Manual de Psicología Social - Capitulo XIII
Manual de Psicología Social - Capitulo XIII
Manual de Psicología Social - Capitulo XIII
le entendera y ese lenguaje se acabara en y con el individuo mismo (p. ej., Freyd,
1983). Retomando el ejemplo anterior, si el individuo no dice a nadie qu significa el
pauelo que at a tal cosa, cuando otra persona vea ese pauelo no sabr que fue puesto
ah con la intencin de que se recuerde algo, y mucho menos sabr qu es lo que tendra
que recordar. Los smbolos que tienen existencia externa, que pueden ser reconocidos
por otros individuos, tienen necesariamente un origen social: el significado de los
smbolos ha de ser compartido con los dems, de lo contrario no sirven para
comunicarse con ellos. Y por supuesto, para poder participar de un universo cultural
dado, la persona ha de incorporar en sus procesos psicolgicos bsicos los modelos
culturales, los significados, el lenguaje, etc., propios de ese mbito cultural. A su vez,
esta incorporacin de lo cultural a lo psicolgico reposa en la comunicacin por
smbolos.
Adems, los smbolos tienen una naturaleza primordialmente histrica. Hemos
dicho que tienen una naturaleza social porque para llegar a formar un smbolo a travs
de la interaccin social, previamente ha tenido que darse alguna forma de comunicacin
con el otro, hasta determinar ese significado compartido. Pero adems de social se trata
de una naturaleza histrica porque para poder comunicarse con ese otro hace falta
disponer de un lenguaje comn, de otros smbolos previos. O si se quiere se puede decir
que unos smbolos slo pueden ser entendidos con otros smbolos. Por esto la
elaboracin de los smbolos slo se puede concebir diacrnicamente, en interrelacin
histrica de unos con otros. De aqu que, a menudo, se dice que la mente humana, al
operar por smbolos, ms que individual es social e histrica (p. ej., Vygotski, 1978), en
la medida en que esos smbolos son cristalizaciones de acciones recprocas -presentes o
pasadas- entre un conjunto de individuos (Simmel, 1908).
La Naturaleza Social de los Conceptos
Hay una segunda idea fundamental dentro de la teora de las representaciones
sociales que Durkheim apunt pero que en realidad no desarroll en toda su
potencialidad. Se trata de la idea de los conceptos. Durkheim plante que un concepto
es algo que es comn a las partes y una coordinacin de partes en un conjunto. Entendi
as que el concepto es impersonal, desatiende lo individual y representa lo que es comn
en un colectivo de individuos.
De esta idea de la naturaleza social de los conceptos derivan algunas
propiedades epistemolgicas fundamentales del pensamiento social. Una de estas
propiedades es que entre las partes se pueden formar unidades o configuraciones de
orden superior que tienen un significado propio e irreducible a cada una de esas partes.
Veamos esto con un ejemplo de la percepcin de la geometra. Si se dispone de cuatro
trozos de lnea recta se pueden configurar de tal modo que formen un cuadrado. Este
cuadrado no existe sin cada una de esas lneas, pero tomadas una a una esas lneas
tampoco contienen en s el cuadrado. El cuadrado es un concepto que surge de una
determinada coordinacin de las partes; no est contenido en la lnea sino en una
relacin especfica entre las lneas. Con otro tipo de relacin se puede configurar otro
concepto. Por supuesto la lnea es a su vez otro concepto (coordinacin de dos
puntos?), como lo es el punto, hasta una infinidad de capas de conceptos que
superponen.
La segunda propiedad o caracterstica del pensamiento social es que la
agrupacin social subyace a la formacin de conceptos, de smbolos. Agrupando
actuaciones individuales se pueden representar cosas que no estn contenidas en las
Captulo 13:Las Representaciones Sociales 3
combinaciones se producen nuevos significados. Pero con esto no hemos salido del
modelo que dice que no hay pensamiento individual que no opere por smbolos, en
comunicacin con un interlocutor. Adems, Lemaine (1975) han puesto de manifiesto
cmo la diferenciacin social puede ser un factor de la creatividad cientfica mucho ms
importante de lo que habitualmente se cree. Tambin los trabajos de Nemeth (1986)
muestran que el pensamiento convergente se da dentro de unas determinadas relaciones
sociales (de sumisin y dependencia social) mientras que el pensamiento divergente,
propio de la creatividad, se da dentro de otras (de conflicto y autonoma).
En segundo lugar, se ha apuntado que el pensamiento matemtico podra tener
una autonoma de funcionamiento tal que parece escapar a la influencia de las
relaciones sociales. No es este el lugar para abordar en profundidad esta cuestin (cf.
Balacheff y Laborde, 1988), pero cabe sealar dos aspectos generales. En primer lugar
que un tipo de relaciones sociales est efectivamente implicado en un tipo de
operaciones del pensamiento y otro tipo de relaciones sociales en otro. Adems un
sistema de relaciones sociales puede evolucionar hacia otro. Por ejemplo, un sistema
social homogneo, poco diferenciado, dar lugar a operaciones mentales ms bien
marcadas por el principio de la participacin mstica (unin por lazos invisibles de
cualquier ser con cualquier otro ser) y con una menor sensibilidad con el principio de la
no-contradiccin. Por el contrario, un sistema social heterogneo, ms diferenciado,
parece ms propio para el desarrollo de la lgica formal. En esto coinciden autores
como Durkheim, Levy-Bruhl, Piaget, Luria o Vygotsky: esto es, en ltima instancia a
cada operacin lgica o prelgica le corresponde un sistema de relaciones sociales. Por
tanto, que el pensamiento cientfico sea lgico no quiere decir que escape a un sistema
de relaciones sociales y que su produccin y dinmica siga una va diferente del origen
social de conocimiento que se plantea en la teora de las representaciones sociales. Lo
que ocurre es que puede tratarse de unas relaciones sociales ms simtricas, ms
abstractas, ms implcitas.
Veamos un ejemplo sencillo. Si le dicen: salte por la ventana!, que slo est del
suelo a una altura "equivalente a lo que recorre la luz en el vaco en 1/299.792.458 de
segundo" Saltara usted? Posiblemente dude antes de dar ese salto, hasta que no se
haga una idea ms concreta de a qu distancia corresponde ese concepto. Para esto
necesita traducir ese concepto a un sistema en el que pueda representrselo. Decimos
concepto porque esa es la ltima definicin oficial del metro, propuesta en 1983 por un
grupo internacional de expertos en medidas. La cuestin es que los cientficos han
llegado a esta definicin fsico-matemtica despus de una larga historia social (Kula,
1983), que va del antropomorfismo (p. ej., el pie, la pulgada, un palmo, la brazada) al
sistema mtrico decimal, y, dentro del sistema mtrico decimal, de la medida terrestre
(la primera definicin del metro -por 1799- se refera a "la diezmillonsima parte del
cuadrante de meridiano que va de Dunquerke a Barcelona, pasando por Pars") a
medidas astronmicas que requieren mucha mayor precisin para que la acumulacin
del posible error de medida no desve del objetivo (p.ej., pilotaje de naves espaciales).
La aparicin de nuevas funciones sociales han ido exigiendo afinar el sistema mtrico,
un ejemplo ms de un sistema de smbolos apto para representarse la longitud. Lo ms
relevante para nosotros aqu es resaltar que el sistema mtrico nace inspirado en un
sistema de relaciones polticas (con el principio d'Egalit de la Revolucin Francesa) y
con un afn de Francia por universalizar determinados principios sociales. El sistema
mtrico simbolizar la precisin, exactitud, pero tambin modernidad, igualdad, justicia.
Le es constitutivo todo un sistema de relaciones sociales, por ms simtricas que estas
puedan ser. De hecho basta activar esas relaciones sociales para influir en las
operaciones mentales realizadas, por ejemplo, con el centmetro (Prez y Das, 2002).
Un modelo de la estructuracin de la representacin. Es raro que un concepto,
una representacin, evoque un nico significado, un objeto o una conducta. Un
concepto social no es una unidad aislada de significado que se intercambia por otra
unidad aislada de significado, en correspondencia trmino a trmino. Todo concepto
social despliega una red de relaciones significantes mantenidas por las unidades de
informacin en l articuladas. Esta red de significados que se despliega alrededor de un
concepto se ha denominado el campo de la representacin.. La llamada escuela de
representaciones sociales de Aix-en-Provence (Flament, Abric, Guimelli, Moliner y
colaboradores) se ha especializado en analizar la estructura de estos conceptos. Han
propuesto uno de los modelos ms completos de la estructura de una representacin.
Proponen que las representaciones se organizan alrededor de un ncleo central, que
corresponde a lo ms consensual, y un conjunto de elementos perifricos.
Por ejemplo, cuando se pregunta a la gente por la representacin social del
trabajo, aparecen, como puede imaginarse, tantas o ms asociaciones como personas
sean encuestadas. Pero hay algunas que dan lugar a un consenso o que son consideradas
ms diagnsticas que otras, que constituyen el ncleo central de esa representacin. Por
ejemplo, lo tpico para considerar que una actividad dada es un trabajo es que a cambio
se perciba un salario (Flament, 1994). Otro caso del anlisis estructural de las
representaciones lo encontramos en una serie de estudios de Flament y Moliner sobre la
representacin que se tiene del grupo de amigos ideal. Al preguntar qu caractersticas
tiene que tener un grupo de amigos para ser ideal, encuentran que entre las mltiples
asociaciones vienen a predominar dos: que haya igualdad o que no haya una jerarqua
dentro del grupo y que se d una convergencia de gustos o de opiniones. Sin embargo,
con un test que consiste en cuestionar el valor diagnstico de cada elemento, muestran
que esos dos elementos (igualdad y convergencia de opiniones) no son en realidad
igualmente constitutivos de la representacin. As, cuando plantean a un grupo de
sujetos la pregunta en forma de cuestionamiento, "un grupo de amigos en el que se diera
una jerarqua, sera pese a ello un grupo de amigos ideal?", efectivamente cerca de un
80% de los sujetos dice que no sera un grupo de amigos ideal; por el contrario, al
cuestionar el otro elemento "un grupo de amigos en que hubiera una divergencia de
opiniones, sera pese a ello un grupo de amigos ideal?", alrededor de un 73% sigue
diciendo que si es un grupo de amigos ideal (Moliner, 1994). Mediante este test se
demuestra, pues, que dos elementos que en principio estn igualmente asociados a la
representacin del grupo de amigos ideal, en realidad uno es central (que haya igualdad
dentro del grupo) y el otro es perifrico (que haya convergencia de opiniones dentro del
grupo).
