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de la Asociacin Cultural Paleontolgica Murciana

NMERO 8 - ENERO - AO 2015

Domicilio Social:
Po XII, 3 - 30158 - Los Garres - Murcia
Telfono: 608 82 07 18
Sede Museo:
Centro de Enseanza Secundaria Severo Ochoa
Camino de Tiosa, 50 - 30158 - Los Garres - Murcia
Pgina Web y e-mail
http://www.educarm.es/paleontologia/
http://servicios.educarm.es/paleontologia/
[email protected]

Boletn de la Asociacin Cultural Paleontolgica Murciana


Nmero 8 Enero de 2015

INDICE
Pag.3

Presentacin: Francisco Bernal Barba.

Pag.4

Los fsiles vivientes. Alfredo Castilla Wandosell.

Pag.8

Ancdotas en Atapuerca. Luis Chamizo Quilis & Matas Raja Bao.

Pag.14

Museo del IES Alfonso X, Un paseo por la historia de la ciencia en Murcia.


Marcial de la Cruz Martn.

Pag.26

Mis apuntes Zoolgicos. Pelos, uas, pezuas, cuernos.. Alfredo Castilla Wandosell.

Pag.30

Sobre un icosaedro de pirita. Matas Raja Bao.

Pag.38

De la agresividad a la asertividad. Antonio Paredes Borja y Ana Isabel Paredes Saura.

Pag.47

Mis apuntes Zoolgicos. Por mis Muelas!. Alfredo Castilla Wandosell.

Pag.52

Presencia de Labrodon multidens, Mnster 1846, (perciforme, labridae) en el


Messiniense-Plioceno del Alamillo de Mazarron, Murcia, Mediterraneo occidental.
Julio Lpez Ortiz & J. Ral De La Fuente Vzquez.

Pag.58

El topillo de Cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta de Murcia.


ngel Trtola Snchez y Miguel Trtola Garca.

Pag.66

Controversias sobre la sistematica de la familia lamnidae (chondrichthyes,


lamniformes). Julio Lpez Ortiz.

Pag.72

Cuando los neandertales habitaban en Murcia. El consumo malacolgico durante el


Musteriense en Mazarrn. J. Ral de la Fuente Vzquez.

Pag.87

Vertebrados fsiles (pisces y reptilia) del Mioceno superior de la muela de Pliego


(Murcia, sureste de Espaa). Una aproximacion paleoecologica.
Julio Lpez Ortiz &Guillem Mas Gornals.

Edita:

Comisin Editorial de la Asociacin Cultural Paleontolgica Murciana

Colaboran:

C.E. Severo Ochoa y A.M.P.A. Severo Ochoa

Diseo y Coordinacin:

Marcial de la Cruz

Portada:

Ejemplar: Lumaquela de Ammonites, (Jursico). Museo de la Asociacin Cultural Paleontolgica


Murciana

Web:

http://www.educarm.es/paleontologia/ y http://servicios.educarm.es/paleontologia/

E-mail:

[email protected]

Impreso en Espaa Printed in Spain


Por:

MURCIAGRAF, S.A.L. (Murcia)

ISSN 1697-5464
Depsito Legal:325-2004

Las opiniones y contenidos de los


artculos
de
este
Boletn
son
responsabilidad exclusiva de sus autores

Presentacin

Boletn 8 - ACPM

Presentacin

Evolucin Humana de Torre Pacheco, segn el


preacuerdo al que se llego en su da de
integracin de esta Asociacin en el nuevo
Museo. Del que por otro lado, observamos, que
las obras no se han concluido, por lo que
seguimos esperando que la administracin nos
llame y nos presente el acuerdo definitivo.

Estimados colegas y amigos:

Es para m un placer presentaros este nuevo


nmero del Boletn que es un poco el alma de
nuestra
Asociacin.
Obviamente con el
aportamos nuestro grano de arena a esta rama
de las ciencias naturales con las cuales nos
sentimos identificados.

Seguimos atendiendo a los grupos de escolares


que nos visitan, as como a los alumnos del
Centro en el que estamos ubicados, adems de al
pblico en general los sbados por la tarde.

Hemos estado dos aos sin publicar y ya haca


falta que apareciramos. Durante este tiempo ha
habido de todo un poco.

Hemos ampliado la vitrina del Mioceno Terrestre


o Continental con restos seos procedentes de
las obras del Puerto de la Cadena. Este
yacimiento a pesar de los muchos padres que se
lo han atribuido, fue esta asociacin quien
descubri y denunci ante la Direccin General
de
Cultura.
Estos
fsiles,
aunque
descontextualizados por haberse recogido de
cunetas y montones, son muy variados
perteneciendo a quidos, bvidos, girfidos y
felinos, fueron recogidos mientras la maquinaria
pesada aun funcionaba y previo a la actuacin de
la Administracin Regional.

En primer lugar queremos dejar constancia de la


importante prdida de nuestro querido colega,
amigo y Vicepresidente de la Asociacin: Antonio
Abelln (conocido por nosotros como el taxista)
que con su buen hacer, la ilusin que siempre nos
transmita y su derroche de compaerismo, nos
ha dejado un vacio difcil de llenar. Su recuerdo y
legado queda patente en nosotros y en las
vitrinas de nuestro Museo, con especmenes de
singular belleza e importancia cientfica, fruto de
su actitud hacia el coleccionismo cultural y
participativo que mantena. Como botn de
muestra, baste mencionar los ammonites que
exhibimos en esta portada, donados por l. Vaya
desde aqu nuestro reconocimiento a su labor y
memoria.

Se han instalado dos nuevas vitrinas en el Museo:


Una monogrfica de braquipodos de todas las
pocas y otra para exposiciones temporales, en la
que actualmente se muestran esponjas del
Jurasico de otras regiones de Espaa.

En segundo lugar, os informo que pronto estar


disponible para los socios e investigadores el
inventario digital del Museo, con imgenes e
informacin adicional, que os podr servir de
orientacin como material de clasificacin. Este
inventario a su vez, ser la relacin de la
coleccin que se ceder a la Administracin
Regional para dotar el Museo de Paleontologa y

Bien, hemos hablado de varias cosas menos del


Boletn que presento. Lo dejo para vosotros,
despus de verlo y leerlo, me hacis algn
comentario.
Y repito, como siempre que
Estamos abiertos a vuestra participacin.
Hasta pronto y un abrazo.

Francisco Bernal Barba


Presidente de la Asociacin

Los Fsiles vivientes

Boletn 8 - ACPM

LOS FSILES VIVIENTES.


Alfredo Castilla Wandosell (Bilogo)
En enero del 2011, una especie de grillo fsil descubierto en 2007 en Brasil salt a la primera pgina de la
actualidad. Un estudio publicado en esas fechas, realizado por dos entomlogos pertenecientes a las universidades
de Illinois y Friburgo, pona de manifiesto la gran semejanza entre el fsil, de unos cien millones de aos de
antigedad, y los grillos de las dunas, unos parientes de nuestros grillos comunes que habitan en los desiertos y
otras zonas arenosas de Asia y frica. As, estos insectos se convertan en fsiles vivientes, que han sobrevivido sin
cambios aparentes desde la poca de los dinosaurios.

pez de metro y medio de longitud que nunca


antes haba visto. A su llegada a puerto,
inform de su hallazgo a Marjorie CourtenayLatimer, conservadora del museo de la ciudad.

Qu es un fsil viviente? Desde que Charles


Darwin lo acu en su libro El origen de las
especies, la expresin ha arraigado en la
imaginacin popular. Un fsil viviente fascina
porque sugiere que nos encontramos en
presencia de un superviviente de tiempos
remotos, un habitante del pasado trasladado a
nuestra poca. El celacanto, el ornitorrinco, el
gingko, los tiburones, los escorpiones, las
cucarachas Todos ellos, y muchas otras
especies y grupos se consideran fsiles
vivientes. Pero, qu queremos decir en
realidad cuando decimos que un ser vivo es un
fsil viviente?

(Marjorie Courtenay-Latimer) Era el pez ms


hermoso que he visto en mi vida. Meda cinco
pies de longitud, de color azul-malva plido con
tenues motas blanquecinas; tena por todas
partes un brillo iridiscente plata, azul y verde.
Estaba cubierto de escamas duras, y tena
cuatro aletas parecidas a patas y una extraa
cola.
Incapaz de identificar el pez en sus libros,
Courtenay-Latimer trat de localizar a su amigo
el ictilogo James Leonard Brierley Smith,
profesor en la cercana Universidad de Rhodes.
Pero Smith estaba de vacaciones. Ante la
imposibilidad de conservar el pez hasta su

El 22 de diciembre de 1938, Hendrik Goosen,


capitn del pesquero de arrastre Nerine, atrac
en el puerto sudafricano de East London, en la
costa del ocano ndico. Entre las capturas de
ese da, el capitn haba apartado un extrao

Los Fsiles vivientes

Boletn 8 - ACPM

submarina cercana a Costa Rica los primeros


ejemplares vivos de monoplacforos, moluscos
marinos cubiertos con una sola valva. Hasta
entonces, los monoplacforos se crean
extinguidos desde el Devnico, hace
trescientos cincuenta millones de aos.

regreso, Marjorie Courtenay-Latimer lo hizo


disecar por un taxidermista. Cuando Smith
regres, el 16 de febrero de 1939, identific el
pez al primer vistazo. Era un celacanto, un
representante de un grupo que se crea
extinguido desde hace ochenta millones de
aos, en el periodo Cretcico.

Sin embargo, todos estos casos, y otros


similares, no son ms que accidentes
histricos. Esos fsiles vivientes no tienen
ninguna caracterstica especial por el mero
hecho de que sus parientes extintos fueran
descubiertos en primer lugar. Podra haber
ocurrido lo contrario, y de hecho, tanto los
celacantos sudafricanos como los indonesios
eran ya conocidos por los indgenas mucho
antes de que la ciencia reparara en ellos. Por
esta razn, tambin se llama fsiles vivientes
a otros organismos que, sin haber sido
conocidos de antemano en estado fsil, son,
como los celacantos, los nicos supervivientes
de un grupo que fue mucho ms floreciente en
pocas pasadas. Es lo que ocurre con el gingko,
rbol originario de China y nico representante
actual de un grupo que estuvo extendido por
todo el mundo durante el Mesozoico. Es
tambin el caso de las araucarias, una familia
de conferas muy extendida durante el Jursico
y el Cretcico, y restringida hoy a unas decenas
de especies en el hemisferio sur. Como el pino
parasol de Japn, el nico superviviente de un
grupo de doscientos treinta millones de aos
de antigedad. Entre los animales, el monito
del monte, un pequeo marsupial con aspecto
de lirn que habita en los bosques hmedos de
altitud del sur de Argentina y Chile, est ms
emparentado con los marsupiales de Australia
que con los de Sudamrica, y sus parientes ms
cercanos se extinguieron hace ms de treinta y
cinco millones de aos. El tutara, reptil
endmico de Nueva Zelanda, es el nico
representante viviente de los esfenodontes,
muy diversos y extendidos por todo el mundo
durante el Mesozoico. Y la avispa Syntexis
libocedrii, que slo pone sus huevos en los
bosques recin quemados de libocedros, tuyas
y enebros de las montaas de California y de la
Columbia Britnica, es la nica especie

(Smith) No haba sombra de duda. Podra


haber sido una de aquellas criaturas de hace
doscientos millones de aos que volva a la
vida.
Aos ms tarde, el 18 de septiembre de 1997,
el ictilogo estadounidense Mark Erdmann, de
luna de miel en Indonesia, descubri una
segunda especie de celacanto, de color marrn,
en un lugar inslito para este tipo de
descubrimientos: un mercado de la isla de
Clebes.
El celacanto es el ms famoso de los seres vivos
conocidos como fsiles vivientes. Pero no es
el nico. Hay otros animales y plantas que,
como el celacanto, eran conocidos en estado
fsil antes de ser descubiertos como especies
vivientes. Las primeras conferas del gnero
Metasequoia, fsiles que se remontaban al
Mesozoico, hace ms de sesenta y cinco
millones de aos, se descubrieron en 1941,
pero tres aos ms tarde, en 1944, se encontr
una especie viva en China. La rata de roca
laosiana, descubierta en 2005, se ha
relacionado con la familia de los diatomidos,
que se consideraba extinta desde hace once
millones de aos. El pequeo escarabajo de
tres ojos Sikhotealinia zhiltzovae, del que slo
se conoce un ejemplar, descubierto en el
extremo oriente ruso en 1996, es el nico
representante vivo de la familia de los
jurdidos, cuyos fsiles datan del Jursico.
Tambin los crustceos glifeoideos, de largas
pinzas, se consideraban extinguidos desde el
Eoceno, hace ms de treinta millones de aos;
sin embargo, en 1975 se descubri un ejemplar
conservado en las colecciones del Instituto
Smithsoniano; haba sido pescado en aguas de
Filipinas en 1908, pero su importancia haba
pasado desapercibida durante dcadas. Y en
1952 se encontraron en una profunda fosa
5

Los Fsiles vivientes

Boletn 8 - ACPM

antiguas, como Archaeopteryx, pero en


realidad no guarda con ellas una relacin
especialmente estrecha; de hecho, el hoacn
est emparentado con los cucos, los
correcaminos y los turacos africanos, que
carecen de esos rasgos aparentemente
primitivos.

superviviente de la familia de los anaxilidos,


que floreci durante el Mesozoico. Forzando
un poco esta definicin de fsil viviente, se ha
considerado tambin como tal al ratn
chipriota, nativo de la isla de Chipre y
descubierto en 2004. Es uno de los pocos
mamferos terrestres descubiertos en Europa
en los ltimos cien aos, y una de las tres
nicas especies de mamferos endmicas de las
islas del Mediterrneo (junto con dos especies
de musaraa) que han sobrevivido a la
colonizacin humana.
Pero tampoco era se el sentido original de la
expresin fsil viviente. El primero que la
emple fue Charles Darwin, en su libro El
origen de las especies, y con ella se refera a
los seres primitivos, como el ornitorrinco y los
peces pulmonados o dipnoos, que han
sobrevivido hasta el presente en un rea
restringida donde han estado expuestos a una
competicin menos intensa. Para Darwin, son
seres primitivos los que se han conservado sin
cambios desde un pasado remoto. En este
sentido, se consideran fsiles vivientes la
planta con flores Amborella, de las selvas de
Nueva Caledonia, que carece de los vasos para
el transporte de savia caractersticos de este
tipo de plantas; el cerdo hormiguero, nativo de
frica, con caractersticas anatmicas que le
relacionan
con
ciertos
ungulados
desaparecidos hace ms de cincuenta millones
de aos; el conejo de las islas Ryukyu,
semejante a los conejos fsiles del periodo
Mioceno, con cinco millones de aos de
antigedad; el okapi de las selvas
centroafricanas, semejante a los jirfidos del
Mioceno; y el rinoceronte de Sumatra, que est
ms emparentado con especies extintas, como
el rinoceronte lanudo, que con las actuales.
Pero no siempre los rasgos aparentemente
primitivos significan que la especie en cuestin
ha permanecido inmutable desde tiempos
remotos. Los polluelos del hoacn, un ave de la
selva del Amazonas, se caracterizan porque
tienen dos garras en cada ala, de las que se
sirven para trepar por los rboles. Se ha
comparado al hoacn con las aves fsiles ms

En un sentido ms amplio, tambin se llama


fsiles vivientes a los grupos de seres vivos que
se han mantenido sin cambios importantes a lo
largo de las eras, aunque no se encuentren
restringidos en la actualidad a unas pocas
especies o a un rea pequea. As, se
consideran fsiles vivientes las esponjas, que
apenas han cambiado desde hace ms de
cuatrocientos cincuenta millones de aos; los
lirios de mar y los cangrejos cacerola, que
tienen ms de cuatrocientos millones de aos
de antigedad, los esturiones, con doscientos
millones de aos; las salamandras gigantes, con
unos ciento sesenta millones de aos, los
cocodrilos, con ms de ochenta millones de
aos de antigedad Se pueden poner muchos
ms ejemplos; de hecho, con esta definicin,
incluso los mamferos y las aves, aparecidos
hace doscientos y ciento cincuenta millones de
aos respectivamente, seran fsiles vivientes;
en realidad, todos los grandes grupos de seres
vivos lo seran, puesto que ninguno ha surgido
despus del final del Mesozoico, hace sesenta y
cinco millones de aos.

Los Fsiles vivientes

Boletn 8 - ACPM

comportamiento,
su
fisiologa,
su
metabolismo En 2007 se pudo estudiar por
primera vez el esqueleto interno de la aleta de
un celacanto fsil. Estas aletas, aparentemente
idnticas a las de los celacantos vivientes, han
resultado ser muy diferentes: Su estructura es
asimtrica, mientras que en las especies
actuales es simtrica.

Como vemos, no existe una sola definicin de


lo que es un fsil viviente. Y la aplicacin de la
expresin es bastante arbitraria: A ciertas
especies nunca se las ha denominado fsiles
vivientes, aunque objetivamente cumplan con
los requisitos. Es el caso de dos grandes
mamferos americanos: el pecar del Chaco,
descubierto en estado fsil en 1930, y
considerado extinto hasta que un ejemplar fue
capturado en 1971, y el berrendo o antlope
americano, nico representante actual de la
antao numerosa familia de los antilocpridos,
una familia de rumiantes exclusivamente
norteamericanos que se caracterizan por sus
astas, formadas por una funda crnea que
crece alrededor de un ncleo de hueso, como
en los bvidos, pero que se muda todos los
aos, como en los ciervos. Curiosamente, el
berrendo conserva adems un rasgo que
podemos considerar primitivo: Su gran rapidez.
El berrendo puede alcanzar una velocidad
punta de noventa y ocho kilmetros por hora, y
mantener una velocidad de ochenta y seis
kilmetros por hora durante una o dos horas.
Pero en las praderas norteamericanas donde
vive el berrendo no existe ningn depredador
tan rpido. Los berrendos no tienen enemigos
naturales en la actualidad. Si son tan veloces,
es porque hasta hace unos veinte mil aos viva
en Norteamrica un felino similar al guepardo,
el llamado guepardo americano, aunque no se
sabe con seguridad si estaba ms
estrechamente emparentado con el guepardo
actual o con el puma. Fue la presencia de este
depredador hoy extinto, que poda alcanzar
una velocidad punta de ms de cien kilmetros
por hora, la que forz al berrendo a desarrollar
su gran velocidad, que ha conservado hasta
nuestros das aunque ya no le sea necesaria.

Por otra parte, la expresin fsil viviente


evoca una discontinuidad entre las especies
vivientes y las especies fsiles, una barrera que
el fsil viviente, con su mera existencia, ha
roto; es como si el fsil viviente hubiera
infringido alguna misteriosa ley natural. Pero
no existe tal ley. Todos los organismos, extintos
y vivientes, forman parte de un mismo rbol de
la vida; todos, cada uno en la poca en la que le
toc vivir, se han regido por las mismas leyes
naturales. Unos han sobrevivido y otros no. Eso
es todo. Por estas razones, a los bilogos y a los
paleontlogos no les gusta hablar de fsiles
vivientes; es una terminologa que en la
actualidad slo emplean los medios de
comunicacin. Porque con tantas definiciones,
casi cualquier organismo o grupo de
organismos puede ser considerado un fsil
viviente. Pensemos, por ejemplo, en unos
primates que aparecieron hace unos siete
millones de aos en el este de frica y que con
el paso del tiempo se diversificaron y se
extendieron por el mundo. Hoy slo sobrevive
una especie de este grupo, el de los homnidos.
Somos nosotros. Es tambin el ser humano un
fsil viviente?.

Se puede tener la idea de que, en los fsiles


vivientes, la evolucin se ha detenido. Pero el
hecho de que la morfologa externa de ciertos
seres vivos se haya conservado invariable a lo
largo del tiempo no significa que dichos
organismos no hayan podido sufrir otras
modificaciones. Hay muchos aspectos de las
especies fsiles que no conocemos: su

Ilustracin Celacanto: Alfredo Castilla Wandosell

Ancdotas en Atapuerca

Boletn 8 - ACPM

Ancdotas en Atapuerca.
Luis Chamizo Quilis & Matas Raja Bao
Fue en Murcia donde conocimos al gelogo de Atapuerca Josep (Pep) Vallverd, a travs del conocido paleontlogo Jordi Agust y su
colaborador Pedro Piero cuando stos visitaban el yacimiento de Quibas en 2014 y tomaban muestras del mismo, con la intencin
de continuar el estudio iniciado por Miguel ngel Mancheo. All forjamos una amistad de la que surgi la oportunidad de visitar el
yacimiento de Atapuerca, y fue en julio de ese mismo ao cuando aprovechamos para hacer nuestra visita.

Debido a esto, las cuevas quedaron secas,


permitiendo que los animales carnvoros pudiesen
entrar en ellas, creando all sus cubiles. A partir de
un cierto momento empezaron tambin a entrar
los seres humanos. Las cuevas y las galeras, al
estar abiertas al exterior, propician que torrentes
de agua de lluvia entre en ellas, depositando en su
interior los sedimentos.

1 Toma de Contacto
El yacimiento de Atapuerca es excepcional debido
principalmente a dos motivos: Por un lado la gran
cantidad y calidad de fsiles hallados de Homo
Heidelbergensis, estos restos representan ms del
90% de los fsiles humanos recuperados de esta
poca (Pleistoceno Medio) en todo el mundo. Por
otro lado, su magnfica gestin: la riqueza que
genera el yacimiento constituye el 3% del PIB de la
ciudad de Burgos.
La sierra de Atapuerca es un pequeo conjunto
montaoso de piedra caliza en las inmediaciones
de la sierra de la Demanda, entre el ro Vena al
norte y el ro Arlanzn al sur, a unos escasos veinte
kilmetros de Burgos. Forma parte del denominado
corredor de la Bureba importante e histrico paso
natural entre el valle del Ebro y la cuenca del
Duero. Este corredor ha sido utilizado a lo largo de
toda su existencia como paso principal desde
Europa hacia el interior de la Pennsula Ibrica, lo
cual implica que importantes hordas de animales se
desplazasen por estas rutas y juntos a estos
animales los siguiesen los integrantes del gnero
Homo. No es de extraar, que esta ruta siga
teniendo vigencia en la actualidad, ya que es usada
por los peregrinos que siguen el antiguo Camino
Francs a Santiago de Compostela.

Imagen area del Yacimiento de Atapuerca.

ste es por tanto un sistema krstico que qued al


descubierto al construir a finales del siglo XIX una
trinchera para el paso del ferrocarril. Y es aqu
donde empieza nuestra visita:

La sierra de Atapuerca est atravesada por una


compleja red de galeras subterrneas de origen
krstico, es decir formadas por la erosin y
disolucin de la piedra caliza por el agua. A lo largo
del tiempo, los ros han ido ahondando sus cauces y
quedando ms alejados de la sierra, con el
correspondiente descenso del nivel fretico.

Llegamos a la explanada de acceso al yacimiento un


domingo sobre las 10 de la maana, era un da
estupendo: fresco pero soleado y despejado. Junto
a la explanada que se usa como aparcamiento hay
un pequeo mdulo de recepcin y a pocos metros
comienza la trinchera del ferrocarril.

Ancdotas en Atapuerca

Boletn 8 - ACPM

Mientras esperbamos que llegase nuestro


anfitrin, dio la casualidad de que nos cruzamos
con dos de los codirectores de la excavacin, Jos
Mara Bermdez de Castro y Eudald Carbonell, ste
ltimo con su habitual estilo de explorador
decimonnico y su llamativo salacot. No pudimos
hablar con ellos, ya que estaban bastante
atareados atendiendo a otra visita. A los pocos
minutos lleg el prestigioso gelogo de Atapuerca
Pep Vallverd, que nos recibi con una afectuosa
bienvenida y nos aprovision de cascos y de pases
para la visita, que para nuestra sorpresa eran
identificaciones "VIP", hecho premonitorio de la
magnfica maana que nos aguardaba.

Macarena, y nos estuvo contando los


descubrimientos que haban hecho en los ltimos
meses, en el que recuerdo con especial inters un
artculo que estaban escribiendo donde se
afirmaba que "nuestros antepasados no toleraban
la leche de vaca". Y es que los humanos son los
nicos mamferos que en estado adulto continan
bebiendo la leche de otros mamferos; esto no era
as en los primeros Sapiens, esencialmente
cazadores recolectores. Con el comienzo de la cra
y domesticacin de animales empezamos a
aprovechar todos los recursos que stos nos
ofrecan, entre ellos el poder beber su leche.
Inicialmente nuestro aparato digestivo no estaba
preparado para asimilar la leche como alimento
para adultos, pero en un momento dado apareci
la mutacin que nos hizo (en mayora) tolerantes a
la lactosa. Juan Luis se refiri a esto como un
proceso de seleccin social, en contraposicin a
la seleccin natural que opera de forma ms
dramtica.

2 Cueva Mayor
Una vez con la equipacin puesta, no nos dirigimos
directamente hacia la "trinchera" (como habra sido
de suponer en una visita normal), sino que subimos
a un pequeo cerro ubicado a unos 300 metros de
la zona de acceso. Donde, tras cruzar una
alambrada y unos minutos de ascenso llegamos a la
entrada de una espectacular cueva. Con inesperado
asombro, observamos al entrar unas esplndidas
instalaciones de excavacin: varias plataformas
perfectamente ataluzadas, limpias con su retcula
de coordenadas, equipos de topografa y casi una
veintena de arquelogos y
paleontlogos
trabajando.
Pep nos coment que en esta entrada de la cueva,
al ser la ms prxima al exterior, haba estado
ocupada hasta una poca muy reciente. Se han
encontrado restos del Neoltico, del Calcoltico y de
la Edad del Bronce, incluso de hasta la Edad Media,
de hecho continan la extraccin de restos de esas
pocas.

Equipo de Juan Luis Arsuaga equipandose en el Portaln, minutos


antes de acceder a la Sima de los Huesos.

Una vez nos despedimos de Juan Luis, l y su


equipo se adentraron en la Sima de los huesos,
desgraciadamente no pudimos acceder a ella, ya
que el camino que hay que recorrer para llegar
hasta ella desde la entrada principal de Cueva
Mayor es muy tortuoso y complicado, adems de
tener que ir bien equipado. Pero el motivo principal
que dificulta su visita es su fragilidad y su
excepcionalidad paleoantropolgica.

Mientras proseguan las explicaciones, cul fue


nuestra sorpresa cuando de repente cruza al lado
nuestro el grupo de paleontlogos de la "Sima de
los Huesos", con Juan Luis Arsuaga a la cabeza.
Comenta Pep que, aun siendo las 10:30 de la
maana, no es normal cruzarse con ellos, ya que
suelen entrar mucho ms temprano a la Sima. As
qu ni cortos ni perezosos aprovechamos la
oportunidad para saludar a Juan Luis ya que
guardamos cierto vnculo familiar con l.
Se alegr mucho de vernos, sobre todo a mi mujer

A todo esto, hay que comentar que Cueva Mayor es


el inicio de un laberinto de 4 kilmetros de galeras
conectadas entre s, y que siguen siendo

Ancdotas en Atapuerca

Boletn 8 - ACPM

exploradadas por el grupo de espeleologa


Edelweiss. El punto de acceso en el que nos
encontrbamos recibe el nombre de "El Portaln" y
es un gran abrigo abierto al exterior. En ella se han
hallado restos humanos desde hace 430.000 aos
hasta la poca medieval.

La pelvis conocida como "Elvis", la cual es la pelvis


ms completa del registro fsil, que perteneci a
un individuo masculino de 175 cm de altura y 95 kg
de peso. Y en tercer lugar un magnfico bifaz, sin
usar, de cuarcita roja llamado "Excalibur".
Ahora bien, quin talla un excelente bifaz si no es
para usarlo?, acaso tena un valor simblico?,
implicaba para el poseedor de este bifaz una
diferenciacin social?, Un smbolo de poder?.
Cundo vemos estas piezas de industria ltica, nos
estremecemos al imaginar la complejidad
intelectual y reflexiva de antepasados de hace
600.000 aos.

3 La Sima de los Huesos.


En la red de galeras de Cueva Mayor hay varias
salas importantes, como la Sala de los Cclopes o la
Sala de las Oseras (donde entraban los osos a
hibernar hace 300.000 aos), pero lgicamente la
ms trascendental de todas es la Sima de los
huesos, el cual es el mayor yacimiento de fsiles
humanos en todo el mundo.

4 Galera
Una vez visitada Cueva Mayor, descendimos la
ladera y nos dirigimos hacia la trinchera del
ferrocarril. Los grandes taludes verticales en roca
de la trinchera seccionan las galeras rellenas de
sedimento,
dando lugar a los diferentes
yacimientos. Los principales que nos encontramos
son: Galera, Gran Dolina y la Sima del Elefante.

Esta Sima era una trampa natural de 14 metros de


profundidad, donde caan de vez en cuando los
osos. Se han hallado hasta un total de 162 osos de
la especie ursus deningeri, especie de la que
desciende el gran oso de las cavernas.
En la Sima de los Huesos se han hallado
fsiles de ms de 30 individuos de H.
Heidelbergensis (ancestros del Hombre
de Neandertal), es tal la calidad de
estos fsiles que se han conservado
hasta los huesos del odo interno.
Pero por qu hay tantos fsiles
humanos en esta pequea Sima? El
anlisis de los huesos muestra que los
cadveres no fueron vctimas de
canibalismo. Tampoco es razonable
pensar que se cayeran como los osos.
Ni de un desplome de la cueva ya que
los humanos no vivan all. La principal
hiptesis que se baraja es que los
cadveres
humanos
fueron
acumulados por otros humanos que
escogieron ese lugar para dejarlos, tal
vez para alejarlos de posibles
depredadores. De confirmase esto,
podra ser la primera prctica funeraria
de la historia de la humanidad.

Galera fue el primer yacimiento excavado en


Atapuerca de manera sistemtica. Esta era una
trampa natural formada entre hace 300.000 y
400.000 aos, un agujero en el suelo de la sierra
donde los animales caan y moran, siendo
aprovechados por carroeros, entre los que se
contaban tambin los humanos.

Los 3 hallazgos ms representativos son: El crneo


nmero 5 llamado "Migueln", es el crneo mejor
conservado del mundo de Homo Heidelbergensis.

10

Ancdotas en Atapuerca

Boletn 8 - ACPM

Equipo de paleoantroplogos y estudiantes excavando el yacimiento de Galera.

Se ha encontrado un fragmento de crneo


perteneciente a Homo Heidelbergensis (un
homnido ms evolucionado que el Antecessor), as
como numerosa industria ltica Achelense (Modo 2)
y restos fsiles de ciervos, caballos, bisontes y
rinocerontes. Pep nos cont que el motivo por el
cual haba tal cantidad de industria ltica, es porque
los humanos que bajaban a la cueva llevaban sus
herramientas de piedra para cortar y despiezar los
animales, pero que posteriormente las dejaban all
para poder utilizarlas la prxima vez que bajasen.
Sin duda fue un lugar muy transitado por nuestros
antepasados.

puede deducir por estas marcas el sentido de las


corrientes de agua subterrnea.
En otra parte del yacimiento, la cual se encontraba
seccionada verticalmente, se apreciaba una
superposicin cruzada de estratos. En el nivel
inferior los estratos tenan una fuerte inclinacin,
mientras que en el nivel superior los estratos
estaban en una posicin horizontal. Esto se produjo
de la siguiente manera: la cavidad se fue cubriendo
paulatinamente de sedimento a medida que el
agua iba corriendo a travs de ella. Del mismo
modo, en un determinado punto inferior el agua
tena una salida, de esta forma el sedimento se iba
colando junto con el agua por ese punto, creando
as una superficie cnica cual embudo. Esto ocurri
de esta manera durante bastante tiempo, hasta el
taponamiento del mismo, que fue seguido de una
rpida colmatacin, esta vez con disposicin
horizontal del sedimento . Esto tambin explica que
los fsiles que se hallen en ambos niveles
pertenezcan a etapas cronolgicamente distintas y
sean sensiblemente diferentes.

Durante la visita a Galera, tuvimos la oportunidad


de subir por los andamios hasta la propia
explanada del yacimiento y observar los fsiles que
estaban extrayendo en ese momento, entre estos
huesos pudimos observar una maxilar inferior
bastante bien conservado de caballo.
Seguidamente nos agrupamos en una parte de la
Sima que ya haba sido totalmente excavada y Pep
nos estuvo explicando los detalles de la roca
desnuda de la cavidad. En ella se apreciaban unos
leves surcos labrados en la roca, esto era debido a
que durante algn del tiempo, esa parte de la gruta
se encontraba vaca y el agua del subsuelo corra
libremente por ella arrastrando rocas y tierra que
fueron las que originaron las marcas. Esto ocurri
as, hasta que en un determinado momento la
cavidad qued rellena. Teniendo en cuenta esto, se

11

Ancdotas en Atapuerca

Boletn 8 - ACPM

5 Gran Dolina
El yacimiento de Gran Dolina cuenta con 18 metros
de relleno ricos en fsiles, sin embargo, este
yacimiento destaca por que aqu los humanos no se
dedicaban a cazar y despiezar animales, sino a
tallar herramientas, era su taller.
En el yacimiento de "Gran Dolina" se aprecia el
nivel TD 10 en el que aparece Industria ltica del
Modo 3, perteneciente a H. Heidelbergensis datado
en unos 600.000 aos. Posteriormente en el nivel
TD6 aparecieron huesos y cerca de 100 dientes de
H. Antecessor pertenecientes a un mnimo de seis
individuos, asociados a herramientas (Modo 1) de
hace aproximadamente 915.000 aos.

Detalle de los niveles TD10 y TD6 en Gran Dolina.

Estos humanos del nivel TD6 no se parecen a los


hombres que les precedieron en el tiempo, sino a
sus primitivos antepasados Africanos (H. Ergaster
como El Nio del lago Turcana).
Nuestro gua Pep hizo especial hincapi en la
importancia del hecho de que entre estos niveles
no hay rastro de ocupacin humana. Este "vaco"
durante tanto tiempo de representantes del gnero
Homo (adems de la diferenciacin morfolgica de
los huesos), invita a proponer que ambos niveles no
tengan una continuidad evolutiva, sino que los
restos ms antiguos hallados en el nivel TD6 fuesen
de una especie (H. Antecessor) que se extingui y
los restos ms modernos correspondientes del
nivel TD10 fuesen de otra especie distinta (H.
Heidelbergensis) que ocup posteriormente esas
tierras.

Esquema general de la Evolucin Humana en Millones de aos.

Es ms, refuerza la teora de que en la primera


salida de frica hace 1,8 Ma el Homo Ergaster
(posterior H. Gergicus) llegase al Este de Europa y
de aqu atravesase el continente, llegando a la
pennsula Ibrica un milln de aos despus, ya
evolucionado a H. Antecessor, y que finalmente se
extingui. Posteriormente, en una segunda salida
de frica desembocara, unos doscientos mil aos
despus, en la llegada volvera a la Pennsula
Ibrica otro representante del gnero Homo, el
Heidelbergensis.
Vista general del Yacimiento de Gran Dolina.

12

Ancdotas en Atapuerca

Boletn 8 - ACPM

Ahora bien, por qu tantos restos humanos de al


menos seis individuos en el nivel 6 de la Gran
Dolina? Pues bien, aparecen todas las partes del
esqueleto, por lo que no pudieron llegar huesos
sueltos, sino cadveres enteros. Al estudiar las
"marcas" de los huesos de Antecessor se pudieron
ver las mismas marcas de carnicera que aparecen
en los huesos de herbvoros del yacimiento. Son
marcas de corte efectuadas en las inserciones de
los tendones para desprender la carne y fracturas
de percusin en huesos largos para consumir su
mdula. Es pues el caso de canibalismo ms
antiguo registrado en la historia de la humanidad.
Sin embargo, en los estudios iniciales se postul
que se produjo en un momento puntual de
hambruna. Pero Pep nos actualiz esta
informacin, explicndonos que las teoras actuales
postulaban debido al tipo y forma de los cortes que
dicha masacre no se produjo tanto por hambruna
sino como enfrentamiento entre tribus rivales que
defendan las fronteras de sus dominios.

En este yacimiento tuvimos la oportunidad de


bajar hasta la misma plataforma de excavacin
donde observamos de primera mano el trabajo de
los paleoantroplogos. Con la sensacin de estar
rodeados del peso de la historia humana, nuestras
mentes empezaban a viajar elucubrando como
sera la vida de aquellas gentes.

En esta poca (hace 1 Ma) los humanos an no


vivan permanentemente en las cuevas, por ello en
Europa son muy raros los fsiles de homnidos tan
antiguos. Mucho despus, los Neandertales
comenzaron a usar cuevas como hogar estable y
tambin en ellas empezaron a enterrar a sus
muertos.

6 Sima del Elefante

Excavacin en la Sima del Elefante.

El yacimiento de la "Sima del Elefante" es


especialmente conocido ya que en el ao 2008 se
encontr en el nivel E9 herramientas de slex de
tipo Olduvayense (modo 1) y parte de la mandbula
de un Homo Antecessor 1,2 Ma. (similares a los
encontrados en el nivel TD6 de Gran Dolina).

Aqu en la Sima del Elefante termin nuestra


interesante visita. Y despus de hacernos unas
fotos para el recuerdo lleg el triste momento de
las despedidas. Esta fue una maana intenssima y
que recordaremos siempre, gracias a nuestro
magnfico anfitrin Pep (Josep) Vallverd que
durante unas horas nos sumergi en las races de la
evolucin humana.

Estos son los niveles ms antiguos descubiertos en


el complejo de Atapuerca. Aqu se ha encontrado
una fauna muy primitiva, que incluye hipoptamo,
rinoceronte, grandes bvidos, carnvoros y macaco.
Tambin aparecen fsiles de pequeos roedores
que vivieron en los ros as como castores o nutrias.
En algunos de estos huesos fsiles ya aparecen
marcas de cortes realizados con algn tipo de lasca
por los humanos.

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Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Museo del IES Alfonso X


Un paseo por la historia de la ciencia en Murcia
Marcial de la Cruz Martn
El pasado mes de junio, se abri al pblico el Museo del IES Alfonso X, aunque en un horario todava muy reducido ya
es posible contemplar sus ricas y originales colecciones fruto de un largo y brillante pasado. El museo se encuentra en
un edificio nuevo dentro del recinto del Instituto, pero con entrada independiente desde la Avda. de Juan de Borbn.
El MUSAX, nos muestra diversas colecciones formadas a lo largo de la historia del instituto, principalmente de
carcter cientfico, artstico y bibliogrfico. Entre las que hay que destacar la de Ciencias Naturales y la de Instrumentos
Cientficos, sin menospreciar un notable y valioso fondo bibliogrfico.

El IES Alfonso X de Murcia fue


fundado en 1837, es el ms
antiguo de la Regin y el tercero
de Espaa. Recuerdos de aquel
pasado nos han quedado unos
magnficos
y
tambin
desconocidos fondos, a los que
solo se ha podido a acceder
siendo alumno del centro o en las
contadas ocasiones que han sido
objeto de exposicin, obteniendo
como mximo, una plida
intuicin de su volumen y valor de
conjunto.

1 Historia del Instituto


Por Real Orden de 5 de octubre
de 1837 se cre el Instituto
Provincial
de
Segunda
Enseanza de Murcia, primer y,
durante muchos aos, nico
centro de enseanza media de
nuestra
provincia.
Sus
promotores
fueron
principalmente
el
Ayuntamiento y la Real
Sociedad Econmica de Amigos
del Pas.

El sistema educativo en el que


Por razones de trabajo haba
se basa es el Plan de Estudios
tenido mltiples contactos con el
de 1836, que vena a sustituir
Instituto, por lo que conoca la
al del Antiguo Rgimen con su
existencia de estas colecciones, y
origen en la Edad Media,
haba
visto
personalmente
rompiendo con el tradicional
algunos
ejemplares
y
las
ejercicio y tutela de la
publicaciones en las que se
educacin ejercido por los
Antigua fachada del Instituto
relacionaban, pero no fue hasta
estamentos eclesisticos.
Foto: Archivo fotogrfico del Instituto
hace muy poco, que por motivos
docentes, tuve que realizar una investigacin sobre
El centro se cre con recursos procedentes de la
el instituto, su historia y fondos, cuando fui
desamortizacin de Mendizbal, es decir,
consciente del valor y magnitud de estas
expropiados a la Iglesia para darles un uso civil. Su
colecciones y del papel desarrollado por el instituto
sede pas a ser el anterior Colegio y Seminario
Alfonso X en la historia cientfica de Murcia, que
menor San Isidoro, junto al Palacio Arzobispal,
lider desde su fundacin en 1837 hasta 1915, que
edificio que actualmente ocupa el IES Licenciado
cedi el testigo a la Universidad.
Cascales.
Considero que la mejor forma de comprender el
museo es conocer la historia de su formacin, que
va pareja a la historia del centro, por lo que
comenzar con este relato previo a la descripcin
de las colecciones.

Para su sostenimiento se le asignaron bienes y


rentas procedentes de instituciones dedicadas a la
enseanza y que tuvieran un carcter homologable
a las propias del instituto, es decir, superior a la
elemental. Consistan en diferentes propiedades y
rentas, entre otras: fincas urbanas (46) y rsticas
(tanto de regado, 1005 tahllas, como de secano,

14

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

ms de 810 fanegas), que estaban situadas en los


municipios de Murcia, Lorca, Molina de Segura,
Pacheco y guilas. Con los ingresos producidos por
dichos bienes se deban de cubrir todos los gastos
del centro: sueldos de los profesores y dems
personal,
mantenimiento
y
gestin
del
establecimiento. Sin embargo, las rentas obtenidas
eran insuficientes, ya que muchas de estas eran
exiguas o nunca se llegaban a percibir y adems
existan mltiples litigios sobre su propiedad. Para
agravar el problema se trataba de una poca de
graves dificultades econmicas, y el edificio del
antiguo colegio San Isidoro se encontraba en un
lamentable estado de deterioro.
El acceso de ngel Guirao Navarro a la direccin en
1857, marc un renacimiento del centro al que
dot de vida propia a travs de su gestin
educativa y financiera.
ngel Guirao, era doctor en Medicina, Licenciado
en Ciencias Naturales, Comendador de la Real y
Distinguida Orden de Carlos II, Acadmico de la
Real Academia de Ciencias Exactas, Fsicas y
Naturales de Madrid y de Barcelona. Socio
corresponsal del Museo de Ciencias Naturales de
Madrid y de las Sociedades y Academias de Leipzig,
Maguncia, Bamberg y Ratisbona. Socio de la
Academia quirrgica matritense y de la real
Sociedad Econmica de Murcia, Cdiz y Cartagena.

ngel Guirao Navarro


Foto: Archivo Fotogrfico del Instituto

tanto para Fsica y Qumica, como para los dems


Gabinetes:
Agricultura,
Historia
Natural,
Topografa, etc., incluida la adquisicin de libros
para la Biblioteca.

Como mencion anteriormente, la situacin


econmica del Instituto era tan deficiente que no
permita acometer las obras necesarias de
adecuacin del edificio, tampoco la adquisicin de
libros y material docente, ni tan siquiera pagar al
profesorado, que frecuentemente pasaba varios
meses sin cobrar sus sueldos ante la falta de
liquidez.

El florecimiento del centro bajo la direccin de


ngel Guirao, increment rpidamente el nmero
de alumnos, poniendo los cimientos de la que
luego se llamo expansin cultural de Murcia. Se
prodigaron los premios, pensiones y becas para los
alumnos brillantes y los de escasos recursos, y todo
esto a pesar de lo poco grata que fue la vida
murciana durante su direccin, sembrada de
mltiples epidemias, plagas, cleras e inundaciones
(1860, 1865, 1870, 1879, 1884, 1885).

Guirao, consigue autorizacin para vender el


complejo y poco rentable patrimonio del centro, y
con arreglo a las leyes desamortizadoras de 1855,
su transformacin en dinero que posteriormente se
invierte en Deuda del Estado (Lminas
Intransferibles de la Deuda Especial al 3%, Billetes
Hipotecarios, Deuda Consolidada al 3%, Bonos del
Tesoro, etc.). Los intereses, despus de cubrir todos
los gastos, proporcionaban unos sobrantes de
unos 130.000 reales anuales. Es en esta poca
cuando se adquieren un gran nmero de aparatos,

En 1886, con una nueva ley se incorporan, todos los


institutos y sus bienes al estado, amenazando con
perderse los logros de la poca anterior. Solo la
encomiable gestin de los directores del Instituto
durante ese periodo, Jos Santiago Orts (18861904) y Andrs Baquero (1904-1905), logran
neutralizarla. El primero pleiteando y retrasando su
aplicacin, y el segundo recuperando con xito los
bienes del instituto y creando con ellos el

15

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Patronato para el Mejoramiento de la Cultura en


Murcia. Una poca que podra haber marcado el fin
de la institucin se
torna en un nuevo
relanzamiento de la misma.

Lamentablemente es un faro solitario en un


contexto social con escasas ambiciones cientficas y
culturales.
El inicio del siglo XX trajo cambios en el panorama
nacional de gran importancia: Alfonso XIII llega al
trono y se produce una renovacin generacional en
la poltica tras la muerte de Cnovas del Castillo y
de Sagasta. A este periodo se le da en llamar de la
Regeneracin. Desde lo alto de la pirmide social,
figuras como Luis Costa, Antonio Maura, y tambin
el conservador Francisco Silvela, pretenden
transformar el pas en los terrenos poltico,
econmico, docente y administrativo, realizando
la revolucin desde arriba. Dos ex alumnos del
centro ocupan puestos de importancia en el
gobierno de Madrid: Antonio Garca Alix y Juan de
la Cierva y Peafiel.

