Cajas Municipales, Microcrédito y Pobreza en El Perú
Cajas Municipales, Microcrédito y Pobreza en El Perú
Cajas Municipales, Microcrédito y Pobreza en El Perú
BREVES 9
CAJAS MUNICIPALES,
MICROCRÉDITO Y
POBREZA EN EL PERÚ
Alberto Chong
Enrique Schroth
Consorcio
de investigación económica
Contenido
Introducción
Conclusiones
Bibliografía
Anexos
2
Introducción
1
La caja municipal de Crédito Popular de Lima no pertenece al sistema de Cajas de ahorro y crédito
de Perú, ya que está regulada por una legislación diferente y tiene una tecnología financiera
incompatible con la utilizada por el sistema, razón por la cual ha sido excluida del presente
estudio.
2
Debido a la escasez de información para algunas variables importantes, todas las corridas
econométricas del presente documento se han realizado sobre la base de datos hasta 1996. La
información financiera cubre un periodo hasta mediados de 1997. Como existe una variabilidad
mínima entre la información hasta 1996 y mediados de 1997 con respecto al tamaño de nuestra
muestra, los resultados deberían ser bastante similares.
3
individual y detallada con el personal de las cajas; (vii) tasas de interés; las
cuales tienden a ser más elevadas con relación al sistema financiero bancario
comercial, pero relativamente bajas con respecto al costo de oportunidad (es decir,
las tasas de usura) de los posibles clientes.
Al parecer, el desempeño financiero del sistema de cajas municipales ha sido
bastante bueno en años recientes, incluso comparándolo con la banca comercial.
Sin embargo, si bien la comparación de ratios financieros, tanto al interior de las
cajas municipales como entre ellas y el resto del sistema financiero comercial,
parece mostrar que han sido exitosas desde el punto de vista económico, lo
relevante es analizar su viabilidad en el futuro como instituciones independientes,
en términos de su eficiencia interna. Este análisis aún no ha sido realizado. Por otro
lado, y tan importante como lo anterior, se debe mencionar que hace falta un
estudio que identifique el efecto de las cajas municipales en el desarrollo
económico, en el bienestar de las áreas en las que éstas están involucradas. Lo
más cercano a ello son los reportes, esencialmente anecdóticos, sobre el número
de personas que reciben los créditos y el monto de los préstamos promedio. Así, las
preguntas básicas que nos planteamos en el siguiente trabajo son: ¿cuál es la
situación de las cajas municipales en términos de su viabilidad financiera? y ¿cuál
ha sido el impacto de la actividad de las cajas municipales en el bienestar de los
más necesitados?
Estas preguntas, así como otras relacionadas con ella, son vitales para Perú,
dada la relevancia que tiene el sector microempresarial como posible eje de
desarrollo del país. En un contexto en el que la Corporación Financiera de
Desarrollo (COFIDE) canaliza un crédito para la microempresa basado en una
tecnología relativamente similar a la de las cajas municipales, que el gobierno está
dando cierto impulso a las Entidades de Desarrollo para la Pequeña y Microempresa
(EDPYMEs) y donde se busca revitalizar el rol de las cajas rurales a través del fondo
revolvente, las preguntas que se plantean en este trabajo ayudarían a entender un
poco mejor el potencial de desarrollo económico de las microfinanzas en Perú.
La investigación está organizada de la siguiente manera. El primer capítulo
muestra una visión general de lo que significa "microfinanzas" y "microcrédito" en
el mundo, con cierto énfasis en la evolución de las tecnologías financieras para los
pobres y los mitos sobre las posibilidades de ahorro y crédito en estos sectores de
la población.