El ncleo central es un elemento o conjunto de elementos que da significado al
conjunto de la representacin. Tiene una funcin generativa y otra organizativa; por l
se crea o se transforma el significado de otros elementos de informacin constitutivos
de la representacin y determina la naturaleza de los lazos que unen entre s esos
elementos de la representacin. Por tanto da estabilidad a la representacin. El sistema
central est determinado por las condiciones histricas, sociolgicas, polticas.
Constituye la memoria colectiva del grupo. Por esto constituye la base consensual de las
representaciones y da cuenta de la homogeneidad de un grupo social. Sin embargo,
tanto Abric (1993) como Flament (2001) insisten en que el consenso que suele
observarse sobre el ncleo central no equivale a uniformidad y estaticidad, ya que no
impide que se d una relativa flexibilidad en las prcticas sociales perifricas que
derivan de ese ncleo.
Cabe tambin imaginar que una representacin est compuesta de varios ncleos
centrales, lo que puede dar lugar a un paradigma.. Esto es lo que ilustra Lahlou (1998)
en un estudio sobre las representaciones sociales de "comer". Extrajo los sinnimos de
comer que da el diccionario francs Le Robert Electronique. Aparecieron unos cien. De
cada uno de estos cien busc a su vez los sinnimos, llegando a unos 544. La definicin
que aparece en el diccionario de todo este conjunto de vocablos fue sometida a un
anlisis de contenido. Segn Lahlou apareceran cuatro ncleos centrales: desear comer;
el acto de comer; lo que se come y la circunstancia en la que se come. Inspirado en un
enfoque estructuralista desarrollado sobre todo en lingstica, Lahlou seala que estos
cuatro ncleos formaran un paradigma de base (vase la figura 1). Para Lahlou se trata
de un paradigma de base porque se puede encontrar en otro tipo de estudio, por ejemplo
l lo encuentra en una encuesta realizada con 2000 franceses a los que se les pidi que
dieran las cinco primeras asociaciones que les venan a la mente al or la palabra
"comer".
Figura 1. Paradigma de base de "comer" (tomado de Lahlou, 1998)
TOMAR
(verbo, operacin)
DESEO
ALIMENTOS
(objeto)
(sujeto)
MODALIDAD DE COMIDA
(complemento circunstancial)
ncleo central, hasta que deje de haber consenso sobre ste. Aunque segn Flament
(2001) nadie ha conseguido an demostrar esta hiptesis experimentalmente.
Relaciones Sociales y Funcionamiento Mental
La teora de las representaciones sociales trata de responder como ninguna otra a
la cuestin de cmo los factores sociales y culturales determinan el estilo de pensar de
los individuos, una vieja preocupacin que en los ltimos aos ha visto a recobrar su
auge en disciplinas como la psicologa cultural, la psicologa transcultural, la
antropologa social y cultural o la sociologa cognitiva.
Prcticas culturales y funcionamiento mental.. Al estudiar las representaciones
sociales se aborda la relacin entre una dinmica social y una dinmica psquica, o sea,
la interdependencia entre el contexto, la cultura, la sociedad y el funcionamiento mental
del individuo. Los productos culturales, las categoras sociales, no son meras aadiduras
a la persona, sino las herramientas mismas con las que funciona la mente. La
aculturacin supone una transformacin del funcionamiento mental. Los contextos no
son meros escenarios externos donde se expresan los individuos, sino que procuran las
herramientas significantes que determinan el funcionamiento mental de los individuos
que participan en ellos.
Un modo de ver cmo mente y cultura se constituyen mutuamente es observar
que sin las prcticas colectivas a los que estn conectados los procesos psicolgicos,
stos parecen disiparse. Por ejemplo, es ampliamente conocido que la autoestima es un
constructo de personalidad relacionado con mltiples comportamientos (rendimiento y
fracaso escolar, depresin, etnocentrismo, etc). Fiske y cols. (1998) observaron en un
estudio que en occidente los individuos puntan ms alto en autoestima que en oriente.
Articulan esa diferencia con la frecuencia con la que, en las relaciones interpersonales,
se recurre en uno u otro mbito sociocultural a la adulacin, zalamera, elogios,
alabanzas, piropos. Preguntaron a japoneses y norteamericanos cuntos das haban
pasado desde la ltima vez que dijeron 'algo bueno' a alguien. La respuesta modal de los
norteamericanos fue un da, mientras que la de los japoneses fue cuatro das. Los
autores concluyen que es posible que exista un contexto de ms alabanzas en EE.UU, de
modo que dentro de ese colectivo la autoestima resulte constantemente reforzada, no
porque esta tendencia sea inherente a la naturaleza de la mente del norteamericano, sino
porque la respuesta es ms suministrada por el colectivo de su contexto. Sin este apoyo
del contexto ese funcionamiento psicolgico -que termina adquiriendo una relativa
autonoma individual- resulta difcil de mantener. Es lo que parece confirmarse en otro
estudio de esos autores en el que se muestra que al presentar un conjunto de situaciones
sociales ms propias de Japn o ms propias de EE.UU a una muestra de japoneses y a
otra de estadounidenses, preguntndoles "en qu medida su autoestima incrementara o
decaera en caso de encontrarse en esa situacin", observaron que los japoneses
efectivamente eran ms autocrticos mientras que los norteamericanos eran ms
aduladores. Ahora bien, esa diferencia slo aparece cuando se trataba de situaciones
propias de su cultura, ya que para las situaciones ms propias de la otra cultura los
japoneses dejaban de ser los ms autocrticos y los norteamericanos dejaban de ser los
ms aduladores. Los autores concluyen que basta con que el individuo se 'mueva' a otra
cultura para que sus tendencias psicolgicas habituales resulten menos concurrentes. En
un contexto bicultural se pueden mantener procesos psicolgicos propios de cada
cultura, cuyo despliegue depende del contexto cultural activado. Estudios de Mu y cols.
(citado por Fiske y cols., 1998) sugieren que en China con la apertura al capitalismo se
empiezan a notar ya cambios en el modo como las madres socializan sus hijos ms en el
individualismo que en el colectivismo, de modo que estas madres empiezan a guiarse
por el principio weberiano del "espritu del capitalismo", segn el cual la gente acta
por eleccin personal, de acuerdo con su vocacin, de modo que las disposiciones del
individuo pueden/puedan ser inferidas a partir de su comportamiento. Ensean as otros
sistemas de atribucin causal (Ichheiser, 1943).
En un estudio de Oetingen, Little, Lindenberger y Baltes (1994) se observa
cmo determinadas prcticas escolares y sociales sustentan determinados
funcionamientos mentales. Compararon alumnos de primaria del Este y del Oeste de
Berln, justo por la poca de la unificacin de las dos Alemanias. Advirtieron que el
sistema escolar en Berln del Este tena como meta "ensear tal y como las cosas
despus son en realidad": desde el primer curso escolar las evaluaciones y las notas eran
comunicadas pblicamente y a los mejores se les asignaba una posicin "oficial" dentro
la clase. Por el contrario, en las escuelas de Berln del Oeste no era costumbre poner
notas hasta cursos superiores, lo que indica ms bien una evaluacin privada, sin
enfatizar la autoevaluacin.. En la parte Oeste se insiste en que se trata de transmitir
conocimiento, y que lo de menos es la evaluacin. Por su parte, los padres de Berln del
Este, comparados a los del Oeste, deseaban en mayor medida que sus hijos fueran
obedientes, callados, educados, responsables y menos autnomos, seguros de s mismos,
abiertos de mente y crticos. Los autores encuentran que los nios de Berln del Este
muestran significativamente niveles ms bajos de iniciativa y menos creencias de
control (ejemplos de creencias de control: "soy inteligente en la escuela, incluso sin
esforzarme mucho"; "si quiero hacerlo bien, puedo"). Los autores interpretan estos
resultados como una indicacin de que en el Oeste el sistema escolar establece menos
relacin entre las creencias sobre uno y el rendimiento, lo que facilita que se generen
ilusiones auto-protectoras, confianza en s mismo, etc. Advierten que esa prctica de no
dar la evaluacin en pblico es muy propia del sistema norteamericano. Estas prcticas
facilitan, pues, determinadas tendencias psicolgicas (creencias en el control individual
y la iniciativa) que a su vez refuerzan bases del sistema capitalista.
La accesibilidad de una meta, de un esquema, de una actitud, no est
simplemente en funcin de su efectividad mnemotcnica intramental, sino tambin de
su presencia ecolgica, de la frecuencia con la que el contexto la propicia en las
prcticas, discursos y episodios cotidianos. Aunque mucha de la psicologa social se ha
centrado en estudiar esa accesibilidad desde un punto de vista intramental,
intramnemotcnico (p. ej., Fazio; Higgins), cabe tambin plantearse por los efectos
mentales que tiene el hecho de que tengan una accesibilidad colectiva, es decir, que se
estn activando en varios individuos a la vez. Por ejemplo, la celebracin peridica de
ritos constituye un empleo (fsico) de los smbolos, que al darse una participacin
colectiva en el ritual refuerza un sentimiento de comunidad y los valores colectivos. Los
grupos, que divergen por sus prcticas habituales y por lo tanto por los instrumentos
psicolgicos que hacen prevalecer, pueden, en concordancia, estar configurando
colectivamente su propia mente o sus categoras de juicio y razonamiento. Al cambiar
esas prcticas se modifican las representaciones sociales asociadas (Guimelli, 1989).
