STC 4053 2007 HC Derecho de Gracia - 1
STC 4053 2007 HC Derecho de Gracia - 1
STC 4053 2007 HC Derecho de Gracia - 1
4053-2007-PHC/TC
LIMA
ALFREDO JALILIE
AWAPARA
FUNDAMENTOS
1. Conforme aparece del petitorio de la demanda, el objeto del presente proceso
constitucional se dirige a que se disponga la nulidad de la resolucin de fecha 23 de
junio de 2006 expedida por la Cuarta Sala Penal Especial de la Corte Superior de
Justicia de Lima en el proceso seguido contra el recurrente por la presunta comisin
del delito de peculado (Expediente N. 039-2002) mediante la cual se dispone
inaplicar la gracia concedida al recurrente mediante Resolucin Suprema N. 0972006-JUS de fecha 14 de junio de 2006, expedida por el Presidente de la Repblica.
Quebrantamiento de forma y necesidad de dilucidacin de la controversia
planteada.
2. De manera preliminar a la dilucidacin de la presente controversia, resulta
pertinente puntualizar que aunque la resolucin emitida en la segunda instancia de la
sede judicial slo ha sido suscrita por dos votos conformes (Magistrados Romani
Snchez y Pea Farfn) mas uno discordante (Magistrado Acevedo Otrera) y en tal
sentido se habra producido un quebrantamiento de forma, este Colegiado considera
innecesario rehacer el procedimiento, habida cuenta de la necesidad de
pronunciamiento inmediato, sustentada en las razones de urgente tutela que ms
adelante se exponen. Tal proceder, por otra parte y como lo ha sealado en
innumerables ocasiones este mismo Colegiado, se sustenta en la idea de no sacrificar
el objetivo del proceso constitucional, por encima de aspectos esencialmente
formales, tal como lo establece el Artculo III, prrafo tercero, del Cdigo Procesal
Constitucional.
Derechos presuntamente vulnerados
3. El recurrente alega que el acto cuestionado vulnera su libertad individual en
conexin con el derecho al procedimiento preestablecido y el principio de legalidad.
En este sentido, cabe determinar si resultan vulnerados tales derechos.
Derecho al procedimiento preestablecido
4. La parte demandante alega vulneracin al procedimiento preestablecido sealando
que ante el concesorio de la gracia presidencial no se sobresey la causa como
corresponda. Sobre el particular, es de sealarse que el contenido del derecho al
procedimiento preestablecido en la ley no garantiza que se respeten todas y cada una
de las disposiciones legales que regulan el procedimiento, sea ste administrativo o
jurisdiccional, sino que las normas con las que se inici un determinado
procedimiento, no sean alteradas o modificadas con posterioridad por otra. De
esta manera, iniciado un procedimiento determinado, cualquier modificacin
realizada a la norma que lo regulaba, no debe ser la inmediatamente aplicable al caso,
pues el inciso 3) del artculo 139 de la Constitucin garantiza que nadie puede ser
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10. Y es que, dado el origen histrico del que proviene el derecho de gracia, resulta
necesario el establecer sus funciones y lmites dentro de un estado democrtico y
constitucional de derecho. Como lo ha puesto de manifiesto Garca Mahamut:
..la discusin sobre el sentido de la prerrogativa de gracia en el estado moderno no
resulta, ni mucho menos, agotada. En este sentido, tanto la obra del legislador en el
Derecho comparado como la doctrina ius publicista ponen de relevancia que,
tratndose de institutos de rancia tradicin histrica que cobraban especial
virtualidad en un Estado no Democrtico de Derecho, hoy, necesitan de nuevos
engarces jurdicos, que, guiados y homologados bajo los principios constitucionales
y los valores superiores del ordenamiento jurdico que informan al Estado
constitucional social y democrtico de Derecho, respondan en trminos netos a los
fines que guan a la propia comunidad poltica y que no son otros que la bsqueda
y proteccin de la libertad, la justicia , la igualdad y el pluralismo
(Garca Mahamut, Rosario. El indulto, un anlisis jurdico constitucional. Madrid, Marcial
Pons, 2004, p. 22)
11. Tal necesidad de revisar en sentido constitucional la institucin de la gracia
presidencial pasa, en primer lugar, por relacionar la pretendida inaplicacin por
parte de la Sala superior demandada de la gracia presidencial concendida al
recurrente como una manifestacin de la garanta jurisdiccional de la Constitucin,
as como por establecer los lmites constitucionales de la gracia presidencial.