En el segundo capítulo se presenta el modelo de información asimétrica y
microcrédito de Stiglitz (1990), que es considerado como el punto de partida teórico
para el análisis de las interrelaciones en los sistemas bancarios "paralelos" o
"informales" con respecto a los de la banca formal. En este capítulo tratamos de
explicar en detalle dicho modelo, pero haciendo énfasis en que no es posible su
aplicación directa al caso de las cajas municipales. La razón es que mientras que el
modelo de Stiglitz se basa en el llamado mecanismo de peer-monitoring (préstamos
grupales o solidarios), el sistema de cajas lo hace más en un sistema de reputación
individual, tal como mencionamos al inicio. En vista de este problema,
desarrollamos un modelo teórico que puede ser entendido como complemento del
modelo de Stiglitz, pero que en realidad es autocontenido. La diferencia entre
ambos es el énfasis en los aspectos de reputación de los agentes en el resultado
del comportamiento económico.
El tercer capítulo tiene dos objetivos. Por un lado, trata de vincular la teoría
desarrollada en el capítulo anterior a la práctica; y por el otro, utilizando métodos
4
econométricos, provee evidencia empírica sobre la asociación entre la actividad de
un sistema de microcrédito de reputación individual (i.e., el sistema de cajas
municipales) y el bienestar de los más necesitados. Un elemento clave en este
análisis es que por ley, las cajas municipales están obligadas a establecerse en las
zonas más pobres del país (Decreto Supremo No. 157-90-EF, Decreto Ley No.
23039), lo cual, desde el punto de vista econométrico, descarta la existencia de
endogeneidad y autoselección, sesgando los resultados econométricos en ‘sentido
contrario’. Es decir, no sólo es cierto que las cajas municipales no se establecieron
en zonas específicas porque eran las más ricas del país, sino que nuestra muestra
de doce cajas no es aleatoria (i.e, no es representativa del panorama de la pobreza
en el país) porque tiene un sesgo hacia los más pobres. Es decir, si nuestra
evidencia empírica mostrara una asociación estadísticamente significativa entre la
actividad de las cajas municipales y el bienestar de los más pobres en su radio de
acción, estaríamos diciendo que para el caso extremo queda demostrado dicho
vínculo. En otras palabras, la prueba es más astringente que si se realizara una
supuesta selección aleatoria de las comunidades más pobres del país.
Por último, presentamos las principales conclusiones y algunas
recomendaciones de política básicas.
La presente investigación fue llevada a cabo gracias al generoso financiamiento del
Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID) y la Agencia
Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI), a través del Consorcio de
Investigación Económica. Agradecemos a Javier Portocarrero, coordinador del
Consorcio, por su apoyo. Fernando Amorrortu, Juan Chacaltana, Walter Torres y
Fernando Gala nos ayudaron en la recolección de datos. Tami Aritomi y Giancarlo
Gasha nos asistieron tanto en la recolección como en el procesamiento de la
información. Martín Valdivia y Carlos Paredes tuvieron la generosidad de leer
algunas secciones del manuscrito y ofrecer valiosos comentarios. Finalmente,
nuestro agradecimiento a los comentarios de dos referís anónimos. Los hallazgos y
opiniones de la presente investigación son responsabilidad de los autores.
5
CAPÍTULO I
6
v) Generalmente, como la población de menores ingresos es poco educada y no
confía en los bancos, no ahorra (si pudiera ahorrar) y si lo hace, es en formas
no financieras.
vi) Si el objetivo es que este segmento de la población ahorre en el sistema
financiero, será necesario enseñarle disciplina financiera. Por esta razón, se
debería requerir un sistema de ahorro forzado como condición necesaria para
obtener un préstamo de la institución (Robinson, 1995).
3
Un ejemplo clásico es el caso del ganado en un país como el nuestro con respecto a un país
desarrollado; por ejemplo, Estados Unidos. En este último país, el ganado es posiblemente el
mejor colateral, por ser un activo líquido y rentable. Sin embargo, para que en nuestro país el
8
ii) Instituciones poco desarrolladas: Los mercados crediticios en provincias,
tanto en las zonas urbanas como en las rurales, tienen una serie de
características que en Lima se toman por dadas. Este es el caso del
relativamente deficiente sistema de comunicación (carreteras, teléfonos, etc.) y
la falta de mercados complementarios, tales como un mercado asegurador, por
ejemplo, que minimice problemas de incertidumbre en el ingreso del agente.
