CRANE BRINTON, ANATOMíA DE LA REVOLUCIóN PDF
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DE LA
REVOLUCION
COLECCION
LITERARIA
novelistas
dramaturgos
ensayistas
POETAS
CRANE BRINTON
ANATOMIA
DE LA
REVOLUCION
Traduccin del ingls por
GONZALO
GU ASP
AGUILAR
MADRID - 1962
'
SEG U N D A E D IC IO N
NM. R g tr o . : 2562-57.
legal . M. 1516. 1962.
D ep sit o
A c u it a r , S. A . oe E d ic io n e s , 1VK>2.
D E D IC A TO R IA .
ALDEN
HELEN HOAG
NOTA EDITORIAL
ANATOMIA
DE LA
REVOLUCION
P R O L O GO
GRACIAS
Deseo expresar mi agradecimiento a los autores y edito
res que me concedieron permiso para sacar pasajes de las
siguientes obras, cuyos derechos les pertenecen:
F . B eck y W . G o d in : Russian P u rge and the E xtra ction o f
C o n fessio n . The Viking Press, Nueva York, 1951.
1951.
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1918.
14
CAPITULO PRIMERO
INTRODUCCION
I.
e v o l u c i n
EL CAMPO DE ESTUDIO
la
II.
"
E L E M E N T O S S IM P L E S D E L O S M E T O D O S
C IE N T IF IC O S , . ' .
III.
IV .
L IM IT A C IO N E S
D EL TEM A
C A P IT U L O II
I.
II.
'
DEBILIDADES DE LA ESTRUCTURA
ECONOMICA Y POLITICA
III.
69
IV .
L A S C L A S E S Y S U S A N T A G O N IS M O S
79
O menos crudamente:
... presente ms cortesa, en las humildes cabaas
de ennegrecidos maderos, que en los tapizados aposentos
y cortes de los prncipes, en los que por primera vez son
y todava se afecta.
[su nombre
80
V.
RESU M EN
88
CAPITULO
III
I.
EL ETERNO FIGARO
a y en Las bodas de Fgaro, de Beaumarchais, repre* sentada por primera vez en Pars en 1784, un famoso
monlogo de Fgaro, en el cual una gran parte del traba
joso anlisis del captulo anterior se centra, en forma
dramtica, en unas pocas pginas. El propio Fgaro es el
joven capaz, injustamente postergado por la presin de
un sistema social basado en el privilegio. Al levantarse
el teln, est esperando en la oscuridad, para sorprender
una cita entre su novia y su amo, el conde de Almaviva.
Sus primeras reflexiones sobre la inconstancia femenina
se tornan muy rpidamente en un violento ataque a su
noble seor. Porque eres un gran seor, te crees un gran
genio... Nobleza, fortuna, rango, cargos pblicos: todo
esto constituye el orgullo del hombre. Pero qu has hecho
para merecer tanto bien? Tomarte la molestia de nacer.
TJ
89
II.
III.
ESPONTANEIDAD O PLANEAMIENTO?
IV.
EL PAPEL DE LA FUERZA
V.
LUNA DE MIEL
C A P IT U L O I V
TIPOS DE REVOLUCIONARIOS
I.
LOS CLISES
llegar a este punto sera claramente til para nestra investigacin poder aislar al revolucionario como
un tipo. Prosiguiendo con nuestra analoga de la fiebre,
no podra ocurrir que ciertos individuos acten como
portadores y puedan ser clasificados, etiquetados y des
critos en la terminologa econmica y sociolgica lo mis
mo que en la sicologa o el sentido comn? En cualquier
caso, es este un camino que parece que vale la pena se
guir.
Hay, sin embargo, varias direcciones en las que una
investigacin semejante pudiera conducirnos al error. Ha
bremos de evitar al considerar a los revolucionarios y,
en particular, a los dirigentes, como portadores, literal
mente, de grmenes de la revolucin. Aqu, como en
todo este estudio, no h a b r e m o s de permitir nunca que
120
II.
resumirse aqu tomndolas del libro del autor The Jacobins: A Study in the New History.
