George Knight - A Menos Que Olvidemos (Aces) 2014
George Knight - A Menos Que Olvidemos (Aces) 2014
George Knight - A Menos Que Olvidemos (Aces) 2014
sas no eran solo algunas viejas piedras cualesquiera! Cada una tena un significado
especial. Eran piedras del recuerdo; piedras de la historia.
Las rocas en s eran bastante comunes, parecidas a millones de otras en las
colinas de Palestina. Pero, estas doce sealaban algo: recordaban la conduccin de Dios en la
experiencia de Israel.
La Biblia es un libro histrico, basado en una serie de acontecimientos que comienzan
con la Creacin y la entrada del pecado, y pasan por el pacto de Dios con Abraham, el xodo,
la cautividad y la restauracin de Israel, la encarnacin y el nacimiento virginal de Jess, su vida
sin pecado y su muerte en la cruz, la resurreccin y la segunda venida.
De modo que la Biblia es un libro que recuerda la conduccin milagrosa que Dios tuvo
con su pueblo.
Cuando las iglesias pierden de vista la trascendencia de esas remembranzas, estn en
problemas. A la deriva de su amarre en puerto seguro, han perdido el rumbo. En el mbito
judeocristiano, la prdida del rumbo comienza con el olvido del pasado; ms especficamente,
con el olvido de la conduccin de Dios en el pasado.
Cuando ocurre esto, los cristianos pierden su sentido de identidad. Y, tras la falta de
identidad, sucede la extincin de la misin y el propsito. Despus de todo, si no sabemos
quines somos en relacin con el plan de Dios, qu tenemos para contar al mundo?
La historia cristiana est plagada de cuerpos religiosos que han olvidado de dnde
provienen y, como resultado, no tienen un rumbo para el futuro. Y ese olvido es una tentacin
muy real para el adventismo.
No fue por casualidad que Elena de White, ya anciana, haya alertado a sus lectores sobre
el tema. Como he participado en todo paso de avance hasta nuestra condicin presente escribi, al repasar la historia pasada puedo decir: Alabado sea Dios! Al ver lo que el Seor ha
hecho, me lleno de admiracin y de confianza en Cristo como director. No tenemos nada que
temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Seor nos ha conducido, y lo
que nos ha enseado en nuestra historia pasada (NB 216).
Como veremos en nuestro viaje a travs de la historia del adventismo este ao, nuestra
iglesia tiene sus propias piedras del recuerdo.
Si las descuidamos, las consecuencias las padeceremos nosotros mismos.
2 de enero
stados Unidos a comienzos del siglo XIX afirma el historiador Ernest Sandeen
estaba ebrio del milenio. Cristianos de todas las extracciones crean que estaban
al borde mismo del Reino de Dios.
El terremoto de Lisboa de 1755, espantosamente destructor, haba dirigido las mentes
de muchos al tema del fin del mundo. Pero, el estmulo ms importante tena sus races en
los acontecimientos de la Revolucin Francesa, en la dcada de 1790. Las agitaciones sociales,
polticas y religiosas que tenan lugar recordaban a la gente las descripciones bblicas del fin
del mundo. La violencia y la magnitud de la catstrofe francesa hicieron volver la mirada de los
eruditos, en ambos lados del Atlntico, a las profecas de Daniel y el Apocalipsis.
En particular, muchos estudiosos de la Biblia pronto se interesaron en las profecas de
tiempo y en el ao 1798. En febrero de ese ao, Berthier, el general de Napolen, haba entrado
en Roma y haba destronado al papa Po VI. De modo que 1798, para muchos eruditos bblicos,
lleg a ser el punto de anclaje para correlacionar la historia secular con la profeca bblica. Al
utilizar el principio de que en la profeca un da equivale a un ao, vieron en el arresto del Papa
la herida mortal de Apocalipsis 13:3 y el cumplimiento de la profeca de los 1.260 das/aos
de Daniel 7:25 y de Apocalipsis 12:6, 14 y 13:5.
Los eruditos bblicos, escribe Sandeen, crean que ahora tenan un punto fijo en la
cronologa proftica de Apocalipsis y de Daniel. Algunos estaban seguros de que ahora podan
marcar su ubicacin en la cronologa proftica en desarrollo.
Finalmente, muchos sugirieron que la profeca de Daniel 12:4 se estaba cumpliendo.
Seiscientos aos antes del nacimiento de Cristo, el profeta haba escrito: Pero t, Daniel,
cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos corrern de aqu para all, y la
ciencia se aumentar. Debido a la magnitud de los acontecimientos mundiales, muchos ahora
tenan la conviccin de que haba llegado el tiempo del fin. Como nunca antes, los ojos de
los estudiosos de la Biblia literalmente corran de aqu para all sobre las profecas de Daniel,
mientras buscaban obtener una comprensin ms clara de los acontecimientos del tiempo del
fin. Los ltimos aos del siglo XVIII y los primeros del siglo XIX fueron testigos de una cantidad
sin precedentes de libros publicados sobre profecas bblicas.
La profeca bblica se estaba cumpliendo. La gente no solo examinaba los escritos de
Daniel como nunca, sino tambin el conocimiento de esas profecas iba en rpido aumento.
Era un tiempo de entusiasmo proftico.
3 de enero
4 de Enero
5 de enero
l servicio de Miller como capitn en la segunda guerra contra Gran Bretaa (1812-1814)
facilit un cambio en su vida. Incluso antes del conflicto, haba comenzado a albergar
dudas sobre lo aceptable de su creencia desta. Parte del problema era que el desmo
prometa vida despus de la muerte, pero en realidad Miller haba llegado a la conclusin de
que, por deduccin lgica, la muerte no conduca a nada.
Casi al mismo tiempo, Miller comenz a contemplar su propia mortalidad y su significado. El 28 de octubre de 1814, escribi a su esposa en relacin con un amigo del ejrcito que
falleciera: Poco tiempo ms y, al igual que Spencer, no ser ms. Es un pensamiento solemne.
La dura realidad de la vida estaba empujando al capitn Miller a la fe que una vez haba
rechazado con tanto vigor.
No obstante, todava no abrigaba ninguna esperanza. Si tan solo pudiera hallar un verdadero patriotismo en las filas del ejrcito, podra llegar a la conclusin de que su fe en el desmo
no estaba errada. Pero, escribi, dos aos de servicio fueron suficientes para convencerme
de que la naturaleza humana pareca mucho ms precisa que la perspectiva desta, que enseaba que la naturaleza humana era bsicamente buena y honrada. Pero, Miller no pudo
verificar esto en la historia. Cuanto ms leo, escribi, el carcter del hombre parece ser ms
horrendamente corrupto. No podra discernir ningn punto brillante en la historia del pasado.
Aquellos conquistadores del mundo, y los hroes de la historia, aparentemente no eran ms
que demonios en forma humana [...]. Comenc a sentir desconfianza de todos los hombres.
La crisis final de Miller, relacionada con su creencia en el desmo, tuvo que ver con lo que
pareci ser un acto de Dios en la historia en la Batalla de Plattsburg, en septiembre de 1814.
En esa batalla, una apologa de un ejrcito estadounidense venci a una fuerza superior de
regulares britnicos de primera, algunos de los cuales recientemente haban vencido a Napolen.
Era casi seguro que Estados Unidos sera derrotado. Un resultado tan sorprendente
contra esas probabilidades, concluy Miller, me dio la impresin de que era obra de un poder
superior al hombre.
Al igual que el autor del Eclesiasts, Miller se vio forzado por la dura realidad de la vida
a volver a evaluar a Dios. La buena noticia es que la dura realidad de la vida est cumpliendo
la misma funcin en nuestros das todava.
12
6 de enero
l alejamiento de Miller de las insuficiencias del desmo no supuso que estuviese del
todo enfervorizado en convertirse en cristiano.
Pero, comenz a asistir a la iglesia al menos, cuando le daba la gana.
El siguiente cambio en la vida de Miller ocurri en mayo de 1816, cuando se descubri en
el acto de tomar el nombre de Dios en vano. Como resultado, el hecho precipit una crisis en
su vida. En el mes de mayo de 1816, escribi ms adelante, me convenc; y oh, qu horror
llen mi alma! Me olvid de comer. Los cielos parecan como bronce; y la tierra, como hierro.
As continu hasta octubre, cuando Dios me abri los ojos.
Dos cosas ocurrieron en septiembre de 1816, que prepararon a Miller para su crisis de
octubre. La primera fue la celebracin de la batalla de Plattsburg. Mientras se preparaban para
un momento de gran alegra, los veteranos asistieron a un sermn la noche anterior a la gran
fiesta. Regresaron sumidos en sus pensamientos. La oracin y la alabanza haban reemplazado
a las risas y los pensamientos de la juerga cuando recordaron las circunstancias de la dura lucha
y de su victoria sorpresiva.
El segundo hecho tuvo lugar el domingo siguiente. La madre de Miller haba descubierto
que l se ausentaba de la iglesia cada vez que el pastor no estaba en la ciudad. En esas ocasiones,
uno de los diconos lea mal un sermn.
Miller cometi el error de dar a entender que si l pudiera dar la lectura siempre estara
presente. De modo que Miller, quien todava era desta, regularmente reciba invitaciones para
presentar los sermones que elegan los diconos. Fue el 15 de septiembre de 1816 cuando ley
un sermn que lo impact tanto que se vio obligado a sentarse en medio del mensaje. Haba
llegado a una crisis espiritual.
Pocas semanas despus, segn escribi, Dios me abri los ojos; y oh, mi alma, qu
Salvador descubr que era Jess! Ese descubrimiento impuls al joven converso al estudio
regular de la Biblia. En poco tiempo, not que la Biblia [haba llegado] a ser mi delicia, y en
Jess encontr a un amigo.
Dios es una Deidad de milagros. El hecho de que pudiera tomar a un escptico como Miller
y llevarlo a la conversin mediante la lectura pblica de un sermn es un milagro. Servimos a
un Dios que utiliza una multitud de medios a fin de llevar a cabo su voluntad.
13
7 de enero
Un hombre de la Palabra
Lmpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmo 119:105.
unque lea mucho, como intelectual desta, al convertirse al cristianismo, en 1816, Miller
se convirti en un hombre de un libro esencialmente: la Biblia. Algunos aos ms tarde,
escribi a un joven pastor amigo: Debes predicar la Biblia, debes probar todas las
cosas mediante la Biblia, debes hablar la Biblia, debes exhortar con la Biblia, debes orar con la
Biblia y amar la Biblia, y haz todo lo posible para hacer que los dems tambin amen la Biblia.
En otra ocasin, afirm que la Biblia es un tesoro que el mundo no puede comprar. No
solo trae paz y una firme esperanza en el futuro, sino tambin sostiene la mente y nos da
un arma poderosa para destruir la infidelidad. Aparte de eso, nos habla de acontecimientos
futuros, y nos muestra la preparacin necesaria para hacerles frente. Quera que los pastores
jvenes estudiaran la Biblia en forma intensiva, y no que fuesen adoctrinados en algn credo
sectario... Los hara estudiar la Biblia por su cuenta... Pero si no tuviesen mente, los estampara
con la mente de otro, escribira fantico en sus frentes y los enviara como esclavos!
Miller no solo llevaba a otros a la Biblia, sino tambin practicaba lo que predicaba. Fue
el estudio extensivo de la Biblia lo que lo llev a sus conclusiones ms bien alarmantes. Su
enfoque era minucioso y metdico. En cuando a su primer estudio de la Biblia, comentaba
que comenz con Gnesis y que lea cada versculo, y no avanzaba ms hasta que no se me
revelara el significado de los diversos pasajes como para librarme del desconcierto en cuanto a
cualquier misticismo o contradiccin. Cada vez que descubra algo oscuro, explic, mi prctica
era compararlo con todos los pasajes colaterales y, con la ayuda de la concordancia Cruden
de la Biblia, examinaba todos los textos de la Escritura en los que se encontraban cualesquiera
de las palabras prominentes halladas en cualquier porcin oscura. Luego, al permitir que cada
palabra tuviese su relacin adecuada sobre el tema del texto, si mi visin de esto armonizaba
con cada pasaje colateral de la Biblia, dejaba de ser una dificultad.
El estudio de la Biblia por parte de Miller no solo era intensivo, sino tambin extensivo.
La primera vez que la ley por completo le tom dos aos, de lo que pareciera haber sido un
estudio de tiempo completo. En ese momento, estaba plenamente satisfecho de que [la Biblia]
sea su propio intrprete; de que la Biblia sea un sistema de verdades reveladas, dadas en forma
tan clara y sencilla que el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviar .
Podemos agradecer a Dios porque l todava nos gua mediante su Palabra.
14
8 de enero
El asombroso descubrimiento de
Miller
Y l dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y maanas; luego el santuario ser purificado. Daniel 8:14.
15
9 de enero
10 de enero
11 de enero
18
12 de enero
ero, a veces no queremos or. Ese era el caso de Guillermo Miller. Aunque los odos de su
conciencia resonaban con la orden de advertir al mundo respecto del peligro venidero,
l no tena ningn deseo de hacerlo.
Hice todo lo posible para evitar la conviccin de que se requera algo de m; y pens
que al hablar libremente de esto con todos cumplira con mi deber, y que Dios levantara al
instrumento necesario para el cumplimiento de la obra. Or para que algn pastor pudiera ver
la verdad y se dedicara a su promulgacin.
Ahora, hay una solucin prctica: conseguir a un pastor que haga nuestra obra. He llegado
a la conclusin de que, si la iglesia depende de los pastores para terminar la obra, esta tarea
llevar un poco ms que la eternidad. La mala noticia de la buena noticia es que Dios nos llama
a cada uno a hacer nuestra parte.
Pero, eso es justo lo que el muy humano Guillermo Miller no quera hacer. Con la esperanza de dar testimonio por poderes, finalmente arrib a la excusa de Moiss. Le dije al Seor
que no estaba acostumbrado a hablar en pblico, que no tena las calificaciones necesarias
para captar la atencin de una audiencia, etc. Pero, no poda encontrar alivio. Durante nueve
aos, Miller luch con la conviccin de que tena una tarea que hacer para Dios. Entonces,
un sbado, alrededor del ao 1832, se sent en su escritorio, dispuesto a examinar un detalle
de la enseanza bblica. De repente, se sinti abrumado con la creencia de que necesitaba
volverse activo para el Seor.
En agona, clam que l no poda ir.
Por qu no?, fue la respuesta.
Y entonces recit todas sus trilladas excusas.
Finalmente, su angustia lleg a ser tan grande que prometi a Dios que cumplira con
su deber si reciba una invitacin a hablar en pblico sobre el tema de la venida del Seor. Con
eso, experiment un suspiro de alivio; despus de todo, tena cincuenta aos, y nunca nadie
le haba pedido que presentara el tema anteriormente. Finalmente, se sinti liberado. Pero,
a la media hora recibi esa invitacin. Y, junto con ella, lleg un destello de ira por haberle
prometido algo a Dios. Sin responder, sali furioso de su casa. Despus de luchar con Dios y
consigo mismo durante casi una hora, por ltimo acept predicar al da siguiente. Ese sermn
fue el comienzo de uno de los ministerios ms fructferos del siglo XIX.
La moraleja: Ten cuidado con lo que prometes a Dios. l puede tener en mente para tu
vida ms de lo que alguna vez soaste.
19
13 de enero
menudo, Dios utiliza las cosas comunes de la vida. Y eso es bueno, porque la mayora
de nosotros somos comunes; tambin lo era Guillermo Miller.
La experiencia de Timothy Cole, pastor de la congregacin Conexin Cristiana
en Lowell, Massachusetts, Estados Unidos, ilustra ese hecho. Despus de or, a finales de la
dcada de 1830, del asombroso xito de Miller como predicador evangelista, Cole lo invit a
celebrar una serie de reuniones en su iglesia. Fue a saludar al exitoso evangelista a la estacin
de trenes, esperando ver a un caballero vestido a la moda, cuyo porte correspondiera con su
reputacin. Cole observ de cerca, a medida que los pasajeros bajaban del tren, pero no vio
a nadie que correspondiera con su imagen mental. Finalmente, un anciano poco convincente,
con sndrome de Parkinson, descendi del coche. Para consternacin de Cole, el anciano
result ser Miller. En ese momento, se arrepinti rpidamente de haberlo invitado. Alguien con
la apariencia de Miller, concluy, no podra saber mucho de la Biblia.
Ms que un poco avergonzado, Cole hizo pasar a Miller por la puerta de atrs de su iglesia,
y despus de mostrarle el plpito se sent en medio de la congregacin. Miller se sinti un poco
maltratado, pero prosigui con el culto. Pero, si a Cole no le caus impresin la apariencia de
Miller, ocurri lo contrario con su reaccin a su predicacin. Despus de escuchar durante quince
minutos, se levant de entre el pblico, subi y se sent detrs de Guillermo, en la plataforma.
Miller habl diariamente durante una semana, y regres al mes siguiente para efectuar una
segunda serie. El reavivamiento fue un xito; incluso Cole se convirti a las creencias de Miller.
El hecho es que Dios puede hacer cosas extraordinarias con gente comn. El Maine
Wesleyan Journal [Revista Wesleyana de Maine] caracteriz a Miller como un agricultor comn, pero inform que logra encadenar la atencin de su auditorio por una hora y media
o dos. No era el hombre, sino su mensaje. El mensaje de Miller era sincero, lgico y bblico.
Y, adems, tena algo de humor con agallas. En una ocasin, al ser criticado por sus creencias,
brome con su audiencia: Ellos declararon que yo era demente, y que haba estado en un
manicomio siete aos; si hubiesen dicho que estuve en un mundo loco durante 57 aos, me
hubiese declarado culpable de los cargos.
Una persona comn con un mensaje poderoso. Dios lo utiliz. l puede utilizarte a ti
tambin, si se lo permites.
20
14 de enero
El clamor de medianoche
Y a la medianoche se oy un clamor: Aqu viene el esposo; salid a recibirle! Mateo 25:6.
ara Miller, era bastante natural que sus seguidores se sintieran atrados al gran sermn
de Jess sobre el advenimiento, en Mateo 24 y 25. Pero, la parbola de las diez vrgenes,
que se encuentra en Mateo 25:1 al 13, captaba especialmente su atencin: vean a su
propio movimiento y a su mensaje en el pasaje. En el proceso, contextualizaban los detalles
de la parbola.
Por lo tanto, interpretaban las diez vrgenes como la humanidad en general, en su perodo
de prueba. Las cinco vrgenes prudentes eran creyentes en Dios, mientras que las insensatas
representaban a los incrdulos.
Las lmparas eran la Palabra de Dios, y el aceite representaba la fe.
El casamiento, para ellos, era el punto focal de la parbola. Ese era el momento en que
Cristo, el esposo, aparecera en las nubes del cielo. El casamiento era el gran acontecimiento
hacia el cual avanzaba toda la humanidad. La venida del esposo era la esperanza que los motivaba a sacrificar sus recursos con el fin de sostener la predicacin de su mensaje.
La condicin soporfera de las vrgenes, para los milleritas, indicaba la apata y la ignorancia
de los cristianos y de los incrdulos ante la proximidad y el cumplimiento del advenimiento.
El clamor de medianoche, escribi Miller, es el viga, o algunos de ellos, que por la palabra de Dios descubren el tiempo segn lo revelado, e inmediatamente dan la voz de advertencia:
Aqu viene el esposo; salid a recibirle! En otras palabras, el clamor de medianoche era el
llamado final a despertarse, de modo que la gente se preparara para la llegada del Esposo divino.
Sin embargo, no todos responderan. Por lo tanto, segn pensaba Miller, la reaccin a
la proclamacin del clamor de medianoche producira una divisin entre las prudentes y
las insensatas; entre los que aceptaban el mensaje y se preparaban para el Esposo, que se
acercaba, y los que seguan durmiendo.
En la Segunda Venida en s, las prudentes entraran en el Reino con el Esposo. Pero, para
el resto se cerr la puerta. Miller consideraba que el momento en que se cerraba la puerta
era el fin del tiempo de prueba para los seres humanos.
De all la urgencia de su mensaje. Haba que advertir a la gente, a fin de que pudiera
prepararse para el acontecimiento de los siglos.
Ese mensaje todava reviste importancia en nuestros das. Miller pudo haber estado
errado en cuanto al tiempo del acontecimiento, pero la Segunda Venida misma es todava la
esperanza de los siglos. Y la funcin del pueblo de Dios contina siendo la de despertar a los
pecadores somnolientos a la realidad esencial de que nuestro mundo no durar para siempre.
21
15 de enero
El napolen de la prensa
Vi volar por en medio del cielo a otro ngel [...] diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria,
porque la hora de su juicio ha llegado. Apocalipsis 14:6, 7.
l hombre que puso al adventismo millerita en la palestra no fue Miller, sino Joshua
V. Himes, un joven pastor de la iglesia Conexin Cristiana, que haba adquirido las
habilidades de publicista trabajando con Willam Lloyd Garrison, la buja incendiaria del
movimiento para libertar a los esclavos.
En el primer encuentro con Miller, en noviembre de 1839, Himes se convirti a su mensaje.
Pero, se preguntaba por qu no era ms conocido.
Realmente cree en este mensaje? pregunt Himes al anciano predicador.
Por supuesto que s; de otra manera, no lo predicara.
Pero qu est haciendo para propagarlo o difundirlo a todo el mundo?
Todo lo que puedo respondi Miller.
Bueno, todo esto todava est en un rincn. Existe poco conocimiento del tema, despus de todo lo que usted ha hecho. Si Cristo ha de venir en pocos aos, como usted cree,
no deberamos perder tiempo en dar la advertencia a la iglesia y al mundo, con voz de trueno,
para que se levanten y se preparen.
Lo s, lo s, hermano Himes. Pero qu puede hacer un viejo agricultor?... Estuve
buscando ayuda; quiero ayuda.
Fue en ese momento, recuerda Himes, que puse el yo, mi familia, la sociedad, mi reputacin, todo, sobre el altar de Dios para ayudarlo, en la medida de mis posibilidades, hasta el fin.
Con el ingreso de Himes, el millerismo asumi una dinmica que nunca antes haba
experimentado. Como un dnamo de energa e ingenio, entre 1840 y 1844 Joshua puso al
movimiento en velocidad mxima, e hizo del millerismo una palabra que todos reconocan.
Nathan Hatch, un descollante historiador de la religin estadounidense, ha descrito
los esfuerzos editoriales de Himes como un bombardeo meditico sin precedentes, y una
avalancha comunicacional sin precedentes. Uno de los detractores de Himes lo designa como
el napolen de la prensa.
En poco tiempo, el activo Himes haba creado The Midnight Cry [El clamor de medianoche] y The Signs of the Times [Las seales de los tiempos], revistas que llevaran el mensaje
del advenimiento hasta los confines de la Tierra, y que lanzaran un flujo inagotable de libros
y folletos. En pocos aos, con tecnologa bastante primitiva, haba distribuido millones de
ejemplares impresos. Himes pudo haber sido publicista y Miller un hombre de ideas, pero se
necesitaba de ambos, y de toda una cantidad de otras personas menos visibles, para realizar
un movimiento dinmico.
La buena noticia es que Dios nos necesita a todos. Cada uno de nosotros cuenta con
algn talento que podemos usar para su gloria. De hecho, hoy mismo Dios te est llamando
con el propsito de que redediques tu vida y tus habilidades a l, y a su obra en la Tierra.
22
16 de enero
Un mensaje urgente
Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallis. Mateo 22:9.
os creyentes milleritas perciban una sensacin de urgencia para advertir al mundo a fin
de que se preparara para la venida de Cristo. Uno de los principales instrumentos que
utilizaron era la reunin campestre, una forma de encuentro religioso empleada por los
metodistas y otros desde alrededor de 1800.
La iniciativa de la primera reunin campestre tuvo lugar en el Congreso General de Boston,
en mayo de 1842. Para esa fecha, el ao 1843 pareca peligrosamente cerca, y la mayor parte
del mundo an no haba sido advertida.
L. C. Collins expres la fe de muchos, al escribir: Mi fe es fuerte en la venida de Cristo
en el ao 43. No hago ningn clculo de otra cosa que no sea la gloria ms all de eso [...].
Pero, con tan poco tiempo para despertar a las vrgenes adormecidas y salvar a las almas, debemos trabajar; trabajar da y noche. Dios nos ha empujado afuera deprisa, para dar la ltima
invitacin, y debemos trabajar con fervor y forzarlos a entrar, para que su casa se pueda llenar
[...]. Hombres fuertes de Israel se movilizan en nuestra ayuda. Todava debe hacerse resonar el
clamor de medianoche, y hacerlo resonar en cada valle, y en cada pico y planicie. Un temblor
horrible todava ha de embargar a los pecadores de Sion. Debe venir una crisis antes de que
la puerta de la misericordia se cierre eternamente contra ellos. Debe hacrseles sentir que es
ahora o nunca.
Un sentido de urgencia y de responsabilidad descansaba pesadamente sobre los milleritas a mediados de 1842. Al da siguiente de que Collins escribiera su carta, se dio apertura al
trascendental Congreso General de Boston, con Jos Bates al timn. Ese congreso no solo vot
celebrar reuniones campestres; tambin design una comisin para supervisarlas. El objetivo
principal de las reuniones era despertar a los pecadores y purificar a los cristianos dando el
Clamor de Medianoche.
Algunos milleritas crean que el mero hecho de celebrar esas reuniones era un poco
presuntuoso; despus de todo, una reunin campestre era un gran proyecto. Algunos declaraban: Que un puadito de adventistas celebren una reunin campestre! Si apenas pueden
realizar una reunin en sus casas! Pero, la palabra clave era que lo INTENTARAN, a pesar
de las apariencias.
Y Dios recompens la fe de ellos. Josiah Litch calcula que entre quinientas y seiscientas
personas se convirtieron a Dios durante las dos primeras reuniones campestres adventistas. Aqu
encontamos una leccin. No son las apariencias externas las que cuentan, sino las bendiciones de
Dios. Y l todava est dispuesto a bendecir a aquellos que dan un paso de fe y lo INTENTAN.
23
17 de enero
n 1838, un ejemplar de las charlas publicadas de Miller sobre la Segunda Venida cay en
manos de Charles Fitch, un pastor presbiteriano, y abolicionista, de cierta importancia.
Lo estudi, escribi a Miller el 5 de marzo, con enorme inters, como nunca
sent con ningn otro libro, salvo la Biblia. Lo compar con las Escrituras y con la historia, y
no encuentro nada en donde depositar ni una sola duda con respecto a la exactitud de sus
opiniones.
Fitch, fiel a su carcter entusiasta y sincero, no qued satisfecho con solo la lectura.
En poco tiempo, haba ledo seis veces el libro de Miller, al notar que su mente estaba muy
abrumada con el tema.
Impulsado por el mensaje de Miller, inmediatamente escribi a la gente de Boston y le
predic acerca de su nueva fe. Al predicar sus dos primeros sermones sobre las creencias de
Miller el 4 de marzo, escribi, eufrico, a Miller al da siguiente, diciendo que deseaba ser un
viga en los muros; que quera dar el toque certero con la trompeta.
Como paso importante al desempear su papel con fe, Fitch anunci a Miller que al
da siguiente, 6 de marzo, estaba programado que l leyera un documento sobre la doctrina
adventista ante la Asociacin Ministerial de Boston. Pero, a veces, el entusiasmo excede al conocimiento y la sabidura. Y eso ocurri con Charles Fitch el 6 de marzo de 1838. El predicador
entusiasta, que apenas haba tenido tiempo de examinar la doctrina por su cuenta, se sinti
intimidado y sorprendido por la respuesta que recibiera. Para sus colegas en el ministerio,
eran sandeces. Hubo muchas risas sobre el tema, recordaba Fitch; y no pude evitar sentir
que me consideraban como un simpln. Despus de eso, dej de predicar la proximidad del
Advenimiento. Segn dijo ms adelante, el temor del hombre me puso una trampa.
Pero, no por mucho tiempo. En 1841, volvi a estudiar de la Biblia sobre el tema. Posteriormente, lleg a ser uno de los defensores ms prominentes del movimiento. Fue el nico
de los principales predicadores del millerismo que no pas por el chasco de octubre de 1844.
Mientras estaba en Bffalo, Nueva York, a finales de septiembre, bautiz a un grupo de creyentes
en el helado lago Erie, durante un da fro y ventoso. Despus de salir con la ropa mojada en
direccin al lugar donde se hospedaba, dos veces regres para bautizar a ms candidatos. La
exposicin prolongada lo llev a enfermarse, y a morir el 14 de octubre. Pero, ni siquiera su
muerte inminente ahog el fervor del predicador de 39 aos. l saba que solo tendra que
dormir un poco, antes de despertar en la maana de la resurreccin.
24
18 de enero
os milleritas crean que estaban predicando el mensaje del primer ngel de Apocalipsis
14:6 y 7: Vi volar por en medio del cielo a otro ngel, que tena el evangelio eterno para
predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nacin, tribu, lengua y pueblo, diciendo a
gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel
que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Para ellos, la hora de su juicio era la Segunda Venida. Por lo tanto, era equivalente a la
purificacin del Santuario de Daniel 8 y a la venida del novio de Mateo 25. Ellos crean que los
tres pasajes sealaban al regreso de Jess.
La predicacin de ese mensaje pareca bastante inofensiva, al comienzo. Pero, cuanto ms
se aproximaba la fecha prevista, surgan ms fricciones entre los creyentes adventistas y otros
de sus iglesias. Debemos recordar que los milleritas, antes de 1843, no tenan congregaciones
separadas; por el contrario, adoraban con los miembros no adventistas de sus iglesias locales.
No obstante, no pudieron quedarse callados al acercase la fecha prevista de la Segunda Venida.
Eso era bueno en s. Sin embargo, muchos de sus hermanos de iglesia haban escuchado hablar tanto del tema que eso sent las bases para entrar en conflicto a medida que los
milleritas se aproximaban a lo que ellos crean que sera su ltimo ao en la Tierra. Muchas
congregaciones, finalmente, decidieron que ya haban escuchado suficiente de los adventistas.
La nica solucin pareca ser desfraternizar y expulsar a los pastores adventistas de sus plpitos.
Los adventistas reaccionaron con la predicacin de Charles Fitch sobre el mensaje del
segundo ngel: Ha cado Babilonia (Apoc. 14:8); salid de ella, pueblo mo (Apoc. 18:4). Para
Fitch y sus hermanos creyentes, cualquier miembro de iglesia que no esperara con ansias la
pronta venida de Jess verdaderamente estaba confundido (es decir, eran Babilonia).
El mensaje del segundo ngel brindaba una justificacin teolgica para que los adventistas se separaran de sus congregaciones y formaran una propia. Lo ms importante es que
esto les posibilit la independencia necesaria a fin de continuar estudiando la Biblia, a medida
que Dios los guiaba del mensaje del segundo ngel al del tercero, en los meses posteriores al
chasco de octubre de 1844.
El camino progresivo de la verdad no siempre es fcil, pero Dios nos gua aun cuando no
podamos ver el camino, en medio del ruido y el humo de la confusin terrenal.
25
19 de enero
l millerismo, dado el hecho de que la mayora de sus lectores era abolicionista, no era
bienvenido en el sur. A pesar de esto, seguan llegando pedidos de predicadores. Sin
embargo, el Congreso General de mayo de 1843 decidi no enviar conferenciantes a
los estados esclavistas, debido al peligro y las dificultades.
Pero, a comienzos de 1844, Jos Bates lleg a la conviccin de que Dios lo haba llamado
para ministrar a los esclavos y a sus amos. El misionero intrpido, despus de experimentar algn
xito modesto en Maryland, se vio desafiado y denunciado por un dirigente laico metodista,
que atac la doctrina del advenimiento de manera violenta. En medio de su ataque, el hombre
comenz a hablar de mandarnos de vuelta caminando sobre los rieles.
Estamos preparados para eso, seor retruc Bates. Si le pone una montura, preferira
montar, antes que caminar.
No crea usted continu, que hicimos casi diez mil kilmetros por hielo y nieve, por
nuestra cuenta, para darles el Clamor de Medianoche, sin primero sentarnos a calcular el costo.
Y ahora, si el Seor no tiene algo ms que podamos hacer, [con gusto] estaramos tirados al
final de la Baha Chesapeake, como todos los dems, hasta que el Seor venga. Pero, si l tiene
algn trabajo ms que necesita que hagamos, usted no podr tocarnos!
El Newark Daily Advertiser inform el incidente, sealando que la destruccin de la
materia y la colisin de los mundos es una cuestin menor para alguien que se toma las cosas
tan framente.
En otra ocasin, durante el mismo viaje, un juez del sur abord a Bates, diciendo que
entenda que l era un abolicionista, que haba venido a hacer que los esclavos se fueran.
S, juez respondi Bates: soy abolicionista. Y he venido a llevarme a sus esclavos, y
a usted tambin!
Bates y su compaero estaban especialmente agradecidos de poder dar su mensaje
a los esclavos. A veces, incluso decidan caminar de una cita a otra con el objetivo de poder
conversar con los esclavos que se encontraban donde los otros blancos no podan orlos. Esos
pobres esclavos, inform, se deleitaban con el mensaje adventista; especialmente cuando
se enteraban de que el Jubileo estaba tan cercano. Parecan beberlo como los bueyes toman
agua, y por lo que he odo desde entonces, creo que muchos de ellos estarn preparados
cuando Jess venga.
Dios nunca dijo que nuestro paso por la vida sera fcil. Pero, ha prometido que si le
somos fieles nos bendecir y estar con nosotros.
Como cristianos, podemos alabar a Dios por todas sus bendiciones cada da.
26
20 de enero
l millerismo era, bsicamente, un movimiento entre los blancos del norte, en un momento en que la mayora de los negros todava vivan en el sur. Sin embargo, tenemos
evidencias concretas de que los afroamericanos asistan a los cultos adventistas y a las
reuniones campestres. Para mediados de 1843, la responsabilidad de trabajar agresivamente
entre la poblacin de color se estaba volviendo ms obvia para los dirigentes milleritas. Como
resultado, Charles Fitch present una propuesta importante, en mayo, de hacer una colecta
para que un obrero vaya entre nuestros hermanos de color. Al da siguiente, los asistentes
reunieron fondos para permitir que John W. Lewis, un predicador de color muy estimado,
trabajara tiempo completo entre aquella clase de nuestros hermanos tan descuidados, con
los que l est ms estrechamente relacionado.
Para febrero de 1844, Himes pudo informar que mucha gente de color haba recibido
la doctrina en Filadelfia. Uno de sus pastores ms eficientes haba abrazado la doctrina en su
totalidad, y se dedicar enteramente a su proclamacin.
Otro disertante de color que predicaba el mensaje adventista era William E. Foy, quien
tuvo varias visiones que comenzaron el 18 de enero de 1842. Esas visiones lo llevaron a creer
en el pronto regreso de Jess, aun cuando, segn dijo, yo estaba en contra de la doctrina
de la pronta venida de Jess hasta que recibiera las visiones. Ms all de creer en el pronto
regreso de Jess, Foy escribi que el deber de declarar las cosas que hasta ahora me han sido
mostradas, a mis semejantes, y advertirles que huyan de la ira venidera, descansaba con gran
peso sobre mi mente.
Foy se resisti a sus convicciones durante algn tiempo, en parte porque el mensaje
adventista era muy diferente de lo que la gente esperaba, y en parte debido al prejuicio entre
la gente contra los de mi color. Pero, en medio de una oracin de profunda afliccin, recibi
una impresin especfica de que Dios estara con l si comparta el mensaje. Como resultado,
comenz a predicar su nueva fe.
El mensaje de la esperanza adventista siempre ha hallado corazones receptivos entre
los oprimidos del mundo, sin importar cul sea su raza o cultura. Aquellos que han estado
construyendo su propio reino en esta Tierra son los que estn endurecidos al mensaje. Lo que
debemos recordar es que todos los habitantes de la Tierra estn bajo la esclavitud del pecado
y necesitan ser emancipados por aquel que vino a librar a los esclavos. La esperanza adventista
es el sueo de libertad de toda persona para la eternidad.
27
21 de enero
as mujeres siempre han tenido una parte en la obra de Dios. Y as tambin en el adventismo millerita.
Lucy Mara Hersey, por ejemplo, se haba convertido a los 18 aos, y sinti que el
Seor la haba llamado a predicar el evangelio.
En 1842 acept la doctrina millerita. Poco despus, acompa a sus padres en un viaje
a Schenectady, Nueva York, donde un creyente pidi a su padre que ella hablara ante un grupo no adventista sobre las evidencias de su fe. La gente se opona tanto a que hablara una
mujer que el anfitrin pens que lo mejor sera que el padre hiciera la presentacin. Pero, oh
milagro, Hersey enmudeci.
Despus de un largo silencio, el anfitrin present a Lucy como alguien que poda hablar
sobre el tema. Eso hizo. Y recibi una respuesta tan amplia que pronto tuvieron que mudarse
a un auditorio ms grande, que contuviera a la multitud. Ese fue el comienzo de un ministerio
fructfero, que dio como resultado la conversin de varios hombres que se transformaron en
predicadores adventistas.
An ms exitosa fue Olive Mara Rice. Convertida al millerismo en 1842, se convenci de
que el Seor tena algo ms para que yo haga que asistir a las reuniones de oracin. Para marzo
de 1843, Dios haba bendecido su ministerio con cientos de conversiones. Escribi a Himes
que constantemente hay cuatro o cinco lugares que piden mis servicios al mismo tiempo.
Rice reconoci que muchos se oponan a su obra porque era mujer, pero declar: No me
atreva a detenerme por la simple razn de ser mujer. Aunque los hombres pueden censurar
y condenar, yo me siento justificada ante Dios, y espero con gozo rendir cuentas por advertir
de ese modo a mis semejantes.
Elvira Fassett tuvo que superar la oposicin de su esposo. Se le haba enseado que una
mujer no deba hablar en pblico. Pero, al ser presionada por los dems, finalmente cedi, solo
para descubrir que el Seor bendeca sus esfuerzos! Uno de sus conversos ms importantes fue
su esposo, que haba sido testigo del impacto de su predicacin y haba llegado a reconocer la
importancia de la profeca de Joel 2, de que en los ltimos das Dios derramara su Espritu sobre
las jvenes. De all en ms, los Fassett predicaron el mensaje adventista como equipo ministerial.
La buena noticia es que Dios nos llama a todos a proclamar su mensaje. Y nos bendecir
cuando nos sometamos a su voluntad.
28
22 de enero
ste ao [...] es el ltimo ao que Satans reinar en nuestra Tierra. Jesucristo vendr
[...]. Los reinos de la Tierra se harn aicos [...]. El grito de victoria se oir en los
cielos [...]. El tiempo no ser ms. As escribi Guillermo Miller, en su Discurso
de Ao Nuevo a los creyentes en la Segunda Venida, el 1 de enero de 1843. Por fin, el ao
del fin del mundo haba llegado!
Y, como era de esperar, el entusiasmo era grande. Pero, no estaban completamente
seguros del momento del ao al cual deban sealar. Miller mismo, al saber que Cristo haba
dicho que nadie saba el da ni la hora, haba sido muy cauteloso sobre el tema. Alrededor del
ao 1843 era casi tan preciso como l quera que fuese.
Pero, para diciembre de 1842, sus seguidores lo estaban presionando para que fuera
ms especfico. Despus de todo, al mes siguiente comenzara 1843. Miller concluy que en
verdad podra ser ms especfico. Al basar sus conclusiones en la festividad juda de la Pascua,
escribi que crea que Jess aparecera en las nubes del cielo en algn momento entre el 21
de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844.
Los que pensaban que haban descubierto alguna frmula para determinar con precisin
el da exacto pusieron muchas fechas especficas entre esos dos puntos. Miller mismo esperaba
un cumplimiento a fines del ao, pues pensaba que la fe de ellos sera probada.
Y as fue: la Segunda Venida no ocurri el 21 de marzo de 1844. Los optimistas decidieron
que haban calculado mal la fecha de la Pascua; quiz sera el 21 de abril. Pero, esa fecha tambin
pas. Y as, los grupos milleritas experimentaron su primer chasco de primavera.
El movimiento evit desintegrarse en ese momento, porque no haban puesto demasiadas esperanzas en una fecha especfica. Por otro lado, se sintieron desanimados. Continuaron
estudiando la Biblia, en su deseo de discernir dnde estaban ubicados en el tiempo proftico.
Entonces, a comienzos del verano, descubrieron Habacuc 2:3: Aunque la visin tardar an
por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentir; aunque tardare, espralo, porque
sin duda vendr, no tardar. Concluyeron que estaban en el tiempo de tardanza; despus
de todo, Mateo 25:5 no enseaba abiertamente: tardndose el esposo?
La fe tena una resistencia que debemos admirar. S, estaban chasqueados. Pero, en vez
de darse por vencidos, acudieron a sus Biblias para descubrir dnde estaban parados en la
historia proftica. Eso no es lo que queran que ocurriera, pero es la nica opcin para los que
continuamos clamando: Hasta cundo, Seor? (Apoc. 6:10).
29
23 de enero
a esperanza hall un nuevo nacimiento en las filas de los adventistas milleritas un tanto
apticos en agosto de 1844, cuando un pastor metodista, de nombre Samuel S. Snow,
demostr con la Biblia que haban estado fijndose en las fechas equivocadas para el
cumplimiento de la profeca de los 2.300 das de Daniel 8:14.
Miller mismo tuvo que mostrar la lgica de la nueva interpretacin en un artculo de la
Signs of the Times [Seales de los tiempos] del 17 de mayo de 1843. En ese momento, razon
que el primer advenimiento de Cristo se haba cumplido durante las fiestas de primavera del
ao ceremonial establecido en Levtico 23, pero que las fiestas de otoo, o del sptimo mes,
deban estar relacionadas con la Segunda Venida.
Esa lgica es bastante convincente. Despus de todo, la ofrenda de las primicias, la muerte
de Cristo como el Cordero pascual y el derramamiento pentecostal, todos haban ocurrido de
acuerdo con el Nuevo Testamento. Pero, ninguna de las fiestas del sptimo mes ligadas al tiempo
de la cosecha haba tenido cumplimiento durante el perodo neotestamentario.
Esos hechos llevaron a Miller a sugerir que sus seguidores deban tener puestas las
esperanzas en el sptimo mes del ao religioso judo, para el cumplimiento de la profeca que
haban identificado con la Segunda Venida.
Es posible que Miller haya desarrollado el argumento del sptimo mes en mayo de 1843;
pero dej el asunto de lado y volvi a la fecha del primer mes, o pascual. Sin embargo, Snow
sigui la lgica de Guillermo hasta su conclusin natural. Al esperar el regreso de Cristo al final
de los 2.300 das, predijo que Jess vendra el 22 de octubre de 1844, el sptimo mes del ao
judo, el Da de la Expiacin.
Snow haba publicado sus hallazgos en The Midnight Cry [El clamor de medianoche] el
22 de febrero de 1844, por primera vez; pero, no haba nadie preparado para escuchar. Sin
embargo, para agosto eran todo odos.
El movimiento del sptimo mes tom por asalto al millerismo. En el nmero del 3 de
octubre de The Midnight Cry, George Storrs escribi: Tomo la pluma con sentimientos que
nunca antes experiment. Indudablemente, en mi mente, el dcimo da del sptimo mes ser
testigo de la revelacin de nuestro Seor Jesucristo en las nubes del cielo. Por tanto, estamos
a pocos das de ese acontecimiento [...]. Ahora viene el VERDADERO Clamor de medianoche.
El anterior fue la alarma. AHORA EST SONANDO EL VERDADERO: y, oh, qu hora solemne.
Ahora bien, esto es verdadero entusiasmo. Cmo viviras t si creyeras que podras
calcular matemticamente que Jess vendra en menos de tres semanas? As es precisamente
como necesitamos vivir cada da.
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24 de enero
31
25 de enero
uillermo Miller y sus hermanos creyentes, obviamente, se haban equivocado en determinados aspectos de su interpretacin bblica. Al fin y al cabo, Jess no regres a la
Tierra el 22 de octubre de 1844, ni en ningn momento cercano a la dcada de 1840.
La pregunta que se plantea es: Dios podra haber estado guiando un movimiento como este?
Hallamos la mejor respuesta en el Nuevo Testamento. All, vemos a los discpulos malinterpretando repetidamente las palabras de Cristo en cuanto a su crucifixin futura y a la
naturaleza de su Reino. Recin despus de su resurreccin comenzaron a comprender lo que
Jess haba tratado intensamente de ensearles. Pero, como ellos no tenan odos para escuchar,
tuvieron que pasar por un chasco abrumador, que sacudi los mismos cimientos de su creencia
en la conduccin de Dios. Necesitaban estudiar ms, y crecer en entendimiento antes de que
pudieran comprender lo que les haba sucedido.
El problema es que Dios ha escogido obrar a travs de agentes humanos, en el plan
de salvacin. De modo que incluso aquellas situaciones terrenales que Dios dirige contienen
elementos divinos y tambin humanos. Y todo lo tocante a la humanidad est manchado de
falibilidad. Esa es la larga historia de la bsqueda de Dios para trabajar en y a travs de los seres
humanos, a lo largo de la historia.
Ms especficamente, con el millerismo solamente podemos preguntarnos: puesto que
Miller crea que la apertura de las profecas del librito de Daniel, que se reflejaban en Apocalipsis
10, haban visto su cumplimiento en su poca, por qu no ley el resto del captulo? Es decir,
si crea que el libro haba sido abierto y su mensaje era dulce en la boca, por qu no se dio
cuenta de que sera amargo en el vientre (vers. 10) y que surgira otro movimiento a partir de
las cenizas de la amargura, con un mensaje mundial para muchos pueblos, naciones, lenguas
y reyes (vers. 11)? La misma lgica de Miller lo habra llevado a ver que Dios haba predicho
el amargo chasco, as como Jess haba predicho el de sus discpulos.
Una vez ms, si Miller pudo aseverar que estaba predicando el mensaje del primer ngel
(Apoc. 14:6, 7) y muchos de sus seguidores crean que estaban haciendo resonar el segundo
(vers. 8), por qu es que no dieron el nfasis debido al tercero (vers. 9-12)? Los tres, progresivamente, llevan a la Segunda Venida, descrita en los versculos 14 al 20.
Lo triste es que Dios ha elegido usar a seres humanos falibles en su misin terrenal. La
buena noticia es que contina obrando en nosotros, a pesar de nuestras debilidades. Por eso,
podemos alabarlo.
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26 de enero
El tiempo de la dispersin -1
He aqu la hora viene, y ha venido ya, en que seris esparcidos cada uno por su lado, y me dejaris
solo; mas no estoy solo, porque el Padre est conmigo. Juan 16:32.
osiah Litch us palabras cargadas de significado bblico al escribir, dos das despus del
chasco de octubre, que es un da oscuro aqu las ovejas se dispersaron y el Seor an
no ha venido. Los chascos espirituales profundos siempre han tendido a la desilusin y
a la dispersin de los creyentes.
As ocurri con los adventistas milleritas a fines de 1844 y principios de 1845. Por decirlo
de alguna manera, estaban desorientados y confundidos, mientras trataban de encontrar
algn significado a su reciente experiencia. El apogeo de su esperanza haba dado lugar a la
profundidad de su desesperacin.
Es imposible obtener un cuadro completamente certero de la condicin de los milleritas
chasqueados, pero es probable que la mayora haya abandonado su fe adventista y haya regresado a sus iglesias anteriores, o se haya dejado llevar por la incredulidad secular.
Podemos visualizar que quienes mantuvieron su esperanza en el pronto regreso de
Cristo pertenecan a tres grupos. La gran pregunta que todos ellos afrontaban era: Qu haba
ocurrido el 22 de octubre, al cierre de los 2.300 das de Daniel 8:14?
El primer grupo identificable que surgi en el despertar del Chasco eran los espiritualizadores. Este sector del adventismo afirmaba que el movimiento haba estado en lo correcto
tanto en la fecha como en el acontecimiento. Es decir, Cristo haba venido el 22 de octubre,
pero haba sido una entrada espiritual en sus corazones, y no un regreso visual, concreto, en
las nubes de los cielos.
Con esa interpretacin, dieron un gran paso al costado en la interpretacin bblica de
Miller. Comenzaron a espiritualizar su significado, incluso en lugares donde, obviamente, habla
de acontecimientos literales; y con eso, se abrieron a toda clase de engao.
El fanatismo surgi fcilmente entre los espiritualizadores. Algunos afirmaban que, como
estaban en el Reino, necesariamente eran libres de pecado y estaban ms all del pecado.
Entre ese grupo, algunos tomaban esposos y esposas espirituales con resultados muy
poco espirituales. Otros sostenan que, como estaban en el sptimo mes, estaba mal trabajar.
Y aun otros, siguiendo el mandato bblico de que los miembros del Reino seran como niitos,
descartaban los tenedores y los cuchillos, coman con las manos y gateaban. Huelga decir que
hubo brotes de entusiasmo carismtico que se extendieron por sus filas.
Aqu hay una leccin importante para nosotros. Necesitamos tener cuidado y ser inteligentes en nuestra lectura de la Palabra de Dios. Espiritualizar el significado claro de la Escritura
es abrirnos al desastre espiritual.
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27 de enero
El tiempo de la dispersin -2
Entonces Jess les dijo: Todos vosotros os escandalizaris de m esta noche; porque escrito est: Herir
al pastor, y las ovejas del rebao sern dispersadas. Mateo 26:31.
i Guillermo Miller tema una cosa por sobre toda otra, era el fanatismo. Su movimiento
se haba mantenido libre de esto hasta octubre de 1844. Pero, para la primavera de
1845, el fanatismo y los excesos carismticos tenan rienda suelta entre determinados
segmentos de los espiritualizadores.
Para abril de 1845, Miller estaba fuera de s con el creciente fanatismo. Ese mes, escribi
a Himes que este es un momento peculiar. La mayor variedad de interpretaciones antojadizas
de la Escritura ahora estn siendo prescritas por nuevas luminarias que reflejan sus rayos de
luz e irradian calor en todas direcciones. Algunos de ellos son estrellas errantes, y algunas solo
emiten penumbras. Estoy harto de este cambio perpetuo. Pero, mi querido hermano, debemos
aprender a tener paciencia. Si Cristo viene esta primavera, no la necesitaremos por mucho tiempo; y si no viene, necesitaremos mucha ms. Estoy preparado para lo peor, y espero lo mejor.
Desgraciadamente para Miller, el tiempo continu corriendo, y l y sus seguidores fueron
testigos de algo menos que lo mejor que esperaban. Dieciocho meses despus, un Miller
achacoso escribi: Mis dolores no se terminaron. He tenido problemas de dolor de cabeza,
dolor de muela, dolor de huesos y angustia desde que te fuiste; pero, mucho ms de esto ltimo,
cuando pienso en tantos de mis hermanos queridos y amados, que desde nuestro chasco han
cado en todo tipo de fanatismo, y abandonaron los primeros principios de la manifestacin
gloriosa del gran Dios y nuestro Salvador, Jesucristo.
l no era el nico confundido y perturbado por el desconcierto general producido por la
desorientacin entre los espiritualizadores a comienzos de 1845. Himes seal, en mayo, que el
movimiento del sptimo mes [haba] producido un mesmerismo de dos metros de profundidad.
El problema de todos los milleritas a comienzos de 1845 era la cuestin de la identidad.
Diferentes sectores del movimiento produjeron diferentes respuestas a esto, pero todos enfrentaban los mismos problemas.
En pocas palabras, es difcil mantenerse erguido en tiempos de gran dificultad. Siempre
ha sido as y siempre lo ser. Nuestra oracin diaria debe ser que Dios nos ayude a mantener
ambos pies sobre la tierra, y nuestra mente con la mejor claridad de pensamiento, especialmente
en tiempos difciles.
Y, al igual que Miller, debemos entrar en esos tiempos de prueba esperando lo mejor,
pero preparados para lo peor.
Aydanos este da, nuestro Padre, a tener una actitud equilibrada y una oracin en
nuestro corazn.
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28 de enero
El tiempo de la dispersin -3
Pero hgase todo decentemente y con orden. 1 Corintios 14:40.
oner orden en medio de la confusin: eso era lo que los adventistas necesitaban en
la primavera de 1845! Al menos, eso era lo que pensaba Joshua V. Himes. Poda ver
claramente que los espiritualizadores fanticos conduciran al movimiento a la ruina.
Pero, el fanatismo de ellos no era el nico punto en el que Himes difera de los espiritualizadores. Tampoco estaba de acuerdo en que la profeca se hubiese cumplido en octubre
de 1844. Como vimos antes, los espiritualizadores decan que s, que Jess haba llegado a
sus corazones el 22 de octubre de 1844; que la profeca de los 2.300 das haba alcanzado su
cumplimiento, y que haban estado en lo cierto tanto en la fecha como en el acontecimiento.
Himes, finalmente, decidi que el millerismo se haba equivocado en el tiempo, pero que
tena razn en lo que debera haber ocurrido al final de los 2.300 das. Por decirlo de otra manera,
no se haba cumplido ninguna profeca el 22 de octubre, pero deban continuar esperando el
regreso de Jess en las nubes del cielo en los prximos aos del tiempo en discusin. En
el proceso de arribar a esa conclusin, ya en noviembre de 1844 Himes haba comenzado a
abandonar la interpretacin de la profeca que sostuviera Miller. Finalmente, apart a los que
estaban en este segmento del movimiento de la interpretacin proftica, que le haba dado
fuerza y apuntaba a la evangelizacin millerita.
Pero, ese final no estaba claro para nadie durante la primavera de 1845. Todo lo que
Himes saba era que tenan que escapar de las falsas enseanzas y de los fanticos. Ese mismo
temor fue el que llev a Miller, cada vez ms enfermo y debilitado, al campo de Himes a fines
de abril de 1845. Himes haba persuadido a Miller para que lo acompaara en un congreso,
cuyo comienzo estaba programado para el 29 de abril en Albany, Nueva York. All, el grupo
mayoritario de adventistas se organiz en una cuasidenominacin, con una base doctrinal y
una propuesta organizativa rudimentaria, enunciada en los trminos del congregacionalismo.
El acontecimiento de Albany fue algo bueno, en el sentido de que trat de poner orden
en medio del caos. Sin embargo fue intil, al divorciar su segmento del millerismo de una interpretacin de las profecas que le haba dado nacimiento y significado. El problema subyacente
era que su mayor motivacin era definir su movimiento en trminos de aquello en que estaban
en contra. Haban cado en el foso de hacer teologa, principalmente, en contra de su prjimo.
Y eso conlleva la prdida del equilibrio.
Aydanos, Seor, a mantener nuestros ojos en tu Palabra y no en los problemas de
nuestro prjimo, mientras tratamos de navegar a travs del da.
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29 de enero
El tiempo de la dispersin -4
Por la fe entendemos. Hebreos 11:3.
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30 de enero
os Bates es la persona clave durante el primer perodo del adventismo del sptimo da.
No solo ocup un lugar destacado en el desarrollo de la postura doctrinal del movimiento,
sino tambin, con el tiempo, presentar el sbado a otros dos fundadores del adventismo
del sptimo da. Bates, como veremos, adems de ser el fundador clave del adventismo, sera
tambin el misionero ms entusiasta. Se puede decir que no habra adventismo del sptimo
da, como lo conocemos hoy, sin su liderazgo pionero.
Pero, Bates no siempre haba sido cristiano. Nacido en Massachusetts el 8 de julio de
1792, abandon la fe de su padre temprano en la vida. Su ciudad natal se estaba convirtiendo
en la capital de la caza de ballenas de los Estados Unidos, y l soaba da y noche con una
vida de aventuras en el mar.
Su padre, que tena planes ms grandes para el muchacho, finalmente le dio permiso,
con la esperanza de que un viaje lo curara. Pero, tuvo el efecto contrario.
En junio de 1807, justo antes de cumplir quince aos, Jos zarp como grumete en un
viaje a Europa. Sus experiencias tempranas en altamar podran haber hecho que una persona
tmida renunciara a sus sueos y regresara a casa. Por ejemplo, en el viaje de regreso desde
Inglaterra, el joven marinero cay al ocano desde uno de los mstiles, cerca de un gran tiburn,
que algunos de sus compaeros haban estado hostigando. Si la criatura no hubiese cambiado
su posicin en ese preciso momento, Bates habra tenido una carrera muy corta en el mar.
En la primavera de 1809, Bates tuvo otra experiencia casi fatal, cuando un barco choc
contra un iceberg al salir de Terranova. Atrapados en la bodega del barco, l y otro marinero se
abrazaron en la oscuridad y se prepararon para morir, al escuchar de tanto en tanto los gritos
y los llantos de algunos de nuestros compaeros miserables, en la cubierta que estaba encima
de nosotros, suplicando a Dios por misericordia.
Aos despus, Bates escribi sobre sus conmociones espirituales en ese entonces:
Oh, qu pensamiento terrible! Aqu estoy para rendir cuentas y [...] hundirme con el barco
que se hunde al fondo del ocano, tan lejos de mi hogar y de mis amigos, con la mnima [...]
esperanza del cielo.
El tosco joven haba tenido una llamada de atencin. Pero, todava no estaba preparado
para ofrecer su vida a Dios.
Podemos estar agradecidos de que Dios no se diera por vencido. Y la bendita verdad es
que l todava est obrando, incluso por nuestros seres queridos.
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31 de enero
El prisionero Bates
Basta a cada da su propio mal. Mateo 6:34.
e llev bastante tiempo de mi vida hasta que finalmente entend ese versculo.
La Nueva Versin Internacional lo dice con ms claridad: Cada da tiene ya sus
problemas.
El joven Bates, sin duda, hubiese estado de acuerdo con eso. Sus aventuras entre 1807 y
1809 fueron apenas un pequeo anticipo de las dificultades que an enfrentara.
Un momento crucial importante en su vida ocurri el 27 de abril de 1810. Esa noche, una
patrulla de reclutamiento, que constaba de un oficial y doce hombres, entr en su pensin de
Liverpool, Inglaterra, lo detuvo junto con otros estadounidenses y los arrastraron a punta de
espada como reclutas para la armada britnica, a pesar de que sus documentos declaraban
que eran ciudadanos estadounidenses.
Para nosotros, un trato as quizs est al lmite de nuestra imaginacin. Pero, aquellos
eran tiempos diferentes. Gran Bretaa estaba en medio de una lucha a muerte con Napolen,
y su armada necesitaba hombres. Debido a los bajos salarios, a las repugnantes condiciones
de vida, las raciones pobres y las palizas habituales, era casi imposible conseguir suficientes
reclutas. Para el comienzo de la guerra de Estados Unidos contra Gran Bretaa en 1812, la
armada britnica tena aproximadamente seis mil estadounidenses.
Bates, de 17 aos, pasara los cinco aos siguientes (1810-1815) como husped del
Gobierno britnico, sirviendo casi la mitad de su tiempo como marinero en la Armada Real y la
otra mitad como prisionero de guerra. Sus experiencias indican la resistencia que tena el joven.
Cuando estall la guerra en 1812, los britnicos incitaron a los doscientos estadounidenses del
escuadrn de Bates a luchar a favor de ellos y en contra de los franceses. Solo seis, incluyendo
a Bates, rechazaron. Su negativa, basada en principios, le cost muy cara.
En una ocasin, en un conflicto con una flota francesa, todos los estadounidenses salvo
l, inform Bates, ayudaron a los britnicos. Por su intransigencia, un oficial britnico lo arroj
al suelo y le mand poner grilletes en las piernas. Bates respondi que l era libre para hacerlo,
pero que no trabajara, porque era prisionero de guerra. En ese momento, el oficial notific a
Bates que cuando comenzara la accin hara que lo aten en el aparejo principal para que los
franceses lo usen como blanco.
Ese espritu de independencia y de determinacin caracterizara a Jos Bates por el resto
de su vida. Y fue esa actitud hacia la vida, llena de coraje y basada en principios, lo que hizo
que fuese una persona enrgica que pondra sus energas para levantar un movimiento sobre
las ruinas del millerismo.
Su tribu podra aumentar. Dios necesita de Joss Bates en cada congregacin.
38
1 de febrero
l padre de Bates haba sido un hombre religioso e intent, sin mucha suerte, criar a su
hijo de modo que fuese espiritual. Sin embargo, en 1807, una de las oleadas de reavivamiento del segundo Gran Despertar sacudi profundamente al joven Jos. Pero el
inters le dur poco, despus de que la carrera martima desviara su vida.
Sin embargo, el mar tiene su forma de hacer que un marinero dirija su vista a Dios, especialmente cuando viajan en barquitos de madera. Segn expres Bates posteriormente, en los
mares tormentosos, el espesor de un tabln era lo nico que nos separaba de la eternidad.
Fue ante la posibilidad de perder ese tabln que Bates sita sus primeros indicios religiosos.
En medio de un furioso huracn de cuatro das, que levantaba olas de la altura de los mstiles,
el joven capitn hizo dos cosas por desesperacin: arroj cuarenta toneladas de hierro al mar
y tom la indita medida de pedir al cocinero que orara.
El cocinero no era el nico que or; tambin lo haca la esposa de Bates, Prudy. Ms all
de eso, como crey que su esposo haba empacado demasiadas novelas y libros de romances
para sus viajes, Prudy introdujo un Nuevo Testamento y otras publicaciones cristianas en su
equipaje. A travs de ellos, el Espritu Santo efectu su obra caracterstica. Pronto, Bates haba
perdido el inters en leer solamente para entretenerse y comenz a devorar libros como Rise
and Progress of Religion in the Soul [Surgimiento y progreso de la religin en el alma], de Philip
Doddrige. El capitn, de 32 aos, se estaba volviendo religioso. Pero, tema que sus oficiales y
los dems hombres pudieran descubrirlo y burlarse de l.
El momento decisivo lleg con la muerte de un marinero llamado Christopher. Como
capitn, era deber de Bates supervisar el entierro. Sin embargo, se senta muy indigno.
Despus de hacer lo mejor de su parte, cuatro das despus del entierro entreg su vida
a Dios, y promet al Seor que lo servira el resto de mi vida.
El significado de la sepultura de Christopher no solo afect a Bates; utiliz la ocasin para
estimular a su tripulacin, al predicar un sermn sobre la vida eterna el domingo siguiente.
Vindola en retrospectiva, Bates consideraba que su conversin fue hallar la Perla de
gran precio, que vala muchas ms riquezas de lo que mi embarcacin pudiera contener. Su
nico deseo, observ, es que pueda ensear [a otros] el camino de la vida y la salvacin.
Y eso fue lo que ense. Esa misin domin el resto de su vida.
Servimos a un Dios poderoso, que puede cambiar la vida de nuestros hijos e hijas; y la
nuestra tambin.
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2 de febrero
Un reformador suelto
Escudriemos nuestros caminos, y busquemos, y volvmonos a Jehov. Lamentaciones 3:40.
n su ltimo viaje (el que hizo despus de su conversin), Bates crea que su deber no
solo era convertir a su tripulacin al cristianismo, sino tambin asegurarse de que se
comportaran como cristianos, aun antes de que llegaran a serlo.
De modo que, a la puesta del sol del 9 de agosto de 1827 (el da que zarparon del puerto),
reuni a su tripulacin, y defini las reglas y las regulaciones que regiran el viaje. Debi haber
sido un sobresalto para los rudos marineros que estaban frente a l. No solo deban dejar de
maldecir, sino adems deban mostrar respeto mutuo, al usar los nombres propios en vez
de los sobrenombres. Tan radical era la pauta que no tendran salida los domingos mientras
estuviesen en el puerto. En vez de eso, proclam el capitn, guardaremos el da de reposo
a bordo del barco.
La tripulacin, en su mayora, qued sentada en silencio ante las proclamaciones. Algunos
expresaron opiniones en contra, pero qu iban a hacer? Despus de todo, ya haban zarpado,
en un viaje que probablemente les llevara 18 meses.
Pero, la verdadera bomba todava no haba cado. The Empress [La emperatriz], anunci
Bates, sera un barco temperante. No habra licor ni otras bebidas alcohlicas a bordo; y, si
pudiera, los persuadira de no beber nunca, aun estando en tierra.
En ese momento Bates se arrodill, y se entreg a s mismo y a la tripulacin a Dios.
Esa era la atmsfera de lo que debi haber sido un viaje extrao para la tripulacin. No
conocemos todos sus sentimientos, pero un integrante de la tripulacin exclam que haban
zarpado a un muy buen comienzo; y al menos otro dijo que era un muy mal comienzo.
En ese viaje, Bates comenz a tener una mejor comprensin del sbado. El viaje fue testigo
de que Bates ley al menos dos de los Five Discourses on the Sabbath [Cinco discursos sobre
el sbado], de Seth Willinston. En la primera lectura, Bates declar que no saba que la Biblia
hablara tanto sobre el tema. Por supuesto, seal, fue cambiado al primer da de la semana,
como recordativo de que en ese da nuestro Salvador resucit, triunfante, de la tumba. Pocas
semanas despus, escribi que cuanto ms leo y reflexiono sobre este da santo [domingo],
ms me convenzo de la necesidad de santificarlo por completo.
El cristianismo fue determinante en la vida de Bates. Cambi cada una de sus facetas.
Y as debe ser, si hemos hallado a Cristo como nuestro Salvador y Seor. Seguir sus pasos es
llevar una vida radicalmente diferente de la del mundo que nos rodea.
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3 de febrero
4 de febrero
lgunos escuchamos el llamado del Seor a predicar la Palabra, pero no estamos del todo
dispuestos a hacerlo. As ocurri con Jaime White, la segunda persona que contribuy
a la fundacin del adventismo del sptimo da.
Jaime naci en Palmyra, Maine, el 4 de agosto de 1821. A los quince, informa, me bautic, y me un a la iglesia [de la Conexin] Cristiana. Pero, a los veinte aos me haba enterrado
en el espritu del estudio y la docencia, y haban depuesto la cruz. Nunca haba descendido al
pecado comn de la blasfemia, y no haba usado tabaco, t ni caf, ni haba acercado un vaso
de licor espirituoso a mis labios. No obstante, amaba a este mundo ms de lo que amaba a
Cristo y todo lo relacionado con l, y estaba adorando a la educacin en vez de al Dios del cielo.
El joven Jaime haba odo hablar del millerismo, pero lo consideraba un fanatismo descabellado. Con ese estado de nimo, se sorprendi al or que su madre, en quien confiaba, hablaba
a favor de la doctrina adventista. No estaba preparado para el impacto que le causara, en parte
porque ya haba hecho planes para su vida. Pero, no pudo evitar convencerse de su veracidad.
Cuando regres al Seor, informa, fue con una fuerte conviccin de que deba renunciar a mis planes mundanales y entregarme a la obra de advertir a la gente que se preparara
para el da de Dios. En general, me encantaban los libros; pero en mi estado apstata, no tena
tiempo ni aficin para el estudio de las Sagradas Escrituras. Por lo tanto, ignoraba las profecas.
Ms especficamente, Jaime White se sinti impresionado a visitar a los alumnos que haba
estado preparando en una escuela pblica local. Or para que se me excusara de esa tarea,
escribi, pero no sent ningn alivio. En ese estado mental, se fue a trabajar en los campos de
su padre, con la esperanza de poder desahogarme de los sentimientos bajo cuyo peso sufra.
Pero, no pudo. Entonces, Jaime or pidiendo consuelo, pero no lo recibi. Finalmente,
mi espritu se levant en rebelin contra Dios, y dije precipitadamente: No ir. Con un fuerte
pisotn puso fin al asunto, y se dispuso a hacer su vida.
La experiencia de Jaime White no es muy diferente de la del resto de nosotros. Omos
el llamado de Dios para que hagamos esto o aquello, y damos un pisotn o nos resistimos.
Pero, Dios no se da por vencido. Tiene un plan para cada uno de nosotros. Cul es su
plan para ti hoy? Y, lo que es ms importante, cul ser tu relacin con su voluntad?
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5 de febrero
yer dejamos a Jaime White todava rebelndose contra el llamado de Dios. Finalmente,
informa, resolv que hara mi deber. Poco despus, una dulce paz de parte de Dios
inund mi mente, y el cielo pareca brillar a mi alrededor. Levant las manos, y alab
a Dios con voz de triunfo. Sus luchas con sus ambiciones terrenales no terminaron, pero al
menos avanzaba en la direccin correcta.
El testimonio de Jaime caus un impacto desde el mismo comienzo. En un lugar, una dama
reuni a unos 25 vecinos; ninguno de ellos profesaba ser cristiano. l dio su testimonio y luego
se inclin para orar. Me qued asombrado, escribi, al descubrir que estos 25 pecadores se
inclinaron conmigo. No pude ms que llorar. Todos lloraron conmigo.
Estaba teniendo xito. Pero se senta constantemente desgarrado entre sus ambiciones
terrenales y el llamado de Dios a predicar el advenimiento inminente. La lucha, expres, era
intensa. Despus de una ocasin en la que se sinti avergonzado porque su predicacin
fue muy improvisada debido a la falta de conocimiento bblico, qued impactado al saber
que algunos oyentes lo llamaban pastor White. La palabra pastor, recordaba, me cort el
corazn. Estaba confundido y casi paralizado.
Las cosas continuaron bastante bien, hasta que intent hablar en presencia de dos predicadores que no haban aceptado la doctrina del advenimiento. Despus de veinte minutos, se
confundi y se avergonz, y se sent. En ese momento, seala, finalmente abandon todo
por Cristo y su evangelio, y hall paz y libertad.
Ms all de la entrega, Jaime entendi que si iba a ser un predicador exitoso necesitaba prepararse para la tarea. Como resultado, nos manifiesta que compraba publicaciones
adventistas, las lea con atencin, estudiaba la Biblia, y hablaba pblicamente a medida que
Dios abra el camino.
Podemos encontrar una leccin en la experiencia de Jaime White para todos nosotros. Por
supuesto, no todos somos llamados a ser pastores, pero Dios convoca a todos a que utilicemos
los talentos que nos ha dado. Algunos sostienen una lucha constante para responder. La buena
noticia es que Dios no pierde la paciencia con nosotros. As como lo hizo con Jaime, continuar
obrando en nosotros, a fin de poder trabajar a travs de nosotros. Nuestra oracin diaria debe
ser para que no solo Dios nos muestre su voluntad, sino tambin nosotros aceptemos su
voluntad para nuestra vida.
