Revista Internacional - Nuestra Epoca N°3 - Edición Chilena - Marzo 1986
Revista Internacional - Nuestra Epoca N°3 - Edición Chilena - Marzo 1986
Revista Internacional - Nuestra Epoca N°3 - Edición Chilena - Marzo 1986
las Juntas de Vecinos y en contra de los allanamientos y las agresiones de las fuerzas represivas!
Adelante con el movimiento antidictatorial de los
diversos estamentos que integran las universidades y
con la organizacin y la pelea de los 680 mil estudiantes de la enseanza media! El pueblo espera que
en 1986 su lucha alcance el nivel que tiene la del
estudiantado universitario.
Adelante con los combates del pueblo mapuche y
con la incorporacin decidida a la lucha social de
los 150 mil trabajadores permanentes del campo, de
los 350 mil temporeros y de los 60 mil parceleros y
dems agricultores endeudados hasta la coronilla con
INDAP y los bancos!
Adelante con la organizacin y la accin reivindicativa de los jvenes que no tienen f u t u r o porque la
dictadura les niega el acceso al estudio y al trabajo!
Adelante con la accin concertada de todas las organizaciones de mujeres que estn por la libertad y
la justicia, por la vida y la seguridad de sus hijos!
Adelante con la organizacin y la lucha de los t n i bajadores del PEM y del POJH, y de todos los cesantes que sufren el drama diario del hambre, la miseria,
la humillacin y la falta de derechos!
Adelante con las reivindicaciones de los jubilados,
pensionados y montepiados que protestan por la reduccin real de sus exiguos ingresos!
Adelante con la movilizacin activa de los profesionales y dems capas medias y de los pequeos y
medianos empresarios en favor de sus demandas ms
sentidas!
Adelante en el empeo por lograr que las Fuerzas
Armadas rompan con el tirano y su camarilla y marchen a reencontrarse con el pueblo!
Pongamos todas las fuerzas en tensin!
Levantemos muy en alto las banderas reivindicativas!
Unmonos en la accin!
Marchemos decididamente, a travs de m l t i p l e s
movilizaciones de masas, hacia el Paro Nacional de
actividades por cuantos das sean necesarios, y enfrentemos valerosamente a la dictadura!
Este es el camino del triunfo. La tirana no podr!
resistir la avalancha de las masas. Cuando un pueblo
convencido y organizado se decide a conquistar lu libertad y la democracia, nada ni nadie lo puede de
tener.
Fuera Pinochet! Democracia Ahora!
Con la razn y la fuerza, Venceremos!
Comit Central del Partido Comunista de Chile.
Enero de 1986.
revista
NTERNACIONAL
NUESTRA POCA N 3
MARZO 1986
ENTRAR AL
TERCER MILENIO
SIN ARMAS
NUCLEARES
LA DEMOCRACIA
CONTRA EL
MILITARISMO
TEOLOGA DE LA
LIBERACIN:
UNA NUEVA
"HEREJA"?
LA REPRESIN
EN PARAGUAY
HAGAMOS DE 1986 EL
AO DE LA VICTORIA
MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA AL PUEBLO DE CHILE
HAGAMOS
DE 1986 EL
ANO DE LA
VICTORIA
MANIFIESTO DEL PARTIDO
COMUNISTA AL PUEBLO
DE CHILE
Compatriotas:
Podemos terminar con la tirana en el curso de 1986.
Ello es posible si todos asumimos una posicin de
combate. Este objetivo corresponde a un deseo ardiente del pueblo chileno y a una necesidad apremiante
que impone el desarrollo econmico, social, poltico y
cultural de la nacin.
Los trabajadores de la ciudad y del campo, los pobladores, los estudiantes y la juventud en general, los
profesionales y tcnicos, los escritores y artistas, los
artesanos y la mayora de los empresarios de la industria, de la agricultura, de la minera, de la construccin, del comercio, del transporte y de la locomocin colectiva, vinculan la solucin de sus problemas
y de los problemas del pas con el fin de la dictadura.
El anhelo del pueblo de terminar con la tirana se
manifiesta de mil maneras, particularmente en las
multitudinarias jornadas de protesta, y se refleja, en
una u otra medida, en el comportamiento de los partidos polticos.
Gabriel Valds, en nombre de su partido y de la
Alianza Democrtica, ha expresado el deseo de recibir
al Papa en democracia y libertad. El Movimiento Democrtico Popular respalda este planteamiento, y subraya que l constituye para todos un compromiso
de honor que la oposicin unida es indudablemente
capaz de lograr. La Mesa de Izquierda, que integran
los partidos del MDP, del Bloque Socialista y la Izquierda Cristiana, han llamado a hacer de 1986 el ao
del derrocamiento de la dictadura, mediante la ms
amplia unidad y una intensa movilizacin social. Las
personalidades que se agrupan en torno a la Intransigencia Democrtica y las que en noviembre pasado
suscribieron el documento NO AL 89, estn tambin
por una pronta solucin al conflicto entre el pueblo
de Chile y la tirana que lo oprime. Hasta en los crcu-
los reaccionarios de la burguesa abundan los que estiman que el pas ha llegado a una situacin crtica,
que debe tener una salida sin mayor tardanza. Se ha
generalizado la conviccin de que 1986 ser un ao
decisivo.
El rgimen de Pinochet est agotado. Su base de
sustentacin es feble y precaria. Ha perdido casi todo
apoyo civil, y en las Fuerzas Armadas aumentan cada
da los que disienten del tirano y estn por el traspaso del poder a los civiles. Tal situacin agrava la
crisis de la dictadura, demuestra que sta se halla en
un estado de aislamiento y debilitamiento extremos y
revela cambios significativos en la correlacin de
fuerzas.
Pinochet posa de patriota y nacionalista y hasta proclama que no es vasallo de nadie. Pero los hechos demuestran lo contrario. Est al servicio del capital financiero internacional y no de Chile y los chilenos.
Hace lo que le ordenan el Fondo Monetario y el Banco
Mundial, organismos controlados por el imperialismo.
En razn de estas rdenes, reduce el ingreso real de
los trabajadores activos y pasivos, somete a un milln
de personas a la cesanta, se niega a dar solucin colectiva al drama de los 600 mil deudores pequeos y
medianos, enajena las empresas estatales patrimonio
de todos los chilenos y persiste en una poltica econmica en favor de las multinacionales imperialistas y
de un reducido grupo de magnates nativos. Una de
sus principales preocupaciones es disponer de recursos para pagar la deuda externa y financiar su aparato
represivo. En cambio, la salud, la educacin, la construccin de viviendas, la inversin para actividades
productivas, son esferas que desprecia y abandona.
La crisis econmica no tiene salida posible con la
tirana. Mientras sta permanezca, las condiciones de
vida de la mayora trabajadores, capas medias, propietarios pequeos y medianos y hasta algunos grandes no harn ms que agravarse.
REVISTA
INTERNACIONAL
(Problemas de la Paz y del Socialismo/
PUBLICACIN
TERICA
E INFORMATIVA
DE LOS P A R T I D O S
COMUNISTAS
Y OBREROS
(331)
MARZ O
APARECE
D E S D E 1958
1986
El pas tiene ya conciencia de la necesidad de terminar con este estado de cosas. Quiere trabajar para
s y contar con un gobierno >que le d prioridad a las
inversiones productivas y a la satisfaccin de las necesidades del pueblo.
Los trabajadores quieren recuperar sus conquistas y
disponer de derechos reales para formar sindicatos,
formular peticiones y recurrir a la huelga. El pueblo
exige libertad de reunin, de opinin y de prensa,
reclama justicia y trabajo, acceso a la salud y a la
vivienda.
La dictadura de Pinochet surgi manchada de sangre
y se ha impuesto hasta hoy por medio del crimen y
del terror. El horroroso degello de Jos Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino, mostr a los
ojos de todos el grado de corrupcin, perversin e
insania a que ha llegado. Los asesinatos dispuestos por
el tirano y llevados a cabo durante la fatdica gira d'el
general Arellano i t a r k por La Serena, Copiap, Antofagasta y Calama de los que tenan antecedentes slo
una parte de los chilenos son hoy de conocimiento
del pas entero, comprendidos los hombres de armas.
Mientras la reunin de Ginebra entre Gorbachov y
Reagan es saludada por la humanidad progresista como
un paso que ayuda a crear una mejor atmsfera internacional y a facilitar acuerdos ulteriores en favor de
la paz, el mesinico dictador ocupante de La Moneda
/sigue en el reverso de la contraportada/
SUMARIO
MILKO BALEV,
M. BALEV (Bulgaria). Los orgenes de nuestro optimismo
R. PADILLA RUSH (Honduras). La dominacin imperialista como freno del
desarrollo social
I. NRLUND (Dinamarca). La conciencia de clase o el pantano de la colaboracin de clases?
J. M. LANAO, W. SOMMERSET. Papel internacional de los constructores de un
mundo nuevo. Comentario
AO INTERNACIONAL DE LA PAZ. R. CHANDRA (Consejo Mundial de la Paz).
La voz de las masas en la balanza de la historia
3
9
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VIDA PARTIDARIA
K. FRITSCH (RFA). La va para multiplicar nuestras fuerzas
INFORMACIN SOBRE NUEVAS EXPERIENCIAS. F. A. IBRAHIM (Sudn). Los
prejuicios seculares retroceden. E. CANTEKIN (Turqua). Organizando la resistencia del pueblo De los documentos En el espejo de la prensa D. DRING
(RDA). Los comunistas en la empresa: premisas del xito Notas breves
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70
77
PANORAMA BIBLIOGRFICO
V. AFANASIEV. Estrategia de la aceleracin, estrategia de la paz
R. COLLURE. En aquellos aos inolvidables
M. SILVEN. Una experiencia personal
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90
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94
ma poltico, el partido y el Estado han adoptado ltimamente una serie de medidas concretas para elevar el papel de los eslabones
inferiores y hacer que millones de trabajadores
se conviertan paulatinamente de objeto en sujeto de la gestin econmica y social. Toca a
su fin el trabajo de redaccin de un nuevo
Cdigo Laboral que contribuir a dinamizar el
factor humano en la produccin y acelerar
lo que se ha dado en llamar progreso personal.
Se trata, ante todo, de propiciar el desarrollo
y protagonismo polifactico de la persona en
el puesto de trabajo y en la colectividad laboral.
Todo lo dicho no significa ni mucho menos
que el enfoque optimista de la vida nos impida ver las contradicciones que intervienen en
el desarrollo del socialismo. La dialctica marxista-leninista ensea, coincidiendo en ello con
Hegel, que el desarrollo avanza con contradicciones, y las contradicciones vivas son mucho ms ricas, variadas, ms llenas de contenido, que 3lo que a primera vista puede percibir
la mente . Estas contradicciones no deben
quedar descontroladas, esperando a que maduren hasta adquirir casi dimensiones de crisis.
Hay que detectarlas y resolverlas oportunamente, tarea esta en que le corresponde un papel
muy importante al factor subjetivo, al propio
partido.
La existencia de contradicciones no es ni mucho menos indicio de una crisis del socialismo inventada por algunos de sus detractores y
cuyas manifestaciones, segn ellos, se observan
ahora tambin en Bulgaria. No ocultamos nuestras
dificultades. Por ejemplo, escribimos sin rodeos
que, en 1981-1985, a una serie de dificultades
originadas por la situacin internacional y las
medidas econmicas discriminatorias adoptadas
por los Estados imperialistas contra los pases
socialistas, incluida Bulgaria, se les agreg el
dao material provocado por tres aos de sequa sin precedente en el ltimo siglo. Disminuy la produccin de cereales y otros productos agropecuarios. Pararon de hecho las
centrales hidroelctricas. En la Bulgaria de antes de la revolucin, todo ello hubiera provocado el hambre, la pauperizacin de los trabajadores y una deuda exterior insoportable. Nada
semejante ocurri en la Bulgaria socialista.
En efecto, tenemos dificultades, pero hemos
mantenido el nivel alcanzado de abastecimiento
de la poblacin con artculos de primera necesidad, aunque nos vimos obligados a aumentar los precios de algunas otras mercancas. El
consumo de electricidad en general no disminuy. En 1985, el volumen de la produccin
industrial creci un 3,5% en comparacin con
1984, ascendiendo este ndice hasta un 11.6%
en la rama de construcciones mecnicas, que
constituye la mdula del progreso tecnolgico.
3
V. I. Lenin. Obras Completas, 2a ed., Cartago, Buenos
Aires, t. XXXVIII, p. 263.
sus partidos. En este plano, un papel muy importante corresponde a la unidad dialctica de
los principios del internacionalismo y el patriotismo socialistas.
Para nosotros tiene -particular importancia la
lnea de Abril que nos orienta a la aproximacin y la cooperacin en todos los terrenos
con la Unin Sovitica, que siempre han sido
y siguen siendo un importante factor del feliz
cumplimiento de las tareas principales en todas
las etapas de la construccin socialista en Bulgaria y el fortalecimiento de nuestro partido.
El que el PCB est pertrechado con las ideas
leninistas asegura su crecimiento y sus xitos
histricos. Las realizaciones del pas de Lenin
contribuyeron a que los comunistas blgaros
se ganaran a las masas. Ya en los aos 30, la
proyeccin de pelculas soviticas en nuestras
pantallas y la aparicin de libros soviticos
constituan verdaderos acontecimientos para los
miembros del partido, para todos los sectores
progresistas y el pueblo trabajador. Posteriormente, el ejemplo de la colectivizacin sovitica ayud al partido a crear 50 cooperativas
antes an de que triunfara la revolucin socialista en Bulgaria y preparar as en el plano
ideolgico y sicolgico a los campesinos para
la cooperativizacin. La revolucin socialista
se consum en nuestro pas en un contexto
relacionado con las victorias decisivas del Ejrcito Sovitico sobre los opresores fascistas. Las
posteriores transformaciones socialistas guardan tambin relacin indisoluble con la fraternal ayuda de la URSS y la cooperacin bilateral mutuamente ventajosa.
En los ltimos aos, la tradicional y vivificante ayuda blgaro-sovitica y el reforzamiento de nuestra cohesin sobre la base de objetivos y tareas comunes han recibido nuevos y
poderosos impulsos. En este plano destaca por
su importancia la visita a Bulgaria de Mijal
Gorbachov, Secretario General del CC del PCUS,
en octubre de 1985. Al regresar a la URSS,
Mijal Gorbachov dijo: La cooperacin de la
Unin Sovitica con Bulgaria es... un gran e
importante factor de consolidacin de la comunidad socialista, la cooperacin internacional y las posiciones de las fuerzas de la paz4.
Estas palabras nos alientan en nuestro esfuerzo. El Partido Comunista Blgaro seguir asentando su actividad en la esfera de las relaciones internacionales sobre la premisa bsica de
que la actitud hacia el PCUS y la Unin Sovitica es la piedra de toque del internacionalismo
proletario y socialista.
Concedemos gran importancia al nuevo documento programtico del partido de Lenin,
documento que sintetiza la riqusima experiencia de la construccin socialista, cuyo significado histrico-universal es imperecedero. Ejemplifica como, al determinar los objetivos y las
tareas, debe conjugarse el optimismo con el
realismo en la evaluacin de lo alcanzado; la
continuidad en poltica con la innovacin; el
4
accin sus sentimientos pacifistas pero le tienen miedo a la propia palabra comunista,
les decimos: de todos modos, vean ms a fondo
lo que proponen los comunistas. Reflexionen y
comprendern que es ms fcil hallar un lenguaje comn con los comunistas que con sus
principales adversarios, los cuales, invocando
continuamente la moral cristiana, estn dispuestos a exterminar a la humanidad en una
cruzada nuclear. En cuanto a nosotros, siempre acogemos con atencin y respeto cualquier
propuesta sensata, cualquier idea constructiva,
vengan de donde vengan, con la nica condicin de que sean propuestas e ideas al servicio
de la paz.
EL INAGOTABLE OPTIMISMO HISTRICO de
los comunistas blgaros, de todos los trabajadores de Bulgaria ha sido expresado en trminos muy precisos por Todor Zhivkov: Al pueblo blgaro nunca le falt fe. Tanto en los
tiempos de podero y de mayor auge espiritual,
como en los duros periodos de esclavitud, nuestro pueblo oprimido, martirizado y abandonado
por el resto de la humanidad nunca perdi fe
en sus fuerzas creadoras y en su futuro. Esta
fe, que emana de la profundidad de los siglos,
es hoy nuestra fuerte y vibrante fe comunista
anidada en el pecho de los hombres 7 .
Estas palabras sintetizan los orgenes de
nuestro profundo y vivificante optimismo histrico.
7
LA DOMINACIN IMPERIALISTA
COMO FRENO DEL DESARROLLO
SOCIAL
RIGOBERTO PADILLA RUSH,
'talizado ya en 'la comunidad socialista. El socialismo real es hoy un importante factor internacional del progreso de la humanidad.
Pero tambin existe otro factor de signo contrario. Nos referimos al imperialismo, a su creciente papel reaccionario y esencia agresiva.
El imperialismo que trata no por medio del
ejemplo, sino por la fuerza de las armas, mediante la presin econmica y el chantaje poltico de afianzar sus posiciones en los pases que compone-n el rea perifrica del mundo
capitalista. El mantenimiento de la dominacin
imperialista acta como freno del desarrollo
social.
