Proyecto Laicos
Proyecto Laicos
Proyecto Laicos
SDB
FMA
Nivel 0
Documento Completo
Bogot , Marzo
2006
NDICE
PRESENTACIN
A. GUA PARA LOS ANIMADORES Y MULTIPLICADORES.. 8
1.
2.
3.
1.
2.
LA MISIN SALESIANA..................................................................................47
3.1. El proyecto salesianomisin salesiana vivido por D. Bosco.........................47
3.2. Misin salesiana pastoral juvenil salesiana..................................................47
3.3. La comunidad educativa pastoral (cep) es el sujeto objeto y mbito
de la mision salesiana.......................................................................................49
La comunidad educativa pastoral (cep)...........................................................49
La comunidad sujeto, objeto, mbito de la accin educativa
pastoral: La CEP .......... 50
Identidad de la cep. 50
La comunidad educativa pastoral es una realidad viva en continuo
crecimiento....................................................................................................50
Algunos elementos que pueden indicar el grado de vitalidad que tiene
una cep..........................................................................................................50
Llamados a colaborar en la animacin de la cep.............................................50
Aspectos que se deben cuidar en la animacin de la cep................................51
El ncleo animador en una casa salesiana.......................................................51
3.4. EL PROYECTO EDUCATIVO PASTORAL SALESIANO (PEPS), es
mediacin histrica e instrumento operativo en la realizacin de la misin..51
Finalidad del peps..........................................................................................52
Caractersticas del peps..................................................................................52
Qu son las dimensiones del peps?:..............................................................52
3.5. RASGOS CARACTERSTICOS DE LA REALIZACIN DE
3
LA MISIN SALESIANA............................................................................55
3.5.1 La misin salesiana tiene una opcin preferencial: los/las jvenes
y su mundo, especialmente los/las ms pobres, abandonados,
y en peligro...............................................................................................55
3.5.2 La misin salesiana tiene para ellos/as y con ellos/as una tarea:
educar evangelizando y evangelizar educando.....................................55
3.5.3 Esta tarea la vivimos a travs de una experiencia comunitaria,
de la comunidad a la construccin de una comunidad...........................55
3.5.4 Todo esto lo hacemos con un estilo especfico de animacin:
el estilo salesiano del sistema preventivo...............................................55
3.5.5 Realizamos esta accin educativa pastoral salesiana en forma
orgnica y articulada, viviendo la unidad en la diversidad.....................56
3.5.6 Realizamos la misin a travs de proyectos: el peps inspectorial,
el peps local, el peps de cada obra..........................................................56
3.5.7 Realizamos la misin siendo presencia significativa en la iglesia
y en el mundo.........................................................................................56
3.6. LOS SERVICIOS DE ANIMACIN DE LA MISIN SALESIANA...........57
4.
5.
Presentacin
COMISIN INTERINSPECTORIAL
PROYECTO LAICOS
Marzo, 2006
El pre-encuentro:
En el momento en el cual es contratada una persona, o se le invita a participar en el
Proyecto Laicos, se le entrega el folleto 0 del Nivel 0 para que lo vaya leyendo,
aclarndole de qu se trata y del proceso que se seguir. Desde ese momento hasta el
encuentro general o primer encuentro llamamos pre encuentro.
El post-encuentro:
Despus del encuentro general o de cada encuentro, segn la indicacin de cada folleto, se
necesita un tiempo para que cada participante lea de nuevo el folleto, lo asimile mejor, y
realice las tareas que se le piden.
El animador multiplicador, estar durante este tiempo disponible para acompaar,
aclarar, u orientar lo que se necesite; al final, segn la estrategia establecida, verificar el
logro de las tareas pedidas, y el crecimiento que va conquistando.
Despus de completar los 7 folletos, el participante recibe el folleto 8, folleto final, que
busca ayudarle a lograr una sntesis vital, la cual ser verificada por el animador
multiplicador. El participante conocer el tiempo que tendr para lo propuesto.
Certificacin final:
De parte de la comisin interinspectorial, se ofrece una certificacin (diploma) final que
acredita que el participante concluy satisfactoriamente el Nivel. Ser dado despus de
3.2.
Encuentros:
Si el proceso se realiza por encuentros, podra tener este itinerario:
a) Entrega del folleto con anterioridad para que sea ledo por cada participante.
b) En el encuentro: fuera de lo normal de un encuentro (oracin, integracin,
celebracin), compartir el contenido, hacindose al final, por parte del animador
multiplicador una presentacin sinttica de lo fundamental; realizar algn ejercicio o
experiencia que ayude a asimilar vitalmente los valores propuestos; definir algunos
compromisos que ayuden a hacer vital en el cotidiano los valores propuestos.
c) Al inicio del siguiente encuentro, evaluar la realizacin de los compromisos.
Encuentro general:
Si se realiza un encuentro general, podra tener este itinerario:
1) Entrega del folleto 0 con anterioridad para que sea ledo por cada participante.
2) En el encuentro:
Fuera de los normal de una encuentro (oracin, integracin, celebracin, ), ir
folleto tras folleto, y de cada uno tener el mismo proceso sugerido para los
encuentros (compartir el contenido, hacindose al final, por parte del animador
multiplicador un presentacin sinttica de lo fundamental; realizar algn ejercicio o
experiencia que ayude a asimilar vitalmente los valores propuestos; definir algunos
compromisos que ayuden a hacer vital en el cotidiano los valores propuestos).
3) En el post-encuentro evaluar la realizacin de los compromisos dejados en el
encuentro.
Inspectoras FMA
Nuestra Seora del Rosario de Chiquinquir
Nuestra Seora de las Nieves
Sede principal Bogot
Mara Auxiliadora
Santa Mara Mazzarello
Sede principal Medelln
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Los SDB llegaron a Colombia en 1890 al hoy Colegio Salesiano Len XIII de Bogot, y
tuvieron una sola Inspectora hasta el ao 1957, cuando se organizan dos:
la Inspectora San Pedro Claver que abarca geogrficamente el sector oriental de Colombia
(tomando como referencia el Ro Magdalena); su sede principal est en Bogot.
La Inspectora San Luis Beltrn abarca geogrficamente el sector occidental de Colombia;
su sede principal est en Medelln.
Las FMA llegaron a Colombia en 1897; actualmente tienen 4 Inspectoras de las cuales las dos
que tienen sede en Bogot participan en el Proyecto Laicos:
La Inspectora Nuestra Seora de las Nieves que tiene comunidades y obras en el Distrito
Capital y los Departamentos de Cundinamarca, Huila, Meta, y Tolima.
La Inspectora Nuestra Seora del Rosario de Chiquinquir que tiene comunidades y obras
en el Distrito Capital, Cundinamarca, Santander del Sur, Risaralda, Caldas, Valle, Cauca.
Nuestra casa salesiana existe para trabajar prioritariamente con los/las jvenes, especialmente
los/las ms pobres, abandonados/as, en peligro y en los ambientes populares. Propiciamos
ambientes educativos evangelizadores y proponemos el reto de ser sujetos de historia, siendo
buenos/as cristianos/as y honestos/as ciudadanos/as. Esta es nuestra misin!
Servicios de animacin y gobierno de los Salesianos a nivel mundial
El centro de animacin y gobierno es el Rector Mayor; actualmente es el P. Pascual Chvez. l
gobierna y anima la Comunidad Salesiana junto con el apoyo de un Consejo General en el cual
estn: el Vicario General, el Ecnomo general, el Consejero para la Pastoral Juvenil (misin
salesiana), el Consejero para las Misiones, el Consejero para la formacin de los SDB, el
Consejero para la Comunicacin social, el Consejero para la Familia Salesiana y 8 Regionales
(uno para cada una de las 7 regiones de la Congregacin). Nuestro Regional es el P. Esteban
Ortiz.
Servicios de animacin y gobierno de las Hijas de Mara Auxiliadora a nivel mundial
El centro de animacin y gobierno del Instituto es la Madre General; actualmente es la Madre
Antonia Colombo. Ella gobierna y anima el Instituto junto con el apoyo de un Consejo
General, el cual est conformado igualmente por: la Vicaria General, la Ecnoma general, la
Consejera para la Pastoral Juvenil (misin salesiana), la Consejera para las Misiones, la
Consejera para la formacin de las FMA, la Consejera para la Comunicacin social, la
Consejera para la Familia Salesiana, y las Visitadoras.
Organigrama de la Inspectora SDB San Pedro Claver
Para un mayor conocimiento de la organizacin de la Inspectora les ofrecemos el
organigrama. Cfr. Anexo 1.
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Salesiana) segn las diversas situaciones y contextos en los cuales viven los/as
destinatarios/as... Es la mediacin histrica y el instrumento operativo de una misma misin
en todos los lugares y en todas las culturas (Cfr. Pastoral Juvenil Salesiana... p. 27 de la
edicin 2003); con l se busca favorecer la identidad de todas las obras salesianas, de modo
que se reconozcan como tales por ciertas caractersticas comunes a nivel mundial y, al
mismo tiempo, logren adquirir un rostro tpico de cada regin y lugar del mundo.
El POI Y el PEPSI se operativizan cada ao a travs de la Programacin Inspectorial. En el
2006 la encontramos en el documento PROGRAMACIN INSPECTORIAL 2006.
Cada Presencia Salesiana, debe tener Proyecto Orgnico Local POL, y cada obra, su
Proyecto Educativo Pastoral Salesiano PEPS.
Cada Presencia Obra traduce anualmente su proyecto, en una programacin.
e) Documentos importantes en la Inspectora Nuestra Seora de las Nieves:
Desde 1984 en la PROVINCIA NUESTRA SEORA DE LAS NIEVES FMA
BOGOTA, se viene elaborando el PROYECTO Inspectorial ahora denominado
PROYECTO INSPECTORIAL-NIEVES (2003-2008), el cual se constituye como punto de
referencia para la elaboracin de los Proyectos Locales, que son su
aplicacin concreta en el aqu y ahora de cada obra. As mismo para
las programaciones y evaluaciones anuales a Nivel Inspectorial y para el
desarrollo de nuestra accin Formativa, Pastoral y Administrativa.
El PROYECTO INSPECTORIAL NIEVES se renueva cada seis aos y tiene en
cuenta las propuestas mundiales educativas y las orientaciones de la Familia
Salesiana. Anualmente se proyecta en el Plan Operativo Inspectorial que se hace
realidad en cada una de las casas de la Misin Salesiana.
N.B. A quienes son de las Inspectoras San Luis Beltrn o de Chiquinquir, estn invitados a
averiguar cules son los principales documentos inspectoriales.
Necesitamos conocer, asimilar y vivir lo que nos presentan estos
documentos!
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salesiana. Nuestras obras son catlicas y como tales deben ser orientadas. Lo anterior
implica que seamos creyentes y testimoniemos con nuestra vida la fe cristiana catlica.
Somos salesianos/as y nuestras obras lo son tambin, porque orientamos todo nuestro
quehacer educativo pastoral segn la pedagoga y espiritualidad salesiana (sistema
preventivo); este es elemento tpico y caracterizador de la misin salesiana: educamos y
evangelizamos salesianamente.
Tarea 3
Tarea 4
Tarea 5
Inspectora.
Leer y asimilar el Proyecto general y la programacin 2006 de su
presencia obra.
Escribir, cmo desde su funcin tarea puede ser
concretamente educador-a pastor-a salesiano-a
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1.1. NUESTRO
PUNTO
CARISMTICO:
DE
REFERENCIA
HISTRICO
Nuestras obras sern educativas pastorales salesianas y nosotros seremos educadores pastores
salesianos si llegamos a tener personal y comunitariamente a San Juan Bosco como punto
de referencia central histrica carismtica, y junto con l, a Madre Mazzarello, Cofundadora
de las FMA.
Don Bosco, punto de referencia histrico-carismtico
l es punto de referencia histrica, pues la historia de su vida a favor de los jvenes ms
pobres, abandonados y en peligro. La unin de tantas fuerzas en torno a l, a Don Bosco, para
la realizacin de esta misin es para nosotros hoy un ejemplo, modelo y paradigma de lo que
debe ser la realizacin de la misin salesiana en las actuales circunstancias.
l es punto de referencia carismtica, pues su vida y obra no es slo realizacin humana, sino
regalo de Dios: el Seor enriqueci su vida con el carisma salesiano, don al servicio de los
jvenes en la Iglesia y la sociedad, carisma que llega a ser don para todos sus seguidores.
Nosotros hoy, vivimos este carisma al estilo de cmo lo vivi en su poca histrica.
Santa Mara Mazzarello: como cofundadora en Don Bosco y con Don Bosco, llega a ser
tambin punto de referencia histrico carismtico
Don Bosco encuentra en Madre Mazzarello la mujer ideal para compartir la misin salesiana,
fundando con ella el Instituto de las Hijas de Mara Auxiliadora FMA.
Santa Mara Mazzarello, como cofundadora, no slo llega a tener a Don Bosco como punto de
referencia histrico carismtico, sino que con su presencia aporta elementos significativos al
Carisma y Misin Salesiana, por lo cual, en Don Bosco y con Don Bosco, llega tambin a ser
punto de Referencia histrico carismtico.
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Qued hurfano a los dos aos. Afortunadamente, Mam Margarita, su madre, supo educarlo
con sabidura, firmeza y amor, al igual que a su hermanastro Antonio y a su hermano Jos.
Puede decirse que el Sistema Preventivo naci en el hogar de Juanito Bosco, con sus tres ejes
fundamentales: El amor, la razn, la religin.
Su vida la entreg totalmente, por llamada del Seor, a la juventud pobre, abandonada y en
peligro... Hasta el ltimo aliento de mi vida ser para mis queridos jvenes...
El Espritu le dio un corazn grande como las arenas del mar; y a l, que no tuvo la
experiencia paterna y que tuvo tantas dificultades para educarse, lo hizo padre y maestro de
una multitud de jvenes y fundador de una numerosa familia espiritual. Con la originalidad del
Sistema Preventivo de Don Bosco, busc siempre el crecimiento integral de los jvenes, su
salvacin.
Tal experiencia fue recogida por Don Bosco en sus Memorias del
Oratorio, libro que sigue siendo objeto de estudios y de inspiracin
sobre su sistema educativo-pastoral.
Para ayudar a conocer y entender su vida, te presentamos un recorrido
histrico cronolgico de su vida.
con los alumnos. Repeta frecuentemente: Una casa salesiana sin msica es como un
cuerpo sin alma.
Don Bosco, constructor de iglesias
Afrontando toda suerte de dificultades, Don Bosco erigi la baslica de Mara
Auxiliadora en Turn como homenaje a la Virgen Santsima, la Iglesia de San Juan
Evangelista en la capital de Piamonte, y el santuario del Sagrado Corazn en Roma, a
pedido del Papa Len XIII.
Don Bosco, formador de sacerdotes
Tiempos y lugares borrascosos fueron para la Iglesia los 40 aos de apostolado de Don
Bosco; Ordenes y congregaciones religiosas dispersadas, seminarios confiscados, obispos
expulsados de sus sedes y encarcelados, conventos abolidos; a pesar de ello, el santo
form alrededor de 6.000 sacerdotes diocesanos y religiosos.
Don Bosco, extraordinario vidente
El santo turins lea las conciencias, revelaba el fin de la vida a sus alumnos, descubra el
porvenir de sus religiosos, amigos e interlocutores. Anunciaba, a travs de revelaciones
nocturnas, el futuro de la Iglesia y de la Congregacin Salesiana. Predeca desgracias a la
misma familia real de Saboya Italia-.
Don Bosco, devoto de Mara Auxiliadora
En el trascendente sueo de los 9 aos, el Personaje le dijo a Juanito:
Yo te dar la Maestra, que te lo ensear todo y te ayudar en todo.
Don Bosco promovi infatigablemente la devocin a la Virgen Mara
bajo el ttulo de Auxiliadora de la Iglesia y del pueblo cristiano. Y al
final de su vida, exclamaba: Todo lo ha hecho Mara Auxiliadora.
Don Bosco, admirable taumaturgo
Por la intercesin del santo, personas atacadas de diversas enfermedades se curaron
milagrosamente. Y hasta hubo multiplicacin de panecillos, hostias y avellanas.
Don Bosco, trabajador incansable
Dedicaba el da a sus mltiples actividades, pero en medio de una gran calma interior.
Consagraba largas horas de la noche al apostolado, de la prensa. Cuatro aos antes de
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morir, el mdico francs Combal le dijo: Ha consumido su vida por exceso de trabajo.
A quienes le aconsejaban reposo, les responda: Descansaremos en el paraso.
Don Bosco, escritor de cartas
Se conocen ms de 3.000 cartas brotadas de la pluma de Don Bosco. Escribi al Papa Po IX
y al rey Vctor Manuel II, a la gente del pueblo y a los aristcratas, a las autoridades civiles y
eclesisticas. Son cartas de un apstol y de un hombre de accin, sobre temas espirituales y
materiales, con estilo sencillo y claro.
Don Bosco, servidor de los Papas
Consagr plenamente su vida a la ctedra de Pedro. En una poca histrica sumamente
azarosa para la Iglesia, manifest su inquebrantable adhesin a Po IX, a Len XIII y al
Concilio Vaticano Primero. Los salesianos tienen como fin especial, dijo el santo,
sostener la autoridad del Papa, dondequiera se encuentren y dondequiera trabajen.
Don Bosco, amigo de los poderosos
Sirviendo a la Iglesia y al Papa, en un perodo de furioso anticlericalismo, el santo intim con
los poderosos por encima de toda bandera. Y les habl con autoridad e independencia de las
grandes verdades espirituales.
Don Bosco, eximio educador
Revitaliz el sistema preventivo para la educacin cristiana de la juventud, basado en
la doctrina evanglica asimilada por su vigorosa y original personalidad. Ciment su
mtodo educativo en la razn, la religin y el amor. Entre los frutos de su obra educativa
se destaca el adolescente Santo Domingo Savio, Figura entre los grandes educadores de
la humanidad.
Don Bosco, probado por el sufrimiento
Soport con fortaleza cristiana, sana alegra y silenciosa resignacin toda clase de sufrimientos
compaeros inseparables de su vida. Conoci la persecucin de los enemigos de la Iglesia, las
insidias manifiestas del demonio de sus propios amigos.
Don Bosco, promotor de los obreros
Fund escuelas de artes y oficios para proporcionar a los jvenes una educacin cristiana
y el aprendizaje de un oficio. De l dijo el cardenal Jos Cardiin, fundador de la
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Juventud Obrera Catlica: Don Bosco fue el primero que en la Iglesia se dedic
totalmente a la juventud obrera.
Don Bosco, precursor de la justicia social
Los patronos explotaban a los obreros y cometan
tremendas injusticias sociales.
Don Bosco
enseaba a los jvenes un oficio y les consegua
trabajo. Recordaba a los patrones que defraudar al
trabajador en su justo salario era un pecado que
clamaba al cielo. Y hasta redactaba contratos de
trabajo firmados por el patrn, el aprendiz y el
responsable (Don Bosco).
Don Bosco, santo sacerdote
Fue, sobre todo, sacerdote en todas partes y con toda clase de personas, con sencillez y
valenta. En la Iglesia y fuera de ella, con los ricos y con los pobres, con los poderosos y
con los humildes, con los chicos y con los grandes.
Don Bosco, obsesionado por las misiones
Quiso ser misionero, pero desisti de ello por consejo de su confesor. Pero siempre mantuvo
la preocupacin de las misiones y envi a sus religiosos a lejanas tierras. Actualmente
trabajan en zonas de misin 3000 salesianos y 1500 Hijas de Mara Auxiliadora.
