Kosovo, Las Semillas Del Mal-Ricardo Angoso García
Kosovo, Las Semillas Del Mal-Ricardo Angoso García
Kosovo, Las Semillas Del Mal-Ricardo Angoso García
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Impresin:
SUMARIO
PRLOGO
......................................................................................................................................................................
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
PRLOGO
Se ha dicho, y con razn, que los Balcanes tienen tanta historia
que no pueden consumirla o asumirla. Es uno de aquellos territorios en que se han entrecruzado imperios, pueblos y religiones;
donde en pocas etapas ha reinado la paz. Las herencias de muertes
y odios difcilmente pueden olvidarse. Y, tal vez por ello, realidades
y mitos se mezclan. Y en el centro de complejas mitologas encontramos Kosovo. Kosovo, realidad de cientos de aos y mito
de nacionalismos ms o menos irredentos; tambin es un presente
con una trgica historia reciente y con grandes interrogantes acerca
de su futuro.
Sobre todo esto nos habla este libro. Mucho se ha escrito
sobre los Balcanes y Kosovo. Nos hallamos ante un ttulo ms
que aadir? Creo que no. Esta obra tiene sus especificidades. Su
autor, Ricardo Angoso, ha escrito un libro con la cabeza y con el
corazn. Ms que escribirlo casi podramos decir que lo vive. No
es el analista que describe e interpreta desde teoras ms o menos
vigentes, aunque tambin lo es. Lo demuestra la gran cantidad de
datos que aporta a lo largo del viaje. Pero sobre todo siente esta
historia como propia, padece en su corazn y su mente esta herida
abierta de los Balcanes.
Se entremezclan el sentimiento y anlisis de esta complejidad
que son los Balcanes. Se describen hechos, se aportan informa7
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
El 17 de febrero de 2008, tras haber sido anunciada la independencia de Kosovo por las autoridades albanokosovares, miles de
albaneses se echaron a las calles de varias ciudades de Europa,:
desde Tirana hasta Bruselas pasando por Prstina, Pars y Zurich.
As hasta un sinfn de ciudades con significativas comunidades
albanesas. En Prstina, la abandonada, sucia y fea capital de Ko9
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
ser neutral, de contemporizar con las posiciones de los albanokosovares, y de no buscar el acuerdo y el consenso entre las partes.
Para los albanokosovares, por el contrario, el plan presentado por
el diplomtico finlands cumpla a las claras con sus expectativas
polticas: la comunidad internacional haba acabado por aceptar
la inevitabilidad de Kosovo y los serbios haban perdido, quiz
para siempre, el fetiche sagrado de este territorio mtico y emblemtico donde estn las iglesias, monasterios y monumentos ms
representativos para el pueblo serbio.
Pero aparte de este cambio de la comunidad internacional
con respecto al problema muy especialmente de la UE, haba
poderosas razones de ndole geoestratgica que estaban condicionando todo el proceso y abriendo el camino hacia la irrenunciable independencia de Kosovo. Los EE.UU. tienen ahora entre
sus principales aliados en la regin a Albania, pas que siempre
examin su colaboracin y alianza con Washington sin ningn
atisbo de crtica y sin ninguna exigencia moral; los serbios, por
el contrario, haban sido sus tradicionales enemigos.
Para la diplomacia norteamericana, la alianza con Albania le
garantizaba una salida al Adritico, la utilizacin de las bases militares albanesas sin ser controlados por nadie y una situacin geogrfica ptima, en un enclave estratgico a medio camino entre
Europa, Oriente Medio y el Cucaso. La nueva base balcnica
ofreca inmejorables cualidades, desde una opinin pblica absolutamente proamericana hasta unos ejecutivos lo suficientemente
entregados como para no exigir demasiadas contrapartidas.
Las slidas relaciones entre EE.UU. y los crculos albaneses
datan de los aos noventa, cuando la estrategia norteamericana
para la regin pasaba por el acoso y derribo del rgimen del
difunto Slobodan Milosevic. Se trataba de una guerra total en
la que todo vala, contra quien los estrategas del Pentgono consideraban su mayor enemigo en la regin. El aislamiento de Serbia
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Pero las cosas, en aquellos das de la posguerra bosnia, cambiaban rpidamente a favor de los intereses norteamericanos y en
contra de Serbia, algo que Milosevic no supo vislumbrar y cuyos
errores de clculo pagan los serbios de hoy. Serbia estaba derrotada,
hundida moralmente, con una economa en ruina y un ejrcito
sin moral de victoria tras casi una dcada de humillaciones. Los
serbios pagaron como ningn otro pueblo la ruptura traumtica
del Estado federal y socialista que les haba legado el mariscal
Tito; estaban dispersos por todo el pas y se sentan hurfanos,
perdidos en el marasmo que acompa al desordenado proceso
de disolucin yugoslava.
A partir de 1995 la presin sobre el rgimen serbio comenz
a ser muy intensa y el nacionalismo albans, protegido y tutelado
por los EE.UU., demand violentamente un nuevo marco poltico
y constitucional para Kosovo. Milosevic no entendi el peligro
que le acechaba y que provocara, aos ms tarde, la cada de su
peculiar rgimen caudillista, populista y autoritario.
Entre 1997 y 1999, con la ayuda, asesoramiento y armas de
otros Estados que estaban detrs de este verdadero complot antiserbio, los grupos radicales albanokosovares dieron paso a la primera gran organizacin terrorista albanesa: el ya citado ELK.
Desde sus orgenes, el ELK nunca ocult su proyecto independentista y antiserbio.
Sin embargo, el xito del ELK no sera militar por mucho
que se empeasen sus fundadores presentando sus atentados y
acciones como la batalla de un grupo de guerrilleros valientes
frente a un ejrcito serbio cobarde y sin moral de combate,
sino poltico. Desde los comienzos del conflicto el rgimen serbio fue demonizado por la comunidad internacional, a merced
de sus errores, todo hay que decirlo, mientras que las fuerzas
del ELK gozaban de la simpata y el apoyo de la mayor parte
de esta.
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El gran fracaso de Milosevic fue poltico, debido a su incapacidad para prever que se estaba esperando una agresin en toda
regla en el territorio de Kosovo y que las potencias occidentales
estaban cansadas de sus incumplimientos, zafias mentiras y burdas
maniobras para mantenerse a toda costa en el poder. Si hubiera
habido otra dirigencia serbia los acontecimientos hubieran sido
diferentes y hoy la realidad de Kosovo sera bien distinta. Pero
eso es poltica ficcin y aqu estamos intentando analizar y comprender los acontecimientos tal como ocurrieron.
As las cosas, y una vez que Serbia se haba quedado sin aliados
en la escena internacional, la presin albanesa se hizo cada vez
ms intensa; se detect en el liderazgo albanokosovar un escaso
inters por llegar a algn tipo de acuerdo con Belgrado, toda vez
que el rgimen de Milosevic se mostr absolutamente insensible
ante sus demandas y apost claramente por la estrategia militar
para resolver el problema de Kosovo.
Aunque si explicramos as las cosas estaramos simplificando,
pues tambin las tentativas de bsqueda de algn acuerdo entre
las fuerzas enfrentadas fracasaron, en parte, por el deseo de la comunidad internacional por imponer a la Serbia de Milosevic unos
acuerdos absolutamente humillantes y que nunca hubieran sido
aceptados por ningn ejecutivo de Belgrado, como la histrica
cita de Rambouillet en la que los serbios se negaron a rubricar
unos acuerdos con los albaneses que habran significado, en la
prctica, el final de la soberana serbia no ya para el territorio de
Kosovo, sino para todo el pas.
El personal de la OTAN no podr ser arrestado, interrogado
o detenido por las autoridades de la Repblica Federal de Yugoslavia. Si alguna de las personas que forman parte de la OTAN
fuera arrestada o detenida por error deber ser entregada inmediatamente a las autoridades de la Alianza, rezaba uno de los artculos de los acuerdos que auspiciaba la comunidad internacional
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para resolver definitivamente el embrollo de Kosovo. Como pueden imaginarse, ningn Estado, en el sentido moderno y europeo
de la palabra, poda aceptar tales acuerdos.
Las negociaciones de Rambouillet fracasaron porque, como
sealaba la eurodiputada italiana Luciana Castellina, lo all estipulado significaba la completa ocupacin militar de Serbia y
Montenegro. Y no por unas cuantas semanas, sino por tiempo
indeterminado, puesto que en el acuerdo se dice que tres aos
despus de su firma se har una conferencia internacional para
estudiar un mecanismo orientado a definir el estatus de Kosovo
en base a la voluntad de su pueblo.
En definitiva, los albanokosovares no tenan mucho inters
en el xito de dichas negociaciones, pues saban que contaban
con el apoyo de la comunidad internacional y que Serbia, a la
larga, podra tener la batalla perdida. Y los serbios no comprendieron el peligro que les acechaba: una intervencin militar de la
OTAN en toda regla.
Luego haba otros elementos externos que envenenaban el
encuentro de Rambouillet, como la posicin de la diplomacia
norteamericana, que consideraba culpables del conflicto a los
serbios, y vctimas a los albanokosovares. Se trataba, en definitiva,
de forzar que los serbios no aceptaran el acuerdo y los albanokosovares s; as sera ms fcil justificar una futura intervencin
de la OTAN contra Serbia y, en un futuro, el final de la soberana
serbia en la regin, tal como ocurri finalmente.
No eran unas negociaciones propiamente dichas, sino un ultimtum a Serbia, intentando imponer unos acuerdos previamente
cocinados y subordinar a la diplomacia europea, muy reacia a
una intervencin contra Serbia, a sus intereses regionales. Los
planes norteamericanos para Rambouillet salieron a la perfeccin:
se plane la intervencin de la OTAN contra Serbia Montenegro ya estaba al margen de lo que quedaba de Yugoslavia y fi 16
Resulta increble que en apenas unos aos, los que van desde la
instalacin del rgimen de protectorado para la regin, all por el
ao 1999, hasta ahora, las potencias europeas hayan cambiado
toda su doctrina internacional con respecto al cambio de fronteras.
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
Alemania, siempre cercana a los intereses de los radicales albanokosovares, ocult estos datos a sus socios militares en Kosovo y
no hizo nada por impedir los incidentes acaecidos despus. As
las cosas, nadie se extra del rpido reconocimiento de la independencia de Kosovo por parte de la diplomacia alemana.
La diplomacia serbia haba perdido la batalla de Kosovo mucho
antes de que pudiera darla en la escena internacional, pues el
guin ya haba sido escrito y muy poco podan hacer los lderes
de Serbia para oponerse a los planes prefijados por los estrategas
norteamericanos. No haba nadie en la sociedad internacional, ni
siquiera Rusia y menos la lejana China, que fuera a ejercer una
oposicin firme y rotunda a los deseos de Washington por precipitar la independencia de Kosovo. La situacin era muy parecida
a las semanas previas a los bombardeos de la OTAN contra la extinta Yugoslavia, a la que ya solo perteneca nominal y moralmente
Serbia, cuando Rusia y China no fueron ms all de las bravatas
retricas contra la intervencin y no tomaron acciones, ni siquiera
polticas o diplomticas, para detener la maquinaria militar atlantista puesta en marcha contra Belgrado.
El escenario actual ha sido el mismo: nadie se ha movilizado
para defender los intereses de Serbia ms all de la retrica y de
las declaraciones bienintencionadas; nadie ha querido enfrentarse
a unos EE.UU. absolutamente imbatibles en un mundo unipolar
e injusto. Pero que nadie se olvide de que en ms de una ocasin,
tal como ha ocurrido con las intervenciones de Afganistn e Iraq,
los EE.UU. han errado el tiro y con sus decisiones han abierto la
caja de los truenos provocando unos conflictos de difcil resolucin.
