Desenmaraando los enredos de la globalizacin
Sibely Caedo Czarez
Maestra en Ciencias Sociales con nfasis en estudios regionales
Universidad Autnoma de Sinaloa
Materia: Globalizacin e integracin econmica.
Profr. Dr. Ramn Martnez Huerta
El concepto de globalizacin se encuentra en boca de todos, un lugar comn tanto
en los crculos acadmicos como en los menos letrados. Parece que cada cual se
arma su propia idea con un sustento poco claro y la usa con certeza.
No obstante, la nocin de globalizacin tan llevada y trada los ltimos aos
es ms compleja de lo que parece, ms bien es una idea que nos evade para no
dejarse asir por completo y se esconde entre sus mltiples vericuetos y aristas.
Para las mayoras, la globalizacin es un trmino que emana de los medios
masivos de comunicacin y se relaciona principalmente con la red de redes, la
Internet, y el intercambio cultural y de entretenimiento. Para los empresarios y
economistas, es un fenmeno relativo al flujo de mercancas y el proceso de
produccin que se desarrolla por fases en distintas naciones. Los ecologistas, por
su parte, usan como bandera el calentamiento global para probar los efectos
trgicos del fenmeno planetario. Todo ello sin contar las implicaciones polticas,
sociales y culturales que se infieren de estos procesos y que son utilizadas sin
reflexin en los discursos de los gobernantes, de los lderes de opinin y de la
gente comn. El oscurantismo que ha rodeado a la idea de globalizacin ha trado
confusin y caos en el mundo en muchos sentidos.
El socilogo alemn Ulrich Beck, profesor de la Universidad de Munich y de la
Escuela de Economa de Londres, se propone arrojar luz sobre este negro tnel y
desenmaraar la complicada red de acciones sociales que dan significado a la
globalizacin. En su libro Qu es la globalizacin? Falacias del globalismo,
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respuestas a la globalizacin, Beck se vale de la visin del pensamiento complejo
para explicar un fenmeno en sus dimensiones ms variadas. Le pone nombre al
monstruo y a sus mil cabezas, mediante un sistema conceptual que se puede
aplicar de forma universal.
Expone tres conceptos fundamentales para la explicacin del tema que nos
ocupa: globalismo, globalidad y globalizacin.
Globalismo es un trmino relacionado con la ideologa del dominio del mercado
mundial o la ideologa del liberalismo.
El significado de globalidad se resume en una sociedad mundial percibida y
reflexiva, puesto que ningn grupo se siente aislado del resto del orbe.
Y, en cuanto al tercer punto, Beck se refiere a la globalizacin como a los
procesos mediante los cuales los Estados nacionales soberanos se entremezclan
e imbrican mediante actores transnacionales y sus respectivas probabilidades de
poder, orientaciones, identidades y entramados varios.
De esta forma, el autor abandona todo determinismo y prosigue con su tesis
estableciendo diferentes tipos de globalizacin: informativa, ecolgica, econmica
y cultural. El fenmeno es abordado en todas sus dimensiones para facilitar su
comprensin.
Muchos hilos de una misma madeja: Mltiples dimensiones
Al referirse a la globalizacin, Ulrich Beck toca diversas dimensiones que dan
forma a un fenmeno complejo: la globalizacin informativa, la globalizacin
ecolgica, la globalizacin econmica, la globalizacin del trabajo o del proceso de
produccin y cultural.
La globalizacin informativa cobra vital relevancia en cuanto crea la percepcin de
una sociedad mundial. Los medios masivos de comunicacin de alcance
transnacional se convierten en el lente de los ojos del mundo, de tal modo que
tienen el poder de focalizar un hecho y proyectarlo a la escena mundial, sin
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importar en ocasionesla trascendencia del suceso, y en contraparte, ignorar
acontecimientos que podran afectar a un mayor nmero de personas o que
representan violaciones graves a los derechos humanos.
Podemos observar que los puntos de inters de los medios tradicionales (cadenas
informativas, agencias de noticias, diarios de prestigio y sus versiones digitales)
presentan enfoques temticos y contextos limitados. La atencin, por ejemplo, que
se le prest a la rehabilitacin de la actriz estadounidense Lindsay Lohan, que en
agosto pasado fue llevada a Corte por sus adicciones, fue mucho mayor que la de
algunos conflictos blicos.
Segn el investigador Martin Shaw, la percepcin ciudadana se forma
bsicamente con lo que los medios informan o con la porcin de la realidad que
permiten a los dems conocer. La sociedad civil mundial se convierte as en una
sociedad mundial de telespectadores.
Otro aspecto de la globalizacin informativa, es que los medios de comunicacin
parecen ser el nuevo escenario de los conflictos polticos mundiales, lo que implica
la desterritorializacin de las guerras en el sentido tradicionalmente conocido, las
pugnas entre los Estados nacionales.
