Watson Un Cristiano en El Cielo A Pesar de La Tierra-diarios-De-Avivamientos
Watson Un Cristiano en El Cielo A Pesar de La Tierra-diarios-De-Avivamientos
Watson Un Cristiano en El Cielo A Pesar de La Tierra-diarios-De-Avivamientos
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1) Que es an estar con Dios. En general, es tener una dulce comunin y relacin ntima
con Dios, 1Juan 1:3; Nuestra comunin verdaderamente es con el Padre, y con su
Hijo Jesucristo. En la oracin hablamos con Dios; en el sacramento (la cena del
Seor), l nos besa con un beso de sus labios, nos da un sello privado de su amor.
2) En qu sentido se dice que el alma an est con Dios. Sostengo que el alma an est
con Dios de cinco maneras diferentes.
I. Por contemplacin. Es como Ainsworth entiende el texto. An estoy contigo,
esto es, por contemplacin divina. Los pensamientos de David estaban siempre y
continuamente corriendo hacia Dios. As el versculo 17 dice: Cun preciosos me
son, oh Dios, tus pensamientos! La mente de David era una bveda espiritual,
acu la mayor cantidad de oro; la mayora de sus pensamientos eran celestiales y
maravillosos. Los pensamientos, son como viajeros y transentes en la mente,
pero los pensamientos de David, estaban viajando de continuo hacia la Jerusaln
celestial. Incluso en los peligros, Dios -todava- estaba con l; en las
contemplaciones de David, l -todava- permaneca con Dios.
Anaxagoras dijo que David haba nacido para contemplar los cielos. As, un
cristiano permanece an con Dios, est mirando Su gloria, sus pensamientos estn
todos empacados, listos y viajando directo hacia Dios.
II. El alma an est con Dios por deseo. Su ancla est echada en los cielos (Heb.6:19),
y es arrastrado hasta all por las velas del deseo. David dispar su corazn al cielo
mediante el deseo; tena fuertes anhelos y fuertes latidos en pos de Dios. Salmo
73:25; A quin tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la
tierra. El no dijo no tener nada en esta tierra, pues tena su cetro y su corona,
pero nada de esto deseaba como deseaba a Dios. Salmo 42:1; Como el ciervo
brama por las corrientes de las aguas, as cama por ti, oh Dios, el alma ma. El
corazn (como observan los historiadores), es una seca y sedienta criatura,
especialmente cuando el cazador la persigue. Ahora, la naturaleza est en llamas
y debe tener agua para apagar tal sed; as, el alma piadosa suspira y se levanta
luego de pasar por los refrescantes arroyos de la preciosa sangre de Cristo; y estos
deseos en un cristiano, se ven terminados, satisfechos, con razn. Ahora sus
deseos sern conformarse a Cristo en gracia y crecer en comunin con l en
gloria: desea al Sol de Justicia, no solo por sus refrescantes rayos, sino tambin
para que sus alas sean sanadas; desea no solo la presencia de Cristo, sino tambin
su Imagen: Seor, dame ms de ti para que pueda ser ms santo. Qu debera
yo hacer en el cielo con este impuro corazn; qu pltica podra tener con Dios o
los ngeles? As, el alma, an est con Dios mediante el deseo, y el salmista desea
no solo misericordia, sino tambin gracia.
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El alma est con Dios mediante el amor. Donde est el amor de un hombre, all es
donde tambin estar l; cunto se ensancha el corazn por aquello a lo cual
amamos! Bonaventure llama al amor como las alas del alma; sobre estas alas,
David vol hacia el cielo. An estoy contigo.
