Si pudiera alcanzarse la salvacin por medio de nuestro esfuerzo, ya no sera por gracia.

S a lvo s

p o r g r ac i a
(E f es i o s 2.110)

Cuando estudiamos Gnesis 1 y 2, aprendimos

que una de las caractersticas de Dios es Su increble
poder. Pablo se refiri al mismo tema en Efesios
3.20, 21, diciendo:
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho ms abundantemente de lo
que pedimos o entendemos, segn el poder que
acta en nosotros, a l sea gloria en la iglesia en
Cristo Jess por todas las edades, por los siglos
de los siglos. Amn.

De acuerdo a Pablo, Dios puede hacer todo lo que

pidamos o incluso soar con pedirle que haga. Pablo
haba comentado anteriormente acerca del poder
de Dios en 1.1923, especificando que la supereminente grandeza de su poder sera dirigida a
nosotros los que creemos. A pesar de nuestras debilidades, Dios puede obrar por medio de nosotros,
si cedemos ante Su voluntad. El tema del poder de
Dios contina en Efesios 2.110, en el anlisis que
Pablo hace del poder de Dios para salvar a pecadores
que de otra manera estn completamente perdidos.
(La conjuncin y al inicio de 2.1 muestra que el
tema del poder continua.)
El Nuevo Testamento es bastante claro al mostrar
que Jess es el nico y exclusivo medio por el que
Dios salva a los pecadores perdidos. Jess mismo
dijo en Juan 14.6 lo siguiente: Yo soy el camino,
y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por m. Los apstoles proclamaron la misma verdad, diciendo: Y en ningn otro hay salvacin;
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos (Hechos
4.12). Juan escribi que El que tiene al Hijo, tiene
la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la
vida (1 Juan 5.12).
Por lo tanto, toda la humanidad se divide en
nicamente dos categoras: los que han sido salvos
por la sangre de Cristo, el sacrificio perfecto por

nuestro pecados, y los que no han sido salvos, sino

que siguen perdidos y sin perdn.
estabais muertos
Cuando describi nuestra condicin por estar
alejados de Cristo, Pablo no dijo simplemente que
estbamos perdidos; se refiri a nosotros en el
sentido de haber estado muertos, diciendo: Y l
os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en
vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis
en otro tiempo (2.1, 2a). Por qu usara Pablo una
imagen tan fuerte como la muerte para describir la
condicin de los que estn (o estaban) sin Cristo?
En primer lugar, resalta la ausencia de respuesta
a Dios. Una de las consecuencias ms difciles de
sobrellevar ante la muerte de un ser amado es que
la persona ya no es capaz de responder a nuestro
tacto ni a nuestras palabras como cuando estaba con
vida. Alejados de Cristo, no podemos responder a
Dios ni a Su voluntad, la cual hemos de seguir de
ah que, en efecto, estamos muertos. En segundo
lugar, los muertos son absolutamente impotentes.
Los muertos estn sencillamente muertos; ya no
pueden hacer nada para mejorar su existencia ni
cambiar su condicin. Sin Cristo, somos igual de
impotentes para remediar nuestra condicin de
perdidos. Por lo tanto, es completamente apropiado
decir que, lejos de Cristo, estamos muertos.
Pablo continu describiendo la situacin de
muerte espiritual: Los muertos espirituales estn
muertos debido a sus delitos y pecados. Pablo
dijo que una vez anduvimos (vivimos de manera
habitual) en esos pecados. Por andar as, estbamos
siguiendo la corriente de este mundo (los caminos de este mundo; NIV) y conforme al prncipe
de la potestad del aire, el espritu que ahora opera
en los hijos de desobediencia (2.2). Lo anterior
nicamente puede ser una referencia a Satans, el
cual, se pensaba, seore una vez sobre los espritus
1

