Anton Pannekoek - Una Nueva Forma de Marxismo (1974)
Anton Pannekoek - Una Nueva Forma de Marxismo (1974)
Anton Pannekoek - Una Nueva Forma de Marxismo (1974)
Anton Pannekoek
Introduccin: Cajo Brendel
Introduccin
Existen pocos tericos socialistas cuyo trabajo publicstico haya sido tan poderosamente influido por los cambios
habidos en el seno del moviniiento obrero y por. la lucha
. de clases, como Anton Pannekoek. Efectivamente, esto se
~ntiende mejor si se dice que en tie.mpos de Anton
Pannekoek tanto la situacin, como la praxis de la .clase
trabajadora, se vio sometida a cambios sorprendentes. Pero
hay algo ms que interesa saber: ya antes de que se uniera
al socialismo, hizo su trabajo como astrnomo y como
cientfico de la naturaleza -es decir, como alguien por as
decirlo interesado profesionalmente en la causalidad de los
hechos- en el sentido del marxismo. En vida, s:e separ
de las leyes sociales que regan la vida social. Esto significaba
para l el reconocimiento de las fuerzas reales que
dominan una historia dividida en clases, si bien e5tas
fuerzas no quedaron para l nunca reducidas a simples
frmulas, concebidas como algo absoluto e incarilbiable.
Su mtodo de trabajo corno cientfico naturalista no tena
nada de UQgento mecnicamente.aplicado para todo uso,
nada de receta.
Ya eri uno de sus primeros escritos, cuenta la expenencia que, lo mismo que a Marx y a Engels, le llevara a
concebir su cocepcin de la historia. Pannekoek dice que
las leyes> de la naturaleza o de la sociedad no deben ser
entendidas como leyes absolutas, como reglas, como.
7
De
NieU'~e
el Estado futuro
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-~--~:',..,.,...._.:_.
: ..,...,._.....,.
.,...,-.
.....
11
Etica y socialismo
En mi opinin, Pannekoek valora falsamente en su
obra cEtica y socialismo los motivo.s que mueven en su
lucha al trabajador. Recuerda a la burguesa holandesa,
que no pudo comprender en el ao 1903 la solidaridad de
clase de los trabajadores de los ferrocarriles con los
trabajadores del transporte. Naturalmente, es correcta su
opinin de que dominantes y dominados juzgan sus
acciones de manera completamente distinta, pero el
ejem.plo. qu~ pone para justificarlo. nq es co~recto del todo.
Pues la negativa de los trabajadores de ferrocarriles a
transportar bienes se debi a una lucha que dominaba su
situacin social. El no considerar esta parte de la lucha no
puede comprenderse sino desde dentro de la mentalidad
de la socialdemocracia, en la que estaba preso por aquel
entonces Pannekoek. As, en el mismo escrito, vuelve a
encontrarse otra cosa parecida. Habla de que los trabajadores no tienen cpor meta el cambio de la sociedad, sino
que sta cambia l.ndependientemente de los trabajadores.
Si se parte de -esta conviccin, no puede naturalmente
hablarse de proletariado socialista (lo que en realidad
hace en el citado escrito). Si el proletariado lucha contra el
orden social dominante, no lo hace porque desee un
mejor orden social> (como afirman los idealistas polticos). La lucha contra el capital no tiene sus orgenes en la
lucha del proletariado a partir de razones ideales, sino que
est fundada en sus necesidades materiales. Aun cuando
no se ape~cil?an directamente intereses materiales concretos, no. h:~bra. que buscar motivps deletreos, sino la
situacin prctica concreta. El sentimiento_ de justicia, las
razones ticas y morales que llevan a obrar' son,. segn
Pannekoek, exclusivamente sociales 8
Todo aquel que se ocupe con los mencionados problemas de tica y socialismo en Pannekoek, comprobar con
8. Afirmacin que. como vecemos ms adelante, no es tan nitida
Pannekock, el cual oscil6 -por decido con terminologa hispana- entre
cpancism0> de Unamuno (cEI socialismo es cosa de est6mag0>) y el ceticismo:.
Bcsteiro (clo primordial en la lucha de clases es la moral>); desde entonces,
cuestin oscila entre Bcsteiro y Unamuno. (Nota del Traductor).
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en
el
de
la
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pero se mantiene al Estado como dirigente de la produccin; trabajo asalariado y produccin de plusvala, es decir,
dependencia y explotacin de la clase obrera, permanecen.
