Correspondencia Diplomática Entre El Gobierno de Paraguay y La Legación de Los Estados Unidos de América y Al Consúl Francés Año 1868

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CORRESPOD.ENCI DIPLOMTICA
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EL GOBIERNO DEL PARAGUAY


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Y EL CNSUL DE S. 1 . E L EMPERABOR DE LOS FBAfi


PUBLICADA EN EL SEMANARIO DE LA SUNCION.
v

HOBEEI90S CRMENES DEL TIRANO PARAGUAYO


DECLARACIONES ARRANCADAS POR LA TORTURA
LPEZ

>OHE=C

DECLARADO

rer. ncm-wri^'-jr'K^iC- *^v^kS8ntH^tJ3BrS.iv.

CIRQJJLAR DE ESTE CU^RP(> "BiPLOMCriTICO.

BUENOS AIRES
Imprenta IHEKOS AIRES , callo de V,- renjj^rS, frmte!.; cnsa'del Gobierno Provincia^

Correspondencia diplomtica entre el Gobierno del Paraguay y la Le^ac'on


de los Estados Unidos s Amrica y el Cnsul d e S. iM. el Emperador de
los Franceses, publicadas en el Semanario Se la Asuncin.lorro dos
crmenes del tirano paraguayo3)oelaraciones arraneadas por la tortura
Lpez declarado " e n e m i g o del jen-ero humano" por el ministro "Vi aslibiarn.Circular de ste al Cuerpo Diplomtico.

Ministerio de Estado de Relaciones Estertores.


Luque, Junio 20 de 1868.
Haciendo algunos diasque el subdito portuguez
D./.Jos Mari a Ley te Pereia ha desaparecido desu
residencia ordinaria en la Trinidad, con infraccin
derdenes vijentes, tengo la honra de dirijirme
Y. E. preguntndole, si como se ha dado cuenta
la Polica, dicho individuo se halla en la Legacin
Americana, y desde guando, esperando que V. E.
-se servir tambin informarme la calidad y el motivo de su permanencia en esa Legacin.
Al mismo tiempo, ruego V. E. quiera trasmitirme una lista de todas las personas que sin pertenecer la Legacin, se.hallan acojidas ella.
Con este motivo teng'o el honor de renovar
V. E. las seguridades de mi mas distinguida consi- ,
leraciony aprecio.

esta Legacin y que por eso no estoy bajo ninguna


obligacin, esceptocomo una cosia-de cortesa, de
dar ninguna respuesta ella. Sin embargo, dar
la deseada informacin, en cuanto est mi alcance
aunque la nota de V. S. la solicita en trminos tan
perentorios quemo'jusificaria en negarla.
El individuo mencionado por V. S. D. Jos IV!-ria Leite Pereira, quien siempre habia conoc !
como Cnsul accidental del Rey de Portugal, v icconocdole as en varias ocasiones oficiales, vino
esta Legacin acompaado de su seora, el 16 del
corriente. Desde entonces han permanecido 'aqui
en calidad de huspedas de madama Washburn y
de m mismo. De los motivos de su venida aqu no
tengo mas informes sino que ellos estn fundados
sobre las representaciones de Mr. Cuverville, al
presente encargado del Consulado Francs, despus de su vuelta de su ltima viiita San Fernando.
FirmadoGMESINDO BENITEZ.
Doy, segn me pide Y. S., una lista de las personas no pertenecientes esta Legacin, pero
J S. ', Mr. Charles A. Washburn, Ministro Residenquienes, sin embargo, he recibido en el interior
He<Helos Estados Unidos de America.
de ella, algunesTomo huspedes y otros en otras
calidades. En mi nota de 24 de Febrero que no fu
(TRADUCCIN)
enviada sino como adjunJL la del 4 de Abril, di
Legacin dlos Estados Unidos.
una lista de las persona^'pertenecientes la Legacin, Ningunas de stas seiniluyen en la presenAsuncin, Junio 22 de 1868.
te lista, que es como sigue-i
AS. S. Guumimlo Bcnilez, Ministro accidental de ReIngleses
Jacioncs Esteriorcs.
Mr. y Mrs. Edn, Mrs. Thomas (viuda) y 3 nios,
Mrsr Cutter (viuda) y 2 nios, Mr. y Mrs. Watts
, Seor :
y 4 nios, M. Newton y 4 nios, Mr. Miles.
Tengo el honor de acusar el recibo de su nota
Orientales
ue 20 descorriente, en que me avisa que el subdito portuguez Jcs M. Leite Pereira habia desaD. Antonio de las Carreras, D. Francisco R.
fiarecido de su residencia ordinaria por evacion de Larreta.
A mericanos
as rdenes de Polica, y V. S. me ruega le informe,
si como la Polica habia dado cuenta, se hallaba
Juan A. Duffield, Thomas Caster:
en esta Legacin,.y qu tiempo habia estado aqu:
Portugus
y aade, que tengo tambin, qne informar V. S.
Jos
M.
Leite
Pereira
y su mujer.
en qu calidad y con qu motivo permanece en esta
A
lemn
Legacin.
Adolfo Brose.
Al mismo tiempo tambin me ruega que yo
le enve una lista de todas las personas que sin
Aprovecho esta ocasin de ofrecer V. S. las sepertenecer la Legacin son asiladas por ella.
guridades de mi distinguida consideracin.
V. S. me permitir observar que todas estas
FirmadoCHARLES A. WASHBURN.
cuestiones pertenecen los negoeos internos de

se halla totalmente ignorante de la naturaleza dela acusacin queV. S. dice haber sido hecha contra l. Soy tambin suplicado de entregar a un.
oficial de polica, que seria enviado para llevarlo.
Esta splica de que un Ministro estranjero, entren
gue un individuo la Polica, me parece de una
naturaleza tan estraa. que bajo ninguna y .cual^quier circunstancia debo declinar de acceder a
ella. Todo lo 'que podra ser, aun cuando fuese1
<rrave y especfico"el crimen imputado contra l,,
sera advertirle que mi casa no podra asilarle mas
tiempo, y cuando estuviere fuera de ella, entonces
l podria entregarse la Polica esperar que fuera arrestado.Encuentro que todos los escritores sobre leyes_
internacionales que he podido consultar, convie-"*
nen con respecto ala estradicion de un pais olro
y sobre la entrega de personas que lian ocurrido
por asilo la Legacin de un Ministro estranjero;
que l no est'i bajo ninguna obligacin de entregarlos, cscepto por algn definido y alto crimen contra
el Estado el Soberano. Siendo esto reconocido
como la ley en tales casos, se sigue que antes de
GMESINDO BEXITEZ.
entregar al seor Leite Pereira, debo primero pe S. E. Mr. Charles Washburn, Ministro Residentedir
dela especfica otensa ofensas de que es acu-^
los Estados Unidos de Amrica.
sado. Dice Yattel, hablando de los derechos de
asilo: Cuando tratamos de ciertas ofensas comunes de gentes, menudo mas desgraciadas qne
(Traduccin)
culpables, cuyo castigo no es muy importante al
Legacin de los Estados Unidos.
reposo de la sociedad, el hotel de embajador puedeAsuncin, Junio 28 de 1868.
bien servirle de un asilo; y es mejor permitir los
delincuentes
de esta clase escapar, que esponer al
A S. S. Gumesindo Benitez, Ministro accidental de ReMinistro, verso frecuentemente incomodado baja
laciones Esteriores.
pretesto de visitas domiciliarias, y comprometer el
Estado en las inconveniencias que pudieran susSeor:
citarse. (Watel: Ley dlas Naciones. Libro 1Y.
A las seis de ayer tarde la nota deV. S. de la Capitulo IX, 118.)
misma fecha, fu dejada en esta Legacin. EstanV. S. observara que segn esa doctrina, la medo ausente entonces, no fu entregada en mis manos hasta algn tiempo despus. En esta nota, Y. ra alegacin de que una persona es acusada sin esS, espone que la mia de 22.del corriente ha confir- poner su ofensa,, no es razn suficiente para que
mado el hecho que D. Jos. Mara Leite Pereira, sea entregada, y me har el crdito, lo confio, de
est albergado en esta legacin en contravencin convencerse que sino he entregado el individuo
en cuestin, no ha sido por ningn deseo intende todas rdenes gubernativas.
Y. S. aade que reservando una ocasin con- to de abrigar ninguna persona acusada de penas de
veniente su respuesta los diferentes puntos con- las leyes violadas; fu simplemente conforme con
tenidos en mi nota, se limita por ahora ^>edir la le.y establecida para tales casos, tan exacta-que el referido Leite Pereira, siendo acusado y mente como para hacer mi propia justificacin en
requerido de aparecer ante el tribunal correspon- una m.ateria tan grave mi propio Gobierno y al
diente, lo entregue al oficial policiano, que tenia mundo.
que venir por l dos horas despus de la entrega
Ehcasopauami.es dla mayor delicadeza y
de su nota.
responsabilidad, por el hecho de que hasta e- dia
El oficial entr una hora despus que recib la en que el seor Pereira vino mi casa, yo lo hanota de V. S . , y le inform que por entonces no ba conocido y reconocido por el Gobiernodel
le entregara al dicho Leite Pereira, sino que escri- Paraguay en una calidad oficialla de Cnsul acira hoy una respuesta su nota de ayer.
cidental de Portugal. Su ofensa crimen debe
Debo confesar mi gran sorpresa al leer esta no- haberse comelido/pues, cuando tena todava ese
la de Y. S., viendo que sobre dos puntos muy carcter, y el caso presenta graves dudas, si el
principales no muestra el respeto debido un Mi- Cnsul de una nacin no tieno derechos escepcionistro acreditado de una nacin amigaSoy supli- nales y mas fuertes sobre la proteccin del Miniscado, en una manera, casi perentoria de entregar tro'de alguna otra, que una persona, no teniendo
un husped mi contra quien ningn crimen posicin pblica. En las pocas autoridades que
cargo especfico ehace, y quien como yo mismo, tengo la mano, nb encuentro referencia nin-

Ministerio de Estado de Relaciones Estertores.


Luque, Junio 27 de 1868.
Tengo la honra de-acusar Y. E. recibo de su
r"nota de 22 del corriente, en qu resulla confirmado el hecho de que el subdito portugus Jos Mara Leite Pereira se halla hospedado en la Legacin de los Estados Unidos, en contravencin todas las disposiciones gubernativas.
Reservndome contestar oportunamente los di*' ferenles puntos que abraza la^ota de V. E., me
.imitar por ahora pedirle, que estando acusado
y debiendo comparecer ante, el tribunal correspondiente el citado Leite Pereira, Y. E. tendr la bondad de hacerlo entregar al oficial de Polica, que
dos horas despus de la entrega de esta nota,
este fin, se presentar en casa de V. E.
Aprovecho esta ocasin de renovar V E. las
seguridades de mi distinguida consideracin -y
aprecio.
*
(Firmado)

5
Como en la misma nota he anunciado Y. .
reservarme contestar oportunamente los diferentes puntos que abraza la de V. E. del 22 y
conteniendo ademas el despacho ltimo de V. .
del 28 otros puntos de no menos importancia, y
ue como aquellos, afectan directamente no solo
erechos incuestionables, mas tambin Tos principios que regulan la conducta de las naciones en
sus mutuas relaciones, bajo el imperto de la razn,
de la justicia y del derecho, V. E. me permitir
consignar en sta mi contestacin las mencionadas dos notas de V. E.
Refirindose mi nota del 20, en que he solicitado conocimiento sobre el caso denunciado d*
asilo de Leite Pereira en la legacin de V. E.,la
calidad y motivo de su permanencia all, asi como
sobre la splica de enviarme una lista de las personas, que sin pertenecer la legacin, son asiladas por ella, dice V. E., queftodas estas cuestiones pertenecen los negocios internos de la legacion y que por eso no est en la obligacin de dar
ninguna respuesta ella, escepto como una cosa
de cortesa.
Aade V E., que Leite Pereira fu esa legacin, acompaado de su seora el 16 del pasado,,
que desde entonces permanece en calidad de husped y que de los motivos de su ida all, no tiene
mas informes sino que ellos estn fundados sobre
las representaciones de Mr. Cuverville, al presente
encargado del consulado francs, despus de su.
vuelta de su ltima visita San Fe'rnando, y termina la nota del 22, dando la lista solicitada de las
personas, y diciendo, que aunque no pertenecientes
esa legacin, las ha recibido en el interior deella, algunos como huspedes, y otros en otras calidades .Ante todo, debo manifestar Y. E., que de la
cita traida en su referida nota, respecto de Mr. Cuverville, aunque de una manera poco satisfactoria^
se desprende que el-refugiado en cuestin, ha buscado la casa de V. E. por evadirse de la justicia, y
es por lo mismo que la calificacin de husped de
V. E., con este conocimiento, no parece ofrecer
una esplicacion muy correcta. Y en orden la
declaracin de Y. E., de no deber dar las espiraciones pedidas por mi gobierno en un asunto d
vital inters en las actuales circunstancias, debo
declarar mi vez, que ningn derecho puede habilitar Y. E. en el presente caso, para la denegacin
Ministerio do Estado de Relaciones Estertores.
de los informes y espiraciones solicitadas en mi
Luque, Julio 11 de 1868.
, nota del 20, por las razones que Y. E. hallar en
He Tecibido la nota de V. E. con fecha 28 del la presente; pero antes de pasar adelante, har una
prximo pasado, en contestacin la que el dia resea de los trminos de la nota de V. E. del 28.
En ella diceV. E. que las seis de la tarde del
27 anterior tuve la honra de dirijir Y. E.
acusndole recibo de su nota del 22 en que con- 27 ha sido entregada la mia de esa fecha en la lefirmaba el hecho de que el subdito portugus Jos gacin y que una hora despus de su recibo ha
Maria Leite Pereira se hallaba hospedado en la entrado el oficial que alude mi nota, que V. E:
legacin americana, contra todas las disposiciones le inform que por entonces no le entregara at^
gubernativas, y limitndome pedir la entrega de dicho Leite Pereira sino que escribira respondicho individuo, acusado en causa grave y que diendo mi citada nota, aadiendo haberle causada
debe comparecer ante el tribunal correspon- gran sorpresa su lectura, viendo que sobre dos puntos muy principales no mostraba el respeto debida
diente.
gun caso anlogo, como parece que no hay ningn precedente de que una persona revestida del
cargo Consular, fuese pedido como criminal al
Ministro de otra Nacin; ala verdad, se ha sostenido por muchos escritores de alta reputacin,
sobre la ley internacional, que sus personas
eran enteramente privlejiadas, lo mismo que los
Ministros. Uno de estos, Pinheiro Ferreira, en
su comentario sobre Martas, dice: puede afirmarse en general, que los Cnsules y Agentes comerciales asimilados Cnsules, asi como las
personas formando parte del Consulado, gozan como los Ministros pblicas, inviolabilidad en cuanto sus personas, aunque no
tienen el privilejio deestorritorialidad.
Otros autores modernos, de mucha celebridad
van mas lejos todava-en apoyo de las inmunidades de Cnsules, mientras algunos novan tan lejos. Pero V. S. se halla indudablemente familiarizado con las principales autoridades sobre la ley
internacional, no es necesario que estracte mas,
y al dar los estrados de arriba, ha sido solamente
para indicar la gravedad de la situacin en que
estoy colocado. Una muy pronta aquiescencia, estoy convencido, traera sebro m el desprecio del
gobierno del Paraguay, como la censura de mi
propio gobierno y la murmuracin dol mundo
civilizado. Bajo tales circunstancias debo suplicar respetuosame nte, que los cargos especficos
contra el Sr. Leite Pereira, me sean dados saber,
para que sea adver ido; si fuesen del grave carcter que exija de que esta legacin no pueda por
mas tiempo darle asilo.
Aadir, solamente, que-el Sr. Leite Pereira ha
espresado siempre su entero deseo de dejar qsta
legacin y aun entregarse l mismo las autoridades del pais, cuando quiera que yo le indique de
que mi casa no puede darle proteccin por mas
tiempo-r que no teniendo conciencia de ninguna
ofensa y confiado en la justicia de los tribunales
del Paraguay, estar pronto encontrar y confutar cualesquiera alegaciones que puedan traerse
contra l.
Aprovecho esta ocasin de ofrecer V. E. las
seguridades de mi distinguida consideracin.
FirmadoCharles A Washburn.

6
f un ministro acreditado de una. nacin amiga : !
que era suplicado de una manera casi perentoria
de entregar un husped suyo : que osa splica de
entregarlo un oficial de polica, que seria mandado para llevarlo, le parece de una naturaleza tan
ts.straa.jiueb'njo ninguna y cualquiera circunstancia debeMeclinar en asee ler ella. Que todo lo
qu podra hacer, aun cuando flese grave y especfico el crimen imputado contra el, seria advertirle que la legacin no poda asilarse mas tiempo.
Y haciendo rtras observaciones bajo este punto
de vista,, citando Yattel y otros escritores, sobro
las leyes internacionales, termina' suplicando que
los argos especficos contra el referido Leite Pereira le sean dad- s saber., para que l sea a vertido, si fuese del grave carcter que exij-i de que
esa legirion no pueda por mas-tiempo darle asilo.
Quedando de esta marera ostractadas en I i mas
esencial las referidas drs mitas do V. E., qu tengo el honor de contestar,'manifestar desde luego
i V E . , que segn la letra y espritu da dich s
notas, no ha tenido bien dedicar toda su ateuci-n
un asunto de tanta importancia, mirando V. E.
"bajo un punto de vista muy limita lo, los altos
principias en qu ; estriba el coligo internacional y
desconociendo aun el lejlimo derecho que le asiste mi gobierno, en la instan-ia y gestin que V
E . tanto estraa, y que no dudo querr reconsiderarlo.
Penoso es para m, seor ministro, de que Y. E.
haya podido encontrar en mis notas, motiv de
la quej,a que iia.ee, de falta de respeto'al ministro
acreditado de imanacin amiga, cuando mi nimo
lia sido abundar c,n lo contrario, conforme q la poltica constante de mi gobierno, mucho mas cuando, el ministerio tena fundados motivos para producir quejas sobre M'.falla d.<\ eonsid-raci-in del
seor ministro para con este rainisterm, y lo que
'es mas, para con el gobierno mismo, y ya que V
E . hi tenido bien provocar esti mocin, me
permitir designar en sta, esos motivos justificados.
Y. E. ha de record sr que cuando el estado de la
guerra en que se encuentra empeada la Repblica
contra sus pretenciosos,conquista lores, ha exijido
que IVciudad de la Asuncin fuese desocupa la de
sus habitantes y declarada pun) militir, l goborr.o ha nrde.'tad'j S'i t taI_ovaeuicinn, corno si ha
comunicado Y. E. con'oportunidad, cuya disposi'i.-.n ha sido puntualmente' cumplida por nacionales y extranjeros sin distincin; p >ro Y. E. hacindase la nica csceprion, ha credo deber contrariar dicha clispnsbiorT gubernativa. Entonces
se lo.ha manifestado de parte del Gobierno su esperanza de que esa circunstancia pesarosa para l,
no contribuira de manera que nadie contraviniese
I! mandato del gobierno. Sin embargo de esto y
*de la manifestacin que oficialmente ha, hecho
V, E, de haber admitido temporneamente en la
Legacin algunas familias inglesas ha credo deber
continuar manteniendo en ella un cre-i lo nmero
de estranjero's de diferentes nacionalidades, qu

admiti en un momento en que aun r*fudfcm&n>to alguno,so pudieron eer en peligro porla aproesimacio de dos buques enemigos, y Y'. E. debo
persuadirse que si bien esto no era obligante- para
ol "ohiern, siguiendo su politici de moderacin,,
o ha querido tolerar, fin d) que yaque estaban*
en la" legacin americana, ni fuesen inquietados,
confiando en que el ministro del s Estados Unido
debera despedirlos, una vez pasado el motivo de
temor.
Emps-o, van hacer cinc mes j s que los dos.
buqu-.s enemigos aparecieren momentneamente
n.l puerto de* 11 Asuncin y todo peligro para
osos inlividu is ha cosa lo.
D -spucs han ocurrido casos desagradables entre
este ministerio y la legacin de V. E. con la provoeafioivd; sus-asilad -s, y sin embargo, ninguno
de olios ha dejado aquella residencia para cumplirla orden del Gobierno, y al contrario, se- reciben
otros, segn se evidencia de las notas de V E.
"Alemas de este, Y. E. debe recordar que n h a
tenido bien comunicar este ministerio, n i e l
simple recibo.de su n'ita de 23 de Febrero ltimo
en (lie rntre ctras cosas tedecia que en el inters.
de evitar cualquier nenente desagradable, consenta V. E. que os ciudadanos americanos liliss y
Monlove pudiesen residir en la morada de V. E.
co'h. la nr "vencin deque no perteneciendo a l a
el i se d ; sirvientes en que aparecen en la lista de la
delegacin americana, no podrn sar fuera deella', en cuyo caso la polica* deba recejarlos, como
se lia reiteiado V. E. por U nota posterior del 4
de Marzo ltimo; pero Y. S. no solo so ha dispensado de avisar recibo de esa noli de este ministerio, sino que ha mirado c-o"n poca consideracin su
S'.licitud, dejando salir per "las calles de la ciudad
dicho individuos, y*espresaiido sin embargo oi>
su iv ta de! 24 de Marzo ltimo,, que no reconoc
violacin de ley ni ctilpabilid id por parte (ie.Iin
love cuando pis sin permiso algnio -competente abrir la casa de un subdito francs que se bailaba
fuera de aquel punto:
Ciamlo se ofrecieron consecutivamente los c a sos do Slanlovc, West y liliss- con provocacionesdirectos la autoridad, este ministerio, llamando seriamente la atencin .de V. ; E., en vezde ocurrir otras medidas que con derecho poda-,
adoptar, pidi V. E . seguridad de-que no se repetiran en adelante esos nsu'tos, pero V E n-1 sella servid) ofrecer ninguna, fimpoco Y. E. se ha *
.servido acusar recibo la" iv ti de 22 de Febrero
con que se le ba acompaado el bando gubernativo de la misma fecha, ordenando la total evacuacin de la capital, por declararse punto militar, ni
la del 28 del mismo mes, en que se le notificaba en>
copia, el decreto supremo, que declaraba todo el
territorio de la Repblica en estado de sitio.
Apesar de estos antecedentes, el ministerio,.,
guindose de la poltica grave y circunspecta del
supremo gobierno dla Repblica, ha guardado
tambin una con lucia llena de moderacin- con el
representante de la Nacin amigu de los Estados.

Unidos, que sin injusticia no podr dejar de reconocerlo; y esjustamente debido esta circunstancia, el pesar con que veo queV. E. atribuye mi
nota del 27, falta de respeto un ininistio acreditado de una Nacin amiga, y puedo asegurarle_que
est fuera de mi alcance concebir que por el hecho
dcsolicitar.se la entrega de un hombre culpable,
refujiarjo en la Legacb n, y de haberse mandado
un oficial buscarlo dos horas despus de entregada la nota, pueda inferirse agravio, justificar
una queja semejante.
No puedo renos de espresr V. E. mi sincero
agradecimiento per la aquiescencia cortesa que
V. E. cree haber empleado al darme Conocimiento
de las personas asiladas en su hotel, y me permitir
ala vez declarar Y. E. de que este Ministerio no
puede reconocerle el derecho de no responder la
pregunta que le la hecho.cn su nota del 27, pues
si bien eso' con'ocimiente puede ser de los negocios
internos de la legacin, no por eso corresponde
menos la soberana territorial de su residencia,
como queda doi< strad'd en el caso de LeiteT^reira,
cuya desaparicin no ha sido esplicada sino por la
nota de Y. E. del 22.
Volviendo sobre el punto dtenvio de un oficial
de Polica para acompaar al reclamado, no me es
dado-comprender la razn que asista Y. E. tan
imperiosamente para infundir en su nimo la indeclinable resolucin de no entregar la persona en
cuestin. Aun cuando no hubiese un precedente,
est en el orden' natur.J de las cosas, como un deribad de la prctica -comn', pero Y. E. manifiesta
de una manera concluyeme que en ningn caso esta
dispuesto entregar a la disposicien de la autoridad
' sitio cu,indo mas decir al asilado que su casa no
puede oo.ntiuuar, dndole asilo. Si ofensa pudiera
haber habido en el envo de dicho oficia!, yo considero, muy Lvridu c iv l' negativa de V. E. y la
despedida del- mismo oficial sin babor lie nado'su
cometido, siendo p-r otra parte muy indiferente
que Leite Pereira sea entrgalo d-spodido de la
Legac, ii de !,s Estados -Unidos, para, sor preso en
"L calle por un funcionario menos caracterizado.
V. E.diee, que segn todos los escritores sobre
las leyes internacionales, el Ministro estr.injcro 'no
est obligado entregar sus asilados, escoplo por
algn definido alta oriieri'conlr t el Estado el
Solerano, } aade V. E., :ue siendo esto reconocido como ley en tales casos, se sig'ueqno antes de
entregar Lejo Pereira, debe pedir primero- la.
especifica ofensa ofensrsd que es acus-.uo. Sin
reconocer en el sentido absoluto que V. E. d
este principio, n.e incumbe decir V. j. sobre este punto, qne cuando el G'oierno de la Repblica h'solicitado da V.'E. la entrega de/Leite
Pereira, tfspresaudu claramente babor violado
<ti-pi.skio!ie.s gubernativas, lo que es evideuto,
y ii(i,torioV. E. mismo, ade.uas de-la esprosion
le estar acsalo, y de que debo comparecer en
juicio, no debe hesitar ni un 'memento de que el
carcter de culpabilidad de dicho individuo no es
del gnero dlas o t u s a s comunes, (pie comprende

la cita de Vatlel, que trae h nota de V. E. B.i|p


este concepto.no veo ninguna obligacin de dar
Y. E. mas espiraciones acerca del crimen del
acusado, cuya mpareneia ante el tribunal respective es urgen! , y por el contrario tengo motivos de eslraar soice manera la pretensin de V.
E. de que le sean d los saber los cargos especficos contra el referido Leite Pereira, paro que si
fuesen del grave Carcter que exijia esa legacin
de advertirlo, que no pueda por mas tiempo darle
asilo, esto Os, erijindose el juez privativo de la
cuestin, y de la causa del delincuente en este
pais. Reconocer V. E. esta atribucin seria abdicar mi gobierno sus derechos y prerogativas con
mengua del h> uor y dignidad de la nacin. _
Quiera V. E. acoplar mi especial agradecimiento por la transcripcin de una parte del prrafo
48 cap. ) de Vatlel lib. TV, y creerme que es precisamente con presencia d; esa misma cita, y dlo
domas (ue le sigue en la obra do aquel clebre autor, que be pedido Y. E. que Leite Pereira fuese
puesto la disposicin de la justicia. Y este es,
seor Ministro, cuante yo cre estar autoriza.':)
decir en la cuestin de un husped que provoca
la discusin, -confiando que V E. ha de considerar
con conocimiento bastante para bacersesu propia
justicia.
Para no molestar y seguir precisamente la prctica dj este derecho, es que el ministerio en mas
de una ocasin ba desale que el Sr. Ministro no
"abrigase en su hotel, ni en los fondos de l, tantos
pers mas de diversas nacin didado-;. hastaprivar
de sus operarios los talleres y establecimientos pblicos del gobierno por muchos meses, come George liles, prisionero de guerra, puesto sueldo al
servicio del arsona', en idnticas' condiciones cotilos contratados Juan Waits ingeniero, y Guillermo
Newton director de fian licin, todos 'rigieses-, que*
como otros se bailan asilados en' efli telV. E. ^
I'o'r otra parte, un asilo tan prolongado co:n
aparentemente inmotivado, en una plaza puramente militar y sin mas habitantes qne el Sr. .Umist'f
Ameneiuo", sus huspedes y asilados, como V. E.
los califica, podra haber suscitado con Justina
una discusian mas seria sobre la estension que
Y. E. entiende dar las inmunidades de su hete';
pom el gobierna ira querido empe-smente evitarle, v se ba limitado sobre el particular amatesas orno Tijeras indicaciones.
Por lo que teca la*- mension de V. E. sobre el
carcter oficial que acuerda al; asilado-, debotcir
que antes de gallar 1 ca i de V. E. hajecibd'o en
la maana del 1(5 una n .ta de est*^ ministerio en
qio,haciendo mrito d'uhu declaracin del Encargado de Negocias de S. M. e! Rey de portugd, le
ba-dec'arado en I-a cu-rsion que tuvo con el vicecnsul ile a paella nacin, desde"tiempo atrs, qtre
s la & ste reconoca la nica'pers na conipereuti
ovni quien deba otilan ierse en asuntes dj consulado de S.M..E. no pudiente aquel ser recon-crcido
en el carcter de grente d;l cnsulaio que solicit l Sr. Cnsul ala Irjga por una i-ta qui dirigi

-^ 8 _
~este ministerte y que no ha sido contestada. Este leza de la acusacin hecha contra l, y de que V. E.
hecho me hace prescindir de la apreciacin de esta se constituye en el Juez que debe determinar soctfestion, cuando por otro lado el .mismo husped bre cargos especficos contra su husped, para dede Y.E. le habr informado detalladamente de to- terminar el cese continuacin del asilo que le ha
do lo ocurrido con este gobierno este respecto en acordado.
presencia de las piezas oficiales.
No obstante, mi Gobierno est siempre dispuesto
Y debo espresar ingenuamente Y. E., que aun- guardar toda consideracin hacia la nacin amiga
que estoy muy distante de conocer los motivos de los Estados Unidos y hacer en obsequio' de su
que hubiesen aconsejado al Sr. Ministro para ne- ministro todo cuanto la salud del Estado y su mejor
gar Leite Pereira el cumplimiento de su entero defensa le permitan;perosiento tener que declararle
deseo, siempre espresado, de dejar esa legacin los asilados del hotel de Y. E. no pueden ya contipara ir entregarse l mismo la autoridad, nuar siendo tolerados indefinidamente en una plaza
quiero respetar las razones que hubiesen obra- militar sin temor de que abusando del asilo, se hagan personas peligrosas para ella, sino agentes del
do en el nimo de Y. E.
Aunque no me propongo gestionar aqu la in- enemigo, y teniendo en consideracin la situacin
competencia de la residencia de la legacin ameri- de la Repblica y la de la ciudad de la Asuncin,
cana en el punto militar, debo observar V. E. asi como las circunstancias espresadas, mas de
que yo confio en que no podr ocultarse V. E. las declaraciones que V. E. ha hecho en nota del 4
que convertida en plaza militarla Asuncin, y re- *de Abril ltimo, de no poder ofrecer la seguridad
sidiendo el gobierno y el pueblo, asi como los de.que no se repetirn hechos como los de Manlove
agentes y subditos estrangeros en otros lugares, otros anlogos, se encuentra en el caso de llamar
no solo se afecta las leyes del Estado, sino tam- seriamente la atencin de Y. E.
bin se crea un formal embarazo al servicio interEn mrito de lo espuesto, vengo rogar Y. E.
no de aquella, con la conservacin dentro de sus se sirva despedir de su hotel maana antes de enlmites, de un hotel diplomtico.
trar el sel al referido Jos Mara Leite Pereira, asi
Dejando pues un lado la cuestin de la residen- como todos los dems individuos que sin pertecia de la Legacin de V. E. en la Asuncin, necer lal-egacion se encuentran en ella, algunos
donde no hay objeto de atenciones diplomticas, como huspedes y otros en otras calidades, segn la
paso manifestar V. E., que habiendo cesado el espresonde Y . E .
motivo plausible del asilo acordado en la LegaNo terminar esta nota, seor Ministro, sin ofrecin americana, ese asilo debe igualmente cesar, cer V. E. una otra observacin de tocante intemuy particularmente cuando ha empezado afec- rs, y es cuando en jeneral, nacionales y
tar seriamente los reglamentos militares del pun- estranjeros han cumplido relijiosamente la orden
to, y las disposiciones mas terminantes del Go- de la evacuacin, de la ciudad, y el Gobierno le
bierno; que sien los momentos de la desocupa- acuerda la proteccin y socorro posibles en el escin de la ciudad, s ha tolerado ese asilo, no hay tado de plena guerra del pais, luchando brazo
razn, ni es lcito, que un tal estado de cosas siga brazo con l enemigo que tenaz pretende su ester| adelante como una casa de refugios, y declarando minio; y sobre todo, cuando el orden pblico, la
*no deber dar explicaciones, ni de los individuos en moralidad del pueblo en todas partes y las disposiella comprendidos, ni los que en adelntese refu- ciones gubernativas garanten las personas y sus
giaren all. Sin temor de equivocarme, puedo ase- intereses.no puede comprenderse en buena signigurar Y. E, que no har ninguna cita de prece- ficacin la permanencia indefinida de estas persodente alguno, y que por elconlrario, nadie" podr nas en la Legacin americana, militando estas cirdesconocer la razn y justicia que acompaa al cunstancias por si sola, sin traer en cuenta otros
prbceder leal y prudente de mi Gobierno, en una antecedentes, de manera fijar la atencin del Gocuestin de alta trascendencia poltica, y Y. E. bierno muy seriamente sobre ella en los solemnes
mismo ha de reconocer que bajo todos aspectos, momentos actuales.
ofrece la mayor inconveniencia y peligro una casa
Estas ppderosas consideraciones ponen en evisemejante, con inmunidades diplomticas, en un
dencia
la justificacin mas plena de la solicitud de
puesto estrictamente militar: en una palabra, Sr.
mi
Gobierno,
y me infunden la nas positiva conMinistro, yo no puedo dudar un momento que Y.E..
fianza de que V. E. reconocer no solo la justicia,-s
pesando en su nimo estas graves consideraciones
pero aun la moderacin de esta peticin y que cehallar que el ejercicio de su ministerio y de las
sar aquel asilo.
inmunidades de su Legacin, son incompatibles
Aprovecho esta ocasin de renovar. V. E. las
con el medo de ser del lugar de su residencia," y
seguridades
de mi distinguida consideracin y
de que por el solo hecho de haberse colocado en
una plaza militar, ha relajado una parte de sus pri- aprecio.
vilejios y especialmente el derecho de asilo.
FirmadoGUMESINDO BEIUTEZ:
Pero estas circunstancias vienen revestirse de
un carcter todava mas grave, cuano Y.E. de- A S. E. Mr. Charles A. Wathburn, Ministro residente
de los Estados Unidos de Amrica.
clara oficialmente que Leite Pereira, como Y.E.
mismo, se halla totalmente ignorante de la natura-

9
TRADUGCION?

cana (que la estoy esperando por horas) dentro de


muy corto tiempo, ser un deber mi para con mi
familia pedirle pasaporte v facilidad para su paAsuncin, Julio 12 de 1868.
saje
A S.E. Gumccindo Benilez, Ministro Accidental Aires.
de por las lineas militares, y de all Buenos
Relaciones Esteriores.
Aprovecho esta ocasin de renovar las seguridaSeor :
des de mi dissinguida consideracin.
Tengo el honor de acusar recibo de su nota
FirmadoCharles A . Washburn
de ayer, en que S. E. revista una grande estenMinisterio do Estado
sion las circunstancias que han sobrevenido v la
discusin que ha tenido lugar en consecuencia
de la prolongoada. resistencia en esta legacin de de Relaciones Esteriores.
ciertas personas que no pertenecen, ella, y conLuque, Julio 12 do 1868.
eluye diciendo que es esperado por ese gobierno
Tengo
el
honor
de acusar recibo de la nota V. de
deque todas esas personas Ja dejarn antes de
E.
de
esta
tarde,contestacin
la que de ayer.de
ponerse el sol hoy dia. Estando as restringido este Ministro, en que V. E. se sirve
decir que esa unas cuantas horas, me es imposible aludir los tando relringuido unas cuantas horas
le era immuchos puntos tocados en su nota, y me veo obli- posible aludir los muchos puntos tocados en mi
gado a deferir una respuesta mas formal para nota,-y s veia obligado deferir una respuesta
otra ocasin. Sin embargo,- observar aqu que mas formal para otra ocasin, observando sin ementeramente no estoy Conforme con las opiniones bargo no hallarse enteramente conforme V. E.
y conclusiones sentadas por Y. S., en relaciona con mis opiniones sbrelos derechos de inmunilos derechos e inmunidades de ministros estrance- dades de Ministros estrangeros y Legaciones; pero
ros y de legaciones. Pero esto no afecta la vista que no afectando esto la vista practica del caso, en
practica del caso en relacin todas las personas relacin todas personas quienes habia yo mena quienes V E . meneiona por su nombre como cionado por su nombre, todos ellos se haban espermaneciendo contrariamente los deseos del presado, incluso Leite Pereira. que por ahorrar
gobierno. Todos ellos se han espresado, inclusive Y. E. todo embarazo por.su causa, dejaran voel Sr. Leite Pereyra; apesar del muy mal estado luntariamente esa Legacin; y de aquellos cuyos
de su salud, que para ahorrarme todo embarazo nombres fueron dados como no pertenecientes
por su causa, dejarn voluntariamenie hoy dia esta la Legacin, quedaran solamente elDr. Carrera?,
legacin y de aquellos, cuyos nombres fueron el Sr,. Rodrguez y su sirviente y la Seora de Leidados no na mucha como pertenecientes la leira- te Pereira, presumiendo que ninguna objecin
flton, quedaran solamente el Dr. Carreras, se hara la residenciado esta seora, all, como
el Sr. Rodrguez y su sirviente y la seora de Lei- amiga y compaera de Madama Washburn; que este Pereyra. Presumo, que ninguna objecin se tos caballeros, sin embargo, han espresado come
liara a la residencia de esta seora aqu como los dems, su deseo de partir si el Gobierno insisM
amiga y compaera de madama Washburn
Es- tieso sobre ellos, y que V. E. mucho preferira se
tos caballeros, sin embargo, han espresado como quedasen^ siendo tambin este el deseo de ellos y
los dems su deseo de partir, si el Gobierno in- por eso les habia suplicado V. E. de quedarse
sistiese sobre ello. Yo,, sin embargo, mucho hasta volver ser informado dla determinacin
preferira que se queden. Tal es tambin su de- final del Gobierno, no entendiendo V. E. que ninseo, y por eso les he suplicado de quedarse hasta guna ofensa fuese imputada contra ellos, excepto
.que yo vuelva a ser informado de la determina- ia simple permanencia en la Legacin, y que si el
cin final del gobierno. No entiendo que ningu- Gobierno insistiese sbrela partida de ellos, asuna ofensa se imputa contra ellos, escepto el simple mira que V. E. no tiene el derecho de tener hushecho de permanecer en la legacin, y si el go- pedes visitantes en su casa.
bierno insistiese sobre la partida de ellos, entonV. E. aade que esto colocara en una posicin
ces el sumir que no tengo derecho de tener tan anmala y singular que le obligara tomar
huespedes o visitantes en mi casa. Esto me colo- una accin diferente de la que haba intentado, y
cara en una posicin tan anmala y singular que que por eso esperaba que el Gobierno no insistieme obligara tomar una accin diferente dla ra sobre ello, sintiendo V. E. profundamente la
que haba intentado v por eso espero que el Go- partida de las Seoras Thomas y Edem como nbierno no insistir sobre ello. Sentir profunda- cesarias para comodidad y salud de Madama Wash
mente la partida de las seoras Thomas y Edem burn, y concluye de que en caso dj no oirdel recomo su asistencia madama Washburn , es muy greso de la caonera americana, dentro de muy
necesaria su comodidad y salud. La seora poco tiempo, sera un deber de V. E. para con su
de Tnomas ha servido como ama de leche por casi familia, pedir pasaportes j facilidades para el patodo el tiempo que ha estado en mi casa y ahora saje de ella por las lineas militares,y de all Bueesta en un estado muy dbil de salud. Acaso de nos Aires.
que no oiga del regreso de la caonera ameriRestringido tambin por la brevedad de pasar
Legacin de los Estados-Unidos.

10
Y . E . esta comunicacin, voy contraer me_ les
puntos mas prineip des y del momento, diriendo
cualquiera falta para reparar oportunamente cuando V. E. me haga la honra de enviarla respuesta
formal anuncela.
. .
Siente, Sea ir Ministro, que mis opiniones y
conclusiones sobre el derecho de las inmunidades
to hayan merecido la conformidad de V E., pero
har nuevos esfuerzos, cuando V. E . quiera indicarme las suyas.
'
.
Estimo V. E. qu; pesar de esta disconformidad de principios,haya querido complacer mi Gobierno, permitiendo que dejasen en este dia su lotel todas las personas quienes habia yo mencionado por su nombre, incluso Leite Pereira; pero si
he puesto unos cuantos nombres en mi _ nota da
ayer, no era con el nimo de limitarme ellos en
mi solicitud, y si me he servido de los nombres de
'.algunos d : los operarios, ha sido solamente para
recordar V E., que all estaban todava; pero
ye debo esperar que Y. E. asi lo ha mandado practicar en enante ha t mido la cortesa de hacer retirar aun las Seeras Thomas d Edem, de quienes
necesitadla Seora Washburn.
Nunca ha sido ni nimo causarte menor molestia a esta Seera, y tanto.su amiga la. Seora
Leite Pereira.que con razn presume V. E., puede que lar sin oojeci m alguna cerca de ella, como
su servicio Jas Sen iras, Thouias y E.|on, que palo mismo fu'-ra sensil.lj si hubiese dejado el Hotel
en este da; porten tal caso maana estarn prevenidas de poder v.olv.er.
Me es sensible, Seor Ministro, que Y. E. baya
credo oportuno anunciar .este Ministerio q' si mi
"Gobierno Ueg.se, insistir en la sal.la del Dr. Carrras,y R driguez,Orintalas; V. E. estara obligando d temar accin diferente dejo que habla in'te.ilado Lsperauio p-r Io'misma que no i n -s liria .
-Tan oscura mi.parece esta frase, qne hubiera
molestado V. E. puliendo alguna esplicacion para eoiitcslarl.i, d n.o creyera que clli no fuese .dictada sino en !.i creencia de q' aquellos individuos no
teni.ni :oas alia qae su resistencia- en la Legacin
Eraperj, no es asi, > ahora me cumple decir a Y.
E. que tambin .la jjstleia los red 1,0,1, y' de una
manera tampereiit ira, (no me es forzoso rogar.
V. E. quiera despedirlos para la una de! di de
maana.
Penoso me es lene:- que solicitar de, Y. E. por-ten
cort i licrip i la despejla de ,1 is huspedes mas
recl uados urgjiil'iii jite p--r la justicia. No be
datloi Y. K. esta d u-d.ir.icio 1 en mi not anteri ;'r,
<:onfiaud.> *;n que Y. E. no tendra motives de preferencia h-ci i.i4!os,nias qne sobre los olivs asiladas, ni he ere da deber cambiar otra c.nulificacin
sobre un asunto de t.d natural, za, que b.i dado
orijen una,coi-!-espoudeiicla, que uii Gobierno
habra deseado eviur, prefiriendo que la accin de
la justicia los encontrase en la calle.
V. E. v que hay ofensa per pacte de dichos
orientales y que to solamente sn traducibles en

el tribun .1 sino qu es urgente hacerlo, y yo con- <


fio qne si cuando Y. E. los ha credo inocentes y
les ha suplicado para quedar en su Hotel, 'y ellos
se .manifestaban dispuestos dejarlo, ahora que
sabe que sen culpables, se apresurar despedirlosi i i
Esta contestacin y las condiciones actuales (le
lugar de su residencia, me revelan de no entrar
enapruiaeion sobre la cuestin de si Y. E . tiene
no el derecho de tener huspedes visitantes en
su casa.
Agradezco V. E. la noticia deque en un tiem
po 110 lejano V E. intenta enviar su familia para
Buenos Aires.
,
Aprovecho esta ocasin de renovar a V. E. la
seguridad-jj m distinguida consideracin y estima .
Firmado
GuMiiSisno D E S I T E Z .
A. S.E. Chwlet WashbiWn, MnUinRfS'.i-nt'de los
Eat'idos Unidos -/-"- Amrricr.
TRADUCCIN.

Legacin de les Establos-Unidos.