En el nuevo orden internacional las cosas no siempre son como
parecen, y el aparente final de una crisis puede ser tan solo el comienzo de una nueva.
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Result algo increble pero ocurri: los dos grandes partidos espaoles, el Partido Socialista Obrero Espaol (PSOE) y el Partido
Popular (PP), coincidan absolutamente, tras una legislatura crispada y abrupta, en un asunto fundamental de poltica exterior: el
reconocimiento de la independencia de Kosovo aseveraban
es un craso error que tendr fatales consecuencias en Europa y en
el mundo. De la misma forma, Izquierda Unida (IU) se sum al
consenso y conden esta vulneracin del derecho internacional;
tambin los partidos comunistas de Europa se unieron al rechazo
de tal decisin y numerosas voces, de distinto signo poltico, criticaron la precipitada declaracin unilateral de independencia de
esta regin serbia.
En la poltica espaola, sin embargo, las grandes formaciones
nacionalistas, entre las que destacaron el Partido Nacionalista
Vasco (PNV), el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y Esquerra
Republicana de Catalua (ERC), se mostraron muy satisfechas
por el proceso iniciado por los radicales albanokosovares y expresaron su solidaridad y apoyo al nuevo Estado nacido, segn algn
dirigente de ERC, democrticamente. Los temores a que el
efecto de la independencia de Kovoso tuviera alguna influencia
en la poltica interna espaola no se cumplieron, pues como suele
suceder en Espaa, y sobre todo en plena campaa electoral, los
asuntos internacionales no preocupan en exceso a una opinin
pblica poco conocedora de estos embrollos tan lejanos pero a la
vez tan cercanos.
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SEGUNDA PARTE.
DE CMO NACI EL MITO DE KOSOVO
4. El mito de Kosovo
Todo soldado campesino serbio sabe por qu lucha.
Cuando era nio su madre le deca:
Hola pequeo vengador de Kosovo!.
John Reed, periodista britnico, en 1917.
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
ltico y un adelanto de lo que seran los prximos aos. Pero tambin un gesto teatral: nunca cederemos en Kosovo, nuevo estandarte de la causa serbia, y desde aqu, resumira Milosevic, comenzaremos la cruzada en pro de la Gran Serbia.
Los albaneses, mientras el nacionalismo serbio afilaba sus armas,
construan una sociedad paralela, con su sistema educativo, legislativo y hasta administrativo, se preparaban para una batalla que
ya intuan como cercana, el momento esperado de devolver a los
serbios la afrenta de haber sido incluidos en la Yugoslavia que
tanto odiaban. La aparicin de Milosevic, con su escasa visin poltica y su falta de tacto a la hora de encauzar los procesos y conflictos por las vas racionales, sirvi finalmente a sus objetivos y les
dio va libre para exteriorizar la violencia. De aquellos barros de la
violencia bruta, sin ningn miramiento, vienen los actuales lodos.
El sexto aniversario de esta derrota se realiz en un ambiente
marcado por la ebullicin patritica y el despertar nacionalista
serbio. Los intelectuales serbios, que ya haban publicado su famoso Memorndum, donde se denunciaba el genocidio cultural que sufran los serbios de manos albanesas, reclamaron a
Milosevic que culminara su revolucin cultural nacionalista.
Un milln de serbios arroparon a Milosevic, en aquel 28 de
junio de 1989, otro da de San Vito glorioso, mientras el mundo
permaneca ajeno a la tragedia que se desarrollaba en los Balcanes,
prlogo de la carnicera que luego se abatira en los 90. Milosevic
ya abrazaba el ideal de la restauracin de la Gran Serbia y la
abolicin constitucional del poder local en Kosovo. Como recuerdo de las tropas de Lazar, 25.000 soldados federales, la
misma cantidad de hombres en armas que el prncipe derrotado
lanz contra los otomanos, protegieron al milln de manifestantes llegados de todas las partes de Yugoslavia. Los smbolos,
como en toda orga nacionalista, respondan a una esttica
nacionalista mil y una veces repetida.
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rgimen ante la irreversible descomposicin del bloque comunista y el fracaso econmico del mismo en Yugoslavia. Pese a
todo, las tensiones y las silenciosas luchas seguan ah y tan solo
faltaba que alguien encendiera la mecha de la pasin nacionalista
para poner en marcha el engranaje de la guerra contra el otro. Los
albaneses, por su parte, tambin enarbolaron la bandera nacionalista y desde principios de la dcada de los ochenta se mostraron
claramente partidarios de abandonar el barco yugoslavo por la
va de la confrontacin.
En aquellos aos, el que era considerado el bardo de Milosevic,
Matjija Beckovic, defenda el mito de Kosovo como fuente inspiradora del discurso nacionalista serbio: Kosovo es la palabra
serbia que ms cara cost. Fue comprada con sangre. No podemos
venderla sin que la sangre sea derramada de nuevo (...). Hace seis
siglos en el globo no haba ocurrido nada ms importante que la
batalla de Kosovo. La palabra que vio el conde Lazar, eligiendo el
Imperio celestial, es una palabra dada para siempre, y no podr
retirar nunca. Kosovo es el centro del planeta serbio. En Kosovo,
los serbios estuvieron esclavizados la mitad de mil aos. Europa
no tiene raz ms profunda que la que, a travs de Grecia y Bizancio, aflora en nuestra tierra. En Kosovo est enterrado todo el
pueblo serbio (...). Las fosas son los nicos poblados tnicamente
puros (...).
Milosevic manipul al pueblo serbio con los viejos smbolos
y un nuevo discurso teido de burdas banalizaciones y una retrica
simplista y racista. Mezclaba la historia reciente con la pica. En
un viaje hacia la nada que solo poda conducir al suicidio colectivo,
el veterano dictador serbio utiliz el mito de Kosovo en el momento ms oportuno para legitimarse en el poder, justo cuando
el bloque comunista se disolva como un azucarillo y cuando
todas las dictaduras vecinas del Este llegaban a su fin. Solo Milosevic, utilizando Kosovo como coartada, consigui sobrevivir a la
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En la antigedad, Kosovo era un territorio habitado por los dardanos que formaban parte, segn las crnicas, de las tribus ilirias.
Los historiadores albaneses remontan sus orgenes a los ilirios, los
cuales ya habran estado en Kosovo en la poca romana, mucho
antes que los eslavos, que no emigraron hasta este territorio hasta
el siglo VI. La historiografa serbia no reconoce estos orgenes,
como es lgico, y siempre han asegurado que su llegada fue
anterior a la de los albaneses. De acuerdo con las siempre discutibles tesis albanesas, estos protoalbaneses habran conservado su
identidad tnica no solo durante la poca de la ocupacin romana,
sino tambin en la poca de las invasiones eslavas de la alta Edad
Media.
En cualquier caso la argumentacin albanesa presenta una
laguna, ya que los albaneses no aparecen mencionados en las
fuentes hasta el siglo XI (1078-1079), y entre la antigedad y
estas primeras menciones transcurre un periodo de tiempo de al
menos seiscientos aos. Resulta ms que dudoso que la gran masa
de poblacin iliria de Dardania sobreviviese sin verse afectada por
la romanizacin y la eslavizacin puesto que en otras zonas de la
pennsula balcnica tampoco fue ese el caso. Lo ms probable es
que los antepasados de los albaneses actuales conservaran sus lenguas y costumbres nicamente en territorios aislados, especialmente en zonas de montaa; y es evidente que las llanuras de Ko 46
sovo no presentan tales caractersticas. Es significativo que los albaneses sean mencionados por las fuentes serbias antiguas como
meros pastores nmadas, escribira el historiador alemn Peter
Bartl.
De esta forma, la tesis de un poblamiento albans ininterrumpido en Kosovo no se sostendra con firmeza; tampoco se sostendra la tesis serbia de que los albaneses siguieron emigrando hasta
la regin hasta los siglos XVII y XVIII. La poblacin de Kosovo, al
menos durante la Edad Media, era predominantemente serbia.
Adems, a partir de 1170, en que el prncipe serbio Stefan Nemanja establece el primer Estado serbio de la historia, Kosovo pasara a ser el centro econmico, poltico, religioso y cultural del
pueblo serbio. De sus ricas minas, entre las que destacaban Novo
Brdo y Trepca, se extraan metales preciosos que luego eran vendidos a todos sus vecinos. Los bellos monasterios de Decani,
Graanica, la iglesia catedralicia de Bogodorica, Ljeviska en Prizren,
as como el patriarcado de Pec, atestiguan la prosperidad que reinaba durante la Edad Media en esta zona de Serbia. En Pec tambin se hallaba el centro eclesistico de Serbia, la sede del patriarcado serbio. Y en Prizren, adems del ya citado monasterio de
Ljeviska, estuvo la capital del viejo reino de los serbios de la
dinasta Dushan hasta la mitad del siglo XIV, cuando aconteci la
gran catstrofe para la historiografa serbia, es decir la llegada
de los turcos a la regin.
Luego llegara la famosa batalla de Kosovo Polje, en 1389, el
comienzo de la decadencia serbia y de la dominacin otomana
en todos los Balcanes. La batalla del Campo de los Mirlos terminaba abruptamente con el Estado serbio y significaba el fin de
las aspiraciones de todo un pueblo en busca de su identidad y espacio vital. La conquista de este territorio, consolidada finalmente
en el ao 1445, implicaba la islamizacin de los nuevos sbditos
y la imposicin de los modos de vida y hbitos sociales turcos.
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que la poblacin albanesa poda llegar al 55%. Los cambios demogrficos, incluso antes del final de la dominacin otomana,
determinaran en un futuro la debilidad serbia por controlar y
administrar la regin; los serbios estaban dispuestos a todo por
conservar Kosovo, menos vivir all.
Por un lado estaba la realidad, la triste y adversa historia que
se impona a los serbios; pero tambin estaba el mito y la leyenda,
siempre tan presentes en el proceso de formacin nacional de
Serbia. Durante la larga lucha de los serbios por construir un Estado nacional contra el Imperio otomano, iniciada en 1804, se
fue tejiendo la leyenda, segn la cual, en vsperas de la batalla de
Kosovo Polje, un halcn vol desde Jerusaln hasta el cuartel general del Prncipe Lazar, llevando una alondra en el pico. El halcn
era San Elas y la alondra era un mensaje enviado por la Virgen
Mara. Horas antes de enfrentarse a las tropas turcas, Lazar era
invitado por el Altsimo a elegir entre la victoria y el reino de este
mundo o la derrota y la gloria de los cielos, escribira al referirse
a estos mitos serbios el periodista Carlos Bradac.
Lazar, al parecer, reflexion, y escogi la segunda alternativa,
dejando como consuelo a los serbios ser testigos, con su sacrificio,
de la redencin de Cristo y, al tiempo y por ese sacrificio, constituirse en punta de lanza para la constitucin del reino cristiano
terrenal. La determinacin de reconquistar Kosovo, presente en
toda la historia de Serbia desde la batalla del Campo de los Mirlos,
se apoyaba en unir los dos reinos el mundano y el celestial
en el esplendor de una nica victoria. Sorprende cmo hasta bien
llegado el siglo XIX esta mentalidad, forjada por la Iglesia ortodoxa
y los cantores de la pica serbia, sobrevive en un mundo en profundo cambio y donde las revoluciones liberales son ya el discurso
movilizador de los nuevos nacionalismos en todo el continente
europeo. En los Balcanes, sin embargo, a diferencia de lo que
ocurra en Europa occidental, la religiosidad ortodoxa iba a ser
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uno de los ejes en torno a los cuales giraban los nuevos nacionalismos antiotomanos.