Más clara es la dificultad que tienen los prestamistas en elaborar una historia
creditica completa del prestatario y de ‘rastrearlo’ en caso que no haya
cumplido con el pago de alguna deuda4.
ganado pueda servir como tal, y al margen de otras consideraciones legales, cada pieza de
ganado debería ser ‘identificable’ (tener nombre), detallándose en el contrato qué pieza
‘específica’ se está usando como colateral, lo cual obviamente trae grandes complicaciones
(Fleisig y de la Peña, 1995).
4
Incluso en Lima, la existencia de diferentes tipos de registros públicos que no están
interconectados entre sí, de un sistema de archivos extremadamente complicado y de difícil
acceso, dificulta la realización de diferentes transacciones comerciales que deberían ser
cotidianas.
9
innecesarios, cambie de proyectos y, en general, adopte decisiones que
pueden poner en peligro la culminación exitosa del proyecto.
5
Otro ejemplo es el caso de las tierras.
6
Tan perverso es el caso del crédito subsidiado que en Estados Unidos, las grandes corporaciones y
no los más necesitados son los sectores que finalmente reciben los mayores subsidios. Se puede
hallar evidencia anecdótica en The Wall Street Journal (1997), donde se comenta el caso de los
estadios de fútbol americano y cómo los dueños de los equipos presionan a las ciudades para
recibir subsidios, y de esta manera reemplazar estadios perfectamente utilizables por nueva
infraestructura, más rentable a nivel privado pero no a nivel social.
10
gastos administrativos, han obtenido una tasa de repago alta porque los
prestatarios quieren mantener la opción de volver a pedir préstamos
nuevamente. El monto de estos últimos tiende a incrementarse, en la medida
en que el prestatario va aumentando su historia crediticia con la institución7.
Otero y Rhyne han identificado tres denominadores comunes para una efectiva
prestación de servicios de crédito a los más pobres.
7
En la siguiente sección se presenta un modelo teórico donde el incentivo a obtener un préstamo
mayor hace que el agente pague su deuda previa.
8
Sin embargo, estas tasas son normalmente menores a las disponibles en los sistemas de usura
informal.
11
ii) Utilizar técnicas apropiadas: El nuevo paradigma se refiere al desarrollo de
técnicas que busquen minimizar los costos administrativos. Préstamos
pequeños deberían requerir procedimientos simples: la aprobación de los
créditos debería ser descentralizada, verificable en aspectos relacionados con
la elegibilidad del prestatario más que en el proyecto mismo.
9
Un buen ejemplo de esto es la banca de desarrollo existente en la década de los ochenta.
10
A nivel mundial, ni siquiera el conocido Grameen Bank ha logrado este nivel de desarrollo. La
única entidad financiera que lo ha hecho es el BRI Unit Desa de Indonesia.
13
CAPÍTULO II
El modelo teórico
INSERTAR GRÁFICO 1
Por otro lado, Stiglitz asume que cuando se toma en cuenta la probabilidad
de éxito, el proyecto más seguro siempre tiene un retorno mayor que el proyecto
menos seguro. En otras palabras:
INSERTAR GRÁFICO 2
Stiglitz define una ‘línea de cambio’ (switch line) como las combinaciones (L,
t) para las cuales el individuo es indiferente entre los dos tipos de proyecto, es
decir, donde Vs = VR. La ‘línea de cambio’ tiene una pendiente negativa porque los
retornos a escala son más importantes para el proyecto riesgoso que para el
proyecto seguro. Un aumento en L, manteniendo la tasa de interés (t) constante,
hace que el proyecto riesgoso sea más atractivo. En la región relevante (L > LR):
δ V s /δ L < δ V R /δ L (4)
16
Asimismo, muestra que la forma de la curva de indiferencia es tal como se
aprecia en el gráfico 3a. Encima de la ‘línea de cambio’ (altos niveles de L), el
individuo toma el proyecto riesgoso. El prestamista es compensado por el extra
riesgo asociado al proyecto riesgoso, con una tasa de retorno mayor cuando el
proyecto es exitoso, pero el banco no. Como el proyecto riesgoso tiene una menor
probabilidad de suceso, por lo tanto, el banco tiene también una menor
probabilidad de ser repagado. Si el banco pudiera controlar directamente las
acciones del individuo, forzaría a que tome el proyecto más seguro. Sin embargo, el
banco no puede hacer esto, constituyéndose en el problema de incentivos, básico
en el mundo de los mercados crediticios. Al controlar los términos del contrato, un
banco puede inducir a que el individuo tome el proyecto menos riesgoso. Esto es, el
banco deberá ofrecer un contrato que se encuentre 'en' o 'debajo' de la ‘línea de
cambio’.
