Biografía La Vida de Gampopa Banderas de Oracion
Biografía La Vida de Gampopa Banderas de Oracion
Biografía La Vida de Gampopa Banderas de Oracion
Gampopa, el principal discípulo entre todos los discípulos de Milarepa, es como un sol
entre estrellas. Como Marpa dijo en la explicación del sueño de Milarepa de los Cuatro
Pilares, donde “Un buitre tenía un polluelo que sería el Incomparable”, esto hacía
referencia a un gran discípiulo, Gampopa Dzambaling Drakjpa(1), quién vendría donde
Milarepa desde el Norte. Milarepa también tuvo un sueño, en el cual, se profetizaba la
venida de Gampopa. En el sueño Gampopa iba hacia él portando una vasija de cristal
vacía, la cual Milarepa llenaba con néctar de su vaso de plata. Además, el mismo Buda
había predicho su venida.
Antes del tiempo de Buda Shkyamuni, Gampopa había nacido como el maestro de
Dharma Metok Dazeh. Durante el tiempo de Buda Shakyamuni, nació como
Chandraprabhava.
Para difundir la Práctica de Linaje en el Tíbet, nació en el Año del Tigre de Agua en
Sewalung, en el Norte del Tíbet Central. El nombre de su padre era NyiwaGyalpo, y el
de su madre Ngalsa. Tuvo tres hermanos. Estuvo casado por doce años; tuvo un hijo y
una hija. Sucedió que, durante una gran epidemia, murieron sus dos hijos y su mujer
también enfermó. Cuando ella estaba moribunda le confesó:”Estoy agonizando, y
cuando muera te casarás con una hermosa mujer [y me olvidarás]”. Él le prometió que
en vez de eso, se haría monje. Con su corazón aliviado, ella murió.
Gampopa estaba muy entristecido por estas pérdidas y fiel a su promesa se hizo monje
bajo el maestro espiritual Shawa Ling y se le dio el nombre de Sönam Rinchen. De este
maestro y del gran Cha-Dul(2) obtuvo la enseñanza de los Seis Tratados del Kadampa
(3) y otras enseñanzas, dominándolas. Recibió la Iniciación de Chakrasamvara e
Instrucción en Meditación por Loden Sherab de Mongyul (4). De los maestros
espirituales Chayulwa, Chakrikongkawa y Nyukrumpa, estudió todas las enseñanzas de
Yowa Atisha(5). De este modo, desarrolló completamente la comprensión de las
enseñanzas del Buda.
Gampopa vivía en una magnifica mansión y allí practicaba meditación con la mente en
un solo punto. Recibió signos, tanto en sueños como en vigilia, de haber logrado el
décimo nivel del Bodhisattva (6), como el descrito en el Sutra Suvarnaprabhasa.
Una vez, en primavera, fue a caminar fuera de las tierras de su mansión. Pasó cerca de
tres mendigos y de uno de ellos oyó el nombre de Milarepa. Cuando escuchó este
nombre su mente se embelesó por completo y le brotaron lágrimas de devoción.
Estaba como un apasionado jovencito viendo una hermosa diosa o como el repentino
susurro de las hojas de un manzano agitado por el viento. Estaba confundido acerca de
qué hacer. A continuación, regresó a casa y trató de realizar su práctica principal –La
Plegaria de las Siete Ramas (7)- pero fue incapaz de realizarla. No podía entender esto y
se preguntó qué estaba sucediendo con su mente.
El mayor de los mendigos le respondió: “Él está en Gungthang y su maestro fue Marpa
el Traductor, el discípulo del gran Pandita Naropa. Él enseña los Seis Yogas de
Naropa(8) provenientes del Tantra Hevajra.
Mucha gente viene a visitarlo, pero cada uno lo ve en forma diferente. Yo mismo, en
todo caso, no lo vi.” Gampopa, entonces, les ofreció mucha comida y hospitalidad.
