Lorenzo Muelas Hurtado - La Fuerza de La Gente... Guambía, Colombia
Lorenzo Muelas Hurtado - La Fuerza de La Gente... Guambía, Colombia
Lorenzo Muelas Hurtado - La Fuerza de La Gente... Guambía, Colombia
to autobiogrfico, encaminado a discutir la institucin de la terrajera y el surgimiento de las luchas y movimientos indgenas del siglo 20 en el
suroccidente colombiano, desde la particular visin del Constituyente y ex-senador indgena,
Lorenzo Muelas Hurtado. Su condicin de terrajero e hijo de terrajeros, as como de actor directo
en las luchas indgenas en cuestin, las cuales tuvieron su detonante precisamente en la terrajera,
lo hacen testigo de excepcin de un fenmeno
social que es importante que sea conocido en sus
formas ms ntimas. Como l mismo lo ha dicho,
la terrajera debe ser conocida:
LORENZO
MUELAS
HURTADO
La
fuerza
de la
gente
La
fuerza
de la
gente
JUNTANDO RECUERDOS
SOBRE LA TERRAJERA
EN GUAMBA-COLOMBIA
L A
C O L A B O R A C I N
D E
INSTITUTO
COLOMBIANO DE
ANTROPOLOGA
E HISTORIA
Su pensamiento sobre estos temas esta consignado en varias publicaciones de sus intervenciones en reuniones nacionales e internacionales,
como las Conferencias de las Partes del CDB; el Foro Internacional de
los Pases Andinos y Amaznicos sobre Biodiversidad, y otros. Tambin
existen publicados mltiples documentos de su autora, en revistas y
libros especializados, compilados en Colombia y en otros pases de
Latinoamrica.
Actualmente disfruta de las tierras que lo vieron nacer y crecer, donde
vive y trabaja en la recuperacin de variedades tradicionales de alimentos, y donde produce de manera limpia, es decir, sin agroqumicos, la
comida suficiente para su propia supervivencia, la de sus vecinas guilas
y la de los osos de anteojos que lo visitan desde hace algn tiempo.
to autobiogrfico, encaminado a discutir la institucin de la terrajera y el surgimiento de las luchas y movimientos indgenas del siglo 20 en el
suroccidente colombiano, desde la particular visin del Constituyente y ex-senador indgena,
Lorenzo Muelas Hurtado. Su condicin de terrajero e hijo de terrajeros, as como de actor directo
en las luchas indgenas en cuestin, las cuales tuvieron su detonante precisamente en la terrajera,
lo hacen testigo de excepcin de un fenmeno
social que es importante que sea conocido en sus
formas ms ntimas. Como l mismo lo ha dicho,
la terrajera debe ser conocida:
LORENZO
MUELAS
HURTADO
La
fuerza
de la
gente
La
fuerza
de la
gente
JUNTANDO RECUERDOS
SOBRE LA TERRAJERA
EN GUAMBA-COLOMBIA
L A
C O L A B O R A C I N
D E
INSTITUTO
COLOMBIANO DE
ANTROPOLOGA
E HISTORIA
Su pensamiento sobre estos temas esta consignado en varias publicaciones de sus intervenciones en reuniones nacionales e internacionales,
como las Conferencias de las Partes del CDB; el Foro Internacional de
los Pases Andinos y Amaznicos sobre Biodiversidad, y otros. Tambin
existen publicados mltiples documentos de su autora, en revistas y
libros especializados, compilados en Colombia y en otros pases de
Latinoamrica.
Actualmente disfruta de las tierras que lo vieron nacer y crecer, donde
vive y trabaja en la recuperacin de variedades tradicionales de alimentos, y donde produce de manera limpia, es decir, sin agroqumicos, la
comida suficiente para su propia supervivencia, la de sus vecinas guilas
y la de los osos de anteojos que lo visitan desde hace algn tiempo.
La
J U N TA N D O R E C U E R D O S
fuerza
SOBRE LA TERRAJERA
de la
EN GUAMBA, COLOMBIA
gente
La
fuerza
de la
gente
J U N TA N D O R E C U E R D O S
SOBRE LA TERRAJERA
EN GUAMBA, COLOMBIA
L A
C O L A B O R A C I N
D E
Asistencia Editorial
Daniel Manjarrs
Diseo y Diagramacin
[6] l a f u e rz a d e l a g en te
Contenido
Reconocimientos
13
1 Nuestros orgenes
26
28
17
38
42
46
49
Simaneros y vaqueros 50
Terrajeros llanos y pajecitos
Cabos 52
Alguaciles 53
52
55
61
110
Warkatrapu o Santiago
122
129
San Fernando
151
154
192
196
206
212
223
[8] l a f u erz a de l a g e n te
5 Aprendiendo a letrear
260
274
298
283
301
304
310
313
319
325
339
c o n t e n i d o [9]
343
344
350
353
361
364
368
372
376
410
Mondomo fue una base para mi acompaamiento 417
451
467
Las reservas del Cabildo son para los sin tierra 477
El ledo tambin se ha sabido equivocar: el Profesor Tumi
[10] l a f u e rz a d e l a g en te
495
489
482
Bibliografa consultada
Vocabulario guambiano
Glosario castellano
500
512
524
528
532
c o n t e n i d o [11]
[12] l a f u e rz a d e l a g en t e
Reconocimientos
Esta historia se arm juntando a mis recuerdos los que aportaron las
siguientes personas:
r e c o n o c i m i e n t o s [13]
[14] l a f u e rz a d e l a g en te
Otros
Tambin debo un especial reconocimiento a mi hermano
Manuel y a mis amigos, el profesor Manuel Abraham Pino y los
antroplogos Ana Mara Falchetti y Hctor Llanos, quienes
tuvieron la paciencia de leer todo el texto en su borrador final y la
gentileza de aportar valiosas ideas para su enriquecimiento.
A todos todos, como tambin a la gente del icanh por su
confianza y apoyo, y de manera muy especial a Martha Urdaneta,
por su total respaldo en cada uno de los pasos que se debieron dar
para construir esta historia, ungua ungua.
r e c o n o c i m i e n t o s [15]
[16] l a f u e rz a d e l a ge n te
ace ms de diez aos, justo despus de haberse terminado la Asamblea Nacional Constituyente, acompa a Lorenzo en un recorrido de remembranza por sus tierras
de Guamba. Mientras caminbamos por esos bellos parajes
paramunos, l recordaba con profundo dolor la dura realidad de
la terrajera que tuvo que vivir durante su niez y juventud en
esos mismos lugares. Entonces regresaron a mi memoria los tristes relatos que tantos mayores guambianos me hicieran a lo largo de mis aos de trabajo arqueolgico en Guamba, sobre expulsiones de su s tierras, destruccin de cultivos, quema de
humildes viviendas y otras barbaridades de la terrajera. Con los
das, Lorenzo me expres su inters por escribir su autobiografa, como una forma de contarle a las nuevas generaciones de
guambianos la dura lucha que sus abuelos tuvieron que librar,
para que hoy ellos puedan gozar de unas mejores condiciones
de vida. Me pidi ayudarle en esta labor.
As es como originalmente nos propusimos escribir un texto
autobiogrfico, encaminado a discutir la institucin de la terrajera y el surgimiento de las luchas y movimientos indgenas del
siglo 20 en el suroccidente colombiano. La intencin era que el
escrito contuviera la particular visin de Lorenzo sobre estos
temas, en su calidad de terrajero e hijo de terrajeros, as como
de participante directo en el proceso de desarrollo de las luchas
indgenas en cuestin, las cuales tuvieron su detonante precisamente en la terrajera.
Comenz entonces un proceso de transcripcin, revisin y
ordenamiento de los materiales grabados que Lorenzo muy celosamente guardaba, as como de largas horas de charlas y nuevas
d e c m o s e a r m e s t e r e l a t o [17]
grabaciones de sus recuerdos ms sentidos, desde su niez hasta cuando fue elegido gobernador de Guamba, en 1985. Porque
la idea era que la mdula de la obra fuera la propia historia de
Lorenzo, narrada con la ayuda de una serie de entrevistas que cubrieran desde su nacimiento hasta el momento en que el movimiento indgena logr plasmar en el mundo legal colombiano
que las tierras de hacienda trabajadas mediante el terraje eran
de los indgenas, y que el proceso de invasin era en realidad
uno de recuperacin.
Su archivo de casi 300 horas de grabaciones corresponde a
reuniones de autoridades, y asambleas de base, dentro de comunidades guambianas, paeces y pastos particularmente, pueblos estos en los que se origin lo que aos despus vino a conocerse como Movimiento de Autoridades Indgenas de
Colombia. Inicialmente pens que este material estaba relacionado principalmente con el desarrollo del movimiento indgena en
las dcadas de 1970 y 1980, pero luego qued claro que la mayor
parte corresponda a actividades posteriores a 1985.
Por ello, cuando ms adelante el proceso de elaboracin del
texto nos llev a decidir que ste slo incluira el perodo de vida
de Lorenzo hasta que fue gobernador de Guamba, optamos por
guardar la mayor parte del material grabado para un trabajo
posterior, que cubra desde su actuacin como tal, hasta cuando
fue elegido como integrante de la Asamblea Nacional Constituyente y luego como Senador de la Repblica.
Trabajamos peridicamente durante casi trece aos, con largos intervalos de interrupcin, siendo el mayor de ellos el perodo en que Lorenzo debi representar a los pueblos indgenas en
el Congreso de la Repblica. Durante ese tiempo, adems de encontrarnos demasiado ocupados con las labores propias de su
cargo, l decidi que mientras tuviera tal responsabilidad deba
tener la cabeza clara y el corazn muy fuerte, y recordar sus aos
de infancia y juventud lo desgarraba profundamente. Era casi
como pasar por un proceso de sicoanlisis, sin sicoanalista para
darle una mano.
En los fragmentos de tiempo que pudimos dedicarle a trabajar el libro, nos sucedi que entre ms hablbamos y grabbamos, ms sentamos la necesidad de escuchar a otra gente,
[18] l a f u e rz a de l a g en te
Las investigaciones en los archivos y el estudio de los documentos encontrados en ellos fueron realizados de manera conjunta
entre Lorenzo y yo. Aunque la redaccin de estas partes corri por
mi cuenta, los textos correspondientes fueron ledos, analizados,
corregidos y aprobados por Lorenzo. Vale anotar que en las citas
incluidas se mantuvo la ortografa original de los documentos.
El texto final qued dividido en dos grandes partes, en las
cuales el narrador es Lorenzo. Los relatos suyos son la columna
vertebral del mismo, mientras que las narraciones de las dems
personas fueron editadas e incluidas como citas, excepto algunas que se incorporaron de manera continua casi en su totalidad, en apartes subtitulados los recuerdos de fulano de tal o zutano habla sobre tal cosa. Cuando hubo necesidad de hacer
aclaraciones adicionales, introduje notas a pie de pgina.
La primera parte, que incluye los captulos 1, 2 y 3, est centrada en el proceso de apropiacin de las tierras y el trabajo indgenas, a travs de los sistemas de hacienda y terraje, que llev
a la desvertebracin del territorio y de la comunidad guambiana.
Esta parte de la historia muestra cmo las condiciones de opresin propias de la terrajera generaron un movimiento que buscaba eliminar la esclavitud y miseria sufrida por los terrajeros y
que los llev a una dura lucha por recuperar las tierras que les
haban sido arrebatadas por los terratenientes.
Los diversos acontecimientos, para las pocas ms antiguas
que se tocan en el texto, es decir, finales del siglo 18 y siglo 19, fueron hilvanados con lo poco que hemos encontrado en los documentos de archivo, mientras que para el siglo 20 se les dio seguimiento tratando de ubicar temporalmente los relatos de Lorenzo
y la dems gente, los cuales, hasta donde fue posible, se complementaron con informacin de archivo; todo ello nos permiti
lograr un cierto contexto territorial, econmico, y poltico para
la vida de Lorenzo.
Y as, poco a poco, fuimos armando el proceso, hasta llegar
al momento que a Lorenzo mismo le toc vivir. Su vida encarna
la de muchos indgenas, sobre todo la de los terrajeros del
Cauca, y muy particularmente la de los terrajeros guambianos.
Para todos ellos el contacto con los blancos fue permanente,
pero la suya fue una relacin servil, sin amistad ni intimidad,
d e c m o s e a r m e s t e r e l a t o [23]
d e c m o s e a r m e s t e r e l a t o [25]
Nuestros
orgenes
Versin del Piuno, escrita por Brbara Muelas Hurtado, con base en las muchas que de esta historia sobre los orgenes del pueblo guambiano hay en su tradicin oral.
3
[28] l a f u e rz a d e l a g en te
forma cnica, como un remolino de viento, y entre ellos iba uno que
los guiaba y diriga los movimientos de la danza. Y lo hacan en
honor a los nios que acababan de llegar porque ellos llegaran a ser
los grandes dirigentes kasik.
Tambin salieron dos grandes arcos de lindos colores para
acompaar a los nios recin llegados. Esos arcos salieron como
buen augurio para el futuro. Observndolos siempre y por siempre,
las generaciones vivientes haran su s a tuendos: los hombres los
sombreros de finos colores y las mujeres las ruanas y anacos con sus
listas color arco iris. As fue que aparecieron para ensearnos.
Los sacaron uno a uno, envolvindolos en ropas nueva s , despus
de colocarles la planta rendidora en el ombligo, para que en el
futuro fueran hbiles y su mano rendidora. Despus los colocaron
en unas ollas nuevas, calientitas, que taparon con tampalkuari o
sombreros guambianos. Entonces buscaron madres para ellos, para
que los amamantaran. Pero nada que crecan! Crecan
muy l entamente. Se muri una de las madres y consiguieron otra, y
otra, hasta completar cuatro. Hasta que por fin crecieron.
Por crecer lentamente, fueron fuertes, grandes personajes
conocedores de la paz, de la unidad, de la armona, del bienestar, del
trabajo, de cmo proteger las tierras, de cmo recibir a los blancos.
Todo lo saban sin que en ninguna casa les hubieran enseado nada.
Y luego, el mismo pishimisak les puso nombres. A la nia la
llam Mama Manela Karamaya y al nio Mutauta Kasik. As ha
sabido hacerlo.
El nio creci en grandeza, en medio de toda la gente. Pensaba
bien, ayudaba bien, hablaba bien y enseaba bien, dondequiera que
l estaba. A todas partes llegaba montado en un bonito caballo
zaratano, con montura de oro. As ha sabido andar.
Ese gran personaje era el que habra de dirigir a toda la gente.
Por eso lo llamaron Mutauta Kasik. Cuando llegaron los blancos,
cambiaron ese nombre por cacique. A la nia, quien tambin era
una gran mujer, la pusieron Mama Manela Karamaya. Ella conoca
ms y pensaba mejor que l, y es por eso que le dieron tres nombres.
Desde entonces vienen los nombres como tata illimpi, mama keltsi,
tata ankuchu, isik tumpe, tata pintsu, tata pantso, tata almenta, mama
tesha, tata kina. As han sabido poner los nombres, de dos en dos.
Cuando el Mutauta Kasik ya era adulto, llegaron los blancos y
empezaron a matar a los kasik de otras partes. Pero a l no le haba
pasado nada. Siempre andaba volteando por todas partes, montado
n u e s t r o s o r g e n e s [31]
n u e s t r o s o r g e n e s [33]
Las pocas
ms antiguas,
surgimiento
de la terrajera
y las primeras
luchas
Mapa 1
Aunque al menos en las primeras dcadas del siglo 18 los guambianos haban
sido involucrados en el mundo monetario, al exigrseles pagar un tributo a la
Corona en dinero y al obligrseles a trabajar como mitayos, recibiendo un pago
que era parcialmente en dinero, lo cierto es que slo el cacique, actuando como
representante de los indgenas, reciba ese dinero, y lo haca slo para pagar el tributo de la colectividad. En un pleito de 1733 entre los indgenas guambianos y la
familia Fernndez de Belalczar, la exigencia del cacique para que el pago por el
trabajo de los mitayos guambianos se hiciera totalmente en dinero, excluyndose
la racin de alimentos como era la ley (Archivo Central del Cauca, Libro Capitular
de 1733), se debe entender no como un inters en el mundo monetario ya que
este dinero iba directamente al pago del tributo, sino como una forma de defenderse de un sistema que aada injusticia y explotacin al ya implcito en la mita,
puesto que la racin no les era entregada completa y la que les entregaban estaba
compuesta principalmente de coca.
[38] l a f u e rz a de l a g e n te
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [39]
Billete emitido por el Banco del Estado del Departamento del Cauca en 1900. ste
fue uno de los muchos que Pedro Muelas acumul y luego perdi.
En ese tiempo no haba, como hoy en da, Caja Agraria en Silvia, nada de eso exista pues! Entonces lo nico que hizo fue ir
acomodando billete, acomodando billete, lo tuvo all guardado.
Cuando hubo el cambio de billetes, no los cambiaron porque no conocan. Echaron de menos mucho tiempo despus,
y cuando pensaron hacerlo, ya no tuvieron validez. Se quedaron los billetes. Se perdi tooodo el trabajo! Decan que
ya haba vencido la fecha, que hubo un decreto del gobierno
Estado de Popayn. En su obra Historia de la Moneda en Colombia (1945),
Guillermo Torres dice que el 15 de noviembre de 1901, mediante el Decreto 1184,
el gobierno reconoci como emisiones nacionales las que se haban efectuado
por el Jefe Civil y Militar del Cauca por virtud del contrato celebrado entre ste
y el llamado Banco del Estado existente en aquel Departamento (p.271). Se trataba pues de billetes perfectamente legales.
[40] l a f u e rz a de l a g en te
Entre 1899 y 1903 hubo en Colombia grandes emisiones de papel moneda para
financiar la Guerra de los Mil Das, lo cual gener una gran inflacin. A partir
de 1903 los gobiernos de turno tomaron medidas para estabilizar el valor del papel
moneda. Segn Guillermo Torres, op. cit., en 1905 el gobierno de Reyes, por ejemplo, con el propsito de estabilizar su valor, escogi arbitrariamente la cotizacin del 10.000%, es decir, cada peso qued valiendo un centavo. Segn Decreto Legislativo del 6 de marzo de 1905, los billetes de antiguas emisiones deberan
ser cambiados hasta el 1 de abril de 1907 y los que en esa fecha no se hubieran
presentado para su cambio quedaran automticamente sin ningn valor
(p.300). Pero hubo otras medidas tomadas en 1907, 1909, 1913 y slo hasta 1916 se
dio comienzo al cambio de todos los billetes de antiguas ediciones que circulaban
en la Repblica [...] tales billetes deban cambiarse por otros al tipo de cambio del
10.000% (p.315). Pero la Ley 64 de 1917 prorrog hasta el 30 de junio de 1918 el
plazo fijado [...] (p.318) y posteriormente lo volvieron a ampliar hasta el 30 de junio de 1919 (p.318). As, el pariente de los Muelas tendra que haber entregado 100
de sus billetes de a peso para que le dieran uno de los nuevos billetes de un peso,
antes de dichas fechas. Pero ni siquiera ese devaluado valor recibi, ya que guard
sus billetes, confiado en la estabilidad de un sistema que lo defraud.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [41]
Parroquia de Silvia, Libro 1 de Bautismos de la Parroquia de San Felipe y Santiago de Guamba, que inicia en 1619.
8
Segn consta en la Escritura 1051 de 1912 de la Notara 1. de Bogot, en declaraciones rendidas en el Juzgado Municipal de Silvia el 26 de julio y 5 de agosto
de 1912, los seores Francisco Hurtado, Martn Meneses, Rafael Hurtado, Fernando Reyes e Ismael Hurtado, todos vecinos de esa poblacin, afirmaron que
era del dominio pblico en Silvia que por los aos 1854-1860, unos seores
Fajardos de Popayn obtuvieron permiso del Cacique para [...] establecer un
molino en el [...] terreno de Chimn, y para hacer una manga para las caballeras que fueron tradas con trigo a ese molino, el cual pas a poder del finado
[...] Jos Antonio Concha [...].
[42] l a f u e rz a de l a g e n te
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [43]
Decan nuestros mayores que cuando empez a trabajar la empresa, empezaron a subir. Subieron a cacera de venado o pjaros,
que iban a eso, pero andaban era engaando a la gente. Andaban
por all por lo que hoy llaman Santa Clara, por all por el lado de
Chimn ahora, y suban hasta Cresta de Gallo y ni se sabe hasta
dnde, y atravesaron tambin para Michambe. Eso andaban calladitos y as haban hecho un croquis sin que la gente se diera
cuenta. De ah pasaron a hacer escritura.
Para hacer la escritura, en la instalacin del molino el argumento que hicieron fue que desde Pasto traan el trigo a lomo de
bestia y que necesitaban el pastaje para esos animales. Pidieron
permiso y la gente sin saber, le dio el permiso. Entonces dijo que
no haba alcanzado y que le aumentaran ms tierra. Prometi que
el pastaje lo pagaba como en arriendo y la pobre gente crey que
haba arrendado. Luego dijeron que para el pagar le firmara unos
recibos, pero parece que haban hecho un documento de venta y
no un recibo de arriendo. Como la gente no saba leer... As vinieron engaando y result el documento como que la gente haba
vendido la tierra. Ya hicieron escritura y la tuvieron por diez aos
calladitos. Porque si hubieran dicho antes, la gente se habra levantado en contra de eso. Los blancos dejaron pasar esos diez aos
y ya despus declararon que la tierra era de ellos. Y entonces ya las
tierras quedaron en dominio de ellos.
La gente se dio cuenta y empezaron a pelear. Pero los indgenas en ese entonces no tenan ni a dnde quejarse ni nada. Tenan
algunos voceros que fueron a hablar por algn lado a ver cmo
hacan, pero no consiguieron nada. Esto nos dijeron los mayores.
Primero empezaron a pelear por all por 1823-25. De ah pas un
tiempo silenciosamente, sin poder hacer nada.
Matas Fajardo le pas a Mariano Mosquera. De 1853-56 los que
peleaban otra vez pelearon, pero no pudieron hacer nada. Y otra
vez como en 1887-89 me parece que es que pelearon otra vez y tampoco pudieron hacer nada.
Despus de Mariano Mosquera, contaba mi pap que el siguiente dueo fue Jos Antonio Concha. l le pas a su hijo Rafael Concha y de ah mi pap contaba que pas a Julio Fernndez.
Este pas a una calea de nombre Matilde Lemus. Andar y andar
hasta que la tierra Matilde Lemus ya haba vendido. Vendi en 1944
a Mario Crdoba y Alfonso Garcs Valencia. A estas dos personas
que eran de Cali vendieron El Chimn.
[44] l a f u e rz a d e l a g en te
Los terrajeros pelearon siempre con cualquiera de los patrones que fuera, porque ya venan quitando todas las tierras de la
gente. Toda la tierra del plan la quitaban y luego decan que tierra
haba para arriba.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [45]
La mita (ver Las luchas de antes del siglo 20, p. 74) colectiva, que implicaba un
contrato entre cacique y terrateniente, fue dando lugar a un contrato privado
entre terrateniente y viviente a fines del siglo 17, pero se aceler en el 18. El pago
al Resguardo fue reemplazado por un contrato verbal de arriendo, que variaba
segn la regin. En el Cauca contemplaba la cesin de una parcela a cambio de
la obligacin de trabajar gratuitamente en la hacienda (Kalmanovitz, p.30-31).
Es posible entonces que el terraje haya tenido su origen en la mita y que en
Guamba ste se haya iniciado en el siglo 18, cuando termin la mita y se fortaleci la hacienda.
12
[46] l a f u e rz a d e l a ge n te
[48] l a f u e rz a de l a g en te
los pollos, los jvenes, y por eso les pusieron de apodo capitn
de los pollos.
Simaneros y vaqueros
De la gente, de los mismos terrajeros, de los hijos de los
terrajeros, de acuerdo con el mayordomo, de acuerdo con los
capitanes, seleccionaban algunas personas para ser simanero13 ,
ordeador, vaquero.
El simanero es el ordeador, al que le tocaba levantarse a la
media noche a recoger el ganado de los potreros y a ordear.
Tambin tena que ir a dejar la leche del corral a la casa, y hacer
otros mandados. Durante el da deba cuidar los animales.
Como el vaquero tiene que saber montar a caballo y saber
montar bien, al que le gustara montar a caballo lo escogan para
el cargo de vaquero. Por lo regular, sacaban a la gente joven, pues
eso de la vaquera, del ordeo, requiere cierta habilidad, cierta
agilidad, cierta movilidad de la persona. Desde pequeos los sacaba el capitn de los pollos para prepararlos, como el bachillerato que ensean hoy en da, como una secundaria. Para esa preparacin era el capitn de los pollos quien deba trabajar con ellos
e ir mirando a ver cul era el que iba a ser.
Porque cada persona, cada individuo, como que tiene una especialidad de su ser, un talento. Uno como que era muy bueno
para la agricultura, entonces lo mandaban all para los cultivos,
para los cercos, para cosas as del agro; pero a otros en su movilidad les gustaba ordear, montar a caballo, como que les gustaba joder con el rejo, como que les gustaban los perros, como que
tenan un silbido fuerte, de largo alcance y grito tambin de
manejar ganado porque la vaquera es a grito, silbo, perrero,
juete, rejo, ese es el equipo que tiene que manejar.
Entonces el capitn de los pollos preparaba a los jvenes para
eso; de all sala como la seleccin. Luego se ponan de acuerdo
con otros capitanes y ya el mayordomo: Ah! mndeme el fulano de tal que ya est bueno, ya maneja, ya es adulto.
13
[50] l a f u e rz a d e l a g e n te
Para vaquera, para simanero, para todo eso, era a los hombres que ponan. A las mujeres nunca las usaron para esas
actividades. Ellas siempre ayudaban al trabajo, pero no en la
vaquera, no en lo del simanero, sino en el agro, all en los cercos. A la mujer le tocaba cargar los postes, abrir los huecos para
los postes, cargar el alambre, todo lo que hubiera que hacer all.
Solamente en algunas cosas muy fuertes, como los postes muy
gruesos que su cuerpo fsico no daba, pues les tocaba hacerlo a
los hombres. Pero eran acompaados all, trabajando juntos
siempre.
La vaquera tambin tiene una especialidad, que a los dueos les gustaba llevar gente all como para exhibir: Yo tengo un
buen vaquero. El buen vaquero era como hoy el torero en la
plaza de toros; el buen torero tiene que salir bien ante el pblico. Hoy las tcnicas han cambiado mucho; en ese entonces al
novillo o al toro lo enlazaban en el potrero. El toro o la vaca o lo
que sea iba corriendo a toda velocidad y el vaquero tena que salir
atrs, hoy como los coleros que salen atrs, pero manejando el
caballo y llevndose el rejo. Iban detrs y haba que tirar el rejo,
y su personaje mirando. Si es buen vaquero, me enlaza ese novillo que va a toda, cacho limpio. Cacho limpio lo llamaban.
Entonces el patrn: Ah! yo s tengo gente buena, ese muchacho
s es bueno porque me enlaza bien.
Mi pap deca que l desde nio sali a la vaquera, que le
ensearon a montar a caballo y a enlazar muy bien. Pero que ante
no se qu personaje fall. Que cuando tir el rejo y no agarr, el
dueo dizque dijo: Eh! hombre... Entonces que rpidamente
recogi el rejo, lo tir otra vez y ah s cay cacho limpio. Y para
enlazar cacho limpio hay que tener clculo, atinar bien porque
el animal va a toda, y el caballo tambin tiene que ser muy buen
caballo, si no se lo lleva, y asegurar la cabeza de la montura para
all parar el novillo. Entonces tiene que ser un buen casco, con
herradura; deca que iba pelando llano! de la fuerza de los
semovientes.
Por eso los vaqueros vivan con las manos jodidas, molidas,
porque hay que manejar el freno del caballo, ir bien pisados los
estribos y, adems, llevar un manojo de rejo que le alcance para
diez o veinte metros, que le alcance allaa.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [51]
[54] l a f u e rz a d e l a g e n te
cuadrillas. Una cuadrilla de 10 o 20 y un capitn, para tal trabajo; otra cuadrilla de x cantidad de personas y otro capitn, para
tal otro trabajo. Cada cuadrilla tena su capitn, pero ste no tena poder, sino el que ejerca sobre el grupo que tena. En cambio el mayordomo llegaba a caballo, si le daba la gana bajaba del
caballo y si no, daba rdenes, a veces vena furioso, gritaba, le
echaba el caballo encima a la gente, los jueteaba, insultaba y se
iba. El capitn tena que estar trabajando; ese es el que deca a
qu horas deban levantarse por la maana y a qu horas era el
descanso y a qu horas otra vez se paraban a trabajar y a qu
horas era que se iban a la casa.
Los capitanes eran mascadores de coca y los poderes de esa
planta les daba la sabidura para manejar muchas cosas del trabajo, entre ellas el tiempo. Por eso ellos tenan tan exacto, tan
preciso el horario, que sin reloj saban cundo eran las siete,
cundo eran las once de la maana, las doce del da, cundo eran
las cuatro de la tarde. Y no solamente mirando el sol; as estuviera oscuro el da, poda haber mucha nube, ellos saban exactamente cundo era la hora. No se cmo manejaran.
Jos Snchez sabe que:
Los capitanes fueron nombrados para que trabajaran con la
gente. En ese entonces no haba reloj, pero ellos saban mascar coca
y entonces con eso tenan el horario. Con la coca era que daban la
hora. Ellos saban que cuando se enfriaba la mambeada de la coca
ya eran las once y haba que descansar... Despus del descanso ellos
eran los que se levantaban otra vez a trabajar, hasta la tarde, hasta
las cuatro. Por la maana era a las 7 y hasta las 4. El descanso era
una hora.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [55]
[56] l a f u e rz a de l a g en te
Conversando con Luis sobre la manera como estaba organizado el pago del terraje, deca que en pocas del terrateniente Julio Fernndez (1929-32):
El terraje siempre por medio de los capitanes haba que ir a
pagar. Ya saban cada cunto tenan que pagar. En ese tiempo, hasta
que yo estuve ya grande, cada 15 das tenan que ir a pagar seis das.
Los que ordeaban trabajaban siete das [...] Terminaba uno y
vena el otro, de lunes a domingo. Lo del da domingo era fuera
del terraje; solamente ese da les pagaban.
Descansaban dos veces al da, porque el capitn mascaba la
coca al medio da y luego ms tarde otro rato. La primera descansada deba ser la ms larga porque finado pap llevaba puchos de
ese de tejer pal sombrero y teja. Por la tarde deca: Cuntas cuartas hice?. Saba estar contando.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [57]
Ampliando sobre el mismo tema, Joaqun Morales cuenta como las cuadrillas tenan el fin de asegurar que al terrateniente
nunca le faltara gente para trabajar:
Cada mes eran 80 terrajeros. Separaban las 20 familias para
limpieza de potreros y estos salan cinco das de terraje cada mes.
Pero los 80 terrajeros no podan salir todos en la misma semana,
entonces organiz una agenda para las cuatro semanas del mes:
20 una semana, 20 la otra y as hasta dar el ciclo, para que no le
faltara trabajadores permanentes. El siguiente lunes entraban otra
vez los 20 terrajeros. La primera semana del mes empezaba otra
vez el ciclo. Hasta yo los vide que mi pap trabajaba en esa rutina.
[58] l a f u e rz a d e l a g en te
El compaero Javier Calambs comentaba que a los que tenan una porcin de tierra ms ampliecita les cobraban cinco das
de terraje, y a los que tenan ms pequea les rebajaban a tres,
mientras que a los que tenan un poco ms les cobraban hasta
seis o siete das en un mes. Dentro de eso el patrn de Las Mercedes ordenaba trabajar ocho das y el que tena ms pequeo
seis das. Algunos jvenes recin casados, que todava no se apartaban del pap, a ellos ya les exigan dos das.
Explicando un poco ms sobre la manera como estaba
organizado el pago del terraje en su tiempo, Joaqun Morales dijo
que:
A descontar terraje haba que ir a trabajar de seis a seis. Los
terrajeros eran clasificados unos para el ordeo y otros para el trabajo en el agro. El que iba a trabajar con machete, azadn, hacha,
todo eso, era de siete de la maana a cuatro de la tarde, pero el que
iba a ordear tena que arriar vacas desde las doce de la noche; estuviera lloviendo o no, al ganado haba que recoger y ordear. Cada
mes tena que haber cuatro ordeadores.
A mi pap le tocaba en la clasificacin del ordeo. Entonces
esperaba para la semana que a l le tocaba, cada cuatro semanas.
Para el ordeador, por Dios no es como ahora, que cuando hoy
en da dicen que madrugan, ya son las cuatro de la maana; en ese
entonces haba que estar desde las doce de la noche. Toda esa cantidad de ganado ya tena que estar la leche lista y entregar en la
Empresa del molino. Todo esto he alcanzado a ver y or.
En ese momento mi pap me contaba que ya ganado de ordeo tenan 300 cabezas y de esas unas veces haba 280 vacas de ordeo. Unas veces, cuando los terneros ya se destetaban, mermaban
las vacas hasta 240 cabezas. Para todas estas 280 cabezas no eran
sino cuatro ordeadores.
A los terrajeros que a veces por una enfermedad o por cualquier cosa no podan estar puntuales en el horario y llegaban con
un retraso de diez minutos, les daban una paliza y para las siguientes dos semanas les aumentaban como sancin uno o dos jornales. As siempre comentaban.
Haba algunos otros llamados a la gente. Adems de la sancin,
de la multa, si no aparecan, amenazaban con bajar al pueblo ante
las autoridades blancas para que paguen multa all. Lo que yo he
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [59]
[60] l a f u e rz a d e l a g e n te
Los lamentos
Cuando quitaron ya toooda la tierra no haba naaada que
hacer, a nadie a quien acudir, no haba nadie quien defendiera.
No haba peleas por la tierra. Esto fue en tiempo de Mario Crdoba14 , cuando yo era un nio.
Haba unas tierras frente al poblado de Silvia y otras lejos del
poblado, bueeenas estaban las tierras! El misak las quera y no
poda cultivar. Siempre iban por el camino mirando eso y recordaban cuando las tierras fueron de ellos cmo producan! Y
hoy no poder hacer nada.
Recordaban especialmente lo de la papa y el maz y cmo cargaban esos productos en los caballos, a dnde se volteaban y
rodaban las cargas, y que no les faltaba comida. En eso pensaban mucho y se sentan aburridos.
Siempre volteaban a mirar esas tierras y tenan una mirada
de no poder volver jams a cultivar en ellas. Creyeron en ese momento que los blancos se haban apoderado de las tierras para
siempre, y que por ms que desearan, por ms que miraran esa
bella tierra, estaba lejos de volver a llegar en sus manos. El comentario era permanente, mientras yo los miraba y los miraba.
Las tierras cmo estaban de afinados los llanos! Parecan un
tapete de slo engordar y engordar novillos tanto tiempo. Ellos
14
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [61]
Junio de 2001.
[62] l a f u e rz a d e l a g e n te
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [63]
Cuenta la mayora que el pramo, a donde ellos fueron a parar despus de la expulsin, estaba bastante virgen en esa poca.
Pero ya los blancos lo haban comenzado a colonizar y, con el
tiempo, fue invadido de gente, incluyendo indgenas, y cultivos,
hasta el punto de que ya en estas sabanas es difcil encontrar hoy
en da una matica de frailejn.
Yo creo que mi pap se ama aqu pronto porque encontramos un patrn de nombre Rafael Hurtado, que era bueno. Eso de
all al otro lado, que hoy es de Rosendo, fue de l. ste era hijo de
un Pacfico Hurtado, que ellos vivan all donde ahora vive el her17
manito Jos . Ellos vivieron all y yo los conoc muy bien a todos
17
[64] l a f u e rz a d e l a g en te
ellos. Este Pacfico Hurtado era bieeen viejito, con una barba bieeen
blanquita. Pero esta tierra no es que ellos la compraron, sino que
ellos la cogieron. Ellos tenan la tierra all.
Pacfico Hurtado, el pap de Rafael Hurtado, Mara Antonia
Hurtado, que se cas con Romn Quijano de Silvia, a mi pap le
mand fue a esquilar lana de los ovejos. Tena una cantidad de
ovejos... De aqu para abajo, todo era lleno de ovejos; pero hoy no,
hoy es casa y casa y casa, que ya no hay a dnde ms. Eso en tiempo antiguo no era sino pajonal y pajonal, lleno de frailejn, lleno de frailejn todo. Y de ah para abajo estaba lleno de ovejos
blancos, pero era una cantidad. Entonces mi mam comadre y
mi pap ya eran conocidos y, como el hijo Rafael Hurtado era
bueno, cada vez que convidaban iban all al corral de los ovejos,
los recogan silbando y gritando y llenaaaban de ovejos ese corral. All en el corral enlazaban de uno en uno, a todos los que
tuvieran la lana jecha de cortar. De uno en uno cogan y amarraban. A mi mam comadre le tocaba cortar tooodo el da, dele
y dele y dele; con una buena tijera cortaba harta lana. A medioda, no me acuerdo, parece que nos daban cafecito. As era el Pacfico Hurtado. Como tena hartos ovejos, a mi pap no mandaba a
hacer ms sino eso.
En ese entonces parece que no sembraban papa como ahora.
Haba mucho pajonal, frailejn. Eso lo acabaron con la presencia
de mucha gente. Empezaron a comprar las tierras, a cultivar, a
hacer casas, sembraron papas, y ahora lo acabaron limpio todo eso.
Eso se acab. Y el romerillo. En tiempo antiguo yo miraba y eso
era lleno, y ahora no es sino lleno de casas y casas.
As era el Pacfico Hurtado. l tambin muri. El hijo llamaba
Rafael Hurtado. Esto era harta tierra y l era el que mandaba. Las
tierras no fueron compradas sino cogidas. La tierra all al otro lado
y all arriba, donde vivi Juan Manquillo, y esto donde estamos aqu,
y all la tierra de Rosendo tambin, esos fueron cogidos todos.
El patrn Rafael Hurtado como tena harta tierra, por todas
partes andaba y andaba y andaba, y se quejaba de que me duele la
rodilla, me duele por todas partes. No se qu tan grande sera, pero
l nos mandaba a traer ortiga. Nosotros con mucho miedo traamos la ortiga, un guango as grande; entonces l subi la pata en
un palo, arremang los pantalones y le ortig rauraurau (risas).
Haca eso porque le dola y no poda dormir. Entonces al otro da
amaneca bueno.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [65]
Mapa 2
El Gran Chimn
la sal y la panelita. Siempre iba por all por Pupiales. Bajaba por
all por el Nupirrapu (La Campana).
Ni se cunto gastara. Sala el da lunes temprano, porque haba que vender el da martes y comprar. Regresaba siempre el
martes tarde. Como nosotros fuimos nios, esperbamos, mirando, a ver a qu horas llegaba. Entonces traa cositas para la casa.
Tambin traa cositas para los nios. En ese entonces tena un caballito y siempre saba ir as.
A veces mi pap se iba por all por el camino grande, y entonces vena con su hermana, que era mi ta Catalina y era soltera. Ac
siempre nosotros con mi ta mam estbamos juntos. Con ella, por
all por el plan de Rosendo, sembramos harta cebolla y se dio bien
buena. La de ese tiempo era una cebolla que la llamaban cebolla
blanca. Como en el caballo no poda llevar todo, entonces mi ta,
una jigra de arroba y media la llenaba de cebolla, cargaba y se iba
por Tsaporaintun, por el Chimn abajo. Yo ya habra sido grande
cuando mi ta mam me deca vamos vamos, y siempre bamos juntas. Cuando bamos nos quedbamos en el Sruktrapu, que era nuestra gente; llegbamos donde el kasuku Jeremas Crdenas. All era
que llegbamos siempre [...] Cuando bamos con la jigrada de cebolla por el deshecho, llegbamos siempre all, siempre all. As fue.
Esas bajadas por Tsaporaintun tenan una complicacin adicional, pues los terratenientes impedan el paso a los que no vivan en las haciendas, sobretodo a los luchadores. Luis recordaba
que, como taita Anselmo siempre hablaba de la lucha por la tierra, le hacan la vida imposible, y que cabo Cruz fue uno de los
que le prohibi totalmente el paso por el camino. Cenn Niquins
tambin contaba que cuando su pap tomaba esa ruta les
mezquinaban, dicindoles que por all no era camino, que el camino era por Totor o por Las Cruces... Nos decan que no volviramos a pasar porque si lo hacamos nos echaban bala. As era.