En la historiografa serbia sobre Kosovo, llama la atencin la
decisiva contribucin de autores militares, que junto con el clero
ortodoxo aparecen como los verdaderos forjadores de esta leyenda
nacional. As, los textos del general serbio Jovan Miskovic, publicados a finales del XIX en la revista militar Ratnik (Guerrero),
fueron durante ms de cincuenta aos la nica monografa disponible sobre Kosovo. Con un tono patritico militante y escasa
credibilidad histrica, la obra estaba dirigida a inspirar a sus soldados en el amor a su patria y lealtad a la iglesia serbia ortodoxa
y la tradicin serbia, escribira el analista Xavier Agirre al referirse
a este periodo histrico donde el nuevo nacionalismo bebe de la
religiosidad serbia inspiradora de los cantos picos y sobreviviente
a la ocupacin otomano en los monasterios y las pequeas iglesias.
Pero sigamos con el relato de nuestra historia.
La albanizacin de Kosovo durante la poca otomana responda a una razn obvia: se trataba de crear zonas islamizadas que
no plantearan problemas al Imperio otomano y que fueran dciles
a las autoridades turcas. Este proceso de albanizacin-institucionalizacin, comenzado inicialmente por razones religiosas, continu a lo largo de toda la dominacin turca a finales del siglo
XIX, la proporcin de albaneses llegaba al 58% del censo y no
ces incluso en el siglo XX, aunque las guerras balcnicas de 19121914 determinaran que la regin se integrase en la nueva Serbia,
recin llegada a la escena internacional tras el colapso otomano.
La distribucin territorial hecha por las grandes potencias europeas tras la Primera Guerra Mundial dej fuera de sus fronteras
naturales a uno de cada dos albaneses, de tal forma que en el futuro
Estado albans tan solo vivira una minora de lo que era la poblacin
albanesa de los Balcanes. Fue entonces cuando se reconoci la primera versin de Yugoslavia, nacida en 1918 como Reino de los
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En 1971, la tendencia decreciente de la poblacin serbia mostrada tras la Segunda Guerra Mundial se consolid, tal como reflejaba el nuevo censo: sobre un total de 1.243.693 habitantes
que tena la regin, 916.168 eran albaneses (73,7%); 228.264
serbios (18,4%); 31.555 montenegrinos (2,5%); 26.000 musulmanes de origen eslavo o bosnios (2,1%); 14.593 gitanos o romas
(1,2%); 12.244 turcos (1%); 8.000 croatas (0,7%) y 920 (0,1%)
que se declaraban yugoslavos. Casi siempre los serbios aparecan
como una comunidad decreciente y su flujo migratorio era permanente y constante.
Diez aos ms tarde, en 1981, se realiz el ltimo censo fiable
sobre Kosovo, pues los que se realizaran despus de esa fecha
seran boicoteados por los albaneses (ni tienen validez, ni revelan
la composicin tnica real). De un total de 1.584.558 habitantes,
haba una poblacin albanesa de 1.226.736 (77,42%); 209.498
serbios (13,2%); 27.028 montenegrinos (1,7%) y 2.676 yugoslavos (0,2%). Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta
los aos 80 (en menos de cuatro dcadas), los serbios haban perdido el 50% de la poblacin en trminos proporcionales. Se haba
producido un cambio obvio en la estructura poblacional, sobre
todo debido a graves problemas econmicos Kosovo siempre
fue el territorio ms atrasado de la extinta Yugoslavia y a la
falta de perspectivas profesionales, sociales y culturales.
Una vez que el rgimen titosta comenz a agotarse, al mismo
ritmo que la vida de Tito, se aprob la Constitucin yugoslava del
ao 1974. Dicho texto constitucional no conceda a Kosovo el estatuto de repblica; no equiparaba esta regin con el resto de las
repblicas yugoslavas y tampoco otorgaba a los albaneses los mismos
derechos que al resto de yugoslavos, sino que vinculaba su destino
al de la Repblica de Serbia al igual que con la regin de Vojvodina. Dicha frmula poltica, que es la que, hasta ahora, ha
ligado este territorio a Serbia, no contribua a cerrar un problema
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que deba haber sido afrontado de una forma realista por las autoridades yugoslavas. Una buena particin a tiempo quiz hubiera
solucionado muchos problemas. No hubo respuestas polticas a
las demandas que esta compleja regin demandaba.
Poco antes de fallecer, el escritor francs Andr Malraux defini
la paradoja de Kosovo, el pasado glorioso serbio y el miserable
presente albans, con una profeca que ha resultado bien cumplida.
Al recibir en su casa de Pars, en 1975, al intelectual serbio Zeljko
Stojkovic, Malraux predijo para Kosovo una guerra de iguales
consecuencias y races que la argelina para los franceses: Vuestra
Argelia no est en ultramar o en otro continente, est en vuestro
Orleanesado, es decir, Kosovo.
A partir de los aos 70, aunque los albaneses consiguieron algunas mejoras en el apartado de derechos humanos, los serbios y
montenegrinos siguieron copando la administracin central y
local, los cuerpos de seguridad, el ejrcito, la judicatura y la educacin. Durante los 35 aos de dictadura de Tito, los albanokosovares consiguieron algunos avances: tras algunas manifestaciones
significativas, el nacionalismo albans logr la concesin del estatuto de provincia autnoma para Kosovo (1968), que qued confirmado en la mencionada Constitucin yugoslava de los setenta
dentro del territorio de la Repblica de Serbia. Tambin haba
numerosos albanokosovares en puestos de responsabilidad: administrativos, profesores de universidad, profesionales de prestigio
e, incluso, diplomticos y militares. Decir que los albanokosovares
fueron marginados durante la poca titosta es absolutamente
falso, aunque hay que reconocer que su integracin en el sistema
fue insignificante. Luego est el alto nivel del Estado yugoslavo
en esta regin, donde se crearon grandes complejos industriales
algunos todava visibles, aunque cerrados por la accin de la
OTAN y donde de forma ms notable se desarrollaron los ncleos urbanos.
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Los objetivos del ELK de aquellos das parecan haber cambiado. Si bien en un primer momento defendan la creacin de
una Gran Albania, que abarcaba los territorios de las actuales Albania y Kosovo, la mitad del territorio de Macedonia y una pequea franja territorial de Montenegro donde se asienta la comunidad albanesa, en la actualidad los lderes del antiguo ELK, hoy
Partido Democrtico de Kosovo (PDK), solo defienden la independencia de Kosovo. Es decir, abogan por crear un ente nacional
ms controlable y manejable para sus objetivos polticos y econmicos, muy ligados a los del contrabando y a las mafias locales
que manejan los turbios negocios de Kosovo.
Pero sigamos con el relato de lo ocurrido en 1998. En febrero
de este ao, las acciones del ELK se generalizaron en todo Kosovo,
aunque con especial virulencia en la regin de Drenica, donde varios
cientos de miembros del ELK pusieron en jaque a las fuerzas serbias
y provocaron decenas de bajas a las mismas. La reaccin serbia, desproporcionada ante los escasos reflejos de Milosevic por entablar un
dilogo con los representantes moderados albanokosovares, fue salvaje: decenas de casas fueron incendiadas y en el pogromo desatado
contra los albaneses varios de ellos resultaron heridos y muertos.
Mientras tanto, en la capital de Kosovo, Prstina, la tensin
iba en aumento, producindose las primeras protestas de los albaneses contra la represin y las formas utilizadas por el Gobierno
de Milosevic, cada vez ms aislado internacionalmente y alejado
de la bsqueda de una solucin poltica y racional al conflicto.
Cientos de manifestantes albaneses fueron heridos por la accin
de la polica. La tensin creci hasta el verano de este ao, cuando
la represin policial se generaliz en toda la regin, quedando
desplazados en estos momentos los lderes polticos moderados
que, como Rugova, planteaban la no violencia.
En el verano de 1998, el ELK, sabedor del aislamiento de
Milosevic y de su probable derrota poltica en la escena interna 76
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particip solo el 40% del censo electoral. Nadie debe olvidar que
hay fuertes disputas entre los partidos y lderes albaneses, entre
los clanes criminales organizados, etc. Todo esto promete una
cierta inestabilidad a la que Serbia no puede ni debe estar desinteresada, especialmente a la vista de la nula proteccin de la minora serbia, que an vive en Kosovo y Metohija, por parte de las
tropas de la OTAN.
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crticos. Nuestros supuestos aliados en Kosovo eran hombres carentes de escrpulos, violentos y radicales, ms cercanos a los mtodos y praxis poltica de Milosevic que a lo que se entiende en el
resto de Europa como un movimiento de liberacin nacional.
Tan solo hay una gran diferencia entre Thai y Milosevic,
pues mientras este ltimo responde por sus responsabilidades polticas y militares en el conflicto yugoslavo, el mximo lder de la
guerrilla albanokosovar es un lder poltico respetado y consultado
por nuestros representantes polticos. Los crmenes de Thai, algunos contra su propia comunidad de representados, nunca sern
juzgados por ninguna institucin internacional ni mentados en
unos medios de comunicacin que antepusieron la verdad oficial
previamente cocinada por nuestras cancilleras al genocidio silencioso que se perpetraba en Kosovo desde hace ms de una dcada.
Hace ya unos aos, y es un hecho inslito que revela la ligazn
nunca ocultada entre Thai y determinados crculos de poder de
Washington, el mximo lder del terrorismo albanokosovar fue
invitado a la convencin demcrata que nominaba a John Kerry
como candidato a la Presidencia de los EE.UU. Thai, que tambin
tuvo el honor de dirigirse a los miles de delegados y simpatizantes
demcratas, record a los americanos que los albanokosovares
nunca van a renunciar al derecho a la autodeterminacin y a la
independencia de Kosovo. Tambin solicit, como viene siendo
habitual, el voto de las comunidades albanesas para Kerry. Al parecer, segn han revelado diversas fuentes albanesas, varios clanes
y comunidades de esta etnia establecidas en EE.UU. hicieron importantes donaciones al candidato demcrata con el fin de que
despus de una posible victoria les ayudase a crear el segundo Estado albans de los Balcanes, Kosovo. Kerry, como es sabido, perdi frente al segundo Bush, pero no por ello su buena estrella se
apag en la Casa Blanca y el apoyo de la administracin norteamericana a la causa albanokosovar continu.
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tropas de este territorio), en Croacia se extendieron los enfrentamientos por todo el territorio, especialmente por las Krajinas y
Eslavonia. Los separatistas serbios, con ayuda del ejrcito yugoslavo, se atrincheraron en un claro desafo a las autoridades de Zagreb. Por su parte, las autoridades croatas alimentaron el fuego
nacionalista y el odio antiserbio en las calles del nuevo pas, provocando numerosos incidentes violentos. Hubo un rechazo por
parte de los serbios entre el 12 y el 15% de la poblacin, segn
las fuentes a la nueva declaracin de independencia.
Milosevic, que ya no ocultaba sus planes por crear un ente
nacional que reuniese a todos los serbios de la antigua Yugoslavia,
comenz a disear la Gran Serbia en la que se integraran los territorios de Serbia y Montenegro junto con las bolsas de poblacin serbia de Bosnia-Herzegovina, Croacia y las regiones ya absorbidas de Vojvodina y Kosovo.