En general, es posible llegar a cierta aproximacin esta
dstica sobre las posiciones social y econmica de aquellos
jacobinos revolucionarios en la Francia anterior a la re
volucin. Existen documentos fiscales concernientes a
iverss aos, entre 1785 y 1790, en los cuales pueden
encontrarse muchos de los jacobinos con las cantidades
que les fueron asignadas. Como se trataba de impuestos
directos no muy desproporcionados con la renta, es po
sible as lograr una estimacin aproximada de la riqueza
de los jacobinos. Por lo general, se hace constar las ocu
paciones, lo que representa una posicin social. Por lti
mo, es posible tambin estudiar determinados crculos en
momentos especficos de la revolucin, de tal forma que
s puede tomar una muestra durante el perodo inicial o
moderado y otra correspondiente al ulterior dominio de
los extremistas. He aqu, btevemente, algunos de los re
sultados.
En 12 crculos, con un total de 5.405 asociados duran
te todo el desarrollo de la revolucin, 1789-95, en sus
fases moderada y violenta: el 62 por 100 de sus miem
bros perteneca a la clase media; el 28 por 100, a la clase
trabajadora, y el 10 por 100 eran campesinos. En 12 crcu
los, en perodo moderado, 1789-92, con un total de 4.037
miembros: el 62 por 100 eran clase media; el 26 por 100,
trabajadores, y el 8 por 100, campesinos. En 42 crculos,
en el perodo violento, 1793-95, con un total de 8.062 aso
ciados: el 57 por 100 eran clase media; 32 por 100, tra
bajadores, y el 11 por 100, campesinos. Los documentos
fiscales confirman lo que sugiere la clasificacin, segn
las ocupaciones y el estatuto social. En ocho crculos,
considerados durante todo el perodo revolucionario, sus
miembros pagaban un impuesto medio de 32,12 livres,
mientras que el promedio para todos los ciudadanos varo
nes que pagaban esta contribucin directa en las mismas
Ciudades eran de 17,02 livres; en 26 crculos, considera
dos solamente en el perodo violento, sus miembros pa
gaban 19,94 livres y los ciudadanos varones, 14,51 livres.
As, pues, aunque exista sir duda la tendencia a que los
crculos se reclutaran, en el perodo violento, entre los
125
III.
10
hubiera querido sobrepasar a Marx o, al menos, a Plejanov; Mussolini, el pretendido intelectual; Hitler, el pin
tor fracasado, y la mayora de la muchedumbre de dirigen
tes nazis, todos encajan ntidamente dentro de esta
categora. Su fanatismo se nutre con su sensacin de fra
caso personal en el arte creador en el que pensaron so
bresalir. Una vez en su papel revolucionario, quisieran
destruir la sociedad que no les tuvo aprecio. Son, sin
duda, idealistas; pero idealistas amargados, demonacos,
inhumanos, con un egocentrismo superior a toda filosofa
aceptable.
Mr. Hoffer seala que los hombres de palabras, que
tanto hicieron para preparar la revolucin, no pueden
hacer frente al desorden mismo de la revolucin. Y con
tina :
No as el fantico, para quien el caos es su elemento.
Cuando el viejo orden empieza a resquebrajarse, se abre ca
mino con todo su poder y falta de escrpulos para soplar
al cielo todo su odio presente. Goza a la vista de un mundo
que est llegando a un sbito final, i Al diablo las reformas 1
Todo lo que ya existe es ruina y no hay razn para refor
mar las ruinas. Justifica su deseo de anarqua con la plau
sible afirmacin de que no puede existir ningn principio
nuevo en tanto el viejo obstruya el paisaje. Aparta a un
lado a los aterrorizados hombres de palabras, si an estn
presentes, aunque contina ensalzando sus doctrinas y voci
ferando sus consignas. Solo l conoce los ms ntimos an
helos de las masas en accin: el anhelo de comunin, de
agrupamiento de la multitud, de disolucin de la individua
lidad maldecida en la majestad y grandeza de un todo po
deroso. La posteridad es reina; y daa a aquellos que dentro
y fuera del movimiento, halagan y se apoyan en el presente.
RESUMEN
>
CAPITULO
I.
154
II.
161
B R D JT O K . 1 1
HI.
DOBLE SOBERANIA
171
IV.
D E B IL ID A D E S D E LOS M O DERADOS
V.
CAPITULO
VI
I.
EL COUP DETAT
184
186
IL
ORGANIZACION
DE
LOS
EXTREM ISTAS
III.
APTITUD DE
LOS EXTREMISTAS
202
14
209
TV.
