Conoce La Biblia - Nuevo Testamento 07 - Introduccion Y Tesalonicenses
Conoce La Biblia - Nuevo Testamento 07 - Introduccion Y Tesalonicenses
Conoce La Biblia - Nuevo Testamento 07 - Introduccion Y Tesalonicenses
EPSTOLAS PAULINAS.
1. a y2. a A LOS TESALONICENSES
P. Bruce Vawter, C. M.
CONOCE LA BIBLIA:
NUEVO TESTAMENTO
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IdLCSla DE SAN
INTRODUCCIN A LAS
EVANGELIOS
CARTAS PAULINAS
HECHOS
PRIMERA Y SEGUNDA
EPSTOLAS
A LOS TESALONICENSES
APOCALIPSIS
Introduccin
Firmas internacionales
Rigor cientfico
Sencillez asequible
Comentarios pastorales
Comentario
Por
Bruce Vawter, C. M.
St. Thomas Seminary
Denver, Colorado
EDITORIAL
SAL
SANTANDER
TERRAE
(Espaa)
GUlDK:
NDICE
#
Pgs.
Imprim Potest:
Censor
Imprimatur:
JAVIER AZAGRA
Vicario General
Santander, 16 Octubre 1965
IN
SPAIN
Pablo probablemente naci pocos aos despus de comenzar la era cristiana en Tarso de Cilicia, "ciudad ilustre" (Act 21:39). Puesto que era todava "joven" cuando
apedrearon a Esteban (Act 7:58) suceso que ocurri
pocos aos despus de comenzar la Iglesia en Jerusaln,
Pablo debi de nacer mientras nuestro Seor estaba t o -
dava en Nazaret. "Joven" parece indicar que andaba cerca de los treinta aos. Tarso, ciertamente, en tiempo de
Pablo era una importante ciudad comercial, totalmente
cosmopolita y enteramente helenizada por la cultura griega comn en todo el Oriente. Una poderosa colonia juda
estaba all desde antes de la poca de los Macabeos
(II Mac 4:30). Por tanto parece lo ms probable que Pablo
sea por nacimiento griego, i. e. judo de lengua griega.
Hay algn indicio de que Pablo proviene de una importante familia juda. Era ciudadano romano por nacimiento (Act 22:28) y puesto que no se nos ha dicho cmo
su familia adquiri ese codiciado privilegio, se puede conjeturar que fue resultado de una compra. Ms tarde se
dice cmo miembros de la familia de Pablo se enteran de
un complot contra la vida de ste despus que le hicieron
prisionero en Jerusaln (Act 23:16). Se sugiere, pues, que
la familia de Pablo tiene entrada en los crculos de influencia ya que el complot ha sido preparado en connivencia con el alto tribunal judo. El hecho de que Pablo
haya ejercido el oficio de fabricante de tiendas (Act 18:3),
no dice nada en contra de ello, porque era costumbre
de siempre el que los judos de alto rango aprendieran
un oficio.
Por otra parte, el evidente respeto con que Pablo es
considerado por los lderes del judaismo de Palestina, durante el tiempo de su persecucin a la Iglesia, podra argir en favor de la influencia de su familia.
Su judaismo ferviente
En realidad el farisesmo cuando fue enseado por grandes maestros como Hillel y Gamaliel, era la forma de
religin aceptada por la gran mayora de los judos como
la verdadera interpretacin del espritu del Antiguo Testamento. Combinaba la reverencia por los libros sagrados
con el reconocimiento de que la religin haba de ser un
modo actual de vivir, no permitiendo que se fosilizara en
los libros. Nuestro Seor en ms de una ocasin se puso
del lado de los fariseos contra sus principales rivales, los
saduceos, quienes se inclinaban al escepticismo en religin
y eran paganos en su pensamiento, orgullosos y ms interesados por este mundo que por el mundo del espritu. Pablo, como vemos, siendo ya cristiano, miraba su educacin
estrictamente farisea como una nota de legtimo orgullo.
El Evangelio tambin hace mencin de otros fariseos que
desde el principio fueron atrados por la doctrina de Nuestro Seor y que le aceptaron como el prometido de Israel.
Por lo tanto si es un hecho innegable, del que el Nuevo
Testamento no nos deja duda, que el farisasmo en algunas ocasiones degener en un fanatismo meramente nacionalista, no debemos olvidar que es igualmente verdad
el que tuvo en sus filas dignos herederos de la antigua revelacin, quienes procuraban sinceramente conducirse de
manera irreprensible en la presencia de Dios segn la
prctica de su Ley.
No hay razn para pensar que Pablo no fuera de igual
manera movido en su oposicin inicial al Cristianismo. No
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Saulo cristiano
Naturalmente cristianos y judos se maravillaron cuando Pablo se levant en la Sinagoga de Damasco, pero no
para buscar a los judos cristianos y castigarles, sino
para dar testimonio de su fe cristiana y predicar a Jess
como Hijo de Dios. Poco a poco se fueron convenciendo
hasta aceptarle por lo que ahora era, para alegra de los
cristianos y creciente odio de sus enemigos.
Sabemos del mismo Pablo que entonces se retir a Arabia por un perodo indeterminado (Gal 1:17), detalle que
no se narra en los Hechos de los Apstoles. No se nos dice
dnde se retir y con qu fin lo hizo. "Arabia" puede significar, y probablemente significa aqu, el territorio rural
nabateo, justamente al este de Damasco, fuera de la esfera de influencia romana. Se puede pensar que Pablo se
retir de los debates de la ciudad por un tiempo con el
fin de prepararse con la oracin y la meditacin a su nueva vocacin. De cualquier manera, volvi pronto a Damaslos judos de Damasco, demostrando que Jess es el Cristo"
(Act9:22). Aqu permaneci durante tres aos (Gal 1:18).
Por fin sus adversarios los judos forzaron su salida y
le hubieran quitado la vida de haber podido hacerlo. Contando con la ayuda del representante local del rey de
Nabatea, Aretas IV, determinaron cerrar las puertas de
la ciudad para impedir su huida, cogindole as, a su placer, en la ciudad. Pero con la ayuda de sus hermanos los
cristianos, Pablo huy de noche por encima de la muralla
de la ciudad y as escap con vida (II Cor 11:32; Act
9:23-25). Se puede dar una fecha aproximada de este suceso, ya que fcilmente pudo ocurrir del 37 d. C. o antes
del 40 d. C. El emperador romano Tiberio, enemigo e n carnizado de Aretas, no hubiera tolerado actividad alguna nabatea en o cerca de Damasco; sin embargo Tiberio
muri en el ao 37 y Aretas en el 40,
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muchos judos de entonces y de ahora, tuvo de nacimiento un nombre estrictamente judo en su caso el nombre
de su gran antecesor benjaminita, el primer rey de Israel y otro que era traduccin o sonido similar, para
usarlo en las relaciones con el mundo gentil. Ahora que
Pablo comienza a emerger como representante de la Iglesia de los Gentiles, Lucas usa el nombre con el cual el
Apstol sera conocido desde entonces. Ninguna otra cosa
se nos dice del trabajo de Pablo y Bernab en Chipre, excepto su encuentro con Elymas Bar-Jess, un judo consejero del procnsul romano Sergius Paulus. Atravesaron
la isla de este a oeste, predicando en las sinagogas, aparentemente con algn xito, pues haban conseguido la amistad del procnsul, ocasionando as la intervencin de
Elymas.