Partiendo de la compleja problemtica del
mundo actual y de una valoracin de la realidad hondurena en el contexto del contenido
fundamental de nuestra poca, nos proponemos
abordar en el presente artculo tres cuestiones
que revisten particular importancia para nosotros. Primero, la continua agudizacin de la
crisis de las estructuras econmicas, sociales
y polticas, fenmeno que se ha generalizado
en casi toda Amrica Latina y cuyos responsables son el imperialismo y las oligarquas
domsticas. Por regla general, fracasan los intentos de superar la crisis por la va del reformismo burgus, lo cual interviene como causa principal de la intensificacin de la lucha
antiimperialista y de liberacin. Segundo, nos
detendremos a analizar algunas peculiaridades
del momento hondureno ntimamente entrelazado con la situacin general de conflicto militar en Centroamrica y el Caribe, situacin
que entraa una amenaza para la paz universal. Y finalmente, trataremos el tema de las
alternativas de desarrollo social en las condiciones concretas de nuestro pas y algunas cuestiones de la lucha de liberacin, que es parte
integrante del proceso revolucionario regional
y mundial.
Los atolladeros de la crisis
10
terratenientes, altos funcionarios de los ltimos gobiernos y jefes militares a bancos forneos. Esto ha hecho que se produjera una cada
en el nivel de las reservas de divisas internacionales.
Los ltimos gobiernos han recurrido invariablemente a la contratacin de emprstitos fuera
del pas, lo cual se ha traducido en un vertiginoso incremento de la deuda externa. Los
saldos de la misma pasaron de 538 millones de
dlares en 1977 a 1.736 millones en 1983. Se
calcula que actualmente la deuda externa de
Honduras anda ya rondando los 3.000 millones
de dlares. En cuanto a las transferencias secretas hechas por la CA y el Pentgono para
apuntalar la infraestructura militar, as como
el financiamiento de los grupos paramilitares,
de asesora y de contras somocistas, slo los
acreedores conocen sus dimensiones y los
dems nos enteraremos de ellas cuando se pase
la factura al gobierno.
Entretanto, unas 600 empresas pequeas y
medianas han dejado de existir por falta de
divisas para adquirir maquinaria y materias
primas. Comoquiera que no se genera empleo
y que el gobierno de Suazo Crdova ha realizado una poltica de despidos, el nmero de
desempleados ha ascendido en los ltimos tiempos a unas 450.000 personas. Algunas fuentes
calculan que el desempleo (absoluto y parcial)
afecta a 2/3 de nuestra poblacin econmicamente activa.
El proceso inflacionario provoca una baja
sensible en el poder adquisitivo de la clase
obrera y de todos los trabajadores, una polarizacin de la miseria y la riqueza '. Las reivindicaciones de aumento salarial tropiezan con
la negativa de la patronal y la represin gubernamental. La paralizacin de la Reforma
Agraria ha causado una elevacin de las acciones del campesinado para proseguir con su
programa de recuperacin de tierras ociosas
en manos de terratenientes, pero stas tambin
son reprimidas por el ejrcito.
No se puede decir que los sectores gobernantes no hayan intentado salir de la crisis en que
sumi al pas el tradicional modelo agroexportador impuesto por el imperialismo, con
preponderancia absoluta del enclave bananero. A partir de la dcada de los 50 se inici
un proceso de modernizacin orientado a ampliar el surtido de exportacin y romper el
monocultivo del banano, lo que conceda una
situacin de privilegio econmico y de influencia poltica a los grandes monopolios norteamericanos. Los nuevos cultivos caf, caa
de azcar, cacao, algodn y el fomento de
la ganadera produjeron cierta reanimacin de
nuestra economa, pero sta sigui presa en la
maraa de la dependencia, vulnerable a las
1
As, la renta per cpita de la poblacin del campo
ha cado ya al nivel Infrahumano de 120 lempiras o, en
el mejor de los casos, 200 lempiras anuales, o sea, unos
60 100 dlares al curso oficial.
11
12
Obras Escogidas.
Progreso,
En Honduras han sido instalados dos sistemas de radar que cubren un vasto espacio
areo. Uno de ellos ha sido montado en Cerro
de Hule, a doce millas de Tegucigalpa, y el
otro, en la isla El Tigre en el Golfo de Fonseca, cerca del litoral nicaragense y salvadoreo. Ahora los vuelos de reconocimiento y misiones de bombardeo contra Nicaragua cuentan
con la cobertura de estaciones de seguimiento
instaladas en Honduras. La mayora de los aparatos que participan en esas misiones estn
dotados de sofisticados equipos electrnicos y
cmaras de infrarrojos. Los vuelos se realizan
a tono con los objetivos de la red de espionaje
e intercepcin de radiocomunicaciones creada
por la CA y la Agencia de Seguridad Nacional
de EE.UU.
Desde hace mucho tiempo decenas de buques
de guerra norteamericanos patrullan las aguas
jurisdiccionales de Nicaragua en el Caribe y
el Pacfico. Se han dado casos en que fragatas,
destructores e incluso portaviones en plena disposicin de combate se acercaron a las costas
nicaragenses hasta una distancia de 8 millas.
Entretanto los contras realizan una verdadera guerra contra la Patria de Sandino, principalmente desde el territorio de Honduras.
Todas estas acciones suponen una flagrante
violacin de las normas del Derecho Internacional y los principios de la ONU. La responsabilidad de estos actos de intervencin armada
en los asuntos de la vecina Nicaragua recae
tambin sobre nuestro gobierno, que ha dado
su anuencia para la instalacin de campamentos de contras en territorio hondureno y
apoya la poltica agresiva de Washington.
La postura adoptada por el gobierno, la oligarqua local y un sector militar con el visto
bueno de los cuales nuestro pas ha sido convertido en una gran base de EE.UU., los desacredita a los ojos de las masas populares y provoca creciente descontento. Polticos y militares de pensamiento realista comprenden que
los sandinistas o los rebeldes salvadoreos no
amenazan nuestra soberana, pero que sta s
est siendo atropellada por EE.UU. y quienes
prestan amparo a los bandidos somocistas. Son
cada vez ms los que comprenden que una guerra contra Nicaragua o El Salvador y la participacin en ella de Honduras podran terminar
muy mal para sus promotores y se inclinan a
buscar soluciones polticas, que no militares,
de los problemas de Centroamrica.
Como vemos, la agravacin del conflicto militar en Centroamrica por culpa del imperialismo y sus secuaces se ha traducido para Honduras en la aparicin de un serio factor que
incide negativamente en la situacin poltica
interna. El militarismo, deca Lenin, es el principal instrumento de la opresin de clase 5 .
Combinndose con la presencia militar de
EE.UU., frena sustancialmente el desarrollo de
5
Vase V. I. Lenin. Obras Completas, 2a ed., Cartago,
Buenos Aires, t. XIII, p. 80.
13
15
LA CONCIENCIA DE CLASE
O EL PANTANO DE LA
COLABORACIN DE CLASES?
IB NORLUND,
miembro del Comit Ejecutivo y del Secretariado
del CC del Partido Comunista de Dinamarca
COLABORACIN es un hermoso vocablo. Supone sentimientos nobles como el respeto mutuo, la confianza, la voluntad de ayuda y se
proyecta a esa poca en que todos los hombres sern hermanos. Muchos confan en que
todos los problemas sern resueltos si la gente
se da la mano. Estos sueos tienen algo que ver
con futuras realidades, pero no por eso dejan
de ser sueos. Pueden complacer el alma, pero
tambin ser explotados con fines inconfesables.
El lobo del famoso cuento infantil tambin peda colaboracin a Caperucita Roja. Sabemos
con qu objetivo.
Si descendemos de las nubes de la fantasa
a la tierra firme de la realidad social, veremos
bien claro que es del todo insuficiente hablar
de colaboracin en general, a menos que se
persiga con ello el objetivo deliberado de introducir confusin ideolgica en las mentes.
Vivimos en una sociedad dividida en clases,
donde esta nocin cobra validez y se hace realidad slo a condicin de que se precise a la
vez: cooperacin con quin, en aras de qu,
contra quin y contra qu?
La sociedad capitalista est asentada en la
explotacin del hombre por el hombre y la
apropiacin por el capital de la plusvala creada por los trabajadores. La economa poltica
burguesa trata de negarlo, mas en el contexto
de la realidad capitalista estos ments no convencen a nadie. En nuestra poca, el capital
exige con inaudito descaro el aumento de la
plusvala y los beneficios, sin lo cual afirman
sus exponentes es imposible hallar una salida a la crisis. Una crisis que, agregumoslo
nosotros, es ingendrada por el propio sistema
capitalista. Como resultado, la clase obrera y
todos los trabajadores son objeto de creciente
explotacin. Las propias condiciones existenciales les sugieren la necesidad de cooperar y luchar juntos. Pero colaborar como explotados
contra los explotadores. Esta es una de las conclusiones elementales que impone la experiencia de la clase obrera.
Ahora, los apologistas de la burguesa ponen
ms empeo que nunca en borrar esta idea de
la conciencia de los trabajadores. Se les ma-
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17
18
ptal necesario en forma de subsidios de Estado, o sea, en definitiva, del bolsillo de los trabajadores.
Semejantes variantes modernizadas de colaboracin de clases (una vez ms, a expensas de los trabajadores) no pueden ni mucho
menos resolver los problemas del progreso tecnolgico. Una consecuencia de la automatizacin y racionalizacin de la produccin capitalista ha sido el desempleo tecnolgico. Al
principio, la implantacin de tecnologas modernas se tradujo en la aparicin de nuevas ramas industriales, especialmente la electrnica,
lo cual fue ampliamente publicitado como testimonio de la vitalidad del capitalismo. Ahora,
las industrias electrnica y afines se enfrentan
en el mercado capitalista mundial con una crisis de sobreproduccin, cuya consecuencia es
el cierre de unas empresas y la quiebra de
otras. Tambin en este campo, la colaboracin
de clases, a pesar de haber sido modernizada, conduce a un atolladero.
DESPUS DE LOS DUROS COMBATES de clase de la primavera de 1985, la burguesa nacional espera que los trabajadores se resignen
con el descenso del nivel de vida que les ha
sido impuesto. Al intervenir la primavera pasada en el congreso del Partido Popular Conservador, su presidente, el Primer Ministro
Schlter, se refiri a la opinin de quienes proponen entablar en el escenario poltico dans
una amplia batalla ideolgica contra el modelo socialdemcrata de sociedad. Sera peligroso, coment Schlter, convocar a un enfrentamiento de tal envergadura, que podra brindar
al socialismo su mejor oportunidad. Cuando el
jefe de un Gobierno de derecha llama a la paz
civil con el socialismo, tal como l entiende
este concepto, es evidente que el movimiento
obrero encara una alternativa. Tiene que elegir:
ponerse las cadenas de la colaboracin de
clases o librar una lucha independiente por
los intereses del pueblo y por la renovacin
democrtica de la sociedad.
Los sectores reformistas desean volver a la
coparticipacin social de antao, considerando al Gobierno derechista como una indigestin pasajera que se curar por s misma. Despus de haber apoyado bajo la presin de las
masas y el movimiento sindical la campaa
contra la poltica del gabinete burgus de derecha, la socialdemocracia danesa vuelve a dar
muestras de inconsecuencia. El contraprograma
que ha formulado el PSD viene a ser un calco
de la poltica de ingresos. La nica diferencia consiste en que se propone discutirla con
los sindicatos, y no imponerla, como lo hizo
el Gobierno Schlter. Desde luego, tal programa no puede constituir una alternativa democrtica a la poltica de los monopolios y las
autoridades.
En el movimiento sindical y vastos sectores
laborales cunde la comprensin de que hay que
romper con la colaboracin de clases, cuyo
nico efecto ha sido la ascensin de la derecha
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COMENTARIO
WILLIAM SOMMERSET,
miembro del Comit Ejecutivo Nacional
del Partido Comunista de Irlanda
y del Consejo de Redaccin de la revista
A este respecto, los documentos programticos del XXVII Congreso de los comunistas soviticos tienen a nuestro entender una significacin que trasciende las fronteras del Pas
de los Soviets, pues, adems de abarcar un
balance del camino recorrido y planes innovadores para el futuro, ofrecen un profundo
anlisis cientfico de los problemas del momento y duraderos del desarrollo mundial. Tiene indudable valor el anlisis contenido en
ellos del enfrentamiento actual entre los dos
sistemas el capitalista y el socialista, opuestos por su contenido de clase y por su naturaleza social, as como de las perspectivas de
la emulacin histrica entre ellos. Particular
inters adquiere la valoracin que se hace de
las fuerzas motrices del actual proceso revolucionario mundial, de la creciente significacin del internacionalismo proletario y socialista y de la necesidad de la interaccin de
todos los movimientos antiimperialistas y de
liberacin.
Para nosotros, comunistas del mundo no socialista, es evidente que los actuales congresos
de los partidos hermanos que estn en el poder, al destacar en primer plano el perfeccionamiento planificado y multilateral de la sociedad socialista, imprimen un nuevo y poderoso impulso a la emulacin entre los dos sistemas mundiales. El capitalismo sigue siendo un
adversario fuerte y peligroso del progreso social, pero su rgimen explotador ya ha rebasado su cnit y camina hacia su ocaso. La crisis general del capitalismo es cada vez ms
honda. La esfera de su dominacin se contrae
inexorablemente. Es un rgimen condenado por
la historia, y este hecho resulta cada vez ms
evidente.
En todo el mundo desde Irlanda, con su
historia de casi ocho siglos de yugo colonial
y su perenne anhelo de unidad e independencia econmica, de las que se halla privada,
hasta la Argentina, con la onerosa carga del
endeudamiento y los aos de dictadura san-
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los objetivos comunes. En consecuencia, lo que ca, superar el atraso econmico y avanzar en
les une. es lo principal y debe predominar sobre el bienestar de sus poblaciones. Esas aspiralo que pueda separarlos.
ciones legtimas deben enfrentar la poltica
Aprovechando creativamente las posibilida- neocolonialista dirigida a conservar y aun redes de asegurar la unidad de accin y la co- forzar el control imperialista sobre el Tercer
hesin internacional de sus filas, los comunis- Mundo. La lucha de los nuevos pases indepentas intercambian informaciones y participan en dientes se entronca con la de aquellos otros
reuniones bilaterales o multilaterales y en con- que habiendo conseguido su soberana poltica
ferencias regionales e internacionales ms am- hace mucho tiempo, a su vez deben enfrentar
plias, que se celebran cuando las circunstancias la renovada ofensiva de los monopolios nortelo requieren. As, ltimamente tuvieron lugar americanos y de los de otras potencias capitareuniones de los partidos comunistas de Euro- listas. El imperialismo, con el pretexto de lo
pa Occidental, Amrica Latina y el Caribe y que llama la confrontacin EsteOeste, inel Oriente rabe. En la Conferencia de los par- terviene en forma abierta o encubierta contra
tidos comunistas de Sudamrica, realizada en los pases que no se alinean bajo su estrategia
Buenos Aires en julio de 1984, los participantes o brinda apoyo a regmenes dictatoriales y antisubrayaron: .. .somos parte integrante y activa populares. Una larga historia de sus fechoras
del movimiento comunista mundial sobre la conocen los pueblos de Vietnam, Cuba, el Lbase del marxismo-leninismo y el internacio- bano, Afganistn, Nicaragua, El Salvador, Granalismo proletario. Pertenecemos al poderoso nada, Sudf rica, Libia, el pueblo palestino y
torrente que est cambiando el rumbo de la tantos otros.