INSERTAR GRÁFICO 3a
INSERTAR GRÁFICO 3b
17
Stiglitz asume que cada prestatario tiene uno y sólo un vecino que también
es prestatario. Si bien el éxito de los proyectos es independiente, ambos
prestatarios pueden ‘monitorearse’ uno al otro. El prestamista quisiera que algún
individuo le reportara si el vecino está entrando en el proyecto riesgoso y no en el
seguro. Para ello, debe crear un ambiente que sea del interés de ambos, en el cual
haya mutuo ‘monitoreo’ y donde se le reporte si uno de los individuos hace trampa
(ver gráfico 4).
INSERTAR GRÁFICO 4
INSERTAR GRÁFICO 5
18
tiende a eliminar el racionamiento crediticio dentro de un grupo de prestatarios
homogéneos.
No pagar Pagar
19
No VS (L1,r1) + (1+r1)L1pS - D; VS (L1,r1) + VS (L1,r1) +(1+r1)L1pS - C ; VS
pagar (1+r1)L1pS - D (L1,r1) -qL1
Fecha 1
No pagar Pagar
Fecha 2
No pagar Pagar
20
Manteniendo los supuestos anteriores, C > D > (1+ri)LipS ; D - (1+ri)LipS >
qLi, también podemos comprobar que la mejor respuesta de cada jugador, haga lo
que haga el otro, es pagar. El juego tiene un equilibrio Nash que es único y predice
que todos los jugadores optan estratégicamente por pagar los crédito que toman en
dos periodos consecutivos. Esto siempre y cuando los costos de no pagar sean altos
en comparación con lo que se ahorra al dejar de pagarlos.
La discusión teórica que hemos presentado apunta a lo siguiente: si los costos
de no pagar los créditos son altos, la tecnología crediticia utilizada por un sistema tal
como el empleado por las cajas municipales, basadas en la dinámica de reputación
como principio fundamental, tiene racionalidad económica. El hecho que un buen
pagador sea premiado con préstamos de montos mayores produce un equilibrio Nash,
es decir, un equilibrio de donde ninguno de los jugadores quiere moverse, el cual es
consistente con una situación de minimización de asimetría en la información en la
línea de Stiglitz. Este mecanismo es así consistente con el hecho que las cajas
municipales, históricamente, cada vez hayan otorgado un mayor número de créditos
y a la vez que hayan sido mayores en promedio. Asimismo, las predicciones del
modelo serían consistentes con un reducido porcentaje de "cartera pesada".
En resumen, la tecnología empleada por las cajas municipales sí podría ser
utilizada para proveer servicios financieros a los sectores que generalmente no han
sido atendidos por el sistema financiero tradicional, manteniendo la viabilidad
financiera de las mismas. A continuación, nos proponemos explorar los hechos
observados para el sistema de cajas municipales y verificar la hipótesis que dada que
la tecnología financiera de las cajas municipales tiene racionalidad económica
(equilibrio Nash que permite reducción en la asimetría de la información), un sistema
que aplique dicha tecnología tendrá éxito en aumentar el bienestar de la sociedad.
21
CAPÍTULO III
INSERTAR CUADRO 1
14
El número de miembros que componen el Comité Directivo de las cajas municipales usualmente
fluctúa entre cinco y siete.