Jacinta mi hermana guarda en su memoria los das cuando taita Anselmo, en esas bajadas por el desecho, llegaba a nuestra casa:
Cuando lleg a quedarse a donde nosotros, Anselmo contaba
cmo fue a vivir a Malvaz. l andaba cargando frailejn, guayabilla y toda yerba medicinal; traa unas jigradas grandes, venda eso
y con eso compraba la sal, la panela, lo que necesitaba. Cuando bajaba se quedaba en la casa de nosotros, y cuando suba tambin.
[68] l a f u erz a de l a g en te
Hoy en da la comida puede ganarse fcilmente, pero ese momento fue tan difcil, tan duro, que no era sino recordar y recordar y llorar. Cuando fuimos nios vi eso. Yo viv entre esa mala
situacin; me toc crecer en ese medio de tristeza y dolor. De
verdad que ha sabido ser lo peor cuando arrebatan las tierras.
Gabriel Hurtado tambin era de Sruktrapu y vino junto con
Anselmo para Malvaz, a descubrir sabana. Era hermano de Pedro Hurtado, viva en Chimn, y de all pas al frente de la tierra que es ma, al pie de mi rancho, donde tena su casa de habitacin. Fue de all, segn supo Luis por la abuela Teresa, hermana
de la abuela Gertrudis, de donde se fue ya para Malvaz.
De vez en cuando vena el da lunes all a la casa vieja, y se quedaba. Entonces se ponan a contar historias con el finado pap
Juan. Ellos no hablaban ms que de espantos. Dizque deca que all,
subiendo hacia el Takpipisu, de noche alumbraba una procesin
de gente y sonaba msica. Despus de que contaba se iba. Eso contaba era con pap Juan. Las abuelitas estaban ah en el fogn, calladas, escarmenando lana, no con vela ni con petrleo, sino a la
luz de la candela no ms.
(Luis)
Gabriel hablaba como conocedor. Uno no saba qu era la palabra senado, y l hablaba que Senado de la Repblica, que mi
tocayo Turbay. Parece que fue recorrido. En las fiestas tocaba
el tambor. Me acuerdo de l en el baile del casorio de Rafael Hurtado, hermano de mi mam. En esa fiesta fue que medio aprend
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [69]
La gente andaba sin saber qu hacer, teniendo que someterse contra su voluntad al dominio de otro. Desde que yo fui nio
vi y no haba quin peleara. De esto era todo un lamento permanente, de que en ese momento no hablaba nadie de luchar por
la tierra. Se oa que peleaban las tierras, pero antes; seran los
mayores que haban sido peleadores. Las abuelas Gertrudis y
Teresa, que eran las de ms edad, nos hacan esos comentarios.
Pero tambin sabamos de las luchas de los mayores,
porque taita Anselmo tantas veces nos ha hablado para que
recordramos. l recordaba tanto y hablaba tanto, porque l s sinti en 1912 cuando lo sacaron, y como l s la vivi, la sufri, por
eso es que insista tanto en contar a la gente.
Se asociaban con Luciano Muelas, Carlos Muelas y Feliciano
Ullun; Julio Calambs Muelas, el pap de Javier, que era jovencito, tambin los acompaaba. A Bogot iban junto con Jos Antonio Tumi el capitn; como ste saba leer, lo llevaban siempre
para ir a pelear all.
(Jacinta)
[70] l a f u e rz a d e l a g e n te
Nos haban contado de esos largos viajes llenos de dificultades para llegar a Quito y a Bogot a hacer gestiones, con el fin
de conseguir ttulos legales que respaldaran los derechos de nuestra gente a las tierras. Los mayores contaban que:
Para todas esas gestiones de venir a Bogot gastaban un mes
entero. Para el camino traan maz tostado molido. Que en un ro
muy grande, que debe haber sido el ro Magdalena, para poder
pasar, la ropa la sacaban toda y cargaban en la nuca y pasaban entre
cuatro cogidos de la mano.
Entonces fue que se conocieron con Manuel Quintn Lame,
con Jos Gonzalo Snchez18, que era el secretario, y se dieron cuenta
que estaban expulsando a los terrajeros y vinieron hasta ah. Manuel Quintn andaba por los lados de Popayn y como Jos Gonzalo era de ms cerca, vino por esos lados con l. Venan siempre a
escondidas.
(Jacinta)
18
Ver ms adelante Las luchas del siglo 20, pp. 92, 93, 99-102.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [71]
La abuela Gertrudis Muelas, mam de mi pap (1950 c.). Foto: Luis Ortega
[72] l a f u erz a de l a g en te
Pero en todo caso, sabamos que los antiguos haban luchado de muchas maneras, por recuperar la tierra y la libertad. Y lo
que haca llorar a nuestros mayores, cuando yo era nio, no era
solamente el recuerdo de las buenas pocas, sino la inexistencia
de luchadores en ese momento.
Las luchas de antes del siglo 20
En realidad no conocemos mucho sobre las luchas que adelantaron nuestros antepasados contra la invasin de nuestras tierras y nuestras vidas ejercida por los blancos, antes del siglo 20;
pero s existen algunos documentos en los que se habla un poco
de sus esfuerzos por no dejarse robar las tierras, por no dejarse
explotar, por no dejarse maltratar. Estos no tuvieron resultados
positivos para nuestros antepasados, pues dentro de una sociedad en la cual mandatarios, jueces, terratenientes, curas, defensores de indios y dems tenan estrechas relaciones de parentesco o de amistad entre s y, por lo tanto, un inters comn que
los enfrentaba con los indgenas, era imposible lograr decisiones
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [73]
Archivo Central del Cauca, Libro Capitular de 1733. Llanos (1978:77) hace clculos de cmo con lo que reciba la comunidad guambiana por la mita en 1733 y
lo que deba pagar en tributo, lo que realmente se produca era su empobrecimiento. De 90 indgenas tributarios, la quinta parte, o sea 18, deban servir como
mitayos. El tributo anual por indgena era de 2 patacones y 4 reales, es decir, la
totalidad de indgenas tributarios deban pagar: 90 indgenas x 2 patacones 4
reales = 1800 reales o 225 patacones. El jornal diario por mitayo era de un real (8
reales hacen un patacn) y eran 90 das de mita por ao, o sea que por la mita los
18 indgenas reciban: 1 real x 90 das = 1620 reales o 202 patacones 4 reales. Esto
significa que lo que reciban no les alcanzaba ni siquiera para pagar el tributo.
[74] l a f u e rz a d e l a g en te
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [75]
En 1591 hubo una orden para revisar los ttulos sobre tierras otorgados por
cabildos, gobernadores y audiencias. Los simples ocupantes deban ser desposedos y los que tuvieran algn ttulo podan presentarlo a composicin mediante
el pago de una suma a la Corona. El fundamento de las composiciones era que las
tierras no haban salido hasta ahora del dominio de la Corona espaola [...]. Pero
para acceder a una composicin era necesario [...] contar con las otorgaciones de
los Cabildos, de los gobernadores y de la Audiencia, cuyos ttulos eran susceptibles de saneamiento. Existan tambin tierras ocupadas por espaoles sobre las
cuales no se haba otorgado ningn ttulo [...] de las cuales los encomenderos solan ser los usufructuarios de facto. Se trataba de tierras que nadie discuta a sus
antiguos propietarios, los indgenas, como el lugar de su asentamiento, y que la
Corona se haba apropiado por el hecho de la conquista. Era all en donde los
encomenderos establecan estancias expulsando a los indios con ganado o imponindoles pesadas tareas en las parcelas cultivables (Colmenares, 1978: 204).
24
[76] l a f u e rz a de l a g e n te
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [77]
El 30 de julio de 1852, en sentencia de 1 instancia del juzgado de Popayn, se declara que la posesin y propiedad de los terrenos de los molinos de Guamba y Chimn son de Mariano
Mosquera.
Los indgenas apelaron, y el 31 de agosto de 1853, en sentencia de 2 instancia, lograron del Tribunal Superior de Popayn
el nico fall a su favor, en el cual se declara que los terrenos de
Chimn deben ser entregados a los guambianos. El expediente,
con las pruebas presentadas por nuestros mayores, que sirvieron de base para este fallo, debera estar en el Tribunal Superior
de Popayn, en el Archivo Central del Cauca, o en los archivos
de la Corte Suprema de la Nacin, pero hasta el momento no
hemos logrado ubicarlo.
Mariano Mosquera interpuso recurso de nulidad e injusticia notoria ante la Corte Suprema de la Nacin, la cual segn
se lee en la publicacin que del fallo hizo Jos A. Concha hijo,
27
[78] l a f u e rz a d e l a g en te
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [79]
El relato de este caso se encuentra en AGN, Indios, Fs. 407-435 y 365-376 (faltaban 431 y 433-35).
30
31
[80] l a f u e rz a de l a g en te
[82] l a f u e rz a d e l a g en te
parajes dificiles, y penosos, como los que llaman cuchos [...] Dicen
mas: que la numerosisima cria, y ceba de zerdos que han entablado
los forasteros, y los demas ganados que tienen varios de ellos, les talan, y destruyen sus chacras, y sembrados, y les daan sus tierras [...]
sin que jamas reciban la indemnizacion de los perjuicios33.
La queja y peticin de los indgenas seran tan justas que incluso el cura de la parroquia, que inclua a Guamba, Ambal y
Quizg, intervino en el caso para respaldarlos.
Por mas de veinte aos he sido testigo del mal tratamiento que
se le da a estos indigenas por muchos de estos vecinos sin motivo.
Se les estropea no solo de palabra, sino tambien con acciones violentas, y de esto no se libran ni aun los mismos jueces; pero ni las
mugeres [...] Diariamente veo con dolor las lagrimas que derraman
los pocos indigenas que han quedado cerca de la poblacion, a causa
de los daos que reciben en sus pequeas sementeras. Causados
por los ganados que se mantienen dentro del pueblo; y ellos me
aseguran que aun despues de repetidas quejas, no se les indemniza de nada, perdiendo asi su subsistencia, y la de sus familias. Lloran los indigenas, al ver despedasar sus ovejas por los perros que
guardan las casas en que viven los blancos, y se quedan sin el
bestido que esperaban de la lana [...]
33
34
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [83]
El Supremo Gobierno, despus de comisionar a un funcionario de Popayn para estudiar el caso, neg la solicitud de los
indgenas.
Aunque an no sabemos mucho sobre el proceso de lucha
de nuestros mayores en las pocas ms antiguas, lo que s queda
claro de la poca informacin que hemos visto es que su pelea se
dio en varios frentes, que fue larga, que hicieron grandes esfuerzos durante muchos aos, que hubo muchas idas y venidas llevando y trayendo papeles a Popayn, Bogot y Quito, tratando
de demostrar que ellos contaban con ttulos sobre sus tierras, o
que tenan la razn dentro de la legalidad blanca. Pero cuando
lo hacan les decan que valan ms los papeles de los blancos, o
que su colonizacin fsica estaba por encima de los derechos de
los indgenas. Ellos no llegaron a entender que no era ese el camino para recuperar lo que era suyo, y se requirieron 130 aos
ms para que, por las vas de hecho, al menos parte de sus tierras y derechos regresaran a manos de su gente, sus descendientes, nosotros.
35
[84] l a f u e rz a d e l a g e n te
A partir de 1855, cuando Jos Antonio Concha fue posesionado de El Chimn, la familia Concha mantuvo nuestras tierras
en sus manos hasta 1929. Durante las primeras dcadas del siglo
20, hubo algunos terrajeros que encabezaron una lucha contra
la terrajera y por recuperar nuestro territorio. No est muy claro qu tanto apoyo hubo de la gente de tierra libre para esta pelea, pero s se sabe que hubo por lo menos algunos que participaron. El grueso de la gente de la hacienda36, por temor a la
represin, slo apoyaba subterrneamente con platica, para que
fueran a Quito y Bogot a hacer gestiones. De esas gestiones el
resultado fue la Escritura 1051 del 2 de noviembre de 1912, de la
Notara 1 de Bogot.
En esa poca las principales cabezas visibles en el proceso por
recuperar u obtener un ttulo que respaldara, dentro de la legalidad blanca, los derechos de los guambianos a las tierras del
Chimn fueron Carlos Muelas, su hijo Luciano y Felipe Calambs, este ltimo de las tierras de Santiago. Ellos hicieron varios
viajes a Quito y a Bogot, y ya en 1912, cuando adelantaron las
ltimas gestiones para obtener la Escritura 1051, fueron apoyados por el gobernador del Cabildo de ese entonces, Feliciano
Ullun.
La mencionada Escritura corresponde a la protocolizacin
de una serie de declaraciones extrajuicio en las que, entre otras
cosas, se da cuenta de que en forma quieta e ininterrumpida
los guambianos siempre han ocupado las tierras conocidas
como El Chimn. En ese entonces un documento como ste tena
36
Los terrajeros.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [85]
Las diversas versiones dan una cifra que va desde 5 hasta 200.000 pesos.
38
[86] l a f u erz a de l a g en te
Tambin Manuel Jess Tumi comentaba que l no alcanz a vivir la situacin, pero que le escuch a su pap decir que
haba visto que:
Llegaron en la tarde y sali mama Trina a defender. Ella estaba sentadita en su panku hilando lana, y estos tipos, con la pata
del fusil, le dieron un culatazo en el pecho y volte ah mismo. Al
otro da baj la noticia en el pueblo de que a mama Trina la mataron. Eso ah termin as feo.
Mientras tanto a mi pap lo tenan en la crcel en Silvia. Andaban buscando juntos al Quintn y a mi pap; como si fuera un
pcaro, lo cogieron y amarraron con las manos atrs. Preguntando
[88] l a f u e rz a d e l a g e n te
a Quintn era que a mi pap lo amarraban con los brazos atrs. Eso
as he odo yo hablar.
As fue la vida de Luciano Muelas, llena de persecucin y zozobra, por andar defendiendo los derechos de nuestra gente a su
tierra y a llevar una vida digna. Hoy sus nietos y otros parientes
recuerdan que no poda andar visiblemente por ninguna parte,
ni dormir tranquilo en su propia casa, que siempre lo persegua
la polica y le llegaban hasta su casa. Anselmo Muelas Morales
cuenta que:
En Silvia haba una seora recomendada para sapa, de nombre Lisenia Gmez, que era bien mala y [...] le informaba a la polica donde quiera que estuviera y ah mismo llegaban atrasito
atrasito a la casa. Pero l, as sufriera, se esconda y andaba y andaba y no se dejaba coger.
Luciano era hijo de Carlos Muelas y siempre trabajaban juntos. Tena un hermano que se llamaba Francisco y le decan tata
Shiku39, y una hermana que se llamaba Josefa. Anselmo Muelas
Tumi hijo de Francisco Muelas, quien era hijo de Josefa la
hermana de Luciano alcanz a conocerlo cuando era nio;
cuenta que pona atencin, miraba y escuchaba cmo hablaba,
y as agarr y guard unos pocos granitos que ahora tiene para
contar. Recuerda que:
El rostro era el de nosotros mismos, autntico; era como nosotros el color. Lo que hoy se vera distinto es porque ellos vestan
39
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [89]
Tambin recuerda que viva donde l ahora vive en Michambe y ah muri. Ambos, taita Carlos y taita Luciano, acabaron all
de viejitos y Luciano fue enterrado en el yastau40 alrededor de
1935. Lo enterraron, segn cuenta Anselmo Muelas Morales,
en el cementerio, entrando en la puerta, en la loma esa del ro,
pasando la portada por el caminito hacia abajo. Ya a estas horas,
tanto tiempo, ya lo habrn sacado. La esposa, mama seora, fue
41
enterrada en el Pesrotarau .
40
Poblado de Silvia.
41
[90] l a f u e rz a de l a g en te
Por su parte, Anselmo Muelas Morales tiene su propio recuerdo de cuando tena unos seis aos y oy que su abuelo viaj a
Quito con un Antonio Lpez, que era comerciante, a buscar los
ttulos de las tierras perdidas. Que en esa ocasin no viaj con
su pap Carlos Muelas y que gast como un mes en el viaje porque Lpez iba de pueblo en pueblo cargado de mercanca, y que
llegando all encontraron el documento, pero que al segundo da
cuando fueron ya no estaba. Por los comentarios que l hace
sobre la notara visitada, pareciera que en realidad se refiere al
viaje a Bogot y al documento obtenido ah. Algunas otras personas, Anselmo Muelas Tumi entre ellas, han dicho que tienen entendido que en Quito no se encontr nada. Y, en realidad,
no existe, o hasta ahora no conozco, ningn documento que se
hubiera encontrado en Quito, a no ser que la referencia sea a la
mencionada Cdula Real de 1700.
Javier Calambs sabe que:
Taita Luciano Muelas el mayor, cuando fueron a Quito, estaban hablando que iba a llegar algo bueno [...] Cuando llegaban la
gente segua detrs detrs detrs, los rodeaban, hablaban, preguntaban. Eso haca nuestra gente de Chimn. Ah nuestro taita Francisco Muelas deca que todo va a llegar aqu bien, sin problema, y
que todos esperaban que fuera as. Yo he escuchado as. Pero el
papel que dijo que iba a traer, una cosa grande, en eso s fall. Los
delegados que llegaron no trajeron ningn documento, sino simplemente memoria oral.
Despus del regreso de Quito, segn recuerda Anselmo Muelas Morales, Luciano se fue a Bogot.
No haba carretera ni nada en ese entonces. Vena a pie y conoci muchos pueblos [...]: Togaima, Totogaima, Natagaima,
Coyaima [...] contaba tambin que pas por Girardot.
Y cuando lleg a Bogot, donde no conoca a nadie, se encontr con un machikchik42 que result ser Manuel Quintn
42
[92] l a f u e rz a d e l a g en te
43
Es difcil precisar la fecha de este encuentro, aunque debi ser en 1912 o antes.
Quintn Lame estaba trabajando por lo menos desde 1907, tratando de organizar
a los indgenas del Tolima, Huila y Cauca para eliminar el terraje y recuperar las tierras; parece ser que su primer intento de sublevacin fue en 1915 (Informe del Secretario de Gobierno del Cauca, 1915-16).
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [93]
[94] l a f u e rz a de l a g en te
dos. En algn momento lleg que la tierra ya estaba ganada, contaban mis abuelos. Pero ellos no saban escribir, no saban leer y
se defendan era con lo que saban hablar nada ms. Por eso les
toc llevar a la gente que ms conoca, que ms saba, y ese fue el
que dicen que se vendi.
44
El capitn muri varios aos despus de la muerte de Luciano, en julio de 1940, segn Manuel Jess Tumi, quien lo recuerda porque:
El hijo Eulogio se casaba en el siguiente mes, el mes de agosto, y como la gente de antes era muy delicada y el novio no poda bailar, estar celebrando, entonces haba que buscar otro para
sustituir en ese momento. As decan y as hacan; yo vea y escuchaba.
Entr agarrando todo, como los ganchos de la balanza conocida como romana, y entonces lo envenenaron.
45
El capitn Tumi.
46
La versin de taita Anselmo es que el ttulo era ya devolviendo las tierras divididas por partes. De Santiago por una quebrada arriba, en un lugar que llama
[96] l a f u e rz a de l a g en te
A pesar de ello, muchos lograron organizarse en el Resguardo debido a que los matrimonios entre guambianos terrajeros y
guambianos de tierra libre eran algo frecuentes.
Illimpitrap, de all para arriba era de Luciano y de ah para abajo era para Domingo Medina. Pero en realidad se trataba de la Escritura 1051 de 1912 y no de
un reconocimiento individual a Luciano Muelas, cosa que l nunca reivindic.
Adems, para ese entonces el terrateniente Domingo Medina ya estaba muerto.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [97]
Anselmo Muelas Tumi cuenta cmo debieron buscar camino para no morirse de hambre.
Entonces se fueron por donde dicen la guaicada del Molino;
all iban a trabajar bien lejos y sembraron all. Eso se qued all,
hasta ahora estn las tierras. Cuando nios, con mi pap bamos
siempre y trabajbamos. All trabajaban Luciano, mi pap, to Pedro, Julin, otro que era to mayor que llamaba Manuel. Esa montaa es grande y la hemos trabajado entre todos. La guaicada el
Molino, subamos por el Matsorektun casi hasta el frente de Cresta de Gallo; eso suba hasta la sabana y ah est la montaa.
Antes de la expulsin, donde lo llaman el Kurusyuk, haba una
chamba y de ah para arriba todo hasta Maweipisu, toda esa
guaicada, eran encierros de taita Luciano. La casa de ellos
era [...] donde vive Eulogio Dagua, ah es exactamente donde
vivieron.
Aqu en Michambe nosotros no tenemos nada realmente, porque como mis padres fueron echados, llegamos as no ms. Ahora
para tener los pedacitos de cebolla, mi mamita fue de la tierra libre y mi pap vino detrs de la mujer, y as fuimos pasando la vida. Cuando yo ya me cas, comprbamos as pedacitos, que siempre a la gente le gusta vender.
De los trabajos que haban hecho antes, haban recogido una
platica, y con eso nuestro abuelo compr una tierrita all en Anisrtrapu. Hasta ahora tenemos de recuerdo esos pedaciticos de tierra cultivndolos. Hemos estado repartiendo y repartiendo a los
hijos y hasta ahora tenemos. Hasta hoy, nosotros para comer una
sopita de maz, siempre sembramos es all.
No slo Luciano Muelas sali. Parece que han sido tres Muelas en esa poca que salieron: Luciano Muelas, Francisco Muelas,
que llamaban tata Shishku, y taita Anselmo Muelas. Entre Shishku
y Luciano eran hermanos de padre y madre. Pero creo que el pap de taita Anselmo Muelas fue otro. Pero eran familiares.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [99]
Gonzalo Snchez, continuaban trabajando, hablando a la gente, organizando. Anselmo Muelas Tumi cuenta que taita
Luciano:
Siempre hablaba era en los velorios. Despus del rezo el dueo de casa deca que, para que no le diera sueo a la gente, hblenos. Entonces el mayorcito deca, yo tengo para hablar esto, y hablaba del reclamo de tierras, de todas las andanzas, y que ganamos
y finalmente perdimos. Por eso estamos aqu tan estrechos y jodidos. Ese era el que contaba siempre.
El compaero Javier Calambs dice que los que no olvidaban la lucha eran taita Manuel Jess Muelas y su pap, quienes
fueron a Bogot dos veces. Su pap era Julio Calambs, un luchador. Cuando estaba muy joven acompa a los que consiguieron el ttulo 1051 de 1912 a hacer diligencias en Bogot. Aos ms
tarde, en pocas de Emilio Campo48, fue expulsado y debi trasladarse a las montaas de Mara, en Jambal49.
Sobre las actividades de su pap y la relacin que tena con
Jos Gonzalo Snchez, l cuenta:
Mi padrecito saba que la tierra era de nosotros. En ese entonces luchaban Manuel Quintn Lame, Jos Gonzalo Snchez y otro
50
de apellido Timot . Ellos, por Pitay, por Jambal, andaban volteando. Cuando se organizaron los paeces y los guambianos con
las Ligas Campesinas, a Jos Gonzalo Snchez y a Manuel Quintn Lame los tenan encarcelando.
A Jos Gonzalo Snchez le calificaban como el autor intelectual de las luchas indgenas. El sindicato de ese entonces lo mand a l por seis meses a Rusia para que hiciera algunas prcticas, y
cuando regres, al poquito tiempo lo envenenaron. l fue totoreo.
Anduvo por ah y muri en 1938. Vivi en lmites entre Silvia y Totor, del lado de abajito del camino. Parece que ah viven hasta
ahora los familiares.
Jos Gonzalo Snchez ya en su Comunidad haca reuniones
48
49
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [101]
Las constancias a que hace referencia son dos cartas enviadas a Jos Antonio Tumi por el abogado Antonio M. Ocampo,
una del 5 de mayo de 1912, en la cual informa que la copia de los
ttulos poda ser enviada por correo y que no era necesario que
viajaran a recogerlos, y la otra del 20 de julio de 1912, en la que
informa que la copia de los ttulos de Guamba ya haba sido
enviada por correo recomendado51.
El ttulo, como ya se sabe, haba llegado:
[] en manos de una sola persona y el Cabildo no se dio cuenta. Desde entonces, desde 1912, los terrajeros del Chimn, que deban haber quedado libres, quedaron otra vez pagando terraje []
(Javier Calambs)
Los documentos reposan en el archivo personal de Javier Calambs. Obsrvese que aunque el ttulo es del 2 de noviembre de 1912, los oficios son de mayo y
julio del mismo ao, es decir, hay una contradiccin en las fechas o se est hablando de ttulos diferentes. Consultado, Javier Calambs dijo que no conoca
otro ttulo y que tena que tratarse de un error en las fechas de los oficios.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [103]
52
[104] l a f u erz a d e l a g en te
tanto all como ac era un seor muy caliente. Todo el da haca trabajar el terraje y por la tarde como la iglesia de nosotros
era de pajiza y todos tenan casa de paja, adems de trabajar el
terraje, tenan que llevar un guango grande de paja verde o seca
para el techo de la iglesia y otras casas. Si hombres y mujeres no
llevaban, entonces sacaba el verraquillo para darles. Entonces fue
que decidieron terminar con l, porque la gente ya no aguantaba
ms. Ya estaban aburridos con l y algunos pensaron fuerte y acabaron con don Domingo. Eso saban decir. Fue en 1901 cuando le
dieron muerte.
ste era hijo de Domingo Medina, el juez que, segn parece, en 1855 le dio
posesin de El Chimn a Jos A. Concha, y marido de Brbara Concha hija. Las
tierras que l manejaba correspondan a las fincas de su esposa y de sus dos hijas. Ver ms adelante La familia de terratenientes Concha.
54
Parroquia de Silvia, Registro de Defunciones, Libro que comienza en 1889, Fl. 162.
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [105]
eso yo por ese lado casi no he caminado. Haba cercos que, como
la divisin de los potreros, de la tierra, as estaba tambin dividida la gente. Pero cuando haba una minga o una fiesta, all s
era un punto comn al que iban todos. Esos trabajos no eran
muy comunes, sino de vez en cuando.
Cruz Tomb habla sobre la muerte de Domingo Medina
Cruz Tomb me contaba que l no haba visto, pero que s
haba odo hablar sobre la muerte de Domingo Medina. Deca
que Francisco Tomb, su abuelo, trillaba mucho trigo en Bujos, y era un hombre a quien quera mucho el patrn porque
era buen trabajador, cuidaba mucho como chagrera, al trigo, al
maz, la papa, todo. ste andaba por todas partes volteando y
mirando, hasta el lado de Michambe.
Y me cont que su abuelo haba dicho que un da lunes l
estaba acomodando no s cuntos atados de trigo en el Bujo,
para trillar, que como a las ocho de la maana ya estaba trillando ese trigo, cuando el patrn Domingo dizque vena por una
falda que llamaban el Cascajo, frente a Tapias. Que vena a caballo, vindose rucio de lo peliblanco, all frente a San Fernando,
la hacienda de los Garridos. Y que cuando a medio da el patrn
no lleg, haba pensado qu le habra pasado.
Despus se oy que a medio da ya al patrn lo haban matado abajo de la portada, donde haba una piedra grande. En la puerta haban arrimado unas piedras y los que lo iban a matar estaban
de lado y lado, y un jovencito que tambin los acompaaba. Ah
lo chuzaron y lo mataron. Yo con mis ojos no lo he visto.
Entonces se agrand el problema. Eso hace muchos aos; mi
mam misma fue nia. Lo mataron y llevaron al caballo a una manga.
[108] l a f u e rz a d e l a g en te
l a s p o c a s m s a n t i g u a s , s u r g i m i e n t o d e l a t e r r a j e r a [109]
La terrajera
que nos toc
vivir a los que
an estamos
vivos
U N A H I S T O R I A D E E X P L O TAC I N,
EXPULSIN Y DESARRAIGO
[112] l a f u e rz a de l a g en te
nuestra gente esclavizada, desde antes de lo que las abuelas podan recordar, desde mucho antes de la llegada de Matas Fajardo.
Este proceso comenz cuando el rey de Espaa decidi que sus
marineros haban llegado a tierras baldas y, en consecuencia, que
se poda apropiar tanto de ellas como de sus habitantes. Entonces estableci impuestos para los indgenas, se los cedi a los espaoles, y as se cre la encomienda: cedi los tributos en forma
de trabajo, como si furamos sus esclavos.
En Guamba crearon una encomienda que le otorgaron a Sebastin de Belalczar y su familia, y as fue como nuestros antepasados tuvieron que comenzar a trabajar gratis para ellos. Y
aunque la encomienda no les daba derecho sobre las tierras en
que vivan los indgenas, los encomenderos s se las fueron apropiando de hecho, y posteriormente fueron legalizando esta invasin, creando ttulos que no eran siquiera legales dentro de sus
propias leyes, pero que ms adelante fueron componiendo con
la autorizacin del rey, como vimos que sucedi en Guamba.
Matas Fajardo es tan solo el primero en una larga lista de
usurpadores de nuestras tierras que nuestra gente guarda en su
memoria. La fila de terratenientes que pasaron por ah hasta finales de la dcada de 1980, cuando logramos sacar a los ltimos
de ellos, es larga. Sobre el imperio de la familia Concha, entre 1855
y 1929, bajo cuyo dominio se dieron expulsiones, asesinatos y
toda suerte de malos tratos, es poco lo que se sabe, pues ya nuestros abuelos que sufrieron los rigores de su mando no estn para
dar su testimonio: ellos estn muertos o son tan ancianos que
ya su memoria no les ayuda.
Despus vinieron otros cuantos que siguieron dividiendo
nuestras tierras, como Julio Fernndez Medina, Matilde Lemos,
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [113]
Gonzalo Caycedo, la familia Campo, Mario Crdoba y, ms recientemente, Ernesto Gonzlez Piedrahita, Pacho Morales y
Aurelio Mosquera.
Cuando yo nac, la terrateniente que tena en sus manos las
tierras donde viva mi familia era Matilde Lemos. Pero pronto,
en 1944, Mario Crdoba le compr su parte. Y fue bajo el dominio de Crdoba que yo crec, y es de entonces que tengo los
ms tristes recuerdos de infancia y juventud.
[114] l a f u e rz a d e l a g en te
Mapa 3
[116] l a f u e rz a d e l a g e n te
En 1890 Jos Antonio Concha test a favor de su esposa Brbara57 quien, a su vez, en 1894, don El Chimn a sus siete hijos
(Rogerio, Crescencio, Benilda, Francisco, Dolores, Jos Antonio
y Brbara) y dos nietas (Soledad y Clemencia Medina)58. Y
a s , con el paso del tiempo, nuestras tierras se fueron dividiendo con nombres como Yeguas, Santiago, Llanos de Chimn,
Piedra-Mesa, Cerro, Marqus, Pajas, Galpn y Molino y recomponiendo, segn los intereses de esa familia.
En 1898, cuando repartieron las tierras entre los siete hijos,
el pago de terraje estaba en pleno apogeo. En esa ocasin los
terratenientes decidieron hacer chambas divisorias entre los lotes, y fueron los indgenas quienes tuvieron que poner su trabajo gratis para ello. Como era normal en el contexto de la terrajera, los Conchas argumentaban que los indgenas les
deban este trabajo, como pago por el uso de unas tierras que
eran nuestras! As se lee en el documento que protocoliza esta
reparticin:
[] el trabajo que adeudan los arrendatarios que no pagan
en dinero el arrendamiento se dedica al deslinde de los lotes en que
queda dividida la hacienda [] Se advierte que el trabajo que se
dedica para el cierro o deslinde [] es el que deben los terrajeros
56
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [117]
Porque la terrajera, en el fondo, era una especie particularmente opresiva de contrato de arrendamiento impuesto sobre
los indgenas, en el cual se les exiga un pago en trabajo, o su equivalente en dinero, a cambio de poderse quedar en parte de las
tierritas que haban sido de sus ancestros. Si no pagaban, el castigo iba hasta la expulsin, pasando por insultos y maltrato fsico de toda ndole, como vimos en las declaraciones que hacen
parte de la Escritura 1051 de 1912.
Para 1907 Jos Antonio hijo haba vuelto a concentrar, mediante compra a sus hermanos, la mayor parte de los terrenos
de El Chimn en sus manos. En 1916, su esposa e hijos le heredaron, quedando Rafael Antonio, el nico hombre en su fa60
milia, al mando de la hacienda . Parece que en esa poca volvieron a hacer chambas divisorias entre los herederos, pues
nuestra gente se acuerda y las chambas an se ven. Luis, por ejemplo, comenta que l oy contar que:
61
59
Segn los documentos que hemos visto, Jos Antonio Concha hijo tena un
hijo varn: Rafael Antonio. Del segundo hijo no hemos encontrado referencias
escritas.
[118] l a f u erz a de l a g en te
Esto debi ser despus de 1916, posiblemente en 1918, cuando se hizo la sucesin de Jos Antonio Concha hijo.
[120] l a f u erz a de l a g en te
Marranos trajo de otra parte, y fuera de eso trajo unos molineros. Hasta que nosotros alcanzamos a conocer, haba unos molineros que eran los que atendan ah. Primer punto era Jess Mara
Orozco; otro era Alfonso Penagos, el que vea lo del fluido elctrico; Lucio Velasco era el molinero, y el que vea los marranos era
Alirio Orozco.
(Julio Tunubal Calambs)
63
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [121]
64
[122] l a f u e rz a d e l a g e n te
Y bajaba la quebrada. Y ac, lindando con Jos Mara Snchez, tambin iba a dar Bernabekullu, y otra vez a quebrada El Molino. Y
as, tan bastante tenan!
(Luis)
65
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [123]
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [125]
Decan que muchos de los indgenas de tierra fra que mandaron all a trabajar no se adaptaron por el clima, por la comida y por todo, y que en el camino de regreso moran muchos de
ellos. Luis recordaba que mi pap comentaba que:
Muchos indgenas se asoleaban y al otro da no madrugaban
a baar, entonces se encerraba el calor y se afiebraban. Se moran.
No tenan proteccin mdica, nada! Alcanzaban a salir a Yumbo,
y all se coga el tren que iba para Buenaventura; esa va cogan ellos.
Javier Calambs tambin cuenta que, cuando mensualmente mandaban terrajeros a las haciendas que los terratenientes tenan en el Valle,
[126] l a f u erz a de l a g en te
un mes mandaban unos cinco o seis, intercambiando; los que primero viajaban no les tocaba al segundo, y as sucesivamente. La
gente que nunca sala, mandaban a Restrepo, Valle, para que estuvieran por all un mes trabajando. Quin sabe qu tos seran los
que mandaron, que eran ya mayores y se enfermaron; vinieron de
regreso y, a no mas llegaron, murieron. As saben estar diciendo.
Deca mi pap que un alcalde, porque vio y tuvo que recoger muertos, por decreto ley prohibi enviar indgenas a trabajar a esos climas ardientes. Prohibi y ya no volvieron a mandar.
Pero de nuestra gente nadie hizo nada.
Nadie deca que hay que hablar por esos muertos ni nada. Creo
que el alcalde, por si, no por denuncia sino por levantamiento de
muerto, intervino para que no lleven ms. Pero creo que nadie present algn denuncio, nada! Ellos no importaban! nunca acordaron a favor, como hoy da. Ellos no importaba si muere, si est
enfermo.
Finado pap Juan, Elogio Tunubal, su hermano, cabo Cruz
Tunubal, y uno que llam Anselmo Tunubal, hermano del
hombre de hierro, esos eran los ledos. Si ellos, como ledos y
entendidos, hubieran ido a hablar, aun cuando fuera con don Eloy
Campo67 que era buena persona, o a ese que llamaron Jos Otero,
que era liberal y que favoreca a los liberales, siempre habra favorecido. Pero ellos ninguno! El alguacil, que era miembro del
Cabildo de Guamba, tampoco, porque como era al servicio del
patrn y de la iglesia
(Luis)
67
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [127]
En 1932 Julio Fernndez le traspas a Matilde Lemos Fernndez, su sobrina, las tierras de Chimn por servicios prestados,
segn dice la escritura68. En sus manos duraron nuestras tierras
hasta 1944, cuando se las vendi a Mario Crdoba y Alfonso Garcs. Fue en pocas de Matilde Lemos que yo nac, pero nada me
acuerdo de ella.
68
[128] l a f u e rz a de l a g en te
Warkatrapu o Santiago
Gran Chimn, pero con el tiempo y las divisiones que fueron haciendo los terratenientes, sobre todo con la reparticin que en
1898 hizo Brbara Ozaeta de Concha entre sus hijos, los potreros
denominados Yeguas y Santiago, que terminaron quedando en
manos de Brbara su hija69, eventualmente se convirtieron en las
haciendas Las Mercedes y San Fernando.
Lino Calambs cuenta que a su familia, que toda su vida vivi ah, siempre le toc pagar terraje porque desde el principio
era hacienda. El primer dueo blanco del que tiene memoria es
Domingo Medina, el marido de Brbara Concha hija.
l era el dueo desde abajo el Molino hasta Michambe arriba.
Eso si no se cmo repartieron a sus hijos, a las hijas
69
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [129]
Ibd.
[130] l a f u e rz a d e l a g en te
Esta versin la confirma Lino Calambs, nacido en esas tierras en 1926, quien cuenta que:
Don Emilio pele con la mujer, y la mam se junt con el hijo.
El hijo llamaba Gonzalo Campo [] Entonces Don Emilio ya no
qued sino con el molino en Popayn, que era de su propiedad.
El molino llamaba Moscopn; tambin lo llamaban Santa Rosa.
esas platas. Las platas que deba vinieron pagando fue los del ganado bravo cuando llegaron. Le deba a don Jorge Rengifo, a Pacho Morales. Haba otro que no recuerdo, pero eran tres. Pareca
en arriendo, pero eran hipotecas. Entonces a esos tres, cuando negociaron, los Caicedos les cancelaron72.
No se qu pas, pero l ya no tena ganado, entonces a los terrajeros mandaban solamente a trozar lea. Entonces ya se quebr,
ya empobreci, ya empez a tumbar rboles motilones para vender lea. Y venda el ganado y tomaba mucho tambin. Tena hartas mujeres. Don Emilio tambin fue igual de mujeriego.
Cuando nos dimos cuenta dijeron que ya vendi. Pero eso ya
fue despus de Crdoba.
(Lino Calambs)
Yo no conoc nada por esos lados, pero dicen que all, en pocas de los Campo, haba muchos terrajeros que fueron expulsados, primero por ellos, por Emilio Campo, pero sobretodo por
su hijo Gonzalo, y los ltimos por Ernesto Gonzlez Caicedo, hijo
de Gonzlez Piedrahita. Muchos de ellos no tenan cmo hacerse a una tierrita en alguna parte, y les toc hacer sus casas a la
orilla del camino. Algunos an estn ah.
Luis cuenta que en pocas de Emilio los indgenas tenan
hartos predios que en su mayora l conoci, porque participaba en todas las mingas que se organizaban. Dice que en esa poca los terrajeros de Warkatrapu, hoy Santiago, eran finado taita
Antonio Hurtado, que tuvieron una tierrita pu all por Siberia,
que era un anciano muy bueno; Gregorio Tunubal, que mi
pap contaba que eran flauteros y muri pal lado del Chimn;
el pap de Gregorio Tunubal, Domingo Tunubal; Jos Calambs; Francisco Calambs; los Tombeses de Jacinto; Celestino, que
fue guardaespaldas de don Pacho y viva en ese mismo solar;
Carlos Calambs, el pap de Lino; los hermanos de Carlos Calambs: Pedro, Santiago y Fermn; un Martn; el flautero Jacinto
72
Segn la Escritura 420 del 18 de abril de 1951, de la Notara 2 de Popayn, Ernesto Gonzlez Piedrahita, como comprador de la hacienda Las Mercedes, acuerda pagar, como parte del valor de compra, las deudas que tenan los vendedores
respaldadas con la hacienda a los seores Juan Ruiz, Jorge Rengifo y Eduardo
Sandoval. Estas ascendan a ms de la tercera parte del valor de venta.
