ANTONIO CARLOS WOLKER Introduccion Al Pensamiento Juridico Critico
ANTONIO CARLOS WOLKER Introduccion Al Pensamiento Juridico Critico
ANTONIO CARLOS WOLKER Introduccion Al Pensamiento Juridico Critico
INTRODUCCIN
AL PENSAMIENTO JURDICO
CRTICO
CAPTULO 3
n captulos anteriores ha quedado demostrado que las transformaciones sociales, polticas y culturales por las que atraviesa la sociedad burguesa capitalista, acompaadas de las crisis y los cambios de los
paradigmas dominantes en las ciencias humanas y en la filosofa de las
ciencias, han tenido profundas consecuencias en la teora tradicional
del derecho y han puesto en evidencia de forma permanente los lmites
y disfunciones de sta. La crisis de los modelos normativos tcnicos y
formales establece condiciones para el surgimiento de orientaciones
tericas que cuestionan y superan el reduccionismo normativista.
Toda esa revisin crtica del derecho dominante, marcada por la
crisis de legitimidad y por la crisis de produccin y aplicacin de la justicia, ha producido un amplio movimiento transcontinental de crtica
jurdica, aunque de forma heterognea y no sistemtica. Este movimiento no se reduce a una nica y particular teora crtica del derecho,
sino que comprende mltiples tendencias, corrientes o formulaciones
crticas que surgen de matrices ideolgicas y cientficas distintas, y reflejan las condiciones sociopolticas que predominan en sus pases de
origen.
Teniendo presente la especificidad de cada proceso histrico, es posible intentar una clasificacin de la crtica jurdica en cuatro grandes
ejes epistemolgicos: 1) Critical Legal Studies (estudios jurdicos crticos): movimiento de crtica norteamericano, pero cada vez con ms influencia en la cultura angloamericana; 2) Association Critique du Droit
(Asociacin de Crtica Jurdica): surge y se desarrolla en Francia, y cuenta
con una gran aceptacin en el Tercer Mundo y en Amrica Latina (principalmente en Mxico y Brasil); 3) Uso Alternativo del Derecho: postura
45
Su perspectiva histrico-ideolgica transpone la herencia del realismo jurdico liberal para llegar a la contundente crtica social de todo el
saber doctrinario y la prctica judicial positiva. La reconstruccin de las
categoras y de los procedimientos oficializados favorece una estructura
alternativa situada claramente a la izquierda del sistema (Zuleta
Puceiro 1987a, 114-115). Tal postura puede ser detallada en los fundamentos de los Critical Legal Studies, sustentados en algunos presupuestos tericos de la fenomenologa, del historicismo social (E. Thompson),
del estructuralismo francs (Foucault) y, fundamentalmente, del
neomarxismo (Gramsci, Habermas, Offe). De todos estos referentes,
indiscutiblemente la influencia ms fuerte sobre los Critical Legal
Studies fue la del marxismo. En realidad, () fue la primera vez que un
grupo de investigadores/juristas americanos tomaron en serio el marxismo (Abel 1988, 88). Tras una breve incursin en los textos de autores clsicos como Pashukanis, los adeptos de los Critical Legal Studies
acabaron por repudiar las corrientes positivas y deterministas del marxismo y se concentraron en el estudio de una superestructura relativamente autnoma: el derecho como ideologa (C. Summer), legitimacin
(A. Hyde) y fuerza hegemnica (E. Genovese) (Abel 1988, 88).
Teniendo en cuenta tales presupuestos, es posible constatar que los
Critical Legal Studies tienen como finalidad, por un lado, denunciar las
tensiones y las contradicciones entre los ideales normativos y la estructura social y, por otro lado, cuestionar interdisciplinariamente las
formas bajo las cuales el derecho ejerce su papel institucional en los
procesos de integracin y estabilizacin de los fenmenos de poder en la
sociedad (Zuleta Puceiro 1987a, 115).
Parece claro que en la pretensin de los Critical Legal Studies la
apreciacin tradicional permite la inclusin de un tipo de interpretacin en que las nociones de estructura, contenido, ideologa y contexto
abren el anlisis textual y funcional a enfoques nunca antes practicados
() (Zuleta Puceiro 1987b, 117). Zuleta Puceiro estima, acertadamente,
que el dogma de la neutralidad y objetividad del discurso jurdico no es
otra cosa que un mecanismo privilegiado de afirmacin de intereses y
de reproduccin de formas establecidas de jerarqua social (Zuleta
Puceiro 1987b, 122). Por esta razn,
la teora crtica debe ser entendida () como un intento por desenmascarar este estado de cosas y, a partir de ello, definir una
funcin alternativa del derecho y de la ciencia jurdica (). La
teora crtica del derecho, en su versin norteamericana, es emprica aunque sin que ello signifique que se reduzca a un enfoque
47
48
Sobre este punto, agradezco las informaciones y los textos sobre los Critical Legal Studies
cedidos por los profesores Enrique Zuleta Puceiro y Jos Eduardo Faria. Un balance de la
situacin actual de la teora crtica del derecho en el pensamiento norteamericano puede
ser encontrado en Zuleta Puceiro (1987b, 123-124) y en Mangabeira Unger (1983). Csar A.
Rodrguez (1999) ha hecho un anlisis introductorio y actualizado de los Critical Legal
Studies.