Don Bosco, en Colombia
En el sueo proftico sobre el porvenir salesiano de Amrica del
Sur, tenido el 29 de agosto de 1883, Don Bosco visit a
Colombia. El largo recorrido que hace, en el sueo, de Amrica
del Sur lo inicia en Cartagena - Colombia y atravesando todos los
pases llega a la Patagonia Argentina. 17.000 salesianos trabajan
en 1873 casas en 130 naciones de los 5 continentes.
Los salesianos me recuerdan la multiplicacin de los panes y de los
peces. El desarrollo de la Sociedad Salesiana es un milagro, ni ms ni
menos. Yo creo que esto se debe a un soplo particular del Espritu
Santo y a la intercesin de Don Bosco. (Mons. Fulton Sheen).
21
22
JUAN BOSCO:
LA INFANCIA, hasta los 12 aos.
1815. 16. 8
1815. 17. 8
1824 1826
1824 1825
1826. 26. 3
1830 -1831
1831. 22. 3
Salida de la casa paterna en busca de trabajo. Breve estada en la casa de los Cmpora. Sierra de
Buttigliera.
Desde febrero (1827) hasta noviembre de 1829 permanencia en la casa de Luis Moglia, en
Moncucco.
Relacin con el sac. Juan Melchor Calosso (1760-1830), capelln de Morialdo, hasta la muerte
de ste (21. 11).
Reparto legal del patrimonio de Francisco Luis Bosco entre sus hijos.
Traslado de Margarita Occhiena y su hijo Jos Luis, como medieros, a Susambrino.
En Castelnuovo de Asti Juan frecuenta la Escuela Elemental.
Matrimonio de Antonio Jos Bosco, hermanastro de Juan, con Ana Mara Rosso (1807-1875).
Permanencia de Don Bosco en el Convitto, o Residencia Eclesistica de Turn (3.11. 1841 13.
10. 1844).
Providencial encuentro con Bartolom Garelli y comienzo de una pastoral oratoriana
sistemtica.
Sucesivas etapas del Oratorio Ambulante y definitiva estabilizacin en Valdocco (Casa Pinardi),
en la Pascua (12.4) de 1846.
La Capilla fue bendecida por el Telogo Juan Borel (1801 1873) el lunes siguiente.
De Junio al 3 de noviembre, grave enfermedad bronquial de Don Bosco y convalescencia
(desde agosto) en la casa de su hermano Jos Luis, en I Becchi.
Permanencia de Margarita Occhiena en el Oratorio de San Francisco de Sales, en Valdocco,
desde el 3. 11 hasta su muerte (25.11.1856).
23
1847
1847. 12. 4
1848
1849
1853. 1. 3
1854. 2. 10
1864. 8. 10
Este ao: - el Oratorio de Valdocco se hace autnomo de la parroquia de S. Simn y Judas, por
autorizacin del arzobispo Luis Fransoni; - se abre el Oratorio de S. Luis en Porta Nuova (8. 12.
1847) y Hospicio (o Casa Anexa a los Oratorios) en la Casa Pinardi.
Mons. Luis Fransoni aprueba el Reglamento de la Compaa de S. Luis. Con sta nace el
ASOCIACIONISMO EDUCATIVO SALESIANO: Compaa. De la Inmaculada (1855); del
Santsimo y Pequeo Clero (1857 o); de S. Jos (1859); Conferencia de S. Vicente de Pal.
Segn las MO. Don Bosco comienza este ao a hacer Ejercicios Espirituales para jvenes en el
Oratorio.
En septiembre, por voluntad de su arzobispo, Don Bosco asume y reorganiza el Oratorio del
Santo Angel, fundado en la barriada de Vanchiglia por el saco Juan Cocchi (1813 1895), en el
clima de revueltas revolucionarias y de la primera guerra de la independencia de Austria, que
caracterizaron la historia piamontesa de los aos 48 y 49.
Sociedad de Mutua Ayuda (1849 1850) y Contratos de Trabajo estipulados por Don Bosco
en defensa de los jvenes aprendices (1851 1852).
Miguel Ra (1838 1910) ingresa al Oratorio; en 1885 ser nombrado vicario de Don Bosco
por Len XIII, y suceder al Fundador en 1888.
Decreto por el cual Mons. Luis Fransoni (en destierro desde el 28. 9. 1850, y residente en Lyon)
nombra a Don Bosco Director Espiritual del Oratorio de S. Francisco de Sales y Superior de los
Oratorios de Porta Nuova y de Vanchiglia.
Primer nmero de las LECTURAS CATLICAS. 1853 1862. Se organizan los Talleres de
Capacitacin Artesanal (1853 1862) y los Estudios de Secundaria, o gimnasiales (1855
1859) en Valdocco.
Encuentro de Domingo Savio (1842 1857) con Don Bosco en I Becchi. El 29 del mismo mes
entra al Oratorio en donde permanecer hasta el verano de 1856. Funda la Compaa de la
Inmaculada el 8 de Diciembre de ese ao.
Primer Encuentro Don Bosco con Mara Mazzarello (1837 1881) en Morns.
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Fundaciones del Instituto de las Hijas de Mara Auxiliadora en Italia (Oratorios, Escuelas,
Asilos, Talleres populares, colaboracin en economatos de Seminarios y de Casas de los S.D.B.:
Borgo San Martn (1874); Bordighera, Oratorio Santa Angela Merici en Valdocco; Biella,
Alassio, Lu en la dicesis de Casale, Lanzo y Sestri Levante (1876). Oratorio de Chieri, casas
de Quargnento y Nizza (1878). La Casa Generalicia en Nizza se inaugur en 1879. Tambin
Cascinette, Borgomassimo, Melazzo en Alessandria; en Sicilia, Catania y Bronte en 1880.
Durante el ao 1881: Trecastagni, en Sicilia; Nichelino; Visone en Acqui; Fontanile y
Sampierdarena.
Rosignano e Incisa Belbo en Monferrato (1882), Villarboit; Borgo Cornales; cerca de Turn
(1883), en Villastone. Cesar, en Sicilia, tambin es del 1883. Lingoto y Candia Canavese, del
1884.
En 1885 Don Bosco pidi la fundacin de una Casa para las madres de los Salesianos que
estuviesen solas. La Obra se abri en Mathi. Son tambin de ese ao: Scandeluzza, Bairo,
Mongardino en Asti, Lenta en la dicesis de Vercelli; Montaldo Bormida. Del 1887: Gattinara,
Farigliano, Torre-Bairo, Peccetto Torinese, Moncivello de Vercelli.
1875 1887
1875 1888
2. Expedicin
3. Expedicin
4. Expedicin
5. Expedicin
6. Expedicin
7. Expedicin
8. Expedicin
9. Expedicin
10. Expedicin
11. Expedicin
1877 1888
1876.
Uruguay: Villa Coln.
1877.
Argentina: Almagro y Ramallo (1878).
1878.
Argentina: Carmen de Patagones y Viedma (1879).
1881.
Uruguay: Paysand.
1881.
Brasil: Niteroy, en Ro de Janeiro.
1883.
1885.
Brasil: San Pablo.
Argentina: Santa Cruz, en la Patagonia (1885). La Plata (1886).
1886.
1886.
Chile: Concepcin y Punta Arenas (1887).
1887.
Ecuador: 1888.
Argentina: Islas Malvinas (1888). Chile: Talca (1888).
1867 1870
1871 1883
26
Desde el 6. 12. 1871, grave enfermedad de Don Bosco en Varazze (22. 1. 1872).
Viajes de Don Bosco a Pars (1. 1.- 31. 5. 1883) y a Barcelona (7.4.- 16. 5. 1886).
ltimo grande sueo misionero, con significativa alusin al Primer Sueo, de 1825.
Miguel Ra es nombrado por Len XIII Vicario de Don Bosco.
Consagracin del Templo del Sagrado Corazn (1884 1887) en Roma.
El lunes 16 Don Bosco, celebrando en el altar de Mara Auxiliadora, tiene una percepcin
particularmente lcida de la misin providencial de su vida.
Ultima Expedicin Misionera despedida por Don Bosco.
Ultima audiencia particular concedida por Don Bosco (a una bienhechora, la condesa Soranzo
Mocenigo).
Ultima reconciliacin con su confesor el P. Santiago Giacomelli.
Recibe la Uncin de los enfermos y entrega a Carlos Vigletti su Testamento Espiritual.
Don Bosco escucha la lectura del telegrama del P. Luis Calcagno en el cual se anuncia la
llegada de sus ltimos misioneros al Ecuador. Entra en agona.
Don Bosco muere a las 4.30 a.m. Haba cumplido 72 aos, 5 meses y 15
1938
1951
Mayo 3
Es beatificada. Noviembre 20
Es canonizada. Junio 24
Segunda etapa:
Primer Perodo:
1837 (nacimiento)
1850 (Primera Comunin)
1850 1860 (Enfermedad)
Primera etapa:
Segunda etapa:
Primera etapa:
1837 1860
La nia nace en el senos de una familia de tipo patriarcal y permanece en el ambiente de los
Mazzarelli hasta cerca de los 11 aos (1837-1848). Quiz a finales de 1848 o a inicios de
1849 su padre Jos Mazzarello y su madre Magdalena Calcagno, van a habitar con sus hijos
en la casita de la Valponasca, lejana y cerca de tres cuartos de hora del pueblo, donde se
ocuparn del cultivo de los viedos, propiedad del Marqus de Doria. All permanecern por
un decenio.
Un trabajo intenso y una profunda piedad cristiana caracterizaron el contexto familiar en el
cual la joven se abre a la vida. En este forma su temple moral, construido sobre la naturaleza
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decidida y franca, sealada por dotes inconfundibles: ndole ardiente, profundo sentido de
realismo, mente lmpida, afectividad sana, temperamento reflexivo y a la vez capaz de
profunda comunicacin.
En la primera apertura de la pequea a la realidad (naturaleza, mundo humano, mundo de la
Fe) asume un relieve en primer plano la mediacin del padre. De l, la nia aprende el
verdadero sentido del trabajo que ella asumir, cognotndolo de su pleno significado
asctico y pedaggico y que constituir uno de los contenidos principales de su
Espiritualidad.
Del Padre aprende tambin el verdadero sentido de Dios que Mara Dominga expresar en
aquel gusto por lo autntico que distinguir su oracin y su ascesis.
En aquel momento de la apertura de Mara a la realidad, est adems la figura de Don
Domingo Pestarino, mediacin tambin fundamental en la vida de la Santa. Esta consiste en
una verdadera educacin espiritual que asume su pleno significado en el contexto de la
renovacin promovida por Don Pestarino en la parroquia de Morns. Tal direccin espiritual
est caracterizada por la claridad de principios y el vigor de las orientaciones, la gradualidad
y la continuidad, parte de la mortificacin externa y tiende a formar y cultivar actitudes
interiores. Todo el camino asctico est sujeto y orientado a una vida sacramental intensa.
En esta primera etapa de su itinerario espiritual, Mara Dominga, da los primeros pasos en el
camino de la fe; un ejercicio de Fe que podemos decir mediado por la educacin del padre
(Jos Mazzarello) y por la direccin del confesor (Domingo Pestarino). Ser ms tarde, despus
de su primera confesin general y de la Primera Comunin Sacramental que podemos hablar de
una fe ms interiorizada y por esto de una piedad ms personal.
Podemos decir que la Valponesca es para ella escuela de vida. En contacto con la
naturaleza, la jovencita aprende en la soledad, en el silencio, en el trabajo los principales
contenidos de la Fe. Los elabora en modo personal, los asimila en profundidad.
Signos evidentes de este movimiento de interiorizacin de la fe son: la Oracin, que asume
expresiones tpicamente personales; la capacidad de conjugar oracin y trabajo; la
intensidad y la profundidad de la relacin Contemplacin y Virginidad, que tiene su
expresin ms madura y significativa en el voto de la castidad... Este perodo est
caracterizado por la oracin vespertina que Mara Dominga hace desde la ventanita de su
habitacin, ventana que an hoy, reclama el ojo de la contemplacin fino en un punto lejano:
el tabernculo de la Iglesia parroquial.
30
31
Para corroborar esta confianza interior y abrir nuevos horizontes ms amplios an, aparece
en 1864 la figura del sacerdote turins Don Juan Bosco. l entrev, con intuicin perspicaz y
casi proftica, los dones de la naturaleza y de gracia de aquella joven, que con otras de la
Pa Unin le vienen presentadas por Don Pestarino. Mara Dominga intuye la santidad de
Don Bosco, se siente fascinada y ms tarde se adhiere a su proyecto de fundacin del
Instituto de las Hijas de Mara Auxiliadora, que l quiere como Monumento Viviente de
agradecimiento a la Madre de Dios.
Plenitud de Caridad (1872-1881)
El contexto ambiental en el cual se realiza esta ltima etapa de la vida de la Santa es el
Colegio Morns, sede de la Primera Comunidad de las Hijas de Mara Auxiliadora (18721879) y el Instituto Nuestra Seora de las Gracias en Nizza Monferrato, segunda Casa
Madre de la Congregacin, donde la Santa transcurri los dos ltimos aos de su vida (18791881).
2001
En esta etapa que mayormente delinea y se acta la especfica misin de Cofundadora que
la Santa est llamada a realizar en la Iglesia, en bien de las jvenes.
Esta misin encuentra su fundamento ms profundo en el ser mismo de Madre, que la
Mazzarello encarna y vive en plenitud, respecto de la nueva Familia Religiosa. Podemos
decir que el ser de Madre, por eso mismo de educadora de la Comunidad Primigenia,
constituye ms all que el fundamento ontolgico, el argumento Histrico Espiritual del ttulo
jurdico de Verdadera Cofundadora.
Desde la Asuncin hasta la consumacin de la Misin, Madre Mazzarello desarrolla su
maternidad espiritual de modos diversos: formacin directa y continua de las Hermanas a
travs de la palabra oral, la palabra escrita, los numerosos viajes motivados por las
fundaciones o las visitas a las casa, pero sobre todo, a travs de la donacin de su vida,
consumida en el ejercicio de una caridad paciente, benigna y universal...
A su misin espiritual de Madre y de Educadora de las primeras Hermanas, Dios prepar a
Sor Mara Mazzarello y la apoya mediante una particular ayuda, indicada en los procesos de
canonizacin, como un don casi especfico de la Santa: El discernimiento de los espritus. Tal
don le confiere una caracterstica peculiar a su figura: la Sabidura y se caracteriza en las
notas ms sobresalientes de su espiritualidad: la Humildad y la Caridad.
En esta etapa conclusiva de su itinerario espiritual, se observa cmo el crecimiento humano
y teologal llegan a la plenitud y madurez. Fe, Esperanza y Caridad estn en la base de esta
vida, que unificndose en torno a un nico centro, Dios, llega a la sencillez del espritu y
expandindose, realiza una vasta misin: aquella de Madre y Cofundadora de una nueva
Familia Religiosa en la Iglesia.
Tomado y traducido de ATTUALE PERCH VERA. Contributi su S. Mara Domenica Mazzarello.
A cura di Suor MARA ESTHER POSADA. LAS-Roma
32
Tarea 1
Tarea 2
33
Tarea 3
Tarea 4
34
2.
De la historia del amor contagioso e irradiante de san Juan Bosco, que atrae a su crculo a
un nmero incalculable de personas, una Familia, un Movimiento1 (1);
De la espiritualidad que est en el corazn y en las acciones de los miembros de la Familia
Salesiana y de cuantos trabajan por la salvacin de la juventud (3); el alma del movimiento
es la espiritualidad (51);
De la misin salesiana que no la realiza slo la comunidad salesiana; en ella participa un
vasto nmero de personas (39); la misin salesiana pide hoy que se convoque a todas las
fuerzas del vasto Movimiento Salesiano (84);
De todos los que trabajan por la juventud, dentro y fuera de las estructuras salesianas, en la
Iglesia y en las instituciones de la sociedad civil (4);
De todos los que por amor a los jvenes y a san Juan Bosco, a sabiendas o sin saberlo,
forman parte del vasto movimiento (23);
De un vasto movimiento educativo y espiritual (199);
Del deseo de San Juan Bosco de la animacin del movimiento por parte de los SDB (109);
Los nmeros en negrilla y entre parntesis indican los numerales del CG 24 en los que se explicitan ms los contenidos en
referencia.
36
Salesianos
San Juan Bosco
Turn (Italia), 18 diciembre 1859
26 Enero 1854. D. Bosco y 4 alumnos: nos llamaremos
salesianos.
Los Salesianos de Don Bosco (SDB) formamos una comunidad de bautizados que, dciles
a la voz del espritu, nos proponemos realizar, en una forma de vida religiosa, el proyecto
apostlico del Fundador: ser en la Iglesia signos y portadores del amor de Dios a los
jvenes, especialmente a los ms pobres... (Const. Art. 2).
Tipos de obras que atendemos:
Salesianas
San Juan Bosco Santa Mara Dominga Mazzarello
Mornese (Italia), 5 de agosto de 1872
1862: D. Bosco y D. Pestarino hablan de las Hijas de Mara. MB
X. 585.
1871: D. Bosco comunica a su Consejo su intencin de fundarlas.
1872, 5 de agosto: inicio oficial con las primeras vesticiones.
37
Por un don del Espritu Santo y con la intervencin directa de Mara, San Juan Bosco
fund nuestro Instituto, como respuesta de salvacin a las aspiraciones de las jvenes [...]
Entregamos nuestra vida al Seor, para ser signo y expresin de su amor entre las
jvenes(Const. Art.1).
Destinatarios de nuestra misin son las jvenes de las clases populares, en todas las etapas
de la edad evolutiva. (Const. Art. 65).
Tipos de Obras que atendemos:
Colegios e Internados
Oratorios y Centros juveniles
Misiones
Centros Catequsticos
Por un convenio entre el Rector Mayor y la Madre General del Instituto de las Hijas de
Mara Auxiliadora, colaboran en la asistencia espiritual de los Cooperadores.
Y, por ser sus destinatarios preferidos, los Cooperadores prestan atencin preferente a
los jvenes y, de modo especial, a los pobres, abandonados o vctimas de cualquier
marginacin; a los que afrontan el mundo del trabajo, con sus dificultades peculiares; a
38
quienes dan muestras de ser llamados a una vocacin apostlica especfica (laical,
consagrada o sacerdotal).
CONFEDERACIN MUNDIAL DE
EXALUMNOS Y
EXALUMNAS DE DON BOSCO (EX. DB)
Exalumnos salesianos
Beato Don Felipe Rinaldi (fundador de la Confederacin)
Turn, marzo de 1908
Como movimiento espontneo se origina en Turn, 24 Junio 1870:
Carlos Gastini2 en el Oratorio, con excompaeros. Federaciones y
Confederaciones vendrn ms tarde.
La Asociacin tiene como fin general, que los socios, personalmente y como grupo,
conserven, profundicen y acten los principios educativos salesianos recibidos
traducindolos en compromisos de vida familiar, profesional y socio- poltica [...].
Estatuto de la Confederacin Mundial, Art 3.3
Carlos Gastini fue de los primeros alumnos de Don Bosco. Fue uno de los invitados a los primeros Ejercicios Espirituales, en
1848. Aunque no pudo ser religioso salesiano quiso quedarse para siempre con Don Bosco. Fue el jefe de encuadernacin por
aos.
3
El ltimo Estatuto Mundial fue promulgado por el Rector Mayor, Don Egidio Vigan, el 31 de enero de 1990.
