Vida y Obra de Montesquieu

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Fuente: www.biografiasyvidas.com/biografia/m/montesquieu.

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Tomado por: el Profesor Julio Csar Matos, a partir de la fuente: Pokrovski, VS.
(2008). Historia de las Ideas Polticas, octava edicin. Mxico: Editorial Grijalbo.
Internetgrafa: www.biografiasyvidas.com/biografia/m/montesquieu.htm

www.buscabiografias.com/bios/biografia/verDetalle/.../Montesquieu/

El Barn de Montesquieu.
(Charles-Louis de Secondat, barn de Montesquieu) Pensador francs (La
Brde, Burdeos, 1689 - Pars, 1755). Perteneciente a una familia de la
nobleza de toga, Montesquieu sigui la tradicin familiar al estudiar
Derecho y hacerse consejero del Parlamento de Burdeos (que presidi de
1716 a 1727). Vendi el cargo y se dedic durante cuatro aos a viajar por
Europa observando las instituciones y costumbres de cada pas; se sinti
especialmente atrado por el modelo poltico britnico, en cuyas virtudes
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hall argumentos adicionales para criticar la monarqua absoluta que


reinaba en la Francia de su tiempo.
Montesquieu ya se haba hecho clebre con la publicacin de sus Cartas
persas (1721), una crtica sarcstica de la sociedad del momento, que le
vali la entrada en la Academia Francesa (1727). En 1748 public su obra
principal, Del espritu de las Leyes, obra de gran impacto (se hicieron 22
ediciones en vida del autor, adems de mltiples traducciones a otros
idiomas). Hay que enmarcar su pensamiento en el espritu crtico de la
Ilustracin francesa, con el que comparti los principios de tolerancia
religiosa, aspiracin a la libertad y denuncia de viejas instituciones
inhumanas como la tortura o la esclavitud; pero Montesquieu se alej del
racionalismo abstracto y del mtodo deductivo de otros filsofos ilustrados
para buscar un conocimiento ms concreto, emprico, relativista y
escptico.
En El espritu de las Leyes, Montesquieu elabor una teora sociolgica del
gobierno y del derecho, mostrando que la estructura de ambos depende de
las condiciones en las que vive cada pueblo: en consecuencia, para crear un
sistema poltico estable haba que tener en cuenta el desarrollo econmico
del pas, sus costumbres y tradiciones, e incluso los determinantes
geogrficos y climticos. De los diversos modelos polticos que defini,
Montesquieu asimil la Francia de Luis XV -una vez eliminados los
parlamentos- al despotismo, que descansaba sobre el temor de los sbditos;
alab en cambio la repblica, edificada sobre la virtud cvica del pueblo,
que l identificaba con una imagen idealizada de la Roma republicana;
pero, equidistante de ambas, defini la monarqua como un rgimen en el
que tambin era posible la libertad, pero no como resultado de una virtud
ciudadana difcilmente alcanzable, sino de la divisin de poderes y de la
existencia de poderes intermedios -como el clero y la nobleza- que
limitaran las ambiciones del prncipe. Fue ese modelo, que identific con el
de Inglaterra, el que Montesquieu dese aplicar en Francia, por entenderlo
adecuado a sus circunstancia nacionales. La clave del mismo sera la
divisin de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, estableciendo entre
ellos un sistema de equilibrios que impidiera que ninguno pudiera
degenerar hacia el despotismo.
Desde que la Constitucin de los Estados Unidos plasm por escrito tales
principios, la obra de Montesquieu ejerci una influencia decisiva sobre los
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liberales que protagonizaron la Revolucin francesa de 1789 y la posterior