Lucas concluye el episodio relatando que el procnsul
"crey y que estaba maravillado de la doctrina del Seor"
(Act 13:12). No es cierto si esto significa que se hizo cristiano. Es posible, ya que el judaismo era una "religin
legal" en el Imperio Romano, y el Cristianismo en este
tiempo no era mirado con desprecio como una secta del
judaismo. En el Museo Metropolitano de Nueva York
hay una inscripcin griega procedente de Chipre, que
menciona a un cierto Quinto Sergio (el resto del nombre
est perdido) como procnsul en el tiempo del Emperador Claudio. Esto lo toman algunos como una referencia
a Sergio Paulo. Pero ni aqu ni en ningn otro documento
contemporneo o escrito literario se da una informacin
concerniente a este hombre.
Apostolado en Asia Menor
De Chipre, Pablo y sus compaeros navegaron a la vecina Asia Menor, a la costera ciudad de Perge de Panfllia.
Al parecer no permanecieron aqu mucho tiempo sino que
inmediatamente comenzaron a planear cmo proseguir
ms al norte, a Antioqua de Pisidia. En ella Marcos les
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Lucas ha ordenado los Hechos de los Apstoles de m a nera local ms que estrictamente cronolgica; por lo
tanto, nosotros no estamos siempre del todo seguros e n
qu orden sucedieron en realidad determinados hechos.
Sin embargo la mayora de los comentadores identifican
el Concilio de Jerusaln de Act 15:1-35 con la relacin d e
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trascontinental a visitar las ciudades a donde haban llegado en su ltimo viaje, Listra y Derbe. Consigo tom a
Silas, personaje importante en la Iglesia de Jerusaln. el
cual haba venido a Antioqua (Act 15:22). Como aparece
ms tarde, Silas era como Pablo, ciudadano romano, hecho
que probablemente influy en la eleccin de Pablo. En
Listra tom tambin consigo al joven cristiano Timoteo
(Act 16:1-3) que estaba destinado a ser su discpulo favorito y su principal colaborador, el cual es mencionado en
casi todas las epstolas de Pablo. Pablo circuncid a Timoteo, no como una concesin al principio que la ley mosaica requera para el cristiano, sino para hacer posible su
ministerio entre los judos, quienes saban que la madre
de Timoteo era juda y le habran considerado en su estado de incircuncisin como un apstata detestable.
El resto de la ruta de Pablo en el Asia Menor est sujeto a discusiones. Lucas indica que ellos "pasaron a travs
del territorio de Frigia y Galacia" (Act 16:6). Si por "Galacia" quiere indicar la provincia romana de este nombre,
ellos estuvieron en Derbe, Listra e Iconio. Si quiere decir
la regin conocida con este nombre en los tiempos anteriores, Pablo hizo entonces un largo recorrido hacia el
norte y este, del cual no tenemos informacin alguna. Lucas dice que "les impidi el Espritu Santo hablar la palabra en la provincia de Asia". Evidentemente la intencin
de Pablo era dirigirse a Efeso, la ciudad principal de la
provincia romana del Asia y blanco natural para su celo,
una ciudad donde ms tarde iba a encontrar una Iglesia
floreciente. Pero por el momento era claro para l, por
algunos medios no revelados, que no era tiempo de que l
fuera all. Tampoco le fue permitido entrar en Bitinia, al
norte del Asia Menor. Por una ruta, pues, que no nos es
enteramente conocida, los misioneros se encontraron en
Trade, al noroeste de la costa del Asia Menor (Act 16:7 ss).
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Entrada en Europa
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zara la unin de la filosofa griega con la revelacin bblica y que nosotros conocemos con el nombre de la edad
patrstica de la Iglesia. Los Hechos de los Apstoles dejan
una pequea duda de si Pablo mir su predicacin a los
atenienses en gran parte como un fracaso. Por la primera carta a los Tesalonicenses sabemos que el Apstol tuvo
otras preocupaciones, principalmente en lo que se refiere
al estado de la Iglesia en Tesalnica, que, como l supo
por Timoteo, estaba soportando una persecucin por parte
de los que haban seguido la pista de Pablo desde la ciudad. Deba de estar algo desanimado cuando decidi pasar
a la vecina Corinto.
En Corinto
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La divisin que hacemos del apostolado de Pablo en viajes es, como lo hemos indicado anteriormente, artificial,
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Aunque los Hechos de los Apstoles dedican considerable espacio a la historia de la misin de Efeso (Act 18:2419:40), sin embargo se nos dan muy pocos detalles. Efeso,
a donde Pablo haba tratado de llegar en su primer viaje,
era la ciudad principal del Asia Menor. Como la Iglesia
estaba floreciente en Asia Menor, probablemente Pablo
consider a Efeso como el centro de sus operaciones ms
que a Corinto, que estaba ms inaccesible. Desde este centro "todos los que viven en la provincia de Asia, judos y
gentiles, oyen la palabra de Dios" (Act 19:10). Probablemente durante estos dos aos el Evangelio se extendi
hacia el Oriente, hasta Colosos y la regin del valle de
Lizus. Por la carta a los Colosenses, tenemos noticias de
una Iglesia floreciente en Colosas, Hierpolis y Laodicea.
Probablemente tambin la evangelizacin de Trade tuvo lugar en este tiempo (cf. Act 20:5-12). El pas por el que
pas Pablo camino de Efeso, y donde iba "alentando a
todos los discpulos" (Act 18:23), es muy probable que incluya las ciudades del Asia Menor evangelizadas durante
su primer viaje: Derbe, Listra, Iconio y Antioqua de
Pisidia, que miraran a Efeso como su metrpoli. Es probable que desde Efeso dirigi Pablo a ellas su carta a los
Glatas para animarles a luchar contra la hereja judaizante y que l haba encontrado actuando con energa
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La razn para pensar en su prisin aparte de que Pablo confiesa en 2 Cor 11:23 que estuvo prisionero frecuentemente, ciertamente con ms frecuencia de las veces que
se menciona en los Hechos es que la carta a los Filipenses, escrita mientras Pablo estaba en la crcel, parece
datar de este perodo. Es muy afn en el lenguaje y en
las ideas a las cartas que nosotros sabemos con certeza
estn escritas en este perodo, ms que a las "otras epstolas de la cautividad" (Efesios, Colosenses, Filemn) escritas ms tarde cuando Pablo estaba prisionero en Roma.
La fiel Iglesia de Filipos, teniendo noticias de la desgracia
de Pablo, le conforta y anima y en contestacin Pablo
expres sus deseos de visitarles pronto y mientras tanto
enviaba a Timoteo como emisario suyo (Fil2:19-24; cf.
Act 19:21 s).
Algunos autores tambin creen que durante su permanencia en Efeso Pablo hizo un viaje de ida y vuelta a Corinto por mar; creen que tal visita es necesaria para explicar ciertas discrepancias entre la primera y la segunda
carta a los Corintios. Ante tales hechos, todos reconocen
que la narracin que se hace de Pablo en los Hechos es
incompleta, al estar compuesta del material que era de
inters para el autor en la exposicin de su esquema del
desarrollo de la Iglesia, ms que de lo que hubiera proporcionado una completa biografa del Apstol.