Asuncin, Julio 13 de 1833.
A S. S. Gumenituti Bmi<:, Ministro aa'hntal de
li'titc'onfs E-ifrrhtrt-i..
Seor:
Teng.el honor de acusar el.recibo di su nota
de ayer"", en qne V. S- mi informa, despu is de un
breve r :s.;i m de lo que, hab 1 pasado en relacin
-eiertes pers nis. quienes h me algn lie.npo,
babiaii si io d nnieiii.idas en mi Cosa, qu i en aespedlr todos 1 is individu-.s q.ie no pertenecan l.i
Legacin, estaba yo correcto; en mi presuncin de
que no haba habido la menor intencin, por parte
del Gobierno, 'quejas so,oas de Pereira, Edem y
T'oonias, cuya perman.-ucia por algn Lempo mas
fu descaa por m.daiua Washburn p; r razones
espuestas en mi nota d a}er,-de'n,ol.;star intervenir con su per n..enca aqu.'A esto se, aide
que estas dos ltimas sern prevenidas do pudervolver hoy. Por esta prontitud y consideracin
hacia madama Washburn, Y. S. se servir aceptar
mis sinceras gracias.
Y.. S. despus aide, c n respecto ala continuacin de la residencia de los Sr.es. Canoras y
Rodrguez, que en vez de no bailarse acusadas
sino por permanecer en esta Legacin, son reclamados .por los tribunales de justicia y de una manera tan perenteria, quo se espera de. que dejarn
esta Legacin Ji..y la una d< JMia.
Habiendo informado estos d>.s cabal! >r> s del
contenido/de su m-.t 1, manifestaron mucha,sorpresa, pero espres.;roii que' titab.ai pronto de U
de una vez y afrontar y refutar cu desquiera cargos, qqe puedan hacer.-o contra ; elL,s, yN efecLjaiiete-se fueron antes de la,hura indicada.
Es con u'n profundo pesar, como nunca lo he

II
esperimentado en mi vida, que he dejado salir de
mi casa bajo tales circunstancias dos amigos
qnienes muchsimo estimo y que han sido mis
huspedes durante cinco meses y estoy plenamente persuadido que ellos se vindicarn victoriosamente de cualquiera acusacin que pueda hacerse contra ellos. Durante su larga residencia
conmigo, hemos hablado naturalmente con entera
franqueza sobre todas y cualesquiera cosas y me parece que si el uno el otro alguna vez han cometido
disimulado acto alguno criminal ofensivo al
Gobierno del Paraguay, hubiera sabido alguna cosa
de ello. Pero no lo s. El primer nombrado, el Dr.
Carreras, es bien sabido, vino al Paraguay para
prestar en lo posible su concurso la causa de este
pais contra el Brasil, peligrando su vida y fortuna
fin de llegar aqu, pero corno sus servicios no
han sido aqu utilizados, ba deseado dejarlo para el
mismo objeto, en la Creencia qu sai-iendo al estertor, influenciara en ganar las simpatas, sino el
apoyo activo de una mas do las Repblicas del
Pacfico en favor de este pas. Como semejante
hombre, cuyos mas intimes sentimientos conozco
tambin, bubies; podido con,ter ninguna ofensa
contra un Gobierno, que l tanto ansiaba servir,
est mas all de mi comprebens'n n. El mismo inters en la causa dte Paraguay ha sido siempre
patentizado tambion por el Sr. Rodrguez. Este
caballero, Y. S debe recordar, vino-al Paragey
<-n una capacidad diplomtica; la de secretario de
la Legacin Oriental, delantal qued l encargado
la partida del Ministro, el Sr. Yasquez Sagasluine. Despus de la cada del Gobierno-, que representaba, sms funeiotics'^iploroaticas fueron suspendidas y entonces quiso dejar el pas, pero hasta ahora no ha podido hacerlo. Sin embargo, como V. S. sabe, lodos los escritores sobre los derechos de legacin establecen que basta que puedan
partir del -pas los miembros'de una legacin en
otro tiempo aceptada, .teen dorecuo ciertas inmunidades, y si alguno de ellos comete ofensa, el
gobierno, cerca del cual habia sido acreditado, no
est ; uterizado juzgarlo, pero puede enviarlo
fuera djl pas, q pedir su castigo de su propio Gobierno
Como ambos caballeros han desempeado puestos i ficiales, el Dr. Carreras los mas elevados, oscepto uno, en su pais, su caso d;be naturalmente
excitar grande inters, y mi propia conducta en a
materia ser severamente criticada per mi Gobierno y muy' probablemente per (-tros; y si le sucediese alguna grave injuria, probablemente ser
-censurado por lio aconsejarles de permanecer en
la Legacin, menos que scalo por la fuerza.
Pero Y. S. sabe cuan excesivamente ansioso he
oslado siempre para evitar cualquiera cosa que
pudiera encamiier una ruptura.entre ese Go
cierno y el.mo, y como'catey convencido que ellos
podrn vindicarse, por eso he dejado de hacerla.
Pero estoy en estremo ansioso de que no les suceda dao grave alguno,pues entonces poco deseo
tendra de continuar en la carrera diplomtica, sino

que tendr demasiado para abandi mulo y nc esponerme otra esperencia tan dolornsa.
Solo tengo que aadir que si eetos caballeros
(I Sr. (seora en el original) Leite Pereira, per ai a
necen en esa Ciudad ser pcara m una grandegratificacin si se me permitiese enviarles la comida do mi casa, y otras cosas necesarias su salud
y comodidad. Teir, bien de avisarme sobie
esto tan luego como la sea conveniente.
El sirviente de color del Dr. Carreras, todava
permanece conmigo en calidad de sirviente.
Aprovecho esta ocasin de renovar seguridades
de distinguida consideracin.
(Fir.)''
Challes A. Washbtiru.
Ministerio de Estado do Relaciones Esteriores.
Luque, Julio (13 de 1863.
Nuevamente requerido por la justicia,presento
V E. mis escusas de venirle molest.-.r una vez
mas pora pedirle se sirva despedir de su bote! al
ciudadano nerte americano Postor C. Bss y a! sbdico britnico G. f-Jastormm acusados de i.o menos gravedad de I; s otr'cs por quienes be temi el
benor de solicitar V E,
Aprovecho esta ocasin de ofrec r Y. E. l.-s
seguridades do mi distinguida consideracin yestima.
Firmado
Gii ME cir-.no RE si TES.
/i.. S. E. ilr. Charles A. Washpurn, Ministril l ti'ftddelos Es'a'los Unido: di Amrtct.
Tiduccion.
.,
Legacin dedos. Estados-Unidos.
Asuncin, Julio 14 de 1868. '"* *
A. S. S. Gumesind) Denitez,Ministro acideutal de
He lacio nes Es torteros.
Seor:
Tengo el benor de acusar reciba de su nota de
aver,en que soy suplicado de despedir/le mi casa
al ciudaibno Auierreano Postor G Bliss y el sbdit i ingls GeereeMasteiman, quienes Y . E . ilce
estn'gravemente misadas eouio. loso tros quj se
mu.ha pedido de cesar de albergar enea Legacin.
la.-pecio estos dos in lividuos.tengo que decir
que siempre tes he considerado como perteneeien la Legacin. Mr, "-.l.isterman vino ,residir en
ella como mdico que asiste mi- familia, en Setiembre ltimo, y en mi imta (Lt..d,i Febrm-p_2i
pero remitida con otra n .ta mia de 4 de A-'.-ii!, su
nombre est incluso como uno de la Legacin.
Como ninguna objecin fu hecha entonces consideraba que era reconocido como tal porelGulierno as como cualquiera de mi casa. El nombro
de Mr*. Bliss fu tambin dado en ambas l i s t a s , p a ridas. En respuustade mi nota d e ^ 2 deFgJjfero
S. E. el Sr.' Berges dijo.que Mr. Bliss no sieiPdo

12

de la clase de sirvientes, se confinara en los fondos de Legacin, pues estara sujeto de ser arrestado si fuese encontrado fuera. Durante los ltimos tres meses lo ha hecho as escrupulosamente
y adems me ha sido de mucho desempeo en mis
deberes oficiales, y deseo retenerlo por todo el
tiempo que permanezca en el Paraguay. Considerando puestas dos personas como miembros de la
Legacin, no puedo tener ninguna discusin con
respecto su entrega despedida de mi casa. Si
tuviera que hacerlo asabdicaria todas mis funciones y derechos como Ministro, pues si reconozco
el derecho del Gobierno de llevar una persona
quien considero miembro de mi Legacin, debo
concederle por toda*, as, si complaciese al Gobierno podra ser dejado no solamente sin ni un sirviente, pero sin mujer, nio secretarioconforme al argumento de V. E. en su nota del 11 del
corriente, deque si se alega solamente que son
acusados, yo no tengo recurso sino que entregarlo.
Es con un sentimiento tal como rara vez he esperimentado en toda mi vida que observo desdespues de una residencia tan larga en el Paraguay, donde he esperimentado tanta bondad y
cortesa de parte del Gobierno y del pueblo, y
que be procurado responder de una manera que,
casi ha trado una guerra entre mi paisy los enemigos de su pas, y que todava est,amenazando
cada hora hacerlo, que aparezco haber perdido
la confianza y el respete de este Gobierno. Deque los he gozado un alto grado hasta hace poco, est ampliamente demostrando, tanto en la
correspondencia oficial como en las columnas del
periodo final. Pero debido al hecho de haber recibido otras personas en mi Legacin de las que
pertenecan ella, mi permanencia en Ii ciudad despus de su evacuacin, alguna otra causa, de que estoy ignorante, parezco ser mirado
tan diferentemente que no veo como puede ser
de ningn seevicio mi propio Gobierno, al del
Paraguay cualquier individuo de l con permanecer mas tiempo aqu. Habia esperado permanecer hasta fin de la guerra y no dar un adis
al Paraguay, que ha sostenido una guerra con un-a
bravura y abnegacin que deben hacer de ella una
de las mas notables en las pginas de la historia y
dar su ilustre Magistrado Supremo y Comandante de sus Ejrcitos uno de los mss conspicuos en
los anales de la guerra (y en que habia esperado
|.que mi humilde nombre tuviera un lugar honorable) hasta que pudiera hacerlo as vindolo en
elgce de esa paz y prosperidad que su valor y
abnegacin haban adquirido tan noblemente. Pero
esa esperanza ahora me veo yo mismo obligado
abandonarla. El curso que he credo ser mi deber
adoptar parece haber estado tan en dl$k|><rdia con
las vistas del Gobierno que no veo' de que
pueda ser ya til. Por eso tengo el honor de pedir pasaporte, para todaslas personas pertenecientes 4 esta Ligacin, y que las facilidades para dejar el pais tales como convienen al carcter de un

Ministro acreditado, me sean provistas con lamenor demora como las circunstancias permitan.
Me prevalezco de la presente ocasin para ofrecer V. E. las seguridades de mi distinguida consideracin.
-Firmado
Charles A. Washbur.
TRADUCCIN.

Legacin de los Estados-Unidos.


Asuncin, Julio 20 de 1868.
S.S.GumesindoBenitez, Ministro Accidental de Relaciones Esteriores.
Seor:
Tuve el honor de recibir su nota de 16 del corriente, al siguiente dia un poco despus de medio
3ia. En esta nota, que es en respuesta la mia
del 14, V- S- despus de dar un resumen de su
contenido, procede darme razn de las circunstancias en que Mr. Parter C. Bliss y Mr. G. F.
Masterman, vinieron esta Legaeon.
Respecto Mr. Bliss, V. S. observa que pronto
despus de llegar al pais, busc contrata con el Gobierno por trabajos literarios, que se le concedi
y que desde ese tiempo habia permanecido en su
servicio y pago. Mr. Bliss me informa que nunca tuvo ninguna contrata escrita con el Gobierno,
pero que se le dijo que recibira cierta compensacin por los trabajos literarios que tenia que'desempear: que de tiempo en tiempo ha recibido
cierta suma de dinero en pago del trabajo ya hecho, y que el total recibido no excede la suma debida " l. Siendo tarfes sus circunstancias, no
puedo ver ninguna razn justa por qu no lo habra admitido en la Legacin y ddole empleo.
V. S. manifiesta sorpresa de que yo hubiese recibido en la Legacin un hombre de la calidad y
posicin social como la de Mr. Bliss en la capacidad de sirviente. Me permitir observarle que una
falsa traduccin se ha hecho de la palabaa service
(servicio) empleada en mi nota de 22 de Febrero.
Al decir que habia sido necesario lomar algunaspersonasmas en mi servicio que losq-fte prviam inte habia empleado, no dije en qu calidad fueron
comprometidos. Mr. Bliss lo precisaba como traductor y Mr. Masterman como mdico, que atiende
m familia, y como las calificaciones peculiares
de cada, una eran tan bien conocidas, consideraba
que seria enteramente suprfluo esponer en qu
capacidad eran empleados. Ni tampoco encuentro, consultando los auteres mas eminentes de la
-Ley internacional, que haya necesidad de que los
Ministros espongan la calidad el carcter de las
personas pertenecientes sus Legaciones. Es
suficiente que sus nombres sean dados, y si no
son esceptuados, quedan desde luego habilitados
todos los privilegios de las Legaciones.
Al responder mi nota del 22 de Febrero, S. E.
el Sr. Berges espresamente reconoci Mr. Bliss
como perteneciente la Legacin, pero pidi, que
como no seria conocido la Polica como uno da

13

mis servidores (servant) se confinara en ella. En


efecto, es la nica persona que haya sido reconocida formalmante y en nota oficial. Por algn
tiempo despus de publicada la orden de evacuacin, Mr. Bliss y los mas de los que vinieron en
aquel tiempo residir dentro de mi hotel no se
confinaron estrictamente,aunque nunca se iban lejos. Mr. Bliss aun continuaba en dormir en su casa
del frente y sola ir y venir en plena vista de la
Polica, y como nunca era molestado dedujo que
era indifcrente al Gobierno de si l todava ocupaba su casa se confinaba en la Legacin. En verdad, cuando nuestro desgraciado paisano, Mr. Manlove, cay en agravio, (come \a grief), se fu ala
oficina de Polica con l como intrprete, y despus de su detencin le llev varias veces su comida, antes que nunca he podido sospechar de que
pudiera cuestionarse el lucho de ser miembro de
la Legacin. No busc refujio en mi casa, como
Y. S. lo insina. Por el contrario, ha sido mi
pedimento espreso que ha entrado en mi servicio
aunque no como sirvienteen un tiempo en
que creia sus servicios serian muy tiles y necesarios. Confio pues, que Y. S. querr admitir
que habindole aceptado como miembro de esta
Legacin y dado aviso oficial del heeho;cuyo
aviso fu reconocidono puedo ahora repudiarlo.
Con respecto al caso de Mr. Masterman, V S.
dice quesera muy penoso su Gobierno que por
una graciosa concesin al Ministro de una nacin
amiga, hubiese l ganado acceso este embajada
para hacerse criminal y on j-mpunidad bajo las
inmunidades que son justamente respetadas por
las leyes de las naciones.
No puede ser tan penoso V. S. su Gobierno, como es mi, el que suceda cualesquiera cosa
de sta naturaleza. Tener mi confianza abusada
de esa manera seria mostrar un grado de ingratitud,de que apenas podra esperar que ningn hombre sea capaz. Pero sise ha abusado de ese modo y de todo lo que Mr. Masterman ha sido acusado resultare ser verdadero, la Ley de las Naciones
me prescribe un curso enteramente diferente de lo
propuesto por V. S.
La Ley dlas Naciones, como Y. S. sabe, es
muy clara, esplcita, no solamentee en cuanto los
derechos nmunidodes de los Ministros, sino
todas las personas pertenecientes sus Legaciones. Tales personas dice Martens(Ley de las
Naciones Libro VII. Capitulo IX, nota) Se encuentran bajo la proteccin de la ley de las naciones, y
no estn consecuentemente sujetas la jurisdiccin del pais en que habitan, aun cuando sea el
suyo propio. No pueden ser juzgados por ninguna de sus acciones civiles criminales, escepto
por el Estado que representa el Ministro. La Legislacin de los Estados principales de Europa es
positiva sobre este punto xxxxx Desde el tiempo
que los individuos del squito del Ministro dejan
su servicio, sern juzgados por las leyes del.-pals
donde residen sino son subditos del soberano reprer

sentado por el Ministro: en el caso contrario, el Ministro no puede consentir en su estradicinn ser puestos enjuicio por cosas hechas antes de dejarlo. *De
esta manera V. S. vorque si Mr. Bliss y Masterman fuesen acusados de ofensas crmenes especficos cometidos mientras estaben en mi Legacin,
y la hubiesen dejado, segn este gran escritor,
quien despus de mi paisano, Mr. Wheaton, es
generalmente considerado como la mas alta autoridad de los tiempos modernos sobre materias
de leyes internacionales, no podra yo consentir
en su estradicion en ser puestos en juicio, salvo
en sus respectivos pases.
Dice Wheaton (Parle III. Captulo I. seccin
15) al hablar de las inmunidades del Ministro:
Esta inmunidad se estiendo no solamente la
persona del Ministro, sino su familia y squito,
secretarios de Legacin y otros secretarios, sus
sirvientes, efectos mviles y la casa en que reside, (seccin 16) La mujer y familia, sirvientes y
squito del Ministro, participan de la inviolabilidad
anexa su carcter pblico, xxx,'con respecto las
ofensas criminales cometidaspor sus domsticos,
aunque en rigor el Ministro tiene derecho de juzgar y castigarlos, el uso moderno les autoriza
simplemente de arrestar y mandarlos su pas para ser enjuiciados..
Valtel y todas las autoridades sobre el derecho
djenles, por loque he podido consultarlos, convienen sustancialmenle con los que he citado, y
la ley siendo as clara y esplicitamente establecida, preguntara V. S. si me deseara que yo la
respete la viole? Seguramente que V. S. dira
resptela. Cmo entonces yo debo despedir de
masa estos miembros de mi Legacin, aun>
cuando sean acusados, sin una directa palpable
violacin de mi deber como Ministro.
V. S. aade que despus dlas representaciones
hechas, pone n lado la cuestin de si estas personas pertenecen n la Legacin, y lo deja
m sentimtento de justicia expelerlos de mi casa
despus de la narracin deles hechos y la informacin que ambos, Bliss y Masterman, son importantes miembros de una combinacin que por
convenio con el enemigo debi estallar brevemente en el pais para el derrocamiento de su gobierno y la destruccin del ejrcito que combate por su existencia. Que ni Masterman Bliss
son miembros de tal combinacin, por su puesto.no puedo probar: pues para probar una negativa
es generalmente imposible. Pero si despus de
plena investigacin se probare que son miembros
de una tal combinacin,-que quedar sorprendido
mas que nunca. Desde la evacuacin la ciudad, Mr. Mastermen, que es muy adicto estudios inestigacliones cientficas, ha vivido en una
vida de reclusin y apenas tenido ninguna comunicacin con ninguno fuera de los recintos de
la Legacin, mientras Mr. Bliss.quien durante todo
este tiempo ha sido tan familiar, tan franco y tan
confidencial con migo, sobre todas cosas, que haba credo saber todo su pensamiento, esperanza y

l
aspiracin de su existencia, se*hnhiese comprendido, segn so alega, en una gran conspiracin
contra el gobierno, es un autor tal que hara infinito crdito sus mismos dramas. De una vez debera soltar, la pluma y ponerse el borseguy el boletn (and assume ihesock and buski.J
V. S. me permitir observar que la presuncin
de que una persona es culpable por que es acusado,
est en directa oposicin de los principios de la ley
consuetudinaria : Es una mxima de esta ley universal,que todo hombre es inocente mientras l no
es probado ser culpable, pero V. S. parece tomar
el terreno, deque tan luego como un hombre es
acusado, es necesariamente culpable, y me pide
de tratar como tales Mr. Bliss y Mr. Masterman, antes de un examen investigacin, y
tintes de habrseme dado la mas mnima prueba de su culpabilidad. Debo tener las pruebas
de las ofensas hechas contra un hombre antes de
tratarlo como culpable. V. S. sin embargo, no aducnnguna prueba ni me d una partcula de evidencia sobre que se fundan sus cargos, y me.pide
de tratarlos como si fuesen culpables de altos crmenes.
La ley de las naciones prescribe claramente el
procedimiento Veguirse cuando individuos, miembros de una Legacin, son descubiertos.estar comprendidos en cualesquiera aclos ilegales.. Dice
que el gobierno quien se ha ofendido puede
pedir que sean enviados su pais para ser
enjuiciados entonces el Ministro ser obligado de
someterse aL,pedimento. Por esta razn-si los
cargos y pruebas contra M. Bliss y Mr. Masterman me sean trasmitidos con la splica de
que sean mandados sus paises respectivos mar
serjuzgados, entonces no tendr mas alternativa
sino avenirme y en la primera oportunidad enviarlos: el uno los Estados Unidos, y el. otro la
custodia del ministro ingls en Buenos Aires.
Este procedimiento es de esperarse ser satisfactorio al gobierno del Paraguay, debiendo remover
personal ofensivas aldelpaisy sujetarlos enjuiciamiento,, conforme alas leyes de sus propios
paises, y como no hay casi duda de que una caonera americana estar pronta en estas aguas,, no
habr probablemente sino poca demora en llevarlo
efecto.
V. S. admitir que tengo razn fundada de
sorprenderme de la esposicion contenida en su
ltima nota, de que se habia formado una gran
combinacin, qu por convenio con el enemigo
debi estallar brevemente en el pais para el derrocamiento de su gobierno y el esterminio del ejrcito que combale por su existencia. De que algo
de un carcter peligroso habia sido descubierto, lo
habia supuesto previamente por haber sabido que
ciertas medidas enrgicas y estraordinarias haban
sido tomadas por el gobierno. Fero de su forma,
stension de las'personas implicadas en ello, no
t j a l a mas remota idea. Tales conspiraciones
no sin frecuencia suceden durante los largos periodos de la guerra. Pero no he supuesto que

haban hombres suficientes en el Paraguay para


hacer una semejante combinacin formidable ea
manera alguna, y que tendrn la locura de tentarla. Puede ser que hayan habido hombres bastantes malos para tentarla, pero no he supuesto
que habra tan necios que deban meterse en una
combinacin que no podra ofrecer ningn otro
resultado que su propia ruina. Su nota del 16
me convence, sin embargo, que so ha tentado algo^
de esta naturaleza. Pero abrigo la esperanza que
despus de una plena investigacin se hallar que
no es tan estensa como pudiera haberse sospechado, y estoy muy ancioso de saber, cmo ahora lo
creo confiadamente, que aparecer circunscrita
un crculo con quien persona alguna que ha vivido en este Legacin, no haya tenido ninguna relacin, conexin intimidad, y estoy plenamente
persuadido que un tal resultado de la investigacin es el que mas desea V. E. el mariscal Lpez.
Habiendo asi comentado largamente el contenido de su nota del 16,-- siento hallar que mi modo
de pensar sobre mi deber difiera tan remotamente
dlo espresado por V. S. y qne consecuentemente vea poca esperanza de poder ser personalmente
til permaneciendo mas tiempo aqu. Por razones que V. S. bien puede apreciar, hubiera preferido esperar al menos la solucin de la cuestin
del pasaje dea caonera americana arriba de la escuadrilla bloqueadora. Por su puesto, si emplea
toda la flota americana para forzar su camino.
Presumo sin embargo que antes de provocar una
guerra cen los Estados Unidos la caonera ser
permitida de pasar sin^ser molestada, y V. S.
creer de buena gana que no tengo deseo 9e ahorrar los aliados otra humillacin como la que
se sujetaron cuando en mi ltimo arribo al Paraguay.
Aprovecho esta ocasin de ofrecer Y. S.- mis
seguridades de alto miramiento y distinguida consideracin.
(Firmado)Gharles A . Washburn.
TRADUCCIN.

Legacin dlos Estados-Unidos.


Asuncin, Julio 20 de 1868.
A S. S. Guieando Benitez, Ministro Accidental de Reaciones Exteriores.
Seor:
Despus de cerrar mi nota en respuesta la suya de 16 del corriente, he tenido el honor de recibir su nota de ayer, en que despus de suplicarme otra vez
de echar de mi casa Mr. Bliss y Mr.
Masterman1, espone que losdndviduos de mi servicio que solan traer provisiones de mas all deles
lmites de'la Ciudad, son acusados de haber conducido comunicncioncsentr el enemigo y las personas asiladas en mi casa. V. :S. aado que fin
de no molestarme no solicita su comparecencia
ante los trtbunalas, dando as otra prueba de alta
consideracin y respeto hacia m, no dudando que

tomar las medidas necesarias para poner fin tal


abuso do las inmunidades do la Legacin.
V. S. tendr bien aceptar mis sincei os agradecimientos por la espresion del deseo de no molestarme-He advertido al nico sirviente y que
suele ir mas all de los lmites de la Ciudad, de que
no debe traer ni llevar ninguna nota, mensaje
comunicacin de ninguna clase de cualquier
otra persona, si no de m y de Madama Washburn.
Este sirviente me dice que nunca ha llevado mensajes notas de ninguna clase, escepto los encargos
de las personas que viven en la Legacin, los encargados de las casas donde habian recidido antes,
de mandarles libros, ropas y otras cosas de este
gnero, que podrian serles necesarios para su uso
y conveniencia. Aun este servicio le he prohibido
haeerles, y si llegase desobedecerme,tconfio que
ser informado de ello para despedirlo instantneamente de mi servicio.Respecte al caso de
Mr. Bliss y Mr. Masterman, permtame V. S. que
me refiera mi otra nota de esta fecha,eii respuesta
la suya del 16.
Aprovecho esta ocasin para espresar mi distinguida consideracin.
(Firmado)
Charles A . Washburn.
Ministerio de Estado de Relaciones Esteriores.
Luque, Julio 23 de 1868.
Antes de haber tenido tiempo de responder
V E. la nota que me ha dirigido el 20 deLcorrienle, como habia ofrecido en la mia del 21, he
recibido la contestacn que V. E. ha dado esta
ltima y ambas voy responde!.
Antes de todo, debo levantar la aparente prisa
que V. E. me acusa tan poco cortesmenle en su
respuesta de ayer, pues mi prisa no era aparente
como V. E. dice, sino efectiva y mevida por el
inters amistoso de no ver llegar una complicaocion par un nuevo abuso de la confianza de V. E.
por los reos que pr-oteje. He credo esa confianza
efectiva y noble, y no aparente como" Y. E. clasifica mi prisa y esta es Ja esplicacion de mi conducta en esta nota.
No he olvidado en ella, como V, E. cree, que
acababa de darme sus razones, declarando que no
entregara Misterman y Bliss para su enjuiciamiento por las autoridades del pais como miembro de su Legacin; quise solo apuntar V. .
una posibilidad traidora, apresurndome prevenir la exesiva confianza, de V. E. haca los criminales de su casa, mientras me propona ofrecer
V*. E. una contestacin detenida sobre los puntos
en que pareca apoyar su resistencia en la nota
del 20.
*
Yo no me he permitido pedir V. E. de tener
presos encerrados en su Legacin Porter Cornelo y George F. Misterman, y V. E. solo toca
hacer lo que mejor convenga en elservicio interno de su casa.
He llenado un deber que juzgu de buena cortesa. Ahora debo espresar Y . E . que desde I

esa misma casa se responden y reciben correspondencias de los Generales enemigos" tratando los
detalles del complot, y cuando V. E. persiste con
todo en los trminos que lo hace y no quiere creer
en una ingratitud, m me esfuerza temer que
se siga todava esa misma conducta en la casa de
V. E. en que antes, como ahora, han estado, supongo, encerrados, pues que no haban salidd la
calle.
No soy yo, Sr. Ministro, quien ha dicho V. E.
que la combinacin del compl. t eslallaria maana,
pero agradezco Y. E. la noticia.
Mucho tendra que decir sobre la relacin que
V. E. ha recibido de Bliss sobre su contrato con el
Gobierno y el cumplimiento de una y otra'parte,
pero no es la cuestin del momento, y V. E. sabe
que mi Gobierno no hace cuestin de inters ni
puede reconocer en V. E. su juez en la materia.
Y. E. dice que en efecto la nica persona formalmente reconocida en nota oficial como miembro de la Legacin, os Porter Cornelio Bliss, reirindose. ia nota de este Departamento del 23,
de Febrero, pero no puedo atribuir este aserto
sino alguna penosa equivocacin de parte de
Y. E., pues yo tengo la vista esa nota y nada
encuentro que autorice creerlo as. Por el contrario. El tercer prrafo de esa nota desconoce espresa y virtualmente la calidad de miembros de la
Legacin de V. E. los ciudadanos Bliss y Monlove y si les ha puesto la condicin de no salir
la calle ha sido asimiliado los asilados en el Hotel de Y. E. sin ser vistos considerarlos en mas
de esta calidad.
Corroborando este aserto, recordar que en nota
de 20 de Marzo ltimo, tnve el honor de decir
V. E. que los relevados Bliss y Monlove no podan
salir de la Legacin y que solo en esta calidad fueron tolerados en la casa de V. E.
Por otra parte como V. E. sabe, la especialidad
del caso, las circunstancias del pas, y la residencia de V. E. en una plaza puramente militar, reclamaban la necesidad del espreso consentimiento
del Gobierno para que los individuos propuestos
para miembros de esa Legacin puedan ser reconocidos en esta calidad.
-En lo denlas, si yo he recordado V. E. que
Porter Cornelio Bliss no ha vivido en los trminos
recomendados por la nota de 23 de Febrero, ha
sido solo para recordar Y. E. que habia trascurrido mas de los tres meses de que V. E. hablaba
en su nota del 14 del corriente y que aquella recomendacin no habia sido tan relijiosamente cumplida. Si alguna palabra mal traducida hubo en
las notas cambiadas en aquella poca, V. E. toea.
la responsabilidad de no haberse rectificado l error
en su tiempo.
No quiero molestar V. E. emprendindola
tarea de persuadirle todava de que se ha abusado
de su confianza por parte de. los reos reclamados,
pues mis. declaraciones oficiales tienen para V. E.
menos importancia que las palabras de ellos.
No quiero tampoco cansar V. E. con una larga

16
serie de transcripciones del derecho internacional de pedirle nuevamente la espulsion de esos crimipara levantar sus escrpulos por temor de que V. E. nales del Hotel de V E. antes de ,entrar el sol del
me acuse de que no quiero que lo practique en dia 25 del corriente, en lo que no solo obrar con
favor de sus protejidos Porter Cornelio Bliss y justicia, pero s muy conforme la ley de las naGeorge F. Masterman, y tambin porque no con- ciones.
sidero aqui su lugar.
Siento tambin ver \ \ E. con poca esperanza
Tampoco me esforzar en dar- V. E., conoci- de ser personalmente til permaneciendo mas
mientos mas especficos sobre la causa de dichos tiempo en el pais. Yo creaque un representante
criminales porque ya d antemano estoy notificado de una jacion amiga se complacera en ver desbade que Y. E. no. permitir que .sean enjuiciados ratada una gran conspiracin urdida para hacer
por las autoridades de este pais. sino'en los Estados triunfar los enemigos de mi : patria, cuya causa
Unidos, Porter Cornelio Bliss y en Inglaterra Geor- ha merecido I simptico inters del Gobierno de
ge F. Masterman, como miembros de la Legacin la Union Americana.
americana,
No terminar sin agradecer V. E. la mencin
Sin embargo, observar que V. E. para confun- que s sirve hacer de la flota americana para forzar
dir completamente la situacin de un pais en plena su camino, asi como su opinin de que antes de
y esterminadora guerra con un bloqueo absoluto provocar, una guerra con los Estados Unidos, la
y un crimen horroroso y atroz con un estado caonera pasar sin ser molestada; y sobre todo,normal rnenos tirante y un crimen comn, de la seguridad de que V. E. no tiene deseo de ahormenos peligro inmediata consecuencia, V. E., rar los aliados otra humillacin como la que
tan familiarizado con los grandes autores, podra se sujetaron en ocasin de su ltimo arribo este
citarme un caso anlogo al que sostiene? No pa- pais.
rece Y. E. qu si las inmunidades de un Ministro
Aprovechla ocasin de renovar V E. 1 as sellegasen al estremo que V. E. pretende llevar las guridades de mi alta y distinguida consideracin.
suyas no habria nacin alguna en el mundo que
(Firmado)
quisiere de buen grado aceptar una embajada.
GiJMESINDO BENITEZ.
La justicia nacional, que no busca el padecimiento
A
S.
E.
Mr.
Charles
A.
Washburn, Ministro Rede un hombre sino la averiguacin y el castigo del
sidente
deles
Estados
Unidos
de Amrica.
crimen para poner veto al fatal desarrollo de una
trama tan inicua como inhumana, no parece V. E.
probable que salvada la Repblica, el Gobierno Ministerio de Estado de
se dispensara de enviar fiscales para que el uno
Relaciones Esteriores.
fuese los Estados Unidos y el otro Inglaterra
Luque, Julio 23 de 1868.
sustanciar una acusacin y pedir el castigo de Porter Cornelio Bliss y George F. Masterman; que sin
Tengo el honor de solicitar de V. E. la inmecarcter alguno y mendigando el .pan, han llegado
las playas de su patria para sustituirse agentes de diata entrega de un paquete cerrado de comunicasu enemigo, instrumentos de conmocin y re- ciones que el Ex-Ministro d Relaciones Exteriovuelta intestina, no hubiese respondido en el tribu- res,Jos Brjes, ha entregado V. E. en su hanal, porque despus de haberse hecho reos hubie- bitacin de Salinares, en ocaiion de que en la tarsen ganado la Legacin de una nacin amiga para de siguiente de la llegada de Berjes de San Fernando la Asuncin, V. E. le visitaba en aquella casa,
continuar de all mansalva su obra inicua.
Cree V. E. que el Ministro que ampara tales donde personalmente se hizo cargo de dicho pacriminales con su bandera y sus inmunidades, est quete para guardarlo, como en efecto, llegando
en el perfecto ejercicio de su deber internacional? la Legacin, al oscurecer, Y.E. sediriji con l
El ejercicio de ese derecho as entendido en la sal- su escritorio.
Siendo este paquete, Sr. Ministro de grande imvaguardia de tales individuos, puede considerarse
portancia para mi Gobierno, V. E. me permitir
como acto obligante de amistad?
Agregue V. E. esto, de que Porter Cornelio rogarle, su entrega al oficial portador de esta coBliss hafirmadoen un comit secreto de recproca municacin.
Aprovecho esta ocasin de renovar V. E.mi
obligacin, jurando el asesiuato aleve del Presidendistinguida
consideracin.
te de la Repblica.
Yo no puedo dejar de declarar categricamente
Firmado V. E. no reconocer ni ha*ber reconocido este MiGumesindo Bnitez.
nisterio Porter Cornelio Bliss, ciudadano arnericeno y George F. Masterman, subdito britnico, A S.E.Mr. Charles A. Washburn. Ministro Resicomo miembros dla Legacin de V; E., y por
dente dlos Estados Unidos de Amrica.
consiguiente no puedo aceptar la discusin de
y. E. en este terreno.
Siento, seor Ministro, que mis amistosas esposiciones en notas anteriores no hayan podido evitarme esta, y me hallo en el imprescindible deber

17

deseo de ocuparme de ellas po r ahora. Si el peligro es tan inminente como V. S. alega, es mejor
Legacin de los Estados Unidos.
dejar toda discusin sobre puntos de cortesa hasAsuncin, Julio 23 de 1868.
ta dias mas tranquilos.cuando con una revista de
A S. S. Gumcsindo Beniizz, Ministro Accidental lo
depasado ser fcil sin duda esplicar justamente
Relaciones Esteriores.
escusar cualquiera cosa que haya parecido por enSeor
tonces apresurada inadvertida. Por eso pasar
La nota de V. S. de esta fecha, ha sido recibida al asunto mas serio de su nota.
V. S. aade, pues, quenoes V. S. quien me
en este momento. En ella soy suplicado de enha
dicho que el complot haba sido combinado cotregar al portallor un paquete cerrado de comunicaciones que me fu entregado por el Sr. D. Jos mo para estallar el 24 del corriente y que me agraBerges en.su casa en Satinares al dia siguiente de dece por la informacin. Ciertamente que su nosu regreso de San Fernando. En respuesta es- ta del 21 dio la primera informacin* que tuve de
to, tengo el honor de informarle que por muchos que algo de particular debi tratarse aquel dia. De
das no supe del regreso del Sr. Berjes, y que esa nota hago el siguiente estrado: Mientras
cuando tuve noticia de ello, supe tambin que es- pueda dar V. E. la debida contestacin, vengo
taha muy enfermo en su quinta, y me fui verlo prevenir V. E. que por la combinacin de la
conforme mi diario del 22de Junio, cuar.do iba traicin con el enemigo, este deba ejecutar ciertos
un.paseo, y1e hall en cama en su casa. Este fu movimientos para el dia 24 del corriente. Esta
no recuerdo qu tiempo despus del .regreso del es toda la informacin que he tenido sobre este
Sr. Berjes. Pero creo que fu una semana mas. punto, y en mi respuesta del 22, dije que V.
Mas l nunca me dio ningn paquete comuni- S. me informaba de que la. traidora combinacin
cacin, carta mensage. de ninguna clase. Ha- con el enemigo, era hacer ciertos movimientos el
blamos acerca de la situacin de la guerra y de 2.4, dando as en traduccin casi literal de sus prootras cosas de una naturaleza casual, y la nica co- pias palabras la noticia que Y. S. me agracede.
sa que recuerdo es que dijo que los brasileros no Ciertamente me parece que los agradecimientos
podran sostenerse po,r mucho mas tiempo, que su son debidos de mi V. S. mas bien que deV. S.
crdito estaba agotado y varias provincias ya en mi. El primer conocimiento que he tenido sorevuelta. Al despedirme, l roe suplic de ir bre la materia estaba consignado en su nota del
verlo despus, lo que promet hacer. Pero no 21.
Con respecto la cuestin de Si Mr. Bliss y Mr.
he llegado sino una "wkdespues y eso fu con .madama Washburn, conforme mi diario del * de Julio Masterman son no justo y legalmente miembros
cuando lo bail todavia en cama. Su conversa- de esta Legacin, defiero toda discusin al presencin de entonces fu muy parecida la de la oca- te. He reclamado, creo con exactitud, que son, y
sin anterior, pero n entonces, ni en ninguna otra si ahora tuviese que retroceder de esta posicin,
ocasin jams el me ha dado paquete comunica- parecera dbil y seria una confesin de que habia
cin de ninguna.clase., V. S. debe estar, pues, obiado legalmente, despidindolos, acto por el
del todo mal informado, con respecto al paquete so- cual seria acusado y censurado por mi Gobierno.
bre el cual V. S. pregunta. Jams he recibido na- Puede ser que padezca algn error en mi sentir,
da de esta clase ni he recibido de l ninguna co- pero manteniendo las opiniones que abrigo, no
municacin, ora verbal por carta .desde su regreso tengo otro camino que seguir sino darles la proteccin de mi tegacion hasta que pueda, enviarlos
de San Fernando.
Me prevalezco de esta ocasin para ofrecer segu- sus respectivos paises para ser. juzgados. Si el
Gobierno del Paraguay se creyese justificado en
ridades dedistinguida consideracin.
llevarlos por la fuerza, todas las naciones del
Firmado
mundo civilizado sern solicitadas para fallar sobre
Gharlcs A. Washburn.
la legalidad del acto. Quiz sea condenado por error de discernimiento, pero ciertamente ser enTraduccin.
comendado por insistir, hasta lo ltimo, sobre los
Legacin de los Estados Unidos. derechos-de Legacin.
Al insistir as sobre los derechos de Legacin
Asuncin, Julio 25 de 1868.
confio que V. S. me creer que- no es por deseo
SS. Gurnesinlo Benitez, Ministro Accidental de alguno de abrigar criminales., Si las partes,
Relaciones Estertores.
quienes he dado asilo y hospitalidad se han comSeor:
prometido al mismo tiempo en una trama consTengo el honor de acusar reeibo.de su nota del piracin contra este Gobierno no hay otro indivi23, en que despus de discutir algunos puntos de duo en el pais, salvo aquellos cuyas vidas estaban
cortesa, V. S. procede dar sus razones por que amenazadas (y quiz yo mismo haya sido incluido
Porter C. Biss y GeorgeF Masterman no debe- en.el nmero) quien tenga tanta razn como yo
ran ser considerados como miembros de esta Le- para desear que la justicia sea administrada y los
gacin y desertan ser espulsado?de ella por mi. criminales castigados.. Y es debido mi mismo
Por lo que toca cuestiones de cortesa, no tengo y mi Gobierno que yo preste todo apoyo que esTRADUCCIN.

t e mis manos, y que pueda hacer con legalidad


y consistencia, de ayudar en el descubrimiento de
los criminales, y si V. S. tiene algunas preguntas
que hacerme sobre cualquiera persona sospechada^ y puedo yo darle cualquiera informacin que
seria de alguna utilidad confirmar la verdad, ser
muyfelizenhaceflodeuna manera amistosa y
confidencial (in-ofieial.)
_ Siento observar que Y. S. note que sus declaraciones oficiales me sean m de menos peso que
las esposiciones de las partes acusadas. No me
atribuyo el carcter de un .juez. Digo solamente
que siendo, segn considero, miembros de mi Legacin, ellos no estn sujetos ser juzgados por
los tribunales del Paraguay.
Si el Gobierno, sin embargo, est convencido
que no son miembros d este Legacin, puede
perseguirlos como criminales y fujitivos, y los escritores sobre la ley internacional han prescrito
plenamente como tales individuos pueden ser tomados propia y legalmente de la casa de un ministro estranjero. No me tocar mi quejarme de
que ningn criminal sea llevado por fuerza de mr
Legacin, pero en este caso, la responsabilidad del
acto quedar sobre el Gobierno del Paraguay, y no
sobre el Ministro que los ha entregado creyendo
que no debe hacerlo as.
No aludir al cargo especifico hecho contra Mr.
Bliss por temor de que V. S. vuelva agradecerme
por la informacin que habia derivado nicamente de V. S. Solamente puedo decir con respecto
l que si el cargo fuese sustanciado no hay persona
en el mundo que deba tener tan buena razn como
para pedir su castigo. Y tengo plena confianza que
miGobierno administrar firme inflexible justicia.
Lo duda el Gobierno del Paraguay?
L observacin de V. S. que senta de que vo
tuviese tan poca esperanza de no ser ya til con
permanecer en el pas, y que crea que el representante de una nacin amiga se complacera en
ver frustrada una conspiracin fraguada para facilitar el riunfo del enemigo. Yo respondera que
convengo en todo con V. S. Como he dicho antes,
Vo tengo mas razn que casi cualquier individuo
de desear que todo el negocio sea completamente
investigado, y castigadas las partes culpables.
Cuando escrib mi nota de 14 del corriente, no
tuve ninguna idea de las acusaciones que se traeran despus contra las personas quienes habia
dado asilo y hospitalidad. Pero cuando se me pidi de entiegar despedir de mi casa dos personas quienes consideraba como miembros de mi
Legacin, crea que si el Gobierno insistiese y los
privilegios de mi Legacin fuesen denegados, no
debera ya permanecer mas tiempo en el pais.
Hay otros puntos en su nota que despus
pueda tener ocasin de aludir, pero como ellos no
afectan la cuestin inmediata, no los discutir
ahora. Paro como he dicho, no solamente estoy
con deseos, sino ansioso de prestar cualquier auxilio que est en mis manos, para descubrir la
verdad con respecto la combinacin de que V. S.

ha hecho mension. Por eso aadir aqu que maj


propiamente debiera haber dicho en mi nota de
23, en respuesta la suya, pidiendo la entrega de
cierto paquete. En cuanto al paquete, nada mas
tengo que decir, puesto que nunca lo he visto, ni
oidonada de ello. Pero eomo V. S. que al otro
dia despus del regreso del Sr. Berges, de San
Fernando,le visit en su quinta y traje tal paquete,
que mi vuelta al caer la noche lo deposit en mi.
oficina, aadir algunas palabras lo que dije
ayer. Como dije en mi nota del 23 no vi al Sr.
Berges por varios das despus de su regreso.
Pero encuentro en mi diario lo siguiente, que
transcribo literalmente, pesar del muy mal espeol, en que llevo mi diario, por el deseo de aprender el idioma. A la tarde fui visitar Berges
en su quinta. Le encontr muy enfermo en cama.
Despus pas hasta la casa de la seora Presidenta
quien encontr en buena salud; pero triste: * volv
por la casa de Leite.adonde encontr Vasconcellos,
enferm con chucho. El mand por mi algunos billetes para Leite. Nada de nuevo de abajo Habia sido
suplicado por el Sr Pereira y su seora de pasar su
residencia antigua y traerles ciertas cesas que necesitaba, ntrelas que habia algn dinero, biltes
paraguayos. Para agradarlos traje las alforjas de mi
amigo Truenfeld, que habia pedido prestado algunos dias antes. Al regresar, al oscurecer, puse 1 s
alforjas en mi oficina, y la maana siguiente
despus que el Sr. Pereira habia contado el dinero;
me lo entreg para guardar, y la mayor parte est
ahora en mi poder.
V. S. admitir que esto no es una materia muy
decorosa elevada para poner en una correspondencia diplomtica. Sin embargo, doy todos los
detalles esperando que sea as til en llegar la
verdad, y que la informacin ser recibida en el
mismo espritu en que es ofrecida.
Es con profundo pesar que me veo obligado
contender con el Gobierno del Paraguay con respecto al caso de Mr. Bliss y Mr. Mactrman. Pero
si alguu hombre tiene raz.on de respetar firmeza y
estricta adhesin al deber de S. E. el Mariscal LpezDespus de haber sostenido una' lucha por la
independencia nacional, casi sin paralelo!en la historia,y habiendo soportado os de trabajo, peligros
y saciificiospara defender su pais y mantener' un
principio, no puede l miraren otro la misma firmeza y la misma adhesin al convencimiento y el
deber, sino con respeto y aprobacin.
Que el complot de que V. S. habla ha sido
descubierto y frustrado, yo pedira V. E. de trasmitir mi mas ntima y cordial felicitacin S. E.
el Mariscal Lpez. Bien recuerdo que horror estremeci al mund t civilizado cuando el grande y
buen Abraham Lincoln cav ante un infame asesino, y la execracin universal que el hecho provoco. De que emel Paraguay haya personas que se
ocupen de una conspiracin semejante, me es horrible mas all de la acepcin de la palabra. Quiera
tambin tambin V. S. felicitar S. E. el Sr Presidente por el aniversario de su natalicio y spre-

19
sar ni sentimiento jior no haber podido ayer, debido al urgente deber de preparar esta nota, visitar S. E. el seor Vice-Presidente en Luque,y
ofrecerle formalmente mis congratulaciones.
Aprovecho esta ocasin de ofrecer U. S. seguridades de alto miramiento y distinguida consideracin.
(Firmado)Charles A. Washburn.
Ministro de Estado de
Relaciones Exteriores.
Luque, Julio 31 de 1868.
Tuve el honor de recibirla nota de V. E. de
23 de este mes, en contestacin la que el mismo
dia le he dirijido, suplicando la entrega de un paquete cerrado de comunicaciones que le fu entregado por el ex-Ministro Berges, manifestando
V. E. que en las dos visitas que le hizo ni en ninguna otra ocasin, jams l le ha dado paquete ni
comunicacin de ninguna clase, y que yo debo
estar pues del todo mal informado al respecto; jams he ro-'ibido nada de esta clase, ni he recibido
do l ninguna comunicacin, ora verbal por carta desde, su regreso de San Fernando Asi mismo
he recibido otras dos notas posteriores del 25 y
26, sindola primera en contestacin mi anterior del 23 sobre la cuestin ruterente Porter
Cornelio Bliss y George F. .Masterman quienes
V. E. considera como miembros de su Legacin,
ellos no estn sujetos ser juzgados por los Tribunales del Paraguay; qu> si el Gobierno sin embargo est convsnqdo que no son miembros de la
Legacin, pueden perseguirlos como criminales y
fugitivos, y que los escritores sobre la ley internacional han prescrito plenamente como teles individuos pueden ser tomados propia y legalmente
dla casa de un Ministro estrngero," pero que la
responsabilidad en este caso ser sobre el Gobierno del Paraguay y no sobre V. E., haciendo al
mismo tiempo una ampliacin en orden al paquete
de papeles solicitado en mi nota del 23 con el estracto de una partida de su diario; y la ltima nota de V. E., es acompaando adjunta unacomunieac'n nde Porter Cornelio Bliss que este, fin dice haberle suplicado, conteniendo dicha comunicacin algunas revelaciones que suponen la existencia de tiempo atrs de un comit secret > entre
l y otros estrangeros, y que en la forma y el texto exhibido parece meditarse con ella una justificacin de su pretendida inocencia.
Estas tres notas de V. E. paso responder conjuntamente como partes adherenles al asunto principal del caso.
Aunque hay algunos puntos que en dichas n otas
de V. E. he ledo no sin estraeza, y que hubiera
contestado desde luego, no deseando perder un
tiempo precioso, los dejo un lado para tratar sobre los tpicos principales.
Hubiera tambin entrado en mas apreciaciones
sobre la cuestin Bliss y Masterman, pero cuando

