Consideraciones Jurídicas Sobre La Jurisprudencia Del Tribunal Constitucional Sobre Tratados Internacionales
Consideraciones Jurídicas Sobre La Jurisprudencia Del Tribunal Constitucional Sobre Tratados Internacionales
Consideraciones Jurídicas Sobre La Jurisprudencia Del Tribunal Constitucional Sobre Tratados Internacionales
107 La pgina web del Tribunal Constitucional Federal alemn slo recopila sentencias de ste desde el ao
1998.
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Sentencia BVerfGE 90, 145. 2 BvL 43/ 92 de 3 de septiembre de 1994, Cannabis. Disponible en publicacin editada por la Fundacin Konrad Adenauer:
http://www.kas.de/wf/doc/kas_16817-544-4-30.pdf
Sentencia BVerfGE 39, 1.1 BvF 1/74 de 25 de febrero de 1975, Aborto I. Disponible en publicacin editada por la Fundacin Konrad Adenauer: http://
www.kas.de/wf/doc/kas_16817-544-4-30.pdf
Sentencia BVerfGE 88, 203. 2 BvF 2/90 y 4, 5/92de 28 de mayo de 1993. Aborto
II. Disponible en publicacin editada por la Fundacin Konrad Adenauer:
http://www.kas.de/wf/doc/kas_16817-544-4-30.pdf
Sentencia BVerfGE 34, 238.2 BvR 454/71 de 31 de enero de 1973. Reproduccin
de una grabacin secreta. Disponible en publicacin editada por la Fundacin
Konrad Adenauer: http://www.kas.de/wf/doc/kas_16817-544-4-30.pdf
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Resumen: El artculo tiene por finalidad analizar la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
chileno acerca de la consideracin de los tratados internacionales despus de la reforma constitucional
de 2005 al artculo 54 N1 de la Constitucin, como asimismo, el tratamiento jurisprudencial acerca
de los derechos esenciales asegurados por tratados internacionales y la determinacin de si el Tribunal
Constitucional realiza una distincin adecuada entre los derechos esenciales que como tales limitan el
ejercicio de la soberana y el tratado internacional en que dichos derechos se encuentran asegurados y
garantizados.
Abstract: The article aims to analyse the jurisprudence of the Constitutional Court of Chile
about the consideration of international treaties after the constitutional reform of 2005 to article 54
N 1 of the Constitution, as also the treatment jurisprudence about the essential rights secured by
international treaties and the determination of whether the Constitutional Court made a distinction
*1Este artculo forma parte del proyecto Fondecyt N1110016-2011-2013 en desarrollo por el autor como
investigador responsable. Artculo presentado el 28 de mayo y aprobado el 16 de octubre de 2013.
**2Doctor en Derecho por la Universidad Catlica de Lovaina la Nueva; Profesor Titular de Derecho Constitucional, Director del Centro de Estudios Constitucionales y Director del Doctorado en Derecho de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Talca; Vicepresidente del Instituto Iberoamericano de Derecho
Procesal Constitucional. Presidente de la Asociacin Chilena de Derecho Constitucional; Miembro Asociado
de la Academia Internacional de Derecho Comparado.
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between the essential rights which as such limit the exercise of the sovereignty and the international
treaty that These rights are guaranteed and insured.
Palabras clave: Fuentes del Derecho, Tratados Internacionales, Derechos Esenciales Asegurados
por Tratados Internacionales.
Key words: Sources of Law, International Treaties, Essential Rights Secured by International
Treaties.
Introduccin
El Tribunal Constitucional chileno, en nuestra opinin, a travs de sus fallos,
ha contribuido en muchas materias a un desarrollo de nuestro ordenamiento jurdico y de la dogmtica constitucional chilena. Sin embargo, en el mbito de la
interrelacin derecho internacional y derecho interno y, en especial, en materia de
derechos esenciales contenidos en tratados internacionales en nuestro ordenamiento jurdico y los principios que rigen en la materia, ha mostrado una ausencia de
lnea jurisprudencial consistente, pudiendo apreciarse vaivenes e inconsistencias a
travs de sus sentencias, la que si bien tiene una trayectoria que viene desde 1981
y sobre la cual hay diversos trabajos acadmicos1, nos centraremos en el anlisis
de la jurisprudencia del perodo enero de 2006 a enero de 2013, dado que interesa evaluar la jurisprudencia producida despus de la reforma constitucional de
2005, con aplicacin de las modificaciones al artculo 54 N1 y el artculo 93 de
la Carta Fundamental, concretadas por el Tribunal Constitucional con la nueva
integracin determinada por dicha reforma constitucional. En este artculo consideraremos algunos de los principales aspectos de dicha jurisprudencia, aquellos
que son pacficos en la doctrina y aquellos que son polmicos, con la perspectiva
de un anlisis jurdico crtico y constructivo debidamente fundado.
1.El tratado internacional incorporado vlidamente al
derecho chileno segn el Tribunal Constitucional:
aspectos pacficos de su jurisprudencia
1 Cumplido (1997), pp.93-99. Fernndez (2003), pp.485-511. Nogueira (1997), pp.9-62. Cumplido
(1997), pp.93-99. Llanos (2005), pp.345-379; Pea Torres (2006), pp.593-611; Pfeffer (1997), pp.6372. Ribera (2007), pp.89-118; Aldunate (2013), pp.83-125.