Segunda epstola a los Corintios
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No est claro cunto tiempo permaneci Pablo en Macedonia. Algunos concluyen de Rom 15:19, que el Apstol
no estaba contento con la asistencia apostlica que procuraba a las iglesias de Filipos, Tesalnica y Berea y llev
tambin su actividad misionera a nuevos territorios que
se extendan hasta el Adritico. De Macedonia finalmente
volvi a Corinto, donde permaneci tres meses; es probable que los meses de invierno cuando la navegacin es
imposible, hasta que determin volver a Siria por mar
(Actl0:ls). Cuanto nos es posible determinar cronolgicamente, aunque nunca de manera cierta, es que esto
tendra lugar en invierno del 57-58 d. C. De nuevo no se
nos dice nada de la actividad del Apstol en Corinto,
pero es cierto que la epstola a los Romanos fue escrita
aqu por este tiempo. De modo diferente a las otras cartas, Pablo dirige esta epstola a la Iglesia que todava no
ha visitado y de la cual no es su fundador, aunque su
plan actual es hacer un viaje a Roma (cf. Act 19:21). La
epstola difiere tambin de las otras cartas en que no h a
sido motivada por su ministerio, sino que, ms bien, es
la elaboracin doctrinal de algunos de los temas desarrollados en su carta a los Glatas.
El resto de la narracin del "tercer viaje misionero"
de los Hechos es de gran valor por la luz que arroja sobre
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la historia de la primitiva Iglesia, pero dice relativamente poco de Pablo. Cuando el Apstol, en la primavera del
ao 58, descubre un complot judo que se haba organizado contra l (las circunstancias del hecho no se han
esclarecido) abandona su viaje por mar y en cambio vuelve a Trade a travs de Macedonia, acompaado por algunos seguidores (Act20:3-6). En Filipos permaneci hasta
despus de Pascua, a continuacin, se qued una semana
en Trade, en la que haba ahora una comunidad cristiana organizada (Act 20:7-12). Desde Trade naveg hacia
el sur por la costa, haciendo escala en varios puestos, pero
procurando retrasarse lo menos posible, ya que haba determinado llegar a Jerusaln para Pentecosts (Act 20:1316). Por las epstolas conocemos el motivo de su ida a Jerusaln, que fue el dar para los pobres de la Iglesia-Madre
la colecta que haba recogido en las iglesias de Macedonia y Acaya, en cumplimiento del compromiso que tena
hecho haca mucho tiempo (cf. Gal 2:10).
Efeso era un lugar que Pablo no poda pasar completamente de largo cuando estuvo cerca. Desde la cercana Mileto, cit a la Iglesia de Efeso, a la que dirigi una
conmovedora alocucin, una de las ms personales que
los Hechos le atribuyen, en la que vaticina los sufrimientos que le esperan en Jerusaln por parte de sus hermanos
los judos (Act 20:17-38). Sin embargo, su sombra prediccin de que no volvera a verles, no se cumpli, si juzgamos por lo que se dice en las epstolas pastorales.
En lo restante del viaje de vuelta a Jerusaln, en que
los misioneros siguieron la ruta por mar que recorran
las naves de los comerciantes fenicios (Act 21:1-16), Pablo
fue advertido por dos veces, en Tiro y en Cesrea, de las
dificultades con que se iba a encontrar en Jerusaln. Pablo
y sus compaeros debieron de llegar con los corazones un
poco tristes a la Ciudad Santa, y probablemente la ltima
vez en la vida de Pablo.
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Prisionero en Palestina
Las circunstancias del arresto de Pablo y su encarcelamiento en Palestina nos las describen Act21:17-26:32. Las
advertencias y prediciones que tuvo en el viaje a Jerusaln se cumplieron ampliamente.
La Iglesia de Jerusaln, como era natural, estaba compuesta por judos que, siendo cristianos, observaban la
Ley Mosaica como, en realidad, el mismo Pablo haca en
su vida privada. La predicacin del Apstol de la salvacin
por la fe, en la que los judos y gentiles estaban en una
posicin de igualdad y en que la Ley era impertinente,
no fue inspirada en el desprecio a la Ley, la cual Pablo
siempre consider como santa; tampoco intent persuadir a los judos a que abandonaran la prctica de lo que
formaba parte de su legtima cultura nacional y tradicional. Por su parte, sin embargo, no era renunciar a sus
principios, cuando se avino a lo que le propusieron los cristianos de Jerusaln, de que hiciera una confesin pblica
de su prctica de la Ley para calmar los rumores de que se
opona a ella.
Esta estratagema fall y adems era probable que fallase. En Jerusaln, los judos cristianos, que frecuentaban
la sinagoga y el templo y, en general, se portaban como
otros judos, fcilmente podan dar la impresin de que
el Cristianismo no era otra cosa que una secta del Judaismo las divisiones doctrinales entre judos, que formaban diversas sectas reconocidas, con frecuencia no eran
ms pronunciadas, para quien juzgara desde fuera, que
las diferencias entre Cristianismo y el Judaismo principal. En aquellas circunstancias los mismos judos cristianos podan incluso considerar su fe diversa conforme
a este punto de vista. Pablo, sin embargo, haba comenzado un trabajo que era necesario para que no se realizara tal confusin, ya fuera por parte de los judos como
por parte de los gentiles. Su enseanza sobre Cristo, como
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punto central en la obra de la salvacin, no hubiera dejado duda de que la nueva religin no era meramente una
nueva interpretacin del Judaismo sino que le haba superado.
Sus enemigos, deseosos de tener algn pretexto para
castigar lo que ellos consideraban una traicin, falsamente le acusaron de introducir a los gentiles en los recintos
del templo, crimen que las autoridades romanas haban
determinado castigar con la muerte. Podemos hacer notar
que de nuevo fueron los judos griegos, implacables enemigos suyos (Act 21:27). Se levant un revuelo entre el
pueblo que finaliz con el arresto de Pablo, y slo su ciudadana romana le libr de la arbitraria brutalidad de los
soldados romanos, cuya primera intencin era apalearle
y despus investigar en la verdad o falsedad del hecho.
Traslado a Cesrea
Despus de un preliminar juicio oral delante del Supremo Consejo Judo y que termin en un desorden por causa
de un hbil juego de Pablo pero en el que trat de
presentar el verdadero motivo de su persecucin el
tribunal romano en Jerusaln le traslad en secreto, durante la noche, a Cesrea para prevenir el que fuera asesinado por parte de un grupo violento que se haba determinado a tomar la ley por sus manos. En Cesrea, que
era el cuartel general del Procurador romano, Antonio
Flix, de nuevo las autoridades judas acusaron a Pablo en
forma legal, pero sin resultado.
Ahora comienza para Pablo un perodo de unos cinco
aos durante el cual ser prisionero al menos tericamente. Aunque tena un cierto grado de libertad para
comunicarse con sus amigos y recibir sus visitas, sin embargo sus viajes apostlicos, por el momento, haban llegado a su fin. Antonio Flix, un oportunista sin escrpulos, conoca, por su larga experiencia en Palestina (haba
sido procurador desde el ao 52-60) que las acusaciones
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que se le hacan a Pablo no tenan fuerza, pero deseoso
y necesitado de estar a bien con las autoridades judas se
persuadi que era mejor tener a Pablo en la crcel.
Cuando Flix fue quitado de su cargo por el emperador Nern en el ao 60, fue reemplazado por Porcio Festo.