Desde la aparicin de la Internet, algunos autores han advertido mayor apertura
social en la comunicacin de masas. Para muchos, la red mundial es una ruptura
en el control de la informacin, primero por el Estado y luego compartido por las
empresas informativas influyentes a escala mundial.
La apertura en la informacin y el conocimiento ha provocado una mayor
transparencia en los problemas polticos y econmicos, que antes se discutan en
el gabinete de los rectores estatales, ahora son temas de debates mundiales.
Esto ha propiciado tambin el surgimiento de una sociedad civil organizada. Los
organismos no gubernamentales (ONG) han hecho su aparicin en el set para
intentar ser un contrapeso de poder. Desde la Organizacin de las Naciones
Unidas (ONU), la de mayor prosapia y fundada para dirimir los conflictos entre
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naciones despus de la Segunda Guerra Mundial, hasta la impactante
Greenpeace y otras asociaciones de corte ambientalista.
En este punto, entra a escena la globalizacin ecolgica. Basada en la percepcin
de riesgo global, las afectaciones al medio ambiente se convierten cada vez ms
en un tema de inters general para distintos pases.
Ulrich Beck introduce la idea de sociedad de riesgo relacionada con un enfoque
fatalista que ha sembrado su semilla en gran parte de la humanidad.
En su libro La sociedad de riesgo: hacia una nueva modernidad (1986), Beck
defiende que los peligros se derivan del desarrollo productivo en una etapa
posindustrial. Enfatiza que la produccin de riesgos no es proporcional a la
distribucin de la riqueza.
A distancia el amor y el trabajo
Cuando los jvenes de la poca actual piensan en un amor a distancia no supone
el drama de generaciones anteriores, cuando los desafortunados enamorados
soaban con un tren que eliminara las fronteras y acercara de forma mgica a su
ser amado. Y es que la idea de tiempo y espacio se ha modificado, como ha
ocurrido con otros avances tecnolgicos en la historia de la humanidad, slo que
en la actualidad con un ritmo ms acelerado. A travs de la web, dos personas
pueden estar en contacto en cuestin de segundos. Desde el correo electrnico y
el chat, hasta llegar a las redes sociales, la forma de interactuar y la variedad de
herramientas para mejorar la idea de cercana se han ido perfeccionando.
Imgenes, videos, comunicacin por videoconferencia, atrapan a los internautas
con ms de alguno de sus sentidos. El romance entre dos personas de distintos
continentes se mira menos descabellado hoy ms que nunca. Tambin porque la
distancia fsica se ha acortado con el desarrollo de los viajes areos con mayor
seguridad, en contraparte con los meses en barco, por ejemplo, que se
necesitaban hace aos para cruzar el ocano Atlntico de Amrica hacia Europa.
El drama llega ahora porque las bondades de estos procesos globalizantes
implican poder econmico y no estn al alcance de todos en la misma proporcin.
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Pero las nuevas relaciones transnacionales estn lejos de pertenecer de forma
exclusiva a la comunicacin interpersonal. La vida y el trabajo en comn se han
extrapolado a los procesos productivos, creando una nueva dinmica mediante la
cual no importa que los actores sociales se encuentren separados
geogrficamente. As, una empresa puede tener parte de sus componentes en
Singapur, su base administrativa y fiscal en Amrica y vender sus productos por
varios pases. Pero adems de fases independientes de la produccin, tambin
pueden comunicarse a distancia y trabajar bajo los mismos objetivos. Este
fenmeno convierte en necesario replantearse el concepto de comunidad con la
idea de incluir a las comunidades transnacionales que mantienen sus vnculos a
pesar de la lejana. Estamos aqu ante la globalizacin de los procesos de
produccin.
Los grandes ganadores y el surgimiento de un nuevo poder
La desigualdad, que a decir de muchos se ha intensificado por la globalizacin en
trminos de pobreza y desarrollo social, es un tpico abordado por Ulrich Beck
desde la introduccin de su obra.
Con una visin crtica pero sin llegar al fundamentalismo, afirma que los grandes
ganadores de la globalizacin son las compaas transnacionales, que han visto
crecer sus ganancias de forma exponencial gracias a un vaco de poder en el
orden mundial poltico y econmico.
Los consorcios internacionales tienen la capacidad de burlar las barreras fiscales
de los Estados, socavando de esta forma la sagrada soberana nacional.
La estrategia consiste en el uso ventajoso del territorio y la relacin con los
gobiernos. Las transnacionales pueden elegir lugar de inversin, lugar de
produccin, lugar de declaracin fiscal y lugar de residencia. Pueden invertir
donde se les ofrezcan ms facilidades e infraestructura, producir donde se
presenten menores costos (aun a costa de pagar salarios miserables), pagar
impuestos donde resulte menos gravoso y vivir donde gocen de mayores lujos y
comodidades. Estos grandes ganadores de la globalizacin han acumulado poder
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y han impuesto nuevas condiciones. En este contexto, aparece la idea de
contribuyentes virtuales en contraposicin a los contribuyentes cautivos, siendo
estos las pequeas y medianas empresas, as como los trabajadores de una
economa formal, quienes sostienen en realidad las arcas nacionales para la
sobrevivencia y funcionamiento de los pases.
