42 Falacias de La Psicologia Positiva

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Falacias de la

psicologa positiva
Roberto Garca lvarez y Vctor Martnez Loredo

El objetivo del presente artculo es analizar la llamada Psicologa Positiva, una corriente que, al
tiempo que pugna por ocupar un lugar digno en la academia, no le duele verse en las estanteras
con los libros de autoayuda que a nadie ayudan y con los que tiene un estrecho parecido y parentesco. Un movimiento que, an amparndose en el carcter cientfico de la psicologa, carece
de l y lanza a una feligresa cada vez mayor consejos que no son cientficos sino puramente
ideolgicos.

(foto: Wikimedia Commons, de Flickr: The U.S. Army )

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adie discute que es mejor sentirse bien que sentirse mal, alegre que triste, contento que amargado,
tranquilo que ansioso. Sin embargo, nadie debera
decir que estos ltimos sentimientos, an molestos y desagradables, sean de por s malos y deban ser eliminados.
Toda vez que son las circunstancias, adems de la pertinencia adaptativa de los mismos, y no nosotros, las que determinan cundo estar de una manera y cundo de otra. Tan
inadecuado sera estar siempre triste como siempre alegre,
estar todo el da nervioso como no estarlo cuando corresponde. Por otro lado, an ms perverso y perjudicial para
las personas es establecer la obligacin imposible de estar
siempre alegre y pensar en trminos positivos.
La Psicologa Positiva postula la necesidad de desechar
los sentimientos negativos, no tanto porque estos sean desagradables y perniciosos porque supongan detener la vida
del sujeto y paralizarlo, sino por no ser adecuados al contexto socioeconmico imperante. Sentirse mal, estar triste,
desesperanzado, incluso malcontento, disgustado con la
realidad, no es conforme a la sociedad de consumo, y por
tanto hay que evitarlo.
Como bien demuestra Barbara Ehrenreich (2011) los orgenes reales de la Psicologa Positiva no estn donde sus
autores nos cuentan, y aade que este movimiento no tiene nada de cientfico ni psicolgico. Los primeros vagidos
de esta corriente han de ser rastreados en el Pensamiento
Positivo, movimiento cuasi-mgico e impregnado al cien
por cien con la ideologa protestante norteamericana. La
Psicologa Positiva no vino, ni mucho menos, a cuestionar
las falsedades de estas ideas o a sealar sus peligros, sino a
legitimarlas con un vocabulario cientfico y a garantizar su
propagacin por el mundo.
El pensamiento positivo.
El Pensamiento Positivo puede ser entendido de dos maneras. La primera hace referencia al pensamiento consistente en decir que las cosas estn bien y an estarn/irn
mejor, es una forma de ver el mundo; mientras que el otro
significado se refiere al proceso por el cual se ha de pensar
de ese modo, es decir, el imperativo de ver el mundo de
esa manera. En qu se sustentara ese imperativo? En algo
tan sencillo como los beneficios inimaginables que en todos los campos tendra ser optimista, algo que la Psicologa
Positiva ha recogido tal cual y ha adornado con supuestas
investigaciones.
Pero los campos que tanto la Psicologa Positiva como el

Pensamiento Positivo prometen mejorar no son nunca los


campos de la injusticia, la desigualdad o la paz mundial,
sino los mucho ms prosaicos de la salud, el xito profesional o los bienes materiales.
As, el Pensamiento Positivo y su tecnologa los libros
de autoayuda prometen maneras ritos y rituales para
conseguir de modo rpido y sin esfuerzo el trabajo aorado,
el coche soado, la riqueza, la mujer amada, buenas notas,
dejar de fumar o cualquier otra cosa. No es necesario que
la persona pase a la accin, que estudie, se ponga a dieta o
trabaje mucho; es suficiente con que lo desee con fuerza.
Si aun as no lo consigue, la culpa no ser nunca de las
circunstancias las condiciones sociales, un mal empleo,
no haber estudiado- sino de no haberlo deseado con fuerza suficiente. Una lectura atenta de El secreto, libro al que
volveremos, encuentra continuos reproches a las vctimas
como causantes de su propio mal (Thompson, 2009).
Este deseo optimista y omnipotente es un heredero transmutado del pecado cristiano. Si el pecador era culpable de
su pecado, el pesimista es culpable de su pesimismo. Si al
pecador se le apartaba de la sociedad y se le negaban los beneficios de la salvacin, al pesimista, al crtico, al cenizo, se
le niegan las gracias del optimismo y se le aparta tambin
las empresas cifran en 3.000 millones las prdidas por culpa de los trabajadores crticos y negativos-, se les despide,
se les arrincona as se justifica el sueo neoliberal de un
despido totalmente arbitrario-, al tiempo que el ciudadano
crtico, que se plantea cosas y cree que hay que cambiar el
mundo en lugar de mirarse cada uno en su interior es
puesto en cuarentena ideolgica tal y como antes se echaba
al bosque, cuando no se quemaba, al disidente religioso. Se
llama a normalizar la no divergencia, a no asumir responsabilidades con aquellos que pueden ser molestos o pesados, apartndolos del foro pblico y proscribindolos no
como pecadores, sino como pesimistas y, puesto que solo el
optimismo es sano/salud, como enfermos.
La desvinculacin total del individuo con cualquier opcin a la crtica, el mandato de expulsar de la vida a los que
molestan, a los que nos necesitan, tiene un objetivo paradjico, pues produce un sujeto an ms vinculado con su
comunidad ideal: la de los buenos consumidores y buenos
ciudadanos.
Es posible realizar un rastreo, siguiendo a Barbara Ehrenreich (2011), desde el calvinismo europeo, trasladado
a los EEUU con su presencia continua del pecado, hasta
el movimiento del Pensamiento Positivo surgido a finales

Tan inadecuado sera estar siempre triste como siempre alegre,


estar todo el da nervioso como no estarlo cuando corresponde.