Festo fue un hombre honesto, cosa rara entre los procuradores romanos. Por otra parte, era un hombre sin experiencia y los enemigos de Pablo, que no le haban olvidado, trataron inmediatamente de aprovecharse de la candidez del procurador. Su plan era conseguir que Pablo
fuera enviado de nuevo a Jerusaln, con lo cual podran
ponerle alguna asechanza y conseguir con ello su muerte. Festo, totalmente inconsciente, consinti en sus planes porque deseaba comenzar su carrera en Palestina asegurndose la buena voluntad de los lderes judos. Cuando indic a Pablo que fuera a Jerusaln para tener un
juicio delante del Sanedrn, trat de garantizar con su
propia presencia el que se hiciera justicia. Pero Pablo
saba que, una vez que dejara la seguridad que le ofreca
Cesrea, tendra pocas probabilidades de salvarse. Flix
ya le haba tenido en prisin durante los dos aos estipulados para la preparacin de una acusacin formal y de
un juicio. Festo podra acarrearle un mayor mal al ignorar las fuerzas que se oponan a Pablo.
Pablo hizo la nica cosa que poda hacer: apel al
Csar haciendo uso de su prerrogativa de ciudadano romano y as forz su salida de Palestina. Despus de su
famosa defensa en presencia de Herodes Agripa II (Act
25:13-26:32) Pablo dejaba Tierra Santa probablemente
para no volver jams.
Viaje a Roma
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ticamente la nica relacin contempornea de los peligros de los viajes por mar.
Juntamente con otros prisioneros destinados a Roma,
Pablo fue transferido a un centurin de Cesrea quien
les embarc en una nave que se diriga a Asia. En Sidn
se le concedi a Pablo desembarcar para recibir las atenciones de sus hermanos, indicando probablemente con esto
que el Apstol se haba puesto enfermo. Desde Sidn navegaron al sotovento de Chipre y bordearon la costa de
Cilicia y Panfilia hasta que llegaron a Mira de Licia, en
la punta ms al sur de Asia Menor. Aqu cambiaron de
barco, tomando una nave alejandrina destinada a Italia.
Con dificultad llegaron hacia oeste hasta Cnidus, donde
no pudieron desembarcar por el viento. As navegaron
hacia el sur, al sotovento de Creta, donde desembarcaron con dificultad en el puerto de Buen Puerto.
Estaban en la mitad de setiembre cuando la navegacin comienza a ser peligrosa. Pablo aconsej al centurin
invernar en Buen Puerto a pesar de las malas condiciones de ste, pero decidi apresurarse hasta el puerto ms
seguro de Fenice. Intentando llegar a l y navegando a
lo largo de la costa de Creta, les cogi un fuerte viento
noroeste y les arrastr al mar abierto. Durante dos semanas fueron llevados por la fuerza del mar, hasta que por
fin naufragaron en la isla de Malta.
Despus de invernar en Malta, navegaron de nuevo en
otro barco alejandrino y, habiendo alcanzado Siracusa de
Sicilia a los tres das, continuaron por la costa hacia arriba, hasta Regio, en la punta de la bota de Italia. Dos das
ms tarde, con viento favorable, desembarcaron en Puteoli, entonces uno de los puertos principales de Roma.
All encontraron a cristianos que evidentemente pertenecan a la Iglesia de Roma y con ellos permanecieron
durante una semana. "Y as concluye Lucas llegamos
a Roma. Y los hermanos de all, teniendo noticia de
nuestra llegada, vinieron desde el mercado de Apio y las
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LA IGLESIA
En realidad nos ha dicho de manera equivalente que Pablo fue puesto en libertad, al decirnos que permaneci all
"durante dos aos completos" (Act 28:30). Como no presentaran contra l cargo alguno (de los cuales los judos
de Roma no estaban enterados, segn Act 28:21) sera
automtico el que fuera puesto en libertad al final de
estos dos aos. En las cartas que escribe Pablo desde Roma
durante este perodo del 61-63 d. C, aparece cmo miraba
l mismo con confianza su libertad. En este tiempo estaban con l Aristarco (Col 4:10), Epafras (Filem 23), Dems
(Col 4:14; Filem 24), Jess el Justo (Col 4:11), Lucas (Col
4:14; Filem 24), Marcos (Col 4:10; Filem 24), Onsimo
(Col 4:9; Filem 10), Timoteo (Col 1:1; Filem 1), y Tiquio
(Ef6:21; Col 4:7).
l t i m o s aos de Pablo
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El haber narrado la vida de Pablo supone que hemos indicado su importante significacin en la Historia de la
primitiva Iglesia. Como indicamos al comienzo, presidi
y experiment las etapas cruciales por las que la Iglesia
se desarroll desde una comunidad juda, que surgi en un
oscuro rincn del Imperio Romano, hasta transformarse
en un movimiento internacional de habla griega, establecido firmemente en todos los centros del mundo civilizado; en gran parte Pablo dirigi estas etapas de desarrollo y las inici. Una de las paradojas de la historia es que
al judo de Cilicia, hebreo de hebreos y fariseo, le atribumos el hecho principal, bajo la proteccin de Dios, de
que la Iglesia haya prescindido de las amarras de sus orgenes nacionales y haya venido a ser posesin de toda la
humanidad.
Si la religin cristiana ha llegado a ser el molde de
la civilizacin occidental a la que nosotros pertenecemos,
se le debe a Pablo ms que ningn otro hombre, Es por
esta razn por la que Lucas, aparte de lo fascinante de
la propia vida de Pablo, ha tomado la carrera de ste
como el contenido de la segunda parte de los Hechos.
Adems de ser un extraordinario hombre de accin,
Pablo era sobre todo el lder ms importante del primitivo
Cristianismo. Los grandes movimientos los originan las
grandes ideas, sin las cuales la accin es imposible. El
Cristianismo nunca poda haber llegado a ser lo que es
sin hombres como Pablo que, guiados por el Espritu Santo,
aplican hasta sus ltimas consecuencias el mensaje de la
verdad que el fundador del Cristianismo ense a sus primeros discpulos en Galilea y Judea. Sin embargo, para
conocer plenamente la grandeza de Pablo, debemos no
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La pregunta puede parecer al principio extraa: los escritos de Pablo se han de llamar cartas o epstolas? Para
nosotros parecen significar la misma cosa, aunque ordinariamente hablaremos de cartas y usaremos el trmino
"epstolas" ms bien semiconscientemente como un trmino tradicional o afectado, excepto cuando nos encont-amos ante documentos bblicos u otros documentos a n tiguos. Lo que queremos decir con la pregunta es: son las
epstolas de Pablo cartas verdaderas, esto es, simples extensiones o sustituciones de su conversacin, cartas como
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La pregunta ha adquirido ms importancia con el descubrimiento, al final de la pasada centuria, de los "papiros", un gran nmero de papiros manuscritos que datan
de los tiempos del Nuevo Testamento, encontrados principalmente en las arenas de Egipto, y que se componen
de documentos comerciales y privados de todas las clases,
muchos de los cuales son cartas. Inmediatamente se reconoci que el lenguaje del Nuevo Testamento, no slo el de
los escritos de Pablo, era el mismo griego familiar y vul-
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bre culto y escribi como tal, pero no dedic ni su educacin ni su inteligencia a tareas literarias.
Antecedentes en el Antiguo Testamento griego
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La recopilacin
Es probable que hasta el final del primer siglo del Cristianismo no se reunieron las epstolas de Pablo. Los evangelios escritos antes del final de este siglo, presentan
muy poca dependencia, si es que tienen alguna, con las
epstolas, las cuales, se puede presumir, eran desconocidas
a los evangelistas. Por otra parte, la literatura cristiana
de finales del s. i y comienzos del s. n supone un conocimiento de las obras recopiladas de San Pablo.
