Investigacion en Alfalfa IGBI UNTRM Justo Mendoza

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UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRIGUEZ DE MENDOZA DE AMAZONAS

INSTITUTO DE INVESTIGACION EN GANADERIA Y BIOTECNOLOGIA

PRIMER AVANCE DE INFORME DE INVESTIGACION DE EVALUACION CUANTITATIVA DE


CUATRO VARIEDADES DE ALFALFA CON DIFERENTES TIPOS DE FERTILIZANTE EN LOS TRES
PRIMEROS CORTES EN EL FUNDO INIA - LUYA

PRESENTADO POR:
Ing. JUSTO MENDOZA CACHAY

CHACHAPOYAS AMAZONAS -PER

2015

1.

INTRODUCCIN

La alfalfa (Medicago sativa L.) es uno de los cultivos forrajeros importantes en la


alimentacin del ganado lechero, debido a su alto rendimiento de materia seca, alto contenido de
protena y aceptable digestibilidad. sta especie es sumamente verstil, ya que puede ser
cosechada en verde, apacentada, henificada o ensilada (Lancefield et al., 1998). En las regiones
rida, semirida y templada, es ampliamente utilizada para alimentar al ganado lechero
(Amndola et al., 2005). Sin embargo, los elevados costos de produccin representan un
problema para los productores que utilizan a la alfalfa como la principal fuente de alimento para
el ganado, el cual se acenta en la poca de invierno, cuando la produccin de forraje no es
suficiente para satisfacer la demanda. Las causas de que se eleven los costos son, principalmente,
la baja produccin invernal y la limitada persistencia de la pradera (Rivas et al., 2005).
Por otra parte, la persistencia y rendimiento de una pradera depende de la frecuencia de
defoliacin y riegos, ya que influyen en la dinmica de crecimiento (cambios en densidad y
tamao de tallos), la tasa de aparicin, elongacin y vida media de las hojas (Chapman y
Lemaire, 1993; Matthew et al., 1997; Hernndez-Garay y Martnez, 1997). Prez et al. (2002)
demostraron que conocer la velocidad de rebrote entre defoliaciones sucesivas es fundamental
para entender el efecto de la frecuencia y severidad de cosecha sobre el rendimiento. Hernndez
et al. (1992) evidenciaron que la frecuencia de corte de alfalfa debe definirse con base en el
estado de desarrollo de la planta, para lograr los mximos rendimientos anuales de forraje y
persistencia. Debido a ello, es necesario determinar a travs del ao las frecuencias de corte
apropiadas, con la finalidad de obtener una mayor persistencia y alta productividad de la alfalfa.
Dado lo anterior, el objetivo del presente estudio fue: evaluar las variables que determinan el
crecimiento y rendimiento de cuatro variedades de alfalfa a intervalos de corte
definidos. Por lo que para cumplir el objetivo anterior, se plante como hiptesis que existen
diferencias en el rendimiento entre las cuatro variedades de alfalfa, como respuesta a la
interaccin genotipo-ambiente - fertilizacin.

2.

REVISIN DE LITERATURA
2.1.

Descripcin botnica y agronmica de alfalfa.

La alfalfa (Medicago sativa L.) originaria de Irn y Asia Menor, es la planta ms utilizadas como
forraje en el mundo (Bouton, 2001). Es una planta perenne, de crecimiento erecto, tallo de 60 a
100 cm de altura poco ramificado, hojas trifoliadas, con el foliolo central largo y los foliolos
laterales ovalados, generalmente sin pubescencia, con mrgenes lisos, bordes superiores
ligeramente dentados y unidos al tallo por un peciolo (Muslera y Ratera, 1991). Los tallos son
delgados, slidos o huecos y la raz es pivotante y alcanza varios metros de longitud, con una
corona, de la cual emergen los rebrotes, que dan origen a los nuevos tallos; las flores son de color
azul o prpura, dependiendo de la variedad (Del Pozo, 1983).
La alfalfa es cultivada en una amplia variedad de suelos y climas. Se adapta a altitudes
comprendidas entre 700 y 2800 msnm, a suelos profundos, bien drenados, alcalinos y tolera la
salinidad moderada; sin embargo, su desarrollo es limitado en pH inferior a 5.0. La acidez
provoca que no sobreviva y se multiplique el Rhozobium meliloti especfico y no soporta el
encharcamiento, por lo que se considera una especie muy sensible a la acidez del suelo. El pH
crtico para su desarrollo vara de 5-6, debajo del cual es necesario, corregir la acidez del suelo.
La temperatura ptima de crecimiento flucta entre los 15 y 25 C durante el da y de 10 a 20 C
en la noche. Por la longitud y profundidad de sus races, es resistente a la sequa, pues obtiene
agua de las capas profundas del suelo (Muslera y Ratera, 1991). Por pertenecer a la familia de las
Fabaceae, hace un notable consumo de Ca y Mg que, de contenerlos el suelo en proporciones
suficientes para el requerimiento de la planta, hace necesario solamente el agregar fertilizantes
fosfatados y potsicos (Juncafresca, 1983).
La toxicidad por Mn y Al, es una de las causas principales del escaso crecimiento de la alfalfa en
suelos cidos, afectando adversamente al desarrollo de las races. Existe, adems, una interaccin
negativa entre el P y el Al, que hace que disminuya la cantidad de P disponible, cuando el
contenido de Al libre en el suelo es alto (Muslera y Ratera, 1991). Es por ello, que en suelos
cidos es necesario aplicar cal y P con la finalidad de incrementar el rendimiento de forraje y su
persistencia (Soto et al., 2004).

2.2.

IMPORTANCIA DE LA ALFALFA (Medicago sativa L.)

Bouton (2001) menciona que la alfalfa, es la leguminosa forrajera, ms utilizada a nivel mundial
en la alimentacin del ganado lechero, con aproximadamente 32000000 ha cultivadas; Estados
Unidos y Argentina tienen la mayor superficie sembrada con 16 millones de ha. La introduccin
de esta especie al continente Americano se realiz primero en la regin Sur (Argentina, Chile,
Per y Mxico) donde fue llevada por los conquistadores. En 1850 fue introducida en
California como trbol de chile y su expansin y popularidad aument a partir de ese
momento en Amrica del Norte, aunque anteriormente hubo otros intentos de su introduccin
(Muslera y Ratera, 1991).
En Mxico la alfalfa es la principal fuente de alimentacin del ganado productor de leche, cuyas
producciones ocupan cada da un lugar ms importante en la alimentacin del hombre, por lo
que frecuentemente ha sido llamada la reina de las plantas forrajeras (Del Pozo, 1983). A nivel
nacional, los cultivos forrajeros con mayor participacin en el rubro econmico, son la avena
forrajera con 942 mil has y con un valor econmico en el medio rural de $ 4,567/ton. Por su
parte, la alfalfa, participa con 387 mil has con un valor econmico de $ 2,604/ton (SAGARPA,
2011). La superficie sembrada de alfalfa en Mxico se ha incrementado de 287,128 ha en 1997
a 393,180 ha en el 2010, con una produccin de 29653,784 ton materia verde, y un promedio
anual de 75.9 t ha-1, siendo los estados de Baja California Sur y San Luis los que tienen los
mejores rendimientos

nivel nacional con 128 y 144 t MV ha-1, respectivamente

(SAGARPA,
2010).

La alfalfa, se cultiva principalmente en las cuencas lecheras de Durango, Coahuila, Hidalgo,


Estado de Mxico, Puebla, entre otras. Comparativamente con otros cultivos perennes, la
alfalfa, despus de los pastizales y praderas, es de los ms importantes como alimento para el
ganado lechero, considerando las necesidades de leche que demanda la poblacin nacional
(Mendoza et al., 2000). El comportamiento de la produccin nacional de alfalfa, disminuy del
ao de 1985 a
1991 y de ste a 1997 aument ligeramente, mismo comportamiento se reportan del ao 2007 al
2011, en el rubro, superficie sembrada y produccin (SAGARPA SIAP, 2012).

2.3. DESCRIPCIN DE LAS VARIEDADES ESTUDIADAS


Dada la gran importancia que tiene la alfalfa a nivel mundial, existe una constante liberacin de
nuevas variedades en el mercado internacional. Estas son introducidas en el mercado nacional,
lo cual genera cierta incertidumbre, en cuanto a su adaptacin y persistencia (Zaragoza et al.,
1992). Salinas (1988) menciona que existen alrededor de 23 variedades de alfalfa en el
mercado nacional, y las que han mostrado mayor rendimiento, son las que no presentan
dormancia en invierno, refirindose a aquellas variedades criollas nacionales o las que no han
sido formadas por seleccin a partir de stas, que destacan por su rendimiento de forraje y
buenas caractersticas agronmicas.
Ruggieri (2001) seala que la adaptabilidad de genotipos a diferentes medios, es importante
para alcanzar altos rendimientos y mantener su persistencia, mejorando los sistemas forrajeros.
En Per, existen numerosos ecotipos locales y variedades, adaptadas a las ms diversas
condiciones de clima, suelo y explotacin. Sin embargo, son susceptibles a plagas y
enfermedades; otras tienen una recuperacin lenta despus del corte, presentan dormancia en
invierno o su rendimiento es bajo (Mulsera y Ratera, 1991). Al respecto, Gerlinas (1988)
consigna que para que el cultivo del alfalfa sea exitoso, es importante seleccionar la variedad a
emplear, que tenga resistencia a plagas y enfermedades, mayor nmero de hojas por tallo y sea
fcil de manejar.
A continuacin se hace una breve descripcin de las variedades utilizadas en el presente trabajo
de investigacin:

2.3.1. ALFALFA DORMANTE HIBRIDA - W350.


Es una variedad de alfalfa dormante, es decir que la planta desarrolla eficientemente
cuando hay condiciones agrolgicas favorables y duerme cuando se presentan
condiciones desfavorables, como por ejemplo: sequas prolongadas, heladas, e
inclusive cada de nieve, luego apenas mejoran las condiciones despierta y continua
su desarrollo. Se establece muy bien desde el nivel del mar hasta los 2,800 metros
de altitud y si hay riego crece permanentemente garantizando hasta 6 cortes por
ao. En cada corte se puede obtener 20,000 kilogramos por hectrea. Manejo de
alfalfas MINAG 2008, 22 pg.
5

2.3.2. ALFALFA BEACON.


Es una variedad desarrollada en USA por FORRANGE GENETICS que por su
grado de dormancia, asegura altos rendimientos forrajeros durante todas las
estaciones del ao, teniendo adems una excelente persistencia que le da gran
estabilidad y larga vida. En pruebas realizadas en diferentes valles de los estados
unidos se ha mostrado con singular consistencia como la variedad de mejores
rendimientos, superando a variedades tradicionales de similar dormancia como
CUF 102. Alta resistencia a fusarium, fhitoptora, nematodos del nudo de la raz y
los fidos. Moderada resistencia a verticilium y antracnosis, es una variedad con
rpido rebrote despus del corte, bien adaptado a condiciones de costa y sierra baja
y media. Catlogo de semillas forrajeras hortus alianza esperada trabajando para la
ganadria peruana 15 pg. 2010

2.3.3. ALFALFA MOAPA.


Esta variedad provee ventajas sinificativas en rendimiento, calidad, y resistencia
insectos y pestes rpido rebrote, larga persistencia y mayor valor alimenticio
relativo, atributos probados que pronto la aran la eleccin nmero uno para la
siembra de alfalfa en el Per.

Alfalfa no dormante (dormancia 6)

Muy alto rendimiento en una amplia gama de tipos de suelo y poca de


cosecha.

Sobresalientes niveles de protena, % NDT, y digestibilidad cuando se


compara con la competencia, Mayores ingresos en heno y lechera.

Muy resistente a los principales insectos, enfermedades y nematodos.

Muy buena apariencia visual en el campo, hojas anchas y verdes, tallos


finos y tolerancia a enfermedades de las hojas.

Sobresaliente persistencia bajos sistemas de manejo intensivo.

Muy rpida recuperacin despus de los cortes.

