Decolonialidad Epistemica - Murillo Gomez
Decolonialidad Epistemica - Murillo Gomez
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Decolonialidad Epistmica
colonial epistmica que permita comprender e interpretar las prcticas docentes desde una mirada de frontera.
Colonialismo
Colonialidad:
efectos perdurables
Por un lado, el colonialismo hace referencia a un proceso histrico de ocupacin de territorios geogrficos y sociales, por medio
de prcticas poltico-militares. De ah que el colonialismo puede
ser visto como un periodo ms bien espacio-temporal, acotado a
geografas particulares y a prcticas de intervencin, utilizacin y
explotacin de los recursos tanto del contexto fsico como de los
personales de los sujetos colonizados.
La colonialidad, por otro lado, y ms all de un proceso de carcter
histrico-temporal, se trata de un modo de conciencia y accin que
establece relaciones de disparidad sostenidas en la asignacin de jerarquas, valoraciones binarias (bueno/malo; permitido/prohibido),
y otras actitudes que se cristalizan finalmente en el establecimiento,
validacin, justificacin y reproduccin de relaciones de dominacin,
control, causalidad y dependencia. De esta manera, la colonialidad
es ms bien un metarrelato de carcter imperial que trasciende espacios territoriales y temporales especficos, y se reproduce en prcticas
y discursos vigentes en la vida socio-cultural actual. Para Rastrepo
y Rojas (2010, p. 15) la colonialidad se extiende hasta nuestro
presente y se refiere a un patrn de poder que opera a travs de la
naturalizacin de jerarquas territoriales, raciales, culturales y epistmicas, posibilitando la re-produccin de relaciones de dominacin.
As, mientras que la empresa colonial instaur su dominio en los
territorios americanos por medio de la utilizacin de la fuerza y
tecnologas militares, las estructuras y relaciones de colonialidad
que permean nuestras prcticas y discursos hasta el da de hoy,
imprimen en el mbito del saber formas de conocer sostenidas en
la transmisin, la aceptacin y el uniformamiento de respuestas
y conductas, por medio de la naturalizacin de las prcticas y los
conocimientos. El carcter hegemnico de las relaciones coloniales
se verifica entonces, en trminos de Gramsci, en la pretensin de
saturar el sentido comn con la aceptacin acrtica e incuestionada
de ciertos contenidos y prcticas.
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Efectos
de la
Colonialidad
subjetividades
Como seala Quijano (2007), el resultado de la historia del poder colonial tuvo dos implicaciones decisivas: La primera es obvia, en tanto
todos los pueblos de Amrica Latina fueron despojados de sus propias y singulares identidades histricas, y la segunda, su nueva identidad racial, colonial y negativa, implicaba el despojo de su lugar en la
historia de la produccin cultural en la humanidad, constituyndose
como una matriz de pensamiento/accin que se logra reconocer con
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fuerza tanto en los mbitos de polticas gubernamentales, como tambin a nivel de las prcticas de generacin y reproduccin de saberes.
En cuanto al mbito poltico-gubernamental, el uso de palabras
como democracia o libertad por parte de los grupos de poder no
logra invisibilizar el esfuerzo que hacen por naturalizar las actuales condiciones de vida generadas por sus adherencias, intereses y
compromisos hacia un proyecto socio-poltico, que intentan instalar hegemnicamente desde el discurso de la inevitabilidad y la
necesidad imperiosa de su implementacin. Esta actitud colonial
es la que se logra ver muy claramente en la ya famosa sentencia que
Margaret Thatcher hiciera en defensa del neoliberalismo: There is
no alternative (no hay alternativa).
Esta misma inevitabilidad y percepcin de naturalidad y pertinencia es la que se encuentra firmemente instalada en el mbito de la
produccin del saber, y particularmente, en las prcticas y contenidos de la formacin de profesores y sus modos de evaluacin. A este
respecto, es frecuente encontrar hoy en da en discusiones pblicas
la preocupacin por cmo mejorar los sistemas de evaluacin estandarizada tanto de estudiantes como de profesores, mientras que la
posibilidad del no-control, y el establecimiento de relaciones de confianza en los procesos formativos estn ausentes de esa discusin.
La observacin que hace Henry Giroux (20143) respecto a las actuales prcticas polticas y pedaggicas logra dar cuenta del alcance que tienen estas prcticas diseadas para la escuela, ms all del
contexto particular de la sala de clases: el aprendizaje crtico ha sido
reemplazado por la habilidad para responder pruebas, memorizar
datos, y aprender a no cuestionar al conocimiento o la autoridad.
Y luego avanza su diagnstico: las pedagogas que desestabilizan el
Artculo online accedido en mayo 2014 desde http://www.truth-out.org/
opinion/item/23306-neoliberalisms-war-on-democracy
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sentido comn, que hacen que el poder rinda cuentas, y que conectan el saber de la sala de clases con las problemticas cvicas ms amplias se han vuelto peligrosas en todos los niveles educativos. Esto
porque la construccin de saber desde una actitud decolonial supone
siempre el cuestionamiento, sospecha y desestabilizacin de lo que la
impronta colonial presenta como saberes y conocimientos vlidos a
priori, ahistricos y neutrales.