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6 de febrero
adie dijo que hacer la voluntad de Dios sera fcil; al menos, no lo fue para el predicador Jaime White, recientemente comprometido. Para empezar, era pobre. Al salir
al gran campo de cosecha, recordaba, no tena caballo, ni montura, ni riendas ni
dinero, y sin embargo senta que deba ir. Haba usado mis ltimos ingresos del invierno en
ropa necesaria para asistir a las reuniones de la Segunda Venida, y para la compra de libros
y el grfico [proftico]. Pero, mi padre me ofreci usar un caballo para el invierno, y el pastor
Polley me dio unas riendas con los cojinillos arrancados, y varios pedazos de una rienda vieja.
Era pobre, pero de todos modos sali. Sin embargo, no todos estaban felices con su
llegada. En un lugar, informa que una bola de nieve casi le arranc la cabeza mientras oraba.
Luego, recibi un diluvio de bolas de nieve junto con el ruido de una turba, por lo que tuvo
que gritar para sobreponerse. Mi ropa, y tambin mi Biblia, recordaba, estaban mojadas por
los fragmentos derretidos de cien bolas de nieve.
El qu hacer se volvi un desafo. No era tiempo para la lgica, concluy, as que cerr
la Biblia y entr a describir los terrores del Da de Dios [...]. Arrepintanse y convirtanse fue su
llamado. Al final de la reunin, cerca de cien personas se levantaron para orar.
Dios nunca dijo que sera fcil. Pero, solo porque el camino sea duro no significa que
la bendicin de Dios no est con nosotros. Jaime White, como predicador joven, aprendi a
crecer a pesar de las dificultades. Y, en el proceso, desarroll abordajes innovadores para hablar
al corazn y la mente de la gente.
En un lugar ruidoso, donde se le haca difcil incluso llegar hasta el plpito, las primeras
palabras que oyeron de sus labios fueron un canto alto y claro:
Vern al Seor venir,
Vern al Seor venir,
Vern al Seor venir,
En pocos das ms,
Mientras un conjunto musical,
Mientras un conjunto musical,
Mientras un conjunto musical,
Cantar por el aire.
Su canto no solo acall a la multitud, sino tambin expresaba esperanza en la pronta
Venida, por la cual haba dado la vida. Dios nunca nos dijo que sera fcil seguir a Jess. Pero,
s prometi bendiciones ilimitadas cuando lo sigamos.
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7 de febrero
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8 de febrero
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9 de febrero
lena Harmon haba escuchado por primera vez a Guillermo Miller en una serie de
reuniones en Portland, Maine, en marzo de 1840. Cuando l regres para una segunda
serie, en junio de 1842, ella asisti gustosa.
Acept el mensaje de Miller, pero no poda escapar al temor persistente de que no era
suficientemente buena. Ms all de eso, el pensamiento de que Dios torturaba a la gente en
un infierno eterno la preocupaba.
Mientras Elena tena esto en mente, su madre le sugiri que buscara consejo de Levi
Stockman, un pastor metodista que haba aceptado el millerismo. Stockman alivi la mente de
Elena, al hablarle del amor de Dios por sus hijos que yerran y que, en lugar de regocijarse en
su destruccin, l anhela atraerlos hacia s con fe sencilla y confianza. Me habl detenidamente
del gran amor de Cristo y del plan de salvacin.
Puedes retirarte en plena libertad, le dijo; regresa a tu hogar confiando en Jess, porque
l no retirar su amor de ninguna persona que busca de verdad (TI 1:34, 35). Esa entrevista fue
uno de los momentos decisivos ms importantes en la vida de Elena Harmon. De all en ms,
consider que Dios era como un padre bondadoso y tierno, ms bien que como un severo
tirano que fuerza a los hombres a obedecerlo ciegamente. Su corazn senta un profundo y
ferviente amor hacia l. [Ahora] consideraba que era un gozo obedecer su voluntad, y me era
un placer estar en su servicio (NB 43).
Su nueva comprensin de Dios como un padre tierno ayud a la joven Elena en diversas
formas. Sobre todo, en cuanto a la naturaleza del infierno, un tema que examinaremos ms
adelante.
La percepcin de que Dios es un padre bondadoso tambin la ayud a esperar la Segunda
Venida con alegre entusiasmo. Vio que no tena nada que temer de un Ser tal, sino que poda
esperarlo todo de l.
Y qu bendita esperanza es esa! Con mucha frecuencia, en el siglo XXI nos vemos
atrapados en nuestra vida diaria hasta tal punto que no nos damos cuenta de la magnitud de
las promesas de la Segunda Venida.
Por ms cosas buenas que nuestro Padre bondadoso nos haya dado en esta Tierra,
sabemos, por la Biblia, que las que nos esperan sern infinitamente mejores.
Podemos estar agradecidos por nuestro Padre bondadoso.
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10 DE FEBRERO
u palabras consoladoras! Especialmente para la joven Elena Harmon. Su descubrimiento de Dios como padre bondadoso le infundi vigor para hacer sonar la
buena noticia de la Segunda Venida, a fin de que otros pudiesen prepararse para el
feliz acontecimiento.
Por lo tanto, en contra de su carcter naturalmente tmido, comenz a orar en pblico, a
compartir con otros, en las reuniones de las clases metodistas, su creencia en el poder salvfico
de Jess y en su pronto regreso; y a ganar dinero para comprar materiales impresos a fin de
difundir la doctrina adventista.
La ltima actividad la fatig especialmente. Debido a su mala salud, tena que sentarse
recostada en la cama, para tejer medias a 25 centavos por da, para hacer su parte. Intensamente
sincera, su conviccin se mostraba en cada aspecto de su vida. Llev a muchas de sus amigas
jvenes a la fe de Jess.
No solo Elena senta entusiasmo por la verdad adventista predicada por Miller, sino
tambin sus padres y sus hermanos. Pero su congregacin metodista local, que enseaba
que Cristo no vendra hasta despus de mil aos de paz y plenitud, no apreciaba la agitacin
constante de la enseanza del pronto regreso de Cristo. Como resultado, en septiembre de
1843 expuls a la familia Harmon de su membresa.
La experiencia de ellos reflejaba la de muchos otros adventistas milleritas de todas partes,
que se negaban a permanecer callados sobre el tema del regreso de Jess en el futuro cercano.
Pero, Elena y la mayora de los dems milleritas no se preocupaban demasiado por su
expulsin de las diferentes confesiones religiosas; despus de todo, Jess aparecera en pocos
meses ms, y entonces todos sus problemas se terminaran. Con esa esperanza en mente, los
creyentes milleritas continuaron reunindose con el propsito de animarse, a medida que se
acercaba el tiempo predicho.
El gozo llenaba sus corazones. Segn dira Elena ms adelante, el perodo que se extendi
de 1843 a 1844 fue el ao ms feliz de mi vida (NB 66). Al mirar atrs, nos damos cuenta de
que aquellos creyentes estaban errados en cuanto al tiempo del advenimiento, pero no estaban
equivocados en cuanto a la esperanza en s. La bendita esperanza del advenimiento de Jess
todava es un gozo que llena nuestro corazn con expectacin.
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11 de febrero
a cuestin ms bsica para cualquier grupo religioso es la autoridad. Los que iniciaron el
movimiento adventista del sptimo da fueron claros sobre el tema. Segn afirm Jaime
White a comienzos de 1847: La Biblia es una revelacin perfecta y completa. Es nuestra
nica regla de fe y prctica (cursiva aadida).
Los sabatarios, como veremos en los das siguientes, desarrollaron sus creencias doctrinales distintivas sobre la base del estudio de la Biblia. Ese hecho no siempre fue obvio para sus
detractores. Miles Grant, por ejemplo, argument en 1874, en el Worlds Crisis [La crisis mundial]
(una revista adventista importante en los primeros das), que los adventistas del sptimo da
afirman que el Santuario ser purificado al final de los 1.300 [2.300] das mencionados en Daniel
8:13 y 14, [que] est en el cielo, y que la purificacin comenz en el otoo de 1844. Si alguien
llegara a preguntar por qu creen eso, la respuesta sera que la informacin lleg a travs de
una de las visiones de la seora E. G. de White.
Uras Smith, editor de la Review and Herald, una revista adventista, respondi vigorosamente a esa acusacin: Se han escrito cientos de artculos sobre el tema [del Santuario].
Pero, en ninguno de ellos aparecen las visiones a las que se ha hecho referencia como una
autoridad sobre el tema, o la fuente de la que se deriva alguna postura que sostenemos. El
llamado es invariablemente hacia la Biblia, donde hay abundantes evidencias para las posturas
que tenemos sobre este tema.
Deberamos sealar que Smith hizo una declaracin que cualquier persona dispuesta
a revisar la literatura adventista puede verificar o refutar. Paul Gordon ha hecho esto sobre el
tema del Santuario en The Sanctuary, 1844, and the Pioneers [El Santuario, 1844 y los pioneros]
(1983). Sus hallazgos apoyan las declaraciones de Smith.
El hecho es que, mientras que muchos adventistas posteriores han tendido a apoyarse
en la autoridad de Elena de White o en la tradicin adventista, los primeros adventistas eran el
pueblo del Libro. Los adventistas actuales de todas las convicciones deben notar este hecho,
al tratar de descubrir la autntica historia adventista. La buena noticia es que Dios ha dado en
su Libro las palabras de vida. Podemos regocijarnos hoy con el salmista, quien declar: En mi
corazn he guardado tus dichos, para no pecar contra ti (Sal. 119:11).
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12 de febrero
lena de White estaba en total armona con Bates y su esposo sobre la centralidad de
la Biblia. En su primer libro (1851), escribi: Recomiendo al amable lector la Palabra
de Dios como regla de fe y prctica (PE 78). Y 58 aos despus, pas al frente en el
congreso de la Asociacin General de 1909 con la Biblia en las manos, diciendo: Hermanos
y hermanas, les recomiendo este libro. Sus ltimas palabras pronunciadas en el Congreso de
la Asociacin General de la iglesia reflejaban el sentimiento de su ministerio a lo largo de ms
de seis dcadas.
Jaime White, en 1847, se refiri al rol nico de la Biblia en la formacin doctrinal adventista,
al afirmar que la Escritura es nuestra nica regla de fe y prctica. En el contexto del ministerio
proftico de su esposa, escribi que las visiones verdaderas son dadas para conducirnos a
Dios y a su palabra escrita; pero las que se dan para una nueva regla de fe y prctica, aparte
de la Biblia, no pueden ser de Dios, y deberan rechazarse.
Cuatro aos despus, volvi a explicitar ese punto. Todo cristiano, escribi, por lo
tanto, tiene el deber de tomar la Biblia como una perfecta regla de fe y responsabilidad. Debera orar con fervor para ser ayudado por el Espritu Santo en la bsqueda de toda la verdad
y de toda su responsabilidad en las Escrituras. No tiene la libertad de apartarse de ellas, para
aprender cul es su responsabilidad a travs de alguno de los dones. Decimos que, en el mismo momento que hace eso, coloca los dones en un lugar equivocado y asume una posicin
extremadamente riesgosa. La Palabra debera estar al frente, y los ojos de la iglesia deberan
estar sobre ella como la regla por seguir y el fundamento de la sabidura, para saber cul es su
deber en toda buena obra .
En resumen, los primeros adventistas del sptimo da rechazaban la tradicin, la autoridad
de la iglesia y hasta los dones del Espritu como autoridad final en su formacin doctrinal.
Con eso en mente, es importante preguntarnos dnde estamos como adventistas hoy
(tanto en forma individual como colectiva), en cuanto al tema de la autoridad. En muchos casos,
pareciera que somos dbiles en la Biblia.
Hoy es el mejor da posible para revertir ese problema. Ahora mismo, mientras oras,
deseo que te reconsagres al estudio serio y diario de la Biblia. Por qu no empezar con los
evangelios, las cartas de Pablo o los Salmos?
Sin embargo, lo importante no es dnde comiences a estudiar, sino que en el espritu
de los pioneros adventistas dediques al menos media hora al estudio de la Biblia cada da. S
que esto interferir con tu tiempo para mirar televisin. Pero eso es bueno.
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13 de febrero
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14 de febrero
unca debemos olvidar que quienes llegaran a ser adventistas sabatarios eran de la
creencia de la puerta cerrada. Es decir, crean que la profeca de Daniel 8:14 haba
tenido cumplimiento en octubre de 1844. No tenan dudas en cuanto a la fecha de la
profeca. Los intrpretes historicistas de Daniel siempre han coincidido ampliamente en que
la profeca de los 2.300 das se cumplira entre 1843 y 1847. La controversia no haba sido por
causa de la fecha, sino por lo que ocurrira al final del perodo de tiempo proftico. En otras
palabras, haba habido un consenso general acerca de la interpretacin de la figura simblica
relacionada con la fecha, pero un desacuerdo generalizado en cuanto a la interpretacin de los
otros dos smbolos profticos de Daniel 8:14.
La labor teolgica que los adventistas deban realizar a raz del chasco de octubre era
descubrir el significado del Santuario y la purificacin.
Miller, como vimos antes, haba interpretado que el Santuario era la Tierra, y la purificacin era la purificacin de la Tierra por fuego en la Segunda Venida. Su postura, obviamente,
haba fracasado. Deberamos reconocer que algunos haban expresado dudas en cuanto a la
interpretacin de Miller antes del chasco de octubre. Josiah Litch, por ejemplo, escribi en
abril de 1844 que no se ha demostrado que la purificacin del Santuario, que haba de tener
lugar al final de los 2.300 das, era la venida de Cristo o la purificacin de la Tierra. Volvi a
sealar, cuando luchaba con el significado del texto, que lo ms probable era que estuvieran
equivocados en cuanto al acontecimiento que marcaba su cierre.
Esa lnea de pensamiento volvi a surgir poco despus del chasco de octubre. De modo
que Joseph Marsh pudo reconocer, a principios de noviembre: Admitimos con alegra que
nos hemos equivocado en la naturaleza del acontecimiento que esperbamos que ocurriera
[...] pero todava no podemos admitir que nuestro gran Sumo Sacerdote en ese da no haya
cumplido todo lo que el tipo justificara que esperemos.
Podemos espigar una leccin aqu. A veces, estamos ms seguros de una interpretacin
particular de la Escritura de lo que tenemos derecho. Necesitamos ser humildes, y hacer nuestra
tarea al estudiar la Palabra de Dios.
Aydanos, Padre, a tener la mente abierta a tu conduccin progresiva, al estudiar tu
Palabra.
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15 de febrero
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16 de febrero
yer conocimos a O. R. L. Crosier, el amigo de Hiram Edson que dedic tiempo al estudio
intensivo y extensivo de la Biblia sobre el significado del Santuario y la purificacin
que tendra lugar al final de los 2.300 das de Daniel 8:14. Al escribir en el Day Dawn,
publicado por Edson y F. B. Hahn, Crosier expuso sus hallazgos en forma muy sistemtica. Una
de sus primeras conclusiones fue que la interpretacin de Miller era errada, puesto que la
palabra Santuario no puede aplicarse a la Tierra bajo ningn principio. Crosier, obviamente,
tiene su concordancia a mano cuando seala que la palabra Santuario aparece 104 veces
en la Biblia: 100 en el Antiguo Testamento [...] y 4 veces en el Nuevo Testamento, todas en la
Epstola a los Hebreos.
Ms adelante en su artculo, Crosier concluye que el Santuario de Daniel 8:14 posiblemente
no sea el Santuario judo, ya que este haba sido irremediablemente destruido. Sin embargo,
aunque el Santuario judo dej de ser el Santuario hace 1.800 aos, existi algo ms hasta el final
de los 2.300 das que se llam el santuario, y al final de ese perodo iba a someterse a un cambio
que se expresa mediante la palabra purificado, justificado, vindicado o declarado justo .
Una cosa es clara en el libro de Hebreos, seal Crosier: Que Cristo, en su ascensin,
entr en el lugar del que el Santuario judo era figura, modelo o tipo, y ese es el lugar de su
ministerio durante la dispensacin evanglica. El libro de Hebreos indica incuestionablemente
que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sent a la diestra del trono de la Majestad EN
LOS CIELOS, MINISTRO DEL SANTUARIO... Este es el nico texto del Nuevo Testamento en el
que se encuentra la palabra santuario, salvo los tres que hablan del Santuario judo. Y ahora
nos sentimos seguros al afirmar que no existe ninguna autoridad bblica para llamar santuario
a cualquier otra cosa, bajo la dispensacin evanglica, que el lugar del ministerio de Cristo en
los cielos, desde el momento de su ascensin al Padre hasta su segunda venida.
Hoy, podemos agradecer a Dios porque tenemos a Jess como nuestro Sumo Sacerdote
en el Santuario celestial. Por lo cual puede tambin salvar perpetuamente a los que por l se
acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (Heb. 7:25). Amn!
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17 de febrero
rosier haba comenzado a escribir acerca del Santuario celestial ya en marzo de 1845.
Pero, fue el 7 de febrero de 1847 cuando present su interpretacin completa del tema,
en un artculo titulado La ley de Moiss.
Podemos resumir las conclusiones ms importantes de La ley de Moiss de la siguiente
manera: 1) Existe un Santuario literal en el cielo. 2) El Santuario hebreo era una representacin
visual completa del plan de salvacin, inspirado en el modelo del Santuario celestial. 3) As
como los sacerdotes terrenales tenan un ministerio en dos fases en el Santuario del desierto,
as Cristo tiene un ministerio de dos fases en el celestial. La primera fase comenz en el Lugar
Santo en ocasin de su ascensin; la segunda, el 22 de octubre de 1844, cuando Cristo pas del
primer compartimento del Santuario celestial al segundo. De modo que el Da de la Expiacin
antitpico, o celestial, comenz en esa fecha. 4) La primera fase del ministerio de Cristo se
ocup del perdn, mientras la segunda conlleva la eliminacin de los pecados, y la purificacin
del Santuario y de los creyentes individuales. 5) La purificacin de Daniel 8:14 significaba una
purificacin del pecado y, por lo tanto, se efectuaba mediante la sangre, y no el fuego. 6) Habra
un perodo de tiempo entre el comienzo del ministerio de Cristo en el segundo compartimento
y la Segunda Venida.
Los resultados del estudio bblico de Crosier haban respondido a las preguntas sobre la
identificacin del Santuario y la naturaleza de la purificacin. Adems, indicaban lo que haba
ocurrido al finalizar la profeca de los 2.300 das de Daniel 8:14.
El artculo de Crosier no pas inadvertido, por lo que llegara a ser conductor de los
adventistas sabatarios. Ya en mayo de 1846, Jos Bates recomend el tratado de Crosier sobre
el Santuario como superior a cualquier cosa que exista de este tipo.
Al ao siguiente, Elena de White escribi que el Seor me mostr en visin, hace ms de
un ao, que el hermano Crosier tena la luz verdadera sobre la purificacin del Santuario, etc.;
y que era su voluntad que el hermano C. transcribiera la postura que nos dio en el Day-Star,
Extra, del 7 de febrero de 1846 (WLF 12).
Podemos estar agradecidos porque no solo Dios tiene un plan para salvar a su pueblo
de sus pecados, sino tambin este avanza hacia su culminacin mientras Cristo ministra en
nuestro favor en el cielo.
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18 de febrero
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19 de febrero
n diciembre de 1844, Elena Harmon estaba orando junto con otras cuatro mujeres en
la casa de una tal seora Haines, de Portland, Maine. Mientras orbamos, observa
Elena, el poder de Dios descendi sobre m como nunca hasta entonces (NB 71).
En cuanto a la experiencia, escribi: Mientras estaba orando ante el altar de la familia, el
Espritu Santo descendi sobre m, y me pareci que me elevaba ms y ms, muy por encima
del tenebroso mundo. Mir hacia la Tierra para buscar al pueblo adventista, pero no lo hall
en parte alguna, y entonces una voz me dijo: Vuelve a mirar un poco ms arriba. Alc los ojos,
y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista
andaba por ese sendero en direccin a la ciudad, que se vea en su ltimo extremo. En el
comienzo del sendero, detrs de los que ya andaban, haba una brillante luz, que, segn me
dijo un ngel, era el clamor de medianoche [la predicacin de la fecha del 22 de octubre como
el cumplimiento de Daniel 8:14].
Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, y alumbraba los pies de los caminantes para
que no tropezaran. Delante de ellos, iba Jess guindolos hacia la Ciudad, y si no apartaban
los ojos de l, iban seguros.
Pero, no tardaron algunos en cansarse, diciendo que la Ciudad estaba todava muy
lejos, y que contaban con haber llegado ms pronto a ella. Entonces, Jess los alentaba [...].
Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios
quien los haba guiado hasta all. Pero entonces, se extingui para ellos la luz que estaba detrs
y dej sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jess,
cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombro y perverso [...].
Pronto se volvieron nuestros ojos hacia el oriente, donde haba aparecido una nubecilla
negra del tamao de la mitad de la mano de un hombre, que era, segn todos comprendan,
la seal del Hijo del Hombre. En solemne silencio, contemplbamos cmo iba acercndose la
nubecilla, volvindose cada vez ms esplendorosa hasta que se convirti en una gran nube
blanca [...].
Luego, reson la argentina trompeta de Jess, a medida que l iba descendiendo en la nube
[...]. Mir las tumbas de sus santos dormidos. Despus, alz los ojos y las manos hacia el cielo, y
exclam: Despertad! Despertad! Despertad los que dorms en el polvo, y levantaos! (PE 14-16).
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20 de febrero
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21 de febrero
El llamado a testificar
No temas, sino habla, y no calles. Hechos 18:9.
proximadamente una semana despus de su primera visin, Elena tuvo una segunda,
que le indicaba que contara a otros adventistas lo que Dios le haba revelado a ella.
Tambin, le deca que enfrentara una gran oposicin.
Ella se resisti a su deber; despus de todo, razon, tena mala salud, apenas tena 17
aos y era tmida por naturaleza. Durante algunos das, explic ms adelante, rogu a Dios
que me quitase de encima aquella carga y la transfiriese a alguien ms capaz de sobrellevarla.
Pero, no se alter en m la conciencia del deber, y continuamente resonaban en mis odos las
palabras del ngel: Comunica a los dems lo que te he revelado (NB 76). Continu sealando
que prefera morir antes que hacer la tarea que tena por delante. Habiendo perdido la dulce
paz que haba venido con su conversin, una vez ms estaba desesperada.
No es de extraar que Elena Harmon se sintiera consternada al tener que hacer pblico
todo esto. Despus de todo, la poblacin en general despreciaba abiertamente a los milleritas.
En el verano de 1844, Jos Smith, el profeta mormn, perdi su vida a manos de una turba
en Illinois, mientras a fines de 1844 y principios de 1845 surgi una gran cantidad de profetas
adventistas de carcter cuestionable, y un buen nmero de ellos actuaba en Maine. Y en la
primavera de 1845, los adventistas de Albany votaran que no tenan ninguna confianza en
ningn mensaje, visin, sueo, lengua, milagro, don extraordinario ni revelacin nuevos, etc.
En ese clima, no es de extraar que la joven Elena Harmon tratara de evitar su llamado
al ministerio proftico. Pero, a pesar de sus temores personales, se aventur a salir y comenz
a presentar los consoladores consejos de Dios a los adventistas confundidos.
Incluso una mirada superficial a varias de sus primeras declaraciones autobiogrficas
indica que enfrent mucho fanatismo y oposicin personal. Algunas de sus primeras visiones
abordaban el fanatismo y la oposicin, dando consejos y reprendiendo lo que a menudo era
de naturaleza muy personal.
Hoy, oh, Seor, aydanos a ser fieles en el lugar donde nos has puesto para hacer
resonar el mensaje que nos has dado.
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22 de febrero
os primeros adventistas sabatarios sostenan que la Biblia enseaba que los dones
espirituales, incluyendo el proftico, existiran en la iglesia hasta la Segunda Venida.
Uras Smith les provey una ilustracin que presenta muy bien esta idea. Supongamos, escribi, que estamos a punto de iniciar un viaje. El dueo de la embarcacin nos da
un libro de indicaciones y nos dice que contiene suficientes instrucciones para todo el viaje, y
si les prestamos atencin llegaremos a salvo a nuestro puerto de destino.
Al zarpar, abrimos nuestro libro para aprender sus contenidos. Descubrimos que su autor
establece principios generales para gobernarnos en nuestro viaje y nos instruye, en la medida
de lo posible, tocando las diferentes contingencias que pueden surgir, hasta el fin. Pero, adems,
nos dice que la ltima parte del viaje ser especialmente peligrosa; que las caractersticas de
las costas cambian constantemente, debido a las arenas movedizas y las tempestades; pero
para esta parte del viaje, dice, les proporcion un piloto, que se reunir con ustedes y les dar
instrucciones que requieran las circunstancias que los rodeen y el peligro; y deben prestarle
atencin a l.
Con estas indicaciones, llegamos al tiempo peligroso especificado, y aparece el piloto,
segn la promesa. Pero algunos de la tripulacin, cuando l ofrece sus servicios, se levantan
contra l. Nosotros tenemos el libro de instrucciones original, dicen, y eso es suficiente para
nosotros. Nos basamos en l, y solo en l; no queremos tener nada que ver con usted.
Quin tiene en cuenta ahora ese libro de instrucciones original? Los que rechazan al
piloto o los que lo reciben, segn las instrucciones del libro? Juzguen ustedes.
Pero algunos [...] pueden enfrentarnos en este punto diciendo: Entonces tomaran a
la hermana White como nuestro piloto, verdad? Es anticiparse a cualquier esfuerzo en esta
direccin la forma en que est redactada esta frase. Nosotros no decimos eso. Lo que s decimos
claramente es esto: que los dones del Espritu son dados por nuestro Piloto por causa de estos
tiempos peligrosos, y cada vez que hallamos manifestaciones autnticas como estas, estamos
obligados a respetarlas, a estas y a las personas que las portan. No podemos hacer lo contrario,
pues de ese modo rechazamos la Palabra de Dios, que nos manda recibirlas.
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23 de febrero
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25 de febrero
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26 de febrero
Examinar al profeta -1
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas [...]. Por sus frutos los
conoceris. Mateo 7:15, 16.
yer vimos el mandato bblico de examinar a los que dicen tener el don proftico. Los
primeros adventistas sabatarios hicieron justamente eso.
Tomemos a Jos Bates, por ejemplo. Despus de observar varias veces a Elena
de White en visin, declar que l era un Toms que dudaba. No creo en sus visiones, dijo.
Pero, si pudiera creer que el testimonio que la hermana ha relatado hoy verdaderamente era
la voz de Dios para nosotros, sera el hombre vivo ms feliz.
Afirm que su mensaje lo conmovi profundamente; crey que era sincera y estaba
un tanto desconcertado en cuanto a la experiencia de ella. Aunque no pude ver nada en [las
visiones] que militara contra la Palabra, escribi ms adelante, sin embargo, me sent alarmado y probado al mximo, y por mucho tiempo [fui] reacio a creer que fuese nada ms que el
producto de un prolongado estado de debilitamiento de su cuerpo.
Pero, aunque tena sus dudas, no dej de prestarle atencin. Al salir de la Conexin
Cristiana, al menos estaba abierto a la idea de que los dones del Espritu Santo presentados
en el Nuevo Testamento (incluyendo el de profeca) seguiran activos en la iglesia hasta el
regreso de Cristo.
Como resultado, Bates decidi investigar lo que Elena afirmaba que era el don de profeca
divino. Por lo tanto, escribi, busqu oportunidades en presencia de otros, cuando la mente
de ella pareca libre de emociones (fuera de una reunin), para interrogarla y hacer un careo
entre ella y sus amigas que la acompaaban, especialmente con su hermana mayor, para llegar
en lo posible a la verdad. Cuando ella estaba en visin, agreg Bates: Escuchaba cada palabra
y observaba cada movimiento, para detectar si haba algn engao o influencias mesmerianas.
Con Bates, encontramos un estudio de caso de una persona que luchaba entre la proclividad natural a rechazar una afirmacin individual de don proftico, y el mandato bblico de
probar y aceptar lo que es bueno (1 Tes. 5:19-21).
Volveremos sobre la lucha de Bates respecto del tema. Pero, debemos ser honestos con
nosotros mismos: Cmo es conmigo? Tengo la mente y el corazn realmente abiertos? O
estoy tan lleno de prejuicios en contra (o a favor) de un don semejante que cierro los ojos ante
las evidencias? Que Dios nos conceda una visin clara y un corazn abierto en cuanto a esto.
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27 de febrero
Examinar al profeta -2
Amados, no creis a todo espritu, sino probad los espritus si son de Dios; porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo. 1 Juan 4:1.
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28 de febrero
os adventistas del sptimo da consideramos que Jos Bates es el apstol del sbado.
Pero, debemos preguntarnos cmo dio con el tema.
La respuesta a esa pregunta tiene ms de una bifurcacin. Por un lado, desde que
se hizo cristiano, guard el domingo como da de reposo. Y hasta lleg a imponer su posicin
a su tripulacin cuando capitaneaba un barco.
Un segundo camino, indudablemente, tuvo que ver con su estudio de las profecas. Despus de todo, un estudiante del libro de Apocalipsis no tiene ninguna dificultad en comprender
que los Mandamientos de Dios sern guardados en el tiempo del fin (ver Apoc. 12:17; 14:12).
Pero cmo se sensibiliz Bates respecto del hecho de que el da de reposo del Nuevo
Testamento es el sbado, y no el domingo?
All es que entran en el cuadro los Bautistas del Sptimo Da. Ese grupo nunca ha sido
gente evanglica agresiva. En los Estados Unidos, haba solamente seis mil de ellos en 1840. Y,
para el ao 2000, las cifras se haban reducido a cuatro mil ochocientos; un veinte por ciento
menos de miembros en 160 aos. En otras palabras, la evangelizacin nunca ha sido el traje
que mejor les queda.
Pero, durante al menos una vez en su historia s fueron agresivos. En el Congreso de su
Asociacin General de 1841, concluyeron que Dios requera evangelizacin sobre el tema
del sbado. Entonces, informa Merlin Burt, en 1842 la Sociedad de Publicaciones de esta
confesin comenz a publicar una serie de folletos con el objetivo de introducir el sbado
al pblico catlico . Nuevamente, en el Congreso de su Asociacin General de 1843 una vez
ms resolvieron que era su deber solemne iluminar a sus compatriotas sobre el tema del da
de reposo sabtico.
Sus esfuerzos tuvieron algunos resultados positivos. En su reunin de 1844, los bautistas
del sptimo da agradecieron a Dios porque haba surgido un inters ms profundo y amplio
sobre el tema como nunca antes se haba visto en nuestro pas.
La historia de estos bautistas nos dice que la verdad es algo bueno; pero, tambin indica
que incluso la verdad no puede hacer nada de bueno si la gente simplemente se sienta
sobre ella.
Recin cuando tomaron una decisin consciente de permitir que su luz brillara sobre el
tema, comenzaron a ocurrir cosas. Nosotros todava necesitamos esa clase de decisiones, para
hacer brillar la luz en la actualidad.
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1 de marzo
yer vimos que los bautistas del sptimo da haban tenido algunos resultados en su
esfuerzo, a comienzos de la dcada de 1840, para estimular la atencin entre otros
cristianos en cuanto al da de reposo bblico.
Curiosamente, una parte importante de ese inters se haba originado entre los adventistas milleritas. Como resultado, el Sabbath Recorder inform, en junio de 1844, que una cifra
considerable de los que esperan la pronta aparicin de Cristo han aceptado el sptimo da, y
comenzaron a observarlo como el da de reposo. El Recorder lleg a sugerir que la obediencia
del sbado formaba parte de la mejor preparacin para el advenimiento.
No sabemos exactamente qu quiso decir el Recorder con eso de que una cifra considerable de milleritas haba comenzado a guardar el sbado en el verano de 1844; pero, s sabemos
que el tema del da de reposo sabtico se haba vuelto problemtico hacia septiembre, porque
el Midnight Cry [Clamor de medianoche] millerita public dos artculos extensos sobre el tema.
Muchas personas, leemos, han ejercitado mucho su mente con respecto a una supuesta obligacin de observar el sptimo da. Los editores decidieron que no hay ninguna
porcin de tiempo en particular que se requiera que los cristianos guarden como santo. Pero,
si esa conclusin era incorrecta, entonces pensamos que el sptimo da es el nico da para
la observancia de la que haya alguna ley.
El artculo final cerraba con el pensamiento de que los hermanos y las hermanas del
sptimo da [...] estn tratando de reparar el antiguo y roto yugo judo, para ponrselo en el cuello. El artculo tambin sugera que los cristianos no deberan llamar da de reposo al domingo.
Los bautistas del sptimo da respondieron a los artculos del Midnight Cry observando
que el nuevo descubrimiento de los creyentes en la Segunda Venida, que hace que sea moralmente cierto, para ellos, que Cristo vendr el dcimo da del sptimo mes, probablemente haya
incapacitado en gran medida sus mentes como para que centren su atencin en la consideracin
de las argumentaciones sobre el sbado.
Y as fue. Pero, la verdad bblica es persistente. Y podemos estar agradecidos por eso.
Dios gua a su pueblo en general y a cada uno de nosotros en particular paso a paso, en la
senda de su Palabra.
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2 de marzo
e entre el grupo de bautistas del sptimo da que interactuaron con los milleritas, una
de las personas ms significativas fue Rachel Oakes. A comienzos de 1844, no solo
haba aceptado el mensaje adventista sino tambin haba compartido su perspectiva
sabtica con la congregacin adventista de Washington, Nueva Hampshire, de la cual su hermana
(la esposa de Cyrus Farnsworth) era miembro.
Su primer converso, aparentemente, fue William Farnsworth, que anteriormente la haba
convencido a ella de las enseanzas milleritas.
Otra persona a la que llev al sbado fue Frederick Wheeler, quien mientras predicaba
en la iglesia de Washington remarc que todas las personas que confesaban tener comunin
con Cristo deban estar preparadas para seguirlo, obedecerlo y guardar los Mandamientos de
Dios en todas las cosas.
Posteriormente, Rachel Oakes record a Wheeler sus comentarios. Casi me paro en la
reunin en ese punto, le coment ella, para decir algo.
Qu era lo que tena en mente para decir?, pregunt Wheeler.
Quera decirle que sera mejor que apartara esa mesa de Comunin y le pusiera el
mantel encima, hasta que comience a guardar los Mandamientos de Dios.
Wheeler qued bastante impactado con la embestida frontal de ella. Posteriormente, le
dijo a un amigo que las palabras de la seora Oakes calaron ms profundo que cualquier cosa
que alguna vez le hayan dicho. Pero reflexion al respecto, estudi la Biblia sobre el tema y
pronto comenz a observar el da de reposo sabtico.
Eso, aparentemente, ocurri en marzo de 1844. Ms tarde, varios miembros de la congregacin de Washington se unieron a Wheeler y a William Farnsworth para honrar el sbado bblico.
Cuando yo llegue al Reino, una persona a la que quiero buscar es a Rachel Oakes. Debi
haber sido todo un personaje. Lo menos que podemos decir de ella es que no era tmida para
compartir sus creencias. Dios le haba dado una voz, y ella la us para difundir la verdad del
sbado. No s si su manera de abordar era cristocntrica o algo ofensiva, pero confo en que
era la primera porque Wheeler, un pastor metodista, no se alej de ella disgustado.
Una de las lecciones que extraemos de la vida de Rachel Oakes es que quiz nunca
conoceremos en esta vida la gran influencia que tenemos sobre los dems. Y eso vale para
todos, incluso para ti!
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3 de marzo
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4 de marzo
oco despus de aceptar el sbado, Bates viaj a Washington, Nueva Hampshire, con el
fin de encontrarse con Wheeler, los hermanos Farnsworth y otros adventistas que lo
observaban. George, el hijo de Wheeler, informa que Bates lleg a eso de las 22, despus
de que toda la familia se haba ido a dormir. George oy que su padre hizo pasar a alguien. Y
durante la noche se despertaba de tanto en tanto, para escuchar sus voces. Conversaron durante
toda la noche, y luego continuaron hasta el medioda. En ese momento, Bates sali para su casa.
Al regresar a Massachusetts, Bates se encontr con James Madison Monroe Hall, en el
puente que una las ciudades de Fairhaven y New Bedford.
Fue en ese encuentro que Hall dej escapar la fatdica pregunta que, probablemente,
desvi sus actividades por el resto del da; y ciertamente cambi su vida para siempre. Qu
noticias trae, capitn Bates?
La noticia, respondi l, es la del da de reposo sabtico; y que debemos guardarlo.
No s cunto tiempo estuvieron en ese puente, pero dado el estilo habitual de Bates,
podra haber sido todo el da. Lo que s sabemos es que Hall se fue a su casa, estudi la Biblia
sobre el tema y guard el da de reposo al sbado siguiente. Su esposa lo sigui una semana
despus. Hall fue el primer converso de Bates, a una nocin que dara forma a la vida de ambos
hombres desde ese da en adelante.
Por su parte, despus de este incidente, Hall tuvo en tan alta estima a Bates que a su
nico hijo le puso por nombre Jos Bates Hall.
De all en ms, Jos Bates fue un hombre con una misin. Y no afloj en ese esfuerzo
hasta que estuvo en su lecho de muerte. Nada pudo detenerlo.
A comienzos de la dcada de 1850, por ejemplo, Bates informa de un viaje misionero de
cinco semanas por Canad, durante el cual luch con fuertes nevadas y el fro extremo por ms
de veinte das; en una ocasin, vadeando a travs de la nieve profunda por 64 kilmetros, en
el intento de llevar su mensaje a una familia interesada.
En otro momento, cort casi un metro de hielo a fin de poder encontrar agua suficiente
para bautizar a siete personas, a una temperatura de -34C.
Y pensar que nos creamos fervorosos!
Dios, aydame hoy a tomarme tu mensaje ms en serio. Aydame a salir de mi zona
de comodidad.
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5 de marzo
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6 de marzo
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7 de marzo
n agosto de 1846, sali publicado el primer librito de Bates sobre el sbado: The
Seventh-day Sabbath, a Perpetual Sign, From the Beginning to the Entering Into the
Gates of the Holy City, According to the Commandment [El da de reposo del sptimo
da, una seal perpetua, desde el comienzo hasta entrar por las puertas de la Santa Ciudad,
conforme al Mandamiento].
Qu ttulo! Pero, indica su firme creencia en la importancia del sbado en el tiempo del fin.
La edicin de 1846 de ese librito (solo de 48 pginas) presentaba, principalmente, un
concepto bautista del sptimo da acerca del sbado. Por lo tanto, Bates estableci las ideas
de que el da de reposo sabtico era el da correcto de adoracin y de que el Papado haba
intentado cambiar la Ley de Dios (Dan. 7:25).
Pero, hay dos puntos de especial inters en la edicin de 1846 de ese libro, que indican
que Bates estaba comenzando a interpretar el sbado a la luz de un marco teolgico adventista.
El primero es el pensamiento, en el prefacio, de que el sptimo da debe ser restaurado
antes de la segunda venida de Jesucristo. Esa idea proviene de la plataforma restauracionista,
que Bates trajo consigo de la Conexin Cristiana. Por lo tanto, la Reforma no estaba completa;
y no lo estara hasta que todas las grandes verdades bblicas descuidadas o pervertidas a lo
largo de la historia hallaran su lugar legtimo en la iglesia de Dios.
El segundo sesgo adventista en la edicin de 1846 es la interpretacin de Bates acerca
del sbado, en el contexto del libro de Apocalipsis. Relaciona el sbado con Apocalipsis 14:12:
Aqu est la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de
Jess. Tambin sealaba, en alusin al versculo 7, con el Mandamiento de adorad a aquel
que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas, que el da de reposo sabtico se
incluye ms claramente en estos mandamientos que los otros nueve.
Fue ese mismo nfasis el que haba desconcertado a Elena Harmon. Pero, Bates no dio
marcha atrs solamente porque se cruz con la crtica y el rechazo.
Aydanos, Seor, a mantener los ojos abiertos a las implicaciones de tu palabra. Y danos
fuerzas cuando descubramos verdades importantes.
73
8 de marzo
9 de marzo
emos visto que Bates no era para nada tmido cuando se trataba de hablar del sbado a los dems. Pero, uno de los fracasos ms visibles sobre el tema era su propia
esposa. Aunque escribi un libro tras otro sobre el tema y debi de haberla fastidiado
constantemente, ella habr sido tan obstinada como l. Como resultado, l guardaba solo el
santo sbado.
Segn la tradicin de Fairhaven, el capitn Bates sola llevar a su esposa en el carro a la
iglesia cristiana el domingo, pero l no entraba a adorar en el da de reposo del Papa; volva a
buscarla despus de la iglesia. La buena noticia es que Prudence Bates acept el sptimo da
en 1850: las oraciones de l, su ejemplo y la paciencia impaciente finalmente haban dado
resultado. Al igual que muchos de nuestros amigos y familiares, aparentemente ella escuchaba,
cuando pareca que no lo haca.
Bates recibi ms buenas noticias, con la conversin de Jaime y Elena White al sptimo
da, probablemente en noviembre de 1846. Posteriormente, Jaime inform que al leer el
Seventh-day Sabbath, a Perpetual Sign [El da de reposo sabtico, una seal perpetua], de
Bates, me establec en el sbado y comenc a ensearlo.
Esa aceptacin sent las bases para la formacin del adventismo del sptimo da. A partir
de ese momento, Bates y los White comenzaron a trabajar juntos.
Finalmente, las cosas comenzaron a avanzar. Para diciembre de 1846, el libro de Bates,
aparentemente, haba llegado al sector occidental de Nueva York. Ms tarde ese ao, Bates y
Jaime haban esperado reunirse con Hiram Edson, O. R. L. Crosier y F. B. Hahn (los originadores
de la interpretacin del Santuario celestial) en la casa de Edson, en Port Gibson, Nueva York,
pero las circunstancias retuvieron a White en el este.
Un tema de agenda era el da de reposo sabtico. Edson deca que haba estado a favor
de l durante algunos meses, pero sin ninguna conviccin definitiva.
Pero, despus de la presentacin de Bates, durante la cual Edson apenas poda quedarse
sentado, Edson se puso de pie y dijo: Hermano Bates, esa es la luz y la verdad. El da de
reposo es el sbado, y estoy con usted para guardarlo .
De modo que, para fines de 1846, encontramos a un grupo de creyentes unidos en tres
doctrinas clave: la Segunda Venida, el sbado y el Santuario celestial. Se sentaron las bases
para el surgimiento del adventismo del sptimo da.
Es posible que, desde nuestra perspectiva, Dios nos est guiando en forma lenta, pero
no hay dudas de que dirige.
Aydanos, Seor, a ser pacientes con tu direccin.
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10 de marzo
La tentacin al legalismo
Por las obras de la ley ningn ser humano ser justificado delante de l; porque por medio de la ley es
el conocimiento del pecado. Romanos 3:20.
o todo lo que enseaba Bates era oro puro. Si bien nadie puede tener la menor duda
en cuanto a su devocin por el da de reposo sabtico desde 1846 hasta el final de
su vida, su interpretacin del sbado en relacin con el plan de salvacin es mucho
menos clara.
A veces, el buen capitn pareca extremadamente legalista:
* Cumplir estos Mandamientos salva el alma.
* La observancia del SANTO SBADO DE DIOS SANTIFICA Y SALVA EL ALMA! Pero, la
observancia de uno, o de todos los otros nueve, sin este, no.
* Debemos guardar toda [la Ley] para ser salvos.
* Los hijos de Dios han de salvarse, en todo caso, haciendo o guardando los
Mandamientos.
Mientras que Bates poda hacer declaraciones que sonaran evanglicas, no hay duda de
que estaba enredado en un legalismo que fluy a lo largo de toda su vida.
Uno de sus textos predilectos para sustentar su enfoque legalista con respecto al sbado
es el relato del joven rico de Mateo 19. Repetidamente, Bates vuelve a la historia para expresar
su punto de vista. El joven vino y le dijo: Maestro bueno, qu bien har para tener la vida
eterna? Jess respondi: Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos . Adems,
agreg, si Jess no quiso decir lo que dijo, entonces enga al maestro de la ley.
Veinte aos despus de expresar esos pensamientos, Bates todava segua en la misma
lnea con la leccin del joven rico, al concluir que si uno realmente desea tener vida eterna
cuando Jess venga, asegrese, oh!, asegrese de guardar los Diez Mandamientos de Dios.
Lamentablemente, en la poca de 1888, Uras Smith y G. I. Butler todava empleaban
Mateo 19 de la misma manera. De hecho, recuerdo estudios bblicos publicados que todava
usaban el texto como prueba para guardar los Mandamientos, durante la dcada de 1960. Para
algunos, el guardar los Mandamientos todava era el camino para la vida eterna.
Ese es exactamente el punto que Pablo enfrenta en el texto de hoy (Rom. 3:20).
Es desafortunado que haya creyentes sinceros que usen buenos textos bblicos de mala
manera.
Aydanos, oh Seor, mientras luchamos con el verdadero significado de la Escritura.
76
11 de marzo
ates pudo haber logrado convencer a los otros dos fundadores del adventismo del
sptimo da en cuanto al sbado, pero ellos no aceptaron su legalismo.
Jaime White, por ejemplo, fue explcitamente claro cuando escribi: Que se entienda claramente que no existe salvacin en la Ley; es decir, no hay calidad redentora en la Ley.
Para White, era sumamente importante tener una fe viva y activa en Jess. Al hablar del
mensaje millerita de 1850, declar que nos conduce a los pies de Jess, a buscar el perdn
de todos nuestros pecados, y a una salvacin gratuita y plena mediante la sangre de Cristo.
Si bien Jaime apelaba a la gente a obedecer y honrar [a Dios] guardando sus Mandamientos, tambin escribi que debemos procurar el perdn completo y gratuito de todas nuestras
transgresiones y errores mediante la expiacin de Jesucristo, ahora mientras interviene con su
sangre ante el Padre.
Elena opinaba igual que su esposo. Especialmente esclarecedor es el uso que ella hace
del episodio del joven rico de Mateo 19 a lo largo de su extenso ministerio. Discrepaba mucho
del de Bates, Smith y Butler. Nunca cit a Jess en ese contexto, con la idea de que de hecho
el camino para ganarse el cielo fuera el guardar los Mandamientos. Sino, ms bien, apuntaba
invariablemente ms all de lo que ella llamaba la interpretacin externa y superficial del joven
maestro de la Ley (y de Bates), a la necesidad ms profunda de una transformacin total, que
solo podra darse mediante una relacin personal con Cristo.
Para ella, la leccin de Mateo 19:16 y 17 no era que alguien pudiera ganarse la salvacin
mediante la obediencia a la Ley, sino que el joven rico haba fracasado totalmente. Sealaba
que, si bien era cierto que l obedeca los aspectos externos de los Diez Mandamientos, no vea
que la Ley estuviese arraigada en el amor de Dios. Para ella, el joven rico no se haba salvado
por guardar los Mandamientos, sino que estaba totalmente perdido.
Querido amigo, una de las cosas ms importantes que debemos entender para el diario
vivir es la relacin de la Ley con el evangelio salvfico. Repasaremos el mensaje evanglico ampliamente ms adelante, este ao. Pero, necesitamos comenzar nuestro viaje en este tema hoy.
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12 de marzo
ace algunos das, nos referimos al librito que Jos Bates public sobre el sbado en
agosto de 1846. Vimos que la primera edicin de The Seventh-day Sabbath, a Perpetual
Sign [El da de reposo sabtico, una seal perpetua] presentaba, principalmente, un
concepto bautista del sptimo da acerca del sbado. Es decir, que el sptimo da es el correcto
y que la iglesia lo haba cambiado en el perodo medieval.
Tambin, vimos que el libro convirti al sbado a los White, a Hiram Edson y a otros
estudiosos del Santuario celestial. Las discusiones entre Bates y estas personas lo llevaron a
una interpretacin ms plena de las implicaciones del da de reposo sabtico en el perodo
inmediatamente anterior a la Segunda Venida. Bates expuso su interpretacin enriquecida en
enero de 1847, en una segunda edicin de The Seventh-day Sabbath. Si bien contena solo
catorce pginas adicionales, presentaban el marco interpretativo en el que tendra lugar todo
el pensamiento teolgico sabatario futuro.
Una apreciacin profunda fue su nfasis en Apocalipsis 11:19: Y el templo de Dios fue
abierto en el cielo, y el arca de su pacto se vea en el templo. Jos haba captado un hecho que
armonizaba con su nueva interpretacin del segundo compartimento del Santuario celestial
de Daniel 8:14. Mientras cada visin de Apocalipsis comienza con una escena del Santuario,
en la primera mitad del libro tienen lugar en el Lugar Santo. Pero, a partir de Apocalipsis 11:19
el enfoque cambia al Lugar Santsimo. En otras palabras, Bates vio que el mismo libro de
Apocalipsis une la apertura del Lugar Santsimo del Santuario celestial con los acontecimientos
del tiempo del fin.
Pero, an ms importante para l era el contenido del Arca. Segn dijo: este templo ha
sido abierto con algn propsito. Ese propsito, segn vea l, era resaltar los Diez Mandamientos, lo ms importante del Arca del Pacto (Deut. 10:5).
Bates haba comenzado a entender que el verdadero meollo del libro de Apocalipsis
vincula la Segunda Venida, la apertura del Lugar Santsimo del Templo celestial en el tiempo
del fin y la importancia de los Diez Mandamientos justo antes de la venida de Cristo. Esa interpretacin llegara a ser an ms evidente, para l, en Apocalipsis 12 al 14.
Aydanos a ver, Seor, lo que ests tratando de ensearnos en ese importante pasaje
del tiempo del fin.
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13 de marzo
l descubrimiento de Bates sobre la enseanza del Santuario de Apocalipsis 11:19 naturalmente lo llev a Apocalipsis 12. Este captulo es una descripcin histrica de la
iglesia cristiana desde el nacimiento de Cristo hasta el tiempo del fin, durante la cual el
dragn (identificado como el diablo y Satans en el versculo 9) se enoja contra la mujer (la
iglesia) y sale a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los
mandamientos de Dios [...] (Apoc. 12:17).
En ese momento, Bates descubri el vnculo entre Apocalipsis 11:19 y 12:17. No solo que
el segundo compartimento del Santuario celestial sera abierto en el tiempo del fin, revelando el
arca que contiene los Diez Mandamientos, sino tambin que esos mismos Mandamientos fueron
presentados como protagonistas en el punto culminante del tiempo del fin de Apocalipsis 12.
En su estudio, Bates lleg a la conclusin no solo de que los Diez Mandamientos seran
restaurados en el tiempo del fin, sino tambin que por causa de ellos surgira un conflicto. A
su juicio, el conflicto, principalmente, involucrara un Mandamiento: el sbado, el cual haba
sido cambiado por la iglesia (ver Dan. 7:25). Continu leyendo, para ver que el Mandamiento
sealaba con precisin Apocalipsis 14:7.
Segn remarc Bates: Es indiscutible que todava habr una lucha poderosa en torno a
la restauracin y la observancia del da de reposo sabtico, que probar a cada alma viviente
que entre por las puertas de la ciudad. Es evidente que el Diablo les est haciendo la guerra a
todos ellos. (Ver Apoc.12:17.) Acurdate del da de reposo para santificarlo. Amn. Con esas
palabras, cerr la edicin de 1847 de su Seventh-day Sabbath.
Sus descubrimientos en el libro de Apocalipsis abrumaron a Bates: no solo tendra Dios
un remanente que guardara el sbado en el tiempo del fin, sino adems habra discordia en
torno a ese Mandamiento. Esa conclusin se hizo ms firme cuando estudi Apocalipsis 13 y 14.
Es imposible saber con cunta claridad lo vea Bates, pero Apocalipsis 12:17 es el texto
clave del resto del Apocalipsis. Inmediatamente despus, el captulo 13 se explaya sobre el
poder del dragn de 12:17; y el captulo 14, sobre la mujer de los ltimos das. Ambos captulos
reflejan un conflicto concerniente a la lealtad del pueblo de Dios en los ltimos das. Ms all
de eso, Apocalipsis 15 al 19 se basa en los captulos 13 y 14, y desarrollan los acontecimientos
profticos del tiempo del fin.
Aydanos, Seor, a estudiar estos pasajes trascendentales con ms cuidado.
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14 de marzo
n nuestra ltima lectura, vimos que para enero de 1847 Jos Bates haba llegado a la
conclusin, a partir de Apocalipsis 12:17, de que Dios no solo tendra un pueblo en el
tiempo del fin que honrara los Diez Mandamientos contenidos en el Arca del Pacto
(Apoc. 11:19), sino tambin el dragn hara guerra contra aquellos que guardaren los Mandamientos. No le llev mucho tiempo ms de estudio ver que el conflicto del tiempo del fin se
reflejaba en pasajes como Apocalipsis 13:7 y 8, que describe a los que adoran a la bestia
haciendo guerra contra los que siguen al Cordero.
Desde el captulo 13, Bates fue a Apocalipsis 14, que describe a los adoradores del Cordero
del tiempo del fin siguiendo al Cordero por dondequiera que va (vers. 4).
En esa coyuntura, Apocalipsis 14 se convirti en el punto focal del estudio de Bates, en
la segunda edicin de The Seventh-day Sabbath, a Perpetual Sign [El da de reposo sabtico,
una seal perpetua]. Antes de considerar sus conclusiones, deberamos observar el bosquejo
del captulo 14.
1. Los versculos 1 al 5 presentan a los 144.000 redimidos del tiempo del fin, que siguen
al Cordero en todas sus enseanzas y tienen el nombre [] de su Padre escrito en la frente
(vers. 1).
2. Los versculos 6 y 7 presentan el mensaje del primer ngel.
3. El versculo 8 examina el mensaje del segundo ngel.
4. Los versculos 9 al 12 explican el mensaje del tercer ngel.
5. El versculo 13 resalta el destino de aquellos seguidores del Cordero atrapados en la
persecucin del tiempo del fin de Apocalipsis 13.
6. Y el captulo 14 culmina con la venida de Cristo en las nubes del cielo, para recoger la
cosecha de la Tierra (vers. 14-20).
Esa progresin no se le pas por alto a Bates, mientras luchaba por comprender dnde
estaba ubicado el pueblo de Dios en el flujo de los acontecimientos del tiempo del fin. Curiosamente, ciertos milleritas haban enfatizado los mensajes del primer ngel y del segundo
ngel. Miller mismo haba credo que el mensaje de la hora del Juicio del primer ngel se estaba
predicando en sus das. Para Miller, el juicio del versculo 7 era la Segunda Venida.
Charles Fitch comenz a proclamar el mensaje del segundo ngel sobre la cada de
Babilonia en 1843, cuando las distintas confesiones religiosas comenzaron a perseguir a los
creyentes en la Segunda Venida. Pero, fue el contenido del mensaje del tercer ngel el que
capt la atencin de Bates.
Antes de orar esta maana, sera una buena idea que leyeras Apocalipsis 14.
80
15 de marzo
n los ltimos das, hemos estado estudiando la creciente comprensin de Bates sobre
Apocalipsis 12 al 14. Estaba especialmente fascinado con el mensaje de los tres ngeles
del captulo 14, descrito como el ltimo que Dios dara al mundo antes de la Segunda
Venida.
Descubri que el versculo 12 era especialmente pertinente. Una vez ms (ver Apoc.
12:17), resalta el hecho de que justo antes del tiempo del fin Dios tendr un pueblo que guarde
los Mandamientos. Por supuesto, no omiti las implicaciones del versculo 7, que indican cul
Mandamiento estara en disputa en la lucha del tiempo del fin. Reconoci correctamente el
hecho de que las palabras Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de
las aguas aluden al Mandamiento del sbado de xodo 20:8 al 11 (comparar con Gn. 2:1-3).
Adems, claramente entendi, en Apocalipsis 14:7 y 9, que la adoracin sera el tema decisivo
al final de la historia del mundo. Segn Apocalipsis 14, antes de la Segunda Venida, la gente
estara adorando a la bestia de Apocalipsis 13 (ver Apoc. 14:9) o al Creador del cielo y la Tierra
(vers. 7). Ese ltimo grupo, por supuesto, obedecera todos los Mandamientos de Dios, mientras
esperaba pacientemente (vers. 12) a que Jess viniese en las nubes del cielo (vers. 14-20).
La lectura de Bates de Apocalipsis 12:17 a 14:20 lo llev a varias conclusiones. Primero,
que desde 1845 Dios haba estado levantando un pueblo que honrara todos sus Mandamientos,
incluyendo el sbado. Ahora es claro e indiscutible, escribi en 1847, que se puede encontrar
un pueblo as en la Tierra, segn la descripcin del versculo 12; y que se ha estado uniendo
en grupos en los ltimos dos aos, en torno a los Mandamientos de Dios, la fe y el testimonio
de Jess.
Segundo, Juan, adems, muestra que este es un remanente (que significa el extremo
final) que luchara (su significado es claro) por guarda[r] los mandamientos de Dios [...] (12:17).
Y tercero, Bates observ que Apocalipsis describe solamente a dos grupos en el tiempo
del fin: Uno guarda los Mandamientos y la fe de Jess. El otro tiene la marca de la bestia.
Sus percepciones sentaron las bases para la creacin de la teologa adventista del sptimo
da. En esencia, para 1847 haba desarrollado lo que en los crculos adventistas se ha dado en
llamar la Teologa del Gran Conflicto.
Padre, una vez ms, danos mentes claras, al meditar en tu ltimo mensaje para un
mundo pecaminoso.
81
16 de marzo
n los das anteriores, hemos estado meditando en el desarrollo de la teologa del Gran
Conflicto, de Bates. Para comienzos de 1847, l haba llegado a la conclusin de que
lo que se estaba convirtiendo en el movimiento adventista sabatario no era solo otro
impulso hacia el denominacionalismo, sino un movimiento proftico.
Otra cosa que debemos observar es que el tema del Gran Conflicto est firmemente
arraigado en la Escritura. Muchos creen que tiene su origen en los escritos de Elena de White.
Ya el 7 de abril de 1847, ella tambin resaltaba esa enseanza. Pero, su informe de la visin
sobre este tema fue una confirmacin del estudio bblico de Bates, y no su origen. Dmosle
una mirada a su primera visin del Gran Conflicto.
Apreciado hermano Bates, escribi el 7 de abril de 1847, el sbado pasado nos reunimos
con los queridos hermanos y hermanas aqu [...]. Pronto perd el conocimiento de las cosas
terrenas y qued arrobada en una visin de la gloria de Dios [...]. Despus de que hube notado
la gloria del Lugar Santo, Jess levant el segundo velo y pas al Lugar Santsimo.
En l vi un arca [...]. Dentro del arca estaba [...] las tablas de piedra [...]. Abrilas Jess, y
vi en ellas los Diez Mandamientos escritos por el dedo de Dios [...]. En una tabla haba cuatro;
y en la otra, seis. Los cuatro de la primera brillaban ms que los otros seis. Pero el cuarto, el
Mandamiento del sbado, brillaba ms que todos, porque el sbado fue puesto aparte para
que se lo guardase en honor del santo nombre de Dios [...]. Vi que, por ser Dios inmutable, no
haba cambiado el da de descanso [...].
Vi que el santo sbado es, y ser, el muro separador entre el verdadero Israel de Dios
y los incrdulos, as como la institucin ms adecuada para unir los corazones de los queridos
y esperanzados santos de Dios (WLF, 18, 19; PE 32, 33).
Ella continu, sealando que la predicacin fiel del sbado y su observancia llegaran a
ser un mensaje poderoso, pero que al empezar el tiempo de angustia causara persecucin,
hasta tal punto que todo el que no recibiera la marca de la bestia y de su imagen [...] no podra
comprar ni vender. La visin termina en la persecucin, y la liberacin en la Segunda Venida,
al venir Jess en una gran nube blanca (WLF, 19, 20).
Padre, esperamos con ansias esa nube con todo su significado y bendicin. Amn.
82
17 de marzo
os Bates nunca separ la historia de la teologa. En su mente, constituan dos aspectos del
mismo tema. Esa unidad aparece en los ttulos de la mayora de sus libros, incluyendo sus
dos ediciones de The Seventh-day Sabbath, a Perpetual Sign [El da de reposo sabtico,
una seal perpetua] (1846, 1847), que lleva el subttulo de From the Beginning to the Entering
Into the Gates of the Holy City, According to the Commandment [Desde el comienzo hasta
entrar por las puertas de la Santa Ciudad, conforme al Mandamiento]. Esa misma tendencia
histrica aparece ms explcitamente en su Second Advent Way Marks and High Heaps: Or a
Connected View, of the Fulfilment of Prophecy, by Gods Peculiar People, From the Year 1840
to 1847 [Hitos y mojones adventistas: o una visin relacionada del cumplimiento de la profeca,
por parte del pueblo peculiar de Dios, desde el ao 1840 hasta 1847].
Para Bates, el adventismo sabatario era un movimiento y un mensaje arraigados en la
historia proftica. La frase hitos y mojones es una proyeccin obvia de Jeremas 31:21, que
habla de ellos como guas para el pueblo de Dios, en su viaje de regreso a casa. El 1 de enero
vimos, en nuestra primera lectura (Jos. 4:20-22), que Dios utiliz una pila de piedras como
recordativo, con el objeto de ayudar a su pueblo a no olvidar cmo lo haba guiado en el pasado.
Bates emple la misma metfora para indicar que Dios todava estaba conduciendo a su pueblo.
Jaime White estaba entusiasmado con el Second Advent Way Marks and High Heaps, de
Bates. Lo elogi ante un amigo un mes despus de su publicacin, observando que el hermano
Bates sac un libro sobre nuestra experiencia pasada. Tres meses despus, Jaime escribi que
las obras [de Bates] sobre el da de reposo del Seor y nuestra experiencia pasada son muy
preciosas para nosotros, en este tiempo de prueba. Sigui, agradeciendo a Dios por capacitar
a nuestro hermano Bates para que haya armonizado en forma tan clara nuestra experiencia
pasada con la Biblia, y tambin que haya defendido la cuestin del sbado.
En la mente de White, la contribucin central de Bates era lo que Jaime posteriormente
describi como la perspectiva de la cadena de acontecimientos de cmo Dios estaba guiando
a su pueblo segn lo describe Apocalipsis 14. Esa interpretacin de la secuencia de eventos
comenz con la predicacin de Guillermo Miller de la buena noticia de la Segunda Venida
(Apoc. 14:6, 7), continu con la proclamacin del mensaje de Carlos Fitch de que Babilonia
haba cado (vers. 8) y estaba llegando a su punto culminante en la predicacin de Apocalipsis
14:12, con su mensaje sobre la observancia de los Mandamientos en el tiempo del fin. Bates y,
ahora, los White vean que esa cadena conduca a la Segunda Venida.
Gracias, Seor, porque nos has dado hitos profticos. Aydanos a discernir su importancia.
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18 de marzo
Un paso de fe
Y ella respondi: Vive Jehov tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puado de harina tengo
en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recoga dos leos, para entrar y prepararlo
para m y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. Elas le dijo: No tengas temor; ve,
haz como has dicho; pero hazme a m primero de ello una pequea torta cocida debajo de la ceniza, y
tremela; y despus hars para ti y para tu hijo. 1 Reyes 17:12, 13.
ella as lo hizo! Pero, ni su comida ni su aceite se acabaron hasta que termin la hambruna. La viuda de Sarepta haba dado un paso de fe, y Dios la haba recompensado.
Jos Bates tuvo varias experiencias similares. A los 36 aos, haba acumulado
suficiente dinero como para jubilarse. Pero, para fines de 1844, lo haba dado casi todo para
el avance del mensaje millerita. Su generosidad lo posicion donde tambin l tendra que
dar un paso de fe.
Ese pensamiento nos remonta a sus libritos. Descubri que era ms fcil escribirlos
que pagar para que se los publicaran. Ese fue el caso en el otoo de 1847, cuando se sent a
escribir un libro de ms de cien pginas, siendo que dispona de solo doce centavos y medio.
Justo antes de salir para ver al impresor, su esposa le pidi que comprara algo de harina;
pero, con solo doce centavos y medio nicamente poda comprar apenas unos kilos. Ella, al
desconocer las circunstancias, le pregunt cmo poda ser que un hombre que haba navegado
barcos por todo el mundo hubiese llegado a casa con solo un poco de harina.
En ese momento, l le dijo dos cosas. Primera, que haba usado todos sus ahorros; y
segunda, que estaba escribiendo otro libro sobre el sbado.
La noticia realmente la frustr; despus de todo, ella ni siquiera haba aceptado el sbado.
Segn Bates, ella no comprende mi deber. Como de costumbre, l dijo a Prudy que Dios se
ocupara de ellos.
Y lo hizo!
Poco despus de eso, sinti la impresin de que tena que ir a la oficina de correos
donde encontr diez dlares en la correspondencia. Con eso, pudo comprar suficientes mercaderas y, al menos, pensar en producir un libro.
Pero, aun as, lleg al impresor sin dinero suficiente; solo para descubrir que alguien ya
haba pagado los costos de publicacin.
Fe o necedad?
Esa contina siendo una pregunta crucial en nuestros das. Dios contina bendiciendo
a quienes dan un paso de fe. Y, a veces, todava usa a otros como agentes suyos para pagar
la cuenta.
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19 de marzo
Tiempo de reunin -1
Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallis. Y saliendo los siervos por
los caminos, juntaron a todos los que hallaron. Mateo 22:9, 10.
n enero, vimos que el Gran Chasco de octubre de 1844 haba destrozado al millerismo. El movimiento otrora poderoso se haba escindido en varias facciones, y muchos
haban abandonado el adventismo por completo. La dispersin haba comenzado a
fines de 1844.
Pero, no todo estaba perdido. Tres aos y medio de ferviente estudio bblico haban
permitido que Jos Bates y los White arribaran a algunas conclusiones poderosas, en cuanto a
la causa del Chaso y al perfil de la historia proftica segn el libro de Apocalipsis.
Para comienzos de 1848, tenan un mensaje basado en el corazn del Apocalipsis de
Juan, que relacionaba la Segunda Venida, la apertura del segundo compartimento del Santuario celestial y la importancia del sbado en el tiempo del fin, en una teologa unificada. Para
Bates y los White, esas no eran tres doctrinas, o creencias fundamentales, distintas, sino un
mensaje unificado para los ltimos das. Vean el paquete en su conjunto, en trminos de los
tres ngeles de Apocalipsis 14.
Espiemos a Jaime, en su carta al hermano Bowles el 8 de noviembre de 1849: Mediante
la proclamacin de la verdad del sbado en relacin con el movimiento adventista, escribi
White, Dios est dando a conocer lo que es suyo. El perodo de dispersin por el que hemos
pasado est en el pasado, y ahora ha llegado el tiempo de que los santos se renan en la unidad
de la fe, y sean sellados por una verdad santa y unificadora. S, hermano, ha llegado. Es cierto
que la obra avanza lentamente, pero segura, y cobra fuerza a cada paso. Hay gente nueva que
est entrando en los campos [...] y est proclamando el mensaje del sellamiento y de separacin
[...] del tercer ngel de Apocalipsis 14 [...]. Ah, mi alma, qu mensaje!
Nuestra experiencia adventista pasada, la posicin actual y la obra futura estn trazadas
en Apocalipsis 14 [...] con la mayor claridad con que pudo escribirla la pluma proftica. Gracias
a Dios por poder verla [...] creo que la verdad del sbado todava debe resonar por la Tierra
como nunca ha resonado el advenimiento. Velemos y estemos listos en todo momento, a fin
de trabajar para Dios [...]. Nuestro hogar, nuestro lugar de descanso, nuestro cielo, est ms all,
solo un poco ms all [...]. Jess viene para reunir a los pobres rechazados y llevarlos a casa.
No cuesta mucho captar su entusiasmo. Yo todava me entusiasmo al leer las promesas
de Dios y sus profecas. Nuestro hogar no est aqu, sino un poco ms all.
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20 de marzo
Tiempo de reunin -2
Dijo el seor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y furzalos a entrar, para que se llene mi
casa. Lucas 14:23.
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21 de marzo
Tiempo de reunin -3
Cun hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del
que trae nuevas del bien, del que publica salvacin! Isaas 52:7.
a fase inicial de lo que White denomin el tiempo de reunin dur desde 1848 hasta
1850. Las conferencias sabatarias de aquellos aos fueron el mtodo que Bates y los
White utilizaron con el propsito de formar un conjunto de creencias sobre la plataforma
del mensaje de los tres ngeles de Apocalipsis 14. Pero, estas reuniones no eran el nico medio
que Dios utilizara.
En la conferencia que se llev a cabo en Dorchester, Massachusetts, en noviembre de
1848, Elena de White tuvo una visin que cambiara para siempre el perfil del adventismo.
Despus de salir de la visin, dijo a su esposo: Tengo un mensaje para ti. Tienes que
empezar a imprimir un pequeo peridico y enviarlo a la gente. Ser pequeo al comienzo;
pero, a medida que la gente lo lea, te enviar medios con los cuales imprimir, y ser un xito
desde el mismo principio. Se me ha mostrado que de este modesto comienzo brotarn como
raudales de luz que han de circuir el mundo (CE 1, cursiva aadida).
Ahora, 160 aos despus de esa declaracin, quiz esta no suene tan impresionante. Despus de todo, a comienzos del siglo XXI, las publicaciones adventistas circuyen la Tierra, las cuales
salen de a millones por el mundo, en cientos de idiomas y desde veintenas de casas editoras.
Pero ese es el cumplimiento, no la profeca.
Qu habrn pensado los primeros creyentes de una visin semejante? Al fin y al cabo, en
noviembre de 1848, probablemente, haba menos de cien adventistas sabatarios, y la mayora
de ellos eran pobres.
Ms all de eso, todos crean en el concepto de la puerta cerrada, incluyendo a la misma
Elena de White. Segn dijo ms adelante: Junto con mis hermanos y hermanas, despus del
tiempo pasado en 1844, yo crea firmemente que no se convertiran ms pecadores (1 MS 84).
La visin de las publicaciones, de hecho, contradeca la creencia personal de ella y la de
sus hermanos sabatarios. Aqu haba una visin de la puerta abierta, en medio de un pueblo
de la puerta cerrada.
Sin embargo, a pesar de sus creencias en ese entonces, las publicaciones adventistas,
incluyendo el pequeo peridico, han brotado como raudales de luz para circuir el mundo.