El socialismo significa: autogestin de los obreros en las fbricas (lo que naturalmente. no hay que confundir con la
autogestin de Yugoeslavia). Adems, aade Pannekoek,
la caracterizacin del socialismo no ha de ser entendida como
una exigencia, sino que por as decirlo, es la descripcin
terica de lo que puede caracterizarse como visible.
La liberacin de los trabajadores slo puede ser obra
de los trabajadores mismos. Esta frase de Marx, ser,
naturalmente, aceptada por Pannekoek de una manera
total y absoluta. Pero solamente al comienzo del siglo XX
adquieren esas luchas formas tales que hacen buena la
frase en toda su magnitud. Ciertamente, hubo rebeliones
de tejedores en Silesia, y una revuelta en Lyon en el ao
1831, pero semejantes revoluciones proletarias sordas eran
expresin de la desesperacin proletaria, y en general no
eran caractersticas de las luchas de entonces. Solamente
ms tarde se caracterizarn las luchas por el hecho de que
los propios trabajadores formarn comits de lucha y
tendrn la responsabilidad por s mismos. A ello se refiere
Pannekoek, entre otros trabajos, _en el aqu contenido
Sobre consejos obreros.
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. , 18
Capit-ulo Primero
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Capitulo Segundo
Marxismo e idealismo
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Captulo Tercero
Aunque en los anos de atrs hubo tantos acontecimientos que hicieron incluso que antiguos socialdemcratas,
por un Can:lbio gradual de su postura, llegase~ a ser
ministros y guardianes del Estado, sin embargo, nunca ha
habido un cambio tan grande y tan rpido como en la
actual guerra mundial.
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Capitulo Cuarto
El materialismo histrico
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la
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..
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Pero el mundo cainbia; por medio del trabajo humano, la sociedad va adoptando nuevas formas; nuevas
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la
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de
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Captulo Quinto
Qu es el socialismo?
Queuna pane del Partido habla de socialismo respecto a las medidas tomadas por el gobierno para el control del
consumo de los alimentos (cuestin por la que nosotros
tambin nos preocupamos>) muestra que, en la cuestin
de qu sea realmente el socialismo existen profundas
diferencias de opinin en el seno de la socialdemocracia.
Pero esas discrepancias existen no sola.Dlente desde los
ltimos ocho meses; tambin en anos anteriores existi la
misma diferencia de opiniones. Por ejemplo, en la cuestin de)as propuestas de monopolio (como _ltimamente,
del monopolio 4el petrleo), que una parte de los ra-.
dicales consideraba como un escaso impuesto .indirecto,
mientras que muchos revisionistas la saludaron como paso
en el camino al socialismo ... La pregunta, por lo tanto, no
es simplemente. quin tiene razn?, sino sobre todo
.cmo es posible que unos se equivoquen tan crasamente?
La contestacin a esta pregunta radica en la evolucin del
capitalismo mismo.
A la pre-gunta qu es el socialismo?, todos dirri:
Socialismo es la produccin regulada socialmente, que
sirve a la necesidad de la generalidad, y no. al provecho
individual. Socialmente regulada>, significa naturalmente
que tia de ser dirigida por algn rgano de la sociedad,
por ejemplo el Estado, o por una totalidad de tales
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Captulo Sexto
Deseara hacer algunas apreciaciones y complementaciones a las declaraciones del compaero Kondor sobre
Organizacin burguesa o socialdemcrata?, aparecidas
en el nmero 7 de cFunke, de diciembre de 1951.
En primer lugar, all donde critica el papel actual de
los sindicatos. (y partidos), tiene toda la razn. Con los
cambios de la estructura econmica, ha de cambiarse
tambin la funcin de las diversas formaciones sociales. Los
sindicatos fueron y son imprescindibles como rgano de
lucha de la clase obrera dentro dei capitalismo. Bajo( el
capitalismo monopolista, han llegado. a ser una parte del
aparato burocrtico dirigente, que ha anucleado a tocla la
clas~ obrera dentro de su seno. En su calidad de orgariiza-
ciones construid.as y cuidadas por los trabajadores mismos,
son mejores que cualquier aparato forzoso para hacer q.e la
clase obrera, a ser posible sin friccin, un miembro de la
estructura social. En el actual perodo de transicin, este su
nuevo carcter surge cada vez con ms fuerza. Esto muestra
que sera un esfuerzo infructuoso volver a las viejas formas
orgaiiizativas. Por eso, los trabajadores han de encontrar
una mayor libertad en la elec~in de sus formas de lucha
contra el capitalismo.