construccin de regmenes constitucionales en toda Europa, convirtindose
en un dogma del Derecho Constitucional que ha llegado hasta nuestros
das. Pero, junto a este componente innovador, no puede olvidarse el
carcter conservador de la monarqua limitada que propona Montesquieu,
en la que procur salvaguardar el declinante poder de los grupos
privilegiados (como la nobleza, a la que l mismo perteneca), aconsejando,
por ejemplo, su representacin exclusiva en una de las dos cmaras del
Parlamento.
Casi en la mitad del siglo XVIII se publica en Ginebra "Del espritu de las
leyes" de Montesquieu. La obra es una suma de filosofa jurdica y poltica,
que se sostiene en la razn y en el mtodo experimental. Veintids
ediciones en el trmino de dos aos, anuncian un texto que, evidentemente
sobrepasando el inters de los estudios especializados, se inserta
directamente en el sistema de acontecimientos y preocupaciones de la
sociedad. Efectivamente, en 1750, dos aos despus, Montesquieu se vio
precisado a escribir una "Defensa del espritu de las leyes". Se le censur
por sostener en su definicin de la ley, que todo estaba sujeto a leyes: el
entendimiento, la naturaleza inanimada, y en especial que las inteligencias
superiores al hombre y la misma divinidad estaban sujetas a leyes.
En realidad, el establecimiento de la legalidad del mundo contiene en
Montesquieu, la crtica del orden instituido, como parte de la llamada
crtica universal de la Ilustracin.
Dos temas de jurisprudencia -como se usaba decir a lo largo del siglo
XVIII, sopesando las evidencias de la teora y de la prctica- contiene "Del
espritu de las leyes": la teora de la ley y la teora de la separacin de
poderes.
Su enunciacin parece destinada a configurar los estudios que profundizan
en los conflictos de la ley y del poder y, en especial, sus respectivas
condiciones de legitimacin. Tal como se plantean estos estudios en el
Siglo Filosfico sin embargo, su primus movens, es el conocimiento de las
relaciones del hombre y de la sociedad. La ley y el poder, entonces, se
convierten y se presentan como categoras constitutivas de ese
conocimiento.
El mtodo.

En la preparacin "Del espritu de las leyes", empresa singular que abarca


veinte aos de la vida de Montesquieu, tiene principal importancia todo lo
referido al mtodo. Porque nuevos principios y supuestos dirigen ahora la
investigacin y, en consecuencia, las relaciones subsistentes entre los
hechos y las operaciones mentales que los clasifican y verifican, propenden
al establecimiento de principios generales y particulares incorporando
nuevos significados sobre los significados existentes. La realidad es mirada
de otra manera y sus resultados admitirn las seguridades de la prueba e
incluso de la demostracin social.
El mtodo reviste en la obra de Montesquieu una importancia decisiva,
pues produce, como en toda la epistemologa moderna, la natural
implicacin de las secuencias doctrinarias con los datos de la experiencia,
permitiendo la existencia simultnea de premisas. Crendose de esta
manera, una estructura mltiple de la investigacin social en plena mitad
del siglo XVIII, si bien que con las limitaciones propias del momento. Pero
es importante destacar que en esta forma nociones de la ley y de poder
ampliarn sus contenidos tericos, con los resguardos constantes de la
prctica.
Las proposiciones de Montesquieu, constitutivas de su mtodo, son las
siguientes:
1. Determina la existencia del ser social y de la sociedad en forma
autnoma y continua. La sociedad ya no podr ser considerada en el futuro
como una agregacin de individuos, pero tampoco el ser social que ahora la
constituye, se reconocer en el ser aislado de las agregaciones. El hombre y
la sociedad -como afirma la Ilustracin- constituyen entes distintos, pero no
pueden pensarse separados.
2. Est en condiciones de sostener y demostrar que las leyes no provienen
de la naturaleza, ni de la naturaleza particular del hombre, sino de la
sociedad. Montesquieu considera que la naturaleza es fundamentalmente la
accin de los hombres entre s, y esto, cambia el sustento clsico del
derecho natural.
Pero es necesario tener presente que la Ilustracin, desde sus orgenes, ha
mantenido sin oposicin ni diferencias, que el concepto de ley es
incomprensible si se le separa del concepto de sociedad.
3. Los hechos irrumpen en la vida terica y prctica con su legendaria
contundencia. Tal como se les considera ahora, su especificidad indica que
no permanecen inmutables y que en su contingencia est la clave de su
comprensin.
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El concepto de hechos en Montesquieu es muy amplio y comprende los


