El País Cultural (En PDF
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Ulises de Jos Mara Valverde que intent leer de un tirn en 1992 sin xito,
a pesar de que el libro se ocupa, hora
tras hora, de las peripecias de dos protagonistas en Dubln a lo largo de un da
entero, un 16 de junio de 1904.
Veintitrs aos ms ms tarde, en
mayo de 2015, Jorge Fondebrider, fundador y director del Club de Traductores Literarios de Buenos Aries, me
cuenta de unas Jornadas que est organizando al cumplirse 70 aos de la primera traduccin al espaol del Ulises
(realizada por el argentino J. Salas Subirat, 1945). Se llevaran a cabo en la
Biblioteca Nacional de Recoleta y
vendran especialistas de Irlanda, Estados Unidos y Espaa. Con la traduccin de Zabaloy bajo el brazo (que deba, ahora s, leer de un tirn) me dispuse a cruzar el charco.
El instalador
que tradujo el
Lszl Erdlyi
Ulises
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habitual que los chicos estudiaran ingls, pero a mi no me costaba, me gust, se me hizo como un caramelo.
Ley mucho en ingls. A los diecisiete
lleg a Counterparts, cuento del libro Dublineses de Joyce. En un viaje
que su esposa hizo a Estados Unidos
en el 2004 le trajo un Ulysses original
en ingls, la edicin Gabler. Menos
mal que yo no saba que haba muchas
ediciones en ingls del Ulises, y que la
de Gabler en particular era muy discutida. Ignoraba todo eso, gracias a
Dios. Tard un ao en leerlo; lo haca
de noche, cuando poda, mientras instalaba cables en la planta de Coca
Cola diez horas por da, a veces subido a escaleras. Sin libros de apoyo,
descubri que la cuestin se abra al
infinito. Se apoy en el Ulysses Annotated de Don Gifford, y tambin en
Allusions in Ulysses de Thornton.
El Ulises lo emocion, y busc
compartir esa emocin con los ms
queridos. Zabaloy quera lerselo a su
esposa. Por ejemplo el prrafo donde
compara a la mujer con la luna (cap.
17). Quera contar lo extraordinario
que era, pero no recurrir a traducciones ya hechas, ya que iba a estar en
desacuerdo con el resultado. Comenz a balbucear una traduccin, hasta
que lleg al trmino satellitic. Dice el
Ulises al comparar a la mujer con la
luna: Su antigedad en preceder y sobrevivir sucesivas generaciones telricas; su predominio nocturno; su dependencia sateltica. O mejor satelital? Le leo a mi mujer cuando estamos en la cama, y si dudo, mi mujer
se me duerme. Porque no poda decirle
lo hermoso que era, si se lo contaba
Anomala
DURANTE mucho tiempo el Ulises fue un libro
ignorado en la propia Irlanda. Barry McCrea, escritor irlands y docente en la Universidad de Notre
Dame, Illinois (USA), seal en las Jornadas que
si el Ulises durante muchos aos fue un texto literario clave para los extranjeros, para los irlandeses durante la mayor parte del siglo XX fue una
anomala. Preferan pensar en Yeats o en Heaney
como escritores nacionales. Cuenta que creci en
Sandycove, Dubln, cerca de donde se inicia el Ulises en la torre Martello. En Bloomsday (16 de junio) solan darse pequeas celebraciones alrededor de la torre. Pero Joyce no se enseaba ni en la
escuela, ni en el liceo, ni en las universidades. En
parte por la presin de la Iglesia Catlica, tambin por su dificultad y obscenidad, y adems porque Joyce no corresponda a la imagen que Irlanda tena de s misma. De hecho la cultura de Dubln nunca se identific con el alma nacional de Ir4 septiembre 2015
presiones, actitudes, acentos y sobre todo el lenguaje de mi Irlanda, y el de mis abuelos. Ante mis
ojos se present una luminosa realidad literaria.
