Resumen Lingüística Pragmática y Sociolingüística

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Definiciones de Pragmtica y Problemas

Levinson: Presenta diferentes definiciones de Pragmtica y seala cules son sus


ventajas y sus desventajas; es decir, comenta por qu las definiciones proporcionadas no
son idneas. Incluye las relaciones que las definiciones establecen entre Pragmtica,
Semntica y Sintaxis.
Levinson: Una oracin es una entidad terica abstracta definida dentro de una
teora de la gramtica, mientras que un enunciado es la emisin de una oracin en un
contexto real (enunciado = oracin + contexto).
a) La pragmtica es el estudio de aquellas relaciones entre el lenguaje y el contexto
que estn gramaticalizadas, o codificadas en la estructura de una lengua.
Ventajas: Incluye el estudio de la deixis, los actos de habla y la presuposicin.
Restringe el campo de estudio a cuestiones puramente lingsticas.
Desventajas: Excluye el estudio de las implicaturas converscionales y de los
principios del uso e interpretacin del lenguaje.
b) Definicin por la negativa: La pragmtica es el estudio de todos aquellos
aspectos del significado que no son contemplados en una teora semntica.
Dentro de la pragmtica se incluira el significado no-natural de Grice
(comunicacin intencional, siendo necesario que el emisor tenga la intencin de
hacer que el receptor piense o haga algo, haciendo simplemente conocer al
receptor que est intentando causar este pensamiento o accin).
Ventajas: Se incluyen as la mayora de fenmenos a considerar, como las
implicaciones irnicas, metafricas e indirectas.
Desventajas: El mbito de la pragmtica parecera variar considerablemente
segn la clase de teora semntica que adoptara; es decir, dependera de los
contenidos abordados por la semntica, y quedara tal vez demasiado
restringida o amplia.
c) La pragmtica es el estudio de las relaciones entre el lenguaje y el contexto que
son bsicas para dar cuenta de la comprensin del lenguaje (hacer inferencias).
Ventajas: Se reconoce que la pragmtica concierne esencialmente a la
inferencia; no distingue entre semntica y pragmtica de acuerdo con el rasgo
codificado / no condificado. Desventajas: La pragmtica incluira entonces el
estudio de la interaccin entre el conocimiento del mundo o enciclopdico de
los participantes; adems, se requiere de una definicin explcita de la nocin
de contexto.
d) La pragmtica es el estudio de la capacidad de los usuarios del lenguaje para
emparejar oraciones con los contextos en que estas seran adecuadas. Esta
definicin tiene en cuenta las condiciones de fortuna o, en otras palabras,
adecuacin al contexto. Ventajas: Otorga a la pragmtica un estatuto
importante dentro de los fenmenos lingsticos, no la subordina o enlaza con
otra disciplina, le otorga un papel definido. Desventajas: Puede confundirse
fcilmente con la sociolingstica.

e) Definicin extensional: La pragmtica es el estudio de la deixis, la implicatura,


la presuposicin, los actos de habla, y varios aspectos de la estructura del
discurso. Ventajas: Incluye todos los fenmenos supuestamente pertinentes a la
pragmtica. Desventajas: No otorga ningn criterio de inclusin o exclusin de
fenmenos potencialmente interesantes para abordar desde una perspectiva
pragmtica; tambin es poco til para dar cuenta de cul es el terreno esencial
de la pragmtica.
Menndez: El problema de definir Pragmtica.
El uso moderno del trmino pragmtica se debe al filsofo Charles Morris,
quien continuando la lnea de Locke y principalmente Peirce bosqueja las caractersticas
generales de la ciencia de los signos, de la semitica. Los problemas con los que la
pragmtica trabaja pueden plantearse a travs de ella.
Concepcin tradica del signo de Peirce: Propone un signo de tres vrtices y
focaliza un objeto de estudio de acuerdo con el vrtice que se decida privilegiar.
OBJETO

FUNDAMENTO

INTERPRETANTE

De esta manera, tenemos un signo en el que se marcan tres campos de estudio


bien definidos relacionados con cada vrtice de la siguiente manera.
LGICA

GRAMTICA PURA

RETRICA

Por consiguiente, las asociaciones son las siguientes:


-Objeto Lgica
-Fundamento Gramtica pura
-Interpretante Retrica

Vemos claramente que los tres vrtices permiten establecer relaciones entre lo que
luego se denominar sintaxis, semntica y pragmtica.

Al fundamento se lo asocia con la gramtica pura, es decir, aquel aspecto que


fija las condiciones de relacin del signo. La sintaxis es esa gramtica, la que permite
establecer relaciones entre formas.
Al objeto se lo asocia con la lgica, es decir, aquel aspecto que fija las
relaciones del signo con su referente en trminos de condiciones de verdad. Constituye
una semntica.
Al interpretante se lo asocia con la retrica, es decir, aquel aspecto que fija las
relaciones del signo con su posibilidad de ser interpretado, es decir, usado con un
sentido determinado. Esta asociacin es importante ya que, desde los inicios, la
pragmtica est claramente asociada con la retrica en trminos de interpretacin. La
pragmtica aparece como una nueva retrica que se centra en la asignacin de
sentidos particulares, es decir, contextualmente dependientes.
Si bien la concepcin tradica del signo no es nueva, pues fue postulada por
los estoicos, es Peirce quien la reformula y permite modernamente dar comienzo a un
nuevo campo de estudio. Sin embargo, sern sus discpulos, Ogden y Richards (1922)
los que se encargarn de poner en prctica y reformular sus postulados:
PENSAMIENTO

SMBOLO

REFERENTE

Es importante destacar en esta descripcin la parte que le corresponde al


referente, y sus relaciones con el smbolo y con el pensamiento, ya que ah est el origen
de toda la pragmtica en su concepcin moderna. Podra ser caracterizada como una
teora referente en la que se incluiran sus tpicos centrales: uso comunicativo y
contexto.
Leech y tres enfoques diferentes sobre cmo considerar a la pragmtica.
I.

