El Poder de La Alabanza
El Poder de La Alabanza
El Poder de La Alabanza
bres rectos
Slo cuando los padres se volvieron a Dios aceptando gozosamente la presente situa
cin en cuanto a la vida de su hijo, la puerta se abri
para que Dios completara su plan perfecto para todos.
El punto culminante no puede llegar hasta tanto no empecemos a alabar a Dios
por nuestra situacin en lugar de clamar a Dios para que nos la quite. El tiene u
n propsito al permitir las tribulaciones o calamidadesPor que no nos arrodillamos
y le damos las gracias por ello?
Dios tiene un doble propsito en ensearnos a confiar y alabarle en todas las cosas.
Su poder se manifiesta
en nuestra situacin y tambin lleva a otros a l.
La alabanza relaja el poder de Dios en nuestra vida y circunstancias, porque la
alabanza es la fe en accin.
Si confiamos plenamente en Dios, l est libre para obrar y l da siempre la victoria.
Puede ser una victoria que cambie las circunstancias. La muerte puede ser apa
rtada, o hacer que pierda su aguijn.
La alabanza es una aceptacin permanente de lo que Dios ha realizado en nuestra vi
da. Entramos en
esta actitud de la alabanza por un acto de nuestra voluntad, por una decisin de a
labar a Dios.
Dios, te doy gracias porque mi vida es como es - Cada problema que tengo ha s
ido un don tuyo para llevarme al lugar en que ahora estoy. No habras perm
itido cualquiera de estas cosas s no hubieses sabido que era lo mejor para m. Oh D
ios, verdaderamente me amas! Yo lo pienso as, Dios mo, yo s que t me amas."
Dios
quiere que le demos las gracias por todas las cosas que han sucedido en mi vida
y que me han conducido hasta ac.
El punto culminante en su vida lleg al empezar a aceptar sus circunstancias prese
ntes con gratitud. Esta es una perfecta ilustracin del principi espiritual en accin
.
Alabe a Dios en todas las circunstancias, tanto si son favorables como si no lo
son. Confe en que Dios las ha de usar para desarrollar su plan maravilloso para
su vida
(1 Tesalonicenses 5:18): "Dad gracias en todo, porque sta es la voluntad de Dios
para con vosotros en Cristo Jess", y luego le mostr Romanos 8:28: "Sabemos que a l
os que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien."
Efesios 5,20: Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nues
tro Seor Jesucristo .
Le dije a un hombre que estaba con una presin muy grande que Dios tenia un plan p
erfecto para su vida, que la prueba por la que estaba pasando era parte de
ese plan y que Dios le libertaria de toda su tensin con slo que el le entregase
las riendas de su vida y le diera gracias por todas las cosas.
El candidato me mir indeciso; su cara y sus ojos mostraban cansancio, y eran indi
cio de que no haba
dormido lo suficiente.
-Nunca, hasta ahora, he estado en una situacin como sta -y al decir esto mene la ca
beza-. Estoy al fin de mis fuerzas, y, ahora usted me dice que Dios me ha puesto
en este trance?
Digamos mas bien
le respond que Dios permite que esto ocurra. Estoy seguro que habra
preferido que usted se hubiese vuelto hacia l y aceptado sus disposiciones para
su vida sin haber tenido que pasar por todos estos sufrimientos. Pero como uste
d insiste en querer dirigir su vida, sin ayudas, Dios ha elegido el mas directo
y el ms amoroso camino para ensearle que usted le necesita.
Las circunstancias que destrozan los muros de nuestra auto-suficiencia
son las bendiciones de Dios disfrazadas. Podemos verdaderamente dar gracias
a Dios por ello y alabarle por cada golpe que remueve ms el engao que la habilidad
que tenemos en llevar nuestra propia situacin.
Cuanto ms le alabemos, tanto ms fcil ser la transicin. Crecer nuestro gozo y el dolo
r apenas se notar. Descubriremos tambin que cuantas ms pruebas nos deparen
las circunstancias, tanto ms experimentaremos la verdadera fuerza y el poder
de Cristo, morando y creciendo en nosotros. Cada reto, cada prueba, cada oportu
nidad para crecer, nos hace mejor dispuestos para ser canales del amor y del pod
er de Dios.
Dios quiere que comprendamos que cuando le confiamos nuestras vidas, po
demos tener la seguridad de que nadie puede tratarnos mal si Dios no lo pe
rmite para nuestro bien. Podemos darle gracias por cada palabra hiriente, desagr
adable o despreciable que caiga sobre nosotros.
Dios nos bendecir en todo ello, si soportamos los sufrimientos injustos por un se
ntido de responsabilidad delante de l. Porque si hacemos algo malo y por eso nos
castiga, qu mrito tiene que soportemos el
castigo? Pero si sufrimos por haber hecho algo bueno, y lo soportamos con pacien
cia, esto es algo bueno delante de Dios (1 Pedro 2:19, 20).
Dios tiene un perfecto plan para nuestras vidas, pero no nos puede impulsar a da
r el prximo paso de su
plan hasta que aceptemos gozosamente nuestra situacin presente como parte de es
e plan. Lo que haya de ocurrir despus, es cosa de Dios, no nuestra.
Pero alabar a Dios es algo ms que un cambio en nuestra propia actitud.