Estado constitucional y Supremaca Normativa de la Constitucin.
12. El Estado Constitucional de Derecho supone, entre otras cosas, abandonar la tesis
segn la cual la Constitucin no era ms que una mera norma poltica, esto es, una
norma carente de contenido jurdico vinculante y compuesta nicamente por una
serie de disposiciones orientadoras de la labor de los poderes pblicos, para
consolidar la doctrina conforme a la cual la Constitucin es tambin una Norma
Jurdica, es decir, una norma con contenido dispositivo capaz de vincular a todo
poder (pblico o privado) y a la sociedad en su conjunto.
13. Bajo tal perspectiva, la supremaca normativa de la Constitucin de 1993 se
encuentra recogida en sus dos vertientes: tanto aquella objetiva, conforme a la cual
la Constitucin preside el ordenamiento jurdico (artculo 51), como aquella
subjetiva, en cuyo mrito ningn acto de los poderes pblicos (artculo 45) o de la
colectividad en general (artculo 38) puede vulnerarla vlidamente. (Cfr. Exp. N.
5854-2005-AA/TC).
La gracia presidencial y la garanta jurisdiccional de la Constitucin. La
inexistencia de zonas exentas de control constitucional.
14. Conforme a lo anteriormente expuesto, afirmar que existen actos de alguna entidad
estatal cuya validez constitucional no puede ser objeto de control constitucional,
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(...)
En consecuencia, toda ley dictada como parte de la poltica criminal del Estado
ser inconstitucional si establece medidas que resulten contrarias a los derechos
fundamentales de las personas, procesadas o condenadas. Pero tambin lo ser si
no preserva los fines que cumple la pena dentro de un Estado social y democrtico
de derecho
(Exp. N. 0019-2005-PI/TC).
19. En este orden de ideas, la gracia presidencial podr ser materia de control
jurisdiccional, en atencin a la proteccin de otros bienes de relevancia
constitucional. Cabe sealar dentro de un contexto paralelo al que es materia de
autos, que este Tribunal Constitucional ha establecido los lmites formales y
materiales de la amnista, otra institucin reconocida en nuestra Constitucin que
permite -del mismo modo que la gracia presidencial- extinguir al accin penal.
La gracia presidencial y sus lmites constitucionales
20. El artculo 118, inciso 21 de nuestra Constitucin Poltica vigente reconoce la
potestad presidencial de:
Conceder indultos y conmutar penas. Ejercer el derecho de gracia en beneficio de
los procesados en los casos en que la etapa de instruccin haya excedido el doble
de su plazo ms su ampliatoria.
21. Asimismo, segn el artculo 78, inciso 1 del Cdigo Penal, modificado por Ley N.
26993, la gracia presidencial constituye una causal de extincin de la accin penal.
22. Cabe recordar lo sealado por este Tribunal respecto de la amnista, la cual al
igual que la gracia presidencial- extingue la accin penal. Al respecto, segn lo
estableci la jurisprudencia de este Tribunal, la amnista tiene lmites tanto formales
como materiales (Cfr. Exp. N. 0679-2005-PA/TC).