Historia y construyendo la 4 nueva sociedad, sin
Al defender el derecho de decidir su destino,
explotadores ni explotados .
los pueblos estn vitalmente interesados en el
Una forma importante de informacin rec- mantenimiento de la paz y en el alivio de la
proca e intercambio de experiencias al margen tensin internacional. La vida misma de las
de cualquier estructura orgnica especial es la actuales relaciones internacionales muestra que
participacin de comunistas de otros pases en los logros en la lucha por la paz devienen en
las labores de los congresos de los fraternos victorias para el movimiento de liberacin napartidos gobernantes. Comprendemos cuan im- cional y en xitos para los jvenes Estados
portante es esto para ayudar a que en el mun- independientes. Y a la inversa, cada triunfo de
do del capital se valore la verdadera significa- los pueblos del Tercer Mundo hace ms fuerte
cin de las nuevas tareas de la poltica interior al movimiento antiblico.
y exterior del socialismo que se plantean en
Los documentos partidarios de los comunisdichos foros, para explicar la esencia de los tas de la Unin Sovitica, Cuba y otros pases
documentos programticos que estn siendo socialistas confirman su consecuente solidariaprobados en ellos.
dad con sus hermanos de clase en el mundo del
Particular relieve adquiere para los comunis- capital, con las fuerzas de liberacin nacional
tas que actan en los pases no socialistas la y con los pases no alineados.
volaracin que se recoge en los materiales proLOS CONGRESOS DE LOS PARTIDOS HERgramticos de los partidos hermanos gobernantes sobre los movimientos democrticos de ma- MANOS GOBERNANTES y las decisiones que
sas en los Estados capitalistas y la lucha de se estn tomando en ellos nos permiten moslos pueblos de los pases sometidos al dominio trar con mayor vigor an ante los ojos de los
imperialista por alcanzar su independencia pueblos la indisoluble vinculacin del socialisplena y lograr el progreso social. El antagonis- mo y la paz. Lo que hoy reviste particular immo entre los monopolios nacionales y transna- portancia es, a juicio nuestro, que todos noscionales y la inmensa mayora de la poblacin otros, comunistas, en nuestros pases y en nuesse profundiza cada vez ms. Contra la explota- tras condiciones especficas aprovechemos al
cin capitalista, la clase obrera despliega im- mximo los materiales de estos congresos para
portantes combates. Los objetivos y postulados propagar y afirmar los ideales del comunismo,
de su lucha ejercen una creciente fuerza de para fortalecer nuestros partidos y afianzar
atraccin sobre otros sectores y capas sociales: sus vnculos con las masas, para crear el ms
la pequea y mediana burguesa, los granjeros, amplio frente de fuerzas en favor de la paz y
los intelectuales, amplios grupos de las mino- el desarme, por la democracia y el progreso
ras nacionales, las mujeres, la juventud, los social.
estudiantes. Todo esto brinda vastas posibilidaLos pueblos necesitan saber la verdad acerca
des de intensificar la lucha de masas contra de las realizaciones del socialismo real, acerca
el imperialismo, por alcanzar mejores niveles de las dificultades y los problemas que se han
de vida y por la paz.
de afrontar en la edificacin de la nueva vida,
Otro torrente que vuelca sus aguas caudalo- acerca de los objetivos y las tareas de la posas en el proceso revolucionario son los nuevos ltica interior y exterior de los partidos hermaEstados formados como resultado del desmoro- nos. Esta verdad ayuda a la clase obrera y a
namiento del sistema colonial del imperialis- los dems trabajadores del mundo capitalista
mo y que luchan por afianzar su independen- a defender con ms eficacia sus derechos y a
intensificar la lucha contra la amenaza blica
1
Nueva Era, 1984, K 17, p. 23.
imperialista.
24
Ao internacional de la Paz
VIVIMOS UNA POCA en que se han dinamizado inusitadamente los ritmos del desarrollo histrico y se ha planteado en toda su dimensin el problema de las vas y mtodos para
dar solucin a las contradicciones sociales. En
vida de una sola generacin el imperialismo
desat dos guerras mundiales. El Gran Octubre
marc el inicio de una ruptura con esta tendencia. Como resultado de las revoluciones populares en Europa, Asia, frica y Amrica Latina surgi el sistema socialista mundial y se
desmoron el imperio colonial. Emergieron en
el escenario internacional decenas de jvenes
Estados que luchan por su plena independencia econmica, poltica y cultural.
Los grandes cambios sociales se operan sobre el teln de fondo del vertiginoso desarrollo
de la ciencia y la tecnologa. La revolucin
cientfico-tcnica (RCT) ha abierto la era csmica y nuclear en la historia de la humanidad.
Las ltimas dcadas del siglo XX se han sealado por el comienzo de una nueva fase de la
RCT: la revolucin tecnolgica que implica cambios cualitativos en el aprovechamiento de los
logros de la microelectrnica, la cosmonutica,
la biotecnologa y la informtica e importantes
avances hacia la utilizacin de la energa termonuclear con fines pacficos. El alud de descubrimientos cientficos y su aplicacin en gran
escala a nivel de la prctica diaria destruyen
tecnologas y estructuras productivas obsoletas,
que se haban ido configurando a lo largo de
siglos, y dan origen a otras nuevas, a nuevas
ramas industriales y esferas de actividad humana.
Estos cambios tienen profunda incidencia en
la vida del hombre. Por un lado, los logros del
pensamiento cientfico y tecnolgico nos brindan posibilidades nunca vistas para dar solucin a problemas seculares como la falta de
alimentos, viviendas, escuelas y asistencia mdica y ofrecen magnficas perspectivas de progreso social y cultural. Por otro lado, han engendrado peligros muy serios, sin parangn en
la historia, siendo el mayor de ellos el peligro
de autoexterminio.
Los hombres han desarrollado armas de enorme poder destructivo. Se estn diseando instrumentos de muerte an ms monstruosos. La
carrera armamentista abarca nuevas y nuevas
esferas devorando ingentes recursos materiales.
Si la humanidad desea vivir y desarrollarse,
debe detener ese proceso, encontrar las vas
para reducir y desmantelar los arsenales mortferos y crear un potente y fiable mecanismo
de conservacin del gnero humano. Es decir
que el propio desarrollo mundial plantea ante
los pueblos el viejo problema hamletiano ser
o no ser? en toda su desnudez y en trminos
de una agudeza sin precedentes. Ahora tiene
la palabra ya no la ciencia y la tecnologa,
sino la poltica.
A lo largo de muchos siglos se ha considerado que quienes determinaban la poltica eran
los gobernantes: primero, los monarcas y, ms
tarde, los presidentes y primeros ministros. En
nuestra poca, la elaboracin e implementacin
de la poltica dejan de ser prerrogativa de personas elegidas. Viene a jugar un papel cada vez
ms importante la opinin pblica, la voz de
las masas que comprenden que toda poltica
basada en el uso de la fuerza carece de perspectivas, que eri este siglo nuclear no hay ni
puede haber alternativa sensata a la coexistencia pacfica. La sabidura poltica consiste en
asumir las realidades del mundo contemporneo
en toda su diversidad y la existencia de intereses distintos, a menudo contradictorios e incluso en pugna, de los diferentes Estados y subordinar la solucin de los problemas internacionales litigiosos a la consecucin del objetivo principal: la prevencin de una guerra nuclear de
exterminio total.
En resumen, un poltico sensato al tener que
elegir entre paz y vida o guerra y exterminio
recproco, optar necesariamente por la paz.
No cabe duda de que las condiciones para
hacer esta opcin inspirada en el sentido de
responsabilidad son, en estos momentos, ms
favorables que hace un ao o incluso medio ao.
El encuentro de Ginebra de Mijall Gorbachov,
Secretario General del CC del PCUS, y el Pre-
25
26
1
Obreros revolucionarios que fueron ejecutados en
EE.UU. en 1927 a raz de un proceso incoado contra
ellos sobre la base de una falsa acusacin de robo y
asesinato. El juez, aunque se vio obligado a reconocer
la inconsistencia de los cargos imputados a Sacco y
Vanzetti, motiv la pena capital por el hecho de que
27
28
29
tilDA PARTIDARIA
KURT FRITSCH,
30
1
Los das 6-8 de enero de 1984 se celebr en Nuremberg el VII Congreso del PCA. En aquel entonces el
partido tena ms de 50 mil afiliados. N. de la Red.
Entwurf
S. 99.
S. 594.
V. I. Lenin. Obras Completas, 2a ed., Cartago, Buenos
Aires, t. XXVI, p. 264.
31
32
Ibd., S. 81.
9 V. I. Lenin. O. C., t. XXXIII, p. 76.
10
tn 2 Banden.
33
reserva para el fortalecimiento inmediato del partido consiste en una utilizacin ms cabal del factor
subjetivo. Esto se refiere, en primer lugar, a la actividad dirigente de los organismos electivos. La Direccin del PCA, su Presidencia y el Secretariado
prestan suma y constante atencin a estos problemas. Con serenidad y realismo, sin precipitacin
ni triunfalismo y sin caer en el pesimismo, sintetizamos la experiencia positiva de nuestro trabajo y,
al mismo tiempo, procuramos determinar y superar
las causas de los defectos detectados en el funcionamiento del partido y de sus distintos eslabones.
A nuestro juicio, un importante aspecto de la actividad dirigente consiste en educar en las organizaciones del partido la capacidad necesaria para
llevar a la prctica la lnea poltica trazada por
las resoluciones del PCA, con arreglo a las condiciones locales y la correlacin concreta de fuerzas,
y determinar los objetivos con perspectiva inmediata, media y a largo plazo. Al mismo tiempo, vinculamos siempre las tareas de organizacin con los
problemas polticos e ideolgicos, que se plantean
cada vez de manera nueva a tono con las exigencias de la lucha de clases, el desarrollo de las fuerzas de la democracia y la paz y los procesos que
se operan en el mbito internacional.
La formacin y movilizacin de los comunistas y
la correcta distribucin de sus fuerzas tienen importancia primordial para implementar la poltica
del PCA y conseguir sus objetivos programticos.
La actividad de los organismos de direccin se desarrolla con xito cuando logran incorporar a toda
la militancia al cumplimiento prctico de las metas
trazadas conjuntamente. En este sentido es importante planificar el trabajo de manera precisa, realista y controlable, sealando los plazos de cumplimiento y las personas y colectividades responsables
de cada tarea. La direccin del partido procura ayudar a los eslabones inferiores y a sus dirigentes a
traducir los lineamientos procedentes del centro al
lenguaje de sus planes, teniendo en cuenta las condiciones concretas y las posibilidades de cada organizacin regional, distrital y de base.
Ya hemos sealado que el PCA presta constante
atencin a las tareas de captacin. Partiendo de
la famosa frmula de Lenin I3, consideramos que la
cadena entera es la ampliacin de nuestra influencia entre las masas, y el eslabn decisivo de esta
cadena, el engrosamiento de nuestras filas con nuevos ingresos, el crecimiento numrico an ms rpido del PCA y el temple ideolgico de los comunistas, consolidando al mismo tiempo nuestras posiciones en los movimientos de masas e impulsando
la poltica de unidad de accin y de alianzas y el
trabajo en las empresas.
La mencionada Promocin Thalmann se inscribe
en esta lnea de actividad. Dicha campaa se realiza en forma de emulacin entre las organizaciones
regionales, distritales y de base y ha sido concebida
como gran dilogo de los comunistas de la RFA con
los simpatizantes, electores y amigos del partido,
con los compaeros de trabajo y de actividad sindical, con los integrantes de alianzas y movimientos
Vase V. I. Lenin. O. C., t. V, p. 555.
34
NUESTRAS
ENTREVISTAS
35
condujo en lo sucesivo a una clara divisin entre las fuerzas democrticas y las reaccionarias en
el seno del movimiento femenino.
El ncleo de este movimiento es
la Unin de Mujeres Sudanesas
(UMS), organizacin progresista
en la que empec a trabajar antes de la dictadura de Nimeiri.
Nuestra Unin parte del criterio
que un mejoramiento radical de
la situacin de la mujer sudanesa es inseparable de la solucin
de los problemas que afectan a
la sociedad en conjunto. Por eso
dirigimos nuestros esfuerzos a la
reconstruccin y democratizacin
de la vida social y a crear unas
condiciones ms propicias para la
superacin de las graves consecuencias que nos dej la dictadura militar. Ahora bien, las acciones por los derechos femeninos
no son sino un aspecto de la lucha poltica a nivel nacional que
sostienen los comunistas y las dems fuerzas progresistas de nuestro pas.
Quiero subrayar que nuestra
Unin particip directamente en
la preparacin de las condiciones
para el derrocamiento del rgimen de Nimeiri. En 1971, cuando
las autoridades disolvieron a la
UMS, fundamos una organizacin
ilegal que combin acciones abiertas con las actividades clandestinas y semilegales.
La resistencia a la dictadura
asumi diversas formas. Organizbamos marchas de amas de
casa reclamando una rebaja de
los precios de los productos de
primera necesidad, realizamos trabajo entre familias que tenan
parientes o amigos encarcelados,
exigamos la liberacin de los
presos polticos y la abolicin de
las leyes reaccionarias impuestas
por el rgimen. Movilizamos las
mujeres a las auCiones por la legalizacin de la UMS y otras organizaciones democrticas, contra
el emplazamiento de bases militares en el territorio de nuestro
pas. Nuestra revista clandestina
desenmascaraba la naturaleza proimperialista de la dictadura y explicaba por qu los problemas nacionales no podan solucionarse
por la va capitalista de desarrollo. Esta actividad constituy, sin
duda, un factor de desarrollo y
prestigio del movimiento femenino en Sudn.
36
nuestro partido, nunca hemos interrumpido la publicacin de nuestro peridico. Ms an, de acuerdo con una decisin del ltimo,
el V Congreso del PCT (finales
de 1983), Atilim, que antes tena
una periodicidad mensual, ha pasado a ser bimensual a partir de
marzo de 1984. Y existe ya el
proyecto de editarlo semanalmente en un futuro prximo.
Si la polica le sorprende a uno
con el peridico del partido, le
condenan a no menos de 5 aos
de prisin, si no lo matan antes
con torturas. Sin embargo, Atilim
se distribuye regularmente no slo
en las grandes ciudades con
mayor concentracin de proletariado, sino tambin en todo el
pas, incluido el Kurdistn Turco,
regin donde la dictadura aplica
una poltica de terror chovinista
masivo. Un ejemplar del peridico lo leen de 10 a 15 personas.
Esto significa nuevos ciudadanos
que reciben informacin verdica:
en las condiciones actuales de
Turqua, cada nuevo lector es un
nuevo elemento en el andamiaje
del edificio de la resistencia a la
dictadura, que nuestro partido
construye tesoneramente. El peridico es no slo un propagandista y un agitador colectivo, sino
tambin un organizador colectivo', esta famosa indicacin leninista la llevamos a la prctica en
Turqua.
Tomando en consideracin la
buena acogida que tiene Atilim
entre la clase obrera, el PCT,
poco antes de su V Congreso, empez a publicar la revista trimestral Yol ve Amac (Vas y objetivos). La organizacin provincial de nuestro partido en Estambul, un centro proletario, edita y
distribuye regularmente su propia
publicacin mensual Proleer Istambul (Estambul Proletario).
La juventud progresista que participa en la lucha de la clase
obrera tambin tiene un peridico
mensual titulado lleri (Adelante), que viene apareciendo desde hace tres aos bajo la consigna Jvenes antiimperialistas
y antifascistas, unios!. Los peri1
V. I. Lenln. Obras Completas,
2a ed., Cartago, Buenos Aires, 1969,
t. V, p. 19,
37
DE LOS DOCUMENTOS
Argentina
EN BASE
A LA UNIDAD
La Comisin Poltica del CC del
Partido Comunista de la Argentina
hizo una Declaracin en la que analiz el resultado de las recientes
elecciones legislativas, celebradas en
noviembre de 1985, y su impacto en
la situacin poltica en el pas.
38
en los comicios. El Partido Comunista, se subraya en la Declaracin, compromete todo su esfuerzo militante para consolidar
y ampliar esta perspectiva. En
esa direccin toma como base la
accin conjunta con todos los integrantes de la alianza y la existencia activa de miles de comits del FP, para luchar por la
defensa de la democracia, por el
aumento de los salarios y contra
la desocupacin, contra los propsitos de poner un punto final
a la investigacin y juicio de las
violaciones a los derechos humanos en los aos del rgimen militar, por la moratoria de diez
aos para la deuda externa, por
la unidad y solidaridad antiimperialista con todos los pueblos de
Amrica Latina y en especial con
el pueblo de Nicaragua.
El Partido Comunista, se seala
en el documento, sale de estas
elecciones habiendo superado todos los intentos de aislarlo de
las masas y de sus aliados, con
una rica experiencia y con ms
fuerza. Los espacios conquistados,
EN EL ESPEJO DE LA PRENSA
l'Humanit
RENOVACIN
DEL PERIDICO
Desde octubre de 1985, l'Humanit, rgano de prensa de los comunistas franceses, tiene nueva
presentacin: su tamao es ms
pequeo y el nmero de planas
aument de 10-12 a 24-30. Pero
la esencia de los cambios, subraya
el director de l'Humanit Roland
Leroy, miembro del Bur Poltico
del PCF, consiste en lograr que
el peridico sea ms eficaz desde el punto de vista de la divulgacin de la poltica del PCF, la
oposicin a la propaganda burguesa y la clarificacin de importantes problemas de la vida
poltica domstica e internacional,
es decir, que responda a los diversos intereses de los lectores.
Con estos fines fueron aumentados el nmero y el volumen de
las rbricas, lo cual permite esclarecer sistemticamente muchos
problemas concernientes a la economa, la transformacin revolucionaria de la sociedad, la histo-
39
NOTAS BREVES
BLGICA
El CC del Partido Comunista de
Blgica acord celebrar el XXV Congreso del PCB del 18 al 20 de abril
de 1986.
SOLIVIA
El pleno del CC del Partido Comunista de Bollvia, reunido en La
Paz el pasado mes de diciembre, decidi celebrar a fines de abril el
primer Congreso extraordinario dl
partido, que Inlcialmente estaba previsto para enero del ao en curso.
COLOMBIA
El Partido Comunista Colombiano
particip en el Congreso constituyente de la Unin Patritica: amplio
frente de las tuerzas polticas y so-
RDA
A principios de este aflo, el PSUA
contaba 2.293.000 miembros efectivos
y candidatos. El 58,2% de ellos son
obreros. Desde el X Congreso (abril
de 1981), el nmero de militantes ha
aumentado en 121.000.