Quebrantahuesos Gyapaetus barbatus


Foto: Marcial de la Cruz

En esta etapa se sigue acrecentando el patrimonio,


ya de por s considerable, en material cientfico y
bibliogrfico. La calidad de sus instalaciones
cientficas pone al instituto en una situacin
envidiable respecto a otros centros de Espaa,
destacando la funcin desempeada (y aun hoy en
da poco estudiada),
por los institutos de
enseanzas medias en el sostenimiento y
florecimiento de la actividad cientfica. De tal
forma que el instituto adems de su labor docente,
crea un laboratorio vincola (1887), para mejora de
la industria;
es sede del observatorio
meteorolgico provincial, y durante la epidemia de
1890 pone sus instalaciones y personal a trabajar
para detenerla.

Andrs Baquero, fue nombrado director tras la


muerte de Jos Santiago Orts en 1904. Era Doctor
en Filosofa y Letras por Salamanca, Licenciado en
Derecho por Madrid, perteneca al cuerpo de
Archiveros, Bibliotecarios y Arquelogos. Escritor
desde muy joven, public multitud de libros
histricos, artsticos y de investigacin, ocupando
desde 1884 la ctedra de retrica y potica. Si algo
caracteriz su dcada al frente del Instituto fue su
empeo en la modernizacin de la institucin y su
preocupacin por dotarla del mejor material
didctico.

En 1900 pasa a denominarse Instituto General y


Tcnico, sigue siendo el nico instituto oficial en la
provincia, pues aun no se ha creado el de
Cartagena y se ha suprimido el de Lorca, por esta
caracterstica y su prestigioso pasado, es la entidad
ms relevante en el aspecto cientfico y cultural de
Murcia, siendo tratada con gran deferencia no solo
en el mbito local sino a nivel nacional.

16

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Rector. El principal argumento que permiti desde


Madrid su creacin fue, que sta no iba a costar
nada al Estado, ya que se aplicaron los bienes del
Instituto, administrados por el Patronato a la
financiacin de la Universidad.

De su poca data el Jardn Botnico del Instituto,


que hoy conocemos como los jardines del Malecn,
donde se instal un amplio pabelln con
invernadero para impartir las clases de Botnica, en
los que hasta entonces eran los huertos del
convento de San Francisco.
El reintegro de los bienes incautados al Instituto, a
raz de la Ley de 1887, mediante la Real Orden de
17 de febrero de 1905, firmada por Juan de la
Cierva como Ministro de Instruccin Pblica e
impulsada por Andrs Baquero desde Murcia,
como anteriormente dije, supuso la creacin del
Patronato para el Mejoramiento de la Cultura en
Murcia, que naci con un capital de ms de un
milln de pesetas. Dicho patronato lo formaban el
Director del instituto, como Comisario Regio, dos
miembros del centro en calidad de Secretario y
Vicedirector, un representante del Ayuntamiento y
otro ms de la Diputacin Provincial.
La labor de la Junta del Patronato se encamin en
cuatro direcciones:
1. Mejorar las instalaciones y equipamiento
del Instituto y su jardn botnico.
2. La construccin de cuatro grupos escolares
estratgicamente situados en la capital, los
que se llamaron y aun los conocemos como
Escuelas graduadas: Ntra. Sra. Del
Carmen, en el barrio del Carmen; Juan de
la Cierva en Sto. Domingo; Garca Alix en
San Antoln; y Andrs Baquero, en San
Miguel.
3. La construccin de un Museo Provincial
Artstico y Arqueolgico, junto al colegio
Andrs Baquero, en el solar del antiguo
convento de la Trinidad, hoy Museo de
Bellas Artes.
4. Y por ltimo, poner las bases para la
creacin de la Universidad de Murcia.

Mquina elctrica de Ramsden, Paris 1907


Foto: Marcial de la Cruz

Tras este punto, se inicia el decaimiento del papel


de liderazgo cientfico del Instituto, pasando el
relevo a la joven Universidad. Se continu
adquiriendo material para los Gabinetes, la
biblioteca sigui creciendo en volmenes, el
Observatorio Meteorolgico sigue funcionando y,
por los anuarios, se observa un uso intensivo del
telescopio refractor de 131 mm. que hoy da, aun
se puede ver en el Museo.

Todas las construcciones se encomendaron al


arquitecto Pedro Cerdn Martnez, inaugurndose
entre 1909 y 1917. El equipamiento tambin fue
sufragado por el Patronato, adquirindose adems
para el Museo el Beln de Salzillo, en un precio de
27.000 ptas.

Hay que destacar en este periodo la novedosa


presencia femenina. En el Curso 1916-1917 una
alumna oficial obtiene 3 matrculas de honor y
otras nueve alumnas libres obtienen en total otras
15. Tambin se unen 4 mujeres al profesorado y
otra ms se incorpora al claustro como agregada a
la ctedra de Geografa e Historia.

Tras multitud de gestiones, trabas y peripecias se


cre la Universidad de Murcia, por Real Orden de
23 de marzo de 1915, nombrndose a Andrs
Baquero, Comisario Regio con atribuciones de

17

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

El periodo que sigue fue extremadamente duro no


solo para el Instituto sino para toda la sociedad
espaola, ya que incluye: La guerra civil, la
postguerra, y la poca ms dura del franquismo.

de un nuevo Instituto. Se solicit la permuta de los


terrenos del jardn botnico, en los que estaba
interesado el Ayuntamiento, por otro solar para
construir el nuevo centro, trasladar el jardn
botnico y albergar un internado. Conseguido el
primer objetivo, se concret el traslado a su actual
ubicacin en 1966, aunque de los dos ltimos no se
supo ms.

En 1936 el edificio fue incautado por la Brigadas


Internacionales, trasladndose la biblioteca y
oficinas a la Universidad. Gran parte del material de
laboratorio fue requisado, el
resto del material cientfico y
de los gabinetes se reparti
entre la Catedral y los locales
de la antigua biblioteca
provincial, en el mismo edificio,
desde donde poco despus
volvi a ser trasladado, esta
vez, a un piso en la calle Sta.
Teresa.

El impulsor de estos hechos


fue D. Rafael Verd Paya, que
accede a la Direccin en 1956,
revitalizando la vida cultural y
cientfica
del
centro,
caracterizada por un pulso
plano desde la guerra. Cre
un ciclo de conferencias
anuales
de
divulgacin
cientfica, puso en marcha la
revista del centro Brisas
Alfonsinas, e implant el
bachillerato nocturno, que aun
hoy da sigue funcionando. La
atona imperante en el resto
de los institutos de secundara
no le permiti llegar ms all.

Pasada la guerra, la posicin del


nuevo rgimen se hace notar
con la implantacin de gran
nmero
de
medidas
ideolgico-religiosas, adems
de realizar una depuracin
poltica de los docentes. Fue en
1940 cuando se adopt el
nombre de Alfonso X.

En su actual ubicacin, el
Instituto Alfonso X inicia una
nueva etapa, con sus luces y
sus sombras. Los recuerdos del
pasado cuelgan anacrnicamente en los pasillos de
la direccin del centro en forma de cuadros de
temtica religiosa, la biblioteca, atestada, oculta
grandes tesoros. En la planta superior un aula
muestra la coleccin de Historia Natural y en otra
se almacenan los restos de los que fueron los
Gabinetes de Fsica, Qumica, Cosmografa,
Topografa,
Meteorologa,
Agricultura,
Matemticas y Mineraloga.

Las deficiencias culturales de la


sociedad se vieron agravadas
por una legislacin educativa marcadamente
elitista, que exclua de las enseanzas medias a las
clases trabajadoras. Las prerrogativas de las que
gozaba la Iglesia Catlica, el adoctrinamiento en lo
poltico y la preponderancia de la religin y las
humanidades en el plan de estudios, en detrimento
de la ciencia y la tecnologa retrasaron aun ms la
industrializacin del pas.
Se inicia un vertiginoso descenso de las matrculas
en el periodo 1940-1954, a partir del cual comenz
de nuevo a crecer, no igualndose los valores de
origen hasta 1957.

Hasta que en los aos 80 un joven grupo de


profesores llega al centro con nuevas ideas y
mucha ilusin. De forma desinteresada, inician la
catalogacin, recuperacin, limpieza, restauracin
y traslado de los instrumentos, creando en un aula
el origen del Museo de Fsica.

Si el antiguo edificio del Instituto precisaba


reparaciones de forma continuada para su
mantenimiento, la guerra y la indigencia econmica
posterior lo llevaron a un estado lamentable, que
se vera agravado por el aumento de la demanda
de alumnado a mediados de los 50s. El deterioro
llega a extremos insostenibles que ocasionan que
en 1956, se comenzase a impulsar la construccin

Con motivo del 150 aniversario de su fundacin en


1987, se realiz una exposicin en la Iglesia de San
Esteban, en la que se mostraron diversos objetos,
libros y especmenes de las colecciones del
Instituto, en aquel momento ya se comenz a

18

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

hablar de la necesidad de crear un edificio


adecuado para albergar estos fantsticos fondos. El
grupo de profesores implicados en este proyecto,
inasequibles al desaliento no ces de solicitar en
todos los foros posibles la creacin del museo,
hasta que en el ao 2000, el Presidente de la
Comunidad Autnoma, promete su construccin. El
proyecto es redactado en 2004, y las obras se
concluyen en 2008, siendo inaugurado el 23 de
marzo de 2010, en plena crisis econmica, por esta
razn no es posible acometer los gastos de su
apertura al pblico, quedando el edificio solo
disponible para uso interno del centro y visitas
programadas. El 29 de mayo de 2014, se realiz un
nuevo acto de apertura del museo, aunque en
condiciones aun precarias se tiene previsto que dos
maanas a la semana se abra el museo al pblico
en general.

En primer lugar, citar el fondo artstico formado


por cuadros y esculturas en forma de vaciados de
yeso. La coleccin pictrica tiene una parte de
obras
del siglo XVIII de temtica religiosa
procedentes del Seminario San Isidoro, y la otra son
retratos de personajes relevantes para el instituto,
Murcia y la Espaa del siglo XIX. Los vaciados de
yeso proceden de la Real Academia de Bellas Artes
San Fernando de Madrid, formada por yesos
antiguos de escultura Pompeyana, Ufizzi, Cristina
de Suecia, y Velzquez, entre otras colecciones,
que fueron replicados y regalados a entidades
importantes entre ellas el Instituto Provincial de
Murcia, siendo restaurados recientemente en la
Escuela de Arte y Superior de Diseo de Murcia.

2 Los Fondos del Museo


El Museo Alfonso X de Murcia (MUSAX) en
realidad est formado por un conjunto de
colecciones, heterogneo en su tipo y origen. Las
de carcter histrico son una pequea muestra de
lo que realmente fueron, la guerra, los traslados,
incautaciones, expolios, cesiones etc., quiz los
hayan reducido a una tercera parte de su tamao
original. De cualquier manera el volumen actual es
tan importante que tienen entidad de sobra para
constituir varios museos.

Vaciado en escayola con tratamiento helenstico de escultura


romana del s. II d. C. Tcnica y factura del s. XIX.
Foto: Archivo fotogrfico del Instituto

En segundo lugar citaremos la Biblioteca,


centrndonos en el Fondo Histrico, que incluye un
buen nmero de importantes volmenes que van
desde el siglo XVI al XIX. El germen, surge de la
biblioteca del seminario San Isidoro, a la que se
unieron fondos de otros centros religiosos
desamortizados.
Chronicon
Pascale, 1729.
Mouvements
apparens du
soleil, n21, 1854.
Atlas de Choix,
Pars, pg.3.

Detalle de pintura al leo sobre lienzo:


La Dolorosa, de Vicente Ingls, S. XVIII.

19

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Se complet con importantes adquisiciones propias


del centro a lo largo de toda su historia y multitud
de donaciones, principalmente de profesores.
Actualmente tiene alrededor de 15.000 volmenes.
Es necesario tambin destacar la importante
coleccin de grabados antiguos de indudable valor.

2.2 Ciencias Naturales


La quinta coleccin del centro y segunda de las
cientficas es la coleccin de Ciencias Naturales,
procedentes del antiguo Gabinete de Historia
Natural. Est formada por animales disecados,
fsiles, minerales, vegetales, conchas marinas y
buen nmero de reproducciones didcticas, con un
volumen total de unos 5000 ejemplares, lo que le
confiere un gran valor de conjunto a la altura de
prestigiosos museos del rea.

En tercer lugar, el fondo de imagen, iniciado en


1991 por el departamento de imagen del centro,
rene multitud de dispositivos destinados a la
toma, grabacin, manipulacin y editado de
imgenes. Quin sabe si esta embrionaria
coleccin, en el futuro igualar a sus hermanas de
ms edad.

Los animales disecados eran la forma de explicar


zoologa a las generaciones del siglo XIX y principios
del XX, ya que no exista la posibilidad de verlos
como los documentales nos los muestran hoy da.
Las adquisiciones comenzaron en 1850, como as
atestiguan
algunas
etiquetas,
vindose
notablemente incrementados durante la direccin
de ngel Guirao, que adems contrat, pagndolo
de su bolsillo, a un naturalista: D. Andrs Martnez
Caadas, como conservador del Museo. Este,
adems, era taxidermista, con lo que la coleccin
de animales disecados quintuplic el nmero
durante su estancia.

Y he dejado para el final las colecciones de ms


inters para nosotros, es decir, los fondos de
carcter cientfico.

2.1 Instrumentos Cientficos


La cuarta coleccin y primera de este grupo, es la
de instrumentos cientficos, conjunto tambin
denominado Museo de Fsica, de cuyo gabinete
proceden el mayor nmero de aparatos.
Hasta 1939, se haban adquirido 837 instrumentos
de los que actualmente quedan unos 350, divididos
en las siguientes reas: Cosmologa (6), Topografa
(5), Medidas y propiedades de los cuerpos (13),
Mecnica de slidos (31), Mecnica de lquidos y
gases (71), Termologa (39), Meteorologa (14),
Acstica (21), ptica (44), Magnetismo (5),
Electricidad esttica y dinmica (37), y
Electromagnetismo (42).
Tan solo existe en Espaa una coleccin tan
excepcional como esta, y se trata de la que
actualmente se puede admirar en el Museo
Nacional de Ciencia y Tecnologa de Madrid, cuya
mayor parte de los aparatos proceden de la
coleccin del Instituto San Isidro de Madrid (1857),
anteriormente Colegio Imperial de San Isidro
(1625), y luego llamado Reales Estudios de San
Isidro (1770), lugar donde estudiaban los prncipes
y la alta nobleza.1

VIDAL DE LABRA, JOS ABELARDO. El Museo de Fsica y su


contexto Histrico-Docente. Instituto Alfonso X El sabio Murcia, Murcia: Instituto de educacin Secundaria Alfonso X
(2008). Pag. 11.

20

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

La coleccin de fsiles y minerales, hoy da muy


esquilmada, se debe principalmente a Francisco
Cnovas Cobeo (1820-1904), que la dono a su
muerte junto a su variada coleccin de ciencias
naturales. Natural de Lorca, era Licenciado en
Medicina, Ciruga y Ciencias Naturales, fue
catedrtico y Director del Instituto de Lorca, hasta
su supresin en 1883, siendo destinado al de
Murcia donde ocupa primero la ctedra de Fsica y
Qumica y posteriormente la de Historia Natural.
Adems de sus investigaciones y publicaciones es
en la faceta del coleccionismo cientfico donde ms
destac, creando diversas colecciones entre las que
sobresale la ya citada de fsiles y minerales, de tal
importancia que obtuvo la medalla de plata en la
Exposicin Mineralgica de Madrid en 1883.

cantidad, ya que abarcan tanto la botnica como


toda clase de animales, incluido el ser humano.
Existen colecciones similares procedentes de otros
Institutos Histricos de Espaa, algunos las
conservan (institutos de Granada, Badajoz, Sta.
Cruz de Tenerife), otras han pasado a Museos,
como la del Instituto San Isidro de Madrid al Museo
Nacional de Ciencia y Tecnologa (MNCT), o los
institutos gallegos al MUPEGA, otras fueron
asumidas por las universidades en su creacin,
algunas son de libre acceso para el pblico
(Instituto Padre Suarez de Granada), otras siguen
restringidas al uso interno del centro.

De cualquier manera, todas ellas son una fraccin


comparndolas con las del Alfonso X, a excepcin
de la de Madrid, que ya no se conserva en el
instituto. Todas estas circunstancias hacen del
conjunto de colecciones del Alfonso X, una muestra
nica que es obligacin conservar y poner en valor.

Otra importante coleccin es la de reproducciones


y disecciones con finalidad didctica. Estn
realizadas principalmente en escayola coloreada a
mano, siendo adquiridas la mayora en Francia. Son
una rara muestra, difcil de reunir en variedad y en

Vitrinas del Museo, en vertical, adosado al pilar se puede ver un impresionante diente de narval

21

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Algunas piezas y ejemplares de la coleccin de Instrumentos Cientficos y Ciencias Naturales

Alambique. Empleado para la destilacin separada de lquidos.


1878

Microtelfono Bell, Pars, 1877-78.

Tornillo de Arqumedes para elevacin de slidos, modelo de


1848.

Rueda de Barlow, 1864-65. Motor elctrico.

Mquina cosmogrfica de Girod, 1887.


Muestra los principales fenmenos cosmogrficos, movimientos
de la tierra, de la luna, estaciones, solisticios, equinocios,
eclipses y fase lunares

Espectroscopio de Kirchhoff (1891)


Se usaba para realizar anlisis espectral y
estudio cualitativo de sustancias

Fotos: Archivo fotogrfico del Instituto

22

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Detalle de vitrina con flamencos (Phoenicopterus ruber).

Cabeza de jaguar (Panthera onca); flido americano conocido tambin


como pantera americana.

Detalle de vitrina con cocodrilo


(Malanosuchus niger).

Clao (Buceros hydrocorax) y


Chaj (Chauna torquata).

Reproduccin didctica de diseccin de una araa.

Cabritilla deforme o siamesa de ocho patas.

Fotos: Archivo Fotogrfico del Instituto

23

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Clupeidae indeterminado de la coleccin Cnovas Cobeo.


Foto tomada de FIERRO et al. 2013

Fsiles con etiqueta de la antigua coleccin de Francisco Cnovas


Cobeo. Foto tomada de FIERRO et al. 2013

Detalle de cola de pez. Foto: Gregorio Romero

Posible cupleido. Foto: Gregorio Romero

Scombridae indeterminado. Foto: Gregorio Romero

Trachigenis robustus.() Foto: Gregorio Romero

Detalle de etiqueta original


Foto: Gregorio Romero

Desembalaje de especmenes fsiles.


Foto: Marcial de la Cruz

24

Museo del IES Alfonso X de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Bibliografa
COLLADO MENA, CARLOS Y OTROS. 150 aos de enseanza media, (Catlogo de exposicin), Murcia: Consejera de
Cultura, Educacin y Turismo (1987).
FIERRO, IGNACIO Y OTROS. La coleccin de peces fsiles de Francisco Cnovas Cobeo (1820-1904) en el Museo Alfonso X
(MUSAX), Instituto Alfonso X El Sabio (Murcia). Inventario y conservacin. Bol. R. Soc. Hist. Nat. Secc. Aula, Museos y
Colecciones, 2.2015, 5-21. Online Octubre 2014.
GOMEZ, JUAN PEDRO Y OTROS. Museo MUSAX, Alfonso X el sabio, Murcia: Consejera de Educacin Formacin y Empleo
(2009).
GONZLEZ BUENO, ANTONIO Y BARATAS DAZ, ALFREDO. Museos y colecciones de Historia Natural. Investigacin,
educacin y difusin, Madrid: Real Sociedad Espaola de Historia Natural (2013).
HERNANDEZ PINA, FUENSANTA. El primer centro oficial de segunda enseanza en Murcia, Murcia: Universidad de Murcia
(1983).
JIMNEZ MADRID, RAMN (Coordinador). Fondos de educacin del Instituto Alfonso X, Murcia: Consejera de Educacin y
Cultura (2007).
JIMNEZ MADRID, RAMN. En torno a la tiza, Murcia: Consejera de Educacin, Formacin y Empleo (2009).
JIMNEZ MADRID, RAMN (Coordinador). El Instituto Alfonso X El Sabio: 150 Aos de Historia. Murcia: Editora Regional de
Murcia (1987).
VALERA CANDEL, MANUEL (Ed.). Ciencia e instituciones Cientficas en la Regin de Murcia (1750-1936), Murcia: Fundacin
Sneca. Agencia Regional de Ciencia y Tecnologa (2005).
VERD PAYA, RAFAEL. Lo que el Instituto ha hecho por Murcia, Murcia, Sucesores de Nogus (1958).
VIDAL DE LABRA, JOS ABELARDO (Coordinador). Conservacin, actualizacin y divulgacin del patrimonio histricocientfico-social del Instituto Alfonso X el sabio de Murcia, Murcia: Consejera de Educacin y Cultura (2002).
VIDAL DE LABRA, JOS ABELARDO. El Museo de Fsica y su contexto Histrico-Docente. Instituto Alfonso X El sabio - Murcia,
Murcia: Instituto de educacin Secundaria Alfonso X (2008).
VIDAL DE LABRA, JOS ABELARDO. Recorrido histrico-docente por el gabinete de Fsica del antiguo Instituto Provincial de
Murcia, Murcia: Consejera de Educacin, Formacin y Empleo (2009).

Internet
Museo Alfonso X: www.murciaeduca.es/musax/ ; Febrero 2014.
IES Alfonso X, El sabio: www.iesalfonsox.com; Abril 2014.
Hemeroteca Digital Murcia: www.archivodemurcia.es; Abril 2014.
Diario la Verdad: www.laverdad.es ; Abril 2014.
Anuarios Culturales: www.anuariosculturales.com ; Abril 2014.
Comunidad Autnoma de la Regin de Murcia: www.carm.es ; Abril 2014.
Universidad de Murcia: www.um.es; Abril 2004.
MediaMusea, Museos, Patrimonio Cultural y Tecnologa: www.mediamusea.com; Mayo 2014.

Agradecimientos
Ramn Jimnez Madrid, que me gui en los primeros pasos de este trabajo, me inici en el conocimiento del Instituto y su
historia.
Rafael Marn Hernndez, Director del Instituto Alfonso X, que me abri las puertas del centro y sus colecciones.

25

M apuntes de Zo
Mis
oologa. Pelos, u
as, pezuas, cueernos.

Boletn 8 - ACPM
M

Mis apuntes Zoo


olgicos.
Peloss, uas, pezuas,
p
, cuernoss.
Alfredo Casttilla Wandose
ell (Bilogo)
EEl hecho de ser
s mamfero
os, nos hace ser poseedo
ores de una serie de caraacteres que sson comuness a todos loss
c
componentes
s del grupo (poseer pelo, glndulas mam
marias, .). Me
M voy a centrar en el pelo
o y en la prese
encia o no de
e
u serie de estructuras
una
e
caaractersticas de algunos grrupos.

las distintas especies


e
de mamferos en
e cuanto a
n, de modo
o que una especie see
la disposicin
pu
uede identtificar, con
n frecuenciia, por laa
esstructura de su pelo.

Los pelos de mamferos son formaciones


epidrmicass queratinizzadas cuyo componente
principal ess la alfa queratina. No son
s derivado
os
de las escamas
e
siino que son nuevas
formaciones.

o es debida, en parte, a
Laa COLORACIN del pelo
la presencia de pigmenttos que se encuentran
n
n la zona dee la corteza.. Predominaan los tonoss
en
paardos o rojizzos. La canttidad de piggmento quee
en
ncontremos en el pelo determ
minar
laa
intensidad deel colorido. Hay colore
es, como ell
anco,
que
dos
a
la
a
usencia dee
bl
son debid
pigmento. En
n ese caso, los espacio
os internos,,

Un PELO tpico constaa de un talllo cuya base


formando el
est incluid
da en el tegumento
t
folculo pilo
oso. La maayora de clulas
c
de la
pared de este
e
folculo
o estn con
nstituidas por
clulas epid
drmicas que se intro
oducen en la
dermis.
La parte epidrmica
e
del folculo
o piloso esst
rodeada po
or dermis qu
ue forma tejido con fibras
nerviosas. La base deel folculo se ensanch
ha
u bulbo, en
n su parte ms
m interna se
formando un
forma la papila pilosaa donde se introduce la
os
dermis, en esta papila hay nerrvios y vaso
sanguneos..
El crecimien
nto del pelo
o se producce cuando las
clulas del tracto germ
minativo de la epiderm
mis
se dividen por
p mitosis y se aaden
n a la base del
d
tallo del pelo.
p
El crrecimiento del pelo se
produce, pu
ues, desde laa raz.
el pelo estt constituido por un
na
El tallo de
MDULA, esta
e
tiene remanentes
r
s muertos de
d
clulas quee contienen aire, lo quee aumenta la
capacidad de
d aislamien
nto de la piel y en alguno
os
casos permite flotar al animal cuan
ndo nada. Lo
os
pelos muy finos careecen con frecuencia de
d
mdula, como sucede en las fibraas de lana de
d
las ovejas. Le sigue un
n CRTEX in
ntermedio, la
zona ms ancha, invvadida porr fibrillas de
d
queratina y que pueeden conteener tambin
granos de pigmentacin y po
or ltimo la
CUTCULA que
q forma la superficiee. La cutcu
ula
son plaquitaas en formaa de escamaas y difiere en
e

hu
uecos, con aire reflejaan la luz en
n todas lass
direcciones. Los grises, son debidos a unaa
re
educcin en la cantidad de pigmentos pero no
o
ess total.
En
n cuanto a la FORMAC
CIN del pe
elo, hay un
n
fo
olculo prim
mordial quee se introd
duce en laa
de
ermis, relaciionado con l tambin se originan
n
glndulas quee se asocian
n al pelo, fin
nalmente see
prroduce un
na invaginaacin en el bulbo
o
ep
pidrmico.
26

Mis apuntes de Zoologa. Pelos, uas, pezuas, cuernos.

Boletn 8 - ACPM

cambio de pelaje que afecta a la densidad y


coloracin que contribuye al mimetismo en
muchos casos. Tambin habra que sealar que
la cada del pelo es estacional. En mamferos sin
libreas, la cada y reposicin, se hace de modo
constante. La densidad del pelaje vara en
funcin del clima. Los ms poblados
corresponden a climas ms fros y los ms
pelados corresponden a climas ms clidos.
Sealar tambin que en los mamferos
acuticos hay una tendencia a la prdida total
del pelo.

Los pelos salen inclinados respecto a la


superficie y asociados a ellos est el msculo
erector, este es un msculo involuntario que se
dispone desde la base del pelo a la parte
superior de la dermis, su contraccin hace que
el pelo se erice ante determinados estmulos.
Tenemos diferentes TIPOS de pelo; por un lado
est el pelo de angora (pelo de la cabeza),que
crece mucho antes de caerse. Puede durar
muchos aos y alcanzar una longitud
importante. Y el pelo definitivo (pelo de la ceja
o pestaa); crece hasta un tamao
determinado y se interrumpe su crecimiento.

Por ltimo habra que sealar que los tipos de


pelos varan en un mismo animal en funcin de
las partes del cuerpo y otras caractersticas. En
general hay cuatro tipos:

Si hiciramos una SECCIN del pelo estos


pueden ser lisos (su seccin es circular) o
rizados (tienen secciones aplanadas).Tambin
podemos encontramos estados intermedios
encontrando
diferentes
grados
de
aplastamiento.

1. Lanugo; es el pelo que cubre a los recin


nacidos, en muchos casos se pierde antes
del nacimiento, en el caso de nios
prematuros, estos aparecen con ms
todava.
2. Borra; pelo denso y corto que cubre el
cuerpo: Su funcin es la de aislante del
cuerpo.
3. Jarra; pelos largos y densos, responsables
de la coloracin, se encuentran entre la
barra.
4. Vibrisas; se sitan alrededor de la boca y
ojos, forman las barbas y bigotes. Suelen
aparecer en el hocico de los mamferos de
hbitos nocturnos: Tienen la raz muy
profunda e inervada.

En cuanto a su DIRECCIN, el pelo


normalmente sale inclinado. Las direcciones en
que pueden aparecer difieren segn donde
salen, cuando divergen se forma una raya.
Cuando convergen se forma un copete y
cuando tienen una disposicin en espiral
forman remolinos. En general hay una raya
medio dorsal que se dirige hacia la zona ventral
donde se forma el mechn. La excepcin la
encontramos en los perezosos que al vivir boca
abajo ocurre todo al revs.
Los pelos en los mamferos pueden cambiar en

El pelaje en muchos mamferos, incluidos


nosotros, tiene una distribucin relacionada
con caracteres sexuales secundarios.
Otras estructuras que vamos a encontrar en los
mamferos son las GARRAS, UAS y PEZUAS.
Estas son formaciones duras dispuestas en los
extremos de los dedos, se gastan por la parte
distal y se regeneran por la parte basal. Son
estructuras homlogas con una constitucin
semejante.
Las GARRAS, tienen una porcin superior
denominada UNGUIS/PLACA UNGUEAL. La

lo que se denomina LIBREA. Tenemos la librea


de verano y la de invierno. Esto supone un
27

Mis apuntes de Zoologa. Pelos, uas, pezuas, cuernos.

Boletn 8 - ACPM

zona ventral es el SUBUNGUIS/HIPONIQUIO. La


garra cubre la ltima falange y sirve de refuerzo
de esa zona. Aparece en mamferos pero
tambin en reptiles y aves.

dorsal de la garra es el LIMBO y la epidermis


sobre la que reposa es el LECHO. La base del
lecho es la MATRIZ. Se encuentra arqueada
dando la curvatura a la ua debido a que hay
un mayor crecimiento de la zona del limbo. Las
uas se caracterizan porque el unguis est
aplastado y el subunguis es vestigial. En los
felinos las garras son retrctiles y se retraen en
una vaina que las protegen.

En los mamferos se modifica en algunos grupos


formando las UAS en los primates y una
PEZUA en los ungulados. En los reptiles el
unguis es curvado y el hiponiquio est acoplado
al unguis formando como una caperuza en el
extremo del dedo mudndose peridicamente.
En las aves las garras son de tipo reptiliano pero
estn modificadas segn el hbito, el
crecimiento y desgaste es constante y no hay
una muda peridica de la capa externa.

Los CUERNOS y las ASTAS son tpicamente de


ungulados. Son modificaciones queratinizadas
de la epidermis y existen diferentes tipos:
1. Cuernos fibrosos de queratina, son cuernos
compactos y permanentes. Tpico de
rinocerontes, aparecen uno o dos y en
lnea. Crecen a partir de masas de queratina
provenientes de estructuras apelmazadas
(pelos).
2. Cuernos huecos, tpicos de vacas,
cabras,son cuernos frontales (2) y son
permanentes. En algunas especies aparecen
en los machos. El cuerno no se muda. Tiene
como ncleo hueso drmico cubierto por
una capa de queratina. Se desarrolla a
partir del estrato germinativo de la
epidermis.
3. Cuernos ramificados simple (con pas), es
un tipo particular de cuerno. Aparece en el
gnero Antilocapra (becerro americano), es
un cuerno con ncleo seo de origen
drmico, cubierto por un estuche crneo
bifurcado, el hueso no sigue la pa. El
estuche crneo se muda todos los aos.

En los mamferos hay una reduccin del


hiponiquio, este se continua con un cojinete
denominado TORUS (almohadilla). La parte

28

Mis apuntes de Zoologa. Pelos, uas, pezuas, cuernos.

Boletn 8 - ACPM

Las ASTAS son formaciones drmicas que


aparecen en los crvidos. Surgen a partir de un
mun que crece con un pedicelo seo
cubierto de piel. Mientras el asta crece la piel
se mantiene, est muy irrigado, dando un
aspecto aterciopelado. Cuando acaba el
crecimiento se interrumpe el riego, dando lugar
a la muerte del tejido y se produce el posterior
desprendimiento quedando el hueso desnudo.
El subunguis es arqueado y est detrs de la
ramilla. El unguis es ms duro y su desgaste es
ms lento, su borde es afilado.
Otra estructura que es ms propia de las aves y
que aparece en un grupo de mamferos, como
es el ornitorrinco, es el PICO. En este caso este
pico es especial, flexible, de naturaleza
drmica.
Este rgano es sensible al tacto y posee
electrosensores, permitiendo al animal localizar
a sus presas y orientarse bajo el agua durante la
noche o con aguas bastante turbias.

Tras la reproduccin el hueso del pedicelo se


reabsorbe, de modo que la zona basal del asta
se debilita y cae. Esto es un proceso anual y
cada vez el asta es de mayor tamao. Es un
proceso regulado hormonalmente, son
caracteres sexuales secundarios. En algunos
grupos aparecen en los dos sexos (p.e., los
renos). Y el mximo desarrollo acaba en la
poca del celo.
Las jirafas tienen cuernos de este tipo, pero son
especiales. Aqu son permanentes y no se retira
el tejido que los cubre. Tampoco es un carcter
sexual secundario.
Las PEZUAS son una modificacin elaborada.
Las pezuas aparecen formando los cascos en
ungulados, estos son mamferos que apoyan las
uas para caminar. Los cascos del extremo del
dedo corresponden al UNGUIS/UNGUIA, por
debajo hay una planta crnea que corresponde
al SUBUNGUIA. Por detrs del casco hay una
almohadilla carnosa denominada RAMILLA
CARNOSA.

29

Sobre un icosaedro de pirita

Bol. 8 - ACPM

Sobre un icosaedro de pirita


Matas Raja
centmetros de dimetro, es siempre motivo de
alegra. Es fcil comprobar con Google que rara
vez superan el centmetro de dimetro. La capa de
xido que lo recubre, fruto de la exposicin a la
intemperie no resta espectacularidad a la pieza.

1. Motivacin
El verano de 2013 me encontraba pasando las
vacaciones con mi mujer en el norte de Len,
concretamente en Puebla de Lillo. En los
alrededores de esta localidad se encuentra una
mina de talco a cielo abierto (La Respina) que ha
proporcionado muy buenos cristales de pirita
(sulfuro de hierro). De hecho, aqu se encontr un
octaedro bastante completo de ocho centmetros
de arista que se expone en el museo del IGME en
Madrid [3]. Los cristales de pirita se desarrollan en
el seno del talco masivo y rocas adyacentes, pero
de ste y otros detalles tcnicos nos ocuparemos
ms adelante.

As que es este curioso ejemplar de mi coleccin


el que motiva la escritura de la presente nota. Las
divagaciones que siguen son fruto de mi doble
condicin de profesional de las matemticas y
aficionado a la geologa, y pretenden ser
accesibles al no especialista de ninguna de estas
disciplinas.

2. Un poco de cristalografa
Las formas limitadas por planos que presentan
con frecuencia los minerales se llaman cristales,
independientemente
de
que
presenten
transparencia o no. Digamos que la palabra cristal
en mineraloga no tiene nada que ver con el vidrio
de buena calidad. Los cristales son consecuencia
del empaquetamiento regular de las molculas
que componen el mineral, que debe tener una
composicin qumica bien definida. Este
empaquetamiento ordenado favorece la aparicin
de caras, y todas ellas conjuntamente delimitan el
cristal. No siempre los minerales presentan
aspecto cristalino a simple vista. Con frecuencia
son amasijos de cristales que no se han
desarrollado completamente al molestarse unos a
otros durante su crecimiento. En otras ocasiones,
las caras no aparecen por falta de espacio, a pesar
de estar perfectamente empaquetadas las
molculas.

Fig. 1. Icosaedro de pirita

No es por casualidad que al poco de llegar a


Puebla de Lillo decidiera pasearme por La Respina
en busca de algn cristal de pirita, a pesar de que
el histrico yacimiento se considera destruido por
las propias labores de la explotacin. Pero tras
varias horas de bsqueda infructuosa, encontr
este objeto en una torrentera (Fig. 1).

Cuando se presentan las caras, estas lo hacen


siempre siguiendo algn tipo de patrn, que se
manifiesta en la constancia de los ngulos
correspondientes, paralelismo, simetras, etc. La
observacin paciente muestra que ese patrn
consiste en la imitacin ms o menos lograda, y
casi siempre parcial, de una forma geomtrica
definida ideal. Esto es el llamado hbito. Por
ejemplo, uno de los hbitos de la pirita es el cubo,
lo que quiere decir que los cristales tratan de

Se trata de un cristal icosadrico de pirita, es


decir, veinte caras triangulares aunque de forma
aproximada, ya que no todas estn desarrolladas
por igual. La existencia de estos icosaedros no me
era desconocida. Ya haba visto este hbito en
piritas de las minas de guilas (Murcia). Sin
embargo, el hallazgo de un cristal aislado, casi
perfecto y de buen tamao, cercano a los cuatro

30

Sobre un icosaedro de pirita

Bol. 8 - ACPM
elementos de simetra del cubo, sino que algunos
de ellos se reducen a la mitad (hemiedra). Por
ejemplo, los cubos de pirita pudiendo ser bastante
perfectos, presentan un estriado longitudinal en
las caras que sugiere que el eje de simetra
cuaternario es slo aparente. Es ms fcil ver los
elementos de simetra de la clase a la que
pertenece la pirita en una de sus formas tpicas, el
piritoedro.

desarrollarse en forma de cubos, pero en la


prctica lo que se observa, son fragmentos de
ortoedros o cajas. Esto se explica por el
desarrollo desigual de las caras. Nadie vigila que
durante el desarrollo de un cristal todas las zonas
reciban igual aporte de molculas para su
crecimiento.

Fig. 2. Formas del sistema cbico: cubo y octaedro

Los posibles hbitos de los minerales,


representados por formas geomtricas ideales, se
agrupan en los llamados sistemas cristalinos,
ordenndolos de acuerdo a criterios de simetra.
Un plano de simetra es un plano que si fuera un
espejo que atraviesa el cristal, seguiramos
vindolo completo con el reflejo de ste. Un eje
de simetra permite rotaciones en las que el cristal
se ve exactamente igual un cierto nmero de
veces (2, 3, 4 o 6) a lo largo de una vuelta
completa. Por ejemplo, un cubo y un octaedro
(ver Fig. 2) tienen exactamente los mismos
elementos de simetra: nueve planos de simetra,
tres ejes cuaternarios, cuatro ejes ternarios, seis
ejes binarios y centro. Por eso, el octaedro se
engloba dentro del sistema cbico. Hay muchos
hbitos agrupados en sistemas y clases dentro de
cada sistema, pero las posibilidades son limitadas
debido a que estas formas proceden del
empaquetamiento regular de molculas. Por eso
las caras no pueden presentar orientaciones
arbitrarias, y de hecho, los planos que las
delimitan cortan a los ejes del cristal a distancias
que guardan entre si proporciones sencillas. No
hablaremos aqu de todas las posibilidades que
ofrece la cristalografa. Para ampliar informacin
el lector puede consultar [2].

Fig. 3. Piritoedro

El piritoedro es un pentgono-dodecaedro, i.e.


tiene doce caras pentagonales. Los pentgonos de
las caras tienen cuatro lados iguales entre si, y
otro algo mayor, que en la posicin mostrada en
la Fig. 3 son las aristas paralelas a los ejes del
cristal (dibujados dentro de ste). Si el cristal se
inscribiera en un cubo, paralelo a estos ejes, las
aristas largas quedaran englobadas en las caras
del mismo. Observe que por los puntos de
concurrencia de las aristas cortas (uno en cada
octante) pasan ejes de simetra ternarios, es decir,
este elemento de la simetra del cubo se conserva.
En la Fig. 3 vemos que las caras estn designadas
con un cdigo de tres cifras (102, 210, 210,. . .),
algunas con una rayita arriba. Son los llamados
ndices de Miller, empleados en cristalografa para
indicar de manera precisa la posicin e inclinacin
de las caras respecto a los ejes. Como dijimos ms
arriba, en los cristales no es posible cualquier
plano arbitrariamente tomado como cara. Gracias
a esta limitacin la informacin puede codificarse
de manera sencilla. Interpretemos los ejes del

La pirita cristaliza en el sistema cbico, pero


dentro de una clase que no tiene todos los

31

Sobre un icosaedro de pirita

Bol. 8 - ACPM

cristal como se hace normalmente en Geometra


Analtica: eje z vertical, eje y extendido de
izquierda a derecha, eje x apuntando
aproximadamente al observador. Con esta
herramienta geomtrica podremos dar un sentido
cuantitativo preciso a los ndices de Miller. Una
cara denotada con 102 viene representada por un
plano cuya ecuacin es
1x+0y+2z=C
donde C es una constante que depende
indistintamente de lo lejos que est el plano del
origen o de la unidad que estemos usando en los
ejes. Si suponemos que los ejes del piritoedro de
la Fig. 3 encuentran a las aristas largas a distancia
1 del centro (u origen de coordenadas), la
ecuacin de la cara 102 quedar as

Fig. 4. Combinacin de piritoedro y cubo.

La figura resultante de la combinacin de


piritoedro y octaedro tendr 12+ 8 = 20 caras,
pero para entender porqu puede esto dar lugar a
un icosaedro tendremos que descender hasta los
detalles tcnicos. La cara del octaedro que se sita
en el octante principal (el englobado por los
semiejes positivos) tiene ndice de Miller 111
porque corta los tres ejes exactamente a la misma
distancia del origen de coordenadas. Los tres
extremos de las aristas largas del piritoedro que
caen en este octante tienen coordenadas (1, 0,
1/2), (1/2, 1, 0) y (0, 1/2, 1). El hecho de que
sumen (3/2, 3/2, 3/2) revela que por ellas pasa el
plano x + y + z = 3/2, es decir, la cara 111 del
octaedro. Si quitamos la pirmide resultante,
adems de mutilar tres caras pentagonales que
ahora quedaran con slo cuatro lados, aparecer
un tringulo equiltero como nueva cara
(marcado en rojo en la Fig. 5 izquierda), cuyos
lados miden aproximadamente 1,22. Si esto
mismo se hace en cada uno de los octantes, las
caras pentagonales quedarn reducidas al
tringulo formado por la arista larga y el vrtice
opuesto, doce tringulos issceles de base 1 y
lados iguales de longitud 1,22, que acompaan a
los ocho tringulos equilteros proporcionados
por las caras del octaedro (Fig. 5 derecha). El
hecho de que la razn 1,22/1 est ms prxima a
1 que 1/0,76 indica que el icosaedro
cristalogrfico es ms parecido al icosaedro
regular que el piritoedro al dodecaedro regular.

x + 2z = 2
As mismo, la cara 210 estar representada por el
plano 2x + y = 2 y la 021 por 2y + z = 2. El punto
donde estas tres caras se encuentran es la nica
solucin del sistema lineal que resulta de reunir
las tres ecuaciones. Tras unos clculos que
omitimos, sus coordenadas son (2/3, 2/3, 2/3).
Procediendo de esta manera podemos obtener
informacin precisa sobre el piritoedro de la Fig.
3. Por ejemplo, las aristas largas miden 1,
mientras que las cortas miden aproximadamente
0,76.
Hablaremos ahora de las formas compuestas. Con
frecuencia un determinado hbito cristalino se
puede interpretar como una combinacin de
hbitos ms simples. En otras palabras, en un
cristal conviven caras de dos o ms hbitos como
interseccin de ellos. No hay que confundir esto
con las maclas que son las uniones de cristales.
Por ejemplo, en la pirita podemos encontrar
combinaciones de cubo con piritoedro (ver Fig. 4),
cubo con octaedro, y sobre todo, la que ms nos
interesa en esta ocasin, la de piritoedro con
octaedro, que es la que produce los cristales
icosadricos, como veremos enseguida.

32

Sobre un icosaedro de pirita

Bol. 8 - ACPM

Fig. 5 Obtencin del icosaedro a partir del piritoedro.

3. El yacimiento de La Respina
La pirita es un mineral frecuente en todo tipo de
terrenos. Para su formacin slo requiere hierro y
azufre, dos elementos muy corrientes en la
corteza terrestre a todos los niveles, incluso
podemos encontrarlos en cantidades apreciables
en la materia orgnica. Por ejemplo, en la
formacin de los ammonites piritizados (moldes
en pirita de un ammonite) el aporte de azufre
procede de la propia descomposicin de la
materia orgnica. Podemos encontrar cristales (o
agrupaciones de los mismos) de pirita en rocas
sedimentarias cuyo origen se debe a las
reacciones qumicas en la transformacin de la
materia orgnica en ambientes reductores. Es as
mismo frecuente la pirita acompaando al carbn,
lo que rebaja su calidad. En las rocas gneas y
metamrficas, aparece la pirita como mineral
accesorio. Pero, sobre todo, aparece la pirita en
los yacimientos de minerales metlicos, filones,
masas o impregnaciones, formados en distintas
condiciones de temperatura o presin
(hidrotermales, pirometasomticos, etc.). Aqu las
masas de pirita pueden alcanzar tamao brutales,
como las que aparecen en la llamada faja pirtica
de Huelva. Tambin encontramos mucha pirita
masiva en las minas de la Unin (Murcia).

Fig. 6. Rombododecaedro.

Los cristales se desarrollan en la medida que


tienen espacio para la formacin de caras. En los
filones, el mineral comienza a depositarse en la
roca encajante y el crecimiento ocurre
bsicamente en un slo sentido, permaneciendo
los cristales siempre ligados por una de sus partes.
Con suerte un cristal puede mostrar muchas de
sus caras, pero no todas. No obstante, pueden
verse ejemplos muy bellos, como el de la Fig. 6
mostrando hbito rombododecadrico. Dentro de
las piritas cristalizadas en forma de drusa
(superficies cubiertas de cristales) fueron famosos
los grandes piritoedros de Elba y Gavorrano (Italia). Actualmente las drusas ms espectaculares
proceden de Per.

