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No#cias Jurdicas
Ar#culos Doctrinales: Generalidades
Diez claves para conocer el derecho islmico
De: Carlos Prez Vaquero
Fecha: Febrero 2011
Origen: No#cias Jurdicas

1. Introduccin
El nacimiento de la tercera de las grandes religiones monotestas junto al Judasmo y el
CrisCanismo revolucion la situacin del mundo tal y como se conceba en la Alta Edad
Media. Cuando muri el profeta Mahoma (en Medina, en el ao 632) las tribus rabes
comenzaron a extender la nueva fe musulmana, primero por el resto de la Pennsula Arbiga
y, despus, en el territorio de las dos grandes potencias vecinas que, por aquel entonces, se
disputaban el control de Oriente Prximo: el Imperio Romano Oriental, de Bizancio (actual
Estambul) y el Sasnida, de Ctesifonte (cerca de Bagdad), logrando que, en apenas un siglo, la
bandera verde islmica ondeara en un inmenso territorio que se extenda desde los Pirineos
hasta casi la India, bajo el poder de la dinas#a de los Omeya, en Damasco.
Con la llegada del segundo milenio, los turcos selycidas recin converCdos al Islam
atacaron el Imperio BizanCno, Siria y PalesCna, donde lograron conquistar Jerusaln. La cada
de Tierra Santa conmocion a los reinos crisCanos de Europa de tal manera que logr unirlos,
a pesar de sus diferencias, para hacer frente comn a los ineles sarracenos. Como
consecuencia de las Cruzadas, entre nales del siglo XI y principios del XIII, en el Viejo
ConCnente arraig con fuerza el estereo#po de que todos los musulmanes eran seres
sanguinarios y amorales, crendose una leyenda que, en gran medida, ha perdurado en el
subconsciente colecCvo europeo y, por extensin, en todo el occidental.
Al mismo Cempo, en Europa se inici un lento proceso que concluy a nales del XIX, cuando
los revolucionarios franceses sentaron las bases para diferenciar radicalmente entre Iglesia y
Estado. El humanismo logr que el derecho se desvinculara de la religin, concibindolo como
una obra de los hombres, sin interferencias morales ni religiosas.
Ese proceso de laicizacin no se ha producido en el Islam; por el contrario, en esta creencia
no se puede discernir entre lo religioso y lo jurdico porque se trata de dos conceptos que
estn, inexorablemente, unidos en un marco ms amplio de sumisin Islam, en rabe a
Dios. De ah que el Derecho Islmico se pueda denir como la aplicacin a los hombres de la
ley de Dios, la conocida Chara, con la que Al traza el camino correcto que se debe seguir.

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Por ese moCvo, es necesario tener unas nociones mnimas sobre esta religin antes de
comenzar a ver su ordenamiento jurdico.