actos del hombre, las tradiciones, lo que se controvierte y lo que no se
controvierte y la aplicacin de la razn, como preconizaba Hobbes, donde
una praxis permanente, despojndola de su carcter infalible, le exige un
universo terico abierto constantemente a la experiencia.
As lo establecen Augusto Comte en sus "Primeros ensayos" (1819),
apndice al Systeme de Politique Positive y el propio Catecismo Social de
Saint-Simon, Durkheim lo afirma expresamente en su tesis latina y
Rousseau se adelanta a estas ideas cuando en "Emilio o la educacin"
seala a Montesquieu como el nico autor capaz de crear la ciencia del
derecho poltico.
Y el propio Comte, ahora en su "Curso de Filosofa Positiva" advierte que
es en Montesquieu donde debe encontrarse el primer esfuerzo directo por
tratar a la poltica como una ciencia de hechos y no de dogmas.
Antes, Hegel haba expresado su inters en las obras de Montesquieu y de
Rousseau. En un captulo de sus "Lecciones sobre la historia de la
Filosofa" que titul: Idea de la unidad general concreta.
Antes, los peripatticos haban ordenado sus estudios de derecho en forma
similar a Montesquieu. El propio Aristteles dirigi el esfuerzo de su
escuela en tal sentido, procediendo a la recopilacin de ciento cincuenta y
ocho constituciones de la antigedad. Slo ha llegado hasta nosotros "la
Constitucin de Atenas", las dems se han perdido.
Pero a travs de ella sobrevive el sistema empleado. El estudio comparativo
de los textos y su cambio con relacin al cambio de los hechos, el anlisis
de coincidencias y diferencias, la clasificacin de los temas institucionales
y las generalizaciones que establece el entendimiento. El modelo
aristotlico y el modelo de Montesquieu muestran afinidades, las
descripciones se unen a la preferencia por los detalles, no por un afn de
clasificarlo todo, sino por aprehender a travs de los cambios, cualquiera
sea su magnitud, la dinmica de una sociedad, que est hecha de sucesivas
sntesis de comprensin.
Todava desde el punto de vista del mtodo, es necesario establecer que
correspondencia existe entre la Ilustracin y el positivismo filosfico,
particularmente el del siglo XIX.
El movimiento positivista tuvo un fundado aprecio no solo con relacin a la
obra de Montesquieu, sino tambin con relacin a la de Rousseau y aun con

Hobbes, considerando a los dos primeros, como seala Durkheim en el


estudio ya citado, como fundadores de la Sociologa.
En realidad lo que interesa destacar es que no se trata de si Montesquieu,
Rousseau o Hobbes es su caso, adelantan valiosos fundamentos del sistema
positivo, sino que este adelanto no es otra cosa que el proyecto de la
modernidad, en uno de sus casos particulares.
La Ilustracin siempre dispuso del recurso de la razn y del recurso de la
experiencia, como forma natural de toda comprensin. Es ms el alto grado
de compatibilizacin entre razn y experiencia, es lo que permiti ya a
Locke, utilizar lo que l llamaba arquetipos, es decir modelos o sntesis,
mediante los cuales es posible descubrir nuevos conceptos y enriquecer los
existentes.
La teora contractual presenta numerosos ejemplos. El concepto de estado
de guerra en Hobbes, el concepto de propiedad en Locke, la separacin de
poderes propuesta por el propio Locke en el Segundo Tratado y
desenvuelta con un sentido universal en Montesquieu o el mismo contrato
social, que se convierte en Rousseau en el discurso del mundo.
Las leyes de la ley.
La inteligencia con sus operaciones y la mancomunidad de los hechos con
sus significados contingentes -es decir posibles y tambin necesarioscoincidiendo, otorgan a la ley los fundamentos de su legitimacin, pero
tanto la inteligencia como los hechos proceden de la sociedad.
El Siglo Filosfico nos entregar un hombre social y una sociedad de
hombres, distintos entre s, pero que, como se dijo antes, no pueden
pensarse fuera de su unidad.
De aqu procede la filosofa jurdica y poltica de Montesquieu. Que, como
bien se ha dicho, no parte de la ley, llega a la ley; no parte de la separacin
de poderes, llega a la separacin de poderes.
Las leyes en su ms amplia significacin -define Montesquieu- son las
relaciones necesarias que se derivan de la naturaleza de las cosas. En este
sentido todos los seres tienen sus leyes: las tiene la divinidad, el mundo
material, las inteligencias superiores al hombre, los animales y el hombre
mismo.
Cmo ha llegado Montesquieu a esta definicin y cul es el sentido de sus
posibilidades y la importancia de sus trminos: relacin necesaria,
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naturaleza de las cosas, proceso de derivacin y organizacin legal del