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del siglo XIX en EEUU con Mary Baker Eddy y Phineas


Quimby y los actuales movimientos de autoayuda, de
enorme auge durante el siglo XX, los cuales han alcanzado
cotas de mercado y beneficios nunca soados.
Las promesas de Baker Eddy sobre el poder del pensamiento la mente sobre la materia fueron recogidas por
autores como Norman Vincent Peale y prometidas a empresarios, empleadores y empleados. Lo que para Baker
Eddy eran los poderes de la mente para anular las dolencias
del cuerpo, para Peale y los que le han seguido siendo el
paroxismo de la metafsica Rhonda Byrne y su ya comentado El secreto eran los poderes de la mente sobre todo el
universo, este conspirando para hacer realidad los deseos
de aquel.
La psicologa positiva.
Pero a finales del siglo XX no bastaba con la presencia
social y un mercado generoso que en 2002 representaba
unos beneficios de 563 millones de dlares en libros de autoayuda y de casi 2500 si se sumaban productos aadidos
como CD o DVD (Prieto-Ursa, 2006). Se requera un ropaje digno y ah entr el llamado movimiento de la Psicologa Positiva, con Martin Seligman a la cabeza, dispuesto
a dar al emperador un nuevo traje, aunque siguiera yendo
desnudo.
La Psicologa Positiva presume de psicologa y de cientfica, incluso no admite ms adjetivo que este ltimo, si
bien habla de la ciencia como marco holstico e integrador (Vera Poseck, 2006, pg. 14), palabras ms propias de
un movimiento espiritual que de una corriente cientfica.
Sin embargo se presenta al mundo con definiciones como
la de Vera Poseck (2006): La psicologa positiva es una
rama de la psicologa que busca comprender, a travs de
la investigacin cientfica, los procesos que subyacen a las
cualidades y emociones positivas del ser humano, durante
tanto tiempo ignoradas por la psicologa. Insiste especialmente en el carcter novedoso de sus asuntos, lo que la
pinta como un nuevo evangelio, al tiempo que su nacimiento es narrado como si de una revelacin divina se tratase
(Seligman, 2011; Ehrenreich, 2011).
Su fundador, Martin Seligman, cuenta en La Autntica
Felicidad (2011), un libro autocomplaciente y escrito al estilo revelador de la autoayuda, que, estando en el jardn de
su casa, grua mientras cortaba el csped, hasta que su hija

de cinco aos le afe tal actitud. Por lo visto, Seligman se


pasaba la vida protestando y en ese momento como Pablo
de Tarso, vio la luz no solo sobre su carcter sino tambin
sobre su misin.
El reputado psiclogo comprendi que, hasta entonces, la
Psicologa haba estado centrada exclusivamente en el lado
oscuro, en lo patolgico, en el sufrimiento, en los problemas, en los obstculos. Haba llegado el momento en darle
un vuelco y para ello deba nacer una nueva disciplina: la
Psicologa Positiva, la cual aportaba como novedad el inters exclusivo por el lado opuesto: la virtud, el bienestar, la
felicidad y el desprecio autosuficiente por el resto.
A regaadientes admiten que estos tpicos ya haban sido
abordados por otras ramas, como por ejemplo las corrientes
humanistas, pero ninguna lo hizo tan bien y con tanto rigor como la Psicologa Positiva. Las corrientes humanistas
(Vera Poseck, 2006) habran fracasado al no haber sabido
ni podido dar metodologa y validez cientfica a sus postulados, algo en lo que la Psicologa Positiva anda sobrada.
Por supuesto, niega cualquier parecido con los movimientos de autoayuda, y contra ellos despotrica Seligman en su
libro (2011). Sin embargo, la mayora de las publicaciones
del movimiento son ms autoayuda que otra cosa y se dedica, al igual que esta, a la venta de sueos dorados, utopas
[] espejismos (Vera Poseck, 2006, p. 13) supuestamente
avalados por descubrimientos cientficos de modo que la
Psicologa Positiva ha servido para validar a la autoayuda
(Held, 2002). Ahora bien, cabra preguntarse si no habr
sido al revs, si no habr sido la veterana autoayuda la que
mostr el camino del xito a la Psicologa Positiva y esta
copi sus mtodos y formas de propagacin. De no haber
sido as, habra conseguido la Psicologa Positiva tanto
xito en solo una dcada?
Los conceptos que la Psicologa Positiva dice emplear
de forma novedosa han estado presentes en la investigacin psicolgica desde los aos 60 e incluso antes. Para
empezar, la supuesta iluminacin recibida por Seligman
acerca de la obsesin de la psicologa tradicional por lo
negativo haba sido recibida, aos antes, por Maslow
(1954), quien de hecho en su libro Motivacin y Personalidad (1954) ya emple el trmino psicologa positiva.
Lazarus (2003) seala que todos los conceptos manejados
de forma habitual en la psicologa clnica, como ansiedad,
estrs, depresin as como cualquier terapia psicolgica

Los campos que la Psicologa Positiva promete mejorar no son


nunca los campos de la injusticia, la desigualdad o la paz mundial, sino los mucho ms prosaicos de la salud, el xito profesional o los bienes materiales.

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implican, por necesidad, tomar en cuenta los aspectos que


la Psicologa Positiva dice haber descubierto; as, afrontamiento, resiliencia, resistencia, visin positiva, etc., estaran incluidas en las terapias tradicionales. La diferencia
sera que Seligman (Lazarus, 2003; Prieto-Ursa, 2006) los
estudiara en sujetos felices, blancos y ricos, concluyendo
que la buena vida de estos es causada por el optimismo y
no el optimismo por la buena vida. Por otro lado, ramas de
la Psicologa tradicional como pueden ser la Psicologa de
la Salud llevan desde los aos setenta preocupndose por
aspectos como la promocin de la salud o la prevencin,
algo que la Psicologa Positiva ha secuestrado como inters exclusivo suyo.
Los pilares de este movimiento revolucionario son (Vera
Poseck, 2006; Seligman, 2011; Ehrenreich, 2011):
Las emociones positivas como la alegra, esperanza, ilusin con un gran valor adaptativo y que parecen negar a
las emociones negativas.
Rasgos positivos, entendidos como variables internas o
de personalidad, que ayudan a ser mejores y ms felices.
Instituciones positivas. Es el punto culminante del juego
ideolgico que se oculta tras el movimiento de la Psicologa Positiva; se tratara de instituciones como la democracia, las empresas de libre competencia, la familia, las
iglesias que, al tiempo que promueven los dos pilares anteriores, son mantenidas por estos, no cabiendo entender que
pueda existir emocin, felicidad o rasgo positivo fuera de
estas instituciones.
El problema principal no estara tanto en que la Psicologa Positiva no ha sabido mirar hacia atrs y reconocer
que muchos profesionales e investigadores, aun dentro de
la psicopatologa, se preocupaban por aspectos llamados
positivos, como en el hecho de que no ha querido ni ha
podido hacerlo. El marketing de venderse como revelacin
y novedad impone no reconocer ningn lazo con el pasado,
ya que solo as puede serle legtimo emplear trminos como
movimiento o nuevo enfoque.
He aqu otro paralelismo, la falta de honestidad cientfica, entre la Psicologa Positiva y otro movimiento que a
principios del siglo XX se present como novedoso, rompedor y llamado a cambiar la visin no del ser humano sino
del mundo: el Psicoanlisis. Freud, al igual que Seligman,
y saltando la enorme distancia entre ambas figuras, se negaba a aceptar que sus ideas estaban presentes en autores