EL MECANISMO DE LA DICTADURA
215
CAPITULO
VII
I.
II.
E L T E R R O R Y LO S P R O F A N O S
III.
Bretaa fue la reconciliacin, los ttulos de excelencia, hono rabie, etc., fueron aceptados por el pueblo de Amrica, pero
, desde la declaracin de la Independencia, las colonias se han
. separado para siempre de la monarqua y convertido en Es
tados unidos e independientes. Se hace, pues, necesario adop
tar el lenguaje sencillo de los gobiernos libres... Dejemos
, los ttulos de excelencia y de honor para los solitarios ser-cvidores de un rey tirano... y sintmonos satisfechos al con,. tar con senadores, gobernadores y generales ricos en honor
y excelencia reales.
IV .
Q U E H A C E
EL TE R R O R ?
C A PITU LO
vm
TERMIDOR
I.
UNIVERSALIDAD DE LA REACCION
TERMIDORIAN A
2491
II.
AMNISTIA Y REPRESION
260
III.
RETORNO DE LA IGLESIA
266
IV .
LA B U SQ U E D A DEL PLACER
V.
282
sin riesgo alguno que Rusia saldr de su estadio termidoriano de revolucin si sus relaciones con los Estados
Unidos mejoran considerablemente. Esas relaciones no
necesitan ser la perfecta amistad de retrica en las rela
ciones internacionales, sino que deben ser, por lo menos,
una especie de mutua aceptacin, comn a los miembros
del sistema estatal occidental como lo fue durante los
siglos xvii y xix.
As, pues, el Termidor ruso an existe en esta segunda
mitad del siglo xx. Su terminacin depende de muchos
factores para que cualquier persona pueda fijar la fecha.
Pero es tambin cierto que la revolucin ha seguido su
curso normal. La crisis, el reinado del terror y de la vir
tud, ha terminado. El virus marxistay recordemos una
vez ms que solo empleamos este trmino en forma pu
ramente descriptiva casi ha recorrido su curso. En rea
lidad, Rusia est en parte transformada por la fiebre, pero
eso tambin es virus. Aunque el virus haya perdido fuerza
en el cuerpo ruso, est actuando con ahnco en socieda
des como China, Asia del Sudeste y hasta en el Oriente
Medio, y eso quiere decir que contina su curso. Pero
estas revoluciones se salen ya del marco de este libro.
Necesitan una cuidada atencin de nuestros mejores ex
pertos, y sugieren unas palabras finales: las ideas y las
promesas del marxismo ortodoxo, que ahora estn reen
carnadas en la Rusia de Stalin, demostrarn dentro de
unos cuantos aos cmo han entorpecido tanto a la
poltica interna de Rusia como a su poltica exterior. El
paraso marxista en la Tierra continuar siendo mera
promesa en Indochina o en el Irak durante una tempora
da; pero en Mosc estas promesas han de convertirse
pronto en parte visible, o la totalidad de la doctrina su
frir una transformacin difcil de predecir.
A menos que nos encontremos en Rusia con algo
completamente nuevo, completamente sin precedentes;
en resumen, algo que pudiera invalidar cualquier clase
de ciencia social, las amplias lneas de esa transforma
cin no son, al menos, completamente difciles de prede
cir. Si el perodo de crisis de la Revolucin rusa ha
terminado, como aqu afirmamos; si Rusia se halla ahora
en medio de las sequelae, atendiendo a su mayor ataque
285
V I.
RESU M EN
CAPITULO IX
I.
C A M B IO S EN IN S T IT U C IO N E S E ID E A S
poda ser mucho ms que una fanega en la vecina Montauban. Peor an, los nombres de las medidas podan ser
completamente diferentes. El sistema monetario era, como
el actual ingls, duodecimal en parte y muy difcil de
manejar en las grandes divisiones. Lo que la revolucin
hizo con respecto a esto lo saben al dedillo todos los cole
giales. Implant el sistema uniforme de pesas y medidas
conocido por el sistema mtrico decimal, un sistema que
ha ganado su puesto sin necesidad de revolucin en todos
los pases del mundo, excepto en los Estados Unidos y el
Imperio britnico.