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Consideramos que tanto el Tribunal Constitucional en esta decisin de mayora, como el Profesor Teodoro Ribera cometen un error conceptual bsico al
realizar esta afirmacin. Un tratado, convencin o pacto internacional constituye
un enunciado normativo que tiene su validez y vigencia determinadas por el derecho internacional en cuanto constituyen fuente formal de ste. La Constitucin
chilena no determina la validez de un tratado internacional, slo posibilita su
incorporacin al derecho interno sin dejar de ser dicho tratado norma de derecho
internacional, posibilitando su aplicabilidad preferente frente a las normas jurdicas
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Tal argumento, propio exclusivamente de un anlisis de derecho interno, resulta desvirtuado si se tiene presente que la responsabilidad internacional por la comisin de un
ilcito internacional es atribuible al Estado como sujeto de derecho internacional y no
a rganos determinados de ste, como podra ser el caso del Congreso Nacional o de los
tribunales de justicia considerados independientemente.
los tratados
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En esta forma queda consagrada la jerarqua normativa de los tratados, que es inferior
a la de la Carta Fundamental, pero superior a cualquiera otra norma jurdica y que
las afirmaciones anteriores conservan, a mi juicio, pleno valor, incluso respecto de los
tratados sobre derechos humanos esenciales. Revisten stos, en efecto, una fuerza jurdica
superior a la de la ley, sin dejar de estar comprendidos, desde el punto de vista formal, en
el nivel de sta, en virtud de que, de acuerdo con la Carta Fundamental, toda normativa
sobre derechos de los gobernados pertenece a la rbita legislativa (considerando 75).
En el considerando 49 de dicha sentencia Rol N1.288-2008, el fallo sustentado por la mayora de 6 de los 10 ministros del Tribunal Constitucional, esboza
un fundamento para sustentar la fuerza de precepto legal de los tratados con el
objeto de posibilitar el control reparador concreto de constitucionalidad de los
tratados, que el texto de la Constitucin no establece, afirmando:
Pues bien, si se requiri reformar la Constitucin para poder suscribir un tratado que
poda pugnar con ella, es evidente que un tratado internacional tiene rango inferior
a ella, rango de ley, y sus preceptos son preceptos legales perfectamente susceptibles de ser
requeridos de inaplicabilidad, en la medida que se cumplan los dems requisitos que la
Constitucin establece para ello;.
Tal afirmacin es consistente si se mira desde la etapa en que el tratado no vincula todava al Estado chileno, siendo slo un enunciado normativo convencional
internacional, que el Estado tiene libertad para asumirlo con fuerza vinculante
para s o no vincularse por l.
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legales del Estado, evitando que una ley posterior pueda derogar o modificar un tratado
existente.
Seal que este tema debera resolverse haciendo consistente la solucin de un conflicto
entre normas internacionales e internas, dando primaca a las primeras, como lo establece
el Derecho Internacional (artculo 27 de la Convencin de Viena sobre Derecho de los
Tratados), evitando, adems, que el Estado incurra en permanentes e, incluso, a veces
involuntarias situaciones generadoras de responsabilidad internacional (Senado de la
Repblica. Informe de la Comisin de Constitucin, Legislacin, Justicia y Reglamento, 6 de noviembre de 2001, pp.332-333).
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Segundo Informe de la Comisin de Constitucin, Legislacin y Justicia del Senado, pp.188 y ss.
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perspectiva tiene una excepcin que es la intervencin del postulado pro homine
o favor persona, que, en materia de enunciados normativos que regulan los atributos y garantas referentes a derechos fundamentales o humanos, debe aplicarse
la norma que ms los potencia o permite su ejercicio, no importando si ella es de
generacin de derecho interno o de derecho internacional.
Por otra parte, aplicar a los tratados internacionales los conceptos y reglas propias del ordenamiento jurdico estatal constituye otro error. No se puede hablar de
jerarqua del tratado en relacin a la ley, ni tampoco de que el tratado tiene rango
superior o igual a la ley. Las expresiones rango de ley y fuerza de ley slo son
predicables de normas que emanan del ordenamiento jurdico que tiene como
fuente de validez la Constitucin estatal, la que determina los modos de produccin de enunciados normativos infraconstitucionales. El rango de ley otorga
a ciertos enunciados normativos, los preceptos legales, generados conforme a la
Constitucin por los rganos colegisladores que expresan la voluntad unilateral
del Estado, una determinada fuerza de ley tanto en su dimensin pasiva como
activa, la que se manifiesta en relacin a otras fuentes del derecho generadas unilateralmente por el Estado conforme a la Constitucin, que son infralegales, vale
decir, constituyen grados inferiores a la ley en la gradacin de fuentes formales
internas de dicho ordenamiento jurdico, determinando la fuerza normativa
superior de la ley respecto de la potestad reglamentaria. El rango de ley es el presupuesto necesario para la atribucin de la fuerza de ley como asimismo para la
asignacin de un valor de ley que el ordenamiento jurdico estatal le otorga a los
enunciados legales teniendo presente su posicin en el sistema constitucional de
fuentes formales del ordenamiento jurdico.