Con el boom econmico irlands de 1995 al 2007
el Ulises pas a ser un texto nacional emblemtico, un
smbolo tanto para el sector pblico como para el privado. Instalado en el imaginario popular, en las casas,
en las decoraciones callejeras, el nuevo Joyce apropiado ocultaba un hecho: que nunca fue aceptado en Irlanda. Quiz eso explique la paradoja de por qu tantos dublineses afirman hoy adorar y celebrar el Ulises,
sin haberlo ledo. Cuenta Eduardo Lago que en un
Bloomsday reciente el periodista del Irish Times que
cubra los festejos en Dubln pregunt a decenas de
personas y no encontr uno que hubiera ledo el libro.
Hasta que se cruz con los Caballeros de la Orden del
Finnegans, grupo fundado por Lago, que merodeaba.
Algunos, no todos, confesaron haberlo ledo. Todos
eran extranjeros.
cultura irlandesa. En su hotel nos cuenta que Joyce amara esto, porque l escribi el Ulises pensando en gente
como Zabaloy. Lo hizo para porteros,
para guardas de tren, personas con oficios comunes o trabajos mecnicos. l
con el Ulises estaba celebrando a la
gente comn, a la mujer comn. Es
realmente un privilegio que el Ulises
est siendo traducido por gente que no
proviene del mundo literario. Casi todo
el libro se nutre del discurso y el habla
comn de la gente de la calle. Joyce,
por ejemplo, poda discutir varios temas
con la mujer que atenda la ropera de
un hotel; crea que el Ulises deba ser
propiedad de todos aquellos que compartan una cultura en comn. El problema es que esa cultura ms democrtica fue sustituida por la creacin de
elites de especialistas a partir de mediados del siglo XX. Dej de prevalecer
la idea de que cualquier persona inteligente poda leer y entender el Ulises, o
Hamlet, y se instal la idea de que
cualquier persona hbil poda aspirar a
ser un especialista profesional que se
hiciera cargo de la tarea. Pero incluso
ya antes de que ocurriera esto, Joyce era
en muchos sentidos un anti bohemio,
en la nocin parisina de bohemia. l
rechazaba la idea del arte como separado de la vida cotidiana, crea que el
arte verdadero se nutra del lenguaje
del pueblo, y a l deba volver.
Zabaloy, en trminos biogrficos, se
parece al primer traductor al espaol del
Ulises, Jos Salas Subirat, que tambin
fue un buscavidas y trabaj mucho
como vendedor de seguros. El periodista Lucas Petersen tiene casi finalizada
una biografa sobre l. En las Jornadas
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Declan Kiberd
que me sali, Ogoold doror gor olgogoso do momodro. Como explicacin es pobre, pero es cierto. En
otros casos las disputas entre Zabaloy
y Russo se daban palabra por palabra.
Tambin en el cap. 15 optaron por esta
frase: Se destap la olla. Un alcahuete
le bati la posta a la yuta (en el original, the squeak is out. A split is gone
for the flatties). En lugar de alcahuete
Zabaloy quera alcachofa. Russo no
me dej y se enoj, un rato.
Era extenuante. Cuando los venca el
desnimo lean en voz alta, en ingls y
luego en castellano. Y entonces de pronto me dice, en el caf, a ver contigo,
vamos a ver si funciona. Ahora, le en
voz alta, en ingls, a partir de ac, y
seala una pgina. Comienzo con el libraco en la mano, dudando, sin subir
mucho la voz. Ms alto!, insiste. No
hay escapatoria. La gente en el bar comienza a mirarnos, siento un sudor fro
en la nuca cuando de pronto, zs, la sonoridad del texto me envuelve. Un calor
sube de las entraas, la musicalidad de
la prosa de Joyce ocupa todo el espacio... y el bar entero queda en armona.
Y es todo as, una enorme masa
que se te viene encima, no la pods parar y termins siendo parte de la rueda,
y vas girando, girando. Aclaremos: estas cosas casi como que no las pods
hablar con nadie. Por eso cuando vos
me dijiste que queras hablar conmigo,
dije por favor! y abre las manos en un
gran gesto.
Nota: El cuenco de plata y Adriana Hidalgo son
distribuidos por Gussi. Interzona, por Aletea.