Mientras que las noticias sobre Kosovo comenzaban a desaparecer de los medios de comunicacin occidental, las fuerzas
yugoslavas apoyadas por sus milicias de Croacia atacaban las ciudades de Vukovar, Dubrovnik y Zagreb y comenzaba el xodo de
miles de refugiados. La guerra en Croacia era total, al tiempo que
Eslovenia saboreaba las mieles de su plena independencia de Belgrado. Numerosos Estados occidentales, secundando a Alemania,
apoyaron a las nuevas realidades secesionistas y ahogaron toda
posibilidad de salvar lo que quedaba de Yugoslavia.
En febrero de 1992, y despus de numerosos fracasos polticos
y diplomticos de casi todas las organizaciones internacionales, el
ejecutivo de Sarajevo opt, de una forma absolutamente irresponsable, por convocar un referndum sobre la cuestin independentista sin el consentimiento de los serbios, y Belgrado se
prepar para una guerra inminente. Fuerzas yugoslavas rodearon
con su artillera los alrededores de Sarajevo y los incidentes se sucedieron por doquier. La Comunidad Europea, con el fin de
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En 1997, sin embargo, el lder moderado de los albanokosovares, Rugova, alcanz algunos acuerdos con Belgrado para aplacar
la ira de su pueblo, cansado de tanta represin, hostigamiento y
silencio. Rugova llegara, incluso, a reunirse con Milosevic, en
pleno conflicto entre serbios y albaneses, para intentar reconducir
las cosas, aunque los resultados sobre el terreno fueron nulos.
La presin internacional sobre Milosevic era muy fuerte, pues
tanto los EE.UU., como Francia y Alemania, le demandaban un
estatuto de autonoma para Kosovo y el reconocimiento de los
derechos del pueblo albanokosovar. Belgrado se cerraba en banda.
Milosevic ya haba optado por la Ley de la Fuerza, pues son los
fuertes y no los dbiles quienes trazan las fronteras, sealara
profticamente en uno de sus discursos.
Pero en ese momento eran los guerrilleros del ELK quienes
trazaban las fronteras, sobre todo a partir de 1998, cuando las
fuerzas albanokosovares consiguieron controlar un pequeo territorio en Kosovo que lleg al 30% del rea en disputa. Sin embargo, las fuerzas serbias, pues Yugoslavia ya haba desaparecido,
recuperaban pronto los territorios ocupados y sembraban el terror.
Milosevic no haba aprendido las lecciones de Croacia y Bosnia,
donde la represin le llev al callejn sin salida de la derrota.
Al frente militar adverso que padecan los serbios, pues las acciones militares y terroristas del ELK iban en aumento, se uni el
frente poltico, que estaba condenado al fracaso debido a las reiteradas negativas de Milosevic a aceptar la mediacin de la UE y
la OSCE. EE.UU., nuevamente, se vera implicado en la antigua
Yugoslavia debido a la incapacidad europea para mediar en el
conflicto y poner coto a las continuas violaciones de derechos
humanos perpetradas por las dos partes.
De esta forma, Richard Holbrooke entrara en escena, presionando a Milosevic para que aceptara, bajo la amenaza de la fuerza,
negociar con los albanokosovares el futuro de la regin. Una de 99
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La victoria militar y poltica de los EE.UU. en Bosnia-Herzegovina, en 1995, supuso un cambio radical con respecto a la anunciada poltica de las administraciones Bush y Clinton de no intervencin en los Balcanes tras la independencia de Croacia y
Eslovenia. Desde un principio y haciendo gala de un extrao
consenso con el dictador serbio Milosevic los EE.UU. fueron
remisos a aceptar la disolucin de Yugoslavia, pues poda tener
unas consecuencias impredecibles (incluso el ex Secretario de Estado James Baker se opuso tenazmente a aceptar un precipitado
reconocimiento de las primeras ex repblicas yugoslavas que se
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independizaban). Esta fue la poltica inicial norteamericana, alterada tiempo despus por la administracin Clinton y adaptada
en funcin de los acontecimientos por los nuevos estrategas norteamericanos para los Balcanes. El doble objetivo de destruir totalmente lo que quedaba de Yugoslavia y la cada del rgimen de
Milosevic, fueron las dos metas de la administracin Clinton primero y de la de Bush despus.
La carnicera bosnia, de la que no se libraron ninguna de las
tres etnias presentes en esta ex repblica yugoslava, pese al abuso
de la propaganda victimista a favor de los bosniomusulmanes,
llev a la administracin norteamericana a buscar una nueva estrategia para los Balcanes, ms tendente a un reequilibrio geoestratgico a su favor que a una lgica poltica militar tendente a
la evitacin de futuros conflictos. Estas lneas tcticas, en la direccin estratgica que buscaban los hombres de peso en la administracin Clinton, tena como objetivo la derrota total de Milosevic, la desaparicin de Yugoslavia de los mapas polticos del
planeta y la sumisin ad eternum del belicoso pueblo serbio.
Ms tarde, y a remolque de lo que ya haban decidido todos
los miembros de la UE y la Santa Sede, los norteamericanos decidieron reconocer a Croacia y a Eslovenia y, ms tarde, a BosniaHerzegovina y Macedonia. Unos aos despus de estos reconocimientos (1991), Washington auspici, en 1995, los Acuerdos de
Dayton por los que las tres partes croatas, serbios y bosnios
leales al Gobierno de Sarajevo sellaron el final de la guerra
bosnia con un reparto territorial que no significaba el final como
Estado de Bosnia-Herzegovina.
Los serbios de Bosnia-Herzegovina, al contrario que los albaneses de Kosovo, eran obligados a convivir con sus enemigos irreductibles, mientras que los serbios de esta ltima regin de mayora
albanesa eran condenados al exterminio y a la dispora. Este doble
rasero, impuesto por la administracin norteamericana y una
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da a raz de las matanzas perpetradas por todas las partes en conflicto, la administracin norteamericana entendi que mientras
Milosevic siguiera en el poder no habra paz ni estabilidad en la
regin. Tras el fracaso de Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia
(no fueron capaces de parar la guerra ni de detener atroces masacres
como las de Srebrenica), los EE.UU. comenzaron a actuar unilateralmente sin contar con sus socios europeos mediante la OTAN,
absolutamente controlada en medios y personal por ellos.
A partir de 1995, y una vez comprobado que la transicin
serbia no se desarrollaba por los cauces deseados, los EE.UU.,
con el apoyo de otros aliados europeos, apoyaron, armaron y
adiestraron a las fuerzas del ELK. Utilizando a pases fieles de la
rbita de los EE.UU., los hombres del ELK comenzaron a recibir
adiestramiento y fondos de casi todos los enemigos de Serbia,
sobre todo de Albania y Bosnia-Herzegovina. La principal artfice
de esta alianza entre EE.UU. y el islamismo radical en los Balcanes
fue Madeleine Albright, quien trab buenas relaciones con los
dos mximos lderes del ELK, Hashim Thai y Ramush Haradinaj.
Estos dos lderes albanokosovares, que haban sido protegidos
por el ex presidente de Albania Sal Berisha en su etapa de pleno
esplendor, ya haban mantenido varios contactos con Osama bin
Laden, quien les prometi apoyo econmico y proteccin en el
caso de que comenzaran sus acciones militares en Kosovo. De
esta forma, y al igual que haban hecho los EE.UU. en su guerra
contra la extinta Unin Sovitica en Afganistn, se teji la alianza
entre el nacionalismo radical albanokosovar, conectado a las redes
internacionales del terror islamista, y Washington.
Despus, cuando Milosevic se haba quedado completamente
aislado en la comunidad internacional, los EE.UU. decidieron
pasar a la accin e intervenir directamente en Kosovo. Las primeras
acciones terroristas del ELK, que se desarrollaban con un teln
de fondo de ausencia de dilogo entre Belgrado y los lderes mo 106
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Justo cuando efectivos del Ejrcito de Liberacin de Kosovo realizaron una masiva ofensiva desde Albania hacia el suroeste de la
disputada provincia. Para ciertas fuentes del ejrcito norteamericano, las guerrillas kosovares han actuado como una fuerza terrestre
subrogada, justificando el principio de que los conflictos no se
ganan exclusivamente con poder areo, escriba Pedro Rodrguez,
corresponsal en Washington de la oficialista Revista Espaola de
Defensa.
Las consecuencias inmediatas de los ms de 10.000 ataques
areos acarrearon el acuerdo entre Belgrado y Washington, por el
cual las fuerzas serbias se retiraban de Kosovo y eran reemplazadas
por un contingente multinacional liderado por la OTAN. Tambin se aceptaba como base jurdica, para determinar en el futuro,
un estatuto para la regin. La resolucin 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas da por sentado que el territorio
es de titularidad serbia y que el acuerdo rubricado no significaba
un reparto territorial entre las partes en liza.
A nivel militar, la derrota serbia haba quedado sellada, pero
las consecuencias polticas de la intervencin tendran un amplio
calado en la regin y en el continente. En primer lugar, los
EE.UU. consolidaban sus lazos y relaciones con Albania, pas que
se convertira, como se vera con el tiempo, en el ms slido
aliado de Washington en la escena internacional. Por poner tan
solo un ejemplo, hay que resear que el Partido Socialista Albans
ha sido el nico miembro de la Internacional Socialista que ha
apoyado las recientes intervenciones norteamericanas en Afganistn
y en Iraq; su mximo lder, Fatos Nano, comprob recientemente
en una reunin de lderes socialistas celebrada en Madrid la
soledad de sus posiciones y la frialdad con que fue recibida la delegacin albanesa. Albania ha recibido garantas seguras de Washington de que a cambio de este apoyo recibir la suficiente ayuda
de los EE.UU. para integrarse en la OTAN y la UE y recibir fon 108
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neses han bautizado las plazas y calles del hroe serbio como las
del hroe albans; las calles dedicadas a la Armada Yugoslava del
Pueblo han cambiado su denominacin por la de Ejrcito de Liberacin Albans considerado como terrorista por algunos servicios occidentales hasta hace apenas unos aos y las calles con
alguna referencia a Belgrado han pasado a ser las de Tirana. Incluso
una antigua avenida dedicada al mariscal Tito, enemigo del pueblo para los radicales albaneses, ha pasado a denominarse avenida
del Presidente Clinton. Nadie sabe cmo se va a algn sitio en la
nueva Prstina, pero todo el mundo sabe que todo ha cambiado.
El censo de 1991 sealaba que en la capital de Kosovo vivan
algo ms de 26.000 serbios. Hoy, aunque an no se han realizado
los primeros censos tras la intervencin militar de la OTAN, se
calcula que varios miles ya han abandonado la ciudad ante el
clima de incertidumbre y peligrosidad que se respira en la capital
kosovar. Los funcionarios internacionales y las autoridades locales
destinadas en la ciudad no se atreven a dar cifras sobre el nmero
de serbios que viven en Prstina, pero podran ser tan solo unos
cientos. Algunos de ellos estn protegidos en los escasos bloques
que no fueron destruidos en los incidentes de marzo; tambin los
hay que estn desperdigados en algunas casas de campo en los alrededores de la capital. La presencia cercana de fuerzas internacionales delata el peligro que les acecha, el grado de virulencia
que tiene este odio incubado por los albanokosovares.
No obstante, la situacin no solo es imposible para los serbios,
sino que en la socializacin del terror que se ha extendido a toda
la regin, los croatas, los gitanos y los bosniacos tambin son testigos de esta tragedia y sufren la violencia y la ira de unos albaneses
crecidos tras recibir de la OTAN la bula para cometer todo tipo
de fechoras y hechos violentos, entre los que destaca la ocupacin
de las propiedades y viviendas de etnias minoritarias. Segn el
censo de 1991, el ltimo publicado por las autoridades yugoslavas,
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ms de 150.000 habitantes de la regin pertenecan a etnias minoritarias de las que hoy apenas se habla. Habrn resistido las
duras condiciones de vida impuestas por la comunidad internacional a los no albaneses? Resulta difcil creer que estos colectivos
tnicos, con naciones vecinas capaces de recibirles, hayan resistido
esta presin y continen en Kosovo.
