Desafios de La Capoeria en La Contemporaneidad
Desafios de La Capoeria en La Contemporaneidad
Desafios de La Capoeria en La Contemporaneidad
Capoeira
Luiz Renato Vieira y Matthias Röhrig Assunção
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Foto: Alexandre Gomes
la mayoría de ellos con algún grado de carácter pionero de capoeira2. Ese modelo se consolidó en la organización de
(aunque hubiera muchas e importantes iniciativas aisladas nuestro arte, a pesar de los esfuerzos de algunos por la adop-
anteriores): capoeira en la escuela, en la universidad, para ción del modelo tradicional de las federaciones. Ese, indis-
portadores de necesidades especiales, en los cursos de li- cutiblemente, fue el paso que más se destacó en la historia
cenciatura en educación física, en institutos de reeducación contemporánea de la capoeira: la consolidación de la lógica
de menores infractores, como terapia, como “gimnasia bra- de la organización en forma de grupos, en que el profesor o
sileña” y como objeto de disertaciones y tesis académicas. mestre que se forma y organiza su escuela busca vincularse
Hay en la literatura sobre la capoeira diversos registros de a una institución ya reconocida en el mercado. Es posible,
trabajos relevantes, en todas estas áreas y en algunas otras y incluso, discutir en qué medida esa forma de organización
no es nuestra intención enumerarlos aquí. Lo importante es contribuye a preservar la diversidad y la riqueza cultural de la
destacar este momento de cambio en la historia contempo- capoeira y al fortalecimiento colectivo del arte como forma
ránea de la capoeira. Fue en las décadas de 70 y 80, también, de resistencia cultural.
que la capoeira conquistó su lugar en el escenario esportivo Otra tendencia importante a partir del inicio de los años
nacional, también bajo la égida de la Confederación Brasileña 1980 fue la revalorización de las tradiciones y de los “anti-
de Pugilismo, y logró el reconocimiento de varios órganos guos maestros”, conjuntamente con el fortalecimiento de los
gubernamentales vinculados al deporte y la educación. Al grupos de capoeira angola, que conquistaron mucho espa-
comienzo, las competencias de capoeira se asemejaban a cio a medida en que la comunidad de la capoeira empezaba
las de otras modalidades de lucha, no considerando toda la a cuestionar los senderos de la desportivización.3 Comenzó
riqueza del arte, reduciéndolo a un simple deporte de com-
bate. Lentamente, fue llegando a formas más elaboradas y (2) Cabe, aquí, hacer una aclaración: en el universo de la capoeira, un grupo representa a una
completas de evaluación de los capoeiristas y las competen- escuela fundada por uno o más maestros y agrupa, bajo un mismo nombre, los núcleos de
enseñanza constituidos por sus alumnos que llegan a la condición de profesores o mestres. Hay
cias pasaron a ser muy parecidas con las propias ruedas de grupos pequeños, reuniendo a dos o tres núcleos de enseñanza de capoeira, y grandes grupos,
organizados jurídicamente en moldes empresariales y diseminados por todo el mundo. Con
capoeira. Cabe recordar el rol de las competencias de capo- cierta frecuencia, ocurre que el capoeirista ya formado se desvincule de un grupo e ingrese a
eira de los Juegos Escolares Brasileños (JEBs) en este proce- otro, ya en la condición de profesor, por razones profesionales. Esas circunstancias modificaron
profundamente el significado de la relación mestre-alumno en el mundo de la práctica de la
so, como laboratorio para la construcción de una visión más capoeira. Si, hasta los años setenta, el nombre del mestre era prácticamente el apellido del
capoeirista (por ejemplo Mestre João Pequeno de Pastinha), actualmente el practicante se
global de la capoeira. identifica por el grupo del cual forma parte.
Es importante subrayar que los años 1980 fueron tambi- (3) Es importante observar que durante la década de 70, periodo caracterizado por la vigencia del
régimen militar y por intenso espíritu de modernización y de desarrollo económico, hizo hincapié
én la década de la expansión nacional de los grandes grupos en el abordaje de la capoeira a partir de sus aspectos deportivos y de “arte marcial brasileño”.
