Arbitraje - Su Eficacia Como Sistema Alternativo de Resolucion de Conflictos - Roque J. Caivano PDF
Arbitraje - Su Eficacia Como Sistema Alternativo de Resolucion de Conflictos - Roque J. Caivano PDF
Arbitraje - Su Eficacia Como Sistema Alternativo de Resolucion de Conflictos - Roque J. Caivano PDF
CAIVANO
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AD-Hoc S.R.L.
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ARBITRAJE
Roque J. Caivano
ARBITRAJE
Su eficacia como
sistema alternativo de
resolucin de conflictos
UIIUCCCION EDlTOnJAL
NDICE
Prlogo ..............................................................................
1) Introduccin .................................................................... .
1.1) El conflicto como fenmeno social.. ....................... .
1.2) La jurisdiccin y el arbitraje ................................. .
2) El acceso a la justicia .................................................... .
2.1) El derecho a la jurisdiccin ................................... .
2.2) Principales obstculos ............................................ .
2.3) Propuestas de solucin ........................................... .
3) Reconocimiento oficial de la crisis ................................ .
4) El arbitraje como alternativa ........................................ .
4.1) Su posible contribucin .......................................... .
4.2) Necesidad de abordar el arbitraje con un enfoque
realista y un espritu diferente ............................. .
4.3) El arbitraje y el Poder Judicial ............................ .
5) Otros medios alternativos .............................................. .
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2.3.2.) La ley 17.454 y el arbitraje internacional.
2.3.3.) La Convencin de Nueva York de 1958 .. ..
2.4) La reticencia judicial .......................... , ................... .
8) El costo del arbitraje ...................................................... .
3.1) Consideraciones generales ...................................... .
3.2) La tasa de justicia en la ejecucin de laudos ..... ..
NDICE
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1 Clases de arbitraje
1) rbitros libres o arbitraje institucional ....................... .
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El acuerdo arbitral
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El laudo arbitral
3) Contenido ......................................................................... .
3.1) Cuestiones comprometidas ..................................... .
3.2) La fundamentacin ................................................. .
3.2.1) Generalidades .............................................. .
3.2.2) La fundamentacin en el laudo de
amigables componedores ............................ .
3.2.3) Los laudos con fundamentacin reservada.
3.3) Imposicin de costas ............................................... .
3.4) La regulacin de los honorarios de los abogados.
4) Efectos ................................................................. ............
5) La ejecucin de los laudos arbitrales nacionales ........ .
5.1) Generalidades. Requisitos ...................................... .
5.2) Juez competente ......................... :............................ .
6) La ejecucin de laudos arbitrales extranjeros ............. .
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INDJCE
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Anexos
1. Normas sobre arbitraje de los Cdigos de
Procedimientos. ................................................................ .
1) Cdigo Procesal Civil y Comercial de)a Nacin ..
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Cdigo Procesal Civil y Comercial de la Provincia
de Buenos Aires ...................................................... .
Cdigo Procesal Civil y Comercial de la Provincia
de Santa Fe ...................................... :...................... .
Cdigo Procesal Civil y Comercial de la Provincia
de Crdoba ..................................... ;......................... .
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Bibliografa ........................................................................... .
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PRWGO
ARBITRAJE
PRLOGO
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1. La jurisdiccin
y la crisis de la justicia
; I
1)
Introdu~~cin
4,
ARBITRAJE
les.
Ya Platn enseaba que el mayor bien para un Estado no es
guerra ni la sedicin, sino la paz y la buena inteligencia entre
11 ciudadanos. Pero como la existencia de intereses contradictorios
rma parte de la naturaleza del grupo, el estadista ha debido crear
i.temas que pongan remedio a los disensos, obligando a los
tembros a observar ciertas reglas y previendo que un tercero zanje
1 disputas. Es indispensable que se establezcan tribunales para
Ida tribu y jueces que decidan sobre la marcha las diferencias que
CI lIusc1ten, tribunal que estar compuesto por los jueces ms nterOIl que sea posible encontrar. Un Estado no sera Estado si lo que
ollcicrne a los tribunales no estuviese arreglado como es debido.
La administracin de justicia -concebida en sentido latopnroce as como la herramienta de que se vale la sociedad para
ominar los conflictos y permitir la convivencia de sus miembros.
Como hemos visto, la necesic~ad de subsistencia de los grupos
ocinles ha hecho que se piense en la conveniencia de que un tercero
nt,orvenga en los conflictos de los particulares para resolverlos
neficamente. Esa actividad, desempeada por una persona dislItn de los propios interesados, es lo que constituye la esencia de
11 jurisdiccin.
So ha dicho que la actividad jurisdiccional, la existencia de
\HH~Ol'l, es preexistente aun a la legislativa, a la formacin de normas
ut'fdicas; que la primera preocupacin de los hombres ha sido la
'orlllllcin de tribunales de justicia. Lascano da cuenta que los ms
ilijoH monumentos jurdicos (el Cdigo de Hammurabi de Babilonia,
mi loyes de Man y Narada de la India, las XII Tablas romanas
In I(lx slica de los francos) estaban consagrados a la materia
udidu 1.
De tal forma que en sus orgenes, los "jueces" operaron bajo un
6/limen de libertad, siendo su actuar eminentemente subjetivo y
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2)
El acceso a la justicia
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N o cabe duda que la crisis que vive hoy el sistema estatal de')
administracin de justicia es uno de los motivos por los que el/
arbitraje ha despertado del letargo en el que se lo sumi durant~
mucho tiempo., Acicateados por la imposibilidad de acceder a tr
minos razonables en la resolucin de los conflictos por parte de 1
justicia estatal-situacin que muc?~s asimilan a una privacin d~
la justicia misma-, abogados y htIgantes se han lanzado a la\
bsqueda de nuevas herramientas que les permitan obtener res:!
puestas ms adecuadas a las nec'esidades~
El problema de la justicia estatal....,-a pesar de su antigua data,
de su gravedad yde su profundidad- no deja de ser una cuestin
coyuntural para nuestro estudio. Si slo se pensara en el arbitraje
como una solucin de compromiso para esta instancia de crisis, se
equivocara el camino, porque tampoco el arbitraje traer consigo
-mgicamente-- la desaparicin del problema.
El arbitraje no es una suerte de mal necesario. N o es el mal
menor por el que pueda optarse ante la disyuntiva de acudir a una
justicia estatal que no brinda respuestas, o probar con un sistema
privado. Si se lo aborda sin convicciones, con prejuicios o recelos,
pensando que es "menos malo" que la justicia, se estar minimiznndo su verdadero alcance.
Pensamos en una verdadera revitalizacin del arbitraje, con
"t,onciones de perdurar, para lo cual debe estar basada en post.ullldos realistas. No porque se lo vea solamente como una salida
pOHible del atolladero social que significa mantener en estado de \
hibornacin miles de conflictos sin poder darles solucin, sino,
porque se entienda definitivamente que constituye una alternativa
H In que se puede recurrir, aun cuando la justicia ordinaria funcione
6ptimamente.
Si el actual vuelco de la sociedad hacia el estudio del arbitraje
HO debe solamente a la necesidad de evitar la sobrecarga del Poder
.1 ud icial , no se habr avanzado demasiado en el cambio cultural que !
Hignica pensar en l como un mtodo apto, con independencia de '
In coyuntura en que se desenvuelva la justicia estatal.
Tambin debe tenerse presente cuando se piensa en el arbitraje,
quo n9 es una propuesta vlida para cualquier cla~e de litigio o bajo
<lunlquier circunstancia. As como hemos sostemdo que frente a
ciortas categoras de conflictos -porejemplo'los que se originan en
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ARBITRAJE
Cientficas de la Magistratura Argentina han concluido en la necesidad de reafirmar que en el transcurso de la historia, ha quedado
superada la instancia del juez legalista, para asistir modernamente
a una funcin transformadora de juzgar, que se traduce en un
criterio ms funcional, teleolgico y participativo. A pesar de ello,
la realidad nos muestra una permanencia -cuando no una grave
agudizacin- de los problemas', lo que configura un cuadro de
situacin verdaderamente alarmante.
Pensamos en el arbitraje, porque brinda la posibilidad de
comenzar a producir ese cambio. Porque, contrariamente a lo que
se piensa apriorstica y tericamente, no consiste solamente en un
cambio en la persona que habr de decidir la contienda. N o se trata
nicamente de sustituir la persona del juez por la de un particular.
Si creyramos que con el solo cambio del juzgador se subsanara el
problema, pareciera que el juez es quien lo causa, cuando sabemos
a ciencia cierta que es slo uno de los engranajes de una enorme
maquinaria, y que muchas veces l tambin resulta vctima del
sistema.
El arbitraje implica, para quien lo asume en plenitud, un
verdadero cambio de enfoque respecto del modo de epcarar la
"esolucin del conflicto. Requiere de todos los que participan de l
-partes, abogados, rbitros y auxiliares- una predisposicin diliwente, un espritu sin el cual el sistema estar irremediablemente
condenado al fracaso.
Un juicio arbitral en el que las partes introduzcan planteos a
todas luces obstruccionistas y dilatorios, o en el que los rbitros no
logren despojarse de rigorismos insustanciales, seguramente reproducir muchos de los vicios que se observan a diario en los juicios
ordinarios; aunque es menester reconocer que si el arbitraje est
instrumentado en forma coherente, los rbitros tendrn ms herramientas para evitar que el proceso se desnaturalice.
Nuestra aspiracin -en definitiva- es que el arbitraje comience a ser visto como una frmula digna de ser considerada a la
hora de escoger la manera de dirimir una contienda, con total
abstraccin de cmo se encuentre funcionando el Poder Judicial. Nos
parece que atar su suerte a la crisis judicial es minimizar su validez,
condicionar~su efectiva vigencia, y perder de vista su aptitud general
como mtodo alternativo de re;:o!uci6n de conflictos.
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ARBITRAJE
Cientficas de la Magistratura Argentina han concluido en la neceBidad de reafirmar que en el transcurso de la historia, ha quedado
superada la instancia del juez legalista, para asistir modernamente
a una funcin transformadora de juzgar, que se traduce en un
criterio ms funcional, teleolgico y participativo. A pesar de ello,
la realidad nos muestra una permanencia -cuando no una grave
agudizacin- de los problemas; lo que configura un cuadro de
situacin verdaderamente alarmante.
Pensamos en el arbitraje, porque brinda la posibilidad de
comenzar a producir ese cambio. Porque, contrariamente a lo que
se piensa apriorstica y tericamente, no consiste solamente en un
cambio en la persona que habr de decidir la contienda. No se trata
nicamente de sustituir la persona del juez por la de un particular.
Si creyramos que con el solo cambio del juzgador se subsanara el
problema, pareciera que el juez es quien lo causa, cuando sabemos
a ciencia cierta que es slo uno de los engranajes de una enorme
maquinaria, y que muchas veces l tambin resulta vctima del
"ifltoma.
El arbitraje implica, para quien lo asume en plenitud, un
vordadero cambio de enfoque respecto del modo de epcarar la
,'oHolucin del conflicto. Requiere de todos los que participan de l
-purtes, abogados, rbitros y auxiliares- una predisposicin diftwonte, un espritu sin el cual el sistema estar irremediablemente
condenado al fracaso.
Un juicio arbitral en el que las partes introduzcan planteo s a
t.odas luces obstruccionistas y dilatorios, o en el que los rbitros no
logren despojarse de rigorismos insustanciales, seguramente reproducir muchos de los vicios que se observan a diario en los juicios
m'dinaMos; aunque es menester reconocer que si el arbitraje est
inst.rumentado en forma coherente, los rbitros tendrn ms he"t'llmientas para evitar que el proceso se desnaturalice.
Nuestra aspiracin -en definitiva- es que el arbitraje corn once a ser visto como una frmula digna de ser considerada a la
horu de escoger la manera de dirimir una contienda, con total
nh'l,raccin de cmo se encuentre funcionando el Poder Judicial. Nos
pnrece que atar su suerte a la crisis judicial es minimizar su validez,
condicionarsu efectiva vigencia, y perder de vista su aptitud general
como mtodo alternativo de re~l)!uci6n de conflictos.
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ARBITRAJE
- El procedimiento debe ser absolutamente informal. Es necesario liberar al mediador de cualquier atadura formal, dejando un
amplio margen de libertad para que procure en cada caso los
mecanismos que sean ms idneos para lograr el objetivo de acercar
a las partes. Por ello se entiende que los plazos que pudieran
establecerse son prorrogables por las partes.
- Las partes deben concurrir personalmente a los actos que
integran el proceso de mediacin. Esta es, precisamente, una de las
caractersticas ms salientes, desde que ello har que perciban
directamente la verdadera dimensin de las cuestiones en juego. La
presencia insustituible de las partes, al impedir que stas deleguen
el conflicto en terceros, permitir que se sientan ms consustanciadas con la decisin final a la que puedan arribar.
- Las actuaciones sern confidenciales, lo que garantiza a las
partes que las frmulas transaccionales que eventualmente pudieran proponer en determinado momento no sern utilizadas como
un reconocimiento del derecho de la contraria, ni sern consideradas
como una renuncia a los propios.
II. Introduccin
al estudio del arbitraje
1)
Concepto
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de leyes.\Tiene tambin una estructura normativa que -en general- brinaa un marco apto para su desarroll~Teniendo en cuenta
que su origen es naturalmente convencional, y a la vista de la
trascendencia que los constituyentes y los codificadores asignaron
a los principios de libertad, autonoma de la voluntad y fuerza
obligatoria de los contratos como impulsores del desarrollo nacional,
fcil es advertir que el arbitraje particip de igual grado de consideracin.
Un claro ejemplo de ello es el implcito reconocimiento de los
derechos individuales consagrados en el articulado de la Constitucin Nacional, basados en un espritu liberal. Rescatamos en
especial el arto 19, en tanto atribuye a los hombres la libertad de
. autodeterminarse, en la medida que la materia o el objeto de la
convenin no afecte el orden pblico. ,
Tambin el Cd. Civil, que en su arto 101, permite a las partes elegir convencionalmente el domicilio especial para la ejecucin
de las obligaciones que emanan de los contratos, admitiendo en los
arts. 100 y 102 que ello determina, a su vez, la competencia para
el conocimiento del asunto.
Una disposicin inexplicable dentro de ese marco es el arto 2113
del Cd. Civil, en tanto hace cesar la obligacin del transmitente
de responder por eviccin, cuando al adquirente hubiese comprometido la cuestin en rbitros, si stos laudan en contra del derecho
ndquirido. Esta norma demuestra una marcada desconfianza del
legislador hacia el arbitraje, al punto de que la adopcin de este
mtodo para la resolucin del conflicto implica la prdida del
derw:ho del adquirente perjudicado por eviccin.
\A pesar de esa predisposicin positiva que en trminos generale~ se observa en nuestra estructura legislativa, hubo dos hechos
que dificultaron cualquier intento de fomentar el uso del arbitraje,
al privarlo de un marco legal apropiado. En un caso -mediante la
sancin de la ley 17.454- imponiendo la prohibicin de someter los
litigios a rbitros que acten en el extranjero; y en el otro, al no
ratificar un tratado internacional-la Convencin de Nueva York
de 1958- cuyo propsito era facilitar el reconocimiento y la ejecucin de laudos arbitrales.
Estas dos posiciones partan finalmente de una misma raz: una
h'Tan desconfianza haCia el arbitraje en tanto sustitua a los jueces
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manentes. Nacen para la decisin que dictan y mueren con ella, sin
que el pblico lo advierta, casi, ni pueda apreciar su idoneidad por
una serie de sentencias dictadas en casos y circunstancias diversas,
como ocurre con aquellos jueces. De ah que salvo raras excepciones,
el rbitro no obra como juez, sino como defensor del litigante que
lo nombra y de ah que el tercero en discordia prefiere casi siempre
las soluciones aparentemente equitativas que evitan dar todo su
derecho al que lo tiene. As, no es extrao que los laudos resulten,
por lo general, arbitrarios, no slo por su origen, sino por su
contenido". Y remata su opinin: "Se explica que los particulares,
poco seguros de su derecho, pongan ms esperanzas en los rbitros
y arbitradores que en los jueces permanentes; pero no es, en mi
concepto, razonable que los gobiernos procedan lo mismo, con
menoscabo del Poder Jyp.icial de la Nacin, que aparece apartado
como intil o ineficaz". )
Estos mismos conceptos fueron recogidos por los jueces de la
Corte que votaron en minora en la causa "Simonini, Guido el
Gobierno Nacional" del 4 de noviembre de 1942 (JA, 1943-1-603).
CEn otros casos, a pesar de no haberse explicitado con tanta
contundencia el disfavor hacia el arbitraje, se pueden ver decisiones
judiciales inspiradas en idntico espritu. El fallo de la Corte que
resolvi la cuestin de competencia entre la Cmara Arbitral de la
Bolsa de Cereales y un juzgado de primera instancia en lo Civil (10
de noviembre de 1988, autos "Nidera Argentina S.A. el Rodrguez
lvarez de Canale, Elena", publicado en LL, 1990-A-419, con un
comentario nuestro), denota una cierta desconfianza hacia el arbitraje. Planteada una contienda de competencia positiva -el
tribunal arbitral y un juez de 1 instancia en lo civil se atribuyeron
jurisdiccin para laudar- y elevada la cuestin a la Corte, resolvi
asignar el caso al juez civil. Con ello restringi -a nuestro juicio
excesivamente- las atribuciones del tribunal arbitral, al privarlo
de entender en una disputa originada en un contrato para cuyos
diferendos se haba pactado el arbitraje')
( No es infrecuente observar asimismo, que en la: etapa de
ejecucin judicial de laudos, losjueces encargados de llevar adelante
el trmite de cumplimiento forzado de la decisin arbitral, se
inmiscuyan -aun de oficio- en la forma en que fue decidido el
fondo de ]a cuesti6n, asumiendo por s la potestad de revisar el
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ARBITRAJE
mientras que en los casos donde se ventilan grandes valorespatrimoniales, esa misma alcuota ser determinante para promover o
no el juicio, por necesitar el litigante una importante suma de dinero
para iniciarlo. Ms adecuado sera una escala inversamente proporcional en la que a medida que se va incrementando el monto
litigioso, se reduce la alcuota. As sucede -por ejemplo- en la
mayora de los casos de tribunales arbitrales.
Pensamos, en suma, que la eliminacin de la tasa de justicia
en la ejecucin de laudos arbitrales -o al menos su reduccinBera una forma de alentar la descentralizacin del servicio de
justicia y, a la vez, una solucin de equidad contributiva.
1)
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CLASES DE ARBITRf;JE
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ARBITRAJE
-o que puedan presumir que existir- entre ellas una vez que el
conflicto se haya producido.
En ese sentido, el arbitraje ad hoc brinda a las partes mayor
nexibilidad y libertad en cuanto a la eleccin de los rbitros y a las
reglas que stos seguirn. Pero como contrapartida, es menester
una cooperacin casi total entre ellas, no slo al inicio, sinotambin
durante todo el juicio. Al decir de Jorge E. O'Farrell, si esta rara
avis se lograse, la diferencia en lo que hace a los procedimientos
sera la misma que podra haber entre un traje hecho a medida y
uno pret a portero
De lo contrario, la falta de acuerdo respecto de cuestiones
formales -pero esenciales para poner en marcha el sistema-,
puede echar por tierra sus bondades, llevando a las partes a una
l:Iensacin de frustracin; cuando el fracaso en tal supuesto quizs
no sera atribuible al arbitraje como mtodo de solucin de controversias, sino a una inadecuada eleccin del modo de organizarlo.