Por ejemplo, Inkeles y Smith (1974) encuentran que prcticas como la
escolarizacin y el trabajo asalariado se asocian con conceptos del tiempo, puntualidad
y planificacin de actividades con antelacin. Stigler, Chalip y Miller (1986),
explorando la conexin entre instrumentos materiales y procesos mentales, encuentran
que usuarios del baco recurren a un baco mental al resolver problemas y los errores
que cometen son distintos de los que usan el sistema numrico arbigo. Greenfield y
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Cocking (1994) seala que la televisin crea una propensin mental a tratar o procesar
imgenes de modo rpido lo que genera una actitud positiva hacia tiempos breves de
exposicin.
Pese a todo, no hay que pensar que el efecto de la escolarizacin sobre el
funcionamiento mental es tan cualitativo como podran dar a entender estos estudios
mencionados o como algunos autores han pensado. Los trabajos de Luria (1931) fueron
pioneros preguntndose por esta influencia de la escolarizacin sobre el desarrollo de
los procesos cognitivos. Compar procesos cognitivos de campesinos soviticos
residente en la parte de Asia Central que vivan segn el estilo de vida tradicional de la
zona con otros del mismo mbito cultural pero escolarizados y con un estilo de vida ms
occidental. Luria observ que los de tipo tradicional manifestaban un pensamiento ms
concreto anclado en situaciones ms cotidianas y por tanto recurra menos al
razonamiento abstracto y a la categorizacin formal. La conclusin a la que lleg fue
que el desarrollo del pensamiento basado en la lgica formal se deba fundamentalmente
a la escolarizacin. Esos resultados han sido confirmados (vase, Tulviste, 1991). Sin
embargo, hoy no es aceptado que el estilo tradicional de razonamiento difiera
sustancialmente del estilo occidental en cuanto a las estructuras cognitivas
implementadas (Cole, 1990); lo que ocurre es que sobre un tema dado unos grupos
aplican una estructuras cognitivas y otros grupos otras, pero eso no significa que ambos
grupos no dispongan de ambas estructuras cognitivas. Por tanto si la escolarizacin
introduce cambios es ms en qu tipo de razonamiento se le aplica a un objeto, que
sobre el razonamiento en s. Quiz ello se deba a que el sistema escolar est ms
orientado a la transmisin de informacin que al saber (Monteil, 1988).
Diferencias culturales y funcionamientos cognitivos.. Para Sampson (1981)
antes de catalogar un determinado proceso como proceso psicolgico fundamental
debera ser analizado como una funcin social, poltica, histrica particular. Cita el
trabajo de Mischel (1974 en Sampson,1981) segn el cual si el nio aprende a tolerar la
frustracin, a esperar la gratificacin, supone una transformacin del deseo intenso por
el objeto en un deseo ms fro, lo que exige una serie de competencias ideacionales.
Sampson sostiene que esto est anclado en el sistema cultural propio de la tica
protestante, donde se equipara el autocontrol cognitivo con el rendimiento de alto nivel.
As, ciertos hbitos mentales como la transformacin cognitiva de la futura gratificacin
reflejan y refuerzan un sistema econmico o un modo productivo particular. Por
ejemplo, se sabe que la economa de mercado requiere un optimismo, una confianza,
mirar hacia el futuro y sobre todo la creencia que uno puede ser dueo de su propio
destino; hbitos mentales culturalmente formados generacin tras generacin y
colectivamente reforzados (Berry, 1981).
Greenfield y Bruner (citado en Greenfield y Cocking, 1994) muestran cmo las
concepciones culturales generales vehiculan valores de individualismo o de
colectivismo que pueden interferir en las estrategias intelectuales de nios confrontados
a pruebas del desarrollo mental de tipo piagetiano. Estudiaron un grupo de nios
senegaleses (una parte escolarizados y otra no), miembros del grupo tnico Wolof. Los
no escolarizados respondan de diferente modo que los escolarizados en la clsica
prueba de conservacin de lquidos. Cuando el adulto transvasaba el lquido entre vasos
de diferentes formas, esos nios suponan que la cantidad de lquido cambiaba.
Obtenan as un bajo rendimiento en este test. Pero cuando eran ellos mismos los que
podan hacer el transvase entonces no se dejaban "engaar" por la apariencia variable
del volumen del lquido debido a la forma diferente de los vasos y afirmaban que
continuaba habiendo la misma cantidad de lquido. Los autores explican que al hacer los
propios nios los trasvases, el nio ejerca un control sobre la situacin y no recurra a
explicaciones de tipo mgico o atribua poderes extraordinarios al experimentador,
porque el nio saba que l personalmente careca de tales poderes.
Peng y Nisbett (citado en Fiske y cols., 1998) encuentran que al presentar dos
puntos de vista contrapuestos (por ejemplo, un argumento pro y otro contra) se refuerza
la polarizacin del sujeto en su opinin inicial; pero en sujetos orientales ocurre lo
contrario, se van ms hacia el punto medio, lo que denota un pensamiento ms
dialctico. Tambin citan un estudio en el que piden a sujetos chinos y norteamericanos
que juzguen el grado de asociacin entre diversas figuras presentadas de dos en dos en
una pantalla de ordenador (p. ej., una medalla y una tarta, un dlar y una mesa de
despacho). En unas condiciones la correlacin era inexistente, en otros 0,40 y en otros
0,60. Los resultados muestran que los chinos detectan mejor la covariacin que los
norteamericanos. Adems, cuanta mayor correlacin, mayor confianza manifestaron en
sus juicios; la confianza de los norteamericanos result independiente de la correlacin
real existente. No obstante, en unas condiciones en las que se permiti al sujeto decidir
(apretando una tecla) cul de los dos estmulos sera presentado primero (tarea que no
tena nada que ver con la existencia o no de covariacin) los norteamericanos muestran
ms confianza en sus juicios y detectan mejor la covariacin real; en contraposicin, en
esta condicin los chinos tienden incluso a rendir peor. Para los autores es una prueba
ms de cmo el contexto de la interdependencia social ms propio de la cultura china
lleva a que se detecte mejor la covariacin entre elementos fsicos, a ver de modo
holstico la interaccin entre estos elementos. En contraposicin, el occidental (si no
dispone de un control personal sobre el objeto) tiende a abordar el objeto de modo ms
analtico, examina los atributos de modo aislado y tiende a usar esos atributos para
categorizar los objetos, categoras que luego le sirve para hacer otras inferencias;
prefieren argumentos deductivos o principios abstractos.
La lgica social en el razonamiento. La hiptesis general de la teora de las
representaciones sociales es que al razonamiento lgico o psico-lgico le subyace una
psicosocio-loga, un metasistema de relaciones sociales que regula ese funcionamiento
mental. Las distintas modalidades de conocimiento reposan en distintas modalidades de
relaciones sociales.
En un libro reciente Doise (1993) ha revisado una variedad de investigaciones que
analizan esta influencia de lo social en el razonamiento. Entre ellas destacan los estudios
que analizan esas regulaciones sociales con conceptos como la norma de la obligacin y
de la permisin. Veamos esto con un ejemplo del razonamiento condicional, el de la
tarea de seleccin de Wason (1966). Como se recordar, esta tarea consiste en presentar
a los sujetos cuatro cartas (una con la letra E, otra con la K, otra con el nmero 4 y otra
con el nmero 7) y darles la regla siguiente: "si una carta lleva una vocal por un lado,
tiene que llevar un nmero par por el otro". Se les pregunta a continuacin por la/s
carta/s que tienen que levantar para saber si la regla es verdadera o no. Los resultados
muestran que slo entre un diez y un veinte por ciento de adultos encuentran la
respuesta correcta (levantar la carta E y la carta 7). Una de las explicaciones propuestas
es el sesgo de la correspondencia (matching bias): ante una tarea poco importante la
gente se contenta con elegir las cartas que se corresponden con los trminos enunciados
en la consigna: vocal y nmero par. Algo as como un heurstico de disponibilidad. Sin
embargo, en 1972 Johnson-Laird, Legrenzi y Sonino (en Doise,1993) crearon una tarea
que mantena las mismas propiedades lgicas y en la que sorprendentemente hasta un
90% de los sujetos daba la respuesta correcta. El estudio se realiz en Italia y la tarea
estaba basada en una analoga con el sistema de sellos del correo vigente en ese pas. La
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regla era la siguiente: "si un sobre contiene impresos, tiene que ir abierto y puede llevar
un sello de 40 liras. Si va cerrado, tiene que llevar un sello de 50 liras." Se presentaron a
los sujetos cuatro sobres: uno boca abajo que vean que estaba cerrado, otro que vean
que estaba abierto, otro boca arriba que llevaba un sello de 50 liras y otro boca arriba
que llevaba 40 liras. Ante la regla "si un sobre est cerrado, entonces tiene que llevar 50
liras", el 90 por ciento dio la respuesta correcta proponiendo que se inspeccionara el
sobre cerrado boca abajo y el sobre que lleva el sello de 40 liras. Resultados similares
han sido encontrados por otros autores(Doise,1993).