Si los albaneses logran que Kosovo sea independiente parecer
que, finalmente, vayan a conseguir la recompensa a su masiva
campaa de limpieza tnica, escriban recientemente varios autores gitanos en un artculo publicado en Espaa. En efecto,
segn datos de Naciones Unidas hechos pblicos recientemente,
230.000 miembros de minoras tnicas fueron expulsados de
Kosovo a partir de 1999, cifra que, comparada con los datos que
ofrece Serbia, que apuntan a ms de 250.000, se queda corta.
De hecho, esta fue la segunda mayor limpieza de la antigua Yugoslavia. La primera tuvo lugar en Krajina, Croacia, donde las
fuerzas del difunto Franjo Tudjman expulsaron de sus territorios
a casi 350.000 personas no croatas, ensandose especialmente
con los serbios. No obstante, conviene que nos detengamos en
la capital de Kosovo, donde la represin ha llegado a niveles insospechados, sin que nadie haya hecho nada por detener esta espiral de terror.
En Prstina, y como fruto de esa poltica escasamente considerada hacia las minoras tnicas de Kosovo, la vida es absolutamente albanesa. Los rtulos de las calles, los nombres de los
taxis, los letreros de todo tipo de negocios e instituciones, incluyendo aqu a nuestras neutrales organizaciones internacionales, estn escritos en la lengua de los albaneses. Nada hace suponer que esta bulliciosa y catica ciudad, que vive de los fondos
de las ONG y las organizaciones internacionales, fuera un da
una ciudad multitnica en la que convivan y participaban todas
las etnias.
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hasta enero del 2008, fue jefa de la fiscala del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, creado por la ONU en 1993 y
que enjuici y dej morir entre rejas a Milosevic. Un captulo
ms nunca esclarecido, que deja en evidencia a la comunidad internacional y a una Europa que nunca se atrevi a poner coto al
estado de cosas que actualmente se vive en Kosovo.
Por ltimo, y como nota final, debemos recordar que el jefe
de las Naciones Unidas para los desaparecidos en Kosovo, Pablo
Baraybar, reconoca que el nmero de desaparecidos albaneses
podra llegar a los 2.460, mientras que el de serbios llegaba a los
670 algunos encontrados recientemente en fosas comunes, segn mis ltimas noticias y otros 203 atribuibles a otras minoras.
En cualquier caso, dado el descontrol, el desconcierto, la corrupcin y el nepotismo que caracterizan a esta misin de la ONU,
los datos debemos leerlos con cautela. Eso s, al menos reconocen
que el 20% de los desaparecidos son serbios, cuando del actual
censo de Kosovo tan solo el 5% pertenece a esta etnia. Y otro
asunto: no haban dicho nuestros medios que pudo haber miles
de desaparecidos en el conflicto de Kosovo? Quin orquest
tanta mentira para justificar tanto dolor? La primera vctima de
la guerra, claro est, sigue siendo la verdad.
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esta suerte de Auschwitz teatralizado por nuestros queridos dirigentes polticos y diplomticos en el corazn de los Balcanes. Es
el fruto de la paz, que dicen al unsono Solana, Prodi y compaa,
que reina en Kosovo tras la intervencin de la OTAN. Qu xito.
Enhorabuena.
Recientemente, unos das antes de las elecciones de noviembre
de 2004, varios miles de serbios respondieron, en Mitrovica, al
llamamiento efectuado por el Presidente de la Unin de Municipalidades Serbias, Marko Jaksic, en contra de la participacin de
los miembros de su etnia en las instituciones de Kosovo. Segn
l, no tiene ningn sentido participar en unas instituciones que
no pueden garantizar la seguridad, la libertad de movimientos y
el derecho a la vida de todos los no albaneses de la regin. Se trataba de un acto intil, pero de un legtimo llamamiento a la comunidad internacional para que pusiera fin al actual estado de
cosas reinante en Kosovo. Adems, en las actuales circunstancias,
qu ms pueden hacer que expresar su malestar y su protesta por
este manifiesto y masivo experimento de limpieza tnica consentido por la comunidad internacional? Darles la razn y votar?
Parece un ejercicio excesivo ante tanta violencia y tantos crmenes
impunes.
Hoy Mitrovica es una ciudad triste, improductiva, con casi
todas sus antiguas fbricas y empresas cerradas, con sus campos
olvidados y sin cultivar, abatida, sucia y destartalada; estas son las
seas de identidad de este nuevo orden internacional que ha sido
impuesto en Kosovo por los apstoles de la falsa libertad y la democracia orgnica al servicio del Imperio. Triste destino el de este
puado de ciudadanos yugoslavos condenados al exterminio en
aras de esta paz sin justicia, de este armisticio impuesto por los
vencedores a un pueblo cansado de esperar en la cola de la historia.
Algn da se conocer todo el sufrimiento infligido a los serbios y
otras minoras en Kosovo.
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aseguraba este informe, las Naciones Unidas y las ONG que operan en la zona.
Segn el prolijo informe, entre junio de 1999 y agosto de
2003 se habran producido unas 6.571 acciones terroristas, de las
cuales 5.962 habran sido contra ciudadanos serbios y el resto
contra miembros de otras minoras, incluyendo aqu a los albaneses. El nmero de muertos causado por estas acciones es de
1.206 y el de heridos se eleva hasta los 1.319 civiles y 15 policas.
Tambin ha habido 856 secuestros, una cifra altsima para un territorio tan pequeo, de los cuales la mayora no se han esclarecido
y un nmero indeterminado han pasado a engrosar las listas de
los miles de desaparecidos que hay en la regin.
Hay que destacar que este informe fue publicado antes de los
sucesos de 2004 y que el mismo 2003 termin con un alarmante
aumento de las acciones terroristas. Un clculo ms o menos realista,
y a tenor de lo que ha ocurrido desde entonces, elevara el nmero
de vctimas hasta las 2.000, sin contar los desaparecidos de la lista
elaborada por Naciones Unidas; los heridos superaran esa cifra.
Fuentes serbias consultadas por el autor, como el peridico en espaol
Semanario Serbio, hablan de 3.000 vctimas, aunque parece quiz
demasiado elevada y tampoco est rigurosamente contrastada.
En una de las muchas elecciones-farsa celebradas en Kosovo
en octubre de 2004, los serbios llamaron al boicot y apenas un
porcentaje que no lleg al 1% particip en los comicios unos
900 sobre unos 120.000 censados, pese a que las autoridades
de Belgrado les haban pedido encarecidamente que participasen
en los comicios y en las instituciones. Pero no, ni por esas, los serbios hicieron gala de su dignidad personal y colectiva y se negaron
a participar en unos comicios donde ni la seguridad de los votantes
estaba garantizada. A pesar de esto, 10 de los 120 escaos estn
garantizados para la minora serbia, aunque no ejerzan su derecho
a voto.
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por la OTAN, est dispuesto a mover un solo dedo por ellos. Son
las vctimas colaterales de esta tragedia, las fuentes primigenias de
una historia todava no escrita, de un genocidio todava indito y
ante el cual callan casi todos nuestros intelectuales y analistas.
Se juzgar algn da lo que est ocurriendo en Kosovo? Sern
encarcelados en un futuro prximo los responsables de esta poltica
de tierra quemada en esta antigua regin serbia? Veremos algn
da entre rejas a los responsables polticos y militares albanokosovares implicados en esta poltica de destruccin, odio y miedo generalizado? Las respuestas a todos estos interrogantes, tras nueve
aos de trgicos y perversos errores, no parece que vayan a ser
de carcter afirmativo. En este nuevo orden internacional construido a sangre y fuego por nuestra Alianza Atlntica no hay espacio para hacer un poco de justicia a estos miles de serbios que
han perdido casi todo, algunos incluso la vida. Ahora, el corolario
de todas estas injustificadas acciones es la independencia de Kosovo, un hecho sin precedentes en la historia de Europa y que seguramente tendr fatales consecuencias. Y a nosotros, testigos
mudos de la barbarie, tan solo nos queda sentir vergenza ante
las vctimas.
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REGIN
SERBIA
Kosovo-Prstina
Pec
Kosovo-Gnjilane
Kosovska Mitrovica
Prizren
TOTAL
MONTENEGRO
TOTAL
87.420
44.986
32.042
18.423
29.910
8.135
18.180
245
1.835
1.105
95.555
63.266
32.287
20.258
31.015
212.781
29.500
242.381
GRUPO TNICO
SERBIA
MONTENEGRO
TOTAL
Serbios
Roma
Musulmanes
Otros grupos
207.500
30.000
13.500
6.500
18.500
7.000
1.500
2.500
226.000
37.000
15.000
9.000
TOTAL
257.500
29.500
28.700
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
recibidos por las dos partes y que se han integrado, dicho sea de
paso, mejor que otros contingentes militares llegados tras la intervencin de la OTAN, tienen entre una de sus ms importantes
misiones proteger el patrimonio dejado por los serbios en su huida.
Sin embargo, no todos huyeron: muy cerca de Istog los espaoles tienen como principal misin proteger a un grupo de ocho
monjas que se esconden en el valioso y antiguo monasterio de
Gorioc, del siglo XIII, muy cerca de su propia base. Estas monjas,
que llevan aos sin salir del recinto religioso y que necesitan
escolta para realizar sus compras, tienen como nico vnculo con
el exterior a estos soldados y oficiales espaoles. Escondidas, sin
apenas poder salir, este grupo de monjas fue atacado por los
grupos radicales albanokosovares nada ms acabar la guerra. Una
potente granada fue arrojada al interior del recinto, aunque acab
en un macabro susto sin mayores consecuencias. Sin la presencia
de estos soldados, sus das estaran contados.
La buena actuacin de las fuerzas espaolas y su papel de mediadores en el conflicto pues no tienen intereses que les aten
con ninguna de las partes evit que en los sucesos de marzo de
1999, en que resultaron muertos 19 serbios y otros ocho centenares
heridos, no se produjeran incidentes en la zona bajo su control.
El contingente espaol, bien mimetizado con la poblacin
local, ha conseguido en muy poco tiempo ganarse el respeto y
aprecio de las comunidades que viven en su rea de responsabilidad. Tanto albaneses como serbios presentan sus quejas y demandas a los mandos espaoles, que despus los trasladan a otras instituciones que operan en Kosovo y, si pueden, responden con
soluciones a sus rogativas. Pese a todo, los mandos espaoles se
muestran muy pesimistas con respecto al futuro de la regin y
ven bastante lejano aquel objetivo poltico de conseguir un Kosovo
multitnico, democrtico y abierto, premisas sobre las que se estableci la intervencin militar de la OTAN.
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
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Aparte de la expulsin o eliminacin fsica de los serbios, numerosos monasterios, conventos e iglesias ortodoxas han sido daadas. Mientras la vida musulmana resurge de sus cenizas tras dcadas de comunismo, debido sobre todo a las generosas ayudas
que los pases ms reaccionarios del mundo rabe envan a Kosovo, los centros del ortodoxismo, de indudable valor histrico y
artstico, agonizan poco a poco. De la misma forma que se construyen decenas de coloristas y extravagantes mezquitas financiadas
por pases tan democrticos como Arabia Saud, la Repblica
Islmica de Irn, los Emiratos Arabes Unidos, Kuwait y Omn,
algunas de dudoso gusto artstico, las iglesias y monasterios ortodoxos son destruidos o daados para siempre, sin que nadie
sea capaz de poner coto a todo este interminable rosario de
ataques y agresiones.