anteriores, que sus postulados no eran originales y que eran


ms una revelacin mstica que una aportacin cientfica.
A la Psicologa Positiva le ocurre lo que a Freud, que dijo
cosas ciertas y cosas nuevas, pero por desgracia las ciertas
no son nuevas y las nuevas no son ciertas. De hecho, el
parecido con el nacimiento del movimiento psicoanaltico
puede verse en el hecho de que los textos de Psicologa
Positiva (Vera Poseck, 2006) dedican ms pginas a defender la figura del lder/descubridor como un cientfico consagrado y prestigioso, que a dar evidencias empricas de
sus afirmaciones.
Si el Psicoanlisis tuvo su evento fundacional en la famosa alocucin a la Sociedad Mdica de Viena, la Psicologa
Positiva no poda ser menos: en 1997, durante el discurso
de Seligman como nuevo presidente de la APA (American
Psychological Associtation), la Psicologa Positiva recibi
la bendicin oficial y comenz a funcionar.
A partir de esos dos eventos revelacin al lder y sermn
de este-, la Psicologa Positiva comenz a crecer a un ritmo imparable. Los mismos cientficos que durante medio
siglo haban ignorado y se haban redo de la autoayuda
y del Pensamiento Positivo lo abrazaron y comenzaron a
publicar estudios, supuestamente serios, validando lo que
esos movimientos haban defendido durante aos: las inimaginables ventajas de ser optimista en cualquier campo
(Ehrenreich, 2011). Al tiempo que los mercaderes del pensamiento positivo se vestan con la Psicologa Positiva, los
psiclogos positivos corran a tomar prestadas las prcticas de sus primos los entrenadores y profesionales de motivacin (Ehrenreich, 2011), convirtindose, con Seligman
a la cabeza, en coaches y llenando sus libros con ejercicios sin ningn tipo de respaldo cientfico y amenizando
sus congresos con estudiantes de doctorado haciendo bailes
motivadores.
Los medios de comunicacin, encabezados por personajes como Larry King o la propagadora oficial de la ignorancia, Oprah Winfrey, se sintieron atrados por la idea y
dieron a los motivadores profesionales, los coaches y los
gurs de la autoayuda el argumento que tanto deseaban; a
partir de entonces, estos podan empezar sus intervenciones
con un soniquete prestado por la Psicologa Positiva: Hay
estudios que demuestran que (Ehrenreich, 2011), frase
a la que nadie poda oponer argumentos.
El siguiente paso era entrar en el lucrativo mundo de las

La Psicologa Positiva presume de psicologa y de cientfica, incluso no admite ms adjetivo que este ltimo, si bien usa palabras ms propias de un movimiento espiritual que de una corriente cientfica.

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organizaciones, y eso fue muy fcil: por un lado, la Psicologa de las Organizaciones es la ms endeble de las ramas de
la Psicologa ante los embates ideolgicos; y, por otro lado,
las corrientes neoliberales de finales del siglo XX ya haban
echado mano de la autoayuda y del Pensamiento Positivo,
as que, cmo negarse a tomar prestados postulados cientficos? Conseguir optimismo en sus empleados, y que estos
lograsen la felicidad al margen o a pesar de las condiciones laborales desfavorables, fue el eslogan y funcion muy
bien en una economa que, de forma incomprensible, Seligman califica de excedentes y poco desempleo (Seligman,
2011, pg. 259). El objetivo era introducir al trabajador en
una dinmica donde lo que importaba era que su puesto le
permitiese desarrollarse o fluir flow- ms all de pequeas o -incluso considerables diferencias de sueldo. De
hecho, cuando Seligman habla del mundo del trabajo, no
parece referirse nunca a un mundo que pueda ser cambiado para mejor, sino a una especie de zona de meditacin
y crecimiento cuyos aspectos materiales son totalmente
ajenos al buen trabajador. Asumiendo el viejo adagio de
que el dinero no da la felicidad, Seligman se preocupa por
convencer al trabajador de que, siendo as, no tiene sentido
luchar por ascensos, reivindicar mejoras salariales o pedir
que las horas extras sean pagadas. Su argumento es perfecto: en las ltimas dcadas los sueldos han subido de media
un 16%, mientras que la felicidad en EEUU ha bajado del
36 al 29%,; si no da la felicidad, no se debe luchar por nada
de eso. Quin se beneficia de esta lgica? Por supuesto, el
que no da aumentos y quien obliga a hacer horas extras que
no paga y que, curiosamente, ha sido quien ha contratado y
financiado la Psicologa Positiva. Este mismo camino se ha
impuesto a toda la sociedad: ser positivo, ser optimista, ya
no es una alternativa,; es la alternativa (Ehrenreich, 2011).
Aqu encontramos la nula capacidad que la Psicologa Positiva tiene para diferenciar entre ideologa y ciencia.
La Psicologa Positiva, a diferencia de una verdadera
ciencia, no tiene un vocabulario comn (Lazarus, 2003).
As, los psiclogos positivos parecen ms jugadores individuales que miembros de un mismo equipo (Prieto-Ursa,
2006), cada uno preocupado por un campo concreto donde
define y operativiza los conceptos como le da la gana, al
margen de los dems. Qu es lo que al final parece unirles?
La visin de cmo debera ser el hombre/ciudadano ideal.

