El Rol de Los Indígenas en La Formación y en La Vivencia Del Paraguay

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EL ROL DE LOS INDGENAS EN LA FORMACIN Y EN

LA VIVENCIA DEL PARAGUAY


BRANISLAVA SUSNIK

PRESENTACIN
No se sabe mucho sobre la vida de Branislava Susnik, una de las principales impulsoras de los
estudios antropolgicos en el Paraguay. Esto se debe a que a ella no le gustaba hablar de su vida ni conceder
entrevistas. Por eso sorprendi que Miguel Chase Sardi, como gran excepcin, consiguiera entrevistar a la
doctora (como la llamaban quienes la conocan y trataban con ella). "Sal de mi pas para huir de los campos
de concentracin", dijo la entrevistada, quien tena recuerdos traumticos de la ocupacin nazi de
Yugoeslavia y de la Segunda Guerra Mundial. Nacida en 1920 en Modvode, pueblo que pertenece hoy a la
Repblica de Eslovenia, era muy joven cuando los nazis asesinaron a su padre y la mandaron presa a ella y
a su madre. El triunfo del mariscal Tito les permiti la libertad, que no dur mucho para la rebelde
Branislava, quien se permiti criticar al nuevo rgimen para ser encarcelada de nuevo. Puesta en libertad por
una circunstancia afortunada, abandon Yugoeslavia para vivir y estudiar en Austria y en Italia. Para
entonces conoca varios idiomas, y aprendi otros ms, incluyendo el hablado en la antigua Babilonia. La
historia, la antropologa y la lingstica fueron sus principales campos de estudio, aunque tambin ley
filosofa y conoci al gran filsofo Ludwig Wittgenstein, segn me dijo en una conversacin. El filntropo
Andrs Barbero gestion su venida al Paraguay, adonde lleg en 1951. Desde entonces hasta su muerte,
acaecida en 1996, desarroll una destacada labor como docente, investigadora y autora de varios libros.
Escribi una gramtica de la lengua mbay, una de las diecinueve lenguas indgenas que conoca. La
Fundacin La Piedad le dio el apoyo necesario para entregarse de lleno a las actividades intelectuales.
Este libro contiene las notas tomadas en clase, durante un curso dictado en el Instituto Paraguayo de
Estudios Nacionales (IPEN) 1982; se public por primera vez en Asuncin y en dos tomos, en 1982 y 1983.
Aunque la doctora Susnik no corrigi el texto antes de mandarlo a la imprenta, y se hubieran deslizado
algunas erratas, constituye el mejor libro de divulgacin en la materia. Por eso la Comisin Nacional del
Bicentenario lo reedit en forma abreviada, con el ttulo de La independencia y el indgena (Asuncin:
Intercontinental, 2010). Esa versin abreviada tuvo otras dos ediciones en 2011, con participacin de
Intercontinental, el diario Ultima Hora y el Ministerio de Educacin y Culto. Aqu presentamos la versin
integral, agotada desde hace varios aos, con la debida autorizacin de la Fundacin La Piedad, una entidad
empeada en hacer conocer el legado de la destacada investigadora.
Se podra resumir el ttulo y el objetivo del libro de la siguiente manera: mostrar cmo influyeron
los indgenas en el desarrollo de la historia y en la formacin de la mentalidad paraguaya. El libro cubre el
periodo comprendido entre la llegada de los primeros espaoles y la Guerra de la Triple Alianza. No analiza
la historia del siglo XX y se centra en los siglos XVI, XVII y XVIII. Los primeros captulos explican ciertos
conceptos bsicos (como el de conquista) y ofrecen una resea de los principales grupos guaranes al
iniciarse la conquista.
Aunque el libro no est organizado as, se lo podra considerar dividido en dos partes: (1) la que
trata de la relacin del espaol con el guaran y (2) la que trata relacin de la relacin del espaol con los
dems grupos aborgenes. La primera sera la parte ms importante porque, hasta el siglo XX, el Chaco fue
un territorio muy poco explorado y ocupado por los paraguayos. El Paraguay mestizo tradicional fue hispano
guaran; los contactos entre el conquistador o el colono con otros grupos tnicos fueron limitados. Hasta
mediados del siglo XVIII, la provincia del Paraguay abarcaba aproximadamente el territorio situado entre
los ros Jeju y Tebicuary. Al sur del Tebicuary estaban las Misiones jesuticas, donde los paraguayos no
entraban sin permiso expreso de los religiosos. Al norte del Jeju estaban los belicosos mbayaes, cuyas
correras llegaron hasta Capiat. En rigor, entre finales del siglo XVII Y mediados del siglo XVIII, el lmite
real de la provincia del Paraguay fue el ro Manduvir.
En 1673, los mbayaes cruzaron el ro Paraguay y se instalaron en el actual departamento de
Concepcin y una buena parte del de San Pedro. Eran aguerridos y diestros jinetes, que utilizaban el hierro
en la fabricacin de sus armas, e inspiraban temor a espaoles y guaranes con sus repetidos ataques. En
1759, el gobernador del Paraguay, Jaime de Saint Just, firm con ellos el tratado de paz que les reconoca la
posesin de todo el territorio situado al norte del Jeju. En el mismo ao, 1.500 jinetes mbayaes acamparon
en el lugar hoy llamado Piquete cue, para efectuar un ataque conjunto (espaol mbayaes) contra los abipones
del Chaco. Temeroso de que los aliados terminasen por atacar Asuncin, Saint Just les envi al campamento
unos hombres enfermos de viruela, que difundieron el mal entre los guerreros y los obligaron a volver a sus
dominios; adems de provocarles una mortandad considerable. A partir de entonces, los mbayaes decayeron,
aunque todava en 1825, firmaron con el doctor Francia un tratado de paz. Que el Gobierno de Asuncin

firmase tratados con una etnia indgena, dice sobre la vida colonial ms de lo dicho en textos tradicionales
de enseanza de la historia.
Agreguemos que tambin los gobernadores Pinedo yYegros (abuelo del prcer) hicieron pactos con
las tnias chaqueas de los abipones, tobas y mocoves. Los payaguaes, grandes navegantes, dominaron el
ro Paraguay por mucho tiempo. Carlos Antonio Lpez lleg a un acuerdo con ellos, y les permiti
establecerse en Itapyta Punta y parte de la actual Chacarita. As que debemos aclarar lo dicho anteriormente
sobre la importancia menor de los grupos no guaranes. No es que no hubiesen tenido importancia, sino que
los guaranes la tuvieron en grado mucho mayor. Para dar un ejemplo elemental: dejaron su idioma, mientras
que de los mbayaes slo quedan algunos nombres, como Apa y Aquidabn.
El mestizaje hispano guaran comenz en 1537, con la fundacin de Asuncin, en territorio de los
carios, una familia guaran. Los carios sostenan una guerra permanente con los mbayaes del Chaco y con
los payaguaes del ro Paraguay. Tanto ellos como los recin llegados consideraron conveniente establecer
una alianza.
Los guaranes entregaron mujeres a los espaoles para convertirlos en tovay o cuados. Segn los
usos locales, el parentesco era la base ms slida para establecer una alianza; cuando un hombre tomaba a
una mujer, contraa obligaciones con la familia y con la tribu de ella. Ella dejaba de ser para l una simple
ku, para convertirse en rembirek o compaera estable. La poligamia no desligaba al hombre de
responsabilidades con sus varias rembirek. Es dudoso que los hidalgos espaoles quisieran convertirse en
padres de familias indgenas, pero los que fundaron Asuncin comprendieron la utilidad de contar con
aliados y con un puerto para proseguir la ruta hacia el Dorado. As que se comportaron como parientes en
los dos primeros aos, e incluso realizaron expediciones contra los chaqueos para satisfacer a los carios del
lugar. Pero el buen trato no dur mucho tiempo, como lo indican ciertos documentos escritos por los
conquistadores de aquellos aos, donde se llama piezas" a las mujeres, como se puede hablar de piezas de
lienzo o de pao, con el valor de mercaderas. La alianza inicial se convirti en relacin de seoro y
servidumbre. Hubo violencia y rebeliones fracasadas.
Posteriormente se cre la encomienda, para dar mano de obra gratuita al espaol y una cierta
proteccin al indgena. Al espaol se le "encomendaba" o entregaba un cierto nmero de indgenas, para
ampararlos y convertirlos al cristianismo a cambio de beneficiarse de su trabajo. Tal era, en todo caso, la
justificacin legal de la institucin que contaba con dos modalidades: la mita y la yanacona. El indio mitario
deba trabajar para el seor dos o tres meses al ao; el yanacona deba servirlo todo el ao, en condiciones
de autntica esclavitud. Para 1555, 300 espaoles tenan en encomienda 27.000 "fuegos", o sea hogares
indgenas. No se sabe cuntos integrantes tena cada hogar, pero el total no poda ser menos de 100.000
personas. Segn el censo de aquel ao, haba en Asuncin 3.000 mestizos. La provincia del Paraguay, por
entonces, no iba ms all del ro Manduvir. Que tan pocos espaoles pudieran someter a tantos indgenas
muestra que la relacin fue ms all del simple uso de la violencia; se trat de un proceso complejo, donde
intervinieron numerosos factores, como explica la autora.
La poligamia de los conquistadores y colonos, en vez de aumentar, disminuy la poblacin. En
1660, haba en la provincia del Paraguay 65.000 habitantes. La poblacin se distribua en las villas
tradicionales (como Asuncin y Villarrica), las poblaciones y los partidos (como se llamaban los poblados
menores), los pueblos de indios (Altos, It, Yaguarn) y la campaa (esto no incluye las misiones jesuticas).
Estaban adems los "indios monteses, que no se haban sometido y podan vivir en los extensos bosques de
la Regin Oriental. La Regin Occidental no se haba ocupado ni poblado.
En los pueblos de indios no podan asentarse espaoles, criollos ni mestizos (exceptuados los
religiosos y administradores). Esos pueblos tenan, como propiedad comn, tierras agrcolas y ganaderas,
"tierras de caza y pesca" (bosques y cursos de agua) y yerbales. Las propiedades comunes se explotaban en
conjunto, con la participacin obligatoria de los moradores durante cuatro das a la semana; esto comprenda
el trabajo en las sastreras y talleres, el cultivo del algodn, la caa de azcar y el tabaco, la cra del ganado
en las estancias comunales. Dos das a la semana, el indio tena libertad para ocuparse del lote que se le haba
entregado para cultivar lo necesario para el consumo del hogar. Criticadas o elogiadas en excesos, las
misiones jesuticas seguan el mismo rgimen, aunque en ellas no entraba nadie sin permiso, mientras que
los pueblos de indios eran ms abiertos.
Es falso que, despus de la expulsin de los jesuitas, los guaranes misioneros volvieran a los
bosques; ya no podan hacerlo, porque haban perdido la capacidad de vivir cazando y pescando, como sus
antepasados. La haban perdido, mucho tiempo atrs, todos los guaranes asentados en los pueblos,

convertidos en su nuevo "hbitat". Por otra parte, los franciscanos realizaron una importante labor en los
pueblos puestos bajo su direccin, como Yuty y Caazap. (Las estancias comunales de Caazap tenan
60.000 cabezas de ganado en el siglo XVII.)
Hasta la segunda mitad del siglo XVIII, la economa de la provincia se desarroll mediante el
trueque, por falta de dinero metlico. Como seala la doctora Susnik, ya se sentan en el Paraguay ciertos
problemas que habran de subsistir, lamentablemente. En el campo haba una gran pobreza, difcil de superar
a causa de los daos causados a la agricultura por la ganadera y la inseguridad resultante de los asaltos de
los mbayaes y otros grupos hostiles. Muchos abandonaban sus familias para buscar trabajo en las provincias
de Santa Fe, Buenos Aires y Tucumn. Ya haba ocupaciones de tierra, en detrimento de las propiedades
comunales de los pueblos de indios; hacia 1800, las dos terceras partes de los agricultores paraguayos eran
ocupantes ilegales.
La antigua provincia del Paraguay, resultado de la unin del espaol y el guaran, se vio agitada por
numerosas rivalidades: las surgidas entre criollos y mestizos, entre mestizos e indgenas, y entre los distintos
grupos indgenas, incluyendo el de los guaranes. (Esto ltimo se manifest en el ensaamiento con que los
indios de las misiones jesuticas reprimieron la Revolucin de los Comuneros en 1735). Aquella fue una
sociedad dividida, cuya unidad se mantena por decisin del poder poltico. La actual repblica ha heredado
discordias viejas, que debe superar para lograr una convivencia ms racional y provechosa. Para superarlas
precisa conocer el pasado, aun el pasado poco luminoso de la tradicin colonial porque, para glosar la frase
bblica, la verdad nos har libres.
Guido Rodrguez Alcal

PRLOGO
La presente obra es el resultado del Primer Ciclo de conferencias que dictara la Prof. Dra.
Branislava Susnik en el marco del Seminario de Antropologa social que sobre "El Rol de los Indgenas en
la Formacin y Vivencia del Paraguay" organizara el Instituto Paraguayo de Estudios Nacionales (I.P.E.N.)
durante los meses de mayo, junio y julio de 1981.
El tema de estudio del referido seminario ha abarcado el perodo que transcurre desde la llegada
de los espaoles al Ro de la Plata, hasta finales del siglo XIX. En el contexto de la obra tambin se podrn
encontrar interesantes referencias al perodo prehistrico del Paraguay.
Este seminario, que se vio realzado con la participacin de un centenar de personalidades y
profesionales afectados a distintas disciplinas sociales de nuestro medio, fue propicia ocasin para
profundizar el estudio de aspectos socioculturales, polticos y econmicos del Paraguay histrico desde
una perspectiva cientfica, antropolgica e histrica.
El I.P.E.N. ha iniciado con aquel seminario un ciclo encarado fundamentalmente con el espritu
dispuesto a aportar mayores y mejores elementos de conocimiento y comprensin de las races y
caractersticas del Ser Nacional paraguayo. La participacin de brillantes expositores y la amplia respuesta
recibida en el inters de vastos sectores del quehacer nacional, han impulsado al Instituto a realizar la
transcripcin de las cintas magnetofnicas que contienen todas las charlas realizadas.
Al ofrecer los resultados de esa transcripcin, que en el caso del seminario referido abarcar la
publicacin de dos tomos, el I.P.E.N. pretende extender los beneficios alcanzados en sus ciclos de estudios
a la poblacin interesada en el conocimiento profundo y acabado de nuestra historia y nuestro presente.

Captulo I
EL POBLAMIENTO PREHISTRICO DEL PARAGUAY

1.

