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ARTE, CIENCIA Y ALEATORIEDAD
Claudia Giannetti
Es comn la creencia de que la creatividad o el pensamiento creativo es,
por naturaleza, impredecible. La ciencia presume que la impredecibilidad puede existir incluso en los procesos determinados, por lo que suele considerarse imposible una comprensin cientfica de la creatividad. Esta constatacin origina una serie de preguntas acerca del papel del azar en los actos que implican creatividad, sea en arte, sea en ciencia. Por ejemplo, aunque consideremos el azar como un factor esencial en el origen de nuevas ideas, parece evidente que el acto creativo no puede deberse exclusivamente al azar. No obstante, diversos artistas han intentado subvertir esta evidencia, utilizando sistemas totalmente aleatorios en su proceso de creacin. Este recurso tiene, empero, una larga tradicin. El texto de I Ching o Libro de los cambios, el orculo chino de ms de tres mil aos, ha sido ampliado por diferentes pensadores y sigue mutando hasta hoy a travs del empleo de un sistema combinatorio de 64 hexagramas, formados por seis lneas continuas o discontinuas, que permite obtener respuestas mediante un principio aleatorio: echar monedas o palitos. Los significados o la sabidura son alcanzados, por consiguiente, al azar. No es mera coincidencia que el conocimiento de I Ching cambi de forma radical el trabajo de John Cage, y a travs de l, de muchos otros artistas que adoptaron los procesos aleatorios como fundamento creativo. En ciencia se ha experimentado un proceso semejante: desde la concepcin ortodoxa de que el mtodo cientfico, por su condicin realista y determinista, est exento de aleatoriedad e ideologa, se ha pasado como nos describe Jorge Wagensberg al procedimiento de "ablandar el mtodo", por lo que "la ciencia deriva hacia la ideologa". "De este discurso se infiere que hay que rellenar con ideologa todos aquellos agujeros que la ciencia deja vacos", afirma Wagensberg, hay que conceder un margen de contingencia a la naturaleza. Las teoras del caos o de los fractales son una consecuencia de este proceso, y ejercen gran influencia. La naturaleza dinmica del arte tiene paralelismos eminentes con la naturaleza procesal de la vida, por lo que las teoras de las ciencia pueden ofrecer un marco idneo para la investigacin 1
artstica. Paulo Motta pone de manifiesto esta cuestin en su texto, en la
medida en que dilucida la influencia de la fsica cuntica y de la mstica oriental en el empleo del azar en la msica electrnica y aleatoria. En la base del desarrollo aleatorio musical est la idea de comunicacin, que vuelve a aparecer en los planteamientos actuales acerca de la interactividad. Axel Roch nos habla de una "interactividad estocstica" e investiga, a travs de la "Mquina lectora de mentes II", las posibilidades (o imposibilidades) de comunicacin entre mquina y usuario, en la que ambos estn expuestos a los efectos aleatorios de la redundancia. De la misma manera, "MIDIPoet", una herramienta electrnica desarrollada por Eugenio Tisselli, permite al usuario formar parte de los procesos aleatorios de composicin e interpretacin audiovisual mediante la interactividad indirecta con el programa. En diversas obras, la aleatoriedad funciona en definitiva como un "juego", tal vez un "juego de azar", en el que sucede la paradoja de utilizar reglas determinadas para jugar con la indeterminacin. Moraza y Roisman profundizan en este tema desde perspectivas filosficas, sociolgicas, estticas y artsticas. Mientras Dina Roisman investiga la relacin entre incertidumbre y certeza como dicotoma dialctica aplicable al arte (como en su obra presentada en la monografa), Juan Lus Moraza deja patente en su entrevista los entresijos que supone un acercamiento al tema de la aleatoriedad y del juego. Ya no nos envuelve ms el universo mecnico de Laplace, sino que estamos inmersos en el indeterminismo cuntico y en los sistemas complejos (caticos), que son determinsticos, pero en la prctica impredecibles. Como lo es el funcionamiento de nuestra mente y, por ende, de nuestra creatividad: somos conscientes e inconscientes de nuestros propios conocimientos; ignoramos nuestros procesos mentales determinados o indeterminados. Como en la Fsica cuntica que afirma que el observador no puede saber... "El salto consiste afirma Wagensberg en que cierto cientfico aada: ... ni tampoco la propia naturaleza. Es la transicin del azar de la ignorancia al azar absoluto. Por qu no?"
claudia gianneti. Publicado en e-journal n 4/2000.