Ellos siempre estn hablando de competencias para los albaneses y otros asuntos, aseguraba el obispo Artemije en referencia
a los procnsules occidentales que dirigen el caos kosovar, mien 159
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
tras 140 iglesias y monasterios ortodoxos estn en ruinas. La destruccin de este patrimonio de la cristiandad en tiempos de paz
no tiene precedentes en la moderna historia de Europa.
Entre las primeras vctimas serbias tras la agresin de la OTAN
se encontraban monjes de los monasterios serbios, lo que inquietaba especialmente a la poblacin. El monasterio Devi fue el
primero que destrozaron y profanaron los radicales albanokosovares. Una banda de albaneses estuvo tres das en el monasterio
robando las reliquias y maltratando a las monjas hasta que finalmente aparecieron los soldados franceses. En esos primeros meses
de paz los albaneses destruyeron ms de un centenar de monasterios e iglesias serbias dinamitndolos o incendindolos. Monasterios de San Cosme y San Damin en Zoite o el monasterio de
la Santsima Trinidad en Muutite fueron quemados en verano
de 1999. En el mismo pueblo de Muutite fue completamente
destruida y posteriormente incendiada la iglesia de la Santsima
Virgen del siglo XIV (ao 1315.) Simultneamente se extiende el
terror contra los civiles, sealaba una fuente del Gobierno serbio.
Unos das despus (el 24 de julio de 1999) fueron asesinados
14 campesinos serbios que salieron a labrar sus tierras. El nmero
de asesinados y desaparecidos rpidamente super la cifra de 2.000
pero esto tampoco ha obligado a la OTAN a tomar alguna accin
contra los extremistas albaneses. Que no se puede hablar de hechos
aislados sino de una campaa de limpieza tnica bien organizada,
es lo que pone de manifiesto la coordinada accin de quema de
libros en la provincia. En aquel momento fueron quemados, en
cuestin de das, ms de 3 millones de libros en serbio a lo largo
y ancho de Kosovo. Pilas de libros a medio quemar eran visibles
en las carreteras de Kosovo. De todo ello, se hablaba poco en los
medios de comunicacin, que repetan hasta la saciedad el mensaje
de la supuesta la paz que lleg con la OTAN y del nuevo Kosovo
multitnico. De las penosas vidas de los serbios que sobreviven
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
de Kosovo hasta ahora, fue destruido en tan solo unos das para
imposibilitar el dilogo y la convivencia entre las partes. La reconstruccin de todos estos edificios sigue retrasada sine die por
nuestras generosas fuerzas internacionales y por unas intiles Naciones Unidas que han demostrado su escaso valor para defender
a las vctimas y para sealar a los verdugos. Fuertes con el dbil,
dbiles con el fuerte, parece sealar la mxima que impera hoy en
Kosovo y que fue impuesta en 1999 por la Alianza Atlntica.
Pero que no se duerman, pues los radicales albanokosovares, en
su estrategia por llevar la inestabilidad a toda la regin, pretenden
hacer ingobernable el territorio y forzar la salida de las fuerzas internacionales. Ya en los sucesos de marzo fueron atacados e incendiados 72 vehculos de Naciones Unidas ante la atenta mirada
de los soldados de la OTAN, tan aguerridos ellos en su lucha
contra los serbios, que no hicieron nada por evitar tales desmanes.
En esta lgica, los monjes del famoso monasterio de Zociste,
cerca de Orahovac, no cuentan, son ciudadanos de segunda y no
tienen ms que derecho al pataleo. Hace unos meses un grupo de
monjes de este monasterio, dedicado a los santos ortodoxos Cosme
y Damin, regresaron a sus antiguas instalaciones de donde haban
sido expulsados para comprobar el estado de las mismas. Dado
que el recinto, junto con su pequea ermita, dormitorio y dems
construcciones, estaba bajo proteccin de la KFOR no tenan
nada que temer; era ms que seguro que los radicales albaneses
no se atreveran a desafiarles y a destruir nada. Nada de eso
ocurri: la entrada del monasterio, fuertemente custodiado por
unos inoperantes y bien pertrechados soldados italianos, apareci
seriamente daada y garabateada con las siglas del ELK.
Este monumento del siglo XIV que en su tiempo la UNESCO
consider patrimonio de la humanidad, es una muestra ms de
hasta dnde llega la brutalidad del nacionalismo radical que hoy
impera a sus anchas en Kosovo. La iglesia de este monasterio fue
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
fue informada de que, al menos 140 iglesias, conventos y monasterios ortodoxos han sido destruidos desde el ao 1999, ao
en que llegaron los libertadores; la iglesia de San Jorge, en Prizren, ha seguido sufriendo los ataques y la ira de los radicales albaneses, mantenindose en un absoluto y ruinoso estado; los
monasterios de Decani y Djakovica siguen siendo un amasijo de
ruinas y la Iglesia ortodoxa no ha encontrado los necesarios
fondos para proceder a su reconstruccin y as se podra seguir
con esta lista interminable.
Lo explicaba muy bien el escritor bosnio Miljienko Jergovic,
al que cito: Esta guerra nos convierte en seres annimos. Diariamente sabemos por los medios de comunicacin y por aquellos
que abandonan la ciudad cuntas iglesias y mezquitas han sido
arrasadas, cuantos y qu libros han desaparecido para siempre.
Nuestra historia est a merced de los obuses. No es solo la destruccin de los monumentos. Se est acabando con sus cimientos.
Lo que no existe, aquello de lo que no se conserva ni siquiera un
fsil, nunca ha existido. As est ocurriendo con el nuevo Kosovo
creado a sangre y fuego por aquellos que decan defender ideas de
libertad y justicia. Qu gran mentira.
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
A esta zona, de siete kilmetros de largo y tres de ancho, bajo responsabilidad espaola han podido volver ya 400 personas de origen
serbio que debieron escapar a raz de la guerra. El reasentamiento
de refugios procedentes de Montenegro comenz a producirse en
el verano de 2001 y fue el primero y el de mayor entidad que ha
logrado realizarse en todo Kosovo, se aseguraba desde las pginas
de la Revista Espaola de Defensa en un informe realizado recientemente sobre las misiones de paz espaolas en el exterior.
Sin embargo, esta buclica presentacin y el decorado engaan,
como suele ocurrir con casi todo en Kosovo, si uno se atreve a conocer la realidad de la historia en primera persona, es decir, a
travs de sus protagonistas principales. Pese a la apariencia idlica
y tranquila del lugar, esas decenas de casas escondidas en este
frtil y verde valle padecan da tras da las consecuencias brutales
de lo que significa la rutinaria vida de la regin. Por poner tan
solo un ejemplo, decenas de ancianos, jvenes cada vez menos y nios tenan que recorrer cientos de kilmetros, protegidos
por la KFOR, para hacer sus compras bsicas de medicinas y vveres hasta la ya citada Mitrovica, nica gran ciudad donde an
queda un gueto serbio en el que comprar sin riesgo de que les
maten, y lo mismo ocurre con los servicios mdicos y religiosos,
de los que carecen. La paradoja, por no decir lo anacrnico, de
esta situacin es que, a pocos kilmetros de Osojane se encuentra
la ciudad de Istog, capital del mismo municipio, y que, desde
junio de 1999 ningn serbio ha osado pisar este territorio comanche, esta tierra ingrata donde ser serbio te puede costar hasta
la vida. Las autoridades municipales de all, tericamente albaneses
moderados, se negaban a proteger a sus vecinos serbios y a colaborar con las fuerzas internacionales dndoles seguridad. Tampoco
KFOR poda hacer nada.
Las consecuencias de esta poltica hacia la comunidad serbia
ya han dado sus primeros resultados: la mayor parte de los jvenes
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
Pero en Kosovo no solo vivan serbios y albaneses antes del conflicto, sino que haba importantes colectivos tnicos minoritarios:
los gitanos, o roma, constituan el principal grupo minoritario,
con unos 150.000 miembros; los eslavos, de todas las clases reli 171
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
giones, pero sobre todo croatas, montenegrinos, bosniacos y macedonios, con algo ms de 65.000, y finalmente, haba algunas
comunidades difciles de cuantificar de valacos (rumanos o arrumanos) y hebreos muy pocos, todo hay que decirlo.
En lo que respecta al colectivo gitano, fuentes de las comunidades locales aseguraban que, cinco aos despus de los bombardeos humanitarios, y de la creacin de un protectorado de las
Naciones Unidas, Kosovo era uno de los lugares ms peligrosos
para ellos. Pocos romas las estimaciones ms optimistas rondaban los 22.000 25.000 se quedaron all, en comparacin con
los 150.000, sealados anteriormente, que vivan antes de la intervencin de los EE.UU. y de la OTAN.
Los roma llevaban viviendo en Kosovo desde haca 700 aos,
cuando se establecieron y asentaron como una de las comunidades
minoritarias ms numerosas. Luego, con la llegada de las instituciones internacionales, que trajeron consigo la democracia, la sociedad libre, la sociedad civil, la armona tnica, la paz y la tolerancia, a los roma se les ignor ms que nunca, siendo vctimas
de mayores abusos y persecuciones. Ya en un Kosovo libre y liberado, los lderes gitanos aseguraban que ni siquiera podan conseguir un certificado de nacimiento en el lugar donde nacieron.
Al igual que los serbios y otras minoras, los gitanos criticaban
duramente que no pudieran ejercer la libertad de movimiento; la
mayora de ellos no poda desplazarse con libertad, ni ir a trabajar,
ni comprar alimentos para su familia o asistir a la escuela en condiciones normales. Muchos gitanos tambin denunciaban que ni
siquiera podan ir a un hospital para hacerse un chequeo rutinario
o en un caso de emergencia. El hospital de Mitrovica, por ejemplo,
estaba a una hora en coche de los enclaves serbios cercanos a Prstina, donde vivan muchos de los gitanos desplazados tras los diversos enfrentamientos acaecidos. Otros, al igual que los serbios,
tambin se encontraban en campos de refugiados protegidos por
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
de colaborar en la limpieza tnica son sistemticamente desvalijadas y quemadas por pirmanos que las vctimas identifican de
manera genrica como miembros del ELK. La proteccin de estas
minoras est resultando un verdadero dolor de cabeza para La
Legin. La misma revista relata numerosos ataques de radicales
albanokosovares a las comunidades serbia y gitana en las localidades
de Zac, Mojstir, Zlokucane, Istog, Kulina y Pec.
Tenemos pocas noticias de cmo fueron las cosas para las comunidades eslavas que vivan all, la mayora de religin catlica
u ortodoxa. Por ejemplo, los croatas, de religin catlica, fueron,
en su mayora, evacuados por las autoridades de Zagreb durante
y despus de la intervencin militar de la OTAN. Se sealaba que
quedaban algunas decenas de ellos en Prizren y Prstina, sin que
por ello la comunidad tuviera un gran protagonismo social, econmico, poltico o cultural. La situacin econmica era tan difcil
que, al igual que el resto de las minoras, se vieron obligados a
marcharse.
En lo que respecta a los turcos, que haba unos 100.000 a
principios de los 80 en toda Yugoslavia, el experto britnico Hugh
Poulton sealaba que mostraban una gran tendencia a mimetizarse
con la poblacin albanesa, porque solan hablar su lengua y practicaban la misma religin en las zonas que habitaban con ellos.