2. El Islam
Segn LOsservatore Romano (peridico que podramos considerar como el BOE del VaCcano)
uno de cada cinco habitantes de La Tierra profesa el Islam; es decir, casi el 20% de la
poblacin de nuestro planeta es musulmana: 1.322.000.000 de personas. Hoy por hoy, es la fe
con mayor nmero de eles. En un mbito ms cercano, aunque no existen estadsCcas
ociales y las ociosas suelen dar cifras que resultan demasiado dispares se esCma que en
la Unin Europea viven unos 20.000.000 de musulmanes (algo ms del 4% de sus habitantes)
de los cuales, 1.200.000, aproximadamente, residen en Espaa.
Cundo se origin? Entre los aos 610 y 632 de nuestra era, el arcngel Gabriel transmiC al
profeta Mahoma (Muhammad ibn Abdallah) las revelaciones de Dios que, posteriormente, se
recopilaron en el Corn. Desde entonces, este sencillo credo (Al considerado por los
musulmanes como Dios creador nico de toda la Humanidad dirige el mundo hasta el da del
Juicio Final en que se juzgarn las almas para que vayan al Paraso o al Inerno) se basa en
cinco pilares (Ibadat) que consCtuyen las obligaciones de culto individuales de cada
musulmn:
La Chahada es la profesin de fe con la que los eles rezan que Slo hay un Dios y
Mahoma es su enviado; reconociendo, de este modo, el monotesmo de Al (frente a
los cultos anteriores al Islam, que eran politestas) y el carcter profCco de Mahoma.
Como curiosidad, este es el texto que aparece escrito en blanco sobre el fondo verde
de la bandera saud. ConverCrse al Islam es tan sencillo como recitar esta chahada,
delante de dos tesCgos, y cumplir con los otros cuatro deberes; en cambio, renegar de
esta religin para converCrse a otro credo, se considera apostasa (Ridda) y es uno de
los peores delitos que puede cometer un musulmn. El Corn (2, 217) condena a los
apstatas a morar en el fuego eternamente pero la chara va ms all y los casCga con
la pena de muerte.
Con la oracin (Salat o azal) se muestra la devocin a Dios, rezando cinco veces al da
que coinciden, aproximadamente, con la aurora, el medioda, la tarde, el ocaso y la
noche; para alabarlo y mostrar la delidad del creyente [que debe orar de acuerdo con
unas reglas de pureza en cuanto a su aseo (abluciones), vesCmenta y orientacin a La
Meca].
El Zakat o azaque es un impuesto que se paga anual y obligatoriamente. Es la llamada
obligacin para con los pobres.
El ayuno (o Saum) lo realizan los musulmanes adultos y sanos, durante el mes de
Ramadn, abstenindose de ingerir alimentos, tomar bebidas, fumar o mantener
relaciones sexuales entre el orto y el ocaso del sol. Y, nalmente,
El Hach o peregrinacin a los lugares sagrados de La Meca; que deben realizar, al menos
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una vez en la vida, quienes tengan medios econmicos y fortaleza usica para afrontar
este viaje.
Cuando muri Mahoma, sus sucesores recibieron el cargo de Califas como mxima autoridad
espiritual y polCca. Los cuatro primeros fueron Ab Bakr (suegro del profeta), Omar (tambin
suegro, ya que Mahoma se cas una decena de veces), Uzmn (yerno) y Al (primo carnal y
yerno); a parCr del cual se fractur la comunidad musulmana (Umma), a mediados del siglo
VII, con la Fitna (cisma) que los escindi en dos grandes doctrinas:
La mayora sun preri conCnuar con el ejemplo (Sunna) de Mahoma y elegir al quinto
califa entre los mejores miembros de las tribus (Moavia I, primo de Uzmn). A parCr de
entonces, la autoridad del califato pas por disCntas dinas#as (omeya, abas, faCm y
otmana) hasta que fue abolido el 3 de marzo de 1924 por Turqua. Puntualmente,
surgen voces que deenden la recuperacin de la insCtucin del califato para que todo
el Islam pueda expresarse con una nica voz y salvando las distancias que haya una
gura anloga a la del Papa en la Iglesia Catlica; por ejemplo, el escritor libans Amin
Maalouf considera que en el mundo musulmn ninguna autoridad incontestable
puede decir si los talibanes afganos representan una visin justa o equivocada de la fe.
Hoy en da, los sunes representan al 85% de los musulmanes y su convivencia con los
chies no resulta nada fcil.
La minora chi busc la legiCmidad de la sucesin en Hasan y Husin, hijos de Al y
FCma y, por lo tanto, nietos de Mahoma. De esta forma, los parCdarios (Cha) de la
familia de Al encontraron a sus guas (Imn) en los descendientes del segundo de
aquellos nios, pero terminaron ramicndose en duodecimanos, ismaeles, zaides y
alaues, con sus correspondientes subgrupos. En el siglo IX, el duodcimo imn al
Muntazar se ocult y desapareci. Los chies esperan que el bien guiado (Mahdi)
regrese y esta creencia se ha converCdo en una de sus principales discrepancias con los
sunes con quienes comparten el mismo dogma pero con disCnta doctrina (veneran a
sus santos, pueden disimular su fe, rezan slo 3 veces a da, conceden ms autonoma
al individuo, su doctrina es ms dinmica, etc.). En trminos occidentales aunque no
sea muy correcto, pero nos ayudar a entenderlo mejor se podra decir que los chies
pueden llegar a ser ms progresistas que los tradicionalistas u ortodoxos sunes;
sirva como ejemplo que, en Irn (pas chi por excelencia), el ayatol Jomeini ya autoriz
las operaciones de cambio de sexo en 1964. Actualmente, el 15% de los musulmanes
son chies.
De ellos surgi una tercera doctrina, muy minoritaria, en el ao 657: los jariyes
(secesionistas) que fueron quienes mataron al califa Al.
A diferencia de la conocida jerarqua catlica (Papa, cardenales, arzobispos, abades, deanes,
etc.), el Islam mayoritario el sun carece de esa estructura jerrquica, no Cene
sacramentos (el matrimonio, por ejemplo, no es una ceremonia sino un contrato celebrado
ante dos tesCgos) ni tampoco ordena sacerdotes (por mantener una analoga con el
Catolicismo). El imn es quien dirige la oracin (Salat o Azal) en las mezquitas u oratorios y

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no requiere para ello de ninguna formacin especca; simplemente, es elegido por su propia
comunidad de eles. Esta situacin suele preocupar a los Estados occidentales por temor a
que los imanes aprovechen el Mimbar (plpito) para divulgar alguna tesis fundamentalista.
Asimismo, entre los sunes, cuando una persona alcanza un determinado statu personal y sus
convecinos lo respetan y le Cenen en cuenta por sus conocimientos que, habitualmente,
aprendi en alguna escuela (Madrasa) se le denomina Ulema.
Para los chies, un ulema Cene la formacin jurdica necesaria que le permite interpretar las
leyes religiosas e incluso jar unas normas de conducta; habitualmente, se le llama Mul.
Entre los imanes, ulemas y mulaes que hemos visto, no existe ningn grado de jerarqua.
Donde s que existe un organigrama clerical es entre los chies duodecimanos, cuando un
imn puede llegar a merecerse la disCncin de Gran Ayatol (o cualquiera de los otros seis
grados inferiores). Sin duda, el ayatol Jomeini ha sido el ms conocido.
Un supuesto especial es el de los Muxes (sean sunes o chies). Son expertos en materia
jurdico-religiosa y responsables de emiCr un dictamen a requerimiento de una persona sobre
cualquier Cpo de asunto (domsCco o de organizacin de la vida polCca). Esa resolucin son
las famosas Fetuas. Es muy conocida la que conden a muerte al escritor Salman Rushdie por
su libro Los versos satnicos pero, habitualmente, este dictamen resuelve cualquier
supuesto que se le plantee al mux y ste debe jusCcar su decisin en la doctrina de la
escuela jurdica a la que pertenezca.

