Doctrinas y Doctrineros. Sierra Limeña, Siglos XVI-XVII Por Carlos Carcelen Reluz
Doctrinas y Doctrineros. Sierra Limeña, Siglos XVI-XVII Por Carlos Carcelen Reluz
Doctrinas y Doctrineros. Sierra Limeña, Siglos XVI-XVII Por Carlos Carcelen Reluz
SIERRALIMEÑA
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carlos carcelén Reluz*
EnAméricaEspañoladurantelossiglosXVlyXVll,sellamabanDoctrinasalas
sacerdotes, bien seculares o regulares'
parroquias de indígenaslistidas por uno, dos o más
presenta elementos constitutivos que la
con atribuciones de .ur" ¿, ¡fmas. La Doctrina
.ótno, el ubicarse en una porción determi
caactenzande otras organizaciones eclesiásticas,
Diócesis; tener una Iglesia o más subordinados
nada de territorio dentro de los límites de una
o regular - pueden haber
a una principal; tener doctrinero,
que puede ser un sacefdote secular
Doctrina con el
- oficio de cura de Almas y
más de uno acuerdo .on iu i*poit"tt.i" ¿" la
feligreses en su totalidad
jurisdicción eclesiástica; y lo fundamental tener una población tle
dad, hasta después del concilio de Trento que finalizó el año de 1563.
Nunv,r S¡vrrsts 56
DOCTRINAS EN EL PERU
A la llegada de los españoles al Perú, dado el escaso número de clérigos y religio-
¡os, la tarea de doctrinar a los indlgenas, fue asumida por laicos, y luego ejercida por sacer-
dotes, que se convirtieron en los Padres Doctrineros de los pueblos recién convertidos, los
cuales desde un inicio fueron denominados Doctrinas. Est¿ situación se mantuvo hasta el
hime¡ Concilio Limense, que se inició en 155 1.
Después de este Primer Concilio, se dieron diversas Reales Cédulas, que apuntaban
a evitar que los funcionarios coloniales y los particulares impidieron la actividad de los
Doctrineros en los pueblos de Indios, siempre y cuando tengan Licencia de los Prelados. Con
g6to último comienza a demostrarse la intervención del poder del Est¿do en la actividad de la
Iglesia en el Peni. (Biblioteca Nacional, Manuscrito A 44,1557).
Con laorgmización de las reducciones de los indígenas a pueblos, se intensificó y
aumento la campaña de evangelización, ya que la base puala consútución de un pueblo de
ese tipo, será la construcción de una Iglesia y además que el pueblo se encontrase dentro de
lajurisdicción de una Doctrina.
La creación de las Doctrinas gracias al Real Patronato fue función exclusiva del
Re¡ quien la cumplla a través de sus Vineyes, Gobernadores, Audiencias y Obispos. Pero
fueron las Ordenes Religiosas, que llegaron desde un inició conjuntamente con las Eopas de
Conquista las que fundaron las primeras organizaciones eclesiásticas alrededor de sus con-
ventos.
Posteriormente con la consolidación del Régimen Colonial y con los cambios pro-
ducidos en la Iglesia a través del Concilio de Trento, las doctrinas van a tener un mayor
control del Estado y de los Obispos, cosa que se observaen los requisitos que deblan presen-
tar los clérigos y los religiosos pam ser doctrineros.
Ios requisitos que los clérigos debían cumplir, fueron: tener la licencia del Obispo
de laDiócesis para adminisffar sacramentos, tener licenciapara oir confesiones, tener licen-
cia para predicar; y posteriormente dar un examen de suficienci4 que consistla en pruebas de
Teología Moral y Casos de Conciencia, lcngua General de los inüos o quechu4 y sobre los
misterios de laFe. Después de esto el sacerdote, sea secular o regular, tenlaque ser escogido
por el Viney y sus representántes que olan las recomendaciones de los Obispos. (Trujillo
1963:118-119).
Las disposiciones del Concilio de Trento, llegaron a la América Española a ftavés
de la Real Pragmática del 12 de Julio de 1564, dada por el Rey Felipe II, en donde se subor-
dina a los doctrineros a pedir autorización para poder ejercer sus oficios. (Trujillo 1963: I 14).
En una Carta del Arzobispo de Lima Gerónimo de Loaysa del 20 de Abril de 1567, se
comunicaal Rey el recibimiento de las disposiciones del Concilio, y además se presenta una
breve pero elocuente reseña de la situación del Penú. (Levillier 1919,T.2:64-67).
En el año de 1567 se convoco al Segundo Concilio Limense, tomando como base
los principios del Tridentino.