49
50
Para un anlisis ms completo del movimiento crtico francs, vanse algunas de las obras
que tuvieron una significativa repercusin en este campo: Bourjol (1978), Miaille (1979,
1985), Gleizal (1980).
51
52
Droit, en la actualidad Miaille no concibe el derecho como la nica instancia ideolgica superestructural, sino como una forma especfica del
modo de produccin y de relacin social capitalista. Incorporando categoras de Gaston Bachelard, Miaille deja de considerar el marxismo como
una ciencia acabada, y opta por una epistemologa que se va construyendo y superando poco a poco. Vale la pena aadir que aunque la
Association Critique du Droit no constituye en estricto sentido una escuela doctrinaria con un proyecto terico cientfico acabado, es innegable su influencia en las principales ideas del movimiento francs en el
mbito del pensamiento jurdico crtico de numerosos pases de Europa
y principalmente de Amrica Latina (Mxico y Brasil). Internamente,
entre tanto, ms all de su primera fase de crtica total al formalismo
dogmtico de los aos setenta, se puede constatar hoy en da que aunque el movimiento haya tenido una buena produccin intelectual y haya
sido aceptado por el establecimiento de la poca, no consigui alcanzar
todos sus objetivos. Esto se explica no tanto por la obstruccin o supremaca de los juristas positivistas, sino por el propio cambio, evolucin y
fragmentacin de los juristas crticos.3
Finalmente, y aunque sea independiente de la Association Critique
du Droit, no podemos olvidar la destacada contribucin terica de AndrJean Arnaud a la filosofa y la sociologa jurdicas francesas contemporneas. Los anlisis crtico-estructurales de Arnaud tienen incidencia
tanto en preocupaciones de corte semiolgico retrico sobre el Cdigo
Civil francs y las prcticas y los discursos de los juristas, como en reflexiones que convergen hacia una sociologa del desvo y del discurso
de la razn jurdica (vanse, para una mayor comprensin del pensamiento del autor: Arnaud 1975, 1981, 1988, 1991a, 1991b, 1999; Arnaud,
en Arruda Jr. 1992; Arnaud y Dulce 2000). Despus de llevar a cabo en
Espaa, como director cientfico, un trabajo de importancia significativa para la implementacin y expansin del Instituto Internacional de
Sociologa Jurdica de Oati, este autor ha estudiado en los ltimos
aos la relacin del derecho con los temas del pluralismo, la
interdisciplinariedad, la regulacin, la posmodernidad y la globalizacin.
En este sentido, vale la pena mencionar una nota adicional de este movimiento: el tema al
cual un discurso desmitificador como el de Michel Miaille da prioridad no es la incisiva crtica
sociolgica del derecho, sino ms bien la crtica interna al propio derecho.
53
54
berger y Dieter Hart) (vanse Lpez Calera et al. 1978, 67; Saavedra
Lpez 1978; Barcellona, Hart y Mckenberger 1983).
Apoyndose en presupuestos del pensamiento neomarxista contemporneo que explotan las fisuras, antinomias y contradicciones del orden jurdico burgus, los seguidores del modelo alternativo del derecho
enfatizaban dos temas: de un lado, la estrecha relacin entre la funcin
poltica del derecho como instrumento de dominacin y las determinaciones socioeconmicas del modo de produccin capitalista, y del otro,
el papel del poder judicial, que asegura el statu quo establecido, actuando no slo como instrumento ideolgico del Estado sino como instrumento de represin y control institucionalizado. La tradicin liberal
individualista ha demostrado que el poder judicial no es una instancia
neutra e independiente en la esfera de la maquinaria estatal, al servicio
de las libertades y por encima de los antagonismos de clase (Zuleta
Puceiro 1981, 251; Lpez Calera et al. 1978, 71). Sobre este punto,
Ferrajoli resalta la necesidad de desenmascarar ciertos postulados ideolgicos de la cultura jurdica burguesa, tales como la apoliticidad, la
imparcialidad y la independencia de los jueces (Lpez Calera et al. 1978,
17). La contradiccin reside en el hecho de que el poder judicial, no
obstante su apariencia de neutralidad, no es ms que una institucin de
naturaleza poltica, reflejo de la dinmica misma de poder del Estado
capitalista. Mientras que Barcellona insiste en la obligatoriedad de la
funcin poltica del derecho y en la necesaria legitimacin de una praxis
emancipadora, Ferrajoli afirma que la prctica alternativa no debe solamente convertir las contradicciones del derecho burgus en un proceso
de emancipacin de los sectores populares sino que debe definir claramente la insercin de la magistratura y del poder judicial en la ampliacin de los posibles espacios democrticos (Barcellona y Cotturri 1976,
254; Lpez Calera et al. 1978, 40).
En esa perspectiva delineada por los tericos del Uso Alternativo del
Derecho, la dimensin poltica del ente judicial en la sociedad de clases
es evidente a partir de su estructura rgidamente jerarquizada cuyo
vrtice, al cual se llega por indicacin poltica o por seleccin rigurosa,
cumple el simple papel de homologar y reducir a una entidad los criterios de las instancias inferiores. (Faria 1984b, 171). En ese caso, lo que
los defensores del uso alternativo proponen, entre otras cosas, es justamente la prolongacin del proceso hermenutico en las instancias menores, ocupadas por jueces ms jvenes y ms sensibles, a las
reivindicaciones de los sectores populares (Faria 1984b, 171).