[132] l a f u erz a d e l a g e n te
Tomb; taita Pedro Hurtado, su hija Antonia y el marido de apellido Tomb; Abelino Tomb, el pap de Agustn Tomb; Custodio Tomb; y Custodio Ussa.
Cuando los Campo vendieron a los Gonzlez Piedrahita, o
sea en 1951, an quedaban all varias familias de terrajeros que
la misma escritura de venta menciona:
Dentro de la mencionada finca han establecido [] Celestino
Calambs, Anselmo Tunubal, Francisco, Custodio y Carlos Calambs [] pequeas huertas [] se trata de cultivos plantados
73
[] para compensar con jornales [] .
73
Ibd.
74
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [133]
[134] l a f u e rz a d e l a g en te
Y fue ah en Santiago donde dicen que, un poco despus, estuvo el presidente Eduardo Santos76. Mi pap fue al recibimiento,
y Luis cuenta, recordando lo que l deca, que:
Ese Eduardo Santos lleg all porque era la hacienda de un liberal. Ese plan, lo que hoy es el circo, all dizque se llen de gente y
77
carros. Como que fue un Velasco el que dio el discurso de bienvenida. Que qu guambiano para inteligente!; que no ley en el
papel, sino que habl y que fue aplaudido.
77
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [135]
El patrn era Eloy Campo78 y don Emilio Campo. En ese entonces las tierras no eran un pedacito, sino eran vastas, grandes.
Un punto que lo llamaban el Warkullu, todo eso era grande las
tierras. Parece que en ese tiempo no haca falta nada. Mi pap
pareca que tena todo. l era Juan Ignacio Tomb. No era, sino
que la mam vino con un hijito, as como el hijo mo, que tambin cuando me cas ya lo tuvo. Mi pap propiamente fue Custodio Tomb, de all del kausro. Propiamente mi sangre es de all
arriba de donde llaman Ro Claro79. Yo he sido de all, pero sal
y me vine. Cuando cas mi mam, yo me qued all arrimado
con mi padrastro. Por eso yo conoca todo eso.
Haba hartos terrazgueros. Cuando empezaron a formar la
casa de la hacienda de Las Mercedes, yo lo vi todito. Empezaron haciendo las casas grandes, explotando las piedras. Yo era
muchacho pero me toc trabajar duro con un Julin Tomb,
taladrando y explotando las piedras todo el tiempo. Era muy
terrible la explosin de piedras. El trabajo fue muy arduo hasta que sal.
Todo el trabajo para hacer la casa de la hacienda fue hecho
con los terrajeros, que salan como peones. Todo eso de las chambas y rodamiento de piedras que hasta ahora se ve ha sido siempre los terrajeros que lo han hecho.
78
79
En tierra libre.
[136] l a f u e rz a d e l a g en te
80
81
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [137]
82
En realidad debi ser cada dos semanas, pero no fue posible rectificar este dato
con l porque al poco tiempo de la entrevista muri.
[138] l a f u e rz a d e l a g e n te
inmediatamente el Cabildo a mi me dio la adjudicacin y me posesion. All dur entre cinco y ocho aos, segn su propio recuerdo. Pero seguramente no tena suficiente tierra, pues se quejaba
de no tener comida, razn por la cual se fue al pueblo a trabajar.
[140] l a f u e rz a d e l a g en te
Por el lado de Moscopn, en un punto que llaman Las Delicias, en ese entonces haba tierras para venta, pero nada me gust. Las tierras eran pura montaa, unos enormes palos, y todo
era unos barrizales, que haba que caminar saltando por unos
palos grandes. En algunas partes haba pasto quicuyo. Siempre
en algunas partes era abrigado, caliente, y vi algunas caas, caa
dulce. Pero vide que las tierras no servan para agricultura.
All en Moscopn llegu donde Gabriel Velasco y ayud a
montar el trapiche; desde ah nunca volv.
Salida de La Mara
Del pramo nosotros no ramos para venirnos. Entonces
hubo un problema. Yo estaba bien amaado y tena harta tierra,
que para cultivar no alcanzaba a hacer todo. En ese entonces tuvimos ganado, ovejos, cerdos; cerdos hemos alcanzado a tener
hasta 30. En ese entonces, no como ahora, que hay que comprar
las papitas chiquitas para comer, el ulluco y las papas grandes,
todo lo echbamos a los puercos. Pareca que nada nos faltaba.
Haba mucha mauja; mauja haba por cantidad.
Entonces en Jambal haban matado a uno que llama Jess
Cadena y un estanquero que era mi compadre. Mataron dos en
ese momento. Entonces el gran problema que desde el alto, por
ese motivo, nos sacaron a palos. Pero yo siempre me avisp y no
quise dejarme fregar.
A la mujer la mand para Silvia a buscar panela, pero no volvi. Vena yo en un alto caminando para Jambal, cuando vide
mucha huella que haba pasado de zapatos. Para este lado de la
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [141]
83
En la dcada de 1950, integrantes de la guerrilla de Guadalupe Salcedo tuvieron actividad en la regin de Jambal. El ejrcito ejerci una fuerte represin
contra muchos campesinos e indgenas, tildndolos de guerrilleros. Es a esta situacin a la que se refiere Cruz, la cual caus una nueva migracin de muchos
terrajeros guambianos que, como Cruz, por fin haban logrado acomodarse en
esas tierras.
[142] l a f u e rz a d e l a g e n te
tierra. Nadie me venda. Anduve por all por la laguna y por todo
eso volte. Pareca que no poda comprar, y yo con hijos Entonces anduve llorando. Anduve y anduve hasta que por fin compr aqu. Y compr en buena parte, donde nada me ha pasado
hasta ahora. Eso hace 35 aos84. Y aqu tengo los papeles de que
le compr esto. Rpidamente se hizo tanto tiempo, y en ese tiempo fue que aqu me enferm. Tengo 72 aos.
Por todo eso he tenido que salir de la hacienda, pero a mi
nada me hicieron all.
Expulsin de la familia de Julio Calambs
En el ao 2000 convers en San Fernando con Javier Calambs
sobre la historia de la terrajera. Lo que sigue es, en sus propias
palabras, lo que me cont sobre la expulsin de su familia por
Emilio Campo. Tambin incluyo lo que record la mayora Encarnacin Tunubal, mam de Javier, en entrevista que le hicimos en
su casa de Jambal, en enero de 1993, unos pocos das antes de
morir. La mayora recordaba que:
84
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [143]
El Chero tambin era tierra de Eloy Campo, o mandaba a trabajar l. Tambin tena tierra un Gonzalo Caicedo. Ese era el que
ms alegaba para expulsar a nosotros. El otro era Emilio Campo,
que tena tierra por estos lados. Entonces a nosotros nos haca
trabajar por all en un medio donde haba casa de la hacienda.
(Encarnacin Tunubal)
El compaero Javier cuenta que:
Aproximadamente en 1933.
[144] l a f u e rz a d e l a g en te
si quera trabajara. Tambin dijo que dejara sealado un pedacito para l. Ah trabajamos duro como unos tres aos y de ah
nos dio para hacer la casa arriba, a una hora de camino.
El primer patrn donde llegamos, todo el tiempo quera que
estuviramos en sus manos; no quera que nos furamos. Nos
entreg 11 cabezas de ganado en el 38, hasta el 44, y en seis aos
multiplic a 65 cabezas. Al ganado le orden que cuidaran, no
como de l, sino como si fueran suyas. Entonces, de la leche que
ordebamos sacbamos queso, y l vena solamente a llevar
queso, pero nunca preguntaba cunto comieron, sino que dejaba
libre para que nosotros comiramos lo que quisiramos. Y si alguien llegara, pues dele tambin para que coma, estbamos advertidos.
De todas maneras, hambre no pasamos una vez fuimos echados de estas tierras. Entonces mi pap siempre estaba contento.
Ac tambin se sufre, pero la situacin es distinta, deca. l estaba muy contento porque le acompaaba mucha gente a sembrar y a cultivar. Como mi pap sufra tanto aqu en Chimn,
que todo el tiempo lo tenan haciendo trabajos no propios de l,
con un poquitico de cultivos que haca y por eso haba que pagar terraje, all senta que no era nada lo de cuidar ese ganado
en la sabana.
Todos los das, desde las ocho de la noche, siempre rejuntaba
el ganado en una guaicada de la sabana, y all amaneca siempre
hasta las cinco de la maana. As dur seis aos y no dej perder ni una sola res. Entonces dijo que usted me cumpli grandemente y que muchiisimas gracias. Pero el patrn, hasta que
sali, no hizo ningn reconocimiento por el cuido de ese ganado. De todas maneras mi pap quedaba agradecido porque, por
haber venido ah, abri espacio para que otros le dieran tierra.
El Cabildo dio posesin. Hasta ahora mi familia se mantiene all en la tierrita, sin pasarla a manos de otros. Como no somos solos, mis hermanas mujeres por all estn. Pero todo esto
nos sirvi mucho, nos dio valor para estarnos all al entorno de
Jambal. Como nosotros tenemos la experiencia del sufrimiento de Chimn, all nos portamos bien, como debe de ser, y eso
nos sirvi de mucho. Mis paps estuvieron all hasta que finalizaron su vida. All tengo guardados los huesitos de ellos.
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [147]
La gente iba mucho all. Unos a ver cmo conseguir cultivar, otros a sacar carga de flete y otros a comprar comida. La gente
que vena a comprar comida, no venan a comprar comida, sino
a ayudar a cosechar, a recoger los productos, y entonces todos
los das, por la ayudada, les pagaban una arroba. Si venan dos
personas y trabajaban tres das o ms, pues con eso se haca una
carga para traerla. Entonces decan que venan a comprar, pero
lo que hacan era que ayudaban y ganaban la comida. Unos sacaban fletes y otros iban a conseguir tierra y a sembrar al partir.
Mi pap mantena unas 20 o 30 personas siempre. Por las noches, como cuando llueve pramo no podan salir temprano a trabajar, mientras calentaba el da, mientras salan a trabajar, siempre hablaban y hablaban, y esto era lo que deca: Nosotros hemos
venido ac por esos motivos de expulsin all, pero aqu no hemos fracasado. l contaba siempre que aqu estamos como libres,
contaba todo eso, la realidad, cmo empezaron aqu a echarnos.
Fue el patrn Emilio Campo, l fue el que nos sac. Pero haba otro que ayudaba a expulsar, que era un familiar de mi pap
mismo que llamaba Celestino Calambs, hasta que muri. La
gente le deca a l que era el limpia-culo del patrn. Hasta que
nosotros vimos, l siempre andaba a caballo detrs del patrn,
hasta hace poco. Primero muri el patrn y, como la muerte de
todas maneras nos llega, ste tambin muri. Entonces, como los
blancos son as, como decan que era buen patrn y buen empleado, decidieron enterrarlo al ladito de donde est el patrn,
y ah est, en yastau.
Yo no me acuerdo mucho, pero la mayora de los terrajeros,
casi todos, pasaron al lado de Michambe. Todos los Muelas son
del Chimn. Si me hubiera yo levantado o criado aqu adentro
de Chimn hubiera contado muchas cosas, pero yo me cri y me
levant en otro lugar. Yo vine aqu en 1962, como un forastero,
como venido de otra zona.
Santiago y los Gonzlez Piedrahita
Como ya qued establecido, en 1951 los Campo vendieron la
hacienda Las Mercedes a Ernesto Gonzlez Piedrahita. Los terrajeros que no haban sido expulsados, los que an quedaban
[148] l a f u e rz a d e l a g e n te
[] Distribuyeron la gente, los vaqueros all arriba, y a mi dejaron ac abajo en la quinta en la Sierra Morena. Ah dur 31 aos.
(Lino Calambs)
[150] l a f u e rz a d e l a g e n te
San Fernando
del Gran Chimn, pero al igual que con Santiago, los terratenientes formaron ah una hacienda aparte, con todas las divisiones
hechas por herencias y ventas entre ellos mismos. Como ya qued dicho, al igual que el potrero Santiago, heredado por Brbara Concha de su madre, tambin el potrero Yeguas qued en sus
manos, por compra que hizo a su hermano Francisco. Este ltimo, que posteriormente se convirti en la Hacienda La Selva y
luego cambi su nombre al de San Fernando, fue heredado por
Clemencia Medina, hija de Brbara Concha, en 1918.
Esta finca donde estamos, San Fernando, la llamaban Selva
[]. La Selva y Las Mercedes eran de un solo dueo, un solo patrn. Los dueos de eso eran dos hermanas86. As como nosotros
los guambianos, partieron del filo para ac para una hermana y
del filo para all para la otra hermana.
Los primeros patronos que llegaron convirtieron esto en
terrajeros y de pronto apareci un patrn que llamaba Alfonso
Lozano. ste traspas al ltimo Julio Garrido. De la gente de ese
entonces algunos estn todava por aqu []
(Javier Calambs)
Desde 1918 hasta 1945 La Selva estuvo en manos de Clemencia Medina; pero sta fue hipotecada a Alfonso Lozano en 1941.
En 1945, cuando Clemencia vendi la finca a Julio Garrido, no
86
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [151]
87
[152] l a f u e rz a d e l a g en te
El patrn era don Domingo Medina. l fue que nos ech. Una
patrona ha sido Clemencia. Ella era buena, con ella s se viva bien
[] Despus fue que negoci con Domingo y l fue el que ech a
todos los terrazgueros [] Nosotros ramos de San Fernando y
fuimos echados por los patrones.
En San Fernando era pura casa pajiza [] Nosotros apenas
vivamos en ranchos chiquitos. Eran tres en el mismo plan []
Una casa era de nosotros y la otra era de taita Cruz [] Las tres
casas eran de familia de los Velasco [] A nosotros nos echaron
de all y ya desbarataron las casas los patrones
(Gabriela Velasco 89 )
Javier Calambs no es de San Fernando, pero s conoci porque a veces pag terraje ah, ya en pocas ms recientes, y an
guarda algunos recuerdos en su memoria.
Mi cordn umbilical no est aqu en San Fernando, sino all
en lo que era antes Mercedes; ahora la llaman Santiago. Propiamente el plan de la casa donde vivieron mi pap y mi mam, sufriendo y todo eso, fue ah.
Pero aqu en San Fernando mi finado suegro, que llamaba
Agustn Morales, pagaba terraje. Yo, como era mi suegro, de vez
en cuando vena ah y ayudaba a descontar el terraje. Entonces me
di cuenta lo duro que era trabajar terraje, donde no daban ni agua
desde las siete de la maana hasta las cuatro de la tarde. Ni era a
las cuatro en punto sino que dejaba pasar, y cuando sala unos
minuticos antes, el que vigilaba era la misma gente de nosotros y
l deca que miren el sol que todava est alto, que todava era temprano. Eso yo escuch con mis propios odos. El que mandaba eso
era Antonio Tomb, el pap de lvaro Tomb, que ahora est viviendo all en Chimn.
Finalmente, en 1964, los Garrido vendieron la tierra a la Cooperativa Las Delicias90. Ms adelante, bajo el aparte Cooperativa
Las Delicias, se explicar este proceso de recuperacin de nuestras tierras.
89
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [153]
cuando Mario Crdoba empez ya quitando las tierras y los cultivos iban desapareciendo, se hizo mover a mucha gente. Fue
cuando algunos se fueron de una vez, definitivamente. Les quitaron la tierra, los hicieron desocupar, echaron ganado en los
cultivos, desbarataron las casas y los dejaron en la calle, y para
rematar les echaron la polica encima. Entonces muchos cargaron la maleta y la familia y se fueron para no volver nunca ms.
Otros, los que no pudieron irse, los que no tuvieron capacidad
de irse, se quedaron ah a merced de esta gente, sometidos a la
esclavitud de la terrajera. A unos les cambiaron la casa de un lugar a otro, y las que quedaron desocupadas fueron tumbadas.
Crdoba vena personalmente con gente de afuera. Haba un
mayordomo, Alberto Lpez, al que le decan tuerto Alberto, que
era muy jodido, muy malo con los indgenas. Buscaron gente mala para reprimir. Otro era el Cabo Cruz Tunubal, un indgena
que, como entenda ms, hablaba mejor el castellano, era inteligente, lo usaron, lo juntaron all con el mayordomo tuerto Alberto, para que se encargaran de hacer todo el desalojo para
quitar las tierras.
Luis recuerda que:
Cuando entr Mario Crdoba y vino un tal Pedro Roa, entonces empez a pagar a los mismos terrajeros para daar y tumbar
los cercos. Ese fue el que vino quitando las huertas y reducindolos, para hacerlos aburrir. Pero todava resistan en ese tiempo;
todava no era tan difcil como con Ventura Riascos. Con Ventura
se hizo un revolcn cruel; maquearon a la gente.
Poquito despus ya fue nombrado el cabo Cruz; all los capitanes se terminaron. Ya qued al mando el cabo Cruz.
[154] l a f u e rz a de l a g en te
92
Mapa 4
[156] l a f u erz a de l a g en te
93
[158] l a f u e rz a d e l a g e n te
Joaqun Morales me cont que la mujer de Jeremas se llamaba Mara Morales, que l se haba casado dos veces y que la
primera era de apellido Tunubal. l mismo recordaba que:
Ms arribita de donde Jeremas Crdenas viva ngel Mara
Snchez. Los hijos de l son los hoy Jacinto Snchez y Julio Snchez.
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [159]
Ms arribita del Takukullu haba un misak sabio que se llama Domingo Calambs; l era un mdico que vivi all. Mi abuela Gertrudis, que siempre lo buscaba all, lo tena por nombre
kasuku Domingo. A l solamente le dejaron la casita, un cerco
alrededor de la casita y nada ms. All vivi l. Todo alrededor
era potrero de la hacienda. La mujer llamaba Censiona Morales, coment Joaqun Morales. Por all mismo viva Celestino el
adivinador. Hasta all eran todas tierras de misak. Esas tierras las
llamaban el Sruktrapu ahora lo llaman El Caracol y eran de
sembrar maz la gente. De Sruktrapu hasta Chillikkulli era de
sembrar trigo. Hoy otra vez estn en manos del misak.
Hay uno al que le decimos mutap tata Jess chiquito, casado con una hija de Domingo Calambs, que era del Sruktrapu;
l pas al otro lado y hasta ahora est viviendo all. Jess chiquito
tena otro hermano llamado Antonio Tomb, segn record
Joaqun Morales. Del mismo punto era el que llamaban Jos
[160] l a f u e rz a d e l a g en t e
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [161]
[162] l a f u erz a d e l a g e n te
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [163]
y hablaban bien bonito. Manuel capitn era de estatura mediana y le gustaba cargar las mochilas cruzadas. Siempre caminaba
para all y para ac rodeado de mucha gente, porque ellos eran
los que encabezaban la fiesta. Como era persona mayor, tena
muy buen trato con la gente, atenda muy bien. Yo vi eso.
En ese entonces no haba carretera, era camino, y los caminos eran estrechos y llenos de subidas y bajadas, que iban por
un alto que llamaba el Kurusyuk. Del mismo kurus es el Kurusketa, la parte de arriba, donde hasta ahora anda taita Abelino
Dagua; l naci ah. Ahorita no estn sino los planes que fueron
su casa; ya no hay casa. Ah mismo vivi tambin Julio Hurtado; ellos viven ahora en tierra caliente, y tambin han comprado algunas tierras por La Clara. El pap de l se llamaba Abelino
Hurtado, que tambin era mayor.
De la Marquesa y del Kurusketa, de ah para arriba todo era
de la gente. Detrs del Kurusketa, donde Julio Hurtado, de ah para
abajo todo eran montes, rastrojos. Eso lo hicieron limpiar ya cuando llegaron otros mayordomos. All, en un punto que llama mama
Rosala, colocaron una puerta; hasta all era el potrero. De all para
arriba todo era del misak, para que soltaran ganado, caballos, lo
que fuera. Hasta all donde vivamos nosotros, de ah para arriba
hasta donde Mushu Antonio, la tierra era libre. Eso era un solo encierro. De donde mama Juliana para arriba, eso s era potrero, hasta
la Buguea, hasta el corral. Y de ah para arriba llamaban potrero
de Pablo Paja. Era hasta lo que es hoy la Guaicada del Oso.
Hasta all eran potreros, eso era lo que limpiaban. Unos limpiaban esos pastos, y a unos dos, tres o cuatro mandaban a arreglar cercos [] Tambin sembraban lo que llamaban el maz de
la hacienda, el trigo y la papa de la hacienda.
(Luis)
Subiendo un poco ms era la tierra de los Snchez: taita Felipe, Luis, Juan y taita Jos Mara Snchez. Ah tambin tenan
casita.
En el plan de Bernabekulli vivi Manuel Daz95 . Luis vio las
casas cuando nio, y cont que cuando la abuela Rufina los vio
que andaban por all, los rega.
95
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [167]
Enseguida estaba la casa paterna de la familia Muelas, donde vivi nuestro bisabuelo Pedro Muelas, con sus hijos Gertrudis,
Teresa y Juan y, posteriormente, los hijos de Gertrudis, que fueron mi pap y su hermana Mara Antonia. All nacimos y vivimos todos nosotros, mis hermanos y yo. De ah para arriba, en
toda la extensin de tierra, cada uno de los sitios tena nombre.
Donde nosotros vivimos lo llamaban el Oskowampik.
Ms arriba, ahora en la tierra de nuestro Javier, el esposo de
mi hermana Jacinta, vivan los paps, Pascual Morales y Mara
Antonia Trochez. Pascual era hijo de Juliana Daz, hermana de
Manuel Daz, segn recuerda Jacinta. Estos mayores, sus suegros,
tenan unas enormes casas de hacer mingas y de hacer fiestas y
bailes de flauta y tambor. Estos hasta lo ltimo, como Atanasio
que era joven, siempre hacan minga y bailaban, y tenan tiendita. Luis mencion que taita Pascual Morales tena un encerrado en una guaicada grande. Hasta ahora se ven los banqueos por
donde l delimit. Vivan en buenas tierras y tenan harta. Mingaban, trabajaban, regaban bastante trigo, tenan ovejos, ganado, caballos tambin. Como la tierra era comn, los soltaban en
[168] l a f u e rz a d e l a g en te
cualquier parte para que se reprodujeran. En esa guaicada tambin vivi Eulogio Morales, primo hermano de Ignacio Morales, el pap de Joaqun Morales.
De ah para arriba vivi Anselmo Muelas y Antonio Muelas, y
los hijos de Antonio que eran Manuel y Vicente Muelas, que bajaron de nuevo y estuvieron viviendo all por la laguna.
(Joaqun Morales)
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [169]
96
[170] l a f u e rz a de l a g en te
Mapa 5
seguida y era del pap de Juan Calambs, que era Antonio Calambs.
Enseguida era una tierra de la abuela Rufina que tena un plan grande, tambin con chamba, y en seguida haba otra chamba de otra
huerta; el dueo de eso era Manuel Calambs, que era compadre
de mi pap y de mi mam. De donde los Snchez para arriba ya
era la del abuelo de nosotros, Pedro Muelas. De donde los Snchez
haba un puntico que llama el Mishkuetsikkullu y de all la chamba
iba al Bernabekulli, y de all suba a un punto que llama el Yaskapchak,
y eso atraviesa del lado de arriba de la casa donde nosotros vivamos. De ah conectaba con la tierra del Mushu. Del lado de arriba
de la casa de nosotros haba como un pantanito, como un laguito,
como una cinaga, entonces la chamba pasaba por una huerta de
cebolla que tena el Mushu. Una parte colindando con el Mushu ya
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [171]
no hicieron chamba, sino que sembraron lechero como cerco natural. De ah subi hasta donde Pedro Calambs el cerco de lechero,
conectando la otra chamba que cruzaba al Tsurakutun. De all
bajaba al hueco que llamaban el Soldadosorinkullu y de ah suba
otra vez hasta donde taita Jacinto Snchez. Con Pascual Morales,
Mushu lindaba donde amarraban sus ganados. Con el Mushu haba otra tierra colindante de una mujer que se llamaba Juliana
Trochez. De all segua colindando taita Abelino Calambs. Haba
un corralito tambin ah con un cerco de lecheros de l mismo.
Haba otros cierros por ah, pero ya no eran chambas sino cercos
de lechero, que hasta ahora existen esos rboles.
Cada uno, como los Snchez, igual que Pedro Muelas, fueron
asegurando para ellos con las chambas. Era grande lo que encerraban y adems tenan la tierra comn.
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [173]
En ese momento, cuando Mario convirti como en jornaleros agrcolas a toda esta gente que hasta entonces vena descontando terraje, los mismos seguan pagando el terraje, pero
menos das. Seguan pagando dos o tres das mensualmente, y
el resto los hacan trabajar remunerado. Cuenta Jos Snchez
que el terraje don Mario rebaj y no nos sacaba sino tres das.
Hacan trabajar la semana completa, pero el resto de los das
nos pagaba.
Luis dice que:
Cuando andaba cabo Cruz era solamente trabajando a pago,
no terraje. Orden pagar 15 centavos.
Eran cinco cuadrillas. Al trabajo del jornaleo se ajuntaron
todos y eso era un mundo de gente, una cantidad de hombres,
mujeres y nios. Hasta entonces en el terraje las mujeres no salan
a trabajar, no era costumbre al lado de Ambal s trabajaban en
el terraje hombres y mujeres, pero del lado nuestro no eran sino
los hombres, pero como quitaron las tierras, y las mujeres y los
nios no tenan qu hacer, entonces vinieron a ganar all.
98
Pedro Roa lleg de a caballo. Haba unos rboles de manzano y cogi las manzanas y comi. Sac 30 pesos y le dio para que
se fuera con esa plata; que le compraba la casa. Para que se fueran
les daba esos 30 pesos. Entonces ya salieron.
All haba mucha cosa. Los que salieron no llevaron absolutamente nada, sino las ropitas viejas. Haban estribos de cobre, hoy
da podan ser valiosos, tarabas que llamaron, y otras cosas. Eso se
qued todo all botado. Eran de cobre pues, antiguamente del
bueno. Yo estaba muy muchacho.
Como los que quedaban ayudaban a tumbar las casas, tambin
tumb la casa de Vicente Hurtado, que era la del taita Abelino y
99
abuelita Rufina . A ella tambin le desbarat la casa. A taita An100
tonio Hurtado tambin. A taita Abelino Hurtado , que viva al
pie de Kurusketa, tambin lo sac.
Ya entonces los mismos terrazgueros, con cabo Cruz, venan
a tumbar las puertas, bajar el techo y tirar pajiza para un lado, y
eso cortaban unos y otros los rajaban, y llegaba una recua de mulas y llevaban la lea para la Empresa que llamaban.
98
Administrador.
99
100
Es de otra familia.
[176] l a f u e rz a d e l a g e n te
vacunar el ganado, y hacer todo. l fue denominado como mayordomo, y a pesar de eso tambin sufri algunas consecuencias
de los blancos y, finalmente, tambin sali de la hacienda y se fue
a vivir en otra regin.
Se haca mucho comentario de tierras en otras regiones. Los
que recuerdan dicen que algunos, como Antonio Hurtado y
otros, como la familia de Domingo Trochez, se fueron para el
lado de Inz y all murieron. Sobre Inz haba un gran comentario; all iba mucha gente nuestra, atravesando el pramo. En
ese entonces no haba carretera ni nada, pero s haba camino de
herradura para ir a caballo; otros iban a pie. Decan que encontraban tierras vrgenes, tierras muy buenas, donde haban conseguido un frjol que era silvestre. Y hablaban mucho de comida, fruta, aguacates; que buena comida. Decan que ese frjol
silvestre era un favorito, que se daba en el monte! Que en tiempo de cosecha no era sino ir a recolectar y que eso era un gran
aporte. Tambin que el maz se daba muy rpido y muy bueno.
La mayora de la gente, el grueso de la gente, se fue para el
punto que llaman El Hatico, que es Morales. Estos hicieron ese
camino de ir al Hatico porque, como mercadeaban los productos para abajo llevaban cebolla, papa y dems; para arriba
traan maduro y otras cosas, haban hecho conocidos.
Como hasta entonces no circulaba tanto la plata, sino que haba intercambio, nuestra gente a veces sala a trabajar una semana
o ms por comida. Cuando digo comida, no estoy diciendo el
plato de comida del momento, sino la comida que se gana en la
semana para traer para la casa el fin de semana y con eso subsistir las siguientes semanas. Se trabajaba, no pensando en la plata,
sino pensando en la comida; se trabajaba una semana entera para
ver el fin de semana cunto nos daban en comida.
Mirando hoy en da, trabajar tan duro no tiene comparacin
con un racimo de guineo, que no vale mucho Pero como eso
es lo que pagaba el patrono y eso lo necesitaba uno para llevar
para la casa, haba que trabajar por eso.
Entonces, iban con el caballo, trabajaban una semana, y el
domingo se recolectaba la comida y se traa para la casa para
pasar la vida. Cuando se acababa esta comida, haba que regresar otra vez. Esa era siempre la rutina. Con esa comida tambin
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [177]
esperando para la Semana Santa hacer comida de arepas de choclo, hablaban mis mayores, y por esa huerta no pagaron sino 20
pesos. Tena otro lote de trigo, una sembradura de cinco arrobas
que ya estaba amarilleando para jechar; a ese tambin le pag nada
ms 20 pesos. Por la casa reconocieron slo 20 pesos. Entonces por
101
todo fueron 60 pesos .
Si los 60 pesos nos los hubieran dado juntos, as como hicieron los de Santiago y otros, que all al frente siempre compraron,
as tambin habramos hecho nosotros. Pero nos dieron la plata
por contaditos y cada 15 das haba que venir. No le daban a uno
junto, con el argumento de que ustedes tomaran trago con eso.
Al pap mo lo mand para Otavio y nos dijeron que all haba
tierra y que, como haba tierras, ustedes all no necesitan sino para
comprar remesa. Con esa excusa le daban as de a poquito. Entonces todo se fue en remesa y la plata no sirvi para nada.
All nos dio tierra, un pedazo para que cultivramos, pero
haba que seguir trabajando para ellos como terrajeros. A los seis
aos de estar en Otavio vendi la hacienda a un doctor de Popayn
que llama Jos Antonio Duque. ste no dur nada y volvi a vender a uno de Palmira que llama Ernesto Castaeda, quien empez
ya a vender a los mismos blancos de all, por pedazos. A nosotros
que vivamos all no nos admitieron que comprramos; como habamos sembrado caf, solamente reconocieron lo que se llam las
mejoras, para l poder vender bien las tierras. Yo ya estaba crecido en ese momento y anduve en Popayn reclamando mejoras en
la Oficina de Trabajo. All le toc pagar, pero de igual manera no
pagaron junto, sino en tres contados. Lo que hizo pagar la oficina
de Popayn, no sirvi sino para comprar remesa y comer. Y as se
acab eso.
Mientras tanto, en 1952, regres a Guamba y al ao, en el 53,
me cas. Yo anduve por ah donde taita Salvador Calambs, ayudando a trabajar. Alguien sapi que no pagaba terraje sino que
andaba all libre y trabajando para mi mismo. Entonces ya exigieron que pagara terraje por mi cuenta. En compaa del tata mi suegro, compr una tierra y me fui para all, porque yo no poda venir
casi a la hacienda.
101
[180] l a f u e rz a d e l a g en te
Hay muchos documentos de venta de mejoras que Mario Crdoba oblig a los
terrajeros a firmar, para luego expulsarlos de sus tierras.
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [181]
Nosotros somos cuatro hermanos, yo soy el mayor y mi hermana la que sigue llama Mara, que viven ahora all en Santa
Helena (Morales). Tengo otro hermano que vive por all por La
Cuanda arriba, que llama Cruz Morales. Trino y Esteban viven en
Mataredonda. Ellos desde que se fueron voltearon y voltearon, y
por fin se quedaron por ah. Nosotros fuimos los primeros que
sacaron y ya con Mario Crdoba no tenamos nada que hablar.
Cuando fuimos a tierra caliente, all era con otra gente. All nos
toc pagando terraje mismo, pero no era con l. Yo tambin he
andado en todo esto y me ha tocado sufrir, ir y venir.
Cuantas veces sala al potrero el ganado, el mayordomo Ventura Riascos lo llevaba al coso. Entonces haba que pagar multa
siempre y, como no tenan ms de qu hacer plata para la multa,
el mismo mayordomo compraba el ganado y dentro del negocio sacaba la multa y daba algn excedente al mayor. Y era bien
barato que pagaba. A la vez l mismo dejaba la plata y as se acab
el ganado.
En vez de ellos suplir sus necesidades, vender una res o pelarla y alimentarse, el mayordomo ayud a acabarlo. Y as, casi
todo el ganado fue una especie de regalo a los blancos hasta el
final de su vida. Muri en absoluta pobreza.
As fue tambin con el pap de Javier mi cuado, Pascual Morales, que era un mayor que tena harta gente a su contorno,
porque se portaba muy bien con todos y eso le serva para que
muchos acudieran cuando l convocaba a una minga. l compr una tierra en lo caliente, en Morales, pero no para ir a vivir,
pues no se amaaba all porque no era su tierra; lo hizo por cultivar el caf, la yuca, y los pltanos, para vivir de eso, para siempre siempre ir a traer cargas de pltano y yucas, porque se senta
la necesidad. Cada vez que podan iban una semana o 15 das.
Tambin nuestro amigo Jacinto Tunubal, que llamaban el
Hombre de Hierro, y su hermano Anselmo y su cuado Vicente
Yalanda, se movan mucho y tenan una vida mejor. El trabajo
sera arduo porque trabajaban en tres sitios: en la hacienda, en
el Resguardo y tambin en tierra caliente, en Santander, pero as
no les faltaba la comida y no tuvieron que abandonar su tierra
de origen.
Eso ha sabido ser de acuerdo a la capacidad de cada individuo,
de cada familia. Para los que no fueron hbiles, la vida fue lo peor.
Haba otra gente, como cabo Cruz y hoy cuado Ricardo Tunubal, hijo de cabo Cruz, que se quedaron y vivan mejor, porque a ellos les haban dado un cargo como de cabo, que era remunerado, y tenan mejor garanta para tener algunos animales
y para cultivar. Para ellos el sufrimiento fue menos.
Y otros se quedaron. Muchos se quedaron.
Tunisia Tunubal, que fue la mam abuela de Simn, tambin
se qued. Y a finado pap lo dejaron [] Taita Antonio Calambs
[184] l a f u e rz a d e l a g e n te
que fue el pap de Cruz y de Juan, de Francisco y Abelino, l tambin se qued. Y as quedaron varios.
(Luis)
Juan Calambs Snchez recuerda cuando Mario sac a su familia de donde viva:
No se cmo fue, pero cuando a nosotros nos quitaron y nos
pas para arriba, el que directamente vino a tumbar la casa fue
102
Jess Mara Orozco . La casa del Chillikkullu tumb fue l.
Cuando salimos, salimos dejando todo: las canoas, las ollas de
mi mam. Eso no se poda traer, era imposible, porque la olla era
grande, la batea era grande. Las canoas, eso era elaborado de finado mi pap, y lo sacaron ellos y lo llevaron all para ponerle sal
a sus ganados. Era canoa larga, muy buena. Las ollas quin sabe
qu hicieron. Deben haber quebrado. As fue.
Como los blancos son as, nos exigieron que arrancramos la
cebolla. Mario. Cebolla tenamos en la Chorrera y all fue arrancndola toda. Cuando estuve arrancando la cebolla subi l mismo hasta all, gritndome que si no ests volviendo a sembrar. El
patrn, l mismo, don Mario. Yo dije que como usted orden que
arrancara, eso es lo que estoy haciendo. Entonces me advirti que
arranque la cebolla toda y no vaya a estar volviendo a sembrar. Yo
no volv a trabajar ms ah.
Eso fue solamente la cebolla que yo arranqu, pero la papa, el
maz, todo, eso nos quitaron. La papa la dejaron jechar y, cuando
jech, no nos busc para cogerla, y la papa la cogieron para l. El
que andaba viendo esta papa era el finado Jacinto y, como el patrn no estaba viendo, l dijo que esta papa fue de ustedes, y as
nos dio de arroba todas las tardes.
Y a mi hermano Francisco sucedi as. El tuvo arriba lo que
es ahora de ustedes, de los Muelas. Donde taita Jos Mara Paja,
arribita estuvo levantando eras para sembrar. Entonces lo fueron
a llamar dos veces para que viniera a arar. Y l no vino. Por eso lo
echaron. Como estaba trabajando en lo de l, no hizo caso, no vino,
y por eso lo echaron. Eso fue con Mario.
102
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [185]
Mario no dur mucho tiempo, por lo menos en un sector, porque fue vendiendo por partes. Como para l estas tierras eran slo
una forma de hacer plata, muy pronto, en 1948, comenz a
retacearlas cada vez ms, vendiendo pedazos aqu y all. Primero
[186] l a f u e rz a d e l a g en te
105
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [187]
Los polticos del Cauca utilizaban hasta a nuestros nios en sus campaas partidistas.
estaba a su cuenta para trabajar, para hacer lo que quisieran, tambin electoralmente los terratenientes la tenan a su cuenta.
En pocas de Mario, recuerdo que decan que un Pedro Roa,
uno de los administradores, era conservador, y el otro administrador que llamaba Nstor, un calvo al que le decan el cabecipelao, era liberal. El mayordomo, Alberto el tuerto, era conservador. Entonces tenan ah dividida a la gente, cada uno para
su lado y, en las vsperas de la eleccin, caminaban de noche en
la casa de los unos y de los otros para que al da siguiente cada
uno saliera a votar. Yo vea eso y oa esos comentarios, y haba
mucha intriga tambin entre indgenas; los liberales y los conservadores tampoco se entendan bien cuando mataron a Gaitn
y se gener esa violencia.
Pero antes de Mario era lo mismo.
Haba amenazas en tiempos de las elecciones. Bajaba el mayordomo de madrugada, a las cuatro de la maana, a la casa donde
finado pap Juan. Oscuro, cantando los gallos, llegaba el mayordomo: que tienen que bajar a dar el voto.
Entonces bajaban. De vez en cuando me llevaba. Yo con ganas
[188] l a f u e rz a de l a g en te
Mi pap deca que por ah en la dcada de 1920, en las elecciones no exigan cdula; l comentaba que desde muy joven lo
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [189]
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [191]
[192] l a f u e rz a d e l a g e n te
Todos los puentes los mantenan con candado y, adems, los terratenientes mandaron a
hacer aletas de ambos lados, tanto a la entrada como a la salida, para que los terrajeros
ya expulsados no pudieran pasar ni a recoger lea. Foto: Brbara Muelas Hurtado.
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [193]
108
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [195]
Ambal
vivido por mi, mi familia y nuestros conocidos en lo que los blancos denominaban Hacienda El Chimn. Por eso los relatos de este
escrito se refieren casi exclusivamente a esa parte del antiguo
territorio guambiano.
Sin embargo, como ya hemos comentado, la terrajera la sufrieron los indgenas en todo el Cauca, en el Huila, en el Tolima y en muchas otras regiones del pas. Noms al lado del
Chimn, pasando el denominado ro Molino, y haciendo lmite
con El Chimn, se encuentra otra parte del antiguo territorio
guambiano que los blancos tambin nos haban usurpado.
Esas tierras tambin haban sido convertidas en hacienda, la
Hacienda Ambal, por lo que nuestra gente tambin se encontraba
all en calidad de terrajeros. La vida de explotacin y sufrimiento
fue similar en todo a la que experimentamos en El Chimn, bien
fuera con los mismos o con diferentes terratenientes.
La historia de Ambal amerita un estudio aparte, pero no
quisiera dejar de mencionar su existencia y relacin con El Chimn, as sea muy por encima, porque todo eso fue misak, misak.
Nosotros voltebamos para all y para ac y mirbamos que gente haba mucha. Hasta donde hoy estn los Chabacos, no de este
lado del Chimn sino de Ambal, eran misak.
Recuerdo que cuando hacan mingas, no importaba que hubieran partido la tierra, como la gente se senta comn, la mingaban de lado y lado. A mi pap y a mi mam los invitaban a
trabajar, a hacer msica y a acompaar all. Siempre la gente
era junta. Haba harta gente y junta. Igualmente, cuando empezaron a expulsar, expulsaron de ese lado y de ste. Entonces
les toc irse a Censio Chabaco, Jos Antonio Calambs y otros.