Las cartas dirigidas a las diferentes Iglesias, fueron
naturalmente guardadas por estas Iglesias y pasaron de
unas Iglesias a otras. Gradualmente fueron agrupadas en
una nica coleccin hasta llegar al nmero completo que
tenemos ahora. Sin duda hubo otros escritos de Pablo que
no poseemos. El primer testimonio cristiano del canon del
Nuevo Testamento menciona slo las epstolas de Pablo
que poseemos hoy y slo stas las ha considerado la Iglesia
como escritos inspirados.
El orden en que se encuentran las cartas ahora en
nuestras Biblias no es el original. Acerca de su orden original se tienen diversas opiniones: el orden actual proviene de comienzos del s. iv. Como se puede var a las inmediatas, este orden no tiene nada que ver con el orden
en que fueron escritas las epstolas. El nico cambio de
este orden es el que se refiere al lugar que ocupan Glatas
y Efesios (la ltima es en realidad algo ms larga que la
primera). Sin duda esta discrepancia tiene algo que ver
con la historia de la creacin de la coleccin, pero esto es
materia para que la discutan los peritos.
Importancia
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nen importancia por la misma importancia de Pablo. Anteriormente hemos tratado de mostrar el grado de esta
importancia.
Sin embargo, hay que aadir que las epstolas de Pablo tienen una significacin nica, ya que son los primeros
escritos cristianos. Ms antiguos que los escritos evanglicos, ms antiguos que el resto del Nuevo Testamento
tomado en su conjunto, son la primera exposicin que tenemos del depsito primitivo de la revelacin tal como
era conocido y credo por los primeros cristianos mucho
antes de que adquiriera su forma escrita en los Evangelios. Por lo mucho que conoce sobre el Seor y su obra de
salvacin, Pablo est en dependencia de esta tradicin
primitiva, la cual supone conocida para sus discpulos. Uno
de los valores de los escritos de Pablo consiste en que
podemos comparar sus expresiones ms antiguas de concepciones cristianas con expresiones posteriores de otras
partes del Nuevo Testamento y encontrar admitiendo
siempre nfasis diferentes e ideas apropiadas a los distintos entendimientos humanos cmo estas expresiones
coinciden en lo fundamental.
Las epstolas paulinas son el primer intento de una
teologa cristiana, realizado por un hombre de aguda inteligencia religiosa. La revelacin, la comunicacin del conocimiento divino, es slo un material crudo de la teologa. La teologa es la ciencia de la fe o de la revelacin;
convierte a la revelacin en una ciencia al llevar a la
razn a relacionarse con ella; ajustando sus diversas partes en un todo compacto, sacando sus implicaciones, exponindola en trminos de experiencia humana para
hacerla ms razonable y comprensible. La revelacin permanece constante, pero la teologa crece cuando los hombres avanzan de un pensamiento a otro mejor, a travs
de tentativas y errores, a lo largo de los siglos. Con Pablo
comienza este proceso histrico, y aun en el pequeo espacio de sus cartas, podemos ver un desarrollo en el cono-
49
52
Primera a los Tesalonicenses. Pablo se alegra por la constancia de los Tesalonicenses y se defiende contra sus
enemigos y de los Tesalonicenses que han dado una mala
interpretacin a su salida y ausencia de Tesalnica
(1:2-3:13). Recuerda la enseanza del Evangelio sobre la
moralidad de la sexualidad (4:1-8) y hace especiales recomendaciones sobre la prctica de la fraterna caridad
(4:9-12). A continuacin sigue una instruccin sobre la
segunda venida del Seor y su relacin con los cristianos
que ya han salido de esta vida (4:13-5:11). La epstola
termina con exhortacin final a la obediencia, caridad y
paciencia (5:12-28).
Segunda a los Tesalonicenses. Pablo da las gracias por
la fe y la constancia de los Tesalonicenses (1:3-12). Les
da una posterior instruccin sobre la segunda venida del
INTRODUCCIN
53
Seor, recordndoles que no es tan inmediata como algunos de ellos se h a n imaginado (2:1-12). Da de nuevo las
gracias porque Dios les haya elegido (2:13-17), pide sus
oraciones y promete las propias (3:1-5), y les advierte de
los abusos que se originan con la expectacin de la segund a venida (3:6-15). Termina con un saludo (3:16-18).
Autenticidad de la primera a los Tesalonicenses
54
INTRODUCCIN
55
Precisamente en este aspecto se pone un argumento supremo contra la autenticidad de 2 Th. Se dice que en esta
epstola se piensa algo diferente de la autntica carta
paulina 1 Th. En 1 Th 5.1 el Apstol dice a los Tesalonicenses que la venida del Seor ser de repente, sin ser
56
INTRODUCCIN
'
57
58
PRIMERA CARTA
A LOS TESALONICENSES
Texto y comentario
Salutacin 1:1
60
I TESALONICENSES 1:3-
5
le damos gracias, hermanos amados de Dios, sabiendo que soisde sus elegidos. 5 Porque nues-
tro mensaje de salud lleg a vo-'
sotros no slo con palabras, sino con fuerza sobrenatural, con
Espritu Santo, y con pleno resultado. Ya conocis por otra
parte nuestro comportamiento
en servicio vuestro, cuando es-
Despus del saludo, era costumbre el que los escritores de cartas manifestasen sus peticiones al
que la reciba. Pablo habitualmente acomoda
esta costumbre a las necesidades de sus lectores. En el presente c^iso, inteligentemente toma
ocasin de la accin de gracias convencional, a
causa de las virtudes de sus lectores, para exponer que su presencia entre ellos fue slo para
bien, en contra de las acusaciones que sus enemigos estaban presentando contra l. Esto se
prueba por la accin de la fe de ellos, la obra de
su caridad (as se debiera leer el texto), y la
duracin de su esperanza. Esta es la primera vez
que se hace mencin de las tres virtudes teologales en un documento cristiano. La asociacin
de las tres es habitual en Pablo que, lo mismo que
aqu, siempre las juzga como principios activos
que encuentran su expresin en obras buenas
Pero el Apstol se apresura a aadir que a l
no se le ha de atribuir nada por lo bueno que se
ha hecho en Tesalnica. Fue Dios quien les eli- E H : 4
gi, como una manifestacin de su amor, para
61
I TESALONICENSES 1:6-9
1 Cor
c0P
2:5
3:10;
4:1 s
62
63
I TESALONICENSES *2:4-8
rabie acogida que nos dispensasteis y el modo como os convertisteis de los dolos a Dios. As
servs al Dios vivo y verdadero,
IO y vivs esperando a su Hijo,
que ha de venir del cielo. Dios
lo resucit de entre los muertos;
y l, Jess, nos libra de la clera divina que viene ya.