Este conjunto de eficiencia gubernamental es realmente
la ms asombrosa uniformidad que podemos observar en
los juiciosos cambios polticos realizados por nuestras re
voluciones. Con concesiones adecuadas para cada discre
pancia local, para los accidentes y para los inevitables re
siduos de lo nico que con toda historia y sociologa debe
tratar, Inglaterra, Norteamrica y Rusia surgieron tam
bin de sus revoluciones con ms eficiencia en gobiernos
ms centralizados. El proceso est menos claro en Ingla
terra, en parte porque tuvo lugar antes de la completa
madurez de las fuerzas econmicas y culturales, que tien
den a promover tales formas de eficiencia, como el sistema
mtrico decimal o el Code Napolen. Y, a pesar de todas
sus complejidades, el Gobierno ingls anterior a 1660
estaba mucho mejor engranado a las necesidades de la
nacin de tenderos que era la Inglaterra del ao 1620, con
honorarios de caballeros, dinero abundante, benevolen
cias, Cmara Estrellada, Tribunal de Alta Junta y los
dems mecanismos del poco maduro despotismo de los
Estuardos. El Parlamento, despus de 1660, fue ms dueo
de Inglaterra que lo haban sido los dos primeros Es
tuardos.
Rusia es a este respecto, como en tantos otros, un tema
an por discutir. Los violentos oponentes de Stalin insis
ten en que los nuevos burcratas son tan ineficaces, mez
quinamente tiranos y estpidos como se los calificaba
bajo los zares. Algunos de los sentimientos comprendidos
en declaraciones de esta clase pudieran ms o menos pa
recer una constante de la vida rusa, y hasta cierto grado,
de la vida bajo cualquier Gobierno. La admirable come
292
303
II.
ALGUNAS U N IFO R M ID A D E S DE
ENSAYO
312
>
III.
F IN D E
ANATOMIA D E LA REVOLUCION
B R N T O N .---- 2 1
APENDICE BIBLIOGRAFICO
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sin b rillo , p o rqu e no tra ta
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M.
H. Dobb : Soviet E co n o m ic
bro. Mr. Carr, como muchos
D
evelo
pm en t sin ce 1917. Lon
intelectuales ingleses, exage
dres,
1948.
ra el papel de las ideas en
las relaciones humanas. Pero Por uno de los ms eruditos
marxstas ingleses,
escribe admirablemente y des- j
cubre una tesis que, bsica- j H arvard U niversity . Centro de
mente, contradice la de nes- ; investigacin ruso.
tro libro. Mr. Carr cree que
Este centro trata de enfocar
Rusia est realmente revolu
objetivamente nuestro conoci
cionada.
miento de las ciencias socia
W. H. Chambertin : T h e R u s
les sobre la U. R. S. S. SuS
sian R evolution. 2. vols. Nue
publicaciones pueden ser es
va York, 1935.
tudiadas por todos los intere
Libro muy cuidado, escrito | sados en comprender a la m o
330
l i t i c a X B io grap hy .
ge, 1950.
Union
sin ce
W orld
War
II
(Academia A m e r i c a n a de
Ciencias Polticas y Sociales,
Annals, CCLXIII, mayo 1949).
Miscelnea, pero con muchas
y buenas orientaciones para
un estudio ms amplio.
1947.
Buen estudio introductor pa
ra el lector general que ne
Mass., 1950.
Estudio monogrfico y com
pleto, muy orientado sobre la
contienda entre extremistas y
modernos.
David
j
j
j
Sh u b :
Tenin.
Nueva
York, 1948.
Hostil, pero cuidado, erudito
y minucioso.
N. S. T imosheff : The Russian
R e v o l u t i o n : Twenty-Five
Years After, R eview o f Po
litics, V (1943), pgs. 115-440.
Reimpreso en W. Gurtan, edSoviet U n io n : B a ck g ro u n d ,
Ideo lo gy, Reality. Notre Da
1948.
C u b r e admirablemente el
campo indicado en el subt
tulo,
L on T rotsky: T h e H isto ry of
331
332
II.
LA S A B I D U R I A D F T A S E P O C A S
A ristteles; Poltica.
El libro V es la famosa dis
cusin de las revoluciones;
pero todo el libro, especial
mente el II, es el ms perti
nente.
Polibio: H istoria.
El libro VI contiene el rela
to bien conocido de las razo
nes para la estabilidad de la
poltica romana, que por con
traste arroja gran cantidad
de luz sobre nuestro tema
de inestabilidad poltica.
