esbozada por el
Juzgado Primero en Funciones de Juicio del Circuito Judicial de

Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes de la Circunscripcin


Judicial del rea Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopcin
Internacional, al considerar que la pretensin [] versa sobre una
supuesta vulneracin de Derechos Constitucionales de su hija que va
a realizar el Tribunal Segundo (2) de Control de Violencia contra la
Mujer, al decretar una ejecucin forzosa que traera como
consecuencia sea desalojado del inmueble el cual habita junto con su
hija, siendo as las cosas NO LE CORRESPONDE CONOCER a este
Tribunal de 1 Primea Instancia de Juicio del Circuito Judicial de
Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes de la Circunscripcin
Judicial del rea Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopcin
Internacional, pues no es el Tribunal Superior jerrquico del juzgado
presuntamente agraviante, aunado a que no es la materia a fin que le
corresponde a este Tribunal de 1 de Primera Instancia de Juicio que
indudablemente la competencia corresponde al Tribunal Superior
Penal y no de ste Tribunal de Proteccin, que es materia Civil
especial;
Al respecto, esta Sala precisa que la exposicin de motivos de la Ley
Orgnica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia establece que la violencia de gnero constituye una violacin
a los derechos humanos, lo anterior encuentra respaldo normativo en
diversos instrumentos internacionales tales como: la Convencin
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra las Mujeres (Convencin de Belm do Par, 1994), la
Convencin para la Eliminacin de Todas las Formas de
Discriminacin contra la Mujer (1979) y la Declaracin de las Naciones
Unidas sobre la Eliminacin de la Violencia contra la Mujer (1993); y,
con la finalidad de cumplir con lo establecido en el artculo 2 de
nuestra Carta Magna, el cual dispone que Venezuela se constituye en
un Estado democrtico y social de Derecho y de Justicia que
propugna la preeminencia de los derechos humanos, dicha Ley
Orgnica en su artculo 1 dispone:
La presente Ley tiene por objeto garantizar y promover el derecho de
las mujeres a una vida libre de violencia, creando condiciones para
prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres

en cualquiera de sus manifestaciones y mbitos, impulsando cambios


en los patrones socioculturales que sostienen la desigualdad de
gnero y las relaciones de poder sobre las mujeres, para favorecer la
construccin de una sociedad democrtica, participativa, paritaria y
protagnica.
De lo referido supra se observa, que la Ley Orgnica Sobre el
Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia tiene como
propsito proteger al gnero femenino del maltrato y la violencia que
es ejercida por el hombre agresor, por ser ste el ms fuerte, y la
mujer ms vulnerable, por lo que el sujeto activo en la comisin de los
delitos previstos en la referida ley siempre ser uno del gnero
masculino, con modalidades agravadas para el caso de relaciones
parentales y afectivas, y excepcionalmente como sujeto activo
personas del gnero femenino, que hayan sido dominadas o
instigadas a cometer el hecho por personas del gnero masculino, de
acuerdo al caso concreto (Vid sentencia de la Sala de Casacin Penal
N 086 del 8 de abril de 2010); en razn de lo cual es claro para la
Sala que no estamos en presencia de un delito de gnero.
Ello as, esta Sala considera que para resolver cul es el tribunal
competente ratione materiae debe atenderse entonces al principio del
inters superior del nio y a la circunstancia de que se trata de la
alegacin de infracciones impetradas en sujetos de derecho cuya
proteccin interesa de manera primordial al Estado, toda vez que la
proteccin integral de los nios, nias y adolescentes se ha erigido en
un desidertum de ste, que se traduce, entre otras cosas, en la
implementacin de un fuero atrayente en esta materia, a los fines de
procurar que tales asuntos sean conocidos y decididos por jueces
formados en la doctrina de la proteccin integral de los nios, nias y
adolescentes, para alcanzar la mayor efectividad en la tutela judicial
de estos sujetos. Tal afirmacin se fundamenta igualmente en la
enumeracin meramente enunciativa contenida en el artculo 177 de
la Ley Orgnica para la Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes,
que establece la competencia de los Tribunal de Proteccin de Nios,
Nias y Adolescentes, a saber:

Competencia del Tribunal de Proteccin de Nios, Nias y


Adolescente:
El Tribunal de Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes es
competente en las siguientes materias:
(omissis)
Pargrafo Cuarto.
(omissis)
c) Demandas y solicitudes no patrimoniales en las cuales los nios,
nias y adolescentes sean legitimados activos o pasivos en el
proceso;
(omissis)
e) Cualquier otro de naturaleza afn que deba resolverse judicialmente,
en el cual los nios, nias o adolescentes sean legitimados activos o
pasivos en el proceso.
En tal sentido, puede verse, igualmente, sentencias Nos. 926/2001;
162/2002; 2.099/2003 y 2668/2003. De all que, considera esta Sala
que la competencia para conocer de la violacin de tales derechos,
cuando el sujeto pasivo o agraviado sean nios, nias o adolescentes
deba ser un Tribunal de Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes
indiferentemente de la naturaleza de la relacin jurdica donde tales
violaciones surjan, que se constituye en el fuero atrayente para la
proteccin debida y la tutela judicial efectiva.
De conformidad con los argumentos expuestos, esta Sala declara que
el tribunal competente para conocer de la accin de amparo
interpuesta por el ciudadano Rolando Antonio Jaimes Becerra, asistido
por la abogada Klellys Yaravi Chacoa, actuando como representante
de su menor hija en proteccin al [d]erecho a una vivienda digna,
derecho a la salud fsica, psicolgica y moral, derecho a un buen trato,
derecho a la educacin, derecho a la integridad fsica, derecho a vivir

libre de violencia fsicas y psicolgicas (sic) es el Juzgado Primero en


Funciones de Juicio del Circuito Judicial de Proteccin de Nios, Nias
y Adolescentes de la Circunscripcin Judicial del rea Metropolitana
de Caracas y Nacional de Adopcin Internacional. As se decide
(Omissis)
En materia laboral, como fuero atrayente y con carcter vinculante
podemos citar el cambio de criterio plasmado por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la sentencia de
23/09/2010 con ponencia del Magistrado Francisco Carrasquero
Lpez en el Expediente N 10-0612, cuando estableci la competencia
ante las acciones de nulidad contra los actos administrativos
emanados de las Inspectoras del Trabajo, as:
(Omissis)No obstante lo anteriormente expuesto, esta Sala, con el
objeto de determinar los tribunales competentes para conocer en
primera instancia y en alzada de acciones como la de autos, considera
oportuno efectuar las siguientes consideraciones:
Ha sido criterio pacfico y reiterado de esta Sala Constitucional, que el
conocimiento de las acciones referidas a providencias administrativas
emanadas de las Inspectoras del Trabajo, corresponde a la
jurisdiccin contencioso administrativa.
Dicha doctrina fue establecida por esta Sala en el fallo N 1318 del 2
de agosto de 2001 (caso: Nicols Jos Alcal Ruiz), en los siguientes
trminos:
...como quiera que, la decisin provena de un rgano de carcter
administrativo, inserto en el Poder Ejecutivo, esto es, de las
Inspectoras del Trabajo, los rganos jurisdiccionales competentes
para conocer y decidir este tipo de controversias era la jurisdiccin
contencioso administrativa, siendo consecuente con el principio del
juez natural. De lo expuesto se colige, que el criterio sostenido en la
sentencia anteriormente citada, dictada por la Sala Poltico