39
CONFEDERACIN MUNDIAL DE
EXALUMNOS Y
EXALUMNAS DE MARA AUXILIADORA (EX. FMA)
Exalumnos salesianos
Beato Don Felipe Rinaldi (fundador de la Confederacin) y Hna.
Caterina Arrighi F.M.A.
Turn, marzo 19 de 1908
Don Rinaldi y Sor Caterina plasmaron con las Exalumnas cuanto
se haba adelantado con los Exalumnos.
Las Voluntarias son laicas que viven en el mundo por opcin vocacional y, a modo de
levadura contribuyen desde dentro a su santificacin.
Nota especfica de su vocacin es la secularidad que caracteriza el modo propio de vivir la
consagracin, de realizar la misin, de expresar la comunin fraterna y su ser, dentro de la
familia Salesiana (Const. 4).
Las Voluntarias son cristianas que, llamadas a seguir ms de cerca a Cristo, quieren vivir,
en profunda armona, consagracin, secularidad y salesianidad.
Realizan as su misin en la Iglesia y en el mundo y, unidas profundamente por los vnculos
de la comunin fraterna y de la pertenencia al Instituto, se transforman en signo vivo del
amor de Cristo, en el espritu de las bienaventuranzas. No llevan vida en comn y el
Instituto no tiene obras propias (Const. 2).
40
Su accin apostlica se dirige, sobre todo, a aquellos que fueron el objetivo principal de la
misin de Don Bosco (Const. 6).
7. HIJAS DE LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESS Y DE MARA
Instituto Religioso Femenino de Derecho Pontificio.
Nombre oficial
Nombre comn
Fundador
Fundacin oficial
Inicio histrico
Acta de pertenencia
Objetivo:
RECONOCIMIENTO OFICIAL DE PERTENENCIA A LA FAMILIA SALESIANA. Es producido por el Rector Mayor de los
Salesianos y su Consejo. Las condiciones han sido especificadas en ACG 304 (1982) 60-65.
41
Pertenencia a la FS
24 de enero de 1986
Pertenencia a la FS
12. HIJAS DEL DIVINO SALVADOR
Instituto Religioso Femenino de Derecho Pontificio.
Fundador
Pertenencia a la FS
Fundacin oficial
Acta de pertenencia
Objetivo
43
Vivimos la misin salesiana con la especfica forma laical, ejerciendo nuestra actividad en
el siglo, al lado de los dems, como testigos del Evangelio ....
Nos dirigimos, segn las posibilidades del trabajo profesional, a los destinatarios de la
misin salesiana: los jvenes pobres y necesitados, y las clases populares. Damos
preferencia a campos de actividad apostlica tales como los oratorios, la catequesis, los
medios de comunicacin social, el mundo del trabajo y las misiones.
Toda la vida consagrada por la secularidad est llamada a ser una verdadera misin.
20. TESTIGOS DEL RESUCITADO 2000:
Movimiento espiritual.
Fundador
Pertenencia a la FS
B.Markiewicz
Polonia, 1921
24 de enero de 2000
44
P. George Puthenpura
Guatemala, 15 de septiembre de 1977
2004
47
Recuerda que la gua para llevar a cabo ese compromiso de la Iglesia con el mundo lo
da el Sistema Preventivo, con el que se logra consolidar las intuiciones de Don Bosco y
por ende el objetivo de su misin:
Honrado, ciudadano y Buen cristiano, con lo que se expresa su deseo de dar un
nuevo orden a la sociedad insertando en ella los valores del vivir y el actuar moral.
Humanismo salesiano, en el que se pone de manifiesto la dignidad de la persona
humana, donde se deben despertar todas las potencialidades juveniles (facultad del
conocimiento; el variado patrimonio afectivo; la voluntad que lleva a ser libres), en
perspectiva de dar sentido a la vida diaria.
Este humanismo debe llevar a que cada uno encuentre su lugar en la sociedad y en
la Iglesia.
La educacin a travs de la Razn, Religin y Amor, para llenar de esperanza y
futuro la historia de las personas. Esta intuicin es importante porque es la
intervencin para ser eficaces en el compromiso apostlico.
Este objetivo de la misin (Honrado, ciudadano y buen cristiano), debido a razones
histricas, culturales y religiosas, se ha hecho complejo y difcil para ser llevado a
cabo. Para lograr ser significativos y realizar el encargo de Don Bosco, se proponen
estas direcciones para ser efectivos:
Ser Testimonio: compartir el sufrimiento y las propuestas operativas que son
respuesta para crecer en humanidad.
Para ello es necesario promover valores humanos y morales coherentes con la
propia conciencia; respetar los derechos humanos de los ms dbiles y vulnerables;
elaborar estrategias educativas; hacer converger fuerzas sociales nutridas de valores
evanglicos y salesianos.
Gradualidad en la consecucin del objetivo integral, para ello es necesario
acompaar y animar el camino de quienes buscan realizar el objetivo de la misin.
Tener en cuenta:
Integridad: Todo su rigor con todo su vigor.
Equilibrio: organizacin de los contenidos a presentar.
Organizacin: de las partes, resaltando lo que cada parte requiere.
Lenguaje: inspirado en la preocupacin de que capten mejor la riqueza
de los contenidos.
Hacer converger las fuerzas de la FS, pues todas trabajan en la consecucin del
mismo objetivo.
Educar evangelizando, evangelizar educando, que es una segunda manera de
formular el compromiso apostlico de la FS y que gua la espiritualidad salesiana en la
accin apostlica.
48
La misin salesiana iniciada por Don Bosco, por Madre Mazzarello, continuada a travs de la
familia y Movimiento Salesiano es como un hermoso rbol plantado en tierra frtil, la tierra de
Valdocco, la tierra de Mornese, la tierra de Italia, la Tierra de los cinco continentes (130
pases) donde est presente actualmente, la tierra de Colombia, la tierra de la Obra donde cada
uno de nosotros estamos. Es un hermoso rbol que tiene raz profunda y consistente, que tiene
un tronco fuerte, que tiene ramas frondosas y verdes, que produce continuamente buenos
frutos.
Nosotros hoy, somos, personal y comunitariamente, ese rbol que sigue plantado en tierra
frtil, la Obra en la que nos encontramos. Para ello debemos seguir teniendo a Don Bosco y
Madre Mazzarello, como el punto de referencia histrico carismtico.
Tarea 1
Tarea 2
Tarea 3
Tarea 4
50
Tarea 54321
3.
LA MISIN SALESIANA
3.1. EL
PROYECTO
SALESIANOMISIN
SALESIANA VIVIDO POR DON BOSCO
El proyecto de Don Bosco a favor de la juventud pobre, abandonada, y en peligro, es un
proyecto global e integral, que busca ayudar a los jvenes a ir logrando un crecimiento integral
como honestos ciudadanos y buenos cristianos, dando respuesta a las diferentes necesidades
fundamentales que va encontrando:
Ante la necesidad de hogar-techo-alimento, ofrece una casa, alimento y una familia donde
l hace de Pap, su madre Margarita de Mam y a los otros educadores sus hermanos
mayores. Aunque haciendo caer en cuenta que el Padre por excelencia es Dios, la Madre,
la Virgen Mara InmaculadaAuxilio de los cristianos y Jesucristo, el hermano mayor;
Ante la necesidad de falta de instruccin y educacin va haciendo de la su casa una escuela
que educa;
Ante al falta de capacitacin para el trabajo, va haciendo de su casa un taller que capacita
para el trabajo y la vida;
Ante la falta de una orientacin religiosa cristiana, hace de su casa una Parroquia que
evangeliza;
Ante la falta de esparcimiento va haciendo de su casa un patio donde jugar, expresarse
libremente y encontrarse como amigos.
Este proyecto global e integral, Don Bosco lo hace realidad en el Oratorio de Valdocco (Turn
Italia), oratorio paradigma de toda obra salesiana y por tanto de la realizacin de la misin
salesiana.
51
La misin salesiana se vive y expresa en la Pastoral Juvenil Salesiana, la cual tiene unos
aspectos caractersticos que no pueden faltar y que veremos ms adelante.
Vivimos la misin como Pastoral Juvenil porque:
Nuestros destinatarios prioritarios son los jvenes pobres, abandonados y en peligro (en
alto riesgo),
La realizamos con un estilo juvenil,
La ptica y perspectiva juvenil con la cual realizamos toda nuestra tarea educativa pastoral
la realizamos tambin con nios y/o adultos.
Las Constituciones de los SDB sealan los diversos campos de la Misin Salesiana:
Artculo 6: Fieles a los compromisos heredados de Don Bosco, somos evangelizadores de los
jvenes, especialmente de los ms pobres; tenemos cuidado especial de las vocaciones
apostlicas; somos educadores de la fe en los ambientes populares, sobre todo con la
comunicacin social, y anunciamos el Evangelio a los pueblos que no lo conocen.
Los artculos 41-42 sealan el criterio de nuestras actividades y obras: Nuestra accin
apostlica se realiza con pluralidad de formas, determinadas en primer lugar por las
necesidades de aquellos a quienes nos dedicamos. Actuamos la caridad salvfica de Cristo
organizando actividades y obras de carcter educativo pastoral, atentos a las necesidades del
ambiente y de la Iglesia....
Realizamos nuestra misin principalmente mediante actividades y obras en las que nos sea
posible promover la educacin humana y cristiana de los jvenes: Como el oratorio y el
centro juvenil, la escuela y los centros profesionales, las residencias y casas para jvenes en
dificultad. En las Parroquias y residencias misioneras contribuimos a la difusin del evangelio
y a la promocin del pueblo colaborando en la pastoral de la Iglesia particular, con las riquezas
de una vocacin especfica. Por medio de centros especializados ofrecemos nuestro servicio
pedaggico y catequstico en el campo juvenil. En las casas de ejercicios espirituales
atendemos a la formacin cristiana de grupos, especialmente juveniles. Nos dedicamos,
adems a cualquier otra obra cuya finalidad sea la salvacin de la juventud.
Las constituciones de las FMA expresan en el art. 63 su misin as:
Nuestra misin tiene su origen en la iniciativa salvfica del Padre que nos llama a participar en
la Iglesia como comunidad apostlica salesiana-, en el misterio proftico, sacerdotal y real de
Cristo mediante el testimonio, el anuncio de la Palabra y la celebracin de la Salvacin.
Esta misin implica el don de la predileccin por las jvenes y nos compromete a
convertirnos, para ellas en la escuela de Mara en signo y mediacin de la caridad del
Buen Pastor, mediante un proyecto cristiano de educacin integral segn el estilo del Sistema
Preventivo.
52
Para mayor profundizacin ver: DPJS, La pastoral Juvenil Salesiana. Cuadro fundamental de Referencia, Caracas, Ed.
Salesiana, 2003. Captulo 3.
53
jvenes los valores de la comunin humana y cristiana con Dios y con los dems (cf.
CG24, 156).
La comunidad sujeto, objeto, mbito de la accin educativa pastoral: la CEP
El primer elemento fundamental para la realizacin de la misin salesiana es la comunidad;
una comunidad que implica, en espritu de familia, jvenes y adultos, padres y educadores,
llegando a ser una experiencia de Iglesia (C. 47).
Ser y formar comunidad - CEP es para nosotros una exigencia carismtica, de Iglesia; es
elemento decisivo evangelizador y educativo.
Identidad de la CEP
No podemos reducir la CEP a las estructuras u organismos de direccin y coordinacin de una
obra salesiana. La CEP es un cuerpo vital, orgnico, articulado, donde, como sucede en la
Iglesia, hay diversidad de servicios y funciones dentro de una unidad en lo fundamental.
Una forma de definirla es:
La forma de estar presente entre los/las jvenes: En / cmo / desde / para una comunidad.
Comunidad que va involucrando a todos los implicados, empezando por los adultos
(religiosos y Laicos), en torno a un PEPS asumido y compartido.
En una experiencia de comunin y participacin en el espritu y misin de Don Bosco.
Como experiencia de evangelizacin en la Iglesia Local y en el territorio.
La comunidad educativa pastoral es una realidad viva en continuo crecimiento
La CEP, ms que una estructura o institucin ya hecha, es un organismo vivo, que existe en la
medida en que crece y se desarrolla. Por tanto, no se debe atender slo a su organizacin, sino
sobre todo acrecentar su vida.
Esta construccin vital es paulatina; al inicio puede haber conciencia de ella en unos pocos, los
directivos; sus miembros, personal y comunitariamente van estimulando y comprometiendo en
circularidad esta conciencia y compromiso, en el que poco a poco todos van siendo gestores.
Este dinamismo no debe perder de vista, en ningn momento, la centralidad de los/as jvenes.
Algunos elementos que pueden indicar el grado de vitalidad que tiene una CEP
La calidad de las relaciones humanas que se dan en su interior.
La madurez del sentido de pertenencia, que se manifiesta en la participacin consciente y
clara, en la calidad y adecuacin de los procesos informativos y comunicativos.
El desarrollo de la identidad educativo - pastoral en cada uno de los educadores y en toda
la comunidad.
Llamados a colaborar en la animacin de la CEP
Una funcin fundamental es la animacin de la CEP por parte de quienes tienen una funcin
directiva o animadora como es nuestro caso. Estamos llamados a cuidar la realizacin de
una verdadera familia en la que todos participen de un mismo Proyecto Educativo Pastoral,
54
ofreciendo cada uno su propio aporte original. Esta animacin llega a ser en s misma una
accin educativa evangelizadora.
Recordemos que todo lo que sucede en la vida de cada da acelera, frena o impide el proceso
de crecimiento y de desarrollo de la CEP.
Aspectos que se deben cuidar en la animacin de la CEP
Cuidar la profesionalidad educativa mediante una formacin esmerada y permanente .
Animar procesos educativos sistemticos mediante una adecuada pedagoga,
programacin, metodologa, didctica, orientacin profesional, evaluacin sistemtica...
Favorecer un estilo de relacin familiar
Mantener viva la perspectiva evangelizadora de la accin educativa inspirada en los
valores del Evangelio y animar su propuesta evangelizadora.
Desarrollar una relacin especfica con los padres y las familias de los jvenes.
Concretar criterios y estrategias para afrontar la complejidad de situaciones legales,
econmicas, de relacin con el Estado, etc.... que pueden condicionar la realizacin del
proyecto.
Insertarse activamente en el dilogo cultural, educativo y profesional que se vive en el
contexto y en la Iglesia local.
Acompaar a los/as jvenes ms all de la formacin sistemtica, promoviendo procesos
especficos de presencia significativa en la vida de los/as ex alumnos/as.
El Ncleo animador en una Casa Salesiana
Se refiere a los miembros de la CEP, empezando por los/as religiosos/as que conocen y
asumen vitalmente el espritu y la misin salesiana, y se comprometen desde su servicio, a
multiplicarlo dentro de la CEP y fuera de ella. Aunque no es un organismo formal en la CEP,
ayuda a que desde la base, a manera de fermento se vaya proyectando el carisma salesiano.
Para mayor profundizacin ver: DPJS, La pastoral Juvenil Salesiana. Cuadro fundamental de Referencia, Caracas, Ed.
Salesiana, 2003. Captulo 2 y 6.
55
El PEPS es el instrumento operativo que gua la realizacin de la misin salesiana segn las
diversas actuaciones y contextos en el cual viven los jvenes y orienta cada iniciativa y
recurso hacia la evangelizacin (Regl. Salesianos, 4).
El PEPS es la mediacin histrica y el instrumento operativo en todos los lugares y culturas,
realizando la misma Misin. Es el elemento de inculturacin del Carisma Salesiano (CG 24,
5).
Finalidad del PEPS
Segn lo anterior, el PEPS ha de ser asumido como:
- La manifestacin de la mentalidad de proyecto que debe guiar el desarrollo de la misin
salesiana en las inspectoras y en las obras;
- el fruto de la reflexin hecha en comn sobre los grandes principios doctrinales que
identifican la misin salesiana (cuadro de referencia- ideario), sobre la realidad
sociocultural y juvenil, sobre el proyecto operativo (opciones educativo-pastorales
prioritarias, objetivos, contenidos, estrategias, programacin de intervenciones, etc.) y
sobre el proceso de revisin y evaluacin.
- la gua sobre el proceso que sigue la comunidad inspectorial y la CEP de cada obra para
encarnar la misin salesiana en un contexto determinado.
La primaria finalidad del PEPS, por tanto, no es solamente publicar un texto para conocerlo y
llevarlo a la prctica, sino ms bien ayudar a la inspectora y a las comunidades para actuar
con una mentalidad compartida, con claridad de criterios y objetivos, y para hacer posible la
gestin corresponsable de los procesos pastorales.
Caractersticas del PEPS
El centro: la persona del joven y su mundo.
El sujeto es la CEP: parte de la CEP fortalecindola en su proceso.
Genera un flujo comunicativo en la CEP y en su entorno.
Presenta una unidad orgnica que se expresa:
- en sus 4 dimensiones (educativo cultural, evangelizacin y catequesis, vocacional,
experiencia asociativa), y
- en su dinmica:
. Educar evangelizando
. Evangelizar educando
. Hacia una opcin vocacional
. A travs de la experiencia pedagoga asociativa.
Qu son las dimensiones del PEPS?:
El PEPS se articula en las 4 dimensiones en mutua articulacin correlacin.
Las dimensiones son los valores contenidos fundamentales de la realizacin de la misin
finalidades especficas; son ncleos vitales identificantes de la misin salesiana, copresentes
correlativa y transversalmente; no pueden faltar en ninguna de nuestras intervenciones, obras,
servicios; son el contenido vital - dinmico de la misin salesiana.
56
Las 4 dimensiones forman una unidad; cada una aporta al conjunto su especificidad en
respuesta al objetivo fundamental. Su vivencia mutua y en reciprocidad garantiza la unidad
orgnica a la PJS.
La especificidad de la dimensin educativo-cultural
La dimensin educativo-cultural, en ntima relacin e integracin con la dimensin de
evangelizacin y catequesis, es el centro del PEPS. Esta dimensin pone atencin en el
crecimiento educativo integral de nuestros destinatarios; manifiesta la centralidad de la
persona del joven inserta en una comunidad humana que acta en una zona y es objeto y
sujeto de un proceso sociocultural.
La dimensin educativa es un rasgo caracterstico de nuestra Pastoral Juvenil:
Por cuanto en lo que se refiere los destinatarios, nos dirigimos a aquellos que tienen
necesidad de apoyo en el crecimiento humano;
Puesto que en lo que se refiere a los contenidos, asumimos la instruccin, la cultura, la
preparacin para el trabajo y el tiempo libre, como parte del camino de la fe; y
Porque en lo que se refiere al mtodo, evangelizamos educando.
Junto al interior del aspecto educativo, pone atencin especial en el mundo de la cultura y de
la comunicacin, con sus lenguajes, y a los desafos que nos presenta el momento histrico.
57
en todos los momentos, actividades y fases de nuestra accin educativa y pastoral, como su
proyeccin natural y concreta (cf. C 28;.37).
En el compromiso vocacional privilegiamos los siguientes aspectos:
- El servicio de orientacin dirigido a todos los jvenes dentro del trabajo educativo;
- La constante atencin para descubrir y acompaar con iniciativas diferentes y apropiadas
las vocaciones de particular compromiso en la sociedad y en la Iglesia; y
- Una especial responsabilidad por el carisma salesiano en sus mltiples formas, mediante el
discernimiento y el cultivo de las semillas de vocacin salesiana, tanto consagradas como
seglares, presentes en los jvenes.
Estos tres aspectos se apoyan y se complementan mutuamente, y constituyen el espacio de la
pastoral vocacional salesiana (cf. CG21, 110).