Gracias, Dios, porque tu vista es mejor que la nuestra. Aydame hoy a ver con tus ojos,
y no con los mos.
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22 de marzo
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23 de marzo
ada uno de los fundadores del adventismo sabatario tena una interpretacin dinmica
de lo que ellos llamaban la verdad presente. Por supuesto, el uso del trmino no era
exclusivo de ellos; anteriormente, los milleritas haban empleado el trmino para referirse
al inminente regreso de Jess, y posteriormente lo aplicaron al movimiento del sptimo mes
(es decir, la proclamacin de que Jess llegara en octubre de 1844). Por lo tanto, incluso en el
uso millerita de verdad presente encontramos una dinmica progresiva en el conocimiento.
No fue por casualidad el hecho de que Jaime White escogiera el ttulo The Present Truth
[La verdad presente] para la primera revista adventista sabataria: Bates lo haba usado ya en
enero de 1847, para referirse al sbado y a las verdades relacionadas.
En la primera edicin de su pequea publicacin de julio de 1849, despus de citar 2
Pedro 1:12, que habla de estar confirmados en la VERDAD PRESENTE, Jaime White escribi
que en la poca de Pedro haba verdad presente, o verdad aplicable a ese tiempo presente.
La iglesia siempre ha tenido una verdad presente. La verdad presente ahora es la que muestra
el deber actual, y la posicin correcta para los que estamos a punto de presenciar el tiempo de
angustia. Coincida con Bates en la identificacin del contenido de la verdad presente. Los dos
primeros ngeles de Apocalipsis 14 haban resonado; ahora, era hora del tercero.
Los primeros sabatarios crean decididamente que tenan algo que el mundo necesitaba
or; pero se daban cuenta de que Dios todava tena ms para revelarles. Es decir, consideraban
que la verdad era dinmica y progresiva. Como resultado, Elena de White pudo escribir, en
relacin con los problemas teolgicos relacionados con el Congreso de la Asociacin General
de 1888, que lo que Dios les da a sus siervos para decir hoy quiz no habra sido verdad presente hace veinte aos, pero es el mensaje de Dios para este tiempo (Manuscrito 8a, 1888).
Los White y Bates estaban abiertos a una mayor revelacin de la verdad; y los lderes ms
jvenes demostraban la apertura de los fundadores. As, Uras Smith, por ejemplo, escribi en
1857 que los sabatarios haban descubierto verdades crecientes desde 1844. Se nos ha permitido, observ, regocijarnos en las verdades mucho antes de lo que percibimos entonces. Pero
no nos imaginamos que ya lo tengamos todo [...]. Confiamos en que todava progresaremos, y
nuestro camino se hace cada vez ms brillante.
Cmo es conmigo hoy? Mi mente todava est abierta a la conduccin de Dios, a medida
que revela la verdad en su Palabra?
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24 de marzo
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25 de marzo
ay algo en un mensaje emocionante que hace que la gente quiera compartirlo con los
dems. Eso es especialmente cierto si el mensaje es de esperanza por parte de Dios.
Para 1849, los adventistas sabatarios, aunque pocos en nmero, estaban ms
que impacientes por difundir su mensaje mediante la pgina impresa. Jaime White no solo haba
dado origen a The Present Truth [La verdad presente] para presentar las nuevas interpretaciones
sobre el sbado y el tercer ngel, sino tambin en el verano de 1850 comenz a publicar la
Advent Review [Revista del advenimiento], una revista que buscaba impresionar a los milleritas
dispersos con la fuerza, la contundencia y la veracidad de los argumentos que reforzaron la
base del movimiento de 1844.
La propuesta de White tena un plan detrs: si la Advent Review iba a despertar a los
milleritas chasqueados a la veracidad del mensaje del primero y del segundo ngeles, The
Present Truth los instaba a aceptar el tercero. Combin las dos revistas en una en 1850, y la
llam Second Advent Review and Sabbath Herald [Revista de la Segunda Venida y heraldo del
sbado] (hoy conocida como Adventist Review [Revista Adventista]).
Los sabatarios estaban convencidos de que tenan el mensaje de Dios para los ltimos
das. Vemos reflejado su entusiasmo por el mensaje y su disposicin al sacrificio al publicar el
primer censo adventista general de 1860. Tomado por D. T. Taylor, del Movimiento Cristiano
Adventista, el censo encontr a 54.000 adventistas de varios tipos, de los cuales unos 3.000
eran sabatarios. Lo notable de los nmeros de Taylor era el inters relativo a las publicaciones
por parte de los diferentes grupos adventistas. Los cuerpos ms grandes, con casi 20 veces
ms de miembros que los sabatarios, tenan una lista de circulacin de solo 5.000, mientras
que el cuerpo menor tena una circulacin de 4.300. Taylor se tom la molestia de sealar que
los sabatarios, aunque decididamente son una minora, son muy devotos, fervientes y activos
en la promulgacin de sus visiones peculiares del domingo y el da de reposo.
Y as era. Tenan un mensaje para el pueblo de Dios en el tiempo del fin, y ellos lo saban.
Su agresividad dio sus frutos. El crecimiento de la membresa entre los sabatarios durante el tiempo de reunin se ampli de unos 100, a fines de 1848, a casi 2.500 cuatro aos
despus. Adems, otros, gracias al ministerio de las publicaciones, comenzaron a ver la lgica
de su mensaje.
Dios todava utiliza las publicaciones adventistas con el propsito de difundir su mensaje.
En esto, cada uno de nosotros podemos contribuir con nuestros medios y nuestras oraciones.
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26 de marzo
arecan el equipo evangelizador perfecto. Pero, pueden surgir problemas incluso entre
buenos amigos cristianos. As pas cuando Pablo y Bernab se enfrentaron en relacin
con la aptitud de Marcos para el ministerio. Como resultado, ambos tomaron su propio
camino, durante lo que parece haber sido una rabieta. Pero, Dios los bendijo a pesar del problema. Ahora tena dos equipos de evangelizacin, en vez de uno.
El registro de ese fuerte desacuerdo me recuerda uno que amenaz con separar a los dos
lderes sabatarios en 1850. El problema era el pequeo peridico de la visin de Dorchester.
Si bien es cierto, despus de la visin, Elena de White le cont a su esposo quiz personalmente que deba publicar una revista que a la larga sera como raudales de luz que han de
circuir el globo, Bates tena su propia opinin sobre el tema.
El hombre de ms edad estaba totalmente seguro de que la revista de White estaba
desviando dinero que deba destinarse a la evangelizacin; White, por otro lado, pensaba que
el dinero estaba siendo despilfarrado en otras reas, y que poda y deba haber sido usado a
fin de afianzar el peridico.
Jaime escribi: El hermano Bates me escribi una carta que me tir abajo como nunca.
Yo ya haba estado en el horno ardiente durante algn tiempo, a causa de la carga que senta
por el pequeo peridico. Pero, la carta de Bates empeor las cosas: La carga se hizo cada
vez ms pesada en m, y renunci para siempre. Creo que el peridico morir [...] creo
que abandonar todo, por el momento.
La batalla reson durante la mayor parte de 1850, y amenaz con destruir el adventismo
sabatario. El diablo nunca duerme, mis amigos. Despus de aos de lucha y de sacrificio, Bates
y Jaime White finalmente tenan un mensaje para predicar y por fin haban llegado al tiempo de
reunin solo para hacer que el movimiento se fuera a pique por las personalidades obstinadas
de sus dos conductores. Elena de White, en su papel de mediadora entre los dos hombres,
tema que destruyeran lo que amaban. La buena noticia es que Dios los ayud a encontrarse
y a resolver sus diferencias.
Las cosas no han cambiado mucho. La iglesia del siglo XXI todava est llena de personalidades fuertes y testarudas.
Y el diablo todava intenta separar.
Y Dios todava trata de sanar.
Y nosotros todava necesitamos estar abiertos al impacto suavizante de su Espritu.
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27 de marzo
28 de marzo
Ms cantos adventistas
Y los redimidos de Jehov volvern, y vendrn a Sion con alegra; y gozo perpetuo ser sobre sus
cabezas. Isaas 35:10.
omo podemos imaginarnos, el Hymns, for Gods Peculiar People, That Keep the Commandments of God, and the Faith of Jesus tena una gran cantidad de cantos sobre la
Segunda Venida y el cielo. Pero, como la mayora de ellos haban sido cristianos antes de
convertirse en sabatarios, aparentemente no sentan la necesidad de proveer muchos himnos
sobre la gracia y la adoracin de la majestad de Dios; esos eran muy conocidos. Supuestamente,
Jaime los eligi con el objetivo de llenar un vaco doctrinal. Algunos eran muy especficos, como
uno que simplemente se titulaba: Washing Feet [Lavamiento de los pies].
Si bien Washing Feet no fue incluido en el actual Seventh-day Adventist Hymnal [Himnario adventista, en ingls], s entraron algunos himnos de Jaime. Mi preferido es Im a Pilgrim
[Soy peregrino]. Si bien ese himno era el nmero 666 en el himnario de 1941, me alegra decir
que ahora lleva la numeracin, ms, santificada de 444. Por qu no cantarlo conmigo esta
maana? [La msica corresponde al himno Voy al cielo, que figura bajo el nmero 481 en el
himnario en espaol, pero la letra es otra. Por esta razn, se tradujo literalmente del ingls.]
1. Soy peregrino, soy extranjero;
No puedo demorarme ni una noche ms;
No me detengan, porque estoy yendo
A donde las fuentes siempre fluyen.
2. All, la gloria siempre es brillante!
Oh, mi corazn anhelante, mi corazn anhelante est all:
Aqu, en este pas tan oscuro y triste,
He vagado triste y cansado por mucho tiempo.
3. All est la ciudad a la que viajo;
Mi Redentor, mi Redentor es su luz!
No hay ms tristezas ni suspiros,
Ni ms lgrimas ni muerte all.
El coro es un mensaje en s mismo:
Soy peregrino, soy extranjero;
No puedo demorarme ni una noche ms.
De verdad? Es cierto que los adventistas modernos consideramos que somos peregrinos
y extranjeros en esta Tierra, y que no podemos demorarnos ni una noche ms? Para muchos de
nosotros, esta Tierra ha llegado a ser nuestro hogar. Estamos cmodos aqu; y nos gusta.
Y entonces, la polica llama a la puerta para contarnos acerca de nuestra hija; el informe
del mdico dice que tenemos un cncer en estado avanzado; el cnyuge inesperadamente
demanda el divorcio. De repente, volvemos a la realidad: esta Tierra no es nuestro hogar.
Aydame hoy, Padre, a revaluar mis prioridades y mi vida diaria.
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29 de marzo
Sueos providenciales
He aqu el tabernculo de Dios con los hombres, y l morar con ellos; y ellos sern su pueblo, y Dios
mismo estar con ellos como su Dios. Apocalipsis 21:3.
ientras pensamos en los primeros himnos adventistas, necesitamos darle una mirada
a la corta, aunque productiva, vida de Annie Smith, que es autora de tres himnos en
el Seventh-day Adventist Hymnal: How Far From Home? [Muy lejos el hogar est?,
n 476 en el Himnario Adventista en espaol], I Saw One Weary y Long Upon the Mountains.
La madre de Annie haba sido millerita, y para 1851 se haba convertido en adventista
sabataria y haba conocido a Jos Bates. Los dos se pusieron de acuerdo con el fin de orar por
los hijos de ella, que no tenan ningn inters en el adventismo. Poco tiempo despus, Bates
program realizar reuniones cerca de la casa de Annie. Su madre la anim a asistir, pero ella no
estaba muy interesada. Sin embargo, quiz para complacer a su madre, acept ir.
La noche anterior a la reunin, Bates so con ella. Todos los asientos estaban ocupados,
menos uno junto a la puerta. So que cambi el tema que tena planificado por otro sobre el
Santuario. Entonaron el primer himno, oraron y cantaron un segundo himno. Y justo cuando
estaba abriendo la Biblia y comenz a leer: Hasta dos mil trescientas tardes y maanas; luego
el santuario ser purificado y sealaba hacia el dibujo del Santuario en su enorme grfico
proftico, la puerta se abri, y una joven entr y tom asiento en la silla vaca. Bates tambin
so que aquella persona era Annie Smith, por quien l y su madre haban estado orando.
Esa misma noche, Annie tuvo, bsicamente, el mismo sueo. En el sueo, ella tambin se vea
llegando tarde, justo cuando el predicador comenzaba a leer de Daniel 8:14.
La noche siguiente, Annie sali con tiempo de sobra, pero se perdi en el camino y por
eso no lleg hasta el segundo himno. Rpidamente tom asiento junto a la puerta justo
cuando el predicador comenz a leer el texto con el que haba soado.
Bates no haba pensado en su sueo hasta que ella entr en el saln. Al terminar la
reunin se acerc a Annie, dirigindose a ella como la hija de la seora Smith con quien haba
soado la noche anterior. La vida de Annie Smith nunca ms sera la misma. Esa noche acept
el mensaje adventista sabatario.
Dios obra de maneras maravillosas. Y lo sigue haciendo en nuestros das. Todos tenemos
seres queridos que necesitan entender ms plenamente el amor y el cuidado de Dios. El Dios
que se interesa por nosotros tambin se interesa por nuestros seres queridos. Nunca dejemos
de orar por ellos.
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30 de marzo
96
31 de marzo
ace algn tiempo, aprendimos de qu manera los sabatarios descubrieron las verdades
bblicas sobre el da de reposo sabtico y el ministerio de Cristo en dos fases en el
Santuario celestial; enseanzas que integraron a su interpretacin de la Segunda Venida,
segn se encuentra en Apocalipsis 11:19 a 14:20. Esas tres verdades pilares se erguan en el
centro mismo del adventismo sabatario.
Pero, los lectores perspicaces quizs hayan observado un cuarto pilar adventista que
falta en nuestro anlisis: lo que los adventistas tradicionalmente han llamado el estado de los
muertos. Necesitamos dar una mirada a la manera en que aquellos adventistas primitivos desarrollaron sus interpretaciones sobre el infierno y lo que sucede con las personas cuando mueren.
Esas cuestiones preocupaban profundamente a muchos. Tomemos a la joven Elena
Harmon, por ejemplo. En mi mente, escribi, la justicia de Dios eclipsaba su misericordia y
su amor. La angustia mental por la cual pasaba en ese tiempo era grande. Se me haba enseado a creer en un infierno que arda por la eternidad [...]. Siempre me acosaba el horroroso
pensamiento de que mis pecados eran demasiado grandes para ser perdonados, y de que
tendra que perderme eternamente [...].
Nuestro Padre celestial me era presentado como un tirano que se deleitaba en las agonas
de los condenados, y no como el tierno y piadoso Amigo de los pecadores, que amaba a sus
criaturas con un amor que sobrepujaba todo entendimiento, y deseaba salvarlos en su Reino.
Cuando me dominaba el pensamiento de que Dios se deleitaba en la tortura de sus criaturas, que
haban sido formadas a su imagen, un muro de tinieblas pareca separarme de l (NB 33, 34).
No hace falta decir que la joven Elena no poda armonizar la tradicional enseanza del
infierno con el amante Jess. Sin embargo, ese mismo pensamiento empeoraba las cosas,
porque ahora tema estar rechazando la Palabra de Dios y, de este modo, mereca el infierno
aun ms que antes.
Aydanos, Seor, al enfrentarnos con las enseanzas difciles de la Biblia.
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adas las luchas que la joven Elena tena con las enseanzas tradicionales sobre el
infierno, no es de extraar que en sus aos de madurez escribiera: Es incalculable,
para el espritu humano, el dao que ha producido la hereja de los tormentos eternos. La religin de la Biblia, llena de amor y de bondad, y que abunda en compasin, resulta
empaada por la supersticin y revestida de terror [...]. Las ideas espantosas que respecto de
Dios han sido propagadas por el mundo desde el plpito han hecho miles, y hasta millones,
de escpticos e incrdulos. Sigui indicando que la enseanza tradicional formaba parte de
las enseanzas babilnicas, o confusas, de la iglesia, que mezclaba la teora humana con la
verdad de Dios (CS 526).
Tengo que admitir que tambin a m me han preocupado las mismas cuestiones. Tanto es
as que en 1997 escrib un artculo para la Signs of the Times [Seales de los tiempos] titulado:
The Infinite Hitler [El Hitler infinito]. La idea bsica era que si la enseanza tradicional de la
iglesia fuese cierta, Hitler y Stalin pasaran por tipos muy agradables. Al fin y al cabo, sus vctimas
finalmente murieron, mientras que Dios podra asar a las suyas, en agona consciente, a lo
largo de las edades sin fin de la eternidad. Otros debieron haber visto la lgica del artculo, ya
que este recibi el Premio al Mrito de la Associated Church Press, en junio de 1998.
Por supuesto, yo saba que muchos otros concordaban conmigo, ya que haba citado a
personalidades evanglicas como John R. W. Stott, Clark Pinnock y otros, que han rechazado
la visin tradicional, a favor de la bblica.
Pero cul es la visin bblica? Y cmo llegaron a ella los adventistas? Comenzaremos a
examinar esas preguntas maana. Pero primero, es importante reconocer que la cuestin bsica
reside en si los seres humanos nacen con inmortalidad. La filosofa griega sostiene que s, pero
la Biblia, si bien admite que Dios la tiene (1 Tim. 6:16), declara que los nicos seres humanos
que recibirn la vida inmortal son aquellos que creen en Jess; y que no la obtendrn hasta la
segunda venida de Jess (1 Cor. 15:51-55).
Ahora bien, la inmortalidad significa no sujeto a la muerte. De modo que, si los impos
la poseen, por definicin vivirn en cierta forma a lo largo de la eternidad; pero, si no la poseen,
deben morir, como menciona Romanos 6:23 con tanta claridad. No existen otras opciones.
Seor, estamos agradecidos porque has dispuesto el don de la inmortalidad para quienes
creen en Jess. E igualmente agradecidos porque el pecado y los pecadores no son inmortales.
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s ms fcil ser un sacrificio muerto que uno vivo. Al menos, al morir el sacrificio se
termina, pero en vida sigue y sigue. As ocurri con los fundadores del adventismo.
Bates, como vimos antes, haba tenido una cantidad razonable de riquezas. Pero,
al haberlo entregado todo al millerismo, salvo su casa, pas el resto de su vida en el delgado
lmite de la realidad financiera.
Pero, no era el nico. En abril de 1848, Jaime White pudo escribir, de l y de Elena, que
todo lo que tenemos, incluyendo vestimenta, ropa de cama y muebles para el hogar, est en
un bal de un metro, y est lleno hasta la mitad. No tenemos otra cosa que hacer ms que
servir a Dios, e ir donde Dios nos abra el camino.
Pero, viajar no siempre era fcil en aquellos das, especialmente si una persona estaba
en la ruina. Bates, por ejemplo, a comienzos de 1849, se sinti muy impresionado en cuanto
a que era su deber predicar el mensaje en Vermont. Como no tena dinero, decidi caminar
desde el sur de Massachusetts.
Sin embargo, l no era el nico convencido en cuanto a ese viaje misionero. Sarah, la
hermana de Elena de White, sinti la impresin de que deba ayudarlo; solicit un adelanto de
sueldo de su empleador y trabaj por 1,25 dlares por semana como contratada, para pagar
el viaje de l.
Pero, el viaje fue fructfero. Jaime White escribi que Bates tuvo muchas dificultades, pero
Dios estuvo con l y se hizo mucho bien. Encontr o dej un buen nmero en el da de reposo.
Para quienes vivimos en tiempos ms prsperos, es difcil entender las privaciones por
las que atravesaron los primeros adventistas para llevar a cabo su misin. Ms adelante, Jaime
White coment que los pocos que enseaban la verdad viajaban a pie, en vagones de segunda
clase o en las cubiertas de los barcos de vapor, por falta de medios. Esos viajes, coment su
esposa, los exponan al humo del tabaco, y adems tenamos que escuchar las maldiciones, y
la conversacin vulgar de la tripulacin y de los pasajeros sin educacin (1TI 77). De noche, a
menudo dorman en el piso, sobre cajones o bolsas de granos, con la maleta como almohada,
y se cubran con el abrigo. En invierno, caminaban por la cubierta para entrar en calor.
Y nosotros creemos que llevamos una vida difcil; que hemos tenido una vida de sacrificios! Piensa una vez ms. La mayora no tenemos ni la ms remota idea de los sacrificios
necesarios para establecer nuestra iglesia.
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pesar de la claridad de las palabras de Jess sobre el tema, y a pesar de la crisis millerita
al tratar de establecer la fecha para la Segunda Venida, ha demostrado ser una tentacin
constante, para los adventistas, el determinar una fecha o acercarse lo ms posible a
una. Y debemos admitir que es una posibilidad emocionante. Pero, el inevitable fracaso tiene
un efecto entumecedor en la iglesia y en sus miembros.
Despus del fracaso en la predicacin de que Cristo regresara en octubre de 1844, a los
adventistas chasqueados simplemente les pareci natural seguir estableciendo fechas para ese
acontecimiento, sobre la base de las diversas profecas. Por lo tanto, Guillermo Miller y Josas
Litch llegaron a esperar que Jess apareciera antes del fin del ao judo de 1844 (es decir, en
la primavera de 1845). H. H. Gross, Joseph Marsh y otros previeron fechas en 1846; y al pasar
el ao, Gross descubri razones para esperar a Cristo en 1847.
Los primeros adventistas sabatarios no eran inmunes a la fijacin de fechas. En septiembre
de 1845, Jaime White crea firmemente que Jess llegara el dcimo da del sptimo mes judo, en
octubre de aquel ao. Esa es la razn por la que razonara pblicamente que una pareja adventista
que haba anunciado su boda haba cado en un ardid del diablo, y que haba negado su fe
en la Segunda Venida, porque un paso as pareca contemplar aos de vida en este mundo.
Sin embargo, pocos das antes de que pasara la fecha, recuerda Jaime, yo estaba en
Fairhaven y en Dartmouth, Massachusetts, con un mensaje sobre este tiempo. En ese entonces,
Elena estaba con el grupo en Carver, Massachusetts, donde tuvo una visin de que nos chasquearamos, y que los santos deban pasar por el tiempo de angustia de Jacob en el futuro.
Su visin de la angustia de Jacob era totalmente nueva para nosotros, como tambin para ella.
Esa experiencia, aparentemente, cur a Jaime White de especular sobre la fecha de la
Segunda Venida. Pero, como veremos maana, por cierto no detuvo a Jos Bates.
Poner fechas para la Segunda Venida!
Indudablemente, parece natural para la mayora de nosotros. Eso es lo que los discpulos
desearon que Jess hiciera en Mateo 24. Pero, l se neg. Y todava se niega. Hay una leccin
importante aqu, que debemos aprender.
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ess est realmente seguro de eso? Seguro que debe haber alguna forma de determinar
el tiempo; al menos, por parte de los que somos fieles adventistas.
Al menos, eso pensaba Jos Bates en 1850. El paso del tiempo debi haberlo
deprimido. Al fin y al cabo, haban pasado seis largos aos desde el chasco millerita. Sin duda,
podra descubrir la fecha si trabajaba en ello lo suficiente. Y para 1850 Bates estaba muy seguro
de haberlo logrado.
En ese ao, escribi que las siete manchas de sangre en el altar de oro ante el Propiciatorio, creo plenamente que representan la duracin de los procedimientos judiciales de los
santos vivos en el Lugar Santo.
La mayora ha escuchado hablar del muy vlido principio de interpretacin proftica de
da por ao; pero, Bates tena uno nuevo: el principio de gota de sangre por ao. Al usar su
nueva luz, Bates haba llegado a la conclusin de que el Juicio Preadvenimiento durara siete
aos, y concluira en octubre de 1851... momento en que Cristo vendra.
Dada su talla en los crculos sabatarios, Bates pronto reuni partidarios para su nuevo
proyecto. Pero, los esposos White lo resistiran vigorosamente.
En noviembre de 1850, Elena declar pblicamente que el Seor me mostr que el
TIEMPO no haba sido una prueba desde 1844, y que el tiempo nunca ms volver a ser una
prueba (PT, noviembre de 1850).
Luego, el 21 de julio de 1851, dado que aumentara el entusiasmo sobre el tema, escribi,
en la Review and Herald, que el Seor me ha mostrado que el mensaje del tercer ngel debe
progresar y ser proclamado a los hijos dispersos de Dios, pero no debe depender de una fecha.
Vi que algunos estn creando una excitacin falsa al predicar fijando fechas; pero el mensaje
del tercer ngel es ms poderoso de lo que puede serlo una fecha. Vi que este mensaje puede
subsistir sobre su propio fundamento, y que no necesita ser reforzado con fechas; que ir
adelante con gran poder, har su obra y ser abreviado en justicia (PE 75).
La iglesia actual necesita or esas reflexiones. Al contemplar el adventismo, lo veo como
un pueblo que se ha olvidado del poder de su mensaje. Todava recuerdo que el vigor de la
corriente del Apocalipsis me impact, cuando llegu a entenderlo por primera vez hace casi
cincuenta aos. Los aos no han disminuido ese poder. Una de las mayores necesidades del
adventismo actual es recuperar su mensaje.
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a ocasin de la confrontacin que Elena de White tuvo con Bates en 1851 no fue la
primera vez en que la Sra. de White se opuso a la fijacin de fechas. Ya en 1845, haba
advertido repetidamente a sus hermanos creyentes que el tiempo ya no era ms una
prueba, y que cada vez que pasara una fecha sugerida se debilitara la fe de aquellos que haban
puesto su esperanza en ello. Incluso, su primera visin insinuaba que la Ciudad podra estar
todava muy lejos. En respuesta a su postura sobre la fijacin de fechas, algunos la acusaron
de acompaar al siervo malo que deca en su corazn: Mi Seor tarda en venir (PE 14, 15, 22).
Ella fue clara al decir que el mensaje del tercer ngel brindaba un fundamento ms
seguro para la fe que la fijacin de fechas. Ms all de eso, en cuanto a establecer fechas, ella
constantemente recalcaba a los sabatarios que se alejaran de la excitacin y que se concentraran
en su deber actual en la Tierra. Ese nfasis, como veremos, formara la base para la creacin
de las instituciones adventistas, lo que podra llevar el adventismo del sptimo da hasta los
extremos de la Tierra.
Jess parece ser claro sobre el tema de poner fechas, en Mateo 24. Por si eso no fuese
suficiente, Elena de White enfatiz tenazmente los problemas asociados con esto.
Sin embargo, los adventistas que ponan fechas siguieron y siguieron, en un intento
desesperado de prolongar el entusiasmo. Recuerdo 1964. Muchos estaban totalmente seguros
de que Jess vendra ese ao, porque la Biblia enseaba que como fue en los das de No,
as tambin ser en los das del Hijo del Hombre (Luc. 17:26). Y No, no haba predicado su
mensaje durante 120 aos antes de que viniera el diluvio? Voil! Ah est! Los adventistas haban
estado predicando su mensaje durante 120 aos, desde 1844. La prueba era contundente:
Jess regresara en 1964; probablemente, el 22 de octubre.
Y luego se present el ao 2000, el comienzo del sptimo milenio; el milenio sabtico o
el descanso celestial. En todas partes la gente se entusiasm con esto. Ms o menos por ese
ao, un libro adventista, que fue xito de ventas, entr en el mercado mostrando un reloj que
indicaba que faltaban minutos apenas para la medianoche, cuando venga el esposo.
Lo triste es que los adventistas estn sobreexaltados escatolgicamente, y desanimados
en el DEBER ACTUAL. Desgraciadamente, han invertido el nfasis del mensaje de Jess de
Mateo 24 y 25.
Aydanos, Seor, a desear alimento slido, y no azcar espiritual.
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Se convirtieron en adventistas de la
puerta abierta -1
He aqu, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar. Apocalipsis 3:8.
ace algunas semanas, vimos que los primeros sabatarios eran adventistas de la puerta
cerrada. Miller haba usado la frase puerta cerrada, de Mateo 25:10, con el fin de
expresar la cercana del tiempo de prueba antes de la llegada del Esposo, o Cristo.
Otra forma de decirlo es que Miller crea que cada persona habr tomado una decisin a favor
o en contra de Cristo antes de que l vuelva; que no habr una segunda oportunidad despus
de la Segunda Venida. Esa es una buena enseanza bblica.
Pero, la interpretacin de Miller de la puerta cerrada tena un problema sustancial; ms
especficamente, l haba unido la Segunda Venida con el fin de los 2.300 das de Daniel 8:14.
Por lo tanto, hasta el final de 1844 crey que el tiempo de prueba se haba cerrado el 22 de
octubre de ese ao; que la obra de predicar el evangelio a los pecadores haba terminado; que
ya no se podan convertir ms pecadores.
Todos los primeros adventistas sabatarios, sin excepcin, crean en la puerta cerrada. Sin
embargo, el estudio de la Biblia, como vimos antes, pronto los llev a concluir que la purificacin
del Santuario no significaba la Segunda Venida, sino que tena que ver con el ministerio de
Cristo en el Templo celestial.
En ese momento, descubrieron que sostenan una teologa que ya no encajaba. Haban
cambiado su interpretacin de la purificacin del Santuario, pero no haban reinterpretado la
fecha de la puerta cerrada. Sin embargo, la transformacin de una creencia demandaba un
cambio en la otra. Pero, eso no fue inmediatamente obvio para los sabatarios.
Recin a comienzos de la dcada de 1850 elaboraron una postura armoniosa sobre el
tema. Pero, el cambio no se produjo por haber visto primero su error en la Biblia; al contrario,
enfrentaron otro problema, que no desapareca. Les gustase o no, seguan teniendo conversos
a su mensaje que no haban pasado por la experiencia millerita. Al principio, pensaron que
deban negarse a bautizarlos, porque esas conversiones eran imposibles. Ese fue el caso de
J. H. Waggoner, quien ms adelante lleg a ser un pastor importante entre los adventistas del
sptimo da.
Fue la realidad de los nuevos conversos, que no deberan haber sido, lo que hizo volver
a los sabatarios a la Biblia, para reestudiar el tema. Para fines de 1851 o comienzos de 1852, se
haban dado cuenta de su error. Como resultado, llegaron a la conclusin de que, si bien era
cierto que el tiempo de prueba terminara antes del Advenimiento, ese acontecimiento todava
estaba en el futuro. Ese descubrimiento abri el camino para que difundieran su mensaje a todos.
La buena noticia es que Dios nos gua incluso en medio de nuestros enredos!
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Se convirtieron en adventistas de la
puerta abierta -2
Escribe al ngel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de
David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre. Apocalipsis 3:7.
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asta qu punto los adventistas del sptimo da deberan cooperar con otras confesiones cristianas? Los pastores adventistas deberan ser activos en las asociaciones
ministeriales de la comunidad? La iglesia y sus miembros deberan participar junto
con otras confesiones religiosas en proyectos comunitarios? Si es as, sobre qu base?
Esas son preguntas importantes. Y debido a esa enseanza, el adventismo todava experimenta tensin entre varios subgrupos sobre la cuestin de la cooperacin con otros cristianos.
Afortunadamente, la historia arroja mucha luz sobre el tema de la cada de Babilonia y los
problemas relacionados con ella.
Como observamos antes, las primeras interpretaciones adventistas de Babilonia estaban
bien determinadas antes del nacimiento del adventismo sabatario. Vimos que Carlos Fitch sent
las bases para la interpretacin millerita, cuando comenz a proclamar la cada de Babilonia en
el verano de 1843. Para Fitch, Babilonia consista en catlicos romanos y aquellos protestantes
que rechazaban las enseanzas bblicas sobre la Segunda Venida.
Jaime White ratific esa interpretacin bsica en 1859, cuando escribi que sin vacilar,
aplicamos la Babilonia del Apocalipsis a todo el cristianismo corrupto. Corrupcin, segn ellos,
implicaba una cada moral y la mezcla de las enseanzas cristianas con las filosofas no cristianas, como la inmortalidad del alma. Esta ltima dejaba indefensas a las iglesias en contra de
creencias como el espiritismo. Babilonia, en resumen, representaba a las iglesias confundidas.
Pero, a medida que pasaba el tiempo, los adventistas sabatarios, a principios de la
dcada de 1850, comenzaron a notar que las confesiones dominicales tenan algunas cosas
buenas. Obviamente, no estaban erradas en muchos aspectos de su enseanza y su prctica.
El mundo no era tan blanco y negro como haban pensado de entrada. Esos pensamientos
los situaron en una direccin que llevara a un mayor entendimiento de las implicaciones del
mensaje del segundo ngel.
Aydanos, Padre, a mantener los ojos abiertos a las cosas buenas de los dems, incluso
de los que estn un poco o muy confundidos en su sistema de creencias. Danos ojos para ver
lo bueno, y danos la gracia para aceptar el don.
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a redefinicin de la puerta cerrada y de Babilonia sent las bases para que los sabatarios
cooperaran con quienes diferan de ellos teolgicamente. Pero sobre qu principios?
Una vez ms, el apoyo a la sacralidad del domingo por parte de la Unin de Mujeres
de la Temperancia Cristiana nos ofrece un buen ejemplo. Se me ha revelado, escribi Elena de
White, que aunque no debemos sacrificar ningn principio de nuestra parte, debemos, hasta
donde sea posible, unirnos con ellos en la obra en favor de la reforma pro temperancia [...].
Al unirnos con ellos en favor de la abstinencia total, no cambiamos nuestra posicin con
respecto a la observancia del sptimo da, de manera que podemos mostrar nuestro aprecio
a su posicin concerniente al tema de la temperancia.
Al abrir la puerta e invitarlos a unirse a nosotros en este asunto de la temperancia,
aseguramos su ayuda en este sentido; y ellos, al unirse con nosotros, tendrn acceso a nuevas
verdades que el Espritu Santo desea impresionar en sus corazones (RH, 18 de junio de 1908).
Fue el mismo espritu conciliador el que llev a Elena de White a sugerir que los pastores
adventistas deberan familiarizarse con otros clrigos de su distrito, hacindoles saber que los
adventistas somos reformadores, pero no fanticos. Su consejo era centrarse en el terreno
comn que el adventismo comparta con los dems, y presenta[r] la verdad tal como es en
Jess, en vez de denigrar a las dems iglesias. Usando esas tcnicas, los pastores adventistas
podran acercarse a los ministros de otras denominaciones (Ev 109, 108, 409).
Debemos tener cuidado con disparar la pistola Babilnica a todo el que no ve las cosas
como nosotros. La historia adventista es informativa al respecto. La redefinicin de Babilonia
en la dcada de 1850 ofreci un fundamento crucial para la participacin del adventismo en
un mundo que, simplemente, no se va a acabar.
Ese es el fruto del crecimiento de Jaime White en la comprensin de la cada de Babilonia
en dos pasos, en 1859. Debemos aprender a vivir en la tensin de trabajar con quienes difieren
de nosotros, mientras mantenemos y defendemos firmemente las hermosas verdades bblicas
que han hecho de nosotros un pueblo peculiar. La otra alternativa es el claustro adventista.
Aydanos, Seor, a aprender los principios y las necesidades de cooperacin, al abrirnos
para cambiar nuestro mundo.
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s un mensaje poderoso, del que los adventistas del sptimo da escuchan hablar todo
el tiempo, pero que probablemente no se sientan a analizar. As que, hagamos eso
esta maana.
El mensaje contiene cuatro enseanzas centrales. Primero, el evangelio eterno. Para
los milleritas, el evangelio eterno era ms que simplemente la cruz y la resurreccin de Jess;
tambin inclua la mejor de las buenas noticias: que Jess estaba regresando para hacer realidad
las bendiciones que su crucifixin y su victoria sobre la muerte hicieron posibles. Por lo tanto,
el evangelio eterno inclua la Segunda Venida, la resurreccin de los que haban muerto en
Cristo, la traslacin de los que estn vivos para encontrarse con Cristo en el aire y el Reino de
los cielos en su plenitud. El evangelio eterno inclua todo eso y ms, para los milleritas y los
primeros sabatarios.
La segunda parte del mensaje estipulaba que sera predicado a toda la Tierra. Como
resultado, J. V. Himes envi literatura millerita a todos los puestos misioneros protestantes del
mundo. Los primeros sabatarios, en contraste, estaban totalmente dispuestos a decir que los
milleritas haban cumplido la comisin durante la primera parte de la dcada de 1840; solo
gradualmente los sabatarios asumiran sus responsabilidades misionolgicas.
La tercera parte, que proclamaba el hecho de que la hora, o el tiempo, del juicio de Dios
haba llegado, los milleritas crean que se trataba de la Segunda Venida. Para ellos, era un juicio
ejecutivo, en el que Dios reparta las recompensas a los que lo haban servido. Ese es un punto
en el que los sabatarios tendran algunas ideas nuevas, como veremos.
La cuarta parte, que tiene que ver con la adoracin al Creador, los milleritas no la enfatizaban especialmente. Pero, como vimos hace algunas semanas, los sabatarios consideraban
correctamente que esas palabras eran una alusin al sbado, reflejado en xodo 20 y en Gnesis
2:1 al 3. Vinculaban la alusin al sbado con Apocalipsis 12:17 y 14:12; versculos que indican que
Dios tendra un pueblo que guardara los Mandamientos en los ltimos das. Por lo tanto, la idea
de la adoracin al Creador, de Apocalipsis 14:7, constitua un aspecto de la enseanza adventista.
El mensaje de los tres ngeles de Apocalipsis 14 es el ltimo de Dios para el mundo
agonizante. Debemos dedicar ms tiempo a contemplar su significado en nuestros das.
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yer vimos que desde fines de la dcada de 1830 Josas Litch comenz a interpretar
la hora de su juicio ha llegado, de Apocalipsis 14:7, como algo previo al da del Juicio
Final. Litch crea que el proceso (o juicio) preadvenimiento haba comenzado en 1798,
al final del perodo de tiempo proftico de los 1.260 das de Daniel 7:25; y que terminara antes
de la Segunda Venida, al final de los 2.300 das.
La idea de un juicio preadvenimiento no muri con el chasco de octubre de 1844. Enoch
Jacobs que no era sabatario, por ejemplo, despus de analizar el pectoral del juicio usado el
Da de la Expiacin, declar en noviembre de 1844 que, a menos que haya ocurrido algo tan
decisivo como la configuracin del Juicio el dcimo da [el 22 de octubre de 1844], el antitipo
todava no est dado; la profeca no se cumpli, y todava estamos en tinieblas. Para Jacobs,
el Juicio se sita antes de la aparicin personal de Cristo y de la resurreccin de los santos.
Nuevamente, en enero de 1845, Apollos Hale y Joseph Turner llamaron a una interpretacin ms profunda de la parbola de las bodas. En particular, sealaron que la parbola de las
bodas de Lucas 12 menciona que la gente deba esperar hasta que Cristo regresara de las bodas.
Siguieron diciendo que la parbola de las bodas de Mateo 22 contiene una escena de juicio, en la
que el rey examina a sus invitados con el fin de determinar si llevan puesto el vestido de bodas.
Turner y Hale relacionaron esas parbolas de bodas con la del reino por parte de Cristo,
en la escena de juicio de Daniel 7. Llegaron a la conclusin de que, a partir del 22 de octubre,
Cristo tena una nueva obra que realizar en el mundo invisible. Por lo tanto, proclamaron:
El Juicio est aqu!
Para el 20 de marzo de 1845, Miller haba equiparado el juicio de Apocalipsis 14 con la
escena de juicio de Daniel 7. Hizo notar que desde 1844 Dios estaba en su condicin judicial,
decidiendo los casos de todos los justos, para que los ngeles puedan saber a quin recoger
en la Segunda Venida. Si esto es cierto, aadi Miller, quin puede decir que Dios no est
ya justificando su Santuario.
Gracias, Seor, por la lgica de tu Palabra. Gracias, porque finalmente quitars las
fuerzas egostas que han controlado a este mundo y establecers un Reino eterno, en el que
gobierne la justicia.
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yer vimos que Enoch Jacobs, Apollos Hale, Joseph Turner y Guillermo Miller, para fines
de 1844 y comienzos de 1845, haban relacionado la fecha de octubre y la doctrina del
Santuario con el juicio celestial preadvenimiento, de Daniel 7. Por lo tanto, aquellos
no sabatarios haban comenzado a considerar que los textos milleritas centrales, como el
juicio de Daniel 7 y la llegada del esposo a las bodas, significaban la llegada de Cristo al Juicio
Preadvenimiento, y no su regreso en las nubes del cielo. Ese mismo razonamiento se aplicaba
a la purificacin del Santuario de Daniel 8:14 y a la hora del juicio de Apocalipsis 14:7.
Pero y los lderes sabatarios? Cul era la postura de ellos en cuanto a la enseanza del
Puicio Preadvenimiento, a finales de la dcada de 1840?
Jos Bates era muy positivo sobre el tema: Con respecto a la hora de su juicio ha
llegado, escribi en 1847, debe haber orden y tiempo porque Dios, en su condicin judicial,
ha de decidir los casos de todos los justos, para que sus nombres sean registrados en el Libro
de la Vida del Cordero, y estn plenamente preparados para ese momento memorable de su
cambio de la mortalidad a la inmortalidad. Y a fines de 1848 afirm que los santos muertos
estn siendo juzgados ahora. Bates, probablemente haya sido el primero de los dirigentes
sabatarios en ensear el Juicio Preadvenimiento.
Entendemos que el 5 de enero de 1849 Elena de White estuvo de acuerdo con l sobre
el tema. Pero, Jaime no. En septiembre de 1850, todava disenta abierta y agresivamente con
Bates sobre el tema del Juicio Preadvenimiento. En ese mes, escribi que muchas mentes han
sido confundidas por las visiones conflictivas que se han publicado sobre el tema del Juicio.
Algunos [refirindose a Bates] han afirmado que el Da del Juicio era anterior a la Segunda
Venida. Esta visin, por cierto, carece de fundamento en la Palabra de Dios.
Una leccin secundaria aqu es que incluso los pioneros adventistas del sptimo da
diferan entre s respecto de temas importantes. No obstante, se las arreglaban para respetarse
mutuamente. Necesitamos ese espritu en nuestros das.
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25 de abril
yer dejamos a Jaime White vociferndole a Jos Bates que l estaba confundido en
cuanto al Juicio, en su creencia de que era anterior a la Segunda Venida. Esa enseanza, declar Jaime, por cierto carece de fundamento en la Palabra de Dios.
Para Jaime, el gran da del Juicio durar mil aos, y comenzara en ocasin de la Segunda
Venida. En cuanto a un juicio preadvenimiento, White haba observado que no es necesario que
la sentencia final se d antes de la primera resurreccin, como algunos han enseado; porque
los nombres de los santos estn escritos en el cielo, y Jess y los ngeles por cierto sabrn a
quines resucitar para llevarlos a la Nueva Jerusaln. De modo que, a fines de septiembre
de 1850, White se opona a su esposa y a Bates, sobre el tema de un juicio preadvenimiento.
Pero, eso cambiara gradualmente.
Existen evidencias circunstanciales del cambio de White que aparecen en la Review de
febrero de 1854, en la que public un artculo de J. N. Loughborough que una el mensaje del
primer ngel con el Juicio Preadvenimiento. Aunque Loughborough no lo haba escrito con la
idea de publicarlo, Jaime indica, en una breve introduccin, que igualmente lo public porque
satisface las consultas que nos han presentado.
Todas las dudas acerca de la postura de Jaime se disiparon en enero de 1857, cuando
public un tratado hecho y derecho del Juicio Preadvenimiento, bajo su propio nombre. Ese
mes, public que tanto los justos como los injustos sern juzgados antes de que sean levantados de los muertos. El Juicio Investigador de la casa, o la iglesia, de Dios tendr lugar antes
de la primera resurreccin; as tambin, el juicio de los injustos ocurrir durante los mil aos
de Apocalipsis 20, y sern resucitados al final de ese perodo.
La terminologa de Juicio Investigador haba sido usada anteriormente, ese mes, por
primera vez en un artculo de Elon Everts. Para 1857, los adventistas sabatarios haban aceptado
ampliamente la enseanza del Juicio Preadvenimiento.
El desarrollo de la doctrina del Juicio Preadvenimiento ilustra muy bien cmo dirige
Dios el conocimiento de sus seguidores a travs del tiempo: siempre est guiando, mientras
su pueblo trata de comprender mejor su Palabra. Su tarea es proporcionar esa Palabra; la
nuestra es estudiarla con oracin, mientras tratamos de conocer cada vez ms la voluntad y
los caminos de Dios.
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26 de abril
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27 de abril
uicio. Un tema horrendo, para algunos; lleno de esperanzas, para otros; y un tema complejo
para todos. Hoy, queremos retroceder y dar una mirada al alcance del tema. La mayora
cree que el Juicio es un evento nico, que ocurre en algn momento cercano al tiempo
del fin para los que mueren. Para 1857, Jaime White haba llegado a considerar que el Juicio
Final tena cuatro fases distintas.
Estimaba que la primera fase era el Juicio Preadvenimiento, o Investigador, de los que
decan ser seguidores del Dios de la Biblia. Los primeros adventistas llegaron, a travs del anlisis
de la tipologa del Da de la Expiacin, al hecho de que incluira solamente al pueblo de Dios.
Ese da, el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santsimo usando el pectoral del juicio, que tena
inscritos los nombres del pueblo de Dios. Era por ellos que interceda en el da del juicio anual.
La segunda fase, segn la vean los adventistas, era un juicio ejecutivo, que tendra lugar
en la Segunda Venida, cuando Dios, en su papel ejecutor, derramara bendiciones sobre su
pueblo (Apoc. 22:12; Mat. 16:27).
La tercera fase es el juicio de los mil aos, mencionado en Apocalipsis 20:4. Y vi tronos,
leemos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar. A esta altura, te estars
preguntando qu ms queda por juzgar; al fin y al cabo, los justos estn en el cielo con Dios,
y los injustos estn durmiendo en sus tumbas. Eso es cierto en ambos casos. Pero, los impos
todava no se han enfrentado con la destruccin eterna. Y, antes de eso, Dios da la oportunidad
a cada persona de revisar los registros de los injustos durante el milenio. Como no quiere que
nadie se quede con dudas, da tiempo para que todos entiendan que est haciendo lo mejor
que puede, en una situacin adversa. Por lo tanto, la fase milenial del Juicio, en cierto sentido,
es un juicio investigador de los impos; pero es, ms bien, un juicio a la justicia de Dios y a
la idoneidad de sus decisiones.
La fase final del Juicio ocurre al final de los mil aos, cuando un juicio ejecutivo acaba para
siempre con aquellos que siguieron rechazando a Dios y sus principios (Apoc. 20:9, 12-15). La
fase final no es feliz; pero Dios no tiene opcin, si no desea forzar la voluntad de las personas, y
si desea crear un universo en el que no haya cabida para el pecado y las relaciones destructivas.
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28 de abril
diferencia del Juicio Preadvenimiento, los principales dirigentes del adventismo primitivo no tuvieron ninguna disputa entre s sobre cundo comenzaba el da de reposo.
A pesar del hecho de que los bautistas del sptimo da, del cual Bates indirectamente recibiera el sbado, lo observaban de puesta de sol a puesta de sol, Bates argumentaba
que deba guardarse desde las 18 del viernes hasta las 18 del sbado.
Propuso esa postura en su libro de 1846 sobre el sbado, afirmando que la historia
muestra que los judos [...] comenzaban sus das a las 6 de la tarde. No s en qu historia
se habr fijado o si habr inferido su conclusin de lo que haya estado leyendo, pero estaba
totalmente equivocado.
Bates tambin expuso razones tericas para guardar el sbado de 18 a 18. En pocas
palabras, sostena que si todos honraran el sbado de salida de sol a salida de sol, o de puesta
de sol a puesta de sol, entonces habra gente en diferentes latitudes que guardara el sbado
en diferentes horarios. Y a Dios, desde luego, no le gustara eso. Por lo tanto, concluy, como
la puesta del sol era a las 18 en el Ecuador durante todo el ao, si todos respetaban ese horario,
todos guardaran el mismo sbado, como Dios quera.
Eso no era un asunto de poca importancia para el buen capitn. Al fin y al cabo, dijo en
1849, es tan pecaminoso a la vista de Dios rechazar intencionalmente la luz bblica en cuanto
al inicio del sbado [...] como no guardarlo.
Esa es una poderosa conviccin. Y Bates era un hombre poderoso y persistente, cuando
estaba convencido de algo.
Como resultado, repetidamente la iglesia acogi el mensaje de que el sbado comenzaba
a las 18. Bates se las arregl para vender su interpretacin a casi todos los sabatarios, incluyendo
a Jaime y Elena de White. Por lo tanto, durante diez aos ellos y casi todos los dems adventistas
guardaron errneamente el sbado.
Pero, hay un problema! Cul es la actitud de Dios para con ese error? Los entreg a la
crcel espiritual, porque se equivocaron?
Obviamente, no: hay amplitud en la misericordia de Dios. En nuestra sinceridad, nos
acepta all donde estemos. Pero, no se detiene all; tambin, nos gua tiernamente en la senda
de la verdad.
125
29 de abril
mo pudo permitir Dios durante diez aos que su pueblo viviera equivocado en
cuanto al horario de inicio del sbado? No lo s. Pero, s s que as fue. Quizs eso
nos diga algo acerca de l.
Deberamos entender que no todos los adventistas crean que Bates tena razn en su
argumento de las 18 horas. Algunos crean en la idea de la salida del sol; y otros, en la puesta
del sol; y aun otros, en la medianoche.
Para 1854, el asunto se haba vuelto tan problemtico que Jaime White tema que hubiera
divisin, a menos que la cuestin se resolviera mediante el buen testimonio. White afirm
que nunca haba quedado totalmente satisfecho con el horario de las 18, y que los sabatarios
nunca lo haban investigado plenamente en la Biblia. Ms adelante, seal que la postura
obstinada de Bates sobre el tema, el respeto por sus aos y por su vida piadosa indudablemente fueron las razones de por qu no investigamos antes el tema en la Biblia, tan a fondo
como algunos otros puntos.
En el verano de 1855, White pidi al joven John Nevins Andrews que preparara un estudio sobre el tema, basado en la Biblia. Andrews era el hombre apropiado. Minucioso hasta la
exageracin, ejecut la tarea con mucha determinacin.
Como era un firme creyente en el horario de las 18, Andrews qued impactado con lo
que descubri:
1. Sacrificars la pascua por la tarde a la puesta del sol (Deut. 16:6).
2. Quedar impuro hasta el anochecer [] y al ponerse el sol quedar puro (Lev.
22:6, 7, NVI).
3. Al atardecer, cuando ya se pona el sol, la gente le llev a Jess todos los enfermos
(Mar. 1:32, NVI).
Se iba acumulando un texto tras otro, a medida que Andrews expona evidencias bblicas
sobre la definicin bblica de tarde [que algunas versiones en castellano traducen como
noche o atardecer].
Sus conclusiones: (1) que la Escritura no ofreca ninguna evidencia para las 18 horas y (2)
que la Biblia, mediante varias afirmaciones claras, establece el hecho de que tarde/crepsculo
es a la puesta del sol.
Present esas conclusiones en una reunin general de sabatarios, el 17 de noviembre
de 1855, y ellos se alinearon con esta nueva luz bblica.
Seor, aydanos a mantener la mente abierta, aun cuando estemos convencidos de
que sabemos la verdad.
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30 de abril
a Biblia y la bsqueda diligente de ella eran primordiales para los primeros adventistas
sabatarios. As fue, como vimos ayer, con la hora de inicio y de final del sbado.
Jaime White inform que el estudio bblico de Andrews, a fines de 1855, haba
disipado las dudas de casi todos los presentes en cuanto a que la idea de la puesta de sol era
lo correcto. Indudablemente, l se incluy en ese grupo.
Pero, no todos estuvieron de acuerdo con las conclusiones de Andrews. Segn dijo
White, Bates y algunos otros no concordaban en ese punto con el cuerpo de creyentes. Jos
haba enseado la postura de las 18 horas durante una dcada, y se atrincher con el objetivo
de defender su postura.
Aqu haba un problema. Algunos dirigentes del movimiento se aferraban a la antigua
postura, aun despus de que el estudio bblico enunciara, texto tras texto, que la tarde bblica
comenzaba a la puesta del sol y que, por lo tanto, el sbado tambin, necesariamente y por
definicin bblica, comienza a la puesta del sol; de hecho, Dios haba enseado claramente
que de tarde a tarde guardaris vuestro reposo (Lev. 23:32).
Pero, a pesar del estudio bblico sobre el tema, Bates y algunos otros todava trataban
de justificar el antiguo criterio mediante la aplicacin lgica de su razonamiento humano,
basado en textos vagos de aqu y de all.
Ahora bien, Jaime White no identifica quines eran esos algunos otros que estaban en
contra del cuerpo eclesistico sobre el tema de la hora de inicio del sbado. Pero, Uras Smith
al menos nos dice quin era uno de ellos. Era Elena de White.
La tensin sobre el asunto, con dos o tres fundadores del movimiento en desacuerdo
con la mayora, debi haber sido grave y evidente para todos.
Dos das despus de que Andrews presentara su estudio, record Jaime ms adelante,
tuvieron una sesin especial de oracin, durante la cual la seora W. tuvo una visin. Un
punto de esta fue que la hora de la puesta del sol era correcta. Eso resolvi el asunto con el
hermano Bates y otros; y la armona general ha predominado desde entonces entre nosotros
sobre este punto.
Ya sea que nos guste o no, quienes estamos en la iglesia todava no nos ponemos de
acuerdo. Podemos estar agradecidos porque Dios siempre est dispuesto a guiar a su pueblo
hacia la unidad.
127
1 de mayo
on respecto a la nueva interpretacin de 1855 sobre el tema del horario de comienzo del
sbado, hemos visto una secuencia especfica de los acontecimientos: (1) desacuerdo
sobre el tema; (2) un estudio bblico minucioso; (3) consenso general sobre los descubrimientos derivados del estudio de la Biblia, con algunas excepciones entre los que todava
defendan la antigua postura; y (4) una visin de Elena de White que confirm los resultados
del estudio de la Biblia y produjo unidad entre los creyentes.
La secuencia de los acontecimientos trae varias observaciones a nuestra mente. Jaime
White trajo a colacin una de ellas. Naturalmente surge la siguiente pregunta, seal: Si las
visiones son dadas para corregir el error, por qu ella no vio antes el error del horario de las
18? Por un lado, observ, siempre estuve agradecido de que Dios haya corregido el error a su
debido tiempo, y por no haber sufrido una divisin desdichada entre nosotros sobre el tema [...].
No parece que el deseo de Dios sea ensear a su pueblo mediante los dones del
Espritu sobre los interrogantes bblicos, hasta que sus siervos hayan investigado su Palabra
diligentemente. Cuando se hizo esto con el tema del horario de inicio del sbado, y la mayora
estaba afianzada, y algunos corran peligro de no estar en armona con el cuerpo sobre este
tema, entonces, s, entonces, era el momento preciso para que Dios magnificara su bondad
en la manifestacin del don de su Espritu en el cumplimiento de su misma obra. Las Sagradas
Escrituras nos son dadas como la regla de fe y de deber, y se nos ordena que las examinemos [...].
Permitamos que sus dones tengan su debido lugar en la iglesia. Dios nunca los ha puesto
en la vanguardia, y orden que recurramos a ellos para guiarnos en la senda de la verdad y en
el camino al cielo. l ha magnificado su Palabra. Las Escrituras del Antiguo Testamento y del
Nuevo Testamento son la lmpara del hombre para iluminar su camino hacia el Reino. Sganla,
pero si se apartan de la verdad bblica y estn en peligro de perderse, es posible que Dios,
cuando l lo decida, los corrija y los haga volver a la Biblia.
Gracias a Dios por sus dones, incluyendo el don de profeca mediante el Espritu Santo.
Los primeros creyentes apreciaban el don, pero adems trataron de darle el lugar adecuado.
A su modo de ver, la Biblia era primordial, y los dones les recordaban la revelacin de Dios
en la Escritura.
128
2 de mayo
yer vimos que Jaime White resaltaba la supremaca de la Biblia como maestra que
ensea a los cristianos sus deberes. Segn l, la funcin del don de profeca no solo
era confirmar las verdades ya emanadas de la Biblia y ayudar a unificar al pueblo de
Dios en las enseanzas bblicas, sino tambin llevarlos de vuelta a la Biblia misma.
Aqu hay un aspecto importante: una de las funciones mismas de los dones espirituales
es llevar a la gente de vuelta a la Biblia. Al destacar ese aspecto, Jaime dio con una nocin
crucial. Con demasiada frecuencia, los adventistas no han entendido el rol correcto de los dones
espirituales. Algunos hasta han llegado a dedicar ms tiempo y energa a estudiar los escritos
de Elena de White que la Biblia misma.
Ese proceder va directamente en contra de la nocin de la obra de ella, explicada por
Jaime y Elena de White, y todos los dems pioneros del adventismo del sptimo da. Desde la
perspectiva de Elena de White, esas personas han convertido la luz menor en la luz mayor,
al relegar la Biblia a un segundo plano.
La Palabra de Dios [la Biblia], escribi, basta para iluminar la mente ms oscurecida, y
puede ser entendida por los que tienen deseos de comprenderla. No obstante todo eso, algunos
que profesan estudiar la Palabra de Dios se encuentran en oposicin directa a sus ms claras
enseanzas. Entonces, para dejar a hombres y mujeres sin excusa, Dios da testimonios claros y
sealados, a fin de hacerlos volver a la Palabra que no han seguido (5TI 623; cursiva aadida).
Asimismo, el hermano J quiere confundir los nimos, tratando de hacer aparecer que
la luz que Dios me ha dado por medio de los Testimonios es una adicin a la Palabra de Dios;
pero da as una falsa idea sobre el asunto. Dios ha visto propio atraer de este modo la atencin
de este pueblo a su Palabra (ibd. 622, 623). Poco caso se hace de la Biblia, escribi Elena
de White en otro contexto, y el Seor ha dado una luz menor para guiar a los hombres y las
mujeres a la luz mayor (CE 130).
Los pioneros adventistas siempre estuvieron seguros de que el rol de Elena de White
era sealar hacia la Biblia, y no ser la fuente para las doctrinas. De hecho, una de las razones
por las cuales personalmente creo que ella es una profeta verdadera es que continuamente
dirige a sus lectores a Jess como Salvador y a la Biblia como la luz. Ojal que hoy podamos
seguir sus consejos.
129
3 de mayo
ntes de 1856, Elena de White haba sido objeto de crticas en forma creciente, por parte de sus
detractores. Por consiguiente, los sabatarios sentan una imperiosa necesidad de desarrollar
una teologa de los dones profticos e integrar ese concepto a su paquete teolgico completo.
En febrero de ese ao, Jaime White escribi un artculo que expona su opinin sobre
el tema.
Primero, provey varios textos que indicaban que los dones del Espritu (incluyendo el
de profeca) permaneceran en la iglesia hasta la Segunda Venida.
Luego, se centr en Joel 2:28 al 32, que contiene la promesa de un derramamiento del
don de profeca; sealando que el Pentecosts nicamente fue un cumplimiento parcial y que
el verdadero nfasis de Joel implicaba un derramamiento especial del don de profeca sobre
el remanente del versculo 32.
White, luego, equipar al remanente de Joel 2:32 con el remanente de los ltimos das
de Apocalipsis 12:17, que guardara los Mandamientos y tendra el testimonio de Jesucristo. Y,
qu es el testimonio de Jesucristo?, pregunt Jaime. Dejaremos que el ngel que le habl a
Juan responda a esta pregunta. Dice: El testimonio de Jess es el espritu de la profeca (Apoc.
19:10). En conclusin, White presupona que la marca especial de la iglesia de Dios de los ltimos
das sera el reavivamiento del don de profeca; don que firmemente crea que posea su esposa.
As, para 1856, los sabatarios no solo haban racionalizado una interpretacin bblica del
don de profeca, sino adems la haban encuadrado dentro de aquellos pasajes apocalpticos
que proporcionaban su propia comprensin de s mismos y su identidad. Como resultado, la
doctrina de los dones espirituales, a mediados de la dcada de 1850, haba llegado a ser una
de esas enseanzas bblicas (junto con la del sbado, el Santuario, la Segunda Venida y el
estado de los muertos) que comenz a caracterizarlos, dentro del mundo religioso, como un
cuerpo eclesistico nico.
Pero, una vez ms, en su artculo de febrero de 1856, Jaime recalc la verdad de que una
persona no puede [...] saber cul es su deber a travs de cualesquiera de los dones. Decimos
que, en el preciso momento en que lo hace, coloca los dones en el lugar incorrecto, y asume
una postura extremadamente peligrosa.
Gracias, Seor, por la claridad de los pioneros adventistas sobre la centralidad de la
Biblia y el lugar del don de profeca. Aydame a ser igualmente claro.
130
4 de mayo
ras Smith (1832-1903) lleg a ser uno de los principales adventistas del sptimo da en
presentar ante el mundo el mensaje de nuestra iglesia en forma impresa.
Tuvo un comienzo bastante duro. A temprana edad, le amputaron la pierna desde
el muslo. Eso ya era bastante grave. Pero la operacin, de 29 minutos, tuvo lugar en la mesa
de la cocina de la familia... y sin anestesia. Todo lo que tena para consolarse era la mano de su
madre. La mayora tiene muy poca idea de lo que significaba vivir en aquellos buenos tiempos.
La madre de Uras se hizo millerita; y al joven lo bautiz un pastor adventista, en el verano
de 1844. La esperanza de octubre de 1844 lo impresion profundamente. Pero, cuando Jess
no regres, abandon el adventismo y se dispuso a estudiar por su cuenta, con la intencin
de conseguir un buen lugar en la Tierra. Las inquietudes del advenimiento resaltadas por los
adventistas retrocedan cada vez ms de su visin.
A los 16 aos, ingres en la Phillips Academy, en Exeter, Nueva Hampshire, uno de los
colegios secundarios ms prestigiosos de su poca; muchos de los grandes de la Nacin haban
pasado por sus puertas como alumnos. El ambicioso joven Uras tena toda la intencin de
entrar en la Universidad de Harvard despus de graduarse. Se orientaba a una carrera docente
en una de las facultades ms prestigiosas de la Nacin; y sin duda que tena la inteligencia
necesaria para ello.
Pero, Dios tena otros planes para el joven intelectual; y as tambin su madre. Hace
algunas semanas, vimos que la hermana de Uras, Annie, haba llegado al adventismo a travs de
las oraciones de su madre, de un sueo que recibieron Annie y Jos Bates, y de las entusiastas
actividades de evangelizacin de Bates. Annie se uni a los sabatarios en 1852, y de all en ms
el talentoso Uras tambin debi enfrentar la influencia de ella.
Finalmente, en septiembre de 1852, con veinte aos de edad, acept asistir a una reunin
adventista, en la que oy a Jaime y a Elena de White explicar la razn del chasco de 1844 y
la adopcin del da de reposo sabtico. Eso llev a ms de dos meses de estudio intensivo
acerca del tema. El punto crtico lleg en diciembre de 1852, con la muerte de su padre. Al
enfrentarse cara a cara con la realidad, Uras se entreg de todo corazn al Seor, quien lo
us poderosamente.
Seor, cmo luchamos contra la entrega total a ti. Aydame este da a entregarme
ntegramente a tu causa. same, Seor, para ser una bendicin este mismo da.
131
5 de mayo
efinitivamente, Uras Smith era un hombre de cinco talentos. Estaba casi en el segmento superior de la media adventista, en cuanto a habilidades. Y, despus de su
conversin a fines de 1852, se dedic a la causa adventista por el resto de su vida.
Pero, eso no significa que no haya tenido ofertas profesionales que lo tentaron en reas donde
las recompensas financieras habran sido mucho ms grandes que cualquier cosa que pudiera
ganar trabajando para la iglesia. Una de esas oportunidades tuvo lugar un mes despus de su
conversin. Sin embargo, la mente de Uras ya estaba totalmente puesta en otra tierra: la ciudad
que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios (Heb. 11:10).
A comienzos de 1853, el joven soador envi a Jaime White un poema de 3.500 versos,
titulado The Warning Voice of Time and Prophecy [La voz de advertencia del tiempo y la
profeca]. Impresion tanto a Jaime que durante cinco meses lo public por secciones, en la
Review and Herald. En mayo de 1853, Uras Smith estaba trabajando en tareas editoriales en
la Review; una carrera que seguira hasta su muerte, cincuenta aos despus.
Las condiciones de trabajo eran primitivas, en el mejor de los casos. Todo el personal
de la Review viva en una casa de Rochester, Nueva York, que Jaime alquilaba a 125 dlares al
ao. La casa de White no solo estaba escasamente amueblada, con muebles prestados y algo
rotos, sino tambin albergaba a toda la empresa editorial.
Sin salarios, la nica promesa que tenan es que no se moriran de hambre. Pero, a los
ojos de algunos, estuvieron muy cerca de esto, al subsistir mayormente con una dieta basada
en frijoles y gachas de avena. Pero Uras, en su optimismo juvenil, se tomaba la experiencia a
la ligera al observar, despus de haber vivido all algunas semanas, que aunque no se opona
a comer frijoles 365 das seguidos, no obstante, si se trataba de que formaran parte de la dieta
regular, protestara!
Sin embargo, aunque a veces pasaban hambre, todos, incluyendo al joven sin una pierna,
estuvieron dispuestos a sacrificarse por la obra que amaban.
Seor, te agradecemos hoy por los talentos que nos has dado a cada uno. Aydanos
a usarlos para ti a medida que abres el camino, aunque nos cueste sacrificios en las cosas
terrenales.
132
6 de mayo
or decirlo de algn modo, las publicaciones adventistas eran primitivas cuando Uras
Smith se anot para trabajar con Jaime White. Uno de sus primeros trabajos, dado el
hecho de que no tenan una cortadora de papel, era recortar los bordes de los libros
nuevos con su navaja.
Pero, eso cambiara. A medida que avanzaba el siglo, los adventistas no solo crearon una
imprenta novedosa, sino tambin Uras Smith llegara a ser el director editorial de la principal
publicacin de la iglesia, y trabaj en ese puesto de 1855 a 1861, de 1864 a 1869, de 1870 a
1871, de 1872 a 1873, de 1877 a 1880, de 1881 a 1897 y de 1901 a 1903; ms de 35 aos, en
total. En ese puesto, estuvo en condiciones de darle forma al pensamiento adventista en casi
cada tema, durante los aos de formacin de nuestra confesin religiosa.
Adems de poseer el puesto editorial ms influyente del adventismo durante un perodo crucial, Uras tambin fue autor de algunos de los libros ms importantes de la iglesia.
Especialmente decisivo en la formacin del pensamiento adventista sobre profeca fue su
Thoughts, Critical and Practical, on the Book of Revelation [Pensamientos, crticos y prcticos,
sobre el libro de Apocalipsis] (1867) y su Thoughts, Critical and Practical, on the Book of Daniel
[Pensamientos, crticos y prcticos, sobre el libro de Daniel] (1873). Ms adelante, combinados
como Daniel and the Revelation, la obra seminal de Smith se convirti en la norma sobre el
tema durante tres cuartos de siglo.
Aparte de ser editor y autor, Smith tambin sirvi a la iglesia en su segundo puesto
administrativo de mayor peso durante casi un cuarto de siglo. Trabaj como secretario de la
Asociacin General de 1863 a 1873, de 1874 a 1876, de 1877 a 1881 y de 1883 a 1888.
Y eso no es todo. Como no poda arrodillarse para orar con su pierna rgida de corcho,
invent una pierna artificial, con la ventaja de que se doblaba hacia atrs a la altura de la
rodilla. Otros inventos que patent fueron un pupitre que tena un respaldo plegable y una
combinacin de bastn con taburete plegable. Las regalas de derecho de autor de sus libros
e inventos hicieron que fuese bastante prspero en sus ltimos aos. Smith haba entregado
todo al Seor, y el Seor lo haba devuelto, al bendecir al hombre de una pierna que haba
dedicado sus talentos a su causa.
Por supuesto, al igual que el resto de nosotros, Uras tuvo sus desafos espirituales; en
lecturas futuras veremos algunas de sus luchas. Pero, la buena noticia es que Dios utiliza a
personas imperfectas. Y realmente es una buena noticia, porque todos tenemos talentos, pero
tambin luchas.
133
7 de mayo
ohn Nevins Andrews fue el erudito ms destacado de la joven Iglesia Adventista del
Sptimo Da. Ms que ninguna otra persona, senta el peso de estudiar para mostrarse a
Dios aprobado, como obrero que no tiene de qu avergonzarse, que usa bien la palabra
de verdad (2 Tim. 2:15).
Nacido en 1829 en Portland, Maine, de adulto Andrews poda leer la Biblia en siete idiomas,
y afirmaba tener la capacidad de reproducir el Nuevo Testamento de memoria. La suya fue una
vida de aprendizaje hasta su muerte, en 1883.
Oportunamente, John Nevins Andrews, de quince aos, interpret por s mismo el
mensaje del sbado cuando poco despus de su publicacin cay en sus manos un folleto de
1845 de T. M. Preble sobre el sptimo da. Junto con varios otros adolescentes, pact guardar
el da especial de Dios antes de que sus padres se enteraran del sbado, cortando la lea y
terminando las tareas culinarias el viernes, para ya no quebrantar ms el sbado. Recin ms
tarde sus padres se unieron a su nueva fe.
Andrews conoci a los White en 1849, cuando una pareja rescat del fanatismo a algunos
adultos de su familia y de la comunidad. En ese momento, al ver el grado de distraccin que
causaron las enseanzas de ellos, exclam: Cambiara mil errores por una verdad.
En 1850, John comenz a viajar como pastor sabatario por Nueva Inglaterra. Pero, en
cinco aos estaba totalmente postrado, debido al estudio intenso, y a un fuerte programa
como escritor y conferenciante pblico. Despus de perder la voz y de arruinarse la vista, fue
a Waukon, Iowa, a trabajar en la granja de sus padres, mientras recuperaba la salud. Pero,
aun en esa condicin no pudo permanecer alejado de los libros. Para 1861, haba publicado
su monumental History of the Sabbath and First Day of the Week [Historia del sbado y del
primer da de la semana].