A diferencia de la ley, la fuerza normativa del tratado viene dada por el derecho
internacional que determina su existencia, validez y vigencia, la cual no es una
fuerza normativa derivada de la Constitucin Estatal. El tratado no tiene rango ni
fuerza de ley, sino fuerza normativa de tratado, que es fuerza normativa que puede
oponerse a toda norma de generacin unilateral del Estado, mientras el tratado
no sea eliminado del ordenamiento jurdico conforme a las reglas del derecho
internacional, posicin que determina la propia Carta Fundamental en el artculo
54 N1, inciso 5, lo que no es percibido por el Tribunal Constitucional, simplemente por no asumir el cambio de paradigma mental que implica reconocer
que existen distintos niveles normativos que deben armonizarse y conjugarse, no
siendo todos dependientes en su validez y fuerza normativa de la Constitucin
estatal. El artculo 54 N1 inciso 5 impide la adopcin de toda norma de derecho
interno incluida una reforma constitucional que afecte la fuerza normativa del tra108
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La interpretacin conforme a la Constitucin que debe realizar el Tribunal Constitucional tiene su lmite en la propia norma constitucional, su tarea es de un poder
constituido no de un poder constituyente, ya que no le est permitido al operador
jurisdiccional adulterar las palabras ni realizar una interpretacin contra norma
expresa; como asimismo tampoco le est permitido vulnerar el principio de efecto til
de las distinciones de vocablos y conceptos realizados por el texto constitucional,
lo que lo hace adems inconsistente con su propia jurisprudencia ya mencionada
sobre este principio.
Precisemos que el Tribunal Constitucional reiteradamente ha manifestado
que no es dable aceptar en la interpretacin de la Constitucin ni de la ley que sus
autores incorporen en sus textos normas superfluas, reiterativas o innecesarias que
lejos de contribuir a la clarificacin de sus prescripciones, confundan o tornen oscuro o
difcil de comprender lo que para el legislador es claro y preciso 4. El mismo Tribunal
Constitucional ya haba sealado anteriormente que cualquier interpretacin que
conduzca a anular o privar de eficacia algn precepto de ella 5 no era aceptable.
Segundo, insistir en la fuerza de precepto legal de un tratado para crear un control reparador concreto inexistente de los tratados en la Constitucin contradice
en sus trminos el artculo 54 N1 inciso 5, ya que implica suspender la fuerza
y eficacia del tratado temporalmente para el caso concreto, adems, de pasar por
encima del texto de los numerales 1 y 3 del artculo 93 inciso primero de la
Carta Fundamental, que otorga control sobre tratados en el perodo anterior a
su incorporacin al ordenamiento jurdico. Resultara curioso que la Constitucin distinga entre tratados, reforma de la constitucin y preceptos legales en los
numerales 1 y 3 del artculo 93 inciso primero en anlisis y despus, dando
un salto lgico se determine que la distincin hecha por la Carta Fundamental
no tiene importancia para el artculo 93 inciso primero N6, ya que preceptos
legales y tratados son lo mismo, dicho forzamiento del texto constitucional y de
su objeto y fin carece de toda seriedad interpretativa.
En Chile el aforismo de que el Tribunal Constitucional es un poder constituyente
en sesin permanente, no es sostenible, viola flagrantemente el artculo 7 de las
Bases de la Institucionalidad, las cuales, como el propio Tribunal Constitucional
ha sealado, irradian todo el ordenamiento jurdico. El Tribunal Constitucional es un rgano constituido con competencias taxativamente determinadas en el
Sentencia del Tribunal Constitucional chileno, Rol N325 de 26 de junio de 2001, considerando 47.
Sentencia del Tribunal Constitucional chileno, Rol N33, de veinte de agosto de mil novecientos ochenta
y cinco, considerando 19: LOC Tribunal Calificador de Elecciones.
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entran en conflicto, todo ello desde una perspectiva normativa formal, ya que
habra que examinar el tema desde la perspectiva sustantiva de derechos fundamentales si stos estn en juego, donde como ya hemos precisado, el principio
de resolucin de conflictos no es de carcter formal sino material o sustantivo
conforme al postulado pro homine o favor persona6.
5.El tratamiento ambiguo por
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6 Pinto (1997); Carpio (2004). Nogueira (2006); Castilla (2009). Ayala (2012). Pea Torres (2013).
Nash (2013).
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Dicha oracin final del inciso 2 del artculo 5 de la Constitucin complementa y potencia la afirmacin hecha por el constituyente originario en la primera
frase del artculo 5 inciso 2:
El ejercicio de la soberana reconoce como limitacin el respeto de los derechos esenciales
que emanan de la naturaleza humana.
El Tribunal Constitucional en la sentencia roles Ns.2387-12-CPT y 238812-CPT acumulados de 23 de enero de 2013, en su considerando duodcimo
reflexiona sobre dicho artculo 5 inciso 2, sealando que:
Si bien se mira, esa obligacin o deber les correspondera a los rganos del Estado de
Chile aunque esa norma especfica no existiera, en virtud del principio internacional
pacta sunt servanda que se deriva del artculo 26 de la Convencin de Viena sobre el
Derecho de los Tratados, que obliga a todos los rganos del Estado parte a cumplir, de
buena fe, las obligaciones adquiridas en virtud del tratado, sin admitir excusas fundadas
en la aplicacin del derecho interno (artculo 27 de la Convencin de Viena).
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7 Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol N389, de fecha veintiocho de octubre de 2003, considerando17.
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Sentencia del Tribunal Constitucional; Rol N943-07, de fecha diez de junio de dos mil ocho, considerandos 30 al 32.
Sentencia del Tribunal Constitucional Rol N1218-08-INA, de siete de julio de dos mil nueve, considerando 17.
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Sealemos que el Tribunal Constitucional tambin ha determinado en sentencia Rol N1218-08-INA, de siete de julio de dos mil nueve, que:
Que el sistema institucional vigente en Chile se articula en torno de la dignidad
que singulariza a todo sujeto de la especie humana, siendo menester poner de relieve
que si la Carta Poltica asegura a todas las personas los derechos fundamentales, lo
hace en el entendido que preexisten a ella; y que, en armona con lo preceptuado en
el artculo 5, inciso segundo, los rganos pblicos y los agentes privados, cada cual
en ejercicio de la competencia y facultades que les han conferido, respectivamente,
la Constitucin y la ley, no slo estn obligados a respetar esos derechos, sino que,
adems, a protegerlos y promoverlos; 10.
