Tekoporá - Ticio Escobar

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Ticio Escobar.

"La diversidad
corre el riesgo de ser copada por
el pintoresquismo"
El curador de Tekopor, la muestra de arte indgena y popular del
Paraguay que se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes, defiende el
estatus artstico y no extico de las piezas cotidianas

Hay que seguirlo a Ticio Escobar por los labernticos pasillos del
Museo Nacional de Bellas Artes buscando un lugar donde sentarnos a
conversar. Al fin, como en una secuencia surrealista, aparecemos en
un despacho para interrumpir la rutina de trabajo de la tarde. Escobar
es prctico y se adapta rpido al entorno: un escritorio que ha sido
abandonado y dos sillas se reconvierten en escenario de entrevista. En
la sala de muestras temporarias del museo, Escobar acaba de
pasearnos por Tekopor, una especie de franquicia del Museo del
Barro de Asuncin, una institucin que, capitaneada por Escobar,
puso a Paraguay en el mapa del arte latinoamericano. Quien visite este
espacio del museo mayor de la ciudad hasta el 13 de septiembre
quedar impactado por la explosin esttica de este conjunto que
mezcla objetos de arte plumario y mscaras rituales indgenas con las
formas ms curiosas de la santera cristiana, algunas de los aos del
auge del barroco colonial, y otras que, al adentrarse en el siglo XX,
muestran una prctica que se resiste a desaparecer. Ajeno al corte
occidental de la coleccin de Bellas Artes, el universo que Escobar
trajo a Buenos Aires habla por la tragedia de la guerra del Paraguay,
un siglo y medio despus. Y Escobar, locuaz y suave, atraviesa las
trincheras entre arte y artesana, religin y supersticin. Gracias al
cielo, lo hacemos en paz.

Cul es el objetivo de vincular esta muestra de arte del


Paraguay en Bellas Artes con el sesquicentenario de la
Guerra de la Triple Alianza?

La verdad es que la idea de la muestra surgi antes. Hace dos o tres


aos que estbamos en conversaciones con Roberto Amigo (curador
jefe de Bellas Artes). l conoca el Museo del Barro de Asuncin y tena
muchas ganas de mostrar esta produccin en Buenos Aires. Y de golpe
tambin pensamos que, en el contexto del Bellas Artes, la muestra
podra decir otras cosas, que poda ser interesante. Posteriormente, en
el contexto del Mercosur, cuando la Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay decidieron conmemorar juntos el sesquicentenario de la
guerra, se decidi poner esta exposicin cuyo nombre, Tekopor, es un
anuncio de bienestar y de apuesta al futuro. Se trata de una serie de
manifestaciones que sobrevivieron a la guerra, no? Como sabemos,
gran parte del Paraguay qued destrozado y mucho de su cultura
tambin. Sin embargo, muchas de estas manifestaciones son
anteriores a la propia guerra. No es la idea que esto sea el eje de la
muestra, pero tambin se permite leer en esa clave por supuesto, y
usted evidentemente lo ha hecho.
Las piezas o los modos de hacer?

Ambas cosas. Hay objetos originales que sobrevivieron a la


destruccin, pero hay otros que demuestran la supervivencia de
algunas prcticas.
Qu prcticas dira que fueron arrasadas por la guerra?
La guerra destruy sobre todo cuestiones ligadas con la cultura de las
ciudades. Interrumpi y retras procesos fuertes, slidos, de
pensamiento, de creacin y quiz gran parte de estas prcticas en su
cuanta, pero no en el hecho mismo. A lo mejor lo que hizo fue que
disminuyera enormemente su produccin, pero la produccin sigui.
Es difcil determinar, cuantificar esto como s se puede hacer en