Se critica con frecuencia al Uso Alternativo del Derecho como producto reformista que no rompe radicalmente con la legalidad burguesa
y que busca explotar y operar por encima de la crisis socioeconmica de
algunos pases del capitalismo europeo avanzado. Ahora bien, en lo que
respecta a las posibles crticas al movimiento alternativo, hay que tener
como en el caso de Andrs Ibez una postura realista basada en el
reconocimiento de que las contradicciones no estn jams ausentes del
sistema jurdico capitalista. Por encima de todo, no se pretende con los
juristas alternativos, como muchas veces se exclama, introducir la
contradiccin, la inseguridad y la duda en el mundo del derecho, considerado tradicionalmente como salvacin a los vaivenes que sacuden los
dems niveles de la estructura social (Ibez 1978, 85). En este sentido,
no es que se quiera romper la armona jurdica, que por dems se
considera inexistente, ni tampoco arrastrar al juego poltico a un
juez (...) pues lo cierto es que ni los lmites entre poltica y derecho
son ntidos, ni resulta posible lograr que un magistrado deje de
ser antes o al mismo tiempo juez-ciudadano, con todo lo que esto
implica. (Ibez 1978, 85)
Finalmente, en la evolucin de determinados sectores del pensamiento crtico italiano (generalmente identificado con posturas antidogmticas reformistas) es preciso mencionar el paso hacia un
eclecticismo moderado, muy prximo de algunas posturas analticas, o
hacia una creciente tendencia a las tesis garantistas4. En su fase ideolgicamente ms ortodoxa, el movimiento del Uso Alternativo del Derecho repercuti principalmente en las reas de derecho civil procesal.
Posteriormente, avanzando en direccin de las variantes pluralistas,
analticas y neomarxistas, incidi con ms fuerza en el derecho penal y
en la criminologa. En ese contexto, aparecen con mucha relevancia los
trabajos de Luigi Ferrajoli y Alessandro Baratta, ampliamente divulgados en la revista Dei Delitti e Delle Pene, especializada en investigaciones y estudios histricos sobre cuestiones criminales (Baratta 1986,
Ferrajoli 1995, Resta 1992).
Hace muchos aos que la temtica del uso alternativo del derecho no merece ms atencin
y dej de ser la preocupacin del antiguo grupo italiano de los aos setenta, principalmente
de sus fundadores, como Pietro Barcellona. Este autor, que lleg a integrar el Consejo
Superior de la Magistratura italiana (1976-1979) y fue diputado del PCI (1979-1983), hoy en
da, adems de ser catedrtico de instituciones de derecho privado en la Universidad de
Catania y de ejercer las funciones de director de la revista Democrazia e Diritto, ha investigado sobre la relacin del derecho con la democracia, con la posmodernidad y con la
bsqueda paradigmtica de una nueva comunidad. Una confirmacin de esta realidad
puede verse en Barcellona (1995, 1996a, 1996b).
55
56
Para un examen ms completo y atento de las principales tesis de este ltimo autor sobre
el derecho, ver Habermas 1997.
57
58
dialcticamente, la instancia crtica en una praxis social. Por consiguiente, la teora crtica del derecho se vuelve la instancia crtica ms adecuada para transformar y orientar la praxis hacia la propia emancipacin,
ya que este derecho crtico as producido por medio de la crtica se
eleva como una forma de emancipacin humana, una utopa concreta,
una praxis libertadora.
() el derecho crtico es la verdad de una sociedad que, por medio
del derecho, disolvi el velo de la ideologa y de la represin, una
sociedad que desenmascar el derecho de la dominacin y que se
abri crticamente al dominio del derecho. () Solamente el derecho crtico que penetra y desarticula las relaciones de poder
social, econmico y poltico en vez de legitimarlas es el que puede ser la expresin real de la verdadera sociedad humana. (De
Giorgi 1979, 141-142)
comprometida; su formalismo neutro y esterilizado tiene la ventaja de servir y justificar a todos aquellos que estn en el poder, cualquiera que sea el discurso poltico-ideolgico conservador o el progresista de
izquierda (Lorca Navarrete, en Fass 1981, 372-373)6.
Entre los ms importantes autores espaoles con propuestas jurdicas crticas podemos citar a Nicols M. Lpez Calera, Elas Daz, Juan
Ramn Capella y Joaqun Herrera Flores. Probablemente, Nicols Lpez
Calera, profesor catedrtico de la Universidad de Granada, es el representante ms importante del Uso Alternativo del Derecho. Despus de
un recorrido por el jusnaturalismo neoescolstico, evolucion radicalmente en los aos setenta hacia un pluralismo social que pasa por el
hegelianismo y por el estructuralismo, llegando a la prctica alternativa del derecho. Adems de estar encargado de la revista Anales de la
Ctedra Francisco Surez y de ejercer la presidencia de la Sociedad
Espaola de Filosofa Jurdica y Social, Lpez Calera ha publicado numerosos trabajos de investigacin sobre temas como: Hegel y los derechos humanos, Gramsci y el derecho, la legitimacin democrtica del
derecho, la democratizacin moral del derecho, la naturaleza dialctica
de los derechos humanos, filosofa del derecho como teora crtica, derecho y tolerancia, galantismo jurdico, y los derechos colectivos (Lpez
Calera 1985, 1992a, 1992b, 2000).