En 1867, lleg a ser el tercer presidente de la Asociacin General, y en 1869 dedic un corto
perodo a ser editor de la Review and Herald. Luego, en 1874, Andrews fue enviado a Europa
como el primer misionero oficial al extranjero de nuestra iglesia. En ese entonces, Elena de White
escribi que haban enviado al hombre ms capaz en todas nuestras filas (Carta 2a, 1878).
No hay lmites en cmo Dios puede utilizar a las personas que dedican su vida a l y al
estudio de su Palabra.
Aydame, oh Seor, a llegar a ser unobrero que no tiene de qu avergonzarse, cuando
se trata de tu sagrada Biblia.
134
8 de mayo
ohn Loughborough (1832-1924) tena 16 aos cuando sinti el llamado a predicar. Durante
nueve semanas, haba estado sufriendo de malaria. Desesperado, finalmente clam: Seor,
acaba con estos escalofros y la fiebre, y saldr a predicar no bien pueda recuperar las
fuerzas necesarias para hacerlo.
Los escalofros cesaron ese mismo da. En ese momento, no tena nada de dinero para
viajar. Despus de algunas semanas de cortar lea, se las arregl para ahorrar un dlar de los
gastos. Eso, seal, me llevara a donde yo quera ir, pero y la ropa? El vecino para el que
estaba trabajando me dio un chaleco y un pantaln un poco gastados; pero, como era un
hombre mucho ms alto que yo, despus de cortarle 28 centmetros a los pantalones, estas
prendas distaban mucho de quedarme bien. Como sustituto de un abrigo de vestir, mi hermano
me haba dado un sobretodo cruzado, al que le haban cortado la falda.
Con este atuendo curioso y el dlar, decid entrar en algn lugar donde fuese desconocido, e intentar predicar. Si fracasaba, mis amigos no lo sabran; si tena xito, lo tomara como
evidencia de que era mi deber predicar.
En su primera noche afuera, encontr la pequea iglesia bautista del poblado completamente llena. Cant, informa, or y volv a cantar. Habl de la cada del hombre. En vez de
avergonzarme, como lo tema, la bendicin de Dios descendi sobre m, y habl con libertad.
A la maana siguiente, me dijeron que haba siete pastores presentes la noche anterior.
A la noche siguiente, el lugar estaba repleto otra vez. Supongo que lo que los atraa era
la curiosidad de escuchar predicar a un muchacho sin barba [...]. Al terminar el sermn, el [...]
predicador se levant y dijo que en la noche siguiente comenzara un servicio de clases de
canto, as que mis reuniones tendran que terminar. Entonces, un tal seor Thompson se puso
de pie y dijo: Seor Loughborough, esta escuela de canto ha sido planeada con el propsito
de terminar con sus reuniones . En ese momento, Thompson invit al joven predicador a
trasladar sus reuniones a una gran escuela, en la que trabajaba como administrador. Y, una vez
ms, el predicador adventista del primer da en ciernes triunf donde habran fracasado otras
almas menos aventuradas.
Nunca deja de sorprenderme que el Dios de gracia pueda bendecir lo que parece ser
incluso la ms pobre de las ofrendas, cuando son ofrecidas con devocin. La mayora nos
excusamos hasta que estamos listos. Y ese momento nunca llega.
135
9 de mayo
ra entendible que el joven predicador sintiera miedo de encontrarse con pastores. Ese
temor pronto se hizo realidad, cuando el pastor que haba cancelado sus reuniones
decidi visitar a Loughborough en una reunin informal de los que haban estado
asistiendo a sus reuniones.
Bueno dijo el pastor de ms edad, tuviste una gran audiencia anoche...
S; y parecan muy interesados dije yo.
Probablemente, sentan curiosidad de escuchar a un muchacho predicador. Pero entend que anoche dijiste que el alma no es inmortal?
As es dije.
Pero qu haces con el castigo, la muerte que nunca muere? pregunt l entonces.
Yo me sorprend, y dije:
No conozco un versculo as. La mitad de su pregunta est en la Biblia, y la otra mitad
pertenece al himnario metodista.
Muy preocupado, insisti:
Te digo que lo que cit est en la Biblia! Est en el captulo 25 de Apocalipsis.
Supongo que quiere decir el captulo 25 de Mateo. La mitad de su texto est all: dice
que los impos irn al castigo eterno.
Ah, s acept. Est bien. Pero el texto que cit est en el captulo 25 de Apocalipsis.
Entonces est unos tres captulos fuera de la Biblia le respond, porque solo hay 22
captulos en el Apocalipsis.
Permteme tomar tu Biblia, y te lo mostrar dijo.
Para asombro de todos, prosigui su bsqueda solo para terminar aturdido. En ese
momento, le devolvi la Biblia y se disculp, diciendo que tena otro compromiso.
Quizs esbocemos una sonrisa con esa historia bastante casera, pero refleja el hecho
de que la religin de las regiones apartadas y fronterizas de los Estados Unidos del siglo
XIX a menudo era muy primitiva. Los predicadores de las zonas rurales muchas veces eran
autodidactas; y eso era as tambin con los adventistas y sus detractores. En ese contexto, el
conocimiento bblico ganaba.
Ha habido muchos cambios desde aquellos das. Pero, no se ha modificado la importancia
de conocer la Biblia. La Palabra de Dios es un don especial del Cielo. Y, sin embargo, cuntos,
en nuestra era ms ilustrada, todava la desconocen casi tanto como el pastor de la historia
de Loughborough. No hay mejor tiempo que ahora para hacer del estudio regular de la Biblia
una parte de nuestra vida diaria.
136
10 de mayo
J. N. Loughborough conoce a J. N.
Andrews
La ley de Jehov es perfecta, que convierte el alma. Salmo 19:7.
oughborough haba estado predicando como adventista del primer da durante unos
tres aos y medio, cuando conoci a un predicador de la variedad del sptimo da. Era
bien sabido, en los antiguos crculos milleritas, que muchos de la rama de la puerta
cerrada tenan tendencias fanticas, y la gente haba advertido a Loughborough que el grupo
que estaba a punto de conocer no solo guardaba el sbado en vez del domingo, sino tambin,
cuando se reunan, vociferaban y gritaban, y tenan una gran demostracin fantica y ruidosa.
No estaba demasiado ansioso por conocer a esos individuos, pero un hombre llamado
Orton, de Rochester, Nueva York, se le acerc para decirle que los del sptimo da estn
teniendo reuniones en la Avenida Mount Hope 124, y que ellos deberan asistir.
Al principio, Loughborough rechaz la invitacin. Pero Orton respondi: Usted tiene
un deber all. Algunos de su pueblo se han unido a los adventistas sabatarios, y usted debe
sacarlos de esta hereja. Ellos le darn la oportunidad de hablar en su reunin. As que, prepare
sus textos, y podr mostrarles en dos minutos que el sbado ha sido abolido.
Con ese desafo retumbndole en los odos, Loughborough organiz sus textos, y
con varios de sus amigos adventistas del primer da asisti a las reuniones de los sabatarios.
El joven predicador nunca ms sera el mismo. Las reuniones no solo carecan de fanatismo
y de demostraciones ruidosas, sino tambin un pastor, llamado J. N. Andrews, tom los mismos
versculos sobre la Ley y el da de reposo que Loughborough haba preparado, y explic cada
uno de ellos. Andrews no solo consider los mismos textos, sino tambin, dice Loughborough
que lo hizo en el mismo orden. Eso fue demasiado para l. J. N. Loughborough acept el sbado
en septiembre de 1852, e inmediatamente comenz a predicar para los adventistas sabatarios.
En aos posteriores, promovi la Iglesia Adventista del Sptimo Da en California y en
Inglaterra, trabaj como pastor y administrador en varias partes de los Estados Unidos, y public la primera historia de los adventistas del sptimo da en 1892 (The Rise and Progress of
Seventh-day Adventists [Surgimiento y progreso de los adventistas del sptimo da], revisado
en 1905 como The Great Second Advent Movement [El segundo gran movimiento adventista]).
En algn lugar, Elena de White observ que la utilidad de las personas que dedican su
vida a Dios no tiene fin. Ese fue el caso de J. N. Loughborough. Y as tambin puede ser con
cada una de nuestras vidas.
137
11 de mayo
ada movimiento tiene un centro. La iglesia cristiana primitiva lanz su misin a los
gentiles desde Antioqua, en Siria.
Battle Creek, una pequea ciudad de Mchigan, se convertira en la sede de la
Iglesia Adventista del Sptimo Da durante el siglo XIX. Desde all, con el tiempo, las publicaciones
y los misioneros se extenderan hasta los extremos de la Tierra, a medida que el adventismo
captaba ms plenamente su responsabilidad de predicar el mensaje de los tres ngeles a toda
la Tierra.
El adventismo sabatario ech races en Battle Creek por primera vez cuando el inquieto
Jos Bates visit el poblado, de unos dos mil habitantes, en 1852. Su llegada casi lo puso en un
dilema. Generalmente, comenzaba en un lugar nuevo contactando a miembros de la congregacin local de adventistas del primer da. Pero, en Battle Creek no haba nadie. As que Bates,
nos cuenta J. N. Loughborough, fue al correo local y pregunt por la identidad del hombre ms
honesto de la ciudad. El funcionario lo remiti a David Hewitt, de la calle Van Buren.
Al encontrar a los Hewitt desayunando, el intrpido evangelista le dijo al jefe de la familia
que, dado que la gente lo consideraba el hombre ms honesto del pueblo, tena algunas verdades
para compartir con l. Desde el desayuno y hasta la noche, Bates expuso ante ellos el mensaje
del tercer ngel y del sbado, que aceptaron antes de la puesta del sol.
El bautismo de Hewitt fue el comienzo de la congregacin sabataria en Battle Creek. En
1855, cuatro conversos de Bates Dan Palmer, J. P. Kellogg, Henry Lyon y Cyrenius Smith proveyeron fondos para que los sabatarios construyeran una casa editora en esa ciudad. Algunos
de esos hombres hasta vendieron sus granjas con el propsito de financiar el proyecto.
Battle Creek, Mchigan, se convirti en el centro de actividades del adventismo por el resto
del siglo. Como veremos, all se concebira toda una gama completa de instituciones adventistas.
Y, en el centro de la vida comunitaria estara el Tabernculo Dime [moneda de diez centavos],
construido en 1879 mediante las dimes enviadas por adventistas a lo largo de toda la iglesia.
Con cabida para cuatro mil personas, era todo un monumento para una confesin religiosa de
quince mil miembros en todo el mundo, cuando se construy. El Tab servira como el lugar
de las reuniones generales de la iglesia.
As como las ofrendas hechas con sacrificio por el pueblo de Dios financiaron el traslado
a Battle Creek, as tambin se financi cada avance de la iglesia de Dios. Sin sacrificio no hay
progreso.
138
12 de mayo
139
13 de mayo
La organizacin es Babilonia
Y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y
DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Apocalipsis 17:5.
140
14 de mayo
os primeros cristianos pudieron haber tenido poca estructura formal, pero probablemente
no sentan necesidad de ella. Al fin y al cabo, Jess vendra pronto.
Pero, Jess no vino tan pronto como esperaban. Eso produjo problemas en la
iglesia, que necesitaba ser atendida. Por consiguiente, cuando Pablo escribi sus epstolas
pastorales (1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito), tuvo que hacer frente a la creacin de mecanismos
para mantener el orden en las congregaciones.
El adventismo atraves una experiencia similar. Ya en septiembre de 1849, encontramos
que Jaime White abogaba por apoyo financiero para los predicadores del movimiento que
viajaban, y por la necesidad de suspender a una mujer de la membresa. Luego, en marzo
de 1850, en el contexto de comentarios referidos a alguien que l crea que Dios no lo haba
llamado a ser predicador itinerante, Jaime escribi sobre la necesidad de avanzar en el orden
evanglico.
Las preocupaciones de su esposa parecan ser similares a las de l. En diciembre de 1850,
ella escribi: Vi que en el cielo todo estaba en orden perfecto. Dijo el ngel: Mirad! Cristo
es la cabeza; avanzad en orden! Haya sentido en todo. Dijo el ngel: Contemplad y conoced
cun perfecto y hermoso es el orden en el cielo! Seguidlo! Sigui hablando del fanatismo
y de quienes haban sido desfraternizados por causa de su conducta inapropiada. Casi en la
conclusin, observ que si Israel [es decir, la iglesia] avanzaba constantemente y lo haca
segn el orden bblico, seran como un terrible ejrcito con banderas (Manuscrito 11, 1850).
Las primeras preocupaciones de Jaime y Elena de White en cuanto a la organizacin parecen ser las mismas, esencialmente. Ambos teman que hubiese representantes escandalosos,
fanticos y no autorizados dentro del movimiento sabatario en ciernes. Entonces, de nuevo, los
primeros aos de la dcada de 1850 vieron un rpido crecimiento en la cantidad de personas
atradas por la lgica de la predicacin de los sabatarios. En tres cortos aos, los adherentes al
movimiento se haban ampliado, de unos cien, a ms de dos mil en 1852.
Si bien ese crecimiento era bueno, tambin trajo consigo problemas y desafos nuevos.
Sin otra estructura superior en el orden congregacional, por ejemplo, los grupos dispersos de
sabatarios llegaron a ser presas fciles para fanticos y predicadores no autorizados.
Aydanos, Padre, a aprender a apreciar el valor de la estructura en tu obra, as como
lo hacemos en nuestra vida personal.
141
15 de mayo
Ordenacin de lderes
Para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, as como yo te mand. Tito
1:5.
ara 1851, los problemas entre las congregaciones sabatarias, en aumento, llevaron a
los White a creer que el movimiento requera de la presencia personal de ellos de
tanto en tanto, para corregir abusos. En los aos subsiguientes, se veran sus informes
en la Review, en artculos como Nuestro viaje al este. Durante esos viajes, repetidas veces
los White trataron con el fanatismo y el orden eclesistico en el mbito congregacional. En un
congreso de Medford, Massachusetts, a fines de 1851, por ejemplo, Jaime mencion que la
preocupacin de la reunin era el orden eclesistico, hacer notar los errores de S. Smith y H.
W. Allen, y la importancia de la accin de la iglesia [la desfraternizacin] en cuanto al accionar
de algunos hermanos.
En varios lugares del mismo viaje, White inform de la desfraternizacin de alguien que
haba cado vctima del poder fascinante del espiritismo; de reprender el fanatismo y a los
espritus antagnicos; y de hablar de orden evanglico y de unin perfecta entre los hermanos,
especialmente los que predican la Palabra.
El viaje al este en 1851 tambin es importante, porque sus relatos brindan nuestra primera informacin sobre la designacin de cargos en el rea de iglesia local. As, leemos que
en una reunin se eligi una comisin de siete (ver Hech. 6), para atender las necesidades
de los pobres.
Anteriormente ese ao, la Review inform por primera vez de una ordenacin en las filas
sabatarias. En julio, el hermano [Washington] Morse fue apartado mediante la imposicin de
manos, para la administracin del orden en la casa de Dios. El Espritu Santo dio testimonio,
mediante el don de lenguas y manifestaciones solemnes, de la presencia del poder de Dios. El
lugar era tremendo, aunque glorioso.
Para 1852, los sabatarios ya no se vean tanto como ovejas esparcidas sino, ms bien,
como una iglesia. Y, con una reinterpretacin de la puerta cerrada, comenzaron a reconocer que
tenan una misin mayor, ms all del mbito del millerismo. Esa toma de conciencia sumara
su peso para empujar a los sabatarios a una organizacin ms sustancial.
Seor, da a da, mientras leemos y meditamos, vemos que tu iglesia se despierta gradualmente a sus responsabilidades, cada vez mayores. Aydanos a considerar ese despertar
no solo como algo que ocurri hace 150 aos, sino tambin como un acontecimiento que debe
suceder en nuestra vida personal, a medida que nos guas en forma individual y progresiva.
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16 de mayo
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17 de mayo
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18 de mayo
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19 de mayo
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20 de mayo
Cisma en el campamento
Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que estn en Asia, de los cuales son Figelo y Hermgenes. 2 Timoteo 1:15.
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21 de mayo
El congregacionalismo es el camino
por seguir?
Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que est en su casa, os saludan mucho
en el Seor. 1 Corintios 16:19.
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22 de mayo
El congregacionalismo no es
suficiente!
Y al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que haban acordado los apstoles y los
ancianos que estaban en Jerusaln, para que las guardasen. Hechos 16:4.
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23 de mayo
Crisis en el ministerio
El Seor orden que los que predican la Buena Noticia sean sostenidos por los que reciben el beneficio del mensaje. 1 Corintios 9:14, TEV.
os pastores se ocupan de las cosas celestiales, pero hasta ellos necesitan alimento terrenal.
Y los alimentos cuestan dinero.
El hecho de cmo pagarles a los pastores de la incipiente confesin religiosa lleg
a un punto crtico a mediados de la dcada de 1850. Un caso concreto es el joven John Nevins
Andrews, un hombre que posteriormente sirvi a la iglesia como su principal erudito, su primer
misionero oficial al extranjero y presidente de la Asociacin General. Pero, a mediados de 1850,
el agotamiento y las privaciones lo haban obligado a retirarse del ministerio cuando apenas
promediaba su tercera dcada. En el otoo de 1856, lleg a ser empleado en el almacn de
su to en Waukon, Iowa.
Waukon, de hecho, rpidamente se estaba convirtiendo en una colonia de adventistas
sabatarios apticos. Otro pastor destacado que huy a Waukon en 1856 fue John N. Loughborough quien, segn dijo, se haba desanimado un poco en cuanto a las finanzas.
Los White evitaron temporalmente una crisis en el ministerio adventista, al hacer un viaje
lleno de peligros a Waukon en medio del invierno, a fin de despertar a la comunidad sabataria
adormecida y recuperar a los pastores desertores. Tanto Andrews como Loughborough vieron
la mano de Dios en la visita, y rededicaron su vida a la predicacin.
Pero, eso no cambi la realidad financiera. Por ejemplo, durante sus tres primeros meses
de trabajo despus de dejar Waukon, Loughborough recibi pensin y alojamiento, un abrigo
de piel de bfalo que costaba diez dlares, y diez dlares en efectivo. El problema no se haba
resuelto. Al menos, la seora de Loughborough debi haber llegado a esa conclusin.
Estoy cansado, escribi Jaime White, de ver situaciones de miseria entre nuestros
predicadores y pedidos de fondos en la Review. Estoy cansado de escribirlos. Esos pedidos
para todos, y para nadie en particular, no hacen otra cosa ms que llenar la revista y apenar al
lector. Estas cosas daan a la Review, y son una mancha para la causa.
Los obreros cristianos quiz no vivan solo de pan, pero, as y todo, necesitan pan; o al
menos, sus esposas o esposos y nios. Pablo es claro al decir que los que predican la Buena
Noticia sean sostenidos por los que reciben el beneficio del mensaje.
Pero quines son estos?
La respuesta obvia es: cada uno de nosotros.
Cuando suministramos fondos para su sustento, participamos de la bendicin de su
ministerio.
150
24 de mayo
ecaudar fondos necesarios para la obra de los sabatarios era una cuestin primordial
a mediados de la dcada de 1850. Samuel H. Rhodes, de Brookfield, Nueva York,
inconscientemente se convirti en el catalizador para iniciar el dilogo acerca de un
plan de donaciones, cuando en diciembre de 1856 envi dos dlares a la Review, diciendo a
Jaime White que crea que 1 Corintios 16:2 defina su deber de separar dinero para la causa
del Seor cada domingo.
White estaba entusiasmado con las posibilidades del plan. Recomendamos a todos los
cristianos, emiti, que consideren este texto con mucho cuidado. Evidentemente, es una obra
individual de la que todos deberan ocuparse en el temor de Dios. Si todos los adventistas
hiciesen como Rhodes, la tesorera del Seor estara llena de recursos para el avance de la
preciosa causa de la verdad.
Tres semanas despus, otra persona envi dinero por correo a la oficina de la Review,
citando el mismo texto. White observ que no se puede inventar un plan mejor que el presentado por el apstol. Hganse cargo de esto, desafi a sus lectores. Pero, como seala mi
amigo Brian Strayer, ellos no asumieron la responsabilidad. Como resultado, en abril de 1858
White escribi que los repetidos desnimos estn entristeciendo y desalentando a nuestros
predicadores. Algunos partieron con la esperanza de ser mantenidos por sus hermanos [...]
pero sus hermanos, muchas veces, no cumplieron con su deber. As, varios pastores estn
hundidos en la pobreza, la mala salud y el desnimo.
A esa altura, Jaime White, un tanto desesperado, propuso un segundo plan para aliviar
el problema, e inst a los creyentes a enviar una cantidad igual a la de sus impuestos estatales
anuales. Pero, observa Strayer, si los adventistas haban demostrado ser renuentes en adoptar
el plan de 1 Corintios 16, parecan estar ms indecisos en responder al plan de impuestos
eclesisticos. Tres semanas despus, White observ que Satans se regocija debido a la falta
de un programa exitoso para financiar a la iglesia.
En medio de un problema que no cesara, la congregacin de Battle Creek, Mchigan,
form un grupo de estudio en la primavera de 1858, para investigar la Biblia en procura de
un plan para sustentar el ministerio. Bajo el liderazgo de J. N. Andrews, el grupo desarroll un
concepto que sera aceptado a comienzos de 1859.
A veces, olvidamos que nuestros predecesores lucharon con problemas que nunca nos
afligen a nosotros. El hecho es que estamos parados sobre sus hombros, beneficindonos
diariamente de sus ensayos y soluciones. Y podemos aprender de sus luchas.
151
25 de mayo
La hermana Betsy
Cada uno d como propuso en su corazn: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al
dador alegre. 2 Corintios 9:7.
n febrero de 1859, Jaime White anunci con alegra los resultados de la comisin que
haba estado estudiando cmo financiar la obra de la iglesia. Present un concepto
conocido como Benevolencia Sistemtica, que proporcionara una forma para que cada
miembro diera regularmente para mantener a la iglesia.
Totalmente convencido de que el plan era de Dios, White enfatiz 1 Corintios 16:2 para
justificar una ofrenda semanal, y textos como 2 Corintios 9:5 al 7, que enuncian los principios
de cosechar lo que sembramos y el hecho de que Dios ama al dador alegre.
White no solo anunci el nuevo plan de la Benevolencia Sistemtica, sino tambin enunci
las directrices. Los hombres de entre 18 y 60 aos deban dar de 5 a 25 centavos por semana,
mientras las damas del mismo grupo etario deban donar de 2 a 10 centavos; y ambos grupos
deban agregar de 1 a 5 centavos ms por cada 100 dlares del valor de los bienes que poseyeran.
Siguiendo el ejemplo de 1 Corintios 16:2, los fondos de la Benevolencia Sistemtica se
recaudaban el domingo de maana, cuando los tesoreros visitaban los hogares de los miembros
con recipientes para ofrendas y libros de registro de la Benevolencia Sistemtica en mano.
Ese proceso, como podrs imaginarte, no contaba con un entusiasmo exuberante de
parte de todos. Sin embargo, Jaime White, dos aos despus, le puso buena cara a la situacin
cuando escribi que todos esperaban al tesorero; todos se preparaban para recibirlo con
los brazos abiertos y con sentimientos caritativos. Nadie, escribi, se senta ms pobre,
sino que todos se sentan ms felices despus de echar sus pequeas sumas en la tesorera.
Pero, el problema ahora era qu hacer con los fondos. Al principio, White sugiri que
cada congregacin dispusiera de ellos segn creyera conveniente. Ms adelante, propuso que
cada iglesia se quedara con al menos 5 dlares para ayudar a los predicadores visitantes, y que
enviaran el resto para la carpa evangelizadora de Mchigan.
La Benevolencia Sistemtica, o lo que ms adelante muchos entendan como la Hermana
Betsy, era un avance, pero estaba muy por debajo de las necesidades de la iglesia. Y, ms all
de eso, los sabatarios en 1859 todava no contaban con ninguna forma sistemtica de utilizar
los fondos ni de pagar a los pastores.
La mayora, hoy, estamos agradecidos porque el tesorero de la iglesia no se aparezca
en nuestro porche cada domingo de maana, con un libro de registro en mano. Dios nos ha
conducido a una mejor forma, que es menos entrometida y ms adecuada, de proveer fondos
para su iglesia.
152
26 de mayo
153
27 de mayo
Redefiniendo Babilonia
Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque all confundi Jehov el lenguaje de toda la
tierra. Gnesis 11:9.
mediados de 1859, Jaime White estaba preparado para lanzar la ofensiva final para
la organizacin confesional formal. Carecemos de sistema, exclam el 21 de julio.
Muchos hermanos nuestros estn en un estado disperso. Guardan el sbado, leen la
Review con algn inters; pero, ms all de esto, hacen poco y nada por falta de algn mtodo
de accin conjunta entre ellos. Para afrontar la situacin, llam a reuniones regulares en cada
Estado, para dar orientacin a las actividades de los sabatarios de esa regin.
Somos conscientes, escribi, de que estas sugerencias no satisfarn la mente de todos.
El hermano Precavido sentir miedo, y se aprontar para advertir a sus hermanos que tengan
cuidado y que no se aventuren a ir demasiado lejos; mientras el hermano Confusin exclamar:
Oh, esto se parece a Babilonia! Estamos siguiendo a la iglesia cada! El hermano Haragn dir:
La causa es del Seor, y es mejor que la dejemos en sus manos; l se ocupar de ella. Amn,
dicen Amante del Mundo, Perezoso, Egosta y Tacao. Si Dios llama al hombre a predicar, dejemos que vayan a predicar; l se har cargo de ellos [...] mientras Cor, Datn y Abiram estn
listos para rebelarse contra los que sienten el peso de la causa [por ejemplo, Jaime White] y
velan por las almas como los que deben dar cuenta, y levantan la voz, Basta ya de vosotros!
White hizo saber, con el lenguaje ms descriptivo, que estaba enfermo y cansado de
escuchar el grito de Babilonia cada vez que alguien mencionaba la organizacin. El hermano
Confusin, escribi, comete una torpeza de lo ms flagrante al decir que el sistema, que est
en armona con la Biblia y el sentido comn, es Babilonia. Como Babilonia significa confusin,
nuestro hermano descarriado tiene la misma palabra estampada sobre su frente. Y nos
aventuramos a decir que no hay otras personas debajo del cielo ms dignas de la marca de
Babilonia que los que profesan la fe adventista y rechazan el orden bblico.
A esta altura, eran muchas las preocupaciones de Jaime por la salud del movimiento sabatario. Deberamos advertir que, en su estridente llamado a la organizacin, redefini Babilonia
de opresin a confusin; una palabra que describe acertadamente la situacin en 1859.
A veces, es importante erguirse y enfatizar nuestras convicciones bblicas. Dios todava
utiliza a hombres y mujeres de aplomo y de convicciones piadosas, as como us a Jaime
White, para ayudar a su iglesia a retomar el camino. Que Dios nos conceda coraje para hablar
en el momento apropiado.
154
28 de mayo
Pensaba en grande
Sin profeca el pueblo se desenfrena. Proverbios 29:18.
ensar en pequea escala produce pocos resultados. La mayora de los adventistas sabatarios de la dcada de 1850 pensaba en pequea escala. Pero, el lugar estratgico de
Jaime White en el adventismo le haba dado un campo de visin que no solo lo separ
de los procesos de razonamiento de muchos de sus hermanos creyentes, sino tambin haba
transformado su forma de pensar.
Ms all de advertir el estado de confusin babilnica del adventismo sabatario, que
demandaba estructura, y de su comprensin de la inmensidad de la misin adventista, en
1859 White haba descartado el literalismo bblico de sus primeros das, cuando crea que
la Biblia deba explicar detalladamente cada aspecto de la organizacin eclesistica. Ahora,
sostena que no deberamos tenerle miedo a ese sistema, que no es contrario a la Biblia, y es
aprobado por la sensatez.
As, haba arribado a una nueva hermenutica. Jaime haba cambiado de un principio
bblico de interpretacin que sostena que las nicas cosas que permita la Escritura eran las
que mencionaba explcitamente, a una hermenutica que aprobaba todo lo que no contradijera
la Biblia.
Esa transformacin de pensamiento era esencial para los pasos creativos en cuanto a la
organizacin eclesistica que propugnara en la dcada de 1860.
Sin embargo, esa hermenutica revisada lo enfrent con quienes sostenan un enfoque
bblico literalista, que demandaba que explcitamente detallara algo antes de que la iglesia
pudiera aceptarlo.
Para responder a esa mentalidad, White seal que en ningn lugar de la Biblia se deca
que los cristianos deban tener una revista semanal, una imprenta de vapor, que deban construir
lugares de culto o publicar libros. Sigui diciendo que la iglesia viviente de Dios necesitaba
avanzar con oracin y sentido comn.
Jaime White era un gran pensador. Quiz no haya comenzado de esa forma, pero a
medida que captaba la tarea que la iglesia tena por delante su visin lo forz a pensar en
grande y en forma creativa.
Por eso, podemos estar agradecidos a Dios. Sin grandes pensadores como Jaime White,
el adventismo del sptimo da nunca hubiese avanzado ms all del extremo noreste de los
Estados Unidos.
Dios todava est llamando a grandes pensadores con la intencin de que impulsen su
obra. Y nos pide a cada uno que tengamos mayores pensamientos de lo que podemos realizar
por su obra en la Tierra.
155
29 de mayo
La eleccin de un nombre
Vale ms el buen nombre que el buen perfume. Eclesiasts 7:1, NVI.
s difcil entender cmo un movimiento creciente pudiera existir durante casi dos dcadas
sin un nombre determinado. Pero, as sucedi con el adventismo sabatario. Elegir un
nombre, pensaban algunos, era ser como otras iglesias. Ms all de eso, al fin y al cabo,
dnde deca en la Biblia que las iglesias deban tener un nombre?
Esto ltimo es muy cierto. Pero, aunque la Biblia no lo ordenaba, el Gobierno s lo exiga
cuando haba que incorporar una propiedad a la iglesia. La crisis del nombre surgi de la necesidad de integrar la casa editora adventista de Battle Creek, Mchigan. A comienzos de la dcada
de 1860, Jaime White haba llegado a un punto en el que se neg a asumir una responsabilidad
personal por los aspectos financieros de la institucin. Los sabatarios deban hacer arreglos
para mantener la propiedad de la iglesia de una manera adecuada.
Esa sugerencia dio a luz una reaccin vigorosa. Aunque reconoca que una iglesia no
poda incorporar propiedades a menos que tuviese un nombre, R. F. Cottrell aun as escribi
que crea que estara mal hacernos un nombre, porque eso est en la base de Babilonia.
Jaime enloqueci con la sugerencia de Cottrell de que el Seor se encargara de las
propiedades de la iglesia, al declarar que es peligroso dejarle al Seor lo que l nos ha dejado
a nosotros. Y, una vez ms, defendi el punto crucial de que en las Escrituras no se dan todos
los deberes cristianos.
En 1860, un congreso de sabatarios vot incorporar la casa editora, organizar las iglesias
locales a fin de mantener la propiedad de la iglesia y elegir un nombre confesional.
Muchos estaban a favor de Iglesia de Dios, pero los directivos decidieron que ya haba
demasiados grupos que lo usaban. Finalmente, David Hewitt sugiri el nombre de Adventista
del Sptimo Da. Su propuesta fue aprobada, ya que muchos delegados reconocieron que
expresaba nuestra fe y nuestra postura doctrinal.
Elena de White guard silencio durante el debate, pero posteriormente expres su
opinin, eufrica. El nombre Adventista del Sptimo Da, declar despus de las reuniones,
presenta los verdaderos rasgos de nuestra fe [...]. Como una saeta del carcaj del Seor, herir
a los transgresores de la Ley de Dios, e inducir al arrepentimiento para con Dios y a la fe en
nuestro Seor Jesucristo (TI 1:204).
Tal es el valor de un buen nombre.
156
30 de mayo
Al fin organizados
Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Seor
en quien haban credo. Hechos 14:23.
unque el concepto de estructura eclesistica, que facilita el orden en todas las congregaciones, no est para nada ausente en el Nuevo Testamento, no era el tema predilecto
de muchos adventistas.
Pero, haba llegado el momento. En abril de 1861, los sabatarios establecieron una comisin que recomendaba la formacin de asociaciones por distritos o por Estados, con el fin
de supervisar las actividades eclesisticas en sus respectivas regiones.
Las reacciones fueron enrgicas, especialmente en los Estados del este. Jaime White
inform en agosto que los hermanos de Pensilvania votaron contra la organizacin, y la causa
en Ohio se ha visto terriblemente sacudida. Resumi la situacin, al escribir que, en nuestro
viaje al este, hasta ahora parece que estamos vadeando la influencia de una incertidumbre tonta
sobre el tema de la organizacin [...]. En muchos lugares estamos apenas un poco mejor que
los fragmentos rotos, que todava se estn dispersando y debilitando cada vez ms.
Elena de White comparti su opinin, al declarar ese mismo mes que se le mostr que
algunos haban temido que nuestras iglesias se convertiran en Babilonia si se las organizaba;
pero las iglesias de la zona central de Nueva York ya han sido una perfecta Babilonia, confusin.
Y ahora, a menos que las iglesias sean organizadas para continuar su marcha y poner en vigencia el orden, no tienen ninguna esperanza para el futuro, y sern esparcidas en fragmentos.
Deploraba la falta de valor moral y la abundancia de silencio cobarde de parte de aquellos
pastores que crean en la organizacin pero que guardaban silencio. Sus palabras no dejaron
dudas de que haba llegado la hora de mantenerse juntos (TI 1:245, 246).
El momento para actuar haba llegado.
En la reunin general de creyentes en octubre de 1861, el primer punto de agenda era
la forma adecuada de organizar iglesias. Y una de las contribuciones principales del congreso
fue la recomendacin, a las iglesias del Estado de Mchigan, de que se unieran bajo el nombre
de Asociacin Adventista del Sptimo Da de Mchigan.
Jaime White estaba eufrico. Para l, esto era una seal de das mejores.
Al ao siguiente, se establecieron siete asociaciones locales ms.
No hay otra cosa que al diablo le guste ms que sembrar confusin. Y puede hacerlo con
xito en un grupo desorganizado. Lamentablemente, el valor de la organizacin no se aprecia
plenamente hasta que desaparece.
Gracias, Seor, por lo que nos has dado.
157
31 de mayo
La Asociacin General
Un cuerpo, y un Espritu, como fuisteis tambin llamados en una misma esperanza de vuestra vocacin. Efesios 4:4.
i bien la formacin de asociaciones por Estados fue til, estas no resolvieron todos los
problemas administrativos. Por ejemplo, quin coordinara la obra de ellos o asignara
pastores para diferentes lugares? J. H. Waggoner plante esta cuestin a conciencia, de
una manera forzada, en junio de 1862. No creo, escribi, que alguna vez reconozcamos
plenamente los beneficios de la organizacin hasta que se acte sobre este asunto de una
Asociacin paraguas, o general. Varios lectores de la Review respondieron a la proposicin
de Waggoner con afirmaciones enrgicas durante el verano de 1862.
Sin una estructura general que represente a todo el cuerpo de creyentes, sostena J. N.
Andrews, seremos presa de la confusin cada vez que se requieran especialmente acciones
concertadas. La tarea de la organizacin, dondequiera que se haya introducido de una manera
adecuada, ha dado buenos frutos; y por lo tanto, deseo verla completada de modo que garantice
todos sus beneficios, no solo para cada iglesia, sino tambin para todo el cuerpo de hermanos
y para la causa de la verdad.
B. F. Snook observ que ya se haban desarrollado sentimientos regionales en la joven iglesia, y que la nica forma de traer unidad al movimiento era a travs de una Asociacin general.
Jaime White, como podrs imaginarte, se entusiasm con esa conversacin. A su modo
de ver, la Asociacin General propuesta deba ser la gran reguladora de las asociaciones por
Estados, si queran garantizar la accin conjunta y sistemtica de todo el cuerpo de creyentes.
El deber de la Asociacin General sera trazar el rumbo general para seguir por las asociaciones
por Estados. As, si la Asociacin General no es superior en autoridad que la Asociacin por
Estados, no le vemos mucho sentido. Su funcin sera coordinar la obra de la iglesia a lo largo
de toda la extensin geogrfica.
La Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da se organiz en una reunin
convocada para ese propsito en Battle Creek, del 20 al 23 de mayo de 1863. Ese paso trascendental abri el camino para una iglesia unificada, que finalmente llevara el mensaje de los tres
ngeles de Apocalipsis 14 hasta los extremos de la Tierra. El alcance del programa misionero
adventista nunca podra haberse logrado mediante una coleccin de iglesias o asociaciones
inconexas, cada una con sus propios objetivos.
Gracias, Seor, por la unidad y la fuerza que procede de la organizacin.
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1 de Junio
La organizacin vista en
retrospectiva -1
Crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre s por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, segn la actividad propia de
cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificndose en amor. Efesios 4:15, 16.
159
2 de junio
La organizacin vista en
retrospectiva -2
Mirad por vosotros, y por todo el rebao en que el Espritu Santo os ha puesto por obispos. Hechos
20:28.
a fuerza propulsora detrs del impulso para la organizacin era un complejo integrado de
ideas interrelacionadas. Uno de los ms importantes era una creciente comprensin de
la misin de la iglesia, basada en la Biblia. Para 1861, algunos lderes de la iglesia haban
llegado a la conclusin de que tenan un mundo que ganar; y para 1863 la comisin ejecutiva
de la Asociacin General, recientemente formada, comenz a analizar el envo de misioneros
de ultramar. Una visin ms amplia de la misin llev a un reconocimiento ms extensivo de
la necesidad de crear una organizacin adecuada para sostener esa misin. En sntesis, Jaime
White y otros, poco a poco, se dieron cuenta de que no podra existir ninguna obra de extensin
misionera importante sin un sistema de sostn racional y eficaz.
Una segunda realidad que ayud a Jaime y a sus hermanos creyentes a ampliar su
concepto de estructura eclesistica fue la necesidad de mantener la unidad doctrinal. En 1864,
contrast los buenos frutos de la organizacin adventista del sptimo da con la condicin
confusa y miserable de los que rechazan la organizacin.
G. I. Butler desarroll un poco ms esta lnea de pensamiento en 1873, cuando escribi
que somos un pueblo completamente organizado, y nuestra organizacin no se basa en meras
apariencias, sino en un fundamento slido. Al haber luchado contra toda clase de influencias
internas y externas, y al ser ahora una unidad que habla lo mismo de un ocano al otro, no es
fcil sacudirnos para hacernos pedazos.
La cuestin doctrinal, por supuesto, tena vnculos estrechos con la misin. Como estaban
unificados en doctrina, estuvieron dispuestos a unirse en misin hasta los extremos de los
Estados Unidos y, finalmente, hasta el resto del mundo.
Despus de todo, fue la misin de la iglesia la que demandaba una estructura eclesistica
adecuada. Segn observ Jaime White en repetidas oportunidades, no fue la ambicin de
erigir una confesin religiosa lo que sugiri organizacin, sino las meras necesidades del caso.
Mientras que para Jaime, en 1871, el sello de un sistema adecuado era que la maquinaria
funcione bien, los primeros adventistas tambin trataron de basar sus estructuras organizativas
sobre un fundamento que estuviese en armona con la enseanza bblica de los principios
que deberan reforzar la naturaleza y la misin de la iglesia. A la larga, la organizacin fue un
subproducto de una interpretacin bblica de la iglesia y su papel de advertencia para el mundo
en el tiempo del fin, antes de la Segunda Venida.
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3 de junio
. P. Snow una vez escribi que nadie en sus cabales elegira haber nacido en una
poca anterior, a menos que estuviese seguro de nacer en una familia prspera, gozar
de una salud extremadamente buena y poder aceptar estoicamente la muerte de la
mayora de sus hijos.
Francamente, aquellos buenos tiempos no eran tan maravillosos como los hace ver la
nostalgia. La esperanza de vida media al nacer era de 32 aos en 1800, de 41 en 1850, de 50
en 1900 y de 67 en 1950. La esperanza de vida actual para las mujeres en los Estados Unidos
es de unos 80 aos, aunque es un poco ms baja para los hombres.
Por qu el cambio?, quiz te preguntes. La respuesta es bastante sencilla: mejores hbitos
de salud, de higiene y de atencin mdica.
Los hbitos de salud de casi todos en el siglo XIX dejaban mucho que desear. Los que
tenan dinero no solo engullan grandes cantidades de alimentos a un ritmo rpido, sino tambin
casi todo lo que coman era poco saludable. Las frutas y las verduras eran evitadas por muchos
que crean que la epidemia de clera mortal de 1832 haba sido producida por las frutas; y
muchos sospechaban que las frutas y las verduras hacan dao a los nios, especialmente. La
informacin bsica sobre nutricin era desconocida. Adems, incluso los alimentos buenos
generalmente estaban en malas condiciones, debido a la falta de higiene al procesarlos y a la
falta de refrigeracin.
La dieta, por supuesto, simplemente era una parte del problema personal de salud. Los
hbitos de bao, por ejemplo, tampoco eran satisfactorios. La mayora casi nunca se baaba,
y algunas autoridades decan que los estadounidenses promedio de la dcada de 1830 nunca
se baaron en toda su vida. Hasta en 1855 inclusive, la ciudad de Nueva York tena solo 1.361
baeras para sus 629.904 habitantes. Y en 1882, solo aproximadamente el 2 por ciento de los
hogares de Nueva York tena conexiones de agua.
La promocin del bao del sbado de noche no era un chiste. En 1872, cuando Elena de
White recomend que las personas sanas [...] deberan baarse tan a menudo como dos veces
por semana (TI 3:80) estaba a la vanguardia de un aspecto del cuidado de la salud personal.
La mayora hoy no tiene ni idea de lo insalubre que era la vida a mediados del siglo XIX.
Cuando leemos los escritos de Elena de White y de otros reformadores de su poca, debemos
evaluarlos a la luz de los tiempos de ignorancia, enfermedad y muerte en los que vivan.
Cuando de salud se trata, podemos alabar al Seor por vivir en das mejores!
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4 de junio
uiz pienses que este es un texto devocional extrao; pero Dios se preocupa por cada
aspecto de nuestra vida. Si la gente hubiese seguido los mandatos bblicos sobre salud
comunitaria a lo largo de la historia, se habran salvado incontables millones de vidas de
enfermedades y epidemias. Si esas vidas hubiesen sido las de tu cnyuge o tus hijos, estaras
saltando y alabando al Seor por esos textos de Deuteronomio 23:12 y 13.
La higiene era un aspecto del problema de salud en los Estados Unidos del siglo XIX.
Incluso, generalmente los hogares de clase media y hasta los de clase alta todava tenan letrinas al aire libre a mediados de siglo. La ciudad de Nueva York, por ejemplo, tena solo 10.388
inodoros interiores en 1855. Y la filtracin de las letrinas masivas haca que el agua de pozo
tuviese algunas condiciones bacteriolgicas interesantes.
En cuanto a la basura, las ciudades no tenan ningn sistema para procesarla. La mayora terminaba en la calle, para que los cerdos que corran libremente la hozaran. La ciudad
de Nueva York de la dcada de 1840 tena cientos de cerdos sin supervisin, para ayudar a
ocuparse del problema.
Por supuesto, en temporadas lluviosas, los excrementos de caballo, omnipresentes,
rezumaban en las calles, que generalmente no estaban pavimentadas, y con clima seco eran
reducidos a un polvo muy saborizado, que volaba por todas partes. En las calles de la ciudad
de Nueva York en 1900, los caballos depositaban unos 1,1 millones de kilos de estircol y
227.000 litros de orina diaria. H. L. Menken describi una ciudad estadounidense como un
hedor slido. Y la vida rural no era mucho ms saludable, ya que la mayora de las casas
estaba rodeada por una expansin de mugre y estircol.
Y luego escupan. En los das anteriores a la popularidad del cigarrillo, los estadounidenses
depositaban esputos de tabaco mascado por todas partes, adentro y afuera; aunque los ms
sofisticados no escupan sobre la mesa.
Los buenos das de antao eran tiempos de ignorancia; ignorancia que tuvo un alto costo
en vidas humanas. La epidemia de fiebre amarilla de Memphis y Tennessee en 1878, por ejemplo,
mat a 5.150 personas, de una poblacin de 38.500. Ese mismo ao, Nueva Orleans perdi,
aproximadamente, a 3.977 seres humanos. Pero, eso fue solo la mitad de las tantas muertes en
la ciudad en la epidemia de 1853, que le cost 7.848 vidas. La gente atribua la fiebre amarilla y
otras epidemias al aire contaminado, que las autoridades llamaban miasma. As que, la gente a
menudo dorma en habitaciones poco ventiladas o sin ventilacin, para preservar la salud.
Gracias, Dios, por las cosas sencillas de la vida, como el agua limpia y el aire puro.
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7 de junio
os que tienen conocimiento respecto de los consejos sobre salud de Elena de White
reconocern que ella estaba en armona con la mayora de las opiniones reformistas de
los reformadores de la salud. As que, estaba bien acompaada cuando rechaz el uso
de drogas venenosas, que, en lugar de ayudar a la naturaleza, entorpecen sus facultades
(MC 88; MM 294).
En una lnea ms positiva, Elena de White apoyaba a los reformadores en su recomendacin de los remedios naturales: el aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un
rgimen alimenticio conveniente, el agua y la confianza en el poder divino (MC 89).
Los primeros adventistas eran conscientes del consenso de Elena de White con los reformadores de la salud de su poca, y de sus contribuciones especficamente adventistas. Por
consiguiente, J. H. Waggoner pudo escribir, en 1866, que no profesamos ser pioneros en los
principios generales de la reforma pro salud. Los hechos en los que se basa este movimiento
han sido elaborados, en gran medida, por reformadores, mdicos y autores de Psicologa e
Higiene, as que pueden encontrarse diseminados por todo el pas. Pero, s afirmamos que
mediante el mtodo escogido por Dios [los consejos de Elena de White] han sido develados en
forma ms clara y poderosa, y por consiguiente producen un efecto que no podramos haber
esperado de ninguna otra fuente.
Como meras verdades psicolgicas e higinicas, algunos podran estudiarlas a su antojo,
y otros las dejaran a un lado como de poca importancia; pero, cuando son puestas en el mismo nivel que las grandes verdades del mensaje del tercer ngel, por la sanidad y la autoridad
del Espritu de Dios, y habiendo declarado que son el medio por el que los dbiles pueden
fortalecerse y vencer, y que nuestro cuerpo enfermo puede ser limpiado y adecuado para la
traslacin, entonces nos llega como una parte esencial de la verdad presente.
Si bien Elena de White estaba muy de acuerdo con los reformadores de la salud de su
poca, una de sus contribuciones en el rea de la salud fue integrar el mensaje de la reforma
pro salud en la teologa adventista.
Desde que comenz a escribir sobre el tema en 1863 hasta hoy, los adventistas del
sptimo da han tenido un estilo de vida distintivo. Esto ha dado, como resultado, cuerpos ms
sanos y vidas ms prolongadas. Esa longevidad ha sido una demostracin para el mundo, segn
se ilustr recientemente en la revista National Geographic y en otros lugares. El testimonio de
la iglesia debera ser el de la salud en todos los aspectos de la vida.
165
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os Bates, como en tantos otros aspectos del adventismo sabatario, fue el pionero de
la reforma de la salud dentro del movimiento. Como capitn de mar en 1821, haba
abandonado las bebidas fuertes cuando se dio cuenta de que esperaba con ms inters
su trago diario que la comida. Pronto, descart el vino en 1822; el tabaco, en 1823; y todas las
dems formas de alcohol, en 1824. Luego, en 1831 renunci al t y al caf, porque es veneno.
Produca un efecto tal en todo mi organismo, escribi, que no poda descansar ni dormirme
hasta pasada la medianoche.
Lo siguiente que dej fueron los alimentos con carne. En febrero de 1843, record,
resolv no comer ms carne. Pocos meses despus, dej de usar manteca, grasa, queso,
pasteles y tortas ricas.
Haba sido alertado por primera vez de las ventajas de una dieta vegetariana en 1820,
cuando descubri que dos obreros irlandeses que coman papa podan trabajar ms que siete
u ocho de sus hombres que coman carne. Posteriormente, autores como Sylvester Graham lo
guiaron a una dieta vegetariana completa.
La vida de Bates era una buena publicidad para los beneficios de la reforma pro salud.
En contraste con la mayora de los dems dirigentes sabatarios primitivos, l tena una salud
excepcional. Desde que dej el mar en 1820, que sepamos, solo se enferm dos veces. Y ambos
episodios, aparentemente, fueron malaria.
A los 79 aos, dio testimonio en una convencin sobre salud en cuanto a sus primeras
experiencias en la reforma pro salud, y de la excelente salud que tena como resultado. Al
contrario de mis convicciones anteriores, de que si alguna vez se me permitira vivir hasta esta
edad estara invlido y sufriendo por mi temprana exposicin al mar, gracias sean dadas a
Dios [...] cuya rica bendicin siempre viene despus de todo esfuerzo personal para reformar,
porque estoy completamente libre de dolores y sufrimientos, con la perspectiva grandiosa
y alentadora de que si contino en la reforma, y abandono todo lo malo, estar sin defecto
delante del trono de Dios .
Sin embargo, antes de principios de la dcada de 1860, Bates era un reformador de
la salud silencioso. Cuando le preguntaban por qu no usaba determinados alimentos, su
respuesta habitual era: Ya com suficiente de eso. Jaime White informa que no mencionaba
sus opiniones sobre la dieta adecuada en ese entonces, ni en pblico ni en privado, a menos
que se le preguntara sobre el tema.
Eso cambiara en 1863.
Pero, antes de avanzar, deberamos reflexionar en el nexo de unin entre la vida saludable
y la salud vigorosa. La relacin no era accidental en la vida de Bates. Tampoco, en la nuestra.
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ace pocos das vimos que la verdad es progresiva y que Dios gua a su pueblo paso a
paso. As fue con la reforma pro salud. Una vez que los pasos doctrinales y organizativos estuvieron en su lugar, los temas sobre el estilo de vida (incluyendo la reforma
pro salud) fueron el paso siguiente, en el desarrollo del adventismo y de la Verdad Presente.
El 6 de junio de 1863, apenas quince das despus de la conformacin de la Asociacin
General de los Adventistas del Sptimo Da, Elena de White tuvo una de las visiones ms
influyentes de todo su ministerio. Ms tarde ese da, escribi: Vi que ahora debemos [ella y
Jaime] tener especial cuidado de la salud que Dios nos ha dado, pues nuestra obra no est
terminada todava [...]. Vi que debemos cultivar una disposicin mental alegre, esperanzada y
pacfica, pues nuestra salud depende de eso [...]. Cuanto ms perfecta sea nuestra salud, ms
perfecto ser nuestro trabajo.
No debemos dejarle a Dios el cuidado de nosotros, para que l vigile y cuide lo que
nos ha dejado a nosotros para que vigilemos y cuidemos. No es seguro ni agrada a Dios que
se violen las leyes de la salud, y pedirle entonces que cuide nuestra salud y nos preserve de la
enfermedad, cuando estamos viviendo contrariamente a nuestras oraciones.
Vi que era un deber sagrado atender nuestra salud, y despertar a otros ante su deber
[...] tenemos el deber de hablar, de oponernos a la intemperancia en todas sus formas intemperancia en el trabajo, en el comer, en el beber, intemperancia en el consumo de drogas, y
entonces sealarles la gran medicina de Dios: el agua, el agua pura y suave, para la enfermedad,
para la salud, para la limpieza y la higiene, y para los lujos (Manuscrito 1, 1863).
Si bien este era un consejo personal para Jaime y Elena, tambin se aplicaba a la iglesia
en general. Vi, escribi, que no debamos guardar silencio sobre el asunto de la salud, sino
que debamos despertar las mentes a este tema (ibd.).
Y eso es exactamente lo que hizo ella. De all en ms, su ministerio editorial se centr
mayormente en la necesidad y el deber de conservar la salud, y en cmo hacerlo.
Y no vino demasiado pronto. Su esposo estuvo al borde de una apopleja paralizante,
que entorpecera su ministerio por el resto de su vida; recientemente haban perdido a dos
de sus cuatro hijos por enfermedad; y muchos de los lderes de la iglesia luchaban con enfermedades crnicas.
No haba nada tan necesario en esa poca como la bendicin de la buena salud. Y eso
contina siendo cierto hoy.
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Equilibrados desequilibrados
Jehov es la fortaleza de mi vida. Salmo 27:1.
a visin de la reforma pro salud de Elena de White del 25 de diciembre de 1865 no solo
dio la nota para el propsito misionolgico de las instituciones adventistas de salud;
tambin integr la reforma pro salud con la teologa adventista, al indicar que la reforma
pro salud es parte del mensaje del tercer ngel, y est tan ntimamente ligada a l como el brazo
y la mano lo estn al cuerpo humano (TI 1:427).
Esa revelacin fue til para los adventistas en forma individual, y crucial para poner de
manifiesto la conexin entre el tema de la salud y el estilo de vida y la teologa del tiempo
del fin de la iglesia, al indicar que as como nuestro cuerpo est unido en los aspectos fsicos,
mentales y espirituales, tambin el sistema de creencias adventistas es un todo integrado, y no
una multitud de ideas inconexas.
Los adventistas pronto llegaron a pensar en el mensaje de salud como el brazo derecho
del mensaje. Eso fue bueno. Pero, algunos predicadores y otros creyentes adventistas parecen
haberse dejado llevar por el entusiasmo.
Por lo tanto, pocos meses despus, la seora de White corrigi con cuidado cualquier
impresin errnea que pudiera haber dado al escribir que la reforma pro salud est estrechamente relacionada con la obra del mensaje del tercer ngel. Nuestros predicadores deberan
ensear la reforma pro salud; sin embargo, no deberan hacer de esta el tema principal, en lugar
del mensaje. Su lugar est entre los temas que adelantan la obra preparatoria para hacerles
frente a los acontecimientos presentados por el mensaje; es prominente entre ellos. Debemos
emprender cada reforma con celo; sin embargo, deberamos evitar dar la impresin de que
somos vacilantes y esclavos del fanatismo (ibd., p. 487).
Lamentablemente, el equilibrio en la reforma pro salud ha sido difcil de lograr para
muchos. Jaime White seal que algunos, que avanzaron muy rpido en el tema, cayeron en
el fanatismo, y trajeron oprobio sobre la iglesia y el tema en s. Otros no avanzaron para nada.
Por su parte, Elena de White luch a travs de los aos con los que seleccionan declaraciones hechas con respecto a algunos artculos del rgimen alimentario que son presentados
como objetables, declaraciones escritas como advertencia e instruccin para ciertas personas
que han entrado o estaban entrando en el mal camino. Ellos se espacian en estas cosas, y las
hacen tan estrictas como es posible, intercalando sus propios rasgos de carcter peculiares y
objetables en esas declaraciones y [...] hacen de ellas una prueba, y las dirigen adonde producen
solo dao (MS 3:325).
Seor, danos equilibrio en todos los aspectos de nuestra vida. Amn.
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uatro meses despus de su segunda visin importante sobre la reforma pro salud,
Elena de White tuvo oportunidad de presentar sus visiones ante la joven iglesia, en
el cuarto congreso de la Asociacin General, en mayo de 1866. En tonos enrgicos,
expuso ante los principales pastores los principios de la reforma pro salud, y la importancia de
aceptar y ensear esos principios.
Afirm que escasamente se ha comenzado esa reforma, y que la iglesia tena una
obra mucho ms importante en esta lnea, que nadie haba comprendido an. Y culmin su
llamado diciendo que los adventistas del sptimo da debera[n] tener una institucin propia
de salud y curacin (TI 1: 427, 428, 432).
En respuesta, el Congreso de la Asociacin General aprob varias resoluciones. Una,
reconoca la importancia de la reforma pro salud como parte de la obra de Dios que nos
corresponde a nosotros en este tiempo; y que nos comprometemos a vivir de acuerdo con
estos principios; y que usaremos nuestros mejores esfuerzos para inculcar su importancia en
los dems.
Una segunda resolucin solicitaba que el Dr. Horatio S. Lay (probablemente, el nico
mdico adventista del sptimo da en ese entonces) presente, a travs de la Review, una serie
de artculos sobre la reforma pro salud.
Haba llegado un nuevo da. Las resoluciones reflejaban una conviccin profunda de que
la luz sobre la reforma pro salud era de gran importancia.
Con todo, muchas veces se da el caso de que la gente es ms enftica en sus resoluciones
que en las acciones posteriores. Pero, en este caso ocurri lo contrario. Si bien la gente podra
buscar en vano la serie de artculos propuesta sobre la reforma pro salud a cargo de H. S. Lay,
encontrar algo mejor todava: el anuncio del Dr. Lay, como editor de la revista mensual de 16
pginas titulada The Health Reformer [El reformador de la salud].
En su folleto para The Health Reformer, el Dr. Lay manifestaba que su propsito era
ayudar en la gran obra de reformar, lo ms posible, los falsos hbitos de vida, tan frecuentes en
la actualidad. Recomend la cura de enfermedades mediante el uso de los propios remedios
de la naturaleza: aire, luz, calor, ejercicio, alimento, sueo, recreacin, etc.
Estos primeros adventistas se tomaban en serio el compartir su nueva visin. Como haba
muchos en esa poca que sufran de mala salud, valoraban an ms esas nuevas nociones.
Podan regocijarse en que Dios los estuviese guiando en una senda mejor.
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15 de junio
i corazn todava est ardiendo con la declaracin que lemos ayer, de los primeros
adventistas, que declararon que su corazn se hencha de gozo al percibir las bendiciones de la reforma pro salud.
Ese pensamiento me lleva a la primera serie de evangelizacin que present. El lugar de
reunin era Corsicanna, Texas, una ciudad de unos 26 mil habitantes en 1968, con una iglesia
adventista de doce miembros. Y, de esos doce, casi todos tenan ms de setenta aos, y solo
uno era hombre.
Con todo, yo no tengo nada contra la gente mayor; al fin y al cabo, me estoy volviendo
viejo. Y no tengo nada contra las damas; mi madre es una de ellas. Pero, un predicador joven
quiere una casa llena de todas las edades y los sexos. Lo bueno era que yo tena una buena
cantidad de gente todas las noches, y una seora no adventista traa a cinco profesionales cada
noche. Pero, a la salida, una noche ella me dijo:
Hermano Knight, maana de noche no vengo, y no voy a traer a mis amigos.
Por qu? pregunt.
No me gusta el ttulo de su sermn. Me va a decir lo que no puedo hacer.
Yo pensaba que mi ttulo era lindo, por no decir asombrosamente brillante: Por qu no
como ratas, serpientes ni caracoles.
Como me qued casi sin poder hablar, dije a ella y a sus amigos que vinieran a la noche
siguiente; que al salir diran que fue el mejor sermn de todos. El nico problema era que no
tena ningn sermn preparado todava, y no saba cmo iba a cumplir mi promesa.
Una noche de insomnio. Pero, a eso de las cuatro o cinco de la maana, todo tuvo sentido.
Dios te ama!
Y, como te ama, quiere que seas feliz.
Y l sabe que no eres feliz cuando ests enfermo.
Por lo tanto, nos ha dado algunas ideas sobre cmo ser ms felices.
Esa noche, al salir con sus amigos, ella se detuvo y declar:
Hermano Knight, este fue el mejor sermn hasta ahora!
Si fue bueno para ella, para m fue an mejor: pas de predicar en una direccin negativa
a una positiva.
Y qu es ms positivo y alegre que la buena salud?
Gracias, Padre, por esa bendicin especial. Nuestro corazn tambin se hinche de gozo.
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inmico, enrgico y visionario son las mejores palabras para describir al joven John
Harvey Kellogg, de 23 aos, que asumi el liderazgo del Sanatorio de Battle Creek
en 1876. Apenas meda 1,60 metros de alto, pero lo que le faltaba de estatura lo
compensaba con puro entusiasmo en cada tarea que asuma.
Al principio, no haba tenido deseos de ser mdico; en realidad, quera ser maestro. Pero,
cuando Jaime White lo apadrin, junto con Edson y Guillermo White, para cursar seis meses de
capacitacin en el Colegio Higinico-Teraputico del Dr. Trall en 1872, no solo recibi el ttulo
de mdico, sino tambin el deseo de continuar estudiando.
Nuevamente con respaldo financiero de los White, pas un ao estudiando Medicina en
la Universidad de Mchigan, y un ao final en la Facultad de Medicina del Hospital Bellevue de
Nueva York, por entonces quiz la ms avanzada de la Nacin. Al terminar su curso en 1875,
dijo a Guillermo White: Me siento con veinte kilos de ms desde que obtuve un pedazo de
pergamino de casi un metro cuadrado. Es de piel de oveja autntica tambin; de paso, ninguno
de tus documentos sin valor importa ms que el documento higinico-teraputico.
En el verano de 1875 regres a Battle Creek, y pronto estaba trabajando en el Instituto
de la Reforma Pro salud; al ao siguiente pas a ser su director, bajo la condicin de que su
perodo durara solo un ao, sin poder imaginarse que dirigira la institucin durante 67 aos.
Cuando asumi en 1876, el instituto tena veinte pacientes, pero seis partieron con el
administrador anterior, y otros dos salieron despus de un vistazo del joven mdico. Pero,
Kellogg no estaba preocupado.
En pocos meses, tena el doble de pacientes de lo acostumbrado, y para 1877 tuvo que
sumar otro edificio. Ese fue el comienzo de un programa de construccin que, para fines de
siglo, lo que se haba transformado en el Sanatorio de Battle Creek se convirti en uno de los
hospitales ms grandes y famosos de los Estados Unidos.
Mientras tanto, en su tiempo libre, Kellogg escribi unos cincuenta libros, invent los
copos de maz y la industria de cereales fros, desarroll una tecnologa mdica de avanzada y
lleg a ser un cirujano mundialmente famoso.
Dios haba bendecido al pequeo gigante ms de lo que nadie pudiera imaginar. l
siempre bendice a los que estn dispuestos a crecer.
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mo debera relacionarse un cristiano con los militares? Esa era la cuestin que Jaime
White haba planteado el 12 de agosto de 1861. Su primera respuesta fue bastante
directa: los adventistas no podan ofrecerse como voluntarios para el servicio militar,
porque ese acto los colocara en una situacin en la que escogan transgredir al menos dos de
los Diez Mandamientos.
Pero y si el Gobierno reclutaba a una persona? A esas preguntas, Jaime White propuso
una sugerencia inesperada y controvertida. En caso de reclutamiento, escribi, el Gobierno
asume la responsabilidad de la violacin de la Ley de Dios, y sera una locura resistirse. El que
resista hasta que, en la administracin de la ley militar, sea abatido, va demasiado lejos, creemos,
al asumir la responsabilidad de suicidio [...]. Para nosotros, intentar resistir las leyes del mejor
Gobierno bajo el cielo, que ahora est luchando para sofocar la rebelin ms infernal desde la
de Satans y sus ngeles, repetimos, sera una locura.
As que, esa es la respuesta de Jaime al complejo tema de cmo los adventistas pueden
rendir cuentas a Dios y al Gobierno. En una palabra:
1. Los adventistas son ciudadanos leales.
2. Los adventistas no pueden ofrecerse como voluntarios, porque eso los pondra en una
situacin en la que elegiran transgredir la Ley de Dios.
3. Pero, si son reclutados, la transgresin de la Ley se convierte en responsabilidad del Gobierno, y los adventistas debern presentarse a empuar armas y matar, aun en el da de reposo.
Qu piensas de sus argumentos? Qu evidencias bblicas puedes reunir a favor o en
contra de su lgica? Cmo debemos actuar, si los mandamientos del Gobierno estn en pugna
con los Mandamientos de Dios?
Por otro lado, deberamos recordar que, en ese entonces, Estados Unidos todava no haba
aprobado una ley de reclutamiento; era solo una posibilidad. Pero, la joven Iglesia Adventista, an
en 1862 sin una Asociacin General que la representara ante el Gobierno, tena que contemplarla
seriamente, cuando la mquina de picar carne de un conflicto feroz segua destruyendo vidas.
Como cristianos, somos ciudadanos de dos reinos. Todos enfrentamos el desafo de ser
fieles a ambos.
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20 de junio
l texto favorito de Adolfo Hitler! Estipul que este, o su par de 1 Pedro 2:13, fueran
ledos al menos una vez al ao, en cada iglesia del Tercer Reich.
Romanos 13 no deja ninguna duda acerca de que los cristianos deben obedecer
al Gobierno. Pero, una vez ms nos preguntamos: Qu deberamos hacer si el organismo designado por Dios (el Gobierno) nos ordena que realicemos cosas que nos colocan en situacin
de desobedecer algunas de las otras enseanzas de Dios? Esa era la pregunta que preocupaba
a los adventistas durante la Guerra Civil Norteamericana, la primera guerra que tuvieron que
enfrentar como iglesia.
El artculo de Jaime en la Review del 12 de agosto de 1862 despert bastante agitacin
sobre el asunto. Segn dijo el 26 de abril, varios hermanos aluden a nuestros comentarios
[...] de hace dos semanas, de un modo bastante frentico [...]. Este no es momento de que los
caballeros cristianos revelen sentimientos de prejuicio, y prcticamente nos acusen de ensear
a transgredir el sbado y a asesinar [...]. Si alguno de ustedes es reclutado y opta por tener
una lucha cuerpo a cuerpo con el To Sam1en vez de obedecer, puede intentarlo. Nosotros
no contenderemos con ustedes, a menos que algunos de los que no se resisten levanten una
pequea guerra antes de que los manden a llamar para luchar por el pas.
En ese momento, de modo significativo, White agreg que cualquier artculo bien escrito,
calculado para arrojar luz sobre nuestro deber como pueblo en relacin con la guerra actual,
recibir atencin inmediata.
Esa invitacin inspir una oleada de respuestas durante los tres meses siguientes, mientras los adventistas discutan pblicamente, a travs de las pginas de la Review, en cuanto a
los deberes cristianos en sus papeles conflictivos como ciudadanos del Reino de los cielos y
tambin de una nacin determinada aqu, en la Tierra, donde cada una tiene sus propias leyes,
a veces en conflicto.
Un tema que emerge en las discusiones es que deberamos estudiar esas cuestiones
polmicas, aunque importantes, durante perodos de paz, cuando las emociones estn en
calma y hay tiempo de hacer un trabajo adecuado.
No obstante, ese no era el caso aqu: estaban luchando por hallar una respuesta en medio
de una crisis llena de emocin. Pero, es importante la idea de considerar detalladamente las
cuestiones antes de una crisis.
Aydanos, Padre, a usar los tiempos de paz, en nuestra vida individual y colectiva,
como iglesia, para acudir a ti con estudio y oracin a fin de poder discernir ms plenamente
tu voluntad.
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sas fueron las palabras y las conclusiones de los apstoles, cuando se enfrentaron con
un conflicto entre los mandatos de Dios y el Gobierno terrenal.
Pero, las implicaciones de esa verdad para los adventistas en vista del servicio
militar no eran tan claras para los miembros de iglesia en 1862.
La invitacin de Jaime White a presentar artculos sobre el tema de la postura adecuada de
la iglesia sobre el servicio militar produjo no solo un gran volumen de respuestas sino tambin
una gama completa de todo el espectro de opciones posibles.
En un extremo estaban los pacifistas totales, que crean que los cristianos deban evitar el
servicio militar a toda costa. Probablemente haya sido la orientacin de los miembros de Iowa,
cuya agresiva agitacin pacifista haba provocado acusaciones de que el adventismo no era
patriota, lo que ocasion la publicacin de los pensamientos iniciales de White sobre el tema.
En el otro extremo estaban los cruzados en favor de la plena participacin en la guerra,
como Joseph Clarke. Tena mucha ansiedad, escribi, por conocer mi deber con respecto
a la guerra, no tanto por temor al reclutamiento, sino porque quiero ver que la traicin reciba
su justo merecido.
Por consiguiente, escrib al hermano White para saber si sera admisible que entremos
en las filas. He tenido mi imaginacin llena de Gedeones, Jefts y Davides que luchaban [...].
A veces, dese haber estado donde Joab mat a Absaln, y casi me imagin que podra
llegar el momento en que un regimiento de observadores del sbado le daran un tremendo
golpe a esta rebelin, con la fuerza de aquel que siempre ayud a su pueblo valiente cuando
guard sus estatutos.
El invierno pasado tuve tanta fiebre de guerra que me perjudic un poco.
En otro artculo, Clarke escribi: No hubo guerra en el cielo? Es homicidio ahorcar o
fusilar a un traidor? No! No! [...] Josu y David eran asesinos? Dejemos de lado el fanatismo,
y actuemos como hombres.
As continu el debate, hasta que por fin White pidi terminar con el tema en los artculos
de la Review, ya que todas las perspectivas haban sido adecuadamente representadas.
Todo este debate indica una interesante apertura en el adventismo primitivo, que con el
tiempo los ayudara a avanzar hacia un consenso en temas controvertidos.
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i bien este no pareciera ser un buen texto para un pensamiento devocional, plantea un
interrogante.
La educacin en los buenos tiempos de antao no era muy buena. La sociedad no
consideraba que alguien era educado a menos que fuese muy culto en griego y latn antiguo, y
en la literatura de esos idiomas. La educacin tradicional se centraba en los clsicos antiguos.
Una educacin tal, por supuesto, no tena ningn significado para las masas que tenan que
trabajar para vivir. Pero, eso no importaba mucho, porque ni siquiera se prevea su educacin
de nivel primario ni secundario. Por decirlo en trminos crudos, la educacin formal en las
escuelas, durante la mayor parte de la historia, no estuvo abierta a la mayora, aun en sus formas
ms rudimentarias. La escolarizacin era competencia de las clases altas; aquellos relativamente
pocos que provenan de un entorno adinerado y nunca se vieron forzados a ganarse la vida.
Al igual que con la salud, la educacin de los buenos das de antao era terrible. Durante
ms de dos mil aos, la educacin occidental se haba orientado hacia los idiomas antiguos,
sus palabras, ideas y los grandes libros de su herencia. El mismo prestigio y antigedad de
esta tradicin haca que a los educadores les resultara difcil imaginar propuestas alternativas.
Pero lleg la reforma, que culmin en el siglo XIX, en la misma poca en que surga el
adventismo.
