El Liderazgo Centrado en La Mision
El Liderazgo Centrado en La Mision
El Liderazgo Centrado en La Mision
en la misin
Pablo Cardona
Profesor del IESE.
Carlos Rey
Socio de DpM Consulting.
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No es necesario tener un carisma especial para ser un buen lder, aunque tampoco
es posible desarrollar esta habilidad asistiendo simplemente a un curso. Esto
requiere de un proceso de aprendizaje en el que los directivos y sus colaboradores
generan nuevos conocimientos, actitudes y comportamientos de forma progresiva.
lo largo de la historia, han existido casos de directivos que pueden considerarse un ejemplo de liderazgo. Muchos de ellos, han sido objeto de estudio y admiracin, y han pasado a la historia como un modelo
que se debe seguir. En muchos ocasiones, se trata de
personas con unas cualidades excepcionales, fuera de
lo comn. Son lderes con unos principios y valores personales fuertemente arraigados que les permitieron lograr lo que hoy tantas empresas persiguen: el compromiso de sus empleados con una misin rica en contenido, credibilidad y urgencia.
En general, se trata de eso: casos excepcionales, personas excepcionales y resultados excepcionales. Sin embargo, qu hay de aquellos directivos o mandos medios
que no hemos sido bendecidos con unas cualidades fuera de lo comn? Es posible promover el liderazgo en
organizaciones comunes? Es realmente el liderazgo algo reservado a unos pocos? En los aos que llevamos
dedicados al desarrollo e implementacin de la direccin por misiones (DpM) un modelo de gestin que
introduce la misin en la gestin diaria de la empresa
hemos comprobado que el liderazgo es alcanzable por
personas comunes y en todos los niveles de la organizacin, si se dispone de un contexto adecuado. Ahora
bien, para conseguir este contexto es necesario abandonar el enfoque personalista del lder que durante dcadas ha imperado en las organizaciones.
Tipos de liderazgo
El signicado de la palabra liderazgo ha sufrido importantes modicaciones durante el siglo XX. Con el paso
del tiempo, sta ha dejado de ser una caracterstica exclusiva de los altos directivos y ha pasado a ser una competencia crtica buscada en todos los niveles de la organizacin. En muchas organizaciones, el liderazgo est
incluido en los perles de competencias esperados de
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los directivos y mandos medios y, en algunos casos, incluso, los profesionales de primera lnea tambin son
evaluados sobre la base de esta competencia. No es de
extraar que, en un estudio realizado por profesores del
IESE sobre las competencias crticas ms valoradas en
148 grandes empresas, el liderazgo ocupara el segundo
lugar en orden de importancia, despus de la orientacin al cliente.
Sin embargo, la realidad es muy diferente a lo que en
teora se persigue. Muchas empresas, a pesar de que
presentan el liderazgo como uno de sus valores fundamentales dentro de sus principios corporativos, en la
prctica, siguen retenindolo en la cpula de la organizacin. Esto se debe a que la inercia de la cultura les lle-
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Liderazgo transaccional
Es el liderazgo denido por una relacin de inuencia
econmica. El lder transaccional se apoya en los premios y castigos para motivar a sus subordinados. De hecho, su capacidad de inuencia coincide con su capacidad de ofrecer o retirar incentivos. Para ello, establece
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Liderazgo trascendente
Es el liderazgo denido por una relacin de inuencia
personal. En una relacin personal el colaborador, adems de buscar la retribucin y el atractivo del trabajo,
busca, mediante una labor bien hecha, satisfacer necesidades reales de personas, colectivos o de la sociedad,
en general. Este liderazgo no excluye a las personas inconformistas, visionarias o con un especial carisma. Al
contrario, estas cualidades podrn impulsar an ms su
liderazgo, siempre y cuando el lder ponga sus cualidades o su carisma al servicio de los dems. En este sentido, la inuencia del lder trascendente es an ms profunda que la del transformador, puesto que puede inuir no slo con premios y castigos, o con retos profesionales atractivos, sino tambin apelando a la necesidad que otros tienen de contribuir a un proyecto que
vale la pena.