33

Sobre un icosaedro de pirita

Bol. 8 - ACPM
Len, Asturias y Cantabria. Estas rocas antiguas
han sido mineralizadas durante la orogenia por
procesos de metasomatismo [4], que es la
sustitucin del carbonato clcico por otros iones
llevados por aguas termales profundas que
circularon aprovechando fallas y otras fisuras en la
roca. Este proceso ha favorecido la aparicin de
pequeos yacimientos a lo largo de la cordillera,
cada uno distinto del siguiente: blenda
acaramelada cerca de Fuente D, cobres grises en
Burn, cinabrio cerca de Tarna y el talco en Puebla
de Lillo. Mientras que los yacimientos metlicos
son pequeas masas o impregnaciones en la caliza
de montaa, el talco en Puebla de Lillo supuso
una sustitucin a gran escala en los estratos de
caliza por este silicato. Realmente, la geologa de
este yacimiento es bastante compleja, pero
podemos imaginarnos una especie de pantano
lleno de caldo de cultivo qumico, donde incluso
los iones menos abundantes pudieron agregarse
para formar buenos cristales, siendo este el caso
del cuarzo y la pirita. El mineral ms abundante, el
talco, se puede encontrar en masas de decenas de
metros, en varios colores, blanco, verde manzana,
gris, etc. El metasomatismo tambin ha
transformado parte de las calizas en dolomas,
que acompaan al talco. Esta impresionante
cantera a cielo abierto (Fig. 7) situada a 1500
metros de altitud estuvo en explotacin hasta
2010. Antes de la puesta en marcha de la mina de
La Respina, el talco se explotaba en unas minas
ms modestas, ubicadas al norte de Puebla de
Lillo donde tambin se puede encontrar
abundante pirita. Actualmente la minera del
talco, as como la del cobre, cinc y mercurio, estn
paradas en esta parte la Cordillera Cantbrica.

Sin embargo, si queremos encontrar cristales


individuales es mejor otro tipo de yacimiento,
donde la pirita en lugar de presentarse en grandes
masas, los cristales puedan crecer en todas
direcciones sin entorpecerse los unos a los otros.
Esto ocurre en el seno de algunas rocas donde en
algn momento de su formacin se comportan
como fluidos en el que los iones se desplazan sin
problemas. En los yesos del Keuper de Caravaca
se forman buenos piritoedros, en las margas
cretcicas de la Sierra de Ricote se pueden
encontrar ndulos compuestos de cubos
parcialmente combinados con octaedro, y los
cubos de pirita ms famosos del mundo son los de
Navajn (La Rioja) que se han formado en el seno
de unas margas muy compactas que en su da
fueron un sedimento de delta fluvial. No slo las
rocas sedimentarias proporcionan buenos
cristales
individuales,
tambin
podemos
encontrarlos en algunas metamrficas como
pizarras o mrmoles.
En general, cada yacimiento tiene tendencia a
presentar un determinado hbito. Por ejemplo, en
Navajn se observa la predominancia de los cubos
sobre los octaedros o los piritoedros. No obstante,
estos se pueden encontrar en pequea
proporcin en formas combinadas. Es un
problema difcil saber que condiciones fsicoqumicas favorecen un determinado hbito, ya
que intervienen muchas variables. Pero es fcil
intuir que si un yacimiento presenta piritoedros y
octaedros, tambin puede presentar la forma
combinada de ambos, el icosaedro. Esto es lo que
ocurre en la mina de talco de La Respina.
La formacin llamada caliza de montaa es una
gran masa de calizas carbonferas que conforma
una buena parte de la cordillera Cantbrica, entre

Fig. 7. Cantera de La Respina.

34

Sobre un icosaedro de pirita

Bol. 8 - ACPM

Aunque es todava fcil ver pequeos cristales de


pirita en el talco, los mejores estaban en la parte
ms superficial, hoy da desaparecida. Aqu se
encontraron buenos piritoedros y octaedros
(como el mencionado al principio) con las caras
brillantes de la pirita fresca. Adems, debido a lo
blando del sustrato deba ser muy agradable el
trabajo de extraccin cuando el yacimiento estaba
en su mejor momento. Desaparecido ste, cabe la
posibilidad de que de los restos de la montera de
meteorizacin, en general no explotables,
contengan algn cristal. Y as es, pero la mayor
parte de ellos se encuentran limonitizados, es
decir, la pirita se ha descompuesto y conservando
la forma externa del cristal, el interior est
compuesto de xidos e hidrxidos de hierro. No
es, por tanto, un autntico cristal sino un molde
de un cristal desaparecido. Con suerte, el cristal
de pirita se cubre de una capa de xido negro,
como un pavonado, que le protege durante un
tiempo de una oxidacin profunda posterior. En
esta categora entra el icosaedro de la Fig. 1.

4. Simetra de quinto orden


Los cinco slidos platnicos (denominacin
potica de los poliedros regulares) son el
tetraedro, el cubo, el octaedro, el dodecaedro y el
icosaedro. Estos son los nicos poliedros convexos
cuyas caras son polgonos regulares iguales y tales
que en cada vrtice concurre el mismo nmero de
caras. Si marcamos el centro de cada cara de un
poliedro regular con un punto y los unimos con
lneas obtendremos otro poliedro regular. Por
ejemplo del cubo se obtiene el octaedro y
viceversa; del dodecaedro se obtiene el icosaedro
y viceversa. Estos pares se dice que estn en
dualidad, o que uno es el dual del otro. Tenemos
as que el tetraedro es autodual, esto es, la
operacin de dualidad lo reproduce, aunque en
otra posicin. En un par de poliedros en dualidad
coincide el nmero de caras de uno con el de
vrtices del otro, y gracias a la frmula de Euler
(caras + vrtices = aristas + 2) ambos tienen el
mismo nmero de aristas. Por ejemplo, un
dodecaedro tiene 20 vrtices, que coincide con el
nmero de caras del icosaedro, y ambos tienen 30
aristas. Los poliedros en dualidad tambin
comparten los elementos de simetra, as
dodecaedros e icosaedros tienen ejes de rotacin
de quinto orden.

Terminaremos con una pequea mencin a los


fsiles en la caliza de montaa. Existen dos
versiones de la misma: la rojiza, correspondiente
al carbonfero inferior y muy rica en fsiles, cuyo
ejemplo ms significativo podra ser la baslica del
santuario de Covadonga; y la gris, formada en el
carbonfero superior y donde se ubican las
mineralizaciones de talco y metales citadas
anteriormente. La caliza de montaa gris es pobre
en fsiles, pero puede dar alguna agradable
sorpresa como el cliz de crinoideo (Fig. 8) que
encontramos en la escombrera de una mina de
cobre de Burn (Len).

Hemos hablado anteriormente de la forma


dodecadrica e icosadrica en la pirita, mostrando
que estas formas difieren de las de dodecaedros e
icosaedros regulares. El motivo por el que
dodecaedros y el icosaedros regulares no aparecen en cristalografa se debe a que la simetra de
quinto orden presente en estos poliedros no
puede ser producida por el empaquetamiento
ordenado y peridico de molculas de alguna
sustancia qumica. Este resultado, consecuencia
del Teorema de Restriccin Cristalogrfica [1, pag.
88], se suele argumentar a un nivel elemental de
la siguiente forma: el plano se puede teselar
(cubrir completamente sin solapamientos) de
manera peridica con tringulos equilteros,
cuadrados y hexgonos regulares, pero no puede
ser teselado con pentgonos regulares. Esto
produce ejes de simetra de orden 3, 4 y 6 pero no
de orden 5. Consecuentemente no encontraremos
este tipo de simetra en minerales, y en particular,
los dodecaedros e icosaedros de pirita sern
meras aproximaciones.

Fig. 8. Cliz de crinoideo

35

Sobre un icosaedro de pirita

Bol. 8 - ACPM
llamativa la C60 (formada por 60 tomos de
carbono) que tiene una curiosa estructura (Fig. 9)
consistente en un icosaedro al que se le han
truncado los vrtices de manera paralela a las
caras de su dodecaedro dual. As cada uno de los
12 vrtices produce 12 caras pentagonales y las 20
caras triangulares se convierten en hexgonos
regulares si el truncamiento se produce a la
distancia adecuada. Los carbonos se ubican en los
60 vrtices del nuevo slido geomtrico.

Eso no significa que la simetra de quinto orden


est prohibida en la naturaleza, lo que no
podemos es buscarla en los cristales minerales.
Por ejemplo, se puede observar una aparente
simetra de orden 5 en algunas estructuras
vegetales como flores y frutos. Tambin podemos
ver bonitos pentgonos estrellados como seccin
de tallos de alguna especie de crinoideo. Entre los
equinodermos, phylum que engloba los
crinoideos, tenemos las estrellas de mar y algunas
especies de erizos marinos como cidaris y
clypeaster que logran una gran simetra externa
de quinto orden. Esta simetra no se reproduce
internamente por la disposicin de los rganos, al
igual que la aparente simetra especular exterior
de nuestros cuerpos (unas veces ms lograda que
otras) no ocurre a nivel de rganos (estmago,
hgado, intestino, etc.).
Si queremos ver sorprendentes objetos
relacionados con la simetra de quinto orden,
dodecaedros, icosaedros y similares tendremos
que descender al terreno de lo no visible a simple
vista. Las diatomeas y los granos de polen proporcionan bellos ejemplos. Descendiendo algo
ms en el nivel de lo observable, aparecen
icosaedros entre los virus, como la cabeza del
famoso bacterifago T4, e incluso en la estructura
del virus del SIDA. Pero, la estructura molecular
de ciertas substancias encierra una sorpresa. Son
los llamados cuasicristales. La repeticin peridica
de molculas impide la aparicin de la simetra de
quinto orden, pero es posible que algunas
molculas puedan agruparse de manera compacta
siguiendo un patrn no peridico. Esto se
consigue con ciertas aleaciones metlicas
enfriadas rpidamente para no dar tiempo a la
formacin del empaquetamiento cristalino,
tambin conocidos como vidrios metlicos. La
tcnica de difraccin de rayos X revel patrones
de agrupacin mostrando simetra de orden 5, y
actualmente se cree que el empaquetamiento
atmico en estas sustancias sigue una estructura
similar a los mosaicos de Penrose, con la salvedad
de que estos son en dos dimensiones.
Terminaremos estos ejemplos mencionando una
familia de molculas de carbono descubiertas en
1985 que son los fullerenos. Entre ellas es muy

Fig. 9. Fullereno -baln de ftbol.

Curiosamente, esta estructura geomtrica es


conocida desde hace mucho tiempo y es bastante
popular en el diseo de balones de ftbol.

5. Eplogo
En el verano de 2014, con este artculo casi
terminado, mi mujer y yo volvimos a Puebla de
Lillo para escapar de la cancula murciana, entre
otros objetivos. Un paseo por La Respina me
proporcion otro ejemplar espectacular: una
macla de varios icosaedros (Fig. 10) de porte
similar al anterior. Esta pieza est algo ms
estropeada por la meteorizacin, pero sigue
siendo esencialmente pirita.

36

Sobre un icosaedro de pirita

Bol. 8 - ACPM

Fig. 10. Macla de varios icosaedros.

Referencias
[1]

H. S. M. COXETER, Fundamentos de Geometra, Limusa (1988).

[2]

C. S. HURLBUT, C. KLEIN, Manual de Mineraloga de Dana, Tercera edicin, Revert (1988).

[3]

E. GALN, S. MIRETE, Minerales de Espaa IGME (1979).

[4]

B. MELNDEZ, J. M. FUSTER, Geologa, Paraninfo (1994).

37

De la agresividad a la asertividad

Boletn 8 - ACPM

De la agresividad a la asertividad
Antonio Paredes Borja y Ana Isabel Paredes Saura, Psicloga.

las bases hacia la cspide, junto con el


adoctrinamiento del pueblo en la sumisin.
Haremos una reflexin de los cambios de
pensamientos que se produjeron en el siglo XX,
despus de dos horrorosas guerras mundiales. Un
rayo de esperanza surgi despus de la II Guerra
Mundial, cuando la humanidad, hastiada de tanta
muerte y destruccin, reivindic un cambio de
cultura pasando de la blica tradicional a otra ms
pacfica y constructiva. Ese fue el germen que dio
paso al nacimiento de un nuevo espritu de
convivencia entre las personas gracias a la
Declaracin Universal de los Derechos Humanos,
que es una declaracin de los derechos que en un
sentido legal tenemos todos los seres humanos y
que fue aceptada, con ms o menos suerte, por
muchas naciones.
A los pocos lustros naci tambin la Redaccin
de los Derechos Asertivos, que viene a ser la
declaracin de los derechos emocionales que
tambin tenemos por el hecho de ser personas
humanas. Estos Derechos Asertivos fueron
redactados por un conjunto de psiclogos sin
ningn apoyo institucional, dando origen a la
Asertividad. Esta constituye un conjunto de
normas en las relaciones intra-personal (consigo
mismo) e inter-personal (con los dems), y es una
herramienta de gran trascendencia para gestionar
de forma eficaz la agresividad innata que hay en el
ser humano.
La propuesta de regular esa agresividad es
mediante la indignacin asertiva, indignacin en
el sentido de revelarse contra una agresin
externa arbitraria, no de forma sumisa y s
mostrando esa indignacin de forma asertiva,
defendiendo con firmeza los derechos propios y
sin pisotear los derechos del otro u otros, y no
mostrndose de forma belicosa sino civilizada;
denunciando los hechos pero respetando la
dignidad de las personas.
Algn da los gobiernos tomarn conciencia de
que los seres humanos no pueden autogestionar
su agresividad intentando suplantarla por la
sumisin, siendo ese un artificio falso e ineficaz,
sino que han de hacerlo mediante la Asertividad.
En ello nos ir el ser capaces de aprender a
coexistir pacficamente como especie, y tambin a
regular de otra manera la cultura blica que de
siempre ha existido en todas las sociedades.

A modo de introduccin.
La finalidad de este estudio es descubrir, con
un carcter divulgativo,
las races de la
agresividad en todos los seres vivos y en nuestra
especie. Si miramos hacia atrs, desde la aparicin
de los primeros homnidos, observaremos que
esta familia genealgica o filogentica de la que
procede nuestra especie inaugur una novedad
en la historia natural de todos los seres vivos,
siendo en este caso la potenciacin de la
agresividad de forma extracorprea.
En cualquier animal salvaje, su fuerza agresiva
est en alguna parte de su cuerpo. En un gran
felino, en sus garras y en sus colmillos; en un ave
rapaz, igualmente en sus garras y en su pico; en
algunas serpientes, en el veneno en sus colmillos;
en un toro, en la embestida con sus cuernos, etc.,
etc., sin embargo fueron los primeros
antepasados del Homo Sapiens los que
inventaron, por as decirlo, instrumentos
extracorpreos (que no formaban parte de su
fsico) para as potenciar su capacidad agresiva
natural a la hora de agredir o defenderse. La
capacidad agresiva de estos instrumentos fue
creciendo a medida que aquellos homnidos
evolucionaban y adquiran mayor desarrollo
cerebral.
Intentaremos llegar a la conclusin de que
nuestra especie mantiene el mismo instinto
agresivo que cuando baj del rbol pero con el
agravante de que ahora es portador de
instrumentos potenciadores de esa agresividad en
forma de armas de destruccin que lo hacen ser
tremendamente peligroso para cualquier otra
especie existente en la naturaleza y hacia s
mismo.
Tambin veremos el cambio que supuso el
trnsito del paleoltico (cazadores-recolectores) al
neoltico (agricultores-ganaderos, con una
sociedad ya sedentaria y organizada socialmente).
Esa agresividad interpersonal fue regulada de
forma social mediante normas y arbitraje de
aplicacin de aqullas, monopolizndose la
agresividad de los individuos a travs de ejrcitos
organizados y jerarquizados piramidalmente para
la lucha contra otros grupos sociales opuestos, as
como para reprimir cualquier tipo de rebelin de

38

De la agresividad a la asertividad

Boletn 8 - ACPM

depredador que vuela se distraiga en ella y


permitir la huida de las cras.

1. RACES BIOLGICAS DE LA AGRESIVIDAD


Respuesta instintiva de la agresividad en todos los
seres vivos.

1.3.

La conducta agresiva es una manifestacin


bsica en la actividad de los seres vivos. Su
presencia en la totalidad del reino animal y los
resultados de las investigaciones sobre la misma
le
dan
el
carcter
de
fenmeno
"multidimensional" (Huntington y Turner, 1987;
Mos y Oliver, 1988).
Cualquier animal, sea invertebrado o
vertebrado, y de la especie que sea, vive siempre
en unos entornos de competencia a los que tiene
que hacer frente como pueda ser luchar contra
otros competidores por el alimento, por el hbitat
o por la reproduccin. La agresividad es, por
tanto,
un elemento necesario para la
supervivencia de las especies.
No siempre la respuesta es de agresividad hacia
un ataque externo. Tambin puede utilizarse el
engao para despistar al agresor o el camuflaje
para pasar desapercibido.
En el caso de lucha por el apareamiento de las
hembras, en muchos mamferos suele utilizarse la
estrategia de la sumisin si interesa interrumpir el
ataque cuando se tiene las de perder.
1.1.

Aunque son muchas las especies de mamferos


en los que se da el efecto de defensa colectiva del
clan, donde se ve de manera ms acusada y
elaborada es en los simios. En su caso la
conjuncin de fuerzas para defender un territorio
es clave para su supervivencia. Tambin lo fue en
todos los homnidos predecesores del Homo
Sapiens.
1.4.

Respuesta instintiva de auto-defensa +


defensa de las cras propias + defensa de
su grupo o clan + defensa de sus aliados.

Este caso se da solamente en el Homo Sapiens.


Es la respuesta de defensa al ataque a otro clan,
pudiendo ser de otra etnia, pas y continente, y al
que se le asiste solo por ser aliado, no dndose
ese fenmeno en ninguna otra especie ms.
Esa es la clave de casi todas las guerras de la
historia de la humanidad, especialmente de la
Primera y Segunda Guerras Mundiales, tanto para
los pases aliados para atacar como de aquellos
otros pases aliados para defenderse de esos
ataques.
En sentido inverso, el Homo Sapiens es la nica
especie que puede sentir compasin y altruismo
por otros individuos que no sean de su clan,
incluso sin conocerlos, pudiendo ser de otras
etnias y pases. Esta es la base de la existencia de
muchas ONGs de ayuda a poblaciones y colectivos
desfavorecidos, recayendo muchas veces esas
ayudas en grupos cuya lengua, color de piel,
cultura y costumbres no tienen nada que ver con
los grupos de personas colaboradoras.
Esa capacidad de compasin y altruismo
transciende de su propia especie y se dirige a
otras especies, como es el caso de las sociedades
protectoras de animales, o incluso a
organizaciones dedicadas a la proteccin del
medio ambiente.

Respuesta instintiva de auto-defensa.

Este es el caso tpico de los reptiles. Su sistema


cerebral solamente les permite reaccionar ante un
ataque personal. Carecen de sistema lmbico que
pueda generar sentimientos de afecto hacia sus
propias cras. Cuando desovan, dejan a las cras al
momento de su eclosin de los huevos a su
suerte, con la excepcin de los cocodrilos y
caimanes. La pervivencia de esas especies est en
el nmero tan elevado de huevos que ponen, lo
que permite que sobrevivan suficientes como
para no desaparecer.
1.2.

Respuesta instintiva de auto-defensa +


defensa de las cras propias + defensa de
su grupo o clan.

Respuesta instintiva de auto defensa +


defensa de las cras propias.

Este es el caso de las aves y de los mamferos


que responden defensivamente cuando el ataque
va dirigido hacia ellos como individuos y hacia sus
cras. La mayora de las veces responden
agresivamente pero a veces utilizan recursos de
engao como es el ejemplo de las perdices donde
la madre, cuando anda sobre el suelo con sus
polluelos, simula estar coja para que el

2. EVOLUCIN DE LA AGRESIVIDAD
EXTRACORPREA EN LOS HOMNIDOS
Una breve informacin previa
entender la evolucin de los homnidos:

39

para

De la agresividad a la asertividad

Boletn 8 - ACPM

El Gran Valle del Rift es una gran fractura


geolgica cuya extensin total es de 4830
kilmetros en direccin norte-sur. Aunque
generalmente se habla de este valle para referirse
slo a su parte africana, desde Yibuti a
Mozambique, lo cierto es que el mar Rojo y el
valle del ro Jordn tambin forman parte de l.
Comenz a formarse en el sureste de frica
(donde es ms ancho) hace unos 30 millones de
aos y sigue creciendo en la actualidad, tanto en
anchura como en longitud, expansin que con el
tiempo se convertir en una cuenca ocenica. Los
constantes temblores de tierra y emersiones de
lava contribuyen a este crecimiento y, de seguir a
este ritmo, el fondo del valle quedar inundado
por las aguas marinas de forma total dentro de 10
millones de aos. Con ello, frica se habr
desgajado en dos continentes distintos que
procedern a separarse ms an hasta formar un
nuevo ocano. La ruptura del continente africano
ejercida por el Gran Valle del Rift, es la
responsable tambin de que en el este del
continente el clima sea ms seco que en el oeste.
Lo que eran montaas ricas en espesura
selvtica se transformaron en tierras llanas con
escasa vegetacin como consecuencia de la
depresin generada por la separacin paulatina
de las dos placas tectnicas que propiciaron el
ahora llamado Valle del Rift. Esto favoreci una
adaptacin selectiva mediante la bipedestacin
para poder sobrevivir en ese nuevo entorno lleno
de
peligrosos
depredadores
carnvoros
camuflados entre espigas y matas, y a los que
haba que controlar desde una altura superior a la
de ellos manteniendo de forma permanente el
cuerpo erguido y asentado sobre las dos patas
traseras y librando las dos delanteras para otras
funciones distintas a la locomotora.
El cambio de alimentacin, de vegetariano a
omnvoro, consumiendo protenas de alto valor
biolgico procedente de la carne animal, primero
a travs del carroeo y luego mediante el arte de
la caza, propici el desarrollo descomunal del
cerebro de los bebs, obligando a las hembras al
parto de cras prematuras. Estas cras eran
totalmente indefensas e inmaduras, y necesitaban
de la proteccin permanente de sus madres,
producindose as una seleccin natural de
supervivencia de aquellas cuyas madres
adquirieron una correcta condicin bpeda y de
andar
perfectamente
erguidas,
pudiendo
transportarlas eficazmente agarradas entre sus
brazos y apoyados a su pecho. Ese cerebro
prematuro facilit un largo aprendizaje por un

periodo de maduracin mucho ms largo que


cualquier otro simio, lo que favoreci que la
cultura paterna y la del clan influyera en el
desarrollo intelectual de aquellos homnidos.
2.1.

Pre-australopitecinos (Adaptados a vivir


entre los rboles y el suelo).
Especies difciles de catalogar como integrantes
de la familia de los homnidos aunque parece ser,
por el estudio de los huesos de las caderas,
piernas y de los pies, que tenan locomocin
bpeda, aunque difcil de evaluar su grado de
eficacia en cuanto al andar perfectamente
erguidos, manteniendo todava condiciones
anatmicas en las manos y en los pies para trepar
a los rboles con facilidad. Cuando les acechaba el
peligro de la presencia de un depredador la mejor
estrategia de defensa era la de la huida,
subindose a un rbol, como hacen los actuales
simios. De los conocidos hasta ahora el ms
antiguo es el Sahelanthropus Tchadensis
(popularmente conocido como Toumai), entre 7 y
6 millones de aos atrs. A continuacin apareci
Orrorin Tugenensis, entre 6,2 y 5,6 millones de
aos. Finalmente surgi Ardipithecus Ramidus,
entre 5 y 4 millones de aos. Estas tres especies
tenan como comn denominador el que eran
bsicamente vegetarianos, con consumo de
protenas procedente de insectos y otros animales
pequeos.
No existen pruebas de industria ltica en estas
especies por lo que los nombramos de pasada.
2.2.

Australopitecinos (Primeros homnidos


perfectamente
adaptados
a
andar
erguidos).
Australopitecino. frica. 440
cc de crneo, 30% del Homo
Sapiens. De 4 a 2 millones de
aos atrs. Entre 1,2 y 1,4
metros de estatura.

Primeras especies adaptadas a vivir de forma


permanente en el suelo, en un entorno de sabana,
gracias a su bipedestacin efectiva. La prueba
irrefutable de su bipedismo est en la especie
Australopitecu Afarensis, que es a la que
pertenece la famosa hembra Lucy, donde tres
individuos caminaron sobre barro en Laetoli,
Tanzania, hace 3,6 millones de aos, dejando las
huellas de sus pisadas, protegidas posteriormente
con la cada de cenizas volcnicas sobre ellas,
quedando fosilizadas, lo que nos demuestran
40

De la agresividad a la asertividad

Boletn 8 - ACPM

ahora esas pisadas la resuelta marcha bpeda de


aquella especie y su adaptacin al medio de la
sabana africana.
Debido a la liberacin de las extremidades
superiores, transformaron stas en manos con
destreza para agarrar, extendieron as su
agresividad empuando ramas en forma de
bastn, como una prolongacin de su propio
brazo, pero con ms contundencia de ataque. De
esa manera el individuo empez a adquirir
capacidades agresoras mediante instrumentos de
ataque por encima de sus posibilidades fsicas. En
esa capacidad agresora extracorprea es donde se
diferenci esta especie del resto de animales.
Relacionando este comportamiento con el de los
actuales chimpancs se ha visto tambin en los
machos el empuar una rama de rbol para
obligar a las hembras a aparearse.
Es muy controvertido por la comunidad de los
paleoantroplogos que los Australopitecinos
pudieran haber llegado a fabricar cuchillos de
piedra con corte eficaz para poder seccionar la
piel de grandes herbvoros, por lo que queda la
duda de que llegaran a ser cazadores, estando
claro que fueron carroeros y que cambiaron su
tipo de alimentacin de vegetarianos a
omnvoros. La carne que coman proceda
principalmente de animales herbvoros cazados
por otros depredadores carnvoros que
penetraban al interior de sus cuerpos desgarrando
la piel con sus poderosos colmillos, acudiendo los
Australopitecinos al festn una vez engullida la
mayora de la carne por los depredadores,
accediendo al tesoro protenico del tutano, que
se encuentra dentro de los huesos, fracturndolos
mediante golpes dados con una piedra.
2.3.

colmillos (al contrario de los felinos) por un tosco


cuchillo de piedra con capacidad de corte para
acceder al interior del animal y consumir su carne.
El ms antiguo instrumento ltico conocido,
llamado Chopper, creado posiblemente por el
Homo Hbilis, har algo ms de 2 millones de
aos, solo tena golpes en un lateral de la piedra.
Aunque
no
existen
vestigios de instrumentos de
origen vegetal, porque no
fosilizan con facilidad, estos
instrumentos lticos pudieron
servir para limpiar y sacarle
punta en un extremo a largas
ramas de rboles y construir
rudimentarias
lanzas
punzantes para cazar por contacto clavndosela al
animal a cazar y perseguirlo hasta su desangrado.
Por tanto, en esta especie aparecen dos
instrumentos de agresin extracorprea: Un tosco
cuchillo de piedra y una rudimentaria lanza de
madera. Aunque estos son dos instrumentos muy
rudimentarios, estos homnidos cada vez ms se
van distanciando del resto de animales en la
creacin de tiles de agresin extracorprea.
Chopper

2.4 Homo Erectus.


Homo Erectus. Asia. En
frica y en Europa como
Homo Ergaster. 900 cc
de crneo, 62% del
Homo Sapiens. De 1,8 a
300.000 aos atrs.
Entre 1,30 y 1,70 metros
de altura.
Es la primera especie en fabricar instrumentos
lticos sofisticados, golpeando el ncleo de la
piedra por los dos lados y transformndolo en un
bifaz (piedra tallada por las dos caras). Hubo de
pasar ms de medio milln de aos para que el
homnido de turno cayese en la cuenta de que
golpeando la piedra por ambos lados conseguira
un filo de corte muy superior a golpearlo solo por
un lado. Hay que tener en cuenta que hizo falta un
desarrollo cerebral suficiente como para poder
tener capacidad cognitiva y ser creativo en la
fabricacin de algo tan simple como es crear un
bifaz. (Los chimpancs utilizan piedras para partir
frutos pero a ninguno se le ha ocurrido nunca
trabajar una piedra para conseguir un filo cortante
con ella. Primero, porque no la necesitan puesto
que su dieta no es omnvora, y segundo porque su

Homo Hbilis.
Homo Hbilis. frica. 630
cc de crneo, 43% del
Homo Sapiens. De 2,4 a
1,4 Millones de aos atrs
1,30 metros de altura.

Los restos de fsiles de Homo Hbilis fueron


hallados junto a toscas herramientas de piedra,
por lo que se cree que fueron los primeros
homnidos capaces de disear sus propios tiles
de manera consciente.
Aquellos homnidos pasaron de comer
desperdicios de animales cazados por otros
depredadores a transformarse en cazadores de
animales vivos y sustituir sus cortos y deficientes
41

De la agresividad a la asertividad

Boletn 8 - ACPM

cerebro no ha evolucionado todava para ese tipo


de trabajos).
El Homo Erectus,
aparte de ser el primer
fabricante refinado de
industria
ltica,
fue
tambin el primero que
abandon
frica
y
emigr a Asia. Puede que
esta
especie
fuera

Como podemos apreciar, la escalada de la


agresividad de los homnidos no est relacionada
a una cuestin fsica, como pudiera ser el
desarrollo de grandes caninos, o de poderosas
garras en los dedos, sino que fue consecuencia de
una evolucin cultural mediante descubrimientos
que se fueron incorporando a su saber hacer
durante cientos de miles de aos. Con esta lanza
de punta ltica se inaugur la primera arma con
gran capacidad perforadora para atravesar desde
un lanzamiento a corta distancia la gruesa piel de
grandes mamferos, tales como los mamuts.
En contraste con esa agresividad en la caza, se
observa por los restos seos encontrados la
existencia de una empata social hacia las
personas invlidas por lesiones o enfermedades, o
el caso documentado del crneo de un individuo
con prdida de sus dientes en vida y a quien
tuvieron que asistir masticndole previamente los
alimentos otra persona. Tambin, la forma tan
delicada de enterrar a sus muertos hace pensar en
la posibilidad de que hubiese algn tipo de
ritualizacin en los enterramientos.

tambin la primera que


aprendi a domesticar el
fuego. Este invento, el de producir fuego de forma
autnoma, supuso muchsimas ventajas, tales
como mejorar la digestin asando la carne,
caldear el ambiente cuando hiciera fro, servir de
repelente a los depredadores por la noche, a la
vez que para endurecer la punta de las ramas para
transformarlas en lanzas arrojadizas, mejorando
as la capacidad de aguijonear y herir a los
animales perseguidos para cazar. Puede que se
inaugurara as el primer instrumento de caza que
se poda lanzar a corta distancia, con suficiente
dureza en la punta como para perforar la piel de
un herbvoro de tamao medio, tipo ciervo o
gacela, y que no hiciera falta de un total contacto
con la presa para herirla.
Bifaces

2.6 Homo Sapiens


Homo Sapiens. Originario
de frica y extendido en
todo el mundo. 1450 cc de
crneo. Diversidad de
estaturas.

2.5 Neandertales.
Homo
Neandertalis.
Europa y Asia 1500 cc de
crneo. De 230.000 a
30.000
aos atrs.
Convivi sus
ltimos
5.000 aos con el Homo
Sapiens.

Los fsiles ms antiguos de esta especie, que es


a la que pertenecemos todos los humanos
actuales, fueron hallados en Etiopa, con unos
200.000 aos de antigedad. Sali de Africa hace
unos 90.000 aos y entr en Asia por el Prximo
Oriente.
Homo Sapiens, nico simio con gestacin
interna y externa. Intrauterina de 9 meses,
naciendo inmaduro y desvalido. Gestacin
extrauterina de 3 a 4 aos, madurando
cerebralmente durante ese periodo. Por hacer
una comparacin, la maduracin cerebral de una
cra de humano de 3 aos viene a ser parecida a la
de cualquier mono al poco de nacer (Cualquier
mono, cuando nace, se agarra instintivamente a
los pelos de su madre y no se suelta aunque
aqulla salte de rama en rama en un rbol. Un
beb humano, cuando nace y durante varios
meses, es una criatura totalmente desvalida).
Un chimpanc nace con la dimensin del 65%
del cerebro de un adulto de su especie. El

Especie asentada en Europa y Asia. No son


antecesores de los Homo Sapiens pero s primos
genticos (procedentes ambas especies de un
antepasado comn). Con los Neandertales se
consigui el clmax en el crecimiento del volumen
craneal, incluso con una dimensin ligeramente
mayor en algunos casos a la de nuestra especie
aunque el ndice de relacin entre el tamao
craneal y el corporal es inferior al del Homo
Sapiens.
Los
Neandertales
tambin
hicieron
innovaciones en su tecnologa de fabricacin de
herramientas, siendo los primeros homnidos que
colocaron piedras y puntas de slex en el extremo
de sus lanzas de madera, creando as armas de
caza muy efectivas.

42

De la agresividad a la asertividad

Boletn 8 - ACPM

Australopiteco Afarencis se le calcula que un 50%,


mientras que el beb de un humano al nacer solo
tiene el 25% del volumen que tendr ese cerebro
al ser adulto por lo que tendr que desarrollar el
otro 75% durante un largo recorrido de aos de
aprendizaje psicomotor y cognitivo.
Esa larga infancia en nuestra actual poca tiene
la ventaja de significar un dilatado tiempo de
aprendizaje, que no tiene ninguna otra especie,
pudiendo adaptarse al entorno artificial en el que
vivimos y donde los cambios se producen a una
velocidad vertiginosa respecto a los que se dan en
el mbito natural, por lo que la capacidad de
asimilacin cognitiva y tecnolgica es asombrosa
en nuestra especie.
El Homo Sapiens, surgido de una prctica
extincin de una especie antecesora en frica,
har unos doscientos mil aos, se fue adueando
paulatinamente de todos los nichos ecolgicos de
otras especies de homnidos coetneos a l en
frica, en Asia y en Europa, hasta ocupar el que
tenan los Neandertales, que estuvieron reinando
en Europa y Asia durante 230.000 aos, y
conviviendo ambas especies unos 5.000 aos.
La invasin de los Homo Sapiens en el viejo
continente, desplazando a los otros homnidos
que ya estaban all asentados de antes, no fue
como consecuencia de una superioridad fsica (ser
ms fuertes que las otras especies) sino como
resultado de una superioridad intelectual en la
transformacin mucho ms efectiva de los
recursos naturales para fabricar instrumentos
lticos de agresin ms eficaces a los otros.
La fabricacin de puntas de lanza de piedra
muy livianas y estilizadas para aplicar en lanzas de
madera cortas y finas, tipo jabalina, permiti que
fueran lanzadas al aire como un proyectil
haciendo diana a varios metros de distancia. Esta
jabalina se impuso con notoria ventaja a la lanza
larga y pesada de los Neandertales, pudiendo
llevar una de ellas en una mano, la preparada para
arrojarla, mientras que en la otra mano poda
acarrear varias dispuestas para ser lanzadas a
continuacin, inaugurando as una rudimentaria
carabina ltica de repeticin.
Aunque la desaparicin de los Neandertales y
de los otros Homos que coexistieron con nuestra
especie sigue siendo un misterio, en el supuesto
de que hubiese sido por la presin invasora de los
Homos Sapiens, desplazndolos continuamente a
otros territorios de peor calidad de recursos hasta
su extincin, tendramos entonces la primera
desaparicin de especies no por seleccin natural,
como ha ocurrido en el resto de especies, sino por

seleccin tecnolgica puesto que los tiles de caza


y lucha de los H. Sapiens fueron superiores a los
de los otros Homos.

3 LA AGRESIVIDAD DEL HOMO SAPIENS EN


EL NEOLTICO
La expresin de la agresividad en nuestra
especie cambi radicalmente del perodo del
Paleoltico (cazadores-recolectores) al Neoltico,
que es cuando consigui domesticar a ciertos
animales y aprendi a cultivar algunos vegetales
para su alimento, dando as lugar a la ganadera y
a la agricultura.
Mientras que la agresividad se daba de forma
descontrolada en las relaciones interpersonales
en el Paleoltico, muy ligada a la fuerza fsica o
habilidades de lucha del individuo, en el Neoltico,
con el nacimiento de una sociedad sedentaria,
compleja, organizada y jerarquizada, la
agresividad interpersonal directa ya no era
permitida (el tomarse la justicia por la mano) y
quedaba regulada con la mediacin de personas
con potestad social para impartirla de acuerdo
con las normas instituidas por esa sociedad.
La agresividad solo era factible exteriorizarla
participando en fuerzas de choque o ejrcitos,
estando aquellos dirigidos por mandos de
estructura piramidal.
La represin de la sociedad se articul
mediante la cultura de la sumisin a los
gobernantes. Una de las consignas de las
religiones habidas desde el antiguo Egipto y en
todas las que le sucedieron, ha sido el
endiosamiento de sus dirigentes para convertirlos
ante la poblacin en seres sobrenaturales e
intocables y a los que no se les poda contradecir,
oponer y mucho menos atacar (el mito del farandios no fue una casualidad, o las monarquas que
se suceden genticamente en la transmisin de
sus poderes y privilegios, presentndose como
una institucin intocable y sin tener que estar
sometidas al plebiscito del pueblo).
En el Paleoltico, que ha sido nuestro entorno
natural hasta hace unos 10 12 mil aos, las
amenazas externas casi siempre procedan de
animales salvajes o de la agresin de un
semejante, por lo que la respuesta ha sido
siempre de lucha o huida, y en ambos casos
poniendo los recursos fsicos en las manos (para
luchar) o en los pies (para correr y huir).
La respuesta fisiolgica de alarma se produce
liberando el Sistema Nervioso Autnomo dos
sustancias qumicas, llamadas adrenalina y
43

De la agresividad a la asertividad

Boletn 8 - ACPM

noradrenalina, aumentando
aquellas la
frecuencia cardiaca y el riego sanguneo, que es
vital para que la sangre llegue a los tejidos ms
importantes de las grandes masas musculares y
prepararlas para una respuesta fsica rpida.
Los sntomas fsicos pueden ser sudoracin,
temblores, opresin en el pecho, nauseas, miedo
a morir, escalofros, etc., que se apaciguan cuando
el cuerpo responde atacando o huyendo.
El problema se produce en la poca actual,
donde las amenazas ya no suelen ser tangibles
sino intangibles, caso de una noticia adversa, de
una ruptura sentimental, de una prdida de
trabajo, etc., pero que sigue existiendo una
respuesta fsica igual a si esa amenaza fuera
tangible, con los mismos mecanismos de ataque y
huida de hace muchos miles de aos, que ya no
sirven en este momento, por lo que la adrenalina
y la noradrenalina no se consumen y dejan un
rastro perjudicial en el organismo.

desaparecidas, an con la arrogante pretensin de


haber sido escritos aqullos por inspiracin divina.
En la Declaracin Universal de los Derechos
Humanos se indica que esos derechos son para
todos los seres humanos, por el solo hecho de ser
personas, y donde se denuncia que todos tienen
derecho a ser libres, a ser respetados fsicamente
y en su dignidad, sin exclusin alguna por razn de
nacionalidad, etnia y dems, a disponer de
asistencia legal, a pedir proteccin social, a poder
defender sus inocencia, a poder viajar de un sitio
a otro, a poseer bienes propios, a tener libertad
de conciencia y de creencias, a tener acceso a la
cultura, al trabajo, a poder participar en
organizaciones para defender sus derechos, etc.
La Declaracin Universal de los Derechos
Humanos ha sido el primer paso para que la
humanidad alcance su mayora de edad y pueda
revelarse a los poderes que la someten
injustamente, sean aquellos gubernamentales,
sociales, laborales o de la ndole que sea.

4 SIGLO XX, CAMBIO DE MODELO

Hemos visto que la agresividad persiste de


forma real en todos los seres humanos y que la
sociedad establecida de todas las pocas ha
intentado reprimirla pero que es imposible
anularla, ni es conveniente.

La gran desgracia del Homo Sapiens, desde el


inicio del Neoltico hasta mediados del siglo XX,
fue que los gobernantes exponan muy
ntidamente a sus ciudadanos cules eran sus
obligaciones respecto a los que les gobernaban y
hacia los dioses que crearon para sojuzgarlos con
supersticiones, pero siempre les hurtaron sus
derechos.

La agresividad, cuando explota, se transforma en


ira, y la ira es destructiva. Pero existe una
manera de liberar la agresividad de forma
controlada y es mediante la indignacin asertiva.

Una poblacin que desconoce cules son sus


derechos, nunca podr reivindicarlos.

En la dcada de los 70 del siglo XX, un grupo de


psiclogos norteamericanos redactaron una serie
de derechos de ndole emocional que ha de
disfrutar toda persona, visto no desde una
perspectiva legal sino psicolgica, y que llamaron
Redaccin de Derechos Asertivos (otra gran
desconocida por parte de la mayora de la
humanidad) siendo esos derechos, en unos casos
continuacin de algunos de los artculos de los
Derechos Humanos, mientras que otros de ellos
muestran su conveniencia para que los seres
humanos puedan gozar de un cierto nivel de
bienestar emocional.

De forma cruel pero tal vez demencialmente


necesaria, parece ser que hizo falta la muerte de
ms de 9 millones de personas en la Primera
Guerra Mundial y entre 50 y 70 millones en la
Segunda Guerra Mundial para que la sociedad, a
nivel global, sufriera un hartazgo contra la cultura
blica que siempre ha imperado en todas las
naciones, con una repugnante historia universal
de la humanidad muy poco humana y escrita en
rojo con la sangre de muchos miles de inocentes.
A finales de la primera mitad del siglo XX se
redact y aprob a nivel internacional la
Declaracin Universal de los Derechos Humanos,
el primer cdigo laico de derechos redactada por
seres humanos con sensibilidad humanstica y sin
arrogarse ninguna revelacin sobrenatural en su
redaccin, recogiendo esa Declaracin mucha ms
contenido tico que todos los cdigos religiosos
habidos en las religiones vigentes y en las

Las personas no solamente tienen derechos


legales sino, tambin, derechos emocionales, y
esos son los Derechos Asertivos.
Junto a los Derechos Asertivos apareci el
conjunto de normas o protocolo de asertividad
44

De la agresividad a la asertividad

Boletn 8 - ACPM

interpersonal, siendo esta la pieza bsica para la


autoafirmacin de la persona.

12. Derecho a decidir qu hacer con mis


propiedades, cuerpo, tiempo, problemas,
etc., siempre que no violen los derechos de
otras personas.

La autoafirmacin personal se refiere a


la capacidad para expresar nuestras opiniones,
plantear quejas y en general hacernos valer a la
vez que cuidamos la relacin con el otro. Se trata
de un delicado equilibrio en el que tenemos que
tener claros nuestros derechos asertivos como
personas y a la vez respetar los de la otra
persona para no deteriorar la relacin.

13. Derecho
a
superarme,
creciendo
intelectualmente,
profesionalmente,
emocionalmente, econmicamente.
14. Derecho a gozar y disfrutar, a sentir
bienestar emocional con lo que hago,
teniendo derecho a disfrutar del sexo, con o
sin finalidad reproductora, con pareja o solo.

Resumiendo: La Agresividad es un componente de


la evolucin natural inserta de forma instintiva en
todas las especies, incluido en el Homo Sapiens,
mientras que la Asertividad es un componente
cultural exclusivo de nuestra especie y que solo se
puede adquirir por aprendizaje.

15. Derecho al descanso y aislamiento.


16. Derecho a ser el juez ltimo de mis
pensamientos y sentimientos.

5 COMPENDIO DE DERECHOS ASERTIVOS.


17. Derecho a la crtica y a protestar por trato
injusto.

1. Derecho a ser tratado con respeto y


dignidad.

18. Derecho a interrumpir para pedir una


aclaracin

2. Derecho a tener y expresar los propios


sentimientos, opiniones y creencias.

19. Derecho a pedir ayuda o apoyo emocional.


3. Derecho a ser escuchado y tenido en cuenta.
20. Derecho a sentir y expresar
sentimientos, dolor o disconformidad.

4. Derecho a juzgar mis necesidades,


establecer mis prioridades y tomar mis
propias decisiones.

mis

21. Derecho a ignorar los consejos de los dems.

5. Derecho a decir no, negndome a una


peticin sin sentirme culpable.

22. Derecho a recibir reconocimiento formal por


un trabajo bien hecho.

6. Derecho a pedir lo que quiero o necesito,


dndome cuenta de que tambin mi
interlocutor tiene derecho a responderme
con un no.

23. Derecho a estar fsicamente solo aunque los


dems deseen mi compaa.
24. Derecho a no tener que justificarme ante los
dems.

7. Derecho a cambiar de opinin, de ideas o de


actuacin.

25. Derecho a no responsabilizarme de los


problemas de los dems.

8. Derecho a cometer errores y asumirlos,


siendo responsable de ellos.

26. Derecho a no tener que anticiparme a las


necesidades y deseos de los dems.

9. Derecho a pedir informacin y a ser


informado.

27. Derecho a no estar pendiente de la buena


voluntad de los dems.