Elas Daz, catedrtico de la Universidad Autnoma de Madrid y director de la revista Sistema, es reconocido como el defensor intelectual
del pluralismo poltico, pasando de un sociologismo historicista a posiciones ms formales y eclcticas, prximas al pensamiento analtico.
Las preocupaciones jusfilosficas de Elas Daz comprenden una totalidad que refleja la continua interaccin de las perspectivas cientficonormativas, sociolgicas y filosficas. El autor aboga por una conciencia
crtica superadora de la positividad instituida, marcada por intereses
tanto axiolgicos como sociojurdicos. En su filosofa crtica, el derecho
(sistema de legalidad) aparece como emanacin de un determinado sistema de intereses y valores (sistema de legitimidad en sentido amplio),
pues todo sistema de legitimidad intenta realizarse a travs de un determinado sistema de legalidad (Lorca Navarrete 1981, 374-375). Para
l, son tres los niveles en los cuales (...) se manifiesta la legitimidad: la
legitimidad impuesta por una legalidad (investigacin propia de la ciencia del derecho); la legitimidad racional, entendida como crtica radical
6
Estas observaciones son el resultado de una entrevista del autor de este libro con el profesor
Enrique Zuleta Puceiro en Buenos Aires, el 30 de noviembre de 1988.
59
60
de los dos niveles anteriores y que viene a constituirse en el tema central de la filosofa del derecho (Lorca Navarrete 1981, 374-375. Ver tambin Daz 1977, 1979, 1980). En consecuencia, en la concepcin de Elas
Daz, la filosofa crtica del derecho debe estar siempre dispuesta a cuestionar y reubicar cada uno de esos niveles en la percepcin totalizadora
de la realidad jurdica. En sus ms recientes trabajos, Daz se ha ocupado no slo de la funcin de las instituciones polticas y de los nuevos
movimientos sociales en la construccin del socialismo democrtico,
sino principalmente de la funcin de establecer los criterios adecuados
para una teora de la legitimidad (democrtica) y una correlativa teora
(crtica) de la justicia (Daz 1984, 21-73; 1988a, 41-67; 1988b, 667-681;
1993).
Por otra parte, distancindose del jusnaturalismo y del positivismo
jurdico, Juan Ramn Capella adopta una postura terica claramente
ideolgica, centrada en la transformacin radical del orden jurdico burgus. Estamos frente a un ensayista eclctico y un conferencista polmico, con intereses mltiples que van desde las incursiones sobre la
filosofa marxista, los problemas tericos relacionados con la ciencia y
la lgica, hasta los problemas de ecologa, pacifismo, feminismo y armamentismo. En opinin de algunos crticos, Capella no cuenta con un
trabajo profundo ni rigurosamente acabado del derecho, que comience
con una propuesta jurdica de corte lgico-analtico que luego evolucione hacia una orientacin antiformalista y crtica. En funcin de esas
ideas y de algunas posturas ideolgicas incisivas defendidas en su libro
Sobre la extincin del derecho y la supresin de los juristas, el autor
acab desencadenando una amplia discusin en la cual defiende que
el jurista fue, en el pasado, el intelectual orgnico privilegiado de
las clases dominantes en una sociedad dividida en clases (...) Hoy,
el objetivo no es nicamente la realizacin de una sociedad nueva
con su correspondiente Estado; el objetivo es la conquista de una
comunidad (...) La realizacin de la comunidad deja de requerir la
democracia (...), la democracia, en el mejor de los casos, es la
sumisin de la minora a la mayora (), deja de exigir libertad
poltica () y deja de exigir justicia () Ahora bien, el derecho de
tipo nuevo se sale del cuadro de todo derecho anterior () [ya que
lo que permite el] carcter liberatorio a este nuevo tipo de derecho es la remisin continua hacia la articulacin de la sociedad
civil. (Capella 1977, 35, 71, 77, 99; Lorca Navarrete 1981, 377)
recho como instrumento del dominio de clase, y por otro lado, profundizar en el estudio del carcter ideolgico del derecho y de la doctrina de
los juristas (Puiqpelet 1987, 30-31; Capella 1976, 1979, 1993, 1997).
Pero la crtica radical y la tradicin de los estudios jurdicos de vanguardia no se encuentran nicamente centrados en el grupo de Juan
Ramn Capella en Barcelona. En los aos noventa se destac el trabajo
de algunos investigadores de la Universidad de Sevilla, entre los cuales
se encuentran Antonio Enrique Prez Luo y David Snchez Rubio, as
como el crculo crtico del programa de doctorado en Derechos Humanos y Desarrollo de la Universidad Pablo de Olavide, coordinado por
Joaqun Herrera Flores.
Marcado por un pensamiento eclctico y pluralista, Antonio Enrique
Prez Luo, catedrtico de filosofa del derecho en Sevilla, es el autor
de una extensa produccin jurdica que cubre mltiples reas como la
ciberntica, la informtica, los derechos humanos, las nuevas tecnologas y la seguridad jurdica (Prez Luo 1976, 1986, 1991, 1992). Joaqun Herrera Flores es profesor titular de filosofa del derecho en Sevilla
y autor de diversos ensayos publicados en revistas especializadas; se ha
interesado en el anlisis del fenmeno jurdico a la luz de los problemas
de la democracia, de las necesidades humanas y de los valores. En su
trabajo Crtica jurdica y estudios de derecho, apunta que la crtica
jurdica est fundada en los principios de reflexividad, complejidad y
esperanza. En su tesis de doctorado articula premisas tericas, polticas
y axiolgicas de la Escuela de Budapest con el concepto de derechos
humanos, destacando el papel de un sistema de necesidades radicales
(Herrera Flores 1987, 403-431; 1989; 1993a; 1993b, 87-93; 2000).