10
mamiento no se basaba ni en el
error, ni en la impureza, ni en
el engao. 4 Una vez que Dios
nos ha aprobado y considerado
dignos de recibir su mensaje de
salud, hablamos, no para agrdar a los hombres, sino para
agradar a Dios, que escudria
y aprueba los sentimientos del
corazn. s Y as, bien lo sabis,
nunca hemos procedido con palabras de adulacin, ni con di-
*
5
6
7
Act
16:2 s
2
Act
1 Cor
9:14
64
9
10
n
12
Su fidelidad 2:13-16
Pablo reanuda su accin de gracias que comenz en 1:2. Todo lo que Pablo ha dicho anteriormente ha sido un motivo para dar las gracias y
un testimonio del bien realizado a travs de su
predicacin de la palabra. Tambin el inters
con que los Tesalonicenses reciben la palabra que
se les predic, es su testimonio de que la reconocen como la verdadera palabra del Dios. Este testimonio ha sido confirmado por su constancia
14 ante las persecuciones. Pablo mira esto como un
I TESALONICENSES 2:14-15
gracias a Dios, porque, habiendo escuchado su palabra, palabra que predicamos nosotros, la
abrazasteis, no como palabra de
hombre sino como palabra de
Dios, cual en verdad es. Ella
obra con toda eficacia en vosotros, los que habis abrazado la
fe. 1 4 Hermanos, tomasteis co-
15
65
mo modelo las iglesias de Dios,
que estn en Judea, convocadas
en el nombre de Cristo Jess:
Habis padecido de parte de
vuestros conciudadanos lo mismo que ellas de los judos, 1 5 de
los que dieron muerte a Jess,
el Seor, y a los profetas, y que
nos han perseguido. Ellos desa-
66
I TESALONICENSES 2:16-17
I TESALONICENSES 2:18-20
gradan a Dios y van contra todos los hombres, 1 6 p u e s quieren impedir que hablemos de la
salud a los gentiles. As colman
siempre la medida de sus pecados. Pero ahora ha descargado
16
paisanos. Por esta razn, Pablo insiste en la infidelidad de los judos, contrastndola con la fe
de los cristianos, judos y gentiles. Si la fe da
nimos para mirar confiadamente el da del juici, no as la infidelidad que ser castigada a todo
trance.
La vehemencia del lenguaje de Pablo se debe
tambin a su conviccin de que su propia persecucin en manos de los judos forma parte de un
claro ejemplo de resistencia a la gracia. Parece,
en vista de que Pablo est continuamente volviendo a este tema a lo largo de toda la carta,
que est en realidad deshaciendo las calumnias
que emplearon contra l en Tesalnica los judos
y los gentiles, ms bien que, como piensan algunos autores, respondiendo a sus posibles y propias censuras. Todava intenta mostrar que en
todo caso todo el valor pertenece a Dios.
i: io
19
zo
Misin de T i m o t e o 2:17-3:13
18
mos lo posible por volver a veros, 1 S y pretendimos i r a l menos yo Pablo, varias veces,
pero Satans nos lo impidi,
19
Porque, quin es nuestra esperanza, nuestro gozo, nuestra
i Cor
5:3
67
68
I TESALONICENSES 3:1-5
3:1
I TESALONICENSES 3:6-10
7-9
10
Act
*;21
3! 12
69
lo por vuestra fe; y esto en medio de nuestras graves dificultades y tribulaciones. 8 Ahora
cobramos nueva vida, sabiendo
que perseveris firmes en el Seor.
B
Qu acciones de gracias daremos ahora a Dios por este gran
gozo con que por causa vuestra
nos regocijamos en su presencia? 1 0 Noche y da, con toda
^Act
18:5s
I TESALONICENSES 3:114:1
70
instancia, le rogamos nos conceda ver vuestro rostro y completar las deficiencias que haya
en vuestra fe. 1 J Que el mismo
Dios, nuestro Padre, y Jess,
nuestro Seor, nos allanen el
camino hacia vosotros. 12 Que el
Seor os d crecer y sobreabundar en caridad de unos con otros
12
13
Por falta de adecuada instruccin, los Tesalonicenses, a pesar de su buena voluntad, haban
cometido errores que Pablo intenta corregir en
los ce. 4-5. Por esta instruccin, podemos sospechar los defectos que tenan en su formacin.
El Apstol concluye la primera parte de la
carta toda la cual ha sido una introduccin
con una oracin para que Dios acoja favorablemente su deseo de volver con los Tesalonicenses.
Puede el Seor aumentar su caridad, de la cual
Timoteo le ha dado testimonio, de tal manera
que ella es no slo el lazo que les une en una
fraternidad comn, sino tambin el modo de que 12?7
se pongan en contacto con todos los hombres, Gal6:io
incluso con sus enemigos. Todo esto con el fin
de que, permaneciendo constantes en su virtud,
puedan perseverar en su buena voluntad de encontrar al Seor en su venida. Todava insina
Pablo en un ltimo momento el tema de la parusa. Los "santos" del v. 13 es sin duda un semi- Mc23-j-h
tismo, refirindose a los santos ngeles.
i-J
Despus de su larga introduccin en la que Pablo ha seguido el estilo convencional de las cartas del tiempo pero con lo que lleva de adaptaciones cristianas el Apstol se aplica a lo que
se llamara el "cuerpo" de la carta, la materia
I TESALONICENSES 4:2-5
2
3
<
71
1 Cor
7:10s
1 Cor
?U1"9
1:2
72
I TESALONICENSES 4: 6-9
73
I TESALONICENSES 4:10-12
conocen a Dios;
que nadie se para vivir en impureza, sino en
exceda ni ofenda en esta mate- santidad. 8 Por tanto, quien esria a su hermano, porque el Se- tos preceptos desprecia, no desor toma a su cuenta vengar es- precia a un hombre, sino a Dios
tos desrdenes, segn antes os que os hizo donacin de su espdijimos y os recalcamos. 7 Y as ritu. 9 Por lo que se refiere a
es. Dios no nos ha convocado
la caridad fraterna, no tenis nen e n t e o p u e s t o a la p r o m i s c u i d a d d e los g e n t i l e s ,
'
sensuales. Esta actitud cristiana frente al matrimonio tambin les preservara del crimen del
adulterio y, en general, de todo mal uso del estado matrimonial, que el Seor no poda de ningn modo pasar por alto. "Dios no os ha llamado a causa de vuestra inmundicia" es una traduccin mejor hecha de la primera parte del v. 7
( sobreentendindose que Dios no llama a nadie
a la inmundicia!): Pablo recuerda a sus lectores que aunque antiguamente haban participado
del comn reproche del impuro mundo pagano,
Dios haba prescindido de ello llamndoles a
ser sus hijos y destinndoles a una vida de santidad. Por lo tanto para un cristiano las transgresiones en esta materia no slo son cosas ma- i Cor
6:19
las, sino tambin resisten a las intenciones de
Dios de darles el Espritu Santo que es el fundamento de la santidad al habitar en el alma.
11
12
Caridad fraterna 4:9-12
hermanos, a progresar ms y
ms, i a a poner vuestro afanen
vivir con toda calma, a ocuparos
de vuestros negocios, y a trabajar con vuestras propias manos segn os lo recomendamos,
12
As viviris honradamente a
74
I TESALONICENSES 4:13-14
No quisiramos, hermanos,
I TESALONICENSES 4:15-16
16
17
75
que han muerto en Cristo no estarn en desventaja en comparacin con los que todava viven
en el momento de su venida. Cuando Pablo dice
"nosotros que vivimos, que sobrevivimos hasta
la venida del Seor", no implica necesariamente
que l mismo espere estar viviendo en este momento ya que, en otros lugares, de buena gana
abriga la posibilidad de su pronta muerte; meramente intenta poner en contraste a aquellos de 151: Cor
entre nosotros (los cristianos), que estarn toda- , jl0s
va en la vida en este momento de la parusa,
i : 8s
con los que "han cado dormidos".