En la vanguardia de las reformas educativas de la dcada de 1830 haba personas como
Horace Mann, que dirigi la lucha por la educacin primaria pblica de calidad para cada
nio. Mann y sus amigos trataron no solo de poner la educacin a disposicin, sino tambin
hacer que fuera prctica y saludable. Saban que no servira de nada el educar la mente, si el
cuerpo de los nios estaba enfermo.
Al frente de la educacin superior estaba Oberling College, una institucin que en la
dcada de 1830 reemplaz los clsicos latinos y griegos en el currculo, dio relevancia a la cosmovisin de la Biblia y cre un programa de estudio con trabajo manual, con el fin de ayudar
a las personas a adquirir habilidades tiles adems de aprender de los libros, para asegurarse
un equilibrio entre lo mental y lo fsico.
El sistema de educacin en este instituto, reza el prospecto de Oberlin, proporcionar
lo necesario para el cuerpo y el corazn, y tambin para el intelecto, porque apunta a la mejor
educacin del hombre integral.
Las ideas educativas del adventismo no surgieron en el vaco. An hoy, siempre podemos
aprender de la cultura mayor, al evaluar las tradiciones y las prcticas desde la perspectiva de
la cosmovisin bblica.
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los adventistas que viven en el siglo XXI puede parecerles que la educacin cristiana
ha sido fundamental para su iglesia desde su comienzo. Sin embargo, esto dista mucho de ser cierto. De hecho, la educacin formal fue la ltima creacin institucional
importante dentro de la iglesia; el establecimiento de un programa riguroso de publicaciones
en 1849, una organizacin eclesistica centralizada en 1863 y el servicio de atencin sanitaria
en 1866 la precedieron. Por el contrario, la Iglesia Adventista estableci su primera escuela en
1872 (28 aos despus del chasco millerita), y no tuvo un sistema generalizado de escuelas
primarias hasta casi el ao 1900.
Si bien el desarrollo tardo de la enseanza adventista puede llegar a sorprender a los
adventistas actuales, tiene sus races en la misma lgica de sus antepasados espirituales, quienes, sobre todo lo dems, crean en el inminente regreso de Jess. Los grupos religiosos que
se centran en la cercana del fin del mundo, generalmente, no han sentido mucha necesidad
de educar a sus hijos, ms all de los conceptos esenciales de su persuasin religiosa y en las
habilidades necesarias para ganarse la vida a corto plazo.
Ese es el caso de la iglesia cristiana primitiva, y tambin del adventismo del sptimo da
primitivo. As funciona la lgica: por qu enviar a los nios a la escuela, si el mundo est pronto
a terminar y nunca crecern ni usarn su aprendizaje obtenido con tanto esfuerzo? Algunos
podran interpretar que es una falta de fe brindar educacin formal a nuestros hijos, ante la
inminencia del advenimiento. Esas actitudes estaban muy extendidas entre los adventistas del
sptimo da.
Incluso en 1862, un miembro de iglesia escribi a Jaime White para preguntarle si era
correcto y compatible que creyramos con todo nuestro corazn en la inminente venida del
Seor con tratar de darles una educacin a nuestros hijos. Si es as, deberamos enviarlos a
una escuela pblica, donde aprenden el doble de cosas malas que de buenas?
White respondi que el hecho de que Cristo est muy pronto a venir no es razn para
no perfeccionar la mente. Una mente bien disciplinada e informada puede recibir y apreciar
mejor las sublimes verdades de la Segunda Venida.
Con esa declaracin, sent las bases para el desarrollo del sistema educativo adventista.
Dios quiere que desarrollemos todos nuestros talentos mientras esperamos el regreso
de Jess.
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l Colegio de Battle Creek, como vimos ayer, no cumpli con las expectativas de sus
fundadores. No solo tena las literaturas y los idiomas clsicos como centro, sino que el
estudio de la Biblia y la religin tenan un escaso lugar en la oferta acadmica; de hecho,
no tena ninguna clase regular de Religin, ni mucho menos las requeridas. Si bien es cierto que
Uras Smith cojeaba con su nica pierna natural para dar algunas clases optativas polvorientas
sobre profeca bblica, parece que no tena una gran cantidad de alumnos.
Los catlogos del colegio publicitaban que no hay nada en los cursos de estudio, o en las
reglas y las prcticas de disciplina, que sea confesional o sectario en lo ms mnimo. Los cursos
bblicos se dan frente a una clase de aquellos que quieren asistir por eleccin. Nuevamente,
los administradores de este colegio no tienen ninguna disposicin de estimular puntos de
vista sectarios en los alumnos, ni de darles ninguna prominencia a esos puntos de vista en
su tarea escolar. Ese fue el nacimiento de la educacin superior adventista del sptimo da.
Pero, empeor. Brownsberger renunci en 1881, y el colegio lo reemplaz por Alexander
McLearn, que lleg a Battle Creek con la ventaja de tener un exaltado ttulo de Doctor en Divinidad pero la desventaja de no ser adventista, ni siquiera un converso reciente.
Quiz Brownsberger haya comprendido las necesidades de una educacin adventista
autntica, pero McLearn ni siquiera comprenda el adventismo. Es posible que haya sido un
excelente acadmico, pero bajo su liderazgo las cosas fueron de mal en peor.
La institucin cerr sus puertas el ao escolar de 1882-1883, sin ninguna certeza de que
se reabrira. Demasiado para el primer intento en la educacin superior adventista. Uno de los
diarios de Battle Creek describi la debacle de los adventistas como el circo del extremo oeste.
Fue en la confusin del liderazgo de McLearn que Elena de White intervino, con un
testimonio titulado Our College [Nuestro colegio], un documento ledo en College Hall en
diciembre de 1881 ante los directivos eclesisticos y educativos de la iglesia. Y no suaviz ninguna palabra. Existe el peligro, comenz, de que nuestro colegio se desve de su propsito
original (TI 5: 20).
Esta triste historia nos puede ensear algo importante. Se nos hace demasiado fcil pensar
que la iglesia ha corrido continuamente cuesta abajo desde su fundacin. No es as: la iglesia
siempre tuvo problemas, y siempre los tendr; pero Dios no renunci a ella. As es l. Trabaja
con personas que no son perfectas y con instituciones que no son las ideales. Dios contina,
incluso, despus de que nosotros estamos dispuestos a rendirnos.
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o solo las personas necesitan un corazn nuevo. A veces, las instituciones tambin.
Eso ocurri con la educacin adventista durante las dcadas de 1870 y 1880, cuando
buscaba su propia funcin en la iglesia.
Ayer terminamos con el poderoso llamado de Elena de White a la reforma en el tambaleante Colegio de Battle Creek de diciembre de 1881. Tema que se desve de su propsito
original [...] desde hace uno o dos aos, se han hecho esfuerzos por amoldar nuestro colegio
a la semejanza de otros colegios [...]. Las influencias morales y religiosas no deben quedar
relegadas a un segundo plano (TI 5: 20, 21).
Si la influencia mundana ha de reinar en nuestro colegio, entonces venddselo a los
mundanos y permitid que ellos asuman el control total; los que han invertido sus recursos en
esa institucin establecern otro colegio que se rija, no segn el plan de las escuelas populares
ni de acuerdo con los deseos del rector y los maestros, sino conforme al plan que Dios ha
especificado [...].
Es el propsito declarado de Dios tener un colegio en el pas donde se le d a la Biblia
su debido lugar en la educacin de la juventud (ibd., pp. 24, 25).
En su presentacin contundente, Elena de White enfatiz especialmente el rol de la Biblia
y la necesidad de retomar el rumbo con los objetivos de los fundadores.
Se ha hecho muy poco caso, proclam, de la educacin de hombres jvenes para el ministerio. Este fue el primer objetivo que se intent lograr al establecerse el colegio (ibd., p. 21).
Ella no estaba en contra de las artes y las ciencias; al contrario, abogaba por el estudio
de un campo ms amplio de conocimientos, pero enfatizaba al mismo tiempo aprender los
requerimientos de su palabra [de Dios] (ibd., pp. 21, 22). Ella objetaba el mero estudio de
los libros. Dicha educacin puede obtenerse en cualquier colegio del pas (ibd., p. 22). Elena
de White estimul un aprendizaje ms abarcador, que viera todo desde la perspectiva bblica.
La influencia educativa de la Biblia no tiene rival, ya que desafa a los alumnos a luchar con
problemas difciles y a dilatar la asimilacin de su mente (ibd., pp. 23, 24). El suyo fue un
llamado a que la educacin adventista retomara su camino.
Gracias, Padre, por la voz proftica en nuestra historia pasada. Aydanos a escuchar
esa misma voz al avanzar este da.
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uizs hayas notado, en nuestras lecturas de los ltimos meses, que Elena de White
asumi un papel ms amplio en el mbito de las prcticas del estilo de vida adventista
que en la formacin de las doctrinas. En la formacin doctrinal, el procedimiento consista en el estudio bblico hasta crear un consenso general. A esa altura, ella a veces reciba
una visin que reafirmaba el consenso y ayudaba a quienes todava tenan interrogantes para
aceptar la exactitud de las conclusiones del grupo derivadas de la Biblia. As que, bien podemos pensar que la participacin que tuvo la seora de White en la formacin doctrinal fue de
confirmacin, y no de iniciacin.
Ese no es el caso de su participacin en el mbito del estilo de vida adventista. Pero,
antes de avanzar con ese tema, deberamos reconocer algunas diferencias entre la esfera del
estilo de vida y la de la doctrina.
Aunque los adventistas del siglo XXI tienden a ver las cuestiones doctrinales y del estilo
de vida como de igual magnitud, esa no era la postura de los fundadores de la iglesia. Mientras
que elaboraron trabajosamente las doctrinas bsicas mediante el intenso estudio de la Biblia y
realizaban congresos para lograr un consenso, el desarrollo del estilo de vida sigui una pauta
un tanto diferente.
Quiz la diferencia giraba en torno al hecho de que las doctrinas definen a una confesin
religiosa. Por lo tanto, la doctrina, entre los primeros adventistas sabatarios, era una cuestin
crucial, y recibi mucha atencin. Por otro lado, los elementos del estilo de vida tienden a ser
preocupaciones de segundo orden. Muchas cuestiones del estilo de vida no son determinantes
tan bsicos de la identidad de una confesin religiosa, ya que son modos de vida que facilitan
su misin en la difusin de su mensaje doctrinal.
Desde esta perspectiva, la reforma pro salud permite que las personas den un mejor
testimonio y que sean mejores misioneras, y permite que las personas sanadas lleguen al lugar
donde puedan entender mejor el evangelio. Asimismo, la educacin cristiana facilita el desarrollo
de los miembros de iglesia en forma individual y de los predicadores evanglicos. Una vez ms,
el diezmo y el dar con sacrificio no solo permiten que la gente refleje el carcter de aquel que
am tanto que dio a su Hijo unignito, sino tambin promueve la misin de Dios en la Tierra.
Seor, apreciamos el conjunto de doctrinas y los temas del estilo de vida que han hecho
del adventismo del sptimo da un pueblo nico. Aydanos a entender mejor sus roles en
nuestra vida individual y colectiva.
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uando todo se reduce a esto, solo hay dos caminos por andar: en la luz o en la oscuridad.
La Biblia es clara sobre ese punto.
Pero qu es la luz?
Muchos actuamos como si la doctrina correcta o, incluso, el estilo de vida bblico fuese
la luz. Error! Cristo es la luz, y la religin se centra en nuestra relacin con l. Circunscripto en
ese centro est el problema del pecado y la solucin de Dios en la cruz de Cristo.
La doctrina y el estilo de vida son temas secundarios. Al fin y al cabo, uno puede creer
en todas las doctrinas correctas y llevar un estilo de vida correcto, y aun as estar perdido. La
salvacin tiene que ver con nuestra relacin con Dios, a travs de Jess. La doctrina no es
un fin en s misma sino, ms bien, un medio para entender mejor a Dios con el fin de poder
amarlo ms verdaderamente.
De todos modos, en la mente de los fundadores del adventismo, la esfera del estilo de vida
y de las doctrinas no era la misma. As que, pusieron mucho esfuerzo en formular sus doctrinas
en forma precisa mientras que, bsicamente, descuidaban casi todas las cuestiones relacionadas
con el estilo de vida, hasta que la necesidad y la crisis los oblig a asumir una postura.
Los adventistas llenaron el vaco resultante del estilo de vida de varias formas. A veces
formulaban una postura a travs del estudio bblico y los congresos, a medida que surgan las
crisis; pero otras veces, Elena de White tomaba la iniciativa de plantear la cuestin, sealaba
la solucin e indicaba de qu manera esa solucin encajaba en el panorama ms amplio del
mensaje de los tres ngeles. Este ltimo proceder era evidente en ramas como la reforma pro
salud, mientras que el primero, como hemos visto, predominaba en aspectos como el servicio
militar y el diezmo.
Como Elena de White, con frecuencia, aplicaba principios bblicos a la vida diaria de la
iglesia y de sus miembros individuales, a travs de los aos sus consejos han llegado a ser cada
vez ms el centro de discusiones del estilo de vida adventista.
Al considerar el desarrollo del adventismo primitivo, debemos reconocer que Elena de
White tuvo un papel doble, con menor actividad en la esfera de la formacin doctrinal y mayor
en el desarrollo del estilo de vida.
Guanos, Padre, y aydanos a entender que las diferentes partes de nuestro paquete
de fe religiosa se relacionan entre s y con nuestra vida.
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El surgimiento de la reunin
campestre -1
Siete das celebrars fiesta solemne a Jehov tu Dios en el lugar que Jehov escogiere. Deuteronomio
16:15.
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El surgimiento de la reunin
campestre -2
Iban sus padres [de Jess] todos los aos a Jerusaln en la fiesta de la pascua. Lucas 2:41.
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o cierto es que los primeros adventistas del sptimo da no pensaban mucho en las
misiones. Como crean que las comisiones del tiempo del fin, de llevar el evangelio a
todo el mundo, de Mateo 24:14 y de Apocalipsis 10:11 y 14:6 haban sido cumplidas por
los protestantes a comienzos del siglo XIX y por los milleritas a comienzos de la dcada de 1840,
sostenan la creencia de la puerta cerrada a las misiones extranjeras y nacionales. Su misin,
bastante limitada, era para con otros milleritas chasqueados, que necesitaban ser consolados
y guiados de los mensajes del primer ngel y el segundo ngel al tercero.
Si bien es cierto que Elena de White tuvo una visin en 1848 con respecto a que una
porcin de la obra adventista era como raudales de luz que circuan el globo, y un par de otras
visiones que apuntaban a una amplia misin, los sabatarios de la puerta cerrada no tenan
conocimiento ni aparente inters en las implicaciones.
Su etapa de la puerta cerrada concluy cerca de 1852, cuando se dieron cuenta de que se
haban equivocado con el tiempo de gracia. De all en ms, Jaime White proclam que tenan
una puerta abierta para predicar el sbado y el mensaje del tercer ngel a todos, hayan estado
en el movimiento millerita o no.
La puerta a la misin se haba abierto un poco pero no mucho. Todava pasara un
cuarto de siglo (1874) antes de que los adventistas del sptimo da despacharan a su primer
misionero de ultramar. Mientras tanto, el enfoque sabatario para las misiones avanzaba a la
velocidad de la evolucin, antes que de la revolucin.
Si bien surgieron algunos llamados a la misin durante la dcada de 1850, tambin hubo
muchas sugerencias de por qu la iglesia no enviaba misioneros al extranjero.
Una de las soluciones ms fascinantes para el problema de la misin provino de Uras
Smith, en 1859. La demora del advenimiento estaba llevando a que muchos se hicieran preguntas
misionolgicas. Un lector de la Review pregunt si el mensaje del tercer ngel necesitaba salir
fuera de los Estados Unidos.
El editor Smith respondi que quiz no era necesario, ya que Estados Unidos constaba
de gente de todas las naciones. As que, si el mensaje llegaba a un representante de cada
grupo idiomtico, eso podra ser suficiente para decir que haba llegado a todas las lenguas y
las naciones.
Seor, cun paciente eres al guiarnos paso a paso a travs de una existencia miope.
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a primera misin de la Iglesia Adventista del Sptimo Da fuera del noreste de los Estados
Unidos fue a la lejana California, un Estado separado del resto de la Repblica por ms
de dos mil cuatrocientos kilmetros de desierto, bosques y montaas. La tierra salvaje
que se interpona entre ambas partes de la Nacin no solo era mucha en distancia, sino tambin
difcil (y a veces peligrosa) para viajar.
En el siglo XIX, haba personas adventistas o impresos de la iglesia que generalmente
llegaban a un lugar mucho antes de que la iglesia tuviese alguna actividad formal all. Esa era
la situacin de California. En 1859, Merritt G. Kellogg (medio hermano mayor de J. H. Kellogg)
lleg a San Francisco, despus de seis meses de viaje por el pas en ferrocarril, carretn y carreta
de bueyes. Probablemente haya sido el primer adventista del Estado.
Dos aos despus, Kellogg (que era un creyente laico) predic en una serie de reuniones
en San Francisco, y bautiz a catorce almas. Cuatro aos despus, el grupo de creyentes que
haba all decidi enviar 133 dlares en oro a Battle Creek, destinados a pagar los gastos de
viaje de un pastor. Pero, la iglesia no tena a nadie para enviar.
Entonces, en 1867, Kellogg regres al este por algunos meses, y obtuvo una maestra
en el Colegio Higinico Teraputico de Trall. Estando en el este, asisti al Congreso de la
Asociacin General de 1868, donde rog por un misionero para California. Pero quin ira?,
pregunt Jaime White.
En respuesta, J. N. Loughborough relacion sueos y habl de fuertes impresiones que
haba tenido, vinculadas con celebrar reuniones en carpa en California. Los dirigentes pronto
estuvieron de acuerdo en dejarlo ir. Pero deba lanzarse solo? Al fin y al cabo, observ Jaime,
Cristo los envi de dos en dos. En ese momento, D. T. Bourdeau se puso de pie y dijo que haba
tenido la conviccin de que era hora de mudarse, y que l y su esposa haban ido al Congreso
con todo lo que tenan, ya empacado. Estaban listos para ir donde la iglesia le indicara.
As, los dos predicadores adventistas llegaron a San Francisco en julio de 1868. All
encontraron una carta de Elena de White, que les deca que no fuesen tacaos en su obra en
California. No pueden trabajar en California, escribi, como lo hacan en Nueva Inglaterra.
Una economa tan estricta sera considerada como tacaa por los californianos. Ese fue un
buen consejo. Pero dnde deban armar la carpa evangelizadora? El alquiler de un terreno era
ms de lo que incluso podran llegar a pensar. Oraron, y Dios respondi.
La dedicacin de esos primeros creyentes me asombra. Cuntos asistiramos a un
Congreso de la Asociacin General con todas nuestras pertenencias listas, con la intencin de
mudarnos segn el Seor indique? Cmo est nuestro cociente de dedicacin hoy?
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l sueo de Pablo acerca del llamado macedonio para los misioneros se encuentra
reflejado incontables veces en la historia adventista. Eso ocurri con los conversos
europeos de Czechowski.
Ese hombre interesante, que hizo tanto para establecer la presencia adventista en Europa,
nunca habl a sus conversos de la Iglesia Adventista del Sptimo Da de los Estados Unidos.
Cuando se le pregunt dnde haba aprendido lo que enseaba, su respuesta era: De la Biblia. Hasta donde saban, sus conversos eran las nicas personas del mundo que crean en las
enseanzas de la Biblia, como ellos. Pero esa ignorancia no dur para siempre. Casualmente,
Albert Vuilleumier, uno de los creyentes suizos, encontr un ejemplar de la Review and Herald
en una habitacin que Czechowski haba ocupado durante una visita reciente. El ingls que
dominaba Vuilleumier no era perfecto, pero pudo captar lo suficiente como para entender
el hecho de que en los Estados Unidos exista un grupo religioso que enseaba las mismas
creencias que Czechowski.
Ese descubrimiento dio origen a una carta para Uras Smith, editor de la Review. Los
sorprendidos dirigentes de Battle Creek respondieron con una invitacin a los creyentes suizos
para que enviaran a un representante al Congreso de la Asociacin General de 1869. As, James
Erzberger lleg a los Estados Unidos.
Erzberger era un converso reciente. Haba sido un estudiante de Teologa que se preparaba
para el ministerio, cuando se encontr por primera vez con los observadores del sbado. Al
examinar sus creencias para determinar si eran ciertas, pronto se convenci.
Aunque Erzberger lleg a Battle Creek demasiado tarde para el congreso, se qued
durante quince meses, y vivi la mayor parte del tiempo en la casa de Jaime y Elena de White.
Se qued para estudiar, a medida que perfeccionaba su ingls y exploraba ms cabalmente
el mensaje adventista. Cuando regres a Suiza, lo hizo en calidad de primer pastor ordenado
adventista del sptimo da en Europa.
Mientras tanto, Czechowski se haba molestado bastante por el contacto de sus conversos
suizos con la iglesia estadounidense. Pronto parti para Rumania, donde encontr a los primeros
grupos que guardaban el sbado en ese pas.
La experiencia suiza tuvo dos resultados importantes. Primero, suscit una discusin
importante sobre la misin entre los adventistas en los Estados Unidos; y segundo, llev al
persistente pedido de un misionero para ir a Europa.
Los llamados de Macedonia todava nos llegan. Y Dios todava necesita gente que
responda.
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pesar del hecho de que algunos destacados pastores adventistas en 1872 todava
predicaban que el llevar el evangelio a todo el mundo, mencionado en Mateo 24:14,
haba visto ya su cumplimiento, el impulso para la misin continu cobrando fuerza
entre los adventistas. Pero, era un problema conseguir personal capacitado; y esto hizo que en
1873 y 1874 se tomaran medidas para fundar el primer colegio de la iglesia.
En el verano de 1873, Jaime White no solo estaba solicitando un colegio, sino tambin
inst a que J. N. Andrews fuese a Suiza ese otoo, en respuesta al pedido de un misionero
para los adventistas suizos. Aquel mes de noviembre, White convoc a un congreso especial
de la Asociacin General con el objetivo de analizar a un misionero. Pero, aun as no pas nada.
Es significativo que el sermn ofrecido por White en el Congreso de 1873 fuese una
exposicin de Apocalipsis 10, en relacin con las misiones extranjeras. Anteriormente ese ao,
haba aplicado el imperativo de Apocalipsis 14:6 de predicar el evangelio eterno a todo el mundo
y el mandato de Apocalipsis 10:11 de que es necesario que profetices otra vez sobre muchos
pueblos, naciones, lenguas y reyes a la comisin mundial de la Iglesia Adventista del Sptimo
Da tras el chasco millerita. Esos dos textos, junto con Mateo 24:14, finalmente impulsaran las
misiones adventistas a cada rincn de la Tierra, cuando la iglesia trataba de cumplir lo que lleg
a entender como su papel proftico en la historia.
En enero de 1874, White estableci el True Missionary [Misionero verdadero]. Las pginas
del primer peridico misionero adventista recomendaban el envo de misioneros al extranjero.
Elena de White comparta la visin ms amplia de su esposo. En abril de 1874, tuvo un sueo
impresionante, que ayud a vencer lo que quedaba de la oposicin a las misiones. Estis concibiendo ideas demasiado limitadas de la obra para este tiempo, le dijo el mensajero angelical.
Vuestra casa es el mundo [...]. El mensaje avanzar con poder a todas partes del mundo, a
Oregon, a Europa, a Australia, a las islas del mar, a todas las naciones, lenguas y pueblos. Se
me mostr, dijo, que la obra misionera era mucho ms vasta de lo que nuestros hermanos
han imaginado, o de lo que jams han contemplado y planeado. Como resultado, exigi mayor
fe que se exprese mediante la accin (NB 230, 231). Mayor fe. Esa era la necesidad en aquel
entonces. Esa es la necesidad ahora.
Aumenta nuestra fe, Padre, a fin de que podamos ver tu voluntad an en nuestra vida.
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J. N. Andrews va a Europa
Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron [a Bernab y a
Saulo]. Hechos 13:3.
uando las cosas finalmente se movilizan, pueden hacerlo muy rpidamente! As ocurri
con la misin adventista. En agosto de 1874, la Asociacin General vot que J. N. Andrews deba ir a Europa tan pronto como sea posible. Un mes despus, se embarc
rumbo a Suiza, como el primer misionero adventista oficial a las misiones extranjeras. Lleg
el 16 de octubre.
En Suiza, Andrews encontr que ya existan varias congregaciones pequeas de observadores del sbado: obra de Czechowski y de Erzberger. Andrews adoctrin ms cabalmente
a esos creyentes durante sus primeras reuniones con l. Ms all de eso, a dos meses de su
arribo, haba odo de congregaciones de creyentes en Prusia y en Rusia, y se haba convencido
de que hay cristianos que guardan el sbado en la mayora de los pases de Europa. Su plan
era ampliar esos grupos bsicos ya existentes.
Pero cmo podra ubicarlos? Para responder a esa pregunta, utiliz lo que a m me parece
un plan poco probable. Esperaba llegar a ellos publicando su deseo de corresponder con ellos
en los peridicos de mayor circulacin de Europa. Y, oh sorpresa! El planteamiento de la misin
mediante un aviso clasificado funcion con un grado razonable de xito. En poco tiempo,
los adventistas del sptimo da tuvieron misiones en Inglaterra, Escandinavia y Alemania, al
igual que en Suiza. Desde esas bases, el mensaje adventista llegara a otras naciones europeas.
Quienes dirigan esas misiones nuevas muchas veces eran inmigrantes europeos de
primera generacin, que se haban convertido al adventismo en los Estados Unidos y haban
sido incentivados a regresar a sus pases natales. Esos nacionales tenan la ventaja no solo de
conocer el idioma y la cultura, sino tambin tenan casi siempre un grupo de conocidos con
quienes iniciar su ministerio.
Como hemos dicho muchas veces, Dios gua a su pueblo paso a paso. La primera etapa
(1844-1850) en el desarrollo de la misin adventista dio tiempo para construir una plataforma
doctrinal. La segunda (1850-1874) permiti el surgimiento de una base de poder en los Estados
Unidos, para sostener el programa de las misiones extranjeras. Y la tercera (1874-1889) creara
un mayor desarrollo en Europa y otras partes del mundo civilizado, a fin de que el adventismo
estuviera preparado para llevar su mensaje a todo el mundo en los aos posteriores a 1890.
204
17 de julio
comienzos de la dcada de 1880, la misin europea haba llegado a su etapa adolescente. Varios factores marcan la creciente importancia de la misin, para la iglesia.
Uno de ellos fue una serie de visitas por parte de lderes adventistas prominentes,
enviados por la Asociacin General a recorrer varias misiones europeas entre 1882 y 1887. El
primero fue S. N. Haskell, en 1882. Haskell recomend publicar en ms idiomas, y ayud a los
europeos a crear una estructura organizativa ms funcional.
Sin embargo, lo ms importante fue los viajes de G. I. Butler (presidente de la Asociacin
General) en 1884, y de Elena de White y su hijo (Guillermo White) entre 1885 y 1887. Esas
visitas no solo fortalecieron a la Iglesia Adventista del Sptimo Da en Europa; demostraron
el inters de la iglesia en su programa misionero. Lento pero seguro, el adventismo se estaba
convirtiendo en una iglesia mundial.
Un segundo conjunto de indicadores en cuanto a la creciente maduracin de la misin
europea era los progresos en cuanto a organizacin. Lo ms importante fue la primera reunin
general de obreros de las diferentes misiones adventistas del sptimo da europeas en 1882,
para consultar en cuanto a las necesidades generales de la causa. Estrechamente relacionado
con el desarrollo del Concilio Europeo de los Adventistas del Sptimo Da, fue el inicio de la
publicacin de revistas en alemn, italiano y rumano en 1884. En francs, exista una desde 1879.
Fuera de la misin europea, los adventistas establecieron misiones patrocinadas por la
Asociacin General entre los protestantes europeos de Australia y Nueva Zelanda en 1885, y de
Sudfrica en 1887. Es interesante notar que todos esos pases haban tenido miembros laicos
antes de la llegada de los misioneros oficiales.
Y esas misiones nuevas pronto se uniran a los Estados Unidos y a Europa, como bases de
origen para enviar misioneros a otras naciones para la siguiente fase del desarrollo misionero
adventista: llevar el mensaje de los tres ngeles a toda nacin por todas partes del mundo.
Esa etapa, que comenz alrededor de 1889, fue una extensin lgica de la interpretacin
adventista en desarrollo de los pasajes a toda nacin, tribu, lengua y pueblo de Apocalipsis
14:6, Apocalipsis 10:11 y Mateo 24:14.
La esperanza del adventismo es una misin cumplida. Ven, Seor Jess, oraban los
primeros adventistas. Ven, Seor Jess, y ven rpido todava contina siendo la oracin diaria
de los adventistas.
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18 de julio
Y por qu Europa?
A estos doce envi Jess, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayis. Mateo
10:5.
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19 de julio
veces, las cosas en realidad funcionan bien; en ocasiones, parece que todo sale como
Dios quiere. Ese es el caso de John Gottlieb Matteson. Nacido en Dinamarca en 1835,
inmigr con sus padres a Wisconsin en 1854, llevando consigo una buena educacin,
pero tambin el escepticismo de tantos de su tierra natal. Como consideraba que era librepensador, uno de sus pasatiempos predilectos era azuzar a los predicadores con preguntas que
no pudiesen responder.
Pero, los hostigadores de mentalidad abierta pueden sufrir una seria derrota. Eso ocurri
cuando Matteson escuch a un predicador hablar con entusiasmo de la belleza del cielo. Como
se haba criado en la atmsfera de las iglesias estatales muertas de la antigua Europa, nunca
haba conocido una religin viva. Esa experiencia deriv en una cadena de acontecimientos
en las que recuerda que solo, en el bosque, encontr a Jess como mi Salvador personal,
en 1859. Poco despus de su conversin, se sinti llamado a predicar. Y eso hizo, aunque no
conoca muy bien la Biblia. Dios lo bendijo desde el comienzo, ya que la gente responda a su
sinceridad obvia. En 1860 ingres en el Seminario Teolgico Bautista de Chicago, y en 1862
fue ordenado como pastor bautista.
Hasta aqu, todo estaba bien. Pero mejor. En 1863, acept el mensaje adventista del
sptimo da. Su congregacin le pidi que le predicara de su nueva fe, y lo hizo con gusto.
Durante seis meses present una serie de sermones sobre las creencias adventistas, con el
resultado de que todos se unieron a la Iglesia Adventista del Sptimo Da, salvo una familia.
Predicador eficiente, Matteson cre iglesias danesas-noruegas a lo ancho de los Estados
del medio-oeste de los Estados Unidos. Entonces, en 1872, se le ocurri la idea de publicar una
revista en el idioma de sus conversos. El Advent Tidende se convirti en el primer peridico
adventista en un idioma diferente del ingls.
Los ejemplares pronto encontraron su camino de regreso a Escandinavia, para hacer
conversos. En un patrn que se repetira en muchos pases, los nuevos creyentes pronto escribieron a los Estados Unidos solicitando un misionero. Matteson acept el llamado en 1877, y
durante los once aos siguientes estableci iglesias en Dinamarca, Noruega y Suecia. Estando
all, organiz la primera Asociacin fuera de los Estados Unidos (Dinamarca, en 1880), y fund
la primera casa editora fuera de los Estados Unidos. Durante su ministerio, llev a unas dos
mil personas a la fe que amaba.
La vida de Matteson ilustra cmo deberan funcionar las cosas.
Gracias, Padre, por esas bendiciones del pasado. Oramos por ellas en el presente.
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Familia y misin
Sern benditas en ti todas las familias de la tierra. Gnesis 12:3.
uestro texto, en cierto sentido, me recuerda al otro James Bond. Su hermano Seth
lleg a ser uno de los primeros adventistas de California en 1872, a travs del ministerio
de J. N. Loughborough. Con los bolsillos llenos de folletos, su primer objetivo misionero
fue James, un agricultor del valle central de California.
Al encontrar al hombre arando la tierra con un grupo de diez mulas, no perdi tiempo
en comenzar con su misin. Habl de su nueva fe, en el campo, sigui en el establo y continu
dentro de la casa. La esposa de James, Sarah, una bautista devota, soport esto algunos das,
hasta que se le acab la paciencia. Pero, finalmente, despus de decirle a Seth que apreciaban
sus visitas, le advirti que si no dejaba de hablar acerca de este asunto del sbado sera mejor
que se fuera.
Sarah respondi l, si puedes mostrarme tan solo un texto en el Nuevo Testamento
que insine que estamos obligados a guardar el primer da de la semana, no dir ms nada.
Eso es fcil respondi ella.
Hizo que James dejara de arar hasta que encontraran el pasaje, y leyeron juntos el Nuevo
Testamento. Cuatro das despus, llegaron al ltimo versculo de Apocalipsis pero sin su texto.
El sbado de maana, James Bond sali a dar de comer a sus mulas y las aparej, preparndose para arar. Volvi a la casa, desayun, dirigi el culto familiar y volvi al establo. A eso
de las 9, su esposa vio que el arado estaba detenido en el campo. Sali corriendo, por miedo a
que se hubiese lastimado, solo para descubrir que estaba sentado en una caja leyendo folletos
sabticos. En ese momento, ambos se hicieron sabatarios.
Posteriormente, por recomendacin de Elena de White, este padre de once hijos lleg a
ser mdico. Cinco de sus hijos varones fueron pastores, y siete hijos llegaron a ser misioneros
al extranjero.
Dos de ellos, Frank Starr Bond y Walter Guy Bond, iniciaron la misin adventista en Espaa
en 1903. Walter dara su vida all, once aos despus, a la edad de 35 aos; aparentemente,
vctima de un envenenamiento. Ambos experimentaron las pruebas de Pablo, ya que fueron
apedreados y sacados a la fuerza de los poblados.
Yo tengo un inters personal en esta historia porque mi esposa (Elizabeth, o Bonnie,
Bond) es la nieta de Frank y la bisnieta de James.
Las familias marcan la diferencia! La forma en que nuestros hijos se relacionan con
el Seor, con la iglesia y con el servicio, en gran medida, es moldeada por los padres y las
madres en la fe.
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eorge King quera ser predicador. Pero, tena un problema: no poda predicar. Su forma
vacilante de hablar y su falta de educacin convencieron a Jaime White de que no tena
ningn don para predicar. Pero, Elena de White, con su corazn maternal, convenci
a Richard Godsmark, un agricultor que viva cerca de Battle Creek, de que se lo llevara consigo
en el invierno, para que pudiera tener un perodo de prueba en la primavera.
Con el incentivo de Godsmark, el joven King dedicaba su tiempo libre a predicar a las
sillas vacas del recibidor. Entonces, lleg la hora del sermn de prueba en pblico. Desastre
es la nica palabra para la experiencia. En ese momento, Godsmark sugiri a King que predicara
de una manera diferente: vendiendo libros puerta por puerta. Como resultado, comenz a
vender por las casas libritos y suscripciones a Signs of the Times [Seales de los tiempos]. Su
primera semana, con un total de ventas de 62 centavos, no fue exactamente un xito rotundo;
pero, a King le gust el trabajo.
Por otro lado, este colportor que quera predicar deseaba ver que el mensaje de los tres
ngeles fuese puesto delante de la gente. As, en el otoo de 1880, convenci a los administradores de la casa editora adventista de Battle Creek de que encuadernaran los libros de Daniel
y Apocalipsis de Uras Smith en un tomo, para poder venderlos. Si ese libro inclua ilustraciones
dramticas de las bestias y otros smbolos tratados all, estaba seguro de que podra vender
el libro fcilmente.
Los administradores no estaban tan seguros, pero encuadernaron algunos ejemplares.
El xito de King asombr a todos. Al ao siguiente, la casa editora sac una nueva edicin de
Daniel and the Revelation [Daniel y el Apocalipsis] magnficamente ilustrada.
Dado el creciente xito de King y de su entusiasta habilidad de reclutamiento, pronto hubo
otros que ingresaron en el campo. Y, con esto, lleg a la existencia una nueva carrera adventista.
El colportaje lleg a ser una forma ms de hacer que el mensaje de Dios para los ltimos
das llegara a las personas alrededor del mundo. Estas compraban libros, los lean y se unan
a la iglesia. Por cierto que se estaba cumpliendo la promesa de Dios a Isaas. As como envi
la lluvia para bendecir los cultivos y alimentar a los pueblos de la Tierra, as la palabra impresa
sali a convertir la mente y el corazn de la gente alrededor del mundo. Antes de terminar,
debera sealar que compr mi primer libro cristiano de un colportor.
La moraleja de la historia de George King? Solo porque no podamos predicar no significa
que Dios no pueda usarnos a todos.
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a visin bblica de los seres humanos se interesa en su salud total. La Escritura no solo
se preocupa por la vida espiritual de la gente, sino tambin por su vida mental y fsica.
De all los aspectos de sanidad y de enseanza del ministerio de Jess.
El corolario misionolgico de esa teologa lleva a un programa que no solo toca la naturaleza espiritual de la gente, sino tambin trata de satisfacer sus necesidades mentales y fsicas.
Como resultado, finalmente se forma lo que me gustara llamar el cuadriltero misionolgico
adventista.
El cuadriltero naci en Battle Creek, donde la iglesia estableci su ministerio de las
publicaciones, a comienzos de la dcada de 1850; la estructura por asociaciones, en 1861; su
primera institucin mdica, en 1866; y la primera institucin educativa, en 1872. Los dirigentes
adventistas quiz no hayan sido completamente conscientes de lo que hacan en ese momento,
pero esas instituciones brindaron un enfoque a la misin que satisfaca las necesidades de la
persona ntegra. As, provey un modelo para la misin.
Con eso en mente, no deberamos considerar como casual el hecho de que los adventistas
exportaran el cuadriltero a California, el primer campo misionero de ultramar de la iglesia.
Las cosas tomaron un rumbo ms formal cuando, en febrero de 1873, los 238 creyentes de 7
iglesias organizaron la Asociacin de California.
El prximo paso tuvo lugar en 1874 y 1875, con la publicacin de Signs of the Times [Seales de los tiempos] y la formacin de la Pacific Seventh-day Adventist Publishing Association
(Pacific Press, en la actualidad), al norte del Estado. Finalmente, establecieron en 1882 lo que
lleg a ser el Healdsburg College y, finalmente, el Pacific Union College.
La misin europea sigui el mismo modelo durante las dcadas de 1870 y de 1880. A
comienzos de la dcada de 1890, el cuadriltero se difundi alrededor del mundo, a medida
que el adventismo del sptimo da trataba de mejorar la vida de las personas en todo sentido.
Dios tiene un mensaje para la gente de la Tierra. Y ese mensaje no es meramente teolgico: abarca una vida ms sana, pensamientos mejores y responsabilidad social.
Te agradecemos, Seor, por el mensaje equilibrado y la misin equilibrada. Aydame
a vivir una vida equilibrada hoy mismo.
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on qu autoridad?
Una buena pregunta que debemos hacernos y considerar detalladamente,
no solo en relacin con Cristo, sino tambin en relacin con su iglesia en la Tierra.
En la dcada de 1860, no todos estaban felices con la Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da, recientemente conformada. Los objetores ms activos fueron el primer
presidente y el secretario de la Asociacin de Iowa, recientemente organizada: B. F. Snook y
W. H. Brinkerhoff.
Ellos se oponan a una fuerte organizacin eclesistica, y dirigieron una campaa de
crticas y de descontento en contra del liderazgo general de la iglesia, especialmente contra
Jaime y Elena de White. En julio de 1865, en las elecciones de autoridades, se reemplaz a Snook
por George I. Butler. Ms tarde, Snook y Brinkerhoff abandonaron la iglesia, llevndose consigo
a algunos de los miembros, para formar el Marion Party [Grupo Marion]. A diferencia de la
mayora de las ramificaciones del adventismo del sptimo da, el Marion Party no desapareci.
Hoy lo conocemos como la Iglesia de Dios (del Sptimo Da).
Si bien no todos estaban contentos con la organizacin de 1861/1863, esta parece haber
cumplido con su finalidad durante los aos posteriores al establecimiento del sistema. La
rebelin de Marion sera el ltimo cisma importante en la iglesia, hasta comienzos del siglo XX.
Diez aos despus de la fundacin de la Asociacin General, Jaime White continuaba
alabando los resultados de la organizacin. Cuando consideramos el pequeo comienzo, y cun
oscura comenz esta obra, la rapidez y la firmeza de su crecimiento, la perfeccin y la eficacia
de nuestra organizacin, la gran obra ya se ha cumplido [...]. Al contemplar todas estas cosas,
y ver cmo Dios nos ha prosperado, los que estamos relacionados con esta obra podemos
decir: Mirad lo que ha hecho Dios!
No obstante, a pesar de los elogios, no todo estaba bien. Existan tensiones en el mbito
adventista en cuanto a la naturaleza y el alcance de la autoridad de la Asociacin General,
especialmente en relacin con las asociaciones de los Estados. Esas tensiones llegaron a un
punto crtico en 1873.
Y no han desaparecido despus de ms de 130 aos. Por lo tanto, nos corresponde dar
un vistazo al tema en la historia adventista.
Gracias, Seor, por la voluntad que nos das para servir, por la cabeza para pensar y
por el corazn para ser compasivos. Aydanos a usarlos en forma plena, al relacionarnos
contigo y con la iglesia.
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ingn cristiano que cree en la Biblia duda del hecho de que Cristo haya dado autoridad
a sus doce discpulos. Pero, tenemos un poco ms de dificultad con los problemas de
autoridad en nuestros das.
Las tensiones sobre el tema en el adventismo se hicieron evidentes en 1873, cuando
Jaime White enfrent el problema sin rodeos. Primero, present sus convicciones positivas. Si
bien seal la certeza de que sin vacilaciones, expresamos nuestra firme conviccin de que
la organizacin nuestra fue por la providencia directa de Dios y que la mano guiadora de
Dios poda verse al guiarlos a una organizacin que despus de un lapso de ms de diez aos
no ha revelado defectos que hayan demandado cambios, White tambin proclam una nota
defensiva, al analizar el rol de la Asociacin General.
En especial, escribi que es simplemente un insulto a nuestro sistema de organizacin
el permitir que el presidente (George I. Butler) y otros miembros de la Comisin Ejecutiva de
la Asociacin General hagan todo el trabajo en las reuniones campestres por Estado, y que
luego no muestren el respeto debido por su posicin y opinin en la importante ocupacin
de las asociaciones de los Estados.
De ese modo, White observ que nuestra Asociacin General es la mayor autoridad
terrenal entre nuestro pueblo, y est proyectada para encargarse de toda la obra en este y
en todos los dems pases. De modo que se espera que los oficiales de las asociaciones
de nuestros Estados y tambin los de nuestras instituciones [...] respeten a la Comisin de la
Asociacin General como los hombres asignados para encargarse de la supervisin general de
la causa en todas sus ramas e intereses.
White prosigui, diciendo que los representantes de la Asociacin General deban estar
presentes en cada convocacin administrativa de las asociaciones de los Estados. Advirti a sus
lectores que pasar por alto la funcin propia de los dirigentes de la Asociacin General es un
insulto a los tratos providenciales de Dios con nosotros, y un pecado de magnitud no pequea.
Deberamos tener en cuenta que Jaime White expres bastante, al afirmar que la Asociacin General es la mayor autoridad terrenal en el adventismo, reflejando las creencias
anteriores de su esposa.
Ahora, nosotros sabemos que el contexto inmediato de esa declaracin se relaciona con
las asociaciones locales. Pero cules son las implicaciones para la vida de la iglesia, e incluso
para mi vida personal? La pregunta ms importante para cada uno de nosotros es: Cmo
debera relacionarme con mi iglesia? Ese es un asunto especialmente importante, porque Dios
es una Deidad de orden, y no de confusin.
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s fcil tener una opinin muy elevada o muy baja de los lderes de la iglesia. Ayer vimos
que Butler pec por exceso.
Elena de White se sum a su esposo en contra de la perspectiva de Butler. Al
afirmar que l, en defensa de su estilo de liderazgo independiente y de sus modales bastante
prepotentes, haba elaborado sus ideas de conduccin para su propio beneficio, pas a negar
la validez del principio de liderazgo de un solo hombre.
Por otro lado, si bien rechazaba la autoridad de una sola persona como lder, defendi la
prerrogativa de la Asociacin General como corporacin. Usted pareca no tener un verdadero
sentido del poder que Dios ha dado a la iglesia en la voz de la Asociacin General [...]. Cuando
este poder que Dios ha colocado en la iglesia es acreditado a un hombre y a l se lo inviste con
la autoridad de ser criterio para otras mentes, entonces se cambia el verdadero orden bblico [...].
Su posicin acerca del liderazgo es correcta, si usted concede a la suprema autoridad organizada
en la iglesia lo que le ha otorgado a un hombre. Dios nunca plane que su obra llevara el sello
de la mente de un hombre ni el juicio de un individuo (TI 3: 540, 541).
Al reconocer que por necesidad Jaime tuvo que liderar durante los primeros das de la
iglesia, Elena prosigui, diciendo que una vez que los adventistas hubieron establecido una
organizacin, entonces era el momento apropiado para que mi esposo dejara de llevar por
ms tiempo las responsabilidades y las cargas pesadas (TI 3:549).
En un folleto con su carta a Butler, Jaime adjunt una seccin sobre liderazgo, en la cual
seal que nunca haba profesado ser un lder en ningn otro sentido que el que hace que
todos los pastores de Cristo sean lderes.
As, Jaime y Elena de White se pusieron firmemente a favor de la autoridad de la Asociacin General como un cuerpo, y en contra de la autoridad individualista propuesta por Butler.
La mayora de los adventistas del sptimo da modernos no prestan mucha importancia
a la cuestin de la autoridad eclesistica. Simplemente, hablamos sobre lo que nos gusta o de
lo que no nos importa en el liderazgo.
Pero, este tema es de vital importancia en la Biblia y en nuestra historia. Hacemos bien en
dar una mirada a lo que es la autoridad eclesistica, y a cmo debera impactar en nuestra vida.
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veces, aprendemos recin despus de haber sido derribados casi por completo. As
fue con el presidente de la Asociacin General George I. Butler. Como los esposos
White, a quienes respetaba mucho, se opusieron a su idea de liderazgo individualista,
se arrepinti de sus actos, renunci a la presidencia, compr y quem todos los ejemplares
posibles de su folleto Leadership [Liderazgo] (unos 960), y en el Congreso de la Asociacin
General de 1875 propuso un voto para revocar la ratificacin de sus ideas de liderazgo.
Pero, en vez de apresurarse a votar un tema tan importante, la asamblea nombr una
comisin para estudiar el asunto. El congreso de 1877, que se guio por el informe de la comisin,
vot rescindir la aprobacin de todas las partes del folleto Leadership de Butler que enseara
que el liderazgo del cuerpo es confinado a un solo hombre. La asamblea de 1877, adems,
vot que la mxima autoridad bajo la potestad de Dios entre los adventistas del sptimo da
se encuentra en la voluntad del cuerpo de ese pueblo, segn lo expresado en las decisiones de
la Asociacin General cuando acta dentro de su jurisdiccin debida; y que todos sin excepcin
deberan someterse a esas decisiones, a menos que puedan demostrar que estn reidas con
la Palabra de Dios y los derechos de la conciencia individual.
De modo que, en 1877, Butler y Jaime White, que se alternaron en el ejercicio de la
presidencia entre 1869 y 1888 (White, 1869-1871, 1874-1880; Butler, 1871-1874, 1880-1888),
concordaban visiblemente en cuanto a la autoridad de la Asociacin General como un organismo.
Lamentable, aunque inevitablemente, la delegacin de la Asociacin General proveniente
de las asociaciones locales se reuna apenas unas pocas semanas por ao. Eso, naturalmente,
hizo que los adventistas acudieran al presidente de la Asociacin General y a los miembros de
su pequea comisin ejecutiva en busca de liderazgo. Eso era especialmente cierto cuando
personas enrgicas como Butler y White ejercan la presidencia. Ambos hombres tenan la
tendencia a asumir demasiada autoridad en sus manos y, de ese modo, ms en la prctica que
en teora, se inclinaban hacia el estilo de liderazgo de una persona, mencionado por Butler.
Encontramos una leccin importante aqu, que nos afecta a todos, ya sea que nuestro
liderazgo resida en la sede de la Asociacin, en la iglesia local o incluso en la familia. No
importa lo que creamos en nuestra mente sobre el liderazgo, casi todos nos vemos tentados
a tomar el control.
Aydanos, Padre, al ocuparnos de nuestras inclinaciones naturales. Haznos mejores
lderes.
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ul es su autoridad ideal?
Ayer escuchamos que Elena de White se quejaba del estilo de administracin
de la Asociacin General cuando en realidad esta representaba solo la autoridad
del presidente. Cinco aos despus, ella coment que el carcter sagrado de la causa de
Dios ya no se cuenta en el centro de la obra. La voz de Battle Creek, que ha sido considerada
como autoridad para aconsejar cmo debera hacerse la obra, ya no es la voz de Dios (Carta
4, 1896). Un anlisis cuidadoso de estas declaraciones indica que se refieren a acusaciones
vinculadas a cuando la Asociacin General no actuaba como cuerpo representativo; cuando su
autoridad para tomar decisiones estaba centralizada en una sola persona o en pocas; o cuando
la Asociacin General no haba estado siguiendo principios slidos.
Esa conclusin se alinea con las declaraciones de Elena de White a travs del tiempo. De
hecho, ella habl especficamente y al punto, en un manuscrito ledo frente a los delegados al
Congreso de la Asociacin General de 1909, en el que ella responda a las actividades cismticas
de A. T. Jones, que estaba trabajando para destruir la autoridad de la Asociacin General, en un
intento por volver a las formas congregacionales de gobierno de la iglesia.
A veces, declar a los delegados, cuando un pequeo grupo de hombres al cual ha
sido confiada la direccin general de la obra ha tratado, en el nombre de la Asociacin General,
de llevar a cabo planes imprudentes y de restringir la obra de Dios, he dicho que ya no poda
considerar la voz de la Asociacin General, representada por estos pocos hombres, como la
voz de Dios. Pero esto no es decir que las decisiones de una Asociacin General, compuesta
por una asamblea de representantes debidamente nombrados de todas partes del campo,
no deban respetarse. Dios orden que los representantes de su iglesia de todas partes de la
Tierra, cuando estn congregados en la Asociacin General, tengan autoridad. El error que
algunos corren el peligro de cometer consiste en dar al parecer y criterio de un hombre, o de
un pequeo grupo de hombres, la plena medida de autoridad e influencia que Dios puso en
su iglesia, en el criterio y la voz de la Asociacin General, convocada para hacer planes en favor
de la prosperidad y el progreso de su obra (OE 505).
En el consejo de muchos est la sabidura; y deberamos agregar que el equilibrio del
consejo de aquellos de diversas perspectivas y regiones geogrficas tambin conduce a decisiones bien planificadas. Las decisiones de una iglesia mundial tienen protecciones inherentes,
no disponibles para individuos y congregaciones.
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sas fueron las palabras de Cristo al establecer su iglesia en la Tierra. Pero, la gente las
ha traducido e interpretado de varias formas. La versin Reina-Valera de 1960, por
ejemplo, lo traduce as: Todo lo que atares en la tierra ser atado en los cielos, lo que
hace que parezca que el Cielo ratifica todo lo que la iglesia decide aqu, en la Tierra. La Nueva
Versin Internacional lleva esa lnea de pensamiento an ms lejos, al traducir el pasaje de
esta forma: Todo lo que ates en la tierra quedar atado en el cielo, y todo lo que desates en
la tierra quedar desatado en el cielo.
Esas interpretaciones eluden lo que Jess estaba expresando realmente. El tiempo verbal
en griego indica claramente que deberamos traducir el verbo como habr sido atado. Por
lo tanto, Jess est diciendo que es la iglesia en la Tierra la que lleva a cabo las decisiones
del Cielo, no el Cielo el que ratifica la decisin de la iglesia. Esa no es una diferencia sutil. Y
las dos traducciones han llevado a dos creencias diferentes sobre la autoridad eclesistica en
la historia de la iglesia.
El Comentario bblico adventista lee el texto correctamente, al sealar que si se ampla
el significado de los verbos atar y desatar hasta abarcar la autoridad de dictar lo que los
miembros de la iglesia pueden creer, y lo que pueden hacer en asuntos de fe y de prctica, se
le da un sentido ms abarcador del que Cristo quiso darles, y que el que los discpulos pudieron
entender en esa ocasin. Dios no sanciona esa pretensin.
Los representantes de Cristo en la Tierra tienen el derecho y la responsabilidad de atar
todo lo que ya ha sido atado en el Cielo, y de desatar todo lo que ya ha sido desatado en el
Cielo; es decir, de exigir o de prohibir aquello que la Inspiracin revela con claridad. Ir ms all
de esto es poner la autoridad humana en lugar de la autoridad de Cristo [...] tendencia que Dios
no puede tolerar en aquellos que han sido designados como supervisores de los ciudadanos
del Reino de los cielos en la Tierra.
Hemos dedicado bastantes das a meditar en la autoridad de la iglesia porque es un tema
bblico importante que nos afecta a todos, y porque la mayora le damos muy poca importancia.
En vez de, simplemente, aceptar o rechazar la autoridad de la iglesia, necesitamos comprender su base teolgica, sus limitaciones y su propsito.
Podemos estar agradecidos de que, como cristianos, no estamos solos. Pertenecemos a
una iglesia que sirve de gua en el marco de la Biblia. La autoridad eclesistica equilibrada es
una cosa ms por la que podemos alabar a Dios.
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3 de agosto
Paladines de la temperancia
Para quin ser el ay? Para quin el dolor? Para quin las rencillas? Para quin las quejas? Para
quin las heridas en balde? Para quin lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en
el vino. Proverbios 23:29, 30.
na de las grandes cruzadas de los Estados Unidos del siglo XIX fue el movimiento pro
temperancia, que tena como objetivo la ilegalizacin del uso y la venta de bebidas
alcohlicas. Lyman Beecher, uno de los predicadores ms influyentes de la Nacin,
cre el movimiento en 1825. La intemperancia, dijo a voz en cuello, es el pecado de nuestro
pas [...] y si hay algo que frustrar las esperanzas del mundo [...] es ese ro de fuego. Beecher
sigui exigiendo una correccin nacional, mediante la prohibicin de bebidas fuertes como
artculo comercial.
Para cuando el adventismo haba llegado a su adolescencia, en la dcada de 1870, la
campaa general de temperancia se haba ampliado: inclua la abolicin y todas las bebidas
alcohlicas. La joven iglesia propugnaba activamente a los candidatos de la temperancia, y Elena
de White estaba tan interesada en el asunto que hasta sugiri la medida, sin precedentes, de
ir a las urnas y votar en sbado por los proponentes de la temperancia.
A lo ancho de los Estados Unidos y finalmente alrededor del mundo, el adventismo ofreca
sus oradores y sus propiedades a fin de ayudar en la cruzada contra el alcohol. En 1874, por
ejemplo, los adventistas cedieron sus dos grandes carpas evangelizadoras para una serie de
reuniones que propugnaban el cierre de los 135 bares de Oakland, California, sede del programa
de publicaciones del adventismo en la costa oeste. Esa cooperacin llev a los adventistas a una
relacin de trabajo con el alcalde de la ciudad, varios clrigos, uno de los peridicos locales, y
varios de los principales ciudadanos y empresarios [...]. Despus de organizarse bien, la comisin
ejecutiva planific una serie de reuniones masivas, que se llevaron a cabo en nuestras espaciosas
carpas. Trabajaron da y noche, hasta que toda la ciudad despert a la accin.
El resultado fue una gloriosa victoria, de la que los adventistas recibieron parte del
reconocimiento en los titulares de los peridicos.
Elena de White estaba al frente de los adventistas en la temperancia y, a menudo, hablaba
frente a audiencias no adventistas en los Estados Unidos, Europa y Australia. En 1879, los adventistas del sptimo da haban formado la Asociacin Norteamericana de Salud y Temperancia,
bajo el liderazgo de John Harvey Kellogg.
La cruzada de la temperancia fue un mtodo que Dios us para abrir el camino con el
fin de que la iglesia tuviese un mayor impacto en la cultura de su poca. En qu movimientos
de reforma deberamos (o debera) estar involucrados hoy?
222
4 de agosto
ntre 1872 y 1881, la Iglesia Adventista del Sptimo Da vera pasar al descanso a dos de
sus fundadores. El primero fue Jos Bates, que falleci en el Instituto de Reforma Pro
Salud de Battle Creek el 19 de marzo de 1872, poco antes de cumplir ochenta aos.
El anciano reformador de la salud haba seguido un programa intenso casi hasta el fin. El ao
anterior a su muerte, realiz al menos cien reuniones pblicas, adems de las de su iglesia local
y de las asociaciones a las cuales asisti.
El viejo guerrero concurri a uno de los congresos de la Asociacin General un ao
antes de su muerte. La reunin anual, inform eufricamente, fue de profundo inters
para la causa. Fue alentador escuchar lo que se ha logrado el ao anterior, y enterarnos de
las amplias oportunidades para la obra misionera, y los llamados urgentes y acuciantes para
la tarea ministerial en todo el amplio campo de cosecha. Desesperadamente, Bates deseaba
responder al llamado, pero no poda.
Asisti a su ltimo congreso dos meses antes de fallecer, y cerr con una oracin: Oh,
Seor, en el amado nombre de Jess, aydanos, con este querido pueblo, a cumplir con nuestra
sagrada promesa, y que todo tu pueblo remanente que espera tambin entre en pacto contigo.
Mientras que Bates goz de buena salud hasta el final, no puede decirse lo mismo de
Jaime White. El exceso de trabajo haba disparado una serie de ataques debilitantes, que comenzaron a mediados de la dcada de 1860. Dada la condicin de su salud, es absolutamente
asombroso todo lo que sigui realizando. Falleci el 6 de agosto de 1881, dos das antes de
cumplir sesenta aos.
Elena estaba destrozada. Estoy totalmente convencida, escribi a su hijo Guillermo,
de que mi vida estaba tan entrelazada, o entretejida, con la de mi esposo que me resulta casi
imposible sentir que valgo algo sin l (Carta 17, 1881).
Diecisis aos despus, escribi: Cunto lo echo de menos! Cmo anhelo sus palabras
de consejo y sabidura! Cmo anhelo escuchar sus oraciones mezcladas con mis oraciones, para
pedir luz y direccin, para pedir sabidura a fin de saber cmo planificar la obra! (MS 2: 296).
All es donde entra en juego la esperanza adventista. Junto con Elena, nosotros tambin
esperamos saludar aquella maana de la resurreccin no solo a su esposo y a Bates, sino
tambin a nuestros seres queridos.
223
5 de agosto
Nuevos comienzos
Escudriemos nuestros caminos, y busquemos, y volvmonos a Jehov. Lamentaciones
3:40.
El perodo que va de 1885 a 1900 fue de muchos cambios radicales en la historia adventista. La iglesia enfrentara cambios enormes en casi cada aspecto de su identidad. Tanto
es as que, para comienzos del nuevo siglo, pareca otra cosa, y no lo que haba sido antes.
A la cabeza de la lista estaba el gran cambio de fondo de la teologa adventista que
finalmente eman del Congreso de la Asociacin General de Minnepolis, Minnesota, en 1888.
Motiv un llamado a una predicacin ms cristocntrica, puso a Cristo como el punto focal de
la predicacin adventista como nunca antes y llev a un nfasis en la salvacin por la gracia
mediante la fe, que la iglesia lleg a ver como justificacin por la fe. El nfasis anterior en la Ley
no desapareci, sino que fue reorientado para ocupar su lugar correcto en el plan de salvacin.
El nuevo enfoque en Cristo y en su justicia tambin vio surgir nuevas personalidades al
frente del adventismo. De especial importancia fueron Alonzo T. Jones, Ellet J. Waggoner y W.
W. Prescott. Jones y Waggoner llegaron a ser los predicadores adventistas ms destacados en
la dcada de 1890, y dominaron, por ejemplo, el plpito en cada uno de los seis congresos de
la Asociacin General entre 1889 y 1899. Y, para fines de la dcada, Jones sera el editor de la
Review and Herald, uno de los puestos ms influyentes de la iglesia en ese entonces.
La dcada de 1890 tambin fue testigo del comienzo de una transformacin en las
creencias adventistas acerca de la Deidad. Al fin y al cabo, cada vez que empezamos a hablar
de la salvacin a travs de Cristo, tenemos que tener un Salvador y un Espritu Santo adecuados
para la tarea.
Junto con la reforma en la teologa adventista, habra una explosin en el programa
misionero de la iglesia, que finalmente la enviara a toda nacin. En 1900, la Iglesia Adventista
del Sptimo Da verdaderamente era mundial.
Otro aspecto del enorme cambio fue el educativo. La reforma teolgica y la explosin
misionera llevaron a la transformacin del sistema educativo de la iglesia, en su orientacin y
en su importancia relativa en ella.
El cambio pudo haber sido doloroso, como descubrieron algunos. Pero, tambin era
esencial.
Danos mentes abiertas, oh Dios, al vislumbrar las transformaciones del pasado y a
medida que nos llevas hacia el futuro.
224
6 de agosto
Nuevos temas -1
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios. Efesios 2:8.
En 1850, los adventistas sabatarios estaban entusiasmados con las nuevas verdades que
haban hallado. Nunca dejaron de hablar, de escribir ni de predicar acerca de esas doctrinas
que los hicieron resaltar como pueblo distintivo: la Segunda Venida literal, visual y premilenial;
el ministerio de Cristo en el Santuario celestial, en dos fases; el da de reposo sabtico, en
su contexto del tiempo del fin; y la inmortalidad condicional. Al ser vistas a travs del prisma
del mensaje de los tres ngeles de Apocalipsis 14, esas doctrinas conformaban un poderoso
conjunto teolgico que vala la pena proclamar.
A esta altura, debemos reconocer que los adventistas, en realidad, sustentaban dos
conjuntos de creencias. La primera categora inclua doctrinas que compartan con los dems
cristianos, como la salvacin por gracia solo mediante la fe, la importancia de la Biblia como
el nico determinante de la verdad doctrinal, el papel histrico de Jess como el Salvador del
mundo, el poder de la oracin intercesora, etc.
La segunda categora doctrinal consista en aquellas doctrinas que lo hacan un grupo
de personas diferentes; creencias que los separaban de los dems cristianos, como el sbado
y la enseanza del Santuario celestial.
Dado que los adventistas del siglo XIX vivan bsicamente en una cultura cristiana, tendan a no enfatizar lo que compartan con otros cristianos. Al fin y al cabo, por qu predicar
la gracia salvfica a los bautistas o la importancia de la oracin a los metodistas, cuando ellos
ya crean en esas enseanzas?
Lo importante, segn ellos, era presentar esas verdades adventistas distintivas que los
dems necesitaban or y aceptar.
Como resultado, cuando entraban en una poblacin o una ciudad nueva, conseguan el
mejor lugar de reuniones, a veces el auditorio de una escuela, y luego desafiaban al predicador
ms destacado de la zona a un debate pblico acerca de cul es el da de reposo, o sobre qu
es lo que sucede con una persona cuando muere.
Alguna vez pensaste en tu sistema de creencias y cmo encajan unas con otras? O,
incluso, si es bblicamente vlido?
Deberas hacerlo. Cada uno de nosotros es responsable de saber por qu somos cristianos
y por qu somos adventistas. Te desafo hoy a profundizar el estudio personal de la Biblia.
225
7 de agosto
Nuevos temas -2
Respondiendo Simn Pedro, dijo: T eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Mateo 16:16.
yer vimos que los primeros predicadores adventistas crean que deban concentrarse
en aquellos temas que los distinguan, como el da de reposo sabtico, y no en aquellas
doctrinas que compartan con los dems cristianos.
Su mtodo de entrar en una comunidad y desafiar a un pastor destacado a un debate
pblico pareca funcionar; al fin y al cabo, sin televisores, el mejor espectculo en un pueblo
chico tal vez fuese el de dos predicadores discutiendo sobre cmo sufre la gente en el infierno.
De todos modos, los evangelistas adventistas no parecan haber tenido ninguna dificultad para
reunir a una multitud con el fin de que escuchara su mensaje.
Pero, despus de cuarenta aos de enfatizar las verdades adventistas distintivas en una
atmsfera de debate en detrimento de las doctrinas cristianas generales, esto tuvo dos efectos
perjudiciales. Primeramente, produjo algunos adventistas bastante combativos; rasgo de la
personalidad que inquiet a la iglesia en los acontecimientos relacionados con las reuniones
de 1888.
Ms all de eso, cuatro dcadas de enfatizar demasiado las enseanzas distintivas y de
descuidar las doctrinas compartidas llev a una disyuntiva entre el adventismo y el cristianismo
bsico. A mediados de la dcada de 1880, el tema haba alcanzado proporciones problemticas.
La iglesia haba hecho un excelente trabajo al predicar lo que era adventista en el adventismo,
pero haba perdido de vista el conjunto ms amplio, que haca que el adventismo fuese cristiano.
El adventismo necesitaba corregir el rumbo. Dos hombres relativamente jvenes de la
parte oeste de los Estados Unidos, A. T. Jones y E. J. Waggoner, comenzaron esa correccin. Al
principio, pareca que Jones y Waggoner estaban haciendo un ajuste doctrinal, al dar un lugar
mayor a Cristo y la fe dentro de la teologa adventista, y un papel menos destacado a la Ley.
Pero, los dirigentes de la iglesia G. I. Butler y Uras Smith vean esa correccin como un
gran terremoto teolgico. Consideraban que las nuevas enseanzas eran un derrocamiento del
adventismo histrico, con su nfasis en la Ley y las obras.
Como resultado, lucharon contra ella con todas sus fuerzas; que no eran pocas, dado el
hecho de que tenan influencia directa sobre los predicadores de la iglesia, que todava apenas
contaba con unos 25.000 miembros en el mbito mundial.
Seor, aydanos a aprender de nuestra historia lecciones de equilibrio teolgico en
nuestro caminar contigo.
226
8 de agosto
Nuevos temas -3
Como el agua fra al alma sedienta, as son las buenas nuevas de lejanas tierras. Proverbios 25:25.
n 1886, los bandos de la lucha teolgica adventista que se avecinaba eran bastante
visibles. Por un lado, estaban G. I. Butler, el presidente de la Asociacin General, y Uras
Smith, secretario de la Asociacin General. Por el otro, estaban los dos editores recin
llegados del oeste: A. T. Jones y E. J. Waggoner.
Parece que la nica participante destacada del conflicto trat de permanecer neutral,
para poder trabajar con ambas partes. Sin embargo, a comienzos de 1887, Elena de White
comenz a inferir que los hombres ms jvenes estaban siendo tratados injustamente, en una
lucha desigual; pero que ellos tenan algo que ensear, que la Iglesia Adventista del Sptimo
Da necesitaba desesperadamente or. Por lo tanto, para abril de 1887, ella se haba dedicado
a asegurarse de que Jones y Waggoner consiguiesen una audiencia en el Congreso de la
Asociacin General de 1888.
Despus de todo, fue Elena de White la que revel con mayor claridad la verdadera
importancia del mensaje de 1888 de Jones y Waggoner. Su tema principal se centr en la
reinterpretacin de parte de Apocalipsis 14:12: Aqu est la paciencia de los santos, los que
guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jess.
Ese pasaje es el texto central de la historia adventista. Contiene el ltimo mensaje que
dara Dios al mundo antes de la Segunda Venida, que es representado como algo que ocurre
en los versculos 14 al 20.
Lo interesante es que ambos bandos de la lucha adventista en torno a 1888 se centraban en Apocalipsis 14:12; pero enfatizaban diferentes partes del versculo. Los tradicionalistas
ensalzaban los Mandamientos de Dios, mientras que los reformadores enfatizaban la fe de
Jess. De las reuniones de Minnepolis, surgi una nueva interpretacin de Apocalipsis 14:12,
que cambiara para siempre la forma de la teologa adventista.
Elena de White sufri por apoyar a Jones y Waggoner. En diciembre de 1888, record el
Congreso de la Asociacin General que haca poco haba concluido y declar: Mi testimonio
fue ignorado, y nunca en mi vida [...] me trataron como en ese congreso (Carta 7, 1888).
Algunos creemos que en los buenos tiempos de antao todo andaba bien en la iglesia.
No es as! Ahora tampoco es as. Las personas buenas se enojan unas con otras, y necesitan
orar para que Dios las perdone.
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9 de agosto
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17 de agosto
l hecho de que este pasaje pudiera causar una explosin adventista es un poco ms
fcil de ver que el de los diez cuernos de Daniel 7; especialmente, si leemos que el texto
presupone que no haba ninguna necesidad de la Ley despus de la venida de Cristo, y
no que la Ley siempre nos seala los pecados y, ms all de ellos, al Salvador.
Butler y sus amigos indudablemente teman la primera opcin. Y eso sera grave, si la
Ley fuese los Diez Mandamientos. Las tropas de Butler consideraban que esa interpretacin
era una amenaza para la misma esencia de la teologa adventista: la continua sacralidad del
da de reposo sabtico est incrustada en la misma Ley moral. Por lo tanto, los dirigentes de
la iglesia perciban que Jones y Waggoner estaban poniendo en peligro uno de los pilares
centrales del adventismo.
Durante ms de treinta aos, la iglesia haba sostenido la interpretacin de la ley ceremonial. Y entonces, en medio de la crisis de la ley dominical, Waggoner tuvo que plantear
una enseanza que, segn Butler y Smith, socavaba la misma base de su razn de observar
el sbado, y as brindaba gran ayuda y consuelo a los enemigos adventistas que estaban en
contra de la Ley.
Butler consideraba que la nueva enseanza era la cua de entrada por la que se podra
dejar entrar un diluvio de cambios doctrinales y profticos en la Iglesia Adventista.
Smith era uno en corazn y mente con Butler. Para l, despus de la muerte del hermano
White, la mayor calamidad que cay sobre nuestra causa fue cuando el Dr. Waggoner public
sus artculos sobre el libro de Glatas en la Signs. Afirm rotundamente que si la iglesia alguna
vez cambiaba su postura sobre Glatas, conmigo no cuenten, porque an no estoy preparado
para renunciar al adventismo del sptimo da.
A veces, el temor impulsa a nuestra teologa a una lectura ms cuidadosa de la Biblia.