3. El Corn
El primer califa, Ab Bakr, fue quien orden reunir las revelaciones que Dios le hizo al profeta
para que cuando fallecieran sus compaeros, no desapareciera ninguno de los pasajes que se
recitaban de memoria; a su muerte, una de las esposas de Mahoma, Hafsha (hija de Omar)
conserv aquellas lecturas y, a parCr de esta base, fue Uzmn quien termin de compilar el
libro sagrado hacia el ao 650, para que no se dispersara la palabra de Dios y todos los
creyentes pudieran recitar lo mismo. En este punto, aunque los chies aceptan el texto
sagrado (no existe un Corn sun y otro chi) consideran que el tercer califa omiC la
importancia de Al y de su familia.
Para todos los musulmanes, el texto cornico es esencialmente un libro religioso no
jurdico, aunque s incluye algn contenido legal, como luego veremos que ensalza los
atributos de Dios y las virtudes del conocimiento. Se escribi en una prosa rimada (Sach) que
se recita para encontrar a Dios meditando en rabe. Esta es la nica lengua que se uCliza en
las ceremonias litrgicas a pesar de que este pueblo slo represente al 18% de los
musulmanes; es decir, el 82% restante que puede tener un origen variado: turco, indonesio,
subsahariano, paquistan, iran o albans, etc. rezan en aquel idioma porque las traducciones
slo Cenen valor didcCco, no se pueden emplear en la liturgia.
La palabra de Al se estructura en 114 captulos (Suras o azoras), cada una con su propio
#tulo (Las mujeres, El viaje nocturno, El arrepenCmiento) que a excepcin de la 1 sura
comienzan con la misma frmula (Basmala) de En el nombre de Dios, el Compasivo, el

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Misericordioso. Tienen una extensin muy variada que no se ordena cronolgicamente sino
de mayor a menor longitud (salvo, de nuevo, la primera plegaria); algo habitual en aquel
Cempo: en el Nuevo Testamento ocurre lo mismo con todas las cartas de san Pablo. A su vez,
las azoras se dividen en ms de 6.200 versculos (Aleyas) que aparecen numerados. En total,
casi 78.000 palabras.
La edicin en rabe ms uClizada es la ocial que se public en El Cairo, en 1923. En
castellano existen muchas versiones pero quiz la ms presCgiosa es la que Julio Corts
tradujo y anot para la editorial Herder.
Qu contenido jurdico #ene el Corn? Aunque se trata de la primera de las cuatro fuentes
del Derecho Islmico, slo unas 80 aleyas ni un 2% del texto hacen referencia, ms o menos
expresa, a normas relacionadas con diferentes mbitos del Derecho: civil (sobre matrimonio,
sucesin o herencias); mercanCl (reglas de comercio, depsitos y prstamos), penal (robos,
homicidios, calumnias, adulterios), scal (prohibiendo la usura) e incluso internacional
(hablando de la guerra y la paz).

4. El Fiqh
Como el Corn se redact a mediados del siglo VII, durante las siguientes centurias mientras
el Islam se extenda desde Arabia la vida de las primeras comunidades musulmanas se vio en
la necesidad de tener que crear una aplicacin prcCca: una ciencia jurdica o jurisprudencia,
que se llama Fiqh.
El qh clasica todas las acciones que las personas pueden llevar a cabo en obligatorias,
recomendables, permiCdas, reprobables o prohibidas pero, como existen diversas escuelas
jurdicas que veremos en el sexto apartado, cada una puede dar su propia interpretacin y no
ser todas coincidentes; por ejemplo, el debate abierto sobre si una mujer puede dirigir la
oracin de los eles en igualdad con un imn masculino.
Qu hace el qh? Interpreta y aplica el conjunto de leyes islmicas (la chara); sta se basa
en el propio Corn pero tambin en la Sira (biograua de Mahoma que nos ayuda a
comprender el contexto histrico y sus intenciones) y, sobre todo, en el ejemplo de la
Tradicin, una exhausCva recopilacin tanto de lo que haca el profeta (Sunna) como de sus
declaraciones (Hadiz). Un detalle casi anecdCco: la chara no es un cdigo impreso que
podamos comprar en una librera sino ese conjunto de prescripciones que se fueron
estableciendo a parCr de las fuentes islmicas que mencionaremos a conCnuacin y que el
qh interpreta.

5. Las Fuentes (Usul) del Derecho Islmico

Si en el ordenamiento jurdico espaol, el Art. 1.1 del Cdigo Civil establece nuestro conocido
sistema de fuentes: ley, costumbre y principios generales del derecho; en los pases
musulmanes, para conocer la ley sagrada y aplicrsela a los hombres es decir, el Derecho
Islmico el qh de la mayora sun se basa en cuatro fuentes: dos primarias (el Corn y los