impos que habitaban la atmsfera que est sobre la

tierra. Ms adelante, Pablo aconsej a los cristianos
dicindoles: Vestos de toda la armadura de Dios,
para que podis estar firmes contra las asechanzas
del diablo (6.11), Sobre todo, tomad el escudo de
la fe, con que podis apagar todos los dardos de
fuego del maligno (6.16). Cuando les escribi a los
corintios, Pablo se refiri a Satans como al dios de
este siglo (2 Corintios 4.4). Cuando rechazamos el
seoro del Dios que nos cre, estamos siguiendo al
dios de este siglo, sea nuestra intencin o no.
Pablo todava tena ms que decir sobre el estilo
de vida impo: entre los cuales tambin todos
nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de
nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y
de los pensamientos, y ramos por naturaleza hijos
de ira, lo mismo que los dems (2.3). Seguir los
deseos de la carne quiere decir ceder a la tendencia humana de actuar egostamente y hacer las
cosas a nuestra manera en lugar de hacerlas segn
Dios. Cuando seguimos los deseos del cuerpo y
de la mente, ignoramos la voluntad de Dios y la
naturaleza destructora de nuestro comportamiento.
Pablo no dijo que este era el estilo de vida de algunos de nosotros sin Cristo; les suceda a todos.
Sin Cristo, cada uno de nosotros estara sujeto a la
ira de Dios. Seramos como hijos de ira, esto es,
personas que se caracterizan por la ira.
Los muertos espirituales tienen las siguientes
tres caractersticas bsicas: engao (por pensar
que estamos seguros cuando en realidad no lo
estamos), desobediencia (por estar alejndonos de
la voluntad de Dios para seguir nuestros propios
deseos), y perdicin (porque el resultado final es
enfrentar la ira de Dios). Era la terrible situacin que
todos enfrentbamos antes de venir Jess. Parece
totalmente desesperanzador, hasta que seguimos
leyendo
Pero dios
El versculo 4 da inicio con lo que podran ser las
dos palabras ms importantes de la Biblia, diciendo:
Pero Dios. El tema de la Biblia es Dios, y Jess
dijo que todas las cosas son posibles para Dios
(Marcos 10.27). De no ser por Dios, todos estaramos
completamente condenados. En este pasaje, Pablo
resalt el hecho de que la salvacin no es algo que
resolvemos ni logramos nosotros mismos. Todo se
debe a la iniciativa de Dios.
Describi a Dios diciendo que l es rico en
misericordia y que acta por su gran amor con que
nos am. Gracias a Su misericordia y amor, nos ha
hecho vivir con Cristo, nos ha levantado con Cristo
y nos sent con l (Cristo) en los lugares celestiales.
2

El fin de toda esta sorprendente actividad es mostrar

las abundantes riquezas de Dios y Su bondad
en Cristo Jess (vers.o 7). En otras palabras, Dios
nos ha unido a Su Hijo, que muri y resucit (vea
Romanos 6.15) para que podamos ser partcipes
de Su vida eterna.1 La esperanza que tenemos es
nuestra nicamente gracias a Jess y porque, por
medio del evangelio, hemos sido unidos a l.
por gracia [] por medio de la fe
Puede que an nos preguntemos, en vista de que
todos somos pecadores sin remedio, cmo es que
Dios nos concede Su amor y deshace los efectos de
nuestra pecaminosidad. Pablo contest la pregunta
muy claramente.
Dijo que Dios lo hace por gracia (2.5, 8). Un escritor defini la gracia de la siguiente manera:
La gracia es una generosidad extrema, una
generosidad desinteresada, espontnea y temerariamente prdiga, que acta enteramente por
un inters amoroso en las necesidades de una
persona, incluso si no es merecedora del amor
y de la ayuda que as se le ofrece.2

Una definicin ms sencilla la ofreci un pequeo

nio que dijo: Gracia es conseguir lo que necesitas
en lugar de lo que mereces.
El ejemplo clsico del ofrecimiento de la gracia, as como la de su recibimiento, lo constituye
la Parbola del hijo prdigo contada por Jess y
que se encuentra en Lucas 15. En esta conmovedora
y grfica historia, Jess habl de un hombre joven
que de una manera desvergonzada exigi que su
padre le diera su herencia, sin estar dispuesto a
esperar hasta la muerte de su padre. Luego, viaj
a una provincia apartada (vers.o 13), donde malgast todo lo que tena, viviendo de una manera
desenfrenada y desmedida. Cuando se vio a s
mismo al punto de la hambruna y tener que realizar
la humillante tarea de alimentar cerdos para tan
solo sobrevivir, tom la decisin de regresar a su
padre. Su plan era confesar su indignidad de ser
llamado hijo y pedirle que solamente se le tratara
como a un sirviente contratado. Por lo menos, de
esta manera podra salvarse de morir de hambre.
Regres a casa, totalmente consciente de que no
tena fundamento sobre el cual esperar nada ms
1
Un buen modo para tener en cuanta el nfasis que
encontramos en el pensamiento de Pablo es leyendo Efesios
1.323, subrayando cada una de la veces que aparecen las
frases en Cristo, en l, en el Amado u otra frase
similar.
2
C. L. Mitton, Ephesians (Efesios), The New Century Bible
Commentary (Grand Rapids, Mich.: Marshall, Morgan, &
Scott, 1973), 92.