[196] l a f u e rz a d e l a g en te
Por eso vinieron a vivir al lado del Resguardo y hoy viven los
hijos all.
Esta parte del territorio guambiano era muy grande. Efran
Pechen, quien naci ah en Ambal y fue terrajero de Aurelio
Mosquera, cuenta que:
La tierra de Ambal s era grande una gran extensin.
Comienza del ro Piendam y sale en lo que hoy es la carretera en
la Cholica, de all sube por una quebradita hasta el punto llamado
Los Remedios y luego atraviesa para este lado y cae en el ro Piendam. De all da un giro a un alto que llama el Alto de La Cruz.
Ah es donde trabajaban los mayores, donde sacaban el material, la tierra que llaman el impiro, donde esta el buen barro para
hacer las ollas y todo lo dems. Esto lo hacan las mujeres mayoras.
De all daba un giro por el camino viejo, a caer otra vez al ro
Piendam. All cae en el puente que hay ahora y sube por la agita hasta Cresta de Gallo, hasta llegar al pramo; esto agarra toda
la sabana. De all da un giro por la sabana, redondeando hasta las
Letras. Dicen Letras porque hay unas letras escritas en una piedra
grande, que yo las vide. No puse cuidado qu es lo que est escrito ah, pero eran bastantes escritos. Esto si no sabemos quines lo
habrn escrito. Dicen que los mayores escribieron esto como delimitando; decan que era lindero de Ambal.
De all sigue por el filo que llaman Las Guacas. Le dicen as
porque de ambos lados se ven como unos cajones. Luego sigue hacia abajo, por el camino que conduce de Silvia a Popayn. De ah
cae otra vez al ro Piendam. Luego da un giro hasta el punto que
hoy llaman El Tejar. De all da un giro por el ro hasta [] Los Remedios, donde empatan los linderos, en el punto La Cholica. De ese
punto, hasta la Cholica, viene por una loma. Por ah trabajaron con
la gente y se hicieron unas chambas que mandaron a hacer a los
misakmera. Esto as era lo que llamaban las tierras de Ambal.
109
110
113
[198] l a f u e rz a d e l a g en t e
Mi pap contaba que el primer dueo, un viejito blanco, quera vender a los indgenas mismos, pero los indgenas no lo compraron, por eso perdieron. Entonces quedaron pagando terraje,
porque empezaron a cobrarle. All empezaron a sufrir. Entonces
vendieron a los blancos y hasta ahora est como est. No se por
qu esta tierra fue de l, si en ese tiempo lo compr o simplemente lo cogi por donde alcanzaba a ver; eso no me han contado. Y
ste ya vendi a los que posteriormente llegaron, de nombre Juan
Mara Caicedo.
Este Juan Mara Caicedo dicen que fue palmirano. El mayor,
el dueo de esto, ofreci estas tierras y entonces vinieron a comprar. Y compraron hasta donde alcanza a ver y, como se hicieron
dueos con sus ttulos, se hicieron patrones. Todo eso hasta donde se alcanza a ver fue de una sola persona. De ah repartieron ya
a los hijos, en grandes extensiones que les dio.
Uno llamaba Luis Caicedo, la mam de Aurelio Mosquera llamaba Mara Caicedo, otro hijo llamaba el mismo nombre del pap, Juan Mara mismo, otro llamaba Gabriel Caicedo, que tambin
es hijo de Juan Mara Caicedo el viejo, y Vctor Caicedo. As quedaron ah. El viejo muri, entonces quedaron los hijos. Lo de la
hacienda El Tejar le dio a dos: una llamaba Josefita, la otra llamaba Teresa, y le decan misia Teresa Caicedo. Del ro Piendam para
ac le dio todo a los hijos hombres. As dicen que traspasaron. Y
la mam de Aurelio, Mara Caicedo, tambin qued ah mismo.
Aurelio de all se vino y cogi todo esto para ac. l se qued con
lo que le dio a la mam. Como reparti extensiones, cada uno con
su tierra tambin cogi la gente que viva ah, quedndose de
terrajeros.
A Luis le toc en dos partes: Ambachico, que despus le vendi a los evanglicos, y ac arriba al frente tambin. Desde abajo
de la pea para arriba.
Estos Caicedos no tenan tierra solamente aqu, sino tenan en
otras partes. Tenan en un lugar que llama El Guineal, y en Alto
Morena, que eran por El Tambo. Entonces los unos quedaron all
y los otros por ac.
Ambal.
[200] l a f u erz a de l a g en te
115
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [201]
gia, de pronto estoy sentado por ah y si levanto la cabeza rpido me vuelve a producir. Qued sufriendo as. Nadie me pudo
curar esto [] Cuando estuve de alguacil, yo pensaba: cmo ir
a pasar? Pensaba y lloraba, pero desde entonces se me quit definitivamente esta hemorragia. Hasta ahora no he botado ni un
grano de sangre; se me quit solo, sin meter ningn remedio.
Las jornadas eran largas y, ya cuando se iba anocheciendo, a
veces se iba triste y lloraba dejando a los hijos ah solos. De eso
me acuerdo hasta ahora (llanto). Entonces nosotros siempre estuvimos con mi mam no ms, con mis hermanitos mayores.
A mi casi no me tocaron todas esas cosas, pero en la hacienda mi pap s yo vide que sufra demasiado. Entonces l decidi
pasar a otra hacienda con otro dueo. All se acab el trabajo de
la hacienda porque se fue. Despus ya le toc ordear con Aurelio
Mosquera.
Luis Caicedo era el patrn de all de Cresta de Gallo. All haba otros terrajeros que llamaban taita Inocencio Chabaco y
Anselmo Chabaco. No eran sino cuatro terrajeros ah con finado mi to Cruz, y a cada uno le tocaba ir a pagar su terraje, que
si no salen de all hubieran estado hasta la muerte. Mi pap seor116 s sufri; all estuvo y murieron ah. Cruz tambin muri
all mismo, sufriendo igual. Ovejos s tenamos bastanticos;
abundaba rpido. No se si no gastbamos, no habra necesidad.
Mi pap ah lleg a ser autoridad; no se si fue alguacil o alcalde del Cabildo de Ambal. Como a l le ordenaban para que le
diera juete a los otros, lo odiaban, lo atalayaban por el camino, y
unas veces le pegaban. A mi pap lo defenda el patrn de la gente
que era contraria a l [] El gobernador de Ambal era de nombre Juan Pechen, era de Cerrogordo. En ese entonces el gobernador de ac de nosotros era un mayor de nombre Isidro Almendra; yo no lo conoc.
Todos los martes a remesear no vena sino mi mam, y nosotros quedbamos en la casa. Como ramos nios, llorbamos.
A mi pap le tocaba tambin bajar a ordear ah en Ambachico
y de all compraba algunas cositas y mandaba para nosotros. Y
116
Papa seor se usa a veces en reemplazo de srur o tata srur, que es la manera
de decir abuelo en guambiano.
[202] l a f u e rz a d e l a g en te
cuando suba, algunas veces suba malo, enfermo, herido de andar trabajando. Y as estuviera enfermo, quin le iba a perdonar.
Tena que ordear. Estos patrones de nombre Luis Caicedo si que
han sabido ser malos patrones! En manos de estos mi finado pap
seor sufri tanto y ah acabaron, ah murieron.
As que, pensando en mejorar la vida, se fue de donde Luis Caicedo para donde Aurelio Mosquera.
Entonces ya mi pap finalmente decidi venir a donde Aurelio. All l pagaba el terraje y nosotros trabajbamos tambin
ah, pero ya nos pagaba platica. Ya all descans un poquito, no
fregaban tanto. Sin embargo, estaba aburrido y empez a buscar camino para este lado.
La tierra de Aurelio empezaba casi desde la escuela de Cerrogordo (Ambal) [] l caminaba loma arriba, por all por donde llama la Nariz del Diablo, en un caballo que llamaban serpentino, un caballo rucio.
Cuando estuvimos all yo tal vez tendra 11 o 12 aos. Yo andaba por all ayudando a arriar las vacas, y me pagaban en unas
bolas de queso y una botellita de leche. El patrn dijo que yo le
gustaba y que me quedara all trabajando; entonces me pagaban
tres pesos. Yo entr all a la lechera y vi que haba hasta 150 vacas. Ah fue que me acab de criar. Me mandaron a la escuela en
Cerrogordo tres aos, y all aprend a leer.
En aquel tiempo no haba descremadora arriba. Entonces llevaban la leche, hasta tres cargas, en bueyes. Ya cuando trajeron
la descremadora, a mi me tocaba traerla del corral a la descremadora en unos barriles, que dicen que caban 150. Yo a la carreta
la pona de lado para subir la tina y ah fue que trabaj haciendo
toda esa labor, bastante tiempo.
En Ambal, al igual que en El Chimn, el terrateniente no
dejaba tener animalitos, y pona a unos terrajeros contra otros.
En lo que hoy es establo haba una casa de balcn. Yo andaba ordeando y suban un poco de ovejos que eran de los terrajeros de Cerrogordo. Entonces a mi me mandaba a disparar y
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [203]
En esa poca haba un poco de terrajeros trabajando de la Nariz del Diablo hasta arriba (La Clara). Decan que haba como
unos 80. Despus ya lleg el cuento de que Aurelio haba comprado El Chimn, y pas para el otro lado. En esa poca fue que
nosotros ya salimos todos.
Taita Antonio Ullun, que era cuado, nos dijo que no se
pongan a fregar tanto ustedes all, aqu hay tierra, vnganse. De
all de la hacienda vinimos nosotros calladitos. Dejamos todo y
dijimos al patrn don Aurelio que pagara alguna cosa, pero l
dijo que no, que vyanse no ms. El mayordomo en ese entonces
era Carlos Arroyo. Cultivos no tenamos porque a lo ltimo ya
no nos dej cultivar y ya no haba nada. Por la casa s, a uno que
vive en Fundacin, que llama Alfonso Pillimu, recibimos alguna cosita [] l viva all a un ladito y despus tambin se fue.
Ay Dios mo, si que vimos cosas! Entonces nos vinimos as
vaciitos, vacos.
De donde Aurelio salimos en el 49, cuando fue gobernador
taita Israel Montano, al que mataron. Nosotros vinimos con la
orden de l para estar ac en el Resguardo. Nos exigi que como
ramos de otra parte, de pronto podamos ser gente daada, y
entonces para que conociramos la Comunidad, los reglamentos,
nos aconsejaron mucho; y as decidieron recibirnos, pero con el
compromiso de servir all a la gente [] A este gobernador que
nos hizo gran favor, como a los cuatro meses de su segundo perodo lo mataron. No dur sino cuatro meses.117
Pero tierrita no haba tampoco en el Resguardo, as que all
tambin la situacin fue difcil.
117
[204] l a f u e rz a d e l a g e n te
[206] l a f u e rz a d e l a g en te
Las grandes tierras que tenan no quitaron todo. Donde estaban las casas construidas, ah estaban [] Ellos venan agarrando las tierras, lo bueno lo bueno lo bueno; las casas quedaban ah donde estaban, pero para cultivar a los terrajeros les
dejaban por all las faldas.
En pocas ms antiguas no tocaban tanto las tierras; dejaban
trabajar. No como los patrones de despus. Eran amplias las tierras para nuestros padres y tenan suficiente ganado. Mi pap
alcanz a tener hasta 15 reses. Unos tenan 20, 12, 10. Siempre
tuvieron as. Eso s he visto yo. Entonces dejaban trabajar donde quisieran [] Unos tenan ms, otros menos, algunos no tenan nada, que le daba a uno hasta lstima. Tenan tierra igual
que los dems, pero yo no se por qu, eso si no puedo decir nada,
s me consta que algunos no tenan nada.
Pero mi pap tambin sufri bastante. Al terrajero que faltara unos dos das de trabajo, como castigo lo mandaban a trabajar el terraje all en Guineal y Alto Moreno. Desde ac mandaban que tiene que ir al trabajo hasta all [] Al que tena
cualquier inconveniente, de castigo le mandaban a traer unos caballos ariscos haba muchos caballos, para amansar y luego para la venta.
Siempre a mi pap y a los dems el trabajo era igual. Unas
veces les tocaba traer 40 o 50 novillos y no alcanzaban a llegar,
entonces se quedaban en la mitad del camino. Como era en el
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [207]
camino y siempre eran dos los que venan arriando, uno se haca abajo y otro arriba, atajando los novillos y el ganado todo
afuera en el camino, como en la calle. As traan hasta llegar a Cerrogordo. Para la comida haba que rebuscar cada quien y llevarla, y con eso sobrevivir. Llevaban tambin un lquido que
compraban en el camino, y con eso pasaban. As me contaba que
le tocaba. Despus de esto le daban bueyes para que araran, entonces le tocaba arar all en el plan de Ambachico, al lado del Alto
de la Cruz. Y tocaba arar en distintas partes.
Era corriente que los terratenientes y sus mayordomos, si no
golpeaban a los terrajeros, los insultaran y maltrataran de diversas maneras. En Ambal muchos se quejaban de los maltratos de
Luis Caicedo.
Ah vivan unos que llamaban Marcos Gembuel, Vicente Tunubal y su pap Simn, Antonio Pechen, y taita Jos Gembuel.
ste ltimo era de ah mismo, pero como el pap viva abajo y l
subi, entonces qued trabajando en dos partes, pero no eran
dos patrones sino uno solo; cuando empezaron a vender, de
Ambachico se vino del todo y se radic aqu arriba. Para arriba
compr Aurelio, entonces se qued all, trabajando terraje en
una sola parte.
Cuando los de la Misin Evanglica compraron, trajeron
gente de ellos y empezaron a trabajar todas las tierras planas,
buenas. Entonces, como no tenan ms, los misakmera buscaron
otro patrn y se apartaron. Pero esto fue ya cuando quitaron las
tierras.
Taita Marcos Gembuel pas al otro lado, a La Fundacin, y
all termin la vida. No muri en su plan, sino ms abajo, en La
Fundacin. l muri en la casa del hijo de nombre Lorenzo; la
casa de l ya no exista. Simn Tunubal subi a donde ahora lo
llamamos La Laguna y ah muri; all arriba de un corral de lecheros ah finaliz. Cuando sali de abajo Aurelio lo recibi,
y entonces se convirti en terrajero de l. Vicente, el hijo de este
Simn, el pap del ahora Florosmiro, ste muri en Fundacin.
Caicedo tambin llev gente de afuera para desmontar su finca
de arriba, para hacer pastos. Luego l mismo, y ms adelante Aurelio Mosquera, se encargaron de sacarlos.
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [209]
119
Su esposa.
120
[210] l a f u e rz a d e l a g e n te
121
l a t e r r a j e r a q u e n o s t o c v i v i r [211]
Mis
primeros
aos en
El Chimn
[ 2 1 4 ] l a f u erz a de l a g e n te
como hasta hace poco decan las maestras del Ncleo Escolar, que
en la habitacin de un indgena no aceptaban ni un tinto porque se contagiaban de cualquier virus, de cualquier infeccin.
Decan que lo nico que podan aceptar era un huevito cocido
en agua, porque eso creen que est protegido por la cscara, entonces eso s podan consumir. Pero algo preparado de una manera diferente no aceptaban, para no infectarse. As que un profesor, una maestra o una monja iba simplemente a hacer su
evangelizacin o a ensear lo que les corresponda, por cumplir
un deber, y no ms.
Yo no recuerdo, pero mi pap deca que hasta all a la casa
de nosotros llegaban las monjas. No se qu ensearan, pero para
ellas debe haber sido muy difcil tambin, porque cmo hacan
para entender? Porque nosotros, los terrajeros en general, no
hablbamos espaol. De pronto estaran enseando a persignar,
a rezar yo creo que lo podan hacer, el indgena poda imitar,
pero no saba lo que estaba haciendo. Para ellas debe haber sido
muy difcil ensear y seguro se cansaron, se aburrieron, porque
dejaron de volver. Se concentraron en Las Delicias y en La Campana, a lo mejor porque all haba ms gente y ms comodidad,
y ya despus se convirtieron en maestras de nios en los planteles educativos y creo que dejaron a los adultos. Debe haberles ido
mejor porque empezaron a lavar el cerebro desde nios. Los
adultos tal vez fueron ms duros.
De todas maneras, el bautizo y el matrimonio por la iglesia
se impusieron. Decan que el que no es bautizado no es cristiano, que un nio que se muere sin bautizo llega a un limbo, que
es el castigo ms cruel, entonces el pap, la mam, tenan miedo
de dejar morir a su hijo sin el bautismo, porque sentan ese cargo de responsabilidad de que tuviera que padecer ese sacrificio.
El matrimonio era lo mismo. Hoy en da uno ve tanto lo que
llaman la unin libre, pero en ese entonces yo creo que no existi tanto. Todo el mundo, pobre, rico o mediano, tena que casarse. Ese era como un control de la iglesia. No podan vivir
amaados, lo que llamaban amancebados, porque tambin tenan que estar en paz con la iglesia. La gente tena miedo de ser
condenada por eso, entonces se casaban simplemente para cumplir un deber, una norma. Pero celebraban dos cosas: lo que ham i s p r i m e r o s a o s e n e l c h i m n [219]
m i s p r i m e r o s a o s e n e l c h i m n [221]
[ 2 2 2 ] l a f u erz a d e l a g e n te
Creencias y rituales
[ 2 2 4 ] l a f u e rz a de l a g en te
El refresco que hace el mdico guambiano tiene un trmino; ste se desvanece, se enfra. Por eso el mdico, antes de su
retirada de una familia, en la maana o en la noche de la curacin, advierte para cunto tiempo es, para que en ese tiempo
prudencial vuelvan a buscarlo. Es necesario hacer un refresco,
una curacin, de manera permanente, constante, y no se puede
dejar mucho tiempo sin hacerlo porque causa dao. Segn la
creencia guambiana, este proceso es un ciclo, una circunferencia, que no tiene fin, hasta la formacin de los nios y el proceso que dan.
Llega un trmino en el que ya no le toca a los mdicos, sino
a los paps. Ellos deben ir levantando a los nios, levantando a las nias, de acuerdo a sus caractersticas, de acuerdo a
su costumbre, a su creencia, y a sus oficios diarios. Al nio
varn y a la nia se les ensea con las drogas que les corresponden, y ya con la advertencia del mdico se les lleva a ciertos
sitios sagrados.
Claro, esto suceda cuando existan los buenos mdicos y la
gente todava crea en ello. Hoy en da todo ha cambiado tanto
que ya nadie parece interesarse en estos campos. Pero, hasta donde yo recuerdo, todo esto ha sido un baluarte porque es donde
se forman las personas para una sociedad.
Los baos en el Wikyakullupi 123 o ro Molino
Yo recuerdo que la abuela Gertrudis, mi pap, mi mam,
tenan mucha fe en que los nios madrugaran a baarse en el
ro Molino. Decan que esos baos en aguas fras que bajan de
la montaa dan fuerza, fortaleza, vida, y que el momento de uno
baarse eran las cinco y media, entre oscuro y claro, cuando el
agua estaba tibia, pues a las seis ya estaba muy fra.
123
A finales del ao 2000 apareci en el nacimiento de esta quebrada una familia de osos andinos, animal que por mucho tiempo haba desaparecido del territorio guambiano. Desde entonces, cada vez que vienen, van a ese punto a descansar, a criar sus hijos y a comer vacas. Por eso se le ha vuelto a dar el nombre
de Wikyakullupi o ro de la guaicada de la casa del oso.
[ 2 2 6 ] l a f u e rz a d e l a g en te
124
m i s p r i m e r o s a o s e n e l c h i m n [229]
Por eso es tan riesgoso, por eso los padres tratan de evitar el
espritu maligno al mximo posible, y buscan que uno sea acompaado por un espritu benigno, para que le pueda hacer favores, el bien, por toda la vida. Eso prevean mucho en mi familia,
para que no sufriramos el mal, sino el bien.
El tsilo
Los ritos familiares son de acuerdo a la familia y de acuerdo
al mdico de confianza que la familia crea que alcanza a interpretar el mal y el bien. Porque no todos los mdicos son lo mismo.
Unos alcanzan a interpretar el poder ms que otros, segn la
gradualidad de su sabidura. Unos dan instrucciones de una manera y otros de otra, desde distintos ngulos.
En la familia nuestra siempre, desde tiempo atrs, hemos
tenido mdicos guambianos, pero tambin hemos tenido mdicos paeces. Entonces es una mezcla de dos sabiduras: la del
mundo guambiano y la de los paeces.
Nosotros tenemos lo que se llama el tsilo. Y ese tsilo, hasta
donde yo recuerdo lo que decan las abuelas, el originario es de
los paeces. Los guambianos tambin lo hemos tenido desde hace
muuucho tiempo e incluso hay quienes piensan que esta planta
es originaria de nuestra gente. Podra ser que ella haga parte de
las creencias y tradiciones de ambos pueblos y que ninguno de
los dos pueda reclamarla como de su tradicin exclusiva. Sea
como sea, se trata de una planta muy importante en nuestra vida
y lo que tengo en mi memoria es que un paez, muy amigo de los
abuelos nuestros, la trajo y sembr con ciertas romeras, con
ofrendas, y dej recomendando por toda la existencia de la vida,
que cada vez que nosotros sacrifiquemos un animal, ya sea una
res, un cerdo, una gallina, por pequeo que sea el animal sacrificado, hay que ofrecerle un poquito de sangre a ella, al tsilo, como smbolo de que ella es la que ha contribuido para que las
plantas o los animales estn bien, se levanten bien y produzcan.
El tsilo es como un espritu o como una persona. Es una planta que vive afuera, pero se considera que es otra persona ms, que
ayuda, que aporta. Entonces no debe estar excluida, porque en
una casa donde cocinan y comen todos no puede quedar alguien
[ 2 3 0 ] l a f u erz a d e l a g en t e
aqu [], refresc, hizo muy bien todo, y qued muy bien en ese
entonces.
Este mdico nos hizo comprar una libra de carne, porque
como al espritu del tsilo siempre le gusta absorber la sangre del
animal, entonces llev la carne para poner all abajo en el plan del
Cofre, para l. El finado trajo una carne de Totor, la arregl bien
bueno y se la llev para poner all. l la llev y enterr all.
Pero el espritu siempre viene aqu donde fue sembrada la mata
y viene aqu a fatigarme [] Para irse, dijo que yo no estoy mintiendo, yo arregl bien, de ahora en adelante sus ovejas no morirn, abundarn, prosperarn, y efectivamente fue as. Tuvo hijitos
buenos, levantaron, todo bien, y abund. Hasta hace poco todava tuvimos. Despus otra vez se me volvi a acabar, y ahora me
qued otra vez vaco. Ahora no puedo hacer nada.
Joaqun era quien siempre refrescaba con verdolaga []
Cuando vino [] tuvo la jigrada de coca y lo dems, y esta mochila tena especial para refrescar a este espritu. Lo mismo las aguas
que preparaba para salpicrselas a l. Ese era el que siempre me
haca doler la cabeza y lo salpic y salpic y salpic. l entendi
que ste era el que me estaba haciendo enfermar tanto, pero creo
que ste no haca completo porque no pidi carne, ni sangre, ni
nada. Este salpic, pero sin sangre, y eso creo que le falt.
Fuera bueno hoy volver a tener el tsilo si tuviera quien estuviera refrescndole. Si no refrescamos va a ser igual.
El tsilo era matica de la suerte, que era tan buena para el ganado, para el dinero, para la comida. La plantica ayudaba tanto que
todo lo que sembraban haba rendimiento. Si tiene ganadito no se
cae ni se muere, sino que antes reproduce y reproduce. Esta matica,
no se cada cunto, pero hay que estar refrescando y refrescando.
Entonces es que no le falta mi Dios para que haya los bienes.
Mi pap trajo la matica de all del Chimn y parti en dos, y
el uno sembr ac abajito en el plan, y el otro lo sembr all arriba en la falda. Ac se acab con la helada. Ac no fue que se sec
solo, ni que la arrancaron, ni quemaron, sino que se acab. Pero
el espritu anda todava donde fue sembrado. l anda. Como anda
el espritu, ese es el que le alcanza.
buenas cosechas, los animales estn bien, dan cra cada ao, hay
una produccin permanente, no hay un fracaso econmico, ni
hay una calamidad domstica. Eso es lo que ha hecho el ltimo
mdico guambiano que trabaja con mi familia, porque l es
guambiano, pero ha alcanzado a conocer e interpretar bien el
gran valor que tiene el tsilo, el gran valor que tienen el kallim, el
pishimisak.
Como uno no es mdico, l lo encomienda a uno, lo deja
recomendado. Cuando un mdico se sienta con los valores, con
el don de la naturaleza y su poder mental, habla como si escuchara, como si viera a los espritus en persona, y les recomienda:
Usted tiene este deber, a usted le estoy ofreciendo esta ofrenda
para que nos vea a esta familia, a esta gente, a usted le estoy ofreciendo esta ofrenda para que nos vea todos los bienes que adquiera esta familia. Usted no los vaya a descuidar, usted tiene el
deber. Yo los estoy recomendando a usted. Yo estoy ofreciendo
en nombre de ellos. l conversa, recomienda, para que escuche
y haga el bien, y no deje prosperar el mal. No para el mdico, sino
para la familia a la cual representa esa noche.
Uno no ve, ni escucha, porque uno no es mdico, pero
l s habla y deja recomendado, como si fueran dos personas, dos seres vivientes. Yo no siento ni lo ms mnimo de
lo que siente un mdico tradicional, pero uno escucha y ve
lo que l hace.
Ofrendas al kallim
Al kallim tambin hay que refrescarlo. Al kallim no nos han
enseado a ofrecerle sangre, sino siempre el refresco, la verdolaga,
el alegre, tabaco, maz blanco y aguardiente.
Hay lugares donde est el kallim en los cuales no importa
que sea hombre o mujer no se puede penetrar sin curarse, sin
refrescarse. Porque a uno tambin lo desmaya, se cae, y as como
mata al animal, as tambin puede matar a una persona. Por eso
recomendaban mucho no violentar sitios donde estn estos personajes, no agredir groseramente penetrando all. Uno se puede meter, pero siempre y cuando se refresque, buscando una forma amistosa con aquel personaje que vive en esas regiones, en
m i s p r i m e r o s a o s e n e l c h i m n [235]
[ 2 4 2 ] l a f u erz a d e l a g en te
Cerrando el ciclo
La vida del misak termina con rituales que ayudan a que la
persona muerta cierre bien su ciclo y a que sus familiares puedan seguir viviendo sin verse afectados por su espritu. Ya ha
pasado tanto tiempo, tantos aos, que mucha tradicin de los
guambianos ha desaparecido. Pero desde siempre, desde que fui
nio, yo he visto a los mdicos realizando estos rituales. Tambin cuando mi mam muri acudimos a un mdico guambiano en quien confiamos y creemos que sabe y alcanza a hacer lo que se necesita, lo que se requiere. En realidad, casi en
todo el ltimo mes de la vida de ella llamamos al mdico tradicional. Estuvo en la casa, asisti, y tambin lo hizo despus
de la muerte.
Segn el mundo guambiano, cuando una persona muere
queda su espritu andando dentro de la casa, en contorno de la
casa, en las cosas, en los utensilios, en los implementos que tiene en la casa; all est el espritu. Y por ms que uno ame a una
persona, el espritu del muerto no puede estar entre los vivos. Por
eso, sin hacerle mal a ese espritu, hay que separarlo de los vivos
y darle un lugar.
As como los vivos tienen su casa, donde todo el tiempo
trabajan, viven, el espritu del ya fallecido tambin debe tener un
lugar. El cuerpo se sabe que est en el cementerio, en la tumba.
Entonces el mdico lo separa de la casa, lo separa de las personas vivas y lo deja en un lugarcito. No lo expulsan, ni lo maltratan, sino que le buscan su espacio.
Se considera que el espritu de un muerto no puede estar
en m edio de los vivos porque a los nios la sombra del espritu
que lo llaman la sombra, porque aparenta una sombra puede causarles dao, se pueden enfermar, o pasarles algo. Los nios se asustan.
Para evitar eso, a los cuatro das de la muerte, en ese plazo,
se buscan plantas de remedio, y el mdico se sienta una noche a
trabajar, limpindolos, refrescndolos. Y busca al espritu del
fallecido y lo deja en su sitio, recomendndole que acompae sin
hacer dao, sin hacer mal, pero que siempre este mirando desde
all. Entonces lo que se hace es una separacin definitiva entre
[ 2 4 4 ] l a f u erz a de l a g e n te
por ah, que se est por ah. Entonces hay que ahuyentarlo con
la medicina. El espritu convertido en mariposa es el que puede
causarle dao a los nios, a los adultos. Pero no solamente es la
mariposita esa, sino que afuera tambin anda y espanta; aparece una sombra. Entonces para evitar eso el musikoropik, el mdico, saca el espritu de la casa y lo manda a ese lugar donde siempre debe estar. l con su coca, con su aguardiente, con los dems
implementos que necesita, desde ese entonces lo llamaban para
ahuyentar al espritu, para que la mariposa no est en la casa y
all afuera no aparezca la sombra. Dicen que unas veces le toca
a uno el cuerpo y le asusta, y otras que aparenta ser una candileja, como una bombilla que alumbra.
Desde ese entonces recuerdo a esos dos personajes que murieron. Pero despus tambin, cuando murieron mis hermanos
Manuel y Samuel, y Jacinta, una prima, no importaba que fueran nios, y muchos muertos que ha habido por all, no solamente de la casa sino otros, los vecinos, siempre se hacan los mismos rituales. En los aos 60, cuando muri mi abuela Gertrudis,
recuerdo que mi pap busc al mdico para hacer el mismo rito.
Se llamaba Pascual Tomb. l vino all a la casa, hizo traer muchas cosas, yerbas, y con eso trabajaba toda la noche; recuerdo
tanto que en la mitad de la sala clavaba la chonta y de all, en el
momento preciso, cuando ya al espritu lo tena all, lo espantaba con tierra y todo, lo apuntaba all y soplaba para que se saliera de esa casa y fuera a estar en su lugar. Y ese lugar lo sealaba
all, con la chonta, con la droga, al hacer la palanca y tirar con
tierra y todo. Inmediatamente soplaba. Y tena un ayudante,
como un auxiliar, que tambin haca lo mismo, para que el espritu saliera.
Yo en lo que he visto, casi todos todos han hecho as, y todos
han apuntado hacia all, al Kaluskutsintun, y todos botaban all.
Por eso creo yo que ese era, no se desde cundo, el lugar donde
siempre botaban. Ya dejaron de botar porque ya el lugar fue violado de muchas maneras. No se el resto de los guambianos de la
Comunidad cul es la filosofa. Yo estoy hablando de nuestra
gente, al entorno mo.
Dicen que el kansro es el espacio y tiempo de los muertos. No
hay un lugar especfico donde haya una casa ni nada de eso, sino
[ 2 4 6 ] l a f u erz a de l a g e n te
m i s p r i m e r o s a o s e n e l c h i m n [251]
no, porque all era la cada de una persona. Y que quedar mal
ante la autoridad era lo peor de la vida.
En ese entonces hablaban de jueces blancos y jueces indgenas, que eran los cabildos. Entonces la abuela nos deca: Cuando un juez lo indague, cuando un juez haga preguntas, siempre tiene que decir una sola cosa. Cuando usted haya visto algo,
diga lo vi, cuando no, pues diga no. Sobre eso eran charlas
permanentes.
Uno los oa que hablaban mucho de la vida, de cmo empezaron a quitar las tierras, de cmo les tocaba ir a pie hasta Popayn, cargados; hablaban mucho de sus parientes Carlos y Luciano Muelas, y de cmo venan a Bogot. Eran unas charlas
permanentes al lado del fogn.
Muchas veces eran unas charlas tristes porque decan: Hoy
estamos aqu sin tierra, nos han quitado las tierras, no tenemos
qu comer; antes tuvimos mucha comida, nos sobraba comida,
porque haba tierra y haba animales. Decan que hacan buenos cultivos, que no les faltaba el maz que era la comida bsica permanente, que desde que haya maz, vaca de leche y
ovejos para el vestido, con eso era suficiente para defenderse en
la vida, pero que sin esos elementos era difcil la vida. Hacan
mucho comentario de eso. Y uno siempre sentado ah escuchando, permanentemente, casi a diario. Repetan y repetan de una
manera y de otra, y reiteradamente escuchaba eso.
Yo pona cuidado a lo que deca mi abuelita Rufina y tambin la abuela Gertrudis. Ellas hablaban en dos maneras, dos lenguajes. La abuela Rufina hablaba muy bien, que es difcil hoy
encontrar una persona como ella, que de orientacin a la gente.
Del lado suyo, que me ense a cultivar, que me ense a la formacin de la persona, considero muy buenas las enseanzas. Del
lado de la abuela Gertrudis, que era gente peleadora y por ser as
sufrieron las consecuencias del desalojo por parte de los terratenientes, nos ense a pelear, y tambin considero que nos dio
unas instrucciones muy buenas. Yo he escuchado estos dos consejos, y con base en eso parece que he venido desarrollando.
Con nosotros viva tambin una hermana de la abuela
Gertrudis que se llamaba Teresa. Era una abuelita que vena
siempre a estar all, pero tena otra casita detrs de la casa de
[ 2 5 2 ] l a f u erz a d e l a g e n te
de mal vivir, del mal clima tan fro, de tanta cosa all, la trajeron
enferma. En la sabana no se encuentra ni un lote seco para hacer rancho, para hacer fogn, para hacer la camita. Como no
tenan cama ni nada, dorman en el piso, en tierra hmeda, con
malos tendidos, mala cobija, mala alimentacin. Y ella tena sus
aos; no se cuntos, pero ya era mayor. Entonces todo eso le
caus mucho dao a su salud. Ella no dur nada, se enferm
muy rpido, estuvo muy mala. De regreso no pudo venir sola,
toc traerla cargada en camilla. Un poco de gente que invitaron la trajo cargada. Volvi otra vez por el mismo camino a
Chimn.
Yo llegu con Jacinta. Estuvimos en la casita esa. Era debajo
de unos rboles, hecha de un material que llaman sobretana; con
eso haban hecho la casita. Mi to Vicente hizo el esfuerzo de
hacer una casita mejor, fuera de esa, pero tambin era hmedo,
muy hmedo. Siempre he pensado que fue de mal vivir, del fro,
por tener que dormir en el piso, que la abuela muri.
En ese momento que yo estaba mordido de vbora, ella ya
estaba en agona, para morir.
Despus de mucho tiempo en Mondomo sub al fin, pero no
alcanc a ver a mi abuela en los ltimos das antes de su muerte.
Tampoco en el entierro. Ya muri. Mi mam se estuvo all permanentemente acompaando a la mam, hasta que lleg el da
en que la abuelita muri.
Me haba mandado razn a mi: que Lorenzo cuidado con
estarse enfriando, que no vaya a estar saliendo a recibir mal viento porque se muere; que se cuide.
No alcanc nunca ms a volver a escuchar su voz, ni a verla a
ella. Yo tena 12 aos.
Mi pap
Mi pap haca mucho nfasis en su existencia. Deca que era
nacido el 27 de mayo de 1906. De ah, recordaba mucho cmo
empezaron a darse los cambios. l vivi poco despus de la Guerra de los Mil Das, durante y despus de las luchas de Carlos y
Luciano Muelas, y recordaba cuando entraron los terratenientes
a apoderarse de las tierras en esa poca.
[ 2 5 4 ] l a f u erz a d e l a g en te
orejas, sino por los dos cuernos. Como l aprendi tan bien, el
mayordomo y el patrn lo queran mucho. A l le tocaba salir
con ganado bravo, pero como era bueno para enlazar saba qu
tiro le alcanzaba el rejo, entonces all lo voleaba, tiraba y los enlazaba. A no mas el animal senta el rejo en los cuernos, se vena
encima a cornearlo y l tena que salir cooorriendo adelante. Y
as lo llevaba.
l jugaba con los animales, tanto con el ganado, como con
las bestias, as fueran bien ariscas. Aprendi muy bien esas cosas. Por eso los mayordomos siempre lo cogan como gua, o
como montador.
Ya cuando fue ms grande lo mandaban a Popayn como correo, como el correo de hoy. Lo mandaban con cargas de plata
en moneda, con cajones de madera o petacas, de Silvia a Popayn, y de Popayn a Silvia, con otros mandados para familiares
de los patrones que vivan en Santander de Quilichao. Estaba permanentemente entre Santander de Quilichao y Popayn, unas
veces arriando una carga y otras veces de escotero, as vaco, solamente cargando un mensaje, como una carta.
Deca que para ir a Popayn era a pie y que unas veces madrugaba y otras iba tarde. Recordaba que a veces se caa en el ro
Piendam y que tan fro!, que pasando se resbalaba y se caa al
agua con ropa y todo y, como no tena con qu cambiarse, pasaba al otro lado, apretaba y escurra el agua, volva a ponerse la
ropa, y as se iba a Popayn. La ropa se le secaba en el cuerpo por
el camino. De Silvia a Santander deca que no gastaba sino ocho
horas a pie, vaco.
Pero este trabajo como terrajero lo oblig a desvincularse de
la casa. No le dejaron tiempo para que desarrollara las labores
de su hogar. Dedic su vida, desde muy joven, al servicio del
terrateniente, al servicio del patrono, a trabajar y trabajar para
ellos. l haba aprendido a trabajar muy bien en el campo agrcola y todo lo que haca lo haca muy bien. Saba cmo hacer una
rocera en la montaa, cmo levantar eras en cualquier parte, cmo construir una casa, cmo arreglar los caminos, cmo arreglar los puentes todo muy bien. Tambin trenzaba muy bien
los sombreros. Pero le daban muy poquito tiempo para que viniera a trabajar en el campo agrcola y pecuario con la mam, y
m i s p r i m e r o s a o s e n e l c h i m n [257]
m i s p r i m e r o s a o s e n e l c h i m n [259]
Aprendiendo
a letrear
[ 2 62 ] l a f u erz a d e l a g en te
a p r e n d i e n d o a l e t r e a r [263]
castellano, entonces todo era en guambiano. La maestra que lleg all era la nica que no era guambiana. Esa relacin s fue difcil, fue muy duro. Yo no se cmo aprend. Entonces, ah! era
un estorbo; jdame y jdame y uno nada que entenda, nada. Por
eso yo estaba aburrido.
Un da me escond para no ir a la escuela. No estaba mi pap,
no estaba mi mam, como que no tena ganas, tena pereza, no
quera ir. Entonces me qued en el camino. Llegamos hasta all
al Alto de la Cruz y, en vez de ir, me remont para arriba a la
montaa con otros ms viejos que tambin estaban aburridos.
Ellos me conquistaron para que furamos: Hoy no vamos a la
escuela, escondmonos a ver qu pasa. Pero no pudimos escondernos mucho tiempo. Siempre empez a darnos hambre y
eso nos hizo buscar la casa otra vez. Fuimos con mentiras de que
hoy no hubo escuela, hoy no subi la maestra. Mentiras!, nos
pill, mentiras, yo lo vi, yo lo vi, ustedes no fueron. Mis tos se
haban dado cuenta que la maestra s haba subido. Me pegan
qu regaada! Ya de all no volv a esconderme, ya siempre fui a
la escuela. Pero harto, muy aburrido.
Por eso ya cuando se aproximaba el fin de los exmenes uno
se senta feliz, pareca que uno ya sala de la crcel. Poda ir a estar con mi mam, poda ir al trabajo, poda ir a jugar, uno poda
estar en la casa, poda dormir rico Se senta uno feliz cuando
terminaba la clausura.
Las maestras tambin sufran con uno. Me decan cabeza de
rancho, cabeza de paila y nos daban con el libro en la cabeza. Ni
aun as entraba!
Pero de pronto, yo no se, me dio una lucecita. Yo recuerdo tanto
qu letra aprend a leer primero; ya no era memorizado, sino que
yo le. Pona una d, una e, y una l, y eso sonaba del. Esas fueron
las primeras letras que yo aprend. Yo memoric muchsimo.
Repeta, repeta, repeta, pero no lea. No poda leer. Memoric.
Pero fuera de la repetidera, de la redundancia, cuando en ese
momentico me dio esa lucecita de aprender a leer esas tres letricas,
ah el gran triunfo! Yo como que aprend a leer de verdad.