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hadices) y dos secundarias (el ichm y la quiys). Como del libro sagrado musulmn ya hemos
tenido ocasin de hablar, comenzamos con las dems fuentes:
Los Hadices son la segunda fuente legal del Islam. Renen lo dicho y hecho
personalmente por Mahoma, los primeros califas y otros compaeros del profeta. Es un
derecho consuetudinario que unido a la Sira (biograua de Mahoma) dio lugar a la
Sunna, tradicin que ya estudi el imn al-Chai en el siglo IX y que, en los cuatro siglos
posteriores, se compil en seis grandes recopilaciones. Su temCca es muy variada,
desde asuntos espirituales (como ritos o dogmas) hasta cuesCones relacionadas con
cualquier asunto del da a da [qu alimentos son Halal y estn permiCdos, cmo se
realiza una transferencia de fondos (Hawala) basada en la conanza o temas de la dote
de un matrimonio, etc.). La abilidad de un hadiz depende de su cadena de transmisin
a lo largo de los aos; de ah que se hable de hadices ciertos, aceptables, endebles,
falsos y apcrifos en funcin de si se ha podido autenCcar su engranaje hasta llegar
al profeta o su crculo de primeros eles. Los chitas tambin cuentan con sus propias
fuentes que, como es lgico, destacan el papel desempeado por Al y su familia; a
estos hadices, codicados en cuatro libros, se les denomina los Ajbar.
Se recurre al Ichm cuando no se encuentran referencias ni en el Corn ni en los
hadices a la hora de dilucidar si una determinada accin es lcita o no. La tercera fuente
del Derecho Islmico acude a la opinin de los eruditos (Muchtahidines) para
determinar la correcta interpretacin de las otras dos fuentes anteriores. Trasladndolo
a un concepto occidental, podramos decir que estos especialistas sientan
jurisprudencia sobre cmo se debe aplicar la chara, uClizando un sistema
interpretaCvo (el IchChad), con el que se logra el consenso (ichm) de esos sabios
legales; un acuerdo consensuado que puede ser tcito o explcito.
Por lCmo, cuando el Corn, los hadices o el ichm no han hallado una solucin, se
uCliza el razonamiento analgico del Quiys. Por ejemplo, cuando se plante si se
prohiba el consumo de drogas, ninguna de las tres primeras fuentes encontr una
respuesta; en cambio, se recurri a la analoga y se lleg a un supuesto similar: el
alcohol. Como el Islam prohbe ingerir vino o cualquier bebida alcohlica, se esCm que
los estupefacientes tendran los mismos efectos y tambin se consideraron un acto
Haram (prohibido). La analoga es una tcnica habitual del Islam ms tradicional.
En cuanto a los chies, tambin se basan en el Corn y en sus propios hadices, pero al tener
un carcter ms dinmico que los sunes sus fuentes secundarias fomentan ms el consenso
de los muchtahidines, los sabios que interpretan las dos primeras fuentes, e incluyen otros
textos como tratados y cartas relacionadas con Al.

6. Las escuelas (Mdhab)

En poca de la dinas#a Omeya, los califas mantuvieron el monopolio a la hora de interpretar
la chara; pero, con el cambio dinsCco, durante el gobierno de los absidas (o abases), ese
control del Derecho Islmico pas a manos de los ulemas expertos en la ley islmica. Hacia el

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ao 800, aquel Derecho se convirC en inmutable de forma que la acCvidad jurdica se limit
a transmiCr la interpretacin de la ley divina tal y como haba sido recibida; pero, con el paso
del Cempo, fueron surgiendo nuevas situaciones y casos parCculares que deban adecuarse a
las fuentes del Derecho Islmico; para interpretar la normaCva, a nales del siglo VIII
empezaron a surgir las escuelas jurdicas.
A grandes rasgos, aunque han exisCdo algunas otras, podemos hablar de cuatro doctrinas
sunes, tres chies y una jariy que se desarrollaron a la sombra de un reconocido jurista que
dio nombre a cada mdhab. Todas ellas excepto la chi FaCm se basan en las dos fuentes
principales (Corn y hadices) pero varan en las secundarias (unas priman el consenso del
ichm; otras, el inters pblico o la conveniencia, etc.). Son las siguientes:
Escuelas Sunes:
Hana[: es la ms anCgua y la ms abierta. Su ciencia jurdica (qh) la fund Ab
Hanifa y se elabora tomando como base el ichm, la analoga del quiys y su
nota caractersCca tratando de que se imparta jusCcia, simplemente, pueden
buscar aquella aplicacin que a su juicio sea la mejor, mediante la conveniencia
(Is#hsn). Esta discrecionalidad ha sido muy criCcada por los musulmanes ms
conservadores; aun as, es la escuela sun con mayor nmero de seguidores.
Cha: al hablar de los hadices ya tuvimos ocasin de mencionar al imn al-Chai
que sistemaCz las fuentes del derecho en Corn, Sunna, consenso y analoga.
Opta por el compromiso de toda la comunidad de eles, fomentando su
parCcipacin.
Malik: ms rigurosa que las anteriores, la fund Mlik Ibn Ans que escribi el
primer manual de Derecho Islmico Ctulado al-Muwaca. A las cuatro fuentes
sunes del Derecho le suman el inters pblico (Maslaha), la opinin de las
autoridades (Ray) y las costumbres locales ajenas al Islam (Urf).
Hanbal: la ms rigurosa de las cuatro. De aqu procede el Wahabismo de Arabia
Saud. Fue creada por Ahmad Ibn Hnbal y destaca por su carcter rgido y
tradicional, apegado literalmente al Corn y los hadices, no recurre ni al consenso
ni a la analoga.
Escuelas Chies:
Zaid: un tataranieto de Mahoma Zad Ibn Al cre esta escuela situada a medio
camino entre las cuatro sunes y las otras dos chies; de hecho, hay quien
considera que es una doctrina islmica disCnta de esas dos corrientes.
Fa#m: la escuela de este grupo de los ismaelitas concede un valor absoluto al
criterio de sus imanes y al ejercicio de su autoridad.
Yafar: el sexto imn, Yfar Al-Sdiq da nombre a esta doctrina jurdica marcada

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por su racionalismo (Aql), donde la razn del ser humano Cene una vital
importancia para disCnguir entre lo que est bien y lo que est mal.
Escuela Jariy:
Ibad: muy minoritaria, procede del nombre de Abdal Ibn Ibad y rene
elementos ches y sunes.