II.

III.

La primera de ellas, la posicin semanticista marca un claro predominio


de la semntica sobre la pragmtica. La pragmtica, desde este punto de
vista, sera una parte de la semntica; se ocupara de aquellas cuestiones
de las que una teora semntica no puede dar cuenta.
La segunda posicin, la complementarista, ubicara a la semntica y a la
pragmtica en posicin de complemento, sin marcar jerarquizaciones
entre ellas, desestimando el predominio de una sobra otra, pero dejando
en claro que ambas trabajan sobre dimensiones del signficado que, si
bien reconocen su propia especificidad, no dejan por eso de estar
relacionadas. Esta posicin evita la jerarquizacin y logra as ir ms
all de las posturas tradicionales.
La tercera, la pragmatista, se opondra a la primera. La pragmtica
pasara a incorporar a la semntica dentro de su alcance y le asignara el

estudio de aquellos aspectos del significado que se relacionan con las


condiciones veritativas de los enunciados sobre los que trabaja. Tanto
Leech como Levinson adhieren a esta tercera posicin que no dista, en
definitiva, de ser una visin estructuralista de los problemas que plantea
la pragmtica dentro del anlisis lingstico. La lengua, en esta
extensin que ellos proponen, sera el ltimo nivel (en referencia a los
niveles de Benveniste) que necesariamente incluira a los anteriores a
partir del sistema de exclusiones caracterstico del pensamiento
estructural (como, por ejemplo, hace Saussure con la lengua al definirla
como lenguaje menos habla). Aceptar el pensamiento dicotmico
estructuralista y generativista sera transportar una definicin de objeto
y una metodologa pensada a partir del objeto originalmente recortado,
sin justificacin aparente, ni rigor cientfico. Afirmar que la pragmtica
es hacer una teora de la parole o la performance es ignorar el alcance
del recorte original del que parten las duplas anteriormente
mencionadas. Es fundamental, creo, mantenerse dentro de los lmites que
fija el propio objeto de estudio delimitado a priori. Menndez postula
que el error fundamental de la lingstica tradicional consiste en
situar a la pragmtica como nivel, componente o perspectiva dentro
de una teora general del lenguaje.
Menndez: Esta posicin tiene dos riesgos evidentes: el primero, pensar con categoras
de la langue, problemas del lenguaje en uso, lo que de ningn modo implica decir,
problema de la parole (ya que reconocer esto supone aceptar esa dicotoma con sus
implicancias); el segundo, llevar a cabo un reduccionismo descriptivista que no explica
ni interpreta el fenmeno del uso del lenguaje en contexto sino que busca,
aparentemente, un rigor de inventario que reduce la complejidad de los problemas y, por
ende, sus posibilidades de resolucin.
La definicin autnoma: la perspectiva pragmtica.
Verschueren: Su postura es importante porque deja de discutir la pertinencia de la
pragmtica como integrante del sistema de la lengua. No se trata de debatir para
incorporar la pragmtica al sistema, es decir, a la gramtica. La perspectiva
pragmtica puntualiza claramente que llevar a cabo un anlisis pragmtico no es
simplemente extender los criterios del anlisis lingstico anterior sino postular nuevos
criterios que utilizan los logros de los anlisis anteriores, pero que no los complementan
en el sentido, por ejemplo, en que el anlisis morfolgico complementa al fonolgico, o
la semntica interpreta informacin del componente sintctico.
No se ha cambiado de nivel o componente sino que radicalmente se ha operado
un cambio de perspectiva del pensamiento lingstico formal, estructural y generativo.
Se ve al lenguaje de otra manera. Cambi, en definitiva, el punto de vista. Esto no
implica un divorcio con la lingstica tradicional sino, fundamentalmente, una toma
clara de posiciones. Cuando se hace un anlisis pragmtico, el centro de inters ha