La maestra se puso contenta, cuando yo le eso. Qu muchacho tan inteligente!. Desde ah me tom aprecio. A mi como
que me dio mucho aliento, me ayud mucho para que leyera.
[ 2 6 6 ] l a f u erz a d e l a g en te
Entonces nosotros quedamos bien con ella y ella ante los padres
de familia, ante los dems, porque yo y Jacinta aprendimos a leer;
ella se content porque de all empezamos a avanzar.
Los dems que iban all a la escuela eran todos guambianos.
No eran nios, ya eran jvenes, adultos. Como antes no haba
escuela, los matricularon ya grandes. Haba unos jvenes, diga
usted de 14 aos, de 16 aos, como mi hermano Cruz que estudi tambin un poquito all, que ya era mayor. Los compaeros
de Cruz, que todava andan, los dos Joaquines Morales, el que
vive en La Cuanda y el que vive en Morales, son compaeros de
ese entonces. Pero nosotros s fuimos nios pequeos.
Era un solo saln donde haba dos cursos que llamaban 1 y
2. Los de 1 llegaban recin, empezaban a letrear; los otros ya
estaran ms avanzaditos y ya lean. Yo recuerdo que llegu a 1
y ah fue que empec a leer esas palabritas. De all ya me fui acomodando, la misma maestra me ense a acomodar las letras:
ponga una letra adelante, la otra atrs, con otra ms suena tal,
suena tal. Eso se fue avanzando, se fue avanzando.
Al final del ao me dijo la maestra que yo era muy inteligente, que quera ayudarme a conseguir una beca. Hablamos con
conocidos, con un tal Gentil Delgado. Decan: Consigamos una
beca para Lorenzo, para que estudie. Yo fui contento a avisarle
a mi pap, y l no me par bolas.
Yo ni siquiera pude pisar un colegio. Yo no s por qu nunca
me par bolas mi pap. Mi hermano Cruz vino a estudiar porque a l le gust y dijo: Yo me voy. Mi mam lloraba para que
no se fuera, pero a l no le import y se pis, se fue. Cruz la primaria la termin en Medelln; lo recogieron las monjas y lo llevaron. Mi pap un poquito le apoy para que se fuera, mi mam
no. Y a mi no me apoy ni mi mam ni mi pap, pero yo tampoco fui capaz de salirme solo; esperaba que alguien me apoyara y como no me apoy mi pap Mi mam me apoyaba hasta
all hasta la escuela, pero ya ms no.
Haba a donde ir, por lo menos en Silvia; tambin estaban
las misioneras en Las Delicias. Pero condiciones no haban. Era
lejos de la casa para estar corriendo todos los das all. Y as,
como no fui capaz de salir ni a Piendam, me qued all; me
qued, me qued.
a p r e n d i e n d o a l e t r e a r [267]
Para ninguno era fcil estudiar. Hablando con Joaqun Morales, l recordaba haber ido a la escuela entre 1940 y 1943 y contaba
con tristeza que en ese entonces la profesora Odilia lo seleccion
junto con mi hermano que se muri, mi hermano Cruz, y Brbara la hija de taita Eulogio, para mandarlos a estudiar en Medelln,
pero que ni l quiso ir ni el pap lo apoy porque la gente antigua deca que la escuela no era sino una vagabundera, que la escuela de los hijos es el barretn, el machete y el hacha. Comentaba que los paps comenzaron a enviar a los muchachos a la escuela
porque los alguaciles hicieron muchas reuniones hasta que por fin
los convencieron de que todos los nios tenan que ir, y que luego
empezaron a mandarlos a Medelln o a Silvia, pero que su pap
decidi que los hijos que tengo, tengo para ensear a trabajar y
no para andar por all y por eso l no fue a Medelln. Pero que tampoco continu en Silvia porque para 1944, cuando le tocaba hacerlo, ya haban hecho traspasos Julio Fernndez y Matilde Lemos
y lleg Crdoba, y l exigi inmediatamente que le entregaran las
tierras, siendo su pap uno de los primeros en ser expulsados.
Yo creo que en esa escuela estuve un poco ms de dos aos,
con Jacinta todo el tiempo. Primero tuve un ao como asistente, en el que no aprend nada. El segundo ao ya me matricularon y comenc a aprender, el tercero ya aprend, pero no lo
termin. Y hasta ah.
Recuerdo mucho que siempre estaba con mi hermana Jacinta.
Cuando estuvimos en la escuela fue precisamente en la poca de
la quitada de las tierras, por lo que haba mucha pobreza y no tenamos qu comer. Me acuerdo que cada uno tena que llevar qu
comer a la hora del recreo. Muchos traan: caf, una arepa grandota. Pero la situacin de todos no era igual. Yo creo que nosotros hemos estado en la peor situacin, porque ramos una cantidad de nios pequeos y mi pap, mi mam, ellos solos no
pudieron; entonces la situacin de nosotros era muy delicada en
el aspecto econmico. Recuerdo mucho que en la casa almorzbamos temprano, no era desayuno sino almuerzo para todo el da,
y unas veces tenamos algo que traer, como papas sancochadas o
cualquier cosa, pero otras veces no traamos nada y haba que
aguantar hasta las cuatro de la tarde. Mi mam nos mandaba as.
Entonces, qu hacamos nosotros?
[ 2 6 8 ] l a f u e rz a d e l a g e n te
Como en los estudios tal vez bamos un poco ms avanzados que otros nios, entonces le soplbamos al vecino, a cambio de comida. Lo hacamos para ganar cualquier cosita. Haba
algunos que traan, acostumbramos as, ya no una arepa sino dos:
una para l y otra para nosotros, con tal de que le soplramos, le
ayudramos, para ellos salir bien. Uno estaba cerca y ayudaba, y
estaba ganndose una arepa que nos serva para el almuerzo de
medio da.
Otras veces, cuando no podamos, porque eso no era todos
los das, haba un monte por all donde haba el carirucio, donde haba mucha fruta, y a la hora del recreo, del almuerzo, como
no tenamos nada, salamos corriendo Jacinta y yo, para all almorzar pepas, moras, lo que fuera. Como haba tanta hambre,
cogamos unas moras, pero a veces eran escasas y conseguamos
una sola morita que partamos en dos para comrnosla. Compartamos! Otras veces haba mucha y entonces cada uno coga
y coma por manotadas.
Como la maestra siempre amasaba y asaba pan en un horno
que haba en la escuela, nosotros con esa hambre, con esas ganas de pan, nos quedbamos despus que los otros nios se iban,
traamos la leita, la escoba para barrer, le ayudbamos a moler,
a hacer cositas, y espere el pan all, espere el pan all. El primer
pan que sala era para nosotros. La maestra nos daba, a veces nos
venda, y salamos corriendo para la casa con el pan para mi
mam. Comamos parte y parte llevbamos. Esa maestra muri
en Silvia hace poco.
Con Jacinta hemos recorrido mucho, hemos caminado mucho desde nios. En ese entonces haba el canto de la gitana y
otras canciones. Ella aprendi a cantar bien, tena buena voz,
entonces la maestra la quera mucho. Cuando llamaban calificadores el da del examen, ante ellos Jacinta cantaba bien, y yo
tambin echaba lo que llamaban la recitacin, un verso. A veces
yo como que lloraba, pero en todo caso hice quedar bien a la
maestra. Por eso ella estaba contenta con nosotros y nos ganbamos un almuercito, ah junto con los calificadores.
Los paps llegaban ya al final y estaban contentos. La
maestra haca rumba, tomaban trago, bailaban, finalizaba.
Uno sala corriendo a las cinco de la tarde, y ellos se quedaban
a p r e n d i e n d o a l e t r e a r [269]
all. Entonces pareca que era el triunfo. Uno vena contento con
su cuaderno.
En esos exmenes traan un cura y siempre decan misa all.
Pareca que el curita como que cantaba muy bonito, como que
eso de hablar a Dios era muy bonito, como que el vinito toman
muy rico Jaja. Lo emocionaban a uno y hasta ganas daban de
ser cura!
Claro, tambin era porque en la escuela lo que le enseaban
mucho a uno era la religin. Eso era permanentemente, fue muy
insistente, nos clav mucho en la cabeza; era como una obligacin. Entraba uno persignndose y haciendo oraciones, a la hora
de recreo y a la hora de almuerzo tambin era persignndose y
oracin, y por la tarde, a la salida, otra oracin de despedida. Eran
cuatro oraciones al da.
Tambin le daban esa hostia, lo hacan confesar. Le daban como una preparacin para la confesin, para la Primera Comunin. Y yo hice la Primera Comunin. Pero hacan cosas absurdas. Con un hambre tan triste como viva, me preguntaban:
Qu robaste?. Y yo qu iba a robar! Mientras mi mam estaba de espaldas coga un mordisco de una panela de la casa,
una panelita que haba trado mi mam o mi pap, o que uno
mismo haba conseguido con el trabajo, y se crea que era robado. Eso era lo que yo confesaba! Me rob un pedacito de
panela. Lo obligaban a uno a que lo confesara. Yo qu pecado
poda tener!
En las clases me enseaba a dibujar el escudo, mapa y bandera de Colombia. En ese entonces nosotros usbamos pizarra,
que era un tabln no se de qu. Haba unos lpices especiales para
escribir en pizarra y unas veces nos los daban, pero otras veces
nos tocaba comprarlos. Entonces yo aprend a dibujar.
Me ensearon tambin un poco sobre pecuaria, sobre la urbanidad que lo llamaban en ese entonces, el respeto mutuo de
las personas, un poco de matemtica.
En la Historia Patria nos enseaban mucho sobre Bolvar, el
Libertador Simn Bolvar, que cmo libert. Yo ni conoca y la
profesora s conoca por el Calicanto, el puente, que por all pas
como dos veces el libertador Bolvar. Hablaban mucho del general Antonio Nario, del general Santander, cuando la Decla[ 2 7 0 ] l a f u erz a d e l a g en te
racin de los Derechos del Hombre. Y yo memorizaba. Me pareca muy importante. Y de una vez que fue detenido y el general acosado por la multitud tuvo el valor de salir en los balcones
y decir: Aqu estoy. Eso me pareca rico, entonces yo como que
memoric mucho de eso.
Algunos aos ms adelante, cuando yo ya caminaba solo,
cuando ya estuve en Mondomo, invent cosas. Invent cosas a
la manera de Antonio Nario, del general Santander y Bolvar,
usando sus personajes, usando sus trminos, porque me pareca lindo que eran unos tipos que no se dejaban joder.
Algn tiempo despus, cuando Pedro estuvo en la escuela,
le ensearon a tejer alfombra. l recuerda que:
Termin esa alfombra y vend a tata Javier Se me hace que
vend a 10 centavos. A ese precio la vend. Yo tena esa plata. No
saba qu comprar y, como tena el culo afuera y no tena nada,
despus pens comprar ropa. Eso es lo que pens. He estado contento con esa plata.
Pero mamita se fue pa arriba a conseguir coles y a mi me mandaron a traer caballo para cargar las coles. Cuando iba llegando a
la casa, de repente me encontr con el desgraciado del Ventura126
[] Tena el que llamaban el coso. Pens que tena el caballo
amarrado en el potrero y quera quitrmelo. Entonces yo no solt. l vena a caballo y baj del caballo, solt el lazo, quit y se lo
llev al coso. Porque lo tild que estaba dando de comer pasto ah,
pero yo haba trado de la manga de nosotros [] Como quit el
caballo, el col y la cebolla llevamos a la espalda con mi mamita. El
caballo haca dos das lo haban quitado y no lo soltaban. El mircoles, como tena 10 centavos, pagu. Esos 10 centavos eran para
comprar ropa para m, pero como la mamita no tena nada, pagu
la multa para sacar el caballo.
As de difcil era la situacin en la hacienda. Por eso no asistimos a la escuela tiempo completo, como deba ser. Y, finalmente,
como la situacin econmica en que vivamos era tan dura por
habernos quitado todas las tierras, como la gente se estaba yendo,
126
a p r e n d i e n d o a l e t r e a r [271]
cada uno por su lado, mi abuela Rufina quien con mi to Vicente no se cmo se haban hecho a un lote de tierra all en un
pedazo de montaa y sabana, en el punto denominado Las nimas, en Malvaz le dijo a mi mam: All vamos a defender,
all vamos a vivir tranquilos. Ustedes tambin tienen una tierrita
en Mondomo; vyanse para all. Aqu no hay nada que hacer,
aqu nos vamos a morir de hambre. As que no nos dejan cultivar, que no nos dejan tener nada, aqu van a sufrir mucho. Es
mejor que ustedes tambin, as sea tierra caliente, pero como es
de ustedes, vayan para all. Yo me voy primero, ustedes no se queden aqu. Yo hago que Vicente les acompae, les ayude a llegar
hasta all. Y efectivamente, eso fue lo que hizo. Mi to Vicente
nos levant la platica para el pasaje y un da martes nos montamos encima de la carga que llevaba un camin para Cali.
A Mondomo llegamos tarde. Pedro era bien pequeo, Brbara ms pequea, entonces a Brbara la cargaba mi to Vicente
y yo cargaba a Faustina; a Manuel, el menor de todos, lo llevaba
mi mam en la espalda. Y con las cositas, con los morrales, con
las mochilas y todo, nos fuimos caminando despacio hasta que
nos cogi la noche por El Turco. Nos quedamos donde unos
Moreno y al otro da llegamos a nuestra tierrita. Por el camino
cogimos guamas y comimos, donde un Fortunato Vivas que era
conocido. Cuando finalmente llegamos a la casa, mi to Vicente
nos aconsej que estense aqu, qudense aqu, trabajen aqu,
cultiven aqu, que a eso los he venido a dejar. Y nos dej ah.
Por eso abandon la escuela. Porque all no haba vida, all
no haba ni siquiera para la sobrevivencia que llaman hoy en da,
y ya no pudimos resistir ms. De tantas veces que abandon la
escuela con los otros, yndonos para el monte, esta vez s ya la
abandon legalmente, ya con mi mam, con la autorizacin de
mi abuela para irnos, y con mi to que nos llev. Ya la escuela ni
falta me haca, yo no me arrepenta, y ms bien me senta contento con mi mam, feliz comiendo guamas, pltanos, bananos
y mucha yuca.
Lo que s me hizo mucha falta fue qu leer. Cuando ya supe
leer y despus de tenerme que retirar de la escuela para irme a
producir comida en la tierra, no tuve qu leer, dnde leer, porque en la casa de nosotros no haba libros. Yo con tantos deseos
[ 2 7 2 ] l a f u e rz a d e l a g e n te
de seguir leyendo y lo nico que encontr y le hasta el cansancio fueron las cajas de fsforos El Diablo! Me acuerdo que decan Fosforera Colombiana s.a. Yo buscaba cualquier papel que
tuviera algo para leer, como hoy en da las bolsas y cajas con letreros y leyendas en las que vienen empacadas las cosas, pero en
esa poca los productos del mercado venan envueltos en hojas
de pltano.
a p r e n d i e n d o a l e t r e a r [273]
Mis
primeros
trabajos
esperaba era ser mayor, crecer, ser fuerte, para hacer cosas, para
poder trabajar. De ah a los 15 aos esperaba hacer mucho. Me
preguntaba cmo es posible yo tambin trabajar?, cmo es
posible yo tambin tener platica?, cmo es posible yo tambin
tener casita?, cmo es posible yo tambin salir con una carga al
pueblo, vender y traer mi remesa?, cmo es posible que no me
falte la comida? Pero para eso necesitaba estar ya un poco maduro, fuerte. Por eso esperaba ser mayor.
Como haba tanta pobreza, no saba qu hacer, no saba para
dnde coger. La situacin era tan grave que no haba absolutamente nada que comer; por lo menos nosotros no tenamos. Por
eso yo tena un gran afn de producir comida.
Desde nio yo esperaba una vida distinta, en la que hubiera
qu comer, que pudiera uno echarse su trapo encima, que uno
pudiera acostarse a dormir con un poco de tranquilidad. Y eso
era lo que no tenamos.
Primero, no tuvimos una vivienda, que podamos decir una
vivienda; era una casota grande, pero como haba tanta pobreza
y no haba apoyo de nadie y cada vez los dueos, los blancos, joda
y joda ms, no tenamos ni de dnde coger una paja para tapar
las goteras de la casa. Eso era como vivir debajo de un rbol, porque llova adentro. Suban al techo y le metan cualquier cosa,
para medio tapar goteras.
La casita ya se nos caa encima, ya se desplomaba. Nosotros,
muchachos, bamos a traer unos palos para apuntalarla por
todos lados, porque yo tena mucho miedo que a mi mam y
a todos nos acabara, nos cayera encima. Porque se vea el
desplome!
m i s p r i m e r o s t r a b a j o s [277]
Entre mi pap y la abuela Gertrudis hacan mucho comentario sobre la construccin de la casa. Decan que del Kurusyuk
sacaban tierra blanca para el blanquimento y del cerro de
Pilarautu otra de color rosado para decorar y poner bonita la
casita. Contaban que las vigas eran tradas de tal parte, con minga, con mucho trabajo. Ellos mismos miraban que el da que se
nos caiga esa casa, nos va a matar a todos. Eso era repetidamente, incesantemente. Y eso lo haca ver tambin a uno que los
estantillos de las paredes estaban realmente altos! Lo nico que
los estaba teniendo era el embute, el barro duro. Yo siempre viva con ese miedo que nos hacan dar ellos mismos, que ya se nos
iba a caer encima.
Mi abuelita Gertrudis deca: Cuando yo tuve fuerzas, yo le
haca arreglar. Hoy se me acab la fuerza, ya no tengo fuerza. Yo
no tengo fuerza significaba la fuerza fsica de ella y de la economa tambin. Cuando deca tengo fuerza era que tena qu comer, cultivos, animales, para aprontar materiales. Ya teniendo los
materiales, llamaban a alguien para que fuera a arreglar. Pero
m i s p r i m e r o s t r a b a j o s [279]
sub a una piedra grande que haba y voli el maz como volear trigo! Di la vuelta en la piedra grande y se me acab la
morralada de maz. Y yo contento: sembr maz ya! Entonces
esper que llegara mi mam para avisarle:
Ay! mam, cmo te parece que yo ya sembr el maz.
Mi mam pregunta:
A dnde?
Pues yo sembr all.
Pero, a dnde?
No haba a dnde sembrarle y yo sembr all.
La llev, contento!
Yo bot el maz entre la maleza.
Y mi mam me rega:
Cmo se te va a ocurrir! Mi maz ah se va a perder.
Quin lo recoge!
Me rega.
El maz no se siembra as.
Me hizo ver que el maz no se siembra as.
Para sembrar maz, primero se limpia, y despus se hacen huecos y se echan granitos contados. El maz no se siembra
as, ese maz se pierde.
Se enoj, pero luego me explic cmo se siembra. Para que
no se perdiera ese maz, trajo una cerda que tena cerquita amarrada y la amarr all, para que recogiera el maz a la redonda.
Pero no qued as. Me volvi a llevar a sembrar maz unos
das despus, por all por el Takukullu. Haban conseguido un
lote de tierra por all, hasta muy buena tierra, donde se daba muy
buen maz. Me llev all a sembrar.
Ese da no se por qu mi mam no se dio cuenta que yo, con
el afn de sembrar rpido, de acabar la semilla rpido, mientras
ella sembraba bien y echaba contados los granos que deba echarle, yo donde abra un hueco le echaba por manotaditas, por
manotaditas jaja! Pero ella no cay en cuenta. Cay en cuenta
cuando fue a limpiar, a desyerbar. Haba sabido dar unos ramilletes!
Y para completar, nos haban puesto a sembrar en eras que
haban hecho en ese plan y el maz era para sembrar por el lomo
de la era, pero nosotros lo sembramos fue por el canal.
[284] l a f u e rz a d e l a g en te
Como la maleza era alta para un nio de mi edad, me sub a una piedra grande y
voli el maz como volear trigo!
m i s p r i m e r o s t r a b a j o s [285]
Me regao ya despus; que cmo iba a volver a hacer la misma gracia, que cundo iba a aprender! Que vergenza; ella se
haba ido con un trabajador a limpiar ese maz y sali as! Hice
quedar mal a mi mam, jaja!
La yuca se siembra de un palo
Yo todava no haba ido, pero ya haban comprado Mondomo. Tendra yo unos seis aos. Hacan comentarios de la semilla de palo de yuca. Decan que ac en tierra fra, para sembrar una mata de papa se tiene que sembrar la misma papa; de
la misma comida se reserva para semilla y se cultiva. Pero que
en cambio en Mondomo, en tierra caliente, la yuca no; que tena la ventaja de que no se entierra el tubrculo, sino que el palo
es el que se siembra, que da una gran ventaja, porque la comida
se puede consumir y para semilla se utiliza el palo.
Yo como no conoca la yuca, la raz, s porque trajeron y
la conoc, y com, pero la mata no conoca, entonces como comentaban que qu bueno que ac se siembra es la papa, la comida, y all se siembra es el palo, en mi cabeza se me trabaron
las cuerdas. Yo no pens que se sembraba el mismo palo de yuca;
cre que se sembraba cualquier palo. Yo simplemente los escuch a ellos y yo tambin dije qu bueno! Sembrar un palo, enterrar un palo y ese palo nace y echa raz y esas races crecen y se
forma la yuca, y nace una mata de yuca, se da comida! Yo muchacho, ingenuo, solamente escuch hablar. Yo no le dije a nadie nada, sino que cog una pala y llev un pedazo de lea que
tenan all, sal a la cebollera de mi mam, escarb, abr un hueco y met el palo ah enterr. Un palo de lea! Creyendo que
era ese el que germinaba y ese el que echaba races y que ese era
el que haca producir la yuca.
El afn de producir comida, el afn de hacer nacer una mata
de yuca, el afn de poder algn da arrancar una yuca. No era ni
en tierra caliente ni nada, sino all mismo en Chimn, all. Yo
127
Al hablar en castellano, los guambianos que no fueron a la escuela o lo hicieron por corto tiempo, tienden a considerar como femeninos todos los sustantivos
terminados en a.
[286] l a f u e rz a d e l a g en te
siempre iba a mirar y escarbaba a ver cundo naca Tan ingenuo uno, realmente, poniendo a ver. No era palo de yuca, la clima127 no era apta, pero intent hacer eso: sembr y esper un buen
tiempo que me germinara y nunca naci, nunca germin!
Mis ojos ya saban hacer eras
Yo creo que entre esas muchas faltas que tuve en la escuela,
empec a hacer algn trabajo. Yo no tena ni una herramienta
de trabajar ni nada. Mi pap s tena, pero l la ocupaba todos
los das, la llevaba para trabajar l. Como no tena una herramienta de trabajo, aunque tena ganas de hacer algo no poda.
Un da me puse a andar por ah, volteando, y vi un quemado. All,
no se quin, dej una pala olvidada y de pronto yo me la encontr. Era una pala vieja y partida, pero me la encontr! Yo no se
cmo me alumbr y la saqu. Yo contento.
Llev esa pala derecho all donde estaba mi mam.
Yo me encontr esta pala.
Y estaba mi mam contenta tambin.
Encbela pues, encbela.
Y ella me ayud a encabar. Le puse el cabo, consegu por ah
un machete y entonces empec a hacer.
Yo empec por mi mismo a hacer un trabajito. Me acuerdo:
eran unas seis eras corticas. Con el machete mochito que tena mi mam, con ese fui yo mismo, machete, limpi y luego,
con esa pala que encontr, empec a amoldar eras. Le di y le di y
le di yo no se cunto tiempo. Por fin termin mis seis eras. Yo
no se dnde consegu semilla, le puse una papa que llamaban en
ese entonces cuero de sapo, no muy rica, pero se daban unas papas grandes! Yo mismo la llev y la sembr, sembr coles, puse
ulluco; me recuerdo mucho de eso.
Eso lo hice solo, porque yo hacer las eras ya saba, pues mi
pap lo haca y como yo andaba con l, entonces ya saba. Lo que
no tena era fuerza para hacerlas, pero los ojos ya saban cmo
hacer las eras. Yo tendra por ah unos siete aos y medio.
Mi mam estaba en dieta, cuando tuvo a Brbara, y en ese
momento no haba qu comer. Pero yo s tuve mis seis eritas de
papa que estaban ya maduras, ya de coger. No se si mi mam me
m i s p r i m e r o s t r a b a j o s [287]
Cuando tena menos de ocho aos ya llev el fruto de mi primer trabajo, ya llegu
con mi morraladita de papa que yo mismo hice.
[288] l a f u e rz a d e l a g en te
128
Un trabajadero.
m i s p r i m e r o s t r a b a j o s [289]
haba hecho rozar, picar, echar azadn, todo eso, y en ese momentico estaban en esa labor de regar trigo. A mi me tenan all
en tooodo el copete del cerro, all arriba.
Pero a los tres meses vino mi mam, sola; vino subiendo con
las dos yegitas, y vena Jos ya alentado. Lleg en ese momento
del descanso, que yo solamente haba alcanzado a recibir la
panelita y los dos panes. Entonces alguien dijo: Veee, quin ser
que viene all, parece que es fulano. Aaaah! yo vi que era mi
mam. Mi mam. Y a mi no me import nada. Ni qu to, ni qu
20 centavos, ni qu herramienta de trabajo; le dej all tirada. La
panelita s la llev. Yo baj esa falda pero rodando como una piedra, para ver a mi mam. Feliz! Y dnde que yo regresaba otra
vez a trabajar all por la tarde! Yo dej botado, porque haca tres
meses que no haba visto a mi mam; para mi era la felicidad ms
grande.
Por la tarde mi to estaba bravsimo. Que por qu no haba
aguantado medio da, que cmo iba a perder medio da ya trabajado! Y que adems ya haba recibido el pedazo de panela. Jaja!
Que qu pena para l ante la gente, que un muchacho tan irresponsable, que no mereca sino juetearlo. l esper que de pronto regresara, pero yo no regres. Mi mam tampoco me oblig a
que regresara a trabajar el resto del da. Entonces me fui, me
olvid mi trabajo!
[296] l a f u e rz a d e l a g en te
[297]
Mis
primeros
viajes
[300] l a f u e rz a d e l a g e n te
m i s p r i m e r o s v i a j e s [303]
Patipelao en Bogot
Armenia haba tren. Llegamos de noche a Armenia y de ah haba un trayecto en que no exista tren; entonces nos vinimos en
unos colectivos, hasta Ibagu. De Ibagu otra vez cogimos tren
para Bogot.
Para mi era muy novedoso un viaje tan largo, con tantos
transbordos, y conociendo por el camino un poblado que llama
Girardot y que all esta el ro ms grande, el ro Magdalena. Yo
miraba por todos los lados. Si antes yndome a Nario vi de lejos los cultivos de papa, de cebolla y otros porque no entr
nunca a los cultivos, simplemente vi de lejos, cuando vine a
Bogot vi los cultivos de caf, pltano!
Me pareca una maravilla ver eso, ver algunos avisos que decan: Sevilla, capital agrcola del caf, que era la mayor productora de caf en Colombia. Vea muchos cultivos hasta en las
barrancas de las carreteras. Haba muchos cultivos. Yo miraba
por todos los lados. A mi nunca se me llenaban los ojos de mirar todo a lo largo del camino.
En el camino mi pap compraba mecato, empanadas y cosas. Y de eso tampoco nunca me llenaba! Tragn fui.
Una cosa que memoric mucho en el viaje fue el pito del tren,
que era raro. Cuando regres, yo como que silbaba, como que
gritaba al estilo del ruido del motor del tren. Era raro:
foquifoquifoquifoqui. Y esa fumarola! Vea por los lados del tren
como unos codos que le daban vuelta. Yo siempre sacaba la cabeza por la ventanilla, y mi pap deca: Cuidado, no saque,
porque haba unos avisos y era de cuidado sacarla.
En el tren venan unos tipos a los que llamaban conductores; eran unos seores de vestido azul que venan a revisar los
tiquetes. A mi me quera sacar del tren porque tena ms de 12 aos
y mi pap solamente haba comprado medio pasaje. Entonces me
aleg que yo no tena que ir con medio pasaje porque estaba ocupando puesto. Mi pap alegaba, peleaba y por fin me dej.
Y llegu a Bogot! No se cmo nos trasladamos de la estacin a la calle 11, donde estaban las monjas y donde estaba Cruz.
Llegamos ah. Tal vez estuvimos ms de ocho das, unos quince das.
All en la huerta que tenan en el convento de las monjas
haba unos obreros que cultivaban hortalizas y botaban materia
orgnica. A mi me dieron un azadn para que ayudara a picar la
m i s p r i m e r o s v i a j e s [305]
m i s p r i m e r o s v i a j e s [309]
Abrindonos
camino en
Mondomo
[312] l a f u e rz a de l a g en te
[318] l a f u erz a de l a g en te
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [321]
ba estar trayendo troncos de cachimbo grandsimos, lodo espeso, lleno, con toooda la corriente, con una gran fuerza bajaba.
Otras veces haba buen tiempo, tiempo de verano, y haca
qu solazo, pero qu solazo! Asentaban unos soles, que a uno le
daba una sed terrible. Entonces uno: Ay! pap, ay! mam, gaseosita que me muero de sed. Mi pap sin plata, mi mam sin
plata, y uno llorando. Muchas veces mi pap se endeudaba con
cualquier amigo para darle gaseosa a uno. Harta hambre daba
tambin por el camino y uno no hallaba qu hacer. Cuando llevbamos papa o algo, nos arrimbamos por ah en una casa a que
nos prestaran una olla, un fogn, y all cocinbamos y comamos. Otras veces llevbamos papa sancochada, entonces comamos y con eso hacamos fuerza para llegar a la casa.
Yo todava prefera el sol y no el agua, porque le tena pavor
al ro Mondomo tan crecido. Y uno llegar all, para tener que pasar, con bestiecitas malas, yegitas paridas, potros o potrancas
con que bamos Mi pap calculaba. Cuando vea que no poda pasar, se regresaba y se quedaba all hasta el otro da. Haba
que quedarse al otro lado; no alcanzaba a llegar uno a la casa. Al
otro da, cuando haba mermado el agua, pasbamos.
La gran mayora de las veces hacamos dos jornadas hasta
Mondomo; gastbamos mucho tiempo en eso. Entonces a uno
no le renda nada el tiempo para trabajar, para producir comida. Dos das subiendo y dos das bajando, qu podamos haber
hecho all! Qu podamos haber hecho arriba en El Chimn!
El tiempo no alcanzaba. Pasbamos era caminando.
Unas veces hacamos unas jornadas muy cortas cuando subamos de Mondomo. Nos quedbamos frente a Caldono, frente a Siberia, por all. Haba un paez que se llamaba Ignacio
Getio, que era muy buena gente. Tena una casa grandota, casa
de teja; viva acomodado. Me imagino que tena buena finca y
era trabajador, porque tena buen caf y haba mucho banano.
El paez no era mezquino al banano, nos dejaba comer lo que
quisiramos! Por eso nos amabamos mucho, nos gustaba mucho arrimar all. Siempre llegbamos a quedarnos, a descargar y
a amarrar las bestias por all, como si fuera en la casa de uno.
Pero tambin nos quedbamos donde un Samuel Velasco, en
La Chorrera; era un mestizo. Mucho, mucho nos quedamos en
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [323]
Con Cruz bajamos solos a la finca de Mondomo, y all estaba mi abuelita Rufina.
tenamos mucho miedo que nos robaran el caballo. Porque poda suceder que cuando llevaba uno un caballo y lo dejaba all,
pasara algo, que de pronto algn pcaro se lo llevara, se lo robara, y uno se quedaba con la montura o con la enjalma o con la
carga all tirada, que era lo peor. Entonces tuvimos mucho miedo. Lo dejamos all amarrado y casi no dormimos; de noche bamos a ver el caballito a ver si estaba; y s estaba. Se oa pastear, se
oa arrancar la hierba. Entonces venamos y dormamos.
Al otro da acomodamos vuelta. De Caldono hasta Mondomo, hasta Aguablanca, siempre hay como unas dos horas y
media, casi tres horas, para muchachos. Llegamos como a las
nueve de la maana a la casa y all encontr a mi abuelita. Yo
como que la veo hasta ahora. En el preciso momento en que
llegamos all, cuando asomamos, ella estaba con un machete en
la mano, mirando unas matas de banano, unos racimos grandes.
Nosotros que llegamos y ella: Veee estos muchaaachos a dnde vienen a aparecer!. Se puso contenta. Nosotros tambin. Ella
estaba haciendo el almuerzo; llegamos casi justamente a la hora
de comer.
Yo todava no poda venir solo, siempre vena acompaado,
con Cruz. Fue el primer viaje que hicimos los dos muchachos
solos. El ao tal vez fue el 49 o 50.
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [327]
Adaptndome en Mondomo
matemticas me puse a contar de cuntos hachazos haban tumbado el palo. Me puse a contar el golpe que se vea de cada hachazo; no se vea sino el raspn, pero pareca que con unos 10 a
20 hachazos lo haba tumbado. A ese tipo de cosas me dedicaba,
en eso la pasaba.
Los trabajos de tierra caliente
Mi pap me enseaba a hacer los dos trabajos. Yo no saba
cmo cultivar los productos de tierra caliente. Saba, por comentario, que de la yuca se siembra el palo, que de la caa el cogollo,
que el caf se arrancaba como escoba y se sembraba, y que del
pltano sacaban lo que llaman las agujas, un hijito de la mata.
Deca que el pltano creca tan rpido que uno corta un vstago con machete hoy y maana ya sale una pulgada, le crece la
vena. Y que el maz en tierra caliente creca rpido; que si
sembraba una mata y en tiempo lluvioso, cuando estaba en pleno crecimiento, pona dos horquetas y una cruceta, y en la noche pona una marquita l deca que toda planta crece es en
la noche, pero especialmente el maz se ve creciendo, que el
maz pasaba la marca; que todos los das se vea creciendo.
Entonces, nos ense a cultivar ese maz, la yuca, el pltano.
Claro, no con las tcnicas que hay ahora, sino con el sistema que
l aprendi, la tcnica de ese momento, que ya tenan los guambianos en las fincas de tierra caliente.
Tambin me ense a coger caf, que yo no conoca. La primera vez que me llev, yo deca: Pero coger caf a dnde!.
Pareca que me llevaba en unas montaas donde no haba nada.
Recuerdo mucho que era en esa poca cuando todava no tenamos mquina despulpadora, para separar la almendra y la cscara. Nos tocaba descascarar eso a mano; la machacaba en piedra y all la descascaraba a mano. As pasamos un buen tiempo.
Ya despus, cuando el caf era suficiente, un bulto, una carga, ya
era difcil descascarar a mano. Entonces consigui unos vecinos
que llamaban Paulino Plaza, Evangelina Vivas, y all llevbamos
la carga de caf a pedir el favor de alquilarnos la mquina para
despulpar ese caf. Andbamos con el caf para all y para ac.
Hasta que por fin a mi pap le dio por comprar una maquinita
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [331]
Gertrudis, mi pap ensay con unas vacas en Mondomo. Compr unas tres vacas de lo que llamaban ganado blanco orejinegro.
Mi pap saba bien de ganado, pero en la compra lo engaaron
y, como no estaba acostumbrado a manejar ganado de tierra caliente sino de tierra fra, donde no hay plaga ni tanto parsito, no
pudo mantener ese ganado de la abuela en la finca. Trajo estas tres
vacas y las meti en una loma brava que no estaba amansada
porque pasto no tena, una loma de arrabal, potrero en rastrojo, donde era la primera vez que se meta ganado. Como no
supo matar los nuches y las garrapatas, no cuid permanentemente como se deba, las vacas se murieron, se perdieron. Compr, las
trajo, las dej, vino a Silvia y demor como unos dos o tres meses,
y cuando regres ya se haba muerto una. Las otras estaban para
morirse, llenas de nuche y de garrapata, acabadas, flacas. Para no
perder del todo, vendi a menos precio, perdiendo plata. No pudo
manejar el ganado de tierra caliente. Fue como una experiencia.
Durante mucho tiempo mi pap ni ms pens en tener ganado. Se acab el ganado. Ni la nocin en la memoria de l, ni
en la de nosotros. Pero unos 20 o ms aos despus, como bamos cultivando la yuca, la caa, all el pasto se iba produciendo
solo, como maleza, pasto comn de la regin, pasto yaragu que
lo llaman. En un buen momento logr comprar un ternero, el
primer ternero comprado en Mondomo, y lo pude levantar con
ese pasto. Ya no se muri ni se llen de plaga; se levant bonito.
Entonces ya vimos que podamos volver a tener ganado.
Despus ya la misma Federacin de Cafeteros deca que hay
que tener el caf, la caa, el pltano y la vaquita de leche. Y esa
vaca de leche como que sonaba rico. Una vaca de leche para tomar con banano, uno se emocionaba saboreando: leche y banano es rico. Entonces mi pap se endeud y compr la vaca. All
empezamos a tener algunas vaquitas de leche y no las hemos dejado acabar hasta ahora.
Empezamos con un ganado blanco orejinegro. Ese se acab,
pero se ha ido quedando otro ganado cruzado, un cuarto, que
llama ceb, un ganado resistente. Alguna gente buena nos aconsejaba que: Cuando compren, compren ganado de la regin, del
punto, que es un ganado que aqu no le entra ni la muerte. No
traigan ganado de otra parte. Si no quieren esclavizarse con
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [333]
comedero para los perros, y el cajn grande, el laberinto, lo desbarat y arm como una mesa. Se acab. Nunca ms se volvi a
tocar la tierra para minear. Mi pap deca: Qu va a estar jodiendo, qu va daar tierra! Yo no sigo daando tierra. l siempre consideraba que picar la tierra, lavarla y mandarla en lodo
era daarla, y ms bien quiso fue tapar, como rellenar esos huecos grandes, poner rboles.
Segn el negro Maximiliano, la mina donde haban comenzado no era sino una veta, y haba que seguir la veta hasta la mitad
del plan, como a una cuadra o ms, para llegar al grueso, a la huevera. Que all haba oro grueso y cuando llegara all era lo bueno. l tena la ambicin de llegar all, pero nunca lo hizo. No s
si sea cierto. Ah est lo mismo. Tanto tiempo! Cincuenta aos
desde que se compr eso y nunca me ha interesado picar para
ver qu hay. La mina, all donde fue la veta, termin siendo un
cafetal hasta hace poco. Hoy est en rastrojo.
Se burlaban de mi vestido
Adaptarse en Mondomo no fue fcil. Era otro clima, otros
cultivos, otro ganado, otra gente con otra cultura. Lo de la ropa
fue complicado.
Mi abuela siempre usaba su sombrero guambiano, su bayeta en la espalda, como la usan hoy todas las guambianas, y de la
cintura para abajo siempre ha usado el anaco. Lo que no recuerdo
haber visto es que usara camisa como usamos ahora. Tena como dos parches de la misma ruana o del anaco, organizaba como una especie de chalequito y usaba eso por los lados de los
hombros.
Mi pap usaba tambin bayeta, como usamos los guambianos de hoy. l us pantaln ya mucho tiempo despus, pero
como mixto, dira yo: usaba pantaln, pero nunca dejaba la
ruana, que la us todo el tiempo. Para ocasiones especiales, como
cuando les tocaba apadrinar algn matrimonio, mi pap no usaba bayeta, sino un calzoncillo blanco que le daba a media pierna. Pero eso era en casorios, en fiestas.
Haba otra bayeta ms ordinaria, de lana, que ya no era elaborada por los guambianos, sino que haban llegado tradas por los
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [335]
[338] l a f u e rz a d e l a g e n te
[342] l a f u e rz a d e l a g e n te
quedaba con Belisario, que era muy duro para el trabajo, muy
fuerte. Mascaba coca, la mujer tambin, madrugaban, la mujer
madrugaba muchsimo, nos daba desayuno para ir a trabajar, si
era para rozar me daba machete y vamos! Si era para limpiar,
para hacer lo que sea, tambin vamos!
El paez nos ayud, nos aport. Me ense a raspar cabuya
en tabla. l era un verraco para raspar cabuya. De da cortaba la
cabuya y desespinaba, y de noche con luna haca lo que llamaba
descabezar. Lo grueso, lo duro, lo haca l; las hojas ms livianas lo pona a uno a limpiar. Yo le daba le daba le daba, con una
tabla clavada en la cintura. Un da le di hasta orinar sangre me
afect a la vejiga. Entonces el paez se asust y ya no me puso a
tallar ms cabuya, ni l tampoco tall ms. Pero me ense. Esa
leche, esa agua de fique, me salpicaba por toda la cara. Y eso si
que le picaba a uno! Provocaba era desollar la piel. Me picaaaba.