El lder trascendente es aqul que est fuertemente
comprometido con determinadas personas o colectivos
como, por ejemplo, sus clientes, sus colaboradores, sus
compaeros de otras reas o, incluso, determinadas causas u obras sociales. Ahora bien, para ser un lder trascendente no basta con estar comprometido con determinados colectivos, sino que hay que ser capaz de impulsar este mismo compromiso entre los colaboradores.
Adems, al promover este espritu de servicio, el lder
trascendente no retiene el liderazgo a su nivel, sino que
procura que trascienda en sentido vertical. Es un lder
generador de lderes que tiene una mayor capacidad para captar, desarrollar y retener el talento de liderazgo. Entiende su labor como un servicio a sus colaboradores, ya
que, en el fondo, est al servicio de los otros. Por ello, est ms desprendido de su propio criterio e, incluso, de
su puesto cuando esto signique una mejor manera de
servir. Como lder de lderes, exige una mayor responsabilidad y preere compartir el xito con sus colaboradores en lugar de acumular las medallas para s mismo.
Podramos decir que el lder trascendente es ms ambicioso y, a la vez, ms humilde que el transformador.
Ahora bien, en una organizacin donde se intente
promover e impulsar el liderazgo trascendente, es necesario que los lderes posean un entendimiento comn
sobre los colectivos a los que deben servir y en qu consisten los compromisos que adquieren con ellos. En caso contrario, cabe el peligro de que, dentro de una misma organizacin, unos estn al servicio de, por ejemplo,
los clientes, y otros al servicio de otros colectivos, como
los accionistas, los empleados o la comunidad. Esta situacin puede generar inconsistencias y tensiones internas, ya que los lderes, aunque ejercen un mismo tipo de liderazgo, no comparten un liderazgo comn.
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Misin y liderazgo
Durante las ltimas dcadas, varios estudios han presentado como aspectos clave del xito duradero de las
empresas su capacidad de transmitir un liderazgo especco a lo largo de la organizacin. Este liderazgo, sin
embargo, no es puramente carismtico, asociado exclusivamente a la personalidad de un determinado lder.
En la mayora de los casos, en especial de las empresas
que han mantenido su xito a lo largo de los aos, se
trata de un liderazgo asociado a una misin tambin
denominada credo, principios corporativos, valores,
etc. que se encuentra ntimamente unida a este liderazgo.
Estos estudios conrman una realidad que nosotros
hemos podido tambin corroborar en la prctica. Para
conseguir el despliegue del liderazgo, es necesario, adems, un sentido de trascendencia fundamentado en una
misin comn. Esto es lo que se conoce como sentido
de misin. De esta forma la misin ayuda a concretar
el liderazgo trascendente, especicando a quin servir
y cmo realizar este servicio.
Esta conexin entre la misin y el liderazgo no basta
con realizarla con algunos directivos o en determinados
niveles. Misin y liderazgo deben estar conectados, en
primer lugar, en la cpula de la organizacin y, posteriormente, en cascada, a lo largo de toda la empresa. Cada directivo debe ser un transmisor de la misin y un
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tral de la comunicacin del lder con sus colaboradores en las distintas oportunidades que se presentan
en el da a da.
3. Actuar con consistencia. El lder debe impulsar la misin con sentido de urgencia concretando objetivos
ambiciosos en todos los mbitos de la misin. Si en
la misin, por ejemplo, se recogen las dimensiones
de clientes, accionistas y profesionales, la consistencia le debe llevar a tratar las tres dimensiones con el
mismo sentido de compromiso.
Estos tres elementos no responden nicamente a un
esfuerzo puntual o coyuntural, sino que el lder debe
practicarlos de forma slida y constante. En caso contrario, si el lder no persevera, difcilmente lo harn sus
colaboradores y todo el esfuerzo inicial por lograr el
compromiso y crear sentido de urgencia acabar desvanecindose. La perseverancia no es un simple mantenimiento del compromiso, sino que exige una continua
profundizacin a nivel personal, reforzando los tres pasos del proceso.
Cooperacin
La segunda dimensin del LCM es el desarrollo de una
cultura de cooperacin por sentido de misin: una forma de trabajar en equipo que va ms all de la mera coordinacin de funciones o de simplemente cooperar
por una cuestin de eciencia econmica. Cooperar por
sentido de misin signica entender cmo los dems
compaeros contribuyen a realizar la misin de la empresa y apoyarles para que puedan desarrollar su trabajo de manera efectiva. De hecho, la cooperacin por
sentido de misin se genera de manera natural cuando existe un verdadero CUADRO 2
compromiso con una misin comn.