Cuando esto ocurre, a veces reaccionamos y perdemos la capacidad de leer el texto claramente.
Padre, aydanos a leer tu Palabra con ambos ojos abiertos y nuestras emociones
en su lugar.
236
18 de agosto
l hecho de que Elena de White hubiera tenido una visin en la que haba identificado
la ley de Glatas en la dcada de 1850 complicaba an ms el conflicto. Butler y Smith
aseguraban que ella la haba especificado como la ley ceremonial. Ella respondi que
recordaba la visin, pero, como no haba registro escrito, no recordaba lo que haba dicho,
y que deban abandonar el tema porque no era importante. Para ella, era una mera mota
de un problema. Su preocupacin no era la ley, sino presentar a Jess y su amor ante mis
hermanos, porque vi sealadas evidencias de que muchos no tenan el espritu de Cristo
(Manuscrito 24, 1888).
Esa conversacin enardeci an ms a Butler y a Smith, quienes ahora acusaron a Elena
de White de cambiar de opinin. E insinuaron que ningn profeta verdadero podra hacer eso;
por lo tanto, su don proftico tambin fue objeto de crticas por parte de los dirigentes de la
iglesia, en un momento ya tenso.
Pero, no era la primera vez, en la dcada de 1880, que Smith se haba disgustado con la
profetisa adventista. En 1882 se haba alborotado por un testimonio que criticaba su manejo
de Goodloe Harper Bell, en el Colegio de Battle Creek. En ese entonces, haba llegado a la
conclusin de que no todo lo que ella escriba era de Dios: el consejo de ella era inspirado
solamente si deca Vi. As que, a menos que dijeran Vi, las cartas que ella le enviaba eran
buenos consejos, simplemente; o un mal consejo, segn Smith, en el caso de Bell.
A mediados de la dcada de 1880, en medio del conflicto de Glatas, Butler se haba
unido a Smith en su opinin resentida respecto de los malos consejos de Elena de White.
Elena de White, por supuesto, tena su propia opinin al respecto. Si las opiniones
preconcebidas o las ideas particulares de algunos son contradichas al ser reprendidas por
los testimonios, ellos sienten inmediatamente la necesidad de hacer clara su posicin para
discriminar entre los testimonios, definiendo lo que es el juicio humano de la hermana White
y lo que es la Palabra de Dios. Cualquier cosa que sostenga sus ideas acariciadas es divina, y
los testimonios que corrigen sus errores son humanos: son las opiniones de la hermana White.
Anulan el efecto del consejo de Dios con su tradicin (Manuscrito 16, 1889).
Protgenos, oh Dios, de nosotros mismos.
237
19 de agosto
utler sali a resolver los conflictos por la ley de Glatas y los diez cuernos de Daniel 7 a
finales de 1886. Primero, escribi una serie de cartas para que Elena de White se pusiera
de su lado. Segundo, prepar un breve comentario sobre Glatas, que en realidad fue
un libro de 85 pginas titulado The Law in the Book of Galatians [La ley en el libro de Glatas],
que desafiaba la postura de Waggoner.
Tercero, trat de usar el Congreso de la Asociacin General de 1886 con el fin de poner
en su lugar las falsas enseanzas de Jones y Waggoner, y as hacer que la iglesia retomara el
rumbo. El presidente de la Asociacin General entreg un ejemplar de su libro a cada asistente.
Lo ms importante es que organiz una comisin teolgica para resolver los temas debatidos,
de una vez por todas.
Pero, la esperanza de Butler de una declaracin de credo que establecera para siempre
la verdad sobre los puntos controvertidos se vio frustrada. La comisin de nueve miembros se
dividi en cinco a cuatro. Discutimos durante varias horas, inform Butler, pero ninguna de
las partes estaba convencida. La siguiente duda, seal, era si debamos presentarlo ante el
Congreso y tener una gran pelea pblica al respecto. Al ser un astuto poltico, se dio cuenta
de que ese accionar nicamente causara ms problemas.
Tanto Butler como Elena de White recordaran el Congreso de la Asociacin General de
1886 como aquel congreso terrible. Si bien l seal que la reunin fue una de las ms tristes
a las que hubiese asistido, ella destac que Jess estaba apenado y herido en la persona de
sus santos. Especialmente, se sinti molesta por la dureza, la falta de respeto y de amor
compasivo de hermano a hermano (Carta 21, 1888; Manuscrito 21, 1888). La dinmica de las
reuniones de Minnepolis ya estaba establecida.
La baja ms grave de la reunin de 1886 fue D. M. Canright, un firme defensor de
la postura de Butler sobre la Ley. Aparentemente, entendi que la postura tradicional del
adventismo tena problemas. Haba reconocido que Butler y sus amigos estaban exaltando la
Ley por encima de Cristo. Pero, en vez de adoptar la creencia de Waggoner de que los Diez
Mandamientos conducen a las personas hacia Cristo, Canright abandon el adventismo y la
Ley, y se transform en el antagonista ms agresivo de la iglesia.
No hay ningn tema ms importante que la exaltacin de Jess.
Guanos, Seor, mientras meditamos, en la historia adventista, sobre el lugar de Cristo
en nuestra vida.
238
20 de agosto
lena de White estaba cada vez ms preocupada por su iglesia y hacia dnde esta se
diriga. Expuso algunos de sus pensamientos y temores en una carta dirigida a Jones
y a Waggoner el 18 de febrero de 1887. Hay peligro de que nuestros ministros se
ocupen demasiado de las doctrinas, predicando demasiados discursos acerca de temas debatidos, cuando su propio ser necesita de la piedad prctica [...]. Las maravillas de la redencin
se consideran muy livianamente. Necesitamos que estos temas sean presentados ms plena
y continuamente [...]. Hay peligro de que los discursos y los artculos sean como la ofrenda de
Can: sin Cristo (Carta 37, 1887).
Parte de su carta era un reprimenda para Jones y Waggoner por hacer pblicas varias
cuestiones en un tiempo de crisis, y por cierto acerca de sus rasgos de carcter indeseables.
Ambos hombres respondieron de forma positiva, y humildemente se disculparon por sus faltas
pblicas y privadas.
Una copia de la carta que reconvena a Jones y a Waggoner fue enviada a Butler. Enfervorizado por su contenido, errneamente la interpret como una confirmacin de su postura
sobre la Ley. En su euforia, escribi a Elena de White que en realidad haba llegado a amar
a esos dos jvenes, y seal que senta pena por ellos. Siempre me compadezco de los que
sufren un chasco fuerte. A pesar de su compasin, Butler public jubilosamente un artculo
agresivo en la Review del 22 de marzo, promocionando su postura sobre las dos leyes.
Por decirlo de alguna manera, el uso que Butler hizo de la carta a Jones y a Waggoner
molest a la seora de White. El 5 de abril de 1887, lanz una carta a Butler y a Smith, afirmando
que la nica razn por la cual les envi una copia de su carta a los hombres ms jvenes era
que ellos necesitaban seguir las mismas advertencias en cuanto a hacer pblicas las desavenencias. Pero, ahora que Butler haba vuelto a abrir la batalla pblicamente, era justo dar una
oportunidad a Waggoner de presentar su postura.
Cuando Elena de White comenz a ver los problemas con mayor claridad, se volvi ms
agresiva hacia los mtodos prepotentes de los dirigentes de la Asociacin General. Debemos
trabajar como cristianos, escribi. Siempre rindindonos a la verdad bblica, queremos llenarnos de la plenitud de Dios, y tener la mansedumbre y la humildad de Cristo (Carta 13, 1887).
Eso necesitamos cada uno de nosotros todava.
Aydanos, Seor, a tener tu humildad y tu espritu, aun en tiempos de conflictos
teolgicos.
239
21 de agosto
lena de White declar: Not desde el mismo comienzo de la reunin [en Minnepolis] un
espritu que me preocup; una actitud que nunca antes haba visto entre sus hermanos
lderes y pastores. Le molest que fuese tan diferente del espritu de Cristo, tan contrario
al espritu que debera manifestarse mutuamente, que llen mi alma de angustia (MS 3: 184,
198). Lleg a pensar que esa hostilidad era el espritu de Minnepolis, o el espritu de los
fariseos. Es esencial comprender la actitud manifestada en Minnepolis, si deseamos entender
la dinmica de las reuniones de 1888 y la posterior historia adventista.
Una descripcin compuesta acerca del espritu de Minnepolis, segn la represent la
seora de White, tendra las siguientes caractersticas. Primero, mostraba sarcasmo y bromas
hacia el componente reformista de la iglesia. Algunos, por ejemplo, se referan a Waggoner
como la mascota de la hermana White. Segundo, daba lugar a las crticas. Tercero, muchos
manifestaban malas sospechas, odio y celos. Cuarto, sus poseedores estaban embriagados con
el espritu de resistencia a la voz del Espritu. Quinto, llevaba a quienes lo tenan a hablar de
una manera calculada para enardecer a los dems, en relacin con aquellos que tenan creencias doctrinales contrarias. Sexto, generaba contencin y debate doctrinal, en lugar del espritu
de Jess. Sptimo, generaba una actitud que llevaba a juegos de palabras y a sutilezas de
palabras en los debates doctrinales. En sntesis, el espritu manifestado era descorts, poco
caballeroso y poco cristiano.
Una de las cosas ms notables sobre el espritu de Minnepolis es que fue el resultado
de un deseo de proteger los antiguos hitos doctrinales. Elena de White deploraba el hecho
de que una diferencia en la aplicacin de algunos pasajes bblicos hace que los hombres se
olviden de sus principios religiosos (Manuscrito 30, 1889). Dios me libre de sus ideas [...],
declar, si la recepcin de esas ideas me hara tan anticristiana en mi espritu, palabras y obras
(Manuscrito 55, 1890).
La tragedia de Minnepolis fue que, al tratar de conservar la pureza doctrinal del adventismo y sus interpretaciones bblicas tradicionales, los lderes de Battle Creek haban perdido
su cristianismo.
Slvanos, oh Seor, del espritu de los fariseos. Clmanos con el espritu de Jess en
todo lo que hagamos hoy.
240
22 de agosto
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23 de agosto
l 5 de agosto de 1888, dos meses antes del inicio de las reuniones de la Asociacin
General, Elena de White escribi una carta poderosa a los Queridos hermanos que se
reunirn en la Asociacin General, con la que meti el dedo en los problemas viscerales
del enfrentamiento teolgico. Escucha con atencin sus preocupaciones y los temas.
Con humildad de mente, con el Espritu de Cristo, escudrien las Escrituras cuidadosamente, para ver cul es la verdad. La verdad no puede perder nada con una investigacin a
fondo. Que la Palabra de Dios hable por s misma, que sea su propio intrprete [...].
Hay una maravillosa [es decir, asombrosa] pereza, que es permitida por una gran clase
de nuestros pastores que estn dispuestos a que otros [es decir, Smith y Butler] escudrien las
Escrituras por ellos; y toman la verdad de sus labios como un hecho positivo, pero no saben si
es la verdad bblica por su propia investigacin personal ni por las profundas convicciones del
Espritu de Dios sobre su corazn y mente [...].
Nuestro pueblo, en forma individual, debe entender la Biblia ms a fondo, porque por
cierto sern llamados a presentarse ante concilios, sern criticados por mentes agudas y crticas.
Una cosa es dar su consentimiento a la verdad, y otra cosa es, mediante un examen minucioso
como estudiosos de la Biblia, saber cul es la verdad [...].
Muchos, muchos se perdern porque no han estudiado su Biblia de rodillas, con oracin
ferviente a Dios para que el ingreso de la Palabra de Dios pueda dar luz a su comprensin [...].
Uno de los obstculos ms grandes para nuestro xito espiritual es la gran falta de
amor y respeto demostrado por el otro [...] es la obra del enemigo crear un espritu festivo, y
tener sentimientos festivos, y algunos creen que estn haciendo la obra de Dios al reforzar el
prejuicio y los celos entre los hermanos [...].
La Palabra de Dios es la gran detectora de errores, ante la cual debemos traer todas las
cosas. La Biblia debera ser la norma de cada doctrina y prctica. Deberamos estudiarla con
reverencia. No deberamos recibir opinin alguna sin antes compararla con las Escrituras. En
asuntos de fe, es la autoridad divina y suprema (Carta 20, 1888).
En esos pensamientos hallamos nuestras rdenes de marcha para hoy.
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24 de agosto
La conspiracin de California
Jess entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: Qu cavilis en vuestros
corazones? Lucas 5:22.
243
25 de agosto
Un lder confundido
Porque donde hay envidias y rivalidades, tambin hay confusin y toda clase de acciones malvadas.
Santiago 3:16, NVI.
ablemos de confusin.
Esa misma palabra describe la mente del presidente de la Asociacin General,
George I. Butler, en vsperas del Congreso de la Asociacin General de 1888. Influenciado por los pensamientos de la conspiracin de California, espet una carta escrita a mquina
de 42 pginas a Elena de White el 1 de octubre, pocos das antes de las reuniones, que, en el
mejor de los casos, revela un estado mental de total confusin.
Despus de expresar que estaba sufriendo de agotamiento nervioso y que, debido a que
su fuerza nerviosa se haba agotado, deba abandonar todos los puestos de responsabilidad
en la causa, atac a Elena de White, dicindole que ella era la causa de su condicin actual
ms que ninguna otra cosa.
Butler estaba especialmente indignado por su supuesto revs sobre la naturaleza de la
ley en Glatas. Por decirlo de algn modo, estaba obsesionado con el tema.
El principio de esta duda que ha estado en la costa del Pacfico durante los ltimos cuatro
aos, escribi, est cargado de maldad y solo maldad. Creo firmemente que se descubrir que
es la causa del desconcierto en la mente de muchos de nuestro pueblo, que acabar con su
fe en la obra como una unidad, y que las almas se perdern y abandonarn la verdad a causa
de esto, y que se abrir una puerta ancha para otras innovaciones venideras que derribarn
nuestras antiguas posturas de fe.
Y la forma en que se ha manejado tender a truncar la confianza de nuestro pueblo en
los mismos Testimonios. Y creo que todo este asunto har ms por acabar con la confianza en
su obra que ninguna otra cosa que haya ocurrido desde que existe esta causa [...]. Acabar con
la fe de muchos de nuestros principales obreros, en los Testimonios.
Continu culpando a Guillermo White por gran parte del problema, y manifest que
Jones y Waggoner deban ser reprendidos pblicamente.
Butler crea que haba sido asesinado en casa de sus amigos. Mental y fsicamente
destrozado, no asistira al congreso de 1888.
Y todo por una cuestin que Elena de White le haba dicho que no era importante.
As son los hechos de la historia.
Quiz nos hayamos sorprendido con Butler. Pero, cuntos nos hemos amargado por las
aristas teolgicas de la Biblia hasta hallarnos en un estado similar de enfermedad espiritual
y mental. Que tengamos la gracia de Dios no para especializarnos en nimiedades, sino para
centrarnos en los grandes temas trascendentes de la Escritura.
244
26 de agosto
El mensaje de 1888 -1
Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraer a m mismo. Juan 12:32.
n estos das escuchamos mucho acerca del mensaje de 1888. Qu fue? Qu es? Quizs
el mejor resumen haya aparecido en una carta que Elena de White escribi pocos aos
despus de las reuniones de Minnepolis. Lee y escucha con los odos de tu corazn.
En su gran misericordia, el Seor envi un preciossimo mensaje a su pueblo por medio
de los pastores Waggoner y Jones. Este mensaje tena que presentar en forma ms destacada
ante el mundo al sublime Salvador, el sacrificio por los pecados del mundo entero. Presentaba
la justificacin por la fe en el Garante; invitaba a la gente a recibir la justicia de Cristo, que se
manifiesta en la obediencia a todos los mandamientos de Dios. Muchos haban perdido de vista
a Jess. Necesitaban dirigir sus ojos a su divina Persona, a sus mritos, a su amor inalterable
por la familia humana. Todo el poder es colocado en sus manos, y l puede dispensar ricos
dones a los hombres, impartiendo el inapreciable don de su propia justicia al desvalido agente
humano. Este es el mensaje que Dios orden que fuera dado al mundo. Es el mensaje del tercer
ngel, que ha de ser proclamado en alta voz y acompaado por el abundante derramamiento
de su Espritu.
El exaltado Salvador ha de aparecer en su obra eficaz como el Cordero inmolado, sentado
en el Trono, para dispensar las inapreciables bendiciones del Pacto, los beneficios que pag
con su vida en favor de toda alma que haba de creer en l. Juan no pudo expresar ese amor
en palabras porque era demasiado profundo, demasiado ancho, e invit a la familia humana
a contemplarlo. Cristo est intercediendo por la iglesia en los atrios celestiales, abogando en
favor de aquellos por quienes pag el precio de la redencin con su propia sangre. Los siglos y
las edades nunca podrn aminorar la eficacia de este sacrificio expiatorio (TM 91, 92; nfasis
aadido).
Qu mensaje!
Los adventistas haban exaltado el sbado, el Santuario, el estado de los muertos, la
Segunda Venida; pero no haban exaltado lo suficiente a la nica Persona que haca que todo
lo dems fuese significativo.
En pocas palabras, Elena de White se sum a Jones y a Waggoner en un llamado al
adventismo a cambiar su enfoque. T ya lo has hecho? Si no, por qu no todava?
245
27 de agosto
El mensaje de 1888 -2
Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redencin que es en Cristo Jess. Romanos 3:24.
246
28 de agosto
El mensaje de 1888 -3
En esto conocern todos que sois mis discpulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Juan 13:35.
urante los ltimos dos das hemos estado examinando el corazn del mensaje de 1888
a partir de una carta escrita en 1895. Hoy queremos verlo desde una pgina del diario
que Elena de White escribi en febrero de 1891.
Muchos de nuestros predicadores, reflexion, se han contentado con hacer meramente
sermones, presentando temas de una manera argumentativa, haciendo escasa mencin del
poder salvador del Redentor. Su testimonio estaba desprovisto de la sangre salvadora de Cristo.
Su ofrenda se pareca a la de Can [...].
Por qu no se lo presenta a la gente como el Pan de vida? Porque no habita en el corazn de muchos de los que piensan que es su deber predicar la Ley [...]. La iglesia ha estado
hambrienta del Pan de vida.
De todos los cristianos profesos, los adventistas del sptimo da deberan ser los primeros en exaltar a Cristo ante el mundo [...]. La Ley y el evangelio, armonizados, convencern de
pecado. La Ley de Dios, si bien condena el pecado, seala al evangelio, revelando a Jesucristo
[...]. En ningn discurso deben divorciarse [la Ley y el evangelio] [...].
Por qu, entonces, en la iglesia se manifiesta una falta de amor tan grande [...]? Es
porque Cristo no es presentado constantemente delante de la gente. Sus atributos de carcter
no son llevados a la vida prctica [...].
Existe el peligro de presentar la verdad de manera que se exalte el intelecto, dejando
insatisfechas las almas de los oyentes. Quiz se presente una teora correcta de la verdad, y sin
embargo es posible que no se manifieste la calidez del afecto que el Dios de verdad requiere [...].
La religin de muchos es muy similar a un carmbano: fra como un glaciar [...] no pueden
tocar el corazn de los dems, porque su corazn no est recargado con el bendito amor que
fluye del corazn de Cristo. Hay otros que hablan de religin como una cuestin de voluntad.
Se explayan en el deber riguroso, como si fuese un amo que gobierna con un cetro de hierro:
un amo severo, inflexible, todopoderoso, desprovisto del amor dulce y fundente, y de la tierna
compasin de Cristo (Manuscrito 21, 1891).
Aydanos, Padre, a captar la esencia de lo que es el evangelio y de lo que debe hacer
en nuestra vida. Amn.
247
29 de agosto
En el Congreso de la Asociacin
General -1
El hermano ofendido es ms tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como
cerrojos de alczar. Proverbios 18:19.
o todas las reuniones de la iglesia son igualmente agradables. Las reuniones de Minnepolis, lamentablemente, tuvieron un balance negativo.
El Journal de Minnepolis del 13 de octubre pregon que los adventistas eran
un pueblo peculiar que guarda el sbado como el domingo, venera a una profetisa y cree que
el fin del mundo est cercano.
El Journal del 19 de octubre inform que los adventistas abordan los problemas difciles
de la teologa con casi el mismo afn con que un hombre serio arremete contra un atado de
lea. El peridico podra haber agregado que eran casi igual de amables entre s, en su dilogo
teolgico. El espritu agresivo evidenciado era exactamente lo que Elena de White haba temido
que podra ocurrir.
El Congreso de la Asociacin General de 1888 se congreg en el nuevo templo adventista construido en Minnepolis, Minnesota, del 17 de octubre al 4 de noviembre. Un concilio
ministerial que dur del 10 al 17 de octubre precedi al congreso formal de la Asociacin
General. Si bien los asuntos tratados se restringieron a la sesin formal, los debates teolgicos
se extendieron a travs de ambas reuniones. Waggoner seal, casi al cierre del congreso, que
los tres puntos teolgicos de la agenda haban sido los diez cuernos de Daniel 7, el Papado y
la propuesta de ley dominical, y la Ley y el evangelio, en sus diversas relaciones, bajo el ttulo
de justificacin por la fe.
De esos tres, el nico que no dividi a las autoridades adventistas en Minnepolis fue el
tema de la libertad religiosa. Todos estuvieron de acuerdo en que la propuesta de ley dominical
nacional representaba una seal siniestra de la historia proftica relacionada con Apocalipsis
13 y 14. Como resultado, nadie cuestion los sermones de A. T. Jones sobre libertad religiosa.
El congreso adopt tres medidas en cuanto a la cuestin del domingo: publicar los
sermones de Jones sobre el tema, patrocinarlo en una gira de conferencias para presentar el
tema y pedirle que encabezara una delegacin de tres, para dar testimonio ante la comisin
correspondiente del Senado de los Estados Unidos.
De modo que, al concluir el congreso, Jones estaba yendo por buen camino para convertirse en un defensor de la libertad religiosa de tiempo completo, cargo en el que hara algunas
de sus contribuciones ms importantes a la Iglesia Adventista.
Padre, clmanos, especialmente en tiempos difciles, con tu Espritu, de modo que
aprendamos a trabajar con los dems de forma ms eficiente.
248
30 de agosto
En el Congreso de la Asociacin
General -2
De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fusemos justificados
por la fe. Glatas 3:24.
o sali mucha luz teolgica del debate sobre los diez cuernos de Daniel 7 en Minnepolis. Su principal contribucin fue la tensin, cuando Smith pronunci que incluso
analizar el tema era absolutamente innecesario y se estaba haciendo pedazos la
antigua verdad; Jones proclam que l no se hara responsable de la ignorancia de Smith en determinados temas; y Elena de White respondi: No tan tajante, hermano Jones; no tan tajante.
Por otro lado, hubo un autntico progreso teolgico en el sentido de llegar a una interpretacin de la justificacin por la fe. Uno de los hechos interesantes de las reuniones de
1888 fue que, aunque las partes contrincantes entraron en las reuniones con el asunto de la
ley de Glatas en la frente, el principal resultado de los encuentros fue un nuevo nfasis en la
justificacin por la fe. Cmo ocurri eso, ha sido un misterio para muchos.
Waggoner debera recibir reconocimiento por el nuevo rumbo que tom el tema. Tom
la decisin estratgica de no simplemente debatir el tema de la ley de Glatas, sino tambin
de plantear el tema de la salvacin en trminos de la Ley y el evangelio, para luego analizar el
libro de Glatas en ese contexto.
Por lo tanto, aunque Waggoner hizo al menos nueve presentaciones sobre temas de
evangelio y Ley, las primeros cinco o seis se centraron en la justificacin por la fe; solo despus
de eso se ocup ms especficamente de Glatas. Eso hizo que el tema de Glatas quedara en
segundo plano y que el tema de la salvacin tomara la delantera.
Segn la teologa de Waggoner, la ley de los Diez Mandamientos nos lleva a Cristo, para
que podamos ser justificados mediante la fe. Elena de White lo respaldaba en ese punto. Dijo a
los delegados: Veo la belleza de la verdad en la presentacin de la justicia de Cristo en relacin
con la Ley, como el doctor nos la ha presentado [...]. Armoniza perfectamente con la luz que Dios
se ha complacido en darme durante todos los aos de mi experiencia (Manuscrito 15, 1888).
En ese pasaje, Elena de White resalt lo que consideraba como una de las contribuciones
ms importantes de Waggoner a la teologa adventista. l haba construido un puente entre
la Ley y el evangelio, al explicitar la funcin evanglica de la ley de los Diez Mandamientos.
La Ley todava funciona de ese modo en nuestra vida: no solo mantiene el ideal de Dios,
sino adems conduce hacia Cristo a quienes no llegan a ese ideal, en procura de perdn y
justificacin.
249
31 de agosto
u tiene para decir la Biblia sobre este tema? Ese era el interrogante de Pablo al
pensar en la justificacin por la fe en el libro de Romanos. Tambin haba sido
el planteo de los primeros adventistas sabatarios. Al ser un pueblo radicalmente
comprometido con la Biblia, se haba negado a usar la tradicin, la autoridad eclesistica, la
experiencia acadmica o cualquier otra forma de autoridad religiosa para resolver sus interrogantes teolgicos. Era el pueblo de un Libro.
Las cosas haban cambiado entre los dirigentes adventistas a fines de la dcada de 1880.
En la era Minnepolis, intentaban usar al menos cuatro formas de autoridad humana con el fin
de resolver las controversias teolgicas que preocupaban a la iglesia.
La primera se centraba en la posicin autoritativa. Butler, con su voluntad frrea, era
especialmente susceptible a ese enfoque. Su concepto de que los lderes tenan criterios
ms claros y posturas ms importantes que los seguidores lo prepar para ciertos abusos de
autoridad. Elena de White lo reprendi, en octubre de 1888, por favorecer a quienes concordaban con l, mientras que miraba con sospechas a los que no se sentan obligados a recibir
las impresiones e ideas de los seres humanos, [actuando] solo como ellos actan, [hablando]
solo como ellos hablan, [pensando] solo como ellos piensan y, de hecho, [volvindose] poco
menos que mquinas (Carta 21, 1888).
El enfoque del presidente de la Asociacin General, al incentivar a los adventistas a mirar
a un solo hombre para que piense por ellos, para que sea su conciencia, a los ojos de la seora
de White, haba creado demasiados dbiles, que se convertan en incapaces de permanecer
en su puesto del deber (Carta 14, 1891).
Al denigrar la postura autoritativa en temas doctrinales y bblicos, Elena de White seal,
en diciembre de 1888, que no deberamos considerar que el pastor Butler ni el pastor Smith
son los guardianes de las doctrinas de los adventistas del sptimo da, y que nadie puede
atreverse a expresar una idea que difiera de la de ellos. Mi clamor ha sido: Investiguen las
Escrituras por su cuenta [...]. Ningn hombre debe ser una autoridad para nosotros (Carta
7, 1888; nfasis aadido).
Y as es. La Palabra de Dios, segn se encuentra en la Biblia, es la autoridad para todo
creyente. As fue en 1888. Y as lo es todava hoy. Con eso en mente, con el apstol, necesitamos
comenzar cada da con un Qu dice la Escritura?
250
1 de septiembre
251
2 de septiembre
n tercer uso no vlido de la autoridad humana durante la era de 1888 tena que ver con
la dependencia de la tradicin adventista para resolver un punto. Tanto Smith como
Butler usaron repetidas veces el argumento de que como las creencias adventistas
sobre Glatas y Daniel haban permanecido durante cuarenta aos, no deban cambiarse. Smith,
incluso, lleg a afirmar que si las interpretaciones tradicionales estaban equivocadas, se vera
forzado a renunciar al adventismo.
E. J. Waggoner y A. T. Jones, por supuesto, rechazaron el llamado a la tradicin adventista.
J. H. Waggoner apoyaba a su hijo. Durante mucho tiempo he credo, escribi, que es un
grave error, que est creciendo entre nosotros, que una persona, o incluso una casa editora,
emita sus opiniones, y mantenga a la iglesia atada a esa postura porque dio la casualidad de
que fue publicada por ella [...]. Las exposiciones de las Escrituras no pueden descansar sobre
la autoridad de la tradicin. Solo pueden establecerse mediante la investigacin serena y el
razonamiento justo; y entonces todos deben tener el mismo derecho a expresar sus opiniones.
Elena de White, como de costumbre, estaba del lado de los reformadores. Como pueblo, advirti, sin duda estamos en gran peligro, si no estamos constantemente en guardia, de
considerar que nuestras ideas, por haber sido acaricidas durante mucho tiempo, son doctrinas
bblicas e infalibles en todo sentido. Este es nuestro peligro, y este sera el mayor mal que podra
sobrevenirnos como pueblo (Manuscrito 37, 1890).
La tradicin es un tema interesante. Todo adventista ferviente puede ver que otros cristianos se equivocan, al depender de su tradicin. Al fin y al cabo, esas tradiciones, en algunos
casos, son obviamente errneas. Nosotros afirmamos que deberan ir a la Biblia.
Pero, a la tradicin adventista a veces se la ve desde otra perspectiva. Segn la lgica,
no tenan la verdad nuestros pioneros?
S, podramos responder; pero no era toda la verdad sin errores. La nica prueba autntica de la tradicin o de cualquier otra fuente de autoridad es comparar su enseanza con la
posicin bblica sobre el tema.
En sntesis, la tradicin adventista, en s, no es mejor que la de cualquier otro grupo
religioso. Es siempre a la Biblia a la que debemos apelar.
252
3 de septiembre
ontender por la fe no era uno de los defectos de los cuales carecieran los directivos
adventistas en la dcada de 1880. Su problema no era contender, sino hacerlo sobre
una base correcta.
Una ltima categora de autoridad humana, empleada por el grupo Smith-Butler en su
intento de conservar el adventismo tradicional, fue su campaa para votar una declaracin similar
a un credo, que establecera en concreto la teologa previa a 1888, y as hacer que estuviera
exenta de cambios en el futuro.
Los lderes de la Asociacin General haban intentado votar una declaracin en el Congreso
de la Asociacin General de 1886, pero fracasaron al no lograr que la comisin teolgica se
alineara del lado correcto de los temas relacionados con Glatas y Daniel 7.
Uno de los problemas de los credos votados es que la tendencia ha sido situarlos firmemente junto a las doctrinas fundamentales de la Biblia, como hitos de la fe. Esos nuevos hitos,
una vez establecidos en un credo, se vuelven casi imposibles de revocar en el futuro, ya que
la gente interpreta que cualquier cambio destruye la fe de los padres.
Las reuniones de Minnepolis fueron testigos de intentos de resoluciones similares a
credos sobre los diez cuernos y la ley en Glatas. El 17 de octubre, por ejemplo, G. B. Starr
exigi un voto sobre los diez cuernos. Me gustara, dijo, acordar una decisin permanente
sobre esta cuestin, para que no vuelva a salir la discusin otra vez. La audiencia respondi
con exclamaciones de amn, amn .
Sin embargo, Waggoner y los White resistieron con xito esa movida. La seora de White
escribi, el ltimo da de las reuniones, que ella y Guillermo [...] tuvieron que vigilar por todas
partes para que no haya movidas, para que no se voten resoluciones que resultaran perjudiciales
para la obra futura (Carta 82, 1888).
Ella seal, en 1882, que la iglesia puede aprobar una resolucin tras otra para suprimir
todos los desacuerdos de opiniones, pero no podemos forzar la mente ni la voluntad, y as
extirpar el desacuerdo. Estas resoluciones quiz disimulen la discordia, pero no pueden aplacarla
ni establecer un acuerdo perfecto. Como resultado, sugiri que era necesario cierto autodominio cristiano de variacin de creencias. Por otro lado, las grandes verdades de la Palabra de
Dios estn enunciadas tan claramente que nadie necesita cometer un error al interpretarlas. El
problema vino con los que magnificaban los simples granos de arena [...] y los convertan en
montaas y [...] colocaban barreras entre los hermanos (Manuscrito 24, 1892).
Aydame, Padre, a no ser especialista en granos de arena.
253
4 de septiembre
os lderes de la Asociacin General haban fracasado en el intento de resolver las cuestiones doctrinales que enfrentaba la iglesia mediante el uso de la autoridad humana.
Pero, crean que un testimonio de Elena de White sobre los puntos en disputa sera
an mejor; al fin y al cabo, sus escritos, no eran de Dios?
Butler estaba especialmente entusiasmado con las posibilidades inherentes a ese tipo
de decisin. Entre junio de 1886 y octubre de 1888, escribi una serie de cartas que indican
un grado creciente de presin, al tratar de forzar a Elena de White a brindar la interpretacin
autoritativa que l necesitaba para resolver la cuestin de Glatas. Si hubiese tenido ms xito,
podra haber escrito un libro titulado Cmo presionar a un profeta.
Empleando buena psicologa, comenz de una manera suave a obtener una respuesta
de parte de ella. El 20 de junio de 1886, le escribi quejndose de las enseanzas de Jones y
de Waggoner acerca de que la ley mencionada en Glatas era la Ley moral; enfatizaba que era
un punto que no armonizaba con la enseanza bblica tradicional.
Luego, Butler desliz en su apelacin, empujndola suavemente a la respuesta apropiada:
He odo que hace aos usted insinu que tena luz en cuanto a la ley adicional, en el sentido
de que se refera al sistema de redencin, y no a la Ley moral. Pienso que esta cuestin debe
disiparse de alguna manera. Sera una pldora muy amarga para muchos de nuestros principales
dirigentes ver que la idea es enseada en forma general, que la ley que fue agregada [...] era
la misma Ley moral.
El 23 de agosto, el presidente de la Asociacin General se expuso un poco ms sobre
el tema. Despus de sealar que el tema estaba creando conflictos, fue bastante especfico
sobre la situacin de la dcada de 1850, cuando los directivos adventistas haban adoptado
la interpretacin de la ley ceremonial. Sugiri que podra escribir un folleto sobre el tema. Y,
finalmente, insinu que saba muy poco sobre la opinin de ella; y de este modo le dio una
oportunidad a la seora de White de estampar la verdadera postura que l acababa de
explicarle en trminos generales.
Ahora, aqu Butler se encontr con un problema. Cmo se hace para forzar, manipular,
convencer o instar a una profetisa a hacer algo?
Buena pregunta. Veremos un poco ms de la respuesta maana.
Mientras tanto, necesitamos comenzar a pensar en profundidad acerca de la relacin del
don de profeca moderno con la Biblia.
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5 de septiembre
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6 de septiembre
omo hemos visto en los ltimos dos das, el presidente G. I. Butler, de la Asociacin
General, haba estado tratando de manipular a Elena de White con el propsito de que
diera una respuesta autoritativa a sus problemas bblicos/teolgicos, ya que no tena
evidencias suficientes del libro del Seor para sostener su posicin.
Toda la secuencia de las cartas de Butler es de gran inters, dada la forma en que los
adventistas consideraban la obra de Elena de White. Muchos han deseado, en forma silenciosa
tanto como verbal, que ella todava estuviese viva en nuestros das, para poder preguntarle el
verdadero significado de un pasaje bblico en particular. En la secuencia de Butler, hallamos
la respuesta de ella a ese enfoque: silencio; silencio frustrante. Los lderes de la Asociacin
General queran que ella funcionara como una mujer polica teolgica, o un rbitro exegtico.
Eso, es de destacar, es exactamente lo que ella se neg a hacer.
Elena de White no solo se neg a resolver el problema bblico apelando a sus escritos,
sino tambin hasta lleg a inferir a los delegados de las reuniones de Minnepolis, el 24 de
octubre, que era providencial que hubiese perdido el testimonio para J. H. Waggoner, en el
que supuestamente haba resuelto la cuestin de la ley en Glatas de una vez por todas en la
dcada de 1850. Dios tiene un propsito en esto. Quiere que vayamos a la Biblia y busquemos
evidencias bblicas (Manuscrito 9, 1888; nfasis aadido).
En otras palabras, ella estaba ms interesada en lo que la Biblia tena para decir sobre
el tema que en lo que ella hubiese escrito. Para ella, los Testimonios no deban convertirse en
la ltima palabra autoritativa sobre temas bblicos. Ni tampoco deban ocupar el lugar de la
Biblia. Enfatiz ese punto con energa a comienzos de 1889, en la publicacin del Testimonio
33, que tiene una amplia seccin sobre el rol de sus escritos. Necesitamos familiarizarnos con
esa seccin. Por qu no leerla hoy o el prximo sbado (ver TI 5: 615-647)?
Elena de White explicit que sus escritos cumplan la funcin de hacerlos volver a la
Palabra (ibd., p. 622) y ayudarlos a comprender los principios bblicos; pero, nunca los mostr
como un comentario divino de la Escritura. Sin embargo, esto no siempre era obvio para sus
hermanos adventistas. Y hay muchos que an hoy no han captado eso.
Elena de White nunca dej de conducir a la gente al libro del Seor y a Jess. No se
seal a s misma, ni a sus escritos, como la autoridad. Ese es el mejor testimonio que tenemos
para sostener la validez de su don.
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7 de septiembre
os nobles bereanos estudiaban las Escrituras fielmente para descubrir la verdad. Eso es
exactamente lo que Elena de White estaba tratando de lograr que hicieran los dirigentes
adventistas, a fines de la dcada de 1880. Pero, muchos de ellos acudan a los escritos de
ella para resolver sus problemas bblicos, en vez de hacer su tarea con la Biblia. Fue justamente
ese problema el que trat de evitar. Quiz sus seguidores equivocados no hayan logrado
que ella produjera un testimonio sobre el tema de Glatas; pero, al menos pudieron sentir
una oleada de agradecimiento porque finalmente tenan sus escritos publicados sobre el tema,
especialmente, dado que aparentemente ella haba identificado la ley en Glatas en sus Sketches
From the Life of Paul [Notas biogrficas de la vida de Pablo] (1883). Por las anotaciones en
diarios, sabemos exactamente qu pginas leyeron algunas personas en el congreso de 1888.
El 24 de octubre, J. H. Morrison utiliz Sketches en un intento por demostrar la validez
de la interpretacin de la ley ceremonial. Busc la pgina 193 y ley a los delegados: l [Pablo]
describe la visita que hizo a Jerusaln para garantizar una solucin a las mismas cuestiones
que estn agitando a las iglesias de Galacia, en cuanto a si los gentiles deberan someterse a
la circuncisin y guardar la ley ceremonial. A continuacin, Morrison cit, de la pgina 188, el
anlisis que ella hizo sobre la naturaleza del problema de los glatas: Habiendo llegado a este
punto, ellos [los cristianos judaizantes] los indujeron [a los cristianos de Galacia] a volver a la
observancia de la ley ceremonial, como elemento esencial para la salvacin. La fe en Cristo y
la obediencia a la ley de los Diez Mandamientos eran consideradas de menor importancia.
Morrison tambin ley de la pgina 68, en la que la seora de White hablaba del yugo de
esclavitud mencionado en Hechos 15:10 y en Glatas 5:1: Este yugo no era la ley de los Diez
Mandamientos, como aquellos que se oponen a la demanda obligatoria de la Ley insisten; pero
Pablo se refera a la ley de las ceremonias.
Despus de presentar estas evidencias, Morrison se sent, y los tradicionalistas debieron
haber credo que haban zanjado la cuestin; despus de todo, tenan una cita de Elena de
White! De modo que ellos tenan razn, y Waggoner y Jones estaban errados, sobre la base
del comentario que ella hizo de la Biblia.
Esa postura, como veremos maana, no fue la que asumi Elena de White.
Guanos, Padre, al contemplar la importante cuestin de la autoridad religiosa y de la
relacin de los dones del Espritu con la Biblia.
257
8 de septiembre
yer vimos que J. H. Morrison ley los Sketches From the Life of Paul, de Elena de
White, para resolver de una vez por todas la argumentacin de que la ley de Glatas
era la ley ceremonial, y no la moral. Las citas que present, indudablemente, parecen
ensear esa posicin. Morrison y sus amigos estaban convencidos de que haban demostrado
que tenan razn, sobre la base del comentario divino de Elena de White sobre la Escritura.
Pero, esa no era la postura que asumi la seora de White. Esa misma maana (antes de
la presentacin de Morrison), al referirse al tema de Glatas, haba dicho: No puedo asumir
una postura para ninguno de los dos lados hasta que haya estudiado el tema (Manuscrito
9, 1888). Fue en ese contexto que seal que era providencial que no pudiera encontrar su
testimonio para J. H. Waggoner sobre el tema. Algunos habran hecho un uso errneo de l,
para evitar que la gente explorara la Palabra de Dios.
Elena de White tena luz para los delegados de la Asociacin General sobre el tema de
Glatas. Pero esa luz, como afirm en repetidas ocasiones, era que ellos necesitaban estudiar
la Biblia, y no descansar en ninguna otra forma de autoridad al buscar el significado en la
Escritura. Ella recalc ese mensaje en su ltimo mensaje registrado del evento de Minnepolis:
Un llamado a un estudio ms profundo de la Palabra.
Aparentemente, el uso que hizo Morrison de Sketches con el fin de demostrar que tena
razn no la impresion. No tenemos indicios de que ella considerara que la cuestin se haba
resuelto mediante ese mtodo, ni cit sus propios escritos en Minnepolis para decidir ningn
tema teolgico, histrico ni bblico. Sus escritos tenan sus propsitos, pero uno de ellos era no
asumir una posicin superior a la Biblia proveyendo un comentario infalible.
La seora de White reflejara la misma actitud veinte aos despus, en la controversia
por el continuo de Daniel 8; una lucha basada, una vez ms, en sus comentarios. Y, una vez
ms, indic a la gente que no usara sus escritos de ese modo.
De hecho, para evitar que emplearan mal sus escritos sobre la ley en Glatas, hizo quitar
las declaraciones cuando revis Sketches, para convertirlo en Los hechos de los apstoles, en
1911. Se tom en serio lo que mencionara respecto de que la gente acudiera a la Biblia para
descubrir su significado, en vez de depender de sus escritos.
El asunto de la autoridad es muy importante. Que Dios nos ayude diariamente, al estudiar
su Palabra, para descubrir su verdad y su voluntad para nuestra vida.
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9 de septiembre
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10 de septiembre
Victoria en Minnepolis
sobre la cuestin de la autoridad
A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra. 2 Timoteo 3:17.
na buena cantidad de pastores se tom en serio la peticin de Elena de White de Minnepolis del estudio personal de la Biblia. Muchos salieron de esta reunin, escribi
Guillermo White el 2 de noviembre de 1888, con la determinacin de estudiar la Biblia
como nunca antes, y el resultado ser una predicacin ms clara.
R. DeWitt Hottel anot en su diario que una de sus primeras actividades despus de
regresar a su casa desde Minnepolis fue leer el libro del hermano Butler sobre Glatas, y
tambin la respuesta del hermano Waggoner. Tambin, me sumerg en la Biblia. Aparentemente,
Hottel estaba probando las conclusiones de ambos hombres con las Escrituras.
Otra historia exitosa fue la de J. O. Corliss, que haba estado examinando la Palabra de
Dios con resultados gratificantes. Nunca tuve esos torrentes de luz en el mismo perodo,
declar, y la verdad nunca me pareci tan buena como ahora. En soledad, estudi los temas
de los pactos y la ley de Glatas. Arrib a mis conclusiones sin consultar a nadie, ms que al
Seor y su santa Palabra. Creo que ahora tengo el asunto claro en mi mente, y puedo ver la
belleza y la armona de la postura del Dr. [Waggoner] sobre la ley de Glatas.
Aparentemente, no todos haban sintonizado a Elena de White en Minnepolis. Durante
el Congreso de la Asociacin General de 1889, ella pudo escribir que estaba agradecida
de ver en los hermanos ministros la disposicin de escudriar las Escrituras por s mismos
(Manuscrito 10, 1889).
A comienzos de la dcada de 1890, la Asociacin General patrocin escuelas anuales para
los pastores, como respuesta al llamado de Minnepolis para el clero adventista de llegar a ser
mejores estudiantes de la Biblia. Las reuniones de Minnepolis haban destacado la incapacidad
de ellos de interactuar con la Biblia. El avasallador Butler ya no era presidente de la Asociacin
General, y la administracin de O. A. Olsen hizo lo posible con el propsito de procurar que
los pastores de la iglesia llegaran a ser mejores estudiantes de la Biblia.
Dada la importancia de la Biblia, una de las sorpresas de la iglesia del siglo XXI es que no
le dedicamos ms tiempo. La mayora pasa ms tiempo frente al televisor, por ejemplo, que
frente a una Biblia abierta.
Hoy es el da de cambiar esa pauta.
260
11 de septiembre
Fracaso en Minnepolis
sobre la cuestin de la autoridad
Fueron halladas tus palabras, y yo las com; y tu palabra me fue por gozo y por alegra de mi corazn.
Jeremas 15:16.
s bueno comer las palabras de Dios. Pero, a veces, preferiramos participar de las de
otras personas.
Ese pensamiento nos remonta al tema de la autoridad en Minnepolis. Si bien
las repercusiones del congreso tuvieron sus xitos, tambin tuvieron sus fracasos. Quizs el
ms obvio fue la tentacin continua a depender de las opiniones humanas. Sin embargo, en
1894 ya no eran las palabras autoritativas de Butler y de Smith sino las de Jones las que causaban problemas. El repetido aval que tuvieron l y Waggoner de parte de Elena de White en
Minnepolis, y despus, indudablemente haba preparado la mente de muchos para aceptar
cualquier cosa que ellos dijeran o escribieran. Debido a que exaltaban a Cristo, pero el poder
de las fuerzas del adventismo estaban alineadas contra ellos, ella tuvo que gritar en alta voz
su respaldo hacia ellos, para que les prestaran odos.
Su voz no fue ignorada. En 1894, S. N. Haskell sinti la obligacin de hacerle la observacin
de que haba sido absolutamente necesario que ella defendiera a los pastores Waggoner y A.
T. Jones durante estos aos. Pero, aadi, todo el pas ha sido acallado en sus crticas contra
ellos en la medida necesaria. Se ha peleado la batalla, y se ha ganado la victoria.
La iglesia, le dijo, ahora afrontaba el problema opuesto: la gente y los lderes eclesisticos
estaban tomando todo lo que ellos [Jones y W. W. Prescott] decan como si fuese casi inspirado
por Dios. F. M. Wilcox haba llegado a una conclusin similar. Al escribir desde Battle Creek,
seal: Hubo un tiempo en que muchos de los principios que el hermano Jones ha hecho
resaltar eran combatidos; pero ltimamente la gran mayora de nuestro pueblo se ha colgado
de sus palabras casi como si fuesen las palabras de Dios.
As es que, para 1894, los adventistas haban engendrado una nueva crisis de autoridad.
Algunos de nuestros hermanos, coment Elena de White, han mirado a estos pastores y los
han colocado donde debera estar Dios. Han recibido cada palabra de sus labios, sin buscar
con atencin el consejo de Dios para ellos mismos (Carta 27, 1894).
Aprenderemos alguna vez?
Una de las grandes lecciones del Congreso de la Asociacin General de 1888 trae consigo
la definicin de autoridad: que la Palabra de Dios es la autoridad suprema; y que necesitamos
dejar de confiar en las palabras de los seres humanos y de leer la Biblia a travs de los ojos
de ellos.
Dios, aydanos!
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os adventistas, a lo largo de los aos, han odo mucho acerca de la cuestin de la justificacin por la fe en el Congreso de la Asociacin General de 1888. Pero qu enseaban
Jones y Waggoner en realidad? Y qu posturas de Smith y Butler necesitaban corregirse?
Pasaremos varios das considerando las respuestas a esas preguntas.
Quiz la mejor forma de introducir el tema sea mediante los editoriales de Uras Smith en
la Review de enero de 1888. En un artculo del 3 de enero titulado El punto principal, afirmaba
que el objetivo de los pioneros adventistas era anunciar la ltima proclamacin de la Segunda
Venida y llevar a las almas a Cristo mediante la obediencia a esta verdad de prueba final.
Este era el nico punto objetivo de todos sus esfuerzos; y el fin buscado no se lo consideraba
ganado a menos que las almas se convirtieran a Dios y que llevara a buscar, a travs de una
obediencia inteligente a todos sus mandamientos, una preparacin del Seor del cielo. Smith
uni El punto principal con el mensaje del tercer ngel, subrayando la palabra guardar al
citar Apocalipsis 14:12: Aqu est la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos
de Dios y la fe de Jess.
Debemos detenernos aqu por un momento. Piensa en esto. Cmo llega la gente a Cristo?
Mediante la obediencia, como afirma Smith? O por algn otro mtodo?
Este nfasis vuelve a aparecer en su ltimo editorial de enero de 1888, Condiciones
de vida eterna. Bas sus comentarios en la pregunta del joven rico a Cristo: Maestro bueno,
qu bien har para tener la vida eterna? La respuesta bblica, proclam Smith, podra resumirse en una proposicin como arrepintete, cree, obedece y vive. Afirmaba que esa era la
respuesta de Jess. Al fin y al cabo, no le dijo al joven rico: Si quieres entrar en la vida, guarda
los mandamientos?
Smith sigui sealando que el problema con la justicia de los fariseos era que no haban
alcanzado un grado aceptable de carcter moral en relacin con la Ley moral.
Al seguir la falsa pista de Jos Bates sobre el significado de la historia del joven rico,
Smith y sus colegas estaban sumidos en el legalismo. An no haban descubierto la relacin
neotestamentaria entre la Ley y el evangelio.
Algunos de nosotros, y me incluyo, hemos luchado fuertemente con el mismo tema.
Pero, espera. De eso se trata 1888.
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er as?
Esa es la postura asumida por Waggoner, ante el nfasis de Smith y sus amigos
sobre la justificacin por obras. La justicia humana, escribi Waggoner, no tiene
ms valor que antes, despus de que un hombre es justificado. El cristiano justificado por
su fe vivir . Por lo tanto, el que tiene ms fe vivir la vida ms ntegra. Eso es cierto, porque
Cristo es JEHOV, JUSTICIA NUESTRA . Para Waggoner, la fe lo era todo; y la ecuacin de
fe + obras = justificacin encontr sus races en el espritu del anticristo.
Jones se mantuvo firme con Waggoner. En mayo de 1889, por ejemplo, dijo a sus oyentes
que la Ley no era el lugar para buscar justicia. Todas nuestras justicias [son] como trapo de
inmundicia.
Smith se ofendi con esos comentarios. Un mes despus, dispar una andanada contra
Jones en la Review, titulada Nuestra justicia. Observ que algunos de los corresponsales de
la Review estaban cayendo en el juego de los que acabaran con la Ley haciendo comentarios
acerca de que nuestra justicia son trapos de inmundicia. El editor de la Review sigui, diciendo
que la obediencia perfecta a la [Ley] originar justicia perfecta, y que esa es la nica manera
en que alguien pueda alcanzar la justificacin. Afirm que no debemos sentarnos a descansar
sin hacer nada, como una masa de inercia en las manos del Redentor [...]. Nuestra justicia [...]
se da por estar en armona con la Ley de Dios [...]. Y nuestra justicia, en este caso, no puede
ser trapos de inmundicia. Concluy que hay una justicia que ha de obtenerse haciendo y
enseando los Mandamientos.
Cuando sali ese artculo, Elena de White estaba predicando que la fe debe venir antes que
las obras, en la reunin campestre de Rome, Nueva York. Cuando la gente no poda armonizar lo
que ella estaba diciendo con el artculo de Smith, la respuesta de ella fue que el hermano Smith
no sabe de qu est hablando; ve a los rboles como hombres caminando. Seal que solo
porque Jess y su justicia son fundamentales en la salvacin eso no significa que desechemos
la Ley de Dios (Manuscrito 5, 1889). A Smith le escribi diciendo que estaba en una senda que
lo llevara a un precipicio; y que estaba caminando como un ciego (Carta 55, 1889).
Cmo est nuestra vista espiritual? Tenemos en claro la relacin entre la fe y las obras,
la Ley y la gracia? Quiz no. Pero, de eso se trat el nfasis de 1888. Las respuestas vendrn al
seguir la conduccin de Dios a travs de este pedacito de historia adventista.
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a enseanza bblica parece ser bastante clara. La funcin de la Ley es mantener en pie
el ideal de Dios y hacer notar nuestro pecado cuando no cumplimos con ese ideal. La
Ley, dice claramente Romanos 3:20, no tiene absolutamente ningn poder para salvar.
Eso es totalmente cierto. Pero! Pero, si yo creo realmente que la justificacin es por gracia
mediante la fe, sin las obras de la Ley, entonces, qu pasa con la Ley?
Buena pregunta!
El temor era que la minimizacin de la Ley terminara acabando con el sbado, que motiv
las fuerzas de Smith y Butler en la era de 1888.
Escuchemos a Butler sobre el tema. En un artculo titulado La justificacin de la ley
cumplida por nosotros, observ que hay un sentimiento que predomina en casi todas partes,
que es agradable pero peligroso: Solo cree en Cristo, y vas a estar bien [...]. Jess lo hace
todo. Esa enseanza, proclam, es una de las herejas ms peligrosas del mundo. La razn
de ser del mensaje del tercer ngel, enfatiz, es la necesidad de la obediencia a la Ley de
Dios. Aqu est la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe
de Jess . El mundo cristiano, agreg Butler, estaba perdiendo rpidamente esa verdad, y los
adventistas necesitaban exaltarla.
Ah lo tenemos. Demasiado de Cristo y su justicia, teman algunos, acabara con la Ley,
la obediencia y la necesidad de justicia humana.
Ese temor estaba en la mdula de la reaccin de las enseanzas de Jones y Waggoner
en Minnepolis.
Los dos bandos tenan dos perspectivas muy diferentes. Para los reformadores, las palabras y las frases clave eran Cristo, fe, justificacin por la fe, y trminos relacionados con
la justicia de Cristo. El grupo de Smith/Butler, por otro lado, enfatizaba el esfuerzo humano,
las obras, la obediencia, la Ley, los Mandamientos, nuestra justicia y la justificacin
por obras.
Esos dos nfasis son bien visibles en el adventismo, 120 aos despus de Minnepolis.
Tienen que ser mutuamente excluyentes? Por qu s o por qu no?
Cul es tu postura en estos temas? Pinsalo. Analzalo con tu familia y con tus amigos.
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ueva criatura (RVR 60), o nueva creacin (NVI) en Cristo es una enseanza poderosa. Est presente en todo el Nuevo Testamento, pero halla especial expresin en
los escritos de Pablo.
Waggoner retom ese tema, al sealar que en el mismo momento en que las personas son
justificadas tambin nacen de nuevo como nuevas criaturas y son adoptadas en la familia de Dios.
En palabras de Waggoner, la diferencia entre un hombre justo y un pecador es mucho
ms que una mera diferencia de creencia. Es ms que un mero ajuste de cuentas de parte de
Dios. Es una diferencia real [...]. Dios nunca declara justa a una persona simplemente porque
acepte la verdad. Hay un cambio real y literal de un estado de pecado a la justificacin, que
justifica a Dios al hacer la declaracin. En pocas palabras, la persona justificada vivir diferente
que un pecador, porque Dios la ha transformado en una nueva criatura en el momento de la
justificacin.
Para Waggoner, la justificacin, el nuevo nacimiento y la adopcin eran el comienzo
del caminar cristiano. En contra de los maestros de la santidad que se aferraban a una forma
de santificacin sin ningn cambio de hbito de parte de la persona, l consideraba que la
santidad sin la obediencia a la Ley y un cambio de vida era una ilusin.
La persona salva, segn Waggoner, llevar una vida segn la Ley de Dios. Escribi que una
persona no puede amar a Dios sin manifestarlo en obras, as como no puede vivir sin respirar.
La victoria sobre el pecado proviene del poder del Espritu Santo que mora en la vida de un
cristiano. Solo los que ganan la victoria sobre el pecado, sostena, estarn en el Reino eterno.
Waggoner, como podemos ver, no estaba en contra de la Ley ni de la obediencia. No
obstante, estaba totalmente en contra de la Ley y de la obediencia como el centro de la experiencia de una persona. No! Ese lugar era solo para Cristo y su justicia.
Pero, dentro de la esfera de la justicia de Cristo, la persona recin nacida necesariamente
desear caminar con Dios y guardar su Ley.
El orden es crucial. Primero viene la salvacin. Luego viene la obediencia. Si lo invertimos,
tenemos legalismo.
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Y el Pacto? -1
He aqu vienen das, dice el Seor, en que establecer con la casa de Israel [...] un nuevo pacto [...].
Pondr mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazn las escribir. Hebreos 8:8-10.
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Y el Pacto? -2
He aqu que vienen das, dice Jehov, en los cuales har nuevo pacto con la casa de Israel [...] perdonar la maldad de ellos, y no me acordar ms de su pecado. Jeremas 31:31-34.
ntre Elena de White y Waggoner primaba la armona sobre los pactos. El tratamiento
que ella dio al tema de los dos pactos, redactado a fines de la dcada de 1880, nos
brinda un resumen de su punto de vista sobre la cuestin.
Los trminos del Pacto antiguo , escribe ella, eran: Obedece, y vivirs [...]. El nuevo
Pacto se estableci sobre mejores promesas: la promesa del perdn de los pecados, y de la
gracia de Dios para renovar el corazn y ponerlo en armona con los principios de la Ley de
Dios. Este es el pacto que har con la casa de Israel despus de aquellos das, dice Jehov:
dar mi ley en su mente, y la escribir en su corazn; y [...] perdonar la maldad de ellos, y no
me acordar ms de su pecado (Jer. 31:33, 34).
La misma ley que fue grabada sobre tablas de piedra es escrita por el Espritu Santo
sobre las tablas del corazn. En vez de tratar de establecer nuestra propia justicia, aceptamos
la justicia de Cristo. Su sangre expa nuestros pecados. Aceptamos su obediencia. Entonces, el
corazn renovado por el Espritu Santo producir los frutos del Espritu. Mediante la gracia de
Cristo, viviremos obedeciendo la Ley de Dios escrita en nuestro corazn. Al poseer el Espritu
de Cristo, andaremos como l anduvo (PP 342).
Fue el concepto de un pacto de gracia lo que sacudi hasta sus mismas races a muchos
de los adventistas tradicionales que enfatizaban la primaca de la obediencia en el antiguo
Pacto. El enfoque de Waggoner en la fe en Cristo socavaba la teologa de ellos, basada en la
Ley; aunque, como hemos visto, Waggoner, Jones y Elena de White tenan un lugar prominente
para la Ley y la obediencia en su teologa. Pero, para ellos, la obediencia flua de una relacin
salvfica con Jess, no llevaba a esa relacin.
En qu sentido corre el flujo en tu vida? Tengo la impresin de que muchos adventistas
estn preocupados por su desempeo cmo lo estn haciendo, en vez de estar, ante todo,
interesados en Cristo y en lo que l ha hecho por ellos.
Hoy es el mejor da del resto de tu vida para hacer que tu flujo cambie completamente,
y para comenzar a caminar con Dios en un nuevo pacto.
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22 de septiembre
upongo que si pudiramos obtener la salvacin con nuestras propias fuerzas, podramos
tener razones para estar orgullosos de nuestros logros, e incluso tratar a otros seres
inferiores con un poco de disgusto porque no han logrado alcanzar nuestro elevado
nivel de realizacin.
Pero, no es as como ocurren las cosas. Todos han fracasado y seguirn fracasando; solo
el amor de Dios es lo que nos rescata. Dado ese hecho, la nica respuesta posible es amar a l
y a nuestros semejantes. El amor es la nica respuesta cabal para un Dios que nos ha salvado
a pesar de nosotros mismos.
No es que la doctrina no sea importante. Elena de White, por ejemplo, tena un profundo inters en la interpretacin correcta de la Biblia y de la doctrina cristiana. No obstante, estaba an ms
preocupada porque hubiese estudio bblico y anlisis doctrinal en el contexto del amor cristiano.
En 1887, al ver el cruel espritu de Minnepolis asomando en el horizonte, haba escrito
que hay peligro de que nuestros pastores se explayen demasiado en las doctrinas [...] cuando
su propia alma necesita piedad prctica (Carta 37, 1887).
Nuevamente en 1890, D. T. Jones (secretario de la Asociacin General) escribi a Guillermo White, diciendo que tu madre y el Dr. Waggoner dicen que los puntos de doctrina no son
para nada los temas en cuestin, sino el espritu mostrado por nuestro pueblo en oposicin a
estos interrogantes que objetan. Me siento totalmente libre de reconocer que el espritu no ha
sido el Espritu de Cristo. No ha sido as en mi caso, y creo que puedo discernir lo suficiente
como para estar seguro al decir que no ha sido as en el caso de otros. Muchas veces reflexion
en este asunto y me pregunt por qu esos temas prcticamente sin importancia causaban
tanto revuelo, como una divisin [...]. El propsito en la mente de tu madre y en la mente del Dr.
Waggoner no era implantar estas cuestiones e imponerlas a la fuerza sobre todos, sino presentar
la justificacin por la fe y el Espritu de Cristo, y tratar de que la gente se convierta a Dios.
Ese es el punto crucial! Enfrentmoslo: cuando nuestro cristianismo nos hace ser
desamorados, obviamente no tenemos algo autntico, aunque tengamos razn en todas las
doctrinas. Pero, cuando nos damos cuenta de que Cristo, mediante la gracia de Dios, verdaderamente nos ha rescatado del abismo del pecado, nuestra respuesta ser el amor. La falta de
amor indica que todava tenemos que ser rescatados.
Aydame, Padre, a aceptar tu gracia salvfica, para que pueda transformarme en un
canal de tu amor.
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24 de septiembre
e han presentado teoras ridas, y las almas preciosas estn hambrientas del Pan
de vida. Esta no es la predicacin que Dios exige o que el Dios del cielo aceptar,
porque est desprovista de Cristo. El cuadro divino de Cristo debe ser mantenido
delante de la gente [...].
Debe ser elevado delante de los hombres. Cuando esto se mantiene delante de la gente,
el mrito de la criatura se hunde en la insignificancia. Cuanto ms se concentra la mirada sobre
l, cuanto ms se estudia su vida, sus lecciones, su perfeccin de carcter, tanto ms pecaminoso y aborrecible aparecer el pecado. Por medio de la contemplacin, el hombre no podr
menos que admirar y ser ms atrado hacia l; queda ms encantado y con ms deseos de
ser semejante a Jess, hasta que se asimile a su imagen y tenga la mente de Cristo. Anda con
Dios, como Enoc. Su mente queda llena de los pensamientos de Jess. l es su mejor amigo [...]
Estudiad a Cristo. Estudiad su carcter, rasgo por rasgo. l es nuestro Modelo, que se nos
pide que copiemos en nuestras vidas y caracteres, pues de otro modo dejamos de representar a
Jess; pero presentaremos ante el mundo una copia falsa. No imitis a ningn hombre, porque
los hombres son defectuosos en sus hbitos, en su lenguaje, en sus maneras, en su carcter.
Presento delante de vosotros al Hombre: a Cristo Jess. Debis conocerlo individualmente como vuestro Salvador, antes de que podis estudiarlo como vuestro modelo y ejemplo [...].
Todos los que dicen ser seguidores de Cristo estn en la obligacin de andar en sus
pisadas, de estar llenos de su Espritu, y as presentar a Jesucristo al mundo, a ese Jess que
vino a nuestro planeta a representar al Padre [...].
Considerar a Cristo como nuestra nica fuente de fortaleza, presentar su amor incomparable para que la culpa de los pecados fuera cargada a su cuenta y su propia justicia fuera
acreditada al hombre de ninguna manera anula o descarta la Ley o rebaja su dignidad; al
contrario: la coloca en el lugar en que brilla sobre ella la verdadera luz y la glorifica [...]. La Ley
es completa y plena en el gran plan de salvacin solamente al ser presentada bajo la luz que
brilla desde el Salvador crucificado y resucitado (Manuscrito 24, 1888; MS 3: 191-193, 200).
Al escuchar hablar a Elena de White, podramos pensar que no podemos apropiarnos
de Jess lo suficiente. Eso es cierto: l es lo nico en el mundo con lo que podemos tener
deseos intemperantes.
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l humilde y amante Jess. Un ejemplo digno de seguir, pero que los seres humanos
normales no se sienten tentados a imitar. All es donde entran en escena la gracia
transformadora y el nuevo nacimiento. Dios quiere tomar a los seres humanos normales
y transformarlos en criaturas nuevas: en cristianos que reflejen su carcter de amor.
Ese fue otro de los temas de predicacin de Elena de White en Minnepolis. El 20 de
octubre, ella present un sermn que el Tribune de Minnepolis seal que conmovi a muchos hasta las lgrimas, y que ella misma coment que produjo muchos testimonios sinceros
en sus oyentes.
Uno no puede, dijo a la audiencia, ser un cristiano fructfero y tener conocimiento
de nuestro Seor y Salvador Jesucristo a menos que sea un cristiano prctico, a menos que
progrese todo el tiempo en la vida divina. Esto es sumamente importante. Muchos parece que
piensan que no bien descienden al agua y reciben el bautismo, y sus nombres son anotados
en el libro de la iglesia, entonces se acab toda la obra.
Al contrario, si no llevan a sus hogares la religin prctica, pronto lo perdern todo [...].
Es importante que todo el tiempo sumemos gracia sobre gracia, y si trabajamos en el plan de
adicin Dios obrar en el plan de multiplicacin, ya que l desarrolla su imagen moral en
sus seguidores.
Todo el universo del cielo estaba interesado en la gran obra de Cristo. Todos los
mundos que Dios ha creado estn observando para ver cmo termina la batalla entre el Seor
de luz y gloria, y los poderes de las tinieblas. Aqu est Satans, que ha estado intentando con
todas sus fuerzas tapar el verdadero carcter de Dios, para que el mundo no pueda entenderlo,
y bajo un traje de justicia obra en muchos que profesan ser cristianos pero que representan
el carcter de Satans en vez del carcter de Jesucristo. Tergiversan a mi Seor. Tergiversan
el carcter de Jess cada vez que no tienen misericordia, cada vez que no tienen humildad
(Manuscrito 8, 1888).
Dios es amor (1 Juan 4:8). Cristo vino para demostrar ese amor en su vida y en su muerte. Y quiere que seamos como l; que le permitamos desarrollar su imagen moral en nosotros.
Tmame hoy, Seor. Aydame no solo a desear tu don sino tambin a aceptarlo y
vivirlo en mi vida diaria.
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ealmente amamos a nuestros hermanos creyentes? Especialmente, a los desagradables? Amar a los hermanos miembros de iglesia era un problema primordial en el
adventismo de la era de 1888.
Los que verdaderamente aman a Dios, dijo Elena de White a los delegados del Congreso
de la Asociacin General el 21 de octubre, deben manifestar bondad de corazn, discernimiento
y justicia hacia todos aquellos con los que entran en contacto; porque estas son las obras de
Dios. No hay nada que Cristo necesite tanto como representantes que sientan la necesidad
de imitarlo. Hablar mal y pensar mal son ruinosos para el alma. Esto ha sido comn en este
congreso. No hay nada que a la iglesia le falte tanto como la manifestacin del amor cristiano.
Cuando los miembros de una iglesia se unen en asociacin santificada y cooperan con Cristo,
l vive y obra en ellos.
Nuestros ojos necesitan ser ungidos con el colirio celestial, para poder ver lo que somos
y lo que debemos ser, y ese poder es provisto en Cristo en cantidad suficiente como para
permitirnos alcanzar la norma elevada de la perfeccin cristiana.
Siempre debemos tener a Jess, nuestro Modelo, delante de nosotros. Esta es y siempre
ser la verdad presente. Fue al contemplar a Jess y al apreciar sus virtudes de carcter como
Juan lleg a ser uno con su Maestro en espritu [...]. Y a l se le encomend la obra de hablar
del amor del Salvador y del amor que sus hijos deberan manifestarse mutuamente. Este es
el mensaje que habis odo desde el principio:, escribe, Que nos amemos unos a otros [...].
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos [...]
El Seor tiene palabras claras para los que, como los fariseos, hacen gran alarde de
su piedad, pero cuyos corazones estn destituidos del amor de Dios. Los fariseos rehusaron
conocer a Dios y a Jesucristo, a quien l haba enviado. No estamos en peligro de hacer lo
mismo que los fariseos y los escribas? (Manuscrito 8a, 1888; cursiva aadida).
No es casual que Cristo (Mat. 5:43-48; 19:21) y Elena de White (PVGM 46, 47, 256, 316)
repetidamente vincularan el concepto de perfeccin con el de amor. Reflexionar en el carcter
moral de Dios no significa lo que comemos o incluso lo que creemos. Es ser semejantes a
Dios, quien es amor.
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omo hemos visto durante los ltimos das, la seora de White estaba un poco preocupada por el adventismo de la era 1888. Y con razn. Al concentrarse en la doctrina
correcta, en la tradicin adventista y en ser buenos adventistas, muchas veces haban
olvidado de qu se trataba el evangelio, tanto en la teora como en la prctica. Al emular a los
fariseos de antao, podan llegar a tratarse entre s como si no fuesen cristianos, aun cuando
analizaban la Ley de Dios y las otras buenas enseanzas adventistas.
Con un clamor del corazn, el 24 de octubre volvi a decir a los delegados que queremos
la verdad como es en Jess; pero, cuando entre cualquier cosa para cerrar la puerta de modo
que no entren las olas de verdad [acerca de Jess], oirn mi voz donde esta est, ya sea en
California o en Europa, o donde yo est, porque Dios me ha dado luz y pienso hacerla brillar.
Y he visto que hay almas preciosas que habran aceptado la verdad [del adventismo]
pero se han alejado de ella debido a la forma en que se ha manejado la verdad, porque Jess
no estaba en ella. Y esto es lo que he estado rogndoles todo el tiempo: queremos a Jess
(Manuscrito 9, 1888; nfasis aadido).
Dieciocho meses ms tarde, todava estaba luchando con los pastores adventistas para
que abran su corazn y dejen entrar al Salvador. Dijo, a los reunidos para la escuela bblica
de pastores de la Asociacin General, que al salir de las reuniones deban estar tan llenos del
mensaje del evangelio que sera como fuego encerrado en los huesos hasta que no pudieran
resistirlo. Sin embargo, si expresaban sus sentimientos, les dijo que los hombres dirn: Ests
demasiado alterado; ests haciendo demasiado alboroto con este asunto, y no piensas mucho
en la Ley. Ahora bien, debes pensar ms en la Ley; no ests todo el tiempo intentando alcanzar
la justicia de Cristo, sino alimenta la Ley .