Yo me rascaba. Pero como el paez trabajaba, y lo haca por
apuesta A ver quin gana, ese era el dicho de l, ah! carajo,
vamos a ver, empiece, trabaje duro. Y as era, no slo para raspar cabuya. Le gustaba trabajar, era un duro para el trabajo.
l era muy bueno, pero le gustaba mucho mamarle gallo a
uno, joderlo, le gustaba dejarlo a uno en la cola, quera dejarlo
colgado a uno all, quedado. Con su coca, bien mambeado, le
daba, le iba dando, y haca bramar esa pala. Y uno si se quedaba le dej!. l era feliz y gritaba. Para un buen trabajador,
quedarse con otro buen trabajador es una vergenza; la vergenza del mundo. Entonces yooo a no dejarme joder. Cuando
suba l all al final del lote primero, gritaba: Qu hubo
caraaajo!, as es que trabajan los hombres, aprenda a trabajar. Y
uno para no quedarse, para no quedar jodido, as fuera muerto,
haba que salir all junto igual. Era verraco. Uno muchacho, para
compararse con un mayor era jodido, era duro. Pero yooo a no
dejarme. Entonces l se pona contento porque le renda el
trabajo.
Era muy guapo para hacer las cosas. Para rozar ayayay! lo
dejaba a uno envuelto por all en el monte. Usaba un machete
con un filo pero hgame el favor, una barbera! A la maleza le
deca: Cuidado paconga, ah vamos!. Y eso le daba, le daba. A
uno le dejaba. A mi muchas veces rozando me dej envuelto por
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [345]
all. Eso es muy duro rozar un monte jecho, como lo llaman ellos.
Un hombre de fuerza, baquiano, eso le da muy sabroso. Cuando
l lo joda a uno, sala contento, gritaba. Jaja! El chiste era l salir adelante. Y yo tambin ya de 12, 14 aos ya tena fuercita para
salir adelante. Entonces unas veces me dejaba enredado en el
monte y otras veces no. Pero el paez era bueno! Yo creo que en
gran parte aprend a trabajar de l, por lo menos en tierra
caliente.
Cuando acababa algn trabajo en Mondomo y tena otro
trabajo que hacer en Pioy, a veces me llevaba. Cultivaba trigo,
tena maz, cosechaba buenas habas, haba durazno, tena ovejos.
De vez en cuando pelaba un ovejo, a veces haba buen frjol y
entonces preparaban un delicioso plato y yo era feliz comiendo
frjol.
Un da decidi que rozara un lote de tierra all, para que yo
sembrara para mi. Como a mi me gustaba producir comida, ah
mismo roc, y siempre alcanc a hacer como tres cosechas de
maz en esa tierra del paez. Pero era ms duro porque tena que
hacer otra jornada de Mondomo a Pioy. Ah me quedaba como una semana trabajando, limpiando el maz, y de all me gastaba otro da para ir a Silvia. Despus bajaba otra vez por all, me
quedaba unos das en Pioy y bajaba otra vez a Mondomo. Hasta que por fin como que me cans. Me hice mis tres cosechas, tal
vez en tres aos, el maicito nos ayud, nos dio fuerza, pero no
volv ms por all. Es que era difcil, quitaba mucho tiempo tanta
volteadera.
A Belisario le gustaba ir a cazar pjaros con bodoquera. A mi
me daba una bodoquera y unas pepas de cualquier rbol. Como paez, l tena muy buen tiro. Soplaba fffff!, la pepita le pegaba al pjaro y all bajaba el pjaro; uno corra a cogerlo. Tena
buen pulmn. Tambin cazaba ardillas para comer. A la ardilla
la cogan a garrote o con bodoquera; buscaba pegarle en todo el
ojo, y tena buen tino. Como lo haca era por comida, cuando
mataba un pajarito o una ardilla lo pelaba y se lo coma. Tambin sala a cazar conejo, que haba mucho. Como tena un perrito, con ese lo abijaba. Tena caminos cerca, fijos, a ver a dnde sala el conejo! l tena unos garrotes y, conejito que sala,
conejito que le daba. Por all le volteaba las patas. Con uno que
[346] l a f u e rz a d e l a g en te
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [349]
Rocilla, una yegua vieja, fea, que tena una matadura enorme en
la cruz. Esa yegua y otra que tena mi pap eran las de siempre
andar para abajo y para arriba: Mondomo, Santander, Aguablanca, Silvia, eran las de todos los das, todo el tiempo. Un da
tendra yo unos 12 aos ya decid comprar un molino. En
esa poca viva con Luis; vivamos solos en Mondomo. Haba
harto caf que haba madurado y no haba quin cogiera. Nosotros ramos unos muchachos que no sabamos buscar trabajadores ni nada, pero cogimos lo que pudimos.
En Mondomo nosotros todava no tenamos aunque los
otros vecinos s molino de moler maz, de moler choclo para
las arepas, para todo. Nosotros todava molamos en piedra. Yo
madrugaba a moler maz para la arepa, para la sopa de maz, en
esas piedras. Eso era muy aburridor moler en piedra, viendo que
ya haba molino con el que se mola rpido y fcil. Y un da dije:
Me voy para Santander yo solo. De Aguablanca a Santander hay
como unas tres horas en bestia; entonces para estar uno a las seis
de la maana en Santander haba que irse a las tres, y para irse a
las tres haba que levantarse a eso de las dos. As uno hace el tinto y toma, va por la bestia, y carga. Yo saba que mi pap iba a
esa hora, entonces le dije a Belisario que me ayudara a despertar
para yo ir. Tena la yegua all lista, amarrada, acomod la carga y
la llev en la cabeza de la montura. Uno monta, por los lados
pone las mochilas, y as llev no se qu cantidad de caf.
Pendejo yo, vend al que primero encontr. Fui a Santander,
pero el caf no lo llev hasta Santander. Al primer comprador
que me ofreci compra por all bajando en el claro, le vend. Ya
a Santander llev solamente la platica. Yo saba a dnde dejar la
bestia, la dej y anduve por ah. Saba dnde mi pap siempre
[350] l a f u erz a d e l a g e n te
[352] l a f u e rz a d e l a g en te
Entonces a mi pap le toc moler en trapiche de palo; mi mam tambin ayud all a meter la caa, a sacar el bagazo y a terciar la caa. En cierto momento a mi tambin me toc, pero
poquito, porque eso fue en los primeros tiempos de nuestra estada en Mondomo.
Pero, como es una tierra donde se poda cultivar la caa,
cuando nos fuimos formando ya, con Pedro fuimos ampliando
el cultivo porque nos gustaba tanto la panela, que pareca muy
bueno tenerla. En Silvia siempre comprbamos de a panelita,
y una panela comprada era nada; se parta en cuatro pedazos
y no era sino para cuatro agepanelas o cuatro tintos. Se acababa. Lo mismo era en Mondomo, porque daba tanta sed! Uno
trabajando en tierra caliente, muchas veces se senta deshidratado no haba para tomar agua de panela. Uno iba y fiaba o
compraba y esa panelita comprada no renda nada! Entonces
pareca que era muy bueno tener la caa; por eso seguimos
sembrando.
Pero tuvimos el gran problema de no tener trapiche, un trapiche que pudiera rendir en la molienda. El trapiche de palo era
bueno, pero era un trabajo muy dispendioso, muy riesgoso, y no
renda. A la misma caa hay que pasar como tres veces para poder sacar el jugo del guarapo, porque eso no ajusta como para
poder sacar el jugo, para poder exprimir suficientemente. Yo
miraba que, en cambio, otros vecinos ya tenan trapiche de hierro, de bronce lo llamaban, y en ese se mete una caa, la bestia
lo va volteando, gira, y la caa pasa escurrida de una. No se necesita repetir, no se necesita repasar; se aprietan las tuercas y de
una vez sale el bagazo ya sin jugo. Eso pareca que renda mucho para moler la caa.
Entonces, como habamos ido ampliando la caa, pero no tenamos trapiche, la cosecha tenamos que darla al partir a un
vecino blanco. Y esas moliendas al partir a mi me disgustaban
muchsimo, porque uno fregarse desde la rocera, la sembrada,
las limpiezas, se joda uno dos aos porque la caa demora
dos aos en madurar, y al final de la cosecha tener que dar a
otro al partir! Y al partir quiere decir que tiene que partir mitad
y mitad; entonces quedaba un poquito ah para el consumo de
la casa y de vender no quedaba nada.
[354] l a f u e rz a d e l a g e n te
A veces decidamos vender el corte de caa. Al vender tambin haba que darle barato porque empezaban a hacer las cuentas: que la gasolina, que la lmpara, que las bestias, que la cera,
que el melero, de todo hacan cuentas y le pagaban a uno barato. De ninguna manera era rentable para uno: si daba al partido
no resultaba, si venda, pues tampoco.
Yo sufra mucho pensando: Cundo tendremos un trapiche, pero un trapiche no de palo sino de bronce, para moler
nosotros?. Yo pensaba siquiera moler un da en la semana para
dejar un poquito para la casa y otro poco para llevar al mercado, venderle y comprar otras cosas que hacan falta en la casa.
Pensaba siempre eso.
Mi pap me haba asignado un lote de caf viejo. Me dio ese
lote con la condicin de que yo lo limpiara y siguiera agregando
nuevas matas. Y as lo hice. l me ayudaba porque el lote era por
all metido en un hueco donde haba mucho mosco, mucho
zancudo, haba culebra de esas bravas que llaman la X, y a mi solo
me daba miedo. Entonces no me dejaba ir ah solo y me acompaaba siempre. Pero ya tenamos caf: l tena y yo tambin.
Claro que el de l era ms bastante. Tena dos lotes: uno que llamaba Plan de la Casa, y el otro El Cachimbal. Uno era un rodetico
en el que haba unos palos de cachimbo alrededor del cafetal, y
el otro era alrededor de la casa, donde estaba la cocina donde dormamos. Tampoco era mucho, pero tenamos.
Yo recolect mi caf. No era mucho; como un bulto arrocero
de hoy, unas cuatro arrobas. Eso era la cosecha. Lo de mi pap
eran varios bultos. En todo caso haba una porcin con la que
podamos hacer una platica. Entonces le dije a mi pap que ste
caf que estamos recolectando, lo mo y lo suyo, destinmoslo a
comprar el trapiche. Yo deca: No regalemos ms la caa, no
demos ni al partido, ni vendamos. Cuando tengamos el trapiche,
molemos aqu. Mi pap me acept. Que l asignaba el resto del
caf y lo acumulbamos con lo mo para comprar el trapiche. Estuve contento. Y vendimos el caf. Juntamos lo mo con lo de l
para vender y traer la plata junta, para irnos un da a Santander.
Pero cuando vendimos el caf, l tom otra decisin con la
plata. Con lo de l y lo mo, pag deuda tal vez a la Caja Agraria o al banco, o deuda particular, no se. De toda la emocin que
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [355]
[360] l a f u e rz a d e l a g en t e
ya vendamos la cebolla, vendamos la papita, entonces manejbamos alguna platica yo no se cmo, me envici a montar en
carro. Porque ya haba carro a Silvia.
Haba algunos pedazos, como de Silvia a La Estrella, que uno
vena por la carretera y los carros molestaban mucho a las bestias. Nosotros tenamos una yegua blanca que era muy arisca con
los carros; era que no los poda ver porque se paraba en dos manos y le atrapaba a uno. Uno tena que traer un buen lazo y, cuando vena un carro, buscar un poste, un palo seguro a la orilla del
camino, desmontar rpido y amarrarla, darle vuelta en el palo
y tngala! Porque si le poda, si le quitaba a uno el lazo, se iba
delante del carro y quin la alcanza! Cuando pasaba el carro,
todava la bestia que a pararse. Ay! tngala. Cuando vena un
carro, para nosotros era un estorbo, un gran tormento.
No sabamos esos carros para qu servan, slo sabamos que
eran un estorbo por el camino. El carro como que cuando pasaba a un lado del caballo arisco, como que sonaba ms, y pareca
que era para asustar al caballo. Cuando pitaba s que era cierto.
Pasaba el carro y como que resollbamos, respirbamos.
Un da mi pap me llev por Mondomo para ir en carro. Yo
no quera, yo quera ir a pie. Pero dijo: Vamos por Mondomo.
Ah, pues vamos. Entonces me fui en carro. Me pareci muy fcil, muy descansado, como hoy yndose en avin. Me ama
tanto!
Aprend que era bueno ir en carro, pero tambin quera seguir llevando comida. Como haba tanta hambre y yo apreciaba
tanto la comida, todo lo haca por la comida. Un da me estaba
acomodando un racimo de pltano guayabo que un racimo
bien criado, grande, se da de unas dos arrobas para llevarlo
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [361]
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [363]
en lo seco, sin ir al ro. La llamaban arena de pea. Entonces trajo un poquito, hizo un repello para ensayar si la arena serva o
no, y la arena sirvi para la mezcla del cemento; se afin bueno.
l contento.
Tena un amigo al que llamaban Manuel Mosquera, con
quien la iba muy bien, un mestizo que era carpintero-constructor y viva all de vecino. Habl con l, le dijo que haba encontrado esa mina de arena de pea y que quera inventar cmo hacer bloques de cemento para construir la casa. Lo mand a que
consiguiera madera para un par de teleras, y que l inventaba
para que fabricramos los bloques. El carpintero elabor el marco para hacer los bloques de cemento.
Ahora segua el problema de arrimar la arena. l pens que
haba que economizar cemento y arena, y para eso, para que rindiera, nos puso a cargar piedra de la quebrada, para meter piedras lo ms grandes posible, en medio de la mezcla. As, de un
saco de cemento sacbamos hasta treinta bloques. Fue muy difcil, un trabajo muy duro para nosotros, cargar piedras y arena
en el hombro. La arena no era limpia, tena lodo, entonces de la
pea cargbamos en la espalda bultos de arena, bajbamos hasta la quebrada para lavarla y, una vez lavada, otra vez salamos al
alto cargando la arena mojada. Uno sala chorreando agua por
las piernas y as llegaba a la casa con esos bultos.
Una vez que llegamos, l fabric los bloques; llen esas gavetas con una mezcla de piedra, arena y cemento, dej endurecer,
y a los dos das dio perfectamente un bloque. Estaba contentsimo porque haba dado un gran resultado ese invento. Yo bravo porque me puso a cargar esa arena, chorreando agua por todos los lados, pero a la vez tambin contento porque invent. Eso
nos toc afrontarlo con Pedro, y Brbara como asistente en la
comida. Ya Jacinta se haba casado y se haba ido.
Duramos muuucho tiempo sacando arena para hacer los mil
bloques con los que tenamos calculado hacer el cuadro de lo que
hoy es la casa en Mondomo. Yo no s si algn da pasar algo,
pero es una casa muy fina. En el terremoto de 1994, que derrumb muchas casas en Mondomo, a sta slo se le corrieron algunas tejas. Como no sabamos qu porcentaje haba que mezclar
por carretada, cunto era la carga que haba que hacer de cemento
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [365]
Ya por fin se tech. Nos faltaban las puertas, las ventanas. Ah,
es que para construir esa casa en ese entonces, s que era costoso! Como nosotros ramos tan pobres, tan arrancados, llevados
del diablo, nadie crea que furamos capaces de hacer la casa.
Mucha gente como que se burlaba y decan: Esos cundo hacen casa!. Era toda una noticia, una novedad, hacer casa nosotros. Pero ya tenamos el bloque, ya lleg la teja, entonces a conseguir la madera. Como la finca estaba recin incendiada, no
tenamos madera; haba que conseguirla con los vecinos. All
haba gente que tena madera y nos colabor: nos vendieron o
nos dieron a cambio de guadua, hasta que por fin la juntamos
tambin. Nos faltaba para las puntillas!
Estando las paredes, estando el techo, con las puertas ya
podamos meternos ah. Porque nosotros vivamos en una casa
entre el cafetal, que llova por abajo, y se saba que viva gente
porque se levantaba el humo; pero casa no se vea. Por eso tenamos un afn por salir en esa casa nueva Ah! El da que
techamos fue un triunfo, la felicidad! Por fin! La tejita alcanz ras con ras.
Mi pap contrat ocho obras con un carpintero que llamaba Laurencio Len: seis puertas y dos ventanas, las principales.
Con eso ya poda cerrar la casa. Cada obra costaba $50. Entonces las ocho obras costaban $400. Y ahora nosotros para hacer
$400 de doonde diablos! Pareca muuucha cantidad de plata.
Una nica vaca que tenamos en compaa con Pedro, esa la
vendimos y pagamos la teja. El transporte lo pagara mi pap de
alguna manera.
Para las puertas vend fue cebolla. Yo tena una cebolla y unos
ajos por all en Chimn arriiiba, en una tierrita que siempre nos
daba buena cebolla, donde mi mam todo el tiempo trabajaba.
Mientras nosotros estbamos en esas, mi mam se quedaba en
Silvia, cuidndonos la cebolla, haciendo cosas. Abajo nos defendimos solos cocinando, lavando y trabajando, porque mi mam
un buen tiempo dej de ir a Mondomo. Entonces ella mantuvo
la cebolla que tenamos all en la tierrita que llambamos pastutarau, y me ayudaba para arrancarla. Yo no s cuaantos viajes
de cebolla hicimos, pero por fin fuimos pagando, fuimos pagando y s pagamos los $400. Llevamos las puertas. Cuando llegaa b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [367]
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [371]
129
No est claro cul era el problema, pues existe una tradicin respaldada por
escrituras pblicas, que se remonta a un Jos Domingo Paz, cuyo heredero
Nemesio Paz aparece vendiendo en 1916 a una Celia Ziga de Valencia.
[372] l a f u e rz a d e l a g en te
Pero haba otros, del otro lado, que sin argumentos jurdicos, tambin queran quitarnos tierra. Hay una curva de la quebrada de Aguablanca donde se forma como una islita. Esa islita
deca que era del otro lado y vino un da, pas para este lado y
cerc. Puso muy buen cerco de caa brava, que mi pap deca
que daba lstima trozar esa caa. Cuando el vecino hizo eso, mi
pap consult con otro vecino que era adversario poltico del primero; lo trajo, le mostr, y el amigo dijo: Ustedes no tienen ms
nada que hacer. Como esto es suyo, truece el cerco, chele machete. Y mi pap le ech machete, todo lo tumb al suelo, recogi la caa y la amonton en un solo sitio. El vecino que quera
quitarnos, ya vio que no poda y se qued callado.
Pero siempre hubo problemas hasta los aos sesenta. Han
querido quitarnos tierras por todos los lados, a la redonda. Lo
ltimo que quisieron quitarnos fue una colita de la finca que queda en la parte de arriba. Un vecino, Abel Otero, quiso quitrnosla.
Mi pap pele. Dijo: Aqu no nos dejamos quitar. Ya van tres veces que me han hecho intento. Primero a quitarlo todo, despus
una gambita de tierra por ah y ahora la cola que tiene como unas
tres hectreas, que siempre es grande. Eso no dejo quitar. El vecino, para poder ganar, roz todo y amenaz con demandar. Mi
pap le dijo que demandara. En ese entonces ya Cruz estaba estudiando para ingeniero agrnomo y l amenaz con Cruz.
Deca: Yo tengo un hijo que est estudiando abogaca. Que l
no gastaba plata en abogados, que demandara y l contestaba la
demanda. Pero nunca demand. Ya comprob, mir las escrituras, el otro tambin ya qued arreglado en paz, admiti que l
se haba equivocado y pidi perdn.
Fue siempre una pelea permanente. Primero a quitarlo todo,
despus un lote, despus otro, pero l siempre pele. A nosotros
siempre nos queran sacar, por las buenas o por las malas. Yo me
acuerdo que haba un vecino que todo el tiempo deca: Vndame, vndame la tierra, vndame la colita esa de arriba, vndame
ese pedazo para una manga, para tener el burro all. Mi pap
deca que a veces senta mucha necesidad y quera vender, pero
que si vendo un pedazo, pues me comprarn de libra en libra y
por fin me comprarn todo. Si vendo un pedazo, ese blanco me
estar pasando por aqu estorbando mi casa, mi camino. Muchas
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [373]
a b r i n d o n o s c a m i n o e n m o n d o mo [375]
Las luchas
de los
ltimos
terrajeros
[378] l a f u e rz a d e l a g en te
130
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [379]
[380] l a f u e rz a de l a g en t e
En manos de Mario se haba levantado mucha maleza; quitaron las tierras, cultivaron y luego dejaron enmalezar mucho, y
131
132
[382] l a f u e rz a d e l a g en te
cuando entraron Pacho y Aurelio haba mucho rastrojo. Entonces ellos llegaron con la estrategia de usar a los terrajeros para
limpiar, para hacer pastos. Como la gente estaba necesitada, tenan hambre y queran trabajar, los usaron. Les dieron algunas
porciones de tierra, como a nosotros, que a mi pap le dieron
un pedazo que era de nosotros mismos, que nos lo haba quitado Mario, y ah estaba en rastrojo.
Nosotros reclamamos la parte de los bosques que haba sido
nuestra. La guaicada de Bernabel, como era de nosotros, la reclamamos. Tambin la guaicada de Tsosha era de pap y por eso la
reclamamos. Luego en Kurusketa reclamamos porque era de nosotros. Seguimos reclamando lo que antes fue nuestro y nos quit
Mario Crdoba, y entonces cedieron.
(Pedro)
Mi pap le dijo: Deme eso para sembrar. Ah! bueno, le damos eso para dos cosechas. Siembra la primera, siembra la segunda, y nos desocupa.
A ellos les interesaba era que los terrajeros limpiaran, nada
ms. No les quedaba esa tierra para que siguieran cultivando.
Como estaban jodidos, mi pap acept. Y as le hicieron a otras
gentes tambin. Roce eso, dos cosechas, roce eso, dos cosechas,
roce all, dos cosechas. Pero no era porque queran a la gente,
porque queran darles tierra, sino que los patrones, el cabo, los
mayordomos, usaron a la gente para limpiar por su propia
cuenta. El nico provecho que sacaron los indgenas fue que
cultivaron dos cosechas y para no morir de hambre les toc
aceptar eso.
Con el cambio de patrn cambi el sistema. Mientras estuvo Mario, nos quit la tierra y nos estaba alineando a ser jornaleros agrcolas. Pero Pacho y Aurelio no nos usaron como jornaleros agrcolas, sino para el trabajo gratis, para pagarles terraje y
cultivar en lotecitos. Entonces otra vez la gente no perciba ningn salario. El corte a la economa otra vez fue vertical. Habamos acabado los cultivos propios, nos ponen un poco de tiempo a depender del salario, y luego eso se nos corta tambin y nos
toca otra vez ir all a cultivar.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [383]
Pero los cultivos no son permanentes, demoran en producir, y adems ya ni semilla tenamos. As que, a rebuscar los
cogollitos de arracacha, de coles. No se de dnde se sac! El maz
no se de dnde sali. Lo cierto es que lleg un momento, mientras
produca lo que cultivbamos, que quedamos sin nada! Ya no
tenamos el jornal, no tenamos cultivos tampoco; era empezar
de nuevo. En ese momento la situacin fue muy crtica para
nosotros; esos cambios bruscos que se dieron nos causaron
mucho dao.
La situacin lleg a tal extremo que hasta en carroeros nos
convertimos. Como no haba comida, la gente quera consumir
el ganado que se mora en la hacienda. Pero tampoco nos dejaban; estaba prohibido. A los indgenas mismos les hacan abrir
huecos profundos para meter los animales muertos y echaban
especfico o veneno para que no los sacaran durante la noche.
Otras veces no los enterraban, sino que les dejaban all para los
perros y los gallinazos. Pero stos no consuman todo; coman
la carne, pero las pezuas quedaban. Entonces, recuerdo una vez
que mi ta Antonia, hermana de mi pap, recogi las pezuas de
una vaca muerta, todas pisadas de los perros, de los gallinazos, y
las trajo para ponerlas en la olla comn. Hizo un caldito con eso
para comernos entre todos. Eso no me lo cont nadie, sino que
yo vi y a mi tambin me reparti ese alimento. Comimos.
Sin embargo, a pesar de las circunstancias tan adversas, todos luchamos para sobrevivir. En esa poca Pedro tendra unos
15 aos y aunque era tan joven recuerda como:
Lleg una nueva vida cuando peleamos con el viejo Aurelio, y
ya haba comida Dej rozar y dej sembrar para que hiciramos potreros. Nos dio tierra y sentimos bueno cuando dejaron
trabajar. Sin echar abono, tumbando bosque, da buena cosecha.
Es rico tumbar habiendo bastante monte. Rozamos y por ac
sembramos maz y por arriba sembramos ullucos. Como sabamos pasar hambre, mientras trabajaba deseaba que todos los bosques fueran mos.
Mingamos, hicimos pequeas mingas, aunque no haba comida. Comiendo coles y mejicanos no ms. Rozamos en la guaicada
de Bernabel cuando Aurelio recin compr y cedi la tierra. Pero
no haba nada de semilla. Fuimos a conseguir semilla de ulluco y
[384] l a f u e rz a d e l a g e n te
coles en Malvaz, donde el finado taita Pascual Morales. El cogollo sembramos y las hojas comimos. Buscbamos semilla de arracacha, mauja. Dnde no ms estaramos buscando! Hablando
ahora, es increble. Quin va a creer el cuento!
As era lo que buscbamos y sembramos. Ya habiendo tierra
podamos comer algo. Ya hubo ulluco, maz. Cunto har! As es
que vivamos de trabajoso.
Esos lotes que nos fue dando Aurelio los tuvimos ms de dos
cosechas. Nosotros seguimos cultivando, seguimos cultivando,
hasta que por fin dijo: Ya no ms, ya no ms. Y cuando dijo no
ms, abrieron ellos mismos. Entonces nos toc ir quin sabe a
dnde a cultivar por lotecitos, por pedacitos. Pedro comentaba:
Quin piensa salir! Como la tierra era de nosotros No queramos entregar, pero toc soltarla. Si en dos aos no entregan, los otros
terrajeros entran a la fuerza a hacer potreros, aunque est alambrado. Si no hacen caso, desengrapan el alambre y lo dejan en el suelo
para que recoja el dueo. As es que hemos visto pasar.
En realidad eran la peor plaga y todo esto lo hacan para aburrir a la gente. Y mucha gente se fue. Voluntariamente se fue. La
[388] l a f u e rz a d e l a g en te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [389]
Como all arriba yo sufra tanto, tena esta tierra ac, vine pensando de presto, pero cuando baj ac como que para arriba otra
vez no me dio ganas de ir. Me qued y me qued y hasta ahora estoy
aqu [] Detrs de m baj mi yerno Alonso tambin y ellos tambin se quedaron. Para mi fue mejor. Yo para arriba ya ni pienso.
Y hasta ahora estoy aqu pasando.
Ac siempre es bueno porque da el cafecito, maicito, la yuca,
el frjol. Eso me pareci bueno. Despus ya baj el hijo Francisco
tambin y ahora estn por aqu. A veces se ponen a pensar los trabajos que hay que hacer arriba, pero yo digo que no piensen arriba. Y aqu estn, no se han ido.
del Gran Chimn y estaban peleando. Entonces pens solidarizarme con ellos y con otras gentes que estaban all, que todava
batallaban por defender sus derechos. Me pareca que YO quedarme por fuera, sin aportarles nada, era injusto. Por eso vine a
solidarizarme con ellos, a compartir con ellos, no solamente en
las charlas, no solamente en las reuniones, sino que tambin me
dediqu a ir junto con ellos a trabajar134.
Analizando hoy en da esta situacin, uno piensa que si ni
trabajando con juicio para uno alcanza para vivir, los terrajeros
cmo y con qu podramos haber subsistido, regalando el esfuerzo de nuestro trabajo a otros, y adems pagando sanciones
cuando nos agarraban un animalito en los potreros al borde de
nuestras casitas.
Agoniza la terrajera
y surgen las primeras luchas de esa poca
Hasta 1960, cuando dividieron la hacienda, Aurelio y Pacho
estuvieron trabajando en sociedad las tierras que haban comprado. Cuando se dividieron, ya haba empezado a moverse la
reforma agraria de los aos 60s y vean alguna posible afectacin
de sus tierras. En ese momento Aurelio empez, en un lote de tierra suyo que llamaban Ambal, a hacer planes para casas, a construir, pensando no admitir ah la introduccin de la reforma agraria; quera evitarla a toda costa, porque todava haba bastantes
terrajeros y l no quera ni soltarles la tierra, ni liberarlos a ellos,
porque los necesitaba como mano de obra. Demor ms de dos
aos construyendo eso, el Pueblito de la Fundacin Mosquera135.
Como ya los tena clasificados, saba cuntos terrajeros posiblemente iban a quedar con l. Entonces construy en ese lugar, para
que la gente viviera ah en esas casas, con unos pequeos solares,
para tenerlos ah al servicio de la hacienda.
134
135
Mientras tanto ya haban partido la tierra, y tambin dividieron a la gente. Entonces en ese momento dijo Aurelio: Los
que se van conmigo, van para la Fundacin Mosquera. En cambio Pacho Morales no hizo ninguna construccin y simplemente dijo: Los que se van con Aurelio pues se van; los que quieran
quedarse conmigo, se van para arriba. Busquen all arriba a
dnde vivir.
En poco tiempo los mismos terrajeros limpiaron los potreros,
se acabaron los montes. Entonces Aurelio y Pacho ya comenzaron
a lanzarnos. Nosotros nos plantamos para no ir, aunque hicieran
lo que hicieran. Pero los otros se fueron ya para lo caliente. Y nosotros tan tercos! Aunque nos diera hambre, resistimos.
A los que resistieron los mandaron a hacer rancho en el yuksro,
para que vivan all, pero como pajes de ellos. De la planada nos
sacaron hacia lo puro alto, y la casa de nosotros los mismos
terrazgueros la tumbaron, por rden del terrateniente. Tal Rafico
y tal ermanto Vicente, nosotros y otros subimos al yuksro. Y el resto a Fundacin. De lo plano ya nos lanzaron a todos136 .
(Pedro)
Los que se fueron para Pueblito eran terrazgueros de Aurelio Mosquera; los
que se fueron para arriba, a lo inhabitable (yuksro), eran de Pacho Morales.
[392] l a f u e rz a d e l a g e n te
A los que se fueron con Aurelio a las casas y huertas de Pueblito, por un tiempo los dejaron usar en comn un lotecito de
10 hectreas llamado La Banqueta. Segn recuerda Jacinta:
[396] l a f u e rz a d e l a g en te
Pero finalmente ese lote se los quitaron nuevamente y lo volvi a coger Mosquera:
Quitaron a todos, qued el mismo dueo. Ahora poco fue que
vendi al incora. Ahora s lo trabajan en comn, pero los de Fundacin.
(Jacinta)
Aos despus, por ah en 1970, les dieron Medialoma, un lote de unas 60 has., como para tener en comn animales de las 16
familias que vivan en Fundacin. Pero ste tambin les fue quitado tres aos ms tarde, cuando Aurelio decidi escriturrselo
a quienes le eran ms fieles, creando as serios problemas entre
los mismos indgenas, pues los que estaban all se rehusaban a
salir, mientras que los nuevos propietarios procedieron a sacarles su ganado.
Nosotros tambin tenamos vacas all. Pero despus lo quit
y entreg a tres familias de terrazgueros de all, que colaboraron
137
para arrancar cebolla . La quit e hizo un papel que entreg a
taitas Alfonso y Lorenzo Gembuel y Anselmo Pechen; les dio de
a 20 hectreas a cada uno de los que estaban con l y les escritur
individualmente. Ellos eran los que ayudaban contra nosotros, entonces a ellos les dio gratuitamente.
[] y ya comenzaron a sacarnos de Medialoma. Nos dejaron
as vacos; despus de que tenamos mangas, ya nos lo quitaron
137
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [397]
todo. Era en comn, pero volvi a quitar, as como la de La Banqueta, que tambin nos quit. Entonces tenamos vacas y no haba donde tenerlas.
(Jacinta)
En 1960, cuando sal de El Chimn, estaba en pleno apogeo el descuento del terraje. Esa explotacin, aunada a las divisiones de tierras y de gente que estaban haciendo Aurelio y
Pacho para mantener el control sobre sus haciendas, hizo que
un grupo de terrajeros, aburridos con la situacin, se decidiera a luchar para obligar al gobierno, al Estado, a hacer adquisicin de tierras, porque en ese momento estaba todo el auge de
la reforma agraria. Alguna gente como Julio Tunubal, la Cooperativa Las Delicias138 y otros, ya estaban como decidiendo, ya
estaban como tratando de organizar para empezar a moverse
a recuperar la tierra.
Entonces mi to Rafael, de vivir all en un lugar tan fro, tan
alto, casi en una situacin invivible, se hart y dijo: Yo, me voy
a luchar, a luchar. Convid a otras gentes, a mi pap entre ellos,
para que acompaaran en la lucha por la recuperacin de la tierra. l encabez a organizar y se baj. Dijo: Yo voy a luchar a
138
[398] l a f u e rz a d e l a g en t e
Metieron tantos a la crcel que pareca que ya no quedaba quin continuara la lucha.
miedo tambin, entonces trabajaban de noche para dejar las huellas no ms y de da huan, se iban otra vez. Trabajaban y se iban,
trabajaban y se iban. Hasta que un da, ya no vamos a hacer as
clandestino, sino vamos a hacer pblico. Entonces mi to Rafael,
con otra gente que acompa, con los hijos, la mujer, un grupo
grande, se metieron ya en la mitad del pasto. Ya no era por all
por la orilla, sino por la mitad.
Como Pacho Morales era un gritn, de esos mandones, humillativo, sali all con la polica. Y a no mas lleg, a to Rafael
dicen que lo encontr all trabajando y se fue a darle trompadas. To Rafael dizque tena herramienta de trabajo y tambin
le iba a dar. Pero como estaba la polica, se meti en medio y no
dej pelear ms. Pero lo trajeron y metieron a la crcel. No recuerdo a quines ms, pero era el grupo de los 40, o sea, los que
[402] l a f u e rz a d e l a g e n te
inicialmente ayudaron a recuperar las tierras y que despus fueron expulsados de la Empresa El Chimn139.
Los tuvieron un buen tiempo en la crcel, no se si quince das
o un mes, pero cuando salieron volvieron otra vez y otra vez. To
Rafael estuvo varias veces en la crcel, acusado de invasin. Entonces eso fue como el inicio, el comienzo. Por la mala situacin,
por la mezquindad a la tierra.
Metieron a tantos a la crcel que pareca que ya no haba
quin continuara la lucha. Pero:
Venan ms y ms nuevos. Todas las semanas, hoy taita Javier
recoga gente. Empezamos a picar los potreros. A nosotros nos
139
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [403]
[406] l a f u e rz a d e l a g en te
subi a decir Aurelio personalmente. No se por qu dejaron de cobrar el terraje, eso s no se.
Y entonces les solt a todos para que ya no pagaran terraje. Los
de Ambal tambin, a todos [] La cuadrilla que pagaba terraje,
siguieron trabajando, pero por dinero.
(Juan Calambs Snchez)
Lo mismo ocurra con los que iban para arriba. Pero para
arriba con Pacho fue ms difcil, porque ni siquiera contaban con
una casita vivible y tampoco haba suficiente trabajo para jornalear.
Mi pap se subi simplemente porque era su tierra, porque no
quera salirse de ella, y all hizo su escampadero, su casita.
Los que pasaron a Fundacin tenan un salario ms fijo que
los que se fueron con Pacho, porque Aurelio organiz su ganadera y tambin cultiv mucho en la tierra all. Sembr papa y no
se qu tanta cosa hizo, pero ocup mucha gente. l tena previsto
para tener a su gente trabajando ah como jornaleros. En cambio Pacho no cultivaba, sino simplemente tena ganadera que,
as fuera lechera, para cercos, los alambres, eso se mantiene con
poca gente, entre dos o tres personas. Por eso para arriba Pacho
utiliz muy poca gente. Me acuerdo que mi pap lo que hizo fue
contratos para limpiar potreros.
Finalmente, tras mucho forcejeo de lucha, de trabajo, a
Aurelio le toc ceder legalmente parte de la tierra para unos
terrajeros, y parte venderla al incora para que pagaran a largo plazo140. Lo mismo pas con Pacho Morales, quien no cedi tierra, pero s le toc vender para adquisicin de la reforma agraria.
140
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [407]
As es como Aurelio,
[] conciente del peligro que para sus restantes propiedades
y las de sus amigos representaba un triunfo de la lnea que traan
los luchadores, se propuso entorpecerla. Y as lo hizo: dispuso
entregar gratuitamente Coscorrn y parte de Chimn a los luchadores y entr a negociar el resto de Chimn con incora para que
estableciera all una de sus empresas comunitarias []
(Cooperativa Las Delicias, 1978, p. 28)
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [409]
rratenientes tenan mucho dinero, abogados, tenan toda la autoridad y pensaba que era casi imposible ganar las tierras. Deca
que por qu no ms bien comprar tierra en otra parte, buscar la
vida en otra parte. Tena miedo, no solamente de que encarcelaran, sino de que mataran. Porque l deca que por all en el ao
1945, cuando recin entr Mario Crdoba, cuando empez a
quitar las tierras en ese entonces, l quiso ayudar a organizar a
la gente para no dejrselas quitar. Pero que el terrateniente se dio
cuenta que mi pap estaba hablando sobre ese tema, y un administrador de nombre Pedro Roa lo llam all, lo llev all solo y
le peg una insultada bien fea. Entonces cogi mucho miedo a
raz de eso. Por eso l deca que los blancos, con todo el poder
que tienen, podan hacer un dao muy grande a los indgenas,
que l no quera ver eso, y que era bueno que recuperaran las
tierras, pero que las consecuencias seran muy graves. Por eso l
no quera meterse y por eso no acompa.
Yo como estaba en Mondomo, siempre para venir de all a
Silvia en ese entonces era difcil, sobretodo porque yo no tena
dinero, y eso siempre sabe tener unos costos para ir y venir, entonces se necesitaba algn dinero en el bolsillo para moverse.
Como all yo todava no tena sino escasamente para sobrevivir,
no me daba mucho margen para salir. Por eso no pude venir as
inmediatamente cuando empez la lucha. Pero como quera
acompaar, ya despus no me resist, y vine. La gente estaba luchando. Unos ya estaban en la crcel, y otros se reunan mucho.
Yo no conoca a Javier Calambs, y en algn momento lo encontr en el parque de Silvia. Nos saludamos y hablamos all.
l me explicaba la forma como el movimiento indgena estaba
[410] l a f u e rz a d e l a g en te
141
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [413]
Primera marcha hacia Bogot, realizada en 1972, para reclamar nuestros derechos.
sta fue disuelta por la fuerza pblica, en Tuna. Foto: Victor D. Bonilla.
dennos. Dije que no hay con qu hacer el entierro, y Aurelio estaba ah sentado. Nuestra gente, el gobernador, no nos dio. Aurelio se levant ligerito y me dio 50 pesos.
La limosna no la recib yo, sino la hice recibir por la viuda y
los nios. Esos 50 pesos de Aurelio seran como hoy 20 mil; le habr servido algo. El atad lo dimos nosotros, me acuerdo que lo
dio Lorenzo, y lo enterramos. El patrn nos dio, pero el gobernador que era de nuestra gente no nos dio. Como tena rabia, nos
quera ayudar a echar, por eso sera que no nos dio.
Cruz era el que ms le haba trabajado todo el tiempo al patrn.
El Espectador, en su edicin del 15 de mayo de 1974, report estos encarcelamientos y la muerte de Cruz Calambs.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [415]
intocables, que nunca se les poda hacer nada. Frente a eso tratamos de organizar.
Como yo me haba retirado de las tierras del Gran Chimn
por el mismo acoso, no tena ninguna relacin con los guambianos. Cuando volv comenc a integrarme, relacionndome principalmente con la Cooperativa de Las Delicias y algunas personalidades de la Comunidad. Y as, lentamente, fuimos
avanzando. Pero fue un momento muy difcil.