La especificidad de la dimensin de la experiencia asociativa
El camino de educacin y evangelizacin de la Pastoral Juvenil Salesiana encuentra en la
experiencia asociativa una de sus intuiciones pedaggicas ms importantes.
El Sistema Preventivo requiere un intenso y luminoso ambiente de participacin y de
relaciones amigables y fraternas; un espacio comunitario de crecimiento humano y cristiano,
vivificado por la presencia amorosa, solidaria y animadora de los educadores; favorece, por
tanto, todas las formas constructivas de actividad y de vida asociativa, como iniciacin
concreta al compromiso en la sociedad y en la Iglesia (Cf. C 35; R 8).
La dimensin asociativa, expresin de la dimensin social de la persona, es una caracterstica
fundamental de la educacin y de la evangelizacin salesianas; en ella, el grupo no es
solamente un medio para organizar la masa de los jvenes,
sino, sobre todo, el lugar de la relacin educativa y pastoral
donde educadores y jvenes viven la familiaridad y la
confianza que abre los corazones; el ambiente donde se hace
experiencia de los valores salesianos y se desarrollan los
itinerarios educativos y de evangelizacin; el espacio donde
se promueve el protagonismo de los mismos jvenes en el
trabajo de su propia formacin.
58
Para mayor profundizacin ver: DPJS, La pastoral Juvenil Salesiana. Cuadro fundamental de Referencia, Caracas, Ed.
Salesiana, 2003. Captulo 1.
59
EL PEPS
60
De esta forma est en continuo contacto con la condicin juvenil y su realidad estructural, con
una actitud proftica (C. 7, 33), ofreciendo aquello que le es ms especfico: La educacin
preventiva.
61
Todos nosotros estamos llamados a formar parte vital de este ncleo animador!
Servicios organizativos de animacin
Desde un punto de vista organizativo, segn el organigrama de la obra Salesiana , dentro de la
CEP hay diversidad de funciones dentro de la unidad de misin.
Los/as religiosos/as entre sus funciones tienen la de ser garantes del carisma salesiano,
siendo el punto de referencia central en el ncleo animador y en la animacin y gobierno
de toda la obra. Entre ellos/as, el/la directora/a tiene una funcin central, no slo de gestin,
sino carismticamente, la de ser Padre Maestro Gua, o Madre Maestra Gua.
Cada obra tiene una persona que coordina todo el proceso educativo pastoral de la obra, con
funciones concretas8, orientndose por el PEPS de la obra y su programacin anual. Esta
persona realiza su funcin junto con un equipo o comit pastoral. Su labor no es slo para las
intervenciones directamente evangelizadoras religiosas, sino para cuidar que todo en la obra
sea orientado con la perspectiva educativa pastoral salesiana.
8
62
Entre los SDB, esa persona es coordinador de la pastoral; su equipo grande se llama
CLEP (Comit Local Educativo Pastoral), y su equipo especfico para la animacin y
coordinacin directa, es el equipo para la pastoral.
Estn los dems servicios personales o colegiales necesarios, segn la especificidad de la obra,
con funciones concretas, los cuales deben realizar su funcin en sinergia y desde la perspectiva
educativa pastoral salesiana.
Tarea 2
Tarea 3
63
Para mayor profundizacin ver: DPJS, La pastoral Juvenil Salesiana. Cuadro fundamental de Referencia, Caracas, Ed.
Salesiana, 2003. Captulo 1.
64
ES,
ANTE
TODO,
UNA
Una de los elementos tpicos de su sistema es que es ante todo, una experiencia espiritual. El
proyecto de Don Bosco nace de una experiencia vocacional espiritual cristiana; con la vida
espiritual que aprende de Mam Margarita, va descubriendo que el Seor le llama a una gran
misin en medio de la juventud pobre, vivida con un estilo especial (sueo de los 9 aos), la
cual podr realizar, slo a travs de una profunda relacin y confianza con el Seor y su
Madre, la Virgen Auxiliadora, pues, el estilo especial, es el mismo del Seor (Buen Pastor) y el
de la Madre que ser su Maestra y gua.
No es un sistema que nace de una teora pedaggica, sino de su vida espiritual. El Sistema
Preventivo tiene su raz y fundamento en el Evangelio y en su experiencia vocacional. En su
relacin con el Seor y su Evangelio descubre un rasgo caracterstico que asume como parte
esencial de su proyecto: Cristo Buen Pastor (Jn. 10); quiere ser el buen Pastor para los jvenes
que el Seor coloca en su camino; quiere vivir para ellos una expresin concreta de la caridad
Pastoral.
Las Constituciones de los SDB n. 20 lo presentan as: Guiado por Mara, que fue su maestra,
Don Bosco vivi, en el trato con los jvenes del primer oratorio, una experiencia espiritual y
educativa que llam "sistema preventivo". Para l era un amor que se dona gratuitamente,
inspirndose en la caridad de Dios, que precede a toda criatura con su providencia, la
acompaa con su presencia y la salva dando su propia vida. Don Bosco nos lo transmite como
modo de vivir y trabajar, para comunicar el Evangelio y salvar a los jvenes con ellos y por
medio de ellos. Este sistema informa nuestras relaciones con Dios, el trato personal con los
dems y la vida de comunidad en la prctica de una caridad que sabe hacerse amar.
Desde esta experiencia espiritual, Don Bosco, est convencido que el Seor sale a su
encuentro en los jvenes y que los jvenes deben encontrar en l, al Seor, pues es signo y
portador del amor de Dios para ellos. Toda la motivacin para la realizacin de su proyecto es,
por tanto, espiritual vocacional.
De esta experiencia nace una escuela de espiritualidad para l, para sus jvenes, para quienes
estn con l: la escuela de la espiritualidad salesiana (espiritualidad juvenil salesiana).
Efectivamente, las Constituciones de los SDB, art. 10, afirman: Don Bosco vivi y nos
transmiti, por inspiracin de Dios, un estilo original de vida y de accin: el espritu salesiano.
Su centro y sntesis es la caridad pastoral, caracterizada por aquel dinamismo juvenil que tan
fuerte apareca en nuestro Fundador y en los orgenes de nuestra Sociedad. La caridad pastoral
es un impulso apostlico que nos mueve a buscar las almas y servir nicamente a Dios.
Segn, lo anterior, el Sistema Preventivo toca el SER y no slo el hacer del/a educador/a
salesiano/a; si no llega y se asume desde la profundidad espiritual, no se puede vivir el
65
Sistema Preventivo de Don Bosco. Nosotros vivimos esta experiencia espiritual del sistema
preventivo cuando realizamos nuestra labor como educadores/as convencidos/as que la
realizamos como VOCACION, es decir como llamados por Dios a este servicio, cuando la
realizamos por celo pasin caridad pastoral (al estilo del Buen Pastor), buscando la
salvacin de los/as jvenes (su crecimiento integral orientado a Cristo), cuando la realizamos
con coherencia de vida, siendo profundamente humanos y profundamente de Dios (Gracia de
la Unidad).
4.6. EL SISTEMA
PEDAGGICA
PREVENTIVO
ES
CARIDAD
PASTORAL
Como se ha dicho, a la base del sistema preventivo est la caridad caridad pastoral caridad
pastoral pedaggica; es su fuente, su corazn, su fuerza dinamizadora.
El sistema preventivo:
Es una pedagoga relacin educativa basada en el amor (pedagoga del corazn)
descansa por entero en el amor, la razn, y en la religin.
Es acogida incondicional.
67
68
Regolamento per le Case della Societ di San Francesco di Sales, Turn, Tipografa Salesiana, 1977, P. 3-13 (OE XXIX, 99109).
69
sean vituperables. Haced lo que queris deca el gran amigo de la juventud san Felipe
Neri-; a m me basta que no cometis pecados.
La confesin y comunin frecuentes y la misa diaria son las columnas que deben sostener
el edificio educativo del que se quieran tener alejados la amenaza y el palo. No se ha de
obligar jams a los alumnos a frecuentar los santos sacramentos; pero s se les debe
animar y darles comodidad para aprovechar de ellos. Con ocasin de los ejercicios
espirituales, triduos, novenas, plticas y catequesis, pngase de manifiesto la belleza,
sublimidad y santidad de la religin, que ofrece medios tan fciles como son los santos
sacramentos y tan tiles a la sociedad civil, y para la tranquilidad del corazn y salvacin
de las almas. As quedaran los nios espontneamente prendados de estas prcticas de
piedad y las frecuentarn de buena gana y con placer y fruto.
Debe vigilarse, con el mayor cuidado, porque no entren en el colegio compaeros, libros
o personas que tengan malas conversaciones. La eleccin de un buen portero es un tesoro
para una casa de educacin.
Terminadas las oraciones de la noche, el director, u otro en su nombre, diga algunas
palabras afectuosas en pblico a los alumnos antes de que se vayan a dormir, para
avisarlos o aconsejarlos sobre lo que han de hacer o evitar; y procure sacar la moraleja de
lo ocurrido durante el da, dentro o fuera del colegio; no dure la platiquita ms de dos o
tres minutos. Aqu est la clave de la moralidad y de la buena marcha y xito de la
educacin.
Tngase como pestilencial la opinin de retardar la primera comunin hasta una edad
harto crecida, cuando por lo general el demonio se ha posesionado del corazn del
jovencito con incalculable dao de su inocencia. Segn la disciplina de la Iglesia
primitiva, sola darse a los nios las hostias consagradas que sobraban de la comunin
pascual. Esto nos da a conocer lo mucho que desea la iglesia sean admitidos pronto los
nios a la primera comunin cuando un nio sabe distinguir entre pan y pan y revela
suficiente instruccin no se mira la edad; entre el Soberano celestial a reinar en su bendita
alma.
Los catecismos recomiendan la comunin frecuente; San Felipe Neri la aconsejaba
semanal y aun ms a menudo. El Concilio tridentino dice bien claro que desea
ardientemente que todo fiel cristiano, cuando oye la santa misa, haga tambin la
comunin. Pero esta comunin no sea tan slo espiritual, sino sacramental a fin de sacar
mayor fruto del augusto y divino sacrificio. (Con. Trid., ses. XXII, cap. VI).
71
I.
Procure el educador hacerse amar de los alumnos si quiere hacerse temer. As, el no darles
una muestra de benevolencia es castigo que emula, anima y jams deprime.
Para los nios es castigo lo se hace pasar por tal. Se ha observado que una mirada no
cariosa en algunos produce mayor efecto que un bofetn. La alabanza cuando se obra
bien y la represin en los descuidos, constituyen ya de por s premio o castigo.
Exceptuados rarsimos casos, no se corrija ni se castigue jams en pblico, sino en
privado, lejos de los compaeros, y usando la mayor prudencia y paciencia para hacer que
el alumno comprenda su culpa con la ayuda de la razn y de la religin.
El pegar, de cualquier modo que sea, poner de rodillas en posicin dolorosa, tirar de las
orejas y otros castigos semejantes, se debe evitar absolutamente, porque estn prohibidos
por las leyes civiles, irritan mucho a los alumnos y rebajan al educador.
D a conocer bien el director las reglas, los premios y castigos establecidos por las leyes
disciplinarias, a fin de que el alumno no pueda disculparse con decir: - no saba que
estuviera esto mandado o prohibido.
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Tarea 3
Tarea 4
73
5. LA ESPIRITUALIDAD LA ESPIRITUALIDAD
SALESIANA
5.1. LA DIMENSIN ESPIRITUAL
EDUCADORES SALESIANOS
DE
NUESTRA
VIDA
DE
5.6. CARACTERSTICAS
SALESIANA:
DE
LA
ESPIRITUALIDAD
JUVENIL
Aunque para cada grupo de la Familia Salesiana hay elementos tpicos de espiritualidad, hay
unos elementos comunes para todos que encontramos:
76
En la Carta de comunin (Nos. 18-28), los cuales slo enumeramos, invitando a leerlos,
asimilarlos, y a hacerlos vida:
- La caridad pastoral (18)
- La gracia de la unidad (19)
- La unin con Dios y el estilo de Oracin (20)
- La misin juvenil y popular (21)
- El optimismo y el gozo de la esperanza (22)
- La ascesis de la bondad (23)
- El trabajo y la templanza (24)
- El espritu de iniciativa (25)
- El arraigo en el misterio de Cristo y la vida en manos de Mara (26)
- El sentido de Iglesia (27)
- Una sensibilidad atenta a las interpelaciones de la nueva evangelizacin (28)
En el CG 24 de los SDB, en sus Nos. 89-100: Todo/a religioso/a y laico salesiano est
llamado a vivir estos valores, los cuales garantizarn una vida espiritual salesiana. Son:
Amor de preferencia por los jvenes, especialmente los ms pobres (89-90): encontrar a
Dios en los jvenes y con una intensa caridad pastoral, ser para ellos signos del amor de
Dios..
La vivencia de la espiritualidad de la relacin, del espritu de familia (91-93); como Don
Bosco, ser personas de relacin; una relacin vivida en afecto amorevolezza.
Compromiso en la y con la Iglesia por el mundo (94-96): vivir la fuerza del Da mihi
animas y del espritu de la nueva evangelizacin con los retos de la cultura
contempornea.
Espiritualidad de lo cotidiano y del trabajo (97-98): hacer de la vida ordinaria un lugar de
encuentro con Dios, vivindolo en el don del trabajo y con competencia profesional.
Vivir el Sistema Preventivo en permanente escucha de Dios y del hombre (99-100), siendo
as un acercamiento pedaggico que se renueva continuamente.
Y, en el fondo, que caracteriza la espiritualidad salesiana?
En forma breve, podramos expresarlo as: vivir la espiritualidad salesiana, es vivir la
espiritualidad del cotidiano, que nos lleva a ser contemplativos en la accin (interioridad
apostlica, gracia de la unidad), con una profunda caridad pastoral hacia los destinatarios de la
misin salesiana, alimentada por un continuo dilogo con Seor
De esta escuela de espiritualidad hay muchos frutos de santidad:
5 Santo Salesianos: San Juan Bosco, Santa Mara Mazzarello, Santo Domingo Savio, San
Luis Versiglia (Mrtir), San Calixto Caravario (Mrtir).
48 Beatos: Beato Miguel Ra, Beata Laura Vicua, Beato Felipe Rinaldi, Beata Magdalena
Morano, Beatos Jos Kowalki y 5 jvenes (Mrtires) Beatos Jos Calazanz y 31 compaeros
(Mrtires), Beato Luis Variara, Beato Artmides Zatti, Beata Mara Romero, Beato Augusto
Czartoryski, Beata Eusebia Palomino, Beata Alejandrina Da Costa .
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11
Estrada Daz, Juan Antonio, La identidad de los laicos, Madrid, Ediciones Paulinas, pg. 112-121, 1990.
Servicio instituido mediante un acto pblico. Actualmente se habla de dos clases de ministerios: los ORDENADOS
(Presbtero, Obispo, Dicono) y los LAICALES O NO ORDENADOS. Estos ltimos, a su vez, se dividen en instituidos
(lector y aclito) y reconocidos (catequistas, animadores de la asamblea dominical, ministros de enfermos, etc.) Tomado de
Op Cit. Estrada Daz.
13
Don gratuito que Dios concede a una persona para realizar un determinado ser vicio a la comunidad. Ibidem.
12
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82
Por la participacin del oficio sacerdotal en su bautismo, los fieles laicos estn unidos a
l y a su sacrificio en el sacrificio de s mismo y de todas sus actividades y consagran a
Dios al mundo mismo.
La participacin en el oficio proftico de Cristo habilita y compromete a los fieles
laicos a coger con fe el evangelio y anunciarlo con la palabra y con las obras.
Por su pertenencia a Cristo, Seor y Rey del universo, los fieles laicos participan en su
oficio real y son llamados por l para servir al reino de Dios y difundirlo en la historia.
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Desde dentro de ellas mismas: No slo predica sobre el matrimonio: Se casa. No slo
predica sobre los aspectos ticos de la poltica y del sindicalismo: Se halla en el parlamento,
en el partido, en el sindicato, en el municipio, en el ejrcito. No slo da consejos sobre cmo
ejercer cristianamente una profesin: Es, durante todo el da, mdico, obrero, ingeniero,
portero...
Segn los fines y las leyes propias de esas realidades: Ellos deben ordenar los asuntos
temporales segn el Evangelio. No les corresponde slo anunciar el Evangelio en la poltica,
sino hacer que sta con sus estructuras sirva al bien comn y se plantee segn justicia y
equidad; no slo deben pensar en la salvacin eterna de los comerciantes, sino en las formas
justas de produccin, en la relacin laboral digna, en un comercio que no hunda a los dbiles...
Poniendo en ellos el fermento evanglico: En los asuntos temporales se guan por el
cdigo de las bienaventuranzas; buscan que sean impregnados por la caridad y no dominados
por el inters; hacen aflorar el sentido trascendente.
15
84
Evangelii Nuntiandi de Pablo VI, del 8 de diciembre de 1975. Afirma que los seglares tambin
pueden sentirse llamados o pueden ser llamados a colaborar con sus pastores en el servicio de
la comunidad eclesial para el crecimiento y la vida de sta, ejerciendo ministerios muy
diversos segn la gracia y los carismas que el Seor quiera concederles (...) Tales ministerios,
nuevos en apariencia, pero muy vinculados a experiencias vividas por la Iglesia a lo largo de
su existencia: Catequistas, animadores de la oracin y del canto, cristianos consagrados al
servicio de la Palabra de Dios o a la asistencia de los hermanos necesitados, jefes de pequeas
comunidades, responsables de movimientos apostlicos u otros responsables.
El documento de Puebla recogi la experiencia del continente latinoamericano en cuanto a los
ministerios conferidos a laicos y dio orientaciones claras para que de acuerdo a los carismas de
cada persona y las necesidades de cada comunidad se fomentara una especial creatividad en
el establecimiento de ministerios o servicios que pueden ser ejercidos por laicos, de acuerdo
con las necesidades de la evangelizacin. (Puebla 833; cfr. 804,805; 811-817)
El snodo de los obispos de 1987 y la exhortacin apostlica Christifideles Laici han
insistido en la importancia de demostrar que estos ministerios tienen su fundamento
sacramental en el bautismo y la conformacin. (CL 23)
Fieles a las orientaciones del Santo Padre, queremos continuar fomentando estas experiencias
que dan un amplio margen de participacin a los laicos (cfr CL 21-23), y que responde a las
necesidades de muchas comunidades que, sin esta valiosa colaboracin careceran de todo
acompaamiento en la catequesis, la oracin y la animacin de sus compromisos sociales y
caritativos.
Consideramos que nuevas expresiones y nuevos mtodo para nuestra misin evangelizadora
encuentran amplio campo de realizacin en ministerios, oficios y funciones que pueden
desempear algunos laicos cuidadosamente escogidos y preparados (Santo Domingo 10)
NUESTROS MINISTERIOS DE SERVICIO EN LA IGLESIA SON MUY VARIADOS!
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86
Ante este mundo, campo inmenso problematizado, enva el Seor al trabajo a sus obreros. En ese mundo acta la
Iglesia, el espritu y est siempre presente Jesucristo en sus ms variados sectores, como signo y fuente de
esperanza y amor (7)
2. La Dignidad de los Fieles Laicos en la Iglesia Misterio . Yo soy la vid, vosotros los sarmientos
2.1. La imagen de la via
Esta imagen se usa en la Biblia, de modo muy particular, para expresar el misterio del Pueblo de Dios. Tanto,
Isaas y otros profetas en el antiguo testamento, como Juan en el Nuevo Testamento nos lo indican as. En igual
forma el Concilio Vaticano II (L.G.,6). Slo dentro de la Iglesia como misterio de comunin revela la identidad
de los fieles laicos y su original dignidad (8).