trminos de patrimonio o de acervo o a nivel de creadores, cuando se


sabe que en la guerra murieron las tres cuartas partes de la poblacin
masculina adulta. Pero an as estas prcticas obstinadamente
siguieron.
Cuando usted habla de la destruccin de la cultura
metropolitana, estamos pensando en el proceso de
europeizacin de fines del siglo XIX que s sucedi en
Buenos Aires, San Pablo y Montevideo?
Claro, porque lo que se produjo fue un aislamiento muy fuerte del
Paraguay. Y muy largo. Paraguay estuvo aislado hasta la dcada de
1960. Primero la Guerra de la Triple Alianza, luego la Guerra del
Chaco y, finalmente, la dictadura de Stroessner. Pensemos que la
Semana del Arte Moderno se hizo en Asuncin recin en 1954, treinta
aos despus de la que se hizo en Brasil. Pero ese mismo retraso y ese
mismo aislamiento dieron caractersticas muy fuertes y marcaron la
pecularidad de un proceso. Tampoco es que se dio una necesidad muy
desesperada por seguir los modelos extranjeros, sino que la cultura se
mantuvo ms sobre s misma, lo que permiti la continuidad de otro
tipo de prcticas.
Pero esto no hizo que el arte del Paraguay, como pas con
otras producciones latinoamericanas en el mundo, fuera
catalogado largamente ms como artesana que como arte?
Exactamente. La artesana se refiere al proceso de produccin. Hay
pinturas y esculturas que de pronto tambin son artesanas en tanto y
en cuanto estn hechas manualmente, con materiales elementales y
ciertas destrezas. Pero llamar a todo artesanas? Son artesanas, pero
hay artesanas que adquieren un enorme valor expresivo y ah
tendramos que distinguir una forma de arte. Como pasa con cualquier
otra obra. Pero es cierto lo que usted dice: en muchos casos se ha
catalogado todo esto de manera despreciativa siguiendo una visin
kantiana. Pensar estos objetos como artes aplicadas, menores o
secundarias y, luego, las grandes formas de arte, autnomas, que
seran sobre todo escultricas o pictricas.

Si entramos ahora al Museo Nacional de Bellas Artes, el


recorrido cuenta otra historia. Atravesamos toda la historia
de Occidente para llegar al arte plumario y las mscaras
rituales. Es una puesta en escena atrevida. Vino a plantar
lanza?
Plantar la lanza, s? Pero con un sentido dialogal, no solamente como
una ocupacin territorial o un regalo griego en el caballo de Troya,
sino ms bien en el sentido de obligar tambin a exponer a la mirada
ante artes radicalmente diferentes. Uno cruza este museo y llega con la
informacin retiniana; aunque venga slo a ver Tekopor, ya viene
cargado con otra informacin y se encuentra de pronto con otra cosa.
Y es una experiencia de muchsimo valor. Ese choque sensorial de
imaginarios distintos, ese sacudn que pueden producir imgenes
disruptivas en un momento en el que es tan difcil asombrar, no?
Porqu cree que pasa eso?
Pues porque hay una conciliacin de lo imaginario muy fuerte.
A qu se refiere?
Me refiero a las imgenes que no plantean conflictos. Al buscar la
conciliacin entre forma y contenido, la esttica clsica (la acadmica)
no deja mucho margen a las preguntas. Mientras que en otros
regmenes de representacin, como el contemporneo, el arte est
buscando siempre renovar la incertidumbre, evitar que las cosas
coincidan con sus nombres. Esta operacin involucra el propio lmite
del arte: al recusar el cumplimiento de la representacin, el arte
contemporneo pone en cuestin sus propias fronteras: qu es arte y
qu no. Una de las cuestiones ms interesantes del arte actual es la
indefinicin de las fronteras con mbitos tradicionalmente no
considerados como arte, tal el caso de la cultura popular. En esta
muestra se exponen piezas que no estn necesariamente concebidas
como arte, que pertenecen al mundo del ritual o de la vida cotidiana,
pero que movilizan imgenes intensas, poticas: formas difcilmente
diferenciables del concepto occidental de arte.