Libro de autoayuda
CREO QUE el Ulises nos ensea cmo vivir
dice Declan Kiberd. No debera decir esto de una
obra maestra, que hace un uso admirable de la lengua. Pero es un libro que vive, y una de las razones
est en el protagonista, un joven graduado llamado
Stephen Dedalus que sufre una leve depresin por
un reciente fracaso acadmico, y que se encuentra
con un hombre algo mayor que l, Leopold Bloom,
que es menos brillante pero ms vivo. Hay que
pensar en todos los recin graduados de las universidades que sufren esas leves depresiones, que el
propio Joyce sufra, y que sufre Dedalus. Entonces
Bloom lo ayuda, le da un caf, un bizcocho. Trata
entonces de la tristeza de la juventud a veces curada por la visin de un hombre un poco ms maduro. Es una relacin teraputica, que apunta a la autoayuda. Walter Benjamin deca que el efecto de la
Primera Guerra Mundial iba a ser que las generaciones ya no podran hablarse ms entre ellas. Por
eso el Ulises es optimista, porque a pesar de todo
lo malo que le ha ocurrido a estos dos hombres, se
comunican. Yo acostumbraba a decirle a mis estu4 septiembre 2015
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ILSOFA e intelectual, la alemana Hannah Arendt (19061975) es autora de una obra terica clave para entender el siglo
XX, ms precisamente los horrores de
ese siglo. Naci en una familia juda y
fue discpula de Martin Heidegger y
Karl Jaspers. Con el ascenso del nazismo emigr a Estados Unidos donde consolid su carrera acadmica y escribi la
mayora de los trabajos por los que gan
prestigio y admiracin, y tambin gener polmicas y rechazo. El totalitarismo,
el antisemitismo, el genocidio judo, el
sistema de los campos de concentracin
y el imperialismo son algunos de los temas sobre los que investig y teoriz.
Entre sus principales obras se cuentan
Los orgenes del totalitarismo (1951),
La condicin humana (1958) y
Eichmann en Jerusaln (1963).
Pensadora difcil de clasificar, se la
ha definido como existencialista, conservadora, liberal o anarquista. Sin embargo ninguna de esas categoras alcanza a
la integralidad de su pensamiento, agudo
y original. Ella rechaz todos los ismos
y fue un ejemplo de lo que se conoce
como intelectual libre.
De esa riqueza y complejidad da
cuenta Hannah Arendt, El orgullo de
pensar, una compilacin de ensayos a
cargo de la espaola Fina Biruls. La
edicin es del 2006, pero recin se distribuye localmente.
TRES RETRATOS. Dos amigos y un antiguo alumno escriben el captulo ms
breve del libro, que evoca a la profesora
y a la mujer. Entraba, ligeramente encorvada, con su cara seria, de mirada
melanclica. Tena, calculo echando
cuenta, unos 57 aos en 1963, pero a m
me pareca an mayor. Su cara, sus obvias arrugas y ojos grandes, con prpados cansados, era atractiva: resplandeca en ella la sabidura. Sus vestidos estaban siempre desajustados y eran holgados, pero tena un aire de limpio desalio, dice Salvador Giner, quien asisti a sus clases en la Universidad de
Chicago.
El ensayo del filsofo Hans Jonas,
alemn, judo y emigrado a Estados
Unidos como Arendt, tambin da un
testimonio personal pero centrado en
su pensamiento. Estudia la que consi-
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VOLVER.
Ha viajado mucho, y se nota en
su obra, pero parece que siempre pensando en volver.
Anduve por ah, s. Por Buenos
Aires, por Roma, por Pars. Fui embajador en Cuba.
En Tango para intelectuales escribe que otras ciudades le han gustado mucho, pero siempre pensando en
volver ac.
Posiblemente. Sobre todo a Montevideo.
Pero parece, ms en concreto,
que en su poesa y narrativa est volviendo a la Punta Carretas de la infancia.
Yo recuerdo que en Roma extraaba mucho. Luego me acostumbr.