2.2. Quines son los fieles laicos?
Siguiendo el Concilio Vaticano II se entiende por tales: Todos los fieles cristianos (a excepcin de los
miembros del orden sagrado y los del estado religioso) que, en cuanto incorporados a Cristo por el Bautismo,
integrados al Pueblo de Dios y hechos partcipes a su modo del oficio sacerdotal, proftico y real de Cristo,
ejercen en la Iglesia y en el mundo la misin de todo el pueblo cristiano en la parte que a ellos corresponde ...
Buscar el reino de Dios tratando las realidades temporales y ordenndolas segn Dios, (L.G. 31) (9).
2.3. El Bautismo y la novedad cristiana
Slo en el Bautismo es posible delinear la figura del fiel laico, teniendo en cuenta los tres aspectos fundamentales
que lo caracterizan: Filiacin divina, unin con Cristo y la inhabitacin del Espritu Santo, haciendo al fiel
templo suyo (10).
2.3.1. El Bautismo. Por el Bautismo obtenemos un nuevo nacimiento, una regeneracin y somos hechos hijos
de Dios en su Unignito Hijo, Cristo Jess. Hijos adoptivos y hermanos de Cristo (11).
2.3.2. Unidos a Cristo. Los bautizados son inseparablemente miembros de Cristo y miembros del Cuerpo de la
Iglesia. Incorporacin mstica pero real al cuerpo crucificado y glorioso de Jess, que produce una misteriosa
unidad de los discpulos con l y entre s. Todos son sarmientos de la nica vid (12).
2.3.3. Templos del Espritu Santo: El Espritu Santo unge al bautizado y lo constituye en templo suyo.
Mediante la efusin bautismal y carismal, el bautizado participa en la misma misin de Jess, el salvador (13).
2.4. Partcipes del oficio sacerdotal, proftico y real de Jesucristo.
Por la participacin del oficio sacerdotal en su bautismo, los fieles laicos estn unidos a l y a su sacrificio en el
sacrificio de s mismo y de todas sus actividades y consagran a Dios al mundo mismo.
La participacin en el oficio proftico de Cristo habilita y compromete a los fieles laicos, acoge con fe el
evangelio y lo anuncia con la palabra y con las obras.
Por su pertenencia a Cristo, Seor y Rey del universo, los fieles laicos participan en su oficio real y son llamados
por l para servir al reino de Dios y difundirlo en la historia.
Esa participacin la tiene el fiel en cuanto que es miembro de la Iglesia; deriva de la comunin eclesial y exige
ser vivida y actuada en la comunin y para acrecentar esta comunin (14).
2.5. Los fieles laicos y la ndole secular.
La comn dignidad bautismal asume en el fiel laico una modalidad que lo distinguen sin separarlo del presbtero
y del religioso. El carcter secular es propio y peculiar de los laicos. Ellos son personas que viven la vida normal
en el mundo, estudian, trabajan, entablan relaciones de amistad, sociales, profesionales, culturales. El mundo se
convierte para ellos en el mbito y el medio de su vocacin cristiana. La ndole secular del fiel laico no debe ser
definida solamente en el sentido sociolgico, sino sobretodo en sentido teolgico y eclesial (15).
2.6. Los fieles laicos son llamados a la santidad.
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La vocacin a la santidad hunde sus races en el Bautismo y se pone de nuevo ante nuestros ojos en los dems
sacramentos, principalmente en la Eucarista. Revestidos de Jesucristo, los fieles laicos quedan capacitados y
comprometidos a manifestar la santidad de su ser en la santidad de todo su obrar. La vida segn es espritu exige
de ellos el seguimiento y la imitacin de Jesucristo (16).
2.6.1. Santificarse en el mundo. La vocacin de los fieles laicos a la santidad implica adems que la vida segn
es Espritu se exprese particularmente en su insercin en las realidades temporales y en su participacin en las
actividades terrenas. Deben santificarse en la vida profesional y social ordinaria y por consiguiente considerar
todas las actividades de la vida cotidiana como ocasin de unin con Dios y de cumplimiento de su voluntad.
Al mismo tiempo, la vocacin a la santidad est ligada ntimamente a la misin y ala responsabilidad confiada a
los fieles de la Iglesia y en el mundo. El brotar y el expandirse de los sarmientos, depende de su insercin en la
vid (17).
3. La Participacin de los Fieles Laicos en la Vida de la Iglesia-Comunin. Sarmientos todos de la nica
Vid.
3.1. La Iglesia Comunin
El misterio de la Iglesia comunin se funda en las palabras del Seor: Permaneced en m y yo en vosotros (Jn.
15,1-4) y tiene como fuente la misma unin del Hijo con el Padre en el don del Espritu Santo. Vista la figura del
laico en el marco de la dignidad que le es propia es conducente reflexionar sobre su responsabilidad en la Iglesia
y en el mundo (18).
3.1.1. La Eclesiologa de Comunin. Es la idea central y fundamental de los documentos del Vaticano II. Por
comunin entendi el concilio la comunin con Dios por medio de Jesucristo, en el Espritu Santo; y tiene
lugar en la Palabra de Dios y en los sacramentos. Unin a Cristo y en Cristo y unin entre los cristianos dentro de
la Iglesia (19).
3.1.2. Don del Espritu. Esta comunin eclesial, don del Espritu Santo, es una comunin orgnica que se
caracteriza por la simultnea presencia de la diversidad y la complementariedad de las vocaciones, ministerios,
carismas y responsabilidades. Cada laico se encuentra en relacin con todo el cuerpo y le ofrece su propia
aportacin. El fiel lacio no puede jams encerrarse sobre s mismo, aislndose espiritualmente de la comunidad,
sino que debe vivir e un continuo intercambio con los dems, con vivo sentido de fraternidad (20).
3.2. Los Ministerios y los Carismas, dones del Espritu a la Iglesia.
3.2.1. Los ministerios, oficios y funciones operantes en la Iglesia. Son una participacin en el misterio de
Jesucristo, si bien con modalidades diversas (21).
3.2.2. Los ministerios que derivan del orden. Son los que se derivan del Sacramento del Orden. Estos
ministerios ordenados son una gracia para la Iglesia entera. Expresan y llevan a cabo una participacin en el
sacerdocio de Jesucristo que es distinta no slo por grado, sino por esencia, de la participacin otorgada con el
Bautismo y Confirmacin a todos los fieles (22).
3.2.3. Ministerios no derivados del orden. En virtud de su condicin bautismal todos los fieles laicos,
participes por esto mismo del oficio sacerdotal, proftico y real de Jesucristo pueden recibir de los pastores de la
Iglesia algunos oficios y tareas que no exigen el carcter del Orden. Su ejercicio sin embargo no hace del laico un
pastor y debe realizarse en conformidad con su especfica vocacin laical (23).
3.2.4. Los Carismas. Sean extraordinarios, sean simples y sencillos, los carismas son siempre gracias del
Espritu Santo que tiene directa o indirecta, una utilidad eclesial ya que estn orientados a la edificacin de la
Iglesia, al bien de los hombres y a las necesidades del mundo.
88
Deben ser acogidos con gratitud, sometidos a un cuidadoso discernimiento y debe tenerse en cuenta que ningn
carisma dispensa de la relacin y sumisin a los pastores de la Iglesia (24).
3.3. La participacin de los fieles laicos en la vida de la Iglesia.
Los fieles laicos participan en la vida de la Iglesia no slo llevando a cabo sus funciones y ejercitando sus
Carismas, sino tambin de muchos otros modos.
3.3.1. Iglesias particulares e Iglesia universal. Ante todo deben prestar servicio en su Iglesia particular sin
limitar su cooperacin a los confines de la parroquia o de las dicesis, sino procurar ampliarla al mbito interparroquial, inter-diocesano, nacional e internacional, teniendo en cuenta las necesidades del Pueblo de Dios
esparcido por toda la tierra (25)
3.3.2. La parroquia. Es la comunidad de fe, la comunidad orgnica de los fieles, la misma Iglesia que vive
entre las casas de sus hijos y de sus hijas. Amplio campo de efectiva cooperacin de los fieles laicos (26-27)
3.4. Diversos Modos de Participacin
3.4.1. Formas de participaciones absolutamente necesario que cada fiel laico tenga siempre una viva conciencia
de ser miembro de la Iglesia a quien se ha confiado un apostolado insustituible e indelegable (28).
3.4.2. Formas agregativas de participacin. Asociaciones, grupos, movimientos, comunidades con fisonomas
y finalidades especficas muy diferentes. Este apostolado asociado es un signo de la comunin y de la unidad de
la Iglesia y es un derecho propio de los fieles laicos, que debe ser reconocido por la autoridad eclesistica (29).
3.4.3. Criterios de discernimiento. Deben observarse los criterios fundamentales de discernimiento de estas
asociaciones para que estn conformes con la finalidad apostlica de la Iglesia y produzca los frutos debidos (30).
3.4.4. Apoyo de los pastores. Los pastores de la Iglesia deben acompaar con la gua y el estmulo oportuno
y prestarse al reconocimiento oficial y aprobacin explcita de la autoridad eclesistica. Deben as mismo
procurar que en las asociaciones se deponga todo espritu de antagonismo y de contienda (31).
4. La Corresponsabilidad de los Fieles Laicos en la Iglesia-Misin Os he Destinado para que vayis y deis
frutos.
4.1. Comunin misionera
La comunin genera comunin y esencialmente se configura como comunin misionera. La comunin representa
a la vez la fuente y el fruto de la misin.
4.2. Anunciar el Evangelio
Los fieles laicos, precisamente por ser miembros de la Iglesia tienen la vocacin y misin de ser anunciadores del
Evangelio.
Por la evangelizacin la Iglesia es construida y plasmada como comunidades de fe; de una fe confesada en la
adhesin a la Palabra de Dios, celebrada en los sacramentos, vivida en la caridad como alma de la existencia
moral cristiana (33).
4.2.1. Una nueva evangelizacin. Ha llegado la hora de emprender una nueva evangelizacin debido al cambio
de tantos pases y naciones florecientes antes en vida cristiana y transformados hoy por el continuo difundirse del
indiferentismo, del secularismo y del atesmo. En concreto, pases del llamado primer mundo, en los que el
bienestar econmico y el consumismo inspiran una existencia vivida como si no hubiera Dios; Urge en todas
partes rehacer el entramado cristiano de la sociedad humana, abrir las puertas a Cristo mediante una nueva
evangelizacin destinada a la formacin de comunidades eclesiales maduras principalmente mediante la
contribucin a una sistmica labor de catequesis (34).
89
4.2.2. Universalidad del envo. La Iglesia no puede sustraerse a la perenne misin de llevar el Evangelio a
cuantos no conocen todava a Cristo Redentor. Es importante la formacin no slo del clero local sino de un
laicado maduro y responsable (35).l
4.3. Vivir el Evangelio sirviendo a la persona y a la sociedad. Al acoger y anunciar el Evangelio, la Iglesia se
hace servidora del hombre, revela al hombre, el hombre le hace conocer su verdadero destino y le abre a la entera
verdad del sentido de su existencia. En esta contribucin a la sociedad humana, el laico ocupa un puesto concreto
a causa de su ndole secular que lo compromete con modos propios e insustituibles en la animacin cristiana del
orden temporal. Es mltiple la ocasin que se le ofrece de ejercitar este deber (36).
4.3.1. Promocin de la dignidad de la persona humana. Este es el bien ms precioso que el hombre posee.
Esa dignidad se manifiesta en todo su fulgor cuando se consideran su origen y destino en Dios.
La dignidad personal constituye el fundamento de la igualdad de todos los hombres entre s. De ah que toda
discriminacin de cualquier tipo, desde las raciales y econmicas a las sociales, culturales, constituye una
injusticia completamente intolerable (37).
4.3.2. Defender el inviolable derecho a la vida. La dignidad de la persona exige el respeto, la promocin y
defensa de los derechos de la persona humana, derechos que provienen del mismo Dios. Entre estos derechos el
primero y condicin de todos los derechos de la persona, est el derecho a la vida desde el primer momento de su
existencia (38).
4.3.3. Libres para invocar el nombre del Seor. El respeto a la dignidad personal exige el reconocimiento
de la dimensin religiosa del hombre, de la libertad de conciencia y de la libertad religiosa. Esta es una exigencia
insuprimible y piedra angular de los derechos humanos (39).
4.3.4. La familia primer campo en el compromiso social. La expresin primera y fundamental de la
expresin social de la persona es el matrimonio y la familia. Este constituye el primer campo para el compromiso
social de los fieles laicos. Urge por tanto, una labor amplia, profunda y sistemtica dirigida a asegurar a la familia
su papel primario de humanizacin de la persona y de la sociedad. El futuro de la humanidad pasa a travs de la
familia (40).
4.3.5. La caridad alma y apoyo de la solidaridad. La Iglesia como tal, est directamente llamada al servicio
de la caridad. Reivindica las obras de la caridad como su deber y derecho inalienable. Con la caridad con el
prjimo los fieles laicos viven y manifiestan su participacin en la realeza de Cristo. La caridad en efecto, es un
servicio que anima y sostiene una activa solidaridad atenta a todas las necesidades del ser humano. Servicio
caritativo que se ejerce bien por las personas, en singular solidariamente por los grupos y comunidades. El
voluntariado es una importante manifestacin del apostolado que desempean los fieles laicos (41).
4.3.6. Todos destinatarios y protagonistas de la poltica. Para animar cristianamente el orden temporal, los
fieles laicos de ningn modo pueden abdicar de la participacin en la poltica, entendida como la multiforme
accin econmica, social, legislativa, administrativa y cultural destinada a promover orgnica e
institucionalmente el bien comn. Todos y cada uno tienen el derecho y el deber de participar en la poltica. El
criterio bsico que fundamenta la poltica es la consecucin del bien comn, como bien de todos los hombres y de
todo el hombre.
En el ejercicio de la poltica as entendida, debe buscarse la defensa y la promocin de la justicia, el espritu de
servicio ajeno a las mltiples tentaciones, que suelen presentarse en la bsqueda equivocada y egosta de medios
ilcitos para conquistar o mantener el poder. Debe respetarse la autonoma de la realidad terrestre rectamente
entendida, y buscarse la solidaridad como estilo y medio para la realizacin de una recta poltica. Solidaridad que
hoy debe contemplar un horizonte que supere la nacin o el bloque de naciones para configurarse como
continental y mundial. El fruto obvio de una accin poltica as ejercida es la paz. De ah la actividad de los fieles
laicos en desterrar la violencia y la guerra, la tortura, el terrorismo, la militarizacin de la poltica, los campos de
concentracin, la carrera de armamentos. Para todo lo cual es menester promover una labor educativa destinada a
90
derrocar la imperante cultura del egosmo, del odio, de la venganza y de la enemistad, y desarrollar a todos los
niveles la cultura de la solidaridad (42).
4.3.7. Situar al hombre en el centro de la vida econmica. El servicio a la sociedad por parte de los laicos,
encuentra su momento esencial en la cuestin econmico-social que tiene por clave la organizacin del trabajo.
Entre los baluartes de la doctrina social de la Iglesia est el principio de la destinacin universal de los bienes. Y
al servicio de esta destinacin se encuentra la propiedad privada, que posee una intrnseca funcin social. As
mismo el trabajo que representa el instrumento ms comn e inmediato para el desarrollo de la vida econmica,
instrumento, que al mismo tiempo constituye un derecho y un deber de cada hombre.
Amplio campo se ofrece a la actividad de los fieles laicos en este aspecto: Comprometerse en la resolucin de los
gravsimos problemas de la creciente desocupacin, pelear por la tempestiva superacin de las numerosas
injusticias provenientes de deformadas organizaciones del trabajo; desarrollar nuevas formas de solidaridad, de
iniciativa empresarial; revisar los sistemas de comercio, de financiacin y de intercambios tecnolgicos. Y sobre
todo, con el cumplimiento en su trabajo con competencia profesional, honestidad humana y espritu cristiano
(43).
4.3.8. Evangelizar la cultura y las culturas del hombre. El servicio a la persona y a la sociedad humana se
manifiesta y se acta a travs de la creacin y transmisin de la cultura. Con el concilio Vaticano II, se entiende
por cultura los medios con los que el hombre afina y desarrolla sus innumerables cualidades espirituales y
corporales (G.S.,53).
La Iglesia es plenamente consciente de la urgencia de reservar a la cultura una especialsima atencin. Por eso
pide que los fieles laicos estn presentes en los puestos privilegiados de la cultura, como son el mundo de la
escuela y de la universidad. Los ambientes de la investigacin cientfica y tcnica y los lugares de la creacin
artstica y de la reflexin humanstica. De modo muy especial en los lugares que actualmente constituyen el
camino privilegiado para la creacin de la cultura como son los instrumentos de comunicacin social: la prensa,
el cine, la radio, la televisin y el teatro donde debe ser anunciado el Evangelio que salva (44).
5.
Los Obreros de la Via del Seor. Buenos Administradores de la Multiforme Gracia de Dios.
91
ayuda concreta para con el hombre en momento en los que la enfermedad y el sufrimiento, ponen a dura prueba
no slo su confianza en la vida, sino su fe en Dios y en su amor de Padre.
Considerar al enfermo y al que sufre no slo como trmino del amor y servicio de la Iglesia, sino ms bien como
sujeto activo y responsable de la obra de la evangelizacin y de salvacin (54).
5.3. Estado de vida y vocaciones.
Obreros de la via del Seor son todos los miembros del Pueblo de Dios: Sacerdotes, religiosos y religiosas, los
fieles laicos; todos son a la vez objeto y sujeto de la comunin de la Iglesia y de la participacin de su misin de
salvacin.
En el plano del ser, antes todava que en el del obrar, los cristianos son sarmientos de la nica vid fecunda
que es Cristo. En el plano del ser no slo significa la vida de gracia y de santidad, sino adems el estado de vida
que caracteriza a los sacerdotes y diconos, a los religiosos y religiosas, a los miembros de institutos seculares y a
los laicos.
Son estados de vida o modalidades segn cada cual vive la igual dignidad cristiana y la universal vocacin a la
santidad en la perfeccin del amor. Esas modalidades son diversas y complementarias.
As el estado de vida laical tiene su especificidad en la ndole secular y realiza un servicio eclesial, testificando el
significado que tienen las realidades terrenas y temporales en el designio salvfico. El sacerdocio ministerial
representa la garanta permanente de la presencia sacramental de Cristo Redentor, en los diversos tiempos y
lugares. Es estado religioso testifica la ndole escatolgica de la Iglesia, su tensin hacia el Reino de Dios, de
algn modo anticipado y pregustado por los votos.
Todos los estados de vida se relacionan entre s y estn al servicio del crecimiento de la Iglesia (55)
5.5.1. Diversas vocaciones laicales
A su vez, dentro del estado de vida laical se dan diversas vocaciones o caminos espirituales y apostlicos. Han
ido floreciendo ltimamente en la Iglesia diversas formas de institutos seculares (56).
6.
denominada vida secular, es decir, la vida de familia, del trabajo, de las relaciones sociales, del compromiso
poltico y de la cultura.
La separacin entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerada como uno de las ms graves errores de
nuestra poca (59).
6.3.1. Aspectos de la formacin. En esta formacin integral, la formacin espiritual ha de ocupar sin duda un
puesto privilegiado.