que duro trato de parte de su padre. En lugar de

ello, dijo Jess, su padre le vio cuando an
estaba lejos (vers.o 20), aparentemente porque le
haba estado buscando constantemente desde que
parti! El padre corri a l y le bes. El hijo nunca
tuvo que referirse a su evidente indignidad porque
su padre deseaba grandemente celebrar su regreso.
Hizo vestir a su hijo prdigo de una manera digna
del hijo de un hombre rico, orden que se le pusiera en su dedo el anillo con el sello de la familia
y anunci que haba de prepararse una fiesta en
honor a su hijo. Como detalle interesante, us el
mismo trmino usado por Pablo ms adelante para
describir la condicin de todos los que estn lejos
de Dios, diciendo: este mi hijo muerto era, y ha
revivido (Lucas 15.24a; nfasis nuestro; vea vers. o
32). He aqu la ilustracin perfecta para el trmino
gracia que us Pablo, pese a que la palabra no
se usa en Lucas 15, a saber: un padre amoroso que
con gusto recibe de vuelta a un hijo rebelde que no
merece ms que el desprecio y el rechazo.

En Efesios 2.410, Pablo describi dos cualidades

esenciales de la gracia. Sin ellas, la gracia no sera
gracia.
La gracia de Dios es gratis
En primer lugar, la gracia es gratis. Pablo le
llam a nuestra salvacin el don de Dios (2.8b).
Para darle an ms nfasis, subray que no es un
logro nuestro, diciendo: no por obras, para
que nadie se glore (2.9). Si la salvacin pudiera
ganarse con nuestro esfuerzo, no sera por gracia.
Entonces, el sacrificio de Jess no tendra sentido
(Glatas 2.21).
No muchas cosas en la vida son verdaderamente
gratis. Algunas veces, una pliza de seguros especifica un perodo de gracia que permite un pago
atrasado. Quiere decir que la pliza no expira por
cierto perodo de tiempo aunque no se haya hecho
el pago correspondiente a ese mes. Puede que parezca gracia, sin embargo, no lo es. En realidad, es
ms como una suspensin provisional porque

Por fe o por obras?: Estaban en desacuerdo Santiago y Pablo?

En varios pasajes de sus cartas (Efesios 2; por ejemplo), Pablo fue enftico al aseverar que la salvacin
viene por medio de la gracia y no por obras (vea, por ejemplo, Romanos 3.28; Glatas 2.1521).
En Santiago 2, leemos las siguientes palabras: Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las
obras, y no solamente por la fe (vers. 24); Porque como el cuerpo sin espritu est muerto, as tambin
la fe sin obras est muerta (vers. 26). Algunos han llegado a la conclusin de que Santiago y Pablo ofrecieron enseanzas bastante diferentes acerca del tema que Santiago ense que la salvacin viene como
resultado de las obras, mientras que Pablo dijo que la salvacin se da como resultado de la fe solamente.
De hecho, Pablo y Santiago estaban analizando dos temas diferentes. Pablo estaba tratando la interrogante en cuanto a si era necesario o no guardar las obras de la ley juda (adems de la fe en Cristo) para
que furamos salvos. Santiago estaba analizando cul es la clase de fe que salva. Afirm que solamente una
fe activa (la que incluye obras de fe) puede salvar; de lo contrario, la fe est muerta. Es claro que el punto
de vista de Santiago en cuanto a la naturaleza de una fe salvadora no era diferente al de Pablo, una vez
que le prestamos la debida atencin al nfasis que Pablo pone en la obediencia como aspecto necesario de
la fe. En Romanos 2.611, Pablo escribi:
[Dios] pagar a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y
honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a
la injusticia; tribulacin y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judo primeramente y tambin el
griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judo primeramente y tambin al griego; porque
no hay acepcin de personas para con Dios (nfasis nuestro).