No se puede terminar esta breve caracterizacin sin referir el trabajo de dos jvenes jusfilsofos, David Snchez Rubio y Francisco J.
Contreras Pelez, egresados del sector crtico del Departamento de Filosofa del Derecho de la Universidad de Sevilla. Discpulo y excolega de
Herrera Flores, David Snchez Rubio se presenta actualmente como el
principal interlocutor espaol dedicado a construir una legalidad alternativa, teniendo como base los presupuestos de la filosofa de la liberacin latinoamericana. Esta propuesta, que hace parte de un humanismo
dialctico, queda clara en su bellsima tesis de doctorado, titulada Proyeccin jurdica de la filosofa latinoamericana de la liberacin. Aproximacin concreta a la obra de Leopoldo Zea y Enrique Dussel, publicada
bajo el ttulo Filosofa, derecho y liberacin en Amrica Latina (Snchez
Rubio 1999). Resulta loable el conocimiento, inters y simpata de
61
62
Snchez Rubio por la filosofa de la liberacin y por el derecho alternativo en Brasil, profundizacin terica de un campo de estudio ya abordado en la experiencia y en la prctica efectiva de Jess Antonio de la
Torre Rangel en Mxico.
Francisco J. Contreras Pelez, quien curs sus estudios de doctorado en Sevilla, es hoy en da profesor de filosofa del derecho en la Universidad de Huelva. Sus principales investigaciones han sido sobre la
historia del pensamiento jurdico-poltico, la teora de los derechos humanos y ante todo sobre la dimensin ideolgica de los derechos sociales (Snchez Rubio 1994, Contreras Pelez 1994).
Para finalizar, aunque exista una nica escuela jurdica crtica en
Espaa, es preciso mencionar el significativo y renovador trabajo (en el
rea de las prcticas judiciales alternativas por medio de la hermenutica crtica) del grupo Jueces para la Democracia, cuyo representante
principal es Perfecto Andrs Ibez (1978).
El dilogo y la interaccin entre derecho y ciencias humanas producen problemas especficos relacionados con la articulacin de las disciplinas, de lo cual se desprende la necesidad de abordar dos cuestiones
preliminares esenciales: aquella que trata sobre la naturaleza del dilogo y la relacionada con el objeto del dilogo.
La cuestin de la naturaleza del dilogo consiste en que para justificar el dilogo entre derecho y ciencias humanas existen respuestas de
naturaleza pluridisciplinaria, transdisciplinaria e interdisciplinaria. Para
Franois Ost, la pluridisciplinariedad se refiere a la yuxtaposicin (o la
suma) de disciplinas que produce objetos tan diferentes como perspectivas de iniciacin, mientras que la transdisciplinariedad, abandonando
los puntos de vista particulares de cada disciplina, produce un saber
autnomo, creando nuevos objetivos tericos y aplicando nuevos mtodos. Estamos frente a una integracin de disciplinas (), que construye
algo nuevo y comn (Ost 1978, 6-7). Desde este momento, la interdisciplinariedad es el dilogo que
se produce a partir del campo terico inicial de una disciplina
analizada, que desarrolla problemas recortando total o parcialmente aquellos dilogos elaborados por otra disciplina. Se trata
aqu de una articulacin de disciplinas. () La cooperacin
interdisciplinaria permite el dilogo, respetando las diferencias
especficas y buscando realizar una especie de traduccin cientfica de un lenguaje para otro. (Ost 1978, 7-8)
63
64
jurdica) para que, enseguida, stos sean investigados dentro de la perspectiva externa, dndole prioridad al discurso que informa la filosofa
(epistemologa), la sociologa, la lingstica, el psicoanlisis, etc. Una
interpretacin significativa de la racionalidad jurdica (a partir del
metadiscurso epistemolgico-psicoanaltico) se encuentra en la obra
Droit, Mythe et Raison, de Jacques Lenoble y Franois Ost (1980, 1213)7. En la obra de Franois Ost parece claro que toda investigacin de
carcter interdisciplinario debe reflejar una intencin crtica y emancipatoria.
A finales de los aos ochenta, las tendencias del grupo belga se encaminaron hacia las
cuestiones relativas a la teora de la regulacin en el derecho y hacia las formulaciones
jurdicas sistmicas. Ver Van der Kerchove y Ost (1988). En la dcada de los noventa,
Franois Ost (1997) incursion en los problemas ambientales.