T ucbides ; H istoria.
En el libro III, 82,2, empie
za uno de los mejores infor
333
inris c o m m e n c e n . E l le cto r
in tere sa d o puede que desee
seg u ir este tem a h asta leer
las p ro p ias m em orias de De
R etz, qu e se o b tien e n f cil
m en te en n u m ero sas edicio
nes fra n ce sa s. Hay u na ver
sin inglesa de E v ery m an 's
to de la o b ra . Un cuidadoso
estudio de L. J . H en d erson :
Pareto's General Sociology : A
Physiologists In tcrp re ta tio n ,
C am bridge, Mass., 1935, sirve
para paliar e sta s dificultades.
A P a reto se le c ita aqu en el
Library.
York, 1949.
P l a y : L organisation d e la
fa m ille , Tambin los volme
nes de L es o u v rters europ en s.
Le
i l l ia m
G raham
SAmER: Folk-
ways.
ie r
: The
E ttd le s s A d -
i
i
1
j
R o b e rt W alpole. T a m b in es
til p a ra n o so tro s, p o rqu e, si
no co m p ren d em o s la e s ta b i
lidad so cia l, no p od em os e s
p e ra r que co m p ren d am o s la
in estab ilid ad so cia l. E l propio
W alpole es un e je m p lo tan
perfecto del hombre a pro
335
ITT.
LOS MARXISTAS
337
B R IN T O N .---- 22
dres, 1939.
of
K a rl
M a rx.
1903.
Admirable y equilibrado an
lisis hecho por un marxista
norteamericano muy compe
tente.
3 3S
C o m m u n ist
M anifest,
de
Marx:
O bras de S talin :
L eninism o. Londres, 1940.
IV .
LA SO CIOLO G IA DE LAS R E V O L U C I O N E S
A d a m s : T h e T h eo ry o/
social R evolutions. N u e v a
ro o ks
York, 1913.
Una de las primeras predio
ciones sobre la decacencia de
Occidente. Debe leerse con el
libro de Mr. Georges Soule
inserto ms adelante.
Arthur
B a u e r : E ssa i su r les
rvotutions. Pars, 1908.
W ulf
Trabajo en colaboracin, di
rigido al comercio del libro
alemn, pasado de moda, pe
ro valioso para el estudiante
339
ea n
tingen, 1948.
Breve y muy cuidadoso ensa
yo de un culto socilogo ale
mn, especialmente sobre la
tradicin occidental.
D. W. B roan: T h e P rice of
R evolution. Londres, 1951.
de F ortune : U.S.A.:
T h e P e r m a n e n t R evolu
tion (1). Nueva York, 1951.
340
j
l
I
L. P. E dwrds: T h e N atural
P rin cipies a n d P r o b l e m s
(Nueva York y C i n c i n a t i ,
1945).
1942.
La triloga, de la cual este li
bro es el ltimolos otros,
sobre Napolen y Talleyrand,
tratan de la era revoluciona
ria francesa, es una de las
mejores generalizaciones acer
ca de los hombres en socelucin p erm a n en te, publicada
en nuestra Biblioteca de Cien
cias Sociales. (N . d el E .)
T*heodor Geicer: D ie
M as se. a n d
ih re A k tio n : E in B e ira g zar
Soziologie d er R evolutionen.
d 'E ta t: the T ec n iq u e o f R e
volution. Traduccin inglesa.
v e r : T h o u gh ts in th e N a tu re
o f M ass M oventents. Nueva
Stuttgart, 1926.
Estudio psicolgico, con to
ques marxistas. Para quien
no sea alemn, un poco ne
buloso.
York, 1951.
Un librito poco presuntuoso,
con mucho ms sentido que
la mayora de los pesados es
tudios sociolgicos. Bsica
mente escptico, realista, in
cluso maquiavlico.
H. M. H yndman: T h e Evotution
o f R evolution. Londres, 1920.
Por uno de los precursores
del socialismo marxista en
Inglaterra. No muy claro pa
ra hoy.
A l f r e d Mensel: Revolution
and Counter-Revolution, E ncyclopedia o f th e Social Sciencies, X II, pgs. 367-76. Nue
va York, 1934.
Muy breve, pero con buena
y selecta bibliografa.
W. M. F. Petr ie : T h e R evolu
tion o f Civilization. 3.a edi
cin. Nueva York, 1922.