Junto con los pilares antes mencionados, el dogma central de la Psicologa Positiva es el efecto beneficioso de
las emociones positivas sobre la salud y sobre todos los
campos imaginables. El primer golpe a esta asuncin se le
asesta en la frente, pues no utiliza otra metodologa que la
simplemente correlacional, en la que se toman medidas de
sujetos asignados a dos grupos en funcin de las caractersticas que se entienden como antecedentes y consecuentes
(Prieto-Ursa, 2006; Ehrenreich, 2011; Vecina Jimnez,
2006a, b ; Carbelo y Juregui, 2006), lo que como metodologa solo es un paso previo a otra fase de la investigacin y no permite realizar predicciones, ni mucho menos
hablar de nexos de causalidad. A esto hay que sumar que
la Psicologa Positiva, cegada por una visin etnocntrica y
comunitaria propia de la cultura estadounidense, no aporta
ningn tipo de estudio sobre las diferencias individuales ni
sobre el peso de factores ambientales (Lazarus, 2003). Por
otro lado, la Psicologa Positiva no toma en consideracin
los factores de aprendizaje en la adquisicin de las fortalezas, al tiempo que su inters por aspectos madurativos o
de desarrollo se limita a reconocer las aportaciones de la
Teora del Apego (Seligman, 2011).
Cabra preguntarles a estos autores obsesionados por la
cientificidad de su campo: De dnde sacan la divisin entre Psicologa (ciencia) Positiva y Psicologa (ciencia) Negativa ms all de citar a Spinoza como primer autor que
habl en tales trminos? Hablaran con la misma alegra
de una fsica positiva y una negativa, o de una qumica
positiva y de otra negativa, o se trata de una dicotoma
que se aplica exclusivamente a la psicologa, negndole de
esta forma el carcter cientfico? O es ms bien un ardid
ideolgico?
Por una parte, la diferencia vendra marcada por el olvido de lo positivo por parte de la psicologa tradicional.
Por otra, esa divisin estara apoyada en que las emociones
positivas pueden solventar muchos de los problemas que
generan las emociones negativas (Vera Poseck, 2006), lo
que no es ms que un argumento circular. Tambin el antdoto anula los efectos del veneno y no por ello ambas sustancias son estudiadas por ramas diferentes de la ciencia.
La base argumental es pues la diferencia entre emociones positivas y emociones negativas, lo que les da un carcter relativamente independiente (Vzquez y Hervs,

Martin Seligman comprendi que, hasta entonces, la Psicologa


haba estado centrada exclusivamente en lo patolgico, en el sufrimiento, en los problemas. Haba llegado el momento en darle
un vuelco por el lado opuesto: la virtud, el bienestar, la felicidad
y el desprecio autosuficiente por el resto.

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2008) que requiere metodologa diferente en unas y otras;


pero, realmente es posible esa diferenciacin? Cmo establecerla?
Enfrentado a esta dificultad, Lazarus (2003) se aventura a
decir que una emocin ser positiva si nos hace sentir bien,
si es el fruto de condiciones ambientales favorables o si tiene consecuencias socialmente positivas. Al tiempo que una
emocin ser negativa si produce que la persona se sienta
mal, es consecuencia de circunstancias negativas o produce consecuencias socialmente indeseables; es decir, si es
contraria a la anterior. Ambas definiciones seran tautolgicas e inservibles. Como se ve, para este crtico de la Psicologa Positiva, la cuestin dista de estar clara y casi sera
necesario apelar al sentido comn o a una especie de conocimiento tcito sobre lo que es emocin positiva, algo
que todos sabramos lo que es an aun sin poder definirlo
explcitamente. Por lo tanto, El conocimiento de las emociones positivas y su reverso (las emociones negativas)
respondera ms a una especie de arquetipo junguiano o de
fantasma en la mquina que a una definicin operativa,
lo que aleja a la Psicologa Positiva del espectro cientfico
y la mete an ms en los movimientos espirituales con los
que dice no tener nada en comn. Para solventar esta dificultad, algunos autores (Prieto-Ursa, 2006) rompen con la
pretendida existencia de una dicotoma positivo/negativo y
hablan de las emociones como un continuo positivo negativo, olvidndose de la dimensin ortogonal activacindesactivacin clsica en el estudio de las emociones.
En este terreno escabroso, Seligman (2011) trata de nadar
y guardar la ropa,: en principio, se ampara en Darwin y
Freud para reconocer el poder adaptativo de las emociones negativas lo que Marino Prez (2013) llama el efecto
positivo de los afectos negativos y, as, todas las emociones tendran importancia desde un punto de vista adaptativo. Pero a continuacin huye de Darwin y solo reconoce
potencial adaptativo a las emociones positivas, ya que las
otras, en nuestra sociedad occidental perfecta, ya no seran
necesarias. Sin embargo, las negativas an no han sido seleccionadas para su extincin ya que, a decir de Seligman
(2011), son ms fuertes que las positivas e incluso el cerebro humano est diseado para trabajar con aquellas y no
con estas; y as, autores positivos como Vera Poseck (2006)
reconocen en el optimismo un truco del cerebro para crear

una visin distorsionada de la realidad.


Sin embargo, tras este reconocimiento al enemigo, vuelven a su lnea y afirman que las emociones positivas favoreceran la originalidad, la creatividad, la resolucin
de problemas mientras que las negativas haran todo lo
contrario: embotaran la inteligencia, anularan la capacidad de pensar, centraran al sujeto en el problema y no
en la solucin es decir, estn tratando en un mismo eje
dimensiones que son ortogonales la valencia (el aspecto
positivo o negativo) de una emocin y la activacin de la
misma-. Esta argumentacin olvida que, en situaciones de
emotividad negativa, los sujetos pueden dar lo mejor de s,
solucionar problemas acuciantes con mayor creatividad y
logro por no citar el viejo adagio de que en las crisis se
tienen las mejores ideas.
Con independencia de los graves errores que la Psicologa Positiva comete al hablar y estudiar las emociones, la
nica realidad es que estas han estado mal estudiadas desde
siempre; pues, o bien ha sido tocadas de soslayo, o bien se
ha recurrido a constructos tericos para inferirlas, tendiendo a colocarlas como eventos causales de la conducta. De
ello participa al cien por cien la Psicologa Positiva, en una
explicacin claramente mentalista o animista (Prez lvarez, 2004), explicacin que se queda a mitad de camino,
pues no aclara la cuestin de cmo la emocin lleg a ser.
La Psicologa Positiva, lejos de entender que la emocin
aparece aprendida y valorada en el desarrollo del sujeto
dentro de su contexto cultural, las da como preformadas o
casi diseadas con un fin concreto, en tanto que en otras
ocasiones la falacia de la Psicologa Positiva llega a ver la
emocin positiva como causa directa de una conducta en
lugar de como consecuencia de esta, as ocurrira con la
autoestima, que entiende al igual que la autoayuda que
es causa de estas, cuando en realidad la autoestima sera
consecuencia de una larga cadena de conductas exitosas.
En este sentido, William James defina la autoestima como
un cociente entre los xitos obtenidos y las aspiraciones.
La gran crtica es que la Psicologa Positiva es un ropaje que pretende dar validez cientfica universal a la visin
americana del mundo, jugando a la tirana de la actitud positiva, aunque Seligman, como el culpable en un juicio, lo
niegue una y otra vez. A decir de este (Seligman, 2011), la
Psicologa Positiva no buscara decir a la gente cmo vivir,