Aqu tambin podemos mencionar a Antnio Manoel Hespanha, profesor del Instituto de
Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Lisboa, como uno de los ms importantes
investigadores crticos en el mbito de la metodologa histrico-jurdica y de la historia
institucional moderna. Sus obras A Histria do Direito na Histria Social (1978), Histria das
Instituies. pocas Medieval e Moderna (1982), Justia e Prospectiva (1993) y Panorama
Histrico da Cultura Jurdica Europeia (1997), acentan la dimensin social y cultural del
derecho y de las instituciones jurdicas.
propios. Cada una de estas categoras alcanza una forma de comunicacin y una estrategia de toma de decisiones, de la siguiente forma:
La retrica se basa en la produccin de persuasin y de adhesin
voluntaria por medio de la movilizacin del potencial argumentativo de secuencias y artefactos verbales y no verbales, socialmente aceptados. La burocracia se funda en la imposicin
autoritaria a travs de la movilizacin del potencial demostrativo del conocimiento profesional, de las reglas formales generales
y de los procedimientos jerrquicamente organizados. La violencia, por su parte, se basa en el uso o en la amenaza de la fuerza
fsica. (Santos, en Soares et al. 1985, 81; ver tambin Santos 1998,
91-101)
La especificidad de la legalidad capitalista radica en el funcionamiento y la interaccin conjunta de estos tres requisitos que, una vez
estructurados, establecen relaciones en los niveles de covariacin cuantitativa, de combinacin geopoltica y de interpenetracin cuantitativa (Santos, en Soares et al. 1985, 81-83; Santos 1983, 143-145). Para
Santos, el modelo jurdico estatal capitalista se ha caracterizado, en los
ltimos dos siglos, por la retirada gradual de la retrica, relegada a las
reas dominadas de la periferia poltico-econmica, as como por la expansin progresiva de la burocracia y de la violencia, predominantes en
la esfera del ncleo hegemnico.
La configuracin de este modelo terico permite alcanzar formas
para superar la crisis del paradigma tradicional del derecho, definiendo
profundas reformas cualitativas que favorecern el surgimiento del
modo de produccin jurdico dominado por la retrica. Aunque reconozca el tipo de reforma que pasa por la administracin tecncrata de
la justicia, Santos se interesa por modelos alternativos de administracin de justicia, tales como la informalizacin/deslegalizacin de la
justicia, y la justicia comunitaria, a travs de la mediacin o de la
conciliacin, que comprende la creacin de procesos, instancias e instituciones relativamente descentralizados, informales y desprofesionalizados que sustituyan o complementen () la administracin tradicional
de la justicia para volverla, en trminos generales, ms rpida, ms
barata y ms accesible (Santos 1983, 140). Esas reformas hacen posible
la construccin de otro derecho, un modelo jurdico que limitar y restringir el espacio de dominacin de las categoras de burocracia (dominio de la jerarqua normativa) y de violencia (ordenacin de la
legitimidad bajo coaccin) y que promover igualmente la expansin de
la retrica como proceso dialgico de negociacin y de participacin.
En la formulacin del nuevo paradigma jurdico estatal hay que consi-
65
66
67
68
de Investigaciones Jurdicas. En 1996, Correas se vio obligado a abandonar este Instituto, pasando por la Facultad de Ciencias Polticas y establecindose en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias10.
Oscar Correas, jurista argentino radicado en Mxico, se perfila como
uno de los principales tericos del pensamiento crtico mexicano y uno
de los responsables directos del xito de las publicaciones de Crtica
Jurdica. A partir de presupuestos de ndole marxista, Correas hace una
crtica contundente al derecho moderno. Oponindose a la crtica jurdica formal del positivismo, el autor defiende una ciencia jurdica material dirigida a los contenidos normativos como consolidacin de los
fenmenos socioeconmicos. En su obra Ideologa jurdica, Correas busca
demostrar, mediante una serie de ensayos, los problemas y los lmites
de las concepciones del derecho derivados de la distincin/oposicin estructura-superestructura y de algunas imprecisiones de la teora de
Pashukanis, as como del proceso de funcionamiento de la normatividad
capitalista en el mbito del derecho civil, laboral, econmico, pblico,
penal, etc. De su trabajo se desprende la propuesta de que el derecho es
una forma social, es decir, una de la formas de existencia de las relaciones sociales, sin reducirse a un simple fenmeno econmico esencial ni a la forma que le es dictada por el Estado. La forma jurdica
(apariencia concreta) es la forma especial normativa de existencia de
los fenmenos bsicos. () El objetivo de la crtica es esa dimensin
normativa que comnmente llamamos jurdica, dimensin que no est
separada de lo econmico sino que es su modo concreto de existencia
(Correas 1983, 15, 38-39).
Avanzando en su crtica al derecho moderno e inspirndose en la
teora del valor propuesta por Marx en El capital, el autor plantea, en
su obra Introduccin a la crtica del derecho moderno, que las normas
del sistema (la circulacin de mercancas, la compra y venta de la fuerza
del trabajo y la circulacin del capital) son la expresin del fenmeno
econmico exclusivamente capitalista. As, queda demostrado que el derecho moderno contiene una lgica, una estructura que no es sino la
forma normativa de las exigencias de la reproduccin ampliada del capital (Correas 1986b, 7-8). En sus posturas ms recientes, el autor de10
Adems de la revista Crtica Jurdica, que desde el nmero 17 de 2000 est siendo publicada
por las Facultades de Brasil con apoyo del Centro de Investigaciones de la UNAM y de la
Universidad de Sonora, registramos la existencia de otras revistas crticas como Alter e Inter
Criminis (del Inacipe). A propsito del marxismo jurdico en Mxico y en Amrica Latina,
vase De la Torre (1989, 157-195).
muestra su inters tanto por las investigaciones que incluyen una crtica de naturaleza sociopoltico desmitificadora del formalismo kelseniano,
como por los anlisis del derecho indgena, del pluralismo legal, de la
racionalidad jurdica y de la poltica del derecho entendida como crtica
jurdica11. Al parecer de Oscar Correas, la crtica jurdica, aunque sea
una forma de la teora crtica del derecho, no debe ser confundida con
sta, ya que opera con base en datos concretos al paso que objetiva la
aplicacin de una prctica poltica transformadora. Por su parte, la teora crtica, como su propio nombre lo indica, incide fundamentalmente
en la esfera de la especulacin y de la teorizacin.