ENTRAR EN EL TERCER
MILENIO SIN ARMAS
NUCLEARES
ROALD SAGDEEV,
vicepresidente del Comit de Cientficos
Soviticos en pro de la Paz,
contra la Amenaza de Guerra Nuclear,
acadmico de la AC de la URSS
42
43
44
PRIORIDADES DEL
MOVIMIENTO FEMENINO
PREDA BROWN,
Presidenta de la Federacin Democrtica
Internacional de Mujeres
MILLONES de participantes del movimiento femenino inician este Ao Internacional de la Paz con
un sentimiento de inquietud por los destinos de la
humanidad y de esperanza en una suerte mejor, con
ansiedad por el futuro de sus hijos y de sus nietos
y con fe en la posibilidad de asegurar las condiciones de una vida digna para todos. La evolucin
de la situacin internacional persuade a las mujeres de los distintos pases de la necesidad de movilizar las fuerzas para luchar contra la amenaza nuclear, contra los planes norteamericanos de guerra
de las galaxias, por el cese de la carrera armamentista y el retorno a la senda de la distensin.
Preocupadas por la consolidacin de la paz conmemoran el 8 de Marzo, Da Internacional de la Mujer,
jornada de solidaridad y lucha por sus derechos,
que slo pueden ser garantizados si se aseguran los
derechos fundamentales de todos, y en primer trmino el derecho a la vida.
LA SITUACIN creada en el mundo en los ltimos aos no puede por menos de suscitar preocupacin. Mantinese la tensin en una serie de zonas
del planeta y sigue siendo real el peligro de una
hecatombe nuclear. Particular ansiedad provoca la
perspectiva de la instalacin de armas en el espacio csmico, que constituye a mi modo de ver una
empresa sin precedente en la historia por su insensatez y que conduce a la humanidad a una frontera
que simplemente no puede ser rebasada. La vida
jams ha planteado en trminos de tal agudeza ante
la comunidad mundial la necesidad de adoptar medidas resueltas y radicales para imponer un cambio
positivo en las relaciones internacionales.
A finales del ao pasado y comienzos del presente aparecieron signos alentadores en el desarrollo de la situacin. La cumbre sovitico-norteamericana de Ginebra y los acuerdos all conseguidos infundieron optimismo a los corazones. Consideramos
de particular trascendencia la declaracin conjunta
sobre la inadmisibilidad de la guerra nuclear y la
renuncia de ambas partes a la bsqueda de la superioridad militar. Han tenido enorme resonancia
las nuevas iniciativas de la Unin Sovitica en favor de la paz, que constituyen todo un programa de
saneamiento de la situacin internacional, entre ellas
la decisin de la URSS de establecer una moratoria
unilateral para cualquier tipo de explosiones nucleares y la invitacin a EE.UU. a hacer otro tanto '.
Extraordinaria es la importancia de las vastas y
concretas propuestas avanzadas en la Declaracin
del Secretario General del CC del PCUS, Mijal Gorbachov, de suprimir antes de que acabe este siglo
los arsenales nucleares y qumicos y poner fin a
la carrera armamentista en bien de toda la humanidad.
Pero los cambios positivos perfilados tropezaron
con la furiosa resistencia de las reaccionarias fuerzas imperialistas, que no desean la realizacin de
los acuerdos de Ginebra ni que el espritu de Ginebra se transforme en un proceso y hacen todo
lo posible para ahogar en un torrente de fabulaciones las magnas propuestas constructivas de la URSS.
Presionada por la derecha y por los crculos militaristas, la Administracin norteamericana se ha
negado lamentablemente a salir al encuentro de la
Unin Sovitica en la cuestin de la moratoria para
las explosiones nucleares, se obstina en no renunciar a su llamada Iniciativa de Defensa Estratgica, o programa de guerra de las galaxias, y sigue
desplegando misiles en Europa Occidental y adoptando otras medidas que espolean la carrera armamentista.
Al rechazar las iniciativas de largo alcance en
favor de la paz avanzadas por la U-RSS y otros
pases socialistas y las ideas constructivas de los
pases neutrales y no alineados (como las de los
lderes de Argentina, Grecia, Mxico, India, Tanzania y Suecia) y al hacer caso omiso de la voluntad
de los integrantes de los movimientos antiblicos,
los crculos gobernantes de EE.UU. lanzan un desafo a toda la humanidad. La comunidad de naciones
no tiene en este crtico momento ms opcin que
la supervivencia o la amenaza de exterminio. En
estas condiciones se comprende la exigencia de la
opinin internacional, incluido el movimiento femenino, de que se detenga el deslizamiento hacia
la guerra y se opte por la paz. Nosotros creemos
que en las presentes circunstancias adquiere prioridad la tarea de sofrenar a las fuerzas del militarismo y la guerra y garantizar a la presente generacin y a las generaciones futuras una seguridad
fiable y una paz duradera.
EL MOVIMIENTO femenino internacional se da
perfecta cuenta de su responsabilidad en lo que
respecta a los destinos de la civilizacin. No cabe
duda que el acrecido aporte de las mujeres constituye uno de los rasgos caractersticos de la lucha
actual de las fuerzas de paz. Las organizaciones
femeninas desempean en una serie de casos un
papel rector, hecho sin precedentes anlogos en el
pasado. La intrepidez y el tesn de sus acciones,
como ocurri en Greenham Common contra el despliegue de nuevos misiles norteamericanos, han dado
sin duda un impulso al movimiento antimisil en
Gran Bretaa y en toda Europa Occidental. Green1
ham Common, Sneca Falls y Fine Gap 2 son nombres que han ocupado un lugar de honor en los
anales de la lucha contra la amenaza de guerra
como sinnimos de audacia y valor femeninos.
En los ltimos aos, los problemas de la paz y
el desarme han pasado a ser prioritarios en las organizaciones femeninas no slo democrticas sino
tambin liberal-burguesas; surgen en diferentes pases centenares de nuevas asociaciones, de grupos y
movimientos autnomos que se plantean como objetivo principal la lucha contra el peligro de guerra
nuclear, contra la carrera armamentista en la Tierra
y en el espacio. Donde con ms mpetu se desarrolla
este proceso, si nos referimos al mundo capitalista,
es en el norte de Europa, Holanda, Gran Bretaa,
la RFA, Canad y EE.UU. El nuevo movimiento Mujeres por la Paz, que surgi en Dinamarca en 1980,
se convirti en los pases nrdicos europeos en una
fuerza activa y las participantes en l reunieron
por aquel entonces ms de medio milln de firmas
al pie de un llamamiento en favor de la paz y el
cese de la carrera armamentista, que fue entregado
solemnemente al Secretario General de la ONU. Posteriormente, fueron las organizadoras de tres marchas que recorrieron las carreteras de Europa Occidental, la Unin Sovitica y Estados Unidos. En
la actualidad, las mujeres estn desplegando bajo
mltiples formas una lucha por la desnuclearizacin
del Norte de Europa.
En EE.UU. han sido creadas diversas organizaciones antiblicas femeninas, tales como Madres por
la Paz, Accin Femenina por el Desarme Nuclear,
Eslabones de la Paz, Iniciativa Femenina pro
Paz y otras. Es un mrito de las mujeres el haber
avanzado iniciativas como la recogida de firmas
para el llamamiento en pro de la congelacin de
las armas nucleares con el lema Un milln de madres. Ellas fueron las que fundaron el primer campamento de paz en tierra americana, en torno a la
base militar de Sneca Falls, donde se almacenan
los Pershing-2 que habrn de ser instalados en
Europa Occidental.
Las mujeres de la RFA participan en multitudinarias manifestaciones que se desarrollan bajo la consigna Puestos de trabajo en lugar de misiles, renen firmas para los llamamientos contra el despliegue de los Pershing-2, organizan piquetes en torno
a las bases norteamericanas, protestan contra los
planes de guerra de las galaxias.
Las organizaciones femeninas de Asia, frica y
Amrica Latina dedican cada vez ms atencin a
los problemas de la paz y el desarme.
En la Unin Sovitica y los otros pases socialistas, las mujeres son no slo participantes activas
sino tambin promotoras en muchos casos de las
acciones antiblicas de estos ltimos aos.
Desde hace ya 40 aos, en la vanguardia de la
lucha antiblica de las mujeres y de la lucha por
el mejoramiento de su situacin se encuentra la
Federacin Democrtica Internacional de Mujeres.
2
Bases militares norteamericanas en Gran Bretaa,
EE.UU. y Australia, respectivamente, en torno a las cuales se instalaron campamentos de la paz que adquirieron celebridad mundial. N. de la Red.
la lucha de clases y del combate antiblico, comenz a perder posiciones. Cada vez van adquiriendo
ms influencia las organizaciones democrticas y se
va despertando la conciencia de las participantes
en el movimiento, que se estn incorporando ms
y ms a estas organizaciones o trabajan al unsono
con ellas. Ello permite aglutinar a las mujeres de
distintas convicciones y atraerlas progresivamente a
las acciones por la paz, contra el imperialismo y el
colonialismo, contra la explotacin.
Hay fuerzas que tratan de detener el movimiento
de masas en favor de la paz, incluido el femenino,
sometindolo a ataques tanto desde dentro como
desde fuera. Los luchadores por la paz son vctimas
de provocaciones y medidas represivas en una serie
de pases capitalistas. A medida que se van robusteciendo las fuerzas adictas a la paz, los mtodos
de sus enemigos se tornan ms sutiles y crueles.
En el movimiento femenino por la paz hay organizaciones que se proclaman independientes. Por lo
general se trata de un sinnimo de posicin antisovitica. Si deseamos que el movimiento sea realmente eficaz es preciso repeler a los que intentan
romper nuestra unidad. De ah se desprende la imposibilidad de conseguir la ms amplia unin de
fuerzas sin refutar las mentiras, falsificaciones y
desnaturalizaciones a que se recurre para desorientar y dividir nuestras filas.
LAS MUJERES, que constituyen la mayora de los
habitantes del planeta, representan nicamente, segn datos de la ONU, la tercera parte de la poblacin activa mundial. Hasta ahora, en muchos pases
les es ms difcil que a los hombres obtener instruccin o simplemente aprender a leer y escribir,
conseguir trabajo o gozar de los beneficios del progreso socio-econmico. Las mujeres y los nios son
las primeras vctimas indefensas de cualquier conflicto blico, de cualquier acto de agresin. Son
ellas y ellos los que ms sufren las consecuencias
de la poltica imperialista de rapia y expansin,
de colonialismo y neocolonialismo, de racismo y
apartheid, de ocupacin y anexin.
Tal es la razn de que la vasta actividad antiblica del movimiento femenino se relacione estrechamente con la participacin masiva de sus integrantes en el proceso de liberacin nacional, con
la lucha en defensa de sus derechos econmicos,
polticos y sociales, con el desvelo por el bienestar
de los nios y la proteccin de la maternidad. La
solidaridad con quienes se oponen al imperialismo,
al neocolonialismo y a todas las formas de discriminacin racial ha sido y sigue siendo una de las
principales tareas de nuestro movimiento, que presta
una ayuda mltiple a las mujeres del mundo en
desarrollo. Esto se refiere sobre todo al Oriente
Prximo, frica Austral, Amrica Central.
En los pases capitalistas, incluso en aquellos donde la legislacin proclama la igualdad de derechos,
sta no se halla garantizada. Segn datos de la OIT,
las tres quintas partes de los desocupados de estas
naciones son mujeres. La discriminacin de las mujeres en la remuneracin del trabajo proporciona
cada ao a los monopolios capitalistas beneficios
que se cifran en decenas de miles de millones de
dlares. Las mujeres tienen aqu poca representacin en los rganos de poder, en el aparato del
Estado y en la direccin de la economa. En estas
condiciones, las trabajadoras se oponen cada vez
ms resueltamente a la explotacin, a la injusticia
social y al menoscabo de sus derechos, participando
en huelgas y manifestaciones y desarrollando una
activa labor en los sindicatos.
Un ejemplo de solucin del problema femenino
nos lo ofrece la experiencia del socialismo real,
donde las mujeres tienen asegurada una participacin amplia y en pie de igualdad en todas las esferas de la vida social. El respeto y la solicitud
de que se ven rodeadas derivan de la naturaleza
misma del nuevo rgimen y son consustanciales de
la poltica estatal. Un amplio conjunto de medidas
destinadas a seguir mejorando las condiciones de
trabajo y de vida de las mujeres aparece recogido
en la nueva redaccin del Programa del PCUS y en
las Orientaciones Fundamentales del Desarrollo Econmico y Social de la URSS para los aos 1986-1990,
y hasta el ao 2000.
LA ACRECIDA ATENCIN prestada por la comunidad mundial a los problemas de la mujer se ha
visto expresada en el hecho de que la dcada que
acaba de finalizar hubiese sido proclamada por la
XXX sesin de la Asamblea General de la ONU Decenio de la Mujer, bajo el lema de Igualdad, desarrollo y paz. En 1975, Ao Internacional de la Mujer, se celebr en Mxico una Conferencia Mundial
de la ONU, en la que se aprob una Declaracin
y un Plan Mundial de Accin. En estos documentos
progresistas, de carcter antiimperialista, qued expresada la estrecha vinculacin entre los tres componentes del lema del Decenio, cuya proclamacin
atestigua, de una parte, el reconocimiento del papel
y la responsabilidad de las mujeres en la sociedad
y, de otra parte, la necesidad de que los parlamentos, los gobiernos y el cuerpo social dediquen ms
atencin al mejoramiento de su situacin.
En 1980, la ONU celebr en Copenhague una Conferencia Mundial de la Mujer al objeto de comprobar
cmo se haba cumplido el Plan Mundial de Accin
durante la primera mitad del Decenio, poner de manifiesto los obstculos que se oponan a su realizacin y hallar los medios de superarlos. En ella se
aprob un programa de medidas de orden nacional
e internacional hasta 1985. Los acuerdos de la Conferencia de Copenhague constituyeron un nuevo estmulo para intensificar la lucha por el logro de
los objetivos sealados para el Decenio.
Posteriormente se celebraron conferencias regionales, organizadas por la ONU, en 1984 y 1985, en
Tokio (para los pases de Asia y Oceana), en Bagdad
[para los pases de Asia Occidental), en Arusha,
Tanzania (para los pases africanos), en La Habana
[para los pases latinoamericanos) y en Viena (para
los pases europeos). Finalmente, en julio del ao
pasado, tuvo lugar en Nairobi, capital de Kenia, una
Conferencia Mundial que examin y valor los logros del Decenio de la Mujer.
Los preparativos para la Conferencia y la Conferencia misma, que constituy el ms importante
evento en toda la historia del movimiento femenino
IfJ
49
50
51
REPORTAJE POLTICO
HITOS DE LA RENOVACIN
RAFIK SAMHOUN,
miembro del Bur Poltico
del Partido Comunista Libanes
WILLIAM STEWART,
miembro del Comit Ejecutivo Central
del Partido Comunista del Canad
BRONISLAV JOLOPOV,
colaborador de Revista
Internacional
52
79% de los electores, o sea, ms que en las elecciones anteriores. Fueron elegidos a la Dieta 460 diputados: el 53% son miembros del POUP; el 23%,
del Partido Campesino Unificado; cerca del 8%, del
Partido Democrtico, y el 16%, personas sin filiacin poltica. El POUP estima que, en conjunto, la
base social de la Dieta y del Gobierno se ha ampliado sustancialmente. El programa electoral fue
apoyado por 20,5 millones, de un total de ms de
26 millones de ciudadanos adultos.
Cmo explica Ud. el hecho de que el 21% de los
electores se hayan abstenido? preguntamos al camarada Maika.
El partido no pretende exagerar sus xitos nos
contest subrayando que el POUP asienta su trabajo
poltico sobre la base de una evaluacin realista de la
situacin utilizando con este fin los mtodos sociolgicos de sondeo de la opinin pblica. Las amplias encuestas realizadas permitan predecir los resultados de
las elecciones. Por ejemplo, en 1984 manifest su confianza en el partido el 40% de los interrogados, y un
ao ms tarde, eran ya ms del 50%. En el mismo
lapso, el nmero de ciudadanos que confan en el Gobierno aument del 56% al 70%, y el de los que tienen
confianza en el ejrcito, pas del 78% al 83%. Entre
los que se abstuvieron, el 8% son adversarios nuestras,
y el 13%, ciudadanos polticamente pasivas. Con ellos
hay que trabajar para convencerles de que slo el socialismo abre ante nuestro puebla las perspectivas de un
futuro mejor. La mayora de los polacos est de acuerdo
con este planteamiento.
La propia campaa electoral demostr palmariamente el carcter autntico y la pujanza de la democracia socialista. Este hecho lo recalcaron nuestros interlocutores tanto en el Comit del POUP de
Varsovia como en las fbricas que visitamos. He
aqu un breve resumen de sus argumentos.
Para las elecciones a la Dieta, tenan derecho a
promover candidatos a diputados ms de 400 organizaciones sociales integradas en el Movimiento
Patritico de Renacimiento Nacional (MPRN), que
incluye a todos los partidos de peso e incluso entidades tales como la Unin de Cazadores y otras.
La mitad de esas organizaciones mencionadas hicieron uso de este derecho y, como resultado, en
la primera etapa de la campaa fueron presentados
ms de 2.500 candidatos para 460 escaos. Los candidatos celebraron encuentros con los electores, en
el marco de los cuales explicaron cmo entendan
la misin del diputado y qu planes tenan. Los propios electores decidan a quin se poda dejar en
la lista. En estas reuniones participaron ms de 5
millones de ciudadanos, que presentaron 40.000 propuestas. La mayora de stas apuntaba a dos objetivos principales: primero, superar las dificultades
econmicas y luchar contra los fenmenos sociales
negativos; segundo, mantener la pureza y honestidad en las relaciones de produccin, respetar los
principios de la moral en el trabajo y la justicia
social.