Ramas de la Psicologa tradicional llevan desde los aos setenta


preocupndose por aspectos como la promocin de la salud o la
prevencin, algo que la Psicologa Positiva ha secuestrado como
inters exclusivo suyo

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sino sealar los beneficios innegables y solo as alcanzables de hacerlo de una forma determinada. Lo que es una
obvia estrategia de marketing: sealar la exclusividad de
los efectos de consumir un producto concreto. Este producto el optimismo tiene efectos en todos los campos de la
vida de las personas, aunque donde se dispondra de las
mayores evidencias empricas (Seligman, 2011) sera en el
mbito de la salud tanto psquica como fsica. Para empezar, y no es poco, las personas felices y optimistas viven
ms que los cenizos. Ahora bien, no debemos pensar que
hablamos de los playboys, ni de los entregados al ocio, sino
del hombre integrado socialmente, comprometido y trabajador, casado formalmente y con familia (pues parece que
los casados son ms felices que los que no lo son, aunque
aqu Seligman parece que cree que solo existe un tipo de
matrimonio), es decir, del bueno y deseable ciudadano.
La demostracin de que esto es as, y nadie puede dudarlo, se da con tres estudios. El primero es el de las Monjas de Utah (Danner, Snowdon, y Friesen; 2001) donde se
analizaron los escritos que las religiosas haban compuesto
al inicio de su noviciado, en 1930. Segn este famoso estudio, las que expresaban sentimientos de alegra y optimismo vivan ms y mejor que las dems. El problema de
este estudio est en el hecho de que no se especifica cmo
se estimaba que tal o cual emocin o expresin era mejor
que las dems ni cmo se medan. A la vez, tampoco se
especific si estas monjas ms longevas haban tenido menos conductas peligrosas que las dems, si haban salido
menos del convento
Este estudio se acompaa con el de Dacher Keltner y
LeeAnne Harker (2001) donde encontraron correlacin entre la sonrisa de las jvenes en los anuarios del instituto
y su satisfaccin vital aos despus, medida en trminos
de matrimonio feliz y nmero de hijos. Las que sonrean
sinceramente la llamada Sonrisa Duchenne parecan ser
ms felices en su vida posterior. Este estudio, por desgracia, solo es correlacional y no permite establecer nexos de
causa/causalidad, y tampoco analiza el motivo por el que
unas nias sonrean y otras no. Adems, estos hallazgos tan
sorprendentes no pudieron ser replicados cuando se aplicaron a anuarios de otros institutos y con jvenes de clases
sociales ms humildes.
El tercer gran estudio fue realizado sobre una muestra
de ancianos mexicanos que demuestra que aquellos que se

declaran felices viven ms aos y con mayor calidad de


vida. Este estudio analizaba variables como el consumo de
alcohol y tabaco, pero se olvidaba de una variable fundamental: la actividad fsica, que es un predictor muy potente
de la salud y la calidad de vida en la tercera edad. Seligman
(2011) entiende que estos argumentos de tan hondo calado cientfico son pruebas evidentes de que la felicidad y
el optimismo mejoran la salud y alargan la vida. Aunque
se olvida de que tal vez sea la buena salud y el hecho de
vivir ms aos y ver a los hijos y los nietos lo que provoque
felicidad en esos ancianos.
Frente a estos estudios, para nada concluyentes, hay evidencias empricas de que las cosas podran ser incluso al
contrario de lo que dicen Seligman y sus aclitos. El optimismo, la felicidad y los estados mentales positivos nada
tienen que ver con la salud o la supervivencia. En este sentido, los estudios son claros: las personas con depresin
moderada tienen ms posibilidades de vivir ms aos que
las no deprimidas o las profundamente deprimidas (Ehrenreich, 2011), pues el carcter optimista puede estar relacionado con la tendencia a correr riesgos y esto, a su vez,
estara relacionado con un mayor nmero de accidentes a
cualquier edad. Por otro lado, los jvenes realistas sobre su
situacin y expectativas son menos proclives a tener depresin que los optimistas, al tiempo que los pesimistas se
deprimen mucho menos cuando la vida les da de lado (Ehrenreich, 2011). Finalmente, hablan de las conexiones entre
optimismo y sistema inmunitario, a la luz de la psiconeuroinmunologa, aunque no hay ningn indicio concluyente
al respecto y s muchos estudios contradictorios.
Solo en el caso de la enfermedad coronaria parece haber
alguna evidencia a favor de las teoras de los Psiclogos
Positivos, a la que estos se aferran con fuerza, silenciado
todo lo anterior. Al tiempo, sostienen vnculos inexistentes
entre optimismo y supervivencia al cncer que han tomado
del Pensamiento Positivo y del movimiento de Autoayuda;
incluso algunos, a pesar de su pretendida cientificidad, an
mantienen la existencia de una personalidad prona al cncer (Vera Paseck, 2006), aunque esto fue tildado de patraa
hace dcadas.
En la lgica del lanzamiento editorial (Prez lvarez,
2007) los autores y los manuales de Psicologa Positiva siguen una estrategia clara: en primer lugar, no mencionan
nada de todo esto; o, si lo hacen, dicen que se trata de estu-

A la Psicologa Positiva le ocurre lo que a Freud, que dijo cosas


ciertas y cosas nuevas, pero por desgracia las ciertas no son
nuevas y las nuevas no son ciertas