10. Derecho a obtener aquello por lo que pagu.


28. Derecho a responder, o a no hacerlo.
11. Derecho a
ser independiente, no
necesitando la aprobacin de los dems.
45

De la agresividad a la asertividad

Boletn 8 - ACPM

29. Derecho a tener mis propias necesidades, y


que sean consideradas tan importantes
como las de los dems.

sentida por esa situacin. Y formulando de forma


razonada lo que se quiere.

6 COLOFN
30. Derecho a intentar cambiar lo que no me
gusta o satisface.
31. Derecho
a
detenerme
y
reflexivamente antes de actuar.

Ahora, en el siglo XXI, la Asertividad como


recurso de habilidad social, los Derechos Asertivos
y los Derechos Humanos, merecen formar parte
de la cultura de la sociedad para canalizar la
agresividad de las personas, no reprimindola en
la sumisin, y tampoco dejndola fluir en forma
de ira, sino convirtindola en un instrumento de
manifestacin civilizada Indignacin Asertiva, de
denuncia de los hechos reprobables, sin herir
emocionalmente a las personas, y de defensa de
los derechos propios sin ultrajar los derechos de
los dems.

pensar

32. Derecho a rechazar peticiones sin sentirme


culpable o egosta por ello.
33. Derecho a hablar con la persona involucrada
en un problema y aclararlo, o al menos
intentarlo, en los casos en que los derechos
de cada uno no estn del todo claros.
34. Derecho a decir No lo s o No lo
entiendo.

La Asertividad naci y se desarroll en los


crculos de la psicologa como elemento de terapia
y de desarrollo personal. Es el momento de que la
Asertividad suba al mbito social. Una sociedad
culturalmente educada en la asertividad ser una
sociedad ms civilizada, menos blica y ms
humana.

35. Derecho a tomar decisiones ajenas a la


lgica y responder de ellas.
36. Derecho a hacer cualquier cosa, mientras
ello no suponga un dao en los derechos de
otra persona.

La Asertividad tiene que estructurarse como


enseanza de mbito social, como pudiera ser la
enseanza de un segundo idioma, que no es algo
que se pueda aprender en una semana, y que
requiere
de
un
entrenamiento
largo,
preferiblemente desde nios

37. Derecho a decir: Ahora no me interesa.


38. Derecho a no tener que llegar al lmite de lo
que humanamente soy capaz de hacer.
La Asertividad no reprime la agresividad sino
que la canaliza manifestndose aquella como
indignacin asertiva.
La cuestin est en cablear la parte superior de
nuestro cerebro, el neocrtex, con una estructura
de pensamientos conscientes que haga posible
que la Asertividad se anteponga a los impulsos
instintivos de la agresividad, los cuales proceden
de las capas ms profundas del cerebro.
Ese cableado neuronal es posible mediante el
aprendizaje, siendo ese el procedimiento para
que, ante una amenaza cualquiera, canalicemos la
respuesta
instintiva
de
agresividad
transformndola en una respuesta civilizada
mediante la Asertividad, denunciando el hecho
(salvando la dignidad del emisor del hecho y
evitando el reproche y el insulto) de forma firme
pero sin salida de tono (sin utilizar frases
despreciativas o descalificativas) y sin dejarse
intimidar, expresando la sensacin emocional

7 BIBLIOGRAFA
-Albert Ellis (2013), Controle su ira antes de que
ella le controle a usted.
-Ana Isabel Saz Marn (2008), Inteligencia
Emocional.
-Eric Schuler (1998), Asertividad.
-Eva Bach y Anna Fors (2013), La asertividad.
-Jos Miguel Mestre y Roco Guil (2012), La
regulacin de las emociones.
-Luis Moya Albiol (2014), La empata.
-Manuel
Soler
(2009),
Adaptacin
del
comportamiento: comprendiendo el animal
humano.
-Olga Castanyer (2011), La asertividad, expresin
de una sana autoestima.
-Robin Dunbar (2004) La odisea de la humanidad.
-Varios autores dirigidos por Eduardo Punset
(2011), El origen del ser humano.

46

Mis apuntes Zoolgicos. Por mis muelas!

Boletn 8 - ACPM

Mis apuntes Zoolgicos.


Por mis Muelas!
Alfredo Castilla Wandosell (Bilogo)
Recurrente ttulo para empezar con el siguiente artculo. Varias son las razones de escribir las siguientes lneas, pero la
principal, es la de descifrar y entender los numerosos escritos sobre dentaduras y dientes de vertebrados que pululan
por ah. Tengo que admitir que como bilogo muchas veces es un error por nuestra parte, la utilizacin de ciertos
trminos especficos que lo nico que hacen muchas veces es liar ms que aclarar. Os suena esto a algo? Bien, pues ah
va mi granito de arena. Seguro que en el prximo nmero alguien pondr algn punto ms a mis comentarios, lo cual
agradecer.

Muy a menudo nos encontramos con noticias


referentes al hallazgo y definicin de nuevas
especies de organismos. Los ms llamativos y
conocidos suele ser los dinosaurios o de homnidos,
pues son los grupos de mayor repercusin
meditica. Sin embargo, y aunque no aparezca en
los medios de comunicacin, muchas especies de
otros grupos de seres vivos, tan importantes como
los antes citados y que vivieron en pocas pasadas
de la historia de nuestro planeta se descubren
tambin para la ciencia a medida que se avanza en
el estudio del registro fsil.
El estudio de fsiles de mamferos, en general, se
basa en el estudio detallado de los restos
fosilizados de los mismos, que es el conjunto de
huesos de su esqueleto. De ste, la pieza
fundamental para determinar a qu grupo de
organismo pertenecen es el crneo, sin descartar el
esqueleto postcraneal, que es determinante
tambin para la clasificacin de ciertos grupos.

de navidad, visto el diente en superficie oclusal, es


decir, desde arriba, por donde muerde el animal,
por estar constituida por unos pliegues de esmalte
de forma triangular que engloban su relleno de
dentina o marfil y protegidos exteriormente casi
siempre por finas capas de cemento dentario.

En el caso de los roedores, considerados en su


conjunto como micromamferos aunque alguno de
ellos sea de mayor tamao que otros
macromamferos, los elementos clave para
clasificar son las piezas dentarias de los mismos
pues es all donde se registran las variaciones
morfolgicas y biomtricas que reflejan los grados
de evolucin y parentesco entre diferentes taxones
fsiles, pudiendo as asignar especie a los restos
fsiles en relacin con esos criterios.

Las muchas variaciones que pueden presentar


estos pliegues, la profundidad de los ngulos
entrantes y salientes, su confluencia o no de estos
tringulos, junto a las medidas que en ellos pueden
tomarse de sus estructuras, permiten muchas
veces determinar a qu gnero y especie
pertenecen estos restos fsiles. Sealar que
nicamente el m1 inferior, el primer molar de la
mandbula, es el que sirve para clasificar, siendo el
resto de las piezas molares desechadas para tal
objetivo, excepto el m3 superior de algunas
especies.

Los roedores presentan un tipo de denticin un


tanto especial. Son sus molares(los 3), tanto los
superiores como los inferiores los que se
caracterizan por ser arrizodontos e hipsodontos, es
decir, sin races y de corona alta, y con un
crecimiento continuo, lo que favorece el necesario
desgaste en relacin con su rgimen alimenticio
herbvoro. La corona del diente, parte area del
mismo, presenta una forma conocida como rbol

Cuando las formas detectadas y los parmetros e


ndices medidos en ellos se asemejan y coinciden
con las formas anteriormente descritas por la
ciencia, la clasificacin de los restos se adapta a esa
47

Mis apuntes Zoolgicos. Por mis muelas!

Boletn 8 - ACPM

inferior por tres incisivos, un canino, cuatro


premolares y tres molares. Ahora bien, la mayora
de los mamferos presentan dos denticiones
sucesivas: una primera llamada denticin de leche
y otra posterior llamada denticin definitiva.

nomenclatura cientfica, adjudicndoles los


nombres de las especies que se conocan hasta el
momento. En caso contrario, si las formas y
biometra estn lejos de parecerse a las especies
descritas es posible que se est ante ejemplares
que se correspondan a un nuevo taxn. Estas
determinaciones sistemticas se realizan con
estudios poblacionales, es decir, considerando la
similitud de morfologas y datos obtenidos en un
nmero importante y con significado estadstico, si
se puede, de ejemplares que muestren esas
caractersticas comunes con el fin de realizar una
asignacin taxonmica dotada de rigor cientfico.

El nmero de dientes se expresa en cada caso


mediante una notacin llamada frmula dentaria
en la que se indica, de delante hacia atrs, el
nmero de dientes de cada clase o agrupacin de la
hemimandbula superior (arriba) y de la inferior
(abajo). As la frmula dentaria de leche y definitiva
de los mamferos placentarios sera 3-1-4-0/3-1-4-0
y 3-1-4-3/3-1-4-3 respectivamente.

Como he indicado ms arriba, los restos fsiles ms


abundantes de los mamferos, en todas sus lneas,
son sus dientes. Los tejidos fundamentales que los
componen esmalte, dentina y cemento- estn
altamente mineralizados (apatito formando
cristales alargados), lo que les da una gran dureza y
resistencia permitiendo que fosilicen con gran
facilidad. Adems su morfologa refleja la
organizacin general del animal, y sus variaciones
de todo tipo permiten clasificaciones taxonmicas
incluso a nivel de especie. Todo ello les confiere
una gran importancia en el estudio paleontolgico
de los mamferos.

De esta ltima frmula dentaria normal de 44


dientes, correspondiente a las formas primitivas,
deriva la de los grupos posteriores, en los que la
especializacin conduce a la reduccin ms o
menos acentuada en unos u otros tipos de dientes,
una excepcin la encontramos en los cetceos
odontocetos, los cuales sufren un proceso
regresivo por el que aumenta mucho el nmero de
dientes, estos son iguales y haplodontos (es decir,
unicuspicados). Esta regresin lleva a la no
sustitucin dentaria.

Los dientes de los mamferos estn siempre


implantados en alvolos de los bordes
mandibulares. Generalmente, salvo en formas
primitivas, existe heterodoncia, es decir, los dientes
estn diferenciados en incisivos, caninos,
premolares y molares Los incisivos y caninos, con
una raz simple, constituyen la llamada denticin
labial mientras que los premolares y molares, con
raz compuesta, forman la denticin yugal o dientes
de la mejilla.

En cuanto a la reduccin, cuando esta se produce,


se admite que desaparecen los primeros o los
ltimos de cada agrupacin segn el orden
siguiente: los incisivos que desaparecen primero
son los ms alejados de la snfisis mandibular, con
los premolares la reduccin se produce con los ms
anteriores, mientras que con los molares comienza
por los ms posteriores. Los dientes de cada clase o
agrupacin se suelen nombrar con la inicial
mayscula correspondiente.
Muchos herbvoros tienden a desarrollar una barra
o diastema, es decir, un espacio sin dientes, entre
la denticin labial y la yugal. Este proceso puede
llevar consigo la prdida de los caninos y/o algunos
otros dientes vecinos, como ocurre en los roedores,

La denticin de los primeros mamferos


placentarios, estabilizada ya en el Cretcico, estaba
compuesta en cada hemimandibula superior e
48

Mis apuntes Zoolgicos. Por mis muelas!

Boletn 8 - ACPM

parecido a los molares, proceso que


se denomina molarizacin de los
premolares. Estos dientes tienen al
menos dos races, aunque a veces
se presentan ms o menos
fusionadas. Por ejemplo, en los
caballos este proceso es muy
acentuado, de modo que todos los
dientes yugales son muy parecidos,
e incluso los ltimos premolares
llegan a superar en tamao y
complicacin a los molares.
Los molares suelen ser los dientes
ms complejos y los que sufren un
mayor nmero de transformaciones
de tipo adaptativo, por lo que
tienen una gran importancia para el
conocimiento de las relaciones
filogenticas de los Mamferos. Suelen tener de dos
a cuatro races, presentando tambin a veces,
procesos de fusin. Las cspides pueden adoptar
distintas formas y desarrollo, de modo que
presentan varios esquemas-tipo, entre los que
caben diversas formas intermedias, en relacin con
el rgimen alimenticio.

aunque esa reduccin si la hay, vara mucho de


unos grupos a otros.
Cuando los dientes tienen un crecimiento limitado,
su raz se cierra relativamente pronto y la corona
permanece baja, dando un tipo de diente llamado
BRAQUIODONTO. Por el contrario, en los dientes
HIPSODONTOS el canal pulpario suele permanecer
abierto, el crecimiento es ms o menos continuo y
el diente es alto, creciendo a medida que se
desgasta (como ocurre con los roedores, caballos y
rumiantes).
Los incisivos son generalmente dientes sencillos, de
tamao moderado, uniformes y con una sola raz.
Con frecuencia son ms o menos aplanados y estn
adaptados a sujetar o cortar la comida, aunque a
veces forman defensas, como el caso de los
elefantes.
Los caninos son primitivamente largos y de forma
cnica, con una sola raz. En los carnvoros estn
generalmente muy desarrollados, constituyendo
una poderosa arma de ataque, mientras que en los
herbvoros generalmente se atrofian, aunque, a
veces, persisten como defensas, o bien se hacen
incisiviformes.

A la hora de hablar de la evolucin de los dientes,


se parte de una denticin primitiva y que la pieza
dentaria tiende a ser un cono, ste aparece bien
definido en los reptiles del Prmico. Ms tarde,
aparece un diente con tres puntas y una base
comn, una cspide grande flanqueada a ambos
lados por sendas cspides ms pequeas (stas
aparecen alineadas). Este tipo de denticin se hace
presente en los mamferos primitivos del Jursico
superior.

Los premolares tienen en principio, una estructura


ms sencilla que los molares, incrementndose su
complejidad de delante hacia atrs. Estos dientes
suelen sufrir modificaciones por las que tienden a
parecerse a los dientes vecinos; as el primer
premolar puede hacerse unicuspidado, es decir, de
aspecto ms o menos caniniforme; por el contrario
los posteriores suelen hacerse de estructura ms
complicada, pudiendo tomar un aspecto muy

Los relieves de los


nomenclatura especial.
49

dientes

tienen

una

Mis apuntes Zoolgicos. Por mis muelas!

Boletn 8 - ACPM

Cada relieve se llama CONO, en sentido genrico, y


segn la posicin que adopte este cono recibir
diferentes nombres
(hipocono, metacono,
paracono). Cuando el relieve sea de pequeo
tamao se le llamar CNULO, y dependiendo de la
posicin de ste tendremos (hipocnulo,
metacnulo, paracnulo). Cuando nos referimos a
la mandbula inferior se le aadir el sufijo IDO
(hipocnido, metacnido, paracnido).

eficaz que la oclusin cuneiforme. Este tipo de


molar se denomina MOLAR TRIBOSFNICO y hoy lo
encontramos en los insectvoros primitivos. Este
molar posteriormente se modifica segn el tipo de
alimentacin, por ejemplo, en la denticin de los
carnvoros actuales.
En las especies contemporneas de carnvoros
contamos con un premolar superior y un molar
inferior que se han especializado en forma de
MUELA CARNICERA, cruzndose a modo de cizalla,
esta muela no es eficaz a la hora de aplastar. En
cuanto a la accin de aplastar est ms
desarrollado en animales omnvoros y sobre todo
en herbvoros, en este caso un hipocono se
desarrolla sobre la esquina caudo-lingual del molar
superior, convirtindolo en un molar de cuatro
cspides. Esta cuarta cspide se denomina
HIPOCONO. El inferior tambin llega a ser de estas
caractersticas, se pierde el paracnido, y a la vez
de perderse se eleva el talnido a la altura del resto
del molar, al conjunto de molares de cuatro
cspides se denomina MOLARMONODONTO (no
confundir con monodonto = que tiene nicamente
un diente, como ocurre con el macho de narval).
Este molar sufrir variaciones hasta dar lugar a
dientes ms especializados, con mayor nmero de
cspides.

Los dientes de tipo reptiliano dan paso a otros


dientes de mamferos primitivos pero un poco algo
ms complejos. Las puntas de los extremos se
desplazan hacia una de las caras del diente. Lo ms
interesante de esto es la disposicin de las piezas
dentarias unas con respecto a las otras.
Cuando el animal cierra la boca, las piezas dentarias
de la mandbula inferior adoptan la siguiente
posicin de encaje con las otras. A este tipo de
oclusin o cierre se le llama OCLUSIN
CUNEIFORME.
En beneficio de una mayor eficacia sucede a lo
largo de la evolucin que el molar inferior
desarrolla un TALN (expansin lateral posterior
de la pieza dentaria). Este taln cuenta con dos
relieves adicionales y entre esos dos relieves
adicionales se ajusta el vrtice del molar superior. A
esta oclusin se le denomina OCLUSIN POR
INCRUSTACIN.

El esquema ms primitivo corresponde al tipo


BUNODONTO: las cspides permanecen separadas
y son ms bien bajas, redondeadas y algo cnicas,
con forma de colina. Corresponde a una
alimentacin de tipo omnvoro.

Durante la oclusin de las mandbulas el protocono


de la mandbula superior cae sobre el talnido de la
mandbula inferior, ste proporciona adems de
una superficie cortante una superficie de
aplastamiento con lo cual esta denticin es ms

El tipo SELENODONTO se produce cuando las


cspides
se
alargan
longitudinalmente,
arquendose al mismo tiempo en forma de media

50

Mis apuntes Zoolgicos. Por mis muelas!

Boletn 8 - ACPM

-la cara distal o posterior es la ms alejada de la


snfisis mandibular y por tanto, opuesta a la
anterior.

luna. Corresponde a un rgimen herbvoro y es muy


frecuente en los Artiodctilos.
En el tipo LOFODONTO, las cspides se alargan y se
fusionan entre s, formando lofos o crestas, stos
tienen su nomenclatura especfica (ectolofo,
protolofo, metalfido) Esta disposicin es tpica
de muchos Perisodctilos.

-la cara labial, vestibular o bucal, es la que se


encuentra en la parte externa de la arcada dentaria
(zona labial).
-la cara lingual o interna es la que se encuentra en
la parte interna de la arcada dentaria (zona lingual).

En el tipo SECODONTO, propio de los carnvoros,


las cspides se comprimen lateralmente y tienden
a alinearse, aunque conservando su individualidad,
de modo que constituyen un eficiente aparato para
cortar la fibra muscular.

La superficie masticadora del diente se llama


tambin superficie o cara oclusal. Las dimensiones
fundamentales de un diente son su longitud y su
anchura: la longitud viene dada por la dimensin
mesio-distal, mientras que la anchura corresponde
a la dimensin vestbulo-lingual. En muchos
mamferos estas dimensiones varan dentro de un
mismo diente dependiendo de su grado de
desgaste. Por ello se suelen adoptar diversos
criterios respecto al punto donde pueden ser
tomadas, para evitar sesgos en los estudios
comparativos de distintas poblaciones.

En
cuanto
a
los
molares
prismticos
(cuadrangulares) de muchos mamferos (p.e.
Artiodctilos y Perisodctilos), estn limitados por
cuatro caras, que reciben el nombre de murallas
(externa, laterales e interna). En los superiores, la
muralla externa o labial suele estar bien
diferenciada, englobando a los estilos, los cuales
forman a modo de salientes verticales llamados
pilares o carenas.

Buuffff!!! No preocuparos que ya termino. Creo


que con todos estos datos recopilados de trabajos
varios podramos hacernos una idea de lo que el
experto muchas veces transmite en sus estudios.
Espero haber proporcionado las herramientas
suficientes para poder entenderlo mejor, y, repito
si hay alguien que pueda poner los puntos sobre las
ies, y poner cosas nuevas o corregir las ya habidas
mejor que mejor. Por algn lado debamos
empezar.

Cada diente considerado como un slido de cuatro


caras, se orienta con relacin al plano sinfisario de
la mandbula. Para ello se considera la arcada
dentaria colocada sobre un plano, definindose
cada cara del diente del siguiente modo:
-la cara mesial, proximal o anterior es la ms
prxima la snfisis mandibular.

BIBLIOGRAFIA
Wikipedia
Paleontologa 3. Vol 1.Mamferos (1 parte). Bermudo Melendez. Ed. Paraninfo S.A. 1990.
Diccionario de Anatoma Comparada de Vertebrados. Jose Alvarez de Villa, Ticull Alvrez, Sergio Ticull Alvrez Castaneda.
Instituto Politcnico Nacional de Mxico. Primera edicin 2007.

51

Presencia de Labrodon multidens, Mnster 1846

Boletn 8 - ACPM

PRESENCIA DE Labrodon multidens, Mnster 1846, (PERCIFORME, LABRIDAE) EN EL


MESSINIENSE-PLIOCENO DEL ALAMILLO DE MAZARRON, MURCIA, MEDITERRANEO
OCCIDENTAL.
Julio Lpez Ortiz (1) & J. Ral De La Fuente Vzquez

(2)

(1)Asociacin Cultural Paleontolgica Murciana, Centro de Educacin Secundaria "Severo Ochoa",


Camino de Tiosa, 50, 30158 Los Garres (Murcia), e-mail: [email protected]
(2)Real Sociedad Espaola de Historia Natural. Asociacin Cultural Paleontolgica Murciana. E-mail:
[email protected]

RESUMEN
Un fragmento inferior de un aparato mandibular farngeo identificado como Labrodon multidens,
Mnster 1846, fue descubierto en la provincia de Murcia, (S Espaa). El yacimiento es conocido como el
Alamillo y pertenece al Plioceno.
PALABRAS CLAVES: Pisces, Labridae, Labrodon, aparato mandibular farngeo, Plioceno, Messiniense, Murcia.

ABSTRACT
A lower pharyngeal jaw fragment identified as Labrodon multidens, Mnster 1846, was discovered in the
province of Murcia, (Southern Spain). The site is known as el Alamillo and belongs to the Pliocene age.
KEYWORDS: Pisces, Labridae, Labrodon, pharyngeal jaw apparatus, Pliocene, Messinian, Murcia.
componentes de esta familia suelen ser
proterognicos, todos los ejemplares nacen como
hembras y estas se renen en grupos donde suele
haber un solo macho; cuando este muere, la
hembra dominante se transforma en un nuevo
macho, cambiando su aspecto y colorido de una
forma asombrosa.
Los gneros actuales ms frecuentes en el
Mediterrneo occidental son:
-Acantholabrus, son los llamados taberneros y
tordos de fondo.
-Coris, las coloridas doncellas o julias.
-Ctenolabrus, o taberneros comunes.
-Labrus, maragotas, gallanos y merlos.
-Lappanella, o doncel.
-Symphodus, las poderranas, vaguetas,
bodiones, tordos, petos y zorzales.
-Thalasoma, o pez verde.
-Xyrichthys, o galn.

INTRODUCCION
Labridae es una familia de peces del orden
Perciforme que comprende unas 600 especies
repartidas en 60 gneros, formando as una de las
familias de Telesteos ms extensas; motivo que
dificulta mucho la identificacin a nivel de especie.
Proliferan en hbitat marinos tropicales y
templados de todo el mundo, siendo un
componente mayoritario de los sistemas rocosos y
de arrecife. Muestran una asombrosa diversidad
morfolgica con una gran diversificacin craneal,
axial y buco-dental. Su tamao es muy diverso,
desde Minilabrus striatus, Randal & Dor 1980, que
solo alcanza 6 centmetros de largo, hasta Cheilinus
undulatus, Rppel 1835, o pez napolen, que llega
a los 1,5 metros y 200 kg. Presentan una gran
radiacin trfica, en este aspecto pueden explotar
casi todos los nichos alimenticios incluyendo algas,
peces, zooplancton, ectoparsitos, artrpodos,
poliquetos, moluscos, anfpodos y equinodermos.
Algunos lbridos son conocidos por la
simbiosis que ejecutan con otros peces al formar
las llamadas estaciones de limpieza, donde los
grandes depredadores del mar acuden a ser
limpiados y desparasitados por pequeos
ejemplares, muchos de ellos de este grupo. Los

APARATO MANDIBULAR FARINGEO


En el Eoceno y coincidiendo con la aparicin
de los corales modernos, el orden Perciforme
alcanz un grado muy alto de radiacin evolutiva
en la lucha por la explotacin de esos nuevos
hbitat. Es asumido por muchos autores que estas
52

Presencia de Labrodon multidens, Mnster 1846

Boletn 8 - ACPM

artrodial, permitiendo un movimiento deslizante


sobre este, se consigue de esta manera una gran
capacidad de movimientos distintos.

espectaculares radiaciones trficas se debieron a


una innovacin, el llamado aparato mandibular
farngeo o PJA, (Pharyngeal Jaw Apparatus).
Bsicamente, se puede explicar como una
modificacin de varios arcos branquiales para crear
una segunda mandbula cerca del esfago que
ayuda en la elaboracin, retencin y transporte del
alimento hacia el estomago. De esta manera, los
Perciformes,
igual que otros grupos como
Cipriniformes, tienen dos tipos de mandbulas, las
bucales y las farngeas.
Mandbulas de Labroidei. Un grupo de
Perciformes, el suborden Labroidei, compuesto por
las familias Cichlidae (cclidos de agua dulce),
Pomacentridae (peces payaso, castauelas),
Embiotocidae (mojarras, percas) y Labridae
(lbridos) llegaron ms lejos en su especializacin
del PJA. En el cambio funcional de dicha estructura,
este grupo la adapt para la trituracin del
alimento y de esta forma, liberaron a los dientes
mandibulares de la boca para dicho fin. Esta
liberacin para la molienda propici que las
mandbulas de la boca y sus dientes pudieran
evolucionar en innumerables formas para el agarre
y manipulacin del alimento. Hay autores que
afirman que esta nueva innovacin pudo facilitar el
xito evolutivo del grupo, permitiendo su gran
diversificacin trfica y ecolgica, al poder permitir
procesar un gran nmero de presas distintas,
(Mabuchi, et al., 2007). Lo cierto es que dicha
heterodoncia permite una dieta muy variada; los
dientes con morfologa clsica en el premaxilar y
dentario permiten atrapar presas blandas como
gusanos y otros peces, los dientes en mosaico de la
faringe permite alimentarse con dietas durfagas,
con presas con caparazones y conchas duras, como
bivalvos, equinodermos y corales duros. Por el
contrario, otros autores sostienen que la gran
radiacin de
Labroidei fue posterior a la
especializacin de los PJA (Alfaro et al., 2009).
Independientemente de estas dos teoras, la
modificacin evolutiva del PJA de la familia
Labridae se puede resumir en dos puntos:
1 Los elementos del PJA inferior se funden en
una sola estructura al unirse los dos huesos, los dos
quintos ceratobranquiales de cada lado
(disposicin bilateral). Dicha estructura se une
directamente al neurocrneo por dos potentes
msculos.
2 Los dos elementos del PJA superior,
formados por la unin del tercer y cuarto
faringeobranquial, permanecen unidas a la base
del neurocrneo por sendas articulaciones de tipo

Pero bsicamente el xito de esta estructura


consiste en la fuerte aduccin que puede
desarrollar la mandbula inferior sobre las placas
superiores, lo que ocasiona una gran capacidad de
aplastar y triturar presas muy duras. Los dientes
farngeos que recubren estas placas se presentan
en forma de pavimento o mosaico, formando
hileras de dientes de idntico o diferente tamao
con los que pueden fcilmente aplastar conchas y
caparazones.
En la figura nmero 1 podemos ver el aparato
triturador de Symphodus (Cenilabrus) tinca,
Linnaeus 1758. Esta especie actual tiene unos
diminutos dientes cnicos en los dentarios y
premaxilares con los que capturan pequeos
invertebrados. Asimismo, podemos observar los
dos huesos farngeos superiores y el inferior
(centro, parte de abajo), repletos de pequeos
molares.

En la fotografa segunda se muestra un


ejemplar de Labrus merula, Linnaeus 1758, con
huesos y dientes ms robustos. La figura nmero 3
muestras con detalle el hueso farngeo inferior por
sus dos caras, pertenecientes a un ejemplar de 550
gr de esta especie.
53

Presencia de Labrodon multidens, Mnster 1846

Boletn 8 - ACPM

datacin. En ambos casos la fauna que podemos


asociar corresponde a unas condiciones
sedimentarias propiciadas por un ambiente marino
de aguas poco profundas.

SISTEMATICA PALEONTOLOGICA
-Filum: CHORDATA, Bateson 1885
-Subfilum: VERTEBRATA, Cuvier 1812
-Clase: OSTEICHTHYES, Huxley 1880
-Orden: PERCIFORMES, Bleeker 1859

Los dientes mayores se encuentran en el borde


posterior y todos tienen forma redondeada, se
puede observar su colocacin en forma de
pavimento o mosaico.

-Suborden: Labroidei, Bleeker, 1859


Familia: Labridae, Cuvier 1817
Gnero: Labrodon, Gervais, 1857

YACIMIENTO

(Sinnimo de Nummopalatus, Rouault 1858 y


Pharyngodopilus, Cocchi 1864).

La Cuenca de Mazarrn se inscribe en el rea


determinada por el Arco de guilas y constituye el
sector ms meridional de la Regin de Murcia. La
actividad neotectnica est ligada al bloque
formado por los sistemas de fallas de Palomares y
de Las Moreras, cuyo funcionamiento determino la
morfologa de la cuenca, (LAROUZIERE et al. 1987)
El hallazgo fue realizado por Ral De la Fuente
en una rambla perteneciente al Alamillo, en la
localidad del Puerto de Mazarrn, Murcia. El mapa
geolgico corresponde a la hoja 976, Mazarrn, del
IGME. Dicha rambla ha sido utilizada para depsito
de multitud de materiales desplazados de otras
zonas, as como de escombros de la construccin,
fruto de una creciente urbanizacin en la zona. Es
otro ejemplo de cmo las leyes proteccionistas,
que pretenden salvaguardar el patrimonio
paleontolgico en esta regin y que son tan
restrictivas con el buen aficionado, se muestran
inoperantes e ineficaces ante
amenazas
importantes como lo son el desarrollo urbanstico
descontrolado, permitiendo la destruccin de un
importante yacimiento paleontolgico para
siempre.
Ante la imposibilidad de hacer estudios
estratigrficos o de sedimentologa, solo se puede
decir que el sedimento postmanto del Alamillo
corresponde a facies marinas compuestas de
margas y arenas del Plioceno, que pertenecen a la
Formacin Puerto de Mazarrn, (LAROUZIERE,
1985). Si bien, como la zona ha sido usada como
depsito de materiales de zonas prximas y
algunas de estas pueden
pertenecer al
Messiniense, debemos incluir este periodo en la

Labrodon multidens, Mnster 1846


Fig 4 (visto `por sus cuatro lados)
1864 Pharyngodopilus multidens Cocchi : Cocchi tabla
IV, fig. 9.
1973 Labrodon multidens Mnter : Bauza & Plans, pg.
109, lam VII, fig. 49 a 53.
1975 Labrodon multidens Mnter: Jonet pag. 212, pl.
1,fig. 1.

Consideraciones taxonmicas. - El gnero


Labrodon, sobre el que nos vamos a centrar en el
presente trabajo, apareci en el Eoceno inferior y
tuvo su mximo apogeo en el Mioceno, donde est
representado por el mayor nmero de especies. A
continuacin sufri en una fuerte decadencia en el
periodo Plioceno, que tuvo como consecuencia la
extincin de este grupo. Se caracteriza por
presentar dos placas farngeas superiores y una
inferior de forma triangular; los dientes pueden ser
cnicos o en forma de adoqun. Dos especies son
las ms representadas en el negeno del sureste
peninsular, Catalua y Baleares:
Labrodon pavimentatus, Gervais 1857. Bauza y
Plans describen una placa farngea inferior del
mioceno de Can Mayol en 1973: Las placas
farngeas inferiores de esta especie, poseen los
bordes laterales anteriores bastante escotados, la
superficie oclusal es casi plana en su borde
posterior y un poco abombado en su porcin
media, inclinndose en este punto ligeramente
hacia los bordes laterales siendo su borde posterior
54

Presencia de Labrodon multidens, Mnster 1846

Boletn 8 - ACPM

cuales est casi en contacto con la cara anterior,


siendo en esta cara todos los dientes pequeos y
redondeados, disminuyendo de tamao hacia el
extremo posterior de la placa. La superficie oclusal
durante el crecimiento del pez presenta notables
variaciones. En las placas dentarias superiores
correspondientes a individuos jvenes se observa
que el espacio ocupado por los dientes funcionales
es pequeo, y el gran diente anterior es asimismo
de mayor tamao. Las superficies anterior, externa
e interna limitan una pirmide cuya base es un
triangulo escaleno.
Bauza tambin cita otras especies en el
Vindoboniense de Santa Margarita, Labrodon
africanus, Cocchi 1864, con muchas afinidades con
L. pavimentatus, pero con unos dientes anteriores
mas grandes; L. haurey, Mnster 1846, y L.
gaudryi, Sauvage 1874. Para el Helvetiense de de
Portela de Sacavm, Portugal, Jonet tambin
describe L haurei y L. africanus, adems del L.
superbus, Cocchi 1864.

recto. La cara posterior est formada por dientes


sensiblemente iguales, siendo, no obstante, los
extremos algo ms pequeos. Estos dientes son
semilunares, escotados por su borde inferior y
redondeados por su parte superior, estando
regularmente apilados unos sobre otros. Las pilas
centrales son sensiblemente paralelas, lo que no
sucede en los laterales, que tienden a converger
hacia la posicin central. A lo largo del borde
posterior y en su posicin media, encontramos seis
dientes aproximadamente del mismo tamao,
alargados
en
sentido
antero-posterior,
notablemente mayores que los restantes, los
cuales disminuyen en talla hacia los extremos
posteriores. La superficie trituradora ofrece,
adems de los dientes mencionados, en su porcin
central, tres filas de dientes grandes, cuya
disposicin recuerda a un triangulo, el resto de la
superficie est ocupado por dientes pequeos y
redondeados, que disminuyen de tamao hacia el
borde anterior. Los dientes de las caras laterales
anteriores son pequeos, iguales y regularmente
dispuestos.

Material Se dispone de una placa


mandibular inferior, en un estado excepcional de
conservacin, que mantiene gran parte del hueso
farngeo. Sus medidas son 63 mm de largo y 29 mm
en su parte ms ancha, el alto mximo son 25 mm.
La cara oclusal o superior es un triangulo issceles
si bien la esquina con la cara anterior presenta una
fractura con una ligera depresin hacia esta.
Presenta seis dientes de gran tamao en el centro
del borde de la cara posterior, aunque el nmero
no es significativo para diferenciar las dos especies.
Son oblongos, dispuestos en sentido anteriorposterior, la forma es redondeada e irregular y
destaca el tamao del diente central,
caractersticas de L. multidens. Si presentase seis
dientes redondos, el ltimo y mayor en contacto
con la cara anterior nos encontraramos con un
ejemplar de placa superior (Bauza y Plans 1973).
Estos seis dientes centrales estn flanqueados por
multitud de otros de menor tamao y
redondeados, estos decrecen de tamao conforma
avanzan hacia el borde anterior y los extremos. No
presenta en la regin central del borde inferior el
agrupamiento en forma triangular de dientes
caracterstica de L. pavimentatus (Leriche, 1957 y
Menesini, 1968)
En la cara inferior, pese a mantener la mayor
parte del hueso farngeo, se puede observar a
ambos lados de este la cara basal de algunos
dientes de remplazo, presentando estos una
cavidad pulpar poco profunda. La cara posterior
presenta cuatro filas, ms o menos regulares, de

Labrodon multidens, Mnster 1846. Bauza y


Plans describen un hueso farngeo de la misma
localidad y periodo como:Visto por su cara oclusal
presenta la forma de un triangulo issceles con sus
lados anteriores fuertemente escotados. Su vrtice
anterior se prolonga notablemente; la base es
ligeramente cncava y los dientes mayores
corresponden a la parte central de su margen
posterior, siendo el mayor el central; teniendo a
ambos lados dos dientes, siendo el primero
(contiguo central) mayor que el segundo. Estos
cinco dientes son alargados en sentido anteroposterior. Los restantes dientes son redondeados y
disminuyen progresivamente de tamao a medida
que se aproximan a los lados y al vrtice anterior.
En la superficie posterior estn los dientes
recubiertos por el hueso farngico siendo visibles
por la cara inferior, observndose aqu tambin el
caracterstico aumento de tamao.
La placa farngea superior la describe como:
Presenta en su borde anterior un gran diente, el
cual est rodeado a partir del borde anterointerno, por seis dientes redondos, el ltimo de los
55

Presencia de Labrodon multidens, Mnster 1846

Boletn 8 - ACPM

por las dos laterales. Esta cualidad no se


comprende con solo una nica pieza inferior en el
PJA, lo que demuestra que todava se desconoce
muchas cosas de la morfologa de este grupo.
Hay que tener en cuenta que entre Labridae y
Scaridae (mismo clado A), se encuentran notables
diferencias morfolgicas (incluyendo PJA) por lo
que tradicionalmente se han separado en dos
subfamilias, aunque sabemos que genticamente
estn muy emparentadas.
Los PJA de Labrodon presentan un nivel de
diferenciacin similar o mayor, a la que hay entre
estos dos grupos, por lo que me inclino a pensar en
que podra formar un tercer subgrupo de la familia
Labridae, ms que en un simple gnero de esta.

dientes. Estos se hacen cada vez menores


conforme se acercan a los extremos. La cara
anterior presenta los dientes ms pequeos e
irregularmente dispuestos.
Distribucin estratigrfica El gnero se
conoce desde el Eoceno con representantes en el
yacimiento de Monte Bolca, en Verona (Italia). Las
especies L. pavimentatus y L. multidens se registran
en yacimientos de Espaa en el Burdigaliense y
Plioceno inferior.

DISCUSION
Por un lado, el anlisis filogentico basado en
estudios comparativos del ADN mitocondrial de
especies de los cuatro grupos del suborden
Labroidei, revelan las divergencias de este grupo
(Mabuchi et al., 2007, Universidad de Tokyo),
(Alfaro et al., 2009, Universidad de Los ngeles):
Un primer grupo o clado A, que est compuesto
por la familia Labridae y el subgrupo de esta,
Scaridae; y un segundo grupo, o clado B, que
aglutina
las
otras
familias,
Cichlidae,
Pomacentridae y Embiotocidae. Esto significa que
los PJA del suborden Labroidei han evolucionado
independientemente al menos en dos ocasiones,
una desarrollada en el clado A y otra en el ancestro
comn del clado B. Es decir, ambos clados
separados filogenticamente, presentan distintos
modelos de PJA, por tanto, estos se han
desarrollados independientemente.
Por otro lado, hay que tener en cuenta ciertas
caractersticas morfolgicas de la mandbula del
extinto Labrodon, que las diferencia de los PJA de
los dems lbridos actuales, como Labrus y
Symphodus. Estas ltimas, presentan forma de
triangulo equiltero superpuesto al hueso farngeo
de una forma longitudinal; adems presenta
dientes solo en su cara superior. Por el contrario,
Labrodon presenta forma de triangulo issceles y
sus dientes estn repartidos por la cara superior y

CONCLUSION
Se registra por primera vez la especie
Labrodon multidens Mnster, 1846, en el Alamillo
de Mazarrn, provincia de
Murcia, en el
Mediterrneo occidental. Las caractersticas del
punto donde fue encontrado solo nos permiten
datar el espcimen entre el Mesineense-Plioceno.
Si bien dicha especie est bien documenta en estos
periodos, el excepcional estado de conservacin de
la pieza es motivo ms que suficiente para su
comunicacin. Es un representante de la
denominada fauna mediterrnea arcaica que
estaba adaptada a temperaturas subtropicales.
Esta desapareci ms tarde, en el transito
Plioceno-Pleistoceno
con
el
enfriamiento
generalizado del Mediterrneo. Las grandes
diferencias encontradas con los PJA de los otros
integrantes de su familia, hace pensar ms en un
subgrupo con entidad propia que en un simple
gnero de la familia Labridae.

AGRADECIMIENTOS
A Yolanda De La Fuente por las fotografas
aportadas.

BIBLIOGRAFIA
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56

Presencia de Labrodon multidens, Mnster 1846

Boletn 8 - ACPM

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YAMAOKA, K. 1978 -Pharyngeal jaw structure in labrid fish. Department of Fisheries. University Kyoto.

DOCUMENTACION FOTOGRAFICA

Fig. 4: Labrodon multidens visto por sus cuatro caras.

57

El topillo de cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta de Murcia

Boletn 8 - ACPM

El topillo de cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta


de Murcia
ngel Trtola Snchez y Miguel Trtola Garca
A travs del estudio de restos antiguos procedentes de egagrpilas de rapaces nocturnas, encontrados en la Sierra de
la Cresta del Gallo (Murcia), descubrimos dos especies de micromamferos y una de anfibio, actualmente extintas en la
Huerta de Murcia.

Egagrpilas
Distintos grupos de aves producen, en su proceso
digestivo, unas bolas formadas por los restos
duros e indigeribles que forman parte de su dieta.
Son las llamadas egagrpilas. El fenmeno es
especialmente interesante en las rapaces
nocturnas bhos y lechuzas-, por dos motivos;
por un lado tragan sus presas enteras o grandes
trozos de ellas y por otra parte, sus jugos gstricos
no atacan los huesos, uas, pelo o plumas de las
presas que consumen. En sus egagrpilas
encontraremos, adems de pelo y/o plumas,
huesos en perfecto estado. Incluso los crneos de
pequeos animales se conservan muy bien, a lo
sumo con una fractura en la regin occipital,
causante de su muerte. En los lugares de reposo o
nidificacin se acumulan las egagrpilas en gran
nmero y permiten a los naturalistas estudiar la
dieta del ave en concreto y tambin conocer la
fauna de micromamferos que habita la zona y que
son bastante difciles de detectar por otros
medios.

Egagrpilas de Bho Real. Segn tamao, forma , color etc. se


puede identificar la especie de ave que las produce.

de egagrpilas con un total de presas estudiadas


de 8.426.
Ya en aquellos aos me di cuenta que en los
posaderos que yo peridicamente recorra en
busca de mis preciadas bolas de pelos, plumas y
huesos, haba un sustrato lleno de huesecillos
antiguos, depositados a lo largo de muchsimos
aos y en los que aparecan especies que no
encontraba en las egagrpilas frescas que estaba
analizando. Es decir, deba tratarse de especies
actualmente extintas y presentes en otras pocas
en las zonas de caza de la lechuza.

El anlisis de las egagrpilas es un proceso


laborioso que consiste, bsicamente, en
desmenuzarlas para extraer los huesecillos que
permitan la identificacin de las presas. Para los no
iniciados en este tema hay que aclarar que no se
trata de excrementos (son regurgitadas por el
pico), no huelen mal y son una maravillosa caja de
sorpresas e informacin. Por todo ello a finales de
los aos 70 y principios de los 80, dediqu mucho
tiempo al estudio de la alimentacin de la lechuza
comn (Tyto alba) en la Huerta de Murcia.
Concretamente localic una serie de posaderos en
la ladera norte de la Sierra de la Cresta del Gallo,
entre las pedanas de Los Garres y Algezares, y
otros en Monteagudo. Fueron examinadas cientos

Algunos de estos posaderos son pequeas cuevas


(ms adelante profundizaremos en su descripcin
y posible edad) en las que los restos quedan
protegidos de la intemperie y se mezclan con la
gravilla de la propia erosin de la cavidad. Hay que
tener en cuenta que las egagrpilas, una vez
depositadas, suelen ser atacadas por larvas de
polillas que consumen pelo y plumas y dejan los
huesos sueltos.
En muchos yacimientos
paleontolgicos, sobre todo en los situados en
cuevas y abrigos, aparecen huesecillos y dientes de

58

El topillo de cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta de Murcia

Boletn 8 - ACPM

sierra. Culturas argrica, ibrica, romana, visigoda


y rabe. Los lugares donde hemos encontrado
restos antiguos son de esa tipologa, es decir,
cuevas agrandadas por actividad humana, que han
favorecido la instalacin de las rapaces nocturnas y
han protegido los restos de egagrpilas al quedar a
salvo de las inclemencias meteorolgicas. En
cuanto a la posible edad de estas intervenciones
en el paisaje se considera que son de poca
romana, aunque en menor medida, debieron
comenzar mucho antes, con largos periodos de
inactividad y abandono.

micromamferos
que
tienen
su
origen,
precisamente, en la actividad de pequeos
predadores que ocuparon el lugar, incluso a la vez
que nuestros antepasados. Este material es de
extraordinaria importancia a la hora de la datacin
ya que se conoce bastante bien la cronologa y
sucesin de las distintas especies de estos
animales (sobre todo roedores), relacionndolos
con periodos geolgicos concretos.

La zona de estudio
Como ya adelantamos,
la zona donde se
encuentran los posaderos estudiados est en la
ladera norte de la Sierra de la Cresta del Gallo, al
sur de la ciudad de Murcia y entre las pedanas de
Los Garres y Algezares. El paraje es conocido como
Umbra de Los Lages. Desde la huerta que se
encuentra a pie de monte a unos 50 m.s.n.m., se
eleva, de forma abrupta hasta los 528 m.s.n.m. de
El Quijar de la Vieja, en la Cresta del Gallo. Pero
entre los 150-200 m. de altitud abundan cuevas,
cantiles, fisuras y cavidades que, si bien tienen un
aspecto natural y estn muy integradas en el
paisaje, muchas de ellas son en realidad antiguas
minas y canteras, en las que se buscaron minerales
metlicos (hierro, tal vez cobre), piedra para
construccin y yesos. Aunque algunas de esas
explotaciones llegaron hasta hace pocas dcadas y
se utiliz maquinaria y dinamita, otras mucho ms
antiguas podramos decir que son artesanales y
aprovecharon grietas y cuevas preexistentes para
ir consiguiendo los materiales que buscaban.