Despus en Pars tambin. Pars es, digamos, una ciudad ms triste que
Roma. Ms atractiva, tal vez. En todos
lados extra. Pero tambin disfrut
las ciudades. Despus disfrut tambin Cuba, en lo que se refiere a otra
cosa. Cuba es una isla que est llena
de playas, de calor, de mulatas. Pero el
clima no da eso que dara, por ejemplo, una isla como la Martinica.
4 septiembre 2015
Es un poco la continuacin de
Pepe Corvina, al menos por dos personajes.
En parte s. Pero la gente no se
da cuenta. Hay muy buenos lectores,
pero hay otros que no tienen una fuerza natural como para comprender la literatura. El caso de Pepe Corvina,
que algunos la consideran un clsico,
y es una novela mucho ms fcil de
leer, ms entretenida que Lucifer ha
llorado.
Pepe Corvina es su novela ms
clebre. Es la mejor?
En su momento me pareci que
era. Despus opt por Lucifer ha llorado. Y ms tarde por una novela que
muy pocos han ledo que se llama Esprame, Mann (2008). Creo que es
una novela importante.
Se nota desde Pepe Corvina un
volver a hechos y paisajes de infancia,
con esos caserones en decadencia.
Lo que pasa es que hay lectores
que son buenos, realmente buenos lectores, que pueden ver cosas. Y aparecen generalmente en Pepe Corvina
porque no son lectores, cmo decirlo,
de cualquier novela. Existen esos lectores. Son los que la convirtieron en
best seller tanto ac como en el exterior. Pero hay los que empezaron a leerla y no la entendieron.
Insisto: lo veo volviendo a su
paisaje de infancia.
Entonces por qu Pepe Corvina tuvo tanto xito en Pars, por ejemplo? Hasta hubo que cambiarle el ttulo (se llama Les feux du Paradis).
Por qu tuvo tanto xito en Portugal,
en Grecia?
Es universal: en todas partes hay
gente volviendo.
S, puede ser.
En Pepe Corvina hay un boxeador que llega de casualidad a Presidente. La escribi a principios de la
dictadura. Temi que se leyese como
una burla al ex presidente Jorge Pacheco Areco?
Lo que pasa es que yo estaba escribiendo un poco desde el pasado, y
al mismo tiempo nunca me interes la
literatura politizada. Qu clase de artimaa puedo hacer para que la novela
sea politizada? Ninguna.
El protagonista es real, fue cancin y despus novela
La cancin es anterior. El hombre fue ballenero, ese es Pepe Corvi-
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Ins Guimaraens
AIRE TANGUERO.
En su escritura hay una atmsfera tanguera. No se puede hablar de
una influencia directa, pero recuerda
un poco a Manzi o Ctulo Castillo.
Astor Piazzolla me dijo una vez
que no le tena simpata a La Cumparsita. Como no le tenan simpata
muchos, como Ctulo Castillo. Pero
me dijo que Sur era un himno. Le
dije que no, que era mucho ms que
un himno. Es un tango completo.
Piazzolla hizo grandes cosas, esas sonatas, esas piezas instrumentales que,
para el que no sabe, no son tango,
pero para m es tango. Pero su obra
con Ferrer no llega a la altura de lo
que produjeron Troilo y Manzi.
Ud. aprecia el lunfardo, como se
ve en su libro sobre Carlos de la Pa,
pero no lo usa.
A m me gusta mucho el lunfardo. S de lunfardo. Pero no hablo en
lunfardo ni tengo ningn poema que
con palabras lunfardas. Escribiendo
poesa, o novela, o escribiendo lo que
sea, no tengo nada que ver con el lunfardo. Aunque me guste mucho.
LOS HOMBRES FUERTES.
En su pieza teatral Borges y Pern: historia de dos muertes (1993),
donde se entrevistan el escritor y el
caudillo ya viejo, y en su novela caribea Los manuscritos del caimn
(2004), aborda el tema de los dictadores y sus ambivalencias. Desde
una fuerte distancia crtica, los comprende.
Jorge Luis Borges y Juan Domingo Pern no se conocieron jams.