V. E. declina toda cuestin en cuanto de si sen


no justa y legalmente considerados por V E como miembros de su Legacin, y despus de cuanto sobre este asunto he dicho ,V. E., debo limitar igualmente mi contestacin. Sin embarco
observar V. E. que este acto de V. E. no est
en armona con las benvolas manifestaciones que
ha hecho en pro de Ja justicia, pues estando en'sus
manos y como una cosa de su estricto deber la
despedida de aquellos individuos que deben comparecer ante el Tribunal correspondiente, ha preferido ampararlos titulo de miembros de'su Legacin, sin que haya justificado ni pueda justificar tal
calidad, desconocida por mi gobierno oficialmente.
V. E. no tiene bien prestar todo el apoyo que
pudiera hacer legalmente para la averiguacin de
la grave causa de alta traicin ala Patria y el hecho Je acceder sobre unos, y de negar so'bTe otros
la solicitud de despedida de su hotel los criminalesasilados, como en el caso de Bliss y Master'man
en queV. E. encuentra dificultades, en tanto qu
sobreabundan facilidades para protegerlos decididamente, cuya circunstancia toma un carcter mas
subido, atento que en su nota de 20 del corriente
refirindose al sirviente d* V. E., ha manifestado
su resolucin de despedirlo instantneamente de
su hotel, cuando fuese informado de no cumplir
sus advertencias, deque no debe traer ni llevar
ninguna nota, mensaje comunicacin de ninguna clase do cualquiera otra persona, sino de
V. E. de Mme. Washburn. Y es tanto nas caracterizado el hecho cuanto que V. E. en el ejercicio de su discrecin, poda entregar la justicia
del pais, sus sirvientes acusados de crmenes,
bien renunciar todos los privilegios d esa 'naturaleza, relativos las personas de su comitiva,
conescepcion de las que sean nombradaspor su
Gobierno, como Secretario de Legacin, etc.
Por mas que he buscado en las notas de V. E.
un motivo plausible para la resolucin en que s
encuentra firmemente de no acceder mi solicitud sobre aquellos criminales, veo concretarse su
negativa estes punios. 1 ? QueV E. cre
haber reclamado con exactitud que ellos son justa
y legalmente miembros dla Legacin. 2? Que
si ahora tuviese que retroceder de esa posicin
parecera dbil y seria una confesin deque habia
obrado ilegalmente despidindolos; acto por el
cual seria acusado y censurado por su Gobierno.
Deoo espresar V. E. estos respectos, que tengo
opinin diferente, fundada en la razn y la justicia. Es evidente que el Gobierno no ha reconocido corno miembros de la Legacin americana
sus protejidos, y que consta de documentos oficiales esta circunstancia. O cuntas veces debe el
Gobierno comunicar su resolucin V. E.? Pero
aun cuan'do Y . E . creyese en un reconocimiento
tcito despus de su ltima tentativa, no era bastante la declaracin oficial hecha V. E. posteriormente de que este Ministerio jams ha reconocido
' ni los reconoce como miambros de la Legacin de

'20
V. ., para modificar su opinin y, respetar el d'er ( la insistencia de a:n,egat'v.a *e V. Ei est destituida
de t< do 'fundamento )' solo puede habilitar ala lorrecho de mi peticin?
,
No hay pues la exactitud que V. E.. invoca en macin de otros juicios.
Es especioso, Sr. Ministro, el pretesto eri que
su creencia de ser ellos legalmente miembros .de
apoya
V. E. su.negativa. Cmo poda, esperarse
su Legacin,y esta fuera de mi.alcance comprenel
reconocimiento
de Bliss en el carcter que, desea,,
derque retrocediendo de esa posicin^ imbuido
de mejores .reflexiones, V. E. parecera dbil, y por el solo hecho de haberlo por segunda vez
seria una: confesic; de haber obrado'legalmente presentado con Manlove en la lista de su comitiva,
despidindolos, porque la misin de un Ministro h.biendo sido ya rechazados por el ministerio en
pblico'est-fundada sobre la moral poltica, y el su primera solicitud?- Por otra<parte, es evidente
ejercicio de sus funciones estriba en el respeto al que V. R. ha reconocido esto cuando en nota de
derecho, ala razn y la justicia, postergando n- 4 deAbril ltimo, con la cual ha acompaado la que
teres^'particulares ante los intereses generales es relativa con fecha del 24 de Febrero, con la lista
de los pueblos; ves partiendo de esie principio del personal de la Legacin, ha consignado lo sique estoy lejos de creer que. V. E. sea acusado, gnente H advertido debidamente todas las
pero aun censurado por su Gobierno, cuya ilus- personas que no han sido aceptadas y reconocitracin, amer la justicia y respeto al derecho de das como agregadas esta Legacin, y por consir
las naciones, es fuera de toda duda y mi Gobierno, guente con derecho todos sus privilegies inmunieades: que si vari mas all de h s lmites do
se complacje de reconocerlo.
la
Legacin, ser su propio riesgo y cuenta, y si
V. E. me permitir.esta.cita de Vattel, que hablando sobre el ministro estranjcro.dice: No debe haciendo as fuesen arrestados por la polica, no
prevalerse de su independencia, oponerse a las le- tendr que intervenir su favor. '
Por esie perodo est suficientemente demostrayes y los usos, pero mas bien debo conformarse
ellas en cuanto le pertenezcan, aunque el majis- do que V. E, ha reconocido que Bliss y Malbve no
trado no tenga poder para precisarle a ello: esta han sido aceptados como agregados, su Legacin.
Debo mencionar aqu la forma en que V. E.
principalmente obligado observar relijiosamente
comunic
este Ministerio dicha lista del personal
as reglas universales de la justicia.
de
su
Legacin,
eu que por primera vez ha puesto
Pero lo que mas preferentemente llama la atencion es que las personas asiladas en la Legacin George F. Masterman y por segunda vez Bliss y
dev'E
resultan ser verdaderamente los miem- Manlove. Vino adjunto ala referida nota deV. E.
bros "principales H complot..y que aun existen en de 4 de Abril, como por va de satisfaccin ala ma
ellados individuos que son,tan criminales, segn del 31 de MSrzo, diciendo que una idntica nota haconsta'debutes como los otros asilados que Y. E. bia escrito el 24 de Febrero y procurando remitir
''
mi pedimento los ha despedido de su casa, y han a! ex-Ministro Berges.
Por lo espuesto, se v que V. E. no ha consicomparecido ya.ante l.tribunal competenteSensible es que tales individuos permanezcan derado en 4 de Abril ltimo por miembros de su
todava en casa de V. E f prqleji'dos por la bandera Legacin Bliss y Manlove, ni Masterman, no
americana, pues V. E. no puede menos que reco- solo por no haber sido pasada su nota aludida del
nocer por u misma conviccin, que lejcis de ser 24 de Febrero sino sobre tedo por,no habrseles
miembros de su Legacin, estn indebidamente reconocido en la calidad propuesta para aumentar
alojadosen ella.'y'como'V. E. sabe y ha declarado el personal de su Legacin. Adems, cuando
que su hotel-no debe servir de asilo a \us crimina- Manlove en idntico caso de Bliss, ha sidp preso
les reclamo nuevamente de Y E. el cumplimiento por la Polica, V. E. .no lo ha considerado como
de este deber, por demandarlo as con urjencia la miembro de su Legacin, porque reconoca la inexistencia de' derecho alguno que invocar; cuyo
justicia y el derecho.
Diciendo V. E, en su ola que elgobieano pue- hecho viene tambin con lo dems corroborar de
de hacer lo que mejor le convenga en el caso, bajo uria manera espleita las razones y el derecho que
su responsabilidad, debo observarle que puede he alegado en mi solicitud^ pendiente sobre los re-j
tranquilizarse sobre el parcuter, y entre lauto feridos individuas que V. E. pretende ahora ndebo hacerle presente que la cuestin del dere- cluir legalmente en el personal desu Legacin.
En cuanto al otio'Htyate d e ? . E. deque Bliss!
cho de asilo est resueltajior el derecho publico y
la prctica moderna : Si la inviolabilidad del Mi- ha salido por las calles sin ser molestado por la ponistro pblico' estrangero se estiende su morada, lica, debe persuadirse que habr sido cohfunditlo
su hotel no puede mas servir como en otro tiempo poros vigilantes con los que son verdaderamente
de asilo de individuos prevenidos de crimen para miembros de la Legacin, pero este error' de he-'
sustraerlos de la jurisdiccin co-npetenle. Es aho- cho no puede conferir derecho alguno en el sentira admitido que cuando un criminal se ha refujiado do de la pretensin y argumentos de V. E. solre
en el hotel de un Embajador, el Estado puede en el particular.
Bon estos esclarecimientos sobre mis observacaso de rehusrsela eslradiciori pedida, mandarlo
sustraer por la fuerza. Derecho de gentes moder- ciones anteriores, queda bien determinada a cuestin, ynopuedo hesitar uri momento, que V. E.
no dla Europa. V.vol.3.
#
ge*un este principio del derecho internacional se servir desd luego proceder la inmediata

24

espulsion de esos dos criminales, que han abusado en estremo de la confianza de V. E. y de la


hospitalidad que han recibido generosamente en
mi pas.
:
V. E. que ha hecho varias cit s de Valtel en
este asunto, debe tener presente que este clebre
autor dice en su obra t
'La casa del embajador debe estar libre de lodo insulto, bajo ra proteccin particular de las
leyes, y del derecho de'gentes, insultarle es hacerle culpable-para con el Estddoy para con todas las
naciones.
Pero la inmunidad y exencin de la casa solo se
la establecido en favor del Ministro y de sus criados, como s v evidentemente por las razones mismas en que sta fundada* Se podrn prevaler de
ella para convertir su casa en un asilo donde se
retiren los enemigos del Prncip-e y del Estado, los
malhechores de todas clases, y los sustraer la
pena que ha3an merecido? Semejante conducta
seria contrara todos los deberes del embajador,
al espritu que debe animarle, y los designios
lejtimos que hacen que se le admita. Nadie se
atrever negarlo; pero pasemos mas adelante y
establezcamos domo una verdad cierta, que el soberano no est obligado sufrir un abuso tan pernicioso su estado y tan perjudicial la sociedad..
y si se trata de un culpable, cuya detencin castigo es muy importante al Estado, no puede contenerlo al Prncipe, la consideracin de un privilejib que no se ha concedido jams para que se convierta en'perjuicio y ruina de los Estados.
Bello en. sus principios de derecho de jentes,
dice: El Ministro, por otra parte, no debe abusar
de esta inmunidad dando asilo los enemigos del
gobierno los malhechores. Si tal hiciese, el
Soberano del pais tendra derecho para examinar
hasta qu punto deba respetarse el asilo, y tratndose do delitos de Estado, podra dar rdenes para
que se rodease de guardias, la casa del Ministro
para insistir en la entrega del reo y aun para estraerfo por fuerza.
No habiapen'sado molestar V. E. con citas de
esta nal'urale-za, mas en el inters de apoyar la-razn de mis exigencias con V. E. he tenido que
ocurrir ellas, eslrafando sobre manera que: hasta
aqu fuesen desatendidas mis justas y premiosas
solicitudes sobre la espulsion de dos grandes criminales de su Legacin, asi como la entrega-del
paquete d comunicaciones de que V. E.' se ha
hecho cargo, pero nutro h espennza deque no
querr optar mas por una* otra moratoria que no
puede'menosde infecir un agravio mi gobierno,
pues V.E. comprende la solemnidad del caso, y
sabe igualmente las urteroridades que pueda traer
una res lucon smefene en esta cuestin amparante crimnales, que Segn he informado
V. E. oficialmente tienen una acusacin comprobada de ser mjembros importantes de la causa de
alia traicin la patria, existiendo adems el precedente de la conducta justamente observada por
V. E. sobre otros criminales, dando f la palabra

oficial, y haciendo buen juicio de la justicia Raciona!.


Como V. E. dice en sn nota del 2: Pero si
algn hombre tiene razn de respetar con -firmeza
y estricta adhesin al deber, es S. E. el Mariscal
Lpez. Despus de haber sostenido una lucha por
la independencia nacional casi sin paralelo en la
historia, y habiendo soportado aos de trabajos,
peligros y sacrificios para deferqlpr su pas, y, mantener un principio, no puede ,l mirar en otro la
misma firmeza y la misma .adhesin al convencimiento y el deber si/no con, respeto y((aproDacion,
debo espresar V^E. mi. agra,decimien;tQ y manifestarle al mismo tiempo; que puede descansar en .
la seguridad de que el Exmo. Sr. Mariscal Presidente,firmey consecuente con los principios de su
sana poltica y de sus nobles sentimientos jams
dejar de apreciar las buenas acciones y de,tributar la debida consideracin y respeto lo actos
verdaderamente meritorios que envuelvan los dictados de la justicia y el derecho, as como nunca
los ha consagrado objetos, y procedimientos que
seapartan.de tan sanios principios.
Agradezco igualmente Y. E. la espreston de
simpatas y cumplimientos hacia el Exmo. Sr.
Mariscal, Presidente de la Repblica, y me har el
deber de trasmitir S. E, como me encarga V. E.
su ntima y cordial felicitacin, porque alcomplot
ha sido descubierto y frustrado, felicitando al mismo tiempo S. E. per el aniversario de su natalicio;
'.'',-.
Creo deber consignar aqu la i nojable circunstancia que se advierte en el hecho de que y, E, en
su nota del 25, que aun no haba recibida cuando
efectu mi viaje la capital, me ofreca V. E., ayudar en el doscuboimiento.de los criminales, y que
si tuviese algunas preguntas que hacerle sobre cual
quiera persona sospechosa,;y pueda darme cualquiera informacin que fuese de alguna utilidad en
confirmar la verdad, seria muy feliz en hacerlo de
una manera amistosa y confidencial. Y.E. me habia escrito asi precisamente cuando yo rao habia
resuelto dar un paso enteramente amistoso
en el inters de poner en el mejor pi las,relaciones de V. E con este ministerio, en, virtud dfil
nuestras notas oficiales cambiadas; pero desgraciadamente ni los espontneos ofrecimientos4^ Y. E.
ni el paso oficioso que ha dado, han producido los
resultados que yo habia esperado.
Obligado adoptar un temperamento especial,
consecuencia de la cadticta observada por V. E.
poco conforme Con los principios de la prc^c
universal., y mutua conveniertea en las relaciones
oficiales, bice V. E. el dia 25 por la t,arde en su
misma casa, mi visita referida, que, si en verdad,
y siento deeirlo, ha sido enteramente infructuosa,
al menos significar constantemente una esplicacion positiva de consideracin distinguida haca.
Y. E., agotando de este modo mi Gobierno , todos
los medios que aconsejan ,U amistad, consideracin y respeto la Nacin amiga de los Estados
Unidos, y suGobierno,

22
T E.. ha de recordar que entonces dije k V. B.
haber dejado mi puesto la distancia para ir visitarlo y prevenirle amistosamente que el terreno
ep que V. E. s colocaba en la correspondencia
oficial, consideraba yo muy grave y que quisiera
no verme obligado decir en ella cosas, que desearte evitar por el honor del Sr. Ministro, y que estaria obligado hacerlo para demostrar oficialmente
lai razn ^ue.el Gobierno tiene de ser exigente en
las. cuestiones que tiene pendientes. He dicho
tambin que yo sabia que los papeles de Berges rotulados por la misma mano de V. E. los ha recibido con ciertas precauciones y declaraciones, y que
no atribua sino un olvido lo que en su ola ha
dicho al respecto; aadindole que sentira infinito tener que usar de las declaraciones de los reos
en las notas oficiales por que eso llevara al Ministro un terreno en que se ha esforzado no entrar
con el Sr. Ministro.
V. E. ha conteslado, diciendo que en su nota
de ese da habr consignado cuanto pudiera decir
al respecto, y preguntndome si la habia ya recibido, le contest que aun no habia sido en mi poder. Entonces volvi hablar diciendo que la
verdad era que ningn papel haba recibido de
Berges: que lo que ha pasado fu, que esa misma
ocasin, en 22 de Junio, habia pasado de casa de
Berges ala de la seora Da. Juana Pabla Carrillo
de Lpez, y de all Ja de Vasconcellos, quien
mand en una alforja,papel moneda Leite Pereira y algunas otras cosas para su seora, que la
sazn estaban asilados en la Legacin. Me trajo
de suyo leei'en su libro diario la partida conteniendo eso mismo, y tambin trajo la alforja mencionada, espeniendo que personalmente la habia
trado Y.E. y'tuvo en su escritorio,pero de que Berjes nada absolutamente habia recibido. Que este
jams ha usado con Y. E. de ninguna confianza, y
por el contrario guardaba en su respecto constante
reserva. Qu esto mismo habia manifestado Y.
E. n una vez en PasoPucal Exmo.Sr. Mariscal
Presidente.Que por lo mismo estraaba que se creyese de confidencia con l. Que algn tiempo despus ha vuelto visitarlo con Madama Washburn,
pero ella qued en la sala y solo Y. E. penetr
hasta donde estaba en cama Berjes. Que las dos
veces que lo visit han sido por corto tiempo, y
o han hablado sino lo que en su nota oficial relativa haba ya mencionado. Quenada mas ha pasado ni olvida cosa alguna al respecto. Que lo
que llevaba dicho era la verdad.
Refirindose la gestin sobre Bliss y Masterman, dijo Y . E . que enia una opinin diferente de
la del Ministro y per eso dejaba al Gobierno que
obrase como crea conveniente, haciendo otra, vez
mencin de su nota de esta fecha y espresando sentimiento por no haberla aun recibido. Por lo
que toca este punto, le he contestado queme remita lo que sobre el caso le tea dicho en mis
respectivas notas. V. E. ha continuado manifestando que en verdad comprenda la gravedad del
asunto, y que si se ba colocado en al terreno en

se encuentra oficialmente,, ha sido en el deber


3queeuehacer
lo que ju Gobierno habia de aprobar, y
le parece mas conforme,: mucho mas cliando
haba declarado como miembros de la Legacin a
Bliss y Masterman. Que lejos de querer abrigar
criminales hubiera despedido ya aquellos, y que
si no lo ha hecho era solamente por lo que llevaba
espuesto, pero que el Gobierno pudiera hacer lo
que le convenga con respecto ellos, tomando so-;
bre si la responsabilidad. A lo que he manifestado al Sr. Ministro que debia persuadirse que el
Gobierno no precisaba de consejo ageno, yque hara lo que fuera justo y conveniente. Que habiendo llegado las cosas en el; estado delicado' importante en que se hallan,no era de esperarse otra cosa
de parte del Sr. Ministro, que siempre ha manifestado sussimpatias en pro del Paraguay, sino que
hara de manera acreditar bien su sinceridad y
sentimientos de rectitud y justicia en este grave negocio. Me respondi que nadie podia decir nada
de V- E. en sentido de inculpacin sobre el particular. Que podia ser que hubieran habido cosas
culpables que no hubiese comprendido que no
haya llegado su conocimiento pero que estaba
tranquilo. Entonces le dije que el Sr. Ministro
poda tener entendido que estbamos en posesin
hasta de sus confianzas con los crimnales desde
tiempo muy atrs; que no quisiramos consignar
en nota, al menos en toda su plenitud, toda vez que
ello no fusemos desgraciadamente ottlgados.
Su respuesta fu,preguntando quien quienes eran
esos y yo continu hablando en el mismo sentido
sin especificar las personas. V E. dijo con repeticin qUijestaba tranquilo, que nada recordaba
y que si hubiese habid i alguna causa de malo de
que tuviese noticia, no lo hubiera silenciado: reiter que no era verdad loque se decia de haber recibido el tal bulto de Berges, pues que nada, nada
habia recibido de l. Aadi haberse sorprendido al
saber que Berges era acusado de alta traicin. Qu
lo habia supuesto buen ciudadano pero que deba
declarar que nada absolutamente le ha comunicado
nunca acerca del crimen de su acusacin, ni habia
conversado con l de otra cosa fuera dlo que ha
manifestado ya.
Se ha acordado tambin V. E. de la manera
como fu su casa Leite Pereira, diciendo que lo
habia admitido Solo hasta que la autoridad lo reclamase : que Carreras y otros individuos que
se hallaban en la Legacin., haba espresado eslo
mismo, y lo mal que habia hecho Leite Pereira
con ese proceder.
Despus do esta digresin, ha vuelto llamar
su atencin por mas de una vez sobro la importancia de esos, papeles que Berges le habia entregado, y que para responder su nota sobre ellos, le
habia hecho la visita ver si en contestacin pudiera ser bastante apelar su memoria de una manera amistosa,, si era necesario ayudarlo de un
modo mas esquisito. Me respondi, perdiendo su
serenidad, que era falso, que no haba tal cosa

que el que hubiese as declarado ha dicho una fal-

23

sedad, una mentira al Gobierno. Que si hubiesen


calumnias como lo referente papeles de Berges,
V. E. respondera bien. Que si hay hombres malos que quieran mentir, no habia cuidado. Que
sobre esto, sobre cualquier otra cosa en relacin la materia que tratbamos, no tenia porqu
reservar.y por el contrario ayudara al esclarecimiento dla verdad, agradeciendo este acto amistoso, y dirigiendo la vista muchos objetos, bales y cajas cerradas y lacradas que haban en su
sala, dijo que se haba hecho cargo de ellos por
servir a varias personas, pero que ignoraba sus
contenidos.
Al despedirme le dije que me retiraba con pesar
porque un paso amistoso haya sido infructuoso, y
fiue tambin, S E. el Sr. Mariscal Presidente, sin
duda alguna causara pena, pues sus rdenes eran
siempre guardar al Sr. Ministro toda la consideracin posible. Me contest V E . que senta igualmente, pero que nada mas podia hacer en el caso,
rogndome diese las gracias S. S., y decirle
que esta! a dispuesto hacer todo lo pasible orn
lo mejor voluntad, y que harta cualquier cosa en
su servicio desdo, que fuera compatible con sus
deberes.
Esto es esencialmente lo que ha pasado en
nuestra conferencia, y sin embargo de.que ella no
ha producdo^Hiigui] resultado satisfactorio, yo habia esperado todava que en atencin la gravedad
del asunto, hubiera tenido la oportunidad de evitar
V. E. los disgustos consiguientes, pero con pesar veo que V-. E.no se ba servido kun considerarlo debidamente, colocndome en una situacii-n
especial.
En la nota del 23, sobre el-rochuno del paquete
cerrado.que le fu entregado por el ex-Ministro
Berges, dice Y. E. que l nunca le dio ningn paquete de comunicacin, carta mensage de ninguna clase, aadiendo haber hablado acerca de la
situacin de la guerra y de otras ci sasde una naturaleza casual, que la nica ci sa que recuerda es
haber dicho que los brasileros no pidrian sostenerse por mucho ms tiempo, que su crdito estaba agolado, y varas provincias ya en revueltas:
al despedirse le suplic de ir virio despus, lo
que prometi hacer; pero que no ha llegado sino_
una vez despus y eso fu con Madama Washburn,'
conforme su diario del 3 de Julio, cuando lo hall
todava en cama : que su conversacin de entonces
fu muy parecida la de la ocasin anterior, pero
ni entonces ni en ninguna otra ocasin jams l le
ha dado paquete comunicacin de ninguna clase.
Que yo debo estar pues del todo mal informado
con respecto al paquete sobre el cual preguntaba.
En la otra nota del 25, despus dehabfc-r sobre
la cuestin Bliss y Masterman, aade V. E. que
como habia dicho, no solamente estaba con deseos,
sino anciost de prestar cualquier auxilio que est
en sus manos para descubrir la verdad respecto
la combinacin que yo habia mencionado; que por
eso aadira que mas propiamente debiera haber
dicho en su nota del 23 en respuesta la. ma so-

licitando la-entrega de cierto paquete, que en cuan


to este no tenia mas nada que decir, pero que como deca yo que al otro dia despus" del regreso
de Berges, de San Fernando, le visit en su quinta y trajo tal paquete, aadir que como dijo en su
nota del 23 no loba visto por Varios das despus
de u regreso; y pasa insertar la partida de su
diario adonde-consta que esa misma tarde de su
visita Berges pas tambin por la casa de Leite
Pereira adonde encontr Vasconcellos, y que ste
mand por su conducto algunos billetes para el
mismo Leite, agregando en seguida V. E. haber sido suplicado por el mismo Pereira y su seora de
pasar en su residencia antigua y traerle ciertas cosas que necesitaba, entre las qu habia algn dinero y billetes paraguayos, que al regresar al oscurecer piiso las alforjas en su oficina; esponiendo
V. E. finalmente que no siendo esto una materia
muy decorosa para una correspondencia diplomtica, daba'sin embargo todos los detalles, esperando que sea asi til en llegar la verdad.
Estos Son los puntos comprendidos en las referidas dos lilas de V. . sobre la gravsima materia
del paquete de comunicaciones entregado V. E.
por el ex Ministro Bergues.
Cuando yo me he apersonado ante V. E. el da 25
de este mes con el objeto de las amislesas prevenciones que le he hecho, estaba animado de fas mejores disposiciones hacia V E. esperaba que si no
por mis palabras al menos por su conveniencia
hubiera dado mi Gobierno un motivo de reconocimiento y tambin una muestra de sinceridad de
los dseos y anhelo manifestados por V. E. de prestir cualquier auxilio que est en sus manos para
descubrirla verdad y ayudar en el descubrimiento
de los criminales, ofrecindose satisfacer preguntas sobre cualquiera persona sospechada, segn la
espreslcn de V E., pero el resultado de esa conferencia, ha venido defraudar mis mas legitimas
esperanzas, y obligarme desde luego consignar en mis notas las decluracii nes de lis reos, qtie
como habia dicho V. E. mucho habra querido evitar.
Descubierto y averiguado el crimen de alta traicin ala patria del ex-MinlstroBerjes, ha declarado
ste ante la justicia, que ha tenido con el marqus
de Caxias la comunicaciones siguientes :
Una carta orijinaldel mismo Casias datada en
Tuyucu sin recordar la fecha con que esta carta le
ha sido entregada por parte de la Legacin Americana, y .que por el mismo conducto fu la contestacin de Berges Caxias, cuyo borrador dice
hallarse en el original. Que despus con el arribo de l caonera Wasp escribi otra carta
al mismo marqus con fecha de principios de Junio
que Berges recibi recin principios de Julio
despus de volver del Ejjcito la Capital en la
primera visita que le hizo V. E., quien se lo llev
en persona. Que con la carta inclua un proyecto
de contestacin, y una proclama dicindole que le
adjuntaba esos documentos, sometindolos su
consideracin, pues que-habiendo ya (orzado las

24
primeras fortificaciones y estando pro-cu- t m -f
Huma't, creia la prxima terminacin de la guerra.- Que esta carta no tuvo contestacin porque
Berges no podu; causa del impedimento ae ia
mano, por Cuyo motivo V. E. le ayud a doblar o
empaquetar, tatito esta carta y sus adjuntos como
la anterior y m respuestaponiendo todo estooajo
una carpeta, que cerrada con oblea y rotulada por
V. . con-la inscripcin de papeles de Berges se
hfeo-tafeo'de ellos, y los llev- aguardar en la
Legacin, ofrecindose como Ministro y como amigo Berges en todo lo que pudiera ofrecrsete.
*' Y aade el mismo Berges en su segunda declaracin que en la primera visita que le hizo V.-fc.
en su Casa de Salinres media tarde, fue efectivamente que le llev en persona la segunda carta
escrita por Caxias al declarante, dicvtfd&Ie : estos papeles han venido por-la caonSM Wasp y
los he recibido bajo mi cubierta^ parece que son
de importancia. Que Berges se los tomo, y le
dijo, vamos ver, leyndolos en seguida en presencia de V. E., quien un ratodespues le observ
que los papeles eran largos y que asi se iba retirar, que tenia que hacer.; que esto dijo V. E.
Voy tomarle mas un poco de su tiempo, puede
pasearse un poco un rato por la quinta Que V.
E. dijo: Su quinta est muy triste, mas hindeme
un libro que leer, Que l dijo entonces v. E.
all los tiene, indicndole unos cuantos libros que
habia sobre una mesita pequea, como el conde
de Mbnte Cristo, La Gavila, obra de Ascasubi
Que Y. E. se levant temar uno de
ellos, sin saber fijamente cual mismo fu, y jo
ley un rato hasta que Berges le interrumpi dicindole: voy depositar en su poder estos ppeles, alo que V. E. repuso: vaya que sern siempredeCaxias; y el le respondi que si. V. E.
dijo, son cosas delicadas; yo* deseara hacerme
cargo d alhajas Otras cosas que quiera usted depositar en la legacin, y lo hara sin cobrarle el
tanto por ciento* (y sin decir cuanto) como hago
con otras personas, pero estos papeles pueden
traerme compromiso con mi gobierno por alimentar correspondencias siras en elcanipo enemig, de lo dems o tengofniedo. Entonces le repuso Berges: como puede saberse una cosa'que.
pasa entr nosotros, voy empaquetarlos con la
comunicacin anterior (qu ya sabia V. E.) y entregarlos inmediatnirienle V. para que los lleve;
que V. E. despus de pensar un rato dijo: voy
llevarlos, pero si sucede algo voy .quemarlos y
dir que nada he recibido. Que en seguida, se
levant Berges y sac 'del secreto que tiene un escritorio colorado donde tena guardada la primera
feUa-y contestacin, y se puso empaquetar
cbn"la segunda y papeles adjuntos, como ha dicho

en su anterior declaracin arriba espresa


sultandola forma del paquete un cuadri-io*
modeun pliego doblado en tres, y r 7
oblea por el mismo' Berges, lo rtulo Y. a, ton
la inscripcin ya dicha papeles de Berges,^
meti en el bolsillo interior de sobre elpecjto de su
levita despidindose, en seguida con destino hacia
la Trinidad. ; Que como echo dias despus le yi.sit por segunda vez, yendo con su seora, quien
se qued/en la sala, y V. E. entr al aposento
dormitorio de Berges,.que estaba en cama, en
.cuya ocasin fu que le hizo V. E. mas espresajiiente las ofertas como Ministro, y como amigo.
-Hj aqu, Sr; Ministro, los fundamentos que el
Ministerio ha tenido para solicitar de Y. E. la entrega del paquete declarado por el ex-Ministro
Berges.
_
Y terminar diciondo- V. E. que mi Gobierno
que nunca ha esquivado la responsabilidad do sus
actos, de cualquier trascendencia quesean, no temer asumirla ahora ante el ilustrado gobierno de
los E. U. y el mundo civilizado, usando de los
medios sealados por los escritores de las leyes
internacionales, para apoderarse dlos criminales
Porter Cornelio Bliss y George F. Masterman, pero me cuesta mucho, Sr. Ministro, persuadirme de
que Y. E. contine negndose lasollcituddela
justicia nacional* y me permito alimentar la esperanza de creer que pesando V. E., mis consideraciones, querr al fin no desorlas, y entregardos criminales para que comparezcan en juicio, no como
los miembros de una Nacin amiga, sino c o m o
hombres que abusivamente han ganado su abrigo
para considerarse impunes.
V. E. me pregunta si mi gobierno duda q"e el
de los Estados-Unidos ha de administrar ple"a
inflexiblejusticia, y yo me complazco de consignar
aqu que no me asiste la mas remola sombra de
duda, pero preguntar mi vez V. E. siel gobierno americano estar en completa posesin de
la causa como lo estalla justicia nacional? Enviara
all sus procesos para, una nueva sustancia de causa ? Podr hacerlo? La administracin firme inflexible de la justicia americana, ser bastante
tiempo?
' . ,,
Yo pedir V.E. de considerarla situaqion ei
pas, y la ndole d la causa que se ventila.'
1
Aprovecho la ocasin de renovar V. E. seguridades de mi distinguida censjeracion.
Firmado
GMESlNDO B E J I T E Z ,

A S. E. Mr. Charlas A. Washburn, Ministroiresidente' de los Estados Unidos di Amrica.

l
Lagacion de los. Estados UnidosL
Asuncin, Agosto 3 de 1863.
8. 8. Gumesindo Bemtes, Ministro Accidental de
Itelaciones Esteriores.
.Seor:
Tengo el honor de acusar el recibo de su nota
del 3 i ue Julio en la primera noche del 1. del
crtente. En esta nota V. S. discute una grande
estension los diversos puntos sobre los cuales he
sido tan desafortunado de no convenir con su
gobierno sobre cuestiones que se han suscitado durante el ltimo mes.
En esta nota V. Sj despus de una larga discusin sobre ios puntos de .diferencia de sir Mr.
Bliss y Mr. Materman son legalmente miembros
de esta Legacin me d la mas sorprendente informacin con respecto la declaracin del ex-ministro de .Relaciones Esteriores Jos Berger.
Esta nota me ha causado tanta sorpresa y asombro y 6s de' un carcter tan serio y grave que
oono de que V. S. me perdonar si primero respondo esa parte de su nota dejando las otras
cuestiones para otro dia
Y primeramente V. S. me permitir, observar
que siento profundamente de que en Un caso de
carcter tan serio V. . tome por hechos lo que
lo mas debe ser dudoso, y reitere posivamente
como si de su propio/conocimiento be negado positivamente. Cuando a un ministro se le dice
vitualmente que sus palabras no son credas, que
se sabe ser falsas, ciertamente seria escusado s
declinase toda correspondencia ulterior. Pero
como ya/he prometido transmitir todo lo que est
a, nii alcance para aclarar el terrible misterio
de que soy rodeado, pasar por alto esta cuestin de forma, esperando que lo que tengo que
decir ser t til para estraer la verdad.
V. S. espresa- seutimien|o, por que en la entrevista personal habida conmigo el 25 del pasado no ba podido obtener estos hechos como lo
hara innecesario incluir en una nota encialsus
esposicuones subsecuentes. .Pero de que V. E.
estaba buscando imposibilidades, pienso que podr convencerlo, Su espooision dlo que el Sr.
Berges ha dicho ante el tribunal me ha conducido
a reflexionar y llamar la memoria todos los incidentes y circunstancias que puedo recordar, y
que pueden arrojar alguna luz sobre su estraa conducta. En cuanto al paquete que V.
t. dice, y repite que l me ha, entregado, digo y
repito nunca naDer visto, ni oido basta que recib
su nota del 23 dei pasado. Pero cuando esto l
ha aadido que era por medio de esta Legacin
que naca su correspondencia traidora con el enemigo, he procurado descubrir imaginar como le
era posible nacerlo as. .Relatar pues en detalle,
en cuanto la memoria me permita, con la ayuda
de mi diario, todo lo relativo la transmisin de
mis despachos.
E l t de Abril ltimo, envi mis ltimos
despachos para Washington para transmitirse

abajo, y de all pasaron bajo bandera del .g^lp}


ment por las lneas militares, lo recuerdovsi
mand no cartas de otras personas pero presumo que lo hiee si bien no recuerdo de quienes.,
Alguna vez he mandado cartas del Yioe-Consul
portugus el Sr. Vasooncellos, pero no recuardo
si en esa ocasin lo hice no. Algunos pocos
das despus de haber mandado este paquete de
despachos, esto es el 6 de May, un dependiente
y traductor del Ministerio de Relaciones Esteriores Gaspar Lpez, vino , mi casa trayendo una
pequea bolsa de despachos. Al abrirla encontr
en ella dos tres despachos de Washington, dos
tres cartas particulares de los Estados-Unidos,
y una nota oficial y otra privada del capitn
KirMand, Comandante de la caonera de los
Estados-Unidos Wasp quien me particip que
habia arribado para llevarme mi y mi familia
Al mismo tiempo vino un paquete de cartas dirigido , mi con el nombre del Secretario de la Legacin Inglesa de Buenos Aires G. F . Gauld, en la
Esquina. Al romper el envoltorio de este hall que
era dirijidoal Vice-Consul portugus Vasconoe-llos y acompaado con una nota mi del -Encargado de Negocios portugus en Montevideo: el Barn
de Sousa. Una copia de esta nota acompao esta. Como mis cartas no contenan ninguna notieia
de abajo y supona que las de Vasconcellos tendra bastante, me fui en la tarde del mismo diag
su chacra para entregar el paquete, y saber la ,
noticias que Contenan. No lo abri en mi pre
sencia, pero despus trajo una v dos cartas p a r t i culares, que ly Leite Pereira y mi cuando
por primera vez supe la revolucin de Montevideo, la muerte del Ex-Prsidente Berro y do
Plores. Supongo que esta notieia se dio saber al
Gobierno pronto, despuss como el siguiente nmero del Semanario contena la misma. - Debo
notar que el tono de estas cartas era muy favo rabie
este pais, representando los aliados hallarse
en una ccndieion desesperada y al autor como
convencido de que no podran jamas oo aquistar al
Paraguay. Este paquete tambin contena una
carta para el Dr. Carreras que lo traje y le entregu , l. , Se me ley nvi despus y , traza las >
mismas noticias que las de Vasconcellos, igualmente amistosa al Paraguay.
Esta es la nica correspondencia que ha pasado por mis manos hace muchos meses d e> cualquiera persona que sea de mas alta de l a s lineas
enemigas, y si ei Seor Berges.dice la verdad
(de que tengo sobrada razn para dudar, como
sobre otro punto spone lo que conozco ser falso)
la comunicacin quedice haber recibido de Caxias
por medio de esta Legacin, debe haber estado en el
paquete del Barn d Sousa. n ocasin, "V. S.
debe recordar, que Berges, no estaba aqu, y algunos pocos, das despiesme fui a San Fernando
ver S. E. el Mariscal Lpez, a fin de hacer
todos las al-reglos que deberan inducir al Comau-'
dant e de la Wasp para arribar hasta ese punto. Ho habia sido llamado por mi Gobierno*

II
una caonera haba sido enviada para
llevarme a m y mi familia* y basta que un
sucesor viniese tomar mi puesto, estaba yo dispuesto permanecer en el Paraguay. Habia escrito por Enero para ser llamado, insista que
otro Ministro viniese sucederme, puesto que se
asemejara al abandono de un pueblo intrpido y
valiente si tuviese que retirarse el nico Ministro eatrangero acreditado. De si esta nota ba
llegado jams Washington tengo fundada razn
de dudarlo, puesto que desde mi vicita al campo
del Marques de Caxias parece haber hecho todo
lo qe.ha estado en su atrevimiento para detener
mis comunicaciones y provisiones. Arriesgo la
asercin de que si l se ba empeado en una maquinacin con traidores en el Paraguay, -soy casi
la ltima persona de "quien deseara saber nada.
Me lisonjeo de que el me considera, cualquiera
que sea la creencia de V. S., amigo del Paraguay
y un amigo tal que el oro brasilero es impotente
para seducirlo.