Este Segundo Concilio se dedico en toda su Parte Segunda a reglamenta¡ las Doc-
rinas de Indfgenas. (Biblioteca Nacional Manuscrito A 570, 1567). Esta reglamentación se
NuBv¡ S¡rsrrsts 5?
presenta como n@esaria pof los abusos contra los indlgenas, que también van a ser critica-
de las
dos por Juan de Matienzo en el mismo año en su Gobierno del Penú. Además muchas
refonnas planteadas por este funcionario en materia de Doctrina de indlgenas tienen el mis-
por el Segundo Concilio, lo cual demuesFa que en
mo sentido de las reglamentaciones dadas
esta materia existla un necesa¡io concenso enFe el Estado y la Iglesia.
Matienzo propone que las doctrinas sean beneficios perpetuos y que cuenten con
salario y con productos alimenticios dados por la comunidad. Además que el doctrinero
no
realice tratos ni contratos, que no tenga propiedad inmueble en el territorio de la doctrina,
que no este <<amancebado públicamente, o diere mal ejemplo con su vida...> (Matienzo
1967(1567):rr$.
Estas disposiciones fueron impuestas en la generalidad de Doctrinas del Pení en
el gobierno del Viney Francisco de Toledo (1569-158 1), quien logro subordinar la totalidad
de las Doctrinas a las disposiciones del Real Patronato, basándose en la Real Cédula
del
Primero de Junio de 157 4. (Trujillo 1963: 114).
que
Con estos avances la Parroquia o Doctrina de indlgenas adquirirá ofas caracterlsticas
se constituirán en las bases de su posterior accionar. Estas caracterlsticas
las reseña muy bien
el el siglo XWI, Alonso de la Peña Montenegro en su Itinerario para párrocos de in'
dios...,i,,También se dicen los Párrocos Doctrineros: porque al principio, cuando se descu-
brió este Nuevo Mundo, asl los Clérigos, como los Religiosos, que con los primeros Descu-
con los
bridores y Conquistadores pasaron de España á estas pafes, lo primero que hicieron
Indios, después que tuvieron alguna noticia de su idioma, fue enseñarles y catequizarlos en
los Misterios de nuestra Santa Fé: pues sin esta diligencia no podrfan administrarles algún
Sacramento; y luego que hubo Obispos, y se dividieron territorios, y los señalaron
z cadz
Iglesia, y Us óncomend"ton a los Sacerdotes, se les ordenó, que todos los üas enseñasen
la
número 32, por estas
ñoctrina a los Indios, como se refiere en el Concilio Limense Segundo,
palabras: Con Precepto, que todos los Curas enseñen a los Indios varones' y mujeres ,
y
¡nuchachos, no solo en Romance, sino también en su lengua, el Padre Nuestro, el Ave María,
y el Credo, y los Mandamientos de Dios, y de la Iglesia, de modo que lo tengan en la
memo-
ria. y de esta primera y forzosa ocupación tuvo principio, llamar a las Beneficios de Inüos
Doctrinas, y itot Párrocos Doctrineros. De donde se sigue que los Sacerdotes que adminis-
llamen comunmente
tran y sirven estas Iglesias, ora sean Parroquiales, ora no, sino Curadas, se
Párrocos, o Curas Rectores; y siendolo de Indios, Doctrineros: por lo cual, aunque estos
obra usa-
nombres tienen distintas significaciones y formalidades en sus ministerios, en esta
remos de ellas indistintamente, como si fuesen sinónimos>. @eña Montenegro
177 l(1668):2).
<...La Pri-
En el ltinerario se reseñan rambién las obligaciones de los doctrineros:
y mas veces que
mera el decir Misa al Pueblo todos los Domingos, y Fiestas del año, las
Feligreses' La
ftlere necesario. La Segunda, es predicar, y enseñar la Doctrina Cristiana a sus
eR su ParrOquia'
tercera, eS dar limOSna a IOS menesterosos. La cuarta, residir continuamente
para que si adoleciere alguna de sus ovejas, acuda luego a curaria, aplicando la
medicina de
Esplritu
los santos Sacramentos; y p^t^ esto eS forzosa su existencia, que es lo que dice el
Santo, ...> (Peña Montenegro 1771(1668):41).
Nrrnv¡ Strresls 58
LOS INGRESOS DE LOS DOCTRINEROS
l,os ingresos de los pánocos en laAmérica Española tienen que ser diferenciados.