Administrativa, debe ser abandonado. En consecuencia, deber


prevalecer el presente criterio, lo que implica que, en el futuro, los
Juzgados con competencia en materia laboral, debern declinar en los
rganos de la jurisdiccin contencioso-administrativa el conocimiento y
decisin de los recursos interpuestos contra las providencias
administrativas, dictadas por las Inspectoras del Trabajo, por ser
stos los rganos judiciales a los cuales les incumbe conocer de este
tipo de juicios.
As, dado que a la jurisdiccin contencioso-administrativa le compete
el conocimiento de las demandas de nulidad en contra de las
decisiones administrativas provenientes de los rganos de la
Administracin del Trabajo; en el ejercicio de esa competencia, debe
poseer igualmente la potestad para resolver los conflictos que surjan
con motivo de la ejecucin de ese tipo de providencias que han
quedado firmes en sede administrativa tal como lo es, se insiste, para
conocer de su nulidad... (Subrayado nuestro).
Por otra parte, en sentencia N 2862 del 20 de noviembre de 2002
(caso: Ricardo Baroni Uzctegui), esta Sala precis la competencia
respecto del conocimiento de las causas que son propuestas contra
dichos actos administrativos, as:
...Por ello y como las Inspectoras del Trabajo son rganos
administrativos dependientes -aunque desconcentrados- de la
Administracin Pblica Nacional, debe reiterarse en esta oportunidad
que es la jurisdiccin contencioso-administrativa la competente para el
conocimiento de las distintas pretensiones que se planteen en relacin
con los actos administrativos dictados por los Inspectores del Trabajo,
sea que se trate, entre otras, de la pretensin de nulidad a travs del
recurso contencioso administrativo, sean las pretensiones relativas a
la inejecucin de dichos actos como consecuencia de la inactividad de
la Administracin autora o bien del sujeto obligado -el patrono o el
trabajador- para su ejecucin; o, por ltimo, sea que se trate de
pretensiones de amparo constitucional con fundamento en lesiones
que sean causadas por el contenido o por la ausencia de ejecucin de

dichos actos administrativos. De all que no slo no existe norma legal


expresa que otorgue esta competencia a los tribunales laborales, sino
que, de verificarse sta, sera inconstitucional por violacin del artculo
259 del Texto Fundamental. As se declara.
(omissis)
Con fundamento en las consideraciones que se expusieron, y en
ejercicio de la facultad de mxima intrprete del Texto Constitucional,
esta Sala deja sentado el siguiente criterio, con carcter vinculante
para las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia y dems
tribunales de la Repblica:
(i) La jurisdiccin competente para el conocimiento de las pretensiones
de nulidad de los actos administrativos que dicten las Inspectoras del
Trabajo, as como de cualquier otra pretensin distinta de la
pretensin de amparo constitucional- que se fundamente en las
actuaciones u omisiones de dichos rganos, es la jurisdiccin
contencioso-administrativa.
(ii) De los tribunales que conforman esta jurisdiccin, el conocimiento
de las pretensiones antes especificadas corresponde, en primera
instancia, a la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y en
segunda instancia, cuando sta proceda, a la Sala PolticoAdministrativa de este Supremo Tribunal.
(iii) De las demandas de amparo constitucional autnomo que se
intenten contra los actos, actuaciones u omisiones de las Inspectoras
del Trabajo, conocern los Juzgados Superiores en lo Contencioso
Administrativo de la Circunscripcin Judicial correspondiente al lugar
donde se produjo la supuesta lesin al derecho constitucional, y en
segunda instancia, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo.
A falta de los primeros en la localidad en donde se hubiere producido
el hecho lesivo, conocern, con fundamento y de acuerdo al
procedimiento que establece el artculo 9 de la Ley Orgnica de
Amparo sobre Derechos y Garantas Constitucionales, los tribunales
de Primera Instancia en lo Civil -si lo hubiere- o de Municipio -a falta
de aqul- de la localidad. As se declara (Subrayado nuestro).
De las sentencias citadas y parcialmente transcritas supra, se colige

que esta consideracin se produjo en el marco de la interpretacin


que ha hecho esta Sala con relacin al contenido y alcance del
artculo 259 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de
Venezuela, en innumerables decisiones (vid. sentencias Nos.
2353/2001, 131/2006 y 347/2006, entre otras).
Dicho estudio ha sealado, en forma generalizada, el mbito de
aplicacin de la norma contenida en el citado artculo 259 de la Carta
Magna, indicando que la misma es atributiva de la competencia, mas
no constitutiva de derechos; por lo tanto, slo regula el contenido y
alcance de la jurisdiccin contencioso administrativa.
En tal sentido, el artculo 259 constitucional, establece lo siguiente:
Artculo 259. La jurisdiccin contencioso administrativa corresponde
al Tribunal Supremo de Justicia y a los dems tribunales que
determine la ley. Los rganos de la jurisdiccin contencioso
administrativa son competentes para anular los actos administrativos
generales o individuales contrarios a derecho, incluso por desviacin
de poder; condenar al pago de sumas de dinero y a la reparacin de
daos y perjuicios originados en responsabilidad de la Administracin;
conocer de reclamos por la prestacin de servicios pblicos; y
disponer lo necesario para el restablecimiento de las situaciones
jurdicas subjetivas lesionadas por la actividad administrativa.
As las cosas, si bien es cierto que el referido artculo 259 establece
una regla general, existen algunas excepciones, como es el caso de la
jurisdiccin especial agraria, que conoce asuntos que versan sobre
aspectos del contencioso administrativo, pero que por la especialidad
de la materia y la proteccin constitucional reconocida a la misma, han
sido reservados a los tribunales agrarios (artculo 269 de la Ley de
Reforma Parcial del Decreto con Fuerza y Rango de Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario).
En vista de esta situacin, considera oportuno la Sala revisar los

criterios de interpretacin de esta norma constitucional, que ha venido


aplicando de manera pacfica y reiterada en casos como el de autos, a
fin de garantizar la efectiva vigencia y respeto de los derechos y
garantas consagrados en la Constitucin de la Repblica Bolivariana
de Venezuela.
A estos efectos, es importante recordar que una norma no puede ser
interpretada de forma aislada, sino dentro del contexto en el cual la
misma se encuentra. De all que debe analizarse hasta qu punto
podra ser viable la exclusin del conocimiento de acciones
relacionadas con providencias administrativas dictadas por
Inspectoras del Trabajo en el mbito de una relacin laboral, de la
jurisdiccin contencioso administrativa.
En este orden de ideas, destaca la regulacin constitucional del
derecho al trabajo, plasmada en los artculos 87 al 97, Ttulo III:
Derechos Sociales, de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de
Venezuela. Al considerarlo un derecho y un hecho social, el
Constituyente impone al Estado el deber de protegerlo.
De all que la Disposicin Transitoria Cuarta, en su numeral 4, de
nuestra Carta Magna, estableci el deber para la Asamblea Nacional
de aprobar, dentro del primer ao, contado a partir de su instalacin:
Una ley orgnica procesal del Trabajo que garantice el
funcionamiento de una jurisdiccin laboral autnoma y especializada,
y la proteccin del trabajador o trabajadora en los trminos previstos
en esta Constitucin y en las leyes. La ley orgnica procesal del
trabajo estar orientada por los principios de gratuidad, celeridad,
oralidad, inmediatez, prioridad de la realidad de los hechos, la equidad
y rectora del juez o jueza en el proceso (Negritas y subrayado
nuestro).
Esta posicin se ve reforzada por la reciente entrada en vigencia de la
Ley Orgnica de la Jurisdiccin Contencioso Administrativa, publicada