Aun as, al igual que ha ocurrido en casi toda Serbia y Montenegro,
era una minora con una tendencia decreciente censo tras censo.
La OSCE constat en Prstina lo mismo que les haba sucedido a
otras minoras tnicas: algunos ataques contra turcos en reas rurales. La misma OSCE reconoci que muchos medios de comunicacin locales atizaban este odio racial hacia al diferente, pero
lo realmente increble es que muchos de estos medios, considerados
racistas por esta organizacin internacional, fueran financiados
por la misma OSCE! Es decir, pagados con nuestros impuestos y
aportaciones. Lstima de gobernantes.
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
seguido merced a la expulsin de todos los no albaneses, el siguiente paso sera comenzar con una escalada de tensiones, provocaciones y ataques a las fuerzas internacionales con el fin de
forzar su marcha. Thai, que no oculta que ya est trabajando en
esta fase, tan solo es controlado por la administracin norteamericana, y en cuanto los EE.UU. le den luz verde, que nadie
dude que a la violencia contra los serbios le seguir la provocacin
a las fuerzas internacionales.
Los cuatro principales lderes albanokosovares de entonces,
Ibrahim Rugova, de la Liga Democrtica de Kosovo (LDK), Hashim Thai, del Partido Democrtico de Kosovo (PDK), Rasmuh
Haradinaj, de la Alianza para el Futuro de Kosovo (AAK) y Veton
Surroi, de ORA, ya llegaron a un acuerdo de mnimos para lograr
la independencia de Kosovo a corto plazo, al menos eso es lo
nico que qued meridianamente claro durante las ltimas campaas electorales en la regin. Los cuatro, que por cierto se llevaron
casi el 90% de los votos del nuevo parlamento, tenan ya muy
claro que las fuerzas internacionales, lideradas por la OTAN, comenzaban a sobrar en sus planes secesionistas.
De Rugova, que en paz descanse, eterno lder albanokosovar
y una de las personas con mayores habilidades para sobrevivir poltica y fsicamente a todo, qu se puede decir que no se haya dicho? Tolerado siempre por Belgrado, nunca encarcelado, e interlocutor condescendiente y complaciente de Milosevic en
numerosas ocasiones, incluso durante los ataques de la OTAN
contra Serbia, goz hasta su muerte de la legitimidad democrtica
y supo frenar, ms o menos, a los extremistas. Al final de su vida
rechaz la autonoma, gracias a la fuerza poltica que le dio el
apoyo norteamericano, y fue ms all en sus demandas, planteando
la independencia y un Estado albans, donde su sueo, truncado
por la muerte, hubiera sido ser su presidente eterno. Se presentaba
como opositor, resistente e incluso hombre de paz, pero tras l,
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
como ocurre con muchas buenas causas, estaban numerosos intereses econmicos ligados a su equipo dirigente, que controlaba la
economa y la poltica de toda la regin. Nada se mova en Kosovo
sin que Rugova hubiera dado el visto bueno. Detrs de todo este
turbio asunto de la independencia se escondan espurios y oscuros
negocios: trfico de droga, mercado negro, venta de coches robados
y todo un rosario de hechos delictivos bien conocidos por nuestras
fuerzas presentes all y por nuestras policas. Algunas de estas participando, incluso, del tinglado.
A nadie se le pasa por alto que Kosovo era la patria del delincuente, el territorio europeo con mayor condescendencia y tolerancia hacia todo tipo de negocios y operaciones irregulares, desde
el trfico de drogas hasta el contrabando y el mercado ilegal y
descontrolado de armas. Rugova bien lo saba, y su moderacin
de ayer se acab tornando en un radicalismo no exento de cierto
inters por participar del negocio, pero ya sin espectadores molestos, es decir, sin la OTAN y los sin vergenzas sin fronteras
que trabajaban all y a los que ya me he referido en otras partes de
este libro.
Una trayectoria muy parecida a la de Rugova la tiene el que
fuera lugarteniente de Thai y ms tarde lder de la Alianza para
el Futuro de Kosovo, Ramush Haradinaj, quien en el pasado desempe los ms variopintos oficios, desde matn de discoteca a
vulgar asesino a sueldo de la mafia albanokosovar, pasando por
entrenador de gimnasio, traficante de segunda fila y terrorista del
ELK. Fue en este ltimo puesto, dadas sus cualidades para la eliminacin fsica de sus oponentes, y tras su participacin en las tareas de limpieza tnica realizadas por el ELK, donde fue escalando
posiciones hasta llegar a la cpula dirigente de esta banda, considerada terrorista, hasta la intervencin de la OTAN. Luego, tras
tener algunas desavenencias con el mximo lder del ELK, Thai,
mont su propio partido y consigui el respeto de nuestros re 180
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
blando de la familia de nuestro primer ministro en Kosovo resear que uno de sus hermanos estaba detenido y condenado a
cinco aos de prisin por haber participado en varios hechos delictivos: tambin l, al igual que su otro hermano, tiene un pasado
glorioso en las filas de nuestros idolatrados hijos del ELK. Estos
son nuestros hombres en Prstina, la cpula poltica y militar
instalada por la OTAN tras la ocupacin de Kosovo.
Incluso uno de los considerados lderes moderados de Kosovo,
el multimillonario Veton Surroi, venerado por nuestra querida comunidad internacional y director del libelo antiserbio Koha Ditore,
tampoco ocultaba sus intenciones independentistas y su afn por
crear un espacio monotnico albans. Aunque se considera a s
mismo un veterano luchador (?) contra la ocupacin serbia y
un autntico resistente en los das previos a la intervencin-ocupacin de la OTAN, el nico recuerdo que tienen de l la mayora
de los periodistas acreditados durante las negociaciones de Rambouillet es la de su estampa pasendose por los palacios parisinos
con un gisqui en la mano y un gran puro. Multimillonario debido
a negocios nunca suficientemente aclarados, con buenas relaciones
con la cpula de Belgrado durante toda la vida, pues lleg a ser tolerado su medio y su partido antes de la llegada de la OTAN, y
con buenas relaciones con Tirana, conseguidas a travs de sus contactos con periodistas filosocialistas, Surroi representaba a los
nuevos propagandistas y agitadores de la causa independentista
kosovar, aunque por caprichos del destino, el padre de este informador fue embajador de la antigua Yugoslavia para Espaa.
Para estos periodistas-agitadores, los nicos que les apoyan y
les ayudan en su objetivo final, crear la Gran Albania, son los
EE.UU. Paradjicamente, sujetos como Surroi, que cambiaron
de chaqueta en el ltimo momento, pues se prestaron a las farsas
electorales celebradas en la antigua Yugoslavia, constituyen despus
la nueva elite poltica de esta regin ensangrentada y pauprrima.
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KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
por suerte, en Espaa, y en Rumbo a Tartaria, Kaplan radiografiaba bien esta regin acercndose a las fuentes y orgenes de los
problemas, sin recurrir a falaces maniquesmos y a las habituales
deformaciones y tpicos de nuestros medios. En sus libros y artculos, desprovistos de adulacin o de permisividad hacia los
crmenes perpetrados por todas las partes en este conflicto, se
afronta la historia de esta regin, de forma seria y rigurosa,
amena y objetiva. Buen conocedor de Kosovo, este judo norteamericano escuchaba a las partes, interpretaba los hechos y despus evaluaba las razones que haban llevado a este conflicto,
fruto de la incomprensin y la ausencia de dilogo entre los dos
bandos. Qu fcil resulta culpar de un conflicto o una guerra a
todo un pueblo, qu sencillo explicar as los orgenes de los problemas ms complejos. Kaplan, como se puede leer en sus obras,
no haca eso.
De la misma manera, el conocido experto en comunicacin y
polemista escritor Noam Chomsky ha denunciado en los ltimos
aos la intervencin de la OTAN en la antigua Yugoslavia como
parte de una estrategia norteamericana para debilitar a Europa y
fortalecer a determinados grupos de orientacin islamista o reaccionaria. Entendiendo lo difcil que resulta en EE.UU. defender
estas posiciones contra lo polticamente correcto en este pas, sus
artculos, adems, han dado la vuelta a las tesis de la administracin
norteamericana del momento, considerando que la intervencin
de la OTAN provoc la catstrofe humanitaria y el caos en la regin que precedi a la entrada de las fuerzas liberadoras, con
Solana casi subido a los tanques, con la v de Churchill, y jaleado
a rabiar por los albanokosovares. Desde el principio de esta guerra
la propaganda jug un papel deplorable en el conflicto, presentando a los serbios como cerdos y nazis, y a los terroristas albanokosovares como los ltimos romnticos del siglo XX. Lo de
Chomsky, en este contexto, resultaba casi heroico.
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falta de pruebas, a Haradinaj de crmenes de guerra y lesa humanidad. Milosevic ya respondi en su momento de las acusaciones
por crmenes de guerra perpetrados durante el conflicto yugoslavo.
Ya veremos si los dirigentes de Bosnia, Croacia y Eslovenia, junto
con los albanokosovares, son juzgados, pues parece que en esta
guerra tan solo se ha juzgado y condenado a los serbios y a algunos
jefes militares croatas de poca monta.
La nica realidad comprobable sobre el terreno, en estos momentos, es que de casi 300.000 serbios quedaran algo ms de
una tercera parte (126.000), segn los datos de los que disponen
las intiles organizaciones internacionales operando en la zona,
aunque seguramente esta cifra se habr reducido tras la declaracin
unilateral de la independencia, acaecida en febrero del ao 2008.
Y es la segunda gran mentira sobre la que se asienta la realidad de
Kosovo: que los serbios ejecutaron una masiva operacin de limpieza tnica. Cmo se puede sostener semejante tesis en el siglo
XXI si a cada serbio le corresponden una veintena de albaneses?
Por si fuera poco, a este pequeo grupo de serbios de Kosovo
tan solo les quedaba la remota posibilidad de sobrevivir aislados,
protegidos por fuerzas militares extranjeras y sin poder ejercer sus
derechos polticos, sociales, culturales y econmicos. Kosovo era
el gran drama de un puado de miles de no albaneses atrapados
en una tierra hostil e inhspita, violenta y trgica. Nadie, como
suele ocurrir en estos casos, ha reconocido el error perpetrado y
los daos causados, todos ellos, dicho sea de paso, colaterales. La
gran mentira, la del supuesto genocidio, nunca existi, pero sirvi
de base para la injusta situacin de Kosovo. La OTAN ha seguido
tratando de sostener semejantes tesis, la revista Newsweek, que
lleg a representar a los serbios como los hijos del diablo, tambin,
como todos los medios al servicio de la causa, pero los censos siguen sealando con el dedo acusador a aquellos que propiciaron
una intervencin militar en aras de sus oscuros intereses en la re 201
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
203
OCTAVA PARTE:
PERSPECTIVAS DE EVOLUCIN Y CONCLUSIONES
27. El disparatado plan Ahtisaari
El plan Ahtisaari abre la posibilidad de un Kosovo independiente;
Serbia y yo mismo, en calidad de presidente, no aceptaremos jams la
independencia de Kosovo.
Boris Tadic, presidente de Serbia.