En ese entonces nuestro pensamiento se concentraba en
recuperar la tierra para poder cultivar los alimentos y construir
una casa, tener un caballito para el mercado, la vaquita de leche.
La subsistencia fsica era lo fundamental. Y a mi me pareca muy
importante poderme integrar para recuperar una tierra que pareca que nunca iba a volver en manos de nuestra gente. Los terratenientes tenan mucho poder, mucho dinero, y las autoridades militares, civiles, los religiosos, tanto catlicos como
protestantes, todos todos estaban a su favor. Entonces pareca que
era imposible que unas tierras que ya haban pasado en manos
de los blancos por tantos aos volvieran a manos de las comunidades indgenas.
Pero como ya se haba experimentado con la recuperacin
de las tierras de la Empresa El Chimn, se haba probado que s
podan regresar a nuestras manos. Saba que era una situacin
difcil, riesgosa, pero a m me gustaba. Pareca que era muy justo pelear ante el alcalde, ante el juez, hablar en pblico por el derecho; me pareca que era muy vlido aprender a pelear por un
derecho. Por eso, cada vez me concentr ms, cada vez enfrentaba ms al alcalde, al terrateniente, empec a pelear, a alegar, y eso
me llev a profundizar cada vez ms y ms.
En busca de la reivindicacin de ese derecho empec a salir
a otras partes, empec a charlar con otras gentes, empec a relacionarme con los no indgenas, pues tambin haba gente de
afuera que aportaba y que apoyaba. Con ellos pareca que cada
vez me animaba ms. Despus de una reunin uno sala ms
alegre, ms contento, con ms posibilidades, pese a que muchas
veces fuimos reprimidos, a que tambin nos sentamos frustrados. Pero pareca que no haba otra alternativa diferente a ese
movimiento, pareca que el nico camino era ese que habamos
[416] l a f u e rz a de l a g en te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [419]
de explotacin, la que hizo que en los terrajeros creciera la semilla de la rebelda frente a tanta injusticia, y fue la que, en ltimas, gener el movimiento indgena que llev a la recuperacin
de nuestras tierras y posteriormente al reconocimiento de muchos derechos ms.
Esa raicita que todava no se cortaba, para los de tierra libre
tambin fue muy vlida. Yo creo que en ese momento ambos
fueron sumamente vlidos. Ellos no tenan un argumento fuerte para pelear, mientras que los terrajeros s, los terrajeros tenan
una raz: que aqu est mi choza, que aqu est mi parcela, aqu
estn los vestigios nuestros de que estas tierras son nuestras. Nos
sacaron s. Era un argumento de que all exista la vida, la raz.
Pero no haba una fuerza organizativa, no haba una multitud
de gente para confrontar. Entonces este pequeo grupo iba all
a decirles: Apyennos, apyennos! Compartamos la tierra. No
estbamos diciendo simplemente aydennos, como una minga
que solamente se ganan un bocado de comida, no, sino vengan,
trabajen y compartamos. Vivan aqu tambin que tierra hay!
Entonces escuchaban eso, se pudo conjugar lo uno con lo otro,
y hubo un entendimiento.
Los terrajeros solos no habran podido de pronto hacer todo
lo que se hizo. Habran hecho algo, s, pero no una confrontacin tan grande como la que se dio en la finca llamada Las Mercedes, que todava hasta 1980 existi, lo que hoy es Santiago. All
no haba ni un solo terrajero porque ya los haban desalojado a
todos, ante todo porque trajeron un ganado de casta, toros de
lidia, y con eso los corrieron a todos. Y los terrajeros que haban
sacado de ah y estaban al otro lado del ro sin poder hacer nada,
no tena una fuerza capaz de enfrentar una situacin tan dura;
primero, por el tanto poder que tena el terrateniente, y segundo
porque tampoco se arriesgaban fcilmente a los cuernos de los
toros, cosa que no era nada fcil. En 1980 se necesit una fuerte
organizacin, un buen Cabildo, un buen gobernador y el grueso
de la Comunidad; fue lo nico que pudo recuperar a Santiago.
Los de tierra libre solos tampoco tenan conciencia de que
esas tierras eran de los guambianos. Nooo! Haban pasado
muchsimos aos y ya el guambiano estaba convencido de que
esas tierras no eran suyas. Por eso nos cost trabajo convencerlos,
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [421]
1992.
[422] l a f u e rz a d e l a g en te
Empezamos nosotros organizando la Cooperativa y prestando unas platas. En ese entonces nadie nos deca qu debemos hacer y entonces nosotros empezamos a hacer todo a nuestra manera de pensar. El nico objetivo de nosotros era que la tierra llegara
a nuestras manos, as que nos metimos a comprar.
Despus el incora quera comprar ms tierra, pero la gente
entr all a no comprar, sino a apoderarse de la tierra con la fuerza de la gente. Por esa va queran hacer ya la ampliacin.
Desde 1912 [] los terratenientes tenan un dominio de 50
aos eso haca cuando nosotros compramos San Fernando.
Pagando catastro y todo eso, para ellos eso era legal. Como en los
municipios ya haban registrado y todo eso, tenan poder de dominio sobre la tierra. Entonces ellos tenan razn de no aflojar la
tierra as fcil. Pero nosotros compramos San Fernando legalmente, con escritura. En ese ttulo demuestra [] que ahora ya
los dueos son los de la Cooperativa []
La de nosotros es una cosa sagrada aqu, que no venga aqu
alguien que no haya luchado. El ttulo que nosotros tenemos es importante como cuestin legal, pero como cuestin natural es otra
cosa. Como nosotros propios nativos, dueos, eso es lo legtimo.
Para hacer todo esto nosotros no hemos hecho slo con nuestra fuerza, no podemos decir eso, sino que haba unas organizaciones populares como fanal, utracauca, que tenan otros intereses, pero vinieron aqu. Nos trajeron hasta Bogot hasta el
llamado Tercer Congreso de fanal. Nosotros anduvimos con
nuestro ttulo en mano y as hicimos algunos amigos. Un Jos
Antonio Colorado reconoci que la posicin de nosotros era importante de haber pensado en recuperar nuestras tierras. En una
finca cerca de Bogot, a travs de fanal haban recuperado una
tierra los campesinos y era una finca modelo y que bamos a hacer igual. Entonces quedaron de acuerdo con los sindicatos y qued
de venir a Silvia y el sindicato le dio pasaje para que viniera, y aqu
lleg. Por all ahora donde vive mi yerno, Jos Antonio Colorado
dijo que esto s vamos a comprar [] Como estaban aqu los nativos, esta tierra tiene que llegar en manos de ustedes.
Nosotros ya tenamos el proyecto de cooperativa, no muy bien
ordenado pero tenamos. Entonces lo llevaron para Popayn y luego a Bogot. Este Colorado nos ayud a gestionar en la Caja Agraria. Fue en la poca que el prstamo que hacan a los indgenas era
de mil pesos para la agricultura, y para ganadera era de cuatro mil.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [425]
Como nosotros estbamos haciendo una solicitud de 250 mil pesos, los blancos de Silvia y los indgenas mismos se burlaban de
nosotros; nos decan que nosotros ramos unos locos. Frente a eso
nosotros tuvimos el valor de no agacharnos.
Con ese proyecto estuvimos en Bogot haciendo solicitudes.
El gerente de la Caja Agraria de ese entonces era Jos Elas del Hierro. Nos recibi [] con el seor Colorado. Estbamos all en la
mesa y Colorado dijo que si ustedes hacan el prstamo a la Cooperativa para que ellos compren la tierra, esta institucin fortalecer
y ser muy superior. La respuesta que dio Jos Elas del Hierro fue
que era posible. Entonces nos quedamos ocho das en Bogot, porque en esos das iban a reunir ellos e iban a hacer la aprobacin.
Colorado fue muy importante para nosotros porque nos present a mucha gente [] Si este seor no nos apoya en la forma como
nos apoy, a los indgenas en ese entonces qu nos iban a hacer caso!
Por eso yo soy convencido de que hay algunos blancos buenos.
Los siete puntos del programa del cric eran: 1) Recuperar las tierras de los
resguardos, 2)Ampliar los resguardos, 3) Fortalecer los cabildos indgenas, 4) No
pagar terraje, 5) Hacer conocer las leyes sobre indgenas y exigir su justa aplicacin, 6) Defender la historia, la lengua y las costumbres indgenas, y 7) Formar
profesores indgenas para educar de acuerdo con la situacin de los indgenas y
en su respectiva lengua. (cric, 1971?, p. 25).
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [427]
las crceles. Desde los plpitos de los templos y los estrados del
Estado ramos calificados y sealados como comunistas y guerrilleros, estrategia usada por los terratenientes y las autoridades
para no dejar levantar un movimiento indgena con autoridades
propias que condujeran su destino.
Como en El Salado (Las Delicias), que las hermanas decan que
eran comunistas. En ese entonces el alcalde, el cura, decan que
eran chusma. Yo no entenda a qu se referan cuando hablaban
de chusma. Hoy en da mirando, no era sino para amedrentar a la
gente y sin saber qu era. Claro que no era conveniente para ellos
y por eso los calificaban de malos.
(Mario Calambs)
La adquisicin de tierras que hizo el incora fue especialmente para lo que en ese entonces llamaban Unidad Agrcola
Familiar. Para eso vendi el terrateniente, exclusivamente para
los terrajeros, para 14 terrajeros en toda el rea de El Chimn, es
decir, para 14 unidades agrcolas familiares145.
Con esas tierras el incora form una Empresa Comunitaria, forma de organizacin mediante la cual el gobierno quera
imponer una especie de trabajo colectivo, un trabajo entre todos y tambin una distribucin de la produccin entre todos, sin
tener en cuenta la historia de la gente y sus caractersticas.
Pero los terrajeros estaban aburridos, cansados de recibir
rdenes, de tener que hacer lo que les mandaban, de no tener
libertad, y no era fcil aceptar la imposicin de las reglas de lo
que pareca un nuevo patrn. Como la gente deca, ellos no
145
[430] l a f u e rz a d e l a g e n te
[432] l a f u e rz a d e l a g e n te
Tambin decan que haba unos guambianos que vivan lejos, en La Campana, imbe, Anisrtrapu, y llegaban tarde. Porque son dos horas de camino y pusieron un horario estricto: que
a las siete u ocho de la maana haba que llegar al trabajo. Y empezaron a fallar porque, primero, regresaban a sus casas tarde, cansados, y mientras descansaban, dorman al otro da, llegaban
tarde al trabajo. Entonces, que llegaban tarde. Y no recuerdo que
otros argumentos, pero todos eran slo una justificacin para no
reconocerlos.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [433]
Mapa 6 Divisin de El Chimn entre Francisco Morales y Aurelio Mosquera y ubicacin de zonas en conflicto.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [435]
Como yo andaba mucho, ya sala mucho, en la anuc, los sindicatos, Javier Calambs me llevaba para todas partes, entonces
hablaba y denunciaba esas cosas. Para evitar estas denuncias, ellos
perdieron el trabajo, perdieron la semilla y nos cedieron el lote
otra vez. Hicimos respetar la huerta.
Y ste es slo un ejemplo. Pero hubo una serie de casos como
ese, no slo con nosotros, sino con otros tambin. Fueron violentos, daban un trato tan inhumano, que uno preguntaba: Para
qu van a hablar de organizacin, de compaeros, de derechos,
si ustedes son los primeros que violan e irrespetan el derecho.
Yo siempre peleaba de afuera, porque yo no haca parte de la
Empresa Comunitaria, pero los que vivan adentro, a diario reciban mal trato. A diario! Era un martirio realmente para la
gente que viva ah.
Unos aos despus, por el mal manejo del Ejecutivo del cric,
de los directivos de la Empresa y del incora, la Empresa termin dividida en Empresa Comunitaria El Chimn y Empresa
Comunitaria La Chorrera-La Conquista146. Esta ltima se separ de la empresa originalmente creada y finalmente fue disuelta,
se individualiz.
Cuando acabamos de pagar la tierra fue donde unos decan
que queran seguir trabajando con la Empresa. Yo empec a plantear como con unos cuatro, como con taita Manuel Muelas, quien
deca que no debamos fregar ms con esto [] Por eso l empez a trabajar nada ms dos das lo de la Empresa. Y el resto de los
das siempre le quedaba para ir a trabajar en lo de ellos.
Ah con el taita Juan Tunubal, toda la produccin del trigo,
de la papa, empezaron a pagar muy bajito, y eso nos creamos
problema entre nosotros mismos.
Como los del incora haban dicho que si ustedes no trabajan bien, a los 10 o 15 aos repartiran la tierra, entonces nosotros
empezamos a reclamar, fuimos all al incora y ya decidimos repartir. Ah quedaron bravos como unos cinco, con Juan y otros. A
nosotros los diez nos reparti la tierra y nos dio. Ellos dijeron que
146
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [437]
porque tenan que abandonar sus tierras, su casa, pero no quisieron pelear.
La Empresa y El Coscorrn
El caso del lote llamado El Coscorrn, donde tienen la familia Snchez, Juan Calambs, Juan Tunubal y otros, muestra como la creacin de la Empresa Comunitaria sirvi fue para dividir a la gente, para estimular los apetitos de unos pocos y los
abusos contra quienes de una u otra forma estaban en desacuerdo con las nuevas formas de autoridad indgena recin impuestas. Exista una escritura de esa tierra a favor de unos terrajeros especficos, porque el terrateniente le traspas al
incora, para que esa institucin les adjudicara a ellos como en
Unidad Agrcola Familiar. Ah estaban los nombres, con cdula
y todo, de para quines era la tierra. Y, con escritura en mano,
no se estaban quedando sino con el papel, mas sin la tierra. Los
estaban sacando. Ya por ltimo el alcalde de Silvia tuvo que respaldarlos, porque tenan esa escritura.
Lo que sucedi fue que, dentro de la negociacin que hizo
Aurelio con el incora, incluy un lote de unas 53-56 has. conocido como El Coscorrn, el cual lindaba con los terrenos sobre
los que se constituy la Empresa Comunitaria El Chimn. Este
lote fue asignado por Mosquera especficamente para cuatro familias de terrajeros, con el propsito de que stas se salieran de
las casas y terrenos de El Pueblito de Fundacin Mosquera.
Jacinta cuenta que:
Aurelio vendi un lote al incora para terrazgueros reconocidos, quienes formaron una empresa comunitaria. Adems vendi
para Unidad Agrcola Familiar a la familia Snchez, que yo conoc: Segundo Snchez, Jos Mara Snchez, Miguel Antonio Snchez,
Custodio Snchez. De lo que yo vi, vendi 80 has. para esas cuatro familias.
Cuando negoci all el incora con don Aurelio, nosotros tenamos una huerta de reserva de muchos aos, pagando terraje,
un lote de mantener animales, de mantener siembras: El Coscorrn. La huerta que tenamos finado Juan, la mam, que tena en-
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [439]
[440] l a f u e rz a d e l a g en te
148
[442] l a f u e rz a d e l a g e n te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [443]
Colombianos, que nunca antes haba surgido algo de esa naturaleza. El historiador Juan Friede deca que nos habamos reunido por primera vez alrededor de 4000 indgenas de ms de
2000 kilmetros de distancia. Porque llegaron delegados desde
la Sierra Nevada de Santa Marta hasta Quito; haba indgenas
paeces, arhuacos, yanaconas del Cauca, coconucos, inganos y
kamtsas de Sibundoy, y muchos ms. Ese encuentro nacional
de indgenas tan importante, tan valioso, tan positivo, estaba programado para hacerse en Tierradentro, pero el gobierno no lo
permiti, alegando razones de orden pblico; finalmente ste se
logr hacer en Silvia, donde estaba todo el peso de los terratenientes. Muchos paeces no pudieron llegar porque la polica tena orden de obstaculizar la movilizacin, llegando al punto
de prohibir la salida de los indgenas hacia Silvia, pues decan que
era una reunin de comunistas.
En el Encuentro, a pesar de haberse hecho en La Cooperativa de Las Delicias, en pleno territorio guambiano, como el
Cabildo estaba a favor de los terratenientes, no se cont con la
presencia masiva de guambianos; slo los de la Cooperativa y
los terrajeros estuvimos ah. Nosotros asistimos y estbamos
contentos por los discursos, la expresin de la gente, las relaciones y todo lo dems. Pero detrs de la apariencia, en el fondo, tenamos serios problemas con el cric y los directivos de
la Empresa.
Tuvimos muchas otras asambleas, muchas reuniones, muchas veces intentamos arreglar los problemas, pero nunca pudimos solucionarlos; cada vez se antagonizaban ms y ms, hasta
que por fin los llevamos a Toez, Tierradentro, en 1974, al Cuarto
Congreso del cric. All se pele, se dieron los debates, se destap todo. Porque el cric y la Empresa de El Chimn queran
aparentar que sta era como un espejo, lo ms brillante que
se pudiera imaginar, lo ms democrtico. Y nosotros, con la
Cooperativa de Las Delicias, fuimos y desenmascaramos que en
la realidad no era as.
En 1975 nos abrimos oficialmente del cric. Hasta all todava ramos dependientes; peleando, pero defendamos al cric.
Yo por lo menos tomaba la bandera del cric como hoy tomar
la bandera guambiana, porque era un smbolo de libertad, que
[444] l a f u e rz a d e l a g en te
un paraso. Mentiras! Hasta que Guamba reconoci que tenamos la razn cuando, en 1980, el incora con el Ejecutivo del
cric y los directivos de la Empresa El Chimn hicieron juicios
de lanzamiento tambin entre ellos.
Lanzamiento de Julio Tunubal
Aos despus, ya en 1980, Julio Tunubal, ex-presidente del
cric, ex-presidente de la Empresa, dirigente regional del Cauca
y tambin dirigente nacional, termin expulsado de lo uno y de
lo otro, y finalmente encarcelado y lanzado de su tierra. El Ejecutivo del cric, sus asesores, y el incora, se encargaron de daarlo, de desviarle sus principios. l era un terrajero, pobre, que
no tuvo nunca nada, y lo pusieron a manejar grandes recursos
de financiacin externa que llegaban al cric a travs de una Fundacin Andina, que creo que hasta ahora existe; fuera de eso lleg a manejar dinero de la Empresa y dinero de los crditos que
haca el incora. Entonces se convirti en amo y seor; se creci tanto, se desvi tanto, que cuando los dirigentes y asesores
del cric reconocieron la gravedad del problema, ya Julio era irrecuperable.
Entonces lo expulsaron del Ejecutivo del cric y lo destituyeron de la presidencia de la Empresa. Ya sin dinero, no pudo soportar vivir as y empez a sacarse a escondidas el ganado de los
mismos compaeros de la Empresa. Hubo un momento en que
se empez a perder ganado y no saban quin era. Era el mismo
ex-dirigente, era el mismo ex-presidente, era el mismo compaero suyo que se lo estaba llevando. Un buen da lo cogieron con
dos vacas en Pueblo Nuevo, y lo regresaron a la crcel de Silvia,
con la polica, con las vacas, en el mismo camin; ya Julio ah,
triste, bien alicado.
Sus compaeros de la Empresa, aburridos con l, le entablaron, con la asesora de los abogados del incora, una demanda
de juicio de lanzamiento de la Empresa. Haban aprendido de
los terratenientes cmo lanzaban a los terrajeros y as mismo le
hicieron. Julio estaba en la crcel, pero estaba la esposa con siete
hijos pequeos. Y con todo el descaro, ante el pblico, llevaron
a las autoridades e hicieron ese lanzamiento.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [447]
privadas. Que ellos estaban con la orden del Estado, por la ley del
Estado, bajo la ley del incora, que hay un rgimen puesto []
Quien deca ser el abogado sealaba que ya iba llegando la
hora, que el presidente de la organizacin haba dado este plazo.
Entonces empezaron a discutir que haba hecho muchos daos y
que ni a esos ha querido arreglar y ahora no haba sino que aplicar. Acusaban a la mujer de no haber dado cumplimiento en los
trabajos []
Como era un acto tan importante, tan trascendental, tan triste, tan doloroso, yo tambin me hice partcipe, me fui a ver. Era
muy duro. Los policas sacaban a esta seora, la seora se agarraba duro en un pilar para tratar de defenderse, y los policas la
arrancaban a la fuerza y la tiraban a la carretera. Las cosas, todo
lo que tenan, la polica tambin las sac y tir en la mitad de la
carretera. Todo! Y as fueron sacando. Los nios lloraban, gritaban, el pblico protestaba, el gobernador protestaba, pero no
haba nada que valiera. El juez dio una nica orden, los policas
acataron, los dueos, los demandantes, haba a favor y en contra, pero el hecho fue que hicieron ese lanzamiento.
Yo all volv a pelear con los de la Empresa. Yo hablaba para
que no lanzaran. Hubo otra gente que protest tambin. Pero
ellos decan que aqu mandamos nosotros, esto es de nosotros,
ustedes qu vienen a meterse!
La casa qued vaca. Yo vi un cerro de cosas que quedaron
all en la mitad de la carretera, ah. La seora, de la ira, no las
recogi, y ah se perdi todo. Ese era el desorden ms grande.
Como odiaban tanto a esta seora, una gente inmediatamente
subi al techo de la casa y trun, trun, trun, empezaron a desclavar, a bajar el techo. Bajaron el techo! No quedaban sino las cuatro paredes. Hicieron ms de la orden del juez, quien no haca
sino el lanzamiento de sacar las cosas y tirarlas en la calle; de
destechar no dio orden el juez, sino que ellos lo hicieron. Y todo
con la complicidad del incora, del Ejecutivo del cric, de los
mismos directivos de la Empresa. Eso fue desastroso!
Pareca increble que despus de luchar tanto para lograr
qu e nunca ms furamos lanzados de nuestras tierras, que nunca
ms fueran quemadas nuestras casas, que nunca mas furamos
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [449]
Jacinta mi hermana fue piedra angular en la lucha de los ltimos terrajeros. Cuando
el terrateniente Aurelio Mosquera le ofreci bala antes de ser expulsada de su
huerta, la respuesta de ella fue: Mtennos que pa morir hemos nacido.
[450] l a f u e rz a d e l a g e n te
Hay que recordar que Aurelio Mosquera pas a los terrajeros al Pueblito y les
cedi Banqueta, con el compromiso de salirse de los dems lotes. Pero ellos no
se salieron, siguieron cultivando, y fue de esas pequeas huertas de mximo una
plaza de extensin que los comenzaron a lanzar en 1972.
150
Tambin papa, haba y coles, segn la Diligencia de Reconocimiento y Avalo.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [453]
bamos a salir, porque todas las semanas cosechbamos y vendamos la cebolla. Nosotros no salimos y entonces nos empezaron a mandar papeles. Llegaron hasta all a la huerta donde
estbamos arrancando cebolla, gritndonos que saliramos. Nos
decan que si no salamos nos quitaban por la fuerza.
El manimocho151 subi con un tal Pedronel y el alcalde. Lleg y all gritaron, y mandaron a arrancar toda la cebolla. Y yo
respond:
Yo no voy a arrancarla. Yo de aqu pa donde voy a coger! Usted mismo dijo que no furamos a ninguna parte, que
podamos mantener esas huertas de Tsoshankullu. Yo vivo de esa
cebolla no ms.
Yo s te puedo lanzar, o sino, te voy a quemar ya!.
Qumeme, yo no voy a vivir para siempre. Para morir estoy. Por qu no me mata ya mismo?.
Sera para asustarme! Yo estuve en el rancho, detrs de un
alambre. l estaba abajo del alambre, gritando. El patrn dijo:
Salga y venga aqu.
Ser pa pegar, pens. Entonces respond:
Pa qu vino. Usted venga hasta aqu.
Yo no sal. Estuve contestando desde el rancho no ms. No
s qu me pas, que no me dio miedo. Que si a la otra venida
encontraba el cerco as, l mismo lo destrua. Que estaba avisando por las buenas. Ya a lo ltimo estaba bravo y dijo que alzaran
la cebolla. Yo dije otra vez: No voy a alzar!. Y no la alc. Segu
cogiendo la cebolla.
Ese cebollal era grande! Si uno arrancaba arriba, abajo ya estaba retoado. As arrancbamos nosotros. Por eso no hice caso.
All subieron de nuevo a la huerta y dijeron que ustedes ya
estaban advertidos que salieran, qu estn haciendo que no han
arrancado la cebolla, tienen que arrancarla. Nosotros dijimos que
no bamos a arrancarla y que no bamos a salir. All empezaron
a decir ya que nos iban a disparar, que nos iban a matar. Entonces yo dije: Mtennos que nosotros pa morir hemos nacido.
Andaban con otras gentes que decan que eran peritos y con
151
Se refiere a Aurelio Mosquera, quien perdi una mano cuando trataba de dinamitar un lechero, cerca al establo en La Clara.
[454] l a f u e rz a de l a g en te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [455]
policas. Nosotros hicimos el trabajo normal que siempre hacamos. Arrancbamos la cebolla, pero dejbamos la semilla.
Decan que iban a hacer lanzamiento y nos lleg la notificacin del alcalde Antonio Manzano. Ese papel no lo dirigi a los
hombres. Como yo era habladora, como hasta ahora, me lo mandaron a mi. Quin sabe qu habra pasado si el lanzamiento, estos papeles, lo hubieran hecho al esposo, a Javier, y no a mi. Lleg con la amenaza de que si nosotros voluntariamente no
arrancbamos la cebolla, si no recogamos todo, ellos haran el
lanzamiento152. Nosotros respondimos que no tenamos que
arrancar la cebolla y lo dems, porque estbamos en lo nuestro.
Despus lleg otra notificacin que deca que los cultivos que
ustedes tienen, con los peritos y los abogados ya hicimos los
avalos y que, por lo tanto, los enseres que haba all ya eran de
ellos. Y avisaron que tal da iban a arrancar y destrozar, que para
ustedes ya es el lanzamiento. A cuenta de la mayora mandaron
un perito para avaluar el lote del cebollal y el de otros tambin.
Ese lote era para cuatro personas, entonces queran sacar a todos.
Un da de lanzamiento era para los cuatro. El papel que recib
era del abogado Alberto Velasco.
Nosotros nos fuimos a la Cooperativa porque ellos ya se haban organizado, ya tenan tierra y otras cosas. Deca la gente que
en la Cooperativa estaban hablando en favor de la gente pobre,
y entonces nosotros nos fuimos con Juan. Ellos nos dijeron que
la tierra es de ustedes, que algn da tiene que llegar en manos
de ustedes, y que nosotros hemos encontrado unos documentos. Nos dijeron: No se dejen expulsar, y si ordenan que arranquen la cebolla, ustedes mismos no lo hagan, no salgan por voluntad propia, que si los sacan ellos sera distinto, y nosotros
vamos a estar siempre atentos.
Los papeles esos de notificacin que nos llegaron, nosotros
ni siquiera entendamos qu era eso, con finado Juan. No sabamos
152
qu quera decir lanzamiento. Como no entendamos bien castellano Entonces con Pedro fuimos a preguntar a la alcalda,
cuando estaba de secretaria Mara Ins, y ella dijo: Ay Virgen
santsima! a ustedes los van a lanzar de sus casas, vayan a ver qu
hacen. Nos fuimos y all estuvimos sentados todo el da y nadie
lleg, en todo el da no pas nada en la casa. Estaban era arriba
en los cultivos!
Bien tarde ya bajaron con el tractor cargado de cebolla, papa,
ullucos y coles, con los mismos terrajeros que estaban a favor del
terrateniente153. A nuestros hombres, como no obedecieron para
arrancar la cebolla, los mandaron a la crcel. A mi no me dejaron ir, ya me retuvieron, y que tena que estar en la casa sin poder
ir ni a Piendam, ni a ninguna parte. Como ya haban avaluado,
queran arrancar, arrasar ellos mismos. Yo insist que no es de ustedes, que yo voy a cosechar ms. Llev caballo. Yo cargar s cargaba. Entonces vieron que yo estaba all y en la puerta ya pusieron
candado. Ya pas la notificacin y arrancaron todo.
En esos momentos taita Alfonso Gembuel, el que vive en Medialoma, viva en la Quinta de Aurelio. l no haba ido a ayudar
a arrancar cebolla, pero a l tambin le regalaron. Taita Alfonso
recibi, pero como era muy amigo, vino a avisar que recibi la cebolla, pero que l no fue a arrancar. La mam de taita Alfonso me
quera mucho; me llamaban awel. De eso haba quedado alguna
amistad. Como arrancaron la cebolla y como taita Alfonso tambin era terrajero, pero adems era empleado del blanco, le llev
un bulto de cebolla y se lo regal. Entonces vino a preguntar que
ahora yo qu hago con su cebolla? Como l era bondadoso, dijo
que para mi es como molesto. Yo le respond que como usted no
fue el que fue a arrancar, usted ver qu hace con la cebolla; yo
me entiendo con el patrn. De ah fue que empec a pelear.
Los cultivos eran de Cruz, Teresa la mam de Juan, y de
nosotros. Entonces fuimos a ver y ya no haba ni una mata de
153
Esta casita, tan importante para la mayora, su hogar, fue declarada en la Diligencia de Reconocimiento y Avalo como rancho inservible.
155
Tambin papa.
Tena cebolla, papa, maz, col, arracacha, alverja y haba, segn la Diligencia
de Reconocimiento y Avalo (Agosto 18, 1972).
156
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [459]
158
Al Resguardo de Guamba.
[460] l a f u e rz a d e l a g en t e
ya los haban llamado a ellos primero. A Mario Yalanda acababan de hacerle interrogacin, y enseguida estaba yo. Yo estaba all
sentada y Mario, en guambiano qu tan bueno es saber hablar una lengua distinta a la de los blancos me dijo ante el juez:
Cuidado Jacinta, no vaya a estar respondiendo mal; escuche bien
y responda bien. Eso a mi me dio valor como para no equivocarme. Yo pens entre mi, qu har!
Entonces empez la interrogacin y lo primero que dijeron
fue que quin le haba ordenado. Yo le dije que nadie me haba
ordenado, nosotros lo estamos haciendo porque es nuestro derecho. Queran era agarrar a Trino y a Mario y a los de la Cooperativa. Pero quin va a estar avisando! Me debe haber ayudado
mi Dios. Cuando empez la interrogacin yo fui respondiendo,
y despus vide que he dado buena respuesta. Tena mucho miedo. Y eso nos sirvi posteriormente. All tambin plante los derechos, para que reconocieran, no con esa pequea injusticia,
sino que paguen con algo justo para con esa plata poder comprar tierra en alguna parte. No quedaron de pagar. Pedro dijo que
reconociera.
So gran pendejo, no quers el establo?.
Algn da llegamos al establo, contest Pedro.
Como ya llegamos. Y yo dije:
Algn da llegaremos al plan de la casa que era nuestro.
En esa forma le hablamos. Yo saba pelear as, aunque nos
despreciaran y miraran mal, porque nosotros de todas formas
tenamos que llegar all. Llegamos y ahora estoy contando.
De la crcel casi salgo como profesora del sena !
A mi me llevaron de todas maneras a la crcel, pero como
yo no haba hecho nada, alguien me aconsej que en la crcel no
vaya a estar firmando cosas sin saber qu es, sino que cualquier
documento que pasen all a que firme, siempre apele eso. Y yo
as lo hice. Todo esto despus para el abogado sali bien. As he
andado yo.
Fueron tres veces de detencin. La primera, en 1972, fue que
estuviera al entorno de Silvia, que yo no tena derecho ni a salir
a Piendam o a Totor, a ninguna parte. Esa detencin era por
[462] l a f u erz a d e l a g e n te
En realidad, todas las veces fue por invasora, porque sigui yendo a la huerta
a cultivar, e insista en no recibir la plata de las mejoras.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [463]
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [465]
160
[466] l a f u e rz a de l a g en te
Segn parece, se los dio de palabra y slo hasta 1976 se los escritur (Escritura
20 del 10 de febrero de 1976 de la Notara nica de Silvia).
162
Sin embargo, Isidro Almendra no estuvo del lado del terrateniente. Pero como hubo cambio de cabildos, ya los siguientes
cabildos fueron distintos, ya vino Antonio Tumi, sobrino del
profesor Tumi, de gobernador. Como el Cabildo no estaba con
nosotros, el patrn se fue a llamarlo, hablando bien bonito y ofreciendo regalar tierra, diciendo que nosotros ramos los malos y
lo jodamos mucho. Y como los blancos son as, mientras nosotros pelebamos, a ese nuevo gobernador le empezaron a regalar
tierras, ladrillos, ganado. Ellos recibieron estos regalos y empezaron a decir que los malos ramos nosotros. No entraron a nuestro
favor, sino que lo que deba de ser para nosotros lo recibieron ellos.
El lote de terreno que recibieron era como para sacarnos a la
fuerza. Pero all mantuvimos el ganado de nosotros; ellos lo sacaban, pero nosotros lo volvamos a meter. All entramos entonces
a pelear tambin contra nuestra misma gente, con ese Cabildo y
con el profesor Tumi.
Finalmente no pudieron sacarnos, ni recibiendo tierra, ni vacas, ni ladrillo, porque nosotros no peleamos por pelear, sino pensando en que cuando nios pasamos trabajos. Por eso fue que nos
enfrentamos a los blancos.
(Jacinta)
versin de los hechos deja ver con claridad las artimaas del terrateniente, el uso de alcohol para manejar a los indgenas, y la
actitud asumida por las autoridades del Resguardo.
Jos Antonio Trochez, que tambin fue gobernador, [] vino
diciendo que Aurelio Mosquera estaba dando tierras baratas a
nuestra gente, [] y como agradecimiento por las tierras ya recibidas iban a venir a celebrar en Pueblito. Entonces me llam a mi
para que acompaara a este acto [] Decan que iba a subir, y subi [] Se reunieron todos los compradores, que eran bastantes:
Jess Antonio Tunubal, Esteban Ullun y otros. Eran hartos []
A los unos ya les haba entregado las tierras y haba recibido la
plata, y otros todava tenan deuda [] All empez como la amistad que he tenido con don Aurelio. Esto era como el recibimiento.
Como a l le gustaba tambin el aguardiente, all estaba entre nosotros tomando aguardiente []
Don Aurelio me dijo que si el Cabildo necesitaba algo y l poda ayudar, que l haba venido a eso [] Entonces se habl de que
el Cabildo no tena fondos para un viaje a Bogot y [] que si l
poda ayudar algo econmicamente para esto. l dijo ah mismo que
l contrataba un bus [] Entonces yo empec a conocer fue por eso.
Tiempo despus de que vinimos de Bogot me vino hablando de las tierras otra vez [] Despus me invit para que viniera
a verlas, que viniera a ver lo del compromiso, y que ya haba entregado al misak [] Me llev all por todas partes, entre ellos a
donde el tocayo Jos Antonio Trochez, a quien le haban entregado bastante tierra, y tambin a Cstulo Quijano163. A kasuku Esteban Ullun le haba entregado 20 plazas. Me mostr todo eso, toda
la gran cantidad de tierra que entreg.
Regresamos de nuevo en la casa de la hacienda, en el establo,
y vi un poco de terneros [] que dicen ser el Redpool [] Don
Aurelio dijo que todo eso era de l y que me regalaba dos terneros
para la Comunidad, que si quera llevrmelos. Yo dije que []
como nosotros vivamos en un estrecho, no podamos tener cuidando un ganado porque no tenamos tierra; que ya que nos iba a
dar los terneros, que nos diera con algo de tierra para mantenerlos all. l se sonri, pero no dijo nada. Entonces se qued as de
ese tamao en ese momento.
Un da yo vena para Piendam y en el puente El Humilladero
me dijo: La tierra que usted pidi, yo ya resolv darles. Y me dijo
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [469]
Y recibieron la tierra. Segn la escritura, al Cabildo le dieron 19.9 plazas de un lote llamado Ulchures, frente a Medialoma, en lo que hoy llaman Santa Clara. Mi hermana Brbara
comenta:
El Cabildo, como no entenda, empez a apoyar a los que iban
a comprar. Porque en vista de que ya la gente iba ganando, el terrateniente ofreci esas tierras en venta; toda la hacienda en venta.
Entonces, ya compr Cstulo Quijano, ya compraron unos guambianos que eran Jos Antonio Trochez, Esteban Ullun, Jess
Antonio Tunubal, un poco de personas fueron comprando en diferentes sitios. Entonces, all sala ganando nuevamente el terrateniente y, claro, la lucha se frustr, porque los mismos guambianos
estaban comprando.
163
[470] l a f u e rz a d e l a g e n te
Ya no se poda luchar con un solo terrateniente, sino ya tocaba enfrentar a toda esa gente que compr. Compr la gente del
pueblo, compraron los guambianos, compraron hasta unos caleos, y se hicieron varios dueos. Fue la tctica del terrateniente:
vender as, para enfrentar entre todos.
Esto pas con la hacienda El Chimn, pero ya no con las tierras de la Empresa El Chimn; eso ya estaba quieto.
Despus del lanzamiento empezaron todas esas cosas, porque
don Aurelio saba perfectamente que ya estaba avanzada esa lucha.
Por no perder, ofreci en venta a todo mundo. Entonces compraron,
y all estaba metido el Cabildo apoyando a los que queran comprar.
Tambin recibieron otras prebendas, como los diez mil ladrillos que le pidieron al terrateniente dizque para construir un
centro de salud. Pero estos ni siquiera fueron utilizados para este
propsito y, como cuenta el mismo Antonio Tumi:
Los ladrillos se estaban partiendo y se estaban perdiendo.
Como yo estaba construyendo mi casa y me falt un poquito []
entonces a los miembros de la Junta de Accin Comunal les dije
que tena este faltante, y habl con el maestro para que me prestara dos mil ladrillos. Eso lo devolv hace poquito
Su esposa, Jacinta Paja, tambin considera que ellos han tenido que sufrir humillacin y rechazo de su propia gente, sin
motivo:
En verdad es que a ratos nos ha tocado sufrir [] Nuestros
hermanos han calificado que hemos robado, pegndonos y
dicindonos contrarios [] Y tuvimos que venir de arriba hasta
ac (Piendam) por tanta cosa que ha pasado, que a nosotros nos
daba hasta vergenza salir caminando. Pero nosotros no hemos
robado, no hemos hecho mal a nadie.
Sobre los acontecimientos relacionados con la venta de tierras a indgenas de tierra libre y a blancos del pueblo de Silvia,
as como con la donacin del terreno al Cabildo, Jacinta comenta:
En ese entonces, despus del lanzamiento, como la carretera
era buena, trajeron gente en carro, hasta en tractores, y trajeron
todo el Cabildo e hicieron reunin en la escuela con los blancos.
En esta reunin acordaron hacer Junta de Accin Comunal. La
Junta que hay no fue creada por nosotros; fue creada en ese en164
tonces, para que nos sacaran a nosotros, con gente venidera y
los de la Comunidad que se metieron a comprar tierra de entrometidos, como Jos Antonio Trochez, Esteban Ullun y varios ms.
Esteban Ullun fue uno que traicion. l deca que nos iba a
apoyar, entr a luchar en las reuniones de nosotros, y despus se
fue con el terrateniente. Cuando estbamos en pleno problema, l
recibi un lote junto con los blancos, lo trabaj, hizo casa, pero finalmente lo perdi. Yo estaba a punto de ir a la crcel y l estaba
164
[472] l a f u e rz a d e l a g en te
era suficiente, y que necesitaban adems a los blancos del pueblo. Por eso les cedieron y vendieron tierras a ellos tambin.
Segn el certificado 81-103 del 17 de marzo de 1981 de la Registradura de Silvia, entre agosto de 1975 y octubre de 1978
Aurelio Mosquera escritur casi 900 plazas de tierra de Santa
Clara a blancos de Silvia (Antonio Jos Cabal, Pedro Nel Crdoba Bolaos, Fernando Len Durn Rivera, Gloria Durn de
Alba, Mario Angulo Doria) y a ms de 20 guambianos (Mariana
Tunubal de Muelas, Vicente Tunubal Muelas, Eulogio Tumi
Muelas, Cruz Muelas Muelas, Francisco y Jos Antonio Hurtado Muelas, Avelino Hurtado Tunubal, Manuel Ussa Almendra,
Jess Mara Morales, Avelino Almendra Tomb, Joaqun
Yalanda Campo, Jess Antonio Tunubal, Esteban Ullun Ussa,
Juan Bautista Ussa Tumi, Juan Tunubal, Lorenzo Tunubal
Tunubal, Trino Morales Daz, Cruz Tunubal Tumi, Julio
Hurtado Morales, Miguel Antonio Muelas Tunubal, Alcides
Hurtado Calambs, Eulogio Tumi Muelas, Jos Antonio Hurtado Muelas, Miguel Antonio Muelas Tunubal), adems de las
19 plazas del Cabildo de Guamba.