dejado de ser un problema de ndole gramatical. Los problemas son otros; por
consiguiente, las soluciones deben de estar de acuerdo con ellos y no forzadas a entrar
en un esquema al que naturalmente no pertenecen.
Verschueren sostiene una concepcin de la comunicacin por medio del lenguaje que
supone el hecho de llevar a cabo constantemente opciones que ofrece la lengua. Para
comprender esta eleccin de opciones, se establecen tres nociones jerrquicamente
relacionadas.
I.
Variabilidad. Se la entiende como la determinacin del alcance de las
opciones posibles en cada uno de los niveles de la estructura lingstica.
Este alcance no es esttico, sino que debe entenderse como
constantemente en proceso de cambio.
II.
Negociabilidad. Esta nocin implica que las elecciones no se llevan a
cabo mecnicamente o de acuerdo a ciertas reglas o relaciones formalesfuncionales fijas, sino sobre la base de principios y estrategias generales
y flexibles. La negociabilidad implica tambin la indeterminacin en
cuanto a las opciones elegidas; elegir una opcin no implica
necesariamente excluir las alternativas de interpretacin posibles. Los
hablantes simplemente operan bajo las restricciones de llevar a cabo una
opcin ms all de que esta corresponda exactamente a sus necesidades.
III.
Adaptabilidad. Es la propiedad del lenguaje que permite a los seres
humanos negociar opciones a partir de un amplio espectro de
posibilidades de tal modo que pueden satisfacer sus necesidades
comunicativas bsicas. En este contexto, bsica no significa general;
esto implica que las necesidades comunicativas siempre se producen en
un contexto determinado y son altamente especficas.
Estas tres nociones son bsicamente inseparables y representan
propiedades del funcionamiento del lenguaje y condiciones de
posibilidad para la investigacin pragmtica.
Menndez: Los estudios pragmticos enfrentan problemas bsicos que involucran el
recorte de un objeto de estudio con su correspondiente unidad de anlisis y metodologa.
El lenguaje en contexto resulta el objeto de estudio de la pragmtica.
No hay acuerdo en considerar a la pragmtica de manera unvoca. Nivel, componente
o perspectiva, an no logra ser caracterizada de manera unilateral. Cada teora
necesita incorporarla, pero lo hace dentro de sus lmites, que no estn pensados en
funcin de las particularidades que la constitucin de una teora pragmtica debera
presentar.
Aceptar la postura en la que la pragmtica es incorporada como un nivel o
componente es inscribirse en una tradicin y sus lmites con los riesgos que esta
inscripcin supone: seguir analizando un fenmeno de determinadas
particularidades (el lenguaje en uso a partir de sus productos concretos, los
discursos) en trminos de otros fenmenos con otras particularidades.

Aceptar la postura perspectivstica (la pragmtica en funcin del objeto de


estudio que se postula) supone fijar alcances, definir categoras bsicas y
determinar lmites en trminos de operatividad que permiten, justamente, fundar
un objeto especfico de estudio y no caer en vaguedades, imprecisiones o
repeticiones de modelos anteriores con nuevas nomenclaturas.
Se trata, centralmente, de dar cuenta del uso del lenguaje en contexto a
partir de cmo los hablantes producen discursos. El anlisis de esos discursos se
debe llevar a cabo en trminos de las estrategias que el analista releva para cuenta
de ellos. As, el anlisis propuesto podr permitir describir la produccin discusiva,
explicar cmo funcionan las partes que la componen y finalmente llevar a cabo su
interpretacin.
Hemos llevado a cabo un recorte de objeto de estudio (el uso del lenguaje
entendido en trminos de produccin discursiva en contextos que constituyen la
interaccin de la que esta produccin forma parte), una unidad de anlisis (el
discurso como unidad bsica de la interaccin) y una metodologa para poder dar
cuenta de este objeto (el relevo de las estrategias discursivas utilizadas por los
hablantes en una interaccin determinada).Nos inscribimos dentro de una postura
que sostiene la perspectiva pragmtica modificada en trminos de precisar una unidad
de anlisis y una metodologa particular. La modificacin reside en que adoptamos esta
perspectiva en funcin del recorte del objeto de estudio que supone el uso del lenguaje
en contexto que se produce discursivamente (unidad de anlisis) y se releva
estratgicamente (metodologa).
La pragmtica lingstica es el estudio del uso del lenguaje en contexto que
parte, fundamentalmente, de la emisin como unidad de anlisis.
La pragmtica discursiva est fundamentalmente centrada en el anlisis del
discurso sin dejar aun lado todos sus aspectos pragmticos. El discurso, su unidad
bsica de anlisis, constituye su propio contexto, crendolo en funcin de la interaccin
de la que forma parte y de la serie discursiva en la que est inscripto. Las estrategias
discursivas son el modo de analizar pragmticamente los discursos. La pragmtica, as
considerada, implica aceptar una perspectiva funcional que privilegia el uso que los
hablantes hacen de su lengua en contextos determinados a partir de procesos cognitivos,
sociales y culturales. No se asla ningn aspecto y se lo analiza per se, sino que, desde la
perspectiva adopatada, se integran los diferentes aspectos para dar cuenta del objeto de
estudio recortado. Esta distincin permite claramente diferenciar un objeto de estudio en
funcin de su unidad y de su metodologa de anlisis.
Austin, Cmo hacer cosas con palabras
1 Austin: Doctrina de la distincin realizativo-constatativo
Se pueden hallar expresiones que no describen ni registran nada, y no son
verdaderas o falsas, y en las que el acto de expresar la oracin es realizar una
accin, o parte de ella, accin que a su vez no sera normalmente descripta como
consistente en decir algo. Cmo llamaremos a una expresin de este tipo? Propongo
denominarla oracin realizativa o, para abreviar, un realizativo. Este trmino indica que

