Bruno Hapel - René-Guénon y Las Doctrinas Hindúes
Bruno Hapel - René-Guénon y Las Doctrinas Hindúes
Bruno Hapel - René-Guénon y Las Doctrinas Hindúes
HINDES
Un catlico, sin duda, declarar que Dios es Infinito, del mismo modo que un hind dir que
Brahma es Infinito. Ninguno de los dos dudar por un solo instante de que el Infinito no sea el
Infinito, y, no obstante, lo que el catlico conoce de Brahma es menos que lo que el hind
conoce de Dios. El catlico no ve en Dios sino al saguna Brahma, mientras que el hind sabe
que el nirguna Brahma es el aspecto ltimo de Dios. En otros trminos, el Dios de los catlicos
no traduce ms que un aspecto de Brahma, que no es otro que Ishvara.
Este estado de hecho no siempre ha sido as, y a pesar de que tampoco en Occidente lo
Infinito deja nunca de ser verdaderamente infinito, es de sumo inters considerar a las
doctrinas hindes como verdaderas fuentes de enseanza. Puede parecer humillante para un
catlico tener que reconocer "todo lo que es verdadero y santo" 1 en las restantes tradiciones.
Pero no es mejor dar prueba de humildad, que al fin y al cabo es una virtud cristiana, que
cometer una falta contra el Espritu negndose a reconocer la Verdad?
La Verdad no debe estar velada, pues si no los catlicos tendran como nica alternativa el
formalismo estrecho del integrismo o el ecumenismo disolvente del progresismo.
Ren Gunon, siempre preocupado por una justa comprehensin del carcter verdaderamente
universal del Catolicismo, no ha dejado de prodigar tiles recomendaciones. Tuvo el cuidado de
escribir como su primera obra en 1921 una Introduction gnrale l'tude des doctrines
hindoues. A menos de estar completamente ciego, el mensaje es claro. Lo primero que debe
hacerse es impregnarse de los principios enunciados por el Hinduismo, es decir, reencontrar el
asentimiento interior. Cuando apareci en 1921 la traduccin de la obra del R. P. Wallace, De
l'Evanglisme au Catholicisme par la route des Indes, Ren Gunon no dej pasar la ocasin
de redactar una resea para la Revue de philosophie (marzo-abril de 1922); escriba entonces:
"He aqu un libro muy interesante desde muchos puntos de vista: en primer lugar, en un sentido
a la vez religioso y psicolgico, como autobiografa del autor y como descripcin de las fases
por las que ha pasado y que han finalizado en la conversin; despus, por la muy seria
crtica que realiza del Protestantismo, especialmente bajo el aspecto de la carencia de
principios y de autoridad; en fin, y lo que especialmente ha llamado nuestra atencin, por las
opiniones extraordinariamente justas que emite sobre el espritu de la India y el verdadero
sentido de sus doctrinas".
Ren Gunon, tras haber resumido la trayectoria del R. P. Wallace, prosigue as:
"Si bien el autor no ha alcanzado una perfecta y total asimilacin de la intelectualidad hind,
ha llegado sin embargo muy lejos en este sentido, mucho ms incluso de lo que implicara un
conocimiento simplemente terico.
Tenemos la prueba de ello en las pginas que dedica al Nirvana, y de las que reproducimos
aqu algunos fragmentos: "Consult sobre ello los diccionarios, consult a los autores
europeos, compar los libros snscritos... pero de algo estaba seguro: el Nirvana no era lo que
describan tales libros, una pura y simple nada. Pues, como deca el Smkhya aludiendo a esta
cuestin, "el gran vaco no podra ser el objeto de la ambicin del hombre". Senta que algo en
la religin hind se me escapaba. No lograba aprehenderla, sin saber la razn. No obstante, un
da, mientras meditaba en esa perpetua enseanza sobre el Nirvana y el Samdhi, intentando
sondear su sentido, Dios, creo, vino en mi ayuda. Como en si fuera el centelleo de un
relmpago, percib que tales frmulas quiz ocultaban ms de lo que expresaban; me
di cuenta, "realic" el sublime trmino de la aspiracin hind, ese ideal que fascinaba a todo
espritu hind, que influa sobre toda actividad hind. Fue ms bien una iluminacin interior que
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Esto alude a la "Declaracin sobre las relaciones entre la Iglesia y las dems religiones no cristianas,
Nostra aetate", 1965, Concilio Vaticano II. El texto es el siguiente: "La Iglesia catlica no rechaza nada de
lo que es verdadero y santo en esas religiones. Considera con un respeto sincero tales maneras de actuar
y de vivir, esas reglas y esas DOCTRINAS (somos nosotros quienes lo subrayamos) que, aunque difieren
en muchos puntos de las que ella misma custodia y propone, no obstante aportan a menudo un rayo de la
verdad que ilumina a todos los hombres".
Ibid., p. 223
Ibid., p. 228.
La quete de l'Eternel, approches chrtiennes de l'Hindouisme, obra colectiva redactada por un grupo de
Padres jesutas, publicada en ingls en 1964 y destinada a los profesores cristianos de las "high schools"
(la informacin que ofrece es anunciada como objetivamente segura); traducida al francs en 1967 con
aadidos en las ditions Descl de Brouwer, Pars. El pasaje citado fue escrito por el P. Fallon, p. 19.
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Tras esta formulacin insignificante se ocultan los aspectos de Brahma como Ishvara, por ejemplo.
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Esta ignorancia no es patrimonio del los catlicos; los ortodoxos no estn exentos de ella.
Parece que, sin la ayuda de la tradicin hind, nadie es verdaderamente capaz de ver que
"theologia sine metaphysica nihil".