Cheng y Holyoak (1985) generalizan esos resultados haciendo la hiptesis de
que para no cometer errores en el razonamiento condicional es suficiente con que se
activen ideas generales (esquemas) de obligacin y permisin, independientemente del
contenido implicado. Ante otros resultados similares Girotto y cols. (1989) indican que
hay poca diferencia entre el pensamiento formal y el pensamiento de otros estadios. Por
ejemplo, observan que cuando se presenta a un grupo de nios la regla "si un coche va a
ms de 100 km/h, tiene que ir pintado de un color fluorescente", da lugar a muchas
respuestas correctas tanto acompaada de una justificacin (el gobierno ha decidido eso
como medida de seguridad "para que los coches que vayan rpidos sean muy visibles
desde lejos") o sin esta justificacin. Pero este razonamiento condicional correcto no es
tan alto cuando la regla dice "si un coche va a menos de 100km/h tiene que ir pintado de
un color fluorescente". Los autores piensan que sta ltima regla sera extraa e
incomprensible dados los esquemas pragmticos que manejaran los sujetos.
Por su parte Cosmides (1989) ha reinterpretado esos resultados de los esquemas
pragmticos desde otro ngulo terico. Piensa que las tareas de esos estudios se refieren
a reglas del intercambio social y a la trampa que lo perturba. Para que el intercambio
entre personas funcione de modo productivo para los participantes, estos tienen que
estar equipados con un 'algoritmo de contrato social' que les permita resolver problemas
como los siguientes: calcular la relacin costos/beneficios de los que participan en el
intercambio y detectar los que hacen trampas. En estos casos hacer trampa corresponde
a no pagar el costo del beneficio sacado en un intercambio dado, pues sin tal pago, el
que proporciona el beneficio no tendra ningn inters en proporcionarlo. As, la
persona en una situacin de intercambio se vera ante cuatro posibilidades (acepta el
beneficio, rechaza el beneficio, paga el costo, no paga el costo) y tratar de prestar
atencin a los infractores que no pagan el precio y a los que reclaman el beneficio.
Segn Cosmides el algoritmo de la historia de la especie humana sera "si alguien toma
su parte del beneficio, debe pagar el costo". Para esta autora se trata de un algoritmo
darwiniano y sugiere como metfora de la mente "una navaja suiza del ejrcito",
queriendo sealar que el cerebro humano est equipado con instrumentos cognitivos
aptos para realizar funciones especficas. Este algoritmo socioevolutivo del contrato
social ha sido contestado por los autores de la tradicin de los esquemas pragmticos
(accin - precondicin, reglas contextualmente apropiadas con respecto a la finalidad de
la accin), para quienes el algoritmo de Cosmides no es sino un ejemplo de un esquema
pragmtico.
Como quiera que sea, Doise (1993) en su libro "lgicas sociales en el
razonamiento" es tajante y sostiene que los modelos cognitivos que no conceptualizan
explcitamente la intervencin de dinmicas sociales, son insuficientes para dar cuenta
de la actividad de razonamiento del individuo. Para Doise estos estudios son similares a
los realizados por l y Mugny con el paradigma del marcaje social. Doise y Mugny
(1981) desarrollan la nocin de marcaje social en el marco de su teora sobre el papel
explicativo del conflicto sociocognitivo en el desarrollo de la inteligencia. Definen el
Los estudios originales de Rozin y sus colaboradores fueron replicados con tres
muestras de 240 estudiantes superiores espaoles y a continuacin expondremos los
resultados generales. Estudiantes universitarios espaoles contestaron como media de
evaluacin de cubiertos propiedad de un hombre sano +32 y de drogadicto con SIDA
6. Los mismos sujetos atribuyeron a la persona media una evaluacin muy similar a la
suya de los cubiertos del hombre sano (+31) aunque atribuyeron una devaluacin
mucho mayor cuando los cubiertos que haban sido propiedad y utilizados por un
hombre drogadicto portador de SIDA (-53). Un 53% de los sujetos evala
negativamente los cubiertos del hombre drogadicto con SIDA en relacin al hombre
Captulo 13:Las Representaciones Sociales 15
92
83
72
64
70
59
60
50
34
40
31
35
28
22
30
EE.UU
34
20
32
16
Espaa
8
10
0
Mutilado
Accidente
Tuberculoso
Asesino
Heterosexual
con SIDA
Homosexual
con SIDA
Podemos constatar que pese a que no hay razones lgicas (el jersey ha sido
lavado y no se corre riesgo razonable de contagio y transmisin de enfermedades) el
contacto con personas estigmatizadas por la mala suerte (mutilado en accidente), la
enfermedad (TBC), por su conducta desviante (asesino) y por una mezcla de las
anteriores (personas con SIDA) lleva a contagiar al objeto e implica una devaluacin y
rechazo percibido de su uso. Tambin se ha constatado que sujetos occidentales de
educacin superior actan siguiendo la ley de similaridad: la imagen de un objeto
afecta a otro objeto similar.. Las personas rechazan comer bombones que tienen la
forma de heces de perro, an sabiendo que son comestibles y de buen sabor. Las leyes
16
18
Pensamiento Mgico
Pensamiento Cientfico
figuras humanas, se deca: "van juntas porque la madre cuida del nio". Los
norteamericanos agruparon ms los objetos fijndose en partes comunes ("ambos tienen
un arma") y basndose en inferencias y propiedades de la categora ("porque son frutas",
"porque ambos tienen un motor"). Esta observacin de que en 'Asia' se fijan ms en la
relacin entre cosas (ms propio de un contexto colectivista, de interdependencia social)
y en 'Amrica' en las semejanzas y diferencias entre objetos (ms propio de un contexto
individualista), tambin se ve confirmada en estudios sobre la adquisicin del lenguaje,
donde se ha observado que en nios norteamericanos predomina el uso del nombre
(objeto) sobre el verbo (relacin), mientras que en nios chinos y coreanos se encontr
lo contrario (Tardif, 1996).
Sociocentrismo
Por su parte, Moscovici (1998), haciendo un balance de esta problemtica,
propone la nocin de pensamiento consensual para subrayar el predominio de la
regulaciones sociales sobre las regulaciones lgicas. Como ya hemos sealado, la
conclusin que se antepone a las premisas resulta de un sociocentrismo: esas
conclusiones vienen dictadas por los intereses sociales de un colectivo (un conflicto,
una competicin entre grupos, por la defensa de una identidad social), a lo cual se van a
supeditar el manejo de las premisas, o sea, las reglas lgicas. La defensa de esos
intereses del grupo constituye la base del sociocentrismo. Por ejemplo, Moscovici
muestra los diferentes anclajes de los catlicos y de los comunistas en sus respectivas
representaciones sociales sobre el psicoanlisis. Los catlicos asimilan el psicoanlisis a
una especie de confesin, marcando as su representacin del psicoanlisis con la huella
de su identidad religiosa, lo que permite expresar una actitud ms bien positiva hacia el
psicoanlisis. Los comunistas lo asimilan a Amrica, teniendo como referente la
oposicin capitalismo-comunismo, lo que les lleva a una actitud ms bien negativa. El
planteamiento es que las representaciones sociales que se elaboran se articulan
necesariamente con la identidad social. Adems al emplear un mismo smbolo, un
mismo concepto, o sea, una misma representacin, supone una comunidad entre los
individuos que lo emplean, se crea una identidad entre ellos. De hecho, el concepto
social y la agrupacin social que le corresponde son indisociables.
Representaciones sociales de la inteligencia e identidad parental. Los padres
cumplen un papel esencial en el desarrollo de la inteligencia directamente a travs de las
interacciones sociales con el nio e indirectamente porque pueden orientar las
interacciones de los nios entre ellos. No se comprendera que los padres no organizaran
esas interacciones cotidianas espontneas segn sus representaciones de la inteligencia y
del desarrollo de sta.
Mugny y Carugati (1985) en un extenso estudio sobre las concepciones de la
inteligencia y su desarrollo manejadas por padres y por profesores encuentran, por un
lado, que la extraeza sociocognitiva que surge de observar las diferencias
interindividuales, que en principio no se esperan, en cuanto a "la inteligencia" entre
individuos (por ejemplo entre dos hermanos, entre dos alumnos de una misma clase)
constituye un principio organizador de las representaciones de la inteligencia. Por otro
lado, esa misma extraeza puede dar lugar a representaciones de la inteligencia
contrapuestas, o bien en trminos hereditarios (ideologa del don), o bien en trminos de
la adquisicin y aprendizaje, segn la responsabilidad paternal o educativa con el nio
que tenga la persona en cuestin. Los padres y los profesores, y sobre todo los
profesores que adems son padres, explican en mayor medida las diferencias
20
22
valores dominantes de la sociedad (por los aos 1950) a reconocer en las pulsiones
sexuales vectores esenciales de la personalidad. Esa reconstruccin segn los valores
aceptados refleja un proceso de anclaje. No obstante se seala una influencia recproca:
desde la aparicin del psicoanlisis se han atenuado diversas prohibiciones que
regulaban la vida sexual; el psicoanlisis se ha convertido en emblema de liberacin de
costumbres sexuales y ha tenido una influencia sobre las conductas individuales.
Sistemas de categoras sociales. Es quiz Doise (1990) quien ms ha insistido en
el papel central que tiene el anclaje dentro de las representaciones sociales. De hecho
una parte de la definicin que propone de representaciones sociales como "principios
generativos de las posiciones adoptadas a partir de inserciones especficas, insertadas a
su vez en un conjunto de relaciones sociales ms amplio", se podra tomar como una
definicin del anclaje social. Por tanto, la asimilacin de la informacin depende de la
posicin que ocupa el individuo dentro del grupo y de la posicin de este grupo con
respecto a otros grupos. Segn ese posicionamiento social, individuos y grupos
razonarn de diferente modo sobre "una misma" informacin.
Por ejemplo, el psicoanlisis es visto como la confesin por estudiantes y gente
de profesiones liberales. Mediante este anclaje, ms que insistir en el hecho de hablar,
se insiste en la toma de conciencia que supone el psicoanlisis (hablar sin tapujos,
liberar conflictos, dirigir conciencias). Los mdicos y estudiantes de medicina anclan o
asimilan el psicoanlisis al narco-anlisis. Los obreros lo asimilan a la sugestin (una
prctica psiquitrica por la que se ejerce una influencia que para ellos es imprescindible
en toda cura). Los que tienen una actitud favorable hacia el psicoanlisis lo asimilan a la
conversacin.. Dentro de este grupo, los estudiantes ven al analista jugando un papel de
amigo (posibilidad de dilogo, libertad de expresin, comunicacin, restablecer
relacin), etc.