El arbitraje ad hoc es normalmente menos oneroso, al no tener
que abonarse los derechos que perciben las entidades que lo administran. Pero ~insistimos- en caso de dificultades surgidas
durante el proceso, en este sistema, no cabe otra manera de
Holucionarlas que recurriendo a un juez que resuelva las incidencias.
Hi OHto se produjera, los costos en tiempo y recursos materiales
Hodan, seguramente, superiores al ahorro pretendido.
Con la salvedad expuesta, el juicio arbitral ad hoc puede
tlllllhin ser ms rpido que el institucionalizado, en la medida que
pnnn ite . a las partes armar un procedimiento pensado
OHpocficamente para ese litigio, buscando los mecanismos ms
idneos o que mejor se adapten a las particularidades del caso.
Se ha dicho que el arbitraje ad hoc acarrea dificultades en
el/anto exige un minucioso acuerdo arbitral; y en casos de contratos
euya ejecucin se prolongue en el tiempo, se corre el riesgo de que
IOH rbitros escogidos se enfermen, mueran o puedan entrar en
eonnicto de intereses con alguna de las partes. En ese aspecto, con
111 participacin de una entidad que administre el sistema, se
Himplifi.ca y agiliza la celebracin del acuerdo arbitral, al remitirse
1m3 partes a reglamentos ya elaborados; al mismo tiempo que
pr'oviene la posibilidad de contingencias que puedan impedir la
netuacin de los rbitros elegidos.
CLASES DE ARBITRAJE
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ARBITRAJE
:.~)
Amigables componedores
J!Jn cambio, los amigables componedores -tambin denominaarbitradores- fallan segn su leal saber y entender, o segn
1/\ vieja frmula "a verdad sabida y buena ,fe guardada", estando
dOH
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ARBITRAJE
CLASES DE ARBITRAJE
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tacin meramente terica, literal y rgida de la ley, que se desinterese del aspecto axiolgico de sus resultados prcticos concretos,
o por una interpretacin que contemple las particularidades del
caso, el orden jurdico en su armnica totalidad, los fines que ]a ley
persigue, los principios fundamentales del Derecho, las garantas
y derechos constitucionales, y el logro de resultados concretos
jurdicamente valiosos".
Sabemos, pues, que los jueces en muchas ocasiones no aplican
la ley cuando la literalidad del texto llevara a una conclusin
disvaliosa desde un punto de vista axiolgico, ya que de 10 contrario
su funcin se limitara a una tarea mecnica incompatible con el
Derecho mismo y con ]a misin que se les atribuye de administrar
justicia en un conflicto real y actual entre dos partes.
En ese orden de ideas, sin embargo, los jueces de Derecho estn
ms constreidos a adoptar la solucin legal como ]a ms justa, a
excepcin de aquellos casos en que -como surge del fallo citado-sta se presenta como manifiestamente contraria a la equidad.
El compromiso de los amigables componedores est ligado ms
estrictamente con la ~~ue con la ley; de manera q~~ cuando
hallen discordancias entre ambos postulados, en la opClOn entre
aplicar la equidad que les dicta su conciencia o la solucin que el
legislador ha propiciado como justa, debern priorizar lo primero,
aun en detrimento de la ley misma.
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-':\, \.'p
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ARBITRAJE
CLASES DE ARBITRAJE
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ARBrffiAJE
CLASES DE ARBI1RAJE
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el estado de familia, admitindose en cambio respecto de los intereses puramente econmicos subordinados al estado de una persona,
siempre que al mismo tiempo no se est discutiendo el estado (a::s.
845 a 847). Tampoco sobre los derechos eventuales a una suceSIOn,
ni sobre la sucesin de una persona viva (art. 848); ni los casos
previstos en el art. 841; ni la obligacin de prestar alimento~ (art.
374). Para una ms exhaustiva consideracin de estas cuestIOnes,
remitimos el punto 2.4) del Captulo V.
82
ARBITRAJE
traje, son las partes quienes debern acordarlas a travs del compromiso arbitral. Y si alguna de ellas fuera renuente a hacerlo o
no pudieren ponerse de acuerdo en algunos puntos, deber ejerce;se
la accin judicial que le permita suplir la falta de colaboracin o de
consentimiento mutuo, mediante la decisin del magistrado.
Una excepcin a este principio se observa en los Cdigos
Procesales de Santa Fe y Crdoba, que establecen una solucin
diferente: en el caso del arbitraje forzoso en que los interesados se
vieran obligados a nombrar rbitros, la causa ser de la competencia
d. 108 jueces ordinarios -con las prescripciones del juicio arbitral1.lvo que las partes de comn acuerdo prefirieran constituir el
tribunal arbitral (arts. 421 y 481, respectivamente).
Es decir que prevn casos de arbitraje forzoso impuesto por la
loy, en los que el rbitro ser el mismo juez estatal, slo que
actuando en base a las reglas del arbitraje.
1ft loy Impone que deben resolverse por arbitraje son los siguientes:
- cuando en la locacin de servicios o de obra no se hubiere
ucordado el precio y el servicio o trabajo sea de la profesin o el modo
do vivir de quien lo presta, se entiende que ajustaron el precio de
costumbre, el que deber ser determinado por rbitros (art. 1627
C6d. Civil);
,
- las cuestiones que se susciten sobre la inteligencia de las
curtns de crdito o recomendacin y las obligaciones que ella importo, sorn decididas por arbitraje (art. 491, Cd. de Comercio).
'I'ambin las normas procesales estatuyen algunos casos:
. - on el trmite de ejecucin de sentencias, cuando las liquidamonos () cuentas sean complicadas o de lenta y difcil justificacin
() roquioran conocimientos especiales, sern s?metidas a la decisi~
CLASES DE ARBITRAJE
83
84
ARBITRAJE
CLASES DE ARBI11~AJE
85
Interno o internacional
[,[\ calificacin de internacional o interno de un arbitraje dePllllder de que los elementos que lo componen tengan relacin con
1111 ~wJo Estado, o que se vinculen con ms de uno.
Por cierto que no existir problema alguno para identificar su
clllidad cuando todos los elementos que confluyan a su caracteriza(~i(n estn referidos a un solo Estado. La dificultad principiar en
IIquellos casos en que existan algunos factores relacionados con ms
do un Estado, pues frente a tal hiptesis ser neeesario, como paso
previo, una toma de decisin respecto de cul de esos factores se
tomarn en cuenta y cules se descartarn.
No existe una posicin uniforme entre los doctrinarios que
tmtllf"on el terna, respecto de cules son -de entre todos los
pOHibles- aquellos factores que determinan en un caso concreto la
illt.ornacionalidad del arbitraje.
86
ARBITRAJE
CLASES DE ARBITRAJE
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1) Planteo
92
ARBITRAJE
93
ex afficia.
. . . .,
..
94
ARBITRAJE
la lociedad.
La diferente postura que se asuma frente al tema de la naturaleza jurdica del arbitraje depender de interpretar si ese inters
del Estado acarrea la necesidad de que intervengan sus propios
ranos, o si se satisface con la resolucin de los conflictos por
m'todos pacficos, no siendo necesaria su participacin directa.
Aun quienes participan de la tesis de que la jurisdiccin no
puede ser ejercida sino por el Estado, admiten que ese ejercicio se
halla, no obstante, condicionado a que uno de los interesados lo
requiera.
95
3) La tesis contractualista
El Poder, en tanto constituye una nocin inherente al Estado,
una de sus caractersticas distintivas, no puede ser parcelado o
lIubdividido. El Poder es uno solo, que por razones funcionales es
uncarnado por distintos rganos. Quiere decir que el Estado se vale
partl su ejercicio de diferentes rganos, a travs de los cuales
rmmifiesta su voluntad y patentiza su actuacin.
Dbe tenerse presente que no siempre se encuentran perfec1.llmonte delimitadas las funciones asignadas a cada uno de los
6r"nnos, siendo ste uno de los temas que ms ha preocupado a la
cltmcia poltica. De ello se sigue que no existe una identidad absoluta
cml,ro la funcin y el rgano que la ejerce.
En la materia que nos atae para este trabajo, el Estado, como
ell4 obvio, ejerce la funcin jurisdiccional a travs del Poder Judicial
on IIU acepcin amplia, comprensiva de los tribunales federales y
provinciales. La Constitucin Nacional organiza la Justicia Nacionnl (arts. 94 a 103), e impone a las provincias la necesidad de
Q
qUe! organicen la propia (arts. 5 y 106).
I~stablece asimismo que en ningn caso el Presidente de la
Nlldn puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimient.o do causas pendientes, o Testablecer las fenecidas (art. 95). Si
lliCHI esta disposicin puede entenderse como una prohibicin de que
,,1 Poder Ejecutivo detente facultades jurisdiccionales, se ha interJlrtlt.ndo que el poder administrador ejerce una cierta jurisdiccin
AI{BITRAJE
96
111111
97
ARBITRAJE
98
5)
Nuestra opinin
99
ciertos casos, la obligacin impuesta constitucionalmente se cumplir de manera ms efectiva permitiendo que los particulares
-en su esfera de libertad y tratndose de derechos disponibles- escojan el mtodo que mejor atienda sus necesidades.
N os parece que siendo la funcin de juzgar de naturaleza
pblica, esa misma naturaleza se proyecta sobre quienes tienen la
responsabilidad de llevarla a cabo, no debiendo hacerse distingos
segn sea un funcionario pblico o una persona que carezca de una
vinculacin jurdica permanente con el Estado.
N o existe razn lgica alguna para considerar que la misma
funcin pueda variar su naturaleza por el solo hecho de que vare
la calidad de la persona que la lleva a ca};>o. Ni las diferencias de
metodologa y de espritu con que se lleva a cabo el arbitraje, ni la
calidad de particular de los rbitros son causales ~suficientes para
considerar diferente la funcin de fondo respecto de los jueces. Los
rbitros revisten la calidad de verdaderos jueces, en tanto su misin
es esencialmente igual, emitiendo un laudo que no tiene diferencias
sustanciales con la sentencia de un magistrado, al punto de ser
considerados en absoluto pie de igualdad con aquellas al momento
de su ejecucin.
Los Cdigos Procesales (art. 499 del Nacional; arto 497 del de
Buenos Aires; arto 435, prrafo 2Q, del de Santa Fe, y arto 953 del
de Crdoba) reconocen la misma validez jurdica -ttulo
ejecutorio- a un laudo arbitral que a una sentencia judicial, al
establecer las mismas normas para procurar su cumplimiento forzado; es decir que atribuyen a ambas el mismo status jurdico.
Existe, por lo tanto, un autntico reconocimiento del Estado al
arbitraje, al asimilarlo a la actividad judicial.
La voluntad de las partes permite sustraer de los rganos
creados por el Estado la resolucin de determinado tipo de controversias, atribuyendo esa misin a particulares, quienes se encuentran as temporalmente investidos -mientras sea necesario
para el desempeo de su labor- de una verdadera jurisdiccin.
El hecho de que los rbitros administren justicia por voluntad
de los particulares, no es razn para negarle carcter pblico a su
tarea, en tEl,nto en ltima instancia estn hacindolo por cuenta del
Estado, que tiene inters en que las disputas sean resueltas de
manera pacfica.
100
ARBITRAJE
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ARBITRAJE
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ARBI1RAJE
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ARBITRAJE
hender sus elementos en forma global, como un todo. Por ser una
inltitucin compleja -nacida de un acuerdo privado, pero con el fin
de ejercer una funcin esencialmente pblica como lo es la jurisdicoiona1-, no puede fragmentarse en parcelas ni dar preeminencia
f1 algunos de sus factores en detrimento de los otros.
S6lo podr alcanzarse el objetivo de conocer en profundidad el
arbitraje, si se lo toma desde una perspectiva diferente, que abarque
IU aspecto procesal, pero sin descuidar su gnesis convencional. Por
ello no parece conveniente encasillarlo metodolgicamente en el
campo del derecho material o de forma. Aun cuando nuestra posicin
parezca poco ortodoxa, pensamos que pertenece al gnero de esas
materias que deben ser estudiadas desde diferentes disciplinas sin
que pueda predeterminarse cul de ellas tendr mayor preeminencia.
v.
El acuerdo arbitral
1) Cuestiones generales
108
ARBITRAJE
EL ACUERDO ARBITRAL
109
..__
M'_'~_'
__'_''
ARBITRAJE
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1.2.2) Consentimiento
EL ACUERDO ARBITRAL
111
Esta solucin podra tambin ser considerada en nuestro derecho interno, por aplicacin del arto 1146 del Cd. Civil, en tanto
establece la presuncin de que el consentimiento fue dado tcitamente si una de las partes "hiciere lo que no hubiere hecho, o no
hiciere lo que hubiera hecho si su intencin no fuese aceptar la
propuesta". La falta de oposicin o la no interposicin de la excepcin
de incompetencia frente a una demanda arbitral, autorizara a tener
por presumida tcitamente la voluntad del demandado de someterse
a la jurisdiccin arbitral. La pretensin del actor de llevar el juicio
a rbitros, consentida por el demandado, podra vlidamente ser
considerada como una aceptacin de la instancia arbitral.
La prrroga tcita de jurisdiccin est prevista en nuestros
ordenamientos procesales. El arto 2Q de los Cdigos Procesales
N acional y de Buenos Aires dispone que "la prrroga se operar si
surgiere de convenio escrito, mediante el cual los interesados
manifiestan explcitamente su decisin de someterse a la competencia del juez a quien acuden. Asimismo, para el actor, por el hecho
de entablar la demanda; y respecto del demandado, cuando la
contestare, dejare de hacerlo u opusiese excepciones previas sin
articular la declinatoria". Del mismo modo, el Cdigo de Crdoba
establece en su arto 3Q que "la sumisin puede ser expresa o tcita",
considerndose esta ltima cuando "el demandante entable la
demanda y el demandado la conteste u oponga excepciones
dilatorias, sin declinar de jurisdiccin".
Cuando el consentimiento no sea expresado personalmente por
el contratante, cuando alguna de las partes acte por medio de un
representante, ser necesario que tenga poder especial, conforme lo
prescripto por el arto 1881 inc. 3 del Cd. Civil. No basta, sin
embargo, a ese respecto que el poder especial contemple la facultad
de transar: es preciso que el poder sea especfico para comprometer
en rbitros (art. 1882).
Entendemos que esta hiptesis est referida exclusivamente a
los casos de representacin voluntaria, siendo por tanto aplicable
slo cuando la representacin surge de un mandato. No podra
imponerse tal restriccin a los supuestos en que la representacin no proviene de la voluntad del representado, sino de la ley,
como seda el caso de los representantes legales de una persona
jurfdicu.
112
ARBITRAJE
1.2,3) Capacidad
Respecto de la capacidad para celebrar el ac~erdo arbitral,
.lunas leyes adjetivas (art. 738, Cd. Pro~esal NaclO~al; arto 776,
06d. de Buenos Aires, y arto 476, Cd. de Cordoba) partIendo de ~?a
a.imilacin entre el compromiso a favor de rbitros y la tr~nsacclOn,
remiten a lo que dispongan las leyes de fondo sobre capacIdad p~ra
transigir, En estos supuestos, deber estarse, pues, a lo estableCIdo
por los arts, 839 y siguientes del Cd. Civil.
.
Otras legislaciones procesales, como la de Santa Fe, no contIenen disposiciones similares, expresando solamente qu~ 10.s que no
IIllben leer y escribir no pueden comprometerse en arbItros por
.scritura privada (art. 418 in fine). Ha de entenderse, no obstante,
que quienes se encuentran en esa condicin podrn hacerlo por
'Ioritura pblica o por acta judicial. Por lo dems, parece cohe.rente
interpretar que ante el silencio de la ley procesal que no eXIge la
prosencia de otros recaudos especficos, remite igualmente a lo que
diHpongan las normas de fondo sobre capacidad.
. .
gntro esas reglas, se encuentra la de que ~o puede. tr~nsI~Ir
n nombre de otra persona, sino con poder especlal, con IndICaClon
d" lotl derechos u obligaciones sobre los que debe versar, o cuando
cotltongn expresamente la facultad de transar (art. 839,. Cd. Civil).
POI' Ilplicacin de las normas inherentes al mandato, SIn embargo,
no (lH Hld'iciente para comprometer en rbitros el poder otorgado
pum trllnsar, debiendo incluir en forma especfica la facultad de
MOllwt,orso a arbitraje (art. 1882).
1~1 arto 840 dispone que no puede transigir el que no puede
dil4!>oflor de los objetos a los que la transaccin se refiere .. ~l
(!odificndor justifica esta solucin en el hecho de que la transacclO~
importn un abandono de una pretensin o de un derecho, eqUlvllltlllto n una enajenacin (ver nota al arto 840).
gt! prociso sealar que comprometer una cuestin en r?itros
mi un hecho de relevancia, que exige estar rodeado de Ciertas
1{/H'llnt.utl, Pero no porque implique un acto de disposicin ~e .l~s
hitllHlH quo ostn en juego en el litigio, ya que por so~e~e~lo a JUl.ClO
do I~l'bitros no se estn enajenando los derechos htIglOS~s, ~I~O
pOl'que con ello se est disponiendo del derecho de demandar JustICia
UIl IOH tribunales ordinarios.
EL ACUERDO ARBITRAL
113
1.2.5) Forma
El principio general que rige en materia de contratos es el de
la libertad de formas: cuando en el Cdigo Civil o en las leyes
especiales no se designe alguna forma para el acto, ias partes podrn
utilizar las formas que juzgaren convenientes (art. 974).
Los Cdigos Procesales en general nada disponen respecto de
la clusula compromisoria, refiriendo que el compromiso arbitral
debe ser hocho por of\c"t,ura pblica, instrumento privado, o por acta
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ARBITRAJE
EL ACUERDO ARBITRAL
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ARBITRAJE
2)
La clusula compromisoria
EL ACUERDO ARBITRAL
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2.2) Requisitos
En tanto acuerdo de voluntades -convencin en sentido ampIio- la clusula compromisoria debe contener los requisitos que
hemos sealado para los contratos y en particular para el "acuerdo
arbitra}". Por ser una de las formas que puede revestir ese acuerdo
arbitral, le son aplicables en general los conceptos expuestos; tendr
que partir de un consentimiento vlido, manifestado por personas
con capacidad para obligarse, versando sobre un objeto lcito y
plasmado en la forma prevista por la ley.
Pero la clusula compromisoria tiene adems de ello -como
requisito intrnseco especfico-la necesidad de que exista entre las
partes un vnculo jurdico ms amplio, del cual puedan surgir
controversinH que Hon as la materia sobre la que recaer el ar-
118
ARBITRAJE
EL ACUERDO ARBITRAL
119
2.3.1) El debate
Los autores discrepan al momento de precisar la naturaleza
jurdica de la clusula compromisoria. Algunos -poniendo el acento
en el hecho de que para surtir efecto requiere la posterior celebracin del compromiso- le adjudican la naturaleza de una promesa de comprometer, y siguen de ello que solamente revestira el
carcter de un contrato preparatorio, ante-contrato, o precontrato,
equivalente a los pactum de contrahendo del Derecho romano.
Conviene recordar que esta clase de pactos han sido definidos
como aquellas convenciones por las que dos a ms personas se
comprometen a realizar en un tiempo futuro un determinado contrato definitivo, que a ese momento no quieren o no pueden estipular, y que una de sus caractersticas tpicas y esenciales es que
su contenido se expresa en la obligacin asumida por las partes de
dar nacimiento a un negocio definitivo. Estos pactos carecen, por lo
tanto, de funcin autnoma y slo sirven para preparar la formacin
de verdaderos contratos; su objeto no recae sobre las prestaciones
que realmente interesan a las partes, sino sobre la concrecin del
contrato en el cual esas prestaciones se incorporan.
