Lectura Analitica Sobre La Poesia Salvadoreña
Lectura Analitica Sobre La Poesia Salvadoreña
Lectura Analitica Sobre La Poesia Salvadoreña
los distintos grupos armados de izquierda en el pas. Estos jvenes que en esa
dcada eran nios, crecieron con el alma entre las llamas, el terror de los
escuadrones de la muerte (Paramilitares financiados por la oligarqua), oyendo el
grito de manifestaciones, que cundan a gritos por las calles, las pintas de muros,
paredes, la propaganda que ejercamos clandestinamente, rfagas y metrallas,
que sentimos las bombas lacrimgenas hasta casi morir entre la poblacin
sublevada. Fueron nios testigos de una poca de crisis, en la que el pueblo
estaba inmerso en una guerra de liberacin nacional. Quizs ni comprendan lo
qu estaba pasando, en esos momentos, oan hablar en el seno de sus hogares, a
sus padres, las noticias por radio, televisin, miedos por las noches; tambin oan
los cuentos del Pulgarcito, sus historias prohibidas; aquellos estados de sitio y ley
marcial! poca de secuestros, asesinatos, la crcel, la tortura, la persecucin de
intelectuales, poetas, artistas, lderes polticos, religiosos, sindicales, gremiales.
Por consecuencia misma huyendo o por salvarse de la violencia, se inicia una
emigracin masiva de salvadoreos hacia Costa Rica, los EEUU, Canad,
Espaa, Europa, Australia. Esta Generacin de Jvenes entre los 21 y 12 aos de
edad presenciaron el final de la guerra con los Acuerdos de Paz en Chapultepec,
Mxico en 1992, en que se entraba a un nuevo proceso democrtico, a una lucha
poltica parlamentaria, que es por donde hubiramos comenzado hace ms de
cuarenta aos, antes de irnos a un enfrentamiento armado que cost ms de 80,
000 vidas, 10,000 desaparecidos en guerra y un 1000,000, eso hubiera evitado
tanto derramamiento de sangre. Pero la lucha contina dentro de este paso
dialectico de las leyes sociales, para vivir en momentos de cambio, con el fin de
alcanzar la felicidad en un da venidero.
La primera dcada de la postguerra (1992), fue un periodo pleno de esperanzas,
aun cuando el poder poltico en manos de la oligarqua, es cuando ms impera la
bur(r) ocracia, la corrupcin, el despotismo econmico, carencias y sometimiento.
Y no hay posibilidades inmediatas de plena recuperacin econmica, la pobreza,
los precios de la canasta bsica por los cielos, un gobierno oligrquico (ARENA),
incapaz de proporcionar bienestar a los habitantes del pas. Mientras la situacin
interna aparece muy sombra, en el exterior la opinin internacional desfavorable.
El Salvador en las ms sensacionales noticias, con los ndices del crimen ms
elevado en el mundo, una sociedad en perenne violencia. Los salvadoreos, los
hacelotodo, sudando la gota gorda, y son los que contribuyen con sus remesas
familiares, a mantener el pas desde el exterior y por las divisas, como lo siguen
haciendo por todos estos aos.
Hoy a 20 aos de finalizada la guerra, y cuando el Frente Farabundo Mart para la
Liberacin Nacional (FMLN) ganara el poder poltico en el 2009, despus de la
heroica lucha de 12 aos, signific otra esperanza para el pueblo que ansiaba
cambiar el injusto sistema, en que vivimos; ese sueo se volvi pesadilla ante la
realidad, esa esperanza se perdi. La vida salvadorea se desenvuelve dentro de
esa aparente esperanza, desde el momento del triunfo popular, con esa tensin
constante por buscar los cambios de justicia social para el pueblo. Pero el
sentimiento, la imagen poltica cambian. Algunos hroes de ayer, hoy comulgan
con el mismo estircol de los que fueron sus asesinos y con quienes se
repudiaban a muerte infernal; como se ve, bonito teatro nos dan, son tambin
incapaces (aunque lo digan en retrica) de mejorar su lucha por las condiciones
sociales del pueblo. Esos hroes de ayer parecen desligarse del sueo popular
perdindose hasta la confianza en ellos, aunque hay voces tambin rescatables,
por lo menos, con la esperanza de mejorar el bienestar del pueblo. Aunque pienso
en estos momentos como veo el baile de la poltica, estoy ms que convencido,
que ante la terrible situacin de explotacin y a la miseria por causa de la
dolarizacin a que la clase explotadora, la oligarqua, mantiene sometido a nuestro
pueblo. Pienso en esa utopa esperanzadora que nuestro pueblo, tarde o
temprano encontrar su verdadero camino de liberacin nacional, ms bien dicho
el pueblo proletario de Centroamrica jugndose la vida por la verdadera
independencia y con actitud antimperialista, por su liberacin nacional.