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dios no concluyentes, simples ancdotas o lo adornan con


coletillas autosuficientes como hay ocasiones en las que
el pensamiento negativo es positivo (Vera Poseck 2006).
Aunque lo ms comn es hacer uso de lo que predican y
mirar estos datos con optimismo, es decir cerrar los ojos a
la realidad, as para Vera Poseck (2006), gur nacional de
la Psicologa Positiva, estos datos no debe[n] ser causa de
desaliento, sino que nos da una idea de la complejidad del
objeto estudiado. El problema no es tanto que se nieguen
a admitir esta realidad (de hacerlo cerraran el negocio),
sino que los medios de comunicacin tampoco dan pbulo
a estos estudios crticos (Ehrenreich, 2011). El pblico solo
recibe el mensaje de la Psicologa Positiva y sus cuestionables hallazgos. As, no es de extraar que la doctrina de lo
positivo, lo fcil y lo cmodo por encima de lo negativo y
lo difcil est de moda.
Las races ideolgicas y los intereses econmicos y polticos que hay tras el movimiento encabezado por Seligman se pueden encontrar en el hecho de que los estudios de
Psicologa Positiva estn siendo financiados por la oscura
Fundacin Templeton, la cual en una dcada ha dado ms
de 3 millones de dlares para el estudio de estas cuestiones (Ehrenreich, 2011). Esta fundacin es conocida por
abogar por el tratamiento en pie de igualdad de ciencia y
religin, financiar campaas a favor del diseo inteligente
como alternativa al evolucionismo, financiar estudios sobre
la eficacia de las plegarias (Ehrenreich, 2011) o las virtudes
cristianas (que, curiosamente, son las mismas que interesan
a la Psicologa Positiva: humildad, valor, templanza, gratitud). Sir John Templeton lleg a ser un importante gur
de la autoayuda y se declaraba seguidor y amigo de Norman Vincent Peale, consagrado autor del Pensamiento Positivo y padre de la autoayuda. Es curioso que un Seligman
que se declara encarnizado enemigo de la autoayuda sea
financiado por una fundacin con tan evidentes lazos con
este movimiento. A nivel ms poltico, el actual presidente
de la Fundacin, John Templeton Jr., es uno de los grandes
donantes del Partido Republicano, realiz campaa para
que los evangelistas apoyasen a Bush (Ehrenreich, 2011),
mostr sus simpatas hacia McKein, se mostr partidario
de la intervencin en Irak o abog por la reforma constitucional en el estado de California a fin de prohibir el matrimonio homosexual. Fomenta mediante becas y premios los
estudios sobre los beneficios de la libre empresa y a favor

de organizaciones conservadoras con mensajes como Por


qu tiene que vivir la mitad de la poblacin mundial en condiciones de relativa penuria cuando se ha demostrado que
las leyes del mercado y la libertad de empresa pueden conducir a un desarrollo econmico sostenido? (Ehrenreich,
2011, pg. 202). No se trata tanto de que la Psicologa Positiva sea una conspiracin de la derecha, a pesar de que
Seligman se declara abiertamente conservador, sino de que
se sirve de palabras cientficas que no argumentos para
defender una visin del mundo conforme a los ideales de la
derecha americana.
Este movimiento, pretendidamente psicolgico, pretendidamente cientfico, se ha transmutado, desde una rebelin
frente a la psicologa negativa, en un movimiento afecto al
sistema y alineado con la patronal (Ehrenreich, 2011),
en tanto en cuanto defiende los intereses y valores de este.
Uno de los colaboradores de Seligman, Chris Paterson, declaraba a un peridico (tomado de Ehrenreich, 2011, pg.
205) A la cultura empresarial ms pragmtica lo que le
interesa hoy da es tener menos trabajadores, pero que trabajen ms. De ah que se estn dando cuenta de que, si
esos trabajadores son felices, trabajarn ms y sern ms
productivos []. Aunque la perla se la lleva Seligman al
afirmar que [] Quienes les hacen reproches a los dems
y se ponen del lado de los desamparados, pueden sentirse
mejor en el momento []; pero esos sentimientos son transitorios, es curioso que quien afirma esto diga en sus libros
que las acciones de ayuda al prjimo facilitan la felicidad
verdadera cuando se trate de un prjimo blanco, rico,
creyente y casado. Tal vez por ello, a Seligman no le cost
mucho comenzar a dar charlas a los agentes del ejrcito
estadounidense encargados de desarrollar nuevas formas
de tortura para los sospechosos de terrorismo (Ehrenreich,
2011). Seligman reconoce estar en contra del cambio social: La buena noticia es que las circunstancias a veces
cambian la felicidad para mejor. La mala es que cambiar
esas circunstancias generalmente no sirve para nada y
sale caro (Seligman, 2011). De estas manera Seligman
pinta a la poltica o al activismo social como algo marginal
y casi intil, si las circunstancias representan un 25% o menos de la felicidad y, al tiempo, esas circunstancias han de
ser descompuestas en 20 factores, qu peso real tendran
la poltica, el aspecto social, la justicia o la igualdad?
El sujeto que plantea la Psicologa Positiva responde a la

La gran crtica es que la Psicologa Positiva es un ropaje que


pretende dar validez cientfica universal a la visin americana del
mundo, jugando a la tirana de la actitud positiva

verano 2015

69 el escptico

necesidad ideolgica de apartarle de cualquier cuestionamiento de la realidad o de cualquier aspiracin a cambiar


esta, lo que se consigue con lo que Lazarus (2003) llama
Pollyannismo: el intento de evitar enfrentarse a la realidad.
Sin embargo, cualquier avance en la fortaleza, en la sensibilidad, lleva implcita la necesidad de enfrentarse al lado
desagradable y oscuro no solo del mundo, sino tambin de
nosotros mismos. Seligman (2011) propone una visin que
anula estos puntos y se centra en los aspectos ms positivos,
que no solo no son los ms importantes, sino que parecen
encajar en la configuracin del ciudadano ideal segn los
cnones neoliberales de finales del siglo XIX. Esta visin,
lejos de ser una visin cientfica, es una visin ideolgica
con profundas y preocupantes repercusiones ticas y morales (Lazarus, 2003) pues propugna un ciudadano con un
grado muy bajo de responsabilidad, con una mnima apertura al mundo real y totalmente desvinculado del cambio y
la accin social.
Mientras el movimiento del Pensamiento Positivo derivaba de la religin y casi de la magia, con sus tcnicas
de visualizacin, canalizacin y deseo, y sus mtodos rpidos y mgicos para lograr la riqueza, el amor, el trabajo,
la Psicologa Positiva, ms digna y cientfica, propone
algo mucho ms noble. Frente al placer que ofrecera el
Pensamiento Positivo el coche soado, la mujer deseada,
el trabajo anhelado- esta deparar no placeres, sino gratificaciones que son formas de placer que exigen esfuerzo (Ehrenreich, 2011; Seligman, 2011), tareas con cuya
realizacin se disfruta, que ponen al sujeto en contacto con
sus fortalezas (Vera Poseck, 2006) y que, a su vez, seran
los ladrillos de los que estara hecha la autntica felicidad.
La consecuencia directa de la diferenciacin entre placeres y gratificaciones es que se puede hablar de tres tipos de
felicidad en funcin de que primen unos u otros. La vida
placentera, como su nombre indica, es aquella en la que se
persiguen los placeres; la buena vida es aquella basada en
experimentar emociones positivas; y la vida significativa
sera la protagonizada por las gratificaciones.Algo similar a
la experiencia cumbre de Maslow, aunque parece que para
este ltimo este tipo de vida no estara al alcance de todos,
mientras que la Psicologa Positiva la democratiza, hacindola accesible a cualquiera que sea optimista, feliz, que fluya en su trabajo
Es evidente que la realidad no invita al optimismo, y mu-

