Clnica Integral Nueva Vida

Una esperanza de recuperacin en la adiccin

al alcohol y otras drogas

Cmo ayudar a un adicto al alcohol y

otras drogas que rechaza el tratamiento
LA INTERVENCIN

2007

LA INTERVENCIN
El drama de adiccin agobia a cada miembro de la familia, evoca y
refuerza la patologa de la adiccin en cada uno de los otros miembros y en
el sistema familiar como un TODO.
Para las incontables generaciones que han vuelto a representar sta historia
familiar de adiccin, el final ha sido el mismo. Y an despus de que la
muerte le cierre el teln al dependiente, la tragedia contina para los hijos y
los hijos de los hijos.
Esto era cierto para todas las generaciones hasta llegar a la nuestra. En la
ltima mitad de ste siglo, se ha escrito de nuevo la antigua escritura. En
efecto ha sido escrita nuevamente repetidamente, ofreciendo cada vez ms
esperanzas con nuevos conocimientos, revelaciones y tcnicas de
tratamiento que han sido desarrolladas.
Hasta ya muy adentrados en siglo pasado, la vctima del alcoholismo no era
vista como una persona enferma si no como una persona dbil depravada.
Luego en los aos que precedieron a la II Guerra Mundial, se dieron dos
fuerzas importantes para el cambio:
Alcohlicos Annimos (A. A.), una fraternidad unida libremente, en la
cual sus integrantes deseaban parar de beber y el Centro de Estudios sobre
el Alcohol en Yale, dedicado a la bsqueda cientfica del tema.

Las dos no estaban relacionadas y a la vez eran independientes. En muchas

cosas tenan polos opuestos, pero estaban de acuerdo en un idea
revolucionaria:
"el alcoholismo es una enfermedad y como tal puede ser detenida
antes de una tragedia total" con tal que su vctima recibiera la
ayuda conveniente lo ms pronto.
Generalmente se crea que el alcohlico deba tocar fondo y buscar ayuda
voluntariamente para que lograra ser efectiva la recuperacin de la
enfermedad, pero eso usualmente pasaba ya demasiado tarde como para
salvar mucha de su vida. Para muchos tomadores ni llegar al bajo mundo,
pareca proveer un fondo, pero por suerte para algunos cuntos, el saber
que estaban arriesgando su trabajo o su matrimonio, era prueba suficiente
para buscar ayuda, (a veces estas personas decan que haban tocado un
fondo alto).
En los ltimos diez aos, la experiencia diaria con miles de alcohlicos y
adictos, en programas de tratamiento y seguimiento, nos ha enseado
mucho acerca de lo que es posible y lo que no es posible en una
dependencia qumica. Por instancia ahora sabemos que es irreal que un
alcohlico o adicto va a buscar ayuda por s solo (aunque algunos lo
hacen). La negacin, engao y compulsin, caractersticas de la
enfermedad, raramente le permite hacerlo.
Afortunadamente hemos descubierto que existe otra manera.
Aquellos que decan que un alcohlico o adicto no poda aceptar ayuda
hasta que l la buscara, describan exactamente la situacin que estaban
viendo. Virtualmente, de hecho, cada alcohlico segua deslizndose hacia

abajo en un sendero empinado hacia la auto destruccin, perdiendo su

salud, su trabajo, su familia y lo que fuere que quedara de su auto respeto a
lo largo del camino, hasta que muriese o tocara fondo y pidiera ayuda. Ya
para entonces su condicin fsica, mental y potenciales sociales, ya estaban
tan daados que nunca podran ser restaurados totalmente.
La idea falsa aqu se atribua a que cmo hasta entonces no exista ninguna
alternativa, nada era posible. Desde all hemos aprendido que tocar fondo
es otra forma de decir que el alcohlico o adicto se ha encontrado a l
mismo en una crisis tan dolorosa y espantosa, que hara lo que fuera para
escapar de sta, y hasta parara de consumir. Ms all sabemos que este tipo
de crisis, frecuentemente pueden ser creadas por las personas que se
preocupan por l y que pueden hacerse antes de que haya perdido todo.
Este proceso se llama Intervencin. Funciona? SI; si se hace con cario,
bajo la gua de una persona con experiencia y respaldado por un programa
de soporte efectivo de tratamiento (1) y recuperacin de toda la familia
En los ltimos aos, miles de alcohlicos y adictos han logrado su
sobriedad, porque sus familias trabajando con consejeros especialmente
entrenados, han orquestado justamente este tipo de crisis.
Nota 1:
Para que no haya ningn malentendido, djenme decirles que tratamiento significa:
tratamiento de los sntomas caractersticos del alcoholismo o dependencia qumica:
negacin, engao y compulsin. No se trata de un tratamiento para los problemas
especficos mdicos, psicolgicos de conducta que surgen de esto; ms sin embargo
pueden ser aliviados como resultado del tratamiento.

