Microsaberes y Micropoderes
Microsaberes y Micropoderes
Microsaberes y Micropoderes
Hacer un anlisis riguroso del concepto saberes vampiros, tal y como los define Beatriz Preciado,
como saberes contra-dominantes (en terminologa foucaultiana podramos denominarlos
microsaberes) interrelacionados con un sistema de subyugacin sexo-gnero al ms puro estilo
Gayle Rubin en El trfico de mujeres: notas sobre la economa poltica del sexo (1975), requerira
un estudio detallado de sus textos para desmenuzarlos en su contenido y tratar de hallar en ellos
lo que yo denomino el prejuicio progresista.
El prejuicio progresista consiste en considerar a los negros, gitanos, nios, mujeres, homosexuales,
obreros, etc.; es decir, a los dbiles y marginados, por el mero hecho de serlo, personas buenas,
honestas, solidarias y poseedoras de una verdad que supuestamente se trata de ocultar; es decir,
vctimas. Como si no hubiese mujeres, nios, homosexuales, negros, obreros, gitanos...,
maldicientes, hipcritas, envidiosos, manipuladores, maltratadores, traidores, tiranos o asesinos
con quienes son ms dbiles y marginados que ellos; esto es, verdugos. En este sentido, hay que
tener siempre presente la teora de los micropoderes de Foucault pues, a mi entender, el
feminismo estara ms all de ellos en tanto en cuanto, en la actualidad, su capacidad de coaccin
y chantaje polticos, y de manipulacin de la realidad, sera equiparable a la de los poderes
instituidos.
El planteamiento de Preciado se imbrica con el concepto conocimiento situado de Donna
Haraway (1991), que viene a ser la aplicacin de la teora de la relatividad general de Einstein
(1915) al estudio de las sociedades: la percepcin de la realidad est condicionada por el
observador; ya sea por su posicin en el espacio (en el caso de Einstein) o por su gnero, clase
social, raza, religin, etc. (en el caso de Haraway). Nos encontramos, pues, ante una teora crtica
de la sociedad tal y como la propuso en los aos 1930 la Escuela de Frankfurt, aunque en estas
autoras (en el feminismo en general), no se concibe la sociedad como un todo, como hacan
Adorno, Horkheimer, Benjamin, Marcuse, y los dems tericos frankfukrtianos, sino que se
subdivide de forma maniquea, simplista y polticamente interesada en dos bandos confrontados
de forma radical en funcin del gnero al que se pertenezca: a un lado, los buenos: las mujeres,
con las ensayistas feministas a la cabeza, y enfrente el malo: el hombre blanco y heterosexual
(llamado insistentemente varn por el movimiento feminista, con la pretensin de des-humanizarlo
y des-masculinizarlo); tanto ms malo (pecador) cuanto ms sexualmente promiscuo sea,
reproduciendo as de forma fiel la histrica y rancia doctrina sexual del puritanismo protestante
anglosajn y de la Iglesia catlica, apostlica y romana.
Por su propia definicin, el conocimiento situado afecta a todos, se pertenezca al gnero al que se
pertenezca y se profese la ideologa que se profese, lo cual conlleva necesariamente que sus
conclusiones y aplicaciones estn tambin situadas. Solo as se puede comprender que una
terica y seguidora de la teora queer (Beatriz Preciado), que proclama la absoluta construccin
social de las identidades sexuales individuales opte por someterse a un tratamiento mdico
(despus de todo un bio-poder en el sentido que lo describe Foucault en La voluntad de saber),
para adquirir ya no genotpicamente (puesto que todava no es factible), sino fenotpicamente,
una identidad masculina (Paul B. Preciado) contra la que siempre ha batallado. Deca Marx que los
trabajadores (incluyendo a las mujeres) no tienen patria. La evolucin biolgica y sociocultural
humana ha demostrado que lo que no pueden no tener las personas es gnero; cualquiera que
este sea.
Xabier Vila-Coia, 2016