En el caso de las parroquias, de población española, criolla, mestiza o indígena urbana, los
Ingresos se obtenfan del diezmo que enfiegaban las cinco novenas partes y media de la mitad
dcl tot¿I, de lo dado en una Diócesis, como pago a los párrocos. Además a éstos les era
permitido cobrar por administrar los sacramentos. Mienras que los párrocos o doctrineros
de indígenas estaban impedidos de cobrar por adminisftar los sacramentos y sólo recibían
como ingfesos sus slnodos o salarios, además de servicios y limosnas en dinero o productos
dados por los indígenas voluntariamente. (Acosta I982:II9-120).
Con respecto a los productos dados por los indígenas voluntariamente para el soste-
nimiento de los doctrineros, tenemos presente un testimonio recogido por Rafael Loredo:
rCada semana
Una hanega de maizi Dos cargas de papas; Cuatro aves, mitad hembras; Dos perdices.
Y Cadames:
Un puerco bueno de año y medio desde a¡riba.
Y Cada4 meses: 1 puerco para tocinos.
Y los viemes y dlas de pescado, cada dla Doce huevos y pescado.
Y además cada día: un can¿arillo de chicha y leña para quemar y yerba para su cabalgadura-
Esto es lo que correspondía al cura doctrinero; pero, como se -comprenderá y más los que
han vivido en muestras serranías- todo lo que llevaban los indios de regalo era muchísimo
más.> (Loredo 1958: 140).
Esto era lo legalmente establecido, pero en la realidad muchos doctrineros de indí-
genas, cobraban por administrar los sacramentos, y exiglan servicios personales domésticos,
además de productos agrlcolas y ganaderos. Cosas que persistieron a pesar de las reformas,
como los casos de los doctrineros de Santiago de Carampoma, Luis García de Surita (Archi-
vo Arzobispal de Lima, Sección Visitas Pastorales, Legajo 9, Expediente VII, 1631), y de
San Pedro de Casta, Francisco Gamarra (Archivo Arzobispal de Lima, Sección Visitas
Pastorales, trgajo 9, Expediente VIII, 163); ambos denunciados en 1631 al haber cobrado
por administrar y oficiar misas, así como otros abusos.
El doctrinero Luis Garcla de Surit¿, después de una üsita resulta ser culpable sólo
de no haber <<...hecho la profesión de la fe, en conformidad de lo dispuesto por el Santo
Concilio de Trento...>: Además de no tener los libros de registros de defunciones. (Arhivo
fuzobispal de Lima, Sección Visitas Pastorales, l,egajo 9, Expediente VII, folios 5v-6, 1631).
Mientras que el doctrinero Francisco Gamarra, sale libre de culpas y más bien en la sentencia
el propio fuzobispo, dice: <<...1e declaro por muy buen doctrinante y digno y merecedor de
mayores beneficios doctrinales, y prebendas en Iglesias, Catedrales...> (Archivo fuzobispal
de Lima, Sección Visitas Pastorales, t egajo 9, Expediente VIII, folio 5V 1631).
A la llegada del Vrney Toledo en el año de 1569 los <clérigos y frailes, obispos y
prelados de las órdenes eran señores absolutos de todo lo espiritual y temporal, y en lo tem-
poral casi no conocían ni tenían superio>. Además de esto el sínodo o salario que les estaba
NuBvr Sr¡nesrs 59
en plata y comida' Estaba también el
scñalado les era pagado por los encomenderos tanto
productos agropecuarios.
..camarico' o regaló oblfoatorio que recibían de los indígenas en
los clérigos y religiosos que, además de cobrar
Todo esto era insuficien típxala codicia de
com-
fo. *rr.*i.ios espirituales, exigían cobros y productos más allá de lo establecido en
dichos sacerdotes tenían cfuceles' alguaci-
if"U"a V sociedad con to, áiq,i"t, nporquó l-os y porque se les antojaba, sin que hubiese
les y cepos donde los predían tcastig;ban cómo
*
quién les fuese a la mano.> (I-6pezde Caravantes 1965' t"'I:.259)
por el Viney Toledo, pero
Muchos de estos priviiegios trataron de s9r reformados
sus buenas intenciones quraronin el
papel y en pocas ocasiones fleron cumplidas, como
del Repartimiento de Chaclla' en el
en el caso del doctrinero de Santiago á. Car^tpóta,
quien fue setenciado con la privación de
Corregimiento de Huarochirí, Herniurdo de Jesús,
que le reportaba su doctrina, después de una Visita pastoral por
los be'neficios económicos
esa zona. (Archivo Arzouispa ae Lima, Sección
visitas Pastorales, Legajo 9, Expediente I'
1600).