emitir la expresin es realizar una accin y que sta no se concibe normalmente


como el mero decir algo (p.46-47). Por ejemplo:
a. S, juro (desempear el cargo con lealtad, honradez, etc.), expresado en el
curso de la ceremonia de asuncin de un cargo.
b. Bautizo este barco Queen Elizabeth, expresado al romper la botella de
champaa contra la proa.
c. Lego mi reloj a mi hermano, como clusula de un testamento.
d. Te apuesto cien pesos a que maana va a llover.
En estos ejemplos parece claro que expresar la oracin (por supuesto que en las
circunstancias apropiadas) no es describir nada ni enunciar que lo estoy haciendo:
es hacerlo. Ninguna de las expresiones mencionadas es verdadera o falsa. Cuando,
con la mano sobre los Evangelios y en presencia del funcionario apropiado, digo
S, juro!, no estoy informando acerca de un juramento; lo estoy prestando.
Expresar las palabras es, sin duda, por lo comn, un episodio principal, si no el
episodio principal en la realizacin del acto (de apostar o de lo que sea), cuya
realizacin es tambin la finalidad que persigue la expresin. Pero dista de ser
comnmente, si lo es alguna vez, la nica cosa necesaria para considerar que el acto se
ha llevado a cabo. Hablando en trminos generales, siempre es necesario que las
circunstancias en que las palabras se expresan sean apropiadas, de alguna manera o
maneras. Adems, de ordinario, es menester que el que habla, o bien otras personas,
deban tambin llevar a cabo otras acciones determinadas fsicas o mentales, o aun
actos que consisten en expresar otras palabras.
Las palabras de una promesa, por ejemplo, deben ser dichas con seriedad y
tomadas de la misma manera. Nos sentimos inclinados a pensar que la seriedad de la
expresin consiste en que ella sea formulada como un mero signo externo y visible de
un acto espiritual interno. De aqu hay solo un paso a creer o dar por sentado que en
muchas circunstancias la expresin externa es una descripcin, verdadera o falsa, del
acaecimiento del acto interno. La palabra empeada nos obliga; el acto, por ejemplo la
promesa, es ningn caso es falso, sino ms bien es hecho de mala fe, o incompleto, o
cosa semejante. En el caso particular del prometer, como ocurre con muchos otros
realizativos, es apropiado que la persona que expresa la promesa tenga una
determinada intencin, a saber, cumplir con su palabra.
Quien usa la frmula te prometo que, promete; la promesa no es siquiera
nula, aunque es hecha de mala fe. La expresin es quizs equvoca, probablemente
engaosa y sin duda moralmente incorrecta, pero no es una mentira ni un enunciado
errneo. Lo que ms podemos argumentar es que implica o insina una falsedad o un
enunciado errneo; pero eso es una cosa totalmente distinta. No es falsa la promesa,
sino que lo es la accin de prometer.
En los casos mencionados, decir algo es hacer algo; o porque decimos algo o al
decir algo, hacemos algo. En ningn caso estamos dando cuenta meramente de algo. El
acto, por lo general, puede ser preferiblemente descripto como el acto de decir ciertas

palabras, ms que como el acto de realizar una accin diferente, interna y espiritual, de
la cual esas palabras seran simplemente el signo externo y audible.
As se cuestiona una vetusta suposicin filosfica que supone que decir algo, en
todos los casos, es siempre enunciar algo, y nada ms que eso.
Los realizativos muestran en su rostro la apariencia de enunciados; sin embargo,
no se los puede calificar obviamente de verdaderos o falsos. Ser verdadero o
falso es, empero, el signo caracterstico de un enunciado.
Concentremos ahora nuestra atencin en una cuestin mencionada al pasar: la de
las circunstancias apropiadas. Apostar no es simplemente pronunciar las palabras te
apuesto, etc. Alguien podra pronunciarlas y, sin embargo, no diramos que ha
conseguido hacer una apuesta o, al menos, hacerla cabalmente. Adems de pronunciar
las palabras correspondientes al realizativo, es menestern, como regla general, que
muchas otras cosas anden bien para poder decir que la accin ha sido ejecutada con
xito. En casos en que algo sale mal y, como consecuencia de ello, el acto es un
fracaso (al menos en cierta medida), no podemos decir que la expresin lingstica sea
falsa, sino, en general, desafortunada. Por tal razn, llamaremos a la doctrina de las
cosas que pueden andar mal, la doctrina de los infortunios:
I.
A-.1- Tiene que haber un procedimiento convencional aceptado; dicho
procedimiento debe incluir la emisin de ciertas palabras por de parte de ciertas
personas en ciertas circunstancias.
II.
A.2- En un caso dado, las personas y circunstancias particulares deben ser las
apropiadas para recurrir al procedimiento particular que se emplea.
III.
B.1- El procedimiento debe llevarse a cabo por todos los participantes en forma
correcta y
IV. B.2- en todos sus pasos
V. T.1- En aquellos casos en que el procedimiento requiere que quienes lo usan
tengan ciertos pensamientos o sentimientos, o est dirigido a que sobrevenga
cierta conducta correspondiente de algn participante, entonces quien participa
en l y recurre as al procedimiento debe tener en los hechos tales pensamientos
o sentimientos, o los participantes deben estar animados por el propsito de
conducirse de la manera adecuada.
VI.
T.2- Los participantes tienen que comportarse efectivamente as en su
oportunidad.
Si violamos una o ms de estas seis reglas, nuestra expresin realizativa ser
infortunada.