INTERVENCIN DIRECTA CON EL DEPENDIENTE

Cualquiera de las muchas crisis que interrumpe la vida de la familia de los
alcohlicos o adictos, puede ser el punto de comienzo para una
intervencin. Slo necesitamos ser suficientemente serios, para causar que
alguien cercano al dependiente busque ayuda para ste (o para el mismo,
pero hablaremos sobre esto ms adelante).
El miembro de la familia que emite la primera llamada de auxilio (el
interventor) es uno que todava est en contacto con algunos de sus
sentimientos y se preocupa lo suficiente por l y el resto de la familia que
se atreve a tomar el riesgo. No cometas el error, buscar ayuda para un
alcohlico o adicto sin su conocimiento o consentimiento esto pareciera
ser como un riesgo terrible para toda la familia. Si ellos no temen a su
enojo (pero usualmente si le temen), por lo menos entonces piensan que le
estn siendo desleales a l y que estn traicionando los secretos de la
familia. Una de las primeras tareas que el consejero especializado en
adicciones debe hacer, es asegurarles que intervenir es la muestra de amor
ms grande a todo lo que concierne.
La persona obvia para intervenir es la que autoriza, que es la que adquirido
la responsabilidad de todo lo dems dentro de la familia. Si ella est
demasiado inmovilizada por sus propios sntomas para actuar, el
interventor puede ser uno de los hijos, a ms parecer el hroe, o hasta algn
amigo de la familia. En ms y ms casos son los empleadores los que estn
interviniendo. Probablemente nadie ms est en un contacto tan cercano
con el dependiente, sin ser agarrado en la patologa familiar. Los
empleadores y supervisores pueden por supuesto posibilitar tambin. Pero
si estn informados sobre el alcoholismo o drogadiccin y son honestos con

ellos mismos sobre el costo de ste conjuntamente en el trabajo y en la vida

personal del Dependiente, tratarn de llevarlo a tratamiento antes de que,
como empleado y como persona, sus potenciales se desgasten ms all de
tener arreglo.
La intervencin comienza cuando una persona que est preocupada, levanta
el telfono y llama al consejero para alcohlicos o adictos y pide una cita.
Aqu trazaremos brevemente el trabajo preparatorio que emprendern
juntos, para asegurar que la eventual crisis- la confrontacin con el
dependiente logre su meta.
En su primera cita, el consejero y el Interventor, examinan las
consecuencias que corrientemente enfrentan los Dependientes (absentismo
o rendimiento pobre en el trabajo, cargos por manejar ebrio u otros
problemas legales; complicaciones de salud, dificultades maritales,
problemas con los nios en el colegio de delincuencia, etc.).
Luego hacen una lista de todas las personas ntimamente involucradas con
el Dependiente y quienes han presenciado su comportamiento de alcohlico
o de consumo y las consecuencias y que puedan llegar a tomar parte en una
confrontacin. Al menos debe haber dos personas y preferiblemente ms.
Aparte del cnyuge y los hijos. Un equipo de intervencin podra incluir al
empleador al supervisor, al pastor, mdico de familia, al abogado o
amigos cercanos.
El consejero fija una reunin junto con todas las personas en la lista, para
explicar el proceso de intervencin y alistar su cooperacin. En sta sesin
el presentar algo de informacin bsica acerca del alcoholismo, haciendo
hincapi en el hecho de que el Dependiente ya no es capaz de parar de

beber o de buscar ayuda por s mismo y que slo su buena voluntad de

arriesgarse a una confrontacin, lo traer al tratamiento que l necesita tan
desesperadamente. Tambin es el momento del consejero para determinar
hasta qu punto, cules de los miembros de la familia muestran sntomas de
la enfermedad y que pueden interferir con su participacin en la
intervencin.
La cantidad de tiempo que puede pasar entre la junta inicial y la
confrontacin con el Dependiente depende de diferentes factores:
(1)Cun temprano en la enfermedad ocurre la confrontacin? Y
consecuentemente en cunto ha sido afectado el funcionamiento de
la familia;
(2) Si el principal Interventor es un miembro involucrado en la
familia o es una persona que no forma parte de la patologa de la
familia,
(3) El nivel general de sofisticacin acerca del alcoholismo o
adiccin y su tratamiento en la comunidad.