10 Sentencia del Tribunal Constitucional Rol N1218-08-INA, de siete de julio de dos mil nueve, considerando 18.
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acontece con lo que no puede dejar de acontecer 11, concordamos en este punto con
Ferrajoli, el que agrega: La ausencia de garantas debe ser considerado como una
indebida laguna que los poderes pblicos internos e internacionales tienen la obligacin
de colmar 12, la cual puede ser superada por una interpretacin integradora de
los derechos y sus garantas.
Los derechos esenciales conforman una sola unidad y sistema, por ello puede
hablarse de bloque constitucional de derechos esenciales y no de bloque constitucional de normas, los derechos esenciales es lo que el Estado tiene el deber de asegurar,
respetar, garantizar y promover, los cuales pueden estar en un envase normativo
constitucional o de fuentes del derecho internacional o incluso deducirse de valores
y principios constitucionales, en cuyo caso estamos ante derechos no positivados, como son los derechos implcitos, no enumerados, nuevos derechos
o derechos de reconocimiento jurisprudencial o cualquier otro nomen juris
que desee otorgrseles.
El Tribunal Constitucional chileno ha reconocido en su jurisprudencia, estos
derechos innominados, implcitos, o nuevos derechos.
En efecto, el Tribunal Constitucional chileno, en sentencia Rol N226 de 30 de
octubre de 1995, considerando 25, determina:
la doctrina como nuestra Constitucin Poltica reconocen la existencia de derechos,
aunque no estn consagrados en el texto constitucional, a menos que esta consagracin
implique una violacin a las normas fundamentales.
Esta ltima expresin significa que los hombres son titulares de derechos por ser tales,
sin que sea menester que se aseguren constitucionalmente para que gocen de la proteccin
constitucional.
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Que el artculo 7.7 del Pacto de San Jos de Costa Rica prescribe: Nadie ser detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial competente
dictados por incumplimientos de deberes alimentarios. Por su parte, el artculo 11 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos dispone: Nadie ser encarcelado por
el solo hecho de no poder cumplir una obligacin contractual.
Que, como puede apreciarse, las normas de derecho internacional que se invocan como
infringidas no son idnticas y la primera es ms comprensiva que la segunda, en cuanto
esta ltima slo prohbe el encarcelamiento por obligaciones contradas en virtud de un
contrato, como expresa inequvocamente su texto. Esta sola restriccin es suficiente para
desestimar la contradiccin alegada a su respecto, pues la deuda que se presenta como causal
de indebido encarcelamiento no proviene de un contrato, sino de una sentencia judicial.
En consecuencia, y en lo que sigue, se continuar el anlisis de la eventual contradiccin
con la norma contenida en el Pacto de San Jos de Costa Rica, ya transcrita.
De la sola lectura del texto de la norma del Pacto de San Jos transcrita fluye inequvoco
su sentido: prohibir que una persona pueda sufrir privacin de libertad como consecuencia del no pago de una deuda. Lo prohibido es que la conducta de no pagar una
obligacin pecuniaria sea tratada jurdicamente como causa de una sancin privativa
de libertad.
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En la segunda sentencia sealada, la Rol N1340 de 2009, el Tribunal Constitucional se hace cargo de la infraccin de la disposicin legal cuestionada al
artculo 5, inciso segundo, de la Constitucin Poltica, en la medida que dicha
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norma constitucional exige a los rganos estatales respetar y promover los derechos
esenciales asegurados en el texto constitucional o en los tratados internacionales
que contengan derechos esenciales de la persona humana, los cuales constituyen
un lmite al ejercicio de la soberana.
El Tribunal Constitucional asume el derecho a la identidad como parte del
parmetro de control para decidir si hay o no inconstitucionalidad en el caso
concreto, el cual se encuentra asegurado por tratados internacionales ratificados
y vigentes, en el considerando octavo de la sentencia:
Que, en lo que atae al derecho a la identidad personal, el requerimiento consigna dos
rdenes de argumentaciones:
a) Que diversos tratados internacionales de aquellos que Chile ha ratificado y que se encuentran vigentes, consagran este derecho. ste es el caso de la Convencin Americana de
Derechos Humanos que prescribe que: Toda persona tiene derecho a un nombre propio y
a los apellidos de sus padres o al de uno de ellos. La ley reglamentar la forma de asegurar
este derecho para todos, mediante nombres supuestos si fuere necesario (artculo 18).
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos precisa, por su parte, que todo
nio ser inscrito inmediatamente despus de su nacimiento y deber tener un nombre
(artculo 24.2).
A su turno, la Convencin sobre los Derechos del Nio dispone que: El nio ser inscrito
inmediatamente despus de su nacimiento y tendr derecho desde que nace a un nombre,
a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a
ser cuidado por ellos. Los Estados Partes velarn por la aplicacin de estos derechos de
conformidad con su legislacin nacional y las obligaciones que hayan contrado en virtud
de los instrumentos internacionales pertinentes en esta esfera () (artculo 7, numerales
1 y 2).