23
con una tasa anual constante de 2%. En ambos casos se debe resaltar que estas
tasas son mayores que las de los bancos y financieras. Este importante proceso de
capitalización le ha permitido a las cajas municipales constituirse en uno de los
segmentos más dinámicos de sistema financiero. A fines de 1997, en conjunto, el
sistema de cajas municipales contaba con activos totales de aproximadamente US$
120 millones, pasivos por US$ 105 millones y patrimonio por US$ 20 millones15.
En el último año, los activos del sistema han crecido en poco más de US$ 35
millones, lo que equivale a un incremento mayor que el 40%. Sin embargo, los
indicadores de calidad de activos se han deteriorado ligeramente. Así, la "cartera
pesada" más la “cartera refinanciada” representan más del 8% de las colocaciones
brutas al tercer trimestre de 1997, mientras que al tercer trimestre de 1996
representaban poco menos del 7%. Este resultado estaría explicado
fundamentalmente por el deterioro de las operaciones de las Cajas Municipales de
Sullana, Piura, Paita y Santa, las cuales han experimentado aumentos en dichas
variables de hasta 3 puntos porcentuales. Es importante señalar que la evolución
reciente negativa de la calidad de activos del sistema puede verse agravada por las
consecuencias del Fenómeno "El Niño".
Paralelamente al crecimiento experimentado por los activos, los pasivos han
mostrado una dinámica importante. Entre el tercer trimestre de 1996 y el tercer
trimestre de 1997 crecieron en más de US$ 30 millones, mientras que como
producto de la acumulación de utilidades, el patrimonio del sistema se incrementó
en algo más de US$ 4 millones. Se debe señalar que una parte importante de los
pasivos está constituido por adeudados, los cuales ascienden a aproximadamente
US$ 35 millones. Del total de adeudados del sistema, COFIDE participa con más del
50%, convirtiéndola en la principal fuente de recursos; mientras que los bancos lo
hacen en aproximadamente 20% (colocándolos básicamente en moneda nacional).
En cuanto a las colocaciones y depósitos, durante el último año, las primeras
se han incrementado en más de US$ 15 millones y los depósitos lo han hecho en
más de US$ 17 millones, lo que equivale a tasas de incremento de más de 25% y
40%, respectivamente.
Con relación a las características de las colocaciones, que según información
preliminar de la Federación de Cajas Municipales ascienden a US$ 85 millones (a
fines de 1997), las más importantes se pueden resumir en: alrededor del 70% son
créditos a la microempresa y el 30% restante se distribuye entre créditos
prendarios y créditos personales; 80% se otorga en moneda nacional y la
diferencia, en moneda extranjera. Actualmente, el sistema atiende a más de
200,000 clientes, de los cuales 37% son microempresarios y 44% son personas
naturales.
Al tercer trimestre de 1997, los depósitos ascendían aproximadamente a US$
60 millones, de los cuales 60% correspondía a depósitos a plazo y más del 50% se
captaba en nuevos soles. A fines del mismo año ascendían a US$ 59 millones
aproximadamente, correspondiendo el 62% a depósitos a plazo y captándose el
56% en moneda nacional.
15
Según información de la Superintendencia de Banca y Seguros, a octubre de 1997.
24
En los últimos años, la evolución financiera de las cajas municipales ha sido
favorable. Así por ejemplo, los indicadores de calidad de activos, de solvencia, de
rentabilidad, y de eficiencia han ido mejorando continuamente.
La calidad de activos de las cajas municipales ha mejorado
significativamente en comparación con los inicios de la década: mientras que en
ese periodo la "cartera pesada" representaba el 8% de las colocaciones, a fines de
1997 representaba apenas el 6%.
La mejora en la calidad de los activos, el importante proceso de
fortalecimiento patrimonial y el incremento de las provisiones experimentado por el
sistema en los últimos años, han permitido que los indicadores de solvencia de las
cajas municipales evolucionen favorablemente. Así, mientras la exposición
patrimonial neta en 1994 era de 10%; al tercer trimestre de 1996 ascendía a más
de 8%; y en 1997 fue de 4%. En ese sentido, mientras que a setiembre de 1996 las
provisiones representaban 60% de la "cartera pesada", en el mismo mes de 1997
eran equivalentes a más del 80%.