7. Encuentro y Rechazo con el Derecho Occidental

En el transcurso de la Edad Moderna, la misma civilizacin musulmana que nos haba legado
el lgebra, la geometra analCca, la numeracin decimal, los logaritmos, las novelas, la
guitarra, la ciruga o la rotacin de la Cerra sobre su eje, de pronto, entr en un profundo
declive mientras Europa ocupaba un lugar primordial en el mundo.
Aunque las culturas islmica y europea (occidental) venan arrastrando conictos desde las
Cruzadas, el acontecimiento que marc una huella indeleble en el mundo musulmn,
obligndole a realizar cambios irreversibles, fue la invasin de Egipto en 1798 por las tropas
de Napolen. Entonces, los pases musulmanes tomaron conciencia de que aunque creyeran
senCrse superiores a Europa, desde un punto de vista moral su organizacin polCca era
notablemente inferior.
Como ha sealado Noel J. Coulson, la estructura de los estados musulmanes, as como la
sociedad, se haba mantenido fundamentalmente estCca lo que explica que la chara
pudiera adaptarse al paso de Cempo; pero, a raz de la invasin napolenica de nales del
siglo XVIII, muchos gobernantes musulmanes que queran desprenderse del frreo control
otmano intentaron crear sus propios Estados, siguiendo los modelos europeos, pero
fracasaron en el intento por dos moCvos principales:
Por un lado, carecan de una estructura bsica para construir una Administracin
Pblica, elemento imprescindible para organizar un Estado; y,
Por otro, les faltaba el presupuesto necesario para sostener todos los gastos que
supona imitar a Europa, con unos costes inasumibles para sus arcas.
En algunos casos como el propio Imperio Otmano los intentos de implantar estas
reformas slo consiguieron el efecto contrario: debilitar las estructuras econmicas, polCcas
y administraCvas hasta el punto de acelerar su declive. Ocurri con la llamada Tanzimat que,
en turco signica regulacin y organizacin una polCca de renovacin que llev a cabo,
entre 1839 y 1876, a todos los niveles, con el propsito de modernizarse ante la presin de
las potencias occidentales.
Desde el siglo XIX, el contacto entre ambas civilizaciones se fue estrechando, cada vez ms,
pero como la cultura occidental se asentaba sobre insCtuciones que eran completamente
ajenas a la costumbre islmica y a su Derecho, el conicto fue inevitable entre las normas
tradicionales de estos pases y las necesidades de las sociedades musulmanas que trataban

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de organizarse de acuerdo con las leyes y los valores occidentales.

La solucin que pareci ms adecuada consisC en armonizar aquellos cdigos de las
metrpolis con los principios de sus tradiciones, llegando a reemplazar la ley islmica por
otras normas de corte occidental. Como consecuencia, el Derecho de las potencias coloniales
europeas se transcribi en los nuevos ordenamientos de Egipto, Turqua, Lbano, Siria, Libia o
Indonesia; y, aunque lgicamente los gobiernos de Pars, Berna, msterdam, Berln o Roma
haban redactado aquellas normas para sus propios ciudadanos, muchos de sus preceptos
encontraron fcil acomodo en esta incipiente codicacin. Los ejemplos ms evidentes fueron
la notable inuencia del Cdigo Civil francs (o Cdigo de Napolen, de 1804) en su
homnimo de Egipto o la plena literalidad del suizo, redactado por el jurista Eugen Huber en
1907, en los ar#culos del Cdigo Civil de Turqua de 1926 (como haba sucedido
anteriormente con sus Cdigos de Comercio y Penal, basados en los franceses) pero no
fueron dos casos aislados: ocurri con Italia en la codicacin libia o con Holanda, en la
indonesia; y, con el Cempo, abrira las puertas a una segunda generacin de cdigos (en
Jordania, Tnez, Lbano) inuidos a su vez por las recopilaciones egipcia y turca y por lo
tanto tambin, por Europa.
Cuando las potencias coloniales empezaron a reconocer la independencia de los Estados
musulmanes, stos apenas tenan tradicin democrCca, no conocan otra Administracin
ms que el modelo heredado de la metrpoli y carecan de recursos econmicos,
infraestructuras y medios (humanos o tcnicos). Una diucil situacin que se agrav con los
enfrentamientos heredados por las fronteras que traz la rebaCa de las anCguas potencias o
por conictos en los que subyacan luchas tnicas o religiosas.
Qu supuso la mera transcripcin de normas occidentales en los pases musulmanes? Que,
lgicamente, no se puede tratar de implantar un ordenamiento con sus correspondientes
insCtuciones (juzgados y tribunales, Parlamento elegido democrCcamente, Gobierno,
Tribunal ConsCtucional, Defensor del Pueblo, parCdos polCcos, etc.) si al mismo Cempo no
se aceptan los principios y valores que inspiraron aquel conjunto de leyes, con todas sus
consecuencias: soberana nacional, divisin de poderes, libertad religiosa, igualdad entre
hombres y mujeres, derecho a la vida y a la integridad usica o moral, separacin Iglesia-
Estado... Elementos que encajaron mal con la ley islmica.
En los aos 70, el proceso de occidentalizar a los pases musulmanes durante el periodo
colonial dio paso a otra fase de islamizacin de una sociedad que no conceba el Islam tan
slo como una religin sino como un sistema polCco y de gobierno que, despus de intentar
emular los valores europeos, se apart de aquellas insCtuciones y normas que le eran ajenas,
volviendo a su tradicin y a sus costumbres, como modelo de su orden social y moral.
Este regreso a los orgenes se vio agravado por otros acontecimientos histricos que an
estn recientes y sin cicatrizar: La creacin del Estado de Israel, en 1948; las contundentes
derrotas sufridas por Egipto, Siria, Jordania, Iraq y El Lbano en las sucesivas guerras arabo-
israeles (Suez, Seis das, Yom Kipur, etc.); el enquistamiento del conicto palesCno y,
nalmente, las dos Guerras del Golfo Irn contra Iraq e Iraq invadiendo Kuwait, con la

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posterior ocupacin aliada del territorio iraqu. Todo ello, acab minando, especialmente, al
nacionalismo rabe de Oriente Prximo, radicalizando la postura de numerosos grupos que
empezaron a buscar el regreso a esa utopa de comunidad islmica llamada Umma.