Se revela adems, hoy cada vez ms urgente, la formacin doctrinal de los fieles laicos para dar razn de su fe:
Es necesaria una sistemtica accin de catequesis. Indispensable tambin un conocimiento ms exacto de la
doctrina social de la Iglesia, especialmente para los fieles laicos comprometidos de diversos modos en el cuerpo
social y poltico. Y es finalmente, importante el crecimiento persona en los valores humanos: Competencia
profesional, sentido cvico y las virtudes relativas a las relaciones sociales (60).
6.3. Colaboradores de Dios Educador.
Las personas, las comunidades y los lugares y medios de la formacin cristiana de los fieles laicos son ante todo
Dios, el primer y gran educador de su Pueblo, cuya obra educadora se revela y cumple en Jess el Maestro que
toca desde dentro del corazn de cada hombre, gracias a la presencia del Espritu. Educadora, es sobre todo la
Iglesia universal en la que el Papa desempea un papel de primer formador de los fieles laicos. Y en las Iglesias
particulares, los Obispos tienen esa responsabilidad personal respecto a la formacin de los laicos. Finalmente la
Iglesia particular acta a travs de la parroquia sobre todo si son extensas y dispersas, las pequeas comunidades
eclesiales pueden ser un ayuda notable para la formacin (61).
6.4.1. Otros ambientes educativos. La familia cristiana, en cuanto Iglesia domstica, constituye la escuela
primigenia y fundamental para la formacin de la fe. La misma vida cotidiana de una familia autnticamente
cristiana constituye la primera experiencia de la Iglesia.
Son adems lugares importantes de formacin las escuelas y universidades catlicas y los centros de renovacin
espiritual. Hay que preparar fieles laicos que se dediquen a la accin educativa como una verdadera y propia
misin eclesial y que sean en las escuelas, catlicas o no, verdaderos testigos del Evangelio, mediante el ejemplo
de vida, la competencia y rectitud profesional y la inspiracin cristiana de la enseanza, salvando siempre la
autonoma de las ciencias y disciplinas.
Por ltimo los grupos, las asociaciones y movimientos tiene un lugar en la formacin de los fieles laicos (62).
6.4. La formacin recibida y dada recprocamente por todos.
La formacin no es privilegio de algunos, sino un derecho y un deber de todos.
Para que se d una pastoral verdaderamente incisiva y eficaz hay que desarrollar la formacin de los formadores,
poniendo en funcionamientos cursos oportunos o escuelas para tal fin.
En la labor formativa, antes que nada hay que tener la conviccin de que no se da formacin verdadera y eficaz,
si cada uno no asume y desarrolla por si mismo la responsabilidad de la formacin. Cada uno es el trmino y el
principio a la vez de la formacin (63).
7.
Llamamiento y Oracin.
Pastores y fieles debemos arraigar cada vez ms - en la mente, en el corazn y en la vida- la conciencia eclesial;
es decir la conciencia de ser miembros de la Iglesia de Jesucristo, partcipes de su misterio de comunin y de su
energa apostlica y misionera.
Una grande, comprometedora y magnifica empresa ha sido confiada a la Iglesia: la de una Nueva Evangelizacin,
de la cual el mundo actual tiene una gran necesidad.
94
Termina la Exhortacin apostlica con una plegaria a la Virgen Mara a cuya intercesin confa la fecundidad
espiritual de los frutos del Snodo (64).
N.B. En el anexo 4, presentamos otro documento que ayuda a clarificar desde la teologa, la identidad de los
laicos . Te invitamos a leerlo.
Tarea 2
Tarea 3
95
96
El proyecto hoy se ubica tambin dentro de las orientaciones del Vaticano II (19962 1965),
que dentro de la visin de Iglesia Pueblo de Dios, ministerial, de comunin, participacin y
compromiso por el Reino; invita a realizar la misin de Cristo y de la Iglesia, en la unidad
fundamental y la diversidad ministerial de presbteros, religiosos y laicos; pide a las
comunidades religiosas renovarse a travs del retorno al Evangelio y a la primitiva inspiracin
del/a fundador/a (Cfr. PC 2); igualmente en el documento Lumen Gentium (LG) recuerda la
dignidad, valor y misin de los laicos en la Iglesia.
Se ubica tambin en las orientaciones de la Congregacin SDB, que a partir de dos captulos
generales, el CG 2317 de 1990 y el CG 2418 de 1996, ha pedido que volviendo a los orgenes
realicemos la Misin Salesiana juntos: religiosos y laicos, en comunin y participacin en el
espritu y misin de Don Bosco. Invitamos a quien est en relacin con una obra SDB, tener al
menos un conocimiento global del contenido del documento que surgi de este CG 24,
Salesianos y Laicos, compartir el espritu y la misin de Don Bosco, el cual est en cada
Casa Salesiana; su esquema general es el siguiente:
Primera parte: Los salesianos y los seglares hoy. Situacin.
C.1: Elementos para comprender la situacin.
C.2: Situacin de las relaciones entre salesianos y laicos.
C.3: Perspectivas.
Segunda parte: Salesianos y Laicos. Memoria y profeca.
C.1: Los Salesianos y los Laicos en el mundo y en la Iglesia.
C.2: Irradicacin del Carisma.
C.3: El espritu y la misin que se comparten.
Tercera parte: Hacia el futuro.
C.1: reas de compromiso.
C.2: La Comunidad Educativa Pastoral.
C.3: Algunas situaciones nuevas.
17
En una de sus disposiciones capitulares deja la tarea de elaboracin y realizacin del proyecto laicos (Cfr. CG 23, Nos. 235
23. Ayudando a su implementacin, ACG 340 (1992) p. 40-48, reproducido en la Serie animacin Salesiana 49 (1992)
ofrece los Elementos y lneas para un proyecto seglares. Materiales para un proyecto inspectorial. Un aporte para este
llamado lo encontramos en la Carta de Comunin de la Familia Salesiana ofrecido en el ao 1995.
18
Este captulo orienta especficamente el PL vivido en la comunin y participacin en el espritu y misin de Don
Bosco.
97
Busca asegurar en los laicos, a travs de una formacin slida desde la identidad salesiana,
su protagonismo complementario, en la Iglesia, en la Familia Salesiana (FS) y en el
Movimiento Salesiano (MS), en la CEP.
El Proyecto Laicos ayuda a que se viva el Sistema Preventivo de Don Bosco en todos los
miembros de la CEP, cualesquiera que sea su servicio, empezando por quienes prestan el
servicio directivo y administrativo y los docentes o animadores directos del proceso educativo
pastoral.
El PL genera o fortalece en todos los miembros de la CEP un dinamismo de formacin
permanente en el cual todos somos educadores y educandos en el espritu y en la misin de
Don Bosco y Madre Mazzarello.
En la realizacin de la Misin Educativa Pastoral Salesiana todo miembro de la CEP coloca su
granito de arena, educativo- pastoral-salesiano.
Entonces... qu es el Proyecto Laicos?
Es un camino de crecimiento formativo y de realizacin de la misin, religiosos/as y laicos,
recprocamente, en mutua ayuda y complementariedad, buscando la formacin integral la
salvacin de nuestros destinatarios, los/las jvenes ms pobres, necesitados/as, y en peligro.
99
3) Una formacin integral salesiana de los laicos presentes en las obras de los SDB y FMA,
especialmente a travs del Proceso formativo por niveles.
4) Una realizacin conjunta de la misin salesiana, religiosos/as y laicos.
5) La constitucin en cada CEP de Ncleos animadores definidos y en crecimiento.
6) Calidad educativa pastoral salesiana (humana, cristiana, ciudadana, profesional) en cada
una de nuestras CEPs a favor de nuestros destinatarios prioritarios.
7) Credibilidad recproca al interno y externo de nuestras CEPs.
8) Significatividad educativa evangelizadora en el contexto local y nacional, eclesial y social,
contribuyendo a la construccin de una sociedad humana, justa, solidaria y democrtica.
9) Un buen nmero de los laicos han llegado una opcin laical especfica en la Iglesia y/o en
la Familia Salesiana.
10) Un crecimiento vocacional de la Familia Salesiana y del Movimiento Salesiano.
11) Un crecimiento y formacin integral de las familias de los laicos y de las personas
relacionadas con nuestras obras servicios.
OBJETIVO GENERAL
Orientar, asumir, y vivir conjunta y corresponsablemente, religiosos/as y laicos, una
formacin integral desde la identidad salesiana, respondiendo con credibilidad e impacto a
los destinatarios preferenciales en la realidad colombiana y las iglesias locales.
Nivel II
Nivel III
Nivel IV
Nivel V
E. NECESIDAD DE REALIZACIN DEL PROCESO PARA LOS LAICOS:
Todo laico que est en una obra salesiana est llamado a realizar en forma completa los 6
niveles.
Oficialmente, como requisito, todos estn llamados a realizar el Nivel 0 y el Nivel I.
F. FINALIDAD DEL PROCESO FORMATIVO POR NIVELES
Finalidad general:
Como laicos, junto con los-as religiosos, a travs de una formacin integral humana, cristiana,
ciudadana y profesional, estamos invitados a conocer, asumir, vivir, testimoniar, proyectar la
identidad bsica salesiana en medio de los destinatarios de la misin salesiana, y en los
diferentes ambientes de nuestra vida.
Finalidad personal
Como educadores laicos de una obra salesiana
Conocer, querer, y vivir comprometidamente la misin, el espritu, y la pedagoga
salesiana.
Crecer integral y coherentemente en nuestro ser saber - saber ser saber hacer como
Persona, como Ciudadano/a, como Cristiano/a, como Salesiano/a, como profesional.
Vivir, junto con los/as religiosos/as, el camino formativo, en la comunin, y participacin
del espritu y la misin salesiana.
Llegar a vivir la vocacin Laical con estilo salesiano como Proyecto de vida.
Ser crebles como educadores salesianos.
Finalidad comunitaria
Ser una obra salesiana creble y significativa donde se anime conjuntamente, religiosos/as
Laicos.la misin educativa pastoral salesiana, en comunin y participacin, segn espritu
salesiano.
G. FINALIDAD DE CADA UNO DE LOS NUCLEOS TEMTICOS:
Finalidad del Ncleo central Salesiano:
Propiciar el conocimiento, asimilacin y vivencia testimoniante de la identidad salesiana
(misin, espiritualidad, pedagoga, carisma) de tal forma que personal y comunitariamente se
viva la misin salesiana con calidad, significatividad, credibilidad, y con la conciencia
102
vocacional laical o religiosa de ser educador-a pastor-a de los-as jvenes y las clases
populares..
Finalidad del Ncleo humano:
Propiciar la consolidacin del desarrollo humano armnico de la persona teniendo como
marco la antropologa teolgica.
No se puede ser educador pastor salesiano, ni ciudadano/a, ni cristiano, ni vivir una
profesionalidad sin una calidad humana bsica iluminada por los principios de la
antropologa teolgica. Para la vivencia de la identidad salesiana concentrada en el Sistema
Preventivo es imprescindible.
Finalidad del Ncleo Cristiano:
Propiciar la consolidacin de una fe madura, vivida en la comunidad eclesial, desde la
vocacin especfica laical o religiosa, enriquecida por el estilo salesiano y un camino de
crecimiento en la espiritualidad salesiana.
Finalidad del Ncleo Ciudadano:
Propiciar la consolidacin de una persona cristiana, comprometida sociopolticamente en el
contexto en el cual vive, siguiendo la orientacin de Don Bosco: Porque buenos cristianos,
honrados ciudadanos.
Finalidad del Ncleo tico Profesional:
Propiciar la consolidacin de los valores tico morales necesarios para vivir la
profesionalidad con calidad salesiana.
Ayudar a vivir una actualizacin continua en su especializacin y profesin, y a vivir una
formacin integral permanente.
H. FINALIDAD DE CADA UNO DE LOS NIVELES
Finalidad del Nivel 0
El Nivel 0 es un espacio para entrar en sintona contextualizarse con la identidad salesiana:
carisma, misin, estilo, espiritualidad.
Busca ayudar al laico para que conozca y asimile lo bsico de la identidad salesiana, de tal
forma que el Laico se vaya identificando con ella, y testimonindola creblemente en la
realizacin de su funcin.
Dentro de este nivel, el laico conoce la orientacin y finalidad del Proyecto Laicos, y dentro de
l, del Proceso formativo por niveles, de tal forma que asuma su realizacin.
La meta es que el Laico empiece a vivir con conciencia y compromiso su ser educador/a
pastor/a salesiano/a como laico dentro de la misin salesiana.
Finalidad del Nivel I
Este nivel, desde lo bsico de la identidad salesiana (nivel 0) busca:
Clarificar, asimilar, confrontar, y asumir armnicamente los fundamentos bsicos
103
humanos, cristianos, ciudadanos, tico - profesionales, necesarios para llegar a ser crebles
como educadores salesianos.
Empezar a tener un acercamiento crtico cientfico a la vida de Don Bosco y Madre
Mazzarello, y al sistema Preventivo.
Finalidad del nivel II
Ayudar a vivir desde el Sistema Preventivo y su Criterio Oratoriano con calidad humana,
cristiana, ciudadana, tico - profesional.
Finalidad del Nivel III
Ayudar a vivir desde la espiritualidad salesiana con calidad humana, cristiana, ciudadana,
profesional.
Finalidad del Nivel IV
Ayudar a vivir el proyecto educativo salesiano (misin salesiana) con calidad humana,
cristiana, ciudadana, profesional.
Finalidad del Nivel V
Ayudar a vivir la vida como Proyecto Vocacin con calidad humana, cristiana, ciudadana,
profesional, con claridad de pertenencia al Movimiento Salesiano y/o a la Familia Salesiana.
104
El Captulo General de los SDB 24 nos invita, por tanto, a superar la mentalidad, an
dominante en muchas partes, segn la cual la presencia de los laicos es una simple coyuntura
histrica, por falta de salesianos religiosos. Sin negar que la escasez de SDB puede haber sido
el camino histrico para que algunas comunidades se hayan re-encontrado con la figura del
laico, el CG retoma la experiencia de Don Bosco en su Oratorio, como fuente de inspiracin.
En el Oratorio de Don Bosco, inicialmente, casi todos los laicos trabajaron gratuitamente y la
mayor parte a tiempo parcial. Despus, la necesidad de establecer, por ejemplo, talleres y
clases internas, hizo que se tuvieran laicos empleados. No obstante, la relacin laboral jams
prevaleci sobre la relacin educativo-pastoral y, menos an, sobre las relaciones de una gran
familia, compuesta de tantos padres y hermanos mayores cuanto educadores y de tantos hijos
y hermanos cuanto alumnos.
105
8.
CONCLUYENDO EL NIVEL 0
Pasando folleto tras folleto, has ido adentrandote en la vida, la identidad, la espiritualidad, la
misin salesiana. te consideras ya un-a educador-a pastor-a salesiano-a?. Seguramente podrs
decir inmediatamente que s pues todos los das tendremos que ir creciendo en esta
identificacin.
Para ayudarles a lograr una sntesis vital de la identidad salesiana les presentamos la siguiente
gua Ficha evaluativa final del nivel 0 para que la reflexionen y escriban lo que se pide;
esperamos que su realizacin les ayude a vivir con credibilidad su ser educadores pastores
salesianos.
106
107
CONCLUSIONES Y COMPROMISOS
A. Qu conclusiones y compromisos sacas de cada uno de los grandes temas - folletos?. Escrbelas en una
hoja aparte.
Del tema folleto 0? ________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
Del tema folleto 1? ________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
Del tema folleto 2? ________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
Del tema folleto 3? ________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
Del tema folleto 4? ________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
Del tema folleto 5? ________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
Del tema folleto 6? ________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
Del tema folleto 7? ________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
B. SER CREBLE: En qu necesito crecer como educador/a salesiano/a?
En relacin con el Ser: ______________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
En relacin con el Saber: _____________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
En relacin con el Saber ser: __________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
En relacin con el Saber hacer: ________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
En relacin con el Saber relacionarme: _________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________
108
C.
Cmo
piensas
seguir
viviendo
el
proceso
formativo
por
niveles?
___________________________________________________________________________________________
______________________________
Fecha: ________________________
Si es tradicin salesiana el decir que cada alumno/a ha sido trado al Colegio por Mara
Auxiliadora qu se puede decir de cada uno de nosotros llamados a formar parte del equipo
educativo pastoral de esta casa salesiana?
La filosofa educativa salesiana es algo ms que una filosofa; es, como su Sistema Preventivo,
una vida, un mtodo de vida; an ms, una espiritualidad cristiana, al estilo de San Francisco
de Sales y de Don Bosco, espiritualidad que vivimos como Familia Salesiana y Movimiento
Salesiano.
Incorporarse al trabajo en una casa salesiana es, pues, algo ms que una vinculacin laboral,
cuyas formalidades y leyes se respetan; Es un verdadero llamado de Dios a vivir plenamente,
profesionalmente diramos, el ser modelo de honesto ciudadano y de buen cristiano. ES UNA
VOCACIN.
Con la Proteccin de Mara Auxiliadora, Madre Maestra y Gua, con el modelo de Don
Bosco, punto de referencia histrico carismtico, vivamos con alegra nuestra vocacin
misin salesiana.
109
110
ANEXO 1
1.
IN S P E C T O R A S A L E S IA N A S A N P E D R O C L A V E R
O R G A N IG R A M A
C O N S E JO
IN S P E C T O R IA L
IN S P E C T O R
S E C R E T A R IO
IN S P E C T O R IA L
V IC A R IO
D ELEG A D O PA RA
L A F O R M A C I N
EC N O M O
IN S P E C T O R IA L
D ELEG A D O PA R A LA
P A S T O R A L J U V E N IL
E Q U IP O
D ELEG A D O PA RA LA
C O M U N IC A C I N
S O C IA L
D ELEG A D O
PA RA EL
P R O Y E C T O L A IC O S
D ELEG A D O PA RA
L A F A M IL IA
S A L E S IA N A
C O M IS I N
IN S P E C T O R IA L P A R A
L A F O R M A C I N S D B
C O M IS I N
IN S P E C T O R IA L P A R A
L A E C O N O M A
C O M IS I N IN S P E C T O R IA L
PA RA LA PA STO RA L
J U V E N IL
C O M IS I N IN S P E C T O R IA L
PA R A LA
C O M U N IC A C I N
C O M IS I N IN S P E C T O R IA L
PA RA EL
P R O Y E C T O L A IC O S
C O M IS I N IN S P E C T O R IA L
P A R A L A F A M IL IA
S A L E S IA N A
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O
N
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R
A
V
O
L
U
N
T
A
R
I
A
D
O
S A L E S I A N A S
111
ANEXO 2
2. Organigrama Inspectora Nuestra Seora de las Nieves - F.M.A
IN S P E C T O R A N U E S T R A S E O R A D E L A S N IE V E S
O R G A N IG R A M A
C o n se jo P r o v in c ia l
P r o v in c ia l
S e c r e ta r ia I n sp e c to r ia l
V ic a r ia
O fic in a d e P r o y e c to s
F u n d a c i n M a n
E Q U IP O IN S P E C T O R IA L
C o o r d in a d o r a
M B IT O F O R M A C I N
C O O R D IN A D O R A
(C o m isi n )
M B IT O P A S T O R A L J U V E N IL
C O O R D IN A D O R A
(D o s C o m isio n e s )
M B IT O E C O N O M A
F a m ilia S a le s ia n a
F a m ilia S a le s ia n a
D im e n s i n
E d u c a tiv o -C u ltu r a l
C O O R D IN A D O R A
D im e n s i n d e
E v a n g e liz a c i n y E d u c a c i n e n la F e
C O O R D IN A D O R A
A so c ia c io n is m o
y V o lu n ta r ia d o
C oord.
P a sto r a l
V o c a c io n a l
C oord.
M is io n e s
C oord.