La ley espaola de arbitraje de 1953, por caso, se refiere a la
clusula compromisoria con la denominacin de "contrato preliminar de arbitraje". Esta expresin, sin embargo, ha desaparecido
en la nueva ley (del 5 de diciembre de 1988) que hace una genrica
referencia al "convenio arbitral", que podr extenderse a la designacin de los rbitros y a la determinacin de las reglas de
procedimiento, y si las partes no hubiesen previsto esos extremos,
podrn completarlo en cualquier momento a travs de acuerdos
complementarios (art. 92).
La ley modelo de arbitraje de Naciones Unidas alude tambin,
de modo genrico, al "acuerdo arbitral", aclarando que puede referirse a controversias que hayan surgido o puedan eventualmente
surgir entre las partes respecto de una determinada relacin jurdica, y que puede revestir la forma de una clusula compromisoria incluida en un contrato, o la forma de un acuerdo independiente (art. 7u, inc. P).
ARBITRAJE
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~.a.2)
Nuestra opinin
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----/----------------------------------------doctrina -prevaleciente en el mundo- que reivindica la "autonoma" del acuerdo arbitral. Por la importancia que reviste, expondremos el tema con ms detalles en el captulo siguiente.
2.4) contenido
2.4.1) principio general
Tenemos, en definitiva, que no pueden ser sometidas a resolucin po}'" rbitros, las siguientes cuestiones:
_ acciones penales derivadas de hechos ilcitos, entendida como
aquella quo tiene por objeto acusar y pedir el castigo de los delitos.
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doctrina -prevaleciente en el mundo- que reivindica la "autonoma" del acuerdo arbitral. Por la importancia que reviste, expondremos el tema con ms detalles en el captulo siguiente.
2.4) Contenido
2.4.1) Principio general
Tenemos, en definitiva, que no pueden ser sometidas a resolucin por rbitros, las siguientes cuestiones:
- acciones penales derivadas de hechos ilcitos entendida como
aquella que tiene por objeto acusar y pedir el casti~o de los delitos.
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3) El compromiso arbitral
3.1.) Concepto. Efectos. Remisin
El compromiso arbitral es -al igual que la clusula
compromisoria-- un acuerdo de voluntades. Ambos son, como se ha
dicho, distintas modalidades que expresan la finalidad de llevar
ciertas cuestiones a arbitraje. A pesar de esta similitud entre ambas,
vara sin embargo su objeto especfico, porque a travs del compromiso, las partes, luego de verificado el conflicto de intereses, convienen los aspectos concretos de funcionamiento del arbitraje. Su
misin os complernontal'la disposicin ms genrica contenida en
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3.2) Contenido
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parte -inexorablemente- del mismo compromiso. Pareciera desprenderse de ello la confusin entre clusula compromisoria y
compromiso arbitral: dicha previsin es comprensible en la primera,
mas no en el segundo.
. En virtud de la falta de claridad de las prescripciones que el
Cdigo Procesal contiene acerca del acuerdo arbitral, intentaremos
en los prrafos siguientes hallar una interpretacin coherente de las
nonnas vigentes, a la vez que exponer el modo en que -bajo nuestro
punto de vista- debera legislarse la cuestin.
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3)
La jurisprudencia en nuestro pas no ha mantenido una posicin unnime ni uniforme sobre el tema, de manera que puede
sostenerse con Grigera Nan que la cuestin an permanece sin
definirse en plenitud.
Para citar solamente algunos ejemplos, puede mencionarse la
sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nacin recada en
autos "Otto Franke y Ca. clPcia. de Buenos Aires", de fecha 19 de
diciembre de 1918 (Fallos, 128-402), que frente a la pretensin de
la demandada de excluir la jurisdiccin arbitral pactada en virtud
de alegarse la caducidad del contrato, sent como principio que "el
tribunal arbitral, con los antecedentes del caso,podr decidir hasta
qu punto sean legalmente eficaces las defensas alegadas por las
partes; pero entre tanto, el contrato debe considerarse subsistente
al efecto de determinar lo correspondiente sobre su caducidad o
vigencia, por los medios que establece la clusula (compromisoria)".
Sostuvo, en consonancia, que "pactada la jurisdiccin arbitral con
la amplitud que Jo ha sido en el caso de autos, no es admisible que
la Provincia se atribuya la facultad de declarar por s lo que tiene
que ser materia de un pronunciamiento de los rbitros arbitradores
que las mismas partes se obligaron a designar a efecto de dirimir
todas las cuestiones que pudieran surgir entre ellas". En funcin de
ello, desde que "no es posible admitir que la caducidad del contrato
est excluida de las que deben someterse al juicio de rbitros",
concluy condenando a la Provincia demandada a concurrir a la
formacin del tribunal arbitral, quien deber resolver el fondo de
las cuestiones debatidas por las partes.
La Cmara Comercial de la Capital Federal, en autos "Romero
clRomero y Ca." (29 de octubre de 1926, en JA, XXII-ao
1926-1177), sentenci que "no es a la autoridad judicial a la que
corresponde apreciar en esta oportunidad si las cuestiones que
motivan la incidencia deben excluirse del compromiso, porque una
decisin sobre el punto importara invadir la competencia arbitral
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ARBITRAJE
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ARBITRAJE
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ARBITRAJE
5) Conclusin
Como hemos visto, la cuestin no es absolutamente pacfica ni
concordante, lo que demuestra que cualquier opinin que en un
anlisis abstracto pueda concebirse, halla razonable sustento lgico
y jurdico. Sin embargo, adems del inters que pueda despertar en
el terreno acadmico, el tema conlleva una enorme incidencia
prctica en la permanencia misma del arbitraje como alternativa
vlida para la solucin de conflictos.
El meollo de la cuestin radica en establecer si ante la sola
protensin de invalidez del contrato y de la clusula atributiva de
jurisdiccin arbitral caer por tierra la competencia de los rbitros
o si es posible que los rbitros conserven facultades para decidir es~
cuestin, aun cuando lo controvertido sea precisamente su comp(ltencia.
N o puede desconocerse ni obviarse en la toma de posicin sobre
(l1 toma, que de adoptarse sin ms la primera de las soluciones
mqlUostas, probablemente se habr firmado con ello -en numerosos
HUpuostos- el certificado de defuncin del arbitraje. Si se acepta
~Ille la mera invocacin de que el contrato es invlido, produce
IIHlxornhlemente el apartamiento de la competencia arbitral y la
THlcosidud de que previamente un tribunal judicial deba dictaminar
Iwerca de la validez del contrato, en muchos casos cuando ello suceda
yn no habr caso para el rbitro.
Si el desplazamiento de la jurisdiccin arbitral es permitido con
01 Holo planteo de incompetencia fundado en la falta de validez del
contruto, o si se condiciona la actuacin de 10B rbitros a una decisin
judicial previa sobre esa validez, Be podrn impedir con facilidad su
157
1) Generalidades
1.1) Aspectos a tener en cuenta al pactar el arbitraje
Se ha dicho ya que el rbitro -la persona escogida para resolver
la contienda- es ]a parte esencial del arbitraje mismo. Todo el
sistema gira en tomo de l, desde que en su integridad mora] y buen
criterio descansa la confiabilidad y la eficacia del arbitraje como
mtodo de resolucin de conflictos.
Cuando las partes -antes de producida la divergencia entre
ellas, al momento de establecer la relacin jurdica- toman la
decisin de someter las eventuales cuestiones a juicio de rbitros,
habrn hecho normalmente una evaluacin previa no slo de las
consecuencias generales de desplazar la competencia judicial hacia
el arbitraje, sino tambin de las especficas del tipo de arbitraje al
que habrn de someterse. La eleccin de las personas en las que
finalmente recaer la responsabilidad de establecer la razn que a
cada parte cabe en el diferendo, generalmente es diferida para un
momento posterior.
En la mayora de los casos, las partes definen -ex ante- a qu
sistema arbitral remitirn sus disputas, delimitando si se trata de
un arbitraje institucional o ad hoe. En el primer supuesto, generalmente ya se conviene c1;ll ser la institucin que administrar
el pleito, y se remitirn a las reglas que ste tenga establecidas.
Cuando el arbitraje "elegido es ad hoe, debern determinar al menos
si actuarn conforme a derecho o como amigables componedores,
cuntos rbitros intervendrn, y la forma de designar el rbitro
tercero.
Queda para un momento posterior la eleccin de las personas
que actunnin como rbitros: en el institucional, generalmente limitada n nlguTlo do los que figure en la lista proporcionada por la
162
ARBITRAJE
LOS RBITROS
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AHBITRAJE
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LOS HBITROS
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ARBITRAJE
LOS f-mITROS
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113R
ARBITRAJE
LOS RBITROS
169
las mujeres actuar como tales, por considerar que tal empleo
"repugna al pudor de su sexo y al gnero de ocupacin que la
naturaleza les ha asignado"; y que hasta no hace demasiado tiempo
las leyes espaola e italiana les prohibian ser rbitros de derecho
y arbitradores, respectivamente.
Con relacin a los extranjeros, no es admisible en nuestro
ordenamiento efectuar distinciones respecto de los nacionales, toda
vez que la Constitucin Nacional consagra la igualdad entre ciudadanos y extranjeros en orden al goce de los derechos civiles (art.
20), al tiempo que esos derechos son atribuidos en general a los
habitantes de la Nacin (art. 14), disponiendo que todos sus habitantes son iguales ante la ley y admisibles en los empleos sin otra
condicin que la idoneidad (art. 16). Por su parte, el Cdigo Civil
recoge este principio, al disponer que a las personas de existencia
visible les son permitidos todos los actos y derechos que no les fueren
expresamente prohibidos, independientemente de su calidad de
ciudadanos y de su capacidad poltica (art. 53).
Al contrario de lo que sucede con las mujeres o los extranjeros,
en los que existe una finne tendencia general en la legislacin y la
doctrina a reconocer la posibilidad de ser rbitros, y los casos de
incapacidad absoluta o relativa mencionados, respecto de cuya falta
de aptitud no caben dudas; la capacidad de los penados, Jos fallidos,
los religiosos profesos, las personas jurdicas, los emancipados, y los
jueces para ser rbitros ofrece matices que es necesario considerar.
Nos ocuparemos de estas cuestiones en los prrafos siguientes.
170
ARBITI~E
LOS RBITROS
171
La inhabilitacin importa una verdadera incapacidad de derecho, que por lo tanto no es posible de subsanar mediante un
representante. El objetivo de la ley al privar al penado de ciertos
derechos -no de su mero ejercicio, sino de los derechos mismosno es su propia proteccin, sino la proteccin de la sociedad, cuyo
inters se resguarda mediante esta pena. Por ello, no concluye con
la recuperacin de la libertad fsica, sino por los medios naturales
de extincin de la pena.
En lo que atae especficamente a la capacidad para ser rbitro,
entendemos que existe una natural imposibilidad de serlo de aquella
persona que se encuentre cumpliendo una pena que traiga aparejada la prdida de la libertad. Si el encierro produce la incapacidad
de administrar y disponer de sus bienes, parece que esa incapacidad
sera de aquellas que le impiden actuar como rbitros, administrando un conflicto. Ac parece claro que si la situacin de desventaja
que produce la falta de libertad justifica la privacin del ejercicio
de sus derechos, con idntica razn justifica la incapacidad para ser
rbitro.
Pero ello est referido al perodo durante el cual persiste el
cumplimiento efectivo de la pena, pues recuperada la libertad,
cesara el motivo que origina la incapacidad. No obsta a esta
conclusin el hecho de que subsista la inhabilitacin, ya que ella trae
aparejada la prdida de ciertos derechos, entre los cuales no cabe
incluir ni por analoga el de actuar como rbitro.
La excepcin a esto ltimo viene dada, claro est, para el cargo
de rbitro iuris cuando el condenado sea abogado, y la inhabilitacin
incluya la prdida del derecho a ejercer la profesin; pues en tal
supuesto no se cumplir con el requisito exigible, carecer de la
condicin indispensable para el cargo.
172
ARBITHAIE:
do
(lOIH~ursos).
LOS lillITHOS
173
Plllt'
174
ARBITRAJE
mntendemos que esta categora de religiosos carecera de aptitud para ser rbitro. Si -como vimos- la ley les impone una
incapacidad de derecho respecto de todas aquellas convenciones de
contenido econmico, existe una lgica restriccin para delimitar los
derechos que a cada parte puedan corresponder en un conflicto que
de ordinario estar imbuido de contenido patrimonial. Al no tener
,1 pleno goce de los derechos civiles, y al estar referida esa limitacin
11 la misma clase de derechos que forman la materia del arbitraje,
faltara el requisito que exige la ley procesal para la persona sobre
la que habr de recaer el carcter de rbitro.
, Distinta es la. situacin de los clrigos o religiosos seculares,
quumes estn dedlcados a los ministerios divinos, haciendo votos
limpIes, no solemnes. En estos casos, los religiosos no se encuentran
Arectados por incapacidades generales en razn de su estado' son
cnpnces, si bien con algunas excepciones: no pueden ser fiadores
(art. 2011, inc. 6, Cd. Civil), ni ejercer el comercio (art. 22, inc.
2u, C6d. de Comercio). Conservan, por lo tanto, la propiedad de los
blones que tengan al momento de su ordenacin, as como el derecho
11 udquir'irlos en lo sucesivo, y la libre administracin o disposicin
do olloH. Inclusive un fallo jurisprudencial les reconoci capacidad
purll Hor ndoptantes, al conceder a un sacerdote secular la adopcin
Jllnnll r'()specto de un menor (JA, 1989-III-690).
No!:! parece por tanto, que si bien la ley les impone ciertas
irU:llpncidades de derecho, los religiosos seculares podran actuar
(l()mo lirbitros, salvo que alguna norma del Derecho cannico por el
mJIII HO "ige su relacin con la Iglesia limite esta posibilidad. Desde
(11 punto de vista de la ley civil, no vemos incompatibilidad alguna
Clfltrn ni ejoJ'cicio de su ministerio y el cargo de rbitro; y en muchos
HupunHtoR podra resultar positivo, atento al prestigio y la confianza
JI! <lUO gozan muchos religiosos en el seno de sus comunidades.
,) LIlI'I
LOS RBITROS
175
17G
ARBITRAJE
LOS RBITROS
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La indeterminacin relativa de las personas fsicas que resolvern el litigio -los rbitros en definitiva, si bien no estaran
determinados con "nombre y apellido", seran determinables- es en
ltima instancia una cuestin que en modo alguno puede afectar el
inters pblico, por lo que queda reservada a la zona de autonoma
de la voluntad de los particulares. Ese principio es el que determina
tambin la libertad de las partes de establecer ellas mismas la forma
de determinar la identidad concreta de los rbitros, o delegarlo en
la propia persona jurdica escogida. El primer caso se dara cuando
las partes convengan someterse al arbitraje del presidente de una
Bolsa o Cmara, o a su Comisin Directiva; y el segundo, cuando
no se indique referencia alguna, en cuyo supuesto la persona fsica
que actuar como rbitro ser definida por la persona jurdica a la
que se hayan sometido.
El otro argumento que se utiliza para vedar esa posibilidad es
el que se refiere al texto de la norma, que al establecer la mayora
de edad, o en el caso de los rbitros iuris el ttulo de abogado, estara
presumiendo que debe tratarse de una persona natural. Para
desestimarlo, basta con remitirse al ejemplo de la sindicatura de las
sociedades annimas, donde el arto 285 de la ley de sociedades
establece el requisito del ttulo profesional -obviamente slo
atribuible a personas fsicas- y el arto 286 dispone incompatibilidades propias de personas naturales, sin perjuicio de lo cual se
habilita para ser sndico a personas jurdicas.
En definitiva: no vemos obstculo alguno para que una persona
jurdica pueda ser designada rbitro, en la medida que las normas
de su constitucin la habiliten para ello. Deber entenderse, si no
es especficamente aclarado en el acuerdo arbitral, que la actuacin
como rbitros y la decisin del conflicto estarn a cargo de las
personas fsicas que la representen, o que sean designadas por esa
persona jurdica.
En apoyo de nuestra opinin, Aylwin Azcar menciona que las
legislaciones de Alemania, Blgica, Estados Unidos, Francia e
Inglaterra reconocen a las personas jurdicas capacidad para ser
rbitros. Tambin el Cdigo Civil peruano dispone expresamente
que las personas jurdicas pueden ser rbitros, al establecer que si
la designacin recayera en una persona jurdica, deber indicarse
la denominacin o razn social y su domicilio.
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ARBITRAJE
LOS RBITROS
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3) Designacin
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AHBITHAJE
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ARBITRAJE
LOS RBITROS
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ARBITRAJE
4) Sustitucin o recusacin
rrratndose de rbitros personas fsicas, pueden darse una serie
do avatares que trastroquen el programa establecido por las partes
nI decidir el sometimiento a arbitraje. Los rbitros pueden fallecer
'
incllpacitarse, renunciar o ser recusados.
Frente a alguna de estas eventualidades, la cuestin se
retJ'otra(~ al momento anterior a la designacin de aquel sobre el que
r{~cnyere el problema. Y recobran vigencia todos los principios que
hornos se,~alado para la designacin, debiendo resolverse la cuestin
pOl' las reglas analizadas.
Cuando el arbitraje es institucional se estar a 10 que sobre el
pllltieular dispongan las reglas de esa institucin, a las que las
Plll'l,oH He sometieron. En el arbitraje ad !toe, en cambio no existen
nll principio reglas predeterminadas, salvo las que las mismas
\>11 rl.oH pudi eran haber establecido o las disposiciones legales
Hupletorias.
1,0 ms conveniente en estos casos es que las partes prevean
"I"II.IIH euestiones al celebrar el compromiso arbitral. En tal hiptesis,
1'14 claro que all debe buscarse en primer trmino la solucin al
prohloma. Si nada se hubiera previsto en el compromiso, los Cdigos
PI"Ot:t1Hdes Nacional (art. 744) y de Buenos Aires (art. 782) estable1:011 In romisin al juez, quien deber designar al reemplazante.
J<)n osos ordenamientos no se dispone nada en concreto, por lo
<tln podra interpretarse que la necesidad de sustituir a uno de los
It"biUos no afecta la designacin de los dems, debiendo reemplaZIII'HO Hlo aquel sobre quien recae la situacin impeditiva. Sin
(\lIIbllr~O, en los Cdigos de Santa Fe (art. 423) y Crdoba (art. 484)
fW oHl.abloeo que en caso de que alguno de los rbitros no acepte el
(:III'/~(), () ('uera necesario reempln7.flrlo, 01 nombramiento quedar sin
(lfildo I.nmbi(n rmpecto de los dOlllH.
LOS RBITROS
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ARBITRAJE
LOS RBITROS
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5)
IH2
ARBITRAJE
LOS RBITROS
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1)
Generalidades
1.1)
Caractersticas
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ARBITRAJE
EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL
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ARBITRAJE
diente a esclarecer los hechos, se plantea como una cuestin importante la referida a la direccin del procedimiento. Cuando el tribunal
arbitral est constituido por un solo rbitro, no existir dificultad:
l mismo ser quien dirija el trmite.
Pero teniendo presente que el tribunal puede estar constituido
por ms de un rbitro, cuando se trate de un tribunal colegiado,
deber determinarse quin ser el encargado de asumir el rol de
director del procedimiento, haciendo avanzar el trmite hasta el
dictado del laudo definitivo.