Catalogo forrajes semillas forrajeras hortus alianza esperada trabajando para la


ganadria peruana 15 pg. 2010.
6

2.3.4. ALFALFA W 712.


Su potencial de rendimiento sobresaliente y superior valor nutricional hace de la
WL-712 la mejor opcin para productores de heno y productores de leche que
buscan una alfalfa de dormancia 10, que maximice la produccin y rentabilidad en
temporadas largas de cultivo.

Cultivo activo en invierno, no dormante (dormancia 10.2)

Alta resistencia a las principales especies de fidos

Alta resistencia a pudricin radicular por phitophtora. Esto le da una


excelente persistencia en suelos hmedos y de pobre drenaje.

La alfalfa WL-712 genera una mayor ingesta de forraje, lo cual mejora


la produccin lctea y la rentabilidad del productor.

Cultivar de dormancia 10 ideal para produccin de heno, produce altos


rendimientos y altos contenidos de hojas en el heno con un alto % de
NDT. Catalogo forrajes semillas forrajeras hortus alianza esperada
trabajando para la ganadria peruana 15 pg. 2010.

2.4. Rendimiento y crecimiento estacional de forraje

Cada variedad de alfalfa representa una combinacin especfica de caracteres genticos, cuyo
potencial productivo se expresa de manera diferente, segn las condiciones ambientales en las
que se cultiven. No existe una mejor variedad para todas las condiciones productivas, la
eleccin acertada de alguna variedad depende de combinaciones de condiciones climticas,
edficas, prcticas de manejo, particularmente la forma de aprovechamiento de la pradera, ya
sea corte o pastoreo (Salinas, 2005).

De esta manera, el rendimiento de MS es la acumulacin de los diferentes componentes


morfolgicos de la planta a travs del tiempo, por lo que, conforme crece la especie de inters y
aumenta el tiempo entre una cosecha y otra, el rendimiento incrementar, con una reduccin en
la calidad, como resultado de mayor acumulacin de carbohidratos estructurales (Jimnez
y Martnez, 1984; Duthill, 1989).
7

Por otra parte, el crecimiento es el aumento irreversible en la masa de la planta y es, por tanto,
un fenmeno cuantitativo susceptible de medirse y expresarlo como aumento en longitud o
dimetro del cuerpo del vegetal y peso (Rojas, 1993) y es producto de diversas interacciones del
clima con las especies vegetales, suelo y prcticas de manejo (Pearson e Ison, 1987; Velasco et
al., 2001).

Hernndez-Garay et al. (1992), sealan una serie de ndices de eficiencia del crecimiento
vegetal, tales como la tasa de crecimiento del cultivo (g d-1) que mide el incremento en materia
vegetal por unidad de tiempo; la tasa relativa de crecimiento (g g-1 d-1) que mide el
incremento en material vegetal por unidad de material vegetal presente por unidad de
tiempo; la primera variable representa la actividad fotosinttica de la pradera y vara segn el
manejo y condiciones ambientales, de tal manera que es difcil predecir el crecimiento,
particularmente a largo plazo (Hodgson et al., 1981).
Bajo el concepto de que las condiciones ambientales, particularmente el clima determinan la
estacionalidad en la produccin de MS, se tiene para la regin templada del pas, una poca de
abundancia durante la primavera-verano producto de las condiciones climticas favorables y un
periodo de deficiencia en el otoo-invierno, a consecuencia de las bajas temperaturas y heladas.
Al respecto, Villegas et al. (2004) sealaron que la edad al corte de la alfalfa vara con la
estacin del ao y con la variedad. Volenec et al. (1996) indican que la alfalfa, en invierno
reduce el crecimiento vegetativo, mientras contina el crecimiento de su raz, para
posteriormente volver a disminuir. En primavera, la fotosntesis es mxima por el mayor
nmero de horas luz; sin embargo, las necesidades respiratorias son ya importantes, al
elevarse paulatinamente la temperatura. Entre la respiracin y el crecimiento, la planta agota
los carbohidratos que asimila, por lo que las reservas se mantienen ms o menos en su nivel
anterior (Del pozo, 1983). Varella et al. (2001) indican que en primavera y verano, son las
pocas con mayor produccin de materia seca.

La capacidad que posee una pradera para producir MS, depende de la disponibilidad de
nutrientes, agua y, principalmente, del grado de intercepcin de la radiacin solar por la lmina
foliar (Horrock y Vallentine, 1999); con el aumento de la cantidad de hojas, se tiene una mayor
8

intercepcin de luz, pero las hojas en los estratos inferiores reciben menor intensidad y calidad
de luz, por lo que provocan la reduccin del crecimiento o de la tasa de asimilacin neta; por
ello, el mayor rendimiento de los forrajes, coincide con el mayor ndice de rea foliar y la mayor
masa foliar verde (Morales et al., 2006a).

Hernndez-Garay y Martnez (1997) mencionan que el conocimiento de la estacionalidad en la


produccin de forraje, es un aspecto primordial para optimizar la interaccin suelo-planta, ya
que permite detectar los tiempos de mayor y menor disponibilidad de forraje y, con ello, adoptar
diferentes condiciones de manejo, con el propsito de maximizar la disponibilidad de forraje y,
por ende, la produccin animal. Otro aspecto importante relacionado con el rendimiento,
es el efecto que tienen, en la aparicin de los asimilados a las funciones de crecimiento,
tales como la expansin de las hojas, elongacin de entrenudos, desarrollo floral y acumulacin
de carbohidratos en los tejidos de la raz (Bula y Masengale, 1972).

Rojas (2011) al evaluar 10 variedades de alfalfa, encontr que independientemente de la


variedad, el mayor rendimiento estacional de forraje se observ en verano, seguido de
primavera, otoo e invierno, presentando un promedio estacional de las variedades con el
siguiente orden: Verano 36% > Primavera 27% > Otoo 24% > Invierno 13%. Por su parte,
Morales et al. (2006a) al evaluar 14 variedades de alfalfa lograron una produccin promedio de
MS de 4.16 t ha-1 corte-1 y encontraron que la mayor produccin coincidi con los meses
ms calurosos, debido a que la temperatura e intensidad de luz fueron mayores; en
contraste, la menor produccin ocurri en los meses ms fros. Tambin, Rivas et al.
(2005) al evaluar cinco variedades de alfalfa registraron rendimientos anuales de 38, 38, 36, 27
y 29 t de MS ha-1 ao-1 en las variedades San Miguel, Oaxaca, Moapa, Valenciana y Cuf-101,
respectivamente.

Para el Valle de Mxico, Ramos y Hernndez (1970) mencionan que el mayor rendimiento de
alfalfa, se logra con cortes a una altura de la planta de 65 cm en verano y de 32 cm en invierno,
con un intervalo entre cortes de 40 das. Hernndez y Prez (1998) observaron que la variedad
Moapa, alcanz la mayor acumulacin de MS durante el verano, a la cuarta semana de rebrote,
mientras que Salas (1998) obtuvo el mximo rendimiento de forraje a la cuarta y quinta
9

semanas de rebrote en verano y otoo, respectivamente. Por otra parte, Villegas et al. (2004)
registraron el mayor ndice de rea foliar (IAF) en primavera, cuando las condiciones
favorecieron a esta especie. Anteriormente, Hernndez-Garay et al. (1992) observaron que
en alfalfa el mayor rendimiento y tasa de crecimiento, estn asociados con la alta tasa absoluta
de crecimiento.

2.5. INFLUENCIA DEL CLIMA EN EL RENDIMIENTO DE FORRAJE


De acuerdo a Muslera y Ratera (1991) los objetivos en cualquier explotacin a base de forrajes
deben ser; mantener un nivel de reservas de carbohidratos en races y coronas elevado,
permitiendo que se recuperen las plantas despus del corte y obtener un mximo de produccin
de forraje con una calidad de forraje elevada. Para lograr lo anterior es necesario considerar
ciertos factores de manejo y ambientales que se describen a continuacin:

2.5.1. TEMPERATURA.
La temperatura es un elemento ambiental importante, que vara durante la
estacin de crecimiento e influye en la morfologa de la alfalfa, por lo que es
considerada como una especie de da largo y la floracin es mayor en regiones con
fotoperiodo superior a 12 h (Muslera y Ratera, 1991; Horrocks y Vallentine, 1999).
La temperatura controla la velocidad de germinacin, principalmente por su
funcin en la regulacin del metabolismo de la semilla; as, incrementos en la
temperatura hasta cierto lmite, aumentan la tasa de germinacin y emergencia
(Hanson, 1988; Duthill, 1989). La semilla de alfalfa comienza a germinar a
temperaturas de 2 a

C, siempre que los factores restantes (humedad,

fertilizantes, etc.), no acten como limitantes. La germinacin es ms rpida


cuanto ms alta sea la temperatura, hasta alcanzar el ptimo, aproximadamente,
a los 28 - 30 C (Muslera y Ratera, 1991). Temperaturas por encima de los 38 C
resultan ya letales para la joven plntula (Hanson, 1988; Duthill, 1989).

Distintos son los requerimientos en temperaturas para la planta en activo


crecimiento y produccin forrajera. Durante los meses fros del invierno la
10

alfalfa detiene su crecimiento, especialmente algunas variedades, toleran, sin


dificultad, temperaturas tan bajas entre los 10 y 15 C bajo cero. Al elevarse la
temperatura durante el ao (propias de primavera y verano), la produccin se
incrementa, con temperaturas medias anuales alrededor de 15 C, la produccin es
ya significativa. El ptimo se sita, segn las variedades, en un intervalo entre 18
y 28 C (Del Pozo, 1983).

Jimnez y Martnez (1984) sealan que el aumento de la temperatura afecta la


respiracin y la energa aleatoria de la planta y se duplica o triplica la produccin
de anhdrido carbnico por cada 10 C que aumenta la temperatura, mientras no sea
superior a los 45 C, por lo que aumenta as la formacin de materia orgnica de la
planta. De acuerdo con Chapman y Lemaire (1993) la tasa de acumulacin neta de
forraje, est en un mximo cuando se alcanza el mayor ndice de rea foliar.
Rojas (2011) report diferencias entre variedades, observando una marcada
estacionalidad en la tasa de crecimiento, con los menores y mayores valores en
invierno y verano con, 28 y 74 kg MS ha-1 d-1, respectivamente. Lo cual lo
atribuy, a que las tasas de crecimiento aumentaban conforme se presentaron
las temperaturas ptimas para el crecimiento de la alfalfa. Por otra parte, Rivas et
al. (2005) al evaluar cinco variedades de alfalfa encontraron que el mayor
rendimiento de MS por corte se present en los meses de julio y agosto, con un
promedio de 2.82 t de MS ha-1 por corte, correspondiente, con una temperatura
mnima promedio de 8 C, mxima de 30 C y una precipitacin superior a 80
mm. Dorantes (2000) observ que en la regin de Texcoco, Mxico, la alfalfa
mostr un rendimiento de forraje ms alto en mayo, debido a las temperaturas
altas, favorecieron una mayor acumulacin de MS.

2.5.2. Radiacin solar


La radiacin solar es la responsable de la variacin estacional del rendimiento de
forraje, de tal forma que, la mayor produccin en climas templados se encuentra
en la estacin de verano y no de invierno, esto es debido a que en verano la
11

cantidad de radiacin solar es mayor, y permite un mayor crecimiento de la planta,


y conjuntamente con la temperatura influyen favorablemente sobre la tasa de
fotosntesis, creando condiciones para una mayor produccin de biomasa
comparada con la temperatura de invierno, en donde la produccin de forraje
decrece debido a que hay menor captacin de radiacin solar y fotosntesis
(Zaragoza, 2000).

La calidad y periodicidad de la luz influyen en el crecimiento y desarrollo de las


plantas, porque estimulan o limitan la germinacin, la floracin de la planta y
otros fenmenos (Lemaire et al. 2000). La percepcin del estmulo luminoso,
se realiza mediante un foto receptor adecuado, como la clorofila, el caroteno o
el fitocromo, que son sensibles a diferentes longitudes de onda (Sud y Dengler,
2000). Las principales respuestas fotomorfogenticas de las plantas, estn
mediadas por pigmentos fotosensibles: fitocromo (sensible en la porcin del
rojo (R) y el rojo lejano (RL) del espectro lumnico, criocromo (sensible a la
porcin azul) y UVcromo (sensible a los rayos ultra violeta).