El amor tiene esta particularidad; une a pesar de la distancia; fija al corazn sobre
el objeto. As, aun cuando la esposa enferma de amor no puede ver a Cristo, lo
abraza en sus afectos; cuando sus ojos no estaban sobre l, an, lo estaba su
amor. Habis visto al que ama mi alma? (Cantares 3:3). Cristo, mi amor est
crucificado, deca Ignacio. Como Cristo fue clavado en la cruz, as tambin lo est
en un corazn cristiano. Un verdadero santo es como la tribu de Manases; Mitad
de la tribu estaba del lado del Jordn, y la otra mitad en Tierra Santa. As, sucede
con un santo; mitad de l est ac, de este lado, y su otra mitad est en la tierra
santa; su carne est en esta tierra, ms su corazn est en los cielos. Como Pablo
dijo en 2Corintios 12:2; si en el cuerpo, no lo s; si fuera del cuerpo, no lo s.
Por lo que puede decirse de un buen cristiano, es difcil determinar si se halla en el
cuerpo, o fuera de este; su amor est en los cielos, reposa en el rbol de la vida. El
fuego del amor inflama el corazn tan alto como los cielos.
El alma an est con Dios mediante la fe; la incredulidad es llamada como un
alejarnos (retroceder) de Dios (Heb.10:39), y la fe como un acercamiento a
Dios (Heb.10:22). Por los ojos de la fe, mediante la perspectiva de una promesa,
nosotros, miramos al cielo. El pueblo de Israel se pona de pie en el atrio exterior
del templo, pero el sumo sacerdote penetraba dentro del velo, al lugar santsimo;
as, los sentidos se paran en el atrio exterior del cuerpo, pero la fe penetra en el
velo; esto muestra a Cristo vestido con la tnica de nuestra naturaleza humana, y
sentndose en la gloria sobre los ngeles; la fe abraza a Cristo. Austin se pregunta
Cmo debera ponerme un brazo largo para alcanzar a Cristo en los cielos? Cree,
dijo l, y te has de asir aferrndote a l. La fe es el broche de oro que nos une a
Cristo; por la fe nos vestimos del Seor Jesucristo (Rom.13:14), por la fe lo
recibimos y tomamos como alimento (Col 2:6), por fe somos injertados en l,
como el pmpano en la vid (Juan 15:5). Sin duda, la vida de un creyente est fuera
de s mismo; vive ms en Cristo que en s mismo, como el rayo vive en el sol, como
la rama en el tronco (Colosenses 3:3). An como Jud dijo respecto de Jacob; su
vida est ligada a la vida del muchacho (Gn.44:30), as tambin la vida de un
creyente est ligada con Cristo. As, el alma llena de gracia, permanece para
siempre con Dios por medio de la fe.
Un cristiano an permanece con Dios durante todo el rumbo y curso de su vida.
No solo su corazn est en el cielo, tambin lo estn sus conversaciones.
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Filipenses 3:20; nuestra ciudadana est en los cielos. Esto se dijo de Cristo en
Lucas 9:53; su aspecto era como de ir a Jerusaln. Un buen cristiano debera
ser reconocido por su rostro; est viaje afuera y su comportamiento debe reflejar
que est de camino hacia la Jerusaln celestial. Scrates fue interrogado acerca de
su ciudadana, a lo que l contesto que era un ciudadano del mundo; un
verdadero santo es un ciudadano del cielo; se puede saber el lugar al cual
pertenece por su hablar, sus gestos y sus hbitos. Hay una especie de brillo
anglico sobre l; resplandece en santidad, como lo haca el rostro de Moiss
cuando estuvo en el monte Sina con Dios. Contina haciendo actos anglicos: su
vida es un gran pedazo de cielo sobre esta tierra. No camin con Dios (Gnesis
6:9). Y en este sentido, el alma piadosa, an est con Dios, camina
infatigablemente con el Seor; aunque se tope con ciertos aprietes y dificultades
en el camino, aun as, mantendr sus pasos dentro del sendero.
Y de esta manera, hemos visto en qu sentido un alma llena de gracia, est de
continuo con Dios.
Puede que el guila, a veces, se pose en una rama baja, pero su nido, est
construido en las ms altas. Un cristiano camina sobre la superficie de esta tierra,
pero su nido est asegurado sobre la Roca firme, Cristo Jess.
La luna puede verse reflejada en las aguas, pero an as, su hogar es en el
firmamento. As, un cristiano, es visto aqu abajo, pero est muy por encima de
esta tierra; el an est con Dios.