cho menos a ser positivo de forma continua. Seligman explica que no llaman a un optimismo simpln y ciego, sino a
uno flexible capaz de utilizar, cuando sea necesario, el realismo del pesimismo (Prieto-Ursa, 2006; Held, 2002), es
decir un optimismo realista que consistira en utilizar el
optimismo cuando este sea oportuno, lo que viene a ser, de
nuevo, nadar y guardar la ropa sin aportar nada novedoso.
Sin embargo, las propias palabras de Seligman (2011) y
sus seguidores no parece que estn hablando de un optimismo flexible o realista sino ms bien del mismo optimismo
bobalicn e irreal que propalaban sus primos del Pensamiento Positivo: Es sorprendente que tengamos unos niveles tan altos de pesimismo y depresin cuando el mundo
de hoy est ms lejos de la amenaza nuclear que nunca;
cuando vivimos en un pas cuyos indicadores econmicos y
de bienestar, sin excepcin, siguen mejorando; en un mundo en el que caen menos soldados en combate que en ningn momento desde la Segunda Guerra Mundial; y en el
que el porcentaje de nios que mueren de hambre es el ms
bajo de la historia. Resultara cuando menos ilustrativo
saber de dnde ha sacado Seligman sus datos, si no habr
sido mediante la tcnica de cerrar los ojos a toda evidencia contraria a sus ideas, tal y como ordena el Pensamiento
Positivo. Con estas palabras, est claro que lo que se busca
no es justificar cientficamente su movimiento, sino de justificar tica, moral y funcionalmente su mundo: el mundo
norteamericano neoliberal de finales del siglo XX.
El objetivo ltimo de conseguir la felicidad implica necesariamente saber qu es esta. De lo contrario, sealar continuamente los caminos para lograrla es equivalente a la
tcnica que el barn de Munchausen empleaba para salir de
las arenas movedizas: agarrar sus propios cabellos y tirar
hacia arriba. El concepto de felicidad est plagado de connotaciones culturales y estas varan de una cultura a otra,
como el propio Seligman (2011) reconoce. En Occidente,
la felicidad se presenta como un logro individual que se ve
obstaculizado por la tristeza o el desaliento, mientras que
en culturas orientales la felicidad es un logro comunitario
que se asienta en la compasin y el apoyo de los dems. Seligman sostiene haber encontrado una ecuacin matemtica
que da cuenta de la felicidad de forma universal:
F=R+C+V
Donde F sera el nivel de felicidad duradera, pues Seligman (2011) diferencia entre la felicidad duradera de la feli-

Los estudios de Psicologa Positiva estn siendo financiados por


la oscura Fundacin Templeton, la cual en una dcada ha dado
ms de 3 millones de dlares para el estudio de estas cuestiones

el escptico 70

verano 2015

cidad momentnea. R sera el rango fijo de felicidad determinado por nuestra dotacin gentica y que, ms o menos,
equivale a la mitad de la puntuacin que obtendramos en
una escala de felicidad como la propuesta por Sonja Luybomirsky (Seligman, 2011, pg. 80). Existiendo, por tanto,
un rango fijo de felicidad heredado, no cabe hacerse muchas ilusiones sobre el cambio; lo que, de forma encubierta,
sirve a la Psicologa Positiva para apelar al conformismo.
La C correspondera a las circunstancias y la V a variables
voluntarias, donde Seligman abre paso a sostener que la
felicidad depende ms de uno mismo de su dotacin gentica y sus pensamientos- que de las circunstancias. Para
justificarse, echa mano de la Teora de la Depresin de Aaron Beck, lo que implica reconocer, otra vez, que no est
aportando nada nuevo.
As, para Seligman (2011, pg. 101) la felicidad vendra
determinada por las siguientes circunstancias:
Vivir en una democracia sana, no en una dictadura empobrecida (gran efecto).
Casarse (efecto intenso, pero quiz la relacin no causal).
Evitar acontecimientos negativos y emociones negativas
(solo efecto moderado).
Forjarse un entramado social rico (efecto intenso, pero
quiz de relacin no causal).
Acercarse a la religin (efecto moderado).
Ganar ms dinero (El dinero tiene un efecto escaso []).
Gozar de buena salud (la que importa es la salud subjetiva, no la objetiva).
Elevar al mximo su nivel de estudios (ningn efecto).
Cambiar de raza (?) o trasladarse a un clima ms soleado (ningn efecto).
De estas nueve circunstancias, algunas no merecen ningn comentario, pues resultan obvias; otras resultan sencillamente incomprensibles, como la nmero nueve; mientras que el resto llaman, a pesar de toda la palabrera de
Seligman sobre su estudio de las virtudes y la felicidad a
lo largo y ancho del mundo, a entender que solo los occidentales blancos, casados y creyentes seran felices. Puesto
que el mayor peso lo tendra el vivir en una democracia
sana, todos aquellos seres humanos que han vivido antes de
advenimiento de nuestras democracias no han podido ser
felices; e incluso aquellos que vivan, ya no en una dictadura, sino en una democracia que el modelo ideolgico de
Seligman entienda como insana, no podrn ser felices. Parece que el concepto de felicidad de Seligman se aproxima
mucho al concepto de fin de la historia de su excorreligionario ideolgico F. Fukuyama.