A esos buenos sentimientos adventistas, ella respondi: Que la Ley se encargue de s
misma. Hemos estado trabajando en la Ley hasta que nos secamos como las colinas de Gilboa,
sin roco ni lluvia. Confiemos en los mritos de Jesucristo de Nazaret. Que Dios nos ayude a fin
de que nuestros ojos sean ungidos con colirio, para que podamos ver (Manuscrito 10, 1889).
Hay algunas cosas buenas con las que entusiasmarse, si podemos hacerlo con el espritu
adecuado.
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La justificacin por la fe
y el mensaje del tercer ngel -1
Aqu est la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jess.
Apocalipsis 14:12.
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30 de septiembre
La justificacin por la fe
y el mensaje del tercer ngel -2
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al rbol de la vida, y para entrar por las
puertas en la ciudad. Apocalipsis 22:14.
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1 de octubre
La justificacin por la fe
y el mensaje del tercer ngel -3
En esto consiste la perseverancia de los santos, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se
mantienen fieles a Jess! Apocalipsis 14:12, NVI.
asi todos los intrpretes adventistas de Apocalipsis 14:12 antes de 1888 consideraban que
la fe de Jess era un cuerpo de verdad que deba creerse y guardarse. Sin embargo,
muy a menudo los adventistas no dedicaban mucho tiempo a esa parte del versculo;
era la parte sobre la obediencia a los Mandamientos la que captaba la mayor atencin. As,
como vimos antes, Uras Smith subray la palabra guardar, al comentar el texto en enero de
1888; y G. I. Butler hizo lo mismo para guardan los mandamientos de Dios, en mayo de 1889.
Ese nfasis surgi de la postura de que la verdad del sbado, en el contexto de la marca
de la bestia, sera el ltimo mensaje de Dios para un mundo listo para la Segunda Venida. No es
de extraar que esa interpretacin y ese nfasis muchas veces llevaran al adventismo tradicional
al mbito del legalismo. Esas implicaciones se encontraban en el vocabulario bsico de sus
creencias. Palabras como guardar, hacer, obedecer, ley y mandamientos anunciaban,
en sus mentes, la importancia de la contribucin distintiva del adventismo al cristianismo.
Fue esa interpretacin de Apocalipsis 14:12 la que fue criticada en 1888. De Minnepolis
saldra una nueva interpretacin del texto central en la historia adventista del sptimo da.
Jones hizo alusin a la nueva interpretacin en diciembre de 1887: La nica manera
en la que alguna vez ellos puedan lograr armonizar con la justa Ley de Dios, escribi, es a
travs de la justicia de Dios, que es por la fe de Jesucristo [...]. En el mensaje del tercer ngel
est plasmada la verdad suprema y la justicia suprema.
Fjate lo que haba hecho Jones. Haba equiparado la verdad suprema con los Mandamientos de Dios, y la justicia suprema con la fe de Jess, que l presupona que era la
fe de Jess.
A esta altura, simplemente deberamos sealar que la frase griega al final de Apocalipsis
14:12 puede traducirse tanto fe de Jess como fe en Jess.
Pregunta de hoy, para pensar: Cules son las implicaciones de fe en Jess en comparacin
con fe de Jess? Qu diferencias podran marcar esas implicaciones en tu vida?
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2 de octubre
La justificacin por la fe
y el mensaje del tercer ngel -4
Porque no me avergenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvacin
a todo aquel que cree. Romanos 1:16.
A.
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3 de octubre
La justificacin por la fe
y el mensaje del tercer ngel -5
Cristo nos redimi de la maldicin de la ley, hecho por nosotros maldicin (porque est escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero). Glatas 3:13.
a exaltacin de la fe en Cristo como la esencia del mensaje del tercer ngel lleg a ser
fundamental para el mensaje de Elena de White en el Congreso de la Asociacin General
de 1888, y ms adelante.
Poco despus de las reuniones de Minnepolis, hizo una de sus declaraciones ms
enrgicas sobre Apocalipsis 14:12 y el significado central del mensaje de 1888. El mensaje del
tercer ngel es la proclamacin de los Mandamientos de Dios y la fe de Cristo Jess. Los Mandamientos de Dios han sido proclamados, pero la justicia de Jess, dndole igual importancia,
no ha sido presentada por los adventistas del sptimo da, haciendo que la Ley y el evangelio
vayan de la mano. No puedo hallar palabras para presentar este tema en toda su plenitud.
La fe de Jess. Se habla de ella, pero no ha sido entendida. Qu cosa constituye la
fe de Jess, que pertenece al mensaje del tercer ngel? Jess convertido en el ser que lleva
nuestros pecados para llegar a ser el Salvador que perdona el pecado. l fue tratado como
nosotros merecemos ser tratados. Vino a nuestro mundo, y llev nuestros pecados para que
nosotros pudiramos llevar su justicia. Y la fe en la capacidad de Cristo para salvarnos en forma
amplia, completa y total es la fe de Jess [...].
Solo hay salvacin para el pecador en la sangre de Jess, que nos limpia de todo pecado.
El hombre de intelecto cultivado puede tener un vasto acervo de conocimientos, puede empearse en especulaciones teolgicas, puede ser grande y honrado por los hombres, y puede ser
considerado el depsito del conocimiento; pero, a menos que tenga un conocimiento salvador
del Cristo crucificado por l, y por fe eche mano de la justicia de Cristo, est perdido. Cristo
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz
fue sobre l, y por su llaga fuimos nosotros curados (Isa. 53:5). Salvado por la sangre de Jess
ser nuestra nica esperanza para este tiempo y nuestro canto por la eternidad (Manuscrito
24, 1888, MS 3: 195; nfasis aadido).
Captas el mensaje? Es una necesidad. Es lo ms crucial que podramos escuchar: que
Cristo muri por nosotros, y que podemos ser salvos solo teniendo una fe vital en su sacrificio.
Esa es la esencia de la fe de Jess y de Apocalipsis 14:12. Es la esencia de lo que significa ser
adventista del sptimo da. Y es la esencia de lo que significa ser cristiano. Con solo los Mandamientos de Dios podramos ser adventistas [es decir, miembros de iglesia], pero no cristianos.
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4 de octubre
La justificacin por la fe
y el mensaje del tercer ngel -6
Mir, y he aqu una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que
tena en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Apocalipsis 14:14.
e atrevo a decir que Elena de White poda entusiasmarse con algunos temas. Pero,
su entusiasmo nunca fue mayor que el que tuvo por el plan de salvacin en Cristo.
Al reflexionar sobre el Congreso de la Asociacin General de 1888, realizado
recientemente, seal que al pastor E. J. Waggoner se le otorg el privilegio de hablar en forma
sencilla y presentar sus puntos de vista sobre el tema de la justificacin y la justicia de Cristo,
en relacin con la Ley. Esta no era una nueva luz, sino la antigua luz colocada en donde debe
estar dentro del mensaje del tercer ngel.
Cul es el principal propsito de ese mensaje? Juan ve a un pueblo. l dice: Aqu est
la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jess (Apoc.
14:12). Juan observa a este pueblo precisamente antes de ver al Hijo del Hombre, que tena en
la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda (vers. 14).
Se ha perdido de vista la fe de Jess: esta ha sido tratada de una manera descuidada.
No ha ocupado la posicin destacada que le fue revelada a Juan. La fe en Cristo como la nica
esperanza del pecador ha sido dejada fuera de consideracin, y excluida no solo de los discursos
sino tambin de la experiencia de muchsimos que dicen creer en el mensaje del tercer ngel.
En esta reunin, yo testifiqu que la luz ms preciosa haba estado brillando desde las
Escrituras en la presentacin del gran tema de la justicia de Cristo en relacin con la Ley. Este
tema de la justicia de Cristo debe ser mantenido constantemente delante del pecador como
su nica esperanza de salvacin.
Esta no era una nueva luz para m, porque la haba recibido de una autoridad ms alta
durante los ltimos 44 aos, y la haba presentado a nuestro pueblo por la pluma y la palabra en
los testimonios de su Espritu; pero muy pocos haban respondido [...]. Se ha hablado y escrito
demasiado poco acerca de este gran tema. Los discursos de algunos podran describirse correctamente diciendo que eran como la ofrenda de Can: carentes de Cristo. La norma para medir
el carcter es la Ley real. La Ley es la que descubre el pecado. Por la Ley es el conocimiento del
pecado; pero el pecador es constantemente atrado a Jess por la maravillosa manifestacin
de su amor, pues l se humill a s mismo para padecer una muerte vergonzosa sobre la cruz
(Manuscrito 24, 1888; MS 3: 190, 191).
Medita en l hoy, y en lo que ha hecho por ti. Esos pensamientos no solo confortarn tu
alma, sino tambin vigorizarn tu vida y transformarn tus acciones.
284
5 de octubre
La justificacin por la fe
y el mensaje del tercer ngel -7
Mas el justo por la fe vivir. Romanos 1:17.
e especial inters en lo que lemos ayer es el hecho de que Elena de White sealara
ms de una vez que la verdad sobre la justificacin por la fe que Waggoner haba
estado predicando no era nueva luz; que ella misma la haba estado proclamando
durante 44 aos. Esa idea coincida con el mismo Waggoner, que seal que el mensaje que
estaba enseando haba sido proclamado por todos los reformadores eminentes desde los
das de Pablo hasta los das de Lutero y Wesley.
En otras palabras, segn Waggoner, lo que l present era una recuperacin del punto
de vista evanglico de la justificacin por la fe.
Esa tambin era la interpretacin de Elena de White, de al menos parte de la contribucin
de Jones y Waggoner. En agosto de 1889, escribi que la doctrina de la justificacin por la
fe haba sido por largo tiempo oculta debajo de la escoria del error. Ese error, seal, haba
sido exhibido por la gente de la santidad que haba predicado la fe en Cristo, pero tambin
haban promovido acabar con la Ley (RH, 13 de agosto de 1889). Desde esa perspectiva, la
enseanza de la justificacin por la fe haba estado en compaa del error (Manuscrito 8, 1888).
Por otro lado estaban los adventistas, que haban mantenido la santidad de la Ley pero
haban perdido de vista la doctrina de la justificacin por la fe. En ese contexto, ella observa
que Dios ha levantado a hombres [Jones y Waggoner] para satisfacer las necesidades de este
tiempo [...]. La obra de ellos no es solo proclamar la Ley, sino tambin predicar la verdad para
este tiempo: el Seor, nuestra justicia.
Los adventistas, seala, haban estado haciendo un buen trabajo sobre la Ley, mientras
que los de la santidad haban estado predicando la fe en Cristo. Pero, ambas partes tenan
errores. Los adventistas descuidaban la fe, mientras que los de la santidad denigraban la Ley.
El logro de Jones y de Waggoner fue deshacerse de los errores de cada grupo, a la vez que
combinaba sus verdades.
En el proceso, dieron al adventismo una interpretacin completa de los tres mensajes
anglicos, que haba estado ausente (ibd.).
Como resultado, Elena de White pudo decir que, a travs del nfasis de Jones y Waggoner sobre la justificacin por la fe, Dios ha rescatado estas verdades de la compaa del
error [antinomianismo], y las ha puesto en su marco adecuado [el mensaje del tercer ngel]
(Manuscrito 8a, 1888).
Qu mensaje! Dios no quiere adventistas legalistas desequilibrados ni adventistas desequilibrados que enfaticen solo la fe. Quiere un pueblo que ponga la Ley y la fe en su perspectiva
adecuada.
285
6 de octubre
La justificacin por la fe
y el fuerte clamor
Despus de esto vi a otro ngel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con
su gloria. Y clam con voz potente, diciendo: Ha cado, ha cado la gran Babilonia [...]. Salid de ella,
pueblo mo. Apocalipsis 18:1-4.
yer vimos que un aspecto del mensaje de 1888 de Waggoner y de Jones que entusiasm a Elena de White era que haban combinado las dos mitades de Apocalipsis
14:12. No solo predicaban los Mandamientos de Dios sino tambin la fe en Jess como
Seor y Salvador. De este modo, haban rescatado las verdades de la justificacin por la fe de
la compaa del error [antinomianismo] y las colocaron en su marco adecuado: el mensaje
del tercer ngel (Manuscrito 8a, 1888).
Desde la perspectiva de ella, la importancia del mensaje de 1888 no era por alguna doctrina adventista especial originada por Jones y Waggoner, sino la reunificacin del adventismo
con el cristianismo bsico. Esta exaltaba a Jesucristo como el pilar central de toda vivencia y
pensamiento cristianos, proclamaba la justificacin por la fe y enseaba la santificacin que se
refleja en la obediencia a la Ley de Dios, mediante el poder del Espritu Santo.
Una vez que captamos que la esencia de la contribucin de Jones y Waggoner fue la
combinacin de las diversas partes del mensaje del tercer ngel, es posible que entendamos
la intrigante declaracin de ella en cuanto al comienzo del fuerte clamor en 1888. En la Review
del 22 de noviembre de 1892, leemos: El tiempo de prueba est precisamente delante de
nosotros, pues el fuerte pregn del tercer ngel ya ha comenzado en la revelacin de la justicia
de Cristo, el Redentor que perdona los pecados. Este es el comienzo de la luz del ngel cuya
gloria llenar toda la Tierra. Esto es as, porque la obra de cada uno a quien ha llegado el mensaje
de amonestacin es la de exaltar a Jess (MS 1: 425).
Jones, al confundir la lluvia tarda (el derramamiento del Espritu Santo: una persona)
con el fuerte clamor (un mensaje), hizo mucho aspaviento con la declaracin del fuerte clamor
en 1892, al proclamar que la lluvia tarda haba comenzado. Pero, debi haber ledo con ms
atencin: era el fuerte clamor, y no la lluvia tarda, lo que haba comenzado en Minnepolis.
La enrgica observacin que hizo Elena de White en 1892 fue que por fin en 1888
los adventistas del sptimo da finalmente tenan el mensaje completo de misericordia para
predicarlo al mundo antes de la Segunda Venida. El mensaje del fuerte clamor proclamara la
importancia perpetua de los Diez Mandamientos en el contexto de una fe firme en Jess como
Seor y Salvador; todo enunciado dentro de la expectativa por la Segunda Venida (Apoc. 14:12).
Qu mensaje!
Y Dios quiere que seamos fieles a estas tres partes.
286
7 de octubre
Y la Trinidad? -1
Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espritu Santo. Mateo 28:19.
muchos adventistas del sptimo da los toma por sorpresa el hecho de que la mayora
de los fundadores de nuestra confesin religiosa no podran unirse a la iglesia de hoy si
tuviesen que aceptar las 28 creencias fundamentales. Para ser ms especfico, habran
rechazado la creencia nmero 2, sobre la Trinidad, porque eran antitrinitarios; habran rechazado
la nmero 4, acerca del Hijo, porque sostenan que el Hijo no era eterno; y habran negado la
nmero 5, sobre el Espritu Santo, porque para ellos el Espritu era una fuerza, y no una persona.
En gran medida, la Conexin Cristiana haba moldeado la interpretacin que ellos tenan
sobre estos puntos. En 1835, Josu V. Himes, un pastor destacado de los conexionistas, escribi
que al principio [los creyentes de la Conexin], generalmente eran trinitarios, pero se haban
alejado de esa creencia cuando consideraron que no era bblica. Himes observ que solo el
Padre no tiene origen, es independiente y eterno. Por lo tanto, necesariamente Cristo tuvo
origen, era dependiente y lleg a la existencia por el Padre. Los conexionistas, tambin, propendan a ver al Espritu Santo como el poder y la energa de Dios, esa santa influencia de Dios.
Jos Bates, Jaime White y otros adherentes conexionistas llevaron esas creencias al
adventismo sabatario. White, por ejemplo, se refiri a la Trinidad, en 1846, como ese antiguo
credo trinitario no bblico; y en 1852, como ese antiguo absurdo trinitario.
J. N. Andrews comparta las creencias de White. En 1869, escribi que el Hijo de Dios [...]
tena a Dios como Padre, y en algn punto de la eternidad del pasado tuvo un comienzo de das.
Uras Smith tambin rechazaba la Trinidad, y en 1865 esgrimi que Cristo era el primer
ser creado; y en 1898, que solo Dios no tiene principio.
Aqu tenemos algo as como un quin es quin en el adventismo sabatario sobre la
Trinidad. Solo falta un nombre, como habrs observado: el de Elena de White. No es que ella
no haya tenido algo que decir sobre el tema, sino que es imposible distinguir exactamente lo
que ella crea por lo que dijo, al menos en las primeras dcadas del movimiento.
Cmo pudieron equivocarse sobre un tema tan importante los primeros dirigentes
adventistas?
Aqu hay una respuesta parcial. Dios gua a su pueblo paso a paso: a medida que este
progresa, su visin se vuelve cada vez ms clara. En los prximos das, veremos que hubo una
transformacin en el pensamiento adventista sobre la Trinidad.
287
8 de octubre
Y la Trinidad? -2
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Juan 1:1.
i la dirigencia tradicional del adventismo del sptimo da parece haber sido antitrinitaria
casi por unanimidad, qu suceda con los reformadores de Minnepolis?
Aqu, curiosamente, hay un tema teolgico en el que E. J. Waggoner poda concordar con Uras Smith. Hubo un tiempo, escribi Waggoner en su libro de 1890 titulado Christ
and his Righteousness [Cristo y su justicia], en que Cristo surgi y sali de Dios [...] pero ese
tiempo fue tan remoto en los das de la eternidad que para la comprensin finita prcticamente
es sin principio.
Su declaracin, sorprendentemente, se asemeja a la que hiciera Smith esa misma dcada:
Solo Dios no tiene comienzo. En la poca ms temprana, cuando pudo haber un principio un
perodo tan remoto que para las mentes finitas esencialmente es eternidad, apareci la Palabra.
Ahora, debemos preguntarnos: si Smith y Waggoner estaban del mismo lado en relacin
con la Trinidad, de dnde surgi el estmulo para el cambio?
Aqu es donde entra en escena otro de los reformadores de 1888. La experiencia de
1888, literalmente, transform el ministerio de la palabra escrita de Elena de White. Fue en
los acontecimientos que rodearon al Congreso de la Asociacin General que tom plena
conciencia de la ignorancia de los pastores y los laicos adventistas sobre el plan de salvacin
y la centralidad de Cristo.
Los aos posteriores veran la publicacin de sus libros ms importantes sobre esos temas:
1892. Su clsico, El camino a Cristo.
1896. El discurso maestro de Jesucristo, que versaba sobre el Sermn del Monte.
1898. El Deseado de todas las gentes, su libro sobre la vida de Cristo.
1900. Palabras de vida del gran Maestro, una obra sobre las parbolas.
1905. El ministerio de curacin, en el que los captulos introductorios se centran
en el ministerio de curacin de Jess.
En ningn lugar de estos libros Elena de White ofreci un captulo o incluso un prrafo
sobre la Trinidad o la plena divinidad de Cristo, pero enuncia frases y palabras que hicieron
que los adventistas regresaran a la Biblia para volver a estudiar el tema. Ese estudio bblico,
finalmente, transformara al adventismo en relacin con la Trinidad y otros temas relacionados.
Gracias, Seor, por tu tierna conduccin. T haces avanzar a tu iglesia solo al paso que
esta puede absorber lo que tienes para ella.
288
9 de octubre
Y la Trinidad? -3
Y dijo Pedro: Ananas, por qu llen Satans tu corazn para que mintieses al Espritu Santo [...]? No
has mentido a los hombres, sino a Dios. Hechos 5:3, 4.
pesar de la claridad de la Biblia sobre el tema, el adventismo primitivo no haba reconocido la personalidad y la plena divinidad del Espritu Santo. Eso tuvo consecuencias
desastrosas para la iglesia a fines del siglo XIX.
Pero, primero debemos reconocer que en la dcada de 1890 quiz se escribi ms sobre
el Espritu Santo y Cristo que en cualquier otra dcada de la historia adventista. Eso fue algo
natural, una vez que comenzaron a hablar acerca de la justificacin por la fe y la centralidad de
Cristo en la salvacin. Al fin y al cabo, si Cristo es el que salva, entonces es importante tener
a un Cristo adecuado para la tarea. Y, si el Espritu Santo es un actor clave en el proceso, es
de esperar que se hable de su funcin. No es casual que el debate de la Deidad haya hecho
erupcin en la dcada de 1890.
Sin embargo, los adventistas no eran los nicos que hablaban del Espritu Santo en ese
entonces. Las iglesias de la santidad wesleyana, con su nfasis en la sanidad por la fe y la vida
victoriosa, surgieron durante ese tiempo; y los comienzos del nuevo siglo veran el surgimiento
del pentecostalismo moderno. Ambos movimientos tenan mucho que decir sobre la obra del
Espritu en la vida de las personas y de la iglesia. En el otro extremo del espectro teolgico, los
cristianos liberales haban comenzado a desarrollar un renovado inters en teoras relacionadas
con el Espritu como la inmanencia de Dios y en las ideas de religiones orientales como el
hinduismo, con su perspectiva pantesta de que todo lo que existe es Dios.
El adventismo, al no tener una interpretacin correcta de esos temas, se vio profundamente afectado por los movimientos del resto del mundo religioso. Por un lado, el cambio
de siglo tuvo su propio estallido pentecostal en el movimiento de la Carne Santificada, que
proclamaba que incluso los dientes que la gente no tuviese volveran a crecer antes de que
Cristo regresara, a fin de poder tener carne perfecta. Por otro lado, Waggoner y J. H. Kellogg
quedaron atrapados en el pantesmo. Waggoner afirm, en los congresos de la Asociacin
General de 1897 y 1899, por ejemplo, que Cristo apareca como un rbol, y que un hombre
puede conseguir la justificacin al baarse, si sabe de dnde proviene el agua.
Hablamos de confusin.
Es en ese contexto que Dios gui al adventismo en su prximo paso en la senda progresiva
de la verdad presente.
Dios tena un mensaje para su pueblo sobre la Deidad. Pero, este necesitaba estudiar la
Biblia para descubrirlo.
289
10 de octubre
Y la Trinidad? -4
Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino.
Hebreos 1:8.
unque la Biblia no tiene ningn problema en llamar Dios a Jess, los primeros adventistas s; indudablemente, por un prejuicio en contra de la Edad Media, segn el cual
se sostena que la doctrina de la Trinidad era producto de una iglesia en apostasa.
Pero, esa actitud cambiara.
Y, al frente de los que dirigan a la iglesia en nuevas direcciones estaba Elena de White. Si
bien nunca us la palabra Trinidad, sus escritos en la era de 1888 y posteriores estn colmados
de frases y conceptos trinitarios. Seal, por ejemplo, que hay tres personas vivientes en el
tro celestial [...] el Padre, el Hijo y el Espritu Santo (Ev 446). Y, en 1901 escribi respecto de
los eternos dignatarios celestiales Dios, Cristo y el Espritu Santo (ibd., p. 447). Repetidas
veces se refiri al Espritu Santo como la tercera persona de la Divinidad (ibd., p. 448; DTG
625). Y no tena ninguna duda de que el Espritu Santo [...] es una persona as como Dios es
persona (Ev 447).
En cuanto a Cristo, Elena de White avanz infinitamente ms all que Waggoner, Smith y
la mayora de los otros adventistas de su poca, cuando describi a Jess no solo como igual a
Dios sino tambin como el Hijo eterno y existente por s mismo (ibd., p. 446). Haba estado
con el Padre por toda la eternidad (RH, 5 de abril de 1906).
Quiz la declaracin ms controvertida y sorprendente de la seora de White, para los
adventistas en la dcada de 1890, fue una frase que apareci en su libro sobre la vida de Jess,
en la que seal que en Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva de otra (DTG 489;
nfasis aadido). Esa declaracin tom por sorpresa a la iglesia, y algunos se preguntaban si
ella haba abandonado la fe.
No podemos tener la menor duda de que Elena de White estaba a la vanguardia de los
que intentaban cristianizar el adventismo en su acercamiento a la Deidad.
Pero, es fundamental tener en cuenta que ella nunca resolvi ningn problema y que
nunca elabor una teologa de la Trinidad, sino que salpic sus escritos con declaraciones que
llevaron a pastores y miembros de iglesia a volver a la Biblia, y reestudiar el tema por su cuenta.
Padre celestial, hoy estamos agradecidos por un Cristo suficiente para salvar y un Espritu
Santo adecuado para su tarea redentora.
290
11 de octubre
Y la Trinidad? -5
Porque un nio nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamar su
nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Prncipe de Paz. Isaas 9:6.
yer vimos algunas expresiones de Elena de White claramente trinitarias, que aparecieron
en la era de 1888. Especialmente problemtica para muchos era su declaracin de El
Deseado de todas las gentes que dice: En Cristo hay vida original, que no proviene
ni deriva de otra (p. 489).
La energa de esa declaracin tom por sorpresa a muchos. Uno de ellos era un joven
predicador llamado M. L. Andreasen. l estaba convencido de que ella en realidad no haba
escrito esa declaracin; que sus editores y asistentes debieron haberla alterado. Como resultado,
pidi leer su libro manuscrito. Ella gustosamente le dio acceso a sus documentos de archivo.
Posteriormente, l record que tena conmigo una cantidad de citas que quera ver si estaban
en el original de su propio puo y letra. Recuerdo lo asombrados que estbamos cuando se
public El Deseado de todas las gentes por primera vez, porque contena algunas cosas que
considerbamos increbles, entre otras la doctrina de la Trinidad, que en ese entonces no era
generalmente aceptada por los adventistas.
Al quedarse en California por varios meses, Andreasen tuvo tiempo suficiente para revisar
sus sospechas. Estaba especialmente interesado en la declaracin de El Deseado de todas
las gentes que en un momento caus gran preocupacin teolgica en la iglesia: En Cristo hay
vida original, que no proviene ni deriva de otra [...]. Esa declaracin quiz no les parezca tan
revolucionaria, dijo a su audiencia en 1948, pero para nosotros lo era. Casi no lo podamos
creer [...]. Yo estaba seguro de que la hermana White nunca haba escrito el pasaje. Pero ahora,
lo encontr en su propio manuscrito tal cual haba sido publicado.
Algunos todava no lo creen. En los ltimos quince aos, ha habido un reavivamiento
antitrinitario entre algunos adventistas. Al igual que Andreasen, creen que los editores cambiaron
los pensamientos de ella.
Por cierto, eso no dice mucho de su conocimiento de Elena de White. Ella saba en lo
que crea y poda mantenerse firme en cualquier desacuerdo con los editores, o incluso con los
administradores de la Asociacin General, como vimos en 1888. Sus asistentes podan modificar
sus palabras exactas proporcionando sinnimos, pero no sus pensamientos.
La recuperacin de la idea de la Trinidad en el adventismo fue un paso ms en la conduccin progresiva de Dios hacia una comprensin ms plena de la Escritura.
291
12 de octubre
La Trinidad en retrospectiva
La gracia del Seor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunin del Espritu Santo sean con todos
vosotros. Amn. 2 Corintios 13:14.
sas fueron las palabras finales de Pablo en su segunda carta a los Corintios; una declaracin que transmite a todos los lectores de la Biblia la identidad de los miembros de
la Deidad: el Padre, el Hijo y el Espritu Santo.
Entre la dcada de 1880 y mediados del siglo XX, el adventismo sufri una revolucin
sobre la Trinidad, la naturaleza divina y la personalidad del Hijo y del Espritu. Elena de White,
como vimos, dirigi al adventismo en la nueva direccin. Pero, sus declaraciones no originaron
la revolucin, sino que incentivaron a otros adventistas a explorar la Biblia por s mismos sobre
esos temas.
Pero, aun as no se produjo un cambio rpido; de hecho, llevara dcadas. Un ejemplo
de ello es el Congreso Bblico de 1919, patrocinado por la Asociacin General, que tuvo un
debate abierto sobre la Trinidad que puso nerviosos a algunos. Un destacado pastor declar:
No he podido aceptar la supuesta doctrina de la Trinidad [...]. No puedo creer que la as llamada
doctrina trinitaria de las tres personas exista siempre.
El presidente de la Asociacin General A. G. Daniells trat de calmar las cosas al indicar
que no vamos a someter a votacin el trinitarianismo ni el arrianismo. Tambin afirm que
se le haban cado las escamas de los ojos por la publicacin de El Deseado de todas las gentes
y haba acudido a la Biblia por el tema.
En la primera declaracin de las Creencias Fundamentales de la iglesia, esta asumi una
postura trinitaria en 1931. Eso no significa que todos estuviesen de acuerdo. Hubo baches
antitrinitarios que permanecieron hasta la dcada de 1940; pero, para la de 1950, la iglesia en
su conjunto comparta la misma opinin sobre la Trinidad.
Por esa razn, fue sorprendente ver un reavivamiento antitrinitario. Algunos de los
apstoles de esa doctrina me atraparon en un callejn oscuro en el Congreso de la Asociacin General de Toronto en 2000. Les pregunt por qu crean que su postura era verdadera.
Porque era la postura de nuestros fundadores, respondieron. Esa lgica nos llevara a comer
cerdo y a guardar el da de reposo de 18 a 18. La tradicin, respond, es una buena postura
para una iglesia medieval, pero no para un movimiento cimentado en la Biblia. Eso se resolvi
en la dcada de 1840, y se reiter en la era de 1888.
La nica tradicin que cuenta es que el adventismo es el pueblo del LIBRO.
292
13 de octubre
ifundir el evangelio, o las buenas nuevas (segn la versin NVI), fue la tarea para
los reformadores de 1888, despus de realizar el Congreso de la Asociacin General.
Elena de White se fue de Minnepolis desanimada con los dirigentes ministeriales
de la iglesia, pero todava tena esperanzas en el pueblo adventista en su conjunto. Antes de
terminar el congreso, haba dicho a los pastores reunidos que, si no aceptaban la luz, ella quera
darle una oportunidad al pueblo; quizs l la recibira (Manuscrito 9, 1888). Sin duda que
la necesitaban. En septiembre de 1889, coment que no hay ni uno en cien que realmente
entendiera lo que significaba ser justificado por la fe, lo que significaba que Cristo deba ser
[...] la nica esperanza y salvacin (RH, 3 de septiembre de 1889).
Hasta el otoo de 1891, ella, Jones y Waggoner recorrieron el pas, predicando la justificacin por la fe al pueblo y a los pastores. Despus de que ella partiera para Australia en
1891, y Waggoner se fuera a Inglaterra, Jones y W. W. Prescott continuaron presentando el
mensaje en los Estados Unidos. En todo este perodo, y de all en ms, Elena de White enfatiz
que Dios haba escogido a Jones y a Waggoner con el fin de llevar un mensaje especial a la
Iglesia Adventista; y ella misma public extensamente sobre el tema de la justificacin por la fe.
Los nuevos administradores de la Asociacin General, O. A. Olsen (1888-1897) y G. A.
Irwin (1897-1901), respondieron positivamente, dando oportunidades para presentarse en pblico a Jones y a Waggoner. Los dos hombres tuvieron acceso a la gente a travs de las iglesias,
las lecciones de Escuela Sabtica, los colegas, los colegios con internado, que generalmente
estaban dedicados a formar para el ministerio, y las casas editoras de la iglesia.
Especialmente importante era el hecho de que en todos los congresos de la Asociacin
General de 1889 a 1897 Jones y Waggoner recibieron el papel de liderazgo en el estudio de
la Biblia y la teologa. Ms all de eso, para 1897 Jones haba asumido el poderoso cargo de
editor de la Review and Herald.
Habra sido difcil imaginar un programa que pudiera otorgar mayor prominencia a los
reformadores durante la dcada de 1890.
Verdaderamente se estaban llevando las buenas nuevas al pueblo. Y todava contina
siendo as. Cristo todava es el centro de atencin en la predicacin adventista con orientacin
bblica.
293
14 de octubre
294
15 de octubre
295
16 de octubre
l hermano Butler era un tipo duro, pero Dios lo amaba de todos modos. Esa es una
buena noticia para todos nosotros.
Tuvo sus momentos de arrepentimiento. En 1893, por ejemplo, escribi a Elena
de White que los ltimos aos le haban partido la espalda, pero eso es un asunto menor,
comparado con el progreso de la obra. Y, para el otoo de 1894, Butler invit a A. T. Jones
para que fuese a ayudarlo en la reunin campestre de Florida.
En 1901, despus de la muerte de su esposa, Butler sali de su semijubilacin para convertirse en el presidente de la Asociacin de Florida. Entre 1902 y 1907, trabaj como presidente
de la Asociacin Unin del Sur.
Elena de White se alegr de ver de vuelta al anciano pionero en un puesto de liderazgo.
Yo saba, dijo a los delegados al Congreso de la Asociacin General de 1903, que llegara
el momento en que l volvera a ocupar su lugar en la obra. Quiero que aprecien las pruebas
por las que ha pasado [...]. Dios desea que los pioneros que peinan canas, que tuvieron una
parte en el adventismo primitivo, ocupen su lugar en la obra hoy. No deben caer en el olvido
(1903, GCB 205).
El nuevo Butler, escribi ella en 1902, no era el mismo hombre de 1888. No solo tena
fortaleza fsica y salud espiritual, sino tambin el Seor lo haba puesto a prueba, lo haba
examinado y juzgado, como lo hizo con Job y con Moiss. Veo en el pastor Butler a alguien que
ha humillado su alma delante de Dios. Tiene otro espritu que el pastor Butler de los aos de
su juventud. Estuvo aprendiendo la leccin a los pies de Jess (Carta 77, 1902).
Ese certificado de salud no implicaba que Butler fuese categrico sobre las cuestiones de
1888. En 1909, dijo a A. G. Daniells, presidente de la Asociacin General, que nunca pudo ver
luz en los mensajes de Jones y Waggoner. Su lema todava era Obedece, y vive.
A pesar de sus problemas, Elena de White escribi de l: Aunque quiz cometa algunos
errores, an es un siervo del Dios viviente, y yo har todo lo posible para apoyarlo en su obra
(Carta 293, 1905). Butler permaneci asombrosamente activo en la iglesia hasta su muerte,
en 1918, a la edad de 84 aos.
Dios utiliza a personas imperfectas. Y eso es bueno; de lo contrario, no tendra a nadie
para emplear.
Tmanos hoy, Seor, con todos nuestros defectos, y utilzanos para tu gloria. Amn.
296
17 de octubre
l igual que Butler, Smith padeci una experiencia traumtica en las reuniones de Minnepolis. Profundamente decepcionado y perturbado por el congreso, en noviembre
de 1888 renunci a su cargo de tantos aos como secretario de la Asociacin General,
pero continu siendo editor de la Review.
Conserv ese puesto hasta 1897, combatiendo gran parte del tiempo con A. T. Jones
sobre interpretacin proftica y otros temas. Sin embargo, su direccin editorial durante esos
aos fue una batalla en declive, frente a la popularidad del carismtico Jones, que a fines de
1892 se haba convertido en la voz ministerial ms escuchada del adventismo. En 1897, Smith
recibi su mxima humillacin cuando la iglesia nombr a Jones como editor de la Review; y
a Smith, como su asociado.
En los aos posteriores a 1888, se le hizo casi imposible a Smith luchar a brazo partido
con el hecho de que Waggoner haba predicado la postura de los Diez Mandamientos de la
ley de Glatas, y de que Elena de White haba respaldado a Waggoner en la relacin entre la
Ley y el evangelio. En los aos siguientes a las reuniones de Minnepolis, Smith fue uno de los
cabecillas en cuanto a poner en duda la obra de Elena de White.
No obstante, ella no se dio por vencida con l. Le escribi una carta tras otra, llamndolo al
arrepentimiento, pero en vano. Entonces, en enero de 1891, confes sus errores de Minnepolis.
Y la seora de White expres: Ha cado sobre la Roca, y fue quebrantado.
Sin embargo, la cada de Smith sobre la Roca no implicaba que estuviese del todo sobre
la Roca; su teologa legalista todava le causaba problemas.
Pero, en 1901, los dirigentes de la iglesia lo volvieron a nombrar editor de la Review. Elena
de White estaba muy contenta, y expres su placer al ver que su nombre nuevamente estaba a
la cabeza de la lista de editores; porque as deba ser [...]. Cuando hace unos aos su nombre
fue puesto en segundo lugar [despus del de Jones], me sent herida. Cuando nuevamente lo
pusieron primero, llor y dije: Gracias, Dios (Carta 17, 1902).
No obstante, todava le quedaba algo del viejo Smith. No mucho despus de llegar a ser
editor, reabri la guerra de Glatas y tuvo que ser despedido una vez ms. Nunca se recuper
del golpe. La misma Review que anunci el cambio de editor seal que estaba gravemente
enfermo. Pas al descanso en 1903, a los setenta aos.
Seor, aydanos este da con nuestro yo caprichoso. Aydanos a entregarte todo a ti,
incluso nuestras ideas y modos ms acariciados.
297
18 de octubre
298
19 de octubre
Minnepolis en retrospectiva
Llamars su nombre JESS, porque l salvar a su pueblo de sus pecados. Mateo 1:21.
l Congreso de la Asociacin General de 1888 fue uno de los grandes momentos decisivos
en la historia adventista del sptimo da.
No podemos tener la menor duda acerca de sus resultados. Gui a la iglesia de
regreso a la Biblia como la nica fuente de autoridad en doctrina y prctica; exalt a Jess y puso
la salvacin por la gracia, mediante la fe, en el centro de la teologa adventista; contextualiz
el rol apropiado de la Ley dentro del evangelio de la gracia; y llev a reestudiar los temas de la
Trinidad, la plena divinidad de Cristo y la personalidad del Espritu Santo.
Y quiz lo ms importante sea que otorg al adventismo una interpretacin ms cabal
del mensaje del tercer ngel de Apocalipsis 14:12: el texto central de la autointerpretacin
adventista. El pasaje no solo los identificaba como adventistas que esperaban con paciencia
a su Seor mientras guardaban todos los Mandamientos de Dios, sino tambin puso delante
de ellos el mensaje evanglico en el hecho de que el ltimo mensaje de Dios para el mundo
antes de la Segunda Venida (vers. 14-20) se centrara en tener fe en Jess.
En resumen, el mensaje de 1888 transform la manera de pensar de los adventistas en
cuanto a su mensaje. Esa es la buena noticia.
La mala noticia es que el diablo siempre intenta asegurarse de que olvidemos o que
descuidemos las buenas noticias. As, algunos adventistas, en la dcada de 1890 y despus,
continuaron enfocndose en la Ley y no en el evangelio, mientras otros usaron el mensaje de
Jones y de Waggoner como una nueva puerta al antiguo legalismo y el perfeccionismo humano
que se haban levantado para oponrseles.
La historia completa de la saga de Minnepolis trae a la mente dos de los hechos ms
grandiosos de la Tierra. Primero, la total perversidad de los seres humanos. Segundo, la ilimitada
gracia de Dios. Al considerar la historia de la iglesia en la era de Minnepolis, vienen a mi mente
las palabras del gran himno de John Newton: Sublime gracia del Seor, de muerte me libr.
Sublime gracia es la nica clase que existe. Esas dos palabras resumen el mensaje y el
significado de lo sucedido en 1888.
299
20 de octubre
Conozcamos a W. W. Prescott
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; s, pues, celoso, y arrepintete. Apocalipsis 3:19.
no de los dirigentes ms enrgicos del adventismo de fines del siglo XIX fue William
Warren Prescott. Pero, las personas enrgicas no siempre son lderes espirituales. As
fue con el primer Prescott, que haba llegado a ser presidente del Colegio de Battle
Creek en 1885.
El momento crucial de su vida lleg a finales de 1890, cuando ley un testimonio especial titulado: S celoso y arrepintete desde el frente del templo de Battle Creek. El Seor,
deca, ha visto nuestras rebeliones [...]. Porque el Seor, en tiempos pasados, ha bendecido y
honrado a la Iglesia Adventista, se halagan a s mismos que son escogidos y justos, y que no
necesitan advertencias, instruccin ni reprensin.
Pero, el Testigo Verdadero dice: Yo reprendo y castigo a todos los que amo; s, pues,
celoso, y arrepintete pues si no, vendr pronto a ti, y quitar tu candelero de su lugar [...].
El desagrado del Seor es en contra de su pueblo. En su condicin actual, es imposible que
ellos representen el carcter de Cristo. Y, cuando el Testigo Verdadero les ha enviado consejos,
reprensiones y advertencias porque los ama, ellos se han negado a recibir el mensaje [...]. Qu
significa que una gracia tan sublime no enternezca nuestros corazones duros? [...].
En las iglesias debera haber una manifestacin maravillosa del poder de Dios, pero
este no se mover en los que no se hayan humillado ante el Seor, y hayan abierto la puerta
del corazn mediante la confesin y el arrepentimiento [...]. El talento y una amplia experiencia
no harn de los hombres canales de luz, a menos que se coloquen bajo los rayos de luz del
Sol de Justicia [...].
La luz debe resplandecer del pueblo de Dios con rayos claros e inequvocos, para presentar a Jess ante las iglesias y ante el mundo [...]. Triunfar un solo inters, un tema absorber
a todos los dems: Cristo, nuestra justicia [...]. Todos los que se arriesgan a seguir su propio
camino, que no se unen a los ngeles que son enviados del Cielo con un mensaje para llenar
toda la Tierra con su gloria, sern pasados por alto. La obra avanzar hacia la victoria sin ellos,
y no tendrn parte en el triunfo (RH Extra, 23 de diciembre de 1890).
Mientras lea, Prescott se sinti tan emocionado que se detuvo varias veces, porque las
lgrimas de la emocin embargaban su voz. Su vida nunca ms sera la misma. Haba sido
adventista, pero ese da se haba encontrado con Cristo como su Salvador. De all en adelante,
estrech lazos con Elena de White, Jones y Waggoner, para predicar a Cristo y su amor. Prescott
se haba tomado en serio el consejo de arrepentirse y ser celoso.
300
21 de octubre
El bautismo de la educacin
adventista -1
He aqu, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrar a l,
y cenar con l, y l conmigo. Apocalipsis 3:20.
n diciembre de 1890, como vimos ayer, Cristo se aproxim a William Warren Prescott
y llam a la puerta de su corazn. El joven educador la abri. Y nunca ms sera el mismo. Tampoco Uras Smith. Un resultado de la conversin de Prescott fue su ministerio
hacia Smith, que lo llev a una confesin pblica, y a una reparacin entre l y Elena de White.
Y as, el mensaje de Cristo cambia vidas y las reforma. Pero, en el caso de Prescott,
la reforma no solo afect vidas individuales sino tambin tuvo un poderoso impacto en la
educacin adventista.
Es que Prescott no solo era presidente del Colegio de Battle Creek; tambin era director
de la Asociacin Educativa Adventista del Sptimo Da, y pronto sera el presidente del Union
College y del Colegio de Walla Walla. Al ser dirigente de Asociacin y presidente de tres colegios
al mismo tiempo, el elocuente Prescott estaba en condiciones de establecer cambios importantes
en la educacin adventista.
Inici la transformacin de la educacin adventista en una convencin educativa que
foment en un pequeo lugar llamado Harbor Springs, al norte de Mchigan, durante julio y
agosto de 1891.
Hasta ese momento, la educacin adventista haba luchado con la determinacin de su
misin y su identidad. Aunque los adventistas la haban fundado a fin de que fuera visiblemente
cristiana, y con la intencin de preparar pastores y misioneros, desde su comienzo en el Colegio
de Battle Creek, en 1874, haba sido prisionera de los clsicos paganos, y del estudio del latn y
del griego clsico. Se haba intentado algunas reformas, pero todava quedaba mucho por hacer.
Eso comenz a cambiar con la conversin de Prescott. La verdad de la historia de Prescott
es que Dios utiliza a personas para cambiar a su iglesia. Pero, solo puede obrar a travs de
aquellos que estn dispuestos a permitir que l los use.
All es donde t y yo entramos en escena. Dios quiere tomar nuestra vida y moldearnos
de tal forma que pueda usarnos para llegar a otros, e influir en ellos y en la iglesia en general.
Escuchen, yo s que algunos de ustedes piensan que no ejercen ninguna influencia.
No es as! Cada uno de nosotros toca a otras personas de alguna forma pequea cada da. Es
a travs de partculas y de pedazos que finalmente se produce la bola de nieve del cambio.
301
22 de octubre
El bautismo de la educacin
adventista -2
El que tiene odo, oiga lo que el Espritu dice a las iglesias. Apocalipsis 3:22.
l Espritu Santo tena mucho para decir a la iglesia y a su programa educativo durante
la dcada de 1890. No solo Elena de White, A. T. Jones y E. J. Waggoner estaban
llevando el mensaje de Cristo y su justicia a las iglesia y a las reuniones campestres,
sino tambin la Asociacin General haba establecido un instituto anual para pastores, en el
que los ministros adventistas podan reunirse durante varias semanas por ao para estudiar la
Biblia y el plan de salvacin.
Prescott, con energas renovadas, decidi hacer lo mismo por los educadores de la iglesia
en el verano de 1891 en Harbor Springs. Guillermo White describi las reuniones en trminos
de reavivamiento espiritual, y llam la atencin sobre el nfasis de los testimonios personales
espontneos. Observ que cada da comenzaba con exposiciones de Jones sobre el libro de
Romanos. Elena de White tambin habl de esos temas referentes a la necesidad de una relacin personal con Cristo, la necesidad de un reavivamiento espiritual entre los educadores que
asistieron a la convencin y la centralidad del mensaje cristiano para la educacin.
Prescott afirm, en el Congreso de la Asociacin General de 1893, que Harbor Springs
haba marcado el momento decisivo en la educacin adventista. Si bien el propsito general
hasta ese momento, seal, haba sido tener un elemento religioso en nuestras escuelas, sin
embargo, desde ese instituto, como nunca antes, nuestra obra ha sido prctica [y no terica]
sobre esa base, demostrndose en cursos de estudio y planes de trabajo como no lo haba
hecho anteriormente.
Antes de Harbor Springs, la enseanza de la Biblia haba tenido un lugar menor en la
educacin adventista. Sin embargo, la convencin adopt una recomendacin que requera
cuatro aos de estudio de la Biblia para estudiantes de colegios adventistas. Especficamente,
los delegados decidieron que la Biblia en su totalidad debera estudiarse como el evangelio
de Cristo de principio a fin. La convencin tambin recomend la enseanza de la Historia
desde la perspectiva de la cosmovisin bblica.
Hay una leccin secundaria de gran importancia, si pensamos en los cambios efectuados
en la educacin adventista en Harbor Springs. Y es que cuando realmente comprendemos la
centralidad de Cristo en nuestra vida, eso afectar todo lo que hacemos como personas y como
iglesia. Educativamente, si nuestra salvacin depende de Cristo, sera mejor llegar a conocerlo.
302
23 de octubre
La adventizacin de
la educacin adventista:
El experimento Avondale -1
Escrito est en los profetas: Y sern todos enseados por Dios. As que, todo aquel que oy al Padre, y
aprendi de l, viene a m. Juan 6:45.
303
24 de octubre
La adventizacin de
la educacin adventista:
El experimento Avondale -2
Y todos tus hijos sern enseados por Jehov; y se multiplicar la paz de tus hijos. Isaas 54:13.
omo vimos ayer, Elena de White dedic gran parte de su tiempo, durante la dcada
de 1890, a trabajar estrechamente con el desarrollo del colegio de Avondale en Australia como un modelo, cuyos principios podran ser aplicados por la iglesia en otras
instituciones.
A comienzos de 1894, escribi: Hemos pensado mucho de da y de noche con respecto
a nuestras escuelas. Cmo deben ser dirigidas? Y cul ser la educacin y la preparacin de
nuestra juventud? Dnde deber estar instalada la Escuela Bblica Australiana? Me despert
esta maana a la una de la madrugada, con una carga pesada sobre mi alma. El tema de la
educacin me ha sido presentado de diferentes maneras, en diversos aspectos, por medio de
muchas ilustraciones, y con especificaciones directas a veces sobre un punto, y otras sobre otro.
Por cierto, creo que tenemos mucho que aprender. Somos ignorantes con respecto a muchas
cosas relacionadas con la educacin (NB 384).
La seora de White estaba pensando seriamente en el complejo australiano propuesto,
porque vea la posibilidad de crear un colegio fuera de la esfera de influencia del Colegio de
Battle Creek. En su testimonio principal al respecto, marc la pauta para pensar en un nuevo
tipo de colegio adventista. Sera un colegio bblico, que enfatizara las actividades misioneras y
el aspecto espiritual de la vida. Adems, sera prctico, ya que enseara a la gente a trabajar,
y tendra una ubicacin rural.
Despus de veinte aos de prueba y error, Elena de White estaba ms convencida que
nunca en cuanto al tipo de educacin que necesitaba la iglesia. Al interpretar cada vez mejor
sus propios testimonios durante las dos dcadas anteriores, ya haba afirmado explcitamente
que la Biblia debe estar en el centro y que los colegios adventistas no deberan seguir las pistas
falsas de la educacin clsica. Escribi que ha llevado mucho tiempo comprender qu cambios
deban hacerse a fin de establecer la educacin en un orden diferente (T 6: 126); pero el
proceso de interpretacin y de implementacin de esa interpretacin evolucion rpidamente
entre 1894 y 1899.
Como hemos visto una y otra vez durante los ltimos meses, Dios gua a su pueblo paso
a paso. l no da todo el conocimiento de una sola vez; Dios nos dirige al siguiente paso en
el momento apropiado. As ocurri en el campo de la educacin. Para la dcada de 1890, el
adventismo estaba preparado para una revolucin educativa.
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25 de octubre
La adventizacin de
la educacin adventista:
El experimento Avondale -3
Todos me conocern, desde el menor hasta el mayor de ellos. Hebreos 8:11.
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26 de octubre
La adventizacin de
la educacin adventista:
El experimento Avondale -4
Vosotros mismos habis aprendido de Dios que os amis unos a otros. 1 Tesalonicenses 4:9.
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29 de octubre
La explosin educativa
Desde la niez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvacin
por la fe que es en Cristo Jess. 2 Timoteo 3:15.
odramos decir que la dcada de 1890 fue la de la educacin adventista. Comenzando con
el reavivamiento de Minnepolis en 1888, pasando por el inicio de la reforma educativa
en la convencin de Harbor Springs en 1891, y terminando en el experimento Avondale
y el movimiento de las escuelas primarias, la dcada de 1890 otorgara un perfil educativo al
adventismo por el resto de su estada en la Tierra.
Y todava no hemos hablado de la explosin misionera de la dcada de 1890, que llev
al adventismo y a su sistema educativo casi literalmente hasta cada rincn del globo. Tampoco
hemos explorado el impacto del modelo Avondale en los colegios adventistas de otras partes
del mundo.
Un pequeo aspecto de la influencia fue que la educacin adventista de nivel secundario
y superior se convirti, mayormente, en un sistema rural. E. A. Sutherland y P. T. Magan, por
ejemplo, transfirieron el Colegio de Battle Creek, de su campo restringido, a un paraje remoto
de Berrien Springs, Mchigan, donde se convirti en el Colegio Misionero Emanuel, en 1901.
Adems, los directores del Colegio Healdsburg trasladaron la institucin, durante la primera
parte del siglo XX, a la cima del monte Howell, donde se transform en el Pacific Union College.
Las instituciones no solo estaban aisladas de los problemas de la ciudad (como alumnos del
Pacific Union College a comienzos de la dcada de 1960, bromebamos que el colegio estaba
ubicado a 16 kilmetros del pecado ms cercano que se conozca.), sino tambin ambos fueron
construidos en cientos de hectreas de campo.
Y as ocurri con la educacin adventista en todo el mundo. Las repercusiones de Avondale
nunca cesaron. Y debieron de haber tenido efectos secundarios interesantes. Como el aumento
de la poblacin ha expandido las ciudades y ha ejercido presin sobre los precios de los terrenos,
los colegios adventistas del sptimo da a menudo se encuentran con propiedades de un valor
incalculable, que nunca podran aspirar a comprar en el mercado actual.
Dios ha guiado a su pueblo de una forma especial y nica. Al evaluar los diversos aspectos del programa adventista alrededor del mundo, solo podemos alabar su Nombre por
la conduccin que nos ha dado en nuestra historia pasada. Ahora, debemos orar con el fin de
poder tener la conviccin y el coraje de seguir su direccin en la historia presente.
Padre, aydanos a ser tan receptivos a tu direccin como los reformadores de pocas
pasadas.
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1 de noviembre
a misin mundial estaba en el corazn del cristianismo protestante del siglo XIX. El
movimiento misionero moderno comenz en 1792, cuando Guillermo Carey public
An Enquiry Into the Obligation of Christians to Use Means for the Conversion of the
Heathens [Una investigacin sobre la obligacin de los cristianos de usar recursos para la
conversin de los paganos].
Eso quiz no nos parezca tan revolucionario, pero s lo era en 1792. Al ao siguiente, se
fund la primera sociedad misionera para patrocinar a misioneros extranjeros y el envo de
Carey a la India, donde trabaj durante siete aos, sin ningn converso hind.
Pero, aunque sus esfuerzos comenzaron lentamente, se arraigaron con firmeza. Al momento de su fallecimiento en 1834, Carey no solo haba establecido una fuerte iglesia cristiana
en la India, sino adems haba apadrinado el movimiento misionero moderno, que llevara el
protestantismo a todo el mundo. La primera gran ola misionera protestante al mundo alcanz
su apogeo en la dcada de 1830; pero no se detuvo all, sino que aument en magnitud durante
la ltima parte del siglo. El historiador Kenneth Scott Latourette ha etiquetado el siglo XIX como
el gran siglo de las misiones protestantes; mientras Sydney Ahlstrom, un destacado estudioso
de historia eclesistica estadounidense, seal que las dos ltimas dcadas del siglo XIX fueron
testigos de la fase culminante del movimiento de misiones extranjeras en el protestantismo
estadounidense.
Uno de sus principales estimulantes fue el Movimiento de Estudiantes Voluntarios para
las Misiones Extranjeras, que surgi de un llamado del evangelista Dwight L. Moody, en 1886, a
que los estudiantes universitarios dedicaran su vida al servicio misionero. Cien se ofrecieron para
ese primer ao. Esa cifra aument a 2.200 en 1887, y en pocos aos muchos miles de jvenes
haban dedicado su vida al servicio misionero. El lema del movimiento era La evangelizacin
del mundo en esta generacin.
Eso estimul, segn Ernest R. Sandeen, la mayor demostracin de inters misionero
que se conozca en los Estados Unidos. Como resultado, los protestantes estadounidenses
comenzaron a considerar lugares como frica, China y Japn como sus provincias espirituales.
Ese movimiento no tom por sorpresa a los adventistas. Dios haba abierto el camino
a travs de la iniciativa protestante, y los adventistas del sptimo da rpidamente llegaron a
toda nacin, tribu, lengua y pueblo con el mensaje de los tres ngeles.
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2 de noviembre
ay que confesar que la Iglesia Adventista del Sptimo Da no comenz como un pueblo
con orientacin misionera; al contrario, en sus primeros aos podramos decir que
fue un pueblo antimisionero.
Entre 1844 y 1850, al creer en la teologa de la puerta cerrada, no sentan ningn peso
de predicar a nadie ms que a aquellos que haban participado en el movimiento millerita de
la dcada de 1840.
Miopes!, podramos decir. S; pero fue una etapa esencial en el desarrollo del adventismo. En este perodo de la misin adventista (1844-1850), se destinaron escasos recursos a las
misiones potenciales, para construir una plataforma doctrinal. En otras palabras, primero vino
un mensaje muy distintivo, y recin despus de eso pudieron difundir el mensaje.
La segunda etapa de la misin adventista (1850-1874) se restringi al norte de los Estados
Unidos. Ese tambin fue un paso necesario en la evolucin de la misin adventista. Esos aos
permitieron el desarrollo de una base de poder en los Estados Unidos, que finalmente apoyara
un proyecto de misiones extranjeras.
Podramos pensar en la tercera etapa (1874-1889) como una misin a las naciones
cristianas. Por lo tanto, los adventistas del sptimo da enviaron su primer misionero oficial a
Suiza, con el fin de llamar al pueblo a salir de Babilonia. E incluso cuando iban a lugares como
Australia o Sudfrica, los adventistas siempre comenzaban su obra entre los cristianos de esas
naciones. Ms all de sus limitaciones, la tercera etapa funcion para establecer bases de poder
adicionales entre las diversas poblaciones cristianas diseminadas alrededor del mundo. Como
resultado, esas naciones estaban preparadas para actuar como base de operaciones para el
envo de misioneros al inicio de la cuarta etapa de las misiones adventistas, que comenz
en 1890. Podramos considerar esta etapa como misin al mundo: no solo para poblaciones
cristianas alrededor del mundo, sino a todas las personas.
Paso a paso, sin que nadie fuese consciente de lo que estaba ocurriendo en el desarrollo global de las misiones adventistas, Dios posicion a la Iglesia Adventista del Sptimo Da
donde pudiera aprovechar la explosin misionera protestante que deton en los ltimos aos
del siglo XIX.
Dios conduce aun cuando no somos conscientes de ello.
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4 de noviembre
sa es una buena pregunta. Y tanto la comunidad cristiana en general como los adventistas
del sptimo da en la dcada de 1890 comenzaron a tomar medidas sin precedentes con
el propsito de difundir las enseanzas de la Palabra de Dios como el semillero de la fe.
Parte de la preparacin para la misin ms amplia entre los protestantes fue la creacin de
colegios misioneros e institutos bblicos. Esos colegios aspiraban a preparar una gran cantidad
de obreros lo ms rpido posible para los puestos misioneros de avanzada nacionales y de
ultramar. Las nuevas instituciones se centraban en la capacitacin prctica y el conocimiento
bblico. El primer colegio de este tipo surgi, en 1883, como el Colegio de Capacitacin Misionera
para Misioneros y Evangelistas Nacionales y Extranjeros.
Los acontecimientos dentro del adventismo se comparan con los del mbito evanglico
educativo. Por lo tanto, la extensin misionera tuvo un efecto directo en la expansin de la
enseanza de nuestra iglesia.
John Harvey Kellogg, aparentemente, fue el primer adventista en fundar un colegio
misionero. Estableci el Sanatorio Escuela de Capacitacin para Mdicos Misioneros en 1889,
seguido por el Colegio de Mdicos Misioneros Norteamericanos en 1895.
Mientras tanto, el Colegio Avondale para Obreros Cristianos (1894), las escuelas de capacitacin fundadas por E. A. Sutherland y Percy Magan, y los colegios misioneros adventistas
(como el Colegio Misionero Washington, el Colegio Misionero Emanuel, el Colegio Misionero
del Sur y el Colegio de Mdicos Evangelistas de Loma Linda), pronto salpicaban el paisaje
adventista; todos ellos, con intenciones similares a las instituciones engendradas por el movimiento misionero evanglico.
La expansin misionera afect el crecimiento educativo adventista en al menos dos
formas: primero, increment en gran medida la cantidad de escuelas y de alumnos en los
Estados Unidos, ya que la mayora de los primeros obreros de la iglesia provenan de este
pas; en segundo lugar, los adventistas comenzaron a establecer escuelas y colegios alrededor
del mundo, para que la iglesia pudiera capacitar a las personas en sus propios campos. Sin
embargo, para 1900 no solo las instituciones educativas adventistas explosionaron en nmero,
sino tambin el sistema haba sido internacionalizado.
Nadie puede dudar de la orientacin misionera de los colegios adventistas en la dcada
de 1890. El desafo de nuestro tiempo es mantener ese enfoque a la vanguardia de nuestros
colegios en todos los niveles. La naturaleza de la misin ha cambiado desde el siglo pasado,
pero no la necesidad de contar al mundo acerca de la esperanza en Cristo.
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5 de noviembre
ios, a veces, usa formas extraas a fin de ayudar a la gente a or su Palabra. Ese fue
el caso del arribo del adventismo a Rusia. Como en tantos lugares del mundo, los
conversos al adventismo en los Estados Unidos entre las poblaciones de inmigrantes
estimularon por primera vez el comienzo del adventismo en Rusia. En su deseo de compartir
su fe, a menudo enviaban folletos doctrinales a familiares y amigos de su pas.
As fue en 1882, cuando un vecino de Gerhardt Perk, proveniente de Crimea, le notific
que tena literatura interesante pero peligrosa, que haba llegado de los Estados Unidos en
1879. Despus de suplicarle mucho, el vecino le prest a Perk The Third Angels Message [El
mensaje del tercer ngel], de J. N. Andrews. Al leerlo en secreto, Perk escribi a los publicadores estadounidenses pidiendo ms informacin. Pronto, al leer, se convenci de la doctrina
adventista, pero tuvo dudas para comenzar a guardar el sbado.
Por esa poca, lleg a ser representante de la Sociedad Bblica Britnica y Extranjera.
Mientras viajaba de un lugar a otro vendiendo libros, Perk escap del desastre varias veces, por
lo que crey que fue la proteccin divina. En ese momento, se convenci de que, si esperaba
que Dios lo cuidara, deba vivir a la altura de toda la verdad bblica que posea. Como resultado,
agreg literatura adventista a las Biblias que venda.
Pero, Perk no era el nico que difunda la doctrina adventista en el sur de Rusia. Otro
era un ruso-alemn convertido al adventismo en Dakota del Sur. Aunque tena ms de ochenta
aos, un impedimento en el habla y no tena dinero, regres a Rusia para compartir su fe, y
vendi sus botas para pagar parte de su boleto.
En pocas palabras, era creativo. Alegando problemas de visin, entraba en el mercado de
un pueblo y peda a la gente que le leyera. Si el lector se interesaba en el tema, le daba el folleto.
Sin embargo, repartir ese material en Rusia estaba en contra de la ley. Pero, cuando el
sacerdote local quiso que arrestaran al anciano, la gente apedre al clrigo por pensar que
un viejo casi ciego podra ser peligroso. El inofensivo anciano evangeliz durante ms de un
ao de esta manera.
As fue el comienzo del adventismo en Rusia. Parece que Dios puede usar casi a cualquiera, en casi cualquier condicin, con casi cualquier mtodo, para difundir la verdad bblica.
Probablemente pueda usarnos a nosotros, incluso.
316
6 de noviembre
ellos eran predicadores. Uno de los ms importantes era L. R. Conradi, que naci en
Alemania e inmigr a los Estados Unidos cuando descubri el mensaje adventista. En
1886, regres a Europa como pastor.
Casi inmediatamente hizo frente a un pedido de Gerhardt Perk de visitar Rusia. Como
las autoridades no admitan un pastor en el pas, Conradi, como haba trabajado por un tiempo
en la Review and Herald Publishing Association en Battle Creek, declar que era impresor.
Pero, sin importar el nombre que se haya puesto, una vez que Conradi ingres en el pas
comenz a predicar abiertamente el mensaje adventista del sptimo da. l y Perk localizaron a
unas cincuenta personas que guardaban el sbado, y las congregaciones bautista y luterana a
menudo los reciban con los brazos abiertos. En otras ocasiones, los dos adventistas se encontraron con que los esperaban con piedras, especialmente cuando presentaban el tema del sbado.
Pero, en todas sus actividades Conradi violaba la ley rusa, que prohiba predicar y hacer
proselitismo. Con todo, las cosas iban bien hasta que llegaron a Berde Bulat, donde organizaron
una iglesia y realizaron un bautismo pblico en el Mar Negro. Los tejados estaban repletos de
espectadores, que deseaban observar la novedosa escena.
Eso fue demasiado para las autoridades locales. Arrestaron a Conradi y a Perk, y los
acusaron de ensear herejas judas, de bautizar en pblico y de hacer proslitos rusos. Durante
cuarenta das, los dos hombres soportaron una celda estrecha, mala alimentacin y amenazas
intimidatorias. Pero, finalmente la embajada estadounidense en San Petesburgo logr liberarlos.
Y qu hicieron? Predicar ms, mientras difundan el mensaje adventista en un lugar
difcil para evangelizar.
Finalmente, Conradi se estableci en Alemania, donde dirigi a la Iglesia Adventista en
Europa durante los 35 aos siguientes.
Mientras tanto, llegaron a Rusia ms inmigrantes adventistas, que regresaban para predicar
el mensaje que amaban. Algunos terminaron proscriptos en Siberia, pero fue mediante esos
sacrificios que el mensaje adventista del sptimo da ech races y comenz a crecer en Rusia.
Seor, la mayora de nosotros hoy tenemos todo demasiado fcil. Aydanos a aprender a
recordar los sacrificios de quienes nos precedieron en la difusin del mensaje de los tres ngeles.
317
7 de noviembre
ero, algunos salieron sin ser enviados. Uno de ese grupo fue John Tay, un carpintero
de buque que por mucho tiempo haba soado con visitar la diminuta isla de Pitcairn,
donde los infames amotinados del Bounty se haban establecido finalmente en 1790.
Abrindose camino con unos seis barcos, finalmente Tay lleg a Pitcairn en 1886.
Diez aos antes, Jaime White y John Loughborough se haban enterado de la isla y haban
enviado una caja con literatura adventista, con la esperanza de que sus habitantes la leyeran.
Pero, no lo hicieron. Durante diez aos, la caja estuvo almacenada. Finalmente, algunos de los
ms jvenes la redescubri. Para su sorpresa, descubrieron que el sbado era el verdadero da
de reposo. Aunque quedaron impresionados con las evidencias bblicas, dudaban en realizar
un cambio.
Fue en ese momento que lleg Tay, pidiendo permiso para quedarse en Pitcairn hasta
que llegara el siguiente barco. Como le pidieron que hablara en la iglesia el primer domingo que
estuvo all, el misionero que fue por su cuenta analiz el da de reposo sabtico. Muchos se
convencieron, y otros seguan con dudas. Pero, el estudio bblico de Tay convenci a todos. Al
momento de dejar la isla cinco semanas despus, todos los habitantes adultos haban aceptado
el abanico de doctrinas adventista del sptimo da.
La emocionante noticia de la conversin de los isleos de Pitcairn inspir a los adventistas
de los Estados Unidos. Tomaron el hecho como una seal de Dios, de que era hora de abrir la
obra adventista en el Pacfico Sur.
Pero cmo? Parte del problema era que las conexiones navieras en gran parte de la regin
eran irregulares, en el mejor de los casos. As, en 1887 el Congreso de la Asociacin General
autoriz el gasto de veinte mil dlares para comprar o construir un barco lo antes posible.
Pero, eso no ocurrira; no todava.
Con la esperanza de avanzar con mayor premura, enviaron a Tay de vuelta a Pitcairn,
para fortalecer a sus conversos. Despus de intentarlo, finalmente regres a San Francisco sin
haber podido conseguir un barco que lo llevara a la remota isla. La experiencia de A. J. Chudney, quien tambin fue enviado a Pitcairn, fue ms desastrosa: como no pudo conseguir un
barco que lo llevara a su destino, compr uno a bajo precio. Pero l, su tripulacin y el barco
se hundieron en el Pacfico.
Esa catstrofe aleccionadora hizo que los dirigentes de la iglesia retomaran la idea de
construir su propio barco misionero.
318
8 de noviembre
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9 de noviembre
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10 de noviembre
na cosa era comenzar una misin entre los inmigrantes europeos de Sudfrica, y otra
totalmente diferente era proclamar el mensaje adventista a los pueblos autctonos
de Rhodesia (ahora Zimbabwe).
En 1894, la Asociacin General, a instancias de la familia Wessels, decidi intentar conseguir un puesto misionero en Matabeleland, en el territorio norte de Sudfrica. Esto fue justo
despus de que los britnicos haban aplastado a la poderosa tribu Matabele.
Llamada Rhodesia en honor a Cecil Rhodes, que extendi su influencia y fue primer ministro de Cabo Colonia en Sudfrica, era una tierra libre de influencias europeas. A. T. Robinson
y Pieter Wessels recibieron un sobre sellado, despus de concluir lo que teman que fuese una
reunin bastante insatisfactoria con Rhodes. Los adventistas estaban ms que sorprendidos
al descubrir que la carta les otorgaba ms de 4.850 hectreas cerca de la ciudad de Bulawayo.
Obtener la donacin, en realidad, haba sido la parte fcil en la creacin de lo que se
convertira en la Misin de Solusi. Un desafo al proyecto Solusi provena de los Estados Unidos,
donde A. T. Jones encabez un ataque contra quienes aceptasen favores gubernamentales y,
de ese modo, desdibujaran los lmites entre la Iglesia y el Estado. Segn Jones y los dems
editores del Sentinel of Religious Liberty [Centinela de la libertad religiosa], los misioneros se
haban vendido por un plato de lentejas africano. Si la iglesia era inconsistente, afirm Jones,
ese hecho persuadira a sus enemigos y debilitara el argumento adventista en contra de los
que cristianizaron los Estados Unidos mediante cosas como la ley dominical. El influyente Jones
logr incluso que el Congreso de la Asociacin General de 1895 votara rechazar la donacin,
sobre la base del principio de separacin de la Iglesia y el Estado.
Del otro lado de la balanza estaba Elena de White, quien escribi a los dirigentes de la
Asociacin General desde la remota Australia, recomendando que Jones y otros leyeran el libro
de Nehemas. El Seor, escribi, todava acta en corazones de reyes y gobernantes en favor
de su pueblo, y conviene que los que estn tan profundamente interesados en el asunto de la
libertad religiosa no rechacen ningn favor, o dejen de aceptar la ayuda que Dios ha inducido
a los hombres a dar para el progreso de la causa (Carta 11, 1895; TM 202).
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11 de noviembre
uando Elena de White seal que Nehemas haba orado al Seor por ayuda, y Dios
escuch su plegaria y obr en los reyes paganos para que vinieran en su ayuda
(Carta 11, 1895; TM 200, 201), la Asociacin General dio marcha atrs en su decisin de
rechazar el regalo de Solusi. De modo que el desafo interno para la misin haba sido superado.
Pero, la situacin poltica segua estando. No mucho despus de la llegada de los misioneros, la tribu Matabele, conquistada recientemente, se sublev en contra de los britnicos,
lo que hizo que los misioneros se retiraran durante cinco meses. Y, como si eso no fuese
suficiente problema, poco despus de regresar tuvieron que enfrentar una hambruna entre la
gente local y un brote de la peste bovina, que destruy el poco ganado de la misin que haba
sobrevivido a la reciente guerra.