Este es el escenario histrico poltico, que esta promocin de poetas de
postguerra vive, desde su infancia hasta el presente. Una imagen de falso
desarrollo, es nada menos que la muestra del atraso en que vivimos, en un
sistema subdesarrollado, donde cunde el crimen organizado, las drogas, el
narcotrfico y como puente el pas. El problema de las maras (consecuencia de la
deportacin masiva del imperio), un grave problema que nos trajo la postguerra,
estn sembrando pnico y mientras el pueblo en su preocupacin de sobrevivir,
aprende a convivir con las maras, aun cuando te saquen los hgados sin corazn
alguno, de una estocada a la vuelta de la esquina. Vivimos una terrible
desintegracin social, econmica, el manejo descarado del imperialismo, la
dependencia econmica y el neocolonialismo se acrecienta cada vez ms; es
intolerable este grado de norteamericanizacin que se nos impone, la dolarizacin
empobreciendo ms al pueblo, sometindolo ms en la pobreza, el hambre misma
y mientras para unos, vemos cmo se alzan en la riqueza a unos pocos patriarcas
(manejados entre los intereses del imperio) y se hunden en la miseria para otros.
Incluso vemos como para algunos pobres de ayer, por A o B razones se hicieron
ricos, millonarios de hoy y estn invirtiendo, y en su preocupacin la adquisicin
de bienes, modernos negociantes, con asesores financieros de bancos,
corporaciones y transnacionales norteamericanas, exprimiendo el sudor de los
obreros y sin pagarles lo que justamente debe ser en dlares. Vemos las
influencias del imperialismo en convenios con los vende patrias, y esta realidad
contrastante, dando una imagen de falso desarrollo, demuestra nada menos que
la del atraso en que vivimos como repito. Falsa imagen de progreso que engaa
los ojos, escaleras elctricas, y solo sales a la calle, ya ests hablando ingls en
que surgimos en los 70s, los 80s y los 90s, con la suerte de or todava la voz de
escritores de los 50s (Generacin Comprometida), los 60s (Piedra y Siglo), que
andan en sus 70s y 80s, 60s aos de edad, vivitos y coleando por gracia de los
Dioses, compartiendo con los jvenes en estudio, me refiero a escritores como
Manlio Argueta, Roberto Cea, Pepe Rodrguez Ruiz, Tirso Canales, Quijada Uras,
David Escobar Galindo, etc. recuerdo con cario la amistad y la poesa de Jos
Mara Cuellar (1942-1980), Melgar Brizuela, Mendoza, Iraheta Santos, Castro
Rivas, y otros. A sabiendas de que la narrativa, la poesa, antes y despus de la
guerra, destacan la literatura Testimonial, cuentan las experiencias de la guerra
misma. Las elucubraciones de conciencia, de la mayora de los poetas del
momento, a diferencia en que la poesa vena siendo muy combativa, poesa que
traa su espritu de guerra, a diferencia de las generaciones del presente, que
nacieron en un periodo de transicin entre y despus de la guerra, quienes en su
proceder reflexionan lo cotidiano, describen las cosas, la esperanza, la soledad, el
erotismo, lo amoroso, la incertidumbre, el miedo, la frustracin social, situacin
existencialista que anda entre la realidad y el deseo, entre la ficcin y la realidad y
la realidad hecha ficcin en las obras. La poesa es ms contemplativa, se
blasfema, las horas amargas y el detritus social de una imagen falsa, flor de
melanclicos, lunticos, y esta realidad que nos golpea, hiere los ojos y de la que
estamos inconformes cada da. Aun cuando la mayora de los poetas de estas
generaciones, trata(n)(mos) de renovar la poesa salvadorea de la postracin
poltica y social en la que haba cado tras la lucha armada de doce aos de
guerra civil. En otros lares de la cultura popular, se recupera esa imagen de
autores, ejemplos de militancia poltica en los 80s y 90s, poetas, como Roque
Dalton, Alfonso Hernndez, Lil Milagro Ramrez, Ferman Cienfuegos, Rigoberto
Gngora, Jaime Suarez, Amada libertad, Arqumedes Cruz, Mauricio Vallejo,
Rigoberto Gngora, Leonel Menndez y otros poetas, artistas (Roberto Franco) e
intelectuales (Reynaldo Echeverra) que abonaron con su sangre, poetas cados
en la lucha, reaparecen en el panorama de la cultura popular, en Certmenes de
ASTAC (Asociacin Salvadorea de Trabajadores del Arte y la Cultura), y editorial
Arco Iris y Editorial Sombrero Azul, publican obras testimoniales. En teatro se
representan obras de carcter popular, con contenido ideolgico y en el teatro
comercial se ponen en escena piezas seleccionadas para el consumo del gusto
cultural. En cuanto a la crtica literaria, sta es muy escasa y los pocos crticos,
son contados con los dedos, si es que la crtica existe en su papel que le
corresponde desempear, en la construccin de una literatura, en comunin con la
historia y una teora literaria, vayamos sistemticamente, registrando, la
produccin literaria, como proceso histrico cultural del pas.