Caractersticas socioculturales de los guaranes y de los chaqueos

Hablaremos, a modo de introduccin, sobre el tipo de cultura que caracterizaba a los indgenas del
Paraguay y sobre los tipos sociales a que pertenecan en el momento de la conquista espaola. Sin conocer
el fundamento sociocultural de los indgenas, al iniciarse la conquista, ser imposible estudiar despus la
plasmacin cultural ni el mismo proceso psico-social de la integracin.
El hombre americano, el paleoamericano, no es autctono; todos los amerindios son inmigrantes e
incluso inmigrantes muy tardos. El continente americano y el australiano son los de poblamiento ms tardo.
Los hallazgos arqueolgicos disponibles hasta ahora y provenientes de Canad, Estados Unidos y
Sudamrica demuestran la probabilidad de la existencia del hombre en Amrica alrededor de 30.000 aos
a. de C. El material arqueolgico consiste en simples lascas lticas que, a veces, pueden ser discutidas en
cuanto podran ser solamente un profundo natural; en cambio, ya podemos afirmar que no hay dudas de la
existencia del hombre en el continente americano aproximadamente hacia los 10.000 aos a. de C.
Todos los inmigrantes llegaban por oleajes inmigratorios, por avanzadas migracionales paulatinas;
primero por el Estrecho de Bering, desplazndose por el subcontinente norteamericano hacia Sudamrica;
luego, alrededor de 3.000 aos a. de C., llegaban otros inmigrantes que ya utilizaban como punto de entrada
en el continente americano la zona del Istmo de Panam.
Los tipos de cultura que nosotros tenemos en el Paraguay prehistrico son dos: el paleoltico y el
neoltico.
El tipo de cultura paleoltica paleoltico superior es el ms antiguo que se encuentra por los
hallazgos arqueolgicos y por las tribus sobrevivientes en Amrica. Se caracteriza por el nomadismo de
cazadores y recolectores; aprovechamiento de los recursos naturales sin ninguna productividad humana. Por
ende, todo el problema o las crisis de la sobrevivencia de estas culturas deviene de la disponibilidad de estos
recursos naturales, tanto los que sirven para la caza, como la pesca o recoleccin y de ah la dependencia de
estas culturas de tener una verdadera disponibilidad de estos recursos en sus desplazamientos desde el
Estrecho de Bering hasta la Tierra del Fuego, en Sudamrica.
Muchas veces se producan verdaderas crisis provocadas por cambios climticos que producan
cambios ecolgicos, obligando a los grupos tribales a ir desplazndose en el territorio, o a plasmaciones
intertribales o simplemente a sucumbir. De aqu el nomadismo de estas culturas.
En consecuencia, no se puede pensar en que estuvieran organizados en grandes grupos sociales o
sociopolticos sino en simples bandas unilineales. A veces se podr hallar una federacin de estas bandas en
el inters de una defensa mutua contra otras tribus con las que disputan la posesin de un cazadero, en una
misma zona que les provee de recursos naturales suficientes. As, pues, para estas bandas no existe el
verdadero concepto de la tierra en s, no hay apego a la tierra; solamente existe el inters por la caza, vale
decir por lo que la tierra ofrece como recursos para la caza, para la pesca o para la recoleccin de frutos
naturales.
En todas las zonas donde se encontraban tribus de cultura paleoltica solamente se puede calcular
una poblacin de 2 a 8 personas sobre 100 km2. Quiere decir una poblacin mnima, escasa densidad
demogrfica; estos clculos estn realizados en base a estimaciones propuestas por la Escuela Demogrfica
Histrica de la Universidad de Berkeley As que nunca se puede pensar que en el continente o subcontinente
americano hubiera una densa poblacin en las zonas pmpidas, de planicie o sabana, porque en estos
territorios es donde se mova y se desplazaba la poblacin del tipo cultural paleoltico.
Tambin su ideologa, sus creencias, sus tendencias respecto a la sobrevivencia, eran en extremo
utilitarias; un puro inters subsistencial, por el mnimo subsistencial. Esta mentalidad netamente utilitarista,
lgicamente, tambin impregnaba su escala valorativa y simblica de la vida misma: en ella, si bien el
hombre no es un simple ser animal, se halla impregnado de naturalismo, de lo que el hombre ve, de lo que
experimenta, de lo que hace, de lo que caza o de lo que recolecta.
Y en cuanto a la pregunta para qu?'', que se formula cualquier hombre, cualquier grupo
humano, para este tipo de cultura netamente paleoltica, slo exista una respuesta: el presente vivencial, la

vivencia. Los conflictos existenciales se basaban en las interferencias de las fuerzas consideradas mgicas,
de las fuerzas sobrenaturales, eran conflictos esencialmente producidos por cualquier desajuste o
desequilibrio de la propia naturaleza o de los fenmenos correlacionados con el sistema subsistencial.
En contraste con este tipo de cultura que ms adelante ya sealaremos en qu parte del Paraguay
prehistrico se localizaba, en contraste con esas culturas paleolticas, alrededor de los aos 3.000 a. de.
C. comienza a asomar otro tipo cultural denominado neoltico.
Los pueblos de cultura neoltica siguen basando su subsistencia en la caza, pero interviene ya el
cultivo que, en ciertas zonas, puede ser muy incipiente pero en otras, segn las tierras, muy desarrollado.
As entonces, todas las tribus consideradas como de cultura neoltica, son esencialmente cazadores y
cultivadoras intensivas o desarrolladas aun cuando, tambin en estos casos, no se trata todava de una
verdadera produccin pues nunca el cultivo llega a producir entre los neolticos un supervit que permita
actividades. Siempre tiene el carcter subsistencial, si bien con un menor grado de dependencia de los puros
recursos naturales como en el caso de los paleolticos.
Por otra parte, estos cultivadores neolticos practican tambin una cultura depredadora pues
emplean el mtodo de la roza, un mtodo que no permite un cultivo eficiente por ms de dos aos. Luego
de dos aos la roza ya no dar resultados y habr que cambiar el rozadero. Por ende, si se piensa en toda la
zona de Sudamrica, zona tropical, donde pueblos vivan y si se piensa tambin en el elevado ndice
demogrfico de los mismos, tambin se entiende que estos pueblos se hallaran en continuo movimiento, en
busca de ms tierras porque, una vez que la tierra se usaba para las rozas, luego de dos o tres aos, deban
emigrar en busca de nuevas zonas para su cultivo, para nuevas rozas, pues slo este rudimentario mtodo
era empleado sin ser conocidos los mtodos de abono. De all que no se pueda hablar de verdadera
produccin sino de cultivos para consumo con accin esencialmente depredadora del suelo.
Todos los materiales de que se dispone para el estudio del suelo ltimamente, sobre todo estos
estudios se han realizado en el Brasil especialmente en la selva tropical de la Amazonia, demuestran este
carcter depredador como tambin demuestran que pueden llegar a producir verdaderos cambios ecolgicos
porque estas tribus, por ms que viven aisladas completamente, llegan a agotar la tierra, anulando su
potencialidad.
Consecuentemente con el mdulo subsistencial descripto, la ideologa de estos pueblos ser distinta
de los de cultura paleoltica. Los pueblos neolticos tambin son utilitarios, pero buscan abundancia, la
abundancia subsistencial inmediata. Aun cuando aqu se est hablando de culturas prehistricas, podemos
poner el ejemplo de los pueblos guaran de hoy da que mantienen esta ideologa del "tek pora", quiere
decir, de la "vida buena" , basada en la verdadera abundancia subsistencial en contraposicin al "yvy mara",
la tierra mala, y del "tek mara", la vida mala, siempre en correlacin la vida con la tierra y la tierra buena
aqulla donde se puede hacer la roza, donde siempre hay la posibilidad de los desplazamientos buscando
nuevas tierras para roza de acuerdo con las exigencias demogrficas de la colectividad.
Entonces, hay ese deseo de la abundancia, ese deseo del "tek pora y esa conciencia de que cuando
la tierra es mala, la vida es mala; de que hay que buscar una tierra donde no hay mal y, por ende, en estos
pueblos tambin se encuentra un dinamismo continuo y, si a ello agregamos que entre los neolticos hay
mayor densidad demogrfica que entre grupos paleolticos, es an ms comprensible ese impulso
migracional que hace que muchas de las tribus que pertenecen a este tipo cultural neoltico sean
verdaderamente considerados como antropodinmicos: se trata, en realidad, de un genuino
antropodinamismo.
Dentro del ambiente sudamericano, los pueblos de este tipo cultural neoltico trajeron una autntica
revolucin cultural frente a los paleolticos puramente cazadores, pescadores y recolectores. Cuando llega
el cultivo, cuando hay cultivo, la organizacin social ya tiene una base en las grandes casas comunales; ello
permite tambin un mayor desarrollo de la manufactura, as se inician, por ejemplo, la cermica y toda una
serie de otros nuevos elementos culturales. Y, adems, los pueblos que viven en los alrededores de los
pueblos neolticos, algunos quedando incluso subyugados, adoptan muchos de los elementos de la cultura
neoltica.
Estos eran los dos tipos de cultura que conocemos en el Paraguay prehistrico pero se desconocen
en este mbito otros grupos y tipos culturales que s es posible hallar en el continente sudamericano: los
llamados pueblos marginales. Se trata de pueblos de cultura paleoltica, al iniciarse la conquista espaola,
que geogrficamente se ubican en las reas intraslvides que no son propicias para un desarrollo cultural. El
avance de los pueblos neolticos, llegados en posteriores oleajes, les fue arrinconando prehistricamente a

estos pueblos paleolticos en zonas de pampa, chaco o sabana, en tierras que no eran aptas para los neolticos,
provocando as su marginalidad.
Por su parte, los pueblos de la selva tropical, que son precisamente los neolticos, al iniciarse la
conquista, se movan en la zona tropical, motivo por el cual tambin son conocidos como pueblos de la selva
tropical. Estos pueblos se hallaban en el Paraguay en la Regin Oriental, separados del Chaco por el ro
Paraguay que divida as dos tipos diferentes de cultura. Sin embargo, falta en el Paraguay el tipo de los as
llamados neolticos superiores que llegaron ya a un grado de cohesin sociopoltica, a un tipo de reinos y
jefaturas en un caso donde el neoltico ya no era de simple produccin de abundancia sino de verdadera
superproduccin. Y recin cuando un pueblo llega a un tipo de cultura con cultivo de superproduccin, esto
permite la organizacin social, la manufactura deja de ser simplemente utilitaria para basarse en una
verdadera organizacin del trabajo de la manufactura como oficio, con clases sociales, con presencia del
comercio, del intercambio, etc.
Cuando no hay ningn contacto perifrico, las culturas quedan estticas, as como hemos descripto
hasta ahora a las culturas paleolticas y neolticas. En esas condiciones ya existan en el Paraguay los
paleolticos unos 6.000 aos a. de C. y los neolticos 3.000 aos a. de C. Y as los encontraron los espaoles
al llegar, con el mismo tipo cultural, sin ninguna evolucin. Al no existir contactos perifricos, al hallarse
presentes siempre las mismas tendencias culturales, las culturas se estancan, no hay progreso ni evolucin;
por ende, la conquista espaola encontr a los guaranes en las mismas condiciones a como ellos se haban
desarrollado en su tipo cultural de 3.000 aos a. de C.
Por el contrario, en parte de las Antillas, partes de Colombia, especialmente con los "chibchas" y
en algunos enclaves, por ejemplo en el oriente de Bolivia y parte de Mato Grosso, al norte de Mato Grosso,
all s se desarrollaron los as llamados reinos o jefaturas del neoltico-superior y ya con el conocimiento
del metal.
No se lleg al conocimiento del hierro en ninguna parte de Sudamrica, es verdad; pero se conocan
metales, haba cobre y no saban que tambin haba el bronce precisamente por el estao existente en la
zona conocida hoy como Bolivia; as que este tipo de cultura neoltica-superior, que permiti un desarrollo
sociopoltico y tambin una superproduccin y una verdadera organizacin cultural en los pueblos, no
encontramos entre ninguno de los pueblos que poblaron el Paraguay prehistrico que quedaba siempre
fuera de lo que podramos llamar el estmulo cultural perifrico.
Tampoco encontramos en el Paraguay prehistrico ninguna influencia que podra denominarse
influencia de la civilizacin incaica. Como se ve, en el caso de los incas no empleamos la palabra "cultura"
sino mejor la palabra "civilizacin", que implica un gran desarrollo de la ciudad como centro; en esta
civilizacin hay organizacin poltica, hay organizacin del poder sociopoltico, hay organizacin
eclesistica, religiosa, organizacin de clases sociales con su productividad, etc. Quiere decir que la
civilizacin siempre impone sus pautas culturales cuando hay contactos con culturas primitivas, neolticas
o paleolticas, pues el contacto perifrico permite un estmulo cultural, promueve el evolucionismo y la
imposicin de sus pautas culturales no precisamente por la violencia sino por la misma vivencia de estas
pautas propias de la civilizacin.
As entonces, estos dos ejemplos del neoltico-superior y de la civilizacin del tipo incaico faltan
en el Paraguay prehistrico, no se encuentran en el mismo.
Hasta aqu hemos hablado solamente en general de estos dos tipos de cultura, paleoltica y neoltica,
pero tambin hay diferencias, heterogeneidades, por los tipos raciales del Paraguay prehistrico como
veremos de inmediato.

2.

Caractersticas raciales de los pobladores prehistricos del Paraguay

Tres tipos fsicos, tres tipos raciales de la poblacin del Paraguay prehistrico, pueden observarse:
el pmpido, el lguido y el amaznido. Estudiaremos a cada uno en particular.
a) El pmpido
Universalmente corresponde el tipo racial pmpido sudamericano al tipo racial australiano. La
llegada de estos inmigrantes a Amrica se materializ a travs del Estrecho de Bering. Gran parte de las

tribus habitantes prehistricas de Norteamrica (Siux, Comanches, etc.), conocidos por el tipo fsico como
plnidos, corresponde exactamente al tipo pmpido de Sudamrica.
Es el Chaco prehistrico del siglo XVI, todo el Chaco y Pampa, hasta la Tierra del Fuego y parte
del Mato Grosso, el que se pobl alrededor de los 6.000 aos a. de C. por la gente del tipo racial pmpido.
Los documentos arqueolgicos hallados son pobres al respecto; simplemente no se conservaron o no se
realizaron suficientes investigaciones. Tratndose de simples lascas o puntas lticas para flechas y no
existiendo ni cermica ni otros hallazgos, aqullos se perdan aun cuando se cuenta con restos fsiles,
restos seos que permiten comprobar la poblacin de tipo racial pmpido en el Chaco paraguayo y en las
pampas hacia5 o 6 mil aos a. de C.
Dentro del tipo racial pmpido existen variaciones sobre todo del tipo fsico general, un subtipo
fsico llamado hurpido y el otro llamado naper-boror, siempre en el contexto chaqueo. La mitad
occidental del Chaco estaba poblada en esta antigua poca prehistrica por el tipo hurpido; la parte
oriental por los naper-boror.
El tipo fsico pmpido o pampeano, en general, es de estatura alta, fuerte desarrollo de miembros
inferiores, tez olivcea; estos caracteres fisicos pueden an observarse en algunos grupos raciales
sobrevivientes (como el caso de los Mak). Otros exponentes pmpidos son los Mbay-Guaicures, muy
conocidos en la historia, originalmente primeros habitantes de la pampa argentina y luego desplazados
hacia el norte llegando a la regin chaquea. El Chaco siempre representaba un refugio de diversas tribus
pmpidas y all se asentaron ms o menos entre 100 o 200 aos antes del inicio de la conquista espaola.
Tratbase bsicamente del tipo de la cultura paleoltica, de los cazadores, pescadores y recolectores.
Por otra parte, la expansin del imperio incaico, que lleg a fundar una fortaleza llamada
Samaipata en cercanas de Santa Cruz de la Sierra, signific tambin una fuerte presin hacia estos
pueblos obligndolos a su dispersin y a continuos desplazamientos, en este caso hacia el sur, precisamente
hacia el Chaco paraguayo. A este respecto es interesante sealar que, justamente, la palabra "chaco" es de
procedencia quichua, originaria de la voz "chac". As que, entonces, esta presin de los incas desde el
otro lado de la cordillera tambin fue motivo del desplazamiento y penetracin de los pueblos pmpidos,
de cultura paleoltica, en el Chaco paraguayo.
b) El lguido
Hacia 1848, y por espacio de 40 aos, un investigador dans ha realizado trabajos y exploracin
arqueolgica en las cuevas de Minas Gerais en busca de restos fsiles del hombre americano o cualquier
tipo de evidencia ltica.
Efectivamente, en una de las cuevas llamadas Lagoa Santa, encontr esqueletos y 35 crneos
fsiles que, por los procedimientos de medicin utilizados (qumicos, carbono 14), pudo demostrar que se
trataba de verdaderos restos fsiles del hombre paleo-americano, de lo que fue el antiguo amerindio
poblador de esta zona. Por el nombre de esta cueva, Lagoa Santa, se le dio a este tipo fsico la denominacin
de -lguido" y se correlaciona universalmente con el tipo fsico llamado melansido, con lo que se quiere
indicar que es con pobladores melanesicos que, al menos sus actuales sobrevivientes, tienen caractersticas
similares.
El tipo fsico o racial lguido, tambin de cultura paleoltica como los pmpidos, se mova ms
bien por las sabanas en la zona amaznica y as llegaron a penetrar en lo que es hoy tambin el Paraguay
oriental, Ro Grande do Sul, Santa Catalina y Estado de Paran, llegando hasta la Argentina, casi en la zona
de Entre Ros, siempre por la gran dispersin de sus grupos humanos.
Quiere decir que el protopoblador del Paraguay oriental, anterior a la aparicin de los guaranes,
era el grupo humano racialmente lguido y culturalmente paleoltico; en todo el Paraguay oriental tenemos
algunos hallazgos arqueolgicos de suma importancia, los que el clebre y ya desaparecido arquelogo
Osvaldo Menghim ha llamado el "complejo eldoradense" por proceder de la localidad de El Dorado, en las
Misiones argentinas.
Posteriormente se hicieron algunos hallazgos tambin del lado paraguayo de la costa del ro
Paran, frente a las Misiones argentinas; se trata del mismo material ltico, hachas paleolticas no pulidas,
puntas lticas, todo instrumental correspondiente a este tipo paleoltico lguido; quiere decir que existen
pruebas efectivas de que, alrededor de 6 o 5 mil aos a. de C., y mucho antes de la llegada del av