LZ~.^JS

De San Fernando escrib al Capitn Kirkland


dicindole que los aliados no tenan derecho de impedirle de pasar su bloqueo, y que por otras razones
no poda aprovecharme de la presencia de la Wsp
menos que arrbsemas el rio. Despus'volv
este punto y el 30 de Mayo recib otra carta del
Capitn Kirkland en que me inform que el Marques de Caxias rehusaba permitirle pasar s escuadra, pero ofreciendo darme facilidades para
ir por tierra desde el Pilar Taiy basta Curupayti.
Esta oferta de Caxias tom como uu insulto
mi y mi Gobierno, y as manifest al Capitn
KirklaDd, dicindole de forzar el bloqueo, y dejar que los brasileros hagan fuego sobre l si
quisiesen hacerlo. Parece, sin embargo, que bajo sus instrucciones se consideraba autorizado
semejantes medidas, violentas, y el 10 de Junio
me escribi que saldra aquel dia para Montevideo fin de obtener todas las instrucciones que
le sarian necesarias para pasar el bloqueo batir toda la escuadra brasilera. He credo que
volvera dentro de un mes, pero ahora casi dosmeses han pasado, y no s nada de l. Puede
ser que el Almirante no quiera tomar la responsabilidad de comenzar una guerra con el Brasil
sin orden del Gobierno, y que en vez de volver
mandar al Capitn Kirkland con rdenes de forzar el bloqueo, halla pedido a Washington instrucciones. Si no fuera por el retardo, esto sera el
procedimiento que yo preferira, pues no tengo
duda que la orden sera que la escuadra entera
arribase al Paraguay sin hacer tanto como el
pedir permiso los brasileros. El retardo, ' sin
embargo es lo que deploro. Mientras mi Gobibiernb est debatiendo de s hace la guerra al
Brasil por razn de mis representaciones positivas como la de la situacin, el Gobierno rehusa dar crdito un tiaidor. acusado, convicto y
confenso.
Minguna de estas ltimas cartas del" Capitn

Kirkland m fueron acompaadas de carta alguna para ningn otro individuo. No le enve
l cartas de ninguna otra persona con las mas
esperaba que arribara hasta aqu, para llevar mi familia, y por so no mand una sola
carta escepto mis despachos oficiales al mismo
Capitn Kirkland.
No puedo hallar palabras con que espresar mi
sorpresa por la relacin que V. S. me da de la
declaracin del ex-Ministro Berjes. Todo es falso desde el principio hasta el fin, y eso creo que
le convencer fcilmente y que l me ha atribuido evidentemente ser parteque ha sido representada por otra persona.
No le considero que l es un individuo tan
ingenuo para formar de nada su cuento acerca
del paquete que dice me entreg mi, pero que
l procure esconder algn otro, imputndome lo?
actos de uno de sus .cmplices, es muy posible.
No supongo que hara esto por malicia hacia mi,
pues no tengo razn de creer que haya jams
alimentado semejantes sentimientos para conmigo.,
Sin embargo, l podra pensar de esconder algn otro atribuyente su carcter oficial evitara
la pesquis-' de mis propios actos. Con todo, cualesquiera que sea en su objeto motivos, la declaracin entera, en lo que se refiere mi, es una
ficcin monstruosa.
V. S. espresa su pesar por que esta declaracin se hubiese hecho necesario consignar en
una nota oficial. Tambin.yo habra preferido
haber sido informado privadamente y dado mis
esplicacions en una forma no oficial. Pero apesar de esto, me alegro saber al fin cual ha sido el
fundamento de la accin de su Gobierno hacia
mi, que hasta aqu "ha sido totalmente incomprensible. Si hubiera sido informado mas temprano
de esta declaracin de Berges, mucha parte de
esta larga y desagradable correspondencia se
hubiera evitado. Pero he estado andando
tientas en la oscuridad, sin la menor idea de lo
que el Gobierno sabia sospechaba.
Pareca
yo haber perdido su con-flanza pero no sabia por
que razn. Pero esta declaracin de Berges,
aunque del todo falsa, espiiea todo. Despus
que un hombre que ha tenido semsjante elevada
posicin como la que l ha ocupado me ha acusado de saber su perfidia y ayurdarle en ella, no
es absolutamente estrao que el Gobierno me mirase a mi, y todos los que estn cerca de mi, con
sospecha. Pero ahora que s cul es su declaracin, podr demostrar por una cuidadosa referencia las datas y otros hechos bien sabidos
fcilmente establecidos, que toda ella es falsa
desde elprineipio hasta el fin.
_ Examinar ahora eon algn detalle su esposioion. Primeramente diee que recibi una carta
del Marqus de Caxias, cuya fecha no recuerda,
y que la recibi por conducto de esta Legacin.
La fecha es importante, porque si pas por mis
manos,debe haber estado en el paquete del Barn de Sonsa 4 Vasconcellos, debe "haber ve-

III
nido por Dioieiembre ltimo, cuando el Cnsul
Italiano vino por las lineas militares, porque entre el tiempo del arribo del Cnsul Italiano y de
la Wasp, no recib nada de abajo. Pero como
Berges dioe que fu la seguida carta la que vino
por la Wasp la primera dabe haber venido varios meses antes. Tambin dice que su respuesta fu enviada por el mismo conduto. A esto
solamente puedo decir que si la ha enviado por
medio de esta Legacin debe haber sido bajo la
cubierta de algn otro individuo. Recuerdo de
haberme pedido en una ocasin, cuando estaba
por mandar mis despachos para incluirles algunas cartas de l.
i Pero rehus hacerlo dando por motivo que seria un abuso de la f y confianza de los aliados,
ue nicamente podia enviar comunicaciones con
el concurso de los aliados, y sacar ventaja de esto
para mandar las cartas de sus enemigos, seria un
abuso tal que si fuese descubierto, ellos serian
justificados en rehusar de no permitir mas de pasar ni correspondencia de uno otro lado. Por
eso, si l ha enviado por conducto de esa Legacin, debe haber sido por medio de otro no pertenecante al Gobierno para drmela como una
carta a su familia. Pero si me enga de esta
manera, debe haber sido mediados de Enero
ultimo, pues entre aquel tiempo y la partida de
Berges para PasoPuc, no envi correspondencia
alguna al esterior.
Aparece de la nota de V, S. que Berges hizo
dos declaraciones, y que las dos son muy inconsistentes la una con la otra. En la primera dice que la segnnda carta de Caxias que fu
trada por el Wasp fu datada principios de
Junio, pero que no la recibi hasta el principio
de Julio cuando le entregu l personalmente
en su casa. Si esa carta fechada principios de
Junio ha pasado por mis mano-s, debe haber venido con la ltima carta del capitn Kirkland, que
fu datada el 10 de Junio en Crupaity, y que no
recib hasta el 23 oinn aparece, tanto de, mi
diario como de la nota verbal de V. S. que tuvo
la bondad de enviarme. El 23 fu el da siguiente de mi visita Berges de suerte que por
ningn medio no podra haber tenido en aquel
tiempo ninguna carta semejante en m poder,
puesto que ninguna comunicacin me lleg desde
el 1 hasta el 23 de Junio, el dia despus de mi
primera visita.
En su segunda declaracin, V. S. aade que
Berges dice que no fu en ocasin de m-i primea
visita l despus de su regreso de San Fernando que entregu esta segunda carta de Caxias, y
despus l pretende narrar muy minuciosamente todo lo que tuvo lugar en esa ocasin. Esa
visita tuvo lugar el 22 de Junio. No s que
tiempo despus de su regreso fu esto. Solamente s, que muchos dias antes he odo de su regreso
y que estaba en su oasa en Satinares muy enfermo. Cre un deber de cortesa visitarle y como
iba pasando por allide ida ala Trinidad y de ve-

nida por la oasa de Vastooncellos, llegu verlo


por algunos pocos minutos.
Estaba acostado en su cuarto del> Este aparentemente muy dbil. Estaba, pretenda estar
tan paralizado en todos sus miembros que apenas podia moverse en su cama. Espres sentimiento de hallarlo asi, y hablamos, sobre asuntos generales y nadie podra haber hablado mas
lealmente como l lo hizo en esa ocasin. Pero
no se levant de su cama, en efecto pareca incapazde hacerlo, y despus de preguntarle si poda hacer algo para aliviarlo, invitarlo me visitara cuando se mejorase, y prometiendo visitarle otra vez dentro de poco, m desped, no habiendo estado, segn todo lo que puedo recordar,
mas de quince minutos en la casa.
_ Tal es la verdadera y exacta relacin de esa
visita. Todo lo que Berges dice en su declaracin a cerca de mi entrega l de una carta de
Caxias y de esperarlo para leerla, la toma de un
libro para pasar el tiempo, la conversacin que
hubo, la* toma de papeles de una parte secreto
de un escritorio, el doble rtulo de los papelee
todo, cada palabra es falsa, falsa, tan falsa como
puede ser.
Presumo, sin embargo, como lo he dicho ya,
que no tiene la ingenuidad de formar de nada
una mezcla de mentiras, pero lo que pas entre l
y algn otro individuo, ha declarado ser las
transaciones entre el mismo y yo. Como fu
trada esa carta misteriosa de Caxias, no lo s.
No puedo concebir otro medio sino que vino en el
paquete del Barn de Sousa. Pero si vino por
ese conducto, U. S. puede adivinar tambin como
yo, por quien fu entregado.
No aparece derla declaracin de Berges que halla ocurido nada en m segunda visita l el 3
de* Julio, sino espresiones de cortesa. En esa
ocasin, como en la anterior, espres simpatas
por sus dolencias y deseo de serle de algn servicio. Pero no tuve idea que entonces era traidor
complotando con el enemigo contra su propijp gobierno, y esta vez como en mi visita anterior, tuvo lugar una breve conversacin con las puertas
y ventanas abiertas y los sirvientes pasando de
ac all su gusto. En una otra ocasin Berges no dej su cama.
Si V. S. escudriase cuidadosamente las fechas
de los sucesos casuales que han sucedido acerca
de este tiempo, creo que hallar todo para corroborar no solamente lo que he representado, sino
mi teora esplicacion de la estraa declaracin
de Berges.. En su nota del 23, V. S. positivamente espone que al dia siguiente de su arribo de
San Fernando, l me entreg cierto paquete en
su casa de Sal nares. En su declaracin mas reciente dice que fu en ocasin de mi primera visita. Esa visita, sin embargo, fu muchos dias
(no s cuantos) despus de su regreso, y creo
(aunque es solamente una especulaoion) que investigando de cerca se hallar que los incidentes acerca del paquete que Berges afirma

__v_
u a b e r , tenido lugar entre l y yo, en reatidad
tuvo lugar entre l y uno de sus cmplices, antes
que yo le hubiese visto aun sabido de su regreso. Hay otra cosa en la declaracin de Berges,
que aunque no de mucha importancia servir no
obstante como prueba de &u completa falsedad.
Dice que le dije de que prefera recibir joyas
otras cosas para guardarle en mi legacin mas
bien que los papeles que quera entregarme, y
que ofrec tomarle estas cosas sin cargarle el mismo
tanto por ciento comisiou que cargaba otros.
Que esto es una pura y maliciosa invencin es
evidente por el hecho que aunque he reuibido
desde la rdet de evacuacin dinero y otros valores de un gran nmero de personas, nunca he
ni pensado de cargar a un solo indivicaiL
do un penique por ello. Muchas cosas que se me
han dejado al tiempo de la evacuacin han sido
ya llevadas despus, pero nunca he recibido de
ninguna comisin de tanto por ciento compensacin. Cmo entonces podia yo hacer aluoon
tal cosa al Sr. Berges?
De esta esposicion V. S. ver que si en alguna
manera he sido el medio de llevar inteligencia
entre los, enemigos y los traidores al Paraguay,
he sido yo mismo vctima de la mas infame perfidia- ingratitud. Pero todava alimento la esperanza que de aquellos que han abusado de mi
confianza, el nmero ser lo mas reducido posible. No puedo todava inducirme reconocer
que soy de una naturaleza tan crdulo y tan inepto para ser Ministro, teniendo en mi casa por
cerca de cinco meses personas con quienes estaba
en las mas ntimas relaciones, y todos cuyos pensamientos crea haber sabido, y quienes sin embargo se hallaban ocupados en un complot contra
el gobierno sin sospecharlo yo. Abrigo, sin embargo, la empresa deque una plena investigacin
desembarazar esta legacin de haber dado asilo
tales individuos. Pero si han habido algunos
que han abusado as de mi confianza y hospitalidad # o me toca pedir su perdn, sino mas bien
demandar su castigo* sumario.
Como lo he dicho antes no lo considero estrao que despus de la declaracin de Berges al
Gobierno me hubiese mirado y los que me rodean
con sospecha. Pero considero que no fu mostrndome el respeto que demandaban mi posicin
y mi carcter y amistad por largo tiempo conducidos hacia el Paraguay para aceptar sin cuestin como confes traidor en presencia de mis
denegaoofles positivas. Esta materia dejar, sin
embargo, al sentimiento de justicia del Gobierno
del Paraguay.
Despus de esta larga y tsplcita exhibicin
de todo lo que s aun sospecho sobre la traicin
de Berges y sus cmplices, confio que su Gobierno creer que esta legacin no es Un lugar tan
peligroso como habr sospechado en un tiempo.
En esta nota no he tomado en consideracin el
caso de Mr. Bliss y Mr. Masterman como estaba
ancoso de aolalar el otro asunto tan pronto como

toda
fuese posible, y con su permiso demorare ""<*
discusin uUerior sobre ese punto hasta qu e vue "
va informarme de V. S.
Me prevalezco de esta ocasin para renovar
seguridades de distinguida consideracin.
(Fir.)

Charles A. WasJibum.

Ministerio de Estado de Relaciones Esteriores


Luque, Agosto 6 de 1868.
Tuve el honor de recibir la nota de V. E.
fecha 3 del corriente en que refirindose a mi
anterior del 31 de Julio pasado dice: que despus de una larga disensin sobre los puntos de
diferencia de s Mr. Bliss y Masterman son, legalmente miembros de esa legacin, le daba yo
la mas sorprendente informacin con respecto
la declaracin delex-Ministro.de Relaciones Esteriores Jos Berges: que esta nota le ha causado tanta sorpresa y asombr, y era de un carcter tan serio y grave que confiaba que yo le perdonara si primero responda a esa parte de mi
nota, dejando las otras cuestiones para otro dia;
terminando en lo relativo estas que en m nota
no ha tomado en consideracin el caso de Bliss
y Masterman como estaba ancoso de aclarar el
otro asunto tan pronto como fuese posible y con
mi permiso demorara toda dscusien ulterior
sobre ese punto hasta que yo vuelva informarle.
Con respecto al grave asunto con referencia
al ex-Ministro Berges observa V E. que siente
profundamente que en un caso de earctor tan
serio tome yo por hechos loque a l o mas debe
ser dudoso y reitere positivamente como si de
mi propio conocimiento lo que V. E. con mejor
conocimiento ha negado positivamente que
cuando un Ministro se le dice virtnalmente que
sus palabras no son credas, que se sabe ser
falsas, ciertamente seria escusado si declinase toda
correspondencia ulterior. Pero que como ya lia
prometido ti.asmitrtodo lo que est a su alcance
para aclarar el terrible misterio de que era rodeado pasara por alto esta cuestin de forma,
esperando que lo que tenia que decir ser til
para estraer la verdad.
En seguida aludiendo V. E. la declaracin
de Berges, dice haberlo conducido refleccionar
y llamar la memoria todos los incidentes y
cir mnstancias que podia recordar, y que pueden
arrojar alguna luz sobre su estraa conducta
Despus pasa V. E. detallar con la ayuda de
su diario todo lo relativo la trasmisin de sus
despachos, diciendo que el 28 de Abril ltimo
envi sus ltimos despachos ,para Washington,
pasando bajo banderas de parlament por l a s
lineas militares. Que no recuerda simando .50
cartas de otras personas, pero presuma habero
hecho, si bien no recordaba de quienes. Que
alguna vez ha mandado cartas del Vice Cnsul
portugus Vasconcellos, pero que no reoor-daba
en esa ocasin si lo hizo .no.

V
Que posteriormente, en S de Mayo, recibi
juntamente con sus comunicaciones venidas de
Washington un paquete de cartas, d ; rijidsele
con el nombre de secretario de la Legacin inglesa en Buenos Aires G. F. Gould en la Esquina;
que al romper este emboltorio hall que era diri
jido al vice-'cnsul de Portugal acompaado
con una nota del encargado de negocios Portugus en Montevideo, el Barn de Souza, de la
cual ineluye V. E. una copia de su tenor.
Que dicho paquete tambin contenia una carta
para el Dr. Carreras que V. E. trajo entregarle
y que ha trado la misma noticia que la de Vasconcellos, igualmente amistosa al Paraguay.
Que esta es la nica correspondencia que ha j a sado por su mano hace muchos meses de cualquier persona que sea de mas all de las lineas,
enemigas, y que si Berges dice la verdad, la comunicacin que dice haber recibido de Caxias
por medio de esa legacin debe haber estado en
el paquete del Barn de- Souza. Que ninguna
de las ltimas cartas del Capitn Comandante
del WaspmV. E. fu acompaada de carta alguna para ningn otro individuo, ni V. E. le haba enviado l cartas de ninguna otra persona
can las suyas.
Que no puede hallar palabras con que espresar su sorpresa por la relacin que le habia dado de la declaracin del ex-Ministro Berges,
Que todo es falso desde el principio hasta el fin,
y crea que me convencera fcilmente de esto.
Y contina V. E. ocupndose largamente en impugnar las declaraciones de Berges, terminando
que.todo lo que l dijo en ella a cerca de la entrega de una carta de Caxias, de esperarlo para leerla, la toma de un libro etc., todo, cada palabra es
falso, tan falo como puede ser; que presuma
sin embargo que no tenala injenuidad di formar
de nada una mezcla de mentiras, pero que lo que
pas entre l y algn otro individuo ha declarado,
ser las transacciones entre l mismo y V. E.
reiterando no poder concebir otro medio de haber sido trada esa carta de Caxias, sino que vino en el paquete del Barn de Souza.
Aade V. E. que si en alguna manera ha sido
el medio de llevar inteligencia entre los enemigos y los traidores, ha sido V. E. mismo victima
de la mas infame perfidia ingratitud, repitiendo finalmente que no consideraba estrao que despus de la declaracin de Berges el Gobierno Je
hubiese mirado V. E. con los que le rodeau con
sospecha. Pero que considera que no fu mostrndole el respeto que demandaba su posicin y su
carcter y amistad por largo tiempo conocidos al
Paraguay, y que esta materia dejara, sin embargo, al sentimiento de justicia del Gobierno del Paraguay, en'quien confiaba que despus de su larga
y esplicita esposicion de todo lo que sabia aun
sospechaba sobre la traicin de Berges y sus cmplices, creer que su legacin no es un lugar tan
peligroso, como habr sospechado en un tiempo.
En contestaoion esta nota de V. E. debo

decirle en primer lugar que no es de este Ministerio la culpa de registrar la correspondencia,


oficial las declaraciones de los reos, despus de
cuanto he manifestado V. E. oficiosamente en
la visita amistosa que le he hecho el 25 del prximo pasado, y que sustancialmente est consignada en mi nota del 31. V. E. me pormitir observarle nuevamente que entonces le he dado ya
un conocimiento verbal de todo lo que despus
tendra la pena de escribir, y que desde ent oncea
deploraba la necesidad de tener que consignar en
notas lo que ahora tambin deplora V. E. Mas
que nadie me interesaba yo en que asi no sucediese, pero por entonces V. E. se espresaba muy
distintamente, y esto no quiero yo atribuir una
duda de mis palabras.
No encuentro correcto el juicio deV. E., cuando equivocadamente atribuye mi Gobierno convicciones que no ha manifestado, pues sin abrir
opinin sobre materia' tan grave, me limitaba
llevar al conocimiento de V. E. las cosas que llegaban este Ministerio del tribunal correspondiente, para apoyar las demandas que me haban
sido exigidas en nombre de la jstieia nacional,
de la conservacin de la Patria y de su Gobierno,
y V. E. debe parsuadirae que en-efecto costaba
trabajo al Ministerio hermanar los sentimientos
de amistoso inters siempre espresados en notas
oficiales por el Representante de la Nacin amiga de los Estados Unidos con el procedimiento que
los traidores atribuyen a, V. E.
Siento que V. E. haya interpretado en un sentido ageno la verdadera significacin de las justas representaciones hechas por este Ministerio ante el Gefe de la Legacin americana sobre asuntos
que le incumben, y cuya importancia y urgencia
son notorias. V. E. dice que no se le aguardado
la consideracin y respeto debidos su posicin y
carcter, y el Ministerio cree haber superabundado, com J nunca se ha hecho con Ministro alguno, y que si fuera cosa de queja, al Gobierno
cabria formularla desde que no fu bastan tapara
el Sr. Ministro cuanto se le ha dicho, al reclamar
los criminales que abrigaba en su casa, y ni pudo
decir mas en la iniciativa de una causa que por su
misma monstruos! lad apenas era creble. Debo
tambin observar V, E. que hoy mismo no debera quiz continuar haciendo mencin da los
conocimientos dados por el Tribunal de temor de
parecer V. E. inconsistente algo de lo que pudiera deeirle, no teniendo en mi poder los procesos; pero quiero correr el riesgo antes que dejar
V. E- toda la luz que comunican los tribunales
satisfaciendo los deseos del Sr. Ministro fin de
que pueda hacerse cargo de la gravedad de la
materia, y disipar por los medios que estn mi
alcance la oscuridad que no permita V. E.
sino andar tientas.
No puedo dudar, Sr. Ministro, cuan penoso ser
para V. E. ver que las? personas cuya honorabilidad y pureza de sentimientos tanto ha pregonado
en su nota de 13 de Julio, ahora se manifiesten en

- V I los tribunales no solo como perfectamente conocidas en sus sentimientos, tendencias y propsitos";
sino tambin apoyadas por V. E. en sentido diametralmentc opuesto como V. E. puede juzgar
por las prppias palabras que de ellas me comunica la justicia.
E l Dr. Antonio de las Carreras ha dicho en
solemne declaracin lo siguiente:
Que por lo que hace los trminos de estas
conversaciones (revolucin) en la primera poca
dias primeros de la' estada del declarante en la
Legacin, se referan al proyecto de la revolucin
los medies con que se covtabay en la probabilidad de xito; y despus ala torpeza dlos aliados por la manera con que dirijian sus operaciones relativas, tener que concurrir con doce mil
hombres sobre el Tebicuary,' lo que no. han verificado en_ los tiempos convenidos, a la ausencia,
desaparicin de las probabilidades-del xito del
proyecto, y ltimamente cuando ya se conocianlas
prisiones de algunos comprometidos considerar
el negocio descubierto, y consiguientemente sus
consecuencias.
Que hablndose del plan en general Mr.
Washuburn encontraba siempre bueno el pensamiento, y en cuanto detalles le parecan tambin
buenos silos brasileros, (como se espresaba siempre Washburn usando muy pocas veces la de
aliados) pasasen el Tebicuary, es decir, que en la
opinin de Mr. Washburn el Mariscal Lpez y la
causa Nacional estaba perdida, y crea fcil el
xito de la revolucin, porque cortado Humait,
y no habiendo fuera de all fuerzas bastantes para resistir una columna de doce mil hombres, y
dependiendo la que estaba en la capital y otros
puntos, dlas personas que estaban en la revolucin, el pronunciamiento era fcil desde que
no podia haber resistencia y consiguientemente
el sometimiento del resto del pas; que en cuanto
a la parte que Mr. Washburn ha tomado en la re
volucion, le consta al declarante por lo que el
mismo- Washburn le dijo, se habia comprometido
a enviar las correspondencias del comit revolucionario al enemigo, yendo bajo el sello del" Consulado de Portugal para de este modo salvar l
[Washburn] su responsabilidad, dicindole tambin que este compromiso por su parte lo ha cumplido, enviando siempre las correspondencias
todas las veces que ha tenido que remitir las suy a s su Gobierno por parlamentario, escepto la
ultima voz que envi solo .una carta para el Comandante de la caonera Wasp, ordenndole
que subiese hasta San Fernando: que tambin le
Cont Mr. Washburn haber dicho Berges que
ofreca su casa de asilo todos los comprometidos
(en la revolucin] y que el mismo Berges avisaba en las ocasiones de tener que,haoer parlamentario, para que tanto l como los dems del comit
escribiesen sus cartas de comunicacin con el enemigo, siendo el declarante uno de los que por esta
va haban escrito Caxias mas de las veces
que ha declarado anteriormente.

Que mas de lo qu e d e j a dicho, hablaban sobre las seguridades que daban Bergee y Benigno
de contar con las fuerzas de la capital por soborno
otros medios, lo que aprobaba Mr._ Washburn
como medio muy seguro del buen xito evitando
la efusin de sangre.
En cuanto los tiempos convenidos; que primeramente cuando pasara la escuadra sobre Hu- mait; lo cual desde meses antes (5 6) estaba
anunciado pOr las correspondencias; y despus de
haber pasado se ha anunciado por dos tres
ocasiones, basta que ltimamente se esper el movimiento como mediados de Julio pasado; todo
lo cual motivaba algunas frases sarcsticas de
Mr, Washburn como por ejemplo: son animales
. . . . . . . son mas brasileros que lo que s o n . , . Ca
xias no es mas que un buen organizador militar,,
pero en lo dems es nulo
manifestando la
poca confianza qne tenia ya en sus promesas, y deplorando que se perdiese el tiempo por tanta torpeza de los brasileros.
Que sospechando por las prisiones que el Gobierno tomaba el hilo del asunto, deca Mr Washburn que lamentaba la suerte de muchos comprometidos como Berges, Bedoya, Benigno, el declarante, Rodrguez, Briss y otros, y que vea aplazada la terminacin de la guerra, porque fracasada la revolucin y no movindose los brasileros, volverian las cosas al estado anterior; qne
al declarante, Rodriguez,y Bliss les ofreci sos;
tenerles en el asilo, por conocerles comprometidos en la causa de la revolucin, lo cual el declarante y Rodrguez dice, que no quisieron aceptar.
Que el motivo por que el declarante y Rodrguez no quisieron aceptar el asilo en que ltima
mente los quera sostener Mr. Wasbhurn contra
las reclamaciones del Gobierno, era precisamente porque tenian opinin distinta que el Ministro, la cual dicen le v. anifestaron desde el dia
que se present en la legacin Leite Pereira con
ocasin de consultarles (al declarante y Rodrguez) si tenia el derecho resistir la entrega de
un asilado en caso de ser reclamado como un crimi
nal de parte del Gobierno, lo que le respondierou que crean que no tenian taldereoho, citn. dol algunos autores de mas autoridad como
Watel, Martens, Wheaton, Pieir., Ferreira,
etc, y que no.obstante esta opinin del declarante
y Rodrguez, cuando estos tuvieron que salir reclamados por la justicia, les dijo si VV. quieren
quedar aqui, yo resisto l que como queda dicho, ellos no se avinieron resueltos por otro lado
defenderse ante la autoridad, afrontando los cargos que hubieron contra ellos. Que entonces les
dijo Mr. Washburn espero que Vdes. no dirn
nada que pueda comprometerme, los que ambos
le respondieron que no habia para que nombrarlo, y que descansase este respecto, agregando
aqu el declarante que con esto ya se entendan
que no deban descubrir nada de loque toca la
revolucin, y fue el Ministro adems se sosteudria. por no haber prueba documentada contra l.

VII
Que cuando Mr. Washburn volvi de San
Fernando, dijo al declarante que se habia informado de que Berges estaba muy enfermo con !a
mitad del cuerpo paraltico, lo que induca
creer, segn dijo el mismo Wfrebburn, que l a revolucin no estaba descubierta.
Con estas esposiciones circunstanciadas y de mas referentes este grave negocio, debo espe
rar que el Sr. Ministro mirar con pena sin duda
que lejos de ser reducido el nmero de las personas que asi declaran, son todas aquellas que han
sido objeto de correspondencia de este -Ministerio
para dejar el asilo de V. E.
Nunca ha sidomi nimo buscar imposibles como V. E. me atribuye por mi visita amistosa del
25 del pasado, cuyo objeto y tendencias eran las
mas cordiales y oficiosas; y como V. E. asevera
en su nota que de ello pensaba poder conven. cerme, he buscado con avidez en ella los medios
del convencimiento, pero n be podido encontrar
sino reiteradas escepciones al lado de las referencias de algunos accidentes de sus correspondencias al exterior.
Cuando V. E. dice que se lisongea de que
cualquiera que sea mi opinin, el Marques de
Caxias lo considera V. E. amigo del Paraguay,
y un amigo tal que el oro brasilero es impotente
para seducirlo, debo declarar m i vez que cualquiera que sea mi opinin, no he desconocido jamas los actos amistosos que V. E. ha hecho antes de ahora mi pais, que por lo tocante al concepto que merece Caxias, nada puedo observar
en el.caso, y que creo deber llamar su atenoion
sobre mi correspondencia con V. E., por que en
mi oontepto no he dado lugar espresion alguna
tendente desconceptuar V. E., ni opinin que
pueda traducirse en el sentido de la nota de V
" E., ni la interpretacin gratuita de falsedad de
sus palabras; pues no be dicho V E. que sus
aseveraciones eran falsas, y que ellas no merecan ningn crdito. Es precisamente guardando el respeto debido al Sr. Ministro y f sus palabras oficiales, que mi Gobierno ha procedido en
esta grave materia con toda circunspeccin y decoro, y probablemente afectando aun la urgencia
que el caso reclama.
Y es tanto mas sencible la queja de V. E v
cuando hace inculpaciones mi Gobierno de que
rehusa dar c rdito sus representaciones positivas como alas de un traidor acusado, convicto y
confeso, en tanto que su Gobierno estaba debatiendo de si hace la guerra al Brasil por razn de sus
representaciones y de la situacin. Est fuera de
mi alcance comprender la razn que asista V. E.
para consignar en su nota oficial acusacin tan
gratuita como grave contra mi Gobierno, por el
selo hecho de haber usado de su derecho en una
reclamacin que interesa vivamente su legtima defensa, y cuando el pais est en guerra viva,
sosteniendo su independencia combatida muerte por el Imperio del Brasil y sus aliados, y amenazada por un complot interno de acuerdo con ellos-

Verdad es que V. E., suplicado de entregar el


paquete de comunicaciones que Berges dice haberle entregado en propias ( manos, ha representado
por escrito y verbalmente la falsedad del hecho,
pero el ex-ministro Berges lo afirma y ratifica en
sus declaracio,nos juradas; al mismo tiempo que
V. E. dice su respecto no suponerlo que hara
aquello por malicia hacia V. E., pues no tenia razn de creer que haya jams alimentado semejante
sentimiento para con V- E.
Mi gobierno no polia mirar con indiferencia
esa esposicion tan importante sobre-el paquete de
comunicaciones referido, y no puede inferir queja
alguna haciendo uso de ella en sus comunicaciones
oficiales, mucho roas despus de lo que ha pasado,
repito que no Tiay razn para aducirse queja en
el sentido de la nota de V. E.
Confieso ingenuamente V. E. quo no se me
presenta bastante luz para interpretar debidamente en vista de cuanto ha pasado, lo que V. E.dic
de que si hubiera sido informado mas temprano de
la declaracin de Berges mucha parte de esta larga y desagradable correspondencia se hubiera
evitado, porque ahora mismo con pleno conocimiento de las cosas obliga todava sostener esa
misma correspondencia indefinidamente sobre este
asunto, y lo que es mas sobre el .reciamodelos
criminales Bliss y Mastermann, que V. E. los
retiene alli contra todo derecho.
En la nota de V. E. fecha 25 de Julio parada
sus esplicaoiones ha recurrido V. E . su diario
adonde habia consignado hasta la circunstancia
de que visitando la Sra. Da. Juana C. de" Lpez, la encontr buena, pero triste. Observar al
respecto que hoy apartoe deficiente ese mismo
diario, cuando V. E. no recuerda si mand no
en su paquete del 28 d Abril cartas para otras
personas y que suponiendo que habr mandado,
no recuerda de quienes hayan sido. Cjn el permiso de V. E. v o y consignar aqu algunas observaciones que no son agenas al easo.
Antonio de las Carreras declara: Que el 28
de Abril mand una carta para Caxias la que
puso bajo el sobre de D. Juan Francisco Goulan
en Buenos Aires, y bajo el sobre de este iba una
carta Bargas (Juan Jacinto) quien inclua dicha carta para-Caxias-que se la entreg el declarante al mismo Mr. Washburn para su remisin
en la citada ocasin, y que en efepto el Ministro
la mand entre sus correspondencias bajo su sello:
que para escribir esta carta el declarante dijo
Mr. Washburn voy aprovechar la ocasin para
escribir mi correspondencia, para abajo lo qug
el ministro le contest que estaba bueno, y que
paraet dia siguiente le entregase la correspondencia, porque entonees jba cerrar la suya, advirtiendo aqu el declara ite que aunque no dijo espresamente Mr. Washburn que iba escribir
Caxias, l ya lo entenda, es decir, que si no le
espres el declarante la idea, no es por eso qne el
Ministro pueda ignorarla sino que no se la espres
el ^declarante porque ya el Ministro no ignorab

VIII
de manera qne Mr. Washburn, sabia siempre las
correspondencias cambiadas con el enemigo y los
revolucionarios: que el contenido de la carta escrita Caxias era, dndole cuenta de la situacin
del pais y del cambio operado en las circunstancias
por la retirada del Mariscal Lpez la lnea del
Tebicuary, lo cual trastornaba en cierto modo los
planes anteriores de la revolucin y la necesidad
de consiguiente de poner remedio con una opera-'
cion atrevida cuanto antes, exijindole en este
sentido que enviase la columna ofrecida, y moviese la eescuadra sin prdida de tiempo.
Que con la caonera Wasp recibi la ltima
carta de Caxias que le entreg Mr. Washburn
quien recibi entonces un paquete de cartas para
Vasconcellos, y habiendo pasado en persona
llevrselo en su chacra de la Trinidad, all abri
Vasconotliosel paquete, y hall en el un cartapacio de cartas para el declarante, el cual entreg
al mismo conductor Washburn, para que este se
lo trajese la Legacin, donde el declarante lo
recibi: que en el cartapacio Venia una carta
para A ^ b i t a r t e , otra para Tom y tres para el
declarante, una de las cuales era la del marques
de Caxias con fecha 16 18 de Marzo, y las
dems una de su hermano Eduardo y otra de
Bargas viniendo bajo la de este dicha carta de
Caxias.
Esta relacin guarda armona con la espocision de Vasconcellos que dice a s i :
Que para el mismo Carreras recibi ltimamente el declarante por la caonera Wasp
una carta abultada que podra contener como
pliegos de papel de carta, que le vino
bajo el paquete del Barn de Sousa, y que el Mi
nistro Washburn le llev su chacra de 1 a Trinidad, y abrindolo en su misma presencia, hall
dicha carta para Carreras y ,se la entreg para
. que se la llevase la Legaciou como lo hizo el Ministro su vuelta misma; resultando asi que se
haban alimentado mansalva correspondencias
entre los conspiradores ravolu cionarios y los
enemigos en armas contra de la Repblica. Dejo la
justa apreciacin de V. E. este hecho, y pasar adelante.
Recuerda V. E. en su nota, haberle pedido en
una ocasin Berges, cuando estaba por mandar
sus despachos para incluirle algunas cartas de
l: que rehus hacerlo, dando por motivo que seria un abuso de la f y confianza de los aliados.
Eeconozco V, E. el principio de estricta neutralidad,' que en este caso haba observado en su
negativa, para que Berges enviara sus cartas
del Ministerio que servia, pero debo protestar
V. E. la sorpresa del Ministerio de" ver por la
declaracin del Sr. Ministro de que ese principio
justamente observado para- oou los aliados no
haya sido tambin guardado para con el Gobierno y
pueblo paraguayo, y que los parlamentarios
ofrecidos al Ministro de una nacin amiga para
s correspondencia oficial para con su Gobierno y
colegas, hayan venido servir de estafeta garan-

tida para alimentar correspondencia del enemigo,


y provocar traicin ttulo de cartas de fami'iias, como V. E. clasifica las que reciba, y mandaba bajo su sello.
Como fu trada esa misteriosa carta de Caxias,
no lo s dice V. E. con el agregado de que no puede concebir otro medio sino que vino en el paquete del Barn de Sousa. Sobreveste punto me
permitir V. E. trascribir aqu las declaraciones
siguientes, adems de las que se hallan preinser
tas de Carreras.
Berges declara nuevamente: Que habiendo
Mr. Washburn recibido entre sus comunicaciones
la ltima carta del Marqus de Caxias dirijida al
. declarante por la caonera Wasp, y hallndose l en este Campamento, no la entreg cuando
su viaje al mismo punto, sino que esper su regreso la Capital para llevrsela en persona,
como lo hizo en su casa de Salinares, como tiene
declarado ante este Tribunal, circunstancia que revela el motivo de conocimiento de Mr. Washburn
de las correspondencias del declarante con eL general enemigo.
Que la contestacin de la primera carta de
Caxiasfu por el mismo conducto, es decir, por el
mismo Mr. Washburn quien en persona entreg
el declarante, estando visitarle en el Ministerio
bajo el rtulo de N. Brito sucesor de Octaviano
en Buenos Aires, no dudando dice el declarante,
que Mr. Washburn sabra que all iba la contes-.
taoion para Caxias, por lo que ya comprenda
estas comunicaciones, aunque por entonces no se
hablaban todava con tanta franqueza y confianza sobre el asunto de la traicin para derrocar al
Gobierno, como despus que Mr. Washburn habia salido ala casa de campo de la Trinidad.
Carreras declara sobre el particular como sigue: Que tiene la mas ntima conviccin, y que
es capaz de poner las manos en el fuego, por"
asegurar de que exwtenen el despacho del Ministro Americano, y sin duda en ana caja de fierro
que all tiene, los papeles trados de casa de
Berges, segn ha declarado anteriormente. Observa V- F. que no aparece de la declaracin de Berges que haya ocurrido nada en su
segunda visita l, el 3 de Julio, sino espreciones de cortesa. Que en esa ocasin como la anterior espres V. E. simpatas por sus dolencias,
y deseos de serle de algn servicio. Ciertamente
nada de especial ha declarado sobre la visita de
ese dia, escepto los ofrecimientos de V. E. de una
manera especial como Ministro y como amigo, entendiendo por ello ofrecerle hasta asilo en su.
casa para cualquier evento. Sin embargo, ba
hecho*-en sus declaraciones una serie de revelaciones importantes que en la parte referente V.
E., me permito trascribirle igualmente continuacin con el objeto que ya he manifestado
V. E.
Dice l Que en la poca de la grave enfermedad de S. E. el Sr. Mariscal en Paso Pixe en
1866, el Ministro Americano le solicitaba es-

IX
crbia diariamente informndose del estado de la
salud de S. E.; con ese motivo sus relaciones.fueron muy frecuentes, y comenz por indicarle la
necesidad que habia de hacer un arreglo con los
aliados, indicando como personaje mas aparente
.para este arreglo al General Mitre (Bartolom)
porque se hablara con l con mas-franqueza que
con los dems gefes. Q'ie se aventur decirle
que el motivo de la guerra no era otra cosa que
la cuestin de lmites: qae el Paraguay no tenia
como poblar los grandes desiertos de su territorio
sin admitir el coloniaje europeo, que estaba muy
lejos de llegar estos rincones lugares retirados, mientras no se llenen las Repblicas del
Plata: que al Brasil debian ceder la lnea del Apa
ai Igatimi que pretenda; y la Repblica Argentina las Misiones del otro Jado del Paran y
parte del Chaco.

te francs que por aquel entonces estuvo en aquellugar, y presenci el combate.


Que en suma el espritu de Mr. Washburn es
completamente hostil a l P a r a g u a y y su Gobierno,
y que asi buscaba constantemente motivos de desintelijencia para salir del pais: que el declarante ha podido acudir calmando con su amistad
particular las miras constanfes de rompimiento.
Que nadie se le oculta la hostilidad con que
siempre se ha portado el ex-Cnsul de Francia,
Mr. Cochelet qu-, se complaca en crear toda clase
de dificultades al Gobierno de la Repblica, y
Cochelet era ntimo amigo de Mr. Washburn,
quien deploraba que lo hubiesen reemplazado
con un hombre tan nulo, tan informal y tan desacreditado como Mr. Cuverville: Que senta
tambin que el Cnsul Italiano Mr. de Chappeton estuviese tambin influenciado por CuverviQue cuando parti el Sr. Wasburn entenlle, que lo llevaba siempre remolque: que dederse con el Marques de Caxias sobre- un arreglo
ploraba igualmente la no existencia en la Asuncin
de paz, no llevaba ni el espritu ni el deseo de
de un Agente del Gobierno Ingls, pues entre los
trabajar en favor de los intereses del Paraguay,
cuatro hubieran hecho una bonita oposicin la
y al contrario llevaba la conviccin de que el Paevacuacin de la Capital, y hubieran puesto en
raguay seria vencido, y sojuzgado por la fuerza
prensa al Gobierno Paraguayo, antes que aban*
dlos aliados: que disponan de grandes recursos
donar
sus puestos.
estando en contacto con todo el mundo; y que el
Que
la opinin del declarante es que Mr.
Paraguay por mas que contase con la abtregacon
Washburn ha recibido dinero del Gobierno del
y el valor de sus hijos, que merecan tener mas
libertad, no seria vencedor por la esoaoez de sus " Brasil, y ha deseado recibir otra cantidad deL
Gobierno Paraguayo, para comer dos carrillos,
recursos; y que era sensible desapareciese del
y desde que esto no era adquirido, sus miras
mundo esta raza de valientes: que si Washburn
con -fcautes y diarias han sido trabajar contra los
sali de la Capital con malas disposiciones traintereses del pais procurando introducir el desatar con el General enemigo, volvi de-ese campo
liento entre sus hijos.
con peores impresiones que aquel supo sugeQue despu ;s del regreso de Mr. Washburn
rirle
del campo enemigo en la ocasin de haber pasado
para -el arreglo indicado, en una de las visitas
Que la conviccin del declarante es que cuando
que hizo al declarante en el Ministerio de su carMr. Washburn hizo empeos para volver al pais,
go, y pidindole un mapa, le demostr la facilidad
era una farsa para alucinar al Gobierno paraguacon que Caxias podia estender su linea de ciryo,,y su verdadero deseo era trabajar en favor de
cunbalabion, dejando sitiado Paso Puc y Hula alianza, de acuerdo con su colega del Rio de
mait, aadiendo, "tomado Humat todo se acaJaneiro el General Ministro Americano en aqueba." Que esto el declarante replic: nos quella Corte. A mas de las conversaciones que el deda la lnea de Tebicuary, la de Paray en la Viclarante ha tenido con Washburn que ^empre ha
lleta, las Cordilleras y ltimamente la guerra, de
procurado desalentarle, estn presentes las-reverecursos que estableci Jurez contra Maximilialaciones que hizo *fel Ministro ingls Mathe-i su
no ; y Washburn le contest: Jurez mereci las
Gobierno respeto al modo de pensar de Washsimpatas de todo el mundo, y sobre todo las del
burn revelaciones que ciertamente dejan colgado
Gobierno Americano, y V V no asi; l reciba re Washburn. A lo que se agrega, que aqui
cursos de todas partes deque VV. carecen: Que
jams querido dar crdito los peridicos del
el declarantei volvi replicarle, cabalmente en
pais, cuando,daban noticias referentes los brila lnea de las cordilleras estamos en contacto
llantes hechos de armas y episodios parciales de
con los partidos agrcolas mas productivos, y donla guerra, diciendo que no solamente eran increda tenemos mas ganado es en el alto Paraguay,
bles sino ridiculosamente fabulosas, y que estas
lo que se agrega la naturaleza del terreno que
exajeraciones podan pasar solamente entre los
proporciona un punto de defensa cada paso, y
paraguayos en su mayora gente rstica ignoWashburn tomando el sombrero dijo rindose: "es
rante. Jams quiso dar crdito alguna notiV. muy guapo" y se retir.
cia favorable para el Paraguay en el curso de la
guerra, hasta cuando el rechazo de Curupaity
Que frecuentemente apareca en el Ministerio
pretendi que era simplemente una retirada del
cargo del declarante pedir noticia del estado
enemigo, refirindose noticias que le habia da
del ejrcito nacional, y dla situacin dla guerpo Mr. Cochelet, y que este mes reoibi del agen
ra, y que respondindole por lo rag alar que nad

X
haba notable, le sola decir, cualquiera cosa como para desalentar, como por ejemplo, que sabia
que en el ejrcito paraguayo habia mucha desercin : que Caxias habia recibido grandes refuerzos, que haban llegado unos blindados de Europa
al Rio de la Plata, que la guerra era muy popular en el Brasil que el espritu pblico haba
vuelto '.retemplarse en la Repblica Argentina,
que los aliados tenian los caudales que queran k
su disposicin; que la causa nacional no tenia
simpatas en Europa, donde la prensa enemiga
abogaba la voz de nuestros pocos agentes de ultramar. Que el declarante le preguntaba de donde sacaba tales noticias, y Washburn le responda
congracindose: "los pjaros me han dicho," y que
en ocasiones tomando el declarante esta espresion,
se adelantaba decirle "qu dicen los pjaros?"
lo que Washbur contestaba veces los pjaros estn mudos por ahora, pero todava tienen
que hablar mucho de nuestra mala situacin.
Que.desde que Mr. Washburn sali la citada casa de la Trinidad, sus visitas fueron mas
escasa3 al declarante en el Ministerio, pero sus
relaciones fueron mas francas : que el objeto de
las visitas era pedir noticias del ejrcito: cuando
el declarante le deca que no sabia nada de decisivo sino choques parciales, responda l (Washburn] furioso contra los aliados con estas otras semejantes espresiones son indignos de voncer,
pierden la-mejor ocasin de dominar al Paraguay, ahora que ustedes estn prontos darles
apoyo mejor dicho hacerlo todo, el Brasil,
deba borrarse del eatlogo de las naciones, por
la nulidad de sus mandatarios y generales; que
no se esplicaba, porque no aprovechaban las corazas y los dems buques de la escuadra la alta del
rio para traer gente de desembarco las inmediaciones de la ciudad; que estraaba tambin, y deploraba que hubiese fallado el movimiento por
tierra sobre Caapuc por el Tebicuar, que algunas veces pensaba que Caxias desconfiaba tal vez
de los individuos que le escriban, en fin son cosas de viejos , incapaces ya de emprender nada
bueno.
Que continuaron de este modo algunis visitas
deplorando siempre Washburn la situacin de los
aliados, hasta que un dia se aperson al Ministerio muy risueo y alegre, diciendo al declarante:
< con que por fin se ha verificado el movimiento,
por Tebicuar, pues yo he sabido que los aliados
han tomado dos partidos de la costa del Tebicuar y (Guascua y San Juan,) sin que haya habido
resistencia alguna de parte de los paraguayos,
esperemos ahora el movimiento de la marina y
W. [los revolucionarios) ya no deben dormir sino
prepararse con toda formalidad yempeo segn
dar el movimiento; que en esa misma ocasin pregunt al declarante, si Caxias no habia escritora!
comit- D. Benigno) avisando del movimiento
y,habindole contestado que n, dud de lo que le
decia, diciendo Washburn vayano hay- confianza, siempre la malicia par guaya por delante, y

es que Vi ha estado en Norte-Amrica, dnde deba


habrsele pegado algunas de nuestras costumbres
francas y sinceras. A lo que le contest que las
noticias que hacan eran de que no son sino partidas que venan recojer ganado, y el Ministro replic de ese modo comienzan las incurniones,en
un terreno' estraao, enviando cuerpos esploradores para tantear el terreno, calcular y la resisten-'
cia que se puede hacer, que por mas que el deca-^
rante quizo damostrarle qne no era el movimiento que se esreraba para la revolucin, el Ministro estaba tan alucinado de esta idea, y se retir esperando siempre que prorito aparecei ia por
Tebicuary el gruesode la Divisinn aliada que se
esperaba.
Que en otra ocasin, y ya tambin que el Ministro sali al campo, tuvo otra conversacin con
el declarante en el Ministerio y le dijo: que por
una rara casualidad todos sus intereses se hallaban fuera del pas, y que l (Wasbburn) estaba
aqu por sostener los paraguayos insurjents, careciendo de todas las cosas mas necesarias en la
vida, como azcar, coac, caf, vino, fideos y hasta ropa, y que no - tenia mas que aguardiente del
pais: que le replic el declarante vaya que -no
se pasa tan mal por Ybyray, segn me han dicho, y ademas con plata y yerba se compra una
pavo aludiendo esto que siempre pedia Washburn al declarante yerba, y le hacia dar en tercios de la Colectura para comprar aves y huevos, y que la espresion de un pavo era como se
espiicaba el Ministro, agre rando el dedarante,
que esta locucin es muy yanqui.
Que una de las visitas'que el Ministro hizo al
declarante en su casa de Satinares despus de su
ltima ida al ejrcito, le habia dicho: nov V.
oomo queda esto, (aludiendo que la linea del
Tebicnary estaba ya fortificada, sin haberse operado la revolucin) me ver tal vez en la precisin de salir del pas temporalmente acompaando mi seora, all puedo serles ustedes (los
revolucionarios) mas tiles, trabajrndo en favor
de Vdes. (en pro de la revolucin como se entiende, dice el declarante pues que el Ministro no quera usar abiertamente de la palabra revolucin
conspiracin) y que esperaba volver antes de imano: que el declarante le respondi. Vd. cuando est en el exterior haga diligencia de irse
Chile de Ministro, segn vd. mismo me dijo le
habia esori to Mr. Seward, proponiendo ese cambio, lo que contest: de ningn modo liar esa
maldad, estando comprometido convds. para apoyar el movimiento. (revolucionario.)
Que despus de regresar del campo enemigo
Mr. Washburn dijo al declarante que iba escribir Mr. Seward, diciendo que el gobierno del
Mariscal Lpez iba perdiendo mucha de su popularidad con los sucesos de la guerra, y que hasta
sus mismos amigos se iban -retirando de l: que
esto segn conviccin del declarante iba escribir Mr. Washburn para preparar el animo su

-XI
Gobierno respecto al movimiento revolucionario
que se. esperaba.
Que al referir esta insinuacin de Mr. Washburn el declarante, quiere hicer ver hasta dond*s
venia mal impresionado para con la Repblica y
su Gobierno despus de sus conversaciones con el
general enemigo bajo el * pretesto de arreglo
de paz.
Que por entnoes mismo le dijo tambin en
el mismo sentido de concluir con la guerra: que el
Gobierno Argentino, triunfando los aliados como
iban triunfar, necesariamente tomar todas las
Misiones hasta Tebicuary, y qnedar el pas grande como mi mano (estsn 'indola en el aoto) y el
Brasil tomar lo restante del pa3 por los gastos
de la guerra, agregando que el Brasil gastaba un.
milln drario-, y que cargando con esta inmen-,
sa deuda el - Paraguay vendra quedar por el
Brasil formando parte 'del imperior, y quedar
asi mas bien repartido que la Polonia: que el declarante le objet entonces cmo era posible que
el.Brasil gastase un milln diario, pies que la
misma Norte-Amrica no habia gastado en su
gran guerra sino un milln por da, - lo que
Washburn replic que eso fu al principio*, que
posteriormente llegaron gastar haste tres millones por dia, aadiendo: sobre todo en el Brasil
se roba mucho, con lo que se ha' de completar el
milln diario, y ellos sacarn las cuentas del
gran Capitn.
Doy V. E mis agradecimientos por% haber
tenido la bondad de darme conocer la nota del
Sr. Barn de Sousa, Encargado-de Negocios de
Portugal, y por todo lo que se ha servido espouer
en su estensa comunicacin en el deseo manifestado de esclarecer los hechos sobre la traicin de
Berges y sus cmplices.
Yo espero confiadamente que con estas nuevas
noticias tomadas literalmente de declaraciones de
los reos, querr convencerse V. E. de la gravedad
de la materia, objeto de nuestra correspondencia,
y tomando en consideracin mi nota anterior del
3 i de Julio, reconocer tambin las razones del
Ministerio, de que Porter Cornelio Bliss y George F. Mastjrman no son miembros de la Legacin
,de los Estados- Unidos de Amrica, sino criminales aleves-que camo otros han pretendido sorprender la buena f de V. E., y como tales sean
espulsados, para que comparezcan satisfacer la
justicia, cumplindose tambin de esta manera los
deseos de V E. de que si han habido quienes han
abasado as de su confianza' y hospitalidad, no le
tocaba pedir su perdn, sino mas bien demandar
su castigo sumario.
Aprovecho esta ocasin para renovar V. E.
las seguridades de* mi distinguida consideracin.