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En el considerando 10 de la sentencia el Tribunal Constitucional analiza algunos atributos que integran el derecho a la identidad, como asimismo determina
que todos los individuos poseen tal derecho, independientemente de su edad,
anclando tal derecho en la dignidad de todo ser humano. Asimismo, el Tribunal
Constitucional en el mismo considerando 10 reconoce que la Constitucin no
constituye un sistema hermtico de derechos que tienen su fuente nicamente
en el propio texto constitucional, sino que el texto por la norma de reenvo del
artculo 5 inciso 2 de la Constitucin, lleva a considerar como integrantes del
sistema de derechos asegurados constitucionalmente a aquellos cuyos atributos
y garantas se encuentran en las fuentes del derecho convencional internacional,
los cuales constituyen lmites al ejercicio de la soberana, debiendo siempre ser
respetados por todos los rganos estatales:
Las consideraciones que preceden justifican, precisamente, incluir el derecho a la identidad personal entre aquellos derechos esenciales a la naturaleza humana a que alude el
artculo 5, inciso segundo, de la Constitucin, y que se erigen como lmite de la soberana,
debiendo los rganos del Estado respetarlos y promoverlos, ya sea que estn asegurados en
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Que en tales circunstancias, este Tribunal Constitucional decidir que en este caso concreto la aplicacin del artculo 387, inciso segundo, del Cdigo Procesal Penal, no resulta
contraria a la Constitucin por este captulo.
El Tribunal Constitucional en su sentencia tambin precisar en los considerandos 38 a 40 que, adems, el requirente tiene otros recursos que le franquea
el sistema jurdico para impugnar la segunda sentencia, como son los recursos de
queja y de revisin de sentencias firmes.
Dicha sentencia tiene tres votos disidentes, cuya argumentacin debemos
necesariamente explicitar, ya que estos votos aluden directamente al derecho a la
revisin de la sentencia por un tribunal superior previsto en los tratados internacionales
de derechos humanos, Convencin Americana sobre Derechos Humanos, artculo 8.2
literal h, y el Pacto Internacional de Derecho Civiles y Polticos, artculo 14.2, como
asimismo, determinan que el fallo no consider los estndares sobre derecho al recurso
fijados en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el
caso Herrera Ulloa con Costa Rica. Ellos sostienen que el derecho al recurso debe
cumplir con los parmetros de ser un recurso ordinario y un recurso de tendencia
general que revise hechos y derecho aplicable, por lo cual la sentencia no habra
considerado dichos estndares mnimos.
Recordemos solamente en la materia analizada, lo sealado por la Corte
Interamericana directamente al Estado chileno, en el caso Almonacid Arellano
contra Chile:
125. En esta misma lnea de ideas, esta Corte ha establecido que [s]egn el derecho
internacional las obligaciones que ste impone deben ser cumplidas de buena fe y no puede
invocarse para su incumplimiento el derecho interno. Esta regla ha sido codificada en el
artculo 27 de la Convencin de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969 14.
14
Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile,
Serie C N153, de fecha 26 de septiembre de 2006, prrafos 123-125.
15 Sentencia del Tribunal Constitucional chileno, Rol N309, de 4 de agosto de 2000, considerando 3,
en examen de la constitucionalidad del Convenio 169 de la OIT.
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Que, continuando la cita anterior, este Tribunal agreg que dicho principio, que ms
bien se podra referir al trato de inocente, importa la obligacin de tratar al imputado
como si fuera inocente, reduciendo las limitaciones y perturbaciones en sus derechos al
mnimo indispensable para el cumplimiento de los fines del proceso. Por ello, las restricciones tienen carcter excepcional y provisional y deben responder a la necesidad de su
justificacin.
La llamada presuncin de inocencia est compuesta de dos reglas complementarias entre
s.
Una primera regla de trato o conducta hacia el imputado, segn la cual toda persona
debe ser tratada como inocente mientras una sentencia de trmino no declare lo contrario
(nulla poena sine indicio).
Una segunda regla de juicio, en cuya virtud el imputado no debe probar su inocencia,
correspondiendo a la parte acusadora acreditar, suficientemente, la existencia del hecho
punible y la participacin del acusado (in dubio pro reo). ().
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Undcimo: Que no obstante la trascendencia antes anotada del principio en estudio, cabe
destacar que en la especie los jueces del grado no se han hecho cargo en sus motivaciones
de la situacin del menor desde la perspectiva de su inters superior limitndose en sus
reflexiones a reconocer por sobre otra consideracin el derecho legal de la madre a ejercer
el cuidado del hijo, al extremo de limitarse en su anlisis slo al descarte de causales de
inhabilidad por parte de la progenitora, para concluir que a ella debe confiarse su cuidado, sin atender a la condicin del nio, como sujeto de derecho de especial proteccin
por el legislador.
Duodcimo: Que tal proceder desconoce la importancia que dicho principio reviste en
la resolucin del caso en el que ha debido tenerse en especial consideracin la situacin
del menor el que ha permanecido desde su nacimiento con su padre, con el cual ha generado los vnculos de apego que no ha desarrollado con la madre, bajo cuya custodia se
vislumbra desproteccin.
Decimotercero: Que, as las cosas, aun cuando en el caso sub lite no se han establecido
inhabilidades por parte de la madre para ejercer el cuidado de su hijo, los jueces del fondo debieron considerar el Inters Superior del Menor y en este aspecto las circunstancias
reseadas en el motivo anterior, constituyen causa calificada y suficiente a la luz de lo
dispuesto por el inciso tercero del artculo 225 del Cdigo Civil, para determinar que ste
se mantenga bajo el cuidado de su padre, por sobre el derecho que le asiste a su madre en
orden a hacerse cargo de su crianza, porque en las particulares condiciones de vida del
nio, la satisfaccin plena de sus derechos aparece garantizada de mejor manera al lado
y bajo el cuidado de su progenitor.