En cuanto a pginas culturales, en la mitad de la dcada de los 80, prevalecen,
peridicos abriendo pequeos espacios literarios El Mundo y varios poetas se
agrupan a los Cinconegritos, de elogiosa resonancia poltica y cultural en
pareciera que la revolucin hubiera sido en vano, no se logra alcanzar los cambios
de justicia social, inmersos en problemas que la postguerra nos trajo. DE
MANERA QUE DENTRO DE ESTE CONTEXTO CULTURAL ESTOS POETAS DE
POSGUERRA CRECEN, SE DESARROLLAN, y de quienes a continuacin,
damos visin de ellos.
1.3- Perfil humano y literario de estos poetas de postguerra hoy en da.
Susana Reyes (1971) Ha publicado segn lo indagado: Los solitarios amamos las
ciudades e Historia de los espejos. Sus poemas aparecen en antologas del pas
y del extranjero. Su quehacer potico, todo gira en torno a su yo existencial, sus
ojos tocan las cosas cotidianas, el miedo se manifiesta, espritu que se desespera
entre esperanzas perdidas. Oigmosla: Un perro negro cruza la calle/ la ciudad y
sus sonidos/ se cuelgan bajo mi pecho. Y este otro: La ciudad observa / conoce
el vacio y el dolor de lo perdido. Como caracteriza a su promocin, sus versos
recuerdan con nostalgia la infancia, los inviernos del pasado. Espritu que
manifiesta inconformidad social ante la realidad que le rodea o le frustra pero no
protesta, aunque ve y siente en medio el dolor y la miseria su desencanto. Una
nia que parece ser ella misma, dolor del amor lejano entre las estaciones del
tiempo y la historia que se vive. En eco me caen sus palabras: un solitario
recuerdo de infancia en el pas lejano/ mi necedad de verte en la terraza/ el olor de
la tarde de inviernos. Nuestra joven poetisa Susana anda en bsqueda de
recuperar sus sueos; deja el presente, imagen de una realidad que le duele en su
mirada, la rechaza y parece alejarse, como otros de su grupo, de ese grito social
que entristece hasta el alma hoy en nuestros das.
No Lima (1971). Escritor, pintor, poeta. Ha editado: Efecto Residual (2004), La
Oscura Flor del Veneno (2011). Naci en el grupo literario Tecpan. En su
espacio referencial, hay un yo potico que refleja su desesperacin, soledad,
situaciones onricas. Aoranza a la infancia, a los seres que rodean los lmites de
su memoria. Quien desde nio supo odiar hasta las canciones rancheras; se queja
del amor que comparte y no es correspondido, sin modestia moral en su encanto
ertico. Espritu que finge, suea, idolatra, miente ante los deslumbramientos de la
vida misma; ver desde las cosas sencillas, con que nos sorprende la maana.
Prevalece la mujer amada en el entorno de sus sueos ante las esperanzas, que
no logra seducir los enjambres del amor perdido. Poesa contemplativa de una
realidad, como ella mismo dice, que la golpea con la misma nostalgia del sexo
madrugador que vive, hay soles y flores entre lo que describe, quien oye hasta el
ro de una vagina reposando en la pilastra celeste de esa luna que se ahoga en el
lcido vidrio de cada mirada, lo ergeno muy latente, vivamente lo reitera a cada
instante, los deseos se le agitan en el paramo de su alma de expresin existencial;
en sus constantes soliloquios sabe regresar a lo ertico su imaginacin, donde la
bohemia del vino y los bares se manifiestan. Se percibe en sus versos: ese reloj
tiene tatuado el pulso de nuestras huellas/ las pasajeras huspedes del sexo/del
resonancia fresca, como el roco en las matitas de huerta que saben florecer en el
camino de la potica salvadorea.