No s si hubiera sido posible una entrevista entre ellos. Creo que hubiera
sido imposible. A Borges lo conoc y
lo trat. Y a Pern creo que lo comprend, desde una distancia crtica
muy fuerte. Pern, ms all de estar
de acuerdo o no estar de acuerdo con
l, fue un conductor de masas como
no hubo otro en Amrica Latina. Si
no, no pasara lo que pasa en Buenos
Aires, no lo de ahora, lo del asesinato de Nisman, sino lo de que el peronismo no se va. No hay vuelta: sigue
siendo una fuerza muy potente. Lo
que no quiere decir que no desaparezca algn da. Pero hace tiempo
que est.
Hay quien compara a Pern
con figuras como Hitler, Mussolini o
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Foucault y la literatura
UN HORIZONTE COMN. Foucault analiza los vnculos entre lenguaje y locura, tema sobre el que ya
haba trabajado en su primer libro Enfermedad
mental y personalidad (1954) y en Historia de la
locura en la poca clsica (1961), y sobre el que
volver en Las palabras y las cosas (1966) bajo la
hiptesis de que el parentesco entre la locura y el
lenguaje no es simple ni de pura filiacin; el lenguaje y la locura estn ligados, antes bien, en un
tejido enredado e intrincado donde, en el fondo, es
imposible distinguir uno de otro. Esa indistincin
implica, sin embargo, que entre el uso y el no uso
del lenguaje en el sentido del habla o la escritura
queda establecido un ejercicio de libertad, y que
all donde se descifran o se confunden los signos es
donde se establece el lmite entre la salud y la enfermedad.
As planteado el inicio del asunto, Foucault sostiene que las locuras, aun las que son mudas, pasan, y pasan siempre, por el lenguaje. Que no son
tal vez ms que la extraa sintaxis de un discurso.
Interpretar, pues, el discurso del loco en todas sus
reas (incluso en su silencio) es parte de una tarea
central, que suele verse interrumpida, no porque estos no hablan, sino tal vez porque, justamente, hablan demasiado, con su lenguaje sobrecargado, en
una especie de profusin tropical de los signos en
el que se confunden todos los caminos del mundo.
Habitar el espacio del lenguaje con la posibili4 septiembre 2015
Las dos partes que dan forma al apartado Literatura y lenguaje fueron dictadas en Bruselas en
1964, y muestran a un Foucault an atrapado en
los esquemas del estructuralismo, del que se ira
apartando desde la publicacin de Las palabras y
las cosas, para alejarse en forma definitiva en los
70 y 80. Las conferencias ponen el foco en algunos
fenmenos del lenguaje que por entonces se consideraban relevantes, en el marco de pesquisas literarias caracterizadas por el detalle, por las metforas
improbables o a veces directamente caprichosas (la
frecuencia del bucle en el teatro de Corneille, la
metfora del abanico y el ala en la poesa de Mallarm), la distincin entre obra, lenguaje y literatura, el lenguaje como espacio o como tiempo, el
paso de la memoria a la conciencia de s como fundante de la literatura a partir del siglo XVIII, que
requeriran de un lector dispuesto a una complicidad terica hoy poco frecuente.
No obstante Foucault detecta ya, cincuenta aos
atrs, algunos de los elementos clave de lo que ser
el posmodernismo literario, en particular las formas
de escritura y el anlisis simultneo de esas mismas
formas, por ejemplo estructurales en autores como
Don DeLillo, o en la relativa libertad establecida
por la literatura ante su elemento constitutivo: Es
cierto que la literatura se hace con lenguaje. As
como la arquitectura, despus de todo, se hace con
piedras. Pero no hay que extraer de ello la conclusin de que es posible aplicarle indistintamente las
estructuras, los conceptos y las leyes que valen
para el lenguaje en general.