Este mal comportamiento de los doctrineros, no fue eliminado con las reformas
se intensificaron desde el inicio
inftoducidas por Don Francisco Toledo, e incluso los abusos
el número de denuncias contra éstos.
del siglo XViI, aumentando con ello
efectuadas por los caciques Lorenzo Curaca y Fran-
Tal es el caso de las denuncias
Mama en el Corregimiento de
cisco Vilcacaxa contra el doctrinero del Repartimiento de
Perez Biberos, quien cobraba 106-quesos entre las cuatro
Huarochirí, Licenciado Lorenzo
por oficiaímisa en la fiesta del corpus christi' Además de esto'
comunidades a su cargo,
terreno de su propiedad, pagánd9-
dicho doctrinero obligaba a trabajar a sus feligreses en un
que el cura se encargará de
les solo 2 reales por día (debla[de ser 5), entre otros abusos,
lima, Sección capltulos, Legajo I'
desmentir, a lo largo del proceso. (Archivo Arzobispal de
Expediente IV folio
1, 1605-06).
con abu-
El fallo de este pfoceso absuelve al doctrinero de los cargos relacionados
con las deficiencias en su misión doctrinal'
sos económicos y morales, asl como lo relacionado
Sólo se le culpa por no pagar los sala¡ios justos y reglamentados a los mitayos e indios
que enviaba a Lima
pu"rro, a su serviiio, en ía tgtesia y en sus propiedades, asl como a los
con mercanclas de su propi"i¿. (¿t ttiuo Arzobispal de
Lima, Sección Capítulos' Legajo 1,
Expediente IV folio 135, 1605-1606)'
doctinero,
Al año siguiente el cacique Francisco Vilcacaxa acusa nuevamente a este
pero por muerte, (Archivo fuzobispal de Lima, Sección Capltulos, lrgajo
I'
^e*pái"n,."*rnrrid"
M, folios l-lv, 1607), cosír que no parece exhaña' ya que el mismo doctrinero,
y que
dice que este cacique que le denunciaba era su <<...enemigo capital,
^rt
an ;oi.io *terior
por amancebarse con una
siemire me tenido odio y mala voluntad por a verle castigado...>,
a
1, Elrydiente IV, folio 11lv'
in¿ia (R .f,iuoArzobispi de Lima, Sección Capltulos,lrgajo
los indios de los abusos del
1605-i606). Y además'porque el doctrinero dice que protege a
to htgo del proceso los caciques asumen como burdera
cacique, cosa que también á
que su poder para enriquecerse, hubo oÚos, como el
Asl como este doctrinero, us¿l
y San Pedro de Casta en el Repartimiento de
caso del doctrinero de Santiago Carampoma
Nuevr Slñr¡srs 60
muertos' ade-
chaclla Licenciado Francisc o de Galarza,quien exigla diezmos, incluso a los
proporcionarán hierbas medicinales
fnáS de obligar Ltrabaiñ a los feligreses y que éstos le
on fot . gfiroita (fuóhivo A¡zobispal de Lima, Sección
Capltulos, Legajo 3, Expediente II'
folio 1-lv, 1619). Ante estas acusaciones el cura se defiende culpando a los indlgenas de
T{üE'vASIftn$l- 6t
Puesto que las
uncaso especial fueron los miembros de la compañfu de Jesús.
parroquias con los
doctrinas de indlgenas estaban jurfdicamente establecidas en forma
de
(reglamentados por el Concilio
derechos y cargos correspondientes, como el salario o slnodo
(aprobado por la Sede Apostólica),
de Trentó, y debido al Instituto de la Compañfa de Jesús
los miembros de esta orden religiosa estaban privados de
percibir emulumentos por sus ser-
Indlgenas eran parroquias, es
vicioS. Además en la Iglesia Indiana todas las Docfinas de
y funcio-
¿e"itfun"n.ios curadoi o pensiones fijas, I estaban zuietas a elección de Obispos
y Bartra
narios reales. cosas que eran ajenas alrégimen y esplritu de la compañla' @gaña
1955-56:213-214).