Otro aspecto interesante de una aplicacin del proceso de anclaje se encuentra en
los trabajos de Chombart de Lauwe (1986) con respecto a las representaciones sociales
del nio. Estudia la transmisin social de representaciones y valores orientados a la
socializacin del nio. La autora analiza los personajes-nio que se propone a los nios
(en libros y pelculas para nios) y su representacin por parte de los nios. El
personaje-nio creado suele encarnar los valores y contra-valores de la sociedad,
especficamente moldeados por el adulto de cara al pblico infantil. Ese personaje juega
un papel mediador entre las categoras de edad, tambin juega ese papel en el propio
grupo de nios y entre el presente y el futuro del nio. Esta imagen que se transmite a
travs del personaje-nio evoluciona con el tiempo. Chombart de Lauwe seala que en
la actualidad el personaje se ha hecho ms autnomo y ms cercano al adulto, y los
personajes-femeninos se parecen ms a los masculinos. Se ve con estos estudios cmo
la socializacin tambin podra ser entendida como un proceso de anclaje, por el que
una categora social es anclada en/por otra categora social.
Anclaje de la ciencia en la sociedad. La penetracin de la ciencia en la sociedad,
adems de generar determinados cambios sociales y culturales, puede tambin hacer que
su modelo de razonamiento sea la vara de medir para el razonamiento lego y por tanto
que se aplique un juicio desfavorable a ste (miseria cognitiva, lleno de errores,
sesgado, guiado por heursticos, etc.).
Como se ha indicado repetidas veces, en la obra en el que Moscovici propone su
teora de las representaciones sociales lo hace ilustrndola con la representacin del
psicoanlisis, cmo el psicoanlisis pasa del mbito de la ciencia al mbito lego. Parte
de la observacin de que el impacto del psicoanlisis cabe encontrarlo no slo en otras
teoras u otras actividades intelectuales (la del ensayista, el filsofo) sino sobre lo que
parece una de las principales funciones de la ciencia: la transformacin de la existencia
de las personas. Para Moscovici el psicoanlisis ha introducido temas nuevos, cambiado
de significado determinados actos, palabras; ha transportando la gente a universos de
relaciones y acontecimientos extraos, desconocidos hasta entonces. De este modo se ha
convertido -como otras teoras cientficas tambin lo han hecho- en material del que se
constituye cada individuo y cada sociedad, parte integrante de su vida afectiva e
intelectual.
Probablemente tambin ha influido en las prcticas educativas y familiares: los
padres tienen una gran preocupacin por saber lo que hay que hacer y lo que no hay que
hacer en la educacin de sus hijos; la llamada filiocracia (los padres tratan
reverencialmente a los hijos y evitan todo conflicto afectivo con ellos) quiz tenga
tambin que ver con el anclaje del psicoanlisis en el pensamiento de los padres. De este
modo, indirectamente, el psicoanlisis, o su representacin, puede encontrarse en la
estructura de la personalidad propia de nuestra cultura. El conocimiento del
psicoanlisis se ira refractando as, paso a paso, en las relaciones interpersonales, en los
lenguajes, la personalidad y la sintomatologa. Constituye un modelo que asimila,
ensea, comunica, compartido; en definitiva, que modela la conciencia colectiva. En
otro plano, se plantea la cuestin de cmo ese conocimiento lego del psicoanlisis
termina transformando la relacin terapeuta-paciente y por tanto los resultados de esta
prctica clnica.
La Objetivacin
La objetivacin es el proceso por que se hace concreto algo abstracto. Las ideas
abstractas, lo relacional, es materializado en figuras. Se forma una esquematizacin o
ncleo figurativo, una estructura creadora de imagen va a reproducir de forma visible y
casi tangible, una idea o estructura abstracta. Se cambia lo indirecto en directo, lo que
en la teora es afirmacin general, en la representacin se convierte en traduccin
inmediata de la realidad. En la medida en que el modelo figurativo penetra en el medio
social como expresin de lo real aparece como natural. As el psicoanlisis se ve
personificado en la cara de Freud, algunas de sus palabras (p. ej., complejo, represin,
trauma), y de sus temas, como la infancia, la sexualidad, lo psicosomtico, actividades
psquicas como el sueo, el lapsus, se han convertido en signos para interpretar lo que le
pasa a alguien, para saber cul es su intencin, su estado emotivo, para hacerse una
opinin sobre uno mismo o sobre los otros.
Moscovici cree que en la actualidad (desde el auge de las ciencias fsicas) se da
una especie de animismo invertido: se tiende a objetivar lo vivo en lo inerte, lo
subjetivo en lo objetivo, lo psicolgico en lo fisiolgico. Se da adems una
biologizacin de lo social, donde el modo de ser del otro es fijado en una especie de
estado de naturaleza. Con el proceso de objetivacin, las ideas no son percibidas como
un producto de una determinada actividad intelectual de ciertas mentes, sino como
reflejos de algo que existe en el exterior.
Temata o Universales de Grupalidad
Cuando los individuos interactan juntos o participan en las mismas prcticas
colectivas elaboran as conceptos o representaciones. Entre los principios de grupalidad
que subyacen a estos conceptos hay unos que parecen ms universales que otros, o hay
28
unos ms probables de intervenir que otros. Se acaba de ver cmo una propiedad del
anclaje es la concatenacin entre una representacin previa con algo nuevo
(acontecimiento, descubrimiento, prctica colectiva). Sirve, por as decir, de biela entre
lo familiar y lo extrao. Sin embargo, entre todas esas mltiples concatenaciones entre
representaciones, hay unos vectores que prevalecen ms a menudo que otros. Estos
vectores resultan as hegemnicos, constituyen lo que suele denominarse la tradicin.
Tienen la propiedad, por tanto, de ser ms universales, ms impersonales, o estar ms
despegados de contingencias histricas particulares. En la literatura estos vectores han
recibido distintos nombres (paradigma, ncleo central, horma, trama, tropo, ideasfuerza, conceptos clave, principio organizador, etc.). En este sentido Moscovici y
Vigneaux (1994) utilizan la nocin temata propuesta por Holton (1982) para definir un
conjunto de concepciones bsicas, ideas-fuerza, de arquetipos profundamente
enraizados en la memoria colectiva de un grupo. Los temata expresan aquello que da
lugar a una regularidad de estilo o a una repeticin selectiva de los contenidos que son
creados por una sociedad y que sta conserva. Indican repertorios de significado que no
se acaban con lo que puede ser actualizado por los individuos y realizado por las
instituciones en un momento dado.
Qu duda cabe que sobre estos temata se construyen las representaciones
sociales. Se aborda as qu es lo que va a intervenir como nocin primera en el
engendramiento de familias de representaciones. Segn Moscovici y Vigneaux (1994)
estos temata emergen a tres niveles: a nivel conceptual (por ejemplo en la ciencia la
aparicin de los conceptos de simetra y de continuo), a nivel metodolgico (trminos
como la invarianza, extremos o imposibilidades aplicadas a las leyes) y a nivel de la
hiptesis o proposicin temtica (p.ej., la hiptesis de Newton referida a la inmovilidad
del centro del universo). Las representaciones sociales se engendrarn dentro de tematas
como esos.
Por su parte, desde la antropologa, Shweder (1982) ha identificado 10 temas
clave de significado que parecen ser importantes para todos los grupos culturales:
Cuadro 2: Temas Clave de Shweder (1982)
1. El problema de delimitar el espacio personal (quin soy yo y quin no soy)
2. El problema de la identidad sexual
3. El problema de la madurez
4. El problema de la consustancialidad (quin es mi pariente)
5. El problema de la etnicidad (cul es nuestro modo de ser y cul no es nuestro modo de ser)
6. El problema de la jerarqua (por qu la gente comparte la desigualdad en cargas y beneficios
de la vida)
7. El problema natura-cultura (qu es el ser humano frente al animal que se le asemeja)
8. El problema de la autonoma: soy independiente, dependiente o interdependiente
9. El problema del estado (lo que me gusta a mi hacer frente lo que quiere el grupo que haga)
10. El problema de la proteccin personal (cmo puedo evitar la guerra de todos contra todos)
Sin duda puede haber otros temas y se puede ver cierta parcialidad cultural en
alguno de ellos, no obstante, la idea es determinar mediante estudios comparativos
conceptos sociales que parecen presentes en todos los grupos culturales y que
histricamente parecen tener una mayor perennidad.
17,4
3
4,48
2,9
4,68
Diferencial
3,2
Sociolgica
3,9
3,5 2,49
2,41
Disfuncin
Rol Docente
3,68
2,35
Capital
Cultural
4,3
Carcter y
Personalidad
5,8
Conformidad
2,47
Don y Logro
A.
8,1
IdeolgicaCrtica
4,3
Adaptativa
20
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
31
sobre pobres, hombres sobre mujeres). Critica a la escuela en tanto institucin que crea
diferencias entre los individuos y ataca a los tests de inteligencia como sesgados e
imprecisos. Aunque organiza las respuestas, es ms bien rechazada por las personas. La
concepcin "Ideolgica-Crtica" remite a una concepcin de la Inteligencia como objeto
de manipulacin de un grupo sobre otros. De esta manera, la escuela o las producciones
cientficas como los tests, se convierten en instituciones que legitiman una definicin de
la inteligencia y el uso de sta para la conveniencia de algunos grupos (Ricos, Hombres,
etc.). Probablemente sea esta una respuesta a la creacin por parte de la escuela del mito
de la determinacin gentica de la que habla Valsiner (1996), resaltando los procesos
sociales de los usos de las representaciones sociales.
