Apuntes Del Capitulo XIII Del Leviatan de Hobbes

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A mor del mismo gnero, adquirido por reminiscencia insistente,

es decir, por imaginacin del placer pasado; LUJURIA.


A mor singular de alguien, con el deseo de ser singularmente
amado, PASIN AMOROSA. La misma cosa, con el temor
de que esa estimacin no sea mutua, CELOS.
El entusiasmo repentino es la pasin que mueve a aquellos
gestos que constituyen la RISA; es causada o bien por algn
acto repentino que a nosotros mismos nos agrada, o por h
aprehensin de algo deforme en otras personas, en comparacin
con las cuales uno se ensalza a s mismo. Ocurre esto a
la mayor parte de aquellos que tienen conciencia de lo exiguo
de su propia capacidad, y para favorecerse observan las imperfecciones
de los dems. Por tanto, la frecuencia en el rer de
los defectos ajenos es un signo de pusilanimidad. Porque los
hombres grandes propenden siempre a ayudar a los dems
en sus cuitas, y se comparan slo con los ms capaces.

CAPITULO XIII
De la CONDICIN NATURAL del Gnero Humano, en lo que
Concierne a su Felicidad y su Miseria ///****
La Naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en las
facultades del cuerpo y del espritu p. 100
Esta es la causa de que si dos hombres desean la misma
cosa, y en modo alguno pueden disfrutar la ambos, se vuelven
enemigos, y en el camino que conduce al fin (que es, principalmente,
su propia conservacin y a veces su delectacin tan
slo) tratan de aniquilarse o so juzgarse uno a otro p. 101
Los hombres estn en constante peligro
Dada esta situacin de desconfianza mutua, ningn procedimiento
tan razonable existe para que un hombre se proteja
a s mismo, como la anticipacin, es decir, el dominar por
medio de la fuerza o por la astucia o todos los hombres que
pueda, durante el tiempo preciso, hasta que ningn otro poder
sea capaz de amenazarle. Esto no es otra cosa sino lo que
requiere su propia conservacin, y es generalmente permitido
Adems, los hombres no experimentan placer ninguno (sino,
por el contrario, un gran desagrado) reunindose, cuando no
existe un poder capaz de imponerse a todos ellos. P. 102
As hallamos en la naturaleza del hombre tres causas principales
de discordia. Primera, la competencia; segunda, la desconfianza;
tercera, la gloria.

La primera causa impulsa a los hombres a atacarse para


lograr un beneficio; la segunda, para lograr seguridad; la tercera,
para ganar reputacin.
Con todo ello es manifiesto que durante el tiempo en que
los hombres viven sin un poder comn que los atemorice a
todos, se hallan en la condicin o estado que se denomina
guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos
Porque
la GUERRA no consiste solamente en batallar, en el acto de luchar,
sino que se da durante el lapso de tiempo en que la
voluntad de luchar se manifiesta de modo suficiente
Todo el tiempo restante es de paz.
Los deseos y otras pasiones del hombre
no son pecados, en s mismos; tampoco lo son los actos que
de las pasiones proceden hasta que consta que una ley las
prohibe: que los hombres no pueden conocer las leyes antes
de que sean hechas, ni puede hacerse una ley hasta que los
hombres se pongan de acuerdo con respecto a la persona que
debe promulgarla. P. 103
En esta guerra de todos contra todos, se da una consecuencia:
que nada puede ser injusto. P. 104
Donde no
hay poder comn, la ley no existe: donde no hay ley, no hay
justicia.
Justicia e injusticia, no son facultades ni del
cuerpo ni del espritu. Si lo fueran, podran darse en un hombre
que estuviera solo en el mundo, lo mismo que se dan sus sensaciones
y pasiones. Son, aqullas, cualidades que se refieren al
hombre en sociedad, no en estado solitario. Es natural tambin
que en dicha condicin no existan propiedad ni dominio, ni
distincin entre tuyo y mio; slo pertenece a cada uno lo que
puede tomar, y slo en tanto que puede conservarlo
Las pasiones que inclinan a los hombres a la paz son el temor
a la muerte, el deseo de las cosas que son necesarias para una
vida confortable, y la esperanza de obtenerlas por medio del
trabajo. P. 105
La razn sugiere adecuadas normas de paz, a las cuales
pueden llegar los hombres por mutuo consenso. Estas normas
son las que, por otra parte, se llaman leyes de naturaleza
CAPITULO XIV
De la Primera y de la Segunda LEYES NATURALES,
Y de los CONTRATOS