En trminos generales, una baja cantidad de luz y una baja relacin rojo: rojo
lejano, provocan tres respuestas

principales en las plantas: aumento de

asignacin de recursos a la parte area, alargamiento de

los

rganos

ya

existentes, reduccin del macollo y, eventualmente, una reduccin en la tasa


de aparicin de hojas (Das y De Carvalho, 2000). Cuando la concentracin de
CO2, la disponibilidad de agua y la temperatura no son limitantes, la tasa
fotosinttica es directamente proporcional, dentro de ciertos lmites, a la
radiacin absorbida por la hoja, o sea, aquella de longitud de onda entre 400 y
700 nm (Lascano y Spain,1988).
Por otra parte, el crecimiento de una planta es abastecido por la energa en
forma de azcares simples, producidos en el proceso de la fotosntesis, cuando
la clorofila de la hoja verde es expuesta a la luz solar. Mayor ser la cantidad
de luz interceptada y la tasa de crecimiento a medida que el IAF aumenta
(Hodgson, 1990; Horrocks y Vallentine, 1999). Carambula (1977), Pearson y
12

Ison (1987); y Horrocks y Vallentine (1999) mencionan, que la capacidad que


posee una pradera para producir (MS), depende principalmente, del grado
de intercepcin de la radiacin solar por las hojas y de la disponibilidad de
nutrientes y agua.
Con el aumento en la cantidad de hojas, se tiene una mayor intercepcin de luz,
pero las hojas en los estratos inferiores reciben menor intensidad y calidad de luz,
por lo que provocan la reduccin del crecimiento o de la tasa de asimilacin neta;
por ello, el mayor rendimiento de los forrajes, coincide con el mayor ndice de
rea foliar y la mayor masa foliar verde (Donald y Black, 1958; Salas, 1998;
Velasco et al., 2001; Morales et al., 2006b).

2.5.3. Humedad
En la alfalfa la humedad disponible del suelo influye en el crecimiento de
plntulas. Una apropiada disponibilidad de humedad en el suelo, durante el
estado de plntula es importante, pero los excesos de humedad reducen la
aireacin del suelo y pueden resultar en un sistema radical amarillento y plantas
con coronas pequeas; una humedad excesiva en el suelo, provoca dao a las
plntulas o prdidas por varios patgenos. El efecto del estrs hdrico, en
el crecimiento, es ms acentuado en los tejidos que se desarrollan
rpidamente; estos tejidos constituyen la mayor parte de la planta, durante la
germinacin, emergencia y crecimiento inicial (Espinoza y Ramos, 2001).

El crecimiento del dosel y de las races de plntulas de leguminosas, como la


alfalfa, disminuye, debido al incremento en el estrs hdrico (Carleton y Cooper,
1972). La limitacin de agua restringe la produccin de la alfalfa, pero no llega a
frenar por completo su crecimiento; as tambin, la alfalfa es sensible a las
inundaciones, especialmente cuando se encuentra en periodo de crecimiento
activo. Durante el invierno puede an tolerar el encharcamiento por perodos
reducidos (dos a tres das), si el tiempo se prolonga o se encuentra en cultivo en
plena estacin productiva, entonces los rendimientos descienden rpidamente,
debido al alto porcentaje de plantas que mueren al no poder respirar las races
13

(Del Pozo, 1983; Juncafresca, 1983; y Muslera y Ratera, 1991). Se considera que
para producir un kg de MS por planta de alfalfa se necesitan 700 a 800 kg de
agua, mientras que los cereales de invierno (avena, cebada y trigo) solamente
precisan de 500 a 600 kilogramos, y los cereales de verano (maz y sorgo) de
300 a 350 kilogramos (Del Pozo, 1983; Muslera y Ratera, 1991).

Carambula (1977), Pearson y Ison (1987) y Horrocks y Vallentine (1999)


mencionan que la capacidad que posee una pradera para producir materia seca,
depende de la disponibilidad de agua. Alcntara y Trejo (2007), consignan que la
adquisicin de recursos ambientales (luz, CO2, temperatura y humedad), depende
de la proporcin de hojas, tallos y races de las plantas que, mediante los
procesos fisiolgicos de fotosntesis, absorcin de agua y nutrimentos,
crecimiento y desarrollo, determinan la productividad de las plantas.

2.6. FRECUENCIA E INTENSIDAD DE COSECHA.


Para obtener una mxima productividad de las especies forrajeras, se requiere conocer el
comportamiento de las especies presentes, frente, a la cosecha peridica por corte pastoreo. La
frecuencia y la altura con que son cosechadas, determinan el rendimiento de forraje por unidad
de superficie y los componentes de las especies vegetales presentes en la pradera, generalmente
la frecuencia es ms importante que la altura de corte (Hodgson, 1979). Sin embargo, la altura de
cosecha determina el tiempo de recuperacin y la persistencia de la pradera (Mulsera y Ratera,
1991). La altura de corte o intensidad de cosecha, es la distancia que existe entre el nivel del
suelo y los tejidos del forraje remanente despus de la cosecha. La altura de corte afecta de
diferente manera el crecimiento y acumulacin de forraje en una pradera (Becerra, 1989), debido
a que influye en la rapidez o posibilidad de formacin de nuevo tejido o rebrote, por lo que a
medida que disminuye la altura de corte, el rea foliar remanente es menor lo que ocasiona que
la capacidad de rebrote sea ms lenta debido a la baja intercepcin de la luz, fotosntesis
y nivel de carbohidratos de reserva; la altura de corte tambin influye en el crecimiento de
la raz y persistencia de la pradera (Carmona, 1991).

14

La frecuencia de cosecha se refiere al tiempo que transcurre entre dos cosechas consecutivas; en
este perodo la planta intenta recuperar el tejido fotosinttico que le ha sido removido bajo las
condiciones ambientales del lugar en que se encuentra (Speeding, 1971).
El intervalo entre cosechas afecta primordialmente la cantidad de forraje y la calidad del mismo
(Elizondo, 1984). En general, la acumulacin de forraje de una pradera, es mayor a intervalos
largos; sin embargo, su valor nutritivo es menor, por lo que es comn que las praderas se corten
o pastoreen antes de que alcancen la mxima acumulacin de forraje (Velasco, 2001).

Zaragoza (2000), seala que la produccin primaria que puede ser efectivamente cosechada,
depende del promedio de vida de las hojas de la pradera en relacin con la frecuencia de corte.
Cuando el intervalo de tiempo entre cortes sucesivos es menor al ciclo de vida de las hojas, slo
la fraccin de hoja localizada por debajo de la altura de corte podr estar en senescencia y
descomponerse. En esta circunstancia el uso eficiente del forraje acumulado en la pradera
depende de la altura de corte y de las caractersticas estructurales de la pradera. Cuando el
intervalo de tiempo entre cortes sucesivos es ms largo que el ciclo de vida de las hojas, una gran
cantidad del material producido puede perderse antes de efectuarse la cosecha, por senescencia y
la diferencia entre produccin primaria y la produccin cosechada se incrementa, aun cuando la
altura de corte sea cercana al suelo.
Cosechas a intervalos cortos y severos, tienden a formar praderas postradas y densas, mientras
que frecuencias prolongadas y a una mayor altura del forraje residual, permiten que las especies
forrajeras de crecimiento erecto tiendan a mostrar un mejor comportamiento en produccin de
forraje (Holmes, 1989). Becerra y Avendao (1992) encontraron que, sin importar la altura de
corte, todas las especies forrajeras evaluadas incrementaron su rendimiento de forraje al
aumentar el intervalo de tiempo entre cosechas consecutivas bajo condiciones ambientales no
limitantes al crecimiento vegetal.
Hughes et al. (1980) y Mendoza (2008) sealan los intervalos de corte muy reducidos provocan
una disminucin de las especies deseables y una invasin por malezas. Es por eso que
Hernndez-Garay y Martnez (1997) consideran importante establecer la frecuencia de corte para
las diferentes estaciones del ao, con base en la velocidad de crecimiento estacional, por lo que
15

las tasas de crecimiento sern diferentes y por consiguiente afecta directamente el rendimiento de
forraje. Por su parte, Villegas et al. (2006) al evaluar cuatro variedades de alfalfa con dos
calendarios de corte severo y ligero, el severo consisti en cosechar cada 28 das en primaveraverano y cada 42 das en otoo-invierno; en el ligero se cosech cada 35 y 49 das en primaveraverano y otoo-invierno, respectivamente; encontraron que en verano y otoo el rendimiento fue
favorecido con el calendario ligero, mientras que en invierno fue mejor el calendario severo,
siendo, las variedades Oaxaca y Tlacolula las que rindieron ms forraje que las variedades
Moapa y Valenciana.
En general, una estrategia de cosecha a menor altura con un intervalo de corte prolongado, puede
favorecer mayores rendimientos de forraje al permitir que se exprese el rebrote en forma
vigorosa por contar con las suficientes cantidades de compuestos de reserva, cuidando que la
altura de corte ejercida no provoque la remocin de los tejidos u rganos de
almacenamiento de compuestos de reserva (Vzquez, 1978).

2.7. FACTORES QUE AFECTAN EL REBROTE.


De acuerdo a Hunt (1990) el rebrote es el material nuevo que se acumula en el tiempo, sobre el
nivel del suelo, despus de una cosecha total o parcial. El rebrote est influenciado por gran
nmero de factores, tales como climticos, disponibilidad de nutrientes (principalmente
nitrgeno), reservas de carbohidratos, hormonas, rea foliar a partir de la cual se llevar acabo la
fotosntesis y la competencia intra e inter especfica (Briske, 1991). Despus de la cosecha, el
rebrote de las especies forrajeras ocurre por translocacin de carbohidratos de las races y base de
tallos a los meristemos areos remanentes; de esta manera, en algunas especies, los cortes
severos reducen considerablemente la disponibilidad de carbohidratos, provocando que la tasa de
rebrote sea lenta y que la pradera sea invadida por maleza (Muslera y Ratera, 1991; HernndezGaray y Martnez, 1997).
La capacidad de rebrote de una planta, despus de una defoliacin, est determinada por
numerosos factores fisiolgicos, entre los que destacan las reservas de carbohidratos presentes en
la raz y el rea foliar remanente, as como de la cantidad de meristemos de crecimiento
presentes. Tales atributos estn relacionados con la cantidad de hojas disponibles, a partir de las
cuales tendr lugar la fotosntesis, para iniciar el almacenaje de energa. Esta funcin es usada
16

como una medida de la cantidad de luz interceptada, la cual a su vez, depender de la


distribucin espacial de las hojas (Chapman y Lemaire, 1993). Estos mismos autores,
consignaron que la cosecha de forraje es la accin ms importante que se ejerce sobre las plantas
forrajeras. Adems de reducir el rea foliar, con sus efectos colaterales en el contenido de
carbohidratos y crecimiento de raz y tallo, tambin se altera el microambiente, particularmente
la penetracin de luz, temperatura y humedad del suelo, lo que influye en el crecimiento de las
plantas. De igual forma, se reduce la disponibilidad de carbono, lo cual crea un desbalance
fuente-demanda y modificada las prioridades de asignacin de carbono en toda la planta y, como
resultado de ello, se produce una asignacin preferencial al crecimiento de la parte area
(Escalante et al., 1995), que es el primer paso para su recuperacin; el abastecimiento ocurre
hacia las zonas de crecimiento de tallos y queda en segundo orden las races (Richards, 1993;
Briske et al., 1996).
2.7.1. Reservas de carbohidratos
De acuerdo con Richards (1993) las reservas de carbohidratos, la cantidad y tipo
de tejido removido (tejido remanente y meristemos de crecimiento), son los
factores ms importantes que determinan el impacto de la defoliacin en la planta
y las caractersticas que regulan la posterior recuperacin. Cuando la defoliacin
es muy severa, el rebrote de las plantas forrajeras depende de los carbohidratos
no estructurales presentes en la base del tallo y races y se ha observado la
movilizacin especfica de componentes de nitrgeno (N) del tejido residual,
despus de la defoliacin, a zonas de crecimiento en varias especies forrajeras
(Volecnec et al., 1996).