Los infortunios son una afeccin de la que son susceptibles todos los actos que
poseen el carcter general de ser rituales o ceremoniales, esto es, todos los actos
convencionales, no solamente aquellos que consisten en emitir palabrar. Esto
resulta claro por el mero hecho de que muchos actos convencionales, tales como
apostar o transferir el dominio de una cosa, pueden ser realizados por medios no
verbales.
Al emitir nuestros realizativos estamos sin duda realizando acciones; en
cuanto tales, esas acciones estn expuestas a toda la gama de deficiencias a que
estn expuestas las acciones en general, como por ejemplo ser realizadas por la
fuerza, o por accidente, o debido a este o aquel tipo de error, o en circunstancias que
permitirn calificarlas de no intencionales. Podemos rotular estos casos como de
circunstancias atenuantes.
En tanto que expresiones, los realizativos tambin son susceptibles de padecer
otros tipos de deficiencias que afectan a todas las expresiones. Por ejemplo, un
realizativo ser hueco o vaco de un modo peculiar si es formulado por un actor en
un escenario o incluido en un poema. En tales circunstancias el lenguaje no es usado
en serio, sino en modos o maneras que son dependientes del uso normal. Estos
modos o maneras caen dentro de la doctrina de las decoloraciones del lenguaje.
Excluiremos todo esto de nuestra consideracin. Las expresiones realizativas,
afortunadas o no, han de ser entendidas como emitidas en circunstancias
ordinarias.
Un tipo de infortunio podra nacer de la mala comprensin. Obviamente para
que pueda decirse que he prometido, por ejemplo, es necesario:
a. Que yo haya sido odo por alguien, quiz por el destinatario de la promesa.
b. Que el destinatario de la promesa haya entendido que hice una promesa.
Si no se satisfacen una u otra de esas condiciones surgen dudas acerca de si he
prometido realmente, y podra sostenerse que mi acto fue slo un intento o fue nulo.
Otra forma de caer en un acto nulo o un intento es el caso en que, por ejemplo
para bautizar un barco, no poseo el status necesario para hacerlo. Podra decirse que
en ese caso no existe un procedimiento convecional aceptado.
Los infortunios no son excluyentes; pueden combinarse y superponerse, pues la
manera de clasificarlos es ms o menos relativa u optativa.

2 Austin: Teora de los actos de habla o actos lingsticos


Austin formula aqu una teora nueva, de carcter ms general que la del 1
Austin; la doctrina de la distincin realizativo-constatativo est respecto de la doctrina
de los actos locucionarios e ilocucionarios como parte del acto lingstico total, en la
posicin de una teora especial frente a una teora general.
Intentamos un nuevo comienzo consistente en considerar los sentidos en los que
decir algo es hacer algo. Distinguimos as el acto locucionario (y dentro de l los actos
fonticos, fticos y rticos) que posee significado; el acto ilocucionario, que posee
una cierta fuerza al decir algo; y el acto perlocucionario, que consiste en lograr ciertos
efectos por el hecho de decir algo.
Cuando al comienzo contrastamos la expresin realizativa y la expresin
constatativa dijimos que:
a- El realizativo deba consistir en hacer algo, como cosa opuesta al mero decir
algo.
b- El realizativo es afortunado o desafortunado, como cosa opuesta a verdadero o
falso.
La discusin subsiguiente, relativa al hacer y al decir, pareci apuntar a la
conclusin de que cada vez que digo algo realizo conjuntamente actos locucionarios
e ilocucionarios. Estos dos tipos de actos parecen ser los medios que intentamos usar
para trazar una distincin, bajo la denominacin de hacer y decir, entre los
realizativos y los constatativos. (Motivo del paso de 1 Austin a 2 Austin).
Cabe preguntar si sera correcto decir que cuando enunciamos algo
a) Estamos haciendo algo y, a la vez, diciendo algo, sin que ambas cosas se
confundan.
b) Nuestra expresin puede ser afortunada o desafortunada (al par que, si se quiere,
verdadera o falsa).
Sin duda que, hasta en sus mnimos aspectos, enunciar algo es realizar un acto
ilocucionario, tal como lo es, por ejemplo, prevenir o declarar. Enunciar parece
satisfacer todos los criterios que utilizamos para distinguir el acto ilocucionario. Por
aadidura, aunque la expresin X no lo hizo sea a menudo emitida como un
enunciado, caso en el que indudablemente es verdadera o falsa, no parece posible
sostener que ese enunciado difiere a este respecto de enuncio que X no lo hizo. A
primera vista, enuncio que no parece diferir en ningn modo esencial de sostengo
que, de le informo que, de declaro que, etc.
Por otra parte, si pensamos en el segundo pretendido contraste, segn el cual los
realizativos son afortunados o desafortunados y los enunciados verdaderos o falsos, y lo
examinamos desde el punto de vista de las expresiones supuestamente constatativas,
principalmente de los enunciados, vemos que stos estn expuestos a todos los tipos de
infortunio a que estn expuestos los realizativos.

