Amor Que Perdona y Restaura.
Amor Que Perdona y Restaura.
Amor Que Perdona y Restaura.
14 de Junio 2015
Cuando Efram hablaba, era el terror; se levant en Israel, pero se hizo culpable con
Baal y muri *. 2 Y ahora continan pecando; de su plata se hacen obras fundidas,
dolos de su invencin, obra de artfices todo ello. Y a ellos dirigen la palabra,
ofrecen sacrificios. Hombres dando besos a los becerros! 3 Por eso sern como nube
maanera, como pasajero roco matinal, como paja arrebatada por el viento y como
humo de la chimenea.
Efram era la tribu ms representativa y belicosa del reino del norte (v.1); pero, en su
arrogancia, se olvid de Yahv y se fue tras de los cultos de Baal. Sus arrebatos idoltricos
llegaron al colmo, pues se fabrican sus dolos, a ellos dirigen la palabra, dando besos a los
becerros (v.2). La frase es irnica.
Efram ha pretendido organizar su vida con independencia de sus tradiciones yahvistas, pero los
arrebatar el viento de la invasin y desaparecern como nube maanera, como roco matinal
(v.5). No han querido basar su vida nacional sobre el hecho de que el nico Dios es Yahv, que
los sac de Egipto (v.4) y los cre como nacin. Es intil que busquen otro salvador fuera de
Yahv, pues no lo hay. En el desierto, tierra abrasada, Yahv sell un pacto con ellos; fueron
reconocidos como pueblo de Dios (Yo te conoc en el desierto, v.5); por eso no deben ellos
reconocer otro Dios que Yahv. Los profetas siempre apelan a la vida de Israel en el desierto
como la poca de oro de las relaciones entre el pueblo elegido y su Dios. Entonces los israelitas,
desprovistos de todos los medios materiales, tenan que vivir de la intervencin milagrosa de
Yahv; pero despus en la tierra de Canan, cuando empezaron a prosperar en su vida
nacional, se olvidaron del que les haba creado como pueblo: Se hartaron en sus pastos y me
olvidaron (v.6). Lejos de reconocer que su prosperidad les vena de Yahv, le abandonaron, y
atribuyeron su bienestar a los dolos cananeos.
Israel, representado aqu por la nortea tribu de Efran, tena una historia de grandeza,
sin embargo, para los das de Oseas la gente se haba rebelado contra Dios y haba
perdido prestigio entre las dems naciones. La grandeza del pasado no es garanta de la
grandeza del futuro. Es bueno recordar lo que Dios ha hecho por nosotros y a travs
nuestro, pero es igualmente importante mantener actualizada nuestras relaciones con El.
Consgrese a Dios da tras da y momento tras momento.
Te traigo la ruina, oh Israel! y quin podr socorrerte? 10 Dnde est, pues, tu rey,
para salvarte en todas tus ciudades? Dnde tus jueces, de quienes decas: Dame
rey y prncipes? 11 Yo te doy un rey en mi furor, y en mi ira te los quito. 12 La
iniquidad de Efram est agavillada, su pecado est reservado. 13 Vendrn sobre l
dolores de parto, pero ser (el parto de) un hijo necio, que no sabr ponerse al
tiempo oportuno a la abertura del seno. 14 Los rescatar del poder del seol? Los
redimir de la muerte? Dnde estn, oh muerte! tus epidemias? Dnde tu peste,
oh seol? La compasin se oculta a mis ojos. 15 Ciertamente es fecundo entre sus
hermanos, pero vendr el solano; el viento de Yahv subir del desierto y secar su
fuente, y agotar sus manantiales; l saquear el tesoro y todos los objetos
preciosos.
Los vv. 9 al 11 dan un discurso de disputa que responde a las objeciones de algunos a este
mensaje tan duro del profeta. Ellos an creen que la nacin no ser destruida; creen todava
que un nuevo rey y un nuevo pacto pueden arreglarlo todo. Sin embargo, no es el profeta el
que responde, sino Dios quien disputa con su pueblo. Desde el principio la monarqua de Israel
desafi el seoro del Seor. Ahora, Dios anuncia que todos los reyes, desde Sal hasta Oseas,
han sido una expresin de su furor, y en su ira los han quitado, desde Sal hasta Oseas. Esta
disputa ocurre durante los ltimos tres aos de Samaria despus de la cautividad del rey Oseas
( 2Reyes_17:3-5); y contesta a los que piensan en poder establecer a un nuevo rey y que no
hay nada que ellos puedan hacer que frustre el plan de Dios para castigar a Israel.
La magnanimidad de Yahv para con su pueblo ha sido interpretada como derecho a la
impunidad; pero, en realidad, el pecado de Efram est reservado, es decir, guardado
cuidadosamente para el da de la cuenta. Los pecados de Efran (Israel) quedaron registrados
para un juicio posterior. Este no fue un caso especial. Todos nuestros pecados son conocidos y
sern revelados en el Da del Juicio (2Corintios_5:10; Apocalipsis_20:11-15).
Viene sobre Samaria el castigo porque se rebel contra su Dios. Caern a la espada
sus prvulos, sern estrellados, y sus mujeres encinta sern hendidas. 2 Vuelve,
Israel, vuelve a Yahv, tu Dios, \ pues has cado por tus iniquidades. 3 Buscad
palabras y retornad a Yahv, diciendo: Perdona toda iniquidad y acepta lo bueno, y
pagaremos con el fruto de nuestros rediles.
De nuevo Oseas insiste en que Israel tiene que arrepentirse: Vuelve, oh Israel...! Esta
necesidad de volver es an ms urgente porque Israel ha cado, o ha tropezado como advirti el
profeta en 5:5. Esta palabra de Oseas procede de los mismos das de la destruccin de Samaria
en el ao 722; son las ltimas palabras del profeta. La nacin ha cado, pero el pueblo de Dios
todava puede acercarse al Seor si toma esta confesin en un acto autntico de
arrepentimiento. Ha de confesar su pecado: Quita toda la iniquidad... El hombre tiene que
reconocer que es pecador.
El pueblo poda regresar a Dios y pedirle que perdonara sus pecados. El perdn comienza
cuando vemos lo destructivo que puede ser el pecado y la futilidad de vivir sin Dios. Luego
tenemos que reconocer que no podemos salvarnos a nosotros mismos, y que nuestra nica
esperanza es la misericordia de Dios. A pesar de que no podemos demandar el perdn,
podemos tener la seguridad de que Dios nos ha perdonado porque El es misericordioso y
amoroso y quiere restaurarnos, del mismo modo que quiso restaurar a Israel. Usted puede
demandar perdn y sus pecados sern perdonados, porque para eso muri Cristo en la cruz
(Juan_3:16).
Podemos errar al olvidarnos del amor de Dios y sentir que nuestros pecados no tienen
remedio; pero tambin podemos errar al olvidarnos de su ira contra nuestros pecados y
pensar que seguir aceptndonos sin importar la forma en que actuemos. Perdn es una
palabra clave: cuando Dios nos perdona, castiga el pecado pero muestra misericordia
para con el pecador. Nunca debemos temer ir a Dios para que borre nuestra deuda y
renueve nuestra vida.
CONOCIENDO A DIOS.
EL ARREPENTIMIENTO TRAE PERDON
Buscad a Jehov mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que est cercano.
Deje el impo su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vulvase a Jehov,
el cual tendr de l misericordia, y al Dios nuestro, el cual ser amplio en perdonar.
Isaas 55:6, 7