KOSOVO. LAS SEMILLAS DEL ODIO. CUANDO SE ROMPEN LAS FRONTERAS DE EUROPA
ira en Belgrado, pues no era para menos, ya que el proyecto implicaba, casi de facto, la independencia de Kosovo, tal como ocurri unos meses despus. El plan de la ONU presentado por el
enviado especial de la organizacin no mencionaba la palabra
independencia, como esperaban los albaneses, ni tampoco haca
referencia a la soberana serbia del territorio, aunque conceda a
Kosovo prerrogativas y smbolos propios de un Estado independiente, como una Constitucin, bandera, himno y acceso a organismos que agrupan a pases soberanos. Se creaba una entidad
poltica a medio camino entre el Estado soberano y las repblicas
piratas no reconocidas internacionalmente que existen en el
mundo, lo que significaba el final de la soberana y de la integridad
territorial de Serbia, algo que los lderes de Belgrado, desde luego,
no podan aceptar.
Ante el apoyo de numerosos pases a este plan, entre los que
destacaban EE.UU. y el Reino Unido, los albanokosovares se
sentan ms seguros y firmes en sus demandas, abandonando
otras propuestas, como la de una particin negociada con Belgrado. Desde haca muchos aos se hablaba de este tema: la
particin de Kosovo entre las dos etnias dominantes. Tanto los
nacionalistas albanokosovares como los serbios haban defendido
esta alternativa como la nica posible y previsible, aunque en lo
nico en que no coincidan al hablar de esta opcin como solucin final era, como se esperaba, en la configuracin de los
mapas de sus respectivos Estados monotnicos. Al llegar el plan
del fins, las cosas quedaban claras para los albanokosovares: la
comunidad internacional les daba luz verde para optar por el
camino independentista.
No obstante, antes de analizar el contenido del plan y las
consecuencias que se derivaron del mismo, conviene estudiar
cules eran las propuestas serbias para haber procedido a una particin de Kosovo, que quiz hubiera sido una mejor alternativa al
206
ambiente de tensin y crispacin que se viva en la zona tras la secesin de esta, antao, regin serbia.
Pese a las posiciones ms recientes de Belgrado que pretendan
el retorno, en el pasado hubo propuestas serias como las del arquitecto Branislav Krstic, quien puso especial nfasis en el reparto
del territorio entre las dos etnias mayoritarias de la regin, serbios
y albaneses, y en la creacin de una entidad serbia, con una slida
base territorial, que mantuviese bajo su dominio a los conventos
e iglesias serbias de cierto significado cultural e histrico para los
serbios. La propuesta Krstic, que fue publicada por la revista francesa Golias/Limes, prevea algo ms de la mitad de Kosovo bajo
control serbio, quedando en sus manos la mayor parte de los monumentos histricos, y una serie de islas territoriales en manos
albanesas. A da de hoy, y tal como estn las cosas, la fortaleza de
la mayora albanokosovar hara irrealizable semejante propuesta
tan favorable a las demandas de Belgrado y de su pueblo. Adems,
no es ni factible ni realizable, pues no contempla la viabilidad de
la autonoma siquiera de los albaneses. Los serbios, si de veras
quieren resolver el problema tendrn que hacer en el momento
actual mayores concesiones a la mayora albanesa.
Mucho ms creble y realizable fue la propuesta presentada
por el director de la Facultad de Geografa de la Universidad de
Belgrado, Milovan Radovanovic, que contemplaba dejar en manos
albanesas la mayor parte del territorio de la regin y permitir la
creacin de tres pequeas entidades serbias con capacidad de ser
absorbidas por Serbia y Montenegro, pues se hallaban en sus
fronteras y no impediran la creacin de una entidad albanokosovar, bien fuera con capacidad de autonoma o bien independiente.
Los tres distritos serbios tnicamente puros seran: el de Pec, con
una amplia base territorial que incluira Istog y la ciudad moderna
rodeada de sus ricas y frtiles tierras, un pequeo territorio con
zonas de arraigada tradicin histrica para los serbios; el segundo
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de Yugoslavia concluy, as, de una vez para los cansados y abatidos serbios despus de quince aos de sangrientas y agotadoras
crisis y guerras. Visto as, como eplogo, la independencia de
Montenegro fue percibida por muchos serbios como una autntica liberacin.
Kostunica y Tadic, los mximos lderes serbios tras Milosevic,
no han llevado sus divisiones al terreno de las exigencias a las Naciones Unidas, habiendo solicitado ambos, en repetidas ocasiones,
el regreso de los refugiados serbios expulsados de Kosovo tras la
intervencin de la OTAN, en 1999, y la garanta de que la vida
serbia se pueda desarrollar en la regin en condiciones de seguridad
y respeto. Una vez superada la crisis de las ltimas elecciones, los
dos lderes, junto con los representantes serbios en Kosovo, agrupados en el Consejo Nacional Serbio y el Movimiento de Resistencia Serbio, presionan unidos a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional para buscar una solucin a los problemas
que se plantean desde la intervencin-ocupacin. Por ahora, vistas
las escasas garantas de seguridad y el claro apoyo de UNMIK
(Naciones Unidas en Kosovo) a los radicales albanokosovares,
como se vio en las ltimas elecciones donde ni siquiera participaron grupos serbios, los lderes de Belgrado tratan de acercar
sus posiciones y lograr un desbloqueo del actual punto muerto.
Lo lograrn? Es harto improbable; la comunidad internacional
parece haberlo asumido sin analizar las posiciones de los EE.UU.,
y la independencia de Kosovo, desgraciadamente para todos los
europeos, parece ya un hecho poltico irreversible.
Pese a las buenas intenciones de los lderes de Serbia, antes reseadas, quien realmente lidera y defiende con firmeza a los serbios
de Kosovo es la Iglesia ortodoxa serbia que, conducida por el conocido obispo de Raska y Prizren, Artemije, ha logrado ir ganando
credibilidad en los ltimos tiempos y ser la autntica protagonista
de la vida social, cultural y poltica serbia. Lgico: una vez que el
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ms prctico del actual abanico de representantes serbios. Seguramente, Tadic opte, finalmente, por continuar con las reformas
polticas y econmicas, que son bsicas y fundamentales en estos
momentos, y por aparcar la cuestin de Kosovo para no ralentizar
el proceso de integracin definitiva en la UE. Una victoria de los
radicales de NIkolic de extrema derecha y con su lder procesado
en La Haya, Vojislav Seselj, habra sido un desastre y un contratiempo en el necesario proceso de integracin total de Serbia
en todas las estructuras europeas.
Los socialistas y los partidarios del ex primer ministro, Vojislav
Kostunica, mantienen unas posiciones muy parecidas a las de los
radicales serbios, sumando entre ambos casi el 20% de los votos.
Sin embargo, la demagogia y el populismo de Kostunica han sido
duramente castigados por el electorado, que ha preferido mirar
hacia el futuro, votando a Tadic, antes que embarcarse en un incierto contencioso con la UE y la mayor parte de las diplomacias
occidentales.
Otro asunto a analizar, y que no se debe desdear, es el hasto
del electorado serbio. Un 40% de los serbios se abstuvo en las ltimas elecciones legislativas y se detecta en la poblacin joven un
cierto cansancio con respecto a la marcha del pas; la mayora
ansa emigrar y buscar nuevos horizontes menos inciertos. Entre
los principales retos del nuevo ejecutivo que gobierne la Serbia de
los prximos aos, hay que sealar el control de la inflacin, la
creacin de empleo el paro llega casi al 30%, la entrada de
las necesarias inversiones extranjeras, llevar a buen puerto las reformas que exige Europa para un futuro ingreso en la UE y la insercin de la economa serbia en la regin.
No cabe duda de que el asunto de Kosovo seguir gravitando
en la poltica serbia, pues son miles los refugiados y desplazados de
esta regin que hoy se pudren en las ciudades serbias. Luego est el
espinoso asunto de los serbios que se han quedado all, hombres
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Kosovo y, en fin, una regin devastada poltica, material y econmicamente. Un absoluto desastre bajo el paraguas protector de
la OTAN y con el dinero de los contribuyentes europeos, que
han visto cmo, de la idea de crear un Kosovo multitnico y democrtico, hemos pasado a un Estado mafioso monotnico, en
palabras de un diputado britnico citado ya en este trabajo. Hoy,
el sueo albanokosovar se ha conseguido por las fuerza de las armas, mientras la ira y el terror reinan en el lado serbio. Quin
contendr este dolor inmenso por la prdida de Kosovo?
Las Naciones Unidas son en buena parte responsables de este
desastre porque, como aseguraba Radio Francia Internacional en
una de sus emisiones para los Balcanes, desde hace aos la ONU
oculta all la violencia tnica de los extremistas albaneses sobre la
poblacin serbia y dems grupos tnicos y no se atreve a tomar
medidas. El pasado ao, el jefe de las Naciones Unidas para Kosovo UNMIK, Hari Holkeri, dimiti de su cargo, despus
de haber callado, ocultado y silenciado el drama de los serbios de
Kosovo durante aos. Algunas fuentes sealan que dimiti porque,
al final, se cans de mentir tanto e, incluso, lleg a ser amenazado
por los extremistas albaneses, lo que aceler su decisin y su
marcha de una tierra bastante caldeada, violenta y donde la seguridad y la estabilidad desaparecieron hace ya aos.
El doble rasero aplicado por la comunidad internacional en la
regin ha funcionado muy bien para los albanokosovares, pues lo
que serva en Bosnia la defensa de la integridad territorial de un
Estado, no lo haca en Serbia y se le reservaba a Kosovo la posibilidad de ejercer el derecho a la autodeterminacin, aunque en
las instituciones no estuvieran presentes todas las comunidades y
minoras de este pas inventado. Esperemos que esta alegra,
ahora desbordada, en las calles de Kosovo no d paso a nuevos
episodios de violencia; en los Balcanes, la manifestaciones de jbilo
de algunos, muchas veces, no dejan ver la ira y la rabia de otros.
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estn dando pasaportes rusos a los ciudadanos de esos enclaves secesionistas. Chipre, el Estado fantoche fundado por los ocupantes
turcos la Repblica Turca del Chipre Norte, no oculta ya
sus intenciones por ser reconocido. E igual puede pasar en media
Europa, en el Kurdistn iraqu o en Nagorno Karabaj. Quin
tendr ahora legitimidad moral y poltica para que se cumplan las
resoluciones de las Naciones Unidas si los propios miembros fundadores y con derecho a veto en el Consejo de Seguridad las incumplen y vulneran? Quin puede esgrimir argumentos jurdicos
del derecho internacional para paralizar dichos procesos secesionistas?
Casi veinte aos despus del conocido discurso de Milosevic
en el escenario de la batalla del Campo de los Mirlos, Kosovo es
un lugar inhspito y hostil para los serbios. Nos encontramos,
620 aos despus de la famosa, o dichosa, batalla segn se
mire, en el final del ciclo serbio. La posteridad dir si los europeos estuvimos a la altura de las circunstancias o si, llevados por
el falso victimismo de los supuestos damnificados, fuimos cmplices, a travs de la autocomplacencia y de la pasividad, del holocausto ms silencioso perpetrado en la crnica de este continente
plagado de tristes avatares y sangrientos captulos. La historia,
como demuestra la realidad de Kosovo, se resiste a terminar pese
al prematuro anuncio de un prximo final. Lo que s parece concluir es la presencia milenaria serbia en dicha regin. Triste noticia
para una Europa que habamos querido amar y por la que habra
merecido la pena luchar con ms empeo, la de la razn de la libertad y la convivencia en paz, sin diferencias tnicas.
Los serbios de Kosovo han perdido la guerra y, por ello, han
sido condenados a la humillacin de la derrota y la desgracia colectiva; pero la verdadera miseria, la de los falsos profetas de este
neofascismo tribal y la supremaca tnica, est definitivamente
instalada en el odio de los radicales de la otra parte, incapaces de
entender los logros y la riqueza de las sociedades abiertas y mul 236
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Agencia Efe
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