en la Gaceta Oficial de la Repblica Bolivariana de Venezuela N


377.244 del 16 de junio de 2010; la cual tiene por objeto regular la
organizacin, funcionamiento y competencia de los rganos de la
Jurisdiccin Contencioso Administrativa, salvo lo previsto en las leyes
especiales (artculo 1).
Las competencias de los rganos integrantes de esta jurisdiccin,
estn consagradas en los artculos 9, 23, 24, 25 y 26 de la referida
Ley Orgnica. De esos artculos interesa, a los efectos de determinar
la competencia para el conocimiento de las acciones relacionadas con
providencias administrativas emanadas de las Inspectoras del
Trabajo, lo contenido en el numeral 5 del artculo 23, en el numeral 5
del artculo 24 y en el numeral 3 del artculo 25:
Artculo 23. La Sala Poltico-Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia es competente para conocer de:
(omissis)
5. Las demandas de nulidad contra los actos administrativos de
efectos generales o particulares dictados por el Presidente o
Presidenta de la Repblica, el Vicepresidente Ejecutivo o
Vicepresidenta Ejecutiva de la Repblica, los Ministros o Ministras, as
como por las mximas autoridades de los dems organismos de rango
constitucional, si su competencia no est atribuida a otro tribunal.
(omissis).
Artculo 24. Los Juzgados Nacionales de la Jurisdiccin ContenciosoAdministrativa son competentes para conocer de:
(omissis)
5. Las demandas de nulidad de los actos administrativos de efectos
generales o particulares dictados por autoridades distintas a las
mencionadas en el numeral 5 del artculo 23 de esta Ley y en el
numeral 3 del artculo 25 de esta Ley, cuyo conocimiento no est
atribuido a otro tribunal en razn de la materia.
(omissis).

Artculo 25. Los Juzgados Superiores Estadales de la Jurisdiccin


Contencioso-Administrativa son competentes para conocer de:
(omissis)
3. Las demandas de nulidad contra los actos administrativos de
efectos generales o particulares, dictados por las autoridades
estadales o municipales de su jurisdiccin, con excepcin de las
acciones de nulidad ejercidas contra las decisiones administrativas
dictadas por la Administracin del trabajo en materia de inamovilidad,
con ocasin de una relacin laboral regulada por la Ley Orgnica del
Trabajo.
(omissis) (Subrayado nuestro).
De los artculos anteriormente transcritos, se puede apreciar que el
legislador excluy de forma expresa de las competencias asignadas
a los rganos que integran la jurisdiccin contencioso administrativa,
la relativa al conocimiento de las acciones de nulidad ejercidas contra
las decisiones administrativas dictadas por la Administracin del
trabajo en materia de inamovilidad, con ocasin de una relacin
laboral regulada por la Ley Orgnica del Trabajo.
Con este criterio, la Sala puede evidenciar que el legislador viene a
fortalecer la proteccin jurdico-constitucional de los trabajadores, a
travs de normas garantistas de los derechos amparados por la
Constitucin, favoreciendo la tutela judicial efectiva y protegiendo la
vigencia y efectividad del trabajo, como derecho y como hecho social
que deber ser protegido por el Estado (artculos 87 y 89 de la
Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela), en pro del
inters general y de la propia vida en el porvenir de la Constitucin de
la Repblica Bolivariana de Venezuela, para hacerla descansar en la
justicia social y humanitaria.
En este sentido, la Constitucin venezolana es expresin del
constitucionalismo social y humanitario, alejndose definitivamente de
la etapa del Estado de Derecho formal y de las experiencias de
instrumentalizacin meditica o autoritaria de la legalidad formal

(Jos Manuel Pureza. Derecho Cosmopolita o Uniformador?


Derechos Humanos, Estado de Derecho y Democracia en la
Posguerra Fra. Discurso F. Carrasquero L. p. 19).
De all se deriva el particularismo del Derecho del Trabajo y su
legislacin proteccionista del hiposuficiente, que ha requerido una
proteccin humana especfica, como especfica por la materia debe
ser su jurisdiccin, para amparar con profunda justicia social los
derechos e intereses de los trabajadores en su condicin de
productores directos de las mercancas, en el sistema capitalista.
Ese deber del Estado se ha traducido en la creacin de una
jurisdiccin especial -la laboral-, que conoce las normas sustantivas
dictadas en la materia y los procedimientos especialmente creados
para resolver las controversias surgidas con ocasin de relaciones
laborales.
De lo anterior se colige que aun cuando las Inspectoras del Trabajo
sean rganos administrativos dependientes -aunque
desconcentrados- de la Administracin Pblica Nacional, sus
decisiones se producen en el contexto de una relacin laboral, regida
por la Ley Orgnica del Trabajo, razn por la cual debe atenerse al
contenido de la relacin, ms que a la naturaleza del rgano que la
dicta, para determinar que el juez natural en este caso no es el
contencioso administrativo, sino el laboral. Una relacin jurdica
denominada relacin de trabajo, expresada y manifestada por la
fuerza de trabajo desplegada por los trabajadores, que exige un juez
natural y especial, para proteger la propia persona de los trabajadores.
En fin, la parte humana y social de la relacin.
En efecto, los rganos jurisdiccionales especializados en los
conceptos debatidos en las distintas pretensiones que se planteen en
relacin con los actos administrativos dictados por los Inspectores del
Trabajo (derecho al trabajo y a la estabilidad en el trabajo), sea que se
trate, entre otras, de la pretensin de nulidad a travs del recurso

contencioso administrativo, sean las pretensiones relativas a la


inejecucin de dichos actos como consecuencia de la inactividad de la
Administracin autora o bien del sujeto obligado -el patrono o el
trabajador- para su ejecucin o, por ltimo, sea que se trate de
pretensiones de amparo constitucional con fundamento en lesiones
que sean causadas por el contenido o por la ausencia de ejecucin de
dichos actos administrativos; son los tribunales del trabajo. As se
declara.
Por todo lo anterior, esta Sala Constitucional, actuando como mximo
intrprete de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela,
estima que el conocimiento de las acciones intentadas en ocasin de
providencias administrativas dictadas por las Inspectoras del Trabajo,
debe atribuirse como una excepcin a la norma general contenida en
el artculo 259 constitucional, a los tribunales del trabajo. As se
declara.
Con fundamento en las consideraciones que se expusieron, y en
ejercicio de la facultad de mximo intrprete del Texto Constitucional,
esta Sala deja asentado el siguiente criterio, con carcter vinculante
para las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia y dems
tribunales de la Repblica:
1) La jurisdiccin competente para el conocimiento de las distintas
pretensiones que se planteen en relacin con los actos administrativos
dictados por los Inspectores del Trabajo, es la jurisdiccin laboral.
2) De los tribunales que conforman esta jurisdiccin, el conocimiento
de las pretensiones antes especificadas corresponde, en primera
instancia, a los Tribunales de Primera Instancia del Trabajo y en
segunda instancia, a los Tribunales Superiores del Trabajo
(Omissis)
Por su parte, la materia Contenciosa Administrativa tambin ha
avanzado hacia el predominio o especialidad, inclusive sobre