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, 61
en las amplias masas de los trabajadores existe la inteligencia del carcter y l meta de su lucha. En esto consiste
la necesidad de tomar por tema de la discusin a los
consejos obreros.
As,. la idea de los consejos obreros no aparece como un
programa para la realizacin prctica maana o dentro de
un par de aos, sino como una lnea recta en la larga y
difcil lucha de liberacin en que todava se encuentra
metida la clase obrera. Ciertamente, Marx escribi una
vez: la hora del capitalismo ha llegado. Pero tampoco ha
dejado_ nip.gu_na duda en el sentido. de que esa hora
significa toda una poca histrica.
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- . Captulo Spti1n0
Socialdemocracia y comunismo-
1.
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tiendo la explotacin, y la desprivatizacin de las industrias lleva tan slo al capitalismo de Estado (o socialismo
de Estado), que hace de los empresarios capitalistas un
accionista del Estado. Esta socializacin, tal como ahora la
quieren los socialdemcratas, significa por tanto una
mentira al proletariado, al que se le muestra tan slo el
aspecto extenor del socialismo, mientras que de hecho se
mantiene en pie la explotacin. El fundamento para esta
actitud est sin duda en el temor ante un agudo conflicto
con la burguesa en una poca en donde el proletariado
est creciendo, pero an no est en posesin de. todas las.
fuerzas precisas para la lucha revolucionaria. Pero en la
praxis lo que de verdad significa es un intento para volver
a poner al capitalismo sobre sus propios pies, desde bases
nuevas. Este intento ha de fracasar naturalmente en el
sentido de que la depauperada economa no tolera donaciones al capital.
Los socialdemcratas de ambas direcciones quieren,
pues, mantener la explotacin de los trabajadores por el
capital; una lnea socialdemcrata de manera descarada, la
otra hipcritamente;una lnea dejando que el capitalismo
se desarrolle, la otra impulsando y regulando esa explotacin por medio del Estado. Ambas, para el trabajador,
tienen esta nica solucin: Trabaja, trabaja, trabaja aplicadamente, con todas tus fuerzas! Pues la construccin de
la economa capitalista solamente es posible si el proletariado se fuerza a s mismo a la cota ms aguda de
explotacin.
3. 4ccwn de masas y revolucin
Ya antes de la guerra qued patente el contraste entre
comunismo y sociald_emocracia, si bien no bajo este
nombre. Entonces se trataba de la tctica de la lucha. Bajo
el nombre de radi~ales de izquierda> surgi entonces en la
socialdemocracia una oposicin (de la que nacieron los
predecesores del actual comunismo}, que defenda, frente
a -los radicales y revisionistas, la accin de masas. En esta
disputa, qued claro cmo los ponavoces radicales, espe73
76
su
78.
4. Democracia y parlamentansmo
La doctrina socialdemcrata no se ocup nunca con la
cuestin de saber en qu formas polticas habra de
utilizar su poder, tras haberle alcanzado. El comienzo de
la revol-cin proletaria ha dado la respuesta prctica a esta
pregunta~ gracias a los hechos. Esta praxis de
revolucin
que comienza ha elevado enormemente nuestra capacidad
de penetracin en la esencia y en el camino de la
revolucin, ha aclarado enormemente nuestras intuiciones,
y proporcionado nuevas perspectivas en aquello que antes
estaba difuminado en la lejana neblina. Estas nuevas
intuiciones forman la ms importante diferencia que eXiste
entre la socialdemocracia y el comunismo. Si el comunismo en los puntos hasta ahora considerados significaba el
apoyo fiel y la continuacin correcta
las mejores teoras
socialdemcratas, ahora, gracias a sus nuevas perspectivas,
se eleva ms all de las viejas te<;>ras del socialismo~. El
marxismo experimenta en esta teora del comunismo una
ampliacin y en:Ciquecimien~o .importantes.
..
Slo unos pocos fueron hasta el presente conscientes de
que la socialdemocracia radical se haba distanciado mucho.
de las opiniones de Marx en su concepcin del Estado :-y la
revolucin -sobre lo que, por lo dems, nadie hablaba ni
discuta nunca-. Entre estos pocos estaba en primer lugar.