23. As, este Tribunal ha determinado que constituyen lmites formales a dicha facultad
congresal, que la misma slo puede formalizarse en virtud de una ley ordinaria. Ello
implica que adems de respetar los principios constitucionales que informan el
procedimiento legislativo, debe observarse los criterios de generalidad y abstraccin
exigidos por el artculo 103 de la Constitucin. Igualmente, las leyes de amnista
deben respetar el principio-derecho de igualdad jurdica, lo que impide que,
previsto el mbito de aplicacin de la ley de amnista, el legislador pueda brindar un
tratamiento diferenciado que no satisfaga las exigencias que impone el principio de
proporcionalidad.
24. Tampoco la amnista puede fundarse en un motivo incompatible con la
Constitucin. En este sentido el Tribunal Constitucional determin que cualquiera
que sea la competencia constitucional de que se trate, el ejercicio de la labor del
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Publquese y notifquese
SS
MESA RAMREZ
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
LVAREZ MIRANDA
EXP. N. 4053-2007-HC/TC
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ALFREDO JALILIE
AWAPARA
La Constitucin Poltica del Per en su artculo 118 inciso 21) seala que el
Presidente de la Repblica puede ejercer el derecho de gracia en beneficio de los
procesados en los casos en que en la etapa de instruccin haya excedido el doble de
su plazo ms su ampliatoria. Se diferencia del indulto ya que este implica el perdn
de la pena a quien ha sido condenado y de la conmutacin de pena que permite
cambiar una grave, impuesta por los tribunales de justicia, por una menos grave.
Estos dos ltimos casos tambin son facultades Presidenciales.
3.
establece un derecho adicional que es ejercer la gracia del indulto sobre procesados penales
cuando la etapa de instruccin haya excedido el doble del mximo tiempo permitido por las
leyes procsales (que son su plazo y su ampliatoria). Se ha dictado esta norma por que en la
etapa de instruccin se rige presumiendo la inocencia del inculpado y, si se mantiene la
detencin por mas del doble del tiempo permitido para la instruccin, en realidad se le estar
reteniendo privado de la libertad aun cuando todava no se le puede considerar jurdicamente
culpable. (El literal e. del inc. 24 del artculo 2 de la Constitucin establece que toda persona
es considerada inocente mientras no se haya declarado judicialmente su responsabilidad).
7. Los presupuestos que la Constitucin seala para la concesin del derecho de
gracia son: a) ser procesado penalmente y b) que la etapa de instruccin haya
excedido el doble de su plazo ms su ampliatoria. La facultad discrecional del
Presidente de la Repblica no esta sujeta a ningn requisito conforme se
desprende de nuestro texto constitucional. El otorgamiento de dicho derecho
previamente es evaluado por parte de una Comisin de Indulto y Derecho de
Gracia por Razones Humanitarias dependiente del Ministerio de Justicia,
conforme aparece de autos a fojas 1038 a 1042.
8. Resulta importante precisar que considero que cuando la Constitucin se refiere
a etapa de instruccin sta no debe ser limitativa, ya que el Tribunal
Constitucional como supremo interprete de la Constitucin debera considerar
que este beneficio se extiende a los procesados en juicio oral. Y es que si bien la
instruccin , tal como lo prev nuestro ordenamiento procesal, es la etapa del
proceso penal en la que se llevan a cabo en sede judicial, bsicamente actos de
investigacin, el proceso penal consta tambin de juicio oral, etapa en la que la
detencin, como medida cautelar tendente a asegurar el xito del proceso, se
extiende incluso. En tal sentido, a travs de la interpretacin de nuestra
Constitucin de conformidad con el principio de interpretacin pro homine, la
facultad presidencial prevista en el artculo 118, inciso 21) de la Constitucin
Poltica del Per de dejar sin efecto la orden de detencin cuando sta ...haya
excedido el doble de su plazo ms su ampliatoria, debe ser entendida no slo respecto
de la instruccin sino del juicio oral, toda vez que siendo su objeto el dejar sin
efecto el mandato de detencin , deber sta poder ser utilizada en otras etapas
del proceso en las que subsista la medida de detencin. Compartimos con
Marcial Rubio Correa, en la cita consignada en el fundamento 6-), el concepto
que expresa sobre la presuncin de inocencia y que en su extensin rige para
todo el proceso penal. Del mismo modo, por una literalidad incongruente, no
podra interpretarse que para la aplicacin en este caso, dentro de los alcances
del nuevo Cdigo Procesal Penal, en el que ya no existe la etapa de instruccin,
el derecho de gracia haya sido derogado.