No hay poder en nuestras palabras de alabanza como tales. No hay poder en nuestr
a actitud de gratitud y gozo. Todo el poder en la situacin viene de Dios. Necesit
amos, de forma frecuente, recordarnos a nosotros mismos este hecho. Es fcil caer
en la tentacin de pensar que nosotros tenemos el poder de manipular o modificar u
na situacin simplemente al recitar una cierta forma de oracin.
Cuando aceptamos sinceramente nuestra situacin y le damos las gracias a Dios, cre
yendo que l la ha
originado, luego interviene en esa situacin, una fuerza divina y sobrenatural que
proporcionar cambios inexplicables en lo natural.
Cualquier forma de oracin sincera abre las puertas al poder de Dios para entrar e
n nuestra vida. Pero la oracin de alabanza pone en accin el poder de Dios ms que cu
alquiera otra forma de peticin. La Biblia nos da ejemplos que nos demuestran, una
y otra vez, este hecho. "Pero t eres santo, t que habitas entre las alabanzas d
e Israel", leemos en el Salmo 22:3.
Un importante paso en el hecho de alabar a Dios es apartar nuestros ojos de las
circunstancias que nos amenazan y, en su lugar, mirar a Dios.
No tenemos que ser ciegos a las amenazas reales del mal en nuestras vidas. Compr
endiendo lo que son,
nos proporcionan un mayor motivo de alabanza y gratitud a Dios por ejercer sobre
ellas perfecto control y autoridad. Pero no hemos de estar preocupados con la a
pariencia del mal que se halla a nuestro alrededor. Mirmoslo, reconozcamos nuestr
a impotencia para luchar con nuestras propias fuerzas en contra de ello, y enton
ces, volvmonos a Dios (2 Cro 20,15)
Dios dijo
e, porque
creo yo,
ontra las
as. Gracias por todo lo que le ha sucedido en su vida hasta este da. Aydala, Seor.
Creo que ya la estas ayudando para que vea tu amor, y para que te alabe ahora m
ismo". De nuevo puse mis manos sobre su cabeza rogando a Dios que le sanara, que
limpiara su mente de todo deseo de la droga y que le llenase de su amor.
Dios emplea cada cosa, hasta nuestros errores, para bien. Un hombre con una
esperanza renovada se atrevi a dar gracias a Dios por su propia falta
y por su encarcelamiento. Escribi as: "Alabado sea Dios, pues mi vida ha cambi
ado completamente. Las antiguas lamentaciones, culpas y remordimientos, que me a
taban, han desaparecido. Yo puedo alabar y dar gracias a Dios por cada detalle
de mi vida, tal como es"
Estimados lectores; Han dado gracias a Dios por las personas que ha puesto en sus
vidas, y las cuales son difciles de amar? Tienen un vecino difcil de tratar? Den g
racias, porque Dios les ama y desea que el amor de ustedes sea perfecto, concedin
doles la posibilidad de
amarle.
Dios tambin le ama y desea que ustedes sean un canal de su amor hacia ese vecino
difcil.
Yo creo que las ms maravillosas oportunidades para amar, y las ms desafiantes, se
presentan en nuestros hogares, all donde vivimos. Tiene n su esposo o su esposa
ciertas cualidades que les incomodan? Se les hace difcil convivir con padres o par
ientes? Son rebeldes sus hijos?
mense unos a otros, dijo Jess. Soprtense unos a o
tros. Den gracias los unos a los otros.
No es fcil dar gracias por un marido alcohlico, o por un hijo rebelde o indiferent
e. No es fcil amar a quien
dice que no necesita ni quiere nuestro amor.
Este hombre de negocios me dijo: "Mientras yo albergaba temor y resentimiento po
r mi situacin, estaba
impidiendo que Dios realizara en mi vida lo que se propona. Tan pronto como depos
ite toda mi confianza en l y le alab por lo que habla hecho en mi vida, pudo situa
rme donde el deseaba."
. Lo que nos atae ahora es darle gracias por donde estemos en el momento presen
te. Si Dios, por su Espritu Sant o, le muestra que hizo una eleccin equivocada hac
e aos, cuando deliberadamente eligi ir en contra de lo que saba entonces era la vol
untad de Dios para usted, confisele ese deseo equivocado, pidindole perdn, dndole gr
acias y rogndole le gue para cambiar en bien lo que hizo mal. Ponga el resto de su
vida completamente en las manos de Dios y confe que ahora Dios se ocupar totalmen
te de usted. Albele ahora, y dle gracias por sus circunstancias actuales exactame
nte como sean en cada uno de sus det alles.
Podr notar el poder de Dios obrando muy rpidamente en sus circunstancias actuales,
o podr ver cmo el poder de Dios est transformndole en medio de las circunst
ancias, pero ocurra lo que ocurra, contine dndole gracias, pues l se encarga
r de ello
EL BAUTISMO EN EL ESPRITU
El primer don gratuito que Dios quiere que sus hijos le demanden es el bautismo
en el Espritu Santo.
El bautismo en el Espritu Santo es una experiencia de limpieza, de purificacin, de
despojarse de s mismo; es una exposicin total al proyector de la verdad de
Dios en cada pequeo rincn de nuestras vidas. El bautismo est designado a vaciarnos
de nuestra propia confianza, de nuestro orgullo, de nuestras pequeas reas oscura
s de engao y de las excusas que hemos mantenido sin cesar, de todas las cosas que
obstruyen nuestra fe y la afluencia del poder y de la presencia de Dios en nues
tra vida.
El bautismo en, o con el Espritu Santo, tiene un doble propsito: la purificacin y l