En las listas definitivas quedaron 820 candidatos.
El MPRN propuso, adems, una lista oficial de 50
personas, que inclua, junto a destacadas personalidades polticas y sociales, a representantes de la
cultura, la ciencia, obreros y campesinos. Por votacin secreta, los electores decidieron quines eran
los ms dignos de ser elegidos. Para aumentar el
porcentaje de trabajadores en la Dieta, el CC del
POUP recomend como candidatos a diputados slo
la mitad de los miembros de la mxima direccin
del partido y slo dos ministros.
DURANTE LA CAMPAA ELECTORAL, nos explicaron nuestros interlocutores, surgieron mltiples
La campaa electoral puso de relieve otra dificultad de la situacin poltica en la sociedad polaca, demostrando que la lnea del partido y del
Gobierno no goza an de apoyo suficiente en ciertos sectores intelectuales y estudiantiles. Qu trabajo se realiza a nivel de esos grupos sociales?
Despus de las lecciones recibidas, los comunistas
polacos comprendemos bien que no se puede dejar que
los procesos ideolgicos se desarrollen espontneamente nos dijo J. Mazurek, secretario ideolgico del Comit del POUP de Varsovia-. Los comunistas de nuestro voivodato ' trabajaron activamente durante la campaa electoral. 20.000 militantes de nuestra organizacin, con ayuda de 300.000 activistas, desplegaron una
gran labor de clarificacin y de propaganda. De todos
modos, el porcentaje de la poblacin que particip en
las elecciones en aquellos barrios de la capital donde
estn ubicadas las fbricas y plantas, fue considerablemente ms alto que en el centra intelectual de la
ciudad. Esto quiere decir que debemos desarrollar una
labor ms diferenciada en nuestras relaciones con los
4
El Voivodato de Varsovia incluye la capital y sus
afueras, la Gran Varsovia. Su poblacin es de 2,4 millones de personas, de las cuales 1,5 millones residen
en la Varsovia capital. N. de la Red.
53
das por los hitlerianos. En los aos 70 fueron modernizadas sustancialmente, sobre todo la de instalaciones telefnicas, que sigue siendo una de las
empresas ms acreditadas y potentes de este ramo
en el marco del CAME. Ambas fbricas son las plantas piloto de sendos combinados VIS y Telkom,
que agrupan en total a ms de diez empresas, oficinas de diseo y centros cientficos. En cada combinado estn ocupados ms de 10 mil trabajadores,
entre ellos 3.200 y 4.200, respectivamente, corresponden a las dos fbricas mencionadas.
La Fbrica K. Swierczewski ha conservado tambin el antiguo nombre de marca VIS, abreviacin
contractada de los apellidos Vilniewicz y Skryniewski, inventores de una pistola que se fabric
en esta misma planta por all en los aos 30.
Ahora, los trabajadores de la VIS, que produce para
usos civiles instrumentos y aparatos electrnicos de
precisin, descifran las siglas de su empresa como
las letras iniciales de tres palabras polacas que
significan vitalidad, iniciativa y vigor.
Nunca hablamos odo hablar de la pistola VIS, en
cambio tenamos cierta idea de la Walter y, aunque no se tratara de un arma de fabricacin polaca, esto nos hizo recordar por asociacin que fue
con el nombre de General Walter que Karol Swierczewski pele en Espaa contra los fascistas al
frente de una brigada internacional. El General
Walter haba iniciado su trayectoria laboral y revolucionaria como ajustador en la VIS, donde ya actuaba por aquel entonces el movimiento socialista
polaco organizado, que celebr recientemente su
centenario. A los que afirman que el socialismo es
incompatible con los sentimientos nacionales de los
polacos, no les vendra mal recordar esta fecha.
El POUP cultiva sus tradiciones y ve en ellas un
importante instrumento de educacin ideolgica y
poltica.
Pero volvamos al tema de la vitalidad, la iniciativa y el vigor econmicos, o sea, a la esfera de
las relaciones de produccin y las relaciones sociales. La vitalidad se manifiesta en ambas empresas
en sus altos ndices de rentabilidad. El camarada
S. Krawzcuk, director tcnico de la Fbrica K. Swierczewski, nos dijo que la rentabilidad es del orden
del 35 al 40%. El 25% de la produccin se exporta
a 50 pases, y la empresa recibe cierto porcentaje
de los correspondientes beneficios. Otro tanto ocurre
en la fbrica de instalaciones telefnicas. El volumen de produccin crece a razn de un 25% ai
ao, y sus artculos se exportan principalmente a
la URSS. Tan slo en 1984, los conmutadores polacos permitieron conectar a la red telefnica otros
500.000 usuarios de la URSS.
En Polonia suelen decir que la vida econmica
de las empresas es determinada por las tres A:
autonoma, autogestin y autofinanciamiento. Veamos ms detenidamente el ltimo elemento del trinomio. Pese a la autonoma, un 72-75% de los ingresos netos, incluida la ganancia, se destina al
Estado [esta proporcin oscila segn las ramas y
empresas: cuanta ms produccin se exporta, tanto
mayor es la ganancia con que se queda la planta).
El 25-28% restante se distribuye entre diversos
fondos: de desarrollo (modernizacin y reconstruccin de la produccin); de remuneracin y estmulo
material (salarios y primas); de asistencia social
(vivienda, policlnica, jardines de infancia, recreo,
etc.). La fbrica puede determinar las proporciones
de los diversos fondos tal como lo considere necesario. La colectividad laboral, en su conjunto, comprende que no conviene destinar toda la ganancia
a las medidas de estimulacin material, ya que en
LAS TRES A DE LA REFORMA se hallan estrechamente relacionadas entre s. Ya nos hemos re-
55
56
Por lo que se ve, a la administracin y los sindicatos les queda todava mucho que hacer en la
esfera social. Adems, no quedarn tambin problemas que resolver en lo organizativo? No nos
pareci que estuvieran muy claras las relaciones
que se han ido estableciendo entre las organizaciones sindicales de diferentes niveles. La camarada
A. Bienkowska, del comit sindical de la fbrica de
instalaciones telefnicas, seal que en esta industria actan cuatro federaciones independientes integradas en la Confederacin de 'los Sindicatos de
Polonia, que ya se ha incorporado a la Federacin
Sindical Mundial. El proceso de integracin contina, pero las organizaciones sindicales fabriles consideran que las decisiones de los organismos sindicales de nivel superior no son obligatorias para
ellas. Cmo se explica que el principio del centralismo democrtico que surte siempre buen
efecto cuando se conjugan acertadamente el principio democrtico y el de centralizacin no haya
encontrado plena materializacin en la vida sindical
polaca?
Porque tememos que su aplicacin incorrecta pueda
traducirse en un retorno a formas de organizacin caducas nos dijeron. Pero los brotes de lo nuevo continan cobrando fuerza. Estamos en procesa de desarrollo, y sera un error intentar espolearlo con decisiones volnntaristas y prematuras.
como hace dos o tres aos, sino que tenemos una Dase
partidaria ms amplia. Pero an hay muchas cosas que
desarrollar y perfeccionar. La reforma econmica ha
quedado circunscrita a nivel de las empresas. Hay quienes entienden la autogestin como la posibilidad de
obrar a su antoja. Pero la empresa es parte del sistema
estatal, y ello implica la necesidad de conjugar los intereses fabriles con los de todo el pueblo. Decimos s
a la iniciativa, s al espritu emprendedor, pero tambin
hay que ser conscientes de las tareas comunes.
En el comit del partido de Varsovia nos expusieron un programa bien meditado de trabajo de
los comunistas en el mbito de la reforma econmica, el cual incluye mltiples medidas, dignas de
inters. Por ejemplo, se efectu un concurso para
destacar a la organizacin del partido que mejor
contribuyera a la aplicacin de la poltica econmica (el galardn fue adjudicado a la organizacin
de la Fbrica Comuna de Pars). El comit urbano
del partido plantea regularmente a los comunistas
la tarea de hallar una solucin a tal o cual problema econmico, y recibe propuestas interesantes
al respecto. Se han organizado estudios econmicos
para los cuadros del partido. En pocas palabras, el
comit se ha convertido en un estado mayor del
trabajo orientado a robustecer el papel dirigente
del POUP en la produccin.
Se ha elaborado un programa similar en la esfera de la educacin ideolgica. La camarada M. Bartold y el camarada J. Adamski, secretarios del comit del partido del barrio Praga-Sur, nos hablaron de un club de los comunistas diputados del
consejo distrital, de lo que se piensa hacer para
mejorar el contacto con los maestros de escuela,
con los jvenes. Por ejemplo, el comit distrital del
partido organiza das de puertas abiertas para los
alumnos de los grados superiores. A tales encuentros acuden clases enteras. Uno puede entrar en
cualquier despacho y preguntar lo que se le antoje,
incluso al secretario del comit. Y recibe respuestas
aun a las preguntas ms inesperadas.
Nuestros encuentros en Varsovia culminaron con
una conversacin que tuvimos en el comit del partido de ese barrio obrero. All nos dimos cuenta
de que an quedaban muchos problemas que nos
hubiera interesado abordar. La camarada M. Bartold, por ejemplo, nos cont cmo se fortalecen los
nexos internacionales de los comunistas capitalinos
con sus amigos de otros pases socialistas, y se
refiri a muchas cosas que quedan por hacer para
cohesionar a las diversas capas de la poblacin en
torno a los problemas polticos ms importantes.
En primer lugar, esto se refiere a la lucha en defensa de la paz. Para el POUP, sta es una causa
prioritaria; los sectores catlicos, en cambio, todava se mantienen al margen. En esta esfera hay
mucho que hacer.
EL DESARROLLO DE LA VIDA EN POLONIA todava presenta dificultades en muchos aspectos, pero
tambin infunde esperanzas. En el camino de la
renovacin socialista hay que escalar nuevas cotas.
El prximo hito ser el X Congreso del POUP, que
ha de adoptar el nuevo Programa del partido. El
camarada Wojciech Jaruzelski, Primer Secretario
del CC del POUP, defini asi su esencia: El objetivo de nuestro programa consiste en hacer de nuestro partido un partido de modelo leninista, ideolgicamente monoltico y combativo, con espritu de
crtica, activo y sensible, que discuta audazmente
sus decisiones 5 y las implemente unnimemente una
vez adoptadas .
Deseamos xitos a los comunistas polacos!
5
57
EN LAS TENAZAS
DE LOS MONOPOLIOS
NUEVOS FACTORES
DE LA DEPENDENCIA
ECONMICA
JANNIS DRAGASAKIS,
miembro suplente del CC del Partido Comunista
de Grecia (PCGj
Cuadro 1
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EL ESTADO GRIEGO, fundado en los aos 20 del
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siglo pasado, ha sido dependiente respecto del capital extranjero a lo largo de toda su historia. Las 1954-1959
308,5
51
2.510
12,3
formas y mecanismos de esa dependencia experi- 1960-1969
1.748,5
175
12.440
14,1
mentaron muchos cambios profundos, pero su esen- 1970-1979
9.813,3
981
41.140
23,9
8.318,0
2.080
32.800
25,4
cia ha permanecido invariable. Hoy cambios simi- 1980-1983
lares se operan bajo el impacto de factores internos Fuente: Datos del Banco Griego y del Departamento Nay externos derivados de la polifactica crisis estruccional de Estadsticas.
tural por la que se caracteriza el capitalismo de
nuestra poca '.
El cuadro muestra el crecimiento de las inversioEn este contexto de crisis, el capital contina su nes extranjeras en Grecia, cuyo aflujo medio anual
expansin internacional e incluso la ha intensifica- aument de 51 millones de dlares en 1954-1959 a
do en ciertos aspectos. Empero, la divisin capita- 2.080 millones de dlares en 1980-19833, o sea en
lista del trabajo que se configur en los ltimos ms de 40 veces!
decenios y el sistema de explotacin imperialista
Adems, si consideramos el total de las inversioque descansa sobre aqulla sufren un notable pro- nes de capital fijo como un indicador del ritmo de
ceso de transformacin, experimentan bruscas mu- acumulacin interna, veremos que la proporcin del
taciones bajo el influjo de la lucha de clases. Estos capital extranjero constituy el 12% en el primer
cambios son tambin muy perceptibles en Grecia. perodo y despus creci constantemente hasta alLAS TRANSNACIONALES extranjeras desarrollaron canzar el 25%. En otras palabras, la capacidad de
su invasin en masa de Grecia entre 1855 y 1975, acumulacin interna de la economa tiende a dea travs de las inversiones directas preferentemente caer haciendo cada vez ms necesario el recurso
en sectores donde se registra la ms alta producti- al capital extranjero, tendencia que se acentu brusvidad del trabajo, especialmente en la industria. camente despus de 1973-1974, cuando sobrevino la
Como resultado, el capital extranjero lleg a con- crisis econmica.
Dado el descenso de las inversiones extranjeras
trolar las industrias ms eficientes y sus principales
empresas, como se desprende del anlisis de los directas, a dnde van a parar los capitales que
activos de las 10 mayores empresas de cada indus- entran en el pas? El cuadro 2 nos da la respuesta.
Estas cifras demuestran un brusco cambio en el
tria. El capital extranjero controlaba el 15% de los
activos en la industria minera; el 21%, en la pro- aflujo de capitales: disminucin de las inversiones
duccin de materias plsticas; el 30%, en la indus- directas (y la compra de bienes inmuebles) y autria qumica; el 59%, en el transporte, y ms del mento de los capitales con destino a los bancos,
que sirven principalmente para financiar prstamos.
90%, en metalurgia y algunas otras industrias 2 .
Es sintomtico que en los aos 70 los bancos
En el periodo mencionado, esas empresas continuaron expandiendo su actividad, pero desde me- transnacionales comenzaran a penetrar paulatinadiados de la dcada del 70 se observa una reduc- mente en el sistema crediticio griego y crear sus
cin absoluta de las inversiones extranjeras directas propias subsidiarias y oficinas. En 1967, en Grecia
en la industria griega y algunas corporaciones trans3
Parte de esta suma la constituyen capitales locales
que fueron primero exportados del pas y posteriormen1
En rasgos generales, la evolucin histrica de los
te reimportados en concepto de capital extranjero.
mtodos de penetracin del capital extranjero en Grecia
Otra parte proviene de las remesas de griegos residentes
ha seguido pautas similares a las de los procesos en
en el exterior para la compra de bienes inmuebles. En
Amrica
Latina.
ambos casos, las entradas de capital son contabilizadas
2
Estas estimaciones fueron hechas por P. Rumeliotis,
en la cuenta de capitales extranjeros. Todo vaco
quien es actualmente vice-ministro de la Economa Nacreado por una disminucin de dichos ingresos ha de
cional de Grecia. Problemas de la economa griega, Ate- ser llenado por medio de prstamos extranjeros para
nas, 1984, p. 145 (en griego).
mantener en el mismo nivel la actividad econmica.
58
Cuadro 2
COMPOSICIN DE LOS CAPITALES
QUE ENTRARON EN GRECIA ( % % )
Aos
Inversiones directas
1960
1980
1984
69
39
25
Inversiones a travs
de los bancos
31
61
75
Aos
3 -O c/3
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1950-1959
1960-1969
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millones de dlares
24
12
14,6
85
170
101,2
638
889
716
1.887
1.851
2.106
evadidas por vas ilegales (principalmente, operaciones fraudulentas con permisos de exportacin
importacin) 5 . Pero, aun as, permiten hacerse una
idea de las dimensiones de la explotacin a que es
sometido el pueblo griego por el capital extranjero
y de una situacin que obliga a contraer nuevas
deudas, con todas las consecuencias que ello supone.
La deuda externa del pas subi de 3.500 millones
de dlares en 1973 a 15.500 millones en 1984, situndose alrededor del 42% del producto nacional
bruto, y contina creciendo rpidamente 6 . Sin embargo, lo ms grave es que el 75% de los nuevos
emprstitos sirven para amortizar los prstamos recibidos anteriormente, mientras que una parte considerable del resto es utilizada para cubrir los dficits en la esfera del consumo. El Fondo Monetario Internacional ha calculado que de 1986 a 1990
Grecia tendr que pedir prstamos por una suma
de 16.000 millones de dlares tan slo para pagar
los intereses de emprstitos obtenidos con anterioridad 7.
De esta manera, la deuda externa crece muy rpidamente, y el superendeudamiento del pas y las
vas para reducirlo constituyen un problema que
comienza a promoverse al primer plano de la vida
poltica.
La influencia extranjera en la economa dependiente se ejerce tambin por medio de otros mecanismos. Como sealan organizaciones capitalistas internacionales, la transferencia de tecnologas y secretos de la produccin [know-how] y el desarrollo de los servicios de management y el marketing
determinan la tendencia ms reciente en la actividad de las transnaclonales 8 . En Grecia, los contratos tecnolgicos adquirieron mayor difusin a partir de 1970: ese ao fueron concertados por 188 empresas y en 1981, por 650. Adems, crece el nmero
de grandes empresas privadas y pblicas que solicitan la cooperacin de compaas transnacionales
delegando en ellas determinadas funciones.