E x a lu m n a s
D e le g a d a
C ooperadores
D e le g a d a
Edu.
C o m u n ic a c i n
C oord.
C O O R D IN A D O R A
(C o m is i n )
E sc u e la
C oord.
Padres de
F a m i l ia
C oord.
P r o y e c to L a ic o s
D e le g a d a
C oord.
112
ANEXO 3
3. Carta Organizacional Provincia Nuestra Seora de Chiquinquir
COMUNIDADES
EDUCATIVAS
113
ANEXO 4
4. a Identidad de los Laicos
LA IDENTIDAD DE LOS LAICOS
ENSAYO DE ECLESIOLOGA
Juan Antonio Estrada Daz
Introduccin
Tomando como punto de partida la vida y obra de Jess, es el espritu el que va guiando no solo la expansin
misionera y la evolucin doctrinal, sino tambin el surgimiento de distintos carismas y ministerios que se ponen
al servicio de las comunidades y que son asumidos y reconocidos por stas.
El ministerio apostlico (con base jesuana, cristolgica y pneumtica) y los ministerios eclesiales( suscitados por
el espritu y reconocidos por las comunidades y los apstoles) constituyen la base de la ministerialidad de la
Iglesia. Todos los cristianos participan de la misin y de la vida eclesial. El bautismo y la experiencia del Espritu
son la base comn que hace a todos corresponsables y protagonistas de una ministerialidad que sirve al
protagonismo de la comunidad. Ni siquiera los mismos apstoles tienen el monopolio del discernimiento de los
carismas, sino que es la comunidad toda (1Tes. 5,19-22).
Entonces, el binomio fundamental de la experiencia cristiana del seguimiento de Jess y que constatamos en los
escritos del N.T., es el de comunidad y pluralidad de carismas y ministerios, en el contexto de una eclesiologa
de comunin, participacin y corresponsabilidad de los bautizados, que guiados por el Espritu suscita profetas,
maestros, doctores, diconos, presbteros, etc. Es decir, en sus inicios la Iglesia estuvo enmarcada por un contexto
de fraternidad eclesial donde todos los cristianos son portadores del Espritu.
Esta realidad pneumatolgica en el desarrollo histrico de la Iglesia fue desapareciendo poco a poco, y toda esa
gran cantidad de carismas y servicios, fue concentrndose en el ministerio sacerdotal ordenado, y con ello el
surgimiento de una clericalizacin de la Iglesia, la concepcin del sacerdocio como una potestad, la ocupacin de
los cargos y ministerios en funcin de su retribucin econmica, la prepotencia y el autoritarismo y el alejamiento
de los fieles, que llevan a la desaparicin del ejercicio del sacerdocio bautismal en el contexto de una eclesiologa
jerrquica19 que le arranca a los laicos el protagonismo y la conciencia de su dignidad.
Este hecho de una minusvaloracin del laicado nos lleva a realizar una reflexin entorno a la identidad de los
fieles y de los ministros ordenados para vislumbrar ese horizonte de la maana de resurreccin que nos conduzca
de una Iglesia jerrquica sacralizada a una eclesiologa de comunin con mltiples carismas y ministerios
suscitados por el Espritu del resucitado que nos da a conocer y discernir los signos de los tiempos de una
comunidad eclesial que asume los retos de un nuevo milenio.
19
La palabra jerarqua es equivoca. Etimolgicamente significa santo dominio y tiene un origen no cristiano. Serva para
designar la autoridad de los sacerdotes en las religiones paganas, en las que stos, en cuanto representantes de la divinidad,
tenan un poder santo, al que se someta la congregacin de los fieles. De ah el carcter verticalista jerrquico, de estricta
graduacin del poder sagrado de estas religiones. El hecho de que este concepto se metiera en la Iglesia y de que con l
entrara tambin esta concepcin teolgica, constituye uno de los elementos que ha contribuido a oscurecer la especificidad del
ministerio cristiano en cuanto servidores de la comunidad. Lo cristiano no es el santo dominio sino el santo servicio
114
cristiana sobre la que desciende el Espritu (Hch. 2,3-4; Jn. 20,21-23) en un contexto proftico y sacerdotal al
mismo tiempo. El Dios de la historia se hace presente en una comunidad viva, cuyo punto de partida arranca de
Jess. Todos son sacerdotes, todos tienen la experiencia del Espritu, todos tienen ya acceso directo a Dios en
Cristo. Ahora no hay casta sacerdotal que tenga el monopolio de acceso a Dios como en el A.T., sino que es la
comunidad la que como cuerpo sacerdotal y Templo del Espritu se convierte en el lugar de la actualizacin de la
nica mediacin de Cristo.
Por eso Pablo es el ms consecuente y el ms tajante a la hora de re-interpretar a la comunidad como el nuevo
templo espiritual de Dios (2Cor. 6,16-71; 1Cor. 3,16-17; Ef.2,20-22). En este contexto, hay que ver la teologa de
la Iglesia como cuerpo de Cristo y Templo del Espritu, la inhabitacin del espritu en cada cristiano cuyo cuerpo
es Templo del espritu (1Cor. 3,16-17;6,19; 2Cor. 5,1-5) y la teologa de los carismas que hace de todos los
miembros carismticos. Es importante anotar que Pablo afirma que son todos los miembros carismticos y
espirituales y no solo algunos. Pues para l todos son corresponsales y participes de la experiencia del Espritu
(2Cor. 1,22; Rom. 8,23; Ef. 1,13), por este motivo Pablo exhorta al discernimiento a toda la comunidad (81Tes.
5,19-21; Rom. 8,19-23) y nunca hace alusin a que el discernimiento de algunos miembros con autoridad tenga
que desplazar o anular el comunitario. Para Pablo la autoridad apostlica no es motivo de subvalorar a los dems
miembros del pueblo de Dios, a pesar de los diversos carismas no hay distincin discriminatoria entre ministros y
no ministros, ya que todos son consagrados y por tanto servidores, por eso l ejerce su autoridad apostlica no
desde el autoritarismo que exige obediencia, sino desde argumentos doctrinales y existenciales que apelan a la
razn. Esto es as, porque al ser todos ungidos por el espritu nadie puede tener el monopolio del discernimiento,
y no se puede imponer el propio criterio de forma arbitraria, sino que hay que mostrar a la comunidad de forma
adulta la fundamentacin evanglica de las decisiones y de las posturas.
Lo que afirma el nuevo testamento es que todos son sacerdotes y que las dimensiones sacerdotales del ministerio
apostlico, de las que slo se cita la predicacin paulina del Evangelio como la verdadera liturgia sacrificial,
estn al servicio del sacerdocio comunitario de todos.
De la comunidad sacerdotal al clero
Desde finales del siglo II y comienzos del III hay ya ministros que presiden la Eucarista y son llamados
sacerdotes (obispos y presbteros); en cambio los diconos, aunque sean ministros, no son sacerdotes, ni presiden
la Eucarista. Este tipo de sacerdotes es el que tiene analogas y paralelismo con el sacerdocio ritual judo, de la
misma forma que la celebracin de la Eucarista pronto comienza a recibir un influjo de las ceremonias judas.
Por otro lado, siempre se resalta que la Eucarista genera hombres comprometidos que gastan su vida (la
sacrifican) en servicio de los dems y la extensin de los valores evanglicos. En la Iglesia antigua hay una
conciencia muy viva de las exigencias de la Eucarista para la vida cotidiana, y nunca se acepta que sea un rito
aislado y autnomo sin implicaciones existenciales para los que la celebran.
As, en cada iglesia local se desarrolla una eclesiologa eucarstica: El colegio u ordo que gobierna a la Iglesia
(el obispo con los presbteros) debe tambin presidir la Eucarista y viceversa. Lo que es la Iglesia (una pluralidad
de ministerios y carisma, con un grupo de ministros que ejercen las funciones de los apstoles), debe reflejarse en
la forma de celebrar la Eucarista. Por eso, ni la Eucarista ni el sacerdocio son nunca algo privado o individual,
sino que tienen un marco colegial y eclesial. Sin embargo, a finales del siglo III surge un estamento sacerdotal
contrapuesto al resto de la comunidad y renace el viejo dualismo sacerdotes/ no sacerdotes en el contexto de la
Eucarista como sacrificio cultural. La tentacin del cristianismo estriba en olvidarse de la ruptura sacerdotal que
produce el N.T. y recaer en una figura sacerdotal que se concentra en el ministro, que haga de l un mediador
entre la comunidad y Dios (lo cual es innecesario porque todos tenemos acceso a Dios), y que transforma la
Eucarista en una cosa sagrada sacrificial que se ofrece a Dios.
El problema no est en que los ministros que presidan se les llame o no sacerdotes, como es el uso en todas las
religiones, sino que se olviden de que son servidores de un pueblo que es todo l sacerdotal; que la Eucarista no
es algo propio, privado o individual, sino celebracin colectiva y que el sacerdocio cristiano por antonomasia es
el de la vida, el fundado por Cristo.
116
117
Ahora el sacerdocio se explica no desde la perspectiva especfica cristiana, sino desde la concepcin juda. No se
parte del sacerdocio bautismal y de la comunidad para de ah derivar el sacerdocio ministerial, sino que se parte
del mbito de lo sagrado y se presenta al sacerdote como el pontfice que media entre Dios y los hombres.
Esta concepcin sacral se expresa en la liturgia y ms concretamente en el Eucarista 20, que poco a poco se va
transformado en la misa, celebrada ante el pueblo en una lengua misteriosa y sagrada (el latn), apta para
relacionarse con la divinidad y que el pueblo no comprende.
Adems, se acentan los elementos mistricos y sacralizantes que destacan el papel del ministro como oficiante
sagrado y mediador entre Dios y el pueblo: El sacerdote se coloca de espaldas al pueblo, recita el canon
eucarstico en voz baja e introduce a lo largo de la Eucarista una gran cantidad de oraciones personales y
privadas (siglo VIII), as como reiteradas apologas por sus pecados personales. La Eucarista ya no es un
sacrificio comunitario, sino de un personal ofrecido por el sacerdote al estilo judo.
Unido a esto, est la tendencia antiarriana de la Iglesia que quiere contrarrestar la mera visin humana y no
divina de Cristo que lleva a reforzar lo mistrico y lo trascendental, aumentando la distancia y la lejana de Cristo
por medio de la trascendencia de Cristo Rey en el cielo, al que se tiene acceso por medio de diversos intercesores
(ngeles, mrtires, santos, ...), y se presenta al sacerdote como el nico actor dentro del drama sacro, que oficia el
misterio de espaldas a la comunidad.
En efecto, desde el siglo IX el pueblo se arrodilla durante la recitacin del canon de la misa y poco a poco la
consagracin del pan y del vino se convierte en el momento culminante de la Eucarista (ms que la misma
comunin.) De ah las llamadas de atencin en la consagracin: Toque de campanas, candelas, la costumbre de
visualizar la forma y el vino, que exige el alzamiento de la forma y el cliz. Este desarrollo contina a lo largo del
segundo milenio y lleva consigo una piedad eucarstica ms centrada en contemplar los misterios que en
participar de ellos. La idea de banquete comunitario ha pasado al trasfondo, lo importante es ser espectadores de
lo mistrico, lo esotrico.
Este alejamiento lo corroboramos tambin en la arquitectura; pasamos del altar central al que rodea el pueblo
propio de la baslica romana, al altar confinado en el presbiterio, al fondo de la iglesia y al que no tienen acceso
los fieles. Todo esto muestra la clericalizacin de la Iglesia y la sacralizacin de los ministros se refleja en los
edificios y en las celebraciones.
Como contrapartida inevitable, abundan los casos de simona, de usura y de avaricia por parte de los clrigos, que
explotan econmicamente a las parroquias. Por su parte Carlomagno (779) establece la obligacin medieval del
diezmo. En este contexto es fcil comprender que se multipliquen las misas privadas, celebradas por un sacerdote
en solitario y sin asistencia del pueblo, bajo el doble influjo econmico y cultural. Por un lado desde el siglo VIII
proliferan las misas votivas y las que el sacerdote celebra por s mismo. La misa privada es una obra de piedad y
desde el siglo IX tiende a convertirse en cotidiana, lo cual obliga a cortarla y al surgimiento de misales plenos
que faciliten al sacerdote la lectura y la celebracin. As se acab perdiendo espontaneidad y flexibilidad de la
Iglesia antigua en las celebraciones para ser definitivamente sustituida por una misa leda 21 y por un ritual fijo y
minucioso, con la tendencia a subrayar el carcter real a veces incluso fsico, de la presencia de Cristo en las
especies sacramentales.
Todo esto llev a una teologa ministerial que no se integr en la de los carismas y en la pneumatologa. Se
desarrolla un tratado de Cristo cabeza (sin cuerpo) y se considera la gracia como algo que viene de Cristo a travs
de los sacramentos y de la estructura ministerial de la Iglesia. Esta teologa lleva a la consideracin del sacerdote
20
El cdigo Justiniano insiste en que la liturgia es la funcin por excelencia de los sacerdotes y se subraya la dimensin
cultural y sacral.
21
Hasta el siglo IV no hay liturgias acabadas y fijas. Se mantiene una estructura eucarstica modlica y se deja un amplio
espacio a la improvisacin de la mismas anforas eucarsticas por el ministro que preside la Eucarista. Hasta el siglo IX no se
desarrolla una legislacin sobre la liturgia y las rbricas dejan de ser sugerencias para convertirse en normativas. El
rubricismo se impone de forma rgida desde Po V.
118
como una dignidad personal, y de la ordenacin como sacramento que confiere una potestad espiritual que diluye
la idea de que toda la comunidad es sacerdotal, de que los sacramentos son siempre un acontecimiento
comunitario, y un acto de la comunidad eclesial, y de que el Espritu se da a todos y cada uno de los miembros de
la comunidad, sin que los ministros tengan el monopolio o la exclusividad.
La comunidad est jerrquicamente estructural en cuanto que un grupo de discpulos reciben una funcin eclesial
que arranca del mismo Jess, pasa por el encuentro con el resucitado y se confirma con el envo pascual y la
experiencia de Pentecosts. A su vez la idea de pueblo de Dios implica la conciencia de un pueblo todo l
consagrado y sacerdotal, desde el seguimiento de Jess.
Esta eclesiologa es la que sufre una modificacin al acentuarse el papel y la significacin de los ministros y al
ser estos reconocidos como sacerdotes. Lo nuevo de este desarrollo obliga a una reflexin teolgica que sirve
para precisar en qu consiste esa identidad ministerial sacerdotal y cules son sus funciones dentro de la Iglesia.
Es decir, la identidad de los ministros tiene que ser precisada desde la identidad cristiana, viendo que es lo que
aade el hecho que un cristiano sea un ministro.
Agregado a lo anterior, desde el concilio de Trento se impone una eclesiologa universalista, que insiste en la
uniformizacin y centralizacin de la Iglesia (sobre todo desde Po V), reforzando la estructura piramidal,
configurada en torno a la monarqua papal, en la que los laicos ocupan la base de la pirmide, sin tener ningn
protagonismo en las estructuras eclesiales. En las parroquias se subraya la importancia del prroco, a expensas de
la comunidad parroquial. Esto produjo una burocratizacin de las tareas sacerdotales, imponindose la idea de
que el sacerdote es un funcionario eclesial encargado de unos servicios que bsicamente son los del culto y los
sacramentos.
En resumen, la acentuacin de la dimensin sacral y cultural del sacerdote a costa de la predicacin y de la
evangelizacin; a ver el sacerdote como un mediador entre Dios y la comunidad cristiana, han favorecido el
aislamiento del sacerdote respecto de la comunidad, el culto a la personalidad y la visin de los ministros como
cristianos de primera clase, ha servido de pilar para legitimar estructuras de dominio y de dependencia dentro de
la Iglesia.
La evolucin de los laicos en la Iglesia
Inicialmente, en la Iglesia no existe el concepto de laico. En el N.T. se habla de discpulo, de cristianos, de
fieles, de creyentes, de elegidos, santos, etc. Se resalta as lo comunitario y la dignidad comn de todos. Esto no
quita para que desde los comienzos haya discpulos que tienen funciones ministeriales importantes. La iglesia es
toda ella ministerial y espiritual; eso se expresa en una multiplicidad de carismas y ministerios, destacando entre
ellos los apstoles, los profetas, maestros o doctores. Incluso ya en la misma comunidad de discpulos de Jess
hay un grupo que tiene una significacin especial (los doce) y que son el ncleo determinante, aunque no
exclusivos de los discpulos en cuanto a testigos de Jess y enviados por el resucitado (Hch. 1,21-22).
Todos son cristianos, pero no todos son ministros. Entonces surge una problemtica teolgica: Cmo designar a
los cristianos que no son ministros? Para responder de hecha mano del trmino laico que tiene un uso
precristiano.
En la cultura romana se utilizaba para designar a los miembros del pueblo llano, contrapuesto a los dirigentes y
los jefes. Laico es el miembro de la plebe. En la cultura juda el trmino aparece en las traducciones que se hacen
de la Biblia al griego. Se emplea a su vez para designar lo profano, lo que no pertenece al mbito de los levitas o
sacerdotes, lo que no est consagrado a Dios.
El vocablo se desarrolla en el siglo III, pero su uso se prepara en el siglo II: En la carta de Clemente de Roma se
establece la contraposicin entre los sacerdotes y levitas del A.T. que cumplan sus funciones en el culto y el
hombre laico que est obligado a los preceptos laicos (1Cle. 40,5). Luego tertuliano y Cipriano en occidente,
119
Clemente de Alejandra y Orgenes en oriente, usan ya directamente el trmino para designar a los cristianos en
contraposicin con la jerarqua22.
Este concepto laico es ambiguo. Por un lado, desde el punto de vista etimolgico y gramatical, el lexema deriva
de laos o pueblo, que es el concepto que usan los cristianos para hablar de la Iglesia durante estos siglos. La idea
de la Iglesia como un pueblo santo, contrapuesto a los dems, y sus miembros son los bautizados, permanece
constante en toda la teologa patrstica. Pero al mismo tiempo existe la concepcin peyorativa de laico como
plebe. As, el trmino laico (laos = pueblo) cobra una doble acepcin: Designa a la Iglesia y a los cristianos
simples o no ministros.
Lo negativo de esta ambigedad est en su connotacin juda de designar lo profano, lo no sagrado y as se va
favoreciendo la idea de que los laicos son hombres profanos y los sacerdotes son los hombres sagrados 23. Con
esta posicin, se introduce en el cristianismo un dualismo que no es cristiano: Clero/laicos , ya que lo tpicamente
cristiano es que todos estn consagrados a Dios, que no hay ningn cristiano que tenga vida profana.
As se rebaj la dignidad de los cristianos respecto a los ministros y se estableci un marco de subordinacin y de
la pasividad que haca difcil mantener la conciencia de la comn dignidad cristiana, de la que participan por
igual los que son y los que no son ministros 24. Se introduce as un nuevo elemento dualista en el cristianismo que
altera la concepcin igualitaria y fraterna de la condicin cristiana. Esta minusvaloracin de los ministros por los
laicos es la que padece la Iglesia hoy da.
Ahora, de entre las diversas actividades eclesiales ejercidas por los laicos, se destaca la concerniente
administracin de los bienes temporales de la Iglesia. Pero al declararse el cristianismo como la religin del
imperio romano, se aumentan los bienes eclesiales y se les prohibe a los laicos la administracin de dichos
bienes25; y as esta gestin mundana pasa a ser exclusiva de los clrigos. Poco a poco la Iglesia se episcopaliza y
el poder de decisin se concentra cada vez ms en los obispos, relegndose as la participacin del laicado en los
asuntos eclesiales, llegando a la afirmacin de que los clrigos no tienen que ocuparse de los asuntos del mundo y
los laicos de los eclesisticos.