La definicin en trminos de Don" y Logro Acadmico enfatiza los procesos
cognitivos refrendados por el xito educativo. As, ser inteligente es ser bueno en lgica
y matemtica, es la capacidad de pensamiento abstracto, entender al maestro y que te
vaya bien en la escuela. El lugar donde nace la inteligencia es el cerebro. Las creencias
sobre el Don y el Logro Acadmico mantiene una posicin intermedia no son
rechazadas ni aceptadas como promedio.
Las siguientes representaciones son ms bien rechazadas. La definicin de
Conformidad enfatiza tambin en aspectos de adaptacin pero, mientras la adaptativa
enfatizaba un buen intercambio individuo-ambiente al estilo de la inteligencia exitosa
de Sternberg (Sternberg y Kauffman, 1998), aqu es ms saliente el acomodarse a lo
hegemnico, a la ideologa dominante, a la escuela y el tener buenas maneras.
La definicin Carcter y Personalidad plantea que la inteligencia es un
problema de personalidad, que es sobre todo una cuestin de carcter. En la
investigacin de Mugny y Carugati (1989), los tems de Carcter y Personalidad
formaban tambin un factor aparte, siendo ambigua su "naturaleza". El tener "buenas
maneras" tambin aparece aqu con la misma contribucin que en la definicin anterior
- tiene la misma aportacin a este factor y al anterior -. Posiblemente el carcter y la
personalidad pueden pensarse como aspectos del individuo que pueden ser "moldeados"
segn las normas y necesidades sociales, direccin sta que no se aleja de la hiptesis de
una inteligencia de segundo orden.
En la definicin Capital Cultural son los padres, su ocupacin o la valorizacin
que stos hacen de la inteligencia, lo que explica la inteligencia del nio, recordndonos
a Bourdieu y Passeron (1976) cuando hablan del proceso de reproduccin y doble
arbitrariedad que realiza la escuela al reforzar en los sujetos aspectos de sus
disposiciones de actuacin asociadas a sus recursos sociales o habitus.
Como vemos, hay poco acuerdo con las creencias que enfatizan bien una postura
crtica (Ideolgica-crtica), la inteligencia como mecanismo de reproduccin de
asimetra, el capital cultural, la personalidad (carcter y personalidad) o la inteligencia
pensada como una actitud adaptativa conformista (Conformidad), tanto a la sociedad en
general como a la escuela en particular. Por su parte, en la definicin de Disfuncin del
Rol Docente, el problema de la inteligencia se resuelve con un buen desempeo por
parte de los docentes, ya que ellos son sus garantes.
Las siguientes dimensiones, si bien organizan poco las diferencias de respuesta,
tienden a ser aceptadas, es decir, son creencias consensuales (aceptadas y de poca
variabilidad). En la definicin Sociolgica, la Inteligencia se presenta como relativa al
contexto, ya sea familiar o cultural y, como producto de oportunidades. Sera la
contraparte de la definicin del Don y Logro Acadmico, enfatizando la posibilidad de
intervencin y, completando el debate nature-nurture, que enmarca a la discusin sobre
la inteligencia y sus orgenes.
32
Recordemos que una puntuacin factorial representa la desviacin de la media, que en el caso de la
representacin adaptativa era de acuerdo y, en la de desigualdad y don, neutra.
Captulo 15: Relaciones ntimas: Atraccin, Amor y Cultura
33
Adaptativa
0,5
Ideolgica-Crtica
0,4
0,3
Conformidad
0,2
Carcter y Personalidad
0,1
Capital Cultural
-0,1
Sociolgica
-0,2
Diferencial
-0,3
Familiaridad
No Familiaridad
Los sujetos que asumen las diferencias de inteligencia como un problema sin
solucin concuerdan ms con una visin ideolgica de la inteligencia, es decir, ven a la
inteligencia como instrumento arbitrario que permite la supremaca de unos grupos
sobre otros, explicacin que se completa con una visin sociolgica de "intervencin" y
conformista. Estos datos van en el sentido de los obtenidos por Raty et al. (1993): las
personas que creen que las diferencias de inteligencia entre los individuos es un
problema an sin solucin cientfica, priorizan una definicin de la inteligencia en
trminos crticos ideolgicos. Se la entiende ms como una categora o etiqueta
socialmente fabricada, un producto directo de relaciones de fuerzas sociales. Por su
parte, los maestros estn ms de acuerdo con que el problema de la inteligencia tiene
solucin cientfica, porque de esta forma se legitima su rol profesional. Adems los
estn ms a favor de una concepcin de la inteligencia en trminos de desigualdad
natural, a la vez que tambin reconocen la influencia del bagaje cultural de los padres o
la familia. Asimismo, rechazan su concepcin ideolgica o crtica y la idea de que es la
disfuncionalidad pedaggica lo que est detrs del surgimiento de la inteligencia.
Grfico 3: Diferencias de Medias entre Docentes y No Docentes en la Dimensin Orgenes y
Definiciones de la Inteligencia
0,25
0,2
0,15
0,1
0,05
0
-0,05
-0,1
-0,15
-0,2
-0,25
-0,3
Adaptativa
Ideolgica-Crtica
Don y Logro Acadmico
Conformidad
Carcter y Personalidad
Capital Cultural
Disfuncin Rol Docente
Sociolgica
Diferencial
No Docente
Docente
34
Adaptativa
0,3
Ideolgica-Crtica
0,2
0,1
Conformidad
Carcter y Personalidad
-0,1
Capital Cultural
-0,2
-0,3
Sociolgica
-0,4
Padres
No Padres
Diferencial
El estudio con personas argentinas confirmara esta idea ya que quienes tienen
hijos refuerzan la idea de Desigualdad Natural y niegan a la inteligencia como
moldeamiento del carcter y la personalidad. Es interesante ver como estas personas,
con mayor distancia respecto de la tarea docente, aparecen apoyar una concepcin
Ideolgica- Crtica de las diferencias de inteligencia, siendo un poco ms fuerte en los
Padres que en los No Padres. Al no ser docentes, no hay conflicto de rol y por tanto no
aparece la necesidad de defensa de la identidad profesional. En el caso de los padres,
stos tambin optan por una concepcin biolgica de la inteligencia. Mugny y Prez
(1988) ya indicaban que si una de las funciones de las representaciones sociales es la de
contribuir a preservar la identidad de los individuos y de los grupos, probablemente la
ideologa de la inteligencia como don heredado sirva como protectora de la identidad de
Captulo 15: Relaciones ntimas: Atraccin, Amor y Cultura
35
individuos que tienen responsabilidades con el nio. En nuestros resultados, los padres
con hijos optan por una teora de la desigualdad natural, aunque no ocurre lo mismo en
el caso de los docentes padres, quienes rechazan esta representacin en general.
Comparando a los docentes con y sin hijos encontramos que los que tienen hijos niegan
que la inteligencia sea una cuestin de carcter o personalidad "moldeables a tener
buenas maneras" y estn ms de acuerdo con que haya una currcula diferencial para los
alumnos inteligentes. El apoyo a una currcula diferencial puede ser una posicin
profesional, el apoyo a una postura relacionada con los ltimos abordajes y cambios
respecto del aprendizaje de los dotados, ya que el apoyo a una educacin diferencial
para aquellos dentro del grupo docente se corroboraba tambin en la investigacin de
Snellman y Raty (1995).
A diferencia de la submuestra de no docentes, en la de los docentes, ambos
grupos (padres, no-padres) niegan aquellas concepciones que pongan en duda su
identidad profesional. Al ser docentes no estn de acuerdo ni con una concepcin
Ideolgica de la Inteligencia ni con una concepcin que los ponga a ellos como
causantes del fracaso de la aparicin de la inteligencia. Aquellos maestros que tambin
son padres defienden la institucin educativa para justificar su propia prctica, pero
tambin, dada la identidad parental, defienden a sus hijos contra la escuela y an
contra ellos mismos.
En ambos casos, se constata que las representaciones sociales no slo tienen
funciones cognitivas, que no son solo respuestas al deseo de entender y explicar las
cosas, sino que su funcin es tambin la de situar a los individuos y grupos dentro del
campo socia, defendiendo su imagen.
Los Mtodos ms Eficaces para la Dificultad ante el Aprendizaje
Otra de las escalas que integraba el cuestionario que los participantes
respondieron evaluaba las distintas formas de actuar o intervenir ante el alumno que
presenta problemas de aprendizaje. Queramos ver, por un lado, qu alternativas
aparecan y, por el otro, qu relaciones se establecan entre stas y las explicaciones
sobre los Orgenes y Definiciones de la Inteligencia.
Un anlisis factorial con los tems que integraban la escala obtuvo la
configuracin que aparece en el grfico 5. La primera metodologa que aparece con una
media alta de acuerdo y con peso en tanto organizadora de las diferencias de opinin es
la que denominamos como Mejora de la Atmsfera y Diagnstico Motivacional. En ella
se indica que lo que hay que hacer es: "dar al alumno responsabilidades"; "ayudar al
alumno a que aumente la confianza en s mismo"; "ser ms paciente con el alumno";
"tratar de que est atento" y "mejorar la atmsfera o el clima de la clase". Se enfatiza
aqu una actitud emptica por parte del maestro hacia el alumno y se espera que ayude
al nio a afrontar las dificultades que est teniendo. Se indica la necesidad de ser
paciente con l y de ayudarlo a tener autoconfianza, dndole responsabilidades. Mugny
y Carugati (1989) relacionan a estas actitudes con la concepcin de la Psicologa que da
relevancia a la necesidad de crear en la clase atmsferas psicolgicas que favorezcan el
desarrollo de las habilidades intelectuales. Aqu tambin est presente la importancia de
la orientacin del profesor como determinante del clima de la clase. Los estudios
muestran que la forma en que ste se relaciona con los alumnos, orientado a la
autonoma o al control, y su impacto sobre aquellos, es uno de los principales factores
que influyen en la motivacin intrnseca y la autoestima de los estudiantes y, por tanto
en su rendimiento. Es evidente su similitud con el estilo de socializacin democrtico o
autoritativo (vase el captulo 25).