Muchas personas en los das de Pablo (como muchas ahora) no comprendieron su enseanza acerca
de la salvacin mediante la gracia y la fe, creyendo que estaba alegando que las personas no necesitaban
hacer absolutamente nada para ser salvas. Algunos han aplicado incorrectamente su enseanza acerca de
la fe para sugerir que podemos ser salvos mediante el tipo de fe muerta que describi Santiago, y que
nuestros pecados llevan a Dios a ser aun ms misericordioso. No fue lo que quiso dar a entender Pablo del
todo, tal como lo dej claro en Romanos 2.58; 6.1, 2.
Santiago estaba posiblemente respondiendo a las distorsiones de las enseanzas de Pablo cuando
resalt la necesidad de hacer obras como parte de la fe. Sea que fuere el caso o no, ambos autores crean
claramente que la fe es una respuesta activa para con Dios, no meramente una anuencia intelectual ni una
confianza interna.
3

nicamente es por un perodo limitado y la pliza

expira completamente a menos que se haga el pago
antes del fin del perodo de gracia. En contraste,
la salvacin que ofrece Dios en Cristo es verdaderamente gratis. Para ilustrar esta verdad, hgase
las siguientes preguntas: Qu hice para motivar
que Dios enviara a Su Hijo a morir en la cruz por
m?; Qu accin ma llev a Jess a morir en la
cruz para que yo fuera redimido?; Ha ayudado
algn esfuerzo de mi parte a crear el mensaje del
evangelio y as poder conocer del amor de Dios y
de Su ofrecimiento de salvacin o a establecer la
iglesia o a inspirar las Escrituras? Qu he hecho
para abrir las puertas del cielo?. La idea debera
ser clara, porque la respuesta a todas las preguntas
es obvia: No he hecho nada!. Nuestra salvacin
es por gracia.
Puede que se nos haga difcil aceptar la verdad
acerca de la gracia de Dios y todava pensemos
que en realidad tenemos que salvarnos a nosotros
mismos. Somos como el joven que vino a Jess y
pregunt: Maestro bueno, qu bien har para
tener la vida eterna? (Mateo 19.16). Aparentemente,
pensaba que tena que haber alguna gran hazaa
que poda realizar y as garantizarse su entrada al
cielo. No estaba captando la idea del todo, como se
lo mostr Jess. Tambin podra comparrsenos con
el siervo de Mateo 18.2335, que le deba a su seor
diez mil talentos (aproximadamente, el salario
que un pen ordinario ganara en 150,000 aos);
sin embargo, dijo: Seor, ten paciencia conmigo, y
yo te lo pagar todo (vers. 26). Qu declaracin
ms absurda! Nadie podra pagar una deuda as!
Obviamente, no poda pagarla, sin embargo, Jess
dijo: El seor de aquel siervo, movido a misericordia, le solt y le perdon la deuda. Una vez ms,
Jess no us la palabra gracia; sin embargo, Su
historia deja claro su significado.
Por qu nos cuesta aceptar lo real que es la
gracia de Dios? Hay varias razones para ello.
1. Tenemos la tendencia a esperar lo que nos
merecemos. Una de las primeras frases que aprendemos cuando nios dice: Eso no es justo!. Insistimos en hacer nuestro lo que creemos justamente
nos pertenece. Puede que funcione cuando estamos
riendo por un juguete o anticipando un ascenso
en el trabajo, sin embargo, es un problema cuando
comenzamos a hablar acerca de la necesidad del
perdn. Cuando estemos ante Dios en el da del
juicio, lo ltimo que desearemos es lo que nos
merecemos! Ansiaremos lo que necesitamos Su
gracia.
2. No comprendemos la profundidad de nuestra
propia pecaminosidad. Si creemos que el pecado
4