Los Cdigos Procesales (Nacional: arto 750; de Buenos Aires:
art, 788; de Santa Fe: arto 426, y de Crdoba: arto 492) difieren a
loa mismos rbitros la cuestin, al establecer que son los rbitros
quienes deben determinar cul de ellos actuar en ese carcter. En
eneral disponen que designarn a uno de ellos como presidente,
quien dirigir el procedimiento dictando por s solo las providencias
de mero trmite. Entendemos que estas disposiciones son meramente supletorias, pudiendo las partes en el compromiso, o los
r(lglamentos institucionales a los que se someten las partes, proponer una solucin distinta.
En caso de arbitraje ad hoc es frecuente que se encomiende ese
1'01 al rbitro tercero, de quien ha de suponerse -en teora, al
monOH- una mayor neutralidad, en razn de que su designacin no
proviene de ninguna de las partes litigantes. El Reglamento del
Cologio Pblico de Abogados de la Capital Federal, en cambio,
"('HerVa para 'el rbitro tercero sorteado por el Colegio -salvo
ncuerdo de partes- el rol de negociador, asignndole la misin de
intentar acercar a las partes en procura de una conciliacin que
ponga fin el litigio.
Tambin es frecuente que se incorpore al tribunl arbitral la
r'igurn de un secretario, cuya funcin primordial es colaborar con los
'\I'bit.ros, y en especial con el director del procedimiento. Los Cdigos
Proe<lRnles Nacional (art. 749) y de Buenos Aires (art. 787) as lo
IIHl,nblocen al disponer que toda la sustanciacin del juicio arbitral
tW hllr ante un secretario que ser nombrado por las partes o por
01 jumo:, El menos que en el compromiso se hubiere encomendado su
dllHignaci6n a los propios rbitros. Una vez designado, deber
proHtnr juramento o promesa de desempeflar fielmente el cargo,
I\nto el propio tribunal arbitral.
EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL
201
202
ARBITRAJE
EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL
203
EL PRO<;:EDIMIENTO ARBITRAL
ARBITRAJE
la notificacin de las actuaciones desarrolladas con anterioriEsta regla permite que el trmite vaya avanzando con mayor
Es frecuente que los reglamentos contengan tambin restricnes a la. promocin de incidentes o a la admisibilidad de exde previo y especial pronunciamiento. Generalmente,
la.s defensas son consideradas en el laudo definitivo, de
de evitar la necesidad de tener que dictar resoluciones
ocutorias.
Los Cdigos Procesales de Santa Fe (art. 429) y Crdoba (art.
disponen, en ese sentido, que en el juicio arbitral no se admitir
excepcin en forma de artculo previo; y el Reglamento del
egio Pblico tambin prev que no se admitir la oposicin de
es, debiendo articularse toda argumentacin como defensa
fondo, la que ser considerada en oportunidad de emitirse el
attdo arbitral (art. 27). Tampoco admite la promocin de incidentes
do ninguna naturaleza (art. 28).
I~l Reglamento del Colegio de Abogados de San Isidro, al
contrario, dispone expresamente que podrn oponerse todas las
nxeopciones admitidas por el Cdigo de Procedimientos vigente para
,,1 eIHIO dol juicio sumario (art. 10). Pensamos que esta norma puede
clm' 11lg'nr Il la articulacin de numerosas incidencias previas que
difielllton la agilidad del procedimiento, entorpeciendo la labor de
1011 Ot'bitJ'os.
No parece, sin embargo, que pudiera establecerse una regla
j,(CIIlOl'!ll. HabJ' casos en que razones de practicidad y economa
pr'ocllIHlI harn conveniente un pronunciamiento previo, a fin de
tlvitur un dispendio de actividad en los rbitros y en las partes;
ll1 imll,l'IlA que en otros supuestos convendr diferir la resolucin de
l.o(\m-\ InA cuestiones litigiosas para el momento de dictar el laudo
<lnfillitivo.
;) la I"'oc!edimiento ante rbitros de derecho
11:1 Cdigo Procesal Nacional (art.. 751) dispone, sobre el partit!ulllr, que F1i en la clusula compromiFlorin () en un acto posterior
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ARBI1RAJE
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-1)
JU procedimiento en
ca~o
de amigables componedores
EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL
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5) Audiencia de conciliacin
En muchos reglamentos de procedimiento arbitral de las instituciones se prev -ya como mera posibilidad, ya como paso
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ARBITRAJE
EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL
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ARBITRAJE
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(j)
(j. J)
EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL
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EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL
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1)
Generalidades. Naturaleza
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ARBITRAJE
partes -en virtud de que el Estado lo admite con carcter generalquienes crean la instancia y otorgan a los rbitros el carcter de
jueces. y al hacerlo, tienen un objetivo primordial: encomendarles
la resolucin de un caso concreto. Se deriva de ello que una vez
producido el resultado previsto, desaparecen sus facultades.
Con las aclaraciones precedentes, el laudo es el equivalente a
la sentencia judicial, considerndose una autntica resolucin que
108 rbitros expiden como consecuencia del ejercicio de la autoridad
O poder de juzgar que las partes le dieron. Esta asimilacin es la
re.ultante de atribuir naturaleza jurisdiccional al arbitraje.
Desde otra concepcin del arbitraje -aquella que le reconoce
una naturaleza puramente convencional- se ha conceptualizado el
laudo como un acto convencional, un acuerdo de voluntades que las
partes concluyen por medio de los rbitros. Expresan de esta forma
la teora segn la cual la resolucin del litigio es el resultado de un
verdadero acuerdo entre los litigantes, logrado mediante la actuacin de los rbitros, de manera que stos no seran sino el
instrumento a travs del cual aqullos convienen la solucin.
Nos parece que esta postura desconoce la elemental distincin
antre los mtodos autocompositivos de litigios y los heterocompositivos.
En los primeros, las partes proveen por s la solucin del caso.
Aun cuando supongan la ayuda externa de un tercero ajeno a ellas
que colabora en la bsqueda o en la implementacin de frmulas
transaccionales, la fuente inmediata de resolucin del diferendo es
directamente su eliminacin: a partir del momento en que las partes
Me ponen de acuerdo, deja de haber materia litigiosa por haber
dejado de existir el diferendo. Si asumimos que ste se produce por
tener ambas partes pretensiones contradictorias respecto de un
mismo derecho, al coincidir sus voluntades en las recprocas pretensiones, el diferendo desaparece.
En los mtodos heterocompositivos -de los cuales el arbitraje
(lS una especie- no son las partes quienes proveen la solucin, sino
que sta les viene impuesta por un tercero. Las partes no participan
cm la determinacin de los derechos que a cada quien se atribuyen
(ln 01 laudo, ni tienen ingerencia en la forma en que los rbitros
resuelven las cuestiones. La voluntad de aqullas slo tiene
relevancia en tanto enmarca el mbito de resolucin de 108 rbitros,
EL LAUDO ARBITRAL
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ARBITRAJE
EL LAUDO ARBITRAL
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3) Contenido
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EL LAUDO ARBITRAL
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de fundamentar la decisin en Derecho, no implica -necesariamente- que les hayan concedido potestades que puedan llevara una
decisin arbitraria ni carente de fundamentos.
La intencin de las partes al aceptar este tipo de arbitraje ha
sido la de permitir a los rbitros apartarse de las soluciones que
consagran las normas de fondo, resolviendo la controversia en
funcin de la equidad. Esto significa que pueden vlidamente
morigerar el rigor que las leyes contienen, en cuanto al fondo del
caso y a la forma de evaluar los elementos de prueba que se arrimen
a la causa.
Deben priorizar, ante todo, la justicia intrnseca de la decisin,
ms all de lo que al respecto dispongan las leyes. Pero tambin queda claro que el apartamiento de las normas no impide a los amigables componedores apoyarse en ellas, si entienden que la solucin
legal resulta asimismo equitativa. Si su criterio de equidad coincide
con la disposicin normativa, podrn invocarla para justificar su
decisin, sin que por ello se conviertan en rbitros de derecho.
Por otra parte, creemos que la fundamentacin de un laudo de
amigables componedores hace necesario un esfuerzo adicional
respecto del que toca a magistrados o rbitros iuris, ya que al
prescindir de la base normativa, debern explicitar, por s mismos,
las razones que dan sustento a la decisin. Si la solucin adoptada
en el laudo contrara la prevista en las leyes, debern convencer a
las partes de la equidad del laudo, destruyendo con argumentos
lgicos la presuncin de justicia que emana de la ley.
El laudo de los amigables componedores debe ser la expresin
ms genuina de la equidad. Despojados de cualquier preconcepto,
estn autorizados a dejar de lado el criterio de equidad que con
carcter general impone el legislador, para sustituirlo por el propio
en los casos en que no coincida con aqul.
Esas consideraciones, y el mayor grado de confianza que las
partes les han otorgado, los obliga en mayor medida, creando
respecto de ellos un compromiso ms fuerte, que hace necesario
-con ms razn que en el caso de los jueces- una cuidadosa
elaboracin del laudo, en especial en lo que hace a la exhaustiva
explicacin de las motivaciones en que se apoya.
Por cierto que el lmite en la discrecionalidad de los amigables
componedores para aplicar o no a las normas de derecho positivo,
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ARBITRAJE
EL LAUDO ARBITRAL
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ARBITRAJE
EL LAUDO ARBITRAL
231
ltima parte Cd. de Santa Fe), corresponde a los rbitros pronunciarse acerca de las costas del juicio tramitado ante su jurisdiccin. El laudo debe resolver tambin la imposicin de los gastos,
determinando quin de las partes corresponde que se haga cargo de
ellos, en forma total o parcial.
Los Cdigos en general disponen -para las costas devengadas
en sede judicial- que las mismas sern soportadas por la parte
vencida, aun cuando la contraria no lo hubiese solicitado; de manera
que consideran innecesario para ello la peticin de parte, pudiendo
el juez fallarlo de oficio. En materia arbitral entendemos que la
cuestin es ms difcil de resolver.
Por un lado, sabemos que los rbitros obtienen su jurisdiccin
de la voluntad de las partes, que deciden someterle determinados
asuntos. Debe tenerse en cuenta, asimismo, que los rbitros se
mueven dentro de un lmite estricto, en virtud del cual solamente
tienen aptitud para pronunciarse acerca de lo que esas partes les
hayan sometido, siendo causal de nulidad del laudo el pronunciamiento sobre puntos no comprometidos. De ello surgira que no
pueden decidir de oficio sobre la imposicin de las costas, sino slo
en aquellos casos en que expresamente hubiese sido solicitado.
Pero tenemos en los Cdigos Procesales de la N acin y de
Buenos Aires una disposicin segn la cual "se entender que han
quedado tambin comprometidas las cuestiones meramente accesorias" (arts. 754 y 792, respectivamente). Ello determinara la posibilidad de que los rbitros dictaminen sobre las costas aun cuando
las partes no lo hayan solicitado, por tratarse de un tema que
necesariamente deriva de las cuestiones comprometidas. La
accesoriedad de la imposicin de costas aparece como evidente, por
resultar la consecuencia lgica del litigio, al punto tal que en
materia judicial resulta innecesario inclusive su peticin.
Si el arbitraje es institucional, los reglamentos correspondientes normalmente prevn de manera expresa que los rbitros debern pronunciarse acerca de la imposicin de las costas, circunstancia que obvia toda discusin acerca de su inclusin como punto
comprometido. En caso contrario, siendo el arbitraje ad hoc, habr
que estar a lo que -con carcter supletorio- dispongan los Cdigos
Procesales.
232
ARBITRAJE
EL LAUDO ARBI1T{AL
233
miento letrado, o abonar de su propio peculio la retribucin correspondiente. La primera de ellas resulta condicionante del legtimo
ejercicio de la defensa de sus intereses; la segunda resulta
inequitativa para quien finalmente demostr que tena razones para
litigar,derivndose de ello un empobrecimiento de quien -habiendo ganado el juicio- debera sufragar los gastos ocasionados en
la actitud de su contraparte.
Una solucin diferente a la que hemos esbozado adopt el
Reglamento de Arbitraje del Colegio Pblico de Abogados de la
Capital Federal, al disponer en su arto 54 que los honorarios de los
abogados no integrarn las costas del proceso, debiendo ser convenidos con el respectivo mandante o patrocinado, aclarando que a
los efectos de su determinacin dichos honorarios sern considerados de naturaleza extrajudicial (art. 56).
3.4) La regulacin de los honorarios de los abogados
Distinta de la imposicin de las costas es la cuestin referida
a la regulacin de los honorarios de los profesionales intervinientes,
ya que al respecto intervienen factores que hacen necesario exponer
algunas precisiones.
La competencia arbitral deriva del sometimiento de dos o ms
partes, quienes asignan jurisdiccin ajueces privados mediante una
declaracin de voluntad. En virtud de ella, deciden que determinadas cuestiones -en general derivadas de una relacin jurdica de
base-o sean resueltas por los rbitros, excluyendo de ese modo la
competencia natural de los magistrados del Poder Judicial. Como
queda dicho, la imposicin de las costas resulta una cuestin
accesoria de aquellas que las partes sometieron a juicio de rbitros,
por 10 que cabe considerarla incluida entre las que stos deben
decidir.
Pero lo atinente a la regulacin de los honorarios de los
abogados intervinientes es, en general, una materia extraa a la
relacin jurdica para la cual las partes pactaron el arbitraje. Dichos
honorarios resultan de las diversas relaciones jurdicas que los
profesionales mantienen con las partes. Con su cliente podrn
derivarse de un mandato -en el caso de que se hubiese asumido
234
ARBI1RAJE
EL LAUDO ARBITRAL
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4) Efectos
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ARBITRAJE
EL LAUDO ARBITRAL
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de un derecho, sino procurar la realizacin coactiva de un de~e~ho
ya declarado. Se trata, por lo tanto, ~e ,:n nuevo proceso que, SI ~Ien
resulta distinto del juicio de conocImIento, se en:uentra mtImamente relacionado con aqul, al ser la consecuencIa. de la falta ?,e
cumplimiento espontneo del derecho que la se~tencIa le recon~cI~.
En general, los Cdigos Procesales -partIendo de un~ aSImIlacin en los efectos jurdicos de los laudos em~nados d~ tnb::nales
arbitrales con las sentencias judiciales- admIten su eJecuclOn ~el
mismo modo y por la misma va que aqullas. E.stas normas e.stan
referidas exclusivamente a los tribunales. arbI.t~ales argen;mos.
Respecto de los extranjeros, rigen algun~s ~ISPosIClOnes espeCIficas,
que sern tratadas en pargrafos subsIgUIentes.. .
El Cdigo Nacional (art. 499) y el de ~a Prov;mcla de Buenos
Aires (art. 497) disponen que consentida o eJ~cutonada un.a sentencia de un tribunal judicial o arbitral y venCld.o el pl~zo fijado para
su cumplimiento, se proceder a ejecutarla, a mstancla ,de parte, de
conformidad con las reglas que se establec~n .en el capItulo .respectivo. El primero de ellos prescribe que podra ejecutarse parcIalme~
to una sentencia cuando se haya interpuesto contra ella algun
rocurso por la parte de la condena que hubiere quedado firme.
Lo~ Cdigos de Santa Fe (art. 435) y de Cr~oba (arts. 5,09 y
1>10) establecen que una vez dictado el laudo ar~Itral, debera ser
romitido al juez ordinario, quien proceder a notIfic.arlo, ordenado
que sea cumplido y ejecutado pre:ria i~serc~n en el lIbro de sent~n
..
'1;11
(,\HH.
'" de Santa
e Fe dice que al mIsmo Juez mcumbe llevar
h a efectIVO
_
cumplimiento la sentencia ejecutoriada, 10 que -co~o emo~ senaIndo- tmmita por la va de apremio. Si bien el ?,dlg~ de Cordoba
no lo dice en forma expresa, parece la interpretaclOn mas ra~ona~l,e.
En primer trmino, debe tenerse presente. qu.e la ~JecucI~n
. l de un laudo
es una accin que debe ser ejerCIda
).lIC l'ICla
,
. . a mstancla
t' "
'do parte. Los jueces no ejecutan el laudo de Ofi~lO, smo. ~ pe l~lOn
d(l parte. La legitimacin activa para promover dlc~a aCClOn esta en
cuueza de aquel a quien beneficia la condena dIspuesta por los
Eh'uitros, que es el nico que puede poner en marcha el .aparato
jurisdiccional de los jueces ordinarios p~ra hacer efec~lVos los
dorochos que el laudo le atribuye. Los rbI~ros, ~na v~~ dIctado el
lnudo, carecen de legitimacin para requenr la eJeCUCIn, salvo en
lo que ,'aspecto a sus propios honorarios.
242
ARBITRAJE
objeto de convenio entre la,s partes, habr que estar a las reglas que
en general contienen los respectivos Cdigos Procesales.
El Cdigo Procesal Nacional (art. 501) y el de la Provincia de
Buenos Aires (aI:t. 499) disponen con carcter general, que ser
competente para la ejecucin el juez que pronunci la sentencia, el
de otra competencia si as lo impusiere el objeto de la ejecucin, o
el que haya intervenido en el proceso principal si mediare conexin
directa entre causas sucesivas.
Como puede deducirse lgicamente, los supuestos mencionados
en primer y en tercer trmino, carecen de aplicacin a los fines de
determinar la competencia judicial para la ejecucin del laudo
arbitral, ya que no ha sido emitido por un juez que tenga potestades
para ejecutarlo, ni se dar en l la conexidad que se menciona en
el inc. 32 ). Ello conducira a que el juez competente para la ejecucin
Bea el correspondiente al lugar donde el laudo deba ser cumplido.
Esta regla contara con el aval de la interpretacin analgica
de lo previsto en el arto 5Q , inc. 3Q ) de ambos Cdigos, que respecto
de acciones personales sienta el principio de la competencia del juez
del lugar donde deba cumplirse la obligacin. Siendo que en la
mayora de los casos los laudos arbitrales estarn referidos a
obligaciones personales de la parte condenada, parece lgico recurrir
on subsidio a las reglas generales; mxime cuando coinciden con el
jnc. 211) de la norma que prev especficamente la ejecucin de
sentencias (art. 501, Cd. Nacional, y arto 499, Cd. de Buenos
Aires).
La competencia judicial que se establece respecto de todas las
ot,l'as cuestiones relacionadas con la constitu(:in del tribunal
urbitral -el juez a quien le hubiese correspondido conocer en el
usunto si ste no hubiese sido sometido a arbitraje- no parece que
pueda ser de aplicacin automtica ni generalizada al caso de la
ojocucin.
Distinto sera el caso de que el laudo hubiese sido apelado,
circunstancia que -salvo acuerdo de partes en contrario- deterlIIinfl la intervencin como tribunal de alzada de los rbitros, del
Huperior jerrquico de aquel juez a quien le hubiese correspondido
(Jonoear la cuestin. En tal supuesto, y emanando la decisin final
de un rgano judicial determinado, podra sostenerse vlidamente
EL LAUDO ARBI'ffiAL
~ I
243
que la ejecucin debe tramitar ante la instancia ordinaria correspondiente a ese rgano.
La Sala "A" de la Cmara Nacional en lo Civil ha fallado en
favor de este ltimo criterio, al sostener que el laudo arbitral es
susceptible de ejecucin, promovindose sta ante el juez que hubiera sido competente para entender en el pleito de no mediar el
compromiso arbitral, y tramitar por el procedimiento de ejecucin
de sentencia (ED, 69-394).
El Cdigo de Santa Fe contiene una regla especfica que resuelve la cuestin. Dispone en su arto 435 que la notifi'cacin. del
laudo se har por intermedio del juez ordinario "a quien correspondera el conocimiento de la causa de acuerdo a las normas
comunes", y que "al mismo juez incumbe llevar a efecto la sentencia
ejecutoriada" .