36
Factores
4,26
2,16
Se
ve
rid
ad
2,52
Medias
Ex
tr
as
6,11
5,64
Ta
re
as
4,73
C
on
st
ru
cc
io
ni
sm
A
ge
o
nt
es
Ex
te
rn
os
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
37
38
bien es difcil asegurar que esta didctica constituye evidencia de la naturalizacin del
error o fallo del nio. La situacin aparece como lo bastante seria para requerir garanta
mdica y/o solicitar la consulta y asesoramiento de los padres.
La estrategia denominada Interaccin con pares y No intervencin no es
aprobada en general y se compone de ideas y afirmaciones que refuerzan la visin
construccionista - que incorpora a la interaccin con pares como mecanismo para
mejorar el rendimiento - y el Laissez Faire. Se considera relevante no intervenir y dejar
que el alumno imponga su propia dinmica a su proceso de aprendizaje (Prcticas de
esperar y ver y no-intervencin): "hacer trabajar al alumno con otro alumno menos
avanzado que l"; "mostrarle soluciones an menos correctas que las que l propone";
"hacer trabajar al alumno con otro alumno que comete los mismos errores"; "no forzar
al alumno, las cosas vienen con el tiempo"; "no preocuparlo, dejarlo ir a su "ritmo"; "no
decirle al alumno que est equivocado".
La ltima estrategia la denominamos Tareas Extras y Prctica. Despus de la
estrategia de mejora de la atmsfera, esta es la segunda aceptada por los sujetos. En ella
se indican cosas como: "dar al alumno tareas extras relacionadas con el rea en que est
teniendo dificultades"; "hacer que resuelva otros problemas del mismo tipo"; "no decirle
al alumno que est equivocado". Hay aqu una combinacin de la repeticin basada en
la respuesta correcta (hacerle practicar el mismo problema hasta que encuentre la
respuesta correcta) y de la basada en mtodos orientados a aumentar ms el tiempo del
nio dedicado a sus tareas. La repeticin se cataloga como solucin complementaria que
tiene consecuencias en la disposicin del tiempo del nio y ayuda a la repeticin normal
en casos de que la primera estrategia no evite los errores.
A la hora de hablar de estrategias o didcticas a aplicar ante los alumnos con
dificultades de aprendizaje, vemos que las ms importantes son de tipo democrtico y
participativo: la mejora de la atmsfera y el diagnstico motivacional junto con la
prctica. El trabajo con pares y el hacer los problemas "socialmente inteligibles", es
decir, estrategias constructivistas, tambin tienen aceptacin as como la consulta a
agentes externos donde bsicamente se enfatiza la comunicacin con los padres. La no
intervencin, junto con la severidad, son las didcticas que mayor rechazo obtienen. Es
decir, en el sentido comn de los padres se reproducen los resultados que indican que un
estilo democrtico e interactivo es normativo en la cultura occidental, mientras que un
estilo permisivo o un estilo autoritario se perciben como negativos (vase el captulo 25
sobre socializacin familiar).
Hay un claro consenso sobre elementos que nos remontan a la pedagoga
operatoria. Los errores son necesarios en la construccin intelectual y el alumno debe
aprender a superarlos. Las decisiones se toman a partir del aporte de argumentos que
hay que discutir y analizar en forma conjunta, tanto en lo referido a problemas
cognoscitivos como a los relativos a la dinmica de las relaciones interpersonales.
Conocerse a s mismo como a los dems es tan o ms importante que aprender una
asignatura. Asimismo, es necesario poder establecer relaciones entre los datos y los
acontecimientos que suceden en la vida cotidiana, a fin de lograr coherencia entre lo
social, lo afectivo y lo intelectual.
Cuando ponemos en relacin las concepciones sobre los Orgenes y Definiciones
de la Inteligencia con dichas conductas frente al alumno con problemas de aprendizaje4,
4
Para indagar en las interrelaciones entre las estructuras factoriales se calcularon las correlaciones entre
las dimensiones de los Orgenes de la Inteligencia y las dimensiones de los Mtodos Didcticos para el
alumno con dificultades.
Captulo 15: Relaciones ntimas: Atraccin, Amor y Cultura
39
0,3
Severidad
0,2
Contruccionismo
0,1
Agentes Externos
Interaccin-No
Intervencin
Tareas Extras
-0,1
-0,2
-0,3
Docentes
No Docentes
El grupo de sujetos que tienen hijos estn menos a favor tanto de una didctica
construccionista como de no intervencin y a la realizacin de tareas extras; se muestran
de acuerdo con la consulta a un especialista o con la implicacin de ellos mismos en el
problema. Parece que la experiencia de ser padres refuerza la opcin de tomar medidas
extra escolares y ms duras (Amaral, 1997; Snellman y Raty, 1995) siendo una fuente
potencial de conflicto con los profesores, que enfatizan la interaccin constructiva entre
pares y rechazan la presin va agentes externos (padres) sobre el nio.
40
41
a)
b)
c)
d)
Los trabajos empricos dan cuenta de una clara evidencia sobre la similitud
transcultural que existe en dimensiones como antecedentes generales, expresiones
faciales, cambios percibidos en el cuerpo y las tendencias a la accin. Sin embargo, las
reacciones verbalessubjetivas, los procesos de regulacin y afrontamiento emocional
aparecen fuertemente relacionados con la variabilidad cultural (Mesquita y Frijda,
1992).
Las investigaciones por cuestionario sobre los atributos tpicos de las emociones
han encontrado una serie de caractersticas especficas para las emociones bsicas de
tristeza, alegra y enojo (Shaver, Schwartz, Kirson y OConnor, 1987; Pez y Vergara,
1992; Scherer, 1997). Nos detendremos en este apartado en las emociones de Alegra y
Tristeza.
Teniendo en cuenta los factores anteriormente expuestos, la emocin de Alegra
se vincula a:
a) La obtencin de un objetivo deseable (de logro, social, etc.) y la tendencia a
continuar o reforzar la accin, sera lo ms prototpico en el caso de la alegra. Segn
esto, la alegra est asociada a xito en tareas o logros y a buenas relaciones con los
otros.
b.1) A nivel fsico se asocia a la activacin agradable, relajacin, brincar,
sentirse enrgico y a los sntomas tpicos (estar excitado, calor y relajacin muscular).
42
43
ANTECEDENTES
RESPUESTAS
Fsica
Brillo en la cara.
Brincar de alegra (bailar, mover, danzar).
Enrgico, activo.
Sentirse excitado, emocionado.
Sentir calor.
Sentir relajacin muscular.
Expresiva verbal
Comunicar buenos sentimientos a otros.
Decir cosas positivas.
Estar comunicativo, hablar mucho.
Compartir sentimientos (para hacer que los dems se sientan bien).
Expresiva no verbal
Risa.
Voz entusiasta y excitada.
Conductual
Ser corts, amistoso haca otros.
No apartarse de la gente.
Hacer cosas agradables para con los dems.
Compartir sentimientos (para hacer que los dems se sientan bien).
Mental
Olvidarse de los problemas.
Pensar que ha habido suerte.
Actitud positiva, fijarse en el aspecto bueno de las cosas.
Sentirse invulnerable.
Elevar la autoestima, sentirse importante, inteligente, necesario.
44
ANTECEDENTES
45
1 = nada tpico
2 = poco tpico
3 = bastante tpico
ANTECEDENTES
1.- Tarea de xito, logro (premio a un esfuerzo, por ejemplo).
2.- Consecuencias deseables, obtener lo que se deseaba.
3.- Recibir estima, respeto, elogios
4.- Obtener algo que estaba por conseguir.
5.- Recibir una maravillosa sorpresa (implica un cierto
grado de incertidumbre)
6.- Experimentar sensaciones muy agradables (bienestar,
satisfaccin a nivel fsico).
7.- Ser aceptado, correspondido.
8.- Recibir amor, afecto
9.- Participar en una reunin familiar y/o social.
10.- Alegrarse por el xito de los dems.
11.- Recibir regalos.
12.- La realidad excede a las expectativas.
REACCIONES FSICAS
13.- Sentirse excitado, emocionado
14.- Enrgico, activo
15.- Brincar de alegra (bailar, moverse, danzar)
16.- Dar saltos
.
17.- Brillo en la cara
18.- Sentir calor
19.- Sentir relajacin muscular, msculos distendidos, relajados
20.- Excitacin, nerviosismo, mayor actividad psico-motora
(respiracin acelerada, ganas de llorar, temblor )
21.- Cambios en la respiracin
22.- Nudo en la garganta
23.- Sensaciones en el estmago
24. Sensacin de fro, escalofros
25.- Elevada tasa cardiaca
26.- Tensin muscular, rigidez
27.- Ponerse colorado, ruborizarse
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4 = muy tpico
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REACCIONES EXPRESIVAS
35.- Risa
36.- Voz entusiasta y excitada
37.- Sonrer
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Claves de Correccin.
Sume las puntuaciones marcadas para cada uno de los tems que integran los diferentes
componentes emocionales de la Alegra segn se indica a continuacin:
'Respuestas Fsicas Tpicas de Alegra': Sume: 13 + 14 + 15 + 16+ 17 + 18 + 19.
Puntuacin Total _________. El rango de variacin oscilar entre 7 nada tpico y 28
muy tpico.
'Reacciones Conductuales de Alegra': Sume: 28 + 29 + 30 + 31 + 32.