Jorge Galn (1973) Joven poeta, ejerce la narrativa, gusta del teatro infantil.
Ganador del premio Adonis, Espaa, 2006. En sus textos El Marino, prefiere dar
un grito imaginario al vuelo de la gaviota que se aleja, antes que dar el grito por lo
humano que duele. Simboliza el tiempo en la vejez del faro con el astro de su luz a
la distancia. Parado sobre la borda evoca los albatros, la luna, las noches y las
conchas marinas. Imagina trescientas islas y mil legendarias naciones en
horizonte que suea, sin sentir nostalgia, ni lejana de la patria que lo vio nacer. Su
poesa muestra dejos surrealistas, se detecta en su poema Novio: la cabeza que
se levanta lo hace solo para caer / lo nico que necesitaba era su cuerpo / y su
cuerpo jams haba sido ms suyo que ese instante. Pero para l, el orgullo no
existe ni en las calles en su espacio referencial que evoca; es lgubre, indiferente
a las preocupaciones sociales en comparacin al grito de otros de su promocin.
Su mejor muestra Miniatura asombrosa. Si canta al amor, este parece ser ms
literario, idealizado, ms soado que vivido en su realidad. Y en ellos, no obstante
encuentro cierto escepticismo, Jorge Galn fija un mundo al que nadie importa, no
hay ninguna acusacin, ni pone un dedo en la llaga, solo en la suya, espritu
angustiado, mirando de reojo a lo que nos duele en las entraas. Su yo potico
tiene buena imaginacin, tono introspectivo con su existencia. Esta joven, tiene
mucho que decir, pero no debe estar carente de la sensibilidad social que debe
manifestar la poesa actual en su proceso de postguerra y sus compromisos, que
vive el pas, sin ignorar que hay muchas carestas y dolores que compartir con los
que sufren las embestidas trgicas de la historia misma y en otros de sus textos se
oye la queja de una esperanza.
Jenifer Valiente (1973) Gusta de la poesa, de la narrativa, el teatro. Se inicia en
sus escritos en 1992. Suele publicar a veces con el seudnimo de Harry Castel.
Una cosa de notar en estos poetas de postguerra, su preocupacin por el
tiempo, es el caso de Jennifer Valiente, quien lo evoca en cada instante y con
mucha insistencia, la noche, la embriaguez, el tiempo se consume hasta en el
cigarrillo que disipa su existir. Poesa coloquial, versos llenos de angustiosas
preguntas, en cuyas respuestas le preocupa la condicin humana de un mundo
injusto que la rodea. Mantiene preocupacin por la historia que enfrenta desde su
manera de percibir la realidad. Y lo ertico se manifiesta como labio roto en su
eros de mujer. Y si no me equivoco, en sus versos percibo un halito de amor
masoquista: la profunda necesidad que me lastimes, que no le importa hasta la
muerte misma: buscar versos y ante ese amor frustrado que no le satisface, lo
reclama en su simbologa sin importarle hasta la muerte misma por conseguirlo y
lo evoca el masoquismo con vehemencia: Pero no puedo decir te quiero/ As que /
Dej de apoyar ese pual en mi garganta / Y atravisala de una vez. Una
corriente existencialista caracteriza la voz de estos poemas, su mejor muestra
balcn donde quepa mejor la madrugada, / no hay lluvia que abarque tu mirada. /
Slo entonces me dan ganas de cantar / si te desnudo. Encuentro en Mendoza,
hijo, cierto gusto por el soneto. He aqu donde lo amoroso, lo ldico, de sus
ltimos dos tercetos del soneto XI: Quemando sus arenas vino a verme / feliz
mientras flotaba entre mis barcos, / con esos ojos donde el mar se duerme. /
Hayse eterna el alma entre los parcos / malecones. Y all volvi a quererme /
como un grito varado entre los charcos. Pese a la dificultad que entraa la
construccin de un buen soneto lo siento bastante logrado en su fuerza expresiva
y mtrica, habra que ver ms de su poesa para conocer ms de su visin de
mundo.