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Las circunstancias cobran, como hemos visto, un peso


menor en la determinacin de la felicidad y Seligman llama, por tanto, a no luchar contra ellas y a centrarse en el
trabajo interior. Para apoyar esta teora se citan, continuamente, estudios que concluyen que las personas confinadas
en una silla de ruedas no tienen ms depresin que el resto
o que tampoco hay mayor tasa de depresin o infelicidad
entre los ancianos. En realidad, de todo esto solo es posible
concluir la falsedad del mito que relaciona ambas circunstancias con la depresin, pero no permite extraer ninguna
conclusin ms. En este apartado Seligman introduce con
calzador la idea de que las personas que han perdido su
trabajo no tienen ms depresin que las que lo conservan,
tal vez porque, angustiadas y dedicadas a buscar empleo,
no tienen tiempo para deprimirse.
Peterson (en Vera Poseck, 2006, pg. 61) seala las correlaciones de algunos conceptos con la felicidad, clasificndolos en los que tienen poca correlacin, los que la
tienen moderada y los que la tienen alta. El problema es
que muchos de los elementos de una u otra columna estn correlacionados entre s, o incluso tienen relaciones de
causacin entre ellos, por lo que la correlacin total con la
felicidad estara sobredimensionada, quedando invalidadas
las conclusiones por un problema de multicolinealidad. As
por ejemplo, el tener trabajo est correlacionado con aspectos como la educacin, la clase social o la etnia, al tiempo
que el ocio depende de tener trabajo y de la clase social, y
en todo ello el salario pesa tambin lo suyo. (Vase tabla).
Visto esto, solo podemos estar de acuerdo con Ehrenreich
(2011) en que la ecuacin de Seligman es pseudocientfica, matemticamente infundada y nicamente persigue el
objeto de presumir de cientfico al usar una expresin de
ese tipo en un texto, por otro lado, plagado de ancdotas
personales irrelevantes. Ehrenreich seala acertadamente que Seligman no explica por qu la ecuacin toma una
forma meramente aditiva y no de cualquier otra expresin,
cuando de una lectura del texto se desprende que Seligman
en verdad habla de la felicidad como F=f(S,C,V). Cul es
el problema de esta ltima expresin? Que es ms difcil
hacerla comprender a quien poco sepa de matemticas. Por
otro lado, parece que la expresin est sumando unidades
diferentes, o... se miden en las mismas unidades el componente gentico, el ambiental y el esfuerzo personal?
Es importante no olvidar que todo esto no es solo una crtica a la Psicologa Positiva por poco cientfica o por tener
ms de ideologa que de ciencia o psicologa, sino tambin
porque es peligrosa. La excesiva presin hacia la actitud

71 el escptico

Aaron Beck (foto: Archivo, www.heinzawards.net)

positiva genera, por necesidad, lo contrario de lo buscado:


la infelicidad. Ejemplificar al buen trabajador, al buen padre, al buen ciudadano como aquel que siempre es positivo,
que solo ve lo bueno y que, en consecuencia, solo parecen
pasarle cosas buenas, hace surgir sentimientos de culpabilidad e, incluso, indefensin algo de lo que Seligman sabe
algo-. Al tiempo, se fomenta la idea de que sentirse mal,
estar triste, deprimido, angustiado, es algo antinatural, indeseable y evitable a toda costa, lo que implica pensar que
no puede ser saludable sentirse as y que, por tanto, es algo
patolgico. La obligacin de ser feliz siempre y su imposibilidad fctica hacen a los sujetos ms infelices que si tal
obligacin no existiese.
Al tiempo, esa obligacin desvela otra de las falacias de
la Psicologa Positiva: esta se presenta como una reaccin

(Seligman, 2011; Vera Poseck, 2006; Vzquez, 2006) a esa


psicologa negativa amparada en el modelo mdico de salud/enfermedad mental. En este mismo terreno, la Psicologa Positiva trata de darse una ptina de prestigio intelectual
y, llamando a la dialctica de Hegel, se presenta no como
opuesta a la psicologa tradicional sino como sntesis de la
lucha entre esta y su anttesis que, incomprensiblemente,
es la propia Psicologa Positiva; es decir, se presenta como
anttesis y sntesis al mismo tiempo, o lo que es ms fcil:
se presenta citando a Hegel sin haberlo ledo ni entendido.
Sin embargo, el nico modelo que puede justificar la huida a toda costa del dolor, de lo negativo, es precisamente
el modelo mdico, del que Seligman dice huir. Al igual que
no toleramos el menor dolor fsico, tampoco deberamos,
segn este enfoque, admitir el menor malestar psquico.

Toda la palabrera de Seligman sobre su estudio de las virtudes


y la felicidad a lo largo y ancho del mundo lleva a entender que
solo los occidentales blancos, casados y creyentes seran felices

el escptico 72

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Flaco favor hace al replanteamiento del modelo de salud


mental la Psicologa Positiva siguiendo el planteamiento
del dolor psquico como dolor biolgico (Barraca, 2005).
La filosofa propagada de evitar el malestar psicolgico a
toda costa, igual que se evita el dolor fsico, ha contribuido a psicologizar cualquier problema de la vida (Barraca,
2005) y hacer a los sujetos menos capaces de afrontar esta
y sus altibajos sin ayuda profesional (Barraca, 2005; Prez
lvarez, 2007). Es extrao que Seligman, que presume de
haber rastreado las religiones, la filosofa y la espiritualidad
de todo el planeta, no se haya dado cuenta de que todos
coinciden en una cosa: el carcter sempiterno e ineludible
del dolor y del malestar. Adems, la Psicologa Positiva cae
en el mismo error que su denostada psicologa negativa: si
esta ltima entenda que cualquier reaccin no dramtica a
un trauma era patolgica, aquella entender como patolgica cualquier reaccin a un trauma que no sea positiva. Aun
huyendo del modelo mdico, la Psicologa Positiva crea su
propio sistema de generar pacientes y patologas, pues el
no poder alcanzar la felicidad -imposible por otro lado- genera ilimitados pacientes potenciales. Vera Poseck (2006)
muestra cmo es el proceso; a su entender, el ser humano no
est preparado para estar ocioso, pues si lo est se generan
problemas que han de ser enfocados desde la ptica de la
Psicologa Positiva, y... ya est! Ya hay un nuevo paciente.
El ocio, tan mal visto en la sociedad norteamericana si no
es consumista, como el pecado de antao como causa de
enfermedad. La psicologa tradicional tiene una categora
similar, la Leisure Sickness (Blech, 2005) que, por lo visto, afecta a los jubilados ingleses y alemanes que vienen a
Mallorca.
Casi cabra entender que el mensaje de los psiclogos positivos no es tanto controle sus emociones negativas para
ser feliz, como ponga un psiclogo en su vida para ser feliz. Lo que no desdice mucho del mensaje del Pensamiento
Positivo, ponga este libro, este DVD, un motivador o un
coach en su vida para ser feliz y obtener todo lo que quiera.
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