En un Centro de Intervencin abierto recientemente en el sur de California,

hemos encontrado que toma de seis a ocho semanas para entrenar a un
equipo familiar. Por otro, lado en lugares como Minnesota y Nueva york,
en donde los programas de intervencin han estado operando ya hace
tiempo, el proceso muchas veces es ms rpido. Hay menos estigma
adherido al alcoholismo y drogadiccin, as que las personas buscan ayuda
ms temprano. Ellos simplemente entran y dicen:

"Creemos que nuestra familia est en problemas -queremos ayuda!

A veces toda la intervencin puede ser planeada en uno o dos das. En un
promedio en toda tratamiento, el tiempo necesario para ensear a la familia
a intervenir es de cuatro a seis semanas.

VARIAS COSAS TIENEN QUE SER REALIZADAS.

1- Ellos deben llegar a realizar interiorizar que el alcoholismo no es uno de
sus problemas sino su problema primordial. Cuando las personas han
estado meditando por un largo tiempo, usualmente continan ste patrn de
contarle al consejero con lujo de detalles acerca de las otras muchas otras
dificultades que pasan, en parte para evitar el dolor de hablar del problema
central y en parte para poder excusarse. Gentilmente el consejero debe
ayudarles para que vean y admitan la realidad de la situacin. John G.
Hubbel, escribiendo en la revista Reader's Digest, lo expres muy bien:
"Cualesquiera que sean las razones por las que l (el Dependiente)
empez a tomar, pues ahora considerar que el alcoholismo no es
ms el sntoma de otros problemas. Ahora es la causa.
2- Ellos deben aprender cmo la enfermedad del alcoholismo o la
drogadiccin afecta a la vctima en sus diferentes etapas. Cuando empiezan
a reconocer lo tpico, que es el comportamiento extrao y destructivo del
Dependiente en su familia, entonces le cuesta ms negar su verdadera
condicin. Esto les ayuda a aceptar la posicin del consejero, de que el
Dependiente no es capaz de buscar ayuda por s mismo y su determinacin
por tomar la iniciativa se ve reforzada.

3- Deben aprender que preocupndose por el Dependiente, cuidndolo,

tratando de controlar su consumo, asumir sus responsabilidades y
encubrindolo, todas estas cosas que hacen para "ayudarle", son peores e
intiles. Ms bien estn hacindole posible a l que siga consumiendo sin
encarar las consecuencias. La nica cosa que realmente pueden hacer para
ayudarle es usar sus influencias combinadas para que l acepte el
tratamiento.
4- Deben aprender como el alcoholismo o la drogadiccin afecta al resto de
la familia. No ser fcil para el que autoriza y que ha tolerado tantoadmitir que es parte del problema. Pero hasta que cada persona reconozca
su propio papel en la disfuncin familiar y est dispuesto a aceptar ayuda
para dejarlo a un lado, no podr pedirle al Dependiente ni justa ni
convincentemente que haga lo mismo.
Si el alcoholismo se encuentra en un grado avanzado, los miembros de la
familia estn probablemente atascados en su propia negacin y engao, y
probablemente necesitarn de la terapia, para poder tener suficiente
claridad y coraje para confrontar al Dependiente.
La mayor faena del terapeuta ser ayudarles a romper los patrones de
comportamiento defensivo, los cuales tienen encerrados y dejar que esos
sentimientos viejos emerjan. (Esto normalmente requiere cuidado
primordial). As como los sentimientos liberados (sean de negativos o
positivos) el amor y el coraje empiezan a retornar. Gradualmente el engao
y la impotencia de la familia ser cambiado por la buena disposicin para
tomar el riesgo de intervenir.