Durante la gobernacin de Antonio Tumi hubo muchos
conflictos con el profesor Tumi y el Cabildo, todo a raz de los
negociados que tenan con Aurelio Mosquera para no dejar avanzar la lucha de los terrajeros en Chimn. El caso del viaje a Bogot, para el cual el terrateniente les financi el bus expreso del
que habla el gobernador Tumi, fue uno de ellos:
Nosotros tenamos acosados al Ministerio de Gobierno, Asuntos Indgenas, y denuncibamos las actitudes de Aurelio y de las
autoridades del municipio y departamento. Entonces, para ellos
tomar nuevamente prestigio y desprestigiarnos a nosotros como
mentirosos, para decirle al gobierno que el terrateniente era un
buen tipo, bondadoso, que era un humanista, que les daba tierra
y todo lo que los indios necesitaran, y que los que jodan, nosotros los Muelas y otros, no eran sino los desobedientes, los desleales, en una ocasin Aurelio Mosquera y Pacho Morales les dieron
un bus cerrado de Silvia y mandaron un carrado de guambianos
a Bogot. Tumi vino con ese carrado de guambianos.
(Jacinta)
[474] l a f u e rz a d e l a g en te
Claro que hasta razn tendra en eso de que ramos desleales, pues como dice Mario Calambs:
La gente cuando ya no acata, claro que es desleal. Como ya no
regalaban su fuerza de trabajo a ellos, entonces para ellos ya eran
desleales. Cuando la fuerza de trabajo ya no iba para all sino que
vena para ac, lo haca porque ya tena otra concepcin. Ah es,
por ese lado. Cuando por todo los jodan y nada hacan, entonces
ellos estaban bien. As miraba yo desde afuera.
Aurelio mismo haba conseguido una casa grande donde haba todo; yo no recuerdo cmo llamaba ese hotel, pero era un hotel grande, donde haba todo de comer, de beber. Haba arrendado el patrn mismo. Este hotel era solamente para ellos, y nosotros
nos metimos.
En Bogot apareci taita Gerardo Morales. Dijo que si l conociera los problemas, ayudara; y adems que no tena poder, que
solamente era secretario del Cabildo, que nosotros estbamos al
aire, que no tenamos ningn respaldo de este Cabildo.
Aunque nosotros decamos que ramos de la misma gente,
hablamos la misma lengua, nunca nos quisieron entender. Yo y el
finado Juan Tunubal entramos hablando con mucha claridad y
no nos dejamos, pero a mi me toc muy duro.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [477]
Pero mientras nosotros estbamos ocupando y tenamos ganado ah, una noche, con machete, cortaron todo el ganado y nos
lo mataron. Solamente escaparon algunitos que no se dejaron
alcanzar del machete.
Con Juan nos movimos mucho a Popayn, venamos a Silvia,
as las autoridades no nos escucharan, los jueces, el alcalde, y tambin en el incora-Popayn. Harto que corrimos, y los pocos animales que tenamos ah se nos acabaron.
(Jacinta)
[478] l a f u erz a de l a g en te
Le preguntamos que qu era lo que le pasaba de hacernos estos encarcelamientos, despus de haber dicho que de all no se moviera nadie. Que aclarara bien lo que dijo, porque nosotros no
entendamos por qu nos haca lanzamiento de Fundacin, diciendo que para nosotros la tierra estaba en el Coscorrn.
Como tambin tenamos el problema del lote frente a
Medialoma que haba recibido el profesor Tumi para el Cabildo,
entonces nosotros, mientras no aclararan, seguamos dentrando
donde le haban dado al Cabildo.
As es que le pedimos a Aurelio que nos diera las escrituras de
Fundacin para nosotros estar claros. Como eso le daba global a
todos, le dijimos que nos diera independiente a cada uno el lotecito, y l comprometi a dar la escritura y s nos cumpli. Y as,
tenemos hasta este momento reconocido y firmado con las manos de l, pues ya hablamos por las buenas.
Cuando hicimos las escrituras de Fundacin, en ese momento mismo dialogamos muy bien con don Aurelio lo de la laguna
(Coscorrn), qu verdad era, para nosotros irnos a trabajar, para
no seguir molestando all donde recibi el Cabildo. Nosotros creamos que de pronto estaba engaando la Empresa, o el mismo don
Aurelio. Entonces preguntamos bien, y dijo don Aurelio que l no
estaba engaando, que l haba entregado al incora y al Cabildo
para que a ustedes les adjudiquen, que s era cierto que l le haba
entregado al incora para las cuatro familias. Entonces ya el mismo don Aurelio nos hizo descubrir.
Yo hice una minga grande donde tenamos siempre la parcela, con los de la Cooperativa, los de Chorrera que tambin estaban con nosotros, y los de Fundacin que siempre nos acompaan. Fuimos a picar en todo el camino; cogimos un lote grande y
picamos. Como ya nos dijo don Aurelio que s era cierto que haba cedido a las cuatro familias las 56 has., entonces nosotros ya
descubrimos eso y haciendo esa minga fuimos a trabajar.
En ese momento que hicimos minga grande, ya de ver que
nosotros venamos venciendo, de ver que nosotros no dejamos, esa
vez ellos, los de la Empresa, tenan un tractor, quitaron el alambre, los postes, ya sac en esos momentos, y ya nos dej trabajar.
As fue que ganamos, y as fue que calmamos, porque ya conseguimos donde trabajar.
Entonces nosotros s dividimos para esas cuatro familias que
don don Aurelio al incora para que el Cabildo de Guamba nos
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [479]
volviera a arreglar a nosotros. En esa forma fue que nos cedi, para
esas cuatro familias reconocidas. Nosotros no formamos ninguna empresa, sino que directamente, hasta este momento, disfrutamos trabajando as en parcelas. Peleando fue que rescatamos este
donado de 56 has.
As hemos estado y no hemos aflojado, y no soltamos la tierra
de Fundacin, el Pueblito; tambin hicimos que resultara para
nosotros esa tierra de Coscorrn que tena la Empresa El Chimn.
(Jacinta)
[480] l a f u e rz a d e l a g en te
Por ltimo, de ver que el profesor Tumi y el Cabildo fueron impotentes contra nosotros, el terrateniente volvi y les
arrebat la tierra y vendi a otros. Porque el convenio de darles ese lote all en La Clara se haba hecho con escritura, pero
con un ttulo oneroso que exiga al Cabildo ayudar a bloquear
las luchas, o de lo contrario la tierra sera devuelta al dueo, al
terrateniente. Eso lo hizo Aurelio. Como no logr paralizar, no
logr bloquear, porque los terrajeros, en compaa de los de tierra libre, siguieron la lucha, ese convenio se fue al suelo, se fue
a pique. Segn me contaba el profesor Tumi, Aurelio meti
abogado y el ttulo fue abolido. La demanda, segn Antonio
Tumi, fue por lesin enorme. Entonces al Cabildo le toc
devolver esa tierra.
Aurelio, para que el Cabildo no saliera con las manos vacas,
en compensacin por la tierra le dio 200 mil pesos. Con esa plata l mismo ayud a buscar la casa que hoy es del Cabildo, en
Silvia. Jorge Rengifo, el ex-alcalde, tena esa casa para la venta por
200 mil pesos, le entreg esa plata y recibieron la casa.
A lo ltimo ya no pudieron hacer nada. Ya lleg la hora de salir
del Cabildo y ya les dieron casa en Silvia.
(Jacinta)
As es que esa casa que hoy tiene el Cabildo es tambin producto de nuestra lucha y no del gran corazn del terrateniente.
Dice Pedro:
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [481]
Pero la casa no la compraron a nombre del Cabildo de Guamba, sino de la Junta de Accin Comunal de la vereda del profesor
Tumi. Despus ya, en 1982, durante la gobernacin de Abelino
Dagua, nosotros, la Cooperativa, apoyamos para que eso no fuera
para la Junta de Accin Comunal, sino para que el Cabildo se
metiera ah. As es como esa casa qued para el Cabildo de
Guamba. Pero yo no se hasta ahora si legalmente el ttulo aparece a nombre del Cabildo o de Accin Comunal de la vereda del
profesor Tumi.
El ledo tambin se ha sabido equivocar:
el Profesor Tumi
Francisco Tumi fue el primer profesor guambiano. l enseaba en la escuela de su vereda. Tena mucha influencia dentro
de los cabildos y era la persona que siempre reciba a los funcionarios y otros visitantes colombianos o extranjeros que venan al Resguardo, por considerarse el ledo y tal vez porque se
contaba entre las pocas personas que hablaban bien el castellano.
Cuando se dieron las ltimas luchas por eliminar la terrajera y
por recuperar las tierras que se encontraban en manos de los terratenientes, el profesor Tumi desempe un papel muy importante, pero no a favor de los indgenas, sino a favor de los terratenientes, aunque hoy en da l niega haber estado a su favor.
165
El Cabildo utiliz una casa prestada de un seor Rubn Pitingo, segn Jacinta.
[482] l a f u e rz a d e l a g en te
A mi me acusaron siempre que trabajaba en favor de los blancos. Por eso hasta mi casa me la daaron. Pero mi conciencia era de
que yo no estaba a favor de los blancos, ni he trabajado para ellos.
(Profesor Tumi)
Su influencia sobre el Cabildo y sobre la comunidad en general era grande. Por eso fue tan nefasto para nosotros que, en vez
de estar a nuestro lado, estuviera al lado del terrateniente. Siempre la pelotera era con l porque andaban los otros miembros
del Cabildo, pero se mantenan callados, no decan nada, siempre delegaban en l. Lo que deca l era correcto para ellos, por
eso se mantenan callados, comentaba Brbara mi hermana.
El gobernador no haca sino estar al lado, parado mirando. Yo
vi una vez en el Ncleo que el gobernador lo nico que haca era
leer un escrito que Tumi haba hecho, y no lo que l quera decir propiamente de su pensamiento.
Cada vez que un extranjero llegaba a Guamba, el gobernador
siempre traa alguna ruana o sombrero para obsequiarle, y Tumi era el que reciba y entregaba. El gobernador pareca un niito
no ms. El que hablaba y el que estaba al frente era l. Cualquier
intervencin la haca el profesor, y los gobernadores se vea que
estaban muy contentos, se inflaban, se crecan, porque tenan a ste
hablando por ellos.
(Luis)
Hace mucho tiempo, cuando los primeros patronos llegaron a Silvia, pero
tenan sus sedes en Popayn, a los terrajeros les mandaban como cargueros con
bestias. Los indgenas no saban el castellano. Caminaban, los ojos visualizaban
y los llevaba el camino, pero lo difcil era la comunicacin con la gente en el transcurso del camino. La gente mestiza que encontraban les preguntaban: Para
dnde va?, y el indgena responda: Popayn pueblo, patrn de mandar, y les
[486] l a f u e rz a d e l a g en te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [487]
[488] l a f u e rz a de l a g en te
tenan la lucha con el terrateniente, el incora, el cric, las directivas de la Empresa Comunitaria, y el Cabildo, la Cooperativa segua encabezando el trabajo por la recuperacin de las otras
tierras. La interferencia del Cabildo y del profesor Tumi a favor del terrateniente dificult y retard las cosas, pero finalmente
se produjeron las movilizaciones masivas que permitieron la recuperacin de importantes extensiones de nuestro antiguo territorio.
De esos acontecimientos Jacinta cuenta:
Cuando la situacin se fue agravando, el patrn nos llam a
mi y a Juan Tunubal, para decirnos que nos daba una tierra, que
comprometemos a darles para que no sigan all con esa gente, para
que se separen y para que no vayan ustedes ms a la crcel, y no
peleemos ms.
Nos quiso hacer como a Tumi, para que no viniera la gente
masivamente. Nos ofreci 10 hectreas, del molino para arriba,
frente a la Misin Evanglica Ambachico, donde estn cultivadas
ahora las fresas. As como le haba dado al Cabildo, de igual manera nos ofreci a nosotros para que nos quedramos con eso. Era
una estrategia tambin darnos all cerquita, condicionado a que
no subiramos ms arriba a pelear.
Pensbamos mucho con Juan que si recibamos las 10 hectreas, como la situacin era muy crtica y no tenamos nada qu
hacer, ni a dnde ir, no nos dara ni sueo ni nada. Pero ms bien
fuimos a contarle a Javier Calambs y l dijo que haba mucha
gente sin tierra en Guamba, que ellos estaban levantando un censo
para ver cunta gente guambiana no tena tierra, que no cediramos, que no aflojramos, que en algn momento toda esta gente
desatara a venir a recuperar todas esas tierras. Deca que la gente
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [489]
Javier Calambs Tunubal, un dirigente que nos orient en un sentido amplio, para
recuperar nuestras tierras e identidad.
[490] l a f u e rz a d e l a g e n te
167
Los que fueron a la crcel, segn la lista de Jacinta son: Asencin Tunubal
Gembuel, Luca Snchez, Agustina Morales, Joaquina Snchez, Jesusa Tunubal,
Juan Tunubal H., Javier Morales T., Lorenzo Muelas H., Joaqun Tomb Y., Felipe Tomb Pillimu, Luis Ortega, Jos Tunubal, Francisco Tomb P., Miguel
Antonio Tumi, Anselmo Tunubal T., Juan Tunubal T., Francisco Tumi,
Luis Felipe Paja Y., Eulogio Tumi P., Cruz Tumi Cantero, Jess Mara Paja,
Agustn Tunubal, Mario Calambs, Domingo Morales, Juan Ignacio Tomb,
Joaqun Calambs, Avelino Calambs, Vicente Calambs P., Vicente Yalanda Y.,
Manuel Fernndez, Antonio Morales V., Ignacio Morales, Antonio Tomb,
Avelino Trochez T., Juan Yalanda, Vicente Tomb, Juan Snchez, Julio Snchez,
Joaqun Morales C., Manuel Jess Muelas, Julio Yalanda, Manuel Trino Yalanda,
Jess Mara Calambs, Juan Calambs Snchez, Cruz Calambs Snchez, Marcos Cuchillo, Javier Calambs, Javier Tunubal, Joaqun Morales Trochez, Antonio Tunubal, Joaqun Tomb, Jos Antonio Cantero, Jos Antonio Morales, Javier Morales, Manuel Ullun, Antonio Tunubal, y Cruz Calambs M. En otra
lista aparecen adems Antonio Ullun, Cruz Ullun, Jos Velasco, Custodio
Tumi, Joaqun Chirimuscay, de La Chorrera y El Chimn.
168
Se refiere a las muchas cartas de peticin que enviaron al incora para que
le comprara a Aurelio y les adjudicara a ellos.
[492] l a f u e rz a d e l a g en te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [493]
[494] l a f u e rz a d e l a g e n te
La autoridad guambiana
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [495]
[496] l a f u e rz a de l a g en t e
para sacarnos, diciendo que ramos malos. Entonces yo dije: Donde ustedes yo no voy, porque no tengo nada que hacer, y le dije
que no se siguiera entrometiendo. Lo que hacemos nosotros, nosotros lo haremos. Otra vez no me vuelvan a invitar a la reunin.
As me vine. l anduvo bravo, que ni hablaba.
Un da lunes de ofrendas (1975), nos sacaron todos los animales de la tierra del Cabildo hasta el circo de los toros de Silvia. Nos
echaron como la primera vez. En ese entonces an andaba el finado
Juan, pero ese da no vino; me dej a mi sola. Me acompa un tal
ahijado Francisco. Cuando llegamos a la alcalda estaba Manolo
Martnez de Asuntos Indgenas, que lo trajo Lorenzo para que hablara con el alcalde Jorge Rengifo. Usted por qu le est echando
ms lea al fuego haciendo ms acusaciones, en vez de ayudar a los
indgenas un poco. Por qu esta atizando ms?. Le dijo Manolo
enojado. Hoy mismo vayan y entren, mientras resuelven. Manolo
Martnez habl a favor. Entonces otra vez me dej entrar los animales a la manga. Hasta ese blanco estaba en favor de la gente, pero
nuestra misma gente estaba en contra. Andbamos as.
Se me hace que fue a mediados de enero de 1976 que taita Antonio Tomb de la Campana, que hoy vive, plante para no recibir el
mando como gobernador, por el problema de nosotros. Dijo que si
no arreglbamos nuestro problema, no reciba la gobernacin. Entonces citaron al gobernador Juan Tunubal con un alguacil, para pedirnos perdn, en la casa del Cabildo, y nosotros quedamos ya a las
buenas. Antonio Tomb recibi al bastn de mando peleando y en
ese ao no dijo nada. Como estuvo enfermo, ni nos quiso lanzar. As
fue que pas. Taita Antonio no era malo, y as pas a las buenas.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [497]
As que fue slo hasta que taita Segundo fue gobernador que
la autoridad guambiana nos reconoci. Antes ramos tratados
como si no furamos la misma gente, como gente mala.
Los terrajeros tuvimos muchos problemas con el Cabildo y,
en general, con nuestra gente de tierra libre. Muchos de ellos nos
desconocan y despreciaban, nos decan que no ramos guambianos, nos trataban como extraos.
Hubo maltrato a los terrajeros de parte de la gente de este lado
[] El Cabildo tambin, hasta hace poco, a los terrajeros los manejaba con cierta indiferencia. Como ellos ac a este lado vivan
bien, no pensaban en los de all [] Eso as vivieron. No se a la
vista de ellos si fue conciente o inconcientemente, pero a la vista
de todos es incorrecto.
(Mario Calambs)
[498] l a f u e rz a d e l a g en te
Por eso, hubo un momento en que pensamos crear un Cabildo aparte. Pero no lo hicimos. Pedro mi hermano comenta esta
situacin as:
Nosotros sabamos pensar y recordar que esta hacienda de nosotros y el ttulo de 1912 se perdi, y volvimos a encontrar. La gente de ese lado, kausro y Anisrtrapu, si ellos nos hubieran desconocido les habra ido muy mal. No habran podido trabajar en este
lado. Nosotros pensbamos crear otro Cabildo en este lado, con
los de la hacienda no ms, recogiendo los que eran de aqu no ms.
Como nos despreciaban, por eso pensbamos crear el Cabildo por
la quebrada.
Pero como no eran todos los que nos despreciaban, los que
pensaban mal, por eso, finalmente nos quedamos juntos:
Los que pensaban mal, si hubieran sido ms de la mitad pero
eran pocos los que nos miraban mal. Algunos pensaban bien y
algunos por ignorancia. Ms tarde reconocieron. A la gente ignorante no le hicimos caso. Si ellos no hubieran dejado de molestarnos, habramos nombrado nuestro propio Cabildo.
(Jacinta)
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [499]
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [501]
Yo al lado de Jambal no camin mucho, para all caminaba era Floro Tunubal. Como que sectorizbamos un poco. A m,
por lo que yo estaba en Mondomo, me tocaba lo que calificaban
el Norte, que estaba ms cerca. A Jebal he ido en algunas asambleas, o he estado en algunos encuentros, pero no he estado as
tan de cerca. En cambio a Novirao s iba con mucha frecuencia.
Me pareca una comunidad paez tan fcil para llegar, para relacionar, que eso en un ratico se va all y se vuelve vuelta. Me pareca tan importante, tan estratgica. A otras comunidades
paeces, como Polindara, nunca llegu.
En ese entonces los paeces de Jambal estaban en un importante proceso de recuperacin de tierras, mediante ocupaciones
de hecho, y con su ejemplo tambin tomaron igual camino los
indgenas de Jebal, Novirao y Munchique-LosTigres.
Los de Jambal, como nosotros, trabajaban con el cric hasta
que, con las divergencias polticas que hubo, ellos tambin se
separaron. No me acuerdo exactamente el ao. Me acuerdo de
un dirigente que fue varias veces gobernador, Francisco Gembuel, que trabajaba con nosotros recuperando la tierra, se mova con nosotros, ya independiente del cric, creo que hasta 1982.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [503]
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [505]
Despus de esta gran asamblea siguieron las reuniones hasta que se fij la hora y el da en que se iba a recuperar. Entonces
esto fue un proceso constante.
Ya cuando la autoridad guambiana asumi la responsabilidad poltica de recuperar las tierras, evolucion ms rpido.
Nosotros poquitos habamos demorado tanto tiempo!
Pero lo cierto es que, mientras los paeces, no slo los de Jambal, venan avanzando muchsimo Jebal mismo, Novirao
mismo, a pesar de ser grupos pequeos, y el norte del Cauca,
Guamba nada y nada y nada. Nos movamos nosotros los terrajeros y los de la Cooperativa, pero la autoridad no asuma esa
responsabilidad. Y mientras no asuma el mismo Cabildo, la
misma autoridad, pues no haba otro que pudiera convocar. Por
eso los paeces haban tomado una actitud crtica frente al Cabildo de Guamba. Pero como taita Segundo Tunubal asumi
la responsabilidad, lo convocaron all en Jambal, y all le dijeron los paeces que los guambianos estaban ocupando muchas
tierras de ellos. Y eso era cierto; en esos tiempos bajaban muchos
guambianos all, ocupando tierra de los paeces. A veces cedan.
Esta vez dijeron: Aqu han venido muchos guambianos que estn ocupando tierras nuestras. Ustedes tambin tienen tierra,
ustedes tambin tienen que recuperar para el bien de su comunidad, porque al no recuperar nos van a seguir ocupando ms y
ms. Asumieron una actitud crtica frente a la autoridad.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [507]
Como taita Segundo s estaba entusiasmado, l s quera y vena asumiendo la responsabilidad, ese encuentro de paeces y
guambianos en Jambal era para reafirmar la lucha por la tierra, el derecho a la tierra. Taita Segundo hablaba mucho del punto el Guayupe, all en Jambal, y deca: En Guayupe me invitaron y me dijeron que ustedes tambin recuperen. l deca que a
veces le daba pena, le daba vergenza, que tantos guambianos
all y en verdad el Cabildo de Guamba no haba asumido esa
responsabilidad de recuperar la tierra; pero que haba que hacerlo. Entonces de all vino decidido a asumir esa responsabilidad. Los paeces llamaron para que asumiera ese compromiso, y
fue muy fructfero. Vino, convoc cada vez ms a la gente, y logr organizar masivamente.
Fue entonces, con el mayor Segundo Tunubal, que para
nosotros se dio lo que yo siempre he llamado la primera insurreccin guambiana que recordar la historia, en la que se produjo
una movilizacin muy grande, con un buen gobernador. Fue el
inicio de una segunda etapa fuerte de recuperaciones. Afortunadamente l pudo; tena un criterio realmente organizativo, un
criterio de lucha, de trabajo, tena el coraje necesario para confrontar la situacin en ese momento, y pudo organizar. Yo siempre, cada vez que recuerdo, la llamo la insurreccin guambiana
ms grande que uno haya podido ver.
Santiago s fue una recuperacin de verdad y al Estado le toc
reconocer que esas tierras eran de nuestras comunidades, que por
la lucha las haban vuelto a adquirir. La de hoy s es una verdadera recuperacin, porque la tierra se la DEVUELVEN a los indgenas. Ya ni la Comunidad ni el Cabildo quedan sometidos a un
nuevo endeudamiento. Pero eso ha venido lentamente.
De tooodas esas angustias, de tooodas esas tristezas, de toda
esa frustracin, que muchas veces pareca que nos hubiramos
acabado, en ese ao, el 19 de julio, se entran los guambianos all
en Las Mercedes, hacienda que haba hecho parte del Gran
Chimn y que en ese momento estaba en manos de la familia del
ex-gobernador del Valle del Cauca, Ernesto Gonzlez Caicedo,
quien la tena para criar ganado de lidia, toros bravos.
Hasta ese momento los guambianos vivan como amarrados
de los polticos, del cura, de los jueces, del gobierno. Y ese da se
[508] l a f u e rz a d e l a g en te
la lucha legal no serva para nada; lo que nos vino a salvar fue la
lucha poltica. Muchos guambianos fueron a parar a la crcel,
pero no as de un abuso absoluto. As hubiera crcel, siempre
haba un poco ms de respeto, una situacin distinta a la que
hubo hasta ese momento. Entonces las condiciones vinieron mejorando un poquitico.
Sobre este importante momento de la recuperacin masiva
con taita Segundo, Jacinta dice que:
En 1980 vino el grueso de la gente en cabeza de taita Segundo
Tunubal. Hasta entonces nosotros no habamos visto una autoridad que representara, que viniera con bastn, a este lado donde
los que ramos despreciados por esa autoridad.
En ese ao hubo un cambio. Vino la gente a recuperar, se
moviliz. Si no hubiramos hecho esa resistencia, de pronto no
habra habido ese sendero para entrar. Nosotros mantuvimos ese
camino de que tanto hablaba Javier. Nunca lo cerramos, sino que
caminamos para all y para ac, haciendo mingas y dems. Nosotros insistimos mucho para que la Cooperativa siempre nos
acompaara, hicimos un esfuerzo para que ellos y el resto de la Comunidad pudieran venir a ocupar esas tierras, pensando no causarle dao al grueso de la Comunidad. Entonces se empez a trabajar en gran escala y los blancos arreciaron el ataque.
Nosotros siempre insistimos al blanco, al terrateniente, que
mientras usted no ha querido resolver el problema, nosotros tarde o temprano tenemos que llegar al plan de la casa vieja, que era
nuestro. Estbamos decididos a llegar ah, pasara lo que pasara.
Como era la palabra que habamos dado de que ah llegaramos,
toc que llegar. Entonces ya vino el cambio, la distribucin de la
tierra, con el volumen de la gente de la Comunidad.
Despus de Santiago
ces no hemos podido avanzar mucho a lo largo de la recuperacin. Si uno se pone a contar fincas, yo creo que hoy podemos
decir, con lo de Chero y lo dems, que se han recuperado unas
25 fincas o algo ms.
Despus de la recuperacin de Santiago hubo un estancamiento de cinco aos. Aunque unos pocos continuaron la lucha,
las movilizaciones masivas se paralizaron, y desde 1980 hasta 1985
no se pudo recuperar mucho ms. Hubo numerosos problemas
a nivel interno y tambin con el gobierno. Por una parte, la Comunidad ya se haba convencido de que las tierras eran propias,
suyas, y que no tena por qu pagar, mientras que el incora, por
lo menos hasta finales de 1983, quera obligar a que la Comunidad y el Cabildo se comprometieran a un nuevo endeudamiento para pagar a 15 aos. Por otro lado, el incora insista en explotar las tierras en Unidades Agrcolas Familiares, que eran de
20 has. por familia, en tanto que la Comunidad quera trabajar
con la mayor cantidad de gente posible, as a cada cual le tocara
muy poco.
Esos problemas obstaculizaron el proceso de recuperacin
por cinco aos, hasta que en 1985 logramos desbloquearlos para
negociar con el Estado, y pudimos arreglar tambin algunas dificultades que se haban creado dentro de la Comunidad, en la
misma finca recuperada.
En 1985, el pueblo guambiano, reconocindome como un hermano de sangre, me eligi como su gobernador. Al asumir la gobernacin de Guamba, encontr muchos problemas acumulados:
unos del Resguardo, entre comuneros, otros en la tierra recuperada de Santiago, y unos ms con el Estado representado en el
incora. Haba muchos problemas internos de alinderamiento
[512] l a f u e rz a d e l a g en te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [513]
de terrenos, que requeran correccin, y nuevas familias que necesitaban espacio para construir sus viviendas. Tambin haba
conflictos entre catlicos y protestantes al interior de la Comunidad. Encontr tambin una discusin sobre la necesidad de desarrollar un plan para la educacin guambiana, cuyo pensamiento y espritu estuvieran centrados en una educacin propia, pues
haca ms de 50 aos que la educacin al indgena estaba orientada desde afuera, por las instituciones del Estado y los gobiernos, y no era para la conservacin de la identidad indgena, sino
todo lo contrario.
En las tierras recuperadas de Santiago encontr un conflicto
muy fuerte al interior la Comunidad, por falta de una distribucin equitativa de las mismas. Por ello haba una inconformidad general de los guambianos, lo que nos llev a realizar muchas asambleas internas para aclarar que las tierras recuperadas
tenan el objetivo de resolverle la situacin de falta de tierras a
[514] l a f u e rz a d e l a g e n te
la gente de ms escasos recursos econmicos. Todos tenan derecho, pero haba que hacer una preferencia a la gente ms necesitada.
Con el acompaamiento de muy buena gente, entre miembros del Cabildo: alcaldes, alguaciles, secretarios, y otros miembros de la Comunidad, logramos movilizar y reordenar la
distribucin de las tierras, actividad que llamamos reubicacin.
Le dimos tierra a los mayores de doce aos, pues nuestra consigna era ayudar para que todos pudieran trabajar, as fuera en
lotes muy pequeos. Nuestra poltica era que ningn guambiano
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [515]
171
[516] l a f u e rz a de l a g e n te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [517]
[520] l a f u e rz a d e l a g en te
conseguimos algunas relaciones con otras comunidades indgenas; con ellos continuamos el trabajo hasta los das de hoy.
Nosotros los guambianos, junto con los paeces que nos
acompaaban, que eran los de los resguardos de Novirao, la Paila,
hasta 1983 tambin los de Jambal, igualmente un sector de
Munchique-Los Tigres, Jebal y Naya, y los narienses que comenzaron en ese entonces: los resguardos de Cumbal, Panam,
Chiles y Mayasquer, queramos un movimiento diferente, que no
fuera una copia del cric. Con ellos se hizo la primera Marcha
de Gobernadores, en 1980.
En ese entonces pensbamos en hacer una organizacin sin
cpula, ni ejecutivo, sin presidente, sin cabeza visible, que tuviera
una estructura horizontal, y que quien convocara no fuera el
ejecutivo, ni el presidente, sino las mismas autoridades, los mismos cabildos; porque nosotros queramos valorar era a las autoridades, que ellos fueran los que dirigieran, los que filosofaran
su pensamiento y dieran una orientacin poltica a sus comunidades, y que fueran formando a los dirigentes. Queramos
hacer algo diferente al cric, no tanto en los objetivos de trabajo
expresados en los 7 puntos, que eran importantes, sino en el
manejo poltico, pues haba una gran diferencia entre lo que escriban y lo que uno viva permanentemente, la forma como
actuaban. Tampoco queramos copiar las organizaciones sociales de mestizos, de blancos, sino que desebamos valorar a las autoridades de las comunidades.
Ya en el 82-83, la organizacin dej de llamarse Gobernadores en Marcha, para darse el nombre de Movimiento de Autoridades Indgenas del Sur-occidente (aiso). Bajo esa denominacin
se vino desarrollando. Pero tenamos algunos altibajos, porque
estas organizaciones que se piensan as horizontales, como no
tienen cabeza visible, un ejecutivo, un presidente, en cierta forma quedan al aire. Mientras no convocaran los cabildos, las mismas autoridades, los mismos gobernadores, no haba quin lo
hiciera. Por eso en 1985, cuando fui nombrado gobernador, el
Movimiento estaba en decadencia: no se movilizaba, la gente
estaba quieta.
Me acuerdo tanto que algunos paeces me hicieron llegar
u n oficio en el que me preguntaban qu iba a hacer yo como
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [521]
Con Juan Tunubal Hurtado, dirigente asesinado, en una reunin en Santiago; 1988.
Foto: Brbara Muelas Hurtado.
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [523]
Bibliografa Consultada
Fuentes Primarias
acc, Escritura de Fundacin del Mayorazgo de Jos Fernndez de
Belalcazar, Colonia-Libro Notarial de 1753.
acc, Composicin de Merced de Tierras, Colonia-Libro Notarial de
1753-Fs. 176-199.
acc, Demanda de Ventura Fajardo contra testamentaria de su padre,
Signatura 708-Repblica-Judicial i-1838.
acc, Informe del Secretario de Gobierno del Cauca, 1915-16.
acc, Libro Capitular de 1733.
acc, Signatura 1095-Republica-Judicial i.
acc, Signatura 1125-Judicial.
acc, Signatura 2696-Repblica-Judicial iii-3cv-tierras.
acc, Signatura 2708-Repblica.
acc, Signatura 2719-Repblica.
acc, Signatura 3505-Repblica-Judicial iv.
acc, Signatura 5253-Independencia-Judicial i-9cv-tierras-Fs. 18-61.
agn, 1829, Pleito contra gentes de casta, Indios-Fs.407-435 y 365-376
(faltaban 431 y 433-35), Bogot.
agn, Indios-t.1-n 37-Fl.417.
agn, Notara 1 de Bogot, 1912, Escritura 1051.
Archivo Privado de Jacinta Muelas, agosto-1972, Diligencias de
Reconocimiento y Avalo, Silvia.
Notara 1 de Cali, 1944, Escritura 3039.
Notara 1 de Cali, 1947, Escritura 1366.
Notara 1 de Cali, 1949, Escritura 2075.
Notara 1 de Cali, 1949, Escritura 2297.
Notara 1 de Cali, 1950, Escritura 2883.
Notara 4 de Cali, 1952, Escritura 901.
Notara 1 de Popayn, 1881, Escritura 843
Notara 1 de Popayn, 1883, Escritura 703..
Notara 1 de Popayn, 1893, Escritura 161.
Notara 1 de Popayn, 1894, Escritura 493 de Donacin de Chimn.
Notara 1 de Popayn, 1894, Escritura 667 de Donacin de Chimn.
Notara 1 de Popayn, 1898, Escritura 547 de Protocolizacin de la
Divisin y Sorteo de Lotes de la Hacienda de Chimn.
Notara 1 de Popayn, 1964, Escritura 788.
Notara 2 de Popayn, 1929, Escritura 129.
[524] l a f u e rz a d e l a g en te
Prensa
Mosquera, Aurelio, junio 5-1973, El Liberal, Popayn.
Mosquera Aurelio, marzo 28-1974, El Liberal, Popayn.
Muelas, Jacinta, mayo 3-1974, Editorial del Lector: Carta de un
Indgena, El Peridico, Popayn.
Muoz, Hctor, marzo 19-1974, Violencia en el Cauca: Asesinan otro
Indgena, El Espectador, Bogot.
Muoz, Hctor, mayo 15-1974, Dicen los guambianos: Vacaciones en la
Crcel, El Espectador, Bogot.
Vergara Cern, Carlos, marzo 28-1974, Sobre problema de la hacienda
de Chimn, El Liberal, Popayn.
Fuentes Secundarias
Agredo, Oscar, 1998, Vida y Pensamiento Guambiano, s.p.,
Guamba.
Arboleda Llorente, Jos Mara, 1948, El Indio en la Colonia, Prensa
del Ministerio de Educacin, Bogot.
Botero, Sofa, 1984, Tras el pensamiento y pasos de los taitas
guambianos, un-tesis de grado s.p., Bogot.
Colmenares, Germn, 1978, Historia Econmica y Social de
Colombia 1537-1719, Ed. La Carreta, Medelln.
Colmenares, Germn, 1979, Historia Econmica y Social de
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [525]
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [527]
Vocabulario Guambiano
Alment actual apellido Almendra.
Anisrtrapu vereda El Cacique, Resguardo de Guamba
Ankuchu flor de color rosado del rbol de ese nombre;
apellido de indgenas de Totor.
awel nieta
awel nieto
Bernabekullu Guaicada de Bernab, a orillas del ro Molino.
Chillikkullu Guaicada del Barro, llamada La Chorrera por
los blancos.
ermanto los hijos de los compadres son todos ermantos
entre s.
Illimpi nombre que significa ave del agua; saliva.
inkiaraju interjeccin.
Isik nombre que significa viento; lana.
isirik persona peluda; usado para referirse a los blancos.
Kalimpiu Calibo.
kallim espritu del mundo religioso guambiano que tiene
representaciones femenina, masculina, maligna
y benigna.
Kaluskutsintun sitio sagrado relacionado con los muertos, ubicado
cerca a donde recientemente construyeron una
planta de agua para Silvia.
Kalutu Caloto.
kansro espacio y tiempo de los muertos.
karunchi lagartija.
kasik cacique.
kasuku to.
kausro las tierras de arriba, de antes de llegar al
pramo, donde no se produce ni maz ni trigo.
Keltsi nombre que significa planta rastrera.
Kilkasro Quilcac.
Kina apellido actual en Guamba; quina.
kueikmantsik espritu del muerto, posteriormente interpretado
por religiosos como diablo.
Kuknuk Coconuco.
Kuruschak Planada de la Cruz.
Kuruschakketa Pie del Cerro de la Cruz.
Kurusketa Pie del Cerro de la Cruz.
[528] l a f u e rz a d e l a g e n te
[530] l a f u e rz a de l a g en te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [531]
Glosario Castellano
(palabras que no estn en el Diccionario de la Real Academia, o
que en este texto tienen una acepcin diferente a las dadas en l)
abijaba
aguacerada
aginche
almocabra
amistiar
angucho
bayeta
bimbo
bultear
cachimbo
chagrera
chiguaco
chistear
chucha
chumbar
criado
cueviar
culebrero
embute
encierro
enestico
azuzaba.
aguacero.
hoja metlica que al encabarse serva de machete.
almocafre usado en minera.
hacer las paces.
rbol cuya flor rosada se utiliza como medicina
para la tos ferina; apellido.
pao rectangular de color azul, el cual se envuelven
los hombres guambianos de la cintura hasta media
pierna, sujetndoselo con un cinturn.
pavo.
cargar bultos.
rbol grande que se usa para dar sombro al caf.
cuidado de los cultivos mediante personas
(chagreros) que se dedican a espantar los animales
que hacen dao, principalmente aves, monos,
ardillas, tirndoles piedras con una guaraca
(especie de boleadora).
mirla negra.
bromear.
animal que se cuelga de su larga cola desde las
ramas de los rboles y que suele salir de noche a
llevarse las aves domsticas.
ceir con un chumbe o envolver a un beb.
persona recogida y criada dentro de una familia ajena.
revisar la tierra despus de la cosecha, para buscar
restos de comida; sin arrancar la mata, seguir la
raz hasta encontrar la comida (papa, ulluco, etc.);
sistema de cosechar, por ejemplo la yuca amarilla.
donde hay mucha culebra.
arcilla pisada que se utiliza para rellenar las cajas
formadas por los estantillos y las varas de las
paredes en las casas de bahareque.
huerta de cultivo que el terrajero poda trabajar
para su propio sustento dentro de la hacienda.
muy rpidamente.
[532] l a f u erz a d e l a g en te
precautelativo precautelar.
puchicanga palito con mota de lana envuelta y amarrada en l,
de donde se saca la fibra para cardarla o hilarla.
quetenada las papas, maz, etc. ms grandes.
quicuyo pasto rastrero de clina fro.
ralladero instrumento para rallar yuca en el proceso de
produccin de almidn.
rebrujar escudriar; revolcar.
remesear comprar el mercado.
sabana pramo.
sobretana paja de pramo de hoja ancha para el techo
de las casas.
slido solitario.
sombrero pandereta tampalkuari, en lengua guambiana.
Sombrero tradicional de los guambianos, tejido en
caa brava por los hombres.
sorond rbol de tierra clida, de fuerte corteza, la cual se
usa para armarrar cercos, armar embovedados o
paredes, en las casas de bahareque.
tangao golpeado.
tarabas instrumento para hilar cabuya y hacer lazos;
estribos de madera y cuero.
trabajadero pequeo rancho utilizado temporalmente como
punto de apoyo en el desarrollo de actividades
agropecuarias.
ulluco tubrculo.
verraca/o difcil, duro, severo; persona muy fuerte o guapa
a l enfrentar cualquier situacin.
verraquillo palo con cuero amarrado en su punta, o perrero,
utilizado para fuetear.
yacoma tubrculo miniatura de color blanco o negro,
usado por mdicos tradicionales de algunos
pueblos indgenas.
yaguar pasto de tierra clida, acreditado como muy bueno
para lechera.
zaratano color de las plumas o piel de algunos animales,
que se distingue por presentar manchas de
distintos colores.
zoquear cortar una planta para que retoe.
[534] l a f u e rz a d e l a g e n te
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [535]
l a s l u c h a s d e l o s l t i m o s t e r r a j e r o s [535]