La ltima parte del libro, dedicada a la obra del
Marqus de Sade, es notable por su poder de anlisis y por la sntesis con la que son planteados sus
cuatro conceptos fundantes: la inexistencia de Dios
(como lmite moral), la inexistencia del alma
(como lmite espiritual), la inexistencia de la naturaleza (como lmite biolgico) y la inexistencia del
crimen (y por ende de la ley). Es desde ese poliedro
que los discursos de Sade se establecen con funciones especiales, transformndose en gestores de lo
ilimitado, en la irrupcin del libertino como hroe
positivo, en la distincin entre verdugos y vctimas,
y en una ingeniera racional que apunta a convalidar los cuatro conceptos mencionados. Una nueva
relacin entre verdad y deseo se desprende de este
mundo, en tanto que Foucault determina en la escritura de Sade un principio de recomienzo perpetuo del goce sexual, convirtindose en el instrumento bsico para borrar las diferencias entre el
principio de placer y el principio de realidad.
A pesar de algn reparo, el libro es un componente ms de una de las obras filosficas ms importantes de nuestro tiempo.
LA GRAN EXTRANJERA, PARA PENSAR LA
LITERATURA, de Michel Foucault. Siglo XXI
Editores, 2015. Buenos Aires, 189 pgs. Distribuye Amrica Latina.
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Mercedes Estramil
Beverly Bancroft
LA COMN BELLEZA. El comienzo de Rond para Beverly es una fotografa en blanco y negro de su despacho, tomada en 2009 por John Christie: la luz que
entra por una ventana ilumina un espacio atiborrado
de libros y lmparas torcidas que sin embargo no parece asfixiante. Inmediatamente despus de esa entrada al hbitat de Beverly, la breve frase de su hijo:
Mam, estoy a punto de inaugurar mi primera exposicin en Londres. Cunto te echo de menos. S lo
contenta que estaras. No puede ser ms ntimo, y
tampoco puede ser ms colectivo. En todos los fragmentos de Yves, sealados en cursiva, aparece el
apelativo en mayscula, Mam. En los correspondientes a John la cuerda de la emocin est menos
exigida, quiz, o solo lo parece: da cuenta de cmo
naci el texto (a travs del arte musical: la audicin
del rond N 2 para piano de Beethoven), menciona
la tierra en la que ella regaba sus plantas (el libro termina con la alusin a las plantas que pondrn en la
tumba), los poemas que escucharon juntos, la manera de ella de abrir una puerta, los lentes nuevos que
l le compr y que no lleg a usar, los viajes en
moto, la belleza que tena cuando estaba muriendo.
Es un adis escueto y certero y exhibe, s, da el
muerto al mundo para que el mundo lo vea. Era as,
nos dice, aqu estn sus retratos, fotografas, vicios,
virtudes, sus lugares amados y su final. Los dibujos
de su ropa y sus zapatos, hechos por John en 2013,
tienen esa fragilidad conmovedora que nace de querer conservar sustitutos, lo que serva, protega,
adornaba al ser amado y cuya funcionalidad ahora es
otra. Se puede hablar de golpes bajos, e incluso uno
se puede preguntar qu valor tendra esto si no fuera
porque lo firma Berger (Hacia la boda, Lila y Flag,
Aqu nos vemos) y porque lo expone con belleza
narrativa y afirma dos o tres lugares comunes sobre
la vida, la muerte, y la posteridad. Y es cierto. Como
tambin lo es que la elega permite y hasta reclama
una cada de barreras de la sensibilidad, autoriza la
vulnerabilidad, la bsqueda de refugio, la autocompasin y el uso sin culpa (pero con criterio) de los
lugares comunes. En parte porque ms que un dilogo escritor-lector, como son la mayora de los textos,
el de las mejores elegas es un monlogo del escritor
al muerto. La ms pura de las ficciones, un dilogo
para siempre imposible que por eso mismo, para tener razn de ser, necesita un lector que se conmueva,
alguien que haga de cable a tierra para la descarga.
Los Berger John e Yves pueden estar seguros de
que su llanto efectivo y discreto encuentra eco en
cualquiera que haya vaciado un ropero.
ROND PARA BEVERLY, de John e Yves Berger.
Alfaguara, 2014. Buenos Aires, 54 pgs. Traduccin de Pilar Vzquez. Distribuye Penguin Random House.