5- Siguiendo el proceso descrito, ahora el planeamiento para el da de la

intervencin puede comenzar. El primer paso es que cada persona que
estar presente, incluyendo los hijos, deben escribir una lista de instancias
en las que el comportamiento del Dependiente caus dolor a alguien,
peligro, vergenza u otros problemas.
Deben ser incluidos la hora exacta, el lugar y los detalles de cada uno de
los episodios. Estas listas probablemente lleguen a ser algo diferentes.
Individuos pueden haber estado en tiempos diferentes o percibieron las
mismas cosas de diferentes maneras, as que comparar las listas puede ser
muy aclaratorio. Debido a la informacin bloqueada en una familia
alcohlica adicta, una persona ni siquiera sabe de episodios que ocurrieron
en otras listas.
6- Cuando las listas estn completas, los miembros de la familia deben
entonces observar como sus declaraciones ha sido expresadas. Los hechos
deben ser presentados en una manera directa y objetiva, lo cul permite
aliviar la dolorosa realidad. Al mismo tiempo no debe existir insinuacin de
hostilidad o culpabilidad, que pueda poner al Dependiente a la defensiva.
Para poder llegarle al adicto o alcohlico, el equipo de la intervencin,
debe atraparlo con sus fuertes y siempre vigilantes defensas, bajas. La
efectividad de la intervencin, depende del impacto emocional del montn
de hechos sobre hechos documentados, en un marco que posibilite poco
espacio para la negacin, razonando o discutiendo con el Dependiente, no
se lograr Nada. Para ste entonces el nico mensaje que el alcohlico o
adicto debe escuchar, -pues no tiene defensa para esto-es uno de amor y
profunda preocupacin su situacin de vida.

7- Deben practicar la presentacin de sus declaraciones, para que puedan

hacerlo calmadamente y con valor en el da critico. Usualmente es
preferible que cada persona lea de su lista en vez de hablar improvisando.
Esto le da a lo que est diciendo un aura de evidencia de los hechos y no
simplemente

una opinin;

es necesario prevenir improvisaciones

emocionales en la tensa atmsfera de la confrontacin; mantener el

esfuerzo entero de la confrontacin de una manera predecible y controlada;
enfocar la mente del que est hablando en su mensaje, minimizando
cualquier temor que pueda ser causado por el contacto a los ojos con el
Dependiente.
El consejero ayudar a cada orador, segn lo vaya necesitando, para que su
voz sea consistente en la objetividad y el tono de amor de sus palabras.
Aqu no debe haber ningn tipo de actuacin. El sentimiento de cada
persona debe ser genuino, pues por su estado de auto aborrecimiento y
cruda sensibilidad, el Dependiente inmediatamente detectar cualquier
pretensin.
8- Finalmente, deben determinar exactamente qu acciones le pedirn al
Dependiente que tome. Juntos, el Interventor y el consejero estudiarn las
diferentes fuentes de tratamiento en el rea y seleccionarn la que mejor se
acomode a las necesidades del Dependiente. Si requiere de hospitalizacin,
ellos determinarn cules beneficios provee su seguro y arreglarn para que
sea admitido en un servicio de internamiento el mismo da de la
intervencin. Cuando su motivacin est al mximo, en algunos casos,
calladamente le notificarn al empleador del Dependiente acerca del plan,
para que otra persona pueda encargarse de sus deberes temporalmente. Este
paso debe ser llevado con cuidado pues por esto podra perder su trabajo si
el empleador no est enterado del problema del dependiente. El consejero

usualmente sabe cules empleadores en la comunidad tienen una poltica de

cooperar en la rehabilitacin de sus empleados. Si hay que decirle al
empleador, el que autoriza es el que debe decrselo; para el consejero
divulgar tal informacin a una tercera persona, sera una brecha ilegal de
confianza.
9- Listos finalmente acuerdan el momento de la confrontacin actual. Un
momento efectivo es el lunes en la maana, cuando el Dependiente es ms
probable que est sobrio, o con sus defensas bajas pues debe estar sufriendo
de una resaca pesada. Si es posible, tambin es una buena idea escoger un
momento donde sus defensas estn ya bajo tensin, por ejemplo el arresto
por manejar ebrio, una amenaza de divorcio o talvez una amenaza seria de
su mdico. Estas circunstancias intensificarn el sentimiento de crisis que
el equipo de intervencin est tratando de crear y aumentar la posibilidad
de que el Dependiente sienta que "ha tocado fondo. Despus de todo no es
la severidad actual de la crisis lo que cuenta, si no ms bien la severidad
con que ella percibe.
La confrontacin probablemente ser dirigida bajo el liderazgo del
Interventor, o sea quien busc el primer contacto para pedir ayuda y el
consejero debe de estar presente. En efecto, el mejor lugar para ste evento
es la oficina del consejero, donde la atmsfera es seria y profesional y el
Dependiente encontrar pocas oportunidades para tcticas de desviacin.
Hacer que adicto llegue hasta ah no es siempre fcil. Pero
sorprendentemente se ha encontrado de que el alcohlico o adicto est a
menudo muy inquieto por lo que est pasando en esas sesiones a las cuales
la familia est acudiendo sin l, bajo pretexto de "conseguir alguna ayuda
en organizaciones para problemas familiares". Los efectos probablemente