En este contexto, otro de los efectos del pensar-actuar colonial en el
mbito docente se constata en la construccin de una subjetividad
docente mediada por una actitud de subalternidad, la que se manifiesta por un lado desde una posicin de impotencia y victimizacin frente al sistema de regulaciones y legislaciones educativas, y
por otro, en la adopcin de un rol de consumidor e implementador
de conocimientos de otras disciplinas (particularmente de la psicologa) como nica explicacin y solucin frente a los fenmenos del
aprendizaje y la enseanza. Este efecto de subalternidad logra permear la totalidad de la experiencia vital de la configuracin identitaria docente y se manifiesta incluso en el lenguaje que los profesores
asumen para referirse a s mismos y al alcance de su labor, en trminos diminutivos, despectivos o simplificadores.
Lo docente
Decolonial
Considerando los elementos discutidos hasta ahora, surge la pregunta acerca del carcter y rol que asume una educacin crtica en la
formacin de profesores, frente a las condiciones que los modos de
conciencia coloniales persisten en fabricar y reproducir.
En este contexto, interesa comenzar a mirar la formacin de profesores ya no como una prctica que existe en s misma, sino ms
bien como la configuracin resultante de la instalacin y repeticin
de discursos, ideas e intereses imperantes, cuyos posicionamientos
o creencias tcitas con respecto al acto docente y su subjetividad se
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visibilizan en las actuales condiciones y juicios pblicos hacia lo docente. En este acto de deconstruccin de lo que hasta ahora se presenta como vlido, un primer paso puede consistir en verificar los
supuestos ideolgicos y epistmicos que subyacen a los discursos, en
trminos de las preguntas que admiten, y sus alcances (efectos de la
aplicacin de esa lgica en el plano socio-poltico).
Partimos desde el reconocimiento que lo que opera detrs de las posturas tecnocrticas en educacin (por ejemplo), es un supuesto epistemolgico tradicional, en que el saber es un asunto de evaluacin de
proposiciones en base a criterios de objetividad y verdad, en que el
conocimiento tendra una base estable, pre-existente y reproducible,
como en la lnea de epistemlogos como Kitcher (1994). Este es el
tipo de racionalidad que hace aparecer como normales las prcticas
de evaluaciones estandarizadas tanto a estudiantes como profesores.
Sin embargo, las cuestiones de poder que son las que condicionan y validan aquello que se considera conocimiento y que crean
efectos de verdad estn ausentes, invisibilizadas y completamente
ignoradas por esta opcin epistemolgica. Tienen la predileccin
por mostrar su opcin como nica, natural.
En el mismo sentido, resulta interesante referirnos a los alcances
del Programa de investigacin de modernidad/colonialidad, quienes sealan que una mirada decolonial del saber ampla el inters
de las supuestamente universales ciencias sociales y humanas, buscando intervenir decisivamente en la discursividad propia de las
ciencias modernas para configurar otro espacio para la produccin
de conocimiento, una forma distinta de pensamiento, un paradigma otro, la posibilidad misma de hablar sobre mundos y conocimientos de otro modo (Escobar, 2003).
En definitiva, lo que se promueve corresponde a un pensamiento de frontera que apunta hacia un tipo diferente de hegemona,
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que en palabras de Escobar (2003) sera consciente de la diferencia constitutiva que la habita y que la historia ha producido, con el
fin de hacer posibles una/s Latinoamrica/s otra/s (p. 82).
Desde esta impronta, que hace de lo familiar algo extrao, y de lo
extrao algo familiar, que vemos la necesidad tica, poltica y epistmica de reexaminar las prcticas y nociones familiares respecto al
saber docente y sus modalidades de formacin, a fin de desengancharse de aquellas lgicas que perpetan las relaciones de colonialidad, y pensar-hacer una formacin de profesores desde espacios
de alteridad, de otredad.
Esta actitud puede convertirse en una agenda decolonial pedaggica, en tanto haga de la deconstruccin de los discursos y prcticas
de formacin (en trminos de sus orgenes y efectos) una prctica
sostenida. En este sentido, la mirada deconstructiva representara
un primer elemento de la agenda, puesto que ninguna prctica,
nocin, idea o discurso puede ser estudiado de manera seria sin
considerar las relaciones de poder que las configuran y posibilitan.
Siguiendo la postura de Edward Said (1994), la construccin de la
identidad (en este caso, una identidad docente), involucra la construccin de opuestos o de otros que sirven de referencia para la
continua interpretacin de sus diferencias con respecto al nosotros. As, y en el ejercicio de construir una identidad docente distinta, descolonizada, un segundo elemento a considerar es la demarcacin del campo de formacin y accin docente, identificando
cules son los saberes fundamentales propios de la profesin, que
traducen los nfasis, actitudes y saberes-haceres de la pedagoga, y
que la separan de las disciplinas otras del mbito social.
Al plantear este proceso de construccin epistmica decolonial de
lo docente, es recurrente encontrar argumentos que hablan de la
imposibilidad de movimiento frente a los imperativos de las polticas pblicas y el peso de las demandas de los sistemas escolares. Sin
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