Legacio de los Estado? TMdos


A S. Sria. Gumesin-io Benitez, Ministro Encargado de las Relaciones Evteriores.
Seor:
T.mgo el honor de acusar recibo de su
nota fechada el 6 del corrante, mas no llegada mis manos hasta la noche de 17. En
esa nota V. S. .m-3 avisa que el ex-Ministro
Berges ha prestado otra d clarado n manifestando estensameute conversaciones tenidas conmigo, de las cuales infera que yo
tenia d3sde hac3 macho, conocimiento de su
traicin, y las rabones para creer que yo
jamas habia sido amgo del Pargu ly, sino
mas bien amigo de aquel y de sus compaeros de conspiracin. Asi mismo se me
informa de que el Dr. Carreras ha dado
tambin una declaracin en la cual reconoce,
que l estaba en inteligencia con el Marqus de Caxias, que enviaba sus cartas por
medio.de esta Legacin, y que por entonces yo tenia conocimiento del hecho, V. S.
ademas toma ocasin de protestar que en
sus notas anteriores no tenia intencin de
expresar ninguna duda respecto la verdad
de mis palabras, sino que se haba ceido
manifestar las declaraciones evacuadas porlos criminales.
Rispeeto esto ltimo, la correspondenca por si sola mostrar si tenia no razn
para quejarme. Pero V. S. recordar que
yo distintamente y en lenguaje tan claro como el de que yo me valgo, habia declarado
que nunca haba recibido de Berge3 ningn
paquete carta comunicacin de ninguna
clase, V. E. espres repetidamente en su nota de- 31 del pasado que senta que pesar
de todos sus amigables esfuerzos, yo rehusara entregar, no ya el paquete que l decia
haberm3 entregado, sino el paquete' que me
haba entregado, asentando asi, m parecer
que no obstante mi absoluta negativa, l lo
habia hecho y q ie V.. E. lo sabia. Pero yo
no de3eo discutir acerca de cuestiones tcnicas verbales. Su manifestacin negando, que fuera su intencin dudar de la verdad de mis aeertos, la acepto como satis-factora.
Advierte V. S. luego, que no es suya la
culpa de haberse visto obligado poner .en
su correspondencia oficial las declaraciones
de criminales, pues que me habia informaGMESIIDO
BaSITEZ.
(Fie)
do amistosamente en la entrevista personal
A. S. E. Mr. Charles A. WasJibitrn, Ministro Re- del 25 de Julio de todo lo que despus escribi
sidente de los Estados- Unidos de Amrica.
l en sus notas oficiales. A .esto debo opner1 me en cuanto que: V. S; me dijo que lo

XII sabia todo'fqueV.E. sabia que yo habia recibido de Berges dicho paquete y que tambin sabia V. E. de mis relaciones con los
traidores. Yo le dije V. E. que V. E. no
podia saber de cosas que no-existan. Pero
nada me dijo de la declaracin determinada de ninguna persona, y que no tenia yo
mas idea de la cosa que V E. aluda,
de cual fuera el propsito de su nota siguiente, de la que ahora tengo de las cuestiones
que han de discutirse esta noche en el parlamento de Inglaterra. Como que yo no
sabia del tal paquete y como que jams habia odo la palabra conspiracin, combinacin, connivencia, correspondencia con el
enemigo, y nb pensaba que hubiera personas en el pais tan del todo atolondradas y
tan necias que se comprometieran en empresa tan desesperada, creo que yo estab justificado para decir que al venir mi en solicitud de informes, andaba en busca de imposibles: V. E. buscaba pruebas donde ellas
no existan,
El relato de la declaracin del Dr. Carreras segn lo hace V. E e a s u nota, est
tan lleno de novedades y contiene tantas
versiones de ocurrencias y circunstancias de
que yo nunca habia tenido noticia, habia
sospechado antes, que parece innecesario
examinarlas detalladamente. De consiguien
te yo manifestar como mejor recuerde, todo
lo que s de l de sus actos en este pas.
Hace muho tiempo, creo que cerca de un
ao, que, debido cierfco3 rumores, se crea
que la guerra no continuaba favora'ble la
causa del Paraguay. El Dr. Carreras vino
mi casa y en conversacin espres su recelo
de que si los aliados haban de conseguir su
objeto-l estara en muy grande peligro, que
l estaba muy malquisto con ellos -en razn
de la parte activa que habia tomado contra^
ellos como cabeza del Gobierno de Montevideo al comienzo de la guerra. Yo le dije,
qu en e3a cootinjeneia cuando quiera que
sintiese cerca el peligro, si l venia mi
casa yo le dara toda la proteccin que mi
Legacin y mi bandera pudieran ofrecer.
Nada mas volvi decirse sobre este punto
hasta que recibimos la noticia de que una
parte de la escuadra de los enemigos habia
pasado de Humat. Al dia siguiente Rodrguez Larreta vino mi casa y dijo que Carreras^ estaba entonces dispuesto aceptar mi
ofrecimiento de meses antes, y que si yo estaba conforme, elle acompaara. Yo le dije
'que obrase como fuera de su gusto, y que

yo hara todo lo que estuviese en mi poder


para auxiliar y proteger todas las. personas
que estuviesen malquistadas con el enemigo^
Al dia siguiente, si hien recuerdo, los do^
vinieron y yo les di asilo. Nosotros todos
creamos que su residencia aqu no sera sino
por tiempo limitado, da mas menos dias.
Sin embargo cuando los encorazados subieron al otro dia y se volvieron despus de
hacer tan triste exhibicin, pareca que aunqu3 haban pasado Hamait, el enemigo
tenia arriesgar uaa batalla general y decisiva. Entonce? tanto, Carreras como Rodrguez expresaron sus temores de que eran un
estorbo para la familia; pero nosotros, les
dijimos que en cuanto eso se tranquilizasan; ha-biendo sido evacuada la poblacin
desebamos compaa, y como que ambos
eran hombres de educacin inteligencia,
preferimos que permaneciesen con nosotros.
En esto haba una mira importaute y era.
quj pudiramos aprender el espaol. As
es que ellos se quedaron, perp nunca lleg
mis odos ni mi conocimiento palabra,
insinuacinexpreson que hablasJ de uiuguno de los dos respecto conspiracin, revolucin combinacin poldci contra el
Gobierno. Al contrario, cuando yo fui
San Fernando el Dr.. Carreras me pidi con
empeo advirtiera S. E. el Mariscal Lpez
la prdida pecuniaria que estaba sujeto
con su permanencia, y decir que habia venido aqu como enemigo determinado del
Brasil y su poltica, y qu.i no habia cambiado de opinin desde que se hallaba aqu, y
que si pudiera irse era su propsito dirijirse
los Estados del Pacific i para alistarlos en
favor d) la causa del Paraguay. Yo hice
S. E. estas manifestacin33, paro como no
lo vi dispuesto auna contestacin favorable,
as se lo manife3: Carreras mi vuelta.
Pero aunqui paree dasarrxdadi nuuca
me insinu qu.3 tuviese eouoeimiento de una
conspiracin, ni ni3 hizo la mas remota insinuacin da que hubiera jamas teoido comunicacin con Caxias.
Algunos dias antes da recibir la noticia
dla llegada del "Wasp'' Curupaity yo
haba mandado mis ltimos despachos para
Washington, esto es el dia 28 de Abril. V.
S. espresa el sentimiento de que yo no hubiera anotado en mi-dario los nombres de
las personas para quien3s envi cartas. Yo
tambin lo sieuto. Pero ese es el hecho, y
ahora es demasiado tarde para reruadirlo,
la declaracin de Carreras, no obstante,

xni
trae la memoria una circunstancia que yo
habia antes olvidado. Es la de que l enviaba cartas en ee entonces bajo cubierta
John F. Gowland^ Eso cre^> que es positivo.
El enviaba sus cartas dirigidas asi creyendo
haciendo que crea, que dirigidas de esa
manera habra menos riesgo de que cayesen
en manos del enemigo, que yendo dirigidas
personas de su familia. El manifestaba
abiertamente el temor que sus cartas fueran
interceptadas abiertas por los del otro la
do, y ,asi es que las mandaba un amigo de
Buenos Aires para evitar sospechas. Yo
habia conocido al Sr. Gowland como el
amigo mas entusiasta del Paraguay que j a ;
mas encontrar en Buenos Aire? y Montevideo, y como Cabreras deeia que sus cartas
eran puramente familiares, - no me podia
imajinar que envindolas 5'e perjudicaran de
algn modo los intereses del Paraguay.
Yo podr haber hecho mal en mandar cartas cualquiera persona sin saber antes su
contenido, pero como el Ministro de Relaciones Esteriores me habia pedido que hiciese
por l la misma cosa, yo no poda suponer
que el G-rbierno se opondra que enviase
cartas de personas de -familia que no tenan
posicin oficial. Si Berges como Ministre)
podia pedirme que enviase sus cartas en un
tiempo en que yo lo crea leal y patriota,'
puede este Gobierno quejarse con justicia
de que haya enriado cartas de otras personas? Pero qu hacer preguntas de este
gnero. El Gobierno no se queja de que yo
haya, sino de que haya mandado las cartas de. Berges. Yo por el contrario, digo,
que nunca mand una carta suya bajo la
bandera de parlamento, y nunca pude mandar ninguna de otro modo desde mi vuelta
dePaso-Puc en Marzo de 1867, en cuya poca yo presumia que Berges era todava leal
y al darle paso sus cartas y dems correspondencias, yo supona que estaba haciendo
un favor al Gobierno.
Despus de mi vuelta de San Fernando
nada ocurri que alterase la monotona hasta el 16 de Junio, en que Leite Pereira acompaado de su esposa.se apareci aqu con
sorpresa y sentimiento de todos y pidi permiso para quedarse los dos. Yo no podia
rechazarlos sin exponerme, al cargo de inhospitalidad, y aunque mi juicio su venida
aqu fu un paso desacertado, si l prefera,
sin embargo, permanecer)' ver si el Gobierno enia algo en su contra, podia hacerlo
as. Esta resolucin mia fu aprobada pol-

los dos. Carreras y Rodrguez ^ ellos dos


convinieron conmigo en que no era un'paso
acertado el que tomaba Pereira. Nosotros,
yo al menos, nada sabamos de las relaciones de Pereira con el Gobierno, oxceptnando lo que entonces me dijo, y recuerdo bien
que el dia de su llegada, Rodrguez med\io,
quede habia dicho Pereira que si el Gobierno euia algo en su contra; que si d
alguna manera estaba implicado en cualquiera transaccin que pudiera comprometerle, deba confersarme todo y cualquier cosa
m, confidencialmente; antes d*3 hacer su
residencia ni legacin y exponer mi familia y todos los otros moradores de mi casa
la in'-omodidad y disgusto qne, si haba
algo de serio en su contra, resultaran de
su venida aqu. Pero Pereira semp'-e dijo,
que nada habia ni podia haber en contra
suya, escepto que haban gastado el dinero
propiamente suyo y todo el que haba podido
tomar en prstamo para remediar las necesidades de estrangeros menesterosas, confiando en que ellos , sus amibos sus gobiernos, le reintegraran desoues de la guerra. Siempre protest, no obstante, que no
tenia garanta ni seguridad de ningn gobierno fin de que algn dia se le abonase
ni un ebelin.
Cuando en 27 de Junio me pidi V S.
que entregase al dicho Leite Pereira, recordar V S. pue rehus el hacerlo, y en
mi nota del dia siguiente me sostuve en el
terrenQ.de que yo no estaba euja obligacin
de entrega;- ni de expulsar de mi legacin
ninguna persona quien no se acusara determinadamente de alguna grave ofensa contra el Gobisrno las leyes. Desde entonces me he adherido estrictamente .esta posicin, y cuando recib su nota del 11 de Julio reiterando su peticin de que 1 y todos
los dems que no pertenecieran la legacin fueran espulsados de ella, pero no ha
ciendo ningn cargo determinado contra l
ningn otro, les dije todos que podan irse
quedarse, que yo no echara ninguno
la calle hasta que no se le hiciera algn
cargo.
Pereira era dla opinin en que Carreras,
Rodrguez y yo mismo conviniramos, de que
era mejor que se fuera voluntariamente,
pues si el Gobierno no tenia nada en contra
.suya, l no tendra'nada que tenrr, y si
aquel tema, ciert imante qae se apilerria
de l, ya hacindole un cargo determinado,
ya llevndoselo por fuerza.

XIV
Al dia siguiente se p.di . Carreras y Rodrguez en trminos aun mas urgentes, pero
como no se les hacia ningn cargo espreso,
yo les dije lo que habia dicho Pereira el
da antes, qu podan irse quedarse segn
lo que mejor le pareciere.
Ambos dijeron, que el Gobierno no tenia
ni podia tener ningn cargo espreso en contra suya,- que nada habian hecho durante
su residencia en el Paraguay qte pudiera
comprometerlos, ni ellos ni nadie mas,
y que si todos los actos de .su vida fueran
conocidos del Gobierno, cosa ninguna podra
descubrirse hostil este. De consiguiente
ellos diieron que si yo prometa permanecer
en el Paraguay hasta la terminacin de la
guerra, no saldran de la Legacin, puesto
que si yo rehusaba expulsarlos hasta que se
les hiciese directamente un cargo, cuyo cargo decan que era imposible se lns hiciera
no crean que el Gobierno los sacara por la
fuerza. Pero les dijeque no podia prometer
quedarme en el Paraguay hasta la terminacin de la guerra; yo esperaba, de un dia
otro la caonera americana, que probablemente me traeiriainstrucciones para que volviera inmediatamente los E. U., y tambin
eraprobable que trajese sucesor para toma mi
puesto de Ministro. Es esta circunstancia
yo no podia prometer (star aqu hasta la
conclusin de la guerra. Entonces los dos
*dijeron que mejor les estaba irse voluntariamente, porque unos cuntos dias semanas mas menos haran muy pequea
diferencia, y si la suerte de la gU3rra haba de ser al fin adversa al Paraguay, se
expondran finalmente caer en manos del
enemigo de quien esperaban muy poca clemencia.
Carreras en particular se detenia ocupndose dlos peligros que se expondra si
alguna vez caia en mano del enemigo, y
cuando so fu me pareci que no iba completamente satisfecho de mi conducta. Pareca creer que yo deb'a haberle prometido
quedarme hasta el fin de la guerra. El habr tenido un hondo resentimiento hacia mi
por esa causa, pero me cuesta el creer que
por este motivo fabricara una serie de monstruosas falcedades como aparece de su declaracin, y hasta implicaron como sabedor de una conspiracin de cuya exigencia
yo no tenia la idea mas remota. Pero no
puedo caer en la cuenta de que otro motivo
pueda haberle inducido dar una declaraion tan falsa y tan malvada. En verdad

que mientras mas ss d este asuuto, mayof5


es el misterio en que me hallo envuelto, no.
puedo deducir nada de l escepto que a mis
o'os se estaba tramando una conspiracin
horrible, d la cual yo no sabia ni sospechaba, nada, y que los que eran partes de ella
despus de haber abusado de ra eonhanza
y de mi hospitalidad, han procurado desviar de si la indignacin del mundo implicando en sus crmenes al Ministro de una grande, poderosa y esclarecida nacin. Yo
puedo estar errado en mis sospechas. Diossabe que sin razn injustamente no acusara ni sospechara de nadie, pero es demaciado evidente que ha habido alevosa, ingratitud y villana usadas en mi dao en
alguna parte. Todo empero se aclarar
algn dia, y los culpables debern ocupar
un lugar de la bistoria de la infamia que jamas ha tenido igual.
Como esta relacin ma es enteramente
incompatible y est directamenfe en contradiccin con toda la declaracin de Carreras,
no es necesario- negar detalladamente las
numerosas falcedad que con tiene. Las
dos versiones estn, directamente en desa.
cuerdo. No hay posibilidad de. armonizar de mezelar las dos. Una otra es un
hilo de monstruosas falcedades, y dejo al
Gobierno del Paraguay. qu3 decida cul de
las dos acepta por ve-dadera.
Bay un punto sin embargo en esta declaracin de Carreras, sobre el cual me alegrara de tener mas datos informes. Es el
en que dice que tiene'"la mas profunda onvicc'on deque existen en la oficina de esta Legacin, probablemente en una caja de hierro, los papeles trados de la casa de Berges, segn ha declarado antes-' Ds
fijo que yo no puedo saber con certeza si entre la multitud de papeles sellados, bales y
cajones que han sido dejados en mi casa durante los ltimos seis meses, alguno de ellos
contiene los paneles referidos. Sin embargo, yo no lo creo as. Pero si hav tales papeles aqu, y la persona que los dej los
envi, manda por aquellos una orden escrita
y me da la descripcin d^l paquete, de modo
que yo lo conozca, tendr el mayor placer
en devolverlo. Mas yo no tengo conocimiento
de semejantes papeles.
El dicho de Vasconcellos de que habia
una car^a para Carreras en el paquete en
viido por el barn de Sousa y que yo la
traje de su ch'-ra y la entregu, contiene, por lo que veo, solo dos errores, y como es-

XV
tos no son importantes, su declaracin puede las mas inocentes inofensivas espresiones
considerarse como verdadera en compara- para citarlts yenfalso desfiguralas con toda
cin con las dems. Dice que abri el pa- la diablica malignidad de un inquisidor.
quete del barn de Sousa en mi presencia,
Cual fu su motivo primero yo no lo s. Si
y que la carta que me entreg para Carreras fu que supo que yo habia hablado S. E.
era una carta grande. Ninguna de estas dos el Presidente de su reserva y falta de franobservaciones es correcta El se llev aden- queza conmigo si fu que me odiaba en la
tro el paquete para abrirlo mientras yo es- conciencia de que yo no quera tomar parte
taba sentado fuera, y sac algunas de sus
en su conspiracin, cualquiera que fuese
mismas cartas las que ley y despus me dio, su motivo, alioraaparece, que mi benigno
no una carta grande, sino una muy pequea juicio de que l no habia procedido de mapara Carreras que -yo traje adentro y la en- licia para conmigo, fu un grande error.
tregu. Pero yo "no menciono esto para enSiento que Berges no haya todava dado
mendar la errada aseveracin de Vasconce- la fecha de su primera traicin y no nos
llos, aludo ello solamente para protestar haya dicho cuando de patriota se volvi traicontra la queja hecha por V. S. de que yo
dor. Sin el conocimiento de ese dato es casi
he sido una va de comunicacin ente-e los imposible sacar nada intelijible de toda su
conspiradores y el enemigo. Yo habia reci- larga, confusa y contradictoria declaracin.
bido un paquete del barn de Sousa, Encar- Una vez l mismo se representa hablndogado de negocios de Portugal en Plonte- me mi como un hombre leal y patriota;
video, para el Vice-Consul de Su Majestad en despus habla de los planes suyos y de sus
la Asuncin. No era mi deber entregarlo? co-revolucionarios, y luego vuelve desemYo nada sabia, nada sospechaba de s,i con- pear el papel de patriota y amigo de su
tenido, hice lo que siempre habia hecho pais, mudando as de carcter con tanta
cuando venian cartas mi cuidado del LadoT disposicin como un arlequn en una pantoall dlas lneas; esto es, lo entregu sin
mina.
hacer preguntas. Yo he recibido cuando
Proceder ahora examinar en detalle
Berges era Ministro, documentos y comuesta jerga de contradicciones; esta miscecaciones para la oficina de Relaciones Exte- lnea de patriotismo y traicin.
riores que se me haban enviado y yo las en !
Y primero me har cargo de su dicho de
tregaba inmediatamente. Qu otra cosa que cuando le hice mi segunda visita en su
podra hacer? Si habia en su correspon- \ casa'de los Salinares, y espres ni simpata
dencia cartas que servan la traicin, era por l en su enfermedad y mi deseo de serle
culpa ma? Si maana viene una caonera til, l. entendi por esto que yo le dara
y trae mas correspondencia para su ministe- asilo en mi Legadion en cualquiera evento
rio, no la he de entregar inmediatamente? inesperado. Despus habla de eso no como
O he de decir que porque un Ministro ha un asilo contra el enemigo sino contra el Goresultado ser traidor, y no sea que baya mas bierno del Paraguay. Este es un absurdo
traicin en las cartas mandadas mi cuida- evidente por si mismo. Si habia de haber
do, no he de entregar nada? Yo creo que una revolucin pronunciamiento y habia
con ma3 reflex'on V. S. admitir que respec- de tener buen xito, no habra necesidad de
to la entrega de ese paquete, hice nica- asilo para ninguno de los comprometidos, y
mente lo que me tocaba hacer por deber y si habia de fracasar era l tan estpido y
cortesa.
yo tan ignorante para suponer que los conspiradores
se libraran del castigo de su traiPero desechando las declaraciones de Carrecin
con
refugiarse
en "mi Legacin ? Cras y Vascpncello.s,paso la de Berjes y nomo
pudo
entonces
entender
qus una simple
tar que si no fuera por la gravedad del caso
espresion
de
cortesa
quera
decir un ofrecime proporcionara un buen rato esponer sus
miento
absurdo
y
iidculo
por
sus mismos
conirad.ceionesysus absurdos. Demostrar
termines
?
Es
imposible.
por la declaracin misma, que contiene tanSeguidamente paso su gravsima acutas falsedades y contradicciones como perodos encierra: que mis actos mejores y mas sacin de que cuando S. E, el Mariscal Lpez
amistosos bada el Paraguay han sido estu- estaba enfermo en Paso Puc en 166, fui
diados maliciosamente terjiversados, y que le- menudo saber de su salud. Tambin dice
jos de no proceder de malicia para conmigo, que le habl por ese entonces de la necesidad
h a estado desde mucho tiempo atesorando de arreglar condiciones de paz con los alia*

XVI
dos, indicando' al General Bartolom Mitre
como persona propia para negociar, a lo cual
aade que hice varias observaciones sobre
las cuestiones comprendidas en la guerra y
las condiciones que el Paraguay deba poner
al enemigo. Desemejante conversacin no
tengo el mas vago recuerdo; pesar de que
toda la relacin es tan -absurda que prueba
su falsedad, como V. S. ver remitindose a
las fechas.
, 1QM
Hasta el dia 8 de Noviembre de 186b no
llegu este lugar-de vuelta de los Estados
Unidos. Para llegar aqu emplee un ao y
dos mesos, durante los cuales haba estado
espuesto casi todqs los inconvenientes incomodidades imaginables. Habia sido tratado rudamente en Buenos Aires por el Ministro brasilero Octaviauo; mi carta del ministro argentino de Relaciones. Exteriores
Elzalde, habia sido rechazada por el general Mitre, aunque previamente haba prometido respe tai la. Se me habia dicho con
aspereza por el almirante Tamandar que
no pasara por. sus lneas, y lo, que era
peor y lo mas mortificante de todo, no recib ayuda ni simpata de ningn representante encumbrado en la confianza de mi
propio Gobierno, excepto de mi finado colega de Buenos Aires, el bravo, noble y veterano general Asboh (Q. E. P.D.) sin em-,
bargo me abr paso con grande disgusto
tanto de Mitre como de Tamaudar. Yo no
nabia visto Mitre en loa" cuatro mese3 anteriores, desde que le escrib una fuerte
protesta contra mi detencin y contra su
doble y mala'f para conmigo. Y no obstante, Berges dice tan pronto como llegele
propuse Mitre como la persona caracteri
zada con quien negociar los trminos de paz.
La simple exposicin de los hechos es una
refutacin suficiente de e3te punto de su declaracin.
La otra cita de Berges es que cuando fui
visitar al marques de Caxias para tratar
de la paz, yo no tenia ni el espritu ni el
desao de trabajar por la couvenisncia del
Paraguay, y eu pruebt de ello cuenta que yo
dije (respeto al Paraguay y su pueblo) U
inismis cosas qa3 su mejor amigo podra y
liabri nitUi-alneute diejio en aquellas circunstancias. Aade, que si mal inclinado
estaba yo cuando sal trata/ con el General enemigo, estaba aun peor despus de
mi regreso. Como que no d razoa para
esta opinin, me veo precisado j inferir que
l me juzg amistoso con Caxias por el tono

de mi carta l despus de regresar de su


campamento. De sus contradicciones, y
quejas de mi falta de celo por el Parauga-yy
en ese tiempo, deduzco que l entonces ba^J
cia el patriota y no el traidor.
Siendo eloro cargo~en la declaracin de
Berges, solamente una espresion deja opinin d que todos mis esfuerzos para regresar al Paraguay no eran mas que una
farsa para engaar est, Gobierno y que
mi verdadero deseo era servir los aliados,
lopasar por alto, con la pimpl observacin
deque si-alguna vez-pasa por la vista del
marqus de Caxias, exitar una sonrisa sardnica, y que el Almirante Tamandar se
sorprender al saber que cuando el "Shamo
kin" forz el bloqueo contra todas sus protestas y objed.Qn.es, estose hizo por favorecerlo l y sus aliados.
Al cargo de que yo nunca daba crdito
los peridicos del pas cuando publicaban
noticias de brillantes hechos de armas, tengo que decir que admito eso sin reserva.
He creido que algunos de los partes de victorias publicados en el "Semanario" han sido
exajerados. Pero jams manifest esta opinin donde yo supiera que podra enfriar el
espritu J las esperanzas del pueblo. Al conversar con el Ministro de Relaciones; Exteriores yo no vea razn por qu no deba espresar mi3 opiniones con verdad. Mi objeto fu siempre tratar de isaber en todo lo posible la verdadera siruacion, y por ella juzgar si podia alcanzar los medios de efectuar
una paz honrosa y con ventaja para el Para' guy.
Mas aunque hay su parte de verdad en lo
que Berges dice de no dar yo crdito' todo
lo publicado en el "Semanario," parece que
no pudo citar ni eso, sin mt fiarlo con varias falsedades palpables y de suyo evidente, tes. Dice que yo hasta desacredit la noticia de. la derrota de los aliados en Curupaiy que dije que.erasimplemente una retirada, y
que daba como mi fuente al que fu Cnsul
francs aqu, Cochelet, quien habia recibido los 'informes del Agente francs que
estuvo presente en el combate. Al tiemcL) qua se libr la batalla .de'Curupait yo no habia llegado al pais: estaba toda*
'vil en Buen>3 Aires y bien recuerdo que los
peridicos de Buenos Aires hablaron de ella
como derrota muy terrible y desastrosa de
los'aliadoi. Sais semaais trascurrieron
pespufcsde eso antes de mi llegada aqu, y
sin embargo, Berges expone que despus de

XVII
mi llegada hice porque apareciera que no
fu derrota absolutamente.
El otro particular en que se fija Berges es
que yo constantemente buscbala ocasin de
una controversia fin de dejar el pais. Hasta
ahora no saba'yoque un Ministro estrangero debe entrar en controvorsia tener un
rompimiento con el Gobierno cerca del cual
est acreditado con el propsito de dejar el
pas.
Yo habia supuesto que no tenia mas que
pedir sus pasaportes y qu el Gobierno no
solo estaba en el caso de drselos sino de
proporcionarle de los medios de irse. Exactamente lo contrario de lo que Berges dice,
es la verdad. Cierto que por mucho tiempo
he estado deseoso de volver los Estados
Unidos, pero creia mi deber permanecer,
aunque fuese muy contrario mi conveniencia, basta la terminacin de la guerra,
hasta que llegase mi sucesor. Pero Berges
dice que valindose de su amistad personal
pudo tranquilizarme y evitar que yo tuviese
un rompimiento con el Gobierno. Digo sin
embargo, que antes de su salida para Paso
Puc en Febrero, apenas habia un biso
asomo de discordia entre mi y el Gobierno
del. Paraguay. Personalmente se me habia
tratado siempre con marcada bondad por el
"Gobierno y por el pueblo, le es imposible
l cualquiera otra persona sealar la
ocasin en que yo trataba d introducir disensin en nuestras amistosas relaciones.
Respecto la aseveracin de que yo era
intimo amigo de Mr. Cochelet, y mis opiniones y observaciones cerca de su sucesor y el Cnsul Italiano, tengo solo que
decir que aunque he manifestado otros
la opinin de que los ltimos no debieron
haber dejado sus puestos, los cuales fueron destinados por uno no conocido de sus
respectivos gobiernos, siendo esta mi opinin, no s porque no habia de manifestarla,
i
La opinin de Berges de que yo he recibido dinero del Gobierno Brasilero, y de que
porque no he logrado hacer lo mismo con
el del Paraguay, he tratado por consecuencia de trabajar en contra l, vale quiz tanto como cualquiera otro hombre que nadase
pa del asunto. Yo preguntara, no obstante
si es del todo justo y propio poner tal aseveracin en una nota oficial, cuando no se
aduce, no puede aducirse,- un asomo de
prueba que la sostenga.
Enr esta declaracin, de Berges, s da

cuenta de varias conversaciones de las cuales no hago memoria. Cuando estaba


en el campamento di Caxias, este me dijo
que el General Osorio pronto se hallara en
Itapua con 10,000 hombres y recuerdo qua
despus de mi regreso mientras miraba el
mapa con Berges en su oficina y le preguntaba respecto las fuerzas que el mariscal
Lpez tendra para hacerle frente si el otro
acometiera la marcha con esa fuerza directamente sobre la capital, Berges observ
que si Osorio acometa tal cosa ni un hombre en todo su ejercito escapara con vida.
Cuando poco antes en Paso Puc habia yo
discutido sbrelo mismo con S. E. el Mariscal Lpez, habl con Berges en diferentes ocasiones de las esperanzas de la guerra
y los^eligros que haban de conjurarse, y
supona que todo lo que habia dicho seria
considerado como las palabras de un amigo
dando por sentado que si yo deca algo de
suficiente importancia que lo mereciera, l
lo comunicara S. E. en Paso Puc. Muchos de sus asertos, pesar de todo, como
el de que la guerra era popular en el Brasil, que el espritu pblico se habia levantado en la Repblica Argentina; que los
aliados podan adquirir todo el dinero necesario, que l asegura hice diferentes veces,
no puede ser ciertos, pues que yo no tenia
datos en que fundar tal opinin, y segn los
escasos informes que tenia, era todo lo contrario. Circulaban entonces muchos rumores,
algunos falsos y algunos que despus resul, taron ciertos. Siempre que hablando de
ciertos rumores, si por cualquier razn no
quera dar el nombre de m comunicante** algunas vece3 decia > o, si se me preguntaba
como lo habia sabido, que los pjaros me
lo haban dicho al oido; y recuerdo que algunos dias antes de saber del pasaje dlos
encorazados por Humait me dijo que pronto tendriamos noticias importantes de abajo
y cuando le pregunt sus razones para
creerlo as, respondi con la misma espresion "que los pjaros se lo haban dicho."
Eso me llev despus suponer que sabia
ya la nueva del pasaje algunos dias antes
de que fuera publicamente anunciada.
El otro punto de esta estraa declaracin
de Berges al cul llamar la atencin, es en
el que dice que manifest grande indigna"
cion hacia los aliados causa de su inaccin.
Yo creo que todo paraguayo leal estaba enfadado con ellos por la misma razn. Era
sabido, al menos se aseguraba constante-

XVIII
mente en el "Semanario," que el ejrcito
paraguayo solo estaba ganoso de ser atacado; que las legiones del Mariscal Lpez tenian
confianza en que si los atacaban por cualquier
punto, daran al enemigo otro Curupaiti, estaban ansiosos de irse las manos con sus enemigos, y decidir la contienda por medio de
lucha honrosa y empeada. Los aliados
sin embargo, con su gran ejrcito y su inmensa escuadra se estaban segura distancia, y en mi indignacin exitaba por su manera de guerrear, recuerdo haber dicho
Berges que era cobarde, era brbaro; que
si podia conquistar al Paraguay en combate
reido, seria guerra legtima, pero qne, si
Intentaban agotar y hacer morir de hambreai pueblo, valindose de la superioridad del
nmero y recursos, era infame y mereca la
excracion de todas lasv naciones civilizadas.
Yo escrib repetidas veses mi Gobierno en
el mismo sentido, diciendo que las dems
naciones no deban consentir que un pueblo
tan valiente y tan gallardo como haba probado ser el Paraguy, fuese exterminado de
ese modo. Pero parece que el corazn de
Berges estaba tan lleno de traicin y sus ojos
tan ictricos por la corrupcin, que en espresiones de este gnero, solo podia ver alucines a sus traicioneros planes.
.La aseveracin de Berges que se sigue, es
una ficcin cabal, y de consiguiente oponer
le mi negativa positiva y absoluta. Jams
habia sabido de ninguna combinacin conspiracin en el pais ni1 de ningn comit de
cbnsp ira dores, ni jams sospech, hasta que
me lo advirti V. S., que Caxias estuviera en inteligencia con persona alguna en el
Paraguay, El nombre de D. Benigno jams
mencionado por Berges sino casualmente y
en relacin con algn asunto absolutamente de ninguna importancia. En verdad qne
Berges y todos sus cmplices me hicieron la
fineza mas grande que podan hacerme.
Jams directa ni indirectamente me confiaron nada de sus planes, y hasta que fui
advertido por V. S. no tuve idea de
la conspiracin que se tramaba. Sem
pre haban supuesto que nicamente en
reida pelea podra darse fin la guerra; y
jams haba credo desde que fracasaron los
esfuerzos de mi gobierno en pro de lo mediacin, que ningna otra solucin fuera posible .
Paso por alto varias otras aseveraciones
de Berges respecto conversaciones tenidas
onmigo con, esta manifestacin: que no re-

cuerdo nada de ellas. Solo s que nunca


tuve tales ideas opiniones cuales l me
atribuye. Probablemente yo le dije, que
pesar de que me quedaba aqu, perjudicndome mucho personalmente, y de que estaba
espuesto con mi familia muchos incbnve
nientes incomodidades, estaba no obstante
dispuesto esperarme hasta la conclusin
de la guerra. "Pero eso era con el fin de
ser til la nacin y pueblo paraguayo, y'
no los insurgentes y traidores como l dice.
Es verdad que nunca sospech que tales
hubiera en el pais. Todo el conocimiento
que tengo de su existencia lo he adquirido
durante el ltimo mes. A pesar de que BerSes ha estado en los Estado-Unidos, parece
haber sido encarmente desmemoriado ignorante de un hecho; y es que el Ministro
de los Estados-Unidos de quien llegara
saberse haber tomado parte en una revolvaon
contra el Gobierno cerca del cual estuviese
acreditado, salga bien salga mal aquella,
quedarla desde entonces perdido y deshonrado en su mismo pais. Terminara su carrera pblica y seria infamado por su gobierno y sus; compatriotas.
Observo que Berges declara, que no me
gustaba usar de la palabra revolucin en
mis conversaciones con l, eso e3 cierto y
por la bonsima razn de que jams tuve
ocasin de usarla porque jams sospech
que en semejante cosa se pensara. Sus otros
dichos de que yo no deseaba dejar el pas .
por el deseo de ser til al pueblo aqu, sern ambos ciertos y comprensibles, si en vez
deinsurjentes y revolucionarios;, se usa de
las palabras paraguayos y patriotas.
Respecto al acert de que despus de mi
regreso del campamento enemigo, hace cerca
de ao y medio le dije Berges, que
escribira mi Gobierno diciendo que la causa del Presidente Lpez perdia terreno y
preparndolo para el movimiento revolucionario que hab a de seguir, yo quisiera saber si le manifest esto l en el carcter
de hombre leal *de, traidor. En otras conversaciones posteriores esa, se d l el
carcter de leal. Yo empero dir que todos
mis despachos han tenido el mismo tono
y la misma tendencia, y demostrarn mi
Gobierno que todo lo que asegura Berges,
como lo de que nunca he sido en realidad
amigo del Paraguay, es completa, vil y escandalosamente falso. Si se unieran todas
las declaraciones de los, conspiradores con
ese fin, serian desmentidas.con los despachos

XIX
e de cuando en cuando he mandado
ashington. A menos que est en uu gran
de error, el efecto de mis representaciones
mi Gobierno, ser percibido pronto en la
escuadra aliada. Lo>: aliados sern pronto
compelidos dejar que una caonera Auericana pase su bloqueo, la detendr n con
la fuerza ser guerra con la gran Repblica.
Semejante guerra comenzada con tales circunstancias, cuando se la considere en conexin con esta correspondencia, ser ciertamente una anomala y una curiosidad en la
historia.
Uno de los dichos de Berges en esta declaracin me ll:va inferir que esta conspiracin, de la que parece ser el espritu alentador, ha estado por mucho tiempo ardiendo
oculta. Dice qne su contestacin la pri'
mera carta de/Caxias fu enviada por m.
Como nunca mand carcas suyas, cuando
mandaba mi correspondencia bajo bandera
de parlamento para que siguiese camino
por favor cortesa del enemigo, esta carta debe baber ido en Marzo del ao anterior
bien cuando fui al campamento del marques
de Cax'as poco despus cuando el comante da la caonera americana "Wasp'' paso
para traerme mis despachos. Esas fueron
las das nica dos ocasiones que tuve de enviar, algo del Gobierno sin abusar de la
confianza dlos aliados y en amba ocasio-
nes remit cartas numerosas del ministerio
de Rela'ones Exteriores. Si entre ellas
habia una carta para el Sr. Brito, yo no
lo sabia, y debe haber ido bajo cubierta
alguna otra persona. Si esa carta pas
cuando mi ltima visita Paso Pac debe
haber ido con la copia de la extensa carta
oficial de Borges mi del 21 de Marzo de
1867.
Si en ese t'empo podia el mandar tan laboriosa defensa del Paraguay; y sai causa y
al mismo tiempo mandar una carta como
traidor, ofreciendo entregar alevosamente
esa misma causa, V. E. debe admitir, que
una conducta tan infame merecera la exacracion universal, y qu cualquiera declaracin que diera cuando se les atrapase enredado en los hilos de su misma trama, al pa
so de que pudiera ser cierta, se presumira
falsa.
El ltimo punto en la declaracin de
Berges es lo que dice ser el tenor de una conversacin tenida conmigo hace mucho tiempo, poco, despus de mi regreso del campamento de Caxias. Lo que cuenta que le di-

je respecto los gastos i e l Brasil, me hallo dispuesto creer que e-fc su parte principal es cierto. Pero ni aun esto pudo decir sin
aadir una manifiesta falsedad. Afirma que
. dije que los brasilu-eg para completar el milln diario qne estaban gastando, daran
las "cuenta del Gran Capitn." Cual era
el significado de esta espresion, no lo sabia
yo cuando la vi en su nota y me vi obligado pedirle mi traductora Mr. Bliss, que.
la espliear. Gracias Bergos he aprendido su significado y en cierto modo no lo olvidar pronto.
Hy otros1 puntos en su nota los cuales
quizs debira aludir, pero esta carta t[ene
ya tanta extensin, que quiero terminarla.
Si estas declaraciones hub:eran procedido de
hombres de baja siquiera ordinaria posicin, V. E. admitir que la conducta nicamente propia y digna de mi hubiera sido
desmentirlas con indignacin. p e r o c u a n .
do hombres que han ocupado altas posiciones, como Berges y Carreras, hacen tales
cargos, es un deber para con m ig 0 m i s m o y
un deber para con el Gobierno del Paraguay, que yo preste mi ayuda para exponer
su falsedad y llegar la verdad. Afortunadamente para mi no habia yo salido del
pais antes del descubrimiento de esta trama.
Aunque mis despachos mi Gobierno hubieran desvirtuado completamente las declaraciones de los conspiradores, y aunque no tengo duda de que las cartas que ellos bar
mandado afuera demostrarn que ignoraba
completamente sus planes, y qUe n o s e na _
bian atrevido confirmelos, aunque srV. S.
rae hubiera informado extraoficialmente de
su naturaleza, le hubiera dado de la misma
manera todos los informes que he podido
darle en esta correspondencia. Pero aun
entonces todos los informes que hubiera dado
se hubieran reducido esto, que si habia
una conspiracin contra el gobierno, nunca
he sabido de ella, ni siquiera lo he sospechado.
Habiendo as declarado tan e3plieitamente que jams habia sabido nada cerca de
la conspiracin hasta comunicrmelo V. E.,
y que los conspiradores nunca me confiaron
ninguno de sus planes, por mi parte la correspondencia sobre este particular debe terminar aqu. Si el Gobierno acepta mis pa-,
labras1 como verdaderas, debe admitir que n
puedo dar informes ningunos. Ahora no
tengo informes sobre el asunto, escepto los
que he obtenido de sus notas, y por de con

^-xxtado no puedo dar ningunos. As es que si


el Gobierno acepta mis aseveraciones de
buena f como verdaderas, debe desear, terminar aqu la correspondencia: Pero si. as
no las acepta, entonces el respeto mi
propio carcter y la dignidad de mi empleo,
me prohibiran continuarla,. En estas circunstancias me parece que para hacerse
justicia s mismo y para hacrmela mi
el Gobierno del Paraguay debiera adoptar
uno de dos procederes.
O aceptar mi
manifestacin como verdadera y cortar la
^correspondencia, rehusando aceptarla,
acceder ala peticin de mi carta del 14 de
Julio, y mandarme mis pasaportes y facilitarme[los medios de salir, del pais.
Observo que esta correspondencia se est publicando en el "Semanario." Veo, sin
embargo que una de mis cartas, la del 22
de Julio, no ha aparecido. Perdonar V. S.
que llame su atencin este hecho.
Esta nota es ya tan estensa que debo
otra vez pedir su indulgencia para que
posponga la consideracin del caso de Mr.
Bliss y Mr. Masterman, Tan pronto como
pueda preparar la carta, sin embargo, dar
estensamente las razones porque no los he
mandado fuera de la Legacin.
Aprovecho esta ocasin, para reiterarle
las seguridades de mi distinguida , consideracin.
FirmadoCHARLES A. WASHBURN.

Legacin de los Estados Unidos.