ya han invadido su vida inconfortablemente. Una frase directa cmo "el

consejero pregunt si t vendras con nosotros el prximo lunes a discutir
algunos de los problemas de nuestra familia", podra ser el nico empuje
que necesite.
La experiencia demuestra que si el planeamiento est bien listo y todos
estn preparados adecuadamente, las oportunidades de intervenir
exitosamente son de alrededor de un 80 por ciento. El factor crtico es la
salud de los miembros de la familia. Si todos se han recuperado una
posicin de fuerza personal, valor y habilidad para querer hacer algo, casi
siempre lo logran. El aglutinamiento de episodio tras episodio del
comportamiento alcohlico o adictivo, descrito con todos sus srdidos
detalles por aquellos que fueron testigos, hace aicos la defensa del
Dependiente. El efecto se aumenta al tener a aquellos a los que respeta y
quiere confesando la angustia que sus acciones les han causado. Agregue a
esto el mensaje implcito de toda la atmsfera de la confrontacin, que a
pesar del dolor que estas personas todava sienten por l y estn
profundamente preocupados. As, el Dependiente usualmente es sacudido
cuando se enfrenta con la dolorosa realidad de su condicin. Este es el
momento en que el Interventor presenta al Dependiente el programa de
tratamiento y seguimiento que se le est proponiendo que acepte (hasta
donde sea posible, todos los arreglos para el tratamiento-cama en el
hospital, cobertura del seguro y muchos otros asuntos prcticos, deben ya
estar hechos antes de la intervencin, con ayuda del consejero). Cada uno
de los miembros de la familia, le har saber claramente al alcohlico o
adicto los esfuerzos que ellos han realizado, que tambin necesitan ayuda y
que han acordado a un programa de tratamiento para ellos. Su voluntad de
admitir y aceptar ayuda, facilitan que el adicto para que haga lo mismo.

Algunas veces el Dependiente se rehsa a entrar a un programa formal de

tratamiento, pero hace la promesa llorando de que dejar de beber. Estas
promesas son indudablemente sinceras en el momento en que son hechas y
deben ser recibidas en esa luz. Si l se une a AA o NA y es fiel trabajando
el programa de autoayuda, puede que alcance sobriedad sin tratamiento
profesional. Pero, por la naturaleza de su enfermedad, sera casi imposible
para l parar sin ningn tipo de ayuda. Antes de que una promesa sea
aceptada, debe ser acompaada por un firme acuerdo de que la primera vez
que se tome un trago, inmediatamente entrar a un programa especfico de
tratamiento.
En mi opinin el programa ms efectivo, combina el tratamiento
profesional para toda la familia, con membresas en AA, NA, AL-A NON,
NARANON y AL- TEEN, O NARATEEN.
Una encuesta del seguimiento de los pacientes anteriores del Hospital St.
Mary en Minneapolis, demostr que el 79 por ciento de los pacientes en los
cuales sta combinacin fue usada, no se haban tomado un solo trago
despus de un ao de haber sido dados de alta y que el 51 por ciento no
haban tomado en cuatro aos. El 81 por ciento que tuvieron un desliz
(recada), volvieron a la abstinencia total sin regresar a tratamiento. Tal vez
lo ms importante de todo esto es que el 91 por ciento dicen que como
resultado del tratamiento han disfrutado de una mejora importante, en su
vida familiar, en su trabajo y en su felicidad personal.
Muchas veces fracasa el intento de una intervencin; entonces qu?
Ciertamente las cosas no estn peor que antes, probablemente hasta mejor.
Mucho ha sido aprendido por todos y no hay razn para que el aprendizaje
se detenga. La familia puede permanecer en tratamiento, ya sea que el