L¿solución a estasconúadicciones fue la adaptación del Instituto de la Compañla
ya que de participar en eldoctrinamiento.de los indlgenas y los benefi-
"Jii
'nni.^rnanera
cios económicos que fafa consigo. Cosa qo" los
jesuitas supieron aprovechar, est¿blecién-
dose en las docrinas más ricas y en las q.ue reciblan altos salarios, como las doctrinas de
Cercado iniciada
Huarochirl iniciadas en 1569 (Oiiva 1895(1598): 19), y la de Santiago del
(Biblioteca Nacional, Manuscrito A 620, 1598). A la vez que plantearon nuevos
en 1570
en 1576'o
lpor ¿" ü*izaciones eclesiásticas, como las misiones de Potosl y Juli iniciadas
iÁá"iru"i¡án iniciadas en 1584, o las del Paraguay iniciadas en 1590, entre otras. (Mateos
'
l9aa116oo¡, t. D. el
Irgalmente los únicos ingresos monetarios de los docfineros o párrocos fueron,
que se beneficiaron
slnodo o rrírrio, que la Corona eitableció con el Real Pa6onato, del
todos los doctrineros, füeran seculares o de órdenes religiosas'
por
Y para la primera d&adadel siglo XVII en el caso de las ordenes, los ingresos
las 302 docrinas que
slnodo ó salario fueron l22.l22pesos de a ocho reales, en total, de
en el entonces virreinato del Pen1. (Ver Cuadro l\Ia 01).
administraban
CUADRONC I
LAS ORDENES RELIGIOSASY SUS INGRESOS
POR SINODO O SALARIO
Nusvr SIrrBs¡s 62
pero para arios posteriores no se pueden presisar con claridad los ingresos por sfnodo
de Chinchón'
dc los Docfineros, cosa que se observa en una c:rúa de 163l al Virrey Conde
ni cobramos lo
donde se dice sobre los sinodos que <...hasta ahora no tenemos razón de ello
que se debe...> (Biblioteca Nacional Manuscrito, 8981, 1631' f'l)'
pese alapreponderanciade los miembros delaOrden Santo Domingo, para media-
REGULARESY SECULARES
FTJENTES INEDITAS
NuevrSnr¡¡sls 63
t622 Irgajo 3, Expediente causa de capltulos segui-
)fl. san Francisco de chaclla,
Oa poi alonso de Torres Romera" procurador general de los
indios y los caci-
quós principales Don Francisco Muchay y Juan Vilca contra el Licenciado
Luis Mejla... 5 folios.
Legajo i3, n,p.di.nte I. Causa de capftulos seguida contra los curas_ de las
r&5
¿oórinas de, San Francisco de Chacllq Gasma, Huacaybamba, Santo Domin-
go de ocras, san Mateo Huanchor y, parroquia de san Marcelo, sobre las
lt"ues faltas que cometen en la adriiinistración, de los Sacramentos, Don
Melchor de oviedo, Juan de Pa¡edes, Francisco de cepeda, notarios, Don
Alonso de Castro protector de los naturales, Doctor Pedro de Villagómez, Ar-
zobispo,24 folios.
ARCHIVO ARZOBISPAL DE LIMA, Sección Visitas Pastorales:
r600 Irgajo 9, Expediente I. Huarochirl docrina de Santiago de Carampoma auto$
deióusación y apelación que sigue el presbltero cura beneficiado Hernando
y
a de Jesús contra el visitador Hemando Martines, sobre haberle setenciado
haberle privado con penas drásticas a su beneficio. l0 folios'
1631 trgajo g,nxpediente vII. Huarochirl autos contra el curaluis Garclade Surit¿
de la Doct¡ina de Santiago de Carampoma 8 folios.
1631 I-egajo 9, Expediente V[I. Huarochirl docrina de San Pedro de Casüa, cafgos
qoó ó h hacen al cura Francisco Gama¡ra por diügencias practicadas en la
visita secreta 6 folios.
r&2 Irgajo 9, Expediente )üv. Huarochirf docrina de San Francisco de chaclla y
,oJ-.*o, iutos de visita eclesiástica con6a el cura Luis Mejla de Estela 6
folios.
BIBLIOTECA NACIONAL, Manuscrito:
1557 A44. Traslado devarias cédulasajadas delasreligiones, siendoprincipaluna los
de 1557, sobre que nadie pueda impedir el predicar a los religiosos en
pueblos de indioi, teniendo licencia de sus prelados, ni le impiden emplear
todo el tiempo que les pareciere. 7 folios.
r567 A 570. Sumaria del concilio provincial que se celebra en la ciudad de los
Reyes, etc. 24 folios.
1598 a ézo. Historia Eclesiástica de la provincia del Penl de la Compañfa de Jesús
por el padre Jacinto Barrasa. 288 folios.
1631 b gg. Óonsutra hecha al Viney Conde de Chinchón sobre la forma cómo ha de
cobrarse los slnodos, emolumentos y oFos derechos correspondientes a
docrinaniento de indios. I folio.
B 443.Expediente sobrelapetición presentadapor sebastián Quispe
Ninavilca'
t673
principal del pueblo de San Juan de Quivi para que se r-e9iba información
'sotre !e
28 folios'
unos Uiines que deben ser restituidos a la parroquia del lugar'
Nuevn Slrresls 64
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