La manera en la que los directivos deProceso
sarrollan esta particular forma de cooperacin se describe en el proceso
planteado en el cuadro 2:
2. Seguimiento proactivo. Una vez establecido el compromiso inicial, el lder debe ajustar de manera progresiva los compromisos de apoyo a la realidad de cada momento y resolver los desajustes. De hecho, cooperar por sentido de misin no consiste en un mero cumplimiento de parmetros numricos, sino en
asegurar que la cooperacin es realmente efectiva y
tiene un impacto en la misin de la empresa.
3. Evaluacin del servicio. Peridicamente, el lder debe
buscar la evaluacin de sus clientes internos para medir los avances en los servicios prestados a otras reas.
No es una evaluacin para buscar culpables o inocentes, sino que su propsito es detectar nuevas necesidades que no se haban tenido en cuenta o que no se
haban priorizado de modo adecuado.
Estos tres pasos son de gran utilidad tanto para la planicacin peridica como para la resolucin de conictos puntuales. De hecho, la creacin de una verdadera
cultura de cooperacin por sentido de misin requiere
un refuerzo constante del ejercicio de los tres pasos expuestos.
Cambio
La tercera dimensin del LCM es la capacidad del lder
para implementar los cambios que exige la misin. Para ello, debe mirar constantemente hacia fuera, y entender cmo evolucionan las condiciones de su entorno,
as como las expectativas y necesidades de los stakeholders de la misin (clientes, accionistas, empleados, etc.).
Por ejemplo, las expectativas y necesidades del comprador de un coche hoy son muy diferentes a las de hace
de la cooperacin
Cooperacin
1. Establecimiento
1. Establecimiento de compromisos de
2. Seguimiento
3. Evaluacin
de compromisos
apoyo. En primer lugar, el lder deproactivo
del servicio
de apoyo
be conocer con claridad qu necesitan los dems de l para realizar la
misin de la empresa y, mediante
acuerdos entre las partes, establecer compromisos
veinte aos y, dentro de otros veinte sern muy distinde apoyo. De esta forma, el lder centrado en la mitas a las actuales.
sin adquiere compromisos de cooperacin, no coLo mismo ocurre, por ejemplo, con las necesidades
mo un favor o como una molestia, sino por un very expectativas de los profesionales, entre las cuales codadero sentido de misin, y, adems, impulsa esta
bran cada da especial relevancia aspectos como el deactitud entre los miembros de su equipo.
sarrollo profesional o la conciliacin. De hecho, la mi-
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CUADRO 3
2. Cambio en los
colaboradores
3. Generacin
de nuevos lderes
sin puede mantenerse intacta a lo largo de dcadas, pero la forma de llevarla a trmino de modo excelente est en constante evolucin. El lder debe impulsar la misin buscando el equilibrio constante entre lo ya cono-
3. Generacin de nuevos lderes. El lder debe conseguir que sean sus propios colaboradores los que impulsen
el cambio. De esta forma, los colaboradores empiezan a ver la misin con
mentalidad de lderes asumiendo la
responsabilidad de la misin en sus
respectivos niveles.
Si se implementa correctamente, el LCM tiene la capacidad de despertar un liderazgo latente en las personas y,
con tiempo y esfuerzo, consigue transformar seguidores
en lderes con un alto grado de xito. Adems, este proceso de aprendizaje tambin es vlido para aquellas personas que ya son lderes en sus organizaciones. Sin em-
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Liderazgo
bargo, en estos casos, el aprendizaje del LCM no signica un aprendizaje desde cero, sino que debe adaptarse al
tipo de liderazgo practicado hasta la fecha. Segn sea este tipo de liderazgo, se pueden distinguir tres formas distintas de evolucin en el LCM (vase el cuadro 5).