Asuncin, Agosto 13 de 1868. A S. S. Gumesindo Benitete Encargado del
Ministerio de Relaciones Exteriores.
Seor:
%
Disculpndome por la demora en contestar
la parte de su nota del 31 del pasado referente al caso de Mr. Blis y Mr. Masterman
la cual he diferido para contestar la que me
pareci de mayor importancia y tambin para responder seguidamente la muy estensa nota de usted de 6 del corriente, proceder ahora dar mis razones para no haber
despedido esas dos personas de mi Legacin y la razn por que no debo hacerlo.
A la conclusin de su nota del 31 del pasado dice V.S. que no tiene la mas remota
duda de que se hara cumplida inflexible
par el Gobierno Americano; luego pregunta
si puede estar en completa posesin del ca-

so como est la corte de justicia nacional,


si remitira testimonio de l causa para sustanciarse de nuevo; si podra hacerlo y
obrar suficientemente tiempo su adminis-.
tracion de justicia.
A estas preguntas dir que indudablemente habia considerado inconveniencia en
enviar estas personas los Estados Unidospara ser acusadas. Pero eso no afecta en
lo mas mnimo las leyes del caso. Siempre qne un gobierno recibe una-embajada
de otro, aquel la acepta bajo las condiciones
impuestas por el Derecho de Gentes. Este
derecho es de tal importancia, qne la par
del mundo es indispensable su rgida observancia. Y es solo bajo la proteccin de este derecho que las naciones pueden negociar unas con otras, y para llevar adelant
las negociaciones es necesario, especial"
mente en tiempo de guerra, que haya algunas personas que gocen de cierta seguridad
inmunidades respecto de las leyes locales.
Este cdigo reconocido uEveialmcnfe co
mo obligatorio para todas las naciones hasido en gran manei a ventfjoso para ellas.
Pero tiene tambin sus desventajas. Bajo
ese cdigo se exije las naciones que reciben" embajadas estranjeras, que les conc- dan ciertos privilejirs que no se conceden
ningunas otras personas. Ellos renuncian
ala soberana sobre los edificios.ocupados por
el embajador ybajo la ficcin de extraterritorosu legacin es considerada como territorio
de su propio gobierno. Escepto en muy es
traordinarias circunstancias, su casa no pue"
de ser allanada por la polica, y ningn"
miembro de subdelegacion puede ser citado
antelostribunales localesy si comet n alguna
infr-acciondelasleyes-delpais, todos las outores de derecho internacional declaran que
el ministro lo castigarl mismo. lo remitir
su pas para ser encausado. Estos privilegios inmuddades sin duda ocasionan frecuentemente serios inconvenientes ala administracin local. Pero no es mejor someterse tales inconvenientes antes de abrogar la
ley? Ye he sabido de ejemplos de esta inconveniencia en m propio pais, ninguno
de los cuales yo cuestionar. En el ao
1854 un testigo importante de un homicidio en ciudad de Washinton, que llam mucho la atencin pblica, era un oficial de la
Legacin de Suecia. Los tribunales desea,
ban mucho su atestacin, pero nunca se le
cit en forma como testigo, y al pedrsele que
compareciera declararvoluntariamente, con

XXI -

test qu no lo hara, y mi Gobierno no tuvo


poder para compelerlo.
V. E me pregunta en su nota del 23 de
Julio si mi no me parece que si las inmunidades de un ministro alcanzaran hasta donde yo reclamaba, que no habia nacin en el
mundo dispuesta aceptar una embajadaA esto responder que todas las naciones
reciben y s' huelgan de recibir embajadas
con esas .condiciones. Que he reclamado
yo? Simplemente esto: que Jorge F. Masterman que vino mi casa sol citud ma
como asistente mdico de mi familia hace
cerca de once meses, y ha vivido en mi casa
desde entonces, y su nombre se habia dado
como-miembro de la Legacin, hace mass
de 4 meses lo cual no hise objecin en lo
tres meses siguientes, es en todos sentidos
miembro de esta Legacin y con derecho
todos sus privilegios. Tambin reclam
quePorterC. Bliss que tambin vino mi
casa solicitud mia servir de traductor
y ayudarme en cualquier otra capacidad que
me fuese necesaria, y cuyo nombre fu entonces dado como de miembro de Legislacin, y no habindose hecho entonces observacin su permanencia en ella, sino nicamente en la capacidad en que yo le habia
clasificado es tambin miembro de esta embajada.
V. E. en diferentes ocaciones habla de
ellos como refugiados que han buscado asilo en mi casa. Ellos no buscaron aqu un
asilo. Yo los busqu y los ajust para que
vinieran aqu, porque necesitaba sus servicios. En el tiempo de su venida no habia
cargo acusacin contra ninguno de ellos.
Como puede entonces considerrseles refugiados? Ellos no "eran refugiados, y esta
no es una cuestin del derecho de asilo, sino de los Derechos de Legacin.
V. S sin embargo, alega que nunca han
sido reconocidos por su Gobierno, sino que
habjendo rehusado reconocerlos, ya en consecuencia no tengo derecho de reclamar su
expcion de la jurisdiccin local. Pero est denegacin no se hizo hasta despus de
haber tcitamente reconocidos como pertenecientes la Embajada. Tal denegacin
vino del todo demaciado tarde para afectar
el caso.
La doctrina avanzada por V. S- de que-nn
Ministro estrangero no puede pretender los
privilegios de la legacin para sus sirvientes
y otros individuos de su vcasa hasta que el
Gobierno cerca del cual est acreditado los

reconozca especialmente por sus nombres,


es algo enteramente nuevo para m, es algo
que no encuentro en ningn autor de derecho internac-onal. Si ua Ministro da una
nmina de su comitiva y n se da contestacin? no pone objecin el Gobierno, y entonces los reconoce tcitamente incluido en esa
nmina como miembro de la Legacin, y
despus no puede al -gar su falta de reconocimiento de carta del Ministro como justificacin de su denegacin reconocerlos.
V. S-, admitir que esre es un razonamiento arreglado s lo aplica nuestro caso.
Aunque he dado dos nminas dlos miembros de mi legacin, V. S. nunca ha reconocido una sola persona de las qne se hallan
actualmente en ella, no ser Mr. Bliss y
Baltazar, el criado de color que me dej el
Dr. Carreras. Pero V. S nunca ha recono'
cidon mi esposa, ni mi hjo, ni mi Secretar o privado que ha estado mi servicio
por mas de ao y medio, ni mi sirvienta que
con nosotros trajimos al pas. Segn su razonamiento y su lgica, sin embargo, V. S.
no tiene mas que decir que cualquiera de
ellos todos se hallan acusados y-que el
Gobierno se niega reconocerlos como pertenecientes mi legacin,- y yo no tengo mas
remedio que despedirlos. Esa es la conclusin inevitable que ha d deducirse dlas
premisas y la lgica de V. SA la pregunta de si el castigo que administrara mi Gobierno seria no tiempo, respondo que veo la razn en contrario. V. S.
no puede suponer que estos dos individuos
estrecham-ei-te encerrados como estn en
esta legacin y no teniendo comunicacin
con ninguna persona de afuera, puedan ser
peligrosos. Si por qu su castigo, si resultan culpables, no ha de ser tan tiempo de
aqu unos meses como ahora? Si pueden
alguna prueba que sea necesaria para averiguar la verdad resprcto de otros acusados,
los dos han expresado estar dispuestos
hacerlo, y si el Gobierno tuviese bien enviar un escribano mi casa para interrogarlos, y le proporcionar todas las facilidades
para hacerlo. Tambie dir que Mr. B;ss
ha declarado en relacin al papel que en su
nota del 23 de Julio dice V.. S. que l, en
reunin secreta de obligacin mutua, ha firmado para cometer un crimen infamante; que
s tal papel firmado por l se escribe en esta
legacin, saldr inmediatamente de ellas. A
esto aadir que al paso que insistir en mis
dereehosde legacin, me har cargo deque l

XXII
cumpla su promesa.
En mis notas anteriores V S. he llamado su atencin de derecho: "que todo
hombre se ha de considerar inocente hasta
que se pruebe ser culpable. No obstante, V.
S. desatendiendo este principio contina hablando de estos dos miembros d mi Legacin como criminales y refugiidos, sin haber nunca dado ninguna prueba de su culpabilidad U. S. tambin se queja de que y
no recibiera su aeevercion oficial de la
criminalidad de ellos con preferencia sus
solas protestas de inocencia.
Yo no me he permitido dudar d la sinceridad de su creencia en la criminalidad de
ellos; pero como V. S. no manifiesta hablar
por lo que V. S. sabe, puedo todava dudar
de la verdad de sus informantes. Ciertamente V. S. no alegar que los testigos contrarios ellos son personas que hayan gozado de mas altos honores que hayan sido
antes mas respetados que Berges y Carreras,
cuyas declaraciones s que contienen casi
tantas falsedades como peridicos. Si declaraciones tan falsas han sido dadas por ellos
con el objeto de nvolvolverme deen su infamante cojuracion, no es posible que declaraciones igualmente falsas se hayan dado con
el propsito de implicar otros? obrando con
arreglo las leyes de mi pais debo presumir
que son inocentes hasta tanto que tenga pruebas de lo contrario. Por su mismo conocimiento personal de estos seores, ustedes deben saber qne por su educacin y sus hbitos, son
ellos las ltimas personas quienes conspiradores y conspirados llevaran sus concejos. Mr. Bliss usted sabe, es un hombre.de
esteaordinarias prendas literarias, y todo su
gusto y su ambicin estn en las ocupaciones
literarias, y Mr. Masterman es un hombre
cuyas inclinaciones y discos le hacen pasar
todo su tiempo en investigaciones cientficas.
Ni el uno ni el otro tnin ninguno de los
detestables distintivos del gaucho,. que los
llevara tomar, pxrte en una r^volujon, y
eorao he conocido los dos por mucho tiempo intimamente rae veo ea el caso de admitir sus solemnes protestas, no solo de inocencia, sino de completa ignorancia de toda
trama conspiracin, con preferencia la
declaracin de cualquiera muchos confesos
conspiradores traidores.
Pero porlo que hace mi, estao es cuestin de culpabilidad ni de inocencia. Es
cuestin de los derechos de legacin- Mases ha que trasmit sus nombres como portes

neeienfes mi comitiva diplomtica, y el


gobierno al no ponerles reparo como miembros de mi legacin. .-los reconoci tcitamente como tales.
Los reconoci tanto como ha reconocido
cualquiera de las personas di mi casa, y
tiene ahora cabalmente tanto derecho para
reclamar cualquier otro individuo" de mi
familia de mi casa, como para reclamar
cualquiera de los dos;, ,
<
Aadir otra consideracin. Estos dos
hombres me son. tan indispensablemente necesarios, que aun cuando no pertenecieran
mi legacin y la seguridad del estado no
fu su puesto en peligro por su estado aqu,
yo pedira como cortesa que se les permitiera quedarse por ahora. Sin la ayuda de
Mr. Bliss, casi n > hubiera podido despachar
la abultada correspondencia que be tenido
durante el ltimo mes, y si Mr. Masterman
hubiera de dejarme \n estas circunstancias, en que no se puede obtener la asistencia"
de otro mdico, seria . riesgo de esponer
las vidis de mi esposa h;jo de otras per^
sonas de mi fanrlia. Y estoy seguro ele que
el gobierno no desea espouer l. calamidad semejante.
La posicin tomada por V. S. segn la
cual mientras un gobierno no reconoce espresamente los miembros de una legacin
no pueden estos pretender sus privilegios
sino que estn sujetos ser arrestados como cualquiera otra persona por la polica,
hara, podra hacer H\ menos virtualmente
una nulidad del derecho de, evir a -territorio.
El gob'erno podra asi compeler .que se
despidieran todos los sirvientes, podra
prohibir sus subditos que entraran su
servicio, y dejarle asi sin ningn sirviente
asistenet en cualquiera capac'dad, escepto
tales cuales conviniera sus propsitos que
hubiese Yo nunca he pedido V S. ni
vuestro pr3decesor que reconozca los miembros de su legacin por sus nombres en
otras palabras, no b.3 ped do el privilegio de
emplear ninguno de ellos. Yo he de ser el
queju zgue de las personas que son necesarias
para el desempao d3 msdibres o ieiales,
d3 la salad y comodidad de mi familia y no
el gobierno del Paraguay.
Si un Ministro al llegar un pas llevara consigo en su omitiva crim uates conocidos
p3i-sonas ponad'C'iljs peligrosas or, sus
opmioaes polticas, el gobierno podra sin
duda'n;gars3 concederles inmunidades de
legacin, y podra insistir en que dejaran el

xxin
pais. Pero no tendra derecho para molestarlos y estara en el caso de protegerlos
en todos conceptos, hasta qne tuvieren amplio tiempo para ponerse en cramo. En
ningn caso tiene derecho un gobierno de imponer una persona agregada una legacin estrangerai, ninguna otra pena que remitirlo su pas para que all se ,le castigue.
Sin embargo, si es propio el fundamento espuesto por V. S., de que ninguna persona
puede pedir privilegios de la legacin mientras no haya sido cspresamente reconocida
por el .gobierno, sino que puede ser citada
ante los tribunales locales; entonces si yo
accedo su peticin de boy, se podr ocurrir maana para qae despida los otros
miembros de mi asa, pues queV. S. nunca
los ha reconocido como pertenecientes
mi legacin. Si todos no estn en mi
misma categora, y unos tienen y otros no
tienen opcin . los privilegios de legacin; se servir V. avisarme cuales son
los nombres en la nmima adjuta esta
carta estn reconocidas como pertenecientes mi legacin?
En su nota del 31 del pasado V. S. observa que es muy estrao que yo todava,
rehuse lanzar Mr. Bliss y Mr. Masterman
de mi casa, pues que tendr despus superabundantes medios para darles proteccin.
Cules esos superabundantes medios, no
me lo advirtiera V. S., ni yo comprendo que
medios me quedarn para protegerlos una
vez que estn en manos de los tribunales
locales. Tendr V. S. la bondad de darme ulteriores informes sobre este asunto?
* V. S. recordar que en mi nota del 14 de
Julio, causa del tono y tenor de sus notas
precedentes y del hecho de que V. S. finalmente haba demandado dos personas a quienes siempre haba yo considerado miembros
de mi legacin, dije que pareca que yo
haba perdido el respeto y la confianza
de este gobierno, y que de consiguiente,
como no pareca que pudiera ser til por mas
tiempo ni mi gobierno ni al del Paraguay, ni
ningn "individuo del pais, y solicit mis pasaportes para mi y los miembros de mi legacin. A esto contest V S. el dia 16
asegurndome en los trminos mas vigorosos que yo todava conservaba la estimacin
y confianza de su gobierno, espresando la
esperanza de que dichas seguridades me
llevaran considerar nuevamente mi anterior resolucin. Esas espresiones las acept como * satisfactorias, particularmente

cuando en la misma nota volvi V. solieitar la expulsin de mi casa de Mr. Bliss y


Masterman, pero decia que dejaria aun
lado toda discusin sobre ese punto dejndolo mi sola apreciacin de ia justicia.
Entonces cre que no se llevara adelante la
demanda, pero mientras despachaba mi nota
de V. S. del 20, del pasado dando las razones del proceder que cre de mi deber segu
al recibir la nota de V. S. del 19, que fu
inmediatamente seguida de las del 21 y
23, "fui sorprendido inquietado al observar
un tono y un tenor de carcter enteramente diferente.
He atribuido este cambio repentino las
estraas y falsas declaraciones de Berges,
vrespecto de mi, y si tengo razn en esta sospecha; no puedo estraar que, falsas como
son las declaraciones, el gobierno haya
cambiado la confianza y estimacin en desconfianza y recelo. Pero si el gobierno ha
acojido mis palabras con preferencia las
de un traidor convicto, aliento la esperanza
de que reasumir la posicin tomada en su
nota del 16 de Julio, y me dejar adoptar
el nico temperamento que en mi opinin
ser aprobado por mi gobierno, por la opinin pblica y por la familia dlas naciones.
Aprovecho esta ocasin para ofrecer las
seguridades de mi distinguida consideracin.
t
FirmadoCharles A. Washburn.
Nmina de las personas que actualmente
residen en la Legacin delo3 Estados Unidos
en la Asuncin.
El Ministro, esposa hijo,
Sra. Leite Pereira.
Carlos Meinche^ Secretario Privado.
Kate Seahy.
George F. Masterman mdico asistente.
Porter C. Bliss, Traductor.
George Hamilton.
Baltazar Carreras.
BasiLo Zara.
Melchora Zara.
Lucia Rivas'(Lavandera.)
Agosto 13 de 1868.


Ministerio de Estado de R. E.
Luque, Setiembre 4 de 1868.
He reeibido la nota de V. E. fecha 29 del prximo pasado mes con la lista de los individuos para
Suienes, incluso V. E. pide pasaportes, y para dar
V. E. la contestacin esta, debo comenzar
por responder la otra del 13 del mismo mes,
en la que viene espresando las razones que
V. E. dice tener para no haber despedido de la
Legacin los reclamados Bliss y Masterman, y
porque aun no debe hacerlo.
-* Me veo en la precisin de considerar algunas
de esas razones por seguir V. E. en todo terreno;
pero no las tocar todas porque V. E. no halle otra
vez muy larga esta contestacin. Pudiera sin embargo no disculparme de la incomodidad de dar
V. E. macho que leer en este asunto, si por otro
lado no fuese V. E . quien le ha dado todo el ser
de complicacin; cuando por s era de tan fcil solucin bajo el aspecto de la justicia y del derecho.
Ademas, mi gobierno abundando en demostraciones de considerocion y estima, V. E. le habia
invitado por el rgano competente una oportuna
intelijencia verba evitar esta serie de largas
ingratas correspondencias, y cuyo paso tan amistoso, V. E. jamas podr desconocer por mas que
no le haya apreciado debidamente.
Asi ha querido V. E.,. y en esto tendra las
razones por el mismo sentido de las que le asisten
para mantener en su hotel los asilados Bliss y
Mastermann. Verdad es que todo tiene su esplicacion con el tiempo. Sin duda que no podra menos de ser consecuente en dispensar su proteccin
los acusados Bliss y Masterman, estos han debido
gritar mas alto V. . que la voz de la recta razn y la preferente consideracin debida la justicia y al derecho, bien como la situacin especial del pais y la ndole de la reclamacin instruida.
La nota de las razones d V. E. no presenta por
eierto las que yo esperaba encontrar, y que pudieran de algn modo apoyar el procedimiento adoptado por V. E. en este asunto; lejos de esto, ella
est concebida en los trminos y con todos los caracteres de un documento en cuerda dilatoria, y es
por esto que me creia dispensado entrar en apreciaciones de todos los puntos que contiene, especialmente los que solo pudieran demostrar la esquisita erudicin de V. E. en materia de la ley de
las naciones.
El caso de Bliss y Masterman no admite tantas
digresiones, es una cuestin muy sencilla. Ellos
son simplemente asilados en la legacin americana,
y estn reclamados por la justicia para responder
en una grave acusacin comprobada de miembros
de un complot revolucionario.
A la solicitud de este ministerio para despedirlos
de esa legacin, ha dicho V. E. que los considera
no como asilados sino como miembros de la legacin, pero sin justificar esta calidad, y haciendo
solamente alegatos y argumentaciones poco consis-

1
tentes ante las razones que el ministerio ha aducido
especialmente en la nota del 31 de Julio, de las
cuales se desentiende V. E. en lo principal, tomando de lo anterior del 23, puntos de contestacin; pero ya que as lo hace V. E., voy responder lo que dice en su respecto.
El ministerio ha dicho entonces ciertamente sino
pareca V. E. que si las inmunidades de un ministro llegasen a la estension aclamada por V. E.
que no habra nacin alguna en el mundo que quisiese aceptar una embajada, y V. E. replica que
todas las naciones reciben y se complacen de recibir embajadas en esos mismos trminos, que simplemente ha reclamado el derecho de legacin en
u negativa de despedir de ella Bliss y Masterman.
Estrao es que el ministro de -ana grande y honorable nacin, tan familiarizado con las leyes de
las naciones, se vea obligado de producirse de esta
manera bajo el instinto de amparar dos asilados
criminales. No puedo menos de protestar contra
esas aserciones; pues no todas, pero ninguna nacin se complacer; como V. E. dice, de recibir
embajadas que tengan que protejer semejantes
criminales y darles el ttulo de miembros de ella.
Llamer desde luego la atencin de V. E. sobre
la citada nota del 31 del ppdo. mes que espone
como una prueba de ser Bliss miembro de su legacin porque pedimento suyo habia ido su casa,
y le habia dado como miembro de su legacin sin
haberse hecho ninguna objecin su permanencia
en ella, sino solamente la calidad con que le habia clasificado V. E. debe tener presente lo que
ahora voy repetir y es que Bliss desde un principio lo mismo que Manlove no han sido reconocidos
por el gobierno como miembros de esa legacin, y
solo se ha tolerado su permanencia en ella en la
misma calidad y no mas de los otros varios individuos que al tiempo de la evacuacin de la capital
ganaron la casa de V. E. No puede comprenderse
de otra manera lo que sobre el particular se ha
declarado V. E. por este ministerio en nota de 23
de Febrero ltimo.
Si bien ha significado V. E. en su nota de 4 de
Abril por via de esplicacion que habia escrito una
contestacin dicha nota del 23 de Febrero con
fecha del siguiente del 24, y no ha llegado k enviarla, pareciendo V. E. que las circunstancias
haban hecho necesario, segn la espresion de
V. E., de ocupar mas la atencin del Gobierno con
respecto negocios personales de la Legacin,
aadiendo que una idntica nota escribi el 24 y
procur remitir & Berges de la que adjuntaba,
Porter Cornelio Bliss americano, Santiago Manlove dem, Concepcin Casal paraguaya, Ana Bella
Casal idem, Dolores Caballero idem, Basilio Tasa
idem, Melcbora Jara idem, dos lavanderas idem.
Esta nota fechada el 24 de Febrero fu dirijida
al ex-Ministro Berges acusando al mismo tiempo
recibo de la que el 23 le ha dirijido.
La nota de 4 de Abril no ha sido contestada por

esplicable. Y por qu es que estn igualmente &


nombre de Manlove al lado de Bliss y de Master-^
man en su nota fechada e l 24 d e Febrero;, se^ le ha?:,
postergado ellos cuando} segn el principio sen?
tado por V. E . , deben ser todos ( ningunos)
miembros de la embajada? Pero el precedente
del caso de Manlove evidencia qu solo-despus ha
tenido bien acordar esos d o s criminales localidad de miembros de su Legacin.
A lo que V. E . dice respecto de Masterman,. do
considerarlo en dicho carcter en todo y por todo,
porque ninguna objecin se hizo hasta tres meses
despus, debo observar, Y . E . que por su doctrina
prctica Masterman ba debido considerarle como
tal desde el primer dia, puessi al dia siguiente se hubiera repulsado tambin por este ministerio, como se
hizo conBliss^, prontamente su nombrejbubiera aparecido otra vez en nueva lista de V. E., pues tal
ha sido su prctica en la materia..
E s demostrada hasta la evidencia la poca exactitud del juicip de V. E . para considerar dichos
individuos como miembros de la Legacin. No
iniporta, mucho en la cuestin que ellos hayan buscado la casa de V. E., que V. E . haya buscado
ellos para traerlos en su hotel; pero no convengo con V, E . que ellos no sean refugiados all,
porque esto seria negar una verdad demasiado clara y distinta. Qu hocen allfV Porqu se encuentran en el hotel de V. E . cundo encausados
la Justicia pide por ellos ?
Es evidente que no estn all porque, son inocentes ni porque son miembros de Legacin, sin<J
por especial proteccin de V. E . Asevero que alDe la "simple esposicion de este pasaje, se v gunos meses' han sido reconocidos tcitamente, co.claramente que o est robustecida de fundamento mo pertenecientes k la embajada, j que la negatila opinin que ha inducido V. E . la resolucin tiva del ministerio es y a muy tardo para afectar el
de considerar miembros de su Legacin Poster caso. Repetir V. E . sobre este punto que ten-?
C. Bliss y lo mismo en relacin GeOrge F . Mas dra razn desde que haya de seguirse, la prctica
termn, quien considera tambin V. E . como de V. E . , atento qu la objecin hecha por; mi
miembros de su Legacin por haber puesto su gobierno espresamente sobre la. presentacin d
nombre en la lista de la comitiva en su nota fechada Bliss como miembro de Legacin, no ha considedel 24 de Febrero, y de que ninguna objecin se rado V. E . bastante para respetar el derecho con
ha neeho hasta tres meses despus.
que se le haba presentado.. Tarda ha sido para
Segn puedo deducir del espritu de las notas y V. E . la negativa hecha en el caso de Bliss al", siprevenciones prcticas de V . E., para que un indi- guiente dia de su presentacin, y n puede menos
viduo pueda considerarse miembro de embajada de ser as tambin tardo el, caso de Masterman^
hasta que el Gefe de ella lo proponga l Gobierno. sobre cuya presentacin se ha objecionad tres meEsta es la conclusin de la ljica de V. E. ses despus, segn dice V. E .
cuando despus de proponer Bliss y ManloVe en
Yo pido y . E. considerar mas sobre la mistela lista de su servidumbre, no se les ha reconocido riosa nota del 24 de Febrero encontrar una ramiembros de esa Legacin, y hbiles por lo tanto jaon bastante para convencer de que ella pueda imlos privilejios que les acuerda el Derecho d Gen- portar una legtima "presentacin del personal de
tes, V. E . en la nota fechada al da siguiente de su Legacin, y precisamente en los mas solemnes
esa repulsa, colocaba otra vez los nombres de di- momentos de la Repblica agredida k muerte por
chos dos individuos en la lista, aumentando, el sus invasores. .
personal de la Legacin con Masterman y otros
V . E . comprender, por lo que llevo espuesto^
mas, como queda contestado.
cuan distante estoy de reconocer la acusacin de
Pero si Bliss es miembro de la embajada y lo V. E . de que ya pretenda que un ministro estranmismo Masterman, cmo es que ni han ejercido jero no puede reclamar privilegios de Legacin
ni ejercen los-privilejios que cmo tales estn para sus sirvientes, secretarios otros miembros
sealados por la ley de las naciones? Esto es in- de su familia hasta que el gobierno los reconozca
l Ministro y menos poda serlo la que venia
adjunta solo como su anexo y por via de esplicacion d que n hubo descortesia~ni' olvido en responder a l a nota en que se le anunci el traslado
del Gobierno Luqe. Por otra parte habiendo
estado Berges ausente del Ministerio de Relaciones
Esteriores por ese tiempo, y.por cuya razn se entenda V. E. directamente con su primer oficial,
para ? que pudiera considerarse una nota pasada k
este departamento la que V E . ha incluido deba
de dirijirla en'debida forma. Adems V. E . no
ha dicho si esa nota debia considerarse subsistente,
ni dado otra esplicacion sobr ella, limitndose por
el contrario lo qu queda sprsado, cuando n
orden al personal mismo d la Legacin pudiera
tambin haber habido alteracin de Febrero
Abril,' y es baj estos conceptos que la nota dice
V. E.. haber escrito en 24 de Febrero, y que ha
enviado l 4 de Abril co diseccin al Ministro
ausente entonces, adems de las circunstancias
espresadas, traa en s la ineficacia y la clasificacin. Y debo consignar aqu que cuando serecibi dicha nota, las paraguayas (Concepcin Casal y
Dolores Caballero no existan ya en la Legacin
de V . E . , y ellas han manifestado que nunca han
solicitado ni sabido que sus nombres fuesen puestos
en la lista del personal de la". Legacin de V. E .
Recuerdo esta circunstancia solamente para demostrar V. E. que si ha tenido bien consignar el
nombr de ellas en esa lista para formar parte de
la Legacin no ha habido-prolijidad en eliminar
otra vez de ella, habiendo dejado " de permanecer
en esa Legacin.

especialmente por nombre, pero estoy de acuerdo


con la observrcion de V. E. de que si un ministro
pasara lista de su squito (en debido forma) , y no
se le d repuesta, ninguna objecin es hecha por
el gobierno, siguindose que tcitamente reconoce
los comprendidos en la lista como miembros de la
Legacin. Me parece que la interpretacin est
bien hecha, y mi vez debo observar que en
esencia es lo que ha sucedido en relacin los individuos sigu-entes: Carlos Aleincki alemn, Jorge Hamilton, ingls, Catalina Leahy, idem, Basilio Jara, paraguayo, Melchora Jara, idem; los
cuales tcitamente fueron aceptados, cuan figurando sus nombres con los de Bliss' y Manlove en lanota de V. E. el 22 de Febrero se han escpcionado estos ltimos para permanecer simplemente
en la morada de V. E. con la espresion de que no
le ser lcito dejar la Legacin sin que los vijilantes de la seguridad y servicio pblico cumplan las
rdenes que tienen de no permitir que personas no
munidas de carcter pblico circulen por aquel
punto, y de que en la misma forma pudiera permanecer en la Legacin, Ana Bella Cazal, propuesta igualmente en dicha lista.
Recordar tambin V. E. una vez mas que en
su prescitada nota de 4 de Abril hizo mencin de
este caso, aludiendo individuos que este ministerio no ha reconocido como miembros de esa Legacin. O quines otros se ha referido V. E ?
Pero de todos modos Bliss era uno de ellos.
Por mas que V. E. se empee e hacer una violenta interpretacin las razones alegadas en
contra de las opiniones de V. E. sobre esle asunto,
no podr justificar las deducciones. Curiosaes la
asercin de que elMinistro ha reconocido solamente Bliss y Baltazar el sirviente de color que dice haberle dejado el Dr. Carreras, y todava es
mas curioso ese el concepto, de que jams se ha
reconocido ni su mujer, ni su hijo, ni su secretario
privado, ni la sirvienta que ha trado consigo al
pas. Todo esto y lo dems que es lo que merece
tomar en consideracin, apartndose demasiado
de la verdad y tomando un carcter ajeno la
serieadad del caso.
Si V. E. no ba teuido k bien poner en la lista
del personal de su Legacin smseora hijo no
es del Departamento la culpa. Sin embargo comprendo la importancia que representa en una embajada la familia del gefe de ella.
Debe saber V. E. que mi gobierno tiene la con,; ciencia necesaria d su dignidad, de sus derechos
y deberes para cometer el acto de enviar un notario
casa de V. E. para examinar los. criminales
Bliss y Masterman, cuando ellos no han sido jams
ni los miembros de esa Legacin, y no necesitar
por cierto de hacerlo comparecer ante la justicia
pues son en todo y por todo simplemente asilados en
el Hotel de V. E, .
La misma del derecho de que todo hombre debe
considerarse inocente hasta que resulte ser culpable, desea V. E. esplicarlo en el caso de Bliss' y

Masterman, diciendoque se desconoce este principio al continuar hablando de ellos como criminales y refugiados y sin haberle nunca dado prueba
alguna de su culpabilidad. Hubiera mucho estraado esta proteccin y lenguaje de V. E., si rengln seguido no se me presentase en la nota de V.
E. la misma clave, diciendo que dudaba todava de
la veracidad de los informantes del Ministerio.
Sabr la criminalidrd de aquellos, y aludiendo
las declaraciones de Berges y Carreras dice saber
que contienen casi tantas falsedades como sentencias y s estas falsas declaraciones han sido prestadas por ellos para ligar V. E. una vergonzosa maquinacin, no seria imposible que sea con
el designio de implicar otros.
Si V. E. no quiere dar crdito mis palabras,
y puede todava dudar de la veracidad de los informantes sobre que Bliss y Masterman son miembros informantes del complot, yo puedo ofrecer
V. E. la presentacin de documentos anteriores de
la realiad del hecho para complacerle, y V. E.
puede proceder en el caso de acuerdo con las leyes
de su pas, como mejor le parezca. Preguntar
sin embargo, V. E. cul es el caso en que un
hombre debe considerarse culpable ? Yo comprend que es de legislacin universal el axioma
del derecho que V E. hainvocado, y tambin que
las declaraciones contestes de los testigos hacen
plena prueba en los asuntos mas menos graves.
Creo que est indicacin no ser por dems V.
E. para demostrarle que sucediendo esto en relacin k sus protejidos, como otros comprendidos en
la misma causa dejar de estraar V. E. que no
se ha prestado atencin k su llamado sobre esta
mxima que V. E. menciona nuevamente con reiteracin.
En cuanto k las recomendaciones que hace V.
E. de la profesin y cualidad de cada uno de ellos
dir solamente V. E. qae casi estn identificadas con las que V. . hall por conveniente hacer
en honra de Carreras, cuando se ha solicitado de
esa Legacin, y ya se-v que V. E. no ha ido
muy lejos para vertir en su disfavor las palabras
menos honorables para un hombre.
V. E. no se equivocaren creer que mi gobierno
no tiene deseo de esponer k V. E. ni su familia
ninguna calamidad; y es pblico que en -su larga residencia en el pas ha sido objeto de consideraciones, como V. E- mismo ha confesado en su
correspondencia: no concepto por lo mismo incopatible comodidades la expulsin de aquellos individuos, cuya permanencia en su Legaeion contribuirimas bien infundir juicios menos satisfactorios,, siendo ellos miembros importantes de un
enorme complot, en cuya averiguacin las citas
alcanzan igualmente Y.E.
Si un gobierno de cualquiera nacin tiene el
perfecto derecho de admitir rehusar un Ministro estranjero segn las circunstancias, y de que
para esto debe ser presentado debidamente al Soberano territorial, de esto se sigue la prctica indis-

4.
pensable d que el Gefe de una Legacin est obli- sinceridad de las manifestaciones oficiales V. B.
gado participar oportunamente las personas que Sobre la criminalidad de los asilados Bliss y Ma
toma en su comitiva, y las que llegue dejar des- terman, mi gobierno no puede mirar este procedipus, ya para aceptar rehusar los primeros, ya miento sino como una ofensa de su honor y dignipara tomar noticias de los otros, qo por lo mismo dad la justicia nacional.
deben, estar en el goce de los privilejios inherentes
El Gobierno de la Repblica, lejos de desear que
la anterior calidad. Y recuerdo con tal motivo V. E. se apart del camino que debe seguir para
que la lista que V. E. incluy en la nota fechada merecer la aprobacin de su Gobierno, la opinin
el 24 de febrero, cpntenia entre otros los nombres pblica y las familias de las naciones, por el conde Concepcin Cazal, Dolores Caballeros y Ana trario, ver con placer que V. E. sea en se terreBella Cazal, y ademas sin nombrarse dos lavande- no, siguiendo los principios de una sana poltica y
ras, cuyas-cinco personas no constan ahora en la los dictados de la razn y justicia que prescriben
nueva lista de V. E., escepto Luca Rivas que pa- . el respeto que se debe las naciones y sus gorece haber sido una de dichas lavanderas. Pero biernos.
prescindiendo de esto, se v qu Y. E. no ha dado
Llevado ha sido siempre mi Gobierno de este
este asunto la importancia que merece, segn deseo, y penoso le es tener qu ver V- E. en
queda demostrado, y corrobora el hecho de que ha- boca de los traidores de la patria cmo uno d tales.
bindose admitido con escepcion de tres personas Ellos lo dicen as, y V. E. toca hoy pesar esas
los individuos comprendidos en la lista de 22 de citas dadas en juicio, que yo me permito adelantar
Febrero, Y. E. la habia aumentado con otros sin con otros aqu.
dar conocimiento este Ministerio de esa circunHar aparecer por delante uno de los indivistancia, ni de los despedidos.
duos de quien V. E. ha dicho que por primera vez
En cuanto Bliss, queda suficientemente demos- ha tenido que oir hablar de l. El Benigno'Lpez
trado de no ser miembro de la legacin, pero como que en parte de las declaraciones dice testualmente
dice tambin Y. E. que Baltazar, criado de Carre- lo siguiente;
ras, ha sido igualmente reconocido miembro de la
"Que con motivo de la primera espedicion al
Legacin, notar V. E. que en su despacho de Norte en 64, principiaron hablar de poltica, di12 de Julio, dijo V. E. que aquellos cuyos nom- ciendo Washburn al declarante: parece que el pais
bres fueron dados no.ha mucho como no pertene- va sacudirseEl declarante, asi es, pero no sacientes la Legacoin, de estos quedaran solamen- bemos quin llevar el primer coscorrn, auque es
te Carreras, Rodrguez y sirvientes, y la seora probable qne al fin nosotros tengamos la peor parte
de Leito Pereira; y en la otra nota de V. E. del en consideracin al poder inmensos elementos
dia siguiente 13, refiriendo que Carreras y Rodr- con que cuentan los enemigosAgregando lqu
guez desocuparon su Legacin antes de la hora que Washburn convino entonces perfectalfhte
designada, dijo que el sirviente de color de Carre- con l.
-f#
ras todava permaneca con V. E. en calidad de
"Que desde entonces continuaron hablando las
sirviente, pero V. E. nunca ha dicho mas, y despus que tan luego nombraba ya como sirviente de veces que se veian, vituperando el sistema guberRodrguez, ya como de Carreras, recien ahora dice nativo por ser la poltica del Gobierno arbitraria
llamarse Baltazar. Ignoro el tiempo en que V. E. en vez de ser liberal y constitucional cual convelo ha tenido en calidad de sirviente, y solo he visto nia un pais como el Paraguay, rico en clima y
por la nota no contestada del 13 de Julio que toda- producciones naturales d todo gnero : que el
va permaneca con V. E. en dicha calidad, lo que Gobierno del Mariscal no se ocupaba sino en hahace suponer que de tiempo atrs, Carreras no cer soldados sin poderse casi encontrar un ciudadatuvo ya su sirviente, sin por esto dejar de obser- no, cosa que no puede servir sino de storvo la
varle que no es correcta la apreciacin hecha por industria y al progreso del pais, es decir, la civi
V. E de que ese individuo y Bliss eran los nicos lizacin.
"Que en este sentido abundaban en las converreconocidos como miembros de la Legacin.
saciones hasta que, segn tiene declarado, con
En cuanto los conceptos que trae al final la motivo de acompaar en su viaje al Ejrcito, para
nota de V. E. que contesto, me refiero lo que so- de all pasar Washburn al campo enemig n el
bre el particular se ha espuesto en esta correspon- mes de Marzo, hablaron mas fondo cambindose
dencia.
la idea de la necesidad de un cambio de Gobierno
Quedando as contestados los puntos principales para terminar la larga guerra producida, en opidla referida nota, debo invitar V. E. consi- nin de Washburn, por un^ acto violento inconderar en la verdadera importancia la de este minis- siderado del Mariscal, quo seguramente estaba
terio del 31 de Julio, conjuntamente con la presen- bastante arrepentido: lo que diee el declarante
te, y aadir en esta una palabra mas para espresar haberle contestadoDe lo que l est arrepentido
francamente V. E. que si hasta ahora no le ha es de no haber tomado uno uno los aliados para
tomado en cuenta la actitud que V. E. ha asumido hacerlos bailar.
en la correspondencia, dudando hasta de la f de " Que por estas y otras conversaciones que tut
la administracin de justicia de mi pis y de la vieron
antes y en el mismo viage, comprendi el

5
declarante en Washburn que deseaba mas bien un
triunfo la alianza que al Paraguay, y que estara
dispuesto trabajar en este sentido, motivo por
que no tuvo ya escrpulo ninguno en desarrollarle
el pensamiento de trabajar por la parte en el sentido de un cambio de Gobierno, con tel de que el
Marqus de Caxias mandase las bases de un arreglo final para empezar trabajar sabiendo loque
reportara'de ventajas la revolucin triunfante.
"Que n Paso-Puc y en momentos antes de pasar Washburn al campo enemigo, el declarante
estuvo verse con l en su alojamiento, y que all
preguntndole de la situacin del ejcito, le contest el declarante, que no era maja, pero que seria
difcil si Caxias estendiese una linea partir de
Tuyuti para dar con el rio Paraguay dejndolo
cercadoQue al decir esto se inclin describir en
la tierra esta operacin demarcando las posiciones
de uno y otro ejrcito, y demostrando que de ese
modo quedaba el interior de la Repblica abierto y
en obstculo de pasar cualquier fuerza elTebicuar por
Coapucu y hacer un movimiento rpido hasta Paraguari que no estaba distante, y ponerse en contacto
con la revolucin, dominando esta fuerza combinada
los partidos mas importantes de la Repblica, asi
como la Capital por la linea frrea.
*Que entonces interesado Washburn de comprender bien este plan indicado por el declarante,
sac del bolsillo de su chaleco un lpiz y le pas,
diciendo la vez su secretario privado, Benicki
que estaba en el cuarto,. para que saliese un poco,
como lo hizo en seguida, pero ya despus de haberse apercibido de la conversacin que tenian, y
visto lo que empezaba rayar el declarante eon Su
dedo en tierra: que entonces (despus de salir Benicki) concluy la descripcin con eL lpiz de
Washburnj quien en seguida parti al campo enemigo, y acaso llevando en papel la misma descripcin.
"Que la intencin del declarante al hacer la delincacin de aquella operacin, era que manifestase Washburn Caxias, y si no le dijo espresamente, no fu sino porque comprenda demasiado
bien que Washburn lo hacia precisamente: lo cual
en efecto, qued justificado con el hecho posterior
de haber realizado el enemigo ese plan, sino por
lo que el mismo Washburn la vuelta le trajo la
comunicacin de Caxias con la6 bases para realizar el cambio de Gobierno segn tiene declarado
anteriormente.
"Que despus que el declarante volvi por fines
de Setiembre ltimo del ejrcito la capital pas
visitar Washburn (ya en Octubre entrante) su
casa y le pregunt al declarante como haba dejado
esa gente (el ejrcito) lo que le dijoBueno de
salud pero no as de situacin que como le indiqu
anteriormente se ba agravado (aludiendo al movimiento del crculo). Que Washburn: y por qu?
El declarante por que estn cansados algunos, y
otros tienen poca f n el resultado de un gran
choque en presencia de los elementos que se des-

arrollan su vista, y la f qu yo no he tratado


d desengaarlosy qne continuo diciendoVeo
con mucho gusto que aqu se ha trabajado mucho
y muy bren y est todo pr*p rado para cuando
llegue el caso previsto, que lo presumo muy cercanoWashburn, el Sr. Becges es hombre muy hbil bajo su jesuitismo " y aparente indiferencia se
agencia con una actividad remarcable. E l declarante, efectivamente yo tampoco habia esperado
que hiciese tantoWashburn: es que tiene buenos
colaborados y sobre todo no recatea el God moneu
(Dios plata).
"Que en seguida sac la obra de Du Grati y se
pusieron ver en el mapa que tiene el rio Tebicuar y las distancias de los partidos-todo con relacin las operaciones militares que se esperaban
referentes al proyecto movimiento revolucionario.
" Q u el 16 de Octubre con motivo de ir Washburn cumplir por aquel dia, se vio con el declarante cerca de las columnas del palacio de Gobierno, y all hablaron de los hechos de. armas que en
los primeros dias de aquel mes haban habido,
dicindole el declarante que los aliados haban
sufrido un contraste, lo que Washburn contest:
sino sern de aquellas acciones que describe el
Semanario, en que ciento , doscientos matan
muchos batallones, y apenas muere uno de ellos
Que tambin el declarante en esa ocasin le cont
que la lnea de sitio no llegaba todava al rio, y
hablaron algo mas n ese sentido.
"Que despus estando una maana visitar
Washburn en su casa hablaron sobre la noticia de
que los aliados haban llegado al rio echando
pique dos buques, lo que dijo Washburn que haban hecho mal en perder esos buques porque ya
no serian tiles al ejrcito y s al Brasil, cuya escuadra arribara sin duda; lo que el declarante
le contest, que esos buques les hacan mucho
dao: que tambin en esa ocasin le dijo el declarante que ahora era de esperarse en breve grandes
sucesos, aludiendo al movimiento de que el Washburn tenia conocimiento, y que era el rompimiento
del sitio para el ejrcito nacional.
"Que despus por principi de Enero con motivo de una visita pasajera que el declarante hizo
Washburn en la casa de la Trinidad, le dijo este,
despus de informarse de lo que habia de novedad;
como era de costumbre entre ellos que le pareca
que era cada dia mas apremiosa la situacin y se
hacia necesario ponerle trmino, puesto que se trataba hasta de enrolar mujeres para continuar la
guerra, y esto revelaba la imposibilidad d concluirse por un tratado honorable (aludiendo h las
diferentes aberturas de paz que no fueron aceptadas por la inflexibilidad del Mariscal). Que semejante cosa (el enrolamiento de las mujeres)era
ridicula y que su seora le habia dicho que si esto
tenia lugar, ella no quera permanecer mas en un
pais donde se hace semejante cosa, lo que l declarante contestque no tenian mas objeto esas

en su propsito; agregando el declarante que'en


este sentido Washburn hablaba nacionales'y estranjeros, haciendo comprender los revolucionarios que era en su inters, y para inspirarles mayor confianza haba tomado mas casas, en las que
principi por dar asilo los ingleses, y despus
Carreras y Rodrguez que pertenecen la revolucin.
"Que se acuerda tambin que no solo al declarante sino otros se espresaba muy quejoso sobre la mantencin en la Capital, y que particularmente' l le deca que las pocas consideraciones que se guardaban su persona (Washburn) y
ltimamente su bandera, concluiran por exasp
rarlo y colocar al gobierno en una situacin aun
mas difcil de la que se hallaba; dando entender
oou sto, dice el declarante, que seria rompiendo
bruscamente las buenas relaciones entre la Repblica y los Estados-Unidos.
"Que en Paso - Puc despus de la vuelta
de Washburn del campo enemigo trayendo las bases y la carta de Caxias al declarante, es-i
te le dijo, que si se consigue el resultado de la em
presa podra contar eon medio milln y un centenar mas encima para no ir Chile sino donde le
diese la gana, que esto le. dijo aludiendo que siempre Washburn deca que de aqu pasara a la Legacin de Chile, y solo por esta esperanza aguantaba la Legacin del Paraguay.
'Que mas de esta oferta,, el declarante por fines de Octubre y principios de Noviembre, entreg
Washburn en dos partidas lo cantidad de un mil
onzas de oro selladas y quince mil pesos en billetes
del pais, dicindole que si mas precisaba no tuviese-escrpulo en avisrselo, pues podra disponer
hasta de tres mil onzas.
"Que esta cantidad fu entregada Washburn
por el declarante en persona en su casa de la Capital donde pas al efecto, llevando l mismo, pi
la primera vez, y la segunda caballo, ambas ocasiones prima noche.
"Que el objeto que llevaba el declarante en hacer Washburn esta gratificacin, era por la eficaz
cooperacin la causa de la revolucin.
Que en la citada carta deCaxias deca que Washburn
haba esplicado eomo el declarante le habia encargado el proyecto, que estaba muy de acuerdo con
l, y que as era portador de las bases exijidas, y
que se tratase cuanto antes de trabajar en este sentido, que el portador (Washburn) seria un eficaz
colaborador, y que venia bem eicho (bien pagado.)
"Que estas bises eran las mismas que despus
fueron propuestas directamente al Gobierno por
Mr. Guld con la diferencia material de que el
cambio de Gobierno venia como artculo primero
en las que 1 declarante recibi, y en las qae fluid
"Que eldeclarante sabe tambin que sostuvo apareca al ltimo.
calorosamente. Washburn estas mismas ideas eon
"Que Washbura per lo .visto, completamente
el propsito de haberse apoyar por los cnsules de comprado per el Marques de Caxias, trajo da ste
Francia Italia, segn estos le dijeron, pero que el encargo de proponer de su parte al Mariscal de
ellos de ninguna manera le quisieron coadyuvar una manera extra:oficial que renuncase el mande
manifestaciones que el de robustecer, si eraposible
la confianza pblica, agregandoSi usted se v
buena nos la hace lo que Washburn contest,
si yo .permanezco aqu es porque piense ser de
alguna utilidad ustedes (en o r d n a l a revolucin).
"Que en otra ocasin se encontraron en el campo grande viniendo Washburn de lo de Fidanza
/ pregunt l declarante que novedades habia tanto en el ejrcito como en el pueblo y contestndole
que ninguna en particular,. se mostr Washburn
poco satisfecho de la calma con que todo marchaba,
lo que entenda el declarante q ue seria consecuencia de la visita que venia de hacer con Manlove Fidanza con quien, siendo uno de los que
trabajaba por la revolucin, sin duda hablaron del
asunto en aquella ocasin.
"Que poco tiempo despus fu Washburn Tapua donde se encontraba el declarante con su
seora madre, quien Washburn iba darle las
gracias por haberle franqueado una quinta en la
Trinidad, para pasar el verano,, porque pensaba
volver k entrar l puebloy acompandole el declarante al despedirse le dijo: que el Gerente del
Consulado francs era un sonso porque hablaba de
cosas que podan comprometer; lo que le pregunt eldeclarantecuales son esas cosas?Washburn: habla sobre nuevo rdn de cosas, recojo y
d noticia de todo y habla mucho tambin de la
poltica general del pais.
"Que tambiei roeuerda/que desde antes aun de
la evacuacin de la Capital, y hablando de que
estamedida se tomara como-consecuencia del suceso de T a y declarndose como punto militar la
Asuncin, Washburn dijo al declarante,que semejante medida seria un absurdo, y que no haba
derecho para obligarlo, yque poda hasta protestar
cuando esta medida abrazase tambin & los estranjeros residentes: que despus que se orden efeotivamnte la evacuacin, refiri Jos Berges en el
Ministerio en presencia de un tercero estando esa
noche visitarlo ( Washburn) y hablando sobre
la evacuacin de la Capital, sto habia declarado
formalmente que no lo baria l por su parte; y que
con este motivo le ofreci l ( Berges) asilo para cuando pudiese precisar, y que as dijese las
personas del gobierno. Que Washburn sostena
su derecho de protestar, segn dijo al mismo declarante,' contra la medida de la evacuacin en la
parte que toca los estranjeros, y que los cnsules
no cumplan con su deber cuando se retiraban, que
si l no lo hacia era porque'tenia pocos nacionales.
Que as mismo le dijo que declarar la Capital fortaleza con un can y contra corazeros, esponjeado ser destruida la ciudad, era nn error injustificable.