consiste en unos cuantos errores que hemos

cometido de vez en cuando, entonces, no entendemos ni percibimos la necesidad que tenemos
de la gracia de Dios. No debemos ver el pecado
como una pequea herida que nosotros mismos
podemos curar, en lugar de buscar la ayuda del
Gran Mdico. Si pudiramos vernos de la manera
como nos ve Dios, entonces entenderamos que
la salvacin puede ser nicamente por gracia. De
acuerdo a Pablo, sin gracia estamos muertos en
[] pecados. La gracia constituye nuestra nica
esperanza.
3. Somos sensibles a nuestra propia culpa.
Es lo contrario al problema que se asever anteriormente. En vista de que nos conocemos mejor
que nadie (aparte de Dios), puede que nos demos
cuenta de cun pecadores somos realmente tal
vez, de maneras que nadie ms ve. Reconociendo
lo anterior, es difcil que podamos creer que Dios,
que conoce todo sobre nosotros, realmente pueda
ofrecernos Su gracia. No la merecemos; por ello se
le llama gracia. Dios nos ofrece, por medio de
Jess, lo que ms necesitamos, pero que no podemos
conseguir por nuestros medios.
4. Tenemos una idea trastornada acerca de
la naturaleza de Dios. Dependiendo de la forma
como fuimos criados, hemos desarrollado diferentes maneras de entender a Dios que no siempre
se conforman a lo que la Biblia dice de l. Algunos
ven a Dios nicamente en trminos de un severo
Juez cuyo principal objetivo es encontrarnos cosas
malas para poder condenarnos. No puede haber
equivocacin ms grande! La Biblia dice que Dios
es amor (1 Juan 4.8) y que l quiere que todos
los hombres sean salvos (1 Timoteo 2.4). Si bien es
cierto que Dios juzgar al impenitente e incrdulo,
desea salvarnos. Para qu ms habra enviado a Su
Hijo al mundo a morir por nuestros pecados?
5. Le transferimos a Dios nuestras relaciones
humanas incapaces de perdonar. Los que fueron
criados alrededor de personas que no practicaban
el perdn podran tener dificultades para creer que
alguien especialmente Dios puede realmente
perdonar. Puede que los que tienden a no perdonar
a los dems encuentren difcil imaginar que Dios
no sea as sin embargo, lo es. l desea perdonar,
y ciertamente lo hace; perdonar a Sus hijos por
medio de Su gracia.
6. Tenemos motivos equivocados para servir
a Dios. Personas bien intencionadas podran convencer a algunos de nosotros que nuestra principal
motivacin para servirle a Dios tiene que ser la
culpa que sentimos por nuestros pecados, o la culpa
que sentiremos si no logramos hacer lo que Dios

desea que hagamos. La verdad es que el sentirnos

culpables es nicamente un pequeo paso que nos
lleva a tomar la decisin de servirle y obedecer a
Dios. Mucho ms poderosa y motivadora es la gracia,
esto es, nuestra gratitud por la buena voluntad que
tuvo Dios de perdonar nuestros pecados y la buena
voluntad que tuvo Jess de morir por nosotros y
as ser perdonados. Creer en la gracia de Dios es
mucho ms eficaz en hacernos siervos fieles al Seor
que lo que podra lograr la culpa.
7. Creemos que tenemos que hacer todo de
la manera correcta, porque de lo contrario! El
perfeccionismo consiste en la nocin de que
jams seremos aceptos ante Dios hasta que hayamos
removido todos los pecados de nuestra vida. Esto
es colocar los eventos en el orden incorrecto de la
manera ms grave! Por medio de la cruz, Dios nos
acepta como somos y quita nuestros pecados. De la
misma manera, el legalismo es la idea que dice
que tenemos que creer y hacer exactamente como
desea Dios para poder ser salvos. Si bien es cierto
que la meta de todo cristiano tiene que ser agradar
a Dios totalmente, tenemos que ser realistas: Somos
incapaces de agradar a Dios de esa manera. Todos
pecamos y a veces cometemos errores. Debemos
depender de la gracia de Dios, no de la falsa esperanza en cuanto a hacer todo de la manera correcta.
(Santiago 2.10 muestra la inutilidad de tratar de
salvarnos de esa manera.)
Si la gracia no es gratis, sencillamente no es gracia. Puede que tengamos que disciplinar nuestra
forma de pensar para poder aceptar ese hecho; sin
embargo, una vez que lo hacemos, experimentamos
una maravillosa bendicin de parte del Seor.
La gracia de Dios es abundante
La segunda cualidad esencial de la gracia es su
abundancia. En Efesios 1.7, 8, Pablo escribi que Dios
hizo sobreabundar Su gracia para con nosotros.
En 2.4, leemos que Dios es rico en misericordia
y los versculos 6 y 7 hablan de Sus abundantes
riquezas. Por qu es importante este hecho para
entender la gracia? Porque quiere decir que, independientemente de la gravedad o naturaleza de
nuestros pecados, Dios est dispuesto a perdonar
y puede hacerlo. La gracia no es nicamente para
personas buenas que de vez en cuando se equivocan. Es para pecadores todos los pecadores. En
1 Timoteo 1.15, Pablo dijo que Cristo Jess vino
al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales
yo soy el primero [el peor]. Previamente, haba
descrito la manera como antes haba blasfemado,
perseguido e insultado a Cristo y, sin embargo, dijo
que la gracia de nuestro Seor fue ms abundante

para l (1 Timoteo 1.14). Por qu? Por qu Dios

escogi a Pablo como objeto de Su gracia? Pablo
dio la siguiente explicacin:
Pero por esto fui recibido a misericordia, para
que Jesucristo mostrase en m el primero toda su
clemencia, para ejemplo de los que habran de
creer en l para vida eterna (1 Timoteo 1.16).