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Actualmente no hay grupo consolidado así una trayectoria de reafricanización de la capoeira, prin-
en Brasil que no tenga sus representantes cipalmente en los centros de práctica más tradicionales, que
se reflejó en los lenguajes propios de la capoeira: en la musi-
con sede en el exterior. La capoeira es calidad, en la instrumentación musical e incluso en la postura
fácilmente vista y reconocida como tal histórica de los investigadores, que pasaron a acentuar los orí-
en cualquier gran ciudad del mundo, con genes africanos y a buscar luchas ancestrales y “hermanas” de
pocas excepciones. Ya es posible ver, con la capoeira, como la ladja, de la isla caribeña Martinica, y el mo-
cierta facilidad, profesores autóctonos, ringue, del Océano Índico. El nacionalismo simplista, anterior-
mente tan fuerte, pasó a dar lugar a una visión más global de la
formados por brasileños, enseñando cultura y del proceso de formación de la capoeira, insertándola
capoeira en sus países. en la historia de la resistencia de los africanos esclavizados y
de sus descendientes en el mundo entero. Se entendió que
la capoeira precisaba ser tratada como un deporte, pero que
el arte no podría ser reducido apenas a su aspecto deporti-
vo. Ese abordaje culturalista fue muy enfatizado a partir de los
años 1980, cuando las palabras “rescate” y “acervo” pasaron
definitivamente a formar parte del vocabulario común de los
capoeiristas. Sintomáticamente, los capoeiristas, que habían
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Los Desafíos Contemporáneos de la Capoeira
serción de la capoeira como fenómeno incorporado a la cul- de esta forma, la continuidad con relación a los orígenes afri-
tura internacional-popular, en que en algunos momentos se canos del arte. Pero, a pesar de esta postura tradicionalista –
destacan sus raíces brasileñas o su inserción en el mercado característica de los angoleiros hasta la fecha – no resta duda
de consumo y, en otros, se valoriza su ancestralidad africana de que representa un estilo nuevo, que se definió no apenas
y su potencial de crítica a la cultura occidental. Es fundamen- a partir de la continuidad con la capoeira bahiana tal como
tal, por lo tanto, entender esa expansión internacional en el se practicaba en la década de 1930, sino también a partir
contexto de la dinámica de la cultura globalizada, pero tam- de la oposición sistemática al estilo Regional. Es decir, si, por
bién en su lógica interna, que refleja esas contradicciones. ejemplo, en la Regional se utilizaban globos, los angoleiros
condenaban su uso, aun cuando éstos existieran en la ca-
LOS ESTILOS EN LA CAPOEIRA CONTEMPORÁNEA. poeira bahiana “tradicional”. Además, es necesario recordar
La modernización y la deportivización de la capoeira a par- que la capoeira bahiana antes de la modernización no era
tir de la década de 1930 llevaron a la formación de dos es- homogénea y uniforme, sino que cada mestre enseñaba un
tilos distintos. El primer estilo moderno, la capoeira regional, conjunto específico de movimientos, ritmos y rituales. Tanto
fue creado por el Mestre Bimba (1900-1974) apoyado por un que la capoeira de otros maestros antiguos como Waldemar,
grupo de alumnos. Bimba partió de una crítica de la antigua Cobrinha Verde o Canjiquinha podía tener características
“holgazanería bahiana”, que no estaría a la altura de las nuevas muy diferentes de la forma enseñada por Pastinha.
luchas que desafiaban a la capoeira en los ringues de lucha li- De esta manera, nunca hubo tradición única y monolítica
bre de la época. Bimba seleccionó las técnicas que le parecían en la capoeira bahiana antigua, lo que, por su parte, facilitó que
más adecuadas, eliminó otras que consideraba superadas e in- posteriormente cada grupo subrayase elementos diversos e in-
tegró algunos golpes nuevos – generalmente de gran eficacia cluso opuestos de la “tradición”. Por otro lado, cabe recalcar que
– su “lucha regional bahiana”. Más importante aún fue el de- ambos estilos – regional y angola – coinciden en su ruptura con
sarrollo de una didáctica, la formalización de la enseñanza en la tradición antigua, transfiriendo la práctica de la capoeira de la
la academia – entrenamientos con uniforme – y la imposición calle a una academia, con entrenamientos regulares, uniformes
de una disciplina y una ética deportiva. Pero, a pesar del gran y reglamentos, expandiendo la enseñanza a grupos mayores de
éxito, principalmente a partir de la década de 1960, su estilo no alumnos y reclutando a nuevos sectores de la población brasi-
logró unanimidad entre los capoeiristas bahianos. leña: niños y jóvenes de la clase media y mujeres.