Un anlisis ms detallado muestra que esas formas de actividad no son, en la prctica, independientes, sino que se hallan estrechamente ligadas
a la actividad del capital financiero, y que, por
regla general, son estimuladas, financiadas y realizadas con participacin directa de los bancos transnacionales. No es casual que las empresas locales
que suscriben contratos de transferencia de tecnologas, know-how, etc., son las que tienen los nexos
ms estrechos con bancos extranjeros y en las formas ms diversas. Esto se refiere, por ejemplo, a la
industria de guerra de Grecia, que se desarrolla
rpidamente. Las ramas ms importantes tales como
la aeronutica, las empresas de la compaa Stayer
Ellas y las fbricas de armas subsisten en mayor
o menor grado gracias a los prstamos otorgados
5
El Consejo de Control de los Precios (departamento
pblico) ha estimado que por esta va se evade anualmente
de Grecia alrededor de 1.000 millones de dlares.
6
La suma exacta de la deuda externa no est clara
y los datos publicados al respecto son discutibles. Las
cifras citadas en el presente artculo han sido tomadas
de un informe del Instituto de Finanzas Internacionales
de7 agosto de 1984.
Ta nea, 9 de octubre de 1985 (en griego).
8
Vase Charles Omn. New Forms of International
Investment in Developing Countries. OECD, 1984, p. 14-21.
59
60
61
TEOLOGA
DE LA LIBERACIN:
UNA NUEVA HEREJA?
ALVARO OVIEDO,
miembro del CC del PC Colombiano
STEPAN MAMONTOV,
profesor, colaborador de la revista
EN AMERICA LATINA vive cerca del 42% de la
feligresa catlica mundial. Si tenemos en cuenta,
adems del peculiar dinamismo social, las nuevas
prcticas eclesiales y propuestas teolgicas que
arraigan en este continente, quedar claro por qu
62
dos de dos Papas con inusitados rasgos de librepensadores Juan XXIII (1958-1963) y Pablo VI
(1963-1978) y el Concilio Vaticano II (1962-1965),
que transcurri bajo el signo del aggiornamento,
o sea, de un proceso de adaptacin del senescente
organismo eclesial a las nuevas realidades de la
segunda mitad de nuestro siglo relacionadas con
los xitos del socialismo y la amenaza de guerra
nuclear 2.
Desde comienzos de los aos 60, la crisis general
del capitalismo, entrelazndose con fenmenos funestos derivados del carcter dependiente del capital local, adquiere particular agudeza en Amrica
Latina y afecta a todas las esferas de la vida social. En la economa, la crisis se manifiesta en una
quiebra del modelo latinoamericano de desarrollo
industrial torpedeado por la rpida penetracin
de las transnacionales y de las concepciones monetaristas neoliberales, todo lo cual se traduce en
un brusco deterioro de la situacin de los trabajadores. En la esfera poltica, aparece como sntoma
de la crisis la incapacidad de las clases pudientes
de mantener en pie en los pases de la regin o,
al menos, en la mayora de ellos frmulas de gobierno basadas en mtodos fundamentalmente parlamentario-reformistas. En ese perodo, y como respuesta al auge del movimiento revolucionario, se
instalan por largos aos en diversas repblicas del
Cono Sur Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay dictaduras militares inspiradas en la doctrina de la seguridad nacional. En el campo del
pensamiento social, al impacto de los fenmenos de
creciente pauperizacin de las masas y las impresionantes victorias de la Revolucin Cubana, comienzan a perder terreno las corrientes ideolgicas de
cuo burgus, incluidas las de signo nacionalreformista, al tiempo que se propagan en todos los sectores de poblacin las ideas de izquierda, revolucionarias, inspiradas en grado considerable por la
doctrina marxista-leninista.
En ese contexto, la Iglesia Catlica, uno de los
principales baluartes del rgimen de explotacin,
que durante siglos estuvo ntimamente ligada a la
lite gobernante de los pases latinoamericanos, es
objeto ella misma de profundas mutaciones.
Por supuesto, la causa inicial de los cambios que
2
Juan XXIII, por ejemplo, abandon la poltica de
guerra Irla y apoy la Idea de la coexistencia pacifica
entre Estados con distinto rgimen social; reconoci la
necesidad y utilidad de los contactos y el dilogo entre
catlicos y comunistas; renunci a la prctica de excomunin de disidentes y reconoci el derecho a la
existencia de agrupaciones, corrientes y opiniones diversas en el seno de la Iglesia Catlica. Pablo VI contribuy a mejorar las relaciones entre el Vaticano y los
pases socialistas y se pronunci reiteradas veces en
favor de la paz. (Con motivo de la firma del Tratado
de Prohibicin de las Pruebas Nucleares envi telegramas a los jefes de las potencias nucleares. En lo que
respecta a la URSS era el primer mensaje amistoso de
un pontfice romano a un dirigente de este pas desde
el nacimiento del Estado Sovitico.) El Concilio Vaticano II, celebrado bajo los pontificados de Juan XXIII
y Pablo VI, reconoci de facto el principio de la libertad de conciencia y se pronunci por primera vez en
favor del dilogo entre creyentes y ateos. Vase I. Grigulvich. El Papado. Siglo XX. Progreso, Mosc 1983
pp. 225, 238, 339, 346-347. N. de los autores.
empiezan a producirse en su seno no hay que buscarla slo en una evolucin de las actitudes del
propio clero, sino en la estrategia del sector ms
liberal y dinmico de la burguesa industrial, que
se propone superar el atraso mediante una modernizacin paulatina de la estructura productiva manteniendo las relaciones capitalistas de produccin 3 .
El Concilio Vaticano II seala, como ya apuntamos antes, un notable intento de adecuacin al espritu de la poca. El discurso eclesial denunci
los abusos de las clases pudientes y la marginalizacin del pueblo. En este nivel no presentaba, desde luego, una perspectiva alternativa sino reformista. Lo que peda era mayor participacin de los
creyentes en lo que se ha presentado como el sistema liberal moderno del capitalismo avanzado y
tecnolgico.
Hacia el nacimiento de una nueva teologa
A partir de los aos 60 comenz en casi todos
los pases latinoamericanos una rpida concientizacin acerca de los reales mecanismos productores
de subdesarrollo. Se descubre que no es simplemente un problema tcnico ni solamente poltico, sino
que es consecuencia derivada del capitalismo como
tal, en el marco de un sistema nucleado por pases
industriales altamente desarrollados, en su mayora
miembros de la OTAN. Para mantener los niveles
de aceleracin y acumulacin a que han llegado
escribe el conocido telogo brasileo Leonardo
Boff necesitan establecer relaciones profundamente desiguales con los pases tecnolgicamente ms
atrasados pero ricos en materias primas; stos son
mantenidos en el subdesarrollo, el cual aparece
entonces como la otra cara del desarrollo4.
El proceso de subyugacin econmica de Amrica
Latina provoca un ascenso de la lucha de masas y
una radicalizacin en vastos sectores de la intelectualidad y del movimiento estudiantil que buscan
su articulacin con el movimiento popular vinculndose a sus luchas y reclamos que se expresan en
diferentes formas, a veces armadas, de acuerdo con
las peculiaridades nacionales. Por aquel entonces se
incorporan por primera vez a estas luchas muchos
jvenes cristianos y en algunos pases organizaciones enteras de carcter religioso.
En esos aos cruciales aparece como la figura
ms destacada de la llamada Iglesia rebelde el
socilogo y profesor universitario, capelln de la
Universidad Nacional de Colombia, Camilo Torres
Restrepo, quien partiendo de sus convicciones religiosas lleg a una concepcin revolucionaria del
mundo. El ejemplo de Camilo Torres movi a muchas
personas a reflexionar y hall eco entre miles de
sacerdotes de Amrica Latina, los cuales dieron nacimiento a numerosas organizaciones y movimientos
3
Esta teora reformista burguesa, que tuvo diversas
modalidades nacionales especficas, surgi despus de
la II Guerra Mundial y alcanz su mximo grado de
propagacin en los aos 50 y 60 con el nombre de
desarrollismo. La burguesa desarrollista utiliz demaggicamente los lemas de justicia, igualdad de
oportunidades y libre desarrollo de todos y de cada
cual.
4
L. Boff. Iglesia: Carisma y Poder. Bogot, 1982, p. 22.
63
65
66
Ibdem.
"
CAS, abril de 1978.
18
Solidaridad.. ., p. 2.
19
Organizacin poltico-confesional (fundada en 1928)
con sede en Roma. Sus miembros son reclutados entre
los Integrantes de los poderes tcticos, dispuestos a
emprender
una nueva cruzada anticomunista.
20
Los cristianos despus de Puebla. ALAI, 1981, N 15,
p. 171.
67
Vase Hugo Campos. Paz y progreso en el Paraguay. Sofa Press, pg. 37.
2
Vase Preso en el panten de los vivos, en Revista
Internacional, Wa 4 de 1984.
3
Se trata de Arturo Bernal, dirigente de las ligas
campesinas, asesinado por los verdugos de Stroessner.
N. de la Red.
68
SALVAR LA VIDA
DE LOS PATRIOTAS
69
IDEOLGICA
EN
EL FRENTE
Los comunistas, adversarios consecuentes del dogmatismo y del revisionismo, siempre han dedicado gran
atencin a la metodologa de la cognicin basada en el legado terico de Marx, Engels y Lenin. Sin embargo, estos ltimos tiempos, tambin suelen referirse a la necesidad de desarrollar el marxismo algunos idelogos burgueses. Los intrincados problemas que ello plantea en el contexto de la confrontacin
ideolgica fueron el tema de un intercambio de opiniones entre cientficos marxistas, celebrado por iniciativa de la Comisin para problemas tericos generales de R e v i s t a I n t e r n a c i o n a l y en el que
tomaron parte el profesor ARTUR KISS, Doctor en Filosofa (Hungra); el acadmico ALFRED KOSING,
de la AC de la RDA, y el profesor MARIAN OZECHOVSKI, Doctor en Historia, miembro suplente del
Bur Poltico del CC del POUP.
Cmo cabe valorar el propio hecho de que algunos idelogos burgueses se interesen hoy por los
problemas del desarrollo de la teora marxista?
M. OZECHOVSKI. La creciente autoridad del marxismo-leninismo -como concepcin cientfica del mundo y teora que se materializa con xito en el terreno de la realidad, no puede menos de influir en
toda la situacin ideolgica. Los idelogos burgueses formulan cada vez con mayor frecuencia votos
(e incluso exigencias) de que se desarrolle la teora marxiste-leninista, al tiempo que siguen atacndola directamente. El coro de fondo lo constituyen
afirmaciones acerca de la existencia de ciertas
formas dogmticas del marxismo, tales como el
marxismo de Engels y marxismo oriental (en
alusin al fundamento ideolgico del socialismo realmente existente construido en la URSS y otros pases). A la mundivisin cientfica del movimiento
comunista internacional le contraponen, en este
sentido, un marxismo occidental que, segn ellos,
tiene sus orgenes en Marx pero sigue una tradicin
creadora y rmmanista, establecida por los lderes reformistas de la II Internacional.
El marxlogo burgus norteamericano Robert
Heilbroner no est muy lejos de la verdad cuando escribe: Hoy hay marxistas que defienden la
obra de Marx tal como es, y marxistas que quisieran cambiarlo casi todo en ella; .. .marxistas que
quieren ahondar en la religin y el psicoanlisis,
y marxistas que creen que stos son meros subterfugios burgueses; marxistas que se proclaman en
voz alta ortodoxos, y otros que creen que el mar-
70
quark, las partculas superluminosas, sobre el surgimiento de nuestro Universo de la singularidad cosmolgica [de un cogulo de la materia superdensa), etc.
71
72
S. Hook. Revolutton, Reform and Social Justce. Studies n the Theory and Practica o) Marxism. New York,
1975, p. 1.
<> Ibid., p. 4.
9
Ibldem.
73
74
redaccin/,
activismo y la responsabilidad del individuo, el papel del factor humano en la produccin social, etc.
En el comunismo, el libre desarrollo de cada cual
se convertir en condicin del libre desarrollo de
todos, como predijeron Marx y Engels.
Aparte de este nuevo contexto social, el problema
del individuo se promueve al primer plano tambin
por la incidencia de factores relacionados con la
revolucin cientfico-tcnica (automatizacin, robotizacin de la produccin). Ciencias que se desarrollan intensamente estos ltimos tiempos como la
psicologa social, la gentica, la neuropsicologa, la
psicofisiologa, etc. han aportado un nuevo material
concreto para la solucin de dicho problema. Estos
datos deben ser estudiados desde el punto de vista
filosfico e histrico-materialista, lo cual, lgicamente, completara sustancialmente la concepcin
marxista-leninista del hombre. Pero esto no debe
hacerse mediante una combinacin mecnica sino
a travs de una sntesis del conocimiento cientfico especfico y el conocimiento filosfico.
Aunque acepten algunos postulados del marxismo,
los tericos burgueses y seudomarxistas no aceptan
en su totalidad la metodologa del mismo, que es
su alma viva. As se explica el que intenten incorporarle elementos totalmente incompatibles. El
estructuralismo, el freudismo y la antropologa filosfica plantean una serie de problemas verdaderamente derivados de la prctica y en este sentido
contienen un ncleo racional, pero predican tambin puntos de vista falsos. Su confusin eclctica
con el marxismo se traduce, en definitiva, en una
prdica de la renuncia a los propios principios de
la dialctica materialista y en intentos de conducir
el pensamiento filosfico, econmico, social y poltico hacia una interpretacin idealista de los fenmenos sociales, propia de la ideologa burguesa.
El marxismo-leninismo no es un sistema hermtico ni dogmtico, como afirman sus oponentes. Es
una teora creadora y en constante desarrollo, que
est abierta para todo cuanto hay de valioso en
el acervo cultural del pasado y en los logros contemporneos de la humanidad.
Est experimentando cambios la estructura de
la teora marxista-leninista? Si es as en qu consisten?
M. OZECHOVSKI. La dialctica de la novedad y
la continuidad, que hemos analizado en este intercambio de opiniones, implica la actualizacin de
tales o cuales tesis de la teora marxista-leninista
en el proceso de su desarrollo. El cambio de las
condiciones histricas concretas hace que el estudio de algunos problemas revista mayor importancia en un perodo histrico dado, por lo cual tales
problemas tienden a imantar la atencin. La estructura de la filosofa marxista-leninista no es una
rgida armadura en la que hay que hacer fuerza
para embutir los nuevos conocimientos. En el
marco de esta estructura aparecen ramos nuevos y
se derrubian algunos lmites anteriores. Yo la comparara con un rbol del conocimiento, que crece
y fructifica normalmente.
75
76
Currents
of
Marxtsm,
los criterios de los filsofos de la Escuela de Francfort, del cristianismo y con las tergiversaciones revisionistas, y formular sobre esta base una concepcin del socialismo de esencia anarco-sindicalista. Se trata pues de una evidente distorsin tanto de la estructura y del proceso de desarrollo como
del propio contenido de la teora marxista.
Es importante enfatizar que el desarrollo de la
doctrina marxista-leninista no es un proceso espontneo. Las transformaciones, el cambio de acentos,
la actualizacin de algunas cuestiones han sido
siempre determinados por los requerimientos de la
prctica y la cognicin cientfica. Hoy, el rbol del
pensamiento marxista est muy ramificado. En l
transcurren activos procesos de diferenciacin e
integracin, como en la cognicin cientfica en general. Tal vez no haya un solo postulado ms o
menos significante de la teora marxista-leninista
que no tenga importancia de actualidad si tomamos
en cuenta la extraordinaria expansin de la esfera
en que se aplica la teora y el conjunto de los
problemas que encara la humanidad.
En lo que respecta a la inarxologa burguesa y
el marxismo occidental en conjunto, cabe sacar
la siguiente conclusin: su enfoque del desarrollo
del marxismo es tan abstracto que les permite maniobrar arbitrariamente en el espacio terico. Por
un lado, so pretexto de que el marxismo se envejece, rechazan todo cuanto les parece ms peligroso. Por otro, le imponen unas innovaciones
que contradicen de raz sus principios tericos y
metodolgicos. Esta actitud relativista y subjetivista
descansa sobre la negacin del contenido objetivo
de la teora marxista-leninista, de su formulacin de
las leyes que rigen la naturaleza, la sociedad y el
pensamiento. No se puede menos de sealar que tal
enfoque, deliberadamente expresado en trminos
abstractos, tiene un objetivo prctico muy definido:
dista mucho de ser abstracto en el sentido de que
ideolgicamente apunta a cumplir una funcin ideolgica obvia, la de desacreditar el marxismo-leninismo y minar sus fundamentos.
En el documento programtico del PCUS se subraya que los comunistas siempre han sido partidarios de la bsqueda audaz, la competicin de ideas
y corrientes en las ciencias, las discusiones e intercambios de opiniones !3. Cuando entre los comunistas surgen diferencias de pareceres en algunas
cuestiones, conviene debatirlas entre camaradas con
el fin de lograr una mejor comprensin de los criterios de unos y de otros y formular apreciaciones
mutuamente aceptables. Pero cuando se trate de la
naturaleza revolucionaria del marxismo-leninismo,
de la esencia y el papel del socialismo realmente
existente, los comunistas continuarn rechazando,
desde posiciones de principios, cualesquiera manifestaciones de revisionismo y dogmatismo. Esto es
lo que determina nuestra actitud ante todo intento
de desmedular el sentido de clase de la teora
marxista-leninista y tergiversar el carcter revolucionario de los objetivos y los medios de lucha por
lograrlos.