8. Las Cons#tuciones (Dustur) de los Pases Musulmanes

Con la llegada de la independencia, la estructura jurdica de muchos de aquellos jvenes
Estados se inspir en el modelo occidental repblicas o monarquas algo que se reej en
sus leyes fundamentales ms anCguas:
La Ley Orgnica de Tnez, de 1861 la primera que se promulg en un pas musulmn
comenzaba con una declaracin de los derechos fundamentales de los tunecinos (en
Espaa, para que nos hagamos una idea, esta declaracin no se redact hasta la Carta
Magna de 1869, ocho aos ms tarde);
La ConsCtucin non-nata de Siria (1920) previ la divisin de poderes y la libertad de
cultos, estableciendo que todos los sirios tenan los mismos derechos y obligaciones
por ser iguales ante la ley (una idea innovadora, teniendo en cuenta las tradiciones
jurdicas islmicas);
En 1923, a pesar de no tener ninguna tradicin parlamentaria, Egipto aprob su
primera ConsCtucin inspirada en la de Blgica; estableci un sistema bicameral,
enumer los derechos y deberes de los egipcios y garanCz la libertad para pracCcar
otros cultos disCntos al Islam pero el rey acab concentrando tantas prerrogaCvas en
sus manos que, en 1930, fue susCtuida por una nueva Carta Magna (an ms
monrquica).
La primera consCtucin iraqu dedic catorce ar#culos a establecer los derechos y
libertades civiles, en 1925;
En 1945, el prembulo de la Ley Fundamental de Yakarta (Jakarta Charter) incluy la
losoua indonesia de los cinco principios o Pancasila, en snscrito como forma de
unicar el mayor pas musulmn del mundo (con 240.000.000 de habitantes): 1)
Creencia en un Dios Supremo (se decidi incluir el trmino Dios en lugar del inicial
Al, para garanCzar la libertad religiosa; algo fundamental en un crisol de miles de
islas donde la inmensa mayora musulmana convive con importantes minoras
animistas, crisCanas, budistas e hinduistas); 2) Respeto al ser humano; 3) Unidad del
pas, 4) Democracia basada en las deliberaciones de los representantes del pueblo y 5)
JusCcia social, comparCendo el bienestar entre todos, de forma equitaCva; protegiendo
a los dbiles y garanCzando el imperio de la jusCcia.
Otros pases, en cambio, se distanciaron de aquella apariencia de Derecho Occidental y ya, en
1926, Arabia Saud proclam que las leyes del reino deberan dictarse en armona con el
Corn y la Tradicin. Posteriormente, las consCtuciones de Kuwait (1962), Qatar (1970), los
Emiratos rabes Unidos (1971) y Bahrin (1973) consideraron a la chara como fuente
normaCva. Desde entonces, los emira#es Cene prohibidos los parCdos polCcos y no se
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convocan elecciones; Kuwait tard en reconocer el derecho al voto de las mujeres hasta 2005;
Arabia Saud an prohbe la libertad de los cultos disCntos al islam; Gambia o Argelia Cpican
como delito, con pena de prisin, las relaciones homosexuales y Nigeria condena a muerte
por lapidacin a las adlteras.
Hoy en da, el rechazo a una legislacin laica, completamente ajena al hecho religioso, hace
muy diucil que el Corn y los hadices dejen de ser la fuente suprema de estos
ordenamientos, en lugar de una Carta Magna, como sucede en el mbito occidental.

9. Los Derechos Universales

Probablemente, este es el punto ms conicCvo si tenemos en cuenta que el origen de estos
derechos es una construccin eminentemente occidental. En este caso, cabra preguntarse si
Occidente ha logrado universalizar su propio cdigo moral al resto del mundo y si esas
normas pueden aplicarse a las sociedades musulmanas aunque stas no las compartan.
Muchos autores (Sinaceur, Drisi Alami, Elizabeth Ann Mayer, etc.). consideran que los
Derechos Humanos s que son compaCbles con el Derecho Islmico porque, aunque la cultura
jurdica del Islam no conCene una nocin similar, la riqueza de su sistema de fuentes
normaCvas s que permiCra darles cabida. A esta posibilidad, el lsofo argelino Mohamed
Arkoun la denomina bricolaje ideolgico. Se reere a que el lenguaje cornico es
eminentemente simblico, lo que signica que tambin sera adaptable.
En cambio, un segundo conjunto de estudiosos (Arzt, Sayid Qutb, Hassan Al-Banna o Akl
ShariaC) enfaCzan que el pensamiento islmico diere en muchos puntos e incluso
contradice los Derechos Humanos reconocidos internacionalmente cuando todos los
derechos y deberes son otorgados por Al; es decir, cuando Cenen un origen divino y, por lo
tanto, no son inherentes al ser humano.
Estos obstculos son un escollo insalvable en el camino hacia la idenCcacin de un ncleo
comn de principios y valores? La solucin radica en la interpretacin que se haga de la chara
y en su aplicacin, ms o menos estricta, y esto depende de cada pas islmico. En este punto,
es importante recordar que, aunque todos los musulmanes formen parte de la misma
comunidad (Umma) y el Islam puede ofrecer la imagen de una religin uniforme, poco Cenen
que ver, entre s, los pases de la Liga rabe (como Jordania, Tnez o Libia) con Turqua, Irn,
las naciones del Indostn (Pakistn o Bangladesh), el crisol de Indonesia, el frica negra (Mal,
Uganda o Togo), la europea Albania o las comunidades musulmanas de China.
A pesar de todo, en el Islam s que existe una Declaracin de los Derechos Humanos
especca que se promulg durante la 19 Conferencia Islmica celebrada en El Cairo el 5
de agosto de 1990; una declaracin alternaCva a la aprobada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en 1948 imitndola en la forma aunque, en el fondo, contenga diferencias
esenciales, como ahora veremos que vena a poner n al discrepante punto de vista islmico
sobre su redaccin, expresado por el ulema paquistan Al-Maududi cuando arm que
Ningn individuo, familia, clase o raza puede ponerse por encima de Dios. Slo Dios es el

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legislador y sus mandamientos cons#tuyen la ley del Islam.