Decimocuarto: Que de lo que se viene de decir, fuerza es concluir que los sentenciadores
recurridos, al decidir como lo hicieron, incurrieron en errnea aplicacin del artculo
225 inciso tercero del Cdigo Civil, en relacin con el artculo 16 de la Ley N19.968
y 3 de la Convencin de los Derechos del Nio, puesto que han decidido sin atender
debidamente al inters superior del menor, desconociendo la existencia en el caso, de
una causa calificada que hace procedente la entrega de su cuidado al padre, lo que influy
sustancialmente en lo dispositivo del fallo en estudio, desde que condujo a los jueces a
revocar la sentencia de primer grado y a rechazar la accin intentada.
Decimoquinto: Que, conforme lo sealado, el recurso intentado ser acogido. Por estas
consideraciones y visto, adems, lo dispuesto en los artculos 764, 765, 766, 767, 768,
783 y 785 del Cdigo de Procedimiento Civil, se acoge, sin costas, el recurso de casacin
en el fondo deducido por el demandante a fojas 21, contra la sentencia de veintisis de
abril del ao en curso, que se lee a fojas 19, la que se invalida y reemplaza por la que se
dicta a continuacin, separadamente y sin nueva vista.
La Corte Suprema en sentencia Rol N2.5062009, Caso Christian Antonio Caroca Rodrguez, de 24 de marzo de 2009, asume el derecho a la propia
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y otro, de carcter negativo, expresado en su derecho a impedir que terceros, sin su debida
autorizacin, capten, reproduzcan o difundan esa imagen, cualquiera sea la finalidad
tenida en consideracin para ello;.
Tambin las Cortes de Apelaciones hacen uso de los derechos asegurados por
tratados internacionales con preferencia sobre las leyes internas para interpretar
y aplicar el derecho y resolver casos prcticos. A manera ejemplar sealemos un
par de casos:
En sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, Rol N351-2013, de
9 de marzo de 2013, en recurso de amparo, se resolvi:
Tercero: En un mundo globalizado, con grandes consensos sobre principios y reglas de
convivencia, la realidad da cuenta que el fenmeno de la migracin ha alcanzado a estas
alturas grados de intensidad y de universalidad tales, que llega a ser cierto que no existe
pas en el mundo que no experimente el ingreso de personas extranjeras.
Entre otras derivaciones, ello trae consigo que el poder estatal para gestionar los movimientos
migratorios no puede prescindir de la consideracin de derechos fundamentales e inalienables, que derivan de la condicin de ser humano, protegidos tanto por los ordenamientos
internos como por los diversos instrumentos de Derecho Internacional.
En lo que atae a nuestro Derecho, cabe recordar que el catlogo de primera generacin,
contemplado en el artculo 19 de la Constitucin Poltica de la Repblica, se proclama
como asegurado a todas las personas, sin distincin alguna, de modo que el imperativo
de respeto y promocin de tales derechos esenciales, en los trminos a que alude el artculo
5 de la Carta Fundamental, se hace extensivo a los no nacionales que se encuentran
en el territorio de Chile. Ese deber de respeto y promocin adquiere ribetes especiales
cuando se trata de extranjeros, en la medida que ellos se encuentran en una indudable
situacin de vulnerabilidad, de momento que carecen de redes de apoyo familiares y de
proximidad, precisamente porque se hallan en un pas que no es propio. En un contexto
como el reseado, existen ciertos derechos particularmente atinentes al caso y, entre ellos,
por cierto, el derecho a la libertad personal, en todas sus dimensiones;
Cuarto: Conforme fluye de la declaracin contenida en el artculo 1 de la Constitucin
Poltica de la Repblica, la base principal de nuestra institucionalidad est dada por
el reconocimiento de que las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
La libertad es un derecho ampliamente protegido en nuestro ordenamiento jurdico.
De las diversas manifestaciones de ese principio fundamental, tanto el artculo 19
N7 de la Constitucin como los artculos 7 de la Convencin Americana sobre
Derechos Humanos y 9 del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Polticos
de las Naciones Unidas, amparan especficamente el derecho a la libertad personal
y seguridad individual;
()
Estudios Constitucionales, Ao 11, N2
2013, pp. 97 - 154
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Constitucional
fuerza normativa de los derechos esenciales contenidos en las fuentes del derecho
internacional que complementan y potencian los derechos constitucionales.
Demostrada la diferente perspectiva que el Tribunal Constitucional utiliza
discrecionalmente para asumir los derechos esenciales asegurados por tratados
internacionales, en algunos casos en base al anlisis formal de la consideracin del
tratado como norma infraconstitucional, en otros casos integrando los atributos
de los derechos esenciales contenidos en tratados en el parmetro de control de
constitucionalidad para enjuiciar preceptos legales, cabe explicitar los problemas
de inseguridad jurdica que ello acarrea.
En efecto, si es el Tribunal Constitucional el que a travs de sus resoluciones determina qu derechos esenciales y cules atributos de ellos contenidos en
tratados internacionales integran el parmetro de control de constitucionalidad,
ser dicho Tribunal el que determine dentro del mbito de sus competencias los
atributos, delimitacin y configuracin de los derechos esenciales en nuestro ordenamiento jurdico, a travs de las diversas modalidades de control preventivo
y reparador concreto y abstracto de constitucionalidad. Si, por el contrario, el
Tribunal Constitucional no asume tal funcin conforme al artculo 5 inciso 2
de la Constitucin, sealando que los derechos esenciales contenidos en tratados
internacionales son normas infraconstitucionales, ello traslada a los jueces del
fondo la competencia para pronunciarse sobre la materia, como lo ha sealado en
algunas oportunidades el propio Tribunal Constitucional. As habr un parmetro
de derechos esenciales que usa el Tribunal Constitucional y otro parmetro de
control de aseguramiento de derechos esenciales por parte de las jurisdicciones
ordinarias y especiales en base al control de convencionalidad.