Escrito por un distinguido
egiptlogo. En realidad, no
pertenece a esta lista, pero
se incluye para recordar al
lector el gran alcance y sig
nificadoincluso en la histo341
R. M. Postgate:
H ow
to M ake
342
o f R ev o lu tio n : A utobiography
o f W estern Man. Nueva York,
1939.
Obra confusa para un norte
americano, escrita por un ale
mn con ideas hermosas e in
exactas, que elige hechos
convenientes y rechaza los in
convenientes; algo de la tra
dicin de Spengler, pero con
las suaves esperanzas de un
hombre de buena voluntad.
Lleno de interesantes suge
rencias y destellos de pers
picacia, potico para una na
turaleza prosaica.
th ro u g h
R evolution.
G b o r g e Soule: T h e Corning
York, 1934.
Un libro sensato y sobrio, es
crito por uno de los ms sen
satos liberales norteameri
canos. El libro se refiere ms
al tema general de las revolu
ciones que lo que su ttulo
indica.
343
INDICES
NDICE Al
Alcestes, 138.
A l e ja n d r o I , e m p e r a d o r d e
sia, 251.
Al e m b e r t ,
Ru
Amigos de la Constitucin, So
ciedades de, 199.
Amnista, 252 a 254.
Antagonismos sociales, 82-86.
A n t a n o v -O v s e e n k o , V. A., 133.
Apartamiento, 35.
A r e n d t , Hannan, 287.
A r g e n s o n , m a r q u s d ', 8 8 .
A r n o l d , Matthew, 63.
TABETICO
B
B
B
B
B
a beu f,
acon ,
eck,
F., 276.
Alexander. 319.
B ernarb, Samuel, 84.
B ernarjdino d e St . Pierre, 64.
B itzenko, Mme. A. A., 134.
B lake, almirante Robert, 235.
B odas d e F ga ro (L a s), 89, 90.
erkm a n ,
347
Brest-Litovsk,
conferencia
de,
133.
B rissot, Jacques Pierrre, 131,
162.
Brownstas, 186,
B rusilov, A. A., 130.
B ukharin , N. J., 207.
Clases, 70 a 88.
condicin econmica de las,
78.
dirigentes, 71, 78.
Clistenes, 37.
Cochin , Augustin, 59.
teora de la oposicin de, 104.
C o d e N apolen, 292.
Casandra, 88.
Catalina la Grande, 57,
348
1 E vera r,
D iccionario d e la B iografa
A m ericana, 137.
D iccionario de la B io grafa N a
cional, 137.
210.
d irecci n , 194.
disciplina, 193.
fanatismo, 191.
G a ngraena , 208.
349
H ea d s fo r th e Propasis, 207.
la, 34.
Induccin, 22.
I ngersoll, Robert, 142.
In sp ec to r g en era l, E l, 293.
Intelectuales, 61 a 70.
desercin de los, 61 a 70,.
discrepancias, 62.
4.
franceses, 64.
ingleses (poca victoriana),
63.
norteamericanos, 66.
rusos, 64.
I reton, Thomas, 257.
I sabel I, reina de Inglaterra, 56.
H b e r t , Jacques, 123.
Hebertistas, 209.
H elvtius, 64.
H emingway, Em est, 66.
H enderson, L. J., 24.
H enry , Patrick, 102,
I J ackson, Andrew, 278.
Hijas de la Revolucin Ameri Jacobinos, crculos, 124 a 127.
cana, 17.
funciones gobernantes, 199.
Hijos de la Libertad, 91, 110.
Ja c o b in s : A S tu d y in th e New
miembros, 128.
H istory, 125.
H ipcrates, 26.
Jacobo I, rey de Inglaterra, 56.
Historia, mtodo de la, 26, 27. J ameson, J. F., 129, 226.
uniformidades de la, 34, 304 Jeans, James, 22.
a 316.
Jefatura, concepto nietzschea.no
H istoria d e dos ciu d a d es, 85.
de la, 188.
H istoria d e la R evolucin rusa,
J efferson, Thomas, 16, 38. .
107, 137.
J ofee, A., 134.
H isto rik M arksist, 291.
J ohnson, Mrs. Francis, 229.
H itler , Adolf, 151.
J ohson, Samuel, 64.
H offer, E n e, 150.