situaciones que surgieron antes de la entrada en vigencia de la Ley


Orgnica de la Jurisdiccin Contenciosa Administrativa, cuando la
Sala Poltico Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia en
sentencia publicada el 18/05/2011 con ponencia del Magistrado Levis
Ignacio Zerpa en el Expediente N 2011-0299, estableci en cuanto al
fuero atrayente lo siguiente:
(Omissis)Determinada la competencia de esta Sala a los fines de
resolver el conflicto de competencia planteado, se evidencia que en el
presente caso ha sido ejercido demanda por dao material y moral,
por la ciudadana Leonarda Aparicio, actuando en nombre propio y en
nombre de su hija Yurimar Herminia Armas Aparicio y nietos (cuya
identificacin se omite, de conformidad con lo establecido en el
artculo 65 de la Ley Orgnica para la Proteccin de Nios, Nias y
Adolescentes), contra la Repblica Bolivariana de Venezuela, por
rgano de la Fiscala General de la Repblica.
La causa bajo examen originalmente fue interpuesta ante esta Sala
Poltico-Administrativa, sin embargo el Juzgado de Sustanciacin de
este rgano jurisdiccional mediante decisin del 02 de abril de 2009,
dictamin que la competencia para conocer de la misma corresponda
a las Cortes de lo Contencioso Administrativo, en virtud de la cuanta
en la que haba sido estimada la demanda.
Por su parte, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, en la
oportunidad de pronunciarse en relacin a las cuestiones previas
contenidas en los numerales 4 y 11 del artculo 346 del Cdigo de
Procedimiento Civil, opuestas por la representacin Judicial de la
Fiscala General de la Repblica, se declar incompetente para
conocer del caso sub examine, bajo el siguiente fundamento:
Artculo 177. () El Tribunal de Proteccin de Nios, Nias y
Adolescentes es competente en las siguientes materias:
omissis
Pargrafo Cuarto. Asuntos patrimoniales, del trabajo y otros asuntos:
a) Demandas patrimoniales en las cuales los nios, nias y
adolescentes sean legitimados activos o pasivos en el
procedimiento

De modo que en la Ley vigente se dej expresamente sentado que la


competencia en primer grado le corresponder en forma nica y excluyente a
los Tribunales con competencia en materia de Proteccin del Nio y
Adolescente, sin importar si el nio o adolescente acta como sujeto activo o
pasivo d
a relacin jurdica entablada en juicio.

En ese sentido, se considera oportuno destacar la decisin N 194 de


fecha 14 de agosto de 2007 [entre otras], dictada por la Sala Plena del
Tribunal Supremo de Justicia, en un caso donde siendo la jurisdiccin
contencioso administrativa la competente para conocer de una
demanda, dicha Sala determin que en virt ud del inters superior del nio
exista un fuero atrayente a favor de los Tribunales de Proteccin del Nio y del
Adolescente, y determin que eran stos ltimos los competentes para
conocer y decidir del asunto debatido. En dicha decisin, la Sala precis lo
siguiente:

omissis
Ahora bien, al constatarse que en el presente caso la parte
demandante est conformada por los nios [cuya identificacin se
omite, de conformidad con lo establecido en el artculo 65 de la Ley
Orgnica para la Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes],
representados por su abuela la ciudadana Leonarda Aparicio, estima
esta Corte que resulta aplicable el postulado normativo y
jurisprudencial antes sealado, conforme al cual la competencia para
el conocimiento de la presente demanda patrimonial, debe recaer en
los Tribunales de Proteccin del Nio y del Adolescente, instancia
judicial encargada del conocimiento de esa materia especial, en aras
de proteger el inters superior de los demandantes como sujetos
plenos de derecho. En consecuencia, este rgano Jurisprudencial
considera que el conocimiento de la presente demanda corresponde a
los Juzgados de Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes del rea
Metropolitana de Caracas, conforme al principio del juez natural
previsto en el artculo 49 de la Constitucin de la Repblica
Bolivariana de Venezuela; en ese sentido esta Corte se declara
INCOMPETENTE para conocer del presente recurso, en
consecuencia, DECLINA la competencia en los Juzgados de
Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes del rea Metropolitana de
Caracas. As se decide.
Previo al pronunciamiento de la Sala con respecto a la competencia,
se advierte que el Juzgado de Sustanciacin de esta Sala PolticoAdministrativa en su decisin no hizo referencia a la competencia por

la materia, sino a la competencia por la cuanta, razn por la cual no


hay ningn planteamiento en tal sentido. La Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo por su parte, cuestion en su decisin la
competencia por la materia motivo por el cual, en principio, no hay en
el sentido sealado por dicha Corte, un conflicto entre ambos rganos
jurisdiccionales; sin embargo, como esta ltima seal que exista en
su criterio un conflicto con el referido Juzgado de Sustanciacin pasa
esta Sala a conocerlo y a tal fin observa:
Ahora bien, conforme a lo dispuesto en el artculo 259 de la
Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela:
Artculo 259. La jurisdiccin contencioso administrativa corresponde
al Tribunal Supremo de Justicia y a los dems tribunales que
determine la ley. Los rganos de la jurisdiccin contencioso
administrativa son competentes para anular los actos administrativos
generales o individuales contrarios a derecho, incluso por desviacin
de poder; condenar al pago de sumas de dinero y a la reparacin de
daos y perjuicios originados en responsabilidad de la Administracin;
conocer de reclamos por la prestacin de servicios pblicos; y
disponer lo necesario para el restablecimiento de las situaciones
jurdicas subjetivas lesionadas por la actividad administrativa.
En atencin a dicha norma, se observa que constitucionalmente se
estableci a la jurisdiccin contencioso-administrativa, como una
jurisdiccin especial, cuyo mbito de juzgamiento se circunscribe a
todas aquellas actuaciones en las cuales la Administracin Pblica,
entendida en sus diversas manifestaciones, ste involucrada, bien sea
como sujeto activo o pasivo de la relacin jurdica.
Posteriormente, en las ponencias conjuntas de esta Sala, Nos. 01209,
01315 y 01900 de fechas 02 y 07 de septiembre y 27 de octubre de
2004, respectivamente, se desarroll por va de jurisprudencia el
numeral 24 del artculo 5 de la Ley Orgnica del Tribunal Supremo de
Justicia de la Repblica Bolivariana de Venezuela publicada en la
Gaceta Oficial de la Repblica Bolivariana de Venezuela N 37.942 de
fecha 24 de mayo de 2004, vigente en razn del tiempo, y se
determin la competencia de esta Sala Poltico-Administrativa, las
Cortes de lo Contencioso Administrativo y los Juzgados Superiores de
lo Contencioso Administrativo para conocer de las demandas incoadas
contra la Repblica, los Estados, los Municipios, o algn Instituto
Autnomo o ente pblico o empresa en los cuales la Repblica, los
Estados, o los Municipios ejerzan un control decisivo y permanente,
en cuanto a su direccin o administracin se refiere, contra los