Otra corriente, encabezada a partir de la década de 1940 La expansión de la capoeira moderna a lo largo y lo ancho
por Mestre Pastinha, propuso mantener justamente los ele- de Brasil a partir de estos dos estilos bahianos complicó toda-
mentos de la antigua capoeira que la Regional decidió de- vía más el tema. La difusión ocurrió de diversas maneras: (1)
sechar, como las “llamadas”, el “juego de dentro” más lento, a través de alumnos ya formados por los mestres bahianos
la teatralidad en la rueda, así como una serie de rituales (co- que se establecieron en otros estados, siendo que la gran
menzando por las letanías iniciales). Mientras Bimba destaca- mayoría emigró hacia ciudades del Sudeste; (2) por iniciativa
ba la innovación, Pastinha y su grupo hacían hincapié en el de alumnos de otros estados que solamente recibieron ins-
rescate de la tradición. Por esa razón, eligieron la denomina- trucción ocasional de estos mestres cuando iban a Bahía. En
ción capoeira (de) angola para designar su estilo, resaltando, ese caso, el carácter autodidáctico de la práctica incentivaba
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En otras palabras, la transformación de la cambios de estilo, tal como se puede ver en el caso del gru-
práctica de la capoeira – entendida aquí po Senzala de Rio de Janeiro. Además, las capoeiras bahianas
van a encontrar en diversas ciudades tradiciones locales de
como el contexto social de la capoeira – capoeira. La importancia de esas formas locales para la for-
también tuvo impacto sobre el contenido mación de los estilos contemporáneos es objeto de muchas
del arte. Creemos, por eso, que es necesario, controversias, sobre todo en el caso de Rio de Janeiro, donde
además de la clásica oposición binaria angola- profesores como Sinhozinho ya enseñaban un estilo de ca-
regional, distinguir varios estilos de capoeira, poeira sin música antes de la llegada de los bahianos.
Atraídos por la esperanza de mejorar sus condiciones de
dependiendo de los aspectos enfatizados: vida, muchos bahianos emigraron hacia las ciudades del Su-
lucha, tradición, cultura, juego o danza. deste entre 1950-1980 (después de esta fecha, parte de esa
corriente se orientó hacia el exterior). Entre los capoeiristas-
migrantes había mestres, alumnos formados y practicantes
amadores. Fuera del Nordeste, la práctica de la capoeira se
convirtió en una parte de la cultura específica de los migrantes,
y como tal, incorporó referencias nostálgicas a Bahía que tam-
bién caracteriza al arte de la capoeira hasta hoy. La situación
de exilio creó lazos de solidaridad entre capoeiristas de estilos
diversos, llegando a debilitar a la oposición regional-angola.
Hubo muchos casos en que profesores y mestres de angola y
regional enseñaban y creaban grupos unidos, en especial en
São Paulo (Cadena de Oro etc.). Pero, de manera general, el
estilo angola, más dependiente de todo un referencial cultural
afrobahiano de más difícil asimilación por los nuevos grupos
de practicantes, no logró imponerse durante esos años. Pre-
dominó un estilo de juego más próximo de la forma enseñada
Los Desafíos Contemporáneos por Bimba, pero sin su didáctica (como el entrenamiento de
de la Capoeira las ocho secuencias).4 La música de los grupos fuera de Bahía
tampoco era típica de la regional. En vez de los toques de
berimbau enseñados por el Mestre Bimba, el entrenamiento
y el propio juego ocurrían al ritmo de San Bento Grande de
Angola.5 Por esa razón la generación siguiente de los mestres
que viven fuera de Bahía redujo el énfasis en la oposición en-
tre angola y regional, frecuentemente argumentando que “la
capoeira es una sola”. Esta postura “ecuménica” tenía y tiene
diversas ventajas. Primeramente, amenizaba conflictos entre
capoeiristas, en un momento en que también era necesario
convencer a la opinión pública de que su arte no era “cosa de
marginal”. Segundo, estaba en la misma dirección de toda una
corriente nacionalista que tenía el objetivo de convertir a la
capoeira no apenas en un deporte, sino en la lucha brasileña,
expresión privilegiada de la identidad nacional.