amaznico, que posteriormente conoceremos como guaran, todo el Paraguay oriental estaba poblado por
el tipo racialmente lguido y culturalmente paleoltico.
Los restos sobrevivientes de este tipo eran hasta hace poco conocidos, pues se conservaban todava
en el Paraguay oriental, como guayans, ingan e yvytyroki; en varias tradiciones de los yerbateros de la
zona hasta hoy suenan estos nombres; quiere decir que algunos ejemplares de estos antiguos
protopobladores de todo el Paraguay oriental todava sobreviviran hasta hace poco.
c) El amaznido
Recin despus llegamos al tercer tipo racial que ya tiene caractersticas culturales neolticas y que
se denomina amaznido o amaznide. En realidad es comn hablar de raza guaran, as como tambin
en otros tiempos se deca razas hispanas; inclusive hoy en da se conmemora un da de la raza: son
stos trminos que no corresponden a una clasificacin autnticamente cientfica. Los guaranes,
racialmente, son amaznides y cientficamente no se puede hablar de la existencia de una raza tup-guaran
o de la raza guaran, porque del mismo tipo racial amaznide son tambin los pano, los jbaros del
Ecuador, los arawak, los caribes y tantas otras tribus de cultura neoltica que pertenecen absolutamente al
mismo tipo racial.
Alrededor de 3.000 aos a. de C., probablemente por el Istmo de Panam, esparcindose por los
llanos de Venezuela y de Colombia, apareci un tipo fisico protomalayo o mongoloide con caractersticas
absolutamente diferentes del tipo pmpido y lguido que ya hemos descripto. Por sus caractersticas
protomalayo-mongoloide, tenan baja estatura, eran braquicfalos (tan destacadamente braquicfalos, que
haba cientficos que llegaron a confundir cultura neoltica con carcter racial braquicfalo: vale decir, un
hecho que es netamente cultural, con otro que es netamente fsico) y adems de tez amarillenta; en sntesis
un verdadero tipo mongoloide-protomalayo.
En Amrica, este tipo protomalayo-mongoloide adquiri el nombre de amaznide por el hecho de
que grupos humanos pertenecientes a este tipo fsico fueron hallados al sur del ro Amazonas y en toda el
rea de esta cuenca fluvial con sus afluentes: el Xing, Araguaya, Tocantins, etc., y tambin al norte del
Amazonas. Fue en estas zonas donde se encontr a este tipo fsico amaznide de cultura neoltica al iniciarse
la conquista, tratndose de pobladores americanos de 3.000 aos a. de C. que posteriormente sufrieron un
proceso de dispersin que nos interesa estudiar porque este movimiento los trajo tambin hasta el Paraguay.
Como hemos dicho, su llegada a Amrica se habra producido por el Istmo de Panam hacia 3.000
a. de C., con una dispersin de las primeras olas migratorias hacia las llanuras de Colombia y Venezuela y
el sur amaznico; pero hacia el 2.000 a. de C. se habra producido una verdadera catstrofe natural en esa
zona sur-amaznica, si nos basamos en los datos de los paleontlogos y de los gelogos, especialmente de
los ms recientes estudios.
Dichos estudios, provenientes tambin de botnicos y zologos y de la investigacin arqueolgica,
ante el actual inters en la explotacin de la regin amaznica, sealan la existencia de esa verdadera
catstrofe natural con un profundo cambio ecolgico de la regin sur-amaznica, como resultado de la
invasin de la ecologa de sabana que prcticamente aniquil a la selva tropical en esta regin. Esto se habra
debido a bruscos cambios climatolgicos: se habla, incluso, de que se habran producido enormes incendios
a causa de sequas que se prolongaban por 4 y 5 aos, destruyendo tambin el suelo.
Para la comprensin de este fenmeno se debe reflexionar un poco en lo que es la selva tropical y
recordar que, en realidad, su tierra carece de una verdadera capa de humus. Es as que, por lo general, cuando
en las zonas tropicales o subtropicales se practican cultivos, stos resultan muy buenos durante los primeros
2 o 3 aos pero despus disminuyen y agotan su fertilidad. Un ejemplo de ello lo encontramos en el caso de
las primeras plantaciones que realizaron en el Paraguay los espaoles llegados en el siglo XVI: debe
comprenderse la importancia cultural del pan y del vino para los conquistadores hispanos y su inters en la
siembra del trigo y de la vid. Y, efectivamente, durante la primera poca, en la primera generacin de estos
conquistadores recin llegados, el trigo y la vid crecan pero despus ya estos cultivos sencillamente se
agotaron porque la tierra careca del humus necesario para preservar la riqueza de estos cultivos.
Con estas reflexiones y el apoyo de las investigaciones cientficas mencionadas se puede ya
comprender cmo esta catstrofe climatolgica alter el sistema ecolgico, modific o destruy la
vegetacin y signific una verdadera destruccin de la selva amaznica y su reemplazo por un tipo
ecolgico de sabana. Lgicamente estas alteraciones obligaron a los pueblos de cultura neoltica, del tipo

racial amaznide, a la bsqueda de nuevas tierras que fueran realmente aptas para su tradicional pauta
cultural: el cultivo y la caza.
As, numerosos fueron los pueblos de este mbito original amaznico que iniciaron grandes
movimientos migracionales, un verdadero dinamismo migratorio, y entre ellos, especialmente los pueblos
y las tribus pertenecientes a dos grandes familias lingsticas: arawak y tupguaran.
Otros grupos neolticos y de raza tambin amaznide, como los panos y jbaros, de la familia
arawak, en la zona tropical pero limtrofe con los Andes, no llegaron a sufrir las consecuencias de esta
catstrofe, no fueron perjudicados por la misma. En contraste con estos grupos ms occidentales, los tupguaranes y los arawak del sur del Amazonas, profundamente alterados por los cambios ya sealados, se
vieron obligados a desplazarse hacia el sur y sureste, buscando una salida por el ro Araguaya valindose
de su calidad de canoeros, y por las nacientes de este ro llegan hasta las nacientes del Paraguay. El contacto
con el ro Paraguay fue de mucha importancia pues all se encuentran con una verdadera red fluvial, donde
varios ros tienen sus nacientes: algunos corriendo hacia el norte, hacia el Amazonas, y otros con sus cursos
hacia el sur.
As, a travs del ro Paraguay, lleg una primera corriente de arawak que llamamos paleoamaznides aproximadamente hacia los 500 aos a. de C.; estos grupos se desplazaban por el ro Paraguay
y tambin por sus afluentes, llegando incluso hasta el ro Paran, hasta el ro Uruguay y hasta la propia
costa atlntica. Este fue el primer contingente de los paleo-amaznides y tambin los primeros neolticos
que llegaron al Paraguay oriental.
De ellos tenemos pruebas arqueolgicas: primero los hallazgos del Alto Paraguay, desde Mato
Grosso; luego tenemos los restos arqueolgicos de Ybytim, ya ac en el Paraguay, cuando an no
utilizaban el sistema de zona como tcnica de cultivo, sino verdaderos tmulos de tierra, sobre todo
buscando zonas pantanosas pero, fundamentalmente, formando esos tmulos artificiales de tierra para as
poder plantar y adaptar sus propias tcnicas de cultivo. De este tipo de hallazgos de Ybytim tenemos
tambin otros similares en cercanas del lago de Ypacara. Estos restos fueron encontrados en una poca de
bajante del lago, cuando quedaron al descubierto gran parte de testimonios cermicos y otros que
comprueban que los primeros neolticos, los primeros cultivadores llegados al Paraguay, eran de este tipo
paleo-amaznide.
Por ltimo, tambin cerca del lago Ypo, se han realizado otros descubrimientos arqueolgicos de
este mismo tipo y, posteriormente, se halla ya la fusin de diferentes tipos de cermica de estos paleoamaznides con los productos propiamente guaranes en las zonas del Paran, del Uruguay y en la zona de
la posterior diseminacin guaran; pero esto es ya un fenmeno subsiguiente a la dispersin paleoamaznide hacia 500 aos a. de C.
Despus de esta corriente paleo-amaznide, que ya en alguna medida iniciaron la marginalizacin
de las tribus protopobladoras de esta zona del Paraguay oriental, recin despus de esta corriente aparecen
los migrantes que posteriormente conoceremos como los guaranes. Para evitar el uso de la terminologa
paleo-tup-guaran, puede hablarse ya de la dispersin del av-amaznico.
Entonces, a partir de este momento, puede hablarse ya de la dispersin del av-amaznico. Despus
de aquella catstrofe ecolgica de la que hemos hablado, que alter toda la vegetacin y la fauna en la zona
sur-amaznica, a partir de aquel centro de dispersin que tambin hemos mencionado, aquel centro donde
se encuentra una verdadera red fluvial de cientos de ros, especialmente el Araguaya y el ro Paraguay, a
partir de all se produce esta dispersin de todos los grupos que caen bajo la denominacin del av para
incluir en la misma a las tribus tup guaran.
Estos mismos grupos se autodenominaban av, que quiere decir hombre y que significa la
identidad lingstica, bsicamente, y la identidad cultural de todos los que tienen las mismas costumbres.
Hay que aclarar, sin embargo, que el desplazamiento de estos grupos no fue masivo, sino ms bien
progresivo, en pequeos oleajes, quedando en un lugar y luego, nuevamente, desplazndose y as
sucesivamente de modo que el proceso es progresivo, por etapas.
Entre estas olas sucesivas de migrantes hay que distinguir dos ramales: uno llamado proto-mb y
el otro proto-cario. Antes de hablar sobre los procesos, veremos cules son las diferencias entre ambos.
El primer ramal de los av-amaznicos, el de los proto-mby', eran neolticos, cultivadores
predominantemente de la mandioca; bsicamente se trata de la mandioca amarga, pues la mandioca dulce se
hace extensiva ya con los verdaderos guaranes por influencia de los espaoles, pues la mandioca dulce era
preferida de los espaoles, ya que la mandioca amarga contiene un veneno, el cido prsico, y se necesitan

de varios procedimientos purificadores para hacerlos aptos al consumo. Sin embargo, antiguamente entre los
guaranes y todos los otros grupos neolticos, se cultivaba bsicamente la mandioca amarga y no la dulce (la
mandioca dulce es la hoy conocida por nosotros).
De tal manera, los proto-mby', cultivadores de la mandioca amarga, contaban con una organizacin
social pequea basada fundamentalmente en grupos unipatrilineales, vale decir de un solo linaje y no de
grandes aglomeraciones de origen multilineal; se trataba de pequeos grupos unilineales, separados,
agrupados a veces en una sola casa comunal. Una sola casa comunal, al uso antiguo de los neolticos y, entre
ellos, tambin de los tup-guaranes, significaba un pequeo grupo, una banda con no ms de 30 a 100
familias que es lo que poda albergar una casa comunal, entendindose por familia cada ncleo en torno a
un fuego o dependiendo de una olla comn. A veces, si se practicaba la poligamia, podan ser 5 fuegos de
ollas a la vez.
Este tipo de organizacin, con la pauta patrilineal, propio de los proto-mby', es el que puede
denominarse ya con el nombre de guaranes recogido por el padre Ruiz de Montoya; se trata del antiguo
guaran nucleado en el tefi (escrito as por Ruiz de Montoya) con una o a lo sumo dos casas comunales y
grupos reducidos de no ms de 100 familias, entendiendo que entre los guaranes podemos hablar de padre,
madre y cuatro hijos, de acuerdo con los ndices demogrficos predominantes en la poca de la conquista.
De este modo, en un tey'i, como mximo, podran albergarse 600 almas, vale decir, 100 familias de padre,
madre y 4 hijos.
Estos tey'i difcilmente llegaban a federarse o fusionarse, pues en ellos predominaba la ideologa
exclusivista, un factor muy importante entre estos grupos guaranes y que podramos llamar la ideologa del
"orva", por la exaltacin del or en contraposicin al and (un nosotros ms amplio, inclusivo e
integrativo).
Estos tey'i exclusivistas venan ya con la cermica, un elemento cultural de importancia y
tpicamente neoltico, representando la pauta cultural de la coccin de la alimentacin esencialmente vegetal.
Esta cermica proto-mby se caracterizaba por la decoracin, con impresin digital, vale decir con la simple
presin de los dedos a medida que la cermica se va fabricando. Esto es perceptible por ejemplo en las urnas
funerarias, con su tpica decoracin digital. Mencionamos estos hechos con insistencia porque los diferentes
hallazgos arqueolgicos realizados en las distintas zonas donde se asentaban los pueblos guaranes, muestran
una neta predominancia de esta cermica con decoracin por presin digital. As que donde se hallen estos
vestigios se puede seguir el proceso de la difusin y dispersin migratoria de los grupos pertenecientes al
ramal proto-mby.
Este primer grupo se encontr con los protopobladores del Paraguay oriental que, como hemos
visto, eran racialmente lguidos y culturalmente paleolticos y para comprender cules fueron los resultados
de este contacto, cules fueron las recprocas relaciones, ya que se trata de un proceso prehistrico, debemos
recurrir a la analoga con un proceso similar, que conocemos, que se oper en el Chaco con los guaranchiriguanos y los proto-pobladores chaqueos. Los chiriguanos son un grupo guaran que abandon el
Paraguay oriental un poco antes de la conquista espaola y en el primer decenio de dicha conquista, migrando
hacia los Andes y asentndose en la zona comprendida entre Santa Cruz de la Sierra y Tarija. De este proceso
tenemos datos y conocimientos y sabemos cules fueron los resultados del contacto chiriguano con los
protopobladores del nuevo rea de sus asentamientos. En base a eso podemos deducir por comparacin
cmo se oper el proceso dispersivo de los proto-mby' y el impacto de su contacto con los lguidos, con
los as llamados caingangues, los que vivan desde 6.000 aos a. de C. en la zona del Paraguay oriental.
Estos ltimos fueron simplemente obligados a marginarse progresivamente; la presencia del
neoltico proto-mb era dominante, impositiva, imponiendo su lengua, el ava e', como una caracterstica
constante a la que sometan a todos los pueblos que subyugaban.
Se servan tambin de otro mtodo: muchas veces dejaban algunos grupos a su alrededor, sin luchar
con ellos, sencillamente porque no necesitaban de sus tierras, marginndolos as en zonas donde no era
necesario recurrir a las rozas; pero les obligaban s, imperativamente, a aceptar el av e' como nica base
de convivencia pacfica.
El ejemplo histrico lo tenemos en los chiriguanos: cuando en el siglo XVI, especficamente en
1530, ya definitivamente, ocuparon la regin desde Santa Cruz de la Sierra hasta Tarija, al encontrar en esa
zona a los chan, un grupo tnico tambin de cultivadores y diferente lengua, los chiriguanos los sometieron
a la calidad de verdaderos "tapi'", que en el chiriguano antiguo significa "esclavo", segn lo recoge Ruiz de
Montoya y luego tambin los primeros vocabularios chiriguano-guaranes del siglo XVI. Iniciaron as un