particulares o entre s.
Asimismo, la vigente Ley Orgnica de la Jurisdiccin Contencioso
Administrativa, publicada en la Gaceta Oficial de la Repblica
Bolivariana de Venezuela bajo el N 39.447 de fecha 16 de junio de
2010, reimpresa por error material en la Gaceta Oficial de la Repblica
Bolivariana de Venezuela N 39.451 de fecha 22 de junio de 2010,
establece especficamente las competencias de los rganos que
conforman la jurisdiccin contencioso administrativa, a saber: (i) esta
Sala Poltico-Administrativa (artculo 23), (ii) los Juzgados Nacionales
(artculo 24), (iii) los Juzgados Superiores Estadales (artculo 25) y (iv)
de los Juzgados de Municipio (artculo 26).
Ahora bien, en relacin a la causa bajo examen observa la Sala que la
Corte Primera de lo Contencioso Administrativo declin la competencia
en los Tribunales de Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes, por
estar involucrados dos menores de edad como demandantes en la
causa de autos; sin embargo, obvi dicho rgano jurisdiccional que a
su vez la parte demandada es la Repblica Bolivariana de Venezuela,
por rgano de la Fiscala General de la Repblica, la cual, por todas
las exposiciones supra mencionadas, tiene un fuero atrayente y
especial como lo es la jurisdiccin contencioso-administrativa, por
mandato expreso de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de
Venezuela, el cual debe prevalecer ante la aplicacin de una ley
especial como lo es la Ley Orgnica de Proteccin de Nios, Nias y
Adolescentes invocada. (Vid. sentencia de esta Sala N 00196 del 10
de febrero de 2011)
Por otra parte, el 02 de abril de 2009, el Juzgado de Sustanciacin de
esta Sala al realizar la admisin de la demanda, de conformidad con el
numeral 24 del artculo 5 de la Ley Orgnica del Tribunal Supremo de
Justicia de la Repblica Bolivariana de Venezuela, publicada en la
Gaceta Oficial N 37.942 de fecha 20 de mayo de 2004, aplicable en
razn del tiempo, y en atencin a las referidas Ponencias Conjuntas,
tomando en cuenta la cuanta, determin la incompetencia de esta
Sala Poltico-Administrativa y declin la competencia en las Cortes de
lo Contencioso Administrativo.
No obstante la anterior decisin, la Sala observa que del anlisis del
libelo se desprende el hecho de que la ciudadana Leonarda Aparicio,
actuando en nombre propio y en nombre de su hija Yurimar Herminia
Armas Aparicio y de sus nietos (cuya identificacin se omite, de
conformidad con lo establecido en el artculo 65 de la Ley Orgnica
para la Proteccin de Nios, Nias y Adolescentes) demand para

cada uno de ellos la cantidad de veinte mil bolvares (Bs. 20.000,00),


por concepto de dao moral, monto este que sumado resulta en la
cantidad de ochenta mil bolvares (Bs. 80.000,00).
Igualmente, por concepto de dao material demand en su propio
nombre y en el de su hija, la ciudadana Yurimar Armas Aparicio, la
cantidad de treinta y seis mil seiscientos un bolvares con once
cntimos (Bs. 36.601,11) para cada una de ellas, lo cual se traduce en
la cantidad de setenta y tres mil doscientos dos bolvares con
veintids cntimos (Bs. 73.202,22).
Sumadas ambas cantidades, la estimacin de la cuanta resulta en
ciento cincuenta y tres mil doscientos dos bolvares con veintids
cntimos (Bs. 153.202,22).
Siendo ello as, se aprecia que el valor de la unidad tributaria para la
fecha de la interposicin de la demanda (10 de febrero de 2009),
estaba determinada por la cantidad de cuarenta y seis bolvares (Bs.
46,00), segn se desprende de la Gaceta Oficial de la Repblica
Bolivariana de Venezuela N 38.855 de fecha 22 de enero de 2008.
As, vista que la cuanta de la demanda fue estimada en la cantidad de
ciento cincuenta y tres mil doscientos dos bolvares con veintids
cntimos (Bs. 153.202,22) y que la unidad tributaria estaba
establecida en cuarenta y seis bolvares (Bs. 46,00), lo cual representa
tres mil trescientos treinta con cuarenta y ocho unidades tributarias
(3.330,48 U.T.); estima este rgano Jurisdiccional que la causa debe
ser conocida y decidida por un Juzgado Superior en lo Contencioso
Administrativo de la Regin Capital, al cual corresponda previa
distribucin la misma, ya que el monto de la demanda no supera las
diez mil unidades tributarias fijadas en la jurisprudencia supra
sealada. As se decide.
En consecuencia, una vez que el tribunal al cual corresponda la causa
por distribucin reciba las presentes actuaciones, deber determinar el
estado en el que se reanudar la misma, lo cual realizar con estricta
observancia del respeto a los derechos de defensa y debido proceso
de las partes en el curso del procedimiento, atendiendo adems a la
garanta constitucional de los justiciables a obtener una decisin sin
dilaciones indebidas y sin formalismos o reposiciones intiles. As se
declara(Omissis)
Inclusive, luego de la entrada en vigencia de la de la Ley Orgnica de
la Jurisdiccin Contenciosa Administrativa, la Sala Especial Segunda
de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia

publicada el 07/08/2012 con ponencia de la Magistrada Jhannett M.


Madriz Sotillo en el Expediente N AA10-L-2012-000121, ratific el
fuero atrayente de la Jurisdiccin Contencioso Administrativa cuando
estableci:
(Omissis)Con respecto al tercer trmino establecido en la norma,
que el conocimiento no est atribuido a otro tribunal en razn de su
especialidad, se observa que ha sido pacfico y reiterado el
pronunciamiento tanto de la Sala Plena como de la Sala Poltico
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, con respecto al
criterio orgnico o subjetivo, siendo la presencia de un ente de
naturaleza pblica en la relacin procesal, el elemento determinante
conforme el fuero atrayente para atribuir el conocimiento de una causa
a los rganos jurisdiccionales de lo contencioso administrativo, salvo
en aquellos casos en los que el ordenamiento jurdico atribuye dicho
conocimiento de manera expresa a los rganos de alguna jurisdiccin
especial(Omissis)
Por ltimo, en cuanto a la especialidad que ejerce este Juzgado
Superior, es decir, Agraria, se observa sobre situaciones anlogas que
la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia del 21 de
marzo del 2012 Expediente N AA10-L-2009-000123 con ponencia de
la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuo, en relacin con la
competencia en materia agraria estableci lo siguiente:
(Omissis)En relacin con la competencia en materia agraria, el
artculo 197 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (2005), aplicable
rationae temporis al presente caso, establece:
Artculo 197. Las controversias que se susciten entre particulares con
motivo de las actividades agrarias sern sustanciadas y decididas por
los tribunales de la jurisdiccin agraria, conforme al procedimiento
ordinario agrario, el cual se tramitar oralmente, a menos que en otras
leyes se establezcan procedimientos especiales.
En el mismo sentido, el artculo 208 ejusdem, aplicable rationae
temporis, de la mencionada Ley seala lo siguiente:
Artculo 208. Los juzgados de primera instancia agraria conocern de
las demandas entre particulares que se promuevan con ocasin de la
actividad agraria, sobre los siguientes asuntos:
1. Acciones declarativas, petitorias, reivindicatorias y posesorias en
materia agraria. ().