Bajo los auspicios del régimen militar instalado en 1964,
fue creada la Federación Paulista de Capoeira, en 1970, y el
departamento de capoeira de la Confederación Brasileña de
(4) Las “secuencias de la capoeira regional”, o “secuencias de Mestre Bimba” configuran una de las más
importantes características del método de enseñanza creado por ese importante mestre bahiano.
Consisten en series de movimientos de ataque y defensa, formando luchas simuladas y actuando
como una especie de inventario de los principales golpes y técnicas de la capoeira regional. Las
secuencias (algunos consideran una secuencia de ocho partes) eran utilizadas para la enseñanza de
los iniciantes y para el entrenamiento diario de los capoeiristas en fase más adelantada.
(5) Además de proporcionar la base rítmica para el desempeño de la “batería” de la capoeira, el
berimbau tiene un importante valor simbólico significativo en la rueda. Los toques del berimbau
manifiestan algunas opciones del grupo o del mestre que conduce la rueda, determinando
la velocidad y otras características del juego. Así, además de otros varios, existen toques “de
Angola” y “de Regional”.
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Pugilismo (CBP), en 1972, que congregaba a las luchas que no Hablar de capoeira “contemporánea”, sin embargo, no
poseían confederaciones específicas. Los grupos-miembros aclara mucho sobre de qué capoeira se trata, dado que hay
se comprometían a implementar reglas establecidas por la Fe- muchas formas diferentes en la actualidad, comenzando por
deración, que iban desde la utilización obligatoria del uniforme, la angola y regional contemporáneas. La salida de la capoei-
del saludo inicial (el “Salve!”, también actualmente adoptado ra de su contexto original y su ingreso a academias, escuelas,
por muchas escuelas de capoeira) hasta al reglamento minu- universidades, palcos de danza, competencias de lucha libre y
cioso de competencias. Si esa evolución facilitó la integración hasta salas de terapia multiplicó sentidos, significados, formas,
de la capoeira en actividades escolares y deportivas en ámbito maneras de entrenar y de jugar. En otras palabras, la transfor-
nacional, y, por consecuencia, otra ola de expansión por todo mación de la práctica de la capoeira – entendida aquí como el
Brasil, generó, por otro lado, reacciones contrarias de capoei- contexto social de la capoeira – también tuvo impacto sobre
ristas comprometidos con el ideal de resistencia.
Diversos grupos, algunos de los cuales eran grandes, no
solamente se negaron a adherir a la federación, sino que
buscaron delimitar claramente esa línea, estableciendo, por
ejemplo, sistemas de graduación y secuencias de colores de
cordeles de graduación alternativos. En este proceso, el res-
cate de las tradiciones afrobahianas comenzó a asumir un rol
importante, al punto de que algunos de ellos se acercaron a la
capoeira angola. Eso coincidió, claro, con la revalorización de la
cultura afrobrasileña por la cual luchaba el movimiento negro.
Ese proceso también favoreció el fortalecimiento de la capoei-
ra angola, que había pasado por una prolongada fase de deca-
dencia caracterizada por la extinción de toda una generación
de antiguos mestres bahianos y que culminó con la muerte
de Pastinha (1981). A partir de la década de 1980, este estilo
pasa a formar nuevos mestres y a conquistar nuevos adeptos
no solamente en Brasil, sino también en el exterior. A partir de
Foto: Embratur
ese momento, ocurren tensiones entre el estilo angola, cuyos
grupos invocan un linaje directo con un mestre bahiano, y es-
tilos que podríamos denominar “angolizados”, por incorporar
parte de las características estilísticas de los angoleiros, pero
sin abandonar otras características suyas, consideradas “regio-
nales” por los primeros. Eso ocurrió al punto de que algunos
grupos pasaron a reivindicar la condición de angoleiros, califi-
cativo que les es negado por los practicantes de lo que podría-
mos llamar el “núcleo duro” de la capoeira angola.