para hacerse la paz, y que esto por lo mismo qno esta entrega le hizo en los dias del movimiento que
sabia que el Mariscal no declinara, no era sino empez haber por los Ministerios, disponindose
reeisamente para tener Mr. Washburn la libertad papeles para transportarlos con motivo de la arrie poder hablar este respecto, popularizando la bada de las corazas enemigas la Capital, y seria
idea de que toda la cansa de la guerra no era sino como el 2<X4e Febrero como medio dia habiendo
el Mariscal, y de consiguiente que la alianza lejos el declarante en la Sala por la puerta del corredor
de atacar al pueblo no quera otra cosa que salvar- anunciado por la sirvienta Kety (no recordando
lo por medio de un nuevo Gobierno.
bien este nombre) que, en el poco momento que
f
Que consequente este propsito Mr. Wash- estuvo con el Ministro hablando de las corazas,
burn quiso aprovechar la ocasin delsitio el Ejr- dndole el declarante notieia de ellas; lo que el
cito para ofrecer los servicios al Mariscal bajo las Ministro le dijo que ya sabia, y continur-entnmismas bases de Mr. Gould, salvo diferencias me- ces le evacu el pueblo?Y el declarante le conramente accidentales, llevando en esto Mr. TFash- test que si: que el Ministro la zazon de entrar
burn el verdadero espritu de pasar con este moti- el declarante habia estado tomando ginebra, y con
vo hasta el campo enemigo para hablar con el este motivo le ofreci eleccin este lic*r el
Marques de Caxias informarle del estado del tra- coac, y aceptando este ltimo se lo hizo traer con
bajo en el sentido de la revolucin, y animarlo la misma sirvienta Kety, que entr con una banmoverse de una vez para aprovechar aquella feliz dejita llevando una botella de dicho licor y una
copita para tomar; como lo hizo el declarante que
disposicin del pueblo.
no tard despus para despedirse acompandolo
"Que en otra ocasin dijo TFashburn que proba- el
Ministro hasta la puerta del saguan or donde
blemente terminada la guerra, le dara una consti- se retir.
tucin al pas, lo que el declarante contest que
"Que la ltima conversacin que tuvo el declano le pareca oportuno cuando el pais saliese de
una situacin tan azarosa.Washburn: piensa se- rante con Washburn fu el 25 de Marzo viniendo
guir en el despotismo?*^El declarante: no Seor, el declarante la Capital para seguir viaje al ejrse darn leyes oportunas en el nombre de mi ca- cito, y saliendo Washburn de la Capital se enconrcter, de constitucin, es decir, como se hace en traron dos cuadras atrs de la Iglesia de San
InglaterraTFashburn: el Seor Berges es mas Roque donde se pararon A conversar un momento,
constitucional que V,El declarante: es porque washburn pregunt al declarante donde iba, y dicindole que al ejrcito, le volvi preguntar
ha estado en los Estados Unidos.
* 'Que mas de estas conversaciones que tuvo el qu me deja usted encargado? A lo que el decladeclarante con Mr. TFashburn, sabia por Berges rante contestla familia, y que le vaya usted
que estaba en disposicin de hacer por la revolu- muy bienaludiendo, la familia la proteccin
cin cnanto se le pidiese y fuese necesario para que nashburn le ofreci para aeojr algunas persoconseguir los fines de ella, y el mismo Berges le nas wdefensas y sus fortunas, segn consta en otra
trasmita cuanta noticia habia del Ejrcito; en una parte; y el otro incisoque le vaya usted muy
palabra, se entenda en un todo y por todo con l bienal negocio de la resolucin en que trabajaba
(Washburn^ quien su vez reciba y mandaba washburtt para que siguiesen ese empeo."
correspondencia de Berges y Carreras al esterior,
Ahora V. E. tendr la bondad de escuchar por
relativas la revolucin, y comunicando tambin primera vez otro individuo, que satisfaciendo
ests mismo objeto, las noticias que reciba del la justicia nombra Y- E. El ex-Comandante
esterior. por. medio de sus correspondencias.
General de armas Coronel Venancio Lpez dice lo
"Que ademas de estos trabajos de Mr. Washburn siguiente:
favoreciendo la revolucin, l tenia que recono"Que el 1 de Abril el Ministro americano
cer oficialmente, en caso de un buen xito, el nue- estuvo visitar si declarante n l casa de la Capivo Gobierno establecido por el golpe revoluciona- tal, y le dijo, que Bumaii no resista 4 las corazas
rio, y en caso contraro, asilar los revoluciona- y mucho menos las fortificaciones improvisadas, y
rios bajo su bandera.
teniendo ya m dispon-ion el Paran y el Tebi"Que todos los papeles de la revolucin que han cuar con todas las misiones ya no bay como descorrido por sus manos los junt en un embelop cua- alojar al Brasil y as y estn Y Y. de una manera
drado que cerr con goma y tiene un sellito de que por todos lados aeran atacados y. no hay eomo
timbre que despus llev en persona al Ministro salvarse, sin embargo, tiene Y, mi casa para toda
americano, habindole puesto por inscripcin de su garanta, pero no todos pneden caber en una casa.
propia letraPapeles privadosj en otro rengln Ademas es preciso eonse-rvar lo qne han trabajado:
abajo, las iniciales de su nombreB- L.;; que al Y. ya sabe (aludiendp la revolucin) y as es
entregar al Ministro le dijoHo quiero dejar en bueno que Y escriba 4 Caxias para que pueda con
casa estos papeles, por eso se los traigo: gurdeme*- tas intereses y familia salvarse; es i nico medio
los, si yo muero al fuego, y si se Jos pido e los que le queda.
entregar; lo que Washburn le contest: ewxien"Qne ademas le dijo qne diese J saber k Caxias
tery tomndolos puso sobre la mesa redonda de que todos los qne diwjian 1 revolnci* ttaba ido
la Sala, donde estuvo en l el declarante. Qu* trados al ejrcito, y qne asi estaba descubierto el

8
plan. Que el declarante al principio se le neg qu hay de nuevo? Nada como siempre-^-diciend
por no tener conocimiento con Caxias, lo que l mismo, lo que el declarante contest que naWashburn le dijo que eso nada importaba: que en- da sabiaTFashburn: es estrao; su hermano (el
tonces el declarante le pregunt que por donde seor Mariscal) no quiere la paz, por ms que he
mandara la comunicacin, y Washburn le dijo que trabajado, y yo no veo esperanza de ganar, porque
por la via de Capuc, indicndole que por all es preciso conocer el poder del Brasil y su inhabia un tal FiBper; agregando que Vasconcellos fluencia en todas partes,* ademat, todos conocen el
(el Vice-Cnsul) tambin conoca este sujeto, y derecho, del Brasil de sostener esta guerra que
que para mas animarlo le dijo que tambin ira su ha sido obligado, por eso nadie se determina
ofrecer sil intervencin, y su herman seria un
carta como acompaando la del declarante.
"Que el Ministro americano le habia indicado el hombre admirado como los mas clebres y valienparage en que deba encontrarse la avanzada bra- tes, por haberse sostenido tanto tiempo d tres poderes, y no por vencido deja el puesto ;siri por insilera.
"Que la contestacin de Caxias recibi el decla- ters de restablecer la paz legando l poder al Sr.
rante por medio del Ministro americano por la Snchez para entrar en arreglos; pero tienen vds.
caonera 'w'asp", y su contenido era, que no tu- un medio de salvar la gran.Repblica, es la nica
viera miedo, puesto que era para salvar su pais que debe salvar al Paraguay y sostener su autonohaciendo un cambio de administracin y evitar los ma; el tratado secreto es ridculo, los Estados
.Unidos no admiten eso. Aqu no son muchos los
desastres de la guerra.
hombres y una representacin de los mas notables,
"Que otra carta oon fecha de 10 l de Mayo que tenga la confianza del pueblo,- ha de ser el
escribi tftmbien Caxias dicindole que bajo ja medio de salvar. Que el declarante le apoy la
confianza de la seguridad del Ministro americano idea, resolvindose como antes,, tomar parte en
continuaba sus trabajos, si bien con poca esperanza la revolucin, de la qne de este modo el Ministro
del xito por la falta ya de los principales de la era el principal promovedor, prometiendo ademas
revolucin, y porque esta estaba ya descubierta. hacerse el rgano para entrar en tratados eon el
Que fu dirijida por washburn quien mismo trajo enemigo, por parte de los conspiradorescuando vino, esto Campo para mandar entre sus
"Que segn el mismo washburn dijo al declacorrespondencias, sin que haya tenido contestacin
rante r su verdadero objeto en hacer arribar la
alguna.
"Que el Ministro americano estaba hecho cargo Asuncin la caonera "wasp^, era tenerla all pade todos lo% papeles como una garanta, entendin- ra protejer sus amigos y que estraaba de que
dose que dichos papeles son flos de la revolucin. Caxias no dejase arribar. esa caonera, no sabien" Que los que no crean de inters inutilizaban siem- do que atribuir, sino es que Caxias no quera
pre, as como los borradores. Que eldeclarante en- abrir un precedente para otros.
"Que el declarante hablando con washburn so*
treg al mismo Ministro los documentos que encontr en poder de Bedoya, los mismos que le ha- bre el modo cmo podia salvarse la situacin, ya
ba mostrado Benigno en la tarde de la ltima ve- que S. E. sabia la revolucin, le dijoefectivanida al ejrcito, dicindole que esos eran los pape- mente, ese canalla de Couverville, que rio es capaz
les de que Bedoya le habl, tambin cuando su ve- de guardar un secreto, s el que ha descubierto,
nida al ejrcito, como en efecti Bedoya habia con- pero Caxias no ha de perder tiempo, se ha de
tado al declarante, quien no dio despus cou ellos, apresurar tomar Humait, en seguida ha de essino con motivo de ir buscar n el escritorio de tender la escuadra para ac y mover el ejercit soBedoya en la casa de su seora, junto la Cate- bre el Tebicuar, de modo.que vda. (los revoluciodral, algunos picos de pluma, hallndolos en uno narios) se han d salvar, porque yo entonces ya
de los cajones pues que, despus de la venida de podr salir pedir armisticio y ofrecer los comisionados para entrar en tratados con los aliados: que
Benigno, se habia olvidodo de ellos.
"Que dichos documentos estaban bajo carpeta conseguido sto, la situacin dependa del movi.cerrada, con la .inscripcin de"Documentos de miento revolucionario y de consiguiente el ejrciSaljnars"habindolos entregado dicho Minis- to nacional ya no podra accionar, vindose en la
tro americano, juntamente con una hoja suelta de obligacin de tener que someterse, porque Caxias
^ d i o pliego en que estaba la lista del personal ha de traer gente de desembarque, para colocar en
del nuevo Gobierno. Que el dia de esta entrega cualquiera parte donde quiera llamar la atencin
% el 4 de Julio como las 10 de la maana, en al Mariscal, asi como rodearlo por todos los puntos
la casa de la capital, de la seora madre del de- del Tbicuari, de manera que le ser muy difcil
clarante, donde este habitaba;. qne TFashburn al la retirada, y quedando de este modo sin poderse
recibir el paquete cerrado, dijo:sto ser por ya sostener, } mismo deseara admitiria un arreduplicadodando as entender que demasiado glo que ya no ser, tan ventajoso como antes. Que
por lo que hace Humait, no era un estorbo para
bien conoca su contenido.
"Que las palabras con que TFashburn empez Caxias, y que si no la haba tomado aun-, no era
hablar al declarante para empezar est tomar sino porque no convenia todava A sus planes: qne
parte en la conspiraciffitfueronestasTFashburn: adems le gustara mas tomar por condicin: Que

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sobre esta revelacin de washburn persuadi este
al declarante que convenia que l tambin escribiese a Caxias pues que era el nico.y el Comandante Fernandez los que podan hacer esto para
salvar la situacin.
, :
^ .
Aqu viene Jos Vicente Urdapileta ex-Juez
de lo civil n a 2- a instancia, & hacer estas referencias de Y , E .
"Que l mtnistTO americano se habia comprometido garantir el conducto de las comunicaciones
que Benigno entablaba con el eeemigo, que deba
obrar en combinacin* con la fuerza revolucionaria
para protejer el movimiento, haciendo arribar sus
corazas hasta la Asuncin con jente de desembarco y que deba bajarse en tierra en la misma Capital en cualquiera otro punto que fuera mas
conveniente segnn el plan de operaciones qu mas
tarde deba formularse: que ademas Mr. Washburn
estaba llamado para hacer por su parte los mas
grandes esfuerzos en proteccin del pensamiento
xa por si ya por todos los medios de su alcance,
hasta recabar si fuese necesario de su Gobierno el
apoyo de esta idea y de hacer uso de los elementos
de poder que tenia n el Rio de la Plata para protejer la realizacin del movimiento pensado, pues
que estaba entre las instrucciones de su Gobierno
el prestarse de todos modosa trabajar por el sostenimiento de la libertad d los pueblos americanos.
"Que el tiempo momento de estallarse deba
ser anunciado por Mr- Washfyirri consecuencia
del acuerdo en que deba ponerse con el G e n e r a l
del ejrcito Aliado por medio d comunicacin,
por una entrevista que tendra lugar.
Que otra tarde, y esto seria como 20 diasdespus
volvi encontrarse cerca de la casa de los Fgueredos el declarante con Benigno Lpez, que parece entonces venia de su casa de.la, Recoleta, y lo
acompao como otras veces hasta el centro de la
ciudad. E n esta ocasin preguntando el declarante
como iban las cosas de la revolucin, le dije que
sobre todo el mas recomendable de los que toman
parte es Mr. Washburn, qu est prestando servicios muy importantes en la causa de l conspiras
cion, y que por sto misino debe guardrsele todalas consideraciones pfeibleSi no solamente' por los
conspiradores sino por el pueblo todo; y que en
atencin esto buenos oficios, habia obsequiado
Mr. Washburn con una cantidad de mil quinientas
onzas d oro y veinte y cinco mil pesos en billetes;
lo que el declarante lfe observ que -eso' era mucho, y que estara muy contento con ellos pues
que sabia (el declarante) que no ganaba si 10 cinco
mil pesos anuales de su Gobierno por su misin
este pas, y qu segn le deca Mr. washburn su
fortuna no se encerraba mas que en lo que pueda
ganar por su servicio que entonces Benigno le dijo que tambin grande era el merecimiento de
aquel caballero, porque segn le haba dicho Mr"
washburn estaba completamente resuelto favorecer los conspiradores con todos los medios de que podia disponer; y que aun le habia

dicho que iba mantener una estacin naval


de una, dos, tres caoneras de su nacin, en el puerto de la Asu cion, baj protesto
de l presente guerra, pi protejer y recibir
bajo su bandera los ingurjentes en caso de ser
derrotados de fracasar la rebelin; y qu por
todos stos ttulos le haba entregado aquella cantidad, debiendo al concluirse los negocios acordarle igual mas canidad todava (esta no recuerdo bien;) y que por los veinte y cinco mil
pesos en billetes qu le ba entregado la cantidad que fuere precisa para llenar ese objeto, se
deba buscarle un terreno bien situado que se
prestaseaaejor para un establecimiento de recreo
y agricultura que no estuviese m u / retirado del
pueblo, pudiendo disponer para este fin aun de los
terrenos del Estado y todo bajo precio mdico.
"Que despus de algunos dias que se retrajo de
las entrevistas con Benigno Lpez, por advertencia que le hizo ste, se encontr una ocasin el
declarante, parte de maana cerca de la casa de
Belilla con Mr. Washburn que venia de la casa
que habitaba en la Trinidad, y pregunt al declarante, cmo van las cosas de la guerra?Urdapileta: yo no s naida, estos dias; y vd. sab e algo?
Ministro: tampoco he sabido nada, voy Gobierno; ahora, s i s algo le contar V. d paso
por su casa. Continuo el mismoMe ha*eontado
D,, Benigno que Y estaba iniciado en la revolucin, y me alegro que hombres como Y. tomen
parte en hechos de esa claseUrdapileta; es verdad, y V. ha tomado tambin parte en ella para
garantir las comunicaciones eon el enemigo, para
ese negocio?Ministro: s, y algo mas que eso:
trabajo con mucho gusto en favor delproyecto, y
hasta be de empear el nombre de mi gobierno
cuando fuere necesario, para protejer ese hecho;
pues est entre mis instrucciones hacer cuanto me
sea posible en .favor de la libertad de los pueblos
de Amrica: pienso pasar para abajo por oco tiempo para traer mis comunicaciones, que ha pasado
ya el tiempo y no las recibo; y con ese motivo
arreglar ese negocio entre ellos (entre Benigno y
el enemig.)Urdapileta: me alegro mucho, y
espero que as lo harMinistro: s. s, pierda el
cuidado, lo hemos de hacer.
"Que otra ocasin, estando el declarante en la
puerta de su casa en la ciudad, por donde pasaba
con frecuencia Mr. washburn, se par ste un rato
con el declarante, quien le pregunt: cmo v el
asunto?Ministro, frotndose las manos: aguardo
con ansiedad mis comunicaciones que deben venirme de mi gobierno, y con ellas tambin la otra (la
del enemigo)Urdapileta: y eso es benfico para
nosotros?Ministro: por supuesto, no le d cuidado. Que despus de algnnas otras espresiones entre
los dos, pas las actualidades del pais, y lo dijo
ue estaba muy bueno que el Mariical Lpez huiese heeho clebre su patria por la defensa heroica y de valor que hace de e,lla: que vendran
despus de esta guerra muchos capitalistas visi-

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tarla y comerciar con ella por sus riquezas, pero
no obstante todo esto, y de que el Mariscal Lpez
haya sacado luz al Paraguay, ya de ningn modo convenia la nacin el gobierno de este Mariscal, porque un gefe militar pone cada paso en
estado de conflicto con la guerra, y de este modo,
le'deca, las frecuentes alternativas de paz y guerra, privan al pais% de su marcha progresiva, porque la- guerra destruye la riqueza que la paz ha
hecho; y que por otra parte, el pis encerraba
grandes fondos de esplotacion, y que aplicado esto el adelanto de otros pueblos, como las mquinas
se obtendran grandes y rpidos progresos, lo que
es difcil ver bajo un gobierno militar:
"Que en una de las conversaciones q%e l declarante ha tenido con l Ministro Norte-Americano Mr. washburn le haba dicho tambin que
Saturnino Bedoya le habia franqueado para su
residencia su quinta de biray con un edificio
hermoso de dos pisos, en donde le daba; todos los
utensilios necesarios, hasta criado para su servicio, y esto sin ningn pago de parte de Mr. Washburn, y que el declarante supone que todo esto
hacia Bedoya, no por la mera amistad que tenia
con l, sin seguramente por cor-esponderle los
servicios que se resolva prestar la causa de la
rebelin."
Francisco Rodrguez La'rreta, que tiene en
apoyq el testimonio mismo d V.* E. d "haber sido
de su ntima relacin, y .cuyos "sentimientos todos
penetraban perfectamente VJ E . dice su vez lo
qUe s;gue:
"Que con respecto las condiciones del tratado
secreto de la triple alianza, el Ministr washburn
deci que apear de ser demasiado' durai, el Paraguay tarde temprano tendra que someterse
ellas en razn de que los brasileros eran muy fuertes y que si debia ser mas tarde mejor era que fuese pronto.
"Que como principio general del Derecho de
Gentes el Ministro washburn consideraba inaceptable la pretencion de los aliados de que S. E- el
Mariscal Lpez fuese separado del gobierno do la
Repblica como atentara, la Independencia y
Soberanie de la naciones constituidas, pero que en
el caso n que se encuentra la situacin del pais,
creia conveniente su separacin como el medio mas
conducente para una pronta terminacin de la
guerra actual, y que por esta razn se haba decidido prestar su apoyo los revolucionarios, segn decia el citado Ministro.
Qu despus que este Ministro regres de San
Fernando, dijo que nada habia podido adelantar
respecto la situacin de Benigno Lpez y Saturnino Bedoya, apesar de haber tratado de indagarla,
v qu solamente ha sabido que Jos Berges se habia enfermado en la retirada por el Chaco y espresaba su juicio de que si estaba enfermo en su casa,
le ofreca cuando menos una probabilidad de que
no estuviese preso y que en tal caso no deba considerarse el proyecto revolucionario como fracasa-

do sino aun practicable. '


"Que en la ocasin que se present Leite Pereira en l legacin americana pedir asilo, al
ministro Washburn, este consult al Dr. Carreras
y al declarante hasta que punto podra servirle
dicho Leite Pereira, el asilo de su casa en la circustanca en que se encontraba, que el declarante
y Carreras le contestaron que d ninguna manera
tenia-derecho de asilarlo, si acusado criminalmente era reclamado por la justicia nacional, le mostraron para su mas completo convencimiento los
principales autores del derecho d e gentes que tratan sobre la materia, como Vattel, Martens, Weaton; Hausefeuille y Andreres Bello, y que no obstante su convencimiento de qne no tenia derecho
darle asilo y el conocimiento de questaba comprometido en la revolucin,' el ministro Washburn
admiti en su casa Leite Pereira.
"Que el minisfi-o Washburn ha garantido al comit revolucionario el asilo de su casa y las personas ya asiladas en ella que no las dejara entregar ala justicia, en caso dado sino por la fuerza,
segn dijo el mismo ministro al declarante,- lo que
prueba l hecho qne ; hasta, l momento de salir el
declarante y Carreras k la calle para ponerse en
manos de la justicia, el mismo ministr les volvi
decir que si no queran entregarse se lo dijesen,
que l no consentira <*}u se les sacase sino l
fuerza.
"Que l ministro Washburn les encarg al declarante y Carreras que no revelasen el conocimiento
que l tenia d los asuntos de la conspiracin, para no comprometerle n las declaraciones que tuviesen que dar; ofrecindoles toda asistencia para
cuando quedasen en la Asuncin, y que el declarante y Carreras'le aseguraron que no descubriran
el sigilo nido comprometeran en nada.
"Que todo esto eran el fondo y convencimiento
que todos tenian en las diferentes conversaciones
que tuvieran lugar durante la permanencia del declarante en la ; Legacin americana; en las cuales
el ministro Washburn lamentaba; como sus interlocutores para cuando fracasasen los trabajos de la
revolucin sin poderse realizar el fin que le haban
prometido para concluir la guerra, el estado en que
quedaran todos los comprometidos en ella.
"Que el mismo ministro recibila cantidad de
ciento cuarenta mil pesos en billetes, segn confidencia del mismo; ministro al declarante: que este
dinero le fu remitido por Benigno Lpez* en los
ltimos dias de Febrero primero de Marzo, sin
que el declarante pueda fijar la fecha de una manera determinada, que el dinero era llevado en la
cabeza en canastos por dos mujeres criadas del
mismo Benigno, y en repetidos viajes, la entrada de la noche: que el declarante ha presenciado
una vez la entrada de las sirvientas en la casa con
el dinero, y que el mismo ministro puso disposicin de Carreras y del declarante la cantidad de
cuarenta rail pesos, segn orden que dijo haber

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recibido del mismo Benigno Lpez, pero que Carreras y el declarante no recibieron el dinero por
no tener por el momento en que emplearlo, permaneciendo de consiguiente el total de la suma en
poder del mismo ministro."
El Dr. Carreras dice mas:
"Que Mr. Washburn sostiene en principio que
el Gobierno del Paraguay, no debe acceder las
exijencias de los aliados respecto la reparacin
de S. E . el Sr. Mariscal Lpez de la presidencia
de la Repblica, pero que en el estado en que han
llegado las cosas, prolongndose la guerra indefinidamente y aniquilndose el pais en su poblacin y
en sus riquezas, es el caso de hacer un sacrificio
espontneo y personal en obsequio de la paz y del
porvenir del pais, con tal que se salve el principio
de la independencia nacional; y que encontrando
resistencia y fanatismo en el Sr. Mariscal para llevar la guerra basta concluir con eljpas, le parece
bueno ( Mr.Washburn) todo medio que impida
ese completo sacrificio del pueblo, y consiguientemente ha aprobado el plan de la revolucin hasta
tomar parte en ella para derrocar al Mariscal por el
hambre el pual."
Tambin V . E . anda en boca de Leite Pereira,
Antonio Vasconcellos y otros individuos de la revolucin, que mas menos han estado en conocimiento de la importante parte que Y . E . dicen ha
tomado en ella.
Pero yo terminar estas citas con una mas del
ei-ministro Berges, que dice de qu en la ocasin
de quejarse V. . de las cosas mas necesarias en
la vida, como azcar, coac, caf, vino, fideos y
hasta ropa, y que no tenia mas que aguardiente
del pas, Berges le habia observado que con plata y yerba no se pasa mal; y que esto era alusivo
que el mismo Berges provea V: E . de yerba
y Benigno de dinero; lo cual, dice testualmente
en su declaracin, contest el ministroes verdad
que usted me provee de yerba y D. Benigno me
ha dado ya algn dineroEl declarante le dijo entoncesNo ser tan pocoY el ministro: aproximadamente igual, segn el cambio actual de billetes, lo que usted dio en Norte-Amrica Ward
y Carlisle, es lo que me dio D. Benigno.

y su squito maana la hora que guste en el


puerto de l Asuncin.
De entre los individuos de la Legacin, como no
pertenecientes ella, los acusados Bliss y Masterman no pueden obtener los pasaportes, y ellos quedan bajo la accin de la justicia local, de la manera que esta deba entenderse con ellos, para que
comparezcan responder en juicio. Tampoco Baltazar sirviente de Carreras puede salir del pais,
por cuya razn su nombre no est incluso en el
pasaporte.
Dejando asi tambin contestada la nota de V .
E. fecha del^2 relativamente al arribo del "Wasp"
aprovecho esta ocasin para reiterar V. E . las
seguridades de mi distinguida consideracin.
(Fir.)
Luis Caminos.

Legacin Argentina.
El Sr. Gould Lord Stanley.
Buenos Aires, Mayo 19 de 1868,
Milord:

He leido con^ profundo inters la correspondencia con el Sr. Benitez, el encargado de negocios
del Paraguay en Inglaterra, referentes las hostilidades en el Rio de la Plata, adjunta en despacho
al de vuestra seora, del 9 del pasado, como se
hacen en ella ciertas relaciones que podran, me
temo, originar falsas oonclsiones, me atrevo someter vuestra seora algunas observaciones
sobre algunos de los puntes mas importantes
que hace referencia en los mencionados documentos.
El Sr. Benitez atribuyo la causa de la guerra
actual, nicamente al vivo deseo del Presidente
Lpez por protejer la independencia de la Repblica del Uruguay, y por asegurar la libre navegacin del Rio de la Plata y sus afluentes, amenazada por el Brasil y la Confederacin Argentina.
Estos han sido, la verdad, los pretestos especiosos aducidos por el gobierno paraguayo para
encubrir sus propias miras ambiciosas.
E n mi humilde opinin, la guerra actual, fu
en su origen meramente una lucha por supremaca
inevitable, debida la posicin y miras opuestas
Por todo esto y por los antecedentes de que V. de las partes contendentes, pero acalerada evidenE. tiene conocimiento, mi gobierno estara justi- temente por el Presidente Lpez, y aun mas agraficado de tiempo atrs para cesar en toda corres- vada por Su captura injustificable de un vapor brapondencia con un ministro que en las graves cir- silero sin ningna declaracin formal de guerra,
cunstancias porque puede atravesar el pueblo pa- y por su invacion inuctada de una parte del terriraguayo, aparece en boca de los infames traidores torio Argentino, que permiti que sus tropas asode la sarita causa nacional como uno de tales. Mi lasen de la manera mas cruel.
Por un lado, aos antes que el Brasil interviniegobierno sin embargo, siempre solicito dar las
pruebas mas inequvocas de su alta consideracin se activamente en la Repblica del Uruguay, el
y estima, hacia el gobierno de la gran Repblica Gobierno Paraguayo habia estado incesantemente
americana, no lo hace y como una nueva prueba acumulando recursos de una naturaleza de guerra,
<te esto se limita enviar V. E . los pasaportes y haciendo idnticos preparativos para la lucha
que reiteradamente ha solicitado para salir del que s aproximaba. Por el otro, aunque natural|pas, sindome agradable anunciarle q' la '"Wasp" mente alarmados por el gran poder militar del Pan
l
iue ha venido llevar V..E. se halla en su espe- raguay y la actitud arrogante y amenazadora de su
j a en la Villeta, y que un vapor recibir V. E . desptico gobernante, ni el Brasil, ni la Confede-

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racin Argentina haban demostrado la mas mnima intencin hostil hacia l, y estaban por consiguiente ambas totalmente sin prepararse para la
lucha desesperada en que se encontraron de repente
envueltos.
Sean cuales fuesen las miras ulteriores del Bra*
sil y de la Confederacin Argentina, sobre una
poltica liberal de comercio, y la libre navegacin
del Rio de la Plata y sus afluentes, su actitud actual no ofrece de manera alguna un contraste
desfav orable con la poltica esclusiva y monopolizadora invariablemente seguida por el Paraguay.
Apesar de los hbitos industriosos de sus habitantes, grandes recursos naturales sin desarrollar,
yeuna fertilidad estraordinaria, su comercio estranjero ha sido siempre muv limitado, debido
las dificultades creadas por el Gobierno, y los monopolios que conservaba, existiendo restricciones
de toda clase respecto la navegacien del Paraguay. Finalmente, no se ha ofrecido estmulo alguno la inmigracin, pues el pequeo nmero
de estranjeros establecidos en el pais, principalmente subditos ingleses, son personas, con pocas
esgepciones, contratadas en el estranjero, para entrar en el servicio del Gobierno.
No tengo noticia de que el Gobierno Paraguayo
haya hecho nunca serios esfuerzos por conservar
la libre navegacin del Rio de la Plata y sus confluentes, pues su negativa para renovar y perpetuar el tratado de 1853 con la Gran Bretaa,, prueba quo por muy interesado que estuviese en la libre navegacin de rios ajenos ( estranjeros) no
estaba de modo alguno tan deseoso de Conceder la
- del suyo propio.
Difcilmente se comprende el cmo la anexin
d la Repblica del Uruguay, pudiera haber afectado materialmente la independencia del Paraguay,
amenazada la libre navegacin del Rio de la
Plata y sus confluentes, en cuya conservacin estn tan seriamente interesados, no solamente la
Confederacin Argentina, sino tambin todos los
poderes martimos.
Por otra parte, es tan fcil aplicarse la interven
cioii armada del Brasil en la Repblica del Uruguay, sin atribuirla mira alguna ulterior de verdadera anexin, que hasta la fecha, al menos, no
ha tratado d reali-sar, cuando se toman en consideracin los efectos peligrosos producidos en la
vecina provincia del Rio Grande do Sul, por el estado desesperado de ajitacion y disturbio de aquella
Repblica.
Sabiendo bien el Presidente Lpez cuan poca
..agradaba la intervencin' la gran faccin poltica
n la Confederacin Argentina, que el general Mitre habia espulsado de una manera violenta del
poder, y calculando con su apoyo eficaz, de repente determin poner en planta los planes largo
tiempo meditado por el y por su p.idre.
Debido, principalmente l.i influencia delGeneral Mitre y la indignacin universal que desper-

taron los procedimiontos injustificables y torpes


del Gobierno Paraguayo, el'Presidente Lpez encontr muy dbil apoyo, y el Brasil pudo formar
la triple alianza, evitando de este modo n parte
las sospechas con que naturalmente se miraban todos los actos de ese poderoso imperio en medi de
un numero de pequeas y celosas Repblicas. Se
han tenido que hacer grandes sacrificios pecuniarios y otros para conseguir este objeto, y por la
oportuna cesin de varios territorios en disputa,
se ha asegurado de un modo eficaz la neutralidad
de Bolivia.
No puedo encontrar fundamento alguno para
suposicin de que los aliados sean impulsados por
decir algunos de posesionarse del Paraguay, de
comprometer de manera alguna su independencia
aunque bien pudieran tratar de aprovecharse de
la feliz terminacin de la lucha, para insistir en
el arreglo de cuy Ostiones hace tiempo pendientes
muy complicadas referentes los limites de los
respectivos paises, que probablemente tarde temprano, habran dado lugar una guerraConfiadamente creo, que no habra dificultad
alguna en obtener de los aliados toda garanta necesaria por la iridependericia del Paraiguy, ai
como bases las mas liberales y honorficas d paz,
con la sola condicin de que el presidente Lpez
saliese precisamente de aquel pa is.
Nada fuera de esa condicin, seria aceptado,.segn mi humilde opinin, por el Brasil, cualquiera
que-fueran las concesiones que pudiesen obtenerse
eventualmente de la confederacin Argentina.
La posicin del Uruguay es tal en este momento, que apenas puede decirse tenga voz en este
asunto.
E l Brasil, desgraciadamente considera que su
honor, su prestigio, y su misma instancia depende
de la espulsion del presidente Lpez, cuya conducta para con l antes, y durante la guerra, se
considera de carcter tal, como para eseliir la posibilidad de entrar nunca en negociaciones con el
Paraguay, mientras no se retire de ali.
E l Presidente Lpez hace tiempo sabe que su
presencia es el nico ebstcul para una paz honrosa por la cual podra aun salvarse los restos de
su pueblo valiente y consagrado su persona, salvarse de una ruina casi segura; pues, nadie que la
conoce cree que haya motivo para esperar que
nncr ceda, eseepto en el ltimo caso estremo.
E l poder desptico y semi-brbaro del Presidente Lpez era una anomala cuya desaparicin producir probablemente grandes beneficios resulta-,
dos, mientras que su continuacin, seria k no dudarlo un origen-continuo de desconfianza y peligro los estados vecinos.
A l tctica morosa de los aliados, mas que
ningun,a otra causa, puede atribuirse la duracioiH
de la guerra, pero hay fundados motivos para esperar, que despus de la caida de Humait, qi"
hace tiempo est estrechamente sitiada, la guerra
tendr una pronta y satisfactoria terminacin,

13
El Sr. Benitez sufre, un engao tan evidente Vapor de los Estados Unidos ' Wasp" frente la
Angostura, Rio Paraguay, Setiembre 12 de 1868.
respecto que la posicin d los aliados sea desesperada, que su asercin ese respecto, no necesita A 8, E.. l Mariscal Lpez, Presidente del Paracomentario de mi parte.
guay.
Seor :
| Convengo con l, que * la presencia de los
subditos ingleses en el Paraguay, ha contriCuando el capitn Kirkland estaba para dejar
buido poderosamente
' la feliz
resistencia este buque ayer para ir despedirse de V. E,, yo
opuesta al adelanto de los aliados; pero, si bajo le di un memorndum de ciertas cosas, las cuales
esas circunstancias el Gobierno de su majestad es- le ped de llamar su atencin. El capitn Kirkland
tara justificado para insistir en que se les permi- me inform que al llegar su cuartel general adtiese retirarse de aquel pais, es una cuestin que virti que haba omitido llevar consigo ese Memono me creo competente para discutir. Hay sin em- rndum, y que en consecuencia no le era posible
bargo entre ellos, muchas mujeres y criaturas que cumplir completamente con mi demanda, habinde modo alguno contribuyen la defensa, pero que dole dado un breve repaso aquel papel. E n con pesar de eso permanencen inultilmente espues- secuencia, me tomo la libertad eu el momento de
tas grandes privaciones y peligros.
mi partida, de desviarme de los usos diplomticos
Est equivocado cuando asevera q'ua todos los mandando una nota personal dirijd V. E . ,
subditos ingleses en cuestin estn obligados por
E n el Memorndum yo indicaba que l podra
contratos y permanecen voluntariamente en el mostrar V . E . una carta del general Webb, nuesParaguay. La gran mayora de ellos deben estar tro ministro en Rio, de l cual apareca que l casi
sirviendo con contratos, pues el mayor nmero de habia llegado una ruptnra con aquel gobierno,
les hechos en Inglaterra, por solamente perodos por razn de haberse negado permitir que este
cortos, haban espirada cuando yo estuve anel cam- buque pasase mas arriba de la escuadra. Esto l
pamento paraguayo el etoo pasado, segn me in- lo haba hecho bajo su sola responsabilidad, sin
form el Secretario de Lpez, Sr. Caminos, con el esperar rdenes del gobierno de los Estads-nidos,
objeto de probar que estos subditos ingleses perma- el cual al saber est ofensa, habr tomado sin duda
necan voluntariamente en el pais. No puedo de- las medidas mas enrjicas para hacer ofectivos sus
cir si despus se han renovado, pues estoy seguro derechos y librar su ministro de la mas espantosa
que ninguno de los subditos ingleses con quienes posicin. Esta carta que V. E. vio, prueba cuanta
pude conversar tenian ya compromiso alguno, es- cuanta verdad habia en la declaracin del ministro
crito verbal, esceptuando Mr. Thompson, quien de negocios estranjeros de V. E., Jos Berges, que
yo estaba en coalicin con el general Webb, y en
haba aceptado servicio militar.
Casi todos ellos se hubiesen venido de buena el inters y paga de los brasileros.
gana conmig, si se hubiese presentado una oporTengo en mi poder varias cartas para el Dr.
tunidad favorabley ellos me'informaron, y las Carreras, las cuales yo ped al capitn Kirkland
tres viudas quienes se les permiti embarcarse que entregara, pero lo cual l rechaz hacer, medonmigo en la "Dottorel", que un gran numer de nos que yo las abriera, receloso de que l tambin
los subditos ingleses en Asuncin, deseaban tam- fuese acusado de ser conductor de correspondencias
bin salir del pais. Con una sola escepcion, todos traidores. Sin embargo, yo inclu o lascaras,
los subditos ingleses en el Paraguay, estn creo en pues no creo que haya en ellas nada de traicin,
ni creo tampoco que ninguna correspondencia traiel servicio del Gobierno.
El permiso para que saliesen via Bolivia, fu dora haya jams pasado por mis manos para alsegn opino, un miserable pretesto para evitar la guien para nadie.
verdadera cuestin de que se trataba, y el Sr. BeE n efecto, no creo que haya jams habido ninnitez debe"saber muy bien que este camino es im- guna conspiracin. Las declaraciones de Berges,
practicable, particularmente para mujeres y nios, de sus dos hermanos de V., Venancio y Benigno,
aunque mas conocido y mas mejorado desde su y del Sr. Urdapileta, segun.se han dado en las
partida de Amrica. E n primer lugar, es preciso notas de sus dos ltimos ministros de V. E. por lo
subir el Paraguay por centenares de millas hasta que toca ellas implicarme en haber tenido cualCoimbra Babia Negra, lo que deba haberse quier conocimiento de una conspiracin, son ente. efectuado en canoas, pues los pocos vapores se pre- ramente falsas, y V. bien sabe esto, y V. sabe que
cisan con urjencia en otros puntos. E l camino ninguno de ellos querra confirmar afirmar la demas practicable es el de Bahia Negra, de donde se claracin que se les imputa, si estuvieran fuera del
debe cortar un camino por el bosque de Santa Cruz, poder de V., pues lo negaran in totum y declarael pueblo mas al Este de Bolivia, una distancia de ran que nunca lo haban hacho, que si lo haban
uice dias. La distancia de este ltimo punto hecho, seria BAJO LA. TOKTUBA. Declaraciones de
Jobija, el puerto de Bolivia mas cercano, es muy ese gnero S. E . debia saber que no tendrn ningn peso fuera del Paraguay, ni una palabra de
considerable.
ellas ser creid, y que todas ellas pueden ser neTengo el honor etc. etc.
gadas por ellos, y que V. tendra no, solamente que
(Firmado)
6r. T. Gould
matar k' todas las porsonas que las han hecho, sino


tambin todos los que las han arrancado por la
fuerea.
Antes de dejar finalmente el Paraguay, es, de mi
deber hacer ana solemne protesta contra'l prisin
deaqullos dos miembros de mi legacin, Porter
Cornelius Bliss y Jorge J . Masterman: su prisin en la calle cuando ellos iban eri mi compaa
de la legacin para pasar bordo del vapor: fu
tan grosera violacin de las leyes de las naciones
como habra sido su aprehensin en mi misma casa. F u un acto no solamente, contra mi gobier 10,
sino contra todos los poderes civilizados, y coloca
al Paraguay FUERA D E L GREMIO (.pal) E LAS
N A C I O N E S , y por ese acto V. ser mirado COMO
ENEMIGO COMN negando lealtad las leyes de
las Naciones.
V. tambin ser considerado como un enemigo
comn por haberse apoderado, tomando presos con
grillos casi todos los estranjeros en el Paraguay,
y despus de haber entrado sus casas y sacado de
ellas su diero bajo l miserable pretesto de que
hallando de menos en su tesoro que V. supona,
aquellos que tenian cualquier dinero en el pas
deban en consecuencia habrselo robado de su
Gobierno.
Su amenaza al Capitn Kirkland su llegada
de V. que me conservara preso en ej -pais seria
debidamente representada k mi Gobierno y solo
debo confirmar en su repuesta que si V hubiese
hecho tal Cosa, mi Gobierno le hbria perseguido
k V. no solamente al travs de toda la-Amrica
del Sud, sino tambin al travs de la Europa.
Su obediente servidor, firmado
Carlos A. WasJiburn.

14
" E l objeto de esta carta es decir V. E . que he
determinado pedir V. E . entregue al portador
mis manuscritos histricos, que encierran un compromiso con este Gobierno, y que, permanecen sin
razn algifha depositados en manos de V. E., habindose V. E. posesionado de ellos durante mi
enfermedad el ao pasado, y porque me he olvidado pedrselos Y. E . Consisten como V. E . bien
sabe, de una historie voluminosa del Paraguay
hasta el ao de 1810, y unas 200 pajinas mas, d)
notas en Espaol, sobre, pocas mas recientes, con
la cronolojia hasta nuestros dias.
Tambin ruego V. E . me mande las tres cartas escritas por orden de V. E . para su justificacin
respecto los asuntos de la revolucin, de las cuales la una est dirijida al N. J . World, otra al reverendo F . D. Guillermo, F . .Goodfellow en Buenos Aires, y la ltima mi padre, Enrique BliSs,
de Nueva York.
(
No exijo de V. E . i o s manuscritos en ingles que
V. E . me hizo escribir en un sentido de enemistad
al Paraguay, pues estos son de la propiedad de
Y - E Pues le aconsejo como amigo, que no trate
de oponer la evidencia presentada por infinitos
testigos.
Me aprovecho de la oportunidad, para saludar
V E . con distinguido aprecio y estimacin.
(Firmado)
Porter C. BUss.

Legacin de los Estados Unidos.