ROXANA MNDEZ (1979). Quien escribe poesa y cuento infantil. En poesa se le
conoce: Clara y Clarissa (2012). Mnemosine (2008), Memoria (2004). Incluida en
Antologas de poesa Centroamericana: Puertas abiertas (Fondo de Cultura
Econmica, Mxico, 2011) y La Herida en el sol, (Universidad Nacional Autnoma
de Mxico, UNAM, 2007). Hay cierta belleza lirica, coloquial en los poemas de
Roxana Mndez que da mrito a la poesa femenina en El Salvador. Como visin
de mundo toma el cosmos que la lleva a evocar los aos de infancia y fantasas
como alma soadora, sin ignorar que otra realidad amenaza hambrienta con el
acecho, el peligro, la hace ver visiones por las noches que avanza y en trance
existencial, siente que el mundo se derrumba en sus alrededores, el texto
Condenacin lo dice con su canto de quejas: esta noche no puedo / distinguir la
constelacin de Orin / y todas las estrellas me parecen iguales. / Mientras leones
hambrientos / me aguardan tras una puerta, / me conducen por un pasadizo
amplio / y escucho el canto ngrimo de un grillo / ser el mismo que alguna vez
encerr / en una caja de madera. Espritu sufriente, melanclica, que manifiesta
cierto aire surrealista en su expresiones: Y las olas tocarn mi cuerpo / y la
espuma alcanzar mi lengua / hasta que aparezca / de nuevo el alba. Para ella un
Viento de Noviembre es misterioso, sombro, de metal, que sabe arrastrar las
palabras ms all de los lmites de la tierra, la memoria que describe el paisaje
con aire buclico, pronunciando nombres que no puede callar que tiende a caer en
constante soledad: Veo la vastedad de la sabana, / lo largo y ancho del paisaje / y
tambin ms all / hasta donde mis ojos / llegan y no retornan / para devolverme
una imagen. () la savia que circula en los pequeos arboles / que come la jirafa,
/ y el sol en el cenit / cuyos rayos tocan el borde de la hierba / que jams fue
cortada. Todo en ella semblanza de soliloquios describiendo un mundo que ella
misma construye, inventa como si cayera dentro de un trance espiritual que la
hace ver visiones, conustrado y en constante fatalismos: La noche avanza y a mi
alrededor / el mundo se derrumba. / Llega la hora. Ya casi me veo frente a m.
CLAUDIA MEYER (1980). Poeta de las ms jvenes de su generacin, que gusta
tambin de la crtica y eso es bueno, reflexionar la realidad que enfrentamos. Su
poesa se conoce en: Antologa de poesa joven Las otras voces (2011), en
Madrugada del siglo XXI (2010), Los ngeles tambin cantan (Per, 2006).
Premios en los Juegos Florales de Zacatecoluca con: Ddalo o el laberinto
(2011), Estacin del fro (2010), en Cojutepeque con El vuelo de caro (2008).
Suele publicar en el Suplemento TRESMIL sus poemas. En su coloquio con ella
misma, su poesa es imaginativa, en angustiosas y constantes preguntas dice:
Quin podra? Slo la locura puede sonrer ante el rostro de la nada. Trances
de locura, donde la realidad la desespera en infartos huecos, dentro un estertor de
adrenalina, un tanto metafsica su manera de poetizar lo desconocido que inventa
en palabras que caen en torrentes liricos y alardes retricos. Con nimos de pedir
que nadie proteste, o se arme de dudas vanas en que el ambiente frustrante la
enclaustra: La luna es mortaja sin denuncia. / El encierro es mi castigo, el
laberinto soy yo. En su poema Soledades de versos largos y tendidos hacen
que recuerde los viejos amores muy enmohecidos por el tiempo, all en un rincn
de su alma su horizonte imaginario vibrando las cenizas pasadas de su infancia y
adolescencia que regresan a su yo en los rincones de su memoria. Que se le
vuelven: despojos nacidos de querellas virulentas, pilago de colosales
catstrofes espirituales. Si a los otros compaeros de su promocin que tienden
al verso corto, limitado de imgenes metafricas, en Claudia Meyer, su yo potico,
la caracteriza por un torrente abundante de palabras que no le importa ni la forma,
ella se deja llevar por las palabras, por su discurso potico nada mas, es
manantial desbordante, que la pierden en emocin y objetividad. Cuidado el
poema debe pensarse y no es solo dejarse ir por ese arrebato emocional lirico del
lenguaje, donde el poema no sea solo imaginado, inventado, literario ms que
vivido, entiendo que es bueno soar, todos tenemos derecho a soar, pero sin
perder la realidad que nos acicatea el alma, escapndonos sin rumbos. Lo social
primero est presente en la vida del hombre. Eso es parte de su frustracin,
desesperacin, soledad que se manifiesta en sus revelaciones constantes. Su
poema Tierra es el mejor ejemplo retrico: Ah qu dolor de mortal succionado
por este suelo! La superficie rebulle de trotes, / me angustian sus frondas,
peascos, todo lo inerte y dems gravedad. Donde la situacin del verso
surrealista se le manifiesta en una realidad que la desvanece en sus sueos ante
sus ojos: Yo deb ser pjaro, tengo un alma de viento que se retuerce en esta losa
de arena. / Busco un explcito destierro, un desprendimiento de guila de sus
callejas de piedra. / Busco el sin sentido, lo inadmisible, dejar mi par de anclas
epidrmicas: ser humano catico que inunde la vastedad del etreo paisaje.