Lenin. Slo la victoria de los bolcheviques en 1917 y su
disolucin de la Asamblea Nacional poco despus, mostr
a los socialistas de Europa_ occidental que ~ estaba
surgiendo un nuevo principio. Y en el escrito de Lenin cEI
Estado y la Revolucin>~ que fuera redactado en el verano
de 191 7, si bien slo fuera conocido al afio siguiente en la
Europa occidental, se encontraban las bases de la teora del
Estado socialista en conexin con las afirmaciones de Marx.
El contraste entre socialdemocracia y socialismo de que
estamos hablando se expresa frecuentemente con el lema
la
de
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-...._"""""'..-.A.,.,..,:."'"'"-,..,.,.._,.-------- ..
'.""."'!
.......,
:r.-z._
en
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85
El primer pnncipio es el ele la dictadura del proletariado. Marx predijo entonces, y dijo muy a menudo, que
el proletariado, inmediatamente despus de su toma del
poder, habra de establecer su dictadura. Dictadura signficaba poder obrero, con exclusin de las otras clases. Esta
afirmacin levant mucho gritero: la justicia prohbe
semejante_ dictadura, que privilegia a d~termi_nados grupos
frente - a otros que quedan sin ley-. exigiendo- pr el
contrario la democracia y la igualdad jurdica para todos.
Pero _aqu no se trata de eso: cada c.lase entiende por
justicia y por derecho lo que es bueno o malo para ella; el
explotador se queja por la injusticia, cuando se le pone la
herramienta en la mano. En otros tiempos, cuando el
orgulloso seorito o el rico e instruido burgus despreciaban con cara de asco la igualdad poltica y los derechos
polticos para los esclavos que trabajaban en los peores,
ms pisoteados y degradantes trabajos, en esos tiempos
hubo una seal plena de importancia para la honra de los_
. hombres que se levantaban, cuando en su calidad de
proletarios se opusieron al estado de cos~, y dijeron:
nosotros tenemos el mismo derecho que vosotros. El
principio de la democracia fue la expresin de la- primera
autoconciencia creciente de la clase trabaj~dora, que a(n.
no se atreva a decir: yo no era nada, pero quiero serlo
todo. Si la comunidad de todos los trabajadores quiere
regir y decidir por s misma todas las tareas pblicas, bajo
s~ responsabilidad, tienen que hablarme entonces de un
derecho natural. o cado del cielo todos los criminales,
ladrones, rateros, todos los que comen del prjimo, todos.
los logreros de guerra, los estraperlistas, los terratenientes,
los prestamistas, los rentistas, todos los que viven a costa
del trabajo ajeno sin realizar un trabajo propio? Si es cierto
que cada cual posee un derecho natural a administrar . la
poltica, no es menos cierto que todo el mundo tiene un
derecho natural a vivir y a no morir de hambre. Y si para
realizar lo segundo hay que poner freno a lo primero,
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QO
Captulo Octtt1110
Ideal y ciencia
Si nosotros los socialdemcratas 2 6 hablamos en la
actualidad de cu~ndo en cuando sobre el futuro, lo
hacemos en un sentido completamente distinto del que
fuera habitual anteriormente a nosotros; y del que actual- .
mente lo hacen nuestros opositores.
Nuestros opositores creen, por ejemplo, que nuestra
meta es la de desarrollar a priori un proyecto de orden
social y estatal, al que luego se bautizara con el nombre
de estado del futuro>. Nosotros hemos aceptado_ esta
denominacin en nuestro lenguaje habitual, si bien se ha
hecho una disparatada burla de nuestra denominacin,
pese a que - o acaso porque- hablbam9s satricamente
de ella. Antiguamente, en la poca del socialismo utpico,
no haba otro modo posible de hablar del futuro~ a no ser
c~mo de un orden social completamente determinado que
haba que aceptar. Se crea entonces que un orden social
poda construirse y reconstrnirse por los hombres a capricho, y que solamente bastaba con encontrar el mejor y ms
razonable~ y propagarle despus.
26. Pannekoek. pese a su ctirica acerada a Ja socialdemocracia en el poder sigue
autodenominndose, como.lo hicieran sus contemporneos, tambin socialdem6crata. (Nota del Traductor).