Esa misma solucin puede tomarse razonablemente en el
Cdigo de Crdoba. A pesar de la remisin que establece el arto 955,
no existe en el captulo referido al arbitraje ninguna norma que
prevea esta cuestin. Pareciera que corresponde ejecutar el laudo
al juez que lo protocoliza, conforme los arts. 509 a 511.
EL LAUDO ARBITRAL
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AHBITRAJE
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ARBITRAJE
EL LAUDO ARBITRAL
247
~,
x.
Revisin e impugnacin
de los laudos
,.
"1
1) Principios generales
Como hemos sealado en el captulo anterior, el laudo arbitral
es la decisin de los rbitros que pone fin al litigio, resolviendo las
cuestiones que las partes les sometieron. Tratndose del acto que
denota de la manera ms clara el ejercicio de la jurisdiccin de los
rbitros, reviste las caractersticas de una verdadera sentencia, con
la cual tiene similitudes en cuanto a sus efectos.
N o obstante, las sentencias judiciales son, en la mayora de los
casos, revisables en ulteriores instancias', conforme las respectivas
leyes procesales. El sistema de la Justicia Nacional -yen lneas
generales los de las provincias- se estructura a travs de juzgados
de primera instancia unipersonales, cuya sentencia es recurrible en
apelacin ordinaria ante Cmaras de Apelaciones conformadas
como tribunales colegiados. La sentencia de estos tribunales se
considera definitiva y agota la instancia ordinaria; contra ella slo
cabe eventualmente algn recurso extraordinario ante la Corte
Suprema de Justicia de la Nacin -yen su caso ante los Superiores
Tribunales de Provincia- bajo ciertos recaudos y en relacin a
determinadas causales especficas.
Existen casos sin embargo, aun en materia judicial, en los que
la sentencia de primera instancia es irrecurrible en instancia
ordinaria, siendo slo susceptible de recursos extraordinarios. La
existencia de tribunales judiciales de instancia nica va generalmente acompaada de la caracterstica de tratarse de tribunales
colegiados. Tal es, por ejemplo, lo que sucede en el procedimiento
laboral en la Provincia de Buenos Aires, en que la sentencia del
Tribunal de Trabajo -constituido por tres magistrados- slo puede
ser recurrida ante la Suprema Corte de Justicia provincial por la
va de recursos extraordinarios como el de inaplicabilidad de ley.
2152
ARBITRAJE
253
2154
ARBITRAJE
255
256
ARBI'IT{AJE
J
1I
257
El Cdigo de Crdoba no contiene -como el Cdigo Nacionaluna disposicin que expresamente consagre la irrecurribilidad del
laudo de amigables componedores, a pesar de lo cual cabe interpretar que implcitamente adopta el mismo principio. En efecto: la
norma que establece que proceden contra los laudos los mismos
recursos que contra las sentencias judiciales (art. 512) aclara al
inicio que ella est referida a los casos de arbitraje voluntario.
Correlacionando esto con el arto 503 que dispone que el arbitraje
voluntario es de estricto derecho a menos que los interesados
convinieran lo contrario, y que en tal caso los rbitros debern fallar
la causa como si fueran jueces ordinarios, resulta claro que excluye
de ese rgimen a los laudos que surgen de casos de arbitraje forzoso,
en los que los rbitros actan como amigables componedores (art.
502).
As lo ha interpretado la jurisprudencia de los tribunales
locales, al resolver que en los supuestos de arbitraje forzoso no
procede al recurso de apelacin, ni aun contra resoluciones incidentales (ver fallos citados por Martnez Crespo en la nota al arto 512).
Slo cabe, contra dicho laudo, el recurso de nulidad, por las causales
y bajo los recaudos establecidos en el arto 516.
En el caso de los laudos emanados de tribunales de amigables
componedores existe una razn para que el principio sea la
irrecurribilidad: el diferente rgimen bajo el que se desenvuelven
los rbitros, con relacin a los jueces estatales. Si la resolucin de
las cuestiones litigiosas se realiza en funcin de un criterio de
equidad, segn el leal saber y entender de los arbitradores, y las
resoluciones judiciales estn basadas en las disposiciones legales, se comprender sin esfuerzo la dificultad existente para
compatibilizar ambos criterios.
Como se sabe, la apelacin presupone la existencia de una doble
instancia, en la que un tribunal superior revisa la decisin del
inferior, con facultades para confirmarla, modificarla o revocarla; es
decir que implica la intervencin de un rgano diferente del
primigenio juzgador, que ejerce un control de la sentencia dictada
por ste.
En el caso que nos ocupa, los jueces de ambas instancias
-amigables componedores y tribunales judiciales de derecho- no
2/58
ARBITHAJE
259
ello ninguna disposicin que afecte el orden pblico. Slo que, por
tratarse de un pacto que atenta contra el espritu natural de ese
sistema de arbitraje, la recurribilidad debe hallarse expresamente
convenida debiendo interpretarse su admisibilidad con carcter
restrictivo' en aquellos casos en que esa intencin surja indubitablemente del acuerdo arbitral.
Aun cuando hemos sostenido que la recurribilidad del laudo
desnaturalizara el sistema de la amigable composicin, nada obsta
a que las partes instrumenten un sistema heterodoxo para la
resolucin de las controversias que las distancian. Si ambas partes
estn de acuerdo en admitir que un juez pueda revisar el laudo de
los arbitradores, no nos parece que el ordenamiento pueda imponerles con carcter obligatorio su irrecurribilidad, por ms que con eno
s~ est dejando de lado la principal caracterstica de la amigable
composicin.
En sentido opuesto al que propiciamos se ha pronunciado la
Suprema Corte de Justicia de San Juan, al resolver que las par~~s
no pueden convenir la posibilidad de imponer recurso de a~el~cIOn
frente a un laudo arbitral forzoso, ya que tanto su estableCImIento
como la prohibicin de apelar forman un complejo normativo que
interesa al orden pblico, que no puede ser derogado por las partes
ni modificado por los jueces (SC San Juan, 23/7/65, en LL, Repertorio XXVII-1045 - sumo 28).
No compartimos ese criterio, pues creemos que de esta forma
se est limitando injustificadamente la libertad contractual de los
particulares, extendindose ms all de lo razonable la nocin de
orden pblico. No parece lgico que la ley pueda vedar. comp~l
sivamente, en contra de la voluntad de los litigantes, una mstancIa
de revisin que ambos estn de acuerdo en implementa~. .
Buena prueba de lo dicho es que existen casos de arbItrajeS de
amigables componedores con instancias recursivas. Tal el caso de
las Cmaras Arbitrales de Cereales, cuyo sistema prevea un recurso de apelacin contra los laudos emanados de la .institucin, que
se sustanciaba y resolva por ante la ex Junta NaCIOnal de Granos.
Ms adehmte C:lxaminllromos el estado actual de este sistema, al
tratar el arbitrf\;o on 01 comercio de brranos.
260
. ARBITRAJE
261
AHBITHAJE
263
sobre la validez formal del laudo arbitral, sin poder efectuar valoraciones sobre su justicia o injusticia (JA, 1963-IV-81).
,.;r)
264
ARBITRAJE
ms infonnal del arbitraje. Derivamos de ello como reflexin preliminar que no todas las circunstancias que pueden provocar la
nulidad de un acto procesal en la justicia ordinaria son igualmente
relevantes en el arbitraje.
Como no es posible detenninar en abstracto cules seran
especficamente los puntos en que habrn de centrarse esas diferencias, nos limitaremos a sealar en forma genrica la conveniencia de observar un delicado equilibrio en el juzgamiento de los
hechos que podran provocar una falta esencial en el procedimiento,
distinguiendo aquellas fonnas procesales intiles, derivadas de un
listema ritualista, de las que estn establecidas en proteccin de
la garanta de defensa en juicio.
La labor del juez ante quien se someta la nulidad de un laudo,
exigir suma prudencia para discernir entre el lmite de la formalidad intrascendente -cuya omisin en modo alguno puede
acarrear la nulidad del procedimiento arbitral o del laudo- y los
recaudos mnimos a que debe ceirse cualquiera que ejerza una
funcin jurisdiccional, aun cuando por su propia naturaleza pueda
proscindir de determinadas fonnalidades.
b) Haber fallado fuera de plazo. Al tratar -en el captulo
Ilnterior- lo referido al momento en que los rbitros deben emitir
01 pronunciamiento, sealbamos la importancia de que se respete
oHtrictamente el plazo otorgado, sea que ste provenga del acuerdo
tlrbitral, o que en ausencia de pacto expreso haya sido fijado por el
juoz o por la ley.
En este caso, la nulidad es incontrastable, en tanto el vencimionto de dicho plazo conlleva la prdida de la jurisdiccin arbitral,
convirtiendo al laudo as dictado en un exceso de las funciones
concedidas a los rbitros. Si las partes otorgaron jurisdiccin a los
rbitros convencionalmente por un determinado tiempo, fenecido el
rni;mo, aqulla se agota de pleno derecho y el laudo emitido con
I)();terioridad resultara un acto dictado por quienes a ese momento
cm'ocan de jurisdiccin.
.
c) Haber fallado sobre puntos no comprometidos. Hemospuntunlizado tambin la importancia de que los rbitros se ajusten a
11tH cuestiones litigiosas que las partes les sometieron. Desde que
1/1 jurisdiccin arbitral implica una renuncia de las partes a ser
juzgndos por los jueces estatales, al fanar extra-petita los rbitros
,
.~
265
66
ARBITRAJE
267
266
ARBITRAJE
267
ARBITRAJE
268
-- La cuestin de la prueba
Esa norma no menciona lo referido a la prueba, circunstancia
quo dificulta la determinacin de la forma de ofrecerla y producirla,
111110 existir una previa decisin acerca de cules son las reglas por
1111'4 que tramita.
'
I~n tal caso, nos parece que lo atinente a esta materia debe
Hoguir los lineamentos del proceso sumarsimo, en atencin a que
J)lIoclo presumirse que la ratio legis de los artculos citados fue
ol,org-nr a esta instancia una tramitacin simplificada y rpida, como
HlJl'gO del hecho de establecer para el traslado un plazo de cinco das
eoincidente con el que se otorga en el juicio sumarsimo para la
(~ontostacinde la demanda- y de hacer irrecurrible la decisin del
jlloz.
I'~n
269
270
ARBITRAJE
., La causales de nulidad.
Los supuestos que habilitan la accin de nulidad del laudo de
IIllIigahles componedores son mucho ms restrictivas que en el caso
do los rbitros de derecho. Se limitan a dos causales: haber fallado
fU(lI'll (h~ plazo o sobre puntos no comprometidos. No existen refeI'tlllcins a las otras causales, tales como la falta esencial en el
procodimiento o contener el laudo decisiones incompatibles entre s.
CIJo se justifica por cuanto la amigable composicin lleva
implcita una mayor informalidad procedimental, al punto de que
1" r'(lglu general es que "proceden sin sujecin a formas legales,
limitndose a recibir los antecedentes o documentos que las partes
lul'l prmwntasen, a pedirles las explicaciones que creyeren conveniento, .Y u dictar sentencia segn su saber y entender".
271
272
ARBITRAJE
273
5) El recurso extraordinario
El establecimiento de una jurisdiccin arbitral de instancia
nica no es -de por s- inconstitucional, ya que en todos los casos
las partes cuentan con la posibilidad de procurar -por va de
acciones o recursos de nulidad irrenunciables- la revisin judicial
de laudo. De manera que la irrecurribilidad de los laudos arbitrales
-ya sea que surja de la voluntad de las partes que en el arbitraje
de derecho renuncien a la apelacin, o de la ley que en el arbitraje
de amigables componedores lo impone como principio general- no
atenta contra las garantas constitucionales. No es por tanto admisible que, ante un laudo arbitral desfavorable, se intente el recurso
extraordinario fundado en la inexistencia de control judicial suficiente.
En ese sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nacin ha
tenido ocasin de pronunciarse confirmando el criterio expuesto, al
manifestar que es in atendible el agravio de que el laudo dictado en
sede arbitral -libremente pactada- viola la garanta de la defensa
en juicio al ser inapelable ante la justicia, puesto que dicho agravio
deriva de la propia conducta discrecional del recurrente (Fallos,
237-392, 289-158, 292-157, 302-1280); ya que el arto 18 de la
Constitucin Nacional se refiere al caso de un litigante al que se
haya formado una comisin especial o se le haya designado un juez
especial para que lo juzgue, situacin que no es equiparable a la de
los rbitros elgidos por las propias partes contratantes (Fallos,
187-458).
274
ARBITRAJE
275
En tal sentido, ha resuelto que no sustenta el recurso extraordinario la invocacin de la garanta constitucional de la defensa en
juicio, cuya violacin se afirma en la especial naturaleza del procedimiento observado ante un tribunal arbitral, si el apelante no
indica concretamente las defensas y pruebas de que se habra visto
privado y su importancia para variar el resultado del pleito (Fallos,
292-157).
Tambin se ha rechazado el recurso extraordinario intentado
cuando el recurrente no se hizo debido cargo de las argumentaciones
que sustentara la decisin judicial que rechaz el pedido de nulidad
de laudo arbitral, limitndose a reiterar articulaciones deducidas
con anterioridad respecto del mencionado laudo (Fallos, 304-480),
y cuando la proposicin de la va extraordinaria deviene
extempornea: no puede cuestionarse la competencia del tribunal
arbitral si la resolucin dictada se encuentra firme, pues ello pudo
y debi plantearse durante el trmite arbitral, de cuyo pronunciamiento -mediando cuestin federal bastante- cabe el recurso
extraordinario (Fallos, 275-495).
Sentado de esta forma el pensamiento de la Corte respecto de
este tema, parece til intentar discernir cul es la sentencia definitiva -en los trminos de la ley 48- contra la cual procede el
recurso extraordinario. Habr que distinguir diferentes supuestos.
En el caso de los laudos de tribunales arbitrales contra los
cuales se admite apelacin, no cabe duda que la sentencia definitiva
contra la cual debe interponerse el recurso federal, ser la que
pronuncie el tribunal judicial ante el cual se sustancia el recurso,
la que, en virtud de causar ejecutora, no es en principio susceptible
de recursos ordinarios. Por tanto, la apelacin ordinaria no puede
omitirse, y no cabe el recurso extraordinario directamente contra
el laudo arbitral, pues en caso contrario no se habra agotado la va
recursiva correspondiente.
Cuando se trate de laudos de rbitros de derecho respecto de
los cuales se ha renunciado la apelacin, y cuando el laudo proviene
de amigables componedores, pareciera que no puede recurrirse
directamente del laudo ante la Corte, sino que debe previamente
agotarse la vfa prevista para la nulidad. Recin en caso de que en
esa instuncin no se acogiera la protensin, podr intentarse el
recurso dol I\rl;. 14, loy 48. La va extraordinaria es, por tanto,
276
ARBITRAJE
1)
Introduccin. Antecedentes
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ARBITRAJE
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ARBITRAJE
2) El si8tema arbitral
El arbitraje ante la Cmara es -dentro de las clasificaciones
que mencionamos en el captulo III- de amigables componedores
(1 institucional. Pero en este aspecto es un sistema institucionalizado
con algunas particularidades que lo distinguen de otros.
Como vimos, en el arbitraje institucional tradicional, el sistema
mrts usual consiste en que la institucin que lo administra provee
-ontre otros importantes servicios- una nmina de personas
{Aicns de reconocido prestigio y versacin, de entre las cuales cada
IInH de las partes elige un rbitro y la entidad designa el tercero.
Este sistema es el que sigue la Comisin Interamericana de
Ar'bitl'nje Comercial, la Cmara de Comercio Internacional, el
()ol(lgio de Abogados de San Isidro y el Colegio Pblico de Abogados
dt\ In Capital Federal, si bien en este ltimo caso las partes pueden
nombl'ar como rbitro de parte a un abogado que no integre la lista
dtd Colegio, con tal que se encuentre matriculado, rena los requ iHil,08 I'eglamentarios y no est comprendido por las incompatihilidlldo8 que establece el Reglamento.
(:1 arbitraje en la Cmara se lleva a cabo a travs de su
COIll itlin Directiva, la que, constituida como tribunal arbitral de
283
282
ARI3ITRAJE<:
2) El sistema arbitral
El arbitraje ante la Cmara es -dentro de las clasificaciones
<IUO mencionamos en el captulo III- de amigables componedores
(\ institucional. Pero en este aspecto es un sistema institucionalizado
con algunas particularidades que lo distinguen de otros.
Como vimos, en el arbitraje institucional tradicional, el sistema
ms usual consiste en que la institucin que lo administra provee
-entl'e otros importantes servicios- una nmina de personas
ffllicne de reconocido prestigio y versacin, de entre las cuales cada
unn de las partes elige un rbitro y la entidad designa el tercero.
Este sistema es el que sigue la Comisin Interamericana de
Arbit.raje Comercial, la Cmara de Comercio Internacional el
Col(lgio de Abogados de San Isidro y el Colegio Pblico de Abog~dos
do In Capital Federal, si bien en este ltimo caso las partes pueden
nombrar como rbitro de parte a un abogado que no integre la lista
dul Coltlgio. con tal que se encuentre matriculado, rena los requil'lil,ofl reglamentarios y no est comprendido por las incompatibilidades que establece el Reglamento.
I~I nrbitra.ie en la Cmara se lleva a cabo a travs de su
Comitlin Directiva, la que, constituida como tribunal arbitral de
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ARBITRAJE
3) El acuerdo arbitral
Su jurisdiccin es de naturaleza convencional, y proviene del
voluntario sometimiento de las partes, quienes al suscribir un
contrato referido a productos o subproductos agropecuarios -compraventa u otros- pactan que "toda cuestin que surja con motivo
d,e ,la celebracin, cumplimiento, incumplimiento, prrroga o resC181n del presente contrato, ser sometida a la resolucin de la
Comisin Directiva de la Cmara Arbitral, como rbitro amigable
componedor nico".
Dichos contratos incluyen asimismo una clusula segn la cual
"los contratantes se sujetan y dan por aceptadas todas las condiciones establecidas por la Reglamentacin General de la Cmara
cuya reglamentacin y/o futuras ampliaciones o modificaciones s~
consideran parte integrante de este contrato como clusula del
mismo". Mediante esta estipulacin, las partes incorporan convencion.almente ~l contrato y al sistema arbitral las normas reglamentarIas, que mcluyen no slo algunas reglas de procedimiento
-como veremos, muy escuetas-, sino tambin normas de fondo
q~e prevn los derechos y obligaciones de las partes en el cumpli~
miento del contrato.
. El rgimen arbitral del comercio de granos es tan especfico que
eXIste una disposicin legal (art. 37, decreto-ley 6698/63) conforme
la cual "los litigios ante las Cmaras o tribunales arbitrales de
b~anos sobre compraventa de granos y sus subproductos cuya
comercializacin haya sido reglamentada por la Junta Nacional de
Granos, se sustanciarn de conformidad con el reglamento que dicte
lu .Junta Nacional de Granos y sin necesidad de celebrar el compromiso arbitral". Aade la norma citada que el laudo as dictado
una .vez firme y consentido causa ejecutoria, autoriza el pedido d~
medIdas cautelares y habilita al interesado a ejecutarlo por el
285
286
ARBITRAJE
4)
El procedimiento
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286
ARBITRAJE
4) El procedimiento
El procedimiento que sigue la Cmara es sencillo, con muy
pocas normas escritas, lo que da al tribunal un marco flexible para
int.entar llegar a la verdad material del caso.