universo.
Todo est sujeto a leyes, toda ley particular se relaciona con otra ley del
mismo carcter y depende de una ley ms general. El desarrollo histrico es
as y la organizacin del saber tambin. Robusteciendo estas afirmaciones
Montesquieu cita a Plutarco, quien afirma que la ley es reina de todos,
mortales e inmortales, o dicho de manera semejante que la ley es una
relacin universal o que la ley es lo comn.
Es un antiguo concepto, aparece en los orgenes de la civilizacin. Platn lo
recuerda en el Gorgias, citando a Pndaro "La ley es reina de todos,
mortales e inmortales", el nomos basileus, ahora propiedad de la poesa e
incorporado para siempre a las tradiciones de la esttica y de la educacin.
Posteriormente, Kant en su "Introduccin a las lecciones de lgica", un
texto que se public cuatro aos antes de su muerte, expresa que: "Todo en
la naturaleza, tanto en el mundo inanimado como en el vivo, acontece
segn reglas, aunque estas reglas no sean siempre conocidas por nosotros.
El propio uso de nuestro entendimiento est sujeto a reglas. Estas reglas
son necesarias o contingentes. Las necesarias son aquellas que hacen
posible el uso del entendimiento. Las contingentes dependen de un objeto
mismo. Estas reglas contingentes son las que permiten el uso especfico
determinado del entendimiento".
Mediante esta distincin Kant ordena un conjunto de reglas de inferencia,
dos grandes captulos, destinadas a operar conjuntamente en la estructura
del pensamiento y en la estructura de la realidad, es lo que se propone
Montesquieu con respecto al espritu de la ley y lo que antes e inicialmente
anunciaba y estipulaba Bacon como una interpretacin del reino del
hombre, y son stos algunos de los vnculos profundos que habr de unir a
la Ilustracin, con la filosofa clsica alemana.
Cuando Montesquieu utiliza en la razn de la ley el concepto de relacin
necesaria, est incluyendo en ella al mismo tiempo, las nociones de
necesidad y de contingencia, tan claramente identificadas despus por Kant
y que componen y caracterizan las leyes de la ley o dicho de otra manera,
usando las palabras de Montesquieu, en el examen de los hombres, me ha
parecido que en medio de la infinita diversidad de leyes y costumbres, los
hombres, no se comportaban solamente segn su fantasa.
Es decir, las reglas ms generales que conducen la inteligencia, su
aplicacin terica y prctica, en el conocimiento mltiple de las cosas del
mundo, son inseparables, tanto en su proyecto como en sus resultados.
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Partiendo de lo particular, de la certeza de los hechos, de su acumulacin,


estableciendo semejanzas y diferencias, extendiendo los conceptos
clasificatorios a la formacin de principios generales, partiendo de la
diversidad social pero volviendo a ella para descubrir no las leyes sino el
espritu de las leyes, la esencia dinmica del principio de legalidad
universal, cuyo sustento es la variedad de las situaciones particulares. Ya
Aristteles - tica a Nicmaco- haba sealado en el derecho una parte
constante, igual en todas partes que procede de la naturaleza y una parte
diversa que procede del hombre y de su contingencia.
Del espritu de las leyes est hecho de las relaciones que las leyes
establecen entre los hombres y de las relaciones que surgen de la
comunicacin entre los hombres y las cosas.
Por relaciones debe entenderse, para Montesquieu, la existencia de cosas,'
animadas o inanimadas, reales o ideales, que se vinculan entre s en forma
anloga o, dicho de otra manera, tienen la aptitud de conciliar en su
identidad la identidad de las dems, pero no se habla de totalidades sino de
grados, de un trnsito permanente que compara partes, aceptando y
rechazando, un comportamiento recproco y continuo que se expresa y
existe en el devenir: nada es en s, si no se consideran todas sus referencias.
Este es el concepto de relacin necesaria en Montesquieu, que incluye,
como si se tratara de una unidad dialctica, el concepto de contingencia.
Los trminos existan, sin la explicacin de Kant, oponindose y
complemetndose de acuerdo a las respectivas concurrencias de las causas
en el sistema general de los sucesos. O dicho de otra manera, lo necesariocontingente es tanto lo que falta como lo que se tiene. Y lo que falta y lo
que se tiene, trascienden su oposicin eventual y mirada desde el punto de
vista de la organizacin de la sociedad, constituyen -como ensea Platnun principio de donde toma origen la ciudad. Es el mismo criterio que siglos despus- nos lo entrega Toms de Aquino: el hombre a diferencia de
los dems animales, requiere el amparo de una sociedad organizada. Lo que
se tiene y lo que no se tiene, lo que se tiene y lo que se quiere tener y lo que
no se quiere tener, formarn la dialctica de la ley y la dialctica de la
sociedad, el cambio en s y el cambio en la unidad.
De esta manera -siguiendo a Montesquieu- los seres son por s, pero en
definitiva son por s siempre con relacin a otros, las relaciones son
infinitas, pero son a la vez la medida de existencia de las cosas, y, as las
aprecia el entendimiento.
Esas relaciones necesarias que componen la definicin de la ley, de
acuerdo a Montesquieu, derivan de la naturaleza de las cosas.
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Michel Villey nos proporciona un concepto de naturaleza de las cosas, que