EJ DERECHO DE NATURALEZA, lo que los escritores llaman


comnmente jus naturale, es la libertad que cada hombre tiene
de usar su propio poder como quiera, para la conservacin de
su propia naturaleza, es decir, de su propia vida p. 106
Por" LIBERTAD se entiende, de acuerdo con el significado
propio de la palabra, la ausencia de impedimentos externos,
impedimentos que con frecuencia reducen parte del poder que
un hombre tiene de hacer lo que quiere; pero no pueden impedirle
que use el poder que le resta, de acuerdo con lo que ~u
juicio y razn le dicten.
l/Ley de naturaleza (lex naturalis) es un precepto o norma
general, establecida por la razn, en virtud de la cual se prohibe
a un hombre hacer lo que puede destruir su vida o privarle
de los medios de conservarla; o bien, omitir aquello
mediante lo cual piensa que pueda quedar su vida mejor
preservada.
el DERECHO consiste en la libertad
de hacer o de omitir, mientras que la LEY determina
y obliga a una de esas dos cosas
La condicin del hombre (tal como se ha manifestado en
el captulo precedente) es una condicin de guerra de todos
contra todos, en la cual cada uno est gobernado por su propia
razn, no existiendo nada, de lo que pueda hacer uso, que
no le sirva de instrumento para proteger su vida contra sus enemigos p. 106 107
De aqu se sigue que, en semejante condicin, cada
hombre tiene derecho a hacer cualquiera cosa, incluso en el
cuerpo de los dems. Y, por consiguiente, mientras persiste
ese derecho natural de cada uno con respecto a todas las cosas,
no puede haber seguridad para nadie (por fuerte o sabio que
sea) de existir durante todo el tiempo que ordinariamente
la Naturaleza permite vivir a los hombres p. 107
cada hombre debe esforzarse por la paz, mientras tiene la
esperanza de lograrla; y cuando no puede obtenerla, debe
buscar y utilizar todas 'las ayudas y ventajas de la guerra

PRIMERA LEY DE LA NATURALEZA:


La
primera fase de esta regla contiene la ley primera y fundamental
de naturaleza, a saber: buscar la paz y seguirla
La
segunda, la suma del derecho de naturaleza, es decir: defendernos
a nosotros mismos, por todos los medios posibles.

SEGUNDA LEY DE LA NATURALEZA:


que uno acceda, si los dems consienten tambin,
y mientras se considere necesario para la paz. y [65] defensa
de s mismo, a renunciar este derecho a todas las cosas y a
satisfacerse con la misma libertad, frente a los dems hombres,
que les sea concedida a los dems con respecto a l mismo.
RENUNCIAR AL DERECHO DE HACER CUANTO LE AGRADE
[Renunciar un derecho a cierta cosa es despojarse a s
mismo de la libertad de impedir a otro el beneficio del propio
derecho a la cosa en cuestin
As que el efecto causado a otro hombre por la renuncia al
derecho de .. alguien, es, en cierto modo, disminucin de los
impedimentos para el uso de su propio derecho originario. P. 108
Se abandona un derecho bien sea por simple renunciacin o
por transferencia a otra persona. Por simple renunciacin
cuando el cedente no se preocupa de la persona beneficiada
por su renuncia. Por TRANSFERENCIA cuando desea que el beneficio
recaiga en una o varias personas determinadas.
Cuando
una persona ha abandonado o transferido su derecho por cualquiera
de estos dos modos, dcese que est OBLIGADO o LIGADO
a no impedir el beneficio resultante a aquel a quien se concede
o abandona el derecho. Debe aqul, y es su deber, no
hacer nulo por su voluntad este acto. Si el impedimento sobreviene,
prodcese INJUSTICIA o INJURIA

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