Este tipo de cavidades son un hbitat muy


favorable para la lechuza comn ya que en ellas
pueden descansar durante el da y nidificar. Al caer
la noche, solo con planear hasta el cercano valle,
tienen un magnifico cazadero, en origen salvaje y
con el paso de los siglos convertido en huerta. A lo
largo de los aos el uso de estos lugares tampoco
ha sido ininterrumpido ya que la territorialidad de
las rapaces y su propia dinmica poblacional, hace
que usen estos refugios con distinta intensidad.
Tambin el bho real (Bubo bubo) ha ocupado y
ocupa estos sitios, aunque con un carcter ms
espordico. En los restos antiguos aparecen presas
que solo el bho puede cazar, pero siempre en
mucha menor cantidad que los restos achacables a
la lechuza. Por ltimo el mochuelo europeo
(Athene noctua), es otro de los habitantes de esta
zona, aunque tampoco es, debido a la
competencia con las otras rapaces mencionadas,
demasiado abundante, prefiriendo utilizar como
refugio huecos de rboles (olivos) o ruinas.

Est documentada la presencia humana desde


hace ms de 4.000 aos, con yacimientos
arqueolgicos cercanos en toda la ladera de la

Los hallazgos
Consideramos restos antiguos los que se
encuentran mezclados con gravas y arenas
procedentes de la propia erosin de las cavidades,
que por su composicin geolgica tienden a
disgregarse. En algunos posaderos estas gravillas
tienen una profundidad de varios centmetros de
espesor, a veces mezcladas con piedras de mayor
tamao, pero en ningn caso estn cementadas.
Despus de caer las egagrpilas desde los lugares
de reposo de las rapaces, los huesecillos que las

Panormica de la Umbra de los Lages desde la huerta

59

El topillo de cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Las presas de la lechuza comn abarcan desde


grandes insectos (escarabajos, saltamontes), hasta
aves del tamao del mirlo (Turdus merula) para
abajo, y mamferos del tamao de una rata (Rattus
sp.) joven para abajo. Los reptiles y anfibios son
ms raros en su dieta, con alguna excepcin que
luego comentaremos. El bho debido a su gran
tamao, es un especialista en la caza de conejos y
puede capturar hasta liebres y pequeos
carnvoros, sobre todo jvenes. Por lo tanto los
restos de presas grandes, aunque escasas, seran
achacables al bho y el resto, que son la mayora, a
la lechuza.

componen
quedaron enterrados y fueron
acumulndose a lo largo de aos y siglos, pero sin
formar capas bien definidas, seguramente debido
a la actividad de animales que podan escarbar en
estos lugares (zorros (Vulpes vulpes)) y pisoteo de
visitantes o buscadores de nuevos materiales, ya
que pudieron ser reutilizadas como canteras o
calicatas mineras. Tambin las pendientes que
tienen algunos de estos sustratos, hace que los
materiales sedimentados se deslicen con facilidad,
cambiando su posicin original. Por lo tanto es
muy difcil intentar establecer una serie
estratigrfica.

Las principales especies encontradas y que siguen


apareciendo en las egagrpilas modernas son las
siguientes; musaraa gris (Crocidura russula),
musaraita (Suncus etruscus), ratn moruno (Mus
spretus), ratn de campo (Apodemus sylvaticus),
rata negra o campestre (Rattus rattus), rata parda
(Rattus norvegicus), lirn careto (Elyomis
quercinus),
topillo mediterrneo (Microtus
duodecimcostatus),
distintas
especies
de
murcilagos (Quiroptera), y una larga lista de
aves, sobre todo paseriformes. El conejo
(Oryctolagus cuniculus) y erizo comn (Erinaceus
europaeus), son presas tpicas del bho. Adems y
en escaso nmero aparecen restos de reptiles y
anfibios.

Una muestra del material estudiado. Se aprecia una gran


variedad de especies.

Hemos muestreado siete cavidades con presencia


de restos antiguos y aunque el muestreo no ha
sido exhaustivo, si ha sido minucioso,
seleccionando el material que de visu nos
pareca interesante para luego estudiarlo en
profundidad, utilizando una lupa binocular de 10X
y 20X aumentos. Para la identificacin contamos
con una buena coleccin de referencia procedente
del estudio de egagrpilas modernas y ejemplares
colectados desde hace muchos aos, tanto de
micromamferos, como de aves, reptiles y anfibios.
La consulta de guas de identificacin y bibliografa
ha sido, como es lgico, determinante.

Entre toda esta variedad detectamos la presencia


de tres especies que no forman parte de la fauna
actual de la Huerta de Murcia: el topillo de cabrera
(Microtus cabrerae), la rata de agua (Arvicola
sapidus) y el sapo de espuelas (Pelobates
cultripes).
El topillo de cabrera es un interesantsimo roedor
que fue identificado por mi hijo, Miguel, a partir de
un solo resto, aunque luego localizamos ms, y
que nos anim a emprender el presente trabajo.

El Topillo de Cabrera

Los huesos encontrados pertenecen a todas las


partes del esqueleto, sin embargo crneos,
mandbulas y dientes son los que nos permiten
identificaciones precisas y por eso nos hemos
centrado en ellos.

Hemos dicho que se trata de un interesantsimo


roedor y vamos a ver porque motivos lo es. El
topillo de cabrera (Microtus cabrerae) fue descrito
en 1906 por Thomas a partir de un ejemplar de la
60

El topillo de cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Espaa y en algunos franceses de la misma poca.


Esta citado en la Cueva Negra del Estrecho del
Quipar en Caravaca de la Cruz (Murcia).

Sierra de Guadarrama y dedicado al insigne


zologo espaol ngel Cabrera (1879-1960). En
1910, Miller, describe a partir de ejemplares
procedentes de la Sierra de Segura a Microtus
dentatus, especie similar a M. cabrerae, del que se
diferencia por ser ms robusto, detalles de la
coloracin y de la morfologa de la denticin. Aos
ms tarde diversos autores, consideran que no hay
razones objetivas para mantener a M. dentatus
como especie o subespecie, y por lo tanto,
Microtus cabrerae queda definido como una
especie homognea. No obstante, los estudios
genticos modernos tal vez puedan aportar alguna
sorpresa.

Podemos concluir que el topillo de cabrera es un


roedor que actualmente solo se encuentra en la
Pennsula Ibrica, del que conocemos bien su
origen evolutivo y que ha llegado hasta nuestros
das como una herencia del Pleistoceno.
Pero veamos brevemente como es este animal. Se
trata de un roedor arvicolino, robusto (de los de
mayor tamao de su gnero), con una longitud
cabeza-cuerpo entre 116-130 mm, cola entre 3346 mm y un peso de 43-78 g. Con pelaje largo y
espeso de color pardo o gris olivceo en el dorso y
crema sucio en la regin ventral. Los detalles
craneales y dentales de esta especie permiten su
diferenciacin de otras que se pueden encontrar
en las mismas comarcas donde habita. En Murcia
est presente tambin el topillo mediterrneo
(Microtus duodecimcostatus).
El topillo de cabrera tiene una distribucin muy
fragmentada en la actualidad, ocupando un rea
relicta que incluye varios ncleos principales
situados en el Prepirineo (Huesca y Zaragoza),
Sistema Ibrico meridional (Cuenca, Guadalajara y
Teruel), interior de Valencia, Sierras Bticas
(Albacete, Jan, Granada, Almera y Murcia) ,
Sistema Central (Madrid, Toledo, vila, Cceres,
Salamanca y Segovia) y algunas reas de la
Provincia de Zamora. Tambin est presente en
algunas zonas de la mitad sur de Portugal. Como
fsil o subfsil est citado en el sur de Francia
(Montpellier), Caldas de Rainha (Portugal), Villena
y Almera. Agust lo cita como Fsil para el
Pleistoceno Superior de la cuenca de Mula y
nosotros hablaramos de subfsiles para la
Huerta
de
Murcia,
segn
nuestros
descubrimientos.

Restos antiguos de Topillo de Cabrera encontrados en la zona de


estudio

A Microtus cabrerae se le relaciona con la especie


fsil Microtus brecciensis y junto con l ha sido
agrupado en el subgnero Iberomys. Se considera
una lnea evolutiva endmica de la Pennsula
Ibrica y el sur de Francia, de forma que se podra
considerar la hiptesis de una evolucin lineal de
M. brecciensisa M. cabrerae en el reducido
espacio de tiempo correspondiente al Pleistoceno
Superior. Microtus cabrerae mantiene con su
antepasado fsil diferencias de tamao, mayor en
el cabrera, y tambin algunos cambios
morfolgicos en la denticin.

Las colonias relictas de topillo de cabrera en la


Regin de Murcia se encuentran en contados
lugares de los trminos municipales de Caravaca
de la Cruz, Moratalla y Yecla. Algunas de ellas han
sido descubiertas recientemente.

Microtus brecciensis ha sido bien estudiado en los


yacimientos de Atapuerca, constatando su
presencia desde los episodios finales del
Pleistoceno Inferior y a lo largo de todo el
Pleistoceno Medio. Igualmente aparece en otros
muchos yacimientos del Pleistoceno Medio de
61

El topillo de cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta de Murcia

Boletn 8 - ACPM

Mandbula izquierda sin denticin (Ejemplar


adulto).

El hbitat de este roedor lo constituyen lugares


donde la capa fretica se encuentra prxima a la
superficie, lo que permite que se mantenga una
vegetacin, siempre verde, de gramneas y juncos,
de la que se alimenta y donde se refugia. A
diferencia de otros topillos no ocupa zonas
agrcolas cultivadas. Esta especie se encuentra
amenazada por las roturaciones de las zonas
donde an vive, por el pastoreo que busca en
estos lugares algo de pasto fresco y que pisotea
sus territorios y sobre todo por la aridificacin que
sufre el Sureste en los ltimos miles de aos y que
hace muy escasos los hbitats ptimos para la
especie. Su tendencia poblacional es regresiva y
est catalogado en El Libro Rojo de los Mamferos
Espaoles como vulnerable.

Estos restos corresponden a cuatro ejemplares


distintos.
En el posadero 2 se encontr lo siguiente:
Porcin craneal correspondiente
maxilares, sin denticin.

los

Porcin craneal idntica a la anterior.


Porcin maxilar izquierda, sin denticin.
Fragmento maxilar derecho, sin denticin.
Mandbula izquierda, sin denticin.
Mandbula izquierda, sin denticin.

Solo hemos encontrado restos de topillos de


cabrera en dos de los posaderos con huesos
antiguos prospectados y los vamos a denominar
como posadero 1 y 2. Se encuentran distanciados
uno de otro unos 500m y con una diferencia
altitudinal de unos 100 m aprox.

Mandbula derecha, sin denticin.


En este caso los restos pertenecen a 7 ejemplares.
Teniendo en cuenta, que en ambos posaderos hay
miles de huesos, ha sido como buscar una aguja en
un pajar lleno de agujas. Los pocos restos
encontrados nos hacen pensar en la escasez del
topillo de cabrera como presa de la lechuza y en
que, posiblemente, corresponden a una colonia
que resisti, en algn lugar cercano a estos
posaderos, para luego extinguirse sin dejar rastro.

La Rata de Agua
La rata de agua (Arvicola sapidus), es un roedor
arvicolino (emparentado con los topillos), que no
hay que confundir con las ratas del gnero Rattus y
que ms adelante mencionaremos. Parece que se
diferenci de la rata de agua nortea (Arvicola
terrestris) durante el periodo glacial Mindel, hace
unos 250.000 aos. Su tamao es de 170-233 mm
de longitud cabeza y cuerpo, 97-147 mm de cola y
entre 140-327 g de peso, con pequeas orejas que
apenas sobresalen del pelaje. Este tiene un color
pardo oscuro con tonalidades rojizas en el dorso y
gris sucio en la zona ventral. Se distribuye por toda
la Pennsula Ibrica y parte de Francia, a excepcin
del norte y este del citado pas. Su alimentacin es
principalmente vegetariana. El hbitat tpico de

Crneos de Topillo de Cabrera actuales, encontrados en


egagrpilas de Lechuza Comn cerca de El Moral (Caravaca de la
Cruz)

En el lugar 1 encontramos los siguientes


fragmentos:
Crneo sin la regin occipital. Faltan los huesos
nasales pero conserva toda la denticin.
Porcin craneal correspondiente
maxilares, sin denticin.

los

Mandbula derecha con denticin completa


(Posiblemente ejemplar joven).
62

El topillo de cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta de Murcia

esta especie lo constituyen los mrgenes de los


cursos de agua de caudal lento o masas de aguas
permanentes provistas de abundante vegetacin
herbcea o de matorral y de materiales arcillosos
que le permitan excavar sus madrigueras. No
obstante, puede resistir sequias y vivir en lugares
que pueden permanecer secos una parte del ao.
En la Regin de Murcia habita en algunos tramos
del ro Segura y en otros cauces bien conservados
pero no es muy abundante.

Boletn 8 - ACPM

El sapo de espuelas
Como ya hemos mencionado, la lechuza comn es
un depredador muy eficaz, capaz de aprovechar al
mximo las presas de las zonas donde habita y,
donde conviven, captura ejemplares de sapo de
espuelas (Pelobates cultripes). Se trata de un
anfibio bastante apetecido por los depredadores
ya que tiene poco desarrolladas las glndulas
txicas en la piel. Se distribuye por toda la
Pennsula Ibrica y algunos puntos de Francia. Este
pequeo sapo tampoco est presente actualmente
en la Huerta de Murcia aunque vive en otros
puntos de la Regin. Tambin hay alguna cita
reciente en zona de huerta pero en T.M. de
Orihuela. Se considera, que como otros anfibios,
sus poblaciones estn en declive.

Hemos encontrado huesos de rata de agua en


todos los lugares con restos antiguos
prospectados. Mandbulas, crneos (algunos en
bastante buen estado) y dientes. Los hay que
corresponden a ejemplares adultos, que por su
tamao, pudieron ser presa del bho real mientras
que otros, serian presa ocasional de la lechuza.
Aunque no son demasiado abundantes en relacin
a otras especies que encontramos, parece que han
estado presentes durante un largo periodo de
tiempo, pero no aparecen en depsitos ms
recientes.
La Huerta de Murcia debi ofrecer hbitats
ptimos para la rata de agua, que pudo ver
favorecida su expansin gracias a la red de
acequias y otros tipos de cauces de riego. Pero
creemos que se extingui antes de que la
contaminacin y transformacin del paisaje
canalizaciones, cimbrados, urbanizacin, cambio
de usos etc.) hicieran estragos a partir de finales
de los aos 60 del siglo XX. En nuestras
conclusiones intentaremos explicar las posibles
causas.

Muestra de restos de Sapo de Espuelas

Encontramos sus huesos en todos los posaderos


con restos antiguos. Distintas partes del esqueleto
y crneo, que son muy caractersticas
(frondoparietal, parasfenoides, vertebras sacras
con las diapfisis ensanchadas, huesos de
miembros etc.). No son muy abundantes pero
parece que han estado presentes a lo largo del
tiempo. Como pasaba con la rata de agua, no los
hallamos en depsitos recientes. Pensamos que su
extincin puede ser contempornea con la de la
rata de agua y, tal vez, por causas comunes.

Conclusiones
Segn la bibliografa consultada, la retraccin del
rea de distribucin del topillo de cabrera,
comenz en la Edad del Bronce, siendo motivada
Algunos de los crneos y mandbulas de Rata de Agua encontrados.

63

El topillo de cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta de Murcia

Boletn 8 - ACPM

bubnica influy decisivamente en la historia del


mundo. En los ecosistemas mediterrneos est
integrada desde hace mucho tiempo.

por factores climticos. Posiblemente tambin


influyo en el proceso la expansin de la agricultura
y ganadera en reas habitadas desde muy
antiguo, como es el caso de la que nos ocupa. La
escasez de restos encontrados nos sugiere que ya
era poco abundante cuando las lechuzas los
cazaban al pie de la Sierra de la Cresta del Gallo y
teniendo en cuenta la ubicacin de los posaderos
en antiguas canteras, al menos de poca romana,
no sera descabellado pensar que se extinguieron
hace ms de 1500 aos. La aridez progresiva del
territorio fue acabando con las colonias de este
roedor que tiene unas exigencias ambientales muy
concretas. Sus actuales poblaciones en la Regin
de Murcia se encuentran en lugares de mayor
altitud y pluviometra que la Huerta de Murcia y a
unos 100 Km de esta. La utilizacin de tcnicas de
datacin con los huesos encontrados, nos
aportaran datos muy interesantes para poder
avalar, con ms precisin, la posible fecha de
desaparicin de M. cabrerae.

En el siglo XVIII, de la mano del hombre y


procedente de Asia (parece que es originaria de
China) entr en Europa la rata parda. A Espaa
lleg en el siglo XIX. Esta especie es mayor y ms
agresiva que la anterior y tiene costumbres
acuticas. Gusta de ocupar mrgenes de cauces
donde excava galeras y aprovecha cualquier cosa
comestible. Sin duda desplazaron a la rata de agua,
por competencia directa por el hbitat
y
depredacin. En la comarca de Doana est bien
documentado el consumo de sapos de espuelas
por parte de la rata parda.
Por otra parte, la Huerta de Murcia, ha sufrido
peridicamente
grandes
inundaciones
catastrficas. La confluencia en este territorio de
los ros Guadalentn y Segura junto con la
deforestacin sufrida en las cuencas de ambos ros
desde el Neoltico y las caractersticas climticas
del Sureste hacen que estos fenmenos se repitan
con extrema virulencia. Entre 1.528 y 1.991 existen
noticias de unas setenta avenidas. En 1.879 la
famosa riada de Santa Teresa tuvo consecuencias
devastadoras.

Pero qu paso con la rata de agua y al sapo de


espuelas? Como hemos visto, aunque sin ser
demasiado abundantes, estn bien representados
en todos los lugares con restos antiguos que
hemos prospectado, lo que nos hace pensar que
han estado presentes desde el origen de las
acumulaciones hasta hace relativamente poco
tiempo. La red de acequias, brazales, escorredores
etc., favoreci, sin duda la ocupacin de las dos
especies. Sin embargo desde hace muchos aos
he hablado con personas mayores huertanos de
toda la vida- y no conocan a la rata de agua (en
otros lugares de Espaa donde est presente es
bien conocida, incluso cazada y consumida). Aqu
se hablaba de las ratas refirindose a las especies
de rata negra o campestre (Rattus rattus) y rata
parda o de alcantarilla (Rattus norvegicus), aunque
sin distinguir bien entre las dos especies y siempre
considerndolos animales dainos y agresivos.

Estos desastres naturales provocan extinciones


locales, que con el tiempo, se recuperan con la
recolonizacin por parte de los ejemplares
supervivientes de los territorios que han quedado
vacos. Pero si se dan varios factores adversos,
como la llegada de una especie fornea e invasora,
puede que hasta los ejemplares supervivientes
sean desplazados y la extincin sea permanente,
haciendo difcil que de forma natural llegue a
recuperarse.
Pensamos que las causas expuestas, junto con
otras que se han ido sucediendo a lo largo de las
ltimas dcadas provocaron la extincin de la rata
de agua y el sapo de espuelas. Tal vez llegaron
hasta finales del siglo XIX o los primeros aos del
siglo XX. Tenemos la esperanza que, con las
mejoras ambientales del ro Segura en los ltimos
aos a su paso por la Huerta de Murcia, la rata de

Efectivamente la rata negra se extendi tras el


ltimo periodo postglacial, desde el sureste
asitico y a travs de la India y Oriente Medio lleg
a Europa aprovechando los recursos generados
por nosotros. Como transmisora de la peste
64

El topillo de cabrera y otros pequeos vertebrados extintos en la huerta de Murcia

agua pueda recolonizar antiguos territorios. En el


caso de los anfibios lo tienen todava ms difcil.

Boletn 8 - ACPM

verdugo. En cualquier caso, que sirva este trabajo


para despertar el inters por nuestra pequea
fauna que pasa desapercibida y necesita
proteccin. Que el topillo de cabrera, la rata de
agua y el sapo de espuelas sigan viviendo en
nuestra Regin y no desparezcan como ocurri en
la Huerta de Murcia.

Gracias a los restos de egagrpilas antiguos hemos


llegado a constatar las complejas relaciones
ecolgicas que se dan en la Naturaleza y de las que
el hombre forma parte siendo a la vez vctima y

Bibliografa
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65

Controversias sobre la sistemtica de la familia

Boletn 8 - ACPM

CONTROVERSIAS SOBRE LA SISTEMATICA DE LA FAMILIA LAMNIDAE


(CHONDRICHTHYES, LAMNIFORMES)
Julio Lpez Ortiz
Asociacin Cultural Paleontolgica Murciana, Centro de Educacin Secundaria "Severo Ochoa", Camino
de Tiosa, 50, 30158 Los Garres (Murcia), e-mail: [email protected]

RESUMEN
Tradicionalmente se ha dividido la familia Lamnidae en tres gneros: Isurus, Carcharodon y Lamna.
Algunos autores, basndose en estudios morfolgicos de dientes fsiles, sugirieron la creacin de un nuevo
taxn: Cosmopolitodus. Recientes estudios de gentica basados en los representantes actuales, refuerzan dicha
teora. Otros trabajos, basados en la morfologa de los dientes fsiles, aportan nuevos datos sobre el eterno
debate de excluir el tiburn gigante del Mioceno, el megalodon, del gnero Carcharodon definitivamente.
PALABRAS CLAVE: Lamnidae, Isurus, Lamna, Carcharias, Carcharocles, Cosmoplitodus, evolucin, gentica.

ABSTRACT
Traditionally, the Lamnidae family has been divided into three genders: Isurus, Carcharodon and Lamna.
Some authors, on the basis of morphological studies of fossil teeth, have suggested the creation of a new
taxon: Cosmopolitodus. Recent genetic studies based on current evidence support the aforementioned theory.
Other work, based on the morphorlogy of fossil teeth, provide new data on the eternal debate as to whether or
not, to exclude the giant Miocene shark, the megalodon from the genus Carcharodon permanently.
KEYWORDS: Lamnidae, Isurus, Lamna, Carcharodon, Carcharocles, Cosmoplitodus, evolution, genetics.

su alto nivel de actividad) lo cual le permite


adentrarse en aguas templadas-fras, a excepcin
de las realmente fras como las de las zonas polares;
la familia consta de cinco especies repartidas en
tres gneros:

INTRODUCION
El orden Lamniforme se remonta a 140-120
m.a. al Cretcico superior (Cappetta 1987), desde
entonces, el grupo ha sufrido repetidos episodios
de extincin y expansin. Actualmente consta de
16 especies, repartidas en siete familias y diez
gneros. Los ms conocidos son los marrajos y el
tiburn blanco (Lamnidae), los tiburones toro
(Odontaspididae), los zorros (Alopiidae), el
tiburn peregrino (Cetorhinidae), el extrao
tiburn de boca ancha (Megachasmidae), el
tiburn duende (Mitsukurinidae) y el tiburn
cocodrilo (Pseudocarcharidae).
Centrndonos en Lamnidae, Mller & Henle
1838, en la cual se centra este escrito, hay que decir
que dicha familia se caracteriza por su cuerpo
ahusado y muy hidrodinmico con dos aletas
dorsales y una anal; presenta cinco aberturas
branquiales largas, hocico cnico y la ausencia de
membrana nictitante en los ojos, que estn
bastante ms adelantados que la boca. Su
metabolismo interno est bastante desarrollado y
su temperatura corporal es superior a la del medio
(son endotrmicos gracias a un sistema de
intercambio calrico presente en las branquias y a

- Lamna; compuesta por el cailn del norte o


marrajo sardinero, Lamna nasus, Bonnaterre 1788,
y el cailn del Pacifico o marrajo salmn, Lamna
ditropsis, Hubbs & Follett 1947. Su tamao mximo
es de 3,5 hasta 4 metros. Los dientes son
medianos, con la cspide moderadamente ancha,
recta y de bordes lisos; en la base y a cada lado de
la cspide principal hay una pequea cuspidilla. Son
los dientes ms primitivos parecidos a los gneros
Cretrolamna e Isurolamna del Cretcico.
-Isurus; compuesta por el marrajo de aletas
cortas o tiburn mako, Isurus oxyrhinchus,
Rafinesque 1810; y el marrajo negro o mako de
aletas negras, Isurus paucus, Guitart Manday 1966.
Miden entre 4 y 4,5 metros y son muy activos y
agresivos. Presentan dientes de
seccin
semicircular, triangulares y base ancha, con una
sola corona estrecha, de bordes lisos y cortantes y

66

Controversias sobre la sistemtica de la familia

ligeramente inclinados hacia


Normalmente no tiene cspides.

las

Boletn 8 - ACPM

podido sobrevivir a la extincin del anterior,


posiblemente por su menor tamao. Dicha idea,
que llamaremos hiptesis nmero uno, se
mantiene incluso en autores modernos como son
Goottfried et.al., 1996; Applegate & EspinosaArrubaena, 1996; Compagno & Bowman, 1996;
Purdy et. al., 1996 y 2001. Todos ellos sostienen
que Carcharodon carcharias no deriv del gnero
Isurus durante el Mioceno, sino que es un taxn
ms antiguo, emparentado con el megalodon.

comisuras.

-Carcharodon; con una sola especie, el famoso


tiburn blanco, Carcharodon carcharias, Linnaeus
1758 .Puede alcanzar los 6 metros, lo que lo
convierte en uno de los mayores depredadores
marinos; sus dientes son grandes y triangulares, con
los bordes aserrados.
Solo cinco especies para una familia, sin
embargo, durante el Mioceno y la parte inferior del
Plioceno, est representada por un nmero
considerablemente mayor de especies; es obvio que
el grupo se encuentra en un claro estado de
recesin. Si a dicha recesin, provocada por causas
naturales, adems le sumamos las condiciones
provocadas actualmente por la especie humana, el
grupo se encuentra en un punto crtico para su
supervivencia, con un futuro muy incierto.

Piensan que la similitud de la forma y el tamao de


los dientes de Isurus y Carcharodon son una
convergencia evolutiva debido a que se
alimentaban de las mismas presas, para ellos es
ms relevante la presencia de bordes aserrados.
Tambin afirman que Carcharodon carcharias,
conforme se hace adulto, sus dientes se van
pareciendo ms a los del megalodon, (Gottfried
et. al., 1996).

EL ORIGEN DEL TIBURON BLANCO


El registro fsil de tiburones es muy denso y
continuado pero se compone, en la inmensa
mayora de las ocasiones, de tan solo dientes
aislados. Con este material, hacer una
reconstruccin filogentica es muy difcil, adems,
hay que tener en cuenta, que los distintos
caracteres pueden nacer en linajes diferente como
fruto de una evolucin convergente. Debido a estas
particularidades, el estudio de la evolucin de los
tiburones y sus relaciones filogenticas sufre
continuos cambios; cada nuevo hallazgo de fsiles
puede dar pie a nuevas interpretaciones, estas
adems, tambin suelen cambiar de un autor a
otro.
Una controversia muy comn ha sido la del
origen de tiburn blanco actual o Carcharodon
carcharias, la cual se ha centrado en dos hiptesis.
La primera y ms antigua, basada en pruebas
cladisticas, afirma que su origen se centra en
grandes tiburones como el megalodon. La
segunda, basada en similitudes morfolgicas de los
dientes, afirma que proviene de grandes tiburones
del genero Isurus, probablemente de Isurus hastalis,
Agassiz 1843, o algn otro similar.
Todo empez en 1835 cuando Louis Agassiz
introdujo una nueva especie, Carcharodon
megalodon; basndose en las similitudes en la
forma de los dientes (triangulares, muy altos y con
bordes aserrados) y en el gran tamao de estas
piezas, lo emparent con el actual Carcharodon
carcharias. Se supona quemegalodon era un
antecesor enorme del tiburn blanco, y este habra

Casier, en 1960, fue el primer autor en opinar


que megalodon no estaba relacionado con el
tiburn blanco actual, y opinaba que los dientes
aserrados del primero, evolucionaron de los dientes
ligeramente aserrados de Isurus escheri, Agassiz
1844, del Mioceno; este, a su vez, proceda de
Isurus hastalis. Desde entonces numerosos autores
han compartido esta opinin, pero todos dndole
ligeras modificaciones. Por ejemplo, Glikman
(1964), acu el trmino Cosmopolitodus, para
describir los miembros tempranos del linaje de
Carcharodon carcharias, y ms tarde, Mouizon
Devries (1985), opinaba que la especie Isurus
escheri, no estaba en la lnea de evolucin de
Carcharodon carcharias, sino que una especie sin
nombre relacionada con Isurus hastalis, de la
Formacin Sacaco (Per), llamado informalmente
Isurus sp sacaco. Henry Cappetta (1987), tambin se
apunt a debate y afirm que un diente con las
crenuraciones erosionadas de Carcharodon
carcharias era muy difcil de distinguir de otro
diente de Isurus hastalis, y afirm que este segundo
estaba en la lnea predecesora del tiburn blanco.

67

Controversias sobre la sistemtica de la familia

Boletn 8 - ACPM

que este descienden de Otodus, un gnero de


tiburones del Paleoceno-Eoceno inferior de la
familia Otodontidae. Como prueba, afirman que en
Carcharodon carcharias el esmalte de la corona y la
raz estn separados por una delgada lnea recta de
seudoesmalte. Por el contrario, en Carcharocles
megalodon dicha lnea en la cara lingual est muy
desarrolladla y tiene forma de V; caracterstica que
fcilmente se aprecia que comparte con el gnero
Otodus del Paleoceno. La llamada hiptesis numero
tres empez cuando Jordan y Hannibal en 1923,
crearon el gnero Carcharocles para incluir los
dientes fsiles descubiertos, a los que llamaron
Carcharocles auriculatus. Ms tarde Casier en 1960,
en un intento de organizar el grupo defini
Paleocarcharodon del Paleoceno, para los dientes
del linaje con cspides y fuertemente acerados
(Carcharocles auriculatus). Y Procarcharodon del
Oligoceno, para los dientes tambin con cspides
pero
finamente
aserrados
(Carcharocles
agustidens). Para complicar ms las cosas, Gilkman
en 1964, cre el gnero Megaselachus para dientes
de este grupo que no tenan cspides y fue el
primero en sugerir que su procedencia era del
gnero Otodus. Finalmente, Henry Cappetta en
1987, dictamin que estos cuatro gneros eran uno
solo en distintas fases de evolucin, y prevaleci el
nombre de Carcharocles por ser el de ms
antigedad.

Los autores partidarios de la idea de que


Carcharodon carcharias proviene de los tiburones
mako, que llamaremos hiptesis nmero dos, son
entre otros, Casier 1960, Glikman 1964, Muizon &
Devries 1985, Cappetta 1987, Pimiento 2010. Ellos
opinan que el aserrado del diente no es un factor
determinante para la filogenia, pues este aparece y
desaparece en la evolucin de distintos linajes.
Adems megalodon tiene una crenulacin mas
fina y regular que Carcharodon carcharias. Segn
esta segunda teora podemos hacer una
generalizacin del origen de Carcharodon
carcharias, que obviamente, suele tener ligeros
cambios segn autores; la cifra del parntesis
marcara el momento aproximado de su aparicin:
Isurolamna inflata, Leriche 1905, o Cetrolamna
appendiculata, Agassiz 1843, (segn autores) (65-55
m.a.) Macrorhizodus praecusor, Leriche 1905,
(55m.a.) Isurus hastalis (35m.a.) Isurus escheri
(25-20m.a.) o Isurus sp saccaco (segn autores)
Carcharodon carcharias (11-2 m.a.)

ORIGEN DEL MEGALODON


Otra segunda controversia que anima el mundo
de la paleoictiologia es el origen del megalodon.
Este tiburn es uno de los mayores depredadores
que han existido en el Planeta a lo largo de su
historia. Algunos estudios estiman que pudo
alcanzar los 16 o ms metros de longitud, a lo cual
le correspondera una masa de 59 Tm (Goottfried
et. al., 1996), con este tamao es normal que un
depredador despierte la curiosidad, tanto de
profesionales de la paleontologa como del pblico
en general. Como hemos mencionado antes,
Agassiz clasific en 1835 una nueva especie,
Carcharodon megalodon, y en base al parecido de
los dientes y su tamao, lo emparento con
Carcharodon carcharias. Los mismos autores que
defienden la teora numero uno, dicen que el
megalodon y sus antecesores, a los que llamaran
Carcharodon auriculatus, Jordan & Hannibal 1923, y
Carcharodon angustidens, Agassiz 1843, son todos
del mencionado gnero y de la familia Lamnidae; y
que el linaje evolucion en el Paleoceno de
Cretolamna. Esta teora es una prolongacin de la
hiptesis nmero uno.
Otra teora, a la que llamaremos hiptesis
nmero tres, est tambin sostenida por los
mismos autores que opinan que Carcharodon
desciende de Isurus, o hiptesis nmero dos. Ellos
son partidarios de incluir al megalodon y sus
antecesores en otro linaje, Carcharocles; y opinan

Con las obligadas variaciones de un autor a otro


podemos esquematizar la procedencia del
Carcharocles megalodon para los partidarios de esta
teora:
Isurolamna inflata, Leriche 1905, o Cetrolamna
appendiculata, Agassiz 1843, (segn autores) (65-55
m.a.) Otodus obliquus, Agassiz 1843 (55m.a.)
Otodus subserratus, Agassiz 1843 (m.a.)
Carcharocles sokolevi, Jaekel 1895 (m.a.)
Carcharocles auriculatus, Jordan & Hannibal 1923
(m.a.) Carcharocles angustidens, Agassiz 1843
(33m.a.) Carcharocles chubutensis, Glikman 1964
Carcharocles megalodon (18m.a.)

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Controversias sobre la sistemtica de la familia

Boletn 8 - ACPM

-Dicho ancestro, Isurus-Carcharodon, por


llamarlo de alguna manera, se separ de Lamna
hace 46-65 m.a.

Independientemente de este debate, durante el


Plioceno, entre 4 y 3.5 m.a. el istmo de Panam se
termin de cerrar y se separ el Atlntico y el
Pacifico. Este suceso cambi radicalmente las
corrientes marinas, uno de los principales
reguladores del clima a nivel mundial y la
temperatura media del Planeta baj varios grados.
Este fenmeno coincidi con el inicio de las
glaciaciones en el hemisferio Norte (o quizs fue su
origen) y un descenso importante del nivel del mar.
Las zonas polares, tal y como pasa en la actualidad,
pasaron a ser un campo de cultivo ideal para el
plancton, y muchas especies de cetceos migraron
hacia estas. Muchos autores coinciden en pensar
que este fue el ocaso del megalodon, un
depredador que no pudo seguir la migracin de sus
presas ms importantes. Dicho declive continu
hasta hace 2-1,6 m.a. donde desaparece los rastros
fsiles de este linaje que tom un callejn sin salida
en la evolucin.

-Tambin segn los datos moleculares, las dos


especies de Isurus actuales, I. oxyrinchus e I. paucus,
se separaron hace 34-48 m.a.
Por tanto, de este trabajo se puede sacar dos
claras conclusiones, una que Carcharodon e Isurus
seran dos taxones hermanos, la segunda es que
estn separados 43 m.a. (Eoceno). Estudios
posteriores de gentica, esta vez, en base a todo el
orden Lamniforme, tambin llegan a la misma
conclusin (Naylor et. al., 1997).

ESTUDIOS MORFOMETRICOS DE NYBERG 2006


Kevin Nuberg, Gregory Way, del departamento
de Biologa de la Universidad de Carolina y Charles
Ciampaglio, del departamento de Geologa de la
Universidad de Ohio, han presentado un nuevo
trabajo sobre el tema en cuestin. Estos cientficos
han tomado fotografas de multitud de dientes de
Carcharodon carcharias, Isurus hastalis, Isurus sp
sacaco y megalodon, todos de distintas partes de
la mandbula, con races completas, y en distintas
etapas de crecimiento. Como novedad respecto a
otros estudios anteriores, estos autores han
utilizado la tecnologa de este principio de siglo.
Para los anlisis morfomtricos han utilizado
programas informticos para digitalizar las
fotografas. As han podido medir las distancias
entre puntos vitales, comparar tamaos, tipos de
curvaturas.Los datos estadsticos tomados han
sido recopilados para su posterior presentacin en
histogramas; y para la crenulacin o picos del
aserrado, utilizaron microscopios electrnicos de
barrido.
En sus conclusiones, aunque no han sido
tajantes en desmentir ninguna hiptesis, si abogan
claramente por la dos y tres. Confirman que no hay
diferencias significativas en la forma de los dientes
de Carcharodon carcharias e Isurus hastalis. La
forma de la raz de Carcharodon carcharias, Isurus
hastalis e Isurus sp sacaco son notablemente
similares y colectivamente muy diferentes de la raz
del megalodon. La tasa de crecimiento de
Carcharodon carcharias es ms congruente con
Isurus hastalis que con la del megalodon. El
microscopio electrnico muestra que las
crenulaciones del borde aserrado de Carcharodon
carcharias (pronunciadas y muy anrquicas) son
distintas a las del megalodon (finas y regulares) y

LOS ESTUDIOS DE GENETICA DE MARTIN, 1996


Recientemente se ha unido a este debate una
nueva ciencia, la gentica, aportando nuevos
argumentos, que si bien, no estn excluidos de
algn tipo de objecin, no hay duda que aportan
datos ms fiables que los obtenidos por la
comparacin morfolgica de dientes fsiles. Un
reciente estudio de Andrew P. Martin, del
departamento de Biologa de la Universidad de Las
Vegas, en Nevada, E.E.U.U. de 1996, ha inclinado la
balanza muy categricamente en favor de una de
las hiptesis anteriores. El trabajo ha consistido en
comparar las secuencias de genes completos (1446
pares de bases) del gen de citocromoto b, de
Carcharodon carcharias, de las dos especies de
Isurus, (I. oxyrhinchus e I. paucus) y de la especie
Lamna nasus. Como marcadores ha elegido dos
grupos externos como Heterodontus francisci,
Girard 1855, (Heterodontiformes) y Galeocerdo
cuvier, Peron & Lesueur 1822, (Carcharhiniformes).
Sin entrar en datos tcnico, a los cuales me remito a
dicho trabajo, el autor ha publicado las siguientes
conclusiones:
-Los tres taxones evolucionaron de un ancestro
comn en un periodo muy breve de tiempo, siendo
Lamna el ms antiguo. La aplicacin del reloj
molecular indica que los tres linajes actuales
divergieron en el Paleoceno o Eoceno inferior.
-Carcharodon se separ de un ancestro comn
con Isurus, al menos hace 43 m.a.
69

Controversias sobre la sistemtica de la familia

Boletn 8 - ACPM

estn ms en consonancia con algunos makos


ligeramente aserrados. La conclusin final de los
tres autores es que, en su opinin, el tiburn blanco
se origin a partir de los tiburones mako y no del
megalodon.

Gilkman en 1964, Cosmopolitodus. Pienso que dicho


grupo fue el que se separ de Isurus hace 43 m.a.,
despus Carcharodon deriv de Cosmopolitodus
heredando dicho distanciamiento molecular, as
Carcharodon carcharias puede estar separado de
Isurus oxyrinchus esos 43 m.a. y haber evolucionado
de Cosmopolitodus, porque este gnero e Isurus ya
estaban separados en el Eoceno.

CONCLUSIONES
Parece ser que el debate sobre los orgenes del
tiburn blanco y el megalodon se va a mantener
durante bastante tiempo ms. Hay que tener en
cuenta que solo aparecen dientes y algunas
vertebras fsiles de tiburones. Con un material tan
poco diverso, el lbum genealgico de cualquier
grupo, siempre estar basado en indicios y teoras,
raramente con pruebas. Por otro lado, de la gran
variabilidad que ha tenido la familia Lamnidae
desde el Paleoceno, solo quedan cinco especies
vivas para estudiar, desde el punto de vista
gentico; de su grupo hermano Otodontidae, no
queda ni un solo ejemplar, cualquier trabajo desde
este enfoque siempre ser parcial.
Como el pensamiento es libre, de todas las
pruebas presentadas en los trabajos publicados
hasta hoy, cada uno puede obtener sus propias
conclusiones. El trabajo de Martin, si bien, siempre
estar sujeto a alguna objecin, ser ms fiable que
las interpretaciones a base estudios morfomtricos
de piezas fsiles. Por tanto, considero que cualquier
interpretacin tiene que pasar por el diagrama de la
familia Lamnidae aportado por Martin.

Por tanto, pienso que la nueva tendencia de


usar el gnero Cosmopolitodus, (con especies como
Cosmopolitodus hastalis, Cosmopolitodus escheri y
Cosmopolitodus planus, Agassiz 1856), para separar
a una serie de antiguos isuridos de dientes anchos,
que dieron origen al tiburn blanco o Carcharodon
carcharias, puede ser muy acertada. El taxn Isurus
se mantendra para los isuridos actuales y sus
parientes fsiles, (Isurus desori, Agassiz 1843, e
Isurus retroflexus, Agassiz 1843), todos de coronas
estrechas.
-Hiptesis uno contra hiptesis tres. Toda la
familia Lamnidae tiene una caracterstica muy
especial en el mundo de los tiburones. En contra de
la mayora de los peces, que son de sangre fra,
estos pueden elevar la temperatura de esta por
encima de la temperatura del agua que les rodea.
Esto les permite habitar aguas relativamente fras
(el cailn salmonero habita entre las costas de
Canad y Siberia, por encima del paralelo 45).
Gracias a la endotermia triplica su potencia
muscular, facilita su digestin, y tiene movimientos
rpidos y velocidad explosiva. Si megalodon
hubiese estado en el grupo Carcharodon,
emparentado con Isurus y Lamna, hubiese tenido
dicha ventaja, lo cual no coincide con la teora de su
extincin, que dice que no pudo adaptarse para
seguir a los grandes cetceos hacia zonas fras del
hemisferio Norte. No se puede decir lo mismo de
Cosmopolitodus hastalis que entr en competencia
directa con el nuevo Carcharodon carcharias.

-Hiptesis uno contra hiptesis dos: Purdy y sus


colegas se hicieron eco de este trabajo para
corroborar su teora numero uno. Ellos expresaron
que Carcharodon no poda estar en la sucesin de
Isurus hastalis e Isurus escheri, porque el linaje de
este se remonta a 43 m.a. y estas especies son del
Mioceno, por tanto posteriores al origen de
Carcharodon. A simple vista parece obvio.
Pero yo creo, y esto es una opinin personal
ma, que la clave para que Carcharodon pueda
proceder de los tiburones mako del Mioceno, como
dicen la mayora de estudios morfomtricos, y no
contradecir el diagrama creado a partir del trabajo
de Martin, est en recuperar el gnero creado por
70

Controversias sobre la sistemtica de la familia

Boletn 8 - ACPM

explicacin si no estn emparentados, dicha zona


no existe en Carcharodon, al menos con esa forma.
Esta cualidad no parece una adaptacin a ningn
tipo de presa, que haya podido converger en dos
grupos distintos; ms bien parece una
particularidad ms relacionada con un parentesco
filogentico.

Fig 1: distintos tipos de bordes aserrados. Foto


tomada del trabajo de Nyberg, Ciampaglio y Wray,
2006.

Fig 2: Detalle de la zona de seudoesmalte que une la


corona con la raiz visto por la cara lingual, arriba un
Otodus, en medio Carcharocles, abajo Carcharias.

Tambin me parece difcil pensar que la


crenulacin fina, regular y tan simtrica de
megalodon y sus antecesores, C. auriculatus y C.
angustidens, haya dado paso a una ms fuerte pero
muy irregular y anrquica como la de Carcharodon
carcharias; la cual se parece ms a la de
Cosmopolitodus sp sacaco.

Por tanto, yo soy partidario, como otros muchos


autores, de referirme como Carcharocles
megalodon al gran tiburn del Mioceno-Plioceno
inferior, de ponerlo en la lnea de Otodus y
excluirlo del gnero Carcharodon y la familia
Lamnidae.

Tampoco creo que la zona de seudoesmalte


entre la corona y la raz en forma de V, que
comparten Otodus y Carcharocles, pueda tener

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71

Cuando los Neandertales habitaban en Murcia

Boletn 8 - ACPM

CUANDO LOS NEANDERTALES HABITABAN EN MURCIA.


EL CONSUMO MALACOLGICO DURANTE EL MUSTERIENSE EN
MAZARRN.
When Neanderthals lived in Murcia. Malacological consumption during the Mousterian in Mazarrn
J. Ral de la Fuente Vzquez 1
Fotografa: Beatriz Montero de Vicente & J. Ral de la Fuente

ABSTRACT
Traditionally Neanderthals had been considered as brutes, adapted to the harsh conditions of the Ice Age. The discovery
of human fossils of Neanderthals in Gibraltar smashed this stereotype. At the same time, it show us how people migrated
and distributed throughout the Iberian Peninsula in search of better climates and learnt to use those other resources the
new environments offered. Evidence of malacological consumption in populations in coastal areas gives us new insights
into how they lived and ate.

RESUMEN
Tradicionalmente habamos considerado a los neandertales como humanos toscos adaptados a las duras condiciones de
la era glacial. El descubrimiento de fsiles de neandertales en Gibraltar vino a romper con este estereotipo, a la par que
nos habla de poblaciones que emigraron y se distribuyeron por toda la Pennsula en busca de climas ms benignos y que
aprendieron a aprovechar esos otros recursos que los nuevos ambientes les ofrecan. Las evidencias del consumo
malacolgico en poblaciones asentadas en zonas costeras nos aportan nuevos datos acerca de cmo vivan y se
alimentaban estos antiguos parientes nuestros.