Dependiente acepte unirse a ellos o no. Antes de que concluya la reunin

de intervencin, deben aclararle a l los pasos que planean tomar para
continuar con sus propias recuperaciones. stos pasos pueden significar
algunos cambios en actitudes, comportamientos y relaciones que le
afectarn tambin al adicto. Los familiares pueden elegir ponerse del lado
del adicto y tratar otra Intervencin ms adelante, cuando nuevas
circunstancias sugieran que se pueda tener ms xito. Los familiares
pueden elegir esa otra opcin, que siempre est abierta. Cualquiera que sea
el resultado del intento de intervencin, la continuacin de recuperacin
individual de la familia es vital para el bienestar personal y para las
oportunidades del Dependiente de que eventualmente logre la sobriedad.
Sin esto los efectos que debilitan por la enfermedad familiar se instalan otra
vez en el cuadro familiar.

LA INTERVENCIN FAMILIAR
El proceso que acabamos de ver puede ser llamado, Intervencin Directa,
ya que confronta el problema de la familia desde su propio origen: el
Dependiente.
El acercamiento fue desarrollado en respuesta nuestro nuevo entendimiento
del que el alcoholismo es una enfermedad; y que se puso en claro que
alguien debera tomar accin directa en persuadir al alcohlico o adicto a
que busque ayuda, mientras haya tiempo todava.
En la ltima dcada hemos dado un paso adelante al descubrir que el
alcoholismo y la drogadiccin no es solo un problema individual, si no una
enfermedad familiar que afecta a cada miembro, y a cada faceta de la vida

familiar. Tambin hemos anotado que el cambio en cualquier punto del

sistema familiar puede afectar sta enfermedad compartida. Esto ofrece
muchas nuevas posibilidades de tratamiento. Una crisis en la vida de
cualquiera de los miembros de la familia se puede convertir en un "fondo ",
que traer a todos incluyendo al Dependiente a ir a tratamiento. Llegar
hasta el Dependiente de manera indirecta es lo que llamamos "Intervencin
Familiar". Es un proceso de reaccin en cadena, usualmente iniciado por la
persona o miembro de la familia que fue en busca de ayuda.
Una alta proporcin de profesionales que ayudan han aprendido a
reconocer los sntomas de la dependencia qumica, y a motivar a su
paciente a recibir la ayuda que necesita. Ahora tambin estamos
entrenndoles para que reconozcan los sntomas que caracterizan a los
otros miembros de la familia alcohlica o adicta. Mucha gente en la
comunidad tiene ste conocimiento, y las familias ya no tienen que buscar
ayuda de su propia voluntad, si no que literalmente los confrontan.
Especialmente los empleadores se han involucrado en la Intervencin de
Familia. Estando alertas de los sntomas de dependencia individual,
tambin se han convertido en observadores de los signos para posibilitar el
tratamiento. Cuando un buen empleado comienza a faltar al trabajo, a estar
quisquilloso e irritable, a quejarse de dolores frecuentes de cabeza o de
espalda, a parecer preocupados y cometer errores, al entregar menos trabajo
y tener ms accidentes, a utilizar montos excesivos de beneficios de seguro
mdico para asuntos relacionados con males debidos al estrs, el supervisor
est bastante seguro de que el empleado est bajo algn tipo de estrs
personal severo. En compaas que tienen conocimiento acerca de
alcoholismo o drogadiccin, se sospecha la presencia de ste en alguna otra
parte de la familia.

Tambin los mdicos estn aprendiendo que sus pacientes Adictos,

especialmente aquellos con sntomas de estrs (problemas Digestivos,
dolores de cabeza, dolores de espalda, ganar o perder peso sin explicacin,
presin alta, sntomas cardacos, nerviosismo depresin) pueden tener
una pareja o un pariente adicto o alcohlico.
En nios o adolescentes, alergias, asma, malestares de estmago frecuentes,
baja resistencia a resfros o enfermedades de la niez, mojar la cama,
hiperactividad, sobre peso bajo peso, complicaciones de promiscuidad o
abuso de drogas, un embarazo no deseado, son pistas de que alguno de los
parientes puede ser alcohlico o adicto. Por su parte los abogados y los
sacerdotes o pastores estn aprendiendo que discordias maritales,
problemas financieros, delincuencia juvenil, cargos por manejo imprudente
o embarazos no deseados, ocurren todos frecuentemente en familias
alcohlicas, y tienden a repetirse a menos que el problema fundamental sea
identificado.
En los sistemas escolares, maestros, consejeros y administradores, estn
aprendiendo que los nios que requieren la mayor cantidad de atencin y
de tiempo, los perturbadores, los que logran menos, los ausentes, los
solitarios, los jvenes hiperactivos con problemas de aprendizaje, estn
demostrando caractersticas de hijos de padres alcohlicos o de adictos (as
como los educadores adquieren ms conocimiento sobre los Hroes de
familia, tambin pueden encontrar su antigua admiracin por el enrgico
presidente de la clase, el estudiante de solo A que trabaja duro, o el atleta
estrella, ahora se mezclan con preocupacin de que si el joven seguir el
camino para triunfar).