Ahora bien, sostiene esta Sala que para determinar la competencia de


los tribunales de la jurisdiccin agraria se debe precisar el objeto sobre
el cual versa la pretensin discutida en el juicio. As, en la sentencia n
200 de fecha 14 de agosto de 2007 (caso: Anbal Jess Nez
Beauperthuy), se afirm que la competencia de los rganos de la
jurisdiccin agraria est determinada, en definitiva, por todas aquellas
controversias en las que pueda verse afectada la produccin
agroalimentaria, de manera que lo concluyente no es la naturaleza de
la pretensin sino el objeto sobre el cual sta recae. En este orden de
ideas ante una accin cuyo objeto es un bien sobre el cual se ejerce
actividad agrcola, podr afirmarse la competencia de la jurisdiccin
agraria.
Dicho criterio fue ratificado recientemente por esta Sala Plena en
sentencia nmero 69 del 8 de julio de 2008, en la cual precis:
() En efecto, ha insistido esta Sala en que las pretensiones que
pueden ser planteadas por ante la jurisdiccin especial agraria no son
sustancialmente diferentes de aquellas que pueden ser propuestas
por ante la jurisdiccin civil; as se deduce de lo establecido en el
artculo 208 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, en el cual se
sealan los asuntos que forman parte de la competencia de los
tribunales de primera instancia agraria. Entre tales asuntos se incluyen
pretensiones que, por su naturaleza, son idnticas a aquellas que
pueden proponerse ante la jurisdiccin civil ordinaria, pero que tienen
como caracterstica distintiva el objeto sobre el cual versan, el cual es
siempre un objeto propio de la materia agraria.
As, por ejemplo, a la jurisdiccin agraria corresponde conocer sobre
las acciones declarativa, petitorias, reivindicatorias y posesorias en
materia agraria, as como sobre el deslinde judicial de predios
rurales, o de las acciones relativas al uso, aprovechamiento,
constitucin de servidumbres y dems derechos reales, para fines
agrarios, entre otras.
Es evidente que a la jurisdiccin civil ordinaria corresponde tambin
conocer, por ejemplo, de acciones declarativas, reivindicatorias y
posesorias, as como de las acciones de deslinde o de las relativas al
uso, aprovechamiento, constitucin de servidumbres y dems
derechos reales, siempre que dichas pretensiones no versen sobre
materia agraria, predios rurales o inmuebles para fines agrarios.
Estima la Sala, por ello, que la materia propia de la especial
jurisdiccin agraria se configura en funcin del objeto sobre el cual
versan las pretensiones que ante ella pueden deducir los particulares,

y no en virtud de la naturaleza de la pretensin en s, la cual, al igual


que en el mbito civil ordinario, puede ser declarativa, petitoria,
reivindicatoria, posesoria o de cualquier otra naturaleza.
Visto as que a los fines de la determinacin de la competencia de los
tribunales de la jurisdiccin agraria debe ponerse el acento en el
objeto sobre el cual versan las pretensiones deducidas, debe ahora
enfatizarse que dicho objeto debe estar, por tanto, directamente ligado
al desarrollo de una actividad agraria, () (Resaltado de la Sala).
Todo lo anterior denota la existencia de un foro atrayente de la
jurisdiccin agraria para ventilar conflictos que se produzcan entre
particulares con motivo de dicha actividad; lo cual est ntimamente
relacionado con el resguardo del derecho a la tutela judicial efectiva y
al debido proceso, incluyendo dentro de este ltimo el derecho a ser
juzgado por el juez natural, los cuales estn garantizados por nuestra
Carta Magna.
En este sentido, se pronunci la Sala Constitucional en decisin N
5.047 del 15 de diciembre de 2005, en la cual indic que del anlisis
de los artculos 197 y 208 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario
(2005), (actuales artculo 186 y 197, respectivamente de la reformada
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, publicada en la Gaceta Oficial N
5.991, Extraordinaria del 29 de julio de 2010), se desprende que el
legislador ha establecido en primer lugar un foro atrayente con
respecto a la jurisdiccin agraria (artculo 197 eiusdem) para ventilar
conflictos que se produzcan entre particulares con motivo de dicha
actividad; y en segundo lugar, atribuyen competencia para conocer y
decidir de determinadas acciones (como las del caso de marras, esto
es, acciones derivadas de perturbaciones o daos a la propiedad o
posesin agraria) a los Juzgados de Primera Instancia Agrarios,
dejando en su ltimo ordinal una clusula abierta para que estos
Juzgados conozcan de () todas las acciones y controversias entre
particulares relacionados con la actividad agraria (artculo 208
eiusdem).
Todo lo anterior fue ratificado y ampliado por la Sala Constitucional en
su fallo N 1080 del 7 de julio de 2011, caso: Yovanny Jimnez y
otros, en el cual, respecto a la posesin agraria se dispuso:
() por cuanto la posesin agraria va ms all de los intereses
particulares que rodean la posesin civil, pues sobre la base del
inters social y colectivo, persigue proteger la seguridad
agroalimentaria de la Repblica, por lo que la misma es una institucin
eminentemente de derecho agrario, cuyo objetivo fundamental va

dirigido a la explotacin directa de la tierra con el objeto de favorecer


la produccin de alimentos, para luego dirimir el conflicto entre los
particulares interpuesto con ocasin de la actividad agraria, tal y como
lo establece el procedimiento ordinario establecido en la mencionada
ley especial, cuyo norte es el respeto y cumplimiento de las garantas
constitucionales.
Dicha naturaleza fue objeto de estudio y anlisis por esta Sala
Constitucional mediante fallo N 262/2005, cuando se estableci que
la actividad agraria constituye (...) una actividad sometida en mayor o
menor grado a un rgimen estatutario de derecho pblico que ha sido
objeto de tutela por parte del legislador, no slo mediante una serie de
medidas relacionadas directamente con el rgimen sustantivo de los
derechos (vgr., la afectacin de uso y redistribucin de las tierras),
sino mediante la creacin de una jurisdiccin (competencia) especial
que permita a los particulares un acceso directo a rganos
jurisdiccionales especializados; que estn en capacidad de atender
con criterios tcnicos, tomando en consideracin el inters general de
asentar las bases del desarrollo rural integral y sustentable,
asegurando la vigencia efectiva de los derechos de proteccin
ambiental y agroalimentario de la presente y futuras generaciones (Cfr.
Artculo 1 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario)
Efectivamente, la jurisdiccin especial agraria es la llamada a amparar
los principios constitucionales previstos en los artculos 2, 26, 49, 305
y 307 y que el legislador concentr en el artculo 1 de la Ley de Tierras
y Desarrollo Agrario, como la consolidacin de los mismos dentro de
un estado democrtico, social de derecho y de justicia, en la bsqueda
de la profundizacin de los valores constitucionales de desarrollo
sustentable, inherentes a la seguridad agroalimentaria y a la justa
disponibilidad suficiente de alimentos de calidad, distribucin de la
riqueza y planificacin estratgica, democrtica y participativa; as
como la mejora de la calidad de vida de la poblacin campesina, y el
logro de un desarrollo amnico y viable en el contexto de la justicia
social que toda actividad agraria persigue(Omissis) (Subrayado y
Negritas de este Tribunal)
Obviamente, en nuestro ordenamiento jurdico existen una serie de
leyes que establecen fueros atrayentes como se dijo con anterioridad,
que en ocasiones hacen surgir una serie de interrogantes sobre cul
ser el Juzgado competente ratione materiae cuando en un mismo
asunto pueden confluir una multiplicidad de especialidades que