En alfalfa, el crecimiento inicial, con frecuencia, depende de la movilizacin de


las reservas de N y carbohidratos no estructurales (CNE) almacenadas en races y
coronas. El grado con el cual la movilizacin de CNE y N contribuyen al
rebrote, depende de las concentraciones internas y externas de bixido de
carbono (CO2) y del suministro de N (Skinner et al., 1999). Por lo que la
velocidad de recuperacin de las plantas forrajeras, est en

funcin del

almacenamiento de productos energticos, los cuales son utilizados rpidamente


en la respiracin y en los procesos de crecimiento (Duthil, 1989; Hanson et
17

al., 1988). Varios tipos de azcares (almidn y fructosas) y otros hidratos de


carbono, son almacenados en las races y base de los tallos. Estos glcidos se
almacenan cuando la fotosntesis sobrepasa a la respiracin, que ocurre cuando
existe una alta captacin de energa luminosa.

En la alfalfa las reservas de carbohidratos declinan durante el rebrote, mientras la


nueva parte area es producida. Tal descenso contina dos o tres semanas, en
condiciones de campo, antes de que ocurra la recuperacin (Ueno y Smith, 1970).
El crecimiento de la alfalfa, tambin depende del nmero y tamao de la yemas
presentes en el rea foliar remanente (Leach, 1968).

2.7.2. MERISTEMOS DE CRECIMIENTOS.


Los meristemos de crecimiento son regiones celulares de las plantas, formados
por clulas que son embrionarias, pero cuya multiplicacin y diferenciacin se
forma del resto de los tejidos. Se pueden distinguir entre meristemos primarios,
de los que depende el crecimiento en longitud y meristemos secundarios, que
producen engrosamiento de los tallos y races (Rojas, 1993). Sin embargo, la
activacin de las zonas meristemticas estn influenciadas por el balance entre
auxinas y citoquininas y, dependiendo del balance, se va a inducir la formacin
de hojas jvenes, que son capaces de producir auxinas, necesarias para promover
el desarrollo de nuevo tejido foliar y radicular (Bidwell, 1979).

Chapman y Lemaire (1993) mencionan que la posicin de los meristemos


depende del hbito de crecimiento de la planta. En las especies cespitosas,
durante el estado vegetativo, los meristemos activos permanecen ms o menos
cerca de la superficie del suelo y escapan a la remocin. Richards (1993)
menciona que si la cosecha se realiza muy cercana al suelo, las especies rastreras
se favorecen en relacin a las erectas, pero si la cosecha no es cercana al suelo
son las especies erectas las que responden ms rpido.
En la alfalfa los meristemos apicales permanecen al alcance del corte o
pastoreo, como consecuencia de la elongacin de sus tallos, el rebrote posterior
18

a la defoliacin, se produce desde las yemas de la corona y meristemos axilares


de los tallos ms bajos. Su activacin requiere cierto tiempo, por lo que el rebrote
es demorado, ya que la activacin de las yemas de la corona, se maximiza cuando
la planta est en estado reproductivo, situacin que no se alcanza, normalmente,
en condiciones de pastoreo (Baguet y Bavera, 2001).

2.7.3. NDICE DE REA FOLIAR.


Hodgson (1990) define el ndice de rea foliar (IAF) como la relacin entre la
superficie de las hojas presentes por unidad de rea de suelo. A medida que el
IAF aumenta, menor ser la cantidad de la luz que pueda llegar al suelo y
mayor ser la tasa de crecimiento. Cuando prcticamente toda la luz incidente es
interceptada, la tasa de crecimiento es mxima y el IAF es el ptimo. Puede
ocurrir que la superficie de hojas sea excesiva, por lo que el IAF es superior al
ptimo y las hojas basales no reciben suficiente luz; en estos casos, es comn
observar un incremento en el amarillamiento y muerte de las hojas ubicadas en la
base del tallo (Baguet y Bavera, 2001).

Las hojas, son las principales protagonistas, de numerosas funciones vitales para
el crecimiento y desarrollo

de

las

plantas;

tales

como

la

radiacin

interceptada, absorcin solar incidente, fotosntesis, transpiracin, respiracin,


fotorespiracin y sintetizan los carbohidratos que van a translocarse en los
diferentes rganos; la fotosntesis est directamente relacionada con la
superficie foliar expresada como ndice de rea foliar (Legorburo et al., 2007. La
produccin y aparicin de las hojas, son procesos fundamentales en el
crecimiento y desarrollo de una planta, de tal forma que la tasa a la cual aparecen
las hojas, es un componente del crecimiento de la hoja y est directamente
relacionada con la tasa de aparicin de nuevos rebrotes. La produccin de hojas
est dada por los grados da (Cd) y vara entre y dentro de genotipos y de
acuerdo a las condiciones ambientales, en particular a las fechas de siembra, lo
cual se debe al cambio en la longitud del da y al efecto de la temperatura. Se ha
comprobado que la tasa de aparicin de hojas disminuye, conforme se aumenta la
19

temperatura por arriba de 25 C (Kirby y Perry, 1987).


Briske (1991) seala que la energa fotosinttica, es ms importante en el
crecimiento y desarrollo de tejido foliar, que en tallos. El ambiente afecta el
crecimiento y desarrollo foliar, y este adquiere mayor

importancia,

si se

considera que algunas caractersticas fsicas de la hoja, pueden estar relacionadas


con su capacidad fotosinttica, ya que la fotosntesis neta declina con la edad de
la hoja, despus de su expansin total y el peso especfico de la hoja est
influenciado por la intensidad de luz, la cual cambia segn las condiciones
ambientales; as mismo, existe una alta correlacin entre el peso especfico de la
hoja y la fotosntesis neta y stas cambian con variaciones en la intensidad de
luz, en todos los estados de madurez.

De acuerdo con Lemaire (2001), una defoliacin ligera ocasiona poca reduccin
en la tasa de asimilacin de C y puede tener efectos positivos si al remover
hojas de plantas vecinas, se elimina el sombreado entre plantas; en cambio,
despus de una defoliacin severa, el balance de carbono en la planta es
temporalmente negativo,

hasta

la generacin de nueva rea foliar. La

defoliacin severa provoca fuerte disminucin de carbono en las races y


reduccin temporal en la absorcin de N. Tambin menciona este autor que la
principal adaptacin fisiolgica de las plantas a la defoliacin, se refiere a la
asignacin de C a los meristemos del tallo, para maximizar la expansin de nueva
rea foliar. Adicionalmente indica que el hecho de aumentar el rea foliar
especfica, permite elevar la eficiencia de expansin y exposicin de rea foliar;
finalmente, resalta que la capacidad de almacenamiento de reservas de N y C,
representan una importante adaptacin fisiolgica de las plantas a la defoliacin,
los cuales son rpidamente movilizados y usados para nueva expansin de lmina
foliar.

Otros autores, como Dorantes (2000) al realizar estudios en alfalfa,


determin que la tasa instantnea de aparicin de hojas, es afectada por el
pastoreo; cuando ste fue severo promovi la mayor tasa de aparicin de hojas.
Adems, encontr que existen diferencias entre variedades, en la tasa de
20

aparicin de hojas y que sta puede varias entre semanas, al ser alta en las
primeras semanas de crecimiento y baja en las ltimas semanas. Tambin
observ que la tasa de aparicin de hojas varo entre estaciones del ao.

De acuerdo con Villegas (2002) la acumulacin de forraje est relacionada


directamente con el IAF; es decir, que a mayor IAF mayor intercepcin de luz y,
por tanto, mayor rendimiento. El efecto inmediato de la

defoliacin en las

plantas forrajeras, es la reduccin en la tasa fotosinttica, al reducirse el rea


foliar y la

cantidad de luz solar interceptada (Chapman y Lemaire, 1993;

Richards, 1993), por lo que el rgimen de cosecha y la respuesta de cada especie


forrajera determinarn las caractersticas y la productividad de la pradera
(Lemaire, 2001).

2.7.4. DENSIDAD EN LA POBLACIN DE TALLOS.


Durante el desarrollo de una pradera, los tallos estn continuamente emergiendo,
creciendo y muriendo a tasas que difieren apreciablemente, dependiendo de las
condiciones ambientales, del estado y desarrollo de la planta y del manejo
(Hodgson et al., 1981), por tanto, su produccin de forraje est en funcin del
nmero de tallos por unidad de rea y el peso de cada uno de ellos o por una
combinacin de ambos. De tal forma, que la tasa de crecimiento de la pradera es
la integral del crecimiento de sus componentes, la cual es influenciada por la tasa
de produccin de nuevos tallos y por sus tasas de crecimiento individual
(Hernndez-Garay et al., 1999).

La aparicin de tallos en las plantas es regulada por el IAF de la pradera y la


primera causa de reduccin, es la disminucin progresiva de la tasa de aparicin
de hojas conforme la pradera se desarrolla, como resultado de la respuesta de
las plantas a cambios en la calidad de luz interceptada por las hojas; as,
conforme el sombreado llega a ser ms severo, el sitio de llenado tambin es
afectado (Lemaire, 2001), de esta forma, la radiacin solar y la temperatura,
influyen en la aparicin de nuevos tallos, que a su vez, estn controlados por la
21

tasa de aparicin de hojas (Matthew y Hodgson, 1997; Hernndez-Garay et


al., 1999; Lemaire, 2001). No obstante, Tomlinson y OConnor (2004)
mencionan que existen varios factores que intervienen en la aparicin

de

nuevos tallos, entre los que destacan los hormonales, nutricionales, de


fotosensibilidad, del ambiente que los rodea y del manejo dado a la pradera.

La productividad de cualquier especie forrajera est relacionada al nmero de


tallos por unidad de rea (Lemaire, 2001). La sobrevivencia y muerte de tallos,
tambin es afectado por procesos fisiolgicos, tales como la concentracin de
reguladores de crecimiento, que induce la dominancia apical, de tal forma que
para anti auxinas en fotoperiodos cortos, el nmero de tallos aumenta. As
mismo, el tamao de la corona es responsable del nmero de tallos en el siguiente
corte (Kephart et al., 1992).
Por su parte, Azcon-Bieto y Talon (1993) consignaron que el crecimiento de los
tallos laterales est regulado por las auxinas y citoquininas; las auxinas se
sintetizan en tejidos jvenes, en el pice del tallo o cerca de l y promueven el
alargamiento celular, as como, la inhibicin del crecimiento de las yemas
laterales, mediante la movilizacin de reservas hacia los meristemos apicales;
mientras que las citoquininas realizan una funcin antagnica, pues promueven
la divisin celular, el crecimiento de los tallos laterales y movilizan los nutrientes
de las plantas, por lo que sugieren, que esta hormona puede ser la responsable del
crecimiento de los tallos aunque, en altas concentraciones, se ha observado que
no desencadena este proceso (Bidwell, 1979; Rojas, 1993).
Tomlinson y OConnor (2004) sealan que al realizar prcticas de manejo, como
la aplicacin de NO3, se estimula la produccin de citoquininas, mientras que la
aplicacin de NH4 incrementa el balance de auxinas: citoquininas, al aumentar
la produccin de forraje, con la consecuencia de que se reduce la aparicin de
tallos laterales. Segn Del Pozo (1983), cuando la densidad de tallos es alta o la
pradera empieza a cambiar a la fase reproductiva, el peso de los tallos es ms
importante. Sin embargo, aunque la produccin de forraje ha sido explicada, en
trminos de respuestas en densidad o peso de tallos, tambin se ha sealado que
22

el potencial productivo de una pradera est en funcin de la compensacin


tamao-densidad (Hodgson et al., 1981; Chapman y Lemaire, 1993).
Los factores que afectan la produccin de tallos en leguminosas como la alfalfa,
est determinada por la humedad del suelo, radiacin interceptada, temperatura,
nutricin mineral y frecuencia de cortes, ya que alteran el desarrollo de
brotes y tallos, en consecuencia, afectan el vigor y crecimiento de la planta,
por lo tanto el nmero de tallos es mayor en plantas expuestas a luz solar intensa,
que en las expuestas a baja intensidad de luz, el nmero de tallos aumenta con
fotoperiodos largos (Matthew y Hodgson, 1997).