En cuanto a los indicadores de gestión y eficiencia se aprecia una ligera
mejora en los mismos. Por ejemplo, el ratio otros gastos sobre el activo total fue de
casi 17% en el tercer trimestre de 1996 y se ha estabilizado en alrededor de 16%
en el mismo periodo de 1997, habiendo tenido valores mayores a 20% al inicio de
sus operaciones.
Con relación a los indicadores financieros de rentabilidad, es importante
resaltar que éstos se han reducido ligeramente El margen de rentabilidad del
negocio, medido por el ratio de resultados financieros sobre colocaciones brutas,
descendió de 72% a 68% entre setiembre de 1996 y setiembre de 1997.
Igualmente, la rentabilidad patrimonial disminuyó considerablemente de casi 40%
en setiembre de 1996 a poco más de 27% en setiembre de 1997. Esta disminución
tendría su explicación en el mayor nivel de provisiones realizado por el sistema, así
como por algunos excesos de liquidez presentados. Por ejemplo, la cuenta
'disponibles' representa casi un 47% de los depósitos. Este deterioro de la
rentabilidad se aprecia principalmente en las Cajas Municipales de Sullana, Paita,
Tacna y Santa, cuyo desempeño estaría afectando los resultados del sistema en
conjunto.
Un análisis individual de las cajas municipales relacionado con las
colocaciones, depósitos y patrimonio, muestra que las Cajas Municipales de Piura,
Arequipa y Trujillo son las principales del sistema. Si la variable a analizar es la
calidad de los activos y la gestión, se puede apreciar que las cajas más eficientes y
con mejor calidad de operaciones son las de Piura, Arequipa, Ica, Cuzco y Pisco. Por
el contrario, las Cajas Municipales de Maynas, Santa y Sullana presentan
indicadores de calidad de activos y gestión poco satisfactorios con relación al
promedio del sistema.
Finalmente, es importante señalar que las cajas municipales se encuentran
dentro de un proceso de privatización, de acuerdo con lo establecido por la Ley
General del Sistema Financiero vigente (Ley No. 26702).
3.3.1. La información
25
La información utilizada en este trabajo cubre el periodo comprendido entre
enero de 1987 y octubre de 1996 y tuvo como fuente los estados financieros de las
doce cajas municipales, así como indicadores de los principales flujos del sistema, los
cuales nos fueron proporcionados por la Federación Peruana de Cajas Municipales de
Ahorro y Crédito.
Un índice basado en el índice de pobreza a nivel provincial, publicado por el
Fondo Nacional de Cooperación y Desarrollo Social (FONCODES, 1995) para 189
provincias de Perú, fue uno de los principales indicadores usados en la parte empírica
de este trabajo. Si bien consideramos el índice general, éste fue reconstruido
excluyendo el indicador de capital humano, ya que es utilizado como variable
independiente. Los datos sobre el monto de los proyectos de inversión social
aprobados por FONCODES (también a nivel provincial) entre 1991 y 1994 fueron
usados como variable de control. Las variables de control restantes fueron
construidas a partir de los resultados de la Encuesta Nacional de Infraestructura
Distrital Económica y Social (INEI, 1995). En particular, se utilizó la agregación a nivel
provincial de esta encuesta.
Iniciamos el capítulo mostrando un análisis de la situación financiera de las
cajas municipales. Al respecto, ¿se puede decir algo más en términos de su impacto
en el bienestar de la población y en las comunidades desde su creación? Sobre la
base de indicadores financieros, de cobertura, activos, ahorros, entre otros (siguiendo
a Yaron, 1995 y Christen, 1989), procedimos a encontrar evidencia econométrica
sobre el impacto de la actividad de las cajas municipales en las comunidades a las
que están dirigidas. Es decir, evaluamos empíricamente la eficiencia externa de las
cajas municipales, de acuerdo con el efecto de los indicadores de alcance dentro la
provincia a la cual pertenecen sobre los indicadores de pobreza a nivel provincial.
INSERTAR CUADROS 2 AL 14
26
subsidio para cubrir sus gastos administrativos. Para el año 1996, todas ellas
arrojaban un índice superior a 1.