regulan determinados hechos, como el caso de marras, en el cual se


ejerci una accin aparentemente civil, ante la cual se plante una
regulacin de competencia y se determin que sta la tenan atribuida
los Juzgados de la Jurisdiccin Agraria, toda vez que se observaba la
existencia de dos sociedades mercantiles dedicadas a la actividad
agroalimentaria, claro est, antes de que surgiera la existencia del
inters superior del nio. Por ejemplo, como se observ de la
transcripcin de la ltima de las sentencias citadas, la interrogante
sobre la competencia material fue dilucidada sin problema alguno
cuando se estableci que debe enfatizarse que dicho objeto debe
estar, por tanto, directamente ligado al desarrollo de una actividad
agraria.
Tan importante es esa expresin (actividad agraria), que en otros
conflictos de naturaleza aparentemente Laboral o Contencioso
Administrativo, debido a que el asunto surgido fue entre un Juzgado
de Primera Instancia Laboral y el Juzgado Superior en lo Contencioso
Administrativo del estado Aragua, en cuyas decisiones ambos
planteaban que el otro era el competente, la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia en sendas sentencias del 16/11/2012 en
el Expediente N 11-0279 y del 17/12/2012 en el Expediente N 110280 ambas con ponencia del Magistrado Juan Jos Mendoza Jover,
estableci que el rgano jurisdiccional competente para conocer era
este Juzgado Superior Agrario, cuando advirti que se surge un fuero
atrayente con respecto a la jurisdiccin agraria para ventilar conflictos
que se produzcan con motivo de dicha actividad, as como la
competencia a los Juzgados Superiores Regionales Agrarios para
conocer, entre otros, del contencioso administrativo y demandas
contra los entes agrarios, resaltando que, segn lo dispuesto en la Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario, los tribunales que integran la
jurisdiccin especial agraria ejercen el control jurisdiccional de todas
las acciones que, por cualquier causa, sean intentadas contra
actuaciones, actos, omisiones y vas de hecho provenientes de
aquellos rganos y entes administrativos contemplados en la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario (Vid. Sentencia de la Sala n. 2.464, del
22 de octubre de 2004, caso: Cooperativa Los Prsperos del Tuy, R.L.
ratificada en sentencia reciente n. 1539, del 16 noviembre de 2012,
caso: Pedro Toro).
Ante esa realidad se vuelve pertinente realizar una mencin sobre lo
que nuestra mxima garante de la constitucionalidad ha definido con
relacin a la interposicin de Amparos Constitucionales en materia

agraria cuando estn gravitando otros derechos que igualmente


puedan ser objeto de tutela por rganos jurisdiccionales de diferentes
competencias, y al respecto la Sentencia dictada el 09 de diciembre
de 2010 por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en
el Expediente N AA50-T-2010-0885 con ponencia de la Magistrada
Luisa Estella Morales Lamuo, estableci lo siguiente:
(Omissis)Para dilucidar la afinidad de la naturaleza del derecho
violado o amenazado de violacin, la Sala ha reseado en fallos
anteriores -vid. Sentencia N 1.159/2001- que el Juzgador ha de
revisar la particular esfera en la cual la misma se gener o pudiera
producirse; revisar, pues, la situacin jurdica que ostenta el presunto
agraviado frente al agente lesivo, entendiendo por situacin jurdica el
estado fctico que surge del derecho subjetivo, [y] que se ver
desmejorado por la transgresin constitucional de los derechos y
garantas de quien en l se encuentra -vid. Sentencia N
1.555/2000-. As, si tal relacin tiene una naturaleza delictual, sern
competentes los rganos de la jurisdiccin penal; si lo es de derecho
comn, corresponder a los tribunales civiles la resolucin del
conflicto. Si el vnculo, en cambio, fuese dado con ocasin de una
relacin laboral, a tales juzgados corresponder el conocimiento de
esta accin constitucional; o si se produjere con ocasin de la relacin
existente entre un administrado y la respectiva Administracin,
corresponder su sustanciacin a la jurisdiccin contenciosoadministrativa, general o especial, segn el caso; etctera.
Del anlisis del mencionado artculo se impone colocar en relacin de
afinidad o proximidad dos elementos: la materia de competencia del
tribunal, especial u ordinaria, y, la naturaleza del derecho o de la
garanta constitucional violada o amenazada de violacin; en otras
palabras, se trata de atribuirle la competencia de las acciones de
amparo a los Tribunales que se encuentren ms familiarizados por su
competencia con los derechos o garantas constitucionales que sean
denunciados -vid. Sentencia de esta Sala N 2.583/2004-.
Ahora bien, tal como la parte actora presenta las caractersticas del
conflicto en su escrito de amparo, podra inicialmente aseverarse que
se evidencia que el mbito en el cual se generaron las lesiones fue el
laboral, por cuanto las vas de hecho que fueron delatados forman
parte de un conflicto de esa naturaleza cuyas acciones fueron llevadas
a cabo por trabajadores de la demandante y, en ese contexto,
resultaran plenamente aplicables el criterio que ha expresado [esta

Sala] en sentencias n. 2445 del 20 de diciembre de 2007, caso:


Construcciones e Inversiones Siglo XXII, C.A y n. 503 del 7 de abril
de 2008, caso: Distribuidora Other C.A. en los que, en caso de
amparo por obstruccin de la entrada y salida del personal a la planta
de una compaa, accin que ocasion la paralizacin de las
actividades dentro de la misma, se consider el amparo fuera de la
competencia de los Tribunales laborales en tanto que quienes
participaban en las vas de hecho no fueran trabajadores del quejoso,
criterio que a fortiori indica que son de la competencia de laboral
pretensiones de tutela constitucional cuando las conductas sean
protagonizadas por trabajadores al servicio del agraviado (Cfr.
Sentencia de esta Sala N 1.620/08).
Sin embargo, en el presente caso al examinar las denuncias -entre
otras- de amenazas y violacin de los derechos constitucionales al
trabajo, a dedicarse libremente a la actividad econmica de su
preferencia y a la seguridad agroalimentaria, es claro que a pesar de
advertirse en el objeto del amparo interpuesto, aspectos vinculados
con la materia laboral, e incluso colindantes con la materia comercial y
civil, prevalece por su importancia el aspecto referido a la seguridad
alimentaria, propia de los rganos jurisdiccionales con competencia
agraria.
En tal sentido, debe advertirse que la presente decisin en forma
alguna plantea que cualquier conflicto laboral que se presente en una
empresa vinculada con alguna cadena agroproductiva, determina
necesariamente la competencia de los tribunales con competencia
agraria, ya que lo relevante a tales fines, es como se seala infra, que
las circunstancias del caso permitan establecer que existe al menos
un riesgo real que afecte la seguridad agroalimentaria, lo cual debe
ser determinado de forma casustica(Omissis) (Negritas y
subrayado de este Juzgado)
Con este precedente, considera quien suscribe que se resuelve esta
problemtica por lo menos en el asunto sometido a su anlisis, ya que
claramente advierte que cuando de alguna forma pueda afectarse de
manera real la seguridad agroalimentaria ante la existencia de varios
derechos o materias involucradas, efectivamente estaramos ante un
fuero atrayente a la especialidad de la materia agraria que pudiera
generar de alguna forma que prevalezca la agrariedad ante las otras
ramas o especialidades del derecho.
Al hilo de lo sealado, tal y como fue sealado acertadamente por el