91
Con el socialismo cientfico ocurre de modo completamente distinto. Si nosotros ahora hablamos del futuro,
como lo hacemos aqui, no preguntamos cmo queremos
el futuro?, sino qu ocurrir en el futuro? El socialismo
cientfico es la teora de la evolucin social. Ha extraid<;>
del pasado de la sociedad determinadas intuiciones, derivando de ellas ciertas leyes y reglas, que hoy nos permiten
tambin predecir algo del futuro, e, independientemente
de nuestros deseos y voluntades, extraer conclusiones sobre
cmo ser la sociedad ms tarde.
Pero_ se objetar que el socialismo no es _solamente una
teora cientffi.ca, sino tambin un inovimierito obrero'
prctico, y que para el socialismo prctico tal como se da
actualmente en los partidos socialdemcratas una cosa
semejante no vale. Nosotros representamos determinadas
exigencias para el futuro, que han de crear un determinado orden social; en el programa de todo partido socialdemcrata est la socializacin de los medios de produccin que defendemos para el futuro: es esto una contradiccin entre el socialismo terico y el so~ialismo prctico?
. No lo es, ciertamente; y no porque se trate de ls
ideales y deseos de una persona aislada, sino de los de toda
una clase. Nosotros sabemos que la evolucin social se
realiza no pese a la voluntad y a la actuacin de las masas
de hombres, sino gracias a ellas. Cuando la evolucin
social parece tan notable, que un vuelco de las relaciones
de produccin se hace necesario, entonces emerge en. Ja
conciencia de los hombres -no de toda la humanidad,
sino de una determinada clase- la conciencia._ siguiente:
ahora nos falta ~go en nuestra perspectiva social,: t;l orden
actual no. es bueno, es necesario otro orden social.
Entonces crece en esta clase el deseo de una sociedad mejor
que esa clase pretende realizar, y exactamente la fuerza de
la evolucin social consiste en que este ideal crece en
aquella clase. De esta manera se produce la evolu~in
histrica. La voluntadde cada una de las personas depende
de circunstancias casuales y personales, pero la voluntad de
una clase que se corporeiza en su ideal social, depende de
las relaciones sociales generales, y es por lo tanto previsible. Las necesidades del progreso social se" reflejan entonces
92
27. Lo mismo les ocurri a los caballeros que. bajo la direccin de Franz von
Sickingen. imaginaron en su cabeza un ideal ~eaccionario de la unidad del imperio
alemn.
93
en
94
El da siguiente a la revolucin
Comenzamos nuestro estudio con la revolucin social,
es decir, socialista. Revoluciones sociales ha habido muchas. Toda revolucin histrica fue social; implic UI)
cambio social. Cuando nosotros, de forma popular, hablamos de revolucin social, entendemos pbr ella. l~ revolucin socialista que significar el final del capitalismo. Hay
que distinguir, pues, entre forma poltica y contenido
econmico. Las formas polticas de esa revolucin son
difcil.qien_te qetermin~bles de anter:nao, pes __ qepe_nden
de factores tan diversos, que son imprevisibles; tampoco
esta vez nos -ocuparemos de ello. Dirigiremos nuestra
atencin al contenido econmico de esa revolucin. Su
esencia es la conquista del poder poltico en el Estado por
el proletariado. Esta conquista es un lento proceso, que
quizs se extender durante varios decenios de altibajos;
sobre ello no podemos conjeturar nada, sino que ms bien
queremos considerarlo como un acto nico, para extraer
luego sus consecuencias econmicas. Hagamos, pues, como
si fuera un nico acto, y pensemos, como escrib~era
Kautsky en el ttulo de su clebre folleto, que estamos en
cEl da .~iguiente a .la revolucin. Los trabajadores, pues,
han tomado el poder estatal, y la cu~stin es ahora: qu
ocurrir entonces?
Gentes hay que al pensr en ello dicen: Est claro, se
abolir la-propiedad.prjvada y quizs se confisque todo el
capital. Algunas cosas ms sobre lo que ocurrir- puede
leerse en el bello librit~ de Eugen Richter. Nuestros
pi-opios: companeros tienen naturalmente sobre el -asunto
...opiniones. ms razonables, pues la meta final de 7nuestro
p.togra~a es la. bsqueda del paso de. los medios de
produccin a la propiedad colectiva. Creen tal vez que
grcias a determin~das . .medidas, como la amnistia, tendr
lugar la socializacin de los medios de trabajo. Pero tales
opinio~es creemos que son insosteniblo-s. Tienen an
residuos de ut9pismo. un nuevo modo _de produccin no
se .puede introducir p~r ley o .. por medidas de .car~ter
poltico, sino que debe realizarse gracias a una evolucin
social ms o menos rpida o lenta~ Las insfituciones
propiedad, es decir, de la explotacin. Slo si el proletariado toma el poder poltico cesa.ni todo esto, pues tiene el
poder y la volu~ta:d de llegar hasta el fin -como parece
razopable-, pues acepta con placer la consecuencia de la
ruptura con el capitalismo. La estatalizacin de las grandes
empresas, pues, tiene lugar porque a todos les parece
razonable, pero tal razn no puede an traducirse en
praxis, porque los grandes capitalistas tienen el poder
poltico en sus man9s. El nuevo principio no es, por tanto,
la estatalizacin de determinadas firmas, sino el poder
poltico de la clase obrera, que e_ntonces po~r hacer lo
que no es hoy posible.