Al est~r conformado como tribunal de amigables componedores,
HU actuaCIn est regida por los patrones bsicos que hemos seI1nlndo en los captulos anteriores: los trmites que sigue y los
Itllldos que emite, estarn ms con sustanciados con la equidad, que
(!on rgidas formas de procedimiento y de valoracin de la prueba.
El juicio arbitral est bajo la direccin del presidente de la
Comisin Directiva de la Cmara, que asume por ello la funcin de
287
288
ARBITRAJE
d,e requerir a las partes explicaciones respecto de hechos o situacIones cuyo esclarecimiento resulte conveniente para laudar.
Al proceder sin sujecin a formas legales, limitndose a recibir
los ~ntecedente~ o ?ocumentos que las partes le presentasen y a
pedIrles las exphcacIOnes que creyere convenientes (arg, arto 769 del
C6d, Procesal Nacional), el tribunal no se encuentra constreido a
proveer los medios probatorios que las partes indicaron en sus
respectivos escritos, pudiendo, por lo tanto, desestimar en su totahdad las pruebas ofrecidas. No obstante, si hubiese que acreditar
hech~s contr~v~r,tidos que sean realmente necesarios para la reSolUCIn del lItIgIO, se arbitrarn los medios para que el tribunal
oonozca la verdad de esos hechos, a travs de las medidas que
resulten ms idneas para tal fin.
En ,este aspecto, es frecuente que el encargado del procedimiento reqUIera de las partes ? de t~rceros -como medida para mejor
proveer y. ?omo. paso prevl~ a gIrar el caso al tribunal en plenoalguna dIhgencIa probatona, documentacin o aclaracin que los
rbitros puedan n~cesitar para laudar. N o obstante, la decisin final
corresponde al tnbunal en pleno, quien puede, en el momento en
que ~e le s?meten las cuestiones, requerir el dictado de alguna nueva
provIdencIa.
, Una vez reunidos en el expediente todos los elementos necesanos para que los rbitros puedan formarse conviccin, se les giran
lo~ antecedente~ a estudio, hacindosele saber que el tema ser
o)b.J~to d~ tratam~ent? en la pr~xima reunin de Comisin Directiva.
1 III ,u eVItar l~s ~llacIOnes que lu:plicara hacer circular el expediento entre 23 arbItros, se confeccIOna un legajo con las piezas ms
rolovantes, que se envan en fotocopia a cada rbitro.
, ~)~ra el .dict~do del laudo, se cita a los rbitros a reunin de
ComIsIn DIrectIva, en la que, constituido el tribunal en forma
roglamentaria, se analizan y se tratan los casos en pleno debatindose el problema y dictaminndose respecto de todas las ~uestiones
que deben ~er resueltas. Si no hubiere unanimidad, se someten los
t(lrna~ en dIsputa a votacin, decidindose por mayora de votos de
los mIembros presentes; luego de lo cual se redacta y se notifica el
Inudo a las partes.
, Tod~ este trmite, desde la promocin de la demanda hasta la
notificacIn del laudo, insume un plazo que habitualmente oscila
onLre 30 y 60 das corridos.
289
290
ARBITRAJE
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ARBIT'RAJE
El recurso de apelacin
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ARBITHAJE
EL ARBITHAJE EN EL COMEHCIO DE
GI~ANOS
295
296
ARBITRAJE
Hemos puntualizado con anterioridad que el arbitraje es reconocido como uno de los sistemas de administracin de justicia que
mejor se adapta a las necesidades cambiantes del mundo comercial
moderno. En cierta gama de asuntos -especialmente en el comercio
internacional- se presentan litigios que requieren ser conciliados
o arbitrados con garanta de prudencia, eficiencia, neutralidad,
confiabilidad, reserva y conocimiento de cuestiones y prcticas que
ordinariamente slo pueden lograrse si los rbitros son igualmente
comerciantes.
Con ese espritu, en las transacciones internacionales de semillas que se realizan conforme las reglas de la F.I.S., las partes
acuerdan someterse al arbitraje de dicha entidad. Esta institucin,
sin embargo, no realiza los arbitrajes por s, sino que los delega en
organizaciones nacionales.
El arbitraje de la F.I.S. es diferente del que desarrolla la
Cmara Arbitral para el comercio interno, porque si bien es igualmente institucional, se adapta ms al sistema tradicional, conforme
ni cual los rbitros son escogidos por las partes y por la Cmara,
de una lista preconcebida.
La funcin de la Cmara Arbitral en esta clase de arbitraje no
es actuar finalmente como rbitro, sino organizar y administrar el
sistema, recepcionando la demanda y colaborando con las partes y
los rbitros en la constitucin del tribunal y en la marcha del
procedimiento.
El procedimiento se inicia con la demanda que formula una de
las partes, la que se presenta en la sede de la Cmara Arbitral del
pas vendedor. En caso de no existir tribunal arbitral habilitado en
dicho pas, l~ demanda se presenta en la sede central de la F.I.S.
en Suiza, quien designar la Cmara que actuar en el caso.
Recibida la demanda en la Cmara, se corre vista a la contraparte, enviando a su vez la lista de los rbitros. Exclusivamente de
entre quienes figuran en dicha lista, cada parte deber designar un
rbitro. Esa lista ha sido elaborada previamente por la entidad
nacional y comunicada a la Secretara General de la F.I.S. El
n~querimiento a las partes se hace bajo apercibimiento de que en
caso de que alguna. de ellas no designe rbitro, el mismo ser
nombrado por la Cmara, quien asimismo nombrar el tercero.
297
Las normas aclaran que los rbitros que integran la lista deben
ser -necesariamente- comerciantes expertos en semillas, pudiendo actuar como rbitros solamente las personas que figuren en la
lista.
Los rbitros pueden ser recusados de acuerdo con las disposiciones legales .del pas en el que se lleva a cabo el arbitraje, y en
caso de producirse una recusacin, la misma es resuelta por la
Cmara.
Una vez designados los rbitros -junto con un secretario
letrado que coordina la labor de aqullos- se pide a ambas partes
una explicacin del caso, etapa que usualmente se hace por escrito,
de manera de que los rbitros puedan ir formando opinin acerca
del litigio.
Luego se cita a las partes a explicar el caso en audiencia oral,
pudiendo asimismo hacer concurrir a testigos o expertos que puedan
emitir una opinin tcnica sobre algunas de las cuestiones debatidas. Las partes pueden renunciar a las sesiones orales.
Las normas establecen que las partes deben facilitar -a peticin de los rbitros- todos los detalles y datos relacionados con el
caso, cumplimentando asimismo todos los pedidos que formulen los
rbitros. En caso de reticencia, los rbitros podrn deducir las
consecuencias que estimen apropiadas, al dictar el laudo.
Con todos los elementos de juicio, los rbitros se renen y
emiten el laudo, el que debe ser hecho por escrito, cumplimentando
los requisitos formales que permitan procurar su ejecucin, y en
especial debe satisfacer las disposiciones de las Convenciones de
Ginebra y Nueva York. El laudo deber emitirse dentro de los cuatro
meses de celebrada la primera audiencia oral.
Contra el laudo cabe un recurso de apelacin, que se presenta
dentro del mes de notificado directamente en la sede central de la
F.I.S., decidiendo el organismo qu tribunal nacional debe hacerse
cargo de arbitrar en la apelacin. Este tribunal debe ser, obviamente, de un pas que no sea el de la nacionalidad de las partes ni del
tribunal que dict el laudo original.
Si el recurrente es la parte que ha sido condenada en el laudo,
debe dopoHitnr una fianza suficiente para garantizar la eventual
ejecucin do la :ondonn.
298
ARBITRAJE
Anexos
CDIGOS DE PROCEDIMIENTOS
1) CDIGO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL
DE LA NACIN
LmRo VI
PROCESO ARBITRAL
TTULO
JUICIO ARBITRAL
Arto 7360 - Objeto del juicioo Toda cuestin entre partes, excepto las
mencionadas en el arto 737, podr ser sometida a la decisin de jueces
rbitros, antes o despus de deducida en juicio y cualquiera fuere el estado
de ste.
La sujecin ajuicio arbitral puede ser convenida en el contrato o en un
acto posterior.
Arto 7370 - Cuestiones excluidaso No podrn comprometerse en
rbitros, bajo pena de nulidad, las cuestiones que no pueden ser objeto de
transaccin.
Arto 738. - Capacidad. Las personas que no pueden transigir no
podrn comprometer en rbitros.
Cuando la ley exija autorizacin judicial para realizar actos de disposicin, tambin aqulla ser necesaria para celebrar el compromiso. Otorgada la autorizacin, no se requerir la aprobacin judicial del laudo.
Art. 739. - Forma de compromiso. El compromiso deber formalizarse por escritura pblica o instrumento privado, o por acta extendida
302
ARBITRAJE
303
304
ARBITHAJE
305
Art. 752. - Cuestiones previas. Si a los rbitros les resultare impoHlblll pronunciarse antes de que la autoridad judicial haya decidido alguna
dll las cuestiones que por el arto 737 no pueden ser objeto de compromiso,
11 otras que deban tener prioridad y no les hayan sido sometidas, el plazo
pura laudar quedar suspendido hasta el da en que una de las partes
(Intregue a los rbitros un testimonio de la sentencia ejecutoriada que haya
t"IIRuelto dichas cuestiones.
Art. 758. - Recursos. Contra la sentencia arbitral podrn interponerse los recursos admisibles respecto de las sentencias de los jueces, si no
hubiesen sido renunciados en el compromiso.
(~mlo.
ARBITRAJE
306
Este recurso se resolver sin sustanciacin alguna, con la sola vista del
expediente.
Art. 761. - Laudo nulo. Ser nulo el laudo que contuviere en la parte
dispositiva decisiones incompatibles entre s.
Se aplicarn subsidiariamente las disposiciones sobre nulidades establecidas por este Cdigo.
Si el proceso se hubiese sustanciado regularmente y la nulidad fuese
nicamente del laudo, a peticin de parte, el juez pronunciar sentencia, que
ser recurrible por aplicacin de las normas comunes.
TTULO
II
Art. 766. - Objeto. Clase de arbitraje. Podrn someterse a la decisin de arbitradores o amigables componedores, las cuestiones que puedan
ser objeto del juicio de rbitros.
307
ARBI1RAJE
308
TTULO
III
PERICIA ARBITRAL
309
VI
PROCESO ARBITRAL
TTULO
JUICIO ARBITRAL
Art. 774. -'- Objeto del juicio. Toda cuestin entre partes, excepto las
mencionadas en el arto 775, podr ser sometida a la decisin de jueces
rbitros, antes o despus de deducida en juicio y cualquiera fuere el estado
de ste.
La sujecin a juicio arbitral puede ser convenida en el contrato o en un
acto posterior.
310
AHBITRAJE
311
AHBITRAJE
312
313
CUUH(t
Art. 796. - Recursos. Contra la sentencia arbitral podrn interponerse los recursos admisibles respecto de las sentencias de los jueces, si no
hubiesen sido renunciados en el compromiso.
ARBITRAJE
314
II
315
5) el modo de reemplazarlos;
6) la forma de acordar y pronunciar el laudo.
ARBITRAJE
316
TITULO
III
JUICIO PERICIAL
IV
317
SECCIN
II
COMPROMISO ARBITRAL
Art. 418. -El compromiso debe hacerse por escritura pblica o privada
o por acta levantada ante el juez de la causa o ante aqul a quien correspondera su conocimiento.
Los que no saben leer y escribir no pueden comprometerse en rbitros
por escritura privada.
Art. 419. - La escritura de compromiso debe contener, bajo pena de
nulidad: la fecha de otorgamiento, el nombre de los otorgantes, domicilio
legal y real de los mismos, el de los rbitros y la designacin clara y precisa
de las cuestiones sometidas a su decisin,
Esta nulidad quedar subsanada si las partes no la oponen dentro de
los cinco das de notificada la constitucin del tribunal arbitral.
En caso de ser opuesta, resolver el juez ordinario sin ninguna
substanciacin.
JUICIO ARBITRAL
SECCIN
Art. 116. -Toda cuestin, haya sido o no deducida enjuicio y cualquieH(1n el estado de ste, puede, de comn acuerdo de interesados,
a la decisin de jueces rbitros, salvo las que no hayan de ser
tIll\lmin dl~ transaccin segn las leyes de fondo.
1'11 \lO
110I1l1ltOI"S(\
SECCIN
III
RBITROS
Art. 420. - Los rbitros sern nombrados de comn acuerdo ,de interesados o por el juez, y en nmero impar que no exceder de tres.
Si el arbitraje fuere forzoso u obligatorio por contrato y no hubiera
acuerdo sobre el nmero de rbitros, el juez resolver, sin lugar a recurso
alguno, que sean tres o uno segn la importancia de la causa.
Es lcito dar a los jueces el carcter de rbitros.
ARBITRAJE
318
319
se harn ante abogado o escribano pblico, nombrado por los rbitros o ante
testig(~s, con anlogas atribuciones de los secretarios, si no hubiere abogado
o escnbano en el lugar.
SECCIN
SENTENCIA
Art. 425. -
SECCIN
IV
PROCEDIMIENTO
Art. 426. _ Inmediatamente despus de aceptado el cargo los rbitros
l!onHtitulrn en tribunal, nombrarn un presidente que dirija el procedirnlcmt.o y dlde por s solo las providencias de mero trmite. Las actuaciones
tUl
~.
20
Art. 433. _ Los rbitros que no fallaren dentro del trmino sin causa
UIlt1'ficada, incurrirn cada uno en una multa de mil pesos a favor de los
Itll{antes, aparte de su responsabilidad por los daflos causados, y no sern
Iltlreedores a honorarios.
Pnl'n
HU
01"111 11 IIl'i o a
321
1111 qUIl
1'.llHloH.
Mil
,,111 hnbllrsl:l pagado o consignado a la orden del litigante apelado el co1'l'lIfI>ol\dionto valor. Si el recurso interpuesto fuere el de nulidad, el valor
dI' 111 multa ser depositado, bajo la misma sancin, al interponerse dicho
I'lIellt'HO, H la orden del tribunal que haya de conocer l y que ordenar la
dllvol\l(:in si hiciere lugar a la nulidad o, caso contrario, entregarlo al
IIdvl.t'tHlriO.
Hi laH dos partes hubieren recurrido de la sentencia, ninguna de ellas
1H1.tItt' la multa. El apelado no podr adherirse al recurso sin devolver. la
milita ubonadn, con I:ll inters legal.
TTULO
322
ARBITRAJE
323
SECCIN TERCERA
DE LOS RBITROS
Art. 478. - Atribucin del juez. Si el arbitraje fuera forzoso u obligatorio por contrato y no hubiera acuerdo acerca del nmero de los rbitros,
el juez resolver sin lugar a recurso alguno, que sean tres o uno, segn la
importancia de la causa.
PUUdUll
Art. 480. - Facultad de las partes. Es lcito dar a los jueces ordinarios el carcter de rbitros en los asuntos que sean de su competencia y
que puedan someterse a arbitraje.
SECCIN SEGUNDA
ARBITRAJE
324
SECCIN CUARTA
DEL PROCEDIMIENTO
Art. 485. - Aceptacin. Efectuado el nombramiento, sea judicialmente o sea en la escritura de compromiso, el juez ordenar que se notifique
l\ IOB nombrados para su aceptacin jurada, sin cuyo requisito no podrn
desempear sus funciones.
Art. 494. - Procedimiento. Si el compromiso no contuviera estipulaein respecto a la forma en que los rbitros deban conocer y fallar el asunto
stos lo harn formando tribunal y segn el procedimiento del juicio qu~
corresponda.
325
SECCIN QUINTA
DE LA SENTENCIA
Art. 498. _ Trmino. Los rbitros pronunciarn su fallo sobre todos
los puntos sometidos a su decisin y dentro del plazo sealado en el
compromiso, con ls prrrogas que se les hubieran acordado, o dentro del
trmino legal si no hubiera estipulacin al respecto.
326
ARBITRAJE
327
Art. 501. - Regulacin del procedimiento. Los rbitros restringirn los trminos del procedimiento, con arreglo al tiempo que tengan para
dictar sentencia.
, Art. 512. -Re~ursos. Cuando el arbitraje fuese voluntario, procederan contra la sentencIa arbitral los mismos recursos que contra las dictadas
por jueces ordinarios, a menos que hubieran sido expresamente renunciados.
HII
.IIJIIZ
mt~rpuestos
Art. 510. - Protocolizacin y ejecucin. El juez competente ordenor que Hea cumplida y ejecutoriada previa su insercin en el libro de
KlllltullcinH, donde ser firmada por l y autorizada por el secretario.
328
ARBITRAJE
Art. 519. - Arbitraje en segunda instancia. Si se hubiera comprometido en rbitros un asunto en ltima instancia, la sentencia arbitral,
ser definitiva, sin perjuicio del recurso de revisin, si hubiera sido dictado
por rbitros juris.
Art. 520. - Modos de los recursos. Los recursos contra el laudo
arbitral sern concedidos en la misma forma en que deben serlo los que
procedan contra las sentencias de los jueces ordinarios.
Art. 521. - Facultades de la alzada. Losjueces ordinarios al conocer
de los recursos contra la sentencia arbitral, harn uso del arbitrio judicial
con la misma amplitud que por la ley o el compromiso correspondiera.
ARBITRAJE
LEYES DE ARBITRAJE
331
ARBI1RAJE
332
TTULO
LEYES DE ARBITRAJE
333
TTULO
II
DISPOSICIONES GENERALES
Art. 52. - 1. El convenio arbitral deber expresar la voluntad inequvoca de las partes de someter la solucin de todas las cuestiones litigiosas
o de algunas de estas cuestiones, surgidas o que puedan surgir de relaciones
jurdicas determinadas, sean o no contractuales, a la decisin de uno o ms
rbitros, as como expresar la obligacin de cumplir tal decisin.
2. Si el convenio arbitral se ha aceptado dentro de un contrato de
adhesin, la validez de este pacto y su interpretacin se acomodarn a 10
prevenido por las disposiciones en vigor respecto de estas modalidades de
contratacin.
Art. 2 2
a) las cuestiones sobre las que haya recado resolucin judicial firme y
(+)
ARBITRAJE
334
to, u:
Art. 11. -1. El convenio arbitral obliga a las partes a estar y pasar
por lo estipulado e impedir a los jueces y tribunales conocer de las
w(lHtiones litigiosas sometidas a arbitraje, siempre que la parte a quien
IntHl'm;e lo invoque inmediatamente a la oportuna excepcin.
2. Las partes podrn renunciar por convenio al arbitraje pactado,
qundnndo expedita la va judicial. En todo caso, se entender que renundnn (:uando, interpuesta demanda por cualquiera de ellas, el demandado
o dllrnnndados realicen, despus de personados en el juicio, cualquier
Iwtlvidad procesal que no sea la de proponer en forma la oportuna ex(:III)(:in.
TTULO
III
DE LOS RBITROS
Art. 12. -1. Pueden ser rbitros las personas naturales que se hallen,
HU aceptacin, en el pleno ejercicio de sus derechos civiles.
2. Cuando la cuestin litigiosa haya de decidirse con arreglo a Derecho,
IOH l~l'biLr()s habrn de ser abogados en ejercicio.
:3. No podrn actuar como rbitros quienes tengan con las partes o con
In (:onl.l'oversia que se les someto, nlguna de las relaciones que establecen
dIIH(\(l
LEYES DE ARBITRAJE
335
ARBITRAJE
336
Art. 17. - 1. Los rbitros podrn ser recusados por las mismas causas
que los jueces, con las especialidades de los prrafos siguientes.
.