6.Los problemas jurdicos que
137
Si esta lnea jurisprudencial fuera consistente y estable, declarando inadmisibles ratione materiae las acciones de inaplicabilidad que tuvieran como fundamento atributos de derechos esenciales asegurados por tratados internacionales
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en virtud de la norma de reenvo del artculo 5 inciso 2 de la Carta Fundamental, cosa que no lo es, como hemos podido analizar, al menos evitara que
el Estado incurriera en responsabilidad internacional por actos jurisdiccionales
del Tribunal Constitucional, ya que este ltimo realizara nicamente control
de constitucionalidad del texto estrictamente formal de la Constitucin, aunque ello implique incumplir el artculo 5, inciso 2 de la Constitucin; ello
evitara fricciones entre el Tribunal Constitucional y la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, lo que dejara en manos de los tribunales ordinarios el
control de convencionalidad que los rganos jurisdiccionales deben concretar
como jueces naturales y primeros de interpretacin y aplicacin del corpus iuris
interamericano de derechos humanos. A su vez, no sera necesario para agotar
las instancias internas jurisdiccionales para recurrir al amparo interamericano,
el pasar por la accin de inaplicabilidad por inconstitucionalidad de las leyes
en control concreto reparador o sucesivo17.
7. Los problemas del control de constitucionalidad ejercido por
Tribunal Constitucional y el control de convencionalidad
el
17
En la perspectiva francesa puede verse el anlisis sobre la materia en Levade (2011), pp.1257-1261. En
la perspectiva espaola, Jimena (2013),174 pp.
Estudios Constitucionales, Ao 11, N2
2013, pp. 97 - 154
139
18
Ver, Hitters (2009); Sags (2010) y (2013); Ayala (2012); Nogueira (2012a); (2012 b); (2012 c) y
2012 d); Garca (2013). Ferrer (2012). Bazn (2013).
19 Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile,
de 26 de septiembre de 2006, Serie C N154, prrafo 124.
20 Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Atala Riffo y nias vs. Chile, de 24 de
febrero de 2012. Serie C N239, prrafos 282 a 284.
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283. As, por ejemplo, tribunales de la ms alta jerarqua en la regin, tales como la
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, el Tribunal Constitucional de Bolivia, la Suprema Corte de Justicia de Repblica Dominicana, el Tribunal
Constitucional del Per, la Corte Suprema de Justicia de la Nacin de Argentina, la Corte
Constitucional de Colombia, la Suprema Corte de la Nacin de Mxico y la Corte Suprema de Panam se han referido y han aplicado el control de convencionalidad teniendo
en cuenta interpretaciones efectuadas por la Corte Interamericana.
284. En conclusin, con base en el control de convencionalidad, es necesario que las
interpretaciones judiciales y administrativas y las garantas judiciales se apliquen adecundose a los principios establecidos en la jurisprudencia de este Tribunal en el presente caso.
Ello es de particular relevancia en relacin con lo sealado en el presente caso respecto a
la proscripcin de la discriminacin por la orientacin sexual de la persona de acuerdo a
lo estipulado en el artculo 1.1. de la Convencin Americana.
141
67. De tal manera, es posible observar dos manifestaciones distintas de esa obligacin
de los Estados de ejercer el control de convencionalidad, dependiendo de si la Sentencia
ha sido dictada en un caso en el cual el Estado ha sido parte o no. Lo anterior debido a
que a que la norma convencional interpretada y aplicada adquiere distinta vinculacin
dependiendo si el Estado fue parte material o no en el proceso internacional.
68. En relacin con la primera manifestacin, cuando existe una sentencia internacional
dictada con carcter de cosa juzgada respecto de un Estado que ha sido parte en el caso
sometido a la jurisdiccin de la Corte Interamericana, todos sus rganos, incluidos sus
jueces y rganos vinculados a la administracin de justicia, tambin estn sometidos al
tratado y a la sentencia de este Tribunal, lo cual les obliga a velar para que los efectos de
las disposiciones de la Convencin y, consecuentemente, las decisiones de la Corte Interamericana, no se vean mermados por la aplicacin de normas contrarias a su objeto y
fin o por decisiones judiciales o administrativas que hagan ilusorio el cumplimiento total
o parcial de la sentencia. Es decir, en este supuesto, se est en presencia de cosa juzgada
internacional, en razn de lo cual el Estado est obligado a cumplir y aplicar la sentencia.
En esta situacin se encuentra el Estado de Uruguay respecto de la Sentencia dictada en
el caso Gelman. Por ello, precisamente porque el control de convencionalidad es una institucin que sirve como instrumento para aplicar el Derecho Internacional, en el presente
caso que existe cosa juzgada se trata simplemente de emplearlo para dar cumplimiento
en su integridad y de buena fe a lo ordenado en la Sentencia dictada por la Corte en el
caso concreto, por lo que sera incongruente utilizar esa herramienta como justificacin
para dejar de cumplir con la misma ().