INSERTAR CUADRO 15
INSERTAR CUADRO 16
INSERTAR CUADRO 17
Se puede afirmar que las cajas municipales han mantenido un bajo porcentaje
de "cartera pesada" entre 1987 y 1996: el máximo valor que toma este indicador para
todo el sistema en promedio es 13% en 1992 (ver cuadro 14). Observando la
evolución de este indicador para cada una de las cajas municipales, se puede apreciar
que muy pocas han ido acumulando "cartera pesada". Por el contrario, la mayoría ha
logrado disminuir la proporción de créditos atrasados. Si comparamos este índice con
el del Sistema de Cajas Rurales, en este último, el porcentaje de "cartera pesada" con
respecto de las colocaciones totales llega a casi 16% en junio de 1996, mientras que
para las cajas municipales en promedio alcanzó 5.6% en el mismo periodo, valor que
además es muy cercano al del resto del sistema financiero (5.1%).
A continuación compararemos nuestros resultados con los indicadores del
sistema bancario peruano y con otros sistemas de crédito a microempresas en el
resto del mundo. Desafortunadamente, para el caso de estos últimos sólo contamos
con información para 1993, lo cual dificulta realizar las comparaciones. Así tenemos
que según el estudio de Christen y otros (1994), la institución más exitosa analizada
27
es LPD (Bali, Indonesia), que en 1993 reportó un retorno de 7.4% sobre sus activos.
Una de las instituciones más conocidas, el Grameen Bank de Bangladesh, con más de
mil agencias y 10 mil empleados, arrojó en el mismo año pérdidas correspondientes
al 3.3% de sus activos (ver cuadro 18).
INSERTAR CUADRO 18
INSERTAR CUADRO 19
La estimación de los modelos (2), (3) y (4) arroja resultados similares a los
hallados en (1). El estimador del parámetro asociado a AVSSG14 es positivo y
significativo al 95% en todas las especificaciones. De otro lado, el estimador asociado
a AVLARR04 es negativo y significativo al 95% en (2), (3) y (4). Con respecto al
número de empleados, tanto en las ecuaciones de retorno sobre el patrimonio y de
autosuficiencia operativa, la evidencia empírica sugiere una relación de concavidad.
Asimismo, encontramos que las cajas municipales en las cuales cada empleado
maneja un mayor número de préstamos son más eficientes, ceteris paribus. Lo
mismo sucede para las cajas municipales que tienen más agencias (mayor alcance) y
que han otorgado un monto mayor de crédito entre 1988 y 1994. Atribuimos este
hecho a que las cajas que tienen un mayor alcance han contado con un mayor
número de clientes, han conformado una historia crediticia y han formado mejor sus
expectativas acerca de las posibilidades de cumplimiento de los clientes.
Los estudios empíricos sobre los sistemas de crédito rurales (Bouman, 1977) o
a la pequeña empresa (Christen y otros, 1994; Yaron, 1994) se han limitado a
presentar y describir los indicadores del alcance de estas instituciones financieras,
utilizando distintos ratios conocidos como el análisis CAMEL. En esta sección no sólo
aplicamos dicha metodología al sistema de cajas peruano, también evaluamos los
efectos de algunos de los indicadores de cada caja sobre los indicadores de pobreza
de la provincia en la cual se encuentran. Con el fin de discutir la eficiencia externa de
las cajas municipales, analizaremos una serie de indicadores que evalúen sus
alcances hacia una mayor población dentro de la provincia.
29
Entre 1992 y octubre de 1996, el número de créditos otorgados por el sistema
en su totalidad creció en 40% (ver cuadro 14). Para el año 1993 podemos realizar una
comparación del crecimiento del monto (en US$ de 1993) de préstamos en cartera
del sistema de cajas municipales con el de otros sistemas en el mundo (ver cuadro
18). El crecimiento registrado por las cajas es de 164%, el cual se encuentra entre los
tres primeros registrados en ese año. Las tasas activas reales cobradas son bastante
más altas que las del resto del sistema financiero, incluso son muy superiores
también a las tasas activas reales cobradas por otras instituciones de financiamiento
a la microempresa en el resto del mundo. Esto es consistente con el conventional
wisdom del capítulo I y refleja el mayor costo de crédito de este tipo de transacciones.