En otras palabras, Dios salv a Pablo para que nadie

pudiera decir: No tengo esperanzas de salvacin.
El poder que Dios tiene para perdonar siempre sobrepasar la cantidad de pecados que cometamos!
Cuando el hijo prdigo regres a su padre, no fue
necesario que diera ninguna explicacin. Que era
pecador era un hecho ya establecido. Lo que importaba no fue lo que haba hecho, sino que haba
regresado a casa.
La gracia es gratis adems de abundante. Por eso
es que al mensaje cristiano se le llama evangelio;
son buenas nuevas!
por medio de la fe
La gracia es gratis y abundante, pero no barata.
Por medio del mensaje del evangelio, se ofrece la
gracia a todo el mundo; sin embargo, tiene que ser
recibida. Aceptar lo que Dios ofrece por medio de
Su Hijo es lo que quiso decir Pablo cuando dijo
que hemos sido salvos por gracia y por medio
de la fe.
Una vez ms, la historia del hijo prdigo es una
buena ilustracin. Este fue recibido por su padre
antes de que decidiera regresar a su casa (esto es
gracia). No obstante, mientras estuviera rehusando
regresar a casa, segua muerto! En un sentido muy
real, el cristiano es sencillamente un hijo prdigo
que ha regresado al Padre y recibido Su gracia, y
que a cambio le sirve amorosa y gozosamente. Si
bien Pablo resalt que las obras no son la causa de
nuestra salvacin, tambin subray que es un fruto
de la misma, diciendo: Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jess para buenas obras,
las cuales Dios prepar de antemano para que
anduvisemos en ellas (2.10). Andar en buenas
obras quiere decir que se convierten en nuestro
estilo de vida habitual.
Es imprescindible que no pasemos de vista
varios aspectos en cuanto a la fe. Uno de ellos es
la confianza. Creer en Jess es aceptar Su identidad como Hijo de Dios y Salvador nuestro, sin
embargo, tambin incluye confiar en que Su sangre tiene poder para limpiarnos y darnos vida, tal
como dicen las Escrituras. Creer es ponernos en
Sus manos, confiando en que las promesas de Dios
sern cumplidas por nosotros y en nosotros. Tener
5

fe tambin quiere decir reconocer que necesitamos

lo que ofrece Cristo. Creer en el evangelio es creer
que nosotros todos nosotrostenemos necesidad
de aquello por lo que Cristo muri para conseguirnos. Si realmente tenemos fe, obedeceremos los
mandamientos de Dios. Del mismo modo que el
hijo prdigo tuvo que dejar la pocilga y regresar a
la casa de su padre, estamos llamados a abandonar
nuestros caminos de pecado y comenzar a vivir como
hijos obedientes de Dios. Los oyentes de Pedro, en
el da de Pentecosts, preguntaron: Varones hermanos, qu haremos? (Hechos 2.37). La repuesta
de Pedro se dio en forma de un mandamiento y
tambin una promesa, pues dijo: Arrepentos, y
bautcese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdn de los pecados; y recibiris
el don del Espritu Santo (2.38). Una vida con
Cristo comienza con la obediencia, y el cristiano
se mantiene viviendo obediente y fielmente hasta
la muerte. (Vea Hebreos 5.710; Mateo 7.2127;
Apocalipsis 2.10.)
Algunas de las nociones populares acerca de la
fe son, de hecho, distorsiones grotescas de la misma.
La fe no es sencillamente una opinin acerca de Dios,
como cuando alguien cree en Dios vagamente y por
ello alega tener fe. Santiago reprendi a algunos
de sus oyentes que tenan una fe as, diciendo: T
crees que Dios es uno; bien haces y luego aadi:
Tambin los demonios creen, y tiemblan (Santiago
2.19). Ningn demonio ha sido salvo por tener una
fe as. Fe no es algo que estrictamente sea interno
(en el corazn). La fe debe comenzar en nuestros
corazones, sin embargo, est incompleta hasta que
afecte lo que hacemos todos los das. Hebreos 11
dice: Por la fe Abel ofreci; Por la fe No []
prepar; Por la fe Abraham [] obedeci;
Por la fe Abraham [] ofreci. Tener fe no es
sencillamente creer en algo; es actuar sobre la base
de lo que creemos es verdad. Adems, la fe no es
sencillamente creer las doctrinas correctas contenidas
en las Escrituras. Incluye ciertamente esa creencia
(lo que Pablo llam la fe en 1 y 2 Timoteo), sin
embargo, va ms all de lo que se cree para llevar
una vida fiel y obediente.
Sois salvos
Porque por gracia sois salvos por medio de
la fe, escribi Pablo (2.8a). Es esta gran verdad la
que hace posible la salvacin para todos nosotros.
De no haber sido por esta verdad, no tendramos
oportunidad de salvacin.
A quines estaba hablndoles Pablo cuando
dijo: por gracia sois salvos por medio de la
fe? Tenemos que tener en mente que no estaba
6