Puntuacin Total _________., que oscilar entre 5 (nada tpico) y 20 (muy tpico).
'Reacciones Expresivas de Alegra': Sume 33+ 34 + 35 + 36 + 37.
Puntuacin Total _________, que deber oscilar entre 5 (nada tpico) y 20 (muy tpico).
'Reacciones Mentales de Alegra': Sume: 38 + 39 + 40 + 41 + 42.
Puntuacin Total _________, cuyo rango de variacin deber estar comprendido entre 5
(nada tpico) y 20 (muy tpico).
47
1 = nada tpico
2 = poco tpico
3 = bastante tpico
ANTECEDENTES
1.- Resultado indeseable, negativo
2.- Muerte de alguien querido
3.- Prdida de una relacin, separacin
4.- Rechazo, desaprobacin
5.- Descubrir que uno es impotente, incapaz
6.- Empatizar (identificarse) con alguien que est triste, lastimado
7.- No conseguir lo que se quera, lo que se deseaba
8.- Sentir que las cosas van peor de lo que se esperaba
9.- Muertes por negligencias (por tragedias)
10.- Enterarse de enfermedades graves relacionadas con personas
significativas para el sujeto
11.- Momentos de soledad, estar solitario
12.- Injusticia como causa o antecedente
REACCIONES FSICAS
13.- Inactivo, aptico
14.- Cansado, bajo en energa
15.- Movimientos lentos.
16.- Postura decada
17.- Cambios en la respiracin
18.- Nudo en la garganta
19.- Sensaciones en el estmago
20.- Sensacin de fro, escalofros
21.- Sentir relajacin muscular, msculos distendidos, relajados
22.- Sensacin de calor, calor en las mejillas
23.- Elevada tasa cardaca
24.- Tensin muscular, rigidez
25.- Ponerse colorado, ruborizarse
REACCIN ABIERTA EXPRESIVA
26.- Hablar poco o nada
27.- Hablar en voz baja, montona
28.- Expresar cosas tristes
29.- Llorar, gimotear, ganas de llorar
30.- No sonrer, fruncir el ceo
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4 = muy tpico
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4
4
4
4
FORMAS DE AUTOCONTROL.
42.- Hacerse activo, enrgico (como forma de afrontar la situacin).
Bsqueda de soluciones (querer hacer algo )
1
43.- Suprimir sentimientos negativos, mirar el lado positivo de las cosas,
actuar felizmente (como forma de afrontar la situacin)
1
44.- Autorreconfortarse (decirse a s mismo que lo ha hecho
lo mejor posible, reevaluarse positivamente, relativizar el
alcance del mal momento: "no es tan grave ")
1
Claves de Correccin
A continuacin, compare sus resultados para Alegra y Tristeza con las
precisiones que le ofrecemos en funcin del gnero, las cuales estn basadas en los
datos obtenidos con una muestra de 1.342 universitarios espaoles pertenecientes a 7
regiones distintas.
En Alegra:
Respuestas Fsicas Tpicas:
Si usted es Hombre y ha obtenido una puntuacin igual o menor que 20, o si es
Mujer y su puntuacin es menor o igual a 21, consideran que estas respuestas
fsicas son menos tpicas de la alegra que los estudiantes de la muestra. Es decir,
dicen percibir una reaccin emocional ante la alegra de modo menos intenso que
ellos.
Una puntuacin mayor que 21 si es Hombre, y mayor que 22 si es Mujer denota
que consideran que estas reacciones fsicas son ms tpicas de la alegra que las
personas de la muestra. Es decir, cuando sienten la emocin de alegra la vivencian
con mayor intensidad.
Reacciones Conductuales:
Si su puntuacin es menor o igual que 15, en caso de ser Hombre, o menor o igual
que 16 si es Mujer, considera que estas reacciones conductuales son menos tpicas
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Para Tristeza:
Respuestas Fsicas Tpicas y Conductuales:
Si es Hombre y ha obtenido una puntuacin menor o igual a 11, o igual o menor de
13 si es Mujer, consideran que este tipo de respuestas son menos tpicas de la
Tristeza que las personas de la muestra. Es decir, perciben una reaccin emocional
de tristeza con menor intensidad que la media de estudiantes.
Si la puntuacin es mayor o igual a 12, en el caso de los Hombres, o igual o mayor
que 14, en el de las Mujeres, consideran que estas reacciones son ms tpicas en el
caso de la Tristeza que las personas de la muestra. Es decir, cuando sienten la
emocin de tristeza la vivencian ms intensamente a niveles fsico y conductual.
Reacciones Expresivas:
Si ha obtenido una puntuacin menor o igual a 8 en el caso de los Hombres, o
menor o igual que 9 para las Mujeres, considera que estas reacciones abiertas
expresivas son menos tpicas de esta emocin. Es decir, presenta una reaccin
expresiva menos intensa que la media de estudiantes.
Si es Hombre y su puntuacin es igual o mayor que 9, o si es Mujer e igual o
mayor que 10, consideran que estas reacciones abiertas expresivas son ms tpicas
en sus casos. Es decir, cuando sienten tristeza, lo expresa ms intensamente que la
media de sus pares (estudiantes universitarios).
Reacciones Mentales:
Una puntuacin menor o igual que 20 en el caso de ser Hombre, o igual o menor
que 22 en el de ser Mujer, indica que consideran que estas reacciones mentales son
50
menos tpicas en sus casos. Es decir, vivencian una reaccin emocional subjetiva
ante la tristeza menos intensamente que la media de estudiantes.
Si es Hombre y ha obtenido una puntuacin mayor que 21, o si es Mujer y es
mayor que 23, consideran que estas reacciones mentales son ms tpicas que la
muestra de estudiantes. Es decir, ante la emocin de tristeza muestran una reaccin
subjetiva ms intensa que la media de estudiantes.
Mecanismos de Autocontrol:
Si ha obtenido una puntuacin menor o igual a 13, en caso de ser Hombre, o igual
o menor de 14, si es Mujer, consideran o perciben que cuando estn tristes, se auto
-controlan menos que la media de estudiantes.
Si la puntuacin es igual o mayor que 14, para los Hombres, o mayor o igual a 15,
para las Mujeres, consideran que estos mecanismos de autocontrol son ms tpicos
de la Tristeza en su caso que en el de la muestra de estudiantes. Es decir, cuando
est n tristes perciben que se auto- controlan ms que la media de estudiantes.
Claves de Correccin.
Una vez completado el cuestionario, sume las puntuaciones marcadas para cada uno de los tems
que integran los diferentes componentes emocionales de la Tristeza del modo en que a continuacin se
detalla:
'Respuestas Fsicas Tpicas de Tristeza': Sume: 13 + 14 + 15 + 16.
Puntuacin Total _________, que deber oscilar entre 4 (nada tpico) y 16 (muy tpico).
Puntuacin Total _________ que se encontrar comprendida entre 3 (nada tpico) y 12 (muy
tpico).
Puntuacin Total _________, que oscilar entre 7 (nada tpico) a 28 (muy tpico).
51
25
Bajo PDI
21,8
Alto PDI
16,2
20
17,3
16,1
17,1
15,2
15,5
15
10
5
0
Respuestas
Reacciones
Fsicas Tpicas Conductuales
Reacciones
Expresivas
Reacciones
Mentales
25
Alto IDV
Bajo IDV*
20,8
20
15
12,5
11,7
12,4
13,2
11,9
9,3
9,9
10
Respuestas
Reacciones
Fsicas Tpicas Conductuales
Reacciones
Expresivas
Reacciones
Mentales
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Mecanismos de
Autocontrol
13,5
53
Resumen:
Representaciones Sociales:
El pensamiento es de origen social y su base es la comunicacin simblica.
Los smbolos que representan una cosa por otra son externos y sociales, es
decir, compartidos y reconocidos por los otros.
Los conceptos sociales simbolizan relaciones sociales (familia simboliza la
relacin padres-hijos-hermanos-incesto, etc.).
Los conceptos sociales se organizan en una red de significados o campo de
representacin, con un ncleo central consensual estable (igualdad para la
representacin del grupo de amigos ideal) y significados perifricos ms
flexibles (acuerdo de opiniones en la misma representacin).
Las prcticas socio-culturales influencian el funcionamiento mental:
La alta auto-estima de individualistas anglosajones, en comparacin con
asiticos, se explica por el predominio mayor de escenarios de
alabanzas en el contexto de EEUU.
La evaluacin escolar privada poco rigurosa se asocia a la valoracin de
la autonoma y seguridad de s, tpica de culturas individualistas, frente
a la evaluacin rigurosa y pblica de colectivista, que se asocia a la
obediencia y responsabilidad.
Las prcticas de escolarizacin y el trabajo asalariado se asocian a los
conceptos de tiempo, puntualidad y planificacin.
Diferentes culturas enfatizan estilos cognitivos distintos:
Sujetos legos y cientficos asiticos colectivistas exhiben un estilo
contextual-relacional, ven de modo ms global las relaciones (detectan
mejor las correlaciones) y dialcticas (la saliencia de opiniones
contrarias modera su juicio).
Sujetos individualistas occidentales exhiben un estilo menos relacional
y ms analtico, examinando mayormente las semejanza y diferencias y
explicando atributos aislados de forma lineal y determinista.
El razonamiento lgico est impregnado y se ve facilitado por las relaciones
sociales:
El marcaje social o tareas lgicas que se corresponden con un contenido
social, se resuelven mejor y provocan mayor progreso cognitivo
(adquisicin de la conservacin piagetiana, p.ej.).
El conocimiento social es polifsico, es decir, coexisten en l formas
sencillas y lgicas de pensamiento: individuos occidentales de
educacin superior razona segn las leyes mgicas de contagio y
similitud.
Las Representaciones son sociocntricas: se anclan en los intereses y
perspectivas de los grupos, predominando las regulaciones sociales
sobre las lgicas.
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