.
.
Esto es slo la mitad de la tarea ;1. realizar por el nuevo
gobierno obrero. La otra mitad consiste en tomar medidas
qu~ igualmente parecen en general necesarias, pero que
fracasan ante el poder de la burguesa, por ejemplo una
reforma social fundamental. Inmediatamente despus de
la revolucin, se producir un gran trabajo de r~forma
social para levantar la situacin vital de la clase obrera y
para mejorar todas las situaciones sociales, y este ser el
difcil. pero predominane trabajo de la clase obrera en el
poder. Hay que notar el equvoco en que muchas gentes se
mueven creyendo que existe una contraposicin entre
revolucin y reforma social. Por el contrari: la obra
revolucionaria toda, en la medida en que se encarna en
medidas prcticas, no es otra cosa que una obra de reforma
consecuente y fui:idamentadora. Pet existe ciertamente un
gran contraste entre est reforma social. revolucionaria y
consecuente, y el espantajo pobt de espirit, engaoso y
ambiguo, que ahora se deno.mina reforma social. Esto se
ve claro si se compara la actual reforma social burguesa y la
segunda parte de nuestro programa de Erfun. All planteamos .una serie de reivindicaciones que en la actualidad
haran posible muy bien, si los dominantes quisieran, un
sistema que podra eliminar una gran parte de los
entuenos capitalistas. La. doble caracterstica del gran valor
de agitacin de estas exigencias radica en que por tina
parte a~ respetan en cierto modo el capitalismo, pero .por
otr~ abren el camino para una ulterior evoluciD: pacfica
de la sociedad hacia el socialismo.
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101
lo son; y .la mayor formacin general tendr como consecuencia el que la limitacin. heredada quedar substituida
por formas de trabajo ms razonables.
La produccin socialista
Una vez llegados aqu, hay que preguntar: qu ha
cambiado en el mundo con todo esto? Mucho. La
diferencia es enorme. La miseria, la pobreza, la necesidad,
todo .lo que conviene al hombre en lobo para el otro
hombre, la desesperacin y la crrn:inalidad,- tod eso
desaparece. El bienestar de los hombres es ya un hecho. El
contraste pintado por los cristianos entre cielo e infierno,
tal y como lo pintan los viejos cristianos, no puede ser
mayor que la diferencia entre el viejo y el nuevo orden
social. Tan grande es la diferencia, que nosotros, presos de
los hbitos de la actualidad, no podemos hacernos realmente una idea seria del futuro. En lugar del mundo
actual habr un mundo sin preocupaciones atormentadoras, un mundo donde se sepa que todos los hijos estn
bien alimentados y educados, y que ni los anqanos ni los
invlidos debern estar en la indigencia, en dondese sepa
con seguridad que no tiene por qu haber angustia por el
futuro. Para todo eso .qu gran cambio habr d~ darse en
el pensamiento y en el sentir de los hombres! Entonces
pcurrir como si un miedo, una queja, que desde hace.
siglos ha oprimido los cerebros de -Jos hombres, desaparece
de una vez, de modo que los hombres pueden v:olver a.
respirarJibremente..
de
110
En
114
puramente poltica que ejerce el poder, una corporacin con funciones econmicas que no necesita seguir ejerciendo
realmente ningn tipo de poder ms. Engels lo defini muy
atinadamente en el Anti-Dhring cuando escribi: cCon
este cambio, en lugar de un gobierno sobre las personas se
produce una administracin sobre las cosas>.