dirigindose a la humanidad en general. Estaba

hablando a los que ya eran creyentes en Cristo.
Efesios va dirigido a los santos y fieles en Cristo
Jess que estn en feso (1.1). En 1.15, Pablo dijo
haber odo de vuestra fe en el Seor Jess, y de
vuestro amor para con todos los santos. En 2.15,
especific quines eran las personas a las que se
dirigi al decir sois salvos, a saber: creyentes que
una vez estuvieron muertos, pero que haban sido
revividos por medio de Cristo.
Las buenas nuevas eran que Pablo estaba hablndole, potencialmente, a toda la humanidad.
Independientemente de la severidad o naturaleza
de nuestros pecados, la gracia est disponible para
los que estn dispuestos a recibirla por fe. Dios ha
adquirido un costoso regalo y anhela que cada uno
de nosotros lo reciba. Cmo podemos rechazar tal
ofrecimiento?

El pecado como un poder

Primera de Juan 3.4 dice: Todo aquel que

comete pecado, infringe tambin la ley; pues el
pecado es infraccin de la ley. La anterior es una
definicin muy esencial del pecado una que
todos necesitamos tomar en serio. El pecado es
ir en contra de lo que ha dicho Dios.
Hay otro aspecto del pecado que Juan no
mencion, sin embargo, Pablo se refiri a ello en
Romanos 7, a saber: El pecado consiste en un
poder que vive en cada persona. Pablo por poco
personific el pecado cuando hizo declaraciones
como las siguientes:
Mas el pecado, tomando ocasin por el mandamiento, produjo en m toda codicia (Romanos 7.8).
porque el pecado, tomando ocasin por el
mandamiento, me enga, y por l me mat
(Romanos 7.11).
Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago
lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.
Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la
ley es buena. De manera que ya no soy yo quien
hace aquello, sino el pecado que mora en m. Y
yo s que en m, esto es, en mi carne, no mora
el bien; porque el querer el bien est en m, pero
no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero,
sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo
que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado
que mora en m (Romanos 7.1520).

El pecado ejerce una poderosa atraccin sobre

cada uno de nosotros, la cual nos empuja a ir en
contra de Dios y Su voluntad. (Pablo a menudo se refiri a esta atraccin como la carne; vea Glatas
5.1621, por ejemplo.) Va ms all que simplemente

quebrantar reglas; es rechazar el derecho que Dios

tiene sobre nuestras vidas y, en lugar de ello, seguir
nuestros propios deseos.
Tenemos que entender esta dimensin del
pecado para que de la misma manera entendamos
el remedio al pecado. Debido a que el pecado es
un poder, Pablo tambin describi el evangelio
de Cristo como el poder de Dios para salvacin
(Romanos 1.16). El mensaje de Cristo no es sencil-

lamente una filosofa, ni un conjunto de hechos, ni

una estrategia de autoayuda. Las buenas nuevas
del Salvador crucificado y resucitado es lo nico
que puede vencer el poder del pecado y liberarnos a fin de que vivamos para Dios. En vista de
nuestra inutilidad como prisioneros del pecado, el
ofrecimiento que hace Dios de un medio de escape
tipifica la gracia que Pablo analiz en Efesios 3.8.
(Vea Romanos 5.111.)

Autor: Tommy South

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