4 septiembre 2015
El coraje de la ingenuidad
Carlos Mara
Domnguez
Filosofa
EL RETORNO DEL PNDULO. SOBRE PSICOANLISIS Y EL FUTURO DEL
MUNDO LQUIDO, de
Zygmunt Bauman y Gustavo Dessal. Fondo de Cultura Econmica, 2014. Buenos Aires, 162 pgs. Distribuye Gussi.
EL PRLOGO del psicoanalista Gustavo Dessal (Buenos
Aires, 1952) plantea la tesis
4 septiembre 2015
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Policial
EL LEOPARDO, de Jo Nesb.
Literatura Random House,
2014. Montevideo, 691
pgs. Distribuye Penguin
Random House.
EL LEOPARDO es una voluminosa y entretenida novela policial, la octava que Jo Nesb
(Noruega, 1960) escribi sobre
el comisario Harry Hole, del
grupo de Delitos Violentos de la
polica de Oslo (la primera de la
saga, El murcilago, est llegando a libreras en estos das).
En El leopardo, Hole (admira-
H Terror y utopa,
ay que leer
Mosc en 1937
de Karl Schlgel
PORQUE ES un retrato agudo, muy bien investigado y mejor
escrito, de cmo se vivi en la ciudad de Mosc el momento
cumbre de la paranoia estalinista, ese donde la fuga hacia adelante de la utopa comunista corri paralela a un minucioso plan
de purgas, asesinatos y terror que alcanz a toda la sociedad sovitica. El funcionamiento de un totalitarismo modlico surge poderoso y actual, al punto que la descripcin del da a da del moscovita
de a pie, sus penurias, alegras y miedos, sorprende como si este fuera el primer libro escrito
sobre el asunto. Imperdible, entre muchos otros captulos, el que relata el suicidio de un
alto dirigente bolchevique, Sergo Orzhonikidze, y cmo el rgimen lo vendi luego como
un hroe de acuerdo a un curioso ritual colectivo de la muerte. (El Acantilado/Gussi)
NVENTARIO
Poesa I
Poesa II
POESA 1, de Roberto
Appratto. Yaugur, 2015.
Montevideo, 190 pgs.
RECOPILACIN de los
primeros cinco libros de
poesa del uruguayo Roberto Appratto, en una bellsima edicin de la coleccin
dirigida (y cuidada) por
Gustavo Wojciechowski.
Advierte Eduardo Miln en
el prlogo que estos poemas son una leccin a la
poesa uruguaya, una
suerte de sabotaje del andamiaje potico practicado
por un partcipe fundamental de ese mundo potico.
Appratto (n. 1950) es profesor de literatura, ejerce la
docencia en la Universidad
Catlica, y ha publicado
narrativa y ensayo.
VOLMEN que rene cinco libros del poeta y ensayista uruguayo residente en
Estados Unidos: Valores
personales (1982), La caza
nupcial (1992), El cutis
patrio (2006), y dos libros
inditos. No incluye otras
obras del perodo. Marosa
di Giorgio ha dicho que su
poesa es fascinante, nica, original, que invita al
asombro; Jos Emilio Pacheco confes admirarla
por su fuerza y originalidad; lvaro Mutis porque
conspira y deslumbra.
4 septiembre 2015
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quien perdi todo por aferrarse a las cosas del mundo. Este Rembrandt que
en esa tarea de sucesivos despojos de lo
superfluo que es envejecer a medida
que perda cosas y personas, como dice
Genet, se fue volviendo bueno y levanta
la cabeza para decirnos: A esto llegaremos, tambin vos que ests ah mirndome a lo largo de los siglos. Debo el
amor por esa obra, un amor de casi cincuenta aos, a aquel libro sin duda no
destinado a una nia, y a un cuadernillo
de Genet con un dibujo de Saskia en la
tapa. Un libro puede abrirnos la puerta
hacia grandes obras, y las puertas que se
abren traen consecuencias.
EDITOR JEFE:
Lszl Erdlyi
SECRETARIA:
Susana Yaquinta
CORRESPONSALES:
Juana Libedinsky (Nueva York)
Ioram Melcer (Jerusaln)
4 septiembre 2015
La autora
CULTURAL
DEPARTAMENTO DE DISEO:
Ezequiel Prez Medeiros (Editor)
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