69. Respecto de la segunda manifestacin del control de convencionalidad, en situaciones y casos en que el Estado concernido no ha sido parte en el proceso internacional
en que fue establecida determinada jurisprudencia, por el solo hecho de ser Parte en la
Convencin Americana, todas sus autoridades pblicas y todos sus rganos, incluidas
las instancias democrticas, jueces y dems rganos vinculados a la administracin de
justicia en todos los niveles, estn obligados por el tratado, por lo cual deben ejercer, en
el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes,
un control de convencionalidad tanto en la emisin y aplicacin de normas, en cuanto a
su validez y compatibilidad con la Convencin, como en la determinacin, juzgamiento
y resolucin de situaciones particulares y casos concretos, teniendo en cuenta el propio
tratado y, segn corresponda, los precedentes o lineamientos jurisprudenciales de la Corte
Interamericana
70. La Corte estima pertinente precisar que la concepcin del llamado control de
convencionalidad tiene ntima relacin con el principio de complementariedad, en
virtud del cual la responsabilidad estatal bajo la Convencin slo puede ser exigida a
nivel internacional despus de que el Estado haya tenido la oportunidad de declarar la
violacin y reparar el dao ocasionado por sus propios medios. Este principio de comple142
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Consideraciones finales
Al cerrar este anlisis sobre la jurisprudencia del Tribunal Constitucional en
materia de tratados internacionales con posterioridad a la reforma constitucional
de 2005, es posible constatar que:
1. El Tribunal Constitucional diferencia conceptualmente tratados internacionales y preceptos legales, reconoce que ellos surgen a la vida jurdica en el
derecho internacional, el que determina su validez y vigencia, como asimismo
que ellas no pueden ser afectadas unilateralmente por el Estado parte (sentencia
Rol N804 de 2007; sentencia Rol N1.288-2008, de 25 de agosto de 2009),
con la excepcin de la sentencia Rol N1.288-2008, considerando 41, la que
hace depender la validez del tratado del texto constitucional.
2. El Tribunal Constitucional ha variado intermitentemente en sus resoluciones
jurisdiccionales acerca de la fuerza normativa de los tratados internacionales desde
posiciones que asimila los tratados a los preceptos legales (fallo Rol N1.2882008 de 2009, considerandos 43 y 49) hasta posiciones en que considera que
los tratados o convenciones internacionales tienen una jerarqua supralegal e
infraconstitucional (sentencia roles Ns.2387-12-CPT y 2388-12-CPT acumulados, de 23 de enero de 2013).
3. El Tribunal Constitucional confunde los conceptos de jerarqua con el
concepto de fuerza normativa preferente, en la medida que razona desde la perspectiva de que el tratado es parte del ordenamiento jurdico chileno, como si ste
fuera una fuente creada por el ordenamiento jurdico nacional, olvidando que
el tratado es una fuente del derecho internacional, siendo este ltimo el que le
otorga su validez y vigencia, determinando tambin los procedimientos y causales
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6. El Tribunal Constitucional ha sido consistente en su tesis de que los Tratados de Derechos Humanos en cuanto fuentes formales del derecho no pueden
enmendar el texto constitucional ni tienen rango constitucional, sino que son
normas infraconstitucionales y supralegales (sentencia roles Ns.2387-12-CPT y
2388-12-CPT acumulados de 23 de enero de 2013, considerandos 11 y 12).
7. El Tribunal Constitucional utiliza discrecionalmente la perspectiva formalista de las fuentes en materia de tratados de derechos humanos o la perspectiva
sustancialista o material de los derechos esenciales asegurados por tratados internacionales, integrando los atributos que forman parte de estos ltimos al parmetro
de control de constitucionalidad. Son los derechos esenciales contenidos en el
envase normativo denominado tratado internacional lo que limita el ejercicio
de la soberana y que la Constitucin Poltica, en su artculo 5, inciso 2, obliga
a los rganos estatales a respetar y promover, cuando ellos son autoejecutables o
suficientemente autnomos (sentencia roles Ns.2387-12-CPT y 2388-12-CPT
acumulados de 23 de enero de 2013, considerando 13).
El Tribunal Constitucional asume en diversas oportunidades la perspectiva
material que parte de la dignidad de la persona y sus derechos esenciales, integrando
el parmetro de control de constitucionalidad respecto de normas infraconstitucionales internas con atributos de derechos esenciales o fundamentales reconocidos,
asegurados y garantizados por los tratados internacionales ratificados y vigentes,
como ocurre respecto del derecho a la identidad (sentencias roles N834 de 2008
y N1340 de 2009) respecto de atributos del derecho a un justo procedimiento o
debido proceso, en definitiva, a las garantas judiciales (artculos 8 de la CADH y
14 del PIDCyP de Naciones Unidas), en materia de derecho a la revisin de la
sentencia penal (sentencias roles N986 de 2008; N821 de 2008; N1130 de
2008; N1432 de 2010; N1443 de 2010; N1501 de 2010); o en materia
de derecho a la presuncin de inocencia (sentencias Rol N993 y Rol N1152
de 2008); en materia del derecho a no ser encarcelado por deudas asegurado por la
CADH, artculo 7.7 y el PIDCyP de Naciones Unidas, en su artculo 11 (Rol
N807 de 2007), para slo sealar algunos ejemplos
8. El Tribunal Constitucional vacila entre aplicar el principio de jerarqua que
cada vez ms va siendo desplazado por el principio de competencia en el derecho pblico contemporneo multinivel o por el principio pro homine o favor
persona, y sus subprincipios favor libertatis, pro actione, favor debilis e in dubio
pro operario, cuando se producen conflictos normativos en materia de derechos
esenciales o fundamentales.
Hasta el presente, slo en contadas oportunidades el Tribunal Constitucional
ha tenido la voluntad de aplicar la norma supralegal (conforme a su decisin de
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