Fig. 1: Obviando los invernaderos, qu paisaje disfrutaran aquellos neandertales que habitaron esta zona?
(Fotografa tomada desde el interior de la Cueva de la Pastora-Altos de Parazuelos).
1

Director del proyecto de prospeccin de yacimientos mio-pliocenos del trmino municipal de Mazarrn.
Director del yacimiento paleontolgico La Atalaya de Mazarrn. E-mail: [email protected]

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Cuando los Neandertales habitaban en Murcia

Boletn 8 - ACPM

Descubren el marisqueo, no como base de su dieta


pero s como un importante complemento
diettico que viene a paliar la escasez de caza
durante algunas pocas.
Y una vez ms, los yacimientos ibricos tienen
algo importante que decir en paleoantropologa.
Hasta hace no mucho se pensaba que el marisqueo
era una actividad descubierta por los sapiens, y las
pruebas ms antiguas de explotacin de este
recurso procedan del yacimiento de Pinnacle
Point, en Sudfrica. Recientemente, Cueva
Bajondillo (Mlaga) nos habla de que ya los
neandertales marisqueaban hace 150.000 aos,
hecho que vendra a representar el vestigio ms
antiguo de consumo de moluscos descubierto
hasta la fecha.
Cuentan ya tambin con un acerbo cultural
similar, o casi, al de Homo sapiens, segn muestran
los recientes descubrimientos en yacimientos de
neandertales
del
sureste
peninsular 2.
Sospechbamos desde
hace
tiempo
que
enterraban a sus muertos, pero nos ha sorprendido
an ms, si cabe, el que utilizaran pigmentos y
adornos corporales: arte primitivo, pinturas de
guerra, o simple coquetera? Y an ms
sorprendente ha resultado ser el descubrimiento
de grabados geomtricos en la roca, al fondo de la
cueva de Gorham (Gibraltar), este 2012 pasado3.
Tal descubrimiento viene a derribar la ltima
barrera que nos separaba de ellos, la del
pensamiento
abstracto,
rasgo
atribuido
exclusivamente a nuestra especie, al menos entre
los Homnidos.
Sus herramientas lticas muestran una
efectividad similar a las de los sapiens. Era pues,
tanta la distancia cultural que les separaba de
nosotros?

1. Introduccin
La gran leccin que desde hace algunas dcadas
nos vienen dando equipos de investigacin como el
de Atapuerca es ese enfoque multidisciplinar
aplicado al estudio de los yacimientos
paleontolgicos, esa visin eco y etolgica que va
ms all del simple anlisis anatmico de los restos
fsiles. Sin restar importancia al cmo eran, cobra
una mayor dimensin el cmo vivan, y esto,
sumado a la fascinacin que nos provoca la
evolucin de nuestro linaje, hace que los propios
fsiles pierdan su brillo frente a ese reflejo de
admiracin que queda ante el descubrimiento del
cmo llegamos a ser como somos.
La vida de esos antiguos humanos, qu coman,
qu relaciones mantenan con el ecosistema de su
entorno y entre ellos o con otros grupos vecinos y,
por que no, sus vivencias msticas con el ms all,
constituyen una nueva dimensin que va mucho
ms lejos de la simple catalogacin de sus restos
fsiles.
Sus formas de alimentacin, el aprovechamiento
de los nuevos y diferentes recursos que el entorno
les ofreca a medida que fueron ampliando sus
territorios y extendindose a lo largo y ancho de
nuestra geografa, es una parte sustancial en el
estudio del devenir cotidiano de estas ancestrales
poblaciones. Quizs buscando climas ms benignos
o tal vez fruto de esa expansin que siempre ha
caracterizado al ser humano, poblaciones de
neandertales llegaron a las costas meridionales de
la Pennsula, establecindose de una forma ms
permanente de lo que hasta hace poco venamos
pensando. No son ya esos rudos hombres de los
hielos que nos muestran los clsicos estereotipos,
sino habitantes de un clima templado-clido, no
muy diferente al actual, y con toda una serie de
nuevos recursos alimentarios a explotar, diferentes
de los que sus parientes nrdicos venan utilizando.
Aqu ya no hay grandes presas a las que abatir,
como mamuts o bisontes. Slo conejos, aves
esteparias y, con suerte, corzos y jabales.

Zilhao, Joao et al., Symbolic use of marine shells and


mineral pigments by Iberian Neandertals. PNAS, January 19,
2010 vol. 107 no. 3 1023-1028.
3

Rodrguez-Vidal, Joaqun (Universidad de Huelva) et al.,


2012.

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Cuando los Neandertales habitaban en Murcia

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Fig. 2, 3 y 4: La figura de la izquierda muestra la representacin clsica de un neandertal, los brutos hombres de las
nieves. Las ltimas reconstrucciones sobre su aspecto nos dan una imagen muy diferente acerca de cmo eran estos
cercanos parientes nuestros. (Fuentes, de izquierda a derecha: www.independent.co.uk, (8 august 2008);
neanderthalis.blogspot.com; www.nationalgeographic.com)

Hay otro hecho sobre el que me gustara tambin


reflexionar: la perspectiva temporal. Tan
acostumbrados estamos en el mbito de la
paleontologa a manejarnos con cifras de millones
o cientos de miles de aos, que a veces se nos
escapa la realidad de esos periodos temporales tan
largos. Descendamos a una escala ms cotidiana y
probemos a traducir estas cifras a una unidad
cercana, a siglos. A partir de cundo podemos
considerar la existencia
de neandertales
propiamente dichos? Segn los restos se ha fijado
una fecha frontera de entre hace 200.000 a
250.000 aos a partir de la cual ya podemos hablar
de los que hemos dado en llamar neandertales
clsicos. Hace 24.000 aos mueren sus ltimos
representantes, arrinconados en Gibraltar. Si
restamos una cifra a la otra, su especie perdur a lo
largo de aproximadamente 200.000 aos, lo que
trasladado a nuestra escala temporal histrica nos
arroja la friolera cifra de 2.000 siglos. Nuestra
especie aparece en Europa hace 40.000 aos, o lo
que es lo mismo, hace 400 siglos y convive con los
neandertales durante 16.000 aos, o sea, 160
siglos. Alrededor del ao 6.000 a. C. comienzan a
forjarse, en las riberas del Nilo, los pilares del que
sera el Egipto antiguo. El origen de la escritura se

sita hace 3.500 aos a. C., en Mesopotamia. Si a


esto le sumamos los poco ms de 2.000 aos
transcurridos despus de Cristo, viene a resultar
que el periodo histrico, o ese al que
coloquialmente nos referimos como historia,
abarcara entre 5.500 a 8.000 aos, segn el punto
de origen en que nos fijemos, es decir, entre 55 y
80 siglos. Cual es la conclusin de todo esto? Que
hemos convivido ms del doble de tiempo con los
neandertales que lo que abarca toda nuestra
historia. Si en 80 siglos la humanidad ha vivido
sucesos como para rellenar una enciclopedia
completa y miles de libros de historia, podemos
hacernos una idea de lo que puede haber ocurrido
en 160 siglos de contacto entre ambas especies.
Suponer que, durante todo este tiempo ambas se
mantuvieron aisladas una de la otra es ilusorio. Lo
lgico es pensar que hubo un contacto intenso,
intercambios de todo tipo, culturales, comerciales
y, por que no, incluso sexuales. Y es de suponer
tambin,
que
habra
algn
que
otro
enfrentamiento blico, si bien parece descartado
que fuera esto ltimo la causa de la extincin de los
neandertales. Si a todo esto aadimos el hecho de
que moraron en Europa durante 2.000 siglos,
frente a los escasos 400 nuestros, el tema da
mucho que pensar.

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ltimos representantes de su especie. El hallazgo


de fsiles anteriores, entre ellos un crneo,
atribuidos a Homo heidelbergensis (preneandertales) hace remontar la presencia de
humanos anteriores a los sapiens a unos 150.000
aos.
El municipio de Mazarrn cuenta con alguno de
estos enclaves donde se ha demostrado la
presencia de estos neandertales sureos,
yacimientos como el de Cueva del Palomarico,
Cueva de Hoyo de los Pescadores o Cueva
Perneras.
La existencia de innumerables abrigos rocosos
repartidos por el entorno ofrece un marco idneo
para el asentamiento de grupos humanos al
proporcionar un refugio contra las inclemencias del
tiempo y los depredadores. Ramblas y antiguos
cauces de arroyos ofrecan el recurso
imprescindible del agua dulce y la caza menor junto
con la cercana al mar los recursos alimentarios
necesarios. Las cuevas de la Pastora y del Corral
(Fig. 14 y 15), a poca distancia del conchero de
Parazuelos, bien pudieron ser el lugar donde
pernoctaban esos clanes de humanos que
deambulaban por la zona y se beneficiaban de
todos esos bienes que el entorno les ofreca.

2. Antecedentes
El hallazgo de nuevos yacimientos, restos o
pruebas del paso de los neandertales por nuestra
geografa viene multiplicndose sustancialmente a
lo largo de las ltimas dcadas, tal vez en parte
alentado por el morbo que nos suscita la
presencia de una especie de Homo hermana que
convivi con nosotros y con la que quizs llegamos
a hibridarnos, morbo a veces quizs alimentado por
los medios de comunicacin. Parejo a los nuevos
descubrimientos ha ido decayendo el ideal de su
presencia espordica y restringida al norte de la
Pennsula. La presencia de restos en el sur y sureste
peninsular apuntan a una distribucin mucho ms
amplia de la que hasta hace poco venamos
creyendo.
La Regin de Murcia constituye una prueba ms
de este hecho que acabo de apuntar. La presencia
de neandertales en la regin murciana ha quedado
contrastada por toda una serie de yacimientos y el
descubrimiento de restos seos (entre ellos un
esqueleto casi completo de una mujer) en Sima de
las Palomas, que ya no dejan lugar a dudas acerca
de que esta especie hermana medr en Murcia
hasta hace aproximadamente 30.000 aos, casi los

Fig. 5: Yacimientos del Paleoltico


medio en la Regin de Murcia.
(Fuente: Zilhao, J. et al., Symbolic
use of marine shells and mineral
pigments by Iberian Neandertals.)

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de la manera ms insospechada y en ocasiones de


forma sorprendente. Me impuse la tarea de
indagar ms al respecto, tarea que he venido
manteniendo en solitario a lo largo de todos estos
aos. Hoy creo que puedo avanzar algunas de las
conclusiones que he ido obteniendo durante este
tiempo y aportar algunas pruebas al respecto.
El yacimiento original al que hago referencia
anteriormente se halla en el entorno de los Altos
de Parazuelos, a muy pocos metros de la lnea de
costa (ver coordenadas en el apartado 7), hecho
que, unido a la presencia de varios abrigos rocosos
y a las caractersticas de los restos de moluscos
encontrados, hace muy plausible la teora del
aprovechamiento de los recursos malacolgicos
tanto marinos como terrestres por antiguos grupos
humanos presentes en la zona. Hasta aqu, la
hiptesis mantena cierta lgica, pero an faltaba
alguna prueba concluyente de que no se trataba de
una acumulacin casual de restos, faltaba algn
hallazgo atribuible exclusivamente a humanos,
faltaba encontrar huesos, dientes o herramientas
lticas.

3. Nuevos yacimientos en Caada Gallego


Cuando Francisco Cern me llevo una tarde de
verano a un talud en el que aparecan restos de
moluscos, de una edad ms o menos reciente, no
pude imaginar, ni por asomo, la trascendencia que
el hecho podra llegar a tener para mi en el futuro.
Simplemente era uno de tantos yacimientos de
fsiles ms, de los muchos que existen en una
regin tan rica, para un paleontlogo aficionado
como yo por aquel entonces, como la murciana. Y
durante aos no le di una mayor importancia al
yacimiento respecto a otros tantos que conoca en
la zona. 2009 marc un punto de inflexin, cuando
cay en mis manos un artculo publicado en el ao
1988 por Ricardo Montes Bernrdez (Restos
malacolgicos y paleontolgicos del Musteriense en
la costa de Murcia (sureste de Espaa); ver
Bibliografa), que me llevo a replantearme si esa
acumulacin de restos de moluscos que Paco el de
Mazarrn me haba enseado no pudiera significar
la huella del paso de humanos antiguos por la zona.
El conocimiento cientfico a veces se nos aparece

Fig. 6 , 7 y 8:
Conchero de Parazuelos.

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Fig. 9 y 10: Conchero de Caada Gallego. (Marzo 2011).

y como observamos en la actualidad en estos


enclaves murciano-almerienses. Por otro lado,
superpuestos a estos sedimentos se sitan otros
estratos claramente continentales, formados por
rocas de matriz fina y rojiza con grandes clastos,
producto de los tpicos procesos fsico-qumicos
asociados a la meteorizacin en superficie y a la
oxidacin de las rocas ricas en hierro, tambin muy
tpicas de la zona. Es decir, estaramos hablando de
un paleoambiente, durante la poca en que estos
clanes anduvieron por la zona, de playas y laderas
formadas por sedimentos del mio.plioceno, sobre
los cuales desarrollaron su actividad de consumo
malacolgico, cercanos al mar. Esto explicara la
mezcolanza de los restos malacolgicos con los
materiales amarillentos propios de estos periodos.
Posteriormente se depositaron los estratos rojizos
del cuaternario continental, cubriendo en parte
estos otros. La imagen de estos paleoambientes
mazarronenses bien podra asemejarse a la
recreacin de Gibraltar que se muestra a
continuacin (Fig. 11): Una zona de marismas o
brazos de mar muy propicias para el marisqueo.

La sorpresa vino cuando, en la Semana Santa de


2011, durante uno de mis paseos habituales por la
zona prospectando restos fsiles del mio-plioceno,
encontr en un pequeo enclave junto a la
carretera un cortejo de conchas de moluscos
similar al que vena estudiando haca varios aos en
los Altos de Parazuelos, con la diferencia de que
este no se hallaba cercano a la costa, sino ms de
dos kilmetros tierra adentro (ver captulo 6). Sus
coordenadas UTM son: X= 643.086,94
Y=
4.158.845,14 (Visor SigPac).
Dos nuevos yacimientos no descritos con
indicios de consumo malacolgico por parte de
humanos antiguos, pero segua faltando una
evidencia (ver captulo 7).

4. Aspectos sedimentolgicos y
estratigrficos
Si atendemos a la sedimentologa de la zona, los
restos malacolgicos se encuentran mezclados con
los sedimentos finos y amarillos que se asocian al
mioceno-plioceno propio de la zona. La erosin de
la roca madre procedente de estos periodos dara
lugar a playas, laderas y placeres de arena fina, tal

Fig. 11: Reconstruccin de Gibraltar hace 24.000 aos (izquierda)


y en la actualidad (derecha).
(Fuente: unioniberica.forogratis.es /Museo de Gibraltar).

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considerar en trminos marineros como aptos


para el consumo. En segundo lugar, hay una
mezcolanza de especies marinas y terrestres, lo
que carece de toda lgica si se tratara de una
cuenca sedimentaria natural.
Aparte de los restos de moluscos citados, en el
ao 1995 se desenterraron en el yacimiento de
Parazuelos algunos fragmentos de huesos de
macromamferos (Fig. 13 y 14), que tal vez
pudieran pertenecer a miembros de los Cetceos o
los Sirenios, ya que fsiles similares han aparecido
en el Campo de Mazarrn (ver Sirenas en Murcia,
Boletn de la ACPM, n 1, ao 2001). Este hecho,
sin embargo no est corroborado y aparte de estos
pocos restos fragmentarios no has vuelto a
aparecer fsiles similares en el yacimiento.
Asimismo, tampoco queda nada clara una
correlacin temporal entre estos y los de moluscos
a los que nos venimos refiriendo, pues la alta
mineralizacin del hueso parece indicar una
antigedad mucho mayor.

5. Especies de consumo
Se han identificado al menos 7 especies de
moluscos en el yacimiento de Parazuelos, que
podran llegar a 10-11 si tenemos en cuenta que de
los gneros Patella y Otala aparecen restos de
diversas especies, no slo de una. El conchero de
Caada Gallego es ms pobre en cuanto al cortejo
faunstico, reducindose exclusivamente a los
gneros Monodonta, Patella y Otala.
Respecto a la frecuencia de cada especie, el 80%
de los restos corresponden a Monodonta turbinata,
Patella sp. y Otala sp. El otro 20% restante se
reparte entre las otras cuatro especies.
Llaman la atencin dos hechos, que apuntan una
vez ms a una acumulacin no casual de los restos
sino a la actividad del ser humano y el
aprovechamiento como recurso alimentario: Por
un lado, no aparecen individuos juveniles, todos
tienen un tamao adulto o casi, lo que podramos
LISTADO DE ESPECIES:
Monodonta turbinata
Patella sp.
Otala sp.
Iberus gualtieranus alonensis
Sphincterochila candidissima
Thais haemastoma
Charonia lampas

Fig. 12: Principales especies de consumo encontradas.

Fig. 13 y 14: Huesos de mamferos (posiblemente de Cetceos o Sirenios) hallados en el yacimiento de Parazuelos.

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6. Paleoecologa regional

que en la actualidad.

La abundancia de abrigos rocosos por la zona


constituye un elemento potencial para la existencia
de asentamientos humanos. Pensemos que
cualquiera de nosotros buscara cuatro elementos
clave a la hora de establecerse en un territorio:
agua, comida, dormideros y un clima agradable.
Respecto a lo ltimo, el levante, sur y sureste
peninsular disfrutaban de un clima bastante ms
benigno que el resto, por no hablar del reinante en
Europa entonces. Proporcionara, en base a lo
anterior, abundante caza aunque no piezas de gran
tamao, sino ms bien la tpica fauna mediterrnea
(jabal, corzo, aves esteparias y muchos, muchos
conejos). Las poblaciones de neandertales
asentadas en estas zonas posiblemente no sufriran
grandes carencias alimenticias por falta de caza,
pero aun as, su cercana a la costa les permita
aprovechar esos otros recursos que el mar ofrece,
marisqueo, pesca y eventualmente presas de un
cierto tamao: cetceos, sirenios y focas. El agua
dulce tampoco debi suponer un problema por
aquel entonces, en base a la abundancia de
paleocauces y ramblas que jalonan el territorio,
teniendo en cuenta, adems, que el Pleistoceno fue
un periodo mucho ms hmedo en la Pennsula

Aunque geogrficamente Gibraltar y Mazarrn


estn muy distantes entre s, la reconstruccin
paleoecolgica del primero (Fig. 11) nos puede dar
una idea de cmo debi ser uno de estos
ambientes costeros de hace 24.000 aos. No
resulta significativo en el caso de Percheles, pero
pudiera s serlo en el caso del yacimiento de
Caada Gallego. Ambos distan entre s casi tres
kilmetros y medio, pero hay una diferencia
fundamental entre ellos. Mientras Percheles est
situado prcticamente en lnea de costa, Caada
Gallego se halla, hoy da, ms de dos kilmetros
tierra adentro. No sabemos como era la geografa
de la zona por aquel entonces, pero s hay una
rambla muy cercana, la de Villalba, que pudo existir
ya antao, y constituir un brazo de mar que se
adentrase hacia toda esta zona. Tengamos en
cuenta que las ramblas son depresiones del
terreno, que con el paso del tiempo y el aporte de
sedimentos han ido rellenndose poco a poco, por
lo que en origen bien podran representar entornos
similares a las ras. Y esto, perfectamente, podra
explicar la existencia de restos de consumo
malacolgico en el enclave de Caada Gallego.

Fig. 15 y 16: Los abrigos de Altos de Parazuelos (Cuevas de la Pastora y Del Corral). A simple vista nos hablan de que no hace falta ser
muy inteligente para pasar ah la noche si se anda deambulando por la zona.

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terreno, como restndose la importancia que no


saba que tena. Se me escap un grito de alegra.
Llegu a casa chillando la encontr, la encontr.
Mi familia pens que me haba dado demasiado el
sol. No puedo describir el sentimiento del hallazgo
de esa prueba, tan largamente buscada. Aunque
catalogada con el fro nombre RF XI-11-301,
cariosamente le he puesto el apodo de La
Navajica.

7. Y por fin la primera herramienta ltica


Tard en llegar, tardo aos en llegar esa prueba
concluyente que necesitbamos. Una tarde soleada
de marzo, en 2011, un paseo rutinario de tantos y
tantos a lo largo de ese tiempo y con la mirada fija
en ese talud tan de sobra conocido. Y por fin, ah
estaba, como esperando a ser descubierta durante
todos estos aos. Pequea, camuflada en el

-CARACTERSTICAS:

Dimensiones: 37 x 27 x 10 cm.
Material: Slex.
Tecnologa ltica: Modo 3 (Musteriense)
Yacimiento: Calnegre-4, pared 2.2 (Conchero de
Parazuelos)
Altitud sobre el nivel del mar: 20 m
Coordenadas (Visor SigPac):
Lat. 37 31 37.94 N
Long. 1 23 44.84 W
UTM: X= 641.749.60
Y= 4.154.568.54

Fig. 17, 18, 19 y 20: La navajica, primera herramienta ltica encontrada en el conchero de Parazuelos (2011).

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llevaron consigo y, o bien la herramienta fue


elaborada in situ o la portaban en sus andanzas.

- ESTUDIO:
La primera duda razonable ante el hallazgo de
un ejemplar ltico que pudiera haber sido fabricado
por el hombre es, s realmente ha sido as o es un
producto casual de la Naturaleza. Las tallas
presentan una serie de caractersticas que las
definen como herramientas tecnolgicas con un
alto grado de probabilidad. La probabilidad de que
toda esa serie de marcadores sobre la misma pieza
se haya producido de una forma casual, por
percusiones espordicas durante el transporte y
rodaje de materiales debidos a procesos geolgicos
naturales, es muy baja, casi nfima. Podemos,
prcticamente afirmar, que si una pieza de las
caractersticas del ejemplar objeto de estudio
presenta un nmero significativo de marcadores,
su fisonoma no ha sido producto del azar, sino de
la mano del hombre. En la Fig. 21 se muestran
algunos de los indicadores ms importantes
utilizados para la identificacin de tallas lticas.

Por ltimo, podramos preguntarnos acerca del


uso que se dio a La Navajica. Por su forma y
tamao quizs se tratase de una raedera con
mltiples usos (corte, descarnado, despellejado,
), pero si atendemos a las especies de consumo
cuyos restos aparecen en los concheros y dada la
alta proporcin de restos de Patella, as como a su
pequeo tamao, forma elptica y redondeada y la
presencia de un borde cortante anterior y lateral,
constituira una herramienta perfecta para
descarnar lapas, moluscos cuya forma de la concha
encaja muy bien con la del ejemplar ltico y cuya
carne, correosa, resulta difcil de separar con los
dientes o los dedos. Pero esto es tan slo otra
hiptesis ms.
Aunando todo lo anteriormente expuesto, el
compendio nos lleva a deducir que grupos de
humanos antiguos deambularon por la zona hace
entre
35.000-30.000
aos,
constituyeron
posiblemente una poblacin estable que utilizaba
como refugio los abrigos naturales que el entorno
ofrece y que explotaban, entre otros, los recursos
malacolgicos que la cercana al mar les brindaba,
aparte de otros moluscos terrestres. Atendiendo al
modo ltico al que pertenece La Navajica y a los
restos seos humanos encontrados en yacimientos
cercanos, bien podramos aventurar la hiptesis de
que esos antiguos hombres pertenecan a la
especie neandertal.

Aplicando estos conceptos al estudio del


ejemplar hallado en el conchero de Parazuelos
encontramos que muchos de estos marcadores
estn contenidos en l (ver Fig. 22, 23, 24 y 25). Por
otro lado, el material en que est fabricada La
Navajica, silex, nos lleva a otro punto de reflexin:
Es concordante este material con los existentes en
la zona o, por el contrario, se trata de una rareza?
Los materiales rocosos que conforman el
yacimiento se componen, bsicamente, de rocas
sedimentarias (areniscas y arcillas) y fragmentos
ms o menos grandes de rocas metamrficas
(cuarcitas y esquistos). Pero en ningn caso
aparece slex o por lo menos con un tamao de
grano suficiente que permita la fabricacin de
herramientas lticas. Este material, por tanto, no
vino de aqu, es material forneo, si bien es cierto
que en un radio de algunos kilmetros s puede
encontrarse slex. Estos antiguos pobladores lo

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Fig. 21: Indicadores utilizados en la identificacin de talla ltica en lascas (Modo 3). (Fuente: Marcos Terradillos Bernal. rea de
Prehistoria. Universidad de Burgos. Curso CRIF Las Acacias, febrero-2011).

Fig. 22, 23, 24 y 25: Indicadores de talla ltica en La


Navajica:
ABCD-

Borde cortante
Punto de impacto
Bulbo
Aristas

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tambin parece aflorar, cada vez con mayor


claridad, la existencia de relaciones comerciales e
intercambios culturales entre neandertales y
humanos modernos.
Poco a poco viene cobrando ms fuerza, con
intensidad creciente, la hiptesis de que las
interacciones entre ambos grupos fueron ms
amigables que hostiles, y que la extincin de los
neandertales no se debi a conflictos guerreros con
los sapiens, sino a la propia dinmica natural de
dos especies que compiten por los mismos
recursos. Pequeas diferencias tecnolgicas,
ecolgicas, sociolgicas o culturales entre ambas y
mantenidas a lo largo de miles de aos, pueden
derivar en una progresiva fragmentacin y
aislamiento de las poblaciones de una de ellas, con
el consiguiente aumento de la endogamia, y est
demostrado que este es uno factores importantes
en cualquier fenmeno de extincin. Y muy
posiblemente la conjuncin de todas estas causas
condujo, irremisiblemente, al declive de nuestros
parientes neandertales.
Cmo llegaron esos humanos de los hielos
hasta Gibraltar? Es otro de los grandes errores
conceptuales que hemos mantenido a lo largo de
dcadas. Los neandertales no eran hombres de los
hielos, como siempre hemos dicho. Simplemente
eran hombres. Evolucionaron en Europa (es la
nica especie del gnero Homo autctona de
Eurasia; los Homo sapiens somos africanos), en
unas condiciones climticas concretas durante una
poca en que el clima se fue haciendo cada vez
ms fro hasta desembocar en las grandes
glaciaciones del Pleistoceno. Pero a los
neandertales, igual que a cualquiera de nosotros,
supongo que no les hara especial gracia vivir sobre
el hielo, sobre todo si se tienen otras opciones. Las
poblaciones mas meridionales ascendan hacia el
norte durante el verano, en busca de las grandes
piezas de caza, pero durante el invierno emigraban
hacia el sur, buscando un clima ms clido y
siguiendo esos mismos movimientos migratorios de
sus presas. Podramos comparar su rgimen de

8. Conclusiones
Realmente eran tan diferentes a nosotros?
Siempre hemos pecado de mirarnos excesivamente
el ombligo y creernos la especie superior, pero si
nos pusiramos en la piel de los neandertales,
quizs los feos no eran ellos, sino nosotros, con
nuestro aspecto aniado, nada apetecible para sus
mujeres. Actualmente asistimos a un debate sobre
si hubo o no hibridacin con ellos. Los recientes
estudios de ADN indican que compartimos algunos
genes (un 3 %), ms de lo que pensbamos segn
las teoras anteriores, y eso demuestra que,
efectivamente, en algn momento de nuestra
historia, neandertales y humanos modernos
llegamos a cruzarnos. Puede que no siente bien a
nuestro ego, pero los hechos son los hechos y el
ADN no miente. De todas formas, fueron cruces
puntuales, que se dieron en Oriente Medio, cuando
nuestros ancestros comenzaban su migracin hacia
Europa, y no parece, segn nos cuentan los fsiles,
que se prodigaran mucho ms. En cualquier caso,
no debera extraarnos el que hubiera existido
contacto sexual entre neandertales y humanos
modernos, cuando tambin se estima como seguro
que hubo intercambio cultural y comercial entre
ambas estirpes. Pero realmente este no es un
problema que debiera preocuparnos. Convivimos
juntos durante varias decenas de miles de aos, y
seguramente compartimos cultura, experiencias,
comercio, y, por que no, sexo. Vuelvo a incidir una
vez ms en que, seguramente para ellos, nosotros
ramos feos. Si existieron parejas mixtas de
neandertales y sapiens, pudo deberse a dos
factores: o a intercambio consentido entre clanes
de ellos y nosotros, o, lo que es peor (y muy comn
en nuestra especie), al saqueo de los poblados
neandertales por parte de nuestros guerreros,
con el consiguiente botn de guerra que incluira a
las hembras de los vencidos. Una cosa no quita la
otra, pero parece ser, a la luz de los ltimos
descubrimientos, que en la mayora de los casos
pudo darse la primera opcin, afortunadamente. Y

83

Cuando los Neandertales habitaban en Murcia

Boletn 8 - ACPM

vida con el de los pastores trashumantes, con la


diferencia de que ellos no portaban rebaos, sino
que los perseguan. En esta dinmica, poco a poco
fueron poblando entornos ms clidos del centro y
litoral peninsular. Y se quedaron y adaptaron a la
explotacin de los recursos que los nuevos
territorios les fueron ofreciendo. No solo
dependan ya de las grandes piezas, este nuevo
territorio les ofreca tambin una gran variedad de
animales de pequeo y mediano tamao, frutos y
vegetales. Recientes investigaciones muestran que
incluso aprendieron a cocinar las verduras, lo cual
constituira la muestra ms antigua encontrada de
la gastronoma ibrica. Otro de nuestros errores
tradicionales ha sido el asociar a los neandertales
con las cavernas. Eran unos eficientes
aprovechadores de los recursos que les ofrecan
aquellos territorios sobre los que moraban, y si hay
cavernas, se duerme en las cavernas, pero si hay
abrigos rocosos, se duerme bajo ellos, y si hace
calor, se construyen cabaas. Las cabaas no las
inventamos los sapiens, ya las usaban los
neandertales.

A medida que fueron expandindose fueron


aprovechando los diversos recursos, y al fin se
toparon con la costa. El marisqueo supone un
aporte protenico que complementa la dieta y que,
en pocas de crisis, constituye un seguro
alimenticio cuando la caza escasea. Las poblaciones
costeras tendran una mayor probabilidad de
supervivencia que las del interior ante
fluctuaciones
ambientales
del
entorno,
precisamente por esos recursos que el mar siempre
aporta.
Y entonces, si tan bien les fue la vida, por que
se extinguieron los neandertales? Como ya antes
hemos comentado, es seguro que en el resto de
Europa entraran en una clara competencia por los
recursos con los sapiens (ojo, no hablo de
confrontaciones blicas, solo de competencia), ms
eficaces tecnolgicamente, y con un esquema
social y de reparto del trabajo tambin ms
eficiente, que redundaba en una menor mortandad
y una mayor fertilidad, hechos ambos que hacen
crecer las poblaciones en detrimento de otras con
mayor mortandad y menor fertilidad. Por simple
cuestin numrica, poco a poco los sapiens fueron
ocupando los territorios y arrinconando a los
neandertales, que cada vez fueron ms en declive.
No fue una guerra de ocupacin, simplemente fue
una cuestin numrica, de cantidad de individuos
de cada especie. A la par se fue produciendo un
hecho que en ecologa de poblaciones tiene
enorme trascendencia. A medida que los
neandertales iban perdiendo territorio, sus
poblaciones quedaban aisladas, de tal manera que
se iban generando ncleos familiares dispersos y
cada vez ms distantes del resto de los ncleos. En
trminos reproductivos, esto genera un grave
problema, la endogamia. La mayora de las
especies se extinguen (cuando no hay factores
externos como cada de un meteorito, plaga, o
nosotros) cuando caen en una situacin de
aislamiento y endogamia. Y seguramente esto
constituy la puntilla que, unido a los factores

Fig. 26: Reconstruccin de una mujer neandertal.


(Fuente: Estudio Daynes de Pars).

84

Cuando los Neandertales habitaban en Murcia

Boletn 8 - ACPM

comentados anteriormente, acab con los


neandertales. As, poco a poco, los neandertales
acabaron arrinconados en el sur-sureste
peninsular, habiendo desaparecido ya del resto de
Europa. Hace tan solo 24.000 aos, el ltimo
neandertal muri en Gibraltar. Pero poco antes
haban dejado tambin su huella en el Levante
espaol, Alicante, Murcia, En el trmino
municipal
de
Mazarrn
tenemos
varios
yacimientos, que nos hablan de que un clan (o
varios) de neandertales anduvieron deambulando
por esta zona, ya en la etapa del declive de su
especie, pero aportndonos pruebas importantes
sobre sus hbitos alimentarios, en especial sobre el
marisqueo que, a pesar de lo que creemos,
tampoco fue invento nuestro.

gastronmicas, arte rupestre arcaico, e incluso,


caso de confirmarse el supuesto origen neandertal
de la polmica flauta de Divje Babe, primitivas
habilidades musicales, son todas ellas cualidades
que implican un pensamiento abstracto hasta no
hace mucho atribuido en exclusiva a nuestra
especie. Esto nos lleva a una reflexin: Realmente
eran tan diferentes a nosotros?
En Gibraltar se han descubierto los restos de los
que,
seguramente,
fueron
los
ltimos
neandertales. Entre ellos, una hembra a la que
cariosamente se ha bautizado como Wilma, en
honor al personaje de los Picapiedra. Y como vivi
Wilma todo esto? Con toda seguridad, no fue
consciente de que era la ltima representante de
una estirpe que domin Europa durante ms de
200.000 aos, de que era el ltimo mohicano de su
especie, de que era, al fin y al cabo, la ltima
neandertal.

Capacidad de adaptacin para la explotacin de


nuevos recursos naturales, comunicacin verbal,
prcticas funerarias, coquetera, habilidades

Fig. 27: Wilma (Fuente: National Geographic)

85

Cuando los Neandertales habitaban en Murcia

Fig. 28:Wilma, en la actualidad.

Boletn 8 - ACPM

Fig. 29: La Cueva de Gorham (Gibraltar), donde han aparecido los restos de los
ltimos neandertales conocidos hasta la fecha (-24.000 aos). En aquella poca
el mar estara entre 2-3 km alejado de la cueva. (Fuente: National Geographic).

Bibliografa de referencia
-Montes Bernrdez, R.,La Cueva de los Aviones. Un yacimiento del Paleoltico Medio (Cartagena,
Spain).Memorias de Arqueologa de la Regin de Murcia 2,1991, pp. 35-58.
-Montes Bernrdez, R., Restos malacolgicos y paleontolgicos del Musteriense en la costa de Murcia (sureste
de Espaa). Anales de prehistoria y arqueologa 4, 1988, pp. 27-31.
-Resolucin 30 de diciembre de 2010 de la Direccin General de Bellas Artes y Bienes Culturales por la que se
declara bien catalogado por su relevancia cultural el yacimiento Arqueolgico Cueva de Percheles en Mazarrn
(Murcia). Boletn Oficial de la Regin de Murcia, n 16, 21 de enero de 2011, pp. 2406-2410.
- Sirenas en Murcia, Boletn de la ACPM, n 1, ao 2001, p. 3.
-Tattersall, Ian, De frica una y otra vez? Investigacin y Ciencia, junio 1997, pp. 20-28.
-Tattersall, Ian, Homnidos comtemporneos. Investigacin y Ciencia, marzo 2000, pp. 14-20.
-Zilhao, Joao et al., Symbolic use of marine shells and mineral pigments by Iberian Neandertals. PNAS, January
19, 2010 vol. 107 no. 3 1023-1028.

Agradecimientos
- A Beatriz Montero de Vicente, por seguir soportndome cada vez que le pido que me tire unas fotos.
- A Asuncin Villamil, por ayudarme en mis torpes traducciones al ingls.
- A Gregorio Romero, por su colaboracin inestimable a la hora de facilitarnos el poder seguir investigando.
- A mi eterno compaero de investigacin, Leandro Muoz, que aunque l sabe que opino que ya est mayor
para estas cosas, sigue acompandome en el camino.
- A Francisco Cern, que, aunque ya no est con nosotros, me mostr la senda.
- Al compaero de la Asociacin, Marcial de la Cruz, por su asesoramiento, echar una mano en los pies de foto
y su santa paciencia.
- Igualmente a todos los miembros de la Comisin Editorial por la santa paciencia que han demostrado,
esperndome hasta el ltimo minuto.

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Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

VERTEBRADOS FOSILES (PISCES Y REPTILIA) DEL MIOCENO SUPERIOR DE LA MUELA


DE PLIEGO (MURCIA, SURESTE DE ESPAA). UNA APROXIMACION PALEOECOLOGICA.

Julio Lpez Ortiz (1) &Guillem Mas Gornals (2)


(1): Asociacin Cultural Paleontolgica Murciana, Centro de Educacin Secundaria "Severo Ochoa", Camino de
Tiosa, 50, 30158 Los Garres (Murcia), e-mail: [email protected]
(2): Museu Balear de Cincies Naturals, Ap. de Correos n 55, 07100 Sller (Mallorca, Illes Balears), e-mail:
[email protected]

RESUMEN
Se describen los restos de peces y cocodrilo fsiles del yacimiento Tortoniense de Pliego (Murcia). Su
estudio y comparacin con las especies actuales ms afines indican un paleoambiente litoral, esencialmente
bentnico, con un clima subtropical-templado y de fondos detrticos.
PALABRAS CLAVE: Pisces, Reptilia, Tortoniense, Paleoecologa, Murcia, Pennsula Ibrica.

ABSTRACT
The remains of fish and crocodile fossils discovered at the Tortoniense site, Pliego, (Murcia) are described.
Their study and comparison to closely related present day species indicate a paleoenvironment coastline,
primarily benthic, with a mild-subtropical climate and detritus bedrock.
KEYWORDS: Pisces, Reptilia, Tortonian, Paleoecology, Murcia, Iberian Peninsula.
disponer de material ictiolgico compuesto
exclusivamente por dientes y procedente de varias
colecciones, nos permite profundizar en el estudio
de la evolucin de la ictiofauna del Mediterrneo
occidental.
El presente trabajo es solo un primer paso para
un estudio ictiolgico ms completo en el Mioceno
y Plioceno de Murcia, se pretende as empezar a
documentar el registro de especies en dicha Regin
adems de establecer las relaciones faunsticas que
lo habitaban en distintas pocas, de paso se
pretende hacer una aproximacin de algunos
paleombientes. En esta primera entrega se
exponen los restos de peces fsiles de un
yacimiento encuadrado en el Mioceno superior,
concretamente en el piso Tortoniense (11.6 - 7.2
millones de aos); adems de proceder a la
descripcin de material presente se hace una
aproximacin del ecosistema reinante en el
yacimiento en dicho periodo.

INTRODUCCION
La fauna ictiolgica de la Regin de Murcia
durante el Negeno es relativamente abundante y
variada; an as, es obvio el estado de insuficiencia
en que se encuentra su documentacin y estudio.
La ausencia de publicaciones y estudios modernos
es notoria a pesar de la riqueza y abundancia de
material disponible, no en vano buena parte de la
Regin estuvo sumergida bajo el mar durante la
mayor parte de este periodo. Hay que resaltar los
trabajos de Gaudant (1989, 1992, 1995a, 1995b)
sobre los peces laminados en margas de la Sierra
de Columbares, los de Campos del Rio y los de la
Serrata de Lorca, basados todos en peces seos.
Prcticamente, no hay otros registros de especies
de peces fsiles en Murcia.
Hay yacimientos que si bien no presentan la
riqueza y espectacularidad de los peces laminados,
si tienen restos aislados que pueden aportar
informacin muy valiosa tanto de las especies que
poblaban esta Regin y de cmo eran sus
ecosistemas en pocas remotas. La posibilidad de
87

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

de frica al cambiar de direccin entra en colisin


directa
con las
placas de
Iberia y
Mesomediterranea (Durand Delga & Fontbot,
1980), estas pequeas placas tectnicas quedan
encajadas entre dos grandes placas como son las
de frica y Eurasia. Los materiales que componen
actualmente la mitad noroccidental de la Regin de
Murcia (Zonas Externas), pertenecan en esta
poca remota al margen continental S-SE de la
placa tectnica de Iberia (Antepas ibrico),
tambin llamado Paleomargen Suribrico (Comas &
Garca Dueas, 1988). Por el contrario, los
materiales que conforman la actual mitad
suroriental de dicha Regin (Zonas Internas),
correspondan entonces al lmite occidental de la
placa Mesomediterrnea (Durand
Delga &
Fontbot, 1980).
Tradicionalmente las Zonas Externas se han
dividido en dos dominios paleogeogrficos, al N la
Zona Prebtica, que perteneca al extracto
autctono paleozoico del margen sur continental
del Antepas Ibrico. Estaba compuesto por
materiales continentales y marinos (de carcter
somero y litoral). Este margen sufra los avances y
retrocesos de la lnea de costa, formndose as las
llamadas cuencas sinorognicas (producidas
durante la Orogenia) en el Mioceno Inferior y
Medio. Al S la Zona Subbtica, que era la
continuacin del Antepas ibrico en el interior de
la cuenca marina y sufra una sedimentacin
pelgica profunda (margosa), (Garca Hernndez et.
al., 1980; Sanz de Galdeano & Vera, 1992).
Los terrenos de las Zonas Internas se
encontraban a cientos de kilmetros hacia el E de
su posicin actual, en el interior del mar
Mediterrneo; tras su migracin de millones de
aos hacia el W y su colisin con el SE Ibrico
pasaron a formar parte de los terrenos de la actual
Zona Btica. En las Zonas Internas se diferencian
tres complejos o unidades principales superpuestas
tectnicamente y que han sufrido un gran
metamorfismo. De muro a techo son los siguientes:
Complejo
Nevado-Filbride,
Alpujrride
y
Malguide, con depsitos que abarcan del
Paleozoico al Eoceno (Fonbot, 1986).
Como hemos dicho anteriormente, las zonas
Externas e Internas, estaban separadas en dicha
poca por los denominados Surcos de los Flyschs;
estos actualmente forman la Zona Circumbtica o
Complejo del Campo de Gibraltar segn autores,
que aflora principalmente en el extremo SW de la
Cordillera Btica y en menor medida tambin a lo

GEOGRAFIA Y LITOGRAFIA.
CONTEXTO GEOLOGICO REGIONAL. La geologa de
la Regin de Murcia (situada en la parte oriental de
la Cordillera Btica) es extraordinariamente
compleja y variada al mismo tiempo que muy
interesante. A un nivel bsico se puede resumir
como el resultado del choque e interaccin de
distintas placas tectnicas en un periodo extenso
de tiempo, lo que ha sido determinante en el
modelado de su geografa.
La Cordillera Btica al S de la Pennsula Ibrica
junto con la del Rif al N de frica, son los dos
representantes ms occidentales del conjunto de
cadenas Alpinas Circumediterrneas formadas
durante la Orogenia Alpina. Esta primera forma un
cinturn de sierras que se sitan entre el S y el SE
de Espaa, alcanzando en sus zonas emergidas
cerca de 600 Km de longitud con una anchura
mxima de 200 Km y se prolonga bajo el
Mediterrneo hasta las Islas Baleares. En la
actualidad queda limitada al N por la Meseta
Central y al S por la Cuenca de Alborn. La
orientacin de la Cordillera Btica (ENE-WSW) sufre
un giro de 180 grados en su sector ms occidental,
formando el denominado Arco de Gibraltar,
tambin llamado Arco Btico-Rifeo. De esta
manera, tanto las estructuras como las unidades
sedimentarias observadas en la Cordillera Btica,
tienen su equivalencia al S en la Cordillera del Rift,
al otro lado del Mar de Alborn, al N de frica.
Los orgenes de dichas cordilleras se remontan
al Lisico, periodo donde se produce un episodio
de expansin del Atlntico Central y la placa
tectnica de frica se desplaza hacia el E 1500 km;
mientras, las placas de Iberia y Euroasia se separan
150 Km una de otra, tambin en el mismo sentido
(Vera, 1988). Esta divergencia y/o separacin de
placas desarrolla una corteza continental y
ocenica muy adelgazada, son los denominados
Surcos de los Flyschs Cretcicos, compuestos de
facies marinas profundas que corresponden a
sedimentos erosivos del talud de los mrgenes de
ambas placas (Iberia y Euroasia). Sin embargo,
posteriormente se inicia un periodo de
convergencia donde frica se desplaza con
independencia de Iberia provocando la rotacin
levgira de esta y su futura fusin con Europa a
travs de los Pirineos.
Durante el Mioceno Inferior (Aquitaniense
superior- Burdigaliense inferior), tienen lugar la
primera fase de la formacin de la Cordillera Btica
en la denominada etapa de Tectognesis. La placa
88

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

Alboran (Viseras et. al., 2004) y representa la


retrofosa de las dos cordilleras.
Al final del Mioceno superior y concluida la
fase de Tectognesis de la Orogenia Btico-Rifea,
comienza la poca Neotectnica (Estevez & Sanz de
Galdeano, 1983; Viseras et. al., 2004) que abarca
desde el Tortoniense hasta la actualidad (Estevez &
Soria de Galdeano, 1983). En el inicio de dicha fase
el estrecho Norbtico se cerr definitivamente
durante el Tortoniense Superior (Soria et. al.,
1999). Posteriormente con el cierre de estrecho de
Gibraltar, el dficit hdrico del Mediterrneo
provoc una bajada del nivel del mar en torno a
1500 metros, en la denominada crisis de salinidad
del Messsiniense (Soria, 2007). El resultado fue que
el antiguo mar de Thetis se convirti en una
acumulacin
de
cuencas
hipersalinas
incomunicadas, dando lugar a los famosos
depsitos evaporticos; en cuanto a la Regin de
Murcia, esta qued emergida en su totalidad.
Con el inicio del Plioceno hace 5,4 m. a. se
produjo la apertura del Estrecho de Gibraltar y el
Mediterrneo qued de nuevo conectado al
Atlntico, recuperando el agua su nivel y salinidad
normal. En la Regin se produjo un evento
transgresivo que inund las cuencas del campo de
Cartagena, Mazarrn, guilas y algunas zonas de
las cuencas de Guadalentn y Fortuna, para
retirarse ms tarde a lo largo de dicho periodo. Es
de destacar la aparicin de focos volcnicos, sobre
todo en las Zonas Internas durante el Mioceno
terminal y Plioceno, asociado a las fallas
neotectnicas.
GEOLOGIA. El yacimiento a estudiar se localiza a
400 metros al NE del pueblo de Pliego, Hoja 933,
Alcantarilla, Murcia, del MAGNA 1:50.000
(Templado et. al., 1952; Egeler et. al., 1974).
Corresponde con la ladera NW de la Sierra del
Manzanete, ms concretamente, se encuentra en
el denominado Alto de la Muela, en la ladera S de
esta y a 480 metros de altitud sobre el nivel del
mar. Dicha zona corresponde al margen sur de la
denominada Cuenca de Mula-Pliego.
La Cuenca de Mula-Pliego se sita en el sector
oriental de las Cordilleras Bticas y constituye una
gran depresin limitada al N por el Subbtico de la
Sierra de Ricote (1.124m) y al W por el tambin
Subbtico de las Sierras de Ponce, Cambrn y Lavia
(1.525m), al S est limitada por Sierra Espua
(1.579 m) que pertenece a las Zonas Internas.
Dicho antiforme es el resultado del cabalgamiento
a nivel de Trisico y Paleozoico de estructuras del

largo del contacto entre las Zonas Externas e


Internas.
Al inicio del Mioceno Medio (BurdigalienseLanghiense inferior) la placa Mesomediterrnea
termin por fracturarse y su parte ms occidental,
la subplaca de Alboran (Andrieux et. al. 1971) en su
deriva hacia el W colision frontalmente con el
margen S-SE de la placa Ibrica y con el margen N
de la placa de frica; por contra en el lado oriental
de esta se abri la cuenca Argelina-Provenzal,
(Andrieux et. al., 1971; Durand Delga & Fontobe,
1980; Sanz de Galdeano, 1983, 1988b, 1990).
Las consecuencias fueron varias: desaparecen
los Surcos de los Flyschs como tal, cuyos
sedimentos cabalgaron sobre los materiales
Subbticos ms orientales en la Regin de Murcia;
se fracturaron y desplazaron los sedimentos de las
zonas Subbticas y Prebticas; y por ltimo, se
apilaron las tres unidades tectnicas de las Zonas
Internas unas sobre otras y afloraron parcialmente
en una serie de zonas emergidas. Dichas zonas
estaban comunicadas por las denominadas cuencas
marinas sinorognicas (producidas durante la
orogenia), (Soria de Galdeano & Vera, 1992). Se
originaron dos brazos de mar, al N el estrecho
Norbtico (Colom, 1952) posteriormente llamado
Cuenca del Antepas Ibrico (Soria, 1998), (donde
se ubicara la actual Regin de Murcia) y el estrecho
Rifeo al S, (actual norte de frica); ambos brazos
de mar unan el mar Mediterrneo con el Atlntico.
Ms tarde con el inicio del Mioceno Superior
(Tortoniense inferior), se produce un nuevo
acercamiento entre la placas de Iberia y frica y
una nueva retirada de las aguas marinas propici
que la parte NW de Murcia y sus cuencas pasaron a
ser definitivamente continentales,por contra el SE
sigui formando un archipilago de islas unidas por
una serie de cuencas sedimentarias denominadas
cuencas postorognicas (producidas despus de la
orogenia) (Viseras et. al., 2004c, 2005). Estas se
pueden dividir en dos clases, las cuencas
intramontaosas o cuencas intracadena (Soria de
Galdeano & Vera, 1992) localizadas en las Zonas
Internas o en las Externas, o entre ambas (cuencas
de Ronda, Granada, Guadix, Alpujarras, Tabernas,
Lorca, Fortuna y Alcoy, entre otras).
En las partes ms meridionales se encuentran las
cuencas de borde Mediterrneo comunicadas
directamente con este, (Mlaga, Campo de Dalias,
Andarax, Nijar-Carboneras, Vera, Mazarrn, Campo
de Cartagena y Bajo Segura, entre otras).La nica
cuenca actualmente sumergida es la del mar de

89

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

actuales), en un rea ahora no existente debido al


contacto Zonas Internas-Zonas Externas. Est
representada por lutitas y limos de colores rojizos y
amarillentos, con intercalaciones de areniscas y
conglomerados.
La Sierra de Manzanete es un relieve localizado al
W de Pliego compuesto casi exclusivamente por
dolomas grises y calizas en bancos, se considera
una prolongacin del Manto de Perona del
Malaguide de Sierra Espua. En cuanto a los
sedimentos pre-orognicos son del Oligoceno
Superior-Aquitaniense. Hacia el E y S pertenecen a
la Formacin Rio Pliego; hacia el SW est cubierto
por discordancia por conglomerados de cantos
calcreos y calcarenitas bioclsticas amarillas,
pertenecientes a la Formacin Bosque (Oligoceno).
Ambas formaciones presentan edades similares y
cambian lateralmente la una a la otra. La parte ms
superior es una costra calcrea depositada en el
Mioceno Superior (ya post-orognico).