Todos estos factores han contribuido a la devaluacin histrica y teolgica del laicado, del resto del pueblo de
Dios. Solamente con el Vaticano II se valorar en su dimensin autentica al laicado con el desarrollo de una
eclesiologa ms trinitaria, siendo la categora fundamental del concilio la de pueblo de Dios; ponindose como
base una eclesiologa de comunin en la que todos son participantes y corresponsables. En este sentido, el
Concilio no avala ni el papalismo del siglo XIX, ni el posible episcopalismo del posvaticano II, ni los
clericalismos del segundo milenio.
La Iglesia es comunitaria y dentro de ella todos somos miembros plenos. Esta revalorizacin de la comunidad,
que contrasta con las eclesiologas verticalistas y jerarquizantes que han predominado desde la poca tridentina,
conecta claramente con la experiencia de la primitiva comunidad cristiana: en cuanto cristianos todos somos
hermanos con igual dignidad y nadie es ms que otro.
22
Es significativo que Tertuliano subraye estas distinciones entre sacerdotes y laicos precisamente en contextos, en los que se
defiende los derechos de los segundos, como el de administrar el bautismo. Tertuliano, De Bapt. 17.
23
Un caso muy especial es el de Tertuliano, que siempre subraya el carcter sacerdotal de los laicos, radicalizando su postura
en la poca montanista. De Exhortationes Castitatis 7,3: CCL2,1024-25.
24
San Agustn mantiene la conciencia viva del sacerdocio de los fieles. Comentando el texto de Ap. 20,6 (ellos sern los
sacerdotes de Dios y de Cristo), afirma que este texto no piensa particularmente en los obispos y sacerdotes, que llevan en la
Iglesia el ttulo sacerdotal. De la misma forma que damos a los fieles el ttulo de cristianos, porque han recibido la uncin
mstica del bautismo, les damos tambin el ttulo de sacerdotes porque son los miembros de un sacerdocio nico. Ciudad de
Dios XX,10.
La distribucin de la comunin era tambin de los laicos, hasta que empieza las restricciones que la reservan al clero. Estas
comienzan a darse desde el siglo IV y adquieren forma definitiva con el concilio de Trullo en 687 en el canon 58. Gaudemet,
J. Los laicos en los primeros siglos de la Iglesia, en Communio 7 (1985)516.
25
Esta prohibicin se da ya en el Concilio de Antioqua en el 341.
120
En cuanto a la teologa laical, el concilio no se queda con la definicin sociolgica, sino que subraya el contenido
teolgico y dogmtico del concepto, siendo la secularidad su especificidad, pero no su exclusividad. Es decir,
cuando el concilio alude a la secularidad de los laicos, aade adjetivos que subrayan que esta nota no es un
monopolio exclusivo de los seglares (LG 33;35; 36; GS 43).
Los laicos realizan plenamente algo que es comn a toda vocacin cristiana, viven en el mundo y se encargan de
orientar los asuntos seculares en funcin de la extensin del reino de Dios. Lo que en otros tiempos fue motivo de
denigracin y minusvaloracin de los laicos, se convierte ahora en elemento determinante de la vocacin
cristiana.
Ahora, el criterio matriz y referencial de la eclesiologa no el sacramento del orden sino el bautismo, pues, solo
desde la teologa bautismal se define lo que es un laico y un sacerdote o un religioso. Frente a esta polmica hay
que decir que lo que diferencia al laico del sacerdote y del religioso, no es algo que el laico no tenga, sino algo
que deriva de la condicin bautismal: El sacramento del orden y los votos religiosos.
Entonces, el concilio repotencia el protagonismo de los laicos al redescubrir que la identidad material de la
vocacin cristiana es el bautismo. O sea que la base de toda la teologa del laicado es el bautismo. El sacerdocio
bautismal es la fuente y el punto de partida para determinar la identidad laical. Por eso el vaticano II establece
una vinculacin estricta entre el sacerdocio de Cristo y el de los fieles (LG 10). Se resalta el bautismo como
consagracin que imprime un carcter sacerdotal.
As, el laico vive en el mundo y est inmerso en las realidades temporales, no es nunca una persona profana, sino
consagrada. Los laicos son personas sagradas, plenamente entregadas y consagradas a Dios en el mundo como
Jess, el laico por excelencia.
El sacerdocio de Cristo aporta una novedad que determina el sacerdocio laical: No se trata ya de relacionarse con
Dios a base de un culto ritual y sacrificial, sino de hacer de la propia vida un sacrificio que sea agradable a Dios.
El sacerdocio cristiano no consiste en celebrar ceremonias rituales sacrifcales, sino en conmemorar y actualizar
la vida y muerte de Cristo, de tal manera que los laicos participen simblicamente de ellas y sean capaces de
prolongarlas en sus vidas. El laico transforma las realidades desde su fe y hace de su existencia un culto a Dios
que determina su forma de asumir el trabajo, la familia, la profesin, la poltica, en una palabra, es en la vida
donde se da culto a Dios.
En este sentido hay que afirmar con toda la tradicin de la Iglesia, que la instauracin de la Eucarista lleva
consigo la fundamentacin del sacerdocio cristiano, pero no slo ministerial, sino tambin del sacerdocio de los
fieles, cuya existencia queda sacerdotalizada. Los laicos son tambin sacerdotes y realmente celebran la
Eucarista, no son asistentes ni receptores pasivos (aunque no presidan) y ofrecen a Dios el sacrifico sacerdotal de
Cristo que es su vida misma. Esta oblacin la hace con toda la comunidad y cada uno de sus miembros, la
proclama en nombre de la Iglesia el presbtero que preside, pero su ofrenda no puede desplazar ni suplir la
comunitaria y persona de cada uno.
Esta interpretacin de la primitiva comunidad cristiana de la Pascua, especialmente en los relatos de la ltima
Cena, en la exgesis actual hay una fuerte tendencia a revalorizar las races judas. La cena era una Tradicin
juda, pero sin olvidarnos que Jess con sus hechos y palabras les da un nuevo sentido de oblacin a Dios y de
servicio a los dems. La tradicin cristiana siempre ha visto en la ltima cena el smbolo cristolgico y eclesial
por excelencia como la actualizacin de una historia: Dios acept el ofrecimiento de Jess, y la cruz explcita
crudamente la verdad de su entrega (Heb. 10,5-10)
Se ofrece la vida y muerte de una persona que ha vivido en funcin de un proyecto. Es la comunidad la que
ofrece la vida y muerte de Jess porque todos ellos son sacerdotes. En la Eucarista confluyen la dimensin
cristolgica, porque es Cristo mismo quien se ofrece; y la dimensin pneumatolgica, es el espritu quien
consagra el Pan y el Vino, as como la existencia de todos los participantes, que se integran en la historia de
121
Cristo. Cada Eucarista es una oblacin de los que participan: El pan que se parte simboliza la vida que se da a los
otros, y si no se est dispuesto a asumir ese significado no se celebra la Cena del Seor.
El laico, sacerdote en el mundo, se convierte as en instrumento sacerdotal de Cristo, acta en su nombre y se
convierte en un testigo con su vida. As el sacerdocio laical es el del testigo que simultneamente se ofrece a s
mismo como ofrenda agradable a Dios desde una vida responsable y que acta sacerdotalmente acercando a los
hombres a Dios desde su propio testimonio.
Por eso, el recuperar el significado del bautismo como consagracin, exige un nuevo planteamiento pastoral y
teolgico. La toma de conciencia del bautismo como la consagracin cristiana por excelencia, nos pide no
administrarlo indiscriminadamente a todo el que lo pida y rechazar que los sacramentos cristianos se celebren
como una ceremonia social. El problema no est en que si se bautizan o no se bautizan los nios, sino en el
significado que tiene ese bautismo tanto para el que lo recibe como para la familia o grupo que lo solicita:
Reducir a ceremonias sociales o a un ritual sacrificial y conmemorativo que no tiene repercusiones existenciales
en la vida de los participantes, supone una regresin pagana desde la perspectiva cristiana ya que no son capaces
de transmitir lo que simboliza y generar una solidaridad que se basa en la conmemoracin de su historia y en la
decisin de seguir a Cristo.
Un culto basado en la repeticin de ceremonias ms que en la impregnacin sacramental de la vida cotidiana no
puede ser cristiano, porque Cristo ha abolido lo cuantitativo con su nico sacrificio. Despus de Cristo no es
posible relacionarnos con Dios a base de acumular ceremonias religiosas, sino partir de una vida consagrada que
se dirige a Dios como Padre y al prjimo como hermanos, desde la concrecin de los ms pobres y marginados
por la sociedad.
La vocacin del laico cobra una nueva significacin a la luz de la misin de la misin de la Iglesia: A los laicos
corresponde, por propia vocacin, tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y
ordenndolos segn Dios (LG 31). De all que la vocacin laical tiene tambin como tarea preservar a la Iglesia
de la tentacin de minusvalorar los derechos de lo humano y de lo mundano en nombre de la trascendencia de la
fe cristiana. El laico le recuerda que la Iglesia est referida al mundo, est ordenada a su salvacin.
Por eso, el discernimiento es imprescindible en la vida de un consagrado y es la caracterstica de una existencia
sacerdotal en el mundo, que exige discernirlo todo a la luz de la fe. Como toda la comunidad es sacerdotal y
proftica, de ah la importancia para todos de una teologa del discernimiento, sin la cual no hay vida cristiana ni
mayora de edad posible (1Cor.14)
Laicos, sacerdotes y religiosos
Hemos partido del bautismo que en la teologa del Vaticano II, se constituye en la base de la vocacin laical. A
partir de ah hay que determinar en qu consiste la identidad de los ministros sacerdotes y de los religiosos.
El punto de partida cristiano es siempre el mismo: la instauracin de un nuevo modelo sacerdotal que rompe con
la tipologa del A.T. Si con Cristo comienza algo nuevo que supone ruptura y discontinuidad respecto al
sacerdocio ritual y sacrificial anterior, esa novedad tiene que reflejarse tambin en los ministros: Asumir su
consagracin como la nica ofrenda que Dios quiere del hombre.
Se trata de ejercer un ministerio sacerdotal en una comunidad que no es profana, sino toda ella sacerdotal y
compuesta por personas consagradas. Entonces, el ministerio sacerdotal surge como un servicio a la existencia
sacerdotal de los creyentes que presupone a la Iglesia, es decir, no se trata de un ministerio contrapuesto a la
comunidad como si fuera independiente de ella, sino que constituye una dimensin de ese colectivo.
El ministerio sacerdotal es una forma de participacin del sacerdocio de Cristo desde una tarea especial, la de los
apstoles: El mismo seor, con el fin de que los fieles formaran un solo cuerpo, en el que todos los miembros
desempeen la misma funcin (Rm. 12,4), de entre los mismos fieles instituy a algunos para ministros.
122
Es toda la Iglesia la que es heredera del ministerio apostlico, es ella la que escoge a algunos de sus miembros y
les coloca en la sucesin apostlica, que es una nota indispensable de la apostolicidad. Por eso la sucesin de los
ministros, uno tras otro desde los apstoles, no se da al margen de la comunidad, sino que es una funcin de ella.
El ministerio sacerdotal es el instrumento para que la comunidad viva sacerdotalmente y se una con su vida al
sacerdocio de Cristo.
La entraa del ministerio es el servicio, el ponerse a disposicin de la comunidad eclesial, el tender
preferentemente a los pobres, a los dbiles y a los pecadores; el fomentar una conciencia filial y fraterna respecto
a Dios y los hombres. El ncleo del sacerdocio ministerial estriba en convertirse en un servicio de los hermanos
cristianos, aunque de esa ministerialidad participan todos.
El ministerio sacerdotal tiene que desarrollarse desde la significacin que Cristo dio a su misin: El servicio y el
sacrificio por los discpulos, el trabajo por la comunidad, el de servir y no a ser servido. De ah que los diversos
documentos del N.T. subrayen, cada una de estas perspectivas: Que no busque privilegios ni honores (Mc. 9,3437; 10, 35-45), que no asuman la tarea apostlica como una forma de ganar dinero (Mt. 10,5-15), que se pongan
al servicio de los ms dbiles de la comunidad (Mt 18,1-11), que empleen la correccin fraterna al ejercer su
funcin y no una autoridad desptica (Mt 18,15-18).
El ministerio sacerdotal, en cuanto continuacin apostlica, no permite a los ministros creerse dueos de la fe de
los cristianos (2Cor.1,24) y es respetuoso con la libertad que da al saberse hijos de Dios e inspirados por el
Espritu Rm. 8,9; Gal. 3,3; Ef. 2,18). Se trata de un ministerio que sirve al crecimiento de la comunidad. No
olvidemos que el Dios cristiano es cercano y no lejano a los hombres, y el ministerio sacerdotal no es mediacin,
sino testimonio pedaggico de esa cercana que es un don.
Ese misterio sacerdotal debe reflejarse, as el Dios amor desde la doble perspectiva de ensear a relacionarse con
Dios como Padre y con los dems como hermanos. La opcin parcial por los pobres y los pecadores es tan central
al mensaje sacerdotal de Jess como la relacin filial con Dios. Son aspectos complementarios, desde los que se
genera la misin como anuncio de la buena noticia. La ministerialidad sacerdotal estriba en la capacidad de
generar relaciones filiales con Dios y fraternales con los hermanos en un contexto misional y evangelizador.
Desde estos principios evanglicos del servicio y de la concepcin comunitaria de los ministerios, tanto el laico
como el sacerdote ministerial en sus acciones pastorales se complementan: El laico tiene una responsabilidad
especial de cooperar para que la Palabra de Dios no est desencarnada y pueda inculturarse en la vida y conflictos
del tiempo, mientras que el ministro debe velar por la eclesialidad de esa palabra, por que est abierta a la
pluriformidad de la tradicin y de la gran comunidad, por que la Palabra no se cierre sobre ella misma y no pierda
su carcter de revelacin de Dios, convirtindose en mera reflexin humana con un contenido puramente moral o
humano.
Se puede decir que Pablo VI, a los comienzos de los aos setenta es el que pone el marco de la teologa de los
ministerios laicales. El concilio haba establecido las pautas generales, tanto de la ministerialidad global de la
Iglesia como del protagonismo de los laicos, pero no haba elaborado ni concretado una teologa del ministerio
laical.
La Ministeria quaedam, del 15 de agosto de 1972, establece las lneas de la institucin de los ministerios laicales,
cuyas caractersticas fundamentales son las siguientes: Se reconoce la diversidad de los ministerios, que fueron
ejercidos por seglares y que evolucionaron hasta convertirse en ordenes menores propias de los clrigos; stas se
reducen a dos: Acolitado y lectorado. Adems se deja la puerta abierta a la institucin de otros ministerios, a
peticin de las conferencias episcopales.
Estas directrices se complementan con la instruccin Inmensa Caritatis, del 29 de noviembre de 1973, de las
Sagrada Congregacin para los Sacramentos que instituye el ministerio extraordinario de la Eucarista, que
puede ser elegido ocasionalmente, para un tiempo determinado o de forma permanente.
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Evangelii nuntiandi de Pablo VI, del 8 de diciembre de 1975. Los seglares tambin pueden sentirse llamados o
pueden ser llamados a colaborar con sus pastores en el servicio de la comunidad eclesial para el crecimiento y la
vida de sta, ejerciendo ministerios muy diversos segn la gracia y los carismas que el Seor quiera concederles
(...) Tales ministerios, nuevos en apariencia, pero muy vinculados a experiencias vividas por la Iglesia a lo largo
de su existencia: catequistas, animadores de la oracin y del canto, cristianos consagrados al servicio de la
Palabra de Dios o a la asistencia de los hermanos necesitados, jefes de pequeas comunidades, responsables de
movimientos apostlicos u otros responsables.
Lo ms positivo del texto es la aceptacin del origen carismtico de los ministerios, su reconocimiento eclesial y
la apertura a los ministerios diversos que tienen races en la tradicin y que responden a las necesidades de la
Iglesia. Lo positivo estriba en el reconocimiento del derecho de los laicos a participar en el ministerio de la
Palabra, en la aceptacin de que pueden contribuir activamente a la predicacin de la Iglesia. Esta nota es muy
significativa a la luz de la evolucin histrica, que lleva a limitar cada vez ms esta funcin de los laicos. Hay
que subrayar la significacin teolgica de la diversidad de ministerios, muy especialmente la aceptacin de los
ministerios laicales litrgicos, que subrayan el carcter comunitario y eclesial de los sacramentos y el culto
cristiano, el protagonismo de toda la comunidad y la superacin de una teologa que identificaba al clero con el
culto y los sacramentos, reducindose los ministerios a los presbteros. Al crearse ministerios litrgicos laicales se
reconoce una vez ms, que es toda la comunidad el sujeto colectivo del culto y que ste no pude reducirse ni a
mera accin privada del sacerdote que preside ni a un individualismo.
Se puede afirmar que desde Pablo VI se ha creado un marco jurdico, institucional y teolgico que permite
desarrollar los ministerios laicales. Este marco forma parte de la recepcin del Vaticano II y constituye una de las
contribuciones esenciales del posconcilio a la puesta en prctica y el desarrollo de la teologa conciliar.
Simplificando vemos la originalidad de la comunidad cristiana respecto a la juda estriba en que en ella todos son
sacerdotes (y no solo algunos), en que todos tienen acceso directo a Dios, que les ha sido abierto por Cristo y les
es conferido por la inhabitacin del Espritu Santo y en que todos son iguales en cuanto discpulos de Cristo. Se
trata de comunidades jerrquicas con una estructuracin ministerial y una gran pluralidad de funciones, carismas
y ministerios. Esa variedad no puede desplazar la dignidad e igualdad comn, la fraternidad en el estilo de vida y
ejercicio respetuoso y no autoritario de los cargos y responsabilidades. Solamente se habla del sacerdocio de la
comunidad y de un pueblo de sacerdotes, y nunca de individuos sacerdotales dentro de la comunidad.
Por eso, desde la eclesiologa del Pueblo de Dios y desde la teologa del Cuerpo de Cristo, hay que establecer el
binomio de una nica comunidad y una pluralidad de ministerios, de manera que stos no se circunscriban
solamente al clero, si no fuera as, volveramos a caer en la vieja teologa que da a los clrigos el monopolio en la
vida interna de la Iglesia, y reduce a los laicos a su actividad secular, con la consiguiente sacralizacin y
segregacin de los primeros, y la marginacin y exclusin de los segundos.
Tambin hay que resaltar la importancia, ya reseada, de volver a considerar a los laicos como ministros de la
palabra, aptos para la predicacin y la enseanza, recuperndose la tradicin neotestamentaria y de la Iglesia
antigua, que distingue el ministerio proftico y el de los maestros del de los apstoles y reconoce a los seglares
una dimensin proftica y magisterial que les permite ejercer oficios de predicacin y de enseanza.
Es importante anotar, que el reconocimiento comunitario de los diversos carismas y de la aceptacin de los
ministerios de la base de la Iglesia, no se vea como una consecuencia de la escasez de clero, aunque esta
coyuntura constituya uno de los factores que ha favorecido su expansin y multiplicacin; hay que afirmar es el
reconocimiento de la igual dignidad de consagrado de los bautizados reconocida por la teologa de Vaticano II al
presentar una concepcin comunitaria y misional de los ministerios.
Resumen elaborado por Lemmy Solano.
Integrante Comisin Interispectorial.
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