proceso de autntica tapi'izacin (esclavizamiento), pudiendo los chans vivir en sus propias comunidades
al lado de los chiriguanos, pero obligados por stos a adoptar el av e' como primer requisito. En segundo
lugar la integracin de algunos jvenes chanes a la sociedad chiriguano-guaran, sobre todo en los ritos de
iniciacin de los jvenes guerreros, lo que implicaba la participacin del rito antropofgico. Absoluto
dominio del ava e' y luego casamiento con una joven de origen chiriguano: tal era el procedimiento
integrativo.
Teniendo los chiriguanos la verdadera conciencia etnocntrica de la superioridad, con otros grupos
tnicos que ellos no estimaban, como el caso de los matacos de cultura paleoltica, racialmente pmpidos,
demostraban desprecio y no les permitan ningn tipo de integracin, considerndolos verdaderos tapi', an
peores que los propios chans: de all la denominacin, para esos grupos despreciados, de tapi'-et, un
nombre que hasta hoy se conoce como identidad de un grupo chaqueo: los tapiet, que hasta hoy hablan
guaran y ya desconocen su lengua original.
Siempre el principio guaran fue ste: el deseo de ser libre frente a otros pueblos; destacar la
diferencia tnica y remarcar el orgullo propio de hombre libre con la expresin "i-yary-yi", el que no tiene
dueo (de acuerdo con el guaran antiguo). Esto es lo que observamos entre los chiriguanos y en general
entre todos los guaranes. En contraposicin, los dems, los subyugados, deban llamarlos a ellos she-ya,
cuyo equivalente en el guaran actual sera "cheyara", mi dueo.
Si hemos hecho estos comentarios marginales sobre el modo como los chiriguanos se impusieron,
en la primera mitad del siglo XVI, a los chan ha sido nada ms que para demostrar cmo es posible tambin
pensar que los primeros grupos humanos av, del ramal proto-mb, llegaron a imponerse a otros grupos
tnicos especialmente de cultura paleoltica y, especficamente, a los lguidos que ya estaban ocupando el
Paraguay oriental. Nos hemos valido de un ejemplo histrico nada ms que para la comprensin de este
proceso que se oper en la poca prehistrica porque de esta poca documentos no tenemos: as que debemos
valernos del procedimiento comparativo, pues se trata de una deduccin adecuada.
En numerosas ocasiones se produjo mestizamiento; como ejemplo podemos mencionar el caso de
los guayakes. En general los guaranes antiguos llamaban a todos los grupos tnicos que no fueran
especficamente av, los llamaban guay (as se conserva el nombre en la propia obra de Montoya). A partir
de este vocablo general, se hacen despus las especificaciones; as guayak, guayan, etc. Y mencionamos
precisamente como ejemplo a los guayakes por tratarse de un grupo de protopobladores del Paraguay
oriental que fue mestizado racial y lingsticamente por estos primeros av del grupo o del ramal protomb. Un ltimo ejemplo, a simple modo de mencin, podemos tambin citar y es un caso parecido al de
los guayakes: es el caso de los sirion, en Bolivia.
La dispersin, en general, sigue la lnea de la red fluvial: ro Paraguay, Alto Paraguay; se guan por
el ro Paraguay y luego tierra adentro y dispersndose hacia el Amambay, Mbarakay (lo que luego
constituira un sub-ramal, de los Itat o Itatines) y seguan despus por todos los afluentes acercndose
siempre ms y ms hacia el ro Paran, cruzndolo y llegando al propio ro Uruguay y penetrando
profundamente en la regin del actual Ro Grande do Sul. En el Guair penetraron desde el sur por el ro
Uruguay y otros grupos desde el norte, desde el Mbarakay (nos referimos al antiguo Guair, actual Estado
de Paran en el Brasil).
Tales han sido, en lneas generales, los movimientos de dispersin de este primitivo ramal del av
amaznico llamado proto-mby.
Mientras el grupo proto-mby iba en direccin sur y sur-este, otro grupo del av amaznico, el
llamado proto-tupin, tom el curso del ro Grande acercndose, posteriormente, a la costa Atlntica; sigui
por el Ro San Francisco y se desplaz por otras zonas que no vamos ya a detallar, pero que mencionamos
por corresponderse este ramal proto-tupin, en el Brasil, con lo que en el Paraguay oriental fue el grupo
proto-mby.
En el Paraguay el otro ramal que hemos mencionado es el protocario. Se trata en realidad de grupos
de poblacin reciente; a este respecto podemos basarnos en la cronologa arqueolgica: todos los hallazgos
arqueolgicos de cermica con las caractersticas decorativas que hemos mencionado, que puede afirmarse
es tpicamente guaran, todos estos hallazgos, segn los mtodos de cronologa utilizados, demuestran no ser
anteriores, en ningn caso, a 500 aos a. de C.
Dichos hallazgos se realizaron, en realidad, en la parte del Brasil, en el Estado de Paran hasta Ro
Grande do Sul, lo que demuestra, por otro lado, la gran dispersin guaran y todos ellos, de acuerdo con los
estudios de cronologa en los que colaboraron cientficos de la Smithsonian Institution de los EE.UU. con

los ms modernos mtodos de medicin, demuestran sin ninguna duda que su antigedad en ningn caso es
mayor a 500 aos a. de C.
Con posterioridad a los 500 aos mencionados, llega el ramal proto-cario con algunas
peculiaridades: en primer lugar se caracterizan ya por la aglomeracin del gento, son portadores del
elemento cultural aldeano, como forma de organizacin socio-espacial; ya no se trata de los simples tefi,
sino de verdaderos tek'; el tek' implica aglomeracin, coexistencia de multilinajes en un solo lugar, la
aglomeracin aldeana de la gente y con esta mayor aglomeracin, lgicamente, hay ya mayor rea de roza
que exige una organizacin del trabajo cooperativo de los hombres para la roza y el cultivo.
Hay que pensar que se utilizaban todava, para la tala de rboles, las hachas de piedra y se trata de
rboles de selva tropical o subtropical que tienen 60 a 70 metros de altura. Con estas hachas, en realidad, no
se corta la madera; slo se astilla a fuerza de golpes repetidos, y esta tarea exiga una verdadera organizacin
del trabajo utilizando, incluso, tcnicas especiales para hacerlo ms eficaz: as, muchas veces deba
calcularse la forma en que, al derrumbarse un rbol, cayera sobre otro voltendolo tambin, y as siempre
buscando la forma de hacer el trabajo menos penoso y forzado.
Tenemos as, entonces, que al hallarnos con el asiento aldeano, con mayor algomeracin del gento,
con grupos de multilinaje, con mayor extensin de las rozas y del cultivo, se necesita de una mayor
organizacin cooperativa de todos los miembros del teko', de la aldea; y, a la vez, surge la bsqueda de
algunas alianzas sociopolticas.
As por ejemplo, la poligamia fue especficamente practicada por los guaranes pertenecientes al
ramal proto-cario: poligamia significaba una mujer ms, pero el inters no era por la mujer como tal,
simplemente, sino por los lazos de parentesco poltico que esta mujer engendraba; un jefe, un hombre adulto,
poda mantener esta relacin poligmica aunque no importaba tanto la unin en s, no importaba tanto la
familia como clula biolgica, sino el hecho de que el hombre con varias mujeres poda entrar en contacto
con todos los parientes polticos y gozar del privilegio de los "secuaces", de los tovay, un trmino que,
aunque actualmente designa exclusivamente al cuado, en el antiguo guaran connotaba todo el grupo de los
parientes polticos.
Este fue, precisamente, uno de los problemas afrontados por los padres de las misiones jesuticas:
el de lograr que los guaranes, verdaderamente, tuvieran una nocin del matrimonio cristiano, de la familia,
de la formacin de un ncleo bsico de reproduccin biolgica, ya que la prctica de la monogamia tena
profundas repercusiones sociales en la organizacin de los guaranes. El sistema de relacin del tovay
estableca el principio de la reciprocidad, vale decir, de la ayuda mutua entre todos los parientes polticos.
El sistema de parentesco representado por el vnculo del tovay, con la seguridad de secuaces y de
la reciprocidad, constituy tambin el fundamento de los primeros contactos guaran-hispanos del cual
hablaremos ms adelante. El principio del tovay estableci una tcita ley de reciprocidad, de obligaciones
mtuas, basadas en la estructura psicomental de los guaranes con su tcita aceptacin de las obligaciones
mtuas emergentes del sistema de tovay.
La poligamia serva todava para algo ms: el lote de la roza que se asignaba para el cultivo, el
loteamiento de las tierras de roza, se realizaba por mujer con hijos, pues se entenda o se daba el valor de
familia al momento de tener la mujer a sus hijos; quiere decir que el hombre que tuviera 20 o 30 mujeres, se
aseguraba el derecho a 20 o 30 lotes que se le adjudicaban para la roza y el cultivo comn; de tal manera, su
productividad o su abastecimiento de productos era lgicamente mayor y, adems, con esto aseguraba
tambin su prestigio social.
Por otra parte, cuando los jefes del teko' buscaban la poligamia en realidad buscaban tambin
acrecentar su importancia sociopoltica de ah que muchas veces la bsqueda de mujeres para la relacin
poligmica no se realizara en el propio teko', sino en otras comunidades, en otra aldea, en otro teko',
entretejindose as las relaciones sociopolticas intergrupales que eran de mucha importancia para los jefes.
De esta manera, el concepto del jefe o representante del grupo ya no era entre los proto-carios
similar al de los proto-mby; entre estos ltimos el nico concepto era el del te'yi-r, el padre de la
comunidad, el padre econmico dedicado netamente a su comunidad unipatrilineal o basada en el unilinaje.
En el caso del teko', el jefe local busca sus relaciones de sentido poligmico buscando bsicamente afirmar
su poder y su prestigio, la adquisicin por el av et de las verdaderas caractersticas de un mburuvich. La
gran importancia de esta diferente concepcin ideolgica y de esta diferente base social habra de tener
enorme repercusin despus al establecerse contacto con los conquistadores espaoles, como veremos ms
adelante.

Aparte de la poligamia, el rapto de mozas nbiles por el av et o por el mburuvich de un grupo o


teko', incursionando en los otros teko', era tambin prctica corriente para la bsqueda de acrecentar el
prestigio sociopoltico. Otros dos factores de importancia deben citarse en esta prctica: primero, si en una
aldea o teko' haba muchos varones y pocas mujeres, se impona la necesidad de lograr una estabilidad
demogrfica ya que la residencia era matrilocal (vale decir que el hombre, al casarse, deba ir a vivir al grupo
colectivo de su mujer, no quedaba en el grupo de su padre); de ah que el valor de las mozas nbiles o de las
hijas mujeres que se pudiera tener significaba traer con ellas a los teko' nuevos yernos y parientes polticos,
lo que significaba ms brazos para la roza y el cultivo, ms secuaces para la guerra. En segundo lugar, el
rapto de mozas significaba el debilitamiento social de los teko' al privarles precisamente de las mujeres,
que eran el factor de afianzamiento del poder econmico de la comunidad.
El varn no tena mayor importancia en la comunidad del teko', porque al casarse tena que salir
del teko' por imposicin del rgimen de residencia matrilocal o uxorilocal: vale decir que donde estaba o
resida la mujer deba ir a residir el marido. Es esta una caracterstica que no debera resultar extraa, pues
en el Paraguay, an en pocas de Carlos Antonio Lpez, consta en documentos que era prctica frecuente y
el campesino senta ms feliz cuanto ms hijas tena y no as con los hijos varones pues stos, ya adultos, se
dispersaban, en cambio las hijas eran consideradas de ms valor porque constituan el factor aglutinante y
de incorporacin de nuevos brazos al grupo familiar.
As entonces, los grupos proto-carios practicaban la poligamia por varias razones que hemos visto,
recurran a la "saca de mozas" para aumentar su potencialidad econmica y debilitar el otro teko', y as, con
estos factores, se producira el debilitamiento comunal que luego sera aprovechado por espaoles y jesuitas
como ya veremos ms adelante.
Cuando llegaron las avanzadas o los primeros grupos del ramal proto-cario, como que eran
excelentes canoeros, seguan esencialmente el curso de los ros grandes; pocas veces iban ellos tierra adentro.
En el ro Paraguay seguan la misma ruta que los paleoamaznicos, vale decir los primeros neolticos que
con anterioridad a la rama proto-mby', haban seguido (ro Paraguay, Paran, Uruguay y costa atlntica).
As, los grupos que Alejo Garca encontr en las costas atlnticas fueron precisamente estos protocarios, de
modo que ellos constituyeron la primera base, el primer contacto hispano-guaran que ya se realiz en la
costa atlntica y no en Asuncin. De este primer contacto eran los lenguaraces que traan ya consigo.
Todos estos grupos se extendieron tambin despus hacia la regin del Guair, donde, a veces, se
imponan a los propios grupos de proto-Mby: de all vino la fusin que dara por resultado lo que
conocemos como guaranes de la poca de la conquista. Estos grupos protocario y proto-mby se fusionaron
y era general la imposicin de los primeros sobre los segundos, practicando aqullos ya una organizacin
mayor, una ideologa ms amplia que el exclusivista orva, con las grandes aglomeraciones del andva
(nosotros inclusivo). En consecuencia, el tipo de contactos de los espaoles con uno y otro grupo fue
fundamentalmente distinto.
Tenemos tambin otro ejemplo de fusin de los proto-carios con grupos proto-pobladores del
Paraguay, en este caso en la zona de Aregu y Quiindy. En los documentos se menciona, a la llegada de los
espaoles, la existencia de un grupo Mongola-Guaran. El nombre Mongola, escrito como lo era en el siglo
XVI y recogido as incluso por Ruiy Daz de Guzmn, desde luego no es de origen guaran: como sabemos
en guaran la "ele" es inexistente, pero as se pronunci y se conoci en el siglo XVI a estos grupos que, en
definitiva, no eran sino un grupo de origen paleoamaznico asentado en los alrededores del lago Ypacara,
en la zona de Aregu y Quiindy, y que fue fusionado con los proto-carios, producindose directamente un
exterminio y una integracin de mujeres jvenes y mestizamiento con neto predominio de los proto-carios.
Es con base en estos movimientos migratorios de grupos sucesivos de poblacin que podremos
comenzar el estudio de los guaranes que poblaban el Paraguay en el momento de llegar los espaoles y de
iniciarse la conquista. En este momento tenemos ya el panorama de cmo se compona la poblacin original
del Paraguay al momento de la conquista, de cules eran su origen y sus movimientos y desplazamientos
hasta llegar aqu. Estamos en condiciones de analizar, seguidamente, la ubicacin de los grupos guaranes,
dnde vivan al comenzar la conquista y las caractersticas socio-locales de cada grupo.

Captulo II
EL ROL DE LOS INDGENAS EN LA PLASMACIN SOCIOBOLIGICA Y EN LA
FORMACIN CULTUROECONMICA DE LA PROVINCIA DEL PARAGUAY
(Siglo XVI)

1.