2. Los rbitros slo son recusables por causas que hayan sobrevemdo
despus de su designacin. Tambin podrn serlo por causas anteriores
cuando no hubieren sido nombrados directamente por las partes o cuando
aqullas fueren conocidas con posterioridad.
.
3. Las personas designada"! rbitros estn obligadas poner de mamfiesto las circunstancias que puedan determinar su recusacin tan pronto
como las conozcan.
Art. 18. - 1. Si el rbitro recusado acepta la recuscin ser apartado
de sus funciones, procedindose al nombramiento de otro en la forma
prevista para las sustituciones.
2. Si no la aceptare, el interesado podr, en su caso, hacer valer la
recusacin al solicitar la anulacin del laudo.
Art. 19. - Cualquiera que sea la causa por la que haya que designar
un nuevo rbitro, se har por el mismo procedimiento mediante el cual fue
dsignado el sustituido.
Art. 20. - 1. De acuerdo con las partes, los rbitros podrn nombrar
un secretario.
2. En su defecto, los rbitros podrn elegir de entre ellos, si lo considl;lran conveniente, al que desempee las funciones de secretario, que en
ningn caso deber ser el presidente del Colegio arbitral.
TTULO
IV
LEYES DE ARBITRAJE
337
DEL PROCEDIMIENTO
ARBITRAJE
338
Art. 27. - Los rbitros podrn solicitar el auxilio del juez de Primera
Instancia del lugar donde se desarrolle el arbitraje, en la forma prevenida
en el artculo 43, para practicar las pruebas que no puedan efectuar por s
mismos.
Art. 28. - Si en el curso del arbitraje se incorpora un nuevo rbitro
en sustitucin de otro anterior, se volvern a practicar todas las pruebas que
se hubieren realizado con anterioridad, salvo si el rbitro se considerara
Bufic.:ientemente informado por la lectura de las actuaciones.
Art. 29.- Los rbitros podrn acordar, una vez practicadas las pruebas, or a las partes o a sus representantes.
TTULO
LEYES DE ARBITRAJE
339
Art. 30. -1. Si las partes no hubieran dispuesto otra cosa, los rbitros
debern dictar su laudo en el plazo de seis meses, contados desde la fecha
un que hubieren aceptado la resolucin de la controversia o desde el da en
CJuo fU(;lra sustituido el ltimo de los componentes del Colegio arbitral. Este
pInzo slo podr ser prorrogado por acuerdo de las partes, notificado a los
rbitros antes de la expiracin del plazo inicial.
2. Transcurrido el plazo sin que se hubiere dictado el laudo, quedar
Mln efecto el convenio arbitral y expedita la va judicial para plantear la
(!(mtrovHrsia.
ArL 88. - 1. El laudo ser firmado por los rbitros, que podrn hacer
('()l1Htnr HU parecHr discrHpante. Si alguno de los rbitros no lo firmase, se
Illltulldur que SH adhiere a la decisin dl~ la mayora.
TTULO
VI
DE LA INTERVENCIN JURISDICCIONAL
340
ARBITRAJE
341
LEYES DE ARBITRAJE
4. El sorteo se har, en proporClOn de tres -titular y dos suplentes-, por cada plaza de rbitro. En caso de renuncia, abstencin, recusacin
aceptada o incapacitacin sobrevenida, sustituir al titular el primer suplente y a ste el segundo.
5. Si mediante las reglas indicadas no fuere posible proceder al nombramiento de los rbitros, el juez designar libremente a abogados en ejercicio,
si se tratare de arbitraje de derecho; cuando los rbitros deban decidir en
equidad, el juez solicitar de los Colegios profesionales, Cmaras de Comercio, Industria y Navegacin y otras Corporaciones, o a su rgano representante de carcter general, la remisin de las listas de profesionales colegiados para la libre designacin de los que estime eonvenientes, oyendo la propuesta de las partes, o bien de entre los que stos propongan de comn
aeuerdo.
Art. 44. - Los jueces de Primera Instancia rechazarn fundamentalmente la prctica de pruebas contrarias a las leyes, sin que contra sus
resoluciones quepa recurso alguno.
TTULO
VII
342
ARBITRAJE
LEYE..'3 DE AHI3JTHAJE
343
TTULO
VIII
ARBITRAJE
344
caso el juez dictar sin dilacin auto suspendiendo la ejecucin hasta que
recaiga resolucin de la Audiencia, o la anulacin judicial del laudo, acreditada mediante testimonio de la sentencia a que se refiere el artculo 49.2
de esta ley, en cuyo caso, el juez dictar auto denegando la ejecucin.
2. Fuera de los casos previstos en el prrafo anterior, el juez dictar auto
despachando la ejecucin.
3. Los autos a que se refieren los prrafos anteriores no son susceptibles
de recurso alguno.
TTULO
IX
LEYES DE ARBITRAJE
345
TTULO
DISPOSICIONES ADICIONALES
ARBITRAJE
DISPOSICIN TRANSITORIA
Salvo en los casos en que el procedimiento arbitral se hubiese iniciado
yll, los arbitrajes cuyo convenio arbitral se hubiere celebrado antes de la
IIl1tmdo en vigor de esta ley se regirn por las disposiciones contenidas en
111 misma.
DISPOSICIN DEROGATORIA
1. queda derogada la ley de 22 de diciembre de 1953, por 10 que se
I'nf,{ulnl1 los arbitrajes de Derecho privado.
2. quedan derogados el nmero 4 del artculo 1.687 y la seccin IX del
'1'(11110 XXI del Libro Segundo de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
:1. [~~I captulo II del Ttulo XIII del Libro Cuarto del Cdigo Civil queda
11111 l:0 11 (-,m do.
". quedan derogadas, adems, cuantas disposiciones se opongan a esta
LEYES DE ARBITRAJE
347
DISPOSICIONES GENERALES
Artculo }!~. - mbito de aplicacin.* 1. La presente ley se aplicar
al arbitraje comercial** internaeional, sin perjuicio de cualquier tratado
multilateral o bilateral vigente en este Estado.
.
2. Las disposiciones de la presente ley, con excepcin de los artculos
8, 9, 35 Y 36, se aplicarn nicamente si el lugar del arbitraje se encuentra
en el territorio de este Estado.
3. Un arbitraje es internacional si:
a) las partes en un acuerdo de arbitraje tienen, al momento de la
celebracin de ese acuerdo, sus establecimientos en Estados diferentes, o
b) uno de los lugares siguientes est situado fuera del Estado en el que
las partes tienen sus establecimientos:
i) el lugar del arbitraje, si ste se ha determinado en el acuerdo de
arbitraje o con arreglo al acuerdo de arbitraje;
ii) el lugar del cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones
de la relacin comercial o el lugar con el cual el objeto del litigio tenga
una relacin ms estrecha; o
348
ARBITRAJE
LEYES DE ARBITRAJE
349
CAPTULO
II
ACUERDO DE ARBITRAJE
Art. 7'1. - Definicin y forma del acuerdo de arbitraje. 1. El
"acuerdo de arbitraje" es un acuerdo por el que las partes deciden someter
a arbitraje todas las controversias o ciertas controversias que hayan surgido
o puedan surgir entre ellas respecto de una determinada relacin jurdica,
contractual o no contractual. El acuerdo de arbitraje podr adoptar la forma
de una clusula coqpromisol'a incluida en un contrato o la forma de un
acuerdo independi~ntll.
2. El ElclIordo d" urbit.n\ill debt~r constar por escrito. Se entender que
el acuerdo (lA lIHCI'It.o (~uuncIo lIAt,(, cOIlHignado en un documento firmado por
ARBITRAJE
350
Art. 92 _ Acuerdo de arbitraje y adopcin de medidas provisionulo. por el tribunal. No ser incompatible con un acuerdo de arbitraje
qUll una parte, ya sea con anterioridad a las actuaciones arbitrales o durante
!!IU truscurso, solicite de un tribunal la adopcin de medidas cautelares
provisionales ni que el tribunal conceda esas medidas.
CAPTULO
1I1
Art.l1. -Nombramiento de los rbitros. 1. Salvo acuerdo en contrnrlo do las partes, la nacionalidad de una persona no ser obstculo para
tu, tlHU persooa acte como rbitro.
2. Sin pt1rjuicio de 10 dispuesto en los prrafos 4) y 5) del presente
IIrUl:Ulo, las partes podrn acordar libremente el procedimiento para el
Ilolllbrllmiuoto del rbitro o los rbitros.
:l. A fnlta de tal acuerdo,
(1) en ul arbitrl\iu con tres rbitros, cada parte nombrar un rbitro y
10" (i<n~ rbltroB aB! dusignndos nombrarn al tercero; si una parte no nombra
LEYES DE ARBITRAJE
351
Art. 12. - Motivos de recusacin. 1. La persona a quien se comunique su posible nombramiento como rbitro deber revelar todas las
circunstancias que puedan dar lugar a dudas justificadas acerca de su
imparcialidad o independencia. El rbitro, desde el momento de su nombramiento y durante todas las actuaciones arbitrales, revelar sin demora tales
circunstancias a las partes, a menos que ya les haya informado de ellas.
2. Un rbitro slo podr ser recusado si existen circunstancias que den
lugar a dudas justificadas respecto de su imparcialidad o independencia, o
si no posee las cualificaci()l1l~s convenidas por las partes. Una parte slo
podr recusar tll rbitro nombrado por ella, o en cuyo nombramiento haya
participado, por (!aUHIlB dI! lml qtHl haya tlmido conocimiento despus de
ofectul\dn 1/1 dllM1Ullllelll.
352
ARBITRAJE
LEYES DE ARBITRAJE
353
CAPTULO
IV
p~ovisionales
UD
CAPITULO
354
ARBI1RAJE
partes con igualdad y darse a cada una de ellas plena oportunidad de hacer
valer sus derechos.
LEYES DE ARBITRAJE
355
ARBITRAJE
356
LEYES DE ARBITRAJE
357
ARBITRAJE
358
3. El tribunal arbitral cesar en sus funciones al terminar las actuaciones arbitrales, salvo 10 dispuesto en el artculo 33 y en el prrafo 4) del
artculo 34.
Art. 33. - Correccin e interpretacin del laudo y laudo adicional. 1. Dentro de los treinta das siguientes a la recepcin del laudo, salvo
qUIII las partes hayan acordado otro plazo:
a,) cualquiera de las partes podr, con notificacin a la otra, pedir al
tribunal arbitral que corrija en el laudo cualquier error de clculo, de copia
(l tipogrfico o cualquier otro error de naturaleza similar;
b) ai as lo acuerdan las partes, cualquiera de ellas podr, con notificacI6n a le. otra, pedir al tribunal arbitral que d una interpretacin sobre
un punto o una parte concreta del laudo.
SI el tribunal arbitral estima justificado el requerimiento, efectuar la
oorrtlcol6n o dar la interpretacin dentro de los treinta das siguientes a la
flCQPol6n de la solicitud. La interpretacin formar parte d.el laudo.
2. El tribunal arbitral podr corregir cualquier error del tipo mencionado en el inc. a) del prrafo 1) del presente artculo por su propia iniciativa
dfmtro de los treinta das siguientes a la fecha del laudo.
3. Salvo acuerdo en contrario de las partes dentro de los treinta das
HJgulllntes a la recepcin del laudo, cualquiera de las partes, con notificacin
11 111 otra, podr pedir al tribunal arbitral que dicte un laudo adicional
rllHpacto du reclamaciones formuladas en las actuaciones arbitrales, pero
orniUdlls del laudo. Si el tribunal arbitral estima justificado el requerimiento, dictar el laudo adicional dentro de sesenta das.
4. El tribunal arbitral podr prorrogar, de ser necesario, el plazo en el
cuul ufuctuar una correccin, dar una interpretacin o dictar un laudo
udi<:iol1al con arreglo a los prrafos 1) 3) del presente artculo.
r. Lo dispuesto en el artculo 31 se aplicar a las correcciones o
Inturpretaciones del laudo o a los laudos adicionales.
CAPTULO
VII
LEYES DE ARBITRAJE
359
CAPTULO
VIII
ARBITRAJE
3/58
3. El tribunal arbitral cesar en sus funciones al terminar las actuaciones arbitrales, salvo lo dispuesto en el artculo 33 y en el prrafo 4) del
artculo 34.
nal. 1. Dentro de los treinta das siguientes a la recepcin del laudo, salvo
que las partes hayan acordado otro plazo:
a) cualquiera de las partes podr, con notificacin a la otra, pedir al
tribunal arbitral que corrija en el laudo cualquier error de clculo, de copia
O tipogrfico o cualquier otro error de naturaleza similar;
b) si as lo acuerdan las partes, cualquiera de ellas podr, con notificaoin a la otra, pedir al tribunal arbitral que d una interpretacin sobre
un punto o una parte concreta del laudo.
SI el tribunal arbitral estima justificado el requerimiento, efectuar la
correcoln o dar la interpretacin dentro de los treinta das siguientes a la
flloopcln de la solicitud. La interpretacin formar parte del laudo.
2. El tribunal arbitral podr corregir cualquier error del tipo mencionado en el lnc. a) del prrafo 1) del presente artculo por su propia iniciativa
dllntro de los treinta das siguientes a la fecha del laudo.
3. Salvo acuerdo en contrario de las partes dentro de los treinta das
HIlI'uhmtes a la recepcin del laudo, cualquiera de las partes, con notificacin
It 1(\ otm, podr pedir al tribunal arbitral que dicte un laudo adicional
rllMpeeto de reclamaciones formuladas en las actuaciones arbitrales, pero
omlUdns del laudo. Si el tribunal arbitral estima justificado el requerimiento, dictar el laudo adicional dentro de sesenta das.
4. I<~l tribunal arbitral podr prorrogar, de ser necesario, el plazo en el
IllInl "fectuar una correccin, dar una interpretacin o dictar un laudo
fldldonal con arreglo a los prrafos 1) 3) del presente artculo.
ro Lo dispuesto en el artculo 31 se aplicar a las correcciones o
IntHrp!'lltnciones del laudo o a los laudos adicionales.
CAPTULO
VII
LEYES. DE ARBITRAJE
359
CAPTULO
VIII
360
ARBITRAJE
Art. 36. - Motivos para denegar el reconocimiento o la ejecucin. 1. Slo se podr denegar el reconocimiento o la ejecucin de un laudo
nrbttra.l, lmalquiera que sea el pas en que se haya dictado:
n) 11 instancia de la parte contra la cual se invoca, cuando esta parte
prullba ante el tribunal competente del pas en que se pide el reconocimiento
() In e,lecucin:
1) que una de las partes en el acuerdo de arbitraje a que se refiere el
artculo 72 estaba afectada por alguna incapacidad, o que dicho
acuerdo no es vlido en virtud de la ley a que las partes lo han
sometido, o si nada se hubiera indicado a este respecto, en virtud
de la ley del pas en que se haya dictado el laudo; o
i) que la parte contra la cual se invoca el laudo no ha sido debidamente
notificada de la designacin de un rbitro o de las actuaciones
arbitrales o no ha podido, por cualquier otra razn, hacer valer sus
derechos; o
i ii) que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el acuerdo
de arbitraje o contiene decisiones que exceden los trminos del
acuerdo de arbitraje; no obstante, si las disposiciones del laudo que
se refieren a las cuestiones sometidas al arbitraje pueden separarse
de las que no lo estn, se podr dar reconocimiento y ejecucin a
las primeras; o
Iv) qlHlla composicin del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral
no ,se han ajustado al acuerdo celebrado entre las partes o, en
defecto de tal acuerdo, que no se han ajustado a la ley del pas donde
Sll efectu el arbitraje; o
v) que el laudo no es an obligatorio para las partes o ha sido anulado
o suspendido por un tribunal del pas en que, o conforme a cuyo
derecho, ha sido dictado ese laudo; o
+H 1';1 prot:cdimionto enunciado en este prrafo Lione por fin establecer un mximo
dt, rm!UiMitOH. AH, pues, no se opondra a la armonb:uein pretendida por la ley modelo
q1l!' un 1':HLIlc!o mllnl,uvieso en vigencia un pr()(~(lc!lmiont() UlIO menos oneroso,
LEYES DE ARBITRAJE
361
111. REGLAMENTOS DE
INSTITUCIONES DE ARBITRAJE
1) COMISIN INTERAMERICANA DE ARBITRAJE
COMERCIAL
(Reformado y vigente a partir del 1Q de enero de 1978)
REGLAMENTO DE PROCEDIMIENTOS
SECCIN
DISPOSICIONES GENERALES
Artculo 1!!. - mbito de aplicacin. 1. Cuando las partes de un
contrato hayan convenido por escrito que los litigios relacionados con ese
contrato se sometan a arbitraje de acuerdo con el Reglamento de Arbitraje
de la ClAC, tales litigios se resolvern de conformidad con el presente
Reglamento, con sujecin a las modificaciones que las partes pudieren
acordar por escrito.
2. Este Reglamento regir el arbitraje, excepto cuando una de sus normas est en conflicto con una disposicin del derecho aplicable al arbitraje,
que las partes no puedan derogar, en cuyo caso prevalecer esa disposicin.
Art. 2!!. - Notificacin, cmputo de los plazos. 1. Para los fines del
presente Reglamento, se considerar que toda notificacin, incluso una nota,
comunicacin o propuesta, se ha recibido si se entrega personalmente al
destinatario o si se entrega en su residencia habitual, establecimiento de sus
negocios o direccin postal, o, si no fuere posible averiguar ninguno de ellos
despus de una indagacin razonable, en su ltima residencia habitual o en
el ltimo establecimiento conocido de sus negocios, ya sea particular o
comercial. La notificacin se considerar recibida el da en que haya sido
entrogada as.
2. Pal'H los fines del cmputo de un plazo establecido en el presente
Huglnlllllllt.o, 1,1\1 pInzo comenzar a correr desde el da siguiente a aquel en
364
AHBITRAJE
365
366
ARBITRAJE
367
3. Cuando un rbitro ha sido recusado por una parte, la otra parte podr
aceptar la recusacin. El rbitro tambin podr, despus de la recusacin,
renunciar al cargo. En ninguno de ambos casos se entender que esto implica
aceptacin de la validez de las razones en que se funda la recusacin. En
ambos casos se aplicar ntegramente el procedimiento previsto en los artculos 62 o 72 para el nombramiento del rbitro sustituto, incluso si, durante
el proceso de nombramiento del rbitro recusado, una de las partes no ha
ejercido su derecho al nombramiento o a participar en el nombramiento.
SECCIN
III
PROCEDIMIENTO ARBITRAL
368
ARBrffiAJE
Art. 16. - Lugar del arbitraje. 1. A falta de acuerdo entre las partes
.. ubre el lugar en que haya de celebrarse el arbitraje, dicho lugar ser
dtermi nado por el tribunal arbitral habida cuenta de las circunstancias del
ArbItraje.
2. El tribunal arbitral podr determinar el sitio del arbitraje dentro del
plllI convenido por las partes. Podr or testigos y celebrar reuniones de
cUOI:lUlta.
3. El tribunal arbitral podr reunirse en cualquier lugar que estime
npropindo para inspeccionar mercanca y otros bienes o documentos. Se
notificar a las partes con suficiente antelacin para permitirles asistir a
UHIIH inspecciones.
4. El laudo se dictar en el lugar de arbitraje.
Art. 17. - Idioma. 1. Con sujecin a cualquier acuerdo entre las
pHl'lUH, el tribunal arbitral determinar sin dilacin despus de su nombraIllil\nto ~11 idioma o idiomas que hayan de emplearse en las actuaciones. Esa
dll!:(mninacin se aplicar al escrito de demanda, a la contestacin y a
('.lIl1lquillr otra presentacin por escrito y, si se celebran audiencias, al idioma
o Idiomo.s que hayan de emplearse en tales audiencias.