Juzgado A quo, los bienes estn constituidos por los derechos y


acciones que posea el de cujus Yunes Estanga Martinez, sobre las
sociedades mercantiles Agropecuaria La Vergataria C.A. y
Agropecuaria La Morena C.A., ambas domiciliadas en Maracay
Municipio Girardot estado Aragua, las cuales, aunque tienen como
finalidad la explotacin agrcola, no se encuentran en riesgo o
menoscabo en sus actividades productivas con la sustanciacin de la
presente accin de particin de la comunidad hereditaria que haga
prevalecer la materia agraria ante la especialidad de la proteccin del
nio, nia o adolescente, que busca liquidar un acervo hereditario, no
afectando ni directa ni indirectamente los intereses colectivos, ni
tampoco la Seguridad y Soberana Agroalimentaria propia de la
materia agraria, sin que ello signifique que ante otro tipo de
pretensiones cuya satisfaccin sea peticionada por vas ordinarias y
que se encuentren vinculadas con los conflictos intersubjetivos no
puedan o deban ser planteadas ante los Juzgados especializados en
materia agraria como el Juzgado A quo velando por la integridad de la
Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela de conformidad
con su postulado establecido en el artculo 334 disposicin que est
dirigida precisamente, a que todos los Jueces que se vean en la
necesidad de hacer valer la Ley, cuya base es la Constitucin
Nacional, indistintamente de la competencia por la materia, territorio,
cuanta o funcional, deben asegurar su integridad aunque no sea el
mbito de su especialidad directamente (Cfr. Sentencia N 833 del 25
de mayo de 2001 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en la cual adems de analizar e interpretar el contenido y
alcance del artculo 334 eiusdem en lo atinente al control difuso de la
constitucionalidad, tambin hacen referencia a la integridad de la
Constitucin en los siguientes trminos: (Omissis)No debe
confundirse el control difuso, destinado a desaplicar normas jurdicas,
con el poder que tiene cualquier juez como garante de la integridad de
la Constitucin, de anular los actos procesales que atenten contra ella
o sus principios, ya que en estos casos, el juzgador cumple con la
obligacin de aplicar la ley, cuya base es la Constitucin(Omissis)
(negritas y subrayado de este Juzgado), razn por la cual ante la
existencia en el proceso de un nio de cuatro aos de edad (cuya
identificacin se omite de conformidad con lo establecido en el artculo
65 de la Ley Orgnica para la Proteccin del Nio, Nia y
Adolescente), este Juzgado Superior Agrario resolviendo el conflicto
de competencia sobrevenida surgida entre el Juzgado Tercero de

Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la Circunscripcin


Judicial del estado Aragua y el Juzgado Agrario Primero de Primera
Instancia Agraria de la Circunscripcin Judicial del estado Aragua,
considera que el Juzgado competente por fuero atrayente para
conocer de la accin por Particin y Liquidacin de la Comunidad
Hereditaria intentada por los ciudadanos ROBERT ARNALDO
ESTANGA FERNANDEZ y ARNALDO HANER ESTANGA
FERNANDEZ, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cdulas
de identidad N V-14.238.917 y N V-14.527.445, respectivamente,
contra las ciudadanas INDIRA OTILIA ESTANGA OCHOA y ANDREA
VINICIA ESTANGA OCHOA, venezolanas, mayores de edad, titulares
de las cdulas de identidad N V-18.264.821 y N V-18.264.823,
respectivamente, es un Juzgado de Primera Instancia de Mediacin y
Sustanciacin de Proteccin del Nio, Nia y Adolescente de la
Circunscripcin Judicial del estado Aragua, conforme a los criterios
plasmados por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
en la sentencia del 10/07/2012 con ponencia de la Magistrada Carmen
Zuleta de Merchan en el Expediente N 12-0443 en concordancia con
la sentencia del 09 de diciembre de 2010 en el Expediente N AA50-T2010-0885 con ponencia de la Magistrada Luisa Estella Morales
Lamuo. As se declara y decide.
-IVDISPOSITIVA
Por los razonamientos antes expuestos, este Juzgado Superior
Agrario de la Circunscripcin Judicial de los estados Aragua y
Carabobo, administrando justicia emanada de los ciudadanos y
ciudadanas, en nombre de la Repblica Bolivariana de Venezuela y
por autoridad de la Ley, declara:
PRIMERO: Que es competente para conocer del conflicto negativo
planteado entre el Juzgado Tercero de Primera Instancia Civil,
Mercantil y Agraria de la Circunscripcin Judicial del estado Aragua y
el Juzgado Agrario Primero de Primera Instancia Agraria de
Circunscripcin Judicial del estado Aragua.
SEGUNDO: Que el Tribunal competente para conocer y decidir la
accin por Particin y Liquidacin de la Comunidad Hereditaria
intentada por los ciudadanos ROBERT ARNALDO ESTANGA
FERNANDEZ y ARNALDO HANER ESTANGA FERNANDEZ,
venezolanos, mayores de edad, titulares de las cdulas de identidad

N V-14.238.917 y N V-14.527.445, respectivamente, contra las


ciudadanas INDIRA OTILIA ESTANGA OCHOA y ANDREA VINICIA
ESTANGA OCHOA, venezolanas, mayores de edad, titulares de las
cdulas de identidad N V-18.264.821 y N V-18.264.823,
respectivamente, es un Juzgado de Primera Instancia de Mediacin y
Sustanciacin de Proteccin del Nio, Nia y Adolescente de la
Circunscripcin Judicial del estado Aragua.
TERCERO: Remtase copias certificadas de la presente decisin al
Juzgado Tercero de Primera Instancia Civil, Mercantil y Agraria de la
Circunscripcin Judicial del estado Aragua y al Juzgado Agrario
Primero de Primera Instancia Agraria de Circunscripcin Judicial del
estado Aragua, de conformidad con lo establecido en el artculo 75 del
Cdigo de Procedimiento Civil supletoriamente aplicado.
Publquese y regstrese.
Debidamente, firmada y sellada en la sala de despacho de este
Juzgado Superior Agrario de la Circunscripcin Judicial de los estados
Aragua y Carabobo, con sede en la ciudad de Maracay, estado
Aragua, a los dieciocho (18) das del mes de enero de dos mil trece
(2.013). Aos 202 de la Independencia y 153 de la Federacin.
EL JUEZ
ABG. HECTOR A. BENITEZ CAAS
EL SECRETARIO
Abog. LUS ABREU GUERRERO
En esta misma fecha se public y registr la anterior decisin siendo
las 02:00 p.m. y se libraron los oficios ordenados.
EL SECRETARIO,
Abog. LUS ABREU GUERRERO
Exp. N 2013-0246
HBC/Lag

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