Esa noche se fue a dormir, orando con la mente en un solo punto a Milarepa. En un
sueño soplaba una gran trompeta –no había más grande en Tíbet Central. SU sonido
penetraba el universo entero. Entonces golpeaba un enorme gong. Después, una mujer
le dio un gran tambor y le pidió que lo golpeara para el género humano. Ella, entonces,
le dio una copa-cráneo llena de leche y le pidió que la ofreciera a todos los animales.
Ella le dijo que bebiera de ésta cuando estuviera sediento y que ello extinguiría la sed de
todos los seres de los seis reinos. Entonces, ella dijo: “Ahora me iré hacia el Norte”.
Así soñó (9).
Antes que ellos partieran, Milarepa dijo: “Tengo una profunda enseñanza para ti”. Llevó
a Gampopa detrás de una gran roca cercana. Entonces, se levantó la parte posterior de
sus túnicas y le mostró a Gampopa sus nalgas –todas duras y callosas como las de un
mono- “Tienbes que mantenerte sentado en un asiento com este. No menciones estos a
los otros”. Entonces, dijo, “En el Año del Conejo, el día decimocuarto del primer mes,
trata de venir a Drin y Nyanam.”(15) Entonces, padre e hijo partieron. Gampopa viajó al
Tíbet Central y meditó en Oelka y en el Nyel. Después de un tiempo recordó la
instrucción de su maestro de retornar a Drin, pero el momento ya había pasado. No
obstante, partió y cuando hubo llegado tan lejos como el valle Yarlung, recibió la
noticia de que Milarepa había entrado en el paranirvana. El mensajero, entonces, le dio
la túnica y el bastón de Milarepa. Estas noticias fueron demasiadas para Gampoa, quien
se desmayó. Cuando volvió en sí, cantó una canción pidiendo encontrarse con Milarepa
cara a cara una vez más. Entonces, esparció ocho onzas de polvo de oro hacia Nyam y
regresó a Nyel. Allí se encontró con la encarnación de una mujer joven, hermosa y rica
que le prometió auspiciar su práctica de meditación.
De este modo, estuvo por seis años en Sewalung, en Nyel y por doce años en Gelung,
en Oelka. En aquellos lugares meditó continuamente como un río fluyente. Comprendió
que todo samsara y nirvana no son sino sueños e ilusiones. De esta manera logró la
sabiduría libre de elaboración.
Como Milarepa había predicho, Gampopa fue a Daklha Gampo y construyó un centro
de meditación, reuniendo muchos discípulos del Tíbet Central y Oriental como una
bandada de gansos en un lago de lotos. Dio ahí vastas y profundas enseñanzas de
acuerdo a las aptitudes individuales de sus discípulos. De esta manera las corrientes
unificadas de las enseñanzas Kadampas y Mahamudra emergieron como el Sol
Naciente.
Al final de su vida dijo: “He laborado grandemente por las enseñanzas del Buddha y he
encendido la llama de la sabiduría en seres que estaban tan ciegos. De este modo, el
trabajo que debía ser hecho por estos discípulos en esta vida ha sido realizado y para el
beneficio de generaciones futuras he compuesto muchos textos significativos. Quiero
asegurarle a mis discípulos, actuales y por venir, que si ellos tiene confianza en mi, les
protegeré de los sufrimientos del samsara y del nacimiento en reinos inferiores. Por lo
tanto, no estén tristes”.
Este insuperable gran maestro Gampopa disolvió el mandala de su forma manifestada el
día decimoquinto del sexto mes del Año del Pájaro de Agua (1153 D.C.). En ese
momento muchas maravillas y signos milagrosos, tales como arco iris y cantos
celestiales y lluvias de flores, atrajeron a muchos seres. Cuando fue cremada su forma
física, la alengua y el corazón no se quemaron. Muchas reliquias aparecieron en las
cenizas para ser usadas en la acumulación de méritos por los seres. Las reliquias están
aún ahora (comienzo de siglo diecisiete) proliferando.
Para todos los seres que estuvieron conectados con él aún tuviesen muchas emociones
conflitivas, aparecieron arcoiris y llovieron flores cuando ellos murieron. Por el poder
de su gran compasión, todos aquellos que estuvieron conectados con él entraron en el
camino de la Iluminación.