Asuncin, Septiombre 10 de 1868.
Al Sr. D. Jorge N. Davis y Ca.
Estimado Sr. V. sabia por el Sr. Washburn de
los raros acontecimientos que han tenido lugar
a quien estos dos ltimos meses cuando menos
Setiembre 11 de 1868.
sabalo suficiente por los peridicos. Nunca me
A 8. 3. el honorable Carlos A. Washburn, Mi- imagin ser acusado de "alta traicin ' por Gobiernistr residente de los Estados Unidosno alguno bajo el sol; pues siendo un genio musiSeor:
cal, como V. sabe'claramente no sirvo pi-a traiEncontrndome al fln libre de la sujeccion que ciones intrigas y ruinas, salga lo que saliese de
V. E . ha ejercido sobre mi voluntad, no puedo me- este asunto, quiero declarar y hacer patente?Jos
nos que confesar libre.y espontneamente la parte incansables esfuerzos del Sr. TFashburn para salimportante que V. E. ha tomado, en la revolucin var. mi y al Sr. Masterman, mi compaero en
en que ha comprometido muchas^ersonas, y entre picarda ( segn la correspondencia del Ministeotras, k m mismo. He declarado sintindolo in- rio nos designa muy cortesmente aqu. Mr. Wastimamente, porque habra deseado evitar V. E. hburn quiz hnbiese corrido la suerte del Hesve
semejante escndalo, pero consecuente la verdad de su propia novela si la caonera de los E . U.
que V. E . ha sido el alma de la revolucin, y si " W a s p " no hubiera llegado tan oportunamente
este hecho boy aparece confesado la.luz del dia salvarlo. Por esta vez se escapa en un pelo despor todos sus cmplices, quien sino V. E . debe pus de haberse tratado de impedir por mil obsella su existencia? quin ha continuado dirigindotculos su salida - El " W a s p " est ahora fondead^
la hasta muy poco? me considero, por consiguiente
una legua abajo de la ciudad, pero no se le permicompletamente Ubre de la promesa que V, E . me
te.salir.
Croo que Mr'. Washburn sale hoy, y
arranc ayer en _ su despacho, de no revelar su
mi
me
atraparn
inmediatamente los veinte
conducta pasada actual. Aun sus especulaciones
treinta
vij
llantos

guardianes
que han tenido la
brillantes con la sociedad topkins por la cual V.
E . deba embolsar ciento y tantos mil patacones se bondad de buscarme y vijilarme hace dos meses,
Espero proteccin de nuestro gobierno en ti-es
han descubierto, as como la pildora dorada que
cuatro
meses, es decir, sino llega demasiado tarde
hizo vd. tragar Polidoro y Octaviano, as como
la ltima d Caxias; en la poca de la clebre, visi- ningn objeto prctico, al menos en cuanto mi.
Hgame'V: el gusto d recordarme al General;
ta de mediacin de V. E. en marzo del ao pasado.
Webb y su familia. Espero qne el Sr. TFashburn

15
arreglar todos nuestros pequeos asuntos; tenga
V. la bondad de entregarle cualesquiera cartas
rocuerdos de algn valor para mi familia, que dej en poder de V. en un bal. Adjunto algunas
lneas para la Sra. de Davis.
Muy sinceramente firmado
Poster C. Bliss.
Ljgacion de los Estados Unidos.
Asuncin, Setiembre 7 de 1868.
Al Reverendo Guillermo Goodfellow.
Mi estimado Sr.
Apreciando el inters amistoso que vd. siempre
me lia demostrado, y la bondad con que ha ayudado mi familia para obtener noticias mias
durante mi larga detencin en el Paraguay, me
parece propio mandar k vd. la presente por el
' Sr. Washtmrn, quien no dudarlo impondr
vd. detalladamente los acontecimientos sin antecedentes que han tenido lugar aqu, afectando
los derechos de todas las naciones neutrales y
violando muy especialriiente de una manera sin
ejemplo alguno, las inmunidades de la Legacin
Americana y el tratamiento que se le dobe un
Ministro acreditado de los Estados Unidos.
Sabr vd., seor con sorpresa, que en comn
con centenares de estranjeros y naturales del pais,
incluyendo todos los adultos del pais del sexo
masculino que no estaban en el servicio de las
armas, se me acusa de pertenecer una conspiracin contra el Gobierno del Mariscal Lpez, agravado el hecho con respecto mi persona, con el
cargo que se rae hace de pertenece-j una Comisin secreta, que tienen Ja intencin y tratan de
asesinar al Marisoal. Fcilmente juagar vd. de
las probabilidades de muchas acusaciones, y fcilmente me creer cuando asegure que no existe el
mnimo fundamento para.ellas, y que lejos de saber
de ninguna conspiracin, tengo mis serias dudas
de si ha existido, apesar de todas las actas de este
Gobierno y las tituladas confesiones de criminales,
que se encuentran en la corsespondncia publicada
entre el Sr. Washburn y el Ministro de Negocios
Estranjeros. De esta misma duda, participan creo,
todas las personas pertenecientes la Legacin
Amoricana.
Tambin ver vd. los esfuerzos hercleos que ha
hecho este Gobierno para imputar al Sr. Washburn
una complicidad con el real supuesto complot
revolucionario. Ver vd. el testimonio falso qu9
te hapuesto en boca de personas notables. Muchas de estas relaciones son s contradictorias, y
todas unas con otras sobre los puntos principales,
y por ltimo todas tienen de comn, que no presentan informacin alguna positiva tocante la organizacin, objetos, medios y ocasin de accin, ni
aun quienes deban adoptar las medidas decisivas;
adems, entre tantos documentos revolucionarios
que se alude segn parece este Gobierno no ha
tomado uno solo en ese asuuto.
Pero no preciso discutir mas el asunto, la verdad

es evidente y se conocer por todos en Buenos


Aires, espero que los Ministros de naciones
neutrales en Buenos Aires tomarn alguna medida
decisiva, aunque aperias creo que semejante medida,
ueda favorecerme, pues el Gobierno ya me ha
eclarado culpable, aunque no tengo la mas mnima idea de la naturaleza de la declaracin, necesariamente falsa fraguada que se ba producido se
producir contra m.
Todas las personas de esta Legacin han pasado
los ltimos dos meses, desde que se encoji estradiccin mia y del Sr. Mastermann, en un estado
de continua ajitcion, alterando entre la confianza
y desesperacin, y siguiendo el curso de la correspondencia, que por parte de este Gobierno, ha ido
constantemente de mal en peor.
Deseo atestiguar del modo mas fuerte y que de
todas las declaraciones que emplean al Sr. TFashburn en la conspiracin, ninguna creo sea cierta,,
y las mas s son falso. Tambin deseo declarar
que con la mayor constancia ha insistido sobre los
derechos do la Legacin, y que ha hecho por m
cuanto era propio en esas circunstancias. Que
suceda lo que sucediere, sufrir mi suerte con un
corazn firme y con una entera confianza en el
gran arquitecto del Universo, sabiendo que mi
Redentor vive.
He escrito largamente mi
familia.
Acept vd. mi gratitud por favores que he recibido de v d . y l a seora d Goodfello'w, quien mando mi carioso recuerdo, y nemorias todos los
amigos que pregunten por m.
Firmado
Poster C. BUss.

Ministerio de Relaciones Esteriores.


Luque Junio 26 de 1868.
Habiendo dirijido con fecha 20 del corriente una
nota S. E. el Sr. Washburn Ministro residente de
los Estados Unidos habitando actualmente en la Asuncin pidiendo esclarecimientos sobre la presencial
del subdito portugus, Jos Mara Leite Pereira en
quellaLegacin donde en contravencin de todas
las disposiciones vigentes se habia trasladado de su
residencia ordinaria en la Trinidad, el Sr. Washburn confirmando el hecbo en su contestacin del
22 sobre Leite Pereira, dice lo siguiente; de los
motivos de su venida aqui no tengo mas informes
sino que ellos estn fundados sobre las representaciones de Mr. Guverville al presente encargado del
Consulado francs.
Como por toda esplicacion al respecto el Sr: ministro de los Estados-Unidos me remite V. S., le
ruego se sirva drmelas tan amplias como exige un
caso tan grave como estraoo.
^
Aprovecho esta ocasin de renovar V. s. las seguridades de mi mas distinguida consideracin y
aprecio.
Firmado
GUMHSIMDO BEHITEZ;

A S.S. Mr. de Cutierville Gerente del Confutado de


Francia.

16
Consulado de Francia,
En la Asuncin (Paraguay.)
Luque, Junio 28 de 1868,
Muy distinguido y estimado seor:
He recibido la nota que V E, ha tenido
bien dirijirrae ala fecha de ayer, y por la que
me hace conocer, que habiendo pedido esplicacionos S, E. el seor Ministro de los Estados Unidos sobre las razones que le habian impulsado recibir en el Hotel de la Legacin al
Sr Leite Pereira, habia respondido V. E,
"que l no sabia otra cosa de los motivos del
Sr Leite Pereira, sino que este subdito portugus se fundaba obrar de esa manera consecuencia de las representaciones de Mr, de
Cuverville, Gerente del consulado de Francia/'
y V S* considerando de aqu que yo debo estar
mejor informado que el honorable Ministro
Washburn con respectoal Sr Leite Pereira, me
ruega tenga bien trasmitirle los conocimientos
sbrelo que llama tan justamente un hecho
grave y estrao.
Antes de todo me permitir sealar la observacin de V S. que el Sr Ministro dlos
Estados-Unidos no me ha hecho el honor de
prevenirme que l tenia que servirse de mi
nombre en un asunto oficial, dependiente de un
gobierno cerca del cual estoy tan acreditado
como l, yseutir, siquiera reflexionar en ello,
de haber buscado implicarme sin apercibirse
de ello sin duda en una causa que pareca querer echar sobre mi y sin hacerme participe de
sus delicadas consecuencias.
Dejo, por otra parte, al Supremo Gobierno
de la Repblica y V. S. la apreciacin de este
proceder, que yo creeria no sin razn completamente inusitado.
En cuanto lo concerniente al Sr: Leyte Pereyra, ni Y0 S, ni el gobierno paraguayo ignoran las amigables relaciones que siempre ha
mantenido con mi predecesor, y que naturalmente ha continuado entre nosotros. Por
consiguiente, he creido deber admitir, en diversas ocasiones (reprises) al Sr Leite Pereyra
del falso camino en que se le decia comprometido, y que lsiempre me ha negado ; yo le
aconsejaba de cesar de remitir socorro los
prisioneros brasileros, de cuya proteccin no
estaba l encargado, y que le comprometan con
la autoridad local, menos de entenderse
este respecto con el gobierno paraguayo.

V, S, reconocer cuan'as veces yo he aprenf


vechado la ocasin de decirle lo bien que yo^
pensaba del Sr. Leite Pereyra, y, en ocasin* del
mi ltimo viaje al cuartel general de S. E. e^
Sr Mariscal Presidente, he buscado todava a
alejar de la persona del Sr, Leite Pereyra, pre-r
venciones que no poda creer fundadas, en presencia de negaciones enrgicas.
En seguida de mi viaje, y tres cnatro dias
despus, tuve ocasin de verle una vez en el
consulado de S, M, y de repetirle de nuevo loj
consejos que habia permitido de darle tantas
veces: Fu mas lejos : mis relaciones con e
Gee Supremo de la Repblica me haban perj
mitido apreciar la alta franqueza de su carcti
y yo compromet al Sr, Leite Pereyra de prese
tarse ante V S, para espresarse categrica?
mente y sin f odeo con Y S. sobre lo que pi
serle reprochado, y as cortar de raiz todas las
dificultades ulteriores.
i
V S. tendr bien reconocer que insinuaciones semejantes obrar de la manera que-!
ha creido deber hacer el Sr. Leite Pereyra, es
tan muy lejos, y ser obligado de desment
oficialmente si pretendiera que es por aviso qu
ha ido pedir la hospitalidad del Sr Was
burn.
Jamaste habra aconsejado ni por amista^
ni por razn un paso no solamente hnprude"
porque da armas contra l, haciendo aparee
c-smo culpable, cuando l no era sino prev
do, sino aun intil, pues ni vee el fin da la |
tuacion que se ha creado, ni la duracin ci^f
ta del asilo que ha buscado.
Tales son, mny honorable y estimado
las espiraciones tan detalladas como son p
sible que yo tenia que trasmitir V S.
desea trasmitirlas al Sr, Ministro de los E
dos-Unidos, que ignora parece, bien que su i
timidad con el Sr Leite Pereira sea mas antier
que la mia, las prevenciones nutridas contra
por ti Gobierno de la Repblica, le ser gra|j
si se sirve prevenrmelo, fin de avisar
mismo al honorable Mr. Washburn. .
Aprovecho esta la ocasin para renovar
V S. las seguridades de mi muy distingu
consideracin y alta estima.
Y& :

GUVERVILLB.

A S. S. l Sr. Benitez, encargado, interino del Mi}


nisierio d*'RelacionesEsteriores,

NOTA DEL IHINIS rR0 AMERICANO WASHBURN AL DE S. M. B.


REVE^AND(>
Buenos Vires, Setiembro 24 Je 1868.
A S. R ! Honorable Ministro Plcnipoten.
teiciario
de....

LQS HORRORES DEL

PARAGUAY

llegado y pasado el Teblcoari con la m


parle de su ejrcito. Da esta manera parcl / v i i r a l( is prisiueros
que oiian en manos de l de valor y par uno, que como yo, no tiene |mismo es el verdadero editor. Durante toda llevase 4 ot-o mundo adonde sus acciones
m
postergarse Indefinidamente al termino da I Lopes (confian.lo en q' ellos sus repectivoa - IJ lujes pretensiones, tal situacin no erajesta guerra Lopes nunca se ha rspne.slo per recibiesen una recompensa mis adecala.
guerra, Nuestra situacin en la Asuncin e
Porqu pelean entonces los paraguayos
Gjbier'n os se lo rembolsaran despus de la aparente para proporcionarse descanso. Nin-,sonafweii'c; en ningu:a ocasin se ba espuea
en estremo dasagra laido, y ara imposible al guerra. iLi minina qu ' v; i , a mi cisa, sin gima pilahr.i parec la traicin jionspira-j lo en el momento de la accin, y mientras c o t a n l o T a | o r 7
Bator:
Cuando sal del Paraguay el 12 del cor- toner muchas cosas que en cualquiera Ol
Cul
era
el
permaneci
en
Paso
Puc
tenia
u'i
Inmenso
euihargci, habia recibido aviso de que ya no cion se habla nido en mi casa
N i e s porque tienen tan valor superior ni
riente, siento que. tener que informar 4 V. E. parle se consideran necesi ladea da la vida.
se respei'aria su carcter consular, y como' pensamiento de Lopes? lira acaso ef estermi stano mas bien dicho cisa, con paredes da p o r devocin i
ijue son valientes y
La ciudad estaba completaaiehti abtad
que casi todos loi estranjeros en eso pais,
lo habia advertido de qoe Lopes no tsar lodos los eslrangeros para que ninguno barro da mis daMOftU da ancho, de donde sufridos no so puede negar. Pero la rason
incluso varios de sus paisano?, estaban en Bada, aolalulote que se dah permiso A 18 antes 80
de clloi quedas para contar 11 historia de no salia por semanas anteras; y al mismo porque pelean de un mo 11 desesperado es que
la crcel, y como yo soy la (mica parlona, entrase mas o menos gente 4 veces, pira I' ,,4,111 b en li-yu" :o lucia el, considero el sus dclitosl iTraidbasc de borrar el resuer tiempo que su diario estaba lleno AD NAU- segn el sistema de disciplina que les hi ini
dn
su
exequtur,
como
un
crimen
precar
lo
que
n
>
pudiera
llevar
en
su
primei
fuera del alcance del poder del Presidente
do de sus crmenes'!
ssuMcon reliciones del gran Lope:, IIovan culcado Lopes hay siempre mas peligro en
Lope, que tenga conocimlent l alguno perso- susto y en la prisa de los primeros momen ludio a Itu prisin, grillos y hambre, en su
Si esto, el ministro no estaba mas seguro do, con valor intrpido, sus legirnesa la vic seguir/ue en marchar alelmle.
Na t. ne
consecuencia,
huy
con
su
familia
4
la
I,
los.
Algunos
Incidentes
ocurrieron
que
11
nal, de su situacin, Bfl pareco que es de mi
que los otros miembros do Ii legacin. Pero loria; l estaba sentado temblando y tiritan- confiansa en sus tropas y siempre pateca
i
'le
los
Estados
Unidos,
condado
en
(
mostraban
que
el
Gobierno,

mas
bl
n
dicho
deber comunicar toja infernal -ion que p isa ,
como Bliss y Masterman no fueron tomados do en su solano temiendo aventurarse por obrar bijo la impresin que desertaran si
a los representantes de los aferentes gobier- Lope, porque Lapes es el Hibierno, vo apro I' Buc intrr al buque y proteccin. S; le acor sino algunas sein mas despus de la partida recelo de que alguna bala le tocase."
encontrasen oportunidad de hacerlo. Es 0(1
d
sin
hesitar
un
momento,
aunque
considebaba
el
que
yo
tuviese
tanta
gente
hospeda!
nos estranjeros, para que, sabiendo la condide Carreras y de Rodrigues, gradualmente
En una ocasin, ser de esto como dos consecuencia de esto, que al entrar en pelea
r
que
por
parte
suya
era
un
paso
poco
cuer
Ii
en
mi
Lgacion,
y
por
consiguiente
cin do sus desgraciados compatriotis, puepermanecimos en un estado mas normal. Li atios cun lo sali con u obUpor an estado lansa su primera linea con orden de pelear
dan adoptar las medidas que les piteia mas los q' no haban sidoreconoc los como perte-l do i imprudente. El 11 :e Julio, desvaceclo- conducta do las personas aculadas en tiempo mayor, una bomba cay una distancia de basta morir. Un poco airas coloca fuersss
scclsurfio
le
seguridad
con
el
reciba
dala
Decientes
i
alia,
no
consideraban
pro
propias para librarlos de su terrible situadla revolucin francesa, cuya inconsdera- media milla mas menos de su Excelencia. en nrae'o iflas paqoefio, con orden de hacer
cin. Sino se adopta alguna pronta medid salir la calle. Pero considerando la poca J carta de. Ministro de Negocios eslrangeros di alegri: an:e Ii muerte parece increble, Inmediatamente el valiente Lipes se li vuel fuego sobre tolo soldado que trale de huir
Din
Cipneci-i
I
I
II'inti'S,
e:i
la
que
el

ibierde accin, puede que no quede ninguno qu. clrcunstanci.is.pasibimns el tiempo mas agrano nos sorprend., entonces, lo obscrvimos
despidiese al dia siguiente no muchas veces, pero sea ,iicho cu honor ue ta y se puso correr como obeja aaostada, 0 de desertar. Detrs de estos se encuen
reGera el caso de su desgracia y de su rui- dablemente de loq'polia esperarse;Cirrer,is y no exiga ae
a
con su estado mayor, incluso ol obispo, tras irn todivla otros con orden de hicer fuego
Bolamente
'
Sr.
Leite
Pereira,
sino
lo
los
los
Rodrigues eran loa caballeros mas agradables
Bliaa y Ifisterman aunque no en el mi; de l, dejando caer este ltimo sombrero sobre aquel que no mata al qoe e-e.a adelanna...
'que
estibad
en
mi
casa,
que
no
pertenecan
i>
Intel gentes y el Sr. Blissera una enciclopepuesto que no me consideraba lujo ni res mientras corrii todo asustado siguiendo su te y no pelea hasta Ii muerte, y detrs de
Para dar pues, una idea de aquella silm dia de saber sobre casi cualquier asoulo. la Legafioo. Pereira y los ingleses salieron
cion y de los peligros y horrores a que estn Nuestro sirviente paraguayo, nos consgni.i por con siguiente, aunque 4 todos dije que go tin grande como el que ellos corran, nos jgefe. Este es e' nico cis i conocido en que esos bay aun otros con Iguales instrucciones
burlbamos de los peligros que nos rodeaban, haya estado espuesto i ara iialna inte, no t
haslique al fin tolos los hilos se encuentran
sometidos espuestos todos los estranjeros lo'
desped
en aquel pais, me propongo bacer una hrov
a y hablbamos, hacamos bromas j nos rea- ne :n o nerito vulgar del valor personal, ni j u n tos en man s de Lopes.
mos como si no tuviramos nada que t'iner. tiene ri/i7U otro.
Si apesar de todas estas preciusions un
narracin de los acontecimientos que bao
Llegado este punto, debo bacer observar
te lo lugar desde el 21 de febrero ltimo
Su Qrmesa, levad i bast a obstinacin,' puesto es tomado por el enemiga los desgraque des le el liemp en que Lole Pereira lle- es el resultado de miVfo personal. Muchas ciados oficales ouo sobrevive/i son pandos
En la tarde de ese dia, al volver de un pisen
que
go ti mi casa, estuvo siempre circunval id a persoms, sus compatriotas mismos que lian por las armts y los soldados dicm lMf.
de caa de patos, supe que varios encoraza- tac Mirtell
ieron
f
uese
a
v
: r al Coronel Fernandes, el
Pero cada dia pareca aumentarse la fn
por doce policianos cuando menos, y que fre- escapado ,|e su poder, y cuyas familias blian
Con este sistema ha perdi lo lo menos
dos brasileros babiau pasado Humait, y
omand
inte
Milihr
cu
la
Asuncin,
ofre
cuentemente miran lo a l a calle be contado &\&o torturadis persegu lai muerte, le 100,000 hombres, probablemente mas que
yenian n viaje para li capital. Al llegara tezi y angustia en el piisCISI nunc
fciendi
ellos
volver
4
su
trabajo
en
el
arsemi Bisa, supe que el Ministro de Negocios presentaba una persona en mi casa pira lie nal, y d eseand i sabor los puntos adonde se- mis de ese nmero de un lado solamente. han escrito amenasandolo de matarle si al- los brasileros, y sin euibirgo este sistema
Pi ibablemeote unos cncuenti hombres, que
que ni ba dejada ni seis mil hombres en
Estranjeros, Jos Berges, me habia mandado varse algo de lo depositado all, que no tu
viese que contar ile otros Eslrangeros qufl ian ma.ndalas lis mujeres y lis cri,turas. sin eso hubieran estado en el ejrcito, se guna ves se encuentran en su presencia, asi
le pelear en lodo el ))'<, bi conteniurgentemente pedir que lo visitaseeu su i
pues,
l,
no
se
atreve
a
tratar
con
el
enemiLaca
sa
fu
rodo
ida,
por
cuarenta
vigilanFul inmediatamente all, y me dijo haban sido arrestados y con grillos al Cuar- es de p olicia, y los ingleses le-niau sar in- ocupaban de da y de noche en vigilarme, go, pues lanos han jurad i perseguirlo, q' do de tres se.s veces igual nmero de fuerasi como los miembros de mi legacin. En no lia de hallar u i urtlo B0 el mundo entero, zas de los aliados.
entonces el Ministro, que habiendo pasado la tel General Jel Presidente en S>n Fernando. nie lialnnenle llvalos la crcel.
tretanlo no sibilinos nada de lo que pasaba. si una ves se encuentra sin U0 ejercito entre
El pais, sin embargo, se baila completaescuadra brasilera Humait, y estando ya Lo que todo esto significaba, nadie podia adiFeruini
le,
sin
embargo,
me
dio
so
pal
imita! de camino para la Asuncin, el Gobier- vinarlo habia algn misterio temible en ello. ra de Ibonor, que la polica no los molesta- C 10 escepclon de lo.s cnsules, que por acaso l y sus enemigos; sabe qu el pas est perdi- mente escaso de hombres. Todo lo que es
Finalmente,
sin
embargo,como
el
dia
1

de
venan
de
Luque,
nadie
vino

mi
casa
y
no habia ordenado la evacuacin de la ciudo y arruinado; no tiene marina, y en m arar, plantar y sembrar; se hace con mujerej
la, sino que serian bien tratados, y dijo
dad, y la habla declarado un punto militar. M iyo,recib noticia q' el buque de los Estados
volveran tomar los hombres en mis criados paraguayos si llegaban saber opinin, no posee mas de una quii i parte de matan los animales, preparan la carne para
Unidos
Wasp'
habla
subid
-.basta
Curupaity
algo, lemiin revelarlo. Supo sin embargo
las carniceriis, ) hacen lodos los oros traTambin dijo, que la capital se trasladaba
para llevarme, y cataba detenido all por la ervicici, condicin de hicer nuevos contra que en el liempo en que el gran desalojo tu- las fuersas de tierra del enemigo.
Luque, una pequea aldea A unas dirz millas
Porque : a i ) ; estos ltimos no lo atacan y bajos que generalmente estin hechos por
Escuadra aliada,yo sabia que Lopes no desea It)i los. 1/03 hombres babiau h^elio ee ofrec vo lugar en mi casi el hermano del presidende la Asuncin, y que me habia invitado q' ba que yo saliese del Paraguay, que el como ., n en solamente porque crean que ora me
ponen un trmino t la guerra, no lo com- hombres.
II iy muchas urujeres tambin en el ejrcile hiciese una visita, p-.ra qne >e me prepa- todos, queran que yo permaneciese. Los'l r ser-.-,r estar presos.. ..Salieron pues, de te Venancio Lopes fu engrillado j llevado al prendo; pero no lo hacen y l i g u e n pued
Legacin la tarde, y fueron mandados cuartel general del ejrcito. Su otro hermano durar por largo liempo. L ipez ba dicho re-, to pura hacer el trabajo de los hombres, y de
rasen lis comodidades de la casa que elijiese eslrangeros de todas las naciones ansiaban
Benigno, baha sido llamado aguas abajo,
este modo pueJe descansar la tropa, pero
en cerca de Loque.
muy especialmente q u e j o esperase bast 'ja estacin del Ferro-Carril, donde se les mucho antes y cumio visit S- E. en Sin cienlemenle que se veria pronto forzdo creo qu ninguna se le obliga 4 llevar las
miserablemente, afesar de haber Ferabandonar
el
litoral,
y
entonces
so
retirar
Contest que, aunque todos obedeciesen la el desenlace de la guerra y mu-has de la
Fernando al principio de mayo, do Benigno
orden de evacuacin, yo no la obedecerla mejor clase de Paraguayas, lasque tenan ' Kirie* dado su palabra de honor de que y el ministro de R. E. Bergc-,, estaban inco hacia las montaiis,irreandd con sigo estran- armas.
Lis primeras noticias que probablemeate
ciertamente. Mi Legacin, era en ese mo mas que perder, me importunaban fuer- 'erim bien tratados. Permanecieron en eje mullicados, como lo estaba tambin el cua- geros y paraguayos. En ese ciso, al paso
que han procedido los aliados do-ante estos recibiremos de Lopes sern pue se ha reti; i idura.ite una semana, cuando DESAPAment, el territorio de los Estados Unidos, y temente para que me quedase y les propordo
del
presidente,
S
ilumino
Bedoya.
dos ltimos afios, se pis^ mucho tiempo rado l cou lodo su ejrcito i las montaas,
yo permanecera en l, dando la proteccin . -tonase la prot.-.v'ioi-'V.11' W " \ * "'l fcciBBJOX, y no s loque ha sido Ue ellos,
El anciano Vice-Presidenle Sinches, que antes que pueda presentar sus enemigos u i yquo ha arreado coa cuanta mujer, hombre
que podia ofrecer mi casa y mi bandera
ultimo apuro. Entre e-e - ^ T T ? ** '*". j'.fe o I o que las mujeres y criaturas se mancuantos quisiesen valerse de ella, "'lambien sidcnlc era la mas solicita. Yo res conteste iron < una aldea de lunision llamada Sin tntes habla estado prisionero, obtu >(>er,ui- fuerte de batilla tan toarte como el que '. i que encuentre en su camino.
Si el Wa3p hubiera llegado un mes ma3
le dije al Sr. Berges, iruc el Gobierno no todas que no las abandonarla, que sufrira Iwrens'), y que los hombres, como h ma- so para dejar su casi, pero ni l ni ningn vo cunado estas desembocaron en el Tebitenia derecho para ol-'jligar los estranjeros privacionesy prddaspor ofrecerles cuilquie- |pr pal-te de los estranjeros en el Paraguay, piraguiyo se atrevi acercarse mi, ni i cuary, es deeir, mislo hombre para guar- tarde, no dudo que me hubiera visto forsada
bacer lo mismo. Hasta el ltimo momenles lubia llevado con grillos al cuartel ser visto en mi eompania.
dar el telgrafo.
i abandonar fll- casas y sus propiedades; ra clase de proteccin que estuviera en mi
to Lipes, trepid en hacerme prisionero
Por algn tiempo temamos que la intenque si eH.os queran quedarse y defenderlas, poder, y que sino venia algn sucesor Mera) del ejrcito. L-ite Pereira se fu
No
fu
sin
embargo,
antea
de
Agosto
que
essfllf endose las probabilidades de un bom ocupar mi puesto,sin ordenes terminantes de I j s u c:aia como las cinco del mismo uia, cin de Lopes fuera degollar iodos'.s es- sope, qne ademas de la conspiracin contra dejarme ir; no quiere que nadie viva despus
'barde de la ciudad, estaban en su derecho' mi Gobierno para que regresase, me sosten - tomadopreto en el acto de salir i la tranjeros, no sabiendo entonces que ningn el gobierno, habia teui i > luga- un robo en de l para contar sus crueldades al mundo,
klle. D su suerte ulterior nada s. El paraguiyo hubiese sido arrestado. Si fueron
para hacerlo,
el tesoro pblico. D-talles s.bre este robo, y de todos aquello, rayas declaraciones se
3 1 0 u e 3 c n b l u l l a c a r t a a D e t l z
ven en laatcorres
encas ltimamente puarrestados, esto se biso de un moda lan silen
'" -' . aoun
a de una opinin enteramente opues dra hasta ltimo su lado. Tambin sabia "
>o, ..^;eA r, eYe^it''s"a to ra ,;
, ... .
- --,
^M"^ i h \ t f ^ i Mm<mM)
tai y ai volrfi mi casa, la encontr lien; al menos no dulaba qoe si yo hu'biese pro- $ ! l f c - S i W : S$3li!. aertu^us..Aosjfi IfJm, *m>$r^l.)tt^
par ningn de a /udlas anle quienes tales
de gente, que .esperaban ansiosas de saber puesto al retirarn e, y hubiese podido Le- lamite pero como ningn cargse habia Pero mientras que los ingleses qua haban coospiracion.
declaracin.
hicieron. Por que una ves
Le dijo en una de las cll-tas de Benitez,
lucho contra Carreras Ilidrgues y ello estado en la Legacin se bailaban detenidos
si vo permanecera en li capital a?. Lea pea los a
fuera del abde Lpez, declararan que
rian permanecer en la Legacin y como en la estacin del fer |, o-;arrl, el !-en lleg que el seor Bifes, un de los mieabrosde nunca las bi
le me quedara, y muchos mas de los|vcsar lis lineas de los aliados y embarcarme
, i las batan hecho bajla
que podia alojar en m casa, me pidieron per en el 'Wasp' el no hubiese accedido mi soli- il era tambin mi deseo, supona que no se una noche las doce lleno de prisioneros. mi legacin, Babia hV.uado un pipel con tortura.
pmdria ningn inconveniente ello.
miso para quedar dentro del edificio de la citad.
Los ingleses n podan ver nada, porque la otras personas.en el q: i se compronetiau i
Desde que be llegado esta ciuJai he
Legacin. Les contest, que no podia alberLe escrib par consiguiente al Comandante Al salir el sol, sin embarco, al da si- Ji(.r no era permitida en la estacin, pero el asesitiH- \' prwiiJaue -pe. So que eslo es visto una carta q u fu trada por el iW'ispi
falso,

a
lo
menos
no
me
cabe
duda
que
lo
gar todos, pero que si queran depositar sus de la 'Wasp' que si el no subia mas arriba glente, recib otra carta an mas urjente, rui lo de las cadenas, de los suspiros y los i
evidentemente dictada por Lpez, en la cual
objetos de valor, en mi casa, los recibira, de la Escuadra, mi familia no podra embar- pienilo que abandonasen m c i s a e s o d e i/uejidos de los prisioneros,en momentos que! es, y loi provoqu i que dieS3;i luz ese do- se d algunos detalles sobre la naturalezi de
cu.
nenio,
pero
nun:a
lo
hicieron.
No
mediepero corriendo el riesgo por cuenta de ellos, carse en su vapor, y le instaba fuertemente launa del da. Sin embirgo, ningn cargo se les o'Aigaba bajar de los W g uej y se
la trana conspiracin. Este es el primer
que no dara recibos por nada. La misma que forzase el bloqueo. Mi principal obje- esiecial se hacia contra ellos, y les dije que les arrastraba hacia las orillas del rio, se " ron nunca niugwdato sobre el modo comoinforme que traa la clase de conspiracin
tarde y el dii siguiente, la gente se agolpaba: to era sacar mi esposa hijo, del pas y pdian irse quedarse, como mejor les con- oan muy distintamente. Los embarcaron i deba tener lugar a conspiracin, ni de como que se habia descubierto, y lo absurdo de toen gran nmero, con sus bales y cajas (va ' si el 'Wasp' pasaba una vez las lineas mili vnose, pero que tendran la proteccin de todos antes de amanecer en un vapor, para la revolucin seiebia llevar cabo, y creo do el asunto me convence mas primeramente
rus de fierro), todo lo que se deposit eu las; tares, yo podia r di jar de r, cou el per- m casai y da mi bandera basta que los to- San Fernando. Pocos diis despus supe que hasta el dia de bu que nada de esto se in- que nunca amas ha existido tal trama
varias piesas de la Legacin. El dia siguen j miso favor de S. E. el Mariscal Lopes sin GBisen por !a fuersi, hasta que les hicie- todos est03 prisioneros eran paraguayos, que, tent. Las declarciones de los prisioneros conspiracin
.rgo de algn crimen especial. Am casi todos los habitantes de!a nueva capital, no prueban nada sno las horribles cruelda
te multitud de personas huian de la elndad, l, si cuando llegase el vap ir fu ise mi debe
Cuanto tiempo durara esta guerra?
espantadas y llenas de terrorno por temor el hacerlo as ; Yo estaba dispuesto, sin o<n bo- conle-tarun que si quena prome- los jueces, empleados, contadores, tolos, en des de Lopezi poque se sabe que emplea la
Hace mas de un ao y medio que pienso

tortura
sin
niu(u-i
miramiento.
*
i.
bargo,

quedarme,
porque
sabia
que
s
una
palabra,
salvo
el
gefe
de
polica,
Sana-!
te les de qu larmeen el pas basta la lermide los brasileros sino de m enemigo peor; y
que Lpez no se puede sostener por mas de
e eminentemente couocldotior su sus prisioneros en pesados grillos algaoaa dos meses; pero no tenia idea del modo lento
* eso del anochecer, varios ingleses vinieron retiraba, me llevara la esperans de cente- Uljcion de la guerra, uo se entregaran, siendo

veces
en
n
ero
e
2
3
y
4
barras
y
ademas
nares

millares
de
personas.
mi casi y rae pidieron les permitiera ocuimposible qoe les formulasen ningn cargo brutalidad, Benitez y el Vce-Presidente,
de proceder de alguna gente cuando se reTodos parecan estar persuadidos de que esiecial, y que no crean que Lpez se fueron las sola3 personas pue quedaron alli,] los hoco ototar lesl i que espiran, sino dan suelven firmemente no .elear.
par con sus familias alguna de las piezas
'
el
testimonio
que
les
pide.
desocupadas espaleras de la Legacin. Co en cualquier apuro, mi casa y mi persona
. unos policianos y sida los que habia,
; a a sarcarlosde la Lgaciou emplean
Cm la esperanzi que la guerra se acabara
La nica esplbciou que puedo dar en
una noche t u intensa y de un color tan fato todos eran empleados del Gobierno, les seran sagradas. Yo no participaba en
d( la fuerza.
pronto, permanec un ao mas de lo que era
Pero no podia prometer de quedartne basta nebr sobre la ciu !ad, que las mujeres y los cuanto al robo dellesoro es la siguiente: des mi intencin, mucbi coojra mis intereses, y
indiqu que sera mas prudente consiguiesen todo de esta opinin, pues sin embargo crea
permiso de las aotoridadt-s para hacerlo. K i qu-' si pudiese sacar mi familia habra el fi i de la guerra, y ellos entonces dijeron nios apenas >e atrevan salir de sus casas deque L>pes entr al poder, nunca ba tenido sufriendo grandes disgustas.
consecuencia pidieron y obtuvieron el permi aventajado eso, y entonces seria un deber que era ni-j ir salir de una vez, antes de y si lo hacan, era con temor, como si acaba- un tenedor de libos competente en su admiCre que en la catstrofe final podra ser
a la maana siguiente vinieron con sus1 mi quedarme. Con este objeto baj S
exasperar a Lipes quedao. lose, cu i 111 , f l seo de esperimentar el sacudimisnto de un nistracin y muy pob.iblemeate ni ha sabimoto, y presintiesen que otro iba tener do hasta muy recite nente el dinero que le de g^au utilidad, particularmente 4 los esFernando, ver al Presidente Lopes y con mas que probibl-j que al 'iu habran de ca
familias, 21 personas por tolo, y sea
tranjeros, y si la Asuncin se hubiese tomado
garon en li Lgacion. La maCnni s'guientr , ferenciar con el respecto al pas ge le Wasp en sus anieles garras. De acuerdo con esto lu -a . P ir mas de cincuenta aos el piis ha dejaron sus anteesor^s.
Desdees-' montlo, ba ido gistinilo en en Febrero, cuando los encorazados llegaron
arriba de la Escuadra Brasilera.
salieron el 13 de Julio las 12 del da, pero sido Iu galera de un Dionisio. Fu siempre
el D-. Antonino de las Carretas, que fu en
Lo encontr muy reserva lo, aunque ev- no antes de haberles mostrado la carta que la conducta de Francia y de A itonio Lip?z, fuerte escala, y prbo o.emente ninguna cueu- hasta ese punto, como cremos qua asi suceun liempo el gefe del Gobierno O-iental y uo
diera indudablemente hubiera podido salvar
dentemente deseaba que el'Wasp' >.- .
ibia' Benitez, en li cual esponu m:s qu i to lo lo que se deca llegase odos del ta exiet i se ha gurd ido junas de lo que se la vida de muchos que ahora aunca volvern
enemigo acrrimo de los brasilero, tero i
ha pagado por su rden .
que si cvese en roanos de los aliado, serial; antes d despedirme para regresar la razones para creer que el gobierno no poda Supremo.
Despus de la acoicion de la ciudad en 4 ver su patria otra vez. Pero cuando todos
tratado como lo fu Leandro Gon,s despus Asuncin prometime mandar mi caria al tener nada de serio contra ellos, y que en
Pero en los peores dias de Francia, el
Febrero,
luvo talvz opon .
contar ellos han sido iiitierfos encarcelados, y que
de la toma de Pasand, vino mi casi y capitn Kirkland bajo bandera de parlamento cuanto i Rodrigues, aunque as fue
gobierno fu paternal y suave compartido
nadie, ni hijo del piis ni estranjero, se atrey
ni
li
cartas
pira
adjuntar
bajo
mi
cusu
dinero
y
encoB-*
que
se
habla
pra
V
n
i
,
d-ve.[.
i
p
i
r
.
t
o
c
a
r
l
a
,
p
u
e
s
t
o
q
u
e
g
o
pidi alojamiento.
con lo <uc lia sido bao ds este jven hopee.
va 4 acercarse 4 mi casi, y que me enconbierta

sus
Comandantes
en
HumaitA
y
fl>
un
agujero
eu
su
soro.
Este
descubrimiento
Zilu
de
inmunidades
diplomticas.
Lo acompaaban Francisco Rodrigues LirII i blindo genle arrastrada la crcel no
I despus de traba 3n poder para auxiliar 4 cadie, crci
reta quien fut ol Paraguay como Secretario rap lity pa"a que permitiesen pisase el ,Mani esta carta Benitez en la misma solo por haberse espresido del modo mis no se hizo prohiEe .
'Wasp'
sin
ser
molesta
lo.
,i
mis
converalguius
meses
qui
luvo
lug
ir
el
traslado que habia ileg ido el momento de obedecer
tarde,
ycouu
todos
los
q'
no
pertenecan

la
de la Lgicion con el Dr. Vaaqui l Sagastu
inocente, y por no haber denunciado lo que
saciones
con
Lpez,
se
mostr
muy
desagraLuque.Ei
el
mb
de
Junio
supimos
que to- laa rdenes de mi gobierno y regresar los
Ligacin
ya
la
hablan
ab
u

ina
11,
cre
i
q
i

me el Ministro Oriental n sidente en 1862 yo


h ibian oido, sino tambin por uo haber rev
dado
de
que
hubiera
yo
admitido
tantas
perdos
esos
estrangeos
que
babiau
ganado
algn Estados Unidos.
podra
gozr
de
una
tiisle
tranquilidad.
Antes
los recib de la manera mas cordial y perma1.11 lo que nunca haban oido. Es un deber
Su muy respectuoso y obediente servidor.
sonas
dentro
de
mi
casa.
Habindose
despidinero
en
loa
ltiuos
afios,
y
con
probabilique
llegase
la
noche,
sin
einbirgo,
vino
una
necieron conmigo basta el 13 de Julio. En
el imiioiier cada uno e espa de todos los
CARLOS A. WASHBURN.
esa poca todos creamos que la guerra esta chado mi comunicacin volv la A uncin. niievi cirta pidiendo que tambin enl
dems, y desgraciado de aquel cuyos oidos dad lo tenin en os casas fueron arrestados
bi virtualmente conclu fa, y que dentro de El 'Wasp'sin embargo no subi en ese en- dos mieobros de mi Legacin, P. C. liss v
ijen cida palabra emitida en su p're" y enviados aguasab.jo. E itre eilos se encontraban inglesa, franceses, italianos, esmuy pocos dias la Asuncin estara en poder tonces mas arriba da la Escuadra, y quedamos i!, P. Masterman, cuyos nombres can ese c - sencial
, babiau sido eiviados desde mucha
de "los brasileros. Tal era el deseo universal todos en la duda, de si algo ven tria i salvarEl arresto de todos los majistrados civiles paoles, aleminey portugueses. El plan de
liampo atrs al Ministerio de H -liciones Es indicaban que no eran solo ios estrangeros Lpez parece hibr silo conseguier i
<fe lodos paraguayos y estrangeros. El dia 24 nos antes que fu
ido tarje,
los encorasadosjse acercaron & la Asuncin
Los arrestos de estrangeros continuaban, teriores.
los que se bibiiu hecho sospechosos L- ero, y entonces por amenapas y torturas
que estaba defendido por un pequeo fuerte mas, ctTii qu objeto y por que ofensas naA. estome opuse como podr vd. verlo por pez. Pero porque todo esto se hacia, nadie forsirios confear que eran conspiradores
que no tenia sino una piesa sin suficiente die podia imaginarlo. Las picis personas lajcorrepondeca publicada, y, defend
eu mi casi, como lo creo firmemente hasla ladrones del tesn publico. Eu vista de estas
calibre para daftar monitores encnraztdos que yo vi, eslabn mis asustadas y descon iu- v maniobrando del mejor modo que me abralo sabia. La correspondencia que se ha coi;fe->)es seriamoy probablemente ejecuy esta sola pieza tan mal montada, segn se fiadas que nunca Nada sin embargo de n fu posible, diciendo algu i is c isas altiigu
publicado, sin embargo, mostrar, qua eso tados obedeciendo a! principio pruime inform despups, que uo podia cargarse justicia ocurri basta que el 1(5 de Junio, fusile Lpez, los pule conservar 4 mi lado del 18 20 de Julio, el Gobierno sospech, los ladrones de comino otros asesinos que:
ni bajrselo suficnnte para poder hicer <!a- primero sorprendidos con la aparicin d-1 hista mi partida definitiva.
hizo como si tuviera sospechas de una i LOS MUERTOS NO HABAN. De como Lpez
Cnsul Portugus, Jos Mara Leite Pereira
fio =lguno.
AdmitP qoe intencionilmente prolongu li COni i que el ex-oJnlatra piensa escaparse :o i ,-l muero qoe a ha prc
Al aproximarse los brasileros este fuerte, y su esposa, quienes vinieron pe lir la pr,. carrespo-ndeiicia con la esperanza de s 'lar
- i u : Ira
b i en conniven curado Je este nudo, no lo s. Talvez croa
empesaron bacer fuego sobre el, pero sin leccin de mi casi, y de mi bandera. Bfl
di* personas. Sin embargo, fueron ar- ei i c > i "I
|ue baj > mi sello ofi-que alguna caonir.i de nacin neutral lo
bace'l" mal alguno. El fuerte contest con cuanto los acontecimiento! que siguieron i rastadn an momentos que ue icompafib^n cial bibii trasmitido la coiresponienoia en- tome 4 su bordo ton el importe da sus
media docena de tiros, unos treinta y cinco esto, me refieren por toda informacin la al vapor, cuaudo dejamos la Lsgacion, babien tre los conspiradores. Deb referir 4 V. E. 'queoseu el ltioo momento. Pero por la
cuarenta de ios encorozados, cuando estos correspondencia ya publicada. Eu primer do sido arrancados por la fuerza de mi lado, a 11 correspondencia publicada, para mostrar presente declaro e dinero que se ha proltimos, por razones que no me be podido es lugar el Gobierno deseaba saber si el men- }' puede Suponerse cual !n si lo 11 - i : q i - como intentaron mesclarme cou la coe-pira- curado no le pertenece.
plicar, dieron vuelta y se retiraron. Ningn cionado Leite Pereira eslab en mi casa. han corrido por lo que voy relatar mas ade- cion; lo mena, ceno instruido de que
Es propiel tic ciudadanos pertenecientes
dafio sufri el fuerte, y muy poco la ciulad. Contest afirmativamente pero negu al (j lante.
4 nac
fesc .tirio y'resten iruna
revolucin
se
tramaba.
Al
principio
pa
1
Una bala peg en el nueva palacio del Presi- bienio 1 derecho de averiguarme respecto
Quiera Dios qu- nadie esperim-.it,.' la pica recia que eslabn la i seguros de comprome- los 4 sus verdaderos dueos.
dente, pero el dafio sufrido fu insignificante. las personas qu; estiban en mi Legacin, sgurida'd 1 -''os ltimos dos meses y me lio terme, que empezaron por publicar la corV E. como el mundo entero estraar
Entonces supusimos qua los encorazados vol- y d - que s sabia sospechaba que ex
probablemente . 1U . Lop
I hombre
de mi villa 80 el Paraguay. Tener que v ir
vieran pronto reforzados, pero pasaba sema- all alguna persona perjudicial, debii fomu- bambres r-'n quienes um ba tenido la mas respondencia, p"ro despus de haber recibido que he descrito, sea servido con tanta fidelimi carta d e l 1 de Agosto, en la cua! demosna tras semana y mas un mes y m la poda- larse cargo especial de su ofens, aiitei qg .
dad y valor.
,, relacin durante meses, con quienes
mos saber dlo que pasaba ea el teilro de la estuviese yo en la obligado.) J : despedirlo. utio lu ili.soutd[o cuestiones de poltica bis- tr tantas contradicciones en las derlaracioEslo rucede enteramente por causa del
guerra. Suponiendo qne Lpez estaba encerPasaron mas dos semana, despus de la tirii i,i ' dn, cambiando 1 monotona de aeshechas par el acusadoprobablemente
bajla impresin di It loriara- 'uspendie- miedo y salvo la escepcion de unos cuautos i
rado dentro de sus trincheras alrededor de primera vez que se le vino i buscar antes
i el juego del billar, y ,|e las no- ron todi publicacin. Pero no estaba an el ca que se prestan 4 ser voluntariamente su
Humait, y que le sera imposible el escapar que se repitiese, y en el entretanto, todos
1
con alguna parle considerable de su ejrcito, alimentamos la esperanza que ya no seria e b e s o u 1'- ! uJ''"S' de whist, y nabar qU es- rcter de Lopes mostrar magnaui;uidad, ni instrumentos de sus crueldades, COMO SU i
teja
mism
"
"Ubres con quienes uno hablaba aun justicia, reconociendo que Inbia cado eu liUSiuD, su 0s;io uis Cumiuos, Sano6rt
cremos que la duracin de la guerra era so molestado. Todi su ofe: - , i i cuanto p 11 -. 3
, jbre. ii fiituacirpn pod-im dentro de una Ii '- Le
-'tt-d Jaeoapo, unta IIU , n u o m ( . . f D l W " ' - i b ; r , h ITj
II Jiubres-flua-l* " i*> ruajilgs altos .que Jsuu mostrado era l(
, |fl
.(.,r' cagrttlvVis y fusilados lentro
nos. Asi siguieron tas cosas all huta que el entre genle civilizada e cousid rar.l ,
de | la conoc MI cataran diapuestos mis bien |nrfor en ej-cutir sus proyectos sangumalertamente me conceder I acreditarle Je un valor comn que d mag- nos, no hay hombre, mujer nio no ej-,
1. de Abril supimos por primera vez que ain meritorio, de gastar tolo su dinero,
v
Lpez habia abandodado Paso Puc, y habia todo el que pudo obtener prestado, pira ali- - Bi qu 6' ' -' ' " ' suficiente pora convertir I nanimidad, y nuncas' le tic'o
eso, (el espinando aun ni su madre, hormona o\
en febril
inquieto e! ~i 11 1; un hombre | valor) sino en el S Jininaroi
cual l hermanos) que no daran gracias 4 Dios si lo |

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