Se comprende que, como ocurre en general con las
instituciones democrticas, una cierta medida de coercin
resulte inevitable. Aquellos que buscan una libertad
absoluta pueden darse cuenta de que, all donde los
hombr~s Q.an de colaborar con su trabajo social en orden a
su mantenimiento vital, cada uno ha de subordinarse a la
totalidad. Pero el modo en que- se realiza esta subordinacin, no por capricho, sino por la forzosidad natural y social
de las circuristancias, es diverso segn las diversas circunstancias. En la futura democracia obrera ser completamente
distinta a la que se produce en el estado de clase capitalista.
Una minora necesita aqu para la afirmacin de su podero
medios de violencia fisica, polica, justicia, ejrcito, prisiones, etc. Para que una minora, en una sociedad sin clases
donde no existen profundos contrastes de clase, disponga
de las decisiones de la mayora, no hacen falta medios de
coaccin fsica. U na minora manda all gracias a su poder
moral; como es evidente, hay en la.S actuales organizaciones
obreras ejemplos en donde cada da puede verse que la
minora dispone, sin m_edidas coercitivas, de la mayora.
En la organizacin y la vida interna de nuestras actuales
asociaciones obreras hay que pensar siempre, si queremos
formarnos un concepto del orden poltico cpara el da
despus de la revolucin>, con la. salvedad de qu.e estas
asociaciones son ahora organizaciones de lucha- contra un
enemigo extremadamente poderoso, y por esta razn han
de comportarse con una severa disciplina. Pe.ro en todo caso
puede proporciona...-nos. importantes conclusiones respecto a
los medios morales de que se dispone para la supresin de
una minora, a fin de que puedan servir a los fines de la
generalidad. Cul es el medio moral que .da al actual
movimiento obrero su cohesin y su fuerza unitaria? La
discipl_ina voluntaria. Esta su.bordinacin voluntaria de cada
uno a la generalidad, esta superacin del egosmo propio y
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ha
116
119
Captulo Noveno
111
El objetivo de la clase obrera es el de liberarse de la
explotacin. Este fin no es y no puede ser alcanzado por una
nueva casta dingente que sustituya a la burguesa. Slo
puede ser alcanzado si los mismos obreros llegan a ser
dueos de la produccin.
Los obreros dueos de la produccin significa, en pnmer
lugar, que en cada fbrica,. en cada empresa, la organizacin del trabajo es obra del personal. En lugar de ser
dictadas por un director y su subalterno, las reglamentaciones son decididas por el conjunto de los trabajadores~ Este
conjunto, que comprende a todos los que to.man parte en la
produccin, decide en las asambleas todo lo que atae al
trabajo comn. Los que han de efectuar un trabajo deben
tener la direccin tambin, tomar la responsabilidad,
dentro de los lmites del conjunto; esta regla puede ser
aplicada a todas las ramas de la produccin. Implica que los
trabajadores creen sus propios rganos para reagtilpar a las
empresas separadas eri una entidad orgnica de produccin
planificacla. Estos rganos son los Conseios Obreros.
Los Consejos Obreros son cuerpos de delegados, designados por el personal de las diversas fbricas o secciones de
grandes empr.es~s, como portavoces de sus intenci_o.ne~, de
sus opiniones, para discutir los asuntos comunes, tomar las
decisiones y rendir cuentas a .sus mandatarios. Definen. y
dictan las diferentes reglas y unifican las diversas opiniones
en una posicin comn, unen entre s las unidades
separ~das formando un conjunto bien organizado. No
.forman un rgano director. p.ermanente, son revocables en
todo momento .. Sus primeros grmenes hicieron su apari.cin en el comienzo de las revoluciones rusa y alemana
(Soviet y Arbeiterrate). Deben jugar un papel cada vez
mayor en las futuras realizaciones de la clase obrera.
IV
Hasta el presente, los partidos polticos han cumplido
.dos funciones. En primer lugar, aspiran al poder poltico, a
la dominacin del Estado, a la toma. del. gobierno, a la
V
La forma de lucha ms enrgi<:a contra la clase capitalista
es la huelga. Las huelgas, ms que nada, son necesarias para
luchar contra la tendencia de los capitalistas a aumentar s~
beneficios bajando los salarios, haciendo crecer la duracin
y la inte_nsidad del trabajo.
Los sindicatos, instrumentos de la resistencia organiza~
da, se han formado haciendo-una llamada a la soli<l:arid_ad y
Bibliografa
A) Libros y folletos
Etica y socialismo (H .. A)
Religin y socialismo
Revoluciones en el Estado del futuro (H .. A)
La lucha obrera (A) (Siete tesis aparecidas en el Leipzigcr Volkszeitung .. editadas luego como folleto).