1. El lder transaccional
En el caso del lder transaccional el liderazgo denido
por una relacin de inuencia econmica, la evolucin
hacia el LCM no siempre es sencilla. El problema es que
2. El lder transformador
En el caso del lder transformador, el liderazgo denido
por una relacin de inuencia profesional, la evolucin
hacia el LCM es ms sencilla que en el caso anterior,
aunque tambin presenta algunas dicultades. El problema es que estos lderes, generalmente carismticos
o visionarios, acostumbran a ser ellos el centro de donde emana la inspiracin y motivacin de sus colaboradores. En estos casos, aunque pueden llegar a ver la misin con inters como herramienta de management, no
se sienten cmodos con la idea de que la misin est
por encima de su propio carisma o visin personal.
En cierta medida, el lder transformador se encuentra muy cerca del LCM: fuerte compromiso personal,
habilidad para conseguir el compromiso de sus colaboradores, alta capacidad para promover la cooperacin y el trabajo en equipo, y una gran tenacidad para
emprender cambios, que tengan efecto en sus colaboradores. Sin embargo, el problema es que el compromiso, la cooperacin y el cambio que promueven estn centrados en sus fuertes capacidades de mando o
carisma personal, pero no necesariamente en la misin de la empresa.
El lder transformador, por lo general, necesita un
tiempo de adaptacin hasta que se siente cmodo con
la idea de ponerse al servicio la misin. Sin embargo, a
medida que va incorporando esta nueva funcin de
servicio, muestra un rpido aprendizaje. En la prctica,
el lder transformador no tarda en darse cuenta de que
es ms sencillo implementar una visin apelando al sentido de misin de sus colaboradores que hacerlo basndose slo en sus propias habilidades.
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Aprendizaje
Claves
Transaccional
Progresivo
Transformador
Rpido
Trascendente
Exponencial
Como puede verse, el desarrollo del LCM no signica abandonar el liderazgo transformador. De hecho, en
determinadas posiciones clave es bueno que el lder combine el sentido de misin con una visin y carisma personal. ste es el caso, por ejemplo, de las personas que
ocupan la presidencia o la direccin general de la empresa. Aqu, la clave para evolucionar hacia el LCM consiste
en aprovechar las ventajas que ofrece el liderazgo transformador y, al mismo tiempo, poner las capacidades de
mando y el carisma personal al servicio de la misin.
3. El lder trascendente
En el caso del lder trascendente, para quien el liderazgo se dene por una relacin de inuencia personal de
servicio a determinados colectivos o personas, la evolucin hacia el LCM suele ser mucho ms sencilla que en
los dos casos anteriores. El motivo principal es que el
LCM es, en denitiva, un caso particular de liderazgo
trascendente. Para estos lderes, el LCM representa una
forma concreta y estructurada de realizar lo que, en parte, ya venan haciendo de manera natural.
Se puede decir que el lder trascendente tiene la base
adecuada para el ejercicio del LCM: su compromiso personal y el de sus colaboradores estn centrados en el servicio, a travs de la cooperacin y la promocin del cambio para satisfacer a los colectivos con los que est comprometido. Sin embargo, estos colectivos no abarcan
necesariamente todo el mbito de la misin. Por ejemplo, el liderazgo servidor, del que se ha hablado anteriormente, se centra en servir a los colaboradores, pero no
incluye habitualmente a otros colectivos.
Para el lder trascendente, el LCM es una manera de
hacer ms efectivo y transmitir con ms facilidad el liderazgo a sus colaboradores. Su aprendizaje suele ser
exponencial y stos, rpidamente, se convierten en un
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de manera efectiva debe haber, por lo menos, cierta combinacin de las tres dimensiones.
trascender al propio yo, centrarse en la misin, ponindola por encima de las opiniones y ambiciones personales, y, adems, fomentar el liderazgo de los colaboradores, sin miedo a que esto pueda signicar una prdida de poder o de autoridad. De hecho, el efecto de impulsar el liderazgo de los colaboradores es ms bien el
contrario: refuerza el propio liderazgo personal y robustece la consistencia de todo el equipo.
Es tan importante el efecto del ego en la ecacia del
LCM que podemos formular la siguiente ecuacin:
Esta ecuacin tambin simboliza que las tres dimensiones del numerador (compromiso, cooperacin y cambio) son multiplicativas; es decir, si una de ellas es cero,
el liderazgo total ser igual a cero. Para lograr el LCM
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