Los gura: asentamientos originales guaranes

Para estudiar las primeras relaciones entre espaoles y guaranes conviene en primer trmino
conocer los diferentes mbitos geogrficos en los que efectivamente se hallaban asentados los guaranes,
conocer los problemas que afrontaban en la periferia tribal y los problemas sociales internos, inter-grupales,
en el momento inmediatamente anterior al inicio de la conquista.
Los guaranes se hallaban distribuidos en diferentes parcialidades con asentamientos geogrficos
bien definidos: estos asentamientos eran conocidos, en el guaran antiguo, como "gura", trmino que es
recogido por el propio padre Montoya, quien indica que el trmino "gura" significaba todo lo que perteneca
a una determinada regin. De aqu el uso generalizado, despus, del trmino "gura" con algunos sufijos
para denominar a la gente que viva o perteneca a determinada regin, incluso a un pas propiamente.
As entonces, el concepto del "gura" es un concepto sociopoltico que determina una cierta regin
bien definida, delimitada generalmente por ros. En esta regin se admitan el pleno derecho al uso de la
tierra, la prctica de la roza, la mudanza o rotacin de las rozas (que tena extraordinaria importancia para
ellos), y tambin la independencia de todos los cazaderos existentes en ese territorio para uso exclusivo de
los grupos que lo habitaban y prohibicin expresa de penetracin los mismos a otros grupos, por guaranes
que fueran, mientras no perteneciesen al mismo gura.
Dos ejemplos podemos dar que confirman esta definicin del guara y su carcter marcadamente
sociolocal. As por ejemplo, cuando los jesuitas fundaron en 1740 las misiones de San Joaqun y San
Estanislao, el grupo de los tarum-guaranes, originarios de esta zona, fueron trasladados hacia las misiones
del Paran; algunos cerca de San Cosme otros a San Ignacio Guaz y otros a Santa Mara de Fe. Estos taru
guaranes, propios del gura o regin de Tarum, o sea de las cercanas de San Joaqun y San Estanislao,
realizaron 8 intentos de fuga, de abandonar la regin de las misiones del Paran y regresar a su propio gura.
La octava intentona result y as, efectivamente, volvieron a su antigua regin, internndose en los bosques
sin desear nunca ningn otro contacto con los propios guaranes que no pertenecan ni vivan en su verdadero
gura.
Otro caso similar se present cuando el gobierno de Asuncin fund el pueblo de Arecay, a fines
del siglo XVI, aproximadamente a 30 km de Curuguaty. Despus de una gran revuelta guaran, en la mitad
del siglo XVII, el gobernador orden que estos arecayense-guaranes fueran trasladados adonde est hoy el
pueblo de Altos, pero los guaranes de Altos, del pueblo de Altos, se negaron a aceptar a estos arecayenses
diciendo que ellos pertenecan a otro gura, por lo tanto eran extraos. Y conste que se trataba del mismo
estrato tnico guaran; quiere decir, entonces, que la conciencia del gura como unidad socio-local, como
una verdadera regin de pertenencia, era muy fuerte, considerndose ellos en esa unidad geogrfica como
dueos absolutos de todos los recursos naturales y de las tierras para las rozas: esta fuerte conciencia de
pertenencia al gura, nunca fue abandonada por los guaranes.
Desde este punto de vista, entonces, hablar de 14 grandes guras que los guaranes tenan al
comenzar la conquista y que veremos seguidamente en detalle.
a) Los carios
El gura ms conocido era el de los carios, con los siguientes lmites: el ro Manduvir por el norte
y el Tebicuary por el sur, existiendo dentro de este gura varios focos poblacionales, varias aldeas grandes,
pero sin que vivieran todos agrupados sino mediando, entre una y otra nucleacin aldeana, por lo menos 1 o
2, a veces hasta 3, leguas de distancia.
Esto no slo por necesidades propias de las rozas, que deban rotar y cambiar frecuentemente, sino
por la propia costumbre guaran de no tener nunca los teko' y las aldeas muy juntos; sino siempre con alguna
distancia intermedia.

El gura de los carios, entre el Manduvir y el Tebicuary, es conocido esencialmente por sus ethos
agrcola, por excelentes cultivadores, adems de buenos cazadores, ya que la caza fue la nica fuente de
alimentacin a base de carne. El gura de los carios fue el de los primeros contactos con los espaoles
llegados a esta parte del Paraguay.
En este gura se reconocan especialmente dos zonas de poblamiento que son la de los ypacarienses,
al lado del lago Ypacarai y otra de grupos ms sureos en la zona de Quiindy y Acahay Ambos son de suma
importancia pues, aparte de la fundacin de Asuncin, despus de la llegada de los espaoles, los primeros
asientos fundados por stos fueron precisamente en esta zona de los carios, entre el Manduvir y el
Tebicuary, y ms especficamente en la zona del lago Ypacarai, en la zona cordillerana, y llegando hasta
Quiindy, Quyquy y Acahay.
Estas zonas constituyeron verdaderas bases del contacto espaol-guaran, vale decir en el verdadero
centro de los teko' con el fuerte ethos de cultivadores, donde estos carios se encontraban ms desarrollados.
Sin embargo, estos carios se hallaban en estado de verdadera zozobra a la llegada de los espaoles
ya que, enfrente, ro Paraguay de por medio, se encontraban temibles enemigos y, sobre todo, el mismo ro
Paraguay se hallaba literalmente "poblado" de irreductibles enemigos de los guaranes, los famosos
payagues, canoeros-pescadores, verdaderamente dueos del ro Paraguay.
Los propios espaoles debieron luchar encarnizadamente contra estos payagues y su presencia iba
a provocar fuertes impactos en el poblamiento y en la vida de la Provincia del Paraguay, llegando a
obligarles, por ejemplo, a tener que desviar el trfico de la yerba-mate que en los primeros tiempos de su
explotacin eran transportados por va fluvial, a travs del ro Curuguaty y del ro Jeju, con sus diversos
afluentes, hasta llegar al ro Paraguay para seguir por ese curso hasta Asuncin, Santa Fe, Buenos Aires, etc.
Este itinerario debi ser modificado por la presencia beligerante de los payagues en el ro Paraguay,
obligando al gobierno de Asuncin a crear una nueva va de trfico para la yerba, surgiendo as el camino
desde los yerbales hasta Ajos (actual Coronel Oviedo), y desde all hasta Asuncin; vale decir que la va
fluvial, interior en la Provincia, debi ser modificada por una va terrestre para evitar las permanentes
hostilidades de estos canoeros fluviales que interceptaban ese trfico.
Si para los propios espaoles fue difcil afrontar la presin de los payagues canoeros-fluviales,
mucho peor fue la situacin de los carioguaranes, pues stos eran permanentemente asediados por los
payagues que cruzaban el ro Paraguay, entre el Manduvir y el Tebicuary, a veces atacando directamente
los asentamientos carios, a veces robando simplemente todo el producto del cultivo en la poca de cosechas
o apelando al robo y cautiverio de jvenes adolescentes, varones y mujeres, que eran llevados al otro lado
del ro Paraguay para luego, de tiempo en tiempo, volver con los cautivos exigiendo "rescate" para
devolverlos a las aldeas o teko' de los que eran robados.
Tal era la situacin ya en la poca anterior a la conquista y los guaranes no pudieron nunca vencer
a estos poderosos enemigos, si bien ellos tambin eran canoeros, pero sin llegar nunca a un verdadero
dinamismo, por una movilidad permanente de tipo fluvial.
Por otra parte, y como habamos dicho, ro Paraguay de por medio, frente a los del lado chaqueo,
se encontraban tambin los otros poderosos enemigos, los famosos eyiguayegis o yiquiguaicures, con el
espritu netamente nmade y con el ethos de cazadores terrestres y guerreros. Cuando los grupos paleolticos,
nmades, cazadores con el ethos guerrero se encuentran frente a un grupo neoltico, como eran los cariosguaranes, la tendencia es siempre atacar, a enfrentarlos, aprovechando todos sus bienes, sometiendo a
saqueo los productos de las cosechas (que es siempre la poca propicia para realizar estos ataques) y tambin
para tomar cautivos y luego solicitar los ya comentados "rescates"
Quiere decir que en la poca anterior a la llegada de los espaoles los carios-guaranes del gura
que estamos analizando se encontraban bajo la amenaza y constante presin y hostilidad por un lado de los
payagues y por otro de los comnmente llamados guaicures, teniendo la ribera del ro Paraguay
complemente insegura, con la prctica de la pesca casi inexistente (por causa de esta inseguridad de la
presencia payagu en el ro) y con la constante amenaza de las continuas entradas y saqueos de los guaicures
y tambin de los payagues, creando un verdadero estado de zozobra y de inseguridad entre los carios.
Ya por esta razn es comprensible que al mismo momento de la llegada de los espaoles y de la
fundacin de Asuncin, el primer pedido de los cario-guaranes fue, tanto a Ayolas como a Irala as como,
posteriormente, a Alvar Nez Cabeza de Vaca, la realizacin de expediciones punitivas para exterminar a
los payagues y guaicures, sobre la base de una alianza guaran-espaola.

Por su parte, ya antes de la llegada de los espaoles, los guaranes tenan noticias de las famosas
tierras del Seor del Candir, refirindose a la zona del imperio incaico; estas noticias se basaban en la
continua comunicacin de los carios con otros grupos guaranes de aquella zona de tal manera que exista ya
una verdadera psicosis migratoria, una fuerte compulsin migratoria hacia el oeste, precisamente hacia el
"pas del Candir".
Tal era, pues, la situacin de los carios entre el ro Manduvir y el Tebicuary a la llegada de
los espaoles y de la fundacin de Asuncin.
b) Los tobatines
Al norte del gura de los carios, entre los ros Manduvir y Jeju, dominaban los tobatines, tambin
buenos agricultores y con fuerte conciencia de pertenencia a su propio gura, pero sin el tpico aldeamiento
o tekoa de los carios sino con la predominancia de los agrupamientos en tey'i, vale decir, en los pequeos
ncleos patrilineales con un potencial humano menor.
Si los teko'a de los carios se componan de 3 a 6 casas comunales, que podran albergar entre 100
y 300 familias, con el modelo familiar del padre-madre y 4 hijos y un nmero total de alrededor de las 1.800
almas, los tey'i de los tobatines eran comparativamente 2 casas comunales como mximo por cada tey'i.
De esta manera, en sus primeros contactos los espaoles encontraron en esta zona o gura solamente
aldeas pequeas con un mximo de 80 hombres de guerra, segn dicen los documentos de la poca; al
referirse a hombres de guerra debe considerarse, desde luego, desde adolescentes hasta hombres adultos y
casados, as que ms de 60 familias no existan en este tipo de aldeamientos que caracterizaba a los tobatines.
La diferencia es importante, por cuanto determin actitudes y reacciones tambin diferentes frente
a la conquista espaola, como veremos ms adelante.
En el gura de los tobatines, entre el Manduvir y el Jeju, se encontraba lo que los espaoles
consignaron luego como el puerto de Ierukizava; el sentido etimolgico de esta palabra nunca fue
explicado, si bien est mencionado por los cronistas, incluso el propio Ruy Daz de Guzmn lo recoge y
segn las fuentes espaolas de aquella poca se tratara nada ms que de un lugar determinado sobre el ro
Paraguay que cumpla la funcin de puerto de embarque, desde donde los guaranes, algunos grupos
guaranes, abandonaban el Paraguay oriental, cruzando el ro y el Chaco para emigrar hacia la tierra del
Candir, esto es hacia el Per.
Por esto es que uno de los importantes focos de entrada al Chaco, ya desde antes de la llegada de
los espaoles, se hallaba precisamente en estas tierras de los tobatines; un importante punto de partida para
las incursiones hacia los Andes ya utilizada anteriormente por los guaranes para sus migraciones y
considerada de gran inters por los espaoles, motivo por el cual en esta zona se fund posteriormente el
pueblo de Tobat. Vale decir, el primer emplazamiento del pueblo de Tobat que data del siglo XVI, puesto
que el nuevo, el actual, corresponde ya a una relocalizacin efectuada en el siglo XVII, segn comentaremos
con ms detalle ms adelante.
c) Los guarambarenses
Otro gura con fuerte conciencia de pertenencia era el de los guarambarenses, que se extenda desde
el ro Jeju, hacia el norte, hasta el ro Blanco, vale decir, ms al norte del propio ro Apa.
Los guarambarenses eran excelentes agricultores, de fuerte ethos agrcola; en consecuencia, se
caracterizan tambin por los grandes teko', grandes aldeamientos donde, al igual que en el caso de los carios,
se agrupan hasta 300 familias.
Pero haba una caracterstica especial entre los guarambarenses y es que hacia la ribera del ro
Paraguay y la zona del ro Ypan se podan encontrar esas grandes aldeas con mucha poblacin, mientras
que ms hacia el este, hacia el rea de influencia del Mbarakay y el Amambay, en esta rea se hallaban
solamente con 40 hombres de guerra.
En el rea o gura de los guarambarenses intentaban penetrar muchos otros grupos guaranes que
buscaban integrarse a ellos, con la respuesta siempre exclusiva de los locales que oponan a semejante
integracin. Exista pues, tambin, una fuerte conciencia socio-local.
Los guarambarenses tenan tambin frente suyo la presencia siempre amenazante de los payagues,
en el ro Paraguay y, por el otro lado, por el lado del Chaco, la de los mbay-guaicures. Pero adems

enfrentaban otro peligro potencial, otra amenaza, representada por los itatines-guaranes, de los que
hablaremos enseguida, que presionaban por cruzar por el gura de los guarambarenses dirigindose hacia el
sur.
Los guarambarenses oponan fuerte resistencia a estas penetraciones, se oponan terminantemente
a la presencia de guaranes provenientes de otros gura, negndose enfticamente a otorgar su taja, vale
decir su permiso (tal como los padres Montoya y Anchieta recogen de la tradicin y del vocabulario de los
tupinamb, el vocablo como expresin del "libre paso" como se utilizaba en aquella poca en la frmula
guaran). Este permiso nunca fue otorgado, oponindose fuerte y beligerante resistencia.
El gura de los guarambarenses jug un importante rol en el abastecimiento de las expediciones
espaolas. stos, cuando iban desde Asuncin ro arriba para realizar sus travesas transchaqueas en busca
de El Dorado, llegaban siempre a abastecerse en las tierras de los guarambarenses, ya que stos se
caracterizaban, como ya hemos dicho, por un fuerte ethos de pueblos cultivadores.
Pese a esto ltimo tambin eran particularmente belicosos, muy en contraste con los carios. Los
guarambarenses, en efecto, contaban con una verdadera organizacin y con todo un ritual de iniciacin
guerrera para los jvenes adolescentes. Sobre este particular hablaremos ms en detalle al referirnos a los
guaranes que acompaaban a los espaoles en sus expediciones transchaqueas en busca de El Dorado.
Ya antes de la fundacin de Asuncin, como es sabido por la historia del Paraguay, Alejo Garca
haba realizado su entrada hacia las tierras andinas proveniente de la costa atlntica. Fue el primer hombre
blanco que entr en el imperio incaico, en los dominios del imperio incaico. Para este viaje, Alejo Garca
sali de la costa atlntica con los guaranes (con un grupo de guaranes al cual nos referiremos ms adelante),
lleg a la zona del Guair antiguo (actual Estado de Paran, Brasil) entre los guaranes-guaires, cruz el ro
Paran y a medida que avanzaba y cruzaba los diferentes guras, realizaba grandes convocatorias entre los
guaranes de cada gura en cada uno de ellos haba un grupo de guerreros que lo acompaaban en su
expedicin. As lleg tambin a la regin de los guarambarenses y as fue el primer contacto de estos
guaranes con los blancos europeos, antes que el contacto que se haba realizado en Asuncin.
Se realizaban estas grandes convocatorias, tpica expresin social entre los guaranes, donde la
decisin de participar en estas empresas expedicionarias dependa de cada grupo cacical; all se decida si
acompaar o no a estas expediciones, pero previamente se realizaban estas convocatorias.
De esta manera una parte de los guarambarenses se decide a acompaar a Alejo Garca y ste
prosigue su expedicin llegando tambin al gura de los itatines y logrando que tambin algunos de stos lo
acompaen en el resto de su camino hasta llegar a la regin andina-peruana.
Quiere decir, entonces, que entre los guarambarenses esta conciencia de emigracin, esta
efervescencia migratoria motivada por la bsqueda del Candir, o sea del pas del metal, estaba ya presente
a la llegada de los conquistadores. La valorizacin del metal, en este caso, no debe ser confundida con el
inters por el hacha de metal, sino ms bien por el metal como adorno, como elemento cultural de prestigio,
pues del resultado de estos primeros contactos y de la aceptacin de estos primeros elementos culturales
extraos a la propia cultura, surge ms que un inters basado en la posible satisfaccin de necesidades
tecnolgicas o culturales especficas, una valorizacin de los nuevos elementos de la cultura extraa, de "lo
nuevo", como fuente de prestigio social.
De all entonces que se hallaba en plena efervescencia este afn migratorio entre los guarambarenses
an antes de que Ayolas e Irala hubieran pasado por el ro Paraguay en su expedicin transchaquea y an
antes de que entraran en contacto con los guarambarenses.
c) Los itatines
Al norte de los guarambarenses se hallaba la provincia o el gura de los itatines, desde el ro Blanco
hasta el ro Mbotey, hoy llamado ro Miranda, ya en pleno Mato Grosso.
Por varias deducciones se puede establecer que un grupo de estos itatines haba emigrado de esta
zona ya alrededor de los aos 1.500 d. de C. asentndose sobre el ro Guapor; modernamente, este grupo
de itatines-migrantes es conocido con la denominacin de Pauserna-Guarayos. Quiere esto decir que ellos,
sin tener ninguna nocin todava del Candir por boca de los espaoles, emigraron por s hacia la regin del
oeste, hacia la frontera con el imperio incaico, desde la regin del ro Mbotey (hoy Blanco) hasta el ro
Guapor, hoy correspondiente al Brasil, y all reconstituyeron de nuevo su grupo tribal de los que hasta hoy
se conservan algunos sobrevivientes, si bien ya no muchos y tambin profundamente aculturados.