La contribucin terica del jurista Jess Antonio de la Torre Rangel
(profesor de la Universidad de Aguascalientes e integrante de la Escuela Libre de Derecho) es la ms original e innovadora propuesta de
epistemologa jurdica crtica, dedicada a la liberacin popular latinoamericana. En las obras El derecho como arma de liberacin en Amrica
Latina y El derecho que nace del pueblo, De la Torre deja en claro su
crtica a los diversos modelos de normativismos formales predominantes en la cultura burguesa occidental, as como su opcin por un
jusnaturalismo histrico adecuado a Amrica Latina. Este ltimo se basa
en los principios de la filosofa de la liberacin, lo cual permite
reconsiderar la problemtica justicia/bien comn y contribuye estratgicamente a la crtica permanente del sistema social vigente. Para De
la Torre, es preciso buscar la superacin de la juridicidad moderna existente, ya que el derecho vigente es mucho ms expresin de injusticia
y opresin que de justicia. () La injusticia instalada en nuestra sociedad latinoamericana no se debe a que el derecho no se aplica, sino a la
aplicacin misma del derecho vigente (De la Torre 1984, 23). En la
nueva organizacin de la sociedad, el derecho deber nacer del pueblo,
un derecho desde la perspectiva de los oprimidos con el carcter de
creadores, un derecho encarado como instrumento de lucha y de cambio social en Amrica Latina (De la Torre 1984, 14-15; 1986a, 12-13;
1991; 1992; 1997; 1998; 2001).
Para este autor, no hay duda de que la conquista de los derechos por
parte del pueblo no se lleva a cabo necesariamente por medio del derecho positivo dominante, ya que el pueblo puede manejar tambin conceptos basados en el sentimiento de justicia, surgidos de su propia
11
Estas preocupaciones fueron demostradas en varios ensayos. Vase Correas 1989, 403-413;
1990, 35-51. El avance de las posturas epistemolgicas puede comprobarse en sus ms
recientes libros (Correas 1994a, 1994b, 1995a, 1995b).
69
70
12
71
72
En el contexto progresista latinoamericano, la vasta produccin crtica de Novoa, aunque fuertemente marcada por un radicalismo jurdico marxista, ha tenido una amplia repercusin que sobrepasa las
fronteras de su pas de origen.
Igualmente ejemplares son los esfuerzos tericos del abogado popular chileno Manuel Jacques, profundamente comprometido con las prcticas y los servicios legales alternativos considerados como un proceso
innovador y transformador. Su intento se resume en buscar una abogaca orientada hacia la satisfaccin de necesidades fundamentales (supervivencia, subsistencia y realizacin del individuo y de la persona
humana), capaz de transformar el orden establecido y de avanzar en la
construccin de una nueva utopa como expresin de un proyecto real
de liberacin, socializando el derecho y edificando la normatividad a
partir de las realidades cotidianas. En sus ensayos ms recientes principalmente en Una concepcin metodolgica del uso alternativo del
derecho, Jacques propone la sistematizacin, la metodologa y los contenidos para el ejercicio de los llamados servicios legales alternativos.
Frente a la construccin terico-prctica ya estructurada, estos programas han sido recibidos con inmenso entusiasmo a lo largo y ancho de
la geografa chilena, as como en otros pases latinoamericanos. Sus
posiciones, de matices gramscianos, combinadas con una buena dosis de
originalidad, se incluyen entre las ms logradas entre los pensadores
crticos del derecho (Rojas Hurtado 1988). Su trabajo terico se complementa con una efectiva prctica legal popular, vinculada a la coordinacin del Centro de Accin y Reflexin para el Cambio (Quercum), creado
para la atencin y defensa de los derechos humanos de todos aquellos
que sufrieron la discriminacin del rgimen fascista de Pinochet.
Ms all del contexto chileno, sobresalen las formulaciones jurdicofilosficas de corte marxista de algunos autores colombianos. En sus
inicios, el pensamiento jurdico crtico en Colombia busc, como lo seala Quiones Pez (1987, 46), indagar la consolidacin del derecho como
relacin de dominacin, as como el papel que en l se le da a lo ideolgico y al Estado, sus implicaciones con respecto al delito y a la poltica
criminal, y el contenido de la prctica jurdica en s misma.
En primer lugar, debemos mencionar al jurista formado en la Universidad Nacional de Colombia, Vctor Manuel Moncayo, quien se ha
acercado al mbito de la teora crtica del derecho con dos ensayos denominados El derecho: una relacin de produccin y Sobre el derecho
en las formaciones sociales capitalistas. En opinin de Quiones Pez,
Moncayo pretende alcanzar dos objetivos esenciales: definir el papel del
derecho en el proceso de obtencin de la plusvala y analizar su funcin
como vehculo obligatorio en la manifestacin y realizacin de los intereses de clase (Quiones Pez 1987, 46).