Fig. 1: Lo calizacin de yacimiento.

Malaguide sobre el Alpujrride, tan solo en el


extremo meridional aflora una unidad del
Alpujrride. Hay que decir que en el conjunto
superior de dicho antiforme se reconocen dos
grandes lminas cabalgantes: el Manto de Perona
en una posicin superior y el Manto del Morrn de
Totana por debajo del primero, este es el ms
extendido y caracterstico del Mesozoico
Malguide en la zona (Martin Martin & Martin
Algarra, 1995).
La depresin de Mula-Pliego desde el punto de
vista geomorfolgico y tectnico, constituye una
estructura sinforme ocupada por terrenos oligomiocenicos en los que se reconocen tres
afloramientos
antiformes
de
terrenos
preoligocnicos. Dos se
consideran una
prolongacin estructural del Manto de Morrn de
Totana (Palomeque y Escamas de Mula); la tercera
es una prolongacin del Manto de Perona (Sierra
del Manzanete), (Martin Martin & Martin Algarra,
1995).Tras la fase tectnica acontecida hacia la
mitad de Oligoceno, la cubierta de la cuenca se
form a partir de terrenos sedimentarios del
Terciario, donde encontramos dos formaciones
parcialmente coetneas, pero diferenciables en su
naturaleza y la proveniencia de sus materiales.
-Formacin Bosque (Oligoceno) situada en la
parte S de la cuenca, corresponde a depsitos
someros ligados a la plataforma. Est compuesta
por aportes del Mesozoico y Terciario del
Malaguide del SE de Sierra Espua (segn las
coordenadas actuales), y est representada por
conglomerados calcreos, calizas, calcarenitas y
margas amarillas.
-Formacin Rio Pliego (Oligoceno-Aquitaniense)
situada en la parte central y norte de la cuenca,
est compuesta por sedimentos que proceden
principalmente de materiales del Paleozoico,
Mesozoico y Terciario Malguide que estaran
situados al N y NW (segn las coordenadas

ESTRATIGRAFIA. Como se ha dicho el Alto de la


Muela constituye un pequeo relieve asociado a la
Sierra de Manzanete, donde los sedimentos
Oligoceno-Aquitaniense son de las Formaciones
Bosque y Ro Pliego en cambio lateral. Sobre ellos
hay una costra de Mioceno que se sita de forma
discordante y horizontal.
En cuanto a los estudios estratigrficos previos
en dicha zona, (Templado et. al., 1952) atribuye
toda la serie a la unidad de margas, molasas y
conglomerados (M2) atribuida al Helveciense
(Mioceno). Ms tarde, (Egeler et. al., 1974),
atribuye la unidad inferior del Alto de la Muela, a la
unidad de margas arenosas, conglomerados y
areniscas calcreas (T Ba+Bc2 /c1-11) atribuida al
Mioceno inferior-Tortoniense medio. Localmente
est unida a Pliego y est formada por una
alternancia de margas y areniscas rojas, que
contienen algunos niveles ms endurecidos y
calcreos amarillentos, con una rica fauna de
Heterostegina. Por otra parte, dicho autor distingue
otra unidad superior compuesta de arenas, calizas
bioclsticas (organgenas) y conglomerados
(TBc3 /11 ), que indican la proximidad de la lnea de
costa.
Templado, D., Meseguer, J., Fernndez, JM.,
Abad, M. 1952. Mapa Geolgico de Espaa. Escala
1:50.000. Hoja 933. Alhama de Murcia (Murcia).
Instituto Geolgico y Minero de Espaa. Madrid. 91
pp. + 1 mapa. Egeler, C.G., Kampschuur, W.,
Langenberg, C.W., Montenat, Ch., Pignatelli, R.,
Rondeel, H.E. 1974. Mapa Geolgico de Espaa.
90

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

Escala 1:50.000. Hoja 933 (26-37). Alcantarilla.


Segunda serie primera edicin. Instituto
Geolgico y Minero de Espaa, Madrid, 34 pp. + 1
mapa.
Los trabajos ms recientes de la Geologa de
Sierra Espua y la depresin de Mula-Pliego se
Unidades

MAGNA50 1 serie
Templado et al. (1952)

deben a Martn Martn (1996), a Martn Martn et


al. (1996) y a Martin & Algarra (1997). Estos
autores hacen una descripcin geologica ms
detallada y dan nuevas dataciones para los
distintos
episodios
acontecidos.

MAGNA50 2 serie
Egeler et al. (1974)

MAGNA50 digi tal

Bc3

27
Tortoniense superior

(c)

M2

T /11
Tortoniense superior

(a)+(b)

Helveciense

T
/c1-11
Mioceno inferior-Tortoniense medio

BASAMENTO
N3- M2

Ba+Bc2

A+Bb

/3-1

22
Mioceno inferior-Tortoniense medio
19
Oligoceno-Mioceno medio

fragmentos de algas rojas (rodofceas), peces


En nuestro estudio
de la
Eoceno-estratigrfico
Helveciense del Alto
Oligoceno-Mioceno
medio
(dientes), restos de cocodrilo (Tomistoma cf.
Muela hemos observado una unidad basal
lusitnica), bivalvos, Ditrupa sp. A base destacan
compuesta por conglomerados calizos, calizas
0,05-0,1 m de limos amarillos bien
detrticas y margas arcillosas pertenecientes a la
estratificados con abundante fauna bivalvos
Formacin Rio Bosque, alimentado por materiales
(ostreidos, pectnidos), fragmentos de corales
del Mesozoico y de edad Oligoceno-Aquitaniense.
(cf. astreidos), equinodermos y braquipodos.
De base a techo, la secuencia negena del
Presenta grandes bloques cados en ladera
yacimiento estudiado est formada por (Fig. 2):
sobre las unidades inferiores.
a) 20-25 m de calcarenitas margosas con pasadas
El nivel inferior (a) se interpreta como
de niveles conglomerticos poco consolidados,
conglomerados marinos detrticos resultantes del
con clastos centimtricos-subcentimtricos,
desmantelamiento de los relieves mesozoicos y
soportados por la matriz. Presentan clastos
palegenos cercanos. El nivel medio (b)
rodados y angulosos (brechoides) de calizas,
corresponde a depsitos de plataforma profunda,
dolomas, granos cuarzo y fragmentos de
mientras que la secuencia granocreciente superior
ostras. La matriz es calcarentica a calciluttica,
(c) puede interpretarse como una secuencia
de color amarillo-grisceo y contiene
marina somerizante (regresiva) con influencias
fragmentos de algas rojas (rodofceas) y restos
terrgenas, por proximidad a la lnea de costa.
de bivalvos (Amusium sp.).
Los niveles (a) y (b) corresponderan a la unidad
b) 10-12 m de calcisiltita amarilla poco
de margas arenosas, conglomerados y areniscas
cementada con pequeos niveles calcreos
calcreas (T Ba+Bc2 /c1-11 ) de Egeler et. al., (1974); y
endurecidos y pasadas de niveles de
correspondiente a la unidad 22 del MAGNA 50
microconglomerados. Contiene pectinidos
digital, atribuida al Mioceno inferior-Tortoniense
(Pecten sp., Amusium sp.), equinodermos,
medio. Mientras que el nivel superior (c)
espculas de esponjas, Ditrupa sp., algunos
correspondera a la unidad de arenas, calizas
dientes de peces y microforaminferos
bioclsticas y conglomerados (T Bc3 /11 ) de Egeler et.
bentolitorales rodados (tipo Lenticulina o
al., (1974), correspondiente a la unidad 27 del
Cibicides?). Presenta bioturbacin por galeras,
MAGNA 50 digital, atribuida al Tortoniense
ms evidente hacia techo.
superior y que indican la proximidad de la lnea de
costa.
c) 8-10 m de calcarenita y calizas bioclsticas de
La totalidad de muestras de peces estudiadas
colores amarillos. Contienen abundantes
provienen del nivel (c).

91

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

Fig. 2: Columna estratigrfica del yacimiento.

pertenecientes a varias colecciones, han sido


recolectadas mediante un muestreo de superficie a
lo largo de varios aos. Se han descrito un total de
150 ejemplares pertenecientes a 19 taxones; de
los que 5 corresponden a condrctios, 13 a
ostectios, y 1 especie a un cocodrilomorfo. Su
contenido se resume en la Tabla 1.

MATERIAL Y METODO
Se ha realizado un estudio de la fauna
paleoictiolgica del nivel superior (c) del
yacimiento negeno de Pliego (Murcia) de edad
Tortoniense (Mioceno superior).
Debido a la dureza del sedimento, no ha sido
posible realizar ningn tipo de tamizado o
muestreo sistemtico. Las piezas estudiadas,
Taxones

N Ejemplares

Condrictios
Carcharhinus sp
Carcharias acutissima
Cosmopolitodus hastalis
Galeocerdo aduncus
Hemipristis serra
Isurus sp
Ostectios
Dentex cf. fossilis
Diplodus jomnitanus
Diplodus spp
Labrodon sp
Pagellus sp
Pagrus caeruleostictus
Pagrus mauritanicus
Pagrus sp
Sparus aurata
Sparus cintus
Sparus neogenus
Tetraodon lecointrae
Trigonodon jugleri
Crocodylia
Tomistoma cf. Lusitnica
Total

6
58
1
1
2
3

Dientes y fragmentos
Dientes y fragmentos
Diente
Fragmento
Diente y fragmento
Dientes

1
3
14
1
2
1
2
9
6
35
1
1
2

Incisivo
Incisivos
Incisivos
Molar farngeo.
Incisivos
Molar
Molares
Caninos y molares
Molares
Caninos y molares
Molar
Fragmento
Dientes y fragmentos

1
150

Fragmento

Tabla1: Taxones hallados en el yacimiento de Pliego y nmero de ejempla res.

92

Material

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

tanto, deducimos que el deterioro en los dientes es


debido a alguna fase de la diagnesis y no por
motivos bioestratinmicos.
METODOLOGIA. Un ecosistema es un sistema
natural que est formado por un conjunto de
organismos vivos (biocenosis) y el medio fsico
donde se relacionan (biotopo). Tambin lo
podemos definir como una unidad compuesta de
organismos interdependientes que comparten un
mismo hbitat. En ambos casos, podemos decir
que las caractersticas del medio fsico seleccionan
la biocenosis que presenta las cualidades
necesarias para sobrevivir en l; por lo que
podemos afirmar que cada tipo de hbitat tiene su
propio conjunto de especies caractersticas. As,
sabiendo las caractersticas fsicas y ambientales de
un ecosistema determinado, podemos deducir las
especies que lo habitan.
En el presente trabajo y gracias al actualismo
biolgico, comparamos las especies fsiles de este
yacimiento con las representantes actuales ms
prximas o afines. De forma inversa a lo explicado
anteriormente, deducimos las condiciones
paleoambientales del yacimiento a partir de las
especies fsiles encontrados. Para simplificar el
mtodo, los restos encontrados se agrupan en una
unidad taxonmica superior a la de especie, el
gnero. Para exponer esto de forma resumida y
clara utilizamos la tabla de frecuencia-preferencia
(Guillem Mas, 2000). En ella se estudian cinco
variables ambientales presentes en un ecosistema
marino: temperatura del agua, profundidad, tipo
de sustrato, salinidad y adaptacin trfica; tambin
se tiene en cuenta la variedad de especies y el
nmero de ejemplares de cada tipo.
Cada especie tiene un nmero distinto de
dientes y con una tasa de renovacin tambin
diferente. As el nmero de dientes encontrados no
refleja de manera directa la poblacin de peces
existente. Los carnvoros presentan una potente
batera dentaria susceptible de fosilizar si las
condiciones lo permiten; por el contrario, los
herbvoros y planctfagos difcilmente quedan
registrados porque tienen dientes pequeos o
carecen de estos. Por este motivo al nmero
absoluto de ejemplares encontrados se le asigna
una frecuencia relativa que vara de 1 al 5. Esto se
hace de manera arbitraria, teniendo en cuenta
criterios como los anteriores. Asignamos un 1 a las
especies muy raras de encontrar en el yacimiento,
un 2 a las raras, 3 a las no raras, 4 a las frecuentes y
5 a las muy frecuentes.
Por otro lado, cada variable ambiental de la
tabla se divide en varias categoras posibles,

TAFONOMIA. - Condrctios. Todos los dientes


conservan la corona, casi siempre en buen estado
debido a la dureza del esmalte de fosfato clcico.
Este, an brillante, presenta un buen estado en
casi todos los casos, a excepcin de un ejemplar de
Isurus sp muy deteriorado. Carcharias y
Cosmopolitodus presentan los bordes de corte
afilados y se notan los pliegues de la corona.
Carcharias presenta un buen nmero de pices
enteros sin mutilaciones. Carcharhinus y
Hemipristis presentan la crenulacin de los bordes
en buen estado. Al contrario de lo que ocurre con
las coronas, en todos los casos se ha producido la
disolucin de la raz, incluso en Carcharias no hay
presente ningn dentculo lateral en los talones. El
color de las piezas es marrn, con distintas
tonalidades.
- Ostectios. El esmalte se presenta en buen
estado, a excepcin de algunos especmenes de
Sparus que pueden haber sufrido algn grado de
resedimentacin. El resto de las piezas presentan
un escaso grado de abrasin. En los ejemplares de
Sparus cintus se aprecia bien el pliegue a un tercio
del final de la corona y en Pagrus mauritanicus el
recerco en forma de seta no presenta relieves
erosionados. En Trigonodon y Diplodus se pueden
observar los pliegues de la corona. Las races, en la
mayora de los casos, estn muy deterioradas y la
cara oclusal est en mal estado. Hay algunas
excepciones como un ejemplar de Trigonodon, uno
de Pagellus sp y otro de Diplodus jomnitanus. En la
inmensa mayora de los casos son de color negro
salvo dos ejemplares, que son de color marrn,
uno de Tetraodon lecointrae y otro de Pagrus
mauritanicus, estos dos ejemplares puede que
encubran algn tipo de reelaboracin. Labrodon es
de color gris. No se han hallado otolitos, mucho
ms vulnerables debido a su composicin de
carbonato clcico en forma de aragonito.
En general se puede considerar al conjunto de
piezas como un grupo de fsiles autctonos. El
estado de las coronas es bueno en la mayora de
los casos, no as el de las races, que faltan o estn
en mal estado en todos. La mayora de los clastos
del sedimento son rodolitos de algas rojas y restos
de equinodermos muy fragmentados; lo que indica
procesos de retrabajo y resedimentacin, que
exhuman y entierran los fragmentos hacindolos
progresivamente ms pequeos en ambientes de
media o alta energa. Sin embargo, tenemos en la
mayora de las muestras un dbil nivel de abrasin,
de lo que se deduce que estos no pudieron sufrir
estos procesos de resedimentacin, sino que
tuvieron que ser enterrados rpidamente. Por
93

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

por eso se pone el resultado de dividir cuatro (n


mximo) entre tres (n categoras donde habita).
Obviamente Hemipristis es ms determinante que
Pagrus para averiguar la temperatura del agua.
Otro factor es el nmero de fsiles encontrado en
el yacimiento; el valor de Hemipristis en cada
categora se multiplica por su frecuencia relativa,
es decir por dos, el valor de Pagrus se multiplica
por su frecuencia relativa, por tres; al aparecer ms
fsiles del segundo grupo, este es ms
representativo que el primero. Finalmente se suma
el valor total de cada categora, obteniendo lo que
el autor define como ndice de frecuenciapreferencia para cada una de las categoras, que
nos indica una aproximacin o probabilidad de
cada una de ellas.

10,0

Diplodus

14

8,0

8,0

10,0 10,0

5,3

Pagrus

12

3,9

3,9

7,5

7,5

Carcharinus

6,0

6,0

4,9

4,9

Isurus/Cosmo.

2,6

2,6

2,6

Trigonodon

4,0

4,0

Pagellus

Hemipristis

8,0

Galeocerdo

1,3

Dentex

Tetraodon

4,0

Labrodon

1,3

Indice f-p

3,9

4,0

1,3

1,3

Talud

4,9
5,0

10,0
4,0

5,0

5,0 15,0

5,3

5,3

8,0

4,0

4,0

4,0

4,0

4,0

6,0

4,5

4,5

3,0

3,0

3,0

5,0
3,6

3,6

5,0

2,6

2,6

2,6

5,0

5,0

2,0

2,0

2,0

1
1,3

1,3

2,5

4,0

2,5

2,5

1,3

1,3

2,5

2,5

1,3

1,3

1,3

25,1 51,1 51,1 0,0

5
92

3,0

3,0

2,0

3,6

2,0

6,00

4,0

3,0

3,00

4,0

6,0

2,0

4,0

6,0

2,0
1,3

4,0

9,0

4,0

5,0

2,5

15,0

10,0

3,0

Herbvoro

12,5 12,5

10,0

Piscvoro/Nctos

10,0 10,0

Malacfago

Salobre

42

Normal

Sparus

Salinidad Adaptac. trfica

Coral

20,0

Detrtico

25,0

Nertico

10,0 10,0

Litoral

Fra

58

Tropical

Carcharias

Posidonia/Algas

Ocenico

Templada

Sustrato

Pelgico

Relativa

Subtropical

Bentnico

Absoluta

GENERO

Batimetra

Climatologa

Plataforma

Frecuenci
a

Rocoso

siempre
teniendo en cuenta que
los
representantes actuales de cada taxo pueden vivir
en una sola de dichas categoras, en varias de ellas,
o en todas. Se le asigna a cada grupo o gnero un
valor, este coincide con el nmero mximo de
categoras posibles si se desarrolla en una sola de
ellas, si prospera en varias a la vez, se divide el
nmero de categoras posibles por el numero de
categoras donde habita, si se presenta en todas,
se le asigna un uno a cada una de ellas. Por
ejemplo, la variable de temperatura tiene cuatro
categoras, tropical, subtropical, mares templados
y mares fros; el nico representante del gnero
Hemipristis que queda en la actualidad solo vive en
aguas tropicales, por eso se le adjudica un 4 a la
categora tropical. El gnero Pagrus vive en tres,

3,0

2,0

1,5

2,0

3,0

1,5

49,9 0,0 12,4 5,0 53,8 25,8 31,2 10,9 55,0 9,0 31,0 58,0

7,0

Fig. 3: Tabla de frecuencia-preferencia del yacimiento de Pliego .

Gnero: Tomistoma, Mller 1846

SISTEMATICA PALEONTOLOGICA

Tomistoma cf. lusitanica, Vianna & Moraes 1945

-Filum: CHORDATA, Bateson 1885

(Lmina 1, Fig. 1a-1b)

-Subfilum: VERTEBRATA, Cuvier 1812

1981 Tomistoma lusitnica Viana & Moraes: Antunes et.


al. pg. 16, pl. II, fig. 1-2.
2008 Tomistoma lusitnica Viana & Moraes: Mas &
Antunes pg. 137, fig. 4.
2010 Tomistoma lusitnica Viana & Moraes: Mas et. al.,
pg. 110, fig. 2.

-Clase: REPTILIA, Owen 1842


-Orden: Crocodylia, Gmelin 1788
Familia: Crocodylidae, Gray 1825
94

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

Consideraciones taxonmicas - Los dientes de


Tomistoma son altos, cnicos y ligeramente
curvados hacia el interior, con el pice poco
punzante y tienen dos crestas, una anterior y otra
posterior. La capa de esmalte presenta una
superficie finamente reticular y arrugada, en
cambio la superficie externa de la dentina presenta
una fina y larga ornamentacin estriada. Se pueden
distinguir dos tipos de dientes: a) unos son ms
grandes, ms altos, ms curvados, poco carenados y
presentan una seccin ms o menos elptica o
redonda, b) otros, que se corresponden
manifiestamente con dientes posteriores, son ms
pequeos, ms bajos, ms asimtricos debido a un
aplanamiento labio-lingual que hace las crestas ms
marcadas. Entre estos dos tipos de dientes,
aparecen formas intermedias (Antunes & Ginsburg,
1989).
Hay que tener en cuenta que durante el
Mioceno, en el rea de Europa occidental vivan,
adems del gnero Tomistoma, otros dos gneros,
Diplocynodon y otro, mal representado por restos
seos pero con una denticin muy diferente, que
parece coincidir con Gavialis. El diente de la Muela
de Pliego presenta unas medidas que excluyen, sin
duda, la pertenencia a Diplocynodon. El pice es
ms romo y menos agudo que dicho gnero. La
superficie finamente arrugada y reticular tambin
los diferencia de los dientes prcticamente lisos de
Diplocynodon.
La determinacin diferencial con alguna forma de
Gavialis (comn acompaante minoritario de T.
lusitanica en otros yacimientos miocenos de Europa
occidental) es evidente teniendo en cuenta la forma
ms fina, alargada, estilizada, poco curvada,
acanaladas verticalmente y con el pice ms agudo
y liso, propia de los dientes de Gavialis. La
asignacin a nivel especfico nos parece ms
problemtica, pero teniendo en cuenta la forma
robusta, dimensiones y proporciones del diente
analizado, nos conducen hacia un ejemplar de
Tomistoma cf. lusitanica.
Material - El nico diente recuperado es de talla
mediana, robusto y de aspecto fuerte. La corona es
cnica, ligeramente curvada, poco punzante y un
poco despuntada. La seccin de dicha corona es
ligeramente elptica, aplanada en sentido labiolingual, con dos crestas bien marcadas. La superficie
del esmalte de la corona presenta finas estras
irregulares verticales. No presenta raz. Sus
dimensiones son las siguientes: la altura de la
corona, 13mm; el dimetro de la base de la corona
en sentido meso-distal, 11mm; y en sentido labiolingual 8mm.

Autoecologa - T. lusitanica habit, de la misma


manera que hacen otros representantes fsiles y
actuales del gnero Tomistoma en regiones de
estuario, haciendo frecuentes incursiones mar
adentro. De hecho, el gran tamao de estos
animales debe ser entendido en relacin con la gran
abundancia de nutrientes (biomasa) aportados por
el ecosistema marino (Antunes, 1961; Crespo,
2001).
Los cocodrilianos en general, y Tomistoma, de
forma especfica, constituyen uno de los mejores
indicadores biolgicos de las condiciones de
temperatura ambiental (Mas & Antunes, 2008; Mas
et. al., 2010). La decadencia y extincin de T.
lusitanica estara relacionada con el descenso
trmico
progresivo,
hecho
ciertamente
comprobado durante el Mioceno superior y
Plioceno, y que concuerda con la ausencia absoluta
de cocodrilos en los conjuntos faunsticos marinos
posteriores al Tortoniense inferior, en todo el
Mediterrneo.
-Clase: CHONDRICHTHYES, Huxley 1880
-Orden: Lamniformes, Berg 1958
Familia: Odontaspididae, Mller & Henle 1839
Gnero: Carcharias, Rafinesque 1810
Carcharias acutisima, Agassiz 1843
(Lmina 1, fig. 3)
1970 Odontaspis acutissima Agassiz: Cappetta pg. 29,
pl. 1, fig. 1-2 pl. 2, fig. 1-16.
1973 Odontaspis taurus Rafinesque: Bauza & Plans pg.
76, lam. IV, fig. 28-29.
1978 Odontaspis taurus Rafinesque: Antunes pg. 67, pl.
2, fig. 16-25.
1996 Odontaspis taurus Rafinesque: Mae et. al., pg.
24, lam. I, fig. 15-21.
2007 Carcharias acutissima Agassiz: Marsili pg. 23, fig.
2 A-D.

Consideraciones taxonmicas - Ante la casi


imposibilidad de diferenciar los dientes aislados de
la especie fsil Carcharias acutissima, de la especie
actual Carcharias taurus, Rafisneque 1810,
indistintamente se puede adoptar por una u otra
denominacin; si bien, autores como Cappetta
(1987) prefieren referirse como C. acutissima a los
especmenes del Oligoceno-Mioceno, mientras que
a los ejemplares del Plioceno en adelante, ms
difciles de diferenciar del actual, seran C. taurus.
Otros autores prefieren mantener la nomenclatura
clsica (Odontaspis acutissima) en espera de ms
estudios comparativos (Marsili et. al., 2007). Por el
95

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

contrario, lo diferenciamos bien de la otra especie


frecuente en el Negeno, Carcharias cuspidata,
Agassiz 1844, por ser dientes de cspide ms
estrecha y menos robustos, por tener una curvatura
sigmoidal bien pronunciada y por la presencia de
pliegues en la cara lingual, no presentes en C.
cuspidata. La especie Carcharias taurus presenta
una denticin muy variada segn la disposicin en
la boca. Por lo general, se pueden describir como
ejemplares de cspide estrecha, alargada, de forma
lanceolada y bordes cortantes. Los podemos
agrupar en cuatro tipos.
Dientes parasinfisarios, se encuentran en la
mandbula inferior, a ambos lados de la snfisis. La
corona tiene un perfil sigmoidal acusado con
seccin subcircular. Las caras interna y externa
tienen un abultamiento en la base. Los dentculos
son pequeos y distorsionados, a veces no se
presentan. La raz es pequea y aplanada
transversalmente.
Dientes anteriores, son altos, delgados y de
forma lanceolada, el perfil es muy sigmoidal (la
corona esta curvada hacia el lado lingual pero la
cspide se curva hacia el lado labial). La cara labial
es ligeramente convexa, casi plana. La cara lingual
es fuertemente convexa, con pliegues verticales e
irregulares, sobre todo en los individuos jvenes.
Presenta dentculos laterales importantes.
Dientes laterales inferiores, la corona es mas
recta que los anteriores y ligeramente inclinada
hacia el interior de la boca. La raz, bilobulada, es
muy pronunciada y con dos ramas muy alargadas, el
canal nutricio est muy marcado.
Dientes posteriores, son de menor envergadura,
corona casi recta e inclinada hacia la comisura, raz
importante.
Material - A pesar de la forma larga y estrecha
de los restos y de la dureza del sedimento se ha
logrado la extraccin de 58 especmenes, aunque
muchos de ellos fragmentados; ninguno de ellos
presenta la raz ni los dentculos laterales, aun as
los mayores alcanzan 21 mm de largo y 5 mm de
ancho en la parte ms gruesa. Hay algunos
frontales, que son los ms largos y de perfil
sigmoidal, pero la mayora son laterales, ms rectos,
tambin hay alguno posterior. Hay que destacar
que solo hay uno de la snfisis. La presencia de una
cara labial casi plana apoya claramente su
asignacin al gnero Carcharias, y los pliegues en la
cara lingual son indicativos de la mencionada
especie.
Distribucin estratigrfica El origen de esta
especie se remonta al Oligoceno; si sumamos las
citas tanto de Carcharias acutissima como de
Carcharias taurus, esta estara registrada en la

Pennsula Ibrica desde el Burdigaliense hasta el


Plioceno superior; se puede decir que es la especie
de tiburn con mayor representacin en los
yacimientos del Negeno.
Autoecologa C. taurus o tiburn toro, es una
especie cosmopolita de mares subtropicales y
templados, son poco frecuentes en el Mediterrneo
pero se pueden ver ocasionalmente. Pueden
alcanzar una talla considerable, por encima de los
tres metros. Son de litoral y suelen frecuentar los
fondos arenosos, a profundidades menores de 80
metros, incluso se pueden adentrar en cauces de
agua dulce. Se alimentan de peces, a los que suelen
acechar en grupo. Es un tiburn peligroso que
muestra una gran agresividad si se le provoca. No
hay que confundirlo con Carcharhinus leucas,
Mller & Henle 1839, conocido en los pases de
habla inglesa como Bull Shark y que nada tiene en
comn con nuestro tiburn toro.
Familia: Lamnidae, Mller & Henle, 1838
Gnero: Cosmopolitodus, Rafisneque 1810
Cosmopolitodus hastalis, Agassiz 1843
(Lmina 1, fig. 4)
1970 Isurus hastalis Agassiz: Cappetta pg. 18, pl. 5, fig
1-13.
1973 Oxyrhina hastalis Agassiz: Bauza & Plans pg. 80,
lam. III, fig 20-21.

Consideraciones taxonmicas Se puede


utilizar el taxn Cosmopolitodus para separar los
representantes de isuridos de dientes anchos (C.
hastalis, C. planus Agassiz 1856 y C. escheri Agassiz
1843) que dieron lugar a Carcharodon, de los
isuridos de dientes estrechos que derivaron en las
dos especies actuales (Isurus paucus, Guitart
Manday 1966, e I. oxyrinchus, Rafinesque 1810). No
obstante, para la tabla de frecuencia-preferencia
preferimos unificarlos en uno solo grupo.
Esta especie presenta un gran dimorfismo entre
la mandbula superior e inferior. Por regla general,
son bastante grandes y comprimidos en sentido
labio-lingualmente; los delanteros de la mandbula
superior son los ms caractersticos.
Mandbula superior. Los dientes anteriores
tienen una corona ancha, de poco espesor, la
cspide est un poco inclinada hacia la zona distal,
dndole un perfil ligeramente sigmoidal; cuanto
ms posteriores son ms se inclinan hacia esta. La
cara externa es plana, a veces ligeramente cncava,
con un pliegue central hasta el pice, pueden
aparecer otros surcos menores que no llegan hasta
la cspide, cerca de la base del esmalte se observa
96

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

rpido de todos los tiburones y se le considera muy


peligroso. Se alimenta tanto de cefalpodos y
pequeos peces como de grandes depredadores
como el atn rojo, pez espada, marln, pez vela y
otros condrctios de gran tamao. Es una especie
epipelgica, de hbitos ocenicos, aunque en
ocasiones se puede acercar al litoral; vive en mares
tropicales y templados.

una pequea depresin. La cara interna es un poco


convexa o abombada.
Ambas caras estn
separadas por un borde continuo con filo cortante.
En los dientes laterales la corona es ms slida y
ms inclinada hacia la comisura, la superficie
externa es ligeramente convexa. La raz es ms
grande y desarrollada.
Mandbula inferior. Los dientes anteriores
presentan una corona estrecha que se eleva
verticalmente, es ms gruesa y masiva que en los
dientes superiores. De perfil algo sigmoidal, el lado
labial es ligeramente convexo. Los dientes laterales
tienen una corona muy recta y ligeramente
inclinada hacia el interior de la boca.
Material - Un solo diente, la cara labial es casi
plana, la cara lingual es ligeramente convexa con el
pice inclinado hacia la comisura, se aprecian con
facilidad varios surcos, todos ellos producidos por la
dilatacin del interior durante la diagnesis, no son
propios de la anatoma de la especie. La relativa
anchura y el grosor indican que pertenece a uno de
los primeros dientes laterales de la mandbula
superior.
Distribucin estratigrfica Su registro en la
Pennsula Ibrica abarca desde el Burdigaliense
hasta el Plioceno superior.

-Orden: CARCHARINIFORMES, Compagno 1973


Familia: Carcharhinidae, Jordan & Everman, 1896
Gnero: Carcharhinus, Blainville 1816
Carcharhinus sp
(Lmina 2, fig. 9)
1947 Prionodon cf. egertoni Agassiz: Bauza pg 533,
lam. 38, fig. 1-16.
1970 Carcharhinus priscus Agassiz: Cappetta pg. 54,
pl.13, fig.1-20.
2002 Carcharhinus cf. leucas Valenciennes: Antunes &
Balbino pag. 86, fig. 6 h-I, fig. 7 a-b.
2002 Carcharhinus cf. plumb eus Nardo: Antunes &
Balbino pg. 88, fig. 7 c.
2002 Carcharhinus cf. perezei Poey: Antunes & Balbino
pg. 88, fig. 7 d.
2007 Carcharhinus brachyrus Gunter: Marsili pg. 82, pl.
1, fig. 1-6.
2007 Carcharhinus falciforme Bribon: Marsili pg. 82, pl.
1, fig. 7-10.
2007 Carcharhinus lomgimanus Poey: Marsili pg. 84, pl.
2, fig. 8-19.
2007 Carcharhinus obcurus Leuseur: Marsili pg. 86, pl.2,
fig. 1-7.

Isurus sp
(Lmina 1, fig. 5)
1970 Isurus hastalis Agassiz: Cappetta pg. 18, pl. 5, fig.
1-13.
1996 Isurus oxyrinchus Rafisneque: Mae et. al., La m 2,
fig. 18 .

Material - Existen otros tres dientes que si bien


tienen todas las caractersticas de gnero Isurus, no
es posible identificar la especie por la gran afinidad
que encontramos en los dientes del gnero, y por el
escaso y fragmentado material disponible. Dos de
ellos miden 15 mm de largo, por 4mm de ancho,
presentan una corona es estrecha, bordes cortantes
y el perfil es ligeramente sigmoidal e inclinado hacia
la comisura, no presentan raz ni dentculos
laterales. Parecen dientes laterales, el tercero es
ms ancho en proporcin al alto, ha perdido el
esmalte y es de color blanco, es un diente anterior
de la mandbula superior.
Autoecologa - Isurus oxyrinchus, Rafinesque
1810, el tiburn mako o marrajo de aleta corta, es
una especie cosmopolita, bastante comn en el
Mediterrneo. Es considerado uno de los grandes
tiburones porque puede alcanzar hasta cuatro
metros de longitud y 750 kg de peso; tiene una
fuerza descomunal y es muy combatiente; es el ms

Consideraciones taxonmicas - Se puede


encontrar como Carcharhinus o descrito con los
subgneros Aprionodn, Eulamia e Hypoprin. El
gnero est ampliamente representado en la
actualidad y es difcil distinguir unas especies de
otras. Mas difcil es, si hablamos de diferenciar
especies fsiles en base a unos dientes aislados;
tambin hay que tener en cuenta el dimorfismo
entre ambas mandbulas. Los ms frecuentes en los
textos clsicos son Carcharhinus priscus, Agassiz
1843 y C. egertoni, Agassiz 1843, pero ambos estn
en desuso, el primero parece el antecesor de C.
perezi, Poey 1876, y el segundo aglutina varias
especies distintas.
Los parasinfarios estn tanto en la mandbula
superior como inferior, son pequeos y deformes,
la corona casi triangular, baja e inclinada hacia el
lado lingual. La cara labial es menos convexa que la
interior. La raz es muy masiva y ms grande que la
corona.
97

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

litoral y la plataforma continental, todos ellos son


de mares subtropicales y templados, y los podemos
encontrar en todo tipo de sustratos.

Los dientes superiores anteriores son de


corona triangular, alta y estrecha, casi simtricos: el
borde de la corona esta finamente aserrado. La
superficie labial es casi plana con una depresin
vertical en la base, el lado lingual es
moderadamente convexo. Los laterales pierden su
simetra y la cspide se inclina hacia la comisura, en
mayor medida conforme se acercan a esta.
Los dientes inferiores tienen la corona ms
estrecha y puntiaguda, dbilmente aserrados.
Tambin los laterales se inclinan hacia el interior de
la boca.
Material - Se han encontrado seis dientes que
pertenecen al gnero Carcharhinus, presentan
forma
triangular
y
ancha,
comprimidos
lateralmente. Tienen entre 4 5 mm de ancho por
6 7 de alto, si bien solo presentan la parte alta de
la corona, sin talones. Los bordes son aserrados.
Ante tan escaso y fragmentado material, no es
posible asignarlo a ninguna especie en particular
por lo que lo denominamos Carcharhinus sp.
Autoecologa - Las especies actuales del gnero
viven en aguas tropicales y templadas, son de
ambientes nerticos y litorales, aunque hay alguna
pelgica. En el Mediterrneo actualmente viven
varias especies, adems de otras que se estn
introduciendo, principalmente por el canal de Suez,
desde el mar Rojo, y ya se ven ocasionalmente.
Carcharhinus plumbeus, Nardo 1827, mide hasta
dos metros de longitud; vive cerca de la costa, en
fondos arenosos y fangosos, hasta los 200 metros
de profundidad, tanto en aguas tropicales como
templadas. Carcharhinus altimus, Springer 1950, de
tres metros de longitud, es de hbitos bentnicos,
tanto en ambientes litorales como de plataforma
continental y se alimenta de peces, invertebrados y
otros tiburones. Carcharhinus brachyurus, Guntter
1870, o tiburn cobrizo, hasta 2,3 metros, vive en el
litoral hasta los 100 metros de profundidad, se
alimenta de cefalpodos y peces en mares
templados; frecuenta las aguas salobres.
Carcharhinus falciformis, Mller & Henle 1839, o
tiburn sedoso, es epipelgico, tanto en ambientes
ocenicos como de litoral. Carcharhinus obscurus,
Lesueur 1818, o tiburn arenero, de carcter
pelgico, vive en el litoral y la plataforma
continental, hasta los 400 metros, tropical y
templado. Carcharhinus limbatus, Mller & Henle
1839, o tiburn de alertas negras, de 1,5 metros, es
pelgico y vive hasta los 100 metros en el litoral y la
plataforma, en ambientes tropicales y templados.
Como se puede ver, los representantes actuales del
gnero, que es el ms amplio de todos los selceos,
existen en ambientes muy diversos, los hay
bentnicos y tambin nerticos, se reparten entre el

Gnero: Galeocerdo, Mller & Henle, 1838


Galeocerdo aduncus, Agassiz 1843
(Lmina 1, fig. 6)
1970 Galeocerdo aduncus Agassiz: Cappetta pg. 50, pl.
12, fig. 1-21.
1978 Galeocerdo cuvieri Leusseur: Antunes pg. 68, pl.
2, fig. 26-44.
1996 Galeocerdo cuvieri Leusseur: Antunes et. al., pg.
23, fig. 15-21.
2002 Galeocerdo aduncus Agassiz: Antunes & Balbino
pg. 85, fig. 6 e.

Consideraciones taxonmicas Los dientes de


este gnero son muy caractersticos, son
triangulares y fuertemente inclinados hacia la
comisura, hasta tal punto que no es posible separar
el taln mesial de resto de la corona. El borde
mesial esta aserrado en toda su longitud,
pronuncindose ms en la parte central. El borde
mesial tiene los dentculos ms grandes, sobre todo
los del taln. El lado lingual de la corona es ms
convexo y a veces presenta una depresin
triangular. Los dientes conforme se acercan a la
comisura se inclinan ms hacia esta y disminuyen
de tamao. G. aduncus, se distingue de G. cuvier,
Peron & Leusseur, 1822, por su menor tamao y su
aspecto ms dbil. La raz es delgada, con dos ramas
muy divergentes separada de la corona por un
pequeo surco.
Material Se ha encontrado un fragmento que
se identifica con la cspide de un diente de
Galeocerdo, manteniendo ciertas reservas por la
complicacin de asignar una especie en base a un
solo trozo de diente. Se distingue una porcin de la
arista mesial, suavemente aserrada y la primera
mitad de la arista distal faltando la segunda mitad
de esta y toda la raz.
Distribucin estratigrfica - Hay registros en el
Burdigaliense y el Helvetiense (suma de los
actualmente
denominados
Langhiense
y
Serravaliense). Posiblemente llegara hasta el
transito Mioceno-Plioceno, donde parece que fue
sustituido por G. cuvier.
Autoecologa G. cuvier o tiburn tigre, es el
nico representante actual de este grupo. Especie
muy rara en el Mediterrneo, es cosmopolita y
tpica de mares tropicales y subtropicales. Es un
cazador de aguas abiertas, aunque de noche se
acerca a aguas costeras poco profundas.
98

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

Distribucin estratigrfica Especie registrada


en el Mioceno en toda Europa, y en el Plioceno en
Angola y Zanzibar (Cappetta 1987). En la pennsula
Ibrica est registrada en el Burdigaliense y el
Tortoniense.
Autoecologa - El nico representante actual es
Hemipristis elongantus, Klunzinger 1871. Es una
especie tropical que vive en los ocanos Indico y
Pacifico oriental. Vive en ambientes litorales entre
la superficie y los 130 metros de profundidad, es un
depredador de otros tiburones, rayas, peces y
cefalpodos.