J orge III, rey de Inglaterra, 57,
H olbach, Barn d', 64.
116.
H olles, Denzil, 93, 154.
personalidad, 116.
H o m b re s d e a cci n, 150.
J oyce, Comet, 160.
H o m b re s d e palabras, 150, 151.
Hora, Bob, 83.
H utchinson , Lucy, 79.
K alinin , Mikhail, 133, 296..
H utchinson , Thomas, 128.
K amenev, A., 134.
Hyde, Edward, 177.
K apital, Das, 136, 296.
K arakhan, L. M., 134.
K ercheval, Samuel, 16.
Idealistas en la revolucin, 147. K brensky, A., 99, 100, 110. ...
Ideas en relacin con la revolu
como jefe de Gobierno. 164
a 166.
cin, 69, 70.
350
j L ysenko, 284.
MacARTHUR, 299.
Mahoma, 238.
351
Muggletonianos, 208.
M uir , Ramsey, 48.
M ussolini, Benito, 151.
Nacionalismo, 235.
en la U.R.S.S., 259, 260.
Narodniques, 165.
Naseby, batalla de, 160.
N atural H isto ry o f R evolution,
61.
carcter, 142.
Palabras, propaganda en, 33.
Pareto, Vilfredo, 29, 33, 82.
Paris-D uvernoy, Joseph, 53, 84.
Parker, Henry, 68.
Parlamento de los Santos, 203.
P a rlem en t de Pars, 96.
Peatn, 71.
Plejanov, G. V., 151.
Plutarco, 183.
50.
Poincar, J. H., 27.
Pokrovsky, M. N., 134.
BR1NTON. 2 3
Romanoff, 254.
universal en Rusia,
190.
Sukharevka, mercado, 214.
R ussian P u rge a n d the E xtra e- j Sun Y at-Sen, 38.
Sverdlov, J. M., 133.
tion o f C o n fessio n, 276.
Sade, marqus de, 144.
Sainte-B euve, Charles, 138.
Saint -H uruge, marqus de, 139.
Saint-J ust, Louis A., 135.
Saint -Simon, conde de, 219.
Scorr, Sir Walter, 64.
S h ip M otiey, 45.
Simbolismo en la revolucin,
238, 239.
Sm it h , Adam, 53.
44.
Socialista revolucionario, parti
do, 130.
Socialistas rusos, 164, 165.
Sociedad, teora orgnica, 32
revolucin previa, 54.
S o cits de p en se , 59.
Soln, 37.
Sorokin, P. A., 44.
Soviets, desarrollo de los, 171.
evolucin poltica, 198.
Spencer, Hcrbert, 20.
354
T erAmenes, 37.
T ererschenko, M. L., 133.
Terror:
causas, 241 a 248.
antagonismos de clase, 244,
245.
crisis econmica aguda, 244.
extremismo de la dictadura,
245, 246.
fe religiosa, 246.
hbito de la violencia, 242.
nuevas instituciones, 243,
244.
presin de la guerra, 243.
efectos, 218 a 241.
en los afiliados, 224 a 241.
en los profanos, 218 a 224.
expansin, 216 a 218.
T hot, Catalina, 210.
T imasheff, N. S., 260.
Timbre, Ley del, 50, 51.
T ocquevilee , Alexis de, 291.
T olstoy , Leo, 68.
o yn bee,
U lianov, V, I. (vase L en in ).
355
INDICE GENERAL
Pg.
Prlogo .........................................................................................
13
G racias ...........................................................................................................
14
Nota
editorial
......................... ..................................................................
C ap. I. Introduccin:
43
45
58
70
87
357
89
92
101
112
117
120
124
130
135
152
216
28
224
241
Cap. VIII.Termidor:
I. Universalidad de la reaccin termidoriana .................
II. Amnista y represin .................................... ......................
III. Retorno d la Iglesia .............................................
IV. La bsqueda del placer ...................................................
V. Rusia, revolucin permanente? ........ ..........................
VI. Resumen ................................................................................
249
252
261
267
275
287
358
In g la terra ..........................................................................
325
B)
328
C) F ra n cia ....................................................................
D) R u sia ..................................................
I I . La
sabidura de las p ocas ....................
I I I . Los marxistas ......................... ......................................................
IV.
I n d ic e
a l f a b t ic o
...........
330
233
2 j
339