Una vez que nos damos cuenta de que lo que tenemos que estudiar no es la oracin
sino el acto de emitir una expresin en una situacin lingstica, entonces se hace muy
difcil dejar de ver que enunciar es realizar un acto.
Los realtizativos, que consisten en hacer algo, tambin consisten (accesoriamente)
en decir algo. Tambin, en cierta manera, pueden ser sometidos a condiciones de
veracidad o falsedad. Por ejemplo, se puede estimar acertada o errneamente que una
persona tiene ms de 50 aos, o se puede decidir correcta o incorrectamente que X es
culpable de algo.
En el caso de las expresiones constatativas, hacemos abstraccin de los aspectos
ilocucionarios y perlocucionarios del acto lingstico y nos concentramos en el aspecto
ilocucionario. En el caso de las expresiones realizativas, nuestra atencin se centrar al
mximo en la fuerza ilocucionaria, con abstraccin de la dimensin relativa a la
correspondencia con los hechos. Hablando en trminos generales, el acto locucionario,
en igual medida que el ilocucionario, slo es una abstraccin: todo acto genuino es
ambas cosas a la vez.
Cmo se presenta la distincin constatativos-realizativos a la luz de la
teora [de los actos de habla] que acabamos de exponer? En general, y esto vale para
todas las expresiones que hemos considerado (excepto, quiz, para algunas
interjecciones), hemos advertido lo siguiente:
a) Una dimensin relativa al carcter afortunado o desafortunado de la expresin.
a.1) Una fuerza ilocucionaria
b) Una dimensin relativa a la verdad y falsedad de la expresin.
b.1) Un significado locucionario (sentido y referencia).
Conclusiones o supuestos de la teora de los actos de habla del 2 Austin:
a) El acto lingstico total, en la situacin lingstica total, constituye el nico
fenmeno real que, en ltima instancia, estamos tratando de elucidar.
b) Enunciar, describir, etc., slo son dos nombres entre muchos otros que designan
actos ilocucionarios; ellos no ocupan una posicin nica.

Searle, Actos de Habla


Sita su presente trabajo en el marco de la filosofa del lenguaje (que busca
proporcionar descripciones filosficamente iluminadoras de caractersticas generales
del lenguaje, como la referencia, la verdad o el singnificado) en contraposicin con la
filosofa lingstica, que define como el intento de resolver problemas filosficos
particulares atendiendo a lenguajes particulares.
Searle afirma que sabemos, por ejemplo, que un enunciado es analtico (por
ejemplo, los tringulos tienen tres lados) por el hecho de saber castellano y hablarlo.
Hiptesis central de Searle: Hablar un lenguaje es tomar parte en una
forma compleja [e intencional] de conducta, gobernada por reglas. Aprender y
dominar un lenguaje es aprender y haber dominado esas reglas. En otras palabras,

hablar consiste en realizar actos conforme a reglas. Mi conocimiento de cmo


hablar un lenguaje incluye el dominio de un sistema de reglas que hace que mi uso de
los elementos de ese lenguaje sea regular y sistemtico. La hiptesis a partir de la
cual procedo consiste en que mi uso de los elementos lingsticos est controlado
por ciertas reglas. () explicar los datos contenidos formulando las reglas
subyacentes. Este mtodo, como he estado subrayando, deposita una fuerte
confianza en las intuiciones del hablante nativo. Objetivo: Formulacin de reglas
subyacentes del lenguaje. Mtodo: Intuicin del hablante (fuerte similitud con
Chomsky).
La forma que tomar esta hiptesis es que hablar un lenguaje consiste en
realizar actos de habla en los que adems de decir, simultneamente se realiza una
accin-, actos tales como hacer enunciados, dar rdenes, plantear preguntas, hacer
promesas [etc]. Searle afirma que debemos concentrarnos en el estudio de los actos de
habla porque toda comunicacin lingstica incluye actos lingsticos. La unidad de la
comunicacin lingstica () es () la produccin o emisin del smbolo, palabra u
oracin al realizar el acto de habla. () La produccin o emisin de una oracin
instancia bajo ciertas condiciones constituye un acto de habla, y los actos de habla
() son las unidades bsicas o mnimas de la comunicacin lingstica. Solamente
ciertos gneros de intenciones son adecuados para la conducta intencional que Searle
denomina acto de habla.
La concepcin del lenguaje de Searle plantea que una teora del lenguaje forma
parte de una teora de la accin, simplemente porque hablar un lenguaje es una forma
de conducta intencional gobernada por reglas.
Considero () que cualquier cosa que quiera ser dicha puede ser dicha.
Un lenguaje dado puede no tener una sintaxis o un vocabulario lo suficientemente
ricos para que en ese lenguaje yo diga lo que quiero decir, pero no existen barreras
en principio para complementar un lenguaje insuficiente o para decir lo que quiero
decir en uno ms rico.
Un hablante puede querer decir ms de lo que efectivamente dice, pero a l le
es siempre posible en principio decir exactamente lo que quiere decir. Por lo tanto,
resulta posible en principio que todo acto de habla que se realice o pueda realizarse est
determinado de manera singularizadora por una oracin dada o conjunto de oraciones,
dadas las suposiciones de que el hablante est hablando literalmente y que el contexto es
apropiado.
El principio de expresabilidad: Cualquier cosa que pueda querer decirse
puede ser dicha. Incluso en casos donde es imposible de hecho decir exactamente lo
que quiero decir, es posible en principio llegar a ser capaz de decir exactamente lo que
quiero decir. Podramos expresar este principio diciendo que para cualquier significado
X y para cualquier hablante H, siempre que H quiere decir (intenta transmitir, desea
comunicar) X, entonces es posible que exista alguna expresin E, tal que E es una
expresin exacta de o formulacin de X.
Searle toma el trmino actos ilocucionarios de Austin para reemplazar el de
actos de habla completos. Sostiene que, en cualquier enunciacin de una oracin, el
hablante se refiere a, menciona o designa algn objeto, y predica una expresin de l.