FI2:17
Lo que ahora da a conocer, lo describe como
"palabra del Seor", dando a entender o que
fue dicho por Nuestro Seor pero no referido por
Mt
los Evangelios (ya que nada de lo atribuido a 1 :27 :
4 ; 30
Nuestro Seor en los Evangelios corresponde precisamente a la que Pablo dice), o (y esto es ms
probable) que es una revelacin hecha al mismo
Pablo. Segn esta palabra, en el momento de la
parusa (que Pablo describe aqu en trminos coDn
mues a la imagen apocalptica que se utiliza 1 2 ; is
en el Antiguo y Nuevo Testamento para descri- Mt24-31
bir la venida del Seor), el primero de todos los 1 Cor
sucesos ser la resurreccin de los muertos cris- 1Vcr
tianos. Solamente entonces, los vivos, que mien- 15:23-52
tras tanto habrn asumido la semejanza del cuerpo incorruptible de Cristo, se unirn con los
muertos que han resucitado, y todos juntos irn
al encuentro del Seor cuando descienda de lo
alto, para estar con l en su victoria final sobre
76
I TESALONICENSES 4:17
18
I TESALONICENSES* 4:18
77
l7
la tierra y en la gloria del cielo por toda la eternidad. Sin embargo, concluye Pablo, que no se
1 Cr
entristezcan los Tesalonicenses por aquellos que J ^ ^ I S
han muerto en el Seor, sino alegraos porque
todos participarn igualmente de la alegra de
la vuelta de Cristo.
El cristiano moderno puede estar tentado de
juzgar la inquietud de los Tesalonicenses sobre
este punto como una cosa relativamente de poca
importancia, y sentir que hay en ello muy poco
que le una con los cristianos de la primera edad
de la Iglesia. Como la Iglesia se ha hecho vieja
en la historia y la parusa ha permanecido siempre en el futuro, esto ha dejado de ser el motivo
vital para una preparacin espiritual que, en un
momento, fue obvia. Nosotros nos inclinamos
ms a pensar en nuestra propia muerte y con
tal motivo, en el juicio particular que le seguir.
El paso a este pensamiento se puede ya percibir
en los ltimos escritos del Nuevo Testamento.
Tambin sabemos, por la revelacin cristiana,
que la parusa no es menos inevitable por haberse retrasado. Su tiempo nos es igualmente incierto como lo era para los primeros cristianos. Sin
embargo, sigue siendo para nosotros una motivacin real tanto como lo fue para ellos. Seguramente sucede que el cristiano no piensa en ella
con la frecuencia que debiera ni reflexiona en su
significado cuando reza el Credo.
Adems, perdemos de vista una verdad esencial del Cristianismo si sustitumos totalmente
el juicio particular por el juicio final en nuestro
modo de pensar sobre nuestro ltimo fln. Jesu-
entre nubes al encuentro del Seor por los aires. Y as estaremos siempre con el Seor.
I TESALONICENSES 5:1-4
78
En cuanto al tiempo preci5
so, hermanos, no hace falta
que os escribamos nada. Vo2
I TESALONICENSE 5:5-7
do de que sus muertos tuvieran slo participacin secundaria en la venida gloriosa del Seor,
no era algo sin importancia. Es el testimonio de
la sinceridad de su fe y de su caridad por los hermanos que hablan partido.
79
80
I TESALONICENSES 5:8-11
8
9
io
Ef
"
6:14 7
Is59:17
13
14
81
I TESALONICENSES 5:12-14
15
los en la mayor estima con caridad a causa de su trabajo. Vivid en paz unos con otros.
14
Tambin os rogamos, hermanos, que reprendis a los que
viven en ociosidad; alentad a los
pusilnimes, confortad a los dbiles, tened paciencia con todos.
Act
17:1
*'^
36 s
82
15
I TESALONICENSES 5: 15-20
I TESALONICENSE& 5:21-24
inspiracin divina. 2 1 Pero miriid y comprobadlo todo y quedaos con lo bueno. 2 2 Apartaos
<le todo gnero de mal. a 3 Que
el mismo Dios de la paz os santinque enteramente, y que todo
83
1 Cor
14:29
Conclusin 5:23-28
1 Cor
-14
12
8*
25
I TESALONICENSES 5:25-28
84
25
Hermanos, rogad tambin
por nosotros. 2e Saludad a todos los hermanos con el sculo
santo. 2~ Os conjuro por el Se-
26
27
28
LA SEGUNDA CARTA
A LOS TESALONICENSES
Texto y comentario
Salutacin 1:1-2
II TESALONICENSES 1:4-7
86
sos que va haciendo vuestra caridad, caridad de todos y de cada uno para con los dems.
4
Nosotros mismos ante las iglesias de Dios, vamos poniendo
en vosotros nuestro legtimo orgullo por vuestra constancia y
por vuestra fe en todas las persecuciones y tribulaciones que
vais sufriendo. s Esta es una senal cierta del justo juicio de
5
3
87
II TESALONICENSES 1:8-11
8
9
10
Oracin 1:11-12
88
12
grande sinceridad, porque Dios, cuya gracia ("poder") es absolutamente necesario para que todo
esfuerzo humano tenga xito, puede ciertamente
conceder su gracia para que los deseos de los Tesalonicenses y las buenas obras, inspiradas por
11Th
:3
su fe, puedan prosperar y llevarles al fin para el
cual les ha destinado. Si ellos demuestran ser
dignos de la llamada de Dios en el da del Juicio,
su gloria ser tambin la de Jess que ha hecho
posible su victoria (en lengua semtica, el nombre de una persona es la persona misma tal como
Jn
puede ser conocida o poseda por otros). El Seor 17:6_11 s
es glorificado por los santos an cuando es l
quien les glorifica. Y de nuevo, repite Pablo, el
que esto pueda realizarse, es debido totalmente
al amor de Dios que ha concedido su ayuda a los
hombres.
II TESALONICENSES 2:3-5
palabras, ni por epstolas, a nosotros atribuidas, pensando que
el da del Seor viene de un momento a otro.
3
Que nadie os engae de ninguna manera; porque antes ha
de venir la apostasa y ha de
manifestarse el hombre de la
89
iniquidad, el hijo de la perdij o n . * El se opone y se alza
contra el nombre de Dios y con-
tra
todo
ob
i 7
90
II TESALONICENSES 2:6-8
II TESALONICENSES 2:9-10
91
der, de seales e ilusorios portentos, 1 0 y de todo gnero de
seduccin al mal para los que
estn en camino de perdicin,
Y todo por no haber acogido el
10
Cuando sea liberado del poder de que est impedido, el hombre del pecado ser "revelado",
solamente para ser destruido en el momento de**^** 3
la parusa; Pablo de nuevo describe esta destruc-*T7ii: 4
cin en trminos del Antiguo Testamento, usados
en la victoria mesinica. La "venida" del hombre
del pecado (otro paralelo con la parusa) ser
una de las obras de Satn por la que el maligno
sostiene su batalla antigua contra el gnero humano. Cada da se aduea del lugar de Dios; por Mt24:24
medio del poder sobrehumano de Satn realizar seales y obras admirables con las que engaar a los hombres, quienes juzgarn ser obras
como las realizadas por Nuestro Seor y su Igle- 2 Cor
sia. Sin embargo, aquellos que sern engaados 12:12
y "que perecern" (as se debe leer el texto) son 12:37-43
II TESALONICENSES 2:11-13
92
amor de la verdad que los hubiera salvado. 1 J P o r eso les enva Dios un poder que induce
al error, J 2 para que crean en
la mentira y sean as condenados cuantos no dieron fe a la
11
12
verdad y se complacieron en la
maldad.