No se corre el riesgo de que la vida de la gente se vuelva un


espectculo extico?
S, se corre ese riesgo. La sociedad del espectculo, uno de los pilares
de la cultura hegemnica, ronda siempre intentando traducir todo
acontecimiento en clave de evento, toda exposicin ante la mirada en
registro de show meditico. Pero este peligro es el de toda expresin
cultural contempornea. Como curador, trato de que las piezas
expuestas zafen del exotismo y se afirmen como obras diferentes que
interpelan la mirada desde sus propios lugares. Es cierto que la
diversidad corre el riesgo de ser copada por el pintoresquismo global,
pero esquivar esta amenaza es el desafo de toda imagen producida
hoy, que debe sortear la omnipresente banalizacin del mercado para
poder renovar el espacio de la pregunta y cuestionar la estabilidad de
los signos.
Usted es de los que piensan que la divisin clsica o, como
dijo, kantiana del arte, en cuanto a su exhibicin, debera
estar rota?
No s si rota? Hay un trmino muy interesante de Derrida que es la
deconstruccin. Deconstruccin no quiere decir la destruccin, sino la
puesta en contingencia. Es decir: no hay que destruir esto, pero s
hacer alternar con otras visiones del mundo. Admitir que hay sistemas
diversos de ver el mundo y que todos son vlidos. Algunos tienen
mayor refinamiento tcnico, otros tendrn mayor expresividad, otros
tienen potencias simblicas y mundos de creencia mejor afirmados
que todo el escepticismo occidental?Pero son sistemas distintos de
pensamiento y de puesta en obra de las imgenes, no?
En ese sentido, usted tampoco discrimina entre las
representaciones cristianas y las de las creencias indgenas.
Por qu?
Justamente para superponer dos sistemas de creencias en el mismo
espacio. Lo indgena, en ese mismo esquema de artesana y arte que ya
hablamos, estaba supeditado a la idea de supersticin. Entonces la

divisin hubiera sido entre religin y supersticin. Y no hay tal


divisin. Y las supersticiones qu son? Pues otros sistemas de
creencias y otra manera de tratar de reinterpretar lo incomprensible
del mundo y sus ms all.
Qu herencia deja al arte contemporneo del Paraguay este
doble juego de aislamiento y resistencia?
Terminan siendo marcas propias. En algunos momentos de
aislamiento y retraso pueden tener un signo negativo, que es la
desconexin con el mundo y cierta asfixia, sofocamiento y persecucin
durante la dictadura. En otro sentido pueden resultar estmulos.
Se perseguan estas estticas?
No se promovan, ni siquiera se consideraban y si vamos a las
comunidades, si era por Stroessner ni un indgena del Paraguay
mereca vivir. Eran como una rmora estos pueblos. De todo esto ha
terminado emergiendo en el Paraguay un arte contemporneo que es
bastante interesante, marcado con otro tipo de seales, y ya a partir de
los aos 70 Paraguay se abre ya mucho.
En Nueva Zelanda sucedi algo similar con el arte maor.
Los artistas contemporneos estn todo el tiempo
reelaborando las imgenes ancestrales y esa es una manera
de tener espacio internacional. Ese es un camino para
Sudamrica?

No lo s. En Paraguay no se ha dado tanto eso. Hay un miedo en el


artista paraguayo: no a que su obra quede disminuida, sino a que el
arte indgena lo trague. En el arte africano tambin pasa eso. La
esttica de base y los cdigos son ms fuertes, ms interesantes.
Recuerdo haberles dicho a unos artistas africanos una vez: "Por qu
no dejan como estn esas pinturas?" Porque las interpretaciones a
veces pueden parecer remedos, no? Hay artistas que no tienen
ninguna prctica ni relacin con los indgenas, entonces mal pueden
conectarse. Ms bien admiran, ayudan, promueven, pero dificlmente
alimentan el signo indgena.
Puede pensarse esta ocupacin del espacio del Bellas Artes
como un gesto de reconocimiento de la tragedia de la guerra
que hasta hace muy poco ni siquiera haba sucedido a nivel
poltico?
Yo creo que s. Es una manera de mirar con madurez un fenmeno que
es histrico; son heridas de la historia a las que no se les puede cerrar
los ojos. Ni tratar con culpas ni agravios, pero tampoco como si no
hubiera pasado nada. No. Aqu ha pasado algo bastante jodido,
reflexionemos sobre eso y debatamos adultamente sobre lo que pas.
Para esto tiene sentido conmemorar un sesquicentenario. Y aqu la
Argentina ha dado un paso muy grande con una muestra, nombrando
los hechos y adelantndose an a Paraguay en hacerlo.
Y no est previsto que la muestra visite los otros pases que
tuvieron parte en la guerra?
No.

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