tiene la principal virtud de resumir las notas histricas del mismo. En
primer lugar, dice Villey, la naturaleza de las cosas para los clsicos,
engloba francamente y sin reservas, todo lo que existe en nuestro mundo.
Esto es no-solo los objetos fsicos materiales (como la naturaleza postcartesiana), sino la integridad del hombre, espritu y cuerpo, las
instituciones humanas y las instituciones sociales: la ciudad, los grupos
familiares, los grupos de intereses. La naturaleza humana tiende por su
propia esencia a la vida social como se expresa naturalmente en la familia y
despus en forma ms amplia en la organizacin del Estado.
Naturaleza, seres y cosas, separados o juntos en su accin recproca, se
convierten en la historia de la filosofa, o ms precisamente en la filosofa
de la historia, en verdaderas alegoras o verdades de razn, pues la alegora
es la imaginacin lo que la analoga es al pensamiento.
De este concepto de naturaleza de las cosas participa Montesquieu y el
Siglo Filosfico en su conjunto. Para el Siglo Filosfico la naturaleza de las
cosas es ms que nada un sistema de razn: la razn terica, la razn
prctica y la razn crtica: momentos de una misma razn.
Ese es el sistema de razn de Montesquieu, no un esquema causal e
interpretativo sujeto al empirismo de las normas, considera la justicia y
tambin la injusticia, el acuerdo de las mayoras y el disenso de las
minoras, fundados en la unanimidad, la razn que propone Spinoza
iluminando por igual lo verdadero y lo falso, la ley como expresin de los
deberes y como expresin del poder, una cannica del ser y el deber ser,
como relaciones implicadas y simultneas o una historia natural del ser
social.
Finalmente -asegura Montesquieu- las leyes derivan de la naturaleza de las
cosas. Derivan, es decir que traen de la naturaleza de las cosas su origen.
El espritu de las leyes est constituido por un conjunto de verdades
tericas y prcticas que derivando de la sociedad vuelven a la sociedad de
otra manera, en un estuario de desajustes, un desafo a la sociedad y al
hombre social que ambos deben resolver, de ese espritu de las leyes as
constituido, ha de surgir la ley y sus leyes, derivando y consolidando a la
vez su origen en la sociedad, es decir en lo comn.
El poder