3) La tercera cuestin es porque un corazn lleno de gracia (piadoso) est
continuamente con Dios. Hay cinco razones concernientes.
I. De la naturaleza de la gracia. La gracia eleva al alma hacia Dios. La gracia es como
fuego. Es como la naturaleza que tiene el fuego para ascender.
Usted, que se haya tan servil en la tierra, alimentndose como la serpiente en el
polvo, o revolcndose a s mismo como la anguila en el fango y en el lodo del
mundo; tenga aquel santo y nuevo principio de la gracia infundado, y su alma
brillar hacia arriba, le hara levantar alas como el guila para remontarse al
cielo (Isa. 40:31). Qu tenga usted el ojo agudo de la fe para ver a Cristo. Pronto
tendr las ligeras alas del deseo de volar directo hacia l.
II. Por aquel poder de atraccin del Espritu de Dios.
El Espritu Santo, no solo tiene la capacidad de purificar las almas, sino que
tambin tiene el poder para elevarlas; como el sol exhala y alza los vapores
terrestres, as el Espritu eleva el corazn a Dios; me levant, pues, el Espritu, y
me tom (Ezequiel 3:14). Aunque haya gracia en el corazn, la cual nos
elevara, aun queda demasiada corrupcin para arrastrarnos hacia abajo: un
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paraso de Dios; Elias dej su velo tras de l, pero fue elevado en una
carrosa de fuego; as sucede con un santo, el manto de su humanidad es
dejado atrs, pero su alma es elevada en una carrosa fogosa de amor.
Uso 2; es de carcter rprobo; y consiste de dos ramas.
Rama 1. Reprende a aquellos que nunca estn con Dios; viven en este
mundo sin Dios. Efesios 2:12 expone las caractersticas de un hombre
malvolo (impo), no hay Dios en ninguno de sus pensamientos (Salmos
10:4). Nunca piensa acerca de Dios, a menos que sea con horror y
asombro, as como el prisionero piensa acerca del juez y de la sesin
judicial; y aqu se imputan a dos tipos de pecadores.
1. Los tales que an permanecen en sus pecados. En un hijo de Dios,
aunque el pecado est con l, l no est con el pecado, su voluntad se
opone al pecado; Romanos 7:15: porque lo que hago, no lo entiendo;
pues no hago lo que quiero; l de buena gana arrojara a esta vbora al
fuego; abandona el pecado, pero el pecado no habr de abandonarlo; as
el pensamiento pecaminoso lo asediar, ms l no est con el pecado;
pero el hombre perverso y el pecado, estn juntos; tal como dos amantes
se abrazan y consuelan mutuamente; el hombre perverso es un hacedor
de iniquidad (Lucas 13:27), as como el obrero sigue de continuo al
trabajo de su tienda.
2. Los tales que an permanecen con el mundo. Se considera una especie
de milagro hallar diamante en una grieta de oro; y es un milagro tan
grande encontrar a Cristo, aquella piedra preciosa en un corazn
terrestre! El mundo es la Diana (dolo del alboroto de feso en Hechos
19:23-41) del hombre; solo piensan en lo terrenal (Fil.3:19). Como la
avestruz, que aunque tiene alas, no puede volar alto por el peso de su
propio cuerpo; la mayora de los hombres, estn tan pesados y
arrastrados con gruesa arcilla, que no pueden elevarse: son como Sal,
escondido entre sus bienes; como Ssara tuvo su cabeza clavada a la
tierra (Jueces 4:21), as lo estn tambin sus corazones. La belleza de
Absaln, robaba el corazn de los Israelitas apartndolos de su rey
(2Samuel 15:6). La fascinante belleza del mundo, roba los corazones de
los hombres alejndolos de Dios. Es triste cuando un esposo enva una
joya a su mujer, de la cual ella se enamora tanto que termina olvidando a
su marido. Los bienes materiales deben de ser una muy pesada carga
para acercarse a Dios, pero muy a menudo, son una piedra de molino que
los hunde en el infierno.