2. El tribunal arbitral podr ordenar que los documentos anexos al
IIHerito d(l demanda o a la contestacin y cualesquiera documentos o instrumOlltoH complementarios que se presenten durante las actuaciones en el
idioma orif.,tinal, vayan acompaados de una traduccin al idioma o idiomas
eOllvtlllidos por las partes o determinados por el tribunal arbitral.
Art. 18. - Escrito de demanda. 1. A menos que el escrito de demanda
IW huya incluido con la notificacin del arbitraje, dentro de un plazo que
dnl.orminar el tribunal arbitral el demandante comunicar su escrito de
dlllllunclll al demandado y a cada uno de los rbitros. El escrito deber ir
IIGornput1ado de una copia del contrato y otra de acuerdo de arbitraje, si ste
no OH t contenido en el contrato.
369
la demanda;
370
ARBITRAJE
371
372
ARBITRAJE
SECCIN N
LAUDO
Art. 31. - Decisiones. Cuando haya tres rbitros, todo laudo u otra
c1twlHin del tribunal arbitral se dictar por mayora de votos de los rbitros.
2. En lo que se refiere a cuestiones de procedimiento, si no hubiere
Itlllyor(n, o si el tribunal arbitral hubiese autorizado al rbitro presidente
1\ hneHrlo, ste podr. decidir por s solo, a reserva de una eventual revisin
por 01 tribunlll.
373
Art. 32. - Forma y efectos del laudo. 1. Adems del laudo defini
tivo, el tribunal arbitral podr dictar laudos provisionales, interlocutorios
o parciales.
2. El laudo se dictar por escrito y ser definitivo, inapelable y obliga
torio para las partes. Las partes se comprometen a cumplir el laudo sin
demora.
3. El tribunal arbitral expondr las razones en las que se base el laudo,
a menos que las partes hayan convenido en que no se d ninguna razn.
4. El laudo ser firmado por los rbitros y contendr la fecha y el lugar
en que se dict. Cuando haya tres rbitros y uno de ellos no firme, se indicar
en el laudo el motivo de la ausencia de la firma.
5. Podr hacerse pblico el laudo slo con el consentimiento de ambas
partes.
6. El tribunal arbitral comunicar a las partes copias del laudo firma,
das por los rbitros.
7. Si el derecho de arbitraje del pas en que se dicta el laudo requier~
el registro o el depsito del laudo por el tribunal arbitral, ste cumplir est~
requisito dentro del plazo sealado por la ley.
Art. 33. - Ley aplicable, amigable componedor. 1. El tribunal
arbitral aplicar la ley que las partes hayan indicado como aplicable al fond(J
del litigio. Si las partes no indican la ley aplicable, el tribunal arbitral
aplicar la ley que determinen las normas de conflicto de leyes que estim",
aplicables.
2. El tribunal arbitral decidir como amigable componedor (ex aequo e~
bono) slo si las partes 10 han autorizado expresamente para ello y si la ley
aplicable al procedimiento arbitral permite este tipo de arbitraje.
3. En todos los casos, el tribunal arbitral decidir con arreglo a la~
estipulaciones del contrato y tendr en cuenta los usos mercantiles aplica,
bIes al caso.
\,\
';\
\\
\.~A\.v\\
\~\~
\1~\
\Y~\\
1\1
~Ii
374
ARBITRAJE
375
facultado para dictar dicha orden, a menos que una parte haga valer razones
' .
IAudo.
2. La interpretacin ~~ dar por escrito dentro de los cuarenta y cinco
dal'! siguientes a la recepclOn del requerimiento. La interpretacin formar
pllrte del laudo y se aplicar lo dispuesto en los prrafos 2 a 7 del t'
)0 32.
ar ICU-
~el rIbunal arbitral, notificando a.la otra parte, que se rectifique en ell~~~~
eua quier er: or, de clculo, de copla o tipogrfico o cualquier otro error de
naturaleza SImIlar. Dentro de los treinta das siguientes a la com . , ,
d lId
1 'b
.
UmcaClOn
e au, o.'.e ,tn unal arbItral podr efectuar dichas correcciones por su
propia InICIatJva.
2. Esas correcciones se harn por escrito y se aplicar 10 d'
t
IOH prrafos 2 a 7 del artculo 32.
Ispues o en
376
ARBITRAJE
Rogistro de rbitros
1. - Crase el Rgi.men de Conciliacin y Arbitraje del Colegio Pblico
du Abogados de la CapItal Federal. .El Consejo Directivo, mediante reso-
de
11\
377
378
ARBI1RAJE
ma
en cuyo
1
'
designado como tal. Los rbitros persona
sortea '
,caso se e tendra por
dos n.o podran volver a ser elegidos
por este medio hasta tanto se h b'
Integrantes del Registro por i u u~~ra :oncl~I~o con la eleccin de todos los
rbitros que fueren eleD'idos di; t p octedlmlento. Ello no incluye a los
7
.
b"
ec amen e por las partes
- RecusacIOnes: La recusacin s ' .
' .
1I01a oportunidad en cada proceso. Los r~~causa p~dra plantearse en una
mlRmas causas que los jueces confi
os podran ser recusados por las
vl:rante. Los rbitros propuestos poorme lo ndormdado por el Cdigo Procesal
r acuer os e part
'1
d'
rclIllados por causas posteriores a su des'.
.,
es, so o. po ran ser
10M casos, s610 podr deducirse de t d 1 IgnacIO~. La recusaClOn en todos
to de la deSignacin de los rb'~ ro e os tre.s dlas de tomado conocimien_
pruebas que acrediten la causal i~~~~'
e~ r;:lS~O acto se adjuntarn las
Arbitral dentro de los cinco da
~ .a.. e era ser resuelta por el Comit
rl~cullaci6n, se proceder a sortea~ su slgmettes. En caso de aceptarse la
dido en alguna de las causales de r un re~~pdazan~e. Todo rbitro compren8. - Reemplazos' En todos 1 ecusaCIOn ebera excusarse de intervenir.
.
. os casos que se deb
l' .
llf1l'lIZn de recusaciones excus .
.
an reemp azar arbltros,
,aCIOnes remOCIOnes a
.
.
() fnlleeimiento se segul'ra' el . '
, usenclas, enfermedad
,
mlsmo procedo . t d
doblando el Comit Arbl'tral re 1
d
Imlen o e su deSignacin,
so ver entro de 1
.
d'
In enuBol o de pedido su reempl azoo
os Clnco las de acreditada
DIHposiciones generales
9. - Competencia: Podr ser sometida al ' .
reg1me~ ,de arbitraje de este
t:/lpnz, flea parte el Estado 1
~
e, t:ansaccIOn, por toda persona
pl'ivndas.
' as personas fsIcas o jurdicas, pblicas o
(lol ugio, toda cuestin que pueda ser ob 'eto d
10. -
1 . ;1
379
La no eleccin de un rbitro p 1
entre los mtegrantes del Registro.
miembros del Registro. Si los ~~r a ~ar~e dete.rr:ninar su sorteo entre los
proceder a efectuar su sorteo d:t~n ~nt es Sol;cltaren un ~rbitro nico, se
dencia respecto a una mI's
380
ARBITRAJE
a:;
381
Conciliacin
382
ARBITRAJE
383
384
ARBITRAJE
385
386
AHBITRJ\JE
de los expertos, salvo que hubieren sido convenidos previamente con todas
111S partes. Estos honorarios debern guardar una adecuada y justa relacin
cOn la naturaleza y resultado de la labor encomendada, y con los honorarios
de los rbitros.
36. - Naturaleza de los honorarios: A los efectos de su determinacin
yen todos los casos, los honorarios de los rbitros y abogados sern considerados de naturaleza extrajudicial, y los honorarios de los expertos como
consulta tcnica extrajudicial.
37. - Mximo de honorarios: Todas las regulaciones de honorarios a
practicar por el Comit Arbitral en su conjunto no deber exceder el 25%
del monto de la Propuesta.
/58. - Costas: Las costas del arbitraje comprenden: a) honorarios de los
'rbltros; b) honorarios de los expertos y cualquier otra asistencia especializada requerida por el Tribunal o acordada por las partes; e) derechos y tasa
adminIstrativa; d) senados e impuestos; e) gastos de diligencias debidamunte Justificadas u otras expensas por servicios aprobados por el Tribunal.
La.. costas de la parte perdidosa en ningn caso podrn superar el 75% del
total de las mismas.
/59. - Tasa administrativa: La tasa administrativa bsica por el servIcIo de arbitraje previsto en el Rgimen del CPACF ser del 3% del monto
0n litigio. Cada parte, en su primera presentacin, deber integrar el 25%
dQ In misma. En caso de tratarse de una Propuesta que requiera la integracin del Tribunal sin la existencia de un acuerdo previo de sujecin a
arbitraJe, el presentante deber integrar el 50% de la tasa, cuya mitad le
dubl.lr ser restituida por la contraria en oportunidad de su primera presentildn. Una vez concluida la etapa conciliatoria, de no arribarse a un acuerdo
total, ambas partes debern integrar el importe del remanente, es decir, el
215% cada una de ellas, dentro de los cinco das, con su respectiva actuali7.11(:ln monetaria.
60. - Escala progTesiva: Los porcentuales de las tasas administrativas
Ir'n decreciendo pro,rresivamente en orden a la siguiente escala: Litigios con
monto hasta A 25.000.000 abonar el 3%. De A 25.000.000 a A 100.000.000
Ilbonar el 2,5%. De A 100.000.001 a A 500.000.000 abonar el 2%. De
A 500.000.001 en adelante abonar el 1,5%. La tasa para los arbitrajes con
m()nto indetl:lrminado, como as tambin la actualizacin de los valores de
lu precedente escala, sern fijados peridicamente por el Comit Arbitral del
CPAUF.
61. -Caucin para costas: Cada una de las partes, dentro del plazo que
r1JII 01 Comit Arbitral y previo a la audiencia prevista en el artculo 31,
dllbl;lrn presentar a satisfaccin del mismo una caucin o garanta real que
flllugUl'lt la percepcin de las costas del proceso.
387
Comit Arbitral
El Comit Arbitral estar integTado entre tres a cinco matriculados,
designados por el Consejo Directivo del CPACF. Sus facul tades sern las que
se encuentran determinadas en este Rgimen, y sus decisiones se adoptarn
por mayora. El Comit Arbitral informar al Consejo Directivo del CPACF
peridicamente y como mnimo una vez al ao, acerca del funcionamiento
de este Rgimen de Conciliacin y Arbitraje, acompaando aquellas propuestas o sugerencias que considere necesarias para su mejoramiento.
(N. de R.: En la actualidad, el Comit Arbitral est integrado por los
Dres. Silvia Gordon, Mnica N. Catani y Roque J. Caivano.)
Clusula compromisoria
Toda cuestin que se suscitare entre las partes con motivo del presente
contrato, su validez, interpretacin, alcances, cumplimiento, ejecucin o
resolucin, se resolver definitivamente por las vas. de la conciliacin y del
arbitraje, en el marco del Rgimen Arbitral y de Conciliacin del CPACF,
de acuerdo a la reglamentacin y procedimientos vigentes y aprobados para
el mismo, que las partes declaran conocer, aceptar y hacer parte del presente
contrato.
3) COLEGIO DE ESCRIBANOS DE
LA CAPITAL FEDERAL
Reglamento del Tribunal de Arbitraje General y Mediacin
(Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA - Ubatec
S.A. --- Colegio de Escribanos de la Capital Federal)
CAPTULO PRIMERO
Artculo 1!!. - Crase el Tribunal de Arbitraje General y Mediacin,
que ser presidido en forma honoraria y colegiada por el seor Decano de
la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y por el seor Presidente del Colegio de Escribanos de la Capital Federal.
Tendr sede en el Colegio de Escribanos de la Capital Federal, con las
funciones, competencia e integracin que establece el presente reglamento.
388
ARBITRAJE
REGLAMENTOS DE INSTITUCIONES DE ARBITRAJE
An:. 3
38n
ARBITRAJE
390
:1\11
Art. 13. - Las resoluciones del Secretario podrn ser recurridas ante
el Tribunal. El recurso deber deducirse y fundarse dentro del tercer da,
salvo las que se dicten en el curso de una audiencia, las que debern
recurrirse y fundarse en el acto.
Art. 14. - En su primera presentadn, las partes debern denunciar
su domicilio real y constituir domicilio procesal dentro de la Capital Federal.
No obstante, en defecto de este ltimo, el Tribunal podr considerar como
domicilio procesal el fijado por las partes en el acuerdo que previera la
clusula compromisoria o aquel determinado en el compromiso arbitral si
se encontrasen dentro del lmite mencionado.
Art. 15. - Todas las resoluciones, vistas y traslados se notificarn por
nota automticamente los das martes y viernes o el subsiguiente hbil si
uno de ellos fuere feriado, debiendo el Secretario llevar un libro de notas para
asentar la comparecencia de los interesados cuando el expediente no estuviera a la vista. El Secretario deber rubricar cada nota que las partes
hubiesen asentado.
CAPTULO SEGUNDO
Art. 92 - Las partes debern ser asistidas por letrados o representadas por apoderados con facultad de comprometer en rbitros. La represen(;aein slo podr ser ejercida por abogados con poder suficiente. Dicho
mandato podr ser otorgado ante el Secretario mediante carta-poder sin
pn"juicio de la acreditacin por escritura pblica.
Los honorarios de los profesionales intervinientes sern regulados en
nI momento de laudar o de concluirse las actuaciones por conciliacin,
!.rnm:loeein, avenimiento u otra forina de finalizacin del proceso, aplicndmw en el caso los aranceles correspondientes a tareas judiciales.
CAPTULO TERCERO
Art. 10. - Todos los plazos sern perentorios y se computarn por das
tll\bileH administrativos. Los actos procesales se realizarn en das y noras
hl\bllos, salvo habilitacin expresa dispuesta de oficio o a pedido de parte.
[,1l8 partes podrn de comn acuerdo acordar la suspensin, abreviacin o
prfTog'a de los trminos mediante petidn conjunta.
"trresee
392
ARBITRAJE
b) los hechos en que se funde y las cuestiones que debern ser objeto
de laudo expresadas con claridad;
a) la peticin concreta;
d) eleccin de un rbitro entre la nmina del artculo 2 2
e) la declaracin de que se reconoce y acepta ntef,,'Tamen;e este Reglamento.
IOH
393
ciones contenidas en la demanda. El silencio podr ser tomado como reconocimiento de la verdad de lo afirmado por la contraparte.
Asimismo, deber reconocer o negar la autenticidad de los documentos
acompaados por la contraria y, en su caso, la recepcin de las cartas,
telegramas o comunicaciones. En caso de silencio los documentos se tendrn
por reconocidos o recibidos segn el caso.
CAPTULO CUARTO
Art. 24. - El plazo para laudar ser de treinta das a partir del da
siguiente de dictado el llamamiento de autos.
Art. 25. - El laudo se referir a cada uno de los puntos sometidos a
decisin, deber ser fundado y se dictar por mayora de votos, pudiendo la
minora dejar constancia de los fundamentos de su disidencia.
Art. 26. - El laudo contendr el pronunciamiento sobre costas, su
monto y las condenaciones accesorias a que hubiere lugar, determinndose
el plazo de cumplimiento de la resolucin que se dictare. Podr resolver sobre
la aplicacin de multas si as correspondiere de conformidad con las facultades y disposiciones del presente.
394
ARBITRAJE
I~GLAMENTOS
DE INSTITUCIONES DE ARBITHAJE
395
4) CONSEJO PROFE~IONAL DE
CIENCIAS ECONOMICAS
Normas para la solucin de conflictos
con contenido patrimonial
CAPTULO QUINTO
Art. 31. - Las partes requirentes podrn establecer que el rbitro o
Ih'bll,l'oH n<!tml como simples mediadores o amigables componedores. En tal
IlllpUIIHto, la cuestin ser sustanciada sin sujecin a formas legales y los
Itllldllldol'US () rbitros procedern segn su leal saber y entender, a verdad
""bld,, y buena fe guardada.
Art. 32. - Sin pe:r:iuicio de lo dispuesto por el artculo anterior, la conI.l'ovllrHin 1'10 dilu<:idar aplicando el principio de economa procesal y respet.l1lldo Hlmnpro lo. hilnterulidnd del contradictorio. Los amigables compo-
PARTE
396
ARBITRAJE
.ludicial O despus; en este ltimo caso debe ser necesariamente antes de que
lIe dicte la sentencia de Primera Instancia.
Art. 2 2
Art. 3 2
dlllmnndante; e) convenios pertinentes y, de manera preponderante, el convCo!!11o de aceptacin del mecanismo de arbitraje por amigable composicin
prom()vido por el Consejo ;Profesional de Ciencias Econmicas y la Fundacin
parllla Solucin de Conflictos y los documentos o informes que establezcan
al.remente las circunstancias del caso; d) las indicaciones tiles relacionadnll CO!1 la aplicacin de este sistema, la propuesta del rbitro mediador, de
conformidad a lo dispuesto en estas normas.
CAPTULO
II
DEL TRIBUNAL
397
72
dIJ,
CAPTULO
III
DEL PROCEDIMIENTO
Art. 8 2 - Demanda y reconvencin Plazos. El Consejo Profesional de Ciencias Econmicas notificar, a requerimiento de la parte actora,
de modo fehaciente, la demanda, con una copia de la misma y de los
398
ARBITRAJE
Art. 9 2 - Notificaciones. Constituido el Tribunal Arbitral, se notiIIcar a las partes de la audiencia de vista de causa. Las notificaciones o
comunicaciones de alegatos, documentos, notas presentadas por las partes,
dobllrn ser acompaados en tantas copias como partes haya, ms una para
mda miembro del Tribunal Arbitral. Las notificaciones o comunicaciones
hll(:haH por el Consejo Profesional de Ciencias Econmicas se considerarn
v,mdllmente hechas si son entregadas contra recibo o si se remiten por carta
clll'tificada a la Direccin denunciada, o a la ltima direccin conocida de la
p/Jl't(~ dostinataria, que haya sido comunicada por sta o por la otra parte
Hogn los casos. La notificacin se considera hecha a partir del da siguiente
l\IlqUll ha sido recibida o a partir del momento en que se estime que ha debido
HI'rlo, cm caso de haber sido efectuada conforme 10 establecido en el presente
III'tculo. Estas normas sern aplicables para las notificaciones a realizarse
IIIlHt.U vista de causa.
399
ARBITRAJE
400
IV
401
II
DE LA MEDIACIN FACULTATNA
Art. 16. - Solicitud. La parte que desee recurrir al procedimiento de
mediacin facultativa a aplicarse en el Consejo Profesional de Ciencias
402
ARBITRAJE
Art. 18. - Confidencialidad. El carcter confidencial del procedimiento de la mediacin debe ser respetado por todos los que en ella
participen. El Consejo Profesional de Ciencias Econmicas dispondr la
flrma de un documento por el que las partes se comprometen a no presentar
GOmo prueba o de cualquier otra manera en ningn procedimiento judicial
arbitral o de amigable composicin: a) las opiniones expresadas o las sugenmcias hechas por cualquiera de las partes, con respecto a un posible
acuerdo o transaccin; b) las propuestas presentadas por el mediador; e) el
h(lcho que una de las partes haya manifestado su favorable acogida a una
propuesta de solucin presentada por el mediador, pero no concretada en un
\t~uerdo.
403
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BIBLIOGRAFA
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408
ARBITRAJE
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409
410
ARBITRAJE
Obras
nuestro sello editorial
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