9. El derecho de gracia constitucionalmente reconocido en nuestra Constitucin
Poltica vigente es una expresin del poder discrecional del Presidente de la
Repblica , lo que se denomina discrecionalidad poltica, que el Tribunal
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conforme a lo sealado por el Tribunal Constitucional en la sentencia N. 00502004-AI/TC en su fundamento 156 [E]s preciso dejar a un lado la errnea tesis
conforme a la cual la Administracin Pblica se encuentra vinculada a la ley o a las normas
expedidas por las entidades de gobierno, sin poder cuestionar su constitucionalidad. El artculo
38 de la Constitucin es meridianamente claro al sealar que todos los peruanos (la
Administracin incluida desde luego) tienen el deber de respetarla y defenderla.
En tal sentido, en los supuestos de manifiesta inconstitucionalidad de
normas legales o reglamentarias, la Administracin no slo tiene la facultad
sino el deber de desconocer la supuesta obligatoriedad de la norma
infraconstitucional viciada, dando lugar a la aplicacin directa de la
Constitucin. Correspondiendo al control concentrado de la Constitucin la resolucin
final, en ltima instancia, al respecto.
17. De otro lado, el Tribunal Constitucional ha sealado en sentencia N 000472004-AI/TC en su fundamento 32 La Constitucin configura dos rganos
jurisdiccionales, que si bien tienen competencias y mbitos propios de actuacin por mandato de
la propia norma suprema, cumplen un rol decisivo en un Estado democrtico, que consiste
bsicamente en solucionar por la va pacfica los conflictos jurdicos que se susciten entre los
particulares y entre stos y el Estado. En efecto, en nuestra poca es pacfico sostener que un
sistema jurdico que no cuente con las garantas jurisdiccionales necesarias para restablecer su
vigencia cuando haya sido vulnerado, sencillamente carece de eficacia.
En ese contexto, cabe sealar que dicha tarea est encomendada fundamentalmente al Poder
Judicial, al Tribunal Constitucional y, con sus particularidades, al Jurado Nacional de
Elecciones en materia electoral; En la sentencia N. 0206-2005-PA/TC en su
fundamento 5 se seala (...)Conforme al artculo 138. de la Constitucin, los jueces
administran justicia con arreglo a la Constitucin y las leyes, puesto que ellos tambin
garantizan una adecuada proteccin de los derechos y libertades reconocidos por la Constitucin.
Sostener lo contrario significara afirmar que solo el amparo es el nico medio para
salvaguardar los derechos constitucionales, a pesar de que a travs de otros procesos judiciales
tambin es posible obtener el mismo resultado. De igual modo, debe tenerse presente que todos
los jueces se encuentran vinculados por la Constitucin y los tratados internacionales de derechos
humanos; ms an, la Constitucin los habilita a efectuar el control difuso conforme se
establece en su artculo 138. Reservndose al control concentrado su resolucin
final en ltima instancia.
18. De otro lado la Constitucin Poltica del Per en su Cuarta Disposicin Final y
Transitoria seala Las normas relativas a los derechos y a las libertades que la
Constitucin reconoce se interpretan de conformidad con la Declaracin Universal de Derechos
Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados
por el Per.