Nótese que a pesar de ser tasas más altas que las de la banca comercial, son más
bajas que las típicas tasas de usura ( Otero y Rhyne, 1990).
En promedio, las cajas municipales han otorgado créditos de más de US$ 800 a
1996 y en ninguna de ellas, el monto ha sido inferior a US$ 300. Asimismo, se
observa que el monto promedio ha crecido sustancialmente en el periodo analizado,
siendo un primer indicio de que el sistema ha logrado un alcance más profundo en las
provincias (ver cuadro 14). Lo mismo sucede para el caso del número de préstamos
manejados por empleado. Desafortunadamente, la escasez de información relativa a
las cuentas de ahorros de las cajas municipales no permite hacer mayor análisis sobre
la profundidad de los alcances de las cajas municipales en términos de captación de
ahorristas.
Para comparar el sistema peruano con otros programas de crédito, usamos el
ratio del monto promedio de préstamos en cartera con respecto del producto nacional
bruto per cápita en 1993. En ese sentido, en el cuadro 18 apreciamos que el indicador
para el caso peruano es aún muy inferior al observado para BRK o BRI (Indonesia). Sin
embargo, se está hablando de sistemas más antiguos, en los cuales la profundidad de
sus alcances está explicada básicamente por el tiempo que llevan desarrollando el
negocio.
Y = β 0 + β i I + β h H + β g G +β c C + µ (6)
INSERTAR CUADRO 20
31
Del mismo modo, ceteris paribus, mientras que las provincias de la Sierra
presentan un mayor índice de pobreza, las provincias con mayor proporción de
alumnos matriculados en secundaria (mayor dotación de capital humano) presentan
menores índices de pobreza. Cuando hacemos variar esta especificación incluyendo
individualmente cada una de las variables relevantes de las cajas municipales,
observamos un hecho importante: el valor de los estimadores obtenido del modelo (1)
varía muy poco en los otros diez modelos estimados. Por ejemplo, el estimador del
parámetro asociado a ELECTPRO está contenido dentro del intervalo [-0.308,-0.278]
y el de la dummy REGION entre [0.526,.0566]. Esto puede indicar un alto grado de
robustez en la especificación del modelo base.
Cada una de las variables del vector C es significativa al 95% y todas ellas
presentan el signo correcto. La evidencia sugiere que, en general, el sistema de cajas
municipales ha tenido un efecto negativo sobre la pobreza en las provincias donde
han estado presentes (ver el coeficiente de DUMMCAJA). La evidencia también
sugiere que en las provincias donde las cajas municipales han tenido una mayor
presencia, ya sea ampliando más sus activos, otorgando más crédito o captando más
ahorristas, los niveles de pobreza han sido menores. El gasto realizado por
FONCODES es consistentemente rechazado en todas las especificaciones.
Otro hecho interesante observado en las estimaciones presentadas respalda la
hipótesis de Christen y otros (1994): una característica de los sistemas de crédito
rural o a la pequeña empresa exitosos es que tienen una política de precios (fijación
de sus tasas de interés) regida por criterios de 'sostenibilidad' financiera y no de
usura. La relación negativa encontrada entre el spread nominal de la cajas
municipales y la pobreza de la provincia puede explicarse por el hecho que los
resultados financieros de las cajas municipales con mayor spread han sido mejores y,
en última instancia, han podido incrementar sus alcances en la provincia,
contribuyendo con la disminución de los índices de pobreza. Más aún, se podría
argumentar que observar tasas de interés elevadas responde a una situación
monopólica de las cajas municipales, al proveer servicios crediticios. Esto no sería
consistente con la evidencia empírica que hemos encontrado y pensamos que
mayores valores de las tasas de interés se deben a una mayor calidad del servicio
prestado.
32
Conclusiones
34
Bibliografía
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