Pienso que Claudia difiere de sus compaeros por la riqueza de su lenguaje que la
hace caer en desbordamientos liricos, queriendo hacerlo humanos, un tanto
metafsicos en su vuelo que emprende con pasin verbal.
PABLO BENTEZ (1980). Es el ms joven de esta promocin. Se dice que escribe
ensayo, poesa. Gusta de la filosofa, de la investigacin histrica, eso alegra,
produciendo una obra con valor esttico, con conciencia de clase, incluso llevar
al arte mismo el problema del medio ambiente, porque el terrateniente, el
industrial mancomunados en sus ambiciones de riqueza, destruyen y modificar
el paisaje fsico de nuestro entorno, por expandir sus medios de produccin
econmica, pienso que proteger el hbitat que nos circunda es deber moral.
Todo eso mismo exige un tipo de compromiso, tico, esttico, estudiando,
investigando con disciplina, creando una obra bien pensada, leyendo mucho,
reflejndola con sentido descolonizador siempre dentro de un espritu de
participacin liberadora; porque la lucha continua de una u otra manera.
Porque ante estos problemas sociales, de reconstruccin nacional se debe
romper, encontrar otra manera de manifestar su expresin creadora.
Recuerden que los pudientes de la economa, del poder dominante, quienes
tienen sus propios gozos estticos les conviene que Uds. Escriban (mos) una
poesa que no aborde los problemas cotidianos, que no proteste, conformista
ante la imagen de progreso que nos muestran con la publicidad alienante,
amarillista, el consumismo sofisticado y ante el denigrante teatro de la vida
que ofrecen nuestros polticos de turno ante la crisis. Todo entre en crisis y
hasta ellos, en los que tenamos esperanzas parecen entrar en crisis, en crisis
de poder, en crisis de moral e ideologa, ante los cambios que muestran en sus
procederes y menesteres, pienso que algunos ya estn pensando mejor con el
estomago porque el sueo popular se les va esfumando ante las circunstancias
e
incertidumbres.
Creo que estos jvenes deben (todos) incorporar nuevos valores de que hablar
en la poesa, la literatura, en el arte en general. Este capitalismo
subdesarrollado, economa dependiente, amoldado a los intereses del imperio
norteamericano, quiere hacer de todos los sectores una especie de marionetas
fcilmente manejables con sus aparatos de poder, en lo poltico, en lo
econmico, y en lo cultural es evidente sus influencias de cultura neo
colonizadora, son causantes, en el caso de nuestro pas, segn piensa el poeta
Miguel Huezo Mixco son quienes: trituran y vuelven un producto desechable
nuestra propia cultura Pero debe(n)(mos) ser entes de cambio de accin y
reaccin ante lo presente, sujetos de participacin y transformacin ante esta
realidad cambiante, incluso saber usar la nueva tecnologa computarizada para
bien del cambio, del progreso que el pas requiere, ante esta otra realidad
virtual en que nos ha enclaustrado el fin de una guerra civil que tantas heridas
sin sanar ha dejado, donde la proletaria familia salvadorea est siendo
drsticamente golpeada, engaada, debemos luchar desde el pueblo mismo y
para dar al pueblo mismo el sueo diferente, cambiando de races la
infraestructura econmica, la salud, educacin, cultura, la distribucin justa de
la tierra como parte de un sentir histrico donde los poetas deben lanzar su
grito, aprovechar esta nueva reapertura democrtica, la verdad nunca deber
callarse en ninguna poca de la historia, como lo haca valientemente
Monseor Romero, de quien debemos aprender ese humanismo en beneficio de
los ms necesitados. Segn mis investigaciones la mayora de estos poetas