Igualmente, Gilberto Tobn Sann, catedrtico de la Universidad
Nacional seccional Medelln, public un estudio sobre el Carcter
ideolgico de la filosofa del derecho en el cual busca resaltar las limitaciones de la teora del derecho, deformada por criterios ideolgicos de
inclinacin jusnaturalista y positivista. Tambin merecen la atencin
las investigaciones de Germn Palacio (miembro de ILSA) sobre los servicios legales populares, las prcticas jurdicas crticas, las relaciones
de produccin capitalistas, el pluralismo jurdico y los impactos de la
globalizacin (Palacio 1993).
Para terminar, es importante mencionar el trabajo de Fernando
Rojas Hurtado, autor con una slida formacin en derecho, sociologa
jurdica y administracin pblica. Entre sus ms importantes trabajos
estn Luchas obreras y poltica laboral en Colombia (escrito conjuntamente con Moncayo), Derechos humanos y crtica social en Amrica
Latina, Criminalidad y constituyente, as como sus publicaciones en la
revista El Otro Derecho, que abordan las comparaciones entre las tendencias de los servicios legales en Norteamrica, Europa y Amrica
Latina. Examinando la crtica marxista del derecho en Colombia,
Quiones resalta la variedad de materias abordadas por Rojas Hurtado.
En un primer momento, su inters se centr en una filosofa crtica
criminal, en la cual se busca revelar, de un lado, el sentido causal del
aparato estatal de represin del delito; de otro lado, sealar el cambio
que el desarrollo del capitalismo provoc con respecto al objeto de represin desde el hecho del crimen hasta la persona del criminal. Igualmente, Rojas busc elucidar el significado de algunos de los delitos ms
73
74
Adems de sus estudios sobre sociologa y criminologa crtica, Roberto Bergalli ha partici-
75
76
77
78
ese sentido, como bien precisa Entelman, la ley se proyecta al paso que
ordena y somete. La ley
no somete solamente por la fuerza fsica que ella misma organiza
y esconde tras el texto, sino que somete tambin por la manipulacin del deseo y por el control de los impulsos. Somete porque es
la encargada de canalizar el amor del Poder. La sumisin ya no se
encuentra nicamente explicada en las funciones normativas de
los rganos jurdicos sino tambin en las propias pulsiones de los
sbditos. Se configura aqu el deseo y el discurso del psicoanlisis en el ncleo de un problema, de un problema que resulta esencial para los juristas. (Entelman et al. 1982b, 19)
Aunque no haya incursionado en el rea de los estudios jusfilosficos, vale la pena traer a
cuento la obra de Eugenio R. Zaffaroni, ya que sta cuestiona la dogmtica tradicional de
la justicia penal, desarrollando una postura crtica en lo que se refiere a la poltica criminal,
a los derechos humanos, al derecho pblico y a la sociologa poltico-jurdica. Entre algunos
de sus ms importantes trabajos vase Zaffaroni (1991, 1995).
mente en 1974 por juristas argentinos y brasileros, a partir de un simposio en la Universidad de Morn, despus de la preocupacin inicial
por desmitificar todo el sistema tradicional de enseanza y de investigacin jurdicos, evolucion hacia un proyecto crtico de denuncia y de
redefinicin de las formas de produccin del conocimiento jurdico dominante (ver Rodrigues 1993, 145-147). Como lo aclara Warat, dentro de
sus objetivos no est precisar, con rigor y eficiencia, las categoras tericas para la formulacin acabada de un discurso crtico del derecho,
sino ms bien volverse una bsqueda y una exploracin de ciertas
posibilidades desmitificadoras, sobre todo como territorio estratgico
para la concientizacin terica de los juristas (Warat 1984a, 2). Teniendo en mente el alcance y los lmites de los diferentes discursos crticos
sobre el derecho y, al mismo tiempo, tratando de hacer un inventario
de los mltiples puntos de referencia comunes, Warat resalta como
principales lneas de investigacin crtica de la Almed las siguientes:
a) el cuestionamiento de las escuelas de derecho; b) la tendencia
de reformulacin crtica de las bases epistemolgicas de la produccin del conocimiento cientfico, tomando la teora jurdica
como forma social a ser explicada y no como explicacin de lo real;
c) la direccin semiolgica a partir del cambio y de la destruccin
del paradigma semiolgico dominante, paradigma que, al estar
basado en presupuestos positivistas y empiristas, era extremamente insuficiente para mostrar el poder de las significaciones
como elemento de organizacin, legitimacin y reproduccin de
las relaciones sociales. (Warat 1984a, 22)
79
46
80
una correcta evaluacin (nicamente artculos publicados separadamente), y dada la constante evolucin intelectual del grupo, es difcil hacer
un balance y una clasificacin sistemticas. Por esta razn, es mejor
caracterizar la Almed17 en trminos menos precisos, como una organizacin compuesta por un amplio crculo de juristas, investigadores empricos y cientficos polticos latinoamericanos de tendencias diversas.
Entre los ms destacados se encuentran Luis Alberto Warat, Eduardo
Angel Russo, Augustn Squella, Jos Mara Gmez, Carlos Alberto Plastino, Enrique Zuleta Puceiro, Gisele Cittadino, Leonel Severo Rocha,
Trcio Sampaio Ferraz Jr., Roberto A. R. de Aguilar, Joaquim de A. Falco,
Osvaldo F. de Melo y Jos Alcibades de Oliveira Jr. Algunos de estos
autores, sin embargo, ya se han desvinculado del grupo.
17