13
Nosotros debemos dar continuamente gracias a Dios por
vosotros, hermanos, a quienes
tanto ama el Seor. Dios os eli-
93
II TESALONICENSES 2:14-15
RO desde toda la eternidad par daros la salud por la santificacin que obra el espritu y
por la fe en la verdad. 14 Con
tal fin os convoc por medio
del mensaje de la salud, anun-
14
94
3
1
s
]'
Pablo comienza la conclusin de su carta rogando oraciones a los Tesalonicenses para que pueda continuar su predicacin en provecho de ellos.
"Que la palabra del Seor pueda dilatarse y ser
glorificado an en medio de vosotros". Primero
y principalmente est ansioso porque su predicacin del Evangelio pueda tener en Corinto el
xito que tuvo en Tesalnica. En conexin con
esto, menciona a los hombres inquietos y malos
que se oponen a l, refirindose probablemente
Act
a los que ms tarde le iban a denunciar a Gallio. 18:12-17
95
II TESALONICENSES 3:4-9
i
8
96
II TESALONICENSES 3:10-14
10
11
12
i Th
*j^
5:14
II TESALONICENSES 3:15-18
os enviamos por la presente, tenedlo en cuenta; y no entris
en familiaridad con l, para que
se avergence. 1 5 No le tengis
sin embargo como a enemigo;
antes corregidle como a hermano.
16
Que el mismo Seor de la
15
17
1<
18
1 Cor
5:11s
97
paz os conceda la paz siempre
y en todas las ocasiones. 1T El
saludo es de mi puo y letra:
P A B L O . Esta es la seal de
todas mis cartas. As escribo,
18
La gracia de nuestro Seor,
Cristo Jess, sea con todos v 0 .
sotros.
Segundo Domingo d e
Cuaresma
4:13-18 Misa de Rquiem en el
da de la muerte o entierro
5:14-23 Sbado de Tmporas de
Cuaresma
4:1-7
ABREVIATURAS
Gn
Ex
Lv
Num
Dt
Jos
Jue
Rut
1 Sam
2 Sam
3 Re
4 Re
1 Cron
2 Cron
Esd
Neh
Tob
Jdt
Est
Job
Sal
Prov
Cant
Sab
Sir
Qoh
Is
Jer
Lam
Bar
Ez
Dan
Os
Gnesis
xodo
Levitico
Nmeros
Deuteronomio
Josu
Jueces
Rut
1 Samuel
2 Samuel
3 Reyes
4 Reyes
1 Crnicas
2 Crnicas
Esdras
Nehemias
Tobas
Judit
Ester
Job
Salmos
Proverbios
Cantar
Sabidura
Sirah
Qoheleth
Isaas
Jeremas
Lamentaciones
Baruc
Ezequiel
Daniel
Oseas
Jl
Am
Ob
Jon
Miq
Nah
Hab
Sof
Ag
zac
Mal
Mac
Mt
Me
LC
Jn
Act
Rom
Cor
Gal
Ef
Plp
Col
Tes
Tim
Tlt
Flm
Heb
Sant
Pe
1 Jn
Ju
Ap
Joel
Amos
Obodiah
Joas
Miqueas
Nahum
Habacuc
Sofonas
Ageo
Zacaras
Malaquias
Macabeos
Mateo
Marcos
Lucas
Juan
Actos
Romanos
Corintos
Galatas
Efesios
Pilipenses
Colosenses
Tesalomcenses
Timoteo
Tito
Pilemon
Hebreos
Santiago
Pedro
1 Juan
Judas
Apocalipsis
II
Pablo en los Hechos de los Apstoles pginas 17-33.
1. Ha contado Lucas los incidentes de la vida de Pablo localmente
o cronolgicamente? Estaban los judos cristianos contentos de
la manera cmo reciba a los gentiles cristianos? Cul era la
postura de Pablo? Cmo fue resuelto el problema?
2. Identifica a Bernab, Marcos, Silas y Timoteo. Localiza en el mapa
de la cubierta: Antioqua, Chipre, Listra, Derbe, Iconlo, Frigia
104
105
IV
Poi qu Pablo decidi ir a Europa? Explica la frase "pasajes nosotros" Qu provecho hizo en Pilipos, Tesalnica Atenas y
Corinto'
III
ltimos aos del Apstol pginas 33-41.
1 Cmo se realizaron las propias advertencias de Pablo y las predicciones que se le hicieron en el camino a Jerusaln' Cmo
demostr que el Cristianismo no era una mera interpretacin del
Judaismo sino que le superaba' Por qu fue hecho prisionero en
la Ciudad Santa'
2
De qu manera ayud a los peritos el descubrimiento de los papiros de Egipto a comprender las cartas de Pablo? Por qu es
bueno traducir el Nuevo Testamento en un lenguaje corriente?
En qu se diferencian sus cartas de las de los papiros?
Cul es la singular importancia de las epstolas paulinas? Distingue entre revelacin y teologa Por qu debemos dirigirnos
frecuentemente a estas cartas?
Describe lo ms sobresaliente del viaje de Pablo a Roma Actualmente se le honra como patrono de Malta, lee el relato del invierno que l pas all (Act28 1-10) y da razn de la devocin de
los malteses al Apstol
Cual es el gran significado de Pablo en la historia de la primitiva Iglesia? Muestra por qu Pablo ademas de ser un hombre
de accin fue tambin el supremo lder intelectual del Cristianismo primitivo Qu es la "Teologa del Nuevo Testamento'"
Indica el contenido de cada carta Siguen ambas el mismo patrn? Algunos crticos escpticos han negado la autenticidad de
la primera carta se puede sostener hoy ampliamente esta posicin'
3 Cul son los argumentos contra la autenticidad de la segunda
carta, basados en el lenguaje, estilo incompatibilidad de la forma,
e incompatibilidad del contenido? Valora cada uno de estos a r gumentos y determina tu posicin propia
106
4
107
Como demuestra Pablo que el juicio final no sera una mera repeticin del juicio individual'
VI
Notas introductorias a la Primera carta a los Tesalonicenses
paginas 59-70.
1 Compara la salutacin de 1 Th 1.1 con la salutacin de alguna de
las otras cartas de Pablo Por qu no menciona aqu sus prerrogativas apostlicas? Cmo adopta el acostumbrado saludo
griego y judio?
2
Cita la primera referencia de las virtudes teolgicas en un documento cristiano. Cmo muestra Pablo que ellas son los fundamentos que han de encontrar su expresin en las buenas obras?
VIII
Una leccin sobre la parusa pginas 85-97.
1 Contrasta la salutacin y la accin de gracias inicial en 1 Th y
2 Th Qu lecciones nos ensea Pablo aqu sobre el sufrimiento'
2
Ms ayudas para la discusin y estudio del texto del Nuevo Testamento fcilmente se encontraran preguntando las razones por las
cuales los pasajes sacados de la Primea y Segunda a los Tesalomcenses de la pag 99 se usan como Epstolas para la lectura de los
das indicados
2.
3.
4.
5.
9.
10
11
12
13
14