A qu obedeca este hecho, esta fuerte motivacin para migrar?


La zona del ro Blanco o, ms precisamente, entre el ro Apa y el ro Miranda en el Matto Grosso, es una zona pantanosa, donde las influencias climticas sobre la produccin de la tierra constituyen un
importante factor. Sumado a estos factores climticos y a la condicin pantanosa del suelo, se hallaba la gran
densidad demogrfica de los itatines, no tanto por hallarse en grandes aglomeraciones aldeanas ms bien por
el mucho nmero de los tey'i dispersos que eran la forma bsica de su organizacin y asentamiento. Estas
tierras no eran pues aptas ni suficientes para sus cultivos, obligndoles esta circunstancia a una necesidad
compulsiva de emigrar.
Esta emigracin forzosamente deba hacerse hacia el oeste, hacia el Guapor, porque hacia el este
tampoco era posible hacerlo por hallarse en esta zona, en la periferia, asentados los u-guras. Si bien la
denominacin de estos grupos, u-guras, es de origen guaran, en realidad se trataba de "habitantes del
campo", de grupos de cultura paleoltica, racialmente lguidos. Tales eran sus vecinos inmediatos, en la
periferia, por el lado este y ya hemos sealado que tampoco los guarambarenses permitieron nunca que
transpusieran los lmites de su propio gura, ms al sur.
Por otra parte, tampoco la tierra de los -guras era apta para el cultivo pues de haber sido as
poda haberse esperado una relacin hostil de los itatines buscando posesionarse de estas tierras, si
recordamos que siempre fue un procedimiento de los guaranes el de guerrear e imponer el av e' como
uno de los principios bsicos de la relacin intertnica.
En realidad, la imposicin del av e' significaba ms propiamente una forma de relacin pacfica,
siendo ste un principio esencial en el sistema de relacin inter-tnica para los guaranes; sin imposicin del
av e ' en la periferia no poda realmente existir una relacin intertnica pacfica.
Con base a estos -guras y al sistema de relaciones inter-tnicos tal como hemos descripto, Ruy
Daz de Guzmn haba propuesto un fortalecimiento de la antigua Santiago de Jrez; en efecto, fundada
Santiago de Jrez en tiempos del teniente de gobernador Bazn, posteriormente Ruy Daz de Guzmn, desde
Villa Rica del Espritu Santo Santo (la antigua Villa Rica, erigida en el Guair antiguo, actual Estado de
Paran en Brasil), realiz un nuevo intento de consolidar aquel asiento original de Jrez y en sus cartas al
Cabildo de Asuncin y al Gobernador hace mencin al crecido nmero de itatines existentes en la regin,
pero menciona sobre todo a los -guras sealando que, si bien no son efectivamente guaranes, ya han
adoptado el idioma guaran y ya practican el cultivo por el contacto con los itatines, y propone prcticamente
refundar y consolidar el asiento de Santiago de Jrez tomando por base poblacional a estos -guras.
Posteriormente, los espaoles se valdran realmente de los guras, pero fundando con ellos otro
pueblo, el de Peric, que no lleg a tener sino una corta duracin.
Se comprende entonces que los itatines, por las condiciones ecolgicas de su gura, con tierras
pantanosas, y por su alto ndice demogrfico, debieron buscar estas diferentes vas de expansin migratoria
y como hemos podido ver esta expansin fue difcil de emprender hacia la regin donde habitaban los
guarambarenses y que fue ms efectiva la corriente migratoria emprendida hacia los aos 1.500 d. de C. que
los llev hasta el ro Guapor, como ya hemos mencionado, donde formaron posteriormente el grupo tribal
de los pauserna-guarayos (que no deben ser confundidos con los actuales guarayos de Bolivia oriental).
Tambin fue otra va de migracin la del Guair antiguo, pero siguiendo un camino completamente distinto
del Mbarakay y del Amambay, llegando ms bien por los ros Ygatim y Amambay, que hoy da se hallan
fuera de las fronteras del Paraguay, ros que desembocan en el Paran. De modo que la influencia de los
itatines llegaba tambin hasta la zona del Guair antiguo.
Todas estas acotaciones a los movimientos migratorios de los itatines en que nos hemos detenido
son de mucha importancia para comprender ms adelante las referencias que haremos a las modernas tribus
sobrevivientes. Al momento de hablar de stas, tendremos que apelar de nuevo a esta influencia que la
expansin de los itatines ha tenido, al verse obligados a estos movimientos migratorios determinados por la
ineptitud de sus tierras para sus ethos de cultivadores.
Es importante tambin sealar que, ya antes de la llegada de Alejo Garca, estos itatines formaban
pequeos grupos de guerreros, exclusivamente, sin mujeres; partidas constituidas exclusivamente por
varones-guerreros que practicaban el as llamado por Ruz de Montoya marandek, vale decir, el pillaje,
la simple guerra de pillaje. En estas correras de su marandek, pasaban por la actual Provincia de Chiquito,
en la zona fronteriza norte del Chaco paraguayo-boliviano, llegando hasta el ro San Miguel, en las cercanas
de donde se halla actualmente Santa Cruz de la Sierra.

Estos movimientos sin embargo, siempre con la sola intencin de realizar entradas, acciones de
pillaje, sin constituir verdaderas migraciones; una vez cumpliendo el objetivo de las entradas, realizando el
pillaje, estas bandas guerreras regresaban a su gura residencial.
Como puede verse, tanto estos movimientos provisorios por pillaje como la propia efervescencia
migratoria ya exista entre los guaranes interesados en llegar al Candir antes mismo de la llegada de Alejo
Garca. Esta efervescencia se vio acrecentada por las convocatorias realizadas una vez que Alejo Garca
realiz su expedicin y su entrada a la regin andina. Sin embargo, las convocatorias continuaron y se
acrecentaron luego que los propios guaranes mataron a Alejo Garca. Se trataba ya de verdaderas
convocatorias guaranes con autnticos fines migratorios de todos los grupos y de todo el gento, integrado
por hombres, mujeres y nios y de todos los guras: carios, itatines, guaires, tobatines, guarambarenses,
todos eran convocados para juntarse y migrar buscando las fronteras del imperio incaico, el pas del Candir
donde se hallaban vasijas de metal, adornos de metal, donde, incluso, haba otro tipo de maz.
Toda esta gran efervescencia migratoria se produca an antes de que los asuncenos hubieran
organizado sus expediciones transchaqueas en busca de El Dorado y lo imporante de sealar es que los
guaranes realizaban ya estos movimientos migratorios, eligiendo un camino por la provincia de Chiquitos
que haba sido practicado y enseado por los itatines. Un camino diferente al que ya hemos mencionado
anteriormente cuando hablamos de los tobatines que tenan el puerto que ya sealamos de Ierukizva. Este
puerto permita cruzar el ro y atravesar el Chaco por su parte central. Y haba que mencionar an un tercer
camino de acercamiento y migracin haca los Andes: era el curso del ro Pilcomayo hasta sus nacientes.
As pues entonces eran 3 verdaderas corrientes migracionales que se dirigan hacia la regin andina
ya desde poco antes, y luego coincidentemente con el arribo de los espaoles. De estas corrientes migratorias
surgira tambin el otro gran grupo de los guaran-migrantes asentados en la regin de Bolivia oriental, desde
Santa Cruz de la Sierra hasta Tarija, y tambin muy hacia el oeste, hacia el interior, donde ya prcticamente
comienza la verdadera cordillera de los Andes: este es el grupo de los chiriguanos-guaranes.
Como se puede ver, esto es lo que tratamos de recalcar, esta gran efervescencia y estos
desplazamientos migracionales ya inmediatamente anteriores a la llegada de los espaoles demuestran que
los guaranes no vivan simplemente en sus gura sin ninguna clase de problemas y sin ningn tipo de
movilidad, sino con una fuerte inquietud migracional, con el deseo de ampliar esos guras, con una notable
animosidad entre los diferentes grupos y los distintos guras guaranes con una permanente amenaza de los
payagues fluviales y de los guaicures chaqueos.
As, el ambiente a la llegada de los espaoles era en realidad lo que, antropolgicamente, podemos
llamar de una verdadera crisis conflictiva para la propia seguridad socioeconmica de estos guras, y es
interesante poner nfasis en este aspecto antes de seguir analizando a los otros grupos y guars como estamos
haciendo.
d) Los mbarakayunses
Antes de hablar de estos grupos debemos hacer notar que toda la mitad de la Regin Oriental del
Paraguay, entre el ro Paran y las sierras de Yvyturuz, Caaguaz y San Rafael (en Misiones), se hallaba
poco poblada, a diferencia de la mitad que va hacia la cuenca del ro Paraguay, donde haba una mayor
densidad de poblamiento guaran. En la cuenca del Paran no exista la poblacin densa del guaran y
primaban los enclaves de los protopobladores paleolticos.
De esta manera, en esta zona an no hallamos una ocupacin con el derecho absoluto al gura,
como en los casos que hasta ahora hemos comentado, con plena posesin de los recursos naturales.
En estas condiciones se hallaban los mbarakayunses hacia las sierras del Mbarakay y Amambay,
rodeados de vecinos no guaranes, racialmente lguidos y culturalmente paleolticos. De estos
mbarakayunses existe un grupo especial, mencionados como del Amambay, del cual nos ocuparemos con
ms detalle luego, al llegar a la conquista espaola propiamente.
Los mbarakayunses tenan por un lado un enclave de enemigos: los kaingangues, a los que
denominamos cuevereros, porque vivan en cuevas, refugios naturales en las sierras de Mbarakay y
Amambay. Hasta hoy es posible encontrar restos arqueolgicos en estas cuevas, aunque solamente se trata
de puntas lticas. As que estos grupos de cueveros se hallaban fuertemente posesionados en las sierras y los
guaranes nunca tentaban de realizar una verdadera ocupacin, limitndose a asentarse a los pis de las
serranas.

Por otro lado, en el ro Itanar tambin se hallaba otro grupo de kaingangues, los as llamados
paikeras, tambin lguidos-paleolticos.
Quiere decir, entonces, que haba una gran zona del ro Paran que no estaba en posesin efectiva
de los guaranes por ninguno de los dos lados de la costa del Paran; antes bien era territorio de los
kaingangues, sin ninguna vinculacin con los guaranes.
Recin al comenzar la conquista los guaranes comenzaban tambin a guerrear con estos grupos, a
amedrentarlos con la antropofagia y a apoderarse de estas tierras. Pero sta resultaba tan difcil que constituye
siempre un verdadero obstculo para la movilidad y para la consolidacin del asentamiento de la zona, ya
cuando los espaoles fundaron all la antigua provincia del Guair y pretendieron abrir, sobre el ro Paran,
un puerto: el puerto de Mbarakay por donde embarcar la yerba para su transporte hasta Asuncin por la va
fluvial, a travs de los diversos afluentes de los ros Paran y Paraguay. La dificultad radicaba,
permanentemente, en la presencia de estas tribus de cultura paleoltica, cazadores nmadas, agresivos, que
impedan un efectivo dominio territorial por parte de los guaranes de la zona.
f) Los mondayenses
Constituan otro gura ocupando las zonas del ro Acaray y Monday, extendiendo sus pequeos
te'y, sus pequeas casas comunales constituidas por bandas patrilineales, hasta el mismo ro acunday.
En esta zona de los mondayenses entraron por primera vez en contacto con los guaranes los jesuitas
hacia 1630 y es la zona que se menciona generalmente como el Mbae ver; una regin donde tambin se
encuentra la presencia de los kaingangues monteses.
De estos grupos tenemos las primeras noticias a travs del padre jesuita Juan Porrs, quien a
mediados del siglo XVII fue enviado a explorar las costas del Monday intentando una reduccin de estos
grupos.
Las descripciones de este jesuita se corresponden con las de la primera mitad del siglo XVIII que
tambin se refieren a la regin del Mbae ver y estas descripciones concuerdan con las primeras sobre estos
grupos, su forma de vida, sus caciques, etc.
g) Los paranes
Desplazndonos ms al sur, entre los ros Tebicuary y Paran, encontrbamos el guar, existan
notables diferencias internas entre estos grupos: as, por ejemplo, el grupo que se asentaba sobre la costa del
Tebicuary era esencialmente terrestre, con su principal preocupacin por la tierra, mientras los que se
hallaban en la costa del Paran, con la denominacin especfica segn los documentos de la poca de
paranaygua, eran bsicamente canoeros, teniendo por su principal asiento la isla de Yacyret.
Los paranes del Tebicuary, en lo que constitua la antigua comarca caazapea (ya que la actual
Caazap en su actual localizacin es posterior al ao 1600), se extendan por el sur del Tebicuary y
correspondan al estrato formativo guaran proto-mbya, vale decir, eran parte del primer ramal o corriente
migratoria de los que ocuparon el Paraguay oriental.
Ocupaban, como hemos dicho, la regin que por entonces era conocida como la comarca caazapea,
con el tipo de organizacin de los pequeos teyi, basados en las rozas y cultivos exclusivistas, propios del
caracterstico orva de los teyi, sin ninguna posibilidad de unin sociopoltica, por relaciones de parentesco
poltico, con otros teyi tambin cerrados a la relacin.
En contraste, los paranes que vivan propiamente sobre el ro Paran, pertenecan al estrato protocario y se caracterizaban por su excelente utilizacin de la canoa, dominando todo el ro Paran al punto de
contar con verdaderos puntos de vigilancia, lugares estratgicos en el ro, desde donde vigilaban incluso a
otros grupos guaranes; por ejemplo, en la confluencia del ro Paraguay con el ro Paran, all exista, y lo
sabemos por cartas y documentos de los que participaron en la expedicin de Sebastin Gaboto, que fue el
primero en llegar hasta la parte surea del ro Paran, exista all un verdadero fuerte, prcticamente con
empalizadas alrededor de la aldea, y desde all vigilaban efectuando un control y permanente recorrido del
ro Paraguay casi hasta Santa Fe y por el ro Paran llegando al recodo del ro hasta el propio ro Yguaz,
donde exista otro grupo guaran con las mismas tendencias de canoeros.
Todos los documentos hacen referencia a esta proliferacin de las canoas, a veces evidentemente
incurriendo en exageraciones, diciendo por ejemplo que el ro se cubri de canoas, pero testimoniando