La situación se vuelve todavía más confusa cuando nos
referimos al calificativo “regional”. Para los angoleiros en ge-
neral, todos los demás estilos son clasificados, indistintamen-
te, como pertenecientes a la regional, vocablo que asume,
muchas veces, connotación negativa en sus palabras. Del
otro lado del espectro estilístico, algunos herederos directos
de Bimba, que buscan mantener el estilo del mestre sin otras
grandes innovaciones, igualmente proclaman que solamen-
te ellos merecen el epíteto de regional. Por eso, muchos
mestres de capoeira que no pertenecen a ninguno de estos
dos extremos o estilos “puros” comenzaron a autodefinirse
como haciendo capoeira “contemporánea”, o afirmar que
practican los dos estilos (lo que se supone sea ventajoso
desde el punto de vista del mercado de enseñanza, cada vez
más competitivo). También es común el uso de la expresión
“angonal” como término despreciativo por los puristas, para
referirse a quien no toma una posición, pero ese mismo tér-
mino es reivindicado abiertamente por otros.
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Foto: Alexandre Gomes
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El Departamento Cultural del Ministerio al, una cuestión particularmente compleja en el caso de los
de Relaciones Exteriores (MRE), a través de mestres de mayor edad que viven en los tradicionales cen-
tros de la capoeira nacional (ciudades como Salvador, Rio de
sus embajadas y consulados, ha garantizado Janeiro y Recife) y también en pequeñas localidades del in-
apoyo a los capoeiristas que actúan fuera de terior, donde sobreviven manifestaciones tradicionales de la
Brasil. capoeira. Consideramos que ese es uno de los importantes
retos a ser enfrentados en la puesta en marcha de una polí-
tica pública de valorización de la capoeira como patrimonio
cultural brasileño.
En este sentido, cabe registrar la importancia del proyecto
Capoeira Viva, del Ministerio de la Cultura (MinC), lanzado en
2006, en Rio de Janeiro, con el objetivo de promover a la ca-
poeira y de lanzar las bases para una iniciativa gubernamental
coherente para el sector. El proyecto consiste básicamente
en el apoyo, mediante reglas publicadas en convocatoria de
amplia divulgación, a proyectos relacionados con la capoeira
en diversas áreas, desde la organización de acervos docu-
mentales hasta acciones relacionadas con la enseñanza del
arte en comunidades pobres. Otras acciones del gobierno fe-
deral fueron lanzadas anteriormente, y algunas se remontan
a los años 1980. Entretanto, lo que creemos que caracteriza
al proyecto Capoeira Viva es el esfuerzo tendiente a asegurar
la transparencia en la definición de criterios para la elección
de proyectos a ser financiados y la amplia divulgación de sus
resultados. De esta forma, al comienzo del siglo XXI, se lleva
a cabo una primera acción gubernamental, de carácter sisté-
Los Desafíos Contemporáneos mico, relacionada con el desarrollo de la capoeira.
de la Capoeira Con relación al importante movimiento de rescate de las
tradiciones ancestrales de la capoeira, nos gustaría hacer hin-
capié en el carácter limitado de la apropiación de la memoria
histórica y de diversos otros conocimientos relacionados con
la capoeira. Infelizmente, el esfuerzo tendiente a la profundi-
zación de las investigaciones sobre la capoeira no ha encon-
trado correspondencia en acciones de divulgación de estos
conocimientos a la comunidad de practicantes y la sociedad
en general. Es decir, la investigación, que encuentra en los
antiguos capoeiristas y en las comunidades algunas de sus
principales fuentes, acaba promoviendo un desplazamiento
de estos conocimientos, fomentando la producción de una
elite de grupos y de capoeiristas con formación académica
elevada, pero con poca conciencia sobre la importancia de
la existencia de mecanismos de democratización de estos
conocimientos. Identificamos allí otro frente de actuación del
Estado como promotor de la cultura popular y de la ciuda-
danía, no apenas en el sentido de viabilizar la investigación,
sino de, conjuntamente con ella, crear las condiciones para
que se fortalezca el ambiente en que ella se produce como
expresión de la vida de las comunidades.
Finalmente, es necesario discutir las posibilidades de
apoyo a los mestres y profesores de capoeira en el exterior.
El Departamento Cultural del Ministerio de Relaciones Exte-
riores (MRE), a través de sus embajadas y consulados, ha ga-
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