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14. En cuanto a la tercera pregunta, esto es, si puede ser objeto de control
jurisdiccional el ejercicio del derecho de gracia, es del caso mencionar que en los
actuales Estados constitucionales y democrticos, aquellas cuestiones que antao
se consideraban cuestiones polticas no justiciables vienen cediendo
paulatinamente a las exigencias propias de limitacin y racionalizacin del
ejercicio del poder pblico.
15. En el mbito parlamentario, por ejemplo, la doctrina de los interna corporis acta ha
cedido al punto que hoy slo puede admitirse actos parlamentarios exentos de
control que no tengan incidencia ad extra del recinto parlamentario; y esto es,
porque si existiera una afectacin de los derechos fundamentales siempre queda
abierta la posibilidad de que dicho acto sea recurrido en va jurisdiccional a
travs, por ejemplo, del amparo contra actos parlamentarios no legislativos.
16. Lo que define entonces si un acto es o no susceptible de ser controlado
jurisdiccionalmente no es la autoridad o el poder que lo dicta ni tampoco la
materia que regula, sino ms bien si dicho acto afecta los derechos
fundamentales de las personas aun cuando no sean absolutos u otros bienes
constitucionales, cuya proteccin es trascendental para el fortalecimiento de las
instituciones democrticas. Ahora, si, como se ha sealado, el derecho de gracia
est sujeto a lmites constitucionales formales y materiales, es lgico concluir que
la observancia de dichos lmites puede ser controlada jurisdiccionalmente de
manera ordinaria por el Poder Judicial o de modo especial por el Tribunal
Constitucional, de conformidad con los artculo 138 y 201 de la Constitucin.
17. Esto no cuestiona ni anula la atribucin constitucional reconocida en el artculo
118 inciso 21 de la Constitucin, simplemente exige que el ejercicio del derecho
de gracia, como toda atribucin especial que la Constitucin confiere, sea
realizada respetando el marco constitucional y legal establecido. En ese sentido,
el control jurisdiccional de la gracia presidencial puede ser realizado en tres
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20. En la resolucin emitida por la Segunda Sala Penal con Reos en Crcel de la
Corte Superior de Justicia de Lima, al pronunciarse en segundo grado sobre la
demanda de hbeas corpus de autos (folio 1220), se advierte que aquella cuenta
slo con 2 votos porque se declare improcedente la misma, mientras que el voto
singular del tercer magistrado integrante de dicha Sala, se advierte que su
opinin es que se confirme la apelada, esto es, que se declare fundada la misma.
21. Sobre el particular, cabe sealar que el artculo 141 de la Ley Orgnica del
Poder Judicial, establece que [e]n las Salas de la Corte Suprema, cuatro votos conformes
hacen resolucin. En las Cortes Superiores tres votos conformes hacen resolucin, tratndose de
las que ponen fin a la instancia, y en los dems casos bastan dos votos conformes. En las Salas
Penales se requiere de dos votos. Salvo las excepciones que seala la ley. Los votos, incluso los
singulares y discordantes, se emiten por escrito, con firma de su autor. Todos se archivan
juntamente con una copia de la resolucin.
22. El Tribunal Constitucional, en su oportunidad (STC 00682-2007-PHC/TC, STC
02192-2007-PHC/TC, STC 01980-2007-PHC/TC, STC 01219-2007-PHC/TC,
STC 03221-2007-PHC/TC, STC 01799-2007-PHC/TC, entre otras) interpret
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que tratndose de una resolucin que pone fin a la instancia, se requiere de tres votos
conformes, como lo establece el artculo 141 de la Ley Orgnica del Poder Judicial. La
resolucin mencionada no cumple esta condicin al contar solamente con dos votos, lo que debe
ser subsanado. Que siendo as, al haberse producido el quebrantamiento de forma en la
tramitacin del presente proceso constitucional, los actuados deben ser devueltos a fin de que se
proceda con arreglo a ley, en aplicacin del artculo 20 del Cdigo Procesal Constitucional
(STC 00682-2007-PHC/TC, considerandos 2 y 3).