13
Vase Proyecto de Programa del PCUS
daccin/, Editorial APN, Mosc, 1985, p. 87.
nueva re-
EL ATRASO ECONMICO,
PROBLEMA GLOBAL
WALTER BAIER,
miembro del CC del Partido Comunista de Austria
EN AUSTRIA, al igual que en otros pases capitalistas, observamos, como fenmeno digno de mencin, un desarrollo de la conciencia internacionalista de los partidarios de la paz, manifestado en
la comprensin de la relacin dialctica existente
entre la lucha por la distensin internacional, el
desarme general, la coexistencia pacfica de los dos
sistemas y la solucin de una serie de apremiantes
problemas globales de nuestra poca, entre los que
figura la superacin del atraso socio-econmico de
los pases del Tercer Mundo.
La inquietud que este problema suscita entre las
fuerzas de la paz austracas, especialmente entre
la juventud, tiene su expresin en el debate en torno
a diferentes concepciones polticas y estratgicas
que propugnan tales o cuales caminos para salir
de la crisis en que se encuentran sumidas las relaciones entre los pases capitalistas industrializados
y los pases en desarrollo. En el fondo se trata de
la bsqueda de soluciones fundamentadas, capaces
de asegurar la paz, en consonancia con los intereses de todos los pueblos.
Al participar en este debate [que ha rebasado los
marcos del movimiento de la paz propiamente dicho,
habindose incorporado a l la prensa burguesa y
socialdemcrata), los comunistas de Austria se esfuerzan por desarrollar y afirmar entre los partidarios de la paz la comprensin de que existe una
comunidad de objetivos con los pueblos que se oponen a la explotacin neocolonialista y la dependencia y propugnan una autntica democratizacin de
las relaciones econmicas internacionales. Examinaremos a continuacin algunos aspectos de este problema global teniendo en cuenta el debate que en
torno al mismo se est desarrollando en Austria.
Peligroso atolladero
Las principales premisas polticas del progreso
socio-econmico del Tercer Mundo surgieron como
consecuencia del desmoronamiento de los imperios
coloniales despus de la segunda guerra mundial,
la conquista de la independencia estatal por los
pueblos oprimidos y la intensificacin de la lucha
de los pases de Amrica Latina, Asia y frica por
la libre eleccin del camino de su desarrollo. Tam-
bin se configuraron las formas orgnicas internacionales que han permitido a estos pases defender
mancomunadamente sus intereses. El movimiento de
los no alineados, el Grupo de los 77 ', las posiciones
progresistas adoptadas en numerosas cuestiones por
la Organizacin de las Naciones Unidas y la aparicin de crteles de pases productores de materias
primas (entre los que destaca la OPEP) son importantes exponentes del proceso de descolonizacin y
fortalecimiento de la independencia poltica de los
pueblos emancipados. La creciente actividad de las
fuerzas internacionales y nacionales que pugnan
por la supresin del neocolonialismo ha hecho que
esta lucha entre en una nueva etapa, con la finalidad inmediata de superar el atraso econmico y
social mediante la liquidacin de la explotacin y
el saqueo imperialistas. En las ltimas dcadas se
han logrado en este camino determinados resultados.
Pero las distintas tendencias positivas de progreso
econmico en los pases del Tercer Mundo no han
implicado cambios fundamentales capaces de asegurar un desarrollo multilateral e independiente del
diktat imperialista y permitir librarse del cada vez
ms fuerte atenazamiento de la crisis. A comienzos
de los aos 80, el volumen de la produccin de los
pases en desarrollo era de 5 a 7 veces menor que
el de las principales potencias industriales capitalistas. El crecimiento econmico de las regiones
agrarias y productoras de materias primas se ve
frenado cada vez ms a partir de mediados de los
aos 70 por las barreras erigidas en la economa
capitalista mundial con el fin de asegurar el mantenimiento de la dominacin del imperialismo e incluso intensificarla. En los aos 80 se agravaron los
problemas econmicos generales de una serie de
pases del Tercer Mundo, hasta el punto de verse
muchos de ellos abocados a una catstrofe.
Las nuevas formas de dependencia se deben a que
estos pases ingresan con evidente retraso y gran
lentitud en la era de la revolucin cientfico-tcnica.
Se produce un empeoramiento relativo de la estructura de la economa nacional de dichos pases a
medida que se va intensificando la produccin en
las naciones capitalistas industrializadas. Mantinese
la enorme diferencia en el valor de la riqueza nacional y del producto interior bruto per cpita. Es
extraordinariamente elevada la tasa de desempleo
en las regiones del Tercer Mundo, vastas zonas son
presa del hambre, las condiciones de vivienda de
los trabajadores son espantosas, existe una manifiesta carencia de sistemas de asistencia mdica e
instruccin y se est produciendo una rpida destruccin del medio natural en que viven miles de
millones de personas.
Tambin han empeorado los parmetros econmicos tan decisivos como el comercio exterior y el
endeudamiento, aspectos en los que la situacin de
crisis ha llegado a lmites explosivos.
1
Constituido por representantes de pases en desarrollo de Asia, frica y Amrica Latina con el in de
elaborar una plataforma nica al examinarse la solucin
de los problemas de las relaciones econmicas con los
pases capitalistas desarrollados en las sesiones de la
Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). N. de la Red.
77
78
79
recomienda una cooperacin con el capital financiero internacional que la prctica no ha justificado
en modo alguno. Ciertamente, y de acuerdo con las
tradiciones socialdemcratas, se presupone un capital domesticado y humanizado. De aqu surgen
ciertas afirmaciones infundadas, como la de que
la animadversin entre los pases en desarrollo y
los inversionistas privados ha sido superada en lo
fundamental en estos ltimos tiempos8 y que es
preciso tender a acuerdos internacionales sobre inversiones privadas que satisfagan tanto a los inversores como a los pases receptores9. No se debe
olvidar que, en las ltimas dcadas, la coparticipacin social internacional no ha proporcionado
ms que atraso tecnolgico, dependencia, desarrollo
unilateral de los pases independizados y no en
ltimo lugar una mayor destruccin del medio
ambiente en proporciones globales. La idea de que
el capital transnacional es la mejor fuente de acumulacin de capital nacional se ve refutada por el
hecho de que el 70% de los beneficios obtenidos
por las transnacionales en el Tercer Mundo es repatriado por stas.
El saneamiento de las relaciones crediticias y
comerciales internacionales depende en gran medida de la cohesin de las naciones en desarrollo,
de su cooperacin con los pases socialistas, de su
avance por la senda de la democratizacin y el
progreso social. Mas, lamentablemente, el documento de la Internacional Socialista no aborda estas
cuestiones. Es ms, se hacen recomendaciones que
van en direccin contraria. As, el informe seala
de manera crtica que las negociaciones de los
pases del Tercer Mundo podran tener ms xito
si estuviesen menos orientadas hacia las formas
de un sistema de grupo y si dejasen de buscar
soluciones por mayora de votos10. Y en consonancia con esto se propone contar con la posibilidad
de reuniones en la cumbre, por ejemplo de Estados
del Norte y del Sur de la misma ideologa, cuya
composicin permitirla esperar un mayor consenso11.
Nos hallamos ante un intento de romper el frente
de lucha con el seuelo del consenso entre un
nmero reducido de interlocutores, ante el deseo
de aislar a los Estados progresistas, principalmente
a Cuba socialista, como ocurri, por ejemplo, en
la reunin de Cancn 12.
En cuanto al cdigo de conducta de las transnacionales, tan jaleado en el informe, su verdadera
naturaleza ha sido puesta de manifiesto por Fidel
Castro: Desde el punto de vista poltico dice,
el cdigo no representa ninguna proteccin que no
pueda darse por s mismo el pas receptor de las
inversiones extranjeras. El pas subdesarrollado que
8
Ibld., p. 87.
9 Ibd., p. 149.
w
Ibdem.
11
Ibdem.
12 Conferencia Internacional de representantes de 22
pases capitalistas industrializados y en vas de desarrollo que se reuni en Cancn (Mxico) en 1981. En
ella particip EE.UU., que puso como condicin de su
asistencia la no participacin de Cuba, que lo acept
para lograr el precedente de la presentacin de un programa nico de reivindicaciones por los pases emancipados.
80
del intercambio en el comercio exterior, que implican una infravaloracin de las mercancas procedentes de los pases en desarrollo y una supravaloracin de las exportadas por los pases desarrollados, significan muchos miles de millones de
dlares de beneficios para estos ltimos, a lo cual
vienen a sumarse los beneficios de monopolio, que
en las actuales circunstancias desempean un papel
muy destacado, ya que, como deca Lenin, lo tpico
del antiguo capitalismo, cuando la libre competencia dominaba plenamente, era la exportacin de
mercancas. Lo tpico de la ltima etapa del capitalismo, cuando impera el monopolio, es la exportacin de capitales14.
Los monopolios de las principales potencias capitalistas utilizan la exportacin de capital a las
zonas dependientes y a las antiguas colonias como
medio de obtener superbeneficios, para lo cual utilizan sus posiciones dominantes en la produccin,
en el progreso cientfico-tcnico y en la comercializacin. El capital monopolista trata de conseguir
en todas partes una explotacin ms intensiva del
trabajo, el desplazamiento de los grupos no monopolizados del capital y la redistribucin en beneficio propio de la ganancia acumulada. Cuando en
las relaciones econmicas exteriores actan estas
tendencias, se configura un sistema de obtencin de
superbeneficios por los monopolios extranjeros mediante tarifas salariales relativamente bajas para
los obreros de los pases en desarrollo y una relacin de los precios de venta que resulta favorable
para los monopolios. Al establecer precios de monopolio bajos para las materias primas consumidas
por las corporaciones y precios altos para las mercancas y los servicios de los propios monopolios,
stos pueden apropiarse de una parte de los beneficios de las firmas nacionales no monopolizadas y
de los pequeos empresarios. En el mismo sentido
actan la monopolizacin del progreso cientficotcnico por los centros econmicos del capitalismo,
el traslado al Tercer Mundo de las industrias contaminantes, el saqueo de sus riquezas naturales, la
fuga de cerebros, o sea, la captacin de especialistas de alta cualificacin.
En resumidas cuentas, en el plano de la economa poltica se est configurando a nuestro entender la categora beneficio neocolonial, que constituye una forma especfica del perodo actual de
existencia y desarrollo del beneficio de monopolio,
que en tanto que tal no es sino la plasmacin econmica del dominio del capital extranjero en los
pases en desarrollo bajo el actual orden econmico
internacional ls . El reconocimiento formal por las
potencias imperialistas de la soberana de los Estados del Tercer Mundo no excluye, sino ms bien
intensifica, la utilizacin de un variadsimo instrumental de desestabilizacin econmica de dichos
Estados, manifestado en las operaciones ocultas
contra la poltica econmica autnoma de los pueblos que han accedido a la independencia poltica.
En una situacin en la que el capital monopolista
trata de crear un sistema de explotacin interna14
V. I. Lenin. Obras Completas, 2a ed., Cartago, Buenos
Aires,
t. XXIII, p. 360.
15
Colectivo de autores: Mehrwert heute, Berln, 1981.
cional del trabajo, el xito de la lucha de las fuerzas democrticas en defensa de los intereses de los
pueblos presupone tambin el despliegue de acciones en dos planos socio-polticos.
Por una parte es importante contribuir ni progreso
socio-econmico y poltico en el interior de los propios pases en desarrollo, apoyar la orientacin socialista, la lucha contra las transnacionales, etc.
nicamente los cambios radicales en las relaciones
de propiedad mediante la socializacin de la economa, la organizacin de la gestin econmica de
la misma y la liquidacin de las estructuras productivas de monocultivo pueden crear las condiciones que permitan socavar las posiciones del capital
monopolista, fundamentalmente transnacional, as
como las de los sectores de la burguesa financiera
autctona, ligados a aqul y las de sus representantes polticos. A la larga esto puede conducir a
la formacin de una poltica coherente del Tercer
Mundo en materia de relaciones econmicas exteriores, que se oponga a los intentos del capital de
afirmar en todas partes el dominio de la ley del
beneficio de monopolio.
En este contexto, la incorporacin amplia y activa
de los pases en desarrollo a la lucha por la paz
mundial y el desarme reviste enorme importancia.
Bastar recordar que el coste de los armamentos
encargados por Arabia Saud en EE.UU. durante los
tres ltimos aos se eleva a 16.000 millones de dlares, que la deuda militar de Egipto con Estados
Unidos es de 3.700 millones, que su deuda general
con el Fondo Monetario Internacional asciende a
30.000 millones, etc. Estos gastos militares se hacen
a expensas de las necesidades sociales y econmicas de la poblacin, refuerzan las posiciones de los
regmenes reaccionarios y acentan la dependencia
del imperialismo.
Por otra parte, la solucin del problema del subdesarrollo depende inmediatamente del cambio del
carcter actual de las relaciones interestatales. Se
requiere, en particular, una oposicin internacional
a las condiciones impuestas al crdito por las transnacionales. As, los bancos privados suelen exigir
como garanta de sus crditos acuerdos previos con
el Fondo Monetario Internacional, cnicamente denominados Acuerdos de asistencia. El FMI slo
concede crditos a condicin de que los gobiernos
que tratan con l adopten medidas econmicas draconianas, como son la considerable reduccin del
gasto pblico, la disminucin de los salarios, el recorte del presupuesto para fines sociales I6 , garantas para la seguridad de 'las inversiones extranjeras, etc.
Segn el economista occidental Richard Gerster,
los programas de estabilizacin, cuando responden
a las exigencias del FMI, privan de base a la poltica destinada a conseguir el desarrollo mediante
reformas sociales.... Y dado que las consecuencias
de tal estabilizacin resultan particularmente sen16
El Wiener Zeitung del 17 de octubre de 1985 public, perdida entre otras pequefias noticias, una informacin en la que se deca que el FMI haba pedido al
Gobierno argentino explicaciones sobre la elevacin de
los salarios, en contra de lo establecido en el Acuerdo
de asistencia como condicin para aplazar el pago de
la deuda argentina.
81
sibles para los sectores con bajos ingresos, el Gobierno pierde el derecho de dirigir el pas, con lo
que va madurando la necesidad de cambiar de poltica o de Gobierno. Los programas de este gnero
del FMI favorecen la poltica represiva, ya que su
aplicacin a expensas de vastos sectores de la poblacin obliga con frecuencia a recurrir a medidas
de tipo autoritario y a suspender la vigencia de las
instituciones democrticas. El autor cita los ejemplos de Jamaica, Sudn, Zaire, Bolivia, Brasil y
Egipto 17. No es de extraar que en todos los foros
internacionales, entre ellos en la VI Sesin de la
UNCTAD y en la ltima reunin de la UNIDO en
Viena, Estados Unidos se hubiese pronunciado contra la democratizacin de las actividades del FMI
e incluso contra la ampliacin de los crditos en
condiciones suaves.
Esta poltica intransigente de EE.UU. genera un
nuevo fenmeno en las relaciones econmicas
mundiales: antes, el cumplimiento de lo exigido por
el FMI conduca a una desestabilizacin de los gobiernos progresistas y, posteriormente, a la instauracin de una serie de dictaduras, principalmente en
Amrica Latina; pero hoy es frecuente que a la trituradora del endeudamiento y las condiciones del
FMI vayan a parar tambin las marionetas sentadas
en los sillones presidenciales por el capital financiero internacional.
Es evidente que semejante poltica del imperialismo internacional no ofrece perspectivas. La lucha
de los pases emergentes en defensa de sus intereses econmicos se desarrolla con cierto xito.
Bastar recordar la historia de la OPEP, el crtel
de los pases productores de petrleo, que en 1968
proclam que su objetivo era un control nacional
de los recursos petroleros y la explotacin de los
mismos por empresas nacionales en bien del desarrollo de la economa nacional, lo que a comienzos de los aos 70 quebrant el control de los
monopolios occidentales en los precios de los derivados del petrleo.
El xito conseguido por las acciones de la OPEP
en aquellos aos demostr que, en primer lugar, la
resuelta poltica econmica de una serie de pases
de Asia, frica y Amrica Latina puede influenciar
en gran medida el proceso de reproduccin del capital monopolista en los centros industrializados del
capitalismo. En segundo lugar, la nueva autoconciencia, expresada en la poltica econmica exterior
de los pases del Tercer Mundo, se halla ntimamente
ligada a los cambios globales producidos en la correlacin de fuerzas al vigorizarse las posiciones
del sistema socialista mundial y hacer su aparicin
un grupo de Estados que aplican una poltica antiimperialista. Desde que la ONU aprobara en 1974
la Declaracin sobre la Instauracin de un Nuevo
Orden Econmico Internacional, el Programa de Acci-n para Instaurar un Nuevo Orden Econmico Internacional y la Carta de los Derechos y Deberes
Econmicos de los Estados, que determinaron unas
17
Richard Gerster. Fallstrtcke der Verschuldung. Der
Internationale Wahrungsfonds und die Entivicklunglnder.