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fros pretendientes, incluso las peticiones que emanan de entre sus labios
son fras, como si fueran a tentar a Dios para que los negase. Oh, porque
has t dejado la comunin con Dios?; As dijo Jehov: Qu maldad
hallaron en m vuestros padres, que se alejaron de m, y se fueron tras la
vanidad y se hicieron vanos? (Jer.2:5). Deja que los cristianos sientan
esta tristeza en su corazn; Recuerda, por tanto, de dnde has cado, y
arrepintete, y haz las primeras obras (Apocalipsis 2:5). Ests en un
letargo espiritual. Oh! No se detengan hasta que su corazn haya sido
moldeado y conformado tan celestial como lo estaba el corazn de David;
Despierto y an estoy contigo. Y esto me lleva al tercer punto.
Uso 3. El tercer uso es de exhortacin. Para persuadir a todos aquellos
quienes profesan ser cristianos, a que imiten este bendito patrn que se
expresa en el texto; permanece con Dios. No deberas ir al cielo al
morir, al menos que ya hayas comenzado aqu el cielo. La iglesia en el
Apocalipsis se muestra con una corona de estrellas sobre su cabeza, y la
luna bajo sus pies (Apocalipsis 12:1). Cristo no se halla entre surcos, sino
por encima de la cima. Ahora que puedes tener tu corazn sensible por
estas cosas bajas, y permanecer con Dios, quisiera proponer dos
argumentos.
1. Consideremos cuan indigno es de un cristiano tener su corazn
apegado al mundo;
1. Es indigno por parte de su alma. El alma se dignifica por el honor, es
una noble moneda con una impresin de carcter divina sobre sus lados;
es capaz de la comunin con Dios y sus ngeles; ahora bien, sera muy
bajo, por parte de un hombre, que desperdiciara todas sus afecciones y
operaciones (energa) propias del alma nacida de nuevo, en escorias
materiales. Sera como bordar oro en un harapo, o fijar diamantes en
arcilla.
2. Es indigno de su manifestacin. Y t buscas para ti grandezas? (Jer.
45:5). Cmo! Qu Baruc? T que eres un hombre de Dios, un levita!
Oh, que srdido es para aquel que tiene su esperanza en los cielos, tener
su corazn sobre esta tierra! Es como si un rey debiera abandonar su
trono y seguir el arado; o como si un hombre debera dejar una mina de
oro para excavar en una gravera. La avefra tiene una corona en su
cabeza, y aun as, se alimenta del estircol. Un claro emblema de aquellos
cuyas cabezas estn coronadas por una simple profesin o manifestacin,
ms an, estn deseosos e impacientes por las cosas ms bajas. Los
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creacin del universo, Dios le diera el agua a los peces, la tierra a las
bestias, el aire a las aves, y despus de esto; hiciera al hombre a su
imagen, para que este pudiera decir, Seor, no hay nada que desee en
esta tierra fuera de Ti. Qu puede entonces satisfacer mi alma, sino
solo el estar con l?
3. Permanecer con Dios es la vida ms confortable: qu msica y
armona tan dulce est en aquella alma?
El pjaro, mientras ms eleva su vuelo, ms dulce hace su cantar: as,
mientras ms se eleva el alma sobre este mundo, obtiene el ms dulce
gozo. Cmo se inflama el corazn en la oracin? Cmo se embelesa en
santa meditacin? Cunto gozo y que paz hay en el creer (Romanos
15:13). Y estas alegras (gozos), son las fuentes de miel que fluyen de la
roca, Cristo!: dime, no es acaso confortable estar en el cielo? Aquel que
todava est con Dios, trae los cielos sobre s: posee aquellas libaciones
previas y pruebas del amor de Dios, que son los comienzos del cielo. Tan
dulce es este tipo de vida, que puede hacer descender dulzura entre las
aflicciones y los problemas de este mundo a fin de que seamos
escasamente llevados por ellos. Puede convertir la prisin en un paraso,
el horno en un festival; puede endulzar la muerte. Un alma elevada por la
gracia, puede regocijarse al pensar en la muerte: la muerte no har sino
cortar la cuerda, y el alma, aquella ave del paraso, volar lejos y estar
en su reposo.