Distintos tipos de actos de habla pueden tener la misma referencia y predicacin


(misma proposicin), pero diferente fuerza ilocucionaria.
a) Juan fuma habitualmente (asercin)
b) Fuma Juan habitualmente? (pregunta)
c) Juan, fuma habitualmente! (orden)
d) Ojal Juan fumara habitualmente! (anhelo/deseo)
Al emitir cualquier oracin, un hablante est realizando, al menos, tres gneros
distintos de actos de habla:
a) Emitir palabras (morfemas, oraciones) = actos de emisin
b) Referir y predicar = actos proposicionales
c) Enunciar, preguntar, mandar, prometer, etc = actos ilocucionarios
d) Efectos que se quieren causar sobre el oyente = acto perlocucionario
(Austin). Por ejemplo, persuadir, convencer, asustar, alarmar, etc.
Searle: Al realizar un acto ilocucionario, se realizan caractersticamente actos
proposicionales y actos de emisin. Al realizar actos de emisin diferentes, un hablante
puede realizar los mismos actos proposicionales e ilocucionarios. Ya hemos visto que
los mismos actos proposicionales pueden ser comunes a diferentes actos ilocucionarios,
y es obvio que se puede realizar un acto de emisin sin realizar en absoluto un acto
proposicional o un acto ilocucionario.
Los actos proposicionales no pueden ocurrir solos; esto es, no se puede referir y
predicar sin ms, sin hacer una asercin, plantear una preguntar o realizar algn otro
acto ilocucionario.
Siempre que dos actos ilocucionarios contienen la misma referencia y la misma
predicacin, en el caso en que el significado de la expresin referencial sea el mismo,
dir que se expresa la misma proposicin.
No todos los actos ilocucionarios tienen un contenido proposicional; por
ejemplo, ni una emisin de Hurra!, ni una emisin de Ay! u Hola! lo tienen.
En castellano, los dispositivos indicadores de fuerza ilocucionaria incluyen al
menos: el orden de las palabras, el nfasis, la curva de entonacin, la puntuacin, el
modo del verbo y los denominados verbos realizativos.
Quiero clarificar una distincin entre dos clases diferentes de reglas que
denominar reglas regulativas y reglas constitutivas. Las reglas regulativas regulan
formas de conducta existentes independiente o antecedentemente; por ejemplo, las
reglas de cortesa. Toman caractersticamente la forma de imperativos. Las reglas
constitutitivas no regulan meramente: crean o definen nuevas formas de conducta. Las
reglas del ftbol o el ajedrez, por ejemplo, crean, por as decirlo, la posibilidad misma
de jugar tales juegos. Parecen definiciones, son enunciados analticos; por ejemplo Se
hace un jaque-mate cuando el rey es atacado de tal manera que ningn movimiento lo
dejar inatacado. Las reglas constitutivas tienen caractersticamente la forma Haz X,
o Si Y haz X. Dentro de los sistemas de reglas constitutivas, algunas tendrn esta
forma, pero algunas tendrn la forma X cuenta como Y, o X cuenta como Y en el
contexto de Z (). Cuando la regla puede ser parafraseada de esta forma [puede

presentarse con otra forma diferente] y cuando el trmino Y es una especificacin, la


regla ha de ser, con toda probabilidad, constitutiva.
Segn Searle, existen reglas constitutivas que subyacen a los actos de habla.
Afirma: La estructura semntica de un lenguaje es una realizacin convencional de
conjuntos de reglas constitutivas subyacentes, y los actos de habla son actos realizados
caractersticamente de acuerdo con esos conjuntos de reglas constitutivas. La
hiptesis de este libro es que hablar un lenguaje es un asunto consistente en
realizar actos de habla de acuerdo con sistemas de reglas constitutivas
[subyacentes].
Crticas a Grice y reformulacin: Segn Searle, la propuesta central de Grice
puede formularse de la siguiente manera, teniendo en cuenta la nocin de significado
no-natural (nn): decir que un hablante H quiere decir algo mediante X, equivale a decir
que H intent que la emisin de X produjese algn efecto en un oyente O, por medio del
reconocimiento de esa intencin. Al hablar, el hablante intenta comunicar ciertas cosas
al oyente, hacindole que reconozca su intencin de comunicar precisamente esas cosas.
Grice critica:
a) que dicha definicin no logra dar cuenta de hasta qu punto el significado puede
ser un asunto de reglas o convenciones.
b) Al definir el significado en trminos de intentar producir efectos, confunde
actos ilocucionarios con actos perlocucionarios.
Searle afirma que lo que podemos querer decir es, como mnimo, una funcin
de lo que estamos diciendo. El significado, ms que un asunto de intencin, es tambin
un asunto de convencin. Segn la explicacin de Grice, parecera que cualquier
oracin puede emitirse con cualquier significado, dado que las circunstancias hacen
posibles las intenciones apropiadas.
Debemos, por lo tanto, reformular la explicacin del significado ofrecida por Grice
de tal manera que clarifique que el hecho de querer decir algo por parte de una persona,
cuando sta emite una oracin, est relacionado, de manera ms estrecha que por simple
azar, con lo que la oracin significa en el lenguaje en que esa persona est hablando.
Al realizar un acto ilocucionario, el hablante intenta producir un cierto efecto
haciendo que el oyente reconozca su intencin de producir ese efecto; y adems, si
est usando las palabras literalmente, intenta que ese reconocimiento se logre en
virtud del hecho de que las reglas para el uso de las expresiones que emite asocian
la expresin con la produccin de ese efecto.
Frmula de Searle: El hablante H intenta producir un efecto ilocucionario EI
[compresin por parte del oyente de la emisin del hablante] en el oyente O haciendo
que O reconozca la intencin por parte de H de producir EI.