Esta visin islmica de los Derechos Humanos cuyo objeCvo esencial es anteponer el hecho
religioso a cualquier otra consideracin establece que observarlos es signo de devocin y
descuidarlos o transgredirlos es una abominacin de la religin (prlogo in ne).
Como la humanidad entera forma una sola familia unida por su adoracin a Al y su
descendencia comn de Adn (Art. 1.a), todos los seres humanos Cenen la obligacin de
creer en Dios y ninguno podr reclamarse agnsCco, ateo o animista (pecados muy graves,
como ya tuvimos ocasin de mencionar); rearmando que el Islam es la religin indiscuCble
(Art. 10) y condenando las teoras darwinistas, al descender todos de Adn.
El contenido de los 25 ar#culos se caracteriza por una redaccin en la que se arma
negando, haciendo diucil que se puedan compaginar los diversos preceptos: mientras el Art.
6.a) establece que la mujer es igual al hombre en dignidad humana y Cene tantos derechos
como obligaciones, el prrafo b) del mismo ar#culo indica que sobre el varn recaer el
gasto familiar, as como la responsabilidad de la tutela de la familia. No debemos olvidar que
el Corn establece que los hombres Cenen autoridad sobre las mujeres en virtud de la
preferencia que Dios ha dado a unos sobre otros (4, 34); en la prcCca, esta desigualdad se
maniesta en numerosos momentos de la vida: un musulmn puede casarse con una inel
pero, en cambio, una mujer musulmana slo puede contraer matrimonio con un hombre que
tambin profese esta religin; el varn puede tener varias esposas (admite la poliginia) pero
la mujer slo puede casarse con un marido (no permite la poliandria); en una herencia, los
hijos masculinos heredan dos veces ms que sus hermanas; y, en un juicio, el tesCmonio de
una mujer como tesCgo no equivale al de un hombre; etc. Probablemente, en la Alta Edad
media, la situacin de las mujeres musulmanas fuese innitamente mejor que la de sus
coetneas europeas (al poder disponer de sus propios bienes o llegar a divorciarse; algo
impensable en aquel Cempo en el Viejo ConCnente) pero, desde entonces, la evolucin de
Europa resulta incuesConable, igual que la discriminacin que, hoy en da, an sufren las
mujeres en el Islam.
PrcCcamente toda la parte disposiCva de la Declaracin de 1990 gira en torno a la expresin
de acuerdo con lo esCpulado en la chara. La educacin de los hijos, la capacidad legal, la
libertad de circulacin, el derecho a la propiedad, la libertad de expresin, etc. dependen de
que se contradigan los principios de la ley islmica, lo que pone de maniesto que no se
disCngue entre lo religioso y lo jurdico (penal, civil, mercanCl, etc.) a lo largo de toda la
declaracin. Segn el Art. 2.a) no es posible suprimir una vida si no es a exigencias de la
chara; abriendo la posibilidad de inigir casCgos usicos o de ejecutar a ciudadanos cuando
la Ley Islmica prescriba duros casCgos usicos e incluso la muerte para delitos considerados
graves como el adulterio, la apostasa o la ofensa a la dignidad de Mahoma.
El Art. 22.b) es muy signicaCvo al establecer que todo ser humano Cene derecho a
prescribir el bien, y a imponer lo correcto y prohibir lo censurable; es decir, un concepto
islmico de la moral pblica que, en teora, facultara a todo musulmn para exigir que se
cumpliesen los preceptos religiosos en ausencia de una autoridad legal.

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10. Los Lmites Hudud

Como la comunidad de creyentes musulmana debe llamar al bien ordenando lo que est
bien y prohibiendo lo que est mal (Corn 3, 104), cuando se transgreden los lmites
Hudud que Al le ha impuesto al hombre, ste puede sobrepasarlos y cometer algunos
delitos: unos sern contra los derechos de Dios (como apostatar, asesinar, fornicar en
adulterio o rebelarse) y otros contra los derechos de terceros (robando o calumniando a otros
hombres). Al cruzar esos lmites y llevar a cabo una conducta prohibida, el culpable debe ser
casCgado.
Cada cierto Cempo, los medios de comunicacin europeos suelen hacerse eco de noCcias que
proceden de determinados pases musulmanes (en especial: Irn, Sudn o Nigeria)
informando sobre penas atroces en las que se amput la mano a un ladrn, se ahorc a un
homosexual, se lapid a una mujer adltera o se decapit a un asesino.
Estos casCgos hudud se pueden explicar que no jusCcar por el momento en el que se
fueron congurando el Corn y el Hadiz: a mediados del siglo VII, Arabia era un territorio
inhspito, con mulCtud de tribus enfrentadas entre s, muy inseguro para el comercio de las
caravanas y con dos estados vecinos demasiado poderosos (los imperios BizanCno y
Sasnida). En ese momento histrico y geopolCco, si los rabes queran divulgar su nueva fe y
consCtuirse como un Estado nico y fuerte, el Islam deba contar con una disciplina basada en
normas frreas, de ah que estableciera unas penas tan duras. Lo diucil, para una mentalidad
occidental, es comprender cmo esas normas medievales pueden conCnuar en vigor en pleno
siglo XXI en algunas sociedades musulmanas. Por establecer un paralelismo, alguien se
imagina que en Espaa se aplicaran, hoy en da, las penas que previ el Liber iudiciorum de
los visigodos tambin del siglo VII donde la pena de muerte por asesinato se poda
conmutar por la desorbitacin de los ojos o el falso tesCmonio conllevaba amputar la lengua?
Frente a esa concepcin radical de algunos pases, la idea de JusCcia islmica aboga por no
tener que llegar a aplicar esos casCgos hudud tan severos, por que stos slo tendran
senCdo en una sociedad idealizada, donde se casCgara al ladrn cuando no hiciera falta robar
porque todos los habitantes ya tuvieran cuanto necesitaran.
Esos lmites hudud que Al impuso a los hombres no se reejan por igual en el Corn y en
los hadices primera y segunda fuente, respecCvamente, del Derecho Islmico ya que stos
incluyen penas ms graves y, en ocasiones, casCgos que el texto cornico ni tan siquiera
menciona. Recordemos que los dichos y hechos del profeta los hadices vinieron a decir qu
era lcito (Halal) o ilcito (Haram) en muchas facetas de la vida donde el Corn tan slo haba
marcado una mnima pauta o exis#a una laguna jurdica.
El caso ms elocuente es el de la lapidacin. La sura 24, 2 del Corn dice: Flagelad a la
fornicadora y al fornicador con cien azotes cada uno. () Y que un grupo de creyentes sea
tesCgo de su casCgo. Si esta aleya menciona antes a la mujer que al hombre es porque se
considera que el delito de la fornicadora (Zin) es ms grave que el del varn, al poder
quedarse embarazada. Como se lee, en este texto no se menciona la condena a morir