Depredador solitario y muy voraz, se alimenta de


todo tipo de presas como invertebrados, peces,
tortugas y mamferos marinos, as como otros
tiburones. Puede llegar hasta los cuatro o cinco
metros de largo, y es junto con Carcharias taurus o
tiburn toro, de los ms peligrosos para el hombre.
Familia: Hemigaleidae, Hasse, 1879
Gnero: Hemipristis, Agassiz 1843
Hemipristis serra, Agassiz 1843
(Lmina 2, fig. 11)

-Clase: OSTEICHTHYES, Huxley 1880

1970 Hemipristis serra Agassiz: Cappetta pg. 48, pl. II,


fig. 1-18.
1973 Hemipristis serra Agassiz: Bauza & Plans pg. 85,
lam. III, fig. 22-24.
1981 Hemipristis serra Agassiz: Antunes et. al., pg. 18,
pl. II, fig. 7.

-Orden: PERCIFORMES, Bleeker 1859


Familia: Sparidae, Bonaparte 1831
Gnero: Sparus, Linnaeus 1758
Sparus cintus, Agassiz 1843

Consideraciones taxonmicas - Los diente de


Hemipristis varan extraordinariamente de forma y
tamao segn el lugar que ocupan en la mandbula,
ello ha dado motivo a la creacin de numerosas
especies que han creado una importante sinonimia.
Mandbula superior. En los dientes anteriores la
corona es de forma triangular, amplia, plana y
moderadamente inclinada hacia la comisura. El
borde mesial, convexo, esta denticulado en toda su
longitud; el borde distal, cncavo, presenta las
denticulaciones ms grandes. Los dientes laterales
son ms anchos y con el pice ms inclinado hacia
la comisura. Los posteriores son de pequeo
tamao.
Mandbula inferior. Los de la snfisis son
lanceolados, de pequeo grosor, con poca raz y sin
denticulaciones. Los anteriores son triangulares,
altos y estrechos, solo el primer tercio del borde
desde el pice presenta filo cortante; presenta un
pequeo nmero de denticulaciones en cada taln.
Material - Dos fragmentos de dientes que
pertenecen a la parte superior de la corona, miden
entre 4 y 5 mm de ancho, la arista distal presenta
dentculos finos, lo contrario que la mesial, que son
ms gruesos y solo presenta los 5 ltimos de la
cspide. Por las denticulaciones laterales y la forma
triangular, con fuerte inclinacin hacia las comisuras
indican que pertenecen a los dientes laterales de la
mandbula superior. Los dientes de ejemplares
maduros de Hemipristis actuales, presentan gran
cantidad de estras en el lado mesial que casi llegan
al vrtice, lo que los diferencia de individuos
jvenes. Si extrapolamos esta caracterstica a las
piezas fsiles encontradas, nos encontraramos con
ejemplares adultos.

(Lmina 2, fig. 18-18b)


1973 Sparus cintus Agassiz: Bauza & Plans pg. 102, lam.
IV, fig. 32-33.
1975 Sparus cintus Agassiz: Jonet pg. 140, pl. I, fig 2-27.
1981 Sparus cintus Agassiz: Antunes et. al., pg. 20, pl.
IV, fig. 25, pl. V, fig 19-23.

Consideraciones taxonmicas Los caninos son


grandes y macizos, el cuerpo es de forma cilindrocnico con un estrangulamiento a un tercio del
final. La punta es de forma cnica y roma, algunos
ejemplares presentan estras concntricas paralelas
en la base de la corona. De perfil son ligeramente
asimtricos, el lado anterior es ms convexo que el
interior haciendo que el diente se incline hacia la
comisura. Los molares tienen forma hemisfrica y
son muy masivos; la corona tambin presenta el
mismo estrangulamiento. Tanto los molares,
intermedios y caninos: presentan en la cara basal
una cavidad central separada del borde por una
gruesa muralla con pliegues radiales.
Material - Se han encontrado cinco caninos
muy grandes y macizos, de perfil son bastante
simtricos y se inclinan hacia la comisura muy poco
o nada en comparacin con los caninos de Sparus
cintus que podemos encontrar en otros
yacimientos, cosa que es destacable y a tener en
cuenta. Se dispone de 30 molares, todos de forma
hemisfrica, son muy masivos y grandes, algunos
alcanzan los 13 mm de dimetro; la corona tambin
presenta un surco. Solo se encuentran cuatro
intermedios.

99

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Distribucin estratigrfica Esta especie su


puede encontrar con mucha frecuencia en
yacimientos desde el Burdigaliense hasta el
Plioceno superior o Piacenziense.
Sparus neogenus, Arambourg 1927
(Lmina 2, fig. 20)
1973 Sparus neogenus Arambourg: Bauza y Plans, pg
102; Lam 7, fig 59.
1995 Sparus neogenus Arambourg: Mae et. al., pg 21,
Lam 1, fig 18-20.

Consideraciones taxonmicas Esta especie fue


creada por Arambourg en base a unos molares de
corona poco alta y talla relativamente pequea. Su
carcter ms significativo son unos pliegues radiales
equidistantes alrededor de la superficie de la
corona. Arambourg no hizo una descripcin de los
caninos que lo acompaaban.
Material Un diente molar de forma ovalada
de tres milmetros de ancho por cinco de largo, el
grosor es moderado (1,5mm). La presencia de los
pliegues es notoria se ven fcilmente y se notan al
tacto.
Distribucin estratigrfica Esta especie est
registrada en todos los pisos desde el Burdigaliense
hasta el Plioceno inferior.
Sparus aurata, Linnaeus 1758

Boletn 8 - ACPM

basal es bastante ms delgada que en los molares


circulares.
Material - Se han encontrado 6 molares de
seccin ovalada y aplastada de proporciones
reducidas, el mayor en su parte ms ancha tiene 6
mm, por desgracia estn en mal estado, sobre todo
la parte inferior de la corona. Algunos presentan un
surco poco marcado y en ninguno de ellos se
aprecian los pliegues radiales equidistantes
alrededor de la corona, mas debajo de la superficie
oclusal, que caracteriza a Sparus neogenus. Esto
inclina a pensar que se trata de Sparus aurata, a
pesar de que no se ha encontrado ningn incisivo
de esta especie. No hay que descartar que su mal
estado pueda enmascarar la especie descrita por
Arambourg.
Distribucin estratigrfica - Especie registrada
en el Burdigaliense, Langhiense, Messiniense y en
todo el Plioceno.
Autoecologa - El nico representante actual es
Sparus aurata o dorada, muy frecuente en todo el
Mediterrneo, tambin se encuentra en litoral
Atlntico ibrico y africano; es una especie litoral y
vive sobre fondos detrticos y praderas de
Posidonia, hasta los 50 m de profundidad. Se
alimenta de todo tipo de invertebrados que rompe
con sus grandes molares. Tambin se adapta muy
bien a aguas salobres de lagunas martimas como la
del Mar Menor (Murcia).
Gnero: Pagrus, Cuvier 1817

(Lmina 2, fig. 10)


1975 Sparus aurata Linnaeus: Jonet pg. 136, pl 1, fig.
1.
1981 Sparus aurata Linnaeus: Antunes et. al., pg. 20,
pl. IV, fig. 11-15-16.
1995 Sparus aurata Linnaeus: Mae et. al., pg 21.

Consideraciones taxonmicas En la snfisis


presenta seis caninos arriba y cuatro abajo, de
forma lanceolada, que disminuyen de tamao de
adelante hacia atrs. Son de cuerpo cilindro cnico
y casi recto; el tercio final, que est separado por un
ligero surco o estrangulamiento, esta aplastado
transversalmente y se recurva hacia el interior. La
cara basal presenta cavidad central y muralla. Los
molares son de seccin circular e irregular y
aumentan de tamao conforme se acercan al
interior, la cara basal tambin presenta una cavidad
central separada del borde por una gruesa muralla
con pliegues radiales. Cerca de la comisura presenta
un gran diente oval y aplastado, que sobresale por
su gran tamao, el surco que separa el cuello de la
corona apenas se aprecia. La muralla de la seccin

Pagrus mauritanicus, Arambourg 1927


(Lmina 2, fig. 13)
1973 Pagrus mauritanicus Arambourg: Bauza & Plans
pg. 104, lam. VIII, fig. 63-64.

Consideraciones taxonmicas - El profesor


Arambourg, que registr por primera vez esta
especie sobre un ejemplar de Oran, explica, tiene
dos grandes caninos cnicos, lanceolados y un poco
inclinados adelante de cada mandbula Estn
acompaados de otros menores de forma cilindrocnica, obtusos y con la punta algo recurvada hacia
el interior. Menesini en 1967 describi sus
molares, estn constituidos por una porcin
semiesfrica sostenida por un cerco cilndrico;
puesto que el dimetro de este ltimo, es inferior al
de la posicin superior semiesfrica, resulta de ello,
una forma de seta que representa el carcter ms
claro del pagrus mauritanicus. Finalmente Bauza
(1973) aade los molares se distinguen
perfectamente de sparus cintus por el espesor ms
grande de su corona que deja solamente un
100

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

pequeo foramen apenas igual al tercio del


dimetro de la base.
Material - Se han recuperado 2 molares
pequeos de 6 mm de dimetro, presentan el
reborde descrito anteriormente, lo que no deja
duda para su clasificacin; no se ha encontrado
ningn canino.
Distribucin estratigrfica Especie registrada
en el Burdigaliense y en todo el Plioceno.
Pagrus caeruleosticus, Valenciennes 1830
(Lmina 2, fig. 19)
1998 Pagrus caeuleosticus Valenciennes: Mae & Abad
pag. 66, lam. I, fig 1-8.

Consideraciones
taxonmicas

Los
molariformes de esta especie son robustos y
fuertes, con un permetro basal circular ms o
menos irregular y con radiaciones en la base de la
corona. La cavidad central es pronunciada y est
rodeada por una gruesa muralla con radiaciones
muy marcadas.
Material Un solo diente molar, el permetro
de la base de la corona es bastante irregular, lo que
determinante para su identificacin de otros
molares de Sparus o Pagrus.
Distribucin estratigrfica Especie muy poco
comn, sus escasos registros son del Plioceno de
Barcelona (Mae, 1998,) y de Baleares (Mas, 2010).
Por tanto, sera el primer registro en el Tortoniense
en Espaa.
Pagrus sp
(Lmina 2, fig. 12)
1975 Pagrus robustus Jonet: Jonet pg. 15, pl. IV, fig. 13
pl. V, fig. 24.
1981 Pagrus robustus Jonet: Antunes et. al., pg. 21, pl.
II, fig. 2-30.
1981 Pagrus pagrus Linnaeus: Jonet pl II, fig 23 a 30, 34,
38, 39, 42,53.

Material - Se dispone de 9 caninos, de entre 5


y 7 mm de longitud. Son de cuerpo cilndrico y
seccin gruesa, terminan en una punta cnica y
roma, inclinada hacia el interior. De perfil el lado
anterior es ligeramente convexo, mientras el
posterior es ms recto y solo en la punta se inclina
hacia el interior. Presentan mucha similitud con
Pagrus robustus, Jonet 1975, descrito por Antunes y
Jonet en Porta de Socavem, Costa Caparica y el
Algarve en Portugal, pero este siempre se presenta
comprendido entre el Aquitaniense y el
Burdigaliense, por lo que a los de este yacimiento se
prefiere denominarlos como Pagrus sp.

Boletn 8 - ACPM

Autoecologa - La especie actual, Pagrus


pagrus, Linnaeus 1758, o pargo, vive en nuestro
mar sobre fondos rocosos y detrticos, a una
profundidad entre 10 y 100 metros. Se alimenta
tanto de invertebrados como crustceos y
moluscos, como de otros peces. Pagrus auriga,
Valenciennes 1843, o urta, tiene una dieta parecida
pero vive a ms profundidad, tambin sobre fondos
rocosos y detrticos. Pagrus caeruleostictus,
Valenciennes 1830, se sita al norte de frica en las
aguas ms clidas del Mediterrneo, en fondos
rocosos entre 50 y 100 metros, donde se alimenta
de peces, bivalvos y crustceos que rompe con su
fuerte denticin.
Gnero: Pagellus, Cuvier & Valenciennes 1830
Pagellus sp
(Lmina 2, fig. 15)
1975 Pagellus caparicaensis Jonet: Jonet pl. 1, fig. 28, pl.
3, fig. 37, 40, 41, 43, 45.
1981 Pagellus caparicaensis Jonet: Antunes pg. 154, pl.
11, fig. 31, 40, 41, 43, 45.
1995 Pagellus sp Mae: et. al., pg. 23, lam. 1, fig. 8-13.

Material - Se dispone de 2 caninos. Presentan


un estrangulamiento de la zona media de la corona,
a partir de esta se doblan hacia el interior de la boca
bruscamente, formando un ngulo obtuso y
decreciendo para terminar en punta, el tamao es
muy reducido, entre 3 y 4 mm.
Autoecologa - Pagellus erythrinus, Linnaeus
1758, la actual breca o pagel es una especie litoral
que se encuentra sobre fondos detrticos y rocosos
hasta 300 metros, pero preferentemente entre 20 y
100. Es un carnvoro que se alimenta de
invertebrados y peces. Pagellus acarne, Risso 1827,
o aligote, se alimenta de invertebrados bentnicos y
vive hasta los 200 m sobre fondos arenosos,
rocosos y praderas de Posidonias.
Gnero: Diplodus, Rafinesque 1810
Diplodus jomnitanus, Valenciennes 1884
(Lmina 1, fig. 7)
1973 Diplodus jomnitanus Valenciennes: Bauza & Plans
pag. 105, lam. 8, fig. 65-67.
1975 Diplodus jomnitanus Valenciennes: Jonet pg. 148,
pl. 1, fig. 22-24.
1995 Diplodus jomnitanus Valenciennes: Mae et. al.,
pg. 22, lam. 1, fig. 17, 17b.

Consideraciones taxonmicas Esta especie


tiene los incisivos anteriores relativamente anchos y
101

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

comprimidos, la forma de la corona es


cuadrangular, un poco ms ancha que la raz. La
cara externa es convexa y la interna cncava, su
espesor va aumentado conforme se acerca a la raz.
Es frecuente encontrar dientes fuertemente
desgastados por el borde oclusal. Los laterales son
ms pequeos, la corona es puntiaguda, con el lado
interno bastante cncavo. Por la controversia de la
inclusin o no, de Diplodus jomnitanus en la familia
Sparidae, estos dientes no se contabilizan en el
cmputo general de dicho gnero.
Material - Dos incisivos, ninguno de ellos
completo, se calcula que deban medir 14 mm de
ancho por 12 de alto, no presentan raz. El tercero
es un intermedio de 12 mm con la punta muy poco
cnica, este s presenta parte de la raz.
Distribucin estratigrfica Especie registrada
en el Burdigaliense, Langhiense, Tortoniense y en
todo el Plioceno.

Boletn 8 - ACPM

sargus, Linnaues 1758 o a Diplodus vulgaris,


Geofloy Saint-Hilaire 1810. No se puede distinguir
las especies, pero como mnimo hay dos o tres, por
eso nos referimos a ellos como Diplodus spp.
Autoecologa - Varias son especies de sargos
que habitan en el Mediterrneo. Diplodus sargus, el
sargo comn y Diplodus vulgaris, la mojarra o
vidriera, son netamente omnvoras, se alimentan de
todo tipo de invertebrados bentnicos (crustceos,
moluscos y equinodermos) y de algas. Viven sobre
fondos rocosos, arenosos y praderas de Posidonias
cerca de la costa hasta 50 m de profundidad.
Diplodus puntazo o sargo picudo, tendra una dieta
herbvora por la ausencia de molares capaces de
romper conchas y vive en zonas rocosas con
abundante vegetacin. Diplodus annularis, Linnaeus
1758, o raspalln es ms bentnico y se alimenta de
invertebrados y pequeos peces.
Gnero: Dentex, Cuvier 1815

Diplodus spp

Dentex cf. fossilis, Jonet 1975

(Lmina 2, fig 14)

(Lmina 2, fig. 17)

1975 Diplodus aquitaniense Jonet: Jonet Pl II, fig 18, 22.


1975 Diplodus aff. Cervinus Loewe: Jonet Pl II, fig 46 a
28, 54, 55.
1981 Diplodus vulgaris Geoffroy Saint-Hilarie: Bauza pg
8, L1: 1-3.

1975 Dentex fossilis Jonet: Jonet pg 160, pl. 1, fig. 18-20


pl. 2, fig. 32,33,35,37.
1995 Dentex fossilis Jonet: Mae et. al., pg. 20, lam. 1,
fig 1-4.

Consideraciones taxonmicas - La parte


superior de la corona de los incisivos es lisa,
bastante aplanada y mucho ms ancha que la base,
la cara interna es algo cncava. Todas estas
caractersticas en su conjunto le proporcionan un
aspecto como de pala. El borde oclusal es algo
cortante y recto en los dientes frontales; toma
forma rectangular en los dientes laterales porque se
rebaja hacia la comisura dndole una forma
triangular. En el yacimiento solo se han encontrado
restos de la parte superior de la corona, lo que no
permite identificar las especies por la proporcin de
esta y el tallo; si bien hay que resaltar que debe de
haber dos o tres especies distintas. Los molares de
Diplodus no presentan caractersticas propias para
su identificacin, respecto a los molares del resto
de esparidos, por lo cual solo podemos basarnos en
los incisivos para su clasificacin taxonmica.
Material - Disponemos de 14 incisivos, de
dimensiones muy reducidas, unos milmetros, que
solo presentan la parte frontal del diente. Algunos
tienen una corona excepcionalmente larga, 7 mm
respecto a 1mm de ancho, que podramos
comparar a la especie actual Diplodus puntazo, Cetti
1777. Otros, menos largos en proporcin a la
anchura, 4mm por 3, se pareceran mas a Diplodus

Consideraciones taxonmicas - Esta especie


presenta dientes largos, de forma cilindro-cnica,
seccin circular y decrecen de tamao de forma
regular, desde la base hasta la punta. El perfil
anterior es convexo y el posterior cncavo; se
recurvan hacia el interior desde el inicio, pero
especialmente en el tercio final. No presenta ningn
tipo de relieve o estras. La cara basal presenta una
cavidad circular separada del borde por una pared
no demasiado gruesa con surcos radiales. No tiene
dientes molariformes.
Material - Solo se ha encontrado un ejemplar,
de 9 mm de largo. Es prcticamente imposible
diferencial los dientes de las distintas especies de
Dentex, si no van acompaadas de otolitos, as que
probablemente todas los ejemplares del Negeno
encontrados se estn adjudicando a Dentex fossilis
sistemticamente.
Distribucin estratigrfica En Espaa se ha
registrado en el Burdigaliense, Langhiense,
Tortoniense y todo el Plioceno.
Autoecologa -La especie actual Dentex dentex,
Linnaeus 1758, o dentn comn, vive en nuestra
costa hasta 150 metros de profundidad, pero
preferentemente hasta los 50, en fondos de arena,
praderas de posidonias y especialmente en los
102

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

rocosos, donde se alimenta de peces y cefalpodos.


Es un depredador voraz y solitario, aunque en
estado juvenil forma pequeos grupos que se
pueden acercar a la costa.
Familia: Trigonodontidae, Arambourg 1927
Gnero: Trigonodon, Sismonda 1849
Trigonodon Jugleri, Von Mnster 1846

Boletn 8 - ACPM

los 50 metros y se alimenta de algas y pequeos


invertebrados. En el segundo caso, se debera
comparar con Acanthostracion notacanthus,
Blecker 1963, como nica especie de pez cofre que
vive actualmente en nuestro mar, se encuentra
sobre fondos rocosos y de arena entre 3 y 30
metros de profundidad. De todas formas, en ambos
casos, se pueden considerar como gneros
tropicales y subtropicales, de tipo litoral y de fondos
detrticos y rocosos.

(Lmina 2, fig. 16)

Familia: Labridae, Cuvier 1857

1973 Trigonodon oweni Sismonda: Bauza & Plans pg.


98, lam. VIII, fig. 68-69.
2004 Trigonodon jugleri Mnster: Shultz & Bellwood
pag. 290, pl. 1, fig. 1-19.

Consideraciones taxonmicas - Esta especie,


abundante en el Mioceno, engloba actualmente las
antiguas denominaciones de Trigonodon oweni,
Sismonda 1846, Asima jugleri, Mnster 1846 y
Taurinichthys villaltai, Bauza 1948, las cuatro se
consideran sinnimos por ser distintas partes de la
dentadura, las dos primeras serian los dientes
mandibulares y las dos segundas las placas
farngeas, (Schultz & Bellwood, 2004). No hay que
confundirla con Diplodus jomnitanus, tal y como
sucede en algunos trabajos clsicos, como los de
Bauza anteriores a 1973.
Los dientes frontales de la mandbula tienen la
cara frontal convexa y cncava la interna. El borde
cortante es oblicuo en relacin a la base, de manera
que un extremo es ms alto y grueso que el otro. La
dentadura farngea posee dientes alargados
apilados en la superficie de mordida.
Material - Se han encontrado 2 dientes
frontales mandibulares, estn en buen estado pero
incompletos, mediran entre 7 y 8 mm de ancho.
Distribucin
estratigrfica
Especie
representada desde el Burdigaliense hasta el
Messiniense en la Pennsula Ibrica.
Autoecologa - El gnero Trigonodon est
extinto en el presente, algunos autores comparan
sus dientes con los de la familia Escaridae (peces
loro) y Labridae, ambas del orden Perciforme
(Schultz & Bellwood, 2004). Otros autores clsicos,
sin embargo, vean semejanzas con los de la familia
Ostraciontidae,
(peces
cofre),
orden
Tetraodontiformes. Sin entrar en controversias, en
el primer caso su pariente actual ms prximo sera
Psudodax moluccanus, Valenciennes 1840, (Schult &
Bellwood 2004) que habita el Ocano Indico; si
buscamos la proximidad geogrfica tendramos que
compararlo con Sparisoma cretense, Linnaeus 1758,
o vieja, este es una especie poco frecuente en el
Mediterrneo que vive sobre fondos rocosos, hasta

Gnero: Labrodon, Gervais 1857


Labrodon sp
(Lmina 2, fig 21)
1864 Pharyngodopilus multidens Cocchi: Cocchi tabla IV,
fig 9.
1973 Labrodon multidens Mnter : Bauza & Plans pg.
109, lam VII, fig. 49 a 53.
1973 Labrodon pavimentatus Gervais: Bauza y Plans pg
109, lam VII: 49-53.
1975 Labrodon multidens, Mnter: Jonet pg. 212, pl. 1,
fig. 1.

Consideraciones taxonmicas La principal


caracterstica de este gnero es la de presentar dos
piezas superiores y una inferior en las mandbulas
farngeas; en ambos casos presenta dientes
ovalados y alargados en forma de pavimento o
mosaico. Estos dientes estn preparados para la
molienda del alimento, liberando as de esta
funcin a los dientes mandibulares.
Material Un diente farngeo de forma
rectangular (5 por 3 mm) y de poco espesor
(1,3mm), es de color gris. La disposicin de la cara
basal y su poco espesor lo diferencian claramente
de los dientes de Scaridae y Trigonontidae, an as,
siempre es arriesgado designar una especie en base
a un solo diente.
Distribucin estratigrfica En la pennsula se
presenta en el Burdigaliense y en el Plioceno
inferior.
Autoecologa No hay representantes actuales
de gnero. Los taxones actuales ms prximos en el
Mediterrneo son lbridos como Labrus y
Symphodus. Estn representados desde mares
tropicales a templados, sobre fondos rocosos y
praderas de fanergamas, son peces nectosbentonicos que se pueden considerar estrictamente
litorales. Son carnvoros y de actividad diurna,
alimentndose de pequeos invertebrados que
tritura con sus molares farngeos.

103

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

-Orden: TETRAODONTIFORMES, BERG 1955.


Familia: Tetraodontidae, Bonaparte 1832
Gnero: Tetraodon, Linnaeus 1758
Tetraodon lecointrae, Leriche 1957
(Lmina 1, fig. 8)
1973 Tetraodon lecointrae Leriche: Bauza & Plans pag.
86, lam. 1, fig. 9.

Consideraciones taxonmicas - Presente en el


Mioceno y Plioceno inferior. El nombre de
Tetraodon o Tetrodon, segn autores, alude a las
cuatro piezas dentales. Su forma es trapezoidal
alargada o la de un tringulo rectngulo largo. El
borde superior es cortante y ms arqueado que el
inferior. Las laminillas dentarias que componen la
placa son paralelas a la base, estrechas y cada vez
ms cortas. Varias laminillas, en nmero de 12, se
hacen cada vez ms cortas a medida que se acercan
al borde oral. El borde opuesto presenta una punta
afilada (Mora, 1996).
Material - Un ejemplar de unos 12 mm de
largo, incrustado en la matriz, no presenta los
bordes, pero se puede identificar por las laminillas
dentarias.
Distribucin
estratigrfica
Especie
representada en la Pennsula en el Messiniense y el
Plioceno inferior y superior. Sera, por tanto, una
primera cita para el Tortoniense.
Autoecologa - El grupo Tetraodon se
caracteriza por la facultad de tragar agua e
hincharse, erizando las pas de su cuerpo, cuando
se sienten en peligro; tambin es famoso por la
tetradontoxina, una toxina que acumulan en sus
vsceras y que su ingestin provoca la muerte en los
humanos. Suelen vivir en aguas tropicales y
subtropicales, cerca de la costa y pocas son las
especies que viven en el Mediterrneo
actualmente. Sphoeroides pachygaster, Mller y
Trosche 1848, o tamboril, es de hbitat bentnico,
vive sobre fondos de rocas o arena y se alimenta de
pequeos cefalpodos. Otro representante es
Lagocephalus lagocephalus, Linnaeus 1758, o
tamboril ocenico.

DISCUSION.
La asociacin faunstica del yacimiento
Tortoniense de Pliego se compone de 150 muestras,
repartidas en 13 gneros, entre las cuales los
condrctios representan un 47 % y los telesteos un
53 %. Los primeros estn representados por
Lamniformes, (familias Odontaspididae y Lamnidae)
y
Carchariniformes
(Carcharinhidae
y

Boletn 8 - ACPM

Hemigaleidae), predominando claramente los


primeros. Los peces del orden Perciforme, (familias
Sparidae, Labridae y Trigonodontidae), son mayora
sobre un solo espcimen de Tetraodontiformes
(Tetraodontidae). Hay adems un ejemplar de reptil
(Crocodylia).
Nota: Los tres ejemplares de Diplodus jomnitanus
no entran en el recuento de Sparidae, no obstante
se cuentan como Perciformes, estando pendiente el
tema de su clasificacin, (Jonet 1975).
Odontaspididae
Composicin faunistica
1%

1%

1% 1%

39%
48%

1%

5% 3%

Lamnidae
Carcharhinidae
Hemigaleidae
Sparidae
Trigonodontidae
Labridae
Tetraodontidae
Crocodylidae

Su comparacin con las especies actuales ms


prximas permite hacer una aproximacin
paleoambiental de la zona. Los datos se recogen en
una tabla llamada de frecuencia-preferencia, donde
se estudian cinco variables paleoambientales.
CLIMATOLOGIA. Dividimos la variable en 4
categoras segn la temperatura del agua, desde
tropical, subtropical, mares templados a mares
fros; partiendo de la base que en la costa actual de
Murcia la temperatura del agua a los 100 metros
de profundidad se mantiene todo el ao sobre los
13-14 grados centgrados, y a nivel de superficie
vara entre 14 y 24, segn sea invierno o verano,
por lo que se puede clasificar como un mar
templado.
Resultado - El estudio de la fauna del
yacimiento de Pliego atestigua una clara
preponderancia de formas subtropicales y de mares
de agua templada; no aparecen especies que
corresponda a mares fros y por el contrario hay
una porcin significativa de peces de aguas
tropicales.
Los gneros Pagrus e Isurus, los podemos encontrar
tanto en ambientes tropicales como de aguas
templadas; pero los taxones Galeocerdo,
Trigonodon
y
Tetraodon
se
desarrollan
principalmente en mares tropicales y subtropicales.
Es notoria la ausencia de Balistes y Diodon en el
yacimiento, dos gneros tambin de aguas
tropicales y subtropicales y caractersticos en el
Mioceno medio en el Mediterrneo occidental. Hay
que decir que con un material tan limitado, no
podemos apreciar la progresiva disminucin del
tamao de los dientes de las especies tropicales que
habitaban el Mediterrneo occidental durante el
104

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Mioceno Superior y Plioceno, tal y como afirma


Bauza (1958, 1961, 1964).
0%
Tropical
20%
40%

Subtropical
Templada

40%

Fria

Hay que destacar otro gnero, Hemipristis, cuyo


nico representante actual vive solo en mares
tropicales, si bien la especie fsil se mantiene hasta
el Mioceno superior. Ms relevante es la presencia
de restos de diente de Tomistoma cf. lusitnica,
Vianna & Moraes 1945, un cocodrilo longirrostro
del Mioceno inferior-medio; Tomistominae es un
tipo de Cocodriliano cuya nica especie viviente,
Tomistoma schlegelii (Muller 1838), o falso gavial,
vive en agua dulce en el sudeste asitico, donde la
temperatura ambiental nunca baja de diez grados
centgrados en cualquier poca del ao, lo que es
un claro indicador de las suaves temperaturas que
reinaban en la Regin de Murcia durante el
Tortoniense. Podemos decir que la temperatura del
agua del mar en este periodo era algo superior a la
actual, entre subtropical y templada, pero con una
temperatura mnima que todava permita la
existencia de especies tropicales.
BATIMETRIA. Se divide en dos grandes ambientes
marinos, el dominio bentnico o de fondo, y el
dominio pelgico o de aguas libres. El primero est
constituido por el bentos o conjunto de organismos
que viven fijados al sustrato (ssiles), los que viven
dentro del sustrato (endobentnicos) y los que se
mueven a voluntad, pero siempre cerca del fondo
(nectobentnicos). Lo dividimos en tres zonas, el
litoral marino, que abarca desde la primera lnea de
mar hasta la zona permanentemente sumergida
que sufre los efectos del oleaje y los temporales; en
el Mediterrneo esta en torno a 26-28 metros de
profundidad, segn la zona. La plataforma
continental o zona circalitoral, que es la
continuacin de las placas continentales dentro del
mar y en el nuestro suele adentrar hasta los 200
metros de profundidad, en su mayor parte es una
regin ftica con vegetacin bentnica. El talud
continental o zona batial, donde la profundidad
desciende bruscamente hasta llegar a las placas
ocenicas, hasta los 2000 metros, es una regin
aftica y sin vegetacin. Por motivos obvios, no hay
representacin de las zonas abisal y hadar.

Boletn 8 - ACPM

El segundo dominio, el pelgico, est


compuesto por los organismos que viven a lo largo
de la columna de agua. Se divide en dos zonas:
nertica, que es la que se desarrolla cerca de la
costa, aproximadamente en lo que sera la parte de
encima de la plataforma continental, la zona
ocenica es la que est alejada de la costa; en esta
no hacemos diferencias en cuanto a la profundidad
(epipelgicos, mesopelgicos, batipelgicos o
hadopelgicos).
Resultado - Al estudiar los resultados de la tabla
sobresalen los representantes del dominio
bentnico; de todos estos, la mayora corresponden
a la zona litoral, aunque hay un gran nmero de
peces que comparten esta con la zona de
plataforma continental, por ejemplo, Carcharhinus
comparte el ambiente nertico con el de litoral y de
plataforma, sin embargo encontramos tres gneros,
Tetraodon, Labrodon y Carcharias,
8% 3%
Litoral

0%

Plataforma
31%

58%

Talud
Neritico
Oceanico

que son exclusivos de litoral. La presencia del


cocodrilo Tomistoma cf. Lusitnica, tambin
refuerza la idea del dominio de litoral, ya que las
especies fsiles del grupo vivan en estuarios y ros,
haciendo incursiones a lo largo de la costa. No hay
representantes de aguas profundas. Hay un gnero
exclusivamente pelgico, Isurus, del cual se ha
encontrado varios restos. Este hecho se podra
explicar por motivos tafonmicos, pero el buen
estado de los restos encontrados no nos hace
pensar en rodamientos y traslados del material.
Ms bien lo podramos explicar por el estudio de las
costumbres de estos animales, que en muchas
ocasiones visitan las costas si son atrados por
presas considerables, como cetceos varados o
bancos de peces. El sedimento del yacimiento es de
grano relativamente grueso, rico en carbonato y el
componente mayoritario son bioclastos de algas
rojas (dodofceas). Esto significa que se trata de un
ambiente somero, las algas rojas realizan la
fotosntesis y por tanto necesitan aguas muy poco
turbias que dejen pasar la luz hasta cierta
profundidad, si se encuentran en aguas menos
claras tienen que ser muy someras. El ambiente es
de alta energa porque no se observan rodolitos
completos de algas rojas, sino bioclastos
relativamente pequeos (fragmentos de rodolitos),
105

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

lo que indica un proceso de retrabajamiento y


resedimentacin que exhuma y entierra los
fragmentos, hacindolos progresivamente ms
pequeos.
SUSTRATO. Lo dividimos en cuatro tipos diferentes,
frecuentes en el Mediterrneo actualmente, segn
la composicin del fondo y su biocenosis:
Sustratos detrticos o de sedimentos blandos,
son sedimentos que recubren el sustrato duro,
respecto a su estructura pueden ser arenosos,
limosos o fangosos, y respecto a su origen pueden
ser terrgeno (erosin del sustrato) o de origen
bigeno, (formado por fragmentos de conchas y
caparazones).
Sustratos rocosos o de sedimentos duros,
suelen ser prolongaciones de relieves rocosos
terrestres con cuevas, paredes y grietas.
Praderas de posidonia, compuesta por
fanergamas, principalmente Posidonia ocenica, y
en zonas ms abrigadas por Cymodea nosoda y/o
Zostera nolti. Este ecosistema es endmico del
Mediterrneo y tiene una gran capacidad para
albergar una flora y fauna muy variada, con una
tasa de biodiversidad muy alta, de ah su gran
inters ecolgico
Sustratos de coral, son sedimentos de origen
biognico formados por el carbonato clcico
secretado por los corales. Los ms llamativos son
los arrecifes de coral de aguas tropicales, estos se
extienden por aguas someras, nunca a ms de 50
metros de profundidad, desde los 30 N hasta los
30 S del ecuador, su temperatura ideal est entre
los 25-27, nunca por debajo de los 18 .
Normalmente se encuentran en aguas con pocos
nutrientes por lo que suelen ser muy transparentes;
estas condiciones crean un ecosistema con muy
poca biomasa (pocos ejemplares de peces), pero
con una gran diversidad de especies, todas con una
gran especializacin. Aparte de este ecosistema
tambin hay corales de aguas profundas y corales
de aguas fras; concretamente en el Mediterrneo
hay un ecosistema exclusivo de este, llamado
Coralgeno, con una biodiversidad muy elevada,
adems de una gran belleza paisajstica. Se
desarrolla entre los 20 y 60 metros de profundidad,
segn la transparencia del agua, la iluminacin es
escasa por lo que desarrolla algas de crecimiento
lento, recubiertas de esqueleto calcreo para
protegerse de los herbvoros.
Resultado - Estudiando la fauna representada en el
yacimiento de Pliego la presencia de gneros de
fondos detrticos, especialmente arenosos, como
Sparus y Carcharias, sugiere que los fondos de este
ambiente deban tener grandes extensiones de
arena. Por otro lado, Sparus y Diplodus, se

Boletn 8 - ACPM

desenvuelven muy bien por fondos con praderas de


posidonia. Trigonodon, Labrodon, Tetraodon y
Pagellus son gneros que frecuentan fondos de
roca y algas. Todo esto sugiere que el fondo deba
ser principalmente detrtico pero deba contar con
importantes zonas de roca y/o vegetacin que
sirviera de refugio y alimento a otras especies.
Detrtico

9%
44%

26%

Rocoso
Pradera posidonias

21%

Coral

El predominio de espridos dentro de los peces


est relacionado con ecosistemas donde Briozoos,
Moluscos y algas rojas reemplazan a los arrecifes
de coral como productores de carbonato clcico.
Por otra parte, no se han encontrado especies que
sean de ambiente estrictamente coralinos, ni
depredadores de coral, como Balistes.
SALINIDAD. La salinidad normal suele variar de una
zona a otra, por poner un ejemplo en el
Mediterrneo es del 3,7-3,8%, sin embargo en el
Atlntico es del 3,5%. Las zonas salobres se
encuentran en lagunas litorales ms o menos
incomunicadas con las aguas de mar abierto.
Resultado -El anlisis de esta variable denota la
existencia de aguas de carcter abierto, con
salinidad normal; solo dos grupos, Sparus y
Carcharhinus, pueden frecuentar aguas salobres. Si
bien, la presencia tan numerosa y el tamao tan
grande de las piezas dentales encontradas de la
primera, nos hace pensar en la posible existencia de
aguas salobres prximas.

14%

Normal
Salobre

86%

ADAPTACION TROFICA. Se divide en tres variables,


dieta malacfaga, a base de seres con concha y
protecciones como bivalvos y artrpodos, piscvora,
a base de animales del nectos y herbvora, los que
se alimentan de vegetales; los planctfagos no est
representados por la ausencia de dientes,
innecesarios en su dieta de plancton.
Resultado - Destaca el carcter depredadorcarnvoro de la mayora de los grupos encontrados,
106

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

lo que era de esperar, por el tamao y el nmero de


los dientes de estos frente a los de herbvoros y
planctfagos. Dominan los que tiene una dieta
piscvora como Carcharhinus, Carcharias, Isurus,
Hemipristis y Dentex, lo que nos hace pensar en
aguas abiertas, con importante intercambio de
especies. Tambin es importante la representacin
de peces con dieta malacfaga, como Sparus,
Pagrus y Labrodon, de lo cual se deduce que la
profundidad deba de ser moderada. Destaca el
nmero considerable de ejemplares de Carcharias
7%
32%

Malacfago
Piscivoro/nectos

61%

Hervboro

taurus encontrados, la perdida de dientes en estos


tiburones acostumbra a ser ms frecuente en las
piezas anteriores que en las posteriores si se
producen durante la depredacin. La batera dental
del actual tiburn toro consta de 18 dientes
anteriores (23% del total) y unos 60 laterales y
posteriores (76%). En el muestreo aparecen un 45%
de frontales y un 55% de laterales y posteriores,
esto nos hace pensar que la acumulacin de dientes
debe ser provocada por la renovacin dentaria
depredadora y no por la acumulacin de ejemplares
muertos. Carcharias, adems de ser piscvoro tiene
una importante tendencia al canibalismo. El gnero
Diplodus es omnvoro y comparte su carcter
depredador con el de herbvoro.

CONCLUSION.
El anlisis del conjunto de restos ictiolgicos
del yacimiento Tortoniense de Pliego y la
comparacin de estos con las especies actuales, por
medio del actualismo biolgico, nos permite hacer
una recreacin de las condiciones ambientales en el
cual se desenvolva dicha fauna. Hay que tener
presente que siempre lo mostrado en un
yacimiento no representa la antigua biocenosis;
esto es debido, a que en los fenmenos de
fosildiagnesis que ha sufrido el sedimento es muy

probable que muchas especies hayan desaparecido


totalmente. Tambin hay que tener en cuenta que
los peces no son los mejores indicadores ecolgicos
por su movilidad y desplazamientos. Por estas
razones solo hacemos una aproximacin
porcentual de las condiciones fsicas que deba
presentar el yacimiento en dicho periodo.
Entre los peces ostectios predominan
claramente los espridos, entre los condrctios hay
que destacar el gran numero de Carcharias taurus
encontrados. En su conjunto tenemos una buena
representacin de la denominada fauna
mediterrnea arcaica, la cual entro en declive ms
tarde, al finalizar el Mioceno, y desapareci en el
transito Plioceno-Pleistoceno. Existe una gran
similitud con otros conjuntos faunsticos estudiados
en el Burdigaliense de Islas Baleares, (Vicens &
Roriguez-Perea, 2003), (Mas & Fiol, 2009), en el
Burdigaliense superior- Langhiense del Algarve de
Portugal, (Antunes et al., 1981), el Burdigaliense de
Montagna de la Maiella de Italia (Marsili et. al.,
2007) y el Helvetiense-Tortoniense de Lisboa
(Antunes & Jonet, 1970)
La temperatura del agua correspondera a un
clima subtropical-templado, claramente con
temperaturas ms altas que las actuales, pero sin
llegar a ser estrictamente tropicales. El ambiente
marino encontrado hay que asociarlo al de tipo
litoral, con gran nmero de especies bentnicas; si
bien, tambin hay algunas de tipo nertico. Todo
indica que se trataba de aguas someras o de
profundidad media, con un rgimen de aguas
abiertas que permita un intercambio notable de
especies; no hay que descartar la posibilidad de la
presencia de aguas salobres prximas. Los fondos
marinos corresponden al tipo detrtico, con
evidencias de que deban de haber zonas aisladas
de rocas y praderas de fanergamas o algas, que
permitan una gran biodiversidad.
Edad - De los datos del contexto de la serie
y de los datos de los autores de las Memorias de la
Hoja 933 se deduce que la edad del nivel fosilfero
es Tortoniense superior, aunque la presencia de
restos del cocodrilo Tomistona cf. lusitanica, podra
indicar una edad geolgica ligeramente anterior
como Tortoniense inferior (Mas & Antunes, 2008,
Mas et al., 2010).

AGRADECIMIENTOS
A los miembros de la Asociacin Cultural Paleontolgica Murciana por su apoyo y por poner a nuestra
disposicin los fsiles de este artculo.
Antonio Toscano Grande, Dpto. de Geodinmica y Paleontologa de la Facultad de Ciencias Experimentales de la
Universidad de Huelva, por su inestimable ayuda e indicaciones en la sistemtica paleontolgica.
Profesor Manuel Martn Martn, Dpto. de Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente, Universidad de Alicante por su
indicaciones y ayuda para la Geologa de la Cuenca de Mula-Pliego.
107

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Juanjo

Ruiz

Gonzlez,

por

su

Boletn 8 - ACPM

aportacin

de

material

para

este

tipo

de

publicaciones.

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108

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

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109

Vertebrados fsiles (Pisces y Reptilia) del Mioceno .

Boletn 8 - ACPM

DOCUMENTACCION FOTOGRAFICA

Lmina 1. Fig 1a -Tomistoma cf. lusitnica, vista lateral lingual. Fig 1b -Tomisto ma cf. lu sitnica , vista distal. Fig 3Carcharias acutissima, vista lateral de un diente frontal. Fig 4 Cosmopolitodus hastalis, lado lingual de uno de los
primeros dientes laterales. Fig 5 -Isurus sp. Fig 6 - Galeocerdo aduncus, lado lingual. Fig 7 -Diplodus jomnitanus, diente
frontal, vista lingual. Fig 8 - Tetraodon lecointrae, diente frontal.

Lmina 2. Fig 9 -Carcharhinus sp, vista lingual. Fig 10 - Sparus aurata,molar, lado oclusal. Fig 11 -Hemipristis serra , diente
lateral superior, lado lingual. Fig 12 -Pagrus sp. canino Fig 13 -Pagrus mauritanicus, molar. Fig 14 -Diplodus sp, segundo o
tercer incisivo, lado lingual. Fig 15 -Pagellus sp.canino Fig 16 -Trigonodon jugleri, diente frontal mandibular, lado lingual.
Fig 17 -Dentex cf. fossilis. Fig 18a -Sparus cinctus, canino. Fig 18b -Sparus cintus, molar. Fig 19 -Pagrus caeroleosticus,
molar, lado oclusal. Fig 20 -Sparus neogenus, molar. Fig 21 -Labrodon sp.

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La Asociacin Cultural Paleontolgica Murciana

La Asociacin Cultural, Paleontolgica Murciana, es una entidad jurdica de mbito


regional, que tiene como fines fundamentales el estudio y fomento de la
Paleontologa, as como proteger y difundir dicho Patrimonio en la Regin de Murcia.
Los medios para lograr estos objetivos son:
Mantener un museo de paleontologa y fomentar las visitas al mismo.
La publicacin de una pgina web llamada Educarm-fsil monogrfica de
paleontologa y albergada dentro del Portal educativo EDUCARM, de la
Consejera de Educacin, Cultura y Universidades.
Publicar peridicamente este Boletn en el que se plasman las inquietudes y
trabajos de investigacin de los socios y colaboradores.
Colaborar con la Universidad y especialistas en investigaciones y proyectos
cientficos.
Realizar nuestra labor dentro del marco legal actual, en estrecha colaboracin
con la Direccin General de Bienes Culturales de la Consejera de Educacin,
Cultura y Universidades.
Realizar Exposiciones temporales, dar conferencias y charlas a la poblacin en
general y a la escolar en particular, con el fin de que aprecien y respeten
nuestro rico patrimonio Paleontolgico y Mineral.
Esto es en resumen la labor a la que dedicamos nuestro tiempo y empeo los
miembros de la asociacin, fruto de un esfuerzo colectivo y una gran ilusin, donde
con errores y aciertos vamos cumpliendo metas. Nuestro gran prximo objetivo es
colaborar en la creacin del Museo Regional de Paleontologa y Evolucin Humana
de Torre Pacheco, cediendo nuestra coleccin e integrndonos en el mismo, para lo
que estamos elaborando un detallado inventario de todos los fondos del Museo.
Solo nos falta decir que somos una asociacin abierta, e invitamos a unirse a
nosotros tanto a los aficionados con inters en conocer, como a aquellos que por sus
conocimientos tienen mucho que aportarnos, entre todos lograremos ser cada da
mejores.
Si te ha gustado este Boletn y quieres unirte a la asociacin puedes ponerte en
contacto con nosotros en: [email protected] ; o llamando al
608.82.07.18, o mejor, ven un da a visitarnos y conoce nuestro museo que est
situado en el Centro de Enseanza "Severo Ochoa", en el Camino de Tiosa, 50;
30158 - Los Garres. Murcia

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