23. Al respecto cabe sealar lo siguiente. Es verdad que en los procesos
constitucionales rige el principio de elasticidad o ductibilidad que se reconoce en el
tercer prrafo del artculo III del Ttulo Preliminar del Cdigo Procesal
Constitucional, cuando seala que () el Juez y el Tribunal Constitucional deben
adecuar la exigencia de las formalidades previstas en este Cdigo al logro de los fines de los
procesos constitucionales. Sin embargo, cada vez que el juez constitucional recurra a
este principio debe justificarse su aplicacin. En el fundamento 2 de la sentencia
se reconoce un quebrantamiento de forma y, no obstante ello, se ingresa al
fondo de la controversia bajo el argumento que as lo amerita las razones de
urgente tutela que ms adelante se exponen. Sin embargo, de la lectura del
expediente y de la sentencia en mayora, las razones de urgente tutela no quedan
acreditados.
24. En ese sentido, la demanda debi declararse improcedente de conformidad con
la reiterada jurisprudencia de este Tribunal; o, de lo contrario, superar esta
cuestin formal justificando ello de manera suficiente; lo cual sin embargo, no se
aprecia en la sentencia.
no enerva, sin embargo, la omisin del anlisis de la etapa del proceso penal en
que se encontraran los expedientes ya mencionados.
30. En lo que atae al segundo parmetro de control, esto es, la existencia de una
motivacin explcita y suficiente que debe ser fcilmente apreciable en la
resolucin suprema que concede la gracia presidencial, la Resolucin Suprema
N. 097-2006-JUS no supera este parmetro de control. Se observa que la
Resolucin mencionada no explicita razonable ni proporcionalmente los
motivos por los cuales se concede al demandante la gracia presidencial. Como ya
se dijo, cuanto ms discrecional es el ejercicio de una facultad, mayor es tambin
la exigencia de motivacin. En ese sentido la Resolucin Suprema N. 097-2006JUS es inconstitucional porque vulnera el artculo 45 de la Constitucin que
recoge implcitamente el principio de interdiccin de la arbitrariedad.
En su significacin ms primaria el principio en cuestin
postula una distincin neta entre arbitrariedad y
discrecionalidad, entre lo que es fruto de la mera voluntad
o el puro capricho () y lo que, por el contrario, cuenta
con el respaldo () de una fundamentacin que lo
sostiene2[2].
31. Al respecto, en el fundamento 31 de la sentencia se incurre en una antinomia.
En efecto, en el fundamento 26 de la sentencia se reconoce como lmite material
de la gracia presidencial al principio-derecho de igualdad, sin embargo en el
fundamento 31 se concluye que la falta de motivacin no invalida la resolucin
adoptada, para ms adelante, en el fundamento 32, sealar que en casos futuros
tenga que aparecer debidamente motivada a los efectos de que , en su caso,
pueda cumplirse con evaluar su compatibilidad o no con la Constitucin Poltica
del Estado. Cmo puede concluirse que la resolucin suprema inaplicada no
es discriminatoria si estn ausentes las razones objetivas que la justifican?
Nuevamente, como ha sealado Josep Aguil, () cuanto ms discrecional es
un acto (menos regulado est) ms justificacin requiere3[3].
32. No menos relevante es el tercer parmetro de control que se refiere al respeto
escrupuloso del procedimiento establecido para la concesin del derecho de
gracia. En el caso concreto, el artculo 3 del Reglamento Interno de la Comisin
de Indulto y Derecho de Gracia por razones humanitarias (Resolucin
Ministerial N. 593-2004-JUS) establece expresamente que [e]l Indulto y el
Derecho de Gracia por razones humanitarias constituyen una atribucin
constitucional exclusiva del Presidente de la Repblica, cuya concesin es de
carcter excepcional; del mismo modo en su artculo 10 prev que se
considera prioritaria la atencin de las siguientes personas privadas de su
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