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lapidado, fueron los hadices los que basaron esta pena en unos precedentes de la vida de
Mahoma sobre los que tampoco hay consenso y que la mayor parte de los ulemas rechazan.
A parCr de aqu, el rigorismo de algunas sociedades musulmanas como la de los Estados
norteos de Nigeria no duda en matar a pedradas a las adlteras, olvidndose de uno de los
valores islmicos ms importantes: la clemencia divina (Rahma) cuando uno se arrepiente,
despus de haber obrado impamente y se enmienda () Dios () casCga a quien l quiere y
perdona a quien l quiere (Corn, 5, 39-40).
En cuanto a las amputaciones, la sura 5, 38 seala que al ladrn y a la ladrona, cortadles las
manos como retribucin de lo que han comeCdo, como casCgo ejemplar de Dios;
posteriormente, los hadices por establecer una comparacin didcCca, como si fueran los
reglamentos que desarrollan una ley regularon hasta el importe de la canCdad mnima
robada (medio dinar) a parCr de la cual se cortaba la mano derecha o qu hacer con los
reincidentes, a los que se les ira seccionando el pie izquierdo, la mano izquierda y el pie
derecho. Hoy en da, la mayor parte de los ordenamientos jurdicos musulmanes han
susCtuido este atroz casCgo por sus correspondientes penas Cpicadas en Cdigos Penales.
Para concluir, aunque muchas veces se puede percibir el Derecho Islmico como el conjunto
de normas de una religin que amenaza los derechos y libertades de la cultura occidental; no
debemos olvidar que ese Islam virulento slo es una manifestacin extremista que no se
debe generalizar porque no reeja el sen#r de todos los musulmanes. Una buena muestra
de ello la tenemos an bien reciente, desde nales de 2010, en las calles sobre todo de
Tnez y Egipto, el pueblo ha iniciado un proceso de reformas que hace poco Cempo nos
habran parecido utpicas pero, sin embargo, son reales y se han vuelto imparables. Con
miles de ciudadanos annimos que no salen gritando consignas islamistas o llamando a la
Yihad sino, simple y llanamente, pidiendo jus#cia, libertad y dignidad.
Probablemente, los habitantes de este planeta no seamos tan diferentes los unos de los otros
y puede que las sociedades musulmanas tambin necesitaran tomar su propia BasClla o
derribar su parCcular muro de Berln. Ojal sea as.
Carlos Prez Vaquero
Escritor y jurista
Doctorando en Integracin Europea (Universidad de Valladolid)
[email protected] | hcp://cpvaquero.blogspot.com

Bibliogra[a
Bernab Lpez Garca y Cecilia Fernndez Sudor (1985). Introduccin a los regmenes y
consCtuciones rabes. Centro de Estudios ConsCtucionales. Madrid.
Noel J. Coulson (1998). Historia del Derecho Islmico. Bellaterra, Barcelona.
Nathan J. Brown (2002). ConsCtuCons in a nonconsCtuConal world. Arab basic laws and
the prospects for accountable government. Suny Press, Nueva York.

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AA.VV. Coords: Miguel Hernando de Larramendi y Salvador Pea Mar#n (2008). El

Corn, ayer y hoy. PerspecCvas actuales sobre el Islam. Berenice, Crdoba.
Juan Eslava Galn (2008). Califas, guerreros, esclavas y eunucos. Los moros en Espaa.
Espasa, Madrid.
Javier Mar#n (2008). Sunes y chies. Los dos brazos de Al. Los libros de la Catarata,
Madrid.
Luz Gmez Garca (2009). Diccionario de Islam e islamismo. Espasa, Madrid.
Nazann Amirian y Martha Zein (2009). El Islam sin velo. Planeta, Barcelona.
Juan Jos Tamayo (2009). Islam. Cultura, religin y polCca. Troca, Madrid.
Carlos Prez Vaquero (2010). El legado jurdico-consCtucional de Europa en los pases
musulmanes. InDret, Barcelona.
Christopher Caldwell (2010). La revolucin europea. Cmo el Islam ha cambiado el viejo
conCnente. Debate, Barcelona.

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