.
1908 El manc:ismo (H).
1909 Marxismo y darwinismo (H .. A . 1)
1909 Las diferencias tcticas en el movimiento obrero (A).
1909 La fundacin del Partido Socialista Alemn en Holanda (A).
1910 Lm medios de p9der del proletariado (A) .
.1911 La abolicin de la propiedad .. del &tado y de la rdigin (A).
1912 Lucha de clases y nacin (A).
ingls .. francs .. italiano, espaol. Otras ediciones en otras lenguas no. se citan, por
razones prcticas simplemente. El lugar de aparicin y el editor s6lo se citan en.
aquellos libros cuyas nuevas ediciones se encuentran hoy en librerias sin dificultad.
No se han considerado los escritos de Pannekoek sobre astronoma . su profesin.
1901
1904
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1905
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1921
mM'XSla
inlen116cionlll
. 1914
1915
1916
1916
Cultura y naci6n.
El marxiSmo como hecho.
El nuevo socialismo.
Marxismo liberal y marxismo imperialista.
1934 La tcoa del derrumbe del capitalismo (Nucva_cdici6n en cTcoda del derrumbe capitalista o sujeto revolucionaria Karin Kramer Verlag, Berln 197 3) .
. 1916 Partido y clase obrera (Nueva edicin en cPanido y rcvoluci6n:., Karin Kramcr
Verlag, Berlin, s/f).
S6lo se mencionan los trabajos mayores, de mayor importancia.
8.
1907
1909
1910
1914
1917
19 3 5
19 36
1936
: 1936
19 36
21.
En Propna Cures
C) com:spondcncia
Lucha unitaria.
2-4-1910 Trabajo positivo.
9-4-1910 La org.anizacin en la lucha.
16-4-191 O Tctica proletaria de guerra.
23-4-1910 La ivictima de la .guerra.
28-5-1910 Uni6n clectoca.1 y derrota electoral.
25-6-1910 ncarecimiento y salarios obreros.
.Durante los aos de su estancia en Alemania (1906-~914) Pannekoek edit
sem3.nal~ente una correspondencia en la que apar~1e~on mis de 300 artculos.
Aqui mencionamos slo los ms imponantcs.
En el Lei'pzi'ger Volksezei'tung
Wor~ers
1946 Cinco tesis sobre la lucha de clases (1). (Rccdicin alemana: cCinco tesis sobre la lucha de la clase obrera contra el capitalisma, en cPartei und Revoluction, Karin Kcamer Verlag, Berlin, s/f; tambin en francs con el titulo cLa huelga generalizada en Francia., 1968).
19 38 El anarquismo no es de utilidad (I).
J. En ll Bremer Bllrge1%ei1ung11
E) Cartas
F) Inditos
Biografa de Pannekoek
Anton Pannekoek naci el 2-1-1873 en Vaasen (Holanda) . Estudi astronoma en la Universidad de Leiden y se
doctor. Desde el ao 1902 fue dirigente de la socialdemocracia de los Pases Bajos (SDAP). Ofici de profesor de
astronoma en Holanda. Desde 1905 form junto con
Herman Gorter y Her-iette Roland-Holst el ala izquierda
de la socialdemocracia de los Pases Bajos. En 1905 parte
hacia Alemania, para explicar en la Universidad del Partido
Socialista Alemn. En 1907 aparece como co-fundador de la
revista de oposicin De Tribune> (SDAP) .. En el ao 1909
-se le expulsa del Partido, junto con su ala izquierda, que
optar por constituirse como organizacin autnoma (1909)
bajo el nombre de SPD. El SPD supuso en 1918 la base del
Partido Comunista de los Pases Bajos. En 1912, tiene sus
primeras confrontaciones tericas con K.autsky, exponiendo
los rudimentos de lo que posteriormente iba a ser el
comunismo de izquierdas. Colaborador de la cNeue Zeit> y
de la Breiner Brgerzeitung, que estuvo _bajo su influencia. En 1914, sale.de Alemania .. Durante la guerra mundial,
portavoz de la resolucin leninista en la Primera Conferencia de Zimmerwald y t~rico del ISD; escribe .numerosas
contribuciones en cLichtstrahlen y-en cArbeiterpolitilt>. En
1918 es cofundador del Partido Comunista de los Pases
Bajos. Agita en Alemania, en favor de la IKD. Tras la
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