Para el caso de la alfalfa, su productividad est relacionada al nmero de tallos


por unidad de rea; esta, tiene alta habilidad para ajustar el nmero de tallos,
dependiendo de la densidad de plantas y de la competencia (Cowett y Sprague,
1962). Zaragoza (2004), en alfalfa encontr que a mayor severidad de pastoreo
existi mayor densidad de tallos. Lo contrario ocurri con el peso de los mismos,
ya que a menor severidad se obtuvo un mayor peso por tallo, con presencia de la
mayor poblacin en invierno.

Por otra parte, se ha reportado que el rebrote est sujeto a la compensacin


tamao-densidad; por lo general, existe aumento en la densidad de tallos
pequeos y menos pesados en regmenes de defoliacin severo y viceversa. La
densidad de tallos, frecuentemente, se mide como indicador de persistencia de las
praderas o como componente de una respuesta al manejo de la pradera, tal como
la fertilizacin nitrogenada (Mazzanti et al., 1994). En general, hay una
disminucin en la densidad de tallos ms pesados, con regmenes de
defoliacin ligera; as, aumentos o disminuciones en la densidad de tallos, es
un indicador ambiguo del vigor de la pradera y puede, en algunos casos, reflejar
el efecto de la compensacin tamao-densidad en respuesta a cambios en la
intensidad y frecuencia de la defoliacin (Matthew et al., 1995).

De acuerdo con Hernndez-Garay et al. (1999) la densidad de tallos tambin se


puede manipular con el manejo en el campo; es decir, modificando la frecuencia
23

e intensidad de defoliacin se puede incrementar el nmero de tallos por unidad


de rea, as como reducir la muerte de los mismos, al controlar la frecuencia e
intensidad de defoliacin. Cadena (2009) al evaluar regmenes de defoliacin
en alfalfa variedad San Miguelito, observ que la mayor densidad de tallos se
presenta cuando la alfalfa es cosechada cada 5 semanas en otoo-invierno,
teniendo su mximo punto en noviembre con 565 tallos m2; sin embargo, a partir
de febrero empez a declinar hasta llegar al mnimo en los meses de mayo y
junio. Los menores valores en densidad de

tallos

se

presentan

con

la

frecuencia de corte de 4 y 6 semanas para otoo-invierno y primaveraverano, respectivamente.

2.7.5. DORMANCIA.
Las variedades de alfalfa que han demostrado mejores rendimientos son las que
no presentan dormancia en el invierno; es decir, son variedades que no son
afectadas en su desarrollo por las bajas temperaturas ambientales

(Salinas,

1988). Durante los meses fros del invierno la alfalfa detiene su crecimiento,
hasta que se incrementa la temperatura en primavera, lo que provoca que la
alfalfa empiece a rebrotar (Del Pozo, 1983).

24

2.8. FACTORES QUE AFECTAN EL RENDIMIENTO


Las condiciones edafoclimticas de un ambiente en particular, determinan los patrones de
crecimiento estacional de las especies forrajeras predominantes. Cuando las plantas se
encuentran en igualdad de condiciones de manejo, las diferencias en produccin total y
estacional, dependern de la especie y de su interaccin con el clima, tales como la precipitacin,
tasa de evaporacin, temperatura, viento, horas luz e intensidad luminosa (Hernndez-Garay y
Martnez, 1997). Diversos factores determinan la magnitud del crecimiento de una pradera tales
como: prcticas de fertilizacin, frecuencia y severidad de cosecha, crecimiento vegetativo y
reproductivo de la planta, variedades utilizadas, tipo de suelo y clima (Tablada, 1998).

2.8.1. FERTILIZACIN.
En Per, el deterioro de la fertilidad de los suelos agrcolas, por la erosin que han
sufrido a travs de los aos, no ha sido remediado por falta de incorporacin de
nutrimentos esenciales como el nitrgeno (N). La alfalfa, por pertenecer a la
familia de las Fabaceae, hace un notable consumo de Ca y Mg que, de
contenerlos el suelo en proporciones suficientes para el requerimiento de la
planta, hace necesario solamente el agregar fertilizantes fosfatados y potsicos
(Juncafresca, 1983). La alfalfa, como leguminosa tiene la capacidad de asociarse
con bacterias del genero Rhozobium, que fijan N (Carmbula, 1981). Espinoza y
Ramos (2001) mencionan que el hecho de que la planta de alfalfa fije N en el
suelo, en ocasiones es un proceso mal interpretado y es comn que se piense que si
la alfalfa aumenta los elementos nutritivos, no precisa de ninguno de ellos, por lo
que algunos productores no fertilizan o fertilizan escasamente (Duthill, 1989;
Lpez et al., 2000).

Las leguminosas como la alfalfa slo necesitan baja cantidad de N en su etapa


inicial hasta que se forman los ndulos de Rhizobium; en cambio, son importantes
los aportes de fsforo y potasio en este periodo, llegando a requerir de 100 a 300
kg ha-1 de P y de 100 a 500 kg ha-1 de K y solo de 20 a 60 kg ha-1 de N, por lo
que no es recomendable la aplicacin de N en la etapa de produccin, debido a que
25

la semilla inoculada con bacterias del gnero Rhizobium forman nodulaciones, por
medio de las cuales, la planta se podr autoabastecer del mismo (Rodrguez, 1989).

Por el contrario, las aplicaciones de N, slo favorecen el crecimiento de maleza y


de pastos invasores del cultivo, lo cual se traduce en una competencia con plantas
indeseables (Espinoza y Ramos, 2001). No obstante, la alfalfa necesita absorber
elementos mayores y menores para un buen desarrollo, siendo los ms importantes:
K, P, N, Ca, S, B, Cu, Zn, Fe y Mg. De estos elementos nutritivos los ms
requeridos en gran cantidad por la alfalfa y en orden de importancia son: P, K y N
(Del Pozo, 1983; Rodrguez, 1989).

De acuerdo con Tovar (2006), las leguminosas y en particular la alfalfa, al realizar


prcticas agronmicas como inoculacin, encalado y fertilizacin, aumentan el
rendimiento y el contenido de N y P en el follaje. As tambin, Lpez et al. (2000)
consignan que el utilizar abonos orgnicos como fuente de nutrimentos, ayudan a
mejorar las propiedades fsicas del suelo y por tanto, se obtienen mayores
rendimientos de forraje.
En un estudio realizado por Longnecker y Robson (1994), observaron que la tasa
de aparicin y nmero de hojas, es afectado por los niveles de fertilizacin con N y
que las plantas con menor contenido de ste elemento, presentan menor tasa de
aparicin y produccin total de hoja, ya que se encontr que estas plantas
presentaron menor peso seco de raz. Lestienne et al. (2006) indican que el N es el
nutrimento que ms limita el desarrollo de los tallos laterales, lo cual se relaciona
con la evolucin de las plantas, al existir una fuerte competencia de los tallos
emergentes por este recurso, ya que de eso depender, en gran medida, su muerte o
desarrollo. Johnson et al. (2001), Teutsch et al. (2005) y Tovar (2006),
consignan que realizar prcticas agronmicas como fertilizacin nitrogenada,
mejoran la digestibilidad y la protena de los forrajes.

26

2.8.2. FACTORES EDFICOS.


La alfalfa es una especie forrajera que se adapta a una gran variedad de suelos; sin
embargo, se adapta mejor a los de textura media, profundos y con buen drenaje.
Cuando el suelo no tiene estas caractersticas la planta no puede expresar su
potencial de rendimiento (Salinas, 2005). En terrenos arcillosos, siempre existe
el peligro de perder el cultivo durante la etapa de establecimiento, debido a
la formacin de costras slidas que afecta la emergencia de las plntulas.
Adems, el suelo compactado bajo condiciones de extremada sequa dificulta
la respiracin de las races y pone en riesgo la vida de la planta. De acuerdo a
Muslera y Ratera (1991), Del Pozo (1983) y Espinoza y Ramos (2001) se deben
considerar tres factores del suelo, que son de gran

importancia para el

establecimiento y rendimiento de la alfalfa, lo cuales se mencionan a continuacin:

2.8.3. ACIDEZ EN EL SUELO.


La acidez es probablemente uno de los factores que resultan de mayor
trascendencia en la limitacin al rea de cultivo de la alfalfa en todo el mundo. El
pH ptimo para el cultivo de la alfalfa sera de 7.2 (Muslera y Ratera, 1991),
siendo necesario recurrir a encalados siempre que se estuviera por debajo de 6.8
(Soto et al., 2004). La toxicidad por Mn y Al, es una de las causas principales del
escaso crecimiento de la alfalfa en suelos cidos, afectando adversamente al
desarrollo de las races. Existe, adems, una interaccin negativa entre el P y el Al,
que hace que disminuya la cantidad de P disponible, cuando el contenido de Al
libre en el suelo es alto (Muslera y Ratera, 1991).
La acidez del terreno determina fundamentalmente: a) la modulacin y,
consecuentemente, la nutricin nitrogenada de la planta, b) la utilizacin del in
calcio y c) la absorcin de los iones Al y Mn con los posibles efectos txicos que
ocasiona un exceso de los mismos (Del Pozo, 1983). El Rhizobium meliloti, es la
bacteria nodulante en la alfalfa, es una especie neutrfila que no se reproduce con
pH inferior a 5 (Soto et al., 2004). Para pH inferiores a 6 conviene encalar los
suelos, cuando menos, cada dos aos, con el objetivo de prolongar la vida del
cultivo (Espinoza y Ramos, 2001). Existe una cierta incompatibilidad, en relacin
27

a su absorcin por las races de la alfalfa, entre los iones Ca por un lado, y el Al y
Mn, por el otro, ya que la acidez del suelo se encarga de acentuar a favor de estos
ltimos, los cuales son txicos para la planta (Juncafresca, 1983; Del Pozo, 1983;
Rodrguez, 1989).

2.8.4. SALINIDAD Y ALCALINIDAD.


Siendo la alfalfa una planta cuyo pH ptimo sita en la zona de neutralidad, tolera
mejor la alcalinidad que la acidez (Muslera y Ratera, 1991). Sin embargo, cuando
la alcalinidad alcanza valores altos, la disponibilidad de ciertos elementos, tales
como el P, Fe, Mn, B y Zn, es reducida, llegando en algunos casos hasta
lmites inadecuados para la vida de la planta (Rodrguez, 1989).

La salinidad en los suelos es consecuencia de distintas causas (Del Pozo, 1983): 1)


Al realizar riegos con mal drenaje, puede producirse acumulacin de sales por
dificultad de eliminacin de las mismas. Estos problemas se complican cuando se
utiliza agua con altos niveles de sales, aunque slo sea temporalmente (Espinoza y
Ramos, 2001); 2) En condiciones de cierta aridez, cuando a la escasez de
precipitacin se une la intensa evapotranspiracin. Las sales llevadas a la superficie
por capilaridad no son obligadas a descender por lavado de las lluvias y la capa
arable del terreno va elevando el contenido de sales; 3) Por ltimo, cuando la
presencia de una capa de agua salada prxima a la superficie permite la ascensin
de las sales por capilaridad.

El efecto que ocasiona la salinidad, es que limita la absorcin de agua por


la planta, probablemente por diferencias en la presin osmtica entre la raz y la
parte area. El aumento de salinidad en el suelo produce disturbios en el equilibrio
entre raz y parte area, y por ello, aquellas plantas con mayor desarrollo radical
aparecen como ms resistentes a la salinidad, ya que las races alcanzan diferentes
profundidades en el suelo donde la salinidad no es ya tan extrema y resulta ms
tolerable (Del Pozo, 1983; Rojas, 1993).

28

2.8.5. DRENAJE Y PROFUNDIDAD DEL SUELO.


La alfalfa se desarrolla ptimamente en suelos profundos y bien drenados.
Cuando existen encharcamientos por perodos prolongados, las races mueren
lentamente por asfixia, lo cual puede evitarse con un buen trazo de riego que
permita una distribucin uniforme del agua en el terreno. Paralelamente los
excesos de humedad traen consigo la acumulacin de sales en los horizontes
superiores del suelo (Del Pozo, 1983). La alfalfa prefiere suelos profundos, donde
encuentra espacios suficientes para extender y desarrollar sus abundantes races
(Juncafresca, 1983). Se ha determinado que la profundidad del suelo tiene un
efecto directo sobre el rendimiento de esta especie forrajera, siendo inversamente
proporcional, esto es que, a menores profundidades del suelo el rendimiento de la
alfalfa es menor. De esta forma, para lograr buenas producciones, se deben
seleccionar suelos de profundidad igual o superior a 40 cm (Espinoza y Ramos,
2001).