Recuerdo una familia donde los problemas de la escuela de un nio de

siete aos, fueron el punto de intervencin de tres generaciones ligadas a
angustias relacionadas al alcohol. Joel se comportaba tan mal en la escuela
hasta el punto que la maestra se dio por vencida al tratar de manejarlo. Lo
refiri al psiclogo de la escuela para que le hicieran unas pruebas. El
psiclogo no pudo encontrar nada anormal en el nio, pero si not que los
padres parecan estar en un alto nivel de estrs. Como yo estaba trabajando
con familia, lo refiri otra vez, pero ahora a mi En la apertura de nuestra
sesin inicial, ped presentaciones. Primero habl la madre, luego el padre,
pero Joel su nico hijo, no dijo nada. Cuando le pregunt su nombre se
arrastr hasta detrs de una silla y se escondi. A causa de esto, los padres
empezaron a discutir acerca de su comportamiento; la interaccin que
sostuvieron me dio algunas pistas. Suger que los padres trabajaran
conmigo y con Joel en nuestro grupo de terapia para nios. En las semanas
siguientes ellos hablaron de la relacin entre ellos y de la historia de sus
familias. La esposa expres gran cantidad de rencor por la atencin que su
esposo le daba a la madre y el admiti que senta ms obligacin hacia ella
que hacia su esposa e hijo. A medida que fuimos explorando las posibles
razones de sta actitud y l descubri que se senta culpable por la infeliz
situacin que su madre viva (el padre beba demasiado). Suger que
intervinieran para conseguir ayuda a su padre. Slo la idea asust a mi
cliente, pero al realizar el precio que su esposa e hijo estaban pagando por
esto, accedi. Empezamos entonces a prepararnos para la intervencin.
Durante el perodo de entrenamiento, ambos marido y mujer, llegaron a
reconocer en sus propias personalidades y, en su matrimonio, cuntas
cualidades haban trado con ellos de las familias en las que crecieron. Por
primera vez pudieron entender lo que se estaban haciendo el uno al otro y
un nuevo espritu de franqueza y preocupacin comenz a desarrollarse
entre ellos. Con el tiempo su relacin era suficientemente fuerte y poda

afrontar y sentir cierta preocupacin por el padre de l. Durante todo el

proceso, Joel fue rara vez mencionado. No obstante, en el grupo de nios el
aprendi a hablar sobre sus sentimientos ya compartir sus temores a causa
de lo que suceda en la familia. Su comportamiento en la escuela mejor
gradualmente. Esta historia tuvo un final feliz. La intervencin fue muy
buena y el abuelo de Joel consinti en ir a tratamiento. Para el momento en
que fue dado de alta, todas las tres generaciones estaban bien y en vas de
unas vidas ms felices.

UN RETO AL CORAJE PROFESIONAL

Sospechar alcoholismo o adiccin pone al profesional en una situacin
delicada. Aunque los sntomas que l vea sean caractersticas de algunos o
ms roles de una familia alcohlica, el alcoholismo puede que no sea la
nica causa posible. Probablemente no tenga una evidencia decisiva que
confirme su sospecha, y tampoco cuenta con una admisin honesta de la
familia. La regla de esconder en las familias alcohlicas o de adictos es tan
hermtica que a veces nadie se atreve a admitir la verdad; es ms, pueden
estar negndoselos a ellos mismos todava. An ms, la responsabilidad
profesional le exige que haga algo. Si sta familia en efecto demuestra que
es alcohlica, necesita ayuda lo ms rpido posible. Son en cualquier caso
familias disfuncionales, siendo cualquiera la causa y sus esfuerzos los
guiarn sin duda a mejorar sus vidas.
Su nica opcin es de confrontarlos con la evidencia y tratar de ganar el
apoyo para su cooperacin. El primer paso es llamar al cliente
(pariente/feligrs/estudiante/empleador)

para

discutir

la

situacin.