4. Permanecer an con Dios es la vida ms duradera. La vida
sentimentalista, fracasar; debemos invitarles a una despedida a todas
nuestras comodidades exteriores; estas flores, se marchitarn. Leemos
de un mar de vidrio mezclado con fuego (Ap. 15:2). Bullinger, y otros
expositores estudiosos entienden a ese mar de vidrio como el mundo. Sin
duda es un emblema adecuado para el mismo; el mundo es un mar, y
raramente est calmado; y es un mar de vidrio, resbaladizo; y este vidrio
est mezclado con fuego, mara mostrar que es de naturaleza perecedera
y consumible. Las riquezas toman alas, y las relaciones tambin; pero
para ti, que por las alas de la gracia ests siendo elevado, est vida nunca
tendr fin; es el comienzo de una vida eterna; la felicidad no es ms que
la crema de la santidad: t, que todava permaneces con Dios, debes
estar siempre con el Seor (1Tes. 4:17).Veras a Dios en todas sus tnicas
bordadas de majestad. Le veremos tal como l es (1Juan 3:2), y esta
visin ser deslumbrante y llena de gloria. Acaso no es este el mejor tipo
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de vida? Aquel que cuando despierta an est con Dios, cuando se vaya a
dormir en sueo de muerte, siempre estar con el Seor.
Pregunta Pero, como llego a esa bendita forma del corazn para estar
de continuo con Dios?
Respuesta.
1. Obtn un juicio justo: es fundamental tener el juicio correctamente,
justamente, ubicado: obtn un juicio justo del pecado, y as nunca
andars en el; ten un juicio justo sobre Dios, y as querrs estar de
continuo con l. En Dios se hallan todas las excelencias juntas; Cun
dulce es este amor! Cunto satisface su presencia! Pero as como el
pintor dibuj un velo sobre el rostro de Agamenn por cuanto la
grandeza de su dolor por su hija Ifigenia no poda expresarse: as, cuando
hablo de las gloriosas perfecciones en Dios, debo dibujar un velo; ninguna
pluma ni lpiz pueden fijarlas en su lustre reluciente; aqu en este punto,
los ngeles deben de estar en silencio.
2. Si han de estar de continuo con Dios, velen por sus corazones todos los
das, encierren sus corazones con Dios cada maana, y denle a l la llave.
El corazn estar entregndose a las vanidades. Seor, dijo Bernardo, no
hay nada ms efmero que mi corazn. Mantente atento y en guardia;
especialmente cristianos, miren por sus corazones luego de participar en
una ordenanza; cuando han estado sirviendo con Dios, ahora, la
tentacin les aguarda. Los mdicos dicen que el cuerpo debera ser ms
cuidado cuando se sale de un bao caliente, ya que los poros quedan
abiertos, y se corre ms peligro de resfriarse: luego de tu bao espiritual
en una ordenanza, cuando has sido partcipe en un sermn o sacramento,
ahora, mira con cuidado de no agarrarte un resfriado.
3. Cudate de la negligencia en el deber. Cundo comienzas a aflojar las
riendas y abates tu primer fuego y vigor piadoso, una mortandad
insensible se apodera del corazn, y poco a poco surge un
distanciamiento triste entre Dios y el alma. Y hermanos, qu difcil tarea
han de encontrarse para realzar sus corazones nuevamente una vez que
se hallan cados! Una piedra pesada que se ha rodado hasta la cima de
una colina empinada y luego cae abajo hacia el fondo cun difcil es
subirla de nuevo!
Oh ten cuidado del aburrimiento, perezoso temperamento en el servicio
de Dios: somos ordenados a ser fervientes en espritu (Rom.12:11). Los
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Hermanos, la gracia de nuestro Seor Jesucristo sea con vuestro espritu. Amn.
Glatas 6:18
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