Basel, 1982, S. 105.
82
PANORAMA BIBLIOGRFICO
ESTRATEGIA DE LA ACELERACIN,
ESTRATEGIA DE LA PAZ
M. S. C o r b a c h o v. SELECCIN DE DISCURSOS Y ARTCULOS. Folitizdat, 1985. 383 pgs.
83
vamente nuevo de la produccin y la gestin econmica. Para lograr este objetivo se necesitan aos
y aos. Por eso no puede por menos de extraar
la actitud de algunas gentes que quieren recibirlo
todo de inmediato, hoy mismo, olvidndose de que
para ello hace falta que todos juntos trabajemos,
reflexionemos y aprovechemos las inmensas reservas
de que dispone nuestro gran pas.
En el libro se sealan potencialidades que conviene aprovechar a fondo: el ahorro riguroso de
materias primas, materiales, energa y trabajo vivo;
la revelacin, apoyo y divulgacin de la experiencia
de vanguardia; la emulacin socialista, que ha recorrido un largo y glorioso camino, desde los obreros de choque de los primeros quinquenios y el
movimiento estajanovista hasta el movimiento por
la actitud comunista hacia el trabajo.
Y nuestra principal reserva, como se remacha en
los textos de esta seleccin, es la activacin del
factor humano: el desarrollo de la iniciativa y actividad creadora de cada trabajador sovitico, la
elevacin del nivel profesional e intelectual en general. Y esto se refiere literalmente a todos los trabajadores sin excepcin, desde los obreros y koljosianos hasta los ministros y los mximos dirigentes
del partido y de los organismos soviticos. La activacin del factor humano presupone tambin el
fortalecimiento del nivel de organizacin y la disciplina, del orden y la responsabilidad de todos y
de cada uno en todos los sectores de nuestra construccin.
El autor del libro se refiere con indignacin e
intransigencia a fenmenos impropios que entorpecen nuestro avance: el burocratismo y el papeleo,
la autosuficiencia, la aparatosidad y la adulacin,
el barnizaje de los resultados y la falsificacin de
cifras, el soborno y el compadrazgo, el robo y el
gamberrismo, el alcoholismo y las borracheras. El
partido no cejar en sus esfuerzos por destruir y
extirpar de raz toda esa maleza que nada tiene que
hacer en nuestra hermosa y fecunda tierra sovitica.
Y el pueblo apoya incondicionalmente esta firme
lnea del partido.
En esta breve resea hemos reflejado slo una
parte relativamente pequea de los problemas abordados en el libro, principalmente, cuestiones de orden econmico (puesto que la economa es la base
de todo) y humano.
Pero el autor plantea otros muchos problemas:
polticos, sociales, demogrficos, ecolgicos. Y adems propone medios apropiados para resolverlos.
El enfoque integral, sistmico de los complejos problemas de la aceleracin del desarrollo econmico
y social del pas es justamente un rasgo distintivo
de este libro. Y, por supuesto, de toda la poltica
del partido. Slo mediante una estrategia econmica bien meditada, una poltica social vigorosa,
una labor ideolgica y educativa bien encauzada,
tomadas en su unidad indisoluble, se puede activar
el factor humano (p. 361).
El factor humano, el hombre, su existencia y sus
condiciones de vida, sus ocupaciones y sus realizaciones en estrecha conexin con los factores econmicos, polticos, sociales y de otra ndole tienen
una significacin decisiva para acelerar el desarrollo econmico y social del pas.
El Tercer Programa del partido en su nueva redaccin es un programa de lucha por la paz y el
progreso social (p. 359). Lgicamente, el libro nos
ofrece un anlisis profundo y multifactico de los
problemas de la guerra y la paz, del socialismo
mundial y del progreso social, de los movimientos
EN AQUELLOS AOS
INOLVIDABLES
P i e t e r K e u n e m a n . SRI LANKA AND THE
VICTORY OVER FASCISM. Colombo, Pragathi
Pnblishers, 1985. 90 pp.
El libro Sri Lanka y la victoria sobre el jascismo,
editado en Colombo, se destaca ante todo por ser
una de las pocas obras -consagradas a la Segunda
Guerra Mundial que han sido publicadas en un pas
en desarrollo. Reconstruye el panorama de la lucha
mundial de las fuerzas de la democracia, el progreso y el socialismo contra la esclavitud fascista,
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en cuyas pginas colaboraron en aquellos aos polticos prominentes como el actual Presidente del
pas, J. R. Jayawardene, y el ex Primer Ministro,
Solomn Bandaranaike. El libro recoge extractos de
sus artculos dedicados a la Unin Sovitica (vanse
pp. 65-67).
La Federacin Ceilanesa de las Trade Unions
(FCTU) 2 creada bajo la direccin de los comunistas
la mayor y de hecho la nica central sindical que
funcionaba en el pas desempe un papel clave
en la movilizacin de la clase obr?ra y el fortalecimiento de su solidaridad con el movimiento antifascista internacional. La FCTU desarrollaba esta
labor al tiempo que defenda los intereses de clase
de los trabajadores y luchaba por la liberacin nacional. Keuneman seala que muchos de los derechos bsicos que tienen asegurados hasta el presente los obreros de Sri Lanka fueron conquistados
durante la segunda guerra mundial.
En una declaracin hecha en ocasin del 40 aniversario de la Victoria sobre el fascismo alemn y
el militarismo japons, el CC del PCSL deca: Gracias precisamente a la doctrina marxista-leninista
por la que se guiaba nuestro partido, a la sazn
recin formado y forzado por el colonialismo britnico a actuar desde la clandestinidad, pudimos, pese
a todo, llegar a planteamientos correctos, movilizar
a los trabajadores y otras fuerzas progresistas y
contribuir en la medida de nuestras posibilidades a
esa lucha3.
Keuneman concepta la victoria sobre el fascismo
alemn y sus aliados como la segunda (despus
de la Gran Revolucin Socialista de Octubre. R. C.]
gran contribucin que hizo el pueblo sovitico a la
transformacin radical del mundo (p. 9). El resultado principal do la victoria fueron el debilitamiento de las posiciones del imperialismo y el ascenso
de las fuerzas del socialismo y de liberacin nacional. Este proceso se oper tambin en Ceiln.
A diferencia de otras colonias, Sri Lanka no pag
por su independencia un alto precio de sangre.
Keuneman atribuye esto al hecho de que hombres
de otros pases ofrendaron sus vidas para crear condiciones internacionales que hicieron menos difcil
y sangriento nuestro avance hacia la libertad. Por
esta razn, escribe, tenemos contrada una gran
deuda de gratitud con los luchadores por la libertad de la vecina India y los millones de soviticos
que sacrificaron su vida para cerrar paso al fascismo hitleriano en su carrera hacia la dominacin
mundial (p. 81).
SEIS de cada diez habitantes de la Sri Lanka de
hoy nacieron despus de la contienda. Lo mismo
que casi la mitad de la poblacin mundial. El 40
aniversario de la Victoria record a viejos y jvenes los terribles sufrimientos y privaciones que supuso la guerra para millones de personas y la necesidad de reflexionar en la amarga experiencia del
pasado y unirse a los esfuerzos por cumplir la tarea
fundamental de nuestra poca: prevenir una tercera
guerra mundial.
Analizando la conexin histrica entre los acontecimientos ocurridos hace 40 aos y la situacin
presente en el mundo, el autor llama la atencin
del lector sobre la similitud de los mtodos que
utilizan hoy los imperialistas de EE.UU. en procura
de imponer su voluntad a otros pueblos, con los
mtodos empleados por los regmenes fascistas de
los aos 30 y 40.
2
Ms tarde, Federacin de las Trade Unions de Ceiln.
N.
de la Red.
3
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dispuestos a aceptar un trabajo ilcito. La desesperacin les empuja a desquitarse a cuenta de los
que se encuentran an ms indefensos que ellos.
All rara vez entra en contacto con obreros industriales cualificados y socialmente conscientes, que
estn polticamente organizados y sindicados y de
los que sera natural esperar actitudes de solidaridad y apoyo de clase. Pero incluso ellos, segn el
testimonio de Wallraff, se dejen llevar a veces por
sentimientos xenfobos y se permiten comentarios
insultantes, para no decir ms. Por ejemplo, cuando
le chfer de un autobs que llevaba a la brigada de
Al a un taller a travs del laberinto de la Fbrica
Metalrgica de Thyssen, estuvo a punto de atropelar a un gastarbeiter de edad avanzada, un obrero
alemn encargado de vigilar a los hombres de
Adler le dijo tranquilamente al chfer: No le
hagas caso, te darn un premio, y un turco menos.
Los que defienden su derecho al trabajo y su standard de vida ven en los obreros extranjeros dispuestos a trabajar 40 horas seguidas por un salario msero, una especie de esquiroles que intensifican la ya de por s creciente presin sobre las
conquistas sociales de los trabajadores de la RFA.
Del doloroso impacto que ha tenido el libro se
puede juzgar por la manera en que la sociedad
germanooccidental e instituciones oficiales han reaccionado a su publicacin. Para comienzos de 1986
ya haban sido vendidos 1,6 millones de ejemplares.
Pocas horas despus de aparecer el libro, el Departamento encargado de luchar contra la evasin
de impuestos confisc algunos documentos de Thyssen y Remmert; Bulitz, burgomaestre de Duisburgo,
reconoci que la lectura del libro le haba trastornado. Si es cierto aunque slo sea la mitad de lo
que dice este libro, declar, se trata de un caso
escandaloso y la Thyssen no lograr eludir responsabilidades encubrindose con el contrato. A comienzos de enero, el Departamento del Trabajo
anunci que en los ltimos tiempos haba aumentado considerablemente el nmero de compaassubcontratistas registradas. Parece que Wallraff
asust no slo a los Adler, sino tambin a los grandes consorcios que utilizan sus servicios.
El lenguaje del libro es sencillo y, tal vez deliberadamente, seco. El autor reduce al mnimo sus
propios comentarios y evita discutir lo que vio y
lo que vivi. Pero deja que hablen los hechos, hechos que obligan al propio lector a sentir indignacin, vergenza, compasin, y a reflexionar. Para
reunir estos hechos ms que irrefutables, Wallraff
arriesg muchas veces su seguridad (criminales no
identificados prendieron fuego a su apartamento y
aniquilaron parte de su archivo; ha sido vigilado
en sus desplazamientos y sus conversaciones telefnicas fueron interferidas). En el papel de Al,
Wallraff arriesg, adems, su salud. El trabajo en
las fbricas de Thyssen, tragando durante varios
meses polvo txico, le ha valido una enfermedad
crnica de los pulmones.
Wallraff ya fue llevado a los tribunales por personajes a los que haba desenmascarado en sus
reportajes anteriores. El ltimo libro no es una excepcin. Pero el autor, no tiene miedo a nuevos
procesos, porque considera que permiten fijar la
atencin de la opinin pblica en lo que sta desconoce. Ha cedido la mayor parte del dinero que
le ha proporcionado su nuevo libro al Fondo de
Solidaridad con los Obreros Extranjeros fundado
por l, dando as un ejemplo de apoyo efectivo a
aquellos en cuya defensa ha levantado su voz.
MARIE SILVEN
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ENSAYOS C O R R E S P O N D E N C I A INFORMACIN
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JUVENTUDES COMUNISTAS
Notas breves
SOCIEDAD DE LA JUVENTUD PROGRESISTA DE TURQUA
(SJPT)
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En los ltimos aos se ha intensificado sensiblemente la actividad del Congreso Judo Mundial
(CJM), con secciones en 67 pases. Formalmente agrupa a organizaciones no sionistas. Pero el
CJM se halla estrechamente ligado a la OSM y en la prctica se
apoya enteramente en la doctrina
sionista. Como no exige obligatoriamente la emigracin juda a
Israel, su plataforma resulta ser
la ms aceptable para la cpula
burguesa de las comunidades judas, especialmente en Estados
Unidos. El rtulo no sionista
le permite desempear funciones
que abiertamente no pueden realizar el Estado de Israel ni la
OSM o la AJ.
Las organizaciones sionistas son
dueas de ms de mil peridicos,
revistas y otras publicaciones peridicas, editadas en decenas de
pases del mundo no socialista.
Ms de 350 aparecen en hebreo,
las dems en los idiomas de los
pases del xodo: en ingls,
francs, alemn, espaol, etc. Alrededor de 250 se publican en Estados Unidos. Pero esto es no ms
que la punta del iceberg de los
medios de propaganda del sionismo, cuyo mecanismo se halla slidamente encuadrado en el sistema general de la industria burguesa de la palabra. Segn ciertas estimaciones, los sionistas controlan ms de la mitad de los
peridicos, revistas y programas
de televisin norteamericanos. Los
agentes sionistas se han infiltrado y despliegan tambin una gran
actividad en la prensa, la televisin y la radio de otros pases
capitalistas.
Las estructuras del sionismo
contemporneo, estrictamente centralizadas y ampliamente ramificadas, le permiten dirigir la actividad de una amplia red de
agrupaciones locales, de las que
tan slo en EE.UU. funcionan unas
500. Al mismo tiempo es preciso
sealar que tales grupos y organizaciones no engloban a una parte importante de la poblacin juda. En EE.UU. est afiliado a
ellos tan slo el 12% de los judos, en Inglaterra, Francia y Holanda, el 9%. En la Argentina,
del medio milln de judos hay
nicamente 19.000 sionistas declarados, y en Uruguay, 4.000 de
un total de 55.000. No es esta
circunstancia, entre otras, lo que
mueve a los sionistas a tratar de
atraer bajo sus banderas a los no
judos? Es significativo a este
respecto el primer Congreso internacional de cristianos sionistas,
celebrado la primavera del pasado ao en Suiza y en el que se
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GRACIAS A LOS ENORMES recursos financieros de que dispone, a las maniobras tcticas, a la
sutil demagogia, a una labor organizativa bien calculada y a la
ayuda de las fuerzas polticas
ms reaccionarias, el sionismo internacional todava consigue en
ocasiones en mayor grado an que
las dems variedades y formas de
la ideologa y la poltica imperialistas engaar a determinados
sectores de la opinin mundial y
causar considerable dao a la
paz y el progreso. Todo esto dicta
la necesidad de oponerse firme y
resueltamente a todos los ataques
sionistas, tanto en la lucha ideolgica como en la prctica poltica.
ALI ASHUR,
representante
del Partido Comunista de Israel
en la revista
dad juda que, influidos por los cantos de sirena de los sionistas, se
haban trasladado de la Unin Sovitica a Estados Unidos.
EDICIN CHILENA
las Juntas de Vecinos y en contra de los allanamientos y las agresiones de las fuerzas represivas!
Adelante con el movimiento antidictatorial de los
diversos estamentos que integran las universidades y
con la organizacin y la pelea de los 680 mil estudiantes de la enseanza media! El pueblo espera que
en 1986 su lucha alcance el nivel que tiene la del
estudiantado universitario.
Adelante con los combates del pueblo mapuche y
con la incorporacin decidida a la lucha social de
los 150 mil trabajadores permanentes del campo, de
los 350 mil temporeros y de los 60 mil parceleros y
dems agricultores endeudados hasta la coronilla con
INDAP y los bancos!
Adelante con la organizacin y la accin reivindicativa de los jvenes que no tienen f u t u r o porque la
dictadura les niega el acceso al estudio y al trabajo!
Adelante con la accin concertada de todas las organizaciones de mujeres que estn por la libertad y
la justicia, por la vida y la seguridad de sus hijos!
Adelante con la organizacin y la lucha de los t n i bajadores del PEM y del POJH, y de todos los cesantes que sufren el drama diario del hambre, la miseria,
la humillacin y la falta de derechos!
Adelante con las reivindicaciones de los jubilados,
pensionados y montepiados que protestan por la reduccin real de sus exiguos ingresos!
Adelante con la movilizacin activa de los profesionales y dems capas medias y de los pequeos y
medianos empresarios en favor de sus demandas ms
sentidas!
Adelante en el empeo por lograr que las Fuerzas
Armadas rompan con el tirano y su camarilla y marchen a reencontrarse con el pueblo!
Pongamos todas las fuerzas en tensin!
Levantemos muy en alto las banderas reivindicativas!
Unmonos en la accin!
Marchemos decididamente, a travs de m l t i p l e s
movilizaciones de masas, hacia el Paro Nacional de
actividades por cuantos das sean necesarios, y enfrentemos valerosamente a la dictadura!
Este es el camino del triunfo. La tirana no podr!
resistir la avalancha de las masas. Cuando un pueblo
convencido y organizado se decide a conquistar lu libertad y la democracia, nada ni nadie lo puede de
tener.
Fuera Pinochet! Democracia Ahora!
Con la razn y la fuerza, Venceremos!
Comit Central del Partido Comunista de Chile.
Enero de 1986.
revista
NTERNACIONAL
NUESTRA POCA N 3
MARZO 1986
ENTRAR AL
TERCER MILENIO
SIN ARMAS
NUCLEARES
LA DEMOCRACIA
CONTRA EL
MILITARISMO
TEOLOGA DE LA
LIBERACIN:
UNA NUEVA
"HEREJA"?
LA REPRESIN
EN PARAGUAY
HAGAMOS DE 1986 EL
AO DE LA VICTORIA
MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA AL PUEBLO DE CHILE