Los Estados han dejado de ser dueos absolutos de la escena mundial y han
cedido el dominio a intereses empresariales. Las multinacionales se mueven en el
mundo de la subpoltica, pues su poder no es un poder formal ni emana de un
gobierno. Sin embargo, ejercen una enorme presin sobre el destino de la
comunidad mundial, sin que hasta ahora haya surgido un contrapeso a esta nueva
dinmica poltica que traslada sus consecuencias a los mbitos culturales,
sociales y psicolgicos de las sociedades, tanto de las desarrolladas como de las
poco desarrolladas.
Pero el hecho de que las multinacionales puedan evadir, digamos que de forma
permitida, las cargas impositivas de los Estados nacin no es un asunto menor. El
cobro de impuestos est ligado de forma intrnseca al control del gobierno sobre
un pas. No obstante, el concepto de este poder nacin est necesariamente
ligado al territorio, cuyas fronteras se han vuelto ms porosas y desvanecidas que
nunca debido a los procesos globalizantes. Aunque lo anterior no significa que la
fuerza simblica del territorio en sus distintas escalas haya desaparecido, sino que
se encuentra en una transformacin vertiginosa como producto de nuevas
relaciones sociales impuestas desde fuera y con respuestas desde adentro, que
juntas pueden arrojar resultados poco predecibles.
Otro fuerte desafo para los proteccionistas del Estado se presenta en materia de
comunicacin social. Y es que perdi el control absoluto del acceso y la
produccin de informacin, los cuales se le han escapado de las manos debido a
los avances tecnolgicos. El desarrollo de la tecnologa, sobre todo en la Internet
y las redes sociales proporcionan autonoma a los usuarios de la informacin. De
tal forma, resulta ms complicado para los rganos oficiales en el poder ocultar o
manipular una determinada informacin.
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En el marco del detrimento de la soberana del Estado nacin, el socilogo alemn
propone la distincin entre primera modernidad y segunda modernidad.
La primera modernidad se vincula con la visin cerrada y excluyente de una
cultura ligada al espacio fsico, mientras que la segunda supone la influencia de
una sociedad mundial en las culturas nacionales. La propuesta para la sociologa
es abandonar la visin exclusivamente estatista de los fenmenos sociales.
La globalizacin econmica se da con base en un sistema de mercado mundial y,
como se expuso anteriormente, penetra en el medio poltico.
Glocalizacin: Refutacin de la macdonaldizacin del mundo
Retomando a Roland Robertson, uno de los investigadores contemporneos ms
importantes en el estudio de la sociedad global, Ulrich Beck afirma que la
existencia de una cultura global no puede entenderse de una forma determinista,
sino que la localizacin y la globalizacin interactan de forma permanente, dando
lugar a nuevas dinmicas culturales. De ah surge el trmino de glocalizacin.
En otras palabras, es en las regiones donde se procesan los smbolos globales y
es en ellas donde se decide cmo se adoptan las pautas marcadas por la
globalizacin. As, sociedad global y sociedad local van casi siempre juntas.
Beck se une a la corriente que rechaza la macdonaldizacin del mundo. Al pasar
de los aos, la humanidad ha podido comprobar que las firmas de alcance
internacional no desplazan a la identidad regional o tnica. Las hamburguesas en
Mxico jams reemplazarn a los tamales, los tacos, los burritos, las enchiladas,
los sopes, ms bien el intercambio ha sido recproco, por ejemplo, entre Mxico y
Estados Unidos, pas que ha terminado por adoptar gran parte de la comida tpica
mexicana a su dieta regular. En qu pas estamos?, puede decir un ciudadano
estadounidense de la cosmopolita ciudad de Houston, Texas, cuando va al
supermercado, atiborrado de alimentos de importacin para satisfacer al creciente
y heterogneo grupo de los consumidores: latinoamericanos, asiticos, europeos,
por englobarlos en grandes categoras. Esto slo por apuntar uno de tantos
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ejemplos. La globalizacin cultural no puede entenderse sin la localidad, ya que
interactan y luchan constantemente en la arena pblica de la cultura simblica.
Bibliografa:
Beck, Ulrich. 1998. Qu es la globalizacin? Falacias del globalismo, respuestas
a la globalizacin. Espaa. Paids.
Korstanje, Maximiliano. Resea de la Sociedad del riesgo: hacia una nueva
modernidad. Economa Sociedad y Territorio. Vol. X. Nm. 32, enero-abril, 2010,
pp. 275-281. Mxico. El Colegio Mexiquense