Usualmente si sta persona es adulta, terminar haciendo el papel de

posibilitador. Cuando el problema inmediato concierne a un nio, los

padres deben ser citados con o sin el hijo, dependiendo de la edad de ste.
Si como se sospecha, uno de los padres es alcohlico o adicto,
probablemente slo el cnyuge se presentar para la entrevista otra vez. La
meta del profesional, por supuesto, ser revisar sus sospechas sobre si el
mismo cliente est involucrado con qumicos? El cnyuge? Algn pariente?
Sutilmente indagando por informacin el profesional empezar con unas
preguntas generales acerca de lo que est pasando en la vida de esa persona
(o su hijo) que pueda estar causando estrs. Si el cliente se siente en una
atmsfera de cario, preocupacin y de aceptacin sin ser enjuiciado,
puede que encuentre irresistible la oportunidad de desahogarse y dar un
retrato claro de lo que sucede en el hogar.
An en casos donde la familia est rgidamente unida en su negacin
caracterstica, el profesional tiene una influencia considerable. El cliente se
encuentra en una crisis y tiene gran necesidad de confiar en el profesional y
de mantener su simpata y sus servicios. Con un mdico, abogado o pastor,
la familia probablemente lo haya buscado,'con un empleador o consejero
escolar corren el riesgo de perder sus medios de ganarse la vida o que
suspendan al hijo. Cualquiera de stas es una motivacin apremiante para
cooperar. El profesional tiene que apreciar cunta influencia tiene y usarla
primero para determinar todo lo que pueda acerca de la situacin de la
familia y luego hacer que la familia acuda a un consejero de alcoholismo, a
menos que la posibilidad de alcoholismo o adiccin quede decisivamente
fuera. Debe presentar cada evidencia que tiene de la manera ms franca,
clara y compasiva que pueda, enfatizando en la seriedad de la situacin.
Luego l debe explicar porqu cree que el problema est relacionado con el

alcoholismo, educando a la familia en la medida que avanza. Finalmente,

har su recomendacin:
"tengo razn para creer que en su hogar existe un problema de
dependencia qumica, as que por esto los estoy refiriendo a tal y tal
Centro de Informacin para averiguar.
En algunos casos, el profesional tratar de resolver el caso especfico que
fue trado a l en primer lugar. En otros sentir que es ms inteligente
prestar sus servicios luego, a condicin de que la familia primero siga con
lo que el refiri, ya sea porque necesitan la motivacin adicional que la
situacin pueda proveer, o porque siente que es intil tratar con el problema
especfico mientras el problema fundamental contina.
Una vez que la familia hace su primer contacto con el Centro de
Informacin sobre el Alcoholismo o drogadiccin, la intervencin puede
proceder casi de la misma manera como si ellos hubiesen reconocido su
propio problema y buscaron consejo voluntariamente. Como sea, pueden
necesitar un entrenamiento ms largo y motivador para poder confrontar al
Dependiente con xito.
A travs de ste proceso, el profesional que interviene con una familia
enfrenta muchos de los mismos retos que enfrentan los miembros de la
familia que intervienen con el Dependiente. Debe elaborar y practicar bien
su defensa y traerlos sin escapatoria cara a cara con la crisis (muchas veces
crisis mltiples) en las que se encuentran; debe citar cada mnimo dato que
ha conseguido en completo y puro detalle, debe ofrecer una recomendacin
correcta de cmo y dnde pueden encontrar ayuda. Finalmente, debe hacer
muy clara la falta de alternativas y las probables consecuencias de fracasar

en buscar ayuda, incluyendo cualquier cambio que pueda significar en su

relacin con l.
Como cualquier otro interventor, el profesional debe encontrar la
intervencin como un trabajo no placentero y debe sentir mucho por la
familia para arriesgar provocar la hostilidad de ellos. Pero si tiene
suficiente preocupacin y valor para confrontarlos con la verdad, l podr
ser el eje en el cul su problemtica vida de vuelta atrs hacia la esperanza
y la felicidad que provee la recuperacin.