indudablemente este verdadero ethos canoero, la gran movilidad y dinamismo fluvial de estos grupos, lo que
se manifestaba en su misma alimentacin con una predominante ictiofagia. Esta tendencia era tan fuerte y
arraigada, que cuando despus los jesuitas quisieron reducir a los paranes, internarlos territorio adentro, se
encontraban con una fuerte resistencia de stos a abandonar el ro Paran.
Sin embargo, a pesar de esta notable ictiofagia, no obstante estos guaranes practicaban tambin
una agricultura incipiente. Y aqu se produjo un interesante caso de unin de los guaranes paranaygua,
canoeros, cultivadores e ictigrafos con los otros grupos terrestres que no se acercaban a la costa del ro y
que, desde sus teyi o tekoa, con su activa agricultura, se vinculaban con los paranaygua proveyndoles de
provisiones mientras stos solamente se dedicaban a resguardar el ro Paran.
Este era el caso, por ejemplo, del cacique Itapa (que dio su nombre a Itapa, como originalmente
se llam a la ciudad de Encarnacin y como se llama hoy el mismo departamento): ste era un autntico avet agrcola pero tena que, peridicamente, dar provisiones de maz y otros frutos a los canoeros guarnes
del ro Paran, los as llamados paranaygua.
Y a qu se deba tanta importancia a esta funcin resguardadora del ro Paran? Por el hecho de
que los guaranes no ocuparon ni transpusieron nunca, en esta zona, las tierras situadas al sur del Paran
ocupadas como estaba por otras tribus tambin de origen lguido, los llamados Ar-g, como as tambin
por otro grupo del litoral del Paran que, por influencia se transform de paleoltico en neoltico. stas
constituan verdaderas barreras para la expansin y migracin de los guaranes.
Pero, por otra parte, a los propios guaranes no les interesaba realmente la zona al sur del ro Paran,
primeramente porque esta zona no era apta para el cultivo y, en segundo lugar, por el gran miedo que les
producan las enfermedades predominantes en esta zona ya que, efectivamente, era una zona de mucho
paludismo y reumatismo. Es de destacar que quizs de todas las enfermedades o dolencias que ms afectaba
a los guaranes en la poca, antes de la conquista espaola y durante el primer siglo de la misma, la ms
notable era precisamente la del reumatismo que se menciona en todos los documentos: reumatismo muscular
y reumatismo articular.
Con relacin a esto ltimo es interesante destacar algunos hechos histricos que apoyan a estas
afirmaciones; as por ejemplo, como es sabido, en 1616 el beato Roque Gonzlez de Santa Cruz fund Itapa,
la actual Encarnacin, en su primer emplazamiento que era, en realidad, al sur del ro Paran donde
actualmente se encuentra la ciudad argentina de Posadas; despus sera trasladada adonde actualmente se
encuentra. Y cuando el beato Roque Gonzlez fund Itapa, quiso tambin reducir y conquistar a un grupo
de guaranes que se encontraban en un lugar cercano a la actual Itapa, un lugar llamado Yagu Poh, donde
estaban reunidos solamente los as llamados "mdicos chupadores" (Roque Gonzlez los menciona as en
sus cartas); estos mdicos chupadores eran realmente los mdicos que practicaban la succin (de all de
chupadores, en el antiguo castellano) y esta succin como prctica medicinal era uno de los mtodos ms
comunes, incluso para el tratamiento del reumatismo entre los guaranes.
Vale decir que, si todava en 1616 el beato Roque Gonzlez de Santa Cruz encontr este poblado
exclusivamente de mdicos-shamanes, chupadores o succionadores que curaban el paludismo o el
reumatismo o cualquier otro tipo de mal de los guaranes de la zona, estas enfermedades constituan un
verdadero factor de presin entre los paranes de este gura, especialmente los paranes ribereos del ro
Paran, como hemos mencionado ms arriba.
h) Los ygaenses
En el recodo del ro Paran donde actualmente se encuentra Capitn Meza, y algo ms al norte en
la que era antes conocida como colonia Mayntzhusen, en esta zona todos los documentos hablan de que
exista un gura llamado de los yga, tambin llamados ygaenses o ygaanses. Este gura es de suma
importancia porque en esta zona, en el ro Paran, ni en la orilla izquierda ni en la orilla derecha de este
recodo exista una poblacin guaran densa sino ms bien predominaba otro grupo paleoltico perteneciente
tambin a los kaingangues, os llamados guayan.
Hasta hoy da hay recuerdo de estos guayan porque sta sido una zona de muy ricos yerbales
aprovechados an en pocas del Dr. Francia, cuando el Paraguay an posea los 5 pueblos misioneros al otro
lado del ro Paran. Estos yerbales fueron muy explotados en la poca colonial y todava lo eran en la poca
independiente, conocindose como los famosos yerbales guayan. Quiere decir que el nombre se conserv

y existe esta tradicin hasta hoy de que la mayora de la gente que poblaba esta zona eran guayanes y no
guaranes.
Por ello es de mucha importancia este asiento de los yaga formando este gura, tanto en la ribera
adentro del ro Paran; eran ellos tambin canoeros y cultivadores y como canoeros se hallaban en continua
comunicacin con los paranes, especialmente con los paranaygua.
i) Los yguazenses
En esta zona del recodo del ro Paran que hemos mencionado haba, adems, otro grupo muy
interesante de guaranes que puede decirse constitua una verdadera colonia guaran porque prcticamente,
se encontraba enclavada en una regin completamente rodeada por otras tribus totalmente diferentes, de
cultura paleoltica y racialmente lguidos.
Esta era la famosa colonia de Yguaz con los grupos conocidos como yguazenses. La importancia
de estos asentamientos est comprobada por los hallazgos arqueolgicos que confirman la presencia de los
yguazenses y de los ygaenses; se los encuentra en la desembocadura del ro Yguaz, en el ro Paran y
es posible hallar diferentes estilos de cermica.
Esto confirma la existencia de esta colonia y preferimos utilizar la expresin colonia, ya que es
difcil hablar de gura, como se da por ejemplo en el caso de los carios, con la posesin y el dominio efectivo
de toda una regin bien definida, entre los ros Manduvir y Tebicuary; aqu es ms bien el dominio de un
punto estratgico con algunas rozas alrededor.
Estos yguazenses eran tambin canoeros esencialmente, si bien practicaban tambin el cultivo.
j) Los uruguaynses
Se trataba de un pequeo grupo en la ribera derecha del rio Uruguay y otros pocos en la orilla
opuesta. Grupo relativamente pequeo los famosos yerbales guayan. Quiere decir que el nombre se
conserv y que nosotros denominamos uruguayenses; ellos, en realidad, tomaban otras denominaciones
segn los diferentes lugares que ocupaban: as por ejemplo, los que se asentaban a orillas del rio Piratini se
autodenominaban piratines, siempre con la conciencia de pertenencia al gura. Tampoco estos uruguayenses
se extendieron mucho ya que se hallaban a su vez totalmente rodeados de paleolticos.
Son, no obstante, un importante grupo por las comunicaciones en que se hallaban con otros grupos
guaranes y sobre todo por el papel que juegan en la poca de la conquista. Tanto los conquistadores que se
acercaban desde la costa Atlntida como los que queran llegar haca Buenos Aires, despus de la 2a
fundacin de esta ciudad, ya a fines del siglo XVI, tenan que necesariamente pasar por la zona de los
uruguayenses.
k) Los tapes
Tenemos luego el grupo de los tapes en la zona del hoy estado de Ro Grande do Sul, asentados
esencialmente sobre dos ros llamado Ybycui y Yacui. Debe tenerse en cuenta que muchos ros de la
topografa americana fueron cambiando de nombre con el curso de los aos.
Era esta una zona tambin especialmente importante sobre todo para la gobernacin de Buenos
Aires, que buscaba siempre una salida por el ro Uruguay hacia la costa atlntica. As que este gura tena,
puede decirse, mayor significacin para Buenos Aires que para la provincia del Paraguay.
l) Los mbiazs
En cercanas de la costa atlntica tenemos otro grupo guaran que ya no constituye simplemente una colonia
sino un verdadero gura. En cercanas de la costa y aun en la propia costa atlntica todos los documentos de
la poca mencionan a los mbiazpas, nombre ste con el que ellos mismos se autodenominaban.
Se trata de los carios del litoral, verdadero sostn de todas las expediciones espaolas que arribaban
a la isla de Santa Catalina y se aprovisionaban de vveres antes de proseguir, con provisiones obtenidas de
estos carios del litoral atlntico que eran los mbiazs. Estos eran, tambin, fuente de provisin de los
lenguaraces.

Con la expedicin de Alvar Nez Cabeza de Vaca haban venido dos curas franciscanos, los padres
Ravono y Arzamendia, quienes luego de un naufragio de una de las embarcaciones quedaron
precisamente en la isla de Santa Catalina para luego de reponerse seguir viaje.
La presencia de estos mbiazs en la costa atlntica nos confirma que, efectivamente, los guaranes
en sus migraciones llegaron hasta ac y sobre todo en Santa Catalina, los as llamados carios litoraleos.
La zona es interesante porque en la otra isla aledaa, al norte de Santa Catalina, en la de San Vicente,
tenan su dominio otro grupo: el de los tupinaques, quienes siempre se manifestaron y fueron considerados
amigos de los lusos, mientras los carios litoraleos, los mbiazs, eran bsicamente amigos de los espaoles.
Era frecuente, incluso, la propia lucha intertribal entre los carios-mbiaz de Santa Catalina y los tupinaques
de San Vicente.
Los asunceos valoraban cabalmente la importancia de ocupar esta zona y los espaoles trataron de
colonizar esta faja del litoral atlntico y tambin la colonizacin de la propia isla de Santa Catalina. Ya Irala,
en 1548, pidi a Espaa que se enviaran 3.000 espaoles con el fin preciso de ocupar y colonizar la provincia
del Mbiaz (como la llamaban los documentos) y la isla de Santa Catalina, para que todos los barcos que
llegaron de Espaa con rumbo a Asuncin tuvieran all su asiento y pudieran recalar entre tribus amigas.
Esta es una prueba ms de que se contaba con la amistad de los mbiazs hacia los espaoles frente a la
hostilidad de los tupinaquines inclinados por los portugueses.
Hernando de Trejo en su viaje hacia Asuncin pens fundar antes una colonia en cercanas de la
isla de Santa Catalina, que perteneciera al dominio asunceno, al de la provincia del Paraguay; este ensayo
fracas. Mientras Hernandarias, tambin, como gobernador criollo, peda insistentemente la colonizacin de
la provincia del Mbiaz, contando con la amistad de este grupo guaran en la costa atlntica.
m) Los guaires
Se hallaba este gura entre el ro Tiet, llamado a veces en los documentos de la primera poca ro
Aemby, y el ro Yguaz, al menos con la tendencia de extenderse hacia el Yguaz; vale decir en parte de
lo que es hoy el Estado de Paran en Brasil.
El gura de los guaires fue una de las regiones de verdadera efervescencia sociopoltica: la misma
formacin de estos guaires era diferente; algunos haban penetrado por el ro Paran asentndose en la zona;
otros haban penetrado desde el sur, desde el rea de los mbiazs litoraleos. Se produca as una lucha
permanente por el poder entre los grandes av'et, como antes se llamaban los mburuvich, luchas por
prestigio entre los av'et de un teko' y otro, teniendo en este caso importancia fundamental los av et, y
no as el shamanismo que, aunque era importante en los teko', no alcanzaba a igualar esta puja por prestigio
entre diferentes mburuvichs o av ets de los diversos teko'
La frmula para obtener prestigio entre los guaranes era esencialmente a base de la obtencin de
secuaces, quiere decir: poder reunir a muchos jvenes y hombres adultos y emplearlos en cualquier tipo de
expedicin guerrera que debieran emprender contra otros grupos. Adems, era fuente de prestigio la tenencia
de muchas mozas nbiles, asegurndose con esta una efectiva subsistencia a base de las rozas, a base de los
lotes de cultivo. Y, adems, la bsqueda de prestigio implicaba la necesidad de un excelente manejo de la
oratoria; sin oratoria ningn mburuvich poda aspirar a prestigio entre los guaranes. Precisamente entre
estos guaires podemos notar el poder y el prestigio de estos mburuvichs, pues poco antes de la conquista
y al inicio de ella se percibe el notable poder de los mismos que no es un poder de mando ni un poder por
coercin, sino un verdadero poder por la persuasin slo era posible obtenerlo por la va de la oratoria; desde
luego, y adems, con suficientes graneros llenos (como dicen los documentos de la poca), vale decir con
abundante cultivo.
Estos mburuvich deban organizar continuamente convocatorias, deban ofrecer verdaderas fiestas
ceremoniales, tenan que permanentemente invitar y agasajar a los shamanes andantes (llamados stos, en
aquella poca por los guaranes, los carava), y todo esto exiga que estos mburuvich estuvieran en real
posibilidad de hacer estas demostraciones; ofrecer el agasajo significaba ofrecer la chicha, carne de salvajina
y todo lo que fuera, desde luego, comidas provenientes de abundantes cultivos.
Pondremos un ejemplo sobre el particular: el caso de uno de los famosos caciques de la zona que
tena prcticamente la mitad de la regin bajo su poder, su poder persuasivo, su oratoria; dominaba realmente
la mitad de toda la provincia o gura del Guair; el cacique Tayava, de quien hablamos, tena tras de s 80
tey'i, vale decir 80 pequeos ncleos comunales, y todos le obedecan y todo lo consegua por el simple lazo

del parentesco poltico, vale decir por medio de la poligamia. Se casaba con las hijas de los principales teyi'r
(de cada uno de estos grupos comunales) y se aseguraba as la solidaridad de todo el grupo; y lo que no
consegua con las relaciones pacficas, a travs de la poligamia, lo consegua con la antropofagia.
Hay que tener en cuenta que esta antropofagia era, entre los guaranes, esencialmente ritual: quiere
decir que al cautivo guerrero de otra tribu se sacrificaba y se victimaba y este rito serva tambin de amenaza
y de violencia endotnica, quiere decir dentro de la misma tribu. Ejemplos de estos rituales, con este sentido,
tenemos abundantes desde que se fund la Provincia del Guair ya por los espaoles (por Melgarejo y de
otros) y luego ya cuando los mismos jesuitas llegaron a la regin: muchos jefes de estos teko' amenazaban
con la antropofagia y con raptar a algn hombre o mujer en los grupos del teko' rival para someterlos a este
ritual, teniendo esta amenaza el sentido de una violenta imposicin del dominio por prestigio. Hay que insistir
en que este era un dominio basado en el prestigio, un dominio por prestigio y no un dominio poltico, pues
slo este prestigio personal del mburuvich poda mantener la lealtad de los secuaces: cuando este prestigio
menguaba, los secuaces descontentos desaparecan del teko' de la noche a la maana, migraban y se
acoplaban a otro grupo.
Era este raro mecanismo de relacin social el que estaba en vigencia en estas sociedades de
cultura neoltica, donde el poder como tal, el poder autoritario no exista, pero exista en cambio el poder por
prestigio y donde los grupos descontentos, que no se doblegaban o que vean menguar el prestigio del jefe,
sencillamente tenan la libertad de separarse, de emigrar y acoplarse, si encontraban, a otros grupos. Era a
base de este mecanismo que operaban siempre los guaranes y as fue posteriormente, luego de las
vinculaciones con los espaoles, cuando realizaron sus grandes revueltas contra el poder espaol como ya
veremos ms adelante.
Respecto a la antropofagia como medio de amenaza y violencia, queremos mencionar el ejemplo
de los chiriguanos-guaranes (sobre quienes ya hemos mencionado que a comienzos de la conquista espaola
y, an un poco antes que sta, haban emigrado hacia los Andes subyugando al grupo de los chan-arawak,
que tenan un tipo de cultura neoltica superior a la de los chiriguanos); estos chiriguanos lograron subyugar
a este grupo tribal de la zona pre-cordillerana andina con la flecha y el av e', pero mantenan sobre ellos
su dominio fundamentalmente por medio de la amenaza violenta y permanente de la antropofagia.
En cada grupo, en cada teko' de los chiriguanos, siempre tena que haber unos 10 chans y
peridicamente los mataban, los sacrificaban por el rito antropofgico, manteniendo de este modo por la
permanente amenaza y violencia el doblegamiento de los chans arawak.
El virrey Toledo, con asiento en Charcas (hoy llamada ciudad Sucre), hacia fines del siglo XVI
lleg a cautivar algunos chiriguanos y se les hizo todo un proceso incluyendo la declaracin de los propios
caciques; y a travs de esta fuente sabemos que los propios caciques chiriguanos declaraban que no podra
haber ninguna luna nueva, ninguna cosecha nueva, ni roza nueva, ningn ceremonial colectivo con chicha,
sin que existiera el rito de la antropofagia y que para esto servan los chan arawak.
As que este es un tpico caso de antropofagia como imposicin violenta, pero en este caso de tipo
intertnica ya que hemos mencionado anteriormente, la antropofagia era de carcter esencialmente endotnico, se practicaba dentro de los mismos grupos guaranes, y hasta puede decirse dentro mismo del lmite
del propio gura y todo ello por efecto de esa verdadera efervescencia social en que se viva en este gura
de los guaires.
Los guaires tambin se encontraban rodeados de los kaingangues, en esta zona llamados gualachos
camperos o guayans, segn las diferentes fuentes de la poca de la conquista. Precisamente el principal
enemigo de los guaires era el gualacho sobre el ro Aemby o Tiet, tanto es as que estos estos kaingangues
gualachos presionaban sobre los guaires y los obligaban a desplazarse al punto de llegar casi hasta el
Paranpanema, que es el lmite de la mxima expansin de los guaranes.
Cuando los padres Nbrega y Anchietta, los dos jesuitas de la provincia portuguesa, fundaron
Piratining (actualmente San Pablo), en el siglo XVI, se encontraban sumamente interesados de penetrar
entre estos guair es a quienes ellos llamaban cariys, que equivale a la pronunciacin portuguesa de carios;
esta denominacin de cariys (o carios) deba a que estos guaires ya tenan ciertos contactos con los carios
litoraleos de quienes hemos hablado, vale decir los mbiaz de la isla de Santa Catalina. La idea era penetrar
en la regin y llevar inclusive a estos guaranes hasta San Pablo.
Tambin fueron jesuitas portugueses los que, en 1580, enviaron a dos padres de la orden a tratar de
llevar hacia Pirating a estos guaires, antes de que los jesuitas espaoles se establecieran en Asuncin por