Cuando el suelo tiene dificultades de drenaje, el agua se estanca, expulsando el aire


de los poros del mismo y empobrecindose paulatinamente el oxgeno. Las races,
ante la falta del oxgeno, se asfixian (Rojas, 1993). Si el drenaje mejora, el agua de
riego o lluvia se renueva con frecuencia en el suelo y ella trae disuelto el oxgeno,
puesto de esta manera al alcance de las races de la planta (Del Pozo, 1983;
Muslera y Ratera, 1991).

La alfalfa tolera la sequa debido al gran desarrollo radical que puede llegar a
adquirir, razn por la cual, extrae el agua que necesita de las capas ms profundas
del suelo (Muslera y Ratera,
2001). Naturalmente, ello resulta difcil cuando existe una capa impermeable o la
propia roca madre muy a flor de tierra. Las races no pueden alcanzar la
profundidad que necesitaran para absorber el agua, y su vida en periodo de escasez
se hace as muy precaria, como resultado de que la cantidad de agua que puede
almacenarse en el suelo es disminuida (Espinoza y Ramos, 2001).

29

2.8.6. PLAGAS Y ENFERMEDADES.


De acuerdo con Espinoza y Ramos (2001) las plagas ms frecuentes que atacan a la
alfalfa en el Valle de Mxico son el pulgn negro (Aphisfabae), pulgn verde
(Acyrthosophon pisum), gusano verde de la alfalfa (Colias churrteme), trips
(Frankliniella occidentalis), diabrotica (Diabrotica spp.) y chicharritas (Cicadellia
spp). Las enfermedades de la alfalfa se clasifican en foliares y de la raz (Del Pozo,
1983); stas ltimas son las ms dainas para la planta y la reduccin en el
rendimiento al tercer ao se le podra atribuir, en gran proporcin, a una
infestacin

por Phytophthora de la raz. Estas enfermedades de la raz son

causadas por bacterias y hongos que producen marchitez (Phytophthora


megsaperma), pudricin de la corona (Fusarium oxysporum) y pudricin de la raz
(Verticilium alboatrum) (Espinoza y Ramos, 2001).

Las enfermedades de la alfalfa causan deterioro y muerte de las plantas y generan


prdidas econmicas; sin embargo, su ocurrencia y severidad depende
principalmente de las condiciones ambientales, del tipo de suelo y del manejo que
se d al cultivo. Desde el punto de vista econmico existen pocas opciones para
el

control

de enfermedades, por lo tanto, es recomendable

seleccionar

variedades resistentes a los patgenos. Para el caso de las enfermedades


foliares su control qumico no es recomendable, ya que al suministrar forraje con
insecticidas a los animales se corre el riesgo de intoxicacin del ganado. Una
medida prctica para el control de las plagas consiste en realizar cortes prematuros,
debido a que as se reduce su proliferacin (Muslera y Ratera, 1991; Espinoza y
Ramos, 2001). Las variedades que ms se utilizan en el Valle de Mxico, son
aquellas de acuerdo al criterio de seleccin; persistencia de la alfalfa, su resistencia
a plagas y enfermedades y el rendimiento de forraje por corte y anual, entre las
cuales encontramos a San Miguelito, Valenciana, Moapa, Cuf-101, Jpiter,
Oaxaca, Atlixco, INIA-76, Puebla-76, y Tanhuate (Perdomo, 2008).

30

2.9. CONCLUSIONES DE LA REVISIN DE LITERATURA

El crecimiento y rendimiento de los forrajes, vara a travs del ao, como


consecuencia de factores ambientales y de manejo, que determinan la persistencia
de las plantas forrajeras.

El rebrote despus de una defoliacin, est influenciado principalmente por las


reservas de carbohidratos, rea foliar remanente y presencia de meristemos de
crecimiento.

La productividad de una pradera depende del balance entre la densidad


poblacional de tallos y su peso individual.

Una alta densidad y bajo peso de tallos, est relacionada con cosechas frecuentes
e intensas, mientras que una baja densidad y mayor peso, estn asociados con
cosechas poco frecuentes y poco intensas.

3. MATERIALES Y MTODOS
3.1.

DISEO DE INVESTIGACIN.

3.1.1. LOCALIZACIN Y DESCRIPCIN DEL SITIO EXPERIMENTAL.


El estudio se realiza en el la localidad de luya reas de fundo INIA- oratorio del
distritito de luya, provincia de luya regin amazonas- Per, ubicado a 19 29 LN y
98 53 LO, a una altitud de 2240 msnm. El clima es templado seco, el ms seco
de los sub-hmedos (Cw0), con lluvias en invierno y una precipitacin media anual
de 636.5 mm. La temperatura media anual es de 18.2 C; la temperatura media del
mes ms fro oscila entre 5 y 18 C y la temperatura del mes ms caliente es mayor
a 18 C, con poca oscilacin trmica (Estacin meteorolgica del INDES-CES).
De acuerdo a Ortiz, (1997) el suelo del rea es franco arenoso, ligeramente
alcalino con un pH entre 7-8.

31

3.1.2. MANEJO DE LAS VARIEDADES ESTUDIADOS.


Fueron estudiadas cuatro variedades comerciales de alfalfa (Cuadro 1). stas se
sembraron el 12 de Agosto de 2015. El rea de estudio se dividi en 200 parcelas
de 50 m2 (2.5 x 20 m), en las que se sembr el equivalente 25 kg ha-1 de semilla
pura germinable ajustada por peso de la semilla y porcentaje de germinacin de
cada variedad. Al inicio del experimento se realizara un corte de uniformizacin
(12 de setiembre de 2016), a una altura promedio de 5 cm, con oscinos, la fase
experimental debe de concluir el da 12 de Agosto de 2015. Durante el periodo
experimental (Agosto de 2015 a Agosto de 2016) las parcelas fueron regadas,
nicamente durante el periodo de seca, cada dos semanas a capacidad de campo y
se les aplicara fertilizante cada cuatro meses.
Las variedades se asignaron al azar siguiendo los principios de un diseo
completamente al azar, con cuatro repeticiones. La unidad experimental consisti
de una parcela de 2.5 x 20 m, y el intervalo entre cosechas vari de a cada poca
del ao; proyectando que en invierno se har los cortes cada 28- 30 das y en
verano ser cada 30- 35 das.

Cuadro 1. Nombre comn de las variedades de alfalfa estudiadas, cosechadas a


intervalos de cortes definidos por cada poca. Distrito de Luya, Provincia de Luya,
regin amazonas Per, 2015.2016.

VARIEDAD

VARIEDAD

ALFALFA HIBRIDA - W350.

MOAPA.

ALFALFA BEACON.

ALFALFA W 712.

Frecuencias de corte (25 30 das para invierno y 30 35 das para invierno).

32

3.1.3. VARIABLES DE ESTUDIO


3.1.3.1. RENDIMIENTO DE FORRAJE
Para determinar el rendimiento de forraje por corte, en cada variedad, al inicio del
estudio, se fijaron dos cuadros de 0.25 m2 (50 x 50 cm) al azar, por repeticin.
Un da antes del corte, se cosech el forraje presente en cada cuadro a una altura de
5 cm sobre el nivel del suelo. El forraje cosechado se deposit en bolsas de papel
previamente identificadas, y se expuso a un proceso de secado en una estufa de
aire forzado, a una temperatura de 55 C durante 72 h. Una vez alcanzado el
peso constante de forraje se registr el peso de la MS, para determinar el
rendimiento por unidad de superficie (kg MS ha-1). El rendimiento estacional se
determin como la suma del forraje cosechado en cada estacin y el anual como la
suma de todos los cortes realizados.

3.1.3.2. TASA DE CRECIMIENTO DEL FORRAJE


El rendimiento de forraje por estacin se calcul con la suma del forraje cosechado
por corte dentro de cada estacin. Los rendimientos de forraje se calcularon
por hectrea, estos se dividieron por la duracin, en das, de los intervalos
entre cortes para estimar la tasa de crecimiento. Con estos datos se calcul la
tasa promedio de crecimiento para cada estacin y variedad de alfalfa, con la
siguiente frmula:

Dnde:

TC = Tasa de crecimiento promedio estacional (kg MS ha-1 d-1).


FC = Forraje cosechado (kg MS ha-1).
T = Das transcurridos en cada estacin.

33

3.1.3.3. COMPOSICIN BOTNICA Y MORFOLGICA


Para determinar la composicin botnica, a mediados de cada estacin del ao, se
utilizaron dos muestras de forraje cosechado para estimar el rendimiento. De estas
se tom una sub-muestra de aproximadamente 200 g, representativa de cada una
para separar los componentes botnicos, alfalfa y malezas. La alfalfa se separ en
sus componentes morfolgicos: hojas, tallos, material muerto y flor. Cada
componente se sec por separado en una estufa de aire forzado, a una temperatura
de 55 C durante 72 h y se determin su peso seco.

Para determinar la importancia, en porcentaje en el forraje cosechado, del


componente botnico se utiliz la siguiente frmula:

PCM

= Porcentaje por componente morfolgico (%).

COMP

= Sub-muestra del componente separado por especie.

= Rendimiento de forraje (kg MS ha-1).

3.1.3.4. RELACIN HOJA: TALLO


Los datos originados a partir de la composicin morfolgica (hoja y tallo) de las
plantas de alfalfa, sirvieron para estimar la relacin hoja: tallo, la cual se calcul
mediante la siguiente frmula:

Dnde:

H: T = Relacin hoja: tallo.


H = Peso seco del componente hoja (kg MS ha-1).
T = Peso seco del componente tallo (kg MS ha-1).

34

3.1.3.5. ALTURA DE LA PLANTA


Para estimar la altura promedio, de las plantas de alfalfa, de cada variedad, un da
antes del corte se tomaron al azar 20 lecturas de altura por repeticin. Para ello, se
utiliz una regla graduada de
100 cm, la cual se coloc al azar en cada parcela, de forma que la parte inferior de
la regla graduada (0 cm) quedara a nivel de suelo. Posteriormente, un dispositivo
con el que cuenta la regla, se coloc de manera vertical arriba del dosel vegetal y
se desliz hacia abajo, hasta que ste toco algn componente morfolgico y se
registr la altura.

3.1.3.6. NDICE DE REA FOLIAR


Para estimar el ndice de rea foliar (IAF), en cada parcela, se cortaron a ras de
suelo diez tallos de alfalfa y se separaron en tallo y hoja. Inmediatamente despus
se colocaron las hojas en un integrador de rea foliar marca CID, Inc., modelo CI202 de escner, del cual se obtuvieron las lecturas de rea foliar en cm2 y se
dividieron entre diez para obtener el rea foliar por tallo. Estas lecturas
conjuntamente con el nmero de tallos por metro cuadrado permitieron estimar el
IAF mediante la siguiente frmula:

IAF = ndice de rea foliar.


AF = rea foliar por tallo (cm2).
DT = Densidad de tallos (tallos m2).

3.1.3.7. RADIACIN SOLAR INTERCEPTADA.


Un da antes de cada corte se tomaron al azar 5 lecturas de radiacin solar
interceptada con el mtodo metro de madera, por repeticin. Las lecturas se
realizaron aproximadamente entre las 12:00 y 13:00 h, debido a que a esta hora, el
ngulo solar es alto y la intercepcin de la luz cambia al mnimo. Para esto, la regla
35

se coloc sobre la superficie del suelo por debajo del dosel, con orientacin surnorte.

Posteriormente se contaron los centmetros sombreados, los cuales

representaron el porcentaje de radiacin interceptada por el dosel vegetal y


se registr el porcentaje sombreado.

3.1.3.8. PESO POR TALLO.


Para determinar el peso individual por tallo, un da previo a cada corte, se
cosecharon aleatoriamente diez tallos a nivel de suelo por repeticin, se separaron
en hoja y tallo. Se secaron en una estufa de aire forzado a 55 C por 72 h, para
posteriormente registrar su peso. El peso seco de los diez tallos se dividi entre
diez y con ello estim el peso promedio por tallo.