Y la misin enfrent an otro problema grave: la malaria. Todava recuerdo haber estado
en el pequeo cementerio en lo que hoy es la Universidad de Solusi. Casi todos los misioneros
originales haban muerto porque se negaron a tomar quinina, la nica prevencin conocida
contra la malaria en la dcada de 1890.
Por qu se negaron a usar la medicacin que les hubiese salvado la vida? Porque, al no
comprender plenamente el contexto del consejo de Elena de White en contra de tomar drogas
peligrosas, rechazaron inflexiblemente lo nico que podra haberlos ayudado. Fueron fieles
reformadores de la salud hasta su muerte.
De los siete enviados originales que haban llegado en 1894, solo tres sobrevivan en
1898; y dos de ellos estaba en el Cabo, recuperndose de la malaria.
El misionero restante haba sido el infiel: haba usado quinina, basndose en que
tomar algo de droga daina era mejor que continuar siendo vulnerable ante toda la fuerza
de una enfermedad letal. En realidad, estaba usando el sentido comn, que Elena de White
recomendaba en situaciones difciles como esas. Como resultado, l continu sirviendo y
testificando en la Misin de Solusi.
Hasta 2007, ese punto de apoyo en frica ha crecido a ms de cinco millones de creyentes
bautizados, en las tres divisiones mundiales de la iglesia que sirven en ese continente.
Las lecciones que extraemos en torno a lo sucedido en la Misin de Solusi son muchas.
Una de las ms importantes es que Dios todava conduce a su iglesia, a pesar de los seres
humanos imperfectos que ha elegido usar en su obra.
Seor, vivimos en un mundo complejo. Por favor, aydanos en nuestras luchas para
mantener los ojos abiertos, junto con el ojo de la fe.
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12 de noviembre
ay muchas formas diferentes de or el mensaje adventista. Esa es la leccin que aprendemos desde la entrada del adventismo en el mundo tropical que rodea el Caribe.
Todo empez en 1883, cuando un adventista de la ciudad de Nueva York persuadi a un capitn de navo para que entregara un paquete de material impreso en Georgetown,
Guayana Britnica. La forma de entrega del capitn dej mucho que desear, pero funcion. Al
lanzar el paquete en el muelle, el buen hombre estim que haba cumplido con su obligacin.
Mientras tanto, un transente recogi algunos papeles cuando comenzaron a esparcirse. No
solo los ley, sino tambin los comparti con sus vecinos.
Varios de ellos comenzaron a guardar el sbado, y una mujer envi copias de la Signs of
the Times rescatadas a su hermana en Barbados. Aqu, llegaron a una mujer que aos antes
haba dicho a sus hijos que el verdadero da de reposo sera restaurado.
Mientras tanto, del otro lado del Caribe, la esposa de E. Gauterau, que se haba convertido
al adventismo en California, regres en 1885 a sus Islas de la Baha, en la costa de Honduras.
Despus de compartir su fe durante seis aos, la iglesia envi a Frank Hutchins para atender
a la gente que ella haba ganado con su influencia. Las escuelas sabticas, al igual que con el
Pitcairn, le proveyeron fondos para construir una goleta misionera (Heraldo), a fin de difundir
el mensaje adventista a lo largo de la costa centroamericana.
En Antigua se encontraba la esposa de A. Roskrug, que haba aceptado el adventismo
en Inglaterra y quien comenz a plantar las semillas de una iglesia a su regreso a su isla natal
en 1888. En poco tiempo, un libro adventista vendido en Antigua se abri paso hasta Jamaica.
El mensaje adventista en Mxico tuvo su comienzo en 1891, con un sastre talo-estadounidense que lleg a ser colportor. Como no consegua algo en castellano para vender, venda casa
por casa ejemplares de The Great Controversy [El conflicto de los siglos].
Se desprende de estas historias que Dios es capaz de emplear a casi todos y casi cualquier
mtodo para difundir su mensaje. Hasta puede usarnos a nosotros, si estamos dispuestos.
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omo en tantos otros lugares del mundo, los colportores fueron los primeros en difundir
el mensaje adventista del sptimo da en la India. William Lenker y A. T. Stroup desembarcaron en Madrs en 1893, para vender libros entre los habitantes de habla inglesa
de las principales ciudades de la India.
Pero, como era comn tambin en otros lugares, Lenker y Stroup no eran los primeros
adventistas del pas. Al pasar por Londres de camino a la India, Lenker supo, para su alegra, que
all ya vivan creyentes adventistas. Segn dijo: Mi corazn se regocij al saber que la verdad
haba entrado antes a la India, y ha comenzado con presagios alentadores.
Cmo lleg all el mensaje adventista, no lo sabemos. Pero, presumiblemente, fue a travs
de folletos enviados desde los Estados Unidos, Europa o Australia. Esos mensajeros silenciosos
hicieron ms que todas las otras cosas combinadas para difundir las enseanzas adventistas a
toda nacin, tribu, lengua y pueblo (Apoc. 14:6).
Para 1894, al menos cinco colportores trabajaban en la India; tres de ellos, australianos.
Los libros se vendan bien, y en poco tiempo la gente peda que los tradujeran al tamil y a
otros idiomas locales.
La primera empleada adventista regular fue Georgia Burrus (ms adelante Georgia Burgess), una joven instructora bblica de California que lleg a la India en enero de 1895, como
la nica representante oficial de la iglesia en ese complejo pas.
La Asociacin General haba planificado que D. A. Robinson dirigiera la Misin, pero
estaba demorado en Inglaterra. Eso no impidi que la intrpida seorita Burrus prosiguiera en
solitario, aunque solo le hayan pagado el pasaje. Mientras aprenda bengal, trabajaba extraoficialmente para sobrevivir. Pero, pronto alguien de frica le prometi ayuda financiera. Georgia
pas cuarenta aos en su pas adoptivo difundiendo el mensaje adventista.
Otros misioneros llegaron a la India a fines de 1895, y en 1898 William A. Spicer (que
lleg a ser presidente de la Asociacin General en 1922) arrib, para comenzar la publicacin
del Oriental Watchman [Centinela oriental].
Una cosa impresiona a los alumnos sobre la propagacin de las misiones adventistas,
y es que estas fueron internacionales desde el comienzo. Si bien el movimiento a lo largo de
todo el siglo XIX, mayormente, fue estadounidense, descubrimos que hubo gente, publicaciones
y fondos que provenan de todas partes e iban hacia todas partes. Esa todava es la dinmica
de la misin adventista.
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n 1891, Elena de White estaba preocupada por la falta de actividad adventista entre los
afroamericanos estadounidenses. El 21 de marzo present un testimonio sobre el
tema, ante los delegados al Congreso de la Asociacin General. Especialmente exigi
ms obra entre la gente de color del sur. Su llamado pronto sali publicado como un folleto de
16 pginas, titulado Our Duty on the Colored People [Nuestro deber hacia la gente de color].
El Seor, dijo a los delegados, nos ha dado luz en cuanto a todas estas cuestiones.
Hay principios establecidos en su Palabra que deberan guiarnos al enfrentar estas cuestiones
desconcertantes. El Seor Jess vino a nuestro mundo para salvar a hombres y mujeres de
todas las nacionalidades. Muri tanto por la gente de color como por los de raza blanca [...]. Se
pag el mismo precio por la salvacin del hombre de color que por la del hombre blanco, y los
desaires para con la gente de color, por parte de muchos que afirman estar redimidos por la
sangre del Cordero [...] tergiversan a Jess, y revelan que el egosmo, la tradicin y el prejuicio
corrompen el alma [...]. Que ninguno de los que mencionan el nombre de Cristo sea cobarde en
su causa. Por amor a Cristo, mantnganse como si estuviesen mirando dentro de los portales
abiertos de la ciudad de Dios (SW 9-18).
A pesar de su splica de extender agresivamente la misin adventista entre los afroamericanos del sur, nada ocurri hasta 1893. Ese ao, Edson White descubri el documento.
Edson, el mayor de sus hijos vivos, haca poco haba experimentado la conversin, con poco
ms de cuarenta aos. En su entusiasmo, se convenci de que llevara el mensaje adventista
a los ex esclavos del extremo sur.
Aparentemente inspirado por el Pitcairn, Edson, siempre creativo, se relacion con Will
Palmer (otro recin convertido con un historial dudoso) para construir un barco misionero y
entrar en uno de los captulos ms emocionantes de las misiones adventistas estadounidenses.
Los dos misioneros inslitos construyeron el Morning Star [Estrella de la maana] en
Allegan, Mchigan, en 1894, a un costo de tres mil setecientos dlares. Su embarcacin finalmente servira como residencia para el personal adventista. Adems, haba espacio para una
capilla, una biblioteca, una imprenta, la cocina y el laboratorio fotogrfico. En resumen, era un
puesto misionero sobre el agua.
Me asombra el hecho de que Dios pudiera usar al inquieto Edson y a Will. Es un aspecto
de su gracia. Ms all de eso, es un faro de esperanza para aquellos que tienen hijos que todava
no han descubierto el Camino.
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lla ha logrado ms en los ltimos dos aos que ningn pastor en este Estado [...].
Estoy [...] a favor de darle [una] licencia a la seora Lulu Wightman para predicar, y
si el hermano W. es un hombre con capacidad, y trabaja con su esposa y promete
ser un obrero exitoso, estoy a favor de darle una licencia a l tambin. Esas fueron las palabras
que el pastor S. M. Cobb escribi al presidente de la Asociacin Neoyorkina en 1897.
Como la mayora de los pastores adventistas sistemticamente haban sido varones, muy
pocos han reconocido la contribucin a la iglesia hecha por mujeres que han trabajado como
pastoras y en otros cargos oficiales.
El rol de Elena de White, por supuesto, fue fundamental para el establecimiento y el
desarrollo del adventismo. Aunque la iglesia nunca la orden formalmente, ya en 1872 la
inscribi como pastora con credencial ministerial. Como crea que su ordenacin provena de
Dios, no parece haber estado preocupada por la imposicin de manos humanas. Sin embargo,
lo indudable es que ella fue la pastora ms influyente que haya servido alguna vez a la Iglesia
Adventista del Sptimo Da.
Muchas otras mujeres participaron a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX como
pastoras con credencial ministerial. Una de las primeras debi haber sido Sarah Lindsay, acreditada en 1872. Los Yearbook [Anuario] de nuestra iglesia enumeran a ms de veinte mujeres
ms como pastoras con credencial ministerial entre 1884 y 1904: las dos primeras dcadas
del Yearbook.
A pesar del hecho de que esas mujeres, en ocasiones, enfrentaron discriminacin, a
menudo hicieron grandes contribuciones a la iglesia.
Minnie Sype, por ejemplo, estableci al menos diez iglesias. Y, adems de su obra evanglica, realiz tareas pastorales como bautizar, casar y dirigir funerales. En una ocasin en que
fue atacada porque presuma de predicar, como mujer, Minnie respondi que, despus de su
resurreccin, Jess haba comisionado a Mara a fin de que notificara a los discpulos que l
estaba vivo. Minnie afirm que ella estaba siguiendo los pasos de Mara, al contar a la gente
que Jess no solo haba resucitado, sino tambin viene otra vez.
Dios puede usar tanto a hombres como a mujeres para difundir la buena noticia de la
salvacin en Cristo. De eso se trata el ministerio. La iglesia estara mejor si tuviese ms mujeres
y hombres efectuando el ministerio del Salvador resucitado.
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yer, la Cmara de Diputados [de Missouri] adopt una resolucin para invitar a la
seora Wightman a dirigir la palabra ante los diputados sobre El surgimiento de la
libertad religiosa en los Estados Unidos. Creo que este voto de parte de la Legislatura
de Missouri no tiene precedentes en la historia de nuestro pueblo.
Ese fue parte del impacto del ministerio de la impresionante Lulu Wightman, una de las
evangelistas ms exitosas. Al atribursele la creacin de al menos 17 iglesias, sobrepasaba por
lejos a la mayora de sus contemporneos masculinos.
Otra mujer del Espritu fue Jessie Weiss Curtis, que present ochenta conversos para el
bautismo al terminar su primera campaa de evangelizacin. La iglesia The Drums, en Pennsylvania, surgi a partir de ese esfuerzo. Ella extendi su influencia al capacitar a residentes
ministeriales para la Asociacin. Uno de esos jvenes fue N. R. Dower, que ms adelante lleg
a ser director del Departamento Ministerial de la Asociacin General.
Adems de esas mujeres que tenan credenciales ministeriales, hubo muchas otras que
sirvieron en la iglesia de diversas formas. La mayora, por supuesto, ocupaba los roles femeninos
de costumbre: maestras y enfermeras. Pero otras ocuparon puestos menos tradicionales. Entre
ellas, estaba L. Flora Plummer, que lleg a ser secretaria ejecutiva de la Asociacin de Iowa
en 1897, y trabaj como presidenta interina durante un tiempo en 1900. En 1901 pas a ser
secretaria correspondiente del Departamento de Escuela Sabtica de la Asociacin General,
recientemente organizado. En 1913, lleg a ser directora del departamento, cargo que ocup
durante los siguientes 23 aos.
Y luego se encontraba Anna Knight, quien promovi el programa de educacin adventista entre los afroamericanos del sur. Tambin, tuvo la distincin de ser la primera misionera
afroamericana enviada a la India desde los Estados Unidos.
Muchas otras mujeres adventistas de fines del siglo XIX y principios del siglo XX trabajaron en cargos tan exclusivos como el de tesoreras de Asociacin, secretarias de Asociacin,
directoras del departamento de Educacin y directoras del departamento de Escuela Sabtica.
Y, adems de ellas, hay millones de mujeres annimas que forman la columna vertebral de la
mayora de las congregaciones vigentes.
La comisin de Jess a Mara todava se est poniendo en prctica.
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Repensar la organizacin
de la iglesia -1
Y creca la palabra del Seor, y el nmero de los discpulos se multiplicaba grandemente en Jerusaln.
Hechos 6:7.
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Repensar la organizacin
de la iglesia -2: El llamamdo al
congregacionalismo
Cristo es la cabeza de todo varn. 1 Corintios 11:3.
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Repensar la organizacin
de la iglesia -3: El experimento
sudafricano
Y ser predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones;
y entonces vendr el fin. Mateo 24:14.
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26 de noviembre
Repensar la organizacin
de la iglesia -4: El experimento
australiano
Hay un solo cuerpo y un solo Espritu, as como tambin fueron llamados a una sola esperanza; un
solo Seor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos. Efesios 4:4-6, NVI.
27 de noviembre
Repensar la organizacin
de la iglesia -5: El Congreso de la
Asociacin General de 1901
Y por un profeta Jehov hizo subir a Israel de Egipto, y por un profeta fue guardado. Oseas 12:13.
lgunas cosas parecen casi imposibles de hacer. Una de ellas fue la reestructuracin de
la Iglesia Adventista en 1901. Los principales dirigentes haban discutido el tema por
ms de diez aos, pero no haban logrado nada.
Todo eso cambi a partir de una reunin de dirigentes de la iglesia presidida por A. G.
Daniells, en la biblioteca del Colegio de Battle Creek el 1 de abril de 1901. Daniells dijo a los
all congregados que algunos de ellos se haban reunido la noche anterior, pero que queran
abrir la discusin a otras personas y tambin permitir que la hermana White [...] est presente
y ponga ante nosotros alguna luz que pudiera tener para nosotros.
Sin embargo, Elena de White no quiso hacerse cargo de la reunin. Pens, dijo a Daniells,
en dejar que usted dirija, y luego, si yo tengo alguna cosa para decir, lo dir. l respondi
que l y sus colegas no queran seguir analizando el tema de la reorganizacin hasta haberla
escuchado a ella.
La seora de White contrarrest, diciendo: Yo preferira no hablar hoy [...] no porque no
tenga nada que decir, porque lo tengo. Entonces, present durante una hora y media una de
las charlas ms influyentes de su ministerio.
En trminos precisos, exigi sangre nueva y una organizacin totalmente nueva, que
ampliara la base de gobierno de la iglesia. Al oponerse a la centralizacin de poder en pocas
personas, no dej dudas de que el poder gobernante monrquico y cualquier administrador
que tuviese un tronito tendra que irse. Inst a una renovacin sin ms demoras. Dejar que
pase este congreso y terminar como en otros congresos, con la misma manipulacin, con el
mismo tono y el mismo orden, Dios no lo permita! Dios no lo permita, hermanos (Manuscrito
43a, 1901).
Al da siguiente, en la reunin inaugural del Congreso de la Asociacin General, ella tom
la palabra y pidi la reorganizacin en trminos precisos, aunque no podra decir exactamente
cmo llevarla a cabo (1901, GCB 25). Desde su perspectiva, era su deber instar a la reforma,
pero era responsabilidad de los delegados crear las estructuras.
Aqu encontramos algunas revelaciones interesantes sobre el rol proftico de Elena de
White. En este caso, ella funcion como la buja para que las cosas avanzaran. Sin su funcin
de encendido, en 1901, la iglesia probablemente no habra tomado ningn voto firme en
cuanto a la reorganizacin. El don proftico es una de las formas en que Dios gua a su pueblo.
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28 de noviembre
Repensar la organizacin
de la iglesia -6: El Congreso de la
Asociacin General de 1901
No tenemos aqu ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. Hebreos 13:14.
sta Tierra no es nuestro hogar. Ese motivo subyacente y las necesidades de la misin
propulsaron la faccin ganadora en el Congreso de la Asociacin General de 1901.
G. A. Irwin, el presidente, abri las reuniones reconociendo la fuerza de la splica
de Elena de White a la reforma, pero se detuvo en generalidades.
En ese momento, A. G. Daniells se hizo cargo y propuso que se suspendan las pautas
y los procedimientos acostumbrados para organizar y resolver los asuntos del congreso, y
que designaran una comisin general para introducir recomendaciones relacionadas con la
reorganizacin de la iglesia y otros temas de preocupacin. Su mocin fue aprobada.
Los dirigentes nombraron a Daniells como presidente de la comisin de reorganizacin.
Y l y Guillermo White fueron las voces cantantes en la organizacin; aunque la coalicin de
Jones y Waggoner trat de desplazar el proceso en su direccin.
Cuando Daniells habl de reorganizar la iglesia, tena en mente reestructurar la Administracin para una extensin misionera ms exitosa. Dej en claro, en la segunda maana del
congreso de 1901, ante los delegados, que a menos que se hiciera algo especfico llevar un
milenio dar este mensaje al mundo.
El Congreso de la Asociacin General de 1901 dio lugar a algunos de los cambios ms
importantes de la historia de la iglesia. Los ms importantes en el aspecto organizativo fueron
cinco: (1) la creacin de las asociaciones-uniones y de las misiones-uniones, que supervisaran
las asociaciones y las misiones locales; y as se dispersara la autoridad administrativa de los
dirigentes de la Asociacin General; (2) la supresin de la mayora de las organizaciones
auxiliares y la adopcin del sistema departamental; (3) la comisin ejecutiva de la Asociacin
General ascendi a 25 miembros; (4) la propiedad y la administracin de la mayora de las
instituciones pas, de la Asociacin General, a las asociaciones-uniones; y (5) la Asociacin
General no tendra presidente, solo un director que la comisin ejecutiva poda remover en
cualquier momento que lo deseara.
La iglesia haba hecho cambios importantes, basados en la experiencia misionera de
Daniells y de Guillermo White. Y el liderazgo haba marcado la diferencia. Dios todava obra a
travs de su pueblo, tanto en forma colectiva como individual, para guiar a su iglesia.
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29 de noviembre
Repensar la organizacin
de la iglesia -7: El Congreso de la
Asociacin General de 1903
De dnde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? Santiago 4:1, NVI.
xcelente pregunta!
La respuesta es la naturaleza humana universalmente pervertida. Queremos
salirnos con la nuestra. Queremos proteger territorio.
As son las personas en todas partes, tanto en sus familias como en su vida profesional.
En la iglesia, puede surgir una disensin as cuando la misin personal suplanta la misin
evanglica ordenada por Dios.
Hubo dos problemas estructurales que siguieron despus de las reuniones de 1901. El
primero fue que la poderosa rama mdica, bajo el control del Dr. John Harvey Kellogg, todava
estaba afuera del sistema departamental. El segundo era el tema de la presidencia.
Para 1902, haba surgido una importante lucha de poder entre A. G. Daniells, el director
de la comisin ejecutiva de la Asociacin General, y Kellogg. Surgi a raz del hecho de que
Daniells exiga responsabilidad fiscal, mientras que el mdico tena planes de gastos ilimitados,
mientras acrecentaba su imperio mdico.
La solucin a la dificultad pareca ser clara para Kellogg, que controlaba un tercio de los
votos en la comisin ejecutiva y tena influencia sobre los dems: deshacerse de Daniells y
reemplazarlo por A. T. Jones, que estaba a favor del punto de vista de Kellogg.
Los sonidos atronadores de la lucha sacudieron a la iglesia en noviembre de 1902. El
problema: quin controlara la iglesia y por qu razones. Podemos estar agradecidos porque
Daniells gan la batalla, que determin el propsito del adventismo en el siglo XX.
Mientras tanto, al descubrir que con propsitos legales era casi una necesidad, Daniells
haba vuelto a usar el ttulo de presidente.
Esas fueron las luchas que sentaron las bases del Congreso de la Asociacin General
de 1903. Esas reuniones convirtieron el programa mdico en un departamento de la iglesia,
restablecieron la presidencia y prepararon el escenario para el cisma.
Con mucha frecuencia en la historia de la iglesia, la misin se transforma en yo y mi
programa. Esa es la muerte de la paz y de la espiritualidad. El diablo siempre est cerca para
alentarnos a impulsar nuestras agendas individuales. Todos nos vemos tentados a ser esenciales,
a sentarnos en nuestro tronito.
Seor, aydanos a examinar nuestros motivos mientras trabajamos para ti. Slvanos
de nosotros mismos.
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1 de diciembre
Babilonia se reinventa
Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque all confundi Jehov el lenguaje de toda la
tierra, y desde all los esparci sobre la faz de toda la tierra. Gnesis 11:9.
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2 de diciembre
Desastre y desorientacin
En mi angustia invoqu a Jehov, y clam a mi Dios; l oy mi voz desde su templo,
y mi clamor lleg a sus odos. 2 Samuel 22:7.
l adventismo experiment mucha angustia durante los primeros aos del siglo XX. Y,
en medio de la angustia, hubo muchas splicas a Dios.
El siglo comenz con el enorme incendio de fama mundial que redujo a cenizas
el Sanatorio de Battle Creek el 18 de febrero de 1902. Y, como si esto fuera poco, un segundo
incendio el 30 de diciembre destruy el edificio de la editora Review and Herald y las oficinas
de la Asociacin General.
La duda era si volver a construir en Battle Creek o trasladar las instituciones de la iglesia a
otra parte. El Dr. Kellogg, por su parte, se propuso reconstruir el sanatorio, ms grande y mejor
que antes, a pesar del hecho de que los dirigentes de la iglesia se oponan a una medida tan
extravagante, en una poca en que la organizacin de la iglesia estaba al borde de la quiebra
debido a la expansin excesivamente rpida en los campos mundiales alrededor del globo. El
dinero y la pregunta de quin mandaba pronto dividieron a Daniells y a Kellogg, en lo que se
convirti en una lucha hasta el final.
Pero, el dinero y el poder no fueron las nicas cuestiones que los separaban. El mdico, a
esta altura, tambin sostena aberraciones teolgicas relacionadas con el pantesmo; un criterio
que haca de Dios una fuerza dentro de la naturaleza, antes que estar por encima de ella. De
modo que Kellogg pudo escribir, en su Living Temple [Templo viviente], que en el rbol hay
presente un poder que lo crea y lo mantiene, un hacedor de rboles en el rbol, un hacedor
de flores en la flor.
Kellogg no estaba en soledad en su perspectiva pantesta. E. J. Waggoner, que tuvo
protagonismo en 1888, ense en el Congreso de la Asociacin General de 1897 que Cristo
se mostraba como un rbol, o como hierba. Y, en el congreso de 1899, Waggoner proclam
que un hombre puede obtener la justificacin al tomar un bao, cuando sabe de dnde
proviene el agua.
La lucha entre Kellogg y sus adeptos con la faccin de Daniells dur varios aos. Elena
de White trat durante algn tiempo de llevar paz, pero en 1903, tanto en pblico como en sus
escritos, se pona cada vez ms de parte de Daniells. Finalmente, Kellogg abandon la Iglesia
Adventista, fue desfraternizado de la congregacin de Battle Creek en 1907, y se llev consigo
a A. T. Jones, a E. J. Waggoner y a otros.
El pueblo de Dios siempre ha tenido tiempos de angustia. La pregunta para cada uno de
nosotros es dnde centrar nuestra atencin en esos momentos. Nuestra nica seguridad es
Jess y aferrarnos de sus principios.
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5 de diciembre
a conduccin de Dios.
A veces, pensamos que eso es historia antigua. No es as. Una de las interesantes
historias de la conduccin divina en el adventismo de comienzos del siglo XX tiene que
ver con el restablecimiento de la rama mdica de la iglesia despus de la prdida del Sanatorio
de Battle Creek y del Colegio Mdico Misionero Norteamericano, en manos de Kellogg.
Aun antes de esa prdida, ya en el verano de 1902, Elena de White impulsaba la necesidad
de un centro mdico de extensin en California. El 5 de septiembre escribi al presidente de
la Asociacin General que constantemente el Seor pone delante de m el sur de California
como un lugar donde debemos establecer instituciones mdicas. Cada ao, esta regin es
visitada por muchos miles de turistas. Deben establecerse sanatorios en este sector del Estado
(Carta 138, 1902).
Tres semanas despus, escribi que durante meses el Seor me ha dado instrucciones
de que l est preparando el camino para que nuestro pueblo logre la posesin, a bajo costo, de
propiedades en las que hay edificios que pueden utilizarse en nuestra obra (Carta 153, 1902).
La seora de White no tena dudas en cuanto a que el adventismo necesitaba sanatorios
ms pequeos en muchos lugares, para alcanzar a las multitudes de invlidos que acuden
a los centros de salud del Sur de California. Despus de todo, nuestros sanatorios se deben
establecer con un solo objetivo: el progreso de la verdad presente (TI 7: 98, 97).
Esas eran buenas ideas. Pero de dnde saldra el dinero para concretarlas? La iglesia, en
parte debido a la rpida expansin en el mbito mundial en la dcada anterior, estaba al borde
de la quiebra. Haba terminado 1900 con solo 32,93 dlares en la tesorera de la Asociacin
General. Ms all de eso, incluso los 32,93 dlares representaban dinero prestado. Durante
varios aos, la Asociacin General haba existido sobre la base de un programa apenas suficiente
para las necesidades diarias de los gastos deficitarios. Y eso fue justo antes de los incendios
que redujeron a cenizas las instituciones de Battle Creek.
As que, de dnde iba a salir el dinero, en aquel perodo de bancarrota casi total y de
reconstruccin?
Aqu se plantea un interrogante de primer grado, que ni siquiera tena una respuesta
de cuarto grado. Sin la direccin de Dios, no existira esa nueva generacin de sanatorios que
entusiasmaba a Elena de White.
Pero, l puede realizar lo que es humanamente imposible.
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6 de diciembre
yer dejamos a Elena de White con sus sueos imposibles de adquirir varias propiedades al sur de California.
Y era un momento excelente para comprar esas propiedades. A fines del siglo XIX,
otros haban construido muchos sanatorios hermosos en esa zona. Pero, luego hubo sequas
prolongadas. Sin agua, las instituciones comenzaron a cerrar. Esos cierres se presentaron como
una oportunidad para los adventistas. Pero, incluso una buena oferta no sirve de mucho para
quienes no tienen nada de dinero.
Bueno, se las arreglaron para desenterrar algo. La primera propiedad comprada para
la iglesia fue el Colegio San Fernando, adquirido por diez mil dlares en 1902: menos de un
cuarto de su costo original.
La segunda fue un sanatorio inactivo en Paradise Valley, cerca de San Diego, que consista
en un edificio de tres pisos en un terreno de nueve hectreas. Los que lo fundaron haban
invertido mucho dinero en la propiedad, pero llegaron los tiempos difciles y el edificio haba
permanecido desocupado durante ms de diez aos. Cuando Elena de White visit por primera
vez Paradise Valley, estaba convencida de que los adventistas lo compraran.
El edificio principal haba costado 25 mil dlares, pero ahora sus dueos ofrecan la propiedad completa por 12 mil dlares. Pero dnde podran conseguir el dinero los adventistas
locales? No podan acudir a la Asociacin General. Y la Asociacin Californiana del Sur, con
sus 1.100 miembros, tena una deuda de 40 mil dlares y recientemente haba comprado la
propiedad de San Fernando. Esas cifras de dinero parecen pequeas hoy, pero para aquellos
tiempos eran enormes. De ningn modo la Asociacin poda reunir 12 mil dlares.
Incluso cuando el precio baj a 8 mil dlares y luego a 6 mil, todava pareca imposible.
Pero, cuando lleg a 4 mil dlares, la seora de White personalmente sac un prstamo del
banco por 2 mil dlares a un inters del 8 por ciento, consigui que una amiga ntima pusiera
2 mil ms y telegrafi para comprar la propiedad.
Se haba dado el primer paso para establecer el programa mdico en el sur de California.
Ese primer paso, por supuesto, fue fcil.
Y, cmo gui Dios a su iglesia?
La respuesta corta es haciendo que las personas distinguieran su visin de lo que se
puede hacer. l abre las puertas; de nosotros depende que pasemos por ellas.
347
7 de diciembre
oco despus de la compra del Sanatorio Paradise Valley, Dios revel a Elena de White
que haba que establecer un sanatorio adventista cerca de Los ngeles. Encontrar la
propiedad fue fcil. El pastor John A. Burden pronto descubri el Hotel Glendale, de 75
habitaciones, con forma de castillo. Construido a un costo de 60 mil dlares en 1886, ahora
costaba 26 mil. Burden crea que la aceptacin de su oferta de 15 mil dlares sera una seal
de la aprobacin de Dios. Todas las dudas se disiparon cuando el dueo le inform que podra
adquirirla por 12 mil dlares.
Pero, los adventistas afrontaban la misma cuestin de siempre: Dnde conseguir dinero?
La pequea Asociacin estaba prcticamente en bancarrota. Recientemente haba comprado las
propiedades de San Francisco y de Paradise Valley. Y los 20 dlares que Burden haba sacado de
su bolsillo como adelanto sin duda no alcanzaron para mucho. La Asociacin ni siquiera poda
pagar los 1.000 dlares de depsito, y la junta de la Asociacin haba rechazado la compra.
Bajo esas circunstancias desalentadoras, Burden y el presidente de la Asociacin personalmente anticiparon el depsito con sus propios ahorros. A esa altura, lleg una carta de
Elena de White en la que preguntaba por qu se estaba demorando la obra. El presidente de
la Asociacin la ley en la junta. Eso rompi el muro de resistencia. Empearon lo suficiente
como para comprar la propiedad de Glendale.
La obtencin de las propiedades de Paradise y de Glendale se dio mediante una combinacin de visin y de sacrificio. Pero, todava faltaba la verdadera prueba.
La iglesia haba adquirido ambas propiedades en 1904. Pero, la seora de White asegur
que Dios todava tena otra para la iglesia. En octubre de 1901 haba afirmado que Dios le haba mostrado claramente en una visin la propiedad de un sanatorio al sur de California, que
consista en un edificio ocupado con rboles frutales en los terrenos del sanatorio. Tan real
fue la visin que le pareci que ella misma viva all (Manuscrito 152, 1901).
No obstante, ella no conoca la ubicacin exacta de la propiedad.
Dios es una persona del momento oportuno. Sabe cundo es justo la ocasin para que
determinados movimientos hagan progresar su causa en la Tierra. Pero, quiere que nosotros
estemos en sintona con su sincronizacin, con el fin de poder usarnos en formas inesperadas.
348
8 de diciembre
yer vimos que Elena de White, en 1901, haba contemplado en visin la propiedad
de un tercer sanatorio al sur de California que la iglesia deba adquirir. Sin embargo,
no conoca la ubicacin de la propiedad. Y ni la compra de Glendale ni la de Paradise
cumplan con los requisitos.
Pronto, los adventistas descubrieron un lugar llamado Loma Linda. El predio haba costado
a sus dueos 150 mil dlares; pero, debido al fracaso econmico, sali a la venta por 110 mil
dlares y luego baj a 85 mil. Pero, bien podran haber sido 1.000 millones de dlares, para una
Asociacin que ni siquiera poda juntar 1.000, y que recientemente haba adquirido importantes
propiedades en San Fernando, Paradise Valley y Glendale.
No es difcil imaginarse la creciente perplejidad de los dirigentes de la Asociacin cuando
la seora de White comenz a recomendar la compra de la propiedad de un tercer sanatorio
pocos meses despus de adquirir otros dos. No iba a detenerse nunca? Pero, ella se puso
firme. Confiaba en que la compra de la propiedad de Loma Linda era la voluntad de Dios.
Lo bueno fue que los dueos pronto redujeron el precio a 40 mil dlares. Pero, ni siquiera
eso ayud a quienes no tenan nada de dinero.
Lamentablemente, el tiempo no se detena. Tenan que ofrecer un depsito en seguida
o perder la propiedad de Loma Linda. Elena de White, que todava no haba visto Loma Linda,
envi un telegrama a John Burden para hacer un depsito inmediato.
l lo hizo, reconociendo que la Asociacin le haba manifestado explcitamente que
no se los podra obligar. El buen pastor, al darse cuenta de que podra perder el depsito de
1.000 dlares, decidi seguir el consejo de Elena de White antes que el de los dirigentes de la
Asociacin. Al captar la visin de ella de que la propiedad de Loma Linda era la voluntad de
Dios, avanz por fe.
Pensar en grande no es un rasgo heredado para muchos de nosotros. Sin embargo, a
lo largo de toda la historia adventista, lo que ha impulsado a la iglesia es el hecho de pensar
en grande.
Aydanos, Seor, a poder pensar en grande; a poder imaginar lo que t tienes en mente
y a tener una parte en la activacin de tu obra.
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9 de diciembre
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10 de diciembre
ios todava sigue liderando a su pueblo a travs de algunos terrenos difciles. Y este
tiene solo dos opciones: quedarse con l o regresar a la vida fcil del Egipto espiritual.
Tres dirigentes adventistas de California tenan tres das para recaudar 5 mil
dlares para la compra de Loma Linda, y sin otra cosa que arena financiera a la vista.
Pero, s tenan una pista posible. Un par de semanas antes, Burden y el pastor R. S. Owen
haban odo hablar de una persona que podra tener algunos recursos. Despus de tomar el tren
hasta cerca de su casa, caminaron los dos kilmetros restantes. Pero, no haba nadie en la casa.
Regresaron a la estacin del tren y esperaron. Pero, por alguna razn, no le hicieron seas,
y el tren pas de largo a toda velocidad. Con dos horas disponibles antes del prximo tren, los
hombres volvieron caminando a la cabaa, que ahora tena la luz prendida.
Alabado sea el Seor! exclam el agricultor mientras Burden le explicaba la situacin.
Estuve orando durante meses para que el Seor me enviara un comprador para poder salir
de la ciudad y dedicar mis recursos al avance de su causa. Hace algunos das, vino un hombre
y compr mi casa, y el dinero ahora est depositado en el banco. El diablo me ha estado
tentando a invertirlo nuevamente en tierras, pero estoy seguro de que el Seor lo quiere para
adquirir esta propiedad.
En ese momento, ofreci 2.400 dlares a los sorprendidos pastores.
Luego, justo antes de la fecha de vencimiento del 15 de junio, Burden pidi un prstamo
a una seora llamada Baker, que tambin haba captado la visin.
Est dispuesta a arriesgar mil dlares? le pregunt.
S respondi ella.
Es posible que los pierda le record l.
Bueno dijo ella, asumo el riesgo.
Despus, Burden se volvi a reunir con R. S. Owen.
No tengo el dinero declar, pero hipotecar mi casa para esto.
Con la hipoteca de Owen, finalmente tuvieron los primeros 5 mil dlares el mismo da
del vencimiento.
Hasta aqu, todo bien. Pero los siguientes 5 mil dlares vencan en cinco semanas, y ahora
realmente no tenan buenas perspectivas para conseguir ms dinero.
A veces, los desiertos de la vida son ms extensos de lo que esperamos. Pero, solo porque
las cosas se pongan ms difciles, eso no significa que Dios no est con nosotros.
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11 de diciembre
a fecha para la segunda cuota del depsito para la propiedad de Loma Linda, del 26 de
julio, se acercaba rpidamente para los lderes adventistas, que tenan dificultades. De
hecho, lleg el da y todava no tenan ninguna esperanza a la vista.
Esa maana, los dirigentes de la Asociacin se reunieron, profundamente perplejos. A
esa altura, recuerda el pastor Burden, era fcil y natural culpar y censurar a los que haban
impulsado el asunto contra lo que parecan ser razones slidas y el sentido comn.
Pero, l y otros no podan olvidar la afirmacin en cuanto a la propiedad proveniente
de Elena de White.
Esperemos el correo de la maana sugiri alguien.
Pronto, lleg el cartero. Al abrir una carta proveniente de Atlantic City, Nueva Jersey,
encontraron un giro bancario por 5 mil dlares: justo la suma necesaria para hacer el pago.
No hace falta decir nos comenta Burden que los sentimientos de quienes haban
sido crticos cambiaron rpidamente. Los ojos se llenaron de lgrimas, y uno que haba sido
especialmente crtico fue el primero en romper el silencio. Con voz temblorosa, expres:
Parece que el Seor est en este asunto.
Y, por cierto que as era. Inmediatamente pagaron los segundos 5 mil dlares, una vez
ms, el mismo da de su vencimiento.
Ahora enfrentaban el desafo del tercer pago de 5 mil dlares, que venca en 31 das.
Una vez ms procuraron recaudar el dinero, sin xito. Pero, pocos das antes de la fecha del
26 de agosto, un seor de regon se enter del proyecto, y escribi que acababa de vender
una propiedad y poda poner 4.500 dlares a disposicin. El tercer pago fue hecho a tiempo.
La pelota rodaba ahora. Tenan tres meses para reunir los ltimos 5 mil dlares, pero les
ofrecieron un descuento de 1.000 dlares por pago inmediato. Eso fue suficiente para incentivar
donaciones en las reuniones campestres para la cuota de diciembre, que pagaron pocos das
despus del pago de agosto.
Padre, es muy fcil para m criticar a los dems cuando las cosas no salen como yo
pienso. Dame la gracia de la paciencia cuando las cosas salen bien, y la gracia del perdn
cuando resuelves los problemas de otro modo.
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12 de diciembre
na vez hecho el depsito, tuvieron tres aos de misericordia para realizar el pago final
de 20 mil dlares para Loma Linda. Pero, con el aumento del entusiasmo y la oferta
de los dueos anteriores de un descuento de mil dlares si los adventistas pagaban el
dinero restante de inmediato, los dirigentes de la Asociacin se movieron con rapidez.
El mpetu para el empujn final provino de alguien que no era miembro de iglesia, que
lleg para quedarse en el sanatorio aun antes de que este estuviese listo para los pacientes. Era
incmodo, pero el personal hizo lo mejor de su parte para hacerla sentir cmoda. Mientras ella
andaba por los jardines al da siguiente, escribe Burden, vimos que pareca muy solitaria, as
que nos propusimos animarla. Mientras conversbamos sobre la belleza del lugar, ella manifest:
Justo estaba pensando en lo feliz que sera yo viviendo en un lugar as. Estoy completamente sola. Mi esposo falleci. Estoy tan sola que hasta tengo ganas de morirme.
Le sugerimos que podra quedarse a vivir all. Ella pregunt cunto costara. Cuando le
dijimos la suma, dijo:
Vaya, tengo esa cantidad en efectivo.
Fuimos a la oficina y redactamos una renta vitalicia.
La suma, por supuesto, era mucho menor que los 19 mil dlares que necesitaban, pero
la bendicin inesperada los anim. Pronto, encontraron a un miembro de iglesia que les prest
15 mil dlares por tres aos.
Todava ocurren milagros modernos. En menos de seis meses, la iglesia haba recaudado
los 40 mil dlares, y la propiedad de Loma Linda les perteneca. El consejo de Elena de White
se haba confirmado, escribi Burden, entusiasmado. Al avanzar por fe, el Seor abri el
camino delante de nosotros, y el dinero lleg de fuentes inesperadas. Casi todos finalmente se
convencieron de que Dios verdaderamente estaba llevando adelante la empresa.
Loma Linda, segn lo predicho, posteriormente se convirti en una escuela de Medicina
hecha y derecha, cuyos graduados han bendecido a las personas alrededor del mundo con sus
cuidados fsicos y el amor de Jess.
Dios todava conduce a su iglesia, aunque esta no sea perfecta, y aunque sus miembros
y sus directivos quiz no se pongan de acuerdo en cuanto a cmo avanzar. A pesar de todo
eso, el Seor todava dirige.
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13 de diciembre
nteriormente vimos que Jos Bates, Jaime White y Elena de White fueron los fundadores de la Iglesia Adventista del Sptimo Da. Bates falleci en 1872 y Jaime en 1881,
pero Elena continu guiando a la Iglesia Adventista hasta 1915. Aunque nunca ostent
un cargo administrativo oficial en la iglesia, posea una inmensa autoridad carismtica. Sus
escritos y sus consejos tenan un significado especial para las personas en particular y para el
adventismo en general.
El 16 de julio de 1915, la viejecita de cabellos blancos, que siempre hablaba tan cariosamente de Jess (en palabras de sus vecinos no adventistas) falleci a la edad de 87 aos. Las
ltimas palabras que su familia y sus amigos le oyeron decir fueron: Yo s en quin he credo
(NB 492). Su fallecimiento, indic su hijo, fue como una vela que se apaga; as de tranquilo.
Quizs haya muerto tranquilamente, pero su larga vida fue de actividad y logros constantes. Sorprendentemente activa en su vejez, asisti a su ltimo Congreso de la Asociacin
General en Washington, D.C., en 1909. Despus de las reuniones, visit su antigua ciudad natal
de Portland, Maine, donde haba comenzado su ministerio proftico unos 65 aos antes. Fue
su ltimo viaje al este de los Estados Unidos. Aunque era de edad avanzada, aun as habl 72
veces en 27 lugares, durante el viaje de 5 meses.
Al volver a su casa al sur de California, dedic sus ltimos aos a componer libros como
Los hechos de los apstoles (1911), Obreros evanglicos (1915), Notas biogrficas de Elena G.
de White (1915), la versin final de El conflicto de los siglos (1911) y Profetas y reyes (publicado
en 1917, despus de su muerte).
El 13 de febrero de 1915, de maana, Elena de White tropez y se cay en su casa de
Elmshaven. Un examen de rayos X revel que se haba quebrado la cadera izquierda. Pas sus
ltimos cinco meses en casa y en una silla de ruedas. El 24 de julio fue enterrada junto a su
esposo, en el cementerio Oak Hill de Battle Creek, Mchigan. Juntos, esperan la resurreccin
en la Segunda Venida; una enseanza por la que ambos haban dado la vida.
Espero encontrarme con ellos en aquel da en que todos recibamos a Jess en el aire.
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15 de diciembre
ara 1900, el rpido crecimiento se haba convertido en la modalidad adventista. Sus races
se haban fijado, sus ramas se haban establecido, y comenz a producir abundantes
frutos alrededor del mundo.
En 1890, el adventismo tena 255 obreros evanglicos y 27.031 miembros en los Estados
Unidos, y 5 obreros y 2.680 miembros en el exterior. Para 1910, las estadsticas estadounidenses muestran 2.326 obreros evanglicos y 66.294 miembros, mientras la feligresa fuera
de los Estados Unidos estaba en 38.232, atendida por 2.020 obreros. Dos dcadas ms tarde,
las cifras eran de 2.509 obreros y 120.560 miembros en los Estados Unidos, y 8.479 obreros
y 193.693 miembros en el extranjero. Para 1950, la cantidad de obreros evanglicos en los
Estados Unidos estaba en 5.588 y la feligresa en 250.939. Las cifras de los no estadounidenses
eran de 12.371 y 505.773.
Esos nmeros, bastante asombrosos, indican no solo un crecimiento rpido sino un
cambio en la proporcin de adventistas fuera de los Estados Unidos. A mediados de la dcada
de 1920, la iglesia lleg al punto en que tena ms miembros fuera del continente de su nacimiento que adentro. As que, la iglesia no solo predicaba en todo el mundo sino adems fue el
comienzo de su internacionalizacin, un proceso que todava est en marcha.
Algunas de las implicaciones de la internacionalizacin ya se estaban evidenciando para
1900. Una era la expansin de las bases nacionales para enviar misioneros al extranjero. Si
bien esa prctica haba comenzado durante el siglo XIX, conscientemente Daniells trat de
fomentar ms el adventismo en pases como Alemania, Inglaterra y Australia, con la intencin
de convertirlas en bases nacionales ms fuertes para una mayor expansin.
En las primeras dcadas del siglo XX, la iglesia alemana, bajo el liderazgo de L. R. Conradi,
promovi el adventismo en Medio Oriente y frica Oriental. Mientras tanto, los misioneros
australianos difundieron rpidamente el mensaje en gran parte del Pacfico Sur. Y el adventismo britnico, con el imperio mundial de su nacin y su tradicin misionera fuertemente
desarrollada, avanz rpidamente para implantar el adventismo en muchas partes del mundo.
A medida que progresaba el siglo, cada vez ms misiones, tanto en pases desarrollados como
en subdesarrollados, se transformaban en asociaciones, que podan funcionar como bases
nacionales para ms centros de extensin misionera.
Paso a paso, Dios todava estaba guiando a su pueblo.
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En la madurez -1
Avancemos hacia la madurez. Hebreos 6:1, NVI.
o solo las personas crecen y se desarrollan; tambin, las iglesias. Hemos pasado un ao
examinando el nacimiento del adventismo; su niez, mientras buscaba las doctrinas
bblicas que llegaron a definirlo como pueblo; y la flexin de sus msculos adolescentes
al comenzar a expandirse alrededor del mundo.
Para las dcadas de 1950 y 1960, haba alcanzado un grado de madurez hacia el que
haba estado avanzando durante todas las dcadas anteriores. Una seal de esto fue una
internacionalizacin de la iglesia ms autntica que la vista en el pasado. En parte, eso haba
significado que los misioneros extranjeros de los Estados Unidos, Europa, Gran Bretaa,
Australia, Nueva Zelanda y Sudfrica ya no controlaban la obra en los campos ms nuevos de
obra adventista, sino que la iglesia haba formado dirigentes autctonos en casi cada lugar de
su extenso programa misionero.
Hoy, los administradores de los sectores geogrficos del adventismo, a travs de las
divisiones de la Asociacin General, son oriundos de las regiones que dirigen. Eso significa
que los asiticos dirigen la iglesia en Asia; los africanos, en frica; y los latinoamericanos, en
Sudamrica y Centroamrica. El dirigente de cada Divisin mundial tambin es vicepresidente
de la Asociacin General.
Ms all de eso, hay personas de algunas partes del mundo que hace apenas unos aos
todava dependan de los dirigentes estadounidenses, pero que ahora ocupan algunos de los
cargos ms importantes de la administracin central de la Asociacin General.
Esa clase de internacionalizacin es muy distinta de la mentalidad misionera sustentada
en gran medida durante las dcadas de 1950 y 1960. De hecho, el mismo concepto de misionero
ha cambiado. Mientras que hace algunos aos ser misionero significaba ir como europeo o
estadounidense a algn pas no cristiano o no protestante que podra ser bastante primitivo,
actualmente el trmino implica trabajar en otro lugar que no sea su pas natal. Y la misin se ha
convertido en una va de doble sentido, con misioneros que no solo van desde los Estados
Unidos a frica, sino tambin algunos van de frica a trabajar en los Estados Unidos. De todas
partes a todas partes refleja la forma actual de la misin adventista en forma ms adecuada
que la palabra misionero. La iglesia alrededor del mundo est creciendo.
Y, en su madurez, nuestra oracin debe ser porque no se olvide hacia dnde est yendo.
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En la madurez -2
Mas el que fue sembrado en buena tierra, ste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno. Mateo 13:23.
l adventismo del sptimo da ha descubierto mucho suelo fructfero en casi todas las
partes de la Tierra. Atrs quedaron los das en que, mayormente, era una iglesia estadounidense; de hecho, en 2007, alrededor del 8 por ciento de los adventistas del mundo
viva en los Estados Unidos. El pas que primero envi a los misioneros qued eclipsado por el
tamao de sus hijos. Actualmente, ms de 5 millones de los casi 17 millones de miembros de
iglesia viven en frica; ms de 5 millones, en Sudamrica y Centroamrica; y ms de 2,5 millones,
en Asia Oriental y la India. Por el contrario, la Divisin Norteamericana solo recientemente ha
superado la marca del milln de miembros.
Y el formato del adventismo mundial contina transformndose, a medida que las diversas
partes del mundo entran en el perodo de crecimiento. Recientemente, ha habido una oleada
en la India, donde la feligresa en la Divisin Sudasitica salt de 290.209 en 1999 a ms de 1
milln para fines de 2005.
Y las cifras de la feligresa no solo son un indicador de la dinmica adventista mundial.
Un vistazo al informe estadstico de la Asociacin General indica que para enero de 2006 tena
661 uniones y asociaciones/misiones locales, 121.565 congregaciones, 5.362 escuelas, 1.462
colegios secundarios, 106 institutos terciarios y universidades, 30 industrias de alimentos, 167
hospitales y sanatorios, 159 hogares de ancianos y orfanatos, 449 clnicas y dispensarios, 10
centros de medios de comunicacin y 65 casas editoras. Las diversas instituciones empleaban
a unas 203.508 personas. Las publicaciones de la iglesia se imprimen en 361 idiomas, y en su
obra oral se utilizan 885 idiomas.
Y las cosas no se han frenado. Al contrario, el crecimiento se ha acelerado. Al ritmo de crecimiento actual, podramos esperar encontrar 40 millones entre 2025 y 2030, si el tiempo dura.
Esperemos que no. Despus de todo, Dios nunca fund el adventismo para que se
transformara en una gran iglesia con muchos juguetes (instituciones); al contrario. No quiere
a ningn adventista del sptimo da en la Tierra: desea que entremos en el Reino celestial. Ese
es el objetivo; de eso se trata toda la actividad y el sacrificio. Lo bueno es que Dios ha guiado
a su pueblo en el pasado ms all de sus sueos ms descabellados. Y lo har en el futuro, si
no olvidamos quines somos y por qu estamos aqu.
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emos pasado casi un ao meditando en cmo el Seor condujo al movimiento adventista. Hemos visto que el adventismo del sptimo da se expandi, de la nada, a casi
17 millones de miembros en el mbito mundial. El camino entre la nada y la madurez
no fue sencillo; tampoco estuvo libre de dificultades. Pero, paso a paso, la verdad fue revelada
y predicada a toda nacin, tribu, lengua y pueblo (Apoc. 14:6).
Pero qu significa todo esto? Qu lecciones podemos espigar de la historia adventista?
Y qu podran significar esas lecciones para el futuro del movimiento? Es a esas preguntas que
acudimos en los ltimos das de nuestro viaje a travs de la historia adventista.
Lo primero que haremos, en nuestra bsqueda de una perspectiva, es echar un vistazo
a las confesiones religiosas posmilleritas. Hace algunos meses, vimos que entre 1844 y 1848 se
desarrollaron tres corrientes distintas del adventismo. Los primeros fueron los espiritualizadores,
que renunciaron a la interpretacin literal de las Escrituras e incluso espiritualizaron el significado
de palabras concretas. As, podan afirmar que Cristo entr en su corazn espiritualmente el
22 de octubre de 1844.
En el segundo grupo estaban los adventistas de Albany, que se organizaron en 1845 con
el fin de distanciarse de los espiritualizadores fanticos. Los proponentes del grupo finalmente
abandonaron toda creencia firme en el esquema proftico de Miller.
Un tercer grupo, los sabatarios, continuaron aferrndose a una Segunda Venida literal
(a diferencia de los espiritualizadores) y a los principios de Miller de interpretacin proftica (a
diferencia de los adventistas de Albany). De modo que los sabatarios llegaron a considerarse
como los nicos verdaderos herederos del adventismo previo al chasco.
Entre 1844 y 1866 surgieron seis confesiones religiosas a partir de las tres ramas del
millerismo. El grupo de Albany dio a luz a cuatro: La Asociacin Evanglica Norteamericana
(1858); los Cristianos Adventistas (1860); la Iglesia de Dios (regon, Illinois; dcada de 1850);
y la Unin Vida y Adviento (1863). El movimiento sabatario termin en dos: los adventistas del
sptimo da (1861-1863) y la Iglesia de Dios del sptimo da (1866).
Los espiritualizadores, con su diversidad, su individualidad extrema y la falta de organizacin, formaron grupos no permanentes. Diferentes espiritualizadores, con el tiempo, fueron
atrados por otros ismos o grupos adventistas ms estables; se esfumaron nuevamente en
la cultura en general.
Pero qu ocurri con el resto? Y por qu? Esos interrogantes conducen directamente a
pensamientos importantes sobre el significado de la experiencia adventista a travs del tiempo.
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i bien no disponemos de estadsticas de feligresa, podemos sugerir, sin miedo a equivocarnos, que los Adventistas Evanglicos y los Adventistas Cristianos eran, por lejos, los
ms numerosos a comienzos de la dcada de 1860, en que los Adventistas Cristianos
constantemente sobrepasaban a los Evanglicos. Una razn del xito relativo de los Cristianos
Adventistas parece ser que tenan doctrinas nicas, que les brindaban algo que les serva como
sostn. Sus doctrinas del estado inconsciente de las personas en la muerte y de la destruccin
final de los impos brindaban un elemento fundamental para su identidad, y finalmente superaron su nfasis en el Advenimiento.
A los evanglicos, por otro lado, lo nico que los separaba de la poblacin en general
era la idea del Advenimiento premilenial. Cuando una porcin significativa del protestantismo
conservador tambin adopt formas de premilenialismo en las dcadas posteriores a la Guerra
Civil Norteamericana, el adventismo evanglico tuvo pocas razones para continuar con una
existencia separada. Para comienzos del siglo XX, lo que probablemente haya sido el cuerpo
millerita ms grande a comienzos de la dcada de 1860 se haba esfumado, como cuerpo
religioso separado.
En 1860, el primer censo adventista estimaba unos 54.000 creyentes, de los cuales unos
3.000 guardaban el sptimo da. Pero, para 1890, el censo del Gobierno de los Estados Unidos
indic un cambio radical en el tamao relativo de las confesiones adventistas. Los adventistas del
sptimo da, que alguna vez fueron minsculos, para ese entonces haban logrado el predominio,
con 28.991 miembros en los Estados Unidos. Los Adventistas Cristianos los seguan, con 25.816
seguidores. Las otras cuatro confesiones oscilaban entre 647 y 2.872 adherentes cada una.
Un siglo despus, solo existan cuatro de las seis confesiones adventistas todava. En los
primeros aos del siglo XXI, los adventistas del sptimo da informaron ms de 1 milln de
miembros en los Estados Unidos y ms de 15 millones en todo el mundo; mientras que los
Adventistas Cristianos posean 25.277 en los Estados Unidos y prcticamente ninguno fuera
de este pas. Las otras dos confesiones adventistas que sobrevivan informaron 3.860 y 9.700
miembros.
As, para 2006, los adventistas del sptimo da dominaban el mundo posmillerita. Segn
declarara Clyde Hewitt, un historiador adventista cristiano: el ms pequeo de los grupos que
se ramificaron fue el que llegara a ser el ms grande.
Y, una vez ms nos queda la pregunta de: Qu fue lo que impuls a los adventistas del
sptimo da en su misin, que los dems no tenan?
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or qu algunas cosas crecen y otras no? Por qu el diminuto grupo sabatario, con sus
doctrinas poco populares, no solo sobrevivi sino adems prosper?
Esa cuestin es imposible de responder con absoluta certidumbre, pero los
datos histricos sugieren varias razones. Sin embargo, antes de explorarlas, necesitamos echar
un vistazo a un interrogante estrechamente relacionado: Por qu triunf el millerismo? Parece
que ambos movimientos experimentaron el xito, bsicamente, por las mismas razones.
Una serie de eruditos no adventistas tambin se ha planteado la pregunta del porqu del
crecimiento, especialmente en trminos de millerismo. Uno de ellos sugiere que el movimiento
surgi en el momento correcto. De modo que los desastres naturales (como el cambio de los
patrones climticos) y las crisis socioeconmicas (como el pnico o la depresin de 1837)
brindaron un clima en el que la gente buscaba soluciones en tiempos de estrs y tensin. En
resumen, el mensaje de Miller brind esperanza, en un mundo en el que el esfuerzo humano
no lograba alcanzar los resultados esperados. En otras palabras, cuando nos pasan las peores
cosas, en trminos humanos, las opciones milenialistas parecan ser las ms viables. Encontramos
esa verdad ilustrada, en la historia adventista del sptimo da, por el aumento de los resultados
evangelizadores durante la Primera Guerra Mundial y otros perodos problemticos del siglo XX.
Un segundo erudito no adventista vio el xito del millerismo en su ortodoxia: su armona
esencial con otras fuerzas religiosas de la poca. La nica hereja esencial del millerismo era
su visin del Advenimiento premilenial. Pero, la misma ortodoxia del movimiento en la mayora
de las cuestiones hizo que la poblacin estuviese abierta a su mensaje poco convencional.
Una tercera respuesta para el xito del millerismo es que surgi en un lugar de reavivamiento que le provey un mtodo para hacer proselitismo, una atmsfera de esperanza milenial
que brindaba direccin al movimiento, y un temperamento dominante de fe que permiti que
la gente respondiera al reavivamiento y aceptara la visin del nuevo mundo venidero.
Esos factores externos sin duda brindaron el terreno en el que pudieron prosperar el
millerismo y el adventismo del sptimo da. Pero, an ms importantes fueron las fuerzas
internas (que examinaremos en los das siguientes) que llevaron al millerismo y al adventismo
del sptimo da al xito de sus respectivas misiones.
Esas mismas fuerzas, podra agregar, no solo inspiran a los movimientos a la accin,
sino tambin a las personas. Por lo tanto, tienen significado para nuestra vida en el siglo XXI.
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n factor que hace que un movimiento tenga xito es que tenga sentido tanto para los
que estn adentro como para los que estn afuera de sus lmites.
Este es un tema en el que tienen problemas algunos grupos milenialistas. Al fin
y al cabo, los movimientos apocalpticos tienden a atraer a dos tipos de personalidad. Por un
lado, tenemos el racionalismo, que desempaqueta las profecas bblicas y desarrolla el esquema
de los acontecimientos apocalpticos. Del otro, se congregan los tipos emocionales, que son
atrados por la agitacin de la expectativa apocalptica y que, a menudo, se sumergen en un
extremismo fantico e irracional.
Un movimiento se desintegra cuando las fuerzas racionales no son lo suficientemente
fuertes como para contener a las fuerzas del irracionalismo y del emocionalismo. Fue en este
lugar que el ala espiritualizadora del adventismo qued en la nada. Por decirlo de algn modo,
una vez que los fanticos y los chiflados se hacen cargo, el movimiento se sale de control y
pierde el rumbo.
Una de las fortalezas del millerismo era el desarrollo racional de su doctrina central. Ese
elemento atraa a los creyentes a su causa por su misma lgica. Sin embargo, el millerismo, en
el mejor de los casos, tambin daba lugar al emocionalismo religioso; pero ese emocionalismo,
idealmente, ocurra dentro de los lmites de una perspectiva racional de vida. La combinacin
daba vitalidad y estabilidad al movimiento, e intensificaba su atractivo.
El adventismo del sptimo da ha participado del mismo equilibrio, aunque a veces
pareciera desviarse demasiado hacia el polo puramente racional. Tanto el millerismo como el
adventismo del sptimo da, por supuesto, han tenido sus elementos alborotadores y fanticos,
pero la estabilidad de su xito puede atribuirse, en gran medida, a su capacidad de apelar al elemento racional en las personas. De modo que han apuntado a convertir personas a la verdad.
Y tengo que admitir que, como adulto convertido de un agnosticismo razonado al adventismo del sptimo da, una cosa que me atrajo enormemente del mensaje adventista fue que
tena sentido en un mundo confuso. Con 19 aos, descubr que la lgica y la coherencia de las
principales enseanzas de la iglesia eran irresistibles. No solo tenan sentido, sino tambin se
mantenan unidas como un paquete: un paquete de esperanza en un Dios de amor, que pondr
fin a la confusin del pecado de un modo que est en armona con su carcter.
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tro factor que llev al xito evangelizador del millerismo y del adventismo del sptimo
da es el contenido, o el elemento doctrinal, en su visin de la verdad. De modo que
el millerismo tena lo que consideraba que era una importante interpretacin bblica,
para ofrecer a las personas en busca de significado: el regreso premilenial de Cristo. Como
resultado, el millerismo no era solamente una parte del andamiaje eclesistico: era un smbolo
de algo distintivo, que lo diferenciaba de otros grupos religiosos. Tena un mensaje que predicar.
Y muchos respondieron a eso.
Como vimos anteriormente, una de las razones de la desaparicin del adventismo evanglico fue que este haba perdido su peculiaridad doctrinal, una vez que una parte importante
del protestantismo estadounidense acept el premilenialismo. Despus de eso, el adventismo evanglico no tena razn de existir. Por otro lado, los adventistas cristianos adoptaron
la inmortalidad condicional, como punto focal que brindaba una razn para una existencia
confesional separada.
Por el contrario, los adventistas del sptimo da crearon todo un arsenal de creencias
no convencionales, y consideraban que su misin especial era compartirlas con el mundo. Y,
as como una cometa vuela a contraviento, as tambin hay una dinmica en los movimientos
religiosos vitalizados por las diferencias y hasta por la oposicin. Ser diferente otorga un sentido
de identidad y significado a las personas, y a los grupos sociales.
Clyde Hewitt, al tratar de explicar el crecimiento del adventismo del sptimo da en
contraste con la falta de crecimiento de su comunidad adventista cristiana, observa que las
creencias distintivas de la confesin [adventista del sptimo da], si bien hacen que sean vistas
con sospecha por muchos creyentes cristianos tradicionales, aparentemente les ha dado a sus
fieles miembros una determinacin de carcter individual y grupal que llega a explicar su xito.
Por otro lado, el adventismo del sptimo da (al igual que el millerismo) est lo suficientemente
cerca de la ortodoxia, en la mayora de las doctrinas centrales, como para hacerse or entre
otros cristianos.
Est bien ser diferentes (pero no raros). Eso es cierto, mientras las diferencias ms
importantes descansen en principios slidos: bblicos y de otro tipo. Una de las grandes fortalezas del adventismo es el estilo de vida y los compromisos doctrinales que lo distinguen como
movimiento nico. Representa algo bblico, algo verdadero, algo por lo que vale la pena vivir.
Esa es parte de la atraccin del mensaje adventista, para las personas que buscan la respuesta
a los problemas ms perplejos de la vida.
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i bien los adventistas sabatarios reconocan que Guillermo Miller y Carlos Fitch, respectivamente, fueron los iniciadores del mensaje del primer y el segundo ngeles, consideraban
que su propio movimiento, con su nfasis en los Mandamientos de Dios, fue el que inici
el tercer mensaje. Su visin de la lucha durante el tiempo del fin por los Mandamientos de Dios,
descrita en Apocalipsis 12:17, y la exposicin ms completa de ese versculo en Apocalipsis 13 y
14, reforzaban su conviccin de que no solo eran herederos del millerismo, sino tambin Dios
haba predicho que su movimiento predicara el mensaje de los tres ngeles a todo el mundo
inmediatamente antes de la cosecha del fin del tiempo de Apocalipsis 14.
Como resultado, esa interpretacin proftica finalmente los impuls a la misin. A comienzos del siglo XX, la conviccin de que su movimiento constitua el cumplimento de la profeca
haba dado lugar a uno de los programas de extensin ms ampliamente generalizados de la
historia del cristianismo. Haban establecido obra en 204 de los 230 pases reconocidos en
aquel entonces por las Naciones Unidas.
Esa clase de dedicacin no se dio por casualidad: era el resultado directo de una conviccin proftica acerca de su responsabilidad. Fue primordial el imperativo del primer ngel de
Apocalipsis 14:6 de predicar a toda nacin, tribu, lengua y pueblo y el mandato de Apocalipsis
10:11 para los chasqueados: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos,
naciones, lenguas y reyes.
Clyde Hewitt, al tratar de explicar el xito de los adventistas del sptimo da en contraposicin con el desgaste sufrido por los adventistas cristianos, abord un elemento esencial,
al observar que los adventistas del sptimo da estn convencidos de que se les ha ordenado
divinamente que lleven adelante la obra proftica iniciada por Guillermo Miller. Estn dedicados
a esa tarea.
En cambio, el padre de Hewitt escribi, en 1944, que los adventistas cristianos haban
abandonado la interpretacin de Miller sobre Daniel 8:14 y los 2.300 das, y no tenan unanimidad
sobre el significado del texto. Y en 1984 he entrevistado a otro destacado erudito adventista
cristiano, que mencion que su confesin ya no tena una interpretacin consensuada del
millerismo: el corazn mismo de la contribucin de Miller.
Seor, ayuda a tu iglesia moderna a reconocer que la profeca bblica no es historia
muerta, sino que su mera interpretacin la vivificar plenamente, a medida que la trayectoria
de la Tierra avance hacia su punto culminante.
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uando las iglesias adventistas de Albany y los espiritualizadores se bajaron de la plataforma proftica de Miller, su interpretacin de los acontecimientos profticos comenz a
deteriorarse, y con esa erosin lleg una carencia de visin y de misin. Por el contrario,
la rama adventista del sptimo da del millerismo se tom en serio las profecas.
Deberamos observar que el mero hecho de estar convencidos de que tenan la doctrina
correcta no explica plenamente la propagacin del adventismo sabatario. A fin de cuentas,
los bautistas del sptimo da predicaban el da de reposo sabtico con conviccin, pero sus
4.800 miembros de los Estados Unidos en 2003 son menos de los que tenan en 1840. Como
un predicador bautista del sptimo da del siglo XIX dijera a Bates, los bautistas han podido
convencer a la gente de la legalidad del da de reposo sabtico, pero no pudieron conseguir
que se movieran como los adventistas sabticos.
Tambin, muchos de los grupos no sabatarios predicaban un advenimiento premilenial,
pero sin los mismos resultados que los adventistas del sptimo da. Clyde Hewitt seala que su
pueblo adventista cristiano no ha sido una iglesia evanglica, y no ha hecho mucho impacto en
el mundo. El resultado, indica, ha sido la pequeez, no solo en nmeros sino, sobre todo, en
sueos, en visiones. La pequeez engendra pequeez. Tambin, observa que los adventistas
cristianos no pueden atribuir su falta de crecimiento a las doctrinas impopulares, puesto que la
lista de doctrinas impopulares de la Iglesia Adventista del Sptimo Da incluye todas las de la fe
adventista cristiana y aade varias ms. Ms bien, establece el xito adventista del sptimo da
sobre la conviccin de que tenan una misin proftica, siguiendo la tradicin de Guillermo Miller.
En resumen, la causa principal del xito es mucho ms que simplemente el hecho de que
los sabatarios creyeran que tenan la verdad del sbado y de la Segunda Venida. La fuerza
conductora detrs del adventismo del sptimo da ha sido su conviccin de que son un pueblo
proftico con un mensaje peculiar acerca de la pronta venida de Cristo a un mundo afligido.
Esa interpretacin proftica de su misin, integrada con sus doctrinas dentro del marco del
mensaje de los tres ngeles, proporcion a los sabatarios la fuerza motriz para sacrificarse y
esparcir su mensaje por todas partes.
Es esa misma interpretacin que el adventismo corre peligro de olvidar a comienzos
del siglo XXI.
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qu sucedi con todos esos milleritas? Mucho pero no tanto. Varias de las confesiones posmilleritas han muerto y estn enterradas. Otras estn en proceso de morir.
Indudablemente, esa es la inferencia que hace Richard C. Nickels de la historia de la
Iglesia de Dios (del sptimo da), publicada en 1973, que concluye con una seccin titulada:
Una iglesia moribunda? Las ltimas y fatdicas palabras del libro son las del mensaje de Cristo
a la iglesia de Sardis: Estaba viva, y sin embargo estaba muerta. Del mismo modo, la ltima
parte de la Historia de los adventistas cristianos en tres tomos (1990), de Clyde Hewitt, es Se
le debera decir a una confesin religiosa que est muriendo?
Esos pensamientos nos recuerdan la primera visin de la joven Elena de White en diciembre de 1844. Antes de seguir con esto, deberamos destacar que ella realiz muy pocas
predicciones. Pero, quiz la ms interesante se encuentre en el mismo comienzo de su ministerio.
Al escribir acerca de la experiencia de los adventistas posterior al Chasco, mencion: Vi
un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista andaba
por ese sendero, en direccin a la ciudad que se vea en su ltimo extremo. En el comienzo
del sendero, detrs de los que ya andaban, haba una brillante luz que, segn me dijo un ngel,
era el clamor de medianoche. Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, y alumbraba los
pies de los caminantes, para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jess guindolos hacia la
ciudad, y si no apartaban los ojos de l, iban seguros. Pero no tardaron algunos en cansarse [...].
Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios
quien los haba guiado hasta all. Pero, entonces se extingui para ellos la luz que estaba detrs
y dej sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jess,
cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombro y perverso (PE 14, 15).
El clamor de medianoche, segn vimos anteriormente, era la orientacin de Dios en
las interpretaciones profticas que condujeron al chasco de octubre de 1844. La realidad de
la historia es que todas las confesiones posmilleritas, salvo los adventistas del sptimo da,
abandonaron la luz que estaba detrs y cayeron al vaco, o casi (es decir, cayeron fuera del
sendero abajo). As ocurri con la Asociacin Adventista Evanglica, los Adventistas Cristianos,
otrora poderosos, y otros.
Por el contrario, el nico grupo que mantuvo el fundamento proftico contina prosperando como un dinmico movimiento mundial. Lo nico que tiene que temer es olvidarse de
la conduccin del Seor en su historia pasada.
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