De dos maneras considera Montesquieu al poder: como una facultad


constitutiva del ser y como una facultad constitutiva de la sociedad. Sus
analogas y diferencias son sustanciales, empezando porque resulta
decisivo que el impulso del poder provenga del individuo o de la sociedad.
Montesquieu vincula estas dos formas de poder y las examina en cada
situacin determinada, en su unidad y en su multiplicidad.
Refirindose al poder individual, tanto Hobbes como Montesquieu llegan a
conclusiones semejantes. En su Discurso sobre el Estado, como llama
tambin al Leviatn, Hobbes afirma: De manera que doy como primera
inclinacin natural de toda la humanidad un perpetuo e incansable deseo de
conseguir poder tras poder, que solo cesa con la muerte.
Y Montesquieu, confirmando esta previsin de Hobbes, sostiene: Pero es
una experiencia eterna, que todo hombre que tiene poder siente la
inclinacin de abusar de l, yendo hasta donde encuentre un lmite.
Existe acuerdo en el sentido de que el contrato social -con sus variantestiene su origen en el acuerdo de la comunidad. As lo expresaron en la
antigedad los sofistas, los estoicos y el propio Epicuro.
El desarrollo del mundo medieval intercala una compleja controversia que
compromete la historia del poder con las disciplinas teolgicas.
Porque la vida de la ciudad -dice San Agustn- no es solitaria sino social y
poltica. En proposiciones como stas es donde comienza a dibujarse el
problema de la legitimidad del poder y de las condiciones del acatamiento
y la obediencia al emperador o prncipe.
La problemtica fundamental es determinar de donde proviene este poder,
si su origen es divino o proviene del pueblo. A travs de interrogaciones
como sta es que, sin que desaparezcan las secuencias descriptivas del
poder, se advierte la preocupacin por determinar su esencia.
La indudable trascendencia del tema se aprecia si se tiene en cuenta que
Locke dedic su Primer Tratado de Gobierno a refutar la obra de Robert
Filmer "Patriarca" que constituye una defensa y justificacin del poder
divino de los reyes y el consiguiente absolutismo. Todo lo cual indica que
en el siglo XVII, en las sociedades europeas el problema no era solo objeto
de controversias, sino que los progresos tericos en el terreno institucional
tenan dificultades para materializarse.

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De todas maneras despojar al poder de su uncin metafsica, de su fuerza


enigmtica e inexplicable y separarlo de la experiencia, si bien no alcanza
para explicar su esencia, permite identificar su prctica y su
desenvolvimiento en el seno de la sociedad y tambin sus debilidades.
En esta situacin histrica empieza Montesquieu a escribir acerca del
poder.
En diferente forma y con objetivos en parte similares y en parte distintos,
abordaron Locke primero y Montesquieu despus, la teora prctica del
poder.
La propuesta de Montesquieu es dialctica, en el sentido de que se propone
desarrollar el conjunto de los antagonismos que contiene el poder, para
ponerlos al servicio de la ley, que es en definitiva una de las anttesis del
poder y de otra manera constituye su legitimidad. Son los dos temas
fundamentales de Montesquieu que en ninguna instancia de su obra se
separan.
Locke da los primeros pasos, juzgando imprescindible un equilibrio y un
desarrollo armnico de funciones, y una sistemtica de las prcticas
sociales, que permita configurar su direccin
Previniendo que: "Adems, puede suponer una tentacin excesivamente
fuerte para la fragilidad humana, demasiado afecta, ya de por s, a aferrarse
al poder, el que las mismas personas que tienen el poder de hacer las leyes
tengan tambin el de ejecutarlas. (Segundo Tratado, cap. XII).
En Montesquieu estamos considerando una teora del poder global y de sus
lmites, que surge de la prctica, de las metodologas de anlisis,
comparacin, clasificaciones de hechos y sus generalizaciones.
La diferencia entre Locke y Montesquieu, es que Locke escribe desde el
poder y Montesquieu, lo hace desde afuera. La diferencia es trascendental,
porque en Locke el poder es fundamentalmente un problema de poder, en
cambio en Montesquieu es siempre un problema de libertad.
El crculo institucional ha cerrado su base y abre as la multiciplidad de sus
espirales. La crtica universal, esa dialctica de la Ilustracin, hace de la
separacin de poderes de Montesquieu algo inesperado; la separacin de
poderes de Montesquieu constituye una ptica gigantesca: el paulatino
descrdito de los Parlamentos, las insondables deficiencias de la justicia
enfrentada sin remedio al juicio pblico y las interminables envolturas del

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rbitro: el poder ejecutivo o administrador o el poder sin explicaciones. A


Montesquieu debemos esta iluminacin y es bastante.
Hace doscientos cincuenta aos puso en nuestras manos a travs de la
teora de separacin de poderes y la teora de la ley, instrumentos que
permiten afirmar que el Estado es cada uno de nosotros y todos a la vez, no
hay ms nada que decir para reconocer en l a un contemporneo y sobre
todo, a un genio.
Carlos Luis de Secondat, barn de la Brede y de Montesquieu, nace el 18
de enero de 1689 y muere el 10 de febrero de 1755. Entre sus obras ms
importantes se consideran: Cartas Persas (1721), Consideraciones sobre las
causas de la grandeza y de la decadencia de los romanos (1734) y Del
espritu de las leyes (1748).

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