mandato de Hernandarias; este ensayo jesuita-portugus fracas, y precisamente porque los grupos de
guayans no permitan ninguna expansin, ningn movimiento hacia el norte.
Sobre el ro Yvahy ms o menos se fund la primera Villarrica del Espritu Santo y cuando llegaron
los espaoles para fundarla, se encontraron con un grupo tnicamente no guaran, llamados los yvyryara,
llamados as por el uso del yvyr, as conocida la macana, la masa, pues la masa era su arma principal ms
importante que la flecha y el arco. Sin embargo ya estos yvyryara hablaban algo del guaran, o sea del av
e', vale decir que en esta misma zona donde se hallaba ubicada los chan no era Villarrica del Espritu
Santo la protopoblacin recin se encontraba guaranizada y no era de origen guaran.
n) Los chandules
Resta finalmente un grupo, el de los chandules, as llamados generalmente en la literatura del siglo
XVI; se trata sin duda de un nombre deformado; este nombre no pertenece originariamente al guaran pues
es un nombre de otra tribu, la de los as llamados timbes del litoral del Paran que los comunicaron a los
espaoles.
A este grupo podemos llamarlos simplemente los guaran-isleos. Como se recordar, hemos
hablado de los guaranes yga y de los yguaz, esencialmente canoeros, con fuerte dinamismo fluvial, al
resguardo permanente del ro, sin dejar por eso de ser cultivadores. Algunos de estos grupos de yga y de
yguazs se iban desprendiendo e iban asentndose paulatinamente en las islas del ro Paran y del ro
Uruguay, tomando una verdadera posesin de las islas, incluso en islas del ro Paraguay.
Su carcter era entonces eminentemente el de isleos; en las islas tenan su asiento y sus cultivos;
en todas las islas del Paran los encontramos desde Corrientes hasta Buenos Aires y siempre conocidos como
los chandules.
Sin embargo, en ningn caso los hallamos sobre las ribera del lado oriental y occidental del Paran
se encontraban ocupadas por otras tribus y sobre ellas los guaranes no tenan mayor inters porque no eran
aptas para el cultivo, en contraste con las islas que se encuentran desde Buenos Aires hasta Corrientes. As
en el propio lugar del delta de Buenos Aires, conocido hoy como El Tigre, encontramos uno de los asientos
ms fuertes que posean estos guaranes chandules pero en los alrededores absolutamente nada, en los
alrededores, sobre las costas y tierras interiores, otros grupos se encontraban que ni cultural, ni tnica, ni
racialmente tenan nada que ver con los guaranes.
Las pruebas de todo esto son en primer lugar las arqueolgicas porque todas las islas del litoral
paranaense, desde Buenos Aires hasta Corrientes, ofrecen restos arqueolgicos de las conocidas urnas
funerarias con la tpica decoracin de impresin digital o de ornamentado, clsica e inconfundible de los
guaranes. En segundo trmino nos confirma tambin otra fuente; cuando Sebastin Gaboto remont el ro
Paran desde Buenos Aires hasta Santa Ana, cada vez que sus embarcaciones se acercaban a una isla eran
recibidas por gente que tena maz, mandioca y se les presentaban y se menciona especficamente a un
famoso cacique Yaguarn que se asentaba en una isla a unos 80 kilmetros al sur de Corrientes.
Tenemos, luego, tambin otros documentos; el mismo Irala los menciona a raz de la despoblacin
de Buenos Aires, as como despus, para la segunda fundacin por Garay de Buenos Aires, pues en todos
los casos haba que navegar por el Paraguay y luego por el Paran desde Asuncin hasta Buenos Aires y en
todo el recorrido pasar por estas islas.
En todos los casos se realizaban contactos y agasajos con el caracterstico criterio guaran
de la reciprocidad, de que si ellos algo dan necesariamente algo esperan tambin recibir a cambio, siendo
este un elemento clave para el sistema de las relaciones pacficas.
Y otra prueba ms de la importancia y relativamente densa poblacin de estas islas del Paran desde
Buenos Aires (y El Tigre) hasta Corrientes, la tenemos cuando Garay refund Buenos Aires en 1580,
encomendando (vale decir: reuniendo a los indios para el servicio de encomiendas a los espaoles) a estos
guaranes. Afortunadamente se han conservado los documentos de la poca y en estos documentos se cita
uno por uno a los caciques con sus nombres y con tantos hombres de guerra (hombres adultos) que cada uno
aportaba; y as sabemos que todava en 1580 Garay pudo reunir 16 caciques con un total de 600 almas que
fueron luego encomendados y puestos al servicio de los que fueron a poblar la nueva Buenos Aires.
Es claro que, con este ltimo testimonio, tambin tenemos la ltima mencin a este grupo de los
guaranes isleos. Ya no se los menciona nunca ms. Algo parecido ocurri con el ro Uruguay,
especialmente en la confluencia del ro Yacu, conformndose toda una extensa red fluvial desde el ro

Paran y el Uruguay hasta la costa atlntica; en todas las islas de este red fluvial, donde tambin existan
numerosas islas, se perciba la existencia de estos guaranes isleos; sin embargo, en este caso se produca
muchas veces el mestizamiento con la poblacin de las costas del ro Uruguay, sobre todo en la costa oriental
donde se encontraban los charras, esencialmente pmpidos, y as tambin estos isleos de esta parte del
Uruguay, de la regin del este, que tanta importancia tuvo en el proceso de la conquista, fue desapareciendo
por el propio mestizamiento, perdindose completamente su rastro tambin ya en los principios del siglo
XVII.

2.

Situacin de los grupos guaranes al llegar los espaoles

Veremos rpidamente, antes de comenzar ya con el captulo de plasmacin sociobiolgica y


sociocultural propiamente dicha, a la llegada de los espaoles, cul era su situacin y qu pas con cada uno
de estos grupos guaranes asentados en estos 14 diferentes guras captulo que acabamos de estudiar y
describir.
Acabamos de mencionar cul fue la situacin de los guaran isleos, conocidos como chandules,
primeros guaranes con quienes entraron en contacto los conquistadores en el Ro de la Plata y
tempranamente desaparecidos en las menciones de los documentos.
Los grupos carios y tobatines, quiere decir entre los ros Tebicuary por el sur y el Jeju por el norte,
fueron aglomerados en los nuevos pueblos hispanos-cristianos perdiendo sus independientes tefi y
constituyendo los nuevos tipos de asentamiento, los as llamados tva guarares. Estos eran los nuevos
pueblos, ya bajo la nueva administracin hispana, y los encontramos ya a fines del siglo XVI en este tipo de
aglomenciones habiendo perdido su original dominio sobre las tierras para el tipo de agricultura al que
estaban acostumbrados y contando solamente con las tierras del tva, de propiedad comunal y bajo
administracin colonial de la Provincia del Paraguay y por los curas doctrineros.
Los orgullosos y vengativos guarambarenses, siempre revoltosos (organizaron 5 revueltas contra
los espaoles), en su gura al norte del Jeju, pasando el ro Apa y llegando hasta el ro Blanco, tambin
obligados a aglomerarse en tvas y objeto de persecucin y atropello por parte de los mbay-guaicures: en
efecto, los mbay-guaicures, nmades chaqueos, convertidos despus en ecuestres al adoptar el caballo
luego de la llegada de los espaoles, cruzaron el ro Paraguay y ocuparon la regin, el gura, de los
guarambarenses, obligndolos a una huida total. Esta huida, desde luego, afect tambin a los propios
criollos, de modo que prcticamente toda esta zona fue despoblada completamente hacia 1664 y ocupada
por los asaltantes chaqueos guaicures.
En el gura de los itatines, al norte del ro Blanco y llegando hasta el ro Miranda, en pleno Mato
Grosso, se produjo el fenmeno primero de las migraciones que ya sealamos, luego se acoplaron al
movimiento expedicionario de uflo de Chvez que fue a fundar Santa Cruz de la Sierra y all se asentaron;
entretanto, otro grupo de estos itatines qued en su gura original, si bien ya ms hacia el ro Apa, ms al sur
del Miranda, pero luego este grupo tambin comenz a abandonar sus tieras debido al ataque de los
bandeirantes paulistas. Este es un proceso bien conocido, las constantes incursiones de los paulistas,
conocidos por bandeirantes, que venan atrados por los gentos guaranes a cautivar los como esclavos para
llevarlos a sus plantaciones de la costa. Huyendo de tales incursiones los jesuitas reunieron a un grupo de
estos itatines con los cuales fundaron despus los pueblos que hoy conocemos en las Misiones, al sur del ro
Tebicuary (Santa Rosa, Santiago y Santa Mara de Fe). As que esta zona tambin se despobl.
Tenemos as que en la mitad del siglo XVII, arriba del ro Manduvir, hacia el norte, no existe ya
un solo poblado guaran en la parte oriental del ro Paraguay. En esta misma rea, pero hacia el Occidente,
vale decir desde donde corren las cordilleras de Caaguaz, Yvyturuz y Sierra de San Rafael, tampoco queda
nada de los isleos chandules; los paranes, uruguayenses y ygaes quedaron pero fueron luego
misionalizados por los jesuitas con la labor misionera que se inici hacia 1612 y que, en diferentes fechas,
fue reduciendo a estos distintos grupos, de modo que ya tampoco eran independientes, ya no tenan su propia
roza ni sus cultivos, sino que estaban obligados a trabajar dentro del sistema comunal en las reducciones
jesuticas.
Los guaires, por su parte, fueron los que ms sufrieron bajo las persecuciones y las entradas de los
bandeirantes paulistas. Los jesuitas hicieron todo lo posible por unir a este gento y luchar contra los
bandeirantes, pero todo intento de ese tipo result imposible o infructuoso hasta que, en 1630, el padre Ruiz
de Montoya da comienzo al verdadero xodo de los guaires como l mismo nos lo cuenta en su libro

"Conquista Espiritual", donde dice textualmente que, en 1630, "hemos iniciado un verdadero xodo". Sin
embargo, de estos guaires, solamente 12.000 almas logr llevar el padre Montoya por todo el ro Paran,
bajando hacia el sur, hasta llegar a su nueva rea de asentamiento misionera y fundar all Loreto y ms tarde
San Ignacio.
Quiere decir, entonces, que en esta zona tambin comienza un verdadero despoblamiento por miedo
al bandeirante, por el temor al cautiverio y esclavitud. Solamente algunos grupos se refugiaron en los montes
y vivan hasta el siglo pasado fuera de todo tipo de contacto o relacin con los blancos, tanto paraguayos
como brasileos, siempre imbuidos de ese miedo, de ese verdadero terror a una situacin que era para ellos
de verdadera catstrofe, de verdadero mba'e mega, casi el fin del mundo. Esta inseguridad total para los
guaires en realidad lo era tambin para los propios espaoles, as es como la propia Villarrica del Espritu
Santo, la antigua Villarrica, originalmente fundada en este Guair-antiguo, tuvo que tambin emigrar,
pasando sus pobladores primero por Curuguaty y luego por la propia Asuncin, pidiendo tierras para una
nueva localizacin ms segura. A tal punto llegaba esta situacin que en una Cdula Real, a los villarriqueos
se los trataba de cobardes por el hecho de haber abandonado su poblado y, en vez de luchar contra los
bandeirantes paulistas, haber emigrado. Con posterioridad a todo esto recin se fundara la Villarrica en el
asiento que hoy conocemos y, mientras tanto tenemos ya entonces tambin todo el rea del Guair antiguo
totalmente despoblado.
Con los mbiaz a carios litoraleos pas algo parecido. Solamente que en este caso se utilizaba una
tctica diferente. Atemorizados tambin por la accin de los bandeirantes paulistas, algunos de estos mbiazs
se refugiaban ms hacia el interior pero, curiosamente, en este caso los paulistas no venan con sus tropas de
mamelucos cometiendo toda suerte de crueldades en busca del cautiverio por la fuerza. Practicaban otro
sistema igualmente eficaz, pues estas incursiones de los bandeirantes eran de verdaderas bandas de mestizos
luso-guayans, vale decir: no se trataba del mestizaje del luso con grupos tup-guaranes, sino con estos
guayanes, que nada tenan que ver con los amaznides y que eran entonces enviados pacficamente a hacer
tratos con los jefecillos guaranes, mbiaz, ofrecindoles hachas de metal y cualquier otro tipo de chucheras
de modo que los propios jefecillos de esos pequeos teyi pactaban y entregaban a su gente. Se trataba
prcticamente de una venta de la gente mbiaz por parte de sus jefes comunales que los entregaban a estos
mestizos paulistas-guayans.
A estos mestizos que practicaban este tipo de incursiones para pactar a esta clase de intercambio se
les daba el nombre de pomberos; as los menciona tambin el padre Montoya en su libro de 1630 y la
palabra, desde luego, procede de palomero en castellano; pombero es nada ms que el apelativo portugus.
Y de esta manera tambin todo este grupo desapareci quedando a la franja litoralea completamente
despoblada de estos grupos con excepcin de algunos que se acoplaron a los tapes.
En cuanto a los tapes, fue con ellos que los dos jesuitas organizaron sus misiones fundadas las
primeras de ellas alrededor de 1628. Y otra vez se sucedieron las grandes entradas o incursiones de los
paulistas buscando cautivos, sobre todo bajo el mando del famoso capitn paulista Pedrozo. Estas misiones
jesuticas se constituyeron en un especial atractivo para estas incursiones por el hecho de que en ellas los
bandeirantes encontraban a los guaranes verdaderamente aglomerados, era toda una masa de guaranes de
los que podan apoderarse. Y as, nuevamente, se produce un verdadero xodo de los jesuitas llevando otra
vez sus misiones, con los tapes, hacia el ro Uruguay.
En todo este panorama queda un hecho notable y es el de la zona oriental del Paraguay, en la cuenca
del ro Paran, donde haban muchos gura que constituan verdaderas colonias guaranes como hemos
visto, enclavadas entre una serie de grupos de proto-pobladores que no eran guaranes, ni tnica, ni racial
ni lingsticamente; es en esta zona donde los grupos guaranes se mantuvieron ajenos al contacto con los
blancos para ser despus conocidos con la denominacin general de monteses. Y estos grupos constituyeron
la cuna, el origen y la procedencia de las tres modernas tribus que actualmente se conservan en el Paraguay
y en la misma regin o cuenca del Paran: los Pa Tavyter, los Chirip (llamados ellos a s mismos como
av catuet) y los mbypa guaranes.
As pues, entonces, se ve claramente que prcticamente se produjo una verdadera despoblacin
general y completa de todos estos gura que hemos analizado y la que qued fue aglomerada en los llamados
tva guaranes de los cuales nos ocuparemos ya como parte del estudio mismo del proceso de contactos con
los espaoles y del desarrollo de la plasmacin social y cultual.

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