3.1.3.9. DENSIDAD DE TALLOS


Al inicio del experimento, se establecieron al azar dos cuadros fijos de 0.20 m2
(20 x 20 cm) de rea, a nivel del suelo, por repeticin de cada tratamiento; en
donde mensualmente se contaron todos los tallos presentes dentro de cada cuadro
y se registraron los cambios en la densidad poblacional de tallos durante el ao.

3.1.3.10. DENSIDAD DE PLANTAS


Al inicio del experimento se estableci un cuadro fij de 1 m2 de rea por cada
repeticin, en donde mensualmente, se contabiliz el nmero de plantas de alfalfa
presentes en cada cuadro y se registraron los cambios en la densidad poblacional
de plantas de alfalfa durante el ao.

3.1.4. MATERIAL DE ESTUDIO


Para comparar el efecto de variedades en cada estacin del ao, se realiz un anlisis
de varianza mediante el procedimiento Modelos Mixtos (SPS, versin 9), con un
diseo bl oques completamente al azar (DBCA), con cuatro variedades y cinco
tratamiento repeticiones. La comparacin de medias se realizara mediante la prueba
36

de Tukey ajustada (=0.05) segn Steel y Torrie (1988). Para ello se utilizara
el siguiente modelo estadstico:

3.1.4.1. BLOQUES: VARIEDADES

V1: ALFALFA W 712.

V2: ALFALFA HIBRIDA - W350.

V4: ALFALFA BEACON

V3:ALFALFA MOAPA.

3.1.4.2. TRATAMIENTOS: FERTILIZACION

Fosfato diamonico

Fosfato monoamonico

Fertifos tropical

Superfosfato triple de calcio

3.1.5. DISEO DE LOS BLOQUES.


FERTILIZACION
VARIEDAD

T0

T1

T2

T3

T4

V1

V1T0

V1T1

V1T2

V1T3

V1T4

V2

V2T0

V2T1

V2T2

V2T3

V2T4

V3

V3T0

V3T1

V3T2

V3T3

V3T4

V4

V4T0

V4T1

V4T2

V4T3

V4T4

37

Yijk= + Ti + Ej + (T*E)ij + R(T*E)ijk + Eijk

Donde:
Yij

= Valor de la variable de respuesta en la variedad i, repeticin j.

= Media general

Ti

= Efecto de i-simo variedad, i= 1, 2, 3, 4.

Ej

= dos pocas marcadas del ao, j= invierno, verano.

(T * E) ij

= Interaccin variedad con estacin del ao.

Rep. (T * E) ijk
Eij

= Repeticin anidada en la interaccin (T*E) del ao.

= Error experimental.

El modelo estadstico incluy como efectos principales la variedad de alfalfa y


pocas bien marcadas temporada de invierno y temporada de verano en todo el ao,
as como la interaccin de ambos factores principales. El componente aleatorio
fue la repeticin anidada en la interaccin tratamiento por estacin.

38

4. RESULTAOS.
4.1. RENDIMIENTO DEL FORRAJE.
El rendimiento por corte de forraje y la distribucin p o r p o c a d e c o r t e de cuatro
variedades de alfalfa, se presentan en el cuadro 2. Se observaron diferencias (P<0.05)
entre variedades, siendo, Alfalfa W 712 y Alfalfa Hibrida - W350, las que registraron el mayor
y menor rendimiento anual de forraje con 14,510 y 7,890 kg MS ha-1,, respectivamente
por orden, poner aqu las de mayor produccin, las intermedias y luego las de menor.
Las variedades alfalfa Beacon y alfalfa Moapa, fueron las que presentaron los menores
rendimientos anuales con un promedio de 8,000 kg MS ha-1La distribucin p o r p o c a
de corte

del rendimiento de forraje present diferencias (P<0.05) entre variedades

(Cuadro 2). La distribucin promedio por poca de corte mostr el siguiente orden: verano
> invierno con 3,508, 2,850, kg MS ha-1, respectivamente. De esta manera durante el
verano se produjo el 33% del rendimiento promedio anual (10,784 kg MS ha-1),
invierno con 21%. Resultados superiores fueron reportados por Rojas (2011).
Cuadro 2. Rendimiento por poca de corte de forraje (kg MS ha-1) de cuatro variedades de
alfalfa, cosechadas a intervalos de cortes definidos Luya amazonas Per, 2015
Variedad

Verano

Invierno

Anual

EEM

ALFALFA HIBRIDA- W350

1644 Bb

2682 Ba

7890 C

256

ALFALFA MOAPA

1687 Bc

2745 Ba

8089 C

106

ALFALFA BEACON

1806 ABb

2878 Ba

8080 C

510

ALFALFA W 712

2883 Ac

4709 Aa

14510 A

115

Promedio

2306 c

3508 a

10784

146

EEM

456

638

1138

Frecuencias de corte (5 semanas para verano, y 4 semanas en invierno). Medias con letras
maysculas iguales en cada columna no son estadsticamente diferentes, y medias con letras
minsculas iguales en cada hilera nos son estadsticamente diferentes (Tukey, 0.05).
EEM=Error estndar de la media.

39

Por su parte, Rivas et al. (2005) registraron en 5 variedades de alfalfa, un rendimiento


promedio anual de forraje de 31,132 kg MS ha-1, con un calendario de corte de 4 semanas
en primavera- verano, 5 semanas en otoos y 6 semanas en invierno; ste rendimiento
present el siguiente orden a travs del ao: verano31%, primavera 27%, otoo 22%, e
invierno 20%. Villegas et al. (2004) cuando cosecharon la alfalfa cada 7 semanas en
otoo-invierno y 5 semanas en primavera-verano reportaron rendimientos acumulados
anuales de 21.6, 21.4, 20.0 y 20.1 t MS ha-1, para las variedades, Valenciana y Moapa,
respectivamente.
Los bajos rendimientos observados en la presente investigacin, con referencia a los
autores antes mencionados, se pueden atribuir a que las variedades fueron establecidas
en agosto de 2015, por lo que su persistencia y por tanto su rendimiento va en
decremento conforme aumenta el tiempo despus de la siembra. Por otra parte,
Hernndez et al. (1992) menciona

que para obtener una mayor persistencia y

productividad, es necesario que se le proporcione un manejo apropiado, desde el punto


de vista intensidad y frecuencia de corte.
4.2. TASA DE CRECIMIENTO DEL FORRAJE.
La

tasa de crecimiento (TC) estacional y promedio anual de cuatro variedades de alfalfa,

se presentan en el cuadro 3. Se observan diferencias (P<0.05) entre variedades, siendo Alfalfa


W 712 la que registr la mayor tasa de crecimiento promedio anual con 40 kg MS ha-1 dia-1.

Las variedades Alfalfa Hibrida - W350, alfalfa Beacom, y la alfalfa Moapa fueron las que
observaron las TC promedio anual ms bajas con 22 kg MS ha-1

dia-1. El siendo

diferentes (P<0.05) a Alfalfa W 712. La distribucin estacional de la TC present diferencias


(P<0.05) entre variedades y entre estaciones del ao (Cuadro 3). La distribucin promedio
mostr el siguiente orden: invierno, verano con 38, 31, 25, y 23 kg MS ha-1 dia-1,
respectivamente.

Las estaciones de verano fueron las que presentaron las temperaturas ptimas para el
crecimiento de la alfalfa (Figura 1), lo que se reflej en la productividad de todas las
variedades evaluadas, por lo que estos resultados dependieron de los factores climticos
40

(Monteith, 1977; McCluod y Bula, 1985; Corbea, 1992; Festo et al., 2003) y de manejo
(Ludlow, 1980; Enrriquez y Romero, 1999) presentes durante la fase experimental, ya
que de ellos depende la productividad de la planta, particularmente la actividad
fotosinttica y tasa de crecimiento (Hodgson et al.,1981).

Cuadro 3. Cambios estacionales en la tasa de crecimiento (kg MS ha-1 da-1) de cuatro


variedades de alfalfa, cosechadas a intervalos de cortes definidos Luya Amazonas
Per, 2015.
Variedad
Alfalfa Hibrida - W350

verano
18 Bb

invierno
29 Ba

Anual
22 C

EEM
3

Alfalfa Moapa
Beacom

19 Bb
20 ABb

30 Ba
31 Ba

22 C
22C

1
5

Alfalfa W 712

32 Ac

51 Aa

40 A

Promedio

25 c

38 a

29

Frecuencias de corte (4 semanas para verano, 5 semanas en verano). Medias con letras maysculas iguales en cada
columna no son estadsticamente diferentes, y medias con letras minsculas iguales en cada hilera nos son
estadsticamente diferentes (Tukey, 0.05). EEM=Error estndar de la media.

De forma similar, Mendoza (2008) encontr la menor TC en invierno (61 kg MS ha-1 dia-1) y
la mayor en verano (108 kg MS ha-1 dia-1) al evaluar cuatro frecuencias de corte en alfalfa
variedad San Miguelito en Montecillo, Texcoco, Mxico, bajo un clima templado subhmedo,
con riegos en poca de estiaje.

4.3.

COMPOSICIN BOTNICA Y MORFOLGICA.

Los

cambios por temporada en la composicin botnica y morfolgica de cuatro variedades

de alfalfa, se presentan en la figura 2. Independiente de la variedad, la alfalfa


constituy en promedio el 56% de la especie deseada en la pradera durante todo el periodo de
estudio. En otoo y primavera la alfalfa represent ms del 60% de la especie deseable. En
contraste, durante verano la maleza fue la dominante con un porcentaje superior al 60%. De
igual forma, se presentaron diferencias (P<0.05) entre variedades a travs del ao, siendo la
variedad Beacom la que present la mayor invasin por malezas con un promedio de 50% y la
41

alfalfa W 712 la de menor con el 36%. Rojas (2011) observ en su estudio que la alfalfa
constituy ms del 90% de la especie deseable y que slo en verano hubo mayor presencia de
malezas, siendo la variedad alfalfa Moapa con 4.7% la que registr la mayor invasin por
malezas.
Independientemente de la variedad, no se observaron diferencias (P0.05) entre estaciones del
ao en la aportacin de hoja al rendimiento, a excepcin (P<0.05) de la estacin de varano. El
comportamiento estacional del componente hoja fue el siguiente orden, invierno, verano,
con 31, 31, %, respectivamente. Similar comportamiento se observ en el componente tallo,
donde los mayores y menores valores (P<0.05) se presentaron en primavera y verano, con 29
y 15%, respectivamente.
La contribucin de tallo al rendimiento tiene una relacin inversa con su valor nutritivo, ya que
al aumentar el porcentaje de tallo y disminuir la cantidad de hoja, decrece la
digestibilidad y contenido de protena y aumenta la cantidad de material muerto y fibra,
reduciendo con ello la calidad de los forrajes (Bouton, 2001). Al respecto, Hernndez-Garay y
Martnez (1997), observ que cosechas muy frecuentes aumentan la calidad nutritiva de la
especie, por tener mayor porcentaje de hoja; sin embargo, los cortes

frecuentes hacen

desaparecer rpidamente las especies perennes, por agotamiento de las reservas de


carbohidratos, ya que el rebrote de las especies forrajeras ocurren por translocacin de
carbohidratos de las races y bases de los tallos, a los meristemos areos remanentes
provocando que la tasa de rebrote sea lenta y que la pradera sea invadida por malezas.
4.4.