Grice, Lgica y Conversacin


Grice establece una divisin entre filsofos a los que denomina como
formalistas, por un lado, e informalistas, por el otro. Grice no toma posicin ante estas
dos posturas, sino que sostiene que ambas se apoyan en un supuesto bsico errneo: a
saber, que las diferencias de significado existen. Este error estara provocado por la poca
atencin a la naturaleza y a la importancia de las condiciones que gobiernan la
conversacin. Grice busca investigar las condiciones generales que se aplican a la
conversacin, ms all del tema o el contenido semntico. Busca describir un
aparato terico que pueda dar cuenta de cualquier implicatura.
Trminos que maneja Grice: Implicar (el verbo, la accin de implicar);
Implicatura (lo que implica) e Implicatum (lo implicado).
Grice establece luego una divisin entre implicaturas convencionales y no
convencionales; estudia slo las no-convencionales y, dentro de ellas, nicamente las
conversacionales, por hallarse estas esencialmente vinculadas a ciertos rasgos generales
del discurso.
Grice sostiene que nuestras conversaciones son esfuerzos cooperativos, donde
cada partcipe se apercibe de que hay en ellas, en alguna medida, un propsito comn o
conjunto de propsitos comunes, o al menos una direccin mutuamente aceptada. Este
propsito o direccin puede fijarse desde el principio (como al proponerse un tema de
discusin) o puede evolucionar durante el transcurso de la conversacin; cabe que est
perfectamente definido o que se halle tan poco delimitado que deje a las partes un
margen de movimiento considerable.
El principio general, que Grice denomina Principio Cooperativo (PC) y que
rige las conversaciones, puede formularse de la siguiente manera: Haga usted su
contribucin a la conversacin tal y como lo exige, en el estadio en que tenga lugar, el
propsito o direccin del intercambio que usted sostenga.
Posteriormente el autor distingue 4 categoras a las que luego asigna mximas o
submximas ms especficas. Las categoras que propone buscan ser coherentes con el
PC y son las de:
1) Cantidad
2) Cualidad
3) Relacin
4) Modo
1) La categora de Cantidad tiene que ver con la cantidad de informacin a
proporcionar, y a ella pertenecen las mximas:
a) Haga usted que su contribucin sea tan informativa como sea necesario
teniendo en cuenta los objetivos de la conversacin.
b) No haga usted que su contribucin resulte ms informativa de lo
necesario.

2) La categora de Cualidad pertenece a una supermxima: Trate usted de que


su contribucin sea verdadera y dos mximas ms especficas:
a) No diga usted lo que crea que es falso.
b) No diga usted aquello de lo cual carezca de pruebas adecuadas.
3) Dentro de la categora de Relacin situ una sola mxima: Vaya usted al
grano.
4) Finalmente, la categora de Modo no tiene que ver con lo que se dice, sino
con cmo se dice lo que se dice. Pertenece a la supermxima Sea usted perspicuo
(claro, transparente), as como a diversas mximas:
a) Evite usted ser oscuro al expresarse.
b) Evite usted ser ambiguo al expresarse.
c) Sea usted escueto (y evite ser innecesariamente prolijo).
d) Proceda usted con orden.
Dice Grice:
He anunciado mis mximas como si el objetivo central fuera el de
intercambiarse informacin de forma mximamente efectiva.
Uno de mis fines es el de hacer ver que la conversacin es una variedad o caso
especial de la conducta guiada por propsitos, racional de hecho.
Una persona que participe en una conversacin puede dejar de cumplir una
mxima de varias formas, entre las que se incluyen las siguientes:
i.
Puede violar una mxima tranquilamente y sin ostentacin; esto puede en
algunos casos inducir a equvocos.
ii.
Puede dejar en suspenso tanto la mxima como el PC; puede decir, indicar o
hacer manifiesto que no desea cooperar de la manera que la mxima exige.
iii.
Puede desembocar en una situacin conflictiva; puede ser incapaz, por ejemplo,
de cumplir la mxima de Cantidad sin violar con ello la segunda mxima de
Cualidad.
iv. Puede dejar manifiestamente de cumplir una mxima que podra haber cumplido
y simultneamente no violar ninguna otra mxima. Esta situacin es la que da
caractersticamente lugar a una implicatura conversacional; y cuando se
genera una implicatura tal de esta manera, se est violando una mxima.
Grice establece una nueva subclasificacin al diferenciar entre implicaturas
conversacionales particularizadas (que suceden en una ocasin concreta y dependen
de rasgos especficos del contexto) e implicaturas conversacionales generales (que
tienen que ver con frases o formas verbales que, casi necesariamente, llevan al oyente a
realizar determinada implicatura, como en X tiene una cita con una mujer esta tarde,
donde se implica que esa mujer no es ni su novia, ni su hermana, ni su madre, etc, sino
una desconocida).
Por ltimo, es necesario aclarar que para que exista una implicatura
conversacional debe suponerse que se observa el PC, y puesto que es posible que el PC
no se observe, necesariamente se deduce que las implicaturas conversacionales pueden
ser canceladas: explcitamente por medio de una clusula que establezca o que implique

que el hablante ha preferido no guardar el citado principio; o se la puede cancelar


contextualmente, si la forma verbal proferida no deja ninguna duda de que el hablante
est dejando en suspenso la aplicacin del PC.

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