RELACIN HOJA:TALLO

La relacin hoja: tallo estacional y promedio anual de las cuatro variedades de alfalfa, se
presenta en el cuadro 4. Se observan diferencias (P<0.05) entre variedades, siendo,

la

variedad Alfalfa W-712 la que registr la mayor relacin hoja: tallo promedio anual con 1.8.
El resto de las variedades presentaron una relacin hoja : tallo promedio de 1.3, siendo
diferentes (P<0.05) a Alfalfa W-712 . Los cambios estacionales en la relacin hoja: tallo
presentaron diferencias (P<0.05) entre estaciones del ao (Cuadro 4). El comportamiento
promedio estacional mostr el siguiente orden:, invierno y verano con 1.6, 1.4,
respectivamente. Al respecto, Cadena (2009) al evaluar diferentes intervalos de corte, observ
42

que la menor relacin hoja: tallo se registr cuando la alfalfa se cosech cada 4 semanas en invierno y 6 semanas en primavera-verano, mientras que la mayor se registr con 7 y 3
semanas para otoo-invierno y primavera-verano, respectivamente.
Cuadro 4. Cambios estacionales en la relacin hoja: tallo (R: H/T) de cuatro variedades de
alfalfa, cosechadas a intervalos por poca de corte definidos. Luya Amazonas Per.
Variedad

Invierno

Verano

Promedio

EEM

Alfalfa Hibrida W350

1.1 Ca

1.0 ABa

1.1 B

0.1

Alfalfa Moapa

1.7 Aba

1.0 ABb

1.2 B

0.1

Alfalfa Beacom

1.2 BCa

1.0 ABa

1.3 B

0.4

Alfalfa W- 712

1.7 Ab

1.0 ABc

1.8 A

0.2

Promedio

1.4 ab

1.0 c

1.3

0.1

EEM

0.1

0.2

0.1

Frecuencias de corte (4 semanas invierno, 5 semanas en verano). Medias con letras maysculas iguales en cada
columna no son estadsticamente diferentes, y medias con letras minsculas iguales en cada hilera nos son
estadsticamente diferentes (Tukey, 0.05). EEM = Error estndar de la media.

Rivas et al. (2005) reportaron valores por debajo de los anteriores autores y del presente
estudio, donde el valor promedio anual registrado para cinco variedades de alfalfa fue de 0.79,
presentando variaciones a travs del ao, en donde el mayor y menor valor, se presentaron
en enero y noviembre con 1.05 y 0.62, respectivamente. De igual forma, Morales, A. J., et
al. (2006) registraron un promedio anual de 0.68 para catorce variedades de alfalfa.
4.5.

ALTURA DE LA PLANTA

La altura promedio estacional y anual de cuatro variedades de alfalfa, se presentan en el cuadro


5. Se observaron diferencias (P<0.05) entre variedades, siendo alfalfa Moapa y alfalfa
Beacom las que registraron la mayor y menor altura promedio de planta con 50 y 70 cm,
respectivamente. Las variedades restantes presentaron una altura intermedia (promedio de 60
cm). El promedio estacional mostr el siguiente orden: verano, e invierno con 56 66, cm,
respectivamente.
Frecuencias de corte (4 semanas para primavera-verano, 5 semanas en otoo y 6 semanas en
43

invierno). Medias con letras maysculas iguales en cada columna

no

son

estadsticamente diferentes, y medias con letras minsculas iguales en cada hilera nos
son estadsticamente diferentes (Tukey, 0.05). EEM = Error estndar de la media.
Ramos y Hernndez (1970) recomiendan que para los valles el mayor rendimiento de
alfalfa, se puede obtener con cortes a una altura de la planta de 65 cm en verano y de 32 cm en
invierno con un intervalo de cosecha de 40 das. Por su parte, Salas (1998), encontr una altura
mxima en verano de 54 cm, para la variedad Cuf-101 y de 47.3 cm en la variedad Valenciana,
cosechadas a 7 semanas de rebrote. Asimismo Hernndez- Garay et al. (1992) reportaron una
altura de 58 cm con cortes espaciados cada 8 y de 40 cm en cortes efectuados cada 4 o 6
semanas. De acuerdo con Muslera y Ratera (1991) el rendimiento de materia seca y el aumento
en altura, se incrementa cuando el intervalo entre cortes es mayor a cinco semanas.

4.6.

NDICE DE REA FOLIAR.

El comportamiento estacional y promedio anual del ndice de rea foliar (IAF) de cuatro
variedades de alfalfa, Se observaron diferencias (P<0.05) entre variedades, siendo, alfalfa
W712, las que registraron el mayor ndice de rea foliar promedio anual con 3.2,
respectivamente. Por su parte, la variedad alfalfa hibrida W 350 fue la que mostr el menor
ndice rea foliar con 1.2. Las dems variedades presentaron valores intermedios (promedio
de 1.9), siendo diferentes (P<0.05) a aquellas con los mayores y menores valores (P<0.05).
El comportamiento estacional del IAF present diferencias (P<0.05)
Mendoza et al. (2010) al evaluar diferentes frecuencia de corte en alfalfa variedad San
Miguelito, encontr que la mayor rea foliar por tallo ocurri en verano en el corte a 5
semanas, con un valor promedio de 108 cm2 tallo-1, valor que fue similar al obtenido a 6
semanas (105 cm2 tallo-1). Mientras que la menor rea foliar (17 cm2 tallo-1) se present en
invierno, en el intervalo de corte a 4 semanas, observaron, que el rea foliar por tallo se
increment conforme se redujo la frecuencia de corte. Por su parte, Rojas (2011) en su estudi
reporta el mayor promedio anual de ndice de rea foliar para la variedad Milenia (5.2) y en
contraste la variedad Cuf-101 con el menor promedio anual (2.8), registrando diferencias entre
estaciones del ao, con el siguiente orden: verano (5.6), primavera (4.6), otoo (3.9) e invierno
44

(2.2).
Prez et al. (2002) mencionan que el rea foliar es una de la principales variables que afectan el
crecimiento por favorecer cambios en la actividad fotosinttica. En este sentido, el contenido
de N en las plantas disminuye con el crecimiento y presenta una alta correlacin con la
produccin de materia seca. Asimismo menciona que el rea foliar vara con la intensidad
lumnica y la poca del ao, las especies ms demandantes de luz presentan una mayor
AF, adems de elevadas concentraciones de N en las hojas.

4.7.

Radiacin interceptada

La radiacin interceptada (RI) promedio anual y estacional de diez variedades de alfalfa, Se


observaron diferencias (P<0.05) entre variedades, siendo, la variedad alfalfa W712, la que
registr el mayor promedio anual de RI con 43 %. Las variedades alfalfa Hibrida W350 y
alfalfa Moapa, fueron las que registraron los menores promedios anuales de RI con 27 %,
ambas. El resto de la variedades presentaron una RI intermedia (promedio de 35 %), siendo
diferentes (P<0.05) a alfalfa W712 (P<0.05). El comportamiento estacional de la RI present
diferencias (P<0.05) entre variedades y entre estaciones del ao El comportamiento promedio
estacional mostr el siguiente orden: invierno, y verano con 34, y 27 %, respectivamente.

4.8. PESO POR TALLO


Los cambios estacionales y mensuales en el peso por tallo de cuatro variedades de alfalfa se
presentan en los cuadros 8 y 11, respectivamente. Se observan diferencias (P<0.05) entre
variedades, siendo, alfalfa W 712 y alfalfa Moapa, las que registraron el mayor y menor peso
por tallo promedio anual con 0.45 y 0.31 g MS tallo-1, respectivamente. Las variedades
alfalfa Beacom y la alfalfa W350 conjuntamente con Moapa fueron las que presentaron los
menores pesos por tallo promedios anuales con 32 g MS tallo-1, siendo diferentes (P<0.05) a
alfalfa W 712. Por otra parte, los promedios mensuales en el peso por tallo, tambin
presentaron diferencias (P<0.05) entre variedades a excepcin de los meses de agosto a
setiembre (P>0.05). Los mayores valores se presentaron en los meses de noviembre a
diciembre (promedio de 0.51 g MS tallo-1), correspondientes a la estacin de primavera,
mientras que en enero se present el valor ms bajo (0.18 g MS tallo-1).
45

Se observ una tendencia a mayor peso en los meses de mayor temperatura (Figura 1). Al
respecto, Dorantes (2000) al evaluar la respuesta productiva de tres variedades de alfalfa en
dos intensidades de pastoreo, que en los meses de junio a agosto existieron diferencias, entre
variedades y tratamientos, tambin observ una disminucin en el peso de los tallos
conforme avanz el estudio.
La reduccin en el peso por tallo coincidieron con el aumento en la densidad de tallos
(Cuadro 9), comportamiento encontrado por otros autores (Hernndez-Garay y Martnez,
1997; Hirata y Pakinding, 2004), quienes sealan que el aument en la densidad de tallos por
unidad de rea ocasiona una disminucin en el peso individual de los tallos, efecto que es
explicado por la ley de auto aclareo, elaborado por Yoda et al. (1963) y confirmada por
varios investigadores (Bircham y Hodgson, 1983; Davies, 1988; Chapman y Lemaire,
1993). Martnez (2008) y Cab (2008) observaron una inhibicin del crecimiento de los tallos
en las estaciones de otoo e invierno debido al descenso de la temperatura y a la alta
nubosidad (Ludlow, 1980; Man y Wiktorsson, 2003; Garza et al., 2005).
4.9. Densidad de tallos
Los cambios estacionales y mensuales en la densidad de tallos de cuatro variedades de alfalfa
se observaron respectivamente. Se observan diferencias (P<0.05) entre variedades, siendo,
alfalfa W 712, lo que registro el mayo promedio anual en la densidad de tallos con 578 y 542
tallos m2, respectivamente. La variedad alfalfa hibrida W350, fue la que registr la menor
densidad de tallos con 282 tallos m2

Por otra parte, los promedios mensuales en la densidad de tallos de alfalfa, presentaron
deferencias (P<0.05) entre variedades, con la excepcin de los meses de noviembre y
diciembre. Los mayores valores se presentaron en los meses de noviembre y diciembre
(promedio de 547 tallos m-2), correspondientes a la estacin de invierno.

La temperatura y la humedad en el suelo, son los principales factores climticos que


influyen en la densidad y tamaos de los tallos, por lo que la tasa y aparicin y muerte de
tallos, est relacionado con las condiciones ambientales, ya que cuando las condiciones son
favorables existen una constante produccin de tallos, dando como resultado un aumento en
la produccin de biomasa de forraje en la pradera (Michel y Helen, 2000). De la misma
46

forma, Hernndez-Garay et al. (1999) mencionan que existe una relacin inversa entre la
densidad de tallos y la produccin de materia seca, sealan que un mayor nmero de tallos
resulta en un menor rendimiento de forraje, debido posiblemente al bajo peso individual de
cada uno de ellos.
4.10. Densidad de plantas
La densidad de plantas promedio anual, los cambios estacionales y mensuales de cuatro
variedades de

alfalfa, que se observaron, respectivamente. Se observan diferencias

(P<0.05) entre variedades, siendo, alfalfa W 712 las variedades que presentaron los
mayores valores (promedio 17 plantas m-2). La variedad Beacom con 8 plantas m-2,
registro el menor valor. Las dems variedades presentaron valores intermedios (promedio
11 plantas m-2), siendo diferentes (p<0.05) con las que presentaron los mayores y menores
valores.
Por su parte, Cadena (2009) al evaluar diferentes frecuencias de cosecha en alfalfa variedad
alfalfa hibrida W350, observ que en la frecuencia de 5 semanas es la que mantiene la
mayor densidad de plantas en la pradera, mientras que el tratamiento con menor periodo de
reposo tuvo la mayor prdida (3 semanas). Tambin observ que la mayor densidad de
plantas se presenta en los meses al final de ao (octubre a diciembre). Al respecto, Sevilla
et al. (2002) mencionan que, la muerte de plantas es mayor en primavera y verano, y
que posterior a este periodo la densidad de plantas tiende a incrementarse.

5. CONCLUSIONES
o

Para la localidad de estudio, la evaluacin de cuatro variedades de alfalfa demostr que


la mejor respuesta productiva la presentaron las variedades Alfalfa W 712 y
alfalfa W350, mientras que la menor la presentaron las variedades Moapa y Beacom.

Todas las variedades de alfalfa mostraron una distribucin estacional del


rendimiento de forraje con el siguiente orden descendente: verano > invierno.

La tasa de crecimiento, altura y peso por tallo estn altamente relacionadas con el
rendimiento de materia seca dentro de las pocas marcadas de corte.

Conforme avanz el estudio la persistencia de las variedades de alfalfa fueron


afectadas negativamente, reflejndose en una menor densidad de tallos, plantas,
radiacin interceptada y composicin botnica de la parcela de investigacin.
47

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